La nueva ciencia de las diferencias sexuales cognitivas.
David I. Miller and Diane F. Halpern
Department of Psychology, Northwestern University, Evanston, IL 60208, USA
Department of Psychology, Claremont McKenna College, Claremont, CA 91711, USA
Los nuevos hallazgos sorprendentes indican que se
deben volver a examinar muchas conclusiones sobre las
diferencias de sexo y las similitudes en las habilidades
cognitivas. Las diferencias cognitivas de sexo están
cambiando, disminuyendo para algunas tareas mientras que
permanecen estables o aumentan para otras tareas.
Algunas diferencias de sexo se detectan en la infancia, pero
los datos son complejos y dependen de las características
de la tarea. Diversas disciplinas han revolucionado nuestra
comprensión de por qué existen estas diferencias. Por
ejemplo, los estudios de hermanos gemelos se alinean con
la literatura anterior para ayudar a establecer el papel de los
andrógenos prenatales y los grandes conjuntos de datos
internacionales ayudan a explicar cómo los factores
culturales como la prosperidad económica y la equidad de
género afectan a mujeres y hombres de manera diferente.
Comprender cómo interactúan los factores biológicos y
ambientales podría ayudar a maximizar el potencial
cognitivo y abordar problemas sociales urgentes.
La nueva ciencia de las diferencias sexuales cognitivas:
cuestiones sociales contemporáneas, datos
contemporáneos Las cuestiones sociales controvertidas,
como la educación de solteros y la subrepresentación de
mujeres en los campos de la ciencia y la ingeniería, han
despertado un nuevo interés y debate sobre las diferencias
sexuales en las capacidades cognitivas. La idea de las
diferencias cognitivas entre los sexos ha cautivado las
curiosidades de muchas personas y suscita preguntas con
carga política y emocional. ¿Pueden las diferencias
cerebrales y la testosterona explicar por qué las mujeres y
los hombres se desempeñan de manera diferente en
algunas tareas cognitivas? ¿O pueden atribuirse estas
diferencias a las prácticas de socialización y los estereotipos
de género? La evidencia reciente, que surge de diversas
disciplinas, ha revolucionado nuestra comprensión de
cuándo se encuentran estas diferencias y por qué existen.
La investigación ha confirmado algunos estereotipos
sociales, encontrando diferencias confiables y grandes de
sexo en tareas cognitivas específicas. La investigación no
ha confirmado otros estereotipos, al encontrar evidencia
convincente de similitudes entre hombres y mujeres en
muchas tareas cognitivas. Además, incluso cuando las
diferencias de sexo promedio son grandes (Cuadro 1),
muchos hombres y mujeres individuales no confirmarán
estas descripciones de grupo. Estas amplias conclusiones
sobre las diferencias de sexo y las similitudes se han
mantenido sin cambios durante muchas décadas. Sin
embargo, los nuevos hallazgos sorprendentes,
especialmente sobre las tendencias a lo largo del tiempo, la
cognición infantil, las hormonas sexuales, las diferencias
cerebrales, la cultura y los estereotipos, indican que es
necesario volver a examinar otras conclusiones anteriores.
Sobre la base de revisiones exhaustivas, esta revisión se
centra selectivamente en estos hallazgos recientes para
resaltar su relevancia para comprender los problemas
sociales contemporáneos e informar las decisiones
políticas. Estos datos recientes son especialmente críticos
considerando los rápidos cambios en la participación de
hombres y mujeres en instituciones sociales como la
educación superior y el empleo.
Nos centramos en los hallazgos publicados
aproximadamente en los últimos 2 o 4 años y,
ocasionalmente, citamos estudios más antiguos para
establecer tendencias históricas y hallazgos metaanalíticos.
Las revisiones anteriores brindan una discusión detallada de
otros estudios, como los relativos a las actitudes hacia
campos académicos específicos, las diferencias biológicas
de sexo en general, y las prácticas de socialización,
incluidos los efectos de las expectativas de los maestros y
los maestros.
Cambios a lo largo de décadas
La investigación realizada entre los años 70 y 80 sugirió un
hallazgo alarmante de que los niños superan en número a
las niñas de 13 a 1.
Glosario
Andrógenos: hormonas como la testosterona que
influyen en algunas características masculinas, como el
desarrollo de los genitales masculinos.
Biopsicosocial: término que enfatiza las interacciones
continuas y causales entre factores biológicos (por
ejemplo, cerebros) y ambientales (por ejemplo,
actividades).
Diferencias cognitivas de sexo: diferencias promedio
en el rendimiento entre mujeres y hombres en las pruebas
de rendimiento académico y habilidades cognitivas.
Hiperplasia suprarrenal congénita (HAC): un
trastorno genético que causa que las personas tengan una
exposición anormalmente alta a los andrógenos
prenatales.
Grosor cortical: el grosor de la corteza cerebral en una
región específica del cerebro. La corteza cerebral es
compatible con la mayoría de las funciones cognitivas y es
la capa más externa del cerebro.
Género: significados que las sociedades y los
individuos dan a las categorías femenina y masculina.
Equidad de género: factores estructurales que brindan
igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en
diferentes dominios sociales (por ejemplo, educación,
fuerza laboral).
