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Apuntalamiento

y estructuración
del psiquismo*
René Kaës

Traducido por Marina


Selvatici

Resumen

El concepto de
apuntalamiento es uno de
los conceptos
fundamentales del
Psicoanálisis.
La primera parte del
artículo propone una
construcción tendiente a
re-evaluarlo a partir del
conjunto de la obra de
Freud y de la clínica
psicoanalítica individual y
grupal. Los términos de
una epistemología del
campo específico del
psicoanálisis, están
doblemente enmarcados
por la realidad corporal y
la realidad social y
cultural, sobre las que se
apuntalan las formaciones
y los procesos de la
realidad psíquica: en
ruptura y en apoyo, en
modelo y en
desprendimiento.

La segunda parte explora


dos hipótesis originales:
la del apuntalamiento
múltiple (sobre las
necesidades corporales,
sobre el grupo y la
cultura, sobre el mismo
aparato psíquico); la de la
estructuración grupal de
ciertas formaciones y
procesos de la realidad
psíquica. Se vuelven a
evaluar, desde esta
perspectiva, algunos
conceptos: el objeto y la
pulsión, el yo y la
identificación, la
representación, la relación
de objeto y el narcisismo.
Tres cuestiones orientaron
mi investigación sobre el
apuntalamiento: una
surgió en el tratamiento
de una mujer joven que
utilizaba a sus hijos como
‘apoyos”, “muletas”,
“paraguas”, o también
como “mensajeros” entre
ella y su marido, entre
ella y sus padres, entre
ella y la niña que
conservaba adentro.
Exigía, además, de su hija
más chica (que ella había
adoptado) cuidados y
alimentos; pedía a uno de
sus hijos que la sostuviera
en su depresión y que
contuviera su angustia de
estar arruinada y de verse
en pedazos.
Ella misma se quejaba de
tener que ser el sostén de
su familia, no sólo de sus
propios padres, sino
también de su marido y de
sus hijos. Se describía o
se soñaba a sí misma
como un paraguas o un
paracaídas dados vuelta, o
como una bóveda a punto
de derrumbarse por la
sobrecarga de un racimo
de seres devoradores. La
necesidad de elaborar mi
contratransferencia en el
análisis de esta paciente,
me llevó a analizar mi
reacción depresiva y mis
asociaciones en lo que me
parecía ser la difracción
en mí de sus personajes
internos sufrientes,
desfallecientes y
apuntalados. Me estaba
confrontando con la
dimensión del
apuntalamiento en la
transferencia y en
particular con alguien que
ponía en juego la
inversión de la relación
anaclítica, inversión que
caracterizaba la relación
con sus propios hijos,
repetición de una
situación infantil en la
que, siendo pequeña,
debía ser el puntal de la
pareja parental.

Segundo punto: hace


mucho que me siento
impactado por algunas
funciones que llega a
asumir el grupo, en
particular para ciertas
personas, en lo que se
refiere al apuntalamiento
anaclítico. El grupo, al
ser así utilizado, adopta
posiciones muy
variables: a veces un
simple ámbito
indiferenciado en el que
circulan en forma
inmediata emociones y
sensaciones inefables, a
veces pre-objeto u objeto
de investidura y de
representación, a veces
sistema de relación de
objeto o aparato de
ligazón. Esta función
anaclítica originaria,
primaria o secundaria del
grupo, es muy conocida
aunque poco estudiada,
parece evidente para
quien se pregunte sobre
el vínculo de
dependencia grupal en las
personalidades
borderline, en los
adolescentes, en algunos
drogadictos... o en
algunos “psi”
(psichistes). Sin embargo
se manifiesta también en
algunas personas
solamente neuróticas,
cuando tienen que
enfrentar una situación de
separación o de ruptura
crítica, un momento
depresivo o una situación
de supervivencia. A.
Freud, D. Dann y B.
Bettelheim ofrecieron
notables ejemplos de
esto. Esta función de
apuntalamiento no se
agota, sin embargo, en la
utilización anaclítica del
grupo: aquello que hace
que el grupo sea una
condición de la
mentalización creadora
surge también de la
función de
apuntalamiento. Lo
vemos en el grupo de
creadores: grupos de
pintores, de científicos o
de escritores, grupos de
los primeros analistas,
grupos de fundado res en
el orden social o
religioso...La clínica
grupal me llevó a intentar
articular las relaciones
entre el apuntalamiento,
la pérdida de objeto y la
identificación, y volver a
encontrar allí la
dimensión de la
transferencia. Estas son
las relaciones que la
situación grupal -el
agrupamiento ya sea
constituido en dispositivo
de trabajo o formado
espontáneamente-
moviliza, utiliza,
administra, pone en
marcha o paraliza. En
ningún lado mejor que en
la situación grupal
aparece el movimiento de
apuntalamiento, de
desapuntalamiento y de
transcripción en el yo de
la que por el interjuego
de desprendimientos y de
identificaciones, lo
constituye como ser-
frontera (Crenzwesen)
lugar de las divisiones
del sujeto. He formulado
la importancia de la
relación. entre los grupos
internos de los miembros
de un grupo y l:
construcción realizada
por ellos, a partir de sus
grupos interno de una
formación psíquica
intermediaria (el aparato
psíquico grupal)
necesario para su relación
grupal. Esta teorización
me lleva a la siguiente
pregunta: ¿sobre qué se
apuntalan los grupos
internos, es decir los
sistemas de relaciones de
objeto, el
identificaciones, la
imagen del cuerpo, la
fantasmáticas ‘ja, la
imagen de la psiquis?

Tercer punto:
leyendo en Freud el tema
del apuntalamiento
considero que este
concepto asume una
dimensión diferente al
que concierne a lo
anaclítico, y que no se
refiere a la solución
correlativa de la pulsión
y del objeto; que se trata
de un concepto que
atraviesa, precisándose
cada vez da la obra de
Freud, mucho más allá de
1905, sino que también
propone un argumento
epistemológico de gran
envergadura en la
concepción del campo
específico del
psicoanálisis. Leer a
Freud, todo Freud.
Necesariamente después
de Freud, y todo el
Psicoanálisis.
Es posible que éste sea el
único método de lectura
adecuado sea acompañar
el movimiento de un
pensamiento, para
comparar el sentido de lo
escrito, sin olvidar que
este trabajo se para
nosotros como una
reconstrucción. A partir
de Freud quiere decir
reconociéndolo como
fundación, origen y :a,
pero también,
necesariamente,
aceptando la posibilidad
de apartarse de lo que
pudo ser su posición, su
investigación, sus
presupuestos.
Creo que este método es
fiel al camino fundador
del psicoanálisis permite
sostener una posición de
sujeto-lector del texto de
un otro; posición
constitutiva de la
subjetividad. Sin
embargo que trataré de
hacer, intentaré leer a
Freud “objetivamente
todo, su texto, su lengua:
semántica, sintaxis y
disco r a Freud con el
psicoanálisis es también,
para reconocer la propia
transferencia sobre el
texto del autor, aceptar la
utilización de la
asociación libre y las
reconstrucciones de 1
cadena asociativa.
La interpretación del
texto freudiano es por
cierto un fenómeno
curioso. Supone en el
lector, cuando lo logra, el
levantamiento de una
triple represión: de la
propia, de aquella que, d
las formaciones sociales
culturales la sostiene en
el otro (traductor,
comentarista) en el
Zeitgeist y finalmente, y
no importante, de aquello
que se mantuvo en el
autor como implícito (en
deça’) en el texto
publicado.

Leer y des-leer todo


Freud —no sólo los textos
reconocidos por el
Zeitgeist, precisamente,
como psicoanálisis puro,
clínico o teórico, sino
también aquellos
referentes al psicoanálisis
‘aplicado’ campo de lo
abyecto, como lo
denomina J. Kristeva
cuyo propósito definía
bastante bien lo que en un
grupo dado, cae, por
rechazo, fuera del círculo
de sus límites ideológicos.
El trabajo de teorización
del psicoanálisis a través
de las extensiones y los
estrechamientos, los
desprendimientos y las
transcripciones y las
reconstrucciones de su
campo, se realiza en toda
la obra freudiana. Totem y
Tabú es la investigación
realizada sobre el Padre
de la pre-historia, sobre la
identificación primaria y
la formación de los
ideales. ‘Psicología de las
masas y análisis de yo”
articula desde el título, el
propósito central que
Freud busca en su
teorización de la segunda
tópica.
Leo a Freud a partir de
una triple relación: con
inicia práctica con el texto
de Freud, con el mismo
Freud. En estas relaciones
S( inserta lo que yo
busco, lo que otros al
respecto han. buscado
encontrado y en parte
dejado d.c lado
(“méconnu”) en lo que e
posible pensar o
comunicar acerca de una
lectura de Freud, Eran
estos movimientos se
entrelazan mi deseo de
descubrir el sentid de lo
que escribe y el sentido
que su texto tiene para mí.

