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Yuma y los gigantes / Los conejos de Pascual iSBN 978-968-29-2515-3 iMPRESo

EN MéxiCo. Yuma y los gigantes / Los conejos de


Emilio Chuayffet Chemor Pascual
Secretario de Educación Pública iSBN 978-968-29-2515-3 iMPRESo EN MéxiCo.

Alma Carolina Viggiano Austria


Directora General del Consejo Nacional
de Fomento Educativo

Edición
Dirección de Comunicación y Cultura

Versión escrita Catalina Fernández Mata


(Yuma y los gigantes) Gloria Morales Veyra (Los
conejos de Pascual)

Ilustración Felipe Ugalde (Yuma y los


gigantes) Cecilia Cota (Los conejos
de Pascual)

Primera edición: 1999 Decimo


cuarta
cuarta reimpresión:
reimpresión: 2014
2014
D.R. © CoNSEjo NACioNAL DE FoMENto EDUCAtiVo Av.
insurgentes Sur 421, col. Hopódromo CP 6100, México,
D.F. www.conafe .gob.mx
Los conejos de Pascual

Emilio Chuayffet Chemor


Secretario de Educación Pública

Alma Carolina Viggiano Austria


Directora General del Consejo Nacional
de Fomento Educativo

Edición
Dirección de Comunicación y Cultura

Versión escrita Gloria Morales Veyra (Los


conejos de Pascual)

Cecilia Cota (Los conejos de


Pascual)

Primera edición: 1999 Décimo


cuarta reimpresión: 2014
D.R. © CONSEJO NACIONAL DE FOMENTO EDUCATIVO
Av. insurgentes Sur 421, col. Hipódromo CP 6100,
México, D.F. www.conafe .gob.mx

iSBN 978-968-29-2515-3 IMPRESO EN MÉXICO.


Los conejos
de Pascual
Autor: Gloria Morales
Veyra Ilustraciones: Cecilia
Cota

Para Empezar a Leer


Hace tiempo vivían en un pueblo dos
compadres. Uno era Nicolás, el hombre más
rico y al que nadie quería por aprovechado
y envidioso.
El otro compadre se llamaba Pascual. Era
muy pobre y trabajaba para Nicolás, pero
éste lo trataba mal y a veces ni le
pagaba.
Un día, Pascual fue a buscar leña y
encontró dos conejos iguales. Corrió a
atraparlos y de regreso a su casa tuvo una
idea para sacarles provecho.
Apenas llegó, Pascual escribió un recado.
Luego se puso de acuerdo con su mujer, le
encargó que guisara una gallina en chile
verde y que cuidara a uno de los conejos.
Con el otro conejo en un costal, Pascual
fue a ver a Nicolás y le presumió: —Mire,
compadre, tengo un conejo muy listo que
sabe hacer mandados.
Como Nicolás no le creyó, Pascual
escribió un recado, se lo ató al conejo y le
explicó al compadre que así le avisaría a su
mujer que preparara una gallina en chile
verde.
En cuanto lo soltó, el conejo pegó la
carrera y se perdió en el monte. —Vamos a
mi casa para que vea que digo la verdad
—le dijo Pascual a Nicolás.
Cuando llegaron, la esposa les mostró el
conejo que estaba a su lado y afirmó:
—Hace rato me trajo el recado; ya preparé
la gallina.
De inmediato Nicolás quiso comprar ese
conejo tan inteligente. —No, compadre,
este conejo vale mucho, no lo vendo
—aseguró Pascual.
Nicolás fue por el dinero y Pascual le
entregó el conejo. Entonces Nicolás le hizo
el primer encargo: que le llevara un recado
a su esposa para que organizara una fiesta.
Seguro de que el conejo obedecería,
Nicolás fue a ver su ganado antes de ir a su
rancho. Esperaba encontrar listas la comida
y la música, pero al llegar vio todo igual que
siempre.
—¿Qué pasó con la fiesta, mujer? ¿Qué no
ha llegado el conejo con el recado?
—¿Cuál recado, tú? Aquí no ha venido
ningún conejo —respondió la esposa.
Cuando Nicolás descubrió el engaño, fue
muy molesto a buscar a Pascual; pero ya se
había ido lejos con el oro, así que Nicolás se
quedó con el enojo y sin el conejo.
FIN

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