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CIBERBULLYING: EL PROCESO DE MEDIATIZACIÓN DE LA

VIOLENCIA ESCOLAR
Marilyn Sánchez Fallas

1. Introducción

Esta ponencia presenta los resultados de una investigación realizada en el periodo


2011-2013, desde el enfoque de la antropología social sobre los procesos de
mediatización de la violencia escolar, los cuales refieren a la acción de difundir
contenidos de violencia que acontecen en el espacio escolar por medio de
dispositivos audiovisuales e Internet.

La investigación se fundamentó en dos estudios de caso de colegios diurnos


ubicados en la provincia de San José de Costa Rica. Los participantes principales
del estudio son el estudiantado y las profesionales en orientación de estos
colegios, quienes contribuyeron de manera sustantiva para la obtención de los
resultados.

El interés de explorar esta problemática se justifica en la persistencia del


fenómeno en el contexto educativo costarricense, así como la falta de estudios
sobre el tema del ciberbullying (ciberacoso) y la relación violencia escolar -
Tecnologías de la Comunicación e Información (TIC).

2. Metodología utilizada y sustento teórico del estudio realizado

Se seleccionaron dos centros de secundaria públicos ubicados en la provincia de


San José de Costa Rica. Según estadísticas del Ministerio de Educación Pública
(MEP, 2009), los índices de violencia son más altos en el Gran Área Metropolitana
(GAM), lo que puede explicarse porque en las zonas urbanas hay mayor cantidad
de colegios. Dichas estadísticas coadyuvaron a tomar la decisión metodológica de
trabajar con colegios de esta zona geográfica.

Además, se identificó que en ambos liceos se daba esta problemática. En una


etapa temprana de la investigación, se realizó una búsqueda de videos en la
plataforma YouTube sobre actos de violencia escolar, en la cual se hallaron videos
grabados en el Liceo del Sur que mostraban a estudiantes intercambiando golpes;
por otra parte, en el Liceo de Aserrí las profesionales en orientación manifestaron
la existencia de la problemática, durante un estudio previo que se realizó en la
misma institución.

Por tratarse de un estudio cualitativo, se empleó una metodología de estudios de


caso con base en el muestreo intencional de instituciones donde se conocía de
previo la manifestación de esta problemática, ya que algunos estudiantes de estas
instituciones habían participado directa o indirectamente en actos de violencia
escolar, que posteriormente han sido difundidos por Internet o por medio de
dispositivos audiovisuales.

En ambas instituciones se realizaron dos actividades grupales, por tal razón no se


identifica individualmente a los participantes. La primera aproximación con la
población estudiantil fue un taller denominado: Taller de acercamiento a las y los
jóvenes estudiantes de secundaria sobre violencia escolar, el cual se desarrolló
mediante una lluvia de ideas con tarjetas para obtener la visión de los participantes
sobre el concepto de violencia a partir de la pregunta generadora: ¿Qué es para
nosotros la violencia? El propósito de esta técnica fue poner en común las
representaciones sobre la violencia, seguidamente se dividió al grupo en cuatro
subgrupos para que dramatizaran situaciones de violencia mediante la técnica de
sociodrama a partir de cuatro temáticas definidas: situaciones de violencia entre el
cuerpo magisterial, estudiantes, fuera del colegio y empleando dispositivos
electrónicos. El objetivo era visibilizar las formas en que se manifiesta la violencia
escolar en cada institución. Cada subgrupo elaboró la historia o argumento, la
presentó y explicó al resto del grupo. Para finalizar el taller, se dividió al grupo en
tres subgrupos para responder a dos preguntas relacionadas con los procesos de
producción y consumo de narrativas audiovisuales que retratan situaciones de
violencia escolar a través de medios audiovisuales, con el fin de conocer sobre el
conocimiento y las experiencias del estudiantado sobre la mediatización de la
violencia escolar.

