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1ª edición. 1990
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7 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 8
9 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 10
Conclusión
Hacia una didáctica de las matemáticas
Bibliografía
SUMARIO Índice analítico.
Introducción
I. El concepto de número
Introducción
Las primeras nociones numéricas
La conservación de la cantidad
Trabajos posteriores sobre la conservación
Percepción y estimación de la numerosidad
El número y su relación con otras habilidades
Aprendizaje y enseñanza del número
l. Reconocimiento de que un conjunto determinado está incompleto o en En La génesis del número en el niño, de PIAGET y SZEMINSKA (1941), se
exceso al compararlo con un modelo. Lo completo se define en términos llevan a cabo múltiples experimentos para probar, como hipótesis principal,
cuantitativos. Así, en un dibujo, por ejemplo, algunas figuras requieren un que la construcción del número es correlativa al desarrollo de la lógica misma.
número determinado de características (ejemplo: dos brazos). (1;2) Y efectivamente, los resultados confirman esta idea, ya que «el número se va
2. Uso de las primeras palabras para expresar distinciones, algebraicas: organizando, etapa tras etapa, en estrecha solidaridad con la elaboración
«más», «menos», «igual», «diferente», etc. (2;0) gradual de los sistemas de inclusiones (jerarquía de las clases lógicas) y de las
3. Diferenciación del tamaño de los conjuntos usando numerales a) «uno»y relaciones asimétricas (seriaciones cualitativas), de tal manera que la serie de
«dos» (2;8); b) «dos» y «tres» (3;2); c) «tres» y otros numerales (3;6). los números se constituye como síntesis de la clasificación y seriación. Las
operaciones lógicas y aritméticas se nos han aparecido como un único sistema
III. Correspondencias total y psicológicamente natural, donde las segundas resultan de la
generalización y fusión de las primeras» (pág. 10). Cuando se aplica el mismo
l. Muchos-uno/uno-muchos: todos los bloques se sitúan en una sola caja sistema operatorio a conjuntos según sus cualidades, entonces se produce la
(1;2); o a un grupo de objetos se le asigna un numeral (1;8). clasificación (equivalencias) y seriación (diferencias) de los mismos; pero si
2. Mezcla de uno-uno con muchos-uno: se sitúan objetos en varios hacemos abstracción de sus cualidades, entonces se efectúa la fusión de la
continentes sin agotar ningún conjunto. (1;6) inclusión y seriación en una única totalidad operatoria, formando la serie de los
3. Agotamiento de una lista inflexible: si la lista de numerales es más larga números enteros, cardinales y ordinales. Una vez más, Piaget pone de relieve la
que el cardinal de objetos del conjunto, se recita la lista más de prisa al final del importancia de las clases y seriaciones en el desarrollo de un concepto, en este
conteo; si el cardinal es mayor que la lista, se repiten numerales hasta terminar caso el número, como otras veces lo hizo en relación a otras nociones: espacio,
los objetos. (2;6) azar, geometría, etc. Los pilares del concepto piagetiano de número son
4. Aplicación del uno-uno inflexible al conjunto de llegada: cuando se sitúa fundamentalmente lógicos y, en consecuencia, poco o nada tiene que ver con
una moneda encima de cada cubo, cada cubo tiene una moneda, pero no al los cálculos o cómputos que el niño aprende de memoria en los primeros años
revés (2;8); o cuando cada objeto ha sido etiquetado con un numeral, no hay escolares. La memorización de cálculos aditivos o substractivos, por ejemplo,
interés en continuar la lista de numerales (3;0). no supone la comprensión de los conceptos básicos subyacentes.
La conservación y la correspondencia uno-a-uno constituyen dos conceptos
IV. Principio de Cardinalidad fundamentales para la comprensión del número. La primera, porque el número
es inteligible en la medida en que permanece idéntico a sí mismo, y porque
1. El conteo designa la numerosidad de la colección entera. Un conjunto de todo conocimiento, como escriben Piaget y Szeminska, supone un sistema,
numerales o la repetición de uno solo sería el cardinal de una colección. (1;10) explícito o implícito, de principios de conservación: un conjunto y las
2. Se usa el conteo como un medio para evaluar la numerosidad. Así, si operaciones realizadas en su interior son concebibles en la medida en que se
pedimos siete fichas al niño, éste entregaría dos diciendo: «Uno, siete». (2;10) conserva el total, sean cuales fueren las relaciones entre sus elementos. Y la
3. El valor cardinal se obtiene mediante el conteo. El último numeral tienen correspondencia porque es «una de las fuentes del número» (pág. 43) y porque
un significado especial. (3;4) constituye el cálculo más simple para determinar la equivalencia de los
4. Cuando se comparan dos conjuntos, si en uno se alcanza un número conjuntos. De ahí que los cuatro primeros capítulos de la obra indicada estén
mayor que en el otro, entonces aquél es más numeroso. (4;0) dedicados al estudio del desarrollo de estos dos conceptos. Veamos brevemente
5. La conclusión (cardinal) está al servicio del procedimiento de contar. El sus contenidos más significativos.
conteo es el único camino para evaluar la numerosidad (4;4) En cuanto a la conservación, se llevan a cabo experimentos con cantidades
continuas (líquidos) y discontinuas (por ejemplo, perlas). En el primer caso se
inicia la experiencia con dos recipientes cilíndricos de igual tamaño (Al y A2)
con idéntica cantidad de líquido en ambos. Después, A2 se trasvasa en dos
recipientes iguales más pequeños (B1 y B2) y se pregunta al niño si Al = (Bl +
B2). Luego puede trasvasarse de nuevo el contenido de B1 y B2 en continentes
33 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 34
iguales pero más pequeños (C1 y C2, C3 y C4, respectivamente), interrogando bien en la anchura de los mismos, etc. En el caso de las correspondencias, los
de nuevo al niño sobre la equivalencia entre Al y (C1 + C2 + C3 + C4). Las niños no logran efectuar la correspondencia término a término, sino que
experiencias con cantidades discretas siguen un procedimiento similar, proceden a confeccionar una correspondencia global, fundada en la percepción
utilizando, por ejemplo, cuentas de collar. En este caso se pregunta, sobre la de la longitud de las hileras; de modo que si esta longitud es idéntica, entonces
longitud de los collares formados con los dos conjuntos (A y B) de perlas, y si se afirma la correspondencia de los conjuntos sin tener en cuenta la densidad
hay igual o más en un vaso que en otro, después de depositar las perlas de de los mismos. Igualmente, en este estadio se realiza sin problemas el
manera biunívoca (una en un vaso y otra en el otro simultáneamente) en dos intercambio uno a uno, pero no llegan a prever, ni a concluir, la igualdad o
vasos de diferente diámetro. equivalencia de los conjuntos.
Con respecto a las correspondencias, se realizan también, dos tipos de La segunda etapa aparece menos definida que las dos restantes, tal como
experimentos: unos en los que se provocan las correspondencias (por ejemplo, acontece también con respecto al cuarto estadio del período sensorimotor1. En
florero-flor), y otros con objetos homogéneos (fichas). En ambos casos se trata ambos casos se trata de estadios de transición, difícilmente identificables desde
de construir correspondencias entre dos colecciones de objetos (de 6 a 10 una óptica estructural, que anuncian de algún modo lo que va a ocurrir en el
objetos), reproduciendo un modelo (hilera, círculo, cuadrado, etc.), y estadio siguiente. De hecho, Piaget y Szeminska indican que no es necesario
preguntando después al niño si existe el mismo número de elementos en ambos que todos los niños pasen por esta etapa (pág. 3), En cambio, el primer estadio
conjuntos, o si hay más en uno que en otro. Uno de estos experimentos ha se caracteriza por la ausencia, mientras que el tercero lo hace por la presencia
llegado incluso a hacerse popular como modelo de conservación del número de una nueva estructura. La segunda etapa se iniciaría hacia los cinco años para
(fig. 1.1). Consiste en formar dos hileras de objetos en correspondencia concluir hacia los seis y medio o siete años aproximadamente, según estos
biunívoca, de modo que el niño confirme sin lugar a dudas su equivalencia autores. Se caracteriza en general por la presencia de respuestas intermedias, en
(Eig. 1.1 A). Después se altera tanto la densidad como la longitud de una de las el sentido de que cuando las diferencias entre los dos conjuntos son débiles o
hileras a la vista del niño (fig. 1.1 B), cuestionando de inmediato si persiste aún poco pronunciadas, entonces el niño emite respuestas correctas; en cambio,
la equivalencia inicial o si uno de los conjuntos es mayor que el otro. cuando estas diferencias se incrementan, este mismo sujeto fracasa. Así ocurre,
por ejemplo, cuando dividimos el contenido de un vaso en cuatro u ocho partes
iguales. Los niños niegan en este caso la equivalencia entre Al y (Cl + C2 + C3
+ C4). Algo similar acaece con respecto a las correspondencias. Los niños son
capaces de ejecutar con corrección correspondencias visuales, pero la
equivalencia entre los dos conjuntos no es duradera, ya que desaparecería al
espaciar convenientemente los elementos de uno de los conjuntos (fig. 1.1 B).
Los sujetos pertenecientes a este estadio se centran en una de las dimensiones
en juego (longitud y densidad, o altura y anchura) para estimar el número, sin
tener en consideración la complementaria. Ello provoca que los juicios
emitidos sean erróneos. A veces se produce un conflicto en la mente del niño,
Figura 1.1 Modelo de conservación del número. sobre todo cuando las dos situaciones que se comparan no son muy dispares,
ante la duda de inclinarse por uno u otro de los factores intervinientes para
Los resultados experimentales muestran que los niños pequeños son tomar la decisión, de modo que parece como si se sopesaran la longitud y la
incapaces de comprender tanto la conservación de cantidades continuas y densidad, por ejemplo, antes de dar la respuesta; pero el niño termina
discretas, como la correspondencia término a término: Además, se observa una inclinándose por una de estas dimensiones, en función de su relevancia
misma evolución en ambas nociones en función de la edad, que presenta tres perceptiva.
etapas. La primera de ellas finalizaría hacia los cinco años aproximadamente y
se caracterizaría por la ausencia de conservación y de correspondencia uno-a- 1
El término sensoriomoteur usado por Piaget resulta de la unión de dos adjetivos: sensoriel y
uno. Para estos niños, la cantidad de líquido o de perlas aumenta o disminuye moteur. Su versión en lengua castellana ha sido diversa: «senso-motor», «sensomotriz»,
en función de la forma o el número de recipientes, de modo que todo cambio «sensoriomotor» y «sensorio-motriz». Creemos, sin embargo, más acertado traducirlo por
percibido supone la modificación del valor total. Las justificaciones de estos «sensorimotor», resultado igualmente de la unión de dos adjetivos castellanos: «sensorial» y
jóvenes sujetos suelen basarse, bien en la altura de los niveles de los vasos, «motor». Por otra parte, en inglés suele adoptarse esta misma traducción: sensorimotor (Case,
1985; Sugarman, 1983; etc.).
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La tercera etapa aparece normalmente a partir de los seis años y medio o elementos figurales intercambiables, es decir, numéricos, que permiten la
siete años. El niño afirma ahora con rapidez y sin dudas tanto la conservación realización de la correspondencia numérica. La transformación misma atrae la
como la equivalencia, independientemente del tipo o características de las atención del niño en detrimento de los estados figurales, que pierden su interés.
situaciones experimentales, Una vez constatada la equivalencia entre los dos En definitiva, la evolución general psicológica partiría de la percepción global
conjuntos, las transformaciones aplicadas a uno de ellos no afectan a la para llegar a la operación, mediante una reversibilidad progresiva de las
cantidad, y por tanto, tampoco inciden en la equivalencia inicial. Los acciones y del pensamiento infantil. En esta evolución se daría una sincronía
argumentos que suelen dar los niños para justificar la conservación son de tres manifiesta entre el desarrollo de la conservación y de la correspondencia, de
tipos: 1) argumento de identidad, que puede tomar dos formas: a) simple: «Es modo que a la cantidad bruta correspondería la evaluación global (estadio 1), a
el mismo líquido», «Son las mismas perlas», etc., y b) aditivo: «No se ha la cantidad intensiva la correspondencia cualitativa (estadio II), y a la
quitado ni añadido nada»; 2) argumento de reversibilidad: cuando se afirma cantidad extensiva la correspondencia numérica (estadio III).
que puede volverse al punto de partida, es decir, a la situación inicial; 3) Desde una óptica lógica, en la primera etapa no hay todavía ni adición ni
argumento de compensación: «Es más alto, pero menos ancho», «Es más multiplicación de relaciones. El niño no considera aún que una hilera es tan
largo, pero están más separadas», etc. Los tres tipos de argumentos manifiestan larga como otra, por ejemplo, pero menos densa. Incluso puede afirmarse que
la adquisición de esta noción por parte del niño; sin embargo, el argumento de aún no existen ni siquiera relaciones, sino sólo cualidades perceptivas. En la
reversibilidad tiene más peso y es más significativo para Piaget que los demás. etapa de la cantidad intensiva aparecen multiplicaciones de series aditivas, ya
que el niño es capaz de construir correspondencias biunívocas; pero no sabe
Ahora bien, la evolución manifestada en el comportamiento infantil, ¿sigue aún que si dos hileras comportan la misma cantidad de elementos, la más larga
una línea continua como el crecimiento de los dedos de la mano, por ejemplo, es necesariamente menos densa, y viceversa. Finalmente, en la tercera etapa, la
o realmente se justifican los tres estadios propuestos por Piaget? ¿Cómo correspondencia deja de ser cualitativa para ser numérica, ya que los elementos
explicar este desarrollo discontinuó en las tres etapas propuestas? Los autores constitutivos son ahora homogéneos, gracias a la abstracción de sus diferencias
ofrecen dos tipos de explicaciones: la primera basada en un análisis psicológico cualitativas, para formar meras unidades. Por otra parte, la longitud y la
de orden causal y genético, y la segunda se funda en el análisis de la densidad pierden su relevancia para adquirir toda su importancia la invarianza
construcción lógica de las operaciones. En cuanto a la primera, ya vimos que el o conservación de los dos conjuntos. Partiendo de esta invarianza, el niño sabe
niño del primer estadio evalúa las cantidades discretas como si se tratase de que (menos largo) X (menos denso) = (más largo) X (menos denso). En
cantidades continuas, es decir, como si fueran tamaños espaciales; de modo consecuencia, escriben Piaget y Szeminska, «la construcción del número
que funda sus juicios cuantitativos en la forma global del conjunto y en consiste en igualar las diferencias, reuniendo en un mismo sistema operatorio
relaciones globales, tales como «Más o menos largo», «Más o menos ancho», la clase y la relación asimétrica: los términos enumerados son entonces
«Más o menos apretado», etc. Ello se debe a que el único principio de síntesis equivalentes entre sí (y por lo mismo participan de la clase) y al mismo tiempo
que posee este niño es la forma misma del conjunto como intuición basada en diferentes unos de otros por su orden de enumeración (y por esto participan de
la percepción global. De ahí que sus estimaciones se, funden en un solo la relación asimétrica)», siendo estas diferencias de orden o sucesión
criterio, sea la longitud, la anchura, la densidad, etc. Por tanto, no existe equivalentes entre sí (pág. 122).
todavía un todo invariable, dentro del cual puedan realizarse diferentes Para terminar, ya hemos visto que la equivalencia por correspondencia
operaciones reversibles. Al contrario, lo que mejor define esta etapa es una biunívoca y reciproca es una equivalencia de orden multiplicativo, tanto de
irreversibilidad casi completa del pensamiento. En la segunda etapa, el niño relaciones como de clases. Por otra parte, la conservación supone la existencia
puede hacer comparaciones entre partes análogas e inicia la coordinación de las de un sistema invariante, la noción de unidad y la operación entre los
mismas. Pero esta coordinación de diferentes relaciones es todavía intuitiva y elementos de este sistema. La adquisición del tercer estadio se caracteriza por
va estrechamente ligada a la figura misma; lo que hace que, al transformar ésta, la presencia de dos sistemas solidarios: el agrupamiento y el grupo. El primero
el niño se muestre incapaz de coordinar abstractamente las relaciones en juego. se refiere a la multiplicación lógica de relaciones y el segundo, a la
Sí aparecen, no obstante, retornos empíricos, que anuncian ya la reversibilidad multiplicación numérica. Mediante el agrupamiento el niño puede coordinar de
operatoria, y argumentos basados en la identidad cualitativa, pero aún no modo sistemático todas las relaciones asimétricas (por ejemplo, alto X ancho),
operatoria. La tercera etapa muestra un progreso decisivo. La correspondencia llegando a realizar las operaciones lógicas siguientes: 1) a un decremento de
conduce necesariamente a una equivalencia inalterable, gracias a la superación anchura corresponde un incremento de nivel y viceversa; 2) de dos
de la intuición perceptiva global, como principio evaluativo, y la aparición de equivalencias puede extraer una tercera, y 3) puede generalizar a más términos
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la: operación anterior. De modo sincrónico se forma el grupo de las multiplica- también discutibles (véase KATZ y BEILIN, 1976) en cuanto a la posibilidad de
ciones aritméticas, mediante la igualación de las diferencias, bien formando concluir sobre la adquisición de la conservación lógica del número.
una unidad elemental (el niño mide el contenido de los dos vasos utilizando un Gelman y sus colaboradores han seguido procedimientos empíricos
vaso-unidad), bien reduciendo un término de comparación al otro. Ahora bien, alternativos a los clásicos piagetianos, descubriendo que a los tres años los
esta igualación conduce a la partición y a la composición de las unidades, niños muestran ya comportamientos de conservación del número. Para ello han
transformando las relaciones cualitativas en: multiplicaciones numéricas (si utilizado el conocido diseño «mágico», que consiste en presentar a los sujetos
A = B + B, entonces A = 2B). Concluyendo, la multiplicación de clases y de dos pequeñas colecciones de objetos en hileras (dos o tres objetos), añadiendo
relaciones consiste en hacer correspondencias cualitativamente equivalentes (la o quitando subrepticiamente uno o más elementos, y observando si los jóvenes
primera) y relaciones asimétricas entre términos no equivalentes (la segunda). sujetos se percatan o sorprenden de dicho cambio. En efecto, los niños se
Si introducimos la equivalencia entre los términos de estas relaciones, daban cuenta del cambio sufrido, pero eran incapaces de indicar exactamente
fusionamos la multiplicación de clases y relaciones en un sistema operatorio cuántos elementos se habían modificado. Además, estos mismos niños
igual a la multiplicación de los números. De ahí, pues, que el número resulte, consideraban irrelevantes las modificaciones que afectaban sólo a la
según Piaget y Szeminska, de la síntesis de la clasificación y seriación. configuración perceptiva de los conjuntos, como ocurre, por ejemplo, cuando
se alarga o acorta una hilera con los mismos elementos, o cuando se cambia el
TRABAJOS POSTERIORES SOBRE LA CONSERVACIÓN color de alguno de estos objetos. Ahora bien, esta habilidad se limita solamente
a conjuntos reducidos de elementos, entre dos y cinco objetos, tal como han
En la década de los setenta, sobre todo, aparecieron numerosos estudios mostrado otros autores (BARON y otros, 1975; MILLER y otros, J 976;
sobre la adquisición de la conservación del número en el niño (BARON, SCHAEFFER y otros, 1974; SIEGLER, 1981; WINER, 1975). El motivo de este
LAWSON y SIEGEL, 1975; BEILIN, 1977; BERMEJO, 1982a; BERMEJO y LAGO, acotamiento residiría, según Gelman y Gallistel, en que el niño razona sólo
1988; BERMEJO y RODRIGUEZ, 1987b; BOTVIN y MURRAY, 1975; BRAINERD, sobre aquellas cantidades que puede representarse, mas no sobre las que
1973, 1979; BRYANT, 1974; CUNEO, 1982; GELMAN, 1972, 1977, 1982; exceden esta capacidad. Pero esta limitación manifiesta, a nuestro juicio, que
GELMAN y GALLISTEL, 1978; GINSBURG, 1977; HUNT, 1975; KANNO, 1979;
no se trata de adquisiciones lógicas, tal como lo entiende Piaget, sino más bien
KATZ y BEILIN, 1976; LIDDLE y WILKINSON, 1987; Mc LAUGHLIN, 1981:
MEHLER y BEVER; 1967; MILLER, 1982; MILLER y HELLER, 1976; MILLER y de constataciones empíricas; ya que cuando un sujeto ha comprendido que la
WEST, 1976; SCHAEFFER, EGGLESTON y SCOTT, 1974; SIEGLER, 1981; equivalencia o desigualdad numérica existente entre dos conjuntos permanece
SILVERMAN y BRIGA, 1981; etc.). La mayoría de los trabajos se centran en necesariamente por encima de cualquier tipo de transformación irrelevante,
torno a dos objetivos principales: o bien pretenden mostrar que la adquisición entonces el número de elementos no debería afectar el comportamiento de
del número sería más precoz de lo supuesto por Piaget, o bien se interesan en dicho sujeto (BERMEJO, 1984). Por otra parte, Gelman dice también que los
determinar los elementos o factores relevantes que inciden en la conservación niños jóvenes prefieren la estrategia de contar, a la correspondencia uno-a-uno,
del número. Con respecto al primer punto, los autores han seguido dos caminos para evaluar la equivalencia entre dos conjuntos. Sin embargo, estos datos han
diferentes, aparte de los estudios de aprendizaje, para mostrar esta precocidad. encontrado no pocos opositores (véase, por ejemplo, MILLER, 1978; SILVER-
Unos emplean procedimientos empíricos, que son modificaciones o variaciones MAN, ROSE y PHILLIS, 1979; SILVERMAN y BRIGA, 1981), ya que las tareas de
de las tareas clásicas piagetianas, como por ejemplo BRYANT (1974), MEHLER Gelman podrían resolverlas sujetos que no sean conservadores y, además, la
y BEVER (1967) y KANNO (1979). En cambio, otros diseñan nuevas estrategias misma estrategia de volver a contar los elementos de los conjuntos es de talante
para lograr este objetivo, tales como los estudios «mágicos» de GELMAN y empírico (MARKMAN, 1979). En esta línea se sitúan los datos de SILVERMAN
colaboradores (1972. 1977; GELMAN y GALLISTEL, 1978). Entre los primeros, y BRIGA (1981), cuando, utilizando dos o tres objetos, descubren que los niños
Mehler y Bever afirman que incluso niños de dos años poseen ya el esquema de tres años fracasan en su estimación, si se ocultan dos elementos de un
de conservación del número; si bien los datos obtenidos serían extremadamente conjunto en el momento de dar la respuesta; en cambio, los sujetos aciertan si
susceptibles a la influencia del experimentador (HUNT, 1975). Del mismo solamente se oculta un objeto. Esto hace suponer a los autores que el éxito
modo, BRYANT (1974) dice que los preescolares se comportan como infantil se asienta sobre pilares empíricos y no lógicos.
verdaderos conservadores del número, siempre que la situación experimental En consecuencia, las variaciones de edad que encuentran los autores
no presente conflictividad entre los indicios perceptivos. Sus resultados son podrían deberse, al menos en algunos casos, a diferencias en las condiciones
experimentales y en el material empleado (ANDERSON y CUNEO, 1978;
SIEGLER, 1981), y el tipo de respuesta solicitado por parte de los investigadores
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(SHULTZ, DOVER y AMSEL, 1979). Según estos últimos autores, habría que emplearía ante la presencia de gran número de elementos. Schaeffer y otros,
distinguir entre «conservación de la identidad» o creencia empírica de que una por su parte, sugieren que el niño pequeño tiene «la habilidad para reconocer
determinada transformación no incide en la cantidad de un conjunto, y pequeños conjuntos de objetos como modelos numéricos» (pág. 358). Una
«conservación de equivalencia», que haría referencia más bien al aspecto segunda tazón propuesta por Cowan reside en que los niños podrían seguir en
lógico de la conservación y que se basaría en el razonamiento deductivo- estas condiciones experimentales caminos diferentes al principio de
transitivo del niño. conservación para responder con éxito en estas tareas, bien contando o
En cuanto a los factores relevantes que inciden en la conservación, MILLER reconociendo la situación antes y después de la transformación. Así ocurre de
y otros (1976) encuentran una alta correlación entre la conservación del número hecho en el experimento de GELMAN (1972), ya que sujetos de tres y cuatro
y la tendencia a la centración y, sobre todo, afirman que las condiciones que años tendían a contar en alto después de la transformación espacial, para
favorecen la correspondencia uno-a-uno incrementan la tendencia del niño determinar si existía o no el mismo número de elementos en ambos conjuntos.
pequeño a la conservación, cuando se utilizan conjuntos pequeños. Por su Y en este caso resulta más que dudoso que estos sujetos posean el principio de
parte, GELMAN (1977) defiende que en el niño pequeño se relaciona la conservación. PIAGET Y SZEMINSKA (1941) encontraron también este tipo de
representación de la numerosidad con la invarianza del número, de tal modo comportamiento infantil durante el estadio II, imputándolo a la intuición del
que todo lo que implique una mejora en la representación (por ejemplo: pocos sujeto y no a la aplicación de una lógica operatoria. Nosotros añadiríamos una
elementos), repercutirá igualmente en beneficio de la conservación. En cambio, tercera razón, aplicable al ancho campo de las conservaciones en general: la
el niño mayor funda sus estimaciones sobre la equivalencia en la constatación empírica de la equivalencia entre dos cantidades no parece prueba
correspondencia uno-a-uno, independientemente de la numerosidad o el suficiente para concluir sobre la posesión del principio de conservación, a no
cardinal exacto de los conjuntos (GINSBURG, 1977; KLAHR y WALLACE, 1976; ser que dicha constatación venga acompañada por la necesidad lógica de dicha
SCHAEFFER y otros, 1974). equivalencia. Sólo cuando existe esta necesidad puede hablarse sin temor a
Quizá la variable que más ha atraído la atención de los autores haya sido el error de posesión de la mencionada competencia, desde una óptica piagetiana.
cardinal o número de elementos que constituyen los conjuntos utilizados. Un Finalmente, SIEGLER (1981) y SIEGLER y RCHARD (1982), desde el enfo-
grupo importante de investigadores (entre otros: COWAN, 1979; KANNO, 1979; que de evaluación de reglas, analizan la incidencia del tipo de transformación
SIEGLER, 1981; WINER, 1974; YOUNG y Mc PHERSON, 1976; etc.) afirman que realizada en la conservación del número. Para ello, experimentan con niños de
las tareas de conservación del número se facilitan cuando el número de tres a nueve años, presentando tres tipos de transformaciones: añadir objetos,
elementos empleado experimentalmente es pequeño, es decir, inferior a cinco. substraerlos y espaciar o acortar simplemente la distancia entre los objetos.
Así, Cowan dice que los resultados obtenidos por niños de cinco años con sólo Estos cambios se efectuaron con pequeños y grandes conjuntos de elementos.
dos elementos es significativamente superior a los alcanzados con cinco Al mismo tiempo se predice que el comportamiento de la mayoría de los
elementos, y ambos son, a su vez, diferentes de los conseguidos con 15 sujetos responderá a una de las siguientes cinco reglas, que mostrarían la
elementos. Esta diversidad de rendimiento ha conducido a no pocos estudiosos evolución de este concepto: I) el niño evalúa la conservación en función de la
a utilizar, en sus experimentos sobre la conservación del número, seis o menos dimensión dominante (longitud); II) el niño considera también la dimensión
objetos (ELKIND y SCHOENFELD, 1972; MOYNAHAN y GLICK, 1972; subordinada (densidad), cuando las longitudes son iguales; III) se consideran
MURRAY, 1970; PAPALIA y HOOPER, 1971; etc.). Sin embargo, existen al las dos dimensiones, pero el conflicto se resuelve al azar; IV) el niño responde
menos dos razones afirma Cowan, para dudar de que los niños que han basándose en el tipo de transformación y comparando las cantidades; V)
superado con éxito estas pruebas con pocos elementos hayan comprendido el finalmente, los niños comprenden sin cuantificar la necesidad de la
principio de invarianza del número. En primer lugar, porque tanto la teoría equivalencia o desigualdad entre los dos conjuntos. La mayoría de los niños de
sobre el desarrollo de los conceptos numéricos de KLAHR y W ALLACE 1976, tres años suelen elegir la hilera más larga cuando se utilizan conjuntos grandes,
págs. 30 y sigs.), como la de SCHAEFFER y otros (1974), postulan que la y cuando no se ha añadido ni suprimido objeto alguno con pequeños conjuntos.
conservación del número se desarrollaría en el niño a partir de sus experiencias En cambio, la respuesta del niño es exacta cuando se añade o quita algo con
con números pequeños o pocos elementos. Así, Klahr y Wallace proponen tres pequeños conjuntos. Los niños que siguen la regla II, eligen siempre la hilera
tipos de operadores de cuantificación: el subitizing o percepción inmediata, el más numerosa con pequeñas colecciones, pero prefieren la más larga cuando se
conteo y la estimación. El primero se desarrollaría tempranamente y se presentan grandes conjuntos. En la regla III, cuando las colecciones son
limitaría a conjuntos pequeños (menores de seis objetos); el segundo se pequeñas en general, y cuando se ha añadido o substraído algún objeto en las
aplicaría a conjuntos de cardinal superior, y finalmente, la estimación se grandes colecciones, entonces la cuantificación relativa determina los juicios
41 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 42
de conservación. Cuando se trata de conjuntos grandes y no se añade ni se Si la percepción de la numerosidad parece bastante precoz en el desarrollo
quita nada, entonces los niños siguen eligiendo la hilera más larga, como la infantil, la estimación de la numerosidad relativa sería mas tardía. CURTIS y
más numerosa. Según la regla IV, los niños responden correctamente en todos STRAUSS (1982. 1983) experimentan con 64 niños de edades comprendidas
los tipos de problemas de conservación, comparando las cantidades. entre 16 y 18 meses en torno a la competencia de estos niños para emitir juicios
Finalmente, la regla V supone que la respuesta infantil se funda en la necesidad de numerosidad relativa. Para ello, se condiciona a los sujetos a tocar el lado de
lógica. Por otra parte, el análisis de las estrategias utilizadas por los niños un panel que contiene el mayor (o el menor) de dos conjuntos de puntos
revela que éstos han empleado correctamente tres tipos: uno fundado en el con- presentados simultáneamente, premiando las respuestas correctas con la
teo, otro en la correspondencia uno-a-uno y un tercero basado en el análisis de entrega de un perro de juguete y la aparición de luces claras. La conveniente
la transformación realizada. Sin embargo, SIEGLER (1981) no profundiza sobre manipulación de los estímulos hace que la discriminación se funde
el significado o el por qué los niños emplean una u otra estrategia, que exclusivamente en la numerosidad. Cuando el niño emitía cinco respuestas
probablemente esté relacionado con su concepción numérica (GELMAN y correctas sucesivas, entonces se le presentaban dos tipos de ensayos de
BAILLARGEON, 1983). transferencia: en el primer caso se trataba del estímulo condicionado y otro
conjunto mayor o menor que aquél; mientras que en el segundo caso se
PERCEPCIÓN Y ESTIMACIÓN DE LA NUMEROSIDAD presentaban dos conjuntos diferentes nuevos (entre 1 y 5 elementos para ambas
situaciones). Los resultados muestran que a los 16 meses el niño es capaz de
Aristóteles afirmaba que la numerosidad era una de las cinco propiedades usar la propiedad ordinal del número para solventar problemas de numerosidad
elementales del mundo sensible. Por otra parte, el niño pequeño, como hemos relativa, al menos en ciertas condiciones. Así, por ejemplo, cuando se presenta
visto, es capaz de discriminar conjuntos reducidos antes de saber contar; pero. un solo conjunto nuevo, que es mayor que el estímulo condicionado, entonces
¿qué tipo de proceso cognitivo es responsable de esta temprana más del 80 % de las respuestas son correctas; en cambio, cuando las dos
discriminación? ¿Es de tipo cuantitativo o meramente perceptivo, como colecciones de puntos son nuevas, el éxito de los niños desciende
pudiera ser el tamaño o la configuración espacial? Algunos autores (STARKEY sensiblemente (60 %). Por tanto, los niños de 16 meses parecen tener la
y COOPER, 1980) hablan de reconocimiento, inmediato (subitizing), mientras competencia cognitiva necesaria para estimar la numerosidad relativa. E
que otros (WAGNER y WALTERS, 1982) proponen que el desarrollo del número incluso quizás a los 14 meses posean ya esta habilidad, pues niños de esta edad
se iniciaría de modo preposicional, es decir, el niño clasificaría las cantidades pueden detectar, según COOPER (1984), las relaciones «más que» y «menos
(al menos hasta tres), de la misma forma que constituye las clases conocidas que».
por el adulto (animales, muebles, caras, etc.); de tal modo que, al no existir Los trabajos sobre la estimación de la cantidad y los juicios de numerosidad
relación entre uno y dos, uno y tres, o dos y tres, se trataría solamente de una relativa se multiplican más generosamente a partir de los dos años, tanto con
designación proposicional. Quizás incluso resulte más apropiado decir que al niños preescolares como escolares, e incluso durante la vida adulta (AVESAR y
principio ni siquiera puede hablarse de percepción directa del número, sino DICKERSON, 1987; BRAINERD, 1979; COWAN, 1984, 1987; CUNEO, 1982;
más bien de sensación numérica, tal como ocurre en alunas tribus primitivas FUSON, SECADA y HALL, 1983; HOWE y JUNG, 1987; McLAUGHLIN, 1981;
actuales (zulúes y pigmeos de África. o los aranda y los kamilarai de Australia: MICHIE, 1984; MURRAY y MAYER, 1983; NEWMAN y BERGER, 1984; PIAGET
(IFRAH, 1987). Estos pueblos no conciben el número de modo abstracto, sino y SZEMINSKA, 1941; RUBENSTEIN, 1985; RUSSAC, 1983, SAXE, 1977, 1979;
que es «sentido» cualitativamente, al igual que sentimos o percibimos el ruido, SCHAEFFER, EGGLESTON y SCOTT, 1974; SIEGEL, GOLDSMITH y MADSON,
el color o una cosa concreta del mundo exterior. Para ellos, el número es 1982; SIEGLER y ROBINSON, 1982; WOLTERS, KEMPEN y WIJLHUIZEN,
indisociable de los objetos considerados. Pero volviendo a la posición de 1987). Los resultados obtenidos son diversos, debido generalmente a la
Wagner y Walter, la discriminación perceptiva implicaría una cierta existencia de diferencias notorias en los diseños experimentales: número de
abstracción, al igual que acontece cuando discriminamos una cara humana. objetos presentados, configuración de los mismos, tipo de tarea solicitada, etc.
