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UNIVERSIDAD FERMIN TORO

VICERECTORADO ACADEMICO
ESCUELADE DERECHO
DERECHO CONTRATOS Y GARANTIAS

EL CONTRATO DE OBRA EXPLICANDO SU


CARACTERÍSTICA Y LAS OBLIGACIONES DEL
CONTRATANTE Y EL CONTRATADO

PROFESOR: José Alvares


PARTICIPANTE:
Degli Blanco C.I: V-7.406.946
SECCION: SAIA/B
Explique en consiste el contrato de obra explicando su característica y las
obligaciones del contratante y el contratado. Razone su repuesta.

Contrato de Obras.

Definición: es aquel mediante el cual una parte se compromete a ejecutar por


si o bajo su dirección, mediante un precio que la otra le obliga a satisfacerle.

El arrendamiento de obra se sujeta a las reglas generales del contrato de


arrendamiento, `ssin perjuicio de las especiales que siguen”.

Artículo 1.630 del Código Civil Venezolano Vigente: El contrato de obras es


aquel mediante el cual una parte se compromete a ejecutar determinado
trabajo por sí o bajo su dirección, mediante un precio que la otra se obliga a
satisfacerle.

El contrato de obra, es aquel mediante el cual una parte se compromete a


ejecutar determinado trabajo, por si solo o bajo su dirección, mediante un
precio que la otra se obliga a satisfacerle. De acuerdo a esta definición legal, se
puede entender que el contrato de obras es aquel mediante el cual una
persona se obliga a ejecutar un determinado trabajo de orden cualquiera, con
vistas a un resultado final y en razón de una contraprestación o precio, que la
otra se obliga a satisfacerle.

La doctrina es unánime en afirmar que lo característico del contrato de obras


reside en la ejecución de actos materiales por oposición a los jurídicos, ya que
la persona encargada de realizar el trabajo o servicio encomendado
comúnmente denominado empresario o contratista, realiza una actividad
material, tal como la producción de bienes o cosas, la prestación de servicios o
la ejecución de un trabajo intelectual determinado.

Por lo tanto, el sello característico del contrato de obras, reside en que el


objetivo final esta dirigido a una ejecución material del más diverso género o
categoría. En este orden de ideas, ese trabajo o actividad puede estar dirigido
a la producción de bienes o cosas, como sería el caso de la persona que
mediante un encargo se obliga a construir una casa o a ejecutar un mueble
determinado; puede consistir también, en la prestación de servicios personales,
como seria el caso del médico que atiende al paciente o el abogado que realiza
una consulta.

Existen pues, multiplicidad de formas o maneras bajo las cuales se puede


presentar el contrato de obras, tan disímiles en su finalidad u objeto como la
mente humana pueda crear, pues todo dependerá de la habilidad que se pueda
poner en la ejecución del trabajo.

Por esta circunstancia, un autor tan reputado como Luis Josserand indica que
el contrato de obras se presenta “bajo los mas variables aspectos, más
variados aún de los que convendría en buena lógica”.

La ley distingue dos formas:

Artículo 1.631 del Código Civil Venezolano Vigente: Puede contratarse la


ejecución de una obra, conviniéndose en que quien la haya de ejecutar ponga
solamente su trabajo o su industria, o que también provea el material.

Cuando el contratista pone los materiales, caso en el cual el contrato se rige


por las reglas de la compra-venta, porque se trata de la venta de una cosa
futura que ha de ser hecha, construida o elaborada. La propiedad del bien se
transmite al comitente cuando la obra ha sido concluida conforme a las
especificaciones del contrato y luego entregada; y Cuando solo suministra la
mano de obra, poniendo los materiales el dueño. Es obligación fundamental del
contratista ejecutar la obra y entregarla dentro del plazo o plazos convenidos.

Las partes en el contrato de obra se denominan:

Una comitente o dueño de la obra y otra contratista, operario, obrero y


artesano. En realidad, los términos más aceptados son comitente y contratista.
A su vez el precio se denomina compensación, honorario o retribución.

Obligaciones del Contratista: Son dos: Ejecutar la obra y entregarla.

Al lado de ellas puede existir otras accesorias o secundarias en el sentido de


que tienden a hacer posible la actuación de las esenciales en mayor o menor
grado. Entre estas últimas pueden mencionarse la obligación de suministrar los
materiales de la obra o de ejecutar trabajos previos, como las llamadas “obras
provisionales” en los contratos de construcción.

