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Actas del VI Congreso Internacional CELEHIS de Literatura / Acosta, Ricardo ... [et
al.] ; compilado por Virginia P. Forace; María Pía Pasetti. - 1a ed . - Mar del Plata:
Universidad Nacional de Mar del Plata, 2018.
Libro digital, PDF

Archivo Digital: descarga y online


ISBN 978-987-544-817-9

1. Estudios Literarios. 2. Actas de Congresos. I. Acosta, Ricardo, II. Forace, Virginia


P., comp. III. Pasetti, María Pía, comp.
CDD 807

Fecha de catalogación: 21/03/2018


Memorias en La Argentina de Ruy Díaz de Guzmán:
la influencia de López de Gómara
Valentín Héctor Vergara

UBA

Introducción

Ruy Díaz de Guzmán, primer escritor mestizo del Río de la Plata, ha dejado

como legado principal la Historia de la conquista y colonización del Río de la Plata,

terminada en la ciudad de Asunción en 1612. El texto intenta ordenar los sucesos

trascendentes acontecidos en este territorio desde la llegada de Solís hasta la primera

fundación de la ciudad de Santa Fe. En el prólogo de su obra, afirma que la información

para realizarla fue obtenida “tomando relación de algunos antiguos conquistadores y

personas de crédito” (57). Los testimonios orales de los que se ha valido serán la

materia prima con la que digitará las bases centrales de su obra. Sin embargo, diversos

estudios han sugerido que Ruy Díaz de Guzmán no solo utilizó testimonios de aquellos

que habitaron durante largo tiempo la región, sino que también tomó información de

diversas fuentes escritas por conquistadores e intelectuales europeos. Las referencias

acerca de las relaciones intertextuales de La Argentina se encuentran diseminadas por

distintas obras de la crítica literaria e historiográfica nacional. Sin embargo, aún no se

ha hecho un estudio que pueda reunir y sistematizar las distintas investigaciones. El

objetivo general del siguiente trabajo será realizar un primer aporte para el estudio

exhaustivo y posterior sistematización de las fuentes escritas que funcionan como

hipotextos en la obra de Ruy Díaz. Se tratará de resolver si existe efectivamente una

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relación intertextual entre La Argentina y la Historia General de las Indias, escrita

íntegramente en Europa por Francisco López de Gómara en 1552.

El primer crítico que afirmó la existencia de una relación intertextual entre estas

dos obras fue Rómulo Carbia en su Historia crítica de la historiografía argentina,

publicada en 1939. Allí el autor señala que “Ruy Díaz de Guzmán no solo conocía la

bibliografía capital que hacía a su tema, sino, lo que es más, copió al pie de la letra a

algunos de los libros que la constituyen” (11). El autor señala el cotejo entre el capítulo

I del Libro I de Ruy Díaz, y los capítulos LXXXIX, XCII y XCVIII de López de

Gómara; y afirma que “allí podrá comprobarse que los datos del asunceño referentes a

Solís, a Magallanes y a Sebastián Elcano proceden, hasta con la conservación de las

mismas palabras, de la crónica del capellán de los Cortés” (12). Sin embargo, Carbia no

enseña esta comparación de forma explícita, sino que invita al lector a que realice esta

operación analítica. Por otro lado, Julio Caillet-Bois, en la Historia de la literatura

argentina, dirigida por Rafael Arrieta y publicada en 1958, señala que “al proponerse

trazar la historia de la conquista del Río de la Plata, Ruy Díaz parece haber ignorado las

obras impresas que le precedieron sobre el mismo tema” (105). A continuación, Caillet-

Bois hace referencia a los comentarios sobre las semejanzas que Carbia encuentra entre

La Argentina y el texto de López de Gómara, y sostiene que no pudo lograr

comprobarlas. Al notar la discrepancia entre Carbia y Caillet-Bois en cuanto a la

presencia hipotextual de López Gómara en la obra de Ruy Díaz, el presente trabajo se

propone como objetivo específico emprender el cotejo entre las dos obras e intentar

descubrir cuál es el alcance de dicha correspondencia.

