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HISTORIA
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Esta historia, obra de un equipo de cuarenta profesores de va
rias universidades españolas, pretende ofrecer el último estado
de las investigaciones y, a la vez, ser accesible a lectores de di
A ntïgvo del conjunto más amplio en el que está inserto o bien como una
monografía. Cada texto ha sido redactado por el especialista del
tema, lo que asegura la calidad científica del proyecto.
(MB 1A
Director de la obra:
Julio Mangas Manjarrés
(Catedrático de Historia Antigua
de la Universidad Complutense
de Madrid)
Diseño y maqueta:
Pedro Arjona
Arminda Lozano
Indice
In tro d u c c ió n ................................................................................................................... 7
1. T e rm in o lo g ía ............................................................................................................ 14
2. A ctos fu n d a c io n a le s .............................................................................................. 14
3. R elaciones m e tró p o li-c o lo n ia ............................................................................ 17
4. R elaciones con indígenas ................................................................................... 19
1. P rim era fase (m ediados del siglo v m -m ed iad o s del siglo v il) ................ 22
2. Segunda fase (m ediados del siglo vil-m ediados siglo v i) ....................... 23
Introducción
cas fam ilias, en cuyas m anos, adem ás, una situación de conflictividad aguda,
estab an los reso rtes del p o d e r político d eterm in an te del desen cad en am ien to
y religioso. T estigo excepcional de es en el seno de m últiples ciudades grie
ta situación es H esíodo cuya o b ra L o s gas de un cam bio en su sistem a políti
trabajos y los días constituye p a ra n o co. A p areció, en principio, la figura
sotros u n a fu en te de inform ación in del árb itro o del legislador y final
sustituible sobre los m odos de vida m ente la del tirano.
del cam pesinado griego, p u es, a u n D icha evolución política se vio
que referid a a B eocia y el A tica p u ed e favorecida p o r otros factores no m en
hacerse extensiva a las dem ás regio cionados hasta ah o ra, pero que co ad
nes griegas. Su descripción, m ás o m e yuvaron decididam ente a ella. A sí,
nos m etafó rica, de la situación del d é po r ejem plo, el m ilitar. T odavía en el
bil respecto al p o d ero so , de la im p o siglo VIII la gu erra estab a b asad a en el
tencia de aquél fren te a éste es v e rd a com bate regular, en el g u errero que
d e ra m en te aleccionadora. A la p ar, en carro , al principio, y después a ca
se perm ite d ar algunos consejos p ara ballo, debía so p o rtar p a ra su p ro tec
evitar un d eterio ro del p a n o ra m a so ción un pesado eq u ip o básicam ente
cial que estaba d escribiendo. A sí, la defensivo. E ste m éto d o conllevaba
reducción del nú m ero de hijos que unas connotaciones socioeconóm icas
obviaría el em p eq u eñ ecim ien to de las d eterm in ad as, a sab er la existencia de
pro p ied ad es p uesto q u e, según las una aristocracia ciu d ad an a, uno de
norm as vigentes en to n ces, los hijos cuyos privilegios consistía p recisa
hered ab a n a p artes iguales los bienes m en te en la defensa de la ciudad,
patern o s. E llo im plicaba que las fam i al dictar que ú n icam en te sus m iem
lias con im posibilidad de am pliar sus bros ten ían la p o te stad de em p u ñ ar
re c u rso s te rrito ria le s — in d u d a b le las arm as.
m ente la práctica to talid ad del cam Sin em bargo, en el p rim er cuarto
pesinado fuera de los g randes p ro p ie del siglo VIII se registran ya — a ju z
tarios— en el transcurso de un p a r de gar p o r testim onios ex traídos de pin
generaciones verían sus cam pos tan turas vasculares corintias y a ten ie n
reducidos que apenas h arían posible ses— cam bios en el arm am en to y por
una vida de subsistencia. U n a m ala ende en la táctica m ilitar. H ace su
cosecha, unos años de m ay o r sequía o aparición, así, el ejército de hoplitas,
cualquiera de las adversidades n o rm a que en el transcurso de unas cuantas
les en la ag ricultura, to rn a ría n la si décadas se generalizaría en el m undo
tuación insostenible. Su salida no era griego. Su equipo es ya bien distinto,
o tra que el e n d eu d am ien to p e ro , al m ucho m ás ligero y con m ayor ca
no ser posible la devolución de los p a c id a d o fensiva. Se re q u e ría una
préstam o s p o r la m ism a escasez que form ació n en línea c e rra d a , d onde
había provocado la contracción de lo individual q u ed a b a sacrificado en
deu d as, el d eu d o r y su fam ilia caían aras de lo colectivo, d o n d e el indivi
irrem isiblem ente en p o d e r del ac re e duo era im p o rtan te no aisladam ente
do r en calidad de esclavos. E sta reali c o n s id e r a d o sin o co m o p a r te del
dad — la m iseria y d esesperación del co n ju n to .
cam pesinado— ap arece descrita con D e este aspecto in teresa aquí no
en o rm e fuerza — e n tre o tro s— en los ta n to el p unto de vista m ilitar cuanto
versos de Solón y en los pasajes co el cam bio sociológico que ap arejó . El
rresp o n d ien tes a este p erío d o de la ejército hoplítico req u ería un núm ero
A th en a io n Politeia aristotélica. grande de soldados en tren ad o s para
E ste proceso, ya p resen te al co luchar d en tro de esta form ación, ca
m ienzo de la época arcaica, se agravó paces adem ás de financiarse su propio
p au latin am en te hasta d esem b o car en eq u ip o , aspecto éste a que estaban
10 Akal Historia del Mundo Antiguo
obligados. Y un núm ero tan conside nizad o r, que llevó a los griegos a todo
rable de com batientes tan sólo podía lo largo y ancho de las costas m ed ite
extraerse de entre el cam pesinado. E s rrá n e a s, tam poco se realizó de golpe,
así, por tanto, que sobre los cam pesi sino que conoció diversas etapas.
nos libres pasó a descansar el peso de la D e n tro del p eríodo arcaico griego son
guerra ya en los albores del siglo v il. fu n d am en talm en te dos, abarcando la
El hoplita pasó a te n e r una p arte p rim era los propios com ienzos de di
decisiva en la responsabilidad ofensi cho m o vim iento, poco antes de m e
vo-defensiva de la polis de la que se diado el siglo VIII, y la segunda, a p a r
había m antenido fo rzosam ente m argi tir de m ediados del siglo siguiente.