La segunda actividad realizada con la población estudiantil fue un grupo de


discusión. La guía de discusión se consistió en una presentación en el programa
Prezi con cinco videos tomados de YouTube, organizada de acuerdo a los núcleos
temáticos que abordó la investigación. La discusión se condujo con una guía
conformada por 36 preguntas. La dinámica consistió en observar un video y sus
comentarios, hacer una observación sobre el video y enseguida responder y
discutir cada una de las preguntas (véase anexo 1: tabla resumen de núcleos
temáticos, elementos que la integran y preguntas generadoras).

Con cada uno de los departamentos de orientación, se realizó una entrevista


grupal no estructurada, la cual consistió en una conversación sobre la dinámica de
la violencia en general dentro de la institución y específicamente sobre el
fenómeno de mediatización.

Se realizó una entrevista estructurada de forma individual a tres funcionarias de


instituciones que trabajan con temas relacionados con niñez y adolescencia, con
el propósito de conocer el criterio profesional de cada una de las funcionarias en
cuanto al fenómeno de la mediatización de la violencia escolar y las estrategias de
acción que realizan al respecto.

En total participaron 61estudiantes, 10 orientadoras y tres especialistas en el tema.


Las redes sociales, específicamente YouTube, representaron una fuente
fundamental para el desarrollo de la investigación, puesto que visualizan la
problemática, posibilitan la identificación de instituciones educativas donde se
hace presente esta problemática como el caso del Liceo del Sur, y permiten el
análisis de contenidos y comentarios de los videos. Valga resaltar, que por medio
de esta plataforma se logró una comunicación de seis preguntas con un joven que
grabó, editó y subió el video de una pelea entre estudiantes acontecida en el Liceo
del Sur. De este sitio, se extrajeron los videos para elaborar la guía de discusión
que se presentó al estudiantado en los liceos.

3. Sustento teórico

Entre otros tipos de violencia escolar existentes, el estudio se sustenta


fundamentalmente en el bullying, término muy reconocido en el ámbito de los
estudios realizados en el espacio escolar. Este término fue acuñado a partir de
1970 por Dan Olweus (2006) para denominar las manifestaciones de acoso y
amenaza entre escolares. El concepto puede variar según el país de procedencia
incluyendo sus significaciones y connotaciones, “[…] pero el término se ha
empleado a menudo para definir a una persona que atormenta, hostiga o molesta
a otra” (Olweus, 2006, p. 24).

De acuerdo a Olweus, el término puede ser utilizado en otros contextos fuera del
espacio educativo donde se realicen las acciones que lo caracterizan en perjuicio
de un individuo o grupo.

Entre las condiciones fundamentales que diferencia esta práctica de otras


situaciones fortuitas de conflicto cometidas dentro del entorno escolar, están por
un lado, la persistencia de las agresiones a un individuo o grupo de manera
prolongada, así como la existencia de una diferencia entre individuos ya sea en
términos físicos o simbólicos.

Las agresiones que se dan dentro de una situación de bullying son


malintencionadas y buscan hacer daño, incomodar o herir a otro. Estas acciones
pueden ser de palabra (burlas, amenazas), físicas (golpes, empujones, jalones de
cabello, pellizcos, patadas o el impedimento del paso por medio del contacto
físico) y también pueden ser no verbales ni físicas (muecas, gestos obscenos,
exclusión, negación de cumplir deseos de otra persona) (Olweus, 2006).

Cuando estas agresiones se vinculan al uso de las TIC y se trasladan de los


espacios físicos a los espacios virtuales, surge lo que se denomina ciberbullying.
Según Campbell (2005), citado por Buelga et al (2010), “el cyberbullying puede ser
considerado una nueva modalidad o subtipo del bullying” (p. 784).

Entre los elementos que caracterizan estas situaciones, se destaca el carácter


anónimo, el cual se da a partir del uso de pseudónimos y nombres falsos que
usualmente dificultan la identificación de la persona o grupo agresor y, en
consecuencia, incrementa la imposibilidad de la persona o grupo de víctimas de
defenderse o protegerse.

