Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ACTUALIZACIÓN EN
PSICOLOGÍA CRIMINAL
Antes de definir el concepto de Psicología Criminal, resulta conveniente definir algunos elementos
del marco disciplinario del que parte (la Psicología) y de aquel en el que ofrece sus conocimientos
(la Criminología).
Una de las definiciones de Criminología más parsimoniosas, según Garrido, Stangeland y Redondo
(2001), es la de Hassemer y Muñoz Conde (1989): "ciencia, que estudia el comportamiento
delictivo y los sistemas sociales empleados para su control”. Sus objetivos son la descripción,
explicación, intervención y prevención del comportamiento delictivo.
Las áreas de estudio de la Criminología giran en torno al concepto de delito. El contenido de lo que
ha de entenderse por delito viene determinado por las normas jurídicas, sociales y culturales
imperantes en cada sociedad determinada.
El delito es concebido, según algunos autores como Cohen y Felson (1979), como el conjunto de
interacciones que pueden surgir entre:
Una persona dispuesta a delinquir
Un objeto o víctima atractivo
Un control social (formal e informal) insuficiente
Respecto al delincuente, ésta probablemente es el área de estudio que ha dado lugar a un mayor
número de investigaciones criminológicas y el área de estudio sobre la que centrará su atención la
Psicología Criminal:
¿Quiénes son?
¿Cuál es su forma de actuar?
¿Cuáles han sido sus motivos para delinquir?
¿Qué factores le han llevado o facilitado la comisión del delito?
¿Qué diferencias existen entre distintos tipos de delincuentes?
¿Cómo aplicar todo este conocimiento derivado de la investigación para su
detección, tratamiento y prevención?
Los factores asociados a la decisión de denunciar y al proceso de testificación. No hay que olvidar
que además de ser objeto o sujeto del delito, es un pilar básico en el sistema penal, ya que en
muchas ocasiones es ella quien activa el sistema de justicia mediante su denuncia y testificación.
Respecto a la segunda parte que define el objeto de la criminología, la reacción de la sociedad ante
el comportamiento delictivo, se estudian principalmente los sistemas de control social, que se
suelen dividir en dos tipos:
Control formal (es el que ejercen aquellas personas que tienen encomendada la
vigilancia, la seguridad o el control como actividades profesionales. Por ejemplo:
policías, jueces, fiscales, funcionarios de prisiones, etc.) (sistema penal).
Control informal (es el realizado por cualquier persona que actúa en un momento
dado contra la delincuencia sin que el control del delito sea su actividad profesional)
Por ejemplo: vecinos del barrio, trabajadores de una empresa, profesores del colegio,
transeúntes,... Ellos pueden inhibir o disuadir de que se realicen actos delictivos, ya
sea por su propio interés personal, por el interés de la colectividad o por motivos
altruistas.
El interés de la Psicología Criminal se centra en todos aquellos factores psicológicos que pueden
ayudar a describir, explicar y predecir el comportamiento antisocial o delictivo. Su campo de
estudio es muy amplio y abarca múltiples áreas, pero quizá sea en el ámbito de estudio de las
diferencias individuales donde sus resultados han sido más productivos.
El estudio de las diferencias individuales se desarrolla dentro del campo de la Psicología Diferencial
e intenta analizar y explicar la variabilidad del comportamiento humano, esto es, qué es lo que
diferencia a un individuo de otro, porqué ante iguales circunstancias los individuos actúan de
diferente manera. Dentro de este campo podemos citar algunas de las áreas en las que
tradicionalmente la investigación ha encontrado más diferencias y sobre las cuales la Psicología
Criminal ha mostrado más interés:
Edad
Sexo
Inteligencia
Personalidad
Definición de Psicología Criminal
Psicología, del griego psikhe (soplo vital, alma), ciencia que estudia los procesos y estados vitales
subjetivos, sus causas y sus efectos, que se asocian según determinadas leyes. Es tarea de la
psicología la investigación de las manifestaciones psíquicas para la descripción y explicación de sus
procesos (psicología básica: percepción, pensamiento, sentimiento, motivación, inteligencia,...) y
para la aplicación de los conocimientos adquiridos a los requerimientos de la vida cultural, social y
económica psicología aplicada: clínica, de la educación, industrial, jurídica,...)
La Psicología Criminal es una rama aplicada de la psicología que pone en relación determinadas
variables psicológicas con el criterio práctico del atentado contra la norma jurídica.
