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Resumen
El presente artículo muestra los resultados de una investigación sobre el quehacer de las mujeres
oficiales del arma del cuerpo logístico en el Ejército Nacional de Colombia, y cuáles han sido los
cambios generados por la inclusión del personal femenino en las operaciones de combate y su
asistencia desde otras areas de la institución militar a las unidades de combate. En este sentido, se
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Este articulo hace parte de los resultados del proyecto de investigación ¨ Construcción de los roles de la
mujer militar en el post acuerdo¨ del semillero de investigación del curso Intermedio del primer semestre
2020, de la Escuela de Armas Combinadas del Ejército. Los puntos de vista y los resultados de este artículo
pertenecen al autor y no reflejan necesariamente los de la ESACE o el Ejército Nacional de Colombia.
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Teniente del Ejército Nacional de Colombia; alumno de la Escuela de armas combinadas del Ejército.
https://orcid.org/0000-0001-6790-7916. Contacto: diego.perezmu@buzonejercito.mil.co
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Teniente del Ejército Nacional de Colombia; alumno de la Escuela de armas combinadas del Ejército.
https://orcid.org/0000-0001-6790-7916. Contacto: javier.ospinaan@buzonejercito.mil.co
inició con un planteamiento de la situacion de las mujeres en el Ejército, continuando con una
revisión teórica e histórica, se uso una metodología descriptiva de enfoque cualitativo. A través de
la técnica de revisión documental de fuentes secundarias se logro por un lado una aproximación y
análisis de las funciones, roles y especialidades de las mujeres y por otro lado, saber cuál es la
posición del Ejército Nacional respecto a permitir una mayor inclusión de la mujer en las
operaciones de combate de primera línea
Introducción
Diez años después de la primera incorporación para mujeres de arma preparadas como
comandantes y líderes de pequeñas unidades de maniobra, los espacios dentro de la
institución hablan de la mística y desempeño en cada uno de sus grados y cargos, siendo
representantes de coraje, valentía, responsabilidad, rectitud, transparencia y disciplina,
reconociendo estas virtudes destacadas, las razones por las cuales son asignadas a cargos
sensibles y vitales, con un alto grado de responsabilidad, apropiándose de la cultura militar,
logrando posicionarse en un lugar importante dentro de la institución castrense. Este grupo
de mujeres Oficiales tras ser ascendidas al grado de subteniente y hoy en día en el grado de
capitán; continuarán escalando dentro de la jerarquía de la institución, abriendo caminos a
las nuevas generaciones, con la proyección de llegar hasta el grado de General de la
República, siendo comandantes de unidades tácticas, unidades operativas menores y
unidades operativas mayores.
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La doctrina damasco es la piedra angular del Ejercito Nacional de Colombia ya que tiene el fin de aumentar
la interoperabilidad (estandarización, integración, cooperación, sinergia) y aviva las operaciones de
estabilidad y de apoyo a las autoridades civiles.
comandantes, para que ellas puedan desarrollar capacidades y todo su potencial profesional
en beneficio de las instituciones militares
Marco Teórico
A continuación, se hace una breve revisión teórica sobre el ingreso de las mujeres a las filas
del Ejército, dicho recorrido se divide en tres temas generales: los orígenes de la
integración de las fuerzas militares, la discriminación de las capacidades de la mujer
respecto a su género y las funciones de la mujer en el campo militar.
Fernández (2000) indica que fue en España en el año 1979, el año en que se propuso la
creación de una división militar femenina como apoyo a las contingencias, que pudieran ser
tanto de recurso humano reemplazando a los soldados de baja como de auxilio logístico.
