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HISTORIA
“¿MVNDO
A nugvo
LAS FINANZAS
PUBLICAS DEL
ESTADO ROMANO
DURANTE EL ALTO
IMPERIO
,
Esta historia obra de un equipo de cuarenta profesores de va
f im m ,
rias universidades españolas pretende ofrecer el último estado
,
de las investigaciones y, a la vez ser accesible a lectores de di
HISTORIA versos niveles culturales. Una cuidada selección de textos de au
, ,
tores antiguos mapas, ilustraciones cuadros cronológicos y
orientaciones bibliográficas hacen que cada libro se presente con
°^MVNDO ,
un doble valor de modo que puede funcionar como un capítulo
del conjunto más amplio en el que está inserto o bien como una
ANTÎGVO monografía. Cada texto ha sido redactado por. el especialista del
tema, lo que asegura la calidad científica del proyecto.
ROMA
Director de la obra
Diseño y maqueta:
Pedro Arjona
Jo aq u ín Muñiz Coello
/
Indice
Introducción ..........................................................................................................................7
Las fuentes documentales y sus p r o b le m a s ..................................................................... 7
Bibliografía .......................................................................................................................... 47
Las finanzas públicas del Estado romano en el Alto Imperio 7
Introducción
1 aureus = 25 d e n a rio s (*-) = 100 ses- Un esclavo ordinario oscilaba entre los 4
te rcios (HS) = 400 a s se s . y 8.000 HS, siendo inferior el precio tra
tándose de una mujer. Pero un esclavo
Algunos salarios “de lujo” podía alcanzar los 700.000 HS.
A fines del siglo i d. de C. un le g io n a De la misma forma, un ludus gladiato
rio p e rcib ía 1.200 H S al año, 10.000 rio salía entre 30 y 200.000 HS, según la
lo s c e n tu r io n e s y d e 1 0 0 .0 0 0 a calidad de los contendientes empleados,
300.000 HS los oficia le s. Un pretoria- cuyos beneficios medios eran de 2.000
no in g re sa b a unos 4.0 0 0 HS por sus HS a 15.000.
s e rvicio s. Pero g e n e ra lm e n te los do- Los precios en Roma llegaban a cua
nativa llegaban a trip lic a r los ingresos druplicar los del resto de Italia. Así, un
totales en todos los casos. modesto apartam ento no bajaba de los
2.000-4.000 HS de alquiler anual, y una
Precios de alim entos y objetos de uso casa de lo más modesto no se encontra
diario ba a la venta por menos de 100.000 HS,
1 litro de vino o rd inario costaba de 2 a cantidad con la que se podía adquirir una
4 asses. Si el vino era de Falerno su propiedad de tamaño medio, de tipo agrí
bía a 8-16 a sse s. El litro de aceite se cola, en Campania.
v e n d ía a unos 3 HS. 1 m o d io (unos C ualquier casa lujosa en Roma, con
ocho litros) de trig o o rd in a rio costaba baños, jardines, etc., no bajaba de 3 mi
unos 3 HS, llegando a los 7 u 8 H S si llones de HS.
era candeal. F in a lm e n te , los g a s to s de e n te rra
Por 4 H S podían tres personas co miento ordinario en Pompeya no solían
m er m odestam ente en la P om peya fla- superar los 200 HS, considerándose de
via, durante un día, a base de queso, gran lujo uno de 5.000, y las fuentes es
pan, vino y aceite. critas recuerdan como cosa memorable
Por 1 as podían com prarse en esa el millón que para sus exequias gastó un
m ism a ciudad una olla, un plato o una liberto de la zona, fuera de toda medida
lám para. Una m odesta tú n ica costaba si lo com param os con los 200.000 HS
15 HS y un mulo, 520 HS. que costó el funeral de Nerón.
12 AkaI Historia del M undo Antiguo
tal modalidad, dada la voracidad ce- las ventas de esclavos en los m erca
realística que caracterizó a la ciudad dos; Cayo añadió otro vectigal más a
de Roma a lo largo de los siglos im la actividad económica, gravando a los
periales. minoristas por sus puestos con un vec
Los tributos indirectos -v e c tig a lia -, tigal ansarii et fo ricu la rii pro m erca
afectaban a todos los ciudadanos ro lium; asimismo, toda venta en subasta
manos ya de Italia, ya de las provin de productos, que incluía la participa
cias, y tendían a increm entar sus re ción de un praeco o pregonero, desde
caudaciones como consecuencia de la b i e n e s de c o n s u m o a s e r v i c i o s en
promoción jurídica que periódicamen arriendo, estaba gravada con la cente
te dosificaban los em peradores entre sima auctionum o 1% de las ventas o
las provincias más romanizadas. Los arriendos efectuados. De menor enti
p o rto ria gravaban el tráfico de m e r dad fue la q u a d r a g e s s im a litiu m o
cancías entre ciudades, distritos y pro 2,5% de gravamen sobre el importe de
vincias. La vicésim a hereditatium y la los litigios, y de alcance desconocido
vicesim a lib e r ta tis g ra v ab a n con un nos han lle g a d o n o tic ia de a lgunos
5% las h e r e n c ia s a p a r tir de c ie rta otros vectigalia, que son buena prueba
cuantía, y las manumisiones de escla de la grotesca actitud de algunos em
vos, allí donde se producían. La cente peradores en su paranoia recaudatoria
sim a re ru m v e n a liu m i m p o n ía u n a -v e c tig a l lenocinii de Cayo, o vectigal
contribución del 1% sobre los precios urinae de Vespasiano-.
