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NOMBRE:

CORNEJO SALAZAR Yessica Estefanny

DOCENTE:

TITULO :

CURSO :
INICIACION A LA INVESTIGACION
FACULTAD:
DERECHO

AULA : SECCIÓN:
B-504 F

2019
PIMENTEL 16,ABRIL
Introducción

Uno de los primeros en estudiar la institución jurídica del Derecho de Familia de


los esponsales fue Ulpiano quien en su obra el Digesto los definía como “una
promesa que ambas partes se dan recíprocamente de futuro matrimonio”.

En el Derecho Canónico a esta institución jurídica se le consideró como “una


promesa bilateral de matrimonio a semejanza del derecho romano”

El Código Civil Español, se refiere a los esponsales y sus efectos jurídicos,


denominándolo como “promesa de matrimonio”, de este Código.

En la actualidad en algunos países sus legislaciones regulan si bien es cierto


las necesidades de celebrar los esponsales antes de contraer matrimonio, en el
caso peruano los esponsales no constituyen requisito previo para el matrimonio,
pero la ley permite que aquellos que deseen puedan celebrar el contrato
esponsalicio.

Cabe mencionar, que en los distintos países en los cuales se ha legislado sobre
esta institución siempre se ha tenido en consideración los usos y costumbres de
sus habitantes.

Es así, como en nuestra realidad, en relación con el noviazgo, en muchas


regiones de nuestro país, existe la costumbre de la sana competencia entre las
familias de los novios, por demostrar que la familia es la que otorga la mayor
cantidad de regalos a los futuros esposos, sin embargo como muchos de
nosotros hemos sido testigos, muchas veces estos compromisos no se llega a
concretarse, originándose un conflicto sobre estos regalos. Surgiendo entonces
las siguientes interrogantes ¿puede algún tercero, al sentirse perjudicado por la
decisión de los novios, accionar legalmente para que se les restituya los bienes
obsequiados? O si la decisión fue unilateral, por parte de uno de los novios
¿puede la otra parte cuando está en desacuerdo solicitar una indemnización por
daños y perjuicios?

En la gran mayoría de los casos podríamos asegurar que los ciudadanos


desconocen que bajo ciertas circunstancias la Ley garantiza, no solo la
devolución de los bienes obsequiados, sino también la indemnización al
promitente afectado.
Toda esta problemática es abordada por nuestro Código Civil, mediante la
institución jurídica del Derecho de Familia, llamada los esponsales.

Otra situación que también debería estar dentro del tema que estudiamos es la
referida a la práctica de cambio de anillos o aros de compromiso, costumbre
también muy arraigada en nuestra sociedad, ya que al igual que los esponsales
esta práctica origina los mismos problemas ante un rompimiento por parte de
uno de los promitentes.

En este artículo estudiamos a la institución jurídica del Derecho de Familia,


conocida como los esponsales. Si revisamos su concepto: Etimología, definición
y antecedentes más importantes. Revisamos su definición dentro del Código
Civil Peruano, Tendencias Legislativas. Mostramos también las tendencias
legales de los esponsales en otros países. Estudiamos las dos doctrinas que
definen su naturaleza jurídica, requisitos de los esponsales, contenido del
contrato esponsalicio, Extinción de los esponsales. Mientras que también
revisamos los efectos jurídicos de su incumplimiento. Finalmente damos algunas
conclusiones sobre el tema materia de estudio.

1. Concepto de Esponsales

1.1. Etimología

La palabra castellana esponsales etimológicamente deriva del termino latino


sponsalia, que se traduce como “el que promete”, este a su vez deriva del verbo
latino spondere, el cual se traduce como “prometer”. Por lo cual se deduce que
los esponsales se refieren a la promesa recíproca de contraer matrimonio a
futuro, así para nuestra realidad esponsales resultan ser un sinónimo de
noviazgo.

Sin embargo, para otros, esta palabra deriva del término latino Sponsus que
significa esposo, para otros autores esta palabra deriva del latin Spondeo,
Sponsul, que significa prometer sinceramente.
1.2. Definición

Los esponsales es una figura que, si bien no contiene propiamente una relación
jurídica familiar, busca de forma directa resguardar la futura conformación del
matrimonio para lo cual dos personas celebran un pacto preconyugal, una
promesa recíproca del matrimonio que no genera obligación de contraerlo, pero
ruptura injustificada tiene consecuencias jurídicas de orden patrimonial y moral.
Su fin es cautelar los perjuicios que pueden originarse como consecuencia del
incumplimiento de la promesa matrimonial debiéndose reparar los daños
causados, así como el destino de los bienes donados por razón del matrimonio
(donación propter nupcias).