nado por los poderosos. E ste cam bio In te re sa aquí esta notación para
en la situación m ilitar de la ciu d ad a ju stificar la introducción de o tro fac
nía no podía efectuarse sin c o n tra p a r to r considerado com o básico en la co
tidas de los oligarcas. Los hoplitas, en lonización griega: el com ercio. Sobre
efecto, presionaron para q ue se les h i el p apel d esem peñado por éste com o
ciera partícipes tam bién de la actu a d esen cad en an te del envío de colonias
ción política. se ha especulado m ucho. Sin e m b a r
go, y sin ánim o de obviar la discu
sión, creo que ella es hasta cierto
2. Causas económicas p u n to inútil. B asta considerar que es
te espectacular m ovim iento coloniza
Como acabam os de exp o n er, la p ro d o r no constituye un b loque m onolíti
blemática económ ica de los griegos co ni en cuanto a cronología o p ro p ó
de la época arcaica está tan im bricada sitos, ni m ucho m enos en cuanto a
en la realidad política que am bas resultad o s. Y que por lo m ism o, d e n -
cuestiones no p u ed en d eslin d arse. tro de unas directrices gen erales,
Queda claro, no o b sta n te , q ue el siem pre tienen cabida casos que no se
mayor problem a lo constituía la ste- a ju stan exactam ente a ellas. P or lo
nochoria, la falta de tierras p ara dar dem ás, sólo el paso del tiem po iría
trabajo y alim ento a una población en intro d u ciendo objetivos nuevos a la
expansión. vista ya de unas perspectivas más re a
Fue la im posibilidad de e n co n les, derivadas de una inform ación
trar soluciones — bien p o rq u e p e rju m ás exacta de las posibilidades ofreci
dicaban los intereses de los propios das p o r los nuevos territo rio s. Y tal
oligarcas dirigentes o por condicio es, en efecto, lo que sucedió en mi
nantes de carácter geográfico— p o r lo opin ió n , con el com ercio.
que se recurrió a las fundaciones co E n los prim eros m om entos del
loniales. Se preten d ía con ello paliar m ovim iento colonizador parece inve
esta angustiosa escasez de tierras aptas rosím il considerar el com ercio com o
para la agricultura, evitando a la p ar un factor ya actuante en él. Ni los
una agudización de la cuestión social escritores griegos m encionan nada al
y política concom itante a ella. resp ecto , ni es plausible que así fuera
Parece, pues, in contestable que a la vista del nivel o del estado de la
fue la cuestión agraria la d esen cad e econom ía de la polis en esa época.
nante del m ovim iento colonial. Las El com ercio en las propias ciuda
zonas de expansión elegidas — en prin des a com ienzos de la época arcaica
cipio el Sur de Italia y Sicilia— y los era, en efecto, prácticam en te inexis
lugares en que se asen taro n consti te n te , es decir, no había una p ro d u c
tuyen — como irem os viendo en cada ción con excedentes ni, p o r tan to ,
caso— una confirm ación indiscutible una pu esta en el m ercado de éstos,
de este hecho. o b jetiv o elem ental de las actividades
Por lo dem ás, el fen ó m en o colo que p u ed en d enom inarse p ro p ia m en
La colonización griega 11
Anfora ática
(finales del siglo VI a.C.)
Orvieto
te com erciales. La p an o rám ica que cosas, aun las m ás dispares, d e n tro de
los poem as hom éricos, adem ás de esta situación de econom ía cerrada
H esíodo , nos ofrecen es m uy o tra. En que m utatis m utandis era la vigente
p rin cip io , los únicos c o m e rc ia n tes en el m om ento en que se p ro d u jo el
aludidos com o tales son los fenicios. envío de las prim eras colonias.
El dem iourgos o artesan o griego, se El paso del tiem po m odificó con
lim itaba a ab astecer las necesidades más o m enos rapidez dicho estado de
p ropias de su vecindario y de los n o cosas. T am poco aquí p odem os gene
bles, d e n tro de una econom ía fam iliar ralizar, puesto que no todas las ciu
que p ro p en d e a ser autosuficiente. dades evolucionaron en el m ism o sen
A sí, p o r ejem p lo , el p ro p io U lises se tido. P ero, en cu alq u ier caso, poleis
nos presen ta en la O disea com o un com o C o rin to , A te n a s, e tc ., avanza
perso n aje capaz de h acer to d o tipo de ron en el desarrollo de las actividades
12 Akal Historia del Mundo Antiguo
II. Características de
las colonias griegas
Kylix de Laconia
(550 a.C.)
Biblioteca Nacional, París
La colonización griega 17
Serán consideradas aquí las colonias — actualm ente la isla de Ischia— si
agrupadas en áreas determ inadas, las tuada frente a la bahía de N ápoles,
m etrópolis griegas protagonistas y el zona más septentrional alcanzada por
criterio cronológico. Es necesario, no la penetración griega. Sus fundadores
o b stan te, hacer una advertencia pre fueron las dos poleis eubeas, Calcis y
via: la dificultad para establecer una E retria.
cronología totalm ente segura de las El establecerse prim ero en una
fundaciones, derivada de las fechas a isla se justifica como una m edida de
veces contradictorias o no coinciden prudencia. Extraños en aquellas tie
tes, dadas por las fuentes antiguas. rras, era más fácil defenderse desde
E n este aspecto la confrontación de un lugar sólo accesible por m ar. Su
éstas con los datos proporcionados proximidad al continente les perm itía,
por la A rqueología es insoslayable, sin em bargo, explorar conveniente
constituyendo éste el único sistema m ente las posibilidades e inconve
para llegar a unas conclusiones dignas nientes del territorio situado frente a
de fe. Tales com paraciones es obvio ellos y por el que pronto se sentirían
que sólo son susceptibles de hacerse atraídos. No en vano Cam pania era
allí donde existen excavaciones (con una de las regiones más prósperas de
resultados publicados), lo cual no su Italia.
cede en todos los puntos de la coloni Por otra parte, según noticias de
zación griega. E strabón (V, 4, 9), esta prim era colo
nia prosperó rápidam ente debido a la
fertilidad del suelo — de procedencia
1. Sur de Italia y Sicilia volcánica— y a sus recursos m ineros
de oro. A ñade el geógrafo, que los
La gran disponibilidad de tierras de eretrienses no tardaron en abandonar
estas regiones era la solución a los la isla a causa de conflictos con los
problem as que acuciaban a los grie calcidios, cuya interpretación más
gos. Su fertilidad y extensión justifica probable sea la del estallido de la
que se convirtieran de hecho — como G uerra Lelantina entre ambas ciuda
a m enudo se Ies define— en un au des eubeas por la posesión de la lla
téntico E ldorado. nura del Latento pero que desem bocó
La prim era colonia griega funda en conflicto generalizado que dividió
da en la llam ada posteriorm ente M ag en dos bloques al mundo griego. Pos
na G recia, fue la de PIT E C U SA teriorm ente, también los calcidios se
La colonización griega 25
Colonias de la Magna
Grecia
Cumas. e *Neápolis.
• wDicearquia.
ITALIA.
Pitecusa
Posidonia (Pesto). • Tarento.
• Metaponto.
Elea. Hidrunto.
•Siris.