Ahora bien, esta abstracción se limitaría a la simple categorización de ejemplos Son igualmente diversos los factores determinantes del comportamiento
formados por tres elementos (tres puntos, tres círculos, tres letras, etc.), como infantil, ya que para algunos autores serían relevantes los indicios espaciales, o
distintos de los formados por dos o uno, sin que ello implique aún la formación la longitud de las hileras presentadas, o el modo de integrar o relacionar
de equivalencias cuantitativas entre los ejemplos de cada clase o categorías. En longitud X densidad, o el conteo, o la simetría, etc. En cuanto a la influencia de
otras palabras, la pertenencia a la misma categoría de dos tríos, por ejemplo, no los indicios de la longitud, en los juicios de los niños ha sido demostrada por
supone para este niño la igualdad numérica entre ellos. numerosos autores, entre los que podemos citar a PIAGET y SZEMINSKA
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(1941) y BRAINERD (1979). Este último autor dice que hasta los ocho años, al muestran, por una parte, que los niños de cuatro años tienen competencia para
menos, resulta notoria la incidencia de la longitud en los juicios infantiles, usar la correspondencia uno-a-uno, ya que así lo hacen cuando se les entrena o
siendo más fácil la situación que presenta hileras con diferente número de cuando se provoca su uso mediante líneas que unen los objetos
objetos e igual longitud, que cuando la longitud y el número de objetos son biunívocamente, por ejemplo (fig. 1.2 A). BRYANT (1974) también sitúa a esta
diferentes en ambas hileras y el éxito infantil desciende aún más cuando se misma edad la aparición de esta habilidad. Y, por otra, estos niños no utilizan
presenta el mismo número de objetos en ambas hileras, siendo diferente la la correspondencia en la situación experimental estándar, es decir, cuando se
longitud de las mismas. presentan dos hileras de objetos sin otras referencias espaciales (fig. 1.2 B),
Otros autores se han interesado especialmente en cómo el niño conjuga debido probablemente a que el contexto situacional les lleva a considerar
longitud y densidad de las hileras en el momento de emitir su respuesta sobre inadecuado e ineficaz el empleo de la mencionada estrategia o procedimiento.
la cantidad numérica. Así, McLAUGHLIN (1981) dice que el niño
preoperacional, es decir, hasta los seis años y medio o siete años, es incapaz de
fundar sus juicios en torno a la numerosidad relativa sólo sobre la cantidad del
número, mientras que lo hace correctamente cuando el número covaría: bien
con la longitud, bien con la densidad de las hileras. Esta autora utilizó un
máximo de nueve objetos en cada hilera. CUNEO (1982), por su parte, trabaja
con niños de tres a nueve años y con adultos, analizando el papel que
desempeñan la longitud, la densidad y el número en los juicios de Figura 1.2. Correspondencia biunívoca
cuantificación. Después de comentar los tres tipos de paradigmas
experimentales que se han utilizado hasta ese momento, es decir, tareas de KLAHR y WALLACE (1976) proponen, como hemos visto, tres operadores
conservación, tareas de discriminación y tareas de integración, esta de cuantificación: el subitizing (percepción inmediata), el conteo y la
investigadora opta por el último de ellos, asumiendo que el juicio de los sujetos estimación. Otros autores añaden un cuarto operador: la cardinación o
es fruto del procesamiento de la información realizado, y no de la recogida de emparejamiento (BRAINERD, 1979; CAWAN, 1984; FUSAN, SECADA y HALL,
esta información. Además, presenta a los sujetos tanto pequeños como grandes 1983). La estimación implicaría procesos cognitivos más elevados y remediaría
conjuntos de elementos (entre 2 y 45 elementos). Los resultados muestran una las deficiencias de los otros dos, como ocurre, por ejemplo, cuando no hay
evolución en la estimación de la numerosidad, que dependería del tipo de, tiempo para contar o resulta difícil, si no imposible, el hacerlo. Sin embargo,
integración efectuado por los sujetos, en el sentido de que en un primer numerosos trabajos relacionan o suponen que el conteo incide en la estimación
momento se daría una integración aditiva de las dimensiones longitud, y de la cantidad relativa. Algunos, como Piaget y Szeminska, para negar
densidad (longitud + densidad), que conduciría a una estimación errónea de la cualquier relación entre ellos, ya que el conteo no jugaría papel alguno en el
cantidad; para terminar después aplicando una integración de tipo desarrollo del número. Otros afirman categóricamente la relevancia del conteo,
multiplicativo (longitud X densidad), que aseguraría el éxito de los sujetos. La pero no precisan con claridad sus relaciones (GELMAN y GALLISTEL, 1978) y
aparición de uno u otro tipo de integración para resolver estas tareas depende otros, en fin, intentan estudiar con diferente suerte los vínculos que unen ambas
no sólo de la edad de los niños, sino también del número de estímulos o habilidades (COWAN, 1987; FUSON, 1988; MICHIE, 1984; NEWMAN y
elementos del conjunto estimado. El niño pequeño (sobre todo de tres años) BERGER, 1984; SAXE, 1979; SCHONFELD, 1986). Así, mientras Newman y
utilizaría la integración aditiva, incluso con conjuntos pequeños; mientras que a Berger descubren, con niños de 6 a 9 años, que el conteo, o diferentes
partir de los cuatro años aproximadamente el niño sería capaz de aplicar la estrategias de conteo, es un instrumento y una ayuda para la estimación
integración multiplicativa ante conjuntos pequeños, para terminar más tarde numérica, otros, en cambio, no encuentran relación entre el nivel de conteo y la
aplicándola a grandes conjuntos. exactitud de los juicios de numerosidad relativa (COWAN, 1987). Este autor,
Otro factor que puede incidir en los juicios de, numerosidad relativa es la profesor de la Universidad de Londres, que trabaja con niños de 3 a 6 años en
correspondencia uno-a-uno o biunívoca. La influencia de este factor resulta los tres primeros experimentos, observa además que los errores surgen con más
incierta y problemática, ya que frecuentemente no se ha diferenciado de los frecuencia cuando se usan conjuntos grandes (máximo de 16 elementos) que
efectos de otros factores, sobre todo los espaciales. Para evaluar la incidencia con conjuntos pequeños. De la misma manera, el éxito de los niños desciende
exclusiva de la correspondencia, AVESAR y DICKERSON (1987) analizan el sensiblemente cuando existen conflictos con respecto a la longitud de las
comportamiento de niños de 4 y 5 años en tres experimentos. Los resultados hileras. Por otra parte, no encuentra tampoco correlación entre la edad de los
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sujetos y los juicios de numerosidad relativa, quizá debido a la edad de los emitiendo frecuentemente juicios erróneos. A veces utiliza estrategias no
niños, ya que cuando superan los seis años, como ocurre en el experimento cuantitativas, como el color de los objetos, o inventa respuestas. A los cuatro
cuarto, entonces los resultados cambian notablemente con respecto a los obtén- años se funda en la longitud o densidad de un modo más consistente, pero al
dos en los anteriores experimentos. Además, Newman y Berger confirman esta considerar sólo una de ellas, suele fracasar en sus estimaciones. A esta edad, el
evolución de la numerosidad relativa con la edad. Por otra parte, KLAHR (1984) niño es capaz de juzgar correctamente la numerosidad relativa si se le pide que
y FUSAN y HALL (1983) apuntan que el niño tiene que aprender tanto que la cuente antes de emitir su juicio; sin embargo, incluso después de contar,
igualdad de numerales implica igualdad de cantidad, como que la diferencia algunos niños siguen fundándose en estrategias perceptivas para realizar sus
entre los primeros implica diferencia en la numerosidad; lo cual denota, a estimaciones. Hacia los cinco años y medio, los niños cuentan espontánea-
nuestro juicio, ciertas deficiencias en la comprensión del concepto de mente para establecer la numerosidad relativa. Y, en fin, hacia los siete años,
cardinalidad. Finalmente, el papel desempeñado por la combinación subitizing- pueden cuantificar la información, quizá conflictiva, sobre la longitud y la
conteo parece fundamental en la estimación de la numerosidad con conjuntos densidad, si bien esta habilidad puede perfeccionarse durante mucho tiempo
pequeños (COWAN, 1987); en cambio, cuando se trata de conjuntos numerosos cuando se trata de conjuntos grandes.
desempeñaría un papel relevante la percepción global en los primeros pasos
evolutivos, siendo más tarde sustituida por la aplicación de reglas de EL NÚMERO Y SU RELACIÓN CON OTRAS HABILIDADES
conservación (KLAHR y WALLACE, 1976).
Para terminar este apartado, sintetizamos las ideas más significativas que En el capítulo siguiente veremos las relaciones existentes entre diferentes
FUSON (1988) propone al compendiar los resultados obtenidos en una serie de habilidades numéricas, tales como el conteo, la correspondencia, la
experimentos en torno a este tema. Cuando la tarea consiste en formar un cardinalidad, etc. Aquí vamos a ceñirnos al número y su entorno cognitivo, es
conjunto de objetos que tenga el cardinal pedido, entonces los niños (de 3;6 a decir, a todas aquellas habilidades que según los autores pueden (para otros
6;0 años) suelen contar para determinar la extensión del conjunto. En cambio, quizá no) estar vinculadas con el número. Este análisis nos permitirá no sólo
cuando se trata de construir una hilera similar a otra que se propone como comprender mejor los fundamentos mismos del número, sino también conocer
modelo, entonces los niños prefieren utilizar la estrategia de emparejamiento, la competencia cognitiva de otros ámbitos que se correlacionan o muestran
raramente el conteo, y casi nunca se toma como referencia la longitud de la ciertas conexiones con este concepto. El interés práctico, y sobre todo
hilera. Ahora bien, si se pide a los sujetos que estimen la equivalencia de, dos educativo, de este estudio es obvio.
hileras de estímulos, entonces la mayoría de los niños se basa en la longitud de Como recogemos en el apartado 3 de este capítulo, PIAGET concibe el
las hileras (58 %) mientras que un 38 % emplea el conteo. El predominio de las número como resultado de la síntesis de la inclusión y de la seriación, ya que
estrategias perceptivas sobre el conteo sería notable entre los niños más cada número es un todo formado por elementos, que son al mismo tiempo
jóvenes (hacia los cuatro años), descendiendo progresivamente su influencia a equivalentes, y por tanto organizados inclusivamente, y distintos, por lo que
medida que avanza la edad. Pero si se pide expresamente a los niños que están también seriados u ordenados (véanse para más detalles: FUSON, 1988;
cuenten antes las dos hileras, y que lo hagan sin equivocarse, entonces sus KAMII, 1982). En consecuencia, la adquisición del número estará
juicios de equivalencia mejoran notablemente incluso en los niños más estrechamente relacionada con la inclusión y la seriación, tal como afirman
jóvenes. En otro experimento se juega con los indicios engañosos de la PIAGET y SZEMINSKA (1941): «La clase, la relación asimétrica y el número
longitud, espaciando los elementos de una de las hileras. En este caso, los son tres manifestaciones complementarias de la misma construcción operatoria
niños de cuatro y cinco años se fundan sobre todo en la longitud (65 % de los aplicada sea a las equivalencias, sea a las diferencias, sea a las equivalencias y
ensayos), y sólo en el 32 % de los ensayos utilizan el conteo. Aún, algunos diferencias reunidas» (pág. 235). Y poco después persisten en esta idea, aún
niños utilizan como estrategia inicial el conteo, pero terminan basando sus más claramente, tanto desde un ángulo lógico, como psicológico; «Es obvio
juicios de numerosidad relativa en los indicios engañosos de la longitud. Sin que este sincronismo se explica de una manera lógica, ya que el número es
embargo, el comportamiento de la mayoría de los niños cambia cuando se les clase y relación asimétrica fundidos en un mismo todo operatorio. Pero
pide que señalen en qué hilera parece que hay más, o bien en qué hilera hay también se justifica psicológicamente y de la manera más clara: por un lado,
realmente más. En este último caso, un alto porcentaje de niños, emplea el porque si cada número es una totalidad surgida de la reunión de términos
conteo y, con menos frecuencia, el emparejamiento. Concluyendo, hacia los equivalentes y distintos, es imprescindible saber al mismo tiempo incluir y
tres años, el niño puede usar tanto la longitud como la densidad para llevar a seriar para constituirlo; y, por otra, [...]» (pág. 236). Por consiguiente, no queda
cabo sus estimaciones, pero emplea sólo una de ellas, generalmente la primera, la menor duda de que estas tres habilidades aparecen, según Piaget, al mismo
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tiempo en el desarrollo infantil, ya que poseen un mismo fundamento habilidades ordinales para enseñar el número, e hipotetizando que tal vez las
operatorio, es decir, la estructura propia del agrupamiento. Pero además de dificultades encontradas frecuentemente en la adquisición de las nociones
estas nociones, existen igualmente otras, copartícipes de la misma estructura, numéricas se deba a la desafortunada insistencia en los aspectos relacionados
que serían sincrónicas con las anteriores, como por ejemplo, la conservación y con la clasificación. En esta misma óptica, se ha estudiado la posible relación
la correspondencia operatorias, tal como quedó claro en el apartado 3 de este existente entre seriación y clasificación, por una parte, y por otra, ciertas
capítulo. habilidades numéricas. STEFFE, VAN GLASERSFELD, RICHARDS y COBB
Sin embargo, no pocos autores afirman que este sincronismo postulado por (1983) afirman que por el momento no se ha demostrado que el entrenamiento
Piaget no parece cumplirse en todos los casos (BERMEJO y LAGO 1988; en clasificación y seriación se transfiera a tareas numéricas como contar hacia
BERMEJO y RODRIGUEZ, 1987a; BRAINERD, 1979; CLEMENTS, 1984; adelante o hacia atrás. Y CLEMENTS (1984) entrena a niños de cuatro años, ya
KANNO, 1979; KINGMA y KOOPS, 1984; LIDDLE y WILKINSON, 1987; sea en habilidades numéricas (por ejemplo, contar), ya sea en habilidades
McLAUGHLIN 1981; PENNINGTON, WALLACH y WALLACH, 1980; SAXE, lógicas (por ejemplo, clasificación y seriación), encontrando que los dos
1979; etc.). Así, KANNO (1979) analiza el comportamiento de niños japoneses grupos experimentales obtienen mejores resultados que el grupo control en
de 4 a6 años, empleando entre tres y once elementos en el diseño experimental, ambos tipos de habilidades. Ahora bien, el grupo entrenado en las habilidades
en tareas de conservación –sea de la equivalencia (CE), sea de la identidad numéricas supera significativamente los resultados alcanzados por el otro
(CI)– de transitividad –bien de la igualdad (TI), bien de la desigualdad (TD)– y grupo experimental en estas habilidades; mientras que no existen diferencias
de inclusión de clases (IC). Los resultados muestran que la dificultad de las significativas entre ellos con respecto a la competencia lógica. Las
tareas se incrementaría en el siguiente orden: TI<TD<CE<CI<IC; de modo que implicaciones educativas que el mismo Clements propone resultan obvias: la
el niño adquiriría primeramente la transitividad, después la conservación y, enseñanza de las operaciones lógicas a los cuatro años es beneficiosa, pero no
finalmente, la inclusión de clases. En este sentido se pronuncia también la tanto como la enseñanza de las habilidades numéricas.
teoría ordinal de BRAINERD (1979), así como numerosos trabajos que han Otros trabajos han analizado las posibles vinculaciones entre la con-
puesto de relieve el carácter tardío de la inclusión de clases (BERMEJO, 1985, servación del número y el conteo. PIAGET y SZEMINSKA (1941) restan, por
1989). Ahora bien, estas discrepancias, se deben a veces, bien a diferencias en una parte, todo interés al conteo memorístico del niño preescolar; y, por otra,
la conceptualización de las nociones estudiadas, bien a diferencias en el diseño afirman que el conteo adquiere significación propiamente numérica en un
experimental. En esta óptica apuntan BRAINERD y HOOPER (1975) dos tipos de cuarto estadio posterior a la adquisición de la conservación del número.
errores característicos: «errores de medida» y «errores de muestreo». El Creemos conveniente subrayar la posición piagetiana con respecto al conteo y
primero aparece cuando se utiliza diferente criterio para evaluar el éxito del su proposición de un cuarto estadio, que no suele ser tenido en cuenta por los
niño, como ocurre cuando se requiere juicio y justificación, o solamente de autores, tanto por su coherencia interna dentro del desarrollo numérico, como
juicio, para determinar la competencia infantil, y el segundo surge cuando se por las distancias que en general han adoptado los investigadores. Quizá sea
evalúa el comportamiento de niños mayores. En este caso, como cuando se oportuno insistir, aunque sea con brevedad, en que el concepto de número
adoptan criterios «fuertes» para evaluar las respuestas (por ejemplo, piagetiano es abstracto, surgido del funcionamiento de la abstracción
justificación o explicación por parte del niño), se favorecerían las posiciones reflexionante2 y muy distinto, por tanto, del concepto práctico o empírico que
piagetianas, es decir, la simultaneidad o sincronismos de las nociones suele adquirirse precozmente, gracias a la abstracción simple. En consecuencia,
mencionadas. el conteo conceptual u operatorio sería una habilidad que el niño alcanzaría
Por otra parte, LIDDLE y WILKINSON (1987) verifican directamente la sólo después de haber consolidado lógicamente tanto la correspondencia
emergencia de los aspectos cardinal y ordinal del número en el marco biunívoca, como la conservación y el número. Pero dado el desconocimiento
constituido por las posiciones de Piaget y Szeminska, por un lado, y, por otro, que suele existir en torno a esta posición piagetiana y su propuesta de un cuarto
la teoría ordinal de Brainerd. Se trata de un estudio longitudinal realizado
durante tres años con niños de primero de E.G.B. Los resultados parecen
contemporizar con ambos enfoques, ya que se confirman los resultados 2
La expresión piagetiana abstraction reflechissante se traduce frecuentemente en castellano por
piagetianos cuando los conjuntos que se presentan son pequeños (menores que «abstracción reflexiva» y, a veces, por «abstracción refleja», debido quizás a la influencia de los
5); mientras que con conjuntos grandes aparece en primer lugar el orden, autores norteamericanos, pues en inglés suele traducirse por reflexive abstraction. Sin embargo,
después el número, para terminar como adquisición tardía con la clasificación. ninguna de las dos nos parecen correctas, ya que, por una parte, Piaget no utilizó ni el término
Finalizan los autores aconsejando a los docentes un mayor énfasis en las francés reflechie, ni tampoco reflexe; y, por otra, se pierde el carácter activo que posee la
expresión piagetiana. En otras palabras, no es lo mismo decir «amante» que «amada».
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estadio, creemos oportuno transcribir las mismas palabras de Piaget y FAVREAU, 1981; SOUVINEY, 1980). En nuestro estudio (Bermejo y Lago)
Szeminska: encontramos que algunos niños de 5 a 7 años pueden solventar todos los
problemas aditivos presentados, sin poseer, no obstante, la conservación del
«Hay pues un estadio propio de la correspondencia operatoria, con sentimiento de número y los resultados se repiten prácticamente cuando comparamos el
equivalencia necesaria (cualitativa y numérica) de las colecciones correspondientes y comportamiento infantil en tareas aditivas y de conservación de la sustancia
con conservación de las cantidades. Este estadio se intercala entre la simple mediante división en partes (BERMEJO y RODRIGUEZ, 1987b). Veamos
correspondencia intuitiva y la correspondencia entre los objetos y los numerales, o
brevemente las líneas generales de este último experimento. Cien niños de 5 a
numeración hablada. En cuanto a esta última, cuyo empleo correcto suplantaría toda
correspondencia práctica y caracterizaría un cuarto estadio, es inútil comentarla aquí, 7 años, divididos en cuatro grupos, se someten individualmente a dos tipos de
ya que el objeto de esta obra es el estudio de la constitución del número, y sólo una vez tareas: unas consisten en la resolución de problemas numéricos de adición
constituidas lógicamente las operaciones sobre el plano práctico, toma entonces la presentados en forma algorítmica, y las otras son situaciones de conservación
numeración hablada una significación propiamente numérica» (págs. 97-98). de la sustancia o materia mediante división en dos, cuatro y ocho partes. El
marco conceptual de este experimento establece la hipótesis de que la relación
Sin embargo, el parecer de los autores suele ser, más bien, diferente al partes-todo constituiría el pilar básico sobre el que se apoyaría la resolución
piagetiano, debido fundamentalmente a diferencias en la concepción misma del tanto de los problemas aditivos (parte + parte = todo), como de la conservación
conteo. En general, esta habilidad sería anterior a la conservación del número e por división en partes (parte + parte = todo). Limitándonos a los resultados que
influiría en su adquisición posterior. Así, SAXE (1979) descubre, con niños de 4 aquí interesan, encontramos que no pocos niños, que parecen comprender la
a 6 años, que primero se adquiere el conteo y sólo después aparecería la estructura composicional de los números, ya que aplican la propiedad
conservación, ya que los niños que conservan saben contar, pero no todos los conmutativa y (o) utilizan la estrategia de sumar a partir del primer sumando,
que cuentan tienen la conservación. No obstante, algunos niños con problemas se muestran, no obstante, incapaces de aplicar el mismo esquema partes-todo
de aprendizaje se muestran conservadores y, sin embargo, cuentan mal. Ante en las tareas de conservación de la materia. En cambio, no hay niños
esta posible contradicción, Saxe sugiere que estas dos habilidades no estarían conservadores que no manifiesten un claro dominio del esquema partes-todo en
directamente vinculadas y que la exactitud en el canteo no sería crucial en el los problemas aditivos. Interpretamos estos datos a la luz de la teoría de ROZIN
desarrollo de la conservación del número. Ello se debería a que en el primer (1976) sobre la accesibilidad y adquisición gradual de las nociones, sugiriendo
caso nos hallaríamos ante una correspondencia estática, mientras que en el que se daría una comprensión y explicitación progresiva del esquema parte-
segundo se trataría de una correspondencia dinámica. WAGNER y WALTERS todo, generalizándose poco a poco su aplicación a diferentes contextos o
(1982) afirman categóricamente que el niño no llega a la conservación a través situaciones. Desde esta óptica, se entendería que los niños más jóvenes
del conteo. En cambio, otros trabajos se inclinan en el sentido contrario, apliquen correctamente el esquema parte-todo en tareas aditivas simples, que
algunos de modo matizado, como PENNINGTON y otros (1980), que al luego lo hagan del mismo modo en tareas aditivas complejas y que, finalmente,
encontrar que niños de 8 a 10 años pueden contar, sumar, restar y multiplicar lo utilicen a la perfección en las situaciones de conservación de la materia. Esta
sin tener la conservación completa, sugieren que esta última noción se evolución parece razonable, ya que en las cantidades discretas aparece mejor
adquiriría de modo gradual y progresivo a lo largo de los años, siendo eficiente definida la unidad que en las cantidades continuas, facilitándose en
su influencia antes de su consecución terminal, que sería tardía. Otros, por el consecuencia la composición y descomposición del todo en sus partes. En esta
contrario, afirman que el conteo, la cardinalidad y otras habilidades numéricas línea se entiende que la conservación del número sea algo más precoz que la
inciden en la adquisición de la conservación (ACREDOLO, 1982; FUSON, conservación de la materia (PIAGET e INHELDER, 1963), o que las operaciones
SECADA y HALL, 1983; GELMAN, 1982; SIEGLER, 1981; etc.). sobre cantidades discretas sean anteriores a las realizadas sobre cantidades
Finalmente, algunos autores han encontrado una correlación positiva entre continuas (GOTH, 1980), o que las estimaciones cuantitativas resulten más fá-
la conservación del número y los rendimientos en operaciones aritméticas ciles que las no cuantitativas (BRYANT, 1974; MICHIE, 1984).
(CARPENTER, 1980; HJEBERT y CARPENTER, 1982; SPEARS y DODWELL,
1970; VAN ENGEN, 1971); de modo que el fracaso en la conservación supondría APRENDIZAJE Y ENSEÑANZA DEL NÚMERO
la incomprensión de estas operaciones (COPELÁND, 1970; ISAACS, 1972). Pero
la mayoría de los autores niegan que laconservación o la inclusión sea un En el estudio del desarrollo del número en el niño han aparecido dos
prerrequisito para la adquisición de las habilidades numéricas o aritméticas grandes líneas de investigación, que se han proyectado igualmente en los
(BERMEJO y LAGO, 1988; FUSON, 1988; HIEBERT y otros, 1982; LEMOYNE y trabajos sobre aprendizaje y enseñanza de este concepto: por una parte, el
51 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 52
modelo lógico piagetiano y, por otra, el modelo de integración de habilidades numéricas en estas edades. Pero además, el éxito de este grupo en las
seguido ampliamente en nuestros días (véase, por ejemplo, KINTSCH, 1988; operaciones lógicas es significativamente superior al del grupo de control y
SCHAEFFER y otros, 1974). Desde el primer enfoque, algunos autores han similar, aunque un poco inferior, al del grupo de niños que constituyen la
mostrado que el entrenamiento en determinadas habilidades lógicas condición lógica. Por otra parte, este último grupo, si bien alcanza, como
(clasificación, seriación) incrementa el rendimiento en tareas de conservación acabamos de indicar, rendimientos más altos que los otros dos grupos en
del número (INHELDER, SINCLAIR y BOVET, 1974; LESH, 1972); pero no se ha operaciones lógicas, su transferencia al ámbito numérico es, no obstante,
demostrado que este entrenamiento incida también en la mejora de habilidades menos relevante que la que acontece en el grupo en condición numérica. Estos
de conteo (hacia atrás o a partir de un número dado) (STEFIE y otros, 1983), o en resultados muestran, como apunta Clements, que el entrenamiento en las
la solución de problemas aditivos y de substracción (CARPENTER y operaciones lógicas a los cuatro años es posible y positivo, confirmando
MOSER,1982), tal como se ha visto en el apartado anterior. En cambio, desde la posiciones anteriores (FIELD. 1981; SIEGEL, McCADE, BRAND y MATTHEWS,
perspectiva del segundo enfoque se muestra que el entrenamiento en 1978), y en contra de lo sostenido por otros autores (KAMII y DEVRIES, 1977).
habilidades numéricas afecta positivamente al rendimiento aritmético La transferencia mostrada entre ambas condiciones pone de manifiesto la
(GINSBURG, 1977); pero además, este entrenamiento mejoraría las habilidades existencia de ciertas conexiones entre los dos ámbitos, pero no puede
lógicas (CASE, 1982; GELMAN, 1984). Por ejemplo, Gelman entrena a niños de concluirse que las operaciones lógicas sean un prerrequisito para alcanzar las
3 y. 4 años durante un breve espacio de tiempo (5 a 7 minutos) en el uso del habilidades numéricas, como sostiene Piaget. Al contrario, la alta transferencia
cardinal numérico de una o de dos hileras para determinar la igualdad o; que se da en el grupo de niños de la condición numérica permite suponer que la
diferencias entre ellas, descubriendo que este breve entrenamiento mejora práctica en el conteo y otras habilidades numéricas podría proporcionar «la
sensiblemente los juicios infantiles sobre conservación del número, emitidos estructura o el instrumento representacional para construir las operaciones
después del entrenamiento. No sabemos si este comportamiento fructífero fue lógicas» (págs. 774-775). Es una conclusión teóricamente arriesgada, a nuestro
una mera o mecánica consecuencia del entrenamiento anterior, o si, por el juicio, pero de ricas implicaciones educativas.
contrario, se trató de un aprendizaje que persistió más allá del momento Como indicábamos más arriba, los dos enfoques mencionados se proyectan
temporal en que fue realizado el experimento. En otras palabras, el uso de un también en la instrucción o enseñanza del número. Los trabajos de KAMII
postest sobre conservación algunos días o semanas más tarde tal vez hubiera (1982, 1985) constituyen un buen ejemplo de cómo enseñar este concepto desde
aportado la respuesta al problema planteado. De todas formas, esta la perspectiva piagetiana. Según esta autora, la enseñanza directa de la
investigación ilustra perfectamente la línea teórica seguida desde este segundo conservación del número constituiría una aplicación errónea de la teoría de
enfoque. Piaget, ya que el niño debe construir esta noción creando y coordinando
El enfoque de CLEMENTS (1984) relaciona ambos modelos, estudiando a la relaciones, y la actuación o el ejercicio en una tarea determinada no implica
vez los efectos recíprocos del entrenamiento en las operaciones lógicas y en necesariamente desarrollo en la estructura mental subyacente. Por ello, el
determinadas habilidades numéricas. Veamos brevemente sus contenidos más objetivo de la docencia debe ser el desarrollo de esta estructura, y no la
significativos. Cuarenta y cinco niños de 4 años y 6 meses de media se enseñanza de una respuesta correcta. Pero, por otra parte, si el niño tiene que
distribuyen en tres grupos: condición lógica, condición numérica y control. construir la estructura logico-matemática del número, entonces no puede
Estos niños reciben tres sesiones semanales de entrenamiento de 25 a 30 enseñarse directamente dicha estructura. ¿Cuál es en este caso la función del
minutos cada una, durante 8 semanas. En la condición lógica, el entrenamiento profesor o en qué consiste su labor docente? La respuesta no es un laisser faire
pretende desarrollar las habilidades de clasificación, seriación, clasificación (dejar hacer) lo que el niño pretenda en cada momento, cruzándose de brazos el
múltiple y seriación múltiple, así como la coordinación e integración profesor; al contrario, éste puede crear en torno al niño múltiples situaciones
progresivas de estas operaciones. En cambio, en la condición numérica se que le animen a pensar activamente, relacionando las cosas u objetos, por
enfoca el entrenamiento con vistas a desarrollar, coordinar e integrar series de ejemplo, con el fin de favorecer la estructuración progresiva de la información
estrategias de conteo y otras habilidades numéricas (por ejemplo: lista de y la construcción de nuevos esquemas mentales.
