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Escuela de Medicina

Sexología Médica – MED 1360 – Sección 05

Grupo: #6

Tema: Trastornos sexuales, concepto y epidemiologia

Profesor: Pablo Pascual

Sexología Medica – MED 1360 – Sección: 05


Actividad: Talleres Mesa de trabajo # 6
temáticos
Tema de trabajo: Trastornos sexuales, concepto y epidemiologia

Integrantes de mesa de trabajo: Participación


Nombres: Matrícula Si No
1 Víctor Luis Rosario 100388889 

2 Joselyn Regalado 100386077 

3 Yenny Almonte Charles. 100385024 


4 Gennesis Pimentel Del R. FM6059 
5 Braddy Jiménez Mendoza 100374780 

Nombre del Equipo de Trabajo Sex at the Beach.


1. Haciendo una revisión apropiada de la literatura académica relacionada
al tema, deben Establecer un concepto apropiado de trastorno sexual,
así como algunos otros conceptos accesorios y las características que
lo definen a partir de la visión médico-clínica:

Existen muchas maneras de nombrar el fenómeno de la pérdida de la salud: desde


la perspectiva biomédica, la palabra más empleada es la de enfermedad o trastorno;
desde el punto de vista del paciente, el término que describe mejor su experiencia
es padecimiento. Sin embargo, entre enfermar y padecer hay un abanico de
posibilidades que aluden a expresiones corporales, físicas y mentales, así como a
situaciones biológicas, emocionales, sociales y culturales específicas.

La sexualidad es importante para el bienestar y la calidad de vida de las personas,


y como tal, debe de ser entendida y tratada por los profesionales de salud.

Los problemas sexuales se definen como la dificultad durante cualquier etapa del
acto sexual (deseo, excitación, orgasmo y/o resolución) que evita que el individuo o
la pareja disfrute de la actividad sexual. Las dificultades sexuales pueden haber
comenzado en una etapa temprana en la vida sexual, pueden haberse desarrollado
de forma gradual a través del tiempo o pueden aparecer de repente, presentándose
como una incapacidad total o parcial para participar en una o más etapas del acto
sexual.

Se caracterizan por la presencia de alteraciones tanto en el deseo como en la


respuesta sexual que provocan malestar y dificultan las relaciones interpersonales.

La causa de las dificultades sexuales puede ser física, psicológica o ambas. Los
factores emocionales que afectan la función sexual incluyen, tanto los problemas
interpersonales, como los problemas psicológicos propios del individuo (ej:
depresión). Entre los factores físicos están: las drogas (alcohol, nicotina, narcóticos,
estimulantes, algunos antihipertensivos, antihistamínicos y algunos medicamentos
psicoterapéuticos) y los procesos patológicos (lesión de columna vertebral,
hiperplasia prostática, tumores, insuficiencia vascular, neuropatía diabética,
insuficiencia de órganos críticos como el corazón y/o los pulmones y trastornos
endocrinos como las alteraciones tiroideas u hormonales).
El DSM-IV considera tres grupos en esta categoría diagnóstica:

- Trastornos de la identidad sexual


- Parafilias
- Disfunciones sexuales

Las disfunciones sexuales abarcan diferentes formas de incapacidad para


participar en una relación sexual deseada. Según los casos, se trata de una falta
de interés, una imposibilidad de sentir placer, un fracaso en la respuesta
fisiológica necesaria para la interacción sexual, o una incapacidad para controlar
o sentir el orgasmo.

Muchos individuos manifiestan preocupaciones sobre su funcionamiento sexual


que no merecen el diagnóstico de disfunción sexual. En las definiciones de
trastornos sexuales no se ha intentado especificar una frecuencia mínima o un
rango de contextos, actividades o tipos de contactos sexuales en los que puede
aparecer una disfunción. El diagnóstico de disfunción sexual se basa
completamente en un juicio clínico, que debe tener en cuenta la edad y la
experiencia del individuo, la frecuencia y cronicidad del síntoma, el malestar
subjetivo y el efecto sobre otras áreas de actividad del individuo. También se
debe tener en cuenta el bagaje étnico, cultural, religioso y social del individuo,
que, sin duda, influye en su deseo sexual, sus expectativas y su actitud ante las
relaciones sexuales y el proceso de salud-enfermedad.

