La psicología criminal es una disciplina que estudia los
determinantes psicológicos de la conducta de personas que intervienen en un acto delictivo. La psicología criminal, también conocida como psicología criminológica, es el estudio de las opiniones, pensamientos, intenciones, acciones y reacciones de los delincuentes y sospechosos . [1] [2] Es un subcampo de la criminología y la psicología aplicada . Los psicólogos criminalistas tienen muchas funciones dentro de los tribunales legales , incluso ser llamados como testigos expertos y realizar evaluaciones psicológicas. Algunos tipos de psiquiatría también se ocupan de aspectos del comportamiento delictivo. Se utilizan varias definiciones para el comportamiento delictivo, incluido el comportamiento punible por el derecho público , el comportamiento considerado inmoral , el comportamiento que viola las normas o tradiciones sociales , o los actos que causan daños psicológicos graves. El comportamiento criminal a menudo se considera de naturaleza antisocial.
¿Cuál es el objetivo de esta rama de la psicología?
Los psicólogos y psicólogas criminalistas trabajan de diversas formas con las fuerzas del orden, los sistemas penitenciarios y los abogados para ayudarlos a comprender el comportamiento y el estado mental. También pueden participar en cuestiones de política social relacionadas con el crimen y la justicia penal. El objetivo principal de la psicología criminal es estudiar los pensamientos, emociones y acciones de los delincuentes. Su misión no es otra que la de averiguar cómo piensan estas personas, cuáles son sus motivos y por qué cometen delitos. En una sociedad que sea saludable, las personas pueden prosperar y sentirse seguras. Esto implica la posibilidad de rehabilitación de los delincuentes, y a esto ayuda en gran medida la psicología criminal. Con una gran cantidad de factores a tener en cuenta, como la cultura, la educación y el estado de salud mental de un individuo, este campo es difícil de precisar. Sin embargo, se observan algunas tendencias generales entre los delincuentes que pueden ser útiles para comprender sus procesos de pensamiento. Algunos objetivos de la investigación en psicología delictiva La psicología es el estudio científico de los pensamientos, las emociones y el comportamiento. Es un error común pensar que la criminología es un subconjunto de la psicología. Pero en realidad, mientras que la psicología se puede utilizar para estudiar el crimen y los criminales, la criminología es un campo completamente separado. Los criminólogos y criminólogas se enfocan en comprender el crimen desde una perspectiva social, mientras que los psicólogos y psicólogas examinan el crimen desde la perspectiva de la salud mental del criminal. El objetivo de la investigación de la psicología criminal es comprender por qué las personas se involucran en conductas delictivas y por qué suelen estar motivadas cuando cometen delitos como el robo o la agresión. Para hacer esto, los investigadores utilizan diferentes métodos, incluidos cuestionarios y entrevistas, para recopilar datos de los participantes que también han sido condenados por delitos.
Los métodos principales utilizados en psicología criminal
La empatía es una herramienta de investigación clave en psicología criminal. Es la habilidad de comprender cómo se sienten los demás imaginando sus emociones. La empatía se puede lograr a través de la experiencia personal o proyectándose en la situación de la otra persona. La experiencia personal puede ayudar a sentir empatía por la víctima de un delito, mientras que la proyección en la vida de otra persona requiere cierto grado de objetividad de su parte. Otra herramienta de investigación utilizada en psicología criminal es la investigación del comportamiento humano, que incluye habilidades de comunicación y técnicas de observación que se utilizan para interpretar las acciones y reacciones de las personas a los estímulos. Este método se basa en comprender las normas sociales, las costumbres y las señales de comunicación para leer las señales de alguien que puede estar mintiendo, por ejemplo, si una persona parpadea con más frecuencia de lo habitual o siempre lleva una mano en el bolsillo.
Perspectivas teóricas: perspectiva biológica, social-psicológica y
cognitivo-conductual Las perspectivas biológicas de la psicología criminal se basan en el supuesto de que la estructura genética, biológica o fisiológica de un individuo puede desempeñar un papel importante en las probabilidades de cometer un delito. Las explicaciones biológicas del delito van desde anomalías graves del funcionamiento del cerebro hasta niveles bajos de determinadas vitaminas en la dieta. Las socio-psicológicas analizan las influencias sociales que conducen a conductas delictivas como la pobreza, la vida familiar y la presión de los compañeros. Las cognitivo-conductuales examinan cómo las personas aprenden a respetar la ley modelando las expectativas sociales y reaccionando al castigo o recompensa contingencias. Tras esta aclaración, pasaré a describir brevemente la aparición y evolución de la psicología criminal. Francis Galton Podría decirse que uno de los padres de la psicología criminal fue el científico Francis Galton , primo y seguidor de Darwing, lo cual explicaría el enfoque altamente biológico con el que se estrenó esta disciplina. Galton se centró en el estudio de la degeneración y de la desviación humanas, anormalidades que, para él, eran hereditarias.
