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De Las Conseciones A Los Contratos
De Las Conseciones A Los Contratos
Tabla de Contenido:
PRIMERA PARTE:
SEGUNDA PARTE
Por otra parte, entendemos como contenido, esencia real del movimiento
que analizamos, a la resultante del conjunto de factores de poder e
intereses que ejercen sus fuerzas en uno u otro sentido en cada oportunidad
y determinan el verdadero carácter de las relaciones Estado- concesionarias,
a sus resultados en términos de usufructo de beneficios y control de las
decisiones en la industria petrolera; determinación que se ha impuesto
siempre, independientemente del cascarón legal correspondiente, bajo su
cobertura si es posible, retorciéndolo convenientemente en otras
oportunidades o, en último caso, ignorándolo.
SISTEMA DE HIPÓTESIS
La nacionalización petrolera fue la conclusión, entre otros desarrollos, de un
largo y conflictivo proceso de agotamiento del patrón normativo formal de
las relaciones entre el Estado venezolano y las compañías extranjeras
concesionarias; es decir, del conjunto de estructuras legales y
reglamentarias en el marco del cual se desarrollan esas relaciones.
Ese agotamiento se venía haciendo crítico en la medida en que nos
acercábamos a 1983, año en el cual se iniciaría el vencimiento y por ende la
reversión de las concesiones de hidrocarburos, sin que para esa fecha
estuviera prevista una alternativa clara para el ulterior desarrollo de la
industria, cercada por la norma constitucional que establecía el no
otorgamiento de nuevas concesiones y el voluntario enanismo en el que fue
mantenida la Corporación Venezolana del Petróleo durante sus quince años
de existencia.
nuevas relaciones con los países productores, ante la evidencia de que la era
de las concesiones había terminado.
Decíamos antes que la forma de las relaciones consideradas era provista por
el marco legal y reglamentario. En el caso de la nacionalización, ese marco
lo constituye la "Ley que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los
Hidrocarburos" y sus reglamentos, los cuales han determinado un profundo
cambio en la calidad jurídica de los antiguos concesionarios, quienes ahora
no son propietarios de ningún activo tangible que materialice su presencia
física en el negocio petrolero nacional. Aún más, la gran mayoría de esos
concesionarios, los pequeños desde luego, perdieron todo tipo de contacto
con el negocio petrolero venezolano.
"Es necesario aclarar, primero, que la renta tiene la misma naturaleza que la
ganancia: es plusvalía extraída por el capital y realizada en la venta de
mercancías. Pero si bien la ganancia del capital petrolero es plusvalía
obtenida por éste durante la implementación del proceso de producción de
la industria petrolera y realizada al vender los productos refinados, la renta
petrolera, en sí misma, está constituida por plusvalía originada en esferas de
producción distintas de la industria petrolera y realizada en la venta de los
productos petroleros." 16
17 Ibíd.., Pág. 15
PRIMERA PARTE:
“Esta Ley que habría de experimentar en los próximos años sólo cambios
insignificantes sirvió prácticamente como base para todas las concesiones
norteamericanas existentes en Venezuela hasta 1943.” 31
"Tales eran los métodos por los cuales se adjudicaban las concesiones bajo el
régimen de Gómez. Se hacía mofa de la
Nada hacía pensar que con López Contreras, Ministro de confianza -Guerra y
Marina- y heredero de Gómez, variarían mucho las cosas, pero el
movimiento reivindicativo que comenzó a buscar cauces de expresión a la
muerte del Benemérito determinó la emergencia organizada de nuevos
sectores sociales, agrupados en partidos y sindicatos. Urgían el inicio de la
transformación de un país que hasta entonces era administrado como la
hacienda particular de sus gobernantes. Como parte de esas
transformaciones se comenzó a discutir sobre la necesidad de una nueva
legislación petrolera y más allá, del ejercicio de una política más soberana
en la materia.
En 1936, muy reciente aún la muerte de Gómez, se aprobó una nueva Ley de
Hidrocarburos que no introdujo modificaciones
“Por otra parte, el hecho de que el gobierno nunca fuera capaz de hacer
cumplir esta ley, venciendo la resistencia de las compañías petroleras, dejó
en claro que la burguesía era, en efecto, dependiente del movimiento
laboral en su lucha para la transformación de los beneficios excedentes de
las compañías petroleras en renta a ser pagada al Estado. Pero la represión
de la clase obrera por López Contreras privó a la burguesía de la posibilidad
de usar al movimiento laboral para sus propios fines.” 41
41 Wolfgang Hein, "Oil and the Venezuelan State" en Oil and Classes
Struggle, pág. 233.
“La Ley propuesta, convenida hasta el último detalle entre Medina y las
compañías petroleras, fue presentada al Congreso para su firma. Los fieles
partidarios de Medina apresuraron la Ley a través de ambas cámaras, no
permitieron alteraciones importantes y consintieron muy pocos debates.” 43
Antes aún, había sido revisada por el gobierno norteamericano, ante cuyo
Presidente fue presentada, en misión especial, por el Procurador General de
la Nación, Gustavo Manrique Pacanins. Así lo documenta Mejía Alarcón al
transcribir la carta de presentación enviada por Medina a Roosevelt:
"O dicho en otras palabras: que al Congreso iba, para recibir una rutinaria
confirmación casi protocolar, lo que a puertas cerradas, de espaldas a la
Nación, se había pactado entre los miembros del Ejecutivo y los
representantes de las compañías, asesorados por los consejeros del
Departamento de Estado." 45
43 Lieuwen, Op. Cit., Pág. 186.
"Considera el suscrito, doctor Juan Pablo Pérez Alfonzo, que en una síntesis
general del proyecto podrían señalarse dos grandes grupos de ventajas:
ventajas de orden técnico y jurídico, y ventajas de orden económico. Entre
las primeras sobresalen la unificación de las relaciones de los concesionarios
y el estado; y la definida y clara intervención que en el funcionamiento de la
industria se reconoce al mismo estado. Entre las de orden económico,
parecen indiscutibles el aumento apreciable de los impuestos, tomados en
conjunto, y no obstante la desaparición de impuestos que antes pagaban los
concesionarios; la supresión de las exoneraciones de tributos aduaneros, la
regulación del transporte de petróleo, la obligación para las empresas de
llevar en Venezuela su contabilidad industrial, la supresión de diferencias
injustificadas de los impuestos cobrados a los concesionarios por razón de la
ubicación de las parcelas, y los convenios respecto a refinerías celebrados
en relación con el proyecto."
