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LA PACHAMAMA
EL RETORNO DE LA DIOSA
SOMBRA Y TERAPIA EN LA NUEVA ERA
ATRAVESADO POR EL RELÁMPAGO DE DIOS
Año IV Num 14
ALETHEIA
Año IV. Num 14
Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
Sylvia Cova Publicado por la
Asociación Venezolana
de Psicología Analítica (AVPA)
La Pachamama . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Idea Editorial
Giovanna Bruni y Coordinación General:
Laura Morandini
Aletheia
Aληθεια. Compuesta por α (a = sin) y ληθεια (letheia =
ocultar), unidos forman el concepto de "des-ocultamiento".
La acción de desvelar, correr el velo para que aparezca lo que
está oculto. El término está asociado con (lethe = olvido) que
da nombre al río del Hades, el Leteo. Beber las aguas del
Leteo provocaba un olvido completo, la verdad es lo
olvidado. Y como nos dice Platón, conocer la verdad no es
más que recordar. En portada
Sophia Goddess of Wisdom
Art Nouveau by Emily Balivet
www.emilybalivet.com
poéticamente
4
LA PACHAMAMA
Giovanna
En t i n ues tra vida nace , c rece y r eposa , e n t i nu estra vida
Bruni se enc ie nde y se apaga.
Som os t u l uz, som os t u c uerp o, tu esp íri tu .
C on sol em nidad llegaré a ti con ver tido en pol vo
cuando m ejor lo d ecidas .
Munay pach am am a, m unay ,m unay …
1
Centeno Brun, H. (2009) Acercamiento a la visión cósmica del mundo andino. Punto Cero
v.14 n.18 Cochabamba, Bolivia
2
Lévy-Bruhl, L. (1985). El alma primitiva. Madrid. Ed. Sarpe.
5
virt ud de una relación directa que podría ser denominad a
identidad parcial. Esta ent i dad se basa e n una unidad a priori de
objet o y sujeto ” 3.
animal es, l os ríos, Policarpio Flores Apaza , amauta de Tiwanaku, nos relata: “E l
ayllu es la reunión de mucha ge nte con sentimientos d e
los lagos, las hermand ad; e l ay llu inclus o es una unión con la Pachamama , con
las plantas y los animales, y para eso no se necesita ni p olítica ni
montañas, y e sto
religión, sólo un corazón grande. Nuestros abuelos tenían un gra n
implica una corazón y andaban con paso seguro p orque hablaban con la
Pachamama, con las estre llas, con las f lores: es p or eso q ue no s e
relación equivocaban” 4.
3
Jung, C.G. (1949) Psicología y Religión. Barcelona. Ed Paidos
4
Flores Apaza, P. ( 1999) El hombre que volvió a nacer. Vida, saberes y reflexiones de un
amawta de Tiwanaku. Plural Editores.
6
Madre Tierra, en Roma por Cibeles como Magna Mater, en la
mitología incaica lo hace la Pachamama.
5
Neumann, E. (1949) Los orígenes e historia de la conciencia. Lima. Editorial Traducciones
Junguianas.
6
Jung, C.G. (1984) Arquetipos e inconsciente colectivo. Barcelona. Ed. Paidós.
7
impulso o inst into benéficos; lo secret o, lo oculto, lo sombrío, e l
abismo, el mundo de los muert os, lo que devora, seduce y
envenena, lo que provoca miedo y no permite e vasión ”. 7
7
Ibidem
8
Qoya, esposas de los reyes incas, es probable que también
existieran expresiones de alguna diosa femenina.
8
Di Salvia, D.(2013) La Pachamama en la época incaica y post-incaica: una visión andina a partir
de las crónicas peruanas coloniales (siglos XVI y XVII).Revista Española de Antropología
Americana.
9
Puno, Perú, la Pachamama es identificada con la virgen de la
Candelaria.
9
Neumann, E. (1949) Los orígenes e historia de la conciencia. Lima. Editorial Traducciones
Junguianas.
10
que la humanidad t iene de la profund idad y belleza de la tierra, d e
la bond ad y gracia de la Madre Nat uraleza que d iariame nte
satisface la promesa de redención y resurrección, de la nue va vida
y el nuevo nacimiento” 10.