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Solís, Magallanes y Elcano

El primer capítulo de La Argentina de Ruy Díaz busca hacer una síntesis sobre

las primeras expediciones en el Río de la Plata. El texto comienza con la narración del

paso de Américo Vespucio por el cabo de San Agustín, y señala que este se encuentra

“ocho grados de la parte de la línea [equinoccial]” (62). A continuación, Ruy Díaz

presenta la ruta que realizó Juan Díaz de Solís. Señala que en 1512 salió de la ciudad de

Lebrija y “llegó al cabo de San Agustín y, costeando por la vía meridional, vino a

navegar 700 leguas hasta ponerse a 40 grados […], y descubrió la boca de este gran Río

de la Plata, a quien los naturales llaman Parana Guazú, que quiere decir río como mar”

(64). En el capítulo LXXXIX, el texto de Gómara aporta las mismas distancias y

coordenadas que Ruy Díaz sobre el cabo de San Agustín y el Río de la Plata, como

también la misma referencia al nombre que los pueblos indígenas le asignaban a este.1

A su vez, ambos relatos coinciden en que Solís “era piloto mayor del rey, y con su

licencia aunque a su propia costa, siguió esta navegación, [que] en aquel momento

llamaban de los Pinzones” (Díaz de Guzmán: 63),2 y que Solís “puso muchas cruces en

los árboles, que en aquella tierra son muy grandes. Y teniendo comunicación con los

naturales, le recibieron con buen acogimiento […]. Y se volvió a España […], llevando

de camino mucho brasil” (Díaz de Guzmán: 64).3 El relato de Ruy Díaz sobre Solís

culmina con la vuelta al continente europeo del navegante, sin dar ningún detalle sobre

su muerte. En cambio, Gómara relata un segundo viaje de Solís al Río de la Plata en

1
“Del cabo de San Agustín, que cae a ocho grados, calculan setecientas leguas de costa hasta el
Río de la Plata. [Juan Díez de Solís] tomó la vía de mediodía, y costeando la tierra, anduvo
hasta ponerse casi a cuarenta grados […]. Tropezó con un grandísimo río que los naturales
llaman Paranaguazu, que quiere decir río como mar o agua grande” (López de Gómara: 153).
2
“Juan Díez de Solís, natural de Lebrija, las costeó legua por legua el año 12, a su propia costa.
Era piloto mayor del Rey; fue con licencia, siguió el derrotero de Pinzón” (López de Gómara:
153)
3
“Puso cruces en árboles, que los hay por allí muy grandes […]. Le pareció bien la tierra y
gente, cargó de brasil y se volvió a España” (López de Gómara: 153).
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septiembre de 1515, y en esa oportunidad “cayeron sobre él muchos indios que estaban

en acecho, lo mataron y se comieron todos los españoles que sacó” (153).

A continuación, Ruy Díaz narra la experiencia de Magallanes en el sur del

continente. El autor narra que “armando cinco navíos a costa de Su Majestad, metió en

ellos 200 soldados […] y partió de San Lúcar en 20 días del mes de septiembre” (64).

Luego señala que “llegando a Cabo Verde, atravesó con buen viaje el cabo de San

Agustín entre el poniente y el sur, donde estuvieron muchos días comiendo él y sus

soldados cañas de azúcar y unos animales como vacas, que llaman antas” (64). La

misma información revela López de Gómara, en el capítulo XCII de su obra, sobre la

fecha, el rumbo de Magallanes y la alimentación de su tropa.4 Posteriormente, Ruy Díaz

indica que Magallanes “partió el siguiente año, último de marzo […], y llegó a una

bahía que está en 40 grados, haciendo allí su invernada” (65) 5, donde se encontró con

cinco gigantes que allí vivían, y se llevaron a tres de ellos a su nave para mostrarlos en

España. Luego, refiere que, de los tres gigantes que habían capturado, “huyeron dos, y

metiendo el uno en la nave capitana, fue bien tratado de Magallanes […]. Aunque con

rostro triste, tuvo temor de verse en un espejo y, por ver las fuerzas que tenía, le

hicieron que tomase a cuestas una pipa” (65). El gigante, al verse en esta situación,

intentó huir, y “cargaron de él ocho o diez soldados y tuvieron bien que hacer para

atarlo, de lo cual se disgustó tanto que no quise comer y de puro coraje, murió” (65).

