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¿Cómo se desarrolla?
Lo hace a través de segmentaciones transversales a las que se les denomina
rombómeros (vesículas).
Se divide en 3 estructuras:
Cerebelo, bulbo raquídeo y puente de Valorio, las últimas dos conforman al tallo
cerebral o troncoencéfalo.
¿Para qué sirve?
Dependiendo de la región, coordina diversas funciones como
Cerebelo: control y regulación de la coordinación, equilibrio, postura, tono
muscular y áreas de lenguaje.
Bulbo raquídeo: lugar del tallo cerebral donde se encuentran los núcleos de
los pares craneales trigémino, vestibulococlear, vago, espinal e hipogloso.
Puente de Valorio: posee fibras nerviosas encargadas de participar en la
coordinación de los movimientos, el sistema vestibular y los músculos que
controlan los ojos.
Los axones de los nervios auditivos se encargan de llevar información desde
los oídos, a los núcleos cocleares del bulbo. Los núcleos se encargan de
proyectar axones a diferentes estructuras.
Entonces es la parte del cerebro encargadas de la funcionalidad de la zona de
cara, cuello y movimientos.
Los principales rasgos de este síndrome son el aumento de tamaño del cuarto
ventrículo, la ausencia parcial o total del vermis cerebeloso y la formación de un
quiste cerca de la base interna del cráneo. También puede haber un aumento del
tamaño de las cavidades de líquido que rodean al cerebro, así como un aumento
de la presión dentro de estas cavidades.
Los síntomas que suelen presentarse en la primera infancia incluyen lentitud del
desarrollo motor y aumento progresivo del tamaño del cráneo. En los niños
mayores pueden presentarse síntomas de aumento de la presión intracraneal
como irritabilidad, vómito y convulsiones, y signos de disfunción del cerebelo como
inestabilidad, falta de coordinación muscular o movimientos no coordinados de los
ojos. Otros síntomas incluyen aumento de la circunferencia cefálica, abultamiento
en la parte posterior del cráneo, problemas de los nervios que controlan los ojos,
la cara y el cuello y patrones respiratorios anormales.
MIELENCEFALO
Esta división entre cerebro posterior, medio y anterior ocurre a los 28 días
de la concepción, por lo que se da extremadamente pronto. Después de
este momento las estructuras resultantes siguen dividiéndose, y a las 5
semanas de desarrollo del embrión ya es posible diferenciar el mielencéfalo
y otros componentes similares del cerebro.
Funciones
La médula oblongata y el mielencéfalo forman parte del sistema nervioso
autónomo, y como tal se encargan de regular multitud de funciones básicas
relacionadas con reflejos de supervivencia. Además, también juegan un
papel importante en el desarrollo de funciones cerebrales más complejas,
como la atención, la alerta o el ciclo sueño – vigilia.
Respiración
El mielencéfalo cumple una de sus funciones más importantes dentro de la
regulación del ciclo respiratorio. Esta estructura cerebral se encarga de
monitorizar constantemente los niveles de acidificación en la sangre, para
evitar que estos lleguen a niveles que pueden ser peligrosos para el
organismo.
Una vez que el mielencéfalo detecta que está ocurriendo esto, su siguiente
función es enviar una señal eléctrica a los tejidos musculare intercostales a
través de sus conexiones neuronales.
Control cardiovascular
Por otra parte, el mielencéfalo se encarga de regular varios componentes
de la actividad del corazón y el sistema circulatorio. Aunque no es el único
elemento cerebral que participa en el proceso del bombeo de la sangre, sí
que se trata de uno de los más importantes.
Por si esto fuera poco, el mielencéfalo y el bulbo raquídeo también son los
principales encargados de regular la presión sanguínea, utilizando para
ellos mecanismos como la vasodilatación y la vasoconstricción.
Atención y alerta
Debido a su control sobre los dos componentes del sistema
nervioso autónomo, el mesencéfalo tiene una gran importancia en la
regulación de todos aquellos procesos que tienen que ver con la atención,
el estado de alerta, e incluso el ciclo de sueño – vigilia.
Reflejos
Por último, el mesencéfalo y el bulbo raquídeo están relacionados
directamente con la presencia de varios reflejos e instintos necesarios para
la supervivencia, y que se producen de manera totalmente inconsciente
ante determinadas situaciones.
Daños al mesencéfalo
Ya hemos que el mesencéfalo y el bulbo raquídeo cumplen con funciones
fundamentales en la regulación de procesos básicos del cuerpo humano,
como la respiración o la circulación sanguínea. Debido a ello, cualquier
daño en esta parte del cerebro suele ser fatal, a menudo de manera
inmediata.
Tos
Vomito
Deglución