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Anguttara Nikaya: Colección de discursos agrupados

numéricamente

Anguttara Nikaya, la cuarta parte del Sutta Pitaka, contiene 9.557 suttas cortos organizados en once
partes o nipatas de acuerdo con el número de temas del Dhamma tratados en cada discurso. Y así,
pore ejemplo, el primero, Eka-nipata ("El libro de los unos") contiene suttas con un sólo tema cada
uno; el siguiente, Duka-nipata ("El libro de los dos") cuenta con suttas que abarcan dos temas del
Dhamma cada uno, etc. Cada nipata, a su vez, se divide en capítulos o vaggas, las cuales contienen
diferente número de suttas de muy variado tamaño.
Los títulos en español son traducciones de los títulos de Bhikkhu Bodhi de su traducción al inglés,
basados a su vez en los nipatas del final de cada vagga del original en pali. Los números entre
corchetes siguen la misma edición.

INDICE DE NIPATAS:
Introducción al Anguttara Nikaya de Bhikkhu Bodhi

1. Ekakanipatapali - Libro con suttas dedicados a un único dhamma


Es la primera división del Anguttara Nikaya con los suttas que contienen un sólo y particular
tema del Dhamma o enseñanza del Buda, cada uno.

2. Dukanipatapali - Libro con suttas dedicados a dos dhammas


La segunda división de esta Colección cuenta con suttas que contienen dos particulares temas
del Dhamma o enseñanzas del Buda, cada uno.

3. Tikanipatapali - Libro con suttas dedicados a tres dhammas


La tercera división de esta Colección cuenta con suttas que contienen tres particulares temas del
Dhamma o enseñanzas del Buda, cada uno.

4. Catukkanipatapali - Libro con suttas dedicados a cuatro dhammas


La cuarta división de esta Colección cuenta con suttas que contienen cuatro particulares temas
del Dhamma o enseñanzas del Buda, cada uno.

5. Pañcanipatapali - Libro con suttas dedicados a cinco dhammas


La quinta división de esta Colección cuenta con suttas que contienen cinco particulares temas
del Dhamma o enseñanzas del Buda, cada uno.

6. Chakkanipatapali - Libro con suttas dedicados a seis dhammas


La sexta división de esta Colección cuenta con suttas que contienen seis particulares temas del
Dhamma o enseñanzas del Buda, cada uno.

7. Sattakanipatapali - Libro con suttas dedicados a siete dhammas


La séptima división de esta Colección cuenta con suttas que contienen siete particulares temas
del Dhamma o enseñanzas del Buda, cada uno.

8. Atthakanipatapali - Libro con suttas dedicados a ocho dhammas


La octava división de esta Colección cuenta con suttas que contienen ocho particulares temas
del Dhamma o enseñanzas del Buda, cada uno.

9. Navakanipatapali - Libro con suttas dedicados a nueve dhammas


La novena división de esta Colección cuenta con suttas que contienen nueve particulares temas
del Dhamma o enseñanzas del Buda, cada uno.

10. Dasakanipatapali - Libro con suttas dedicados a diez dhammas


La décima división de esta Colección cuenta con suttas que contienen diez particulares temas
del Dhamma o enseñanzas del Buda, cada uno.

11. Ekadasakanipatapali - Libro con suttas dedicados a once dhammas


La undécima división de esta Colección cuenta con suttas que contienen once particulares temas
del Dhamma o enseñanzas del Buda, cada uno.
Introducción al Anguttara Nikaya

Etiquetas:
• Canon Pali
• Suttas

Introducción de Bhikkhu Bodhi al Anguttara Nikaya, cuarta gran colección de sermones del Buda
dentro de la Canasta de los Discursos (Sutta Pitaka) del Canon Pali, una compilación de textos
autorizados por la escuela budista Theravada como palabras del Buda.
Por Bhikkhu Bodhi
INDICE
1. Anguttara Nikaya como colección
Primera parte de la Introducción de Bhikkhu Bodhi al Anguttara Nikaya, la cuarta principal
colección de la Canasta de los Discursos del Buda (Sutta Pitaka), en la cual el autor analiza el rol
que estos suttas ocupan dentro del cuerpo de los escritos canónicos del budismo Theravada
(Tipitaka).

2. Aproximación al Anguttara
En este segundo capítulo de la Introducción al AN, el Bhikkhu Bodhi explica los criterios que tuvo
en cuenta en la elaboración de una guía temática de lectura de los suttas comprendidos en esta
colección.

3. El Buda en Anguttara Nikaya


En este capítulo, el autor examina los suttas que ofrecen información sobre la vida del Buda y sus
virtudes, y lo colocan como el arquetipo del linaje de los Tathagatas.

4. El Dhamma y la Disciplina
El autor explica aquí lo que es el Dhamma del Buda según el Anguttara Nikaya, su esencia, los
temas que explícitamente no abarca, la meta que persigue y las formas de preservarlo.

5. El movedizo caleidoscopio de la experiencia


En este capítulo, el autor agrupa a los suttas más representativos que hablan de la naturaleza de
nuestra experiencia siempre cambiante, la cual permanentemente muda su forma y hace que, a pesar
de nuestras ilusiones, no podamos evitar la vejez, la enfermedad y la muerte, el decaimiento de
nuestras posesiones y la pérdida de los seres queridos. Se contrasta, sin embargo, lo que hace al
respecto un “tonto mundano” y un “noble discípulo”.

6. Conservando la armonía hogareña


El Bhikkhu Bodhi en esta parte trae a colación algunos suttas del AN que son dirigidos, directa o
indirectamente, a las personas que viven en el hogar y la sociedad laica.
7. El camino hacia lo alto
En este capítulo se analizan los suttas relacionados con las formas de progresar en el camino budista
por parte de las personas laicas.
8. Disipando el encantamiento del mundo
En este capítulo se repasan suttas, en las cuales el Buda enseña como desencantarse del mundo,
incluso de sus manifestaciones “espirituales” más sublimes, para mantenernos desapasionados.
9. Las contaminaciones de la mente
Bhikkhu Bodhi clasifica, en este capítulo, las múltiples clases de contaminaciones mentales,
presentes en el AN, las cuales no solo obstaculizan la meditación, sino que hacen que uno hasta sea
incapaz de discernir su propio bien y liberarse del samsara.
10. El sendero del renunciamiento
En este capítulo se analizan los suttas que demuestran que, aunque el Buda enseñó el Dhamma de
manera abierta y amplia, tanto a los renunciantes como a los laicos, prestó mayor atención a
aquellos que “renunciaron a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar”.
11. Meditación
Los suttas agrupados en este capítulo ofrecen una visión panorámica de la meditación enseñada por
el Buda, al igual que sus principales objetos.
12. Sabiduría
En este capítulo se analizan los suttas en los cuales aparece la sabiduría como el único elemento del
Camino de Buda que conduce a la meta final: a la liberación de la insatisfacción, al Nibbana.
13. El Sangha
De acuerdo con la exégesis tradicional, la palabra sangha se usa en dos sentidos: como designación
del orden monástico consistente en bhikkhus y bhikkhunis, llamado a veces el “Sangha
institucional” o “Sangha convencional”; y como designación a la “comunidad de los nobles, la cual
se haya compuesta de los ocho tipos de personas nobles.
14. Clases de personas
En este breve capítulo el autor analiza algunos suttas que ofrecen unas clasificaciones de personas
“que pueden ser halladas existiendo en el mundo”.
15. Bhikkhunis y mujeres en el Anguttara Nikaya
En este capítulo Bhikkhu Bodhi analiza el rol de las monjas y las mujeres en el budismo temprano
tal como se desprende del AN, enfatizando la aparente incompatibilidad entre los “textos, en los que
se despliega una actitud amigable y empática hacia las mujeres, con los pasajes que
categóricamente denigran sus capacidades”.
16. Las series repetitivas
Series repetitivas, son recursos mnemotécnicos compilados por los monjes que combinaron una
lista de diecisiete contaminaciones y otra, de diez tareas, que había que realizar en función a ellas
con las diferentes prácticas espirituales.
17. Otros aspectos formales del Anguttara Nikaya
En el AN existen varios recursos de generar una gran cantidad de suttas cortos a partir de unos
pocos principios doctrinales: Bhikkhu Bodhi explica en esta parte cómo funcionan.
18. Los Comentarios del Anguttara Nikaya
Se explica el origen y el rol de los Comentarios —y los Sub-comentarios― del Angutara Nikaya, y
se señalan algunas de sus inconsistencias en cuanto a los textos mismos que comentan.
19. Los paralelismos chinos
En este capítulo Bhikkhu Bodhi explica cómo la colección paralela del Anguttara Nikaya, traducida
del sánscrito al chino como Ekottaragama, ayuda a interpretar esta colección que conocemos en
pali.
20. Guía temática del Anguttara Nikaya
Puesto que la clave, de acuerdo con la cual se organizan los suttas en el Anguttara Nikaya es
puramente de carácter numérico, lo cual dificulta a los lectores no familiarizados suficientemente
con el Canon Pali una lectura organizada más temáticamente, Bhikkhu Bodhi confeccionó esta Guía
temática del AN, la cual reproducimos aquí en español.
21. Apéndice 1: Paralelismos expandidos en el Anguttara Nikaya
Los paralelismos ampliados son suttas modelados en otros previos que incluyen sus contenidos,
pero luego introducen otros puntos que los elevan numéricamente al nipata más alto. El Bhikkhu
Bodhi lista en este Apéndice esa clase de suttas presentes en el AN.
22. Apéndice 2: Suttas compuestos numéricamente en el Anguttara Nikaya
Los suttas compuestos numéricamente son discursos que adquieren un número de temas,
característico a un determinado nipata, mediante la combinación de grupos más pequeños de
términos.
Anguttara Nikaya como colección

Etiquetas:
• Canon Pali
• Suttas

Primera parte de la Introducción de Bhikkhu Bodhi al Anguttara Nikaya, la cuarta principal


colección de la Canasta de los Discursos del Buda (Sutta Pitaka), en la cual el autor analiza el rol
que estos suttas ocupan dentro del cuerpo de los escritos canónicos del budismo Theravada
(Tipitaka).
Por Bhikkhu Bodhi
El Anguttara Nikaya es la cuarta de los cuatro principales Nikayas que componen el Sutta Pitaka del
Canon Pali, la colección de textos del budismo Theravada considerada como buddhavacana o la
“palabra del Buda”. La obra está organizada de acuerdo a una técnica pedagógica, frecuentemente
empleada por el Buda, llamada el uso del esquema numérico como fijación del discurso. En el
periodo histórico de la India, en el cual la escritura aún pudo no haberse conocido [1], o en todo
caso, no para perpetuar las enseñanzas espirituales, la memorización y la preservación de las
enseñanzas requería que las mismas pudiesen ser fácilmente retenidas en la mente. La utilización de
los números sirvió bien para este propósito. Todos los que regularmente practican la lectura saben
qué tan útil es la elaboración de un esquema que organiza los temas de la lectura dentro de un
listado numérico. Precisamente, este es el principio que se esconde detrás de los suttas o discursos
del Anguttara Nikaya.
Anguttara es una palabra compuesta que podría traducirse como “incrementando-a-través-del-
factor”. Los Comentarios se refieren a esta compilación como el Ekuttaranikaya, “la colección
incrementada de a uno”, al igual que lo hace el Anguttaragama. Esto sugiere que, en la época de los
Comentarios, aún estaban en circulación varias denominaciones de esta obra. La versión
correspondiente a la tradición del budismo norteño es conocida como Ekottaragama o
Ekottarikagama, siendo agama (herencia) la palabra usada en el Norte —en lugar de nikaya— como
designación de las compilaciones de los discursos. Una versión completa del Ekottaragama en la
traducción china está incluida dentro del Tripitaka chino. El uso ocasional de la palabra agama en
los Comentarios en pali, para designar las colecciones de discursos, indica que el budismo norteño
no tenía el monopolio de esta palabra.
Se ha dado el nombre de Anguttara a esta colección porque la misma está organizada de acuerdo al
esquema, en el cual, el número de temas en los suttas, de cada parte sucesiva, se incrementa en
comparación con la parte precedente. La colección contiene once nipatas o “libros”, cuyos nombres
tienen la base simplemente numérica: el Ekakanipata, el Libro de los Uno; el Dukanipata, el Libro
de los Dos; y así sucesivamente hasta el Ekadasakanipata, el Libro de los Once. A partir del Libro
de los Seis en adelante, ocasionalmente encontramos que el número de temas requerido por el sutta
para ser introducido dentro del esquema, se obtiene mediante la combinación de agrupaciones más
pequeñas.
Los versos del resumen (uddana) que aparecen al final del último volumen, hacen que el Anguttara
Nikaya contenga 9,557 suttas. Es difícil llegar al número exacto porque no está muy claro si
algunos suttas particulares deberían ser contados por separado o como partes que componen un
todo. El número grande, probablemente es el resultado de contar por separado a todos los suttas
generados por “Codicia etc. Series repetitivas” que se encuentran al final de cada nipata después
del primero. De acuerdo con mi esquema numérico, el AN contiene un total de 8,122 suttas, de los
cuales 4,250 pertenecen a “Codicia etc. Series repetitivas”. Eso significa que sólo hay 3,872 suttas
independientes de aquellas series. Pero aún así, muchos de ellos aparecen en esas mismas
secuencias repetitivas por sí solos, de modo que este número tampoco resulta acertado si del mismo
se pretendiera derivar que los contenidos de los suttas serían autónomos. Por ejemplo, el número
total de los suttas en Los Cinco, Los Seis y Los Once es grandemente inflado por la inclusión en
cada uno de la entera serie de suttas derivados de sus permutaciones. Si los mismos se eliminasen,
el número de suttas independientes se vería bastante reducido. La siguiente Tabla muestra el número
total de suttas en cada nipata y [número de suttas que componen los capítulos] “Codicia etc. Series
repetitivas”.

Tabla Nº 1:
Número total de suttas

Suttas de “Codicia etc.


Nipata Número total de suttas Suttas independientes
Series repetitivas”
Los Uno
627 --- 627
Los Dos 479 170 309
Los Tres 352 170 182
Los Cuatro 783 510 273
Los Cinco 1,152 850 302
Los Seis 649 510 139
Los Siete 1,124 510 614
Los Ocho 627 510 117
Los Nueve 432 340 92
Los Diez 746 510 236
Los Once 1,151 170 981
Total 8,122 4,250 3,872

Dentro de cada nipata, los suttas están agrupados en vaggas, los cuales podrían llamarse
“capítulos”. Los vaggas están hechos de acuerdo a un plan ideal, en el cual cada uno de ellos
debería tener diez suttas, pero —puesto que los ideales raras veces se realizan en nuestro mundo,
también en las escrituras budistas— en los casos particulares, el número real puede variar desde uno
tan grande como 262 suttas, hasta descender a un mínimo de siete. En ocasiones, todos o la mayor
parte de los suttas de un vagga particular pueden referirse a un solo tema indicado por el título del
vagga en cuestión, aunque estos casos no son numerosos. Es mucho más frecuente, que meramente
dos o tres de los suttas —a veces, solamente uno— tengan una relación clara con el título.
No existe un significado manifiesto en la secuencia de los vaggas, aunque podríamos suponer que
los editores incluyeron en algunos de los primeros vaggas, de cada libro, suttas que consideraron de
mayor peso. A pesar de que, a primera lectura, se hace evidente lo accidental de la organización
[temática] del AN, con el tiempo la misma resulta uno de los aspectos más agradables de esta
colección, exponiendo a un lector conocedor, una constante y dinámica sucesión de temas e ideas,
sin ofrecer pautas que permitan determinar qué es lo que vendrá a continuación. Lo único que el
lector puede conocer con certeza es que, los suttas sucesivos, serán conforme al plan numérico que
gobierna el libro en particular (aunque algunas veces hasta eso se hace difícilmente detectable).
Los suttas del Anguttara Nikaya, al parecer, originalmente no tuvieron títulos tal como entendemos
esa palabra el día de hoy. Las ediciones modernas, como las de Buddha Jayanti de Sri Lanka o la
versión de Chattha Sangayana de Birmania, si bien colocan los títulos, los mismos son obra de los
editores recientes. El procedimiento típico consistió en incluir, al fin de cada vagga, un uddana o
verso de resumen, el cual etiqueta a cada sutta con una palabra clave relacionada con el tema de su
contenido. Yo tomé los títulos de los uddanas, y los mismos son por eso muy cortos [2]. Algunos de
los vaggas carecen de esos versos de resumen, razón por la cual los suttas de aquellos vaggas no
poseen títulos. Especialmente, este es el caso de los suttas extremadamente cortos, como los de Los
unos y Los dos.
Por más que el contenido de cada uno de los principales Nikayas del Sutta Pitaka es muy variado,
un examen meticuloso sugiere que cada uno tiene el propósito de llevar un aspecto particular del
mensaje del Buda. Este asunto, debo subrayarlo, no se evidencia en cada uno de los suttas de sus
respectivas colecciones, sino que solamente se refiere a la colección vista como el todo. El Digha
Nikaya en gran parte está presidido por el propósito de propagar el budismo dentro del medio
cultural. Sus suttas tratan de establecer la supremacía del Buda y su Dhamma sobre sus
competidores en el escenario indio religioso y filosófico. De esta manera, el primer sutta del DN
inspecciona los puntos de vista filosóficos que el Buda rechaza categóricamente; el segundo,
repudia las enseñanzas de seis de los maestros contemporáneos, mientras varios de los textos que
siguen, describen al Buda debatiendo con brahmanes y miembros de las otras sectas; otros suttas
sirven para el propósito de glorificar al Buda y demostrar su superioridad frente a los dioses,
espíritus de la naturaleza, y los ascetas y contemplativos que recorrían la llanura del Ganges. El
Majjhima Nikaya, por otro lado, dirige su mirada hacia dentro de la comunidad budista. Muchos de
los suttas se ocupan de los fundamentos doctrinales, la meditación o de otros aspectos de la práctica
budista. Esto lo hace particularmente útil en la instrucción de los monjes que necesitan ser
integrados dentro de la comunidad.
El Samyutta Nikaya y Anguttara Nikaya consisten, principalmente, en suttas cortos que carecen de
escenarios y dramáticas confrontaciones que hacen fascinantes a las dos colecciones con suttas más
extensos. El Samyutta está gobernado por el principio temático y contiene muchos suttas cortos que
revelan la visión radicalmente perspicaz del Buda y la topografía de su sendero. Esta colección
podría haber servido a dos tipos de especialistas dentro de la orden monástica: uno estaría
conformado por aquellos monjes y monjas que fueran capaces de comprender las ramificaciones
más profundas de la sabiduría budista y, por eso, fueron encargados de aclarárselos a otros; mientras
el otro estaría compuesto por aquellos que han completado los estadios preliminares del
entrenamiento meditativo y estaban interesados en desarrollar la perspicacia y realizar la meta.
En el paso del Samyutta al Anguttara Nikaya tiene lugar un cambio de énfasis que va desde la
comprensión hacia la edificación personal. Puesto que los suttas cortos, que explican la “teoría”
filosófica y el principal método del entrenamiento, encontraron su sendero dentro del Majjhima y
Samyutta, lo que faltó a ser incorporado dentro del Anguttara fueron los suttas cortos, cuya
principal preocupación fue la práctica. Hasta cierto punto, en su orientación práctica, el Anguttara
se superpone parcialmente al último libro del Samyutta, el cual contiene capítulos dedicados a los
siete grupos que, en su conjunto, suman las treinta y siete “ayudas en la iluminación”
(bodhipakkhiya dhamma). Para evitar una duplicación innecesaria, los editores del canon no
incluyeron esos suttas, otra vez, en el Anguttara bajo sus encabezamientos numéricos. Estos temas
aparecen en sus series repetitivas al final de cada nipata, pero su rol aquí es estereotipado y
secundario. En vez de esto, el Anguttara se centra más bien en los aspectos prácticos del
entrenamiento que no han sido abarcados por los grupos estandarizados, para, de este modo,
ayudarnos en la comprensión del entrenamiento budista desde un nuevo ángulo. Quizá podríamos
decir que, mientras la última parte del Samyutta nos ofrece una anatomía del sendero budista, el
Anguttara toma esta inclinación filosófica del sendero, viéndolo más bien en su despliegue
dinámico que en sus partes constitutivas.
Sería muy poco realista, sin embargo, insistir en que un solo criterio gobernó la compilación del
Anguttara Nikaya, la cual incluye material del Vinaya, listados de eminentes discípulos, ideas
cosmológicas y extraños registros de términos que escapan a una simple categorización. Lo que se
puede decir con certeza es que, aquel amplio abanico de contenidos, podría mostrar una
preponderancia de textos que se ocupan de la práctica budista. Su temática va desde las básicas
observaciones éticas recomendadas a las personas laicas ocupadas, a través de los pilares del
entrenamiento mental, hasta los estados meditativos más sublimes: el samadhi o la concentración
del arahant.

NOTAS:
[1] Norman (2006a:53)* escribe: “No existe acuerdo entre los estudiosos acerca de la fecha, en la
cual se introdujo la escritura dentro de las costumbres indias, pero creo que todos estarán de
acuerdo que en el periodo del budismo primitivo, incluso si la escritura estaría disponible, toda la
enseñanza seguía el método oral y que las escrituras budistas han sido transmitidas oralmente, al
igual que el caso de los textos brahmánicos”.
* Bhikkhu Bodhi hace referencia a la obra: Norman, K.R. (2006). A Philological Approach to
Buddhism. 2ª edición. Lancaster: Pali Text Society.

[2] Las ediciones del Bosque Theravada siguen los títulos de la versión del World Tipitaka Edition
[Nota del Trad.].
Aproximación al Anguttara

En este segundo capítulo de la Introducción al AN, el Bhikkhu Bodhi explica los criterios que tuvo
en cuenta en la elaboración de una guía temática de lectura de los suttas comprendidos en esta
colección.

Por Bhikkhu Bodhi

A causa de que los suttas del AN constantemente se desplazan de un tema a otro con poca conexión
entre ellas, aparte de algún particular esquema numérico, los lectores de este Nikaya frecuentemente
se ven algo desconcertados. Si bien, sacan provecho de uno u otro sutta particular, no pueden
discernir el camino que les haga encajar dentro de algún todo inteligible. El texto en sí no ayuda
mucho a ese respecto, ya que no articula un marco comprensivo que revelase los contornos de sus
enseñanzas.
El Digha Nikaya o el Majjhima Nikaya, desde luego también están organizados aparentemente al
azar, con poco más que un simple tema que gobierna a cada vagga o capítulo. Pero, como estas
colecciones están compuestas de suttas que son de larga o mediana duración —tal como lo expresan
sus mismos títulos—, sus contenidos son sustancialmente suficientes para atraer al lector con su
material de reflexión y contemplación. Los principales discursos de esos Nikayas también muestran
el suficiente grado de organización interna, como para poder revelar las categorías principales
dentro de las cuales los discursos del Buda fueron emitidos: los cursos del kamma beneficioso y
perjudicial, el entrenamiento gradual, el origen dependiente, los cuatro establecimientos de la
atención consciente, las cuatro nobles verdades, etc. Aunque el Samyutta Nikaya también contiene
suttas más cortos, el método de reunirlos en grupos de textos conectados que tratan con un tema
particular, hace que la demanda de paciencia por parte del lector sea menor, que en caso de una
colección sin principio organizacional intelegible alguno.
Y cuando se trata del AN, un lector novato puede sentirse como si se hubiese caído en un bote a alta
mar, sin tierra seca en el horizonte, sin compás ni mapa alguno. Tomo un capítulo cualquiera al azar
—el sexto vagga del Libro de Los Cinco— y encuentro lo siguiente: dos suttas sobre los cinco
obstáculos (uno de ellos embellecido por un símil y el otro solo un poco más que una enumeración);
el sutta sobre los cinco factores del esfuerzo, seguido por otro sobre las equivocadas y correctas
ocasiones para hacer el esfuerzo; el sutta acerca de los peligros que separan la madre del hijo; el
siguiente sobre el entrenamiento del monje; el discurso sobre los cinco temas para la reflexión;
luego, uno sobre el correcto uso de las riquezas; y finalmente, dos suttas breves sobre la privación
de aquellos que entran en la vida monástica en la vejez. Con semejante organización, tan
aparentemente arbitraria, uno no puede sino preguntarse qué es lo que los compiladores tuvieron en
mente mientras ensamblaban ese capítulo.
Con el propósito de asistir al lector, elaboré una Guía temática del Anguttara Nikaya que organiza el
contenido de las colecciones de acuerdo con un patrón sistemático. El esquema es similar al que usé
como andamiaje en mi antología “In the Buddha’s Words”. No asigno a cada sutta en AN un lugar
en esta guía. Algunos suttas resisten clasificaciones, mientras otros son demasiado cortos o poco
sustanciales para la inclusión. Antes de tratar de ser todo inclusivo, propuse un marco con
divisiones y subdivisiones, e incluí un número suficiente de discursos bajo cada encabezamiento,
que permite al lector ver cómo los textos del AN pueden encajar juntos dentro de un patrón
significativo.
Inevitablemente, el intento de asignar los suttas particulares a categorías específicas, implica
abstracción y penosas decisiones que tomar. Muchos suttas del AN pueden ser vistos de diferentes
perspectivas, algunas de las cuales podrían resultar en la colocación de un sutta en categorías
diferentes. Por ejemplo, los suttas frecuentemente explican las prácticas o cualidades por medio de
personas que las ejemplifican, o por el contrario, ilustran lo que son las personas por medio de sus
prácticas y cualidades. De esta manera, tuve que decidir si un determinado sutta debiera ser
clasificado en términos de prácticas y cualidades, o en términos de personas. En algunos casos, un
sutta dado cubre un rango de temas y así podría encajar confortablemente en varias categorías.
Tampoco quería convertir mi guía en un índice, el cual podría carecer de un grado de especificidad
necesario para ayudar al lector a encajar un sutta determinado dentro de la totalidad. De esta
manera, mientras mi plan ideal era “un sutta, una categoría”, frecuentemente tuve que asignar un
sutta particular a dos categorías y, a veces, a tres. En todo caso, no creo que me excedí más allá de
tres lugares para un sutta particular.
Las categorías más amplias que usé para el esquema son las “Tres Joyas”: el Buda, el Dhamma y el
Sangha. Empecé con la sección del Buda honrándolo como el fundador de la tradición budista y la
fuente última de todas las enseñanzas comprendidas en el Anguttara Nikaya. La sección II, titulada
“El Dhamma y Disciplina” se ocupa de la enseñanza del Buda en cuanto cuerpo de instrucciones
que puede ser resumido, aplicado y realizado, y en cuanto el corpus de textos que necesita ser
preservado y transmitido a la posteridad. Seguidamente, vienen las ocho secciones dedicadas a las
enseñanzas en sí mismas. Esta parte intenta cubrir todo el rango de las enseñanzas tal como las
encontramos en el AN. La misma empieza con el repaso del punto de vista cosmológico del Buda
(sección III), cubriendo el entorno cosmológico del proyecto budista de la liberación, la naturaleza
problemática de la experiencia humana y la determinación del destino humano. Después, procedí a
señalar por etapas las diferentes formas de la práctica budista, empezando por la vida en el mundo:
las relaciones familiares, la forma de vida, las riquezas, la comunidad y el estado (sección IV). Estas
esferas de las actividades humanas son frecuentemente tratadas con negligencia por parte de los
escritores budistas, quienes sucumben en el error de asumir que la práctica monástica representa el
Dhamma en su totalidad. El Anguttara es un tesoro de discursos de inspiración e información sobre
la rectitud de vida en los confines del mundo, y estos textos son esenciales para arribar a una
imagen adecuada del budismo temprano.
Si bien el Buda subraya las virtudes conducentes a la armonía doméstica, su enseñanza no termina
ahí sino que avanza con el entrenamiento hacia la consecución de los altos estados de renacimiento
y la liberación final. Aunque el primero de esos entrenamientos fue dirigido a los discípulos laicos y
el segundo a los monjes y las monjas, ambos tienen muchos valores en común. Dichos valores
constituyen la plataforma común del cultivo espiritual para ambos grupos: los discípulos laicos y los
monásticos. Bajo este tema reuní dentro de la sección V una variedad de textos que se concentran
en la práctica de los devotos discípulos laicos que no se contentan meramente en la observancia de
una vida ética, sino que también procuran avanzar en el sendero de la liberación. El Anguttara
Nikaya es una rica fuente de orientación para los fervientes seguidores laicos y esta sección trata de
hacer justicia a semejantes textos.
Para impulsar a sus seguidores hacia la meta final, el Buda destaca los defectos y peligros de la
existencia mundana, lo cual ilustra la noble verdad del sufrimiento. La sección VI, por lo tanto,
agrupa un número de temas y textos dedicados a la tarea de “disipar el encantamiento del mundo”.
Lo que nos liga a la existencia condicionada con su repetitiva ronda de nacimientos y muertes, y
con el consecuente peligro de descender a los reinos bajos de nacimiento, son las impurezas
mentales. Los suttas que se ocupan de este tema, juegan un rol prominente en el AN; los mismos
fueron agrupados dentro de la sección VII. La siguiente división, la sección VIII, agrupa los suttas
sobre el entrenamiento monástico, el cual se empieza a manifestar externamente con el espíritu de
renunciamiento y tiene como objetivo el logro del nibbana. El corazón del entrenamiento monástico
es la práctica de la meditación, la cual tiene su propia sección IX. A esa parte asigné suttas que
enfatizan la práctica que conduce a los elevados estados de concentración (samadhi). La Sección X
nos lleva a la siguiente fase del entrenamiento más elevado: el desarrollo de la sabiduría (panna),
que culmina en la liberación y la realización del nibbana, la meta final de la enseñanza.
La siguiente porción del esquema está representada por la Tercera Joya del Budismo, el Sangha. En
la misma se trata de ambos grupos: el Sangha institucional, el orden de los monjes y monjas
ordenados (bhikkhus y bhikkhunis), y el ariyasangha, la comunidad de los nobles, aquellos que han
alcanzado el sendero y el fruto de la iluminación.
La última sección principal del esquema trata de los tipos de personas. Este es el área, en el cual el
Anguttara difiere significativamente del Samyutta. El principal capítulo del Samyutta se centra en
los grandes temas filosóficos de la enseñanza, en categorías y principios que el Buda propuso como
plantilla para la contemplación y perspicacia. Así, encontramos en el Samyutta vastos capítulos
sobre el origen dependiente, los elementos, los cinco cúmulos, las seis bases de los sentidos y los
factores del sendero, frecuentemente explicados en términos meramente fenomenológicos con una
mínima referencia a las personas reales. El Anguttara, por el contrario, abunda en diferentes
maneras de clasificar a las personas —tanto monásticas como laicas, nobles y comunes— y sostiene
en esto la primacía de sus cualidades, esfuerzos por conseguir la felicidad y el sentido, aspiraciones
y logros. De esta manera, el Anguttara llega a ser la inspiración y la principal fuente de uno de los
libros del Abhidhamma Pitaka, el Puggalapannatti o “La descripción de las personas”, uno de los
tratados de esta colección que parte de un método del Abhidhamma, estrictamente fenomenológico
y reduccionista, con el fin de estudiar a los tipos de personas en relación con los valores y metas del
Dhamma.
El Buda en Anguttara Nikaya

En este capítulo, el autor examina los suttas que ofrecen información sobre la vida del Buda y sus
virtudes, y lo colocan como el arquetipo del linaje de los Tathagatas.

Por Bhikkhu Bodhi

En lo que sigue, voy a explorar el contenido del AN a través de las principales categorías de la Guía
temática, resaltando temas prominentes que emergen de este Nikaya y citando los suttas que los
ejemplifican. Con el riesgo de ser reiterativo, tengo que asegurar una vez más que la asignación de
los suttas particulares a sus respectivas categorías está hecha, en gran parte, en aras de la
conveniencia, sin la intención de lidiar con la complejidad de los contenidos de los textos
particulares.
En una obra que en gran parte se centra en las personas, es lógico encontrar un número sustancial de
suttas dedicados al mismo Buda; no meramente como maestro y expositor del Dhamma, sino como
persona con su propia historia de vida y sus propios logros. He distinguido entre tres clases de suttas
que tratan del Buda: aquellos que hacen referencia a su vida y constituyen los bloques de
construcción de su biografía; los que ensalzan sus cualidades y logros espirituales; y, una categoría
distinta de aquellos que hablan del Buda no tanto como de una persona sino como de un arquetipo,
el ejemplo de un maestro plenamente iluminado que encarna su mensaje en su propia persona. Este
último apartado comprende suttas en los cuales el Buda habla de sí mismo como del “Tathagata”.
Los Nikayas nunca buscan construir una biografía continua del Buda. Los suttas que hacen
referencia a eventos de su vida, están ampliamente expandidos en las diferentes colecciones y
raramente proveen pistas necesarias para poder conectarlos dentro de una única y coherente
secuencia. El Mahaparinibbana Sutta (DN 16) nos ofrece un recuento conectado de los últimos días
del Buda que culmina con su muerte y cremación. Pero, más allá de esto, el material biográfico ha
de ser husmeado entre los textos muy dispersos y tenemos que confiar en la especulación,
imaginación e insinuaciones (tales como los escenarios y ocasionales referencias a algunos
incidentes relatados) para asignar los textos a las fases específicas de la vida del Buda.
Sin embargo, AN alude a los incidentes que nos son familiares de los recuentos conectados con su
vida que han sido compuestos más tarde. Podemos mirarlos quizá como el material bruto, a partir
del cual, los poetas y los hagiógrafos extraerían y construirían luego la gloriosa biografía del Buda.
Así, 4,127 habla de las maravillas que acompañaron su concepción en el vientre, su nacimiento
físico, su iluminación y su puesta en movimiento de la rueda del Dhamma. El 3, 39 habla acerca de
su delicada y lujosa crianza, cuenta sus reflexiones acerca de la vejez, la enfermedad y la muerte,
las cuales surgieron en él a partir de la embriaguez con la juventud, la salud y la vida. Se refiere a
sus esfuerzos para dominar varios estados de meditación durante su lucha por conseguir la
iluminación en 8,64 y 9,40, que son dos recuentos no incluidos en las familiares biografías del
Buda. El sutta 5,196 habla de los cinco sueños que tuvo cuando todavía era un bodhisatta y que
presagiaron su iluminación; mientras el 8,11 relata el tradicional recuento de la iluminación
precedida por los cuatro jhanas y los tres conocimientos superiores, hasta llegar a la destrucción de
las corrupciones. El 4,21 habla de sus reflexiones después de la iluminación y de su decisión de
honrar solamente al Dhamma. El 8,70 afirma que, si así lo desease, podría vivir hasta un eón, pero
que decidió a “renunciar a su fuerza vital”, porque Ananda había fallado en pedirle que extendiera
su tiempo de vida. Este incidente nos es familiar del Mahaparinibbana Sutta.
Mientras que los textos que ofrecen la información bibliográfica son relativamente escasos, aquellos
que exaltan sus virtudes y logros en el mundo, son abundantes. Se lo alaba como la “única persona
particular surgida en el mundo… por la compasión por el mundo, para el bien, el bienestar y la
felicidad de los devas y los seres humanos” (1,170). Sus formas corporales están dotadas de las
marcas tan extraordinarias, que un brahmán indagador no podía creer que él fuera meramente un ser
humano (4,36). Se ha perfeccionado en la noble virtud, la concentración, la sabiduría y la liberación
(4,1). Posee las cualidades que se esperan de un maestro espiritual plenamente realizado (5,100). Es
alabado en versos de una gran belleza, por el monje Udayi (6,43) y exaltado por el rey Pasenadi,
quien fue uno de sus discípulos laicos (10,30). Mora en el mundo separado del mundo, con todas las
impurezas apartadas, libre del nacimiento, la vejez y la muerte como una flor de loto, la cual
“nacida del agua y crecida en el agua, no se ensucia con el agua, sino que se eleva por encima del
agua” (4,36; 10,81).
Los suttas, en los cuales el Buda se refiere a sí mismo como el “Tathagata”, son suficientemente
impresionantes como para justificar la asignación de una clase propia para ellos. He notado que en
estos suttas, el Buda no se refiere a sí mismo simplemente como el único individuo, sino como el
último representante de la “dinastía” de los Budas, aquellos extraordinarios seres que aparecen en
raros intervalos del proceso cósmico del redescubrimiento del sendero perdido al Nibbana y lo
enseñan al mundo. En AN encontramos referencias explícitas solamente de dos de los seis Budas
del pasado, los cuales conocemos de los otros Nikayas. De Sikhi, el quinto contando hacia atrás,
hace referencia el 3,80 y de Kassapa, el antecesor de Gotama, el 5,180. Pero existe un considerable
número de referencias a los Tathagatas en plural, lo cual indica que la idea de la sucesión de los
Budas ya fue conocida ya entre los compiladores.
Desde la perspectiva de los Nikayas, todos los Tathagatas comparten los mismos atributos
esenciales que los califican a ser los maestros del mundo. Del Tathagata se declara que es “sin par,
sin contraparte, incomparable, sin igual, inigualado, el principal entre los bípedos” (1,174). Es el
primero entre los seres y, aquellos que depositan su confianza en él, confían en el mejor (4,34). Su
surgimiento es la “manifestación de la gran visión, gran luz y gran resplandor” (1,175-177). Está
plenamente despierto a “todo lo que es visto, oído, olido, sentido, conocido, alcanzado, buscado y
examinado por la mente”, y por eso, todo lo que enseña “es sólo así y no de otra manera” (4,23).
Está dotado de los “diez poderes del Tathagata” y las “cuatro clases de auto-confianza”, sobre cuya
base “reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y
poniendo en movimiento la rueda del Brahma” (4,8; 10:22; ver también 6,64). Su “rugido de león”
de la transitoriedad es así de poderoso que estremece y hace temblar hasta a las deidades de larga
duración de vida (4,33).
El Dhamma y la disciplina

El autor explica aquí lo que es el Dhamma del Buda según el Anguttara Nikaya, su esencia, los
temas que explícitamente no abarca, la meta que persigue y las formas de preservarlo.

Por Bhikkhu Bodhi


Aunque el Buda es la persona suprema del reino espiritual, aún así venera algo que es aún superior
a él: el Dhamma. Después de su iluminación, buscando en vano a quien honrar, decidió esto: “He de
honrar, respetar y morar solamente en dependencia de este Dhamma, al cual he sido plenamente
iluminado” (4,22). Cuando enseña a otros, solo “se apoya en el Dhamma, honra, respeta y venera el
Dhamma, tomando el Dhamma como su estandarte, bandera y autoridad” (3,14; 5,133). A
cualquiera que enseña, lo hace respetuosamente porque “el Thatagata tiene respeto por el Dhamma
y reverencia el Dhamma” (5,99).
En ese sentido el Dhamma no es tanto una doctrina expresada verbalmente sino un cuerpo de
principios espirituales que hacen posible el crecimiento espiritual y la liberación. Su referente final
es el óctuple noble sendero, el más importante de todos los fenómenos condicionados, y el Nibbana,
lo más importante de todas las cosas condicionadas y no condicionadas (4,34). El Buda resume la
esencia del Dhamma de varias maneras, pero todas fluyen del mismo cuerpo de principios. En un
lugar dice que las ilimitadas expresiones del Dhamma convergen en cuatro cosas: la comprensión
de lo que no es beneficioso y el abandono de esto, y la comprensión de lo que es beneficioso y el
desarrollo de esto (4,188). Enseñó a Mahapajapati, su madre adoptiva, los ocho criterios del
verdadero Dhamma (8,53) y, de manera más concisa, dijo al bhikkhu Upali que la enseñanza
debería ser encontrada en “aquellas cosas que conducen exclusivamente al desencantamiento, al
desapasionamiento, al cese, a la paz, al conocimiento directo, a la iluminación, al Nibbana” (7,83).
Contrariamente a muchos de sus contemporáneos, el Buda se rehusó a complacerse en los
especulativos puntos de vista acerca de los asuntos irrelevantes en cuanto a la búsqueda de la
liberación del sufrimiento. Particularmente, se rehusó a hacer pronunciamientos sobre la suerte de
alguien liberado después de la muerte o de responder alguna de las diez ociosas cuestiones
especulativas (7,54). En vez de eso, subraya que enseñó el Dhamma “para la purificación de los
seres, para la superación del dolor y el lamento, para la desaparición de la pena y el abatimiento,
para el logro del método y para la realización del nibbana” (10,95) [1]. Sin embargo, aunque
siempre mantuvo una clase de “retraimiento metafísico”, nunca vaciló en criticar aquellos puntos de
vista que consideró como perjudiciales para la vida espiritual. Los textos mencionan, a veces, tres
de ellos que repudió expresamente: el determinismo de las acciones pasadas, el teísmo determinista
y la negación de la causalidad (3,61). Decididamente rechaza como un equivocado punto de vista la
tesis, según la cual “no existen frutos ni resultados de las buenas y malas acciones”, la cual repudia
el principio del kamma (10,176; 10,211, etc.). También critica duramente el “determinismo duro”,
un punto de vista, según el cual, nuestras decisiones son causadas irrevocablemente por los factores
y las fuerzas externas a nosotros mismos. En contra de la posición determinista, la cual afirma que
“no existe el kamma, no hay obra ni esfuerzo”, dice que todos los Budas perfectamente iluminados
enseñan “la doctrina del kamma, la doctrina de las obras y la doctrina del esfuerzo (3,137). Insistió
en la existencia de tales cosas como instigación, iniciativa, elección y esfuerzo, razones por las
cuales la gente es responsable de su propio destino (6,38).
El Buda afirmó que su Dhamma fue “directamente visible” (sanditthika), palabra que llegó a ser
uno de sus epítetos. Preguntado sobre cómo esto podría ser confirmado, lo explicaba dirigiendo a
los investigadores de vuelta a su propia e inmediata experiencia. Cuando una persona está superada
por la codicia, el odio y la falsa ilusión —decía—, actúa para su propio perjuicio, el perjuicio de
otros y el perjuicio de ambos, experimentando el sufrimiento y el abatimiento; pero cuando
abandona la codicia, el odio y la falsa ilusión, es libre de actuar para el bienestar de todos y no
experimenta, más, ni sufrimiento ni dolor (ver 3,53-54). La destrucción de la codicia, el odio y la
falsa ilusión es el Nibbana, y en este sentido, el Nibbana también es directamente visible (3,55).
En AN el Dhamma es visto no meramente como el sendero de la práctica y la meta a ser realizada,
sino también como la colección de discursos verbales que el Buda ofreció durante su carrera de
predicador. Así, ocasionalmente los suttas se refieren a los nueve tipos de enseñanza, dentro de los
cuales los discursos fueron clasificados en el periodo temprano, anterior a la compilación de los
Nikayas (4,102; 4,107; 5,73-74, etc.). Porque las enseñanzas del Buda, las cuales revelan el sendero
a la iluminación y liberación, fueron reunidas dentro de un cuerpo de escrituras, el vigor, la pureza y
la longevidad del Dhamma dependen de la apropiada preservación y transmisión de los textos.
Entre los cuatro Nikayas, el AN es el que con más frecuencia insiste en la necesidad de preservar el
Dhamma apropiadamente y, de este modo, protegerlo de la decadencia y desaparición.
Los suttas que hablan de este tema se pueden encontrar a lo largo de la obra. Una serie de textos
cortos en Los Uno delinea los factores que causan que el buen Dhamma desaparezca y,
contrariamente, los factores que sostienen su vitalidad (1,31-40; 1,41-50; 1,51-60; 1,61-70). Estos
últimos se resumen en no confundir lo que es el Dhamma con lo que no lo es; no confundir la
disciplina con lo que es contrario a ella; citar al Buda exactamente, describir su conducta
correctamente y no confundir las diferentes categorías de las reglas disciplinarias. En un sutta el
Buda ofrece instrucciones a los monjes sobre los criterios para determinar si las enseñanzas que
surjan, después de su muerte, son auténticas o espurias (4,180). Otro sutta dice que el buen
Dhamma degenera cuando los monjes no preservan las enseñanzas apropiadamente, malinterpretan
su significado, yerran en enseñar a otros y se desvían de la práctica. Pero cuando, por el contrario,
preservan las enseñanzas apropiadamente, las interpretan correctamente, enseñan a otros y se
esfuerzan en la práctica, la enseñanza perdura por largo tiempo (4,160).

NOTA:
[1] En la edición impresa de esta Introducción, en lugar del sutta 10,95 figura el 9,20; sin embargo,
el mismo carece de la cita que el autor trae a colación en el presente capítulo. Consultado al
respecto, el Ven. Bhikkhu Bodhi confirmó que se trataba de un error, el cual estaría corregido en la
siguiente reimpresión o edición.
El movedizo caleidoscopio de la experiencia

En este capítulo, el autor agrupa a los suttas más representativos que hablan de la naturaleza de
nuestra experiencia siempre cambiante, la cual permanentemente muda su forma y hace que, a pesar
de nuestras ilusiones, no podamos evitar la vejez, la enfermedad y la muerte, el decaimiento de
nuestras posesiones y la pérdida de los seres queridos. Se contrasta, sin embargo, lo que hace al
respecto un “tonto mundano” y un “noble discípulo”.
Por Bhikkhu Bodhi
Dada la importancia que tiene la preservación de la enseñanza y el hecho de asegurar su longevidad,
[surge la pregunta sobre] ¿cuál es exactamente el contenido del Dhamma descubierto por el Buda, y
por qué el mismo es tan especial? Antes de responderla, será de utilidad un breve repaso del cuadro
que el Buda tuvo del universo mismo, para ver el trasfondo y el escenario de su búsqueda de la
liberación. Los Nikayas imaginan el universo como dimensiones inconcebiblemente vastas que
experimentan alternadamente fases de desarrollo y declive. La unidad básica del tiempo cósmico es
un eón (kappa). Aquellos que adquieren el poder de recordar sus vidas pasadas —dicen los textos—
pueden recordar “varios eones de la disolución del mundo, varios eones de la evolución del mundo
y varios eones de la disolución y evolución del mundo” (3,58; 3,101, etc.). Un eón está dividido en
cuatro fases: disolución, disolución prolongada, evolución y evolución completada. Cada una de
esas fases está más allá de los cálculos [por más que fueran de] cientos de miles de años (4,156). El
sistema mundial no solo tiene una vasta duración en el tiempo, sino que está también estratificado
por medio de varios reinos de la existencia, que van desde los lúgubres reinos del infierno, mundos
de intenso sufrimiento, a través del reino animal hacia la esfera de los espíritus afligidos (a veces
llamados “espíritus hambrientos”); luego, subiendo a partir del reino humano en una serie
ascendente de reinos celestiales habitados por devas y brahmas, deidades y seres divinos. Existen
seis reinos celestiales sensoriales: el cielo de los cuatro divinos reyes, los devas Tavatimsa, los
devas Yama, los devas Tusita, los devas que se deleitan en la creación y los devas que controlan lo
que fue creado por otros (3,70; 6,10; 8,36; etc). Por encima de estos reinos, está el mundo de
Brahma y, aún más alto, las esferas del renacimiento de aquellos que dominaron los logros
meditativos.
A pesar de las muchas diferencias, existe una cosa que une a todos los seres sintientes desde los
planos más bajos hasta los más altos, a saber, todos buscan la liberación del sufrimiento y quieren
alcanzar la verdadera felicidad. Este impulso, inherente a todos los seres sintientes, es precisamente
el tema dominante de la enseñanza del Buda, el eje central que mantiene juntas todas las doctrinas y
maneras de practicar. Pero antes de dar por sentado nuestros supuestos comunes, el Buda se
embarca en una investigación crítica sobre lo que constituye el sufrimiento y sobre lo que ofrece la
perspectiva de una felicidad indisoluble. Nuestras preconcepciones acerca de lo que tendría que
hacernos felices, frecuentemente son engañosas, derivadas de la fijación en las sensaciones
inmediatas, la cual excluye el reconocimiento de las repercusiones más profundas y consecuencias a
largo plazo de nuestra conducta.
La experiencia es siempre cambiante, siempre muda su forma, sin considerar nuestros deseos y
expectativas. A pesar de nuestras ilusiones, no podemos evitar la vejez, la enfermedad y la muerte,
el decaimiento de nuestras posesiones, la pérdida de los seres queridos. Tanto el tonto mundano
como el sabio discípulo comparten esa suerte. Pero se diferencian en que el mundano no reflexiona
en la universalidad de esta ley y, en consecuencia, cuando la misma se apodera de él “sufre,
languidece, se lamenta, llora golpeando su pecho y se vuelve confundido”. El sabio discípulo, por el
contrario, descubre que la vejez, la enfermedad y la muerte, la destrucción y la pérdida, constituyen
nuestro destino universal; de esta manera, saca afuera “el venenoso dardo del dolor” y mora feliz,
libre de los dardos (5,48). Una vez más, ambos —el mundano y el discípulo— están sujetos a las
“ocho condiciones mundanas”: ganancia y pérdida, mala reputación y fama, reproches y alabanzas,
placer y pena. El mundano, atraído por uno y repelido por otro “no es libre del nacimiento, de la
vejez y la muerte, del dolor, el lamento, la pena, el abatimiento y la angustia”. Pero el noble
discípulo, reconociendo todas estas condiciones inestables y transitorias, sujetas al cambio, descarta
tanto la atracción como la repulsión y alcanza la liberación interior (8,6).
Lo que el Buda enfatiza, como punto de partida en la búsqueda de la felicidad verdadera, es la
cercana correlación entre las cualidades éticas de nuestra conducta y el tono en el que sentimos
nuestras experiencias. Las acciones corporales, el habla y los pensamientos pueden ser agrupados
éticamente en dos grandes clases, la de lo perjudicial (akusala) y la de lo beneficioso (kusala). El
Buda notó que lo perjudicial es la fuente de la miseria, mientras lo beneficioso es la fuente de la
bienaventuranza. La avidez, el odio y la falsa ilusión conducen al perjuicio y sufrimiento, mientras
que su eliminación lleva al bienestar y la felicidad (3,65; 3,66). Por esa razón, su constante mandato
a sus discípulos consistía en hacer un determinado esfuerzo para abandonar lo perjudicial y
desarrollar lo beneficioso (2,19). Esforzarse por lo beneficioso es, por lejos, más grande, más rico y
conducente a la felicidad más duradera, que la indulgencia en la avidez. Una serie de suttas cortos,
contrastan las diferentes clases de felicidad y evalúan sus relativos valores: la felicidad de la vida
monástica es superior a aquella de la vida laica; la felicidad del renunciamiento es superior a la
felicidad sensual; la felicidad sin adquisiciones es superior a la felicidad surgida a partir de las
adquisiciones; la felicidad sin corrupciones es superior a aquella con corrupciones; y la felicidad
espiritual es superior a la mundana (2,64-68).
De acuerdo con el Buda, el “movedizo caleidoscopio” del sufrimiento y felicidad no cambia su
configuración solamente dentro de una particular vida en la tierra; el mismo cambia aún de manera
más radical a media que viajamos progresivamente por la ronda de los renacimientos conocida
como samsara, “la deambulación”. El factor que gobierna este proceso, el cual convierte el curso
entero de los renacimientos en una sola ley, es la fuerza llamada kamma (karma, en sánscrito). La
palabra kamma literalmente significa “acción”, pero el Buda la usa específicamente en referencia a
la acción volitiva o intencional: “es la volición, monjes, que yo llamo el kamma; por haber querido,
uno actúa a través del cuerpo, el habla o la mente” (6,63). De esta manera, el kamma denota obras
que se originan a partir de la volición, las cuales pueden permanecer puramente mentales, creando
kamma a través de nuestros pensamientos, planes y deseos; o puede llegar a expresarse en obras
corporales o verbales. El kamma denota también la fuerza moral creada por nuestras obras. Todos
nuestros actos, moralmente determinados, crean un potencial capaz de traer cuatro clases de
resultados (vipaka) que corresponden a sus cualidades éticas. Nuestras obras generan kamma, y
cuando se juntan las condiciones apropiadas, el kamma madura y produce los correspondientes
frutos, trayendo miseria o felicidad en dependencia de la cualidad moral de la acción originaria. El
kamma que creamos puede madurar en esta presente vida, en el siguiente renacimiento o en alguna
ocasión subsecuente (3,34; 10,217). Una cosa es cierta: a lo largo de nuestro viaje por el ciclo de los
renacimientos, nuestra reserva acumulada de kamma es capaz de madurar y producir sus resultados.
Por eso el Buda enseña una y otra vez que “los seres son dueños de sus propio kamma, son
herederos de su kamma; tienen el kamma como su origen, el kamma como su pariente, el kamma
como su recurso; cualquier kamma que hacen —bueno o malo—, son sus herederos (10,216; ver
también 5,57 y 10,48).
Las diferencias en el kamma influyen en una amplia diversidad de la fortuna de la gente que,
constantemente, ronda en el ciclo de las existencias ascendiendo y descendiendo, partiendo a veces
de la luz y otras veces de las tinieblas (4,85). El kamma es el principal determinante en el
renacimiento. El kamma perjudicial conduce al renacimiento desafortunado y los resultados
penosos, y el beneficioso, al renacimiento afortunado y los resultados placenteros (2,16-17; 3,111;
10,217-218). El renacimiento no está confinado al reino humano, puesto que el kamma varía en sus
cualidades y potencial, puede producir el renacimiento en cualquiera de los cinco gatis o destinos:
en el infierno, el reino animal, el reino de los espíritus afligidos, el mundo humano o el mundo de
los devas (6,63). Los seres migran constantemente de un reino a otro, pero relativamente pocos
nacen en el mundo humano o en el de los devas, en comparación con el número mucho más grande
de los que renacen en los infiernos, en el reino animal y en el reino de los espíritus afligidos, que
colectivamente se llaman el mal destino o el mundo bajo (1,348-377). Los modernistas, que
proponen interpretar estos reinos como estados psicológicos que experimentamos en nuestra
existencia humana, tendrían un tiempo difícil buscando algún soporte de su posición en los Nikayas.
En AN leemos una y otra vez, en casi todos los nipatas, sobre cómo los seres renacen en el infierno
o en el cielo “con la disolución de su cuerpo, después de la muerte” (kayassa bheda parammarana).
Esta expresión es uno de los principales hilos conductores de los Nikayas y no existe indicación
alguna de que la misma tenga un propósito metafórico.
El criterio para juzgar si la volición de una acción es perjudicial o beneficiosa, son los motivos o
“raíces” que la acompañan. Hay tres raíces perjudiciales: la codicia, el odio y la falsa ilusión. De
estas surgen contaminaciones secundarias como la ira, la hostilidad, la envidia, la avaricia, la
presunción y la arrogancia; y de las raíces, más sus respectivas contaminaciones secundarias, surgen
las acciones contaminadas que tienen el potencial de producir el renacimiento en el plano de miseria
(6,39). El kamma beneficioso, por otro lado, es la acción originada a partir de las tres raíces
beneficiosas: la no-codicia, el no-odio y la no-falsa ilusión, lo cual puede ser expresado en términos
más positivos como la generosidad, el amor benevolente y la sabiduría. Mientras las acciones que
surgen de las raíces perjudiciales, están necesariamente atadas a la ronda de los repetidos
nacimientos y muertes, las acciones que nacen de las raíces beneficiosas pueden ser de dos clases:
mundanas y las que trascienden el mundo. Las acciones beneficiosas mundanas tienen el potencial
de producir un renacimiento afortunado en un reino alto (6,39). Las acciones beneficiosas que
trascienden el mundo u supramundanas (lokuttara), es decir, el kamma generado a través de la
práctica del Óctuple Noble Sendero y los Siete Factores de Iluminación, desmantelan el proceso
kammico causal entero y, de este modo, conducen a la liberación de la ronda de los renacimientos
(3,34; 4,233; 4,237-238).
Los textos no nos dejan a una suerte de adivinanza sobre qué clase de hechos crean el kamma
beneficioso y perjudicial respectivamente, sino que proveen un mapa preciso del terreno de la
conducta correcta y equivocada. La lista estandarizada contiene diez clases de acciones
perjudiciales —tres del cuerpo, cuatro del habla y tres de la mente— y diez correspondientes tipos
del kamma beneficioso (ver 10,176 para un análisis detallado). Sin embargo, todas esas acciones, en
último término, surgen de la mente. De esta manera, la mente se revela como la fuente subyacente
del bien y del mal, y a través de las acciones que fluyen de ella, la causa fundamental del
sufrimiento o felicidad.
Al trazar las raíces del sufrimiento y la felicidad, mediante la vuelta a nuestras intenciones, el Buda
demuestra que la clave de la felicidad consiste en el entrenamiento y el dominio de la mente. En una
serie de suttas-pares dice que no ve otra cosa alguna que lleve al dolor y el sufrimiento semejantes,
que una mente no desarrollada, no cultivada, desguarnecida, desprotegida y no restringida; mientras
que nada conduce a felicidad tan grande que una mente desarrollada, cultivada, domada,
resguardada, protegida y restringida (1,23-30; 1,31-40). De esta manera, el desarrollo y el cultivo de
la mente se convierten en el centro de la enseñanza del Buda; y el resultado de este cultivo será el
despliegue de la luminosidad intrínseca de la mente y el arribo final a la dicha de la liberación.
Conservando la armonía hogareña

El Bhikkhu Bodhi en esta parte trae a colación algunos suttas del AN que son dirigidos, directa o
indirectamente, a las personas que viven en el hogar y la sociedad laica.
Por Bhikkhu Bodhi
Aunque el budismo temprano prescribió un sendero del auto cultivo conducente a la extinción del
sufrimiento, el Buda descubrió que el desarrollo espiritual no ocurre dentro de un vacío social, sino
que reposa en un orden social saludable y armonioso que ejemplifica las clases de virtudes que
nutren la vida espiritual. Las influencias espirituales comienzan en la cima de la jerarquía social y
descienden, gradualmente, afectando a la sociedad entera y hasta los dominios biológicos y físicos
(4,70). De esta manera, el Buda dedica un considerable esfuerzo para instalar en sus seguidores un
estilo de vida y un sentido de responsabilidad social que conduzca a una sociedad armoniosa, en la
cual la gente actúe de acuerdo con las virtudes cívicas. Entre los cuatro Nikayas, el Anguttara —
junto con el Sigalaka Sutta (DN 31)— es probablemente la fuente más rica en esa clase de
enseñanzas. John Kelly hace notar que este Nikaya tiene el mayor número de suttas que se ocupan
de las personas laicas, tanto los que directamente se dirigen a ellas, como los que lo hacen
indirectamente hablando a los monjes sobre las prácticas propias de los discípulos laicos (ver la
Tabla Nº 2).

Tabla Nº 2:
Suttas a personas laicas por Nikaya

Digh Samyutt Anguttar


Majjhima Khuddaka
a a a

Total de suttas en el Nikaya [1] 34 152 2,904 8,122 601 [2]

Directamente a los laicos 14 47 121 125 30

Indirectamente a los laicos 1 3 7 36 6

Total 15 50 128 161 36

Fuente: Kelly, 2011, p. 8.


De un número de discursos dedicados a las relaciones familiares, se hace evidente que el Buda
consideró a la familia como un agente principal de aculturación. Puesto que la cabeza de la familia
tiene un impacto particularmente poderoso en su condición hogareña, el Buda trató de promover
una transformación positiva de la sociedad, ofreciendo a los hombres hogareños las directrices de
una vida recta. Instaló un pragmático, aunque inspirador ideal para los laicos, aquel del sappurisa o
“buena persona”, la que vive “para el bien, el bienestar y la felicidad de mucha gente”, sus padres,
su esposa e hijos, la ayuda doméstica, amigos y renunciantes ascéticos (5,42). Cuando la cabeza de
la familia da un buen ejemplo, aquellos que dependen de él crecen en todo lo que es valioso: la fe,
la virtud, el aprendizaje, la generosidad y la sabiduría (3,48; 5,40).
Al ofrecer directrices a la familia, el Buda establece las tareas de los niños hacia sus padres (2,33;
3,31), aconseja a los esposos y las esposas cómo vivir juntos (4,53) e incluso instruye a una pareja
que se ama, sobre lo que debe hacer para asegurar el hecho de poder reunirse en las futuras vidas
(4,55). Distingue entre el modo de vida correcto e incorrecto, define las vías apropiadas para
adquirir y utilizar las riquezas y prescribe las maneras adecuadas para sostener las relaciones
cordiales: el dar, el habla entrañable, la conducta beneficiosa y la imparcialidad (4,32). No
solamente instruye a individuos y familias, sino que aconseja también a estadistas y gobernantes.
Así, enseñó a la gente de la confederación Vajji, quienes mantuvieron las formas republicanas de
gobierno, “los siete principios de no declive” (7,21). Para los reyes, estableció el ideal del “monarca
que gira la rueda” (raja cakkavati), la de un rey recto que gobierna mediante el Dhamma y provee
la recta protección para todos los de su reino, incluyendo animales y aves (3,14; 5,133).

NOTAS:
[1] Para el Samyutta Nikaya y Anguttara Nikaya, Kelly usa los cálculos hechos por Bhikkhu Bodhi
en sus traducciones de estas colecciones: “Connected Discourses of the Buddha” y “The Numerical
Discourses of the Buddha”, respectivamente.
[2] Kelly solamente considera los estratos más tempranos del Khuddaka Nikaya, es decir,
Kuddhakapatha, Dhammapada, Udana, Itivutaka, Suttanipata, Theraghata y Therighata.
El camino hacia lo alto

En este capítulo se analizan los suttas relacionados con las formas de progresar en el camino budista
por parte de las personas laicas.

Por Bhikkhu Bodhi


Si bien, el budismo temprano ve la rectitud de la sociedad como proveedora de las condiciones
óptimas para el cultivo del bienestar y la felicidad, el énfasis no está puesto en la estabilidad social
en sí, sino en el desarrollo espiritual y la liberación del individuo. Las condiciones más congeniales
para una persecución irrestricta de la meta final, son las que provee el estilo de vida del monje o
monja renunciantes, quienes son libres de las limitaciones y los compromisos de la vida hogareña.
Sin embargo, y casi sin precedentes en esa época, el Buda también sostuvo que, puesto que los
hombres hogareños ganan sus vidas con “el sudor de sus frentes”, el apoyo a la familia también
puede conducirles hacia el avance espiritual y a tres de los cuatro estados de iluminación. Así,
estableció las guías del cultivo espiritual para sus seguidores laicos que fueran compatibles con sus
apretadas agendas de trabajo y responsabilidades familiares. Las mismas capacitarían al discípulo
laico a ganar los altos renacimientos y hasta alcanzar el plano de los nobles, el cual asegura la
liberación final.
Muchos de los factores, que entran dentro del estado fundacional del desarrollo espiritual, son
comunes a los renunciantes y los hogareños. Por eso, aunque los suttas describen estas cualidades
en términos del bhikkhu, las mismas pueden ser comprendidas como pertenecientes a los discípulos
laicos también. La semilla del desarrollo espiritual es la triada de las cualidades consistente en la fe
(saddha), la confidencia (pasada) y la reverencia (garava). La fe es tanto una facultad, como un
poder y, como tal, se la define como la creencia en la iluminación del Buda (5,2; 5,14). Es la
profunda confianza en su sabiduría y la disponibilidad de cumplir sus consejos. A partir de la fe,
surgen otros cuatro poderes que inspiran y direccionan el entrenamiento: la vergüenza moral, el
temor moral, la energía y la sabiduría. Estrechamente conectada con la fe, es la confianza, una
sensación de serenidad y claridad mental que surge de la fe. El discípulo tiene confianza en que el
Buda es el mejor de los seres, el Dhamma la mejor de las enseñanzas y el Sangha, de los nobles, la
mejor comunidad espiritual (4,34). Junto con la fe y la confianza vienen la reverencia, el sentido de
respeto y estima hacia las Tres Joyas y el entrenamiento (6,32-33).
Para un discípulo dotado de la fe, el crecimiento espiritual se promueve a través de la asociación
con buenos amigos, con la gente que puede ofrecer una orientación y servir como modelos
inspiradores. La declaración del Buda a Ananda (SN 45,2), sobre que la buena amistad constituye la
totalidad de la vida espiritual, encuentra sus poderosas analogías en el AN. Leemos que “no veo otra
cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de las cualidades beneficiosas, aún
no surgidas, y la desaparición de las cualidades perjudiciales, ya surgidas, que la buena compañía”
(1,71). Un par de suttas enumera, de una manera hermosa, los rasgos que han de ser buscados en
una buen amigo (7,36-37) y, en otro discurso, dirigido a un hombre hogareño, lo aconseja a hacer
amistades con aquellos hombres hogareños que estuvieran realizados en la fe, la conducta virtuosa,
generosidad y sabiduría (8,54).
La gran parte de la práctica del hombre hogareño implica la participación en los actos meritorios,
las actividades que generan el kamma beneficioso conducente a un feliz renacimiento, buena
fortuna y progreso espiritual. El Buda incluso insta a los bhikkhus: “No tengáis miedo del mérito” y
detalla los beneficios que él mismo ha cosechado del cultivo del amor benevolente en su previa vida
(7,62). Los textos enumeran las tres “bases de la actividad meritoria” (8,36). También mencionan
las cuatro “corrientes del mérito” para un noble discípulo: la inquebrantable fe en las Tres Joyas
junto con la conducta virtuosa (4,52). La lista se expande a las ocho corrientes del mérito, resultado
de la combinación de los Tres Refugios con los cinco preceptos (8,39).
Numerosos textos cortos del AN se refieren a la etiqueta de dar y la generosidad, con énfasis en la
provisión del soporte material a monjes y monjas, al igual que a otros ascetas que viven
dependiendo de la comunidad laica. Aunque el Buda animó a sus discípulos a ofrecer ayuda a los
renunciantes de todas las convicciones, incluyendo a sus rivales (8,12), también enseñó que el
mérito ganado por ofrendar es proporcional a las cualidades espirituales de los receptores, de
manera tal que las personas nobles, especialmente los arahants, se convierten en el campo más fértil
del mérito (3,57). La conducta virtuosa empieza con la observación de las cinco reglas de
entrenamiento: abstenerse de tomar la vida, de mentir, de la inapropiada conducta sexual, de la falsa
forma de hablar y del uso de embriagantes. El código de la buena conducta puede ser ampliado a
diez cursos de acciones saludables, las cuales no solamente cubren la conducta corporal y verbal,
sino también saludables disposiciones y puntos de vista (10,176). Un número de textos ofrece
directrices específicas de la recta forma de hablar. Previamente, ya hice referencia a la recta forma
de vivir en la sección anterior.
Desde la época de los primeros devotos laicos, un valor especial adquiere el mérito de la
observancia de los días uposatha adoptado en los días de la luna nueva y llena. En estas ocasiones,
los devotos seguidores laicos se someten a los ocho preceptos, de los cuales emulan los preceptos
de los monjes novicios (3,70; 8,41-45). Los laicos pueden pasar el día meditando y uno de los textos
recomienda el amor benevolente como especialmente adecuado para los uposatha (9,18). Otro texto
recomienda los cinco recordamientos llamados recursos para la limpieza de la mente contaminada
(3,70). El Buda explica que observar el uposatha completado con los ocho factores es más
beneficioso que gobernar sobre todo el continente, debido al mérito adquirido que puede conducir al
renacimiento en los mundos celestiales.
En una interesante tabla, reproducida aquí, Kelly calculó los objetivos predominantes dirigidos a los
laicos a lo largo de lo Nikayas. Distinguió entre objetivos concernientes al bienestar mundano (en
esta vida o en el renacimiento celestial) y aquellos que están conectados con el logro de la
liberación.
Tabla Nº 3:
Los objetivos de las personas laicas por Nikaya*

Objetivo DN MN SN AN KN Todos

Esta vida / Siguiente 6 (33%) 16 (32%) 44 (34%) 97 (60%) 21 (58%) 184 (47%)

Liberación 9 (50%) 24 (48%) 58 (45%) 34 (21%) 13 (36%) 138 (35%)

No especificado 3 (17%) 10 (20%) 26 (20%) 30 (19%) 2 (6%) 71 (18%)

Total 18 (100%) 50 (100%) 128 (100%) 161 (100%) 36 (100%) 393 (100%)

* Fuente: Kelly, 2011, P. 19.

Kelly hace notar que el AN pone el énfasis más fuerte —que otros Nikayas— en los objetivos
mundanos, en detrimento de la entrada en la corriente o en los estados superiores del sendero. Sin
embargo, incluso en el AN la práctica del seguidor laico no se agota con el mérito. En varios suttas
el Buda menciona las cuatro cualidades que conducen al seguidor laico al bienestar superior. Las
primeras tres son la fe, la virtud y la generosidad, constituyentes del mérito. Pero la cuarta es la
sabiduría, más específicamente, “la sabiduría que discierne el surgimiento y desaparición, la cual es
noble y penetrante, y conduce a la completa destrucción del sufrimiento” (8,54; 8,76). Esta es la
sabiduría de la perspicacia dentro de la transitoriedad, la cual conduce más allá de todas las esferas
del renacimiento, a la meta final del Dhamma, la realización del Nibbana y la liberación de la ronda
de renacimientos.
Disipando el encantamiento del mundo

En este capítulo se repasan suttas, en las cuales el Buda enseña como desencantarse del mundo,
incluso de sus manifestaciones “espirituales” más sublimes, para mantenernos desapasionados.

Por Bhikkhu Bodhi


En aras de alejar a sus discípulos de los ligamentos a los objetos transitorios del apego, el Buda
emplea un arsenal de técnicas, con el cual intenta descubrir el abismo que se encuentra justo por
debajo de las aparentemente inocentes alegrías de la vida virtuosa. Estas técnicas intentan instalar
en el aspirante la cualidad de la llamada samvega, palabra sin equivalente preciso en español. Para
poder comunicar este significado es necesario apoyarse en alguna frase provisional como “el
sentido de urgencia”. Samvega podría ser descrita como una conmoción interior o un choque que
experimentamos cuando somos sacudidos en nuestra complacencia habitual por un espantoso
encuentro con las verdades, cuya plena gravedad normalmente se nos escapa. Samvega surge del
reconocimiento de que nuestra seguridad auto-asumida es ilusoria, de que transitamos
perpetuamente sobre un hielo fino sujeto al rompimiento bajo nuestros pies en cualquier momento.
El catalizador principal que induce a este sentido de urgencia es nuestra confrontación con nuestra
inevitable mortalidad revelada mediante la vejez, la enfermedad y la muerte. Este encuentro nos
sacude de nuestro habitual conformismo mundano y nos pone en la búsqueda de la paz y liberación
inquebrantables. El futuro Buda, por sí mismo, también se sometió a este “choque de
reconocimiento” antes de poder embarcarse en su propia búsqueda de iluminación. Sus profundas
reflexiones sobre la vejez, la enfermedad y la muerte hicieron añicos su encanto por la juventud,
riquezas y vitalidad, y le condujeron desde su palacio hacia el bosque, en búsqueda de lo que no
envejece, es libre de enfermedad e inmortal: el Nibbana (3,39).
En varios suttas, el Buda emplea una plantilla-modelo que involucra tres puntos destinados a
inducir al sentido de urgencia. Estos tres puntos son: la gratificación (assada), el peligro (adinava)
y el escape (nissarana). Nosotros empezaremos con algo obvio de manera inmediata: que nuestra
experiencia en el mundo proporciona algunos grados de gratificación y disfrute, los cuales consisten
en el placer y el gozo que surgen con el cumplimiento del deseo. Esto es así porque la gente
experimenta gratificación al apegarse a las cosas que le proporcionan placer. Sin embargo, cuando
miramos con mayor profundidad, podemos ver que justo por debajo de la superficie brillante del
gozo, está la parte oscura de dolor y angustia. Este es su peligro, derivado de su transitoriedad
(anicca), ligado al sufrimiento (dukkha), que naturalmente tiende a cambiar y decaer
(viparinamadhamma). El tercer paso, el escape, nos muestra la liberación del peligro. Cuando
vemos que nuestro anhelo por el placer nos ata a lo que inherentemente está viciado, podemos soltar
el anhelo. Así, el escape radica en “remover y abandonar el deseo y la codicia”.
Es con el propósito de provocar el sentido de urgencia que el Buda subraya los aspectos de la
experiencia que usualmente solemos ocultar a nosotros mismos. Esos puntos enfáticos dan a la
enseñanza un sabor algo “pesimista”, pero se trata de un pesimismo que no conduce a un callejón
sin salida del nihilismo, sino que se abre a la liberación, al fin del sufrimiento. De acuerdo con esta
estrategia el Buda enseña a sus discípulos, sean ellos monásticos o laicos, a reflexionar a menudo
sobre el hecho según el cual están sujetos a la vejez, la enfermedad y la muerte; que deben separarse
de todos y de todo lo que aman; y que son herederos de su propio kamma (5,57). Pone de relieve la
miseria [presente] en los placeres sensuales, llamándolos peligrosos, sufrimiento, enfermedad,
ebullición, lazo y pantano (6,23; ver también 8,56). Declara que incluso una cantidad insignificante
de la existencia condicionada, aunque sea “por un espacio de tiempo igual a un simple chasquido de
dedos” resulta ser como un trozo de excremento (1,328). Llama la atención a la inmundicia del
cuerpo, que contiene treinta y un nada atractivos constituyentes, es presa de una gran cantidad de
enfermedades y se asemeja a una protuberancia con nueve orificios (10,60; 9,15). Subraya la
fugacidad de la vida humana, la cual es corta, limitada y fugaz, acosada por el sufrimiento y la
miseria (7,74). Puntualiza que en algún momento dado de la historia, hasta la grandiosa tierra con
sus majestuosas montañas arderán en el fuego y desaparecerán (7,66). Es más, dijo que todo el
sistema del mundo será disuelto junto con sus poderosas deidades. Comprendiendo esto, el sabio
discípulo “llega a estar desencantado y desapasionado hacia lo supremo, y ni hablar, con lo inferior”
(10,29).
Las contaminaciones de la mente

Bhikkhu Bodhi clasifica, en este capítulo, las múltiples clases de contaminaciones mentales,
presentes en el AN, las cuales no solo obstaculizan la meditación, sino que hacen que uno hasta sea
incapaz de discernir su propio bien y liberarse del samsara.

