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EL MODO DE PRODUCCION PRIMITIVO

Aparición de la sociedad humana: Esta época se caracteriza por la separación del hombre del reino animal y por la
aparición de la sociedad humana. El hombre pasa del estado zoológico, animal, al estado social. Comienza a fabricar
instrumentos de trabajo, que va perfeccionando paulatinamente, aparecen las fuerzas productivas de la sociedad, y
entre los hombres se establecen relaciones de producción.

Los datos para el estudio del primer régimen económico-social de la historia nos los proporciona la arqueología, la
etnografía, la paleontología, la antropología y la lingüística.

El trabajo es la fuente de toda riqueza, afirmaron los economistas. Lo es, en efecto, a la par que la naturaleza, encargada
de suministrarle los materiales que el convierte en riqueza. El trabajo nació mediante el empleo, cada vez más frecuente
de instrumentos y luego, mediante la fabricación de los mismos. Podemos decir entonces que hasta tal grado el trabajo
ha creado al propio hombre.

La diferencia esencial entre la sociedad humana y la animal -escribía Engels- consiste en que los animales, en el mejor de
los casos, recogen, mientras que los hombres producen.

Con la producción de instrumentos de trabajo comienza la historia de la humanidad, de sus luchas de sus realizaciones y
de sus victorias. Los primeros instrumentos de trabajo eran simples palos y piedras de bordes afilados, recogidos por los
hombres primitivos, o sea objetos virtualmente ofrecidos por la propia naturaleza. Según demuestran las excavaciones
arqueológicas, uno de los primeros y más difundidos instrumentos que produjo el hombre fue el hacha de piedra.

El trabajo despertó la conciencia del hombre, la razón humana, y determino la aparición del lenguaje.

Según datos de la ciencia, la zona geográfica en que apareció y comenzó a desenvolverse el hombre puede considerarse
enclavada en los territorios de la Europa meridional, del Asia meridional y de buena parte de África.

Los primeros aspectos fundamentales de las actividades productivas de los hombres más remotos, o sea las primeras
formas de economía, consistían en la búsqueda conjunta de alimentos, en la caza colectiva de grandes animales y en la
pesca.

El mayor progreso del hombre primitivo en la obra de dominar las fuerzas de la naturaleza fue el descubrimiento de la
manera de hacer fuego.

La etapa inicial del régimen primitivo en el sentido social fue la fase pre-gentilicia o periodo de existencia de la orda
primitiva. El paso de la horda primitiva a una colectividad de la producción estable, unida interiormente por solidos
vínculos gentilicios fue producto del perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo, del incremento de la
producción.

Rasgos fundamentales de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción. El régimen gentilicio: los hombres
realizan serios adelantos en la fabricación y el perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo, en la organización de
su labor. Para el incremento de las fuerzas productivas de la sociedad primitiva represento un momento crucial la
fabricación de elementos complejos de trabajo y de lucha. Aparecieron las puntas de flecha de piedra, los dardos y las
flechas, los cepos y trampas para cazar animales, los anzuelos y los arpones para la pesca. El acontecimiento más
notable de este periodo es la invención del arco y la flecha.

Nace la agricultura y la ganadería, con el cultivo de las plantas y con la cría y la formación de nuevo animales domésticos
el hombre comienza a transformar la naturaleza mediante el trabajo.

El vínculo gentilicio era en aquella fase de evolución de a sociedad, la forma más conveniente y solida de ligazón de los
miembros de la colectividad, de su unificación en un solo conjunto. Durante la primera etapa del régimen gentilicio era
la mujer la que ocupaba el puesto de rector en la vida de la comunidad, fenómeno determinado por las peculiaridades
de la vida material de entonces. La mujer era la encargada de reunir y preparar los alimentos. El trabajo de la mujer
garantizaba a la comunidad un suministro de medios de subsistencia más seguro y constante que la caza, a la que se
dedicaba el hombre con sus rudimentarios instrumentos.

Por ello la mujer estaba al frente de la comunidad gentilicia, y el parentesco de los miembros de este se establecía por
línea materna. Fue el matriarcado una época que marco el florecimiento de las relaciones comunales primitivas, cuando
el papel decisivo en la vida de la comunidad paso a la ganadería (pastoreo) y a un grado más alto de la agricultura (la
labranza), que eran más propias del hombre, el régimen matriarcal fue sustituido por el patriarcado.