Estereotipos de género: creencias como "las mujeres
tienen poca capacidad matemática" que asocia a mujeres y
hombres con rasgos particulares. Algunos aspectos de los
estereotipos son precisos, mientras que otros no lo son.
Metanálisis: síntesis cuantitativa de estudios empíricos
que investigan un tema en particular (por ejemplo,
diferencias de sexo en el rendimiento de las pruebas de
matemáticas).
Prenatal y postnatal: antes y después del nacimiento,
respectivamente.
Sexo: agrupación de personas en categorías femenina
y masculina. El uso del término "diferencias de sexo" no
implica que esas diferencias se deban principalmente a
factores biológicos o ambientales.
Hormonas sexuales: hormonas como el estrógeno y la
testosterona que influyen en algunas características
diferenciadas del sexo, como el funcionamiento
reproductivo.
Amenaza de estereotipo: estar en riesgo de confirmar
un estereotipo negativo sobre el grupo social de uno.
Cuadro 1. ¿Qué tareas cognitivas muestran las diferencias
sexuales?
Algunas tareas espaciales, como los objetos 3D que giran
mentalmente, muestran las mayores diferencias de sexo, favoreciendo
a los hombres con ~0,5 a 1 desviaciones estándar. Gran parte de la
investigación se ha centrado comprensiblemente en tareas espaciales
que muestran grandes diferencias de sexo, pero este enfoque no
aborda cómo las ventajas masculinas típicas serían en una gama más
amplia de tareas espaciales. Por ejemplo, a pesar de sus presuntas
demandas de procesamiento espacial, los problemas de geometría en
las pruebas de matemáticas generalmente muestran diferencias de
sexo de pequeñas a inexistentes.
Las características de la tarea influyen en las diferencias de sexo
espacial. Por ejemplo, las ventajas masculinas en la rotación mental
son mayores cuando la tarea involucra objetos 3D frente a objetos 2D
y tiene límites de tiempo estrictos versus ningún límite de tiempo. Sin
embargo, otras diferencias de tareas se entienden menos, por ejemplo,
por qué los objetos que giran mentalmente muestran diferencias de
sexo, pero el plegado mental no es confiable (consulte la Figura 1 en el
texto principal). Por ejemplo, Harris y sus colegas revisaron
recientemente las comparaciones entre la rotación mental y el
plegamiento mental, encontrando evidencia de muchas similitudes en
los procesos cognitivos subyacentes. Ese artículo de revisión especuló
que las diferencias en las ventajas masculinas pueden reflejar
diferencias de tareas en la exigencia de transformaciones rígidas
versus no rígidas de los objetos, pero observó que la evidencia actual
es limitada.
Al menos una tarea espacial (recordar la ubicación de los objetos)
favorece moderadamente a las mujeres. Este hallazgo se alinea con las
pequeñas y moderadas ventajas femeninas en algunas tareas de
memoria, como recordar las identidades de los objetos, las caras y las
listas de palabras y números. Algunas otras tareas de memoria
muestran resultados más mixtos. Por ejemplo, cuando se describe
como una prueba de la capacidad de la geometría, una tarea que
consiste en recordar un diagrama espacial abstracto mostró diferencias
a favor de los niños (d = 0.51). Sin embargo, cuando se describió como
una prueba de la capacidad de dibujo, la tarea mostró diferencias a
favor de las niñas (d = 0,50). Este estudio (n = 199) replicó dos estudios
anteriores.
Las diferencias de sexo en el rendimiento promedio de las pruebas de
matemáticas tienden a ser pequeñas o inexistentes, aunque los niños
superan en número a las niñas entre los de alto rendimiento (por
ejemplo, el 1% o más alto) en la mayoría de las naciones, pero no en
todas. Estas diferencias a menudo no difieren de manera confiable por
las características de la tarea (por ejemplo, problemas de geometría
versus no geometría), aunque las niñas a veces superan ligeramente a
los niños en problemas que requieren soluciones algebraicas o
respuestas de respuesta corta. Estas pequeñas ventajas femeninas
para los problemas de álgebra y respuesta corta se alinean con los
hallazgos relacionados con las tareas verbales. Por ejemplo, las niñas
superan a los niños en lectura en todo el mundo (~0.2–0.6 desviaciones
estándar). Estas ventajas femeninas son mayores entre los estudiantes
de menor rendimiento y son aún mayores para las tareas de escritura.
Alumnos americanos con talento matemático excepcional.
Sin embargo, esta proporción de la cola ha disminuido a
aproximadamente 2–4 a 1 en los últimos años, de acuerdo
con muestras auto-seleccionadas y representativas a nivel
nacional. Las diferencias de sexo en el rendimiento de las
pruebas de matemáticas en la edad media también
disminuyeron durante los años 70 a 80 y desde entonces
han permanecido desde pequeñas hasta insignificantes.
estos cambios a lo largo del tiempo han llevado a algunos
estudiosos a concluir que las diferencias cognitivas de sexo
están desapareciendo. Sin embargo, los datos indican
tendencias matizadas. Por ejemplo, la sobrerrepresentación
de varones entre los estudiantes de alto rendimiento
matemático disminuyó durante los años ochenta, pero no ha
disminuido desde los noventa. Desde al menos 1990, las
niñas han obtenido calificaciones más altas en matemáticas
por aproximadamente 0.1–0.2 puntos en el Promedio de
calificaciones (GPA). Otros datos también indican hallazgos
Cuadro 2. ¿Cómo influyen las hormonas sexuales en el
desarrollo cognitivo relacionado con el cerebro?