"Validas las compañías de las debilidades de quienes con y sin derecho han
representado a la nación, actuando al margen del derecho y la justicia, han
realizado utilidades ilegítimas, ocasionando daños cuya reparación no puede
ser borrada por una simple disposición de una ley: no hay, ni puede haber
figura jurídica alguna que haga de la injusticia, derecho." 46
En 1943, el mundo afrontaba el segundo gran conflicto bélico del siglo. Los
alineamientos determinados por el mismo se reflejaron directamente en
nuestra política interna. El hecho de que los Estados Unidos fueran aliados
de la Unión Soviética en esa contienda determinó una peculiar posición
frente al gobierno de Medina Angarita de los comunistas criollos, en quienes
tuvieron cierto eco las tesis de Earl Browder, líder comunista
norteamericano, en el sentido de supeditar las luchas del proletariado
contra sus burguesías a las prioridades impuestas por el esfuerzo bélico
conjunto contra el nazi-fascismo.
Demarcados así los diversos tipos de concesión y establecidos para cada una
de ellos los derechos de los titulares de esas concesiones, se pasa a señalar
sus deberes, el principal de los cuales consiste en el pago de los impuestos
fijados en la Ley: Superficial, en los lotes de exploración, de dos bolívares
por hectárea y por año; inicial de explotación, de ocho bolívares por
hectárea; superficial, en las parcelas de explotación, de cinco bolívares por
hectárea y por año en los primeros cinco años, elevándose luego cada
quinquenio en otros cinco bolívares, hasta llegar a 30, y exonerable en la
medida en que se pague el 1;s impuesto de explotación. Este último, por
cierto, no es otro que el antiguo canon, regalía o royalty, cuyo monto se fijó
en 16 2/3 por ciento del petróleo extraído.
Quizás el aspecto más criticado del pacto Medina- concesionarias, por sus
evidentes e inmediatas connotaciones negativas fue el "total saneamiento"
que se le otorgó a concesiones plagadas de ilegalidad, viciadas de nulidad y
en vías de caducidad, como ya Señaláramos antes, al citar las
"La Ley de 1943 amplió los poderes técnicos y administrativos del gobierno.
Se restringieron los derechos de traspaso y los privilegios de expropiación de
las compañías, y se reafirmó la autoridad para investigar las operaciones
técnicas y los procedimientos de contabilidad."
Ahora bien, de todas las políticas adoptadas en este período, las que mas
desasosiego causaron a los concesionarios, en tanto que posibilidades de un
cambio negativo para sus intereses, fueron la formulación del propósito de
no otorgar nuevas concesiones y los intentos de vender directamente en los
mercados internacionales la regalía previamente percibida en especie. Y es
que una de las razones aducidas por Pérez Alfonzo para considerar que no
era necesario modificar la Ley de 1943 para llevar a cabo una política
petrolera progresiva consistía justamente en su propósito manifiesto de no
otorgar nuevas concesiones de acuerdo a esa legislación:
"…pensamos que una solución posible enmarcada dentro del sistema jurídico
vigente, y diferente por todos respectos a la concesión a particulares, sería
la concesión a un instituto u organismo del Estado." 65
Es indudable que la sola mención de esta posibilidad era considerada en esa
época un casus belli para las compañías extranjeras y sus países de origen.
La venta de regalías en
Pérez Alfonzo constata la evolución ascendente que desde 1958 y hasta 1964
venía registrando esta relación y postula la necesidad de proceder en esos
momentos a los ajustes previstos.
"Se comprendió entonces que el autocontrol era lo que con seguridad podría
conducir, dentro de los límites determinados por las circunstancias a la meta
de los mayores ingresos deseados."78
Así, su política fue desnaturalizada por el propio gobierno del que era
Ministro. En repetidas oportunidades el Presidente Betancourt se curó en
salud ante los concesionarios y sus mentores al hacer referencia a los
limitados fines de la CVP y el carácter flexible de la política de no más
concesiones:
"No hemos otorgado concesiones porque las muy ricas que quedan, bien
ubicadas, en el centro y en las riberas del Lago de Maracaibo, estamos
seguros que van a ser exploradas y explotadas mediante contratos de
servicio." (29-6-63)83
"…de mantenerse la actual actitud con respecto a los fondos públicos que se
aportan a la CVP, ésta no puede sino desarrollar un modesto programa
exploratorio y hacer uso del instrumento incorporado por la reforma de la
Ley de Hidrocarburos: los Contratos de Servicio." 85
"Hubo de salir del Ministerio el doctor Pérez Alfonzo para que comenzase,
aunque con lentitud, a estudiarse a fondo este nuevo sistema de
contratación, el cual, en definitiva, no vino a ponerse en práctica sino
muchos años después, cuando llegó al poder el Presidente Caldera." 86
Esta otra campaña, centrada en una supuesta locura del Ministro Pérez, en
su práctica de esotéricos ritos orientales y otras infamias, no pudo detener
la constitución de la OPEP, pero dejó sus huellas, valga la digresión, en
mucha gente seria, que sin parar mientes en el ridículo se sienten
autorizados para ironizar sobre las "excentricidades" de Pérez Alfonzo.