numerales, conteo hacia adelante y hacia atrás, correspondencia uno-a-uno, Así, un modo de fomentar esta actividad consistiría en poner al niño en
etc.). Los resultados muestran, por una parte, que los niños en la condición situaciones diversas de cuantificación: colocar en la mesa tantos platos como
numérica obtienen mejores resultados en el postest numérico que el grupo de personas hay en la casa, distribuir equitativamente los caramelos entre todos
control y el grupo que ha seguido la condición lógica. Ello supone que me- los niños, dar dos pasteles a cada uno de los comensales, etc. Este tipo de
diante un entrenamiento adecuado es posible desarrollar las habilidades comportamientos podría ayudar a la construcción de la estructura mental del
53 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 54
número y lo decimos de modo hipotético, porque el camino exacto que recorre actuación de los principios mencionados. Así, por ejemplo, en el conocido
el niño para construir este concepto sigue siendo un misterio, a pesar de la juego de cartas denominado «guerra», el niño se enfrenta sin cesar con
cantidad y calidad de los datos teóricos y empíricos obtenidos hasta el situaciones de conteo, de comparación de cantidades o cuantificaciones
momento. relativas, toma de decisiones, etc., actividades que pueden complicarse
Kamii propone seis principios para enseñar (de modo indirecto) el número: progresivamente, bien aumentando el número de elementos que figura en las
1) estimular y orientar la atención del niño a establecer relaciones entre los cartas, bien con la intervención pertinente del profesor a lo largo del juego.
objetos, 2) animar al niño a pensar sobre el número y la cantidad de modo Para poner fin a esta orientación, nada mejor que concluirla de la mano del
significativo, 3) animar al niño en la cuantificación lógica de los objetos y en la mismo PIAGET (1973). Después de argumentar la conveniencia de utilizar
comparación de conjuntos (más que en el conteo mismo). 4) animar al niño a objetos manipulables en el aprendizaje de las matemáticas, este autor propone
construir conjuntos con objetos móviles, 5) favorecer el intercambio de ideas algunos principios generales psicopedagógicos que recogemos a continuación:
entre los niños, y 6) intervenir en el quehacer infantil en conformidad con su 1) La comprensión de una noción supone la reinvención de la misma por el
peculiar desarrollo. En cuanto al primer principio, se trata de fomentar las niño, lo que requiere la implantación de una metodología activa que facilite el
situaciones que permitan relacionar objetos, alternativas, soluciones, etc. Así, logro de ese objetivo; 2) el niño puede llevar a cabo acciones que, sin embargo,
por ejemplo, las situaciones de conflicto pueden ser ocasiones relevantes para se muestra incapaz de expresar verbalmente; o en otras palabras, se puede
que el niño busque relaciones con el fin de solventar el problema planteado. realizar algo en acciones sin tener conciencia de lo que implica; 3) finalmente,
Las negociaciones que frecuentemente se motivan, suponen la coordinación de el nivel de representación utilizado debe corresponder al grado de desarrollo
objetos o de distintos puntos de vista, que favorecen el desarrollo de la lógico del niño, postergando la formalización de las nociones a momentos
movilidad y coherencia del pensamiento. Un ejemplo, que aparece con bastante evolutivos más tardíos.
asiduidad en la vida del niño, surge cuando dos niños se disputan la posesión Desde el modelo de integración de habilidades se afirma que las habilidades
de un objeto o juguete. La argumentación en alternancia que se produce ilustra numéricas, tales como el conteo, suponen procesos cognitivos complejos que
perfectamente el contenido de este principio. podrían desempeñar un papel crucial y constructivo, tanto en el desarrollo del
Con respecto al segundo principio, el docente puede animar al niño a contar número como en el de las operaciones lógicas del niño (CLEMENTS, 1984;
cantidades o a compararlas cuando tenga necesidad o se interese por ellas, tal FUSON, 1988; GELMAN y GALLISTEL, 1978). En consecuencia, la alternativa
como acontece en comportamientos como distribuir objetos entre dos o más entre enseñar al niño operaciones lógicas, como la clasificación, orden y
niños, o en comparaciones que permiten determinar la cantidad relativa de dos conservación, o habilidades numéricas, como el conteo, no parece justificarse.
conjuntos. Igualmente, el tercer principio insiste en la conveniencia de que en Ya hemos visto que el entrenamiento en estas últimas resulta más eficaz en
la docencia del número el profesor se centre más en el pensamiento lógico- general, que cuando este entrenamiento se limita exclusivamente a las
matemático que en el contar, buscando, por ejemplo, la comparación de operaciones lógicas. Sin embargo, la integración de ambos tipos de enseñanza
conjuntos mediante correspondencias, en lugar de hacerlo mediante el conteo parece la actitud más adecuada, ya que la presencia de ciertas actividades de
de ambos conjuntos. El cuarto principio pone de relieve la importancia de la clasificación y orden resulta casi imprescindible en una enseñanza integral del
acción del niño, de modo que resulta más adecuada la tarea de construir un número. Desde esta óptica, CLEMENTS y CALLAHAN (1983) presentan un
conjunto de objetos similar a un modelo dado, que simplemente juzgar la igual- conjunto de actividades de conteo, que facilitan y promueven el desarrollo del
dad o desigualdad de dos conjuntos ya construidos. En cuanto al quinto número: coger tantos objetos como hay en un modelo, detectar un error y
principio, supone que el intercambio de ideas entre los niños o la con- realizar la acción correctamente, contar a partir de un número, contar hacia
frontación entre compañeros constituye un medio óptimo para formar nuevas atrás; ocultar algunos objetos, descomposición de números, juegos de cartas,
relaciones y fomentar mentalmente una actitud activa y critica. Finalmente, el etc. Así, por ejemplo, en la segunda de las actividades mencionadas se presenta
último principio afirma que ante el error es más adecuado corregir el proceso un muñeco que comete un error cuando cuenta (saltarse un numeral, por
de razonamiento del niño que limitarnos simplemente a corregir la respuesta. Y ejemplo) y se pide a un grupo de niños que detecten dicho error, que expliquen
para ello, resulta imprescindible conocer cómo se ha producido dicho error; de por qué es un error y que muestren cómo se corrige. Posteriormente, el error
ahí el interés del análisis de los errores infantiles. KAMII (1982, 1985) recoge puede consistir en saltarse un objeto, o dos, o repetir dos veces el mismo
una serie de actividades y juegos para enseñar el número, como distribución de numeral, o contar dos veces el mismo objeto, o dar una respuesta equivocada a
materiales, reparto de objetos, recogida de cosas, votar, juegos de puntería, la pregunta «¿Cuántos hay?», etc. En caso de necesidad se puede ayudar al
escondite, juegos de persecución, juegos de cartas, etc., en los que se ilustra la niño, pero sólo lo suficiente para que él mismo descubra la solución. Otras
55 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 56
veces se pretende insistir en la representación y abstracción del número,
presentando actividades en las que el niño identifique un mismo número en
situaciones diversas (véase, por ejemplo, LIEDTKE, 1983): cuatro gomas y un
lápiz, dos lápices y tres teléfonos, tres gomas y dos tijeras, etc., cambiando la
disposición espacial de dichos conjuntos, y preguntando al niño si todas estas
situaciones son similares o diferentes. Se puede también jugar con los dedos de
la mano o con círculos pintados sobre el papel formando figuras diversas para
que el niño determine la diferencia o semejanza entre todas las situaciones.
Finalmente, se puede también pedir al niño que busque en clase tantos grupos
de N objetos como pueda. En todos estos casos se pretende mostrar al niño que
la numerosidad es independiente del color, tamaño, forma o disposición
espacial.
57 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 58
explicar la variabilidad mostrada por los niños en sus ejecuciones mediante la
simple asignación de menos componentes, o bien componentes más débilmente
aprendidos, propios de los niños más pequeños. Por último, indicar la
CAPITULO II observación recogida por FUSON (1988a) referente a que la frecuencia con que
se produce un error dado decrece antes de que lo haga la frecuencia relativa a
APRENDIENDO A CONTAR los niños que cometen ese error. Este dato concuerda, según la autora, con una
con M. O. Lago perspectiva del aprendizaje que contemple la existencia de estados intermedios,
y no con un enfoque en el que, a través de un repentino insight, el niño pasa de
una ejecución en la que predominan los errores, a una ejecución en la que
INTRODUCCIÓN desaparecen totalmente.
En definitiva, estos diferentes puntos de vista convergen en su voluntad de
El conteo es una de las habilidades numéricas más tempranas en el explicar cómo tiene lugar la adquisición del procedimiento de conteo,
desarrollo infantil. Sin embargo, no es fácil determinar cómo la adquiere el postulando para ello la existencia o la no existencia de estados intermedios de
niño. Para unos autores, los inicios de esta habilidad se fundan en una conocimiento. En este sentido, se han realizado algunos estudios, entre los que
comprensión mecánica o en un aprendizaje memorístico carente de sentido cabe destacar el de WILKINSON (1984) y el de BERGAN, STONE y FELD
(BAROODY y GINSBURG, 1986; BRIARS y SIEGLER, 1984; FUSON y HALL, (1984), destinados específicamente a determinar si el conocimiento que
1983; SIEGLER y SHRAGER, 1984; SOPHIAN, 1987; STEFFE, VON
caracteriza las primeras fases de adquisición del conteo es restringido o
GLASERSFELD, RICHARDS y COBB, 1983; VON GLASERSFELD, 1982; etc.);
variable. El modelo de conocimiento restringido supone una estructura
mientras que otros defienden la existencia de unos principios que guían la
cognitiva integrada por un algoritmo unitario y un proceso evolutivo asociado
adquisición de un conocimiento cada vez más elaborado de dicha habilidad
que se limita a corregir el algoritmo incompleto o erróneo. El modelo de
(GELMAN y GALLISTEL, 1978; GELMAN y MECK, 1983, 1986; GREENO;
conocimiento variable comporta una estructura cognitiva integrada por un
RILEY y GELMAN, 1984; WARNER y WALTERS, 1982; etc.). En la línea de los
conjunto de componentes modulares y un proceso evolutivo asociado que
primeros, algunos autores (BRIARS y SIEGLER, 1984; SIEGLER y SHRAGER,
perfecciona la coordinación de los componentes, denominado autoseguimiento.
1984) entienden que la habilidad numérica temprana de los niños se debería a la
En términos de las conductas que cabe esperar ante la preponderancia de cada
creación de hábitos –como resultado de los refuerzos recibidos por copiar
uno de estos tipos de conocimiento, se entiende que el comportamiento de un
demostraciones convencionales–, a partir de los cuales inducen los principios o
niño se ajusta al modelo de conocimiento restringido cuando sus respuestas son
los componentes de los principios de conteo. No obstante, puesto que los
definitivamente correctas o erróneas ante ciertos aspectos del conteo, mientras
hábitos son inicialmente débiles, los niveles de ejecución y generalización
que en aquellos casos en los que el comportamiento en un ensayo es el
también son al comienzo bajos. En una óptica muy parecida a la descrita,
contrario al realizado en otro ensayo idéntico momentos después es
BAROODY y GINSDURG (1986) proponen que la aplicación mecánica del
interpretado como una manifestación de conocimiento parcial.
procedimiento de conteo va siendo paulatinamente modificada por la
Estos trabajos no son suficientes, no obstante, para ofrecer una respuesta a
comprensión del mismo, originando procedimientos cada vez más sofisticados
la cuestión de cómo tiene lugar este desarrollo cognitivo temprano. Además,
que pueden conducir a posteriores insights conceptuales.
las opiniones están divididas, decantándose WILKINSON (1984), al igual que
Desde un punto de vista opuesto, GELMAN y MECK (1986) consideran que
GELMAN y GALLISTEL (1978), por el modelo de conocimiento variable, ya
la habilidad limitada y variable que muestran los niños no es una prueba
que el desarrollo del conteo durante los primeros años parece consistir sobre
concluyente de que sea correcta la postura de aquellos que propugnan la
todo en la mejora de los procedimientos y en la habilidad de llevarlos
existencia de un aprendizaje memorístico, sin que medie comprensión alguna.
correctamente a la práctica. BERGAN y otros (1984) se muestran partidarios del
Para estos autores el papel desempeñado por los principios sería determinar las
modelo de conocimiento restringido, así como SIEGLER y ROBINSON (1982).
características que debe tener una ejecución correcta. Los principios no tienen
Esta adopción de posiciones no pretende ser definitiva, ya que hace falta
por función proporcionar «recetas» para generar un plan de modo que sea
recabar más evidencia experimental. Además, la aceptación de un modelo u
correcto, ni tampoco garantizar la ejecución correcta del plan. Por tanto, según
otro no implica necesariamente asumir ni los resultados, ni los procedimientos
GELMAN y MECK (1986), los autores partidarios de la existencia de
de estas dos investigaciones, tal como sería, por ejemplo, el caso de FUSON
asociaciones que van a permitir la adquisición de los principios, se limitarían a
(1988a) expuesto más arriba.
59 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 60
A continuación presentamos distintos puntos de vista con respecto a la b) conocer la respuesta buscada en una situación de cuantificación en
adquisición del conteo, en función de los tres principios procesuales del términos absolutos (esto es, indicar el valor cardinal de un conjunto).
modelo propuesto por GELMAN y GALLISTEL (1978): 1) principio de co- El conteo, por tanto, agrega más componentes y comporta un carácter más
rrespondencia uno-a-uno; 2) principio de orden estable; y 3) principio de abstracto que el procedimiento de cuantificación de correspondencia uno-a-
cardinalidad. Las ventajas que nos ofrece este esquema son fundamentalmente uno, ya que no se trata de establecer comparaciones entre conjuntos físicos,
dos. Por una parte, nos permitirá determinar si los niños poseen unos principios que en última instancia sería el nivel de abstracción al que podría aplicarse la
u otros, sin que deban adquirirse todos ellos como un bloque unitario; y, por correspondencia uno-a-uno para inferir la equivalencia o no entre los
otra, nos facilitará el seguimiento de los diversos procesos cognitivos conjuntos, tal como se muestra en la figura 2.l. Se trata, más bien, de establecer
implicados en el procedimiento de conteo. Por último, hay que indicar que el
conocimiento detallado de los principios y de los resultados experimentales 0 0 0 0 0 . . . . .
más notables en torno a cada uno de ellos, permitirá acometer con mayor
comodidad la labor de introducir los diversos modelos que se ocupan de ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ . . . . .
mostrar cómo tiene lugar la integración de dichos principios, hasta aunados en
* * * * * . . . . .
un procedimiento funcional. FIGURA 2.1. Correspondencia entre dos conjuntos de objetos físicos
LA CORRESPONDENCIA UNO-A-UNO
comparaciones entre los elementos físicos de un conjunto y los elementos
abstractos de otro (esto es, los numerales), que ni siquiera están presentes de
En las teorías lógicas del número la correspondencia uno-a-uno se identifica
manera permanente a lo largo de todo el procedimiento de conteo (fig. 2.2).
con el aspecto cardinal del número, y la secuencia ordenada de numerales con
el aspecto ordinal, ya que es posible establecer relaciones asimétricas * * * * * . . . . .
transitivas entre sus miembros. No obstante, del mismo modo que el conteo
queda relegado al olvido en dichas teorías, los modelos del conteo tampoco ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ . . . . .
consideran como elemento principal de estudio las complejas definiciones
lógicas, sino que se centran en la observación rigurosa de las ejecuciones de los 1 2 3 4 5 . . . . .
niños para intentar explicarlas. Desde este marco teórico, la correspondencia
uno-a-uno, como componente del conteo, ha de coordinarse con otro aspecto FIGURA 2.2. Correspondencias entre los objetos físicos de un conjunto y los
importante: la secuencia de elementos ordenados. Las palabras «Componente» elementos abstractos de la secuencia de numerales.
y «coordinación» advierten del carácter parcial de la correspondencia uno-a-
uno en este contexto. En efecto, en la situación de conteo la correspondencia La separación de los distintos componentes del conteo se efectúa no sólo
uno-a-uno no permite asegurar directamente que dos conjuntos sean equi- para realizar estudios más exhaustivos acerca de cada uno, sino porque no
valentes, sino que sólo puede garantizar que, a partir de su aplicación correcta, todos ellos parecen comenzar a manifestarse en el mismo momento, ni siguen
el conjunto de objetos físicos que han sido contados es equivalente al conjunto los mismos pasos evolutivos. En consecuencia, una ejecución deficiente en el
de numerales (más abstracto) que el sujeto ha ido produciendo a lo largo del procedimiento de conteo puede deberse a que se presenten problemas en uno
conteo. Si junto a la correspondencia uno-a-uno se aplica correctamente una de estos componentes o también en el proceso de integración de los mismos.
secuencia ordenada estable y el principio de cardinalidad (es decir, si el último Tras haber situado la correspondencia uno-a-uno en relación al conteo,
numeral empleado en el conteo no sólo sirve para etiquetar al último elemento como procedimiento más global en el que se integra, pasamos a hacer un
del conjunto físico, sino que también representa a todos los elementos del análisis más detallado de la misma. Para ello examinaremos los errores
conjunto), el resultado del procedimiento de conteo (y no la correspondencia cometidos por los niños y nos ocuparemos también de la participación de
uno-a-uno aisladamente) permite: algunos aspectos importantes en la aplicación de dicho principio, nos
a) Resolver situaciones de cuantificación relativa, es decir, determinar si referiremos al papel del acto de señalar los objetos, el tamaño del conjunto que
entre dos conjuntos existe una relación de equivalencia o de orden –uno es hay que contar, la distribución y la naturaleza homogénea o no de los
mayor o menor que el otro– mediante la contrastación de los cardinales de elementos de los conjuntos.
ambos conjuntos;
61 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 62
De acuerdo con el modelo de con tea de GELMAN y GALISTEL (1978), el habilidad de contar. Puesto que aquellas ejecuciones infantiles en las que no se
principio de correspondencia uno-a-uno conlleva la coordinación de dos cometen errores pueden tomarse como indicios de que es correcta la postura
procesos: partición y etiquetación. Se entiende por partición el mantenimiento, que defiende la inducción de los principios a partir de la habilidad de
paso a paso, de dos categorías de ítems: los que ya han sido contados y los que ejecución, el análisis de los errores constituye una importante fuente de datos
aún no han sido contados. El paso de los elementos de un conjunto de una que, a juicio de estos autores, ratifica la anterioridad de los principios. Además,
categoría a otra puede realizarse mediante la separación física (los actos de no sólo la mera manifestación de los errores, sino su naturaleza y el lugar en
señalar) o mental (cuando el sujeto ha interiorizado el acto de señalar). La que suelen desarrollarse, son datos que apoyan más claramente su postura de
etiquetación requiere la existencia de un conjunto de etiquetas que se harán «principio, primero/ejecución correcta, después». Los resultados de los
corresponder una sola cada vez con cada objeto. El criterio que estos autores experimentos mágicos ponen de manifiesto que los niños pueden emplear este
han empleado para determinar la presencia del principio que estamos principio. Los errores cometidos por los niños son principalmente de dos tipos:
estudiando, es que los niños utilicen tantas etiquetas como objetos hay en el de partición y de coordinación. Los de partición comprenden, a su vez, los
conjunto contado, si bien, en uno de sus trabajos, se tiene en cuenta además la errores de repetición y los de omisión, que suelen acontecer en la zona
naturaleza de estas etiquetas, que deben ser estables y únicas. Más tarde, intermedia o central de la muestra. Con respecto a los de coordinación, son
cuando hablemos de la secuencia de numerales, volveremos sobre este último errores debidos sobre todo a los problemas que plantea la finalización del
aspecto. Así, de acuerdo con el criterio señalado, Gelmart y Gallistel con- conteo para los niños. También, por último, hacen referencia a los errores de
sideran secuencias correctas en el nivel de la etiquetación aquellas en que el etiquetación (es decir, utilizar la misma etiqueta más de una vez), pero estos
niño, al presentársele dos objetos, contesta «dos, seis» o «a, b», o incluso, errores apenas tienen lugar.
cuando en un primer momento cuentan «uno, cuatro» y a continuación cuentan La información aportada por los resultados de las grabaciones en vídeo es
de nuevo y lo hacen invirtiendo los términos (es decir, «cuatro, uno»), ya que más exhaustiva; sin embargo, global mente es similar a la obtenida en los
el principio de correspondencia uno-a-uno no se ha violado. experimentos mágicos: 1) los errores de etiquetación son escasos, y 2) los
El modelo de conteo de GELMAN y GALLISTEL (1978) arranca de los datos errores de partición y de coordinación son los que presentan frecuencias más
recogidos en los denominados experimentos mágicos y las grabaciones elevadas. La categoría relativa a los errores de partición, que tienen lugar con
realizadas en video de múltiples ensayos de conteo. En los primeros, se mayor abundancia ante conjuntos grandes, comprende, a su vez, los siguientes
plantean situaciones de cuantificación en términos relativos, aunque con tipos de errores:
algunas modificaciones como, por ejemplo, que se efectúan transformaciones
(quitar o añadir elementos), empleando conjuntos muy pequeños: 2 versus 3. y A) los que consisten en dar por finalizado el conteo cuando aún no han sido tenidos
3 versus 5 objetos. Estos primeros análisis del conteo tienen dos importantes en cuenta todos los elementos de la muestra (tasa promedio: 1, 57);
limitaciones: 1) no van destinados a estudiar directamente el conteo y, por B) la tendencia a regresar a un ítem cuando ese ítem, y otros próximos a él ya han
sido contados (tasa promedio de ocurrencia cada 100 ensayos: 2,2);
tanto, se basan en el comportamiento de los niños que espontáneamente
C) los de repetición, de modo que un elemento es contado más de una vez (tasa
optaron por aplicar este procedimiento de cuantificación, y 2) al tratarse de promedio: 9,77);
conjuntos tan pequeños no pueden examinarse debidamente cada uno de los D) los de omisión, que es el caso inverso al anterior (tasa promedio: 13,92).
componentes por separado, ni con respecto a su coordinación. No obstante,
debido a que arrojan datos muy significativos en torno a la capacidad de conteo Los dos últimos son los que cuentan con tasas de ocurrencia más elevadas.
de los niños, los autores llevan a cabo un segundo estudio. En esta ocasión se Gelman y Gallistel justifican los errores de partición mediante razones como la
analiza detalladamente el comportamiento de los niños ante un amplio rango de pérdida momentánea del registro del lugar ocupado, achacando este descuido
tamaños, desde 2 hasta 19 elementos, así como ante la distribución lineal (en bien a dudas con respecto a si un elemento ha sido contado o no, o a que
hilera) o no de los objetos. Los criterios adoptados en este estudio también señalan con excesiva rapidez. No obstante, los datos en torno a este principio,
sufren una transformación, ya que basta con que el número de etiquetas sea tomados globalmente, sugieren la conclusión de que el comportamiento de los
igual al de objetos contados, mientras que en el estudio anterior se requería niños está dirigido por una regla de partición. En efecto, de no ser así, los
además que las etiquetas fuesen distintas entre sí. niños realizarían movimientos totalmente desorganizados a lo largo de la
Antes de entrar en la discusión de los resultados, hay que tener presente el muestra de objetos, es decir, movimientos indiscriminados de avance y
marco teórico del que parten Gelman y Gallistel. Estos autores proponen que el retroceso.
conocimiento de los principios de conteo es la base para la adquisición de la
63 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 64
La categoría de los errores de coordinación (que conllevan la repetición o rrespondencia uno-a-uno como base para la equivalencia numérica. Sin
la omisión de un solo elemento) sufre igualmente un desdoblamiento que da embargo, hay que añadir que Miller denomina a ese conjunto de com-
lugar a la especificación de cuatro tipos de errores: portamientos «conteo distributivo», y él mismo indica que se trataría de un
procedimiento que no requiere que el niño determine el número de elementos
1) los que tienen lugar al comienzo del procedimiento de conteo, reflejando así la presentes. La descripción dada acerca del «conteo distributivo» parece
dificultad que encuentran los niños para iniciar la aplicación coordinada de los ajustarse de modo más preciso a lo que se entiende por emparejamiento
procesos de etiquetación y de partición. Por ejemplo, el niño puede señalar el primer (matching) (véase, por ejemplo, FUSON y HALL, 1983; FUSON, SECADA y
elemento con corrección pero mostrarse dubitativo y comenzar la etiquetación
HALL, 1983), mientras que Gelman separa claramente ambos procedimientos.
abruptamente cuando está señalando el segundo elemento, o podrá señalar
reiteradamente el primer elemento en vez de ocuparse de los elementos adyacentes El segundo grupo de trabajos para contrastar empíricamente las hipótesis
(tasa promedio: 2,38); planteadas sobre el conteo se basa en la detección de errores (GELMAN y
2) los errores que acontecen al final del procedimiento de conteo, que son muy MECK, 1983, 1986). En este tipo de experimentos subyace la creencia de que las
semejantes a los que ocurren al comienzo del mismo (tasa promedio: 12,38); demandas de ejecución pueden encubrir el conocimiento implícito de los
3) los errores que prolongan la etiquetación cuando ya no quedan elementos, o bien principios en los niños pequeños y, puesto que aquí los niños no tienen que
siguen contando de nuevo elementos que ya habían sido debidamente etiquetados, realizar por sí mismos el conteo, sino que lo lleva a cabo una marioneta, su
sobretodo cuando se enfrentan a conjuntos cuyos elementos están dispuestos de manera labor consiste en juzgar si la ejecución de la marioneta se ajusta o no a lo
aleatoria (tasa promedio: 2,03); establecido por los principios. En el primero de estos trabajos, para evaluar la
4) los errores de asincronía, en los que no existe la armonía necesaria entre los dos presencia del principio de correspondencia uno-a-uno, GELMAN y MECK
procesos componentes, esto es, de partición y de etiquetación (tasa promedio: 2,07).
(1983) emplearon los siguientes tipos de ensayos: 1) correctos; 2) incorrectos:
a) con errores de omisión, y b) con errores de repetición; y 3) dos
Los errores de coordinación sirven como pretexto para plantear de nuevo
pseudoerrores: a) la marioneta inicia el conteo en la mitad de la hilera de
que la cuestión gira en torno a un problema de habilidad limitada a lo largo de
objetos y luego vuelve sobre los no contados, antes de dar por finalizada su
la ejecución, puesto que el principio está presente, aunque de modo implícito.
ejecución, y b) la marioneta cuenta en primer lugar todos los objetos de un
En cualquier caso, destacan el hecho de que los niños casi nunca producen
mismo color y, a continuación, vuelve sobre sus pasos para encargarse de los
conteos totalmente asincrónicos, y que, en general, señalan o tocan un solo
elementos del otro color (la hilera consta de objetos de dos colores, dispuestos
item (componente de partición) y asignan una sola etiqueta por elemento
de modo alterno). Comprueban que los niños obtienen un porcentaje de
(componente de etiquetación).
aciertos superior al que cabría esperar por azar. Ello les permite reafirmarse en
El análisis y categorización pormenorizados de los errores lleva a los
su postura, posteriormente materializada en el modelo de conteo de GREENO,
autores a concluir que los errores cometidos contra el principio de
RILEY y GELMAN (1984), según la cual la competencia de ejecución y de
correspondencia uno-a-uno son fruto de las demandas de ejecución y no de la
procedimiento enmascaran la verdadera competencia conceptual, debido a las
falta de competencia por parte de los niños. Esta misma hipótesis es la que guía
demandas de ejecución impuestas por las tareas.
los trabajos posteriores de Gelman y colaboradores, en los que mediante
En general, los datos indican que los niños pueden aplicar este principio a
estrategias experimentales van a tratar de verificar empíricamente su modelo
un rango de conjuntos cuyos tamaños son mucho mayores de los que pueden
de conteo. En ellos se incluyen los denominados experimentos de
contar, por sí mismos, con precisión. No obstante, como los propios autores
entrenamiento (por ejemplo, GELMAN, 1982b) y los de detección de errores (por
ponen de relieve con posterioridad (véase GELMAN y MECK, 1986), sus datos
ejemplo, GELMAN y MECK. 1983, 1986). Con respecto a los primeros, el
de 1983 y los obtenidos por BRIARS y SIEGLER (1984) con respecto a la
interesante trabajo realizado por GELMAN (1982b) pone de manifiesto la
correspondencia uno-a-uno son muy desiguales.
rapidez con que los niños aprenden que la correspondencia uno-a-uno (entre
Los porcentajes de acierto arrojados por el trabajo de Briars y Siegler son
dos conjuntos de objetos físicos) es la base de la equivalencia numérica. Estos
mucho más bajos. Esto es, el 95 % para los niños de 3 años y el 96 % para los
datos son interpretados en el sentido de que la correspondencia uno-a-uno, que
de 4 años en el estudio de Gelman y Meck, frente al 35 % y 65 %,
es un componente integral del procedimiento de conteo, se explicita mediante
respectivamente, en el de Briars y Siegler. GELMAN y MECK (1986) atribuyen
un apropiado entrenamiento. MILLER (1984) confirma y amplía los hallazgos
esta diferencia a la ambigüedad de los ensayos, que en su opinión, impone
de Gelman, al descubrir que niños de corta edad, incluso sin entrenamiento,
mayores demandas sobre la competencia de utilización de los niños, al tener
poseen una estrategia que refleja una comprensión general de la co-
que decidir la alternativa existente en la mente del experimentador. A juicio de
65 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 66
estos autores, en el estudio de Briars y Siegler los niños probablemente asumen «actos de indicación». Cada «acto de indicación», que normalmente es un
que cualquier alejamiento de lo que es un procedimiento de conteo habitual o señalamiento, enlaza una palabra emitida en el tiempo con un objeto situado en
estándar debería ser juzgado como erróneo. De este modo, el número de el espacio, mediante una correspondencia témporo-espacial (palabra-objeto)
errores se vería aumentado de manera artificial. Además, consideran que esta que procede de las dos correspondencias en las que interviene el señalamiento.
explicación es plausible, ya que, antes de iniciar la situación experimental pro- Un error de correspondencia durante el conteo puede tener lugar en el nivel de
piamente dicha, se dice a los niños que la marioneta sabe contar. Así mismo, la correspondencia temporal (numeral-señalamiento), en el nivel de la
entienden que la repetida experiencia de conteo con hileras de objetos, antes de correspondencia espacial (señalamiento-objeto), o en ambos niveles
cada bloque de pruebas, puede haber inducido la creencia en los niños de, que simultáneamente. El sistema de categorías descrito tiene por objeto, por un
debían centrarse en las actuaciones realmente convencionales. Por el contrario, lado, subrayar los distintos tipos de correspondencias y, por otro, fomentar la
los niños del estudio de GELMAN y MECK (1983) gozan de una mayor unanimidad de criterios, de modo que sea factible la comparación de los
flexibilidad, ya que se les dice que la marioneta está aprendiendo a contar y, resultados obtenidos en diversos trabajos experimentales. Esta categorización
además, no reciben práctica alguna con hileras de objetos a lo largo de la permite además determinar la dificultad relativa de estas dos clases de
situación experimental. La explicación que justifica las diferencias entre los coordinaciones, si comparamos las tasas de errores que se producen en cada
porcentajes de estos dos estudios la hacen extensiva a algunas otras una de ellas. Los errores comprendidos en las diversas categorías son
investigaciones que han sido empleadas para cuestionar el modelo de conteo independientes de las secuencias de numerales específicas empleadas. Para
propuesto en 1978. Es decir, GELMAN y MECK (1986) consideran que esos Fuson, la exigencia de que las etiquetas asignadas a cada objeto sean «únicas»
estudios, al igual que ocurre con el de BRIARS y SIEGLER, pueden estar o diferentes parece estar más vinculada al aspecto de secuencia del conteo que
realizando excesivas demandas sobre la competencia de utilización y de a la correspondencia uno-a-uno. En principio, este conocimiento debería estar
procedimiento de los niños y, en consecuencia, enmascararían su verdadera incluido en el aspecto de correspondencia, pero por tratarse de la naturaleza de
competencia conceptual. Esta interpretación es avalada por un nuevo estudio los elementos de la secuencia, considera que es competencia del aspecto de
(GELMAN y MECK, 1986) en el que con la misma metodología, a excepción de secuencia del conteo. En suma, el aspecto de correspondencia uno-a-uno se
algunas pequeñas modificaciones respecto al tipo de ensayos, los resultados limitaría a determinar que cada objeto se empareja con una etiqueta.
apoyan nuevamente las posiciones iniciales. Desde esta óptica, Fuson establece el siguiente conjunto de errores:
Una aproximación al estudio del conteo, muy cercana a la de Gelman y
colaboradores (GELMAN, 1982a, 1982b; GELMAN y GALLISTEL, 1978; A) Referentes a la vulneración de la correspondencia temporal numeral-
GELMAN y MECK, 1983, 1986), es la orientación del grupo dirigido por Fuson señalamiento, que conllevan, sin embargo, el mantenimiento de una
(FUSON, 1988a, FUSON y HALL, 1983; FUSON, PERGAMENT, LYONS y HALL, correspondencia correcta en el nivel del señalamiento-objeto, y que, por tanto,
1985; FUSON, SECADA y HALL, 1983). Ambas orientaciones intentan analizar abarcarían los siguientes tipos:
el concepto de número en términos de principios básicos o habilidades
componentes que subyacen al conteo. Por tanto, comparten su interés por el 1) No etiqueta: corresponde al error de omisión de un objeto, aunque el
conteo y lo enfocan, al menos metodológicamente, de idéntico modo, llevando objeto sea debidamente señalado.
luego a cabo un detallado análisis de los errores. No obstante, existen 2) Múltiples etiquetas: correspondería al error de repetición de un ítem,
diferencias fácilmente discernibles que pasamos a mencionar. FUSON (1988a) debidamente señalado. (Se señala una sola vez.)
destaca que el establecimiento de correspondencias entre un conjunto de 3) Parte de una etiqueta: dice una sílaba de la etiqueta o numeral y señala un
objetos y otro de etiquetas verbales representa una actividad mucho más objeto, y en el siguiente ítem termina con la etiqueta al tiempo que lo señala.
compleja de lo reflejado en la definición que dan GELMAN y GALLISTEL Las sílabas pueden ser totalmente arbitrarias.