Las teorías influyentes en la década de 1980 plantearon la hipótesis
de que las diferencias cognitivas del sexo pueden explicarse por la
cantidad de hemisferio izquierdo o derecho del cerebro que
predomina para determinadas funciones cognitivas. Se pensaba
que los andrógenos prenatales ralentizan el desarrollo del
hemisferio izquierdo, lo que hace que los machos se vuelvan más
dominantes que las hembras en su hemisferio derecho. Estas
diferencias de sexo de lateralización podrían explicar las
diferencias de sexo cognitivas porque las tareas verbales a menudo
dependen más del hemisferio izquierdo y las tareas espaciales más
que del hemisferio derecho. Sin embargo, cuatro metanálisis
publicados en los últimos 5 años no brindan un apoyo convincente
para estas predicciones con respecto a la lateralización de las
tareas del lenguaje o las relaciones de cerebro-hormona. Por
ejemplo, las diferencias de sexo en la lateralización para las tareas
auditivas son mínimas (d = 0.05). En ocasiones, las diferencias
entre los sexos de la lateralización se encuentran para tareas
espaciales, pero estas diferencias podrían reflejar diferencias en
las estrategias y la experiencia en lugar de los efectos
organizadores de los andrógenos prenatales. Agregando
complejidad adicional, los andrógenos prenatales pueden no
afectar directamente las regiones neuronales relacionadas con las
capacidades cognitivas, sino las regiones relacionadas con las
preferencias de tipo sexual.
Las hormonas postnatales pueden influir en el desarrollo cerebral y
el funcionamiento relacionado con las capacidades cognitivas, pero
la evidencia es mixta. Algunos estudiosos han argumentado que
los niveles moderados de andrógenos maximizan el rendimiento
espacial y, por lo tanto, niveles más altos de andrógenos deberían
predecir un mejor rendimiento espacial para las hembras y un peor
rendimiento para los machos. Existe evidencia de estas
predicciones con respecto a los andrógenos encontrados en el
útero, en la pubertad y en la edad adulta. Sin embargo, otros
estudios no apoyan estas predicciones con respecto a los
andrógenos encontrados en la adolescencia o en la edad adulta.
Por ejemplo, los niveles más altos de testosterona en circulación
predicen a veces un mejor desempeño espacial entre hombres
adultos o patrones más complicados. Otros estudios
correlacionales y experimentales, incluso aquellos con muestras
moderadamente grandes (n ≥200), sugieren que los andrógenos
postnatales tienen efectos limitados en la cognición de los adultos.
Puts y sus colegas concluyeron que la 'circulación [testosterona] no
contribuye sustancialmente a las diferencias de sexo en la
capacidad espacial en hombres y mujeres jóvenes' (p. 282), basado
en un estudio moderadamente grande con un diseño dentro de los
sujetos (n = 337) y una extensa revisión de la literatura publicada
en o antes de 2010. Los estudios sobre estrógenos, adultos
mayores y habilidades verbales no indican hallazgos más claros.
Estos resultados pueden ser consistentes con la disminución de la
sensibilidad del cerebro a las hormonas sexuales durante la
adolescencia. Las hormonas pueden afectar el desarrollo cerebral
cognitivo durante la adolescencia, pero la evidencia actual es mixta.
complejos. Las primeras evidencias meta analíticas
sugirieron pocas diferencias de sexo en las habilidades
verbales, pero los análisis recientes de evaluaciones
internacionales a gran escala exigen que se vuelva a
examinar esta afirmación. En un análisis de 1.5 millones de
logros en lectura de niños, las niñas superaron a los niños
en las 75 naciones en todas las administraciones de prueba
(en total, 213 muestras independientes). Estas diferencias
de sexo fueron moderadamente grandes en el 55% de los
casos (0,36 ≤ d <0,65) y pueden aumentar con el tiempo.
Las ventajas femeninas de pequeñas a moderadas también
se encuentran consistentemente en algunas tareas de
memoria, pero no en todas (Cuadro 2). Las ventajas
masculinas se encuentran en algunas tareas espaciales,
pero no en todas (Figura 1); Las tendencias intertemporales
en tareas espaciales se mezclan.
 (A)
(B) Mental folding task
(A)
Figura 1. Ejemplo de tareas espaciales que muestran diferencias de sexo grandes o pequeñas. Para la tarea de rotación mental, se les pide a los participantes que giren mentalmente
el objeto de pasto para que coincida con dos de los objetos de la mano derecha (respuestas correctas: B y C). Para la tarea de plegamiento mental, se les pide a los participantes
que doblen mentalmente el dibujo del extremo izquierdo para que coincida con uno de los dibujos de la derecha (respuesta correcta: A). La tarea de rotación mental muestra
confiablemente grandes ventajas masculinas (~ 0.5–1 desviaciones estándar), pero la tarea de plegamiento mental no (~ 0.1–0.3 desviaciones estándar). Las razones de esta
variabilidad sustancial entre las tareas siguen siendo un misterio.