• Pixunte.
Pr. Palinuro. ►
Calipolis.
LauMLaos?).
• Síbaris.
MAR TIRRENO.
• Petelia.
•Tem esa. •Crotona.
• Terina.
I. Liparas
Medama. MAR JONICO.
•Lipara
• Caulonia.
iMilas.
Erice. «Panormo. •Zancle. «Locros Epicefiros.
. _ . -ér «Solunte. •Regio.
I. Egates .Segesta.
M. Etna. «Naxos.
M. otia· ★Entela.
•Selinunte. SICIL,A·
•Catania.
Acragas (Agrigento).
• Leontini.
• Megara Hiblea.
Gela.
Acras.
© «Siracusa.
Camarina.
Casmenas.
Oinochoe protoático
(Mediados del
siglo VII a.C.)
Museo Nacional de Atenas
32 Akal Historia del Mundo Antiguo
Hidria ática
(Siglo V)
Nápoles
34 Aka! Historia del Mundo Antiguo
m etrópoli. C olonos de G ela fu n d aro n des fenicias con unos intereses con
A cragas, o A g rigento, ciento ocho cretos, protegidos p o r C artago.
años después de su llegada a Sicilia, P aralelam ente a ella, se d esarro
en el 580, im poniendo a la nueva ciu lló la efectuada en el Sur de la p en ín
dad las m ism as leyes (Tue. V I 4, 4). sula itálica, cuyos condicionantes geo
E l que esta expedición fuera co m an gráficos y hum anos im prim ieron unas
dada po r dos oikistai — com o le a tri características diferentes. A sí, podría
buye p a rte de la tradición— consti m encionarse la difícil com unicación
tuye un reflejo de los dos contingentes e n tre am bas fachadas m arítim as e, in
fun d ad o res de G ela, su p u estam en te cluso, a lo largo de cada una de ellas,
p articipan tes tam bién en A grigento. p o r la presencia de elevadas m o n ta
Según p arece, a juzgar una vez ñas y p o rque la oposición indígena se
m ás por los vestigios arqueológicos, d em ostró más fu erte y eficaz a la hora
antes de producirse la definitiva fu n de d efender su te rrito rio contra los
dación de A g rig en to , h ubo una in te n ex tran jeros.
to n a previa, asim ism o griega, realiza Los griegos se asentaron en esta
da en la zona p o sterio r del p u e rto , zona d en tro del área com prendida e n
que fracasaría por la resistencia o fre tre la bahía de N ápoles al N o rte y el
cida por los indígenas. E xisten huellas golfo de T aren to al Sur sin que el lito
al respecto que p erm iten su p o n er un ral adriático a traje ra su atención.
en fren tam ien to en tre am bos. D e las prim eras fundaciones cal
El em plazam iento definitivo se cidias — Pitecusa, C um as y después
situó en las proxim idades de la costa, R hegion— hem os hablado ya. Los es
p ero no directam en te ju n to al m ar. tados em peñados en las colonias itáli
C onstituye uno de los más expresivos cas son, sin em bargo, diferentes de
ejem plos de colonia agrícola, pues los com prom etidos en Sicilia. E n tre
disponía de vastas extensiones de tie ellos ocupan lugares destacados distin
rra , p ro d u cto ra de ab u n d an tes re c u r tos grupos peloponesios, aqueos, es
sos: cereales, aceite, vino, etc. p artan o s, así com o locrios y algunas
Ello posibilitó su enorm e creci ciudades griegas m inorasiáticas. E n
m ien to , pues, no en vano a p a rtir de cuanto a su cronología, estas funda
la acrópolis prim itiva, llegó a estar ciones com enzaron a efectuarse a fi
considerada com o una de las ciudades nales del siglo VIII en lugares ubica
antiguas m ás ricas y po b lad as con dos en el golfo de T a re n to .
unos 200.000 h ab itan tes de los cuales La m ás tem p ran a de las colonias
sólo eran ciudadanos de pleno d e re peloponesias fue S IB A R IS , fundada
cho un 10 por 100, unos 20.000. Las por un grupo de aqueos a las órdenes
ruinas, visibles hoy en día, com o las del oikistés Is de Elis (Strab. VI 1,
im ponentes del tem plo de Z eu s, cons 13). Parece q ue, al principio, fueron
tituyen un magnífico ejem plo de ello. partícipes de esta em presa ciudadanos
E sta am pliación de las disponibi de T recén , pero dada la superioridad
lidades territo riales agrigentinas se hi num érica de los aqueos, éstos los ex
zo a expensas de los sicanos, cuya re pulsaro n , yendo a establecerse a Posi
sistencia quedó finalm ente vencida donia. La fecha de su fundación no es
p o r obra del tirano F álaris, fam oso del todo clara, debido al desacuerdo
p o r la crueldad de sus m étodos de go existente entre los au tores antiguos,
bierno y cuyo m an d ato , d esarrollado que la sitúan, bien en el 720, bien en
en tre 565-549, acabó con su m uerte el 709.
violenta. Su ubicación se situó en tre los
La expansión colonial griega en ríos C rates y Síbaris, estando antigua
Sicilia qued ó d etenida en la p arte oc m ente m ás cerca del m ar que en la
cidental por la presencia allí de ciuda actu alid ad, debido a los depósitos
36 Akal Historia del Mundo Antiguo
aluviales que han desfigurado la zona. Sibaris dom inó un extenso te rri
Incluso, parece, se po d ría acceder to rio que com prendía no sólo los va
desde el m ar, río arriba. E n todo ca lles de los dos ríos C rates y Sibaris,
so, la proverbial riqueza de los sib ari sino que llegaba hasta el T irren o . A
tas estaba fundada en la fertilidad finales del siglo Vil controlaba cuatro
agrícola de la inm ensa llanura d o m i tribus y veinticinco núcleos. Sus dos
nada p o r la nueva ciudad, d o n d e se colonias principales fueron L A O S y
cultivaban cereales, vid y olivo, a p a r S C ID R O S . La situación e historia de
te de otros recursos, com o la m ad era esta últim a son desconocidas quizá
y la pez, extraídas de los grandes b o s p o rq u e no se desarrolló. E n cuanto a
ques de sus proxim idades, y la p lata L ao s se e n c o n tra b a p ro b ab lem e n te
de sus m inas (T. L iv., X X X , 19). T a ju n to al río hom ónim o y fue una ciu
les posibilidades a tra je ro n a n u m e ro dad in d ep en d ien te cuyas m onedas se
sos h ab itan tes, hasta llegar a conver acu ñ aron siguiendo m odelos sibaritas.
tirse en la m ayor ciudad de Italia, E sta riqueza por la que Sibaris
pu es, adem ás, dice D io d o ro (X II, 9, fue conocida en la A n tigüedad no im
2), Sibaris concedía fácilm ente a los pidió su p ro n ta desaparición. Los
ex tra n je ro s el derecho de ciudadanía. constantes conflictos con su vecina
Su población llegó a co n tar 100.000 C ro to n a acabaron en un e n fre n ta
personas ó 300.000 según otros autores. m iento abierto a consecuencia del
cual, tras la d e rro ta sibarita en el 511-
510, esta ciudad fue arrasad a, siendo
desviado el río C rates para que co
rriera por su antiguo em plazam iento.
