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ARTE

El arte de Konstantin Vasiliev


El arte, el trabajo y la cultura ―no el oro, el comercio o la especulación― son los tres
pilares sobre los que se asienta la verdadera riqueza de una nación, ya que todo
dinero no es más que la retribución de un trabajo efectuado. Bajo este punto de vista,
las naciones más ricas en potencia serían Italia, Francia, España, Alemania y, en
general, Europa Occidental. Sin embargo, desde principios del Siglo XX, Occidente
ha dejado de producir arte de verdad, centrándose en sacar arte-basura que va
orientado a destruir ideológicamente todo el verdadero arte que le precedió,
especialmente el grecorromano. En tal proyecto, no se diferencian demasiado de los
primeros apóstoles del cristianismo, que predicaron la destrucción de más del 95%
del arte clásico.

Sin embargo, Rusia ha seguido dando sorpresas. En plena era


soviética, cuando la censura era feroz y en las naciones capitalistas no
se producía más que bazofia anti-artística, hubo un pintor concreto,
llamado Konstantin Vasiliev, que recuperó la idea originaria del arte:
que el arte ha de ser una vía para acercarnos a lo que es sobrenatural
y perfecto, un método para elevar al hombre a alturas superiores al
mundo material y a los límites y cadenas impuestos por nuestra
condición de míseros mortales, de simples Homo sapiens.

Este post estará dedicado a dar a conocer la obra de Konstantin Vasiliev


y exponer los elementos simbólicos indoeuropeos, e incluso pronazis,
que contiene. En vista de la basura que en nuestros días se intenta
hacer pasar por arte, estas piezas resultan muy refrescantes, y que es
un verdadero crimen que se esté pagando millones de dólares por
zurullos como picassos y mirós, y en cambio existan obras, como las
de Vasiliev, de las que poca gente ha oído ni tan siquiera hablar.

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Konstantin Vasiliev nació el 3 de Septiembre de 1942 (Virgo), en plena


Segunda Guerra Mundial, en Maykop, una población del extremo sur
de Rusia, al lado del Cáucaso, poco después de ser tomada por los
alemanes.

Vasiliev tuvo talento pictórico desde muy temprana edad, y sus padres
hicieron lo que pudieron para que su potencial no sufriese trabas. Lo
mandaron a estudiar a la Academia de Arte de Moscú, pero eran los
años 50, el régimen comunista imponía sus directrices hasta en el arte
y Vasiliev no lo tragaba, por lo cual prefirió estudiar en la Escuela de
Arte de Kazán. Allí se especializó en decoración de escenarios teatrales,
lo cual bien puede ser la causa de sus obvias afinidades wagnerianas.
Vasiliev acabó como maestro de arte en Vasilievo y después como
diseñador de una fábrica, trabajando ocasionalmente para la Fundación
de Arte de Kazán y participando en diversas exposiciones artísticas.

Su obra, que abarca más de 400 piezas, es, como veremos pronto, un
canto a Rusia, sus batallas y su historia, a la mitología eslava y
germánica, a las tierras del Este, a la Naturaleza y a la humanidad
nórdica.

Vasiliev murió trágicamente en 1976, atropellado por un tren. Tenía


tan sólo 34 años, y por desgracia, como pasó con Mozart, el mundo
jamás sabrá a qué cotas de creación artística hubiera podido llegar si
hubiese continuado vivo hasta nuestros días.

"Cisnes" (1967). El cisne es un símbolo hiperbóreo y solar, representante de


Apolo, Helias y Lohengrin, el rey del Grial.
Estudio para "Príncipe Igor" (1969).
"Wotan" (1969). No deja de ser revelador que semejante obra no haya venido
de la mano de un artista occidental, sino de un ruso.
"Caballeros" (1971).