Aunque todavía hoy no son esas "baratas" fuentes alternas las que arruinarán
a los países de la OPEP y, por el contrario, ha sido su propio descontrol el
que la ha colocado en situaciones difíciles, el miedo a la llegada de
fantásticos y ultrabaratos sustitutos se encuentra en el trasfondo de la
incoherente y timorata política petrolera aplicada desde entonces por los
gobiernos venezolanos, incluido el de Betancourt y todos los que le han
seguido, pese a la aceptación formal de las tesis de Pérez Alfonzo. Sobre
todo, nunca desapareció de la mentalidad de nuestros políticos petroleros y
no petroleros la noción, insuflada por los voceros de las compañías, de un
supuesto peligro de pérdida de "nuestros mercados", como si alguna vez,
fuera del fallido intento de Pérez Alfonzo en 1947, el país como tal, su
gobierno, hubiera vendido petróleo más allá de Puerto Miranda y Puerto La
Cruz y no fueran la propias compañías las que abrieran y cerraran los grifos
según su conveniencia. Esta argumentación está muy bien expresada en la
obra de Fernando Mendoza que, no por casualidad, venimos citando:
Así los había concebido Pérez Alfonzo y así los asumió Sáder Pérez,
Presidente de la CVP para la época. Pero mientras Pérez Alfonzo
recomendaba calma y recelaba al percibir el carácter de renovadas
concesiones que inevitablemente adquirirían, Sáder Pérez, en cierta
contradicción con su Ministro, siguió participando activamente en su
desarrollo y elaboró las bases mínimas según las cuales se garantizaría que
los contratos cumplirían con su cometido inicial, hasta
Pérez Alfonzo hizo, a la postre, una condena más global y definitiva de los
contratos, no vinculada a los detalles de su ejecución, la cual se encuentra
inserta en su obra Petróleo y Dependencia, Págs. 102-111, donde los califica
de contrarios a la seguridad de la Nación. Siguiendo una línea argumental
que no es el caso reproducir íntegramente aquí, el ex ministro sostiene que
los contratos agravarían la situación de debilidad de la Nación frente a las
compañías petroleras. Que son ilusorias las perspectivas de nuevas
inversiones, tanto en magnitud como en significación para el
94 Sáder Pérez, Hacia la Nacionalización Petrolera, Págs. 9-10.
"Bienvenidos los Contratos de Servicio. ojalá que ellos nos logren para los
años que vienen lo que no pudimos dar en doce años."97
estipulen en cada contrato sean más favorables para la Nación que los
previstos para las concesiones en la presente Ley. Estos convenios no
conferirán derechos reales sobre los yacimientos." 98
En las siguientes páginas de la obra que venimos citando, Sáder Pérez hace
cuenta y denuncia de la infinidad de detalles y matices de las referidas
bases por donde se colaron prerrogativas para las contratantes y simultáneas
dejaciones del interés nacional.
“Esta última parte, con mucho la más amenazante desde el punto de vista
de las compañías, fue la concepción de Pérez Alfonzo. Los beneficios de las
compañías habían aumentado constantemente desde su punto más bajo en
1958-60 y para 1964 habían llegado al 30 por ciento, el doble de la cifra que
0l consideraba justa, como provecho por sus inversiones”. 101
(US$/bl)
Pero hay más aún. De este convenio el gobierno obtuvo la supuesta ventaja
de negociar precios de referencia para la liquidación del impuesto sobre la
renta en los siguientes cinco años. Según sus términos, las compañías
pagaban sus impuestos de acuerdo al nivel de referencia acordado y
quedaban libres para vender el petróleo al precio que quisieran. Semejante
sacrificio de las compañías no era más que la obtención, al decir de Pérez
Alfonzo, de una libertad de precios que era una bomba de tiempo contra la
Comisión Coordinadora de la Conservación y el Comercio de los
Hidrocarburos, que a partir de entonces quedó convertida en un organismo
prácticamente inútil.
Pero ésta era apenas la cara pública de lo que Pérez Alfonzo consideraba un
desbordamiento de estímulos para una industria que incrementaba
diariamente excesivas e injustificadas utilidades. 111
Ese desbordamiento quedó plasmado en el memorándum-convenio firmado
el 5 de enero de 1968 por los Ministros de Hacienda y Minas e Hidrocarburos
y el Presidente de la Creole. La simple enumeración de las ventajas que se
le conceden en ese instrumento a la Creole da justo pie a la caracterización
de Álvarez Chacín:
Capítulo II.
Capítulo IV.
Capítulo VI.
El Dr. Álvarez Chacín emprendió una denodada lucha, digna del mayor
encomio, contra este memorándum, demostrando su ilegalidad e
inconstitucionalidad y revelando los graves daños que sus términos
acarrearían a la Nación. Sus esfuerzos tal vez lograron que los males no
fueran mayores, pero éstos, de todas maneras se produjeron:
de los Setenta
Así pues, en 1970 se pone de manifiesto una vez más el axioma físico de que
no existe máquina perfecta: las políticas de gasto público deficitario y de
generalización del crédito no dan ya todo el oxígeno necesario a la demanda
global. Se agotan los motores de la expansión 117
116 Francisco Mieres, Una Crisis de Verdad Verdad, Mimeo CEAP, 1975. Pág.
1.
Con esta apretada síntesis queremos dar una idea de la entidad de los
procesos que, a nivel del modelo de acumulación capitalista se desatan en
1970 y que van a ser rubricados en agosto del siguiente Año con el derrumbe
del sistema de Bretton Woods: Suspensión de la libre convertibilidad del
dólar y subsecuentemente su devaluación, con la irrupción de la pesadilla
liquidadora del sueño keynesiano: Stag-flation, depreflación, estanflación:
crece el estancamiento y la desocupación y simultáneamente también lo
hace la inflación. Por primera vez desde 1893 Estados Unidos registra un
déficit en su balanza comercial.
"Fuera del caso de Estados Unidos, en plena decadencia, las inversiones para
el sector de producción en el resto del mundo occidental únicamente
aumentaron en un tercio la últimas década en tanto que el consumo creció
hasta más de duplicarse." 123
En el Medio Oriente sucedían para ese entonces cosas inusitadas: 124 Libia
reduce su producción en pugna con las compañías para aumentarles los
impuestos y recabar para sí parte de los incrementos de precios de
realización de sus crudos como consecuencia del continuado cierre del Canal
de Suez desde 1967. El oleoducto Tapline, que transportaba medio millón de
barriles diarios desde Arabia Saudita hasta el Mediterráneo "fue roto por un
tractor y el gobierno sirio rehusó permitir su reparación". 125 El petróleo
para sustituir estos cortes tiene que dar la vuelta al cabo de Buena
Esperanza y los fletes se van a las nubes.