Por Bhikkhu Bodhi


Una vez que reconocemos claramente los defectos en los placeres sensuales y la futilidad de
deambular de vida a vida en los reinos de la existencia condicionada, surge el impulso de liberarse
de la esclavitud y llegar al fin de las repetidas existencias. Para cumplir con esta necesidad, tenemos
que investigar la causa de nuestra esclavitud, porque solamente removiendo la causa podemos
eliminar el resultado. El Buda coloca la causa del sufrimiento en las ligaduras de nuestra propia
mente. De ahí que subraya la enseñanza sobre una honesta autoevaluación (10,51). Como parte del
diagnóstico del origen del sufrimiento, los Nikayas están repletos de catálogos de muchas
contaminaciones, de la cuales la mente es presa. En AN encontramos varios de esos semejantes
grupos, los cuales usualmente llevan nombres metafóricos que indican cómo estas contaminaciones
nos afectan: corrupciones, obstáculos, inundaciones, grilletes, etc. Al leer los Nikayas, es probable
que nos sintamos impresionados por el gran rango de contaminaciones que están siendo listados, y
también confusos acerca de los distintos roles que los mismos cumplen dentro de los diferentes
grupos. Para dar sentido a esos listados, los he ordenado en tres categorías. Las categorías proceden
de mi misma concepción y no se mencionan ni en los textos canónicos ni tampoco en los
Comentarios. Sin embargo, aunque esos grupos no pueden ser enseñados con una rigidez exclusiva,
la clasificación parece resistir el examen.
(1) La primera clase está conformada por las contaminaciones responsables del comportamiento
viciado. Estos son los motivos subyacentes de la mala conducta y el kamma perjudicial. Los grupos
más importantes de esos, son las tres raíces perjudiciales: codicia (o lujuria), odio y falsa ilusión,
referidos ya anteriormente en la discusión del kamma. Se los menciona frecuentemente como las
causas de la mala conducta corporal, verbal y mental, y también se los alinea explícitamente con
los diez cursos de la acción perjudicial (10,174). Esas tres raíces, algunas veces —cuando se toman
en consideración los motivos de las decisiones particulares— se extienden a “cuatro incorrectos
rumbos” (4,17-19 y 4,20): el deseo, el odio, la falsa ilusión y el miedo.
El deseo sexual es la contaminación crucial para los monásticos, quienes comprometen sus vidas
con el celibato y necesitan frenar y dominar sus impulsos sexuales. El Buda habla con frecuencia
sobre los peligros en los placeres sensuales y advierte a los monjes sobre [el peligro] de formar
vínculos estrechos con los miembros del sexo opuesto (5,225-226). En la comunidad monástica que
reúne a las personas con personalidades muy diferentes y opiniones fuertes, la ira y el resentimiento
pueden tener también un efecto corrosivo en la dinámica del grupo y, por eso, el Buda y sus
principales discípulos prescriben métodos para disipar estas opiniones destructivas (5,161; 5,162;
9,29-30; 10,79-80).
La ira y la hostilidad, conjuntamente, forman la primera de las seis “raíces de la disputa”, las cuales
el Buda veía como peligro para la armonía del Sangha (6,36). Puesto que los monásticos son los
principales destinatarios de las enseñanza sobre el compartimiento de sus ganancias —sean
materiales, seguidores laicos o conocimiento—, el Buda enumeró cinco clases de tacañería que
tienen que ser desarraigadas para que cada uno de la comunidad tenga asegurada la posibilidad de
llegar a desarrollar sus potencialidades (5,115; 5,224). Para la gente laica también hay instrucciones
sobre la permanencia en el hogar “con la mente carente de la mancha de la avaricia, libremente
generosa, de mano abierta, devota a la caridad, deleitándose en dar y compartir (6,10).
(2) La segunda clase de contaminaciones dentro de este triple esquema, está conformada por
aquellas que impiden el éxito en la meditación. El grupo más elemental aquí es el más simple: la
completa pereza, resistencia a trabajar para el “surgimiento de la energía con el fin de alcanzar lo
aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado” (8,80). Una vez que el
meditador supera la pereza y hace el esfuerzo para meditar, es probable que encuentre las
contaminaciones que caen dentro del conjunto conocido como los cinco impedimentos, llamados así
porque son “obstrucciones, impedimentos, estorbos para la mente, estados que debilitan la
sabiduría”. Los mismos, incluso, impiden que uno conozca su propio bien o el bien de los demás
(5,51). El Buda los condena como “el montón de lo completamente perjudicial” (5,52), y los
compara con la corrupción del oro (5,23) y con las impurezas de un cuenco con agua (5,193). Una
serie de suttas, en el comienzo de AN, explica el principal disparador de cada uno de los cinco
impedimentos con su respectiva y más eficaz técnica meditativa para superarlo (1,11-20).
El Anguttara menciona otros grupos de impedimentos que obstruyen la práctica de meditación.
Estos, incluyen las tres clases de pensamientos perjudiciales (4,11), cinco clases de aridez (5,205) y
cinco esclavitudes mentales (5,206). Los mismos pueden ser correlacionados, en mayor o menor
grado, con los cinco impedimentos. Todos ellos se ven superados, tentativamente, mediante una
práctica exitosa de la meditación de serenidad, la cual alcanza su plenitud en samadhi, el
recogimiento mental o concentración.
(3) Las contaminaciones del tercer tipo son más profundas y obstinadas. Se trata de
contaminaciones que están en la base de la corriente de la conciencia y que sostienen la esclavitud
del ciclo de los renacimientos. Dichas contaminaciones permanecen en estado latente incluso
cuando el meditador alcanza los elevados estados de concentración. Pueden ser removidas
solamente con el desarrollo de la sabiduría, mediante el pensamiento perspicaz que penetra las
profundidades de la verdad del Dhamma. En el lenguaje pali y los Comentarios, pueden ser
totalmente erradicados solamente a través de los senderos “supramundanos” o aquellos que
trascienden el mundo (lokuttaramagga), estados de conciencia que rompen las barreras de la
realidad condicionada y penetran el incondicionado Nibbana.
Los primordiales de estas contaminaciones fundamentales se llaman asavas, inadecuadamente
traducidas como “corrupciones” [1]. Las mismas consisten en el anhelo por los deseos sensuales,
anhelo por la continuación de la existencia y la ignorancia (6,63). Se los erradica únicamente con el
logro del arahantado y, por eso, el fruto del estado de arahantado ha sido descrito como “la
inmaculada liberación de la mente, liberación mediante la sabiduría, alcanzada con la destrucción
de las corrupciones”. Otro grupo de contaminaciones fundamentales incluye las cuatro ataduras
(4,10), idéntico en el contenido con los tres asavas, pero aumentado por la atadura a los puntos de
vista; las siete tendencias subyacentes (7,11-12) y los diez grilletes, cuya erradicación en
agrupaciones marca el logro de los sucesivos estados de iluminación (10,13). Las tres raíces
perjudiciales —codicia, odio y falsa ilusión— también operan en este nivel y, por lo tanto, tienen
que ser desarraigadas para poder ganar la liberación. Todas estas contaminaciones caen bajo el
dominio de la ignorancia y anhelo por la existencia, lo cual dirige el proceso del samsara hacia
adelante, de una existencia a otra (3,76-77). La liberación final, consecuentemente, en última
instancia depende de la eliminación de la ignorancia y el anhelo, lo cual ocurre mediante la
sabiduría que trasciende lo mundano y que discierne profundamente las cuatro nobles verdades.

NOTA DEL BT:


[1] Taints, en inglés. El Ven. Bhikkhu Bodhi, al ser consultado sobre por qué siguió utilizando esta
palabra por más que la considera incorrecta, nos respondió lo siguiente:
“Yo digo que traducir assava como ‘corrupciones’ no es adecuado. El problema es que en inglés
realmente no existe palabra alguna que fuera adecuada. Literalmente assava significa ‘cosas que
fluyen hacia adentro (o hacia afuera)’. Los Comentarios explican que la dirección del flujo puede
ser tanto adentro como afuera. Por eso algunos traductores usan ‘flujo hacia adentro’ (o afluencia,
influxes, en inglés) o ‘flujo hacia afuera’ (o salida, outflows, en inglés). Uno hasta podría traducirlas
como ‘fugas’. Otros traductores usan ‘contaminaciones’, ‘descomposiciones’, ‘intoxicaciones’,
‘fermentaciones’, ‘chancros’, etc. Ven. Nanamoli usó ‘corrupciones’ (taints, en inglés) en su
traducción del Majjhima Nikaya. Así que yo seguí con ‘corrupciones’ sólo para estar en
consonancia con él, por más que no estoy satisfecho con ninguna traducción al inglés.
La palabra assava fue usada también en las religiones indias antes del surgimiento del Buda. Los
jainistas lo entendían como el flujo del kamma dentro de la mente, pero este no es el significado que
tiene el budismo. Más bien se trata del flujo de la ignorancia, avidez por la existencia y avidez por
los placeres sensuales.
El sendero del renunciamiento

En este capítulo se analizan los suttas que demuestran que, aunque el Buda enseñó el Dhamma de
manera abierta y amplia, tanto a los renunciantes como a los laicos, prestó mayor atención a
aquellos que “renunciaron a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar”.

Por Bhikkhu Bodhi


Aunque el Buda enseñó el Dhamma de manera abierta y amplia, tanto a los renunciantes como a los
laicos, prestó mayor atención a aquellos que lo siguieron saliendo de la vida hogareña hacia el estilo
de vida sin hogar, para perseguir la meta que él mismo había descubierto. Por eso el pleno rango de
la práctica del Dhamma está incorporado dentro del entrenamiento sistemático de los bhikkhus o
bhikkhunis. El curso gradual del entrenamiento monástico se trata con más detalles en el Digha
Nikaya y Majjhima Nikaya, pero la misma secuencia aparece también una vez en AN (4,198).
La precondición para el entrenamiento es el surgimiento del Tathagata y su proclamación del
Dhamma. Habiendo escuchado la enseñanza, el estudiante adquiere la fe y sale hacia la vida sin
hogar. Ahora monje, se somete a la disciplina ética del renunciante, lo cual requiere de una vida sin
hacer daños y de puridad de acciones corporales y verbales. Debería estar contento con los
requisitos más simples, sin por eso ponderarse él mismo de su propia austeridad (4,28). Con el fin
de facilitar el paso a la concentración, practica la restricción de las facultades sensoriales y el
ejercicio de la atención consciente y clara comprensión en todas las actividades. Otros textos sobre
el entrenamiento monástico mencionan otras dos medidas que encajan en esta fase: la moderación
en la comida y el desvelo (3,16; 4,37). El bhikkhu recurre a un lugar de morada recluido, limpia su
mente de los cinco impedimentos, y se adiestra en los cuatro jhanas, los estados de profunda
concentración. Después dirige su concentrada mente hacia las tres clases de conocimiento superior:
el recuerdo de las vidas pasadas, la percepción del fallecimiento y renacimiento de los seres, y la
penetración de las cuatro nobles verdades. Este proceso llega a la consumación con la liberación de
la mente de los asavas.
Otro sutta, 10,99, empieza con la misma serie de pasos preparatorios, pero a partir del logro del
cuarto jhana procede a los cuatro logros meditativos sin forma: la base de la infinitud del espacio, la
base de la infinitud de la conciencia, la base de la nada y la base de la ni-percepción-ni-no
percepción. De aquí el meditador continúa hacia el “cese de la percepción y sensación” conocido
también como el logro del cese, al surgir del cual “ve con sabiduría” y alcanza la destrucción de los
asavas. En esta versión del entrenamiento, no se mencionan los dos primeros conocimientos
superiores y el proceso del desarrollo mental continúa a través de cada uno de los nueve logros
meditativos. Con todo, a pesar de esas diferencias, ambas series concluyen con la destrucción de los
asavas.
Aunque AN comparte estas descripciones comprensivas del entrenamiento monástico con otros
Nikayas, incluye formulaciones que parecen ser específicas, si no completamente únicas en sí
mismas. Una de ellas es el triple entrenamiento: la conducta virtuosa superior, la mente superior (en
concentración) y la sabiduría superior (3,81; 3,82; 3,83; 3,84; 3,85; 3,86-88; 3,89-90). De un interés
particular, de esta serie de textos, es un par de suttas que declaran que el monje puede caer dentro de
las ofensas relacionadas con las reglas de entrenamiento menores y secundarias, someterse a la
rehabilitación y alcanzar los cuatro estados de la iluminación (3,86-87). Lo que sostiene
firmemente son “aquellas reglas de entrenamiento que son fundamentales de la vida espiritual, y de
conformidad con la vida espiritual”. Estos dos suttas correlacionan también el triple entrenamiento
con los cuatro estados de iluminación: el que entra-en-la-corriente y el que una-vez-retorna
completan la conducta virtuosa, pero no los otros dos entrenamientos; el que no-retorna completa la
virtud y la concentración, pero no la sabiduría; y el arahant completa los tres entrenamientos.
Otra perspectiva del curso secuencial de la práctica ofrece la serie de los “paralelos expandidos”
que empiezan en Los Cinco (con 5,24) y van en aumento dentro de los nipatas posteriores hasta Los
Once. Esta serie puede ser estratificada en términos del triple entrenamiento con su culminación en
la liberación, pero exhibe unos estados de transición más finos que yacen entre los estados
principales. Así, en la más completa versión (11,3) se procede desde la conducta virtuosa al no
arrepentimiento, y a partir de allí se pasa a la alegría, arrobamiento, tranquilidad, placer,
concentración, conocimiento y a la visión de las cosas tal cómo realmente son, el desencantamiento,
el desapasionamiento, y el conocimiento y la visión de la liberación. Presumiblemente, la liberación
en sí misma debería encajar después del desapasionamiento, pero esto ya requeriría de un Libro de
los Doce.
La búsqueda monástica no siempre culmina en la realización nirvánica, la cual inspira a los monjes
a embargarse en la vida del renunciamiento. Los Nikayas muestran una aguda conciencia de la
debilidad humana y tocan alarmas de precaución. Un sutta menciona los cuatro “peligros” que
enfrenta el miembro del clan que “ha salido por fe de la vida hogareña hacia la de sin hogar”: la ira
al ser instruido por monjes más jóvenes, el ansia por la comida que se ve frustrada por las
regulaciones que rigen a la comida, la atracción por las cinco clases de placer sensorial y el haberse
encontrado con una mujer seductora (4,122). Otro discurso señala que cada bhikkhu o bhikkhuni
que deja el entrenamiento y regresa a la vida laica, lo hace porque no tiene suficiente fe, vergüenza
moral, temor moral, energía ni sabiduría (5,5). Y dos discursos extensos comparan al Bhikkhu, que
se desvía del entrenamiento, con un guerrero derrotado en la batalla. En un caso, la razón es “la
mujer o la muchacha que es hermosa, atractiva y agraciada, poseedora de la suprema belleza de su
tez” (5,75). En el otro, la pasión que surge al ver a una mujer durante la ronda en busca de la
comida de las limosnas “con su vestimenta escasa y desordenada” (5,76). El Anguttara muestra que
mientras el Buda tenía una profunda confianza en la capacidad de los seres humanos para triunfar
sobre todas las ataduras y grilletes, no fue ajeno a la dificultad que representaba la fuerza, el poder y
la astucia de las impurezas que había que afrontar y vencer.
Meditación

Los suttas agrupados en este capítulo ofrecen una visión panorámica de la meditación enseñada por
el Buda, al igual que sus principales objetos.

Por Bhikkhu Bodhi


El corazón de la vida monástica es la práctica de lo que solemos llamar meditación, el esfuerzo
metódico de domar y dominar la mente, y desarrollar su capacidad de calma y perspicacia. El
entrenamiento empieza con la mente no desarrollada, nublada y rebelde, acosada por las pasiones y
corrupciones. Y termina con la mente liberada, tranquila, domada, brillante y luminosa, libre de
impurezas y esclavitud de las repetidas existencias.
Los métodos de cultivo mental caen dentro de dos categorías, serenidad (samatha) y perspicacia
(vipassana); la primera es considerada apropiada para desarrollar la concentración y la segunda,
para desarrollar la sabiduría. La serenidad conduce al abandono de la codicia y a la liberación de la
mente. La perspicacia conduce al abandono de la ignorancia y a la liberación a través de la sabiduría
(2,31). En su conjunto, “la liberación de la mente” y “la liberación a través de sabiduría”
constituyen el arahantado, la meta final.
Aunque la secuencia habitual del entrenamiento meditativo procede de la concentración a la
sabiduría, varios suttas en AN demuestran que los meditadores pueden escoger entre varias rutas
para llegar al sendero que trasciende el mundo. El discípulo Ananda declara que todos los que
alcanzan el arahantado lo hacen en una de las cuatro maneras: desarrollando la serenidad primero y
luego la perspicacia (la secuencia estándar), desarrollando perspicacia primero y luego la serenidad,
desarrollando a ambas en su conjunto, o emergiendo de la “inquietud acerca del Dhamma” y
alcanzando la mente unificada (4,170). Otro sutta aconseja a alguien que ganó la serenidad o la
perspicacia (pero no lo otro) a buscar el maestro que pueda darle instrucciones para obtener el factor
faltante; a quien no ganó ni uno ni otro, buscar instrucciones para ganar a ambos, mientras que
alguien que ganó a los dos, debería desarrollarlos hasta lograr la capacidad de alcanzar la
destrucción de los asavas (4,94).
Los objetos de meditación que menciona el AN son muchos y diversos. Al igual que en los otros
Nikayas, AN no ofrece instrucciones detalladas de una tecnología de la meditación, pero introduce
una amplia variedad de los objetos de la misma. Aparentemente, dichos objetos han de ser diversos
para que puedan ser acomodados a las diferentes disposiciones de las personas que llegaron al Buda
en busca de las instrucciones. El Libro de los Uno incluye un “catálogo” virtual de temas y logros
pertenecientes a la práctica de la meditación, todo eso expuesto en conexión con lo que hace un
bhikkhu digno de recibir la comida de las limosnas (1,394-574). El mismo nipata concluye con una
extensa oda a la atención consciente en el cuerpo (1,575-615; 616-627), declarándola como la clave
para la realización de lo inmortal.
Los suttas en AN describen muchos de los familiares objetos de meditación que reciben un
tratamiento más detallado en obras como el Visuddhimagga. Encontramos aquí la atención
consciente en la respiración (10,60), los seis recordamientos devocionales (6,10; 6,25), el amor
benevolente (8,1; 11,15) junto con cada uno de los cuatro inconmensurables o “divinas moradas”
(3,65; 8,63), y atención consciente en la muerte (6,19-20; 8,73-74). La meditación caminando,
también está bien ponderada porque ofrece cinco beneficios (5,29). Es de interés particular el
énfasis que AN pone en las “percepciones” (sanna), objeto de meditación que inicialmente
involucra toda una serie de reflexiones antes que una pura y atenta observación. AN 7,49, por
ejemplo, menciona siete percepciones, de las cuales se dice que “culminan en lo inmortal, teniendo
lo inmortal como su consumación”. Estas siete son: la percepción de lo repugnante, la percepción
de la muerte, la percepción de lo repugnante de la comida, la percepción del no-deleite en el mundo
entero, la percepción de la transitoriedad, la percepción de la insatisfacción en la transitoriedad y la
percepción del no-yo, en el cual está la insatisfacción. Cada una de estas percepciones está
conectada con alguna percepción distorsionada o una inclinación que le es contraria. Así, la
percepción de lo repugnante elimina el deseo por las relaciones sexuales, la percepción de la muerte
contrarresta la atadura de la vida y la percepción de lo repugnante de la comida causa el alejamiento
de la avidez por los sabores. El popular Girimananda Sutta describe las diez percepciones, sobre las
cuales el Buda instruye a Ananda, en cuanto cómo recitarlos con el fin de restituir la salud del
bhikkhu Girimananda, quien estaba afligido por una grave enfermedad (10,60).
Algunos de los objetos de meditación mencionados en AN son propios ––según la tradicional
exégesis Theravada–– al desarrollo de la serenidad, y otros al desarrollo de la perspicacia. Lo que, sin
embargo, es interesante en AN es que, mientras la serenidad y la perspicacia son tratados como
dominios diferentes de la meditación con sus propios énfasis y frutos, una línea separatoria directa
entre sus respectivos objetos de meditación, pertenecientes a uno u otro, por de pronto, no puede ser
hallada. Es bastante concebible que en la propia visión de la meditación del Buda, la serenidad y
perspicacia no representasen dos categorías de objetos de meditación separadas, sino más bien dos
complementarias orientaciones subjetivas que pueden ser desarrolladas sobre la base del mismo
grupo de objetos de meditación.
En AN se mencionan con frecuencia los estados de conciencia elevados, alcanzados a través de la
meditación. Los más frecuentes, desde luego, son los cuatro jhanas. Adicionalmente nos cruzamos
también con tales grupos como las ocho bases de la superación (8,65), las ocho emancipaciones
(8,66) y las nueve moradas progresivas (9,31-32-33-34-35-36-37-38-39-40-41; 9,50-51-52; 9,61).
El éxito meditativo a veces se manifiesta en la culminación en los tres conocimientos verdaderos,
los tevijja (3,58-59), los cuales alcanzó el mismo Buda en la noche de su iluminación (8,11). En otra
parte la meditación conduce al logro de las seis clases del conocimiento superior, conocidas luego
como los abhinnas (3,101-102; 5,23; 6,2), cinco de las cuales involucran a los poderes psíquicos,
mientras que la sexta, al conocimiento que trasciende el mundo y destruye a los asavas.
Sabiduría

En este capítulo se analizan los suttas en los cuales aparece la sabiduría como el único elemento del
Camino de Buda que conduce a la meta final: a la liberación de la insatisfacción, al Nibbana.

Por Bhikkhu Bodhi


Cuando se persigue la profunda concentración como fin en sí mismo, la misma está acompañada
por un exaltado gozo, dicha, calma y ecuanimidad. Estas experiencias podrían convencer a un
meditador incauto de que ya alcanzó la meta final y descubrió “la paz nirvánica dentro de sí”. Sin
embargo, estos elevados estados se alcanzan simplemente a través de la intensificación de la
conciencia, no mediante una profunda perspicacia capaz de cortar los lazos de la repetida existencia.
Los estados superiores de concentración generan un poderoso kamma beneficioso, el cual puede
conducir al renacimiento en la forma o en reinos sin forma —reinos de estatura supra-divina—,
dependiendo del logro alcanzado durante la existencia humana del meditador. Sin un profundo
discernimiento de la sabiduría, este kamma finalmente será exhausto, y la existencia divina
terminada, dando lugar a un renacimiento en cualquier lugar, tal vez hasta dentro de un mal destino
(3,116; 4,123-124-125-126). En el camino que alcanza la culminación y termina en lo inmortal,
finalmente debe producirse la sabiduría. Por eso, el Buda pondera la sabiduría como el principal
esplendor, radiación, luz, brillo y lumbrera (4,141-145).
Sin embargo, a pesar de esta analogía con la luz, la sabiduría no se enciende repentina y
espontáneamente mediante buenos y piadosos deseos; más bien se engendra a través del
seguimiento del prescrito curso de entrenamiento. Un sutta enumera ocho condiciones para la
adquisición y maduración de la sabiduría que pertenecen a la vida espiritual (8,2). Las mismas
incluyen la confianza en el maestro, hacer preguntas para aclarar las dudas, observar las reglas de la
disciplina, aprender sobre el surgimiento y desaparición de los cinco cúmulos, reflexionar sobre ello
y contemplarlo. Otro factor de apoyo para el crecimiento de la sabiduría es el recto punto de vista.
El Buda asignó al recto punto de vista el primer lugar entre los factores del Noble Óctuple Sendero
y de diez clases de rectitud (10,103). A partir del recto punto de vista se originan los demás nueve
factores, culminando con el recto conocimiento y la recta liberación (10,105).
Aprender e investigar el Dhamma también contribuye en el crecimiento de la sabiduría. Entre los
cuatro Nikayas, el AN es tal vez el que pone mayor énfasis en el aprendizaje. El aprendizaje está
descrito en términos de una de las cinco clases de riquezas (5,47) y de una cualidad que hace del
bhikkhu persona respetada y estimada por sus compañeros monjes (5,87). Desde luego, el discípulo
que aprendió poco pero lo puso dentro de la práctica es superior a aquel o aquella que, habiendo
aprendido mucho, no lo aplica (4,6). Sin embargo, el aprendizaje posee un valor intrínseco y
aquellos que sobresalen en él, obteniendo además los cuatro jhanas y los tres verdaderos
conocimientos, son considerados dignos de un respeto especial (10,97). La maestría sobre el
Dhamma califica a uno a enseñar, de modo que uno no sólo puede acelerar su propio progreso, sino
también promover el bien de los demás (8,62).
Los suttas del AN no sólo alaban meramente el aprendizaje sino que proveen instrucciones
concretas sobre cómo aprender y enseñar el Dhamma. Puesto que el Dhamma siempre ha sido
transmitido oralmente y no escrito en documentos, los textos enfatizan la necesidad tanto de una
escucha atenta como de la retención. Alguien que no escucha atentamente es como un cuenco
invertido que no puede mantener el agua; alguien que atiende pero no retiene lo que aprendió, es
como un hombre que deja que se desparrame todo lo que tiene en su regazo; mientras que alguien
que atiende a los discursos y retiene lo que había aprendido, preserva en ello por largo tiempo como
un tazón puesto correctamente, que por largo tiempo retiene el agua (3,30). Ananda, el más
instruido de los monjes, menciona los seis factores que conducen a la maestría en el Dhamma, entre
los cuales está el hecho de aprender muchos discursos, enseñar a otros y visitar a los ancianos para
clarificar los puntos que no han sido plenamente comprendidos (6,51).
En ocasiones, el escuchar el Dhamma puede servir para entrar en el irreversible sendero de la
libración final, pero para alcanzar este beneficio, uno ha de escuchar apropiadamente. Esto significa
que uno ha de escuchar con la mente respetuosa y abierta, no con la mente que intenta encontrar
faltas y menosprecia al discurso o al orador (5,151-153). Escuchar y enseñar el Dhamma, incluso
puede acelerar el logro de la liberación. Mientras escucha el Dhamma, lo enseña, recita y examina
su significado, uno puede ganar la inspiración, experimentar el regocijo y poner en marcha el
proceso que culmina en la plena liberación de los asavas (5,28). El aprendizaje, sin embargo, debe
ser acompañado por la práctica. Por eso el Buda urge a los monjes a no gastar todo su tiempo en el
estudio, la enseñanza, la recitación y la reflexión, sino a apartarse y dedicarse cada uno a desarrollar
la serenidad interior y la sabiduría que puedan ser experimentadas (5,73-74).
Aprendizaje y enseñanza juegan un rol vital para asegurar la longevidad del Dhamma. El Dhamma
declina y desaparece, cuenta un sutta, cuando los monjes no lo escuchan respetuosamente, no lo
aprenden, no lo retienen en la mente, no examinan su significado ni lo ponen en práctica; pero
continúa sin degenerarse, cuando los monjes se dedican al aprendizaje, reflexión y práctica (5,154).
Otro sutta subraya la importancia de la enseñanza y el hecho de hacerles recitar los textos a otros
(5,155). Cuando se enseña, hay que seleccionar
un tema apropiado, evaluar los intereses y las expectativas de la audiencia y, luego, ofrecer una
charla que coincida con sus inclinaciones (5,157). El Buda prescribe cinco directrices para quien
enseña el Dhamma: debe ofrecer charlas que sigan una secuencia progresiva; debe proveer razones
para apoyar sus aseveraciones; debe tener empatía con su audiencia; no debe procurar las ganancias
materiales y no debe decir nada dañino para sí mismo ni para los demás (5,159).
La sabiduría penetrante no es materia relacionada meramente con el dominio de algún cuerpo de
textos o de un sistema de ideas, sino que consiste en ver dentro de la naturaleza de los fenómenos.
Los principios que han de ser vistos con sabiduría son las “tres características” de la transitoriedad,
sufrimiento y no-ser. Se nos dice que, sea que surjan los Tathagatas en el mundo o no, esta es la ley
fija que permanece: que todos los fenómenos condicionados son transitorios; que todos los
fenómenos condicionados son sufrimiento; y que todos los fenómenos son no-ser (3,136). Ver la
verdadera naturaleza de los fenómenos significa verlos como transitoriedad, sufrimiento y no-yo.
Normalmente, nuestras mentes están sujetas a una distorsión perceptiva y conceptual, de modo que
construimos las cosas como permanentes, placenteras y poseedoras de ser. Sin embargo, los textos
describen a estas, nuestras nociones, como una inversión de la percepción y como formas de
trastorno cognitivo (4,49). La tarea de la perspicacia consiste en corregir esa distorsión mediante la
contemplación de las cosas “tal como realmente son”, es decir, transitoriedad, sufrimiento y no-yo
(7,16-18). De manera interesante, algunos suttas en AN agregan un cuarto tema de contemplación:
contemplación del Nibbana como felicidad (6,101; 7,19).
La contemplación de los fenómenos condicionados como transitoriedad y sufrimiento, la
contemplación de todos los fenómenos como no-ser y la contemplación del Nibbana como felicitad,
habilita al discípulo a adquirir “la convicción en conformidad” con el Dhamma (anulomika khanti).
Esto prepara la mente para una visión perspicaz aún más profunda y, cuando ésta llega a alinearse
con el Dhamma mismo, esto induce a entrar en “el fijo curso de la rectitud” (sammattaniyama), el
sendero que trasciende el mundo e infaliblemente conduce a los cuatro estados del despertar (6,98-
101).
El Buda insistió que la meta última de su enseñanza era la extinción del sufrimiento en esta presente
vida, y por esa razón urgía constantemente a los bhikkhus a no permanecer satisfechos con algún
logro parcial, sino que siguieran adelante hacia la meta final. Les impuso a tomar esta resolución:
“No voy a relajar mi energía, hasta que no haya logrado lo que se puede lograr por la fuerza viril, la
energía y el esfuerzo” (2,5). Dos suttas en AN nos ofrecen un vistazo del proceso contemplativo, a
través del cual, el discípulo realiza su meta final. Uno de esos discursos explica que el bhikkhu
entra en cualquiera de los cuatro jhanas, o uno de los tres menores logros sin forma, y contempla
sus componentes —los cinco cúmulos comprendidos en el logro (cuatro cúmulos en los logros sin
forma)— como transitoriedad, sufrimiento, una enfermedad, una herida, un dardo, la miseria, la
aflicción, algo ajeno, la desintegración, el vacío y el no-yo. En cierto momento aleja su mente de
aquellos fenómenos y la dirige hacia el elemento inmortal, el Nibbana. Sobre esta base alcanza la
destrucción de los asavas, es decir el arahantado o, si no completa el trabajo, el estado del que no-
retorna (9,36). En el otro sutta los devotos laicos preguntan a Ananda sobre cómo el bhikkhu
alcanza la destrucción de las impurezas. Ananda explica que el bhikkhu entra en cualquiera de los
cuatro jhanas, cuatro inconmensurables (amor benevolente, compasión, gozo altruista o
ecuanimidad) o tres logros menores sin forma. Entonces, evalúa el logro como “construido y
producido por la volición” y observa: “Todo lo que es construido y producido por la volición es
transitorio y sujeto al cese”. En este caso también alcanza el arahantado o el no-retorno (11,16).
El Sangha

De acuerdo con la exégesis tradicional, la palabra sangha se usa en dos sentidos: como designación
del orden monástico consistente en bhikkhus y bhikkhunis, llamado a veces el “Sangha
institucional” o “Sangha convencional”; y como designación a la “comunidad de los nobles, la cual
se haya compuesta de los ocho tipos de personas nobles.

Por Bhikkhu Bodhi


De acuerdo con la exégesis tradicional, la palabra sangha se usa en dos sentidos: como designación
al orden monástico consistente en bhikkhus y bhikkhunis, llamado a veces el “Sangha institucional”
o “Sangha convencional” (sammutisangha), y designación a la “comunidad de los nobles
(ariyasangha), la cual se compone de ocho tipos de personas nobles, cuatro pares de aquellos que
han alcanzado los senderos que trascienden el mundo y sus respectivos frutos. Sobre la base de esa
distinción, se dice que el Sangha convencional solamente se compone de los monásticos, sean ellos
nobles o gente común, mientras que el noble Sangha incluye a los laicos que han alcanzado los
senderos y los frutos, al igual que los monásticos.
En AN la distinción entre estas dos clases del Sangha es discernible, pero las fronteras entre ambas
no son tan claras como la tradición las hace ver. En primer lugar, dondequiera que los nuevos
conversos declaran que van por refugio, declaran que el tercer objeto del refugio es el “Sangha de
los bhikkhus” (incluidas presumiblemente también las bhikkhunis). Esto demuestra que ellos (o más
bien los compiladores de los textos) entendieron que la comunidad monástica era el tercer refugio.
En segundo lugar, la fórmula correspondiente al noble Sangha la describe en términos que se
aplican más fácilmente a los renunciantes que a los hombres hogareños: él es “digno de las
ofrendas, digno de hospitalidad, digno de donativos, digno de saludos reverenciales”. Semejante
encomio otra vez establece la conexión entre el Sangha monástico y el noble Sangha.
Sin embargo, hay un sutta que habla de “cuatro clases de personas que adornan el Sangha”. Estas
son los bien disciplinados e instruidos bhikkhus, bhikkhunis, seguidores laicos y seguidoras laicas
(4,7; ver también 4,211). Esto sugiere que la palabra sangha, incluso en su sentido convencional
puede incluir a la gente laica, salvo que alguien entienda que la declaración significa que bhikkhus
y bkikkhunis adornan al Sangha como sus miembros, mientras que los laicos lo adornan como su
sostén. En cualquier caso, casi todos los demás textos, cuando hablan sobre el Sangha sin una
referencia específica a los nobles, se entiende que se refieren al orden monástico (o algún sub-grupo
del mismo).
Varios suttas del AN muestran que el Sangha monástico no siempre está a la altura de los criterios
establecidos por el Buda para él. En 2,42-51 se presenta una serie de contrastes entre los pares de
las asambleas, unas censurables y otras loables. Dos de ellas están específicamente descritas en
términos de los bhikkhus. La censurable de cada par incluye a la asamblea superficial, en la cual los
bhikkhus son “inquietos, inflados y vanos”; la asamblea inferior, en la cual son lujuriosos y laxos; la
asamblea de residuos, en la cual entran a un camino equivocado a causa del deseo, odio, falsa
ilusión y miedo; y la asamblea que valora las cosas mundanas, no al buen Dhamma. La negligencia
y la mundanalidad no eran los únicos problemas que el Buda tuvo que enfrentar en el orden
monástico. Diseminados por todo el AN hay referencias de peleas y disputas entre los bhikkhus. Así
leemos acerca de situaciones donde los bhikkhus habían llegado a "discutir y pelear, y apuñalarse
con cortantes palabras” (10,50; ver también 2,43; 3,124). En una ocasión, proyectaba su sombra una
amenaza de cisma. Para evitar este peligro, el Buda propuso seis directrices en aras de promover un
relacionamiento cordial entre los monjes (6,12), y les urgió a reunirse a menudo y conducir los
asuntos del Sangha en armonía (7,23). También les advirtió acerca de las seis raíces de las disputas
que deben ser extirpadas dondequiera que surjan (6,36). Sin embargo, a pesar de las faltas de sus
miembros, el Buda tuvo una gran consideración del Sangha monástico. Alabó al Sangha de los
monjes diligentes como un insuperable campo de méritos, al cual vale la pena viajar miles de
kilómetros con el fin de verlo (4,190), y estaba complacido cuando vio que los monjes vivían “en
concordia, armoniosamente, sin disputas, como una mezcla de leche y agua, mirándose los unos a
los otros con afecto” (10:50).
El Sangha monástico no sólo provee las óptimas condiciones para aquellos que están decididos a
llevar la vida espiritual con completa seriedad, sino que también sirve como campo de bendiciones
y causa para expandir la enseñanza del Buda a la comunidad laica. Los bhikkhus y las bhikkhunis
ofrecen a la gente laica la oportunidad de ganar méritos, ayudándoles con los hábitos, la comida de
las limosnas, las viviendas y la medicina. Los monásticos también han de usar sus encuentros con
los laicos como oportunidad para enseñar el Dhamma a la gente en los hogares, pueblos y ciudades
que visitan. El Buda ha puesto un fuerte énfasis en la necesidad de ambos grupos asociados en este
relacionamiento simbiótico para completar sus respectivas tareas. Los monásticos están obligados a
proveer al laicado un modelo inspiracional de una conducta disciplinada, comportándose de manera
tal que “aquellos sin la confidencia ganen la confidencia y aquellos con la confidencia, la
incrementen” (8,54; ver también 4,245). La comunidad laica es responsable de velar por las cosas
materiales que necesitan los monásticos. Al hacerlo, se espera que actúen con la etiqueta apropiada,
saludando a los discípulos monásticos respetuosamente, ofreciéndoles el asiento, dando
generosamente y mostrando su solicitud por su bienestar (7,13). Los devotos laicos también
deberían sentarse cerca para escuchar el Dhamma y saborear las palabras (9,17).
El noble Sangha consiste en ocho tipos de nobles personas, que en su conjunto conforman cuatro
pares en relación con los cuatro estados de despertar. Uno de los miembros de cada par es el que
alcanzó el estado en sí, y él que ha entrado en el sendero que irreversiblemente conduce a aquel
estado. Concisamente, se los describe así: “El que entra-en-la-corriente, el que practica para la
realización del fruto de la entrada-en-la-corriente; el que una-vez-retorna, el que practica para la
realización del fruto de un-sólo-retorno; el que no-retorna, el que practica para la realización del
fruto del no-retorno; el arahant, el que practica para la realización del fruto del arahantado (8,59).
En un sutta se agrega otro término a la lista de los ocho y es el gotrabhu o “miembro del clan”
(9,10; ver también 10,16). Extrañamente, la relación de esta figura con las demás no está explicada
en los Nikayas. Los Comentarios interpretan este término a través de las lentes del posterior sistema
exegético del Theravada, de acuerdo con el cual, gotrabhu se refiere a un momento singular que
hace la transición de la cima de la visión perspicaz al sendero que trasciende el mundo. Sin
embargo, esta explicación presupone el desarrollo de un esquema técnico no discernible en los
Nikayas, y por eso es improbable que represente el sentido original del término.
Los cuatro principales estados pueden ser distinguidos a través de los grilletes que eliminan y el
número de renacimientos que aún permanecen para los que alcanzaron estos estados (ver 3,86;
4,210). Con la destrucción de los tres grilletes menores (ver 10,13), el discípulo llega a ser el que
entra-en-la-corriente (sotapanna), no más sujeto al renacimiento en los tres reinos bajos y destinado
a alcanzar la liberación en máximo de nueve vidas más, las cuales pueden pasar tanto en el reino
humano como en el mundo de los devas. Con la destrucción de los tres grilletes menores y la
adicional disminución de la codicia, el odio y la falsa ilusión, llega a ser el que una-vez-retorna
(sakadagami), quien retorna a este mundo una vez más y entonces pone fin al sufrimiento. Con la
destrucción de todos los cinco grilletes, el discípulo llega a ser el que no-retorna (anagami), que
toma un renacimiento espontáneo en el reino de las formas (usualmente en una región especial
llamada las moradas puras) y alcanza el Nibbana final allí sin retornar de aquel mundo. Y con la
completa destrucción de las corrupciones, el discípulo llega a ser un arahant, alguien plenamente
liberado.
Aunque la explicación en los textos se hace frecuentemente en términos de los bhikkhus, la gente
laica también es capaz de alcanzar los primeros tres frutos e incluso el cuarto. En este último caso,
sin embargo, la tradición cuenta que ellos alcanzan el arahantado al borde de la muerte o
abandonan, casi al mismo tiempo, la vida hogareña por la vida sin hogar. En AN encontramos
varios testimonios de los laicos que no-retornan. Así, por ejemplo, la mujer laica Nandamata insinúa
ser alguien que no-retorna (7,53), así como Ugga de Vesali y Ugga de Hatthigama (en 8,21 y 8,22
respectivamente). El Libro de los Seis (6,119-139) menciona una larga lista de seguidores laicos que
han “alcanzado la certeza acerca del Tathagata y llegaron a ser los visionarios de lo inmortal”, la
frase que implica que fueron nobles discípulos (aunque no arahants). Muchas discípulas laicas
también fueron confirmadas como ganadoras de los nobles frutos.
Otro método para distinguir entre los siete tipos de los nobles se menciona en 7,14 donde solamente
se los lista sin ofrecer explicaciones; las explicaciones se encuentran en MN 70. Los siete son:
alguien liberado en ambos aspectos, alguien liberado a través de la sabiduría, el testigo corporal,
alguien que alcanzó la visión, alguien liberado por fe, el seguidor del Dhamma y el seguidor por la
fe. Los primeros dos son arahants, los cuales se distinguen también entre sí: el primero también
alcanza la “pacífica emancipación sin forma” (la meditación sin forma y el logro del cese), mientras
que el segundo, no. Los tres del medio son tres clases de sekhas, discípulos de alto entrenamiento,
los cuales se distinguen de acuerdo con sus respectivas facultades predominantes. El primero es
excelso en la concentración, el segundo en la sabiduría y tercero en la fe. Tal como señala 3,21,
estos tres no están clasificados uno en contra del otro en términos de superioridad, puesto que cada
uno de ellos puede estar comprendido entre los que entran-en-la corriente hasta entre las persona del
sendero del arahantado. El seguidor del Dhamma y el seguidor por la fe son dos clases de personas
que entraron en el sendero de la entrada-en-la-corriente, pero aún no alcanzaron su fruto. El factor
que permite distinguir entre ellos es su respectiva facultad dominante: la sabiduría o la fe. Al final
del 7,56 el Buda menciona a otra “séptima persona” en lugar del seguidor por la fe. Esta clase de
persona se llama “alguien que mora en lo sin-signo” (animittavihari), un término, en sí mismo, no
explicado en el sutta que tampoco nunca tuvo su elaboración en la tradición budista post-canónica.
Los Comentarios simplemente identifican esta figura con el seguidor por la fe, pero podría ser que
se tratase de un intento de adaptación de las ideas inusuales dentro del espacio de un sistema
establecido.
La figura espiritual ideal del AN, al igual que la de los Nikayas en general, es el arahant, quien es
llamado “el mejor entre los devas y los seres humanos: alguien que ha alcanzado la última
conclusión, ganó la última seguridad de la esclavitud, vivió la última vida espiritual y ganó la última
consumación” (3,143; 11,10). Los arahants “han destruido las contaminaciones, han vivido la vida
espiritual, realizaron lo que había que hacer, echaron la carga, alcanzaron su propia meta,
destruyeron los grilletes de la existencia por completo y fueron liberados completamente a través
del conocimiento final” (6,49; 9,7). Ellos están “liberados de la codicia mediante la destrucción de
la codicia; liberados del odio mediante la destrucción del odio; liberados de la falsa ilusión
mediante la destrucción de la falsa ilusión” (6,55). No están más sujetos al retorno al reino de la
existencia alguna, sea ésta la existencia en la esfera sensorial, la existencia en la esfera de la forma o
la existencia en la esfera sin forma (9,25). Ellos entran y permanecen en la inmaculada liberación de
la mente, liberación a través de la sabiduría y al fallecer alcanzan el Nibbana final. Aunque todos
los arahants son parecidos en cuanto a la erradicación de todas sus contaminaciones y a su
liberación del samsara, AN introduce una interesante distinción entre dos clases de arahants. Uno, el
“asceta del loto blanco” (pundarikasaamana), no alcanza las ocho emancipaciones, mientras el otro,
el “asceta del loto rojo (padumasamana), sí lo hace. Los Comentarios interpretan al primer tipo
como a alguien que no alcanza a ninguna de las nueves emancipaciones y así se convierte en el
arahant de la perspicacia pura (sukkhavipassaka), o sea alguien quien alcanza el arahantado sin
alcanzar los jhanas. Esta figura no se encuentra de manera explícita en los Nikayas, lo cual justifica
la pregunta sobre si los Comentarios no ven acaso dentro del texto una idea surgida en el periodo
posterior. Una interpretación que concuerda mejor con los suttas como el MN 70 podría considerar
al asceta del loto blanco como el arahant “liberado a través de la sabiduría” (pannavimutta), quien
puede alcanzar los cuatro jhanas pero no las emancipaciones sin forma, mientras que al asceta del
loto rojo, como el arahant “liberado en ambos respectos” (ubhatobhagavimutta). Adicionalmente de
los jhanas y las emancipaciones sin forma, algunos arahants alcanzan los “tres verdaderos
conocimientos”: el conocimiento de las vidas pasadas, el conocimiento del fallecimiento y el
renacimiento de los seres, y el conocimiento de la destrucción de los asavas (3,58). Y hay todavía
otros, que alcanzan los seis conocimientos superiores, que, aparte de los tres mencionados, agregan
los poderes psíquicos, el oído divino y el conocimiento de las mentes de otros (6,2).
Clases de personas

En este breve capítulo el autor analiza algunos suttas que ofrecen unas clasificaciones de personas
“que pueden ser halladas existiendo en el mundo”.

Por Bhikkhu Bodhi


El Anguttara se distingue, entre los cuatro Nikayas, por su interés en definir y describir los tipos de
personas. Estas clasificaciones no están propuestas desde el punto de vista del objetivo del análisis
psicológico, sino en aras de relacionar a los diferentes tipos de personas con los valores y metas del
Dhamma. La mayoría de las distinciones, aunque no todas, se refieren a los monásticos y se
exponen como pares, o grupos, de tres o más tipos.
De esta manera encontramos distinciones hechas entre tales personalidades como la persona tonta y
la persona sabia, la persona mala y la persona buena, el monje censurable y el monje estimado. Este
último par se describe a veces con detalles más finos, con el fin de ofrecer un cuadro más completo
de las características del monje que es incorregiblemente malvado y el monje presentado como
ejemplo. Distinciones similares se establecen entre las personas laicas, así que tenemos gente laica
de mala intención y aquellos que sirven como ejemplo para la comunidad de los laicos.
La distinción que se establece entre las personas debe disipar un malentendido acerca del budismo
temprano, el cual, si bien disminuyó en los últimos años, no se extendió todavía por completo: [se
trata de sostener] que en su énfasis de responsabilidad personal era estrictamente individualista. En
tiempos posteriores, este malentendido (que podría favorecer algunas actitudes que prevalecieron en
ciertas secciones del Sangha) condujo a la designación Hinayana o “Pequeño Vehículo” a la escuela
adherida a las antiguas escrituras. Una serie de suttas, 4,95.96.97.98.99, distingue entre cuatro tipos
de personas calificadas por medio de la excelencia ascendente: (1) alguien que practica, pero ni por
su propio bienestar ni por el bienestar de otros; (2) alguien que practica por el bienestar de otros,
pero no por su propio bienestar; (3) alguien que practica por su propio bienestar, pero no por el
bienestar de otros; y (4) alguien que practica tanto por su propio bienestar como por el bienestar de
otros. El texto no solo califica al cuarto como el mejor, sino que lo recomienda en términos
superlativos como “el primero, el mejor, el preeminente, el supremo y el más sublime de estas
cuatro personas”. Otra serie de suttas, 5,17-20, explica cómo un monje puede practicar por su
propio bienestar y por el bienestar de los demás. Y un sutta diferente aún, amplía más la motivación
altruista, concluyendo que la persona de gran sabiduría “solamente piensa en su propio bienestar, en
el bienestar de los demás, en el bienestar de ambos y en el bienestar del mundo entero” (4,186).
Bhikkhunis y mujeres en el Anguttara Nikaya

En este capítulo Bhikkhu Bodhi analiza el rol de las monjas y las mujeres en el budismo temprano
tal como se desprende del AN, enfatizando la aparente incompatibilidad entre los “textos, en los que
se despliega una actitud amigable y empática hacia las mujeres, con los pasajes que
categóricamente denigran sus capacidades”.

Por Bhikkhu Bodhi


Aunque la mayoría de los suttas en AN se dirige a los bhikkhus y los describe como su sujeto, en
ocasiones se cuenta con las bhikkhunis, monjas plenamente ordenadas, como sus protagonistas o
sujetos. En AN encontramos la historia sobre los orígenes del Sangha de las Bhikkhunis (8,51)
preservada también en Culavagga del Vinaya. La historia es algo controversial: primeramente,
debido a la inicial renuencia del Buda de permitir a las mujeres a entrar en el estado de vida sin
hogar; y en segundo lugar, porque después de haber dado el permiso del renunciamiento, declara
que la ordenación de las mujeres tendrá un efecto corrosivo para la enseñanza, acortando su espacio
vital de mil a quinientos años. Aunque semejante recuento podría ser creíble, históricamente
hablando, ha sido cuestionado por los eruditos modernos, por tener anacronismos difícilmente
reconciliables con otras informaciones cronológicas presentes en el Canon y los Comentarios. Pero
el sutta ha sido responsable de una actitud desconfiada hacia las bhikkhunis en los países Theravada
y explica el por qué los ancianos conservadores se resisten a reavivar el Sangha de las Bhikkhunis,
lo que actualmente ocurre en países como Sri Lanka y Tailandia.
En una secuencia con los principales discípulos, AN incluye la sección de las excepcionales
bhikkhunis. Sin embargo, mientras que las sección de los bhikkhus consiste en cuatro vaggas que
contienen cuarenta y siete categorías (algunas de ellas ocupadas por la misma persona), aquella de
las bhikkhunis sólo contiene un vagga con trece nombres. Tal vez esto haya sido así por el número
de las bhikkhunis, quizá significativamente menor que el de los bhikkhus, pero esto también podría
reflejar los sesgos de la época y quizá actitudes que prevalecían en la escuela que preservó al Canon
Pali. Parece que el Ekottaragama del Tripitaka chino, derivado de otra escuela antigua, incluye
mucho más bhikkhunis entre los discípulos eminentes.
En 7,56 el Buda informa que dos deidades le habían señalado que un determinado número de
bhikkhunis había sido “bien liberado, sin residuo alguno que permaneciera”. En 8,53, explica a la
bhikkhuni Mahapajapati Gotami las ocho cualidades distintivas y apropiadas del Dhamma y
Disciplina. En 10,28, una “bhikkhuni de Kajangala” responde a diez preguntas relacionadas con
cuestiones numéricas. Cuando sus respuestas son relatadas al Buda, éste declara lo siguiente: “La
monja de Kajangala es sabia, de gran sabiduría. Si vosotros os hubieseis acercado a mí
preguntándome acerca de este asunto, os respondería exactamente de la misma manera”.
Pero no es que AN habla acerca de las bhikkhunis solamente en términos favorables. Una serie de
seis suttas, 5,115; 5,116-120, explica varias causas, por las cuales las bhikkhunis renacen en el
infierno. Cuando es tacaña, cuando critica y alaba a otros indiscriminadamente, derrocha los
donativos ofrecidos por fe, habla y actúa incorrectamente, etc. Es desconcertante que el texto deba
destacar observaciones tan severas para las bhikkhunīs, pero tal vez eso se vio como una precaución
necesaria. En todo caso, en 5,236-240 se hacen las mismas declaraciones acerca de los bhikkhus.
Entre los cuatro Nikayas, AN tiene un número más grande de suttas dirigidos a las mujeres, pero un
número pequeño de los discursos de esta colección testimonia una actitud misógina que nos parece
discordante, desagradable y francamente injustificada. Estos textos presentan a las mujeres como
seres de pasiones poderosas que menoscaban sus habilidades y minan su moral. En 2, 61, el Buda
dice que la mujer nunca se sacia de dos cosas: de relaciones sexuales y de dar a luz. Cuando Ananda
pregunta sobre por qué las mujeres no se sientan en los concilios, no se involucran en los negocios
ni viajan a regiones remotas, el Buda responde que esto se debe a que están llenas de cólera,
envidia, tacañería y carecen de sabiduría (4,80). Dos suttas comparan a las mujeres con una
serpiente negra (5,229-230), en las que resultan ser “impuras, hostiles, de mortal veneno, de doble
lengua y traicioneras de sus amigos”. Su veneno es la fuerte lascivia, su doble lengua es su
proclividad a la calumnia y su traición a los amigos consiste en que “casi todo el tiempo son
adúlteras”. En 5,55 leemos acerca de una madre e hijo, que fueron ordenados bhikkhuni y bhikkhu.
Ellos continuaron en una compañía muy cercana, cayeron en el amor y se entregaron a las
relaciones sexuales entre sí. Cuando esto fue reportado al Buda, él les señaló el por qué la culpa era
de las mujeres: “Si alguien quisiera decir con toda justeza ‘completo lazo del Mara’, precisamente
debería decirlo de las mujeres”.
La cuestión si estas declaraciones realmente pueden ser atribuidas al Buda o si hay que
considerarlas como interpolaciones hechas por los editores monásticos, no puede ser resuelta con
certeza. Sin embargo, semejantes declaraciones ciertamente son contrarias al espíritu más liberal
que emana de las otras partes de los Nikayas. Además, en un texto como AN, con gran cantidad de
suttas cortos, podría ser relativamente fácil, para los monjes aprensivos con su propia sexualidad o
las potencialidades espirituales de las mujeres, insertar dichos pasajes en el canon. Estos suttas no
tienen su contraparte en los Agamas chinos, aunque este hecho no es concluyente en sí mismo,
porque muchos suttas del Anguttara Nikaya en pali no tienen su contraparte en el Canon chino.
Otros suttas del AN que tratan con la sexualidad, muestran un acercamiento más simétrico, tal como
sucede en 1,1-10, 7,51 y 8,17-18, donde la atracción sexual de hombres hacia las mujeres y mujeres
hacia los hombres está precisamente balanceada.
En franco contraste con los suttas de tono misógino, hay otros que muestran al Buda actuando
cordialmente con las mujeres, siendo generoso en otorgarles su enseñanza. Enseñó a una devota
laica Visahka cómo la observancia del uposatha puede ser de gran fruto y beneficio (3,70, 8,43).
Enseñó a Suppavasa los méritos del ofrecimiento de la comida (4,57). A la princesa Mallika, la
esposa del rey Pasenadi, le explicó las causas kármicas a través de las cuales las mujeres pueden
adquirir belleza, riquezas e influencia (4,197). Respondió a las preguntas de la princesa Cundi sobre
la mejor clase de confidencia y la conducta virtuosa (5,32). Instruyó a un grupo de muchachas, que
estaban a punto de casarse, sobre cómo deberían comportarse cuando ya vivan con sus maridos
(5,33), e instruyó a una esposa escandalosa sobre las siete clases de esposas (7,63). Explicó a
Visakha cómo ir hacia la victoria, tanto en este mundo como en el venidero (8,49). Ensalzó a las
bhikkhunis Khema y Uppalavanna como modelos para su seguidoras bhikkhunis, y a las devotas
laicas Khujjuttara y Velukantaki Nandamata como modelos para sus discípulas laicas (4,176). Es
difícil de reconciliar semejantes textos, en los que se despliega una actitud amigable y empática
hacia las mujeres, con los pasajes que categóricamente denigran sus capacidades.
Las series repetitivas

Series repetitivas, son recursos mnemotécnicos compilados por los monjes que combinaron una
lista de diecisiete contaminaciones y otra, de diez tareas, que había que realizar en función a ellas
con las diferentes prácticas espirituales.
Por Bhikkhu Bodhi
Todos los nipatas desde el Libro de los Dos hasta el de los Once concluyen con “Series repetitivas
sobre la codicia, etc.” (ragadipeyyala). Las mismas se crean estableciendo una permutación entre
tres secuencias de términos. La primera consiste en una lista de diecisiete contaminaciones: la
codicia, el odio, el engaño, la ira, la hostilidad, la denigración, la insolencia, la envidia, la avaricia,
el engaño, la astucia, la obstinación, la vehemencia, la vanidad, la arrogancia, la embriaguez y la
negligencia. La segunda es una serie de diez términos que muestran las tareas que hay que llevar a
plena realización en relación con estas diecisiete contaminaciones: el conocimiento directo, la plena
compresión, la completa destrucción, el abandono, la destrucción, el desvanecimiento, la
desaparición, el cese, el abandono y el renunciamiento. Los dos primeros son operaciones
cognitivas complementarias; los demás ocho son sinónimos de erradicación mediante la sabiduría
que trasciende el mundo. Tomados en una combinación, obtenemos un total inicial de 170
operaciones.
La tercera secuencia de términos consiste en un grupo de prácticas que cae bajo la rúbrica numérica
del nipata. Las mismas varían de una a cinco. Cada grupo de prácticas se aplica a cada una de las
170 operaciones, generando un sutta por cada posibilidad. Los Libros de los Dos y los Tres
solamente tienen un grupo de prácticas: el par de la serenidad y perspicacia en el Libro de los Dos y
las tres clases de concentración en el de los Tres. De esta manera en cada uno de estos dos nipatas
se generan solamente 170 suttas. Pero el Libro de los Cuatro tiene un grupo de tres prácticas: cuatro
establecimientos de la atención consciente, cuatro rectos esfuerzos y cuatro bases del poder
espiritual, por lo cual, este nipata genera 510 suttas. El Libro de los Cinco cuenta con cinco grupos
de prácticas, generando el mayor número de suttas repetitivos: 850. Varios de los nipatas [1] tienen
tres grupos, generando 510 suttas cada uno. Debido a estas series repetitivas, el número de suttas en
el AN es más del doble, más allá del número constituido por los suttas independientes.

NOTA DEL BT:


[1] Cf. Libro de los Seis, de los Siete, de los Ocho, de los Nueve, de los Diez y de los Once.
Otros aspectos formales del Anguttara Nikaya

En el AN existen varios recursos de generar una gran cantidad de suttas cortos a partir de unos
pocos principios doctrinales: Bhikkhu Bodhi explica en esta parte cómo funcionan.

Por Bhikkhu Bodhi


Aparte de las “Series repetitivas sobre la codicia, etc.”, AN exhibe un número de otros aspectos
formales que merecen un breve comentario. Uno de ellos consiste en, lo que llamo, “paralelismos
ampliados”. Un paralelismo ampliado es un sutta moldeado en otro sutta previo que incluye su
contenido (o varios de sus contenidos), pero luego introduce otros puntos que lo elevan
numéricamente al nipata más alto. Hago mención de esto en las notas [1], pero sería útil echarle una
mirada colectiva. Para ayudar en esta tarea, incluí un listado de paralelismos ampliados en el
Apéndice 1. La mayoría de los paralelismos ampliados se extiende solamente en dos nipatas, los
cuales pueden seguirse en una sucesión inmediata o estar separados más ampliamente. El
paralelismo expandido más extenso en el AN es una serie de términos de unos pasos sucesivos que
culminan en “el conocimiento y la visión de la liberación”. La misma ocurre en seis nipatas. La
secuencia aparece primero en 5,24 para reaparecer luego extendida por factores adicionales en 6,50,
7,65, 8,81, 10,3 y 11,3. Un otro completo grupo de paralelismos ampliados se refiere a las
percepciones que “culminan en lo inmortal”, lo cual ocurre cuatro veces. El primer grupo aparece
en 5,61 y reaparece en 7,48, 9,16 y 10,56. En el tercer grupo más prominente, el bhikkhu Kimbala
pregunta al Buda por qué el Dhamma no perdura más tiempo después del fallecimiento del
Tathagata. El grupo ocurre tres veces, en 5,201, 6,40 y 7,59. Los otros grupos que pude descubrir
sólo se extienden en dos nipatas. Sus temas varían desde la reverencia hacia la madre y el padre,
pasan por las maneras en las cuales un monje malo se parece a un ladrón, hasta una clase de
samadhi especial, al cual un monje entra para percibir el nibbana.
El segundo aspecto formal es uno que llamo “suttas compuestos numéricamente”. Se trata de
discursos que adquieren un número de temas característicos a un determinado nipata, mediante la
combinación de grupos más pequeños de términos. Los suttas compuestos están listados en el
Apéndice 2. Por ejemplo, una serie de suttas, 6,105-116, llega a los seis puntos combinando el
grupo de tres contaminaciones con las tres medidas contraproducentes por cada sutta. Otro sutta,
7,58, cae dentro de los Siete, combinando cuatro cosas que el Tathagata no necesita esconder con
las tres maneras en las cuales es irreprochable. En 8,49 el Buda enseña a Visakha las cuatro maneras
en las cuales una mujer se encamina hacia la victoria en el mundo venidero. En 9,3, explica a su
asistente Meghiya las cinco cosas que hacen madurar la mente para la liberación y, luego, le enseña
los cuatro objetos de meditación. Ocasionalmente se combinan varios grupos [de temas en el mismo
sutta]. Así 11,10 enumera tres grupos de las tres cualidades con un par de cualidades que hacen del
bhikkhu “alguien mejor entre los devas y los seres humanos”. De esta manera el sutta encaja dentro
de los Once.
El número de los suttas en AN incrementa mediante diferentes técnicas que amplían la cantidad del
material sin agregar nada significativo o nuevo al contenido. Algunos suttas comparten el molde
común y se multiplican a sí mismos usando términos casi sinónimos para referirse al mismo punto.
Un ejemplo de esto es 3,6-8, el cual describe la distinción entre una persona necia y otra sabia,
usando simplemente diferentes palabras descriptivas. Un método alternativo para establecer una
variación consiste en el uso de las diferentes imágenes para comunicar el mismo punto. Por eso 3,51
y 3,52 virtualmente tienen el contenido idéntico, pero mientras uno usa la imagen de una
inundación que arrastra el mundo, el otro, la imagen del fuego. Hacia el fin de los Tres, se crean
unos siete suttas [2], 3,156-162, a partir del mismo molde, cambiando simplemente el grupo de las
“ayudas de la iluminación”, tomado como la representación del camino medio. En algunos suttas el
sujeto permanece el mismo pero difiere el contenido con que se lo define. Un ejemplo está en
4,201; 4,202; 4,203; 4,204; 4,205; 4,206, donde el sujeto es constante, llamado la mala y la buena
persona, pero las cualidades pertenecientes a cada tipo difieren de un sutta al otro.
Otra técnica formal recurrente en AN consiste en incluir, en estrecha proximidad, dos o más suttas
sobre el mismo tema, el primero de los cuales simplemente enuncia el grupo de los factores y, el
segundo, ofrece sus definiciones formales. Ejemplos de eso son muy numerosos. Así 4,161 enumera
las cuatro maneras de la práctica sin explicarlas, mientras 4,162 y 4,163 las elabora. El sutta 4,232
enumera cuatro clases de kamma y los 4,233-234, 4,235-236 y 4,237-238 las definen y las exploran
desde diferentes ángulos. Los suttas 5,1-2 proveen, uno tras otro, la enumeración y las definiciones
de los cinco poderes de entrenamiento; 5,13-14 hace lo mismo con los cinco poderes; 7,3-4 tratan
de los siete poderes de la misma manera y 7,5-6 declara y define las siete clases de las nobles
riquezas. Una vez más, 8,5-6 aplica este tratamiento a las ocho condiciones mundanas y el 10,19-20
hace lo mismo con las diez moradas de los nobles. Ocasionalmente, hay una gran distancia que
separa el resumen del tratamiento detallado; por ejemplo, 6,8 enumera las seis cosas insuperables,
pero su elaboración sólo ocurre en 6,30. Así surge la pregunta sobre cómo semejante distancia pudo
haberse introducido, pero es difícil encontrar a eso una explicación convincente.
Otro aspecto interesante del AN (presente también en el Samyutta Nikaya) es el uso de lo que llamo
“variantes del interventor-escenario”. Con esa técnica, un discurso de exactamente el mismo
contenido, es dirigido a diferentes personas. Así en 8,25-26 el Buda responde las mismas preguntas
sobre las cualidades de un discípulo laico hechas por Mahanama y Jivaka, respectivamente. En 8,43
y 8,45 ofrece el mismo discurso sobre el uposatha a Visakha y Bojjha, y en 8,91-117 (de forma muy
abreviada) a otras veintisiete mujeres, si es que confiamos en este caso a los Comentarios.
Frecuentemente el Buda entrega un discurso a un individuo y en el otro sutta dice lo mismo a los
monjes. De esta manera en 4,53 habla acerca de las diferentes clases de matrimonios a un grupo de
hombres hogareños y luego enseña lo mismo a los monjes en 5,54. Enseña a Anathapindika sobre
cómo un noble discípulo podría declararse a sí mismo como alguien que entra-en-la-corriente en
9,27 y en 9,28 repite la misma explicación a los monjes.
Hay una variación de esto que se refiere no solamente a la audiencia sino al exponente. Uno de los
monjes, usualmente Sariputta, ofrece un discurso que repite textualmente lo que el Buda ya dijo con
anterioridad. Ejemplos de esto podemos ver en 5,163; 5,164, cuyo espejo está en 5,65; 5,66; en
8,77; 8,78, cuyo espejo está en 8,61; 8,62 y en 10,4 y 10,5, donde Sariputta y Ananda ofrecen el
mismo discurso que le Buda pronunció en 10,3. Es un enigma de por qué semejantes suttas fueron
incluidos en el Nikaya puesto que no hay diferencia alguna en sus contenidos con el que ofreció el
mismo Buda.
Hay varias instancias de dos suttas que aparecen como si fueran los “paralelos ampliados”, pero
cuyo contenido es tan diferente que el paralelismo en cuestión es dudoso. Además, las
circunstancias de estos pares de suttas son tales que es virtualmente imposible que ambos fueran
históricamente auténticos. Así el Buda ofrece discursos al general Siha sobre los beneficios visibles
de dar en 5,34 y 7,57. Sin embargo el contenido difiere tanto que es muy dudoso que el Buda
realmente haya podido ofrecer ambos a Siha. El caso es aún más marcado en consideración con
6,44 y 10,75 donde, en dos ocasiones diferentes, una seguidora laica de nombre Migasala se queja
de la misma manera de una declaración que hizo el Buda acerca del renacimiento de su padre y tío.
La respuesta del Buda a esta crítica difiere tanto en cada ocasión, que es prácticamente improbable
que ambas reproduzcan las reales declaraciones hechas dentro de las mismas circunstancias
narrativas.
En los Diez encontramos dos largos bloques de textos que declaran las mismas cosas a lo largo de
los cuarenta o cincuenta suttas, usando dos listados doctrinales diferentes para proveer el contenido.
En los siguientes suttas el objeto consiste en una decuple rectitud: 10,113; 10,114; 10,115-116-117-
118-119-120-121-122; 10,123-133; 134-144; 145-154. 155-166; mientras que en este siguiente
bloque de suttas el objeto consiste en los diez cursos del kamma perjudicial y beneficioso,
respectivamente: 10,167-168; 169-170-171-172-173-174-175-176-177; 178-188; 189-198; 199-210.
El número de suttas cortos en AN se incrementa todavía más mediante el uso de permutaciones, que
generan un gran número de textos a partir de un pequeño grupo de temas doctrinales. Ya expliqué
antes cómo sucede esto en “La codicia, etc., las series repetitivas”. Un proceso similar se usa en
7,95-614 [3], para generar 520 suttas [4] combinando los modos de la contemplación con los
diferentes objetos. Una vez más, al final de los Once, se crean 960 suttas (11,22-981) a través de un
proceso similar de combinación y permutación.

NOTAS DEL BT:


[1] Las notas del Bhikkhu Bodhi de los suttas del AN, por lo general, no se reproducen en la versión
del BT puesto que los suttas en este sitio se basan en diferentes e independientes fuentes.
[2] Son 20 de acuerdo con la numeración del World Tipitaka Edition que seguimos aquí.
[3] 7,95-622, según el WTE.
[4] 528 de acuerdo con el sistema de conteo de WTE.
Los Comentarios del Anguttara Nikaya

Se explica el origen y el rol de los Comentarios —y los Sub-comentarios― del Angutara Nikaya, y
se señalan algunas de sus inconsistencias en cuanto a los textos mismos que comentan.

Por Bhikkhu Bodhi


Para asistir al lector en la comprensión de los suttas he proporcionado un abundante número de
notas [1]. Las mismas sirven para cumplir al menos con cuatro propósitos: (1) proveer un trasfondo
del sutta; (2) explicar las palabras o frases oscuras en el original; (3) entresacar las implicancias
doctrinales de la declaración; (4) explicitar la lectura que adopté entre varias alternativas. Como se
señaló anteriormente [2], mi traducción se basa en las ediciones del AN de Sri Lanka, Birmania y
PTS, las cuales ocasionalmente difieren en sus lecturas. Como mi texto principal, usé la edición
Jayanti de Sri Lanka, pero a veces preferí lecturas de las otras versiones o de los manuscritos que
hacen referencia a las notas de estas ediciones. Para beneficiar a aquellos que tienen acceso a los
textos en pali, me sentí obligado a mencionar cuál de las lecturas he elegido, especificar las
variaciones plausibles y, a veces, explicar por qué hice una determinada elección y pasé de largo las
otras alternativas.
En las notas (como en esta Introducción) las referencias a los suttas del AN han sido señaladas en
negrita [3]. Cuando la fuente textual es seguida por el volumen, la página y, a veces, el número de
línea, esto se refiere a la edición del PTS [4]. Muchas de estas notas provienen de los autorizados
Comentarios de AN en pali, del Anguttara Nikayaatthahatha, conocidos también por su nombre
propio, el Manorathapurani (Mp), “El cumplidor de deseos”. Los mismos fueron atribuidos al gran
comentarista budista Acariya Buddhagosa, quien llegó del sur de la India a Sri Lanka, donde
compiló los Comentarios de los textos canónicos basándose en los antiguos comentarios en cingalés
(ya desparecidos) que han permanecido en Mahavihara de Anuradhapura. Ocasionalmente
Buddhaghosa se refiere a la fuente de sus propios Comentarios como al “Gran Comentario” (Maha
Atthakatha). En el colofón del Manorathapurani dice que lo completó “tomando lo esencial del
Gran Comentario (sa hi mahatthakathaya saramadaya nittita esa). Mientras que los textos
canónicos han sido preservados en pali, el Gran Comentario fue transmitido en el antiguo idioma
cingalés, solamente comprensible a los residentes de la isla (y tal vez, en la época de Buddhaghosa,
solamente a los más eruditos entre ellos). Buddhaghosa tradujo este material al lúcido y elegante
pali, haciéndolo accesible, de este modo, a los bhikkhus de la India y, quizá, en las regiones
periféricas, en las cuales se expandía el budismo. En el colofón de su trabajo, Buddhaghosa explica
por qué en el título de sus Comentarios, usó la palabra Agamas en vez de la más familiar Nikayas
para la designación de las cuatro principales colecciones de los suttas:
Porque este trabajo cumplió mi deseo de comentar todos los Agamas,
Ha sido elegido el título de “El cumplidor de deseos”.
Otra obra exegética, a la cual me refiero en ocasiones son los Sub-comentarios, el Anguttara
Nikaya-tika, conocida también como el Manorathapurani-tika (Mp-t) y, bajo su nombre propio, el
Soratthamanjusa_IV-tika, “El cofre del significado esencial, Parte IV”. Estos Sub-comentarios no
pertenecen al grupo de los “sub-comentarios antiguos” (puranatika), conocidos como el
Linatthappakasini y atribuidos al Acariya Dhammapala, un autor (¿del siglo siete?) de los sub-
comentarios del sur de la India de los otros tres Nikayas. Estos se atribuyen más bien al gran
anciano Sariputta de Sri Lanka que trabajó con ellos durante el reinado del rey Parakramabaju I
(1153-1186) en la capital Polonnaruwa. Puesto que los suttas y los Comentarios usualmente son
suficientemente claros por sí mismos, no me referí a los tika con tanta frecuencia que lo hice con el
Samyutta Nikayapuranatika en mis notas a Connected Discourses of the Buddha (“Discursos
Conexos del Buda” [5]).
Como una forma de precaución, debo aclarar que, por más útiles que sean, los Comentarios
explican los suttas tal como se los entendía, a veces, hacia el primer siglo de la era común, cuando
los antiguos comentarios, elaborados por Buddhaghosa fueron cerrados a adiciones posteriores. El
punto de vista de los Comentarios sobre los suttas, a través de las lentes de un complejo método
exegético desarrollado dentro de la escuela Theravada, se construyó a partir de las interpretaciones
de los antiguos maestros y fue enmarcado dentro de los principios largamente elaborados del
sistema del Abhidhamma. Este sistema exegético no necesariamente corresponde a la manera, en la
cual estas enseñanzas fueron comprendidas en la historia del budismo temprano, pero parece
probable que su núcleo se remonte a la primera generación de los monjes que se habían reunido
alrededor del Buda y fueron encargados de la tarea de dar explicaciones detalladas y sistemáticas de
sus discursos. El hecho de que cite frecuentemente a los Comentarios en las notas, no significa
necesariamente que esté siempre de acuerdo con ellos, aunque cuando interpreto algunos pasajes de
una manera diferente, generalmente lo señalo.
Quiero mencionar brevemente dos principios, centrales para el método de los Comentarios, que
parecen estar en oposición con los textos mismos. Ambos habrán surgido cuando las enseñanzas
tempranas fueron moldeadas dentro del más riguroso, analítico y preciso sistema que subyacía en el
Abhidhamma de Theravada. Las etapas, a través de las cuales ocurría la evolución doctrinal de los
suttas al Abhidhamma, al igual que las maniobras específicas [involucradas en este proceso],
permanecen aún incomprensibles en los detalles, y constituyen así un amplio campo de
investigaciones académicas.
El primer principio distintivo de los Comentarios corresponde al significado de los términos
sendero y fruto. En el Abhidhamma, los cuatro estadios de la iluminación se consideran como
eventos temporales, consistentes —cada uno― en dos fases unidas por una inmediata sucesión.
Primero llega un particular momento mental conocido como el sendero (magga), el cual es seguido
inmediatamente por su correspondiente fruición (phala). De esta manera hay sendero de la entrada-
en-la-corriente, del una-vez-retorno, del no-retorno y del arahantado, cada uno de los cuales está
seguido inmediatamente por el respectivo fruto de la entrada-en-la-corriente etc. El sendero a veces
se llama “sendero que trasciende el mundo” (lokuttaramagga), para distinguirlo de la práctica
preliminar o preparatoria (pubbabhagapatipada), el curso del entrenamiento conducente al sendero
que trasciende el mundo. Los Comentarios toman este esquema del Abhidhamma y lo aplican como
una herramienta exegética para una nueva lectura de los suttas, como si se tratase de algo previsto
ya en los mismos textos originales. Tal como lo había mencionado antes (13. El Sangha), en los
Nikayas, el noble Sangha consiste en ocho tipos de nobles personas, quienes en su conjunto
conforman cuatro pares relacionados con los cuatros estadios de iluminación: la persona que
practica para la realización de un fruto particular y la persona que ha alcanzado el fruto. Los
Comentarios identifican a la persona que practica para el logro con él-que-alcanzó-el-sendero del
Abhidhamma, y aquel que alcanzó el respectivo fruto, con alguien que tuvo la experiencia de la
fruición.
En los Nikayas semejante principio no es discernible, al menos no de esta forma. La experiencia de
una iluminación crucial se llama en los Nikayas “penetración en el Dhamma” (dhammabhisamaya)
o la “obtención del ojo del Dhamma” (dhammacakkhupatilabha). La experiencia parece ser
repentina, pero no se identifica con el sendero como tal, ni tampoco se dice que dura solo un
momento mental. Por el contrario, varios suttas sugieren que el sendero se extiende temporalmente
en el curso de la práctica y que llega a ser irreversible cuando el discípulo entra “en el fijo curso de
la justeza” (okkanto sammattaniyamam). A esa altura el practicante trasciende el nivel de una
persona mundana o común (puthujjana) y llega a ser o un seguidor del Dhamma (dhammanusari) o
un seguidor por la fe (saddhunusari). Mientras el logro del sendero garantiza la realización del
fruto, el fruto no necesariamente surge un momento después de haber entrado en el sendero. Todo lo
que los textos dicen es que aquellos que entraron en el fijo curso de la justeza no pueden volver
atrás sin realizar el fruto de la entrada-en-la-corriente (cf. SN 25,1). Esto implica que se necesita de
más práctica, tal vez días o semanas, para la realización del fruto.
Una vez que el sendero haya sido alcanzado, el practicante “persigue este sendero, lo desarrolla y lo
cultiva”, de cuyo resultado, luego “los grilletes son abandonados y las tendencias subyacentes
desenraizadas” (4,170). Estas expresiones sugieren que el sendero es un extenso proceso de cultivo
antes que un evento instantáneo. Por más que el curso de la práctica puede ser puntualizado por los
repentinos logros de discernimiento, la palabra “sendero” en sí misma se refiere a un proceso entero
de desarrollo antes que a un evento momentáneo y, el fruto, parece ser simplemente el logro de un
relevante estado de iluminación y no una experiencia contemplativa especial.
Otro apoyo de la extensa naturaleza del sendero, en AN, lo encontramos en 8,22. Aquí el hombre
hogareño Ugga declara que cuando sirve la comida al Sangha, aunque las deidades le informan
sobre los logros espirituales de los monjes, igual les sirve equitativamente, sin parcialidades algunas
basadas en sus respectivos estatus espirituales. Si estas personas existiesen tan solo por un momento
de la experiencia del discernimiento, sería difícil de explicar cómo se pudiese hablar de ellos como
receptores de la ofrenda de la comida. Ciertamente, recibir la comida y consumirla, dura más que un
solo momento mental.
El segundo punto sobre el cual emerge un grado de tensión, entre los Nikayas y los Comentarios, es
concerniente a la pregunta sobre si el renacimiento ocurre inmediatamente después de la muerte o
después de un intervalo de tiempo. Durante la edad del budismo sectario, cuando las diferentes
escuelas se ramificaban a partir del Sangha originariamente unificado, y empezaban a emerger las
diferencias doctrinales, la escuela Pali adoptó un principio, según el cual el renacimiento ocurría en
el mismo instante que seguía a la muerte, sin intervalo alguno que separase el momento de la
muerte y el de renacimiento (o concepción). Parece que esta posición, articulada en los
Comentarios, está basada en una lectura particular de ciertos pasajes del último libro de
Abhidhamma Pitaka, el Patthana. A pesar de esto, hay suttas que pueden ser interpretados como
contradictorios a esta posición doctrinal.
El Anguttara ofrece uno de los contrapesos más fuertes contrarios a la hipótesis del renacimiento
instantáneo. Los Nikayas frecuentemente analizan a la persona del tercer estadio de realización, el
anagami o el que no-retorna, dentro de los cinco sub-tipos. El primero de ellos, uno con las
facultades más agudas, se llama antaraparinibbayi, lo cual traduzco como “el que alcanza el
nibbana en el intervalo”. Los Comentarios explican esta figura como a alguien que alcanza el
nibbana en la primera parte de su espacio vital; después avanzan en la interpretación de los otros
cuatro tipos de manera tal que concuerde con esta explicación. Sin embargo, 7,55 distingue entre
tres sub-tipos de antaraparinibbayi, cada uno de los cuales se ilustra con un símil. Los símiles de
una viruta de metal ardiente que sale hacia los diferentes puntos antes de caer sobre el suelo,
sugieren que antaraparinibbayi alcanza el nibbana antes de tomar el renacimiento, lo cual apoya la
hipótesis de un estadio intermedio que separa la muerte y el renacimiento, por lo menos para
algunos entre los que no-retornan (aunque la misma es capaz de una amplia generalización). Esta
fue la posición sostenida por algunas de las escuelas rivales con las que la Theravada competía en el
suelo indio, la más notable de ellas fue la Sarvastivadins.
Los símiles no siempre son una base fiable para sacar conclusiones doctrinales, y la pregunta sobre
si el renacimiento es instantáneo o sigue a un intervalo parece tener poca importancia práctica. Sin
embargo, el compromiso con el renacimiento instantáneo es fundamental para los Comentarios
Theravada. El tono de ciertos argumentos en los Comentarios sugiere que el tema generó, entre las
escuelas indias del budismo temprano, un grado de acaloramiento tal que no parece justificado por
sus consecuencias prácticas. Quizá subyace en el conflicto la aprehensión de que se reconozca un
estado intermedio que podría ser tomado como que implica la existencia de un ser o un alma que
migra de una vida a otra. Sin embargo, las otras escuelas parecían sentirse suficientemente
confortable como para poder aceptar el estado intermedio sin que el mismo fuse una amenaza para
la doctrina del no-yo.