Leyendo a Freud y
siguiendo mi propia
investigación sobre c
apuntalamiento, me veo
enfrentado a decir cómo
se apoyan, s modelan y se
desprenden los objetos y
los pensamientos que ve
construyendo. Más
ampliamente, ¿sobre qué
apuntalamiento internos y
externos, sobre qué
objetos de la pulsión,
sobre que organizaciones
del Yo, sobre qué
agrupamiento y sobre que
culturas se apoya, se
modela y se desprende la
aventura y 1 continua
invención del
psicoanálisis?

I Apuntalamiento, nueva
evaluación de un
concepto Freudiano

El siguiente estudio es
la primera parte de un
trabajo comenzado en
1976, a raíz de mis
investigaciones sobre los
grupos internos y el
aparato psíquico grupal.
Consiste en una
presentación, un análisis y
una nueva evaluación del
concepto de
apuntalamiento
(Anlehnung) en el
conjunto de la obra de
Freud.

Consideré necesario que


este trabajo anticipara la
exposicisión mis hipótesis
personales, desarrolladas
en una segunda par este
trabajo que aún no está
publicada.
Estas se refieren
principalmente a la
noción de un
apuntalamiento rnúltiple
entre objetos, instancias o
formaciones psíquicas
que mantienen entre sí
relaciones bi o
multilaterales de ahí la
noción de una red de
apuntalamiento y el
acento puesto en las
formaciones sustitutivas o
suplementarias entre los
apuntalamientos. A partir
de la clínica individual y
grupa, una cuestionando a
la otra, se propone dos
perspectivas: una se
refiere a los
apuntalamientos grupales,
sociales y culturales de
las formaciones psíquicas,
la otra desarrolla la
problemática
psicoanalítica 1
apuntalamiento, a partir
de la nueva evaluación
del concepto freudiano y
¿le la clínica. Se sostiene
allí que el. campo
psíquico se construye por
apoyo, modelo,
desprendimiento y
transcripción r
apuntalamiento y no por
causalidad lineal
(impronta) especular
(reflejo)-; en esto, por
ejemplo el asunto del
apuntalamiento grupal de
la imagen del cuerpo o del
Yo no se confunde con
aquella, psicológica, de la
socialización.
Después del trabajo
crítico (le J. Lapianche
(.1970), que instituyó el
origen de una re-
invención del concepto
freudiana apuntalamiento
y que propuso al respecto
una definición estricta
pero, a mi entender,
bastante limitativa, me
parece necesario intentar
devolver a la noción de
Anlehnung su riqueza y
sus matices, y
correlativamente,
expresar la complejidad
del proceso psíquico en
juego en lo que
denominamos
apuntalamiento. La
traducción de la palabra
alemana Aniehnung por
apuntamiento, desde que
B. Reverchon-Jouve la
propuso en su versión
francesa de los ‘Tres
ensayos para una teoría
sexual’ deja en discusión
varias cuestiones. Unas
son de orden
lexicográfico y semántico,
obras se refieren a la
extensión y la variación
del concepto de
apuntalamiento en la obra
¿le Freud. La respuestas a
las primeras cuestiones no
dejan de tener efecto en
las segundas.

1-ANLEHNUNG;
análisis lexicográfico y
semántico

El verbo alemán
“unlehnen designa tres
tipos de acción
(diccionarios
SachsVillatte;
Langescheidts
Grosswortesbuch, ed.
1968; Der Grosse Duden,
VIII Bertaux-Lepointe):
ante todo el hecho de
apuntalar (de hacer tomar
apoyo) o adosar algo
sobre un soporte. La
definición (alemana) que
da de ese verbo “Duden”
puede traducirse así: “No
mantenerse parado o
sentado libremente, sino
buscar apoyo con su
cuerpo, en una posición
ligeramente inclinada
contra un objeto firme
(fijo, sólidamente
colocado, sólido)”. El
sustantivo Lehne designa
el apoyo, la rampa el
plano inclinado, o la
vertiente. En su forma
pronominal (sich
anlehnen etwan), el
verbo significa entonces
apoyarse (sobre) adosarse
(contra) algo.

Una segunda acepción


le anlehnen presenta
entornar, entreabrir (una
puerta, una ventana).

Finalmente, en un
sentido figurado, común
en alemán el verbo
significa el hecho de
seguir de cerca, inspirarse
en (un modelo),
modelarse sobre algo o
sobre alguien. Es
interesante notar que esta
tercera acepción procede
por derivación
metonímica del primer
sentido: el apoyo
‘transforma” lo que
sostiene, el continente
modela el contenido.

El sustantivo
Anlehnung designa este
apoyo o este sostén pero
la expresión in Anlehnung
an presenta un sentido
particular y significa:
siguiendo el ejemplo de,
sobre el modelo de,
inspirándose en. En
cuanto al adjetivo
anlehnungsbedürftig,
califica aquel que necesita
apoyo.

Los términos que


corresponden a la noción
psicoanalítica de
Anlehnung en los
principales idiomas
europeos que no sean el
francés se refieren más al
apoyo que al
apuntalamiento (italiano:
appoggio- español:
apoyo; portugués: apoio;
inglés: anaclisis).

La noción común
predominante es
realmente la de un apoyo
un sostén, y el término
inglés (anaclisis) retoma
literalmente una
connotación (la
inclinación) que Duden
había despejado en el
verbo alemán que
corresponde a Anlehnung.
En griego significa
efectivamente inclinar o
acostar hacia atrás; en la
voz pasiva, caracteriza esa
posición del cuerpo
extendido o acostado
sobre la espalda, por el
contrario, el adjetivo
(acostado sobre) significa
la cualidad inversa de
aquella que califica
acostado sobre, la acción
de enderezarse en la
cama, es decir, el
despertar.

De todo esto parecería


que Anlehnung designa
ante todo la posición del
cuerpo al que le falta el
apoyo y lo encuentra
pasando la horizontal a la
vertical por la oblicua de
la posición intermediaria
(entreabierta). La palabra
da cuenta de esa intuición
fundamental, a través de
este pasaje, en este
movimiento, el apoyo es
en parte incorporado a lo
que busca un sostén y lo
modela.

Apuntalamiento: La
palabra francesa “étayage’
pone el acento sobre otra
dimensión de Anlehnung.
Esta palabra forma parte
de a campo semántico en
el que el radical ‘St’
marca la verticalidad de
lo que se mantiene
parado, enderezado, firme
y sólido. Stare (latín),
stehen (alemán), staye
(flamenco), estay
(español),
estaie (francés), staka
(idioma franco), todos
estos términos designan el
sostén o el refuerzo en el
vocabulario de la
construcción, la ‘principal
acción del verbo
“apuntalar” es sostener
con estacas (piezas de
madera), lo que amenaza
caer en ruinas y reclama
una consolidación, un
refuerzo, calada, apeo,
apoyo. En su forma
pronominal, este verbo es
explicado en el
diccionario Littré de la
siguiente manera: “se
apuntalan los unos sobre
los otros sir poder
caerse”, en sentido
figurado existe siempre la
idea subyacente de evitar
el derrumbe de una
construcción:
personalidad
pensamiento, grupo. El
antónimo francés de ese
grupo subraya esta idea
de mina, zapa y ruina que
caracteriza la connotación
dramática y hasta
depresiva de este término.
En esa misma línea,
notaremos también el
carácter provisorio del
sostén refuerzo ofrecido
por la estaca o puntal
(“étai”).

De este modo, el
sustantivo “étayage”
surgido en forma bastante
tardía (1864) en la
tradición lexicográfica y
semántica francesa,
calificará un aspecto
central y muy particular
de An1ehnung. Atestigua
aquello sobre lo cual
insiste el radical indo-
europeo de este campo
semántico: el estar (stare)
concebido como
permanencia y
estabilidad. Un
componente del concepto
psicoanalítico de
Anlehnung expresa esta
dimensión psicoanalítica
fundamental.

