Está en la página 1de 3

DETERMINANTES SOCIALES DE LA PERSONALIDAD

Integra los factores sociales que son producto del ambiente social y cultural
que rodea al individuo como son la familia, los amigos, la escuela, la iglesia, los
medios de comunicación, etc.
El desarrollo social y el desarrollo de la personalidad se consideran como
dos caras de una misma moneda.
La sociabilidad es un rasgo que se construye y se desarrolla a lo largo de la
vida.
El factor social depende del desarrollo, la evolución y maduración del
desarrollo psicológico.
Así como se piensa que las personas nacen con un temperamento dado
genéticamente, se cree que el carácter; es la personalidad que se forma en
contacto con el ambiente y las relaciones sociales.
Es difícil separar el desarrollo psicológico del social, pues la persona desde
su nacimiento entra en contacto con los demás y es incapaz de desarrollarse en
aislamiento.
Es bien patente el influjo que ejerce el medio social en los individuos y por
lo tanto en su educación. Un análisis diacrónico de las formas educacionales de
cada lugar, época o pueblo nos lleva a la conclusión de que aquellas están
determinadas por las circunstancias sociales correspondientes. Cada cultura ha
creado su propio sistema educativo, adecuado a las necesidades sociales que le
eran propias.
Las viejas sociedades eran estáticas, tradicionales, conservadoras. En ellas
la tarea de educar era simple y se reducía a transmitir dogmáticamente una
sabiduría ya hecha generalmente humanística; así como a inculcar unas normas y
unos valores preestablecidos. Los métodos eran autoritarios y del educando se
esperaba pasividad. Por el contrario, las sociedades modernas y tecnificadas
presentan un carácter básicamente dinámico y pluralista. Se valora,
especialmente, lo individual; se pretende formar el espíritu crítico del individuo, su
uso de la libertad y su capacidad para el cambio.
El ser humano no se define por su naturaleza, sino por sus adquisiciones en
un medio culturalizado producto de relaciones sociales en una historicidad que
está en el individuo y en la sociedad.
El determinismo social posee condicionamiento histórico filo y ontogenético
a través del tránsito social y en el propio hombre portador activo de su historia
individual. Lo social se transforma y se sintetiza en su dimensión histórica
individual a través de la personalidad.
Lo social es esencial en la formación y desarrollo de la personalidad.
El desarrollo supone comprender la interrelación entre posición social y
posición interna.
Lo social en la personalidad es un sistema de consecuencias (valores,
ideales, convicciones) y no de productos cognoscitivos o de identidad entre el
reflejo y lo reflejado. El contenido de la personalidad es un reflejo activo de la
realidad a través de las condiciones internas.
Existe una historia de toda la vida (filogenia), historia de la sociedad,
historia de los grupos en los cuales se inserta el sujeto, e historia del sujeto
individual. Lo social no actúa de modo lineal esculpiendo, modelando de modo
directo a la personalidad, sino que atraviesa múltiples mediadores que
condicionan tales influencias. Es una interacción sujeto – realidad en la cual lo
social se configura e incorpora en la personalidad, es una derivación de la
interacción entre lo externo y lo interno.
Lo social no actúa de modo directo, lineal sobre el individuo, sino que es
mediatizado necesariamente por sus condiciones internas, tanto biológicas como
psicológicas. Estas últimas, cuya influencia es menos notoria en los primeros
momentos de la vida, adquieren un creciente papel determinador en etapas
posteriores cuando el individuo, convertido en sujeto de su comportamiento, dirige
su actuación con relativa independencia de las influencias externas. En los
primeros años de la vida, el niño se encuentra "presionado" en gran medida, por
sus necesidades primarias, no cuenta con los contenidos y funciones psicológicas
necesarias para trascender la inmediatez y aplazar o diferir en el tiempo la
satisfacción de sus necesidades. Es por ello que aparece ante nosotros como
egocéntrico, más centrado en su individualidad que en lo que se le exige desde lo
social.
Paulatinamente el niño se apropia de valores sociales, normas de
relaciones y modos de actuación con los objetos, típicos de los adultos que le
rodean, en un proceso altamente contradictorio de interrelación con la realidad.
Con el surgimiento de la concepción del mundo en la edad juvenil, lo interno
pasa a ocupar un lugar relevante en la determinación de la conducta. Sin
embargo, es importante indicar que este camino no es resultado automático del
desarrollo de la personalidad, ni se asocia mecánicamente a la edad cronológica,
sino que depende de las condiciones de vida y educación en las que ha estado
inmerso el individuo a lo largo de su desarrollo.
Entre los determinantes ambientales nos encontramos con los factores
culturales, sociales o familiares. El pertenecer a una u otra cultura determina las
metas que nos proponemos, nuestra forma de valorar el éxito o el fracaso, o lo
que es importante y lo que no lo es y las consiguientes reacciones cognitivas y
afectivas que podemos experimentar ante estas situaciones. Por otra parte, hay
conductas que vienen determinadas por la pertenencia a un determinado grupo
social, como los aspectos que serán más valorados en función de criterios como el
estatus social o la ocupación profesional. Finalmente la familia ejerce una
importante influencia desde el momento en que las distintas prácticas de crianza
afectan al desarrollo de la personalidad, su conducta sirve de modelo para los
niños, las cuales recompensan o castigan determinados comportamientos, y
determinan el tipo de situaciones y estimulaciones que el niño recibe en sus
primeros años.
El ambiente físico influye en el desarrollo de la conducta humana: puede
ayudar o limitar el desarrollo del ser humano. La capacidad para conquistar y
modificar el ambiente es exclusiva del ser humano. La personalidad es una
variable individual que constituye a cada persona y la diferencia de cualquier otra,
determina los modelos de comportamiento, incluye las interacciones de los
estados de ánimo del individuo, sus actitudes, motivos y métodos de manera que
cada persona responde de forma distinta ante las mismas situaciones.

También podría gustarte