El periodo del patriarcado fue el último de la existencia de la sociedad primitiva.

En la sociedad primitiva aún no había un poder estatal, pues la existencia de este presupone la división de la sociedad en
clases.

Entre los hombres primitivos, la primera forma de organización del trabajo fue la cooperación simple, que representa la
utilización simultanea de una cantidad de mano de obra más o menos considerable para ejecutar faenas homogéneas.
“este tipo primitivo de producción colectiva o cooperativa -escribía Marx- fue, sin ningún género de duda, resultado de
la debilidad del individuo aislado y no de la socialización de los medios de producción. Estas relaciones de producción,
las primeras de la historia humana, tienen como base la propiedad social de los medios de producción.

Aun no existían las premisas para la aparición de la propiedad privada.

En la comunidad gentilicia evoluciona y se estructura la división del trabajo entre los hombres, que comenzó a insinuarse
ya en la horda primitiva. Y todo ello es fruto del incremento de las fuerzas productivas. Esta división de trabajo en el
seno de la comunidad gentilicia primitiva predetermina las relaciones de intercambio de actividades entre sus
componentes.

El carácter natural de la economía es uno de los rasgos específicos de la sociedad primitiva, una particularidad de su
existencia y de su evolución.

Entre las leyes económicas especificas privativas de esta sociedad homos de destacar ante todo, la ley económica
fundamental que expresa el rasgo más acusado y esencial del desarrollo económico de esta sociedad, el fin objetivo y la
orientación de su dinámica.

Carlos Marx indicaba que, bajo el régimen de la comunidad primitiva, el objeto del trabajo humano era “garantizar la
existencia de cada propietario y de su familia, así como de la comunidad entera”.

Partiendo de lo expuesto, podemos formular aproximadamente la ley económica fundamental del modo de producción
comunal primitivo, su esencia radica en la necesidad objetiva y la posibilidad de asegurar la existencia de los hombres
primitivos como miembros de la comunidad gentilicia basado en la propiedad común de los medios de producción.

La distribución de los productos fabricados o conseguidos se llevaba a cabo en condiciones de igualdad entre los
miembros de la comunidad primitiva.

La ley de la población de la sociedad primitiva se distinguía por algunos rasgos específicos. En la época de la horda
primitiva, resultante de los matrimonios precoces, de la escasez de alimentos y de la ausencia de una higiene elemental.

La ley de la población de la sociedad primitiva pudiera formularse aproximadamente así: incorporación al trabajo y
empleo en la producción de todos los miembros hábiles de la comunidad, de toda la población con capacidad de trabajo,
dentro de las posibilidades que ofrecía el bajo nivel de las fuerzas productivas, con un crecimiento lento de la población.

Aparición de las grandes divisiones sociales del trabajo, del cambio, de la propiedad privada y de las clases.
Desintegración y caída del régimen comunal primitivo: la aparición y perfeccionamiento de la producción de
herramientas metálicas desempeñaron un importante papel en el ulterior incremento de las fuerzas productivas de la
sociedad primitiva. A la edad de piedra sucedió la de los metales. Al principio, el hombre empleaba metales obtenidos
en estado natural, pero estos no consiguieron desplazar la piedra como base de la técnica primitiva. La autentica era del
metal puede contarse a partir del momento en que comenzó a fundirse el mineral con la forja en caliente. Con la
aparición del mental se perfecciona el azadón, que adquiere más o menos la forma del que ahora se usa en Asia central.

Comienza la gradual separación de la ganadería, que pasa a formar una rama económica independiente. Las tribus
ganaderas se apartan de las demás. Ahora unas tribus se dedican principalmente a la agricultura y otras a la cría de
ganado.

Refiriéndose a la formación de tribus pastoras señalaba Engels que “esta fue la primera gran división social del trabajo”.
El auge de la productividad del trabajo, cada vez más especializado en virtud del desarrollo de su división social, da pie a
que en algunas ramas de la actividad productiva se cree una cantidad de productos superior a la necesaria para
satisfacer las necesidades de los miembros de la comunidad. Se forman poco a poco algunos excedentes de productos.
La jornada de trabajo se divide en tiempo necesario y tiempo excedente. Durante el tiempo necesario, los trabajadores
elaboran una cantidad de productos que bastan para cubrir las necesidades de la comunidad en general y de cada
individuo en particular. Durante el tiempo excedente de la jornada secean excedentes de productos por encima de los
que necesita la comunidad y sus miembros. Así aparecen el trabajo excedente y el producto excedente o plus-producto.

