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VIOLENCIA DE GÉNERO
E N LA
ERA DIGITAL
JORGE EDUARDO BUOMPADRE
Violencia de género
era digital
Modalidades mediante el uso de la tecnologia
Acoso sexual. Mobbing. Bullying y ciberbullying
Pornografía infantil. e Internet. Blockbusting. Stallcing
Grooming. Sexting. Mutilación genital femenina
Prólogo de
GONZALOD. FERNANDEZ
ASTREA
BUENOS AIRES - BOGOTA - PORTO ALEGRE
2016
Buompadre, Jorge Eduardo
Viole~iciade género en la era digira1 / Jorge Eduardo Buompadre
la ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Astrea, 2016.
280 p.; 23x16 cm.
ISBN 978-987-706-134-5
1. Derecho Penal. 1. Título
CDD 345
O EDITORIAL
ASTREASRL
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CARACTERIZACI~N GENERAL
l . Introducción ...........................................m...
5 2. La intervención penal en la sociedad del
riesgo ........................................................
5 3. Las nuevas tecnologías frente al acoso se-
xual a menores ............................................
5 4. Delimitaci6n del acoso como una situaci6n
de violencia contra la mujer ........................
5 5. Ideas sobre la problemAtica de la sexualidad
en la actualidad. La violencia (sexual) con-
tra las mujeres como construcción sociocul-
tural ............................................................
5 6. La agresion sexual como violencia de gé-
nero ............................................................
a) La problemática de la sexualidad en tér-
minos del binomio "gknero-mujer" ..........
b) ¿Violencia de género o violencia contra la
mujer? Sexo - género - sexualidad ..........
c) Precisidn terminológica ..........................
XIV fNDICE GENERAL
EL BIEN JUR~DICOPROTEGIDO
EN LAS MODALIDADES DE ACOSO
Y SU PROBLEMÁTICA CONCEPTUAL
5 7. Introducci6n ............................................. 57
8. Concepto de bien jurídicolobjeto de pro-
tección. Generalidades ............................ 59
CAP~TULO
111
LAS NUEVAS MODALIDADES DE ACOSO
~ l i i s i c a ~Frente
~. a la modernizacibn de la sociedad
-destaca CORCOY BIDASOL*,el derecho penal debe reali-
zar esfuerzos para asumir los nuevos problemas socia-
les y no inhibirse frente a ellos. La sociedad moderna
y, en concreto, los avances cientificos generan venta-
jas reales, pero tambikn riesgos que requieren una in-
tervención del derecho penal con la creaci6n de nue-
vos delitos, por lo que entiende, entre otras cosas, que
la utilizaci6n de los delitos de peligro abstracto es
algo perfectamente asumible por un derecho penal ga-
ranti~ta~~.
El derecho penal, con sus herramientas disponi-
bles, no s61o debe prestar atenci6n a los nuevos tiem-
pos, sino que debe adecuarse a la realidad social
imperante y en la que debe ser aplicado, para poder
enfrentar con h i t o los nuevos riesgos, los que ya exis-
ten y los que vayan apareciendo en el futuro. Este
moderno derecho penal (adecuado a los tiempos ac-
tuales y recurriendo a distintos modelos de interven-
ciiin -v.gr., adelantamiento de la intervención punitiva
a momentos previos a la lesibn, delitos de peligro abs-
tracto, bienes jurídicos colectivos o supraindividuales-)
no debe abandonar, eso sí, los criterios tradicionales
de imputaci6n y las garantías b8sicas del Estado cons-
titucional de derecho.
5 4. DELIMITACI~N
DEL ACOSO COMO UNA S I T U A C I ~ N
DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
35 POLAINOORTS- UGAZHEUDEBERT,
Feminicidio y discriminación posi-
tiva en derecho penal.
VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
IMACH,
38 Conf. COHEN Mujeres maltratadas en la actualidad, p. 27 y
siguientes.
CARACTERIZACIÓN GENERAL
VioÍencia de
39 Sobre esta temática, puede consultarse BUOMPADRE,
género, fernicidio y derecho penal.
VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
46 Conf. REYNAALFARO,
E¡ derecho penal sexual frente a la discusiún.
de género, enREYNAALFARO(dir.), "Los delitos contra la libertad e indem-
nidad sexual", p. 49.
VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
48 Por este hecho, Marcelo Javier Tomaselli, esposo y autor del ho-
micidio de Carla Figueroa, fue condenado a prisión perpetua por el deli-
to de homicidio agravado por el vínculo (TJuicio 2" circunscripci6n Ge-
neral Pico, 27/6112).
VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
das entre las agravantes del art. 119, para las diversas
figuras de agresiones sexuales, como una circunstancia
agravatoria de una conducta de acoso u hostigamien-
to, o bien como una circunstancia genkrica de agrava-
ción modificativa de la responsabilidad penal.
En la Argentina se puede citar como ejemplo para-
digmático la ley 26.485, de protección integral para pre-
venir, sancionar y erradicar la violencia contra Ias mu-
jeres en los ámbitos en que desarrollan sus relaciones
interpersonales, que es una norma orientada pura y
exclusivamente a promover y garantizar el reconoci-
miento y protecci6n de los derechos de las "mujeres".
No se trata -en sentido estricto- de una "ley de g h e -
ro" (característica que también se puede predicar de la
ley española), aun cuando la violencia "por razón de
género" implique una categoria que comprende la vio-
lencia contra las mujeress3.
te, que contenido tiene o debe tener un bien jurídico (conf. CAROJOHN -
HUAMAN CASTELLARES, El sistema penal en la jurkprudenciu del tribunal
constitucional, p. 83).
Conf. BUSTOS RAMÍREZ, LOS bienes jurid2co.s cokctivos, "Revista de la
Facultad de Derecho de la Universidad Complutense", no extra 11, p. 150.
lo Con esta opinión, MART~NEZ-BUJAN P ~ R E El
Z , bien jurídico protegi-
do en el delito español de fraude de subvenciones, en ROMEO CASABONA (dir.),
"El nuevo Código Penal", p. 835. Con otra idea (aunque no tan distin-
ta), GONZALEZ RUS,Bien juníico profeg.ido en los delitos contra h propie-
dad intelectual, en ROMEO CASABONA (dir,), "El nuevo Código Penal", p. 755,
en donde dice que "la identificación del bien jurídico protegido es una
de las primeras tareas que se impone el intérprete, por considerar que el
mismo constituye un instrumento de gran importancia para la interpre-
tación y aplicación de cualquier delito. Tal proceder, que es acertado,
no consigue ocultar la paradoja que supone el hecho de que para delimi-
tar concretamente el ámbito y límites del injusto se acuda al bien jurídi-
co protegido, cuya identificación y concrecidn definitiva s61o resulta po-
sible, sin embargo, una vez que se han estudiado al menos los elementos
VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
21 CUELLO C A L ~ NDerecho
, penal. Parre especial, t. 11, p. 582.
22 Así, RODR~GUEZ DEVESA, Derecho penal espafiol. Parte especial,
p. 149; también Mufioz CONDE, Derecho penal. Parte especial, p. 216 y si-
guientes.
EL BIEN JURfDlCO PROTEGIDO EN LAS MODALIDADES DE ACOSO
1271, la pena será de cuatro a seis años de prisión. En todas las hipote-
sis, cuando la víctima fuera menor de dieciocho años, la pena será de
cinco a diez años de prisión: a ) Esta escala será independiente de la que
corresponda aplicar en los casos en los que resulte aplicable, además, lo
normado por los arts. 1 19 y 120 del Cód. Penal".
EL BIEN JURfDlCO PROTEGIDO EN LAS MODALIDADES DE ACOSO
o . LIBERTAD
SEXUAL/INDEM~UIDADSEXUAL
los delitos sexuales, por cuanto, dice, podría representar más eficazmen-
te la protección penal del ciudadano contra la agresividad implicada en
la violación como acto de criminalidad violenta-, el concepto de libertad
sexual en su dimensión "estática-pasiva" (o negativa) no revela, sin más,
la existencia de una víctima "pasiva", sino, todo lo contrario, un sujeto
pasivo-víctima como individuo "sufriente", quien manifiesta una volun-
tad contraria, de "qttantumopositivo" preciso para que pueda estimarse
vulnerada la libertad sexual. En la práctica forense -dice esta autora-
la facultad de oponerse al constreñimiento sexual no opera, precisarnen-
te, como tal facultad dispositiva y opcional, sino, antes bien, la oposi-
ción, enkrgica y activa, erige inexorablemente como deber jurídico, en
virtud de imposici6n y requisito de admisibn típica. Como se observa
-concluy+, y en un sentido funcional, poco queda de la libertad sexual
como "categoría de carácter estático-pasivo" (Violencia en la violacidn:
Aspectos dogwldticos y victimológicos, jun. 2002).