NOTAS DEL BT:


[1] Las notas del Bhikkhu Bodhi de los suttas del AN, por lo general, no se reproducen en la versión
del BT puesto que los suttas en este sitio se basan en diferentes e independientes fuentes.
[2] En el Prefacio de la edición impresa.
[3] En nuestra versión digital, cada una de estas notas está enlazada con su respectivo sutta.
[4] Estas referencias no aparecen en nuestra edición digital; en vez de esto, al abrir a cada uno de
los suttas enlazados con las notas se pueden ver sus referencias de acuerdo con el sistema de WTE.
[5] Traducción del Bhikkhu Bodhi del Samyutta Nikaya.
Los paralelismos chinos

En este capítulo Bhikkhu Bodhi explica cómo la colección paralela del Anguttara Nikaya, traducida
del sánscrito al chino como Ekottaragama, ayuda a interpretar esta colección que conocemos en
pali.

Por Bhikkhu Bodhi


En mis notas [1] también, ocasionalmente, comparé las versiones de los suttas del AN en pali con
sus paralelos preservados en la traducción china, principalmente en los Agamas chinos y, en
ocasiones, en las traducciones independientes. Ya mencioné más adelante (1. El Anguttara Nikaya
como Colección) que exista una contraparte del AN que ha sido traducida al chino y que es el
Ekottaragama o Ekottarikagama. Sin embargo sería un error pensar que el Anguttara Nikaya en pali
y el Ekottaragama constituyen unos paralelismos muy cercanos.
Mientras todos los cuatro Nikayas en pali pertenecen a una sola escuela, conocida hoy como
Theravada, los cuatro Agamas en la traducción china derivan de las diferentes escuelas que
surgieron durante el período del budismo sectario, ninguno de ellos idéntico al progenitor del
Theravada. El Dirghagama (contraparte del Digha Nikaya) fue traducido de la versión perteneciente
a la escuela Dharmaguptaka, la cual floreció en Gandhara. El Madyamagama (contraparte del
Majjhima Nikaya) pertenece a una escuela descendiente del Sarvastivada. De acuerdo con
Enomoto, su afiliación más probable fue con Sarvastivadin Kashmirian. Enomoto encuentra razones
para atribuir el Samyuktagama (contraparte del Samyutta Nikaya) al Mulasarvastivadin que tuvo su
sede principal en Mathura. Pero la afiliación de Ekottaragama a una escuela determinada es
problemática. Anesaki escribió hace más de un siglo que “hay fuertes razones para creer que la
versión fue hecha a partir de un texto emitido por la escuela que tuvo una tradición muy diferente
que el Theravada, posiblemente por una sección del Mahasamghika" [2]. Esta afiliación con el
Mahasamghika, frecuentemente declarada como un hecho, se convirtió más bien sólo en un
supuesto generalizado. Recientemente Enomoto escribió que por las cuestiones relacionadas con
esta escuela, el lugar de su formación y el lenguaje original de este trabajo, esta cuestión “todavía
no puede ser resuelta” [3].
Puesto que los Agamas provienen de diferentes escuelas, el arreglo interno de sus contenidos
difiere. Mientras que, aparentemente, todas las diferentes escuelas distribuyeron sus suttas dentro de
las cuatro principales colecciones con los mismos nombres, escogieron diferentes maneras de
colocación de este material. De esta manera, los paralelos de muchos de los suttas cortos en pali,
tradicionalmente asignados al AN, pueden ser encontrados en los Agamas chinos dentro del
Samyuktagama (3,81-82-83-84-85-86-88-89-90, todos aparecen en SA; el paralelo de 4,111 es SA
923, el paralelo de 5,167 es SA 497, etc.). Frecuentemente los paralelos de los suttas más extensos
de AN aparecen en el Madhyamagama chino (por ejemplo, 6,43 aparece como MA 118; 7,55 como
MA 6; 10,51 como MA 110, etc.). Puesto que la afiliación con las escuelas fue diferente, es usual
que un sutta de AN tenga dos o más paralelos en los Agamas, así como una o más traducciones
independientes. Para tomar un ejemplo: 6,55, un consejo del Buda al bhikkhu Sona, aparece como
MA 123, SA 254, EA 23,3 y como dos traducciones independientes. Así también, hay muchos suttas
del AN que no tienen paralelos en los Agamas.
Las comparaciones entre las versiones en pali y los Agamas pueden ser útiles en muchos aspectos.
A veces, una traducción más simple al chino ayuda a esclarecer la intención o la frase que en pali
puede parecer innecesariamente compleja. Por ejemplo, la súplica que algunas personas hacen al
Buda cuando quieren evitar malinterpretarlo (ver 3,57) es tan compleja que, incluso, engaña al
comentarista cuando ofrece una explicación a ella poco plausible. El tratamiento chino de esta frase
respalda la explicación más simple, confirmada por otra aparición de esta expresión en pali en otro
contexto, en 5,5. Otras veces, cuando hay discrepancia entre las lecturas de una expresión en pali, la
versión china, al acordar con una de ellas en contra de la otra, apoya su reclamo de ser auténtica.
Por ejemplo, el verso del 4,40 describe al Buda como yannassa kovida, “experto en el sacrificio” en
la versión birmana del Canon, pero las versiones cingalesa y la de PTS leen esta expresión como
punnassa kovida, “experto en el mérito”. Pero dos paralelos chinos la traducen de manera tal que
indica que sus traductores trabajaron a partir de originales que atribuían al Buda la habilidad en el
sacrificio, respaldando de esta manera la versión birmana. Otra vez, hay un verso pronunciado por
el monje Udayi en 6,43, cuya tercera línea se lee en todas las ediciones impresas del AN como
sankhararesupasantesu, lo cual significa “cuando todas las cosas condicionadas han llegado a
calmarse”, pero la variante birmana y la versión que aparece también en Theragatha, lo leen como
angaresu ca santesu, “cuando las brasas se hayan apagado”. El paralelo chino, aunque no
exactamente idéntico, ofrece respaldo a la variante birmana en contra de las tres versiones impresas
del AN.
Otro ejemplo interesante está en 10,26 donde en la versión cingalesa y la de PTS encontramos la
triada adi, adinava, nissarana en vez de la usual assada, adinava, nivarana. Los editores birmanos,
obviamente, asumieron que ocurrió aquí un error y reemplazaron adi por assada. Pero el paralelo
chino tiene 本 , el cual corresponde al adi, no al assada, y confirma de este modo, la versión
cingalesa y la de PTS. Un sutta cercano al fin de los Diez, 10,219, “El cuerpo nacido de las
acciones” [4], contiene un grupo de puntos que explican su inclusión dentro de los Diez, pero el
texto usa un pronombre demostrativo para referirse al sujeto que no ha sido previamente
introducido; así que parece que hay un pasaje que ha sido eludido en el curso de la transmisión. El
paralelo chino, MA 15, comienza con la enumeración, por parte del Buda, de los diez tipos del
kamma perjudicial. A continuación, afirma que el noble discípulo descarta estas diez clases de
kamma y, seguido a eso, llega el pasaje referente a aquel discípulo del pronombre demostrativo.
Esto muestra que aquel pasaje, con los diez puntos, de hecho fue eludido en el sutta del AN.
Una divergencia interesante entre las dos tradiciones ocurre en el ampliamente conocido “Kalama
Sutta” que registra los consejos del Buda a la gente de Kesaputta. Dentro de los círculos budistas
contemporáneos, casi de rigor, el mismo llegó a ser un texto budista tan esencial como el discurso
de las Cuatro Nobles Verdades. El sutta se trae a colación como una prueba de que el Buda se había
anticipado al empirismo occidental, a la libre investigación y al método científico, aprobado por él,
además, como una firme verdad. Aunque hasta finales del siglo XIX este sutta era solo una pequeña
colina en medio de las montañas de los Nikayas, a partir del comienzo del siglo XX llegó a ser uno
de los textos budistas más frecuentemente citados, utilizado como clave para convencer a aquellos
que tenían convicciones modernistas, de que el Buda había sido su precursor. Sin embargo, el
paralelo chino del Kalama Sutta, MA 16, es muy diferente. Aquí el Buda no pide a los kalamas
resolver sus dudas mediante el juzgamiento del tema por ellos mismos. En vez de eso, les aconseja
no dar lugar a la duda ni a la perplejidad y les dice a quemarropa: “Vosotros mismos no tenéis la
sabiduría pura para conocer lo que es el más allá y lo que no lo es. Vosotros mismos no tenéis la
sabiduría pura para conocer cuáles son las transgresiones y cuáles no lo son”. Entonces, les explica
las tres raíces del kamma perjudicial, cómo las mismas conducen a las transgresiones morales y los
diez cursos del kamma beneficioso.
En otra instancia, la versión en pali y la china ofrecen tan diferentes perspectivas que, solamente, se
puede concluir que una de ellas invirtió el original, aunque nunca podamos estar seguros cuál de las
tradiciones lo hizo. Un ejemplo de ello es 2,36, en el cual Sariputta habla acerca de “la persona
encadenada internamente” y “la persona encadenada externamente”. En la versión en pali, Sariputta
explica la primera como “la que retorna, alguien que retorna a ese estado de existencia (es decir, a la
esfera sensorial)” y la segunda como “la que no-retorna, alguien que no retorna a ese estado de
existencia”. Pero el paralelo chino invierte esa explicación: “La persona con los grilletes internos es
la que no-retorna, alguien que no regresa a este mundo. Y la persona con los grilletes externos es
alguien que no es el que no-retorna y regresa a este mundo”. En casos como estos, es virtualmente
imposible mediar entre las dos versiones, y hay muy pocos argumentos para apoyar una lectura
frente a la otra.

NOTAS DEL BT:


[1] Las notas del Bhikkhu Bodhi de los suttas del AN, por lo general, no se reproducen en la versión
del BT puesto que los suttas en este sitio se basan en diferentes e independientes fuentes.
[2] Anesaki, M. (1908). The Four Buddhist Agamas in Chinese: A Concordance of Their Parts and
of the Corresponding Counterparts in the Pali Nikayas en Transactions of the Asiatic Society of
Japan. 35, nº 3, pp. 1-149.
[3] Enomoto, F. (1986). On the Formation of the Original Texts of the Chinese Agamas en Buddhist
Studies Review. 3.1., pp. 19-30.
[4] En BT traducimos este sutta, Karajakaya, literalmente como “El cuerpo nacido de las
impurezas”.
Guía temática del Anguttara Nikaya

Puesto que la clave, de acuerdo con la cual se organizan los suttas en el Anguttara Nikaya es
puramente de carácter numérico, lo cual dificulta a los lectores no familiarizados suficientemente
con el Canon Pali una lectura organizada más temáticamente, Bhikkhu Bodhi confeccionó esta Guía
temática del AN, la cual reproducimos aquí en español.

Por Bhikkhu Bodhi


I. El Buda
1. Biográficos 3,39; 4,21; 4,118; 4,127; 5,196; 8,11; 8,64; 8,69; 8,70; 9,41
2. Cualidades y logros 1,277; 2,37; 3,35; 3,63; 3,64; 4,1; 4,24; 4,35; 4,36; 4,87; 5,100; 5,104;
6,43; 8,12; 10:30
3. El Tathagata 1,70,71-81,82-86; 2,22-25; 2,52-56; 3,14; 3,80; 4,8; 4,15; 4,23; 4,33; 5,11; 5,99;
5,131; 5,133; 6,64; 7,58; 8,85; 10,21-22; 10,81
II. El Dhamma y Disciplina
1. El Dhamma en breve 4,25; 4,29; 4,30; 4,188; 7,83; 8,19-20; 8,30; 8,53
2. El rechazo de los puntos de vista 3,61; 3,137; 4,77; 4,173-174; 6,38; 6,95; 7,54; 9,38; 10:20;
10,93; 10,95; 10,96
3. El Dhamma directamente visible 3,53-54; 3,65; 3,66; 4,193; 4,195; 6,47-48; 9,46
4. Nónuplo Dhamma textual 4,102; 4,107; 5,73-74; 5,155; 6,51; 7,68
5. Preservando el Dhamma 1,130-139; 1,140-149; 1,150-169; 2,20; 2,41; 4,160; 4,180; 5,79:
5,80; 5,154-155; 5,156; 5,201; 6,40; 7,59
III. El movedizo caleidoscopio de la experiencia
1. El fondo cosmológico 3,70; 3,80; 4,45-46; 4,156; 7,44; 7,66; 8,42; 8,70; 9,24; 10,29; 10,89
2. Felicidad y dolor 1,29-30; 1,324-327; 2,19; 2,64-76; 2,250-269; 3,65; 3,66; 4,51; 4,52; 4,62;
4,193; 5,3; 5,45; 5,48-49; 5,50; 5,128; 5,170; 6,45; 6,75; 6,78; 7,19; 7,62; 8,6; 8,38; 8,39; 8,42;
8,44; 8,54; 8,61; 9,34; 10,46; 10,65-66
3. La mente es la clave 1,21-30; 1,31-40; 1,41-50; 1,51-52; 1,56-57; 3,109; 3,110; 4,186
4. Kamma y sus resultados 3,23; 3,34; 3,36; 3,74; 3,100; 3,111; 3,112; 4,85; 4,134; 4,171;
4,195; 4,232-233; 4,234; 4,235-236; 4,237-238; 6,39; 6,57; 6,63; 6,64; 6,65; 8,40; 9,13; 10,47;
10,167-168; 10,189-170; 10,171; 10,172; 10,173; 10,174; 10,175; 10,176; 10,177; 10,178-188;
10,189-198; 10,199-210; 10,211-215; 10,216; 10,217-218; 10,219; 10,220; 10,221-233
5. La ronda de renacimientos 1,348-377; 10,177; 10,216; 10,217-218
6. Cielo e infierno 1,290-295; 2,16-18; 2,26-29; 2,210-219; 3,10; 3,36; 3,113; 3,117-118; 3,129;
3,146-149; 3,163-182; 4,64; 4,81-84; 4,212-220; 4,239-240; 4,264-273; 5,4; 5,115-120; 5,129;
5,130; 5,145; 5,236-240; 5,286-302; 6,22; 6,81-82; 7,72; 10,211-214; 10,220; 10,221-224;
10,229-232
IV. Conservando la armonía hogareña
1. La familia
(1) En general 3,48; 4,258; 5,42
(2) Padres e hijos 2,33; 3,31; 4,63; 5,39
(3) Maridos y mujeres 4,53-54; 4,55-56; 5,33; 7,63; 8,46; 8,49
2. Bienestar presente, bienestar futuro 4,61; 4,62; 5,58; 8,49; 8,54; 8,76; 10,73
3. Modo de vida correcto e incorrecto 4,79; 5,177; 6,18; 8,54; 10,91
4. Riquezas 4,61; 4,62; 5,41; 5,47; 5,58; 5,227; 6,45; 7,5-6; 7,7
5. Manteniendo relaciones favorables 4,32; 4,256; 8,24; 9,5
6. El estado y la comunidad 4,70; 7,21; 7,22
7. El monarca que pone en movimiento la rueda 1,278; 1,280; 2,52-55; 3,14; 4,130; 5,131-132;
5,133; 7,62; 7,66
V. El camino hacia lo alto
1. Fe, confianza y reverencia 3,42; 3,48; 3,75; 4,21; 4,34; 4,52; 4,65; 4,118; 5,21-22; 5,32; 5,38;
5,40; 5,179; 5,250; 6,30; 6,32-33; 6,69; 7,32; 7,33; 7,34; 7,35; 7,57; 7,70; 9,27; 11,14
2. Amistad espiritual 1,70; 1,71; 1,110-111; 1,126-127; 3,24; 3,26; 3,27; 3,135; 4,242; 5,146;
6,67; 7,36-37; 8,54; 9,1; 9,3; 9,6; 10,61-62; 10,155-166; 10,199-210
3. Mérito 3,41; 3,45-46; 4,34; 4,51; 4,52; 5,43; 5,45; 5,199; 6,37; 7,62; 8,36; 8,39; 9,20
4. El dar y la generosidad 2,35; 2,141-150; 2,151-152; 3,41-42; 3,57; 4,39-40; 4,51; 4,57; 4,58-
59; 4,60; 4,78; 4,79; 4,197; 5,31; 5,34; 5,35; 5,36; 5,37; 5,44; 5,45; 5,141; 5,147; 5,148; 6,37;
6,59; 7,52; 7,57; 8,31-32; 8,33; 8,34; 8,35; 8,37; 9,20; 10,177
5. Disciplina moral
(1) Vergüenza moral y pavor 2,9; 10,76
(2) Mala conducta y buena conducta 1,284-286; 1,287-295; 2,1; 2,3-4; 2,11-12; 2,17-19;
2,34; 3,2; 3,6-8; 3,14; 3,15; 3,17; 3,18; 3,28; 3,120; 3,121; 3,122; 3,146-149; 3,150-153;
3,154; 3,155; 4,111; 4,121; 5,213; 5,241-244; 2,245-248, 6,57; 10,23
(3) Las cinco reglas de entrenamiento 4,99; 4,201; 5,145; 5,171; 5,172; 5,173; 5,174; 5,178;
5,179; 5,286-302; 8,39; 9,27; 9,63; 10,92
(4) Incorrecta forma de hablar y correcta forma de hablar 3,28; 4,3; 4,22; 4,73; 4,82-83;
4,100; 4,148-149; 4,183; 4,221; 4,250-253; 5,116-120; 5,198; 5,214; 5,236-238; 8,67-68;
10,69-70
(5) Observancia del uposatha 3,70; 8,41-45; 9,18; 10,46;
6. Declive y progreso [de los seguidores laicos] 7,29-31
VI. Disipando el encantamiento del mundo
1. Adquiriendo el sentido de urgencia 1,328-332; 1,333-347; 4,113; 5,77; 5,78; 8,29
2. Vejez, enfermedad y muerte 3,36; 3,39; 3,51-52; 3,62; 4,113; 4,119; 4,182; 4,184; 5,48-49;
5,50; 5,57; 6,14-15; 6,16; 7,74
3. Gratificación, peligro y escape 3,103; 3,104; 3,105; 3,106; 10,91
4. Las faltas de los placeres sensuales 3,108; 4,122; 5,7; 5,139; 6,23; 6,45; 6,63; 7,72; 8,56; 9,65
5. Desencantamiento del cuerpo 9,15; 10:49
6. Transitoriedad universal 3,47; 4,33; 7,66; 7,74; 10,29
VII. Corrupciones de la mente
1. Resortes de la mala conducta
(1) Avidez, odio, falsa ilusión 2,123-124; 3,34; 3,35; 3,53-55; 3,65; 3,66; 3,68; 3,69; 3,111;
4,117; 4,158; 4,193; 6,47-48; 6,107; 7,71; 7,72; 10,174
(2) Rumbos equivocados (cuatro) 4,17-19; 4,20
(3) Sexualidad 1,1-10; 3,108; 4,159; 5,55; 5,75; 5,76; 5,225-226; 7,50; 7,51; 8,17-18
(4) Afecto y odio 4,200
(5) Ira y resentimiento 3,25; 3,27; 3,132; 4,43-44; 4,84; 4,108; 4,110; 4,122; 4,197; 5,161;
5,162; 5,215-216; 7,64; 7,73; 9,11; 9,29-30; 10,79-80
(6) Avaricia (quíntuple) 5,115; 5,224; 5,239-240; 5,254-271; 9,69
(7) Raíces de la discordia (seis) 6,36
(8) Corrupciones de los ascetas (cuatro) 4,50
2. Obstáculos en meditación
(1) Pereza 6,17; 8,80
(2) Pensamientos insalubres y su remoción 3,40; 3,101; 4,11; 4,14; 5,200; 6,13; 10,51
(3) Obstáculos (cinco) 1,11-20; 4,61; 5,23; 5,51-52; 5,193; 6,27-28
(4) Aridez mental (cinco) 5,205; 9,71; 10,14
(5) Cautiverios de la mente (cinco) 5,206; 9,72; 10,14
(6) Modorra 7,61
3. Cautiverios del samsara
(1) Avidez e ignorancia 3,76-77; 4,9; 4,199; 4,257; 6,61-62; 6,106; 9,23; 10,61-62
(2) Contaminaciones 2,108-117; 4,36; 4,195; 6,58; 6,63; 6,64
(3) Inversiones (cuatro) 4,49
(4) Límites (cuatro) 4,10
(5) Grilletes (cuatro) 4,131; (cinco) 9,67; 9,70; (siete) 7,8-10; (diez) 10,13
(6) Tendencias subyacentes (siete) 7,11-12
VIII. El sendero del renunciamiento
1. Renunciando a lo hogareño 2,2; 3,12; 3,60; 4,122; 5,59-60; 5,75; 5,76; 7,69; 10,48; 10,59
2. Práctica equivocada y práctica correcta 1,58-60,61-70,71-75; 3,156-162; 3,78; 3,156; 4,196;
4,198; 5,181-190; 10,103; 10,104; 10,105; 10,106-112; 10,113; 10,114; 10,115; 10,116; 10,117-
118; 10,119-120; 10,121; 10,122; 10,123-133; 10,134-144; 10,145,154; 10,155-166.
3. Entrenamiento del monje (general) 3,16; 3,19-20; 3,40; 3,49; 3,91; 3,128; 3,130; 4,27; 4,28;
4,37; 4,71-72; 4,157; 4,245; 5,56; 5,114; 7,20; 7,42-43; 7,67; 7,71; 8,30; 9,1; 9,3; 10,17-18;
10,48; 10,101.
4. Disciplina monástica 2,15; 2,127-129; 2,280-309; 4,12; 4,244; 5,251-253; 5,272-285; 7,75-
82; 10,31-36; 10,44; 10,71
5. Reprobando a otros 5,167; 10,44
6. Ayudas del entrenamiento
(1) Atención 1,58-59; 1,98-99; 1,114-115; 4,116-117; 6,53; 10,15
(2) Atención cuidadosa 1,20; 1,66-67; 1,74-75; 1,106-107; 1,122-123
(3) Reclusión 2,30; 4,138; 4,262; 5,110; 5,127; 5,176; 6,42; 8,86
(4) Riquezas 5,29; 5,123-126; 5,207-208
(5) Poderes de aprendiz 5,1-2; 5,3; 5,4; 5,5; 5,6-10; 5,11; 5,12; 7,15
(6) Factores del esfuerzo (cinco) 5,53; 5,54; 5,135-136; 10,11
(7) Ayudas de la auto-confianza (cinco) 5,101
7. El curso de secuencias de la práctica
(1) Virtud, concentración, sabiduría 3,73; 3,81; 3,82; 3,83; 3,84; 3,85; 3,86-88; 3,89-90;
3,92; 4,2; 4,136-137; 6,105; 9,12
(2) Causas próximas 5,24; 6,50; 7,65; 8,81; 10,1; 10,2; 10,3; 11,1-3
(3) Modos de práctica 4,161-162; 4,163; 4,164-169; 4,170
(4) Cuatro purificaciones 4,194
(5) De la fe a la liberación 4,198; 10,99
(6) De la correcta asociación a la liberación 10,61-62
(7) Terminando con la vida y la muerte 10,76
8. Declive y progreso (de los monjes) 2,200-209; 4,158; 5,8-10; 5,89-90; 5,149-150; 6,21; 6,22;
6,31; 6,32-33; 6,62; 6,68-69; 7,23-28; 7,32-35; 8,79; 9,6; 10,53-55; 10,67-68; 10,82; 10,84-86;
11,17
9. Renunciar al entrenamiento 3,39; 4,122; 5,5; 5,75; 5,76; 6,60; 8,14
IX. Meditación
1. Serenidad y perspicacia 2,31; 4,92-94; 4,170; 5,73-74; 9,4; 10,54
2. Ayudas en la meditación
(1) Establecimientos de la atención consciente (cuatro) 3,156; 6,117-118; 9,63-72
(2) Rectas formas de esforzarse (cuatro) y el recto esfuerzo 2,5; 3,157; 4,13; 4,14; 4,69;
6,55; 8,80; 9,73-82
(3) Bases de la potencia psíquica (cuatro) 5,67-68; 9,83-92
(4) Facultades (cuatro) 4,151; (cinco) 6,3
(5) Poderes (dos) 2,11-13; (cuatro) 4,152-155; 4,261; 9,5; (cinco) 5,13-16; 6,4; (siete) 7,3-4
(6) Factores de la iluminación (siete) 1,74-75; 4,14; 4,238; 10,102
3. Objetos de meditación
(1) Visión de conjunto 1,394-574
(2) Atención consciente en el cuerpo 1,575-627; 9,11
(3) Atención consciente en la respiración 5,96-98; 10,60
(4) Meditación caminando 5,29
(5) Percepciones y contemplaciones 5,30; 5,57; 5,61-62; 5,69-72; 5,121-122; 5,144; 6,35;
6,102-104; 7,16-19; 7,48-49; 7,55; 9,1; 9,3; 9,16; 10,56-57; 10,59: 10,60; 10,101
(6) Atención consciente en la muerte 6,19; 6,20; 8,73-74
(7) Evocaciones a la memoria 1,296-305; 3,70; 6,9; 6,10; 6,25-26; 11,11-13
(8) Amor universal y los cuatro inconmensurables 1,53-55; 3,63; 3,65; 4,67; 4,125-126;
4,190; 6,13; 7,62; 8,1; 8,63; 9,18; 10,219; 11,15-16
(9) Kasinas (diez) 10,25-26; 10,29
4. Concentración 3,32; 3,101-102; 4,41; 5,27-28; 5,113; 6,24; 6,70; 6,72; 6,73-74; 7,40-41;
7,45; 7,67; 8,63; 9,37; 10,6; 10,7; 11,7-9 ; 11,16
5. Los estados del desarrollo meditativo 5,28
(1) Jhanas 3,58; 3,63; 4,123; 4,124; 4,190; 5,28; 6,60; 6,73-74; 11,16
(2) Ocho bases de la superación 8,65; 10,29
(3) Ocho emancipaciones 8,66
(4) Nueve logros progresivos 9,31-61
6. Logros meditativos y el renacimiento 3,116; 4,123; 4,124; 4,125-126
7. Tres verdaderos conocimientos 3,58-59
8. Seis conocimientos directos 3,101; 3,102; 5,23; 5,28; 5,67-68; 6,2; 6,70; 9,35
X. Sabiduría
1. Elogio de la sabiduría 4,141-145
2. Ayudas para el crecimiento en sabiduría 4,248; 8,2
3. Recto punto de vista (y equivocado punto de vista) 1,268-276; 1,306-318; 2,125-126; 5,25;
6,98-101; 10,93
4. Aprender el Dhamma 3,20; 3,30; 3,67; 3,127; 4,6; 4,102; 4,107; 4,191; 5,26; 5,65-66; 5,73-
74; 5,151-153; 5,165; 5,169; 5,194; 5,202; 6,51; 6,56; 6,86-88; 8,82; 9,4
5. Enseñar el Dhamma 1,320-327; 2,14; 3,14; 3,22; 3,43-44; 3,125; 3,131; 4,42; 4,48; 4,111;
4,128; 4,139-140; 5,26; 5,99; 5,131-133; 5,157; 9,4; 10,83
6. Dominio de la sabiduría
(1) Origen dependiente 3,61; 10,92
(2) Cinco cúmulos 4,41; 4,90; 9,66
(3) Las tres características (colectivamente) 3,136; 4,49; 6,98-100; 6,102-104; 7,16-18;
10,94
(4) El no-ser 3,32; 3,33; 4,177
(5) Cuatro Nobles Verdades 3,58; 3,61; 4,186; 4,190; 9,13(6) Preguntas y respuestas 6,63;
8,83; 9,14; 10,27; 10,28; 10,58
7. Los frutos de la sabiduría
(1) Los cursos fijos de lo justo 3,22; 5,151-153; 6,86-88; 6,98-101;
(2) Conocimiento analítico 4,172; 5,86; 5,95; 7,38-39
(3) La liberación 2,31; 2,87; 3,101; 3,102; 4,178; 5,25-26; 5,71-72; 5,134; 5,170; 7,55; 9,36;
10,95; 11,16
8. Nibbana 3,32; 3,55; 4,169; 4,179; 7,19; 9,34; 9,36; 9,47-51; 10,6; 10,7; 10,29, 11,7-8
XI. El Sangha Institucional
1. Asambleas buenas y malas 2,42-51; 2,62; 3,95; 4,7; 4,190; 4,211
2. Disputas, cismas y armonía 2,15; 2,63; 3,95; 3,124; 4,243; 5,54; 5,78; 6,11-12; 6,36; 6,46;
6,54; 7,23; 10,37-43; 10,50; 10,87
3. Sangha y laicado 5,111; 5,225-226; 7,13; 8,87-89; 9,17; 9,19
XII. La Comunidad de los Nobles
1. Tipos de los nobles 2,36; 3,21; 3,25; 3,86-88; 4,5; 4,87; 4,88-90; 4,131; 4,241; 7,14-16; 7,55-
56; 8,59-60; 9,9; 9,10; 9,12; 9,43-45; 10,16; 10,63; 10,64
2. El-que-entra-en-la-corriente 1,268-276; 5,179; 6,10; 6,34; 6,89-95 ; 6,97; 9,27; 10,92
3. El-que-no-retorna 2,36; 3,94; 4,124; 4,126; 6,65; 10,219
4. El arahant 3,25; 3,58-59; 3,93; 3,143-145; 4,38; 4,87; 4,195; 5,71; 5,107-108; 6,2; 6,3-4;
6,49; 6,55; 6,66; 6,76; 6,83; 8,28; 9,7; 9,8; 9,25; 9,26; 10,12; 10,19-20; 10,90; 10,100; 10,111-
112; 11,10
XIII. Tipos de personas
1. Evaluando a la gente 4,192; 6,44; 6,52; 6,57; 6,62; 7,68; 10,75
2. Persona tonta y persona sabia 2,21; 2,38; 2,98-107; 3,1; 3,2; 3,3; 3,4-8; 4,115; 10,233-236
3. Persona mala y persona buena 2,32; 2,134-137; 3,9; 3,150-153; 4,3-4; 4,43; 4,73; 4,91; 4,109;
4,135; 4,187; 4,201; 4,202; 4,203; 4,204; 4,205; 4,206; 4,207-209; 4,210; 4,222-230; 4,263
4. Monje reprochable y monje estimado 3,11; 3,13; 3,91; 3,99; 3,123; 4,26; 4,200; 5,81-85;
5,88; 5,111-112; 5,138-139; 5,231; 6,59; 7,1-2; 8,3; 8,4; 10,23; 10,24; 10,87; 11,17
5. El monje malo 2,39; 3,27; 3,50; 4,68; 4,243; 5,102-103; 5,211-212; 6,45; 7,72; 8,10; 8,14;
8,20; 8,90; 10,77; 10:84-86; 10,88; 10,89; 11,6
6. El monje ejemplar 1,394-574; 2,130-131; 3,49; 3,96-98; 3,133; 3,140-142; 4,22; 4,38; 4,112;
4,114; 4,176; 4,181; 4,259-260; 5,86-87; 5,104; 5,107-109; 5,140; 5,232-235; 6,1-7; 7,68; 8,13;
8,57-58; 8,71-72; 9,22; 10,8; 10,9; 10,10; 10,70; 10,97; 11,14
7. El bienestar de uno mismo y el bienestar de otros 4,95; 4,96; 4,97; 4,98; 4,99; 4,186; 5,17-20;
7,68; 8,25; 8,62
8. Laicos buenos y malos 2,132-133; 3,79; 4,60; 4,176; 5,42; 5,47; 5,58; 5,63-64; 5,171-175;
6,16; 7,53; 8,21-24 ; 8,38; 10,74; 11,11-13
9. Las bhikkhunis 1,235-247; 4,159; 5,115-120 ; 7,56; 8,51, 8,52; 10,28
10. Las mujeres 1,279-283; 2,61; 3,129; 4,80; 4,197; 5,55; 5,229-230; 7,63; 8,46; 8,49; 8,51;
10,213-215
XIV. Las series finales repetitivas
Los Dos
Serenidad y perspicacia
Los Tres
Concentración en el vacío, concentración sin marca, concentración sin deseo
Los cuatro
(1) Cuatro establecimientos de la atención consciente, (2) Cuatro rectas formas de
esforzarse, (3) Cuatro bases de la potencia psíquica
Los cinco
(1) Cinco percepciones: de lo no atractivo, de la muerte, del peligro, de lo repulsivo de la
comida, del no-deleite en el mundo entero, (2) Cinco percepciones: de la transitoriedad, del
no-ser, de la muerte, de lo repulsivo de la comida, del no-deleite en el mundo entero, (3)
Cinco percepciones: de la transitoriedad, del sufrimiento en lo que es transitorio, del no-ser
en lo que es sufrimiento, del abandono, del desapasionamiento, (4) Cinco facultades. (5)
Cinco poderes
Los Seis
(1) Seis cosas insuperables la insuperable visión, oído, ganancia, entrenamiento, servicio y
evocación a la memoria, (2) Seis evocaciones a la memoria: evocación a la memoria del
Buda, del Dhamma, del Sangha, de la conducta virtuosa, de la generosidad, de las deidades,
(3) Seis percepciones: de la transitoriedad, del sufrimiento en lo que es transitorio, del no-ser
en lo que es sufrimiento, del abandono, del desapasionamiento, del cese
Los siete
(1) Siete factores de iluminación, (2) Siete percepciones: de la transitoriedad, del no-ser, de
lo no-atractivo, del peligro, del abandono, del desapasionamiento, del cese, (3) Siete
percepciones: de lo no-atractivo, de la muerte, de lo repulsivo de la comida, del no deleite en
el mundo entero, de la transitoriedad, del sufrimiento en lo transitorio, del no-ser en lo que
es sufrimiento
Los ocho
(1) Ocho nobles factores del sendero, (2) Ocho bases de la superación, (3) Ocho
emancipaciones
Los nueve
(1) Nueve percepciones: de lo no-atractivo, de la muerte, de lo repulsivo de la comida, del
no-deleite en el mundo entero, de la transitoriedad, del sufrimiento en lo transitorio, del no-
ser en lo que es sufrimiento, del abandono, del desapasionamiento, (2) Nueve moradas
progresivas
Los diez
(1) Diez percepciones: de lo no-atractivo, de la muerte, de lo repulsivo de la comida, del no-
deleite en el mundo entero, de la transitoriedad, del sufrimiento en lo transitorio, del no-ser
en lo que es sufrimiento, del abandono, del desapasionamiento, del cese, (2) Diez
percepciones: de la transitoriedad, del no-ser, de lo repulsivo de la comida, del no deleite en
el mundo entero, del esqueleto, del cuerpo infestado por gusanos, del cuerpo lívido, del
cuerpo con úlceras, del cuerpo hendido, el cuerpo ensangrentado, (3) Recto punto de vista,
recta intención, recta forma de hablar, recta acción, recta forma de vida, recto esfuerzo, recta
atención consciente, recta concentración, recto conocimiento, recta liberación
Los once
Los cuatro jhanas, liberación de la mente a través del amor universal, compasión, gozo
altruista, ecuanimidad, la base del espacio infinito, la base de la conciencia infinita, la base
de la nada
Apéndice 1: Paralelismos ampliados en el Anguttara Nikaya

Los paralelismos ampliados son suttas moldeados de otros previos que incluyen sus contenidos,
pero luego introducen otros puntos que los elevan numéricamente al nipata más alto. El Bhikkhu
Bodhi lista en este Apéndice esa clase de suttas presentes en el AN.

Por Bhikkhu Bodhi

1,314 + 1,315 → 10,104: Consecuencias del incorrecto punto de vista y recto punto de vista.
3,31 → 4,63: Reverencia a la madre y al padre.
3,48 → 5,40: La gente crece dentro de la familia cuando el jefe de ella posee la fe.
3,50 → 5,103: Cómo un mal monje es como un ladrón experto.
3,96 → 4,259: El bhikkhu es como el caballo real de pura sangre (versión de cuatro verdades).
3,98 → 4,260: El bhikkhu es como el caballo real de pura sangre (versión del arahant).
3,135 → 7,36: Cualidades de un verdadero amigo.
4,34 → 5,32: Las principales clases de confidencia.
4,51 → 5,45: Corrientes de mérito mediante el ofrecimiento de los requisitos.
4,112 → 5,203: Un monje es como el caballo real de pura sangre (versión de la rectitud).
4,160 → 5,56: El declive y la desaparición del Dhamma.
5,24 → 6,50 → 7,65 → 8,81 → 10,3 → 11,3: Causas próximas para la liberación.
5,34 → 7,57: Frutos de dar directamente visibles.
5,42 → 8,38: Una buena persona nace para el bien de muchos.
5,61 → 7,48 → 9,16 → 10,56: Percepciones que culminan en lo inmortal.
5,63-5,64 → 10,74: Incrementando en el noble crecimiento.
5,201 → 6,40 → 7,59: Por qué el buen Dhamma no continúa.
6,19 → 8,73: Atención consciente de la muerte (versión de “¿Cómo lo desarrollas?”).
6,20 → 8,74: Atención consciente de la muerte (versión de muchas causas de la muerte).
6,23 → 8,56: Designación de los placeres sensuales.
6,31 → 8,79: El declive de un bhikkhu aprendiz (versión de la declaración directa).
6,32 → 7,32: No-declive del bhikkhu (versión de la deidad que habla al Buda).
6,33 → 7,33: No-declive del bhikkhu (versión del Buda que lo cuenta a los monjes).
6,64 → 10,21: Poderes del Tathagata.
7,1 → 8,3: El monjes es querido/desplaciente para sus compañeros monjes.
7,13 → 9,17: Una familia es digna/no es digna del acercamiento.
8,1 → 11,15: Beneficios del amor benevolente.
8,28 → 10,90: Poderes de un Arahant.
8,41 → 9,18: Cómo se debe observar el uposatha para que sea fructífero.
8,59 → 9,10: Personas dignas de las ofrendas.
8,71 → 10,8: El bhikkhu dotado de la fe (la versión de los cuatro jhanas).
8,72 → 10,9: El bhikkhu dotado de la fe (la versión de las emancipaciones pacíficas).
8,82 → 10,83: Por qué el Tathagata está dispuesto a enseñar el Dhamma.
8,83 → 10,58: ¿En qué están enraizadas todas las cosas?
9,27 → 10,92: Cómo el que entra-en-la-corriente puede declararse a sí mismo como tal.
9,29 → 10,79: Bases para el resentimiento.
9,30 → 10,80: Maneras de remover el resentimiento.
10,1 → 11,1: El propósito de la conducta virtuosa es la liberación.
10,2 → 11,2: Sin necesidad de ejercer la volición.
10,4 → 11,4: Causas próximas de la liberación (versión de Sariputta; ver 10,3).
10,5 → 11,5: Causas próximas de la liberación (versión de Ananda; ver 10,3).
10,6 → 11,7: Concentración basada en Nibbana.
10,88 → 11,6: Un monje que insulta a sus compañeros monjes.
Apéndice 2: Suttas compuestos numéricamente en el
Anguttara Nikaya

Los suttas compuestos numéricamente son discursos que adquieren un número de temas,
característico a un determinado nipata, mediante la combinación de grupos más pequeños de
términos.

Por Bhikkhu Bodhi

6,105, 6,106, 6,107, 6,108, 6,109, 6,110, 6,111, 6,112, 6,113, 6,114, 6,115, 6,116 – 3+3:
Contaminaciones y las maneras de abandonarlas.
7,47 – 3+3+1: Tres fuegos que han de ser abandonados, tres que han de ser mantenidos y el fuego
del bosque.
7,58 – 4+3: Cuatro cosas que un Tathagata no necesita esconder y tres de las cuales es
irreprochable.
8,49 – 4+4: Cómo una mujer está encaminada hacia la victoria en este mundo y en el venidero (a
Visakha).
8,50 – 4+4: Cómo una mujer está encaminada hacia la victoria en este mundo y en el venidero (a
los bhikkhus).
8,54 – 4+4: Cuatro cosas que conducen al bienestar en esta vida y cuatro que conducen al bienestar
en las vidas venideras.
8,62 – 8 sub-listas (6+5+4+4+3+3+2+2): Cómo un monje se beneficia a sí mismo y a los demás.
8,63 – 4+4: Cuatro inconmensurables y cuatro establecimientos de la atención consciente.
8,78 – (= 8,62 pero pronunciado por Sariputta).
9,1 – 5+4: Cinco soportes para desarrollar las ayudas para la iluminación, cuatro objetos de
meditación.
9,2 – 5+4: Los cinco poderes y cuatro clases de reflexión.
9,3 – 5+4: Cinco cosas que hacen madurar la mente, cuatro objetos de meditación.
9,4 – 4+5: Cuatro virtudes de un monje, cinco beneficios de escuchar el Dhamma de manera
oportuna.
9,5 – 4+5: Cuatro poderes para trascender a los cinco temores.
9,21 – 3+3+3: La gente de Uttarakuru, los devas de Tavatimsa y la gente de Jambudipa.
9,22 – 3+3+3: Tres clases de personas que son como los potros salvajes, buenos caballos y
excelentes caballos de pura sangre.
9,27 – 5+4: Cinco enemistades y cuatro factores de la entrada-en-la-corriente.
9,63, 9,64, 9,65, 9,66, 9,67, 9,68, 9,69, 9,70, 9,71, 9,72, 9,73-82, 9,83-9,92 – 5+4: Combinaciones
de las contaminaciones y factores del entrenamiento.
10,11 – 5+5: Un monje que posee cinco factores usa una vivienda con cinco factores.
10,12 – 5+5: Un bhikkhu había abandonado cinco factores y posee cinco factores.
10,14 – 5+5: Cinco clases de aridez mental, cinco esclavitudes mentales.
10,44 – 5+5: Cinco cosas para examinarse a sí mismo y cinco para establecerse en ellas, cuando uno
quiere reprochar a otra persona.
10,63 – 5+5: Los cinco que ganan la meta en este mundo, los cinco que la ganan habiendo dejado
este mundo.
10,64 – 5+5: Los cinco que ganan la meta en este mundo, los cinco que la ganan habiendo dejado
este mundo.
10,101 – 3+7: Tres percepciones ascéticas, siete cosas a ser realizadas.
10,102 – 7+3: Los siete factores de iluminación realizan los tres verdaderos conocimientos.
11,10 – 3+3+3+2: Cualidades que hacen del bhikkhu alguien mejor entre los devas y seres
humanos.
1. Ekakanipatapali - Libro con suttas dedicados a un único
dhamma

Es la primera división del Anguttara Nikaya con los suttas que contienen un sólo y singular tema
del Dhamma o la enseñanza del Buda, cada uno.
Los números entre corchetes siguen la edición de Bhikkhu Bodhi.

1. Rupadivagga - Capítulo sobre la obsesión


AN 1,1-10 Rupadivagga - Capítulo sobre la obsesión. El Buda advierte sobre los peligros de la
belleza femenina para los hombres y del peligro de la atracción masculina para las mujeres. [Leer
en pali]

2. Nivaranappahanavagga - Capítulo sobre el abandono de los obstáculos


AN 1,11-20 Nivaranappahanavagga - Capítulo sobre el abandono de los obstáculos. El Buda, en los
primeros cinco suttas enumera los factores que producen los deseos sensuales, la animadversión, el
embotamiento y modorra, la preocupación y remordimiento, y la duda. En los restantes cinco,
enumera los factores que previenen la aparición de esos perjudiciales estados mentales. [Leer en
pali]

3. Akammaniyavagga - Capítulo sobre lo no desarrollado


AN 1,21-30 Akammaniyavagga - Capítulo sobre lo no desarrollado. En estos breves suttas se
oponen las cualidades mentales de una mente no cultivada a una profundamente desarrollada. [Leer
en pali]

4. Adantavagga - Capítulo sobre lo indomable


AN 1,31-40 Adantavagga - Capítulo sobre lo indomable. El Buda enumera los factores necesarios
para progresar en el camino espiritual. [Leer en pali]

5. Panihitaacchavagga - Capítulo con la espiga


AN 1,41-50 Panihitaacchavagga - Capítulo con la espiga. El Buda usa símiles de diversas clases,
para explicar en qué consisten las diferentes cualidades mentales, como la pureza, cultivo, atención,
flexibilidad y otras. [Leer en pali]

6. Accharasanghatavagga - Capítulo con lo luminoso


AN 1,51-60 Accharasanghatavagga - Capítulo con lo luminoso. En los primeros suttas de este
vagga, el Buda declara que la mente tiene una naturaleza luminosa, para luego enseñar sobre
cómo cultivarla. [Leer en pali]

7. Virijarambhadivagga - Capítulo sobre el surgimiento de la energía


AN 1,61-70 Virijarambhadivagga - Capítulo sobre el surgimiento de la energía. El Buda
menciona una serie de factores que hacen surgir y desaparecer las cualidades perjudiciales y
beneficiosas, respectivamente. [Leer en pali]

8. Kalyanamittadivagga - Capítulo sobre la buena compañía


AN 1,71-81 Kalyanamittadivagga - Capítulo sobre la buena compañía. Este capítulo sigue
enumerando los factores que hacen surgir y desaparecer las cualidades perjudiciales y
beneficiosas, respectivamente. [Leer en pali]

9. Pamadadivagga - Capítulo sobre la negligencia


AN 1,82-97 Pamadadivagga - Capítulo sobre la negligencia. El Buda enumera los factores que
causan daño y los contrapone a aquellos que producen el bien. [Leer en pali]

10. Dutiyapamadivagga - Segundo capítulo sobre la negligencia


AN 1,98-139 Dutiyapamadadivagga – Segundo capítulo sobre la negligencia. Los factores
internos que conducen a perjuicios y otros que atraen el bien, las cosas que conducen al declive
y la desaparición del buen Dhamma y otras que ayudan a su continuación, más una serie final de
actividades perjudiciales con sus contrapartes beneficiosas. [Leer en pali]

11. Adhammavagga - Capítulo sobre el no-dhamma


AN 1,140-149 Adhammavagga – Capítulo sobre el no-Dhamma. El Budda señala el gran mérito
que se ganan aquellos que enseñan correctamente el Dhamma. [Leer en pali]

12. Anapattivagga - Capítulo sobre lo que no es una ofensa


AN 1,150-169 Anapattivagga – Capítulo sobre lo que no es una ofensa. Formas de enseñanza
que producen la felicidad en contraposición a las que conducen a la ruina. [Leer en pali]

13. Ekapuggalavagga - Capítulo sobre una persona


AN 1,170-187 Ekapuggalavagga – Capítulo sobre una persona. Lo que hace que el Buda sea un
tipo singular e irrepetible de persona. [Leer en pali]

14. Etadaggavagga - Capítulo sobre los preeminentes


14.1. Pathamavagga - Primer subcapítulo
AN 1,188-197 Pathamavagga – Primer sub-capítulo. El Buda menciona sus más
renombrados monjes, que fueron los primeros según sus diferentes habilidades y
características. [Leer en pali]

14.2. DutiyaVAGGA - Segundo SUBCAPÍTULO


AN 1,198-208 Dutiyavagga – Segundo sub-capítulo. En este capítulo se sigue mencionando
a los más renombrados monjes, primeros según sus diferentes habilidades y características.
[Leer en pali]
14.3. TatiyaVAGGA - Tercer SUBCAPÍTULO
AN 1,209-218 Tatiyavagga – Tercer sub-capítulo. El Buda continúa listando a los más
renombrados monjes, que fueron primeros según sus diferentes habilidades y
características. [Leer en pali]

14.4. CatutthaVAGGA - Cuarto SUBCAPÍTULO


AN 1,219-234 Catutthavagga – Cuarto sub-capítulo. La última parte del listado de los
monjes más renombrados, que fueron primeros según sus diferentes habilidades y
características. [Leer en pali]

14.5. PancaMAVAGGA - Quinto SUBCAPÍTULO


AN 1,235-247 Pancamavagga – Quinto sub-capítulo. El Buda hace mención de las monjas
más renombradas, que fueron primeras, según sus diferentes habilidades y características.
[Leer en pali]

14.6. ChatthaVAGGA - Sexto SUBCAPÍTULO


AN 1,248-257 Chatthavagga – Sexto sub-capítulo. El Buda hace mención de los discípulos
laicos más renombrados, que fueron primeros, según sus diferentes habilidades y
características. [Leer en pali]

14.7. SattamaVAGGA - Séptimo SUBCAPÍTULO


AN 1,258-267 Sattamavagga – Séptimo sub-capítulo. El Buda hace mención de sus
discípulas laicas más renombradas, que fueron primeras, según sus diferentes habilidades y
características. [Leer en pali]

15. Atthanapali - Capítulo sobre lo imposible


15.1. PATHAMAVAGGA - PRIMER SUBCAPÍTULO
AN 1,268-277 Pathamavagga – Primer sub-capítulo. El Buda menciona una serie de
diferentes situaciones que son imposibles desde el punto de vista de la doctrina budista.
[Leer en pali]

15.2. DUTIYAVAGGA - SEGUNDO SUBCAPÍTULO


AN 1,278-286 Dutiyavagga – Segundo sub-capítulo. El Buda se refiere a una segunda serie
de diferentes situaciones que son imposibles desde el punto de vista de la doctrina budista.
[Leer en pali]

15.3. TATIYAVAGGA - TERCER SUBCAPÍTULO


AN 1,287-295 Tatiyavagga – Tercer sub-capítulo. El Buda se refiere a una tercera y última
serie de diferentes situaciones que son imposibles desde el punto de vista de la doctrina
budista. [Leer en pali]

16. Ekadhammapali - Capítulo sobre una cosa


16.1. PATHAMAVAGGA - PRIMER SUBCAPÍTULO
AN 1,296-305 Pathamavagga – Primer sub-capítulo. El Buda enumera una serie de “únicas
cosas particulares” que conducen al desencanto del mundo, al desapasionamiento, al cese, al
conocimiento directo, al despertar y al Nibbana: la meta última del budismo. [Leer en pali]
16.2. DUTIYAVAGGA - SEGUNDO SUBCAPÍTULO
AN 1,306-315 Dutiyavagga – Segundo sub-capítulo. El Buda enumera una serie de “únicas
cosas particulares” que causan la aparición de las cualidades perjudiciales y las incrementan,
en perjuicio de las cualidades beneficiosas. [Leer en pali]
16.3. TATIYAVAGGA - TERCER SUBCAPÍTULO
AN 1,316-332 Tatiyavagga – Tercer sub-capítulo. El Buda enumera una serie de “únicas
cosas particulares” que causan perjuicio, ruina e infelicidad de mucha gente, y les
contrapone a aquellas que causan el bien y la felicidad. [Leer en pali]
16.4. CATUTTHAVAGGA - CUARTO SUBCAPÍTULO
AN 1,333-377 Catutthavagga – Cuarto sub-capítulo. En esos suttas, el Buda toma como
ilustración un mitológico continente budista donde prevalecen montañas escabrosas y
lugares de difícil acceso frente a parques y arboledas, para establecer un paralelismo sobre
lo que prevalece en el mundo espiritual. [Leer en pali]
17. Pasadakaradhammavagga - Capítulo sobre las cualidades generadoras de
confianza
AN 1,378-393 Pasadakaradhammavagga - Capítulo sobre las cualidades generadoras de
confianza. El Buda enumera algunas cualidades que se constituyen en ganancias para quien las
posee. [Leer en pali]
18. Aparaaccharasanghatavagga - Capítulo sobre una fracción de segundo
AN 1,394-574 Aparaaccharasangatavagga - Capítulo sobre una fracción de segundo. En este
capítulo se listan los diversos logros espirituales conocidos en el budismo. El Buda subraya sus
beneficios afirmando, en cada caso, que si el monje los desarrollase tan solo “por una fracción
de segundo” esto sería suficiente como llamarlo “monje que no carece del jhana, que actúa bajo
las enseñanzas del Maestro, que responde a sus consejos y que no consume la comida de las
limosnas en vano”. [Leer en pali]
19. Kayagatasativagga - Capítulo sobre la atención consciente en el cuerpo
AN 1,575-615 Kayagatasativagga - Capítulo sobre la atención consciente en el cuerpo. El Buda
señala los numerosos beneficios que siguen a la meditación en el cuerpo. [Leer en pali]
20. Amatavagga - Capítulo sobre lo inmortal
AN 1,616-627 Amatavagga - Capítulo sobre lo inmortal. El Buda vuelve a señalar la
importancia de la contemplación del cuerpo, elevándola al rango de lo inmortal: la última meta
del budismo. [Leer en pali]
AN 1,1-10 Rupadivagga {15A1.1.1,1 - 15A1.1.10,10} - Capítulo
sobre la obsesión de la mente

El Buda advierte sobre los peligros de la belleza femenina para los hombres y del peligro de la
atracción masculina para las mujeres.

[1] {1} Esto he escuchado.


En una ocasión, el Bienaventurado se estaba morando en Savatthi, en la arboleda Jeta del parque de
Anathapindika. Estando allí el Bienaventurado se dirigió a los monjes:
“Monjes”.
“Sí, venerable señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, yo no conozco otra forma particular alguna, que sea tan obsesionante para la mente del
hombre, que la forma de la mujer. La forma de la mujer, monjes, obsesiona la mente del hombre.
[2] {2} “Monjes, yo no veo otro sonido particular alguno, que sea tan obsesionante para la mente
del hombre, que la voz de la mujer. La voz de la mujer, monjes, obsesiona la mente del hombre.
[3] {3} “Monjes, yo no veo otro olor particular alguno, que sea tan obsesionante para la mente del
hombre, que el olor de la mujer. El olor de la mujer, monjes, obsesiona la mente del hombre.
[4] {4} “Monjes, yo no veo otro sabor particular alguno, que sea tan obsesionante para la mente del
hombre, que el sabor de la mujer. El sabor de la mujer, monjes, obsesiona la mente del hombre.
[5] {5} “Monjes, yo no veo otra sensación táctil particular alguna, que sea tan obsesionante para la
mente del hombre, que la sensación táctil de la mujer. La sensación táctil de la mujer, monjes,
obsesiona la mente del hombre.
[6] {6} “Monjes, yo no veo otra forma particular alguna, que sea tan obsesionante para la mente de
la mujer, que la forma del hombre. La forma del hombre, monjes, obsesiona la mente de la mujer.
[7] {7} “Monjes, yo no veo otro sonido particular alguno, que sea tan obsesionante para la mente de
la mujer, que la voz del hombre. La voz del hombre, monjes, obsesiona la mente de la mujer.
[8] {8} “Monjes, yo no veo otro olor particular alguno, que sea tan obsesionante para la mente de la
mujer, que el olor del hombre. El olor del hombre, monjes, obsesiona la mente de la mujer.
[9] {9} “Monjes, yo no veo otro sabor particular alguno, que sea tan obsesionante para la mente de
la mujer, que el sabor del hombre. El sabor del hombre, monjes, obsesiona la mente de la mujer.
[10] {10} “Monjes, yo no veo otra sensación táctil particular alguna, que sea tan obsesionante para
la mente de la mujer, que la sensación táctil del hombre. La sensación táctil del hombre, monjes,
obsesiona la mente de la mujer".
AN 1,11-20 Nivaranappahanavagga {15A1.2.1,11 -
15A1.2.10,20} - Capítulo sobre el abandono de los obstáculos

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• Cinco impedimentos (Nivarana)

El Buda, en los primeros cinco suttas enumera los factores que producen los deseos sensuales, la
animadversión, el embotamiento y modorra, la preocupación y remordimiento, y la duda. En los
restantes cinco, enumera los factores que previenen la aparición de esos perjudiciales estados
mentales.

[11] {11} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de causar la
aparición de los deseos sensuales aún no aparecidos, e incrementar y expandir aquellos que ya
aparecieron, que el signo de la atracción.
“En alguien que atiende descuidadamente el signo de la atracción, los deseos sensuales aún no
aparecidos aparecen y aquellos que ya aparecieron se incrementan y expanden.
[12] {12} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de causar la
aparición de la animadversión aún no aparecida, e incrementar y expandir aquella que ya apareció,
que el signo de la repulsión.
“En alguien que atiende descuidadamente el signo de la repulsión, la animadversión aún no
aparecida aparece y aquella que ya apareció se incrementa y expande.
[13] {13} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de causar la
aparición del embotamiento y la modorra aún no aparecidos, e incrementar y expandir aquellos que
ya aparecieron, que el descontento, el letargo, la pereza, la somnolencia después de la comida y la
torpeza mental.
“En alguien que es mentalmente torpe, el embotamiento y la modorra aún no aparecidos aparecen y
aquellos que ya aparecieron se incrementan y expanden.
[14] {14} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de causar la
aparición de la preocupación y el remordimiento aún no aparecidos, e incrementar y expandir
aquellos que ya aparecieron, que la mente inquieta.
“En alguien con la mente inquieta, la preocupación y el remordimiento aún no aparecidos aparecen
y aquellos que ya aparecieron se incrementan y expanden.
[15] {15} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de causar la
aparición de la duda aún no aparecida, e incrementar y expandir aquella que ya apareció, que la
atención descuidada.
“En alguien que atiende descuidadamente, la duda aún no aparecida aparece y aquella que ya
apareció se incrementa y expande.
[16] {16} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de impedir la
aparición de los deseos sensuales aún no aparecidos, y abandonar aquellos que ya aparecieron, que
el signo de la no-atracción.
“En alguien que atiende cuidadosamente el signo de la no-atracción, los deseos sensuales aún no
aparecidos no surgen, aquellos que ya aparecieron son abandonados.
[17] {17} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de impedir la
aparición de la animadversión aún no aparecida, y abandonar aquella que ya apareció, que la
liberación de la mente a través del amor universal.
“En alguien que atiende cuidadosamente la liberación de la mente a través del amor universal, la
animadversión aún no aparecida no surge y aquella que ya apareció es abandonada.
[18] {18} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de impedir la
aparición del embotamiento y la modorra aún no aparecidos, y abandonar aquellos que ya
aparecieron, que el elemento de la investigación, el elemento de la persistencia y el elemento del
esfuerzo.
“En alguien en quien surge la energía, el embotamiento y la modorra aún no aparecidos no surgen y
aquellos que ya aparecieron son abandonados.
[19] {19} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de impedir la
aparición de la preocupación y el remordimiento aún no aparecidos, y abandonar aquellos que ya
aparecieron, que la tranquilidad mental.
“En alguien, cuya mente es tranquila, la preocupación y el remordimiento aún no aparecidos no
surgen y aquellos que ya aparecieron son abandonados.
[20] {20} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de impedir la
aparición de la duda aún no aparecida, y abandonar aquella que ya apareció, que la cuidadosa
atención.
“En alguien que atiende cuidadosamente, la duda aún no aparecida no surge y aquella que ya
apareció es abandonada".
AN 1,21-30 Akammaniyavagga {15A1.3.1,21 - 15A1.3.10,30} -
Capítulo sobre lo no desarrollado

En estos breves suttas se oponen las cualidades mentales de una mente no cultivada a una
profundamente desarrollada.

[21] {21} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que cuando no se la desarrolla es tan
difícil de manejar que la mente. La mente no desarrollada es difícil de manejar.
[22] {22} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que cuando se la desarrolla es tan
manejable que la mente. La mente desarrollada es manejable.
[23] {23} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que cuando no se la desarrolla conduce al
prejuicio tan grande que la mente. La mente no desarrollada conduce a gran prejuicio.
[24] {24} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que cuando se la desarrolla conduce al
bien tan grande que la mente. La mente desarrollada conduce a gran bien.
[25] {25} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que cuando no se la desarrolla ni
manifiesta, conduce al prejuicio tan grande que la mente. La mente no desarrollada ni manifiesta
conduce a gran prejuicio.
[26] {26} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que cuando se la desarrolla y manifiesta,
conduce al bien tan grande que la mente. La mente desarrollada y manifiesta conduce a gran bien.
[27] {27} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que cuando no se la desarrolla ni cultiva,
conduce al prejuicio tan grande que la mente. La mente no desarrollada ni manifiesta conduce a
gran prejuicio.
[28] {28} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que cuando se la desarrolla y cultiva
conduce al bien tan grande que la mente. La mente desarrollada y cultivada conduce a gran bien.
[29] {29} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que cuando no se la desarrolla ni cultiva,
trae sufrimiento tan grande que la mente. La mente no desarrollada ni manifiesta trae sufrimiento.
[30] {30} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que cuando se la desarrolla y cultiva trae
la felicidad tan grande que la mente. La mente desarrollada y cultivada trae felicidad".
AN 1,31-40 Adantavagga {15A1.4.1,31 - 15A1.410,40} -
Capítulo sobre lo indomable

El Buda enumera los factores necesarios para progresar en el camino espiritual.

[31] {31} “Monjes, yo no conozco otra cosa particular alguna, que cuando es indomable, conduce a
prejuicio tan grande que la mente. La mente indomable conduce a gran prejuicio.
[32] {32} “Monjes, yo no conozco otra cosa particular alguna, que cuando está domada, conduce a
bien tan grande que la mente. La mente domada conduce a gran bien.
[33] {33} “Monjes, yo no conozco otra cosa particular alguna, que cuando no está resguardada,
conduce a prejuicio tan grande que la mente. La mente no resguardada conduce a gran prejuicio.
[34] {34} “Monjes, yo no conozco otra cosa particular alguna, que cuando está resguardada,
conduce a bien tan grande que la mente. La mente resguardada conduce a gran bien.
[35] {35} “Monjes, yo no conozco otra cosa particular alguna, que cuando está desprotegida,
conduce a prejuicio tan grande que la mente. La mente desprotegida conduce a gran prejuicio.
[36] {36} “Monjes, yo no conozco otra cosa particular alguna, que cuando está protegida, conduce
a bien tan grande que la mente. La mente protegida conduce a gran bien.
[37] {37} “Monjes, yo no conozco otra cosa particular alguna, que cuando no está restringida,
conduce a prejuicio tan grande que la mente. La mente no restringida conduce a gran prejuicio.
[38] {38} “Monjes, yo no conozco otra cosa particular alguna, que cuando está restringida, conduce
a bien tan grande que la mente. La mente restringida conduce a gran bien.
[39] {39} “Monjes, yo no conozco otra cosa particular alguna, que cuando no está domada, no
resguardada, no protegida y no restringida conduce a prejuicio tan grande que la mente. La mente
no domada, no resguardada, no protegida y no restringida conduce a gran prejuicio.
[40] {40} “Monjes, yo no conozco otra cosa particular alguna, que cuando está domada,
resguardada, protegida y restringida, conduce a bien tan grande que la mente. La mente domada,
resguardada, protegida y restringida conduce a gran bien".
AN 1,41-50 Panihitaacchavagga {15A1.5.1,41 - 15A1.5.10,50} -
Capítulo con la espiga

El Buda usa símiles de diversas clases, para explicar en qué consisten las diferentes cualidades
mentales, como la pureza, cultivo, atención, flexibilidad y otras.

[41] {41} “Imaginad, monjes, que se presionara con la mano o con el pie a una espiga de arroz del
monte o de cebada que estuviera mal direccionada. Entonces, monjes, sería imposible que la misma
perforara la mano o el pie y derrama sangre. Y, ¿por qué no? Porque la espiga está mal
direccionada.
“De la misma manera, monjes, sería imposible que el monje con una mente mal direccionada
perforase la ignorancia, hiciese surgir el verdadero conocimiento o realizase el Nibbana. Y, ¿por qué
no? Porque su mente está mal direccionada.
[42] {42} “Imaginad, monjes, que se presionara con la mano o con el pie a una espiga de arroz del
monte o de cebada que estuviera bien direccionada. Entonces, monjes, sería posible que la misma
perforara la mano o el pie y derrama sangre. Y, ¿por qué sí? Porque la espiga está bien
direccionada.
“De la misma manera, monjes, sería imposible que el monje con una mente bien direccionada
perforase la ignorancia, hiciese surgir el verdadero conocimiento y realizase el Nibbana. Y, ¿por qué
sí? Porque su mente está bien direccionada.
[43] {43} “He aquí, monjes, habiendo abarcado la mente de una persona mentalmente corrompida
con mi propia mente, comprendí que si esa persona muriese en este momento, estaría llevada y
depositada en el infierno. Y, ¿por qué así? Porque su mente está corrompida. Es por las corrupciones
mentales que, con el quiebre del cuerpo después de la muerte, algunos seres de aquí renacen en el
plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno.
[44] {44} “He aquí, monjes, habiendo abarcado la mente de una persona mentalmente apacible con
mi propia mente, comprendí que si esa persona muriese en este momento, estaría llevada y
depositada en el cielo. Y, ¿por qué así? Porque su mente es apacible. Es por la placidez mental que,
con el quiebre del cuerpo después de la muerte, algunos seres de aquí renacen en el buen destino, en
el mundo celestial.
[45] {45} “Imaginad, monjes, a un estanque de agua que fuese agitada, turbia y fangosa. Entonces,
si un hombre se parase en la orilla, aún si tuviera buena vista, no podría ver las conchas, la gravilla,
las piedritas, ni las escamas de los peces que nadan ahí y descansan. Y, ¿por qué no? Porque el agua
es turbia.
“De la misma manera, monjes, es imposible para el monje con la mente turbia conocer su propio
bien, el bien de los demás ni el bien de ambos, tampoco [le es posible] realizar la sobrehumana
distinción en el conocimiento y la visión, digno de los nobles. Y, ¿por qué no? Porque su mente es
turbia.
[46] {46} “Imaginad, monjes, a un estanque de agua que fuese clara, serena y limpia. Entonces, si
un hombre se parase en la orilla y tuviese buena vista, podría ver las conchas, la gravilla, las
piedritas y las escamas de los peces que nadan ahí y descansan. Y, ¿por qué sí? Porque el agua está
limpia.
“De la misma manera, monjes, es posible para el monje con la mente limpia conocer su propio bien,
el bien de los demás y el bien de ambos, también [le es posible] realizar la sobrehumana distinción
en el conocimiento y la visión, digno de los nobles. Y, ¿por qué sí? Porque su mente es limpia.
[47] {47} “Monjes, así como el sándalo es declarado el mejor entre los diferentes tipos de árboles,
con respecto a su flexibilidad, maleabilidad y desarrollo, de la misma manera, no veo otra cosa
particular alguna que conduzca mejor, cuando es desarrollada y cultivada, a la flexibilidad y
desarrollo, que la mente. La mente desarrollada y cultivada es flexible y maleable.
[48] {48} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que cambie tan rápidamente como la
mente. Es muy difícil encontrar un símil para ilustrar qué tan rápido cambia la mente.
[49] {49} “Luminosa, monjes, es la mente, pero está contaminada por las impurezas que vienen de
afuera.
[50] {50} “Luminosa, monjes, es la mente, cuando se purifica de las impurezas que vienen de
afuera”.
AN 1,51-60 Accharasanghatavagga {15A1.6.1,51 -
15A1.6.10,60} - Capítulo con lo luminoso

En los primeros suttas de este vagga, el Buda declara que la mente tiene una naturaleza luminosa,
para luego enseñar sobre cómo cultivarla.

[51] {51} “Luminosa, monjes, es la mente, pero está contaminada por las impurezas que vienen de
afuera. El no instruido mundano no comprende cómo esto realmente es; por eso yo declaro que para
un no instruido mundano no existe el desarrollo de la mente.
[52] {52} “Luminosa, monjes, es la mente, cuando se purifica de las impurezas que vienen de
afuera. El instruido noble discípulo comprende cómo esto realmente es; por eso yo declaro que para
un instruido noble discípulo existe el desarrollo de la mente.
[53] {53} “Monjes, si tan sólo por una fracción de segundo un monje entregase su mente al amor
universal, sería llamado el monje que no carece del jhana, que actúa bajo las enseñanzas del
Maestro, que responde a sus consejos y que no consume la comida de las limosnas en vano.
Mientras más lo hace, cuanto más, mejor lo cultiva.
[54] {54} “Monjes, si tan sólo por una fracción de segundo un monje desarrollase su mente en el
amor universal, sería llamado el monje que no carece del jhana, que actúa bajo las enseñanzas del
Maestro, que responde a sus consejos y que no consume la comida de las limosnas en vano.
Mientras más lo hace, cuanto más, mejor lo cultiva.
[55] {55} “Monjes, si tan sólo por una fracción de segundo un monje ocupase su mente en el amor
universal, sería llamado el monje que no carece del jhana, que actúa bajo las enseñanzas del
Maestro, que responde a sus consejos y que no consume la comida de las limosnas en vano.
Mientras más lo hace, cuanto más, mejor lo cultiva.
[56] {56} “Monjes, cualquier cualidad que fuera perjudicial, que tomase parte de lo perjudicial,
perteneciente a lo perjudicial, todas tienen su precursor en la mente. Monjes, la mente es previa a
todas las cualidades perjudiciales.
[57] {57} “Monjes, cualquier cualidad que fuera beneficiosa, que tomase parte de lo beneficioso,
perteneciente a lo beneficioso, todas tienen su precursor en la mente. Monjes, la mente es previa a
todas las cualidades beneficiosas.
[58] {58} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades perjudiciales aún no surgidas y la desaparición de las cualidades beneficiosas ya
surgidas, que la desatención. Para alguien que está desatento, las no surgidas cualidades
perjudiciales surgen y las surgidas cualidades beneficiosas, declinan.
[59] {59} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades beneficiosas aún no surgidas y la desaparición de las cualidades perjudiciales ya
surgidas, que la atención. Para alguien que está atento, las no surgidas cualidades beneficiosas
surgen y las surgidas cualidades perjudiciales, declinan.
[60] {60} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades perjudiciales aún no surgidas y la desaparición de las cualidades beneficiosas ya
surgidas, que la pereza. Para alguien que es perezoso, las no surgidas
cualidades perjudiciales surgen y las surgidas cualidades beneficiosas, declinan".

AN 1,61-70 Virijarambhadivagga {15A1.7.1,61 - 15A1.7.10,70}


- Capítulo sobre el surgimiento de la energía

El Buda menciona una serie de factores que hacen surgir y desaparecer las cualidades perjudiciales
y beneficiosas, respectivamente.

[61] {61} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades beneficiosas aún no surgidas y la desaparición de las cualidades perjudiciales ya
surgidas, que el surgimiento de la energía. Para alguien en quien surge la energía, las no surgidas
cualidades beneficiosas surgen y las surgidas cualidades perjudiciales, declinan.
[62] {62} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades perjudiciales aún no surgidas y la desaparición de las cualidades beneficiosas ya
surgidas, que la codicia. Para alguien en quien surge la codicia, las no surgidas
cualidades perjudiciales surgen y las surgidas cualidades beneficiosas, declinan.
[63] {63} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades beneficiosas aún no surgidas y la desaparición de las cualidades perjudiciales ya
surgidas, que el escaso número de deseos. Para alguien con escaso número de deseos, las no
surgidas cualidades beneficiosas surgen y las surgidas cualidades perjudiciales, declinan.
[64] {64} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades perjudiciales aún no surgidas y la desaparición de las cualidades beneficiosas ya
surgidas, que la falta de contentamiento. Para alguien que carece de contentamiento, las no surgidas
cualidades perjudiciales surgen y las surgidas cualidades beneficiosas, declinan.
[65] {65} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades beneficiosas aún no surgidas y la desaparición de las cualidades perjudiciales ya
surgidas, que el contentamiento. Para alguien que tiene el contentamiento, las no surgidas
cualidades beneficiosas surgen y las surgidas cualidades perjudiciales, declinan.
[66] {66} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades perjudiciales aún no surgidas y la desaparición de las cualidades beneficiosas ya
surgidas, que la atención descuidada. Para alguien que atiende descuidadamente, las no surgidas
cualidades perjudiciales surgen y las surgidas cualidades beneficiosas, declinan.
[67] {67} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades beneficiosas aún no surgidas y la desaparición de las cualidades perjudiciales ya
surgidas, que la cuidadosa atención. Para alguien que atiende cuidadosamente, las no surgidas
cualidades beneficiosas surgen y las surgidas cualidades perjudiciales, declinan.
[68] {68} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades perjudiciales aún no surgidas y la desaparición de las cualidades beneficiosas ya
surgidas, que la falta de clara compresión. Para alguien que no comprende claramente, las no
surgidas cualidades perjudiciales surgen y las surgidas cualidades beneficiosas, declinan.
[69] {69} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades beneficiosas aún no surgidas y la desaparición de las cualidades perjudiciales ya
surgidas, que la clara comprensión. Para alguien que comprende claramente, las no surgidas
cualidades beneficiosas surgen y las surgidas cualidades perjudiciales, declinan.
[70] {70} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades perjudiciales aún no surgidas y la desaparición de las cualidades beneficiosas ya
surgidas, que la mala compañía. Para alguien que tiene malos amigos, las no surgidas cualidades
perjudiciales surgen y las surgidas cualidades beneficiosas, declinan".

AN 1,71-81 {15A1.8.1,71 - 15A1.8.11,81} Kalyanamittadivagga


- Capítulo sobre la buena compañía

Este capítulo sigue enumerando los factores que hacen surgir y desaparecer las cualidades
perjudiciales y beneficiosas, respectivamente.

[71] {71} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades beneficiosas aún no surgidas y la desaparición de las cualidades perjudiciales ya
surgidas, que la buena compañía. Para alguien que tiene buenos amigos, las no surgidas cualidades
beneficiosas surgen y las surgidas cualidades perjudiciales, declinan.
[72] {72} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades perjudiciales aún no surgidas y la desaparición de las cualidades beneficiosas ya
surgidas, que la búsqueda de las cualidades perjudiciales y la falta de búsqueda de las cualidades
beneficiosas. Para alguien que busca las cualidades perjudiciales y no busca las cualidades
beneficiosas, las no surgidas cualidades perjudiciales surgen y las surgidas cualidades beneficiosas,
declinan.
[73] {73} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para el surgimiento de
las cualidades beneficiosas aún no surgidas y la desaparición de las cualidades perjudiciales ya
surgidas, que la búsqueda de las cualidades beneficiosas y la falta de búsqueda de las cualidades
perjudiciales. Para alguien que busca las cualidades beneficiosas y no busca las cualidades
perjudiciales, las no surgidas cualidades beneficiosas surgen y las surgidas cualidades perjudiciales,
declinan.
[74] {74} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para que los aún no
surgidos factores de iluminación no surjan y los ya surgidos factores de iluminación no alcancen su
plenitud por medio del desarrollo, que la descuidada atención. Para alguien que atiende
descuidadamente, los no surgidos factores de iluminación no surgen y los surgidos factores de
iluminación no alcanzan su plenitud por medio del desarrollo.
[75] {75} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que sea más favorable para que los aún no
surgidos factores de iluminación surjan y los ya surgidos factores de iluminación alcancen su
plenitud por medio del desarrollo, que la cuidadosa atención. Para alguien que atiende
cuidadosamente, los no surgidos factores de iluminación surgen y los surgidos factores de
iluminación alcanzan su plenitud por medio del desarrollo.
[76] {76} “Cosa insignificante, monjes, es la pérdida de parientes. Peor cosa es la pérdida de
sabiduría.
[77] {77} “Cosa insignificante, monjes, es el incremento de los parientes. Mejor cosa es crecer en
sabiduría. Por eso, monjes, deberíais entrenaros de esta manera: ‘Vamos a crecer en sabiduría’. Es
así, monjes, cómo deberíais entrenaros.
[78] {78} “Cosa insignificante, monjes, es la pérdida de riquezas. Peor cosa es la pérdida de
sabiduría.
[79] {79} “Cosa insignificante, monjes, es el incremento de las riquezas. Mejor cosa es crecer en
sabiduría. Por eso monjes, deberíais entrenaros de esta manera: ‘Vamos a crecer en sabiduría’. Es
así, monjes, cómo deberíais entrenaros.
[80] {80} “Cosa insignificante, monjes, es la pérdida de la fama. Peor cosa es la pérdida de
sabiduría.
[81] {81} “Cosa insignificante, monjes, es el incremento de la fama. Mejor cosa es crecer en
sabiduría. Por eso monjes, deberíais entrenaros de esta manera: ‘Vamos a crecer en sabiduría’. Es
así, monjes, cómo deberíais entrenaros”.

