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REFLEXIÓN: Leer, analizar y emitir una opinión crítica.

ENFOQUE PREVENTIVO DE LOS PROBLEMAS ESCOLARES Y DE


APRENDIZAJE.

1 INTRODUCCIÓN

Un acercamiento a la historia de la educación, pone de manifiesto como


durante mucho tiempo, la intervención en orientación se ha centrado
fundamentalmente en la dimensión terapéutica (corregir las dificultades de
aprendizaje). El modelo de actuación se ha basado en la relación individual y en la
corrección de las dificultades, dando lugar a una intervención pasiva que actúa sobre
la dificultad y no sobre los contextos que lo generan.

Éste excesivo énfasis en la atención a los “casos problemáticos”, focaliza la


atención en el propio alumnado culpabilizándole de sus fracasos y limita la acción
orientadora a los alumnos/as que presentan dificultades esperando a actuar cuando se
demanda la acción, por parte del profesorado, familia, o el propio alumno/a, e
impidiendo que la acción orientadora llegue a todos.

Frente a éste posicionamiento educativo se presenta como alternativa un


cambio radical que de prioridad al principio de prevención, dirigido a la totalidad del
alumnado, que ponga el énfasis en la anticipación a la demanda, sin esperar a que
ésta se produzca para iniciar la intervención, sino que hay que adelantarse a la
aparición del problema.

En éste sentido es necesaria una imagen de la orientación y la tutoría que


atienda a la prevención, que se anticipe a la aparición de aquellas circunstancias o
situaciones que pueden ser un obstáculo en el desarrollo de una personalidad sana e
integrada que permita el máximo desarrollo de sus capacidades.

2 EL ENFOQUE PREVENTIVO DE LOS PROBLEMAS ESCOLARES Y DE


APRENDIZAJE

El aprendizaje entendido como un cambio en la conducta del individuo que le


lleva a una mejor adaptación al medio, se complica en la práctica escolar, donde se
combinan contenidos, estrategias, objetivos, procesos de evaluación, exigencias de la
política educativa, es decir, todo aquello que conlleva el desarrollo del currículo
escolar.

Así, en el proceso de enseñanza – aprendizaje hay que tener en cuenta, las


diferencias individuales para aprender, que son las necesidades educativas que todo
el alumnado tiene y que obligan al profesorado a ajustar este proceso a tales
diferencias, a través de medidas como por ejemplo atendiendo a la motivación, los
estilos cognitivos, adaptando la programación al aula, entre otras.

Por lo tanto, cada vez más, se ve la necesidad de abordar el aprendizaje desde


su vertiente preventiva, esto es, fomentar un clima de aprendizaje tal, que reduzca al
máximo las dificultades que precipitan al alumnado al fracaso escolar.

De esta manera podemos definir la prevención, como la acción educativa que


se anticipa a la aparición de problemas o trastornos en el alumnado.
Desde un enfoque más educativo, se puede definir la prevención, como la
acción educativa dirigida al alumnado, con el fin de prepararlas para un desarrollo
adecuado de los aprendizajes escolares de forma que se evite el abandono y el
fracaso escolar.

Éste enfoque preventivo debe entenderse desde los siguientes planteamientos:

- Las diferencias individuales a la hora de aprender constituyen un aspecto


inherente a la condición humana. La diversidades, por tanto, una característica de todo
el alumnado y no sólo de unos pocos.

- Todo el alumnado precisa ayuda psicopedagógica a lo largo de su


escolarización, con el objeto de asegurar el logro de los fines de la Educación. Por lo
tanto, el factor que marca las diferencias hace referencia al tipo y grado de ayudas que
precisan.

- Las necesidades educativas del alumnado se presentan siempre asociadas a


las condiciones personales y particulares, fruto de la interacción entre iguales y su
entorno físico – social.

