El Gabinete del DR. Caligari.

El Gabinete del doctor Caligari es una película de terror alemana dirigida por
Robert Wiene y propiamente realizada para la época al ser cine mudo. Es
considerada la mayor obra del cine expresionista alemán.

A 100 años de su estreno, cabe destacar el grandioso trabajo realizado en esta

obra, que narra una serie de hechos terroríficos ocurridos en Holstenwall y vividos
por Francis el protagonista y Jane a quien él llama su prometida.
La película inicia con Francis contándole a un hombre esta historia que se
desenvuelve en una feria que llegó a su ciudad, a la que asistió junto a su amigo
Alan. Allí, se presenta el show del Doctor Caligari quien exhibe a su anomalía, un
sonámbulo llamado Cesare. En medio del show, Cesare hace una premonición y
le dice a Alan que su fin llegará al amanecer. A partir de allí, inician una serie de
asesinatos y extraños acontecimientos que Francis empieza a investigar junto a
Jane y su padre.

El Gabinete del doctor Caligari es una hora y veinte minutos de película que vale
la pena ver para situarse en un mundo imaginario que nos hace entre ver
realidades humanas, desde una narrativa que camufla muy bien ciertos aspectos
de los acontecimientos vividos en su época y que siguen siendo muy actuales. El
autoritarismo, la forma como la humanidad ha respondido ante esto y más allá de
lo político-social, lo esencialmente humano en el momento que, para una
interpretación más personal, se refleja lo que puede esconder una mente humana
y lo que se puede crear en ella. En este sentido la escenografía artística en la
que se desenvuelve la historia refuerza esa idea y complementa la estética de la
película. Un entorno que pareciese que al ser tan irreal e increíble nos sitúan como
si estuviéramos en la propia mente de Francis.

Es una película de terror que en sí no es como lo que se ve en el cine de terror

actual, mayormente producido para crear reacciones fuertes de pavor o miedo  en
los espectadores valiéndose de múltiples efectos especiales modernos.
Realmente está fuera de ese "cliché", lo cual es lógico por la época de su
realización en cuanto a recursos de ese estilo, pero narrativamente es una historia
envolvente y que para el espectador no es tan fácil de digerir al no ocurrir lo que
podría esperarse, no es muy fácil de anticipar y para cualquier espectador sea o
no amante del cine mudo es una gran pieza que sirve para darle una oportunidad
a un estilo de cine y de cine de terror poco convencional que verdaderamente
atrapa y no decepciona con finales obvios.
El giro argumental que le dan a la historia es en el momento justo para dejar esa
sensación de inquietud al mostrar que nada es lo que parece. Sin valerse de
generar esas sensaciones a las que se acostumbró al público de este género en la
actualidad es suficiente para mantener pegado a la silla al espectador, gracias a la
historia, la tensión generada por la música que utiliza y el recurso de la luz y el
color que, si bien para la época es monocromático, por escena se toma el trabajo
de utilizarlo llevando al espectador a percibir la emoción de lo que está pasando o
está por pasar.

Sin duda es una película que merece ser vista, no dejará una sensación de miedo
terrible, pero es una obra que sin duda dejará a sus espectadores sorprendidos,
inquietados y por su puesto pensando en qué es real y qué no.