La primera gran división social del trabajo y el surgimiento del producto adicional determinan la aparición de un nuevo
fenómeno de la vida económica: el cambio. El intercambio de productos entre las tribus agrícolas y ganaderas adopta la
forma de intercambio mercantil, es decir, de compraventa.

El intercambio mercantil no surge en el interior de las comunidades gentilicias, sino en sus límites, al entrar en contacto
reciproco diversas comunidades y tribus.

La separación entre la industria y la agricultura represento la segunda gran división social del trabajo.

La creciente división del trabajo y la individualización de la producción requerían una forma de relaciones que
estimulase el interés material de los individuos por perfeccionar los instrumentos de trabajo y por aumentar la
producción. Esta nueva forma de relaciones de producción la constituyo la propiedad privada. El trabajo individual de
personas o familias aisladas presuponía la propiedad privada de los medios de producción.

Por esta época, en virtud del incremento de la producción y del cambio de su carácter, dentro de la gran familia comunal
-la familia patriarcal- madura y comienza a destacarse paulatinamente una célula social: la familia individual o familia
pequeña, compuesta del matrimonio y sus hijos.

Simultáneamente al intercambio y a la propiedad privada, dentro de la comunidad primitiva surge la esclavitud, también
determinada por el aumento de la producción social.

La primera fuente de esclavos fueron las guerras inter-tribales y la captura de prisioneros. Otra fuente de obtención de
esclavos fue la compraventa, es decir, el comercio de esclavos.

La explotación del hombre por el hombre, representada por el empleo del trabajo de los esclavos, tiene su origen en la
época del patriarcado. Sin embargo, la historia y la etnografía señalan casos de utilización del trabajo esclavo en la
economía doméstica, durante el periodo de florecimiento y de declive del matriarcado. Esclavitud patriarcal llamo Marx
a la esclavitud de esa época para diferenciarla de la que posteriormente se convirtió en la base de un nuevo régimen de
producción.

Libres y esclavos: asi comienza la primera división histórica de la sociedad en clases. En el seno del régimen comunal
primitivo en desintegración germina el futuro régimen clasista, se crean las relaciones de opresión y de explotación.

La desigualdad social impone nuevas relaciones de dependencia entre las familias y entre los miembros de las
comunidades, provocando la lucha entre los ricos y los pobres.
EL MODO DE PRODUCCION ESCLAVISTA

Aparición del modo de producción esclavista: la esclavitud fue la primera forma de sociedad clasista, nacida como
resultado de la desintegración del régimen comunal primitivo. Fue el incremento de la producción de bienes materiales
el que motivo la transición de la sociedad primitiva a la esclavitud.

La aparición de la sociedad clasista marca uno de los momentos cruciales de la evolución de la humanidad. A partir de
entonces, toda la historia del género humano, hasta la edificación de la sociedad socialista, ha sido la historia de las
clases, del nacimiento y formación de unas, de las descomposición y muerte de otras, la historia de una lucha de clases
irreductible.

La esclavitud, engendrada en el seno de la sociedad primitiva, tenía en sus primeros tiempos un carácter patriarcal. El
rasgo distintivo de la esclavitud patriarcal consistía en que el trabajo esclavo no representaba aun lavase de la
producción social y tenía una importancia limitada y subsidiaria.

El incremento de las relaciones mercantiles de esa época se caracteriza por la aparición de un nuevo e importantísimo
factor de la vida económica y social: el dinero. Entre diversos pueblos, el papel de dinero lo representaban distintas
mercancías: ganado, pieles, pescado, sal, etc. Otras mercancías que pasaron a desempeñar la función de dinero fueron
los metales preciosos, entre los que termino imponiéndose el oro.

La aparición de la moneda metálica, e incluso su acuñación fueron resultado del progreso de las fuerzas productivas y
del intercambio comercial, del mejoramiento de las extracción y de la elaboración de los metales, del perfeccionamiento
de las industrias. La aparición del dinero impulso el desarrollo de una rama económica como el comercio. Surgió la
necesidad de un intermediario entre los productores de mercancías, que hasta entonces intervenían en el intercambio
como vendedores, y los compradores. Y este papel intermediario comenzaron a desempeñarlo hombres dedicados
exclusivamente a ello: los mercaderes.