Esta institución jurídica del Derecho de Familia puede definirse, desde dos
enfoques: amplio y restringido.

1. Desde un enfoque amplio: Como lo define Theodor Kipp y Cristian Wolf,


al decir que los esponsales son el convenio de futuro matrimonio y la
relación jurídica que surge de dicho convenio. Esto quiere decir que los
esponsales no solo comprenden el acto mismo de celebrarlo, sino que los
prometientes se deben muchas obligaciones como consecuencia de tal
contrato, como por ejemplo que ninguno de ellos pueda celebrar contrato
esponsalicio con personas diferentes.
2. Desde un enfoque restringido: Como lo define el tratadista español
Manuel Albaladejo García, para quien los esponsales son la promesa del
futuro matrimonio, hecha y aceptado recíprocamente por un hombre y la
mujer.
3. Los promitentes gozan de un vínculo que no solo acarrea un valor social
de compromiso sino también se compone de un estricto contenido jurídico
pues no es otra cosa que un convenio prematrimonial.

Debemos señalar que nuestro actual Código Civil no define explícitamente a los
esponsales, como sí lo hacía el Código de 1936.
1.3. Antecedentes

Es lógico que se entienda que los esponsales no funcionaron cuando la familia


se constituía mediante el rapto, ni mediante la compra. Los esponsales como
figura jurídica ya aparecen en el código de Hammurabi.

En Atenas, a los esponsales se les llamaba engysis, era celebrado entre el tutor
físico o jurídico de la novia y el pretendiente, con la presencia de los familiares
de ambas partes como testigo, siendo requisito indispensable para la validación
de un contrato de matrimonio.

Mientras que en Roma, se les llamaba sponsalia, los podían celebrar los mismos
contrayentes o por medio de otra persona que los representaba, según el cual
entre los prometientes debía guardarse mutuo respeto, los promitentes adquirían
una especie de cuasi afinidad con los parientes consanguíneos de cada uno de
ellos, la novia le debía fidelidad al novio, empero ninguno de los promitentes
podía celebrar otro contrato de esponsales con persona distinta; el promitente
podía ejercer la acción de injuria cuando la novia era ofendida. No representaba
requisito previo para la celebración del matrimonio, sino constituía una simple
costumbre, la cual podía ser seguida o no. Con el advenimiento del cristianismo,
los esponsales se consideraban tanto del presente como del futuro, es decir los
convenios que celebraban los promitentes y las relaciones jurídicas que surgían,
entre estas relaciones jurídicas se establecía la obligación de contraer
matrimonio si sobrevenía la copula.

En el mundo moderno empezó la decadencia de los esponsales y actualmente


esta institución jurídica ha acelerado su decadencia hasta el punto de que en
algunas legislaciones, como por ejemplo, Cuba, China Popular, Bolivia se le
considera obsoleta, o sea en desuso.

Lamentablemente, su uso se ha desvirtuado y lo que actualmente ocurre, sobre


todo en algunas zonas rurales, es que los esponsales se han convertido en un
instrumento para liberarse de la sanción penal que sobre viene como
consecuencia de la comisión de un delito contra la libertad sexual. Por estas
consideraciones no falta quienes sostengan que nuestra ley no debe ya regular
lo referente a los esponsales, pero también otros autores señalan que debe
continuar regulándose los esponsales, para evitar perjuicios patrimoniales y/o
extra patrimoniales a quien se prometen matrimonio civil y no se cumple.

Nuestra posición es que se visibilice esta institución, sobre todo en las zonas
rurales de nuestro país, para así evitar su mal uso, por parte de abusadores,
quienes aprovechándose del desconocimiento de esta institución por parte de
sus pobladores que han legalizado su mal accionar.

Debemos mencionar que nuestra legislación recoge esta institución jurídica en


los Códigos Civiles de 1852, 1936 y por supuesto en el actual Código Civil de
1984.