El sentido otorgado a
Anlehnung en las
traducciones francesas de
los textos freudianos está
indudablemente ligado
por u; lado a la cuestión
de la edición crítica de las
obras completas de Freud.
El resultado es la
imprecisión en la cual fue
mantenida este concepto
en la teoría psicoanalítica,
aunque, corno lo
subrayaron muy
justamente J. Laplanche y
J.B. Pontalis (1967) en su
Vocabulario de
Psicoanálisis, y más
recientemente J.
Guillaumí (1978) se trata
de uno de los conceptos
fundamentales de la
primera teoría freudiana
de las pulsiones y de la
teoría de elección del
objeto amoroso. Si
B.Reverchon-Jouve se
remite grupo semántico
apuntalamiento-apuntalar-
apuntalarse en su
traducción de los “Tres
ensayos” y luego J.
Laplanche en su estudio
teórico de 1970 y en su
traducción de Zur
Einführung das
Narzissmus, S.
Jankélévitch dice “das
Beispiel einer Objektwahl
nach dem
Anlehnungstypus” (Das
Ich und das Es) por “un
caso típico de elección de
objeto por contacto
íntimo” lo que es bastante
sugestivo pero todavía
muy aproximado. En
cambio, la traducción que
propone M. Bonaparte de
“Objektwahl nach dem
Anlehnungstypus” (Die
Zukunft einer Illusion)
(8)”: La elección de
objeto del tipo de ‘buscar
apoyo” me parece dar
cuenta con bastante
decisión, a la manera
inglesa del verbo
sustantivado, del
movimiento, de la acción
y de su objetivo.
La traducción francesa de
algunos términos
alemanes que son
Anlehnung con la palabra
apuntalamiento trivializa
el empleo riguroso de este
concepto en Freud. Como
prueba de ello, la
traducción de Bruchstück
einer Hysterie-Analyse
(Fragmento de un análisis
de histeria’); el ejemplo
es interesante ya que
original fue publicado el
año de los ‘Tres ensayos
sobre una teoría sexual”:
1905 y que las ediciones
alemanas, revisadas por
Freud se suceden de 1909
a 1923. La edición
francesa más reciente de
ese texto propone cinco
casos de términos
formados con el verbo
apuntalar. Una sola se
justifica y de manera
realmente ejemplar. Las
otras cuatro son las
siguientes: “apuntalar las
reglas técnicas” quiere
traducir: “Zur
begründung der
technischen Reglen”;
ciertos motivos que
apuntalan la enfermedad”
traduciría: “Motive das
Kranksein stütze”” n,
apuntalar las premisas
psicólogos por: dic
psychologischen
Voraussetzungen... zu
begründen apuntalados
sobre numerosos análisis’
significaría: “auf em csse
Zahi von Analysen
gestützten”. La
distinción entre anlehnen
y stützen o bergründen
podía muy bien
mantenerse a través
sostener (apoyar) o
fundar. En el quinto caso,
Freud recurre locución
“sich anlehnen an” para
expresar de manera
bastante ejemplar el
concepto de
apuntalamiento; aparece
a propósito d
transferencia: hay,
escribe, transferencias que
no difieren e:
da de su modelo en
cuanto al contenido,
excepto en lo que se
refiere a la persona
reemplazada. Son
entonces solamente
simples reediciones
estereotipadas,
reimpresiones. Otras
transferensia son
realizadas con un mayor
despliegue artístico,
sufrieron
una atenuación en su
contenido, una
sublimación como yo
digo, y son hasta capaces
de volverse concientes
apuntalándose en una
particularidad real,
hábilmente utilizada, de la
persona del médico o de
las circunstancias que lo
rodean (“... indem Sic
sich an irgend cine
geschickt verwetete reale
Besonderheit un der
Person oder in den
Verhiitnissen des Artzes
anlehnen). Son entonces
reelaboraciones
(Neubearbeiturtgen), ya
no reimpresiones
(Neuclrucke).
Solamente en este caso y
de manera plenamente
justificada, se la-ata de un
verdad ero
apuntalamiento, cuya
conexión con la
sublimación y la
transferencia se establece
corno reelaboración,
transcripción del trabajo y
trasformación psíquica,
cambio de valor, pasaje
de un nivel a otro.

2- El concepto dE
Anlehnung en la obra de
Freud

Me pareció posible
distinguir tres momentos
en la evolución del
concepto de Aniehnung en
los textos freudianos el
primero, el más conocido,
es el de los “Tres ensayos
sobre la teoría sexual
(1905), aunque las notas
agregadas por Freud, en
particular en 1915,
modifican sensiblemente
el sentido de la noción tal
como había sido
introducida diez años
antes; en ese primer
momento, el
apuntalamiento es la pieza
maestra que sostiene,
podríamos decir, el
edificio freudiano en el
pasaje que construye
permanentemente entre lo
biológico y lo psíquico.
Anlehnung evoca aquí un
origen o un fundamento, y
como lo notó Laplánche,
una derivación más que
un puntal. El segundo
movimiento se inicia en
1910 con la modificación
de la primera teoría de’
las pulsiones y la
problemática
correspondiente del Yo,
de la elección del objeto
sexual y del apoyo sobre
la madre. En este segundo
momento subrayado por
J. Guillaumin, Anlehnung
será mantenido con sus
primeros atributos, pero
equivaldrá también al
vínculo primario y a la
problemática. unidad-
división. l tercer momento
se inscribe en una
continuidad problemática
con el precedente
anticuado la relación entre
pérdida del objeto
amoroso, angustia
(Uilflosigkeit), función
del Ideal, formación
colectiva y
apuntalamiento.
Estas nuevas
consideraciones sobre el
concepto de
apuntalamiento serán
desarrolladas más a fondo
en los textos amados”
antropológicos” o
“sociológicos’ de Freud
en 1927 (El porvenir de
una ilusión) y en 1930
(Malestar en la cultura)
en especial, y desde una
perspectiva que, me
pareció, contiene las
premisas de mi hipótesis
sobre el apuntalamiento
grupal del siquisrno.
Como ya lo expresé antes
no se puede apartar estos
textos de la teorización
metapsicológica y
bloquear así el concepto
le apuntalamiento en los
escritos de 1905-1914,
salvo si se insiste en
considerar nula en la
estructuración del
inconsciente y del
conjunto del aparato
psíquico, la incidencia de
formaciones del
pensamiento y del
vínculo, del grupo y de la
cultura.
El movimiento general a
través del cual surge el
concepto de dnlehnung en
Freud tiene que ver
entonces con una serie de
Jeriuaciones, a partir del
apuntalamiento principal
de la pulsión sexua1 sobre
el ejercicio de las
funciones corporales
necesarias para la vida.
Pero para cada
apuntalamiento “de la
pulsión sobre el cuerpo,
del objeto y del Yo sobre
la madre, de las
instancias sobre
formaciones elementales”
(“El preconsciente que so
apuntalamiento sobre los
restos mnémicos.”) luego
de las formaciones
generadoras del vínculo
(identificaciones, imagos,
complejos, modalidades
del pensamiento) sobre el
grupo y sobre la cultura,
encontramos siempre los
tres componentes del
apuntalamiento: el apoyo
sobre una base originante,
la mocielización y, en el
momento de una ruptura
crítica, la transcripción.
Es esta transcripción que
es generadora de la
derivación, del cambio de
objeto y del nivel que
constituye el
apuntalamiento, y que
presupone el apoyo
originante y la
modelización.