10
Ibidem
11
Jung, C.G. (1984) Arquetipos e inconsciente colectivo. (1984) Barcelona. Ed. Paidos.
11
de todo. Es importante aclarar que el sustento de la s
comunidades andinas dependía principalmente de la fecundidad
de la tierra.
12
Neumann, E. (1949) Los orígenes e historia de la conciencia. Lima. Editorial Traducciones
Junguianas.
13
Jung, C.G. (1984) Arquetipos e inconsciente colectivo. Editorial Paidos. Barcelona
14
Mariscotti, A.M. Pachamama Santa Tierra. Contribución al estudio de la religión autóctona
en los Andes centro-meridionales. (1978) Suplemento de la revista Indiana 8. Berlin.
12
Aun hoy en día, la representación más significativa de l
aspecto negativo de esta diosa se manifiesta en el mes de agost o
cuando tienen lugar las principales ceremonias en su honor.
13
desmembramiento y los of recimient os d e sangre, s on garant ía s
mágicas de la fertilidad de la tierra ” 15
15
Huanacuni, F. (2005). Visión cósmica de los Andes. Editorial Librería Armonía. La Paz.
14
(instrumento de música andino) se entonan canciones a la
Pachamama y los visitantes también cantan sus coplas a la madre
tierra, el agradecimiento es lo principal.
15
El RETORNO DE LA DIOSA
Hortensia
Carrer Con este nombre se hace alusión a un movimiento religios o
que surge en la década de los 70’s y que se expande desde
América del Norte hasta Nueva Zelanda y Europa Occidental, un
ala de este pensamiento fue la llamada Nueva Era o New Age,
como se la conoció en el mu ndo. Una de las grandes distorsiones
de este movimiento fue la conversión del principio de
Correspondencia que dice que “Como es arriba es abajo, como
es adentro es afuera”. La distorsión fue el hacer creer que , con
el mero deseo, la realidad se transformaba, en eso constituía la
magia express de la Nueva Era a la que se anotaron cientos de
miles de “creyentes”.
20
llegamos al punto en el que lo que hacemos ya no nos interesa;
allí es cuando nos encontramos en la encrucijada y Hécate viene
a nuestro auxilio. Es por esta razón que se encuentra en la
antesala de las principales transformaciones, es un a comadrona
interior cuya perspectiva nos ayuda cuando damos a luz nuevos
aspectos de nosotras mismas.
21
Laura SOMBRA Y TERAPIA EN LA NUEVA ERA
Morandini
Para que las ramas de un árbol lleguen a l c ielo
sus raíces deben tocar e l Infierno
22
Sombra. Callar y mirar dentro de sí puede ser un primer paso para
su reconocimiento. Esto toma tiempo y compromiso. Jung, al
respecto afirmaba que constituía un esfu erzo moral el trabajo de
confrontación con la propia oscuridad.
insatisfechas de un Hacia mediados de los años noventa, con el boom New Age
se masificó el arte terapéutico, para ese momento muchas
colectivo que estaba personas sin la formación necesaria comenzaron a auto
denominarse sanadores, asesores, curadores y/0 terapeutas, sin
en la búsqueda de
pasar por un entrenamiento profe sional. No se puede negar que
respuestas que la el movimiento New Age respondió a ne cesidades insatisfechas
de un colectivo que estaba en la búsque da de respuestas que la
religión ya no estaba religión ya no estaba en la capacidad de ofrecer. Nuevos gurús y
toda suerte de iluminados comenzaron a “formar” adeptos en u n
en la capacidad de
contexto ambiguo e indiferenciado de terapias alternativas que
ofrecer fueron invadiendo los espacios formales. Se propuso así u n
encuentro con la divinidad sin intermediarios, vendiendo la
trascendencia y la iluminación en cursos de fin de semana.
Surgieron aprendices llenos de buenas intenciones convencidos
que la sola experiencia arquetípica de haber experimentado
sufrimiento podría ser la condición necesaria y suficiente para
lograr ser sanador, curador, y terapeuta gracias a la sensibi l idad
y la empatía que potencialmente e l dolor psíquico puede
despertar hacia el otro.