1.4. Definición de los esponsales según el Código Civil Peruano

El artículo 239° de nuestro Código Civil vigente, define a los esponsales como
“la promesa reciproca de matrimonio” y en este mismo artículo se señala con
claridad que esta “no genera obligación legal de contraerlo, ni de ajustarse a lo
estipulado para el caso de incumplimiento de la misma”. Cabe resaltar que este
artículo busca mantener el legítimo derecho a la libertad de la que gozan los
prometientes de contraer matrimonio, el cual está garantizado en nuestra
Constitución Política.

Es así, que puede decirse que el legislador tuvo en consideración los hábitos y
las costumbres sociales relacionadas con el servinacuy, practica muy arraigada
en muchas comunidades del ande y de la selva de nuestro país, esto en
concordancia con lo legislado en diversos países, como por ejemplo en el
Sistema Jurídico español, tal como sostienen Diez Picaso, Luis y Gullón Antonio,
19991 : “existe una promesa de matrimonio cuando dos personas se manifiestan
recíprocamente la voluntad de contraer matrimonio en el futuro. No se trata de
simples manifestaciones de deseos, sino de una seria voluntad, y en el orden
jurídico la figura se recibe de los hábitos y costumbres sociales, en los cuales se
introdujo como comienzo de una fase de preparación de matrimonio”

1
Sistema de Derecho Civil, Derecho de Familia. Derecho de Sucesiones. Volumen IV,
5°Edición. Madrid, EspañaTecnos, 1999, pp,88-94.
Sin embargo, hay que mencionar que la palabra esponsales se refiere también
a los siguientes casos2.

a) “En un sentido impropio, se toma por las arras y los arreglos que se
intercambian los futuros esposos.
b) Indica el matrimonio, aun no celebrado, porque en los esponsales hay
cierta promesa de entrega mutua.
c) Se refiere a la promesa de futuro matrimonio, llamándose entonces
esponsales de futuro, para distinguirlo del matrimonio propiamente tal, al
que se le daba el nombre de esponsales de presente.
d) En el derecho canónico, se les conoce también con los nombres de fides
pactionis, fides consensus, spes matrimonii, seu nuptiarum y también
sacramentalia matrimonii”
Concordamos plenamente con lo que sostiene dicho autor en lo referente
a las acepciones de la palabra esponsales.

1.5. Tendencias Legislativas

En algunas partes de mundo existe una tendencia a desaparecer esta institución


jurídica, como por ejemplo en Chile, en el año 2015, fue presentada una moción
parlamentaria para derogar el Título III del libro Primero del Código Civil Chileno,
“de los esponsales”.

Mientras que en otros, como es el caso de Venezuela, le niegan a los esponsales


todo efecto jurídico, ya que el artículo 41 del Código Civil Venezolano dice,
textualmente “La promesa reciproca de futuro matrimonio no engendra la
obligación legal de contraerlo, ni de cumplir la prestación que haya sido
estipulada para el caso de inejecución de la promesa”.

En el caso de Colombia, su legislación, de acuerdo con su Código Civil (Articulo


110 y siguientes) solo reconoce los efectos secundarios de los esponsales.

2
Hurtado Gonzáles Moisés. Los esponsales, naturaleza jurídica, Biblioteca Jurídica Virtual del
Instituto de Investigaciones Jurídicas. Unam, México, pp, 239-240.
En Alemania, la promesa de matrimonio comprendía la obligatoriedad de
celebrar el matrimonio, por cuanto consideraban, que el futuro esposo adquiría
una especie de potestad sobre la prometida.

En tanto que en Francia, su legislación reconoce el pago de perjuicios y daños


derivados de la ruptura injustificada de los esponsales. Esto mismo contempla la
legislación mexicana.

1.6. Naturaleza Jurídica

En la actualidad, la doctrina del Derecho Romano, la cual sostenía que los


esponsales constituían una parte integrante del acto de conclusión del
matrimonio, esto es no se concedía matrimonio sin previa esponsalia, ha
devenido en desuso en casi todos los países en los cuales sus legislaciones
consideran a la institución jurídica de los esponsales.

De hecho hoy en día tanto los esponsales como el matrimonio son instituciones
autónomas, más aún hay que señalar, como ya lo hemos dicho anteriormente,
que el contrato esponsalicio no obliga a contraer matrimonio.

