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SINOPSIS

El ligamento periodontal es un tejido conectivo fibroso entre el hueso alveolar


propiamente dicho y el cemento que cubre la raíz. Este ligamento cubre la raíz del diente
y se conecta con el tejido de la encía. El ligamento periodontal ocupa el espacio
periodontal y está compuesto de fibras, células y sustancia intercelular. El periodonto se
desarrolla a partir del tejido folicular dental que rodea al diente- tiene un espesor de
0,15-0,38 mm, es más delgado en la zona media de la raíz y disminuye ligeramente de
espesor con la edad. El ligamento está compuesto de haces de fibras de colágeno que
unen el cemento al hueso alveolar propiamente dicho. Este tejido es marcadamente
celular, y contiene fibroblastos y células vasculares, nerviosas, óseas y cementarias.
ORGANIZACIÓN DEL LIGAMENTO PERIODONTAL
Dos grupos de fibras principales. El aestá localizado alrededor de los cuellos de los dientes
y el grupo dentoalveolar rodea las raíces de los dientes (fig. 11-1). Estas fibras principales
son haces de fibras de colágeno importantes para sus funciones a lo largo de la superficie
radicular, desde la región cervical hasta el ápice de la raíz (v. las partes 1 a 6 en la fig. 11-
1). Los haces de colágeno están incluidos en el cemento de la raíz y se extienden hacia el
interior del hueso alveolar y actúan como un ligamento suspensor para los dientes. Entre
cada grupo de fibras hay un espacio intersticial que contienen una red de vasos
sanguíneos, nervios y linfáticos que mantienen la vitalidad del ligamento periodontal, y
una red de fibras más finas que se entremezclan en los espacios y también sirven de
soporte a los densos haces de fibras de colágeno.
Grupo de fibras gingivales
Las fibras principales del ligamento periodontal en el área gingival se denominan fibras
gingivales. Constan de cuatro grupos los cuales dan soporte a la encía (fig. 11-4). Las
fibras gingivales libres se originan en la superficie del cemento de la región cervical y
pasan hacia el interior de la encía libre. Las fibras gingivales adheridas parten de la cresta
alveolar y discurren hacia el interior de la encía adherida. Las fibras circulares o
circunferenciales son continuas alrededor del cuello del diente y se oponen al
desplazamiento gingival. Las fibras de la cresta alveolar se originan en el cemento del
cuello del diente y terminan en la cresta alveolar. Las fibras transeptales se originan en la
región cervical de cada corona y se extienden hacia localizaciones similares en las caras
mesial y distal de cada diente adyacente (figs. 11-5 y 11-6). La figura 11-6 muestra cómo
las fibras transeptales se sitúan en el plano mesiodistal y no se encuentran en el plano
bucolingual.
Grupo de fibras dentoalveolares
dentoalveolares consta de cinco grupos de fibras principales, que se denominan de
acuerdo con su origen e inserción en el proceso dentoalveolar. El grupo de la cresta
alveolar se origina en el área cervical, justo por debajo de la unión amelodentinaria,
extendiéndose hasta la cresta alveolar, así como hacia el interior del tejido conectivo
gingival (v. fig. 11-6). Estas fibras resisten fuerzas intrusivas. El grupo de fibras
horizontales se extiende en dirección horizontal desde el cemento de la porción media de
la raíz hasta el hueso alveolar adyacente propiamente dicho. Estas fibras se oponen a la
inclinación de los dientes, como se ilustra en la figura 11-7. El grupo de fibras oblicuas se
extiende en dirección oblicua desde el área justo por encima de la zona apical de la raíz,
ascendiendo hacia el hueso alveolar (fig. 11-8); estas fibras resisten fuerzas masticatorias
verticales o intrusivas. El grupo de fibras apicales se extiende perpendicularmente desde
la superficie de los ápices radiculares hasta el hueso alveolar fúndico adyacente, que
rodea el ápice de la raíz del diente. Las fibras apicales resisten fuerzas verticales y
extrusivas aplicadas sobre el diente (v. fig. 11-8). Otro grupo de fibras que están
localizadas entre las raíces de los dientes multirradiculares se denominan fibras
interradiculares. Tales fibras se extienden perpendicularmente a la superficie del diente y
al hueso alveolar adyacente y resisten fuerzas verticales y laterales (fig. 11-9). Estas fibras
se resumen en la tabla 11-1.