Tradicionalmente, se ha ocupado dé investigar al delincuente, las motivaciones de determinados
delitos y las causas de la tendencia a la criminalidad, es decir, sus factores endógenos y exógenos.
Así, se ponen en relación con la criminalidad, por ej., componentes estructurales y constitucionales
del individuo, influencia del medio en el que se desarrolla, circunstancias de la situación, la edad, el
sexo, variables de personalidad, intelectuales o cognitivas, etc.
No obstante, y dado que el contenido de lo que ha de entenderse por delito viene determinado por
las normas jurídicas, sociales y culturales imperantes, y que en la noción de delito se interrelacionan
múltiples factores, los planteamientos puramente psicológicos sobre la descripción y explicación de
la criminalidad se han ido ampliado, por ej., a análisis socio psicológicos o a aspectos clínicos y
preventivos de la conducta delictiva (Dorsch, 1991).
De acuerdo con lo anteriormente expuesto, podemos decir que el objeto de la Psicología Criminal es
el estudio científico de los determinantes psicológicos del comportamiento antisocial y delictivo.
Para este fin, se formulan hipótesis y teorías psicológicas para la descripción y explicación del
comportamiento delictivo, además de cuestiones asociadas a la prevención, resocialización y
medidas pertinentes de terapéutica.
Sus fines son: proporcionar un registro de algo que de otro modo sería difícil o
imposible de ver por los jueces, presentar los resultados de un experimento o prueba
que no es posible demostrar ante el Ministerio Público o el órgano jurisdiccional y
mostrar algún detalle que sólo la fotografía puede revelar.
La medicina forense también denominada medicina legal, jurisprudencia médica
o medicina judicial es una rama de la medicina que determina la causa de muerte
mediante el examen de un cadáver. Estudia los aspectos médicos derivados de la
práctica diaria de los tribunales de justicia, donde actúan como peritos. El médico
especialista en el área recibe el nombre de médico legista o forense.
Es la especialidad médica que aplica todos los conocimientos de la medicina para el
auxilio a jueces y tribunales de la administración de justicia; es decir, es el vínculo
que une al derecho y a la medicina.
La patología forense es la ciencia que estudia las pistas que llevan a la causa de
la muerte presentes en el cuerpo como un fenómeno médico.
El objetivo de este perfil es delimitar las características del presunto culpable para disminuir el
rango de posibles culpables y ayudar a la policía focalizando y restringiendo las posibilidades de
investigación, posibilitándoles el centrarse en los blancos realistas. Este punto es muy importante,
ya que cuando se tratan de crímenes violentos o seriales, la alarma social y las posibilidades de que
se vuelvan a repetir los hechos, hacen necesaria actuar con rapidez y detener cuanto antes al
asesino.
No obstante, el perfil tiene sus limitaciones, no es una ciencia exacta, está basada en el análisis de la
huella psicológica que el asesino deja en sus crímenes y en datos estadísticos recolectado de otros
casos y de los datos teóricos aportados por la psicología y la criminología. Estamos por tanto
hablando de probabilidades.
Siguiendo a Garrido (2006), el perfil criminológico puede definirse como una estimación acerca de
las características biográficas y del estilo de vida del responsable de una serie de crímenes graves y
que aún no se ha identificado.
El objetivo de este perfil es delimitar las características del presunto culpable para disminuir el
rango de posibles culpables y ayudar a la policía focalizando y restringiendo las posibilidades de
investigación, posibilitándoles el centrarse en los blancos realistas. Este punto es muy importante,
ya que cuando se tratan de crímenes violentos o seriales, la alarma social y las posibilidades de que
se vuelvan a repetir los hechos, hacen necesaria actuar con rapidez y detener cuanto antes al
asesino.
No obstante, el perfil tiene sus limitaciones, no es una ciencia exacta, está basada en el análisis de la
huella psicológica que el asesino deja en sus crímenes y en datos estadísticos recolectado de otros
casos y de los datos teóricos aportados por la psicología y la criminología. Estamos por tanto
hablando de probabilidades.
En palabras de Ressler (2005), las personas que realizan un perfil buscan patrones e intentan
encontrar las características del probable autor, se usa el razonamiento analítico y lógico, “qué” más
“por qué” igual a “quién”.