(1978) del principio de correspondencia uno-a-uno. A juicio de esta autora, en 4) Numeral entre dos objetos: dicen una etiqueta sin señalar en ese preciso
dicha definición se olvida que las etiquetas existen en el tiempo y los objetos momento a ninguno de los objetos de la muestra.
en el espacio. Por tanto, el conteo de un conjunto de objetos requiere el
establecimiento de una correspondencia uno-a-uno entre las «palabras» B) Violaciones de la correspondencia espacial señalamiento-objeto.
producidas en el tiempo, pero que no cuentan con una localización espacial, y Entiende que en este tipo de errores se mantiene la correspondencia temporal
los objetos ubicados en el espacio, pero que no cuentan con una localización en biyectiva entre la etiqueta y el señalamiento:
el tiempo. Esta correspondencia se establece mediante la utilización de los
67 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 68
1) Omisión de objetos: ni se señala ni se etiqueta un objeto, los dedos se categoría «objeto-señalamiento»: B 1) la omisión de un objeto, que no ha sido
deslizan a lo largo del objeto pero sin asignarle una etiqueta, ni señalarlo como ni señalado ni etiquetado, cometido por el 66 % de los niños; y B2) el de
ocurre con los elementos no omitidos. repetición, en el que un objeto es señalado y etiquetado dos veces, realizado
2) Repetición: se señala más de una vez el mismo elemento con las por el 71 % de los niños. El otro tipo de error con una frecuencia especialmente
consiguientes asignaciones de etiquetas. elevada, es el descrito en primer lugar dentro de la categoría relativa a la
3) Señalamiento y etiquetamiento no dirigidos a un ítem: contar un vacío correspondencia temporal: aquel en el que el objeto sí es señalado pero no
como si realmente estuviera presente un elemento. etiquetado (es decir, A1, cometido por el 58 % de los niños). La baja incidencia
de A3 (el 9 % de los niños) y de A2 (el 2 % de los niños) muestra que los niños
C) Los denominados errores duales consisten en transgresiones tanto de la han aprendido correctamente un segmento de la secuencia convencional de
correspondencia espacial como temporal. Son clasificables dentro de esta numerales, y que son capaces de emparejar cada uno de los numerales con el
categoría los siguientes comportamientos: correspondiente acto de señalamiento con independencia del número de sílabas
que compongan dicho numeral. Existe un cuarto tipo de error, aunque con una
1) Señalamientos múltiples-una sola etiqueta: un objeto es señalado dos frecuencia inferior a los precedentes, en el que los niños se comportan como si
veces y sólo en una ocasión se le asigna al mismo tiempo una etiqueta. Fuson no estuvieran empleando ítems de unidad perceptiva (véase STEFFE, VON
considera que hay una violación de la correspondencia uno-a-uno, aunque, sin GLASERSFELD, RICHARDS y COBB, 1983): el error que consiste en hacer un
embargo, se obtenga como resultado el valor cardinal correcto. gesto rasante sobre la hilera de objetos (esto es, C4, presente en el 17,5 % de
2) Señalamientos múltiples sin asignación de etiqueta: es un error de los niños de 3;6 a 4;6 años y en el 8,25 % de los niños de 4;6 a 5;6 años).
omisión, aunque el objeto sea señalado en dos o más ocasiones. Todos los niños que incurren en un error de este último tipo dan muestras de
3) Etiqueta sin señalamiento: se dice la etiqueta cuando el dedo está sobre el poder señalar correctamente, en algún otro ensayo, los distintos objetos de un
objeto pero sin señalarlo como a los restantes ítems. También son considerados conjunto. Fuson considera que este tipo de comportamiento infantil no
como errores de correspondencia pese a dar como resultado el valor cardinal constituye en estadio evolutivo más temprano, sino una forma «degenerada» de
correcto. conteo, al menos dentro de las edades abarcadas por estos estudios. Los errores
4) Gesto rasante: el dedo hace un movimiento rasante a lo largo de la que caen dentro de la categoría C5 (en el 59 % de los niños de menor edad)
muestra sin realizar señalamientos específicos, del mismo modo que las también son caracterizados como formas «degeneradas» de conteo, por la
etiquetas son emitidas sin aparente conexión con los objetos. misma razón que lo es el error C4. La baja frecuencia de los errores C1, C2 y
5) Gesto agitado: se realizan múltiples señalamientos dirigidos hacia la C3 (27 %,6 % y 14 %, respectivamente) indica que, excepto en contadas
muestra y no hacia los elementos específicos de la misma, al tiempo que se ocasiones, los niños de 3;6 a 6;0 años cuentan hileras de objetos (incluso de 33
emiten diversas etiquetas rápidamente sin conexión con los rápidos o 34 objetos) de manera organizada, respetando las correspondencias
señalamientos. señalamiento-objeto y objeto-etiquetamiento, aunque a veces los niños no
disponen de los recursos necesarios para atender simultáneamente a ambas. En
D) Errores que hacen referencia al conteo, por segunda vez, de un objeto este último caso, optan por dedicar los limitados recursos a una de las dos
después de haber sido contados otros elementos distintos, de la muestra: correspondencias y, con menor frecuencia, llegan a desatender a las dos. Por
último, sólo incurren en los errores correspondientes a la categoría D el 15 %
1) Invertir el conteo para volver sobre un elemento que ya había sido de los niños que pertenecen exclusivamente al grupo de menor edad (esto es,
contado, y proseguir normalmente. de 3:6 a 4;0 años).
2) Recontar después de contar un objeto que había sido omtido. Fuson ha realizado otros trabajos sobre la correspondencia uno-a-uno, tal
como se mencionó anteriormente en relación al concepto de «conteo
En contra de las predicciones formuladas, la coordinación espacial resulta distributivo» de MILLER (1984). En ellos, este principio se analiza como un
ser más compleja para los niños (3;6 a 6;0 años) que la temporal. De ahí que procedimiento alternativo de cuantificación, en contraposición a otros como el
sea mayor el número de niños que violan la correspondencia espacial conteo, la estimación, la percepción inmediata o la ejecución basada
(señalamiento-objeto, o categoría B: 83 %); que el de los que no se ajustan a la exclusivamente en indicios perceptivos, y no como componente integrante del
correspondencia temporal (numeral-señalamiento, o categoría A: 61 %). De conteo. Ya que este tipo de información nos alejaría en cierto modo del tema
hecho, de las tres clases de errores más frecuentes, dos caen dentro de la
69 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 70
que nos ocupa, remitimos al lector interesado a su obra original y al capítulo imputa al interés del niño por exhibir toda su secuencia de numerales, siendo
anterior de este libro, que trata de la correspondencia desde este punto de vista. menos frecuentes cuando es el propio niño quien señala, Más concretamente, el
WILKINSON (1984), por su parte, analiza los siguientes componentes del hecho de que los propios niños etiqueten y realicen la partición aumenta los
conteo: partición, etiquetación y detención simultánea de los procesos de errores de repetición (que consisten fundamentalmente en etiquetar un ítem con
etiquetación y de partición. El componente de partición se ajusta a la definición dos numerales, repitiendo sólo de tarde en tarde el numeral), La segunda
propuesta en los trabajos anteriores, mientras que el componente de comparación arroja como resultados un aumento en los errores de detención
etiquetación, aunque también se refiere a la recuperación de los numerales de simultánea de los procesos de partición y etiquetación, siendo más común que
la memoria, exige un orden estándar sin omisiones o repeticiones para que se detengan esos procesos cuando ya han sido procesados todos los elementos de
considere correcto. El procedimiento experimental de Wilkinson incluye cuatro la muestra que cuando aún quedan elementos por contar. Wilkinson ve en ello
tareas: a) recitar, en la que el experimentador señala los objetos y el niño se un reflejo de la mayor capacidad de los niños para identificar un ítem como
limita a etiquetarlos, parando justo cuando el experimentador deja de señalar; elemento que aún no ha sido contado, que para recordar un ítem que ya lo ha
b) tarea de conteo fácil, en la que se trata de ir contando los elementos (que sido. Por Último, con respecto a la tercera comparación entre las tareas señalar-
son de diferentes formas y colores) de una muestra lineal al mismo tiempo que difícil y conteo-difícil, se observa que era menor el número de errores de
se los señala; c) tarea de contar-difícil, en la que se cuentan los elementos de omisión cometidos en la tarea de señalar. Esta baja frecuencia en los errores de
una muestra semicircular con elementos idénticos; y d) tarea de señalar difícil, omisión es lo que posiblemente permite que los niños lleguen al final de la
en la que hay que señalar uno por uno elementos (que son idénticos) de una muestra de objetos, incrementándose quizá los errores de detener la
muestra circular, pero sin tener que etiquetarlos al mismo tiempo. Estas cuatro etiquetación y la partición al terminarse los elementos del conjunto. Por eso,
tareas permiten el establecimiento de comparaciones planificadas para cada este tipo de error no tiene lugar ante la tarea de conteo-difícil, ya que es menos
componente (es decir, etiquetación, comparación y detención simultánea de probable que alcancen el final de la muestra.
esos dos procesos). Wilkinson realiza las tres comparaciones siguientes: 1) Por último, hay que destacar la relevancia de sus datos con respecto al
entre las tareas de recitar y de contar-fácil, ya que la adición de la partición a la tamaño de los conjuntos, ya que las muestras mayores parecen favorecer la
etiquetación redundará en el incremento de errores debidos a un fallo de aparición de los errores de omisión, siendo más escasos los de detención
coordinación de esos dos componentes; 2) entre las tareas de contar-fácil y de simultánea de los procesos de etiquetación y partición, debido entre otras
contar-difícil, puesto que se espera que la organización no lineal de la muestra cosas, a la progresiva dificultad de alcanzar el extremo final de la muestra.
tenga un importante efecto sobre la detención simultánea de los procesos de Otra interesante aportación en este ámbito se debe a WAGNER y WALTERS
partición y de etiquetación, y no tan importante sobre el componente de (1982). A través de un estudio longitudinal advierten la existencia de ciertos
partición; y 3) entre las tareas de señalar-difícil y de contar-difícil porque se paralelismos entre el desarrollo de los patrones de correspondencia en diversos
espera que los errores de detención simultánea de los procesos de etiquetación ámbitos. Esta observación provoca la reinterpretación de algunos errores de
y partición aparezcan por igual en ambas tareas, pero no así con respecto a los conteo, siendo considerados como manifestaciones de patrones de
de partición, que deberían ser más frecuentes en la tarea de conteo, ya que ésta correspondencia evolutivamente anteriores a la correspondencia uno-a-uno
comporta además el componente, de etiquetación. (por ejemplo, patrones de «muchos-a-uno», de «uno-a-uno obsesivo», o de
La clasificación de los errores empleada para poner a prueba las «uno-a-muchos»). Más concretamente, Wagner y Walters afirman que el
predicciones realizadas a partir de estas comparaciones es la siguiente: 1) principio de correspondencia uno-a-uno es sensible al tamaño de los conjuntos
errores de repetición y omisión que tienen lugar tanto en el nivel del de partida (la secuencia o «lista» de numerales conocidos por el niño) y de
componente de etiquetación, como en el del componente de partición; 2) llegada (los objetos que van a ser contados), ya que en el mismo momento
errores relativos a la detención simultánea de los procesos de etiquetación y evolutivo en que encuentran secuencias como «1, 2, 1, 2, 1,2,3» (errores de
partición, antes o después de haber alcanzado el último elemento de la muestra; reciclaje) ante conjuntos de siete elementos, también observan conteos como
y 3) una categoría que recoge todos aquellos errores de difícil categorización, «1, 2, 3, 4»y «1, 2, 3» ante muestras de tres y dos objetos, respectivamente. Es
tales como los que se producen al iniciar el conteo, los que ocurren hacia la decir, muestran simultáneamente patrones de correspondencia «muchos-a-uno»
mitad de la hilera, las mezclas de errores y las negaciones a llevar a cabo la (como los dos ejemplos que aparecen en último lugar) y «uno-a-muchos» (por
tarea. Los datos relativos a la comparación entre las tareas de recitar y de ejemplo, el error de reciclaje).
contar-fácil indican que los errores de detención tardía ocurren con una En un intento de ir más allá de la mera descripción de los errores, proponen
frecuencia superior a la esperada en la tarea de recitar. Estos resultados los dos esquemas para explicarlos: 1) el esquema que se encarga de hacer un
71 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 72
recorrido exhaustivo a lo largo de la «lista» de numerales y la «lista» de TABLA 2.1
objetos (list exhaustion scheme); y 2) el esquema de la regla del stop (stop-rule Porcentaje de ensayos correspondientes a cada uno de los actos de indicación
scheme). El primero de ellos, ante conjuntos pequeños, hace que los niños no
Acto de indicación l.° preescolar 2°. preescolar
den por finalizado el conteo en tanto queden elementos en el conjunto de
Retirar 3,12 1,04
partida (los numerales), dando lugar a errores de reciclaje o a repeticiones con Señalar 91, 67 66, 67
respecto a los elementos del conjunto de llegada (los objetos). Por el contrario, Mirada 5,21| 32, 29
ante conjuntos de gran tamaño, da lugar a patrones de correspondencia « uno-
a-muchos ». Sin embargo, el número de errores en este tipo de situación No parece ser éste el caso, aunque esta reducida cantidad la manejen los
disminuye a medida que el niño adquiere una cadena más larga de numerales. niños con mucha frecuencia, y, además, suele definir el extremo superior del
Por otra parte, cuando el número de elementos de esta secuencia excede al rango de cantidades susceptibles de ser percibidas de modo inmediato. Con
número de elementos que componen el conjunto de llegada, es necesaria la respecto a los niños mayores se observa que comienzan a confiar en la mirada
presencia del esquema del stop (stop-rule scheme) para evitar que los para establecer la correspondencia uno-a-uno a lo largo de los diversos tama-
elementos que componen el conjunto de llegada (menos numeroso) sean ños de conjunto. La reducida cifra de sujetos, incluso en el grupo de los
contados doblemente. mayores, que sólo emplean la mirada puede guardar alguna relación con el
Estos esquemas los recogen y someten a comprobación BAROODY y PRICE hecho de que al introducir la tarea se pide a los niños que intenten contar bien,
(1983). Sin embargo, los resultados obtenidos no permiten apoyar la existencia lo mejor que puedan; esta consigna quizás haya fomentado en los niños la
del esquema que realiza un recorrido exhaustivo a lo largo de la lista de preferencia por asegurar la exactitud del resultado antes que mostrar sus
numerales, ya que todos los sujetos, incluso aquellos evolutivamente menos posibilidades reales.
avanzados, dan por finalizada la secuencia de conteo tras haber etiquetado el También en relación con el acto de señalar, pero atendiendo al modo en que
último objeto de la muestra, empleando el esquema de la regla del stop, que los niños entienden o necesitan su presencia, conviene mencionar el estudio de
según Wagner y Walters: sería relativamente tardío. BRIARS y SIEGLER (1984). En esta investigación se afirma que los niños
Otro de los aspectos destacados en el establecimiento de la correspondencia pequeños (en torno a los 3 años) consideran que el conteo correcto supone el
uno-a-uno durante el proceso de conteo es el acto de señalar o, más acto de señalar (como si fuera un componente más del procedimiento de
genéricamente, los actos de indicación, cuya relevancia se mencionó al citar los conteo) y, posteriormente (en torno a los 4 o 5 años), llegan a descubrir que lo
estudios de FUSON (1988a). El acto de señalamiento (al igual que la emisión de que de verdad es importante es la correspondencia misma, independientemente
numerales) sufre una progresiva interiorización con la edad. Así, se pasa de de cómo se establezca.
tocar los objetos a señalados de cerca, hasta llegar a contar simplemente con la Una de las primeras aportaciones serias acerca de los actos de indicación se
mirada. No obstante, este proceso de interiorización puede repercutir sobre la debe al ya clásico trabajo de SCHAEFFER, EGGLESTON y SCOTT (1974). Para
precisión del conteo, de modo que, en algunas ocasiones, se obtiene el estos autores, el dominio del procedimiento de conteo supone la coordinación
sorprendente resultado de que los niños mayores realizan peores ejecuciones de dos componentes: a) las correspondencias uno-a-uno, y b) una serie de
que los pequeños, debido a que este proceso de interiorización no está números ordenados. Este segundo componente no presenta dificultades a los
completamente integrado, tal como suele ocurrir en torno a los 6 años. En esta niños, mientras que el primero les resulta verdaderamente complejo, debido
misma línea insisten los datos de un experimento, que aún no se ha publicado sobre todo a que tienen que recordar los objetos que han sido o no contados.
(BERMEJO, LAGO y RODRIGUEZ, 1986), realizado con 24 niños de primero de Por eso, cuando los objetos se distribuyen en una hilera resulta en esencia más
preescolar (M: 4;5 años) y 24 de segundo de preescolar (M: 5;6 años). El fácil, puesto que la posición del dedo del niño indica exactamente cuáles son
cometido de los sujetos consistía en contar hileras de 5, 9, 16 y 23 objetos. Los los objetos que han sido o no contados; en cambio, este tipo de información no
datos recogidos (véase la tabla 2.1) indican que los niños pequeños precisan la proporciona la posición del dedo ante una muestra que se distribuye de modo
señalar los objetos, y en menor medida trasladarlos (hacia arriba o hacia abajo irregular. De acuerdo con Schaeffer y otros, el recuerdo de los elementos que
rompiendo la configuración de la hilera), siendo aún más reducido el número ya han sido contados puede agotar la capacidad de la memoria de trabajo de los
de ensayos en los que son capaces de basarse exclusivamente en la mirada. niños, de modo que esta dificultad induciría a usar el acto de señalar, que
Este dato contrasta con el escaso número de objetos en uno de los ensayos (la conlleva una memoria visual y kinestésica. En definitiva, el acto de señalar
muestra con 5 objetos) que podría haber inflado el porcentaje de ensayos tendría la importante finalidad de liberar capacidad de procesamiento,
correspondiente a la categoría de partición a través de la mirada.
73 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 74
favoreciéndose así el dominio o la automatización del procedimiento de correspondientes a los niños de 4;6 a 6 años no parecen fluctuar en función del
conteo. Este dominio, a su vez, es indispensable para que se produzca la tamaño de los conjuntos, aun tratándose de conjuntos con 15 y 29 elementos.
integración del procedimiento de conteo con la habilidad de reconocer patrones Nuestros datos (BERMEJO, LAGO y RODRIGUEZ, 1986) apuntan en este mismo
perceptivamente (esto es, lo que se denomina subitizing o percepción inmediata sentido, ya que los niños de menor edad son los más afectados por el tamaño
de la cantidad) que permite la elaboración de la regla de cardinalidad. de los conjuntos, mostrando además una mayor tendencia a cometer errores de
Los argumentos que presentan estos autores para apoyar su afirmación omisión que de repetición (véase la tabla 2.2). Este dato resulta congruente con
acerca de que el acto de señalar es una regla mnemónica son dos: 1) todos los las demandas impuestas por los conjuntos de mayor tamaño (16 y 23 fichas),
sujetos recurren espontáneamente a su utilización cuando aprenden a contar; y ya que los niños se ven probablemente obligados a acomodar y/o a prolongar la
2) cuando se prohíbe que utilicen el señalamiento, o bien se niegan a contar, o longitud de su secuencia convencional para poder finalizar el recuento de todos
bien emiten una secuencia de numerales que no sigue un orden determinado. los elementos.
No obstante, también dicen que la utilización del acto de señalar no constituye
una condición sine qua non para aprender a contar, recordando que los
paralíticos cerebrales lo hacen a pesar de sus grandes deficiencias motoras TABLA 2.2
(véase también SAXE, 1979). Al reducir la capacidad de procesamiento necesaria Porcentaje de ensayos en los que los niños cometen un determinado error de
para llevar a cabo las correspondencias uno-a-uno durante el conteo, los sujetos correspondencia en relación al tamaño de los conjuntos
pueden dedicar más recursos a la unificación de estímulos complejos y al
establecimiento de planes espaciales. Sin embargo, la unificación de estímulos 1°. Preescolar 2° Preescolar
no parece ser demasiado relevante, ya que el estudio de GELMAN y MECK objetos Omisión Repetición Correcto Omisión repetición Correcto
5-9 12, 5 6, 25 79, 17 2, 08 2, 08 95, 83
(1983), entre otros, pone de relieve que para los niños la utilización de diversos
16 - 23 45, 83 12, 5 37, 5 8, 33 12, 5 79, 17
tipos de materiales no constituye una auténtica complejización de la situación
de conteo. Por el contrario, los planes espaciales resultan especialmente
importantes, tal como se desprende de un estudio realizado por Schaeffer y
La importancia de la correspondencia uno-a-uno ha quedado suficien-
otros, en el que se observa que niños con una media de edad de 4;9 años
temente reflejada a lo largo de estas páginas, y de modo fundamental, aunque
cuentan conjuntos de 7 a 14 objetos con mayor precisión cuando sus elementos
desde un punto de vista distinto, en el primer capítulo del libro. Por tanto, para
son «coches», «tigres» y «botones» que se hallan muy próximos entre sí (95 %
concluir este apartado creemos conveniente destacar que la información
de los ensayos), que cuando se trata de elementos homogéneos (51;%). Estos
disponible hasta el momento es fundamentalmente descriptiva, siendo cada vez
datos concuerdan además con los obtenidos por BECKWITH y RESTLE (1966).
más detallada con respecto a las variables que afectan, tanto en el sentido
La heterogeneidad favorecería, en consecuencia, el empleo de planes es-
positivo como negativo, a su correcta aplicación. No obstante, aún echamos de
paciales, incidiendo en un mayor número de aciertos. Sin embargo, como
menos posiciones teóricas más aglutinadoras, que permitan canalizar nuevos
indica FUSON (1988a), la heterogeneidad de los ítems en cuanto al color o a las
esfuerzos hacia la proyección educativa sin mayor dilación. Debido a que se
distintas categorías de objetos aumenta la probabilidad del cometer
trata de un importante paso, quizá convenga seguir haciendo gala de la
determinados errores de correspondencia. Más concretamente, la he-
precaución mostrada hasta el momento por los diversos investigadores. En
terogeneidad parece fomentar los errores (B-2) y (A-1), señalados más arriba, y
efecto, al menos en este ámbito parece que se ha superado la trasnochada
reducir las tasas de los errores (C-4), con respecto a las muestras homogéneas.
tendencia a proponer recetas o, en otras palabras, a proporcionar «el mejor
La posición de GELMAN y GALLISTEL (1978) apoya, no obstante, la de
método para...». En cualquier caso, no son infrecuentes las indicaciones
SCHAEFFER y otros (1974), ya que defienden que los niños se comportarían
provisionales con respecto a las posibles vías que podría adoptar la enseñanza
igualmente ante muestras homogéneas que ante las heterogéneas.
para beneficiarse de los datos experimentales, postura que está plenamente de
Por Último, en relación al efecto del tamaño de los conjuntos, FUSON
acuerdo con el destierro de los «mejores métodos para... ».
(1988a) indica que los niños cometen un mayor número de errores de
Teniendo en cuenta que se trata de la correspondencia uno-a-uno como
correspondencia a medida que aumentan los tamaños de los conjuntos. Más
componente del conteo, sirva a modo de ilustración la nueva conceptualización
específicamente, los niños de 3 a 4;6 años cometen más errores (B-1), (B-2) y
de ciertos comportamientos infantiles, que anteriormente incluso se
(C-4) ante conjuntos grandes (esto es, 12 y 14 objetos) que ante conjuntos
caracterizaban como elementos indeseables. Tal es el caso, por ejemplo, del
pequeños (es decir 4, 5, 6 y 7 objetos). Sin embargo, los porcentajes
75 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 76
acto de señalar, que no sólo no. es perjudicial, sino que además parece ciertos principios, y no depende de situaciones de aprendizaje memorístico
indispensable. En efecto, no sólo no entorpecería el desarrollo de específicas. No obstante, el aprendizaje memorístico es necesario antes de que
procedimientos de conteo más sofisticados, sino que probablemente constituye puedan emplear la secuencia estándar de numerales, y los niños se aferren a él
el embrión de los sistemas de registro que se irán explicitando poco a poco en porque, precisamente, se ajusta al principio de orden estable. No sólo estos
los procedimientos de resolución de problemas de los niños (véanse los casos excepcionales apoyan la existencia de este principio, sino también otros
capítulos 4 y 5 de este mismo libro). Debido a que numerosos proyectos aún más comunes, como aquellos en que los niños emplean un orden estable pero
están en vías de desarrollo, anticipar sus repercusiones sería demasiado idiosincrásico. En tal caso, es improbable que los niños estén practicando una
apresurado e incluso supondría encasillar sin necesidad sus resultados, ya que mera labor de repetición de algo que escuchan con frecuencia. Por tanto, estas
se trata de una línea de investigación lo suficientemente joven como para no secuencias estables idiosincrásicas constituirían una manifestación del
haber tenido tiempo de dejar sentir su peso. principio de orden estable, que subyace a la ejecución de los niños y que se
encarga de facilitar la labor de encontrar una secuencia apropiada.
LA SECUENCIA DE NUMERALES GELMAN y MECK (1986) indican que si los niños no dispusieran de este
principio, el aprendizaje sería memorístico y carente de sentido, lo que no sólo
Es bien sabido que desde una edad temprana los niños son capaces de crearía dificultades, sino que convertiría el proceso de adquisición en un
diferenciar los números de cualquier otra lista ordenada de elementos como, aprendizaje lento y costoso. En consecuencia, señalan que estas desviaciones
por ejemplo, el alfabeto (véase, por ejemplo, FERREIRO y TEBEROSKY, 1982; de la secuencia estándar (tanto en el nivel de la naturaleza como del orden de
FUSON, 1988a; LAVINE, 1977). Como ponen de manifiesto los estudios SAXE sus componentes) constituyen un reflejo del principio de orden estable, que
(1979) y SAXE, SADEGHPOUR y SICILIAN (citados por FUSON, 1988a), los niños dirige la atención hacia los aspectos relevantes del entorno y determina las
de 3 años y algunos de 4 y 6 años no aceptan que un ensayo de conteo sin características que deben poseer los imputs. Por último, también apoyan la
errores, utilizando el alfabeto como secuencia de conteo, sea más correcto que existencia de este principio aquellos comportamientos en los que los niños
otro basado en la secuencia convencional en el que se cometen errores. Poco a parecen ser conscientes de que sus secuencias de conteo no son estables. Uno
poco, sin embargo, estos mismos niños advierten que la secuencia de los ejemplos presentados por los autores para ilustrar este último punto,
convencional de numerales no es la única que podría emplearse, ya que lo corresponde a los sucesivos conteos practicados por una niña de 3;6 años que
realmente fundamental es que se utilice una lista ordenada estable, como ocurre encuentra, por azar, una muestra de 8 objetos: «Uno, dos, tres, cuatro, ocho,
en el caso del alfabeto. diez, once. No, otra vez. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, diez, once. No, otra vez.