1) El apoyo de las
pulsiones parciales
sobre
las necesidades y ¡as
funciones del cuerpo

El cuerpo de la primera
era teoría de las pulsiones
es el cuerpo de las
necesidades biológicas. J.
Guillaumin resume la
concepción freudiana de
las necesidades, cuando
escribe que éstas últimas
definen “la aspiración
natural de ciertos aparatos
orgánicos necesarios para
la vida a descargar a
través de vías que le son
propias la intención de la
excitación que provoca en
ellos la no satisfacción de
la función corporal
correspondiente’ por
ejemplo la “necesidad de
comer cuando se tiene
hambre” (J. Guillaunin
19’i 8, p 799).
Las pulsiones sexuales,
cuyo- objetivos son
múltiples como variadas
sus fuentes corporales, se
apuntalan, se apoyar, s
originan en las
necesidades del cuerpo
real: “es así escribe freud
corno la sexualidad
infantil se origina
(ensteht) tomando como
modelo (in Anlehnung an)
ana de las funciones
corporales vitales (9)
“eine der lebenwichtigen
Korperfunktionen”.
El texto alemán ofrece
dos términos para
designar esa relación
entre la pulsión sexual y
el cuerpo real: entstehen
(originarse) y in
Anlehnung an
(modelándose sobre). La
traducción completa y
rigurosa de este pasaje
esta confirmada por la
elaboración
conceptual que Freud va a
realizar para definir el
apuntalamiento. J
Laplanche destacó cómo
la noción de Anlehnun- es
utilizada por Freud en
1905 para describir un
“fenórneno de apoyo de la
pulsión,, el hecho de la
sexualidad naciente se
apuntala sobre otro
proceso a la vez similar y
profundamente
divergente: la pulsión
sexual se apuntala sobre
una función no sexual,
vital” o también “en un
funcionamiento ligado a
la conservación de la
vida”. Laplanche subrayar
en el texto de Freud cómo
el apuntalamiento se
constituye en dos
experiencias
fundamentales, la
experiencia de la
satisfacción que, en el
acto de amamantamiento
se asemeja al orgasmo,
pero sobre todo la de la
separación (“pero pronto
la necesidad de repetir la
satisfacción sexual se
separara de la necesidad
de alimento”) entre
ambas: “1a sexualidad
apoyada al principio toda
entera en la función, se
presenta mismo tiempo
toda entera en el
movimiento que la disocia
de la función vital” (J.
Laplanche). Lo une
confirma también decía
Freud 1915 cuando
agrega en una nota de los
“Tres ensayos que
“actividad sexual se
apuntalé al principio en
una de las función al
servicio de la
conservación d 1 a vida y
morís farde se
independizo de la misma’.

El texto de Freud presenta


este triple sentido que
surge del análisis
semántico de Anlehnung
el del apoyo, el del
modelo y el de
transcripción, a partir de
la separación y de li
elaboración psíquica de la
pérdida: transcripción de
un orden (el de la función
vital) en otro (el de la
sexualidad infantil) y este
orden derivado
constitutivo del campo
psíquico se halla en una
relación de ligazón y de
separación con el
primero. Este punto de
vista ha sido firmemente
establecido por J.
Laplanche che y no tiene
sentido retornarlo, salvo
para encontrar allí e
motivo de un nuevo
desarrollo del concepto.
Así cuando La planche
comenta a Freud a
propósito del
autoerotismo y de 1
pérdida del objeto parcial
(noción presente en Freud
desde 1905), destaca que
el objeto sexual no es
idéntico al objeto de la
función, que está
desplazado en relación a
él, que no es mismo que
aquel que se perdió.
El psicoanálisis se
construye sobre el
reconocimiento de este
movimiento psíquico:
este objeto vuelto a
encontrar como otro e el
objeto de la sexualidad,
objeto de la fantasía
ligado por
desplazamiento, por
contigüidad y por
metáfora a otros objetos
psíquicos, articulado en
una red de relaciones de
objetos fantasmático:
Tal enunciado lleva
implícito otro, que sólo
será explicitad mucho
más tarde y en una
teorización que Freud
sólo esbozará:
objeto de la pulsión
sexual requiere un
apuntalamiento sobre u
orden (y éste es
puramente psíquico)
distinto de la realización d
la función vital. Este
orden es aquel que,
genéricamente, podemos
denominar “la madre’ o la
función materna, El seno,
que r se confunde con el
órgano alimentario es un
fenómeno psiquis original
cuya particularidad es
asociar y disociar el
conjunto madre e hijo,
conjunto continuo
adosado a su vez en un
conjunto ( reglas,
prohibiciones y relaciones
socialmente
(simbólicamente
ordenadas,
antropológicamente
fundadas.
En 1905, Freud no encara
este punto de vista. Como
i. naturalista, “aísla’
metodológicamente el
apuntalamiento de pulsión
sobre la función corporal:
lo que existe allí, es un
bebe solo. Después de
1910 y 1914, en las notas
que agrega a los “Tres
Ensayos” en 1915, el
punto de vista de Freud se
abrirá sobre del objeto.
Esta ampliación es un
dato fundamental que va
complejizar y enriquecer
el concepto (le
apuntalamiento.
De hecho, esta
perspectiva histórica
merece ser matizada, y ni
apartaré aquí de la
posición de J. Laplanche:
sostener que, en 90 en el
origen, Anlehnurzg
designa solamente el
apuntalamiento de la
pulsión sobre una función
corporal vital, y no el
apuntalamiento d’ sujeto
sobre el objeto o del niño
sobre la madre, es a la vez
exacto demasiado
restringido. En efecto, es
difícil pensar el
apuntalamiento de la
pulsión sin, tener en
cuenta el objeto: ambos
son correlativos, la
importancia que Freud da,
desde 1905 al seno
materno como fenómeno
psíquico, objeto de la
sexualidad infantil,
atestigua esta relación
fundamental entre la
pulsión, el objeto de la
satisfacción (le u
necesidades y la
representación de la
relación entre el objeto,
pulsión y el mismo sujeto.
Evidentemente, los años
siguientes (1914, notas de
1915) precisarán esta
relación; cuando en 1914
Freud describe la elección
del objeto amoroso según
el tipo de apuntalamiento
(nach dem
Anlehnungstypus)
significa que la
sexualidad busca y
encuentra un apoyo y un
modelo y un
desprendimiento en y de
la madre en tanto objeto
parcial. No hay entonces
ningún motivo para
establecer el valor
exclusivo del concepto de
apuntalamiento sobre los
primeros textos donde se
menciona, sobre todo en
medida un que textos
posteriores explicitan esas
intuiciones relación con la
madre también participa
en el apuntalamiento de
sexualidad, casa
emergencia: el
apuntalamiento de la
pulsión sobre el objeto
sólo es posible si la madre
(y el entorno materno)
apuntaladota para el niño.
No es entonces “toda una
teoría de relación con la
madre que vino u
modificar una noción
destinada rendir cuenta de
la sexualidad en su
origen”. (J. Laplanche,
1970) La modificación
vino del mismo Freud, ya
en 1905, y se halla
confirmada en las notas
que él agregó en 1915 a
los Tres Ensayo.
Considerémoslo al
describir en el tercer
ensayo el descubrimiento
del objeto sexual, Freud
escribe (y así lo cita
Laplanche) “En la época
en que la satisfacción
sexual, en sus primer
momentos estaba ligada a
la absorción (le los
alimentos, pulsión sexual
tenía su objeto sexual
fuera del cuerpo propio, el
seno de la madre. Este
objeto sólo ‘fue perdido
más tan. Posiblemente
justo cuando el niño se
volvió capaz de formar
una representación de
conjunto de la persona ha
la que pertenecía el

que le provee una


satisfacción. En líneas
generales, la pulsión
sexual se vuelve a partir
de ese momento,
autoerótica, y después que
se supera el período de
latencia, la relación u se
restablece. Tiene un
fundamento sólido el
hecho que la succión del
niño al seno de la madre
se haya vuelto modelo
dicho de toda relación
amorosa. Hallar el objeto
sexual es, ido con
propiedad., volver a
encontrarlo” (1905).

La nota agregada en 1915


es la siguiente: “el
psicoanálisis enseña que
existen dos caminos para
el descubrimiento del
primero el que ha sido
discutido en este texto,
por apuntalamiento, sobro
los modelos de la primera
infancia (in nung an die
frühinfantilen Vorbilde) y
en segundo término, el
camino narcisístico en el
que el Yo busca lo que le
e y lo vuelve a encontrar
en otra persona.” (Se
notara proximidad entre la
identificación y el
apuntalamiento. Dos
caminos se podría decir,
parafraseando a Freud,
por vía di per vía di
porre).
Retomé intencionalmente
los términos utilizados
por Freud: en 1905 y en
1915 se expresa la misma
connotación del apuntala
o: la del modelo
(vorbiidich, Vo bilder).
Esta dimensión permitirá
a Freud la ampliación de
su concepto de
apuntalamiento para dar
cuenta de la sexualidad y
de la elección del objeto
amoroso sobre el modelo
de los prototipos
infantiles primarios: este
modelo incluye la
relación con la madre.
Estas dimensiones
(apoyo, modelo,
transcripción y derivación
y sus componentes que
son a la vez condición y
efecto del apuntalamiento
(la función corporal, la
madre, el sistema
simbólico y sus
suplementos)
caracterizarán el concepto
de Anlehnung, y
acompañarán las
transformaciones teóricas
que Freud traerá
concepción del
psiquismo. La
diferenciación y la
oposición pulsiones
sexuales y pulsiones del
Yo constituirá un
momento importante de
esta evolución en la
ampliación del concepto
apuntalamiento, F.
Gantheret (1971) y J.
Guillaurnin (1978)
después de J. Laplanche
y J.B. Pontalis (1967)
destacaron la importancia
del cambio terminológico
de 1910 (Dic psychoge
9tórung ja
psychoanalytischer
Auffassung).