El uso de la psicología para combatir y estudiar el crimen debe estar relacionado desde el inicio
mismo de ésta, sin embargo, ha sido relativamente reciente en el tiempo la intención de algunos
expertos de elaborar una metodología más o menos sistemática que nos ayude a capturar a
criminales usando las aportaciones que la psicología nos brinda. Esta metodología ha estado basada
principalmente en la creación, desarrollo y uso de técnicas clasificatorias y de etiquetajes del
delincuente criminal, teniendo inicialmente como principal objetivo la captura del criminal. El
acopio de datos ha posibilitado un estudio más en profundidad, que ha dado lugar a diversas teorías
psicológicas del crimen, teorías que tratan de explicar el hecho criminal al igual que hace con
cualquier patología mental. El desarrollo de técnicas terapéuticas y de rehabilitación del crimen está
en un estadio muy precoz:
1955. Alemania. Kretschmer hace un estudio de más de 4.000 casos y diseña una
clasificación basada también en características físicas:
Leptosómico: Delgado y alto.
Atlético: Musculoso, fuerte.
Pícnico: bajos y gordos.
Mixtos: no puede encajar completamente en ninguna de las anteriores y sí en
varias de ellas.
Según esta clasificación cada tipo de delincuente se relacionaría con un tipo de
delito, así los leptosómicos son propensos al hurto, los atléticos a crímenes donde se
use la violencia y los pícnicos al engaño y el fraude.
Las anteriores aportaciones tienen un fuerte componente biologicistas y fueron
siendo abandonadas por la poca utilidad que ofrecía, así como por sus carencias
científicas. Posteriormente y junto con el desarrollo que la psicología iba atesorando,
las teorías dejaron a un lado las características físicas para detectar a criminales y
empezaron a usar características psicológicas.
1970. USA. A partir de esta fecha, resulta vital para el desarrollo de esta técnica las
aportaciones y desarrollos realizados por el FBI. El perfil psicológico del criminal
queda establecido como técnica de investigación policial para resolver los casos
difíciles, se crea la Unidad de Ciencias del Comportamiento en el FBI, unidad
especializada en el diseño de este tipo de perfiles.
Agentes del FBI se preocupan por este tema y se van especializando, entre ellos
Robert Ressler. Ressler entrevistó a cientos de criminales violentos en las cárceles,
analizó y sistematizó toda esa información en el Proyecto de Investigación de la
Personalidad Criminal, creado por él mismo y empezaron a documentar ciertos
patrones y comportamientos de asesinos.
Una de sus mayores aportaciones fue la del término de “asesino en serie”.
Perfilación criminal
La perfilación criminal es una técnica de investigación criminológica derivada del análisis que se
realiza a los diferentes patrones conductuales en los agresores conocidos, para con ello definir y
crear tipologías (perfilación criminal inductiva) y así auxiliar en la resolución de crímenes en los
casos donde se desconoce al responsable, a partir de los indicios físicos y psicológicos encontrados
en la escena del crimen (perfilación criminal deductiva).
Los profesionales que se han encargado de practicar el perfil criminal han incluido históricamente
un espectro numeroso de investigadores, científicos del comportamiento, de las ciencias sociales y
expertos forenses. Su contribución se ha dirigido a reducir el número de los posibles sospechosos,
ayudar a vincular diferentes casos criminales, y a desarrollar nuevas líneas de investigación en
casos no resueltos, que están “atascados” o de lesa humanidad.
El término offender profiling (“perfil del delincuente”) fue creado por los agentes del FBI en el
centro de entrenamiento de Quántico (Virginia Oeste) en los años '70, para describir la técnica de
describir el comportamiento y características probables del autor desconocido de un asesinato.
El uso de perfiles psicológicos en los crímenes puede ayudar a determinar el tipo de personalidad
del criminal y sus características conductuales desde un análisis de los crímenes que él o ella hayan
cometido; la técnica permite realizar un perfil del agresor tenga o no tenga antecedentes judiciales,
si los tiene sería un criterio facilitador para la elaboración del perfil (Homant,1998); esta definición
está relacionada a la del FBI (Federal Boureau of Investigation), la cual determina que el perfil
criminal es una herramienta que ayuda a obtener información específica del delincuente agilizando
la investigación, además brinda información a la policía sobre la manera más adecuada de
interrogar sospechosos.