GELMAN y GALLISTEL (1978) establecen claramente que es posible aplicar ¡Uno! ¡Dos! tree-es-cuatro, cinco, diez, once. No»; esto mismo lo realiza
el principio de orden estable sin emplear para ello, necesariamente, la muchas veces y termina del siguiente modo: «Uno, dos, tres, cuatro, cinco,
secuencia convencional de numerales. Este principio es neutral con respecto al seis, siete, ¡once! ¡uf!»
tipo de etiqueta, sólo requiere que sean extraídas de una lista estable. No Un dato importante en los experimentos mágicos y las grabaciones
obstante, la tarea de adquisición de una secuencia estable representa una realizadas en video (las dos fuentes de datos empíricos del modelo de conteo de
costosa tarea de aprendizaje serial, que planteará problemas prácticos a los Gelman y Gallistel), es que los niños que emplean listas estables pero
niños, ya que implica el aprendizaje memorístico de los 12 o 13 primeros indiosincrásicas muestran ejecuciones más consistentes que los que tienden a
numerales (en habla anglosajona; 15 primeros en castellano) y de las reglas utilizar el orden convencional. Esto se debe a que la imposición de una
generativas para la producción de los restantes. Por tanto, una parte organización externa interfiere con la que ya tiene el sujeto. Además, el niño
significativa del desarrollo de las habilidades numéricas gira en torno a la recordará mejor una lista creada por él mismo que la que le viene impuesta
necesidad de resolver las dificultades prácticas planteadas por el principio de desde fuera.
orden estable. Además, estos autores no consideran que los niños tengan un En resumen, afirman que incluso los niños de dos años ya han comenzado a
conocimiento innato de la secuencia de numerales, sino que indican que esta dominar las secuencias de conteo. En este punto, sus datos están de acuerdo
lista ha de aprenderse ineludiblemente, aunque dicho aprendizaje sea facilitado con los obtenidos por SCHAEFER y otros (1974), aunque disienten respecto a
y dirigido por el principio de orden estable. Uno de los argumentos a favor de que la adquisición de dicha secuencia tenga lugar al margen de los intentos
la presencia de este principio lo constituye la utilización espontánea del realizados por los niños para contar conjuntos de objetos y a lo costosa que
alfabeto por parte de un niño de dos años. En efecto, este tipo de secuencia de resulta su adquisición.
conteo parece indicar que el comportamiento de los niños está regido por
77 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 78
En el estudio de GELMAN y MECK (1986), ya mencionado en el apartado corresponderá siempre a su extremo inicial, siendo el desarrollo progre-
sobre el principio de correspondencia uno-a-uno, presentan cinco ensayos por sivamente menor a medida que se avanza hacia su parte final.
cada hilera de objetos (con 4, 7, 12 y 20 objetos): a) dos correctos; b) de Durante la fase de adquisición, se realiza el aprendizaje de la secuencia
inversión del orden convencional ,(por: ejemplo, «1, 2, 4, 3, 5, 6»); c) de convencional y el niño comienza a aplicarla en el procedimiento de conteo; en
utilización de un orden aleatorio(por, ejemplo «2, 1, 5, 3, 4»); y d) de cambio, en la fase de elaboración los numerales dejan de constituir un bloque
presentación de una lista que omite una o más etiquetas de una secuencia compacto e indisoluble, estableciéndose entre ellos nuevas relaciones y
estandar (por ejemplo, «1; 2, 3, 5, 6» y «1, 2, 3, 6, 7, 8, 9»). En este estudio, constituyéndose como elementos sobre los que operan las estrategias de
apuntan que los errores de los niños se deben antes a las excesivas demandas resolución de problemas. El proceso de adquisición de los 20 primeros
impuestas por las actividades de procesamiento, que a una comprensión numerales de la secuencia convencional es básicamente una tarea de
deficiente de los principios de conteo. Observan que, en general, los niños aprendizaje serial, así como la adquisición del 20 al 100, pero en este caso el
tienden a acertar en sus juicios tanto cuando se enfrentan a ensayos en los que aprendizaje hace referencia a un patrón que se repite. En definitiva, durante la
la secuencia propuesta es correcta, como cuando contiene algún error. Además, fase de adquisición la secuencia de numerales funciona como una estructura
los sujetos de menor edad (de 3 años) tienen problemas en la detección de los global unidireccional. En dicha estructura cabe destacar los siguientes
errores de omisión, es decir, aquellos en los, que la marioneta se salta algún fragmentos (considerando una secuencia hasta 30): a) una parte inicial estable
elemento en la secuencia estándar. El porcentaje de acierto es mayor en este y convencional, ya que se compone de los primeros numerales de la secuencia
mismo grupo de sujetos cuando el ensayo contiene un error relativo a la convencional; b) un fragmento estable no-convencional (las listas
inversión de dos numerales de la secuencia habitual, y aún es superior cuando idiosincrásicas en terminología de GELMAN y GALLISTEL (1978). cuya
la marioneta utiliza secuencias de numerales completamente aleatorias. Este naturaleza corresponde exactamente a la que debería esperarse en una tarea de
orden de dificultad en cuanto a la detección de errores se debe, según los recuerdo serial: casi todos los fragmentos tienen los numerales en el orden con-
autores, a que los errores más difíciles de detectar son los que habitualmente vencional pero con omisiones. Estas porciones de la secuencia de conteo
cometen los niños cuando son ellos mismos los que cuentan. Asimismo, de los pueden diferir con respecto a la longitud y al número de elementos que omiten;
tres tipos de errores mostrados, indican que el último de ellos es el menos c) los fragmentos finales no-convencionales y no-estables, que se producen
alejado del objetivo (esto es, la lista convencional), porque las series resultantes fundamentalmente cuando los niños prosiguen el conteo al agotarse sus
de estos tipos de errores permanecen aún ordenadas convencionalmente. Una porciones convencionales o estables; de ahí que estos nuevos fragmentos no
explicación posible, nada remota, sería que parte de los sujetos de este grupo se sean estables a lo largo de los diferentes ensayos. Pese a que estos fragmentos
encuentren todavía en el período de acomodación de sus propias secuencias de se caracterizan por su irregularidad, no son, sin embargo, producciones
conteo a la lista convencional. Pese a todo, estos sujetos son capaces de totalmente aleatorias, sino que poseen cierta estructura y algunas regularidades.
determinar si el conteo de una marioneta es correcta o no con respecto a los Esto es, estas porciones están compuestas de tres tipos diferentes de elementos:
otros dos tipos de errores; motivos todos ellos más que suficientes para apoyar 1) series compuestas de dos a cinco numerales contiguos de la secuencia
la existencia de los principios postulados por el modelo de conteo de GELMAN convencional (por ejemplo, «dieciséis, diecisiete, dieciocho» o «veintiuno.
y GALLISTEL (1978). Veintidós, veintitrés»); 2) series, también de uno a cinco numerales, en el orden
Por otra parte, FUSON, RICHARDS y BRIARS (1982) realizan un estudio convencional pero con omisiones (por ejemplo, «doce, catorce, diecisiete»); y
longitudinal y transversal, que comprende desde los 2 hasta los 8 años, para 3) numerales que no guardan ninguna relación. Además, estas secuencias se
analizar la adquisición y elaboración de la secuencia de numerales. Aunque producen siempre en un sentido creciente. La porción no-estable promedio, de
estas dos fases son diferentes, en algún momento llegan a solaparse, ya que se acuerdo con sus datos, consiste en una serie de 4 o 5 numerales en dirección
precisa un largo período para adquirir y consolidar la secuencia estándar de creciente, retrocede a un numeral anterior y por último vuelve a consistir en
numerales. Así, puede ocurrir que diferentes fragmentos de la secuencia se una serie creciente de cuatro o cinco numerales. Por otra parte, algunos de los
hallen al mismo tiempo en distintas fases de desarrollo. Por ejemplo, puede numerales que intervienen en estos fragmentos lo hacen con una asiduidad muy
comenzar el proceso de establecimiento de relaciones entre los primeros marcada en el nivel de los intersujetos, de modo que son denominados como
términos de la secuencia, mientras que se está alargando el tamaño de la elementos «favoritos» (por ejemplo, «trece», «dieciséis», «dieciocho»,
misma; en otras palabras, el primer fragmento de la secuencia puede estar en diecinueve» y «veintinueve»). Este mismo fenómeno tiene lugar dentro de los
fase de elaboración, mientras que el extremo final de la misma está en plena fragmentos no-estables de los niños tomados individualmente, aunque podrían
fase de adquisición. Por supuesto, la parte más avanzada de la secuencia llegar a constituir «grupos favoritos ».
79 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 80
En la fase de elaboración, los vínculos entre los elementos de la secuencia palabra de la secuencia de conteo es única y siempre aparece en el mismo lugar
se fortalecen y los términos contigüos (junto a la relación que los entrelaza) dentro de la secuencia de numerales. Estos dos argumentos los confirma y
pueden emitirse al margen de la secuencia global. De este modo, cada término amplía FUSON (1988a) al añadir que, al principio, lo que verdaderamente
de la secuencia puede emplearse, como elemento de apoyo para recordar el comprenden los niños en relación a este aspecto del conteo es que para contar
término inmediatamente anterior o posterior; es decir, los últimos momentos de se requiere la utilización de «la lista especial de palabras de conteo». Por tanto,
la fase de elaboración constituyen una cadena asociativa. El período de los niños no comprenden que cualquier lista desempeñaría el mismo papel que
elaboración, según Fuson y otros, se subdivide en cinco niveles: la convencional, tal como propone el principio de orden estable de Gelman y
Gallistel. Su afirmación tiene cuatro puntos de apoyatura: 1) la información
1) El nivel de hilera (string level), en el que los numerales no son objeto de aportada por algunos estudios en los que se muestra que los niños conciben la
reflexión y sólo pueden emitirse ordenadamente. lista convencional de numerales como un instrumento que ninguna otra lista
2) El nivel de cadena irrompible (unbreakeable chain level), durante el cual los puede sustituir (esto es, una secuencia ordenada y estable), aunque el conteo
numerales se convierten en objetos de reflexión, ya que se ha iniciado el proceso de
sea correcto cuando se aplica una secuencia alternativa y no cuando se aplica la
diferenciación.
3) Nivel de cadena fragmentable (breakeable chain level), momento en que las secuencia convencional; 2) el hecho de que los niños juzguen como erróneos
partes de la secuencia pueden emitirse comenzando a partir de un punto cualquiera de los conteos en los que una marioneta no aplica debidamente la secuencia de
la secuencia de numerales, en vez de tener que comenzar siempre por el primer conteo; 3) el segmento estable convencional que encabeza todas las secuencias
elemento. emitidas por los niños (incluso a partir de los 2;6 años), ya que refleja los
4) Nivel de cadena numerable (numerable chain level), nivel en el que los intentos realizados por los mismos para aprender «la lista especial» de conteo;
numerales alcanzan un mayor grado de abstracción y se convierten en unidades que y 4) la anterioridad de las secuencias estables sobre la comprensión de la
pueden contarse. cardinalidad, e incluso sobre la regla de cardinalidad, puesto que las exigencias
5) El nivel de cadena bidireccional (bidirectional chain level), que supone la impuestas, relativas a la secuencia de numerales, son función del sentido
culminación del proceso de elaboración, ya que los numerales pueden emitirse con cardinal del conteo. Sin embargo, el aprendizaje de la secuencia de numerales
gran facilidad y flexibilidad en cualquier dirección (creciente o decreciente).
no sólo se conceptualiza como una tarea de puro aprendizaje memorístico, sino
que también comporta cierta comprensión conceptual. Para hacer referencia a
Estos datos concuerdan con los de GELMAN y GALLISTEL (1978) en cuanto
este último aspecto, Fuson diferencia las siguientes características en las
a que las porciones estables son típicas en las secuencias de los niños, pero no
secuencias que alcanzan hasta 100: 1) la lista está compuesta de numerales,
aceptan que estos fragmentos apoyen sin más la presencia del principio. Para
hecho muy tempranamente reconocido por los niños, en torno a los 2;6 años; 2)
Fuson y otros, las secuencias estables no convencionales son más bien fruto de
la lista, por el hecho de serio, exige que sus elementos se produzcan siempre en
la naturaleza serial de la tarea de aprendizaje de la secuencia de numerales. Y
el mismo orden que, a su vez, ha de mantenerse constantes a lo largo de las
basan su defensa, primero, en que dentro de las porciones no-estables de la
sucesivas aplicaciones de la misma, comprensión que no suele ser anterior a los
secuencia existen series crecientes ordenadas, y además, la mayoría de los
5 años; 3) cada elemento de la lista es único, aparece una y sólo una vez a lo
fragmentos estables no-convencionales difieren de la secuencia convencional
largo de la misma, conocimiento que se alcanza sobre los 5 años o incluso con
tan sólo en la omisión de alguno de sus elementos. Y en segundo lugar, los
posterioridad; y 4) la lista tiene una estructura interna que permite su
fragmentos no-estables de las producciones de muchos niños contienen
generación y que rige de 20 a 100 para el habla inglesa, entre 16 y 100 en
numerales de la porción estable convencional anterior, y estas repeticiones de
castellano, y permite generar los elementos intradecena, cuya comprensión
numerales, en la mayoría de los casos, no son consistentes con el modo en que
suele darse entre los 4;6 y 6;0 años.
fueron producidos tales numerales anteriormente. Esta naturaleza repetitiva e
En esta misma línea, BAROODY (1986) también advierte que la utilización
inconsistente parece constituir una fuerte evidencia de que estos niños, de
de una secuencia convencional y las secuencias estables no-convencionales no
hecho, no comprenden el principio de orden estable. Sin embargo, esas
constituyen, tan claramente como proponen GELMAN y GALLISTEL (1978),
repeticiones también podrían interpretarse desde el punto de vista contrario. Es
apoyos en favor del principio de orden estable. Destaca, además, que la
decir, en el sentido de que a partir del «trece» (en inglés) y del «dieciséis» (en
producción de secuencias no-estables y no-convencionales, y la producción
castellano) la secuencia estándar de numerales comienza a repetir parte de los
repetitiva de numerales que forman parte de fragmentos anteriores de la
numerales. Hasta que estos patrones de repetición no se conviertan en algo
secuencia de conteo, no son coherentes con el principio de orden estable.
claro, pueden crear confusiones y hacer más difícil la observación de que cada
Considera también que en ciertas circunstancias la producción de una
81 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 82
secuencia no-estable y no-convencional o la repetición de un término no tarea para poner a prueba la habilidad de seguir una secuencia de conteo).
estarían quebrantando el principio de orden estable. Un ejemplo de ello es el Recogemos aquí estos modelos porque se refieren fundamentalmente a la
olvido. Por tanto, es importante, según Baroody, analizar la naturaleza concreta naturaleza de las etiquetas empleadas durante la emisión de la secuencia de
de los segmentos «aleatorios» y de los términos que se repiten en una secuencia conteo. A partir de la tarea de conteo abstracto extraen la existencia de tres
de conteo. Más concretamente, para este autor, los errores de reciclaje (por patrones de comportamiento: 1) el del grupo de niños cuya secuencia de conteo
ejemplo, «1, 2, 3, 4,..., 9, 1, 2…» o aquellos en los que la repetición de un alcanza hasta 19; 2) el del grupo cuya secuencia de conteo se sitúa entre 20 y
término se producen de modo inmediato a la primera aparición del mismo (por 99; y 3) el patrón de los sujetos que sobrepasan la centena. Además, los
ejemplo, «1, 2,… 14, 14,...») constituyen indicios relativamente claros de que resultados de esta tarea confirman que los niños son capaces de detectar y
no se está respetando el principio de orden estable. utilizar la estructura que aparece en la secuencia de numerales a partir de
Por su parte, WAGNER y WALTERS (1982) consideran que la naturaleza veinte, pero no la que existe a partir de trece (por ejemplo, GINSBURG, 1977).
longitudinal de sus datos es la especialmente indicada para determinar si el Esto discrepa claramente del planteamiento de RILEY, GREENO y GELMAN
principio de orden-estable subyace o no a las secuencias de conteo que se han (1984), según el cual los números están ligados, simplemente, por la relación de
encontrado en los estudios transversales., Asumen que la secuencia estándar «siguiente» y no por estructuras concretas. El segundo tipo de tarea les permite
no-convencional empleada por los niños se manifestará a lo largo de un espacio observar que los niños del primer grupo no son capaces de proseguir la
de tiempo dado, antes de sufrir las transformaciones que darán paso a la secuencia si se les señala como punto de partida un numeral que no está dentro
secuencia convencional. Además, estos autores distinguen entre forma «fuerte» de los márgenes de la secuencia que dominan. Los del segundo grupo son
y «débil» del principio de orden estable. La forma «fuerte» postula que si un capaces de contar a lo largo de una decena determinada (por ejemplo, 20) y
niño cuenta (de modo idiosincrásico) una muestra de 4 ítems empleando la alcanzar el siguiente «9», fracasando en la conexión interdecena (el problema
secuencia «1, 3, 5, 6», debería utilizar para una muestra de 3 ítems la secuencia de las décadas mencionado por FUSON y otros [1982]). Y, por último, los niños
«1, 3,15», la secuencia «1, 3» ante una muestra de dos elementos, y así del tercer grupo muestran un claro conocimiento de la conexión interdecena,
sucesivamente. La forma «débil» de este principio consiste en contar repetidas pero encuentran problemas en la conexión intercentena.
veces una muestra del mismo modo, de manera que si para contar un conjunto Para SIEGLER y ROBINSON (1982), el desarrollo secuencial del conteo tiene
de cuatro elementos emplea la secuencia «a, b, c, d» en un momento dado, un carácter crítico, puesto que los niños precisan conocer sobradamente los
después utilizará la misma secuencia ante tareas homólogas. En los cinco años numerales que encabezan la secuencia para poder captar la estructura inherente
que dura su estudio no encuentran apoyo para la forma «fuerte», pero sí para la a los numerales más avanzados. Proponen tres modelos de ejecución. En el
forma «débil» en 5 casos. No obstante, estos cinco ejemplos corresponden a modelo I (fig. 2.3), aluden al conocimiento que subyace a los procedimientos
secuencias convencionales en las que se omite un elemento, y se obtienen de conteo de los niños cuya secuencia de numerales alcanza el valor veinte.
cuando las dos secuencias de conteo están separadas por un lapso de 1-2 Los únicos nexos entre los numerales son de «siguiente», sin disponer de una
minutos. Además, Wagner y Walters indican que el comportamiento de sus estructura concreta. Cuando un niño recita su secuencia de numerales y alcanza
sujetos se ajusta a la curva de rendimiento de una tarea de aprendizaje serial el punto en que se agotan sus recursos comienza a realizar elecciones
(primacía-recencia), ya que la mayoría de las secuencias de conteo que arbitrarias, prosiguiendo con un número cualquiera, o bien decide dar por
tuvieron ocasión de observar constan de un fragmento inicial con elementos de finalizado el proceso. El modelo II hace referencia a los niños cuya secuencia
la secuencia convencional. Es interesante subrayar la existencia de una serie de se encuentra entre 20 y 99. Este modelo contempla la existencia de dos listas:
factores que, según indican los autores, atenúan este efecto de primacía- a) una que se ocupa de generar repetitivamente los dígitos de 1 a 9, es decir,
recencia, tales como: los errores de reciclaje, el patrón de correspondencia uno- cuyo cometido consiste en designar los números que pueden enlazarse a las
a-uno «obsesiva» y la aplicación del principio de cardinalidad. Para finalizar, respectivas decenas, y también evitar el establecimiento de nexos individuales
concluyen que los resultados de GELMAN y GALLISTEL (1978) podrían deberse entre cada par de números sucesivos; y b) otra que le permite la generación de
a sesgos (artefactos) de procedimiento (esto es, muestras de similar tamaño se las sucesivas decenas. Por último, el modelo III sólo introduce dos cambios con
cuentan repetidamente, con un breve intervalo entre las sucesivas ocasiones). respecto al modelo II: la lista de las centenas y el perfeccionamiento de sus dos
Los modelos propuestos por SIEGLER y ROBINSON (1982) para explicar la listas.
adquisición del conteo en niños preescolares se basan en tareas de «conteo Por último, hay que hacer mención a los trabajos transversales, que ofrecen
abstracto» (el denominado «conteo memorístico» de FUSON y otros (1982) y de interesantes aportaciones con respecto a la naturaleza de los elementos de la
BAROODY (1986) y tareas de conteo a partir de un valor distinto de uno (una secuencia de numerales, así como con respecto a la estructura de la misma.
83 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 84
Representación
a) nombres de las unidades (de 1 a 9);
1 siguiente 2 siguiente 3 siguiente 4… 10 siguiente 11 siguiente 12 b) nombres de las decenas (10 a 90);
→ → → → → c) reglas que permiten combinar las unidades y las decenas.
Proceso
Según estos autores los pasos seguidos por los niños para aprender este
sistema numérico serían los siguientes:
PRUEBAS
I 48 60 48 52 91,67 100 96 93,22
y ROBINSON, 1982; CARPENTER y MOSER, 1982) relacionan dicha magnitud II 84 92 87,5 87,83 96 96 96 96
con el tipo de estrategias de resolución elegidas por los niños. Así, por III 36 46 44 42,67 88 96 88 90,67
ejemplo, los niños tienden a utilizar más frecuentemente la estrategia de contar
IV 80 84 100 88 96 92 96 94,57
a partir de uno de los sumandos cuando uno de éstos es superior al valor 10.
V 28 48 36 37,33 84 92 84 86,67
Otros datos se relacionan con la facilidad supuesta por los dobles (BERMEJO y
LAGO, en prensa; SVENSON, 1975; SVENSON y BROQUIST, 1975), el tamaño
del segundo sumando (BAROODY, 1983), etc. Más concretamente, en el trabajo TOTAL 55,2 66,4 63,1 91,13 95,29 90,4
realizado por Bermejo y Lago se pretende averiguar cómo influye la magnitud fundamentalmente a dos razones: el paso de unidades a decenas resulta
de los sumandos en el comportamiento de los niños de preescolar y primero de complejo para los preescolares y, en segundo lugar, estos niños encuentran
EGB, así como el grado de abstracción en la representación de cada sumando. dificultades en la representación de los sumandos mediante los dedos, ya que la
Se presentan cinco situaciones que implican distintos grados de abstracción: I) magnitud de las cantidades propuestas excede el número de dedos de ambas
números + círculos; II) círculos + círculos; III) círculos + números; IV) objetos manos. En otras palabras, los niños más jóvenes resuelven mejor los problemas
+ objetos; V) número + número. Asimismo se plantean tres condiciones en cuando el segundo sumando es menor que el primero, después los problemas
relación con la magnitud de los sumandos: A) el primer sumando es menor que con sumandos de igual tamaño y, finalmente, los problemas en los que el
el segundo; B) el primer sumando es mayor que el segundo; C) el primer segundo sumando supera en tamaño al primero. Por último, las estrategias de
sumando es igual que el segundo. En las tres condiciones el tamaño del solución están en función de la edad, el nivel de abstracción de los sumandos
sumando menor nunca supera la decena, lo que permite a los niños utilizar los del problema y la magnitud y ubicación de los mismos. Así, los niños pequeños
dedos si lo desean. La estructura semántica de los problemas es de cambio y la se limitan a utilizar la estrategia de contar todo independientemente de las
incógnita se sitúa siempre en el resultado. Los resultados del análisis factorial 2 características de los sumandos del problema, mientras que los niños mayores
(grupo I Versus grupo II) X 5 (situaciones mixtas –I y III– versus situaciones emplean diversas estrategias dependiendo, no tanto del nivel de abstracción
concretas –II y IV– versus situación abstracta –V –) X 3 (sumandos A versus con que se representan los sumandos, como del tamaño de los mismos.
sumandos B versus sumandos C) con medidas repetidas, muestran que son
significativos los efectos principales de los tres factores. Por tanto, existen MODELOS DE SIMULACIÓN
diferencias significativas entre los dos grupos de edad en cuanto al nivel de
ensayos correctos en las distintas tareas (tabla 3.4). La existencia de diferencias con respecto al grado de dificultad de las
Igualmente, el modo de representar los sumandos resulta también distintas categorías de problemas parece clara, como acabamos de ver en el
significativo en el sentido de que el éxito de los niños depende claramente del apartado anterior. Dichas discrepancias surgen sobre todo en los primeros
grado de abstracción de los mismos, sobre todo en los preescolares, ya que niveles de la EGB, ya que en los últimos niveles los niños son capaces de
alcanzan mejores resultados cuando la situación es totalmente concreta, es elegir procedimientos más flexibles y precisos. A este respecto, se han
decir, cuando se representan ambos sumandos mediante objetos o dibujos. En propuesto varios modelos (BRIARS y LARKIN, 1984; DE CORTE y
cambio, el nivel de éxito desciende notablemente cuando ambos sumandos son VERSCHAFFEL, 1985; KINTSCH y GREENO, 1985; RILEY y otros, 1983) con el
guarismos. Para finalizar, la magnitud y ubicación de los sumandos influye objetivo general de describir las diferentes «etapas» por las que pasan los niños
sobre todo en el comportamiento de los niños pequeños, debido en la resolución de las tareas aditivas, así como establecer hipótesis acerca de
117 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 118
las estructuras cognitivas subyacentes en la resolución de cada una de ellas. Si red semántica y un conjunto con 3 caramelos; en la frase «Luis tiene 7
bien existen diferencias entre los modelos, como veremos seguidamente, todos caramelos» hace lo mismo que antes, pero ahora el conjunto tiene 7 caramelos;
ellos convergen en que las dificultades que presentan los niños se deben más a finalmente, cuando se plantea la pregunta «¿ Cuántos caramelos tienen entre
la construcción inadecuada de la representación inicial del problema planteado, los dos?» trata de encontrar la respuesta en la unión de los dos conjuntos, lo
que a la ejecución de la operación correspondiente (BERMEJO y LAGO, 1987). que le conduce a ejecutar acciones de conteo.
Así, los modelos de simulación desarrollados por RILEY y otros (1983) y El nivel II incluye un esquema que permite al niño darse cuenta de que los
BRIARS y LARKIN (1984) asumen que la solución de los problemas verbales objetos tienen un doble papel, ya que están incluidos tanto en el conjunto
depende de varios tipos de conocimiento. El más importante para la principal como en uno de los subconjuntos. Esto es, construye redes semánticas
representación del problema es el conocimiento conceptual, que conduce a la que le permiten representar conjuntos que se mencionan en el texto del
selección apropiada de un esquema de acción para la solución. Igualmente, problema, pero que no tienen definidas las cantidades específicas. Dicho
proporcionan hipótesis acerca de los procesos de representación que los niños esquema facilita, por tanto, la solución de problemas en los que la incógnita se
construyen cuando solucionan problemas verbales, así como las interferencias sitúa en uno de los sumandos. Por ejemplo, en el siguiente problema de
que hacen y las operaciones que ejecutan sobre los conjuntos. Además aportan comparación: «Pedro tiene 5 caramelos. María tiene 9 caramelos más que
datos sobre la dificultad de las diferentes clases de problemas. Pedro. ¿Cuántos caramelos más tiene María?», la red semántica que construyen
De acuerdo con el modelo de Riley y otros hay tres tipos de conocimiento los niños de este nivel es semejante a la descrita en la figura 3.1. En efecto, la
implicados en la ejecución de un problema: a) el esquema del problema, b) los frase «Pedro tiene 5 caramelos» le conduce a una representación igual a la del
esquemas de acción, que relacionan la representación de la situación de un nivel I; sin embargo, la frase «María tiene 9 caramelos más que Pedro» no
problema con sus procedimientos de resolución, y c) el conocimiento de puede ser representada por los niños del nivel I, ya que requiere comprender la
estrategias. El éxito en la resolución de los problemas depende de la relación entre cantidades para determinar el conjunto de referencia, el conjunto
disponibilidad en la memoria de representaciones conceptuales o esquemas de comparación y el conjunto diferencia. Por otro lado, en este nivel los niños
correspondientes a los problemas de cambio, combinación y comparación, o lo utilizan estrategias consistentes en contar a partir de uno de los sumandos
que Riley y otros llaman el esquema del problema. Este esquema consiste en (counting-on).
un sistema organizado de elementos y relaciones, de modo que esos elementos
están estructurados en términos de relaciones cuantitativas, temporales y
lógicas (COBB 1987; MORALES, SHUTE y PELLEGRINO, 1985). Cuando el niño
tiene disponible en su memoria un esquema apropiado, puede hacer
corresponder la información del problema con dicho esquema, asignando
correctamente las cantidades específicas. Por tanto, las dificultades en la
ejecución de un tipo determinado de problema se deben bien a que el niño
posee un esquema del problema incompleto, bien a la presencia de obstáculos
en el momento de llevar a cabo la correspondencia mencionada.
El modelo consta de tres niveles. En el nivel 1, los niños están limitados a
representaciones externas de los problemas, utilizando objetos físicos para
solucionarlos correctamente. Además, pueden solucionar problemas en los que
la información sobre los conjuntos permite construir secuencialmente el
modelo del problema, proposición por proposición, tal como se presenta en el
texto verbal (RILEY y GREENO, 1988). Pero son incapaces de resolver
problemas con la incógnita en uno de los sumandos, así como de emplear
FIGURA 3.1. Red semántica representativa de un problema de comparación en el
estrategias diferentes a la de «contar todo» (CARPENTER y MOSER, 1982), que
que interviene el nivel 2 de conocimiento propuesto en el modelo de RILEY y
consiste en representar ambos conjuntos mediante objetos, contándolos todos. otros, 1983 (adaptado de RILEY y GREENO. 1988).
Por ejemplo, en un determinado problema de combinación («Juan tiene 3
caramelos. Luis tiene 7 caramelos. ¿Cuántos caramelos tienen entre los dos?»)
el niño procede como sigue: ante la frase «Juan tiene 3 caramelos», crea una
119 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 120
En el nivel III se añade un nuevo esquema, el esquema parte-todo, para Asimismo, existe un elemento temporal, que especifica el número de veces en
representar las relaciones entre todos los elementos del problema, previa que un grupo de fichas ha sido movido de un conjunto a otro. Los elementos
resolución del mismo. Al contrario que en los dos niveles precedentes, el niño especiales en la memoria de trabajo representan las relaciones de pertenencia y
no precisa ahora la representación externa y utiliza cualquier tipo de estrategia, de descripción. Así, uno o más elementos de pertenencia indican que una ficha
incluyendo las memorísticas y las basadas en reglas. Un ejemplo de este nivel es un miembro de uno o más conjuntos, del mismo modo que uno o más
se recoge en la figura 3.2. elementos descriptores precisan los calificativos que se aplican a ese conjunto.
Además, los elementos de pertenencia contienen también información sobre el
tiempo en que esta pertenencia se aplica. Por tanto, en el tiempo «0», todas las
fichas son miembros del conjunto fuente, mientras que en el tiempo «1»
algunas fichas son miembros de un segundo conjunto, quedando el resto en el
conjunto fuente.
Por otro lado, el CHIPS también construye grandes estructuras de datos
llamadas esquemas. Dichas estructuras tienen como función registrar el
conocimiento de modo organizado. Por ejemplo, los esquemas de movimiento
registran los conjuntos dé salida y entrada de los chips y los criterios para su
detención. Esta forma de almacenamiento es imprescindible para registrar la
información relevante hasta que todos los chips necesarios sean movidos. Estos
esquemas son activos mientras reúnen información y se ejecutan las acciones
(esto es, mover, contar). Cuando la acción concluye con éxito, el esquema
FIGURA 3.2. Red semántica representativa de un problema de cambio, en el que adquiere el status de «hecho» y el problema queda solucionado.
interviene el nivel 3 de conocimiento propuesto en el modelo de RILEY y otros,
El CHIPS tiene tres niveles distintos de conocimiento matemático:
contadores de función simple, contadores con doble función y de doble
representación. El primero sirve para solucionar los problemas más sencillos,
El modelo de Briars y Larkin (1984), al que Haman CHIPS, simula los ya que implica sólo la habilidad de mover y contar fichas, así como la
procesos psicológicos que el niño pone en marcha cuando soluciona un pertenencia de cada ficha a un solo conjunto. Por ejemplo: «Juan tiene 5
problema. Más concretamente, determina cómo un niño emplea materiales canicas. Antonio le da 3 canicas más. ¿Cuántas canicas tiene Juan ahora?»
concretos (fichas) para representar de manera física un problema dado y hallar Cuando el CHIPS recibe la frase «Juan tiene...», reconoce que Juan puede tener
así la solución. Veamos con detenimiento la descripción de este modelo. La un conjunto de algo y pone en marcha un esquema de movimiento. El término
forma de operar consiste en la formulación de una lista de estructuras, cada una «5» es añadido al esquema y así el CHIPS sabe cuántas fichas tienen que
de las cuales representa a una ficha o chips. Estas fichas o chips sirven para moverse desde el conjunto fuente al conjunto que posee Juan. El conocimiento
construir una representación del problema, esto es, una estructura de datos que el CHIPS necesita para estas y otras acciones está registrado en un
organizada. El proceso simulativo seguirá los siguientes pasos: antes de conjunto de producciones que pertenecen al esquema de movimiento (tabla
iniciarse la solución del problema, el CHIPS tiene disponible una colección de 3.5). Por ejemplo, la producción M1, llamada «Hacer un nuevo conjunto», y la
fichas que son etiquetadas como miembros de un conjunto fuente, de modo que producción M3, «Añadir un número al esquema de movimiento», hace que se
cuando se le propone un problema, toma cada vez una palabra para procesarla trasladen los chips del conjunto fuente al conjunto de Juan, de modo que, en
y, o bien no hace nada, o ejecuta alguna acción sobre su colección de fichas. Al nuestro caso, el CHIPS cambia la pertenencia actual de 5 fichas del conjunto
mismo tiempo, construye en su memoria de trabajo elementos que reflejan su fuente al conjunto de Juan. Una vez que las 5 fichas han sido transferidas, el
conocimiento acerca del problema. Un elemento, que representa a una ficha, es CHIPS toma la siguiente frase significativa, en este caso «le da». Esta
una lista en la que se especifica: un encabezamiento que indica que es una expresión hace que el CHIPS traslade fichas del conjunto fuente al poseído por
ficha, un número de identificación que lo distingue de otras fichas y un Juan. Este conocimiento lo proporciona la producción M2.
indicador que informa sobre si esta ficha ha sido contada o no. Otros elementos
representan conjuntos e identificadores de conjuntos, tales como un poseedor
(por ejemplo, Pedro, Luis,...) o un tipo (por ejemplo, chicos, sillas,...), etc.