Imagen no disponible pero texto importante:

"Sventovit" (1971). Sventovit era un dios pagano, adorado en el santuario de


Arkona (actual isla de Rügen, Alemania, orillas del Báltico) por pueblos tanto
eslavos como bálticos y germanos. Se trataba de un dios de la guerra, la
fertilidad, la profecía y la abundancia, también conocido como Beli o Byali, con lo
cual podríamos asimilarlo al Apolo griego y romano, al Abelio céltico, al Baldur
germánico y al posterior Luzbel y, por tanto, Lucifer, de las tradiciones heréticas
del mundo cristiano medieval. El águila de su yelmo, pintada con motas para
hacerla pasar por halcón (y quizás escapar así a la censura) es una copia casi
exacta de las águilas empleadas en algunas insignias nazis, y lo mismo reza para
el águila de su escudo, como vemos debajo de estas líneas. El santuario de
Arkona, tradicionalmente defendido por 300 jinetes, fue destruido en 1168 por
cristianos daneses al mando del obispo Absalon, quienes "evangelizaron" a los
wendos.
"El fuego ardiente" (1973).

Estudio para "La espada de fuego" (1974).

Imágenes no disponibles pero textos importantes:

"Duelo entre Peresvet y Chelubei" (1974). El 8 de Septiembre de 1380, justo


antes de la batalla de Kulikovo, que enfrentó a los tártaro-mongoles de la Horda
Dorada contra los rusos, Chelubei, un campeón tártaro-mongol, se adelantó a las
formaciones de sus compatriotas y, agitando la lanza ante los rusos, desafió a
cualquier campeón para que se enfrentase a él. Surgió Alexander Peresvet, un
monje-soldado ortodoxo, camarada de armas del héroe Dimitri Donskoi, y que
había sido discípulo de San Sergei de Radonezh. Según la leyenda, Peresvet cargó
sin armadura ni yelmo, sólo con sus ropajes monásticos, y en el choque que se
produjo, ambos guerreros cayeron muertos a la vez. El asiático cayó de su
caballo, el europeo no.
"Federico I Barbarroja" (año desconocido). Bastante interesante que Vasiliev se
atreviese a rendir tributo a un emperador alemán del Sacro Imperio, que fue
acusado por la Iglesia de ser el Anticristo. Según la tradición
alemana, Barbarroja duerme en una montaña esperando el momento en el que
su pueblo vuelva a necesitarlo. Con su nombre bautizó Hitler la guerra contra el
bolchevismo en el Este: Operación Barbarroja. En este cuadro, las facciones de
Federico tienen un inquietante parecido con el mismo Hitler.
"Un regalo para Svyatogor" (1974). En el folklore ruso, Svyatogor era un
poderoso gigante que vivía en las Montañas Sagradas y que quedó atrapado en
un cofre de piedra hasta que la Madre Rusia lo necesite de nuevo. La leyenda
pertenece al ciclo heroico de Ilya Muromets.

Homenaje a uno de los grandes escritores rusos: "Fiodor M. Dostoievsky"


(1976).

CONCLUSIÓN

Sin duda, la mayor polémica girará en torno a la filiación ideológica del


artista. Tenemos escenas ambiguas representantes de la Segunda
Guerra Mundial, glorificación de los héroes rusos tanto antiguos como
modernos, sospechosos tributos a Napoleón y a Federico Barbarroja,
glorificación de la mitología germánica, de las runas y de las facciones
nórdicas, ojos grandes para descartar cualquier influencia de sangre
mongola y un sorprendente autorretrato del pintor. Lo más plausible
es que el artista fuese sencillamente un buen europeo y un patriota
ruso, e inevitablemente sentía admiración por los grandes hombres de
la historia de Europa, incluyendo los alemanes que invadieron su país
y, ¿por qué no?, también los héroes rusos que lucharon contra ellos

El arte de Vsevolod Ivanov


La sección de Arte se comenzó porque aquello llamado "arte moderno" es una basura
y un veneno para el espíritu, y porque hoy en día existen artistas y obras que
encuadro dentro de ese "otro" arte moderno, infinitamente superior al "arte oficial",
y cargado de valores que tienen que ver con un tipo humano sano, valiente, bello,
equilibrado y elevado espiritualmente, cosa tanto más meritoria cuando tenemos en
cuenta que de momento vivimos en una época de decadencia y descomposición, en
la que la fealdad, la debilidad, la inferioridad, la enfermedad y la mediocridad son
ensalzadas como virtudes.