Los supervivientes se refugiaron en
las colonias próxim as. H ubo varios
in ten to s de revitalizar Sibaris, según
nos inform a D iodoro (X I 48, 4). A sí,
ya en el 476-5 fueron asediados n u e
v am ente por los C ro to n a y en el 453-2
tam b ién éstos les obligaron a abdicar
Oinochoe corintio
(625-600 a.C.)
efe /í* ··* 9··' Corinto
La colonización griega 37
de sus preten sio n es, ten d en tes a un ba el sur en dirección a la llanura si
renacim ien to de la ciudad. P ero e n b arita y com unicaba con M etaponto
tonces acudieron a E sp a rta y A ten as, m ediante un afluente del Sele, que
decidiendo Pericles el envío de una conducía al valle del B asento para
colonia panhelénica. El p rim er grupo descen d er hacia aquella ciudad. Por
de colonos para la repoblación de Si- o tra p a rte , podía conectar con C am
baris llegó en el 446-5, pero al año pania e Italia central a través de Sa
siguiente, tras surgir dificultades, los lerno. Sin em bargo, la ausencia de
sibaritas fueron expulsados. Los n u e defensas n aturales harían de Posido
vos colonos, m ás o tros recién llega nia un objetivo fácilm ente atacable,
dos, fu n d aro n T U R IO S en el 444-3 en estan d o expuesta a intrusiones de los
una colina situada algo al in terio r. lucanos aborígenes.
L a nueva ciudad, constru id a se El río Sele constituyó el lím ite
gún el conocido plano hipodám ico, del territo rio de esta colonia. Las tie
no ten d ría, sin em b arg o , larga vida. rras al N orte de dicho río no en traro n
Sus ciudadanos p ro n to se dividieron nunca en la órbita de Posidonia ni
en dos b andos, defensores de distin fueron tam poco perm eables a los in
tos regím enes políticos, u n o , d em o flujos helénicos. E n m anos etruscas a
crático p ro aten ien se, o tro , el de los p a rtir del 530-525, el Sele delim itó
aristócratas, p ro esp artan o . A finales am bas esferas de influencia, etruscas,
del siglo V, la ciudad se fue d eb ilitan al N o rte, griegas, al Sur. E sta situa
do tam bién por los ataq u es de los lu- ción no siem pre fue cóm oda p ara Po
canos, cada vez m ás belicosos. T a m sidonia, ni exenta de problem as. A ca
bién L aos, la colonia sib arita, acabó bó sucum biendo a los ataques de las
sus días al com ienzo del siglo IV. tribus sabélicas a finales del siglo V o
D e todas las colonias p a tro c in a com ienzos del siglo IV.
das p o r Sibaris, co rresp o n d e a P O S I C R O T O N A , la vecina y rival im
D O N IA (actual P aestum ) la m ayor p en iten te de Sibaris, fue tam bién co
gloria, siendo la m ás se p ten trio n al y lonia aquea algo p o sterio r a ésta, pues
adem ás la m ejo r conocida. Sus fu n d a su fundación se sitúa en el 708 a. J.C .
dores fu ero n sibaritas pero no aq u eo s, p o r el oikistés M iscello, p o r órdenes
sino los trecen io s expulsados poco del o rá c u lo délfico (D iod. Sic. fr.
después de la fundación de Sibaris. V III, 17), cuyo tríp o d e se p e rp etu ó
C onfirm ación de esto se ha e n c o n tra com o em blem a de la ciudad en sus
do en el propio no m b re de la ciudad m onedas.
y en el culto trib u tad o allí a P oseidón, Su em plazam iento parece haber
divinidad b ajo cuya advocación e sta estad o anterio rm en te h ab itad o por in
ba p u esta la ciudad de T recén . Sobre dígenas, pero el núcleo prim itivo, en
su cronología no ten em o s ningún dato una acrópolis sobre un p ro m o n to rio ,
p re c iso , p e ro , p o s te rio r a Sibaris, se am plió con rapidez hasta alcanzar
d eb e situarse en el tran scu rso del siglo una superficie m uy vasta. T ito Livio
VII, quizá en las prim eras décad as, (X X IV 3, 1) dice, incluso, que la lon
efectu án d o se, al p a re c e r, en dos m o gitud de sus m urallas en el siglo III era
m entos, según nos dice E stra b ó n (V de 18 km. T enía un p u e rto doble, si
n, 13), al principio en la m ism a costa, bien m ediocre y poco p ro tegido, y
algo al in terio r después. tierras cultivables, no tan fértiles co
Su em plazam iento era favorable, mo las de su vecina, en la llanura del
desde el p u n to de vista de las com u n i valle del N eto. Ello ocasionó, pues,
caciones. Situado a orillas del río Sele su rápido crecim iento económ ico y
(o Silaris antiguo), dom inaba el cam i h u m an o , de lo que en la actualidad
no hacia el interior: a través del valle no qued a casi ningún rastro.
del T an ag ro , y del D iano se alcanza C ro tona era fam osa en tre los an-
38 Akal Historia del Mundo Antiguo
tiguos por su tem plo consagrado a siendo anexionada a Locros a com ien
H era Lacinia y situado en el cabo L a zos del siglo IV.
cinio (el actual cabo C olonna). E ra in A l o tro lado del istm o de Scylle-
dudablem en te el m ás conocido de to tio n , C ro to n a fundó T E R IN A , pero
do el Sur de Italia, quizá p o r h ab er d esconocem os cu ándo, dato este om i
asimilado algún antiguo culto indígena. tido p o r la historiografía antigua. Se
E l episodio histórico m ás so b re su pone que en el siglo VII o VI, pero
saliente de su historia prim itiva (Strb. m ás p ro b ab le m en te lo fue tras la des
VI 1, 10) está provisto p o r su to tal trucción de Sibaris en el 510, p o r el au
d erro ta en la guerra m an ten id a con m en to de p o d er que esta victoria con
L ocros, a orillas del río Sagra, hacia llevó p ara los crotoniatas. D el estudio
el 540-535, lo que no im pidió, sin em arqueológico se deduce su existencia a
bargo que, años m ás ta rd e , p u d iera com ienzos del siglo V, pues de e n to n
infligir a Sibaris un golpe tan d u ro que ces d atan sus prim eras m onedas.