La segregación de los mercaderes, aislados de la producción y dedicados por completo a las transacciones de
intercambio, es decir, al comercio, constituyo la tercera gran división social del trabajo.

Poco a poco, siguiendo el camino de los instrumentos de producción, del ganado y de los esclavos, la tierra se convierte
en mercancía, en objeto de compraventa y de transacciones mercantilistas.

El medio principal de apropiación y de concentración de la riqueza y de la mano de obra de los esclavos fueron las
guerras de rapiña y saqueo, las cuales terminaron por convertirse en un original negocio que proporcionaba prisioneros
y valores materiales. La apropiación y la concentración iniciales de los elementos de producción por los esclavistas
representaron una premisa directa para el paso de la esclavitud patriarcal -o doméstica, como se le llamaba también- a
la esclavitud total o clásica.

Aparece la política como forma de relación entre las clases de la sociedad, de manera implícita expresa los intereses
económicos de las clases.

Aparece también el estado esclavista. El estado esclavista era un sistema de órganos coercitivos, llamados a
salvaguardar los intereses de los esclavistas, a asegurar la inmunidad de la propiedad privada de los potentados y a
contribuir al desarrollo ulterior de la esclavitud.

Los estados esclavistas más antiguos, conocidos como modo de producción despótico tributario, se fundan a fines del
cuarto milenio y a comienzos del tercero de nuestra era en Mesopotamia y Egipto, y luego la India, en China y en otros
países. El régimen esclavista llega a su apogeo en la antigua Grecia y posteriormente en Roma.

Rasgos fundamentales del modo de producción esclavista: En la sociedad esclavista, las ramas fundamentales de la
producción de bienes materiales eran la agricultura, la ganadería y las industrias estrechamente vinculadas a la
agricultura.
Se comenzó a extraer, elaborar y utilizar los metales -primeramente el cobre y el bronce, y después el hierro- como
material para la producción de instrumentos de trabajo.

La semejanza de los instrumentos de trabajo de la época esclavista con los que utilizaban los hombres primitivos radica
en que los unos y los otros eran medios manuales, pero, a diferencia de los de la época primitiva, los de la esclavitud
eran de metal, mas perfectos y por consiguiente, más productivos.

La aplicación del trabajo del esclavo en gran escala creo premisas materiales para el desarrollo de algunas ciencias
naturales y humanísticas como por ejemplo las matemáticas, la física, la astronomía, la mecánica, la medicina y la
filosofía, floreciendo asimismo la literatura, el teatro, la escultura y la arquitectura.

Queda pues, sentado que en la época de la esclavitud el trabajo de los productores tenía dos formas: la de los esclavos y
la de los pequeños propietarios libres (campesinos y artesanos).

Se consolidan las relaciones de producción esclavistas, que, en su forma más desarrollada, eran relaciones de propiedad
privada, relaciones de desigualdad, de opresión y de explotación basadas en el hecho de que todos los medios de
producción y los propios trabajadores -los esclavos- eran de propiedad absoluta de los esclavistas.

Económicamente el régimen esclavista se basaba en la violencia que representaba obligar físicamente a los esclavos a
realizar un trabajo forzado, y en la apropiación natural y directa de los frutos de su labor por los esclavistas. Entre los
objetos más importantes de la sociedad esclavista figuraba la tierra, medio de producción universal. En determinadas
etapas del modo esclavista de producción, y en diversos países, la propiedad del suelo tenía formas distintas:
comunal, estatal, eclesiástica y privada.

Los esclavos constituían el elemento decisivo en el proceso de la producción bajo el régimen esclavista, carecían de todo
derecho político o jurídico y estaban equiparados a objetos, no a personas.

En China por ejemplo, existía durante la esclavitud el termino chu-min, que significa literalmente “bestia y esclavo”

Los esclavistas y sus ideólogos consideraban algo perfectamente natural la guerra y la piratería como fuentes de
obtención de esclavos.

