(fiesta mercedaria)
LAUDES
Monición
La Congregación tiene como misión en la Iglesia: “ejercer todas las obras de misericordia
espirituales y corporales en beneficio de la humanidad enferma, necesitada y
desamparada”. Las páginas de nuestra historia han sido escritas con el amor y la entrega de
tantas hermanas que, a lo largo de los años, han sabido dar caridad y calidad al patrimonio
congregacional. La fuerza del pasado nos impulsa hacia adelante. Es la historia misma la
que infunde en nuestro interior la certeza de que podemos seguir avanzando con la
confianza puesta en Dios.
Lectura: Lc 4,18-19
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para que dé la Buena
Noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar la libertad a los cautivos y la vista a
los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el año de gracia
del Señor.
Respuesta a la Palabra
Con el Padre Zegrí, elevamos nuestro agradecimiento al Señor en este día, y nos
comprometemos a ser portadoras de Evangelio, agentes de liberación para los nuevos
tiempos. Queremos romper los viejos esquemas que, a lo largo de todos los siglos, han
subyugado la libertad primigenia del ser humano. Deseamos anunciar al mundo que es
posible un nuevo amanecer, porque siempre ha habido y habrá personas como el Padre
Zegrí, dispuestas a entregar su vida como regalo de Dios a la humanidad.
Gracias, Señor, por el gran regalo de la caridad mercedaria, semilla de libertad que nos
conduce hacia ti y hacia los hermanos. Derrama en nuestros corazones la alegría de servirte
y el gozo de ayudar a los demás.
Preces
Desde el carisma mercedario, colocamos a los pies del Señor todas las necesidades del
mundo, para que con la fuerza de su amor, todo quede renovado y sumergido en la gracia
del Espíritu:
1. Por la Iglesia, para que continúe siendo ámbito privilegiado de comunión y fomente
el ardor misionero de cuantos trabajamos en la viña del Señor.
2. Por el Papa y los que rigen los destinos de la gran familia eclesial, para que se dejen
iluminar por los dictámenes del Espíritu, y el Señor les ayude en la puesta en marcha
de todos sus proyectos.
3. Por los países que viven el azote de la guerra, para que la paz se convierta en una
realidad y triunfe por encima de cualquier tipo de violencia o terrorismo.
4. Por todos los que sufren y aguardan la plena manifestación de Dios, para que nuestro
Padre Fundador, probado también en el sufrimiento, interceda por ellos y puedan
experimentar el consuelo de una mirada misericordiosa, un gesto de ternura, y la
acogida incondicional de quien se sabe infinitamente amado por Dios y por los
hermanos.
5. Por nuestra Congregación mercedaria, para que la fuerza redentora del carisma nos
transforme en mujeres misericordiosas, que saben situarse en el corazón mismo de la
humanidad, y podamos ayudar desde ahí al ser humano de hoy a salir de la
postración.
6. Por los destinatarios de nuestra misión, para que descubran en nuestra entrega diaria
el signo y anticipo de una nueva humanidad redimida y resucitada.
Oración final
Te rogamos, Señor, que acompañes siempre el peregrinar de nuestra historia, para que el
carisma mercedario, legado por el P. Zegrí, continúe transmitiendo la fuerza del amor que el
mundo necesita. Por Jesucristo, nuestro Señor.
VÍSPERAS
Monición
Monición a la lectura
El gran sueño de nuestro Fundador era: “curar todas las llagas, remediar todos los males,
calmar todos los pesares, desterrar todas las necesidades, enjugar todas las lágrimas, no
dejar, si posible fuera en todo el mundo, un solo ser abandonado, afligido, desamparado,
sin educación religiosa y sin recursos”. Y éste es el proyecto que ha conformado la larga
andadura de nuestra Congregación. Es el alma que vivifica paso a paso cada momento de
nuestra historia, ofrecida hoy a todos aquellos que quieran descubrir la acción de Dios en las
personas y acontecimientos. Vivir el carisma legado por el Padre Zegrí, significa entregar la
vida cotidianamente “...para bien de la humanidad, en Dios, por Dios y para Dios”.