Acerca de la naturaleza jurídica contemporánea de los esponsales, tenemos que


existen cuatro doctrinas referidas a los esponsales.

Por un lado existen dos posiciones doctrinarias totalmente opuestas entre sí: La
Teoría del Contrato y la Teoría del Hecho, por lo cual la doctrina moderna, hace
una distinción entre la promesa del matrimonio y el hecho mismo de contraerlo,
y por otra parte se tienen otras dos teorías: la Teoría del Avant contrac y la
Teoría de la Figura Sui Géneris, sostenida por nuestro compatriota Max Arias
Schereiber.

A continuación, describimos estas doctrinas sobre la naturaleza jurídica de los


esponsales3.

1.6.1. Teoría del Contrato4

3
Mella Baldovino, Ana. Los esponsales, obsoleta o poco difundida institución jurídica del
Derecho de Familia, Familia, Revista Actualidad Jurídica. Lima, 2014, pp. 161 – 167.
4
Aguilar Llanos, Benjamin. Derecho de Familia. Lima: Ediciones Legales, 2013, pp. 45 – 46.
Esta teoría, sostiene que los esponsales posee todos los elementos esenciales
de los cuales consta un contrato, por tanto se le aplican, según Mella4, las
disposiciones relativas al negocio y del contrato en particular.

Particularmente estamos de acuerdo con ella, cuando sostiene que4 “la


naturaleza contractual de los esponsales se pone de manifiesto por el hecho
concreto de la existencia de una promesa mutuamente aceptada, puesto que
existe una oferta y una aceptación libremente formuladas por personas capaces,
respecto de un objeto lícito, dentro del marco de la Ley, las cuales generan
obligaciones entre las partes vinculadas; por lo cual, se dan todos los elementos
esenciales del contrato y por lo tanto se aplicarían, para los esponsales, las
disposiciones relativas al negocio jurídico en general y del contrato en particular”.

Otros argumentos a favor de esta teoría, lo constituye los ofrecidos por Benjamín
Aguilar Llanos. Asimismo, Theodor Kipp y Martín Wolf, abonan a favor de esta
teoría, pues señalan que los esponsales constituyen un contrato de Derecho de
las Obligaciones y de Derecho de Familia.

La opinión de Enrique Varsi Rospigliosi5 se enmarca en esta misma dirección,


al afirmar que “(…) Esta corriente entiende que estarían presentes todos los
requisitos básicos del contrato, tales como la oferta y aceptación hechas
libremente por individuos capaces, acerca de un objeto lícito, bajo forma
determinada, por lo que surgirían obligaciones para ambas partes”

Sin embargo, esta posición tiene sus detractores, quienes sostienen que4 “si los
esponsales fueran realmente un contrato, sería judicialmente exigible casarse;
es decir, podría uno de los novios exigir al otro, ante el órgano jurisdiccional
competente, que cumpla con su obligación derivada de la promesa de contraer
matrimonio. En defesa de lo dicho se sostiene que la imposibilidad de
incumplimiento de un contrato genera la obligación de pago de una
indemnización por daños y perjuicios, siendo que podría considerarse a los
esponsales como un contrato de obligaciones alternativas o facultativas, en tanto

5
Varsi Rospliglioso, Enrique. Tratado de Derecho de Familia. Tomo II. Gaceta Jurídica, Lima,
2011, p. 14.
que los novios se comprometan a contraer matrimonio o en su defecto a
indemnizar los daños y perjuicios que uno de ellos le irrogue al otro, por su
negativa de cumplir con su promesa de matrimonio.”

Nosotros estamos en desacuerdo con estos argumentos, ya que estos violarían


no solo el artículo I TP. De nuestro Código Civil Procesal, sino también iría
contra del inciso 3 del artículo 139° de nuestra Constitución Política. Aún más,
estos argumentos, coactarían la libertad de elección garantizada también por
nuestra carta magna.

1.6.2. Teoría del Hecho4

Esta teoría, defendida casi exclusivamente por los alemanes, tales como,
Meisner, Jacobi, Titze, Landsberg, Junghans, Reichel, Hellmann, Kohler,
Lehmann, sostiene que los esponsales originan una relación fáctica, similar al
vínculo de la amistad, es decir es un hecho social.

