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ESCUELA DE ENFERMERÍA NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA
BIOETICA

La Bioética ontológicamente fundada, es decir, centrada en la


integridad, la dignidad y los derechos de la persona se basa en seis principios
generales:

1- El valor absoluto de la vida humana y su inviolabilidad: La vida


humana no es solo un proceso biológico-orgánico, sino que es la vida
de una persona, que vale por sí misma, es un sujeto, en este sentido,
la persona no es un medio, un objeto o un instrumento que se puede
usar, manipular, desechar o incluso matar, pues esta persona posee
una dignidad y unos derechos propios, al igual que cada uno de
nosotros. La vida del hombre tiene un valor absoluto y es inviolable
porque solo él es persona.

2- El nexo inseparable entre vida/verdad/libertad: La vida, la verdad y


la libertad son bienes inseparables, como si fuesen eslabones de una
misma cadena: si uno se rompe, los otros también se quebrantan. No
se está en la verdad cuando no se acoge y se ama a la vida, y no hay
libertad plena si no está unida a la verdad. Cuando separamos la
libertad de la verdad se hace imposible la fundamentación de los
derechos de la persona sobre una base racional y entonces se cae en
comportamientos arbitrarios y totalitarios que terminan afectando a la
persona en sí.

3- Conocer para curar, no para manipular: La finalidad propia de la


medicina y del progreso técnico-científico es la defensa y protección de
la vida, no su manipulación o destrucción, así:

a) Es buena y lícita toda intervención médica que favorece el


desarrollo natural de la vida de una persona (medicinas,
intervenciones quirúrgicas…).
b) Es mala o ilícita toda intervención que se opone al desarrollo
natural de la vida de una persona (aborto, eutanasia…).
c) Es malo o ilícito todo comportamiento contrario con el
desarrollo natural de la vida (fecundación in vitro…).
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4- No todo lo técnicamente posible es moralmente admisible: El


desarrollo de la investigación científica y la dignidad humana deben ir
de la mano. No se trata de ir en contra del desarrollo técnico-científico,
sino que éste, esté al servicio del hombre. Por ejemplo: es
técnicamente posible “fabricar” una vida humana en el laboratorio (con
la fecundación in vitro) pero eso no justifica que esté bien hacerlo.

5- Las leyes de los Estados tienen que tutelar el bien de las personas:
Las leyes tienen como objetivo natural buscar el bien de las personas
y proteger a los más débiles e inocentes de las agresiones injustas. En
este sentido, si una ley civil atenta contra este bien primordial (la vida
es el primer y principal bien) entonces moralmente es ilegítima, aun
cuando sea fruto del voto de las mayorías y se tiene todo el derecho a
objetar conciencia. Una ley contraria al bien de las personas deja de
lado los valores comunes y una verdad válida para todos. Todo sería
consensuable, negociable, incluso la vida humana. Hay que tener en
cuenta que en un Estado democrático la mayoría hace la legalidad,
pero no necesariamente la moralidad.

6- Principio de la acción con doble efecto: Este es un principio común


en ética pero que se aplica en diversas situaciones a temas bioéticos.
Una acción voluntaria puede tener, además del efecto querido, otro
efecto indirecto que no es querido, pero es tolerado en cuanto se
encuentra unido a lo que se quiere directamente. Por ejemplo: una
persona que se somete a un tratamiento contra la leucemia tiene un
efecto querido que es la curación, pero tiene un efecto indirecto no
querido que es la calvicie.

Cuando tomamos en cuenta estos principios ante los diferentes


dilemas bioéticos que se nos presenten, siempre estaremos buscando
el mayor bien de la persona, viéndola en su totalidad como un sujeto
poseedor de una dignidad propia y unos derechos que son inviolables.

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