de venta de cualquier producto de los El fisc u s imperial obtenía en el Alto
m ercados. La qu in ta et vicesim a re Imperio ingresos extraordinarios pro
rum venalium m ancipiorum afectaba a cedentes de la explotación de sus m o
22 A kal Historia del M undo Antiguo
nopolios en Italia y las provincias, así galmente, así como los pecu lia de los
como de las contribuciones que en vir siervos y libertos imperiales, que con
tud de una decisión im perial po dían figuraron rentas de muy diversa índo
ser impuestas a los distintos sectores le, que el fisc u s administraba por todo
de la sociedad en todo el Imperio. La el Imperio.
importación de productos c o n s id e r a Por su carácter circunstancial, estos
dos como de lujo, de lejanas zonas de ingresos no podían estar sujetos a una
Oriente, podían venir gravadas con ta previsión p re su p u e sta ria , po r lo que
sas de hasta un 30%, o estar definiti de forma paulatina iban constituyendo
vamente monopolizadas por el em pe un patrim onio cuya rentabilidad irre
r a d o r. El f i s c u s iu d a ic u s , s e g ú n gular fue preocupación de los em pera
algunas opiniones, se creó exclusiva dores. Por ello no es extraño ver cómo
mente para recaudar el im puesto del en ocasiones hubo tentación no disi
comercio del balsam um , y según otras, mulada de regularizar las aportaciones
esta misión la asumió el fisc u s asiati- de estas rentas o de aumentar su nú
cus, mientras que aquel sim plem ente mero, a costa del uso y abuso arbitra
se limitó a apropiarse de los 2 dracmas rio de la presión por parte del empera
que cada judío pagaba al templo en Je- dor, sob re los e v e n tu a le s d o n a n te s .
rusalén. Tiberio o Domiciano utilizaron en nu
La explotación de las minas de oro merosas ocasiones los tribunales para
y plata era atribución del c o rresp o n c o n fisc a r fortu n a s que p asab an a su
diente procurator m etallorum , que ad fis c u s , y es proverbial la peligrosa re
ministraba los ingresos procedentes de acción que algunos Césares mostraban
estas actividádes, una vez adjudicadas cuando de ciertos patrim on io s te sta
en arriendo mediante subasta a la ini m e n t a r i o s no r e c i b í a n un “ r e g a l o ”
ciativa particular. Salinas, canteras, y adecuado o proporcional a la alta dig
el cinabrio eran asimismo monopolios nidad de su persona, como “vo lu nta
de ingresos extraordinarios cuya cuan rio” destinatario.
tía dependía de las condiciones más o
menos v e n ta jo s a s lo g r a d a s p o r los
procuradores en las contratas de adju 7. Los gastos del fiscus
dicaciones de su explotación.
Perió dicam en te al p r in c ip io , casi Pese a la enorme cuantía que supuso el
anualmente desde el siglo fi, se recau capítulo de ingresos del fisc u s altoim-
daba el aurum coronarium , contrib u perial, muy superior sin duda a la de
ción a entregar por los grupos sociales los mejores momentos económicos de
más fuertes de Roma, o por las ciuda la República, no fue la situación de su
des y provincias de forma colectiva, perávit la tónica habitual en el Alto Im
con motivo de la coronación de cada perio. A tales ingresos correspondieron
nuevo emperador, y después, con oca gastos similares, y la búsqueda de nue
sión del aniversario de esta efeméride vas fuentes recaudatorias fue preocupa
de m anera que se c o n s t itu y ó c o m o ción que pasó a primer plano en la polí
contribución regular y ordinaria. Era tic a im p e r i a l , a c e n t u a d a d e s d e la
siempre una cantidad en metales p re llegada al poder de los Antón inos.
ciosos y suponía un recurso fácil para Con las características peculiares de
paliar necesidades imperiosas del f i s cada momento, tres grandes capítulos
cus en momentos de penuria. De im consumieron cuantos recursos generó
portancia creciente fue el ingreso pro la hacienda pública imperial. Ejército,
cedente de los legados testamentarios, burocracia y liberalidades pueden ser
herencias, donaciones, bienes de co n en síntesis los tres sectores en que se
denados en trib u n a le s im p e r ia le s o movió el gasto público durante todo el
bienes sin un beneficiario definido le Imperio.
