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Unidad 2 VF
Unidad 2 VF
Sexualidad Humana
Elsa Maritza Aliaga Meléndez
Manual – Unidad 2
Índice
UNIDAD 2: .................................................................................................................................................. 3
Diagrama de organización .............................................................................................................. 3
Tema n.° 1: Factores causales. ........................................................................................................ 3
Tema n.° 2 Naturaleza de las alteraciones sexuales ................................................................. 4
Tema n.° 3: Alteración de la función sexual masculina y femenina .................................... 6
Tema n.° 4: Inhibiciones del deseo sexual. .................................................................................. 8
Tema n.° 6. Enfoques terapéuticos .............................................................................................. 23
De la teoría a la práctica ............................................................................................................... 59
Glosario de la Unidad 2 ....................................................................................................................... 60
Bibliografía de la Unidad 2 ................................................................................................................. 62
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UNIDAD 2:
Diagrama de organización
Disfunciones y abordaje terapéutico sexual
Factores
causales
Naturaleza de las
alteraciones
sexuales
Alteración de la
función sexual
masculina y
femenina
Aleaciones sexuales
Enfoques terapéuticos
Las mismas, comprenden los trastornos del deseo sexual (por ejemplo, deseo
sexual hipo activo, trastorno por aversión al sexo), trastornos de la excitación
sexual (por ejemplo, trastorno de la excitación sexual en la mujer, trastorno de
la erección en el varón), trastornos del orgasmo como disfunción orgásmica
femenina, disfunción orgásmica masculina, eyaculación precoz; trastornos
sexuales por dolor (Dispareunia y vaginismo), disfunción sexual debida a una
enfermedad médica, disfunción sexual inducida por sustancias y disfunción
sexual no especificada.
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Por ello, podemos mencionar los siguientes factores:
Subtipos de inicio:
De toda la vida. Indica que ha existido desde el inicio de la actividad sexual.
Adquirido. Se aplica cuando la disfunción ha aparecido después de un
periodo de actividad sexual normal.
Subtipos de contexto:
General. Indica que la disfunción sexual no se limita a ciertas clases de
estimulación, de situaciones o de compañeros.
Situacional. Indica que la disfunción sexual se limita a ciertas clases de
estimulación, de situaciones o de compañeros.
Subtipos etiológicos:
Debido a factores psicológicos. Aplicable en aquellos casos en los que los
factores psicológicos son de gran importancia en el inicio, la gravedad, la
exacerbación o la persistencia del trastorno, y las enfermedades médicas y las
sustancias no desempeñan ningún papel en su etiología.
Debido a factores combinados. Este subtipo se consigna cuando los factores
psicológicos desempeñan un papel en el inicio, la gravedad, la exacerbación
o la persistencia del trastorno, y además la enfermedad médica o las
sustancias contribuyen a la aparición del trastorno, pero no son suficientes
para constituir su causa.
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como la de Labrador (1987), quien propuso una visión integradora de las
disfunciones sexuales.
El deseo sexual y la respuesta sexual del ser humano son procesos muy
complejos, que incluyen estímulos y reacciones tanto cerebrales como
mecánicas; en ellos interviene el organismo en su totalidad, en un proceso
psicosomático que incluye: La actividad cerebral, actividad hormonal y
actividad cognitiva. Ésta última es la que engloba tanto las experiencias
sexuales o "aprendizaje" del individuo como sus motivaciones e intereses en el
momento de la respuesta sexual. Por lo que cuando un eslabón de esta
complicada cadena se desincroniza del resto, tanto el deseo como la
respuesta o conducta sexual del hombre o la mujer se ven afectados.
Es mucho más habitual encontrarnos con personas que no sienten casi nunca
necesidades sexuales; no sienten deseos de salir con personas del sexo
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opuesto, no se masturban, no tienen fantasías sexuales y no se excitan en
situaciones sexuales. Hablamos entonces del problema del bajo deseo sexual.
Este proceso recibe la denominación de trastorno del deseo sexual hipoactivo
o inhibido. Son muchas las personas que lo padecen, aunque no todas llegan
a una consulta profesional para recibir el diagnóstico adecuado y la ayuda
médico–psicológica que requiera su trastorno.
La apatía o DSI o DSH no sólo tiene que ver con la carencia subjetiva del
interés por realizar el coito; incluye también el desinterés por toda conducta
sexual (como la autoestimulación erótica, masturbación, etc), la ausencia de
pensamientos, ensoñaciones y fantasías sexuales, falta de atención al material
erótico, la no percepción del atractivo de las personas (en especial de
aquellos que pueden ser compañeros/as sexuales), y la falta de sensación de
frustración si no se puede dar rienda suelta a la sexualidad. Todos estos
aspectos deben ser considerados en la evaluación para determinar la
existencia del problema, no siendo un índice único ni determinante el número
de veces que una persona tiene relaciones sexuales. El mismo, es mucho más
frecuente en las mujeres y es una de las causas por las que primordialmente
acuden a consulta, siendo menos frecuente en los varones, quienes, además,
muy escasamente acuden a consulta por este problema.
Causas Físicas:
Es frecuente el trastorno del deseo sexual hipoactivo en personas que sufren
una dependencia, como el alcoholismo o los psicofármacos. Muchas drogas
pueden intervenir en el proceso funcional de la excitación y el orgasmo.
Causas Psicológicas:
aunque a veces el problema puede estar motivado por alguna anomalía
orgánica, como carencias hormonales, trastornos endocrinos, insuficiencia
renal, etc.; lo más normal es que el problema obedezca a causas psicológicas
como un bajo nivel de autoestima, estados depresivos, excesivo estrés o
ansiedad, una historia de abusos sexuales o mala relación de pareja por
mencionar a algunas. Esta disfunción requiere un programa de tratamiento
más largo y más completo que otras, aunque el terapeuta en este caso puede
ayudarle a descubrir las causas que motivan dicha inapetencia sexual y a
proporcionarte recursos necesarios para que dicho deseo se vea
incrementado.