2. Siendo que se han precisado los conceptos sobre Trastornos sexuales


aplicable al accionar médico, habrán de identificar y clasificar los
trastornos sexuales que afectan a las personas, estableciendo sus
manifestaciones clínicas, así como los elementos que habrán de
facilitar la formulación de los presupuestos diagnósticos de los
mismos.

 Trastornos del deseo:

Definición:

Los trastornos del deseo sexual implican ausencia de deseo sexual o aversión a la
actividad sexual genital. Las personas con poco o ningún interés o deseo sexual se
dice que tienen un trastorno de deseo sexual hipoactivo.
Síntomas:

Los síntomas más comunes de este tipo de trastorno son:


 Incapacidad para mantener relaciones sexuales.
 Insatisfacción a la hora de mantener relaciones sexuales.
 Problemas de pareja.
 Angustia, ansiedad, tristeza.

Elementos que facilitan la formulación del diagnostico

Se efectúa como en cualquier padecimiento, a través de una entrevista clínica y la


historia clínica sexológica son herramientas fundamentales para reunir la
información que permita confirmar el diagnóstico y, posteriormente, sugerir el
tratamiento.

Es indispensable precisar si se trata de una disfunción primaria o secundaria y su


gravedad; en esta disfunción es fundamental conocer de forma específica si:

- Existen o no pensamientos sexuales o fantasías eróticas, espontáneos o


provocados voluntariamente.

- Existe necesitad de ser tocada y acariciada de manera sensual por su pareja.

- Frecuencia con que siente la necesidad de iniciar una actividad sexual con
su pareja.

- Frecuencia con que surge el deseo de iniciar las relaciones sexuales, aunque
luego no se decida a hacerlo.

- Frecuencia ideal de relaciones sexuales.

- Saber qué piensa al iniciar un encuentro erótico y cuando va pasando el


tiempo sin tener relaciones sexuales.

- Determinar en qué circunstancias le sería más cómodo iniciar las relaciones.

- Qué actividades le resultarían menos molestas.

- Precisar cómo reacciona a las peticiones de su pareja y si se siente aliviada


cuando la relación sexual finaliza.

- Averiguar si ha habido cambios en la imagen corporal que puedan tener que


ver con el proceso.
 Trastornos de la excitación:

Definición:

Las personas con trastornos de la excitación sexual no consiguen alcanzar o


mantener la lubricación o la erección necesarias para el coito, o carecen de los
sentimientos de placer sexual o excitación que acompañan normalmente a la
excitación sexual. Los trastornos de la excitación sexual a veces se han etiquetado
como impotencia en el varón y frigidez en la mujer.

El trastorno de la excitación sexual en el varón se llama trastorno de la


erección masculina o disfunción eréctil. Se caracteriza por dificultad persistente
para alcanzar o mantener una erección suficiente como para permitir acabar el coito
con éxito.

Trastorno de la excitación sexual femenina. Las mujeres pueden padecer


dificultades persistentes para excitarse o lubricarse suficientemente como respuesta
a la estimulación sexual. En algunos casos, estas dificultades duran toda la vida; en
otros, aparecen tras un periodo de funcionamiento normal. A menudo el trastorno
de la excitación sexual femenina se acompaña de otros trastornos, como el trastorno
del deseo sexual hipoactivo y los trastornos orgásmicos.

Síntomas:

Falta de lubricación o ausencia de hinchazón en la región vulvar ante cualquier tipo


de estimulación sexual en la región genital, en los hombres existe la incapacidad de
mantener o poder tener las erecciones necesarias para el coito, aunque persiste la
excitación subjetiva, ausencia o disminución de sentimientos de excitación sexual
con cualquier tipo de estímulo, entre otros.

Elementos que facilitan la formulación del diagnóstico:

La historia médica debe considerar los diferentes factores de riesgo que puedan
estar implicados, así como todo antecedente quirúrgico y medicamentoso.

1. Evaluar los factores emocionales y la capacidad para relacionarse con la


pareja.

