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❖ SABERES PREVIOS
¿Cómo era la relación de Jesús Con la gente de su época?
❖ ESTRUCTURACIÓN
En tiempos de Jesús, existían varios grupos sociales y religiosos, sin embargo, Él n se adhirió a ninguno de
estos; se mantuvo ante ellos con actitud crítica, se atrevió a transformar la ley judía y a darle supremacía a la
persona. Jesús no se colocaba del lado de los que tienen la fuerza y el poder, estaba con los que sufren las
consecuencias de la opresión. Valoraba la presencia de las mujeres en su movimiento evangelizador y les
devolvió la dignidad.
En tiempos de Jesús, las autoridades
de su pueblo y muchos de los que le
Jesús generó controversia con seguían, excluían a niños, mujeres,
algunos de los grupos sociales y paganos y los enfermos.
religiosos de su época por defender Sin embargo, Jesús acogía a todos
la dignidad de los excluidos sin excepción.
Jesús tuvo que afrontar duras criticas y controversia con los grupos de su entorno que, en gran parte, fueron la
causa de su muerte en la cruz. La sociedad en Palestina era compleja porque cohabitaban diversos grupos
sociales y religiosos, algunos de ellos eran:
TRANSFERENCIA Y EVALUACIÓN
ACTIVIDAD 1
1. Dibuja en una hoja de block el siguiente mapa del país de Jesús, utiliza colores o marcadores.
Segunda Semana: Tema 2: JESÚS, UN HOMBRE CERCANO QUE CAUTIVA Y TRANSFORMA
❖ SABERES PREVIOS
¿Qué rasgos humanos permitieron que Jesús impactara en la vida de los demás?
❖ ESTRUCTURACIÓN
✓ Su personalidad era atrayente y su manera de hablar transformaba los corazones de quienes lo escuchaban.
✓ Realizaba acciones que admiraban todos. Sanaba enfermos, resucitaba muertos, acogía a los niños y a las
mujeres. Lloró la muerte de su amigo Lázaro.
✓ Era cercano a la gente, especialmente a los pobres y excluidos. Acogía a los pecadores y comía con ellos.
Perdonaba pecados con el poder de Dios.
✓ Anunció con palabras y hechos el mandamiento del amor y el perdón a los enemigos.
Jesús arrastra, cautiva y convence. Tiene un gran poder de atracción. Porque une en sí maravillosamente el
vigor y la ternura, la energía más viril y la más extremada delicadeza. Posee una lucidez mental que sobrecoge
y, al mismo tiempo, una insobornable libertad frente a todos y frente a todo. Nada le arredra. Pero tampoco es
un temerario. Sabe lo que quiere y lo quiere de verdad. Es capaz de sentir miedo, temor, tristeza e incluso
angustia mortal. Y, sin embargo, es inaccesible al desaliento. Posee un equilibrio sorprendente. Sin exaltaciones
y sin abatimientos. Aun en los momentos más decisivos de la prueba, saca fuerzas de flaqueza para reaccionar
con energía, siempre en fidelidad amorosa a la voluntad del Padre. Sabe conmoverse y llorar. Es profundamente
humano. Mucho más humano que Juan el Bautista, por ejemplo. No conoce la insensibilidad ni la apatía; y,
menos todavía, la frialdad. Es perfectamente Hombre y Hombre perfecto. Todas las páginas del Evangelio son
un grito que proclama su humanidad y su humanismo.
Jesús no desprecia nada. Lo ama todo, y ama a todos y a cada uno con amor personal e inconfundible. Pero no
se deja sobornar ni subyugar por nada ni por nadie. Tiene y mantiene siempre una plena y absoluta libertad
interior y exterior.
Sólo el encuentro personal con Jesús es capaz de transformar a alguien por dentro, desde su misma urdimbre y
desde sus más profundas raíces. (Y justamente los Ejercicios Espirituales son una especie de 'estrategia' para
provocar este 'encuentro personal'. Un encuentro personal -no lo olvidemos nunca- que el mismo Jesús suscita
por medio del Espíritu, y en el que nuestra acción propia consiste o debe consistir en dejarnos encontrar por él,
ya que es él quien de verdad nos sale al encuentro, y tratar de conocerle, consintiendo activamente en su acción
transformadora).