Etiología:
Las causas más frecuentes de aversión sexual están en relación con actitudes
negativas hacia la sexualidad debidas a una educación rígida e inadecuada,
a experiencias previas de violencia sexual (violaciones, incestos), a presiones
constantes por parte de la pareja sexual para realizar algún tipo de actividad
sexual no deseada, o a experiencias sexuales “desagradables” a causa de
problemas de la identidad de género.
Criterios Diagnósticos:
El primer criterio diagnóstico que propone el sistema DSM es la aversión
extrema persistente hacia los contactos sexuales genitales con una pareja
sexual; junto a este criterio, es necesario que la alteración provoque malestar
acusado o dificultades en las relaciones interpersonales.
Prevalencia:
La frecuencia de este trastorno es significativamente inferior a la del otro
trastorno del deseo sexual, el DSH; aunque no existen datos fiables respecto a
la prevalencia real de este trastorno.
Diagnóstico Diferencial:
Debe establecerse respecto a los siguientes casos:
Otro trastorno del Eje I: no se efectúa diagnóstico adicional de trastorno por
aversión al sexo si la aversión se explica mejor por la presencia de otro
trastorno del Eje I, como el trastorno depresivo mayor, el obsesivo-compulsivo o
el causado por estrés postraumático.
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Fobia Específica: a pesar de que el trastorno por aversión al sexo puede
cumplir los criterios de fobia específica, no debe efectuarse este diagnóstico
adicional.
Adicción al Sexo
El concepto de adicción sexual se ha desarrollado en los últimos 20 años para
referirse a personas que tratan compulsivamente de mantener relaciones
sexuales y que presentan conductas impulsivas caracterizadas por
alteraciones conductuales cuando no satisfacen estos impulsos sexuales. Por lo
que Travin considera que el concepto de adicción al sexo se deriva del
modelo de adicción a sustancias tales como la cocaína o la adicción al juego
(ludopatía).
Como en toda adicción, en el caso del sexo existe una dependencia
psicológica y física y aparición del síndrome de abstinencia si se frustra la
conducta deseada. El DSM, no incluye el término “adicción sexual”, tampoco
es un trastorno universalmente reconocido o aceptado.
Por otro lado, algunos términos relacionados con la adicción al sexo son la
“Hipersexualidad” o la “ninfomanía”, se habla de Hipersexualidad cuando una
persona tiene exigencias sexuales superiores a las que su pareja es capaz de
satisfacer; en cambio, la ninfomanía se considera una patología sexual
caracterizada por el deseo excesivo o patológico por el coito experimentado
por la mujer. Existen más mitos que realidades respecto a este trastorno, ya que
apenas hay estudios científicos, pero parece evidente que las pacientes
ninfómanas suelen presentar una o más disfunciones sexuales, principalmente
el trastorno orgásmico femenino.
Trastorno de la Erección
La disfunción eréctil (DE) es un problema de salud de alta prevalencia entre los
hombres y tiene una importante repercusión en la calidad de vida del varón
afectado, así como en la de su pareja. Se la define como la incapacidad
persistente o recurrente para conseguir o mantener la suficiente rigidez del
pene que permita una relación sexual satisfactoria; llamada también
disfunción eréctil, excitación sexual inhibida e impotencia.
Criterios diagnósticos:
Se caracteriza por la imposibilidad persistente o recurrente para obtener o
mantener una erección apropiada hasta la conclusión de la actividad sexual;
la misma que provoca un malestar significativo en el hombre o presenta
dificultades en sus relaciones interpersonales, que son los criterios que se
proponen en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales
(DSM). Estos criterios diagnósticos siguen la Clasificación estadística
internacional de las enfermedades y los trastornos relacionados con la salud
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(CIE), pero incluye un criterio temporal por el que establece una duración
mínima de los síntomas de seis meses.
Prevalencia:
Es el problema más común entre los hombres que buscan ayudan; su
incidencia aproximada es de un 7-10% de los varones, aumentando su
incidencia con la edad. A modo de ejemplo basta citar los datos clásicos de
Kinsey y colaboradores (1948) en los que ésta aumentaba desde 0,1% a los 20
años, al 1,9% a los 40, el 6,7% a los 50, el 18,4% a los 60 y más del 50% por
encima de los 70 años. Por otro lado, la mayoría de los hombres, si no todos,
han tenido en alguna ocasión un problema de erección. Helen Kaplan (1974),
estima que al menos la mitad de los hombres sufrió alguna vez episodios
transitorios de impotencia, no sólo problemas ocasionales. Pero para que se
considere que existe impotencia o disfunción de la erección este problema ha
de presentarse en al menos el 25% de las relaciones o intentos de relación
sexual (Master y Johnson y Kolodny, 1987; Shimabukuro, 2009). Por
consiguiente, la presencia esporádica de problemas de la erección parece
más la norma que la excepción.
Etiología:
Entre las causas orgánicas más frecuentes se estima a las deficiencias
hormonales (fundamentalmente disminución en la testosterona), factores de
tipo vascular que dificultan la afluencia de la sangre a los cuerpos cavernosos
del pene o su retención en éstos, lesiones neurológicas (especialmente de la
médula espinal), lesiones en el propio pene o testículos, problemas en la uretra
o próstata, etc. Así mismo, puede ser secundaria a diversas enfermedades,
como hipertensión, diabetes, arterioesclerosis, hipogonadismo, esclerosis
múltiple, etc. Por último, muchos fármacos de uso relativamente frecuente
pueden producir disfunción de la erección; entre ellos se puede mencionar a
los antidepresivos (tricíclicos, IMAOs y litio), antihipertensivos (betabloqueantes,
diuréticos), hormonas (corticoides y estrógenos), barbitúricos y tranquilizantes
mayores. De entre todas las sustancias cabe destacar, por su frecuencia de
uso, el efecto negativo que tiene sobre la erección el consumo de alcohol, el
cual, como diría Shakespeare, tiene un doble efecto sobre los “apetitos
amorosos”, por un lado “provoca el deseo”, pero, sin embargo, “impide la
ejecución” (Macbeth, acto II, escena 3ª; Shimabukuro, 2009).