24
Esta espiritualidad light acompañada del “buenismo ”
terapéutico y de una buena dosis de psicología positiva, a lo
largo del tiempo fue edulcorando todo a su paso; simplemente
negando y apartando a la Sombra, sin contemplar un trabajo
interior de confrontación h onesta consi go mismo.
25
“mentoría” para el desarrollo de sus fac ultades latentes. A est e
respecto quisiera citar a Aldo Carotenuto 16 (1988):
16
Carotenuto, A.(1988) La Nostalgia della memoria. Ed, Bompiani. Milano
17
Guggenbühl- Craig, A. (2001) Poder y destructividad en Psicoterapia. Monteavila Editores.
Caracas
26
el conocimiento -o en e l caso de terapias de corte más espiritua l
tan de moda - que es quien tiene la llave maestra y el poder para
explorar lo inconsciente y predecir las vicisitudes que tendrá que
enfrentar el paciente. Por ejemplo, esto se hace evidente hoy en
día con la gran proliferación de “canali zadores”. No dudo que
existan personas sensibles que realmente tengan la facultad y el
don de contactar con mundos sutiles, sin embargo, pareciera que
súbitamente el don de la canalización ha sido otorgado en masa.
Nadie está exento de quedar arrastrado por estas corrientes del
colectivo y e n ello pueden quedar también envueltos analistas y
terapeutas experimentados. Muchas veces en la consu lt a
podemos tener un “momento i ntuitivo” donde percibimos una
información desde una conexión inconsc iente que se nos revela
como imagen interna o sensación corporal a medida que el
paciente nos comunica una vivencia. Sabemos “algo” pero no
podemos identificar racionalmente su origen. ¿Es esa percepción
sutil un deseo del tera peuta, una fantasía, una proyección que
está dada por la activación de un complejo personal? Gracias al
autoconocimiento y trabajo personal tenemos la protección -
pero no la garantía - de no quedar poseídos por el arquetipo.
27
A T R A V E S A D O P O R E L R E L Á M P A G O D E D I O S 18
Diana
O DEL CANTO DESNUDO DEL POETA
Rísquez
“Si tuado en m edio de l os d ioses hu idos y de
los h om bres que han olv idado el rastr o de lo
divi no en el m u ndo, los poe tas, dij o
Heidegger , es tán atra vesados por el
relám pago de Dios .”
18
Homenaje al poeta Armando Rojas Guardia. Conversatorio acerca de Poesía, Arte y
Psicología. 28 de Noviembre 2009
19
Jung, C. G (2001). Recuerdos, sueños y pensamientos. Ed. Seix Barral. Barcelona
28
la sensación de que esa compañía silenciosa me producía una
inmensa paz. Sólo con su mirada me comunicaba aquello qu e
necesitaba saber. El sentimiento ligad o al sueño, todavía me
acompaña y la sorpresa del posterior encuentro, en su curs o
acerca de las tragedias griegas, nunca ha cesado. Así que le gust e
o no poeta, usted ya forma parte de mi realidad interna.
20
Rojas Guardia, Armando. (2004) Oficio de Vísperas-Obra Poética, pág 50. Ediciones El Otro
el mismo, Mérida.
29
Así nuestro poeta, consagrado a Dios desde temprana edad,
era maestro de las palabras y del éxtasis místico. No só lo
nombrando las palabras, sino encarnándolas con pasmos a
precisión. Para ello, nos dice la psicología, debe ha ber una
conexión casi directa con el Self que es la fuente primaria de lo
inconsciente. Las imágenes son su expresión y las palabras
siempre incompletas, su cuerpo o su coa gulación. La precisión y
la maestría del poeta consiste en la expresión; porque no h ay
mucha distancia entre el significado y lo que se describe, más
que nombrar al árbol, serlo.
21
Ovidio Nasón, P. (1995) La metamorfosis. Madrid. Cátedra Ediciones.
30
Era tal la fuerza de su canto que Ovidio explica:
Y nuestro poeta:
Casi.