Espacios intersticiales
Las fibras principales constituyen el núcleo estructural y funcional del ligamento
periodontal. Están situadas s a lo largo de la extensión gingivoapical del ligamento
periodontal. Entre cada haz de fibras del ligamento aparece un espacio intersticial., que
son diseñados para transportar estructuras vasculares y nerviosas que rodeando el
diente y conectando con los vasos que discurren longitudinalmente hacia la raíz (figs. 11-
10 y 11-11). Estos espacios intersticiales están diseñados para resistir el impacto de las
fuerzas masticatorias, que se comprimen durante la masticación o tensión, como se
muestra en la figura 11-12. Dentro de estos espacios puede observarse una red de fibras
finas que sirven de soporte a los nervios y terminaciones nerviosas que se encuentran en
estos espacios (figs. 11-13 y 11-14).
Sistema vascular
El ligamento periodontal tiene un rico aporte vascular que se origina de las arterias
alveolares inferior y superior y de ramas de la arteria facial, procedentes de la arteria
carótida externa. Estos vasos irrigan el hueso alveolar y se anastomosan libremente en el
ligamento periodontal. El plexo vascular que se extiende en el interior del ligamento
atraviesa desde las áreas apicales hasta las áreas gingivales con asas que rodean los
dientes a intervalos regulares (v. fig. 11-10, B). La figura 11-10, A muestra la densidad y
complejidad del ligamento. En los ligamentos periodontales se han demostrado
comunicaciones arteriovenosas que proporcionan conexiones directas entre el aporte
sanguíneo arterial y venoso sin tener que pasar a través de una red capilar. Los capilares
son evidentes a todo lo largo de los haces de fibras principales.
Sistema nervioso
Los troncos nerviosos más grandes del ligamento periodontal se encuentran en la zona
central del eje longitudinal del diente (fig. 11-15). Ramos de estos troncos pasan hacia el
interior del ligamento y el hueso alveolar a intervalos a lo largo de su trayecto hacia los
tejidos gingivales. La mayoría de los troncos nerviosos y nervios más finos son visibles en
los espacios intersticiales. Se observan terminaciones nerviosas a lo largo de todo el
ligamento y especialmente en los haces de fibras principales. El ligamento periodontal
tiene terminaciones encapsuladas especializadas para la propiocepción, cuyos cuerpos
celulares están en el núcleo mesencefálico. Las terminaciones nerviosas localizadas en
los tendones y ligamentos de los músculos de la masticación y en la articulación
temporomandibular, así como en el ligamento periodontal, permiten a la persona realizar
movimientos mandibulares finos asociados con la fuerza de la mordida, la masticación, el
habla, etc.
CÉLULAS DEL LIGAMENTO PERIODONTAL
Fibroblastos, osteoblastos y cementoblastos
Los fibroblastos son las más abundantes en el ligamento periodontal, debido a la alta
densidad de colágeno de este tejido. La abundancia de fibroblastos permite una rápida
sustitución de fibras (v. fig. 11-12). Los osteoblastos se localizan a lo largo de la superficie
del hueso alveolar. Debido a que el hueso está constantemente renovándose, el
osteoblasto está ocupado en la formación de hueso nuevo en el área del hueso alveolar
propiamente dicho. Todos los osteoblastos se diferencian localmente a partir de células
mesenquimatosas a medida que surge la necesidad de osteoblastos. Los cementoblastos
aparecen a lo largo de la superficie del cemento. Éste se está formando constantemente a
medida que nuevas fibras principales quedan incluidas a lo largo de toda la superficie de
la raíz.
Macrófagos y osteoclastos
Los macrófagos que se encuentran en el ligamento son importantes células de defensa
en esta localización. Los macrófagos tienen movilidad, así como actividad fagocitaria.
Pueden captar células muertas, bacterias y cuerpos extraños. Algunos fibroblastos se
convierten en macrófagos en el ligamento periodontal debido a que tienen la capacidad
de destruir el colágeno, así como de formarlo. Pueden existir dos tipos de fibroblastos: los
que sólo forman colágeno y los que forman y destruyen el colágeno.