Por último, hay que destacar que ciertas fobias sexuales específicas (miedo o
ansiedad ante los genitales femeninos, ante el cuerpo de la mujer desnudo, al
embarazo, a las infecciones de transmisión sexual, etc.) facilitarían también la
aparición del trastorno de la erección.
Diagnóstico diferencial:
Para confirmar el diagnóstico de DE es necesario establecer el diagnóstico
diferencial respecto a algunos trastornos:
Trastorno de la erección debido a una enfermedad: se produce
exclusivamente por efectos fisiológicos de una enfermedad médica, como
diabetes Mellitus, esclerosis múltiple, neuropatías, etc.
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Tema n.° 5: Alteraciones sexuales
Criterios diagnósticos:
La característica esencial del trastorno de la excitación en la mujer es la
incapacidad para obtener o mantener la respuesta de lubricación propia de
la respuesta sexual en su fase de excitación hasta concluir la actividad sexual.
Esta característica supone un criterio necesario para su diagnóstico según el
sistema DSM, pero este propone otros dos criterios: que esta alteración
provoque un malestar acusado en la vida de la mujer, incluso con dificultades
en las relaciones interpersonales; y que la disfunción en la excitación sexual no
se puede explicar mejor por la presencia de otro trastorno en el Eje I (excepto
otra disfunción sexual) y no se deba a una consecuencia directa del consumo
de sustancias o a alguna enfermedad médica. Estos criterios para el
diagnóstico de dicha disfunción sexual son prácticamente iguales a los
propuestos por la CIE; aunque en este sistema clasificatorio el trastorno de
excitación se denomina “Fracaso de la respuesta genital” y establece un
criterio temporal con una duración mínima de los síntomas de seis meses.
Prevalencia:
La prevalencia del trastorno de excitación sexual en la mujer tiende a
subestimarse debido principalmente a que la mayoría de las mujeres que
presentan éste trastorno presentan también una disfunción orgásmica. Se
estima que un 33% de las mujeres tienen dificultades para mantener niveles
adecuados de excitación sexual en ausencia de conflictos afectivos en la
relación de pareja. La variabilidad en los factores que provocan este trastorno
(ansiedad, culpa, miedo, alteraciones hormonales, etc.) hace que sea difícil
presentar cifras de prevalencia más concretas y estadísticamente más fiables,
como ocurre con otras disfunciones sexuales en la mujer.
Etiología:
Existe un gran número de factores que pueden estar implicados en la
aparición o el mantenimiento del trastorno de la excitación en la mujer y solo
el 10% se deben a causas orgánicas o al consumo de sustancias. En cuanto a
los factores fisiológicos, se ha demostrado que la alteración en los niveles de
testosterona, estrógenos, prolactina y tiroxina está relacionada con esta
disfunción sexual. Además, los fármacos con propiedades antihistamínicas o
anticolinérgicas producen una reducción de la lubricación vaginal.
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De toda la vida: indica que el trastorno del orgasmo ha existido desde el
comienzo de la actividad sexual.
Adquirido: el comienzo del trastorno sexual ha ocurrido después de un periodo
de actividad sexual normal.
Según el contexto en el que aparece el trastorno:
General: se señala que la disfunción orgásmica no aparece exclusivamente
con ciertas clases de estímulos, situaciones o parejas.
Situacional: la disfunción orgásmica se limita a ciertos tipos de estimulación,
situaciones o parejas.
Según los factores etiológicos asociados al trastorno:
Debido a factores psicológicos: indicado para los casos en los que es
fundamental el papel de estos factores en el inicio, la gravedad, la
exacerbación o la persistencia del trastorno orgásmico. Las enfermedades
médicas y/o el consumo de sustancias no desempeñan ningún papel en su
etiología.
Debido a factores combinados: este subtipo está indicado cuando los factores
psicológicos están implicados en el inicio o en el mantenimiento de los
síntomas y además la enfermedad médica o le consumo de sustancias
contribuyen a la aparición del trastorno del orgasmo, aunque sin ser causa
suficiente.
Criterios diagnósticos:
Puesto que la mujer muestra una amplia variabilidad en el tipo o en la
intensidad de la estimulación necesaria para alcanzar el orgasmo, se debe
tener en cuenta factores como la edad, la experiencia sexual y la estimulación
sexual recibida. Además, el trastorno ha de provocar malestar acusado en la
mujer o dificultades en sus relaciones interpersonales; dichos criterios son los
establecidos por el sistema DSM y compartido prácticamente en su totalidad
por la CIE, a excepción del criterio de temporalidad establecido por esta
última, que indica una duración mínima del trastorno de seis meses. Además,
la CIE establece un único cuadro diagnóstico para la disfunción orgásmica,
aplicable tanto a varones como a mujeres.
Etiología:
Master, Johnson y Kolodny indicaron que son los factores psicológicos en el
95% de los casos los causantes de la anorgasmia femenina y estiman que
únicamente el 5% se explican a través de causas orgánicas. Entre los factores
orgánicos potencialmente causantes de anorgasmia femenina encontramos
enfermedades crónicas como la diabetes, trastornos neurológicos, carencias
hormonales, lesiones o infecciones pélvicas, desgarros, así como el consumo
de ciertas sustancias, como el alcohol, estupefacientes, antihipertensivos o
tranquilizantes.
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Generalmente se refiere a la incapacidad del hombre para eyacular durante
la actividad sexual. Se indica que el 8% de los hombres experimenta esta
dificultad (Laumann y colaboradores, 1994; Crooks, 2009).
Criterios diagnósticos:
El primer criterio diagnóstico propuesto por el DSM, es la ausencia o el retraso
persistente o recurrente del orgasmo en el varón después de una fase de
excitación normal. En el momento de la evaluación clínica de esta disfunción
se debe considerar la edad del varón y si la estimulación recibida es
apropiada. Como en las demás disfunciones sexuales, existen otros dos criterios
que hacen referencia a la necesidad de provocar un malestar significativo en
la vida diaria y dificultades en las relaciones interpersonales y a que la
disfunción no se explique mejor por otro trastorno del Eje I.