Las finanzas públicas del Estado romano en el Alto Imperio 23
El capítulo militar englobaba toda vum y los stipendia militares suponían
la actividad desarrollada por el ejérci buena parte del gasto del ejército y el
to ya en períodos de paz, ya en tiem capítulo más gravoso de los asumidos
pos de campaña, que desde el siglo 11 p o r el fis c u s , so b re todo c u a n d o se
fueron para desgracia de las arcas p ú abrieron las hostilidades en los frentes
blicas más amplios que los primeros. del Rin, Danubio y Oriente, situación
Los sueldos de los legionarios, centu de lo más frecuente desde Trajano.
riones y equites oficiales fueron pron En c o n te x to m uy a n á lo g o al del
to asumidos por ¿ [fiscu s, descargando donativum , el capítulo de las liberali
de ello a un aerarium incapaz de hacer dades consum ió grandes recursos f i
frente a tal gasto, en virtud por un la nancieros de las arcas públicas, y no
do de ser mayoría las provincias p e r parece que ningún em perador debiera
te n e c ie n te s a la a d m in is tr a c ió n del s u s t r a e r s e a e lla s , p or c u a n to e sta
em perador las que albergaban la tro e v e r g é tic a a c tiv id a d era c lav e para
pa, y por otro, com o g a ra n tía de la ganarse el apoyo popular al régimen,
plena adhesión del estam ento militar y por lanto de ella dependía la conso
al prin cep s que les pagaba. El capítu lidación del César de turno. Como el
lo de suministro y pagas de un ejérci senador que diariamente revalida con
to que a lo largo del Alto Imperio po su fila ntropía y lib e ra lid a d la a d h e
c a s v e c e s tu v o m e n o s de 2 5 - 3 0 sión y reverencia de sus clientes e in
legiones en pie de guerra, además de feriores a costa de repartos de bienes
los auxilia correspondientes, era car o dinero, así actuó en esencia el Prin
ga más que suficiente para cualquier cipado con el pueblo de Roma y aún
presupuesto público. en las provincias, a modo de volunta
Pero además debe añadirse desde el rio y adicional coste de la propaganda
propio Augusto la institucionalización del régimen.
di reparto de donativa, cantidades en El sistema de frum entationes, repar
tregadas a los legionarios, centuriones tos de trigo gratuito o a bajo precio, y
y eq u ite s, en p ro p o rc ió n de sim ple, de congiaria, repartos de vino y acei
doble y triple cantidad, en concepto en te, heredado de la República, reciben
principio de recompensa por servicios respaldo imperial y aún son ampliados
brillantes, pero en la práctica como so desde la llegada al poder de los Césa
borno y afianzamiento de apoyos y le res. La necesidad de conectar en todo
altades al emperador reinante, frente a momento con la plebe como medio de
cu alqu ier otro c and id ato o c o n sp ira precaución política, la im posibilidad
ción contra el régimen. de prescindir de este apoyo en caso de
El donativum pasó de ser recompen riesgo en el sistema, el fuerte in c re
sa a iniciativa voluntaria del otorgante mento de la población de la Urbs, con
a exigencia ineludible y regularmente secuencia del feroz capitalismo practi
exigida que cualquier emperador debía cado, generador a su vez de masas de
afrontar si deseaba continuar siéndolo. de socupados, el mero p rurito pro p a
Su cuantía pronto rebasó la del propio gandístico, etc., todas éstas fueron cir
salario y aún creció a ritmo geométri cunstancias que favorecieron una si
co a lo largo del Imperio, por la latente tuación en la que le fiscus, a través de la
necesidad de mejorar los comportamien Annona, asumía la alimentación diaria
tos que en este tema había demostrado de un mínimo de 200.000 ciudadanos.
los antecesores. Por citar a Augusto, en su testamento
En el siglo m prácticamente la elec político declaró haber gastado en trigo
ción de uno u otro candidato al trono para r e p a r to s y en c o n g ia r ia ,
era objeto de una subasta al mejor d o 12.000.000 X (den.) y 14.000.000 X
nativum , ofertado por los candidatos. respectivamente. Los cálculos realiza
En los dos primeros siglos, el donati dos sobre el coste que para el fisc u s
24 AkaI Historia del M undo Antiguo
supuso este doble concepto hasta el si res de los tem plos que, ju n to con el
glo ni, no bajan de 1.732.000.000 X. coste de una extensa clase sacerdotal,
Se explica así la ampliación del núm e exigía considerables dispendios a las
ro de provincias frumentarias observa arcas del estado.
da en el primer siglo de Principado. F inalm ente, y en un apartad o que
Finalmente, el tercer gran apartado podríam os haber incluido dentro del
de gastos fue capítulo que alcanzó su programa propagandístico y de popu
máximo desarrollo a finales del siglo larización del régimen, la celebración
n i. En e f e c to , c u a n d o D i o c l e c i a n o de espectáculos en la ciudad de Roma
a s u m i ó el p o d e r no m e n o s de durante numerosos días al año, en los
200.000 funcionarios articulaban los que además se aprovechaba para com
s e r v ic io s en que la a d m i n i s t r a c i ó n binar la propia celebración con el re
imperial estaba constituida, desde la parto de sp o rtu la e , congiaria y otras
jerarqu ía procuratorial, que en tie m fórmulas de prodigalidad, exigía todo
pos de M arco A urelio conocía hasta ello grandes cantidades de dinero que
124 denom inaciones específicas, h a s desde luego ningún emperador renun
ta los últim os e m plead os y s e r v id o ció a emplear. Ludi M agni, ludi saecu
res, todos a expensas del fis c u s . D e s la re s, lu d i g la d ia to r iu m , etc ..., que
de m ediada la segunda centuria será comprendían desde carreras de carros
cuando el sector de la burocracia to hasta simples exhibiciones de anim a
me importancia como fuente de g a s les exóticos, pasando por la construc
tos públicos, y desde el siglo III, por ción de enormes y costosos artificios
su continuo incremento, pasará a ser para llegar a simular batallas navales
causa del anquilosam iento e inefica (naum achias), se repartían durante to
cia funcional del aparato adm in istra do el año y era excepcional el mes en
tivo del estado. que no había varios días dedicados a
Junto a estos gastos principales, el congregar a la plebe en torno a estas
fisc u s altoimperial sufragó el coste de celebraciones.
