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La fotografía ha sido de los descubrimientos del ser humano que cambió la forma en la que
recibimos información noticiosa. Pues, esta se introdujo al mundo de la prensa siendo
denominada como “fotoperiodismo”, con el fin de dar soporte a las descripciones escritas
realizadas en los diarios y que todas las personas puedan ver la representación gráfica del
acontecimiento. Por otra parte, los avances tecnológicos permiten que cualquier persona
acceda a una cámara desde su teléfono celular capturando algún suceso, realizando
supuestamente el trabajo de un fotorreportero. Pero esta profesión se ha visto afectada por
la capitalización de la noticia. El fotoperiodismo se encuentra en riesgo por el flujo
constante de fotografías de acontecimientos captadas por no profesionales y publicadas en
las redes sociales e internet.
En la actualidad gracias a Internet, las redes sociales y/o el bajo precio de los
teléfonos inteligentes equipados con cámaras fotográficas de calidad, los fotógrafos
profesionales han perdido la exclusividad del lenguaje fotográfico. Ahora millones
de personas pueden tomar instantáneas y compartirlas a su vez con millones de
personas prácticamente en cuestión de segundos, algo que está perjudicando su
trabajo. (2015)
Cabe resaltar que los avances tecnológicos han facilitado y mejorado el trabajo de los
fotorreporteros, debido a que les permiten laborar con menos equipos y de forma rápida a la
hora de captar la esencia de cualquier acaecimiento. Siendo así, los profesionales de la
fotografía no se encuentran en disputa con los teléfonos móviles que tienen cámaras de
excelente calidad. Pese a esa ventaja, se menciona la crisis y el riesgo que corre la profesión
del fotorreportero por la saturación de perspectivas visuales de un mismo evento en
internet. Como consecuencia, se ha devaluado el trabajo que conlleva realizar
fotoperiodismo porque se piensa que es una actividad sin trasfondo y todos lo pueden
realizar. Estela Alcaide en el libro “Fotoperiodismo 3.0” menciona que: “actualmente
queda lejos la idea de los fotorreporteros como estrellas del rock y está mucho más
desvalorizada la profesión de periodista fotográfico que en otras <<épocas doradas>>”
(2017)
Las noticias hoy en día tienen que estar acompañadas de imágenes para llamar la atención
del receptor. A pesar de que la superabundancia de fotografías sobre noticias pone en riesgo
la profesión del fotorreportero, los grandes medios de comunicación sacan provecho al
momento de adquirir información visual sin ningún tipo de restricción. Estos acuden a las
redes sociales para recopilar las imágenes virales tomadas por ciudadanos que presenciaron
el evento y no reclaman derechos de autor ni cobros por hacer uso de ellas. Por esa razón
diversos autores apuntan a “La pérdida de interés en la imagen de calidad en la prensa en
general” (Irala, 2011, como se citó en Lavín de las Heras, E. & RömerPieretti, M, 2015) Es
pertinente resaltar que los fotoperiodistas no pueden estar presente en cada uno de los
eventos noticiosos sin previo aviso, por lo que “el usuario de Internet es un sujeto que ha
pasado de recibir información a crearla y publicarla” (Cabrera, 2020,p.9) Aunque esa
afirmación obedece a la actualidad no es motivo para nombrar al usuario: periodista.
La noticia se ha tratado como mercancía desde la época de la burguesía, por este motivo los
grandes medios de comunicación se catalogan más como empresas que como medios de
información. Entonces, las empresas necesitan cuidar sus finanzas y, de ser posible, recortar
presupuestos. Por eso, el hecho de acompañar la noticia con una fotografía que cumpla con
estándares periodísticos no lo ven como un requisito necesario para complementar la
redacción, sino que acceden a las fotos de usuarios que rondan en internet y redes sociales
como Facebook y Twitter, siendo esta otra de las razones por las que se encuentra en riesgo
el fotoperiodismo, afectando a los profesionales en el tema. “Según la American Society of
News Editors el sector más afectado por los recortes en el sector han sido los fotógrafos y
las cámaras, el 43% de ellos, ha sido despedidos” (Lavín de las Heras & RömerPieretti,
2015, p. 206). La situación de escasez de puestos para fotoperiodistas en medios de
comunicación de masas ha llevado a que, los profesionales en instantáneas se independicen
con su propio trabajo, en vista de que los medios no quieren algo diferente a noticias
inmediatas que generen cientos y cientos de clics. “Actualmente, el fotoperiodismo no está
ligado a los grandes medios de comunicación y las agencias. Rara vez los reporteros
gráficos pueden publicar íntegramente sus proyectos en los mass-media, por ello deben
forjarse su camino en solitario” (Delicado, 2018, p. 7)
Referencias
Alcaide, E. (2017). fotoperiodismo 3.0. Libros.com.
Lavín de las Heras, E. & RömerPieretti, M. . (2015). “Fotoperiodismo con el móvil: ¿el fin o
reinvención de los fotógrafos de . Fotocinema. Revista científica de cine y fotografía, 1,
160.
Buen trabajo. Algunos problemas con las citas. Hubiese sido importante que tocaras un
contraargumento y es el que la tecnología permite que el pueblo también tenga el poder de
informar y a partir de ahí articularlo con tu tema.
Nota: 4.2