conllevó a su práctica d esaparición. C ro to n a , de todas m aneras, so
L a expansión crotoniana se efec m etió a su influencia otras localidades
tuó en varias direcciones. E n princi de la costa tirren a com o M edm a, Hip-
pio, com o se ha indicado, hacia el p o nion o Tem essa. A p a rte de ello,
N o rte, en el valle bajo del N e to , d o n tras la destrucción de Sibaris, toda
de surgieron los enclaves de M acallia, aquella zona pasó a estar bajo su d o
Petelia, C rim isa, hasta llegar al lím ite m inio, de m anera que se convirtió en
del ám bito de influencia sibarita m a r la ciudad m ás im portante del Sur de
cado por el río T raen te. H acia el Sur, Italia, si bien tal p repotencia no duró
llegó hasta toparse con el río Sagra, m ucho tiem po, pues ya a finales del
fro n tera septen trio n al de Locros. E n siglo V su declive había com enzado.
esta zona m eridional de C ro to n a fu n E n tre las colonias aqueas m erece
do C A U L O N IA . u na especial atención T A R E N T O ,
E ra ésta una colonia aq u ea, se fundada muy poco después de C ro to
gún la tradición reflejada en tre otros n a, hacia el 706. El m otivo de crea
por E strab ó n (V I, 1, 10) de cro n o lo ción de esta colonia se sale de lo n o r
gía incierta, pero p o sterio r en todo m al, pues, según la tradición, los co
caso a la de C ro to n a, atribuyéndosele lonos p rovenientes de E sp arta bajo la
norm alm ente la fecha de 675-70. D a dirección del oikistés F alan to , eran
das sus dim ensiones, no pasó nunca hijos ilegítim os de las esp artan as, h a
de ser un enclave de im portancia re bidos con aquellos que no habían p o
ducida, aunque se han en co n trad o dido p articipar en la prim era guerra
vestigios notables, com o sus fortifica m esenia. Al finalizar la gu erra, fue
ciones y un tem plo dórico del siglo V. ron privados de la totalidad de los d e
T ras disfrutar de un p eríodo de in d e rechos de ciudadanía, y designados
pendencia, C aulonia cayó en m anos P arth en io i, pero, no resignándose a
de Locros en el 389, siendo tran sferi su su erte, organizaron una revuelta
dos sus habitantes a Sicilia (D iod. Sic. q ue fue descubierta. Su jefe, F alan to ,
X IV , 103-6). fue enviado a D elfos, cuyo oráculo le
Tam bién en el ám bito de p o d e r o rd en ó la colonización de la región de
de C roto n a estaba S C Y L L E T IO N , en T a re n to (Strb. V I, 3,2 y 3,3).
la mism a dirección de C aulonia y a n D ejan d o aparte algunos detalles
tes de ésta. P ro b ab lem en te, tuvo al en los que difieren las diferentes ver
com ienzo una existencia in d e p e n d ie n siones, el hecho de su fundación por
te, term in an d o , sin em b arg o , p o r caer laconios es claro, pues no sólo todos
en m anos de su p o d ero sa vecina con los au to res antiguos están de acuerdo
cuyo territo rio colindaba. F in alm en te, en este punto, sino que o tra serie de
corrió la mism a suerte que la a n te rio r, datos lo confirm a, por e jem p lo , el
La colonización griega 39
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Pyxis corintio
(Finales del siglo VII a.C.)
Museo Nacional de Atenas
deja de ser dificultoso, parece que fue la achacan a los ozolos que hab itab an
utilizada por los antiguos que conec una zona más próxim a a Italia — la
taban así con Pissunte (Pyxus), situ a costa sep tentrional del golfo de Co-
da al Sur de E lea, ciudad cuya p rim e rin to — , m ientras que el grupo opun-
ra m ención histórica data del 471-470 tio tenía su solar en las orillas del ca
(D iod. Sic. XI 59,4), cuando M icito, nal de E u b ea. Su fundación se hizo,
regente de Reggio y M essina, envió de todos m odos, algo después de C ro
allí una colonia de la que no sabem os to n a y de Siracusa y m ás co n creta
n ad a, pero de existencia a n te rio r c o m en te hacia el 679-8 a 673-2. A l co
mo d em u estran sus acuñaciones del m ienzo, según el geógrafo griego se
siglo VI. establecieron en el cabo Z efiro , razón
L O C R O S tiene tam bién una tra p o r lo cual recibió la ciudad el a trib u
dición historiográfica poco clara. Las to de E pizefiria, adjetivo que distin
discusiones com ienzan ya a pro p ó sito guía en v erdad a los locrios occidenta
de qué grupo d en tro de los locrios les, itálicos, de sus herm anos más
protagonizó esta em presa colonial, si orientales. Al no en co n trar tierras su
los opuntios o los ozolos, cosa en la ficientes !a aban d o n aro n .
que los distintos auto res antiguos no No o b stan te, propu g n ab an a los
se ponen de acuerdo. E strab ó n (V I 1, locrios opuntios com o los fundadores
7) rechaza la atribución a los locrios de la colonia autores com o Pausanias
opuntios hecha p o r É fo ro y prefiere (III 19, 12), Tim eo y A ristóteles (en
otros testim onios m ás num erosos que Polibio X II 5-16). Las noticias de Po-
42 Akal Historia del Mundo Antiguo
libio en esta cuestión contienen otros tan d o adem ás sus posibilidades ex
puntos de interés. A poya éste el crite pansivas lim itadas por las poderosas
rio aristotélico de acuerdo con el cual ciudades próxim as. E sta razón fu n d a
los locrios de Italia eran los descen m ental im pulsó a los locrios a p ro b ar
dientes de los esclavos que se habían fo rtu n a en otras zonas. La figura más
unido a las m ujeres de sus p atro n o s, conocida de en tre los locrios epicefi
fundam entado en las costum bres p a rios es la de su legislador Z aleu co , el
triarcales vigentes entre los locrios m ás antiguo de los legisladores grie
epicefirios. A sí, dice Polibio, eran gos. N o o b stan te, la constitución lú
considerados nobles los hijos q ue des crense era estrictam ente aristocrática
cendieron por línea fem enina de las pues ya hem os visto cóm o el p oder
cien familias, grupo que com ponía la estab a d eten tad o en exclusiva p o r los
élite social en la Lócride natal antes m iem bros de esas cien fam ilias.
de la fundación de la colonia, y en tre E l ám bito geográfico elegido por
ellas se elegían las vírgenes q ue, se L ocros para conseguir esa expansión,
gún las órdenes del oráculo, debían q ue su escasez de recursos hacía nece
ser entregadas a Troya com o expia saria, fue la costa tirren a op u esta a
ción de la culpa de Ayax. A lgunas jó ella. A llí establecieron la colonia de
venes muchachas de estas familias M E D M A (Str. V I 1, 5), situada en
abandonaron su tierra y se encam ina m edio de una llan u ra, en la zona ac
ron a la colonia, constituyendo sus tual de Piano delle V igne, d onde se
descendientes la nobleza de la nueva han h allado num erosas terra co tas que
ciudad. a p u n ta n a su te m p ra n a o c u p ac ió n
El em plazam iento donde se alza pues d atan de m ediados del siglo VI.