Por lo cual los esponsales al inscribirse en el ámbito social solo acarrean


compromisos morales, como el deber moral de cumplir lo prometido. Así su
fundamento recae en el Esta teoría, defendida casi exclusivamente por los
alemanes, tales como, Meisner, Jacobi, Titze, Landsberg, Junghans, Reichel,
Hellmann, Kohler, Lehmann, sostiene que los esponsales originan una relación
fáctica, similar al vínculo de la amistad, es decir es un hecho social.

Por lo cual los esponsales al inscribirse en el ámbito social solo acarrean


compromisos morales, como el deber moral de cumplir lo prometido. Así su
fundamento recae en el hecho de la nula posibilidad de exigencia judicial del
cumplimiento de la promesa de contraer matrimonio. Esto en el caso de nuestro
país, este hecho está garantizado en el artículo 239° de nuestro Código Civil.

Los opositores a esta teoría alegan que4 “no se puede sostener que los
esponsales generen una situación de hecho y pasar por alto la manifiesta
relación jurídica que conlleva, y que evidencia por sí misma la obligación de
indemnizar los daños y perjuicios ocasionados por tal incumplimiento por culpa
exclusiva de uno de los promitentes”.
Nosotros estamos dentro de los que están en contra de los defensores de esta
teoría, ya que a nuestro modesto entender, se saca a esta institución del ámbito
del derecho de Familia para reducirla a una situación social.

Además también porqué actualmente diferentes países en sus Códigos Civiles


están considerando el hecho que el incumplimiento de la promesa de los
esponsales, debe generar una protección contra los agravios morales y
materiales para la persona inocente.

1.6.3. Teoría del Avant Contrac

Según esta teoría los esponsales son una especie de ante contrato para la
celebración del matrimonio, y como explica Cornejo Chávez, los esponsales no
pueden ser considerados sino como un antecontrato (que no es lo mismo que
contrato preliminar o previo), ya que no es posible obligar a las partes a efectuar
el objeto de la promesa, debido a que nadie puede encadenar definitivamente su
libertad de contraer matrimonio.

Esta concepción no ha sido suficientemente desenvuelta en la doctrina, pero su


formulación se desprende de la manera como algunas legislaciones, como la
francesa, han regulado los esponsales.

En síntesis, sostiene esta teoria que los esponsales no pueden ser considerados
sino como un ante-contrato (que no es lo mismo que contrato preliminar o
preWlo) ya que no es posible obligar a las partes a efectuar el objeto de la
promesa debido a que nadie puede encadenar definitivamente su libertad de
contraer matrimonio6.

1.6.4. Teoría de la Figura Sui Géneris

6
https://www.google.com.pe/search?q=Según+esta+teoría+los+esponsales+son+una+especie+de+ante+
contrato+para+la+celebración+del+matrimonio%2C+y+c
Esta teoría es por nuestro compatriota Max Arias Schereiber, quien dice
“sostenemos que los esponsales no son un contrato sino una figura sui géneris,
dado que su cumplimiento no es exigible. En efecto no cabe conminar a los
novios para que celebren matrimonio y lo único que admite es reparación de
daños y perjuicios causados por quien injustificadamente determina la ruptura
del noviazgo”.

En suma, concluye, los esponsales no son un contrato, ni un antecontrato ni un


acto preliminar contractual, pues no son vinculatorios y por lo tanto no están
destinados a la celebración del matrimonio forzoso en la medida que la libertad
de contraerlo es de su propia naturaleza y esencia.

1.7. Requisitos de los esponsales

Entre los requisitos más importantes podemos señalar los siguientes:

1. Capacidad: Cada uno de los promitentes tiene que ser mayor de


edad, sus padres pueden representarlos.
2. Promesa reciproca de matrimonio: El contrato esponsalicio debe
de contener la expresión de cada uno de los promitentes, esto
significa que dicho contrato no tendrá validez si solamente es
producto de la manifestación de voluntad de uno solo de los
promitentes.
3. Que conste de manera indubitable: En algunos países se requiere
el contrato de esponsales se celebra mediante escritura pública
como en el caso de Alemania, en cambio en otros países como el
nuestro este contrato consta de manera indubitable, de manera
que dicho contrato consta por escrito público o privado.