Más adelante, con la aparición de los estudios del famoso
psiquiatra Sigmund Freud el carácter biológico de la psicología criminal dio paso a un enfoque que busca explicar los actos delictivos a través de los trastornos neuróticos de los delincuentes. Es decir, para esta nueva corriente, cuyos máximos exponentes fueron autores como Aichorn, F. Alexander o K. Friedlander, "la comisión del delito se debe a una expresión de una angustia traumática, muy reprimida por un super-yo irreductible." Se busca explicación en las relaciones paterno- filiales que se generan por medio de sistemas de socialización infeficaces, roces entre los diferentes sistemas de la psique. (V.Garrido, 2008) Es decir, debido a una neurosis (trauma) o a una educación ineficaz, los sujetos no son capaces de inhibir satisfactoriamente sus impulsos primitivos, no llegan a estar correctamente civilizados.
A partir de este momento, es la Sociología la que gana terreno en
la explicación del delito y en el período que transcurre entre la década de los años 20 y la de los 70 del s. XX, encontramos una clara predominancia de las teoría sociológicas en el terreno de la explicación de la génesis criminal.
Sin embargo, se dan algunos hitos dentro de la psicología
criminal que son dignos de mención tales como los estudios del matrimonio Glueck (Sheldon y Eleanor) que, en 1950, compararon el perfil de 500 criminales con el de otras 500 personas que no habían delinquido nunca. Aportaron con este estudio una importante perspectiva, la de la integración, ya que pudieron observar que la explicación del acto criminal no podía centrarse en un sólo punto, y abogaron por una explicación ecléctica del delito, es decir, no reduccionista, integrando distintas discicplinas (biológica, psicológica, sociológica, económica, etc. ) De forma pionera, proponen el estudio del delito basándose en la relación existente entre las funciones biológicas y cognitivas del delincuente y de éstas con el medio. (V. Garrido 2008)
También cabe destacar en este período, las aportaciones del
eminente psicólogo alemán Hans Eysenck. En 1964, en su libro "Crime and personality" (Crimen y personalidad), el autor propone el estudio del sistema nervioso como base para la explicación del acto delictivo. H. Eysenck
Dice que la explicación se encuentra en el propio proceso de
adquisición de la conciencia moral, la cual se realiza en la niñez mediante condicionamiento clásico (refuerzo positivo y negativo). Mediante el refuerzo negativo conseguimos que el niño, tras ser amonestado por una mala acción, experimente sentimientos negativos (miedo, ansiedad, etc.) Dichos sentimientos se reproducirán en lo sucesivo con la sola intención de realizar un acto reforzado negativamente por lo que, para poder evitar esas sensaciones negativas, el niño no volverá a realizar dichos actos, ni siquiera volverá a pensar en realizarlos.
Siendo así, Eysenck apunta que el problema se encuentra en la
propia "capacidad de condicionabilidad" que será más alta en las personas que no delinquen (el condicionamiento ha dado sus frutos) y más baja o casi nula en las personas que terminan desarrollando una personalidad delictiva. Estos niveles de "condicionabilidad" Eysenck los explica en términos biológicos, ya que asegura que dependen de la activación cortical, que es más baja en los futuros delincuentes. Además, describe a los delincuentes como sujetos con personalidad extrovertida, neurótica y con pinceladas psicóticas (en términos de crueldad y falta de empatía con el sufrimiento ajeno) ¿Qué labores realiza un psicólogo criminal? Un profesional experto en psicología criminal se encarga de analizar las pruebas y realizar una exploración psicológica del criminal con el objetivo de determinar los factores tanto endógenos como exógenos que han derivado en la realización de esos actos criminales. Sus tareas abarcan: Realización de entrevistas a los criminales y a los testigos y víctimas, si es posible, sobre el acto que se ha cometido. Valoración de la imputabilidad de las personas acusadas y su peligrosidad. Definición de medidas para que las víctimas sean menos vulnerables. Determinación de programas de tratamiento para el delincuente. Prevención de esos delitos a través de la elaboración de un perfil criminal. Este último ámbito, el de la perfilación criminal o “criminal profiling”, es una de las aplicaciones de la psicología criminal a la Criminología que más relevancia ha ganado en los últimos años y ha sido determinante para la detención de criminales como el conocido como “Asesino de la baraja”, un hombre condenado a 140 años de prisión por seis asesinatos y tres intentos de homicidio. A través del estudio del escenario y de la forma de comisión del acto delictivo, los profesionales son capaces de comprender cómo puede funcionar la mente del criminal y así identificar las características de la personalidad y comportamiento del agresor. Con esta información se puede delimitar la personalidad y los motivos del autor, el impulso (planificado o no) para realizar ese acto, y su potencial peligrosidad. Gracias a este estudio, los expertos definen distintos tipos de personalidad criminal, en función de los rasgos comunes, motivaciones, trayectoria personal y familiar, y otros aspectos que definen la personalidad de una persona. Por ejemplo, en el caso de los asesinos, la perfilación ha llevado a los expertos a diferenciar entre itinerantes, en serie o en masa, según la forma en que deciden realizar el delito, el número de víctimas o período de tiempo en que lo realizan, entre otras características. Estos patrones ayudan a comprender la conducta del criminal y, en el caso de investigaciones abiertas, suponen un gran avance para prevenir la comisión de nuevos actos criminales y lograr la detención de los responsables.
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