Para responder a esta diversidad de necesidades, hay que atender a aspectos


como: Capacidad personal, estilos de aprendizaje, intereses individuales, historia
escolar, trayectoria personal, procedencia sociocultural, entre otras, que perfilan el
concepto de diversidad, determinan las necesidades educativas que cada alumnado
plantea y propician la respuesta educativa mas adecuada a cada caso.

Cabe decir también, que la prevención, el desarrollo y la intervención social,


son los tres principios sobre los cuales debe basarse la orientación educativa.

3 TIPOS DE PREVENCIÓN

A la hora de hablar de la prevención de las dificultades de aprendizaje


podemos distinguir tres niveles de prevención:

- Prevención Primaria:

Tiene lugar cuando se interviene sobre los factores de riesgo, es decir, antes
de que aparezcan las dificultades. Este es el modelo de prevención más frecuente en
nuestros centros.

Algunas de las características de la prevención primaria son:


a) Se orienta hacia el grupo
b) Interviene antes de la aparición de las dificultades
c) Es intencional
d) Promueve la fortaleza emocional
e) Protege a la población de riesgo
f) Contribuye a desarrollar mayor competencia para afrontar situaciones
problemáticas.

Como destaca Rodríguez Espinar, la educación debe tener un enfoque


esencialmente proactivo, en el sentido de anticiparse a las circunstancias o situaciones
que puedan ser un obstáculo para expresar sus máximas potencialidades.

Desde esta perspectiva, la tutoría debe poner su énfasis en el grupo de


alumnos/as, interviniendo en la alteración de los contextos ambientales que se
presentan como agentes generadores de la situación de conflicto, o bien dotando al
alumnado de las adecuadas competencias para que puedan afrontar con éxito las
situaciones de crisis.

El viejo refrán “más vales prevenir que curar”, debe tomar carta de naturaleza
en educación.

Actuar contra las circunstancias negativas antes de que tengan oportunidad de


producir efectos no deseados supone tener en cuenta las siguientes circunstancias:

• Poner especial atención a los momentos de transición del alumnado: La


transición de la enseñanza Primaria a la Secundaria, de la ESO al Bachillerato,
del Bachillerato a la Universidad o al mundo laboral, son momentos que
producen en el alumnado situaciones de crisis que es necesario abordar, como
por ejemplo a través de los programas de acogida al nuevo alumnado.

• Conocer las características personales del alumnado: Es necesario conocer las


características y circunstancias personales del alumnado a fin de detectar las
posibilidades de riesgo y la aparición de dificultades. Este diagnóstico del
alumnado y su contexto en el primer trimestre, debe estar programado por el
Departamento de Orientación y colaborar en su desarrollo el colectivo de
tutores/as del primer ciclo de la ESO.

- Prevención Secundaria:

Tiene por objeto descubrir y acabar con una dificultad lo antes posible, o
remediarlo parcialmente, es decir, tiene lugar cuando ya han aparecido las dificultades,
y se actúa para que no vayan a más. Los grupos de alto riesgo son objeto de atención
especial y las intervenciones pretenden evitar que lo que comienza como una dificultad
de aprendizaje acabe generando una necesidad específica de apoyo educativo. Asi
por ejemplo, la alta escolarización de alumnado inmigrante da lugar a la creación del
Aula Temporal de Adaptación Lingüística.

- Prevención Terciaria:

Pretende retener o retardar la evolución de un proceso, dificultad, atenuando


sus consecuencias, aunque persista el efecto inicial, es decir, se interviene para paliar
consecuencias o para minimizar las limitaciones que para el alumnado tiene la
dificultad.

La intervención consiste en terapia, adaptación social, y se dirige a todo el


alumnado que ya presenta una dificultad.