De ahí en adelante la integración de las mujeres a las filas militares para asignarle
funciones de combate y acciones operativas afines como la Logística es un tema que según
Carreiras (2016) tiene un alcance influenciado por la cultura militar de cada país y de las
necesidades que cada Ejército tenga de acuerdo con la situación de orden público que se
presente. Martín (2009) explica que la forma de incorporar mujeres al Ejército cambia
según el criterio de cada país, por ejemplo, en los años 30, el servicio militar para las
mujeres es estable en el Reino Unido, en Dinamarca y México, siendo en otros países
integradas como personal de tareas auxiliares, y en los años 40, se integran las mujeres
como combatientes de primera línea al ejército ruso y en Estados Unidos ingresan, pero con
algunas condiciones.
Una de las razones por las cuales se opaca la integración de la mujer a las fuerzas armadas
obedece a las relaciones de poder, jerarquía y dominación bajo las cuales se ven afectadas
las funciones de las mujeres que ingresan a las fuerzas del orden público, así lo afirma
Goldstein (2001), aunque en momentos de necesidad o de recursos humanos DeLance
(2016) resalta que se requiera de la presencia femenina en puestos de apoyo, así como de
roles de combate. Martin (2009) destaca que, durante siglos, la actividad militar se ha
considerado como propia de varones, lo que excluye a las mujeres colocándolas como
guerreros de segunda categoría o en el más común de los casos, como seres a lo que hay
que sobreproteger dejándoles las tareas más sencillas, creyéndolas incapaces de dirigir una
operación militar.
Así mismo, Bardera (2009) señala que existe una serie de prejuicios tanto biológicos como
fisiológicos que estereotipan a la mujer para que demuestre su capacidad activa en
operaciones de Logística y combate. Por lo cual según Oliva (2005) se da lugar a una
situacion de patriarcado dentro de las líneas militares, la cual es una autoridad que establece
la división del trabajo dentro de la actividad militar según el género de la persona; por otro
lado, Rosen (1996) afirma que existen especialistas en el tema que aseguran que la
integración de las mujeres en el ejercito disminuye la efectividad de los mismos, por la
tension sexual que ocasiona en la convivencia laboral.
Según lo presentado por Frieyro (2009) no se puede negar el auxilio de las mujeres en la
guerra, tanto brindando ayuda médica como apoyo de última instancia en las operaciones
de combate. Adicionalmente Agudo (2011) hace mención especial a la creación del comité
de mujeres en las fuerzas de la OTAN, con el objetivo de conocer y mejorar la situacion del
personal femenino en los ejércitos de cada país.
Métodos
Este estudio es de tipo descriptivo con enfoque cualitativo, de acuerdo con lo estipulado por
Sampieri (2016). Para tal fin se realizó una revisión documental de la historia, experiencias
y percepción del personal de oficiales femeninos que integran el arma del cuerpo logístico,
discriminando el cuerpo administrativo y el cuerpo de arma; así mismo las unidades donde
se encuentran laborando. A través de estos resultados se identificó el tipo de lineamiento
que la institución se encuentra desempeñando, respecto a las funciones y roles de las
mujeres del arma del cuerpo logístico.
Resultados
Esta tabla corresponde a los tipos de documentos revisados y la cantidad de los mismos,
entre los cuales se destacaron los artículos, los libros y tesis de grado
Figura A.
Frente al primer objetivo que precisa analizar la tradición cultural del Ejército Nacional
respecto a los roles y funciones de la mujer como oficial del arma del cuerpo logístico se
encuentra que
En efecto, Cuenca (2011) señala que en el contexto del conflicto colombiano, las mujeres
militares ganaron espacio desarrollando tareas muy importantes, como facilitar el
acercamiento a la comunidad en las zonas rurales donde operan algunas unidades militares.
También el manejar los medios de comunicación, dirigir los programas de difusión a través
de esos medios e incluso escribir en las publicaciones de las fuerzas, especialmente temas
relacionados con los derechos humanos
Los retos desde la incorporación de las mujeres han sido resguardar la soberanía nacional y
responder a cualquier tipo de amenaza desde la percepción femenina. Especialmente a
partir de la vinculación de las mujeres a la carrera de armas en la Escuela Militar de
Cadetes General José María Córdoba ubicada en Bogotá. Esto ha generado cambios al
interior de la institución como los conflictos respecto a las relaciones entre géneros,
principalmente de los hombres, porque pensaban que ese no era un espacio para las mujeres
(Archivos del Ejercito Nacional, 1998).