2) El apoyo sobre la
madre, el jipo de elección
de objeto
por apuntalamiento y ¡as
pulsiones del Yo

1910 marca para Freud


una fecha fecunda cr1 el
trabajo de la teorización y
esto en diferentes
direcciones que todas
convergen en una
reelaboración ¿le la
noción de apuntalamiento.
Para entender su
importancia hay que
recordar que Freud
escribirá ese año su
primera Contribución u la
psicvlogia de la vida
amorosa (Sobre un tipo
especial de elección de
objeto en e) hombre”).
Un recuerdo de infancia
de Leonardo da Vinci, la
alteración psicogénica de
la visión según la
concepción
psicoanalítica, junto con
otros escritos técnicos o
teóricos.
En el texto sobre ‘Las
perturbaciones
pxicógcnas de la visión”,
Freud opone las pulsiones
del Yo, o, lo que para. él
es equivalente? las
pulsiones (le
autoconservación a las
pulsiones sexuales, y que
sustituye las primeras a la
idea de necesidad.. Esta
modificación es
fundamental, escribe J.
Guillaumirt: “Fin efecto,
si las “necesidades”,
vueltas “pulsiones” son
“del Yo”, cesa de ser
cada una el producto le
una zona erógena, parte
funcional mente aislada
de un cuerpo vivido como
dividido originalmente La
unidad del yo es ahora
planteada inicialmente
por el vocabulario, en un
estadio en que aun no se
halla asegurada en el nivel
representativo”.
Guillaumin nota que la
corrección terminológica
de 1910 se ajusta por una
lado a una intuición, la
que emite en 1985 en el
proyecto pura una
psicología científica,
formulando la noción de
para-excitación
(Rcizschutz) que es
también barrer de
contacto, y por otro lacio
a una nueva perspectiva
que desarrollara en 1913-
14, al introducir la noción
de narcisismo.
En efecto, por un lado la
madre garantiza la
protección de y frágil de]
niño contra las
excitaciones insoportables
del afuera del adentro,
anticipando así la noción
que el sujeto tendrá más
tarde (le su unidad y de
sus intereses vitales.
Hasta el memore en que
estará en condiciones de
hacerse cargo él mismo,
el yo u puede subsistir
como unidad más que
apoyándose sobre la
madre. Por otro lacto,
continúa Guillaumin, “Si
el yo es unidad, y sin
embargo fuente como tal
de una diversidad de
pulsiones que guarden en
él una raíz común que le
confiere una finalidad
“defensiva’ común, es
comprensible y aun
necesario que puede
alguna manera ser
investido antes de
alcanzar la unidad de
presentación, de ahí el
narcisismo “primario” del
que se dice fundamento
que corresponde por
excelencia a la forma
original las investiduras
de la libido del yo. La
elección de objeto
apuntalamiento (cler
Objektwahl nach dem
Anlehnungstypus) Freud
describe entonces, se
efectúa sobre el modero
del objeto mal investido
en el transcurso de la
función materna de
alimentación, de cuidado
y de protección de la que
se benefició en o tiempo
el niño. Guillaumin
destaca que el cambio
introducido por Freud en
1910 modifica su teoría
del apuntalamiento y
remite, hacia adelante y
hacia atrás, a la función
materna en 1o genes de la
vida psíquica: “El
apuntalamiento materno
es el apuntalamiento del
yo total sobre el que se
apoyan a su vez toda:
diferenciaciones
pulsionales ulteriores, que
no pueden producirse sin
riesgo si no suponen
adquirida esta primera
seguridad lugar y
receptáculo destinado a
permanecer siempre
secretamente evocable en
el transcurso de las
experiencias ulteriores”.
Lo que Freud estableció
en el trabajo sobre “Las
perturbaciones
psicógenas de la visión”,
lo elaborará en sus
“Consideraciones sobre la
psicología de la vida
amorosa” al proponer una
vez más esa idea de que el
psiquismo es una
construcción de
apuntalamientos: “Las
pulsiones sexuales
encuentran sus primeros
objetivos apuntalándose
sobre los valores
reconocidos por las
pulsiones I yo, así como
se experimentan las
primeras satisfacciones
sexuales apuntaladas
sobre las funciones
corporales necesaria va la
conservación de la vida”
(trad. J. Laplanche, en
Freud: vida sexual). La
misma idea será retomada
en 1914 en ese pasaje de
Introducción al
narcisismo: “Las
pulsiones sexuales
apuntalan ante todo sobre
la satisfacción de las
pulsiones del y las que se
independizan sólo más
tarde; pero este
apuntalamiento sigue
revelándose en el hecho
que las personas que tiene
ie ver con la alimentación,
los cuidados, la
protección del niño se
vuelven sus primeros
objetos sexuales; es ante
todo la madre o a
instituto”. (La vida
sexual, trad. J.
Laplanche).
.

3- Apuntalamiento y
desamparo
(Hilflosigkein)

