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Te ofrecemos Señor, en este pan y vino, todos nuestros esfuerzos apostólicos. Te damos
gracias por habernos llamado a trabajar en tu mies. Que cada día recordemos que tú nos
acompañas, que tú presencia siempre nos da el impulso para seguir edificando una
Iglesia en constante salida. Y que junto a ti comprendamos, que desgastarse por tu reino
es garantía inagotable que fortalece el espíritu y el temple para seguir glorificándote en
la tierra.
LUZ
Te ofrecemos Señor, nuestro fuego interior. Te damos gracias Padre de Amor, porque
has habitado nuestro silencio interior para aventurarnos con prontitud a tomar en serio
nuestro crecimiento espiritual. Que sean nuestros carismas y espiritualidades (Lazos de
amor mariano; Hijos de espiritualidad trinitaria de la madre de Dios; Divina
misericordia; Equipos de Nuestra Señora; Juan XXIII; Carmelo misionero seglar) las
que nos permitan discernir cuánto valor tiene salirnos del acomodo y entregarnos al
servicio de tu Iglesia. Hoy, más que nunca, Señor, fortalece nuestra fidelidad a ti, para
que con vigor nos adentremos a construir comunidades donde reine la fraternidad y la
misericordia.
AGUA
OFRENDA ECONÓMICA
Te agradecemos Señor por revelarte en nuestras vidas. Permite que tu presencia oriente en nuestra labor
docente un auténtico empeño en redescubrir la importancia de los acontecimientos educativos. Que
nuestro horizonte institucional sea siempre la apertura de lo humano, para que, de esa manera, la
educación se proyecte más humana y propositiva. Que al compartir los saberes, primero contemplemos
qué necesidades hay en el entorno, para que así sea más provechoso su alcance. Por eso, concédenos
estar siempre vigilantes en el rumbo de nuestra labor diaria, para que desde allí, logremos percibir,
acoger y servir de manera generosa.
LUZ
Te agradecemos Señor por tu compañía. Permite que tu compañía aúne en nosotros un espíritu de
entrega en nuestra labor docente. Que en la cotidianidad, recordemos con gratitud la invitación que nos
hiciste de acompañar la vida de otros. Por eso, concédenos Señor que tu compañía nos haga fuente de
luz para otros. Que podamos contemplar con tu luz el sendero de la sabiduría, que nos conduzca a vivir
en plenitud nuestro compromiso con quienes necesitan ver la realidad con otros ojos.
AGUA
Te agradecemos Señor por saciar de tu amor nuestra misión docente. Permite que aprendamos a ir más
allá de la realidad y logremos vislumbrar cuán sedientos estamos de ti. Por eso, concédenos que cada
día nuestra misión logre saciar la sed de nuestros estudiantes desde la singularidad con la que tú sacias
nuestra sed espiritual. Que nuestra labor alcance también la perseverancia en la configuración de una
educación saciada por el reconocimiento, la apertura y el servicio, para que tanto estudiantes como
docentes descubran una auténtica visión de conjunto.
INSTRUMENTOS DE TRABAJO
Te agradecemos Señor por germinar en nosotros tu pedagogía. Permite que desde tu pedagogía del
amor, del servicio, de la acogida y de la libertad, cada uno de nosotros descubra en su labor una manera
de ser. Que con ella, recordemos que somos artesanos del presente y del futuro. Por eso, instrúyenos
Señor en tu apertura generosa, para comprendernos más dóciles, más próximos, más convencidos, en el
resarcimiento de una educación que le preocupa la vida y la dignifica.
Te agradecemos Señor por tu generosidad. Permite que las enseñanzas y aprendizajes en nuestras
instituciones educativas aúnen esfuerzos por recuperar actitudes más justas, honestas y solidarias. Que
la facultad de enseñar suponga en nosotros la intención de orientar las maneras de ser en la lógica de
los valores humanos, para que desde ahí, atesore relevancia una educación que enseña para la vida.
GREMIO DOCENTE
Te agradecemos Señor por nuestra vocación docente. Permite que el paso por la vida de nuestros
estudiantes encauce en ellos y en nosotros un camino de transformación. Que nuestra misión de
cercanía y de encuentro funde siempre la alegría de responder a las actuales circunstancias de nuestros
niños y jóvenes, para que, reencontrados en la unidad, integremos el tesoro de la alegría que contagia,
entusiasma y suscita una comunidad inquieta y comprometida. Y por consiguiente, nuestras actitudes
puedan reflejarse en la conquista de un espíritu más flexible y generoso, llevando así a auténticas
relaciones humanas que nos exigen tener confianza en nuestra labor y sobre todo, perseverancia y
valentía.
Presidente:
1. Por la Iglesia, sacramento de esperanza, para que anuncie la alegría del Evangelio
y busque siempre la unidad, promueva la justicia y la caridad en todas partes.
Roguemos al Señor.
2. Por los gobernantes de nuestras naciones, para que sea la humildad en ellos y
puedan consolidar comunidades abiertas a la verdad y a la justicia. Roguemos al
Señor.
3. Por las familias del mundo, para que atesoren el compromiso recíproco y la
apertura generosa al servicio de la sociedad. Roguemos al Señor.
4. Por los pobres, excluidos y marginados, para que la Iglesia entera acoja,
acompañe y sirva la carne de Cristo sufriente y ellos puedan encontrar alivio y
socorro. Roguemos al Señor.
5. Por cuantos estamos aquí reunidos, para que asumamos gestos de fraternidad que
hagan posible la construcción de una sociedad más justa, reconciliada y
misericordiosa. Roguemos al Señor.
Presidente:
Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, que tanto amaste al mundo que le diste a
tu Hijo Unigénito; escucha las oraciones que te hemos presentado y concédenos serte
fiel en todo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.