otros capítulos cuyas cuantías variaron A pesar de contar con la financia
según las p rio rid a d e s ob se rv a da s en ción de ediles, cu estores y fla m in e s
cada gobierno imperial. Las obras pú para muchos de estos espectáculos, el
blicas en Italia o provincias incluyeron propio princeps asumió el coste de la
la construcción de numerosos templos, mayoría de ellos, revalidando en fas
anfiteatros, teatros, circos, arcos, ter tuosidad y dispendio, en lógica actitud
mas, calzadas, acueductos y el m ante de quien se situaba en la cúspide del
nimiento y reparación de los existentes. poder en toda Roma.
Actuaciones todas ellas perfectamente La c om b in a ción de los ingresos y
conmemoradas en miliarios y dedica los gastos a lo largo del Alto Imperio
ciones epigráficas. La magnitud de es definieron la política financiera, llena
tas obras obligó en muchas ocasiones de altibajos, seguida por los em pera
al fisc u s a ir delegando en provincias y dores y de cuya evolución y pormeno
c iu d a d e s la in ic ia tiv a c o n s tr u c to ra , res nos ocuparemos en otro capítulo de
q u e d a n d o p r á c tic a m e n te r e d u c id a a este trabajo.
Roma e Italia la actividad desplegada
en este sentido.
El m antenim iento del culto de los 8. El patrim onium
distintos dioses oficiales de Rom a y
provincias, más la puesta en m archa caesaris y la res privata
del nuevo servicio del culto imperial, principis
abría un capítulo de gastos de liturgia,
festividades, sacrificios, donaciones y La primera mención que poseemos del
juegos públicos en honor de los titula patrim onium aparece en el testamento
Las finanzas públicas del Estado romano en el Alto Imperio 25
político de Augusto (Res Gestae D ivi gusto convirtió de hecho al fiscus en el
Augusti), y hace referencia a su fortuna tesoro público del Principado, pero en
personal aún cuando de forma tan in las fuentes literarias no se relega por
concreta, que estamos muy lejos aún de ello aquella condición de uso personal y
definir adecuadamente el pleno sentido privado que el fis c u s tuvo en origen.
de este término. Por ello el fiscus era el fiscus de Augus
El problema estriba en cuál fue la to, “su” fiscus, su tesoro personal, aún
diferenciación real entre fisc u s, tesoro cuando sea a un tiempo el del estado.
im perial que a d m in is tra b a todas las Y en los mismos términos se mani
rentas del nuevo régimen del Princi fiestan los textos cuando mencionan el
pado, y el p a trim o n iu m , expresión que patrim onium , por lo que la actual in
venía a designar aquellas propiedades vestigación se encuentra con dificulta
y sus rentas que de manera particular des para analizar y definir las esferas
r e v e r t í a n en el e m p e r a d o r c o m o de funciones y alcances jurisdicciona
miembro de la familia reinante. Y es les que cada uno de estos órganos eco-
Aureus de Trajano
familiar, como miembro ésta del esta bienes eran y debían ser administrados.
mento económico más fuerte del censo En esta perspectiva el concepto f i s
rom ano, y re su ltab a n s e n s ib le m e n te cus viene a complementar al del patri
acrecentados por la condición de poder monium, al ser aquel la caja, el tesoro
ostentada por su titular, el p rin c e p s, concreto a donde iban a parar todos
dueño de los designios del estado. aquellos ingresos en metálico del patri
En su calidad de fortuna imperial, el m onium . F iscu s sería el instrum ento
patrim onium caesaris se engrosaba por operativo de ingresos y pagos, sin senti
los legad os, d o n a cio n e s y h eren cias do de no existir el patrimonium. Fiscus
que muchos senadores y equites tenían sería a patrimonium lo que el aerarium
a gala en instituir, tanto en vida como S a tu rn i a los trib u ta , ultro trib u ta y
en las d isp o sic io n e s te s ta m e n ta ria s. vectigalia, o sea, las fuentes de ingresos
Capítulo importante en este sentido era y el órgano material que los contiene.
la libre disposición que el emperador No obstante, no parece que se aclare
tenía, como patrono y señor, de los p e la cuestión con esta reducción del pro
culia o bienes de sus libertos y escla blema a la reinterpretación de los térmi
vos, como le estaba permitido a cual nos. Quede hasta aquí esta sugerente e
q u ie r m iem b ro de su clase. Pero se hipotética visión del tema.