47 Respecto de esta cuestión, no alcanzamos a entender muy bien
la postura de GALLEGO y HORTAL, en sus comentarios en CORCOY BIDASOLO
(dir.), Derecho penal. Parte especial, t. 1, p. 220, cuando dicen que "en el
concepto de libertad sexual se distinguen dos aspectos, uno positivo, vin-
culado a la facultad de disposición del propio cuerpo en la esfera sexual;
y otro negativo, comprensivo del derecho de toda persona en no verse
involucrada en contra de su voluntad en un acto de contenido sexual".
Hasta aquí suscribimos la opinión de estos autores. Pero, a renglón se-
guido, manifiestan que "sólo adquieren relevancia penal las conductas
en que se obliga a una persona a participar en un acto de significación
sexual sin su consentimiento o con el consentimiento viciado. Las con-
ductas impeditivas de rehciones sexuales consentidas entre adultos podrdn
ser calificadas, en su caso, como con~tit~tivas de un delito contra la liber-
tad en general (awtemms y/o coacciones)" -el destacado nos pertenece,
Pues bien, no equivocan estos autores el razonamiento. En efecto, el
impedir a un tercero llevar adelante una decisi6n de tipo sexual, sin
duda no encaja en el ámbito de un delito sexual, sino, m6s bien, entre
los delitos contra la libertad individual. Pero nos parece que el caso no
se enmarca dentro de lo que se conoce como la "vertiente negativa" del
concepto de libertad sexual, pues el concepto de libertad sexual, desde
este plano, hace referencia al derecho (vulnerado) de la vz'crirna a "no
verse involucrada en un contexto de naturaleza sexual sin su consenti-
miento", no al derecho del autor o sujeto activo a impedir u oponer obs-
táculos para que un tercero no concrete un comportamiento de carácter
sexual. La víctima, y sólo la victima del delito sexual, es quien tiene
VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
65 D ~ E RIWLL~S,
Z La protección de la libertad sexual, p. 28 y siguientes.
También se dijo que la libertad sexual (como bien jurídico en la mayoría
de las figuras delictivas) debe ser entendida en su doble aspecto, como
"libre disposici6n del propio cuerpo sin más limitaciones que el respeto
a la libertad ajena" y como "facultad de repeler las agresiones sexuales
de otro" [D~Az-MAROTO Y VALLAREJO, en BAJO FERNANDEZ (dir.), Compendio de
derecho penal. Parte especial, vol. 11, p. 101 y siguientes].
En este sentido, D f ~ zRIPOLL~S,El objeto de protección del nuevo
derecho penal sexual, "Estudios de Derecho Judicial", no 21, p. 242.
EL BIEN JURfDlCO PROTEGIDO EN LAS MODALIDADES DE ACOSO
Conf. POLAINO
NAVARRETE,
Derecho penal. Parte general, t. 11, vol. 1,
q. 446.
VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
que "todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por
ellas de buena fe", y el art. 27 ("El derecho interno y la observancia de
los tratados") dispone que "una parte no podrá invocar las disposicio-
nes de su derecho interno como justificacibn del incumplimiento de un
tratado. Esta norma se entenderá sin perjuicio de lo dispuesto en el
art. 46".
l 1 CSJN, Fallos, 316:1669. Confr., sobre el particular, CERDA DUENAS,
La validez de las normas juddicas intervsacionales en la 6ptica de Za
Corfe Suprema de Estados Unidos. El fallo 'Medellfn vs. Texas' ", "Revista
de Derecho Penal y Procesal Penal", no 1, ene. 2010.
l 2 En este sentido, CARMONA SALGADO, en COBODEL ROSAL (dir.), Curso
de derecho penal. Parte especial, t. 1, p. 336 y cs.; ORTCBERENCUER - SUAREZ-
MIRARODR~GUEZ, Los delitos contra la libertad e indemnidad sexttnles, p. 147
y S S . ; POLAINO ORTS,LOS delitos sexuales n la luz del Cddigo Penal de 1995
(Especial referencia a la ley orgánica 1 1/1999, de 30 de abril), "Cuadernos
de Política Criminal", no 67, separata, p. 196 y siguientes.