La capacidad de reproducción y difusión de los diferentes tipos de agresión es


muy amplia y casi ilimitada, permitiendo que trascienda el ámbito de lo privado.
Con base en los resultados publicados en el 2013 por News Track Indian sobre un
estudio realizado por la Universidad de Pensilvania y la Universidad de California,
la mayoría de las víctimas de estas agresiones son jóvenes en situación de
vulnerabilidad (en razón de su sexualidad, nacionalidad, condición
socioeconómica, entre otras) y los actos suelen ser perpetrados por personas
pertenecientes a su círculo cercano como amistades o examistades y parejas o
exparejas, con quienes comparten información personal.

Retomando a Willard (2006-2007) citado por Buelga y otros (2010), las agresiones
electrónicas, de acuerdo con la conducta realizada por la persona o grupo agresor,
se pueden clasificar como:

 Hostigamiento: envío y difusión de mensajes ofensivos o vulgares.


 Persecución: envío de mensajes amenazantes.
 Denigración: difusión de rumores sobre la víctima.
 Violación de la intimidad: difusión de secretos o imágenes de la víctima.
 Exclusión social: exclusión deliberada de la víctima de grupos en la red.
 Suplantación de la identidad: envío de mensajes maliciosos haciéndose
pasar por la víctima (p. 784).
El ciberbullying es parte de una realidad virtual puesto que se genera a partir de la
relación del ser humano con un dispositivo electrónico, que deviene en la
posibilidad de desarrollar acciones, de las cuales derivan experiencias. A partir de
la mediatización de imágenes en dispositivos audiovisuales o en redes sociales las
y los jóvenes pueden cometer agresiones como las antes clasificadas por Willard.

Para Lévy, virtualización no es una desrealización (la transformación de una


realidad en un conjunto de posibles), sino una mutación de identidad, un
desplazamiento del centro de gravedad ontológico del objeto considerado (1999,
p.12). Lo anterior, permite considerar que la mediatización de la violencia escolar
experimentada en el espacio escolar es una forma de relación sociocultural entre
individuos, que permite la experiencia de sentimientos y sensaciones, y que
también posee implicaciones y afectaciones.

4. Desarrollo del tema y resultados

Como se viene planteando, las acciones de agresión entre estudiantes que han
sido grabadas por un medio audiovisual se consideran como acciones
virtualizadas o mediatizadas, para diferenciar el alcance de consumo de estas
imágenes se definen dos ámbitos: los Espacios Virtuales Restringidos (EVR) y los
Espacios Virtuales Ampliados (EVA).

Cada uno de estos espacios se caracteriza de la siguiente manera,

En el EVR, las imágenes de violencia escolar


virtualizadas son compartidas por un determinado
grupo en un espacio físico restringido. Es restringido
porque la acción documentada puede ser observada
solamente por aquellas personas que puedan acceder
de alguna manera al dispositivo, es decir, por el grupo
de amistades y familiares de la persona poseedora del
celular. Como resultado, la difusión alcanza
solamente a una pequeña cantidad de espectadores.
Sin embargo, esta acción queda potencialmente sujeta
a que sea difundida en un medio de carácter ampliado.

El EVA está relacionado con el desarrollo de la Web


2.0. Se considera ampliado porque al estar dentro del
Internet, esta permite potenciar los alcances de difusión
y consumo, es decir, hay un mayor alcance del número
de personas que observan los videos y fotografías en
cualquier parte del mundo. En este sentido, cuando una
acción de violencia escolar física es captada por un
dispositivo audiovisual y es colgada a una red social
como Facebook o YouTube, la acción es compartida de
manera macro, su alcance es potencialmente masivo,
irreversible y perdurable (Sánchez, 2014, p. 62).

A partir de esta diferenciación en el alcance los espacios, y de acuerdo con los


núcleos temáticos que siguieron la investigación (véase anexo 1), se resumen los
resultados más relevantes de ambos liceos de manera comparativa.