Etiología:
Lo más probable es que un hombre que presente este trastorno proceda de un
entorno rígido, con una moral muy estricta, que le hace percibir el sexo como
una actividad pecaminosa y los genitales como algo sucio. Por lo que estas
personas suelen tener problemas en las relaciones íntimas, en el plano afectivo
o emocional. A su vez, una educación estricta o primeras experiencias
sexuales escasamente satisfactorias pueden también convertirse en factores
desencadenantes de este trastorno. Y en algunos casos, la evolución se ve
agravada por un trastorno de déficit de atención que aumenta, de forma
relevante, la facilidad para distraerse, lo que impide una excitación suficiente
para provocar el orgasmo.
Trastornos de la eyaculación
La eyaculación constituye el mecanismo fisiológico indispensable para la
reproducción por vía natural de la raza humana que está incluido en la
sexualidad masculina. Por lo tanto, su objetivo es la función reproductora, que
requiere una correcta respuesta sexual en la cual están implicados otros
procesos del mecanismo propio de la actividad sexual.
Sin embargo, los cambios sociales producidos en las últimas décadas con la
introducción de los métodos contraceptivos tanto masculinos como femeninos
han disociado la eyaculación de la reproducción. Por lo tanto, la eyaculación
tiene una doble función: la reproductora y la sexual.
Etiología psicógena
El diagnóstico se basará en la anamnesis y en la ausencia de espermatozoides
y de sustancias prostáticas y de vesículas seminales, como el citrato y la
fructosa en la orina postorgasmo.
Algunas investigaciones indican que los sujetos con esta disfunción, subestiman
la intensidad de su excitación física, experimentan una excitación rápida a la
estimulación del pene, y eyaculan antes de alcanzar una excitación sexual
total, a la vez que reportan menos goce del orgasmo que aquellos que no
tienen problemas con eyaculación rápida; estos factores indican algún grado
de participación fisiológica, como:
• Espina bífida
• Frenillo corto
• Procesos infecciosos de la vía seminal
• Consumo de drogas: como Cocaína, Tabaco, Ciertos alucinógenos.
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resultado de estimulación manual o bucal.
Dispareunia
Se define la Dispareunia o coito doloroso, al dolor genital persistente o
recurrente asociado con la relación sexual; que suele considerarse como un
trastorno típico de la mujer, sin embargo, también puede producirse en el
hombre de manera más escasa o rara. En la mayor parte de los casos la
Dispareunia masculina hace referencia a dolor en la eyaculación, ya sea en el
pene, o menos frecuentemente, en los testículos o en los órganos internos. Con
frecuencia se debe a infecciones en la uretra o en la vejiga urinaria. Con
respecto a ello, Kaplan (1979) señaló que en algunos casos la eyaculación
dolorosa puede deberse a espasmos en los músculos perineales causados por
la presencia de ansiedad ante la eyaculación.
Clasificación:
Los síndromes de dispareunia y vulvodinia se clasifican en función de dos
criterios que tienen que ver con aparición y presencia:
Vaginismo
Es una contracción espástica del tercio externo de la vagina; en algunos casos
es tan grave que la entrada de la vagina se cierra y la mujer no puede tener
coito (Leiblum, 2000). Cabe mencionar, que el vaginismo y la dispareunia
pueden estar asociados; es decir, si el coito es doloroso, un resultado puede
ser los espasmos que cierran la entrada de la vagina.
En la mayoría de los casos el vaginismo tiene que ver con causas psicológicas;
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básicamente, el problema consiste en la aparición de un reflejo aprendido
(condicionado) en una situación anterior en la que se ha asociado una
experiencia de dolor a una situación de relación sexual (habitualmente el
coito). Otro, de los factores que condicionan o facilitan la aparición de este
reflejo aprendido son por ejemplo, haber recibido una educación
culpabilizadora acerca de las relaciones sexuales, alguna experiencia anterior
de abuso sexual (violación, incesto), miedo al embarazo, un deseo
contradictorio de tener una relación sexual, sentimiento de hostilidad o
desagrado con respecto a la pareja, miedo al dolor que pueda producir la
penetración (presente especialmente en la primera relación), o incluso haber
padecido algún tipo de dolor vaginal debido a infecciones o lesiones, tener un
himen rígido o un útero desplazado, etc. Una vez que el reflejo se ha
condicionado puede persistir incluso aunque haya cesado la causa original
que favoreció la aparición del dolor.
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doble vía, durante el cual la persona orientadora:
Asiste al consultante a evaluar sus propios sentimientos y opiniones en relación
con el problema por el cual solicita ayuda.
Provee información adecuada para ayudar al solicitante a tomar una decisión
fundamentada.
Actúa como soporte emocional del consultante.
Consejo Psicológico
Consejo es una relación entre dos personas una de ellas llamada Cliente y la
otra a la que se considera como experto en las relaciones humanas, es un tipo
de consulta para personas normales que están pasando por una situación de
estrés y que tiende a desarrollar sus potencialidades, se queda a un nivel
racional y consciente pero siempre tiene una connotación emocional.
Un psicólogo consejero tiene el siguiente punto de vista: “Son las personas y no
los problemas los que necesitan la ayuda”.
La consejería no significa dar consejos. Es un proceso de escucha activa,
centrada en la persona, apuntando a que encuentre y utilice sus propios
recursos y fortalezas como mejor elemento para el cambio.
Meta de la Consejería
Inducir - Estimular al cambio de comportamiento.
Explorar, expresar y clarificar los sentimientos y pensamientos.
Objetivos de la Consejería
Proporcionar soporte psicosocial
Educación para la salud
Soporte Psicosocial
Proporcionar información clara, veraz y oportuna
Orientación sobre dudas, temores e inquietudes
Reducir el impacto psicológico de los mitos, rumores e inexactitudes existentes
en el terreno de la sexualidad humana.
