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Introducción

Hacemucho que los observadores de la

conducta humana han argumentado que las

personas pueden ser clasificadas en tipos diferentes,

con base en su personalidad (Tyer y Ferguson,

1988). En la aplicación clínica moderna de la

psicología y la psiquiatría se hace referencia a las

tipologías anormales como trastornos de la

personalidad – formas características de percibir y

relacionarse con el mundo que tienen por resultado

disfunciones o discapacidades sociales (American

Psychiatric Association, 1994; Millon, 1981). La

psicopatía o el trastorno psicopático de la

personalidad puede diferenciarse de otros trastornos

de la personalidad por su patrón característico de

síntomas interpersonales, afectivos y conductuales

(Cleckley, 1976; Hare, 1991; McCord y McCord,

1964). En la relación interpersonal los psicópatas se

caracterizan por ser elocuentes, egocéntricos,

manipuladores, dominantes, contundentes y carecer

de sentimientos. En su dimensión afectiva

presentan emociones lábiles y poco profundas, son

incapaces de establecer lazos afectivos duraderos,

principios o metas realistas y presentan una

incapacidad para empatizar, experimentar ansiedad

o experimentar genuínos sentimientos de culpa y

remordimiento. Relativamente a su

comportamiento, los psicóptas son impulsivos,

buscadores de sensaciones novedosas y tienden a


violar las normas sociales – la expresión más obvia

de estas predisposiciones engloba la delincuencia,

el consumo de drogas y el fracaso en el

cumplimiento de las obligaciones sociales y de las

responsabilidades. Robert Hare en su libro Without

Conscience (Hare, 1993), ofrece una introducción

amena al concepto de psicopatía.

La evaluación del trastorno psicopático de la

personalidad ha sido un tópico de interés creciente

en la década pasada, probablemente por dos

razones: la primera tiene que ver con el suceso enel

área de la psicología de los criterios diagnósticos de

la psicopatía – especificamente la Escala de

Evaluación de la Psicopatía (PCL ; Hare, 1980) y

su versión más reciente (PCL-R ; Hare, 1991). Hay

actualmente un considerable volumen de literatura

científica que avala la fiabilidad y validez de la

PCL y de la PCL-R en escenarios forenses: de

particular importancia es su capacidad de predecir

la conducta criminal (para una revisión ver Hare,

1991; Hare, Forth y Strachanm 1992; Hare y Hart,

1993).

La segunda razón que motiva un interés

creciente es el desencanto con los criterios

diagnósticos del Trastorno Antisocial de la

Personalidad (TAP) propuestos por las recientes

ediciones del Manual Diagnóstico y Estadístico de

los Trastornos Mentales de la Asociación

Americana de Psiquiatría, conocidas como DSMIII,


DSM-III-R y DSM-IV (American Psychiatric

Association, 1980, 1987, 1994). Los criterios para

el TAP proporcionados en estos manuales consisten

en una extensa lista de comportamientos

delincuentes y criminales. Estos criterios han sido

severamente criticados por su negligencia con

síntomas afectivos e interpersonales, históricamente

asociados al constructo de la psicopatía, tales como

la superficialidad, el sentido desmesurado de la

autovalía, la insensibilidad emocional, la

manipulación de los demás, la incapacidad para

sentir remordimiento, etc. (Hare, 1993; Hart, Hare y

Harpur, 1991; Millon, 1981; Rogers y Dion, 1991;

Widiger y Corbitt, 1995). Con todo, cabe destacar

que en el texto del DSM-IV, la Asociación

Americana de Psiquiatría reconoce actual y

explícitamente la importancia de los síntomas

afectivos e interpersonales en el diagnóstico del

TAP:

«La falta de empatía, la el sentido

desmesurado de la autovalía y el encanto

superficial son características que han sido

incluidas habitualmente en el concepto

tradicional de psicopatía y que pueden ser

útiles para el diagnóstico de Trastorno

Antisocial de la Personalidad en cárceles o

en ámbitos forenses donde hay probabilidad

de que los actos criminales, delincuentes o

agresivos sean inespecíficos» (1994, p. 647).


El problema es que el DSM-IV no proporciona

líneas guía para la evaluación de estos síntomas

(Hare y Hart, 1995).