Tendencias de desarrollo
Algunas diferencias sexuales se encuentran
sorprendentemente temprano en la vida. Por ejemplo, en
una gran muestra representativa a nivel nacional, las niñas
superaron a los niños en lectura en 0.2 desviaciones
estándar al ingresar al jardín de infantes. Aunque las
diferencias de sexo en el rendimiento promedio de las
pruebas de matemáticas no se encuentran de manera
confiable hasta la escuela secundaria y la universidad, las
ventajas masculinas en el rendimiento de las pruebas de
matemáticas altas (por ejemplo, el 10% más importante) se
encuentran entre los estudiantes de kindergarten. Más
dramáticamente, cuatro estudios han encontrado ventajas
masculinas en tareas de rotación mental en lactantes desde
los 3 meses de edad. Sin embargo, muchos otros estudios
infantiles no detectaron estas diferencias cuando se
utilizaron tareas de rotación mental alternativas, incluidas
tareas que coincidían estrechamente con las utilizadas en
estudios anteriores. Ventajas masculinas similares en
tareas de rotación a veces se detectan entre preescolares y
niños de kindergarten, pero a veces no. Las causas de estas
diferencias matizadas entre los estudios y las tareas no
están claras actualmente. Aunque a menudo se interpreta
como reflejo de las diferencias cerebrales innatas, las
diferencias sexuales iniciales no necesariamente
establecen una causa biológica o ambiental. Por ejemplo,
las diferencias de sexo en el rendimiento en los exámenes
de matemáticas altas se invierten (ventaja femenina) entre
los estudiantes de kindergarten latinos, lo que indica los
efectos emergentes iniciales de la familia y la cultura.
Además, incluso las habilidades cognitivas de los bebés son
sensibles a pequeñas diferencias en la experiencia (por
ejemplo, al gatear, explorar objetos manualmente).
Influencias hormonales
Gran parte de la investigación sobre los efectos
cognitivos de las hormonas sexuales prenatales se ha
limitado previamente a poblaciones clínicas, como las
mujeres con hiperplasia suprarrenal congénita (CAH) que
están expuestas a altos niveles de andrógenos en el útero.
De acuerdo con un metanálisis de nueve muestras, las
(B) (C) (D)
(B) (C) (D) (E)
TRENDS in Cognitive Sciences
hembras con CAH muestran un rendimiento espacial
más alto que las hembras de control (d = 0,47). La
investigación reciente en poblaciones no clínicas se alinea
con estos estudios de CAH para proporcionar pruebas
convergentes de que las hormonas prenatales influyen en
la cognición. Por ejemplo, sirviendo como experimentos
naturales en poblaciones no clínicas, las hembras con
gemelos varones fraternos también están expuestas a
altos niveles de andrógenos prenatales. Estas hembras
también tienen un mayor rendimiento de rotación mental
que las hembras de control (d ~ 0.3–0.4), según dos
estudios publicados (n = 200 y 471) y un estudio no
publicado. Un estudio también encontró que las mujeres
con un hermano un poco mayor (dentro de los 18 meses
de edad) se desempeñaban igual que las mujeres con una
hermana un poco mayor. Este último hallazgo ayuda a
excluir las confusiones ambientales (por ejemplo, la
presencia de juguetes maletípicos) que resultan de crecer
con un hermano varón de casi la misma edad.
Las hembras con gemelos varones fraternos también
muestran más patrones maletípicos en algunos otros
rasgos diferenciados por el sexo, como la búsqueda de
sensaciones y el tamaño de los dientes, pero no otros
rasgos como los intereses típicos de las mujeres y el
funcionamiento reproductivo. Una revisión sistemática de la
literatura sobre transferencia hormonal entre cotwins
concluyó que, "aunque desigual, la evidencia de la
hipótesis de la transferencia de testosterona gemela es
suficiente para justificar una investigación adicional" (p.
713). La revisión encontró la evidencia más consistente
para la transferencia hormonal en los estudios que
investigan los rasgos cognitivos y plantea la hipótesis de
que las inconsistencias entre los diferentes rasgos pueden
reflejar diferencias cuando ciertos fenotipos se desarrollan
prenatalmente. Por lo tanto, estos estudios de Cotwin
tienen limitaciones importantes, como con cualquier
investigación empírica. Sin embargo, estos estudios
también se alinean con estudios anteriores de CAH para
proporcionar pruebas convergentes de que los andrógenos
prenatales influyen en las capacidades cognitivas. Los
estudiosos continúan debatiendo esta evidencia y forman
conclusiones diferentes.
La evidencia de los efectos prenatales se ha mezclado
en estudios que analizan las diferencias individuales en la
exposición a los andrógenos. Sin embargo, estos resultados
mixtos pueden relacionarse con limitaciones metodológicas,
especialmente en el caso de un indicador de exposición al
andrógeno ampliamente utilizado, pero en bruto, basado en
la longitud de los dedos de los individuos. Algunos estudios
han analizado medidas más directas de la exposición
prenatal de andrógenos (por ejemplo, testosterona en
líquido amniótico), pero estas medidas también son
limitadas. Por ejemplo, en un estudio reciente (n = 64), las
diferencias
individuales en la testosterona amniótica predijeron el
desempeño posterior en una tarea espacial (desembarque)
pero no en otras (rotación mental y focalización). Estos
resultados son difíciles de interpretar porque las regiones
neuronales que soportan habilidades y preferencias
espaciales específicas se desarrollan durante periodos de
gestación desconocidos que pueden coincidir o no con el
tiempo de medición de la testosterona.