Resulta muy significativo que, tras Konstantin Vasiliev, el segundo


artista que tratamos también sea ruso. Este artículo tratará sobre un
artista del presente, Vsevolod Ivanov (no confundir con el escritor
soviético muerto en 1963), de quien sólo se sabe que nació en Karelia,
la región finlandesa de Rusia, y que ha ilustrado muchos "cuentos de
hadas" del folklore ancestral eslavo propio de su país, que de forma
lenta pero segura, está recuperando sus tradiciones y constituyéndose
en una gran potencia.

En verde, la Federación Rusa, en rojo, la provincia de Karelia. Esta región fue


disputada en la Edad Media entre Suecia y la República de Novgorod, un Estado
fundado por vikingos en la Alta Edad Media. Con el auge de la Rusia zarista, toda
Finlandia fue anexionada, incluyendo Karelia. La situación se mantendría hasta
que la revolución bolchevique de 1917 facilitase el desmembramiento del Imperio
de los zares, y por tanto la emancipación de Finlandia. La situación no duró
mucho: en 1939, la URSS emprendió una serie de campañas contra Finlandia que
durarían hasta 1944. Karelia fue disputada de una forma extremadamente
encarnizada, resistiendo los finlandeses con tal tenacidad que Hitler los llamó
"pueblo de héroes". Los rusos, por su parte, los llamaron "la muerte blanca",
debido a los uniformes blancos que utilizaban, y al gran conocimiento de su
propio terreno, al que estaban perfectamente adaptados. Simo Häyhä,
considerado el francotirador más prolífico de la historia, se distinguió en esta
guerra. Finalmente, empero, la URSS triunfó y Finlandia sufrió moderadas
pérdidas territoriales que incluían zonas de Karelia.

La obra de Ivanov está llena de ecos de lo que los griegos llamaban


Hiperbórea y los romanos Última Thule: una supuesta civilización
mítica en el extremo norte, que cayó con el advenimiento de la
glaciación, y que forma parte del imaginario colectivo de la Europa
clásica. El artista nos representa sociedades con viviendas de madera
(explicaría que no hallemos restos de ellas, puesto que la madera se
pudre con el tiempo) [1], rituales paganos, escenas folklóricas
idealizadas y huellas del paso de los vikingos, pero tampoco renuncia
a representar iglesias ortodoxas del pasado medieval.

La única crítica que le hago al artista es que acaso no tiene tanta


maestría en la representación de la figura humana como en la de
paisajes y construcciones, pero me parece un asunto muy secundario
en una obra, por lo demás, extremadamente bella y de gran valor
teniendo en cuenta los tiempos que corren., por no hablar de que da
millones de vueltas a Picasso, a Kandisnsky, a Miró, a Mondrian y a
todos los parásitos artísticos que han medrado gracias a la
superficialización, esnobización y horterización del mundo del arte.
Pero con el verdadero Arte, el hombre recupera el camino hacia la
evolución y hacia la verdadera Tradición, y en ese sentido no hay duda
de que Ivanov ha puesto su granito de arena.
"Aparición de la civilización hiperbórea sobre la tierra" (1997). Una obra, cuando
menos, curiosa, y sin duda la pieza más "surrealista" de Ivanov.

"Aparición de un cometa" (2005).


"Patrulla vespertina" (2005).

"Vehículo olvidado - Camino en Stargorod". Vestigios de los vikingos, quienes


durante una época proliferaron por toda Rusia, suponiendo para el país algo
similar a lo que supusieron los visigodos en España.
"Noche de la víspera de la fiesta de Kupala" (2005). Actualmente, el dia de Ivan
Kupala (22-23 de Julio) equivale a San Juan, pero antiguamente era un festival
pagano dedicado a honrar a Kupala, una diosa ancestral de la fertilidad, como el
artista imagina en esta obra. La fiesta sigue siendo muy popular en Polonia,
Bielorrusia, Ucrania y Rusia, a veces con matices más cristianos, otras bajo un
aspecto más espontáneo y folklórico.