4.1. Visión de la violencia

En ambos liceos, tanto el estudiantado y los departamentos de orientación,


brindaron una visión generalizada de la violencia: física, verbal y psicológica;
ejercida mediante acciones como: golpes, gritos, insultos, discriminación, y otros; y
que afectan en mayor medida a las mujeres y a los niños y niñas, en menor
medida también se ejercen sobre objetos y animales. De acuerdo con la
población, los espacios donde se dan estas agresiones son principalmente el
hogar, la comunidad y el centro educativo.
Uno de los resultados más significativos, es la no
visibilización de la violencia en términos virtuales y
tecnológicos, las experiencias de agresiones de este
tipo fueron expuestas hasta introducir el tema en las
discusiones y talleres realizados. Y se comprobó que
esta es una problemática que está en crecimiento,
que tiene fuertes implicaciones en la juventud y que aún
no se han tomado las acciones necesarias para tratarla
(Sánchez, 2014, p. 151).

Por otra parte, en ambos liceos se dan muchos conflictos entre mujeres que se
generan a partir de “enjaches”, que es la forma popular para denominar la acción
de mirar fijamente a alguien de manera intimidante y que son percibidas por las y
los estudiantes como ofensivas. Muchas de las acciones y comportamientos
violentos que realizan las y los estudiantes, son aprendidos, de acuerdo con el
punto de vista de las orientadoras, por medio de los medios de comunicación.

4.2. Espacios virtuales

Estos espacios permiten la relación de las y los estudiantes, y como se mencionó


en párrafos anteriores, tienen diferentes alcances. En ambos espacios, el principal
objeto para grabar las acciones de violencia entre estudiantes es el teléfono
celular. En los EVR, las imágenes son observadas por un grupo limitado de
estudiantes, la imagen puede ser compartida mediante bluetooth o correo
electrónico y en esta dinámica puede perderse el control de la imagen y pasar a
ser publicada en una red social (EVA). En este sentido, la Fundación Paniamor
considera que lo que se publica en el ciberespacio adquiere una condición de
permanencia y se incrementa el alcance de expectación.

De acuerdo con las y los participantes, es estos espacios también se dan


relaciones de agresión entre estudiantes: pueden ser por mensaje de texto o por
difundir imágenes y comentarios en redes sociales. Facebook es la red social, más
utilizada por las y los jóvenes para compartir y comentar imágenes, asimismo
permite cometer agresiones, por ejemplo cuando se crean perfiles como “Tierrosas
de...” que muestran imágenes de estudiantes para denigrarlas.

Se puede establecer que la mediatización de violencia


escolar es una suma de tres agresiones electrónicas
que identifica Willard (2006-2007), a saber:
hostigamiento, denigración y violación de la intimidad.
Al mismo tiempo puede ser utilizado como un recurso
para la exclusión social, la persecución y la
suplantación de identidad (Sánchez, 2014, p. 155).

Se evidencia que el anonimato de las acciones, es un elemento que permite a las


personas agresoras prologar sus actos y además dificultar su identificación, sin
embargo, mucho se debe a que las y los estudiantes no reconocen estos hechos
como agresiones y desconocen las acciones que pueden hacer en su defensa.
Por otra parte, quienes cometen agresiones electrónicas muchas veces
desconocen las implicaciones legales de este tipo de actos.

4.3. Opinión sobre la mediatización de la violencia escolar

En el proceso de mediatización intervienen tanto elementos técnicos como


emocionales, en el último caso, grabar y difundir una imagen de agresión entre
estudiantes es una acción mediada por sentimientos y motivaciones diversas. De
acuerdo con el MEP, esta tendencia puede tratarse de una “moda” con el fin de
buscar fama y popularidad y desde el PANI se considera que es una forma de
buscar identidad y reconocimiento.

De acuerdo con el estudiantado, el solo hecho de presenciar u observar una


imagen de una pelea es un hecho motivador, la condición de virtualidad no cambia
su esencia, por el contrario potencia su reproducción y con ello la experiencia de
observarla. En este sentido, el papel de los observadores, al igual que en los
espacios físicos, juegan un papel promotor de la violencia.