ÁMBITOS DE APLICACIÓN DEL PERFIL CRIMINOLÓGICO
Generalmente, el uso del perfil criminológico se restringe generalmente a crímenes importantes
tales como homicidios y violaciones. Como mencionamos anteriormente, las características de estos
hechos hace que la policía deba trabajar contra reloj para resolver estos casos. Cuando se trabajan
en homicidios donde el culpable es un desconocido para la víctima, el perfil puede ayudar a dar luz
sobre el crimen y encaminar a la policía en sus investigaciones.
Cuando se quiere evaluar la posibilidad de relacionar varios homicidios, realizar un perfil sobre el
autor de los asesinatos puede ayudar a determinar si estamos ante un asesino en serie o ante
asesinos inconexos.
En otras ocasiones, el perfil ayuda a conocer ante qué tipo de personas nos enfrentamos y éste arma
puede usarse antes de su captura, provocando por ejemplo al agresor en los medios de
comunicación, y después de su captura, preparando los interrogatorios.
Otro ámbito de aplicación del perfil es su función teórica, en cuanto a que el análisis y evaluación
de casos sirven para aumentar el conocimiento que se tiene sobre la propia técnica y sobre el hecho
criminal.
El estudio de presos se complementa con entrevistas a personal carcelario a su cargo, así como
parientes y cualquier persona que pueda dar información relevante respecto a esta persona.
Ressler, dentro del proyecto de Investigación de la Personalidad criminal (PIPC) entrevistó, junto a
colaboradores, a cientos de criminales violentos por todas las cárceles de EE.UU. Según su
experiencia, las entrevistas a criminales solo tienen valor si aportan información útil para la policía
sobre su personalidad y sus acciones. Para ello, el entrevistador debe ganarse la confianza y el
respeto del entrevistado. (Ressler, 2006).
Una característica a tener en cuenta a la hora de elegir a los entrevistados es que ninguno de ellos
pueda ganar nada por el hecho de participar en la entrevistas, ya que esto podría sesgar sus
respuestas.
Perfil de agresores desconocidos o método deductivo
Este método se basa en el análisis de la escena del crimen en cuanto a sus evidencias psicológicas
para que pueda inferirse el perfil del autor de ese crimen. En este método se intenta pasar de los
datos generales a los particulares de un único individuo. Para ellos se analiza la escena del crimen,
la victimología, pruebas forenses, características geográficas, emocionales y motivacionales del
agresor.
Para la realización de este perfil se tiene en cuenta los datos aportados por el método inductivo.
“...la mayoría de los asesinos en serie son blancos, Danny vivía en un barrio blanco, si hubiera
aparecido cualquier hombre negro, hispano o incluso asiático, muy probablemente habrían notado
su presencia. Pensé que el asesino no era joven porque el asesinato tenía un carácter experimental y
porque el cuerpo había sido abandonado a poca distancia de un camino, elementos que indicaban
que se trataba de un primer asesinato...El abandono del cuerpo justo al lado de un camino transitado
sugiere que el asesino quizá no tenía la fuerza física suficiente para llevar el cuerpo más lejos..."
(Ressler, 2006).
La escena del crimen es, como su nombre indica, el lugar que el asesino ha elegido para matar a su
víctima. Las escenas pueden ser varias si el asesino ha usado varios lugares desde que atrapa su
víctima hasta que la deja. Puede atraparla en un sitio, torturarla en un segundo, matarla en un
tercero y trasladarla a un cuarto para abandonarla allí. En cualquier caso, la escena principal es
donde la muerte o agresión de mayor importancia y el resto son secundarias. Generalmente es en la
primaria donde hay más transferencia entre el asesino y su víctima, por lo cual suele ser en la que
hay más evidencias psicológicas y físicas.
Es importante por esto la protección de la escena o escenas del crimen ya que cada pista puede ser
clave, además, es necesario evaluar si ha habido una manipulación de dicha escena, lo que suele
llamarse actos de precaución o conciencia forense (cuando elimina pruebas físicas).
Perfil geográfico:
Este perfil describe el aspecto geográfico donde se desenvuelve el delincuente, sus escenas del
crimen, los puntos geográficos de esos crímenes, sus desplazamientos, el terreno en el que actúa,
zona de riesgo, base de operaciones.