2. Autoestima y autoimagen.

3. Conocer lo que sucede cuando tiene relaciones, por ejemplo,


comportamientos, sentimientos, pensamientos, fantasías, ansiedad, hay o no
lubricación, hay o no dolor durante el coito, si tiene un adecuado estímulo
erótico eficiente y eficaz, etc. (todo esto durante el encuentro sexual).

4. Preguntar si existe algún problema o diagnóstico psiquiátrico.

5. Averiguar los contextos familiares con respecto a la sexualidad: en familia de


origen y familia nuclear, mensajes positivos no relacionados con el erotismo
y con el placer.

6. Valorar el conocimiento que la paciente tiene de su propio cuerpo y sus


sensaciones.

 Trastornos del orgasmo:

Éstos incluyen:
1. El trastorno orgásmico femenino.

2. El trastorno orgásmico masculino.

3. La eyaculación prematura.

En el trastorno orgásmico femenino o masculino, la mujer o el hombre, de manera


persistente, tardan mucho en llegar al orgasmo o no llegan en absoluto, a pesar de
conseguir una estimulación sexual cuya intensidad debería ser suficiente para
producir el orgasmo. El problema es más común entre las mujeres que entre los
varones.

El trastorno orgásmico femenino. Las mujeres con trastorno orgásmico femenino


son incapaces de alcanzar el orgasmo o tienen dificultades para alcanzar el
orgasmo después de lo que, normalmente, sería una adecuada cantidad de
estimulación sexual. Las mujeres que nunca han alcanzado el orgasmo, por ningún
medio, a veces se describen como anorgásmicas o preorgásmicas.

El trastorno orgásmico masculino. El trastorno orgásmico masculino también se


ha llamado eyaculación retardada, eyaculación retrasada o eyaculación incompleta.
El problema puede ser primario o secundario, generalizado o situacional. Existen
muy pocos casos de hombres que no hayan eyaculado nunca. En la mayoría de los
casos, este trastorno se limita al coito.

Síntomas:

Incapacidad o dificultad de tener un orgasmo.


Elementos que facilitan la formulación del diagnóstico:

Como en todas las disfunciones, es indispensable contar con una historia clínica y
sexológica completa con la exploración física y de estudios de laboratorio que
permitan descartar las causas y factores de riesgo.

En los problemas del orgasmo femenino se recomienda poner mayor atención en el


desarrollo psicosexual de la paciente porque el desarrollo erótico, con frecuencia,
está afectado en este tipo de problemas, lo que nos dará la pauta para el
tratamiento.

 Trastornos por dolor:

Definición:

Dispareunia: Un trastorno de dolor sexual, la dispareunia, o coito doloroso, afecta


tanto a hombres como a mujeres. La dispareunia es un trastorno sexual común y
una queja habitual de las mujeres en las consultas de los ginecólogos.

El vaginismo: El vaginismo se trata por lo general con ejercicios conductuales en


los cuales se insertan dilatadores plásticos de tamaño creciente para ayudar a
relajar la musculatura vaginal. Cuando la mujer es capaz de tolerar dilatadores (o
dedos) equivalentes al grosor del pene, la pareja puede intentar el coito.

Síntomas:

La dispareunia es el dolor genital persistente o recurrente asociado con el acto


sexual.

El vaginismo es el espasmo involuntario persistente o recurrente de la musculatura


del tercio externo de la vagina que interfiere con la penetración vaginal, lo que causa
distrés personal (angustia, frustración, ansiedad).
También puede presentarse dolor genital persistente o recurrente no asociado al
coito.

Elementos que ayudan la formulación del diagnóstico:

En los síndromes dolorosos se debe realizar también una historia clínica sexológica
con especial atención en los antecedentes ginecológicos y psicológicos
psiquiátricos; toda la historia clínica médica es importante, en particular cuando se
trata de una paciente con dispareunia para descartar su causa porque en estos
casos el tratamiento interdisciplinario es indispensable para mejorar el pronóstico.
Como en todas las disfunciones, la exploración física y los estudios de laboratorio
que a juicio del clínico son necesarios para confirmar el diagnóstico.