AN 1,82-97 {15A1.9.1,82 - 15A1.9.16,97} Pamadadivagga -


Capítulo sobre la negligencia

El Buda enumera los factores que causan daño y los contrapone a aquellos que producen el bien.
[82] {82} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que conduzca al perjuicio, tan grande como
la negligencia. La negligencia conduce a gran perjuicio.
[83] {83} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que conduzca al bien, tan grande como la
diligencia. La diligencia conduce a gran bien.
[84-97] {97-97} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que conduzca al perjuicio, tan grande
como la pereza… (85) …que conduzca al bien, tan grande como el surgimiento de la energía… (86)
…codicia… (87) …pequeño número de deseos… (88) …falta de contentamiento… (89) …
contentamiento… (90) …descuidada atención… (91) …cuidadosa atención… (92) …falta de clara
comprensión… (93) …clara comprensión… (94) …mala compañía… (95) …buena compañía…
(96) …búsqueda de las cualidades perjudiciales y la falta de búsqueda de las cualidades
beneficiosas… (97) …búsqueda de las cualidades beneficiosas y la falta de búsqueda de las
cualidades perjudiciales. Para alguien que busca las cualidades beneficiosas y no busca las
cualidades perjudiciales, las no surgidas cualidades beneficiosas surgen y las surgidas cualidades
perjudiciales, declinan".
AN 1,98-139 {15A1.10.1,98 - 15A1.10.42,139}
Dutiyapamadadivagga – Segundo capítulo sobre la negligencia

Los factores internos que conducen a perjuicios y otros que atraen el bien, las cosas que conducen al
declive y la desaparición del buen Dhamma y otras que ayudan a su continuación, más una serie
final de actividades perjudiciales con sus contrapartes beneficiosas.

[98] {98} “Entre los factores internos, monjes, no veo ningún otro factor que conduzca a un
prejuicio tan grande como la negligencia. La negligencia, monjes, conduce a gran perjuicio.
[99] {99} “Entre los factores internos, monjes, no veo ningún otro factor que conduzca a un bien
tan grande como la diligencia. La diligencia, monjes, conduce a gran bien.
[100-113] {100-113} “Entre los factores internos, monjes, no veo ningún otro factor que conduzca a
un prejuicio tan grande como la pereza… (101) …que conduzca a bien tan grande como el
surgimiento de la energía… (102) …codicia… (103) …pequeño número de deseos… (104) …falta
de contentamiento… (105) …contentamiento… (106) …descuidada atención… (107) …cuidadosa
atención… (108) …falta de clara comprensión… (109) …clara comprensión… (110) …mala
compañía… (111) …buena compañía… (112) …búsqueda de las cualidades perjudiciales y la falta
de búsqueda de las cualidades beneficiosas… (113) …búsqueda de las cualidades beneficiosas y la
falta de búsqueda de las cualidades perjudiciales. La búsqueda de las cualidades beneficiosas y falta
de búsqueda de las cualidades perjudiciales conduce a gran bien.
[114] {114} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que conduzca al declive y la desaparición
del buen Dhamma como la negligencia. La negligencia conduce al declive y la desaparición del
buen Dhamma.
[115] {115} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que conduzca a la continuación, al no-
declive y la no-desaparición del buen Dhamma como la diligencia. La diligencia conduce a la
continuación, al no-declive y la no-desaparición del buen Dhamma.
[116-129] {116-129} “Monjes, no veo otra cosa particular alguna que conduzca al declive y la
desaparición del buen Dhamma como la pereza… (117) …que conduzca a la continuación, al no-
declive y la no-desaparición del buen Dhamma como el surgimiento de la energía… (118) …
codicia… (119) …pequeño número de deseos… (120) …falta de contentamiento… (121) …
contentamiento… (122) …descuidada atención… (123) …cuidadosa atención… (124) …falta de
clara comprensión… (125) …clara comprensión… (126) …mala compañía… (127) …buena
compañía… (128) …búsqueda de las cualidades perjudiciales y la falta de búsqueda de las
cualidades beneficiosas… (129) …búsqueda de las cualidades beneficiosas y la falta de búsqueda
de las cualidades perjudiciales. La búsqueda de las cualidades beneficiosas y falta de búsqueda de
las cualidades perjudiciales conduce a la continuación, al no-declive y la no-desaparición del buen
Dhamma.
[130] {130} “Monjes, aquellos monjes que explican el no-Dhamma como Dhamma actúan en
prejuicio de mucha gente, en la infelicidad de mucha gente, en la ruina, perjuicio e insatisfacción de
mucha gente, devas y seres humanos. Aquellos monjes generan mucho demérito y causan la
desaparición del buen Dhamma.
[131-139] {131-139} “Monjes, aquellos monjes que explican el Dhamma como no-Dhamma…
(132) …no-disciplina como disciplina… (133) …disciplina como no-disciplina… (134) …lo que no
ha sido dicho y predicado por el Tathagata como lo que fue dicho y predicado por el Tathagata…
(135) …lo que ha sido dicho y predicado por el Tathagata como lo que no fue dicho y predicado por
el Tathagata… (136) …lo que no ha sido practicado por el Tathagata como si fuera practicado por el
Tathagata… (137) … lo que ha sido practicado por el Tathagata como si no fuera practicado por el
Tathagata… (138) lo que no ha sido prescrito por el Tathagata como si fuera prescrito por el
Tathagata… (139) …lo que ha sido prescrito por el Tathagata como si no fuera prescrito por el
Tathagata, actúan en perjuicio de mucha gente, en la infelicidad de mucha gente, en la ruina,
perjuicio e insatisfacción de mucha gente, devas y seres humanos. Aquellos monjes generan mucho
demérito y causan la desaparición del buen Dhamma".

AN 1,140-149 {15A1.11.1,140 - 15A1.11.10,149}


Adhammavagga – Capítulo sobre el no-Dhamma

El Budda señala el gran mérito que se ganan aquellos que enseñan correctamente el Dhamma.

[140] {140} “Monjes, aquellos monjes que explican el no-Dhamma como no-Dhamma están
actuando para el bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, el
bienestar y la felicidad de mucha gente, de los devas y seres humanos. Esos monjes generan un gran
mérito y preservan este buen Dhamma.
[141-149] {141-149} “Monjes, aquellos monjes que explican el Dhamma como Dhamma… (142)
… no-Disciplina como no-Disciplina… (143)… Disciplina como Disciplina… (144)… lo que no ha
sido dicho ni predicado por el Tathagata como no dicho ni predicado por él… (145)… lo que ha
sido dicho y predicado por el Tathagata como dicho y predicado por él… (146)… lo que no ha sido
practicado por el Tathagata como no practicado por él… (147)… lo que ha sido practicado por el
Tathagata como practicado por él… (148) lo que no ha sido prescrito por el Tathagata como no
prescrito por él… (149)… lo que ha sido prescrito por el Tathagata como prescrito por él, están
actuando para el bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, el
bienestar y la felicidad de mucha gente, de los devas y seres humanos. Esos monjes generan un gran
mérito y preservan este buen Dhamma”.
AN 1,150-169 {15A1.12.1,150 - 15A1.12.20,169} Anapattivagga
– Capítulo sobre lo que no es una ofensa

Formas de enseñanza que producen la felicidad en contraposición a las que conducen a la ruina.

[150] {150} “Monjes, aquellos monjes que explican aquello que no es una ofensa como ofensa,
están actuando para el perjuicio de mucha gente, para la infelicidad de mucha gente, para la ruina, el
perjuicio y el sufrimiento de mucha gente, de los devas y seres humanos. Esos monjes generan un
gran demérito y causan la desaparición de este buen Dhamma.
[151-159] {151-159} “Monjes, aquellos monjes que explican aquello que es una ofensa como no-
ofensa… (152)… una ofensa ligera como ofensa grave… (153)… una ofensa grave como ofensa
ligera… (154)… una ofensa grosera como ofensa no grosera… (155)… una ofensa no grosera como
ofensa grosera… (156)… una ofensa remediable como ofensa irremediable… (157)… una ofensa
irremediable como ofensa remediable… (158)… una ofensa con compensación como ofensa sin
compensación… (159)… una ofensa sin compensación como ofensa con compensación están
actuando para el perjuicio de mucha gente, para la infelicidad de mucha gente, para la ruina, el
perjuicio y el sufrimiento de mucha gente, de los devas y seres humanos. Esos monjes generan un
gran demérito y causan la desaparición de este buen Dhamma.
[160] {160} “Monjes, aquellos monjes que explican aquello que no es una ofensa como no-ofensa
están actuando para el bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, el
bienestar y la felicidad de mucha gente, de los devas y seres humanos. Esos monjes generan un gran
mérito y preservan este buen Dhamma.
[161-169] {161-169} “Monjes, aquellos monjes que explican aquello que es una ofensa como
ofensa… (162)… una ofensa ligera como ofensa ligera… (163)… una ofensa grave como ofensa
grave… (164)… una ofensa grosera como ofensa grosera… (165)… una ofensa no grosera como
ofensa no grosera… (166)… una ofensa remediable como ofensa remediable… (167)… una ofensa
irremediable como ofensa irremediable… (168)… una ofensa con compensación como ofensa con
compensación… (169)… una ofensa sin compensación como ofensa sin compensación, están
actuando para el bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, el
bienestar y la felicidad de mucha gente, de los devas y seres humanos. Esos monjes generan un gran
mérito y preservan este buen Dhamma”.
AN 1,170-187 {15A1.13.1,170 - 15A1.13.18,187}
Ekapuggalavagga – Capítulo sobre una persona

Etiquetas:
• Canon Pali
• Suttas

Lo que hace que el Buda sea un tipo singular e irrepetible de persona.

[170] {170} “He aquí, monjes, surge en el mundo una sola persona para el bienestar de mucha
gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, el bienestar y la felicidad de mucha gente, de
los devas y seres humanos. Y, ¿quién, monjes, es esa persona? El Tathagata, el Arahant, el
Perfectamente Iluminado. Éste es aquella persona que surge en el mundo, una sola persona para el
bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, el bienestar y la felicidad
de mucha gente, de los devas y seres humanos.
[171-174] {171-174} “He aquí, monjes, la manifestación de una sola persona es muy rara en el
mundo… (172)… una sola persona surge en el mundo que es extraordinaria… (173)… la muerte de
una sola persona es lamentada por mucha gente… (174) He aquí, monjes, una sola persona surgió
en el mundo que es única, sin par, sin contraparte, incomparable, inigualable, sin igual, inigualado,
el principal entre los bípedos. Y, ¿quién, monjes, es esa persona? El Tathagata, el Arahant, el
Perfectamente Iluminado. Éste es aquella persona que surge en el mundo, una sola persona para el
bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, el bienestar y la felicidad
de mucha gente, de los devas y seres humanos. Éste es aquel que es una sola persona que surgió en
el mundo y que es única, sin par, sin contraparte, incomparable, inigualable, sin igual, inigualado, el
principal entre los bípedos.
[175-186] {175-186} “Monjes, la manifestación de una sola persona es la manifestación de la gran
visión. (176)… manifestación de la gran luz. (177)… manifestación del gran resplandor. (178)…
manifestación de las seis cosas insuperables. (179)… realización de los cuatro conocimientos
analíticos. (180)… penetración de numerosos elementos. (181)… penetración de diversidad de
elementos… (182)… la realización del fruto del verdadero conocimiento y liberación. (183)… la
realización del fruto del que entra en la corriente. (184)… la realización del fruto del que una sola
vez retorna. (185)… la realización del fruto del que no retorna. (186)… la realización del fruto del
arahantado.
[187] {187} “Monjes, yo no veo otra persona particular alguna, la cual continúa con propiedad
manteniendo en movimiento la insuperable rueda del Dhamma, puesta en movimiento por el
Tathagata, que Sariputta. Sariputta, monjes, es el que continúa con propiedad manteniendo en
movimiento la insuperable rueda del Dhamma, puesta en movimiento por el Tathagata”.
AN 1,188-197 {15A1.14.1.1,188 - 15A1.14.1.10,197}
Pathamavagga – Primer sub-capítulo

El Buda menciona sus más renombrados monjes, que fueron los primeros según sus diferentes
habilidades y características.

[188] {188} “Monjes, el primero entre mis discípulos monjes en el señorío es Annakondanna.
[189] {189} “Monjes, el primero entre aquellos de gran sabiduría es Sariputta.
[190] {190} “Monjes, el primero entre aquellos con poderes espirituales es Mahamoggallana.
[191] {191} “Monjes, el primero entre aquellos que expusieron las prácticas ascéticas es
Mahakassapa.
[192] {192} “Monjes, el primero entre aquellos con el ojo divino es Anuruddha.
[193] {193} “Monjes, el primero entre aquellos de familias eminentes es Bhaddiya
Kaligodhayaputta.
[194] {194} “Monjes, el primero entre aquellos con dulce voz es Lakuntaka Bhaddiya.
[195] {195} “Monjes, el primero entre aquellos con el rugido de león es Pindola Bharadvaja.
[196] {196} “Monjes, el primero entre aquellos que habla sobre el Dhamma es Punna Mantaniputta.
[197] {197} “Monjes, el primero entre aquellos que explican en detalle el significado de lo que ha
sido dicho en forma breve es Mahakaccana.

AN 1,198-208 {15A1.14.2.1,198 - 15A1.14.2.11,208}


Dutiyavagga – Segundo sub-capítulo

En este capítulo se sigue mencionando a los más renombrados monjes, primeros según sus
diferentes habilidades y características.

[198] {198} “Monjes, el primero entre mis discípulos monjes que crean el cuerpo-hecho-por-la-
mente es Cullapanthaka.
[199] {199} “Monjes, el primero entre aquellos hábiles en la transformación es Cullapanthaka.
[200] {200} “Monjes, el primero entre aquellos en la transformación de la percepción es
Mahapanthaka.
[201] {201} “Monjes, el primero entre aquellos que moran sin conflicto es Subhuti.
[202] {202} “Monjes, el primero entre aquellos que son dignos de donativos es Subhuti.
[203] {203} “Monjes, el primero entre los moradores del bosque es Revata Khadiravaniya.
[204] {204} “Monjes, el primero entre los meditadores es Kankharevata.
[205] {205} “Monjes, el primero entre aquellos que hacen surgir la energía es Sona Kolvisa.
[206] {206} “Monjes, el primero entre aquellos que son excelentes oradores es Sona Kutikanna.
[207] {207} “Monjes, el primero entre aquellos que hacen ganancias es Sivali.
[208] {208} “Monjes, el primero entre aquellos que están resueltos a través de la fe es Vakkali.

AN 1,209-218 {15A1.14.3.1,209 - 15A1.14.3.10,218}


Tatiyavagga – Tercer sub-capítulo

El Buda continúa listando a los más renombrados monjes, que fueron primeros según sus diferentes
habilidades y características.

[209] {209} “Monjes, el primero entre mis discípulos monjes aquellos deseosos del entrenamiento
es Rahula.
[210] {210} “Monjes, el primero entre aquellos que renunciaron la vida hogareña por fe es
Ratthapala.
[211] {211} “Monjes, el primero entre aquellos que tomaron primero la comida de los vales [1] es
Kundadhana.
[212] {212} “Monjes, el primero entre aquellos que componen versos inspiracionales es Vangisa.
[213] {213} “Monjes, el primero entre aquellos que inspiran confianza con respecto a todo es
Upasena Vangantaputta.
[214] {214} “Monjes, el primero entre aquellos que asignan las moradas es Dabba Mallaputta.
[215] {215} “Monjes, el primero entre aquellos que son placenteros y agradables a los dioses es
Pilindavaccha.
[216] {216} “Monjes, el primero entre aquellos que rápidamente alcanzan el conocimiento directo
es Bahiya Daraciriya.
[217] {217} “Monjes, el primero entre aquellos que tienen un discurso variado es Kumarakassapa.
[218] {218} “Monjes, el primero entre aquellos que han alcanzado el conocimiento analítico es
Mahakotthita.

NOTA:
[1] Bhikkhu Bodhi explica que esto se refiere a un método de asignar la comida de las limosnas a
los monjes mediante elección de lotes.
AN 1,219-234 {15A1.14.4.1,219 - 15A1.14.4.16,234}
Catutthavagga – Cuarto sub-capítulo

La última parte del listado de los monjes más renombrados, que fueron primeros según sus
diferentes habilidades y características.
[219] {219} “Monjes, el primero entre mis discípulos monjes de aquellos que son enseñados es
Ananda.
[220] {220} “Monjes, el primero entre aquellos que tienen buena memoria es Ananda.
[221] {221} “Monjes, el primero entre aquellos que tienen rápida comprensión es Ananda.
[222] {222} “Monjes, el primero entre aquellos que son resueltos es Ananda.
[223] {223} “Monjes, el primero entre aquellos que son asistentes personales es Ananda.
[224] {224} “Monjes, el primero entre aquellos que tienen un largo séquito es Uruvelakassapa.
[225] {225} “Monjes, el primero entre aquellos que inspiran confianza en las familias es Kaladayi.
[226] {226} “Monjes, el primero entre aquellos que gozan de buena salud es Bakkula.
[227] {227} “Monjes, el primero entre aquellos que recuerdan las vidas pasadas es Sobhita.
[228] {228} “Monjes, el primero entre aquellos que son defensores de la Disciplina es Upali.
[229] {229} “Monjes, el primero entre aquellos que exhortan a las monjas es Nandaka.
[230] {230} “Monjes, el primero entre aquellos que resguardan las puertas de los sentidos es
Nanda.
[231] {231} “Monjes, el primero entre aquellos que exhortan a los monjes es Mahakappina.
[232] {232} “Monjes, el primero entre aquellos que son hábiles en los cinco elementos es Sagata.
[233] {233} “Monjes, el primero entre aquellos que reciben discursos elocuentes es Radha.
[234] {234} “Monjes, el primero entre aquellos que visten ropas ásperas es Mogharaja.”
AN 1,235-247 {15A1.14.5.1,235 - 15A1.14.5.13,247}
Pancamavagga – Quinto sub-capítulo
El Buda hace mención de las monjas más renombradas, que fueron primeras según sus diferentes
habilidades y características.
[235] {235} “Monjes, la primera entre mis discípulas monjas en el señorío es Mahapajapati
Gotama.
[236] {236} “Monjes, la primera entre aquellas de gran sabiduría es Khema.
[237] {237} “Monjes, la primera entre aquellas con poderes espirituales es Uppalavanna.
[238] {238} “Monjes, la primera entre aquellas que son defensoras de la Disciplina es Patacara.
[239] {239} “Monjes, la primera entre aquellas que hablan sobre el Dhamma es Dhammadinna.
[240] {240} “Monjes, la primera entre aquellas que son meditadoras es Nanda.
[241] {241} “Monjes, la primera entre aquellas que hacen surgir la energía es Sona.
[242] {242} “Monjes, la primera entre aquellas con el ojo divino es Sakula.
[243] {243} “Monjes, la primera entre aquellas que rápidamente alcanzan el conocimiento directo
es Bhadda Kundalakesa.
[244] {244} “Monjes, la primera entre aquellas que recuerdan las vidas pasadas es Bhadda
Kapilani.
[245] {245} “Monjes, la primera entre aquellas que alcanzan el gran conocimiento directo es
Bhadda Kaccana.
[246] {246} “Monjes, la primera entre aquellas que visten la ropa áspera es Kisagotami.
[247] {247} “Monjes, la primera entre aquellas que tienen resolución a través de la fe es
Sigalamata.

AN 1,248-257 {15A1.14.6.1,248 - 15A1.14.6.10,257}


Chatthavagga – Sexto sub-capítulo

El Buda hace mención de los discípulos laicos más renombrados, que fueron primeros según sus
diferentes habilidades y características.
[248] {248} “Monjes, los primeros entre mis seguidores laicos en ser primeros en ir por refugio
fueron los comerciantes Tapussa y Bhallika.
[249] {249} “Monjes, el primero entre los donadores es el hombre hogareño Sudatta Anathapindika.
[250] {250} “Monjes, el primero entre los que hablan sobre el Dhamma es el hombre hogareño
Citta de Macchikasanda.
[251] {251} “Monjes, el primero entre aquellos que hacen uso de las cuatro formas de atraer y
mantener a otros es Hatthaka de Alavi.
[252] {252} “Monjes, el primero entre los que ofrecen lo que es excelente es Mahanama, el
sakyano.
[253] {253} “Monjes, el primero entre los que ofrecen lo que es agradable es el hombre hogareño
Ugga de Vesali.
[254] {254} “Monjes, el primero entre los asistentes del Sangha es el hombre hogareño Uggata.
[255] {255} “Monjes, el primero entre los que tienen la inquebrantable confianza es Sura Ambatha.
[256] {256} “Monjes, el primero entre los que tienen la confianza en las personas es Jivaka
Komarabhacca.
[257] {257} “Monjes, el primero entre los que tienen confianza es el hombre hogareño Nakulipita.

AN 1,258-267 {15A1.14.7.1,258 - 15A1.14.7.10,267}


Sattamavagga – Séptimo sub-capítulo

El Buda hace mención de sus discípulas laicas más renombradas, que fueron primeras según sus
diferentes habilidades y características.

[258] {258} “Monjes, la primera entre mis seguidoras laicas en ser primera en ir por refugio es
Sujata, hija de Senani.
[259] {259} “Monjes, la primera entre las donadoras es Visakha Migaramata.
[260] {260} “Monjes, la primera entre aquellas que son enseñadas es Khujjuttara.
[261] {261} “Monjes, la primera entre aquellas que moran en el amor universal benevolente es
Samavati.
[262] {262} “Monjes, la primera entre las meditadoras es Uttara Nandamata.
[263] {263} “Monjes, la primera entre aquellas que ofrecen lo que es excelente es Suppavasa, la
hija de los kolianos.
[264] {264} “Monjes, la primera entre aquellas que atienden a los enfermos es la seguidora laica
Suppiya.
[265] {265} “Monjes, la primera entre las que tienen la inquebrantable confianza es Katiyani.
[266] {266} “Monjes, la primera entre aquellas que son íntimas es la mujer hogareña Nakulamata.
[267] {267} “Monjes, la primera entre aquellas cuya confianza se basa en rumores es la seguidora
laica Kali de Kuraraghara.
AN 1,268-277 {15A1.15.1.1,268 - 15A1.15.1.10,277}
Pathamavagga – Primer sub-capítulo

El Buda menciona una serie de diferentes situaciones que son imposibles desde el punto de vista de
la doctrina budista.

[268] {268} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que la persona consumada en la visión,
considerase fenómeno condicional alguno como permanente; no existe semejante posibilidad. Pero
esto es posible, monjes, que una persona mundana considerase algún fenómeno condicional como
permanente; he aquí, existe semejante posibilidad.
[269] {269} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que la persona consumada en la visión,
considerase fenómeno condicional alguno como placentero; no existe semejante posibilidad. Pero
esto es posible, monjes, que una persona mundana considerase algún fenómeno condicional como
placentero; he aquí, existe semejante posibilidad.
[270] {270} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que la persona consumada en la visión,
considerase fenómeno condicional alguno como el ser; no existe semejante posibilidad. Pero esto es
posible, monjes, que una persona mundana considerase algún fenómeno condicional como el ser; he
aquí, existe semejante posibilidad.
[271-276] {271-276} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que la persona consumada en la
visión, privase a su madre de vida… (272) …privase a su padre de vida… (273) …privase a un
arahant de vida… (274) …con el odio en la mente, derramase la sangre del Tathagata… (275) …
crease un cisma en el Sangha… (276) …reconociese a alguien más [aparte del Buda] como
maestro; no existe semejante posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que una persona mundana
reconociese a alguien más [aparte del Buda] como maestro; he aquí, existe semejante posibilidad.
[277] {277} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que dos arahants que son budas
perfectamente iluminados, surjan simultáneamente en el sistema mundial; no existe semejante
posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que un arahant que es buda perfectamente iluminado,
surja en el sistema mundial; he aquí, existe semejante posibilidad”.
AN 1,278-286 {15A1.15.2.1,278 - 15A1.15.2.9,286} Dutiyavagga
– Segundo sub-capítulo

El Buda se refiere a una segunda serie de diferentes situaciones que son imposibles desde el punto
de vista de la doctrina budista.

[278] {278} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que dos reyes universales que ponen en
movimiento la rueda surjan simultáneamente en el sistema mundial; no existe semejante
posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que un rey universal que pone en movimiento la rueda
surja en el sistema mundial; he aquí, existe semejante posibilidad.
[279-283] {279-283} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que una mujer sea una arahanta,
buda perfectamente iluminada… (280) …que una mujer sea la reina universal que pone en
movimiento la rueda… (281) …que una mujer ocupe la posición del Sakka… (282) …que una
mujer ocupe la posición del Mara… (283) …que una mujer ocupe la posición del Brahma; no
existe semejante posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que un hombre ocupe la posición del
Brahma; he aquí, existe semejante posibilidad.
[284-286] {284-286} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que algo deseado, anhelado y
agradable se produzca a partir de una mala conducta corporal… (285) …que algo deseado,
anhelado y agradable se produzca a partir de una mala conducta verbal… (286) …que algo deseado,
anhelado y agradable se produzca a partir de una mala conducta mental; …no existe semejante
posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que algo no deseado, no anhelado y desagradable se
produzca a partir de una mala conducta corporal… mala conducta verbal… mala conducta
mental…; he aquí, existe semejante posibilidad”.
AN 1,287-295 {15A1.15.3.1,287 - 15A1.15.3.9,295} Tatiyavagga
– Tercer sub-capítulo

El Buda se refiere a una tercera y última serie de diferentes situaciones que son imposibles desde el
punto de vista de la doctrina budista.

[287-289] {287-289} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que algo indeseado, no anhelado y
desagradable se produzca a partir de una buena conducta corporal… (288) …que algo indeseado, no
anhelado y desagradable se produzca a partir de una buena conducta verbal… (289) …que algo
indeseado, no anhelado y desagradable se produzca a partir de una buena conducta mental; no existe
semejante posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que algo deseado, anhelado y agradable se
produzca a partir de una buena conducta corporal… buena conducta verbal… buena conducta
mental; he aquí, existe semejante posibilidad.
[290-292] {290-292} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que la persona involucrada en
mala conducta corporal, debido a eso y por esta razón al quebrarse su cuerpo después de la muerte,
renazca en un buen destino, en el mundo celestial… (291) …que la persona involucrada en mala
conducta verbal, debido a eso y por esta razón al quebrarse su cuerpo después de la muerte, renazca
en un buen destino, en el mundo celestial… (292) …que la persona involucrada en mala conducta
mental, debido a eso y por esta razón al quebrarse su cuerpo después de la muerte, renazca en un
buen destino, en el mundo celestial; no existe semejante posibilidad. Pero esto es posible, monjes,
que la persona involucrada en mala conducta mental…. mala conducta verbal… mala conducta
mental, debido a eso y por esta razón al quebrarse su cuerpo después de la muerte, renazca en el
plano de miseria, en mal destino, en el bajo mundo, en el infierno; existe semejante posibilidad.
[293-295] {293-295} “Esto es imposible e inconcebible, monjes, que la persona involucrada en
buena conducta corporal, debido a eso y por esta razón al quebrarse su cuerpo después de la muerte,
renazca en el plano de miseria, en mal destino, en el bajo mundo, en el infierno… (291) …que la
persona involucrada en buena conducta verbal, debido a eso y por esta razón al quebrarse su cuerpo
después de la muerte, renazca en el plano de miseria, en mal destino, en el bajo mundo, en el
infierno… (292) …que la persona involucrada en buena conducta mental, debido a eso y por esta
razón al quebrarse su cuerpo después de la muerte, renazca en el plano de miseria, en mal destino,
en el bajo mundo, en el infierno; no existe semejante posibilidad. Pero esto es posible, monjes, que
la persona involucrada en buena conducta mental…. buena conducta verbal… buena conducta
mental, debido a eso y por esta razón al quebrarse su cuerpo después de la muerte, renazca en un
buen destino, en el mundo celestial; existe semejante posibilidad”.
AN 1,296-305 {15A1.16.1.1,296 - 15A1.16.1.2,297}
Pathamavagga – Primer sub-capítulo
El Buda enumera una serie de “únicas cosas particulares” que conducen al desencanto del mundo, al
desapasionamiento, al cese, al conocimiento directo, al despertar y al Nibbana: la meta última del
budismo.
[296] {296} “Monjes, he aquí una sola cosa particular que cuando es desarrollada y cultivada,
exclusivamente conduce al desencanto, al desapasionamiento, al cese, al conocimiento directo, al
despertar, al Nibbana. Y, ¿qué es aquella cosa en particular? Recordarse del Buda. Ésta es aquella
cosa particular que cuando es desarrollada y cultivada, exclusivamente conduce al desencanto, al
desapasionamiento, al cese, al conocimiento directo, al despertar, al Nibbana.
[297-305] {297} “Monjes, he aquí una sola cosa particular que cuando es desarrollada y cultivada,
exclusivamente conduce al desencanto, al desapasionamiento, al cese, al conocimiento directo, al
despertar, al Nibbana. Y, ¿qué es aquella cosa en particular? Recordarse del Dhamma… Recordarse
del Sangha… Recordarse de la conducta virtuosa… Recordarse de la generosidad… Recordarse de
los devas… Atención consciente en la respiración… Atención consciente en la muerte… Atención
consciente en el cuerpo… Recordarse de la paz. Ésta es aquella cosa particular que cuando es
desarrollada y cultivada, exclusivamente conduce al desencanto, al desapasionamiento, al cese, al
conocimiento directo, al despertar, al Nibbana”.

AN 1,306-315 {15A1.16.2.1,298 - 15A1.16.2.10,307}


Dutiyavagga – Segundo sub-capítulo
El Buda enumera una serie de “únicas cosas particulares” que causan la aparición de las cualidades
perjudiciales y las incrementan, en perjuicio de las cualidades beneficiosas.

[306] {298} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de causar la
aparición de cualidades perjudiciales aún no aparecidas, e incrementar y expandir aquellas que ya
aparecieron, que el incorrecto punto de vista. En alguien con incorrecto punto de vista, las
cualidades perjudiciales aún no aparecidas surgen, y se incrementan y expanden aquellas que ya
aparecieron.
[307] {299} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de causar la
aparición de cualidades beneficiosas aún no aparecidas, e incrementar y expandir aquellas que ya
aparecieron, que el correcto punto de vista. En alguien con correcto punto de vista, las cualidades
beneficiosas aún no aparecidas surgen, y se incrementan y expanden aquellas que ya aparecieron.
[308] {300} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de causar la
no aparición de cualidades beneficiosas aún no aparecidas, y desaparecer aquellas que ya
aparecieron, que el incorrecto punto de vista. En alguien con incorrecto punto de vista, las
cualidades beneficiosas aún no aparecidas no surgen, y aquellas que ya surgieron, desaparecen.
[309] {301} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de causar la
no aparición de cualidades perjudiciales aún no aparecidas, y desaparecer aquellas que ya
aparecieron, que el correcto punto de vista. En alguien con correcto punto de vista, las cualidades
perjudiciales aún no aparecidas no surgen, y aquellas que ya surgieron, desaparecen.
[310] {302} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de causar la
aparición del incorrecto punto de vista aún no aparecido, e incrementar y expandir aquel que ya
apareció, que la descuidada atención. En alguien con descuidada atención, el incorrecto punto de
vista aún no aparecido surge, y se incrementa y expande aquel que ya apareció.
[311] {303} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de causar la
aparición del correcto punto de vista aún no aparecido, e incrementar y expandir aquel que ya
apareció, que la cuidadosa atención. En alguien con cuidadosa atención, el correcto punto de vista
aún no aparecido surge, y se incrementa y expande aquel que ya apareció.
[312] {304} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de hacer
que, al quebrarse el cuerpo después de la muerte, los seres renazcan en el plano de miseria, en el
mal destino, en el mundo bajo, en el infierno, que el incorrecto punto de vista. Al poseer el
incorrecto punto de vista, con el quiebre del cuerpo después de la muerte, los seres renacen en el
plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno.
[313] {305} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que tenga semejante poder de hacer
que, al quebrarse el cuerpo después de la muerte, los seres renazcan en el buen destino, en el mundo
celestial, que el correcto punto de vista. Al poseer el correcto punto de vista, con el quiebre del
cuerpo después de la muerte, los seres renacen en el buen destino, en el mundo celestial.
[314] {306} “Monjes, para una persona con el incorrecto punto de vista, cualquier kamma corporal,
kamma verbal o kamma mental que realiza y emprende de acuerdo con aquel punto de vista, y
cualquier volición, anhelo, inclinación o actividades volitivas, todos conducen a lo indeseado, a lo
no anhelado, al perjuicio y sufrimiento. Y, ¿por qué así? Porque aquel punto de vista es incorrecto.
“Imaginad, monjes, la semilla de margosa, pepino amargo o calabaza amarga plantada en un suelo
húmedo: cualquier nutriente que tomase del suelo y del agua desembocaría en su sabor amargo y
desagradable. Y, ¿por qué así? Porque la semilla es mala. De la misma manera, monjes, para una
persona con el incorrecto punto de vista, cualquier kamma corporal, kamma verbal o kamma mental
que realiza y emprende de acuerdo con aquel punto de vista, y cualquier volición, anhelo,
inclinación o actividades volitivas, todos conducen a lo indeseado, a lo desagradable, al perjuicio y
sufrimiento.
[315] {307} “Monjes, para una persona con el correcto punto de vista, cualquier kamma corporal,
kamma verbal o kamma mental que realiza y emprende de acuerdo con aquel punto de vista, y
cualquier volición, anhelo, inclinación o actividades volitivas, todos conducen a lo deseado, a lo
agradable, al bien y felicidad. Y, ¿por qué así? Porque aquel punto de vista es correcto.
“Imaginad, monjes, la semilla de caña de azúcar, arroz de la colina o uva plantada en un suelo
húmedo: cualquier nutriente que tomase del suelo y del agua desembocaría en su sabor dulce,
agradable y deleitoso. Y, ¿por qué así? Porque la semilla es buena. De la misma manera, monjes,
para una persona con el correcto punto de vista, cualquier kamma corporal, kamma verbal o kamma
mental que realiza y emprende de acuerdo con aquel punto de vista, y cualquier volición, anhelo,
inclinación o actividades volitivas, todos conducen a lo deseado, a lo agradable, al bien y felicidad”.
AN 1,316-332 {15A1.16.3.1,308 - 15A1.16.3.14,321}
Tatiyavagga – Tercer sub-capítulo

El Buda enumera una serie de “únicas cosas particulares” que causan perjuicio, ruina e infelicidad
de mucha gente, y les contrapone a aquellas que causan el bien y la felicidad.

[316] {308} “Monjes, he aquí hay una persona particular que surge en el mundo para el perjuicio de
mucha gente, para la infelicidad de mucha gente, para la ruina, perjuicio y sufrimiento de mucha
gente, devas y seres humanos. Y, ¿quién es aquella persona? Es uno que mantiene el incorrecto
punto de vista y tiene una perspectiva equivocada. Él desvía a mucha gente fuera del buen Dhamma
y los establece en un mal Dhamma. Ésa es aquella persona particular que surge en el mundo para el
perjuicio de mucha gente, para la infelicidad de mucha gente, para la ruina, perjuicio y sufrimiento
de mucha gente, devas y seres humanos.
[317] {309} “Monjes, he aquí hay una persona particular que surge en el mundo para el bienestar de
mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, bienestar y felicidad de mucha gente,
devas y seres humanos. Y, ¿quién es aquella persona? Es uno que mantiene el correcto punto de
vista y tiene una perspectiva correcta. Él saca a mucha gente fuera del mal Dhamma y los establece
en un buen Dhamma. Ésa es aquella persona particular que surge en el mundo para el bienestar de
mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, bienestar y felicidad de mucha gente,
devas y seres humanos.
[318] {310} “Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que sea tan censurable que el incorrecto
punto de vista. El incorrecto punto de vista es la peor cosa entre todas las censurables.
[319] {311} “Monjes, yo no veo otra persona particular alguna que actúa tanto para el perjuicio de
mucha gente, para la infelicidad de mucha gente, para la ruina, perjuicio y sufrimiento de mucha
gente, devas y seres humanos, que el hombre hueco Makkhali [1]. Al igual que una trampa en la
desembocadura de un río sólo trae perjuicio, sufrimiento, calamidad y desastre para muchos peces,
así también el hombre hueco Makkhali es una verdadera “trampa de la gente”, que surgió en el
mundo para perjuicio, sufrimiento, calamidad y desastre para muchos seres.
[320] {312} “Monjes, alguien que alienta a otros en el Dhamma y Disciplina mal expuesto, y él que
está alentado así, y el que, alentado así, practica de acuerdo con eso, todos generan un gran
demérito. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está mal expuesto.
[321] {313} “Monjes, alguien que alienta a otros en el Dhamma y Disciplina bien expuesto, y él
que está alentado así, y el que, alentado así, practica de acuerdo con eso, todos generan un gran
mérito. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está bien expuesto.
[322] {314} “Monjes, con el Dhamma y Disciplina mal expuesto, la moderación debe ser conocida
por el dador, y no por el que recibe. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está mal expuesto.
[323] {315} “Monjes, con el Dhamma y Disciplina bien expuesto, la moderación debe ser conocida
por el que recibe, y no por el dador. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está bien expuesto.
[324] {316} “Monjes, quien hace surgir la energía en el Dhamma y Disciplina mal expuesto mora
en el sufrimiento. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está mal expuesto.
[325] {317} “Monjes, quien es perezoso en el Dhamma y Disciplina bien expuesto mora en el
sufrimiento. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está bien expuesto.
[326] {318} “Monjes, quien es perezoso en el Dhamma y Disciplina mal expuesto mora en la
felicidad. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está mal expuesto.
[327] {319} “Monjes, quien hace surgir la energía en el Dhamma y Disciplina bien expuesto mora
en la felicidad. Y, ¿por qué así? Porque aquel Dhamma está bien expuesto.
[328] {320} “Monjes, así como incluso una cantidad insignificante de excremento huele mal, así yo
no alabo incluso una cantidad insignificante de existencia, incluso por una fracción de segundo.
[329] {321} “Monjes, así como incluso una cantidad insignificante de orina huele mal… una
cantidad insignificante de saliva huele mal… una cantidad insignificante de pus huele mal… una
cantidad insignificante de sangre huele mal, así yo no alabo incluso una cantidad insignificante de
existencia, incluso por una fracción de segundo”.

NOTA:
[1] Makkhali Gosala fue uno de los líderes espirituales en la época del Buda. Se le atribuye la
doctrina de la no-causalidad, de acuerdo con la cual no existen causas ni de las impurezas ni de las
purificaciones, razón por la cual, los seres no tienen la capacidad de libre elección (Cf. DN 2,20)
AN 1,333-377 {15A1.16.4.1,322 - 15A1.16.4.44,365}
Catutthavagga – Cuarto sub-capítulo

En estos suttas, el Buda toma como ilustración un mitológico continente budista donde prevalecen
montañas escabrosas y lugares de difícil acceso frente a parques y arboledas, para establecer un
paralelismo sobre lo que prevalece en el mundo espiritual.

[333-347] {322-335} “Monjes, al igual que en este Jambudipa [1] son pocos los parques deliciosos,
arboledas, paisajes y estanques con lotos, mientras que más numerosas son las colinas y las laderas,
ríos difíciles de cruzar, lugares con troncos y espinas, y montañas escabrosas, así también son pocos
los seres que han nacido en la tierra seca, mientras que son más numerosos los seres que han nacido
en el agua. (323) …así también son pocos los seres que han renacido entre los seres humanos,
mientras que son más numerosos los seres que han renacido en otra parte que entre los seres
humanos. (324) …así también son pocos los seres que han renacido en las provincias del medio,
mientras que son más numerosos los seres que han renacido en las provincias periféricas, entre los
extranjeros groseros. (325) …así también son pocos los seres que son sabios, inteligentes, capaces
de entender lo que ha sido dicho bien o mal; mientras que son más numerosos aquellos seres que no
son sabios, estúpidos, obtusos, incapaces de entender lo que ha sido dicho bien o mal. (326) …así
también son pocos los seres que son equipados del noble ojo de la visión; mientras que son más
numerosos aquellos seres que están confusos e inmersos en la ignorancia. (326) …así también son
pocos los seres que llegan a ver al Tathagata; mientras que son más numerosos aquellos seres que
no llegan a verlo. (327) …así también son pocos los seres que llegan a escuchar el Dhamma y
disciplina expuesto por el Tathagata; mientras que son más numerosos aquellos seres que no llegan
a escucharlo. (328) …así también son pocos los seres que, habiendo escuchado el Dhamma, lo
retienen en su mente; mientras que son más numerosos aquellos seres que, habiendo escuchado el
Dhamma, no lo retienen en su mente. (329) …así también son pocos los seres que, habiendo
retenido el Dhamma en su mente, lo examinan; mientras que son más numerosos aquellos seres que,
habiendo retenido el Dhamma en su mente, no lo examinan. (330) …así también son pocos los seres
que entienden el significado del Dhamma y luego practican de acuerdo con el Dhamma; mientras
que son más numerosos aquellos seres que no entienden el significado del Dhamma ni tampoco
practican luego de acuerdo con el Dhamma. (331) …así también son pocos los seres que adquieren
el sentido de urgencia acerca de cosas que inspiran urgencia; mientras que son más numerosos
aquellos seres que no adquieren el sentido de urgencia acerca de cosas que inspiran urgencia. (332)
…así también son pocos los seres que adquieren el sentido de urgencia y realizan un cuidadoso
esfuerzo; mientras que son más numerosos aquellos seres que no adquieren el sentido de urgencia y
no realizan esfuerzo cuidadoso alguno. (333) …así también son pocos los seres que obtienen la
concentración, unificación mental basada en la liberación; mientras que son más numerosos
aquellos seres que no obtienen la concentración, unificación mental basada en la liberación. (334)
…así también son pocos los seres que obtienen el exquisito sabor de una comida deliciosa; mientras
que son más numerosos aquellos seres que no obtienen semejante comida, sino que subsisten de los
restos traídos en el cuenco. (335) …así también son pocos los seres que obtienen el sabor de la
comprensión, el sabor del Dhamma, el sabor de la liberación; mientras que son más numerosos
aquellos seres que no obtienen el sabor de la comprensión, el sabor del Dhamma, el sabor de la
liberación. Por eso, monjes, debéis entrenaros de esta manera: `Obtendremos el sabor de la
comprensión, el sabor del Dhamma, el sabor de la liberación`. De esta manera, monjes, debéis
entrenaros.
[348-377] {336-338} “Monjes, al igual que en este Jambudipa son pocos los parques deliciosos,
arboledas, paisajes y estanques con lotos, mientras que más numerosas son las colinas y las laderas,
ríos difíciles de cruzar, lugares con troncos y espinas, y montañas escabrosas, así también son pocos
los seres que, cuando mueren como seres humanos, renacen entre los seres humanos. Son más
numerosos aquellos seres que, cuando mueren entre los seres humanos, renacen en el infierno. (337)
…en el reino animal. (338) …en la esfera de los espíritus hambrientos.
[339-341] {339-341} “…así también son pocos los seres que, cuando mueren como seres humanos,
renacen entre los devas. Son más numerosos aquellos seres que, cuando mueren entre los seres
humanos, renacen en el infierno. (340) …en el reino animal. (341) …en la esfera de los espíritus
hambrientos.
[342-344] {342-344} “…así también son pocos los seres que, cuando mueren como devas, renacen
entre los devas. Son más numerosos aquellos seres que, cuando mueren como devas, renacen en el
infierno. (343) …en el reino animal. (344) …en la esfera de los espíritus hambrientos.
[345-347] {345-347} “…así también son pocos los seres que, cuando mueren como devas, renacen
entre los seres humanos. Son más numerosos aquellos seres que, cuando mueren como devas,
renacen en el infierno. (346) …en el reino animal. (347) …en la esfera de los espíritus hambrientos.
[348-350] {348-350} “…así también son pocos los seres que, cuando mueren en el infierno,
renacen entre los seres humanos. Son más numerosos aquellos seres que, cuando mueren en el
infierno, renacen en el infierno. (349) …en el reino animal. (350) …en la esfera de los espíritus
hambrientos.
[351-353] {351-353} “…así también son pocos los seres que, cuando mueren en el infierno,
renacen entre los devas. Son más numerosos aquellos seres que, cuando mueren en el infierno,
renacen en el infierno. (352) …en el reino animal. (353) …en la esfera de los espíritus hambrientos.
[354-356] {354-356} “…así también son pocos los seres que, cuando mueren en el reino animal,
renacen entre los seres humanos. Son más numerosos aquellos seres que, cuando mueren en el reino
animal, renacen en el infierno. (355) …en el reino animal. (356) …en la esfera de los espíritus
hambrientos.
[357-359] {357-359} “…así también son pocos los seres que, cuando mueren en el reino animal,
renacen entre los devas. Son más numerosos aquellos seres que, cuando mueren en el reino animal,
renacen en el infierno. (358) …en el reino animal. (359) …en la esfera de los espíritus hambrientos.
[360-362] {360-362} “…así también son pocos los seres que, cuando mueren en la esfera de los
espíritus hambrientos, renacen entre los seres humanos. Son más numerosos aquellos seres que,
cuando mueren en la esfera de los espíritus hambrientos, renacen en el infierno. (361) …en el reino
animal. (362) …en la esfera de los espíritus hambrientos.
[363-365] {363-365} “…así también son pocos los seres que, cuando mueren en la esfera de los
espíritus hambrientos, renacen entre los devas. Son más numerosos aquellos seres que, cuando
mueren en la esfera de los espíritus hambrientos, renacen en el infierno. (364) …en el reino animal.
(365) …en la esfera de los espíritus hambrientos”.

NOTA:
[1] Jambudipa es el “Continente de pomarrosa” ubicado en el sureste de la geografía mitológica
budista.

AN 1,378-393 Pasadakaradhammavagga {15A1.17.1,366 -


15A1.17.16,381} - Capítulo sobre las cualidades generadoras
de confianza

El Buda enumera algunas cualidades que se constituyen en ganancias para quien las posee.

[378-393] {366-381} “Monjes, ciertamente, este es un tipo de ganancia llamado ser el morador del
bosque. (367) …ser uno que vive de la comida adquirida de las rondas por la limosna. (368) …ser
el vestidor de harapos. (369) …tener justo tres hábitos. (370) …ser el orador del Dhamma. (371) …
ser el defensor de la Disciplina. (372) …gran aprendiz. (373) …antiguo morador. (374) …tener el
apropiado comportamiento. (375) …adquirir el séquito. (376) …tener un gran séquito (377) …
llegar de una buena familia. (378) …ser bien parecido. (379) …ser un excelente orador. (380) …
tener pocos deseos. (381) …tener buena salud”.

AN 1,394-574 Aparaaccharasangatavagga {15A1.18.1,382 -


15A1.18.181,562} - Capítulo sobre una fracción de segundo

En este capítulo se listan los diversos logros espirituales conocidos en el budismo. El Buda subraya
sus beneficios afirmando, en cada caso, que si el monje los desarrollase tan solo “por una fracción
de segundo” esto sería suficiente como llamarlo “monje que no carece del jhana, que actúa bajo las
enseñanzas del Maestro, que responde a sus consejos y que no consume la comida de las limosnas
en vano”.

[394] {382} “Monjes, si tan solo por una fracción de segundo el monje desarrollase el primer jhana,
sería llamado monje que no carece del jhana, que actúa bajo las enseñanzas del Maestro, que
responde a sus consejos y que no consume la comida de las limosnas en vano. Mientras más lo
hace, cuánto más, mejor lo cultiva.
[395-401] {383-389} “Monjes, si tan solo por una fracción de segundo el monje desarrollase el
segundo jhana… (384) …el tercer jhana… (385) …el cuarto jhana… (386) …la liberación de la
mente mediante el amor universal benevolente… (387) …la liberación de la mente mediante la
compasión… (388) …la liberación de la mente mediante la dicha altruista… (389) …la liberación
de la mente mediante la ecuanimidad, sería llamado monje que no carece del jhana, que actúa bajo
las enseñanzas del Maestro, que responde a sus consejos y que no consume la comida de las
limosnas en vano. Mientras más lo hace, cuánto más, mejor lo cultiva.
[402-405] {390-393} “…mora, contemplando el cuerpo en el cuerpo, ferviente, con clara
comprensión y atención consciente, habiendo eliminado la añoranza y la melancolía en referencia al
mundo… (391) …mora, contemplando las sensaciones en las sensaciones… (392) …mora,
contemplando la mente en la mente… (393) …mora, contemplando los fenómenos mentales en los
fenómenos mentales, ferviente, con clara comprensión y atención consciente, habiendo eliminado la
añoranza y la melancolía en referencia al mundo…
[406-409] {394-397} “…genera el esfuerzo por no surgimiento de las no surgidas malas y
perjudiciales cualidades mentales, se esfuerza, hace surgir la energía, aplica su mente, pugna…
(395) …genera el esfuerzo por el abandono de las surgidas malas y perjudiciales cualidades
mentales, se esfuerza, hace surgir la energía, aplica su mente, pugna… (396) …genera el esfuerzo
por el surgimiento de las no surgidas beneficiosas cualidades mentales, se esfuerza, hace surgir la
energía, aplica su mente, pugna… (397) …genera el esfuerzo por mantener las surgidas
beneficiosas cualidades mentales, por su no declive, su incremento, expansión y realización
mediante el desarrollo; se esfuerza, hace surgir la energía, aplica su mente, pugna…
[410-413] {398-401} “…desarrolla la base del poder espiritual que posee la concentración a través
del deseo y actividades del esfuerzo… (399) …desarrolla la base del poder espiritual que posee la
concentración a través de la energía y actividades del esfuerzo… (400) …desarrolla la base del
poder espiritual que posee la concentración a través de la mente y actividades del esfuerzo… (401)
…desarrolla la base del poder espiritual que posee la concentración a través de la investigación y
actividades del esfuerzo…
[414-423] {402-406} “…desarrolla la facultad de la fe… (403) …desarrolla la facultad de la
energía… (404) …desarrolla la facultad de la atención consciente… (405) …desarrolla la facultad
de la concentración… (406) …desarrolla la facultad de la sabiduría…
{407-411} “…desarrolla el poder de la fe… (408) …desarrolla el poder de la energía… (409) …
desarrolla el poder de la atención consciente… (410) …desarrolla el poder de la concentración…
(411) …desarrolla el poder de la sabiduría…
[424-430] {412-418} “…desarrolla el factor de la iluminación de la atención consciente… (413) …
desarrolla el factor de la iluminación de la discriminación de los fenómenos… (414) …desarrolla el
factor de la energía… (415) …desarrolla el factor del entusiasmo… (416) …desarrolla el factor de
la tranquilidad… (417) …desarrolla el factor de la iluminación de la concentración… (418) …
desarrolla el factor de la iluminación de la ecuanimidad…
[431-438] {419-426} “…desarrolla el recto punto de vista… (420) …desarrolla la recta intención…
(421) …desarrolla la recta forma de hablar… (422) …desarrolla la recta acción… (423) …
desarrolla el recto modo de vida (424) …desarrolla el recto esfuerzo… (425) …desarrolla la recta
atención consciente… (426) …desarrolla la recta concentración…
[439-446] {427-434} “…percibiendo las formas internamente, ve las formas externamente como
limitadas, hermosas o feas, y habiéndolo superado, es perceptor de ‘conozco y veo’… (428) …
percibiendo las formas internamente, ve las formas externamente como inmensurables, hermosas o
feas, y habiéndolo superado, es perceptor de ‘conozco y veo’… (429) …no percibiendo las formas
internamente, ve las formas externamente como limitadas, hermosas o feas, y habiéndolo superado,
es perceptor de ‘conozco y veo’… (430) …no percibiendo las formas internamente, ve las formas
externamente como inmensurables, hermosas o feas, y habiéndolo superado, es perceptor de
‘conozco y veo’… (431) …no percibiendo las formas internamente, ve las formas externamente
como azules, de color azul, con matiz azul, con el tinte azul, y habiéndolo superado, es perceptor de
‘conozco y veo’… (432) …no percibiendo las formas internamente, ve las formas externamente
como amarillas, de color amarillo, con matiz amarillo, con el tinte amarillo, y habiéndolo superado,
es perceptor de ‘conozco y veo’… (433) …no percibiendo las formas internamente, ve las formas
externamente como rojas, de color rojo, con matiz rojo, con el tinte rojo, y habiéndolo superado, es
perceptor de ‘conozco y veo’… (434) …no percibiendo las formas internamente, ve las formas
externamente como blancas, de color blanco, con matiz blanca, con el tinte blanco, y habiéndolo
superado, es perceptor de ‘conozco y veo’…
[447-454] {435-442} “…poseyendo la forma ve forma… (436) no percibiendo las formas
internamente, ve las formas externamente… (437) …se enfoca solamente en lo ‘hermoso’… (438)
…con la completa superación de la percepción de las formas, con la desaparición de la afectación
de las percepciones, con la no atención a la percepción de la diversidad, [percibiendo:] ‘el espacio
es infinito’, entra y permanece en la base del espacio infinito… (439) …con la completa superación
de la base del espacio infinito, [percibiendo:] ‘la conciencia es infinita’, entra y permanece en la
base de la conciencia infinita… (440) …con la completa superación de la base de la conciencia
infinita, [percibiendo:] ‘he aquí nada hay’, entra y permanece en la base de la nada… (441) …con la
completa superación de la base de nada, entra y permanece en la base de la ni-percepción-ni-no
percepción… (442) …con la completa superación de la base de la ni-percepción-ni-no percepción,
entra y permanece en el cese de la percepción y sensación…
[455-464] {443-452} “…desarrolla el kasina de la tierra… (444) …desarrolla el kasina del agua…
(445) …desarrolla el kasina del fuego… (446) …desarrolla el kasina del aire… (447) …desarrolla
el kasina azul… (448) …desarrolla el kasina amarillo… (449) …desarrolla el kasina rojo… (450)
…desarrolla el kasina blanco… (451) …desarrolla el kasina del espacio… (452) …desarrolla el
kasina de la consciencia…
[465-474] {453-462} “…desarrolla la percepción de lo desagradable… (454) …desarrolla la
percepción de la muerte… (455) …desarrolla la percepción de lo repulsivo de la comida… (456) …
desarrolla la percepción del no-deleite del mundo entero… (457) …desarrolla la percepción de la
transitoriedad… (458) …desarrolla la percepción de la insatisfacción en la transitoriedad… (459)
…desarrolla la percepción del no-ser en cuanto insatisfacción… (460) …desarrolla la percepción
del abandono… (461) …desarrolla la percepción del desapasionamiento… (462) …desarrolla la
percepción del cese…
[475-484] {463-472} “…desarrolla la percepción de lo transitorio… (464) …desarrolla la
percepción del no-ser… (465) …desarrolla la percepción de la muerte… (466) …desarrolla la
percepción de lo repulsivo de la comida… (467) …desarrolla la percepción del no-deleite del
mundo entero… (468) …desarrolla la percepción del esqueleto… (469) …desarrolla la percepción
del cuerpo infestado de gusanos… (470) …desarrolla la percepción del cuerpo lívido… (471) …
desarrolla la percepción del cuerpo hendido… (472) …desarrolla la percepción del cuerpo
hinchado…
[485-494] {473-482} “…desarrolla recordarse del Buda… (474) …desarrolla recordarse del
Dhamma… (475) …desarrolla recordarse del Sangha… (476) …desarrolla recordarse de la
conducta virtuosa… (477) …desarrolla recordarse de la generosidad… (478) …desarrolla
recordarse de los devas… (479) …desarrolla la atención consciente en la respiración… (480) …
desarrolla la atención consciente en la muerte… (481) …desarrolla la atención consciente en el
cuerpo… (482) …desarrolla recordarse de la paz…
[495-534] {483-492} “…desarrolla la facultad de la fe acompañada por el primer jhana… (484) …
desarrolla la facultad de la energía… (485) …desarrolla la facultad de la atención consciente…
(486) …desarrolla la facultad de la concentración… (487) …desarrolla la facultad de la sabiduría…
(488) …desarrolla el poder de la fe… (489) …desarrolla el poder de la energía… (490) …desarrolla
el poder de la atención consciente… (491) …desarrolla el poder de la concentración… (492) …
desarrolla el poder de la sabiduría…
{493-562} “(493-502)…desarrolla la facultad de la fe… el poder de la sabiduría acompañado por el
segundo jhana… (503-512)…desarrolla la facultad de la fe… el poder de la sabiduría acompañado
por el tercer jhana… (513-522)…desarrolla la facultad de la fe… el poder de la sabiduría
acompañado por el cuarto jhana…
[535-574] “(523) …desarrolla la facultad de la fe acompañada por el amor universal benevolente
(524) …desarrolla la facultad de la energía… (525) …desarrolla la facultad de la atención
consciente… (526) …desarrolla la facultad de la concentración… (527) …desarrolla la facultad de
la sabiduría… (528) …desarrolla el poder de la fe… (529) …desarrolla el poder de la energía…
(530) …desarrolla el poder de la atención consciente… (531) …desarrolla el poder de la
concentración… (532) …desarrolla el poder de la sabiduría acompañado por el amor universal
benevolente… (533-542) …desarrolla la facultad de la fe… el poder de la sabiduría acompañado
por la compasión… (543-552) …desarrolla la facultad de la fe… el poder de la sabiduría
acompañado por la dicha altruista… (553-562) …desarrolla la facultad de la fe… el poder de la
sabiduría acompañado por la ecuanimidad, sería llamado monje que no carece del jhana, que actúa
bajo las enseñanzas del Maestro, que responde a sus consejos y que no consume la comida de las
limosnas en vano. Mientras más lo hace, cuánto más, mejor lo cultiva”.
AN 1,575-615 Kayagatasativagga {15A1.19.1,563 -
15A1.19.37,599} - Capítulo sobre la atención consciente en el
cuerpo

El Buda señala los numerosos beneficios que siguen a la meditación en el cuerpo.

[575] {563} “Monjes, así como alguien que abarca con su mente el gran océano, incluye a todos los
arroyos que corren dentro del océano, así también quien desarrolla y cultiva la atención consciente
puesta en el cuerpo, incluye todas las cualidades beneficiosas que pertenecen al verdadero
conocimiento.
[576-582] {564-570} “Monjes, una cosa particular, cuando es desarrollada y cultivada conduce a un
fuerte sentido de urgencia… (565) …conduce al gran bien… (566) …conduce a la gran liberación
de la esclavitud… (567) …conduce a la atención consciente y clara comprensión… (568) …
conduce al logro del conocimiento y la visión… (569) …conduce a una morada placentera ya en
esta vida… (570) …conduce a la realización del fruto del conocimiento y liberación. Y, ¿qué es
aquella cosa particular, monjes? La atención consciente puesta en el cuerpo. Esta es la cosa
particular, que cuando es desarrollada y cultivada conduce a la realización del fruto del
conocimiento y liberación.
[583] {571} “Monjes, cuando una cosa particular es desarrollada y cultivada, el cuerpo llega a
tranquilizarse, la mente llega a tranquilizarse, el pensamiento y el interrogatorio [interior] se
calman, y todas las beneficiosas cualidades que pertenecen al verdadero conocimiento alcanzan la
plenitud mediante el desarrollo. Y, ¿qué es aquella cosa particular, monjes? La atención consciente
puesta en el cuerpo. Esta es la cosa particular que cuando es desarrollada y cultivada, el cuerpo
llega a tranquilizarse… y todas las beneficiosas cualidades que pertenecen al verdadero
conocimiento alcanzan la plenitud mediante el desarrollo.
[584] {572} “Monjes, cuando una cosa particular es desarrollada y cultivada, las no surgidas
perjudiciales cualidades no surgen y las surgidas perjudiciales cualidades son abandonadas. Y, ¿qué
es aquella cosa particular, monjes? La atención consciente puesta en el cuerpo. Esta es la cosa
particular que cuando es desarrollada y cultivada, las no surgidas perjudiciales cualidades no surgen
y las surgidas perjudiciales cualidades son abandonadas.
[585] {573} “Monjes, cuando una cosa particular es desarrollada y cultivada, las no surgidas
beneficiosas cualidades surgen y las surgidas beneficiosas cualidades se incrementan y expanden. Y,
¿qué es aquella cosa particular, monjes? La atención consciente puesta en el cuerpo. Esta es la cosa
particular que cuando es desarrollada y cultivada, las no surgidas beneficiosas cualidades surgen y
las surgidas beneficiosas cualidades se incrementan y expanden.
[586-590] {574} “Monjes, cuando una cosa particular es desarrollada y cultivada, la ignorancia es
abandonada, surge el verdadero conocimiento, el concepto del ‘yo soy’ es abandonado, las
tendencias subyacentes son desarraigadas y los grilletes son abandonados. Y, ¿qué es aquella cosa
particular, monjes? La atención consciente puesta en el cuerpo. Esta es la cosa particular que
cuando es desarrollada y cultivada, la ignorancia es abandonada, surge el verdadero conocimiento,
el concepto del ‘yo soy’ es abandonado, las tendencias subyacentes son desarraigadas y los grilletes
son abandonados.
[591-592] {575-576} “Monjes, cuando una cosa particular es desarrollada y cultivada, conduce a la
diferenciación a través de la sabiduría… conduce al Nibbana a través del no-apego. Y, ¿qué es
aquella cosa particular, monjes? La atención consciente puesta en el cuerpo. Esta es la cosa
particular que cuando es desarrollada y cultivada, conduce a la diferenciación a través de la
sabiduría… conduce al Nibbana a través del no-apego.
[593-595] {577-579} “Monjes, cuando una cosa particular es desarrollada y cultivada, ocurre la
penetración de numerosos elementos… (578) …ocurre la penetración de diversidad de numerosos
elementos… (579) …ocurre la penetración del conocimiento analítico de numerosos elementos. Y,
¿qué es aquella cosa particular, monjes? La atención consciente puesta en el cuerpo. Esta es la cosa
particular que cuando es desarrollada y cultivada, ocurre la penetración de numerosos elementos…
ocurre la penetración de diversidad de numerosos elementos… ocurre la penetración del
conocimiento analítico de numerosos elementos.
[596-599] {580-583} “Monjes, cuando una cosa particular es desarrollada y cultivada, conduce a la
realización del fruto de la entrada-en-la-corriente… (581) ...a la realización del fruto del un-solo-
retorno… (582) ...a la realización del fruto del no-retorno… (583) ...a la realización del fruto del
arahantado. Y, ¿qué es aquella cosa particular, monjes? La atención consciente puesta en el cuerpo.
Esta es la cosa particular que cuando es desarrollada y cultivada, conduce a la realización del fruto
de la entrada-en-la-corriente… a la realización del fruto del un-solo-retorno… a la realización del
fruto del no-retorno… a la realización del fruto del arahantado.
[600-615] {584-599} “Monjes, cuando una cosa particular es desarrollada y cultivada, conduce al
logro de sabiduría… (585) …al crecimiento de la sabiduría… (586) …a la expansión de la
sabiduría… (587) …a la grandeza de la sabiduría… (588) …a la diversidad de la sabiduría… (589)
…a la vastedad de la sabiduría… (590) …a la profundidad de la sabiduría… (591) …a la inigualdad
de la sabiduría… (592) …a la amplitud de la sabiduría… (593) …a la abundancia de la sabiduría…
(594) …a la rapidez de la sabiduría… (595) …a firmeza de la sabiduría… (596) …a la alegría de la
sabiduría… (597) …a la dulzura de la sabiduría… (598) …a la agudeza de la sabiduría… (599) …a
la penetrabilidad de la sabiduría… Y, ¿qué es aquella cosa particular, monjes? La atención
consciente puesta en el cuerpo. Esta es la cosa particular que cuando es desarrollada y cultivada,
conduce a la penetratividad [penetrabilidad] de la sabiduría”.
AN 1,616-627 Amatavagga {15A1.20.1,600 - 15A1.20.12,611} -
Capítulo sobre lo inmortal

El Buda vuelve a señalar la importancia de la contemplación del cuerpo, elevándola al rango de lo


inmortal: la última meta del budismo.

[616] {600} “Monjes, no participan en lo inmortal los que no participan en la contemplación del
cuerpo. Los que participan en la contemplación del cuerpo, participan en lo inmortal.
[617] {601} “Monjes, lo inmortal no ha de ser compartido por los que no participan en la
contemplación del cuerpo. Lo inmortal ha de ser compartido por los que participan en la
contemplación del cuerpo.
[618] {602} “Monjes, caen de lo inmortal los que caen de la contemplación del cuerpo. No caen de
lo inmortal los que no caen de la contemplación del cuerpo.
[619] {603} “Monjes, han sido negligentes en lo inmortal los que han sido negligentes en la
contemplación del cuerpo. Han sido realizados en lo inmortal los que han sido realizados en la
contemplación del cuerpo.
[620] {604} “Monjes, los que son desatentos acerca de lo inmortal, son desatentos acerca de la
contemplación del cuerpo. Los que son atentos acerca de lo inmortal son atentos acerca de la
contemplación del cuerpo.
[621] {605} “Monjes, los que se han olvidado de lo inmortal, se han olvidado de la contemplación
del cuerpo. Los que no se han olvidado de lo inmortal, no se han olvidado de la contemplación del
cuerpo.
[622] {606} “Monjes, los que no han perseguido lo inmortal, no han perseguido la contemplación
del cuerpo. Los que han perseguido lo inmortal, han perseguido la contemplación del cuerpo.
[623] {607} “Monjes, los que no han desarrollado lo inmortal, no han desarrollado la
contemplación del cuerpo. Los que han desarrollado lo inmortal, han desarrollado la contemplación
del cuerpo.
[624] {608} “Monjes, los que no han cultivado lo inmortal, no han cultivado la contemplación del
cuerpo. Los que han cultivado lo inmortal, han cultivado la contemplación del cuerpo.
[625] {609} “Monjes, los que no han conocido directamente lo inmortal, no han conocido
directamente la contemplación del cuerpo. Los que han conocido directamente lo inmortal, han
conocido directamente la contemplación del cuerpo.
[626] {610} “Monjes, los que no han comprendido plenamente lo inmortal, no han comprendido
plenamente la contemplación del cuerpo. Los que han comprendido plenamente lo inmortal, han
comprendido plenamente la contemplación del cuerpo.
[627] {611} “Monjes, los que no han realizado lo inmortal, no han realizado la contemplación del
cuerpo. Los que han realizado lo inmortal, han realizado la contemplación del cuerpo".
2. Dukanipatapali - Libro con suttas dedicados a dos dhammas
Es la segunda división del Anguttara Nikaya con los suttas que contienen dos particulares temas del
Dhamma o la enseñanza del Buda, cada uno.
Los números entre corchetes siguen la edición de Bhikkhu Bodhi.

Introducción al Anguttara Nikaya de Bhikkhu Bodhi

1. Pathamapannasaka - El primer grupo de los cincuenta


1.1. Kammakaranavagga - Capítulo sobre la producción del kamma
AN 2,1 Vajja Sutta – Las faltas. Al igual que el temor de ser castigados por la ley, permite
evitar cometer las faltas en esta vida, el temor a las consecuencias negativas de nuestras
malas acciones, permite no cometerlas. [Leer en pali]
AN 2,2 Padhana Sutta – Los esfuerzos. Dos rectos esfuerzos correspondientes a los laicos y
a los monjes, respectivamente. [Leer en pali]
AN 2,3-4 Tapaniya y Atapaniya Sutta – Lo que causa y lo que no causa el tormento. Las
acciones que atormentan a las personas, en contraposición a las que pacifican la mente.
[Leer en pali]
AN 2,5 Upannata Sutta (Appativanasuttam) – Lo conocido. ¿Qué es aquella cualidad particular,
respecto la cual el Buda no recomendó el contentamiento? [Leer en pali]
AN 2,6 Samyojana Sutta – Grillete. Los que nos ata a las cosas no son ellas mismas sino la manera
en la que las contemplamos. [Leer en pali]
AN 2,7-9 Kanha, Sukka y Cariya Sutta – Oscuridad, luz y conducta. Suttas sobre las dos cualidades
luminosas que protegen el mundo: la vergüenza moral y el temor moral. [Leer en pali]
AN 2,10 Vassupanayika Sutta – Entrando bajo las Lluvias. El Buda indica las dos posibles fechas
del retiro de las Lluvias. [Leer en pali]
1.2. Adhikaranavavva - Capítulo sobre las cuestiones disciplinarias
AN 2,11-20 Adhikaranavagga - Capítulo sobre las cuestiones disciplinarias Este capítulo reúne
suttas de diferentes contenidos: (1-3) hablan de los dos poderes: el de la reflexión y otro del
desarrollo, en sus tres variantes; (4) hace referencia a las dos enseñanzas del Dhamma del
Tathagata; (5) trata sobre lo que debe reflexionar un monje al transgredir las reglas y también él que
lo denuncia; (6-8) analizan las razones, por las cuales algunos seres renacen en el infierno y otros en
el cielo; (9) habla del abandono de lo perjudicial y del desarrollo de lo beneficioso, y (10) menciona
cosas que conducen a la desaparición y continuación del buen Dhamma, respectivamente. [Leer en
pali]
1.3. Balavagga - Capítulo sobre los tontos
AN 2,21-31 Balavagga – Capítulo sobre los tontos. Los suttas de este capítulo contraponen los
tontos a los sabios, los que difaman al Tahagata a los que lo honran, los que ocultan sus acciones a
los que no lo hacen, los que mantienen el incorrecto punto de vista a los que tienen recta visión y las
personas inmorales a las virtuosas. El capítulo termina señalando las dos ventajas de habitar los
bosques y habla de los beneficios de practicar las dos clases de meditación: samatha y vipassana.
[Leer en pali]
1.4. Samacittavagga Capítulo sobre la mente tranquila
AN 2,32-41 Samacittavagga - Capítulo sobre la mente tranquila. Los suttas de este vagga tratan de
(1) el plan que tiene una mala y buena persona, respectivamente, (2) lo difícil que es recompensar a
sus propios padres, aunque no imposible, (3) cuándo es correcto actuar y cuando no, (4) los que son
dignos de las ofrendas, (5) la importancia de la mente tranquila, (6) las causas de las luchas entre
laicos y ascetas, (7) el estatus de un verdadero anciano, (8) el paralelismo entre ladrones y reyes en
el mundo, por un lado, y monjes buenos y malos dentro del Sangha, por otro lado, (9) la correcta e
incorrecta práctica de laico y monje, y (10) la importancia de la correcta comprensión de los
discursos del Buda. [Leer en pali]
1.5. Parisavagga Capítulo sobre las asambleas
AN 2,42-51 Parisavagga - Capítulo sobre las asambleas. En este capítulo se distingue entre las
diversas clases de asambleas de los monjes que pueden ser: (1) superficiales y profundas, (2)
divididas y armoniosas, (3) inferiores y superiores, (4) nobles y ordinarias, (5) “heces” y “crema”,
(6) entrenadas en vanas charlas y entrenadas en interrogación, (7) las que valoran el Dhamma y las
que valoran las cosas mundanas, (8) incorrectas y rectas, (9) las que actúan de manera contraria al
Dhamma y las que actúan de acuerdo al Dhamma, y (10) las que hablan el no-Dhamma y las que
hablan el Dhamma. [Leer en pali]
2. Dutiyapannasaka - El segundo grupo de los cincuenta
2.1. Puggalavagga - Capítulo sobre las personas
AN 2,52-63 Puggalavagga - Capítulo sobre las personas. Los primeros de estos suttas (1-5)
describen las cualidades de dos personas extraordinarias: el Buda y el Monarca universal.
Seguidamente (6-8), se describen a tres animales que, junto al monje purificado, no temen al
estallido de un rayo. Las demás personas descritas en este capítulo son (9) el fauno, (10) la mujer,
(11) malos y buenos residentes, y (12) los que tienen malas y buenas resoluciones cuando
intercambian opiniones referentes a asuntos disciplinarios en el Sangha. [Leer en pali]
2.2. Sukkhavagga - Capítulo sobre la felicidad
AN 2,64-76 Sukkhavagga - Capítulo sobre la felicidad. Se comparan dos clases de felicidad: la
ordinaria y la sublime, de las cuales esta última es la principal. [Leer en pali]
2.3. Sanimittavagga - Capítulo sobre una base
AN 2,77-86 Sanimittavagga - Capítulo sobre una base. Se mencionan las condiciones para el
surgimiento de los perjudiciales estados mentales: una vez abandonadas estas condiciones, las
perjudiciales cualidades de la mente no surgen más. [Leer en pali]
2.4. Dhammavagga - Capítulo sobre los dhammas
AN 2,87-97 Dhammavagga - Capítulo sobre los dhammas. En este breve vagga se listan algunos
importantes temas de la enseñanza budista organizados en pares. [Leer en pali]
2.5. Balavagga - Capítulo sobre los tontos
AN 2,98-117 Balavagga - Capítulo sobre los tontos. A lo largo de los suttas que componen este
vagga, el Buda distingue entre las personas tontas y sabias, señalando que esas primeras aumentan
sus impurezas mentales. [Leer en pali]
3. Tatiyapannasaka - El tercer grupo de los cincuenta
3.1. Asaduppajahavagga - Capítulo sobre los deseos
AN 2,118-129 Asaduppajahavagga - Capítulo sobre los deseos. El contenido de los suttas agrupados
en este vagga es variado: (1) deseos difíciles de abandonar, (2-3) personas inauditas en el mundo,
(4-5) personas difíciles y fáciles de satisfacer, (6-9) condiciones para el surgimiento de la codicia, el
odio, y el incorrecto y correcto punto de vista, (10-12) clases de ofensas. [Leer en pali]
3.2. Ayacanavagga - Capítulo sobre las aspiraciones
AN 2,130-140 Ayacanavagga - Capítulo sobre las aspiraciones. En los primeros suttas (1-4) el Buda
establece estándares para los monjes, las monjas, los seguidores laicos y las seguidoras laicas. Los
siguientes discursos (5-6) comparan las acciones de las personas tontas y sabias y (7-8) sus
respectivas actitudes hacia las personas especiales. El capítulo termina con (9-11) enumeración de
otros dhammas varios organizados en pares. [Leer en pali]
3.3. Danavagga - Capítulo sobre las ofrendas
AN 2,141-150 Danavagga - Capítulo sobre las ofrendas. Estos suttas demuestran que se pueden
realizar acciones beneficiosas de dos maneras: mundana y espiritual, siendo esta última, siempre la
principal. [Leer en pali]
3.4. Santharavagga - Capítulo sobre la munificencia
AN 2,151-162 Santharavagga - Capitulo de la munificencia. Generosidad (1), hospitalidad (2),
búsqueda (2-5), veneración (6), regalos para los huéspedes (7), éxito (8), crecimiento (9), joyas
(10), acumulación (11) y expansión (12); todo eso puede tener un doble carácter: material y
espiritual. [Leer en pali]
3.5. Samapattivagga - Capítulo sobre los logros meditativos
AN 2,163-179 Samapattivagga - Capítulo sobre los logros meditativos. Se enumeran los factores –
agrupados en pares- tanto los que ayudan como los que dificultan el logro de los estados
meditativos. [Leer en pali]
4. Peyyala - Series repetitivas
4.1. Kodhapeyyala - Serie repetitiva sobre la ira
AN 2,180-229 Kodhapeyyala - Serie repetitiva sobre la ira. Se señala las consecuencias de este par
de características -ira y hostilidad; denigración e insolencia; envidia y avaricia; engaño y astucia;
desvergüenza y osadía morales- con sus opuestos. [Leer en pali]
4.2. Akusalapeyyala - Serie repetitiva sobre lo perjudicial
AN 2,230-279 Akusalapeyyala - Serie repetitiva sobre lo perjudicial. Las mismas características de
la serie anterior, se repiten aquí organizadas en los siguientes pares: (1-2) perjudiciales-beneficiosas,
(2-4) censurables e irreprochables, (5-8) insatisfacción y felicidad como resultado, (9-10) dolorosas
y no dolorosas. [Leer en pali]
4.3. Vinayapeyyala - Serie repetitiva sobre la Disciplina
AN 2,280-309 Vinayapeyyala - Serie repetitiva sobre la Disciplina. En esta serie repetitiva se
mencionan las regulaciones monásticas establecidas en el Vinaya Pitaka, la Tercera Canasta del
Canon Pali, explicando en cada caso, por qué el Buda estableció esas reglas del entrenamiento.
[Leer en pali]
4.4. Ragapeyyala - Serie repetitiva sobre la codicia
AN 2,310-479 Ragapeyyala - Serie repetitiva sobre la codicia. En esta serie repetitiva se aconseja
desarrollar las dos cualidades meditativas de la mente, samatha y vipassana (tranquilidad y
perspicacia) para desarrollar los beneficiosos estados mentales y eliminar los perjudiciales. [Leer
en pali]
AN 2,1 {15A2.1.1.1,1} Vajja Sutta – Las faltas

Al igual que el temor de ser castigados por la ley, permite evitar cometer faltas en esta vida, el
temor a las consecuencias negativas de nuestras malas acciones, permite no cometerlas.

[1] {1} Esto he escuchado.


