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En 1982 Bolivia dio el primer paso para la igualdad de género con el egreso de la primera
promoción de damas Oficiales del Ejército. Convirtiéndose el primer país en Sudamérica en
recibir mujeres en sus filas, poniendo fin a casi 162 años de machismo. Es valido decir que
sólo existe una promoción de pioneras, a las que les rindo un homenaje por el valor que
tienen y al legado que dejaron en las siguientes promociones del ejército boliviano.
En la vida militar un castigo leve es ponerles vista al cielo. Para ellas es muy importante
recordar este significado. Al entrar la primera promoción, los primeros meses, los superiores
tenían miedo de lastimarlas al sancionarlas. Entonces el único castigo que se les daba era
ponerlas vista al cielo, mientras todo el batallón era sancionado fuertemente. Para mi el cielo
es lo máximo, y al decir:
”Mujeres, vista al cielo”, trato de demostrar lo máximo a lo que ellas aspiraban y lograron
conseguir. Las estrellas están en el cielo; y siete de las mujeres ahora como coroneles tienen
tres.
La Sbtte. Inf. María Edmé Siles Pérez en enero del año 1985 se destacó por ser la primera
Paracaidista Militar, donde tuvo una brillante participación. Llegó a brevetarse después de
haber hecho los saltos de Helicóptero. Posteriormente, le dieron la oportunidad de saltar de
los aviones Hércules y Fokker, fue la primera Oficial Paracaidista que insistió en la solicitud
diciendo : ”Las Damas Oficiales aunque siempre conservamos la feminidad, estamos
capacitadas para poder realizar cualquier tipo de cursos militares”.
Fue la Sbtte. Siles, la oficial que logró que los superiores
se dieran cuenta que ellas podían lograr el objetivo igual
o mejor que un oficial varón. Así abrió el curso
de paracaidismo para las Damas Oficiales. Obteniendo el
ala dorada con una cantidad de saltos en paracaidismo
de combate militar encima de los 30 saltos destacándose
como la primera oficial mujer con saltos de combate con
equipo militar y fusil.
Las pioneras comienzan a cursar el primer año del Colegio Militar con todos los derechos y
obligaciones como mandan las Leyes y los reglamentos. Cuando entraron pensaron que
sería mucho más fácil de lo que en realidad fue. Otras confundieron con una formación
militar, pero en habitaciones como cualquier internado. Cuentan como anécdota; que al
entrar, García Meza a revisar su instalación en las habitaciones. Había encontrado sobre sus
camas peluches y en las paredes posters colgados. En ese momento, el general de un grito
lanzó los peluches, y les dijo que no es un internado, sacaron todo lo que no pertenece a un
instituto militar.
Las materias que llevaban eran las mismas que los varones con incremento de dactilografía,
periodismo, ética y protocolo, ballet clásico, así como todas las demás que cursaban sus
compañeros. Las materias que tenían en común las pasaban en aulas distintas, porque era
prohibido acercarse a más de 3 metros de ellos y porque ingresaron dos meses después y
debían ponerse al día.
Años después, por el machismo decidieron cerrar el (COL MIL), para damas haciendo
egresar rápidamente a las promociones siguientes. Usando su pabellón como lo que
actualmente se conoce como “U.E.E. LP”. Después de años, reabrieron por “segunda” vez en
el 2003. Pero así como se exigió igualdad de genero, se les dio lo que solicitaban. Dándoles
un trato igualitario a los hombres y a las mujeres. Ya no se las distingue por su feminidad.
Ahora son simplemente un cadete, un oficial más. Su formación es la creación de un hombre
más en el Ejército porque el plan de formación militar está basado en la equidad de género.
La mujer es necesaria para ejercer diferentes tareas en las FF.AA. demostrando sus
habilidades y destrezas en el campo militar. Está capacitada para realizar la labor que hace
cualquier hombre, con la delicadeza que requiere e intuición que solo tiene una mujer. El
ejército es para el estado, explica un Oficial: “la protección que un hombre le puede dar a una
mujer. Su seguridad, fortaleza y defensa”. Hombres y mujeres son el bienestar del estado, y
dejan su vida a un lado por su protección.
La mujer militar es una mujer sacrificada, que consagra su vida a su país, dejando de lado a
su familia, amigos e hijos. Sacrificándolo todo por el bienestar de su patria. Es una persona
que ama lo que hace, que aprende a vivir en cualquier tipo de tierra, clima o situación.
Sabiendo sobrellevar todo tipo de problemas, solucionando conflictos, y armando estrategias.
Mujeres formadas para saber defender, y fortalecer a Bolivia.
El ser una dama oficial implicaba un gesto de igualdad, haciendo respetar su feminidad.