Obligaciones de ejecutar la obra:

Naturaleza:

La obligación de ejecutar la obra es una obligación de hacer que pesa sobre el


contratista, sin que ello implique que éste debe realizar siempre en forma
personal la prestación prometida (aunque a veces si debe hacerlo).

La obligación de ejecutar la obra es frecuentemente indivisible, sin que haya de


distinguirse al respecto entre el contrato celebrado a precio por cuerpo y a
precio por medida. La circunstancia que se haya pactado el pago gradual del
precio en proporción a la progresiva ejecución de la obra tampoco obsta a la
indivisibilidad de la obligación de ejecutar la obra.

La obligación de ejecutar la obra es frecuentemente compleja en el sentido de


que comprende numerosos actos de diversos géneros, razón por la cual puede
surgir la duda de si ciertos actos de ejecución del contrato corresponden a la
obligación in comento o constituyen el objeto de otra obligación autónoma.

Objeto:

En general y en silencio del contrato, la obligación de ejecutar la obra


comprende todo lo que es necesario para dar concluida la obra. Los gastos
correspondientes corren por cuenta del contratista. Así, por ejemplo, en un
contrato de construcción son por cuenta del contratista los gastos de
transporte, depósito de materiales, barracas y otras instalaciones para los
trabajadores, etc. Sin embargo, corresponde al comitente realizar a su costa
todos aquellos actos que solo el puede realizar, y que sin constituir ejecución
de la obra, son presupuestos necesarios de la misma (Por ejemplo: la
desocupación de una casa que debe ser demolida para ejecutar la obra
contratada).

La obra en todo caso debe ser ejecutada conforme a las estipulaciones del
contrato y en silencio de éstas, conforme a las normas técnicas generalmente
aceptadas.
Las estipulaciones del contrato, encuentra su máxima expresión en los planos y
especificaciones (proyecto) que figuran en ciertos contratos. Pero, aun cuando,
en principio, el contratista debe sujetarse a las estipulaciones contractuales,
incurre en responsabilidad si no impone al comitente de los vicios del proyecto
que llegó a conocer o que debió conocer. Si el comitente insiste, el contratista
en principio, se libera de toda responsabilidad frente a él por la ejecución de la
obra conforme al proyecto viciado (aunque puede quedar sujeto a
responsabilidad aquiliana frente a terceros, a responsabilidad administrativa e
incluso a responsabilidad penal, según los casos).

A veces se estipula en el contrato que la obra debe ejecutarse a satisfacción


del comitente o de otra persona. En tal caso, si hubiere desacuerdo, se
entenderá que la aprobación quedará reservada a juicio de peritos.

Artículo 1.645 del Código Civil Venezolano Vigente: Cuando se conviniere en


que la obra haya de hacerse a satisfacción del propietario o de otra persona, se
entenderá reservada la aprobación al juicio de peritos, si hubiere desacuerdo
entre los interesados.

Las normas técnicas generalmente aceptadas deben ser observadas en la


medida en que el contrato no disponga expresamente lo contrario. Esas
normas no son solo las concernientes a la seguridad, estabilidad y utilidad de la
obra, sino también las relativas a su forma y aspecto estético, cuando de
acuerdo con las circunstancias esos factores sean relevantes. Las normas
técnicas que obligan al contratista, son desde luego las existentes para el
momento de la ejecución de la obra; no se exonera alegando que ha cumplido
normas para entonces superadas ni es responsable si la técnica a la que se
conformó fue ulteriormente superada.

Fuera de los límites fijados por las estipulaciones contractuales y las normas
técnicas, el contratista es, en principio, libre de ejecutar la obra como mejor le
parezca. Pero es frecuente que se pacte una intervención del propio comitente
o de persona designada por él, no solo para controlar y verificar si el contratista
ejecuta la obra conforme a las estipulaciones del contrato y las normas de la
técnica, sino para darle instrucciones sobre la ejecución de la obra en una
esfera más o menos amplia.
El contratista no está obligado a garantizar al comitente que obtendrá el
resultado ulterior que éste pretende alcanzar con la obra, si dicho resultado
ulterior ha permanecido como intención personal del comitente, sin tomar parte
del contrato.

Si el contratista introduce variaciones en la obra convenida, es necesario


distinguir:

Si se trata de las pequeñas modificaciones que usualmente es necesario hacer


al proyecto, o en general, a la determinación contractual de la obra, en el curso
de la ejecución de ésta (ya que nunca el contrato puede prever todos los
detalles de una obra compleja), el contratista puede hacerlas por si (a menos
que el contrato le imponga la necesidad de obtener la previa autorización del
comitente o de otra persona, como podría ser un inspector de la obra); pero no
tiene derecho a una remuneración adicional.