El hecho de descubrir precozmente una dificultad escolar, diagnosticarla con


precisión y aplicar las medidas terapéuticas necesarias, puede significar la diferencia
entre el éxito y el fracaso escolar.
4 DETECCIÓN DE GRUPOS DE RIESGO

En el proceso de desarrollo y avance de la sociedad, la educación se configura


como un importante instrumento para impulsar la lucha contra las desigualdades,
correspondiéndole al sistema educativo establecer los mecanismos que contribuyan a
prevenirlas y compensarlas, cualquiera que sea el motivo que las origine, y promover
la transformación social a través de su compromiso solidario con las situaciones de
desventaja en las que se encuentran colectivos y grupos que reciben los beneficios del
sistema.

Con la Ley de Solidaridad en la Educación, se renueva y consolida el


compromiso con la igualdad de oportunidades, la universalización del derecho a la
educación y la integración social de los sectores de población desfavorecidos. Por ello,
la presente Ley, establece unos objetivos que van encaminados a mejorar y
complementar las condiciones de escolarización del alumnado que presenta
necesidades específicas de apoyo educativo, a potenciar la asunción de valores
inherentes en la interculturalidad que permitan desarrollar en la comunidad educativa
actitudes de respeto y tolerancia hacia los grupos minoritarios.

Para poder llevar a cabo una labor preventiva con estos alumnos/as, es preciso
identificarlos previamente, y para ello contamos con un recurso de gran importancia
como es la evaluación.

En un principio, será la evaluación de los procesos de enseñanza – aprendizaje


las que nos ayude a detectar la existencia de alguna dificultad, puesto que la
evaluación de estos procesos nos proporciona información, no solo de los saberes
consolidados, sino también de las formas de aprendizaje, de las estrategias de los
alumnos/as frente a los problemas, al funcionamiento de la interacción educativa, a
los problemas de la comunicación, a las actitudes, entre otras.

Por ello, en gran medida, la evaluación formativa será observación y registro de


los procesos mediante los que se construye los aprendizajes, así como las dificultades
que vayan apareciendo en dichos procesos.

Fruto de ésta evaluación pondremos en marcha una serie de medidas


ordinarias que ayuden al alumnado a solventar sus dificultades de aprendizaje, sin
embargo habrá determinados alumnos/as que con tales medidas no vean satisfechas
sus necesidades, será entonces el momento de recurrir a la evaluación
psicopedagógica, para poder determinar que tipo de adaptaciones extraordinarias
precisan para superar sus dificultades de aprendizaje.

En definitiva, ante un alumno/a que presenta dificultades de aprendizaje, lo


primeo que tenemos que hacer es analizar las causas y decidir la adopción de
medidas necesarias para que puedan ser solventadas, dado que dichas dificultades
pueden ser puntuales, originadas por acontecimientos o circunstancias específicas y
permanentes, que continuarán a lo largo del tiempo y durante toda la escolarización.

En este proceso, podremos encontrar dos situaciones:

- El alumno/a solo requiere esfuerzos pedagógicos puntuales que le permitan


continuar con la programación de aula y las adquisiciones de contenidos
que le corresponde por edad.
- El alumno/a necesita la adopción de medidas que le permitan alcanzar los
objetivos mediante la utilización de recursos materiales y personales
extraordinarios. Sólo en este caso, hablaremos de alumnado con necesidad
específica de apoyo educativo, ya que la respuesta educativa requerirá la
adopción de medidas que supongan elaborar adaptaciones de acceso y/0
currriculares significativas en varias áreas del currículo.

Para realizar el estudio y valoración de las dificultades de aprendizaje,


recurriremos a la evaluación psicopedagógica.

En definitiva, las situaciones que pueden considerarse de riesgo son todas las
que de forma aislada o interrelacionada constituyen una limitación en el desarrollo
integral del alumnado.

Entre ellas cabe destacar por ejemplo casos de abandono por parte de la
familia, desatención de necesidades básicas de afecto, alimentación, higiene, salud,
abusos físicos y psíquicos, desescolarización y absentismo escolar, explotación
laboral o práctica de mendicidad, discriminación por razón de raza, sexo,
discapacidad, entre otras.

