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Las Células Son Las Unidades Más Importantes de Los Organismos Vivos
Las Células Son Las Unidades Más Importantes de Los Organismos Vivos
1. Todo en los seres vivos está compuesto por células, o bien por sus
productos de secreción. Los organismos pueden tener una sola célula
(unicelulares) o más (pluricelulares).
2. Todos los seres vivos tienen su origen en las células. Éstas no surgen de
manera espontánea, sino que proceden de otras anteriores.
3. Todas las funciones vitales ocurren dentro de las células o en su entorno
inmediato. La célula es la unidad fisiológica de la vida.
4. Cada célula contiene información genética completa, lo que permite la
transmisión hereditaria generación a generación.
En base a estos postulados de la teoría celular, podemos concluir que el papel que
tienen las células en la constitución de la vida como tal es fundamental.
Concepto[editar]
Tal como lo dice su nombre, la monarquía absoluta es un tipo de gobierno o de organización
política en la cual la persona que tiene el poder lo concentra todo en su persona, de manera
absoluta, negando espacio para otras instituciones independientes o para la división de
poderes, características básicas de la democracia. La monarquía absoluta es un modo de
asegurar que el poder no se dividirá entre varios estados, esferas o poderes y de ese modo
asegurar que la persona a cargo del poder será la única responsable de tomar las decisiones.
Si bien siempre han existido diversas formas de este tipo de gobierno incluso hasta la
actualidad, el período de mayor desarrollo de esta forma de gobierno en Occidente fue desde
la segunda mitad del siglo XVII y todo el siglo XVIII especialmente en Francia con Luis XIV y
sus sucesores.
La recepción del Derecho Romano en las universidades a partir del siglo XVI al siglo XVIII
reforzó la posición de los reyes en cuanto pudieron desprenderse de la prelación teórica
de emperador y papa. La teoría de que el rey es emperador en su reino y que, por tanto, tiene
todos los poderes que pudieran atribuirse a los emperadores antiguos (el princeps legibus
solutus) fue apoyada por los letrados, de origen social bajonobiliario o incluso no privilegiado,
que solo podrían aspirar a ascender socialmente sirviendo a los intereses de un rey fuerte.
Las monarquías de Europa Occidental entre finales de la Edad Media y comienzos de la Edad
Moderna pueden calificarse de monarquías autoritarias, como la de Luis
XI en Francia, Maximiliano I en Austria, los Reyes Católicos en España o Enrique
VIII en Inglaterra. Valois, Tudor y Habsburgo fueron las dinastías que, en un juego de
enfrentamientos y alianzas entre ellas, dominaron el panorama internacional; hacia dentro de
sus territorios asentaron su poder en un ejército permanente, una burocracia y
una Hacienda cada vez más desarrolladas, que les hacían inalcanzables para la nobleza, que
empezará a ser atraída a su servicio como nobleza cortesana.
Durante el siglo XVII surgió la teoría de que el soberano solo respondía por sus actos
ante Dios y, por consiguiente, era su representante en la tierra. Con ello se pretendía legitimar
las decisiones y la posición del rey ante sus súbditos (teoría del Derecho Divino), excepto en
España, donde, desde el siglo XVI, la Escuela de Salamanca había desarrollado una teoría
opuesta: según Luis de Molina, una nación es análoga a una sociedad mercantil en la que los
gobernantes serían los administradores, pero donde el poder reside en el conjunto de los
administrados considerados individualmente, lo que no quita que en un par de siglos después
se adoptase la idea generalizada.
Con la ilustración surge el concepto del despotismo ilustrado, por el cual la función del
monarca era la de traer el progreso y bienestar social y económico a su pueblo por medio de
reformas y la asesoría de sus funcionarios, rompiendo con el tradicionalismo de este y
entrando en conflicto con los intereses de la nobleza.
Con el advenimiento de las revoluciones francesa y norteamericana, junto con la
independencia de Latinoamérica, viene la crisis de las monarquías absolutas como formas de
gobierno, lo que llevó a la instalación de monarquías constitucionales o de repúblicas como
formas de gobierno.
Un país absolutista muy conocido fue Francia, que con su rey Luis XIV, el Rey Sol, alcanzó el
máximo exponente de esta forma de gobierno. En el Estado galo, el absolutismo se mantuvo
de forma continuada durante el reinado de tres reyes (Luis XIV, Luis XV y Luis
XVI; 1661 aprox. - 1789).
Monarquía absoluta
La monarquía absoluta es una forma de gobierno en la que el rey tiene el poder
absoluto. En ella no existe la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial).
Aunque la administración de la justicia pueda tener una autonomía relativa en
relación al rey, o existan instituciones parlamentarias, el monarca absoluto puede
cambiar las decisiones o dictámenes de los tribunales en última instancia o
reformar las leyes a su voluntad (La palabra del rey es ley). Nombra y retira a sus
asistentes en el gobierno a su voluntad. La unidad de todos los poderes suele
considerarse justificada por estimar que la fuente del poder es Dios y que los
monarcas ejercen la soberanía por derecho divino de los reyes. No hay
mecanismos por los que el soberano (que no reconoce superiores) responda por
sus actos, si no es ante Dios mismo.
La monarquía absoluta se desarrolla históricamente en la Europa Occidental a
partir de las monarquías autoritarias que surgen al final de la Edad Media con la
crisis de las monarquías feudales y el predominio que adquiere el rey en relación a
todos los estamentos.
Las ideas de la Ilustración en nuestro tiempo