Si se trata de verdaderas variaciones introducidas por el contratista sin el


consentimiento del comitente, éste puede exigir indemnización de daños y
perjuicios, y además, la destrucción de la variante sin quedar obligado a pagar
un aumento de precio en caso de que opte por recibir la obra con la variación
(ni siquiera a título de enriquecimiento sin causa cuando la variante es útil).

Si se trata de verdaderas variaciones ordenadas por el comitente, el contratista,


en principio, no está obligado a ejecutarlas, pero si conviene en hacerlas tiene,
en principio, derecho a un aumento en el precio que se determinará conforme a
las mismas normas aplicables a la determinación del precio original. Debe
advertirse sin embargo, que en la materia existe una norma especial para el
caso de que un contratista se haya encargado de construir un edificio a destajo
conforme a un plano convenido con el propietario del suelo.

Lugar de Ejecución de la Obra:

Cuando se trata de contratos de obras relativas a inmuebles, ambos lugares


coinciden y el contrato resulta incompleto mientras no se haya hecho
determinable dicho lugar.
En el caso de bienes muebles, rara vez tiene importancia el lugar de ejecución
de la obra, de modo que, por lo general ni siquiera es mencionado en el
contrato y queda a discreción del contratista. Incluso cuando se menciona
dicho lugar puede resultar que en intención las partes, la mención no tenga
efectos vinculantes.

Momento de Ejecución de la Obra:

El cumplimiento de las obligaciones del contratista en la inmensa mayoría de


los casos, si no en todos, no puede efectuarse en el momento en que el
contrato de obras se perfecciona, de modo que es de naturaleza, si no la
esencia, de este contrato la existencia de un término para que el contratista
cumpla sus obligaciones. Ahora bien, los términos convenidos en contratos de
obras pueden referirse a la ejecución de la obra, a su verificación o a su
entrega. Si nada se expresa, se considera que el término es para que el
contratista ejecute la obra y haga cuanto le corresponda para que el comitente
pueda proceder a su verificación.

Si el contrato señala un término para iniciar la ejecución de la obra, se entiende


que conforme a los principios generales, el término es en beneficio del
contratista, quien puede comenzar la ejecución antes, pero no debe hacerlo
después. Sin embargo, en circunstancias excepcionales puede concluirse que
el plazo es también en interés del comitente, caso en el cual la ejecución no
debe comenzar anticipadamente.

Si el contrato señala un término para la conclusión de la obra, lo que puede


hacerse tácitamente, se entiende que el contratista puede terminarla antes,
pero que no debe concluirla después. La conclusión anticipada (aunque la cosa
sea fructífera), no da derecho al contratista a exigir una remuneración por tal
hecho, si no se le ha prometido en el contrato.

Si no se ha establecido expresamente un término para la ejecución de la obra,


pero ésta lo exige, su fijación corresponderá al tribunal. Artículo 1.212 del
Código Civil Venezolano Vigente.

Si el contratista no concluye dentro del término respectivo ordinariamente


incurre en retardo; pero si el término es esencial incurre en incumplimiento
definitivo. En todo caso, las consecuencias del retardo y del incumplimiento en
la ejecución de la obra son las establecidas por el derecho común.

Pueden establecerse términos sucesivos para la ejecución de cada una de las


partes de la obra contratada a fin de asegurar el ritmo de los trabajos. Los
efectos de los correspondientes retardos se rigen por el derecho común, salvo
pacto en contrario. De ordinario el propio contrato regula las consecuencias de
esos retardos.

Si el término fijado es imposible hay que distinguir: La imposibilidad relativa


(dificultad u onerosidad) y subjetiva son irrelevantes; pero la imposibilidad
absoluta y objetiva trae siempre la nulidad de la fijación del término y en el caso
de que el término sea esencial, produce además la nulidad del contrato.

El término original puede ser prorrogado, de acuerdo con la doctrina italiana se


distingue entre prorroga y término supletivo con la advertencia de que para la
interpretación de los contratos que se presenten debe tenerse en cuenta que la
expresión prorroga se suele emplear para designar ambas figuras.

a)- La prórroga propiamente dicha es una ampliación del plazo fijado


originalmente al contratista, por voluntad del comitente, o de ambas partes. De
ordinario la prorroga es solicitada por el contratista. El comitente puede
concederla o no a su arbitrio. Si la concede puede determinar su duración o no
determinarla. La prórroga solicitada con posterioridad al vencimiento del
término, salvo pacto en contrario, no exime al contratista de las sanciones a
que se haya hecho merecedor por su retardo hasta el momento de la prórroga.

