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ROMBENCEFALO

¿Qué es? ¿dónde se localiza?


El rombencéfalo también conocido como cerebro posterio, se localiza en la zona
trasera del cráneo, está protegido en su mayoría por el hueso occipital, se ubica
muy cerca de la médula espinal, que comienza a formarse por debajo del cerebro
posterior.
En cuanto a qué elementos se originan de aquí, destaca principalmente el cuarto
ventrículo.

¿Cómo se desarrolla?
Lo hace a través de segmentaciones transversales a las que se les denomina
rombómeros (vesículas).

Se divide en 3 estructuras:
Cerebelo, bulbo raquídeo y puente de Valorio, las últimas dos conforman al tallo
cerebral o troncoencéfalo.
¿Para qué sirve?
Dependiendo de la región, coordina diversas funciones como
 Cerebelo: control y regulación de la coordinación, equilibrio, postura, tono
muscular y áreas de lenguaje.
 Bulbo raquídeo: lugar del tallo cerebral donde se encuentran los núcleos de
los pares craneales trigémino, vestibulococlear, vago, espinal e hipogloso.
 Puente de Valorio: posee fibras nerviosas encargadas de participar en la
coordinación de los movimientos, el sistema vestibular y los músculos que
controlan los ojos.
 Los axones de los nervios auditivos se encargan de llevar información desde
los oídos, a los núcleos cocleares del bulbo. Los núcleos se encargan de
proyectar axones a diferentes estructuras.
Entonces es la parte del cerebro encargadas de la funcionalidad de la zona de
cara, cuello y movimientos.

¿Qué son los ventrículos?


Espacios formados en el encéfalo y la médula espinal, en ellos se origina el líquido
cefalorraquídeo, por los mismos circula esta sustancia.
Hay 4 ventrículos (2 laterales, 3ro y 4to).

¿Qué es el líquido cefalorraquídeo?


Es un líquido que mantiene nivelada la presión intracraneal y protege las
estructuras del sistema nervioso central. Da la capacidad a las meninges de
resistir golpes y traumatismos mediante la regulación de la presión intracraneal.
También puede eliminar sustancias desecho producidas por otros procesos
metabólicos, también es utilizado mediante la punción lumbar para detectar
enfermedades.
Es producto de un proceso neurofisiológico originado en los ventrículos,
especialmente en el plexo coroideo.
Está compuesto por agua, calcio, cloro, potasio, glucosa, fosfato y algunos que no
contienen hidratos de carbono en su composición molecular.
Hidrocefalia
Aumento de tamaño de los ventrículos por la elevación de los niveles de líquido
cerebroespinal, lo cual es generado por un daño al sistema nervioso central por
exceso de presión en las cavidades.

Afecciones asociadas al rombencéfalo


Lesiones en él, pueden provocar problemas de movimiento, como movimientos
descoordinados e inexactos, como la ataxia.
Ataxia: ocasiona daño progresivo al sistema nervioso ocasionando síntomas que
oscilan entre debilidad muscular y problemas de dicción, por un lado, y enfermedad
cardíaca, por el otro.
Podría llegar a producir sordera si hay una lesión en los núcleos cocleares.
Problemas relacionados con el tacto y el gusto.
Síndrome de Dandy Walker: El síndrome de Dandy-Walker es una malformación
congénita del cerebro que afecta al cerebelo y las cavidades o espacios rellenos
de líquido que lo rodean.

Los principales rasgos de este síndrome son el aumento de tamaño del cuarto
ventrículo, la ausencia parcial o total del vermis cerebeloso y la formación de un
quiste cerca de la base interna del cráneo. También puede haber un aumento del
tamaño de las cavidades de líquido que rodean al cerebro, así como un aumento
de la presión dentro de estas cavidades.

Los síntomas que suelen presentarse en la primera infancia incluyen lentitud del
desarrollo motor y aumento progresivo del tamaño del cráneo. En los niños
mayores pueden presentarse síntomas de aumento de la presión intracraneal
como irritabilidad, vómito y convulsiones, y signos de disfunción del cerebelo como
inestabilidad, falta de coordinación muscular o movimientos no coordinados de los
ojos. Otros síntomas incluyen aumento de la circunferencia cefálica, abultamiento
en la parte posterior del cráneo, problemas de los nervios que controlan los ojos,
la cara y el cuello y patrones respiratorios anormales.

Síndrome de Arnold Chiari

La malformación de Chiari es una afección en la cual el tejido cerebral se extiende


hacia el canal espinal. Ocurre cuando parte del cráneo es anormalmente pequeño
o deforme, presionando el cerebro y forzándolo hacia abajo.
Estos últimos son síndromes que derivan del desarrollo anormal del rombencéfalo.

Su daño puede producir también vómitos, debilidad, problemas en la respiración y


de circulación

Rombencefalitis, es decir la inflamación del rombencéfalo causada por distintos


factores, en niños se describe a cuadros virales (adenovirus, virus herpes simple),
en adultos se asocia a herpes simple y Listeria (bacteria en alimentos
contaminados).