Bajo el imperio del régimen esclavista se verifica un desarrollo de la producción mercantil y de la circulación de
mercancías, las cuales germinaron en la época de la desintegración del régimen primitivo, y aparecen las primeras
formas de capital de la historia: el capital comercial y el usurario.

a. El capital comercial representaba unos recursos invertidos en el comercio, los cuales reportaban determinada
ganancia a sus poseedores, que aprovechándose de sus medios, actuaban de intermediarios en las operaciones
mercantiles, comprando y vendiente los artículos.
b. El capital usurario representa unos productos que empleados como préstamos de dinero, o en medios de
producción, o en artículos de consumo, permiten también apropiarse parte del producto excedente de los
esclavos.

Aparece un nuevo fenómeno de la vida económica: las colonias, que en un principio estas eran poblaciones urbanas,
industriales-económicas, formadas por elementos procedentes de diversos Estados esclavistas en territorios
conquistados o recién descubiertos como resultado de expediciones bélico-mercantiles. Como las colonias pasaron a ser
fuentes permanentes de adquisición de esclavos, su papel en la vida de la sociedad esclavista fue extraordinariamente
importante.

Una importante peculiaridad de la época esclavista era la original coexistencia de dos tipos de economía: las grandes
haciendas de los esclavistas ricos, que empleaban y explotaban en amplia escala el trabajo de los esclavos, y las
haciendas de los pequeños propietarios, que eran al mismo tiempo productores.

Bajo el régimen esclavista, en el curso del proceso ininterrumpido de la producción, se reproducen las condiciones
económicas de la esclavitud, pero no pueden ser reproducidos los propios esclavos, por cuanto, en la escala de toda la
sociedad los libres son convertidos en esclavos, no por procedimientos económicos, sino mediante la coacción
extraeconómica, mediante la violencia descarada.

Pese a la diversidad de la vida económica y de las vías de desarrollo de la producción de muchos países en la época de la
esclavitud, podemos distinguir dos tipos históricos fundamentales de sociedades esclavistas: las orientales o, como se
las llama en ocasiones, las de la esclavitud temprana o formaciones sociales despótico tributarias, y las grecorromanas, o
sociedades de la esclavitud posterior.

Rasgos característicos de las sociedades esclavistas orientales: predominaba la sociedad colectiva de los esclavistas
sobre la tierra y otros medios de producción así como sobre los productores -esclavos- en la forma de propiedad
comunal o estatal. Frecuentemente eran de índole casi patriarcal, de ahí que las relaciones de producción de esta
sociedad puedan ser definidas como semi-esclavistas y semi-patriarcales. No predominaba el trabajo de los esclavos en
la producción social sobre el de los productores libres, y el número de esclavos era bajo.

Rasgos característicos de las sociedades esclavistas grecorromanas: la propiedad privada sobre los esclavos y los medios
de producción, incluida la tierra, predominaba sobre las formas de propiedad esclavista colectiva. El ritmo de desarrollo
de la producción social era más intenso que en las sociedades esclavistas orientales.

Podríamos definir así la ley económica fundamental de la sociedad esclavista: necesidad objetiva y posibilidad de crear
(mediante una presión abiertamente violenta y extraeconómica, ejercida sobre los esclavos o productores directos para
obligarles a trabajar) un producto excedente, expresado principalmente en forma natural y aprovechando por los
esclavistas para satisfacer sus necesidades.

La ley específica de la distribución en la sociedad esclavista consiste en la distribución desigual de los bienes materiales
creados cuya mayor parte -el producto excedente y virtualmente, cierta parte del producto necesario- ca a parar a poder
del esclavista mediante la apropiación directa y el resto se destina a los esclavos para conservar su capacidad de trabajo.

La ley de la población de la sociedad esclavista puede ser formulada del siguiente modo: incorporación de la mayor
parte posible de la sociedad al trabajo forzoso para garantizar la creación de un producto excedente que va a poder de
los esclavistas, mediante la extrema opresión de esa parte de la sociedad.

Las leyes de la producción mercantil y de la circulación de mercancías que actuaban en la sociedad esclavista eran, la ley
del valor y la ley de la competencia.