Por lo tanto, a menos que los estudios correlacionales
que tienen limitaciones notables, las pruebas de
poblaciones clínicas y no clínicas indican que los
andrógenos prenatales probablemente aumenten el
rendimiento de rotación mental de las hembras y disminuyan
ligeramente el de los machos (Recuadro 2). Los efectos
sobre cualquier otra capacidad cognitiva (espacial o de otro
tipo) siguen sin estar claros, aunque la investigación actual
está dirigiendo esta limitación. Los andrógenos posnatales
pueden tener efectos cognitivos más pequeños que los
andrógenos prenatales (Recuadro 2), lo que es consistente
con la disminución de la sensibilidad a los andrógenos
durante el desarrollo.
Diferencias cerebrales
Las hormonas sexuales encontradas durante los
períodos críticos de desarrollo (por ejemplo, en el útero,
poco después del nacimiento, durante la pubertad) a
menudo se supone que tienen efectos organizativos
permanentes en el desarrollo cerebral, mientras que las
hormonas sexuales encontradas durante la edad adulta
tienen efectos de activación temporal en el funcionamiento
cerebral. Sin embargo, las distinciones entre los efectos
organizacionales y los activacionales son a menudo difíciles
de distinguir empíricamente, especialmente porque las
experiencias ambientales continúan moldeando la
estructura cerebral incluso en la edad adulta. Los datos
recientes indican interpretaciones matizadas de cómo los
andrógenos prenatales influyen en el desarrollo cerebral.
Por ejemplo, las hormonas prenatales podrían influir en las
habilidades cognitivas postnatales, pero indirectamente a
través de las preferencias. Una mayor exposición prenatal a
los andrógenos puede hacer que las hembras busquen
actividades típicas de los hombres que probablemente
mejoren la cognición espacial, según los análisis de
mediación en un estudio reciente de CAH (n = 32). Las
diferencias de sexo infantil, independientemente de que
sean robustas o no, tampoco admiten la interpretación de
las diferencias cerebrales permanentes causadas por los
efectos hormonales de la organización. Por ejemplo, un
estudio reciente (n = 293) sobre la estructura cerebral de los
neonatos concluyó que los andrógenos tenían "algunos
efectos menores específicos del sexo". . .pero no parecía
ser el principal determinante del dimorfismo sexual en este
grupo de edad "(pág. 9). En resumen, los mecanismos
neuronales precisos que subyacen a los efectos cognitivos
de los andrógenos prenatales no están claros (Cuadro 2),
pero la investigación actual ofrece direcciones de
investigación prometedoras.
Los estudios longitudinales proporcionan evidencia de
que las hormonas sexuales influyen en algunos aspectos
específicos del desarrollo cerebral durante la pubertad. Por
ejemplo, los adolescentes (n = 284) con mayor sensibilidad
androgénica mostraron más patrones de maduración
maletípicos en áreas específicas de la corteza cerebral. Este
hallazgo es potencialmente relevante para las diferencias
cognitivas de sexo porque la corteza cerebral, la estructura
más externa del cerebro, es compatible con la mayoría de
las funciones cognitivas. Sin embargo, los autores de ese
estudio advirtieron que su conjunto de datos no les permitió
probar directamente las relaciones de falta de
reconocimiento y los estudios que relacionan directamente
las hormonas sexuales de la pubertad con las capacidades
cognitivas han encontrado resultados mixtos. Las
explicaciones neuronales de las diferencias cognitivas de
sexo son complejas, especialmente debido a los hallazgos
de que las mujeres y los hombres a veces usan las regiones
cerebrales de manera diferente para lograr el mismo
rendimiento cognitivo. Investigaciones recientes informan
teorías más antiguas sobre las diferencias sexuales en la
lateralización del cerebro (Cuadro 2) y teorías más recientes
sobre otras características neuronales, como las
proporciones de materia blanca y la conectividad entre las
regiones cerebrales.
Influencias culturales
Enormes conjuntos de datos internacionales (por
ejemplo, n> 100,000) han encontrado una gran variación
intercultural en las diferencias cognitivas de sexo. Por
ejemplo, desafiando la noción de ventaja masculina
universal en matemáticas, las diferencias de sexo en el
rendimiento promedio de las pruebas de matemáticas no se
encuentran en muchas naciones e incluso se invierten
(ventaja femenina) en algunas. Las ventajas femeninas en
la lectura y las ventajas masculinas en la rotación mental se
encuentran en todas las naciones analizadas hasta ahora
(75 naciones para la lectura, 53 para la espacial), pero estas
diferencias de sexo varían en magnitud. Por ejemplo, las
ventajas masculinas en el rendimiento espacial (y
matemático) tienden a ser mayores en las naciones más
ricas y en las familias con mayor estatus socioeconómico
dentro de las naciones. Las ventajas femeninas en la lectura
también varían sustancialmente, pero las tendencias
internacionales no son claras.