b) El termino supletivo es una ampliación del término a la cual tiene derecho el


contratista. Existe cuando la necesidad de prolongar el plazo se debe a una
causa extraña no imputable al contratista: caso fortuito o fuerza mayor o hecho
del comitente, sea ilícito (por ejemplo, en la demora en el suministro de
materiales prometidos) o licito (por ejemplo en la hipótesis más frecuente si el
comitente exige variaciones a la obra, tales como aumentos o modificaciones
que requieran mayores trabajos).
-El contrato puede ser de ejecución periódica, que sucede cuando se trata de
contratos de obras que tienen por objeto servicios- no bienes- o el
mantenimiento de bienes.

OBLIGACIONES DEL COMITENTE

De acuerdo con la doctrina tradicional francesa, el comitente tiene dos


obligaciones esenciales: recibir la obra y pagar el precio. En realidad, la
primera es un conjunto de obligaciones distintas.

1. OBLIGACIONES DE RECIBIR LA OBRA

La obligación de recibir la obra guarda relación con las tres etapas finales del
cumplimiento del contrato: el examen, la aceptación y la entrega de la obra.

1° El examen de la obra

Concluida la obra, el comitente tiene derecho a examinarla antes de recibirla;


pero ese examen es además un deber para el comitente, ya que el contratista
tiene un interés legítimo en que aquél acepte y reciba la obra.

A) Contenido. El examen de la obra comprende la realización de las


operaciones necesarias para constatar si aquélla ha sido debidamente
ejecutada, siempre que las mismas estén previstas en el contrato o sean
señaladas por los usos y reglas técnicas.

B) Sujeto. El examen de la obra puede realizarlo el propio comitente o un


tercero que, salvo pacto en contrario, puede ser elegido por el comitente sin
intervención del contratista y que, en muchos casos, es el mismo "inspector" de
la obra. El contratista no puede oponerse a la designación del tercero alegando
que no posee la competencia necesaria para realizar el examen; pero, desde
luego, puede impugnar una negativa injustificada de aceptar la obrar originada
por el dictamen desfavorable del tercero señalado.

No se requiere la presencia personal del contratista sino en los casos y en la


medida en que resulte indispensable para el buen éxito del examen.
C) Momento. El examen de la obra debe realizarse en el momento señalado en
el contrato y, a falta de indicación, tan pronto como sea posible después de que
el contratista ponga el emitente en situación depoder verificarlo.

D) Lugar: El examen de la obra se verifica, en su caso, en el lugar de la


situación del inmueble. Si la obra es mueble habrá que atender a la
estipulación contractual; a falta de ésta, es discutible si debe realizarse el
examen en el lugar donde se ejecutó la obra o en el lugar donde deba
entregársela.

E) Examen por partes. El examen puede hacerse por partes cuando se trata de
una obra que consta de piezas o que haya de ejecutarse por medida. Se
presume hecho el examen con resultado satisfactorio res- pecto de todas las
partes pagadas si el comitente paga el contratista en proporción de la obra
hecha (C.C. art. 1.636).

F) Retardo. El retardo culpable del comitente en verificar el examen de la obra


puede colocarlo en "mora accipiendi" con las consecuencias; propias del
Derecho común.

2° Aceptación de la obra

Examinada la obra, o renunciado el derecho de examinarla, el comitente debe


aceptarla, salvo que los resultados justifiquen su rechazo.

A) Concepto. La aceptación de la obra consiste en la declaración de voluntad


del comitente (manifestada por si o por persona de su elección), de recibir la
obra tal como se encuentra.

La doctrina italiana distingue entre la "aceptación" y el "collaudo" que es la


simple constatación técnica de que la obra fue debidamente ejecutada. La
distinción tiene interés porque si el comitente ha encomendado el examen de la
obra a un tercero a quien sólo ha autorizado para otorgar el "collaudo", el
comitente podría negarse a recibir la obra (a reserva de incurrir en
responsabilidad si actúa injustificadamente) aun cuando hubiera sido aprobada
por el tercero.
B) Naturaleza. La aceptación de la obra es un negocio jurídico unilateral (sólo
requiere la voluntad del comitente) y recepticio (la voluntad debe ser declarada
al contratista).

C) Forma. La aceptación puede ser expresa o tácita. La ley la pre- sume en el


caso de que la obra conste de piezas o se verifique por medida, cuando el
comitente ha pagado una parte de la obra siempre que el comitente pague al
contratista en proporción al trabajo efectuado (C.C. art. 1.636).