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Actitudes que pueden hacer sentir incómodas a las personas
No saludarlo cuando entra
No mirarlo cuando está hablando
Usar un tono de voz enjuiciador
Usar lenguaje no entendible
Mirar el reloj durante la conversación
Leer o revisar papeles mientras la persona está hablando
Permitir interrupciones o dejar que otras personas estén presentes
Estar sentado mientras la persona está de pie
Tener una expresión poco amistosa durante la conversación
Asumir una postura desafiante
Hacer gestos de molestia o impaciencia
El Silencio: Puede ser una señal de timidez, como también significar enojo o
ansiedad, o ser indicativo de desafío o rebelión por haber sido referido a la
orientación contra su voluntad.
Si ocurre al principio de la sesión: Después de un tiempo prudencial la persona
que hace la orientación puede decir, con amabilidad: “Me doy cuenta que te
resulta difícil hablar, esto ocurre con frecuencia a quienes vienen por primera
vez”.
Si está enojado: La/el adolescente evitará la mirada. Entonces le podría decir:
“A veces cuando alguien viene a verme contra su voluntad y no desea estar
aquí, deciden no hablar: ¿Será que tú te sientes así?”.
Si es por timidez, el Orientador(a) puede legitimar su sentimiento diciendo: “Yo
en tu lugar me sentiría igual. Comprendo que es fácil hablar a una persona
que recién conoces”.
Si ocurre en medio de la sesión: Hay que evaluar por qué se ha producido, en
ese caso es mejor esperar, pues es crucial que la/el adolescente exprese sus
sentimientos o pensamientos.
Muchas veces el silencio ocurre cuando la/el adolescente se siente
“movilizado” por un tema, situación o persona específica. Cuando se tenga
certeza de haber identificado qué causó el silencio del adolescente es
necesario hacer el señalamiento diciendo: por ejemplo: “Te has quedado en
silencio al hablar de tu novio”.
Si el silencio ocurre porque la/el adolescente está meditando o reflexionando,
no se justifica romper el silencio, o indicar que es inaceptable.
Es importante que la persona orientadora aprenda a tolerar el silencio.
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Llanto de la /el adolescente: Hay que evaluar qué lo provocó. ¿Es acaso una
forma de liberar tensiones? ¿Es un llanto manipulador? ¿Realmente guarda
coherencia con el relato que la/el adolescente nos está haciendo?
Una forma de liberar tensiones: Sería conveniente decirle que: “está bien que
llores, puesto que es una reacción natural cuando se está triste”. Esto lo
autoriza a expresar sus sentimientos y por lo general dejará de llorar en poco
tiempo.
Aun cuando existen muchos factores que subyacen a una decisión de tal
naturaleza, averigüe qué razones tiene la/el adolescente para sentirse en esta
situación. Qué fue lo que desencadenó tal sentimiento.
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D: Describir el problema
E: Evaluar las alternativas de solución, elegir una, evaluar las ventajas y
desventajas de las opciones.
A: Actuar una de las opciones
S: Saber el resultado de la acción y asumir las consecuencias.
Paso 1
Establecer una relación cordial
Saludar e identificarse
Garantizar un momento agradable
Garantizar la privacidad
Dar confianza y establecer una relación cordial de mutuo respeto.
Facilitar el proceso de comunicación
Preguntar el motivo de la consulta
Ser amable
Paso 2
Identificar necesidades del adolescente
Paso más importante en el proceso de la consejería
Momento de diagnóstico
Especificar las necesidades de cada individuo.
Preguntar: uso, salud, meta, reproductiva, etc.
Escuchar con atención.
Aclarar y repetir la información que la/el adolescente nos da.
En base a este momento se determinan las opciones a ofrecer según cada
caso.
Paso 3
Responder necesidades del adolescente
Ofrecer información
Aclarar los temas que se requieren
Manejo de lenguaje sencillo
Escuchar con atención
Ofrecer las opciones de solución posibles
Aclarar las dudas y conceptos erróneos
Hacer preguntas adecuadas
Usar material educativo de apoyo
Paso 4
Verificar entendimiento del adolescente
Verificar la comprensión de la información
Preguntar adecuadamente
Hacer repetir al adolescente
Demostrar con ayuda de insumos
Aclarar información y dudas
Paso 5
Mantener relación cordial
Dar confianza.
Asegurar presencia del orientador cada vez que sea necesario para alguna
información.
Programar seguimiento.
Asegurar que la/el adolescente va a continuar con la orientación.
Asegurar disponibilidad del servicio.
Refleje
La Orientación sobre VIH/SIDA comprende seis componentes. Los podrá
recordar con la palabra refleje:
Reciba al adolescente adecuadamente
Realice la sesión de orientación en un lugar privado
Preste atención desde un primer momento
Sea cortés, preséntese por su nombre y ofrezca asiento
Pregunte en que puede ayudarle
Asegúrese de mostrarle su interés a ella o él como persona.
Enfatice, el hecho de que todos los datos sobre ella o él son estrictamente
confidenciales.
Preséntele la información con claridad y convicción
Déjele saber que usted comprende las dificultades que ella o él encara
Facilite la comunicación
Recuerde las técnicas de orientación que facilitan la comunicación:
Establecimiento de la compenetración
Escuche activamente
Sea auténtico
Buen uso de la comunicación no verbal
Uso eficaz de preguntas
Resolución de problemas
Autorrevelación apropiada
Uso apropiado del silencio
Hacer “eco” de los sentimientos
Pregúntele
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Si está sexualmente activo
Con cuántas personas ha tenido relaciones sexuales
Si sólo tiene una pareja, piensa que ella/el también es fiel.
Aun cuando ella/él es fiel ahora, ¿sabes si ha tenido RS con otros en el
pasado?
Si tiene o alguna vez ha tenido una ITS.
Qué prácticas sexuales realiza
Si usa condón cuando tiene relaciones sexuales, si no ¿Por Qué?
Pregúntele también
Si comparte jeringas
Si ha recibido una transfusión de sangre
Revise con ella o él las pautas de reducción de riesgos.
Ayúdele a desarrollar su propio plan de prevención.