La sociedad esclavista se dividía en dos clases fundamentales: esclavos y esclavistas. Esta división fundamental, clasista y
estamental de la sociedad esclavista estaba refrendada en todos los estados antiguos por determinadas normas
jurídicas: las leyes de Hammurabi, rey de Babilonia, la legislación de Atenas, el derecho romano, etc. De acuerdo con
estas normas jurídicas los esclavos no eran considerados ciudadanos, ni siguiera se les tenía por personas. Matar a un
esclavo o someterlo a cualquier clase de violencia no se consideraba delito en la sociedad esclavista.

Desintegración y caída del modo de producción esclavista: como los esclavos no tenían interés por su trabajo, este por
separado, era poco productivo, aunque diese un producto excedente. El contraste entre el trabajo intelectual y el
manual, entre la ciudad y el campo, constituyo también una de las formas en que se manifestaba la contradicción
fundamental del modo de producción esclavista.

Las relaciones monetario-mercantiles y los capitales comercial y usuario, ligados a ella, sirven a la producción esclavista
natural, pero al mismo tiempo la descomponen, contribuyendo a su debilitamiento y a su muerte.

Las relaciones de producción esclavistas van correspondiendo cada vez menos al grado de desarrollo de las fuerzas
productivas de la sociedad y convirtiéndose en un freno para el avance de la producción. La crisis del sistema económico
esclavista significaba que el trabajo de los esclavos había dejado de ser rentable.

Una parte de los grandes propietarios esclavistas comienza a dividir sus latifundios en pequeñas fracciones (parcelas),
arrendadas a colonos. Ante todo, se convirtieron en colonos los campesinos libres, que arrendaban la tierra mediante
contrato y que en un principio mantenían su libertad individual. Poco a poco, las deudas de los colonos a los dueños del
terreno y los actos de violencia por parte de los últimos traen como consecuencia que aquellos hombres, antaño libres,
queden virtualmente sujetos a la tierra. Engels aludió a la sujeción de los colonos a la tierra y al hecho de que fuese
posible venderlos junto con su parcela. Los colonos así vendidos no caían en la situación de esclavos en el sentido
integral de la palabra, pero tampoco se consideraban absolutamente libres. Al mismo tiempo una considerable cantidad
de esclavos pasa a la situación de colonos. Los esclavistas, deseosos de encontrar un procedimiento para estimular el
trabajo de los esclavos, comienza a emancipar a los más distinguidos, a fin de que el resto no se viese obligado a trabajar
tan solo por el miedo al látigo del celador, sino también por la esperanza de conseguir su libertad.

La crisis de la economía esclavista trajo consigo la de la vida político-social. Refiriéndose a la situación creada en vísperas
de la caída de la esclavitud, decía F. Engels. “la esclavitud ya no producía más de lo que costaba, y por eso acabo por
desaparecer. Pero al morir dejo detrás de si su aguijón venenoso bajo la forma de proscripción del trabajo productivo
por los hombres libres”.

Los estados que se constituyeron en el territorio del Imperio Romano de Occidente, así como el Imperio Romano de
Oriente (Bizancio) que existió todavía durante largo tiempo, tenía como base económica las relaciones de tipo feudal. El
feudalismo, que vino a reemplazar a la esclavitud, estableció su dominación no solo en los países del antiguo territorio
del extinguido Imperio Romano, sino en muchos otros de Europa, de Asia y de África.

Una vez agotadas sus posibilidades, el modo de producción esclavista pereció y vino a sustituirlo un sistema de
producción más progresivo: el feuda.

El esclavismo fue prohibido oficialmente en 1948 por la O.N.U.

EL MODO DE PRODUCCION FEUDAL

Aparición del modo de producción feudal: es propio del feudalismo un sistema especifico de explotación de los
productores directos, personalmente subordinados a los señores feudales, que tiene como cimiento el predominio de la
propiedad feudal sobre los medios de producción y, ante todo sobre la tierra. El modo de producción feudal vino a
reemplazar al esclavista.

La gran propiedad latifundista, cimiento económico del régimen de producción feudal, se creó debido a que al
desintegrarse la comunidad rural o el régimen esclavista, las tierras comunales y las propiedades campesinas que se
habían desprendido de las comunidades, así como los diversos tipos de propiedad territorial del régimen esclavista
pasaron a manos de la aristocracia seglar y eclesiástica, que iba feudalizandose y a la cual pertenecían los jefes de los
estado que se formaban, sus allegados, los gobernadores civiles y jefes militares, algunos esclavistas y el alto clero.