"Ofrenda a los espíritus del río" (2005). La veneración hacia los espíritus de los
ríos, de los vientos, de los bosques, de los árboles, de las casas, de los campos
y de la Naturaleza en general, es un rasgo característico de la espiritualidad
eslava.

"Santuario en el lago" (2005).

"Día sereno de invierno" (2005). Esta escena, donde aparecen las cruces
cristiano-ortodoxas, está ambientada seguramente en la República de Novgorod,
pero puede ser representativa de cualquier Estado ruso medieval.
"Templo de Sventovida, Primavera" (2005).

"Templo de Radogoscha, Verano" (2005).


"Templo de Khorsa, Otoño" (2005).

"Templo de Znycha, Invierno" (2005).


"Visión de la diosa hiperbórea ante los pomor" (2005). Los pomor eran colonos
rusos que, procedentes sobretodo de la República de Novgorod, poblaron las
costas del Mar Blanco.

"Cólera de los dioses" (2006). Lo que se representa aquí es la destrucción de


Atlántida, un supuesto continente que, según diversas tradiciones, existió en el
Atlántico en una época remota. Atlántida respondía al arquetipo geopolítico de
potencia marítima comercial, y fue sumergida en el mar por voluntad de los
dioses, quienes quisieron castigar así los "pecados" de sus habitantes.
"A las puertas de Shambala" (2006). Todas las civilizaciones han tenido leyendas
sobre ciudades inaccesibles y subterráneas, o fortalezas ocultas en valles secretos
de cadenas montañosas. Shambala es una de esas ciudades legendarias, en este
caso perteneciente al imaginario colectivo hinduista y también budista.

"Viento de venganza" (2006), otra alusión a Atlántida.


"Conversación venidera" (2006).

"Reunión esperada" (2006).


"Atardece sobre la excursión" (2006).

"Templo de Sventovit en Arkona" (2006). Arkona era un santuario en la isla


báltica de Rügen (actual Alemania), donde pueblos tanto germánicos como
eslavos y bálticos, rendían culto a un dios de cuatro cabezas llamado Svantovit
(los romanos tenían a su dios Jano, un dios con dos caras, a quien había que
invocar tanto para abrir como para cerrar rituales, ya que era quien cedía paso
al "más allá"), quien era un dios de la guerra, la abundancia y la fertilidad,
representado con una espada en una mano y un cuerno de la abundancia en la
otra (a modo de la torques o herradura sostenida con las puntas hacia arriba por
el dios céltico Cernunos). Este dios iba asociado al caballo blanco, y cada cabeza
suya era pintada de un color: blanca la del Norte, roja la del Oeste, verde la del
Este y negra la del Sur. En 1169, cristianos daneses al mano del obispo Absalón,
destruyeron el santuario y cristianizaron la isla.

"La flota de los hiperbóreos llevará al cabo la orden" (2006). Aquí los barcos
parecen a medio camino entre el drakkar vikingo y el navío español.

"La gran migración de los hiperbóreos" (2006). En el imaginario del autor, la


glaciación obliga a los hiperbóreos a abandonar el círculo polar ártico.
"El guardián" (2006). Como se ha dicho antes, los seres de la naturaleza eran
objeto de culto antiguamente y recibían ofrendas. En este caso, un árbol de la
muerte que parece señalar la entrada al mismo infierno, se encuentra decorado
con runas, algunas manchadas de sangre.
"Polen en Abril" (2006).
"Las dos caras de Peryni" (2006). En los mismos lugares de antiguos templos y
santuarios paganos eslavos, ahora se yerguen ermitas e iglesias ortodoxas.

"Aria - Los rusi se fueron, los lobos vinieron" (2007).

"Santuario de Chisloboga, amanecer del Solsticio de Verano" (2007).


"Senich, Junio" (2007).