daba la circunstancia de que el empera La documentación existente nos per
dor era el mayor propietario de escla mite situar en tiem pos de Claudio el
vos del Imperio. momento en que el servicio del p atri
Con relación a este tipo de ingresos, m onium quedó regulado bajo una e s
hemos de volver a páginas anteriores tructura administrativa diferenciada y
cuando enumeramos los legados y do aparte de la del fiscu s, en la que hasta
naciones de entre las fuentes de a li ese mom ento se englobaba. Aparecen
mentación del fisc u s. Las donaciones, así los p ro cu ra to res p a trim o n ii, con
testamentos, legados, ¿pasaron al f i s rango ducenario y de condición liberta
cus, caja imperial del estado, o al p a en los primeros momentos, para adscri
trimonium, caja privada del emperador birse al censo ecuestre a partir del siglo
reinante? Ambas posibilidades nos son II del Imperio.
confirmadas en las fuentes y en ello ra De ellos dependerán en última ins
dica la clave del problema: fisc u s y p a tancia los procurado res del p a trim o
trimonium como cajas particulares, aún nium caesaris en cada una de las pro
cuando otras referencias al primero lo v in c i a s d o n d e el e m p e r a d o r te n ía
contemplen además como caja imperial intereses, de rango sexagenario en la
del estado. m ayoría de los casos. U na provincia
Estas evidentes posiciones antagóni constituirá excepción a este esquem a
cas de las fuentes han movido a algu organizativo. La provincia de Egipto era
nas tendencias actuales a reconsiderar propiedad particular del emperador rei
la situación desde una nueva perspecti nante desde su constitución en el año 30
va. Así, patrim onium vendría a desig a. de C. P o r ello su gobiern o estaba
nar a todas las propiedades, dominios, asignado a una praefectus Aegypti, lega
monopolios, rentas tributarias provin do personal del emperador en el país, y
ciales y contribuciones recaudadas en su régimen financiero era diferente al
virtud del derecho que asistía a los em del resto del Imperio.
peradores corno adm inistrador de las Las rentas fiscales de Egipto eran
fuentes económicas a él asignadas. P a administradas por el idiologos, versión
trim o n iu m ten d ría así una a c ep c ió n helénica de lo que representaba el pro
globalizadora, de abarcár cuanto por curator patrim onii en cualquier otra re
derecho le correspondía al princeps, y gión del Imperio. Pero su rango era du
una cognotación relativa al modo parti cenario, como el titular de los servicios
cular, privado, personal en que dichos centrales del p a trim o n iu m de Roma.
Las finanzas públicas del Estado romano en el Alto Imperio 27
Muestra del carácter particular que los dencia de aquellos otros que eran ina
emperadores otorgaron a esta provincia lienables de la corona y los Severos.
es el hecho de que, desde Augusto, nin Para regular esta disposición, Septi
gún sen a d o r po día v ia ja r al país sin mio Severo instituye como caja nueva e
permiso imperial, al igual que el pro individualizada la Res Privata P rinci
pietario de un dominio territorial vela p is o Ratio P rivata, con los ingresos
por controlar a todos los visitantes al proc e d e ntes de las c o n fisc a c io n e s y
mismo. aquellos otros que, de otras fuentes, los
D uran te el siglo ii se c o n firm a la emperadores puedan asignarse en el fu
dualidad de cajas imperiales, fis c u s y turo, y cuyo titular era Septimio Severo
patrim onium caesaris, prosiguiendo és como emperador reinante, y el p a tr i
ta última su expansión a todas las pro monium caesaris, con las rentas de los
vincias del Imperio, reflejo evidente de bienes de la familia de los Severos, co
la presencia de los intereses particula mo anteriormente se configuraba, pero
res del princeps en todos los territorios. en claro detrimento de su volumen por
Esta perfecta configuración administra no incluir los bienes del princeps.
tiva no obsta para que a la hora de pre La administración del nuevo servicio
cisar qué gastos y que ingresos iban a y la nueva configuración de la hacienda
una y otra caja, como antes estableci imperial queda documentada en la epi
mos, nos resulte muy difícil delimitar grafía. Las rentas públicas del estado
lo. El emperador gastó tanto del fiscu s siguieron estando organizadas en el f i s
com o del p a trim o n iu m para afrontar cus, cuyo máximo responsable siguió
necesidades públicas y necesidades pri siendo el a rationibus, rationalis desde
vadas, indistintamente. No hubo asomo Marco Aurelio, de rango trecenario. La
de escrupulosidad a la hora de consig nueva R es P rivata fue puesta bajo la
nar los gastos según el órgano que los dirección de un procurator rei privatae,
asume. de rango similar al a rationibus, y que
El volumen alcanzado por las rentas durante los siglos bajoimperialcs adop
atribuidas al emperador y su p a trim o taría los títulos de m agister rei privatae
nium debió ser motivo que llevó a Septi y comes privatarum finalmente. Todos
mio Severo a fines del siglo 11 a afrontar sus titulares fueron del censo ecuestre.