ría Locros estaba habitado cuando se E n el siglo V era ya suficientem ente
produjo la llegada de los nuevos colo p o d ero sa com o para aspirar a su in
nos. Estos, considerados más fuertes d ep endencia.
por los nativos sículos, recibieron E n esa mism a llanura hacia el
buena acogida no obstante la cual el Sur los locrios fundaron M E T A U R O ,
grupo de sículos residentes en el lugar ju n to al río hom ónim o. Parece ser
fue expulsado m ediante una e strata q ue, a n terio r a este asen tam ien to , fue
gema. Esta ocupación previa ha sido, o tro , prop ugnado por los calcidios de
en efecto, confirm ada por la arq u eo Z an cle, a los que sustituirían. El río
logía, así como la súbita interrupción P etrace (antiguo M etauro) señalaba
de tal asentam iento a com ienzos del el lím ite septentrional de la vecina
siglo vil. El estudio de tales vestigios R hegion. La exploración arq u eo ló g i
manifiesta que se trataba de una civi ca del lugar, la actual G ioia T au ro , ha
lización similar a la de los sículos de d escubierto huellas de un tem plo a r
Sicilia oriental, con los cuales este caico.
grupo itálico debía estar em p aren ta E n dirección op u esta, es decir, al
do. Entre ellos se han encontrado n o rte de esa llanura y de M edm a se
objetos cerámicos griegos, revelado em plazó o tro enclave locrio, H IP P O -
res de la existencia de relaciones p re N IO N , p rocedencia confirm ada u n á
vias con las ciudades griegas. n im em en te por la tradición. A llí había
La ubicación de Locros no era un asen tam iento indígena sículo a n te
tan favorable como la de otras colo rior que p e rd u ró hasta el siglo VI, re
nias, pues cuando se procedió a su v elad o r a su vez de la existencia de in
fundación, los m ejores lugares esta tercam bios con los griegos vecinos.
ban ocupados ya. Disponía de algunas D e s c o n o c e m o s su c ro n o lo g ía
tierras cultivables, no parangonables, exacta, pues los hallazgos arq u eológi
sin em bargo, a las de sus vecinas. cos encon trados hasta ahora proceden
Tam poco tenía un puerto natural, es del siglo V y no podem os sab er, por
La colonización griega 43
área al O este de Italia, m a n te n ié n d o los griegos debieron contar con este fac
se así hasta la época rom ana. to r a la h o ra de p o n e r sus m iras en el
L a expansión de su p o d erío q u e extrem o occidental del M ed iterrá n eo .
dó re fle ja d a, a su vez, en su serie de P recisam ente este p u n to consti
asentam ien to s rep artid o s p o r la costa tuye la p iedra de toque para el escla
del Sur de Francia y rincón n o ro este recim iento de la cuestión. H ay que
de la Península Ibérica. Sin em b arg o , decir, que la divergencia de opiniones
y a diferencia de los usos hab itu ales se deb e a la diferente in terp retació n
de los griegos en la colonización an ti del m aterial arqueológico, cada vez
gua, asistim os en la m ayoría de los m ás ab u n d an te conform e se va am
casos a la form ación de com unidades pliando el núm ero de excavaciones
no autó n o m as, sino d e p en d ien tes de ab iertas, científicam ente estudiadas.
M assalia. T ales son los casos de A n ti Son, p o r ta n to , los arqueólogos los
polis, N icaia, e tc ., e incluso los encla que llevan la voz can tan te en el tem a.
ves hispanos de A m purias y R h o d e. E n resum en, esta diversidad de
Su dependencia estaría ex p resad a en criterios puede reducirse a dos te n
el pago de un trib u to , a m an era p ro dencias: los defensores de la existen
bablem en te de canon enfitéu tico , a la cia real de la presencia griega en el
ciudad dominadora, puesto que ésta con m ediodía hispano y aquellos que la
servaba el título de p ro p ie d a d de to n iegan, al ver m ás bien en los sem i
das las tierras de su ám b ito colonial. tas, a los p o rtad o res de esos objetos
E n cuanto a la Península Ibérica, m ateriales, sacados a la luz por las
el problem a de la presencia griega en excavaciones.
n u estro suelo es una cuestión m uy d e M. B endala, en un artículo publi
batida y no aclarada de modo definitivo. cado hace unos años sobre las estelas
In d u d ab lem en te, existieron con decorad as del Suroeste (H a b is, 8,
tactos entre la P enínsula y el M e d ite 1977, pp. 177-205), am pliado con la
rrán eo oriental desde fechas m uy al consideración de otros elem entos cul
tas de nuestra historia. B aste reco rd ar turales sobre todo la cerám ica, e sp e
lo que las culturas del B ronce del m e cialm ente los vasos pintados tipo «Ca-
diodía hispano especialm ente los M i ram bolo» (A E sp A , 52, 1979, pp. 33
llares prim ero, el A rg ar después d e y ss.) afirm a, que estos son de origen
ben a ese im pulso, m otivado a su vez griego y no fenicio «entendiendo lo
p o r la riqueza m inera proverbial de la griego en un sentido m uy am plio con
zona sur peninsular. Q u iere esto decir inclusión de lo rodio, chipriota o mi-
que las rutas conducentes a las C o c ro a s iá tic o — y fu n d a m e n ta lm e n te
lum nas de H ércules eran am p liam en con exclusión de lo sem ita». A sí, los
te conocidas en el ám bito eg eo-anató- elem entos rep resen tad o s en la m ayo
lico, puesto que d u ran te siglos se sir ría de las estelas grabadas del S uroes
vieron de ellas con o b jeto de a ten d er te son de origen m ed iterrán eo : los es
a sus necesidades de m aterias prim as, cudos tienen paralelos en el m undo
m ás indispensables cuanto m ás se u ti Sam iochipriota; las fíbulas en Chipre o
lizaban los m etales. Sicilia; los carros son sim ilares a los
N o o b stan te, una cosa es conocer rep resen tad o s en los vasos funerarios
unas rutas com erciales y o tra cosa es áticos del G eom étrico; lo m ism o p o
em p ren d er la colonización de las zo dría decirse de algunas arm as, los pei
nas dotad as de esos recursos. Y cier nes, espejos, etc. E n cuanto al tipo de
ta m en te, hay que co n tar en este as vasos citados, son ésos en opinión del
pecto con el tem p ran o inicio de la co B en d ala, la versión local de las ce rá
lonización fenicia del Sur p eninsular micas del G eom étrico griego, deriva
que las fuentes históricas re tro tra e n al dos de la cerám ica geom étrica de los
siglo XI a. J. C. Q uiere ello decir que perío d o s antiguo y m edio hasta los
La colonización griega 45
inicios del p eríodo reciente. El esla R echaza, así, la acción fenicia com o
bón en tre las cerám icas griegas y las responsable de este im pacto cultural
hispanas estaría constituido p o r un añad ien d o que «puede conducir a
fragm ento cerám ico griego del G e o graves erro res en el estudio de nues
m étrico m edio, d atad o hacia m ed ia tra realidad arqueológica e histórica».
