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Nº AP31-V-2021-000104
Ciudadano:
JUEZ SÈPTIMO (07°) DE MUNICIPIO ORDINARIO Y EJECUTOR DE MEDIDAS
DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE
CARACAS
Su Despacho.-
PUNTO PREVIO
En fecha once (11) de mayo de 2021 éste digno tribunal recibe el libelo de
demanda por Desalojo, constante de ocho (8) folios útiles y anexos constantes de
ciento quince (115) folios útiles , presentada por el abogado de la parte accionante,
el abogado William Martínez, debidamente inscrito en el Instituto de Previsión
Social del Abogado (I.P.S.A.), bajo el Nro. 26.208, en su Carácter de Apoderado
Judicial de la Ciudadana CLARA MARIA ROJAS RIVERO, titular de la Cédula
de identidad Nº V-3.813.187, en contra de mi auspiciada, la ciudadana Mireya
Biondi Padrón, supra identificada y quien en el presente se muestra como parte
demandada; consignando en el mismo acto las documentales de prueba que
sustentan la pretensión. Siendo admitida la misma por éste tribunal mediante auto
de fecha trece (13) de mayo de 2021 asignando como asunto AP31-V-2021-
000104 , con boleta de notificación emitida en fecha veintiocho (28) de mayo de
2021 a mi representada, siendo efectiva la notificación de esta, según consta en
autos. Ahora bien, según se evidencia en la copia del contrato de arrendamiento
del apartamento sobre el cual se versa la controversia presentada por la parte
accionante, contrato el cual ratificamos valido, se observa que el mencionado
contrato privado de arrendamiento es suscrito hacia mi poderdante MIREYA
BIONDI Y PEDRO GARCIA quien es mayor de edad, de este domicilio y titular de
las cédula de identidad Nro. V-5.307.757 la primera y por el ciudadano PEDRO
GARCÍA, titular de la cédula de identidad Nro. V-5.310.829 donde ambos aceptan
los deberes y derechos como arrendatarios del mismo. Es evidente que existe un
litisconsorcio necesario sobre este, el cual se vulneró la cualidad del Ciudadano
PEDRO GARCIA antes identificado, por lo que existe una falta de cualidad ad
causam de la parte demandada, donde solo aparece como demandada solo a una
de las partes, lo que constituye una violación al debido proceso y el derecho a la
defensa constitucionales como se evidencia en el expediente. Por lo que solicito,
sea repuesta la causa al acto de admisión como según lo establece el Artículo
341 de nuestro Código de Procedimiento Civil, y la misma sea declarada como
demanda infundada inadmisible.
Para soportar lo antes expresado, deseo traer a colación al doctrinario autor Luis
Loreto, quien afirma que:
“(…)tendrá cualidad activa para mantener un juicio, toda persona que se afirme
titular de un interés jurídico propio y tendrá cualidad pasiva, toda persona contra
quien se afirme la existencia de ese interés. Así, la cualidad no es otra cosa que
la relación de identidad lógica entre la persona del actor, concretamente
considerada, y la persona abstracta a quien la ley concede la acción o la persona
contra quien se concede y contra quien se ejercita en tal manera (…).” (Loreto,
Luis, Ensayos Jurídicos, “Contribución al Estudio de la Excepción de
Inadmisibilidad por Falta de Cualidad”, Fundación R.G.. Editorial Jurídica
Venezolana, Caracas 1987).
Según J.A.F.: “(…) La cualidad es la concatenación lógica que debe existir, activa
y pasivamente, entre la pretensión procesal y la titularidad del Derecho material
cuya aplicación se persigue con la demanda.
Es por tanto que para el presente caso debe aplicarse la jurisprudencia emanada
de la Sala de Casación Civil, que consagra tal posibilidad de que el juez, por
tratarse de una formalidad esencial, deba declarar de oficio la falta de cualidad, tal
y como se evidencia, entre otras, de la sentencia N° 638, del 16 de diciembre de
2010, expediente. N° 10-203, y de sentencia N° 258, de fecha 20 de junio de 2011,
expediente N° 2010-400, caso I.M.G., contra “La Empresa Campesina” Centro
Agrario Montañas Verdes, mediante la cual se reiteró:
“(…)Por otra parte, cabe señalar que la legitimatio ad causam es uno de los
elementos que integran los presupuestos de la pretensión, entendidos éstos como
los requisitos para que el sentenciador pueda resolver si el demandante tiene el
derecho a lo pretendido, y el demandado la obligación que se le trata de imputar
(…)”
“(…)Al estudiar este tema se trata de saber cuándo el demandante tiene derecho
a que se resuelva sobre las determinadas pretensiones contenidas en la
demanda y cuándo el demandado es la persona frente a la cual debe
pronunciarse esa decisión, y si demandante y demandado son las únicas
personas que deben estar presentes en el juicio para que la discusión sobre
la existencia del derecho material o relación jurídica material pueda ser
resuelta, o si, por el contrario, existen otras que no figuran como
demandantes ni demandados (…)” (Resaltado nuestro)
(Vid. H.D.E.. Tratado de Derecho Procesal Civil. Tomo I. Editorial T.1. pág. 539)’
De igual modo, el insigne Maestro L.L., nos indica en su conocida obra “Ensayos
Jurídicos. Contribución al estudio de la excepción de la inadmisibilidad por falta
de cualidad” que:
Es por tanto que, la legitimación a la causa alude a quién tiene derecho, por
determinación de la ley para que, en condición de demandante, se resuelva sobre
su pretensión, y si el demandado es la persona frente a la cual debe sentenciarse.
En palabras del eminente procesalista J.G.:
“(…) Es la consideración especial en que tiene la ley, dentro de cada proceso, a
las personas que se hallan en una determinada relación con el objeto del litigio, y
en virtud de la cual exige, para que la pretensión procesal pueda ser examinada
en cuanto al fondo, que sean dichas personas las que figuren como partes en tal
proceso (…)”
A favor de lo antes dicho, cabe lo que fue afirmado por el Magistrado Jesús
Eduardo Cabrera, en exposición que hizo sobre la confesión ficta:
“(...) me vengo planteando hace años, que el demandado sin necesidad de haberlo
expuesto en su contestación, si no contestó la demanda, siempre podrá alegar y
probar en cualquier etapa del proceso la falta de acción. Resuelto que la
jurisprudencia se mueve por la acción, y si no hay acción no puede haber
sentencia. No es que estemos discutiendo el fondo del asunto, sino que es
totalmente absurdo que el juez esté decidiendo un caso cuando él no podía
haberlo resuelto porque había perdido la jurisdicción sobre él, ya que la acción no
existe, si no hay interés, si no hay cualidad, si hay caducidad legal y menos, si hay
prohibición de la ley de admitirla...omissis (...)”
Desde luego que quien afirme la titularidad de un derecho o interés jurídico deberá
demostrarlo, durante el proceso (cuestión de mérito o fondo del asunto debatido),
lo cual escapa al estudio de la legitimación a la causa (ad causam) que, en este
instante, ocupa la atención de esta Sala, pues, como se observa, el texto
constitucional se refiere a la tutela de los propios derechos e intereses. No obstante
lo anterior, es importante la aclaración de que aún cuando la Constitución reconoce
el derecho de acción o acceso a la jurisdicción para la defensa de los derechos e
intereses propios, no es óbice para que el legislador ordinario, de forma
excepcional, conceda legitimación a la causa a quien no sea titular del derecho
subjetivo, para que lo haga valer jurisdiccionalmente en su propio interés. (s. S.C.
N.° 1193/08).”