121 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 122
TABLA 3.5 TABLA 3.5 (continuación)
Sistemas de producción que describen el conocimiento necesario para, mover y contar CONTAR
fichas (tomado del modelo de BRIAN y LARKIN 1984).
C l. HACER UN ESQUEMA DE CONTEO
SI la frase actual es: «¿cuántos?» y no hay un esquema activo de conteo.
ENTONCES hacer un esquema para contar.
MOVER C2. CONTAR EL CONJUNTO MAS RECIENTE
SI hay un esquema de conteo activo con el conjunto sin especificar y la
palabra actual es «ahora».
M 1. HACER UN CONJUNTO ENTONCES hacer que el conjunto que va a ser contado sea el creado más
SI la palabra actual sugiere posesión o ganancia (tenía, encontró) y no hay recientemente.
un esquema de movimiento activo. C3. IDENTIFICAR UN CONJUNTO A SER CONTADO
ENTONCES hacer un conjunto nuevo y hacer un esquema para mover fichas SI hay un esquema de canica activo can el conjunto sin especificar y la
al nuevo conjunto a partir del conjunto fuente con la condición de parar palabra actual es un descriptor y sólo hay un conjunto con ese descriptor.
cuando un número de fichas (no especificadas actualmente) se hayan ENTONCES hacer el conjunto a ser contado el conjunto especificado por el
movido. esquema de movimiento.
M2. MOVER FICHAS DENTRO O FUERA DE UN CONJUNTO Por tanto, tenemos un conjunto original de Juan con 5 canicas más un
SI la palabra actual sugiere ganancia (o pérdida) (obtuvo) y hay, un conjunto conjunto adicional, también de Juan, con 3 canicas. La frase que se inicia con
actual y no hay un esquema de movimiento activo. «cuántos» hace que el CHIPS construya un esquema de contar para recoger
ENTONCES hacer un esquema para mover fichas del conjunto actual al información sobre la identidad del conjunto que va a ser contado. Esto es
conjunto fuente (o desde) con la condición de parar cuando un número de posible gracias al conocimiento proporcionado por las producciones CI, C2 y
fichas (no específico actualmente) haya sido movido.
C3.
M3. AÑADIR UN NÚMERO A UN ESQUEMA DE MOVIMIENTO En el segundo nivel, contadores de doble papel, se adquiere la habilidad
SI la palabra actual es un número y hay un esquema de movimiento y el para usar una ficha como miembro de dos conjuntos, aunque esos dos
número asociado con la condición de parar no es especifico. conjuntos no estén simultáneamente presentes en el tiempo, Los chips o fichas
ENTONCES añadir el número actual al esquema de movimiento. tienen un doble papel. Por una parte, saber cómo encontrar los elementos que
pertenecen simultáneamente a dos conjuntos y, por otra, encontrar el modo de
M4. INTERPRETAR LA PALABRA «ALGUNOS» contar esos conjuntos. Por ejemplo, en el problema «María tiene 3 canicas.
SI hay un esquema de movimiento con sus números sin especificar y la Tiene algunas más en el bolsillo. Ahora tiene 8. ¿Cuántas canicas tenía en el
palabra actual es «algunos». bolsillo?», el CHIPS construye inicialmente un conjunto de 3 fichas, que debe
ENTONCES dar al esquema de movimiento el status de «no se puede aumentar hasta alcanzar 8. Para responder a la pregunta «¿Cuántas canicas
hacer».
tenía en el bolsillo?», necesita conocer la siguiente producción: «Si hay un
M5. INTERPRETAR «AHORA» DESPUES «ALGUNOS» esquema de contar activo y un conjunto A y chips que se han pasado a A, y la
SI hay un esquema para mover dentro o fuera de un conjunto y el esquema palabra actual sugiere un incremento en el conjunto (es decir, tomar, coger),
tiene un status de «no se puede hacer, y la palabra actual es «ahora… entonces hay que modificar el esquema de conteo para especificar los chips
ENTONCES dar al esquema de movimiento un status de activo y fijar la que ahora pertenecen a A, pero que eran miembros de un conjunto diferente en
condición de parar de modo que las fichas son movidas hasta que el conjunto un momento inmediatamente anterior» (pág. 259).
actual tenga un número de fichas (no específico actualmente). Estos dos primeros niveles son muy similares a los propuestos por RILEY y
otros (1983). Sin embargo, en el nivel 3 existen diferencias fundamentales entre
ambos modelos, ya que establecen hipótesis acerca de estructuras de
conocimiento diferentes, Briars y Larkin señalan que en este nivel el CHIPS
tiene la habilidad de reconocer que acciones como combinar y separar, pueden
123 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 124
invertirse. Por ejemplo, en el problema (Juana tenía algunos botones. Pierde 2. de una tarea verbal supone construir una representación conceptual de la
Entonces le quedan 7. ¿Cuántos botones tenía Juana al principio?», se puede misma sobre la que puedan operar los procesos de resolución del problema.
empezar por el conjunto final en el que hay 7 botones, invertir la acción de Los componentes esenciales son dos: un conjunto de estructuras de
quitar 2 y reconocer que el resultado 9 son los botones que se encontraban en el conocimiento y un conjunto de estrategias para utilizar dichas estructuras de
conjunto inicial. En este nivel, el CHIPS tiene disponibles dos esquemas: un conocimiento a la hora de construir la representación y durante la resolución
esquema de transferencia y un esquema de equivalencia de subconjuntos. La del problema. Por otra parte, la representación es igualmente doble:
función de estos esquemas es semejante a la de los esquemas de mover y primeramente, el input verbal se transforma en una representación conceptual
contar, es decir, almacenar conocimiento de modo organizado. El esquema de de su significado (una lista de proposiciones), y estas proposiciones se
transferencia permite almacenar el número de fichas de un conjunto inicial, el organizan a su vez en una macroestructura que clarifica los conceptos y
número de fichas transferido dentro o fuera de él y el número de fichas relaciones generales mencionadas en el texto. Este conjunto organizado de
existentes en el conjunto final. El esquema de equivalencia de subconjuntos es proposiciones constituye el texto base. Por otro lado, hay una representación
similar al esquema parte-todo de Riley y otros, ya que autoriza el intercambio abstracta del problema (el modelo del problema) que contiene la información
de subconjuntos, de modo que un problema muy complejo con la incógnita en relevante del mismo, extraída a partir del texto base, en forma de estrategias de
el primer sumando (?+A=B), como el mencionado más arriba, puede cálculo apropiadas, que conducen a la solución del problema. En otras
transformarse en A+?=B intercambiando los subconjuntos y solucionarse por palabras, el modelo del problema refleja los conocimientos necesarios para
modelado directo mediante contadores de doble función, Por último, este resolver la tarea planteada.
modelo permite hacer predicciones acerca del nivel de conocimiento requerido La transición de una representación a otra se produce a través de estrategias
para solventar cada tipo de problema, así como el tipo de errores y estrategias que son desencadenadas por las proposiciones del texto base. Dichas
que se producen en cada uno de ellos. estrategias son cuatro: a) la estrategia de «hacer conjunto», inducida por la
A pesar de las grandes similitudes entre el modelo de Riley y otros, y el proposición cuantitativa acerca de alguna clase de objeto (por ejemplo: «cinco»
modelo de Briars y Larkin existen también importantes diferencias que, o «cuántas»); b) la estrategia de «conjunto transferido», inducida por una
además de las mencionadas más arriba, podemos compendiar en las tres proposición «da», junto con la existencia de un conjunto que es asociado a uno
siguientes: a) el CHIPS representa cada elemento mencionado en el problema de los individuos implicados en esa proposición; c) la estrategia de
(por ejemplo, 5 manzanas son representadas cada una por un contador), «diferencia», inducida por las proposiciones «tiene más que» o «tiene menos
mientras que el modelo de Riley y otros representa sólo las cantidades con que»; y d) la estrategia de «conjunto principal», inducida por la proposición
números asociados y las identidades (por ejemplo, 5 manzanas es una cantidad «tienen juntos». Estas estrategias requieren la concurrencia de esquemas de
con valor 5 e identidad manzanas); b) en el modelo de Riley y otros, cada alto orden a fin de establecer relaciones entre los conjuntos y asignar los
categoría de problema requiere un esquema diferente, mientras que en el papeles correspondientes en el modelo del problema. Los esquemas de alto
CHIPS si un problema no implica directamente un esquema de cambio, usa un orden son: el esquema de transferencia, el esquema parte-todo, el esquema
conocimiento lingüístico extra para interpretarlo como si se tratase de un «más que» y el esquema «menos que». El esquema de transferencia es
problema de cambio; y c) el CHIPS considera dos causas posibles de las necesario para la representación de los problemas de cambio, ya que en estos
dificultades de los niños: matemáticas y lingüísticas, mientras que en el modelo problemas hay un conjunto de «partida» con ciertos objetos, un grupo de
de Riley y otros no se hace esta distinción. objetos que se transfiere al conjunto de partida y un conjunto «resultado». A su
Sin embargo, ambos modelos adolecen fundamentalmente de una ex- vez, el esquema parte-todo implica también tres conjuntos: dos conjuntos
plicación explícita sobre cómo se derivan las representaciones conceptuales del tienen el papel de subconjuntos y un tercero la función de conjunto total. De
texto del problema, y esto es precisamente lo que intentan aportar KINTSCH y este modo, los subconjuntos se asocian con las proposiciones «tiene» de los
GREENO (1985), analizando exhaustivamente los procesos de comprensión de poseedores y el papel del conjunto total es: asignado a un conjunto
la expresión verbal de la tarea propuesta. Los fundamentos teóricos de este perteneciente a dos individuos. Este tipo de esquema es característico de los
modelo se encuentran en la teoría general sobre comprensión de textos problemas de combinación. Finalmente, los esquemas «más que» y «menos
desarrollada por KINTSCH y VAN DUK (1978) y VAN DUK y KINTSCH (1983), que» se ponen en marcha en los problemas de comparación, que incluyen un
así como en el modelo de RILEY y otros, respecto al conocimiento semántica conjunto grande, un conjunto pequeño y una diferencia. La proposición «tiene
requerido para representar los problemas y los procesos de resolución. En más que» denota la diferencia y especifica los conjuntos a los que debería
general, la idea básica de este modelo consiste en que la comprensión del texto asignarse los papeles de conjunto grande y pequeño. Veamos, para concluir la
125 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 126
descripción de este modelo, un ejemplo de problema de combinación, en el que Todos estos modelos son sólo aproximaciones teóricas sobre los procesos
entra en juego el esquema parte-todo. El problema es como sigue: «Pedro tiene cognitivos subyacentes en la resolución de los problemas. Es necesario que la
6 canicas y Antonio tiene 7 canicas. ¿Cuántas canicas tienen entre los dos?». evidencia empírica nos indique cuál de ellos es el más apropiado y, por el
En la primera frase, «Pedro tiene 6 canicas», nos encontramos en el texto base momento, sigue siendo una cuestión abierta. No obstante, existen algunos
con tres proposiciones, «Pedro», «6» y «canicas», de modo que la proposición datos, como los aportados por CARPENTER y MOSER (1984), que pueden
«6» induce a la representación de un conjunto. Además, estas tres arrojar alguna luz a este respecto. Dichos datos no parecen concordar
proposiciones son clasificadas en los emplazamientos de «objeto», «cantidad», completamente con los modelos de desarrollo propuestos por Briars y Larkin y
«especificación» y «papel o función» en el modelo de problema, aunque por el Riley y otros. Igualmente, el reciente trabajo de RILEY y GREENO (1988)
momento el emplazamiento de «papel o función» se encuentra vacío. Las apunta también ciertas discrepancias. Estos autores estudian el comportamiento
proposiciones 4, 5 y 6 se obtienen a partir de la frase «Antonio tiene 7 de niños preescolares (M =6 años), de primero (M = 7 años), segundo y tercero
canicas», dando lugar a un segundo conjunto similar al anterior. Finalmente, (M = 8: 1 años) en la resolución de tareas verbales de combinación, cambio y
las proposiciones 7 y 8 se extraen de la pregunta: «¿Cuántas canicas tienen comparación. Los problemas se leen en voz alta y se repiten si fallan o si el
entre los dos?», y así la proposición cuantitativa «¿cuántos?» hace que se propio niño lo pide. Además, tienen a su disposición bloques de madera y hojas
identifique este conjunto como el objetivo del problema y la proposición «entre de papel. Una vez que han solucionado todos los problemas con la ayuda de los
los dos» sirve como indicio para asignar a este conjunto el «papel ,o función» bloques, se leen de nuevo en orden diferente y se les pide que los repitan. En
de conjunto principal. De esta forma, el modelo asigna el «papel o función» de líneas generales los resultados se ajustan al modelo propuesto por estos autores
subconjuntos a los dos conjuntos anteriores. Estos papeles o funciones están en en los problemas de combinación y cambio, pero no en los problemas de
el modelo del problema y no en el texto base, ya que no se derivan comparación. En efecto, aunque los tipos de conocimiento asumidos en los
directamente de éste, sino que se añaden como inferencias basadas en el niveles I y II en los problemas de comparación son los mismos que en los
esquema parte-todo. Una vez designados los papeles correspondientes a los problemas de cambio y combinación, no obstante, hay más niños de jardín de
conjuntos, se pone en marcha una estrategia de cálculo y el problema queda infancia y primero en el nivel I o II en los problemas de cambio y
resuelto. combinación, que en los problemas de comparación. Según estos autores, los
En la misma línea que el modelo anterior, DE CORTE y VERSCHAFFEL fallos en los problemas de comparación se deberían a la falta de un
(1985) proponen un modelo para explicar los problemas verbales aditivos en el conocimiento lingüístico y conceptual para comprender el lenguaje utilizado.
que, el procesamiento semántico tiene también gran importancia. Brevemente, Los niños de segundo y tercero se encuentran en el nivel II o III en los
este modelo consta de cinco fases: 1) representación global del problema; 2) problemas de combinación y cambio, pero muy pocos de ellos tienen éxito en
selección de una operación aritmética formal o una estrategia informal de los problemas de comparación. Sin embargo, estos pocos sujetos se comportan
conteo para encontrar el elemento desconocido; 3) ejecución de la operación o de acuerdo con alguno de los niveles que se predicen en el modelo.
de la estrategia informal; 4) reactivación de la representación inicial del Por último, para resolver tareas del tipo A+B (cuando la suma no supera 9 y
problema, sustituyendo el elemento desconocido por el resultado de su los dos sumandos son enteros positivos), GROEN y PARKMAN (1972),
ejecución; y 5) verificación de la solución. En la primera fase hay dos distinguen 5 modelos de conteo. Antes de entrar en la descripción de estos
esquemas que desempeñan un papel fundamental: los semánticos y el modelos aclararemos que hay un contador que realiza dos operaciones. La
«esquema de las palabras del problema» (Word Problem Schema, WPS). El primera operación consiste en establecer un valor específico en el contador, y
primero de ellos representa el conocimiento que tiene el niño acerca de las la segunda consiste en ir acrecentando el valor inicial del contador mediante
relaciones subyacentes en los problemas verbales. Por su parte, el WPS hace incrementos de uno en uno. La operación aditiva se ejecuta, por tanto,
referencia al conocimiento que tiene el sujeto acerca de la estructura, del papel poniendo en el contador un número determinado y, a continuación,
y de la intención del problema. El WPS permite reaccionar apropiadamente aumentando ese valor mediante incrementos de uno en uno. Para realizar este
ante la tarea, aun cuando el texto verbal contenga pocos indicios; orienta su proceso de incremento se precisa algún sistema que registre las unidades
lectura hacia ciertos conceptos y relaciones que son esenciales para la incrementadas, siendo, pues, necesario un segundo sistema de registro que se
construcción de conjuntos y relaciones de conjuntos, desechando las pone en marcha después de cada proceso de incrementación («¿Han sido
proposiciones irrelevantes; y, por último, facilita la interpretación correcta de añadidos B...?»). Teniendo en cuenta las dos operaciones y el sistema de
las ambigüedades e imprecisiones, obteniendo de este modo una representación registro de los pasos que han modificado el estado inicial del contador, los
completa y coherente. modelos de conteo son los siguientes:
127 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 128
operación planteada. Así, por ejemplo, Diana (5;5 años) en el algoritmo 4+3,-
1. El contador se establece inicialmente en cero, de modo que los dos representa 4 con los dedos de una mano contando «1, 2, 3 y 4» y 3 con los de
sumandos (A y B) se suman mediante los incrementos de uno en uno. la otra («1, 2 y 3»); por último, cuenta todo de nuevo (BERMEJO y
2. El contador se pone al principio en A (el primer sumando), y se adiciona RODRIGUEZ, 1987a).
B mediante incrementos de uno en uno. BAROODY (1987) propone varias formas de llevar a cabo esta estrategia,
3. El contador se sitúa en B (el segundo sumando) y Se añade A mediante que recogemos a continuación:
incrementos de uno en uno. Al: Es semejante a la estrategia de contar todo con objetos, es decir, el
4. Se coloca en el contador el menor de los sumandos (A o B) y, acto niño representa ambos conjuntos con los dedos, pero en vez de recontar los
seguido, se adiciona el otro mediante incrementos de uno en uno. dos conjuntos inicia el recuento a partir del cardinal del primer conjunto.
5. Se pone en el contador el mayor de los sumandos (A o B), añadiéndose a A2: Se representa ambos conjuntos y se obtiene la suma total mediante un
continuación el sumando menor mediante incrementos de uno en uno. patrón de reconocimiento.
A3: Se utiliza el conteo para representar con los dedos el primer sumando
Los datos experimentales obtenidos con niños de primero de EGB (M = 6; y la percepción inmediata para el segundo; por último se cuenta todo.
10 años) muestran que los tiempos de reacción se ajustan: mejor al modelo 5 A4: Es semejante a la anterior en cuanto al proceso de representación de
que al resto de los modelos. Para más detalles sobre los modelos de Groen y los conjuntos y se diferencia en que el recuento final se inicia a partir del
Parkman, véanse los dos ejemplos gráficos recogidos en el capítulo siguiente. cardinal del primer sumando.
A5: Es igual que las dos anteriores en el proceso de representación, pero
ESTRATEGIAS INFANTILES la suma total se extrae por medio de un patrón de reconocimiento.
A6: Es similar a la A3, la diferencia estriba en que a la hora de representar
El método que normalmente se sigue para evaluar los procesos que los los conjuntos el patrón de reconocimiento se aplica al primer conjunto en vez
niños ponen en marcha para solucionar las tareas de adición o substracción de hacerlo en el segundo.
consiste en analizar las estrategias y los errores infantiles. A través de las A7: Sigue los mismos pasos que A4, con la salvedad que acabamos de
entrevistas individuales, el investigador puede determinar la estrategia correcta describir en A6.
o errónea empleada por el niño, observando sus acciones con respecto a objetos A8: Como en A6 y A7, el niño comienza representando el primer
o sus dedos, vigilando atentamente el modo de contar, o bien pidiendo al niño conjunto mediante percepción inmediata, a continuación cuenta el segundo
que explique cómo ha realizado la tarea. Nos ocuparemos en este apartado de conjunto y, por último, obtiene la suma total mediante percepción inmediata.
las estrategias, dejando para el próximo la taxonomía y análisis de los errores. A9: Esta estrategia, que Siegler y colaboradores (SIEGLER y
Para ello, seguiremos de cerca las categorías propuestas por CARPENTER y ROBINSON, 1982; SIEGLER y SHRAGER, 1984) llaman Contar dedos,
MOSER (1983,1984). consiste en representar ambos sumandos mediante percepción inmediata y a
continuación contar todo para obtener la suma total.
1) Estrategias de modelado directo A 10: Es similar a A9, pero el proceso de recuento final se inicia a partir
del cardinal del primer sumando.
Mucho antes de que los niños utilicen procedimientos de resolución A 11: Es igual a A9 con la salvedad de que la suma total se produce
sofisticados en la ejecución de las operaciones de suma y resta, disponen de un mediante percepción inmediata.
conjunto de estrategias simples que requieren para su puesta en marcha la
presencia de objetos contables. En esta línea, la mayor parte de los trabajos 2) Estrategias de conteo
realizados hasta la fecha (BERMEJO y LAGO, en prensa; BERMEJO y
RODRIGUEZ, 1987a, b; CARPENTER y otros, 1981: CARPENTER y MOSER, La estrategia de contar sin modelos corresponde al procedimiento SUM
1984; GINSBURG y RUSSELL, 1981; LINDVALL e IBARRA, 1980;, RESNICK, identificado por GROEN y PARKMAN (1972). Es Similar a la estrategia de
1983, SARKEY y GELMAN, 1982), señalan que los niños utilizan la estrategia contar todo con modelos, ya que la secuencia de conteo se inicia en el primer
de contar todo con modelos antes de iniciar la escolaridad formal. Dicha sumando y continúa en el segundo hasta su conclusión; pero se diferencia en
estrategia consiste simplemente en representar ambos conjuntos mediante que el niño no usa objetos o dedos para representar los términos de la suma.
objetos físicos o los dedos y recontar después estos objetos en función de la Cuando el niño utiliza esta estrategia, así como las estrategias de contar a
129 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 130
partir del primer sumando y Contar a partir del sumando mayor, necesita
algún procedimiento que le permita registrar el número de pasos efectuados al Finalmente, existen otras estrategias aditivas fundadas en la memorización
final del conteo. A este respecto, algunos autores (BAROODY, 1987; y en reglas. En las primeras, el hecho numérico se recupera inmediatamente de
BAROODY y GINSBURG, 1986; BERMEJO y LAGO, en prensa; BERMEJO y la memoria a largo plazo sin conteo aparente. En general, se piensa que el
RODRIGUEZ, 1987b, en prensa; CARPENTER y MOSER, 1982, 1983, 1984; dominio de este procedimiento supone una acción puramente mecánica. Sin
FUSON, 1982, 1988a) señalan que la mayoría de los niños usan sus dedos para embargo, últimamente está cambiando esta concepción simplista, tal como
registrar el número de pasos que se incrementan en la secuencia de conteo. puede constatarse en algunos modelos propuestos sobre la organización de los
Asimismo, cuando el conteo se produce mentalmente, parecen usar ciertos hechos numéricos en la memoria (ASCHRAFT, 1982; BAROODY, 1984a, 1985a,
ritmos físicos, como por ejemplo movimientos de cabeza y, en otras ocasiones, 1985b; SIEGLER y SHRA. GER, 1984). Por ejemplo, Ashcraft señala que los
el conteo doble (por ejemplo, 4 es 1, 5 es 2, 6 es 3...). hechos numéricos están representados mentalmente en la memoria como en
La estrategia de Contar a partir del primer sumando consiste en comenzar una tabla. El tiempo que se necesita para producir un hecho numérico
la secuencia de conteo con el cardinal del primer sumando y continuar con el particular está determinado por la «distancia» mental atravesada durante la
segundo, sin previa representación de los conjuntos. Se diferencia de la búsqueda en la memoria, es decir, el tiempo que se necesita para encontrar la
estrategia anterior en que los niños sólo utilizan los dedos para registrar los intersección de dos sumandos en la tabla. Así pues, la producción eficiente de
incrementos en el segundo sumando y poder finalizar así el conteo. Un ejemplo hechos numéricos se atribuye a procesos reproductivos. Los procesos
ilustrativo sería el siguiente: Norberto (5;7 años) en el algoritmo 5+2, cuenta a reconstructivos, que implican conocimiento conceptual y de procedimiento,
partir del 5 («5, 6 y 7»), ayudándose con los dedos para contar la segunda pasan a un segundo plano y el niño los utiliza cuando no conoce algo o se
cantidad, sin una representación previa de la misma (BERMEJO y RODRIGUEZ, encuentra cansado.
1987a). Por último, el procedimiento de Contar a partir del sumando mayor es En contraste con este modelo, Baroody sugiere que tanto la representación
la estrategia de conteo más evolucionada y más económica cognitivamente. El mental como el recuerdo eficiente de hechos numéricos son más elaborados. El
niño inicia la secuencia de conteo a partir del cardinal del sumando mayor, niño puede utilizar varios medios, incluyendo los procesos reconstructivos,
añadiendo a continuación el valor del otro sumando. para generar combinaciones numéricas. En efecto, algunas combinaciones
Otros trabajos (BAROODY, 1984b; BAROODY, 1987; BAROODY y numéricas pueden extraerse rápidamente mediante procesos reproductivos,
GINSBURG, 1986) sugieren estrategias de conteo diferentes, como Contar todo pero muchas otras son producidas también rápidamente a partir de reglas o
empezando por el sumando mayor y Contar cantidades. En esta última se principios (por ejemplo, cualquier número sumado a cero es ese mismo
representa solamente el segundo sumando existiendo varias formas de llevar a número), que se integran en un conocimiento aritmético general. Esto último,
cabo dicha representación y de obtener la suma total: que permite al niño eliminar la necesidad de aprender y almacenar asociaciones
numéricas individuales, resulta cognitivamente más económico que basarse
B1: Representar únicamente el segundo sumando mediante conteo y obtener sólo en una red de hechos numéricos individuales.
el total recontando ambos sumandos. Finalmente, las reglas se refieren a procedimientos en los que el niño
B2: Representar sólo el segundo sumando mediante conteo y obtener el compone y descompone los números para hallar la suma total. Por ejemplo.
total contando a partir del cardinal del primer sumando. Pablo (5; 6 años) en el algoritmo 5+4 responde: «Como sé que 5 y 5 son 10, le
B3: Representar el segundo sumando mediante el conteo y extraer el total quito una y son 9» (BERMEJO y RODRIGUEZ, 1987a).
por percepción inmediata, siempre y cuando exista una imagen mental del Además de la descripción de las distintas estrategias utilizadas por los
primer conjunto o un patrón implícito de dedos. niños, conviene también conocer otros aspectos sobre los mismos, tales como
B4: Representar el segundo sumando por percepción inmediata y obtener el su evolución, los procesos de transición de unas a otras y los factores que
total recontando ambos conjuntos. inciden en la elección de una u otra estrategia. En cuanto a la evolución,
B5: Representar el segundo sumando mediante percepción inmediata y CARPENTER y MOSER (1984) identifican cinco niveles: en el: primer nivel, los
obtener la suma total contando a partir del cardinal del primer sumando. niños son incapaces de resolver cualquier problema de suma y resta; en el
B6: Representar el segundo sumando por percepción inmediata y obtener el segundo, utilizan el modelado directo; el tercero es un período transitorio en el
total también mediante percepción inmediata, siempre y cuando el niño tenga que utilizan tanto las estrategias de modelado directo como las de conteo; en el
una imagen mental del primer conjunto o un patrón implícito de dedos. cuarto se limitan a las de conteo, y, finalmente, en el quinto recurren además a
3) Estrategias de hechos numéricos las memorísticas y a las reglas. Asimismo, los modelos de simulación, que
131 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 132
hemos visto en el apartado anterior, sugieren estrategias diferentes en cada uno
de los niveles de conocimiento. Por ejemplo, el modelo de Riley y otros
propone para los problemas de cambio las siguientes: en el nivel I aparecerían
sólo estrategias de modelado directo; en el nivel II los niños utilizarían
estrategias de conteo a partir de uno de los sumandos y, finalmente, en el nivel
III, se emplearía cualquier tipo de estrategia, incluyendo las memorísticas y las
reglas.