En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta del Parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:
“Monjes”.
“Venerable señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“He aquí, monjes, hay esas dos faltas. Y, ¿cuáles son esas dos? La falta perteneciente a la presente
vida y la falta perteneciente a la vida futura.
“Y, ¿cuál es la falta, monjes, perteneciente a la presente vida? He aquí, alguien mira que cuando los
reyes arrestan a un ladrón, un criminal, lo sujetan a varias clases de castigos: lo azotan con látigos,
golpean con bastones, golpean con palos, le cortan las manos, le cortan los pies, le cortan las manos
y los pies, le cortan las orejas, le cortan la nariz, le cortan las orejas y la nariz, le hacen sujeto de la
‘olla de gacha’, de la ‘concha de afeitar pulida’, de la ‘boca de Rahu’, de la ‘corona de fuego’, de la
‘mano ardiente’, de las ‘hojas de hierba’, del ‘vestido de la corteza’, del ‘antílope’, de los ‘ganchos
para la carne’, de las ‘monedas’, de la ‘lejía decapada’, de la ‘clavija giratoria’, del ‘jergón
enrollado’. Entonces, lo salpican con aceite hervido, lo dejan para ser devorado por los perros, lo
empalan vivo en las estacas y cortan su cabeza con la espada.
“Entonces, se le ocurre lo siguiente: ‘Cuando los reyes arrestan a un ladrón, un criminal, lo sujetan a
varias clases de castigos por culpa de su malas acciones: lo azotan con látigos… y cortan su cabeza
con la espada. Ahora bien, si yo cometiese semejantes malas acciones, y los reyes me arrestasen,
podrían someterme a los mismos castigos. Podrían azotarme con látigos… y cortar mi cabeza con la
espada’. Temeroso de la falta perteneciente a la presente vida, no saquea las casas de otros. Esto se
llama la falta perteneciente a la presente vida.
“Y, ¿cuál es la falta, monjes, perteneciente a la vida futura? He aquí, alguien reflexiona de esta
manera: ‘La mala conducta corporal es perjudicial, conlleva resultados penosos en la vida futura; la
mala conducta verbal es perjudicial, conlleva resultados penosos en la vida futura; la mala mental es
perjudicial, conlleva resultados penosos en la vida futura. Si me involucrase en mala conducta
corporal, verbal o mental, entonces con la ruptura de mi cuerpo después de la muerte, renacería en
plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno’. Temeroso de la falta
perteneciente a la vida futura, abandona la mala conducta corporal y desarrolla una buena conducta
corporal, abandona la mala conducta verbal y desarrolla una buena conducta verbal, abandona la
mala conducta mental y desarrolla una buena conducta mental; se mantiene a sí mismo en la pureza.
Esto se llama la falta perteneciente a la vida futura.
“Estas son, monjes, las dos faltas. Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos de esta
manera: ‘Estaremos temerosos de la falta perteneciente a la presente vida; estaremos temerosos de
la falta perteneciente a la vida futura; vamos a temer cometer las faltas y vamos a ver el peligro en
las faltas’. De esta manera, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos. Es de esperar que
alguien que teme cometer las faltas y ve en ellas el peligro, será liberado de todas las faltas”.

AN 2,2 {15A2.1.1.2,2} Padhana Sutta – Los esfuerzos


Dos rectos esfuerzos correspondientes a los laicos y a los monjes, respectivamente.
[2] {2} “He aquí, monjes, existen estos dos esfuerzos que son difíciles de lograr en el mundo. Y,
¿cuáles son estos dos? El esfuerzo de los laicos que viven en el hogar por regalar hábitos, comida de
la limosna, alojamiento, medicinas y provisiones para la enfermedad; y el esfuerzo de aquellos que
han renunciado a la vida hogareña y asumieron el estilo de vida sin hogar, por el renunciamiento a
todas las adquisiciones. Estos son, monjes, los dos esfuerzos que son difíciles de lograr en el
mundo.
“De esos dos esfuerzos, monjes, el principal es el esfuerzo por renunciar a todas las adquisiciones.
Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos de esta manera: ‘Vamos a esforzarnos por
el renunciamiento a todas las adquisiciones’. Es de esta manera, monjes, que deberíais entrenaros a
vosotros mismos”.

AN 2,3-4 {15A2.1.1.3,3-15A2.1.1.4,4} Tapaniya y Atapaniya


Sutta – Lo que causa y lo que no causa el tormento
Las acciones que atormentan a las personas, en contraposición a las que pacifican la mente.

AN 2,3 {15A2.1.1.3,3} Tapaniya Sutta – Lo que causa el tormento


[3] {3} “He aquí, monjes, hay dos cosas que causan el tormento. Y, ¿cuáles son esas dos? He aquí,
monjes, alguien está empeñado en la mala conducta corporal, pero falla en empeñarse en la buena
conducta corporal; está empeñado en la mala conducta verbal, pero falla en empeñarse en la buena
conducta verbal; está empeñado en la mala conducta mental, pero falla en empeñarse en buena
conducta mental. Entonces, él vive atormentado, [pensando:] ‘Estoy empeñado en la mala conducta
corporal’, y vive atormentado, [pensando:] ‘Fallo en empeñarme en la buena conducta corporal’; y
vive atormentado, [pensando:] ‘Estoy empeñado en la mala conducta verbal’; y vive atormentado,
[pensando:] ‘Fallo en empeñarme en la buena conducta verbal’; y vive atormentado, [pensando:]
‘Estoy empeñado en la mala conducta mental’; y vive atormentado, [pensando:] ‘Fallo en
empeñarme en la buena conducta mental’. Estas son, monjes, las dos cosas que causan el tormento”.

AN 2,4 {15A2.1.1.4,4} Atapaniya Sutta – Lo que no causa el tormento


[4] {4} “He aquí, monjes, hay dos cosas que no causan el tormento. Y, ¿cuáles son esas dos? He
aquí, monjes, alguien está empeñado en la buena conducta corporal, y evita empeñarse en la mala
conducta corporal; está empeñado en la buena conducta verbal, y evita empeñarse en la mala
conducta verbal; está empeñado en la buena conducta mental, y evita empeñarse en la mala
conducta mental. Entonces, él no vive atormentado, [pensando:] ‘Estoy empeñado en la buena
conducta corporal’, y no vive atormentado, [pensando:] ‘Evito empeñarme en la mala conducta
corporal’; y no vive atormentado, [pensando:] ‘Estoy empeñado en la buena conducta verbal’; y no
vive atormentado, [pensando:] ‘Evito empeñarme en la mala conducta verbal’; y no vive
atormentado, [pensando:] ‘Estoy empeñado en la buena conducta mental’; y no vive atormentado,
[pensando:] ‘Evito empeñarme en la mala conducta mental’. Estas son, monjes, las dos cosas que no
causan el tormento”.

AN 2,5 {15A2.1.1.5,5} Upannata Sutta (Appativana) – Lo


conocido

¿Cuál es aquella cualidad particular, respecto a la cual el Buda no recomendó el contentamiento?

[5] {5} “Monjes, conocí dos cualidades a través de la experiencia: el descontento con respecto a las
cualidades técnicas [1] y el esfuerzo implacable. De manera implacable me esforcé, [pensando]:
‘Con gusto dejaré la carne y la sangre secarse en mi cuerpo, dejando apenas la piel, los tendones y
los huesos, pero si no logro lo que puede ser alcanzado por la firmeza humana, la persistencia
humana, el esfuerzo humano, no habrá relajación alguna en mi persistencia’. A partir de esta
atención mía, fue logrado el Despertar. A partir de esta atención mía, fue alcanzada la libertad sin
par de la esclavitud.
“Ustedes, también, monjes, deberían esforzarse implacablemente a sí mismos, [pensando]: ‘Con
gusto dejaremos la carne y la sangre en nuestros cuerpos secarse, dejando apenas la piel, los
tendones, y los huesos, pero si no logramos lo que puede ser alcanzado por la firmeza humana,
persistencia humana, el esfuerzo humano, no habrá relajación alguna en nuestra persistencia’.
Ustedes, también, en un tiempo no muy largo alcanzarán y permanecerán en el objetivo supremo de
la vida santa, por el cual los miembros del clan correctamente van de hogar en hogar, conociéndolo
y realizándolo ustedes mismos en el aquí y ahora.
“Así ustedes deberían entrenarse a sí mismos: “Nos esforzaremos implacablemente a nosotros
mismos, [pensando]: ‘Con gusto dejaremos la carne y la sangre en nuestros cuerpos secarse,
dejando apenas la piel, los tendones, y los huesos, pero si no logramos lo que puede ser alcanzado
por la firmeza humana, la persistencia humana, el esfuerzo humano, no habrá relajación alguna en
nuestra persistencia’. Así es como ustedes deberían entrenarse”.

NOTA:
[1] En otras palabras, no permitiéndose descansar contento simplemente con las habilidades
técnicas desarrolladas en el camino. En la biografía del Buddha, este punto es ilustrado por su
rechazo a descansar contento con las absorciones sin forma que dominó bajo sus dos primeros
maestros.
AN 2,6 {15A2.1.1.6,6} Samyojana Sutta – Grillete

Lo que nos ata a las cosas no son ellas mismas, sino la manera en la que las contemplamos.

[6] {6} “He aquí, monjes, hay estas dos cosas. Y, ¿cuáles son esas dos? Contemplación de la
gratificación en cosas que pueden encadenar y contemplación del desencantamiento en cosas que
pueden encadenar. Alguien que mora contemplando la gratificación en cosas que pueden encadenar
no abandona la codicia, el odio y la falsa ilusión. Al no haber abandonado la codicia, el odio y la
falsa ilusión, uno no es libre del nacimiento, la vejez y la muerte, el dolor, el lamento, la pena, el
abatimiento y la angustia; uno no es libre de la insatisfacción, declaro yo.
“Alguien que mora contemplando el desencantamiento en cosas que pueden encadenar abandona la
codicia, el odio y la falsa ilusión. Al haber abandonado la codicia, el odio y la falsa ilusión, uno es
libre del nacimiento, la vejez y la muerte, el dolor, el lamento, la pena, el abatimiento y la angustia;
uno es libre de la insatisfacción, declaro yo.
“Estas son, monjes, aquellas dos cosas”.

AN 2,7-9 {15A2.1.1.7,7-15A2.1.1.9,9} Kanha, Sukka y Cariya


Sutta – Oscuridad, luz y conducta

Suttas sobre las dos cualidades luminosas que protegen el mundo: la vergüenza moral y el temor
moral.

AN 2,7 {15A2.1.1.7,7} Kanha Sutta – Oscuridad


[7] {7} “He aquí, monjes, hay estas dos cualidades oscuras. Y, ¿cuáles son esas dos? La
desvergüenza moral y la osadía moral. Estas son, monjes, aquellas dos cualidades oscuras".

AN 2,8 {15A2.1.1.8,8} Sukka Sutta – Luz


[8] {8} “He aquí, monjes, hay estas dos cualidades luminosas. Y, ¿cuáles son esas dos? La
vergüenza moral y el temor moral. Estas son, monjes, aquellas dos cualidades luminosas".

AN 2,9 {15A2.1.1.9,9} Cariya Sutta – Conducta


[9] {9} “Monjes, estas dos cualidades luminosas protegen al mundo. Y, ¿cuáles son esas dos? La
vergüenza moral y el temor moral. Si estas dos cualidades luminosas no protegieran al mundo, no se
vería aquí [restricción alguna hacia] la propia madre, tías, la mujer del maestro de uno ni hacia otra
gente respetable. El mundo sería promiscuo como las cabras y las ovejas, como los pollos, cerdos,
perros o chacales. Pero puesto que estas dos cualidades luminosas protegen al mundo, se ve aquí
[restricción hacia] la propia madre, tías, la mujer del maestro de uno y hacia otra gente respetable”.
AN 2,10 {15A2.1.1.10,10} Vassupanayika Sutta – Entrando
bajo las Lluvias

El Buda indica las dos posibles fechas del retiro de las Lluvias.
[10] {10} “He aquí, monjes, hay estas dos [ocasiones para] entrar bajo las Lluvias [1]. Y, ¿cuáles
son esas dos? La temprana y la tardía. Estas son, monjes, las dos [ocasiones para] entrar bajo las
Lluvias”.

NOTA:
[1] Se trata del retiro de las lluvias, de tres meses, que se observa por los monásticos durante la
época de las lluvias en la India. El periodo temprano de las lluvias empieza el día después de la luna
llena del mes de Asalha (normalmente en julio o al principio de agosto) y se extiende hasta el día de
la luna llena del mes de Kattika (octubre o principio de noviembre). El periodo tardío de las lluvias
empieza y termina un mes después de las respectivas fechas del periodo temprano.

AN 2,11-20 {15A2.1.2.1,11-15A2.1.2.11,21} Adhikarana Vagga


– Capítulo sobre cuestiones disciplinarias

Este capítulo reúne suttas de diferentes contenidos: (1-3) hablan de los dos poderes: el de la
reflexión y otro del desarrollo, en sus tres variantes; (4) hace referencia a las dos enseñanzas del
Dhamma del Tathagata; (5) trata sobre lo que debe reflexionar un monje al transgredir las reglas y
también él que lo denuncia; (6-8) analizan las razones, por las cuales algunos seres renacen en el
infierno y otros en el cielo; (9) habla del abandono de lo perjudicial y del desarrollo de lo
beneficioso, y (10) menciona cosas que conducen a la desaparición y continuación del buen
Dhamma, respectivamente.
[11] {11} “He aquí, monjes, hay estos dos poderes. Y, ¿Cuáles son esos dos? El poder de la
reflexión y el poder del desarrollo.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la reflexión? He aquí, monjes, hay alguien que reflexiona así: ‘la
mala conducta corporal tiene malos resultados tanto en la presente vida como en la vida futura; la
mala conducta verbal tiene malos resultados tanto en la presente vida como en la vida futura; la
mala conducta mental tiene malos resultados tanto en la presente vida como en la vida futura.’
Habiendo reflexionado de esta manera, abandona la mala conducta corporal y desarrolla la buena
conducta corporal; abandona la mala conducta verbal y desarrolla la buena conducta verbal;
abandona la mala conducta mental y desarrolla la buena conducta mental. Entonces, se mantiene a
sí mismo en la pureza. A éste se le llama, monjes, el poder de la reflexión.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder del desarrollo? El poder del desarrollo, monjes, es el poder de los
aprendices. Apoyándose en el poder del aprendiz, uno abandona, la codicia, la animadversión y la
falsa ilusión. Habiendo abandonado la codicia, la animadversión y la falsa ilusión, uno no hace nada
perjudicial, uno no persigue nada malo. A éste se le llama, monjes, el poder del desarrollo.
“Estos son, monjes, los dos poderes.”
[12] {12} “He aquí, monjes, hay estos dos poderes. Y, ¿Cuáles son esos dos? El poder de la
reflexión y el poder del desarrollo.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la reflexión? He aquí, monjes, hay alguien que reflexiona así: ‘la
mala conducta corporal tiene malos resultados tanto en la presente vida… [sigue como en el sutta
anterior]. A éste se le llama, monjes, el poder de la reflexión.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder del desarrollo? El monje desarrolla el factor de la iluminación de la
atención consciente que se basa en la reclusión, el desapasionamiento, el cese, y madura en la
liberación. Además, desarrolla el factor de la iluminación de la discriminación de los fenómenos…
el factor de la iluminación de la discriminación de la energía… el factor de la iluminación de la
discriminación del arrobamiento… el factor de la iluminación de la discriminación de la
tranquilidad… el factor de la iluminación de la discriminación de la concentración… el factor de la
iluminación de la discriminación de la ecuanimidad que se basa en la reclusión, el
desapasionamiento, el cese, y madura en la liberación. A éste se le llama, monjes, el poder del
desarrollo.
“Estos son, monjes, los dos poderes.”
[13] {13} “He aquí, monjes, hay estos dos poderes. Y, ¿Cuáles son esos dos? El poder de la
reflexión y el poder del desarrollo.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la reflexión? He aquí, monjes, hay alguien que reflexiona así: ‘la
mala conducta corporal tiene malos resultados tanto en la presente vida… [sigue como en el sutta
anterior]. A éste se le llama, monjes, el poder de la reflexión.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder del desarrollo? He aquí, monjes, recluido de los placeres sensuales,
recluido de los perjudiciales estados mentales, el monje entra y permanece en el primer jhana, que
consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento
aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el
segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental y consiste en el
arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido. Al
desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y
experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los
nobles declararon: ‘él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’.
Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y
permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención
consciente mediante la ecuanimidad. A éste se le llama, monjes, el poder del desarrollo.
“Estos son, monjes, los dos poderes.”
[14] {14} “Monjes, el Tathagata tiene esas dos clases de la enseñanza del Dhamma. Y, ¿Cuáles son
esas dos? En resumen y en detalle. Estas son las dos clases de la enseñanza del Dhamma que tiene
el Tathagata.
[15] {15} “Monjes, en consideración de alguna cuestión disciplinaria particular, si el monje que
cometió la ofensa y el monje que lo reprobó, no reflexionan profundamente ambos sobre sí mismos,
se puede esperar que esta cuestión disciplinaria conducirá a asperezas y animosidad por mucho
tiempo y los monjes no van a morar en comodidad. Pero, si el monje que cometió la ofensa y el
monje que lo reprobó, reflexionan profundamente ambos sobre sí mismos, se puede esperar que esta
cuestión disciplinaria no conducirá a asperezas y animosidad por mucho tiempo y los monjes van a
morar en comodidad.
“Y, ¿cómo, monjes, reflexiona profundamente el monje que cometió la ofensa sobre sí mismo? He
aquí, monjes, el monje que cometió la ofensa reflexiona así: ‘he cometido esta perjudicial acción
particular con el cuerpo. Aquel monje me vio haciéndolo. Si yo no hubiese cometido aquella
perjudicial acción particular con mi cuerpo, él no podría verme haciendo eso. Pero, como he
cometido esta perjudicial acción particular con el cuerpo, aquel monje me vio haciéndolo. Y cuando
me vio cometer aquella perjudicial acción particular con mi cuerpo, se disgustó. Siendo disgustado,
expresó su disgusto a mí. Y porque haya expresado su disgusto a mí, yo también me disgusté.
Siendo disgustado, informé de eso a otros. Así, en este caso fui alguien que incurrió en transgresión,
al igual que un viajero lo hace cuando evita los impuestos de sus bienes”. Es de esta manera,
monjes, que el monje que cometió la ofensa debe reflexionar profundamente sobre sí mismo.
“Y, ¿cómo, monjes, reflexiona profundamente el monje que lo reprobó sobre sí mismo? He aquí,
monjes, el monje que lo reprobó reflexiona así: ‘este monje ha cometido esta perjudicial acción
particular con el cuerpo. Y yo vi haciéndolo. Si él no hubiese cometido aquella perjudicial acción
particular con su cuerpo, yo no podría verle haciendo eso. Pero, como él ha cometido esta
perjudicial acción particular con el cuerpo, yo le vi haciéndolo. Y cuando le vi cometer aquella
perjudicial acción particular con su cuerpo, me disgusté. Siendo disgustado, expresé mi disgusto a
él. Y porque haya expresado mi disgusto a él, él también se disgustó. Siendo disgustado, informó de
eso a otros. Así, en este caso fui alguien que incurrió en transgresión, al igual que un viajero lo hace
cuando evita los impuestos de sus bienes”. Es de esta manera, monjes, que el monje que cometió la
ofensa debe reflexionar profundamente sobre sí mismo.
“Monjes, en consideración de alguna cuestión disciplinaria particular, si el monje que cometió la
ofensa y el monje que lo reprobó, no reflexionan profundamente ambos sobre sí mismos, se puede
esperar que esta cuestión disciplinaria conducirá a asperezas y animosidad por mucho tiempo y los
monjes no van a morar en comodidad. Pero, si el monje que cometió la ofensa y el monje que lo
reprobó, reflexionan profundamente ambos sobre sí mismos, se puede esperar que esta cuestión
disciplinaria no conducirá a asperezas y animosidad por mucho tiempo y los monjes van a morar en
comodidad.”
[16] {16} Entonces, un cierto brahmán se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales
saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado y
dijo al Bienaventurado: “¿Por qué es así, maestro Gotama, que algunos seres aquí, con la ruptura de
sus cuerpos después de la muerte, renacen en el plano de miseria, en el mal destino, en el mundo
bajo, en el infierno?”
“Esto se debe, brahmán, a la conducta contraria al Dhamma, a la conducta incorrecta, que algunos
seres aquí, con la ruptura de sus cuerpos después de la muerte, renacen en el plano de miseria, en el
mal destino, en el mundo bajo, en el infierno”.
“Y, ¿por qué es así, maestro Gotama, que algunos seres aquí, con la ruptura de sus cuerpos después
de la muerte, renacen en el buen destino, en el mundo celestial?”
“Esto se debe, brahmán, a la conducta de acuerdo con el Dhamma, a la conducta correcta, que
algunos seres aquí, con la ruptura de sus cuerpos después de la muerte, renacen en el buen destino,
en el mundo celestial”.
“¡Excelente, maestro Gotama, Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio a
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
[17] {17} Entonces, el brahmán Janussoni se acercó al Bienaventurado e intercambió con él
cordiales saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un
lado y dijo al Bienaventurado: “¿Por qué es así, maestro Gotama, que algunos seres aquí, con la
ruptura de sus cuerpos después de la muerte, renacen en el plano de miseria, en el mal destino, en el
mundo bajo, en el infierno?”
“Esto se debe, brahmán, a lo que ha sido hecho y a lo que no ha sido hecho que algunos seres aquí,
con la ruptura de sus cuerpos después de la muerte, renacen en el plano de miseria, en el mal
destino, en el mundo bajo, en el infierno”.
“Y, ¿por qué es así, maestro Gotama, que algunos seres aquí, con la ruptura de sus cuerpos después
de la muerte, renacen en el buen destino, en el mundo celestial?”
“Esto se debe, brahmán, a lo que ha sido hecho y a lo que no ha sido hecho que algunos seres aquí,
con la ruptura de sus cuerpos después de la muerte, renacen en el buen destino, en el mundo
celestial”.
“Maestro Gotama, no entiendo en detalle el significado de la declaración que ha dicho en resumen,
sin el análisis del significado en resumen. Sería bueno que le maestro Gotama me enseñase el
Dhamma de manera tal que pueda entender en detalle el significado de esta declaración”.
“Entonces bien, brahmán, escucha y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, señor”, respondió el brahmán Janussoni y el Bienaventurado continuó:
“He aquí, brahmán, alguien ha realizado una acción de mala conducta corporal, y no una acción de
buena conducta corporal; ha realizado una acción de mala conducta verbal, y no una acción de
buena conducta verbal; ha realizado una acción de mala conducta mental, y no una acción de buena
conducta mental. A esto se debe, brahmán, que por lo que ha sido hecho y por lo que no ha sido
hecho, algunos seres aquí, con la ruptura de sus cuerpos después de la muerte, renacen en el plano
de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno. Pero por otro lado, brahmán, alguien
ha realizado una acción de buena conducta corporal, y no una acción de mala conducta corporal; ha
realizado una acción de buena conducta verbal, y no una acción de mala conducta verbal; ha
realizado una acción de buena conducta mental, y no una acción de mala conducta mental. A esto se
debe, brahmán, que por lo que ha sido hecho y por lo que no ha sido hecho, algunos seres aquí, con
la ruptura de sus cuerpos después de la muerte, renacen en el buen destino, en el mundo celestial.”
“¡Excelente, maestro Gotama… [igual que en 2,16]. Que el maestro Gotama me considere como su
seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
[18] {18} Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se
sentó a un lado. Acto seguido, el Bienaventurado le dijo:
“Yo declaro, Ananda, definitivamente que las acciones de mala conducta corporal, mala conducta
verbal y mala conducta mental no deben ser realizadas.”
“Puesto que el Bienaventurado declara definitivamente que las acciones de mala conducta corporal,
mala conducta verbal y mala conducta mental no deben ser realizadas, ¿qué peligro se puede
esperar actuando de esta manera?”
“Ananda, yo declaré definitivamente que las acciones de mala conducta corporal, mala conducta
verbal y mala conducta mental no deben ser realizadas, porque actuando de esta manera, se puede
esterar este peligro: uno se culpa a sí mismo; el sabio, habiéndolo investigado, le censura a uno;
malos relatos circulan acerca de uno; uno muere confundido; y con la ruptura del cuerpo, después
de la muerte, uno renace en el plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno.
Yo declaré, Ananda, definitivamente que las acciones de mala conducta corporal, mala conducta
verbal y mala conducta mental no deben ser realizadas, porque actuando de esta manera, se puede
esperar este peligro.
“Yo declaro, Ananda, definitivamente que las acciones de buena conducta corporal, buena conducta
verbal y buena conducta mental deben ser realizadas.”
“Puesto que el Bienaventurado declara definitivamente que las acciones de buena conducta
corporal, buena conducta verbal y buena conducta mental deben ser realizadas, ¿qué beneficio se
puede esperar actuando de esta manera?”
“Ananda, yo declaré definitivamente que las acciones de buena conducta corporal, buena conducta
verbal y buena conducta mental deben ser realizadas, porque actuando de esta manera, se puede
esterar este beneficio: uno no se culpa a sí mismo; el sabio, habiéndolo investigado, le alaba a uno;
uno adquiere una buena reputación; uno muere sin confusión; y con la ruptura del cuerpo, después
de la muerte, uno renace en el buen destino, en el mundo celestial. Yo declaré, Ananda,
definitivamente, que las acciones de buena conducta corporal, buena conducta verbal y buena
conducta mental deben ser realizadas, porque actuando de esta manera, se puede esperar este
beneficio”.
[19] {19} “Monjes, abandonad lo perjudicial. Es posible abandonar lo perjudicial. Si fuera
imposible abandonar lo perjudicial no os diría: ‘monjes, abandonad lo perjudicial’. Pero como es
posible abandonar lo perjudicial, os digo: ‘monjes, abandonad lo perjudicial’. Si ese abandono de lo
perjudicial condujese al dolor y el sufrimiento, no os diría: ‘monjes, abandonad lo perjudicial’. Pero
como este abandono de lo perjudicial conduce al bienestar y felicidad, os digo: ‘monjes, abandonad
lo perjudicial’.
“Monjes, desarrollad lo beneficioso. Es posible desarrollar lo beneficioso. Si fuera imposible
desarrollar lo beneficioso, no os diría: ‘monjes, desarrollad lo beneficioso’. Pero como es posible
desarrollar lo beneficioso, os digo: ‘monjes, desarrollad lo beneficioso’. Si ese desarrollo de lo
beneficioso condujese al dolor y el sufrimiento, no os diría: ‘monjes, desarrollar lo beneficioso’.
Pero como este desarrollo de lo beneficioso conduce al bienestar y felicidad, os digo: ‘monjes,
desarrollad lo beneficioso’”.
[20] {20} “Monjes, he aquí estas dos cosas que conducen al declive y desaparición del buen
Dhamma. Y, ¿cuáles son esas dos? El mal sentido de las palabras y las frases y la mala
interpretación del significado. Cuando las palabras y las frases tienen mal sentido, surge la mala
interpretación del significado. Estas son las dos cosas que conducen al declive y desaparición del
buen Dhamma.
{21} “Monjes, he aquí estas dos cosas que conducen a la continuación, al no declive y la no
desaparición del buen Dhamma. Y, ¿cuáles son esas dos? El buen sentido de las palabras y las frases
y la buena interpretación del significado. Cuando las palabras y las frases tienen buen sentido, surge
la buena interpretación del significado. Estas son las dos cosas que conducen a la continuación, al
no declive y la no desaparición del buen Dhamma.”

AN 2,21-31 {15A2.1.3.1,22-15A2.1.3.11,32} Bala Vagga –


Capítulo sobre los tontos

Los suttas de este capítulo contraponen los tontos a los sabios, los que difaman al Tahagata a los que
lo honran, los que ocultan sus acciones a los que no lo hacen, los que mantienen el incorrecto punto
de vista a los que tienen recta visión y las personas inmorales a las virtuosas. El capítulo termina
señalando las dos ventajas de habitar los bosques y habla de los beneficios de practicar las dos
clases de meditación: samatha y vipassana.
[21] {22} “He aquí, monjes, hay estas dos clases de tontos. Y, ¿Cuáles son esas dos? Una, que no ve
su propia transgresión como transgresión y otra, que no acepta, de acuerdo con el Dhamma, la
transgresión de alguien que la confiesa. Estas son, monjes, las dos clases de tontos.
“He aquí, monjes, hay estas dos clases de sabios. Y, ¿Cuáles son esas dos? Una, que ve su propia
transgresión como transgresión y otra, que acepta, de acuerdo con el Dhamma, la transgresión de
alguien que la confiesa. Estas son, monjes, las dos clases de sabios.
[22] {23} “He aquí, monjes, hay estas dos clases de personas que difaman al Tathagata. Y, ¿Cuáles
son esas dos? Una, llena de odio que alberga odio y otra, dotada de fe a raíz de su mal
entendimiento. Estas son las dos clases de personas que difaman al Tathagata.
[23] {24} “He aquí, monjes, hay estas dos clases de personas que difaman al Tathagata. Y, ¿Cuáles
son esas dos? Una, [compuesta por] los que proclaman como dicho o declarado por el Tathagata
algo que nunca fue dicho ni declarado por él. Y la otra, [compuesta por] los que niegan lo dicho o
declarado por el Tathagata. Estas son las dos clases de personas que difaman al Tathagata.
“He aquí, monjes, hay estas dos clases de personas que no difaman al Tathagata. Y, ¿Cuáles son esas
dos? Una, [compuesta por] los que no proclaman como dicho o declarado por el Tathagata algo que
nunca fue dicho ni declarado por él. Y la otra, [compuesta por] los que proclaman lo dicho o
declarado por el Tathagata. Estas son las dos clases de personas que no difaman al Tathagata.
[24] {25} “He aquí, monjes, hay estas dos clases de personas que difaman al Tathagata. Y, ¿Cuáles
son esas dos? Una, [compuesta por] los que proclaman como explícito algo, cuyo significado
todavía necesita de un esclarecimiento. Y la otra [compuesta por] los que proclaman como algo que
todavía necesita de un esclarecimiento, un discurso explícito. Estas son las dos clases de personas
que difaman al Tathagata.
[25] {26} “He aquí, monjes, hay estas dos clases de personas que no difaman al Tathagata. Y,
¿Cuáles son esas dos? Una, [compuesta por] los que proclaman como algo que aún necesita una
interpretación, el discurso cuyo significado todavía necesita de un esclarecimiento. Y la otra
[compuesta por] los que proclaman como explícito, algo que ya no necesita esclarecimiento alguno.
Estas son las dos clases de personas que no difaman al Tathagata.
[26] {27} “Monjes, para alguien de acciones ocultas hay dos destinos que se pueden esperar: el
infierno o el reino animal.
“Monjes, para alguien, cuyas acciones no son ocultas hay dos destinos que se pueden esperar: el
reino de los devas o el reino humano.
[27] {28} “Monjes, para alguien que mantiene el incorrecto punto de vista hay dos destinos que se
pueden esperar: el infierno o el reino animal.
[28] {29} “Monjes, para alguien que mantiene el correcto punto de vista hay dos destinos que se
pueden esperar: el reino de los devas o el reino humano.
[29] {30} “Monjes, para una persona inmoral hay dos receptáculos: el infierno o el reino animal.
Monjes, para una persona virtuosa hay dos receptáculos: el reino de los devas o el reino humano.
[30] {31} “Monjes, viendo las dos ventajas, recurro a una morada lejana en el bosque o en la selva.
Y, ¿cuáles son esas dos? Para mí mismo veo una morada placentera ya en esta vida y tengo
compasión para las generaciones posteriores. Viendo estas dos ventajas, recurro a una morada lejana
en el bosque o en la selva.
[31] {32} “Monjes, estas dos cosas pertenecen al verdadero conocimiento. Y, ¿cuáles son esas dos?
La tranquilidad y la perspicacia. Y, ¿qué beneficio experimenta uno cuando desarrolla la
tranquilidad? Su mente se desarrolla. Y, ¿qué beneficio experimenta uno cuando su mente está
desarrollada? Se abandona la codicia.
“Y, ¿qué beneficio experimenta uno cuando desarrolla la perspicacia? Se desarrolla la sabiduría. Y,
¿qué beneficio experimenta uno cuando la sabiduría está desarrollada? Se abandona la ignorancia.
“De esta manera, monjes, al desaparecer la codicia, he aquí, la liberación de la mente, y al
desaparecer la ignorancia, he aquí, la liberación a través de la sabiduría.”
AN 2,32-41 {15A2.1.4.1,33-15A2.1.4.10,42} Samacitta Vagga –
Capítulo sobre la mente tranquila

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• Sangha

En estos suttas, el Buda compara las comunidades de monjes que son saludables, disciplinadas,
correctas, etc. con las que no lo son.
[32] {33} “Monjes, voy a enseñaros sobre el plan de una mala persona y sobre el plan de una buena.
Escuchad y prestad atención que voy a hablar.”
“Sí, Venerable Señor” respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó.
“Y, ¿cuál es, monjes, el plan de una mala persona? Una mala persona es ingrata y desagradecida. La
ingratitud y el desagradecimiento la ligan a lo malo. La ingratitud y el desagradecimiento
pertenecen por completo al plan de una mala persona.
“Y, ¿cuál es, monjes, el plan de una buena persona? Una buena persona es grata y agradecida. La
gratitud y el agradecimiento la ligan a lo bueno. La gratitud y el agradecimiento pertenecen por
completo al plan de una buena persona.”
[33] {34} “Monjes, he aquí hay dos personas que no pueden ser fácilmente recompensadas. Y,
¿cuáles son esas dos? La madre y el padre de uno.
“Si uno llevase a su madre sobre uno de sus hombros y a su padre sobre el otro, y aún si lo hiciese
por un espacio de tiempo de cien año, viviendo así cien años; y si uno les atendiese ungiéndoles con
bálsamo, masajeándoles, bañándoles, frotando sus miembros, o hasta vaciando su orina y
excremento, uno todavía no haría lo suficiente por sus padres, todavía no les recompensaría. Si uno
estableciese a sus padres como los supremos señores y gobernantes sobre esta gran tierra y les
dotara de los siete tesoros, uno todavía no haría lo suficiente por sus padres, todavía no les
recompensaría. Y, ¿por qué así, monjes? Porque los padres son una grandiosa ayuda para sus hijos;
ellos los crían, los alimentan y les muestran el mundo.
“Pero, monjes, cuando los padres de uno carecen de fe, uno les alienta y les establece en la fe;
cuando los padres de uno son inmorales, uno les alienta y les establece en la conducta virtuosa;
cuando los padres de uno son miserables, uno les alienta y les establece en la generosidad; cuando
los padres de uno son tontos, uno les alienta y les establece en la sabiduría: de esta manera, uno les
recompensa a sus padres y hace lo suficiente por ellos.”
[34] {35} Entonces, un cierto brahmán se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales
saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado y
dijo al Bienaventurado: ¿Qué es lo que el maestro Gotama afirma, qué es lo que declara?”
“Brahmán, yo afirmo la doctrina de los actos y la doctrina de no actuar”.
“Pero, ¿de qué manera el maestro Gotama afirma la doctrina de los actos y la doctrina de no
actuar?”
“Y afirmo la doctrina de no actuar con referencia a la mala conducta corporal, verbal y mental;
afirmo la doctrina de no actuar con referencia a numerosas clases de malas y perjudiciales
cualidades. Y afirmo la doctrina de los actos con referencia a la buena conducta corporal, verbal y
mental; afirmo la doctrina de los actos con referencia a numerosas clases de cualidades
beneficiosas. Es de esta manera, brahmán, qye yo afirmo la doctrina de los actos y la doctrina de no
actuar.”
“¡Excelente, maestro Gotama, Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio a
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
[35] {36} Entonces, el hombre hogareño Anathapindika se acercó al Bienaventurado y, rindiéndole
el homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“¿Quién en este mundo, Venerable Señor, es digno de las ofrendas y dónde está la dádiva que debe
ofrendarse?”
“He aquí, hombre hogareño, dos en el mundo que son dignos de las ofrendas: el aprendiz y el que
está más allá del entrenamiento. Estos son los dos en el mundo dignos de las ofrendas y la dádiva ha
de ser ofrendada a ellos.”
Esto es lo que dijo el Bienaventurado y, habiendo dicho esto, el Bendito, el Maestro agregó:
En este mundo el aprendiz y el que está más allá del entrenamiento
son dignos de dádivas de aquellos que practican la caridad;
rectos en el cuerpo, habla y mente,
se convierten en campo para aquellos que practican la caridad;
lo que se les ofrenda a ellos, trae fruto muy grande.
[36] {37} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de
Jeta del Parque Anathapindika, cerca de Savathi. Al mismo tiempo, el Venerable Sariputta estaba
morando en la mansión Migaramata del Parque del Este, cerca de Savathi. Estando allí, el Venerable
Sariputta se dirigió a los monjes: “Amigos monjes”.
“Amigo”, respondieron los monjes y el Venerable Sariputta continuó:
“Amigos, voy a enseñaros acerca de la persona encadenada internamente y la persona encadenada
externamente. Escuchad y prestad atención que voy a hablar.”
“Sí, amigo”, respondieron aquellos monjes y el Venerable Sariputta dijo:
“Y, ¿quién es la persona, monjes, encadenada internamente? He aquí, monjes, está el monje virtuoso
que mora restringido a través de Patimokkha, poseedor de buena conducta y recursos, viendo el
peligro de las más diminutas faltas. Habiéndose sometido al entrenamiento de las reglas, se entrena
en ellas. Con la ruptura de su cuerpo, después de la muerte, renace dentro de un cierto orden de los
devas. Y habiendo salido de ahí, se convierte en uno-que-retorna, en alguien que retorna a este
estado de seres. A esta persona, monjes, se le llama encadenada internamente, es uno-que-retorna,
alguien que retorna a este estado de seres.
“Y, ¿quién es la persona, monjes, encadenada externamente? He aquí, monjes, está el monje
virtuoso que mora restringido a través de Patimokkha, poseedor de buena conducta y recursos,
viendo el peligro de las más diminutas faltas. Habiéndose sometido al entrenamiento de las reglas,
se entrena en ellas. Y habiendo entrado bajo cierta pacífica liberación de la mente, mora en ella.
Con la ruptura de su cuerpo, después de la muerte, renace dentro de un cierto orden de los devas. Y
habiendo salido de ahí, se convierte en uno-que-no-retorna, en alguien que no retorna a este estado
de seres. A esta persona, monjes, se le llama encadenada externamente, es uno-que-no-retorna,
alguien que no retorna a este estado de seres.
“Además, monjes, he aquí está el monje virtuoso que mora restringido a través de Patimokkha,
poseedor de buena conducta y recursos, viendo el peligro de las más diminutas faltas. Habiéndose
sometido al entrenamiento de las reglas, se entrena en ellas. Está practicando para el
desencantamiento de los placeres sensuales, el desapasionamiento hacia ellos y el cese. Está
practicando para la destrucción de la avidez. Con la ruptura de su cuerpo, después de la muerte,
renace dentro de un cierto orden de los devas. Y habiendo salido de ahí, se convierte en uno-que-no-
retorna, en alguien que no retorna a este estado de seres. A esta persona, monjes, se le llama
encadenada externamente, es uno-que-no-retorna, alguien que no retorna a este estado de seres.”
Entonces, un grupo de deidades de mente tranquila se acercó al Bienaventurado y, al rendirle
homenaje, aquellas deidades se pusieron a un lado y dijeron: “Venerable Señor, en la mansión
Migaramata del Parque del Este, el Venerable Sariputta está enseñando a los monjes acerca de la
persona encadenada internamente y la persona encadenada externamente. Y la asamblea de los
monjes está perpleja. Sería bueno, Venerable Señor, que el Bienaventurado se acercase al Venerable
Saruputta por su compasión.” Y el Bienaventurado asintió en silencio.
Entonces, tan pronto como un hombre fuerte extiendo su brazo doblado o dobla su brazo extendido,
el Bienaventurado desapareció de la arboleda Jeta y apareció en la mansión Migaramata del Parque
del Este en presencia del Venerable Sariputta. Acto seguido, se sentó en el asiento que estaba
preparado. Mientras el Venerable Sariputta rindió homenaje al Bienaventurado y se sentó a un lado.
Entonces, el Bienaventurado dijo al Venerable Sariputta:
“He aquí, Sariputta, un grupo de deidades de mente tranquila se me acercó y, al rendirme homenaje,
aquellas deidades se pusieron a un lado y me dijeron: ‘Venerable Señor, en la mansión Migaramata
del Parque del Este, el Venerable Sariputta está enseñando a los monjes acerca de la persona
encadenada internamente y la persona encadenada externamente. Y la asamblea de los monjes está
perpleja. Sería bueno, Venerable Señor, que el Bienaventurado se acercase al Venerable Saruputta
por su compasión.’
“Aquellas deidades –en número de diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta y hasta sesenta- pueden
estar en un área tan pequeña como la punta de un punzón, sin invadirse mutuamente. Puede ser,
entonces, Sariputta, que pienses: ‘ciertamente, fue allí que aquellas deidades desarrollaron sus
mentes de tal manera que, en número de diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta y hasta sesenta,
pueden estar en un área tan pequeña como la punta de un punzón, sin invadirse mutuamente.’ Pero
esto no debería considerarse así: más bien, fue justamente aquí que aquellas deidades desarrollaron
sus mentes de tal manera que, en número de diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta y hasta
sesenta, pueden estar en un área tan pequeña como la punta de un punzón, sin invadirse
mutuamente.
“Por eso, Sariputta, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘tendremos las facultades
sensoriales tranquilas y la mente tranquila’. Es de esta manera que deberíais entrenaros a vosotros
mismos. Cuando tendréis las facultades sensoriales tranquilas y las mentes tranquilas, vuestras
acciones corporales serán tranquilas, vuestras acciones verbales serán tranquilas y vuestras acciones
mentales serán tranquilas. [Y pensando:] ‘sólo el servicio tranquilo ofrecemos a nuestros
compañeros monjes’, es la manera, Sariputta, en la cual deberías entrenaros a vosotros mismos.
Sariputta, los ascetas errantes de los otros credos están perdidos por no haber escuchado la
exposición de este Dhamma”.
[37] {38} Esto he escuchado. En una ocasión, el Venerable Mahakaccana estaba morando en la
orilla del lago Kaddama, cerca de Varana. Estando allí, el brahmán Aramadana se acercó al
Venerable Mahakaccana e intercambió con él cordiales saludos. Cuando concluyeron sus saludos y
amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado y dijo: “¿Por qué sucede esto, maestro
Kaddama, que los khattiyas combaten con khattiyas, los brahmanes con brahmanes y los hombres
hogareños con hombres hogareños?”
“Esto sucede, brahmán, por la adherencia a la avidez por los placeres sensuales, por la esclavitud [a
ellos], por la fijación [en ellos], por la obsesión [por ellos] y por permanecer firmemente [en ellos],
que los khattiyas combaten con khattiyas, los brahmanes con brahmanes y los hombres hogareños
con hombres hogareños.”
“Y, ¿por qué sucede esto, maestro Kaddama, que los ascetas combaten con los ascetas?”
“Esto sucede, brahmán, por la adherencia a la avidez por los puntos de vista, por la esclavitud [a
ellos], por la fijación [en ellos], por la obsesión [por ellos] y por permanecer firmemente [en ellos],
que los ascetas combaten con ascetas.”
“¿Hay alguien en este mundo, maestro Kaddama, que ha superado esta adherencia a la avidez por
los placeres sensuales, por la esclavitud [a ellos], por la fijación [en ellos], por la obsesión [por
ellos] y por permanecer firmemente [en ellos] y ha superado también la adherencia a la avidez por
los puntos de vista, por la esclavitud [a ellos], por la fijación [en ellos], por la obsesión [por ellos] y
por permanecer firmemente [en ellos]?”
“Sí, lo hay”.
“Y, ¿quién es?”
“He aquí, brahmán, hay una ciudad en el este llamada Savatthi. Allí mora ahora el Bienaventurado,
el Arahant, el Perfectamente Iluminado. El Bienaventurado ha superado esta adherencia a la avidez
por los placeres sensuales, por la esclavitud [a ellos], por la fijación [en ellos], por la obsesión [por
ellos] y por permanecer firmemente [en ellos] y ha superado también la adherencia a la avidez por
los puntos de vista, por la esclavitud [a ellos], por la fijación [en ellos], por la obsesión [por ellos] y
por permanecer firmemente [en ellos].”
Cuando esto fue dicho, el brahmán Aramadanda se levantó de su asiento, dispuso su vestimenta
exterior en uno de sus hombros, inclinó su rodilla derecha al suelo en un reverencial saludo en la
dirección [donde estaba] el Bienaventurado y pronunció esta inspirada exclamación tres veces:
“Homenaje al Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado. Homenaje al
Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado. Homenaje al Bienaventurado, el Arahant,
el Perfectamente Iluminado. En efecto, El Bienaventurado ha superado esta adherencia a la avidez
por los placeres sensuales, por la esclavitud [a ellos], por la fijación [en ellos], por la obsesión [por
ellos] y por permanecer firmemente [en ellos] y ha superado también la adherencia a la avidez por
los puntos de vista, por la esclavitud [a ellos], por la fijación [en ellos], por la obsesión [por ellos] y
por permanecer firmemente [en ellos].
“¡Excelente, maestro Kaccana, Excelente, maestro Kaccana! El maestro Kaccana esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio a
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Kaccana me considere
como el seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
[38] {39} En una ocasión, el Venerable Mahakaccana estaba morando en la arboleda Gunda, cerca
de Madhura. Estando allí, el brahmán Kandarayana se acercó al Venerable Mahakaccana e
intercambió con él cordiales saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de
bienvenida, se sentó a un lado y dijo:
“He escuchado esto, maestro Kaccana: ‘el asceta Kaccana no rinde homenaje a los ancianos, los
avanzados en la edad, cargados por los años, avanzados en el espacio vital, llegados a su última
etapa; tampoco se levanta en su presencia ni les ofrece asiento’. Si es realmente verdadero que el
asceta Kaccana no rinde homenaje a los ancianos… tampoco se levanta en su presencia ni les ofrece
asiento, esto es inapropiado, maestro Kaccana”.
“Brahmán, el Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, quien conoce y ve, ha
declarado lo que es el estado del anciano y el estado del joven. Por más que alguien sea un anciano
de ochenta, noventa o cien años, pero disfruta de los placeres sensuales, mora en los placeres
sensuales, le quema la fiebre de los placeres sensuales, es consumado por los pensamientos sobre
los placeres sensuales, ansioso en la búsqueda de los placeres sensuales, entonces está contado entre
los tontos [infantiles]. Pero por más que alguien sea joven, de una oscura cabellera negra, dotado de
la bendición de la juventud, en la primicia de la vida, pero no disfruta de los placeres sensuales, no
mora en los placeres sensuales, no le quema la fiebre de los placeres sensuales, no es consumado
por los pensamientos sobre los placeres sensuales, tampoco ansioso en la búsqueda de los placeres
sensuales, entonces está contado entre los sabios ancianos.”
Cuando esto fue dicho, el brahmán Kandarayana se levantó de su asiento, dispuso su vestimenta
exterior en uno de sus hombros, inclinó su cabeza hasta los pies de un joven monje [y le dijo:]
‘vosotros los ancianos estáis en el estado de ancianidad y vosotros los jóvenes estáis en el estado de
juventud.
“¡Excelente, maestro Kaccana, Excelente, maestro Kaccana! El maestro Kaccana esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio a
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Kaccana me considere
como el seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
[39] {40} “Monjes, cuando los ladrones son fuertes, los reyes son débiles. En ese tiempo, al rey no
le es fácil volver [a su capital], salir o retornar a las provincias lejanas. En ese tiempo, a los
brahmanes y hombres hogareños tampoco es fácil volver [a sus ciudades y aldeas], salir o atender
sus negocios afuera.
“Así también, cuando los malos monjes son fuertes, los monjes de buen comportamientos son
débiles. En ese tiempo, los monjes de buen comportamiento permanecen sentados silenciosamente
en medio del Sangha o recurren a las provincias lejanas. Esto se convierte en perjuicio para mucha
gente, en infelicidad para mucha gente, en ruina, perjuicio y sufrimiento para mucha gente, devas y
seres humanos.
“Monjes, cuando los reyes son fuertes, los ladrones son débiles. En ese tiempo, al rey le es fácil
volver [a su capital], salir o retornar a las provincias lejanas. En ese tiempo, a los brahmanes y
hombres hogareños también es fácil volver [a sus ciudades y aldeas], salir o atender sus negocios
afuera.
“Así también, cuando los monjes de buen comportamiento son fuertes, los monjes malos son
débiles. En ese tiempo, los malos monjes permanecen sentados silenciosamente en medio del
Sangha o parten a otras regiones. Esto se convierte en bienestar para mucha gente, en felicidad para
mucha gente, en bien, bienestar y felicidad para mucha gente, devas y seres humanos.”
[40] {41} “Monjes, yo no alabo la práctica incorrecta de estos dos: de la persona laica y del
renunciante. Sea una persona laica que practica incorrectamente o una que es renunciante, por causa
de esta incorrecta práctica ninguna de las dos alcanza el verdadero camino, el Dhamma que es
beneficioso.
“Monjes, yo alabo la práctica correcta de estos dos: de la persona laica y del renunciante. Sea una
persona laica que practica correctamente o una que es renunciante, por causa de esta correcta
práctica ambas alcanzan el verdadero camino, el Dhamma que es beneficioso.”
[41] {42} “Monjes, aquellos monjes que excluyen el significado y el Dhamma por medio de
discursos adquiridos de mala manera, cuyas frases son sólo una semblanza [de las frases correctas]
actúan para el perjuicio de mucha gente, para la infelicidad de mucha gente, para la ruina, perjuicio
y sufrimiento de mucha gente, devas y seres humanos. Esos monjes generan un gran demérito y
causan que el buen Dhamma desaparezca.
“Monjes, aquellos monjes que se conforman con el significado y el Dhamma por medio de
discursos adquiridos de buena manera, cuyas frases no son sólo una semblanza [de las frases
correctas] actúan para el bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien,
bienestar y felicidad de mucha gente, devas y seres humanos. Esos monjes generan un gran mérito y
sostienen el buen Dhamma.
AN 2,42-51 {15A2.1.5.1,43-15A2.1.5.10,52} Parisavagga –
Capítulo sobre las asambleas

En este capítulo se distingue entre las diversas clases de asambleas de los monjes que pueden ser:
(1) superficiales y profundas, (2) divididas y armoniosas, (3) inferiores y superiores, (4) nobles y
ordinarias, (5) “heces” y “crema”, (6) entrenadas en vanas charlas y entrenadas en interrogación, (7)
las que valoran el Dhamma y las que valoran las cosas mundanas, (8) incorrectas y rectas, (9) las
que actúan de manera contraria al Dhamma y las que actúan de acuerdo al Dhamma, y (10) las que
hablan el no-Dhamma y las que hablan el Dhamma.

[42] {43} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de asambleas. Y, ¿cuáles son esas dos? La
asamblea superficial y la asamblea profunda.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea superficial? La asamblea en la cual los monjes están inquietos,
engreídos, vanos, habladores, enmarañados en sus charlas, con atención consciente nublada,
carentes de clara comprensión, desconcentrados, de mentes dispersas, con facultades sensoriales
laxas; esta es, monjes, la asamblea que se llama superficial.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea profunda? La asamblea en la cual los monjes no están inquietos,
engreídos, vanos, habladores, ni enmarañados en sus charlas, sino que están establecidos en la
atención consciente, con clara comprensión, concentrados, de mentes unificadas, con facultades
sensoriales restringidas; esta es, monjes, la asamblea que se llama profunda.
“Estas son, monjes, las dos clases de asambleas. De esas dos clases de asambleas, la asamblea
profunda es la primera”.
[43] {44} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de asambleas. Y, ¿cuáles son esas dos? La
asamblea dividida y la asamblea armoniosa.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea dividida? La asamblea en la cual los monjes discuten y riñen, caen
en las disputas, se apuñalan unos a otros con palabras punzantes; esta es, monjes, la asamblea que se
llama dividida.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea armoniosa? La asamblea en la cual los monjes moran en
concordia, armoniosamente, sin las disputas, sin apuñalarse unos a otras con palabras punzantes;
esta es, monjes, la asamblea que se llama armoniosa.
“Estas son, monjes, las dos clases de asambleas. De esas dos clases de asambleas, la asamblea
armoniosa es la primera”.
[44] {45} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de asambleas. Y, ¿cuáles son esas dos? La
asamblea inferior y la asamblea superior.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea inferior? La asamblea en la cual los monjes son lujuriosos y laxos,
líderes en reincidencia, que descartan el deber de la reclusión; no hacen surgir la energía para lograr
lo que aún no han logrado, para realizar lo que aún no realizaron. Y la siguiente generación de ellos
sigue su ejemplo. Ellos también son lujuriosos y laxos, líderes en reincidencia, que descartan el
deber de la reclusión; no hacen surgir la energía para lograr lo que aún no han logrado, para realizar
lo que aún no realizaron. Esta es, monjes, la asamblea que se llama inferior.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea superior? La asamblea en la cual los monjes no son lujuriosos ni
laxos, descartan la reincidencia, se conducen a la reclusión; hacen surgir la energía para lograr lo
que aún no han logrado, para realizar lo que aún no realizaron. Y la siguiente generación de ellos
sigue su ejemplo. Ellos tampoco son lujuriosos ni laxos, descartan la reincidencia, se conducen a la
reclusión; hacen surgir la energía para lograr lo que aún no han logrado, para realizar lo que aún no
realizaron. Esta es, monjes, la asamblea que se llama superior.
“Estas son, monjes, las dos clases de asambleas. De esas dos clases de asambleas, la asamblea
superior es la primera”.
[45] {46} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de asambleas. Y, ¿cuáles son esas dos? La
asamblea noble y la asamblea ordinaria.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea ordinaria? La asamblea en la cual los monjes no comprenden
cómo realmente es esto: ‘esta es la insatisfacción’; no comprenden cómo realmente es esto: ‘este es
el origen de la insatisfacción’; no comprenden cómo realmente es esto: ‘este es el cese de la
insatisfacción’; no comprenden cómo realmente es esto: ‘este es el sendero que conduce al cese de
la insatisfacción’. Esta es, monjes, la asamblea que se llama ordinaria.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea noble? La asamblea, en la cual los monjes comprenden cómo
realmente es esto: ‘esta es la insatisfacción’; comprenden cómo realmente es esto: ‘este es el origen
de la insatisfacción’; comprenden cómo realmente es esto: ‘este es el cese de la insatisfacción’;
comprenden cómo realmente es esto: ‘este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’.
Esta es, monjes, la asamblea que se llama noble.
“Estas son, monjes, las dos clases de asambleas. De esas dos clases de asambleas, la asamblea noble
es la primera”.
[46] {47} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de asambleas. Y, ¿cuáles son esas dos? La
asamblea-heces y la asamblea-crema.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea-heces? La asamblea en la cual los monjes entran en los
equivocados cursos del deseo, odio, falsa ilusión y miedo. Esta es, monjes, la asamblea-heces.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea-crema? La asamblea en la cual los monjes no entran en los
equivocados cursos del deseo, odio, falsa ilusión y miedo. Esta es, monjes, la asamblea-crema.
“Estas son, monjes, las dos clases de asambleas. De esas dos clases de asambleas, la asamblea-
crema es la primera”.
[47] {48} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de asambleas. Y, ¿cuáles son esas dos? La
asamblea entrenada en vanas charlas, no en interrogación y la asamblea entrenada en interrogación,
no en vanas charlas.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea entrenada en vanas charlas, no en interrogación? He aquí, monjes,
en esa clase de asamblea, cuando se recitan aquellos discursos pronunciados por el Tathagata, que
son profundos, de profundo significado, que trascienden el mundo, conectados con la vacuidad, los
monjes no quieren escucharlos, no prestan atención a ellos, no aplican sus mentes a la comprensión
de ellos, no piensan que aquellos discursos deberían ser meditados y aprendidos. Pero, cuando los
discursos que están recitados son meros poemas compuestos por poetas, solo unas hermosas frases
y palabras creadas por unos desconocidos, pronunciadas por los discípulos, entonces ellos sí quieren
escucharlos, prestan atención a ellos, aplican sus mentes a la comprensión de ellos, piensan que
aquellos discursos deberían ser meditados y aprendidos. Y una vez aprendidas las enseñanzas, no se
interrogan unos a otros acerca de ellas ni las examinan en profundidad así: ‘¿Qué es esto? ¿Cuál es
el significado de esto?’. No analizan lo que está oscuro ni elucidan lo que no está claro, tampoco
aclaran lo que está perplejo en los numerosos puntos perplejos. Esta es, monjes, la asamblea que se
llama entrenada en vanas charlas, no en interrogación.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea entrenada en interrogación, no en vanas charlas? He aquí, monjes,
en esa clase de asamblea, cuando se recitan los discursos que son meros poemas compuestos por
poetas, sólo unas hermosas frases y palabras creadas por unos desconocidos, pronunciadas por los
discípulos, entonces ellos no quieren escucharlos, no prestan atención a ellos, no aplican sus mentes
a la comprensión de ellos, ni piensan que aquellos discursos deberían ser meditados y aprendidos.
Pero cuando se recitan aquellos discursos pronunciados por el Tathagata, que son profundos, de
profundo significado, que trascienden el mundo, conectados con la vacuidad, los monjes sí quieren
escucharlos, prestan atención a ellos, aplican sus mentes a la comprensión de ellos, piensan que
aquellos discursos deberían ser meditados y aprendidos. Además, habiendo aprendido aquellas
enseñanzas se interrogan unos a otros acerca de ellas y las examinan en profundidad así: ‘¿Qué es
esto? ¿Cuál es el significado de esto?’. También analizan lo que está oscuro y elucidan lo que no
está claro, y aclaran lo que está perplejo en los numerosos puntos perplejos. Esta es, monjes, la
asamblea que se llama entrenada en interrogación, no en vanas charlas.
“Estas son, monjes, las dos clases de asambleas. De esas dos clases de asambleas, la asamblea
entrenada en interrogación, no en vanas charlas, es la primera”.
[48] {49} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de asambleas. Y, ¿cuáles son esas dos? La
asamblea que valora las cosas mundanas, no el Dhamma, y la asamblea que valora el Dhamma, no
las cosas mundanas.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea que valora las cosas mundanas? He aquí, monjes, en esa clase de
asamblea los monjes alaban a otro monje en presencia de los hombres hogareños vestidos de blanco
de esta manera: ‘Este monje es uno que está liberado en ambos aspectos; este monje es uno que está
liberado por medio de la sabiduría; este monje es uno que alcanzó la visión; este monje es uno que
está liberado por medio de la fe; este monje es el seguidor del Dhamma; este monje es el seguidor
de la fe; este monje es virtuoso y de buen carácter’. De este modo reciben ganancias, las cuales usan
mientras permanecen atados a ellas, apegados a ellas, absortos ciegamente en ellas, no viendo
peligro en ellas ni comprendiendo el escape. Esta es, monjes, la asamblea que se llama la asamblea
que valora las cosas mundanas.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea que valora el Dhamma? He aquí, monjes, en esa clase de
asamblea los monjes no alaban a otro monje en presencia de los hombres hogareños vestidos de
blanco de esta manera: ‘Este monje es uno que está liberado en ambos respectos aspectos; este
monje es uno que está liberado por medio de la sabiduría; este monje es uno que alcanzó la visión;
este monje es uno que está liberado por medio de la fe; este monje es el seguidor del Dhamma; este
monje es el seguidor de la fe; este monje es virtuoso y de buen carácter’. De este modo reciben
ganancias, las cuales usan, pero no permanecen atados a ellas, apegados a ellas ni absortos
ciegamente en ellas, viendo el peligro en ellas y comprendiendo el escape. Esta es, monjes, la
asamblea que se llama la asamblea que valora el Dhamma.
“Estas son, monjes, las dos clases de asambleas. De esas dos clases de asambleas, la asamblea que
valora el Dhamma, es la primera”.
[49] {50} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de asambleas. Y, ¿cuáles son esas dos? La
asamblea incorrecta y la asamblea recta.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea incorrecta? He aquí, monjes, en esa clase de asamblea se
promulgan las acciones disciplinarias contrarias al Dhamma y no se promulgan las acciones
disciplinarias concordantes con el Dhamma; se promulgan las acciones disciplinarias contrarias a la
Disciplina y no se promulgan las acciones disciplinarias concordantes con la Disciplina; se explican
las acciones disciplinarias contrarias al Dhamma y no se explican las acciones disciplinarias
concordantes con el Dhamma. Esta es, monjes, la asamblea que se llama incorrecta. Y porque la
misma es incorrecta, se promulgan allí las acciones disciplinarias contrarias al Dhamma… y no se
explican las acciones disciplinarias concordantes con el Dhamma.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea recta? He aquí, monjes, en esa clase de asamblea se promulgan las
acciones disciplinarias concordantes con el Dhamma y no se promulgan las acciones disciplinarias
contrarias al Dhamma; se promulgan las acciones disciplinarias concordantes con la Disciplina y no
se promulgan las acciones disciplinarias contrarias a la Disciplina; se explican las acciones
disciplinarias concordantes con el Dhamma y no se explican las acciones disciplinarias contrarias al
Dhamma. Esta es, monjes, la asamblea que se llama recta. Y porque la misma es recta, se
promulgan allí las acciones disciplinarias concordantes con el Dhamma… y no se explican las
acciones disciplinarias contrarias al Dhamma.
“Estas son, monjes, las dos clases de asambleas. De esas dos clases de asambleas, la asamblea recta
es la primera”.
[50] {51} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de asambleas. Y, ¿cuáles son esas dos? La
asamblea que actúa de manera contraria al Dhamma y la asamblea que actúa de acuerdo al
Dhamma… [sigue igual que en 2,50].
“Estas son, monjes, las dos clases de asambleas. De esas dos clases de asambleas, la asamblea que
actúa de acuerdo al Dhamma es la primera”.
[51] {52} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de asambleas. Y, ¿cuáles son esas dos? La
asamblea que habla el no-Dhamma y la asamblea que habla el Dhamma.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea que habla el no-Dhamma? He aquí, monjes, en esa clase de
asamblea los monjes toman un asunto disciplinario que puede estar de acuerdo con el Dhamma o
contrario al Dhamma. Habiendo tomado este asunto, no se persuaden uno al otro ni permiten a sí
mismos ser persuadidos; no deliberan ni dan bienvenida a la deliberación. Careciendo del poder de
la persuasión y el poder de la deliberación, reacios a renunciar sus opiniones, toman erróneamente
aquel asunto disciplinario, incluso de manera más estrecha y, adheridos a sus propias posiciones,
declaran esto: ‘Esto solamente es la verdad; todo lo demás está equivocado’. Esta es, monjes, la
asamblea que se llama asamblea que habla el no-Dhamma.
“Y, ¿cuál es, monjes, la asamblea que habla el Dhamma? He aquí, monjes, en esa clase de asamblea
los monjes toman un asunto disciplinario que puede estar de acuerdo con el Dhamma o contrario al
Dhamma. Habiendo tomado este asunto, se persuaden uno al otro y permiten a sí mismos ser
persuadidos; deliberan y dan bienvenida a la deliberación. Poseyendo el poder de la persuasión y el
poder de la deliberación, dispuestos a renunciar a sus opiniones, no toman erróneamente aquel
asunto disciplinario ni lo hacen de manera estrecha, tampoco, adheridos a sus propias posiciones,
declaran esto: ‘Esto solamente es la verdad; todo lo demás está equivocado’. Esta es, monjes, la
asamblea que se llama asamblea que habla el Dhamma.
“Estas son, monjes, las dos clases de asambleas. De esas dos clases de asambleas, la asamblea que
habla el Dhamma es la primera”.

AN 2,52-63 {15A2.2.1.1,53-15A2.2.1.12,64} Puggala Vagga –


Capítulo sobre las personas

Los primeros de estos suttas (1-5) describen las cualidades de dos personas extraordinarias: el Buda
y el Monarca universal. Seguidamente (6-8), se describen a tres animales que, junto al monje
purificado, no temen al estallido de un rayo. Las demás personas descritas en este capítulo son (9) el
fauno, (10) la mujer, (11) malos y buenos residentes, y (12) los que tienen malas y buenas
resoluciones cuando intercambian opiniones referentes a asuntos disciplinarios en el Sangha.
[52] {53} “Monjes, he aquí existen estas dos personas que surgen en el mundo para el bienestar de
mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, el bienestar y la felicidad de los devas y
seres humanos. Y, ¿cuáles son esas dos? El Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado y el
monarca que pone en movimiento la rueda. Estas son las dos personas que surgen en el mundo para
el bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, el bienestar y la
felicidad de los devas y seres humanos."
[53] {54} “Monjes, he aquí existen estas dos personas que surgen en el mundo que son humanos
extraordinarios. Y, ¿cuáles son esas dos? El Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado y el
monarca que pone en movimiento la rueda. Estas son las dos personas que surgen en el mundo y
que son humanos extraordinarios."
[54] {55} “Monjes, he aquí existen estas dos personas cuya muerte enluta a mucha gente. Y, ¿cuáles
son esas dos? El Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado y el monarca que pone en
movimiento la rueda. Estas son las dos personas cuya muerte enluta a mucha gente."
[55] {56} “Monjes, he aquí existen estas dos personas que son dignas de una estupa. Y, ¿cuáles son
esas dos? El Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado y el monarca que pone en
movimiento la rueda. Estas son las dos personas que son dignas de una estupa."
[56] {57} “Monjes, he aquí estos dos son iluminados. Y, ¿quiénes son esos dos? El Tathagata, el
Arahant, el Perfectamente Iluminado y el monarca que pone en movimiento la rueda. Estos dos son
iluminados."
[57] {58} “Monjes, he aquí estos no se atemorizan con el estallido de un rayo. Y, ¿quiénes son esos
dos? El monje cuyas corrupciones mentales han sido destruidas y el elefante de pura sangre. Estos
dos son los que no se atemorizan con el estallido de un rayo.
[58] {59} “Monjes, he aquí estos no se atemorizan con el estallido de un rayo. Y, ¿quiénes son esos
dos? El monje cuyas corrupciones mentales han sido destruidas y el caballo de pura sangre. Estos
dos son los que no se atemorizan con el estallido de un rayo."
[59] {60} “Monjes, he aquí estos no se atemorizan con el estallido de un rayo. Y, ¿quiénes son esos
dos? El monje cuyas corrupciones mentales han sido destruidas y el león, el rey de las bestias. Estos
dos son los que no se atemorizan con el estallido de un rayo."
[60] {61} “Monjes, por dos razones los faunos no pronuncian palabras humanas. Y, ¿cuáles son esas
dos? [Pensando:] ‘No hablemos falsamente’ y ‘No difamemos a otros con algo que sea contrario a
los hechos’. Estas son las dos razones, por las cuales los faunos no pronuncian palabras humanas."
[61] {62} “Monjes, la mujer muere insatisfecha y descontenta de dos cosas. Y, ¿cuáles son esas
dos? El intercambio sexual y dar a luz. Estas son las dos cosas, de las cuales la mujer muere
insatisfecha y descontenta."
[62] {63} “Monjes, voy a enseñaros acerca de la residencia entre los malos y acerca de la residencia
entre los buenos. Escuchad y prestad atención que voy a hablar.”
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cómo, monjes, es la residencia entre los malos y cómo viven los malos juntos? He aquí, este
pensamiento se le ocurre al monje anciano: ‘un [monje] anciano –o un [monje] del medio o junior-
no debería corregirme. Ni yo debería corregir a un [monje] anciano, a un [monje] del medio ni a un
junior. Si un [monje] anciano me corrigiese, podría haberlo hecho sin compasión y no
compasivamente. Entonces, podría decirle que «no», maltratarlo, y viendo [mi ofensa], hasta no
enmendarla. Si un [monje] del medio… un junior me corrigiese, podría haberlo hecho sin
compasión y no compasivamente. Entonces, podría decirle que «no», maltratarlo, y viendo [mi
ofensa], hasta no enmendarla’.
“Y este pensamiento también se le ocurre al [monje] del medio… al junior: ‘un [monje] anciano –o
un [monje] del medio o junior- no debería corregirme. Ni yo debería corregir a un [monje] anciano,
a un [monje] del medio ni a un junior. Si un [monje] anciano me corrigiese, podría hacerlo sin
compasión y no compasivamente. Entonces, podría decirle que «no», maltratarlo, y viendo [mi
ofensa], hasta no enmendarla. Si un [monje] del medio… un junior me corrigiese, podría haberlo
hecho sin compasión y no compasivamente. Entonces, podría decirle que «no», maltratarlo, y
viendo [mi ofensa], hasta no enmendarla’. Así es, monjes, la residencia entre los malos y así es
cómo viven los malos juntos.
“Y, ¿cómo, monjes, es la residencia entre los buenos y cómo viven los buenos juntos? He aquí, este
pensamiento se le ocurre al monje anciano: ‘un [monje] anciano –o un [monje] del medio o junior-
debería corregirme. Y yo debería corregir a un [monje] anciano, a un [monje] del medio y a un
junior. Si un [monje] anciano me corrigiese, podría haberlo hecho compasivamente y no sin
compasión. Entonces, podría decirle «bien», no lo maltrataría, y viendo [mi ofensa] la enmendaría.
Si un [monje] del medio… un junior me corrigiese, podría hacerlo compasivamente y no sin
compasión. Entonces, podría decirle «bien», no lo maltrataría, y viendo [mi ofensa] la enmendaría.’
“Y este pensamiento también se le ocurre al [monje] del medio… al junior: ‘un [monje] anciano –o
un [monje] del medio o junior- debería corregirme. Y yo debería corregir a un [monje] anciano, a un
[monje] del medio y a un junior. Si un [monje] anciano me corrigiese, podría haberlo hecho
compasivamente y no sin compasión. Entonces, podría decirle «bien», no lo maltrataría, y viendo
[mi ofensa] la enmendaría. Si un [monje] del medio… un junior me corrigiese, podría hacerlo
compasivamente y no sin compasión. Entonces, podría decirle «bien», no lo maltrataría, y viendo
[mi ofensa] la enmendaría.’ Así es, monjes, la residencia entre los bueno y así es cómo viven los
buenos juntos.”
[63] {64} “Monjes, en consideración a algún asunto disciplinario, cuando el intercambio de
palabras entre ambas partes se hace con la resolución interna de la insolencia acerca de los puntos
de vista, con resentimiento, amargura y exasperación, lo que se puede esperar es, que este asunto
disciplinario conducirá a rencor y animosidad por largo tiempo, y los monjes no vivirán en
bienestar.
“Monjes, en consideración a algún asunto disciplinario, cuando el intercambio de palabras entre
ambas partes se hace sin la resolución interna de la insolencia acerca de los puntos de vista, sin
resentimiento, amargura ni exasperación, lo que se puede esperar es, que este asunto disciplinario
no conducirá a rencor ni animosidad por largo tiempo, y los monjes vivirán en bienestar.”

AN 2,64-76 {15A2.2.2.1,65-15A2.2.2.13,77} Sukha Vagga –


Capítulo sobre la felicidad

Etiquetas:
• Felicidad

Se comparan dos clases de felicidad: la ordinaria y la sublime, de las cuales esta última es la
principal.
[64] {65} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad de la persona laica y la felicidad del renunciante. Estas son, monjes, las dos clases de
felicidad. De estas dos clases de felicidad, la felicidad del renunciante es la principal.
[65] {66} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad sensual y la felicidad del renunciamiento. Estas son, monjes, las dos clases de felicidad.
De estas dos clases de felicidad, la felicidad del renunciamiento es la principal.
[66] {67} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad ligada a las adquisiciones y la felicidad sin adquisiciones. Estas son, monjes, las dos clases
de felicidad. De estas dos clases de felicidad, la felicidad sin adquisiciones es la principal.
[67] {68} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad con las corrupciones mentales y la felicidad sin las corrupciones mentales. Estas son,
monjes, las dos clases de felicidad. De estas dos clases de felicidad, la felicidad sin las corrupciones
mentales es la principal.
[68] {69} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad mundana y la felicidad espiritual. Estas son, monjes, las dos clases de felicidad. De estas
dos clases de felicidad, la felicidad espiritual es la principal.
[69] {70} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad noble y la felicidad ordinaria. Estas son, monjes, las dos clases de felicidad. De estas dos
clases de felicidad, la felicidad noble es la principal.
[70] {71} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad corporal y la felicidad mental. Estas son, monjes, las dos clases de felicidad. De estas dos
clases de felicidad, la felicidad mental es la principal.
[71] {72} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad acompañada por arrobamiento y la felicidad sin arrobamiento. Estas son, monjes, las dos
clases de felicidad. De estas dos clases de felicidad, la felicidad sin arrobamiento es la principal.
[72] {73} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad placentera y la felicidad ecuánime. Estas son, monjes, las dos clases de felicidad. De estas
dos clases de felicidad, la felicidad ecuánime es la principal.
[73] {74} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad de la concentración y la felicidad sin la concentración. Estas son, monjes, las dos clases de
felicidad. De estas dos clases de felicidad, la felicidad de la concentración es la principal.
[74] {75} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad basada en la presencia del arrobamiento y la felicidad basada en la ausencia del
arrobamiento. Estas son, monjes, las dos clases de felicidad. De estas dos clases de felicidad, la
felicidad basada en ausencia del arrobamiento es la principal.
[75] {76} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad basada en el placer y la felicidad basada en la ecuanimidad. Estas son, monjes, las dos
clases de felicidad. De estas dos clases de felicidad, la felicidad basada en la ecuanimidad es la
principal.
[76] {77} “Monjes, he aquí existen estas dos clases de felicidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
felicidad basada en la forma y la felicidad basada en lo sin forma. Estas son, monjes, las dos clases
de felicidad. De estas dos clases de felicidad, la felicidad basada en lo sin forma es la principal.

AN 2,77-86 {15A2.2.3.1,78-15A2.2.3.10,87} Sanimitta Vagga –


Capítulo sobre una base

Se mencionan las condiciones para el surgimiento de los perjudiciales estados mentales: una vez
abandonadas estas condiciones, las perjudiciales cualidades de la mente no surgen más.
[77] {78} “Monjes, las malas perjudiciales cualidades surgen sobre una base, no sin base alguna.
Con el abandono de esa base, estas malas perjudiciales cualidades no surgen.”
[78] {79} “Monjes, las malas perjudiciales cualidades surgen a través de una fuente, no sin fuente
alguna. Con el abandono de esa fuente, estas malas perjudiciales cualidades no surgen.”
[79] {80} “Monjes, las malas perjudiciales cualidades surgen a través de una causa, no sin causa
alguna. Con el abandono de esa causa, estas malas perjudiciales cualidades no surgen.”
[80] {81} “Monjes, las malas perjudiciales cualidades surgen a través de las actividades causales,
no sin actividades causales algunas. Con el abandono de esas actividades causales, estas malas
perjudiciales cualidades no surgen.”
[81] {82} “Monjes, las malas perjudiciales cualidades surgen con la condición, no sin condición
alguna. Con el abandono de esa condición, estas malas perjudiciales cualidades no surgen.”
[82] {83} “Monjes, las malas perjudiciales cualidades surgen con la forma, no sin forma alguna.
Con el abandono de esa forma, estas malas perjudiciales cualidades no surgen.”
[83] {84} “Monjes, las malas perjudiciales cualidades surgen con la sensación, no sin sensación
alguna. Con el abandono de esa sensación, estas malas perjudiciales cualidades no surgen.”
[84] {85} “Monjes, las malas perjudiciales cualidades surgen con la percepción, no sin percepción
alguna. Con el abandono de esa percepción, estas malas perjudiciales cualidades no surgen.”
[85] {86} “Monjes, las malas perjudiciales cualidades surgen con la conciencia, no sin conciencia
alguna. Con el abandono de esa conciencia, estas malas perjudiciales cualidades no surgen.”
[86] {87} “Monjes, las malas perjudiciales cualidades surgen sobre la base de lo condicionado, no
sin la base de lo condicionado alguna. Con el abandono de esa base de lo condicionado, estas malas
perjudiciales cualidades no surgen.”

