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MONICIÓN DE ENTRADA

Queridos hermanos:
Hoy la Iglesia nos recuerda a María, compañera generosa en
la obra de la redención y nos invita a recobrar el sentido de
permanecer fiel al proyecto del Reino. María en el misterio de
la Iglesia, nos evoca la razón por la que Dios no se contenta
con mirar la corteza, lo superficial de la creatura humana,
sino por escudriñar lo más íntimo del corazón. Por eso, la
presencia maternal de aquella que ha creído convida a la
Iglesia de hoy a cantar y a vivir de manera más perfecta su
magnífica. Así pues, celebremos esta alegría del encuentro
que radicaliza nuestro compromiso discipular y fecunda
nuestra esperanza.
OFRENDAS

PAN Y VINO
Te agradecemos Señor por el trabajo diario. Permite, que nuestras
manos sean siempre la afirmación de la paz y la justicia, para que en
actitud de permanente servicio descubramos la propuesta de la
caridad que nos enseñas, y que nos desafía a encarnarnos en la
realidad de nuestros hermanos más pobres.
Bendito seas por siempre Señor.

LUZ
Te agradecemos Señor por la fe. Condúcenos a vivir el encuentro
con Jesús desde nuestro testimonio, para que en esa alegría del
encuentro, seamos capaces de asumir la vida como fruto de la fe,
pues ésta es el don que nos regalas y que abre nuestro corazón a tu
presencia en nuestra historia.
Bendito seas por siempre Señor.
AGUA
Te agradecemos Señor por las bondades de la tierra. Zarandea,
Señor, nuestro entendimiento para comprender la responsabilidad
con nuestra casa común, y así, aunar esfuerzos que promuevan la
justicia ambiental y el reconocimiento de una ecología integral que
escucha el grito de la tierra y se dispone a defenderla.
Bendito seas por siempre Señor.

EQUIPOS DE NUESTRA SEÑORA


Te agradecemos Señor por la presencia de los Equipos de Nuestra
Señora en el mundo. Concédenos, Señor, que la gracia de tu amor
inunde nuestra misión y contribuya a la constitución de verdaderos
discípulos, para que dispuestos a caminar en la vida personal y
conyugal, podamos consolidar los puntos concretos de esfuerzo que
nos conduzcan a la profundización de nuestros lazos fraternos.
Bendito seas por siempre Señor.
ORACIÓN DE FIELES
Reunidos en nombre de Jesús y confiando siempre en su promesa, pidamos
por las necesidades de todos los hombres y mujeres, diciendo:
Todos: Padre de amor y consuelo, escúchanos.

1. Por la Iglesia para que anuncie la alegría del Evangelio a un mundo que
sufre la dramática realidad de hombres y mujeres, ancianos y niños que
se ven obligados a abandonar sus casas con la esperanza de salvarse y
encontrar en otros lugares paz y seguridad. Roguemos al Señor.

2. Por los gobernantes, para que se propongan acabar con los conflictos y
la violencia que obligan a las personas a huir, promuevan el bien de los
niños y la esperanza a las comunidades más frágiles. Roguemos al
Señor.

3. Por todos aquellos que entregan su vida al servicio de los pobres, para
que sean testimonio de amor por los más pequeños y vulnerados de
nuestra sociedad. Roguemos al Señor.

4. Por quienes no tienen trabajo, por los desposeídos, los olvidados de la


sociedad, para que conscientes de nuestro compromiso de cristianos
podamos salir a su encuentro. Roguemos al Señor.

5. Por todos nosotros para que asumamos gestos de fraternidad que hagan
posible la construcción de una sociedad más justa, reconciliada y
misericordiosa. Roguemos al Señor.

Presidente:
Escucha favorablemente, Padre de amor, la voz de esta familia y
concede a quienes creen en ti dar testimonio en todo momento de la
firme adhesión al Evangelio de Cristo. Él, que vive y reina por los
siglos de los siglos. Amén.

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