Respecto a los procesos de transición de unas estrategias a otras, algunos
trabajos intentan averiguar cómo pasa el niño de la estrategia de Contar todo a
la estrategia de Contar a partir de uno de los sumandos. En esta línea, GROEN
y RESNICK (1977) afirman que los preescolares utilizan espontáneamente el
procedimiento de contar a partir de uno de los sumandos, después de 12-20 FIGURA 3.3. Ejemplo de la tarea de conteo a partir de uno de los sumandos
semanas de entrenamiento. CARPENTER y otros (1981), HOULIHAN y (adaptado de SECADA, FUSON y HALL, 1983)
GINSDURG (1981), ILG y AMES (1951), SAXE (1982), y SECADA (1982), entre
otros, obtienen resultados similares. En esta misma línea, SECADA, FUSON y pos test semejante al de la primera prueba; la otra mitad constituye el grupo
HALL (1983) trabajan con 79 niños de 6 a 7; 6 años, con el objeto de identificar control que solamente pasa el postest.
las subhabilidades específicas necesarias para pasar de una estrategia a otra. En cuanto a los resultados, 28 niños que utilizan como estrategia contar a
Sugieren tres: a) contar a partir de un punto arbitrario de la secuencia; b) para partir de uno de los sumandos tienen las tres subhabilidades, mientras que 36
poder proseguir el conteo, el niño transforma el significado cardinal del primer de los 45 niños que cuentan todo carecen de una o más subhabilidades. La
sumando en un significado de conteo (véase también Fuson y Hall, 1983) y c) mayoría de los niños del grupo experimental usan en el postest la estrategia de
comenzar el conteo del segundo sumando con el siguiente elemento de la contar a partir de uno de los sumandos.
secuencia de conteo. El estudio consta de varias fases. En primer lugar, cada Por otra parte, algunos modelos evolutivos se ocupan también de estos
niño pasa individualmente una prueba en la que se trata de determinar su procesos de transición (BRIARS y LARKIN, 1984; Riley y otros, 1983). Así,
conocimiento acerca de la estrategia de Contar a partir de uno de los apuntan, por ejemplo, que la estrategia de contar a partir del primer sumando
sumandos. Esta prueba consta de 6 ensayos. En los tres primeros, el constituye el paso de tránsito entre el procedimiento de Contar todo y Contar a
experimentador muestra al niño una tarjeta en la que sólo figura el cardinal del partir del sumando mayor. En cambio, BAROODY (1987) sugiere una línea
conjunto (primer sumando) y a continuación otra en la que aparecen puntos y evolutiva con ligeras diferencias que presentamos a continuación, dado su
el cardinal del conjunto (segundo sumando) (fig. 3.3). La tarea del niño interés en la práctica educativa: Contar todo con modelos → Contar todo
consiste en determinar el número total de puntos (la suma). En los tres ensayos empezando por el primer sumando → Contar todo empezando por el sumando
restantes el cometido es similar, pero tanto en una tarjeta como en la otra mayor → Contar a partir del primer sumando.
aparecen puntos y el cardinal de cada conjunto. En cuanto a la elección de estrategias, tal como se señala con más detalle en
La siguiente prueba pretende evaluar las tres subhabilidadd mencionadas. el capítulo siguiente depende de varios factores: la edad de los niños, la
En la primera tarea se pide al niño que empiece a contar a partir de un punto estructura semántica del problema y otros factores cognitivos. En relación con
determinado en la secuencia. La segunda se inicia siguiendo el mismo el primero de estos factores remitimos a lo expuesto en dicho capítulo, que es
procedimiento utilizado en la primera prueba, esto es, se colocan ante el niño aplicable también a las tareas aditivas. Respectó a la estructura semántica,
las tarjetas con puntos, preguntando después el experimentador qué número aunque no existen datos concluyentes, algunos trabajos (CARPENTER y otros,
corresponde al último punto de la primera tarjeta. La subhabilidad tres se 1981; DE CORTE y VERSCHAFFEL, 1984), encuentran una cierta relación entre
evalúa del mismo modo, pero ahora se pregunta qué número tiene el primer la estructura semántica del problema y la elección de estrategias. Así, por
punto de la segunda tarjeta. En la siguiente fase, los niños pasan de nuevo la ejemplo, DE CORTE y VERSCHAFFEL señalan que los niños tienden a Contar
primera prueba y aquellos que, sin poseer la estrategia de Contar a partir de a partir del sumando mayor en los problemas de combinación y a Contar a
uno de los sumandos, tienen la primera subhahilidad, pero no la segunda y la partir del primer sumando en los problemas de cambio.
tercera, son seleccionados para llevar a cabo el experimento. La mitad de estos Otros factores cognitivos, como la necesidad de reducir la carga en la
sujetos son entrenados en las subhabilidades 2 y 3, pasando a continuación un memoria de trabajo, pueden desempeñar un papel clave en la elección de
133 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 134
estrategias. Al menos en este sentido apuntan los datos empíricos descubiertos 1983). Los componentes sintácticos se refieren a las reglas que dirigen la
por algunos autores (por ejemplo, CARPENTER y MOSER, 1984) en relación a actuación del niño, como, por ejemplo, iniciar la suma por la primera columna
los procedimientos que los niños eligen cuando solucionan las tareas aditivas. de la derecha, proceder columna por columna, etc. En cambio, los aspectos
En efecto, como se pone de manifiesto en el estudio longitudinal de estos semánticos hacen referencia a conceptos básicos implicados en la ejecución del
autores, cuando los niños conocen diversas estrategias tienden a usadas de algoritmo, como, por ejemplo, notación posicional, sistema de base, etc. Los
manera intercambiable en vez de utilizar exclusivamente la más eficiente. Por errores de los niños pueden afectar a uno u otro componente o a los dos. En
ejemplo, algunos niños que disponen de estrategias de conteo más eficientes este sentido, en una de las investigaciones realizadas por los autores de este
(Contar a partir del sumando mayor), retroceden a estrategias de modelado capítulo (BERMEJO y RODRIGUEZ, 1986) con niños de segundo de preescolar
directo cuando se les proporcionan objetos. Asimismo, BAROODY (1984a), y primero de EGB, sobre tareas aditivas y tareas de conservación de la materia,
indica que los niños usan la estrategia de Contar todo empezando por el mayor encontramos errores pertenecientes a ambas categorías. En el caso de los niños
en problemas tales como 2+6, 3+6, 2+8 y la estrategia de Contar todo pequeños dichos errores aumentan considerablemente cuando el segundo
empezando por el primer sumando en 2+4, 4+5, ya que estos últimos; suponen sumando es mayor que el primero y no se puede representar con los dedos de
una menor carga en la memoria de trabajo. Estos datos concuerdan, por otra una sola mano. En primero de EGB, la mayor parte de los errores semánticos
parte, con una de las predicciones que se hacen en el modelo de Briars y se producen con respecto a las «llevadas», ya que los niños tienen dificultades
Larkin, en el sentido de que si el niño cuenta con dos o más estrategias, para realizar los intercambios entre columnas. En cambio, desde el punto de
entonces utilizará aquella que conlleve un menor número de pasos. vista sintáctico, uno de los errores más frecuentes consiste en anotar como
A pesar de la cantidad de datos empíricos disponibles, no existen por el resultado el valor absoluto de la adición de los dígitos de una columna,
momento resultados definitivos en torno a la mayoría de estas cuestiones. Por olvidando que sólo puede consignarse una cifra por columna hasta llegar a la
lo tanto, la investigación futura deberá seguir insistiendo en el estudio última de la izquierda.
evolutivo de las estrategias, los mecanismos de transición entre ellas y los En cuanto a los problemas verbales, existen dos grandes categorías de
procesos implicados en la elección del tipo de estrategia. Un conocimiento más errores: errores de ejecución y errores de representación. Los primeros se
profundo de estos temas sería de gran importancia tanto desde el punto de vista originan cuando el niño resuelve la operación aritmética correspondiente, es
del desarrollo evolutivo como de sus obvias repercusiones educativas. No decir, la suma y, por tanto, aparecen los mismos que acabamos de mencionar
obstante, las investigaciones realizadas hasta ahora sobre las estrategias más arriba. En cambio, los errores de representación surgen cuando el niño
proporcionan algunos datos relevantes, que podrían servir de guía para la construye una representación inapropiada del problema a partir del texto verbal
instrucción secuenciada de la operación aditiva. El análisis minucioso de los (DE CORTE y VERSCHAFFEL, 1985). Veamos los tipos más relevantes:
«pasos» que conducen de un estado cognitivo inferior (X1) a su inmediato
superior, (X2), o de una subhabilidad inferior a la subhabilidad inmediatamente 1) Repetir una de las cantidades propuestas en el problema. Se observa con
superior, y, en general, el microestudio de la transición resulta indispensable y cierta frecuencia en los problemas de comparación, cambio, combinación e
de una gran relevancia tanto para el desarrollo de la psicología evolutiva igualación (BERMEJO y RODRIGUEZ, 1987b, en prensa; CARPENTER y MOSER,
cognitiva, como para la implantación de una psicología instruccional de corte 1981, 1983; DE CORTE y VERSCHAFFEL, 1985, 1987b). En cuanto a los de
constructivista. comparación, por ejemplo, en el problema «Javier tiene 6 globos, Mario tiene 9
globos más que Javier. ¿Cuántos globos tiene Mario?», niños de segundo y
TAXONOMIA DE ERRORES tercero de EGB responden a la pregunta diciendo 9 (BERMEJO y RODRIGUEZ,
en prensa). RILEY y otros (1983) señalan que este fracaso se debe a una
En este apartado vamos a tratar sobre todo dos aspectos. En primer lugar representación inapropiada de la historia del problema, debido a la ausencia de
nos referiremos brevemente a los errores que suelen aparecer cuando los niños un esquema que permita la comprensión del mismo. Asimismo, MAYER (1982)
resuelven algoritmos de suma, ya que la mayor parte de las investigaciones se apunta que esta representación deficiente se produce porque el niño interpreta
centran en la resta. A continuación desarrollaremos, más ampliamente, los una proposición de relación como una proposición de asignación. En otras
errores principales que se cometen en los problemas verbales. palabras, la proposición relacional «Mario tiene 9 globos mas que Javier» es
Cuando el niño resuelve un algoritmo de suma ha de tener en cuenta una interpretada como una proposición de asignación «Mario tiene 9 globos» y, por
serie de factores sintácticos y semánticos para llevar a feliz término esta tarea tanto, ésa es la solución que dan a la pregunta. Un apoyo adicional a esta
(BROWN y BURTON, 1978; BROWN y VAN LEHN, 1980, 1982; RESNICK, 1982, explicación lo proporciona el estudio de DE CORTE y VERSCHAFFEL (1985),
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en el que se pide a los niños que vuelvan a contar el problema, representándolo disponibilidad de estas ayudas, estos problemas resultan difíciles para los niños
con bloques y marionetas. Por ejemplo, en el problema «Pedro tiene 3 pequeños probablemente por dos razones. Por una parte, los problemas de
manzanas. Ana tiene 6 manzanas más que Pedro. ¿Cuántas manzanas tiene igualación no se ajustan a la forma canónica (A + B =?) y, por otra, no se
Ana?», algunos niños lo cuentan diciendo «Pedro tiene 3 manzanas. Ana tiene enseñan habitualmente en el marco escolar.
6 manzanas. ¿Cuántas manzanas tiene Ana? »; y, en consecuencia, representan 2) inventar la respuesta. Suele aparecer cuando el niño no comprende el
la historia poniendo 3 bloques a Pedro y 6 a Ana. problema o está cansado.
En los problemas de cambio, los errores surgen sobre todo porque los niños 3) Selección de una operación inadecuada. Consiste en aplicar la forma
se muestran incapaces de representar los conjuntos de partida y cambio canónica A + B =?, cuando en el problema la incógnita se sitúa en uno de los
separadamente (RILEY y otros, 1983). Por ejemplo, en el problema «María tiene sumandos. Este error que se encuentra presente en las cuatro categorías de
algunos lápices. Isabel le da 5. Ahora María tiene 17 lápices. ¿Cuántos lápices problemas, puede tener tres causas. La primera de ellas reside en la dificultad
tenía María al principio?», cuando el niño recibe la frase «María tiene algunos para concebir el significado de la indefinición de uno de los sumandos
lápices» se da cuenta de que no sabe con exactitud los lápices que tiene, pero («algunos»), asignándole en consecuencia la cantidad que se propone a
no crea un conjunto de partida desconocido para María. Ante la segunda continuación. La segunda se refiere a que no aprecian la información temporal
proposición «Isabel le da 5», crea un conjunto con 5 lápices para María, pero al contenida en el texto; y, por último, la proposición comparativa que determina
no haber representado el conjunto de partida inicial, no se concibe este el otro sumando resulta difícilmente comprensible para los niños (BERMEJO y
conjunto como un cambio en el sumando inicial. A continuación, la tercera RODRIGUEZ, en prensa). DE CORTE y VERSCHAFFEL (1985), por su parte,
proposición, «Ahora María tiene 17 lápices», se interpreta como un incremento apuntan que este error se produce porque los niños procesan el texto
en el conjunto anterior. Por tanto, ante la pregunta: «¿Cuántos lápices tenía superficialmente, debido, o bien a que se centran en una palabra clave que está
María al principio?», responden 5, esto es, el número, que representa el asociada a cierta operación aritmética (esto es, «entre los dos» se asocia con la
conjunto inicial para el niño (BERMEJO y RODRIGUEZ, en prensa). adición), en vez de intentar construir una representación mental del problema
En los problemas de combinación del tipo «Pedro tiene 3 manzanas. Ana como un todo; o bien a que no comprenden el problema y simplemente utilizan
tiene también algunas manzanas. Pedro y Ana tienen juntos 9 manzanas. la operación aritmética que les resulta más fácil y conocida, por regla general,
¿Cuántas manzanas tiene Ana ?», algunos niños responden 9. Los modelos de la suma en su forma canónica.
RILEY y otros (1985) y BRIARS y LARKIN (1984) atribuyen estos fallos a una
falta de comprensión de la relación parte todo. Es decir, los niños que no EL DESARROLLO DE LA CAPACIDAD DE SUMAR
disponen de este esquema interpretan cada frase del problema separadamente,
sin llegar a inferir las relaciones existentes entre los conjuntos. Por su parte, DE Los niños suelen entrar en la escuela con un alto desarrollo de cono-
CORTE y VERSCHAFFEL (1987b) consideran que estos errores se originan cimientos informales en torno a la aritmética (CARPENTER y otros, 1981,
porque interpretan la oración que contiene la palabra «juntos» como «Pedro y CARPENTER y MOSER, 1983, 1984; FUSON y HALL, 1983; GINSBURG, 1982;
Ana tienen 9 manzanas», de manera que Pedro tiene 9 manzanas y Ana tiene 9 RESNICK, 1983; RILEY y otros, 1983; STARKEY y GEI.MAN, 1982). Estos
manzanas. En otras palabras, la oración que contiene la palabra «juntos» se conocimientos se aplican gradualmente a tareas de cálculo, de tal manera que,
concibe erróneamente como una información relativa a la cantidad de cada antes de recibir instrucción formal sobre adición y substracción, inventan
persona. estrategias de conteo para solucionar problemas simples del tipo N+1 y N–l.
En cuanto a los problemas de igualación hay pocos datos al respecto, ya que Igualmente, antes de haber aprendido «hechos numéricos», resuelven
la mayor parte de las investigaciones suelen incidir en los problemas de problemas con sumandos superiores al valor 1 por medio de procedimientos
cambio, comparación y combinación. En un trabajo que realizamos informales que, en un principio al menos, necesitan la presencia de objetos
recientemente (BERMEJO y RODRIGUEZ, 1987a), y que ya hemos descrito para representar directamente la operación o la estructura semántica, si se trata
antes, con niños de segundo de preescolar y niños de primero de EGB sobre de un problema verbal. En niveles más avanzados, el desarrollo viene
este tipo de problemas, encontramos que los niños más pequeños muestran caracterizado por una flexibilidad en la elección de los procedimientos
múltiples dificultades para construir la representación mental adecuada, a pesar (representar mediante objetos el problema, ecuaciones…) y estrategias de
del uso de objetos para representar las acciones del problema. En efecto, el solución. Así, los niños mayores pueden usar una gran variedad de
experimentador presenta al niño un muñeco que está aprendiendo a sumar, procedimientos para solucionar los mismos problemas, saben igualmente que
pidiéndole que le enseñe cómo realiza las adiciones. Sin embargo, a pesar de la ciertos procedimientos diferentes son equivalentes y que también son
137 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 138
equivalentes problemas con estructura semántica diferente, pudiendo desarrollo del conocimiento decimal. En el primero, los números se
resolverse mediante el empleo del mismo procedimiento (BAROODY y representan como compuestos por decenas y unidades; en el segundo, se
GINSBURG, 1986; CARPENTER, 1986). reconoce la posibilidad de realizar múltiples particiones de la cantidad,
Los avances en la solución de las tareas aditivas se caracterizan, en general, apareciendo dos fases en este estadio: en la primera los niños necesitan el
por la presencia de procedimientos más sofisticados, por la consecución de conteo para establecer la equivalencia de las cantidades sometidas a procesos
conocimientos conceptuales más elaborados y por una mayor flexibilidad en la de transformación; mientras que, en la segunda, reconocen la equivalencia
elección de las estrategias que conducen a la solución del problema. Ahora mediante el esquema de intercambio, sin necesidad de recurrir al conteo. En el
bien, ¿cómo se vinculan los procedimientos más o menos sofisticados con el tercer estadio se produce la aplicación del esquema parte-todo al cálculo
conocimiento conceptual? RESNICK (1983) sugiere que el paso a niveles de escrito. Resumiendo, el esquema parte-todo fundamentaría implícitamente
desarrollo superiores resulta de la comprensión del esquema parte-todo, que tanto los procedimientos de conteo y comparación de cantidades, como las
sufrirá diversas transformaciones como resultado de la instrucción formal. Esa elaboraciones posteriores que se manifiestan en el cómputo mental y en la
autora distingue tres períodos en el desarrollo: el primero abarca la etapa de estructura decimal.
preescolar, el segundo constituye el período primario inicial y el tercero se WEAVER (1982), no obstante, presenta una explicación alternativa a la
refiere al período primario tardío. En el periodo preescolar, la representación propuesta por Resnick, distinguiendo entre concepción unitaria y concepción
del número tiene como base el conteo y la comparación de cantidades, de binaria de la suma. La concepción unitaria supone entender la suma como un
modo que, cuando los niños entran en la escuela, ya poseen una representación cambio de estado, en el sentido de que un conjunto inicial se hace mayor. Por
del número que se caracteriza por una secuencia numérica mental, es decir, los ejemplo, los niños interpretan 4 + 2 como el conjunto formado por 4 elementos
números corresponden a posiciones en una cadena y se enlazan entre si al que se añaden 2 elementos más, y 2+4 como 2 y 4 más, de modo que ambas
mediante una relación de «siguiente», así como una indicación direccional que operaciones serían diferentes. Por otro lado, la suma puede entenderse
determina que las últimas posiciones en la secuencia son mayores. Todo ello igualmente como la combinación de dos conjuntos o dos cardinales, y en este
constituye un bagaje precioso para el niño con el fin de solucionar una gran caso estamos considerando la suma desde una perspectiva binaria. Por ejemplo,
variedad de problemas aritméticos. Sin embargo, no se pueden relacionar 4 + 2 representa la combinación del cardinal 4 y del cardinal 2, siendo además
cantidades con la sola utilización de la secuencia numérica. En cambio, la conmutativa esta concepción de la suma. Algunos autores (BAROODY y
presencia del esquema parte-todo facilita la comprensión de los números como GINSBURG, 1983; WEAVER, 1982) señalan que inicialmente los niños en-
compuestos de otros números. Resnick considera que el mayor logro tienden la suma como una operación unitaria; mientras que la concepción
conceptual durante el período primario temprano sería esta interpretación de binaria aparecería más tarde en el desarrollo infantil. No obstante, el soporte
los números en términos de relación parte-todo, ya que este esquema especifica empírico de esta afirmación resulta más bien confuso. En algunos trabajos
que cualquier cantidad (el todo) puede ser dividida (en partes), siempre y (BAROODY y GINSBURG, 1986; CARPENTER, 1986) se intenta relacionar la
cuando la suma de las partes sea igual al todo. Aplicado a la cantidad, permite concepción infantil de la suma con el tipo de problemas verbales y con las
pensar en los números como compuestos de otros números. Por ello, la estrategias empleadas en su solución. Con respecto a los problemas verbales,
resolución de un problema se realiza mediante la representación de los datos los de cambio reflejan más directamente una concepción unitaria de la adición
del mismo en términos del esquema parte-todo; esto es, asignándoles la (añadir a una cantidad inicial, un poseedor), mientras que los de combinación
categoría parte o la de todo, lo que posibilita la identificación adecuada de la reflejan una concepción binaria (dos conjuntos, dos poseedores diferentes). Por
incógnita y la utilización de estrategias de cómputo flexibles. Además, gracias ello, se espera que el éxito de los niños pequeños alcance sus máximas cotas en
al conteo mental, los niños de este período pueden solucionar problemas que los problemas de cambio. Sin embargo, numerosas investigaciones
no son asequibles a los más pequeños, que necesitan en todo momento una (CARPENTER, HIEBERT y MOSER, 1983; CARPENTER y MOSER, 1983;
representación observable del número. LINDVALL e IBARRA, 1980; STEFFE y JOHNSON, 1971) muestran que los
Por último, en el período primario tardío, se produce el aprendizaje del problemas de cambio no resultan más fáciles que los de combinación. Pero, por
número decimal, como consecuencia de la elaboración sucesiva del esquema otra parte, algunos estudios (CARPENTER, 1986; HIEBERT, 1982; RILEY y otros,
parte-todo, de modo que los números se interpretan inicialmente como 1983) apuntan que las pruebas aditivas en las que se desconoce el primer su-
compuestos por unidades y decenas, incluyendo luego las centenas, millares, mando resultan más difíciles que aquellas en las que el lugar de la incógnita se
etc., estando sometidos a reagrupamientos espaciales bajo el control del ubica en el segundo término, y estos datos son consistentes con la hipótesis de
esquema parte-todo. Resnick señala tres estadios fundamentales en el un esquema unitario inicial. En otras palabras, los niños que poseen un
139 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 140
esquema unitario de la suma presentan más dificultades en las tareas aditivas avanzados puede deberse tanto a la adquisición del conocimiento conceptual
que tienen la incógnita en el primer sumando, debido a su incapacidad para subyacente, como a un intento de reducir las demandas de procesamiento
intercambiar el lugar que ocupan los sumandos de modo que ]a incógnita se cognitivo de la tarea.
sitúe en el segundo término. En suma, a lo largo de los primeros años escolares se produce un avance
Por último, parece existir una cierta evolución en relación a las estrategias conceptual notable en la comprensión de la operación de sumar, que si bien
de solución. Sería de esperar, por tanto, que las estrategias más sencillas podemos describir en sus grandes líneas, resulta difícil en lo que se refiere a la
(basadas en el conteo) se asociasen a una concepción unitaria y las más identificación de los factores responsables de este desarrollo. El conocimiento
complejas (reglas, memoria) a una concepción binaria. conceptual no puede medirse directamente y su inferencia a partir de la
Sin embargo, tampoco hay datos claros a este respecto. Por ejemplo, observación de los procedimientos que utiliza el niño en la resolución de los
algunos estudios (CARPENTER y MOSER, 1982; STEFFE y otros, 1983) indican problemas es tarea ardua y un reto constante para los profesionales de la
que los niños pequeños que utilizan la estrategia de Contar todo, no respetan psicopedagogía.
de modo consistente el orden de los sumandos a la hora de representarlos, ni
empiezan siempre su conteo a partir del primer sumando representado. Esto APRENDIZAJE E INSTRUCCIÓN DE LA ADICIÓN
podría sugerir que la estrategia de Contar todo no implicaría necesariamente un
concepto unitario de la suma (COBIJ, 1985). Posteriormente, los niños Resulta harto frecuente escuchar que los niños, desde los primeros
inventarían estrategias de acortamiento, como Contar a partir del sumando momentos de la vida escolar, suelen presentar dificultades en el terreno de las
mayor (GROEN y PARKMAN, 1972; GROEN y RESNICK, 1977; RESNICK, 1983. matemáticas. Y aunque las causas de este hecho son indudablemente variadas,
RESNICK y FORO, 1981); sin embargo, no está claro si esta estrategia supone hay una fundamental que quisiéramos resaltar aquí. Se trata del olvido
un avance conceptual relacionado con la concepción binaria de la suma, y frecuente o ignorancia, en muchos de los programas de matemáticas que se
propiciado por el descubrimiento de la conmutatividad, o si resulta están impartiendo en nuestras escuelas, del desarrollo de la investigación en
simplemente del descubrimiento de un procedimiento ahorrativo para esta área. Por ejemplo, no pocos estudios recientes sugieren que los problemas
solucionar los problemas (BAROODY y GANNON, 1984). verbales deberían proponerse al mismo tiempo que el aprendizaje de las
Otra explicación, referente a las relaciones entre el conocimiento de operaciones de suma y resta, y, sin embargo, en algunos textos dicho
procedimiento y el conceptual, procede de los modelos teóricos de simulación. aprendizaje se inicia después de alcanzar los niños un cierto dominio de los
Por ejemplo, en el modelo de Riley y otros, los avances en el conocimiento de algoritmos correspondientes y como una aplicación de los mismos. La
procedimiento se explican como resultado de los avances en el conocimiento investigación sobre el aprendizaje de la aritmética elemental tiene
conceptual. Esto es, el desarrollo del nivel 1 al nivel III se produce por un implicaciones importantes, no sólo en la selección y secuenciación de los
incremento en la habilidad para representar relaciones entre, y dentro de, los contenidos que se imparten en clase (ROMBERG y CARPENTER, 1986), sino
problemas. No insistiremos más en este aspecto, puesto que dedicamos un también para el diseño instruccional y la evaluación de los efectos que se
apartado a la explicación de cada uno de los modelos. No obstante, nos gustaría producen. A lo largo de estas páginas, examinaremos algunas de las principales
añadir que la conducta de los niños no es tan ordenada como sugieren los contribuciones de la investigación actual sobre el aprendizaje de la adición y
modelos y las diferencias sistemáticas que a menudo aparecen en la conducta sus posibles implicaciones en la práctica instruccional. Principalmente
de los niños (utilizar estrategias de modelado directo en unos problemas, recogeremos en un primer momento las aportaciones y consideraciones más
mientras que en otros utilizan otras más complejas), no encuentran en ellos una características de KAMII (1986), veremos después las aplicaciones de la teoría
adecuada explicación. Por tanto, seria probable que el conocimiento conceptual de la instrucción de CASE (1978, 1985) en el ámbito de las matemáticas
sólo fuese insuficiente para dar cuenta de los avances en el conocimiento de elementales y, por último, un conjunto de investigaciones sobre el aprendizaje
procedimiento. En este sentido, BAROODY y GINSBURG (1986) apuntan que el de los problemas verbales.
desarrollo de los procedimientos usados para solucionar problemas de suma y La obra de KAMII (1986) sigue una línea estrictamente piagetiana. Su
resta no se rige siempre por el desarrollo del conocimiento conceptual. Según principal contribución reside en haber sabido concretar de modo magistral,
estos autores, la conexión entre conocimiento de procedimiento y conceptual es dentro de los límites peculiares del aula, las tesis epistemológicas de Piaget,
muy compleja y, en muchos casos, el desarrollo del conocimiento conceptual considerando el pensamiento matemático como resultado de la abstracción
no asegura la adquisición de procedimientos relacionados con dicho reflexionante. Por otra parte, se opone al sistema educativo tradicional que
conocimiento. Así mismo, señalan que la construcción de procedimientos proponía, como objetivo de primer curso, el aprendizaje memorístico de la
141 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 142
suma. Según Kamii, este objetivo debería reemplazarse por otros que lleven al
niño a realizar acciones mentales, que supongan el establecimiento de Estos objetivos, que como señalamos anteriormente se basan en la magnitud
relaciones entre los números. Es decir, el objetivo debería residir en la de los sumandos, no tienen en cuenta algunos datos importantes aportados por
realización de tareas aditivas que tengan en cuenta la lógica infantil y el propio otros estudios (ASHCRAFT, 1982, 1983; BERMEJO y LAGO, en prensa;
modo de pensar del niño, respetando al mismo tiempo su autonomía y BAROODY, 1983; GROEN y PARKMAN, 1972; SUPPES y GROEN, 1967)
mostrando su gran capacidad creativa. Por ejemplo, se sabe que para los niños relativos a los efectos producidos por factores tales como el lugar que ocupa el
de primer curso resulta más fácil recordar la operación 5 + 6 = 11 si se sumando mayor. Además, el tamaño de los sumandos no sólo incide sobre la
relaciona con 5 + 5 = 10, que si se propone aisladamente, ya que al relacionar 5 mayor o menor dificultad de un problema, sino fundamentalmente sobre el tipo
+ 6 con 5 + 5, el niño deduce por necesidad lógica que 5 + 6 es igual a 10 + 1. de estrategia de resolución elegida por los niños (BERMEJO y LAGO, en prensa;
De aquí la importancia de fomentar la construcción de este tipo de operaciones CARPENTER y MOSER, 1982; SECADA, FUSON y HALL, 1983; SIEGLER y
relacionales. Pero, además, este tipo de acciones conducirá al niño a establecer ROBINSON, 1982).
cada vez más relaciones entre los números, llegando a formar una red de Por otra parte, la adición escrita no sería, según Kamii, un objetivo
relaciones progresivamente más coherente y amplia. Para construir este tipo de adecuado para los niños de primer grado por varias razones. En primer lugar,
red, Kamii propone los siguientes objetivos, que resumimos a continuación, obstaculiza la posibilidad que tienen los niños de recordar sumas, ya que
basándose en la magnitud de los sumandos: cuando piensan en cómo escribir un determinado número no pueden pensar
simultáneamente en la combinación de ellos. Además, incita a los niños a
l. Adición de sumandos hasta 4: este objetivo se funda en el simple hecho de que trabajar de modo mecánico, centrando su atención en la consecución de
los números pequeños resultan más fáciles que los mayores. respuestas correctas. Finalmente, estos ejercicios escritos refuerzan la
2. Adición de sumandos hasta 6: debido a que a los niños de primer curso les gustan heteronomía del niño, ya que quien determina qué respuestas son correctas y
los juegos con dados y éstos llegan hasta 6. cuáles no lo son es únicamente el maestro. Tampoco es un objetivo adecuado
3. Adición de dobles hasta 10: este objetivo se basa en el hecho empírico de que los la resolución de sumandos en blanco del tipo 2 + _ = 6, pues no se pueden
dobles y las combinaciones en las que se añade a un número parecen memorizarse más
establecer las relaciones necesarias para interpretar la ecuación. A nuestro
fácilmente que las otras combinaciones.
4. Partición de conjuntos de sumas ya conocidas, y de 10: la partición de conjuntos juicio, este objetivo puede ser adecuado siempre y cuando la suma se enseñe
se refiere a las diversas maneras de construir un conjunto de partir de dos atendiendo a la relación partes-todo (sumandos-suma). Una vez que los niños
subconjuntos. Por ejemplo, 10 puede hacerse con 9 y 1, 8 y 2, etc. Para esto se requiere sepan identificar en los algoritmos de suma las partes y el todo y comprendan
la construcción de nuevas relaciones que implican una compensación, en el sentido de las relaciones que los unen, gozarán de un instrumento cognitivo de gran
que el incremento de un sumando va acompañado de la correspondiente disminución utilidad para resolver tareas aditivas con la incógnita en el todo o en uno de los
del otro. Requiere además que los niños enfoquen su pensamiento en dirección opuesta sumandos. Así lo estima también CASE (1978), tal como veremos después.
a la suma, ya que en ésta se combinan dos partes en un todo de orden superior, Por último, sí sería un objetivo adecuado, según Kamii, la introducción de
mientras que en la partición de conjuntos se separa un todo en dos partes. los problemas verbales. En primer lugar, porque los niños construyen la
5. Pensar en 6, 7, 8 y 9 como 5+1, 5+2, 5+3 y 5+4, y sumar sumandos hasta 10: este aritmética a partir de su propia realidad y, en segundo lugar, porque la
objetivo tiene su origen en la investigación japonesa de HATANO (1982), que
investigación ha demostrado que los niños de primer curso solucionan
recomienda el uso del 5 como unidad intermedia de orden superior, para pensar en los
números 6 al 9 como resultado de 5+1. 5+2, 5+3, 5+4. Los niños japoneses llevan a fácilmente los problemas verbales, sin que sea necesaria la enseñanza formal.
cabo operaciones aditivas reagrupando los números mentalmente en torno al 5 o al 10, Aunque compartimos en general lo bien fundado de este objetivo, conviene
de modo que para sumar 8 y 7 algunos reagrupan las cantidades en torno al 10, matizar, no obstante, que a la hora de introducir en los programas los
haciendo, por ejemplo (8+2)+5; mientras que otros lo hacen utilizando el 5 del modo problemas verbales, se deben tener en cuenta las diferentes categorías de los
siguiente: (5+5)+3+2. Pero además, este objetivo se justifica, según Kamii, desde el mismos identificadas más arriba, así como los niveles de dificultad que
punto de vista piagetiano por dos razones. En primer lugar, porque los niños presentan cada una de ellas.
construyen la serie numérica progresivamente. Los números del 6 al 10 son grandes y En suma, conviene insistir con Kamii en que la atención del maestro
por tanto son más difíciles de concebir para los niños pequeños que los números debería centrarse prioritariamente en el modo de pensar del niño y no en su
perceptivos. Por ello, es conveniente que piensen en los números del 6 al 10 como 5+1, capacidad para escribir respuestas correctas. El desarrollo infantil se realiza a
5+2, 5+3 y 5+4. En segundo lugar, como se indica al principio, porque el niño recuerda
partir de su intuición y su lógica naturales, y los educadores deberían favorecer
mejor los conocimientos que construye a partir de los que ya conoce, que si se
aprenden aisladamente unos de otros.
143 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 144
este desarrollo en vez de buscar la definición de objetivos, más o menos ¿Son iguales estas caras? Esto (==) significa que son iguales.
operativos, ajenos a su pensamiento.
A
CASE (1978, 1982, 1985) desarrolla un diseño de instrucción basado en los
principios que se derivan de su teoría sobre el desarrollo intelectual. El pilar
fundamental de ese diseño instruccional reside en que la enseñanza debe
organizarse de tal modo que sus contenidos ha excedan la capacidad de
procesamiento del aprendiz. Según esto, la instrucción debería cumplir dos
objetivos:
Aquí tienes dos caras. ¿Puedes hacer que sean iguales?