124 Ramón Herrera Navarro, OPEP, Precios del Petróleo y Crisis Energética,
pág. 55. Tugwell, Op. Cit. pág. 151. Hernán Anzola, La Crisis Energética, Sus
Orígenes y su Desarrollo, pág. 7.
85
"La tasa impositiva alcanzó el 55% (Venezuela tenía ya el 60%) y los precios
de cotización subieron de un promedio de 1,80 $/b. a 2,285 $/b. en el golfo
y en el mediterráneo el promedio pasó de 2,55 $/b. a 3,45 $/b. Con el fin
de compensar la inflación se estableció un aumento del 2,5% a partir del 1
de julio de ese año y de un 1% al inicio de cada año para el período 1972-
75." 126
"Es evidente, tras los acontecimientos de los últimos meses, que el mercado
favorable al comprador ha terminado y que los precios del petróleo van en
todas partes a subir hacia el nivel de los Estados Unidos." 127
"Se fijó una participación inicial de 25 por ciento la cual entraría en vigencia
el 1o. de enero de 1973 y permanecería constante hasta el 31 de diciembre
de 1977. A partir de esta fecha el porcentaje de participación se iría
incrementando hasta llegar a un 51% para el 1o. de enero de 1982." 131
133 Rafael Caldera, Foro en Pro-Venezuela, citado por Sáder Pérez, Hacia la
Nacionalización Petrolera, pág. 102.
Revisando en la Cronología de Aníbal R. Martínez las incidencias más
relevantes del año 1970 podemos observar como la principal preocupación
del Gobierno de Caldera eran las cuotas de importación dispuestas por el
gobierno norteamericano y la búsqueda de una sedicente preferencia en ese
mercado. Y también, como responde el Presidente Nixon a los cabildeos y
rogativas en que se concretan esas preocupaciones venezolanas, al rechazar
la recomendación de sus propios asesores de modificar el sistema de cuotas
por uno de aranceles y remitir la posibilidad de incrementos en las
importaciones de petróleos venezolanos y canadienses a la eventualidad de
una dependencia exagerada de las crecientes importaciones del Hemisferio
Oriental.
91
Los términos de la Ley Sobre Bienes Afectos a Reversión son simples: todos
están encaminados a garantizarle a la Nación la entrega, al término de las
concesiones, de una industria en razonables condiciones de conservación,
con plena capacidad operativa. Su justificación es precisamente ésa: El
indiscutido derecho a la reversión, que nace simultáneamente con el
otorgamiento de la concesión por un plazo determinado y que además ha
sido expresamente garantizado, como ya dijimos, por la Constitución, al no
estar reglamentado dejaba abierta la posibilidad de que los concesionarios
menoscabaran con sus actos los derechos de la Nación.
La disposición inicial de la Ley fue justamente la que levantó las iras de las
compañías y determinó su demanda de nulidad por confiscatoria. En la
misma se califican como afectos a reversión todos lo bienes de las
concesionarias, en tanto que los mismos fueron adquiridos para el ejercicio
de esa condición de concesionarios por la cual se instalan en el país. La Ley
es suficientemente explícita:
“Artículo 1o.-
“Al mismo doctor Pérez Alfonzo cuando sugirió la posibilidad de una reforma
constitucional si fuere necesario para que la reversión se operase a
cabalidad, el Ingeniero Humberto Peñaloza le atravesó la siguiente reflexión
en el Foro del C.I.V.: "Me quedé pendiente, amigos míos, si el planteaba
esas reformas constitucionales de acuerdo con el fondo y la forma
establecida en la Constitución, o si alguna vez él había visualizado la
posibilidad de un golpe de Estado, que es la manera más rápida de cambiar
una Constitución"”. 141
143 Aníbal Martínez, Op. Cit., Págs. 247, 248, 254, 258, 260, 262, 264, 267.
144 Tugwell, Op. Cit., pág. 175
"Una vez más, la oposición legislativa estimulada por Pérez Alfonzo había
torcido de tal manera un proyecto como para transformarlo en una derrota
para Caldera". (Loc. Cit.)
“Adquieren cada vez más vuelo las ansias de gastos del gobierno. Los cientos
de millones inesperados, bajados del cielo petrolero a las manos del
Presidente Caldera por las decisivas acciones coordinadas de la OPEP y del
Congreso Nacional, antes de satisfacer esas dañosas tendencias a gastar sin
sentido, parecen haber exacerbado el morboso despilfarro que viene
demostrando el gobierno.”
“Se está recibiendo mucho más dinero del petróleo, pero eso no impide los
lamentos porque la producción no vaya en el acelerado aumento de otros
países. Ninguna atención se presta a las condiciones en que se está
realizando esa producción con perjuicio de la recuperación final de los
yacimientos. La anormalmente alta relación gas-petróleo se oculta en la
Memoria de Minas y la baja relación 1s reservas-producción se observa
oficialmente con similar despreocupación. La cosa está en disponer de más y
más dinero, cualquiera sea el costo para la Nación.”
“No puede, pues, extrañar que aún le estén buscando la vuelta a entrarle
también de lleno al gas libre, que los venezolanos nunca hemos querido
comprometer, y pese a la prohibición expresa recientemente sancionada por
el Congreso Nacional en la flamante Ley del Gas.” 145
155 Rodríguez Gallad - Yánez, Op. Cit., Págs. 139, 141, 143 y 145.
156 Para una mayor información sobre este proceso, véase Nacionalización
Petrolera en Venezuela , Tesis y Documentos Fundamentales, Editorial
Centauro, Caracas 1977 y Policarpo Rodríguez, Petróleo en Venezuela Ayer y
Hoy , Cap. VI
SEGUNDA PARTE
Ley y Contratos que forman las dos caras de una nacionalización que, en
nuestra opinión, se ha convertido en mecanismo legitimador de una nueva
versión de los vínculos dependientes del Estado venezolano con el capital
petrolero internacional. Condición paradójica que es el producto de la forma
en que fue negociado ese ancestral anhelo nacional:
Estas cifras, que constituyen, según expresión de Francisco Mieres parte del
"peaje" pagado a las transnacionales como compensación por su avenimiento
a la extinción anticipada de las concesiones, explican el por qué esas
compañías aceptaron una indemnización según el valor neto en libros de sus
activos que no incluía el lucro cesante que ellas reclamaban en virtud de sus
expectativas de ingresos hasta el término original de las concesiones, 1983,
19967-97, según los casos. Las recompensas obtenidas por ese desistimiento
aparente fueron múltiples, porque además, la opinión pública nacional
estaba demasiado sensibilizada respecto a lo injustificado de ese lucro
cesante y su otorgamiento se hubiera constituido en un serio problema
político que opacaría todo el brillo de la conquista nacionalizadora.