AN 2,87-97 {15A2.2.4.1,88-15A2.2.4.11,98} Dhamma Vagga –


Capítulo sobre los dhammas

En este breve vagga se listan algunos importantes temas de la enseñanza budista organizados en
pares.
[87] {88} “Monjes, he aquí existen esas dos cosas. Y, ¿cuáles son esas dos? Liberación de la mente
y liberación a través de la sabiduría. Estas son las dos cosas.”
[88-97] {89-98} “Monjes, he aquí existen esas dos cosas. Y, ¿cuáles son esas dos? El esfuerzo y la
no distracción… (90) …nombre y forma… (91) …verdadero conocimiento y liberación… (92) …el
punto de vista de la existencia y el punto de vista de la exterminación… (93) …falta de vergüenza
moral y la falta del temor moral… (94) …vergüenza moral y temor moral … (95) …ser difícil de
corregir y malas amistades… (96) …ser fácil de corregir y buenas amistades… (97) …habilidad en
los elementos y habilidad en la atención… (98) …habilidad en consideración a las ofensas y
habilidad en rehabilitación de las ofensas. Estas son las dos cosas.”
AN 2,98-117 {15A2.2.5.1,99-15A2.2.5.20,118} Bala Vagga –
Capítulo sobre los tontos

A lo largo de los suttas que componen este vagga, el Buda distingue entre las personas tontas y
sabias, señalando que esas primeras aumentan sus impurezas mentales.
[98] {99} “Monjes, he aquí existen esas dos clases de tontos. Y, ¿cuáles son esas dos? Uno que
toma responsabilidad de lo que no le sucede a él y otro que no toma responsabilidad de lo que no le
sucede a él. Estas son las dos clases de tontos.”
[99] {100} “Monjes, he aquí existen esas dos clases de sabios. Y, ¿cuáles son esas dos? Uno que
toma responsabilidad de lo que no le sucede a él y otro que no toma responsabilidad de lo que no le
sucede a él. Estas son las dos clases de sabios.”
[100] {101} “Monjes, he aquí existen esas dos clases de tontos. Y, ¿cuáles son esas dos? Uno que
percibe como inadmisible lo que es admisible y otro que percibe como admisible lo que es
inadmisible. Estas son las dos clases de tontos.”
[101] {102} “Monjes, he aquí existen esas dos clases de sabios. Y, ¿cuáles son esas dos? Uno que
percibe como inadmisible lo que es inadmisible y otro que percibe como admisible lo que es
admisible. Estas son las dos clases de sabios.”
[102] {103} “Monjes, he aquí existen esas dos clases de tontos. Y, ¿cuáles son esas dos? Uno que
percibe como no ofensa a una ofensa y otro que percibe como ofensa lo que no es una ofensa. Estas
son las dos clases de tontos.”
[103] {104} “Monjes, he aquí existen esas dos clases de sabios. Y, ¿cuáles son esas dos? Uno que
percibe como no ofensa lo que no es una ofensa y otro que percibe como ofensa a una ofensa. Estas
son las dos clases de sabios.”
[104] {105} “Monjes, he aquí existen esas dos clases de tontos. Y, ¿cuáles son esas dos? Uno que
percibe como no-Dhamma lo que es Dhamma y otro que percibe como Dhamma lo es no-Dhamma.
Estas son las dos clases de tontos.”
[105] {106} “Monjes, he aquí existen esas dos clases de sabios. Y, ¿cuáles son esas dos? Uno que
percibe como no-Dhamma lo que no es Dhamma y otro que percibe como Dhamma lo que es
Dhamma. Estas son las dos clases de sabios.”
[106] {107} “Monjes, he aquí existen esas dos clases de tontos. Y, ¿cuáles son esas dos? Uno que
percibe como no-Disciplina lo que es Disciplina y otro que percibe como Disciplina lo es no es
Disciplina. Estas son las dos clases de tontos.”
[107] {108} “Monjes, he aquí existen esas dos clases de sabios. Y, ¿cuáles son esas dos? Uno que
percibe como no-Disciplina lo que no es Disciplina y otro que percibe como Disciplina lo que es
Disciplina. Estas son las dos clases de sabios.”
[108] {109} “Monjes, las corrupciones mentales se incrementan en dos clases de personas. Y,
¿cuáles son esas dos? Uno que siente remordimiento acerca de asuntos de los cuales no debe
sentirse remordimiento y otro que no siente remordimiento acerca de asuntos de los cuales se debe
sentir remordimiento. Las corrupciones mentales se incrementan en esas dos [clases de personas].”
[109] {110} “Monjes, las corrupciones mentales no se incrementan en dos clases de personas. Y,
¿cuáles son esas dos? Uno que no siente remordimiento acerca de asuntos de los cuales no debe
sentirse remordimiento y otro que siente remordimiento acerca de asuntos de los cuales se debe
sentir remordimiento. Las corrupciones mentales no se incrementan en esas dos [clases de
personas].”
[110] {111} “Monjes, las corrupciones mentales se incrementan para dos clases de personas. Y,
¿cuáles son esas dos? Uno que percibe como inadmisible lo que es admisible y otro que percibe
como admisible lo que no es admisible. Las corrupciones mentales se incrementan en esas dos
[clases de personas].”
[111] {112} “Monjes, las corrupciones mentales no se incrementan en dos clases de personas. Y,
¿cuáles son esas dos? Uno que percibe como inadmisible lo que no es admisible y otro que percibe
como admisible lo que es admisible. Las corrupciones mentales no se incrementan en esas dos
[clases de personas].”
[112] {113} “Monjes, las corrupciones mentales se incrementan para dos clases de personas. Y,
¿cuáles son esas dos? Uno que percibe como no ofensa lo que es una ofensa y otro que percibe
como ofensa lo que no es una ofensa. Las corrupciones mentales se incrementan en esas dos [clases
de personas].”
[113] {114} “Monjes, las corrupciones mentales no se incrementan en dos clases de personas. Y,
¿cuáles son esas dos? Uno que percibe como no ofensa lo que no es una ofensa y otro que percibe
como ofensa lo que es una ofensa. Las corrupciones mentales no se incrementan en esas dos [clases
de personas].”
[114] {115} “Monjes, las corrupciones mentales se incrementan para dos clases de personas. Y,
¿cuáles son esas dos? Uno que percibe como no-Dhamma lo que es el Dhamma y otro que percibe
como Dhamma lo que no es el Dhamma. Las corrupciones mentales se incrementan en esas dos
[clases de personas].”
[115] {116} “Monjes, las corrupciones mentales no se incrementan en dos clases de personas. Y,
¿cuáles son esas dos? Uno que percibe como no-Dhamma lo que no es Dhamma y otro que percibe
como el Dhamma lo que es Dhamma. Las corrupciones mentales no se incrementan en esas dos
[clases de personas].”
[116] {117} “Monjes, las corrupciones mentales se incrementan para dos clases de personas. Y,
¿cuáles son esas dos? Uno que percibe como no-Disciplina lo que es Disciplina y otro que percibe
como Disciplina lo que no es Disciplina. Las corrupciones mentales se incrementan en esas dos
[clases de personas].”
[117] {118} “Monjes, las corrupciones mentales no se incrementan en dos clases de personas. Y,
¿cuáles son esas dos? Uno que percibe como no-Disciplina lo que no es Disciplina y otro que
percibe como Disciplina lo que es Disciplina. Las corrupciones mentales no se incrementan en esas
dos [clases de personas].”
AN 2,118-129 {15A2.3.1.1,119-15A2.1.1.12,130} Asaduppajaha
Vagga – Capítulo sobre los deseos
El contenido de los suttas agrupados en este vagga es variado: (1) deseos difíciles de abandonar, (2-
3) personas inauditas en el mundo, (4-5) personas difíciles y fáciles de satisfacer, (6-9) condiciones
para el surgimiento de la codicia, el odio, y el incorrecto y correcto punto de vista, (10-12) clases de
ofensas.
[118] {119} “Monjes, es muy difícil abandonar a estos dos deseos. Y, ¿cuáles son esos dos? El
deseo por las ganancias y el deseo por la vida. Esos son los dos deseos que es difícil abandonar.”
[119] {120} “Monjes, son inauditas en el mundo estas dos clases de personas. Y, ¿cuáles son esas
dos? Una que toma iniciativa para ayudar a otros y la otra que es grata y agradecida. Estas son las
dos clases de personas inauditas en el mundo.”
[120] {121} “Monjes, son inauditas en el mundo estas dos clases de personas. Y, ¿cuáles son esas
dos? Una que está satisfecha y la otra que proporciona la satisfacción. Estas son las dos clases de
personas inauditas en el mundo.”
[121] {122} “Monjes, estas son las dos clases de personas difíciles de satisfacer. Y, ¿cuáles son esas
dos? Una que acumula lo que gana y la otra que despilfarra lo que gana. Estas son las dos clases de
personas difíciles de satisfacer.”
[122] {123} “Monjes, estas son las dos clases de personas fáciles de satisfacer. Y, ¿cuáles son esas
dos? Una que no acumula lo que gana y la otra que no despilfarra lo que gana. Estas son las dos
clases de personas fáciles de satisfacer.”
[123] {124} “Monjes, he aquí las dos condiciones para el surgimiento de la codicia. Y, ¿cuáles son
esas dos? El signo de la belleza y la inapropiada atención. Estas son las dos condiciones para el
surgimiento de la codicia.”
[124] {125} “Monjes, he aquí las dos condiciones para el surgimiento del odio. Y, ¿cuáles son esas
dos? El signo de la asquerosidad y la inapropiada atención. Estas son las dos condiciones para el
surgimiento del odio.”
[125] {126} “Monjes, he aquí las dos condiciones para el surgimiento del incorrecto punto de vista.
Y, ¿cuáles son esas dos? Pronunciamientos sobre otras [personas] y la inapropiada atención. Estas
son las dos condiciones para el surgimiento del incorrecto punto de vista.”
[126] {127} “Monjes, he aquí las dos condiciones para el surgimiento del correcto punto de vista. Y,
¿cuáles son esas dos? Pronunciamientos sobre otras [personas] y la apropiada atención. Estas son
las dos condiciones para el surgimiento del correcto punto de vista.”
[127] {128} “Monjes, he aquí hay estas dos clases de ofensas. Y, ¿cuáles son esas dos? Ofensa
ligera y ofensa grave. Estas son las dos clases de ofensas.”
[128] {129} “Monjes, he aquí hay estas dos clases de ofensas. Y, ¿cuáles son esas dos? Ofensa
obscenas y ofensa que no son obscenas. Estas son las dos clases de ofensas.”
[129] {130} “Monjes, he aquí hay estas dos clases de ofensas. Y, ¿cuáles son esas dos? Ofensa
remediable y ofensa irremediable. Estas son las dos clases de ofensas.”
AN 2,130-140 {15A2.3.2.1,131-15A2.3.2.11,141} Ayacana Vagga
– Capítulo sobre las aspiraciones

En los primeros suttas (1-4) el Buda establece estándares para los monjes, las monjas, los
seguidores laicos y las seguidoras laicas. Los siguientes discursos (5-6) comparan las acciones de
las personas tontas y sabias y (7-8) sus respectivas actitudes hacia las personas especiales. El
capítulo termina con (9-11) enumeración de otros dhammas varios organizados en pares.
[130] {131} “Monjes, el monje dotado de la fe, la recta aspiración, debería aspirar de esta manera:
‘que llegue a ser como Sariputta y Moggallana’. Este es el estándar y el criterio para mis discípulos
monjes, es decir, Sariputta y Moggallana.”
[131] {132} “Monjes, la monja dotada de la fe, la recta aspiración, debería aspirar de esta manera:
‘que llegue a ser como Khema y Uppalavanna’. Este es el estándar y el criterio para mis discípulas
monjas, es decir, Khema y Uppalavanna.”
[132] {133} “Monjes, el seguidor laico dotado de la fe, la recta aspiración, debería aspirar de esta
manera: ‘que llegue a ser como el hombre hogareño Citta y Hatthaka de Alavi’. Este es el estándar y
el criterio para mis seguidores laicos, es decir, el hombre hogareño Citta y Hatthaka de Alavi.”
[133] {134} “Monjes, la seguidora laica dotada de la fe, la recta aspiración, debería aspirar de esta
manera: ‘que llegue a ser como la seguidora laica Khujjuttara y Velukantaki Nandamata’. Este es el
estándar y el criterio para mis seguidoras laicas, es decir, la seguidora laica Khujjuttara y
Velukantaki Nandamata.”
[134] {135} “Monjes, poseyendo dos características, el tonto, incompetente y malo se mantiene a sí
mismo en una condición de mutilado y herido; es censurable y sujeto a reproche del sabio,
generando además un gran demerito. Y, ¿cuáles son esas dos? Sin haber investigado y escudriñado,
alaba a alguien que merece ser censurado. Sin haber investigado y escudriñado, censura a alguien
que merece alabanzas. Poseyendo esas dos características, el tono, incompetente y malo se mantiene
a sí mismo en una condición de mutilado y herido; es censurable y sujeto a reproche del sabio,
generando además un gran demerito.
“Monjes, poseyendo dos cualidades, el sabio, competente y bueno se resguarda a sí mismo de la
condición de mutilado y herido; está más allá de la censura el reproche del sabio, generando además
un gran merito. Y, ¿cuáles son esas dos? Habiendo investigado y escudriñado, censura a alguien que
merece ser censurado. Habiendo investigado y escudriñado, alaba a alguien que merece alabanzas.
Poseyendo esas dos características, el sabio, competente y bueno se resguarda a sí mismo de la
condición de mutilado y herido; está más allá de la censura y el reproche del sabio, generando
además un gran merito.”
[135] {136} “Monjes, poseyendo dos características, el tonto, incompetente y malo se mantiene a sí
mismo en una condición de mutilado y herido; es censurable y sujeto a reproche del sabio,
generando además un gran demerito. Y, ¿cuáles son esas dos? Sin haber investigado y escudriñado,
cree en algo que merece ser sospechado. Sin haber investigado y escudriñado, sospecha de algo que
merece ser creído. Poseyendo esas dos características, el tono, incompetente y malo se mantiene a sí
mismo en una condición de mutilado y herido; es censurable y sujeto a reproche del sabio,
generando además un gran demerito.
“Monjes, poseyendo dos cualidades, el sabio, competente y bueno se resguarda a sí mismo de la
condición de mutilado y herido; está más allá de la censura el reproche del sabio, generando además
un gran merito. Y, ¿cuáles son esas dos? Habiendo investigado y escudriñado, sospecha de algo que
merece ser sospechado. Habiendo investigado y escudriñado, cree en algo que merece ser creído.
Poseyendo esas dos características, el sabio, competente y bueno se resguarda a sí mismo de la
condición de mutilado y herido; está más allá de la censura y el reproche del sabio, generando
además un gran merito.”
[136] {137} “Monjes, conduciéndose de mala manera hacia dos personas, el tono, incompetente y
malo se mantiene a sí mismo en una condición de mutilado y herido; es censurable y sujeto a
reproche del sabio, generando además un gran demerito. Y, ¿cuáles son esas dos? Su madre y su
padre. Conduciéndose de mala manera hacia esas dos personas, el tono, incompetente y malo se
mantiene a sí mismo en una condición de mutilado y herido; es censurable y sujeto a reproche del
sabio, generando además un gran demerito.
“Monjes, conduciéndose de buena manera hacia dos personas, el sabio, competente y bueno se
resguarda a sí mismo de la condición de mutilado y herido; está más allá de la censura el reproche
del sabio, generando además un gran merito. Y, ¿cuáles son esas dos? Su madre y su padre.
Conduciéndose de buena manera hacia esas dos personas, el sabio, competente y bueno se
resguarda a sí mismo de la condición de mutilado y herido; está más allá de la censura el reproche
del sabio, generando además un gran merito.”
[137] {138} “Monjes, conduciéndose de mala manera hacia dos personas, el tono, incompetente y
malo se mantiene a sí mismo en una condición de mutilado y herido; es censurable y sujeto a
reproche del sabio, generando además un gran demerito. Y, ¿cuáles son esas dos? El Tathagata y el
discípulo del Tathagata. Conduciéndose de mala manera hacia esas dos personas, el tono,
incompetente y malo se mantiene a sí mismo en una condición de mutilado y herido; es censurable
y sujeto a reproche del sabio, generando además un gran demerito.
“Monjes, conduciéndose de buena manera hacia dos personas, el sabio, competente y bueno se
resguarda a sí mismo de la condición de mutilado y herido; está más allá de la censura el reproche
del sabio, generando además un gran merito. Y, ¿cuáles son esas dos? El Tathagata y el discípulo del
Tathagata. Conduciéndose de buena manera hacia esas dos personas, el sabio, competente y bueno
se resguarda a sí mismo de la condición de mutilado y herido; está más allá de la censura el
reproche del sabio, generando además un gran merito.”
[138] {139} “Monjes, he aquí existen esas dos cosas. Y, ¿cuáles son esas dos? Limpieza de la
propia mente y uno que no se apega a nada en el mundo. Estas son las dos cosas.”
[139] {140} “Monjes, he aquí existen esas dos cosas. Y, ¿cuáles son esas dos? Ira y hostilidad. Estas
son las dos cosas.”
[140] {141} “Monjes, he aquí existen esas dos cosas. Y, ¿cuáles son esas dos? La eliminación de la
ira y la eliminación de la hostilidad. Estas son las dos cosas.”
AN 2,141-150 {15A2.3.3.1,142-15A2.3.3.10,150} Danavagga –
Capítulo sobre las ofrendas
Estos suttas demuestran que se pueden realizar acciones beneficiosas de dos maneras: mundana y
espiritual, siendo esta última, siempre la principal.
[141] {142} “Monjes, he aquí estas dos clases de ofrendas. Y, ¿cuáles son esas dos? La ofrenda de
un bien material y la ofrenda del Dhamma. Estas son las dos clases de ofrendas. Y de estas dos
clases de ofrendas, la ofrenda del Dhamma es la principal”.
[142] {143} “Monjes, he aquí estas dos clases de donativos. Y, ¿cuáles son esas dos? El donativo de
un bien material y el donativo del Dhamma. Estas son las dos clases de donativos. Y de estas dos
clases de donativos, el donativo del Dhamma es el principal”.
[143] {144} “Monjes, he aquí estas dos clases de generosidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
generosidad con un bien material y la generosidad con el Dhamma. Estas son las dos clases de
generosidad. Y de estas dos clases de generosidad, la generosidad con el Dhamma es la principal”.
[144] {145} “Monjes, he aquí estas dos clases de renunciamiento. Y, ¿cuáles son esas dos? El
renunciamiento de un bien material y el renunciamiento [mediante el ofrecimiento] del Dhamma.
Estas son las dos clases de renunciamiento. Y de estas dos clases de renunciamiento, el
renunciamiento [mediante el ofrecimiento] del Dhamma es el principal”.
[145] {146} “Monjes, he aquí estas dos clases de riquezas. Y, ¿cuáles son esas dos? Las riquezas
materiales y las riquezas del Dhamma. Estas son las dos clases de riquezas. Y de estas dos clases de
riquezas, las riquezas del Dhamma son las principales”.
[146] {147} “Monjes, he aquí estas dos clases de disfrute. Y, ¿cuáles son esas dos? El disfrute de los
bienes materiales y el disfrute del Dhamma. Estas son las dos clases de disfrute. Y de estas dos
clases de disfrute, el disfrute del Dhamma es el principal”.
[147] {148} “Monjes, he aquí estas dos clases de compartir. Y, ¿cuáles son esas dos? El compartir
los bienes materiales y el compartir el Dhamma. Estas son las dos clases de compartir. Y de estas
dos clases de compartir, el compartir el Dhamma es el principal”.
[148] {149} “Monjes, he aquí estas dos maneras de preservar las amistades favorables. Y, ¿cuáles
son esas dos? Preservando las amistades favorables con bienes materiales y preservando las
amistades favorables con el Dhamma. Estas son las dos maneras de preservar las amistades
favorables. Y de estas dos maneras, el hecho de preservar las amistades favorables con el Dhamma
es la principal”.
[149] {150} “Monjes, he aquí estas dos clases de asistencia. Y, ¿cuáles son esas dos? La asistencia
con los bienes materiales y la asistencia con el Dhamma. Estas son las dos clases de asistencia. Y de
estas dos clases de asistencia, la asistencia con el Dhamma es la principal”.
[150] {151} “Monjes, he aquí estas dos clases de compasión. Y, ¿cuáles son esas dos? La
compasión manifiesta con los bienes materiales y la compasión manifiesta con el Dhamma. Estas
son las dos clases de compasión. Y de estas dos clases de compasión, la compasión manifiesta con
el Dhamma es la principal”.
AN 2,151-162 {15A2.3.4.1,152-15A2.3.4.12,163} Santhara
Vagga – Capítulo sobre la munificencia

Generosidad (1), hospitalidad (2), búsqueda (2-5), veneración (6), regalos para los huéspedes (7),
éxito (8), crecimiento (9), joyas (10), acumulación (11) y expansión (12); todo eso puede tener un
doble carácter: material y espiritual.
[151] {152} “Monjes, he aquí, estas dos clases de munificencia. Y, ¿cuáles son esas dos? La
munificencia con los bienes materiales y la munificencia con el Dhamma. Estas son las dos clases
de munificencia. Y de estas dos clases de munificencia, la munificencia con el Dhamma es la
principal.”
[152] {153} “Monjes, he aquí, estas dos clases de hospitalidad. Y, ¿cuáles son esas dos? La
hospitalidad con los bienes materiales y la hospitalidad con el Dhamma. Estas son las dos clases de
hospitalidad. Y de estas dos clases de hospitalidad, la hospitalidad con el Dhamma es la principal.”
[153] {154} “Monjes, he aquí, estas dos clases de búsqueda. Y, ¿cuáles son esas dos? La búsqueda
de los bienes materiales y la búsqueda del Dhamma. Estas son las dos clases de búsqueda. Y de
estas dos clases de búsqueda, la búsqueda del Dhamma es la principal.”
[154] {155} “Monjes, he aquí, estas dos clases de indagación. Y, ¿cuáles son esas dos? La
indagación sobre los bienes materiales y la indagación sobre el Dhamma. Estas son las dos clases de
indagación. Y de estas dos clases de indagación, la indagación sobre el Dhamma es la principal.”
[155] {156} “Monjes, he aquí, estas dos clases de averiguación. Y, ¿cuáles son esas dos? La
averiguación sobre los bienes materiales y la averiguación sobre el Dhamma. Estas son las dos
clases de averiguación. Y de estas dos clases de averiguación, la averiguación sobre el Dhamma es
la principal.”
[156] {157} “Monjes, he aquí, estas dos clases de veneración. Y, ¿cuáles son esas dos? La
veneración de los bienes materiales y la veneración del Dhamma. Estas son las dos clases de
veneración. Y de estas dos clases de veneración, la veneración del Dhamma es la principal.”
[157] {158} “Monjes, he aquí, estas dos clases de regalos que se pueden hacer a un huésped. Y,
¿cuáles son esas dos? Regalo de los bienes materiales y regalo del Dhamma. Estas son las dos
clases de regalos que se pueden hacer a un huésped. Y de estas dos clases de regalos que se pueden
hacer a un huésped, el regalo del Dhamma es el principal.”
[158] {159} “Monjes, he aquí, estas dos clases de éxito. Y, ¿cuáles son esas dos? El éxito
relacionado con los bienes materiales y éxito relacionado con el Dhamma. Estas son las dos clases
de éxito. Y de estas dos clases de éxito, el éxito relacionado con el Dhamma es el principal.”
[159] {160} “Monjes, he aquí, estas dos clases de crecimiento. Y, ¿cuáles son esas dos? El
crecimiento en los bienes materiales y crecimiento en el Dhamma. Estas son las dos clases de
crecimiento. Y de estas dos clases de crecimiento, el crecimiento en el Dhamma es el principal.”
[160] {161} “Monjes, he aquí, estas dos clases de joyas. Y, ¿cuáles son esas dos? La joya material y
la joya del Dhamma. Estas son las dos clases de joyas. Y de estas dos clases de joyas, la joya del
Dhamma es la principal.”
[161] {162} “Monjes, he aquí, estas dos clases de acumulación. Y, ¿cuáles son esas dos? La
acumulación de los bienes materiales y acumulación del Dhamma. Estas son las dos clases de
acumulación. Y de estas dos clases de acumulación, la acumulación del Dhamma es la principal.”
[162] {163} “Monjes, he aquí, estas dos clases de expansión. Y, ¿cuáles son esas dos? La expansión
de los bienes materiales y expansión del Dhamma. Estas son las dos clases de expansión. Y de estas
dos clases de expansión, la expansión del Dhamma es la principal.”

AN 2,163-179 {15A2.3.5.1,164-15A2.3.5.17,180} Samapatti


Vagga – Capítulo sobre los logros meditativos

Se enumeran los factores –agrupados en pares- tanto los que ayudan como los que dificultan el
logro de los estados meditativos.
[163] {164} “Monjes, he aquí, estas dos cualidades. Y, ¿cuáles son esas dos? Habilidad de [entrar]
en el logro meditativo y habilidad de emerger del logro meditativo. Estas son las dos cualidades.
[164-179] {165-188} “Monjes, he aquí, estas dos cualidades. Y, ¿cuáles son esas dos? Rectitud y
mansedumbre… (166) …Paciencia y suavidad… (167) …Dulzura del habla y hospitalidad… (168)
…Inocuidad y pureza… (169) …No guardar la puerta de las facultades sensoriales y falta de
moderación en la comida… (170) …Guardar la puerta de las facultades sensoriales y moderación en
la comida… (171) …Poder de la reflexión y poder de desarrollo… (172) …Poder de la atención
consciente y poder de la concentración… (173) …Tranquilidad y perspicacia… (174) …Fallar en la
conducta virtuosa y fallar en el punto de vista… (175) …Realización en la conducta virtuosa y
realización en el punto de vista… (176) …Pureza en la conducta virtuosa y pureza en el punto de
vista… (177) …Pureza de la visión y esfuerzo concordante con la visión del uno… (178) …Falta
de contentamiento en relación con las beneficiosas cualidades e infatigabilidad… (179) …
Confusión de la mente y carencia de clara compresión… (180) …Atención consciente y clara
comprensión. Estas son las dos cualidades.”
AN 2,180-229 {15A2.4.1.1,181-15A2.4.1.10,190} Kodhapeyyala
– Serie repetitiva sobre la ira

Se señala las consecuencias de este par de características -ira y hostilidad; denigración e insolencia;
envidia y avaricia; engaño y astucia; desvergüenza y osadía morales- con sus opuestos.
[180-184] {181} “Monjes, he aquí, estas dos cosas. Y, ¿cuáles son esas dos? Ira y hostilidad…
Denigración e insolencia… Envidia y avaricia… Engaño y astucia… Desvergüenza moral y osadía
moral. Estas son las dos cosas.”
[185-189] {182} “Monjes, he aquí, estas dos cosas. Y, ¿cuáles son esas dos? No-ira y no-
hostilidad… No-denigración y no-insolencia… No-envidia y no-avaricia… No-engaño y no-
astucia… vergüenza moral y temor moral. Estas son las dos cosas.”
[190-194] {183} “Monjes, poseyendo estas dos cosas, uno mora en la insatisfacción. Y, ¿cuáles son
esas dos? Ira y hostilidad… Denigración e insolencia… Envidia y avaricia… Engaño y astucia…
Desvergüenza moral y osadía moral. Poseyendo estas dos cosas, uno mora en la insatisfacción.”
[195-199] {184} “Monjes, poseyendo estas dos cosas, uno mora feliz. Y, ¿cuáles son esas dos? No-
ira y no-hostilidad… No-denigración y no-insolencia… No-envidia y no-avaricia… No-engaño y
no-astucia… vergüenza moral y temor moral. Poseyendo estas dos cosas, uno mora feliz.”
[200-204] {185} “Monjes, estas dos cosas conducen al declive del monje que es un aprendiz. Y,
¿cuáles son esas dos? Ira y hostilidad… Denigración e insolencia… Envidia y avaricia… Engaño y
astucia… Desvergüenza moral y osadía moral. Estas dos cosas conducen al declive del monje que
es un aprendiz.”
[205-209] {186} “Monjes, estas dos cosas no conducen al declive del monje que es un aprendiz. Y,
¿cuáles son esas dos? No-ira y no-hostilidad… No-denigración y no-insolencia… No-envidia y no-
avaricia… No-engaño y no-astucia… vergüenza moral y temor moral. Estas dos cosas no conducen
al declive del monje que es un aprendiz.”
[210-214] {187} “Monjes, poseyendo estas dos cosas uno está depositado en el infierno como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas dos? Ira y hostilidad… Denigración e insolencia…
Envidia y avaricia… Engaño y astucia… Desvergüenza moral y osadía moral. Poseyendo estas dos
cosas uno está depositado en el infierno como si estuviera llevado allí.”
[215-219] {188} “Monjes, poseyendo estas dos cosas uno está depositado en el cielo como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas dos? No-ira y no-hostilidad… No-denigración y no-
insolencia… No-envidia y no-avaricia… No-engaño y no-astucia… vergüenza moral y temor
moral. Poseyendo estas dos cosas uno está depositado en el cielo como si estuviera llevado allí.”
[220-224] {189} “Monjes, poseyendo estas dos cosas, con la ruptura de su cuerpo, después de la
muerte, alguien aquí renace en el plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el
infierno. Y, ¿cuáles son esas dos? Ira y hostilidad… Denigración e insolencia… Envidia y
avaricia… Engaño y astucia… Desvergüenza moral y osadía moral. Poseyendo estas dos cosas, con
la ruptura de su cuerpo, después de la muerte, alguien aquí renace en el plano de miseria, en el mal
destino, en el mundo bajo, en el infierno.”
[225-229] {190} “Monjes, Poseyendo estas dos cosas, con la ruptura de su cuerpo, después de la
muerte, alguien aquí renace en el buen destino, en el mundo celestial. Y, ¿cuáles son esas dos? No-
ira y no-hostilidad… No-denigración y no-insolencia… No-envidia y no-avaricia… No-engaño y
no-astucia… vergüenza moral y temor moral. Poseyendo estas dos cosas, con la ruptura de su
cuerpo, después de la muerte, alguien aquí renace en el buen destino, en el mundo celestial.”

AN 2,230-279 {15A2.4.2.1,191-15A2.4.2.10,200}
Akusalapeyyala – Serie repetitiva sobre la perjudicial

Las mismas características de la serie anterior, se repiten aquí organizadas en los siguientes pares:
(1-2) perjudiciales-beneficiosas, (2-4) censurables e irreprochables, (5-8) insatisfacción y felicidad
como resultado, (9-10) dolorosas y no dolorosas.
[230-234] {191} “Monjes, he aquí, estas dos características perjudiciales. Y, ¿cuáles son esas dos?
Ira y hostilidad… Denigración e insolencia… Envidia y avaricia… Engaño y astucia…
Desvergüenza moral y osadía moral. Estas son las dos características perjudiciales.”
[235-239] {192} “Monjes, he aquí, estas dos características beneficiosas. Y, ¿cuáles son esas dos?
No-ira y no-hostilidad… No-denigración y no-insolencia… No-envidia y no-avaricia… No-engaño
y no-astucia… vergüenza moral y temor moral. Estas son las dos características beneficiosas.”
[240-244] {193} “Monjes, he aquí, estas dos características censurables. Y, ¿cuáles son esas dos?
Ira y hostilidad… Denigración e insolencia… Envidia y avaricia… Engaño y astucia…
Desvergüenza moral y osadía moral. Estas son las dos características censurables.”
[245-249] {194} “Monjes, he aquí, estas dos características irreprochables. Y, ¿cuáles son esas dos?
No-ira y no-hostilidad… No-denigración y no-insolencia… No-envidia y no-avaricia… No-engaño
y no-astucia… vergüenza moral y temor moral. Estas son las dos características irreprochables.”
[250-254] {195} “Monjes, he aquí, estas dos características que tienen la insatisfacción como
resultado. Y, ¿cuáles son esas dos? Ira y hostilidad… Denigración e insolencia… Envidia y
avaricia… Engaño y astucia… Desvergüenza moral y osadía moral. Estas son las dos características
que tienen insatisfacción como resultado.”
[255-259] {196} “Monjes, he aquí, estas dos características que tienen la felicidad como resultado.
Y, ¿cuáles son esas dos? No-ira y no-hostilidad… No-denigración y no-insolencia… No-envidia y
no-avaricia… No-engaño y no-astucia… vergüenza moral y temor moral. Estas son las dos
características que tienen la felicidad como resultado.”
[260-264] {197} “Monjes, he aquí, estas dos características que resultan en la insatisfacción. Y,
¿cuáles son esas dos? Ira y hostilidad… Denigración e insolencia… Envidia y avaricia… Engaño y
astucia… Desvergüenza moral y osadía moral. Estas son las dos características que resultan en la
insatisfacción.”
[265-269] {198} “Monjes, he aquí, estas dos características que resultan en la felicidad. Y, ¿cuáles
son esas dos? No-ira y no-hostilidad… No-denigración y no-insolencia… No-envidia y no-
avaricia… No-engaño y no-astucia… vergüenza moral y temor moral. Estas son las dos
características que resultan en la felicidad.”
[270-274] {199} “Monjes, he aquí, estas dos características dolorosas. Y, ¿cuáles son esas dos? Ira y
hostilidad… Denigración e insolencia… Envidia y avaricia… Engaño y astucia… Desvergüenza
moral y osadía moral. Estas son las dos características dolorosas.”
[275-279] {200} “Monjes, he aquí, estas dos características no dolorosas. Y, ¿cuáles son esas dos?
No-ira y no-hostilidad… No-denigración y no-insolencia… No-envidia y no-avaricia… No-engaño
y no-astucia… vergüenza moral y temor moral. Estas son la dos características no dolorosas.”

AN 2,280-309 {15A2.4.3.1,201-15A2.4.3.30,230} Vinayapeyyala


– Serie repetitiva sobre la Disciplina

Etiquetas:
• Reglas monásticas (Vinaya)

En esta serie repetitiva se mencionan las regulaciones monásticas establecidas en el Vinaya Pitaka,
la Tercera Canasta del Canon Pali, explicando en cada caso, por qué el Buda estableció esas reglas
del entrenamiento.
[280] {201} “Monjes, es por estas dos razones que el Tathagata prescribió las reglas del
entrenamiento para sus discípulos. Y, ¿cuáles son esas dos? Por el bienestar del Sangha y para la
comodidad del Sangha… Para mantener las personas recalcitrantes bajo control y para que los
monjes de buena conducta puedan vivir cómodamente… Para restringir las corrupciones mentales
pertenecientes a esta presente vida y para disipar las corrupciones mentales pertenecientes a las
vidas futuras… Para restringir las enemistades pertenecientes a esta presente vida y para disipar las
enemistades pertenecientes a las vidas futuras… Para restringir las faltas pertenecientes a esta
presente vida y para disipar las faltas pertenecientes a las vidas futuras… Para restringir los peligros
pertenecientes a esta presente vida y para disipar los peligros pertenecientes a las vidas futuras…
Para restringir las cualidades perjudiciales pertenecientes a esta presente vida y para disipar las
cualidades perjudiciales pertenecientes a las vidas futuras… Por la compasión de las personas laicas
y para detener la facción de aquellos que tienen malos deseos… Para que aquellos que no tienen
confianza puedan ganar la confianza y para que aquellos que la tienen la confianza la puedan
incrementar… Para la continuación de este buen Dhamma y para la promoción de la Disciplina.
Estas son las dos razones por las cuales el Tathagata prescribió las reglas del entrenamiento para sus
discípulos.”
[281-309] {202-230} “Monjes, es por estas dos razones que el Tathagata prescribió Patimokkha
para sus discípulos… (203) …prescribió la recitación de Patimokkha… (204) …prescribió la
suspensión de Patimokkha… (205) …prescribió la invitación de la ceremonia… (206) …prescribió
la suspensión de la invitación de la ceremonia… (207) …prescribió el acto legal de la censura…
(208) …prescribió el acto legal de la [inclusión bajo la] dependencia… (209) …prescribió el acto
legal del destierro… (210) …prescribió el acto legal de la reconciliación… (211) …prescribió el
acto legal de la suspensión… (212) …prescribió la imposición del periodo de prueba… (213) …
prescribió el enviar a retornar desde principio… (214) …prescribió la imposición de la penitencia…
(215) …prescribió la rehabilitación… (216) …prescribió la reinstalación… (217) …prescribió la
eliminación… (218) …prescribió la plena ordenación… (219) …prescribió el acto legal consistente
en la moción… (220) …prescribió el acto legal que incluye la moción como el segundo [factor]…
(221) …prescribió el acto legal que incluye la moción como el cuarto [factor]… (222) …prescribió
[las reglas de entrenamiento] cuando nadie los prescribió antes… (223) …agregó y enmendó [las
reglas de entrenamiento] existentes… (224) …prescribió la eliminación por la presencia… (225) …
prescribió la eliminación a cuenta de recuerdo… (226) …prescribió la eliminación a cuenta de la
[pasada] locura… (227) …prescribió el reconocimiento [de la ofensa]… (228) …prescribió [la
opinión de] la mayoría… (229) …prescribió [el pronunciamiento de] la mala conducta agravada…
(230) …prescribió la cobertura con pasto. Y, ¿cuáles son esas dos? Por el bienestar del Sangha y
para la comodidad del Sangha… Para la continuación de este buen Dhamma y para la promoción de
la Disciplina. Estas son las dos razones por las cuales el Tathagata prescribió las reglas del
entrenamiento para sus discípulos.”

AN 2,310-479 {15A2.4.4.1,231-15A2.4.4.16,246} Ragapeyyala –


Serie repetitiva sobre la codicia

En esta serie repetitiva se aconseja desarrollar las dos cualidades meditativas de la mente, samatha
y vipassana (tranquilidad y perspicacia) para desarrollar los beneficiosos estados mentales y
eliminar los perjudiciales.
[310] {231} “Monjes, dos cosas han de ser desarrolladas para el conocimiento directo de la codicia.
Y, ¿cuáles son esas dos? Tranquilidad y perspicacia. Estas son las dos cosas que han de ser
desarrolladas para el conocimiento directo de la codicia.”
[311-319] “Monjes, dos cosas han de ser desarrolladas para la plena comprensión de la codicia…
para el abandono de la codicia… para la destrucción de la codicia… para el desvanecimiento de la
codicia… para la desaparición de la codicia… para el cese de la codicia… para el renunciamiento a
la codicia… para la dimisión de la codicia. Y, ¿cuáles son esas dos? Tranquilidad y perspicacia.
Estas son las dos cosas que han de ser desarrolladas para la dimisión de la codicia.”
[320-479] {232-246} “Monjes, dos cosas han de ser desarrolladas para la plena comprensión… para
el abandono… para la destrucción… para el desvanecimiento… para la desaparición… para el
cese… para el renunciamiento… para la dimisión del odio… (233) …de la falsa ilusión… (234) …
de la ira… (235) …de la hostilidad… (236) …de la denigración… (237) …de la insolencia… (238)
…de la envidia… (239) …de la avaricia… (240) …del engaño… (241) …de la astucia… (242) …
de la obstinación… (243) …de la vehemencia… (244) …de la presunción… (245) …de la
arrogancia… (246) …de la embriaguez… de la negligencia. Y, ¿cuáles son esas dos? Tranquilidad y
perspicacia. Estas son las dos cosas que han de ser desarrolladas para la dimisión de la negligencia.”
3. Tikanipatapali - Libro con suttas dedicados a tres dhammas

Es la tercera división del Anguttara Nikaya con los suttas que contienen tres particulares temas del
Dhamma o la enseñanza del Buda, cada uno.
Los números entre corchetes siguen la edición de Bhikkhu Bodhi.

Introducción al Anguttara Nikaya de Bhikkhu Bodhi

1. Pathamapannasaka Primer grupo de los cincuenta


1.1. Balavagga - Capítulo sobre los tontos
AN 3,1 Bhaya Sutta – El peligro. Un sabio nunca ocasiona peligros, calamidades ni
desastres; un tonto, sí. [Leer en pali]
AN 3,2 Lakkhana Sutta – Las características. Las acciones del tonto y del sabio. [Leer en
pali]
AN 3,3 Cinti Sutta – Pensando. Cómo reconocer a una persona sabia o tonta. [Leer en pali]
AN 3,4-8 Accaya, Ayoniso, Akusala, Savajja y Sabyabajjha Sutta – Transgresión,
Descuidadamente, Lo perjudicial, Censurable y Doloroso. En cada una de estos cinco suttas,
de idéntica estructura, se mencionan tres características de una persona tonta,
contrarrestándolas a las del sabio. [Leer en pali]
AN 3,9-10 Khata y Mala Sutta – Mutilado y Manchas. Cualidades del sabio y del tonto, y
sus consecuencias en esta vida (3,9) y en la otra (3,10). [Leer en pali]
1.2. Rathakaravagga - Capítulo con el fabricante de carros
AN 3,11 Nata Sutta – Bien conocido. Alentar a la discordia o concordia entre la gente, hace
la diferencia entre un mal o buen monje. [Leer en pali]
AN 3,12 Saraniya Sutta – A ser recordado. Los tres lugares que deben recordar los reyes y
los monjes, respectivamente. [Leer en pali]
AN 3,13 Asamsa Sutta – Lleno de expectativas. Las personas analizadas en este sutta están
agrupadas en función de las expectativas que tienen: algunas personas no tienen
expectativas, otras están llenas de ellas y otras ya las superaron. Estas expectativas pueden
ser tanto mundanas como espirituales. [Leer en pali]
AN 3,14 Cakkavatti Sutta – Giro de la rueda. Así como el monarca universal gira la rueda
del Dhamma para proporcionar el bienestar y la seguridad al pueblo, el Tathagata la pone en
marcha para resguardar a los seres de sus acciones corporales, verbales y mentales. [Leer en
pali]
AN 3,15 Sacetana (Pacetana) Sutta – Sacetana. El Buda, usando la historia sobre un
fabricante de carros que fabrica dos ruedas en apariencia iguales, pero esencialmente
diferentes, revela que fue él mismo quien en aquellos días era un hábil especialista en “lo
torcido, defectuoso y deficiente de la madera”, pero que al convertirse en Buda, se volvió
en un hábil especialista en “lo torcido, defectuoso y deficiente del cuerpo, habla y mente”.
[Leer en pali]
AN 3,16 Apannaka Sutta – Inequívoco. El Buda indica tres clases de entrenamiento que
introduce a la erradicación de las corrupciones mentales: el resguardo de las facultades
sensoriales, la moderación en la comida y la intención de despertar. [Leer en pali]
AN 3,17 Attabyabadha Sutta – Uno mismo. La relación entre la aflicción y las clases de
conducta. [Leer en pali]
AN 3,18 Devaloka Sutta – El deva. Los que siguen el camino espiritual del Buda, no sólo se
disgustan con la conducta inmoral, sino hasta con la idea de practicar para alcanzar el cielo.
[Leer en pali]
AN 3,19-20 Pathana y Dutiyapapanika Sutta – Primer y segundo discurso sobre el fabricante
de carros. En estos dos suttas el Buda usa el simil del fabricante de carros para explicar
cómo alcanzar los logros espirituales. [Leer en pali]
1.3. Puggalavagga - Capítulo sobre las personas
AN 3,21 Samiddha Sutta – Samiddha (Savittha). El Buda explica que las personas que
alcanzaron los logros espirituales, como el testigo corporal, alguien que alcanzó la visión o
alguien liberado por la fe, solo se distinguen por sus respectivas facultades predominantes:
la concentración, la sabiduría y la fe. [Leer en pali]
AN 3,23 Sankhara Sutta – Actividades volitivas. Las clases de actividades que generamos,
determinan la calidad del mundo en el que nos tocará vivir. [Leer en pali]
AN 3,24 Bahukara Sutta – Útiles. Tres clases de personas útiles a los demás. [Leer en pali]
AN 3,26 Sevitabba Sutta – Con quién estar asociado. Por qué hay que procurar asociarse
siempre con personas que son superiores a uno mismo, en cuanto a las cualidades
espirituales. [Leer en pali]
AN 3,27 Jigucchitabba Sutta – Disgusto. Buda señala con qué clase de personas hay que
asociarse y a quiénes evitar. [Leer en pali]
AN 3,28 Guthabhani Sutta – Forma de hablar como el estiércol. Tres clases de personas de
acuerdo a su manera de hablar. [Leer en pali]
AN 3,30 Avakujja Sutta – Invertido. Alguien que no escucha atentamente el Dhamma que se
le enseña, es como un cuenco invertido que no puede mantener el agua; alguien que atiende
pero no retiene lo que aprendió, es como un hombre que deja que se desparrame todo lo que
tiene en su regazo; mientras que alguien que atiende los discursos y retiene lo que había
aprendido, preserva ello por largo tiempo, como un tazón puesto correctamente por largo
tiempo retiene el agua. [Leer en pali]
1.4. Devadutavagga - Capítulo con los divinos mensajeros
AN 3,31 Sabrahmaka Sutta – Brahma. La importancia de honrar a los padres. [Leer en pali]
AN 3,32 Ananda Sutta – Ananda. El Buda le enseña al Venerable Ananda cómo obtener
altos logros meditativos. [Leer en pali]
AN 3,33 Sariputta Sutta – Sariputta. El Buda enseña al Venerable Sariputta el camino de la
liberación final. [Leer en pali]
AN 3,34 Nidana Sutta – Las causas. El Buda explica la producción del kamma a partir de
tres estados perjudiciales (codicia, odio y falsa ilusión) y sus contrapartes beneficiosas,
señalando sus respectivos resultados. [Leer en pali]
AN 3,35 Hatthaka Sutta – Hatthaka. El Buda enseña cómo lograr un sueño bueno y
saludable. [Leer en pali]
AN 3,36 Devaduta Sutta – Divinos mensajeros. Los horrores del infierno que esperan a los
que no hacen caso a los “divinos mensajeros”: la vejez, la enfermedad y la muerte. [Leer en
pali]
AN 3,37-38 Catumaharaja y Dutiyacatumaharaja Sutta – Los Cuatro Reyes. Las costumbres
morales saludables, atraen a la tierra las fuerzas celestiales, y el descuido de ellas, compañía
de demonios. El final del primer sutta y el segundo discurso demuestran, que ni siquiera el
principal de los dioses tiene el derecho de enseñar la moral a otros, si no está completamente
liberado. [Leer en pali]
AN 3,39 Sukhamala Sutta – Delicadamente nutrido. El Buda narra cómo, viviendo en medio
del lujo propio a una familia real, supo interpretar el mensaje de los “divinos mensajeros” —
la vejez, la enfermedad y la muerte— y, finalmente, abandonar por completo las tres
embriagueces: de la juventud, de la salud y de la vida. [Leer en pali]
AN 3,40 Adhipateyya Sutta – Autoridades. El Buda explica en qué sentido la persona que
sigue el sendero del Buda de la liberación solamente debe someterse a tres autoridades: a sí
mismo, al mundo y al Dhamma. [Leer en pali]
1.5. Culavagga - Capítulo menor
AN 3,41-42 Sammukhibhava y Tithana Sutta – Estar presente y Los casos. Estos dos suttas
resaltan la importancia de la fe y la confianza. [Leer en pali]
AN 3,43-44 Atthavasa y Katthapavatti Sutta – Las razones y Fluidez. Acerca de enseñar y
hablar sobre el Dhamma. [Leer en pali]
AN 3,45-46 Pandita y Silavanta Sutta – El sabio y El virtuoso. Tres acciones virtuosas que
aconsejan los sabios y tres formas de generar mérito con acciones hacia las personas
virtuosas. [Leer en pali]
AN 3,47 Sankhatalakkhana y Asankhatalakkhana Sutta – Lo condicionado y Lo
incondicionado. Características de lo condicionado y lo incondicionado. [Leer en pali]
AN 3,48 Pabbataraja Sutta – Montañas. Con el símil del gran crecimiento de los árboles del
bosque, el Buda señala la importancia de la virtud de un jefe de familia para los que
dependen de él. [Leer en pali]
AN 3,49 Atappakaraniya Sutta – Ardor. Tres casos en los cuales el ardor es aconsejable.
[Leer en pali]
AN 3,50 Mahacora Sutta – El ladrón experto. Paralelismos entre un ladrón y un monje
malo. [Leer en pali]
2. Dutiyapannasaka - Segundo grupo de los cincuenta
2.1. Brahmanavagga - Capítulo con los brahmanes
AN 3,51-52 Pathamadvebrahmana y Dutiyadvebrahmana Sutta – Primer y segundo discurso
con dos brahmanes. El control sobre nuestras acciones, palabras y pensamientos, se
convierte en nuestro refugio, una vez partamos de esta vida. [Leer en pali]
AN 3,53-55 Annatarabramana, Paribbajaka y Nibbuta Sutta – Cierto brahmán, Errante y
Nibbana. El Dhamma enseñado por el Buda y el Nibbana, al cual conduce, son directamente
visibles, inmediatos, invitan a uno a ver y experimentarlo personalmente. [Leer en pali]
AN 3,56 Paloka Sutta – Despoblación. Tres razones por la cuales la población mengua en la
tierra. [Leer en pali]
AN 3,57 Vacchagotta Sutta – Vacchagotta. El Buda rechaza la acusación sobre su supuesta
prohibición de donar las limosnas a los que no pertenecieran a su comunidad monástica y
explica por qué semejante prohibición sería perjudicial para todos. También revela cómo los
donativos generan méritos más grandes en función de los receptores. [Leer en pali]
AN 3,58-59 Tikanna y Janussoni Sutta – Tikanna y Janussoni. Ser experto en temas
religiosos es muy diferente que ser experto en la enseñanza y práctica budistas. [Leer en
pali]
AN 3,60 Sangarava Sutta – Sangarava. El Buda conversa con un brahmán y le explica el
gran valor que tiene el renunciamiento y el estilo de vida sin hogar. A continuación, señala
en qué consisten las “tres maravillas” -el poder espiritual, la lectura de la mente y la
instrucción- y por qué esta última es superior de todas. [Leer en pali]
2.2. Mahavagga - Gran capítulo
AN 3,61 Titthayatanadi Sutta – Los principios [de los seguidores] de otros credos. El Buda
no vacila en criticar tres doctrinas que consideró perjudiciales para la vida espiritual: el
determinismo de las acciones pasadas, el teísmo determinista y la negación de la causalidad.
Al rechazar estas enseñanzas, ofrece el resumen de los principales puntos de su Dhamma.
[Leer en pali]
AN 3,62 Bhaya Sutta – Peligros. El Buda enseña sobre los peligros que acechan a madre e
hijo, y el camino existente para superarlos satisfactoriamente. [Leer en pali]
AN 3,63 Venagapura Sutta – Venagapura. El Buda, ponderado por unos brahmanes en términos
mundanos, les explica el significado espiritual de tres clases de lujosos lechos: celestial, divino y
noble. [Leer en pali]
AN 3,64 Sarabha Sutta – Sarabha. El Buda desenmascara a un asceta que pretendió aparecer como
iluminado gracias a sus enseñanzas. [Leer en pali]
AN 3,65 Kesamutti (Kesaputtiya) Sutta – Discurso en Kesamutti - El Buda explica los criterios que
se deben tener en cuenta para aceptar, o no, una enseñanza espiritual [1]. [Leer en pali]
AN 3,66 Salha Sutta – Salha. El Venerable Nandaka pronuncia una enseñanza parecida al
sutta anterior (Kalama Sutta), en la cual deja en claro que lo perjudicial es la fuente de la
miseria, mientras lo beneficioso es la fuente de la bienaventuranza: la avidez, el odio y la
falsa ilusión conducen a perjuicio y sufrimiento, mientras que su eliminación lleva al
bienestar y felicidad. [Leer en pali]
AN 3,68 Annatitthiya Sutta – Los otros credos. El Buda aconseja a sus discípulos qué deben
contestar a los ascetas de los otros credos con respecto a la avidez, el odio y la falsa ilusión.
[Leer en pali]
AN 3,69 Akusalamula Sutta – Las raíces del mal. Este sutta describe cómo las tres raíces del
mal —codicia, odio y falsa ilusión― tienen repercusiones terribles en toda la sociedad,
originando violencia, la codicia por el poder e injustamente ocasionan el sufrimiento. [Leer
en pali]
AN 3,70 Uposatha Sutta – Uposatha. El Buda explica en qué consiste la verdadera
observancia del día de uposatha y cada uno de los ocho preceptos que los seguidores laicos
toman en esa ocasión. [Leer en pali]
2.3. Anandavagga - Capítulo con Ananda
AN 3,74 Nigantha Sutta – El nigantha. Cómo eliminar las consecuencias del kamma viejo y no
producir el nuevo. [Leer en pali]
AN 3,75 Nivesaka Sutta – Deben ser alentados. La importancia de la fe en el Buda, el Dhamma y el
Sangha. [Leer en pali]
AN 3,76-77 Pathama y Dutiyabhava Sutta - Primer y segundo discurso sobre la existencia. En esos
dos suttas similares se explica cómo la conciencia (en el primero) y la volición con la determinación
(en el segundo) se establecen en los futuros planos de existencia de acuerdo al kamma. [Leer en
pali]
AN 3,80 Culanika (Abhibhu) Sutta – Abhibhu. En este sutta se menciona al Bienaventurado
Sikhi, un Buda anterior a Gotama, mientras que este último declarado “poderoso y
majestuoso” parece guardar más relación con los sutras Mahajana que con el resto de los
Cuatro Nikayas. [Leer en pali]
2.4. Samanavagga - Capítulo con los ascetas
AN 3,81 Samana Sutta – Ascetas. En qué consiste el triple entrenamiento del monje. [Leer
en pali]
AN 3,82 Gadrabha Sutta – El asno. Un monje que no se entrena adecuadamente y piensa
que con sólo vestir la túnica amarilla ya es un monje, se parece a un asno que yendo detrás
del ganado piensa: “También soy una vaca”. [Leer en pali]
AN 3,83 Khetta Sutta – El campo. Utilizando el símil sobre las tareas de un granjero, el
Buda enseña las importantes tareas preliminares de un monje. [Leer en pali]
AN 3,84 Vajjiputta Sutta – El joven Vajji. Un monje joven, incapaz de cumplir las múltiples
reglas monásticas, recibe consejo del Buda a practicar tres de ellas, que igualmente cumplen
con el cometido. [Leer en pali]
AN 3,85 Sekkha Sutta – El aprendiz. En qué consiste el entrenamiento del aprendiz del
Dhamma. [Leer en pali]
AN 3,86-88 Pathama, Dutiya y Tatiyasikkha Sutta – El proceso del entrenamiento. Estos tres
suttas tratan sobre el triple entrenamiento del monje: la conducta virtuosa superior, la mente
superior (en concentración) y la sabiduría superior; y lo correlacionan con los cuatro estados
de iluminación. [Leer en pali]
AN 3,89-90 Patthama y Dutiyasikkhattaya Sutta - Primer y segundo discurso sobre el
entrenamiento. El entrenamiento budista se centra en esos tres pilares: la moral, la mente y la
sabiduría. [Leer en pali]
2.5. Lonakapallavagga - Capítulo sobre un terrón de sal
AN 3,96-98 Pathama, Dutiya y Tatiyaajaniya – El pura sangre. El carácter de un excelente
caballo real, de pura sangre, sirve al Buda para analizar las cualidades de un excelente
monje. [Leer en pali]
AN 3,100 Lonaphala Sutta - Discurso con un terrón de sal. Según este sutta, el grado de
experimentar lo penoso del mal kamma no está rígidamente correlacionado con la severidad de las
determinadas acciones kammicas, sino que depende de muchos otros factores. [Leer en pali]
AN 3,101 Pansadhovaka Sutta - Discurso sobre el limpiador de suciedad. El Buda usa el símil sobre
la purificación del oro para explicar en qué consiste la purificación de la mente. [Leer en pali]
AN 3,102 Nimitta Sutta – Signos. El éxito meditativo, en este caso, conduce al logro de las seis
clases del conocimiento superior, conocidas luego como los abhinnas. [Leer en pali]
3. Tatiyapannasaka - Tercer grupo de los cincuenta
3.1. Sambodhaavagga - Capítulo sobre los factores de iluminación
AN 3,103 Pubbevasambhoda Sutta – Antes de mi iluminación. El conocimiento directo
sobre el mundo, su gratificación, el peligro y el escape, hacen la diferencia entre un ser
iluminado y otro que no lo es. [Leer en pali]
AN 3,104 Pathamassada Sutta – Primer discurso sobre la gratificación. El Buda descubre la
naturaleza del mundo a través de su gratificación, peligro y escape. [Leer en pali]
AN 3,105 Dutiyassada Sutta – Segundo discurso sobre la gratificación. El conocimiento
directo sobre el mundo, su gratificación, el peligro y el escape, hace la diferencia entre un
ser liberado y otro que no lo es. [Leer en pali]
AN 3,106 Samanabrahmana Sutta – Ascetas y brahmanes. Los falsos y verdaderos hombres
espirituales. [Leer en pali]
AN 3,108 Atitti Sutta – Insaciables. Tres cosas insaciables. [Leer en pali]
AN 3,109 Arakkhita Sutta – Techo de dos aguas. Como la paja bien colocada en un techo
protege a toda la construcción, así la mente bien protegida protege todas las acciones del
hombre. [Leer en pali]
AN 3,110 Byapanna Sutta – [Cuando la mente] ha fallado. Buda vuelve a usar el símil del
techo de dos aguas para señalar que el fallo de la mente origina toda clase de acciones
fallidas. [Leer en pali]
AN 3,111 Pathamanidana Sutta – Primer discurso sobre las causas. El kamma perjudicial
conduce al renacimiento desafortunado y resultados penosos, y el beneficioso al
renacimiento afortunado y resultados placenteros. [Leer en pali]
AN 3,112 Dutiyanidana Sutta – Segundo discurso sobre las causas. Causas que originan el
kamma que hace surgir el deseo de la codicia y las que originan otro kamma que evita este
surgimiento. [Leer en pali]

3.2. Apayikavagga - Capítulo sobre los estados de miseria


AN 3,113 Apayika Sutta – Con destino al plano de la miseria. Faltas, en contra del celibato,
que conducen al infierno. [Leer en pali]
AN 3,114 Dullabha Sutta – Poco comunes. Tres personas cuya presencia es extraña en el
mundo. [Leer en pali]
AN 3,116 Anenja Sutta – Imperturbable. Este sutta demuestra que hasta el logro de un
renacimiento en un plano celestial, puede ser fatal si no se conoce el Dhamma. [Leer en
pali]

AN 3,117-118 Vipattisampada y Apannaka Sutta – Fracasos y logros. Los dados. Los


fracasos y logros que determinan la suerte de los futuros nacimientos. [Leer en pali]
AN 3,120 Pathamasoceyya Sutta – Primer discurso sobre la pureza. Tres clases de pureza.
[Leer en pali]
AN 3,121 Dutiyasoceyya Sutta – Segundo discurso sobre la pureza. Tres clases de pureza.
[Leer en pali]
AN 3,122 Moneyya Sutta – Sagacidad. Tres clases de sagacidad. [Leer en pali]

3.3. Kusinaravagga - Capítulo en Kusinara


AN 3,124 Bhandana Sutta – Argumentos. Las comunidades de los monjes viven en disputas
y peleas, o en concordia y armonía, dependiendo de los pensamientos que cultivan en sus
mentes sus integrantes. [Leer en pali]
AN 3,128 Katuvilla Sutta – Contaminarse. Así como las moscas siguen la suciedad y el mal
olor, del mismo modo los pensamientos perjudiciales siguen a quien guarda anhelos y odios
en su corazón. [Leer en pali]
AN 3,129 Pathamaanuruddha Sutta – Primer discurso con Anuruddha. Tres características
de la mente femenina que conducen a las mujeres al mal renacimiento. [Leer en pali]
AN 3,130 Dutiyanuruddha Sutta – Segundo discurso con Anuruddha. Este sutta demuestra
que el dominio total del poder requiere que uno abandone incluso la noción de que “yo soy”
el maestro o que “mi mente” esté concentrada. La actitud adecuada, frente a los poderes
espirituales, es “inclinar la mente a lo Inmortal”. [Leer en pali]

3.4. Yodhajivavagga - Capítulo con los guerreros


AN 3,135 Mitta Sutta – El amigo. Características de un verdadero amigo. [Leer en pali]
AN 3,136 Uppada Sutta – Surgimiento. Este sutta nos dice que, tanto si surgen los
Tathagatas en el mundo o no, hay una ley fija que permanece. [Leer en pali]
AN 3,137 Kesakambala Sutta – Manta de pelo. En contra de la posición determinista, la cual
afirma que “no existe el kamma, no hay obra ni esfuerzo”, el Buda afirma que todos los
Budas perfectamente iluminados enseñan “la doctrina del kamma, la doctrina de las obras y
la doctrina del esfuerzo”. [Leer en pali]
AN 3,138-139 Sampada y Viddhu Sutta – Fortuna y Crecimiento. El Buda indica tres cosas
por las cuales uno debería sentirse afortunado y las cuales debería desarrollar. [Leer en pali]
AN 3,143-145 Pathama, Dutiya y Tatiyamoraniva Sutta – Santuario del Pavo Real. Las
diferentes características de un Arahant: el mejor ser “entre los devas y los seres humanos”.
[Leer en pali]

3.5. Mangalavagga - Capítulo sobre lo auspicioso


AN 3,146-149 Akusala, Savajja, Visama y Asuci Sutta – Lo perjudicial, lo censurable, lo
incorrecto y lo impuro. En estos cuatro suttas breves, se reúnen estados mentales que
conducen al renacimiento en el cielo y en el infierno, respectivamente. [Leer en pali]
AN 3,150-153 Pathama, Dutiya, Tatiya y Catutthakhata Sutta – Mutilado. Diferentes clases
de malas y buenas acciones. [Leer en pali]
AN 3,154 Vandana Sutta – Homenaje. Tres clases de tributos. [Leer en pali]
AN 3,155 Pubbanha Sutta – Una buena mañana. Cómo tener un buen día. [Leer en pali]

3.6. Acelakavagga - Capítulo con los ascetas desnudos


AN 3,156-162 Acelaka Vagga – Capítulo con los ascetas desnudos. Esta serie repetitiva de
suttas se construye a partir del mismo molde, cambiando el grupo de las “ayudas de la
iluminación” que son la representación del camino medio del Buda. [Leer en pali]

3.7. Kammapathapeyyala - Serie repetitiva con las formas de acción


AN 3,163-182 Kammapatha Peyyala – Serie repetitiva sobre los cursos del kamma. Serie
repetitiva que sistematiza a los malos y buenos destinos, o “cursos del kamma”,
relacionándolos con la incorrecta o virtuosa conducta, respectivamente. [Leer en pali]

3.8. Ragapeyyala - Serie repetiva sobre el apego


AN 3,183-352 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia, etc. Esta serie repetitiva de
suttas, se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete contaminaciones, (2)
diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto a ellas y (3)
tres prácticas de concentración. [Leer en pali]

NOTA:
[1] Este discurso se conoce popularmente como el "Kalama Sutta".
AN 3,1 {15A3.1.1.1,1} Bhaya Sutta – El peligro

Un sabio nunca ocasiona peligros, calamidades ni desastres; un tonto, sí.

[1] {1} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta
del Parque Anathapindika, cerca de Savathi. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:
“Monjes”.
“Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, cualquier peligro que surge, surge por culpa de una persona tonta, no por culpa de una
persona sabia. Cualquier calamidad que surge, surge por culpa de una persona tonta, no por culpa de
una persona sabia. Cualquier desgracia que surge, surge por culpa de una persona tonta, no por
culpa de una persona sabia. Al igual que el fuego que se inicia en la casa, a partir de las cañas o el
pasto, y quema luego hasta la casa misma con su techo, los enlucidos interiores y exteriores,
corrientes del aire, con los pernos fijados y persianas cerradas, así también, cuando surge cualquier
peligro, surge por culpa de una persona tonta, no por culpa de una persona sabia. Cualquier
calamidad que surge, surge por culpa de una persona tonta, no por culpa de una persona sabia.
Cualquier desgracia que surge, surge por culpa de una persona tonta, no por culpa de una persona
sabia.
“Monjes, mientras la persona tonta trae peligro, la persona sabia no trae peligro; mientras la persona
tonta trae calamidad, la persona sabia no trae calamidad; mientras la persona tonta trae desgracia, la
persona sabia no trae desgracia. He aquí, no hay peligro por parte de una persona sabia; no hay
calamidad por parte de una persona sabia; no hay desgracia por parte de una persona sabia.
“Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos de esa manera: ‘Vamos a evitar las tres
características que posee alguien conocido como tonto, y vamos a comprometernos a practicar las
tres cualidades que posee alguien conocido como sabio’. De esta manera, monjes, deberíais
entrenaros a vosotros mismos”.

AN 3,2 {15A3.1.1.2,2} Lakkhana Sutta – Las características

Las acciones del tonto y del sabio.

[2] {2} “Monjes, el tonto se caracteriza por sus acciones y el sabio se caracteriza por sus acciones.
La sabiduría brilla en esta manifestación.
“Monjes, alguien que posee tres características debería ser considerado como un tonto. Y, ¿cuáles
son esas tres? Mala conducta corporal, mala conducta verbal y mala conducta mental. Quien posee
esas tres características, debería ser considerado como un tonto. Monjes, alguien que posee tres
cualidades debería ser considerado como un sabio. Y, ¿cuáles son esas tres? Buena conducta
corporal, buena conducta verbal y buena conducta mental. Quien posee esas tres características,
debería ser considerado como un sabio.
“Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos de esa manera: ‘Vamos a evitar las tres
características que posee alguien conocido como tonto, y vamos a comprometernos a practicar las
tres cualidades que posee alguien conocido como sabio’. De esta manera, monjes, deberíais
entrenaros a vosotros mismos”.

AN 3,3 {15A3.1.1.3,3} Cinti Sutta – Pensando

Cómo reconocer a una persona sabia o tonta.

[3] {3} “Monjes, el tonto tiene esas tres características del tonto, marcas del tonto, manifestaciones
del tonto. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, el tonto piensa mal, habla mal y actúa mal. Si el tonto
no pensara mal, no hablara mal ni actuara mal, ¿cómo podría la gente sabia saber de él esto: ‘Este
compañero es tonto, es una mala persona’? Pero como el tonto piensa mal, habla mal y actúa mal, la
gente sabia sabe de él esto: ‘Este compañero es tonto, es una mala persona’. Estas son las tres
características del tonto, marcas del tonto, manifestaciones del tonto.
“Monjes, la persona sabia tiene esas tres características de la persona sabia, marcas de la persona
sabia, manifestaciones de la persona sabia. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, la persona sabia piensa
bien, habla bien y actúa bien. Si la persona sabia no pensara bien, no hablara bien ni actuara bien,
¿cómo podría la gente sabia saber de él esto: ‘Este compañero es una persona sabia, es una buena
persona’? Pero como la persona sabia piensa bien, habla bien y actúa bien, la gente sabia sabe de él
esto: ‘Este compañero es una persona sabia, es una buena persona’. Estas son las tres características
de la persona sabia, marcas de la persona sabia, manifestaciones de la persona sabia.
“Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos de esa manera: ‘Vamos a evitar las tres
características que posee alguien conocido como tonto, y vamos a comprometernos a practicar las
tres cualidades que posee alguien conocido como sabio’. De esta manera, monjes, deberíais
entrenaros a vosotros mismos”.

AN 3,4-8 {15A3.1.1.4,4-15A3.1.1.4,4} Accaya, Ayoniso,


Akusala, Savajja y Sabyabajjha Sutta – Transgresión,
Descuidadamente, Lo perjudicial, Censurable y Doloroso

En cada una de estos cinco suttas, de idéntica estructura, se mencionan tres características de una
persona tonta, contrarrestándolas a las del sabio.

AN 3,4 {15A3.1.1.4,4} Accaya Sutta – Transgresión


[4] {4} “Monjes, alguien que posee estas tres características debería ser considerado como un tonto.
Y, ¿cuáles son esas tres? No ve sus transgresiones como transgresiones. Cuando ve sus
transgresiones como transgresiones, no las corrige de acuerdo al Dhamma. Cuando otra persona le
confiesa su transgresión, no la acepta de acuerdo al Dhamma. Alguien que posee estas tres
características, debería ser considerado como un tonto.
“Monjes, alguien que posee estas tres características debería ser considerado como una persona
sabia. Y, ¿cuáles son esas tres? Ve sus transgresiones como transgresiones. Cuando ve sus
transgresiones como transgresiones, las corrige de acuerdo al Dhamma. Cuando otra persona le
confiesa su transgresión, la acepta de acuerdo al Dhamma. Alguien que posee estas tres
características, debería ser considerado como una persona sabia.
“Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos de esa manera: ‘Vamos a evitar las tres
características que posee alguien conocido como tonto, y vamos a comprometernos a practicar las
tres cualidades que posee alguien conocido como sabio’. De esta manera, monjes, deberíais
entrenaros a vosotros mismos”.

AN 3,5 {15A3.1.1.5,5} Ayoniso Sutta – Descuidadamente


[5] {5} “Monjes, alguien que posee estas tres características debería ser considerado como un tonto.
Y, ¿cuáles son esas tres? Formula sus preguntas descuidadamente. Responde a las preguntas
descuidadamente. Cuando otra persona responde las preguntas cuidadosamente, con buen
fundamento, con palabras y frases coherentes, no lo aprueba. Alguien que posee estas tres
características, debería ser considerado como un tonto.
“Monjes, alguien que posee estas tres características debería ser considerado como una persona
sabia. Y, ¿cuáles son esas tres? Formula sus preguntas cuidadosamente. Responde a las preguntas
cuidadosamente. Cuando otra persona responde las preguntas cuidadosamente, con buen
fundamento, con palabras y frases coherentes, lo aprueba. Alguien que posee estas tres
características, debería ser considerado como una persona sabia.
“Por eso, monjes… De esta manera, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos”.

AN 3,6 {15A3.1.1.6,6} Akusala Sutta – Lo perjudicial


[6] {6} “Monjes, alguien que posee estas tres características debería ser considerado como un tonto.
Y, ¿cuáles son esas tres? Perjudiciales acciones corporales, perjudiciales acciones verbales y
perjudiciales acciones mentales. Alguien que posee estas tres características, debería ser
considerado como un tonto.
“Monjes, alguien que posee estas tres características debería ser considerado como una persona
sabia. Y, ¿cuáles son esas tres? Beneficiosas acciones corporales, beneficiosas acciones verbales y
beneficiosas acciones mentales. Alguien que posee estas tres características, debería ser considerado
como una persona sabia.
“Por eso, monjes… De esta manera, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos”.

AN 3,7 {15A3.1.1.7,7} Savajja Sutta – Censurable


[7] {7} “Monjes, alguien que posee estas tres características debería ser considerado como un tonto.
Y, ¿cuáles son esas tres? Censurables acciones corporales, censurables acciones verbales y
censurables acciones mentales. Alguien que posee estas tres características, debería ser considerado
como un tonto.
“Monjes, alguien que posee estas tres características debería ser considerado como una persona
sabia. Y, ¿cuáles son esas tres? Irreprochables acciones corporales, irreprochables acciones verbales
e irreprochables acciones mentales. Alguien que posee estas tres características, debería ser
considerado como una persona sabia.
“Por eso, monjes… De esta manera, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos”.

AN 3,8 {15A3.1.1.8,8} Sabyabajjha Sutta – Doloroso


[8] {8} “Monjes, alguien que posee estas tres características debería ser considerado como un tonto.
Y, ¿cuáles son esas tres? Dolorosas acciones corporales, dolorosas acciones verbales y dolorosas
acciones mentales. Alguien que posee estas tres características, debería ser considerado como un
tonto.
“Monjes, alguien que posee estas tres características debería ser considerado como una persona
sabia. Y, ¿cuáles son esas tres? Acciones corporales sin aflicción, acciones verbales sin aflicción y
acciones mentales sin aflicción. Alguien que posee estas tres características, debería ser considerado
como una persona sabia.
“Por eso, monjes… De esta manera, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos”.

AN 3,9-10 {15A3.1.1.9,9-15A3.1.1.10,10} Khata y Mala Sutta –


Mutilado y Manchas

Cualidades del sabio y del tonto, y sus consecuencias en esta vida (3,9) y en la otra (3,10).

AN 3,9 {15A3.1.1.9,9} Khata Sutta – Mutilado


[9] {9} “Monjes, poseyendo estas tres características una persona tonta, incompetente y mala, se
mantiene a sí misma en condición mutilada y herida, es censurable y sujeta a reproches del sabio;
además genera un gran demérito. Y, ¿cuáles son esas tres? Mala conducta corporal, mala conducta
verbal y mala conducta mental. Poseyendo estas tres características una persona tonta, incompetente
y mala, se mantiene a sí misma en condición mutilada y herida, es censurable y sujeta a reproches
del sabio; además genera un gran demérito.
“Monjes, poseyendo estas tres cualidades una persona sabia, competente y buena, se preserva a sí
misma de la condición mutilada y herida, es irreprochable y está más allá de los reproches del sabio;
además genera un gran mérito. Y, ¿cuáles son esas tres? Buena conducta corporal, buena conducta
verbal y buena conducta mental. Poseyendo estas tres características una persona sabia, competente
y buena, se preserva a sí misma de la condición mutilada y herida, es irreprochable y está más allá
de los reproches del sabio; además genera un gran mérito”.

AN 3,10 {15A3.1.1.10,10} Mala Sutta – Manchas


[10] {10} “Monjes, poseyendo estas tres características y sin haber abandonado las tres manchas,
uno es depositado en el infierno como si se le estuviera llevando allí. Y, ¿cuáles son esas tres? Uno
es inmoral y no ha abandonado la mancha de la inmoralidad. Uno es envidioso y no ha abandonado
la mancha de la envidia. Uno es avaro y no ha abandonado la mancha de la avaricia. Poseyendo
estas tres características y sin haber abandonado las tres manchas, uno es depositado en el infierno
como si se le estuviera llevando allí.
“Monjes, poseyendo estas tres cualidades y habiendo abandonado las tres manchas, uno es
depositado en el cielo como si se le estuviera llevando allí. Y, ¿cuáles son esas tres? Uno es virtuoso
y ha abandonado la mancha de la inmoralidad. Uno no es envidioso y ha abandonado la mancha de
la envidia. Uno no es avaro y ha abandonado la mancha de la avaricia. Poseyendo estas tres
cualidades y habiendo abandonado las tres manchas, uno es depositado en el cielo como si se le
estuviera llevando allí”.

AN 3,11 {15A3.1.2.1,11} Nata Sutta – Bien conocido

Alentar a la discordia o concordia entre la gente, hace la diferencia entre un mal o buen monje.

[10] {10} “Monjes, poseyendo estas tres características el bien conocido monje actúa en perjuicio
de mucha gente, para la infelicidad de mucha gente, para la ruina, perjuicio y sufrimiento de mucha
gente, de los devas y seres humanos. Y, ¿cuáles son esas tres? Alienta a la gente en la discordante
conducta corporal, en la discordante conducta verbal y en las discordantes cualidades mentales.
Poseyendo esas tres características el bien conocido monje actúa en perjuicio de mucha gente, para
la infelicidad de mucha gente, para la ruina, perjuicio y sufrimiento de mucha gente, de los devas y
seres humanos.
“Monjes, poseyendo estas tres características el bien conocido monje actúa en beneficio de mucha
gente, para la felicidad de mucha gente, para el bien, bienestar y felicidad de mucha gente, de los
devas y seres humanos. Y, ¿cuáles son esas tres? Alienta a la gente en la concordante conducta
corporal, en la concordante conducta verbal y en las concordantes cualidades mentales. Poseyendo
esas tres características el bien conocido monje actúa en beneficio de mucha gente, para la felicidad
de mucha gente, para el bien, bienestar y felicidad de mucha gente, de los devas y seres humanos”.

AN 3,12 {15A3.1.2.2,12} Saraniya Sutta – A ser recordado

Los tres lugares que deben recordar los reyes y los monjes, respectivamente.

[12] {12} “Monjes, he aquí estos tres [lugares] que el ungido rey khattiya debería recordar durante
toda la vida. Y, ¿cuáles son esos tres? El primero, es el lugar donde ha nacido. El segundo, es el
lugar donde ha sido ungido como rey khattiya. Y el tercero, es el lugar donde, habiendo triunfado en
la batalla, surgió victorioso y se estableció a la cabeza del campo de batalla. Estos son los tres
[lugares] que el ungido rey khattiya debería recordar durante toda la vida.
“De la misma manera, monjes, hay estos tres [lugares] que el monje debería recordar durante toda la
vida. Y, ¿cuáles son esos tres? El primero, es el lugar donde afeitó su cabeza y su barba, se vistió
con el hábito amarillo, y renunció a la vida hogareña, asumiendo el estilo de vida sin hogar. El
segundo, es el lugar donde comprendió tal como realmente es lo siguiente: ‘esta es la
insatisfacción’, ‘este es el origen de la insatisfacción’, ‘este es el cese de la insatisfacción’ y ‘este el
sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Y el tercero, es el lugar donde, habiendo destruido
las corrupciones mentales, realizó por sí mismo y con el directo conocimiento, en esta presente
vida, la incorruptible liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, habiendo entrado y
permanecido en ella. Estos son los tres [lugares] que el monje debería recordar durante toda la
vida”.

AN 3,13 {15A3.1.2.3,13} Asamsa Sutta – Lleno de expectativas

Las personas analizadas en este sutta, están agrupadas en función de las expectativas que tienen:
algunas no tienen expectativas, otras están llenas de ellas y otras ya las superaron. Estas
expectativas pueden ser tanto mundanas como espirituales.