Si su plan incluye uso del condón, enséñele cómo usarlo
Reconozca que implementar cambios de conducta no es fácil
Explique cuál es el proceso y significado de la prueba de anticuerpos para el
VIH, ayúdele a tomar la decisión sobre si quiere o no someterse a ella.
Explique qué significa y no significa la prueba de anticuerpos para el VIH
Aclare qué tipo de prueba se usa (ejemplo ELISA), cuántas pruebas se hacen y
qué tipo de prueba confirmatoria se emplea.
Si la persona quiere someterse a la prueba, indagar cuál es el motivo.
El Modelo P-IL-SE-TI
P: Dar Permiso
IL: Información Limitada
SE: Sugerencias Específicas
TI: Terapia Intensiva
(Annon, 1976, Rosser, Coleman & Ohmans, 1993)
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reproductiva
Por ejemplo, los proveedores en clínicas médicas quizá prefieran centrarse sólo
en las necesidades biomédicas del joven
Cuando no se establece una armonía terapéutica el joven tiene probabilidad
de permanecer centrado en temas emocionales que interfieren con el
entendimiento de la información, negociación y toma de decisiones.
36 Manual
propia casa.
Después de que los pacientes han aprendido a obtener placer por medio de
estos ejercicios, se incluyen ya las zonas genitales y de los pechos. El objetivo
ahora es darse placer genital, pero sin llegar al orgasmo. Se acarician
suavemente los pechos y los genitales de diversos modos (oral, manual),
señalando cada miembro de la pareja lo que le va resultando más agradable
al recibir esas caricias y tratando de centrarse en sus propias sensaciones y
gozar de ellas. La relación sexual de la pareja se reconstruye por medio de una
serie graduada de aproximaciones sucesivas hacia la relación sexual
completa.
Ejercicios de masturbación
Este procedimiento para reducir la ansiedad asociada con la auto
estimulación genital y el orgasmo implica ejercicios progresivos y específicos.
Primero, el individuo atiende a la imagen corporal (desnuda, examinando el
cuerpo y los genitales por medio del espejo). Después de que se ha
Técnicas moleculares
El reacondicionamiento orgásmico
Ésta es una técnica que emplea las propias fantasías sexuales del paciente
para reducir o eliminar la activación sexual desviada. Existen cuatro
procedimientos distintos a este respecto (Maletzky, 1985):
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fantasía, el orgasmo y un estímulo apropiado, como una mujer de la misma
edad, aumentará finalmente la activación sexual no desviada.
Examen Físico
Las disfunciones sexuales pueden tener una variedad de causas, y es imposible
decir que causas, si físicas o psicosociales juegan un mayor papel. Los médicos
tienden a sobreestimar el papel de causas meramente físicas, mientras que los
psicoterapeutas sobreestiman la importancia de causas psicosociales. Muy a
menudo, ambos tipos de causas contribuyen al problema. En todo caso, es
siempre prudente - y más fácil enfocar primero en las posibles causas físicas.
Medicamentos y drogas
Una variedad de drogas legales e ilegales puede afectar la respuesta sexual
humana. Algunas pueden mejorar la respuesta, en algunos casos, pero la
mayoría tienen un efecto negativo, especialmente cuando se usan por
períodos de tiempo muy largos. El ejemplo clásico es el alcohol, este puede
tener un bienvenido efecto relajante al principio, pero entonces rápidamente
lleven a un deterioro. Como el portero en Shakespeare en " Macbeth "
observo: "El beber provoca el deseo, pero quita la ejecución." La tabla
siguiente resume el efecto de las drogas o medicamentos más comunes en la
respuesta sexual. Por favor, note, sin embargo: Que en todo caso, el efecto
depende mucho de la enfermedad o de los problemas que se están tratando
por la droga particular y en la dosis que se está tomando.
40 Manual
Tabla: Drogas sus efectos en la respuesta sexual
Examen sexológico
Además de un examen médico estándar, muchos terapeutas usan un llamado
examen sexológico, con ello se explora la respuesta sexual. Si los terapeutas no
son médicos, usualmente piden la ayuda de un ginecólogo, pues este tipo de
En mujeres
El examen sexológico es mayormente basado en la investigación del
ginecólogo americano Arnold H. Kegel. (1894-1981). En 1940, él desarrolló unos
ejercicios sencillos para ayudar a mujeres a controlar la incontinencia (micción
involuntaria). Sin embargo, pronto se encontró que estos ejercicios también
ayudaban a facilitar y fortalecer la respuesta sexual. Además, Kegel encontró
varias formas de medir la respuesta sexual en mujeres.
Procedimiento
El examen sexológico tiene el propósito de familiarizar a las mujeres con sus
propios órganos sexuales y su respuesta sexual. Por lo tanto, la mujer es
examinanda con un espejo de mano, permitiéndole a ella mirar sus órganos
sexuales mientras que el médico inicialmente busca adherencias clitorídeas.
Éstas pueden grandemente afectar el disfrute sexual y, si están presentes,
deben ser removidas.
Si uno compara el área vaginal con la cara de un reloj siendo el ano las 6 y el
glande del clítoris las 12, las dos áreas están localizadas a la profundidad de
dos tercios de un dedo a las 4 y a las 8 respectivamente. En estas áreas la
mujer debe sentir respuesta.
La respuesta en estas dos áreas está relacionada con la firmeza de los
músculos rodeando la vagina.
El
A. El Perineometor
42 Manual
La firmeza de los músculos vaginales puede ser evaluada por un instrumento
inventado por Dr. Kegel – el perineometro. Es básicamente un simple indicador
de presión que mide las contracciones de los músculos vaginales. Es también
usado como instrumento de retro alimentación para mujeres que necesitan
entrenar estos músculos.
B. Fotopletismógrafo vaginal
Este instrumento, cuando se inserta en la vagina, mide el grado de congestión
sanguínea, registrando el color de las paredes vaginales con una célula
fotoeléctrica.