Sin embargo, pese a su magnitud mil millonaria, esta primera función de los
contratos no es, a nuestro entender, la de más graves repercusiones a largo
plazo. En fin de cuentas, siempre con los ojos de la "realpolitik", podría
hacerse el mismo razonamiento con el cual se aceptó el pago de una
indemnización injustificada y pensar que al ser renegociados los contratos,
ahora sí, se acabarían las exacciones y el país usufructuaría a plenitud la
liquidación de su patrimonio petrolero. Pero tal razonamiento no sería más
que vana ilusión, por cuanto dichos contratos fueron diseñados como
instrumento para la pervivencia de las relaciones con el capital petrolero
internacional. Condición que mantuvieron luego de la primera renegociación
de los mismos en 1980 y que ha sido refrendada sucesivamente por acuerdos
entre los Ministros de Energía y Minas de Pérez y Herrera y sus contrapartes
norteamericanos.164
166 Ibíd.
“Uno de los problemas más graves que tuvo Venezuela y que el país ignoró
en su gravedad, fue que para el 29 de diciembre, en una presión para
obligarnos a bajar los precios y destruir a la OPEP, Venezuela no tenía
vendidos sino 900 mil barriles diarios de petróleo, lo que significaba no
solamente una catástrofe para la economía venezolana, sino una destrucción
de la economía petrolera porque hubiese habido que cerrar muchos pozos de
petróleo pesado que son los más abundantes en nuestro país y cerrar un
pozo de petróleo pesado es acabar con él, luego habría que hacer de nuevo
las perforaciones. Y tuvimos el coraje de mantenernos hasta última hora
dispuestos a cualquier riesgo, precisamente para que la nacionalización no
estuviera mediatizada y usamos de todas las presiones y de todos los
derechos soberanos del país para que esta situación cambiara y fue dos días
antes de que el petróleo entrara en nuestras manos, cuando pudimos
suscribir los contratos que elevaron las ventas a una cantidad mínima de un
millón quinientos mil barriles de petróleo. De manera, pues, que estos
contratos se firmaron dentro de esta grave circunstancia. Sin embargo, no
quisimos firmarlos por más de dos años…" 168
167 Op. Cit., Págs. 33, 175, 194, 219, 234, 236, 238, 246, 251, 255, 268,
269, 270, 275, 284, 291, 296, 324, 338, 357, 361, 363, 445.
Todo estaba listo para que cobrara vida el nuevo rostro del vínculo
dependiente del petróleo venezolano con las transnacionales, en medio de
la euforia de los venezolanos que mayoritariamente coreaban ¡Ahora el
petróleo es nuestro! Aún los opositores y críticos más escépticos sintieron la
necesidad de poner su pica en Flandes reconociendo que, pese a todo, se
trataba de un paso de "innegable trascendencia". Y así, con las galas de la
nacionalización, el cartel petrolero internacional se dio maña para retener
en sus manos, una vez más, el mango de la sartén.
"Es decir, que PDVSA controlará como accionista a las empresas que creare o
que le sean asignadas de acuerdo con la Base Segunda del Artículo 6o. de la
Ley de Nacionalización, control éste, como ya se aclaró, que transcurrirá por
los cauces del derecho privado dada su condición de titular de las acciones.
Es decir, que en este orden de ideas, tendrá a su cargo la dirección general
de cada una de sus empresas, las cuales por lo demás, serán de su exclusiva
propiedad, en razón de lo dispuesto en las Bases Primera y Segunda del
citado Artículo 6°…" 172
“Ese instructivo debilita la posición técnica que tenía el MEM con respecto a
los concesionarios de hidrocarburos; deja sin efecto, en forma ilegal, el
Decreto 832 del 19 de Diciembre de 1971; y establece reuniones del
Presidente de la República con el Presidente de PDVSA, marginando de ellas
al Ministro de Energía y Minas, quien debe ser la cabeza política del sector.
En consecuencia, el MEM no está funcionando como mecanismo de control
técnico de la industria petrolera y no puede verificar debidamente la
ejecución oportuna de los lineamientos generales de política en materia de
hidrocarburos que el propio MEM dicta anualmente a PDVSA, marchando así
a la zaga de la porción operativa de la industria.” 177
180 Luís Lander, D. F. Maza Zavala, Simón Sáez Mérida, Orlando Araujo,
Héctor Malavé Mata, Armando Córdova, Gastón Parra, Francisco Mieres,
Pedro Duno, Etanislao González, Irene Rodríguez G., Manuel Rodríguez
Mena, J. R. Núñez Tenorio, Ramón Losada Aldana, Freddy Balzán, Carlos
Mendoza Pottellá. L. A. Lizardi McCallum, Tulio Colmenares, Rafael Haddad,
Denzil Romero, Carlos Blanco, José Manuel Hermoso, Edgardo Lander, José
León, Judith Valencia. El Nacional, 22 de mayo de 1977, pág. D-19. En lo
adelante nos referiremos a este documento como "Remitido del 22 de
mayo".
Después de siete años, las denuncias hechas en ese documento han sido
confirmadas por el desarrollo posterior de la realidad petrolera.
Utilizaremos el patrón analítico propuesto en él para hacer nuestra
exposición en torno a las principales características de los "Primeros
Contratos", denominados así para diferenciarlos de sus segundas y terceras
ediciones, renegociadas a partir de 1980.
