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1.

Presentación de LOCKE

John Locke fue un filósofo inglés que se destacó en muchos campos, especialmente en la
epistemología o teoría del conocimiento, la política, la educación y la medicina. Sus principales
contribuciones lo llevaron a ser considerado el fundador del empirismo moderno y el primer gran
teórico del liberalismo. John Locke, el gran filósofo sistematizador del empirismo. el mismo año
que Spinoza y Pufendorf. Estudia en Oxford y en 1658 se convierte en master of arts, o sea,
doctor en letras. Sucesivamente se dedica a la medicina y toma parte también en política como
consejero de lord Ashley.

La obra más notable de Locke es pura filosofía, y, más concretamente, teoría del conocimiento el
Ensayo sobre el entendimiento humano, en la que se afirma el origen por la sola experiencia, de
toda la conciencia humana. Se han estado publicando escritos, que permanecieron inéditos hasta
hace pocos años, dedicados a cuestiones referentes, entre otras, al Derecho natural y a la
tolerancia religiosa, que han arrojado inesperada luz sobre la formación y evolución del
pensamiento de Locke. Estos se hallan compendiados en la obra política que lleva por título Dos
tratados sobre el gobierno.

Aparte de estas famosas obras son de señalar los Ensayos sobre el Derecho natural recientemente
estos revelan en el Locke joven ideas muy distintas a las que sobre el mismo tema expondrá
veinte años después en los Dos tratados, y otros escritos relacionados con la historia de las
doctrina políticas.

2. El Derecho natural en los escritos de juventud y la correspondiente teoria politica

En cuantos a los Ensayos sobre el Derecho natural, Locke se manifiesta decisivamente voluntarista,
revelando el influjo sobre él por el calvinismo.

Ensayos:

1. En el primero de tales ensayos: se dice que el principio y fundamento de la ley natural


reside en la voluntad de Dios: la ley natural es una «ordenación de la voluntad divina
comprensible por la naturaleza», y añade que le parece que «menos justamente algunos
la dicen dictada por la razón», porque la razón ‹no es autora de tales leyes, sino
interprete», o sea, solamente indaga y aclara la voluntad del supremo legislador'. Se
trata de los modos como la ley natural obliga a los hombres, concluye que «en definitiva
todas las obligaciones se resuelven en Dios, al mandato de cuya voluntad debemos
mostrarnos obedientes porque, habiendo recibido de él el ser y el obrar, lo uno y lo
otro depende de su voluntad.

2. Veamos ahora el siguiente que destaca. En el Cuarto ensayo: Conocemos la ley natural,
no distintamente de como conocemos las demás cosas, por medio de los sentidos y la
razón a través de la observación del universo, que revela la existencia de un Dios
ordenador y legislador, que prescribe al hombre las normas que ha de seguir para que
sean cumplidos los fines del universo mismo: estas son las leyes naturales, cuyos
preceptos fundamentales son el glorificar a Dios y vivir en sociedad con los demás
hombres.

3. En el quinto: niega que se pueda obtener por el consenso del género humano.

Locke dirá que la libertad que augura para sí y para el país consiste en gozar de la protección
de las leyes de los reyes Estuardos, y que no desea inmiscuirse en la cuestión del origen del
poder soberano, siéndole suficiente que el supremo magistrado del Estado, tenga un poder
absoluto y arbitrario sobre todas las acciones indiferentes de su pueblo’, y que el súbdito este
obligado a la obediencia pasiva de todo lo que el magistrado sancione, sea justo o injusto, y que,
por ninguna razón es licito al particular resistir con la fuerza o con las armas las órdenes del
magistrado, incluso cuando éstos promulguen leyes malignas para su exclusivo beneficio, ya que
para el súbdito la regla de obediencia es exclusivamente la voluntad del legislador.

Son estas las ideas de un joven Locke, ideas que ,manifiestan clara inspiración hobbesiana.
Básicamente apuntaba que cada hombre debía confiar al magistrado un poder sobre sus acciones
tan pleno como el que él mismo tiene.