D) Efectos. La aceptación: a) libera al contratista de toda responsabilidad por la


ejecución de la obra, salvo, según la controvertida doctrina que acogemos, por
vicios o defectos ocultos; y b) hace exigible la entrega de la obra (si es que no
se encuentra aún en poder del comitente).

Sin embargo, en los contratos conforme a los cuales se paga al contratista en


proporción a la obra hecha, frecuentemente se estipula que tal aceptación se
considera provisional. En tal caso, la aceptación parcial sólo tiene como efecto
hacer exigible el pago de parte del precio, mientras que el efecto liberatorio
sólo se produce con la aceptación final o definitiva.

La llamada aceptación con reservas (justificadas) no produce sino los efectos


que quiera darle el comitente y no constituye aceptación pro- piamente dicha
sino un rechazo no definitivo de la obra.

E) Retardo. El retardo en la aceptación puede colocar al comitente en "mora


accipiendi" con las consecuencias que derivan del Derecho común.

3° La recepción de la obra

Correlativamente a la obligación del contratista de entregar la obra, existe el


derecho del comitente de exigir la entrega y el deber de recibir ésta. Sobre esta
obligación nada especial hay que señalar.

OBLIGACIÓN DE PAGAR EL PRECIO

Es la obligación más importante del comitente.

1° Objeto. ver "supra", Cap. XXVIII, "El Precio".


2° Momento. El precio debe pagarse en el momento pactado o en el fijado por
la costumbre, y a falta de pacto o costumbre, al tiempo de la entrega de la obra
(C.C. art. 1.646).

3° Sanciones. El incumplimiento o retardo culpables en el pago del precio


produce las consecuencias del Derecho común. Si el contrato establece la
obligación de pagar anticipadamente (en todo o parte) o en proporción al
tiempo o cantidad de la obra, el retardo en el pago del anticipo o de la parte
exigible del precio, justifica la excepción non adimpleti contractus".

4° Protección especial del crédito del contratista por el precio. La Ley otorga
una doble protección especial al derecho de cobrar el precio que tienen
determinados contratistas:

A) El contratista que haya ejecutado una obra sobre cosa mueble, tiene
derecho a retenerla hasta que se le pague (C.C. art. 1.646). Se trata de un
simple derecho de retención, aunque la Ley diga que el contratista puede
retener la cosa "en prenda". Y,

B) El contratista, en su caso, puede hacer valer el privilegio que la ley otorga a


los créditos por construcción, conservación o mejora de un objeto mueble,
sobre ese objeto, mientras esté en poder del acreedor (C.C. art. 1.871, ord, 2°).

OBLIGACIONES SECUNDARIAS

El comitente tiene o puede tener otras obligaciones.

1° El comitente debe cooperar con el contratista no sólo en cuanto que no debe


perturbarlo en la ejecución de la obra, sino en el sentido de que debe realizar
todos los actos necesarios para que el contratista pueda cumplir con sus
obligaciones cuando dichos actos no puedan ser realizados útilmente sino por
él (p. ej.: el desalojo de un inmueble de su propiedad en cuyo suelo se va a
construir un edificio). 2º El comitente puede asumir también la obligación de
proveer los materiales de la obra.

(C.C. art. 1.631). La consideración de los materiales es decisiva a veces,


incluso para la calificación del contrato. Por lo demás, el pacto sobre materiales
influye en la determinación de las obligaciones recíprocas de las partes y en
materia de riesgos. Por todas esas razones, vale la pena estudiar
especialmente los materiales en el contrato de obras.

MOMENTO DE LA ENTREGA DEL MATERIAL

1° Si el contrato nada establece, poco importa el momento en que el contratista


obligado a ello provea el material, siempre que ejecute la obra sin incurrir en
retardo.

2° Cuando el comitente debe proveer los materiales, se suele establecer un


término para ello. Caso contrario, según las circunstancias, puede concluirse
que su obligación es a término indeterminado, el cual, a falta de acuerdo, será
fijado por el Juez (C.C. art. 1.212). El retardo del comitente da derecho al
contratista de exigir un término supletivo para la ejecución de la obra.

CARTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE OBRAS:

 Individual: Porque requiere del consentimiento unánime de las partes del


contrato.
 Principal: Porque es autónomo y no necesita de otro contrato.
 Conmutativo: Porque hay prestaciones recíprocas determinadas en el
contrato.
 Oneroso: Implica una contraprestación, de quien encarga la ejecución de
la obra.
 Consensual: Basta el acuerdo de voluntades.
 En la práctica es usual que sea por escrito.

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