una nueva estructuración interna de to Por último, desde principios del siglo
dos los servicios financieros del estado. ni el patrimonium caesaris es rebajado
Parece que la política de confisca a mero departamento secundario de la
ciones realizada por este emperador so Res Privata, desapareciendo los equites
bre las fortunas de sus adversarios, los de su dirección y pasando ésta a manos
bona dam natorum , proporcionaron no de los libertos imperiales con categoría
al fiscu s sino al patrim onium un poten centenaria, e incluso sexagenaria, se
cial económ ico suficiente como para gún los vaivenes políticos de cada m o
desdoblar su administración. En primer mento.
lugar Severo sustituye al fis c u s como Tales pueden ser los términos en que
órgano receptor de los bienes confisca quede planteado el estudio de estos ór
dos a los condenados por tribunales im ganos financieros, en tanto no aumente
periales, por el patrim onium caesaris. la d ocum entación al respecto. D o c u
Pero estos bienes, muy abundantes du mentación que, en cualquier caso, p a
rante su gobierno, desde Severo no irán rece que con bastante seguridad proce
a parar a la res fa m iliaris, al patrim o derá del M ons T e sta c c io , a u té n tic o
nium que los englobaba junto con los archivo de muchas de las actividades
bienes de la corona, sino que serán con que en provincias desarrollaron tanto
tabilizados como propiedad personal el fisc u s como las rationes privatae de
del emperador, Septimio Severo, e irán, los emperadores del final del siglo 11 y
por tanto, a su res privata, con indepen siglo III.
28 Akal Historia del Mundo Antiguo
ran el cobro de grandes bloques de tri dente imperial de cuyo servicio depen
butos, en una o varias provincias. Al día la contrata.
subdividirse las contratas a subastar en Sólo en Africa parece que las loca
varias concesiones, el volumen del ne tiones conductoribus (adjudicaciones a
gocio baja proporcionalmente y de la conductores) tuvieron cierta entidad,
misma manera serán inferiores los be como la epigrafía evidencia, pero ello
neficios a obtener de las mismas. Así, debió venir obligado por las peculiares
los capitales necesarios fueron menores circunstancias de las rentas, propieda
y las sociedades se disolvieron o dismi des y economía de la zona, así como la
nuyeron en número de integrantes, por
no ser necesarias grandes aportaciones. Los recaudadores del tributo:
Los grupos financieros potentes perdie
ron interés en invertir en negocios de “A Crispino, prom agistro de los dos tri
volumen moderado y desviaron sus ac butos, q u a d ra g e ssim a del p o rto riu m y
tividades a otras esferas más rentables, vicésima de la libertad de las provincias
como la banca y el préstamo, o las in de Asia, Ponto, Bitinia, G alatia, Capa-
versiones comerciales, quedando en las docia, Pisidia, Lycaonia, Panfilia, Licia,
adjudicaciones tributarias los grupos A rm enia M inor,...”
menores, por tanto fácilmente controla (,L ’A nnée Epigraphique, 1924, nQ 80,
bles por el estado. del 104-114 d.C.)
Tuvieron, no obstante, cierta impor
tancia los publicanos que arrendaron a “A Venus, M enophilo, siervo de los s o
lo largo del Alto Imperio la explotación c ii de los cuatro im p u e sto s de Á frica,
del portorium en las provincias danu hizo el voto con ánim o contento” .
bianas, y los que se adjudicaron los (L ’Année Epigraphique, 1900, n9 126).
cuatro vectigalia más importantes de la
provincia de Africa (quattuor publica “A Tito Flavio G erm ano, hijo de Tito, cu
provinciae A fricae), siempre bajo la vi rador del triunfo del em perador fe licísi
gilancia y supervisión del procurador mo M arco A u re lio C o m o d o A n to n in o
correspondiente y acaso como prueba A u g u s to Pío G e rm á n ic o , d is tin g u id o
de que, al menos en estos casos, la uti con un muy destacado sacerdocio, pon
lización del sistema tradicional era más tífice menor, procurador de la vigésim a
rentable que el nuevo. de las herencias, procurador del p a tri
El nuevo sistema de percepción que monio, procurador de los grandes ju e
conllevab a la ad m in istra c ió n de los gos, p ro cu ra d o r de los ju e g o s m a tu ti
procuradores, en realidad era una apli n o s , p r o c u r a d o r d e l p r e s u p u e s to
cación del antiguo sólo que sin las la destinado a las vías que han de tra z a r
cras que lo aquejaron. El procurador se en las dos partes de la ciudad, pro
provincial y los procuradores de los curador de la vigésim a de las herencias
impuestos indirectos también recurrie en Umbría, Tuscia, Piceno y región de
ron al sistema de concursos para la ad C am pania, procurador de los alim enta
judicación de las rentas y servicios. Pe en Lucania, Bruttios, C alabria y Apulia,
ro la entidad de las contratas era de tal curador....de los edificios, de las obras
magnitud que d ifícilm ente podía ser- p ú b lica s... edil, duovir, fla m e n de A u
rentable su e x p lo ta c ió n para más de gusto divinizado, duovir quinquenal, pa
uno, dos o tres interesados. Los adjudi trono de la colonia, Cerdo, su liberto a
catarios, cuya integridad moral y sol su incom parable patrono, con sus hijos
vencia económica debían ser demostra M a x im in o , G e rm a n o y R u fin o F la v io ,
das y valoradas positivam ente por el distinguidos como caballeros, Lucio Va
correspondiente procurador, recibían el lerio Aries, liberto del m ercado de e s
nombre de conductores, y su actividad clavos de Zabda”.
era plenamente fiscalizada por el inten CIL XV 2922, de P raeneste.