Estos hallazgos transnacionales tienen múltiples
interpretaciones plausibles. Por ejemplo, los niños también
podrían aprender habilidades espaciales mejor o más rápido
que las niñas, explicando así por qué las diferencias
espaciales de sexo son más grandes en las naciones con
más recursos educativos. Sin embargo, los hallazgos
metaanalíticos proporcionan evidencia contra esta
interpretación. Otra posibilidad se relaciona con el
compromiso diferencial en actividades sextyped. Por
ejemplo, algunas actividades maliciosas, como jugar con
juguetes de construcción o videojuegos de acción, pueden
mejorar sustancialmente las habilidades espaciales, incluso
causando cambios neuronales en el grosor cortical y
patrones de activación cerebral diferenciados por sexo. Por
lo tanto, las diferencias en la capacidad y el sexo neural
pueden ser mayores en entornos como las naciones más
ricas que brindan más oportunidades para participar en
actividades cognitivas de este tipo. También son posibles
otras interpretaciones (Recuadro 3).
 Las diferencias de sexo en el rendimiento de las pruebas
de matemáticas también son mayores en las naciones con
menos equidad de género (por ejemplo, porcentaje de
mujeres entre los investigadores empleados). El rápido
desarrollo de esta literatura ha conducido,
comprensiblemente, a una confusión sobre las
conceptualizaciones de construcciones fundamentales
como la equidad de género. En contraste con las
operacionalizaciones unidimensionales, Else-Quest y sus
colegas argumentan que la equidad de género es un
constructo complejo y multidimensional (Cuadro 3). Por
ejemplo, a pesar de tener un puntaje alto en las mediciones
compuestas de equidad de género, muchas naciones de
Europa occidental tienen grandes diferencias de sexo en los
tipos de campos académicos y ocupacionales que
persiguen hombres y mujeres. Dicha segregación sexual
podría entonces reforzar los estereotipos de género incluso
Cuadro 3. Definiendo la equidad de género.
La equidad de género se refiere a factores estructurales como el acceso
a la educación y las políticas contra la discriminación que brindan
iguales oportunidades sociales para mujeres y hombres. Else Quest y
sus colegas argumentan que la equidad de género es multidimensional
(por ejemplo, el acceso equitativo a la educación se correlaciona
débilmente con la agencia política de las mujeres) y que las medidas
compuestas que colapsan en múltiples dominios de equidad a menudo
no identifican mecanismos específicos.
La teoría psicológica debe especificar qué dominios de equidad son los
más relevantes. Por ejemplo, de acuerdo con las teorías de la
motivación académica, una niña no puede persistir en las clases de
matemáticas si no percibe su utilidad para el futuro (por ejemplo,
observa que las mujeres son escasas en las ocupaciones intensivas en
matemáticas). Por lo tanto, las elecciones educativas de las niñas y el
rendimiento en los exámenes de matemáticas deben relacionarse más
fuertemente con el empleo de las mujeres en ocupaciones intensivas
en matemáticas, específicamente que en general todas las
ocupaciones. Estas predicciones se apoyan tanto en la investigación
transnacional como en la investigación realizada en los distritos
escolares de los EE. UU. También consistente con las predicciones
teóricas, el empleo de las mujeres en la fuerza laboral de investigación
nacional predijo que las niñas reportaron más confianza en su
capacidad matemática, más motivación para realizar tareas
matemáticas, más valoración de las matemáticas y menos ansiedad
matemática. La investigación longitudinal previa proporciona evidencia
sobre cómo estas construcciones de actitud multifacéticas pueden
influir en las elecciones y el rendimiento académico.
Estereotipos de genero
Los estereotipos de género pueden influir en las
diferencias sexuales cognitivas a través de un fenómeno
complejo conocido como amenaza de estereotipos (ver
Glosario). La investigación de amenazas estereotípicas
se basa en una considerable literatura previa sobre
estereotipos de género al establecer experimentalmente
cómo pueden tener efectos situacionales inmediatos en el
rendimiento cognitivo. Por ejemplo, recordarles a las
mujeres los estereotipos negativos acerca de sus
habilidades matemáticas puede disminuir inmediatamente
su rendimiento en los exámenes de matemáticas.
Estereotipos de genero
Los estereotipos de género pueden influir en las
diferencias sexuales cognitivas a través de un fenómeno
complejo conocido como amenaza de estereotipos (ver
Glosario). La investigación de amenazas estereotípicas
se basa en una considerable literatura previa sobre
en países con "igualdad de género", como los Países Bajos.
La evidencia sugiere que la equidad de género en solo
algunos dominios (por ejemplo, educación, fuerza laboral) y
no en otros (por ejemplo, salud) puede influir en las
diferencias cognitivas de sexo. Por lo tanto, el desacuerdo
entre los académicos puede reflejar diferencias en las
operaciones de equidad de género en lugar de diferencias
en los resultados. Como se discutió en el Cuadro 3, estos
hallazgos transnacionales se basan en teorías de
socialización que se centran en constructos de actitud
individuales como la valoración de las matemáticas y
factores intergeneracionales como las expectativas de los
padres. Otra perspectiva de socialización que ha recibido
mucha atención reciente se refiere a los efectos cognitivos
situacionales de los estereotipos de género.