3. A partir de criterios de atención primaria ya conocidos, se precisa de


Identificar grupos vulnerables al padecimiento de trastornos sexuales
y considerar acciones orientadas a la prevención de la ocurrencia de
los mismos.

Causas médicas:

Son las menos frecuentes:


 Procesos inflamatorios (vaginitis, prostatitis etc).
 Factores mecánicos (fimosis, atrofias vaginales etc).
 Traumatismos (fracturas medulares, pelvis).
 Consumo de tóxicos (alcohol, plomo, pesticidas etc).
 Alteraciones endocrinas (diabetes, hiper e hipotiroidismo).
 Alteraciones neurológicas (parkinson, epilepsias, esclerosis etc).
 Tratamientos psiquiátricos (ansiolíticos, neurolépticos etc).

Causas psicológicas:

Son los que más frecuentemente están detrás de la mayoría de los trastornos
sexuales:
 Inmadurez, inseguridad, introversión.
 Inestabilidad emocional.
 Deficiente control de impulsos.
 Desconocimiento de la sexualidad / pareja.
 Ansiedad patológica.
 Depresión.
 Enfermedades psiquiátricas graves.

Es importante orientar a los pacientes sobre la importancia de algunos factores


que ayudan a disminuir y/o prevenir la ocurrencia de los trastornos sexuales como
son: la pérdida de peso, dejar de fumar o dormir lo suficiente pueden ayudar al
bienestar y al interés.
4. Escudriñar y establecer los perfiles epidemiológicos
predominantes, asociados a los trastornos sexuales que se presentan
en el ámbito médico, en el entorno local y de países con
similitudes socioeconómicas con la República Dominicana.

Las disfunciones sexuales abarcan diferentes formas de incapacidad para


participar en una relación sexual deseada. Según los casos, se trata de una falta
de interés, una imposibilidad de sentir placer, un fracaso en la respuesta fisiológica
necesaria para la interacción sexual, o una incapacidad para controlar o sentir el
orgasmo.

Los consensos clínicos prefieren utilizar los subtipos que proporciona el manual
diagnóstico y estadístico de trastornos mentales en su texto revisado (DSM- IV-
TR), para indicar el inicio, el contexto y los factores etiológicos asociados a los
trastornos de disfunciones sexuales.

La prevalencia de disfunciones sexualese en la Ciudad de México en mujeres fue


de 52% y en hombres, de 38.8%. En promedio, en el grupo de mujeres con
disfunción sexual se presentaron 2.52 disfunciones por paciente y en grupo de
hombres con disfunción sexual, 1.48 por hombre. Las más frecuentes fueron la
disritmia en ambos grupos, el deseo sexual hipoactivo en el grupo femenino y la
eyaculación precoz en el grupo masculino.

Según el periódico Diario Libre de la República Dominicana, el 43% de las mujeres


sufre disfunción sexual frente al 40% de los hombres, aunque son ellos los que
acuden más a las consultas.

La sexualidad es de mejor calidad en la medida en que la persona es educada al


respecto, así lo consideran el doctor Rafael García Álvarez y la psicóloga Rosario
Fadul de García, director médico y directora ejecutiva del Instituto de Sexualidad
Humana,

La mayoría de los estudios se han concentrado en la descripción de la prevalencia


de la disfunción en la excitación genital y no sobre las otras categorías
reconocidas. En los reportes se observa un rango amplio en la prevalencia,
variabilidad que se explica en función de las distintas metodologías utilizadas.

Se mencionan prevalencias que van de 6 a 49%; sin embargo, la mayoría de los


reportes oscila entre 13 y 24%.6 Parece que la prevalencia del trastorno de la
excitación en la mujer se incrementa con la edad, con un pico después de los 50
años, cerca de 25% de los casos de 50 años o más refieren disfunción en la
lubricación, mientras que lo informan 6 a 11% de las mujeres en el grupo de 18 a
49 años.
Bibliografía

Gutierrez,B. (2010). La respuesta sexual humana. Consultado el 21 de octubre del


2021, de https://amf-semfyc.com/web/article_ver.php?id=158

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