"El día de la diosa del mar" (2007).


Título y año desconocidos, paisaje de la Rusia medieval ortodoxa.

Ídem.
Ídem. La iglesia adornada con cruces, el resto de casas adornadas con gallos,
cabezas de caballo o de alce o reno, etc.

Ídem. En esta pieza acaso es donde se ven mejor las carencias del artista a la
hora de retratar la figura humana. A pesar de ello, no deja de ser una obra
interesante: el clásico enfrentamiento Occidente vs. Oriente, en este caso
personificado en un caballero ruso y un jinete tártaro.
Título y año desconocidos.

Ídem.

NOTAS

[1] Como curiosidad, vale recordar que, a las edades de oro, plata,
bronce y hierro de los griegos, los romanos añadían una edad de
piedra… y otra de madera, en la que bien podrían ambientarse muchas
obras aquí colgadas.

El arte de Boris Olshansky


El disfrute de la belleza y del orden, por el mero placer de la contemplación, sin
ningún sentido práctico, es quizás uno de los argumentos más elocuentes a favor de
la existencia del espíritu. El arte bien entendido viene a ser una fuente de nostalgia,
anhelo, inspiración, idealismo y esperanza, la lucha del espíritu por evadirse del orden
material y volver a elevarse a lo alto por unos instantes.

El artista que nos ocupa en esta ocasión viene a ser otro pintor ruso,
Boris Mijailovich Olshansky, nacido el 25 de Febrero (Piscis) de 1956
en Tambov, una ciudad mediana del oeste de Rusia. Su madre,
campesina, sumamente tradicional y devota, tuvo cinco hijos además
de él. Su padre era un veterano de guerra herido en combate (la bala
de un francotirador alemán le entró por una mejilla y le salió por un
ojo) y que disfrutaba del apoyo estatal para gente de su condición.

Aunque se crió durante la época soviética, en la que poco menos que


parecía que la historia de Rusia comenzaba en 1917 con la revolución
bolchevique, Olshansky escribe que "la misma vida, nuestra mente y
nuestra memoria genética, buscan intensamente las fuentes de la
cultura y la historia".

Boris M. Olshansky.

Enseguida apreciaremos los rasgos básicos del arte de Olshansky:


nacionalismo ruso, paneslavismo, idealización del pasado proto-eslavo
y de los rasgos nórdicos, menciones a los antiguos griegos, vikingos,
bizantinos y otomanos, fuerte carga paganizante pero sin renunciar a
la fe ortodoxa, concepción de Rusia como un muro de contención ante
las hordas asiáticas, importancia de la Naturaleza, ausencia total de
"ideales modernos", etc. A diferencia del ya visto Konstantin
Vasiliev ―que hizo algunos guiños al "comunismo patriótico"―, la obra
de Olshansky carece totalmente de simbología soviética.

Este arte no parece gran cosa si lo comparamos con el Renacimiento,


con el Siglo de Oro español o con la época victoriana, pero hay que
recordar que estamos en el Siglo XXI, el siglo de la globalización
capitalista neoliberal, de la humanidad-masa, de la vulgarización, del
gran asalto de la materia inerte (sin espíritu) sobre la materia viva (con
espíritu) y en la disolución de toda forma de tradición.

Por tanto, es notable que aun existan personas volcadas en producir


arte de verdad y no basura abstracta que sólo sirve para establecer
"fundaciones" privadas, exposiciones y museos de "arte moderno",
donde un público descerebrado y esnob se dedica a contemplar con
devoción excrementos enlatados, escombros fundidos, vacas
mutiladas o salpicaduras de pintura hechas por algún cocainómano.
Además, en torno a estas instituciones de "arte moderno" han florecido
importantes negocios de lavado de enormes cantidades de dinero
negro ―procedente del narcotráfico, la trata de blancas, el tráfico de
armas y de órganos, la especulación, etc.

"Paisaje" (años 80).