Estos hallazgos transnacionales amplían la investigación previa sobre
prácticas de socialización al sugerir cómo factores socioculturales
amplios, como la segregación sexual ocupacional, pueden influir en los
resultados a nivel individual, como la valoración de las matemáticas.
Cualquier interpretación causal fuerte de estos datos es limitada debido
a su naturaleza correlacional, pero los hallazgos, sin embargo,
demuestran la necesidad de teorías psicológicas que puedan explicar
las relaciones transnacionales y específicas del dominio.
Al atestiguar la multidimensionalidad de la equidad de género en
general, los sociólogos distinguen entre las formas de segregación
sexual ocupacional que son verticales (los hombres tienen empleos con
mayor remuneración en forma desproporcionada) y horizontales (los
sexos tienen ingresos iguales, pero diferentes ocupaciones). Por
ejemplo, en Suecia, las mujeres y los hombres ganan más salarios
iguales que en otras naciones, pero persiguen diferentes tipos de
ocupaciones. Es probable que otros factores distintos a las diferencias
cognitivas de sexo contribuyan a la variación transnacional en la
segregación horizontal por sexo. Por ejemplo, algunos sociólogos han
argumentado que la prosperidad económica aumenta dicha
segregación por varias razones (por ejemplo, la diversificación de las
opciones ocupacionales, las ideologías de género más importantes).
Una vez establecida, esta segregación puede ampliar las diferencias
cognitivas de sexo como se discutió y reforzar los estereotipos sobre
mujeres y hombres en campos académicos específicos (por ejemplo,
ciencia) incluso en naciones "con igualdad de género" como los Países
Bajos.
estereotipos de género al establecer experimentalmente
cómo pueden tener efectos situacionales inmediatos en el
rendimiento cognitivo. Por ejemplo, recordarles a las
mujeres los estereotipos negativos sobre sus habilidades
matemáticas puede disminuir de inmediato su rendimiento
en los exámenes de matemáticas e incluso causar
diferencias en la activación cerebral. Algunos estudiosos
debaten esta evidencia, sugiriendo que estos efectos no
son robustos de acuerdo con un metanálisis. Los
investigadores de amenazas estereotipadas respondieron
argumentando que los criterios de selección del
metanálisis estaban sesgados y que un metanálisis
posterior encontró efectos sólidos. La investigación de
campo reciente proporciona nueva evidencia sobre los
efectos de las amenazas estereotipadas en el mundo real,
la configuración aplicada. Por ejemplo, en una muestra
grande, representativa a nivel nacional (n ~ 200,000), los
métodos experimentales encontraron evidencia de
efectos estereotipados pequeños, pero potencialmente
importantes, de estereotipos en un examen estandarizado
de matemática de baja importancia. Reducir la amenaza
de estereotipos aumentó el rendimiento físico de algunas Observaciones finales: implicaciones sociales
mujeres durante un semestre universitario, lo que ilustra
cómo la amenaza de estereotipos puede tener ¿Qué implicaciones tienen estas diferencias cognitivas
consecuencias inmediatas y longitudinales. Otros de sexo? Es importante destacar que estos hallazgos
estudios encuentran resultados análogos, pero se describen los promedios de los grupos y, por lo tanto, a
necesita mucha más investigación de campo. La menudo tienen una relevancia limitada para comprender
investigación de estereotipos de género también ha
comenzado a investigar tareas cognitivas espaciales y
verbales y ha encontrado resultados alentadores pero
complejos. Una interesante dirección de investigación
investiga el papel de los maestros y los padres en la
configuración de la amenaza de estereotipos. Por
ejemplo, las niñas (pero no los niños) en el jardín de
infantes tuvieron un desempeño inferior y aprobaron los
estereotipos de género y matemáticas si su profesora
estaba preocupada por las matemáticas, pero eran
inmunes a los efectos de la amenaza del estereotipo si
sus madres rechazaban los estereotipos de género. Estos
estudios y otros sugieren que los efectos de la amenaza
de estereotipos pueden surgir tan pronto como en el jardín
de infancia, aunque los resultados son mixtos. En
resumen, tanto el laboratorio como la investigación de
campo sugieren que la amenaza del estereotipo puede
explicar algunas, pero no todas, las diferencias de sexo
que a veces se encuentran en el rendimiento de las
Figura 2. Modelo biopsicosocial. Este modelo describe cómo la biología y el medio ambiente
pruebas estandarizadas. ejercen efectos recíprocos entre sí. Por ejemplo, los factores biológicos, como las diferencias
cerebrales, pueden afectar la forma en que los individuos seleccionan los entornos y estos
Interacciones biopsicosociales factores ambientales pueden provocar un mayor desarrollo biológico. Tanto la biología como
la cultura (flechas superior izquierda e inferior derecha, respectivamente) sirven como
entradas que inician este bucle causal que interactúa, lo que a veces produce diferencias
Según la evidencia revisada, ¿son las influencias sexuales y, a veces, similitudes sexuales.

