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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO

(UTESA)

Tema:
Melanoma.

Presentado por:
Danaire Cristian.

Matrícula:
1-15-1995.

Asignatura:
Dermatología y venerología.

Grupo:
004.

Presentado a:
Dra. Ilse Arias.

Fecha:
15 de agosto de 2021.
Santiago, Rep. Dominicana.
MELANOMA

Neoplasia maligna que se origina en los melanocitos epidérmicos, dérmicos


o del epitelio de mucosas. Afecta la piel (90%), ojos (9%) y mucosas (1%),
donde produce una neoformación pigmentada plana o exofítica que es
curable durante la etapa inicial, pero que sin tratamiento adecuado es de
rápido avance y emite metástasis linfáticas y hematógenas que suscritan
mortalidad alta.
Etiopatogenia
No se reconoce con precisión. Intervienen factores genéticos y ambientales.
Puede comenzar en los melanocitos de la epidermis, la dermis o mucosas,
así como a partir de un nevo displásico, congénito gigante o de unión, o de
un lentigo maligno.
Parece haber disposición genética. La frecuencia de melanoma familiar es
de 8-12%. Se ha reconocido un antígeno común de melanoma con relación
con HLA-A1. En el genoma humano se han localizado Locus de
susceptibilidad en los cromosomas 9p (9p21) y 10q26. Se ha sugerido que
un gen del cromosoma 9p muestra vínculo con las etapas tempranas de la
transformación maligna, y que los cromosomas 1 y 6 se relacionan con las
últimas etapas de avance de la neoplasia.
De manera característica ha mostrado relación con la exposición frecuente
a la luz solar. Más que de la radiación acumulativa, el mayor riesgo se
relaciona con el número de episodios agudos de quemadura intensa por luz
solar, así como de la exposición durante la niñez antes de los cinco años de
edad. También está vinculada con exposición a luz artificial como
psoralenos más luz ultravioleta A (PUVA) y la de camas de bronceado.
Otros factores de riesgo para presentar melanoma son antecedente
personal de cáncer de piel no melanoma, síndrome del nevo displásico
familiar o xeroderma pigmentoso, piel blanca (fototipos I y II De Fitzpatrick),
ojos azules o verdes y pelo rubio o rojo.
Un 50% de los melanomas se asocia con nevos melanocíticos adquiridos.
De los nevos melanocíticos congénitos, sólo los gigantes (20cm2) se
vinculan con riesgo alto (3-7%). El embarazo no parece influir sobre el
pronóstico del melanoma.
Clasificación
Clínicamente se reconocen el lentigo maligno, el melanoma lentigo
maligno, el melanoma de extensión superficial, melanoma “nodular”,
melanoma acral lentiginoso, melanoma amelánico, y el melanoma de
mucosas y del sistema nervioso central o de vísceras. Otras variedades son
excepcionales.
Cuadro clínico
Afecta piel (90%), ojos (9%) y mucosas (1%). Predomina en espalda, piernas
y regiones subungueales. En Australia predomina en cabeza y cuello. En
México afecta las extremidades inferiores (casi 50%), principalmente pie
(43%); también la cabeza (23%), el tronco (13%), las extremidades
superiores (12%) y el cuello (2%).
Se caracteriza por una tumoración pigmentada, cuyo color varía de café
oscuro a negro, con salida del pigmento hacia la piel circunvecina y de
bordes irregulares. El tamaño puede variar de algunos milímetros a varios
cenímetros. Al principio la superficie es lisa; después se ulcera y se cubre de
costras melicericosanguíneas.
Puede haber sensación de dolor o prurito y lesiones satélite. La evolución
es rápida y progresiva. El melanoma tiene gran tendencia a las metástasis,
tanto linfáticas hacia ganglios o tejidos vecinos, como por vía hematógena
hacia vísceras, principalmente pulmones e hígado. Se conoce como
melanoma localmente avanzado cuando hay metástasis en tránsito o
satelitosis y ausencia de metástasis a distancia.
➢ Lentigo maligno, melanosis precancerosa de Dubrehuil, o peca
melanocítica de Hutchinson: Esta variedad puede evolucionar hacia
melanoma lentigo maligno y constituye 10% de los melanomas. Es el
menos agresivo, suele localizarse en zonas expuestas a la luz solar,
en piel con fotodaño, principalmente en cara (mejillas) y cuello,
aunque puede afectar mucosas por contigüedad. Se inicia como una
lesión plana, de color café oscuro, que crece con lentitud hasta 7 cm