Los osteoclastos, en casos de movilidad del diente y de enfermedad periodontal, pueden
intervenir en la reabsorción ósea (fig. 11-17). Los osteoclastos se originan de monocitos
en el interior del sistema vascular sanguíneo y se convierten en células multinucleadas
visibles en las lagunas de reabsorción localizadas en el tejido duro.
Restos epiteliales
Los restos epiteliales son constituyentes normales del ligamento periodontal.Las células
epiteliales están dispersas por todo el ligamento, pero en el período inicial del diente
pueden observarse a lo largo de la superficie de raíz. Los restos están compuestos de una
masa de células epiteliales, algunas en número de cuatro a seis, aunque puede haber más
en los casos en los que están en proliferación. Estas células son restos de la vaina
radicular. Los restos epiteliales también pueden ser inducidos a la proliferación por
mediadores inflamatorios crónicos y pueden formar el revestimiento epitelial de quistes
periapicales. los restos epiteliales pueden continuar proliferando a partir de las células
epiteliales que recubren la hendidura gingival. Pueden observarse a la largo de la
superficie de la raíz como se ve en la figura 11-19. Las zonas radiotransparentes
periapicales provocadas por el tejido pulpar necrótico pueden propagarse al periodonto
circundante y provocar inflamación, con la subsiguiente pérdida de tejido óseo (fig. 11-
20).
Tejido intercelular
El tejido intercelular rodea y protege las células del ligamento periodontal y es el
producto de estas células. Esta matriz extracelular (MEC) está compuesta de agua,
glucoproteínas y proteoglucanos, que rodean a las fibras de colágeno. Estas proteínas y
sustancias polisacáridas suministran a las células sustancias vitales que provienen de los
capilares sanguíneos y devuelven productos de desecho no deseados, catabolitos de estas
células, a los vasos.
FUNCIONES DEL LIGAMENTO PERIODONTAL
Soporte La función principal del ligamento periodontal es el soporte de los dientes. El
fallo de esta función provoca la caída del diente. Cada vez que se aprietan los dientes,
como en la masticación, las fibras periodontales se tensan y luego se relajan.
Sensitiva El ligamento periodontal está inervado con abundantes receptores y nervios
que captan cualquier movimiento durante el funcionamiento. Cuando los receptores
captan presión los nervios envían señales al encéfalo, que informa al aparato masticador,
que incluye la articulación temporomandibular y los músculos masticadores.
Nutritiva Los vasos sanguíneos del ligamento proporcionan los nutrientes esenciales
para la vitalidad del ligamento y para el tejido duro del cemento y el hueso alveolar.
Todas las células, tales como fibroblastos, osteoblastos, cementoblastos e incluso
osteoclastos y macrófagos, requieren la nutrición que es transportada por los vasos
sanguíneos del ligamento (fig. 11-21).
Mantenimiento Los tejidos periodontales actúan en el mantenimiento del aparato
masticador, ya que estos tejidos cicatrizan fácilmente. La interacción de las células del
tejido conectivo con su medio ambiente intercelular es un
ENVEJECIMIENTO DEL LIGAMENTO
El envejecimiento se produce en el tejido ligamentoso al igual que en el resto de tejidos
del organismo. El número de células y la actividad celular disminuyen a medida que
aparece el envejecimiento. En el cemento y el hueso alveolar envejecidos aparecen
ondulaciones (fig. 11-22). Algunas fibras están unidas a las crestas de estas ondas en
lugar de estarlo sobre toda la superficie. Éste es uno de los cambios más remarcables que
ocurren en el envejecimiento de las estructuras de soporte de los dientes. La actividad de
estos tejidos probablemente se reduce durante el proceso de envejecimiento debido a
las dietas limitadas y, por tanto, el estímulo funcional normal de estos tejidos disminuye.
Con el envejecimiento, un periodonto más sano puede ser el resultado de un buen estado
de salud del individuo y de una buena higiene bucal. Una pérdida de la altura gingival
relacionada con enfermedad gingival y periodontal favorece los cambios destructivos. Por
desgracia, en ese momento, la presencia de una inflamación leve puede ser característica
del tejido gingival.

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