La importancia de un contrato de obra

A la hora de acordar un nuevo trabajo o una prestación de un servicio mediante un

escrito donde se estipulen reglas y normas con ajustes por un acuerdo bilateral, se
le hace llamar contrato. La toma de decisiones sobre dicha actividad exige el
planteamiento del proyecto y su análisis, hasta desglosar sujetos, objetos y
derechos implicados. Dicho análisis determinará qué apartados deberá cumplir y
requerir la actividad, y de qué forma se llevará a cabo, en su caso.

Es de vital importancia en la resolución de actividades, obligando a las partes

involucradas a cumplirlo, mediante la realización de cierta vinculación de uno de
los miembros en el pago oportuno por el otro interesado. En el cual se involucra
tanto el contratista, como el dueño de la obra.
Ambas partes obtienen un beneficio y se mantiene un control en la realización del
proyecto, con la correcta ejecución de lo anteriormente pactado.

Dentro del contrato de obra se pacta una entrega de la obra, donde se revisa el
cumplimiento de los trabajos realizados y si llega aparecer fallos o incumplimiento
del mismo, se realiza una suspensión parcial de la obra por parte del contratista.

Con este tipo de contrato se tiene un adecuado control de la obra, generando así
una mejoría en desarrollo de la misma y evitando gastos innecesarios de
materiales o elevación incontrolada de precios. Además que al no ejecutarse lo
pactado o al presentarse anomalías, se ejerce acción penal incumplimiento de
trato.

Derivado de todo lo anterior, es de gran importancia tener en cuenta que en

cuanto un trabajador da comienzo la prestación de sus servicios, existe entonces
una relación de trabajo y por ende, una serie de derechos y obligaciones
recíprocos entre ambas partes, independientemente de que exista o no un
contrato individual de trabajo celebrado.