Gómara narra con las mismas palabras este encuentro entre Magallanes y los gigantes,

la huida de dos de ellos y la muerte que sufre el único prisionero por los abusos

4
“Armaron cinco naos […]; reunieron doscientos soldados, y todo a costa del Rey. Partió con
tanto Magallanes […] de Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre […]. De allí [fue] a las
islas de Cabo Verde, y de ellas a San Agustín por entre mediodía y poniente […]. Estuvieron
muchos días en tierra […] comiendo cañas de azúcar y antas, que parecen vacas” (López de
Gómara: 158).
5
“Llegaron a fines de marzo a una bahía que está a cuarenta grados, donde invernaron” (López
de Gómara: 159).
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cometidos por los españoles.6 Si bien este autor narra los pormenores de la muerte de

Magallanes en manos de los indios mautaneses, Ruy Díaz no da más detalles sobre su

derrotero, excepto que perdió la vida en su expedición a las islas Malucas y que su lugar

fue ocupado por Juan Sebastián Elcano. Sobre este piloto, Ruy Díaz recoge solamente

que “anduvo, según todos dicen, 14.000 leguas en la nao Victoria, de donde se le dio un

globo por armas en que tenía puestos los pies con una letra que decía: primus

circumdedisti me” (66). Gómara, en el capítulo XCII, revela la misma información

sobre Elcano,7 pero incluye que arribó a Sanlúcar de Barrameda con dieciocho

españoles flacos y destrozados luego de su expedición por el Pacífico. Por último, Ruy

Díaz cierra el primer capítulo del libro sintetizando la importancia de Vespucio, Solís y

Magallanes como pioneros en la conquista del Río de la Plata. Con el agregado de

Elcano, puede asegurarse que Ruy Díaz de Guzmán copió textualmente de la obra de

López de Gómara tanto coordenadas de navegación y características topográficas como

también diversas peripecias de estos navegantes, tal como afirmó Rómulo Carbia. Lo

que resulta notable es la omisión por parte de Ruy Díaz de los detalles que desdibujan la

imagen triunfal de estos expedicionarios, brindando una construcción positiva acerca de

sus excursiones por el Río de la Plata.

Otros conquistadores

Si bien es cierto que Ruy Díaz de Guzmán toma como temas principales de La

Argentina un territorio y figuras históricas que prácticamente no aparecen en la obra de

6
“Huyeron dos; el otro, que no pude escabullirse, entró en la nao capitana. Magallanes le trató
bien […]; bebió bien del vino, tuvo pavor de verse ante un espejo; probaron qué fuerza tenía, y
ocho hombres no lo pudieron atar; […] no quiso comer, de puro coraje, y se murió” (López de
Gómara: 160).
7
“Anduvieron diez mil leguas, y aun catorce mil, según cuenta […]; y así, él puso en sus armas
el mundo por cimera, y por letra Primus circumdedisti me, que conforma muy bien con lo que
navegó” (López de Gómara: 174).
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López de Gómara, el resto de los conquistadores nombrados por ambos autores tienen

tratamientos distintos en sus obras. Así, por ejemplo, López de Gómara nos da una

información completamente distinta sobre Sebastián Gaboto, Pedro de Mendoza y Alvar

Núñez Cabeza de Vaca.