22
Ibidem
23
Ibidem, pag 146.
31
Cuando ambos sienten que han realizado lo imposib le, la
oscuridad del inconsciente con sus leyes inmutables les arrebata
al amado. Orfeo pierde a Eurídice al voltear para asegurarse que
le seguía y Rojas Guardia se pierde en la muerte de su madre y
en el laberinto tan humano del conflicto de la aceptación y la
culpa sumiéndose en el silencio de la tristeza…
Bautismo de nada 24
Vacío s in p olvo (19 87 - 1988)
24
Ibidem, Pág 173
32
la que borra m i nombra y me bautiza
en los labios de Dios, el inn ombrable.
25
La desnudez del loco
(…)
Psicológicamente,
Llegábamos en grup os hasta el bañ o,
se está
desamparada fraternidad de cuerpos,
peligrosamente goteante s carnes, en la m itad del mundo
-porque estar allí era una cósm ica in temperie,
cerca de la
La orfa ndad merid iana y abs oluta:
disolución en la
verse a s í m ismo, desnudo ante otr os,
matriz oceánica de desnudos tamb ién ellos, devolviéndon os
a la s olar ingrim itud de ser un cuerpo
la madre
parado allí frente a los ojos
del escrutinio a jeno, sin la sombra
bienhech ora y cobijante del pudor:
sólo desnud o com o el Adán culpable
con la con cien cia súb ita de estarlo
en la desola ción pan óptica del día,
justo en el e je de las doce en punt o.
(…)
25
Rojas Guardia, A. (2018) El Esplendor y la Espera, Pág. 344. Alcaldía de Cuenca, Ecuador.
33
Tocar fondo, dejarse inundar por lo inconsciente, fundirse en
el SELF, esa matriz del todo.
El Excluido 26
El esp lend or y la espera. (2000)
26
Ibidem, Pág 299.
34
aquellos ins istentes pasos revelándote
la apátrida v igilia de su insomn io?
Pero en contrarlo s ign if ica salir,
sobre t odo salir, padecer la incom odidad
de la salida al a fuera s in refu gio,
dejar la lámpara, el s illón, la mesa pues ta,
y emprender el noctámbulo esfuer zo
para descubrirlo en la pris ión culpable,
y en la pobreza toda, y en la here jía
acusadora de tu léxico mental,
y en la viudez de lo ci erto, y s implemente
en el cáncer, la lepra, la agonía:
situado allí donde el paisa je se presenta inhóspito
por dist int o a los que ya conoces,
a los que acab an devolviendo tu mirada
como un espejo con tumaz.
De esta here ncia
Es él. El que no invitaste. Ahora lo s abes.
Órfica, que dan en Lo descubriste al fin, llorando noche.
…y es que quie n
27
Ibidem, Pág 321
36
del bolígraf o, por las d imens iones de la copa,
por la g ota de la lluvia, por u na es cama de p ez,
por el dedo meñique y su uña breve.
Dios prolifera ínf imo. Su omn ipoten cia
resulta cent imetral s i recordam os
que padece el su frim ient o con nosotros,
voluntariamente mania tada a nte el dolor
que quiere compartir en s u impoten cia:
solidaria contest ación a la pregunta
de cóm o permite el mal in congruente.
Su inf in itud se en coge en la estre chez
autoceñ ida para dilatar, ilim itada,
la libertad del h ombre, la que puede reducir
aún más el inf inito cuan to gus te,
hasta el tamañ o de un dedal ignorado e inser vible.
Esta redu cción divina t ambién se n os ofrece
contemplarla en el acto mism o que creó
todas las cosas: el Tod o, que t odo lo ocupaba,
se contrajo a fin de abr irle lugar al un iverso
expandiéndose au tón omo en su a fuera.
dios no tuvo mied o de mostra rse
dentro de la estricta pequeñe z de un hombre
paupérrimo, marginado, perseguido,
quien comparó el supremo de gra cia,
que an unciaba com o p osib ilidad accesible
e inm inente, a la mín ima de toda s las semilla s,
grávida de su fertil idad oculta.
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Septiembre 2020