Durante la época feudal, la forma más desarrollada y perfecta de la propiedad de la tierra eran los llamados feudos, de
donde procede el nombre de feudalismo, que se da al régimen económico-social basado en haciendas de este tipo. A la
época feudal suele dársele el nombre de Edad Media.

La propiedad feudal en Rusia adquirió dos formas fundamentales: la votchina, o heredad patrimonial y la pomestie, o
hacienda otorgada por merced real.

La consolidación del feudalismo en los países que pasaron directamente a él desde el régimen gentilicio recibe a veces la
denominación de “variante eslava de la génesis del sistema feudal”, mientras que, a la génesis del feudalismo en los
países europeos occidentales, que integraban el Imperio Romano hasta el derrumbamiento de la esclavitud, se le da el
nombre de “variante romano-germana”

Países que pasaron directamente del régimen gentilicio al régimen feudal: Rusia, Polonia, Bohemia, Serbia, Hungría,
Estonia, Letonia, Lituania, parte de Alemania, los países escandinavos, Inglaterra, Irlanda y Escocia.

Rasgos fundamentales del modo de producción feudal: como lo que caracteriza al feudalismo es el predominio de la
agricultura sobre la industria, la propiedad del medio fundamental de producción -la tierra- adquiría excepcional
trascendencia para la vida económica de la sociedad. Marx subrayaba la importancia de la propiedad del suelo bajo el
feudalismo y decía que “la propiedad territorial era el auténtico cimiento de la sociedad feudal del Medievo”
Un elemento característico del régimen feudal era el monopolio de los grandes propietarios sobre la tierra; asi los
productores directos, o sea los siervos, carecían de toda propiedad territorial.

Durante la época feudal, el productor no es dueño dela tierra, sino un usuario, que se limita a cultivarla. Conviene tener
presente que los señores feudales eran propietarios no solo de la tierra, sino de los restantes medios de producción.

Algunos medios de producción indispensables eran de propiedad comunal: los pastizales, las carreteras, los pozos, etc.

Lenin indicaba: “si el terrateniente no hubiera dispuesto de autoridad directa sobre la persona del campesino, no habría
podido obligar a trabajar para sí a un hombre dotado de tierra y dueño de su economía, Era necesaria, por consiguiente,
la <coacción extraeconómica>, como dice Marx cuando caracteriza este régimen económico, las formas y el grado de
coacción pueden ser los más diversos, comenzando por el derecho de servidumbre y terminando por la desigualdad
estamental del campesino.

Si ahora nos imaginamos las relaciones sociales imperantes bajo el modo feudal de producción y el sistema de
dependencia de los productores directos respecto de los señores feudales, podemos definirlas en su conjunto como
relaciones de dependencia personal. “Aquí el hombre independiente ha desaparecido, todo el mundo vive sojuzgado:
siervos, señores de la gleba, vasallos y señores feudales, seglares y eclesiásticos”.

El trabajo excedente de los campesinos, que cultivaban la hacienda del señor, o el plus-producto creado en la propiedad
de aquel y aprovechado por el señor valiéndose de las relaciones de dependencia personal, forman la llamada renta
feudal del suelo. La renta del suelo expresa una relación social entre los hombres y una relación entre ellos y la tierra
como objeto de propiedad.

Durante el periodo de auge del feudalismo, la renta del suelo tenía tres aspectos fundamentales: la prestación personal
(llamada en Rusia barschina), la renta en especie y la renta en dinero.

La prestación laboral es la forma más simple y más primitiva de las rentas. Según Marx, los días de prestación a la
semana se establecían con precisión y se mantenían como magnitud permanente, sancionada por el derecho
consuetudinario o por la ley escrita.

Lenin dedico gran atención a las formas de la renta feudal, y en particular a la prestación persona. Refiriéndose a la
renta barschina, consignaba Lenin que, con este sistema, toda la tierra se divide en señorial y sierva.

Dentro del régimen feudal la renta en especie es la que tuvo más preponderación y adquirió mayor desarrollo.

El aumento de la competencia entre los artesanos, la rivalidad de estos con los siervos fugitivos que acudían a las
ciudades y la necesidad de reforzar la lucha contra la explotación y las arbitrariedades de los señores, obligo a los
artesanos a agruparse en los llamados gremios. Las corporaciones gremiales eran una forma feudal de organización de
las industrias con el sistema jerárquico propio de aquel régimen, y en los primeros tiempos desempeñaron un papel
positivo contribuyendo a la consolidación y al incremento de la industria urbana.