“La asesoría, que garantiza la orientación de la industria por parte de las ex-
concesionarias en todos los campos de su gestión... desde las operaciones de
producción y refinación, hasta la gestión gerencial, pasando por las
recomendaciones para la compra de materiales y equipos, selección y
entrenamiento de personal y asesoramiento para la administración de
contratos de trabajo.” 181
181 Ibíd.
Exxon tiene a los señores Ch. Lehman y I. Voler en importantes cargos de la
Coordinación de Proyectos de Occidente en Lagoven... A los Señores M.
Furrer, V.D. Winkler y A.E. Clifford en Evaluaciones Geológicas y Geofísicas
de la gerencia de Geología en las oficinas centrales de Lagoven, con acceso
a toda esta importante información que es de alta confidencialidad. Y en la
Oficina de Planificación para la refinación al Señor R. Flugg como Jefe,
Además de R. Deszau como asesor en otra área de gran importancia porque
tiene que ver con los futuros cambios en el patrón de refinación de Amuay."
182
El tercer mecanismo de control que se analiza es el relacionado con "la
continuidad administrativa, gerencial y política", que en la práctica
significa: que el personal venezolano de confianza de las transnacionales,
que ocupaban cargos gerenciales en las ex-concesionarias, permanezca en
esos cargos una vez nacionalizada las empresas. Este personal no tiene
reservas ni secretos para sus antiguos patrones en las concesionarias quienes
ahora son sus "asesores" desde las empresas de servicio constituidas en el
país por las transnacionales para prestar "asistencia técnica"183
Sobre éste último aspecto es preciso señalar que por asumir tal compromiso,
los gestores de la política petrolera venezolana desconocieron toda la
investigación de aliento estratégico que se venía realizando en Venezuela en
centros independientes que funcionaban antes de la nacionalización. El
propio Presidente Pérez se atrevió a afirmar que…
Por ser una de las que definen más claramente el grado de indefensión de
los negociadores venezolanos y el tipo de imposiciones casi coloniales
establecidas en los contratos, transcribiremos textualmente la cláusula 14-
01, de "Confianza", del contrato suscrito entre Petróleos de Venezuela y la
Creole Petroleum Corporation, cedido luego respectivamente a Lagoven y
Exxon Services Company:
184 Citado por Maza Zavala, Parra, Mieres y Mendoza en Incidencia de los
Contratos de Tecnología en el Rumbo de la Industria Petrolera
Nacionalizada, pág. 4. Tomado de la prensa diaria del 5 de junio de 1977.
2.- Otra característica que reveló el análisis de los contratos fue su carácter
de no necesarios, por cuanto se establecían pagos por utilizar conocimientos
que ya se tenían y porque expresamente se excluía a las innovaciones y a las
tecnologías para la producción y procesamiento de crudos pesados.
En efecto, los pagos establecidos en los mismos remuneran la prestación de
asistencia en las operaciones petroleras en las Áreas antiguamente bajo
concesiones, excluyendo, por tanto, la exploración y producción costa
afuera y en la Faja del Orinoco. Igualmente, se refieren al funcionamiento
de las instalaciones refineras existentes y no a sus modificaciones y
ampliaciones. Veamos:
“La asistencia técnica y los servicios que Exxon Services Company se obliga a
prestar a LAGOVEN conforme a este
188 Revista SVIP, No. 21, Diciembre de 1975. "Mesa Redonda Sobre
Asistencia Tecnológica a la Industria Petrolera Nacionalizada".
3.- El exagerado monto de los pagos por una asistencia técnica que se
revelaba innecesaria y su cálculo a partir de una cifra arbitraria multiplicada
por los barriles producidos más los refinados condujo a la percepción
generalizada de que se trataba simplemente de continuar indemnizando a
las petroleras, que ya lo habían sido, en demasía, por una inversión
recuperada más de ocho veces en los diez años anteriores a la
nacionalización. Así se señalaba en el remitido que comentamos, agregando:
192 Ibíd.
La Característica fundamental de los pagos contemplados en estos convenios
es el establecimiento de un monto fijo, por barril producido y por barril
refinado para el Cálculo del pago total, sistema que refuerza, como ya
dijimos, la noción de que tales pagos no remuneran ninguna asistencia. Ese
pago total se calcula según una fórmula que, por imperativo de su
significación, debemos explicar en detalle. Sus términos son los siguientes:
KA(BP+BR) - S
PT = -----------------------
K(BP+BR)(1-T) 193
BP: Barriles de petróleo crudo y líquidos del gas natural producidos hasta el
mes de facturación.
BR: Barriles de petróleo crudo y otras cargas primarias procesadas en las
refinerías para la misma fecha.
PT: Pago total por cada barril de crudo y líquidos de gas producido y por
cada barril procesado en las refinerías. En realidad, este "Pago Total" por
barril es el que se multiplicará por los barriles producidos y refinados para
obtener el monto global, PM, según la fórmula:
PM = PT (BP + BR) ND - PC
en la que los dos últimos términos (ND y PC) hacen mención a los días
transcurridos de cada año y a los pagos cancelados con anterioridad en ese
mismo año, respectivamente.
Volviendo sobre la fórmula para el cálculo del "Pago Total" por barril,
cualquiera puede observar que la misma puede ser convertida en dos
fracciones, a saber:
A S
PT = --------------------- - ----------------------------
(1 - T) K (BP + BR) (1 - T)
1.661.000
----------------------------------------------
4,30x30(500.000 + 200.000) (1 - 0,5)
resolviendo el denominador:
1.661.000
--------------------------------------
129,0 (700.000) (0,5)
1.661.000
--------------------------------------
45.150.000
0,03679
A
PT = -------------
(1 - T)
0,15
PT = -------------------- - 0,03679
(1 - 0,5)
sea:
PT = 0,26321 dólares por barril
Pero si, por una decisión posterior de los poderes soberanos de el Estado
venezolano, la tasa del ISR aplicable es aumentada a, digamos un 75 por
ciento, el Pago Total por barril se calcularía así:
0,15
PT = ------------------- - 0,07358
(1 - 0,75)
PM = PT (BP + BR) ND - PC
Tenemos, para el primer caso, con una Tasa del ISR del 50 por ciento:
PM = 67.250.155 DÓLARES
Aplicada la tasa de 50% del ISR, el monto neto pagado por asistencia técnica
quedaría en
33.625.077,5 dólares
Veamos ahora el segundo caso, con una tasa del ISR del 75 por ciento:
PM = 134.500.310 DÓLARES
33.625.080,50 dólares
Es decir, el resultado de un aumento del 50 por ciento en la tasa impositiva
es, para el caso considerado, un incremento de 2,5 dólares en el beneficio
neto de las compañías pechadas.