Las finanzas públicas del Estado romano en el Alto Imperio 35
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Fragmento de un sarcófago, Roma
Termopolio de Herculano
38 AkaI Historia del Mundo Antiguo
contrib ucio nes e x tra o rd in a rias, cuyo do por la prefectura del pretorio, servi
monto total comenzó a ser superior al cio que centralizó todos los sistemas
de los ordinarias, y como demostradas de requisa, confiscación y recaudación
las únicas eficaces en la obtención de de tributos en especie, y que manifes
recursos. taba la clara tendencia militarizadora
A mediados del siglo m el fiscu s ya que desde los Severos se impuso en
no era el principal órgano perceptor de los tradicionales servicios fiscales.
tributos, ya que había quedado supcra-
tado, impidió prolongar la buena posi estar equilibrada y puede ello ser un
ción en que Vespasiano había dejado a síntoma de la incipiente independencia
la hacienda pública. Junto a la munifi- que la estructura financiera del Princi
ciencia que para Tito resalta Suetonio, pa d o iba a d o p ta n d o , re s p e c to a las
no aventajada por ninguno de sus pre cambiantes actitudes de su primer res
decesores, abriendo su gobierno con ponsable. Acaso ésta sea la herencia
grandes celebraciones en Roma, el es más importante legada por los Flavios
tado tuvo que destinar todos sus fon a sus sucesores del siglo II.
dos a paliar los efectos de tres catás N e r v a a p e n a s p u d o en do s a ñ o s
trofes que asolaron Italia. Por un lado, plantear siquiera un programa de con
la erupción del Vesubio, que borró del trol del gasto p ú b lic o , a un qu e otras
mapa las ciudades de Pompeya, H er medidas de este em perador ponen en
culano y Stabiae. Luego un incendio duda la sinceridad de aquella iniciati
que asoló R om a d u ra n te tres días y va. Su propagada austeridad no c o n
posteriormente, una epidemia que tuvo cuerda con la creación de nuevas fuen
una virulencia sin precedentes. D em a tes de gastos p ú b lic o s, co m o fue la
siadas calamidades para un gafado em In s titu tio A lim e n ta ria de Italia, por
p erado r de c u a r e n ta y un años, que mucha justificación social que la sos
moría el 13 de Septiembre del año 81, tuviera, al amparar con los bajos rédi
a ios dos años y dos meses de haber tos de préstamos agrarios a huérfanos
sucedido a su padre. y viudas de los municipios itálicos.
Domiciano heredó la severa m eticu Esta misma tendencia filantrópica
losidad y buena capacidad como admi preside buena parte de los reinados de
nistrador de su padre Vespasiano. Su los Antoninos, acaso como superficial
gobierno se enraizó en el ideario polí contrapunto a la creciente demanda de
tico de éste, de quien fue perfecto eje recursos a los ciudadanos, de una ha
cutor de sus planteamientos económ i c ie n d a cada vez más a g o b ia d a para
cos. Del 81 al 92 D om iciano lleva a asumir todos los proyectos imperiales.
cabo una moderada política financiera, Trajano inaugura la época de los em
basada en garantizar el perfecto fun peradores frugales y austeros del siglo
cionamiento de los mecanismos fisca II, actitud ésta más im p ue sta por las
les implantados en las provincias. El circunstancias que por un voluntaris
déficit de Tito quedó pronto paliado mo político. La guerra y la administra
como manifiesta la continuación de las ción se llevaron gran parte de los in
obras públicas em prendidas por Ves gresos públicos y aún éstos resultaron
pasiano. Los cuatro últimos años de su insuficientes en la m edida en que se
vida, del 92 al 96, nos retrotraen a los abrían nuevos frentes militares.
últim os tiem pos de T iberio, y Rom a A cambio de esta paulatina hipote
volvió a sufrir las consecuencias del ca del e s ta d o , T r a ja n o dio un paso
cambio patológico de la conducta de más en el san eam ien to de los m e c a
su máximo gobernante. En esos años nismos fiscales, único método de pre
se inc re m e ntaron las c o n fisc a c io n es servar los ingresos y mantener la paz
procedentes de los bona dam natorum , y el orden entre los súbditos. Incre
típico en estas situaciones. mentó los límites exentos de la vicési
No parece, no obstante, que el Im ma h e re d ita tiu m y de los legados y
perio, ni siqu iera Italia, a cu sara los herencias, renunciando a exigir el au
problemas internos del régimen, acaso rum coronarium . Pese al buen funcio
por ser cuatro años insuficientes como namiento de las instituciones y a la re
para dar al traste con la dcabada orga nuncia de algunos ingresos como los
n iz a c ió n a d m i n i s t r a t i v a c r e a d a por citados, más sim bólicos que s u sta n
Vespasiano. A la muerte del em pera ciales, la sombra del déficit preocupó
dor en el 96, la hacienda pública debió al emperador hasta su muerte, no pu-
Las finanzas públicas del Estado romano en el Alto Imperio 43
diendo evitar el recurso a la devalua del esfuerzo político desplegado por
ción monetaria, un 15% en el denario, su antecesor en pro de la estabilidad
para paliar los momentos adversos. de la hacienda.