Este perfil nos dice mucho del mapa mental del criminal, que es la descripción que el delincuente
tiene en su cabeza de las zonas geográficas en las que se desenvuelve en su vida. Su casa, su calle,
su barrio, su ciudad están descritos en la mente del criminal en función de las experiencias que ha
tenido con cada uno de esos lugares, nos describe su zona de confianza, su territorio, las zonas de
influencia, cómo se mueve y se desplaza por ellas. La comprensión de estos datos nos puede dar
información de en qué zona vive, dónde debemos buscarlo y dónde puede actuar.
Como cualquier depredador, éste ataca a sus víctimas en el territorio en el que se sienta seguro, su
presa tenga menos posibilidades y pueda huir si es necesario. Como cualquier persona, las
conductas que requieren intimidad o que pueden provocar cierto estrés, son más fáciles de realizar
en terreno conocido que en aquel desconocido que nos provoca inseguridad.
Para el asesino en serie matar es su objetivo, pero no olvida su sentido de supervivencia que le hace
tratar de evitar que le capturen. Por eso va a matar en aquellas zonas en las que se sienta cómoda.
Este hecho puede desaparecer en determinado tipo de asesino en serie, en concreto en los
desorganizados, en lo que su sed de muerte se produce por impulsos y no tiene tanto control sobre
ese aspecto.
Generalmente, su deterioro mental también hace que no planifique tanto sus crímenes. Por otro
lado, ese deterioro mental hace que no sea capaz de desplazarse a grandes distancias para buscar a
su víctimas ni para acabar con sus vidas, por lo que también actúa en su zona geográfica.
Muchos estudios se han hecho al respecto, de los cuales, la hipótesis del círculo de Canter ha sido la
más fructífera. Corresponde a un estudio realizado con violadores en el que se encontró que entre el
50 y el 70 por ciento de ellos vivían en un área que podía ser delimitada por un círculo que uniese
los dos lugares más alejados donde había actuado, muchos de ellos vivían en el mismo centro de ese
círculo.
El estudio de casos ha mostrado que en la mayoría de los asesinos en serie, sus primeros actos se
realizan cerca del lugar donde reside o trabaja y posteriormente se van alejando a medida que van
adquiriendo seguridad y confianza. Cuando decimos cerca del lugar donde vives es una cercanía
relativa ya que el asesino tampoco se va a exponer a ser reconocido actuando en lugares muy
próximos a su hogar y en el que las posibles víctimas y testigos puedan conocerlo.
Un tipo de asesino, el viajero, rompe esta regla en cuanto a que prefiere viajar lejos de su zona
habitual de residencia para matar.
El modus operandi es el método que usa el asesino para llevar a cabo su crimen, describe las
técnicas y las decisiones que el asesino ha tenido que tomar. De esta evaluación sacamos
información sobre cómo mata nuestro asesino y qué características psicológicas se pueden deducir
de este método: planificador, inteligente, profesión que puede desarrollar, descuidado,
perfeccionista, sádico...
El modus operandi, al contrario que la firma, puede variar a lo largo del tiempo puesto que, como
habilidades, pueden aprenderse o evolucionar o degenerarse con los crímenes posteriores.
El modus operandi tiene naturaleza funcional. (Garrido, 2006) y tiene tres metas: proteger la
identidad del delincuente, consumar con éxito la agresión y facilitar la huida.
Por lo que se refiere a la firma, ésta es el motivo del crimen, el por qué, refleja la razón por la que el
asesino hace lo que hace. Nos da una información más profunda ya que nos presenta qué quiere
decir con el crimen, y más psicológica puesto que nos habla de sus necesidades psicológicas. El
asesino mantiene su firma estable a lo largo de su carrera criminal, por lo que, aunque cambie su
modus operandi podemos relacionarlo por dicha firma.
Esto no quiere decir que físicamente la conducta o conductas que describen la firma del delincuente
no puedan cambiar. El aspecto profundo de la firma no cambia, la ira, venganza, sadismo
permanece inalterable pero la forma de plasmarla puede evolucionar, incrementar, disminuir o
degenerarse en función del propio desarrollo de la motivación a la que representa.
Victimología:
La víctima tiene una importancia crucial puesto que es la protagonista del hecho criminal, presencia
el crimen en primera persona, sobre ella recae el acto criminal y se representan el modus operandi y
la firma del asesino.
Si la víctima sobrevive puede aportar mucha información de primera mano acerca de su agresor y
de sus circunstancias, si ésta fallece es necesario realizar una autopsia psicológica. En esta autopsia
se tratan de recoger varios aspectos personales y sociales de la víctima. Es necesario reunir una
serie de información respecto a su domicilio, educación, estado civil, aficiones, situación
económica, temores, hábitos, enfermedades, amistades, trabajo...