El clima conllevo a colocar barreras sociales que no permitían la integración de las mujeres
con las funciones de la institución (Oficina del servicio psicológico del Ejercito Nacional
1998), reportándose acciones de abuso y poder sobre el personal femenino (Archivos del
Ejercito Nacional, 1998). Dicha situación se presenta debido que las mujeres fueron
integradas al Ejército sin una preparación especial tanto de su vida laboral como de la
forma de relacionarse con el personal masculino en la institución, con el fin de evitarse la
brecha social de género (Archivos del Ejército, 2006).
Aunque esta situación de excluir a la mujer en toma de decisiones de alto nivel de las
fuerzas militares se ha venido superando considerablemente desde que las mujeres entraron
a formar parte de las altas esferas políticas y en el caso específico del Sector Defensa desde
que se contó con una mujer como Ministra de Defensa (Mateus, 2011).
La tesis de Camacho (2014) revela la percepción de los hombres frente a las mujeres en la
Escuela Militar José María Córdoba en un ambiente predominantemente masculino el cual
discrimina las labores de las mujeres militares, principalmente por sus características
morfo fisiológicas, como la complexión muscular y su nivel de fuerza para manejar peso, lo
que puede significar un inconveniente para el batallón, por esa razón se les coloca en
labores administrativas o de logística de operaciones, esta situación ocurre porque el centro
de formación militar fue creado en base a las capacidades de los hombres, es tradicionalista,
nunca fue pensado para el ingreso de mujeres.
Frente al segundo objetivo que precisa distinguir los quehaceres de la mujer oficial del
arma del cuerpo logístico en el Ejército Nacional, con respecto al cuerpo administrativo de
la misma arma se puede resaltar la siguiente revisión documental.
Según el estudio de Williams (2009) sobre el desempeño de la mujer en las fuerzas armadas
militares, se menciona que las mujeres tienen un rol especial no solo como soldado sino
como asistente social en las regiones de postconflicto, ya que ellas tienen facilidad para
empalizar con la gente y llevar a cabo iniciativas de cooperación social, y promoción del
talento humano. Además, tienen la posibilidad de salir a combate voluntariamente en las
mismas condiciones que sus compañeros hombres gracias al permiso de la Corte
Constitucional en el 2016, con la oportunidad de formarse en la Escuela Militar de Cadetes
General José María Córdova para servir en las áreas de apoyo logístico, inteligencia,
administrativo, comunicaciones y aviación, pudiendo alcanzar el grado de General de la
República.
Ya para finalizar frente al tercer objetivo que precisa identificar el personal femenino que
integra el arma del cuerpo logístico en el Ejército Nacional, con sus especialidades y
funciones se precisan los siguientes datos:
Los informes del Ministerio de defensa registran hasta el 32 de diciembre de 2016, una
cantidad de 3.838 mujeres, distribuidas de la siguiente manera, 1.515 correspondientes a
oficiales y suboficiales en el Ejército, 780 provenientes de la Armada Nacional, y 1.038
laborando en la Fuerza Aérea.
Para ese mismo año, en el mes de Julio, se crea la primera oficina de Género del Ejército
Nacional, la cual trabaja en la implementación de políticas dirigidas a incluir y preservar la
equidad de género en la institución. Otra fecha clave para la incorporación de personal
femenino en el Ejército fue el año 2013, en los meses de agosto con la llegada de la
Subteniente Ingrid Arango al cargo de piloto en aviación Ejército, 4 Subtenientes
convertidas en Ingenieras militares y la Coronel María Paulina Leguizamón Zarate
obteniendo el grado de Brigadier General.