❖ TRANSFERENCIA Y EVALUACIÓN
ACTIVIDAD 2
1. Lee las citas bíblicas, completa el cuadro y escribe tu propia conclusión sobre las actitudes de
Jesús.
❖ SABERES PREVIOS
¿Por qué Jesús defendía a los pobres y excluidos?
❖ ESTRUCTURACIÓN
Para poder conocer mejor el mensaje de Jesús, es necesario conocer la sociedad en que vivió y los grupos con
los que más se relacionó. Palestina, en tiempos de Jesús, estaba dominada por los romanos, y la sociedad judía
tenía problemas económicos, sociales, políticos y religiosos..., y una gran diversidad de mensajes para
liberarse de estas dificultades. Ante estos problemas, los principales grupos sociales defendían las siguientes
soluciones:
• los zelotas eran partidarios de la lucha armada contra los romanos.
• los fariseos creían que la salvación vendría del cumplimiento riguroso de la ley.
• los esenios, viviendo en comunidad en el desierto dedicados al trabajo y a la oración
• los saduceos, sacerdotes y levitas, dedicándose al culto y a la organización religiosa del templo.
• los marginados se conformaban con su suerte o confiando en Dios.
En general, la mayor parte de ellos esperaba la llegada inminente de un Mesías de tipo político o de tipo espiritual.
Jesús era muy sensible al sufrimiento de quienes encontraba en su camino, marginados por la sociedad,
olvidados por la religión o rechazados por los sectores que se consideraban superiores moral o religiosamente.
Es algo que le sale de dentro. Sabe que Dios no discrimina a nadie. No rechaza ni excomulga. No es solo de los
buenos. A todos acoge y bendice. Jesús tenía la costumbre de levantarse de madrugada para orar. En cierta
ocasión desvela cómo contempla el amanecer: “Dios hace salir su sol sobre buenos y malos”. Así es él.
Por eso a veces reclama con fuerza que cesen todas las condenas: “No juzguéis y no seréis juzgados”. Otras,
narra una pequeña parábola para pedir que nadie se dedique a “separar el trigo y la cizaña”, como si fuera el
juez supremo de todos.
Pero lo más admirable es su actuación. El rasgo más original y provocativo de Jesús fue su costumbre de comer
con pecadores, prostitutas y gentes indeseables. El hecho es insólito. Nunca se había visto en Israel a alguien
con fama de “hombre de Dios”, comiendo y bebiendo animadamente con pecadores.
Los dirigentes religiosos más respetables no lo pudieron soportar. Su reacción fue agresiva: “Ahí tenéis a un
comilón y borracho, amigo de pecadores”. Jesús no se defendió. Era cierto, pues en lo más íntimo de su ser
sentía un respeto grande y una amistad conmovedora hacia los rechazados por la sociedad o la religión.
Marcos recoge en su relato la curación de un leproso para destacar esa predilección de Jesús por los excluidos.
Jesús está atravesando una región solitaria. De pronto se le acerca un leproso. No viene acompañado por nadie.
Vive en la soledad. Lleva en su piel la marca de su exclusión. Las leyes lo condenan a vivir apartado de todos.
Es un ser impuro.
De rodillas, el leproso hace a Jesús una súplica humilde. Se siente sucio. No le habla de enfermedad. Solo
quiere verse limpio de todo estigma: “Si quieres, puedes limpiarme”. Jesús se conmueve al ver a sus pies a
aquel ser humano desfigurado por la enfermedad y el abandono de todos. Aquel hombre representa la soledad y
la desesperación de tantos estigmatizados. Jesús “extiende su mano” buscando el contacto con su piel, “lo toca”
y le dice: “Quiero, queda limpio”.
Siempre que discriminamos desde nuestra supuesta superioridad moral a diferentes grupos humanos
(vagabundos, prostitutas, toxicómanos, psicóticos, inmigrantes, homosexuales…) y los excluimos de la
convivencia negándoles nuestra acogida, nos estamos alejando gravemente de Jesús.
❖ TRANSFERENCIA Y EVALUACIÓN
ACTIVIDAD 3
1.