La 

ética medio ambiental: principios y valores para
una ciudadanía responsable en la sociedad global.

Este artículo escrito por Juan Alberto Lecaros Urzúa, expone la gran crisis socioecológica que se
presenta en la actualidad. Este autor nos muestra distintos hechos y situaciones que alteran en
gran medida la relación que existe entre el hombre y su entorno medio ambiental. Por otra parte,
Lecaros nos señala la importancia de generar una ética medio ambiental en la que se reconocen
los derechos para las futuras generaciones y para las demás especies que habitan el planeta. Este
tipo de ética resalta una responsabilidad necesaria para obtener un equilibrio que permita a los
seres humanos tener una mejor calidad de vida y un mayor tiempo de existencia en la tierra.

En este texto se plantean ciertas estrategias o principios útiles para abordar esta crisis global. La
primera de ellas se trata de la responsabilidad por el ser vulnerable, es decir, el cuidado de los
seres humanos actuales y futuros y la demás vida planetaria. Gracias a la globalización y
sobreexplotación de los recursos del planeta, el hombre gasta de manera desproporcionada
recursos no renovables que le brindan los distintos ecosistemas en la biosfera; esto ocasiona un
deterioro constante del ambiente y no permite que pueda recuperarse como debe ser. Esta
problemática no afecta solamente a la población actual, sino que deja en una grave crisis el resto
de especies que se encuentran en el planeta y también, deja pocos recursos y espacio para las
generaciones futuras. Frente a este desafío, el autor expone la necesidad de un enfoque
preventivo que permita a la sociedad ganar tiempo necesario para corregir los errores de la
sobreexplotación y encontrar nuevas alternativas que generen menos impacto a los ecosistemas y
a las especies que habitan en ellos.

El siguiente principio que se plantea en el artículo trata sobre la justicia ecológica que, a su vez, se
divide en tres: la justicia global, la justicia intergeneracional y la justicia interespecífica. La primera,
la justicia global tiene que ver con el reconocimiento de todos los individuos como miembros de
pleno derecho en la comunidad, garantizando así, el bienestar de todos gracias a un comercio
justo y responsable con la ecología del planeta. Por otro lado, la justicia interespecífica nos habla
sobre los derechos que deben poseer los organismos no humanos que al igual que nosotros,
tienen un propósito de sobrevivir y reproducirse cumpliendo también ciertas tareas que permiten
un correcto funcionamiento de las cadenas biológicas. Por último, la justicia intergeneracional
hace referencia al deber no recíproco de responsabilidad con las generaciones futuras y la
conservación de la calidad del planeta.

Para finalizar el artículo, el autor propone una serie de transformaciones para una sociedad futura.
Estas trasformaciones tienen que ver con el desarrollo de una visión solidaria entre el mundo
natural y el mundo humano que permita reconocer las necesidades y derechos de las
generaciones futuras y la justicia interespecífica. También, se enfoca en el cambio por una
economía capitalista y productivista a una economía ecológica que permita generar un equilibrio
entre las necesidades de la sociedad y las necesidades de los ecosistemas. Por último, se
encuentra la transformación de nuestra sociedad insostenible y depredadora del medio a una
sociedad más equitativa y sostenible.