Uno de los efectos de la sucesiva división del trabajo fue la separación entre la producción y la circulación dentro de las
ciudades, la aparición del comerciante. Ello fue de singular trascendencia para acelerar el ascenso económico de las
ciudades y de las sociedades en su conjunto. En consonancia con la estructura feudal de la propiedad de la tierra y con la
organización gremial, corporativa, de las industrias urbanas, se crea una organización determinada en la esfera del
comercio llamada corporación.

En el norte de la Europa Occidental se constituyó en el siglo XIV una poderosa alianza comercial de varias ciudades: la
Hansa alemana.

Aproximadamente, podríamos definir del siguiente modo la ley económica fundamental del feudalismo: necesidad
objetiva y posibilidad de elaborar, mediante el trabajo forzoso de los productores directos, dependientes de los señores
feudales, un producto excedente que los señores se apropian en la forma de renta del suelo.
Lo característico del feudalismo era la producción simple, aunque, en ciertos casos, tuviera lugar en grado mayor o
menor, una reproducción ampliada. La existencia de una producción mercantil más o menos desarrollada hizo que en la
sociedad feudal actuasen las leyes del valor y de la competencia. La primera de las dos se manifestaba, sobre todo,
como la ley de la diferenciación de los pequeños productores.

La esencia de las relaciones feudales de producción se refleja en la estructura de clase de la sociedad. Los maestros
ordinarios, los oficiales, los aprendices, los jornaleros y los mercaderes arruinados integraban la plebe urbana.

Entre las instituciones políticas que integraban la supraestructura de la base económica del feudalismo desempeñaba el
papel mas relevante el estado feudal.

Nacimiento del capitalismo en el seno del feudalismo. Hundimiento del modo de producción feudal: el ingremento de
las fuerzas productivas de la sociedad feudal repercutio en todas las ramas de la economía, tanto urbana como rural. Los
principales factores que contribuyeron a ello fueron el perfeccionamiento de los medios de producción y el aumento de
la división del trabajo.

El feudalismo creo de una parte, un determinado interés de los productores hacia el trabajo, gracias a un procedimiento
especifico de ligar al productor directo con los medios de producción. El procedimiento de unión del productor directo
con los medios de producción bajo el feudalismo era doble y contradictorio. De un lado los productores directos estaban
unidos económicamente a cierta parte de los medios de producción que les pertenecían y gracias a los cuales poseían
una economía privada. De otro lado, no eran dueños del principal medio de producción, de la tierra, sino solo de sus
usufructos. 275

La cooperación capitalista simple y la manufactura elevaron el rendimiento de la mano de obra e impulsaron la


producción social. Los talleres basados en la cooperación simple del trabajo asalariado, y también las manufacturas
fueron los gérmenes de la gran producción capitalista. El llamado proceso de acumulación originaria constituyo el punto
de partida del capitalismo industrial, es decir del establecimiento del modo de producción capitalista. La consolidación
del modo de producción capitalista presupone la aparición previa de dos premisas fundamentales: a) la existencia de
una masa de indigentes, libres en el sentido personal, pero, al mismo tiempo carentes de medios de producción y de
subsistencia y por consiguiente, obligados a contratarse como obreros en las empresas capitalistas; b) la acumulación de
los medio pecuniarios indispensables para fundar grandes empresas capitalistas.

La llamada acumulación originaria no es pues, mas que el proceso histórico de disociación entre el productor y los
medios de producción. La expropiación de los productores agrarios constituye el fundamento de todo el proceso de
acumulación inicial del capital. Las premisas para el desarrollo del capitalismo se crearon mediante el saque y la ruina de
una gran masa de pequeños productores, mediante la guerra entre países por la preponderacion y el dominio y
mediante la cruel esclavización de los pueblos coloniales.

A causa de la paulatina emancipación de los siervos, de su expropiación posterior, de la conversión de los antiguos
campesinos y de los artesanos arruinados en obreros asalariados y de la concentración de los recursos monetarios
fundamentales en manos de la burguesía naciente, debilitándose las posiciones económicas del feudalismo tanto en la
ciudad como en el campo.

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