5 FACTORES DE RIESGO

Cuando existen factores de riesgo de cualquier índole que obstaculizan el


desarrollo normal del alumnado, nos encontramos ante situaciones de riesgo que
hacen necesarias intervenciones específicas adaptadas a cada situación.

Entre los factores de riesgo más comunes están los siguientes:

- Factores de riesgo en el alumnado:

Los alumnos/as en riesgo, son los que tienen unas características personales
determinadas, que sin tener por sí mismas la condición de factor de riesgo,
llegan a convertirse en tales, cuando se vive en el seno de una familia con
dificultades, como por ejemplo niños/as no deseados por la familia, los que han
estado separados de su familia, los que padecen algún tipo de enfermedad
crónica, los rechazados por el nuevo cónyuge, entre otros.

- Factores de riesgo en la familia:

Las familias de riesgo serían aquellas que presentan unas características


formales o sociales de inestabilidad, desestructuración y falta de seguridad,
como por ejemplo las familias monoparentales, familias con conflictividad
permanente en el hogar, familias con falta de recursos económicos, entre otras.
- Factores de riesgo en el contexto:

Serían aquellas contingencias desfavorables del medio que hacen aumentar la


probabilidad de que se produzca una situación de desprotección en aquellos
niños/as que se encuentran inmersos en dicho contexto, como por ejemplo la
falta de vivienda, la inmigración, los cambios de residencia, entre otros.

6 RECURSOS COMPENSATORIOS

En Andalucía se han venido desarrollando una serie de actuaciones de


compensación de diversa índole con el fin de atender a colectivos en situación de
desventaja, posibilitando una educación de calidad y luchando contra las
desigualdades de origen en el ejercicio del derecho a la educación.

Algunas actuaciones de carácter compensador son las siguientes:

- Creación de Centros de Atención Educativa Preferente, que reciben


recursos tanto económicos como humanos adicionales.

- Creación de Colegios Públicos Rurales, con objeto de favorecer la calidad


de la enseñanza en el medio rural.

- Creación de Aulas Hospitalarias, para alumnado que cursa la enseñanza


obligatoria y no puede asistir al centro docente en el que está inscrito por
razones de hospitalización, y será atendido e estas aulas durante el tiempo
que dure la misma.

- Atención Temprana, de los niños/as que presenten signos o riesgo de


discapacidad, así como de aquellos que presenten altas capacidades
intelectuales.

- Atención a la población escolar en situación de desventaja, creando


unidades de educación Infantil, así como la oferta de Programas de
Cualificación Profesional Inicial, o proporcionando servicios
complementarios como son transporte escolar, comedor, residencia, entre
otras.

- Atención a la población escolar perteneciente a minorías étnicas y


culturales, fomentando la convivencia, favoreciendo la interculturalidad, la
integración y participación del alumnado de estas características, y todo
quedará recogido en el Proyecto Educativo.

- Atención escolar a la población procedente de familias dedicadas a tareas


agrícolas de temporadas y trabajadores itinerantes, adoptando medidas
para que permanezca escolarizado en los centros docentes de su localidad
de origen para favorecer un proceso educativo sin interrupciones.

- Atención a la población escolar que por decisiones judiciales o razones de


enfermedad no pueda asistir al centro educativo. Esta atención se puede
realizar a través de la fundación Save The Children.
7 BIBLIOGRAFÍA

- Álvarez L. y Soler, E. (1996): La diversidad de la práctica educativa. Madrid.


Ediciones CCS.
- Bisquerra, R. (1991): Orientación psicopedagógica para la prevención y el
desarrollo. Barcelona. Ediciones Boixareu Universitaria.
- Romero, JF. (1993): Dificultades en el aprendizaje: historia, modelos y
teorías explicativas. Valencia. Ediciones Promolibro.
- Santos MA. (1994): Teoría y práctica de la educación intercultural.
Barcelona. Ediciones PPU.

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