En Hombres
En hombres, el examen sexológico es menos importante que en mujeres. Los
hombres usualmente entienden muy bien su propia respuesta sexual. Todavía,
durante el examen médico estándar, es útil prestar particular atención al
pene, los testículos y la próstata. Si no se encuentran problemas, esto debe ser
claramente comunicado por el médico, pues para muchos hombres tales
seguridades son útiles.
El Pletismógrafo penil
Los hombres que tienen problemas de tumescencia, dificultades de erección,
deben realizar una prueba especial de noche a fin
de excluir causas físicas. Los hombres saludables
tienen erecciones durante el sueño regularmente
en el periodo llamado REM (Movimientos Oculares
Rápidos). Obviamente, los hombres que tengan
estas erecciones nocturnas inconscientes, las
causas físicas pueden ser excluidos. Para la prueba
de noche, el hombre se registra en un laboratorio
de sueño. Antes de que él se duerma, el llamado
pletismógrafo penil se anexa al pene donde
registra los grados crecientes y decrecientes de la
tumescencia durante el sueño. Por la mañana, los
resultados de la prueba se pueden ver en un trazado. Si muestra las erecciones
esperadas, no existe ningún problema físico. Si no muestra ninguna erección o
estas son débiles, puede existir algún problema vascular, necesitando así más
investigación y tratamiento adicional.
Nada se debe asumir sobre la persona que está siendo entrevistada. Las
apariencias pueden engañar. Nunca presuponga que cierto comportamiento
sexual sea "normal" porque la persona parece "normal" o discreta. No se debe
omitir preguntas durante la entrevista.
44 Manual
Violencia sexual (¿Victima o perpetrador? ¿Con qué frecuencia? ¿Cuándo,
dónde, que, bajo qué circunstancias?)
Problemas sexuales y disfunciones ¿(¿Que, cuando, donde, con quién y bajo
qué circunstancias?)
Por otro lado, el desarrollar una historia sexual tiene un objetivo principal:
Para obtener una idea exacta del comportamiento sexual de la persona y sus
posibles problemas sexuales. Por lo tanto, las preguntas se deben frasear en
forma apropiada para la edad de la persona, la base étnica, y el nivel
educacional. Esto puede requerir que el entrevistador tenga que usar una
jerga o idioma de la calle o un lenguaje en particular. En todo caso, el uso
específico de los términos científicos o médicos se debe evitar, a menos que
uno esté tratando con un científico o profesional médico. Las preguntas
también deben ser fáciles de comprender, precisas e inequívocas. No deben
ser demasiado vagas, que invite a cualquier mal entendido o sugerir alguna
respuesta particular. Ejemplos:
46 Manual
desarrollar el nivel de empatía en la pareja por medio de entrenamiento
asertivo, sobre todo en aquellas personas que no son capaces de decir no o
de expresar su disconformidad. Para mejorar la comunicación a nivel físico se
emplea la focalización sensorial de Masters y Johnson (1970) que consiste en
un intercambio de caricias. Se utiliza también el feedback durante la actividad
sexual.
Todo esto conlleva una nueva forma de actuar sobre las disfunciones sexuales;
es la denominada “nueva terapia sexual”, y a pesar de incluir a autores con
diversas formaciones está centrada en el tratamiento conductual (Carrobles,
1985). Este tipo de tratamiento va exigir un buen conocimiento y un buen
dominio de los principios y de las técnicas de la modificación de conducta por
parte del terapeuta (De las Heras, 1990).
48 Manual
4. Polarización: "Si no tengo un orgasmo, entonces no soy un hombre de
verdad".
1. "Tengo que tener mucho éxito en mis relaciones sexuales. Tengo que lograr
tener una buena relación sexual. De lo contrario sería insoportable y yo no sería
un hombre/una mujer…de verdad".
2. "Tengo que conseguir la aprobación sexual de mi compañero/a; ya que de
lo contrario yo no podría soportarlo y no sería una persona con valor".
3. "No debería tener dificultades sexuales jamás. Si las tengo mi vida es
horrorosa y yo/o mi compañero soy/es detestable".
(Adaptaciones, a partir de Ellis, 1989).
Programa de Tratamiento
1. Información a la pareja del origen psicológico del problema y de los
factores que lo están manteniendo. También se informa acerca de la
responsabilidad que tienen los dos en la solución del problema (Carrobles,
1985). Hay que explicarles en qué consiste el mecanismo de erección
(Carrobles, 1990; Masters y Johnson 1970; Kolodny, Masters y Johnson, 1979;
Usandizaga, 1990) y las condiciones para que ésta se produzca.
2. Modificación de actitudes negativas y de prejuicios que puedan tener
ambos miembros de la pareja con respecto al sexo y la actividad sexual
(Carrobles, 1985).
3. Entrenamiento en Habilidades Sociales y de comunicación que mejoren la
relación y la comunicación de la pareja a nivel físico afectivo. A nivel afectivo
se puede utilizar el entrenamiento asertivo. A nivel físico se utiliza la focalización
sensorial de Masters y Johnson (1970).
4. Programa de Habilidades Sexuales Específicas
Placer erótico sin erección.
Consecución y mantenimiento de la erección por medio de estimulación
manual y/u oral.
Orgasmo extravaginal.
Penetración sin orgasmo intravaginal
Coito normal
50 Manual
relajación y exentas de ansiedad.
Programa de tratamiento
1. Información a la pareja acerca de la naturaleza psicológica del problema.
Se debe explicar el ciclo de la respuesta sexual y en qué consiste exactamente
el problema que presenta el paciente (Carrobles, 1990; Masters y Johnson
1970; Kolodny, Masters y Johnson, 1979; Usandizaga, 1990). Asimismo, se debe
implicar a los dos miembros de la pareja en la terapia.
2. Cambio de las actitudes negativas con respecto al sexo si fuera necesario.
3. Entrenamiento en Habilidades Sociales y de comunicación: Focalización
sensorial (Masters y Johnson, 1970), feedback durante la actividad sexual,
comunicación de deseos y sentimientos (Caballo, 1991).