1. El Derecho natural en e1 pensamiento de la madurez

Ya en uno de los más tardíos Ensayos sobre el Derecho natural, e1 séptimo, en contraste con
cuanto había sostenido en los precedentes, Locke define la ley natural como «una regla de
conducta fija y eterna, dictada por la razón misma», y escribe que existe correspondencia
entre la ley natural y la naturaleza humana en cuanto naturaleza racional. Ciertamente, madurado
su pensamiento, Locke concibe la ley natural no como mandato de la voluntad de un legislador
supremo, sino como expresión de la razón. Esta concepción de la ley natural se sitúa en la base y
es centro de la mayor obra política lockiana, los Dos tratados sobre el gobierno.

Los Dos tratados, como todas las obras inglesas de teoría política del siglo XVII, nacen de la
experiencia del conflicto entre absolutismo y liberalismo, hallándose de este último abundantes
sistematizaciones teóricas. El Primer tratado parte de la crítica a Filmer, es bastante breve y de
menor importancia que el Segundo, es valioso por cuanto revela cual es para Locke el problema
fundamental: quién tiene derecho al poder, o sea, que legitimación debe tener la autoridad de
quien gobierna.

En los Dos tratados, concretamente en el segundo de ellos, que es el que verdaderamente


contiene la doctrina juridico-politica lockiana, la ley natural no es el mandato de la voluntad de
Dios que la razón únicamente aclara e interpreta, sino una sola cosa con la razón misma. De
esta teoría de la ley natural, que constituye una de las más grandes expresiones históricas del
iusnaturalismo, se deducen consecuencias políticas.
1. El estado de naturaleza

El estado de naturaleza lockiano presenta un hombre, en cuanto ser racional, está sujeto a la ley
que la razón le dicta. La naturaleza del hombre, que para Hobbes era egoísta y utilitaria, y a cuyo
servicio se encontraba la ley natural, es para Locke racional, identificándose con la razón misma;
el estado de naturaleza es, en efecto, «un estado de perfecta libertad en la regulación de las
propias acciones y en el de los propios bienes y de la propia persona, como se tenga por oportuno,
dentro de los límites de la ley de naturaleza, sin pedir licencia o dispensa a la voluntad de otro
hombre»2', y es «también un estado de igualdad, en el que todos los poderes y jurisdicciones
son recíprocos, no pudiendo ninguno más que otro , y esto porque «el estado de naturaleza
tiene una ley de naturaleza que lo gobierna, la cual obliga a todos: y la razón, que es esta
ley, enseña a todo hombre que la interrogue que, siendo todos iguales e independientes,
ninguno debe ofender a otro en su vida, salud, libertad y propiedad. En el estado de naturaleza se
echa en falta una autoridad que dé fuerza a las sentencias justas y las ejecute .

Locke, en cuyo estado de naturaleza rige el dominio de la ley natural, o sea, de la razón, y,
por consiguiente, de una libertad regulada y respetuosa de las normas de la libertad de los
demás, intenta en el transito a1 estado civil y político eliminar los efectos de las pasiones
que turban el reino de la razón y de la libertad llevando a abusar de ella, y quiere que, en
el abandono del estado de naturaleza, la ley natural, con los derechos subjetivos que de
ella se deducen, y en consecuencia de la libertad en un primer lugar, sea salvaguardada;
antes bien, que el tránsito del estado de naturaleza a1 estado político, no tenga otro motivo y
objetivo que el salvaguardarla.

Locke señala, que el estado de naturaleza no existe y jamás ha existido de forma absoluta
como condición de total insociabilidad de los hombres, sino como condición de grupos sociales
que viven separados y soberanos, o en la que algunos hombres vienen a encontrarse en
circunstancias excepcionales. En el caso de Locke se pone de relieve que uno de los caracteres
que se atribuyen a la «Escuela de Derecho natural», a la que ambos vienen considerados
como pertenecientes, e1 absoluto individualismo no está del todo presente en sus doctrinas.

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