LAS NUEVAS MODALIDADES DE ACOSO
48 Art. 189 redactado por el número ciento cuatro del articulo úni-
co de la LO 112015, de 30 de marzo, por la que se modifica la LO
1011995, de 23 de noviembre, del Cedigo Penal (BOE, 3 1 marzo); vi-
gencia: l julio 2015. Para un estudio detallado de este artículo, &ase
~ B A S Minoria,
, sexo y derecho penal, p. 178 y siguientes.
LAS NUEVAS MODALIDADES DE ACOSO
92 Conf. ~ V A R U GARC~A
(dir.)- MM~N-CABEZAOLMEDA - VENTURAPUSCHELL,
Derecho penal español. Parte especial, p. 586.
93 Con esta idea, DOLZLAGO,Un acercamiento al nuevo delito "child
grooming". Entre los delitos de pederastia, LLEspaña, no 7575.
LAS NUEVAS MODALIDADES DE ACOSO
98 Conf. POLAINO
NAVARRETE,
Derecho penal. Parte general, vol. 1,
q. 446.
202 VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
Creemos que esta opini6n lleva a un estadio más (da un paso más) res-
pecto del momento consumativo del delito. Si debemos entender "de-
terminar a otro" como hacer nacer la idea o la decisión en el menor
de edad, en este caso, llevar adelante el acto sexual (postura que coincide
con la quinta acepcibn del Dicciona~ode ZCL lengua: "hacer que uno tome
una resolución"), estaríamos fijando la consumación del delito en un
momento extremadamente difícil de verificar, ya que, por un lado, no se
podría saber a ciencia cierta cuándo naci6 la idea o resolución en el me-
nor de realizar el acto sexual, y por otro lado, si en el caso dicha idea
o decisi6n no fue tomada por el menor, el hecho debería quedar en grado
de tentativa (categoría que parece admitir este autor -ver p. 17-), solu-
ción que chocaría de frente con las caracteristicas de los delitos de peli-
gro abstracto (y de los actos preparatorios). Determinar a otro -según
nos parece- no significa lo mismo que establecer contacto con otro, que
es la conducta exigida por el art. 131 del C6d. Penal. La tesis de A ~ o s o
no sólo lleva la cuestión mucho mas allá del mero contacto con fines se-
xuales, sino que focaliza el momento consumativo en la conducta de la
victima y no en la conducta del autor. La consumación exige e s o si-
la "recepción" de la comunicación por parte del sujeto pasivo, pero no
parece que tal circunstancia deba ser interpretada, además, como que
tarnbikn quiere decir "hacer nacer la idea de mantener un trato sexual
con el sujeto activo". La opinión de AROCENA y BALCARCE tampoco nos
parece aceptable (si es que entendimos correctamente el razonamiento).
Dicen estos autores que el delito se consuma cuando se entabla la co-
municación con el menor, con la finalidad de cometer cualquiera de los
delitos contra la integridad sexual de la víctima menor de edad. Hasta
aqui coincidimos, pero más adelante agregan: "en caso de que aparezca
con posterioridad dicha intención, recién en ese momento quedará con-
sumado" (entrecomillado nuestro), solución con la que ya no coincidi-
mos. Creemos que la intencibn de cometer el delito sexual debe concu-
rrir al momento de la realización de la acción típica, esto es, cuando se
produce el contacto con el menor, del modo como explicamos más arri-
ba, pero no en un momento posterior, pues ello importaría vaciar de
contenido el art. 131 del C6d. Penal, cuyo texto dice, muy claramente,
"conbacbare a una persona menor de edad, con el propdsito de cometer
cualquier delito contra la integridad sexual de la misma". Si la finali-
dad de cometer un delito sexual no está presente en el momento en que
se lleva a cabo la conducta de establecer contacto con el menor, en-
tonces no se alcanza a ver por qué dicha acci6n debería ser castigada
como delito, resultando indiferente a los efectos típicos que dicha inten-
ción aparezca con posterioridad a la conducta. Trat6ndose de un acto
preparatorio convertido en delito de peligro abstracto (aspecto sobre el
que coinciden dichos autores), lo que el legislador ha castigado aqui es
LAS NUEVAS MODALIDADES DE ACOSO 219
l t l Conf. POLAINO
ORTS,Delitos de orgnnizacibn como derecho penal
del enemigo, en JAKOBS- POLAINO ORTS,"Delitos de organizaci6nM,p. 88 y
siguientes.
VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
119 Con esta idea, MART~MEZ OTERO,El nuevo tipo delictivo del artícu-
lo 197.4 bis: h difusidn no autorizada & imdgenes íntimas obtenidas con
consentimiento, LLEspuña, no 8234, quien dice que el que revela facetas
de la propia intimidad a un tercero realiza un acto libre, y como tal, un
acto responsable. Se sitúa voluntariamente en una situacibn de riesgo,
y debe asumir las consecuencias de sus actos, m&ime cuando estas con-
secuencias son tan indeseadas como previsibles. Y la posibilidad de que
el sujeto que recibe los contenidos íntimos pueda posteriormente reen-
viarlos es una posibilidad cierta y real, que debib tener en cuenta antes
de hacerle entrega de dichas imágenes. Por ello xoncluy*, no parece
lo más adecuado acudir al derecho penal cuando dicha posibilidad se
materializa y se produce el atentado contra la intimidad.
Conf. RODR~GUEZ RUIZ,El secreto de las comunicaciones: tecnolo-
gia e intimidad, p. 163 y siguientes.
LAS NUEVAS MODALIDADES DE ACOSO 24 1
2 1. M U T K U C I ~ N GENITAL FEMENINA
' tambul-
24 Ver http://igualdade.xunta.es/esíactualidadíel~~nvenio-de-es
y de http:ll
sobre-violencia-contra-la-mujer-entrara-en-gor-el-l-de-agosto,
www.msssi.gob.es/ssi/igualdadOportunidadeslinternacionallconsejoeul
CAHVIO.pdf. Según una información publicada en Internet, el Consejo
de Europa y Amnistía Internacional (AI) han publicado, en víspera del
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (251
11114) una guía para que se discutan políticas contra la ablación genital
femenina, como la promoción de la Convención para la Prevención y el
Combate de la Violencia de Género del Consejo de Europa, más cono-
VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
' l / d e x h , y cien-
25 Ch. urww.who.intlmedi~ntrelfactsheetClfs24
ciaspenales.net.
VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
'27 Ver w w w . u n . o r g í w o m e n w a t c h ~ d a w / v a w í h a n d b o ~
Hand book-Spanish.pdf.
12* La informacibn ha sido tomada del trabajo de P&EZ VAQUERO, LCI
mutiIaci6n genital femenina en España y la Unión Europea, noticias.juri-
dicas.com. Igualmente, puede verse ADAM MUROZ,La respuesta del orde-
namiento jurídico espafiol ante 2a mutilación genital f e m i n a , LLEspña,
no 6460.
VIOLENCIA DE GeNERO EN LA ERA DlGlTAL
futuro, www.uv.es/recrim.
VILLACAMPA ESTIARTE, CAROLINA (coord.), Violencia de género y sistema de
justicia penal, Valencia, Tirant lo Blanch, 2008.
VILLADA, JORGE L., Delito de trata de personas y otros delitos conexos,
Córdoba, Advocatus, 20 14.
- Delitos sexuales, Bs. As., La Ley, 2006.
VILLÉN SOTOMAYOR, MARTA, La Red y s u evolucidn y utilizacibn para acti-
vidades ilícitas, "Cuadernos de Derecho Judicial", 2006-111- 13.
VIVESA N T ~ NTOMAS,
, y otros, Derecho penal. Parte especial, Valencia,
Tirant lo Blanch, 2004.
VUANELLI, ROXANA, La cibercriminalidad como atentado a los derechos
humanos de los más idvenes, "Revista Criminalidad", vol. 53, no 1,
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ZAFFARONI, EUGENIO R. - CARLBS, ROBERTO M. (dirs.) - BAILONE, MAT~AS
(coord.), Anteproyecto de Código Penal de la Nación, Bs. As., La
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ZOTHNER CAIVANO, ELSA- APFELBAUM,LETICIA, A ~ U S Osalaal. discri-
minación que va mds allb del ámbito laboral, Bs. As., Dirección Ge-
neral de la Mujer-Secretaria de Promocidn Social, 200 l .