Adriano representa un esfuerzo más Su reinado no se oscurece con gran
en conciliar la doble imagen del esta des aventuras bélicas y, por unos años
do imperial, la faceta del estado filan la voraz m áquina de guerra permitió
trópico y p ro m o to r de lib era lid a d e s un respiro a las arcas públicas. M ode
para el pueblo, y la faceta del estado rado en sus gastos, frugal y austero
cada vez más severo en sus exigencias hasta el punto de cubrir con su propio
tributarias y exactoras. Difícil misión
que re q u irió la b ú s q u e d a de nuevas La crisis financiera del
fuentes de ingresos, al objeto de no año 33 d. de C.:
castigar más las tradicionales. En esta
doble actitud, las finanzas de Adriano “ De ahí surgió una escasez de num era
presentan la evolu ció n incong ruente rio, al reclam ar a un tiem po todas las
de dos actitudes antagó nicas: c o n ti deudas y porque habiendo sido tantas
nuación del evergetismo y la prodiga las condenas seguidas de subastas de
lidad, y a provecham iento al máximo bienes, la plata am onedada estaba re
de todas las fuentes económ icas sus tenida por el fiscus o el aerarium . Ante
ceptibles de generar ingresos que pa ello, el senado había prescrito que ca
liaran el agobio del fiscu s. da cual invirtiera en tierras de Italia los
En el primer plano, Adriano condo 2/3 del dinero prestado. A hora bien, los
nó débitos fiscales de los municipios a cre e d o re s re cla m a b a n la to ta lid a d y
por valor de 900. 0 0 0 .0 0 0 H S, pero no re su lta b a de ce n te para a quellos a
activó la recaudación de tasas olvida q u ie n e s se re c la m a b a el h a ce r m en
das y envió a las ciudades con hacien guar su crédito, ... Las medidas que se
das en crisis a agentes interventores h a b ía n a rb itra d o co m o re m e d io s - la
(ic u ra to re s r e ip u b lic a e ). P e rd o n ó el venta y la c o m p ra - se tornaban contra
aurum coronarium a Italia y lo redujo producentes puesto que los prestam is
en provincias, gastando mucho dinero tas se habían guardado todo el dinero
en obras públicas por todo el Imperio. para com prar tierras. A la abundancia
En el segundo plano, Adriano profe de v e n ta s s ig u ió la c a íd a de los
sionalizó al máximo la estructura pro precios... El desfondam iento de los pa
curatoria! a cargo de los equites, co trim o n io s fa m ilia re s e s ta b a d a n d o al
mo g a r a n tía del p le n o r e n d im i e n to traste con la dignidad y la reputación,
perceptivo. Revisó los censos del Im cuando el César prestó su ayuda repar
perio cada quince años, encargando de tiendo por las bancas 100.000.000 HS,
tal misión a sus procuradores, y pare a utorizándose su préstam o sin in te re
ce que fueron creados nuevos impues ses durante tres años, si previam ente
tos, medidas que en conjunto lograron el deudor ofrecía al aerarium del pueblo
un equilibrio en el tesoro al final de romano una garantía del doble en pre
su vida, pero con una e s tru c tu ra de dios. Así se restauró el crédito y poco a
gastos militares tan onerosa que difí poco se e n co n tra ro n ta m b ié n p re s ta
cilmente podría ser mantenida por sus mistas particulares”.
sucesores.
A ntonino Pío representa el último
período de apogeo económico y equi (Tácito, Armales, VI, 17, Ed. Gredos,
librio de las finanzas del estado. Si Ti trad. José L. Moralejo, Madrid, 1979).
berio fue el fiel ejecutor de los postu
lados de Augusto, Antonino recoge la
la b o r de s a n e a m i e n t o h e r e d a d a de
Adriano y se limita a utilizar los frutos
44 Aka! Historia del M undo Antiguo
d in e ro p a r tic u la r los cada vez más cionalizando. Como Adriano, veló por
f r e c u e n te s d e sc u b ie r to s del fis c u s , las haciendas locales, reconociendo el
Antonino Pío logra mantener el m is importante papel que para la hacienda
mo nivel de munificencia de sus pre estatal el apoyo de los municipios re
decesores. En nueve ocasiones distri presentaba.
buyó dinero y trigo por un valor total Tanta moderación en el gasto públi
de 800 denarios por cabeza, y muchos co y, sobre todo, la fortuna de disfrutar
d é b i t o s t r i b u t a r i o s de tie m p o s de de largos períodos de paz e inactividad
Adriano fueron cancelados, en una ini en los frentes fronterizos, hicieron de
ciativa que poco a poco se fue institu este emperador el último de los que, al
Bibliografía