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El Gigante y los dulces.

Había una vez un gigante que le gustaba mucho los dulces de todo tipo, ¿era tanto el
gusto que les tenía?, que siempre anda buscando donde poder encontrar más para
guardarlos en su cueva que ya tenía muchos, muchos dulces.
Un día el gigante caminaba por el bosque sin percatarse que había un grupo de niños
jugando cerca de él, al verlo pasar por ahí los niños tuvieron curiosidad de saber que
estaba haciendo ya que ellos conocían la leyenda que este gigante tenia dulces guardados
en una cueva.
Al seguirlo efectivamente llegaron al escondite de este gigante y quedaron asombrados
por todos los tipos de dulces que tenía, guardaba de chocolate, de manjar , de calugas ,
etc , etc.
Unos de los niños que se llamaba Vicente les dijo a los demás “Entremos a comer, son
tantos que no se dará cuenta si comemos unos pocos”, los demás se miraron y dijeron
bueno total el gigante no está. Al entrar no sabían por dónde comenzar, Vicente se fue
derecho a los chocolates ya que eran de todos los sabores y colores. Los demás comieron
algodón, calugas etc, fue así que paso un buen rato no percatándose del tiempo, lo que
provoco que el gigante volviera y ellos aun estuvieran ahí.
El gigante a lo lejos vio que algo pasaba en su cueva?, escuchaba risas y niños que
hablaban entre sí, uno decían “Vicente tuviste las mejor idea de la vida” , “Vicente esto es
un regalo”.
El gigante acelero su paso de forma de llegar más rápido al lugar, los niños no escucharon
los golpes de pie que el daba en el bosque.
Cuando llego a su cueva no podía creer lo que veía, unos niños comiendo su mayor tesoro,
y les dijo con voz grave y fuerte “ Que hacen acá!!” , “ quien les dio permiso para
entrar!!!!”, con este vozarrón los niños saltaron del susto y todos se pusieron detrás de
Vicente para que el explicara que hacían ahí, el gigante lo miro y le dijo “ Tu les dijiste que
entraran?”, Vicente ante este gigante de manos inmensas y ojos tan grandes como la luna,
tomo aire y con valentía le dijo: “Bueno si, fue mi idea , ya que queríamos saber que había
acá en esta cueva, por eso entramos pero no queríamos hacer ningún tipo de daño”, el
gigante lo miro y con su mano lo tomo de la cintura, acercándose la cara de el contra la
del niño , lo miro fijamente y le dijo: “ crees que es bueno lo que hiciste!”,
“crees que no debes pedir permiso, esto es mío y yo no lo comparto”, Vicente después de
recibir ese tremendo grito le dijo: “Sabes que comer muchos dulces te hará mal para tus
dientes y estomago? , no es bueno ser egoísta y menos ser tan glotón?”.
El gigante lo miro y se sentó con el en la mano y le dijo: “bueno es verdad ya me ha dolido
varias veces las muelas, pensé que era por el frio?”, Vicente se sentó en la mano del
gigante y le dijo:” mi papa es dentista si quieres le digo que venga a ver tus muelas, así te
quitara ese dolor”.

El gigante le dijo “¿serias tan amable de hacer eso por mí?, ¿yo no fui tan Cortez con uds?,
no importa le dijo Vicente, pero lo hare con una condición, que dejes venir a todos los
niños a disfrutar de tus dulces, así no te dolerán más las muelas y compartirás tu tesoro
con todo el mundo, te parece mi idea?”
Gigante puso su mano en la cabeza como pensando la propuesta del niño y miro a todos
los demás. mmmm ok tienes mi palabra de que hare lo que dices, luego se paro y dejo al
niño con sus amigos, y le dijo “Desde hoy en adelante esta cueva ya no será secreta, podrá
venir cualquier persona o niño a disfrutar de mis dulces, esa es mi promesa.”

Los niños saltaron de felicidad y le dijeron que volverían con el papa de Vicente y que lo
querían mucho por ser tan buen gigante…
Y colorín colorado este cuento se a acabado.

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