“Venid, benditas de mi Padre, heredad el Reino que tengo preparado para vosotras desde
la Creación del mundo, porque tuve hambre y me disteis de comer; estuve desnudo y me
vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme...
Respuesta a la Palabra
- Porque abres tu casa y tu corazón a tantas personas que buscan un poco de pan y un
techo donde cobijar su desaliento.
- Porque te acercas cada día al anciano abandonado y acaricias con tu ternura la
insondable herida de su soledad.
- Eres bendita de mi Padre, porque has llenado de luz los ojos casi apagados de tantas
mujeres maltratadas y les has abierto el horizonte a una nueva realidad.
Preces
Impulsado por Dios y por María de la Merced, el Padre Zegrí fundó la Congregación
mercedaria, con el objeto de remediar todas las necesidades del ser humano. Hoy, después
de 136 años, pedimos de nuevo a Dios por tantas personas que siguen necesitando la ayuda
mercedaria:
- Por todos los niños que día a día padecen el dolor, el hambre, la injusticia…, para
que tengan la oportunidad de recibir la caricia de la mano mercedaria.
Roguemos al Señor.
- Por todos los enfermos que necesitan ser curados en su más profundas heridas, no
sólo físicas, sino también interiores, para que puedan encontrar junto a ellos la mano
que les ofrece el regalo de la caridad mercedaria...
Roguemos al Señor.
- Por todos los ancianos acogidos en nuestras residencias mercedarias, para que
encuentren el afecto y la ternura que su corazón necesita
Roguemos al Señor.
- Por todos los hambrientos y necesitados, para que se vean alimentados con el pan
compartido en la mesa mercedaria...
Roguemos al Señor.
- Por todos los esclavos y oprimidos, para que experimenten el gran regalo de la
libertad, gracias a la comprensión y acogida que nuestra familia mercedaria pueda
dispensarles.
Roguemos al Señor.
- Por todos aquellos con los que convivimos diariamente, para que sepan descubrir la
felicidad transmitida por la vivencia del carisma mercedario.
Roguemos al Señor.
Oración final
Te pedimos, Señor, que sepamos descubrir cada día las necesidades y el clamor de nuestra
historia, para que continuemos siendo agentes de liberación en nuestro mundo necesitado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
17 de marzo
(aniversario de la muerte del Padre Zegrí)
LAUDES
Monición
Gracias, Señor, por la vida y la persona del Padre Zegrí, porque con él despertaron a la
existencia nuevos sueños e ideales, y se inició un camino hacia el futuro, profundamente
marcado, ya desde entonces, por la fuerza del carisma.
Ninguno vive para sí, ninguno muere para sí. Si vivimos, vivimos para el Señor; si
morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor.
Respuesta a la Palabra
El despojo último del Padre Zegrí se convirtió en experiencia profética, como el resto de su
vida. Quisieron arrinconarlo, desterrarlo. Quisieron callar su voz, reducir su vida al silencio.
Pero el Padre Zegrí dejó que Dios entrara plenamente en su existencia y ya nada le detuvo,
nada pudo impedir que su sueño traspasara las fronteras del tiempo y del espacio, y se
convirtió en profeta de Dios para toda la eternidad.
Peticiones
- Señor, sabemos que el Padre Zegrí alcanzó la gloria eterna porque a lo largo de su
vida creyó firmemente en ti y en sus promesas. Ayúdanos a tener fe en la grandeza de
tu amor.
CON EL PADRE ZEGRÍ CONFIAMOS EN TI, SEÑOR.
- El Padre Zegrí dedicó cada hora y cada minuto de su existencia a hacer el bien y a
promover la justicia y la fraternidad. Ayúdanos, Señor, a ser hermanos de verdad.