1.8. Contenido del contrato esponsalicio

Un contrato esponsalicio básico puede contener los siguientes elementos:

1. Los nombres de los promitentes.


2. La forma como se conocieron.
3. La promesa de contraer futuro matrimonio.
4. En su caso el nombre de los padres.
5. En su caso señalar el estado de embarazo en que se encuentra la
promitente.
6. El compromiso de resarcir los daños y perjuicios que se causare si
se cumple con los términos del contrato.

1.9. Extinción de los esponsales.

Los esponsales se extinguen normalmente a través del matrimonio, pero los


esponsales también pueden extinguirse por:

1. Acuerdo de las partes. Es decir por mutuo acuerdo, cualquiera sea la


razón para esta decisión.

2. Por incumplimiento sin culpa, como por ejemplo la muerte de uno de, los
promitentes, o que uno de los promitentes haya quedado invalido.

3. Por decisión unilateral de uno de los promitentes. En tal caso, se hace


cumplir el ítem 6 del contenido del contrato esponsalicio, si fuese el caso.

1.10. Efectos Jurídicos de Incumplimiento

En algunos países sus legislaciones no le reconocen efecto jurídico alguno a los


esponsales, ya que se les considera una mera relación de hechos, es decir, un
simple amorío.

No ocurre lo mismo con otras legislaciones como es el caso de nuestra


legislación, que si le reconoce a los esponsales algunos efectos jurídicos, los
cuales están contemplados en el artículo 240 del Código Civil, mediante el cual
se concede Acción Indemnizatoria por daños y perjuicios (bien materia de
contenido patrimonial) o por Daño Moral (sufrimiento).

Este artículo textualmente señala que: “Si la promesa de matrimonio se deja de


cumplir por culpa exclusiva de uno de los promitentes, ocasionando con ello
daños y perjuicios al otro o a terceros, estará obligado a indemnizarlos. La acción
debe de interponerse dentro de un año a partir de la ruptura.

Dentro del mismo plazo, cada uno de los prometidos puede exigir la restitución
de lo donado como símbolo de los esponsales, según las disposiciones sobre
restitución de un enriquecimiento injusto”

Sin embargo, este marco legal tiene serios cuestionamientos, como por el
sugerido por Mella4, quien señala lo siguiente “Sobre la base de un razonamiento
lógico jurídico primario, si los esponsales se define como la promesa de contraer
matrimonio resultaría adecuado que su incumplimiento origine una acción judicial
destinada a que se cumpla con la obligación asumida (que exista un derecho a
perseguir la conclusión del matrimonio); sin embargo, dada la absoluta libertad
que existe del consentimiento matrimonial, es que surge cuestionamientos
jurídicos respecto a la trascendencia de la promesa esponsalicia en el Derecho.

Si bien es cierto que “la promesa recíproca de contraer matrimonio no genera


obligación legal de contraerlo” de conformidad con lo previsto por el art. 239 del
CC; sin embargo, también es verdad que la ruptura del compromiso de contraer
matrimonio por culpa exclusiva de uno de los promitentes, no puede quedar
impune en la medida que haya ocasionado un daño o perjuicio a consecuencia
de tal incumplimiento (daño cierto), tal y como lo sanciona el art. 240 del CC”.

A pesar, que como ya se dijo los esponsales, no obliga a que se concrete el


matrimonio prometido, estos producen en determinados escenarios innegables
efectos jurídicos, ya que puede conllevar a responsabilidades de carácter
pecuniario, cuya naturaleza jurídica estaría enmarcada más en la teoría de la
responsabilidad contractual, pues como dijimos nosotros nos inclinamos por la
tesis que la naturaleza jurídica de los esponsales se inclina a la teoría
contractualista.

Que como sostiene Mella4 comprende “tres elementos esenciales:

a) La existencia de culpa o dolo en el demandado, derivada en la ruptura


injustificada, sin motivos legítimos que valga la redundancia la justifique
(acto desleal);
b) La existencia del daño o perjuicio cierto para el demandante (puede
consistir en los gastos asumidos a raíz del compromiso de matrimonio, en
la afectación emocional padecida, el haber renunciado a oportunidades o
beneficios por la expectativa de concretar del futuro matrimonio, entre
otros);
c) La necesaria relación de nexo causal entre la culpa atribuida al
demandado y el daño o perjuicio ocasionado”.