1) Demostrar al alumno que su estrategia actual ha de mejorar para ello, la
enseñanza debería contener las siguientes características: a) proporcionar al alumno B
algún procedimiento para que pueda determinar si su estrategia de solución es
adecuada o no; b) presentar al alumno problemas en los que su estrategia actual no
funcione; c) proporcionar una explicación que muestre por qué su estrategia actual no
funciona; d) proporcionar una demostración de la estrategia correcta; e) explicar al
alumno por qué funciona mejor la nueva estrategia que se le enseña; f) ofrecer un
período de práctica con asesoramiento a fin de que la nueva estrategia pueda
transferirse a situaciones nuevas. Esto (+) significa poner las dos partes juntas.
2) Minimizar la carga en la memoria de trabajo del alumno. Para ello, es
necesario, por una parte, reducir el número de ítems que requieren atención por parte C
del alumno y, por otra, asegurarse de que toda la información relevante, así como la
respuesta exigida, sean familiares.
1. En primer lugar se introduce a los niños en una tarea de adición con caras, tal
como puede observarse en la figura 3.4. Esta tarea permite a los niños comprobar los
resultados de su adición, de modo que cumple todos los criterios para minimizar la
carga sobre la memoria de trabajo. Además, el contexto de la tarea resulta
FIGURA 3.4. Material presentado a los niños en la tarea de adición de caras (adaptado
significativo y familiar para los niños.
de CASE, 1978).
2. A continuación, se presentan problemas que manifiesten con claridad al niño
que su estrategia no es adecuada. En este caso, los problemas son similares a los
anteriores, ya que se utilizan caras, pero el elemento desconocido se sitúa en uno de
los sumandos (fig. 3.5).
3. Proporcionar una explicación clara y sencilla que muestre por qué la estrategia
actual resulta inapropiada. Lo más probable en este caso concreto es que tal
explicación no sea necesaria, puesto que la inadecuación de la estrategia incorrecta es
145 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 146
Recuerda que esto (=) significa que son iguales. seguir sus propias intuiciones, siempre y cuando comprueben sus respuestas mediante
Haz que estas dos caras sean iguales. la suma. Otros niños, sin embargo, no descubren que el número puede obtenerse
A mediante la estrategia señalada para ello, en cuyo caso se les proporciona fichas para
que realicen la estrategia del vendedor. La presencia de objetos minimiza además la
carga de información presente en la memoria de trabajo.
5. Ofrecer al niño una explicación verbal que muestre por qué funciona
correctamente la estrategia adecuada. Es decir, se recuerda a los niños el significado
del signo de adición y se les pide que comprueben su respuesta después de cada
ensayo, de modo que puedan constatar cómo, al juntarse los dos sumandos, se
obtiene la respuesta dada en el otro lado del signo « = ».
6. Proporcionar al niño un período de práctica supervisada. En este programa, se
Recuerda que esto (+) significa juntar. presentan los mismos ejercicios de las caras, pero con puntos y, por fin, con
¿Puedes completar esta cara para que sean iguales? guarismos.
B
En cuanto a los problemas verbales, DE CORTE y VERSCHAFFEL (1981)
critican el hecho de que frecuentemente se incide en el aprendizaje de
métodos específicos y aislados, que sólo sirven para asegurar la realización
de un determinado tipo de tareas, fracasando, en cambio, en otras que
requieren la misma competencia cognitiva. Esto es, se tiende a formar
expertos en algún tipo correcto de problemas, siendo al mismo tiempo
incapaces de resolver otras tareas similares o de dificultad parecida. En
efecto, los programas educativos se centran frecuentemente en la estrategia
FIGURA 3.5. Material presentado a los niños en la tarea de adición de caras con una de solución, es decir, en enseñar al niño a escribir el algoritmo de suma o
parte desconocida (adaptado de CASE, 1978). resta con el resultado correspondiente, de modo que este algoritmo viene
determinado en muchas ocasiones por palabras clave del texto, que inducen
obvia (si junta la cara de la izquierda con la de la derecha resulta una cara rara). No frecuentemente a elecciones erróneas. Esta aproximación, que ignora la
obstante, cuando en una fase posterior se introducen componentes de la suma más necesidad de representar la situación del problema, es particularmente
formales, tales como el conteo de puntos y guarismos, la estrategia incorrecta podría deficiente con respecto a los problemas verbales más complejos (por
aparecer de nuevo. Cuando suceda esto, Case propone la siguiente explicación: ejemplo, comparación). En cambio, la investigación actual sobre el
«Recuerda, esto quiere decir (señalando al signo +) pon estos juntos para obtener lo aprendizaje e instrucción de los problemas verbales insiste en la importancia
mismo que esto. Pon estos juntos, y comprueba si tienes lo mismo que esto». Todas las del proceso de la representación. Y aunque las implicaciones educativas
palabras comprendidas en esta sencilla explicación son familiares, las oraciones son derivadas de estos estudios siguen siendo en gran parte potenciales,
muy cortas y, por último, las construcciones gramaticales sencillas. En definitiva, lo
expondremos aquí algunas de ellas, recogiéndose otras en el capítulo
que hace el instructor es poner de relieve el dato que ignora el niño (en este caso, la
posición del signo más), y le recuerda la importancia del mismo para realizar siguiente sobre la sustracción.
correctamente la tarea propuesta. TAMBURINO (citado por RILEY y otros, 1983) presenta 22 lecciones sobre
4. Proporcionar a los niños una demostración clara de la estrategia actual. Como problemas verbales a 43 niños de 5 a 8 años. Estas lecciones consisten en
señalamos más arriba, en la tarea de las caras no resulta necesario, porque los niños diagramas que representan conjuntos y relaciones de conjuntos combinados,
buscan espontáneamente las partes desconocidas. Sin embargo, cuando se utilizan sumas de conjuntos, quitar o restar subconjuntos de conjuntos y comparar
números pueden surgir de nuevo dificultades. La estrategia que suelen utilizar los conjuntos. En una de las condiciones experimentales, los niños aprenden a
adultos para resolver este problema consiste en restar el sumando conocido de la suma construir diagramas apropiados para los problemas de combinación, cambio
o resultado. En cambio, los niños de 8 años, utilizan una estrategia aditiva que es y comparación. En la otra condición, aprenden además a colocar los
igualmente correcta. Dicha estrategia es muy similar a la empleada por los tenderos numerales en diagramas que se corresponden a las relaciones parte-todo. La
cuando devuelven el cambio. Consiste en contar a partir del número más pequeño hasta
ejecución con éxito se incrementa significativamente en ambas condiciones.
el mayor, de modo que el resultado es igual al número de veces que se incrementa la
primera cantidad. En el programa que estamos considerando se permite a los niños
147 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 148
En esta misma línea se encuentra el trabajo de WILLIS y FUSON (1988) si esas tareas implicasen una comparación entre el conjunto pequeño y el todo
con niños de segundo curso de EGB. El tipo de instrucción que utilizan grande. Para superar este error, sugieren dos formas de mejorar los dibujos
consiste en enseñar a los jóvenes sujetos a representar los problemas (fig. 3.7):
verbales mediante dibujos esquemáticos, que modelan las características
semánticas de la situación-problema. Las cantidades que aparecen en el
problema se inscriben entonces en esos dibujos esquemáticos, decidiendo
después si hay que sumar o restar para encontrar el elemento desconocido.
Estos autores emplean tres tipos diferentes de dibujos esquemáticos: uno
para los problemas de cambio, otro para los de comparación y un tercero
para los de combinación. En concreto, los dibujos en los problemas de
cambio incluyen un estado inicial, un cambio y un estado final; en los
problemas de combinación se materializa el esquema parte-parte-todo, y en
los de comparación las cantidades grande y pequeña se colocan una junto a
otra para facilitar su comparación, anotando la diferencia en el interior de
una línea discontinua (fig. 3.6).
Estos dibujos esquemáticos permiten detectar con facilidad si las
dificultades infantiles en ciertos tipos de problemas se producen, bien en la
fase de representación (indicadas por los dibujos inapropiados que hacen los FIGURA 3.6. Adaptación de los dibujos esquemáticos utilizados por WILLIS y
niños), bien en la comprensión de las relaciones específicas entre las tres FUSON (1988) en problemas de combinación, comparación y cambio.
cantidades del problema (indicadas por la inserción incorrecta de los
números dentro de los dibujos), bien en la elección de una estrategia de 1) En el gráfico empleado para esquematizar los problemas de com-
solución (indicadas por la elección del algoritmo suma en vez de la resta o binación se debería modificar la posición de los espacios dedicados a cada
viceversa), bien, finalmente, en la puesta en marcha de las estrategias de una de las cantidades, de modo que el recuadro más grande (en el que se
solución (indicadas por los errores de ejecución en la adición o en la resta). introduce el todo) se coloque encima de los otros dos (que acogen a las
Además, permiten comprobar dos hipótesis referentes al proceso de partes), a fin de que unidos estos dos alcancen la longitud del primero. Esta
representación: la hipótesis de RESNICK (1983), según la cual los niños usan leve modificación permitirá realizar una transposición casi directa del gráfico
el esquema parte-parte-todo para la representación de los cuatro tipos de a un algoritmo de resta. Sin embargo, este cambio no surtirá ningún efecto
problemas aditivos, y, en segundo lugar, la hipótesis de RILEY y otros (1983) cuando se trate de sumar las partes (el problema se resuelve localizando el
y KINTSCH y GREENO (1985), que defiende más bien que el niño emplea el todo), ya que las cantidades nunca adoptarán la forma de un algoritmo
esquema parte-parte-todo para solucionar únicamente los tipos más difíciles vertical, dada la contigüidad de los dos recuadros que las acogen.
de los problemas de cambio, Con respecto a la organización de la 2) El esquema empleado para representar de modo gráfico los problemas
instrucción, ésta se dividía en unidades, enseñándose en cada una de ellas de comparación se modifica también ligeramente. Se trata sólo de separar los
una sola categoría de problema, según el siguiente orden: problemas de espacios dedicados a los conjuntos diferencia y pequeño en bloque, del
combinación, problemas de cambio, problemas de comparación y, rectángulo en el que ha de situarse el conjunto mayor. Esta modificación
finalmente, problemas mixtos. Tras una sesión de enseñanza en torno a una permitirá distinguir con mayor claridad aún este esquema y el empleado en
categoría particular de problemas, el niño practicaba de dos a cuatro días los problemas de combinación, ya que, por una parte, uno de los rectángulos
sobre ese tipo concreto de tareas en unas hojas diseñadas para tal efecto. en el que han de situarse las partes o bien el conjunto diferencia tiene líneas
En cuanto a los resultados, todos los niños aprenden a utilizar estos dibujos, de discontinuas en el caso de los problemas de comparación, frente a los trazos
modo que la mayor parte de ellos los seleccionan adecuadamente en función de siempre continuos de los problemas de combinación; y, por otra, es
la categoría del problema planteado. Existe, además, una fuerte correlación igualmente clarificadora la recién mencionada separación de los dos
entre rellenar bien el dibujo y la elección de la estrategia de solución correcta. rectángulos de menor tamaño que dan lugar a dos bloques iguales, aunque
No obstante, en los problemas de combinación con la incógnita en una de las diferentes, porque uno de ellos está dividido por la mitad a través de una
partes, más del 50 % de los niños construyen un dibujo de comparación, como línea discontinua.
149 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 150
Cuando realizan la prueba por primera vez, sólo han recibido instrucción en
dos temas relacionados con la escritura de números y las oraciones de
comparación (se introduce la noción de ecuación aritmética), seis temas
adicionales sobre medición y geometría y lecciones sobre problemas de
separación, combinación y comparación, utilizando el modelado con objetos.
No tienen instrucción alguna sobre la representación simbólica de la suma y la
resta. En la segunda entrevista, ya conocen dos unidades de suma y resta. En
estas unidades se les imparten conocimientos acerca de la escritura de
ecuaciones del tipo A + B = o A – B = para representar los problemas y
resolver ecuaciones de este mismo tipo en algoritmos cuyo valor máximo es
10. Asimismo, se estimula a los niños para que representen los números con
objetos físicos y se les enseña a interpretarlos sobre la base de la relación
parte-todo.
En cuanto a los resultados, en la primera entrevista la ejecución en los
problemas aditivos de combinación es tan alta que hay poco margen para poder
FIGURA 3.7. Adaptación de los dibujos esquemáticos modificados superarla, ya que tan sólo 5 niños emiten respuestas erróneas. Sin embargo,
presentados por WILLIS y FUSON (1988) en problemas de combinación y estos niños resuelven adecuadamente este tipo de problemas en la segunda
comparación. entrevista tras recibir la instrucción. En ambas entrevistas, no obstante, la
estrategia principal fue contar todo. Por otra parte, los problemas aditivos de
comparación resultan más difíciles que las demás categorías, incluso después
Los datos empíricos no apoyan la hipótesis de que los niños tengan éxito de la instrucción. No obstante, se produce un cambio importante en el tipo de
usando únicamente dibujos que incluyen relaciones parte-parte-todo en todos error cometido. En la primera entrevista, la mayor parte de los errores
los tipos de problemas (RESNICK, 1983), ni tampoco en los problemas más consisten en repetir una de las cantidades dadas en el problema; mientras que
difíciles de cambio (RILEY y otros, 1983; KINTSCH y GREENO, 1985). Al en la segunda, el 50 % de los errores son de repetición de una de las
contrario, se confirma la propuesta de WOLTERS (1983), que se expone con cantidades, consistiendo el resto en elegir erróneamente la operación realizada.
más detalle en el capítulo de la resta, en el sentido de que parece más adecuado La estrategia más frecuente fue también en este caso contar todo.
utilizar tres tipos de dibujos en lugar de uno. En consecuencia, los dibujos Por último, en relación a la escritura de ecuaciones, a pesar de que se dan
esquemáticos proporcionan una base flexible y general para el aprendizaje de indicaciones a los niños para que escriban la ecuación antes de resolver el
los problemas verbales, ya que facilitan el establecimiento de las relaciones problema, la cuarta parte de ellos solucionan antes el problema y después
entre los elementos del problema y la selección del procedimiento de solución escriben la ecuación. El éxito infantil a este respecto es notorio en los
más adecuado. problemas de combinación y los de separación, mientras que los problemas de
Por otro lado, CARPENTER y otros (1983) llevan a cabo un trabajo sobre el comparación para la resta y el problema de igualación resultan más difíciles.
efecto de la instrucción en los procesos utilizados por los niños para resolver Además, los niños tienden a escribir ecuaciones de adición cuando dudan. Lo
los problemas de suma y resta. Participan en el estudio 43 niños de primer que sí parece claro es que las soluciones obtenidas por los niños no están
grado, consistiendo la tarea en resolver problemas de adición y substracción de influidas por la ecuación que escriben para representar el problema, de modo
separación, combinación, comparación e igualación. Se entrevista a los niños que muy pocos se percatan de la utilidad de esta ecuación aritmética para
individualmente en tres ocasiones: en la primera de ellas no han recibido aún solventar el problema planteado.
instrucción alguna sobre estas operaciones; unos meses más tarde se les
entrevista de nuevo tras recibir instrucción; por último, días después se les
administran problemas verbales y se les pide que escriban la ecuación
aritmética antes de resolverlos. La instrucción se rige por el programa de
Desarrollo de los Procesos Matemáticos (DMP). Este programa alienta a los
niños a utilizar objetos físicos para ayudarse en el proceso de representación.
151 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 152
comparación plantean en general más dificultades que el resto de tareas
substractivas. Igualmente, la presencia de objetos físicos (modelos) suele
mejorar sobre todo el rendimiento de los niños más jóvenes, como veremos.
Finalmente, la ubicación de la incógnita desempeña un papel importante en el
éxito o fracaso infantil, de modo que según se sitúe en uno u otro término, el
CAPITULO IV grado de dificultad de la tarea podría variar. La presencia o ausencia de estas
LA OPERACION DE RESTAR variables puede suponer que el niño ponga en juego procesos cognitivos de
diferente complejidad para solventar los problemas propuestos.
INTRODUCCIÓN En consecuencia, el aprendizaje e instrucción de la operación de restar
deben tener en cuenta, no sólo el cuándo, sino también el qué y el cómo
La substracción suele ser considerada como una operación compleja para enseñar esta operación. Para ello, resulta imprescindible, a nuestro juicio, que
los niños, de modo que su enseñanza se posterga habitualmente en el el docente posea un buen conocimiento, no sólo de los aspectos matemáticos,
currículum escolar con respecto a la adición, tal como puede constatarse en los sino también de los procesos cognitivos que pueden intervenir en la resolución
textos escolares actualmente vigentes. Y, sin embargo, esta concepción y este de estas tareas, y de los diferentes factores que pueden incidir en la
retraso se justifican sólo de manera parcial. Como veremos a lo largo de este comprensión y ejecución de las mismas.
capítulo, no pocos trabajos han descubierto que incluso los niños preescolares Así, el uso de un material pertinente; la elección del tipo de problema
son capaces de resolver sin mayores dificultades problemas verbales simples adecuado, la posición de la incógnita, la magnitud de las cantidades, la edad de
de substracción; pero, por otra parte, no queremos ocultar que existen ciertos los niños, etc., todo ello concurre ineludiblemente en el funcionamiento
tipos de tareas de restar que suelen plantear serias dificultades incluso a niños apropiado del alumno para adquirir de manera conveniente estas nociones
de tercero o cuarto de EGB. Lo que significa que la adquisición, y por tanto el matemáticas. En las páginas que siguen ofrecemos un minucioso análisis de
aprendizaje, de esta operación no consiste en un proceso de todo o nada, sino toda esta problemática, que suponemos de gran interés, no sólo para los
que, por el contrario, supone un largo caminar (años) durante el cual el alumno estudiosos del tema, sino también para todos aquellos que de un modo u otro
comprende progresivamente y en toda su profundidad el sentido propio de la están vinculados con la enseñanza de la aritmética.
operación substractiva. Sólo cuando se alcanza el máximo nivel, el alumno
dejará de plantear al profesor de manera consistente la conocida pregunta ante PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA SUBSTRACCIÓN
un problema verbal: «¿Tengo que sumar o hay que restar?».
Ahora bien, la programación docente de esta operación debe ajustarse a este Es posible que un niño aprenda de modo mecánico y memorístico el
proceso gradual de complejización que acabamos de señalar, teniendo en procedimiento para resolver problemas simples de resta, sin comprender no
cuenta los distintos factores que intervienen, como facilitadores u obstáculos, obstante la operación misma de la substracción. Así, podría ocurrir que niños
en la adquisición de esta operación. En este sentido, resulta imprescindible preescolares de nivel cognitivo medio resuelvan este tipo de problemas sin
conocer los principios o pilares básicos que fundamentan la substracción, de demasiadas dificultades. Ahora bien, estos casos serían más bien raros, ya que
modo que el niño pueda asimilados sin ambigüedades. En caso contrario, los el análisis lógico de los problemas aritméticos de suma y resta, por ejemplo,
alumnos pueden aprender memorísticamente procedimientos o «trucos» para sugiere la necesidad de ciertas habilidades de razonamiento lógico, tal como en
resolver tareas de restar, pero nunca llegarán a comprender lo que significa su día apuntaron PIAGET y SZEMINSKA (1941), para comprender las
realmente esta operación, surgiendo entonces preguntas similares a la operaciones mencionadas, y estas habilidades requieren un determinado nivel
mencionada más arriba. Por tanto, sería recomendable que al mismo tiempo de desarrollo evolutivo. Por ejemplo, la conservación del número permite
que se enseña a los alumnos los procedimientos, a veces rutinarios, que hay distinguir las transformaciones irrelevantes de aquellas otras que afectan a la
que aplicar para resolver este tipo de problemas, se muestren también cantidad numérica. Igualmente, la relación parte-todo, que se manifiesta en
simultáneamente los principios que justifican y explican tales procedimientos. ciertos problemas de suma y resta, parece imprescindible para comprender
La interacción entre ambos parece ser la clave para un buen aprendizaje. perfectamente estas operaciones. El razonamiento transitivo es otra de las
Otra variable que incide en la resolución de los problemas verbales de restar habilidades lógicas que intervienen de manera expresa en algunos tipos de
es la estructura semántica de los mismos, de modo que algunos tipos de problemas aditivos y substractivos. Finalmente, la capacidad de procesamiento
problemas resultan más difíciles que otros. Así, por ejemplo, los problemas de de información, en la línea presentada por CASE (1975, 1978), podría ser otro
153 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 154
factor a tener en cuenta en el rendimiento aritmético (HIEBERT, CARPENTER y Así, por ejemplo, 4+7 puede descomponerse en (4+4)+3, sin que esta
MOSER, 1982). Sin embargo, numerosos trabajos han matizado, incluso transformación afecte al resultado de la operación aditiva. Algo similar puede
negado, la relación de estos principios o habilidades con la realización correcta realizarse en el ámbito de la resta, siempre que se respete el segundo principio,
de este tipo de problemas aritméticos (BERMEJO y LAGO, 1988; BERMEJO y es decir, la posición de los números. Un ejemplo de este tercer principio, que
RODR1GUEZ, 1987), debido quizás, o bien a que los procesos que el niño usa aparece frecuentemente en los textos de matemáticas, sería la descomposición
para resolver las tareas piagetianas no parecen implicarse directamente en la de ambos términos de la substracción en unidades, decenas, centenas, etc.,
solución de los problemas aditivos o substractivos, o bien a que la respuesta restando después las unidades del substraendo de las unidades del minuendo, e
correcta en tareas de conservación del número no parece ser una medida válida igualmente con las decenas, centenas, etc.:
del constructo cognitivo referido a la conservación numérica (HIEBERT y otros,
1982). 869 – 536 = (800 + 60 + 9) – (500 + 30 + 6) = (800 – 500) + (60 – 30) + (9 – 6)
Por su parte, RESNICK y OMANSON (1987) proponen cuatro principios que
constituirán la apoyatura imprescindible para comprender perfectamente la Como puede verse en el ejemplo propuesto, que expresa bien uno de los
operación de restar: 1) la composición aditiva de las cantidades, 2) los valores requisitos de este principio aplicado a la substracción, todas las partes del
convencionales de la notación decimal, 3) la realización de cálculos con las substraendo tienen que ser restadas de las partes del minuendo.
partes, y 4) la recomposición y conservación de la cantidad del minuendo. Con Finalmente, como resultaría difícil que los niños de los primeros cursos de
respecto al primero, se trata de un principio básico indispensable para poder EGB comprendieran el significado de los números negativos, es necesario
operar con cantidades. Toda cantidad, así como todo número, está compuesta recomponer el minuendo siempre que alguno de sus términos o columnas sea
de otras cantidades, de modo que 5, por ejemplo, no sólo es el cardinal de un menor que la correspondiente en el substraendo. Así, por ejemplo: 846 – 569
conjunto constituido por cinco elementos, sino que también representa el no puede descomponerse y operar sin más, tal como hemos visto al comentar
resultado de componer diferentes cantidades, tales como 3 y 2, 4 y 1, etc. La el principio tercero, ya que entonces nos encontraríamos con la presencia de
comprensión dé este principio resulta imprescindible para poder operar desde números negativos:
el punto de vista substractivo con cantidades, ya que no podríamos concluir
846 – 569 = (800 – 500) + (40 – 60) + (6 – 9)
correctamente la siguiente tarea 7 – 4, por ejemplo, si la primera cantidad no
pudiera descomponerse en 3 y 4.
La aplicación de este último principio permite evitar la aparición de
El segundo principio es una consecuencia del anterior, de modo que en la
números negativos, recomponiendo las columnas necesarias del minuendo,
aritmética escrita los valores de los símbolos dependen de sus posiciones
pero conservando siempre el valor total de este término de la resta.
espaciales, siguiendo la convención de la notación decimal. Así, los números
Así, el ejemplo propuesto anteriormente se transformaría del modo
mayores que 9 se simbolizan como compuestos de cantidades, de tal manera
siguiente:
que un número como el 5 tiene un valor diferente según se posicione antes o
después de otro: 95 o 59. Además, en el sistema decimal, cada posición hacia 846 – 569 = (700 – 500) + (130 – 60) + (16 – 9)
la izquierda representa un valor diez veces mayor que el anterior, empezando
por las unidades, después las decenas, las centenas y así sucesivamente. Ahora bien, ¿cómo entienden los niños estos principios? El trabajo de
Conviene señalar, porque frecuentemente es motivo de errores en las BROWN y BURTON (1978) muestra que la mayoría de los errores sistemáticos
operaciones realizadas por los niños, que si bien el «0» es un valor nulo, no cometidos por los niños consisten en la utilización equivocada de estrategias o
obstante, al ocupar una posición incide en el valor de los demás números. Así, procedimientos de resolución, que suelen ser variantes de procedimientos
en el número 50, el valor del 5 se refiere a las decenas, gracias a que el «0» correctos. Pero, ¿cuál es la causa de estos errores? Para RESNICK (1982)
ocupa la posición de las unidades. Por otra parte, el sistema decimal limita la residiría menos en los aspectos sintácticos de la substracción que en los
composición de los números en el sentido de que el número máximo de semánticos, en el sentido de que los niños violarían, por ejemplo, el sistema de
unidades en cada columna es de diez (de 0 a 9); si bien se permite superar estos base diez que rige los intercambios que se realizan durante la operación
límites en la notación no canónica con motivo de las llevadas en la operación substractiva. RESNICK y OMANSON (1987) afirman categóricamente que estos
de restar. errores se producen porque los niños no prestan la atención debida a los
El tercer principio supone igualmente que toda cantidad está compuesta de principios expuestos más arriba; de modo que se centrarían en los símbolos
otras cantidades, lo que permite la operacionalidad con o entre otras partes. escritos, operando con ellos, sin considerar la significación misma de estos
155 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 156
símbolos, es decir, las cantidades representadas por ellos. Pero afinando aún muestran también niveles más avanzados en el conocimiento conceptual y
más, ¿se trataría fundamentalmente de un desconocimiento de estos principios, lógico; no obstante, estos conocimientos del algoritmo de la resta suelen ser
o más bien de un fallo en el acceso a estos principios o en su aplicación incompletos. Y, por otra, sugiere que la comprensión de la composición aditiva
concreta? La pregunta es importante, porque la instrucción en este ámbito del número y de la estructura parte-todo del mismo puede ser necesaria para
apuntaría en un sentido u otro, en función de la respuesta emitida. Además, es comprender el valor del lugar ocupado y las llevadas.
posible que para algunos alumnos sea un problema de desconocimiento de
tales principios, sobre todo para aquellos que se inician en el aprendizaje de la MODELOS DE SIMULACIÓN
operación de restar; mientras que para otros, más adelantados evolutivamente,
podría ser un efecto no tanto de la posesión, cuanto de la aplicación, por Los modelos pretenden en general representar más o menos
ejemplo, de alguno de estos principios a la situación concreta que plantea el esquemáticamente el proceso que sigue un sujeto, o los sujetos, en la realiza-
problema propuesto. De ahí, pues, la importancia de saber elegir el tipo de ción de una tarea determinada. Su utilidad resulta indiscutible, tanto desde el
problema debido en función del desarrollo cognitivo de los alumnos en este punto de vista teórico, como desde una perspectiva aplicada. En la literatura en
ámbito específico. torno a nuestro tema, han aparecido varios modelos que intentan mostrar los
Veamos sucintamente los resultados más significativos de la investigación pasos que da el niño, y/o los procesos cognitivos implicados, para solucionar
de Resnick y Omanson, con niños de tercero de EGB, sobre el conocimiento un problema verbal de restar o simplemente la operación substractiva. Los
que estos sujetos tenían en torno a la convención del sistema decimal y el modelos más simples se limitan a representar esquemáticamente el proceso que
principio de conservación y recomposición. Los sujetos fueron entrevistados en teoría sigue el alumno para resolver la operación misma de restar. En
en tres momentos del curso escolar: en noviembre, febrero y mayo, y se cambio, otros modelos más complejos se hacen eco de principios subyacentes
utilizaron dos tipos de tareas: unas que se llevaron a cabo mediante el uso de teóricos, así como de factores semánticos, sintácticos, etc., que intervienen en
materiales concretos (cubos, fichas), y otras que se presentaban escritas en la la resolución de los problemas verbales de substracción. Entre los primeros,
forma estándar numérica. Los resultados obtenidos muestran que con respecto WOODS, RESNICK y GROEN (1975), así como MAYER (1985), presentan algo-
a la convención decimal (valor del lugar ocupado) el éxito de los niños es ritmos de conteo para solventar problemas simples de substracción, en la forma
manifiestamente mejor cuando emplea materiales concretos que cuando tiene A – B = ? Veamos dos de los modelos recogidos por Mayer. El primero de
que resolver la tarea sin ellos. Esto permite suponer que la competencia que los ellos, denominado «modelo de incrementación» (Fig. 4.1), consiste
niños muestran en las tareas con materiales no se refleja en la resolución de las esencialmente en poner la cantidad menor en un contador e incrementar este
tareas escritas, lo que tiene implicaciones educativas importantes que han de contador hasta que el número alcanzado sea igual a la cantidad mayor. Así, por
tenerse en cuenta en el aula, y por supuesto en la programación curricular. En ejemplo, la operación 7–3 se resuelve marcando 3 en el contador e
cuanto al principio de recomposición, de nuevo los niños muestran una buena incrementando éste hasta alcanzar 7, es decir, recitando 4, 5, 6, 7, lo que es
comprensión de este principio en las tareas con materiales; pero fracasan igual a 4 pasos o a 4 dedos si el niño utiliza éstos como marcadores.
frecuentemente cuando se trata de llevadas en la operación escrita, incluso El segundo modelo es similar al anterior, pero realiza una operación
cuando realizan perfectamente los procedimientos conocidos. Parece, pues, que inversa; de ahí que se denomine «modelo de decremento» (fig. 4.2). En este
«los niños saben que pueden descomponerse los numerales y operar columna caso, se coloca la cantidad mayor en el contador y se va disminuyendo hasta
por columna…, pero no parece que comprendan que al hacer eso, están que aparezca en el mismo la cantidad menor. El número de pasos necesarios
descomponiendo realmente cantidades» (pág. 64). para llegar a esta última posición nos da la solución deseada. Se trata de una
Por tanto, no basta con aplicar con corrección unos procedimientos estrategia que los niños utilizan con bastante frecuencia: se representa el
aprendidos memorísticamente. Tampoco creemos que sea suficiente, aunque sí minuendo con los dedos de las manos en primer lugar, después se separan de
necesario, el conocimiento de los principios básicos que fundamentan la ese conjunto tantos dedos como represente el substraendo, obteniéndose el
substracción. La interrelación entre principios y procedimientos resulta resultado al contar los dedos restantes. WOODS y otros (1975) estudiaron las
indispensable, a nuestro entender, para que el niño comprenda en toda su preferencias de niños de segundo y cuarto de EGB con respecto a estos
profundidad el significado de la operación de restar y la realice correctamente. modelos, encontrando en general que todos los mayores y gran parte de los
En esta óptica, CAULEY (1988) afirma, por una parte, que el conocimiento pequeños elegían uno u otro modelo, basándose en criterios de eficiencia; es
procesual no garantiza la comprensión conceptual, pues, si bien los niños que decir, según el problema planteado elegían el procedimiento más corto.
alcanzan rendimientos superiores en la resolución del algoritmo de restar,
157 EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA EL NIÑO Y LA ARIRMÉTICA 158
En cambio, algunos niños de segundo, probablemente menos avanzados en
este ámbito, usaban exclusivamente uno de estos modelos, por lo general el
modelo de decremento.
Cuando se trata de restar, no cantidades pequeñas como acabamos de ver,
sino números de tres o más guarismos, lo cual supone realizar la operación
substractiva columna por columna, entonces el modelo se complica
notablemente. Veamos, como ejemplo, el algoritmo sintáctico propuesto por
RESNICK (1982) y RESNICK y OMANSON (1987) (fig. 4.3).