196
“Si por cualquier razón durante la vigencia de este Contrato, la tasa oficial
de cambio del Bolívar venezolano con respecto al Dólar de los Estados
Unidos de América varía de Bs. 4,30/US$, el IPI del mes de Diciembre de
cualquier año después de 1975 será aumentado o disminuido para eliminar el
efecto que en el IPI tenga tal variación de la tasa oficial de cambio del
Bolívar venezolano con respecto al Dólar americano, antes de ajustar los (A)
como se establece en el parágrafo F.1 anterior.” 197
De modo que las transnacionales ni siquiera corren con las consecuencias del
proceso inflacionario que sus países de origen generan y nos imponen. Por si
fuera poco, también los contratos obligan a Venezuela a compensar a las
transnacionales por cualquier aumento del impuesto sobre la renta que les
pueda gravar en nuestro país, así como por cualquier modificación del tipo
de cambio de nuestra moneda. A tal efecto, no tenemos, con respecto a las
transnacionales, ni soberanía monetaria ni fiscal. 198
Pero es que incluso los gastos operacionales de las empresas contratistas, así
como los sueldos y prestaciones de los asesores que, por virtud de estos
contratos, sean enviados a penetrar los intersticios de las operadoras,
deberán ser pagados de manera adicional por dichas operadoras. Así queda
establecido por el Artículo 10 del Contrato que hemos tomado como modelo,
que reza, en su parágrafo 10.02:
"¿Para que sirven entonces estos convenios? Las respuestas, hoy como ayer,
siguen siendo las mismas:
Basten por ahora estos ejemplos de cómo actúa el nuevo esquema generador
de dependencia en nuestra industria petrolera. Volveremos sobre ellos más
adelante. Antes debemos exponer el papel que desempeñan en esta
dinámica los contratos de comercialización suscritos simultáneamente con
los de tecnología.
XII-b. Comercialización, Segundo Pilar del Paquete Desnacionalizador.
Esa garantía se extiende por cuatro años, en virtud de una peculiar Cláusula
de duración, según la cual el contrato dura dos años, prorrogables por dos
años adicionales "a solicitud de cualquiera de las partes". 209
Según los términos de esta Cláusula y en relación a todos los tipos de crudos,
incluido el Reconstituido…
En su segundo aparte la cláusula establece que esa opción será del 15% para
los volúmenes de GLP comprados y, en el tercero, haciendo gala de la
manera sibilina y críptica como están redactados todos estos contratos,
duplican la "tolerancia" del 10 por ciento transcrita arriba, al disponer que
las variaciones de los volúmenes comprados, trimestralmente, no podrán ser
de "más de un 20%." 212
menos veinte (20) días antes de finalizar el trimestre calendario sobre sus
propuestas para los precios a ser aplicados durante el siguiente trimestre.”
215
Según los cálculos que hace el Dr. Acosta Hermoso, la diferencia entre los
precios oficialmente establecidos y los contratados por Maraven con Shell
significaron para 1976 una pérdida de 472,9 Millones de dólares, 2.033,5
millones de bolívares.
de 45 días a partir de la finalización del mes del embarque para el GLP y los
crudos pesados y de 60 días del fin del mes del embarque para todos los
otros tipos de petróleo. 218
No se necesita ser experto en finanzas para darse cuenta que estos plazos
exagerados constituyen un financiamiento del vendedor para el comprador y
tipifican un descuento sustancial, si consideramos las tasas de interés en
vigencia entonces y ahora.
Como lo señala el Dr. Acosta Hermoso 224, se trata de que, para poder
colocar volúmenes adicionales a los acordados en el cuerpo del Contrato,
Petróleos de Venezuela concede un descuento adicional sobre todas las
ventas. Ese descuento, calculado por la fórmula inserta en la Carta
Convenio, fue de 0,49 dólares por barril. Un descuento de la misma especie,
pero de proporciones mayores, 0,60 dólares por barril, otorgó Lagoven a
Exxon en la adquisición por esta última de crudos destinados a su refinería
de Aruba. Las referencias a este contrato no pueden ser documentadas
porque su texto se mantiene como secreto bien guardado, pero es del
dominio común en las esferas petroleras el monto del descuento concedido.
225 Maza Zavala, Parra, Mieres y Mendoza, Op. Cit., pág. 14.
Al menos ése es el caso, del cual podemos dar fe por experiencia propia, del
Movimiento al Socialismo. Aunque de todas maneras la entente AD-Copei
hubiera frustrado, en nombre de la sensatez y el pragmatismo, cualquier
posición más decidida, otra muy distinta hubiera sido la percepción de la
opinión pública y se hubieran dificultado los posteriores negociados que se
hicieron en la materia.
Sin embargo, esa presencia no será, desde luego, a título gracioso. Así lo
confirman algunos descubrimientos posteriores en torno a la secreta
renegociación. Descubrimientos que serían escandalosos en cualquier país
del mundo, menos en éste, curado de espanto mil millonario por la
cotidianidad de los asaltos al patrimonio público.
Obsérvese que las incidencias b), c) y d) ocurrieron en los 10 días que van
del 31 de diciembre de 1979 al 9 de enero de 1980.
Con todo, a partir de 1980 el monto neto de los pagos hechos por las
operadoras por concepto de "apoyo tecnológico" comenzó a disminuir, como
lo muestran las cifras oficiales:
Cifras aportadas por PDVSA indican que el pago bruto por este concepto
disminuyó para 1983 a 231 millones de bolívares. 228
El aparte No. 2 sirve para registrar los pagos hechos por concepto de la
asignación de "personal calificado" estipulada en los Contratos. En otras
palabras, es el pago hecho al personal de las empresas que prestan el
servicio de asistencia técnica y puesto a disposición de las operadoras. Si
hay algún rubro que pueda tipificarse como remunerador de una cierta
asistencia tecnológica, es precisamente éste, sin embargo, como veremos,
no es contabilizado como tal en las presentaciones oficiales de ese tipo de
costos.