MIELENCEFALO

Cuando se forma el feto en el interior del vientre materno, este presenta un


órgano conocido como tubo neural que más tarde se irá especializando y
formará la mayoría de estructuras cerebrales. En una de estas
especializaciones se divide para formar el cerebro posterior, en cuyo
interior encontramos el rombencéfalo.

Esta división entre cerebro posterior, medio y anterior ocurre a los 28 días
de la concepción, por lo que se da extremadamente pronto. Después de
este momento las estructuras resultantes siguen dividiéndose, y a las 5
semanas de desarrollo del embrión ya es posible diferenciar el mielencéfalo
y otros componentes similares del cerebro.

Partes y contenido del mielencéfalo


Juntos, el mielencéfalo y la medulla oblongata  actúan como una sola
estructura en el cerebro adulto. Entre sus componentes se encuentran los
siguientes:

– Una porción del cuarto ventrículo, concretamente la inferior.

– El nervio glosofaríngeo (CN IX).

– El nervio vago (CN X).

– El nervio accesorio (CN XI).

– El nervio hipogloso (CN XII).


– Una porción del nervio vestibulococlear (CN VIII).

Bulbo raquídeo o medulla oblongata 


El bulbo raquídeo o medulla oblongata es una parte del tallo cerebral que
sirve como conexión entre la médula espinal y el cerebro propiamente
dicho. Es la versión adulta del mielencéfalo y se forma a partir del
romboencéfalo. Está situada entre el puente de Varolio y la médula espinal.


Funciones
La médula oblongata y el mielencéfalo forman parte del sistema nervioso
autónomo, y como tal se encargan de regular multitud de funciones básicas
relacionadas con reflejos de supervivencia. Además, también juegan un
papel importante en el desarrollo de funciones cerebrales más complejas,
como la atención, la alerta o el ciclo sueño – vigilia.
Respiración
El mielencéfalo cumple una de sus funciones más importantes dentro de la
regulación del ciclo respiratorio. Esta estructura cerebral se encarga de
monitorizar constantemente los niveles de acidificación en la sangre, para
evitar que estos lleguen a niveles que pueden ser peligrosos para el
organismo.

Una vez que el mielencéfalo detecta que está ocurriendo esto, su siguiente
función es enviar una señal eléctrica a los tejidos musculare intercostales a
través de sus conexiones neuronales.

De esta manera, los músculos de esta zona pueden aumentar su ritmo de


contracción, de tal manera que entre más oxígeno en la sangre y esta
vuelva a alcanzar los niveles adecuados para la supervivencia.

Control cardiovascular
Por otra parte, el mielencéfalo se encarga de regular varios componentes
de la actividad del corazón y el sistema circulatorio. Aunque no es el único
elemento cerebral que participa en el proceso del bombeo de la sangre, sí
que se trata de uno de los más importantes.

Por una parte, el mielencéfalo y el bulbo raquídeo son los principales


responsables de excitar el sistema nervioso simpático para aumentar el
ritmo con el que se producen los latidos del corazón. Esto ocurre en
situaciones que requieran de un mayor esfuerzo físico, como por ejemplo
ante la presencia de un peligro inminente.

Además de esto, ambas estructuras cerebrales son responsables también


del efecto contrario: la disminución de la frecuencia cardíaca mediante la
activación del sistema nervioso parasimpático. Este fenómeno se da en las
situaciones opuestas, y es el principal responsable del estado de relajación
y baja alerta.

Por si esto fuera poco, el mielencéfalo y el bulbo raquídeo  también son los
principales encargados de regular la presión sanguínea, utilizando para
ellos mecanismos como la vasodilatación y la vasoconstricción.
Atención y alerta
Debido a su control sobre los dos componentes del sistema
nervioso autónomo, el mesencéfalo tiene una gran importancia en la
regulación de todos aquellos procesos que tienen que ver con la atención,
el estado de alerta, e incluso el ciclo de sueño – vigilia.

Reflejos
Por último, el mesencéfalo y el bulbo raquídeo están relacionados
directamente con la presencia de varios reflejos e instintos necesarios para
la supervivencia, y que se producen de manera totalmente inconsciente
ante determinadas situaciones.

Así, por ejemplo, se sabe que este componente cerebral es el principal


responsable de fenómenos tan variados como la tos, los estornudos, el
reflejo de deglución, el vómito, las náuseas o el reflejo maseterino. Todos
ellos están relacionados de alguna manera con la supervivencia, aunque no
en todos los casos está clara su relación con ella.

Daños al mesencéfalo
Ya hemos que el mesencéfalo y el bulbo raquídeo  cumplen con funciones
fundamentales en la regulación de procesos básicos del cuerpo humano,
como la respiración o la circulación sanguínea. Debido a ello, cualquier
daño en esta parte del cerebro suele ser fatal, a menudo de manera
inmediata.

Tos

Vomito

Deglución

Regulación de jugos gástricos

Centros de control cardiaco respiratorio vasomotor

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