en promedio, y muestra elevaciones oscuras, con hiperqueratosis y
ulceración.
➢ Melanoma de extensión superficial: Constituye 40-50% de los
melanomas. Es más común en la espalda en varones, y en las piernas
en mujeres. La lesión mide unos 2.5 cm de diámetro, es plana o un
poco infiltrada y a menudo arciforme, de bordes y pigmentación
irregulares, y de color café rojizo, azul grisáceo o negro. En ocasiones
es múltiple.
➢ Melanoma nodular: Es la forma más agresiva, y representa 10-20%
de los melanomas. Por lo general ocurre entre el quinto y sexto
decenios de la vida; predomina en el tronco de varones. Se observa
como una placa o tumoración semiesférica de aspecto “nodular” de
más de 6 mm, de color café a azul oscuro o negro, de superficie lisa,
ulcerada o vegetante, y de bordes irregulares, que se asienta con
frecuencia en piel normal.
➢ Melanoma acral lentiginoso: Se observa más a menudo en personas
de raza negra (60%), asiáticos (29%), y en mestizos, y es la forma más
frecuente en México. Afecta las palmas de las manos, plantas de los
pies, o falanges distales. Puede ser periungueal o subungueal
(panadizo melanótico), sobre todo en el dedo gordo y en el pulgar.
Suele acompañarse de paroniquia y distrofia ungueal. Produce
manchas pigmentadas irregulares de crecimiento radial, o da lugar a
una banda pigmentada ancha (melanoniquia estriada) con
pigmentación del pliegue ungueal (signo de Hutchinson); en etapas
avanzadas genera formas exofíticas.
➢ Melanoma amelánico: Casi siempre es tumoral, de color rosado y de
muy mal pronóstico. En 1-5% de los casos, el melanoma primario está
oculto y sólo se observan las metástasis, las cuales por lo general son
ganglionares (60%).
➢ Melanoma de mucosas: Presenta aspectos clínicos e
histopatológicos semejantes a los del cutáneo. En la boca predomina
en paladar y mucosa gingival. Casi siempre aparece como una lesión
pigmentada. También puede ser conjuntival, intranasal, genital y
anorrectal.
Tratamiento
El quirúrgico ofrece la única posibilidad de curación; el tipo y la extensión
dependen de la variedad clínica y el espesor (Breslow). Se prefiere biopsia
escisional, pero la incisional está indicada en lesiones grandes o ulceradas.
Una vez confirmado con biopsia, es necesario que se realice la operación en
un lapso de 1-2 semanas. La biopsia del ganglio centinela es muy
importante en el pronóstico en estadios I y II de melanoma.
También se puede emplear la cirugía micrográfica de Mohs, la cual permite
conservar tejido sano en áreas de importancia estética y brinda la
posibilidad de detectar enfermedad subclínica. En esta técnica existe la
dificultad para identificar melanocitos en secciones por congelación por lo
que se recomienda el uso de tinciones de inmunohistoquímica.
En etapas avanzadas (III) no hay tratamiento eficaz. A veces es muy radical,
con vaciamiento ganglionar y amputación de extremidades. El tratamiento
de melanoma metastásico a ganglios linfáticos consiste en la combinación
de intervención quirúrgica e interferón. Este último disminuye las
recurrencias (5-10%), y eleva un poco la supervivencia a un año de
pacientes (2-5%). El tratamiento de melanoma metastásico a órganos
distantes consta de dacarbazina o interleucina-2, las cuales producen sólo
respuestas temporales en 10-15% de los pacientes. Sin embargo, 40% de
los pacientes que muestran respuesta a la interleucina-2 sobrevive más de
cinco años.
Recientemente, se han reportado mejorias temporales de supervivencia
utilizando ipilimumab, inhibidores del BRAF (vemurafenib, dabrafenib),
trametinib o imatinib.
Sólo el oncólogo podrá decidir si usa tratamientos paliativos, como legrado
(curetaje) y electrodesecación, criocirugía, exfoliación (peeling) química, 5-
fluorouracilo o ácido azelaico al 15-20%, dado que nunca deberán utilizarse
ante melanoma en etapa más temprana.
Profilaxis
El diagnóstico de melanoma implica vigilancia posterior y educación. Es
prioritario establecer grupos de riesgo (raciales, familiares, lesiones
precursoras) y vigilarlos; se aconseja protección contra la luz solar y el uso
de filtros. El manejo en embarazadas es semejante.

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