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ANDRÉS,

UN SACERDOTE PARA SU FAMILIA Y AMIGOS

“El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. Y
mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de
Dios. Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. Y
volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis?
Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?
Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se
quedaron con Él aquel día; porque era como la hora décima.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían
oído a Juan, y habían seguido a Jesús. Éste halló primero a su
hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que
traducido es, el Cristo). Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo:
Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere
decir, Pedro).” (Juan 1:35-42)

Introducción:

Hace unos años participé de un entrenamiento; donde el expositor


presentaba un método para compartir a Jesús. El decía que, al hablar con
sus amigos, les preguntaba si ellos tenían a algún amigo que les gustaría
que él conociera. Por supuesto que los amigos le mencionaban de sus
distinguidos amigos que conocían y que deseaban presentárselos.
Entonces él les hablaba de su gran Amigo Jesús, a quién le gustaría que
conocieran. Jesús es nuestro amigo, al que todos deben conocer

En la siguiente serie se complementará el tema El Sacerdocio Universal de


Todos los Creyentes; que compartí en conmemoración al día de la
Reforma. Analizaremos basados en la historia de Andrés, lo que podría
significar en la praxis de la iglesia esta doctrina. Podemos llamarle El
Liderazgo del Segundo, donde quien importa es Dios y lo que hará.

Andrés (gr. Valeroso), fue el primer apóstol llamado por Jesús (conocido
en la tradición como Protocletos, el primer llamado). Su ministerio
posiblemente fue llevado a cabo en lo que hoy es territorio de Ucrania,
Rumania y Rusia. Donde, según la tradición murió crucificado en un
madero con forma de X (narrado en el libro apócrifo Hechos de Andrés,
escrito por Leucio Carino en el siglo II).

Aprendamos un deber del Sacerdocio Universal: MI FAMILIA Y AMIGOS


DEBEN CONOCER A JESÚS. Veamos en esta narración que incluye a
Andrés, algunos datos que se nos provee y pongamos atención a las
acciones que hizo al encontrarse con Jesús.

1. Andrés escuchó quién era Jesús (versículos 35-36)

“El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. Y mirando a
Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios”

Juan el Bautista, había tenido un encuentro con Jesús. El Maestro vino a él,
para ser bautizado. Juan no lo podía creer; pero conforme a su llamado
anunció para todos: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo” (v. 29).

Juan dio algunos otros detalles respecto de Jesús, diciendo:

• “Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era


primero que yo” (v. 30).
• “y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por eso
vine yo bautizando en agua” (v. 31).
• “Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció
sobre él” (v. 32).
• “… el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien
veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que
bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi y he dado testimonio de que
éste es el Hijo de Dos” (vv. 33-34).

Juan les enseñó a sus discípulos que él no era el que buscaban; sino a
Jesús. Andrés y Juan, los dos discípulos entendieron que su fin no estaba
en Juan sino en Jesús el Cordero de Dios. Esto es algo muy importante que
debemos aprender del Sacerdocio Universal, solo somos instrumentos en
las manos de Dios. Como dijera una líder cristiana: “solo soy un lápiz en
las manos de Dios”. Así nosotros recordemos nuestro deber cristiano: mi
familia y amigos deben conocer a Jesús

2. Andrés comenzó a seguir a Jesús (versículo 37)

“Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús”

Que maravillosa escena de humildad, la del maestro Juan. No le importaba


que sus discípulos se encontraran con Jesús. Así también se intuye el
grado formativo de sus discípulos; que no tuvieron dudas de seguir a
Jesús. Por lo que al ver a Jesús, los discípulos de Juan comenzaron a dar
pasos para seguir a Jesús.

Los discípulos de Juan, estaban expectantes de todo lo que él les había


hablado de Jesús. Sus corazones estaban llenos de emoción por conocer a
aquel que había impactado a su maestro.

3. Jesús los esperó a mitad del camino (versículo 38)

“Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis?”

A mitad del camino, Jesús los espera y va al encuentro de esos curiosos.


Esto es sorprendente, Dios no se esconde del curioso; sino que, antes de
que el curioso dé el segundo paso para buscarle, el Señor ya le encontró.

Jesús les hizo una pregunta: ¿Qué buscan? Las personas tendrán distintos
intereses para buscar a Jesús. Por curiosidad, necesidad de un milagro,
culpa de pecado, confusión de la vida, etc. Jesús les preguntó, qué es lo
que buscan… yo soy la respuesta a todo lo que buscan.

4. Andrés respondió a Jesús (versículos 38-39)

“Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras? Les dijo:
Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con Él aquel día;
porque era como la hora décima.”

Aquellos seguidores le llamaron con respeto, Rabí (Mi grande). Estaban


interesados en saber más, tenían dudas que querían aclarar. Le
preguntaron: ¿dónde moras? (queremos conocerte). Esa pregunta era una
petición para que ese encuentro con Jesús no pasara de ser un simple
saludo casual por el camino. Esos dos curiosos querían detenerse para
aclarar sus dudas con Jesús.

Jesús les respondió, como un maestro lo haría: vengan y vean. Una


expresión que significaba: si tienen tiempo y verdadero deseo, yo les voy
a dar lo que necesitan, ustedes mismos se convencerán cuando vean. Una
vez vieron, se quedaron con Jesús el resto del día y la noche.


5. Andrés le presenta a Jesús a su hermano Pedro (versículos 40-
42)

Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan,
y habían seguido a Jesús. Éste halló primero a su hermano Simón, y le dijo:
Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). Y le trajo a Jesús. Y
mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas
(que quiere decir, Pedro).”

A la mañana siguiente, Andrés buscó a su hermano Simón y le dijo: Hemos


hallado al Mesías (el Cristo, el Ungido). Y lo trajo a Jesús. Esta es la esencia
del plan misionero. Encontrarnos con Jesús, recibir la respuesta a nuestra
vida; luego, traer a otros, para que se encuentren con Jesús y sea
satisfecha su necesidad. Esto es el liderazgo del Segundo, de aquel líder
que no importa su popularidad, solo que la gente se conecte con Jesús.

Jesús miró a Simón (emblepein, mirar profundamente). Aquel Simón, tuvo


un encuentro con Jesús, lo cual le cambió la vida. Ya no sería conocido
como Simón hijo de Jonás; sino que la historia lo conocería como Cefas o
Pedro. El cambio de nombre, simboliza un cambio de vida. No importa
quiénes sean los nuevos “simones”, cuando se conecten con Jesús sus
vidas serán cambiadas y descubrirán su sentido en la misión.

Conclusión:

Andrés es un modelo para entender el significado del Sacerdocio


Universal. Es el discípulo que entiende que él no es el principal, sino tiene
un rol como líder segundo. A comprendido de sus maestros, la grandeza y
poder de Jesús; así que todos sus esfuerzos son para que su familia y
amigos conozcan a Jesús.

Que diferente fuera nuestra sociedad guatemalteca, si todos tuviéramos


ese compromiso de conocer a Jesús y darlo a conocer. Pero muchas veces
los cristianos no conocen a Cristo y por lo tanto se enredan en una serie
de temas sin sentido. Como muchas veces hemos reflexionado, Jesús
queda opacado por una tradición y rituales que ya no le da a conocer.

En este estudio aprendimos de Andrés a escuchar con interés todo


aquello que nos hable de Jesús, a conocerle de modo íntimo siguiendo sus
pasos. Para luego darlo a conocer entre nuestra familia y amigos.

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