Cuando una imagen circula por un EVA, se generan nuevas formas de agresión,
como lo son los comentarios ofensivos que reciben las imágenes. Incluso, el solo
acto de publicar información de una persona sin su consentimiento es una forma
de agresión.

Un dato interesante que surgió de la investigación, es el tratamiento de las


instituciones a las agresiones electrónicas cometidas por las y los estudiantes.
Sobresale el caso del Liceo de Aserrí que establece dentro de su reglamento
interno acciones correctivas para las agresiones de esta índole, lo que demuestra
el conocimiento sobre las dinámicas sociales que desarrollan dentro del centro y el
interés por prevenirlas.

4.4. Proceso de producción

En este punto, se manifiesta que los aprendizajes para el uso de las TIC se
adquieren sin una instrucción o alfabetización por parte de instituciones como la
familia o los centros educativos, este proceso de aprendizaje es por lo general un
“aprender-haciendo” o compartido entre pares. En este contexto, los riesgos o
beneficios que ofrecen las TIC pueden ser ignorados, situación que pone en
condición de vulnerabilidad a esta población.

De acuerdo con las orientadoras y las funcionarias de las instituciones que


trabajan en temas de educación, derechos humanos y niñez y adolescencia, el
desconocimiento de los riesgos existentes en cuanto al resguardo de información
personal es común la población juvenil, por tal razón suelen ser víctimas de robo o
suplantación de identidad.
Ahora bien, para el proceso de producción o consumo de imágenes de violencia
mediatizadas, el dispositivo audiovisual más utilizado es el teléfono celular, el cual
entre todas sus funciones puede desde grabar las acciones, difundirlas por
bluetooth o Internet, y en este último caso el acceso a Internet desde el celular
permite la conexión a redes sociales y otras plataformas de intercambio donde las
y los estudiantes pueden interactuar.

4.5. Opinión sobre el papel actoral en los videos

De acuerdo con las orientadoras, las y los estudiantes que en mayor medida se
ven involucrados en peleas y otras problemáticas cursan los primeros niveles,
específicamente en sétimo y octavo. Por otra parte, en opinión de las y los
estudiantes las peleas entre sus pares se estiman como “buenas peleas” cuando
se logran observar una alta agresividad en las acciones, por ejemplo en los
golpes, por el contrario, a menos golpes se valora como una “mala pelea”.

Es importante mencionar que de acuerdo con la opinión de la Fundación


Paniamor, los observadores también tienen un papel destacado, que sin
intervención directa en una pelea disfrutan y son parte de la fama que obtienen las
y los agresores.

4.6. Conocimiento sobre los riesgos

Como consecuencia del desconocimiento de esta problemática, se evidencia la


falta de denuncia por parte de las y los estudiantes que se ven afectados,
permitiendo que sus derechos de imagen e intimidad sean violentados. El
instrumento que utilizan ambos liceos para la efectuar las acciones correctivas de
estas situaciones es el Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes del MEP, y
sus reglamentos internos.

Las y los estudiantes consideran que es difícil identificar a quienes publican


imágenes y comentarios en redes sociales y por ello guardan silencio sobre la
situación y buscan cómo resolverla por sus propios medios.

Para las y los estudiantes la acción de grabar no se


considera como una agresión de violencia, la
publicación en redes sociales y los comentarios hechos
al video si pueden incurrir de alguna forma. Consensan,
que la publicación de imágenes y rumores en
situaciones comprometedoras como una pelea conlleva
a implicaciones emocionales en las y los jóvenes
(Sánchez, 2014, p. 161).

De acuerdo con las instituciones (Paniamor y MEP) para la protección de los


derechos de imagen de la población menor, existe el Código de la Niñez y la
Adolescencia. Además en el Código Civil de Costa Rica, estos derechos están
garantizados.