Por otra parte, el estudio y análisis de la víctima nos da información de cómo su asesino se
relaciona con sus víctimas, lo que nos proporciona una huella psicológica importante para realizar
el perfil. En un crimen hay dos protagonistas, el asesino y su víctima, entre ellos hay una relación,
el asesino usa a la víctima para narrar su historia, para satisfacer sus fantasías personales pero
también para dejar constancia de su relación con el mundo. Y es en esta relación donde se refleja
más su personalidad.
LECTURA COMPLEMENTARIA
HISTORIA DE LA CRIMINOLOGÍA
La lucha contra el delito y el estudio de los delincuentes y del castigo data desde la antigüedad.
Filósofos como Sócrates, Platón o Aristóteles ya hablaron sobre este tema, atribuyendo los delitos a
deficiencias físicas o mentales e incluso a la herencia.
A mediados del siglo XIII, Tomás de Aquino intentó también sentar las bases de la filosofía del
derecho penal en su obra Escolástica, y en la Edad Media se realizaron algunos estudios médicos
para investigar crímenes aislados.
En el siglo XVIII, el jurista italiano Cesare Beccaria compendia en su obra Trattato dei delitti e
delle pene (De los delitos y las penas) las leyes existentes, tratando de encontrar la igualdad de
todos los ciudadanos ante la ley y evitar una interpretación desviada por conceptos morales de los
jueces. Enrico Ferri es considerado unos de los precursores de la criminología y se le toma como
punto de arranque de la escuela clásica. Con esta escuela clásica acabaron las injusticias derivadas
de la aplicación del derecho penal, generalizando el respeto a la ley, y reconociendo garantías
individuales al limitar el poder del Estado. Sus bases fueron sentadas en 1839 por Antonio Rosini
con su obra Filosofía del Diritto.
En el siglo XIX, se empiezan a aplicar los métodos de observación científica al crimen, con el fin de
determinar las causas de la criminalidad. En este momentos es cuando la escuela italiana
(Lombroso, Rafael Garofalo, Enrico Ferri) pretende encontrar la causa profunda de la delincuencia
en las anomalías corporales y mentales de los individuos y de la escuela francobelga (Durkheim,
Guerry, Lacassagne, Quételet, Tarde) denuncia la influencia del medio social, verdadero «caldo de
cultivo de la criminalidad».
En el siglo XX, los criminólogos se esfuerzan en hacer una síntesis de los descubrimientos
precedentes. En diferentes países comienza a manifestarse unan tendencia a ampliar el campo de la
actividad criminológica: unos incluyen en ella la criminalística (Alemania); otros, la penología; hay
otros que preconizan el estudio conjunto de la ciencia del crimen y de la ciencia de la reacción
social suscitada por él (Estados Unidos). En este siglo, la criminología ha influido notablemente en
la evolución del derecho penal.
CRIMINOLOGIA CLINICA
BENIGNO DI TULLIO la define como la ciencia de las conductas antisociales y criminales basadas
en la observancia y el análisis profundo de casos individuales, normales, anormales o patológicos.
Esta corriente intenta dar una explicación integral a cada caso, considerando al ser humano como
una entidad biológica, psicológica, social y moral. Se dice que proviene de LOMBROSO. Sus
antecesores son por ejemplo MAUCDESEY, Londres en 1888; FRANCISCO GINER, Madrid en
1899 y DE LOS RIOS, Buenos Aires en 1907.
Se le denomina Criminología Clínica porque proviene del griego CLINE: Lecho, cama. El medico
clínico tiene como labor la de observar, diagnosticar, pronosticar al paciente en la cama. Estos son
los grandes objetivos de la criminología clínica.
La premisa es la de que la conducta humana está condicionada por múltiples factores biológicos,
psicológicos y sociales. Hay que averiguar en cada caso, cuáles de estas circunstancias hacen que la
persona cometa un delito.
La peligrosidad es un concepto clave de la escuela clínica. Este concepto tiene dos aspectos:
a) La Capacidad Criminal: Que es la cantidad de delito que puede cometer el criminal.
b) Adaptabilidad: La capacidad de adaptación al medio en que vive.
La escuela clínica trata de analizar al delito para establecer un diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
Este es el objetivo central de esta escuela.