"El campo de Kulikovo" (1994). Rusia también tuvo monjes-soldados
comparables a los caballeros de las órdenes religioso-militares de Europa
Occidental. El personaje representado es Peresvet, un monje que se batió en
duelo contra un jinete mongol antes de la batalla de Kulikovo. Ambos morirían
en el choque, pero el mongol cayó de su caballo, el ruso no.

"La leyenda de Sviatoslav" (1996). Sviatoslav I de Kiev fue un konung(príncipe)


pagano del Estado de Rus de Kiev, que vivió en el Siglo X y que derrotó a los
jázaros y los búlgaros. De origen varego (vikingo sueco), llegó al Caspio y a las
puertas del Imperio Bizantino.
"La batalla del Dnieper" (1996). Sviatoslav se enfrenta a los jázaros. El emperador
bizantino Constantino VII consideraba que quien controlara las cataratas del
Dniéper podría destruir los barcos rusos.

"Una verdadera historia eslava" (1997).


"Nacimiento de un héroe" (1997).
"Iván el hijo de la viuda" (1999).
"La noche del héroe" (1999).

"Bereginya" (1999).
"Svarog" (fecha desconocida). Svarog era un dios uránico (celeste) eslavo.
"El sueño de la razón produce monstruos" (fecha desconocida). No confundir
con el grabado homónimo del pintor español Goya.

"Marchando sobre Tsargrad el verano de 908" (fecha desconocida). "Tsargrad"


(es decir, "Cesargrado", la ciudad de los Césares), era la forma que tenían los
antiguos eslavos de referirse a Constantinopla, la capital del Imperio Bizantino,
actualmente capital de Turquía y llamada Estambul. Por aquel entonces,
Constantinopla tenía unos 750.000 habitantes, era la ciudad más importante del
Mediterráneo y a menudo tenía que enfrentarse a las incursiones de los varegos
(vikingos suecos asentados en lo que hoy son Rusia y Ucrania). Uno de ellos,
el konung Oleg de Novgorod, lideró un ataque ruso contra Constantinopla.

"Escudos en la puerta de Tsargarad, la gloria de Rus" (fecha desconocida). La


princesa bizantina le suplicó a Oleg que no entrase como enemigo y que se
apiadase de la ciudad. El príncipe acepto y, al llegar a la ciudad, las puertas le
fueron abiertas de par en par. Oleg obtuvo un importante tratado comercial,
ordenó que su escudo fuese colgado sobre la puerta del palacio imperial bizantino
y navegó de vuelta a Kiev con las riquezas obtenidas. La presencia vikinga en el
Imperio Bizantino acabaría dando lugar a la Guardia Varega.
"Réquiem ruso" (fecha desconocida).
"El nacimiento de la flota rusa" (fecha desconocida). El zar Pedro el Grande
estaba muy interesado en romper la continentalidad de Rusia dándole una salida
al mar. Lo consiguió conquistando territorio sueco en el Báltico y turco en el Mar
Negro. San Petersburgo fue fundada en 1703.
"Patio de una embajada, Siglo XVII" (fecha desconocida).

"El triunfo de los herodianos" (fecha desconocida). Los enemigos de Cristo


celebran la muerte de San Juan Bautista. Junto con "El sueño de la razón produce
monstruos", esta pieza, en palabras del artista, representa "la pobreza espiritual
del mundo moderno".
"La gesta de Raevsky" (fecha desconocida). El general Nikolai Raevsky fue un
héroe ruso que se distinguió especialmente durante la invasión napoleónica.
"Sombras de antepasados olvidados" (2002).

"Noche de Kupala" (1995-2003).


"Juramento de Svarog" (2003).

"Desde las oscuras profundidades de los siglos" (2003).


"Gran Rus" (2005).

"Jesús y los cambiadores de dinero" (2006).


"El rapto de Europa" (2007).

Estudio para "Diosa blanca de la sabiduría" (2009). Obviamente, se trata de la


Atenea helénica.
"Diosa blanca de la sabiduría" (2009).

Título y fecha desconocidos.


Ídem. La deidad que cabalga por el cielo es Dazhbog, un dios solar eslavo.

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