5. Conclusiones

Este estudio permitió explorar la problemática de la violencia escolar y su relación


con las TIC, considerando que está práctica es resultado la dinámica sociocultural
de nuestra sociedad y de su interacción con otras. Es definitivo que la violencia
escolar que acontece en nuestros centros educativos no es un fenómeno aislado,
es un reflejo de lo aprendido en el hogar, la comunidad y otros espacios de
socialización.

El uso negativo de las TIC es consecuencia del desfase existente entre la


adaptación y la evolución de las tecnologías, situación que invisibiliza sus riesgos
y utilidades. Este desfase convoca la necesidad de un proceso de alfabetización
tecnológica para las y los usuarios en función de prevenir impactos negativos
como los que provoca el ciberbullying.

En este sentido, la población juvenil requiere de un acompañamiento más


responsable por parte de su familia, incluso del personal docente, con el fin de
identificar los riesgos y usos adecuados de las tecnologías, al mismo tiempo que
reduce la brecha digital existente entre las generaciones.

Ahora bien, en la actualidad, las distintas manifestaciones de violencia escolar


suceden dentro de la relación físico-virtual, así como sus implicaciones directas.
En esta relación se da tanto un desplazamiento de lo físico a lo virtual y viceversa,
así como una complementariedad entre ambos ámbitos. Sin embargo, en lo virtual
los impactos son mucho más perdurables y tienen mayor alcance puesto que
trascienden fronteras y, al mismo tiempo, permite realizar nuevas agresiones. Se
concluye que la acción de mediatizar agresiones experimentadas en el espacio
físico es una manifestación de ciberbullying y que esta se relaciona con la
tipología expuesta por Willard.

En la mediatización de la violencia escolar sobresale el papel que ocupan las y los


observadores, son quienes en primera instancia alientan y promueven el acto
agresivo, además son quienes virtualizan y difunden los actos experimentados y
finalmente son consumidores de lo mediatizado tanto en los EVR como en los
EVA. Dentro de este proceso, las y los espectadores dejan de ser sujetos pasivos
y adquieren un papel activo, tanto desde la perspectiva de la producción como de
consumo.

La posibilidad de vivir experiencias a partir de la tecnología y dentro de la Red,


representa para el ser humano una realidad virtual, las relaciones vivenciadas
desde esta perspectiva nos posiciona dentro de la narrativa de la cibercultura. En
este sentido, con esta investigación se concluye que las y los estudiantes, muchas
veces en virtud de su falta de conocimiento, admiten la mediatización de la
violencia y las acciones del ciberbullying como una forma de relacionarse entre sí,
sin considerar las potenciales consecuencias negativas. Esta situación lleva a
plantear la necesidad de implementar robustos procesos de alfabetización
tecnológica, audiovisual o múltiple, que no solo permita al estudiantado adquirir las
competencias sobre el uso de las nuevas tecnologías informáticas y audiovisuales,
sino además el marco de valores y referentes éticos que posibiliten avanzar en la
promoción de una cultura escolar basada en el respeto y la convivencia.