Debemos advertir que para solicitar indemnización bajo el marco dado en los
ítems (a)-(c), se debe probar primero esta formalización del matrimonio, es decir
debemos crear certeza en la decisión del Juez.

También se contempla la restitución de la donación, si esta se realizó como


condición al matrimonio, pero si fue producto de un acto de liberalidad, no hay
obligación de restituir el bien.

Esta institución jurídica, no solo es de utilidad ante un perjuicio ocasionado con


motivo de la decisión unilateral de un promitente, sino que también sirve ante
escenarios en los cuales uno de los prometidos falte a sus obligaciones, como
por ejemplo, llevando un estilo de vida escandalosa o licenciosa, sin que
pretenda desconocer su compromiso matrimonial.

El plazo del derecho de acción es de un año para evitar una incertidumbre


indefinida o muy prolongada en las relaciones personales y patrimoniales a
consecuencia de la ruptura unilateral del compromiso esponsalicio. Dentro del
mismo plazo de un año, cada uno de los promitentes puede revocar las
donaciones que se haya hecho a favor del otro por razón del matrimonio
proyectado.

Asimismo, la ruptura del compromiso de contraer matrimonio puede servir como


base para una acción investigatoria de paternidad, conforme lo dispone el inciso
5° del artículo 402° del Código Civil, que señala que: “La paternidad
extramatrimonial puede ser judicialmente declarada: (…) 5.- En caso de
seducción cumplida con promesa de matrimonio en época contemporánea con
la concepción, siempre que la promesa conste de manera indubitable”.
Asimismo, la referida ruptura puede acarrear una acción de cobro de alimentos
temporales y resarcimiento de gastos de embarazo y parto con sujeción a lo
previsto por el artículo 414° del Código Civil.

Para finalizar, debemos señalar que la extinción de los esponsales normalmente


termina con el matrimonio, y como hemos revisado, excepcionalmente finaliza
por convenio de extinción, por resolución unilateral o por imposibilidad, sin que
media culpa.

Después de los argumentos presentados, y sobre todo debido al hecho que toda
sociedad está en constante evolución y por ende el marco legal debe ir a la par
de esta evolución, como ya lo hemos visto, en las discusiones que se han dado
en la opinión pública sobre temas controversiales, como uniones civiles, cambios
de género, etc ¿será que nuestro país debe también, como lo han hecho otros
países, derogar la institución jurídica de los esponsales?, o como lo sostenemos
nosotros hacerla visible, porque creemos que la baja casuística, está
directamente relacionada con el desconocimiento de su existencia en la
normativa legal del país.

Conclusiones

1. En su historia del derecho universal, los esponsales surgen de las


costumbres de las diversas culturas, y también evolucionan como normas
sociales hasta llegar a ser regulados por el derecho positivo, que los
reglamenta; así tenemos que cada nación ha legislado estableciendo
diversas modalidades para su constitución, sus elementos formales y los
consiguientes efectos jurídicos.

2. Los esponsales como institución de nuestro Código Civil tienen la


naturaleza de un contrato de promesa de futuro matrimonio, otorgado
entre personas que tienen capacidad para obligarse por su representante
o quienes ejerzan la patria potestad.

3. El análisis del art. 239° de nuestro Código Civil nos permite señalar dos
cuestiones que se deben tener muy presente: Primero, que pese a la
existencia de promesa de contraer matrimonio no existe obligación de
contraerlo, pues atentaría contra la libertad que debe regir en este campo.
En segundo lugar tampoco hay obligación de cumplir aquello estipulado
para el supuesto de ausencia de celebración, puesto que es ineficaz este
tipo de estipulación.

4. En conclusión lo que se refiere a un contrato de esponsales que está


establecido en nuestro Código Civil tiene promesas por cumplir pero no
prohíbe incumplirlas ya que solo genera daños pecuniarios.

5. El dolo y la culpa son las causales de ruptura de los esponsales que


otorgan al promitente perjudicado la acción para exigir la reparación de
daños y perjuicios ya sean de orden moral o patrimonial e incluso puede
demandar la restitución de las donaciones hechas por terceros.

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+una+especie+de+ante+contrato+para+la+celebración+del+matrimonio%2C+y
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