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ETIOPATOGENIA
En la produccion del derrame pleural pueden intervenir varios mecanismos:
• Mecanismos que alteran el balance de presiones transpleurales. Son
de origen extrapleural (frecuentemente asociados a aumento de la presion
venosa pulmonar, por insuficiencia cardiaca izquierda en la mayoria de los
casos) y provocan la aparicion de trasudados por salida de liquido desde el
pulmon a la cavidad pleural a traves de la pleura visceral. Se caracterizan por
un contenido bajo en proteínas (proteinas totales en liquido pleural/proteinas
en plasma ≤ 0,5) y LDH baja (< 200 U/L). Una sobrecarga de liquido
(yatrogena o por insuficiencia renal) o una pericarditis constrictiva pueden
provocar trasudados, que tambien pueden presentarse por aumento de la
presion negativa intrapleural en atelectasias masivas o si existe ≪pulmon
atrapado≫, por engrosamiento tumoral o fibroso de la pleura visceral.
Cuadro clínico
Las manifestaciones clínicas estarán en relación con la magnitud del derrame
y su causa. La disnea por compresión pulmonar depende de la intensidad del
derrame (los mayores que 1 L comprometen gravemente la ventilación). En el
examen físico se encontrarán grados variables de aumento de la frecuencia
respiratoria, disminución de la expansión torácica y abombamiento o no del
hemitórax afectado, según el grado de elasticidad torácica y el volumen del
derrame. Un dato característico es la disnea de decúbito contralateral
(trepopnea), por lo que el paciente casi siempre reposa sobre el lado del
derrame.
Cuando este alcanza un volumen considerable se comprueba un síndrome de
interposición líquida (matidez a la percusión y disminución o abolición de las
vibraciones vocales y del murmullo vesicular). Suele no haber síntomas si el
derrame es pequeño o está localizado; puede dar signos de consolidación
cuando un volumen suficientemente grande de líquido comprime el pulmón
normal o acompaña a una neumonía. En ocasiones, existe un soplo pleural,
con posible presentación en toda la extensión del derrame de mediano calibre.
En dependencia de la causa del derrame las manifestaciones serán diversas,
pero en general, en los procesos inflamatorios se presentará una punta de
costado con el cuadro febril acompañante; el dolor puede ser muy intenso y a
veces el paciente lo describe como una punzada en el costado al inspirar.
El dolor pleurítico aparece con frecuencia en la parte del tórax que recubre la
zona enferma, ya que la pleura parietal que reviste la caja torácica está
inervada por ramas de los nervios intercostales. Sin embargo, el dolor puede
referirse al hombro, si la inflamación afecta la zona central del diafragma,
porque la inervación de esta zona corresponde a los nervios intercostales III,
IV y V. Pero si procede del área torácica puede referirse al abdomen, porque
los seis nervios intercostales inferiores también inervan la pared abdominal;
así se explica la confusión ocasional de las puntas de costado en las
neumonías de la base con procesos abdominales. El dolor intenso también
puede producir disnea y una polipnea antálgica. Como síntomas acompañantes
suelen presentarse escalofríos, fiebre, malestar, tos seca o productiva y
vómitos, según la gravedad. Cuando aún no se ha establecido el derrame
puede detectarse un roce pleural que coincide con la punta de costado.
Diagnóstico:
El diagnóstico de derrame pleural se basa en radiografías torácicas, ecografía
torácica y tomografía computarizada (TC). La toracocentesis (aspiración de
líquido del espacio pleural) puede utilizarse para obtener una muestra de
líquido pleural con fines diagnósticos.
a) Contraindicaciones relativas:
‒ Diátesis hemorrágicas.
‒ Tratamiento con anticoagulantes.
‒ Derrames de pequeño calibre.
‒ Ventilación mecánica.
‒ Infecciones de la piel.
b) Complicaciones:
‒ Dolor.
‒ Sangramiento.
‒ Neumotórax.
‒ Punción del hígado o del bazo.
‒ Empiema.
Criterios de light
1. Una relación proteína en líquido pleural/proteína sérica mayor de 0,5.
2. Una relación LDH en líquido pleural/LDH sérico mayor de 0,6.
3. LDH en líquido pleural mayor que 2 tercios del límite superior normal de
LDH sérica
Tratamiento
El tratamiento se divide en específico, dirigido a la causa y que no se analizará
aquí, e inespecífico, dirigido a las molestias que dependen de la inflamación
pleural del compromiso respiratorio provocado por la compresión pulmonar
del líquido y de las secuelas. Consiste en el alivio del dolor con analgésicos;
se puede llegar al uso de opiáceos si fuera necesario y a la toracentesis cuando
está comprometida la mecánica respiratoria, con evacuación de no más de 2 L
cada vez.
En las pleuresías metaneumónicas o paraneumónicas es recomendable tratar
de aislar precozmente el microorganismo causal por medio del cultivo del
líquido, por cuanto sabemos que puede originar empiemas; esta
recomendación se debe a la existencia de cepas resistentes a los antibióticos en
uso, como estafilococos, neumococos y gérmenes gramnegativos.