229 BCV. Anuario de Series Estadísticas 1982, Cuadros II-2 y II-3, Págs. 31-32.
Informe Económico 1979, Cuadros A-VI-3 y A-VI-4.
Surge una pregunta ¿Por arte de qué sortilegio es posible convertir mil
millones de dólares en 231 millones de bolívaress? La respuesta hay que
buscarla en la serie de manipulaciones contables y "reclasificaciones para
fines comparativos" de que están plagadas las estadísticas petroleras
venezolanas.
230 Mendoza Pottellá, Carlos "La Otra Cara de la Luna Petrolera", en Punto
Socialista No. 1, Págs. 10-12. Caracas mayo de 1983.
(Millones de Bolívares)
tización, Agotamiento
de Activos
Las partes acuerdan que la base general de los pagos a ser efectuados a ESC
será el pago por Apoyo Tecnológico contratado y recibido. Queda igualmente
convenido que, según se describe en los párrafos siguientes, las formas de
pago contemplan la modalidad de un "estipendio básico" por Servicios
Tecnológicos Globales y Asistencia técnica, así como la de "pagos variables"
por concepto de la Asistencia técnica recibida en base a precios unitarios,
bien sea proveniente del exterior o prestada en Venezuela. 233
Esta primera clasificación de los pagos responde a los fines impositivos según
lo dispuesto en el Decreto No. 476, ya transcrito, y al resto de la normativa
aplicable a los enriquecimientos provenientes de esta actividad.
Pero además del estipendio básico, que remunera servicios globales, las
operadoras tienen que pagar a las suplidoras, como se anotó, los "pagos
variables". Uno de ellos es la "Asignación de Personal Calificado" para
cumplir tareas específicas. Se trata de los empleados de "la suplidora" que
"asesorarán" a la operadora en cada uno de sus departamentos claves.
En el caso de Lagoven, se trata de hasta 105 empleados de ESC por los
cuales la operadora pagará 15 millones 750 mil dólares al año. En el contrato
Gulf- Meneven la asignación es de 50 personas y la operadora se
compromete a reembolsar a la
Así pues, bástenos con saber que "Apoyo Tecnológico" es lo que se paga con
el estipendio básico y que todas las actividades reales implícitas en la
prestación de ese apoyo se pagan según las tarifas anotadas y constituyen
los pagos variables. En otras palabras, reiteramos, que se mantiene el
esquema anterior de un pago genérico, global, por el "derecho a la
asistencia" dentro de unos límites determinados, y pagos específicos por los
servicios que se utilicen en ejercicio de ese derecho.
Que el estipendio básico es un pago que no remunera prestación alguna se
infiere del texto de los contratos ya referidos -revísese el texto de las
cláusulas de pagos transcritas. Pero queda perfectamente claro en otro
contrato referido en el Trabajo Especial de Grado del Economista José G.
Hernández M.: el firmado por Maraven con la Shell International Petroleum
Maatschappij B.V.
Ahora bien, afirmábamos que las cifras oficiales sobre la asistencia técnica
pagada eran el resultado de una manipulación que las minimizaba y que
estaban constituidas mayoritariamente por el estipendio básico, dejando de
lado la mayoría de los pagos variables y todo lo pagado por asistencia
técnica a otras empresas internacionales, en particular, a firmas de
ingeniería como Bechtel y Lummus. Veamos ahora qué nos dicen las cifras
que hemos podido recabar:
No disponemos de todas las cifras para calcular el exceso total, partida por
partida, pero considérese que para completar ese cálculo habría que agregar
magnitudes tales como 170.000 horas hombre de asistencia técnica a tarifas
variables entre 80 y 200 dólares la hora hombre, y miles de días/instructor,
días instrucción, días/hombre de cursos en Venezuela y en el exterior, o
entrenamiento (on the job training) en las instalaciones de las "Suplidoras",
con costos unitarios entre 475 y 800 dólares.
Es muy valiosa la información que en este sentido aporta José G. Hernández
en su ya citada Tesis de Grado, de la cual hemos tomado algunas de las
cifras anteriores e insertamos al final de este capítulo los cuadros
correspondientes.
Como hemos visto, desde los tiempos de la New York & Bermúdez hasta
nuestros días, el destino de los hidrocarburos venezolanos ha sido y sigue
siendo la resultante de una relación dialéctica, de un constante pendular
entre la armonía y conflicto, cuyos protagonistas, el capital petrolero
internacional y el Estado venezolano, a la hora de discutir las condiciones de
la asociación tensan las cuerdas, pero nunca llegan a romperlas. La
nacionalización no modificó -como ha debido hacerlo dadas las motivaciones
que la impulsaron y constituyeron su razón de ser- las bases de esas
relaciones, y, en consecuencia, la reivindicación nacional de una justa
participación en el usufructo de la liquidación del petróleo no fue satisfecha
y sigue siendo una meta a alcanzar. Las grandes corporaciones petroleras
siguen percibiendo inmoderados beneficios provenientes del petróleo
venezolano.
Por otro lado, las principales corporaciones siguen siendo las beneficiarias
del complejo sistema de descuentos directos e indirectos sobre los precios
oficialmente acordados en el seno de la OPEP que se materializan en los
contratos de comercialización. Tales descuentos han llevado al petróleo
venezolano a cotizarse como uno de los más baratos del mundo. Esta
baratura no es mala en sí misma y, de hecho, es defendida ardorosamente
por quienes postulan una política petrolera enrumbada hacia el incremento
de la producción y la conquista de una mayor participación en el mercado
mundial, pero en el contexto de la política oficialmente aceptada y
proclamada es expresión de un pobre resguardo del interés nacional en la
materia.
Las anteriores cifras son apenas algunas de las tantas que pueden citarse, y
que de hecho se citan constantemente, como una muestra de la capacidad
de los dirigentes petroleros venezolanos para realizar una transición sin
traumas y mantener el récord de proveedores seguros de nuestros clientes.