dos del siglo VIH, e n c o n tra d o en Se d eb erían, p o r el co n trario , a la lle
H uelva. P o r lo dem ás, la cronología gada de gentes griegas responsables,
p ro p u esta para estas cerám icas y su pues, de un im pulso fundam ental en
re p a rto geográfico coinciden con las la génesis de la civilización tartésica,
de las estelas g rabadas, p o r lo cual, lo cual, a su vez, se incardina muy bien
estudiad o en su co n ju n to , es clara su con la tradición escrita sobre la favo
derivación de im pactos culturales p ro rable acogida dispensada a los grie
cedentes del M ed iterrán eo oriental. gos por los tartesios (H eró d . IV , 152).
Oinochoe corintio
(Siglo VII a.C.)
Museo Nacional de Nápoles
46 Akal Historia del Mundo Antiguo
ici N
Nicea.
A g a te .· Marsella. ·
M O ® AntíPolls·
• Rosas. Olbia.
©
Ampurlas.
•A ialla.
jija
Cumas.
Colonización de la Galia y
occidente Mediterráneo
co rro b o ra en absoluto las citas a n ti sino el conocim iento que los rodios,
guas, de m anera que incluso J. Fer- e n tre o tros, tenían de aquellas zonas.
nández-N ieto llega a afirm ar que se R h o d e sería, por ta n to , una colonia
tra ta de «una descripción foceo-m asa- griega en la órbita m asaliota, la cual
liota de seis puntos de em barque y atra efectuó en el siglo IV, no sabem os si a
caderos m ás visitados en el dom inio iniciativa propia o de R o d as, un tra ta
fenicio (Historia de España I, p. 547). do de isopoliteia (igualdad de d e re
Es necesario tam b ién señ alar, chos políticos) con esta ciudad.
que algunas fuentes tardías afirm an la El asentam iento griego hispano
existencia de una colonización rodia m ejo r conocido es, sin d uda, el de
en la zona N W penin su lar, resu ltad o A M P U R IA S , fundado casi a la par
de la cual sería la fundación de R H O que M arsella, en to rn o al 600 o poco
D E (R osas) en una fecha m uy alta, después por focenses de M assalia. Al
en el siglo IX a. J. C. A rq u eo ló g ica principio, estuvo situado en un islote
m en te, sin em b arg o , los m ateriales próxim o a la costa, donde estaría la
en contrad o s en dicho lugar son b as Palaiópolis (o «ciudad antigua»), para
tan te m ás tardíos — de fines del siglo ap o sen tarse en tierra firm e algunos
V— así com o lo son tam b ién , aunque años después — siguiendo un proceso
no ta n to , o tros hallazgos griegos habi- muy practicado por los griegos, d o n
d o s 'e n aquella área, extensible hasta de surgiría la N eápolis («ciudad n u e
M assalia, fechables en el siglo VII. De va») en to rno al 575, según d em o stra
todas form as, todo ello no p ro b aría ción arqueológica. Ju n to a ella existía
48 Akal Historia del Mundo Antiguo La colonización griega
chos costeros— tan sólo ha revelado fue enviada por los atenienses en el
la huella del asentam iento corintio, 325 a. J. C. Los colonos se integ ra
establecido hacia el 733. rían quizá en una ciudad en origen
Las relaciones de C orcira con etrusca.
C o rin to , sin em b a rg o , no fu e ro n E n cuanto a la zona n o rte del
siem pre lo buenas que h u b iera p o d i E g eo , fue una vez m ás la ciudad e u
do esp erarse, dados esos lazos m o ra bea de Calcis la que intervino allí
les habituales e n tre la apoikia y su tem p ran am en te. Las m otivaciones de
m etrópoli. N o o b stan te, C orcira p e r estos prim eros asentam ientos, calci-
m aneció en el ám bito cultural corintio dios o no, serían de o rden agrícola a
com o lo dem u estran sus vestigios ce la vez que derivados de la necesidad
rám icos. de co n tar con recursos m ad ereros p a
C orcira fundó m uy p ro n to una ra la construcción de barcos, que p o
colonia filial, E P ID A M N O , en el lito dían ser satisfechos con los m agníficos
ral ilirio (la actual D u razzo ), d ata d a bosques de la C alcídica y resto de la
en el 627, cuyo atractivo residía p ro costa. E n un principio, las explotacio
b ab lem en te en las m inas de p la ta de nes fam osas de oro y plata en to rn o al
sus proxim idades. P angeo no serían consideradas. Tan
E n esta m ism a área p ero m ás al sólo después se erigirían en el princi
sur se sitúa otro enclave, A P O L O - pal atractivo de la zona. E n la p en ín
N IA , debido a iniciativa de C orinto. sula calcídica cuyo n om bre se deriva
Su fecha ha de ser m ás o m enos si obviam ente de Calcis, fundó en tre
m ultán ea, quizá algo p o sterio r a la otro s el enclave de T O R O N A , m ien
antes m encionada, pues la cerám ica tras que colonos pro ced en tes de A n
en co n trad a — corintia y rodia— d ata dros establecían con ayuda calcidia
del año 600 m ás o m enos. otro s enclaves en el área o riental de
T am bién en el litoral ilirio se dicha península egea. Su colonización
p ro d u jo la fundación de C O R C IR A se com pletó con el enclave corintio de
N I G R A d e b id a a u n a e m p r e s a P O T ID E A fundado en to rn o al año
co n ju n ta de C orcira y la m inoasiática 600. A su vez los eretrio s, expulsados
Cnido, acaecida a comienzos del siglo VI. de C orcira por los colonos corintios,
E l lado o puesto de la costa adriá- se asen taron en M E T O N E , en el
tica no tuvo en principio in terés para G olfo sarónico.
los griegos en los prim eros m o m en La isla de T A SO S situada frente
tos. Sólo más tarde se situaron en la al litoral tracio al E ste de la Calcídica
desem bo cad u ra del Po algunos n ú fue colonizada por P aros, em presa en
cleos que, adem ás de disp o n er de la que participó com o es sabido el
m agníficas ex ten sio n es cu ltiv ab les, p o eta A rquíloco, hacia el 670. P o ste
p odían estar destinados a servir de in rio rm en te, se aven tu raro n a estab le
term ediarios en el com ercio con los cerse en la costa, pese a las dificulta
estruscos. A sí, SPIN A y A D R IA . El des derivadas de la actitud belicosa de
im p ortan te volum en de intercam bios los tracios autóctonos, jm d ie n d o fun
despachado allí puede estar ilustrado d ar núcleos com o N E A P O L IS y OI-
p o r la abundancia de cerám ica ática S IM E . Ello no im pidió que pudieran
de los siglos VI y V en co n trad a por efectuarse otros asentam ientos que
los arqueólogos. P arece, no o b stan te, a fian zaro n la p resen cia griega en
que Spina fue fundación etrusca en aquella franja litoral. A sí Q u ío s fun
una zona de interés p referen te para dó M A R O N E A , gentes eolias E N O ,
ellos, donde se a se n ta ría ’una colonia de gran im portancia por la posibilidad
griega con la que convivirían, aunque de com unicación con el P onto E uxi
tam bién cabría el proceso inverso. n o , m ientras que la m inorasiática C la
A dria es en todo caso p o sterio r, pues zom enas procedió a establecer A B-
La colonización griega 51
Colonias griegas
del mar Negro
•Olbia.