En este manual, se describe el desarrollo y

validación de la Versión de Cribado de la Escala de

Evaluación de la Psicopatía de Hare o PCL:SV. La

PCL:SV es una escala de 12 ítems, que deriva de la

PCL-R y que tiene dos propósitos principales: hacer

el cribado de la psicopatía en escenarios forenses y

evaluar el diagnóstico de psicopatía fuera del

contexto forense.

Utilización de la PCL :SV

La PCL:SV presenta buena validez como

herramienta de cribado y puede utilizarse en

contextos forenses y no forenses. Los apartados

siguientes profundizan sobre la utilización de la

PCL:SV.

Cribado de psicopatía en contextos forenses

La PCL-R debe ser considerada el método de

elección para evaluar y diagnosticar la psicopatía en

contextos forenses (prisiones y psiquiátricos

forenses), debido a sus excelentes propiedades

psicométricas y una validez bien establecida. Con

todo, exige bastante tiempo y es dispendiosa para

utilizarse de forma rutinaria. Por el contrario, la

PCL:SV es una forma relativamente rápida y barata

de evaluar rasgos psicopáticos en delincuentes y

pacientes forenses. Se puede administrar la PCL-R

en individuos que obtienen puntuaciones altas en la


PCL:SV, para mejorar la fiabilidad de la evaluación

de la psicopatía.

Este manual presenta algunas investigaciones

que indican que la PCL:SV tiene una buena validez

como test de cribado. Aún así cabe considerar que

si bien la concordancia entre ambas escalas es

bastante alta, la PCL:SV sobrestima la predicción

de psicopatía, relativamente a la PCL-R aunque su

especificidad es alta. Por ello la necesidad de que

individuos con puntuaciones altas en la PCL:SV

sean reevaluados con la PCL-R. Pero, aquellos que

obtenga puntuaciones bajas, se puede afirmar con

gran seguridad que no son psicópatas.

La administración de la PCL:SV puede

representar un ahorro sustancial en medios donde se

suele hacer el cribado rutinario de psicopatía. Por

ejemplo, un hospital psiquiátrico forense puede

recibir alrededor de 100 presos anualmente para

evaluación y tratamiento. Es habitual que los

hospitales utilicen la PCL-R para mejorar las

decisiones sobre el tratamiento y la clasificación

institucional de los pacientes que presentan alto

riesgo de conducta perturbadora en el interior de la

institución y de aquellos a quién puede resultar

inapropiado asignarles a un grupo psicoterapéutico.

La experiencia nos dice que aproximadamente el

10% de los admitidos en estos hospitales son

diagnosticados de psicopatía, según los criterios de

la PCL-R. Asumiendo que el cumplimiento de esta


escala requiere entre dos horas y media y tres horas

del tiempo del clínico por cada paciente que evalúa,

entonces la evaluación de este trastorno requeriría

un total de 275 clínicos/hora por año. Pero, si los

mismo pacientes fuesen evaluados utilizando la

PCL:SV, se requeriría solamente entre una y una

hora y media clínico/hora por paciente o un total de

125 horas de un clínico por año. Aproximadamente

el 20% de los pacientes puntuaría alto en la

PCL:SV y debería remitirse para evaluación con la

PCL-R, requiriendo unperiodo adicional entre una

hora y media y dos horas por paciente, o sea, un

total de 35 clínicos/hora.

Así, utilizar aisladamente la PCL-R requeriría

275 clínico/hora por año, mientras que utilizar la

PCL:SV en combinación con la PCL-R requeriría

solamente 160 clínicos/hora – un ahorro anual de

115 clínicos/hora (alrededor de 15 días de un

clínico) o más de 40% en coste laboral.

Evaluación y diagnóstico de psicopatía fuera de

los contextos forenses

Debido a que la PCL:SV puede ser completada

en ausencia de registros de información criminal, es

más apropiada, que la PCL-R para utilizarse fuera

de contextos forenses. En particular la PCL:SV es

bastante adecuada para evaluaciones psiquiátricas

civiles, estudios en población general

(investigación epidemiológica) y en selección de

personal (ej. cribado de profesionales del derecho,


personal militar o que trabaja en prisiones). La

publicación de la PCL:SV permitirá a los

investigadores plantear más estudios sobre la

naturaleza y consecuencias de la psicopatía fuera de

los muros de las prisiones.

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