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Responde a las siguientes preguntas

1. ¿Por qué el ser humano para san Agustín es interioridad?

Porque el hombre encuentra su auténtica realización no en cualquier dirección, sino


sólo en aquella por donde se llega a la vita beata. La íntima unión entre ser, verdad y
bien —corazón de la metafísica agustiniana— encuentra así en el hombre una
expresión altísima.
No podemos perder de vista, además, que estas “direcciones” y su polaridad
significativa ponen de manifiesto que el hombre en su interior es una realidad “en
tensión hacia”. Es más, podríamos decir que es la tensión (espiritual) misma la que
genera el espacio interior.

2. Según santo Tomás, no solo tiene sentido nuestra existencia, sino cualquier
acción que realicemos. ¿Por qué?

El hombre es un ser político que vive en comunidad lo cual exige un gobierno


que mire por el bien común. Tanto la sociedad como el gobierno, por ser
connaturales al hombre, tienen en último término justificada su existencia en
Dios, creador de la naturaleza humana. Como el fin sobrenatural del hombre
consiste en conseguir la beatitud eterna, que es competencia de la Iglesia, el
Estado, aún siendo autónomo, queda supeditado indirectamente a aquella. Así,
el Estado debe guiar y legislar para que los ciudadanos vivan virtuosamente y
alcancen el fin que les es propio: la salvación eterna. Las leyes (mandatos que
descansan en la razón y según los cuales algo es inducido a obrar), deben, pues,
orientarse hacia la consecución del bien común.

3. ¿Cuáles son los tres contenidos principales de la ley natural?

La ley natural dirige y ordena los actos de los seres naturales para la adecuada
realización de los bienes que les son propios. El Aquinate toma del
pensamiento griego la noción de naturaleza como principio dinámico intrínseco
que determina el comportamiento ordenado y legal de los seres naturales, a la
vez que la idea de que puede utilizarse el criterio de la “naturalidad” para
distinguir la conducta buena de la mala: lo bueno es lo natural y lo malo lo
contrario a ella. La principal diferencia del planteamiento tomista respecto del
griego está en que para Tomás de Aquino las inclinaciones naturales descansan
en último término en Dios, quien por su providencia gobierna todas las cosas y
les da las disposiciones convenientes para su propia perfección. En los seres
irracionales la ley eterna inscrita en su naturaleza determina su
comportamiento de manera pasiva y necesaria, en los hombres descansa en su
razón y se realiza a partir de su voluntad y libertad. En sentido estricto, Santo
Tomás interpreta la ley natural como la ley moral, y la identifica con la razón
humana que ordena hacer el bien y prohíbe hacer el mal. La ley moral es
natural y racional: racional porque es enunciada y dictada por la razón; natural
porque la propia razón es un rasgo de la naturaleza humana y porque describe
las acciones convenientes para los fines inscritos en nuestra naturaleza. La ley
natural contiene los preceptos fundamentales que rigen la vida moral, el
primero de los cuales es “debe hacerse el bien y evitarse el mal” y en el que se
fundan todos los demás preceptos de la ley moral. Dado que la ley natural se
fundamenta en la naturaleza humana, y ésta en Dios, la ley natural no es
convencional, es inmutable y la misma para todos (universal).

La ley positiva (ley que promulgan los Estados) debe ser expresión de la ley
natural, por tanto no será convencional. Así, aquellas leyes positivas que sean
contrarias a las leyes naturales no son buenas y es justo que el ciudadano se
niegue a cumplirlas, mientras que aquellas que son conforme a la ley natural
son justas y buenas y el ciudadano está obligado a cumplirlas. La legalidad no
siempre coincide con la moralidad: si el legislador promulga una ley contraria a
la ley natural, y, en último término a la ley divina, es legítimo, moralmente
correcto –aunque no sea legal– que el súbdito se rebele y no la cumpla. La ley
natural tiene su origen en un orden más amplio: el orden del Universo, orden
que es expresión de la ley eterna, ley que descansa en la propia razón de Dios y
de la cual derivan todas las demás leyes. Santo Tomás dice que es eterna e
inmutable porque a Dios le corresponde la eternidad. Dios ordena todas las
acciones, tanto humanas como no humanas, hacia su fin. A diferencia de
Aristóteles, Santo Tomás hace descansar el bien en un fundamento más
trascendental que la propia naturaleza: Dios.

4. Averigua por qué Tomás de Aquino es el patrón de todos los estudiantes de


bachillerato y universidades.

El 28 de Enero celebramos el día de Santo Tomás de Aquino, patrón de los


estudiantes y profesores. La causa principal es que fue un Santo que dedicó su
vida al estudio, y porque además se doctoró y fue profesor en numerosas
universidades como: Roma, Nápoles, Bolonia, Viterbo y Orvieto.

Algunos consejos prácticos y sensatos son:

1. No quieras entrar inmediatamente en el mar, sino a través de los


riachuelos, pues a lo difícil se debe llegar por lo fácil.
2. Te mando que seas taciturno (callado, observador…) y que vayas poco al
locutorio.
3. Procura tener limpia la conciencia.
4. No dejes de dar tiempo a la oración.
5. Ama el retiro prolongado de la habitación si quieres entrar en la bodega de
la sabiduría.
6. Muéstrate amable con todos.
7. No te preocupes de las cosas de los demás (de las habladurías y cosas sin
importancia…)
8. No te muestres demasiado familiar con nadie, porque la excesiva
familiaridad engendra desprecio y resta tiempo al estudio (de dar “ciertas
confianzas” a personas con las que no hay amistad…)
9. No te entrometas en modo alguno en los dichos y hechos de los seglares.
10. No quieras tratar de todo a la vez.
11. Procura seguir los pasos de las personas buenas y santas.
12. Encomienda a la memoria todo lo bueno que oyes, venga de quien venga.
13. Procura entender lo que lees o escuchas.
14. Clarifícate en las dudas.
15. Esfuérzate en colmar la capacidad de tu mente, cual deseoso de llenar un
vaso vacío.
16. No intentes hacer lo que supera tu capacidad.

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