[13] {13} “Monjes, he aquí estas tres clases de personas que pueden encontrarse en el mundo. Y,
¿cuáles son esas tres? Alguien sin expectativas, alguien lleno de expectativas y alguien que ha
superado las expectativas.
“Y, ¿cuál es la persona, monjes, sin expectativas? He aquí, monjes, una persona que renació dentro
de una familia baja —familia de los chandala, trabajadores de los bambúes, fabricantes de carros,
limpiadores de flores—, alguien que es pobre, con poca comida y bebida, que subsiste con
dificultad, donde la comida y la ropa se obtiene con dificultad; además es feo y desagradable,
pequeño de estatura; con muchas dolencias: ciego, lisiado, cojo o paralítico. No obtiene comida,
bebida, ropa ni vehículos; tampoco guirnaldas, perfumes, ungüentos, lechos, viviendas ni
alumbrados. Cuando escucha: ‘Los khattiyas ungieron a este como khattiya’, no se le ocurre pensar:
‘¿Cuándo los khattiyas me van a ungir a mí también?’. Esta es la persona, monjes, que se llama sin
expectativas.
“Y, ¿cuál es la persona, monjes, llena de expectativas? He aquí, monjes, el hijo mayor del ungido
rey khattiya, alguien que ha de ser ungido pero aún no lo fue, pero que ha alcanzado lo
inquebrantable. Cuando escucha: ‘Los khattiyas ungieron a este como khattiya’, se le ocurre esto:
‘¿Cuándo los khattiyas me van a ungir a mí también?’. Esta es la persona, monjes, que se llama
llena de expectativas.
“Y, ¿cuál es la persona, monjes, que ha superado las expectativas? He aquí, monjes, el ungido rey
khattiya, cuando escucha: ‘Los khattiyas ungieron a este como khattiya’, no se le ocurre pensar:
‘¿Cuándo los khattiyas me van a ungir a mí también?’. Y, ¿por qué no? Porque su expectativa
pasada de ser ungido cedió cuando fue ungido. Esta es la persona, monjes, que se llama la que ha
superado las expectativas.
“Estas son las tres clases de personas que pueden encontrarse en el mundo.
“De la misma manera, monjes, he aquí estas tres clases de personas que pueden encontrarse entre
los monjes. Y, ¿cuáles son esas tres? Alguien sin expectativas, alguien lleno de expectativas y
alguien que ha superado las expectativas.
“Y, ¿cuál es la persona, monjes, sin expectativas? He aquí, monjes, una persona que es inmoral, de
mal carácter, de conducta impura y sospechosa, sigilosa en su actuar, que no pretende ser un asceta,
aunque dice ser uno ni pretende ser célibe, aunque dice ser uno; putrefacto por dentro, corrupto y
depravado. Cuando escucha: ‘Este monje, con la destrucción de las corrupciones mentales, ha
realizado por sí mismo el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la
mente, liberación a través de la sabiduría, habiendo entrado y permanecido en ella’, no se le ocurre
pensar: ‘¿Cuándo yo también, con la destrucción de las corrupciones mentales, voy a realizar por mí
mismo el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente,
liberación a través de la sabiduría, habiendo entrado y permanecido en ella?’. Esta es la persona,
monjes, que se llama sin expectativas.
“Y, ¿cuál es la persona, monjes, llena de expectativas? He aquí, monjes, un monje virtuoso y de
buen carácter. Cuando escucha: ‘‘Este monje, con la destrucción de las corrupciones mentales, ha
realizado por sí mismo el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la
mente, liberación a través de la sabiduría, habiendo entrado y permanecido en ella’, se le ocurre
esto: ‘¿Cuándo yo también, con la destrucción de las corrupciones mentales, voy a realizar por mí
mismo el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente,
liberación a través de la sabiduría, habiendo entrado y permanecido en ella?’. Esta es la persona,
monjes, que se llama llena de expectativas.
“Y, ¿cuál es la persona, monjes, que ha superado las expectativas? He aquí, monjes, un monje que
es arahant, cuyas corrupciones han sido destruidas. Cuando escucha: ‘Este monje, con la
destrucción de las corrupciones mentales, ha realizado por sí mismo el conocimiento directo, en esta
presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, habiendo
entrado y permanecido en ella’, no se le ocurre pensar: ‘¿Cuándo yo también, con la destrucción de
las corrupciones mentales, voy a realizar por mí mismo el conocimiento directo, en esta presente
vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, habiendo entrado y
permanecido en ella?’. Y, ¿por qué no? Porque su expectativa pasada de la liberación cedió cuando
fue liberado. Esta es la persona, monjes, que se llama la que ha superado las expectativas.
“Estas son las tres clases de personas que pueden encontrarse entre los monjes”.

AN 3,14 Cakkavatti Sutta – Giro de la rueda

Así como el monarca universal gira la rueda del Dhamma para proporcionar el bienestar y la
seguridad al pueblo, el Tathagata la pone en marcha para resguardar a los seres de sus acciones
corporales, verbales y mentales.

[14] “Monjes, incluso el monarca que gira la rueda, el recto rey que gobierna con el Dhamma, no ha
girado la rueda sin un rey encima de él”.
Cuando esto fue dicho, un cierto monje dijo al Bienaventurado: “Pero, Venerable Señor, ¿quién es
aquel rey por encima del monarca que gira la rueda, el recto rey que gobierna con el Dhamma?”.
“Es el Dhamma, monje”, respondió el Bienaventurado [y continuó:]
“He aquí, monje, el monarca que gira la rueda, el recto rey que gobierna con el Dhamma,
apoyándose en el Dhamma, honrando, respetando y venerando el Dhamma, tomando el Dhamma
como su estandarte, bandera y autoridad, provee al pueblo una recta protección, albergue y guarida.
Además, monje, el monarca que gira la rueda, el recto rey que gobierna con el Dhamma,
apoyándose en el Dhamma, honrando, respetando y venerando el Dhamma, tomando el Dhamma
como su estandarte, bandera y autoridad, provee una recta protección, albergue y guarida también a
los vasallos khattiyas, al ejercito, a los brahmanes y hombres hogareños, a la gente del campo y la
ciudad, a los ascetas y brahmanes, a los animales y los pájaros. Habiendo proveído al pueblo
semejante recta protección, albergue y guarida, el monarca que gira la rueda, el recto rey que
gobierna con el Dhamma, gira la rueda solamente a través del Dhamma, rueda que no puede ser
girada atrás por ningún ser humano hostil.
“Además, monje, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, el recto rey del Dhamma,
apoyándose en el Dhamma, honrando, respetando y venerando el Dhamma, tomando el Dhamma
como su estandarte, bandera y autoridad, provee una recta protección, albergue y guarida con
respecto a las acciones corporales diciendo: ‘Estas y estas acciones corporales deberían ser
cultivadas; estas y estas acciones corporales no deberían ser cultivadas’.
“Además, monje, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, el recto rey del Dhamma,
apoyándose en el Dhamma, honrando, respetando y venerando el Dhamma, tomando el Dhamma
como su estandarte, bandera y autoridad, provee una recta protección, albergue y guarida con
respecto a las acciones verbales diciendo: ‘Estas y estas acciones verbales deberían ser cultivadas;
estas y estas acciones verbales no deberían ser cultivadas’.
“Además, monje, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, el recto rey del Dhamma,
apoyándose en el Dhamma, honrando, respetando y venerando el Dhamma, tomando el Dhamma
como su estandarte, bandera y autoridad, provee una recta protección, albergue y guarida con
respecto a las acciones mentales diciendo: ‘Estas y estas acciones mentales deberían ser cultivadas;
estas y estas acciones mentales no deberían ser cultivadas’.
“Habiendo proveído semejante recta protección, albergue y guarida en consideración a las acciones
corporales, verbales y mentales, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, el recto rey
del Dhamma pone en marcha la insuperable rueda del Dhamma solamente a través del Dhamma,
rueda que no puede dar marcha atrás por asceta, brahmán, deva, Mara, Brahma ni nadie en el
mundo”.

AN 3,15 {15A3.1.2.5,15} Sacetana (Pacetana) Sutta – Sacetana

El Buda, usando la historia sobre un fabricante de carros que fabrica dos ruedas en apariencia
iguales, pero esencialmente diferentes, revela que fue él mismo quien en aquellos días era un hábil
especialista en “lo torcido, defectuoso y deficiente de la madera”, pero que al convertirse en Buda,
se volvió ahora un hábil especialista en “lo torcido, defectuoso y deficiente del cuerpo, habla y
mente”.
[15] {15} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Parque de los Venado de
Isipatana, cerca de Baranasi. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, en los tiempos pasados había una vez un rey de nombre Sacetana. Y una vez, el rey
Sacetana se dirigió a su fabricante de carros de esta manera: ‘Amigo fabricante de carros, de aquí a
seis meses habrá una batalla. ¿Podrías fabricarme [para entonces] un nuevo par de ruedas?’. – ‘Sí,
lo puedo hacer, señor’, respondió el fabricante de carros. Cuando faltaban seis días para que se
cumpliesen los seis meses, el fabricante de carros terminó la primera rueda. Entonces, el rey
Sacetana se dirigió al fabricante de ruedas de esta manera: ‘Sólo faltan seis días para que comience
la batalla: ¿está terminado el nuevo par de ruedas?’. – ‘Durante los últimos seis meses, faltando seis
días [para que se cumpliesen], señor, he terminado la primera rueda’. – ‘Pero, amigo fabricante de
ruedas, ¿podrás terminar la segunda rueda para mí en los siguientes seis días?’. – ‘Sí, lo podré
hacer, señor’, respondió el fabricante de ruedas. Entonces, pasando los seis días, el fabricante de
carros terminó la segunda rueda y llevó el par de nuevas ruedas al rey Sacetana, diciendo: ‘Este es
el nuevo par de ruedas que hice para ti, oh rey’. – ‘¿Cuál es la diferencia, amigo fabricante de
ruedas, entre la rueda que te llevó seis meses menos seis días para terminar y la que te tomó seis
días para terminar? Yo no veo diferencia alguna entre ambas’. – ‘He aquí hay una diferencia, señor.
Obsérvela’.
“Entonces, el fabricante de ruedas hizo rodar la rueda que le tomó seis días para terminar y la rueda
rodó tan lejos como duró el ímpetu que llevaba, para luego tambalearse y caer al suelo. Pero cuando
hizo rodar la rueda que le tomó seis meses menos seis días para terminar, y cuando la misma rodó
tan lejos como duró el ímpetu que llevaba, se detuvo firme en su eje.
“[Entonces el rey pregunto:] ‘¿Por qué la rueda que te tomó seis días para terminar, al rodar tan
lejos como duró el ímpetu que llevaba, se tambaleó y luego cayó al suelo, mientras que la rueda que
te tomó seis meses menos seis días para terminar, al rodar tan lejos como duró el ímpetu que
llevaba, al final se detuvo firme en su eje?’.
“[El fabricante de ruedas respondió:] ‘La rueda que me tomó seis días para terminar, señor, tiene un
borde que está torcido, defectuoso y deficiente; los radios están torcidos, defectuosos y deficientes;
el eje está torcido, defectuoso y deficiente. Por esa razón, al rodar tan lejos que duró el ímpetu que
llevaba, la rueda se tambaleó y luego se cayó al suelo. Pero la rueda que me tomó seis meses menos
seis días para terminar, tiene un borde que no está torcido, defectuoso ni deficiente; los radios no
están torcidos, defectuosos ni deficientes; ni el eje tampoco está torcido, defectuoso ni deficiente.
Por esa razón, al rodar tan lejos como duró el ímpetu que llevaba, al final se detuvo firme en su
eje’.
“Monjes, quizá pensáis así: ‘En aquella ocasión el fabricante de carros fue alguna otra persona’.
Pero no deberíais pensar de esta manera. En aquella ocasión yo mismo era el fabricante de carros. Y
fui hábil en lo torcido, defectuoso y deficiente de la madera. Pero ahora soy un Arahant, un
Perfectamente Iluminado, y soy hábil en lo torcido, defectuoso y deficiente del cuerpo, hábil en lo
torcido, defectuoso y deficiente del habla, y hábil en lo torcido, defectuoso y deficiente de la mente.
“Todo monje o monja que no abandone lo torcido, defectuoso y deficiente del cuerpo, habla y
mente cae de este Dhamma y Disciplina, al igual que aquella rueda fabricada en seis días [cae al
suelo].
“Pero todo monje o monja que abandone lo torcido, defectuoso y deficiente del cuerpo, habla y
mente se establece en este Dhamma y Disciplina, al igual que aquella rueda fabricada en seis meses
menos seis días [permanece firme].
“Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘Vamos a abandonar lo torcido,
defectuoso y deficiente del cuerpo; vamos a abandonar lo torcido, defectuoso y deficiente del habla;
vamos a abandonar lo torcido, defectuoso y deficiente de la mente’. De esta manera, monjes,
deberíais entrenaros a vosotros mismos”.

AN 3,16 {15A3.1.2.6,16} Apannaka Sutta – Inequívoco

El Buda indica tres clases de entrenamiento que introducen a la erradicación de las corrupciones
mentales: el resguardo de las facultades sensoriales, la moderación en la comida y la intención de
despertar.

[16] {16} “Monjes, poseyendo estas tres cualidades, el monje está practicando de manera
inequívoca y ha establecido el trabajo preparatorio para la destrucción de las corrupciones mentales.
Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, monjes, el monje resguarda las puertas de las facultades
sensoriales, observa la moderación en la comida y tiene la intención de despertar.
“Y, ¿cómo, monjes, el monje resguarda las puertas de las facultades sensoriales? He aquí, monjes,
habiendo visto la forma con el ojo, el monje no se ase a sus marcas ni a sus características. Puesto
que si el monje deja la facultad del ojo irrestricta podrían asaltarle los malos y perjudiciales estados
mentales e invadirle el abatimiento, él practica la restricción en esto. Habiendo escuchado el sonido
con el oído… Habiendo olido el olor con la nariz… Habiendo saboreado el sabor con la lengua…
Habiendo sentido un objeto táctil con el cuerpo… Habiendo conocido un fenómeno mental con la
mente, el monje no se ase a sus marcas ni a sus características. Puesto que si el monje deja la
facultad de la mente irrestricta podrían asaltarle los malos y perjudiciales estados mentales e
invadirle el abatimiento, él practica la restricción en esto. Es de esa manera, monjes, que el monje
resguarda las puertas de las facultades sensoriales.
“Y, ¿cómo, monjes, el monje observa la moderación en la comida? He aquí, monjes, reflexionado
cuidadosamente el monje consume la comida no para entretenerse ni embriagarse, tampoco en aras
de la belleza física o aspecto atractivo, solamente para sostener y mantener este cuerpo para evitar
el hambre y poder dedicarse a la vida espiritual, considerando esto: ‘De esta manera pondré fin a la
vieja sensación [del hambre] y evitaré que surja una nueva; moraré en el bienestar, saludable e
irreprochable’. Es de esa manera, monjes, que el monje observa la moderación en la comida.
“Y, ¿cómo, monjes, el monje tiene la intención de despertar? He aquí, monjes, durante el día,
mientras camina de un lado al otro y mientras está sentado, el monje purifica su mente de los
estados obstructivos. Durante la primera vigilia de la noche, mientras camina de un lado al otro y
mientras está sentado, el monje purifica su mente de los estados obstructivos. Durante la vigilia del
medio de la noche, se recuesta sobre su lado derecho en la posición de león, con un pie reposando
sobre el otro, estando atento y con clara comprensión al primer surgimiento de la idea de levantarse.
Al levantarse, durante la última vigilia de la noche, mientras camina de un lado al otro y mientras
está sentado, el monje purifica su mente de los estados obstructivos. Es de esa manera, monjes, que
el monje tiene la intención de despertar.
“Monjes, el monje que posee estas tres cualidades, está practicando de manera inequívoca y ha
establecido el trabajo preparatorio para la destrucción de las corrupciones mentales”.

AN 3,17 {15A3.1.2.7,17} Attabyabadha Sutta – Uno mismo

La relación entre la aflicción y las clases de conducta.

[17] {17} “Monjes, estas tres cosas conducen a la aflicción de uno mismo, a la aflicción de otros y a
la aflicción de ambos. Y, ¿cuáles son esas tres? La mala conducta corporal, la mala conducta verbal
y la mala conducta mental. Estas son, monjes, las tres cosas que conducen a la aflicción de uno
mismo, a la aflicción de otros y a la aflicción de ambos.
“Pero hay estas [otras] tres cualidades que no conducen a la aflicción de uno mismo, a la aflicción
de otros ni a la aflicción de ambos. Y, ¿cuáles son esas tres? La buena conducta corporal, la buena
conducta verbal y la buena conducta mental. Estas son, monjes, las tres cualidades que no conducen
a la aflicción de uno mismo, a la aflicción de otros ni a la aflicción de ambos”.

AN 3,18 {15A3.1.2.8,18} Devaloka Sutta – El deva

Los que siguen el camino espiritual del Buda, no sólo se disgustan con la conducta inmoral, sino
hasta con la idea de practicar para alcanzar el cielo.

[18] {18} “Monjes, si los ascetas errantes de los otros credos os preguntasen: ‘Amigos, ¿lleváis
vosotros la vida espiritual bajo [la dirección] del maestro Gotama en aras de renacer en el reino de
los devas?’. ¿Estaríais repelidos, disgustados y humillados?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Monjes, puesto que os sentís repelidos, disgustados y humillados con la idea de un espacio vital
celestial, de belleza celestial, de gloria celestial y de autoridad celestial, con más razón aún
deberíais sentiros repelidos, disgustados y humillados con la incorrecta conducta corporal,
la incorrecta conducta verbal y la incorrecta conducta mental”.
AN 3,19-20 {15A3.1.2.9,19-15A3.1.2.10,20} Pathana y
Dutiyapapanika Sutta – Primer y segundo discurso sobre el
fabricante de carros

En estos dos suttas, el Buda usa el símil del fabricante de carros para explicar cómo alcanzar los
logros espirituales.

AN 3,19 {15A3.1.2.9,19} Pathanapapanika Sutta – Primer discurso sobre el


fabricante de carros
[19] {19} “Monjes, poseyendo estas tres características el fabricante de carros es incapaz de
adquirir riquezas aún no adquiridas ni aumentar aquellas que ya tiene. Y, ¿cuáles son esas tres? He
aquí, monjes, el fabricante de carros no se aplica diligentemente a sí mismo al trabajo por la
mañana, al mediodía ni de tarde. Poseyendo estas tres características el fabricante de carros es
incapaz de adquirir riquezas aún no adquiridas ni aumentar aquellas que ya tiene.
“De la misma manera, monjes, poseyendo estas tres características el monje es incapaz de alcanzar
los beneficiosos estados mentales aún no alcanzados ni aumentar aquellos que ya alcanzó. Y,
¿cuáles son esas tres? He aquí, monjes, el monje no se aplica diligentemente a sí mismo al objeto de
concentración por la mañana, al mediodía ni de tarde. Poseyendo estas tres características el monje
es incapaz de alcanzar los beneficiosos estados mentales aún no alcanzados ni aumentar aquellos
que ya alcanzó.
“Monjes, poseyendo estas tres cualidades el fabricante de carros es capaz de adquirir riquezas aún
no adquiridas y aumentar aquellas que ya tiene. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, monjes, el
fabricante de carros se aplica diligentemente a sí mismo al trabajo por la mañana, al mediodía y de
tarde. Poseyendo estas tres características el fabricante de carros es capaz de adquirir riquezas aún
no adquiridas y aumentar aquellas que ya tiene.
“De la misma manera, monjes, poseyendo estas tres cualidades el monje es capaz de alcanzar los
beneficiosos estados mentales aún no alcanzados y aumentar aquellos que ya alcanzó. Y, ¿cuáles
son esas tres? He aquí, monjes, el monje se aplica diligentemente a sí mismo al objeto de
concentración por la mañana, al mediodía y de tarde. Poseyendo estas tres características el monje
es capaz de alcanzar los beneficiosos estados mentales aún no alcanzados y aumentar aquellos que
ya alcanzó”.

AN 3,20 {15A3.1.2.10,20} Dutiyapapanika Sutta – Segundo discurso sobre el


fabricante de carros
[20] {20} “Monjes, poseyendo estas tres cualidades el fabricante de carros rápidamente alcanza
grandes y abundantes riquezas. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, monjes, el fabricante de carros
tiene una vista aguda, es responsable y tiene benefactores.
“Y cómo, monjes, el fabricante de carros tiene una vista aguda? He aquí, monjes, el fabricante de
carros sabe de un determinado artículo esto: ‘Si este artículo se comprase a este precio y se vendiese
a precio tal, esto requeriría de tal capital y traería tanto beneficio’. Es de esta manera, monjes, que el
fabricante de carros tiene una vista aguda.
“Y cómo, monjes, el fabricante de carros es responsable? He aquí, monjes, el fabricante de carros es
hábil en comprar y vender bienes. Es de esta manera, monjes, que el fabricante de carros es
responsable.
“Y de qué manera, monjes, el fabricante de carros tiene benefactores? He aquí, monjes, los ricos,
importantes e influyentes hombres hogareños, e hijos de los hombres hogareños, tienen de él este
concepto: ‘Este fabricante de carros tiene una vista aguda y es responsable; es capaz de mantener a
su esposa e hijos, y nos devuelve el pago de tanto en tanto’. De esta manera, monjes, ellos depositan
en él sus riquezas, diciendo: ‘Habiendo ganado riquezas con esto, amigo fabricante de carros,
mantén a tu esposa e hijos, y devuélvenos la paga de tanto en tanto’. Es de esta manera, monjes, que
el fabricante de carros tiene benefactores.
“Monjes, poseyendo estas tres cualidades el fabricante de carros rápidamente alcanza grandes y
abundantes riquezas.
“De la misma manera, monjes, poseyendo estas tres cualidades el monje rápidamente alcanza
grandes y abundantes estados mentales beneficiosos. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, monjes, el
monje tiene una vista aguda, es responsable y tiene benefactores.
“Y cómo, monjes, el monje tiene una vista aguda? He aquí, monjes, el monje comprende tal como
realmente es: ‘Esta es la insatisfacción; este es el origen de la insatisfacción; este es el cese de la
insatisfacción; y, este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Es de esta manera,
monjes, que el monje tiene una vista aguda.
“Y cómo, monjes, el monje es responsable? He aquí, monjes, el monje hace surgir la energía para
abandonar los perjudiciales estados mentales y adquirir los estados mentales beneficiosos; es fuerte
en eso y firme, se esfuerza y no desecha la obligación de cultivar los beneficiosos estados mentales.
Es de esta manera, monjes, que el monje es responsable.
“Y de qué manera, monjes, el monje tiene benefactores? He aquí, monjes, de tanto en tanto el monje
se acerca a aquellos monjes que son entendidos, herederos de la herencia, expertos en el Dhamma,
expertos en la Disciplina, expertos en los delineamientos, y los indaga: ‘¿Cómo es esto, Venerable
Señor? ¿Cuál es el significado de aquello?’. Y entonces, aquellos Venerables Señores desglosan
para él lo que debe ser desglosado, aclaran lo que está oscuro y disipan su perplejidad acerca los
numerosos puntos perplejos. Es de esta manera, monjes, que el monje tiene benefactores.
“Monjes, poseyendo estas tres cualidades, el monje rápidamente alcanza grandes y abundantes
estados mentales beneficiosos”.

AN 3,21 Samiddha Sutta – Samiddha (Savittha)


El Buda explica que las personas que alcanzaron los logros espirituales, como el testigo corporal,
alguien que alcanzó la visión o alguien liberado por la fe, solo se distinguen por sus respectivas
facultades predominantes: la concentración, la sabiduría y la fe.
[21] Esto he escuchado:
En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda de Jeta, en el Parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces el Venerable Samiddha y el Venerable Mahakotthika se
acercaron al Venerable Sariputta e intercambiaron con él cordiales saludos. Cuando concluyeron sus
cordiales saludos y amables charlas se sentaron a un lado. Acto seguido, el Venerable Sariputta dijo
al Venerable Samiddha:
“Amigo Samiddha, he aquí estas tres clases de personas que se encuentran en el mundo. Y, ¿cuáles
son esas tres? El testigo corporal, alguien que alcanzó la visión y alguien liberado por la fe. Éstas
son las tres clases de personas que se encuentran en el mundo. ¿Cuál de esas tres clases de personas
consideras la más excelsa y sublime?”.
“Amigo Sariputta, entre estas tres clases de personas, considero que la más excelsa y sublime es
alguien liberado por la fe. Y, ¿por cuál razón? Porque la facultad de la fe de esta persona es la
predominante”.
Entonces el Venerable Sariputta dijo al Venerable Mahakotthika: “Amigo Kotthika, he aquí estas
tres clases de personas que se encuentran en el mundo… ¿Cuál de esas tres clases de personas
consideras la más excelsa y sublime?”.
“Amigo Sariputta, entre estas tres clases de personas, considero que la más excelsa y sublime es el
testigo corporal. Y, ¿por cuál razón? Porque la facultad de la concentración de esta persona es la
predominante”.
Entonces el Venerable Mahakotthika dijo al Venerable Sariputta: “Amigo Sariputta, he aquí estas
tres clases de personas que se encuentran en el mundo… ¿Cuál de esas tres clases de personas
consideras la más excelsa y sublime?”.
“Amigo Kotthika, entre estas tres clases de personas, considero que la más excelsa y sublime es
alguien que alcanzó la visión. Y, ¿por cuál razón? Porque la facultad de la sabiduría de esta persona
es la predominante”.
Entonces el Venerable Sariputta dijo al Venerable Samiddha y al Venerable Mahkotthika:
“Amigos, cada uno de nosotros explicó este asunto de acuerdo con su propio ideal. Acerquémonos
al Bienaventurado y contémosle este asunto. Entonces retendremos en la mente lo que él nos
explique”.
“Sí, amigo”, respondieron el Venerable Samiddha y el Venerable Mahakotthika.
Entonces el Venerable Sariputta, el Venerable Samiddha y el Venerable Mahakotthika se acercaron
al Bienaventurado, le rindieron homenaje y se sentaron a un lado. Y el Venerable Sariputta relató al
Bienaventurado el contenido entero de la conversación que tuvieron.
[El Bienaventurado:] “No es fácil, Sariputta, hacer una declaración definitiva sobre este asunto y
decir: ‘Entre estas tres clases de personas, considero que la más excelsa y sublime es ésta o aquella’.
“Es posible que la persona liberada por fe esté practicando por el arahantado, mientras que el testigo
corporal y alguien que alcanzó la visión sean los que una-vez-retornan o los que no-retornan. No es
fácil, Sariputta, hacer una declaración definitiva sobre este asunto y decir: ‘Entre estas tres clases de
personas, considero que la más excelsa y sublime es ésta o aquella’.
“Es posible que la persona que es testigo corporal esté practicando por el arahantado, mientras que
alguien liberado por la fe y alguien que alcanzó la visión sean los que una-vez-retornan o los que
no-retornan. No es fácil, Sariputta, hacer una declaración definitiva sobre este asunto y decir: ‘Entre
estas tres clases de personas, considero que la más excelsa y sublime es ésta o aquella’.
“Es posible que la persona que alcanzó la visión esté practicando por el arahantado, mientras que
alguien liberado por la fe y el testigo corporal sean los que una-vez-retornan o los que no-retornan.
No es fácil, Sariputta, hacer una declaración definitiva sobre este asunto y decir: ‘Entre estas tres
clases de personas, considero que la más excelsa y sublime es ésta o aquella’”.

AN 3,23 {15A3.1.3.3,23} Sankhara Sutta – Actividades


volitivas

Las clases de actividades que generamos, determinan la calidad del mundo en el que nos tocará
vivir.

[23] {23} “Monjes, he aquí hay tres clases de personas que se encuentran existiendo en el mundo.
Y, ¿cuáles son esas tres?
“He aquí, monjes, alguien genera aflictivas actividades corporales, aflictivas actividades verbales y
aflictivas actividades mentales. En consecuencia, renace en un mundo de aflicción. Cuando renace
en un mundo aflictivo, le tocan los contactos aflictivos. Siendo tocado por los contactos aflictivos,
experimenta sensaciones aflictivas, exclusivamente penosas, como el caso de los seres en el
infierno.
“Además, monjes, alguien más genera actividades corporales no aflictivas, actividades verbales no
aflictivas y actividades mentales no aflictivas. En consecuencia, renace en un mundo no aflictivo.
Cuando renace en un mundo no aflictivo, le tocan los contactos no aflictivos. Siendo tocado por los
contactos no aflictivos, experimenta sensaciones no aflictivas, exclusivamente placenteras, como el
caso de los devas de la gloria refulgente.
“Además, monjes, alguien más aún genera actividades corporales que son tanto aflictivas como no
aflictivas, actividades verbales que son tanto aflictivas como no aflictivas y actividades mentales
que son tanto aflictivas como no aflictivas. En consecuencia, renace en un mundo que es tanto
aflictivo como no aflictivo. Cuando renace en un mundo que es tanto aflictivo como no aflictivo, le
tocan los contactos que son tanto aflictivos como no aflictivos. Siendo tocado por los contactos que
son tanto aflictivos como no aflictivos, experimenta sensaciones tanto aflictivas como no aflictivas,
que mezclan placer y pena, como el caso de los seres humanos, algunos devas y algunos seres del
mundo bajo.
“Estas son, monjes, las tres clases de personas que se encuentran existiendo en el mundo”.
AN 3,24 Bahukara Sutta – Útiles

Tres clases de personas útiles a los demás.

[24] “Monjes, estas tres personas son útiles a otras personas. Y, ¿cuáles son esas tres?
“La persona, a través de la cual otra persona ha ido por refugio al Buda, el Dhamma y el Sangha.
Esta persona es útil a otra persona.
“Además, la persona, a través de la cual otra persona llegó a comprender tal como realmente es
esto: ‘Esta es la insatisfacción’, ‘Este es el origen de la insatisfacción’, ‘Este es el cese de la
insatisfacción’ y ‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Esta persona es útil a
otra persona.
“Además, la persona a través de la cual, con la destrucción de las contaminaciones, otra persona
descubre por sí misma, con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación
de la mente, liberación a través de la sabiduría, entrando y permaneciendo en ella. Esta persona es
útil a otra persona.
“Estas son las tres personas que son útiles a otras personas.
“Monjes, yo declaro que no hay otras personas más útiles que estas tres personas. Yo declaro,
también, que no es fácil recompensar a estas tres personas rindiéndoles homenaje, levantándose
delante de ellas, saludándolas reverencialmente, conduciéndose apropiadamente ni ofreciéndoles los
hábitos, comidas de las limosnas, viviendas y requisitos medicinales para sus enfermedades”.

AN 3,26 Sevitabba Sutta – Con quién estar asociado

Por qué hay que procurar asociarse siempre con personas que son superiores a uno mismo, en
cuanto a las cualidades espirituales.

[26] “Monjes, he aquí estas tres clases de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo.
Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, monjes, hay [una clase de] personas con la que no hay que
asociarse, seguirle ni servirle; [una clase de] personas con la que hay que asociarse, seguirle y
servirle; y [una clase de] personas con la que hay que asociarse, seguirle y servirle con honra y
respeto.
“Y, ¿cuál es, monjes, la clase de personas con la que no hay que asociarse, seguirle ni servirle? He
aquí, monjes, una persona es inferior [a uno mismo] en la conducta virtuosa, en la concentración y
en la sabiduría. Con semejante persona no hay que asociarse, seguirle ni servirle, excepto por
simpatía y compasión.
“Y, ¿cuál es, monjes, la clase de personas con la que hay que asociarse, seguirle y servirle? He aquí,
monjes, una persona es similar [a uno mismo] en la conducta virtuosa, en la concentración y en la
sabiduría. Con semejante persona hay que asociarse, seguirle y servirle. Y, ¿por qué así? [Porque
uno puede considerar esto:] ‘Puesto que somos similares en la conducta virtuosa, cuando tengamos
un debate sobre la conducta virtuosa, no habrá problemas entre nosotros y nos sentiremos a gusto.
Puesto que somos similares en la concentración, cuando tengamos un debate sobre la concentración,
no habrá problemas entre nosotros y nos sentiremos a gusto. Puesto que somos similares en la
sabiduría, cuando tengamos un debate sobre la sabiduría, no habrá problemas entre nosotros y nos
sentiremos a gusto’. Por tanto hay que asociarse con semejante persona, seguirle y servirle.
“Y, ¿cuál es, monjes, la clase de personas con la que hay que asociarse, seguirle y servirle con honra
y respeto? He aquí, monjes, una persona es superior [a uno mismo] en la conducta virtuosa, en la
concentración y en la sabiduría. Con semejante persona hay que asociarse, seguirle y servirle con
honra y respeto. Y, ¿por qué así? [Porque uno puede considerar esto:] ‘De esta manera voy a
completar el cúmulo de la conducta virtuosa que aún no he completado o podré ser asistido con
sabiduría en varios aspectos del cúmulo de la conducta virtuosa que he completado. Voy a
completar el cúmulo de la concentración que aún no he completado o podré ser asistido con
sabiduría en varios aspectos del cúmulo de la concentración que he completado. Voy a completar el
cúmulo de la sabiduría que aún no he completado o podré ser asistido con sabiduría en varios
aspectos del cúmulo de la sabiduría que he completado’. Por tanto hay que asociarse con semejante
persona, seguirle y servirle con honra y respeto.
“Estas son, monjes, las tres clases de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo”.
Alguien que se asocia con una persona inferior, declina.
Alguien que se asocia con una persona igual, no declina.
Atendido por una persona superior uno progresa rápidamente,
Por eso debe seguir a alguien que es superior a uno mismo.

AN 3,27 Jigucchitabba Sutta – Disgusto


Buda señala con qué clase de personas hay que asociarse y a quiénes evitar.
[27] “Monjes, existen estas tres clases de personas en el mundo. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí,
monjes, hay [una clase de] personas, la cual ha de ser vista con disgusto, con la que no hay que
asociarse, seguirle ni servirle; [una clase de] personas, la cual ha de ser vista con ecuanimidad, con
la que no hay que asociarse, seguirle ni servirle; y [una clase de] personas con la que hay que
asociarse, seguirle y servirle con honra y respeto.
“Y, ¿cuál es, monjes, la clase de personas, la cual ha de ser vista con disgusto, con la que no hay que
asociarse, seguirle ni servirle? He aquí, hay alguien que es inmoral, de mal carácter, impura, de
conducta sospechosa, sigiloso en sus acciones, que no siendo asceta reclama serlo y no siendo
célibe reclama serlo, putrefacto en su interior, corrupto y depravado. Esta es la clase de personas, la
cual ha de ser vista con disgusto, con la que no hay que asociarse, seguirle ni servirle. Y, ¿por qué
así? Porque aún si uno no siguiera el ejemplo de semejante persona, una mala referencia estaría
circulando acerca de uno mismo así: ‘Él tiene malos amigos, malos compañeros, malos camaradas’.
Al igual que una serpiente que se arrastró entre las heces, aunque no lo mordiera a uno, lo
mancharía, así también, aún si uno no siguiera el ejemplo de semejante persona, una mala referencia
estaría circulando acerca de uno mismo así: ‘Él tiene malos amigos, malos compañeros, malos
camaradas’. Por eso, esta clase de personas ha de ser vista con disgusto, y con ella no hay que
asociarse, seguirle ni servirle.
“Y, ¿cuál es la clase de personas, la cual ha de ser vista con ecuanimidad, con la que no hay que
asociarse, seguirle ni servirle? He aquí, hay alguien que es propicio a la ira y se exaspera
fácilmente. Aun cuando se lo critica ligeramente pierde los estribos y se vuelve irritado, hostil y
obstinado; manifiesta irritación, odio y amargura. Al igual que una llaga golpeada con un palo o con
un trozo de él secreta aún más, así también… Al igual que una antorcha hecha del árbol tinduka,
cuando se la golpea con un palo o un trozo de él crepita y chisporrotea, así también… Al igual que
un pozo de heces cuando es golpeado con un palo o un trozo de él expide un hedor aún mayor, así
también él es propicio a la ira y se exaspera fácilmente; aun cuando se lo critica ligeramente pierde
los estribos y se vuelve irritado, hostil y obstinado; manifiesta irritación, odio y amargura. Esta es la
clase de personas, la cual ha de ser vista con ecuanimidad, con la que no hay que asociarse, seguirle
ni servirle. Y, ¿por qué así? [Porque uno pensaría:] ‘Él puede insultarme, me puede injuriar y
dañar’. Por eso, esta clase de personas ha de ser vista con ecuanimidad, y con ella no hay que
asociarse, seguirle ni servirle.
“Y, ¿cuál es, monjes, la clase de personas con la que hay que asociarse, seguirle y servirle? He aquí,
hay alguien que es moral y de buen carácter. Esta es la clase de personas con la que hay que
asociarse, seguirle y servirle. Y, ¿por qué así? Porque aún si uno no siguiera el ejemplo de semejante
persona, una buena referencia estaría circulando acerca de uno mismo así: ‘Él tiene buenos amigos,
buenos compañeros, buenos camaradas’. Por eso, con esa clase de personas hay que asociarse,
seguirle y servirle”.
Alguien que se asocia con una persona inferior, declina.
Alguien que se asocia con una persona igual, no declina.
Atendido por una persona superior uno progresa rápidamente,
Por eso debe seguir a alguien que es superior a uno mismo.

AN 3,28 Guthabhani Sutta – Forma de hablar como el


estiércol

Tres clases de personas de acuerdo a su manera de hablar.

[28] “Monjes, hay estas tres clases de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo. Y,
¿cuáles son esas tres? Alguien, cuya forma de hablar es como el estiércol, alguien, cuya forma de
hablar es como las flores y alguien, cuya forma de hablar es como la miel.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona, cuya forma de hablar es como el estiércol? He aquí, cuando está
convocado a un concilio, a una asamblea, a la presencia de sus familiares, a su gremio o a la corte, y
se le pregunta como testigo de esta manera: ‘Bien, buen hombre, dinos lo que sabes’, entonces, no
sabiendo esta persona dice ‘lo sé’, o sabiendo, dice ‘no lo sé’; no habiendo visto dice ‘lo vi’, o
habiendo visto dice ‘no lo vi’. De esta manera, conscientemente dice falsedades para su propio fin,
para el fin de alguien más o por algún insignificante fin mundano. A este se le llama la persona cuya
forma de hablar es como el estiércol.
“Y, ¿cómo es la persona, cuya forma de hablar es como las flores? He aquí, cuando está convocado
a un concilio, a una asamblea, a la presencia de sus familiares, a su gremio o a la corte, y se le
pregunta como testigo de esta manera: ‘Bien, buen hombre, dinos lo que sabes’, entonces, no
sabiendo esta persona dice ‘no lo sé’, o sabiendo, dice ‘lo sé’; no habiendo visto dice ‘no lo vi’, o
habiendo visto dice ‘lo vi’. De esta manera, no dice falsedades conscientemente para su propio fin,
para el fin de alguien más ni por algún insignificante fin mundano. A este se le llama la persona
cuya forma de hablar es como las flores.
“Y, ¿cómo es la persona, cuya forma de hablar es como la miel? He aquí una persona que, habiendo
abandonado la forma ruda de hablar, se abstiene de la manera ruda de hablar. Sus palabras son
gentiles, placenteras al oír, amables, que llegan al corazón, corteses, deseadas por muchos y
agradables para muchos. A este se le llama la persona cuya forma de hablar es como la miel.
“Estas son, monjes, las tres clases de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo”.

AN 3,30 Avakujja Sutta – Invertido

Alguien que no escucha atentamente el Dhamma que se le enseña, es como un cuenco invertido que
no puede mantener el agua; alguien que atiende pero no retiene lo que aprendió, es como un hombre
que deja que se desparrame todo lo que tiene en su regazo; mientras que alguien que atiende los
discursos y retiene lo que había aprendido, preserva ello por largo tiempo, como un tazón puesto
correctamente por largo tiempo retiene el agua.

[30] “Monjes, he aquí estas tres clases de personas que pueden ser encontradas en el mundo. Y,
¿cuáles son esas tres? La persona con la sabiduría invertida, la persona con la sabiduría como el
regazo y la persona con una amplia sabiduría.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona con la sabiduría invertida? He aquí, monjes, una persona va
frecuentemente al monasterio a escuchar el Dhamma por parte de los monjes. Los monjes le
enseñan el Dhamma que es bueno en el principio, bueno en el medio y bueno al final, con el
correcto significado y la forma, y que revela la vida espiritual de manera perfectamente completa y
pura. Pero mientras está sentado en su asiento, no atiende aquellas charlas en el principio, en el
medio ni al final. Después de haberse levantado de su asiento, sigue no atendiendo aquellas charlas
en el principio, en el medio ni al final. Al igual que cuando una olla está puesta al revés, el agua que
ha sido vertida adentro se derrama afuera y no la puede retener, así también es una persona que va
frecuentemente al monasterio a escuchar el Dhamma por parte de los monjes… Después de haberse
levantado de su asiento, sigue no atendiendo aquellas charlas en el principio, en el medio ni al final.
A ésta se la llama la persona con la sabiduría invertida.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona con la sabiduría como el regazo? He aquí, monjes, una persona va
frecuentemente al monasterio a escuchar el Dhamma por parte de los monjes. Los monjes le
enseñan el Dhamma que es bueno en el principio, bueno en el medio y bueno al final, con el
correcto significado y la forma, y que revela la vida espiritual de manera perfectamente completa y
pura. Mientras está sentado en su asiento, atiende aquellas charlas en el principio, en el medio y al
final. Pero después de haberse levantado de su asiento, ya no atiende aquellas charlas en el
principio, en el medio ni al final. Al igual que cuando una persona tiene varias clases de alimentos
esparcidas sobre su regazo —semillas de sésamo, granos de arroz, pasteles y jujubes—, si al
levantarse de su asiento, pierde la atención, lo va dispersar todo, así también es una persona que va
frecuentemente al monasterio a escuchar el Dhamma por parte de los monjes… después de haberse
levantado de su asiento, ya no atiende aquellas charlas en el principio, en el medio ni al final. A ésta
se la llama la persona con la sabiduría como el regazo.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona con una amplia sabiduría? He aquí, monjes, una persona va
frecuentemente al monasterio a escuchar el Dhamma por parte de los monjes. Los monjes le
enseñan el Dhamma que es bueno en el principio, bueno en el medio y bueno al final, con el
correcto significado y la forma, y que revela la vida espiritual de manera perfectamente completa y
pura. Mientras está sentado en su asiento, atiende aquellas charlas en el principio, en el medio y al
final. Después de haberse levantado de su asiento, sigue atendiendo a aquellas charlas en el
principio, en el medio y al final. Al igual que cuando una olla está puesta correctamente, el agua que
ha sido vertida adentro no se derrama afuera, así también es una persona que va frecuentemente al
monasterio a escuchar el Dhamma por parte de los monjes… Después de haberse levantado de su
asiento, sigue atendiendo aquellas charlas en el principio, en el medio y al final. A ésta se la llama la
persona con una amplia sabiduría.
“Estas son, monjes, las tres clases de personas que pueden ser encontradas en el mundo”.
La persona con la sabiduría invertida,
Tonta y sin discernimiento,
Frecuentemente visita a los monjes.
Con todo, no retiene
Nada de esas charlas,
En el principio, en el medio ni al final,
Porque carece totalmente de sabiduría.
La persona con la sabiduría como el regazo,
Se ha dicho que es mejor que la anterior.
También frecuentemente visita a los monjes.
Mientras está sentada en su asiento,
Capta la forma de las charlas,
En el principio, en el medio y al final
Pero después de haberse levantado, no entiende más,
Sino que se olvida lo que aprendió.
La persona con la sabiduría amplia,
Se ha dicho que es la mejor de ellos.
También frecuentemente visita a los monjes.
Mientras está sentada en su asiento,
Comprende la forma,
En el principio, en el medio y al final,
De las charlas.
Esta persona de las mejores intenciones,
Con su mente unificada, retiene.
Practicando acorde con el Dhamma,
Puede poner fin a la insatisfacción.

AN 3,31 {15A3.1.4.1,31} Sabrahmaka Sutta – Brahma

La importancia de honrar a los padres.

[31] {31} “Monjes, las familias que moran con Brahma son aquellas en cuyos hogares las madres y
los padres fueron reverenciados por sus hijos. Las familias que moran con los primeros maestros
son aquellas en cuyos hogares las madres y los padres fueron reverenciados por sus hijos. Las
familias que moran con el que es digno de ofrendas son aquellas en cuyos hogares las madres y los
padres fueron reverenciados por sus hijos.
“’Brahma’, monjes, es la designación de madre y padre. Los ’primeros maestros’ es la designación
de madre y padre. Y ’el que es digno de ofrendas’ es la designación de madre y padre. Y, ¿por qué
así? Porque el padre y la madre, monjes, son ayuda para sus hijos, les hacen surgir, les nutren y les
muestran el mundo”.
“La madre y el padre son llamados ‘Brahma’
y también ‘los primeros maestros’.
Ellos son dignos de ofrendas por parte de sus hijos.,
porque tienen compasión por sus hijos.
Por eso, una persona sabia debería reverenciarles,
y mostrarles la honra,
servirles comida y bebida,
vestimenta y vivienda,
masajeándoles y bañando,
bañando sus pies.
Porque a causa de semejante servicio
a la madre y al padre,
uno es alabado en este mundo por el sabio
y después de la muerte se regocija en el cielo”.

AN 3,32 {15A3.1.4.2,32} Ananda Sutta – Ananda

El Buda enseña al Venerable Ananda cómo obtener altos logros meditativos.

[32] {32} Entonces el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó
a un lado y le dijo:
“¿Podría un monje, Venerable Señor, obtener semejante estado de concentración, en el cual tuviese
al no-«yo fabrico», también al no-«fabrico lo mío» ni las tendencias subyacentes de la presunción
referente a esta conciencia corporal; y que tuviese al no-«yo fabrico», no-«fabrico lo mío» ni las
tendencias subyacentes de la presunción referente a todos los objetos externos; y que entrase y
permaneciese en aquella liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, mediante la cual
no existe más el «yo fabrico», tampoco «fabrico lo mío» ni las tendencias subyacentes de alguien
que entra y permanece en esto?”.
“Sí, podría [obtenerlo], Ananda”.
“Pero, ¿cómo, Venerable Señor, podría un monje obtener semejante estado de concentración?”.
“He aquí, Ananda, el monje piensa así: ‘Esto es pacífico, esto es sublime, es decir, aquietar a todas
las actividades, renunciar a todas las adquisiciones, destruir la codicia, [alcanzar] el
desapasionamiento, el cese, el Nibbana’. Es de esta manera, Ananda, que el monje podría obtener
semejante estado de concentración, en el cual tuviese al no-«yo fabrico», también al no-«fabrico lo
mío» ni las tendencias subyacentes de la presunción referente a esta conciencia corporal; y que
tuviese al no-«yo fabrico», no-«fabrico lo mío» ni las tendencias subyacentes de la presunción
referente a todos los objetos externos; y que entrase y permaneciese en aquella liberación de la
mente, liberación a través de la sabiduría, mediante la cual no existe más el «yo fabrico», «fabrico
lo mío» ni las tendencias subyacentes de alguien que entra y permanece en esto. Y fue en referencia
a esto que dije en Parayana, en “Las preguntas de Punnaka” [1]:
“Habiendo comprendido las alturas y las bajezas del mundo,
nada lo perturba en el mundo.
Pacífico, sin humos, disturbios ni deseos,
él ha cruzado –lo digo yo- por encima del nacimiento y la vejez”.
NOTA:
[1] Parayana es la quinta y última parte de Sutta Nipata. En este caso se trata de la porción Sn 5, en
la cual el Buda responde a una serie de preguntas de un estudiante brahmánico de nombre Bavari.
Bhikkhu Bodhi (2012, P. 1639) señala que los versos de Parayana se citan y explican también en
otras partes del AN, al igual que en otros Nikayas, lo cual testimonia su antigüedad. El Parayana
está incluido también dentro de un antiguo comentario Culaniddesa que hoy en día forma parte del
Khuddaka Nikaya.

AN 3,33 {15A3.1.4.3,33} Sariputta Sutta – Sariputta

El Buda enseña al Venerable Sariputta el camino de la liberación final.

[33] {33} En una ocasión el Venerable Sariputta se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y
se sentó a un lado. Entonces el Bienaventurado le dijo:
“Sariputta, yo puedo enseñar el Dhamma en resumen; puedo enseñar el Dhamma en detalle; y
puedo enseñar el Dhamma de las dos maneras: en resumen y en detalle. Pero los que pueden
entenderlo, escasean”.
“Este es el tiempo para eso, Bienaventurado Señor. Este es el tiempo para eso, Bendito Señor. El
bienaventurado debería enseñar el Dhamma en resumen; debería enseñar el Dhamma en detalle;
debería enseñar el Dhamma de las dos maneras: en resumen y en detalle. Ya aparecerán aquellos
que puedan entender el Dhamma”.
“Por eso, Sariputta, deberíais entrenaros a vosotros mismos de esta manera: ‘No habrá el «yo
fabrico», tampoco «fabrico lo mío» ni las tendencias subyacentes de la presunción referente a esta
conciencia corporal; no habrá el «yo-fabrico», «fabrico lo mío» ni las tendencias subyacentes de la
presunción referente a todos los objetos externos; debemos entrar y permanecer en aquella
liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, mediante la cual no existe más el «yo
fabrico», tampoco «fabrico lo mío» ni las tendencias subyacentes de alguien que entra y permanece
en esto’. Es de esa manera, Sariputta, que deberíais entrenaros a vosotros mismos.
“Sariputta, cuando el monje no tiene el «yo fabrico», tampoco «fabrico lo mío» ni las tendencias
subyacentes de la presunción referente a esta conciencia corporal; cuando no tiene el «yo-fabrico»,
«fabrico lo mío» ni las tendencias subyacentes de la presunción referente a todos los objetos
externos; y cuando entra y permanece en aquella liberación de la mente, liberación a través de la
sabiduría, mediante la cual no existe más el «yo fabrico», tampoco «fabrico lo mío» ni las
tendencias subyacentes de alguien que entra y permanece en esto, es llamado monje que ha cortado
la codicia, se despojó de los grilletes y, mediante la completa ruptura de la presunción, puso el fin a
la insatisfacción. Y es en referencia a eso que dije en Parayana, en “Las preguntas de Udaya” [1]:
“El abandono de ambos:
las percepciones sensuales y el abatimiento;
disipando la apatía,
amparado del remordimiento,
purificado mediante la ecuanimidad y la atención consciente
precedidos por la reflexión sobre el Dhamma:
yo declaro que esta es la liberación a través del conocimiento final,
la ruptura de la ignorancia”.

NOTA:
[1] Parayana es la quinta y última parte de Sutta Nipata http://www.bosquetheravada.org/index.php?
option=com_k2&view=item&layout=item&id=632&Itemid=219#vagga5. En este caso se trata de
la porción Sn 5,13, en la cual el Buda responde a las preguntas de Udaya.

AN 3,34 {15A3.1.4.4,34} Nidana Sutta – Las causas

El Buda explica la producción del kamma a partir de tres estados perjudiciales (codicia, odio y falsa
ilusión) y sus contrapartes beneficiosas, señalando sus respectivos resultados.

[34] {34} “Monjes, existen estas tres causas del origen del kamma. Y, ¿cuáles son esas tres? La
codicia como causa del origen del kamma; el odio como causa del origen del kamma; y la falsa
ilusión como causa del origen del kamma.
“Todo kamma moldeado por la codicia, nacido de la codicia, causado por la codicia, originado por
la codicia, madura dondequiera que renace el individuo. Dondequiera que madura el kamma, es ahí
donde uno experimenta sus resultados, sea en esta vida actual, sea en el [siguiente] renacimiento o
en alguna subsiguiente ocasión.
“Todo kamma moldeado por el odio, nacido del odio, causado por el odio, originado por el odio,
madura dondequiera que renace el individuo. Dondequiera que madura el kamma, es ahí donde uno
experimenta sus resultados, sea en esta vida actual, sea en el [siguiente] renacimiento o en alguna
subsiguiente ocasión.
“Todo kamma moldeado por la falsa ilusión, nacido de la falsa ilusión, causado por la falsa ilusión,
originado por la falsa ilusión, madura dondequiera que renace el individuo. Dondequiera que
madura el kamma, es ahí donde uno experimenta sus resultados, sea en esta vida actual, sea en el
[siguiente] renacimiento o en alguna subsiguiente ocasión.
“Imaginad, monjes, las semillas que fueran intactas, vírgenes, no dañadas por el viento ni el calor
del sol, fecundas, bien preservadas, depositadas en la tierra bien preparada, dentro de un buen
campo y que recibiesen la adecuada [proporción] del agua de las lluvias: en este caso, aquellas
semillas estarían desarrollándose, creciendo y madurando. De la misma manera, monjes, todo
kamma moldeado por la codicia… odio… falsa ilusión, nacido de la falsa ilusión, originado por la
falsa ilusión, madura dondequiera que renace el individuo. Dondequiera que madura el kamma, es
ahí donde uno experimenta sus resultados, sea en esta vida actual, sea en el [siguiente] renacimiento
o en alguna subsiguiente ocasión.
“Estas son, monjes, las tres causas del origen del kamma.
“Monjes, existen estas [otras] tres causas del origen del kamma. Y, ¿cuáles son esas tres? La no-
codicia como causa del origen del kamma; el no-odio como causa del origen del kamma; y la no-
falsa ilusión como causa del origen del kamma.
“Todo kamma moldeado por la no-codicia, nacido de la no-codicia, causado por la no-codicia,
originado por la no-codicia, es abandonado cuando la codicia se desvanece; cortado de raíces, hecho
como el tronco de la palmera, destruido de tal forma que no puede ser más sujeto a futuro
surgimiento.
“Todo kamma moldeado por el no-odio, nacido del no-odio, causado por el no-odio, originado por
el no-odio, es abandonado cuando el odio se desvanece; cortado de raíces, hecho como el tronco de
la palmera, destruido de tal forma que no puede ser más sujeto a futuro surgimiento.
“Todo kamma moldeado por la no-falsa ilusión, nacido de la no-falsa ilusión, causado por la no-
falsa ilusión, originado por la no-falsa ilusión, es abandonado cuando la falsa ilusión se desvanece;
cortado de raíces, hecho como el tronco de la palmera, destruido de tal forma que no puede ser más
sujeto a futuro surgimiento.
“Imaginad, monjes, las semillas que fueran intactas, vírgenes, no dañadas por el viento ni el calor
del sol, fecundas, bien preservadas, y un hombre las quemase en el fuego, las redujese a cenizas, y
un fuerte viento las esparciese o las llevase a una rápida corriente de agua: en este caso aquellas
semillas estarían cortadas de raíces, hechas como el tronco de la palmera, destruidas de tal forma
que no podrían ser más sujetas a futuro surgimiento. De la misma manera, monjes, todo kamma
moldeado por la no-codicia… no-odio… no-falsa ilusión, nacido de la no-falsa ilusión, causado por
la no-falsa ilusión, originado por la no-falsa ilusión, es abandonado cuando la falsa ilusión se
desvanece; cortado de raíces, hecho como el tronco de la palmera, destruido de tal forma que no
puede ser más sujeto a futuro surgimiento.
“Estas son, monjes, las tres causas del origen del kamma”.
Todo kamma [que produce] una persona ignorante
nacido de la codicia, odio y falsa ilusión,
sea que lo moldeado por él fuera pequeño o grande,
ha de ser experimentado justo aquí:
no hay otro sitio para esto.
Por eso la persona sabia debería abandonar
[hechos] nacidos a partir de la codicia, odio y falsa ilusión.
El monje, dando lugar al conocimiento,
debería abandonar a todo mal destino.
AN 3,35 {15A3.1.4.5,35} Hatthaka Sutta – Hatthaka

El Buda enseña cómo lograr un sueño bueno y saludable.

[35] {35} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en Alavi, sobre un montículo de hojas
esparcidas en el camino de las vacas, en la arboleda Simsapa. Entonces Hatthaka de Alavi, mientras
estaba vagando por ahí y caminaba haciendo ejercicios, vio al Bienaventurado sentado en aquel
lugar. Acto seguido se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿ha dormido usted bien?”.
“Sí, príncipe, dormí bien. Soy uno de aquellos en el mundo que duermen bien”.
“Pero, Venerable Señor, los vientos de la noche son fríos. Este es el octavo día del intervalo en el
cual cae la nieve. La tierra es áspera y pisoteada por las pezuñas del ganado, la extensión de las
hojas esparcidas encima es muy fina, las hojas caídas de los árboles son escasas, el hábito amarillo
deja a uno con frío y el vendaval sopla fríamente. Con todo eso el Bienaventurado dice: ‘Sí,
príncipe, dormí bien. Soy uno de aquellos en el mundo que duermen bien’”.
“Entonces, príncipe, le preguntaré acerca de este tema. Podrá responder cómo mejor le parezca.
¿Qué opina sobre esto, príncipe? Si un hombre hogareño o el hijo del hombre hogareño tuviese una
casa con el techo de dos aguas, enyesada por dentro y por afuera, sin corrientes de aire, con pernos
fijados y persianas cerradas. Y tuviese también ahí adentro un extenso sofá con alfombras, mantas y
fundas, con excelente envoltura de piel de antílope, con un dosel rojo arriba y cabeceras en ambos
costados. Y una lámpara de aceite iluminase este lugar, y sus cuatro esposas le sirviesen de maneras
extremadamente agradables. Entonces, ¿qué opina? ¿Hubiese podido dormir bien ahí o no, o qué
opina usted acerca de eso?”.
“Hubiese podido dormir bien, Venerable Señor. Hubiese sido uno de aquellos en el mundo que
duermen bien”.
“Y, ¿qué opina de esto, príncipe? ¿Sería posible que surgiese en aquel hombre hogareño o en el hijo
del hombre hogareño la fiebre corporal o mental nacida de la lascivia, la cual le atormentase hasta el
punto de hacerle dormir mal?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Entonces, sí es posible que surgiese en aquel hombre hogareño o en el hijo del hombre hogareño la
fiebre corporal o mental nacida de la lascivia, la cual le atormentase hasta el punto de hacerle
dormir mal. Pero el Tathagata ha abandonado aquella lascivia, la cortó de raíces, hizo con ella como
con un tronco de palmera, la destruyó de tal manera que ya no puede estar sujeta a futuros
surgimientos. Es por eso que yo duermo bien.
“Y, ¿qué opina de esto, príncipe? ¿ Sería posible que surgiese en aquel hombre hogareño o en el hijo
del hombre hogareño la fiebre corporal o mental nacida del odio… de la falsa ilusión, la cual le
atormentase hasta el punto de hacerle dormir mal?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Entonces, sí es posible que surgiese en aquel hombre hogareño o en el hijo del hombre hogareño la
fiebre corporal o mental nacida de la falsa ilusión, la cual le atormentase hasta el punto de hacerle
dormir mal. Pero el Tathagata ha abandonado aquella falsa ilusión, la cortó de raíces, hizo con ella
como con un tronco de palmera, la destruyó de tal manera que ya no puede estar sujeta a futuros
surgimientos. Es por eso que yo duermo bien”.
El siempre duerme bien,
el brahmán que alcanzó el Nibbana,
enfrió, sin adquisiciones,
las tentaciones de los placeres sensuales.
Habiendo cortado todas las ataduras,
habiendo eliminado la angustia de su corazón,
el pacífico duerme bien,
habiendo alcanzado la paz mental.

AN 3,36 {15A3.1.4.6,36} Devaduta Sutta – Divinos mensajeros

Los horrores del infierno que esperan a los que no hacen caso a los “divinos mensajeros”: la vejez,
la enfermedad y la muerte.

[36] {36} “Monjes, he aquí estos tres divinos mensajeros. Y, ¿cuáles son esos tres? He aquí, monjes,
alguien que está involucrado en la mala conducta corporal, verbal y mental. En consecuencia, con la
ruptura de su cuerpo, después de la muerte, renace en el plano de miseria, en el mal destino, en el
mundo bajo, en el infierno. Allí, los guardianes del infierno lo sujetan por sus dos brazos y le
muestran al rey Yama, [diciendo:] ‘Esta persona, su majestad, no se conducía apropiadamente frente
a su madre y padre; no se conducía apropiadamente frente a los ascetas y brahmanes; tampoco
honraba a los ancianos de la familia. Que su majestad le inflija el castigo que se merece’.
“Entonces, el rey Yama le pregunta, interroga y repregunta acerca del primer mensajero divino:
‘¿No has visto al primer divino mensajero aparecido entre los seres humanos?’. Y él responde: ‘No,
señor, no lo he visto’.
“Entonces, el rey Yama le dice: ‘Pero, buen hombre, ¿acaso nunca has visto entre los seres humanos
a hombres o mujeres de ochenta, noventa o cien años, frágiles, doblados como el soporte del techo,
torcidos, tambaleándose a medida que avanzan apoyados en un bastón, enfermos, con su juventud
pasada, dientes quebrados, cabello gris y escaso, o calvos, arrugados, con miembros cubiertos de
manchas?’. Y el hombre responde: ‘Sí, los he visto, señor’.
“Entonces el rey Yama le dice: ‘Buen hombre, y ¿nunca se te ocurrió, persona inteligente y madura,
esto: «Yo también estoy sujeto a la vejez, no estoy exento de la vejez. Voy a realizar ahora buenas
acciones con el cuerpo, habla y mente?’. – ‘No, señor, no se me ocurrió. Fui negligente’.
“Entonces, el rey Yama le dice: ‘A causa de esta negligencia, buen hombre, has fallado en hacer el
bien con tu cuerpo, habla y mente. Ciertamente, serás tratado de manera acorde a tu negligencia.
Aquel mal kamma tuyo no ha sido hecho por tu madre o padre, tampoco por tu hermana ni
hermano, ni por tus compañeros, amigos, familiares ni miembros de tu clan; [no ha sido hecho] por
las deidades, ascetas ni brahmanes. Más bien, fuiste tú quien realizó este mal kamma y tú mismo
experimentarás sus resultados’.
“Cuando el rey Yama le haya preguntado, interrogado y repreguntado acerca del primer divino
mensajero, entonces le vuelve a preguntar, interrogar y repreguntar acerca del segundo mensajero
divino: ‘Buen hombre, ¿no has visto al segundo divino mensajero aparecido entre los seres
humanos?’. Y él responde: ‘No, señor, no lo he visto’.
“Entonces, el rey Yama le dice: ‘Pero, buen hombre, ¿acaso nunca has visto entre los seres humanos
a hombres o mujeres enfermos, afligidos, gravemente dolidos, acostados en medio de su orina y
excrementos, habiendo sido levantados y transportados por otros?’. Y el hombre responde: ‘Sí, los
he visto, señor’.
“Entonces el rey Yama le dice: ‘Buen hombre, y ¿nunca se te ocurrió, persona inteligente y madura,
esto: «Yo también estoy sujeto a la enfermedad, no estoy exento de la enfermedad. Voy a realizar
ahora buenas acciones con el cuerpo, habla y mente?’. – ‘No, señor, no se me ocurrió. Fui
negligente’.
“Entonces, el rey Yama le dice: ‘A causa de esta negligencia, buen hombre, has fallado en hacer el
bien con tu cuerpo, habla y mente. Ciertamente, serás tratado de manera acorde a tu negligencia.
Aquel mal kamma tuyo no ha sido hecho por tu madre o padre, tampoco por tu hermana ni
hermano, ni por tus compañeros, amigos, familiares ni miembros de tu clan; [no ha sido hecho] por
las deidades, ascetas ni brahmanes. Más bien, fuiste tú quien realizó este mal kamma y tú mismo
experimentarás sus resultados’.
“Cuando el rey Yama le haya preguntado, interrogado y repreguntado acerca del segundo divino
mensajero, entonces le vuelve a preguntar, interrogar y repreguntar acerca del tercer mensajero
divino: ‘Buen hombre, ¿no has visto al tercer divino mensajero aparecido entre los seres humanos?’.
Y él responde: ‘No, señor, no lo he visto’.
“Entonces, el rey Yama le dice: ‘Pero, buen hombre, ¿acaso nunca has visto entre los seres humanos
a hombres o mujeres muertos desde hace dos o tres días, con el cuerpo hinchado, lívido y
supurante?’. Y el hombre responde: ‘Sí, los he visto, señor’.
“Entonces el rey Yama le dice: ‘Buen hombre, y ¿nunca se te ocurrió, persona inteligente y madura,
esto: «Yo también estoy sujeto a la muerte, no estoy exento de la muerte. Voy a realizar ahora
buenas acciones con el cuerpo, habla y mente?’. – ‘No, señor, no se me ocurrió. Fui negligente’.
“Entonces, el rey Yama le dice: ‘a causa de esta negligencia, buen hombre, has fallado en hacer el
bien con tu cuerpo, habla y mente. Ciertamente, serás tratado de manera acorde a tu negligencia.
Aquel mal kamma tuyo no ha sido hecho por tu madre o padre, tampoco por tu hermana ni
hermano, ni por tus compañeros, amigos, familiares ni miembros de tu clan; [no ha sido hecho] por
las deidades, ascetas ni brahmanes. Más bien, fuiste tú quien realizó este mal kamma y tú mismo
experimentarás sus resultados’.
“Cuando el rey Yama le haya preguntado, interrogado y repreguntado acerca del tercer divino
mensajero, entonces guarda silencio. Al instante, los guardianes del infierno empiezan a torturarlo
con la quíntuple transfixión. Traspasan una de sus manos con una barra de metal caliente y con otra
barra de metal caliente traspasan su otra mano; traspasan uno de sus pies con una barra de metal
caliente y con otra barra de metal caliente traspasan su otro pie; y con una barra de metal caliente
traspasan el medio de su pecho. De ese modo, él sufre dolores atroces y sensaciones punzantes, pero
aún así no muere, hasta tanto su mal kamma se extinga.
“Después, los guardianes del infierno lo arrojan abajo y le cortan con hachas. De ese modo, él sufre
dolores atroces y sensaciones punzantes, pero aún así no muere, hasta tanto su mal kamma se
extinga. Después, los guardianes del infierno lo colocan boca abajo y lo cortan con azuelas… lo
atan a un carro y lo arrastran de un lado a otro por el suelo que arde, está en llamas y está
incendiado… suben y bajan sus miembros a un gran montón de carbones ardientes, en llamas e
incendiados… lo colocan al revés y lo hunden en un ardiente caldero de cobre que arde, está en
llamas y está incendiado. Y se le cocina ahí en un remolino de espuma. Y estando cocinado ahí en
un remolino de espuma, se lo barre de arriba abajo y a lo largo [del caldero]. De ese modo, él sufre
dolores atroces y sensaciones punzantes, pero aún así no muere, hasta tanto su mal kamma se
extinga.
“Después, los guardianes del infierno lo arrojan dentro del Gran Infierno. Ahora bien, monjes, en
cuanto a este Gran Infierno:
Tiene cuatro esquinas y cuatro puertas
y está dividido por compartimientos separados;
está rodeado por murallas de hierro
y cubierto con techo de hierro.
El suelo también está hecho de hierro
calienta tanto que hasta se ilumina con el fuego.
Su rango completa las cien yojanas
siempre igual e impenetrable.
“Una vez, monjes, en tiempos pasados, el rey Yama pensó así: ‘Aquellos en el mundo que realizan
las malas acciones están siendo castigados con semejantes diversas torturas. ¡Ojalá pueda alcanzar
el estado humano! ¡Ojalá el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado surja en el mundo!
¡Y que pueda tratar con el Bienaventurado! ¡Y que el Bienaventurado me enseñe el Dhamma y
pueda llegar a comprender el Dhamma!’.
“Monjes, no estoy repitiendo algo que escuché de otros ascetas o brahmanes, sino que estoy
hablando acerca de lo que realmente conocí, vi y comprendí por mí mismo”.
Aunque prevenidos por los divinos mensajeros,
aquella gente que permanece negligente
sufre por mucho tiempo,
habiendo ido al reino bajo.
Pero aquella buena gente que,
siendo prevenida por los divinos mensajeros,
nunca cae en la negligencia
en consideración al noble Dhamma;
quienes, habiendo visto el peligro en el apego
como origen del nacimiento y la muerte,
son liberados mediante el no-apego
en la extinción del nacimiento y la muerte;
aquellos felices, han alcanzado la liberación,
han llegado al Nibbana en esta presente vida.
Habiendo superado a toda enemistad y todo peligro,
han trascendido la insatisfacción.

AN 3,37-38 {15A3.1.4.7,37-15A3.1.4.8,38} Catumaharaja y


Dutiyacatumaharaja Sutta – Los Cuatro Reyes

Las costumbres morales saludables, atraen a la tierra las fuerzas celestiales, y el descuido de ellas,
compañía de demonios. El final del primer sutta y el segundo discurso demuestran que, ni siquiera
el principal de los dioses, tiene el derecho de enseñar la moral a otros si no está completamente
liberado.

AN 3,37 {15A3.1.3.7,37} Catumaharaja Sutta – Los Cuatro Reyes


[37] {37} “Monjes, el día octavo de la luna creciente, los ministros y los miembros de la asamblea
de los Cuatro Grandes Reyes estaban recorriendo este mundo [pensando]: ‘Esperamos que haya
mucha gente que se comporta apropiadamente con sus madres y padres, que se comporta
apropiadamente con los ascetas y brahmanes, que honra a los ancianos de sus familias, que observa
los Uposathas, guarda los otros días de observancia y realiza acciones meritorias’. El día catorce de
la luna creciente, monjes, los ministros y los miembros de la asamblea de los Cuatro Grandes Reyes
estaban recorriendo este mundo [pensando]: ‘Esperamos que haya mucha gente que se comporta
apropiadamente con sus madres y padres… y realiza acciones meritorias’. El día quince, el
Uposatha de la luna creciente, los ministros y los miembros de la asamblea de los Cuatro Grandes
Reyes estaban recorriendo este mundo [pensando]: ‘Esperamos que haya mucha gente que se
comporta apropiadamente con sus madres y padres, que se comporta apropiadamente con los
ascetas y brahmanes, que honra a los ancianos de sus familias, que observa los Uposathas, guarda
los otros días de observancia y realiza acciones meritorias’.
“Monjes, si hay poca gente que se comporta apropiadamente con sus madres y padres, que se
comporta apropiadamente con los ascetas y brahmanes, que honra a los ancianos de sus familias,
que observa los Uposathas, guarda los otros días de observancia y realiza acciones meritorias, los
Cuatro Grandes Reyes lo reportan en el cielo de los devas de Tavatimsa, cuando se encuentran allí
sentados juntos en el vestíbulo del Concilio de Sudhamma: ‘Reverendos Señores, he aquí, hay poca
gente que se comporta apropiadamente con sus madres y padres… y realiza acciones meritorias’. Y
a causa de eso, los devas de Tavatimsa se disgustan [diciendo]: ‘¡Ay! La compañía celestial va a
declinar y la compañía de los asuras florecerá’.
“Pero, monjes, si hay mucha gente que se comporta apropiadamente con sus madres y padres, que
se comporta apropiadamente con los ascetas y brahmanes, que honra a los ancianos de sus familias,
que observa los Uposathas, guarda los otros días de observancia y realiza acciones meritorias,
entonces los Cuatro Grandes Reyes lo reportan en el cielo de los devas de Tavatimsa, cuando se
encuentran allí sentados juntos en el vestíbulo del Concilio de Sudhamma: ‘Reverendos Señores, he
aquí, hay mucha gente que se comporta apropiadamente con sus madres y padres… y realiza
acciones meritorias’. Y a causa de eso, los devas de Tavatimsa se alegran [diciendo]: ‘Ciertamente,
la compañía celestial va a florecer y la compañía de los asuras declinará’.
“Monjes, una vez en los tiempos pasados, cuando Sakka, el gobernante de los devas, estaba guiando
el cielo de los devas de Tavatimsa, recitó este verso:
’La persona que fuera como yo,
debería observar el Uposatha,
estar completo en los ocho preceptos,
el día catorce y quince,
el octavo de la luna creciente,
y durante los días de observancia especiales’.
“Sin embargo, monjes, el verso fue recitado de manera incorrecta por Sakka, el gobernante de los
devas, y no bien recitado. Esto ha sido declarado de manera incorrecta y no bien declarado. Y, ¿por
qué así? Porque Sakka, monjes, el gobernante de los devas, no estaba libre de codicia, odio y falsa
ilusión. Pero en caso del monje que es un arahant —alguien, cuyas corrupciones mentales han sido
destruidas, que ha vivido la vida santa, hizo lo que tenía que hacerse, echó la pesada carga, alcanzó
su propia meta, definitivamente destruyó los grilletes de la existencia, alguien completamente
liberado mediante el conocimiento final— es conveniente para él decir:
’La persona que fuera como yo…
y durante los días de observancia especiales’.
“Y, ¿por qué así? Porque aquel monje está libre de codicia, odio y falsa ilusión”.

AN 3,38 {15A3.1.3.8,38} Dutiyacatumaharaja Sutta – Segundo discurso con los


Cuatro Reyes
[38] {38} “Monjes, una vez en los tiempos pasados, cuando Sakka, el gobernante de los devas,
estaba guiando el cielo de los devas de Tavatimsa, recitó este verso:
’La persona que fuera como yo…
y durante los días de observancia especiales’.
“Sin embargo, monjes, el verso fue recitado de manera incorrecta por Sakka, el gobernante de los
devas, y no bien recitado. Esto ha sido declarado de manera incorrecta y no bien declarado. Y, ¿por
qué así? Porque Sakka, monjes, el gobernante de los devas, no estaba libre del nacimiento, la vejez
y la muerte; tampoco estaba libre de dolor, el lamento y la pena, del desaliento y la angustia; no
estaba libre de la insatisfacción. Pero en caso del monje que es un arahant —alguien, cuyas
corrupciones mentales han sido destruidas, que ha vivido la vida santa, hizo lo que tenía que
hacerse, echó la pesada carga, alcanzó su propia meta, definitivamente destruyó los grilletes de la
existencia, alguien completamente liberado mediante el conocimiento final— es conveniente para él
decir:
’La persona que fuera como yo…
y durante los días de observancia especiales’.
“Y, ¿por qué así? Porque aquel monje está libre del nacimiento, la vejez y la muerte; también está
libre de dolor, el lamento y la pena, del desaliento y la angustia; está libre de la insatisfacción, lo
declaro yo”.

AN 3,39 {15A3.1.4.9,39} Sukhamala Sutta – Delicadamente


nutrido

El Buda narra cómo, viviendo en medio del lujo, propio a una familia real, supo interpretar el
mensaje de los “divinos mensajeros” —la vejez, la enfermedad y la muerte— y, finalmente,
abandonar por completo las tres embriagueces: de la juventud, de la salud y de la vida.

[39] {39} “Monjes, he sido delicadamente nutrido, muy delicadamente nutrido, delicadamente
nutrido en extremo. En la residencia de mi padre los estanques con flores de loto han sido hechos
exclusivamente para mi disfrute: en uno de ellos florecían las flores de loto azules, en otro, flores de
loto rojas y en el tercero, flores de loto blancas. No usaba sándalo alguno, a menos que llegara de
Kasi, y lo que cubría mi cabeza, mis chaquetas, las prendas interiores y exteriores, todo fue hecho
de la tela de Kasi. De día y noche, dos doseles blancos estaban sostenidos sobre mí,
independientemente de si hacía frío o calor, [de si estaba] en la hierba, en medio del polvo o rocío.
“También he tenido tres mansiones: una para el invierno, otra para el verano y la tercera para la
época de las lluvias. Y pasaba los cuatro meses de las lluvias en la mansión para la época de las
lluvias, siendo entretenido por músicos, ninguno de los cuales era de sexo masculino, y nunca
dejaba esta mansión. Mientras en las casas de otra gente, los esclavos, trabajadores y sirvientes se
servían el arroz partido, junto con las gachas agrias para sus comidas, en la residencia de mi padre,
se servían el arroz de la colina, la carne y el arroz hervido.
“En medio de semejante esplendor y vida delicada, se me ocurrió esto: ‘Un no instruido mundano,
aunque sujeto él mismo a la vejez y no exento de la vejez, se siente, sin embargo, repelido,
humillado y disgustado cuando ve a alguien más que sea viejo, pasando por alto su propia situación.
Ahora bien, yo también estoy sujeto a la vejez y no soy exento de la vejez. Siendo éste el caso, si yo
me sintiera repelido, humillado y disgustado al ver a alguien más que sea viejo, eso no sería
apropiado para mí’. Mientras reflexionaba sobre esto, la embriaguez de la juventud fue
completamente abandonada.
“[Otra vez se me ocurrió esto:] ‘Un no instruido mundano, aunque sujeto él mismo a la enfermedad
y no exento de la enfermedad, se siente, sin embargo, repelido, humillado y disgustado cuando ve a
alguien más que esté enfermo, pasando por alto su propia situación. Ahora bien, yo también estoy
sujeto a la enfermedad, no soy exento de la enfermedad. Siendo este el caso, si yo me sintiera
repelido, humillado y disgustado al ver a alguien más que esté enfermo, eso no sería apropiado para
mí’. Mientras reflexionaba sobre esto, la embriaguez de la salud fue completamente abandonada.
“[Otra vez se me ocurrió esto:] ‘Un no instruido mundano, aunque sujeto él mismo a la muerte y no
exento de la muerte, se siente, sin embargo, repelido, humillado y disgustado cuando ve a alguien
más que esté muerto, pasando por alto su propia situación. Ahora bien, yo también estoy sujeto a la
muerte, no soy exento de la muerte. Siendo este el caso, si yo me sintiera repelido, humillado y
disgustado al ver a alguien más que esté muerto, eso no sería apropiado para mí’. Mientras
reflexionaba sobre esto, la embriaguez de la vida fue completamente abandonada.
“He aquí, monjes, estas tres clases de embriaguez. Y, ¿cuáles son esas tres? La embriaguez de la
juventud, la embriaguez de la salud y la embriaguez de la vida. Un no instruido mundano,
embriagado con la juventud, se involucra en la mala conducta corporal, verbal y mental. Y con el
quiebre de su cuerpo, después de la muerte, renace en el plano de miseria, en el mal destino, en el
mundo bajo, hasta en el infierno. Otra vez, un no instruido mundano, embriagado con la salud, se
involucra en la mala conducta corporal, verbal y mental. Y con el quiebre de su cuerpo, después de
la muerte, renace en el plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno.
Otra vez, un no instruido mundano, embriagado con la vida, se involucra en mala conducta
corporal, verbal y mental. Y con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte, renace en el plano
de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno.
“Embriagado con la juventud, monjes, el monje abandona el entrenamiento y retorna al estilo de
vida inferior; embriagado con la salud, el monje abandona el entrenamiento y retorna al estilo de
vida inferior; embriagado con la vida, el monje abandona el entrenamiento y retorna al estilo de
vida inferior.
“Los mundanos, sujetos a la enfermedad,
la vejez y la muerte, se disgustan
[al ver a la otra gente] que existe
acorde a su propia naturaleza.
Si yo llegase a disgustarme
con los seres que tienen semejante naturaleza,
esto no sería apropiado para mí
puesto que yo también tengo la misma naturaleza.
Mientras moraba así,
habiendo conocido el estado sin adquisición alguna,
superé todas las embriagueces:
embriaguez de la salud,
de la juventud y de la vida,
habiendo visto la liberación en el renunciamiento.
Surgió, entonces, el entusiasmo en mí
al ver claramente el Nibbana.
Ahora soy incapaz
de complacerme con los placeres sensuales.
Apoyándome en la vida espiritual,
nunca más volveré atrás”.