El apuntalamiento sobre
la madre, sobre su cuerpo
real e imaginario y sobre
su actividad psíquica
-Bion y Winnicott
insistirán en esto más
tarde- introduce la noción
de Anlehnun en el orden
del vínculo, del apego, de
la relación primaria. Esta
perspectiva ofrece toda su
plenitud y su resonancia
dramática al término
francés “étayage”
(apuntalamiento): en
efecto, la pérdida del
vínculo y del objeto
primario amenaza, arruina
y corroe la vida del niño.
La angustia inherente a la
inmadurez biológica
humana busca
apuntalamiento, es decir:
apoyo, refuerzo, amparo,
consolidación y
contención. Así los
apuntalamientos funda
mentales de cada persona
constituyen la historia
misma de sus desamparos
y de Jo que, entonces,
ofreció el apoyo psíquico
vital
La relación explícita entre
el desamparo
fundamental, el sei sin
auxilio (Hilflosingkeit) y
el tipo de elección de
objeto po apuntalamiento
es expresado por Freud en
el Porvenir de unc
ilusión. Freud desarrolla
la idea de que la religión
surgió, com’ todas las
demás conquistas de la
civilización, de la
necesidad ci defenderse
contra la aplastante
superioridad de la
naturaleza de corregir las
imperfecciones de la
cultura. Esta necesidad est
ligada al desamparo de
los hombres y a su
necesidad de ayuda
(Hilflosikeit und
Schuzhedürftigkeit); y
cuando se trata, par
Freud, de establecer las
relaciones que articulan el
desamparo infantil y el
desamparo adulto que lo
prolonga, escribe: “Repn
sentémonos la vida
psíquica del niño
pequeño., ¿Recuerdan 1
elección de objeto del tipo
de “buscar apoyo” de la
que habla análisis? La
libido sigue el camino de
las necesidades narcisista
y se liga con los objetos
que aseguran la
satisfacción. Así la madre,
que satisface el hambre,
se vuelve primer objeto
amoroso y, seguramente,
Ja primera protección
contra todos los peligros
indeterminados que
amenazan al niño en el
mundo exterior; vuelve,
podemos decir, la primera
protección contra la
angustia. Esta relación
establecida entre
desamparo, protección y
‘huso apoyo”, recorre
toda la obra de Freud de
los años 1926-1932. El
tema del desamparo se
vuelve central en “El
porvenir de una ilusión”
(1927) y Malestar en la
cultura (1930), pero
aparece en forma
destacada en escritos
considerados como más
específicamente
psicoanalíticos
“Inhibición, síntoma y
angustia (1926) y vas
conferencias sobre
psicoanálisis, publicadas
en 1932.
Esta insistencia, en textos
tan diferentes, se debe
seguramente a la
elaboración personal que
Freud debe realizar de un
o período de inermidad y
desamparo. La muerte c4e
sus seres queridos,
particularmente entre su
descendencia (su hija
Sofía, 1920; su nieto
Heinz en 1923), lo pone
duramente a prueba,
como la de sus
contemporáneos,
apuntalamientos cercanos
de primeras
exploraciones: Breuer
(1925), Abraham (1925);
luego la de su propia
madre (1930). A estos
duelos se agregan ataques
corporales graves, la
primera operación de
cáncer (abril 1923),
seguida de otra en octubre
del mismo año, la
amenaza recidiva en
1931, la vejez (Freud
tiene 70 años en 1926),
las rupturas con Rank
(1924), Reich (1926),
Ferenczi (1929) y final-
ente la disolución del
Comité (1927).
Esta impresionante serie
de pérdidas, de ataques,
de rupturas apuntan a lo
que quisiera llamar
amenazas de
desapuntaluiento:
conciernen precisamente
el cuerpo, la madre, el
grupo. El apuntalamiento
que Freud encuentra más
disponible, en toda
ocasión, necesario es el
auto-apuntalamiento en
su propia creatidad y
sobre su propia creación.
Estas son halladas y se
encuentran disponibles
sólo debido a la
importancia asumida por
los otros y en particular
por su madre y su grupo
originario (lo que Lame
su protogrupo).
Este tercer movimiento en
la evolución de la noción
de tnlehnung no se
percibe tan bien como los
dos primeros. Los
intentos de comprensión
del apuntalamiento dejan
a Freud en oposiciones
establecidas en 1910-14.
Esto está quizá vinculado
al hecho de que sus
escritos “sociales” o
antropológicos” y
aquellos acerca del
psicoanálisis denominado
‘aplicado’, despertaron un
menor interés o fueron
sometidos a distorsiones
que los separaron del
conjunto de la obra
freudiana.
La importancia de este
tercer movimiento en la
teoría del apuntalamiento
y en la teoría de la
psiquis, no se debe sólo a
la relación personal de
Freud con la
consideración de la
Hilflosigkeit y la
inmadurez biológica. Se
debe sobre todo al hecho
de que esta temática se
desarrolla precisamente
en los escritos “sociales”
o ‘antropológicos” de
Freud, y en el momento
en que este se expresa de
nuevo acerca de los
grandes sistemas de
creación específicamente
humanos que son las
civilizaciones y las
religiones. Precisemos
aún más: en el mismo
momento y en la medida
en que estos sistemas se
ven amenazados en su
permanencia y su
estabilidad.
En la misma página de El
porvenir de una ilusión
donde se establece la
relación entre Aniehnung
y Iluiflosigkeit, Freud
introduce sin nombrarla...
pero con qué precisión la
noción de un
apuntalamiento por
proyección sobre las
creaciones colectivas;
esboza allí el movimiento
fundamental de lo que no
es sino un apuntalamiento
“social”. ‘Y cuando el
niño, al crecer, ve que
está destinado a ser para
siempre un niño, que
nunca podrá vivir sin
protegerse contra fuerzas
soberanas y desconocidas,
entonces presta
(verleihet) a éstas los
rasgos de la figura
paterna, se creían dioses a
los que teme, que intenta
volver propicios y a los
que atribuyen sin
embargo la tarea de
protegerlo. Así la
nostalgia que siente el
niño por su padre
coincide con la necesidad
de protección que siente
debido a la debilidad
humana; la reacción
defensiva del niño contra
su sentimiento de
desamparo otorga sus
rasgos característicos al
sentimiento de desamparo
que a su vez se siente el
adulto y que engendra la
religión. Pero no es
nuestro objetivo estudiar
más a fondo la evolución
de la idea de Dios, nos
ocupamos aquí solamente
del tesoro constitucional
lo por las ideas religiosa
tal como la civilización
las transmite al
individuo”.
Desamparo, protección,
apoyo: encontramos aquí
el campo conceptual del
apuntalamiento, y más
aún en sus componentes:
apoyo sobre una base
originarte, modelización y
transcripción derivarte.
Estos componentes se ven
particularmente
condensados en la idea de
la herencia creada-
encontrada-recibida,
expresada algunas
páginas antes: “.,, es
particularmente exacto
decir que la civilización
da (Schenkt) al individuo
las ideas (rol religiosas),
ya que las encuentra ya
existentes, le son
presentadas hechas, y
no estaría en condiciones
de descubrirlas solo. Son
patrimonio de una serie
de generaciones, lo
hereda, lo recibe…” Se
reconoce aquí la
prefiguración
perfectamente clara de
concepción winnicottiana
de la cultura(4) y se
notará seguramente que
Winnicott como Freud,
establece una estrecha
relación entre éstas y la
experiencia de ruptura(5).
Cercano a esta línea de
pensamiento me parece
ubicarse J. Guillaumin
quien, en el estudio
profundo y vigoroso que
hace del apuntalamiento y
del deseo de objeto en la
creación pictórica, escribe
en relación a las
relaciones entre el motivo
y el fondo en la pintura:
‘La vocación del fondo no
es quedar limitado a la
funci3n de apertura que
sólo se manifiesta ala
manera de una fuerza de
ruptura. El
reaseguramiento proviene
por el contrario
esencialmente de
características inherentes
al fondo, que le dan el
poder de recoger lo que
de otro modo se perdería
(...). Es ésta lo que
entendemos por función
de apuntalamiento (J.
Guillaurnin, 1978, p.
738).
El fondo (el cuerpo, la
madre, la civilización, la
tarea) sólo tiene un efecto
de apuntalamiento y de
reaseguramiento
antidepresivo (...) por el
encuentro con un límite
que hace mantener junto,
ser.
En otro texto
antropológico, Malestar
en la cultura (1930),
Freud articula desamparo,
dependencia y angustia
frente a la retracción
amorosa con la génesis
del sentimiento de culpa;
explica así el
sometimiento del hombre
a una influencia
extranjera que le hará
considerar qué es lo que
está bien y qué es lo que
esta mal. El motivo de
este sometimiento” es
fácil de descubrir en su
desamparo y su
dependencia absoluta del
Otro, y la mejor manera
de definirlo es en tanto
angustia frente a la
retracción amorosa
(Liebesuerlust). Si llega a
perder el amor de la
persona de la que
depende, pierde al mismo
tiempo su protección
contra todo tipo de
peligros...“. Algunas
líneas más abajo, Freud
calificará como angustia
“social” (“soziale”Angst)
la angustia frente a 1
retracción amorosa (Angst
vor dern Liebesverlust).
Este tema esta - presente
desde 1926 en Inhibición,
Síntoma y Angustia cuan
Freud reconoce en la
génesis de la angustia
social el núcleo d Superyó
que corresponde a la
instancia parental
introyectada y “esa parte
del Superyó que se
desarrollé con ulterioridad
apoyándose
sobre el modelo de (In
Anlehnung an) prototipos
sociales.

4- El apoyo y el pasaje:
la problematización del
apuntalamiento es la de
la explicación
en psicoanálisis

El análisis de los textos de


Freud permitió seguir la
evolución del concepto de
Anlehnung en su
pensamiento, señalar los
apuntalamientos
necesarios para la vida
psíquica y situar el
proceso constitutivo del
psiquismo humano como
resultado del desamparo
originario y de la angustia
social’. Establecimos que
la noi’ de Anlehnung se
compone de tres sentidos:
apoyo o puni:
modelo y transcripción.
Es esencialmente este
tercer significado el que
designa literalmente lo
entreabierto, que nos da
acceso a problemática
original del
apuntalamiento: la del
pasaje, de 1
transformaciones de la
transcripción, como lo
formularon jusi mente J.
Laplanche y F. Gantheret.