CON EL PADRE ZEGRÍ CONFIAMOS EN TI, SEÑOR.
- El Padre Zegrí vivió con la esperanza de que algún día el Señor recompensará todos
nuestros esfuerzos. Ayúdanos a ser testigos de la vida verdadera que nos has
prometido.
CON EL PADRE ZEGRÍ CONFIAMOS EN TI, SEÑOR.
Oración
Señor, escucha nuestra oración, que dirigimos a Ti con la confianza de hijos. Enséñanos a
vivir como vivió el Padre Zegrí, para que toda nuestra vida se convierta en camino de
santidad para el mundo. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
VÍSPERAS
Monición
El Padre Zegrí con su muerte lleva a plenitud toda una vida de entrega al Señor, de ahí que
el final de su existencia constituya un momento pleno de adoración, a través del cual nuestro
Fundador se rinde de manera absoluta ante el Padre, arrodilla totalmente su vida ante Dios.
Es el momento supremo de la adoración, cuando la persona coloca en el altar de la vida la
mayor ofrenda que puede presentar al Padre (Itinerario eucarístico…). Nosotras también, en
este jueves eucarístico, nos arrodillamos ante el Señor porque queremos descansar nuestra
vida en él y transformarla en adoración plena a nuestro Dios.
Monición a la lectura
Al igual que Jesús, nuestro Padre Zegrí estaba realizando la oblación de amor más profunda
de su vida, pues en el momento culminante de la muerte se condensaban las grandes
opciones que había venido eligiendo a lo largo de toda su existencia (Itinerario
eucarístico…).
Respuesta a la Palabra
En la hora de la muerte del P. Zegrí, hora de ofrenda y sacrificio, una mirada de amor dejó
prendido su corazón. Era también la hora de la Madre. Al igual que en la cruz de Jesús,
María miraba intensamente al Padre Zegrí, y el Padre Zegrí miraba a María. El
estremecedor diálogo entre la Madre y el hijo daba plenitud a la entrega última de nuestro
Fundador. Y así como María acogió entre sus brazos el cuerpo muerto del Hijo de Dios, en
el caso del Padre Zegrí, María le estaba asistiendo en la hora de la muerte y le conduciría a
la gloria eterna: momento culminante de adoración, cuando callan para siempre los afanes
de este mundo y somos conducidos, en el regazo de María, hacia la casa del Padre
(Itinerario eucarístico…).
Silencio adorador
Peticiones
Por la Iglesia, para que anuncie el Reino Dios como ámbito de encuentro pleno con el amor
del Padre.
Roguemos al Señor
Por los que sufren y por los que mueren víctimas de la injusticia, para que puedan gozar, en
sus propias vidas, de la bienaventuranza eterna.
Roguemos al Señor
Por la Congregación, para que seamos testigos de la Pascua en un mundo que necesita
signos de vida y esperanza.
Roguemos al Señor
Por todas las personas que compartimos el carisma mercedario, para que descubramos en la
vida del P. Zegrí la santidad de Dios, regalada a todos sus hijos.
Roguemos al Señor
Oración
Gracias nuevamente, Señor, porque en el Padre Zegrí nos presentas un estilo de vida
resucitada. Él, que supo vivir a fondo los momentos de cruz que la vida le presentó, hoy se
manifiesta ante nosotros como testigo de que la vida ha vencido a la muerte; la resurrección,
a la cruz. Vivamos con alegría el gran regalo de la santidad del Padre Zegrí.
Y con María, Madre de la Merced, que acompañó al Padre Zegrí hasta el último minuto de
su vida, presentamos a Dios nuestros mejores deseos y proyectos:
Mi sin igual madre y protectora, nuestra Señora de las Mercedes, mi único y exclusivo
consuelo, la que me protege y ampara, me asistirá en la hora de la muerte y me conducirá
a la gloria eterna.