Bibliografía

ANI. (21 de enero 2013). Cyber-bullying occurs largely among friends. News
Track India. Recuperado de:
http://www.newstrackindia.com/newsdetails/2013/01/21/232-Cyber-bullying-occurs-
largely-among-friends.html
Buelga, S., Cava, M. J. y Musitu, G. (2010). Cyberbullying: victimización
entre adolecentes a través del teléfono móvil y de Internet. Revista Psicothema,
22(4), 784-789. España: Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias.
Lévy, P. (1999). ¿Qué es lo virtual? España: Paidós. Recuperado de:
http://www.hechohistorico.com.ar/Archivos/Taller/Levy%20Pierre%20-
%20Que%20Es%20Lo%20Virtual.PDF
Olweus, D. (2006). Conductas de acoso y amenazas entre estudiantes.
Perú: Ediciones Morata S.L, Alfaomega Grupo Editor.
Sánchez, M. (2014). Mediatización de la violencia escolar en Costa Rica:
dos casos de estudio en colegios de la provincia de San José. (Tesis para optar
por el grado de Licenciatura en Antropología Social), Universidad de Costa Rica,
San José, Costa Rica.
Anexo 1: Núcleos temáticos que constituyen las representaciones del proceso de
mediatización de la violencia escolar
Organización de núcleos temáticos
Núcleos Elementos Aproximaciones
Espacios  Concepción del ¿Qué entendemos por espacio virtual?
virtuales espacio virtual ¿Qué tipo de relaciones podemos establecer en estos espacios?
 Espacio virtual ¿En qué se diferencian los espacios virtuales de los espacios
restringido físicos?
 Espacio virtual ¿El pasar videos por bluetooth es un espacio virtual? ¿Y si se
ampliado comparte en Internet donde todos lo pueden ver?
 Tipos de relaciones ¿En qué se diferencia el compartir el video por bluetooth y
y formas de transmitirlo por Internet?
participación en Espacios restringidos (se explica a los estudiantes)
cada uno de los ¿Quiénes componen este espacio?
espacios virtuales Espacios ampliados (se explica a los estudiantes)
¿Quiénes componen estos espacios?
¿Qué posibilidades de participación tiene las personas en cada
uno de estos espacios: restringidos y ampliados?
¿Cómo se expresan los observadores según cada espacio:
restringido y ampliado?
Visión de la  Concepción de la ¿Qué tipos de violencia se observan en el video?
violencia violencia ¿Todo lo que se observa es o no violencia?
 Tipos de violencia ¿Por qué existe la violencia?
 Manifestaciones de ¿El hecho de grabar el pleito y circularlo en un medio restringido
violencia o ampliado se puede considerar violencia?
 Contextos de la ¿Consideran que puede existir la violencia virtual? (dar
violencia respuesta anticipada para esperar una respuesta determinada)
¿Cómo es o cómo se manifiesta esta?
Opinión  Percepción del ¿Cuáles son las características de las personas que están
sobre la fenómeno involucradas en ese acto de violencia?
mediatización  Perfil de los actores ¿Cómo es el ambiente donde se desarrollan estos
de la  Contexto acontecimientos?
violencia  Atractivos del ¿Qué siente la gente que se encuentra alrededor de la pelea?
escolar fenómeno ¿Cómo actúa la gente alrededor cuando suceden estos actos?
 Sentimientos ¿Cómo creen que se pueden sentir los o las estudiantes
involucrados involucrados en la pelea, al verse grabados en el celular o la
cámara?
¿Qué opinan al observar una pelea por un dispositivo
electrónico?
¿Qué es lo que más les gusta ver es estos videos?
¿Qué es lo que menos les gusta ver en estos videos?
Proceso de  Conocimientos e ¿Quién hace este tipo de acciones?
producción instrumentos para ¿Qué motiva a grabar las peleas?
la producción ¿Qué herramientas hay que tener para lograrlo?
 Motivaciones ¿Si se sube a Internet, que hay que saber hacer?
 Responsabilidad de
la producción
Opinión  Auto percepción ¿Cómo se sentirían si algún día son grabados mientras pelean y
sobre el  Posibilidad de ser el este video es compartido por sus compañer@s en un dispositivo
papel actoral centro de atención electrónico o en Internet?
en los videos  Medidas al respecto ¿Qué tipo de comentarios esperarían recibir?
¿Cómo se sentirían si este video lo observa un familiar?
¿Qué harían si un video de ustedes es subido en Internet?
Conocimiento  Ley penal juvenil ¿Qué implicaciones tiene grabar una pelea?
sobre los  Derechos sobre la ¿Qué consecuencias podría tener comentar un video en
riesgos imagen Internet?
 Noción de las ¿Qué podría pasar si subo un video en Internet o lo comparto por
consecuencias un dispositivo?
¿Qué derechos tiene una persona sobre su imagen?
¿Qué puede hacer una persona si es afectada a través de un
medio virtual?

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