En el capítulo LXXXIX de la Historia General de Indias, Gómara señala que

Gaboto partió en 1526 al Río de la Plata con doscientos cincuenta hombres (153),

mientras que Ruy Díaz afirma que salió del puerto de Cádiz en 1530 con trescientos

españoles (101). A continuación, el asunceño nos brinda información sobre Gaboto

mucho más precisa que Gómara, quien ni siquiera señala la fundación del fuerte Sancti

Espíritu y solo afirma que “sin hacer cosa buena, regresó Gaboto a España destrozado, y

no tanto […] por su culpa como por la de su gente” (154). En el mismo capítulo, López

de Gómara menciona que Pedro de Mendoza fue al Río de la Plata en 1535, con doce

naves y dos mil hombres (154), y solamente agrega que murió en el camino de regreso a

España. Ruy Díaz indica que fueron catorce navíos y, si bien no dice cuánta gente

siguió al adelantado, dispone de una larga lista de nombres que acompañaron a Pedro de

Mendoza y realiza una detallada descripción de su travesía, desde el asesinato de Juan

de Osorio hasta su muerte en altamar. Lo mismo sucede en el caso de Alvar Núñez

Cabeza de Vaca: López de Gómara, si bien relata su expedición por el norte del

continente, apenas informa que partió en 1941 hacia el Río de la Plata y que tuvo

problemas con la gente de Pedro de Mendoza, mientras que en la obra Ruy Díaz el

derrotero de este personaje resulta central en el relato.

Al margen de los casos ya considerados, son muy pocos los nombres que

comparten las obras de Ruy Díaz y López de Gómara. Podemos hallar información

sobre Pedro de Vera, conquistador de las islas Canarias, que no resulta coincidente en

las dos obras. Tampoco concuerda la fecha de la Batalla de Chupas, donde Vaca de
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Castro vence a Diego de Almagro: Gómara la ubica en 1542 y Ruy Díaz, en 1543. Sin

embargo, el único dato no mencionado por Carbia que podría coincidir entre Gómara y

Ruy Díaz es el referente al encuentro que tuvieron el capitán Orellana y Gonzalo Pizarro

con las amazonas. De todos modos, el cotejo entre estos pasajes no refleja la misma

evidencia que en los casos aludidos, y resultaría al menos temerario asegurar que Ruy

Díaz hubiera tomado esta información del texto de Gómara.

Conclusiones

Después de cotejar, en base a las afirmaciones de Rómulo Carbia, los pasajes

que Ruy Díaz de Guzmán habría copiado de la obra de López de Gómara, puede

afirmarse que el crítico estaba en lo cierto. Sobre la existencia en la obra de Ruy Díaz

de pasajes literalmente copiados de la obra de Gómara, puede aseverarse que el autor

asunceño toma de los capítulos LXXXIX, XCII y XCVIII ciertos datos puntuales

acerca del cabo de San Agustín, de la ruta desde ese punto al Río de la Plata; y

referencias precisas sobre el derrotero de Juan Díaz de Solís, Francisco de Magallanes y

Sebastián Elcano. Sin embargo, Ruy Díaz selecciona los fragmentos que describen las

acciones principales en relación con su llegada al Río de la Plata, pero omite el

desenlace de sus derroteros y descarta detalles que ensombrecen sus semblantes. A su

vez, puede descartarse la influencia de López de Gómara –al menos en cuanto al

contenido temático– en el resto de la obra de Ruy Díaz, puesto que los pocos

protagonistas que aparecen en ambas son descriptos de manera diferente. Por lo tanto,

reafirmamos las palabras de Rómulo Carbia sobre la influencia de Gómara en Ruy Díaz

y, de esta manera, clarificamos la controversia que las sospechas de Caillet-Bois habían

despertado.

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Referencias bibliográficas

Caillet-Bois, Julio (1958). “Criollos y mestizos: Ruy Díaz de Guzmán”. En Historia de la


literatura argentina. Buenos Aires: Peuser. 81-96.
Carbia, Rómulo (1940). Historia crítica de la historiografía argentina: desde sus orígenes en el
siglo XVI. La Plata: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad
Nacional de La Plata.
Díaz de Guzmán, Ruy (2012) [1612]. Argentina. Historia del descubrimiento y conquista del
Río de la Plata. Tieffemberg, Silvia (ed.). Buenos Aires: Editorial de la Facultad de Filosofía y
Letras de Buenos Aires.
López de Gómara, Francisco (1954) [1552]. Historia general de las Indias. Barcelona: Iberia.

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