Se destacan también en las filas las intervenciones de la Cabo Angélica Torrijos como la
primera mujer antiexplosivos entrenada por italianos en el fuerte de Tolemaida en el 2019,
la Teniente Zuly Vanesa Lugo Varón en las misiones del cuerpo de paz de la ONU como
observadora militar y la Subteniente Alejandra Delgado Hernandez formada en operaciones
antidisturbios del Ejército Nacional que labora en el Batallón de Apoyo y Servicios para el
Combate n.° 16 con sede en Yopal, departamento del Casanare.
En cuanto al rol de las mujeres de la Armada Nacional de Colombia, incluidas desde 1984,
se pueden desempeñar como Comandantes de Buque desde el año 2005 y destacándose en
el 2010 la Teniente de Fragata Raquel Elena Romero Quintero como la primera mujer en
controlar el Buque de Guerra ARC Isla Palma, y la Marinero Primero Francy Carolina
Polanco Tavera siendo la primera mujer instructora en la Infantería de Marina Nacional y
ejerciendo las funciones de protección de la soberanía descubriendo aeronaves, buques y
submarinos en el territorio colombiano, y respecto a la Fuerza Aérea Colombiana, su
primer cuerpo administrativo de oficiales fue graduado desde 1979, su primer Cuerpo de
Suboficiales en 1992, y las primeras 7 mujeres pilotos desde el año 2000 desarrollando las
funciones de pilotos de combate, transporte de tropa y vigilancia aérea y administrativas.
Discusión
Por otro lado, la indagación de Husain & Muñoz (2018) refiere que el personal militar
masculino se resiste a los cambios generados por la inclusión de la mujer en la institución,
ya que existe la concepción de que la mujer no tiene la misma condición física que el
hombre para el entrenamiento en combate, siendo ubicadas en el área de logística,
administración y comunicaciones de la institución militar; se destacan de este estudio las
agresiones verbales de las que son víctimas las mujeres respecto de sus capacidades físicas
e intelectuales y el trato diferenciado por parte de sus superiores al 20% de las
entrevistadas. Husain & Muñoz (2018), también encuentran que las mujeres que
demuestran una suficiencia académica y resistencia física en las actividades son el blanco
de las criticas machistas y la discriminación de sus compañeros, situación que han
sobrellevado siendo indiferentes a quienes las realizan.
Conclusión
Es claro que existe un prejuicio de género hacia la mujer que se convierte en una restricción
que se asocia por las actividades relacionadas al hogar y al cuidado de otros. y por tanto se
convierte en un campo a trabajar para eliminar las resistencias a aceptar los cambios
culturales por parte del personal de la institución cuando existe una doctrina tradicionalista
que es exclusiva y destinada a lo masculino por razones morfo fisiológicas, de habilidad, de
fuerza y destreza.
Se cumple el analisis de la tradición cultural del Ejército Nacional respecto a los roles y
funciones de la mujer como oficial del arma del cuerpo logístico, y que se concluye que la
institución militar siempre seguirá siendo tradicionalista, porque fue pensada y hecha para
labores masculinas, y aunque les hayan dejado un espacio a las mujeres para que ingresen a
combatir al lado de los hombres, las decisiones en materia de logistica y combate siempre
las tomara el hombre, en razon de condiciones fisicas, de fuerza y destreza.
Por ultimo se cumple el objetivo de distinguir los quehaceres de la mujer oficial del arma
del cuerpo logístico en el Ejército Nacional, con respecto al cuerpo administrativo de la
misma arma, describiendo, que aunque se sabe que las mujeres dentro de cualquiera de las
armas, cuentan con la preparación y la capacidad para dirigir operaciones de combate, por
políticas de la institución son ubicadas en cargos administrativos, y debido a la cultura de
autoridad masculina que decide quien tiene capacidad y fortaleza para estar al mando de
una tropa.
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