Desde una perspectiva


histórica y conceptual, es
de notar que Freud marca
la articulación entre
Anlehnung y pasaje
relación a la noción. de
para-excitación
(Reizscliulz) desde 1 ‘3P
Las transformaciones le
esta noción hasta 1938,
harán intervenir el
concepto del Yo y tomar
en consideración el rol
acávamnen protector de la
madre, en su relación cori
el cuerpo y la piel c niño
y en su actividad psíquica.
Sería justo asociar a lo
que Bi describió en su
firnción alfa una función
de para-excitación,
transcripción elaborativa
y de continente activo: lo
que designa como función
continente, para reasumir
esas tres dimensiorj es
entonces una función de
apuntalamiento. Es de
notar también teoría de
las zonas corporales
erógenas (1905) propone
una lógica de situación
entre las zonas: “La zona
anal es similar zona
labial, por su situación
apropiada (durch ihre
Lage riet) en el hecho que
permite un
apuntalamiento de la
ilidad sobre otras
funciones corporales’. De
hecho, no se sólo de una
homología de situación,
sirio también de una )loU
cic estructl1ray de
función; en efecto, lo
zona labial y la anal, la
zona genital, lo mismo
que la piel, tienen en
connmn “situación
apropiada” para el pasaje
y para el contacto:
je cutre dos espacios,
fronteras entre lo abierto
y lo cerrado, adentro y lo
de afuera.
1ay así, Cli el concepto de
apuntalamiento, una
dimensión de ida y de
iranscripción (“re-prise”)
transformadora, a travós
ts cuales se inaugura la
cualidad psíquica, que
adviene en un 70, que se
podría llamar paradojal,
sobre un “objeto” cuyo
mo os ser al mismo
tiempo un no-objeto sobre
una continuique se
constituye como tal sólo
al emerger en la
experiencia j cliso m Li,
iro.
El modelo freudiano de
1905, señala el aspecto
más importante del
apuntalamiento: es sobre
la ausencia y la falta de
objeto de se elbeid m
movimiento psíquico
fundamental que abrirna
nueva vía (.) la de la
mentalización (...) hacer
aparecer ?tos nuevos ( el
objeto de la fantasía) y de
las relaciones de rio en las
qi ¿e predorrijuarán los
aspectos transformadores
de elacin (es decir ante
todo [as funciones
organizadoras de la dro y
del iiadrn. Lo que es
notable, en efecto, es que
el cuerpo aquí a la voz el
fundamento (apoyo
originante, modelo) y la
táfora (Lran$cricj(3n) del
proceso de
apuntalamiento, pero en
movim lentA, paralelo y
también estructurante que
esta vez es )dUcido por
un ‘fenómeno psíquico”
que ya está allí y que
iviene llamar “la madre”
inseparable del sistema
simbólico, ipal, social que
lo contiene.
Lo que también, es
notable es que, er la teoría
de la elección
objeto por
apuntalamiento, sea
siempre sobre la ausencia
del
o como se organiza un
proceso psíquico que va a
llevar a
vestir, por desplazamiento
y derivación, por
transformación,
i objeto nuevo asido en un
sistema de
apuntalamiento. En este
movimiento de pérdida y
de distancia, el puntal
(objeto sólido,
permanente y firme) se
constituye como objeto
psíquico indisociable de
un sistema de relaciones
de objeto.
Se puede ver nuevamente
aquí la articulación
fundamental de la
identificación, proyectiva
o introyectiva, con el
proceso y la relación de
apuntala mi ente en el
momento en que se
efectúa un movimiento de
entre apertura, en este
tiempo de la
transcripción, en este
espacio de apertura o d.c
cierre, como entre la boca
y el pezón, entre el niño y
la madre, entre el adentro
y el afuera, sobre el
límite.
La dimensión de lo
entreabierto que compone
1nlehnung no designa
sólo el pasaje y la
apertura y cierre de los
espacios; la metáfora
señala el riesgo de que la
transcripción del otro lado
no se realice: que entre
los das órdenes, los ds
espacios sólo haya
confusión, absorción,
sutura. Para que el
apuntalamiento -liroce’ so
constitutivo del
psiquismo- se realice, es
imperativo que el puntal
no haga cuerpo con lo
que se apuntala, aunque
se requiere una semejanza
entre el que aputitala y el
apuntalado. El concepto
de apuntalamiento indica
expresamente que los
elementos en apoyo son a
la vez separados y
abiertos sobre una de sus
caras. La noción de
entreabierto indica esta
frontera y esta
transcripción.
Esto es lo que l3iori
describe en la función
alfa de la madre; Ja
externalización de un
contenido en otro
continente abierl.o dilh
rencitclo y activo
modifica actecuándolo en
parte al nuevo con,ti
nente, el contenid<.
incontenible y hace
posible la transcripción
transformadora. ‘Una de
esas adecuaciones es lo
que llamé 4pa rato
Fscquico Grmpa./ y
podemos entonces
considerar el funciona
miento y [os ajustes en las
relaciones entre lis
aparatos psíquica dual,
familiar, iris institucional,
Estas consideraciones
sobre el apuntalamiento
introduce directamente la
cuestión capital de [a
causalidad PS ÍqUiC;L 1.
relación del Yo y el
cuerpo no es, en Freud,
como lo mostré t
Gantheret, una relación de
determinación unívoca y
directa: es la relación es
de derivación o de
transcripción: “El Yo es
en última instancia
derivado de sensaciones
corporales,
principalmente aquellas
que nacen de la superficie
del cuerpo. Puede así s
considerado como la
proyección mental de la
superficie del cupo”.
(trad. J. Laplanche y J.B.
Poritalis).

F. Gantheret (1971)
comenta así este texto:
‘Esta proyección marca
una distancia-derivación:
un camino y una
transformación de uno al
otro, de lo biológico a lo
psicológico, del cuerpo
real al cuerpo en la
fantasía”. Destacando en
la noción de
apuntalamiento esta
dimensión de lo
entreabierto, es decir a la
vez separación y
comunicación derivada,
Gantheret describe,
oponiéndolos como me
parece justo hacerlo, el
carácter estático del
apuntalamiento reducido
al apoyo y el movimiento
implicado en lo
entreabierto y la
transcripción; “El
apuntalamiento nos
ofrecv la imagen
arquitectónica de
relaciones casi espaciales
y estáticas entre las
necesidades del cuerpo
biológico y las pulsiones
sexuales: una puerta
entreabierta nos sugiere
una modalidad de pasa je
de elementos de un lado
al otro: su escucha y su
transcripción del otro
lado de la puerta, en el
drama que se juega allí.
No podemos preguntar si
no se trata ahí de una
frontera, qu delimita el
campo de lo simbólico, el
campo psicoanalítico, L
manera de franquear esta
puerta- ¿hay qué decir el
acto d. constitución del
símbolo?- transcripción
de un elemento en otro
texto, metáfora, nos
recuerda otro: las
relaciones entre el campo
de la fantasía y el campo
de la realidad
sociopolítica. J.riten
mostrar en otro trabajo
anterior, que los
elementos constitutivo:
de la realidad
sociopolítica hallaban en
la fantasía una
transcripción metafórica,
que ubicaba a uno en
posición paradigmática d
otro. El campo de la
fantasía y de la sexualidad
se extenderí:
entre estas dos puertas
entreabiertas como
constituido por 1 doble
transcripción (4)

Esto pone en relieve otra


articulación, que Freud
indica explícitamente en
los Tres ensayos, entre
apuntalamiento y
sublimación de la
sexualidad. Freud usa
también el término
‘derivación” para calificar
la transcripción
transformadora que es l
sublimación, cuando
escribe en 1910 en Un
recuerdo infantil ck
Leonardo da Vinci:”La
observación de la vida
cotidiana flOs muestra
que la mayoría de los
hombres logran derivar
(leiten montos
considerables de sus
fuerzas instintivas
sexuales al servicio de su
actividad profesional. El
instinto sexual está
perfecta mente en
condiciones de ofrecer
estos aportes, ya que tiene
la facultad de
sublimación, es decir la
capacidad de abandonar
St:
objetivo inmediato en
favor de otros objetivos
no sexuales y
eventualmente más
elevados en la estima de
los hombres’ (Uit
recuerdo infantil de
Leonardo da Vinci).
Así, la relación entre el
psiquismo y el entorno
material, entre el
psiquismo y lo
sociopolítico, entre el
pskjuismo ,y lc grupal, no
es una relación
d(repI.oÇ{uccjófl
especular (Spiegelunf de
Uno en el Otro, reflejo
abismal que aboliría estas
mismas categorías (la
psicosis podría ser
descripta así): esta
relación es d una
transcripción
transformado,.a; intenté
mostrar que, precisa
mente la ideología fracasa
allí n.ismO donde se
constituye lo mitopoético
(R Kaés, 1980).
La explicación que
emplea el concepto de
apuntalamiento es la
misma de la realidad
psíquica, En relación al
debate lanzado por las
elaboraciones de Bowlby
a partir de las
observaciones de los
etnólogos sobre el apego,
D. An2ieu (1974, p. ] 44)
destaca la distancia
insuperable entre la
explicación biológica y la
explicación
psicoanalítica: ésta apunta
a lo que se juega en el
aparato psíquico en
ocasión del ejercicio de
las funciones corporales
riecesartas para la vida, en
ocasión del desarrollo
neurobiológico, en
ón del contacto y de las
funciones de la madre, del
padre y de sociedad, pero
no directamente a causa
de éstos o de aquéllos.
Cuando se interroga en
1926, en Inhibición
síntoma y angustia sobre
el origen posible de las
represiones originarias,
Freud ibe (el subrayado es
mío): Es enteramente
plausible que ores
cuantitativos como el
exceso de intensidad e la
excita y el desgarro
Ç’effraction”) de la para
excitación sean las neras
ocasiones de las
represiones originarias”.
SUMEN
El concepto de
apuntalamiento es uno de
los conceptos funnentales
del psicoanálisis.
La primera parte del
artículo propone una
construcción idiente a re-
evaluarlo a partir del
conjunto de la obra de
Freud le la clínica
psicoanalítica individual y
grupal Les términos de ia
epistemología del campo
específico del
psicoanálisis, están
blemente enmarcados por
la realidad corporal y la
realidad cial y cultural,
sobre las que se apuntalan
las formaciones y los
ocesos de la realidad
psíquica: en ruptura y en
apoyo, en modelo y en
desprendimiento.
La segunda parte explora
dos hipótesis originales:
la del apuntalamiento
múltiple (sobre las
necesidades corporales,
sobre 1 grupo y la cultura,
sobre el mismo aparato
psíquico); la de la
estructuración grupal de
ciertas formaciones y
procesos de la ealidad
psíquica. Se vuelven a
evaluar, desde esta
perspectiva, algunos
conceptos: el objeto y la
pulsión, el Yo y la
identificación, a
representación, la relación
de objeto y el narcisismo.
RESUMÉ
Le concepte d’étayage est
un des conceptes
fondamentaux de la
psychanalyse.
La premire partie de cet
article propose une
constructiOfl qui tend la
remettre en valeur dana
l’ensemble de l’oeuvre de
Freud et de la clinique
psychanalYtique
individuelle et groupale.
La deuxiéme partie
investigue deu.x bypoth?
seS originales:

celle de l’tayage multiple


(sur les hesoins corporeis,
su le groupe et la culture,
sur l’appareil psychique
lui-mrne); ce]e de
l’estructuration groupale
de certaines formations et
pr ocessus de la réalité
psychique. Qn remet en
valeur, de ce point de vue,
certains conceptes: l’objet
cf la puision, le rnoi €t
l’icentification, la
représentation, la relation
d’objct cf le narcissisnie.
SUMMARY
The notion of propping
(support) is ene of the
ftiiidinientai ídeas of
psychoanalysis.
The first part of this
analysis roposa a co
instrucción with a view to
a re-appraisal of this
noton baseé on the holc of
Freud’s work and the
clinic of individual and
gorap psych analysis.
T}ie tenns of an
epistemology of the
speciiic field of
uSyC2Oaralysis are set in
the double trame ofbody
reality and social and
culteril re&ity
whichsupports the
formatioris and prcese of
psyclde1l reality: in
rupture aud suport, in
ntodel atid in
disngegemert.
The second part explores
two orginal hypothes3s;
fue mio of multiple
propping (by bodi.ty
nceds, group an culture
arid the psychic apparatits
itself) and the ono of the
groupl truduratjon of
certain proeesses and
forrnetions f psychicel
:ealíty Seen from this
pepective certain notions
are appreised anew;
object and drive, ego and
identification,
representation, object role
tior) and narcissism.

(1) IIVSPJTUCJoN
PSFC TEflAPEI. TJ(A
Direl,,,,, Dr, ‘rl c r Us nr
[)rn. Mirla 1. Mnd’z Pi
Holding intensivo en
internaciones
discriminadas,
espacios físccs
indponcieriies, Coerci.:
Dra. Graciela
FJorenjno.

:í IIYDI p.tr.t Jk:,ii rOn


dtu
( bit ) nr p u ch I as
SIe9Ot/1 ‘ j’el : j7] 8
t»VhLI .1

* Este trabajo es la
traducción de un artículo
editado en la revista
francesa Conexiones.
Titulo original: “Etayage
el structuration du
Psychismc”. Connexions,
N5 44, 1984, llené Kaüs
(1984).
Hay términos muy
específicos
Ttaducircmos: “reprise”
‘eta yoge’
“appui”
“dériuc’
‘¿lai”

en el desarrollo de las
ideas de Kads.
corno transcripción
como apuntalamiento
corno apoyo
como desprendimiento
como puntal o estaca

gcrv. AA,”° Tko XV 3/tf


(2)° El lector podrá
encontrar un resumen de
estas hipótesis tanto en r
reducción al andljsj,ç
transjcjono2. Ii. Kaás y
col. (1979): Crisis,
ruptura )eración (Dunod,
Paris), como en mi
artículo “Trois repares
théoi-iqw ir le travail
psychanalytique groupaL
l’tayage niultiple, l’appar(
‘chique groupal, La
transitionnalité.
P,:rspeetivesPsychietriqu
es, 1979,1 146-157 corno
en mi libro “L’ldáologie.
Etud.es
psychcznalytiques”. Pan
nod, 1980.

(3)‘Nieiit frci atehen cder


sitzen, s3ndern mit einern
(&pr .n ,ei:h
schrge Ilal: an oineni
festatehendn Gegcnstaud
su±en’.

(4)Por un retorno de la
traducción sobre el
t1irmino original, el
diccionario alemán-
francés de Bertaux et
Lepointe admite para
Anlehnung el sentido de
apuntalamiento tal como
lo establecieron las
traducciones francesas de
los ztos psicoanalíticos
alemanes.

(5)Renan (‘sa vieja


sociedad fundada sobre
Dios y el rey, dos estacas
q no es seguro que se
pueda reemplazar’)
expresa el temor ,je que lo
que f permanente se
vuelva provisorio.

(6)El Yo y el Ello
(7)El porvenir de una
ilusión.

(8) Salvo iridicacióu


&ontrarj i, propuse uia
tridicc ión ewot al de
textos le Freud referidos
en este estudie. (Ka.s,.

(9)y que retomará en


1927 en El porvenir de
una ilusián y en 1938
ompendio de
psicoanálisis

(10)‘He utilizado el
término de experiencia
cultural viendo en éste
una extensión de la idea
de fenómenos
transicionalcs y de juego
(.) Al usar la palabra
cultura, pienso en la
tradición que se hereda.
Pienso en algo que es la
parte común de la
humanidad, a la quç
pueden contribuir
individuos y gñipos y de
la que cada uno de
nosotros podrá obtener
algo, si tenemos un lugar
donde poner lo que
encontramos’. (Winnicott,
Juego y realidad, 1975, p.
1a7).
(11)Cf R. Kaiis (1976,
1977, 1979), sobre la
problemática de la ruptura
y de la elaboración de la
experiencia de la ruptura
(transicionalidad). El
concepto de
apuntalamiento, como la
experiencia de la pérdida
y del apoyo reencontrado,
re-encontrado en una
retranscripción
transformadora, es central
en la noción de
transcionalidad.

(12) El subrayado es mío.


Me parece que Gantheret
ofrece alliuna formulaci
precisa de lo que he
llamado el doble
apuntalamiento. El texto
que sigue merece ser
citado por entero, porque
tendré la oportunidad de
referirme a más adelante:
‘En ese sentido, sigue, es
ejemplar la construcción
de la obra L• Schilder que
sitúa la “estructura
libidinal de la imagen del
cuerpo” entre s bases
biológicas y una
“sociología de la imagen
del cuerpo. En el mismo
ordi de ideas, sería
interesante preguntarse
sobre el sentido de la
trayectoria de Reich, su
negación de la fantasía lo
lleva a privilegiar
alternativamente o forma
conjunta, estos dos
campos contiguos y
marginales que son la
lucha clases por un lado,
y el biológico por el otro.
Un conjunto delirante
nace de ea doble
dimensión. La realidad
socio-política como la
realidad biológicas solo
están presentes en la
fantasia a través de una
transcripción metafórica,
en negativo. Esta
negatividad es
constitutiva de la fantasía
si falta, lo que cataba
ligado en el campo
simbólico se pone a
“hablaz por sí mismo, ya
no n la negatividad, Sino
de alguna manera en
positivo, ej discurso
desimbolizado del delirio.
Así, el cuerpo se pone a
hablar por sí mismo, ya
sca el órgano de Reich o
el cuerpo en la psicosjs”,
(Gantheret, 1971, p. 143)

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