biológicas o ambientales más importantes para explicar

hombres y mujeres individuales. Muchos hombres
las diferencias cognitivas de sexo? Esta pregunta es
sobresalen en tareas de escritura y muchas mujeres
errónea porque asume una falsa dicotomía entre biología
sobresalen en tareas de rotación mental, incluso si existen
y ambiente. Como se revisó, los factores biológicos, como
promedios de grupo. Sin embargo, ¿estos promedios
los andrógenos prenatales, pueden influir en la forma en
grupales explican otros promedios grupales, como la
que los individuos seleccionan los ambientes y estos
representación insuficiente de mujeres en los campos de
ambientes pueden causar un mayor desarrollo biológico.
la ciencia y la ingeniería? Algunas investigaciones
Factores culturales amplios, como la equidad de género,
sugieren "en parte", pero por razones no obvias. Por
pueden incluso revertir estas diferencias de sexo en
ejemplo, entre los individuos con un alto rendimiento en
contextos y naciones particulares. Las perspectivas
las pruebas de matemáticas, los individuos con un mayor
biopsicosociales, por lo tanto, describen la biología y el
rendimiento verbal tienen menos probabilidades de
medio ambiente como dos conjuntos de factores
dedicarse a los campos de la ciencia y la ingeniería. Estos
interrelacionados que se influyen mutuamente en un bucle
resultados sugieren que las fortalezas cognitivas relativas
causal continuo (Figura 2). La evidencia revisada sugiere
de los individuos son importantes para las decisiones
que ambos conjuntos de factores (por ejemplo, los
educativas y profesionales. Este hallazgo puede ser
andrógenos prenatales y los estereotipos de género)
relevante porque, en promedio, los hombres tienen más
impulsan este ciclo entrelazado para producir a veces
probabilidades que las mujeres de tener un alto nivel de
diferencias de sexo y, a veces, similitudes sexuales.
matemáticas, pero un rendimiento moderado de las
Investigaciones recientes han estado utilizando cada vez
pruebas verbales. Sin embargo, otros factores pueden
más estas amplias perspectivas para probar hipótesis
jugar un papel más central en la explicación de tales
biopsicosociales empíricamente específicas en el
opciones de carrera, como el equilibrio entre el trabajo y
contexto de las diferencias cognitivas de sexo. Estos
la familia, que es más difícil para las mujeres que
enfoques integradores tienen potencial para abordar otros
tradicionalmente realizan el trabajo de cuidar, o las
misterios en esta literatura (Cuadro 4). Por ejemplo, ¿por
percepciones de que ciertas ocupaciones no pueden
qué algunas tareas cognitivas, como la rotación mental,
alcanzar objetivos comunes (por ejemplo, trabajar con o
muestran grandes diferencias entre los sexos, pero otras
ayudando a otras personas), que las mujeres apoyan más
tareas estrechamente relacionadas, como el plegamiento
fuertemente que los hombres.
mental, no lo hacen? Cualquier teoría de las diferencias
Esta literatura ofrece información sobre cómo las
sexuales cognitivas es incompleta si no puede explicar
políticas educativas y los planes de estudio bien
también por qué las tareas relacionadas muestran
diseñados pueden maximizar el potencial cognitivo de
similitudes sexuales. Se necesitan teorías y métodos las mujeres y los hombres. Por ejemplo, algunos
interdisciplinarios que integren la comprensión del académicos han sugerido que la educación de un solo
cerebro, la cognición y la cultura para ayudar a sexo podría beneficiar a algunos niños y niñas al
comprender estos complejos hallazgos. adaptar la instrucción a sus necesidades de
aprendizaje. Sin embargo, los datos no indican una
ventaja académica clara para las escuelas de un solo
sexo o mixtas y los beneficios y daños potenciales de la
educación de un solo sexo se debaten por otros
motivos. Afortunadamente, otras investigaciones
educativas indican resultados más claros. Un currículo
bien diseñado puede mejorar las habilidades cognitivas
y los resultados educativos para ambos sexos, incluso
resultando en cambios en la función y estructura del
cerebro. Eliminar la amenaza de los estereotipos puede
mejorar los logros académicos de hombres y mujeres.
A medida que surgen enfoques interdisciplinarios para
comprender las diferencias y similitudes de sexo, los
investigadores también deben considerar estas
implicaciones sociales apremiantes.

Cuadro 4. Preguntas pendientes.

-¿Cómo influyen las hormonas sexuales prenatales en el

desarrollo cerebral relacionado con la capacidad cognitiva
directamente en el útero e indirectamente a través de las
preferencias de actividad después del nacimiento?

-¿Cómo cambia la sensibilidad del cerebro a las hormonas

sexuales en el útero y durante la pubertad, especialmente en las
regiones neurales que apoyan las habilidades y preferencias
cognitivas?

-¿Cómo se relacionan bidireccionalmente los cambios

longitudinales en el desarrollo cerebral con las diferencias en las
experiencias ambientales y las capacidades cognitivas?-¿Qué
explica la variación intertemporal y transnacional en las
diferencias sexuales cognitivas, especialmente en el dominio de
la lectura y la escritura?
-¿Cuándo surgen en el desarrollo los efectos de estereotipos y
amenazas y cómo los padres, maestros y compañeros causan o
protegen contra estos efectos?

-¿Cómo influyen los estereotipos de género en las diferencias

sexuales en tareas verbales y espaciales?

-¿Cómo se puede utilizar de manera óptima la literatura sobre las

diferencias cognitivas de sexo para maximizar el potencial
cognitivo de hombres y mujeres?

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