4. Entrenamiento en Habilidades sexuales
Programa de Tratamiento
1. Información a la pareja acerca de la naturaleza psicológica del problema y
del papel de ambos en la terapia. Se debe explicar el ciclo de la respuesta
sexual humana e informar, especialmente a la mujer, acerca del orgasmo
(Carrobles, 1990; Masters y Johnson 1970; Kolodny, Masters y Johnson, 1979;
Usandizaga, 1990); se le debe describir en qué consiste, qué sensaciones se
experimentan y las diversas formas que existen para alcanzarlo (Britton y
Dumont, 1982; Comfort, 1972; Kline-Graber y Graber, 1981; Herman y Lo
Piccolo, 1988; Ladas, Whipple y Perry, 1982). Puede darse el caso de que no
haya tenido ningún orgasmo por una simple falta de estimulación adecuada
(Carrobles, 1985; Kaplan, 1975).
2. Eliminación de actitudes negativas y prejuicios en torno a la sexualidad en
general, y al orgasmo en particular, que suelen presentar estas mujeres
(Carrobles, 1985).
3. Entrenamiento en Habilidades Sociales y de Comunicación (Caballo, 1991).
4. Programa de Habilidades Sexuales. Habrá un programa de ejercicios
específicos para la disfunción orgásmica primaria y otro para la disfunción
orgásmica situacional (Kaplan, 1974).
Disfunción Orgásmica Primaria
Orgasmo a solas por medio de la masturbación
Orgasmo a través de la masturbación delante del compañero
Orgasmo en el coito
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Antes de realizar el coito la pareja deberá poner en práctica los ejercicios de
focalización sensorial con el objetivo de que la mujer alcance un alto nivel de
excitación sexual (Masters y Johnson, 1970).
Programa de Tratamiento
1. Información a la pareja acerca del carácter psicológico del problema y del
papel que debe desempeñar cada uno en la solución del problema. Se les
debe explicar en qué consiste concretamente el vaginismo (Carrobles, 1985;
Masters y Johnson, 1970; Masters y Johnson y Kolodny, 1982).
2. Eliminación de las actitudes negativas con respecto al sexo en general y al
problema en particular. La mujer puede tener muy culpabilizada su sexualidad.
El hombre puede considerar el problema como un invento de su mujer para
negarse a realizar el coito con él (Carrobles, 1985)
3. Entrenamiento de Habilidades Sociales y de comunicación a nivel físico y
afectivo (Caballo, 1991, Comfort, 1972; Masters y Johnson, 1970).
4. Programa de Habilidades Sexuales específicas.
Manipulación de la vagina por parte de la mujer
Manipulación de la vagina por parte del hombre
Coito
Técnicas de Biofeedback
El sujeto debe imaginar escenas sexuales o se le muestran fotografías o
películas y, aunque no tenga conciencia de que está experimentando
determinadas sensaciones, puede controlar mediante monitores visuales o
acústicos las respuestas que el aparato de biofeedback refleja (Sierra, 1990).
54 Manual
trastornos del deseo sexual quienes alcanzan en general un peor pronóstico a
largo plazo.
Complicaciones
Cuando ambas personas presentan un bajo deseo sexual, el tema del nivel de
interés sexual no será problemático en la relación; sin embargo, el bajo deseo
sexual puede ser un barómetro de la salud emocional de la relación. En otros
casos en los que existe una relación excelente y amorosa, el bajo deseo sexual
puede hacer que una persona se sienta herida y rechazada de manera
repetida, lo que lleva finalmente a sentimientos de resentimiento y fomenta un
distanciamiento emocional final.
Para la mayoría de las parejas, el sexo es algo que estrecha los lazos de la
relación o se convierte en algo que separa la pareja en forma gradual.
Cuando una persona está menos interesada en el sexo que su pareja y tal
problema se ha convertido en una fuente de conflicto y desacuerdo, se
recomienda buscar ayuda profesional antes de que la relación se torne más
tirante.
Prevención
Una buena forma de prevenir el deseo sexual inhibido es reservar tiempo para
56 Manual
la intimidad no sexual con la pareja, ya que las parejas que semanalmente
reservan tiempo para hablar, salir solos a alguna parte y sin los hijos,
mantendrán una relación más cercana y es más probable que sientan interés
sexual.
Las parejas también deben separar el sexo del afecto, de tal manera que
ninguno sienta temor a ser cariñoso constantemente, temiendo que ello sea
interpretado como una invitación a tener un contacto sexual.
El hecho de leer libros, tomar cursos acerca de la comunicación de pareja o
leer libros sobre masajes también puede estimular los sentimientos de
acercamiento. Para algunas personas, la lectura de novelas o ver películas
con contenido sexual o romántico también les puede servir para estimular el
deseo sexual.
El reservar un "tiempo preferencial" de manera regular antes de sucumbir al
agotamiento, tanto para hablar como para la intimidad sexual, estimulará la
cercanía y el deseo sexual.
Al final del tratamiento casi el 40% reportaron sentirse satisfechas con su deseo
sexual.
Es un acrónimo formado con las letras iniciales de los elementos básicos que
incluye: Educación (E), Permiso (P), Indicaciones Técnicas (I) y Terapia Sexual
propiamente dicha (TEX).
Cada uno de estos elementos terapéuticos básicos incluye, por su parte, un
conjunto de técnicas específicas de intervención a utilizar según los casos para
la modificación en un sentido positivo de los mismos.
58 Manual
De la teoría a la práctica
Consejo Psicológico: es una relación entre dos personas una de ellas llamada
Cliente y la otra a la que se considera como experto en las relaciones
humanas, es un tipo de consulta para personas normales que están pasando
por una situación de estrés y que tiende a desarrollar sus potencialidades, se
queda a un nivel racional y consciente pero siempre tiene una connotación
emocional.
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actuación.
62 Manual
Caballo, Buela-Casal y J.A. Carrobles. Manual de Psicopatología y Trastornos
Psiquiátricos. Madrid: Siglo XXI.
Coleman, Eli, Dwyer, S. & Pallone, N. (1996). Sex Offender Treatment. New York:
Paperback edition.
64 Manual
Universidad Continental | Manual 65