«Tiras.
• Mesembria.
©Apolonia «Sinope.
•Amisos.
Bizancio.· e «Heraclea.
Calcedonia.
•Cícico. FRIGIA.
LIDIA.
Cilicia.
JONIA
PANFILIA.
Rodas. ®AI Mina.
CHIPRE.
La colonización griega 53
Abdera. Maronea.
M. Pangeo. tità
Argilo.
© Propóntida.
Tasos. • Enos.
Caicidica. • Cardia.
Metone. • Estaglros. Samotracia
θ • Cfcico.
Olinto. Sestos. · Lampsaco.
Pieria.
Abidos. Fri9 ia menor.
M .Olimpo •Potidea. Imbros.
Pagasas. LES/,
Esciros
sobre tod o , en las llanuras costeras nían ab u ndantes m aterias prim as tan
occidental y septen trio n al del M ar buscadas por las ciudades griegas.
N egro— abastecedoras de g ran o , en A sí, ya hem os hecho m ención de la
m edida creciente a las siem pre defici m a d e ra , p roporcionada por los bos
tarias poleis griegas co ntinentales e ques que cubren todavía hoy las m on
in su lares, disponían de ab u n d a n te tañ as ju n to al P onto en su rib era m e
pesca, origen del u lterio r d esarro llo de ridional. M ás relevantes eran , sin em
las fábricas de salazones, sobre todo b a rg o , los recu rso s m in e ro s, p o r
de atún. A ello debem os añ ad ir, que ejem p lo el hierro, existente en tierras
las regiones interiores a las cuales se de los cálibes, h ab itantes del N o rte de
accedía a través de estas colonias, te A n ato lia, y otras variedades de m e ta
no, com o hem os visto, se casó con el ám bito griego cen trad o , según la
una princesa cirenaica com o acto de A rq u eo lo g ía, en el P eloponeso, G re
acercam iento y diplom acia. P or lo d e cia o rien tal, islas incluidas, especial
m ás, la invasión persa que tan to afec m en te R odas y Sam os, C o rinto y
tó a N áucratis, dado su carácter co A te n a s, basadas en su variada agri
m ercial, no afectó a la p ro sp erid ad de cu ltu ra, desde el silfion, p lanta ab o ri
C irene, com o sus m anifestaciones a r gen que no pudo ser cultivada en nin
tísticas se encargan de d em ostrar. gún o tro lugar, hasta los productos
M antuvo unas am plias relaciones con m ed iterrán eo s típicos.
Cuadros cronológicos
SICILIA
N A X O S ( c a lc id io s ) ................................ 734
L E O N T IN O S ( c a lc id io s ).................... 728
C A T A N A (calcidios) ........................... c. 725
G allip o lis (calcidios) ............................. P rim er cu arto
E u b e a ( c a lc id io s ) ................................... P rim er cu arto
Z A N C L E (M essen e) (c a lc id io s ). . . . 755 (calcidios)
y los de N axos,
L e o n tin a y
C a ta n a m ás
tard e
H I M E R A ’ ( c a lc id io s ) ........................... 648
M Y L A E ( c a lc id io s )................................ c. 730
S IR A C U S A ( C o r i n t o ) ......................... 733
A c r a ............................................................. 663
C asm en a .................................................... 664
C a m a r in a .................................................... 598
M E G A R A H IB L E A (M eg ara) 727
S elinunte (M . H ib l.) .............................. 627 (ó 650)
H eraclea M i n o a .......................................
G E L A (d o rio s, rodios y cre te n se s) . . 688
A grigento .................................................. 580
SUR DE ITALIA
S U R D E IT A L IA (C o n tin u a c ió n )
GALIA Y M E D ITE R R A N EO O C C ID EN TA L
M A S S A L IA ( F ó c e a ) ...................... 600
A n tip o lis ..................................
N icaia ..................................
R h o d e ...............................
A m p u rias .................................... C. 600
M A IN A K E ( F ó c e a ) ........... -C o m .
H E M E R O S C O P E IO N (F ó cea) . .
-5 6 0
A L A L IA ( f o c e n s e s ) ..................
O is im e ....................................................................
M a ro n e a ( Q u ío s ) ................................................
E n o ( e o l i o s ) .........................................................
A b d e ra (C la z o m e n a s )...................................... C. com . s. VI
p * rd ia 1 ( M ile to ) ...............................................
L im n a e J v '
ZO NA DE LOS E ST R E C H O S-M A R N EG R O
A B Y D O S ( M i l e t o ) ........................................... A n te s de m ed. S.
C ÍZ IC O ( M i l e t o ) .............................................. - M ed. fin.
D A S C Y L IO N ( j o n io s ) .................................... C om .
A S T A C O (M eg ara) .........................................
C A L C E D O N IA (M eg ara) ...........................
S E L IM B R IA ( M c g a r a ) ..................................
B IZ A N C IO (M cg ara) .................................... 660
A P O L O N IA ( M ile to ) ....................................... Fin s.
O D E S S O S ( M i l e t o ) ......................................... C. 560
T O M IS (M ileto ) ................................................ C. 560 aprox.
IS T R O S (M ile to )................................................ M ed. s.
T IR A S ( M ile to ) .................................................. M ed. s.
O L B IA (M ileto) ................................................ M ed. s.
B E R E Z A N (M ile to )......................................... C o (?) siglo
T E O D O S I A ......................................................... Fin
P A N T I C A P E O .................................................. Segunda m itad
M v rm e k io n ........................................................... 1.a m it.
T A N A I S ................................................................ - 2 . J m itad
F A S I S ....................................................................
T R A P E Z U N T E (M ileto ) .............................. C. 700 (en trad ic.) p e ro d eb e ser algo p o s
terio r
S IN O P E (M ileto ) ............................................. M ed. s. VII
N O R T E DE A FRICA
Siglo V III Siglo VII Siglo VI
Bibliografía