AN 3,40 {15A3.1.4.10,40} Adhipateyya Sutta – Autoridades

El Buda explica en qué sentido la persona que sigue el sendero del Buda de la liberación, solamente
debe someterse a tres autoridades: a sí mismo, al mundo y al Dhamma.

[40] {40} “Monjes, he aquí estas tres autoridades. Y, ¿cuáles son esas tres? Uno mismo como
autoridad, el mundo como autoridad y el Dhamma como autoridad.
“Y, ¿cómo es, monjes, uno mismo como autoridad? He aquí, monjes, habiendo ido al bosque, al pie
de un árbol o a una choza vacía, el monje reflexiona de esta manera: ‘Yo no renuncié a la vida
hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar en aras de conseguir el hábito, la comida de las
limosnas o alojamiento; tampoco en aras de llegar a ser esto o aquello; más bien [lo hice con este
pensamiento]: estoy inmerso en el nacimiento, la vejez y la muerte; también en el dolor, lamento,
pena, abatimiento y angustia. Estoy inmerso en la insatisfacción y afligido por la insatisfacción. Tal
vez, puede ser discernido algún fin de todo este montón de insatisfacción. Como alguien que
renunció a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar, no sería apropiado para mí,
buscar los placeres sensuales similares o peores que aquellos que he descartado’. Y entonces
reflexiona de esta manera: ‘He de hacer surgir en mí la energía sin flaquear, he de hacer surgir en mí
la atención consciente sin confusión; mi cuerpo estará tranquilo sin disturbios; mi mente estará
concentrada y unificada’. Habiéndose tomado a sí mismo como su propia autoridad, abandona los
perjudiciales estados mentales y desarrolla los beneficiosos estados mentales; abandona lo que es
reprochable y desarrolla lo que es irreprochable; se mantiene a sí mismo en la pureza. Esto se llama,
monjes, uno mismo como autoridad.
“Y, ¿cómo es, monjes, el mundo como autoridad? He aquí, monjes, habiendo ido al bosque, al pie
de un árbol o a una choza vacía, el monje reflexiona de esta manera: ‘Yo no renuncié a la vida
hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar en aras de conseguir el hábito, la comida de las
limosnas o alojamiento; tampoco en aras de llegar a ser esto o aquello; más bien [lo hice con este
pensamiento]: estoy inmerso en el nacimiento, la vejez y la muerte; también en el dolor, lamento,
pena, abatimiento y angustia. Estoy inmerso en la insatisfacción y afligido por la insatisfacción. Tal
vez, puede ser discernido algún fin de todo este montón de insatisfacción. Como alguien que
renunció a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar, podría pensar pensamientos
sensuales, pensamientos sobre la animadversión, pensamientos sobre el daño. Pero la morada del
mundo es vasta. En esta vasta morada del mundo hay ascetas y brahmanes con poderes espirituales
y ojo divino que conocen las mentes de los demás. Ellos pueden ver cosas distantes pero no pueden
ser vistos aún permaneciendo cerca; conocen las mentes [de otros] con sus propias mentes. Ellos
podrían conocerme de esta manera: «Mirad a este hombre de clan: a pesar de que él haya
renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar por fe, todavía está empañado
con malos y perjudiciales estados mentales». También hay deidades con poderes espirituales y ojo
divino que conocen las mentes de los demás. Ellos pueden ver cosas distantes pero no pueden ser
vistos aún permaneciendo cerca; conocen las mentes [de otros] con sus propias mentes. Ellos
también podrían conocerme de esta manera: «Mirad a este hombre del clan: a pesar de que él haya
renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar por fe, todavía está empañado
con malos y perjudiciales estados mentales»’. Y entonces él reflexiona de esta manera: ‘He de
hacer surgir en mí la energía sin flaquear, he de hacer surgir en mí la atención consciente sin
confusión; mi cuerpo estará tranquilo sin disturbios; mi mente estará concentrada y unificada’.
Habiendo tomado el mundo como su propia autoridad, abandona los perjudiciales estados mentales
y desarrolla los beneficiosos estados mentales; abandona lo que es reprochable y desarrolla lo que
es irreprochable; se mantiene a sí mismo en la pureza. Esto se llama, monjes, el mundo como
autoridad.
“Y, ¿cómo es, monjes, el Dhamma como autoridad? He aquí, monjes, habiendo ido al bosque, al pie
de un árbol o a una choza vacía, el monje reflexiona de esta manera: ‘Yo no renuncié a la vida
hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar en aras de conseguir el hábito, la comida de las
limosnas o alojamiento; tampoco en aras de llegar a ser esto o aquello; más bien [lo hice con este
pensamiento]: estoy inmerso en el nacimiento, la vejez y la muerte; también en el dolor, lamento,
pena, abatimiento y angustia. Estoy inmerso en la insatisfacción y afligido por la insatisfacción. Tal
vez, puede ser discernido algún fin de todo este montón de insatisfacción. El Dhamma está bien
expuesto por el Bienaventurado, está directamente visible, inmediato, que invita a uno a mirar y ver,
es aplicable y personalmente experimentable por el sabio. He aquí, hay otros monjes compañeros
míos que conocen y ven. Como alguien que renunció a la vida hogareña para asumir el estilo de
vida sin hogar en este bien expuesto Dhamma y Disciplina, no sería apropiado para mí ser perezoso
y negligente’. Y entonces él reflexiona de esta manera: ‘He de hacer surgir en mí la energía sin
flaquear, he de hacer surgir en mí la atención consciente sin confusión; mi cuerpo estará tranquilo
sin disturbios; mi mente estará concentrada y unificada’. Habiendo tomado el Dhamma como su
propia autoridad, abandona los perjudiciales estados mentales y desarrolla los beneficiosos estados
mentales; abandona lo que es reprochable y desarrolla lo que es irreprochable; se mantiene a sí
mismo en la pureza. Esto se llama, monjes, el Dhamma como autoridad.
“Estas son, monjes, las tres autoridades”.
Para alguien que realiza una mala acción
no existe lugar llamado “oculto”.
El yo dentro de ti sabe, oh persona,
si algo es verdadero o falso.
Realmente, señor, Usted es el testigo
de despreciar su buen yo;
de ocultar a su mal yo
que existe dentro de Usted.
Los devas y el Tathagata miran al tonto
actuando incorrectamente en el mundo.
Por eso, uno debería ir atentamente consciente,
tomándose a uno mismo como autoridad,
siendo alerta y meditando, tomar al mundo como autoridad;
y yendo de acuerdo con el Dhamma,
tomar al Dhamma como autoridad.
Verdaderamente, esforzándose a sí mismo, el sabio nunca declina.
Habiendo vencido al Mara
y superado la muerte,
este esforzado ha terminado con el nacimiento.
Semejante sabio y culto, conocedor del mundo,
con nada se identifica.

AN 3,41-42 {15A3.1.5.1,41-15A3.1.5.2,42} Sammukhibhava y


Tithana Sutta – Estar presente y Los casos

Estos dos suttas resaltan la importancia de la fe y la confianza.

AN 3,41 {15A3.1.5.1,41} Sammukhibhava Sutta – Estar presente


[41] {41} “Monjes, cuando tres cosas están presentes, un miembro de clan dotado de la fe genera un
gran mérito. Y, ¿cuáles son esas tres? Cuando la fe está presente, un miembro de clan dotado de la
fe genera un gran mérito. Cuando un objeto está presente, un miembro de clan dotado de la fe
genera un gran mérito. Cuando aquellos que son dignos de ofrendas están presentes, un miembro de
clan dotado de la fe genera un gran mérito. Cuando estas tres cosas están presentes, monjes, un
miembro de clan dotado de la fe genera un gran mérito”.
AN 3,42 {15A3.1.5.2,42} Tithana Sutta – Los casos
[42] {42} “Monjes, en tres casos se puede entender que uno tiene la fe y la confianza. Y, ¿cuáles
son esos tres? Cuando uno desea ver aquellos que tienen una conducta virtuosa; cuando uno desea
escuchar el buen Dhamma; y cuando uno mora en el hogar con la mente desprovista de la mancha
de la avaricia. En esos tres casos se puede entender que uno tiene la fe y la confianza”.
El que desea ver a los virtuosos
que desea escuchar el buen Dhamma
que eliminó las manchas de la avaricia,
es llamado la persona dotada de la fe.

AN 3,43-44 {15A3.1.5.3,43-15A3.1.5.4,44} Atthavasa y


Katthapavatti Sutta – Las razones y Fluidez

Acerca de enseñar y hablar sobre el Dhamma.

AN 3,43 {15A3.1.5.3,43} Atthavasa Sutta – Las razones


[43] {43} “Monjes, cuando uno ve las tres razones, es suficiente para enseñar a otros el Dhamma. Y,
¿cuáles son esas tres? El que enseña el Dhamma, experimenta el Dhamma y su beneficio; el que
escucha el Dhamma, experimenta el Dhamma y su beneficio; ambos —el que enseña el Dhamma y
el que escucha el Dhamma— experimentan el Dhamma y su beneficio. Viendo esas tres razones,
monjes, es suficiente para enseñar a otros el Dhamma”.

AN 3,44 {15A3.1.5.4,44} Katthapavatti Sutta – Fluidez


[44] {44} “Monjes, en tres casos la plática tiene fluidez. Y, ¿cuáles son esos tres? Cuando el que
enseña el Dhamma, experimenta el Dhamma y su beneficio; cuando el que escucha el Dhamma,
experimenta el Dhamma y su beneficio; cuando ambos —el que enseña el Dhamma y el que
escucha el Dhamma— experimentan el Dhamma y su beneficio. En esos tres casos la plática tiene
fluidez”.

AN 3,45-46 {15A3.1.5.5,45-15A3.1.5.6,46} Pandita y Silavanta


Sutta – El sabio y El virtuoso

Tres acciones virtuosas que aconsejan los sabios y tres formas de generar mérito con acciones hacia
las personas virtuosas.
AN 3,45 {15A3.1.5.5,45} Pandita Sutta – El sabio
[45] {45} “Monjes, he aquí estas tres cosas prescritas por el sabio, prescritas por la buena gente. Y,
¿cuáles son esas tres? El dar está prescrito por el sabio, prescrito por la buena gente. Renunciar está
prescrito por el sabio, prescrito por la buena gente. Asistir a su madre y padre está prescrito por el
sabio, prescrito por la buena gente. Estas son tres cosas prescritas por el sabio, prescritas por la
buena gente”.
La buena gente prescribe el dar,
la inocuidad, el autocontrol y el auto-amansamiento,
servir a su madre y padre
y a los pacíficos compañeros de la vida espiritual.
Estas son las acciones del bien,
las cuales una persona sabia debería perseguir.
El noble, poseyendo la visión,
se dirige a un mundo auspicioso.

AN 3,46 {15A3.1.5.6,46} Silavanta Sutta – El virtuoso


[46] {46} “Monjes, cuando los virtuosos renunciantes moran en dependencia de un pueblo o una
ciudad, la gente genera allí un gran mérito de tres maneras. Y, ¿cuáles son esas tres? En el cuerpo,
en el habla y en la mente. Cuando los virtuosos renunciantes moran en dependencia de un pueblo o
una ciudad, monjes, la gente genera allí un gran mérito de estas tres maneras”.

AN 3,47 {15A3.1.5.7,47-15A3.1.5.8,48} Sankhatalakkhana y


Asankhatalakkhana Sutta – Lo condicionado y Lo
incondicionado

Características de lo condicionado y lo incondicionado.

AN 3,47 {15A3.1.5.7,47} Sankhatalakkhana Sutta – Lo condicionado


[47] {47} “Monjes, he aquí estas tres características que definen lo condicionado. Y, ¿cuáles son
esas tres? El surgimiento es visto, el desvanecimiento es visto y la alteración, mientras persiste, es
vista. Estas son las tres características que definen lo condicionado”.

{15A3.1.5.8,48} Asankhatalakkhana Sutta – Lo incondicionado


{48} “Monjes, he aquí estas tres características que definen lo incondicionado. Y, ¿cuáles son esas
tres? El no-surgimiento es visto, el no-desvanecimiento es visto y la no-alteración, mientras
persiste, es vista. Estas son las tres características que definen lo incondicionado”.
AN 3,48 {15A3.1.5.9,49} Pabbataraja Sutta – Montañas

Con el símil del gran crecimiento de los árboles del bosque, el Buda señala la importancia de la
virtud de un jefe de familia para los que dependen de él.

[48] {49} “Monjes, arraigados en Himalaya —el rey de las montañas— los grandes árboles sala
crecen de tres maneras. Y, ¿cuáles son esas tres? Crecen en ramas, hojas y follajes; crecen en la
corteza y en los brotes; crecen en la madera blanda y en el duramen. Arraigados en Himalaya —el
rey de las montañas— los grandes árboles sala crecen de estas tres maneras.
“De la misma manera, monjes, cuando el cabeza de familia posee la fe, los familiares que dependen
de él crecen de tres maneras. Y, ¿cuáles son esas tres? Crecen en la fe; crecen en la conducta
virtuosa y crecen en sabiduría. Cuando el cabeza de familia posee la fe, los familiares que dependen
de él crecen de estas tres maneras”.
Al igual que los árboles que crecen
dependiendo de una montaña rocosa
en medio de un vasto bosque desierto
pueden llegar a ser grandes “señores del bosque”,
así también, cuando aquí el cabeza de familia
posee la virtud y la fe,
su esposa, hijos y parientes
todos crecen dependiendo de él;
al igual que sus amigos, su círculo familiar
y todos que de él dependen.
Aquellos poseedores del discernimiento,
viendo la buena conducta del hombre virtuoso,
su generosidad y las buenas acciones,
emulan su ejemplo.
Habiendo vivido aquí de acuerdo con el Dhamma,
el sendero que conduce al buen destino,
aquellos que desean regocijarse de los placeres sensuales,
se deleitan en el mundo de los devas.
AN 3,49 {15A3.1.5.10,50} Atappakaraniya Sutta – Ardor

Tres casos en los cuales el ardor es aconsejable.

[49] {50} “Monjes, en tres casos se debe ejercer el ardor. Y, ¿cuáles son esos tres? Se debe ejercer
el ardor para que no surjan los malos y perjudiciales estados mentales que aún no han surgido. Se
debe ejercer el ardor para que surjan los beneficiosos estados mentales que aún no han surgido. Se
debe ejercer el ardor para soportar las sensaciones corporales que traen dolores atroces, agudos,
perforaciones, horrores, que son desagradables y minan la vitalidad de uno. En esos tres casos,
monjes, se debe ejercer el ardor.
“Cuando el monje ejerce el ardor para que no surjan los malos y perjudiciales estados mentales que
aún no han surgido, para que surjan los beneficiosos estados mentales que aún no han surgido y
para soportar las sensaciones corporales que traen dolores atroces, agudos, perforaciones, horrores,
que son desagradables y minan la vitalidad de uno, es llamado el monje que es ardiente, vigilante y
atentamente [atento] con el fin de completar el fin de la insatisfacción”.

AN 3,50 {15A3.1.5.11,51} Mahacora Sutta – El ladrón experto

Paralelismos entre un ladrón y un monje malo.

[50] {51} “Monjes, poseyendo los tres factores, el ladrón experto irrumpe en las casas, saquea los
bienes, comete atentados y emboscadas en los caminos. Y, ¿cuáles son esos tres? He aquí, monjes,
el ladrón experto depende de lo irregular, de los matorrales y de la gente poderosa.
“Y, ¿cómo, monjes, el ladrón maestro depende de lo irregular? He aquí, el ladrón experto depende
de algún río que es difícil de cruza y de las escabrosas montañas. Es de esa manera que el ladrón
maestro depende de lo irregular.
“Y, ¿cómo, monjes, el ladrón maestro depende de los matorrales? He aquí, el ladrón experto
depende de algún matorral de caña, matorral del bosque, matorral de algún monte bajo o de una
gran y densa jungla. Es de esa manera que el ladrón maestro depende de los matorrales.
“Y, ¿cómo, monjes, el ladrón maestro depende de la gente poderosa? He aquí, el ladrón experto
depende de los reyes o ministros reales. Él piensa así: ‘Si alguien me acusase de algo, estos reyes o
esos ministros reales me absolverían del caso’. Y, entonces, cuando alguien lo acusa de algo, estos
reyes o esos ministros reales lo absuelven del caso. Es de esa manera que el ladrón maestro depende
de la gente poderosa.
“Es, entonces que, poseyendo esos tres factores, el ladrón experto irrumpe en las casas, saquea los
bienes, comete atentados y emboscadas en los caminos.
“De la misma manera, monjes, poseyendo las tres características, el mal monje se mantiene a sí
mismo en una condición deplorable e hiriente, es censurable y sujeto a reproche por parte de un
sabio, y genera un gran demérito. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, monjes, el mal monje depende
de lo irregular, de los matorrales y de la gente poderosa.
“Y, ¿cómo, monjes, el mal monje depende de lo irregular? He aquí, el mal monje se involucra en
acciones corporales, verbales y mentales incorrectas. Es de esa manera que el mal monje depende
de lo irregular.
“Y, ¿cómo, monjes, el mal monje depende de los matorrales? He aquí, el mal monje adopta
incorrectos puntos de vista, adopta puntos de vista extremos. Es de esa manera que el mal monje
depende de los matorrales.
“Y, ¿cómo, monjes, el mal monje depende de la gente poderosa? He aquí, el mal monje depende de
los reyes o ministros reales. Él piensa así: ‘Si alguien me acusase de algo, estos reyes o esos
ministros reales me absolverían del caso’. Y, entonces, cuando alguien lo acusa de algo, estos reyes
o esos ministros reales lo absuelven del caso. Es de esa manera que el mal monje depende de la
gente poderosa.
“Es, entonces que, poseyendo esas tres características, el mal monje se mantiene a sí mismo en una
condición deplorable e hiriente, es censurable y sujeto a reproche por parte de un sabio, y genera un
gran demérito”.

AN 3,51-52 {15A3.2.1.1,52-15A3.2.1.2,53}
Pathamadvebrahmana y Dutiyadvebrahmana Sutta – Primer
y segundo discurso con dos brahmanes

El control sobre nuestras acciones, palabras y pensamientos, se convierte en nuestro refugio, una
vez partamos de esta vida.

AN 3,51 {15A3.2.1.1,52} Pathamadvebrahmana Sutta – Primer discurso con dos


brahmanes
[51] {52} Entonces, dos brahmanes que eran ancianos, de edad, consumidos por la vejez y
avanzados en la vida, arribados a la última etapa de su espacio vital, de ciento veinte años, se
acercaron al Bienaventurado e intercambiaron con él cordiales saludos. Cuando concluyeron sus
saludos y amables palabras de bienvenida, se sentaron a un lado y dijeron al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, somos brahmanes ancianos… de ciento veinte años. Pero no hemos hecho aún
nada bueno ni beneficioso, tampoco hemos hecho refugio alguno para nosotros. Que el maestro
Gotama nos exhorte y nos instruya de manera tal que nos conduzcamos hacia nuestro bienestar y
felicidad por largo tiempo”.
“Es cierto, brahmanes, sois brahmanes ancianos… de ciento veinte años, pero no habéis hecho aún
nada bueno ni beneficioso, tampoco habéis hecho refugio alguno para vosotros. En efecto, este
mundo está barrido por la vejez, la enfermedad y la muerte; cuando uno se haya ido, el autocontrol
corporal, verbal y mental va a proveer un refugio, un puerto, una isla, un amparo y un apoyo”.
La vida se barre y corto es el espacio vital,
no hay refugio para quien ha crecido en años.
Viendo claramente el peligro en la muerte,
uno debería hacer acciones meritorias que traigan felicidad.
Cuando alguien abandona [esta vida],
el autocontrol sobre su cuerpo, habla y mente,
y las acciones meritorias que uno realizó a los largo de la vida,
le conducen a la felicidad.

AN 3,52 {15A3.2.1.2,53} Dutiyadvebrahmana Sutta – Segundo discurso con dos


brahmanes
[52] {53} Entonces, dos brahmanes que eran ancianos… [igual que en el sutta anterior]
“…Que el maestro Gotama nos exhorte y nos instruya de manera tal que nos conduzcamos hacia
nuestro bienestar y felicidad por largo tiempo”.
“Es cierto, brahmanes, sois brahmanes ancianos… de ciento veinte años, pero no habéis hecho aún
nada bueno ni beneficioso, tampoco habéis hecho refugio alguno para vosotros. En efecto, este
mundo está barrido por la vejez, la enfermedad y la muerte; pero por más que este mundo esté
barrido por la vejez, la enfermedad y la muerte, cuando uno se haya ido, el autocontrol corporal,
verbal y mental va a proveer un refugio, un puerto, una isla, un amparo y un apoyo”.
Cuando una casa está en llamas,
el recipiente que será útil,
es aquel que está retirado,
no uno que se quema adentro.
Así que, puesto que el mundo está en llamas,
con la vejez y la muerte,
uno debería retirarse mediante las dádivas:
aquello que es donado, está bien resguardado.
Cuando alguien abandona [esta vida],
el autocontrol sobre su cuerpo, habla y mente,
y las acciones meritorias que uno realizó a los largo de la vida,
le conducen a la felicidad.
AN 3,53-55 {15A3.2.1.3,54-15A3.2.1.5,56} Annatarabramana,
Paribbajaka y Nibbuta Sutta – Cierto brahmán, Errante y
Nibbana

El Dhamma enseñado por el Buda y el Nibbana, al cual conduce, son directamente visibles,
inmediatos, invitan a uno a ver y experimentarlos personalmente.

AN 3,53 {15A3.2.1.3,54} Annatarabramana Sutta – Cierto brahmán


[53] {54} Entonces, cierto brahmán se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales
saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado y
dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, se ha dicho: ‘El Dhamma directamente visible, el Dhamma directamente
visible’. ¿De qué manera, maestro Gotama, el Dhamma es directamente visible, inmediato,
invitando a uno a venir y ver, aplicable y personalmente experimentable por el sabio?”.
“Brahmán, alguien excitado por la codicia, superado por la codicia y con la mente obsesionada por
ella, piensa en su propia aflicción, en la aflicción de otros y en la aflicción de ambos, y experimenta
insatisfacción mental y abatimiento. Pero cuando abandona la codicia, no piensa más en su propia
aflicción, en la aflicción de otros ni en la aflicción de ambos, ni tampoco experimenta insatisfacción
mental ni abatimiento. Es de esta manera, brahmán, que el Dhamma es directamente visible,
inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y personalmente experimentable por el sabio.
“Brahmán, alguien que está lleno de odio… experimenta insatisfacción mental y abatimiento. Pero
cuando abandona el odio, no piensa en su propia aflicción… ni tampoco experimenta insatisfacción
mental ni abatimiento. Es de esta manera también, brahmán, que el Dhamma es directamente
visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y personalmente experimentable por el
sabio.
“Brahmán, alguien que está engañado, superado por la falsa ilusión y con la mente obsesionada por
ella, piensa en su propia aflicción, en la aflicción de otros y en la aflicción de ambos, y experimenta
insatisfacción mental y abatimiento. Pero cuando abandona la falsa ilusión, no piensa en su propia
aflicción… ni tampoco experimenta insatisfacción mental ni abatimiento. Es de esta manera
también, brahmán, que el Dhamma es directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y
ver, aplicable y personalmente experimentable por el sabio”.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
AN 3,54 {15A3.2.1.4,55} Paribbajaka Sutta – Errante
[54] {55} Entonces, cierto brahmán errante se acercó al Bienaventurado e intercambió con él
cordiales saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un
lado y dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, se ha dicho: ‘El Dhamma directamente visible, el Dhamma directamente
visible’. ¿De qué manera, maestro Gotama, el Dhamma es directamente visible, inmediato,
invitando a uno a venir y ver, aplicable y personalmente experimentable por el sabio?”.
“Brahmán, alguien excitado por la codicia… experimenta insatisfacción mental y abatimiento. Pero
cuando abandona la codicia… tampoco experimenta insatisfacción mental ni abatimiento. Alguien
excitado por la codicia, superado por la codicia y con la mente obsesionada por ella, se involucra
con mala conducta por medio del cuerpo, habla y mente. Pero cuando abandona la codicia, no se
involucra más con la mala conducta por medio del cuerpo, habla y mente. Alguien excitado por la
codicia, superado por la codicia y con la mente obsesionada por ella, no comprende cómo realmente
es su propio bien, el bien de otros ni el bien de ambos. Pero cuando abandona la codicia, comprende
cómo realmente es su propio bien, el bien de otros y el bien de ambos. Es de esta manera, brahmán,
que el Dhamma es directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y
personalmente experimentable por el sabio.
“Brahmán, alguien que está lleno de odio… experimenta insatisfacción mental y abatimiento. Pero
cuando abandona el odio, no piensa en su propia aflicción… ni tampoco experimenta insatisfacción
mental ni abatimiento. Es de esta manera también, brahmán, que el Dhamma es directamente
visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y personalmente experimentable por el
sabio.
“Brahmán, alguien que está engañado, superado por la falsa ilusión y con la mente obsesionada por
ella, piensa en su propia aflicción, en la aflicción de otros y en la aflicción de ambos, y experimenta
insatisfacción mental y abatimiento. Pero cuando abandona la falsa ilusión, no piensa en su propia
aflicción… ni tampoco experimenta insatisfacción mental ni abatimiento. Alguien que está
engañado, superado por la falsa ilusión y con la mente obsesionada por ella, no comprende cómo
realmente es su propio bien, el bien de otros ni el bien de ambos. Pero cuando abandona la falsa
ilusión, comprende cómo realmente es su propio bien, el bien de otros y el bien de ambos. Es de
esta manera, brahmán, que el Dhamma es directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y
ver, aplicable y personalmente experimentable por el sabio.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! …Que el maestro Gotama me
considere como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 3,55 {15A3.2.1.5,56} Nibbuta Sutta – Nibbana


[55] {56} Entonces, el brahmán Janussoni se acercó al Bienaventurado e intercambió con él
cordiales saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un
lado y dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, se ha dicho: ‘El Nibbana directamente visible, el Nibbana directamente visible’.
¿De qué manera, maestro Gotama, el Nibbana es directamente visible, inmediato, invitando a uno a
venir y ver, aplicable y personalmente experimentable por el sabio?”.
[Se repite la respuesta entera del Buda de AN 3,33, reemplazando “Dhamma” por “Nibbana” y
agregando:]
“Brahmán, cuando uno experimenta la destrucción de la codicia sin residuo alguno, la destrucción
del odio sin residuo alguno y la destrucción de la falsa ilusión sin residuo alguno, de esta manera
también el Nibbana es directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y
personalmente experimentable por el sabio.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! …Que el maestro Gotama me
considere como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 3,56 {15A3.2.1.6,57} Paloka Sutta – Despoblación

Tres razones por la cuales la población mengua en la tierra.

[56] {57} Entonces, un cierto brahmán se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales
saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado y
dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, he escuchado a los brahmanes mayores que son ancianos, consumidos por la
vejez, maestros de los maestros, decir esto: ‘En el pasado, este mundo fue densamente poblado, uno
podría pensar que no había espacio entre la gente. Los pueblos, las ciudades y las capitales estaban
tan cerca unos con otros que los gallos podrían volar entre ellos’. ¿Por qué, maestro Gotama, en el
tiempo presente el número de la gente ha declinado y es vista la despoblación? ¿Por qué los
pueblos, las ciudades, las capitales y los distritos desaparecieron?”.
“En el presente, brahmán, la gente está excitada por la codicia ilícita, superada por incorrecta
avidez, afligida por el mal Dhamma. Como resultado, tomaron las armas y se asesinan unos a otros.
Por lo tanto mucha gente muere. Esta es la razón, brahmán, por la cual en el tiempo presente el
número de la gente ha declinado, es vista la despoblación y los pueblos, las ciudades, las capitales y
los distritos desaparecieron.
“De nuevo, en el presente, brahmán, la gente está excitada por la codicia ilícita, superada por
incorrecta avidez, afligida por el mal Dhamma. Y cuando eso sucede, no cae suficiente lluvia. Como
resultado, hay hambre y escasez de granos; los cultivos llegan a arruinarse y se convierten en paja.
Por lo tanto mucha gente muere. Esta es la otra razón, brahmán, por la cual en el tiempo presente el
número de la gente ha declinado, es vista la despoblación y los pueblos, las ciudades, las capitales y
los distritos desaparecieron.
“De nuevo, en el presente, brahmán, la gente está excitada por la codicia ilícita, superada por
incorrecta avidez, afligida por el mal Dhamma. Y cuando eso sucede, los yakkas liberan a los
espíritus salvajes. Por lo tanto mucha gente muere. Esta es la otra razón, brahmán, por la cual en el
tiempo presente el número de la gente ha declinado, es vista la despoblación y los pueblos, las
ciudades, las capitales y los distritos desaparecieron.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 3,57 {15A3.2.1.7,58} Vacchagotta Sutta – Vacchagotta

El Buda rechaza la acusación sobre su supuesta prohibición de donar las limosnas a los que no
pertenecieran a su comunidad monástica y explica por qué semejante prohibición sería perjudicial
para todos. También revela cómo los donativos generan méritos más grandes en función de los
receptores.

[57] {58} Entonces, el asceta errante Vacchagotta se acercó al Bienaventurado e intercambió con él
cordiales saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un
lado y dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, he escuchado esto: ‘El asceta Gotama dijo: «Las limosnas sólo deberían
entregárseme a mí, no a otros; las limosnas sólo deberían entregárseles a mis discípulos, no a los
discípulos de otros. Solamente lo que me es entregado a mí es fructífero, no lo que es entregado a
otros; solamente lo que es entregado a mis discípulos es fructífero, no lo que es entregado a los
discípulos de otros»’. Los que emiten semejantes afirmaciones, ¿lo hacen de acuerdo con lo que
dijo el maestro Gotama o lo malinterpretan con algo que es contrario a los hechos? ¿Ellos lo
explican de acuerdo con el Dhamma, de tal modo que no incurren [en algo que daría pie] a crítica
razonable alguna ni proporcionan las bases para la censura? Nosotros no quisiéramos mal
interpretar al maestro Gotama”.
“Aquellos, Vaccha, que dicen esto: ‘El asceta Gotama dijo: «Las limosnas sólo deberían
entregárseme a mí… solamente lo que es entregado a mis discípulos es fructífero, no lo que es
entregado a los discípulos de otros»’; no lo hacen de acuerdo con lo que dije, sino que me
malinterpretan con algo que es contrario a los hechos. Alguien que impide a otros dar limosnas, crea
una obstrucción y es piedra de tropiezo para tres personas. Y, ¿cuáles son esas tres? Él crea una
obstrucción al donante en cuanto a la adquisición del mérito, al receptor en cuanto a la recepción del
donativo y, además, se mutila y lastima a sí mismo. Alguien que impide a otros dar limosnas, crea
una obstrucción y es piedra de tropiezo para esas tres personas.
“Pero yo, Vaccha, digo que uno adquiere mérito incluso si lanza el agua del lavavajillas al vertedero
o pozo negro con este pensamiento: ‘Que los seres vivos aquí se sostengan con eso’. Cuánto más,
entonces, cuando uno dona a los seres humanos. Lo que, sin embargo, dije, Vaccha, es que es más
fructífero aquello que es donado a alguien virtuoso que a alguien inmoral. Y que [el receptor más
digno de donativos] es alguien que abandonó los cinco factores y posee cinco [otros] factores.
“Y, ¿cuáles son los cinco factores que abandonó? Deseo sensorial, animadversión, apatía y
somnolencia, inquietud y remordimiento, y duda. Estos son los cinco factores que abandonó.
“Y, ¿cuáles son los cinco factores que posee? Conducta virtuosa, concentración, sabiduría,
liberación, y el conocimiento y la visión de la liberación. Estos son los cinco factores que posee.
“Es de esta manera, yo lo declaro, que es más fructífero aquello que es donado a alguien virtuoso
que a alguien inmoral”.
Entre ganado de diferentes clases,
sea negro, blanco, rojo o dorado,
moteado, uniforme o de color de una paloma,
el toro domesticado nace,
como para poder soportar la carga,
poseyendo la fuerza y la ventaja con su buena velocidad.
Entonces colocan el yugo de la carga sobre él,
sin considerar su color.
Así también, entre los seres humanos
hay diferentes clases de nacimiento:
entre los khattiyas, brahmanes, vessas,
studdas, candalas o recolectores de basura;
entre distintas clases de gente
es que nace la persona amansada de buenos modales:
uno que está firme en el Dhamma, virtuoso en la conducta,
veraz en su forma de hablar, dotado de la vergüenza moral;
uno que abandonó el nacimiento y la muerte,
vivió la vida santa,
con su carga suelta y caída,
que realizó la tarea, libre de las corrupciones mentales;
que ha ido más allá de todas las cosas [del mundo]
y, mediante el no-apego, alcanzó el Nibbana:
la ofrenda realmente es grande
cuando se la planta en el campo impecable.
Los tontos carecen del entendimiento,
los lerdos y no instruidos
no atienden a los santos,
pero ofrecen sus donativos a los de afuera.
Sin embargo, aquellos que atienden a los santos,
estiman al sabio en su sabiduría,
y aquellos, cuya fe en el Bendito
es profunda y bien establecida,
caminan hacia el mundo de los devas
o nacen aquí dentro de buenas familias.
Avanzando en sus sucesivos pasos,
estos sabios alcanzan el Nibbana.

AN 3,58-59 {15A3.2.1.8,59-15A3.2.1.9,60} Tikanna y Janussoni


Sutta – Tikanna y Janussoni

Ser experto en temas religiosos es muy diferente que ser experto en la enseñanza y práctica
budistas.

AN 3,58 {15A3.2.1.8,59} Tikanna Sutta – Tikanna


[58] {59} Entonces, el brahmán Tikanna se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales
saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado.
Acto seguido, el brahmán Tikanna, en presencia del Bienaventurado habló alabanzas de los
brahmanes que son expertos en el triple conocimiento así: ‘Así y así son los brahmanes que son
expertos en el triple conocimiento; así y así también son los brahmanes que son expertos en el triple
conocimiento”.
[Y el Bienaventurado dijo:] “Pero cómo, brahmán, describen los brahmanes al que es experto en el
triple conocimiento?”.
“He aquí, maestro Gotama, un brahmán es bien nacido por ambas partes —materna y paterna— , es
un descendiente puro, inexpugnable e impecable en relación al nacimiento, hasta la séptima
generación. Además, es recitador y preservador de los himnos, maestro en los Tres Vedas con sus
vocabularios, rituales, fonología y etimología, y las historias como el quinto [punto]; además es
hábil en filología y gramática, plenamente versado en la filosofía natural y en las marcas del gran
hombre. Es de esta manera, maestro Gotama, que los brahmanes describen a un brahmán que es
experto en el triple conocimiento”.
“Brahmán, el experto en el triple conocimiento en la Disciplina de los Nobles es algo muy diferente
que el experto en el triple conocimiento descrito por los brahmanes”.
“Pero, ¿de qué manera, maestro Gotama, alguien es experto en el triple conocimiento en la
Disciplina de los Nobles? Sería bueno que el maestro Gotama me enseñara el Dhamma de tal
manera, que me esclareciera cómo alguien es experto en el triple conocimiento en la Disciplina de
los Nobles”.
“Bueno, entonces, brahmán: escucha y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, señor”, respondió el brahmán Tikanna y el Bienaventurado continuó:
“He aquí, brahmán, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados
mentales, el monje entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y
felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse
el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la
placidez interior y la unificación mental, y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la
concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanece
ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo;
entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime,
atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la
pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana,
ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la
ecuanimidad.
“Cuando su mente está así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción,
flexible, maleable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al conocimiento de sus
moradas pasadas. Recuerda sus múltiples moradas pasadas, esto es, un nacimiento, dos
nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil
nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de
expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión cósmica así: 'Allí tuve tal nombre,
pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal
el final de mi vida. Muriendo en este estado, renací allí. Allí también tuve tal nombre, pertenecí a tal
clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi
vida. Muriendo en ese estado, renací aquí'. Así conoce sus múltiples moradas pasadas con sus
aspectos y detalles.
“Este es el primer verdadero conocimiento que alcanza. La ignorancia se disipa y surge el
verdadero conocimiento; la oscuridad se disipa y surge la luz; esto sucede cuando uno mora
diligente, ardiente y resuelto.
“Cuando su mente está así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción,
flexible, maleable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al conocimiento del
fallecimiento y renacimiento de los seres. Ve —por medio del ojo divino, purificado y que supera al
humano— seres falleciendo y renaciendo inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y
desafortunados según su kamma así: 'Estos seres —involucrados con la mala conducta de cuerpo,
palabra y mente, que injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones erróneas y realizaron
acciones bajo la influencia de las opiniones erróneas— con la descomposición del cuerpo, tras la
muerte, han renacido en el plano de la privación, en el destino malo, en los reinos inferiores, en el
infierno. Pero estos seres —dotados de buena conducta de cuerpo, palabra y mente, que no
injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones correctas y realizaron acciones bajo la
influencia de las opiniones correctas— con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han
reaparecido en los destinos buenos, en el mundo celestial'. Así —por medio del ojo divino,
purificado y que supera al humano—, ve seres falleciendo y reapareciendo inferiores y superiores,
hermosos y feos, afortunados y desafortunados, según su kamma.
“Este es el segundo verdadero conocimiento que alcanza. La ignorancia se disipa y surge el
verdadero conocimiento; la oscuridad se disipa y surge la luz; esto sucede cuando uno mora
diligente, ardiente y resuelto.
“Cuando su mente está así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción,
flexible, maleable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al conocimiento de la
destrucción de las corrupciones mentales. Entiende tal como realmente es: ‘Esta es la
insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’; entiende tal
como realmente es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el
sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Y entiende tal como realmente es: ‘Estas son las
corrupciones mentales’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el origen de las corrupciones
mentales’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el cese de las corrupciones mentales’; entiende
tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de las corrupciones mentales.
"Y cuando conoce y ve de esta manera, su mente es liberada de la corrupción de la sensualidad, de
la corrupción de la existencia, de la corrupción de la ignorancia. Con la liberación, aparece el
conocimiento: ‘[Eso es estar] liberado’. Y comprende esto: ‘El nacimiento está destruido, la vida
santa ha sido vivida, lo que tendría que hacerse ha sido realizado, y he aquí no hay más futuros
estados de existencia’.
“Este es el tercer verdadero conocimiento que alcanza. La ignorancia se disipa y surge el verdadero
conocimiento; la oscuridad se disipa y surge la luz; esto sucede cuando uno mora diligente, ardiente
y resuelto.
“Aquel, cuya virtud no vacila,
quien está alerta y medita,
cuya mente ha sido dominada,
con la mente unificada y bien concentrado,
“el sabio que disipa la oscuridad,
el portador del triple conocimiento, vencedor de la muerte,
al que llaman el que abandonó todo,
benefactor de los devas y los seres humanos;
“el poseedor de los tres conocimientos,
que mora sin falsas ilusiones,
alabanzas a él, el Buda
Gotama, portador de su último cuerpo.
“Uno que conoce sus moradas pasadas,
que ve el cielo y los planos de privación,
y ha llegado a destruir el nacimiento,
es un sabio consumado en el conocimiento directo.
“Mediante esas tres clases de conocimiento
uno es un brahmán de triple conocimiento.
Y a él le llamo el experto en el triple conocimiento,
no a algún otro que canta conjuros.
“Es de esta manera, brahmán, que alguien es experto en el triple conocimiento en la Disciplina de
los Nobles”.
“Maestro Gotama, el experto en el triple conocimiento en la Disciplina de los Nobles es algo muy
diferente que el experto en el triple conocimiento descrito por los brahmanes. Y el experto en el
triple conocimiento descrito por los brahmanes no vale ni una decimosexta parte de lo que es el
experto en el triple conocimiento en la Disciplina de los Nobles.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 3,59 {15A3.2.1.9,60} Janussoni Sutta – Janussoni


Entonces, el brahmán Janussoni se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales saludos.
Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado y le dijo:
“Maestro Gotama, si alguien tiene que hacer un sacrificio, una comida memorial, un plato a
ofrendar o hacer algún otro donativo, debería ofrecer su donativo a los brahmanes que son expertos
en el triple conocimiento”.
[Y el Bienaventurado dijo:] “Pero cómo, brahmán, describen los brahmanes al que es experto en el
triple conocimiento? …[se repite la explicación entera del Buda del sutta anterior] …esto sucede
cuando uno mora diligente, ardiente y resuelto.
“Aquel que es consumado en la virtud y el conocimiento,
resuelto y sereno,
cuya mente ha sido dominada,
con la mente unificada y bien concentrado;
“uno que conoce sus moradas pasadas,
que ve el cielo y los planos de privación,
y ha llegado a destruir el nacimiento,
es un sabio consumado en el conocimiento directo.
“Mediante esas tres clases de conocimiento
uno es un brahmán de triple conocimiento.
Y a él le llamo el experto en el triple conocimiento,
no a algún otro que canta conjuros.
“Es de esta manera, brahmán, que alguien es experto en el triple conocimiento en la Disciplina de
los Nobles”.
“Maestro Gotama, el experto en el triple conocimiento en la Disciplina de los Nobles es algo muy
diferente que el experto en el triple conocimiento descrito por los brahmanes. Y el experto en el
triple conocimiento descrito por los brahmanes no vale ni una decimosexta parte de lo que es el
experto en el triple conocimiento en la Disciplina de los Nobles.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! …Que el maestro Gotama me
considere como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 3,60 {15A3.2.1.10,61} Sangarava Sutta – Sangarava

El Buda conversa con un brahmán, y le explica el gran valor que tiene el renunciamiento y el estilo
de vida sin hogar. A continuación, señala en qué consisten las “tres maravillas” —el poder
espiritual, la lectura de la mente y la instrucción— y por qué esta última es la superior de todas.

[60] {61} Entonces, el brahmán Sangarava se acercó al Bienaventurado e intercambió con él


cordiales saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un
lado y dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, nosotros los brahmanes hacemos sacrificios y mandamos a otros a ofrecer
sacrificios. En ese caso ambos —el que hace sacrificios y quien manda a otros a ofrecer sacrificios
— realizan prácticas meritorias que se extienden a mucha gente, o sea, prácticas basadas en
sacrificio. Pero alguien que deja su familia y renuncia a la vida hogareña para asumir el estilo de
vida sin hogar, se amansa solamente a sí mismo, calma solamente a sí mismo, y se conduce al
Nibbana sólo él mismo. En este caso, realiza prácticas meritorias que se extienden solamente a él
mismo, o sea, prácticas basadas en el renunciamiento”.
“Entonces bien, brahmán, voy a preguntarte ahora acerca de este tema: puedes responder como
mejor te parezca. ¿Qué opinas sobre esto brahmán? He aquí, el Tathagata surgió en el mundo, un
Arahant perfectamente iluminado, consumado en el conocimiento verdadero y la conducta,
afortunado, conocedor del mundo, insuperable amansador de las personas que han de ser
amansadas, el maestro de los devas y los seres humanos, un Iluminado, un Bendito. Y él dice así:
‘Venid, este es el sendero. Practicad de acuerdo con él. Yo he descubierto por mi mismo con el
conocimiento directo la insuperable culminación de la vida espiritual y lo hice saber a otros. Venid
también vosotros a practicar así. Practicad de acuerdo con esto, descubrid también por vosotros
mismos con el conocimiento directo la insuperable culminación de la vida espiritual y morad en
ella’. De esta manera, el maestro enseña este Dhamma y los otros practican en consecuencia. He
aquí hay cientos, miles, miles de miles de los que hacen así. ¿Qué opinas? Si este fuera el caso, ¿es
aquel acto de renunciamiento una práctica meritoria que se extiende solamente a una persona o a
muchas personas?”.
“En este caso, maestro Gotama, esta es una práctica meritoria que se extiende a muchas personas, o
sea, práctica basada en el renunciamiento”.
Cuando se dijo esto, el Venerable Ananda dijo al brahmán Sangarava: “Entre esas dos prácticas,
brahmán, ¿cuál es la que apela a ser más simple y menos perjudicial, y ser más fructífera y
beneficiosa?”.
Acto seguido, el brahmán Sangarava dijo al Venerable Ananda: “Yo considero al maestro Gotama y
al maestro Ananda dignos de veneración y alabanzas”.
Y por segunda vez el Venerable Ananda dijo al brahmán Sangarava: “Brahmán, no te he preguntado
a quién consideras dignos de veneración y alabanzas. Te he preguntado sobre ¿cuál, entre esas dos
prácticas, es la que apela a ser más simple y menos perjudicial, y ser más fructífera y beneficiosa?”.
Pero, por segunda vez, el brahmán Sangarava dijo al Venerable Ananda: “Yo considero al maestro
Gotama y al maestro Ananda dignos de veneración y alabanzas”.
Y por tercera vez el Venerable Ananda dijo al brahmán Sangarava: “Brahmán, no te he preguntado a
quién consideras dignos de veneración y alabanzas. Te he preguntado sobre ¿cuál, entre esas dos
prácticas, es la que apela a ser más simple y menos perjudicial, y ser más fructífera y beneficiosa?”.
Y por tercera vez, el brahmán Sangarava dijo al Venerable Ananda: “Yo considero al maestro
Gotama y al maestro Ananda dignos de veneración y alabanzas”.
Entonces el Bienaventurado pensó: “Incluso la tercera vez el brahmán Sangarava, siendo indagado
con una pregunta legítima por Ananda, falla en responder. Le voy a liberar”. Acto seguido, el
Bienaventurado dijo al brahmán Sangarava: “¿Qué conversación surgió hoy, brahmán, entre el
séquito del rey mientras estaban reunidos y sentados en el palacio real?”.
“La conversación fue esta, maestro Gotama: ‘Anteriormente había menos monjes, pero más los que
mostraban maravillas sobrehumanas y poderes espirituales’. Esta fue la conversación que surgió
hoy, maestro Gotama, entre el séquito del rey mientras estaban reunidos y sentados en el palacio
real”.
“He aquí, brahmán, estas tres clases de maravillas. Y, ¿cuáles son esas tres? La maravilla del poder
espiritual, la maravilla de la lectura de la mente y la maravilla de la instrucción.
“Y, ¿qué es, brahmán, la maravilla del poder espiritual? He aquí, brahmán, el monje ejerce varias
clases de poderes espirituales: habiendo sido uno, llega a ser varios; habiendo sido varios, llega a
ser uno; aparece y desaparece; traspasa sin obstáculos una pared, un cerco, una montaña como si
traspasara el espacio; se zambulle en la tierra, como si fuera agua; camina sobre el agua sin
hundirse, como si fuera tierra; sentado, con las piernas cruzadas, viaja por el espacio como una ave;
con sus manos toca y acaricia la luna y el sol, poderosa y majestuosamente; ejerce su dominio
corporal incluso hasta donde llega el mundo del Brahma. Esta es llamada la maravilla del poder
espiritual.
“Y, ¿qué es, brahmán, la maravilla de la lectura de la mente? He aquí, brahmán, hay alguien que,
mediante el significado de algunas pistas, declara: ‘Tu pensamiento es así, esto es lo que estás
pensando, tu mente está en tal y tal estado’. E incluso cuando hace muchas declaraciones, las
mismas son exactas y no de otro modo.
“De nuevo, he aquí, brahmán, hay alguien que no declara [el estado de la mente] mediante el
significado de algunas pistas, sino escuchando sonidos de la gente, de los espíritus o de las
deidades. Entonces, declara: ‘Tu pensamiento es así, esto es lo que estás pensando, tu mente está en
tal y tal estado’. E incluso cuando hace muchas declaraciones, las mismas son exactas y no de otro
modo.
“De nuevo, he aquí, brahmán, hay alguien que no declaran [el estado de la mente] sobre la base de
una marca ni escuchando sonidos de la gente, de los espíritus o de las deidades, sino que escucha el
sonido de la difusión del pensamiento [1], cómo uno piensa y examina [algún tema], y entonces,
declara: ‘Tu pensamiento es así, esto es lo que estás pensando, tu mente está en tal y tal estado’. E
incluso cuando hace muchas declaraciones, las mismas son exactas y no de otro modo.
“De nuevo, he aquí, brahmán, hay alguien que no declara [el estado de la mente] sobre la base de
una marca ni escuchando sonidos de la gente, de los espíritus o de las deidades, tampoco
escuchando el sonido de la difusión del pensamiento, cómo uno piensa y examina [algún tema],
sino que, abarca con su propia mente la mente de alguien que alcanza la concentración sin el
pensamiento aplicado y sostenido [2], y comprende esto: ‘Las actividades mentales de esa persona
están dispuestas, de modo tal, que inmediatamente después piensa este pensamiento’. E incluso
cuando hace muchas declaraciones, las mismas son exactas y no de otro modo. Esta es llamada la
maravilla de la lectura de la mente.
“Y, ¿qué es, brahmán, la maravilla de la instrucción? He aquí, brahmán, el monje instruye a otros de
esta manera: ‘Piensa de esta manera, no de otra manera. Atiende esto, no aquello. Abandona esto y
mora en aquello’. Esta es llamada la maravilla de la instrucción.
“Estas son, brahmán, las tres clases de maravillas. De esas tres clases de maravillas, ¿cuál es la que
te parece la más sublime y excelente?”.
“Entre estos, maestro Gotama, cuando alguien realiza aquella maravilla a través de la cual ejerce
varias clases de poderes espirituales… ejerce su dominio corporal incluso hasta donde llega el
mundo del Brahma, solamente el que realiza esta maravilla la experimenta y esto le ocurre sólo a él.
Esta maravilla me parece como si fuera un truco mágico.
“De nuevo, maestro Gotama, cuando alguien realiza aquella maravilla a través de la cual declara el
estado de la mente de otros, sobre la base de unas pistas… escuchando sonidos de la gente, de los
espíritus o de las deidades… escuchando el sonido de la difusión del pensamiento, cómo uno piensa
y examina [algún tema]… abarcando con su propia mente la mente de alguien que alcanza la
concentración sin el pensamiento aplicado y sostenido, y comprende esto: ‘Las actividades mentales
de esa persona están dispuestas de modo tal que inmediatamente después piensa este pensamiento’,
e incluso cuando hace muchas declaraciones, las mismas son exactas y no de otro modo —otra vez
—, solamente el que realiza esta maravilla la experimenta y esto le ocurre sólo a él. Esta maravilla
me parece como si fuera un truco mágico.
“Pero, maestro Gotama, cuando alguien realiza aquella maravilla a través de la cual instruye a otros
de esta manera: ‘Piensa de esta manera, no de otra manera. Atiende esto, no aquello. Abandona esto
y mora en aquello’. Esta maravilla me llama más la atención, como la más sublime y excelente de
esas tres maravillas.
“Es asombroso y maravilloso, maestro Gotama, qué bien esto ha sido declarado por el maestro
Gotama. Nosotros le consideramos al maestro Gotama como a alguien que realiza esas tres
maravillas. El maestro Gotama ejerce varias clases de poderes espirituales… ejerce su dominio
corporal incluso hasta donde llega el mundo del Brahma. El maestro Gotama abarca con su propia
mente la mente de alguien que alcanza la concentración sin el pensamiento aplicado y sostenido, y
comprende esto: ‘Las actividades mentales de esa persona están dispuestas de modo tal que
inmediatamente después piensa este pensamiento’. Y el maestro Gotama instruye a otros de esta
manera: ‘Piensa de esta manera, no de otra manera. Atiende esto, no aquello. Abandona esto y mora
en aquello’”.
“Ciertamente, brahmán: tus palabras son entrometidas e intrusas [3]. No obstante, voy a
responderte. Yo ejerzo varias clases de poderes espirituales… ejerzo mi dominio corporal incluso
hasta donde llega el mundo del Brahma. También abarco con mi propia mente la mente de alguien
que alcanza la concentración sin el pensamiento aplicado y sostenido, y comprendo esto: ‘Las
actividades mentales de esa persona están dispuestas de modo tal que inmediatamente después
piensa este pensamiento’. Además, instruyo a otros de esta manera: ‘Piensa de esta manera, no de
otra manera. Atiende esto, no aquello. Abandona esto y mora en aquello’”.
“Pero, maestro Gotama, ¿existe, aunque sea uno solo, otro monje aparte del maestro Gotama que
también pueda realizar estas tres maravillas?”.
“No es que haya solo uno, cien, doscientos, trescientos, cuatrocientos ni quinientos monjes, sino
que existen mucho más monjes que pueden realizar estas tres maravillas”.
“Y, ¿dónde es que estos monjes actualmente moran?”.
“Aquí mismo, brahmán, en este Sangha de los monjes”.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

NOTAS:
[1] Según los Comentarios se trata del murmullo que emiten las personas inconscientes o las que
duermen, cuyos sonidos “difunden el pensamiento”. Sin embargo, Bhikkhu Boddi (2012, P. 1647)
cree que el Comentarista yerra el punto puesto que los ejemplos del sutta van de lo más burdo a lo
más sutil y piensa que se trata de algún supuesto sonido emanado por el pensamiento, pero no
expresado verbalmente.
[2] Vitakka y vicara son elementos que el meditador deja a partir del segundo jhana.
[3] Bhikkhu Boddhi (2012, P. 1647) asume que estas palabras, sin ser insultantes, son inapropiadas
porque hacen una indagación personal.

AN 3,61 {15A3.2.2.1,61} Titthayatanadi Sutta – Los principios


[de los seguidores] de otros credos

El Buda no vacila en criticar tres doctrinas que consideró perjudiciales para la vida espiritual: el
determinismo de las acciones pasadas, el teísmo determinista y la negación de la causalidad. Al
rechazar estas enseñanzas, ofrece el resumen de los principales puntos de su Dhamma.

[61] {61} “Monjes, he aquí estos tres principios [de los seguidores] de otros credos, los cuales,
cuando son cuestionados, interrogados y repreguntados por un sabio, y llevados a sus conclusiones,
desembocan en el no-hacer. Y, ¿cuáles son esos tres?
“He aquí, monjes, algunos ascetas y brahmanes sostienen una doctrina y punto de vista como este:
‘Cualquier cosa que experimenta una persona —sea esto placentero, penoso o ni placentero ni
penoso—, todo es causado por lo que ha sido hecho en el pasado’. He aquí, otros ascetas y
brahmanes sostienen la doctrina y punto de vista como este: ‘Cualquier cosa que experimenta una
persona —sea esto placentero, penoso o ni placentero ni penoso—, todo es causado por la actividad
creadora de Dios’. Y he aquí, otros ascetas y brahmanes sostienen la doctrina y punto de vista como
este: ‘Cualquier cosa que experimenta una persona —sea esto placentero, penoso o ni placentero ni
penoso—, todo ocurre sin causa ni condición alguna’.
“Monjes, yo me acerqué a aquellos ascetas y brahmanes que sostienen la doctrina y el punto de
vista como este: ‘Cualquier cosa que experimenta una persona —sea esto placentero, penoso o ni
placentero ni penoso—, todo es causado por las obras pasadas’, y les dije esto: ‘¿Es cierto que los
venerables señores sostienen semejante doctrina y punto de vista?’. Cuando les pregunto esto, lo
afirman. Entonces les digo: ‘En este caso, es debido a las obras pasadas que podéis destruir la vida,
tomar lo que no os ha sido dado, complaceros en la actividad sexual, hablar falsamente, proferir
palabras que dividen, hablar ásperamente, complaceros en charlas frívolas; [es debido a las obras
pasadas] que podéis estar llenos de anhelo, tener la mente con animadversión y mantener los
erróneos puntos de vista’.
“Aquellos que caen en las obras pasadas como la verdad esencial, no tienen deseo [de hacer] lo que
debería ser hecho ni [de evitar de hacer] lo que no debería ser hecho, tampoco hacen esfuerzo en ese
sentido. Puesto que ellos no aprehenden, como verdadera ni válida, cosa alguna que debería ser
hecha ni la que no debería ser hecha, teniendo además la mente confusa, no se resguardan a sí
mismos e incluso la designación personal de ‘asceta’ no puede ser legítimamente aplicada a ellos.
Esta es mi primera legítima refutación a aquellos ascetas y brahmanes que sostienen semejante
doctrina y punto de vista.
“Y luego, monjes, me acerqué a aquellos ascetas y brahmanes que sostienen la doctrina y el punto
de vista como este: ‘Cualquier cosa que experimenta una persona —sea esto placentero, penoso o ni
placentero ni penoso—, todo es causado por la actividad creadora de Dios’, y les dije esto: ‘¿Es
cierto que los venerables señores sostienen semejante doctrina y punto de vista?’. Cuando les
pregunto esto, lo afirman. Entonces les digo: ‘En este caso, es debido a la actividad creadora de
Dios que podéis destruir la vida, tomar lo que no os ha sido dado, complaceros en la actividad
sexual, hablar falsamente, proferir palabras que dividen, hablar ásperamente, complaceros en
charlas frívolas; [es debido a la actividad creadora de Dios] que podéis estar llenos de anhelo, tener
la mente con animadversión y mantener los erróneos puntos de vista’.
“Aquellos que caen en la actividad creadora de Dios como la verdad esencial, no tienen deseo [de
hacer] lo que debería ser hecho ni [de evitar de hacer] lo que no debería ser hecho, tampoco hacen
esfuerzo en ese sentido. Puesto que ellos no aprehenden, como verdadera ni válida, cosa alguna que
debería ser hecha ni la que no debería ser hecha, teniendo además la mente confusa, no se
resguardan a sí mismos e incluso la designación personal de ‘asceta’ no puede ser legítimamente
aplicada a ellos. Esta es mi segunda legítima refutación a aquellos ascetas y brahmanes que
sostienen semejante doctrina y punto de vista.
“Y luego, monjes, me acerqué a aquellos ascetas y brahmanes que sostienen la doctrina y el punto
de vista como este: ‘Cualquier cosa que experimenta esa persona —sea esto placentero, penoso o ni
placentero ni penoso—, todo ocurre sin causa ni condición alguna’, y les dije esto: ‘¿Es cierto que
los venerables señores sostienen semejante doctrina y punto de vista?’. Cuando les pregunto esto, lo
afirman. Entonces les digo: ‘En este caso, es sin causa ni condición alguna que podéis destruir la
vida, tomar lo que no os ha sido dado, complaceros en la actividad sexual, hablar falsamente,
proferir palabras que dividen, hablar ásperamente, complaceros en charlas frívolas; [es debido a que
todo ocurre sin causa ni condición alguna] que podéis estar llenos de anhelo, tener la mente con
animadversión y mantener los erróneos puntos de vista’.
“Aquellos que caen en la ausencia de causa y condición alguna como la verdad esencial, no tienen
deseo [de hacer] lo que debería ser hecho ni [de evitar de hacer] lo que no debería ser hecho,
tampoco hacen esfuerzo en ese sentido. Puesto que ellos no aprehenden, como verdadera ni válida,
cosa alguna que debería ser hecha ni la que no debería ser hecha, teniendo además la mente
confusa, no se resguardan a sí mismos e incluso la designación personal de ‘asceta’ no puede ser
legítimamente aplicada a ellos. Esta es mi segunda legítima refutación a aquellos ascetas y
brahmanes que sostienen semejante doctrina y punto de vista.
“Estos son, monjes, los tres principios [de los seguidores] de otros credos, los cuales, cuando son
cuestionados, interrogados y repreguntados por un sabio, y llevados a sus conclusiones,
desembocan en el no-hacer.
“Pero, monjes, este Dhamma enseñado por mí es irrefutable, puro, irreprochable e incensurable por
los sabios ascetas y brahmanes. Y, ¿cuál es este Dhamma enseñado por mí que es irrefutable, puro,
irreprochable e incensurable por los sabios ascetas y brahmanes?
“He aquí, monjes, los seis elementos: este es el Dhamma, monjes, enseñado por mí que es
irrefutable, puro, irreprochable e incensurable por los sabios ascetas y brahmanes. He aquí, monjes,
las seis bases del contacto… He aquí, monjes, las dieciocho indagaciones mentales… He aquí,
monjes, las cuatro nobles verdades: este es el Dhamma, monjes, enseñado por mí que es irrefutable,
puro, irreprochable e incensurable por los sabios ascetas y brahmanes.
“Cuando se dijo esto: ’He aquí, monjes, los seis elementos: este es el Dhamma, monjes, enseñado
por mí que es irrefutable, puro, irreprochable e incensurable por los sabios ascetas y brahmanes’,
¿cuál fue la razón, por la cual se ha dicho esto? He aquí, monjes, esos seis elementos: el elemento
de la tierra, el elemento del agua, el elemento del fuego, el elemento del aire, el elemento del
espacio y el elemento de la consciencia. Cuando se dijo esto: ’He aquí, monjes, los seis elementos:
este es el Dhamma, monjes, enseñado por mí que es irrefutable, puro, irreprochable e incensurable
por los sabios ascetas y brahmanes’, se lo ha dicho en consideración a esto.
“Cuando se dijo esto: ’He aquí, monjes, las seis bases del contacto: este es el Dhamma, monjes,
enseñado por mí que es irrefutable, puro, irreprochable e incensurable por los sabios ascetas y
brahmanes’, ¿cuál fue la razón, por la cual se ha dicho esto? He aquí, monjes, esas seis bases del
contacto: el ojo como la base del contacto, el oído como la base del contacto, la nariz como la base
del contacto, la lengua como la base del contacto, el cuerpo como la base del contacto y la mente
como la base del contacto. Cuando se dijo esto: ’He aquí, monjes, las seis bases del contacto: este es
el Dhamma, monjes, enseñado por mí que es irrefutable, puro, irreprochable e incensurable por los
sabios ascetas y brahmanes’, se lo ha dicho en consideración a esto.
“Cuando se dijo esto: ’He aquí, monjes, las dieciocho indagaciones mentales: este es el Dhamma,
monjes, enseñado por mí que es irrefutable, puro, irreprochable e incensurable por los sabios
ascetas y brahmanes’, ¿cuál fue la razón, por la cual se ha dicho esto? Habiendo escuchado el
sonido con el oído… Habiendo percibido el olor con la nariz… Habiendo degustado el sabor con la
lengua… Habiendo sentido un objeto táctil con el cuerpo… Habiendo conocido un fenómeno
mental con la mente, uno examina el fenómeno mental que es la base de la dicha, uno examina el
fenómeno mental que es la base del abatimiento, uno examina el fenómeno mental que es la base de
la ecuanimidad. Cuando se dijo esto: ’He aquí, monjes, las dieciocho indagaciones mentales: este es
el Dhamma, monjes, enseñado por mí que es irrefutable, puro, irreprochable e incensurable por los
sabios ascetas y brahmanes’, se lo ha dicho en consideración a esto.
“Cuando se dijo esto: ’He aquí, monjes, las cuatro nobles verdades: este es el Dhamma, monjes,
enseñado por mí que es irrefutable, puro, irreprochable e incensurable por los sabios ascetas y
brahmanes’, ¿cuál fue la razón, por la cual se ha dicho esto? En dependencia de los seis elementos
ocurre el descenso al embrión. Cuando ocurre el descenso al embrión, he aquí el nombre y forma;
con el nombre y forma como condición, he aquí la séxtuple base de los sentidos; con la séxtuple
base de los sentidos como condición, he aquí el contacto; con el contacto como condición, he aquí
la sensación. Ahora bien, es para alguien que siente que proclamo esto: ‘esta es la insatisfacción’,
‘este es el origen de la insatisfacción’, ‘este es el cese de la insatisfacción’ y ‘este es el sendero que
conduce al cese de la insatisfacción’.
“Y, ¿qué es, monjes, la noble verdad de la insatisfacción? El nacimiento es insatisfacción, la vejez
es insatisfacción, la enfermedad es insatisfacción, la muerte es insatisfacción; el dolor, el lamento,
la pena, el abatimiento y la angustia son insatisfacción; no conseguir lo que uno desea es
insatisfacción. En resumen, los cinco cúmulos del apego son insatisfacción. Esta se llama la noble
verdad de la insatisfacción.
“Y, ¿qué es, monjes, la noble verdad del origen de la insatisfacción? Con la ignorancia como
condición, las actividades volitivas [llegan a ser]; con las actividades volitivas como condición, la
conciencia; con la conciencia como condición, el nombre y forma; con el nombre y forma como
condición, la séxtuple base de los sentidos; con la séxtuple base de los sentidos como condición, el
contacto; con el contacto como condición, la sensación; con la sensación como condición, la avidez;
con la avidez como condición, el apego; con el apego como condición, la existencia; con la
existencia como condición, el nacimiento; con el nacimiento como condición, el dolor, el lamento,
la pena, el abatimiento y la angustia llegan a ser. Tal es el origen de toda la masa de insatisfacción.
Esta se llama la noble verdad del origen de la insatisfacción.
“Y, ¿qué es, monjes, la noble verdad del cese de la insatisfacción? Con la completa desaparición y
cese de la ignorancia, llega el cese de las actividades volitivas; con el cese de las actividades
volitivas, llega el cese de la conciencia; con el cese de la conciencia, llega el cese del nombre y
forma; con el cese del nombre y forma, llega el cese de la séxtuple base de los sentidos; con el cese
de la séxtuple base de los sentidos, llega el cese del contacto; con el cese del contacto, llega el cese
de la sensación; con el cese de la sensación, llega el cese de la avidez; con el cese de la avidez, llega
el cese del apego; con el cese del apego, llega el cese de la existencia; con el cese de la existencia,
llega el cese del nacimiento; con el cese del nacimiento, llega el cese del dolor, el lamento, la pena,
el abatimiento y la angustia. Tal es el cese de toda la masa de insatisfacción. Esta se llama la noble
verdad del cese de la insatisfacción.
“Y, ¿qué es, monjes, la noble verdad del sendero que conduce al cese de la insatisfacción? Es
precisamente este noble óctuple sendero, es decir, el recto punto de vista, la recta intención, la recta
forma de hablar, la recta acción, la recta forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención
consciente y la recta concentración. Esta se llama la noble verdad del sendero que conduce al cese
de la insatisfacción.
Cuando se dijo esto: ’He aquí, monjes, esas cuatro nobles verdades: este es el Dhamma, monjes,
enseñado por mí que es irrefutable, puro, irreprochable e incensurable por los sabios ascetas y
brahmanes’, se lo ha dicho en consideración a esto”.

AN 3,62 Bhaya Sutta – Peligros

El Buda enseña sobre los peligros que acechan a madre e hijo, y el camino existente para superarlos
satisfactoriamente.

[62] "Monjes, el mundano no-instruido habla de estos tres peligros que separan a madre e hijo.
¿Cuáles tres?
(i) "Llega un tiempo en el cual surge una gran conflagración. Cuando la gran conflagración ha
surgido, quema aldeas, pueblos y ciudades. Cuando las aldeas, pueblos y ciudades se queman, la
madre no encuentra al hijo y el hijo no encuentra a su madre. Este es el primer peligro —que separa
a madre e hijo— del cual el mundano no-instruido habla.
(ii) "Otra vez, llega un tiempo en el cual surge una gran nube de lluvia. Cuando la gran nube de
lluvia ha surgido, da lugar a un gran diluvio. Cuando el gran diluvio toma lugar, aldeas, pueblos y
ciudades son barridos. Cuando aldeas, pueblos y ciudades son barridos, la madre no encuentra al
hijo y el hijo no encuentra a su madre. Este es el segundo peligro —que separa a madre e hijo— del
cual el mundano no-instruido habla.
(iii) "Una vez más, llega un tiempo de peligrosa turbulencia en el yermo, cuando la gente del
campo, montados en sus vehículos, huye por todos lados. Cuando hay peligrosa turbulencia en el
yermo y la gente del campo, montados en sus vehículos, huyen por todos lados, la madre no
encuentra al hijo y el hijo no encuentra a su madre. Este es el tercer peligro —que separa a madre e
hijo— del cual el mundano no-instruido habla.
"Estos son los tres peligros que separan a madre e hijo de los cuales el mundano no-instruido habla.
"Hay también, monjes, estos tres peligros —de los cuales el mundano no-instruido habla como
peligros que separan a madre e hijo—, [pero] donde madre e hijo se reencuentran. ¿Cuáles tres?
(i) "Llega un tiempo en el cual surge una gran conflagración. Cuando la gran conflagración ha
surgido, quema aldeas, pueblos y ciudades. Cuando aldeas, pueblos y ciudades se están quemando,
a veces existe la ocasión en la cual la madre encuentra al hijo y el hijo encuentra a su madre. Este es
el primer peligro —del cual el mundano no-instruido habla como un peligro que separa a madre e
hijo—, [pero] donde madre e hijo se reencuentran.
(ii) "Otra vez, llega un tiempo en el cual surge una gran nube de lluvia. Cuando la gran nube de
lluvia ha surgido, da lugar a un gran diluvio. Cuando el gran diluvio toma lugar, aldeas, pueblos y
ciudades son barridos. Cuando aldeas, pueblos y ciudades están siendo barridos, a veces existe la
ocasión en la cual la madre encuentra al hijo y el hijo encuentra a su madre. Este es el segundo
peligro —del cual el mundano no-instruido habla como un peligro que separa a madre e hijo—,
[pero] donde madre e hijo se reencuentran.
(iii) "Una vez más, llega un tiempo de peligrosa turbulencia en el yermo, cuando la gente del
campo, montados en sus vehículos, huye por todos lados. Cuando hay peligrosa turbulencia en el
yermo y la gente del campo, montados en sus vehículos, huyen por todos lados, a veces existe la
ocasión en la cual la madre encuentra al hijo y el hijo encuentra a su madre. Este es el tercer peligro
—del cual el mundano no-instruido habla como un peligro que separa a madre e hijo—, [pero]
donde madre e hijo se reencuentran.
"Estos son los tres peligros —de los cuales el mundano no-instruido habla como peligros que
separan a madre e hijo—, [pero] donde madre e hijo se reencuentran.
"Hay, monjes, estos [otros] tres peligros que separan a madre e hijo. ¿Cuáles tres? El peligro de la
vejez, el peligro de la enfermedad y el peligro de la muerte.
(i) "Cuando el hijo está envejeciendo, la madre no puede cumplir su deseo: 'Déjame envejecer, pero
que mi hijo no envejezca!'. Y cuando la madre está envejeciendo, el hijo no puede cumplir su deseo:
'Déjame envejecer, pero que mi madre no envejezca!'.
(ii) "Cuando el hijo ha caído enfermo, la madre no puede cumplir su deseo: 'Déjame enfermar, pero
que mi hijo no caiga enfermo!'. Y cuando la madre ha caído enferma, el hijo no puede cumplir su
deseo: 'Déjame enfermar, pero que mi madre no caiga enferma!'.
(iii) "Cuando el hijo está muriendo, la madre no puede cumplir su deseo: '¡Déjame morir, pero que
mi hijo no muera!'. Y cuando la madre está muriendo, el hijo no puede cumplir su deseo: '¡Déjame
morir, pero que mi madre no muera!'.
"Estos son los [otros] tres peligros que separan a madre e hijo.
"Hay un camino, monjes, que lleva al abandono y a la superación de estos tres peligros donde
madre e hijo se reencuentran, y de estos tres peligros donde madre e hijo se separan. ¿Y cuál es esta
senda y camino? El Noble Óctuple Sendero —es decir—, recta visión, recta intención, recto hablar,
recta acción, recto modo de vida, recto esfuerzo, recta atención consciente y recta concentración.
Esta es la senda y camino que lleva al abandono y a la superación de estos tres peligros donde
madre e hijo se reencuentran, y de estos tres peligros donde madre e hijo se separan”.

AN 3,63 {15A3.2.2.3,63} Venagapura Sutta – Venagapura

El Buda, ponderado por unos brahmanes en términos mundanos, les explica el significado espiritual
de tres clases de lujosos lechos: celestial, divino y noble.

[63] {63} En una ocasión el Bienaventurado estaba recorriendo el territorio de los kosalas junto con
el gran Sangha de los monjes y llegó al pueblo de los brahmanes kosalas de nombre Venagapura. Y
los hombres hogareños brahmanes escucharon esto: “Se dice que el asceta Gotama, el hijo de la
familia de los sakyans llegó a Venagapura. Ahora bien, se propaga muy buena referencia acerca del
Maestro Gotama: ‘Aquel Bienaventurado es un Arahant, perfectamente iluminado, realizado en el
conocimiento verdadero y la conducta, el Sublime, conocedor del mundo, insuperable líder de los
que han de ser domados, maestro de los devas y los seres humanos, el Iluminado, el
Bienaventurado. Habiendo descubierto por sí mismo con el conocimiento directo este mundo con
sus devas, Mara y Brahma, esta gente con sus ascetas y brahmanes, con sus devas y seres humanos,
lo hizo saber a otros. Enseña el Dhamma que es agradable en el principio, agradable en el medio y
agradable al final, con el recto significado y correcta forma; revela la vida santa perfectamente
completa y pura’. Ahora bien, es bueno ver a semejantes arahants”.
Entonces, los hombres hogareños brahmanes de Vengapura se acercaron al Bienaventurado.
Algunos le rindieron homenaje y se sentaron a un lado, otros intercambiaron con él cordiales
saludos y, cuando concluyeron sus amables saludos y palabras de bienvenida, se sentaron a un lado,
otros le saludaron respetosamente y se sentaron a un lado, otros pronunciaron sus nombres y los de
sus clanes, y se sentaron a un lado y, otros, guardando silencio, también se sentaron a un lado. Acto
seguido el brahmán Vacchagotta de Vengapura dijo al Bienaventurado:
“Es asombroso y atónito, maestro Gotama, la forma en la cual las facultades del maestro Gotama
están calmadas y el color de su piel es puro y brillante. Al igual que el fruto de azufaifo en el otoño
es puro y brillante, así también las facultades del maestro Gotama están calmadas y el color de su
piel es puro y brillante. Al igual que el fruto de la palmera cuando recientemente está sacado de su
tallo es puro y brillante, así también las facultades del maestro Gotama están calmadas y el color de
su piel es puro y brillante. Al igual que un ornamento hecho del oro fino, bien hecho por un hábil
orfebre y muy hábilmente forjado en el horno, colocado luego en un brocado rojo, brilla, emite luz e
irradia, así también las facultades del maestro Gotama están calmadas y el color de su piel es puro y
brillante.
“Cualesquiera que sean los tipos de ropa de camas altas y lujosas —es decir, un sofá, un diván, una
colcha de pelo largo, una colcha de diversos colores, una colcha blanca, una colcha de lana con
diseños florales, una colcha de algodón, una colcha de lana adornada con figuras de animales, una
colcha de lana con doble borde, una colcha de lana con un solo borde, una lámina de seda adornado
con piedras preciosas, una lámina hecha con hilos de seda y adornado con piedras preciosas, una
manta de bailarina, una manta de elefante, una manta de caballo, una manta de carroza, una manta
de piel de antílope, una extensión hecha de la piel de los ciervos kadali, [una cama] con un dosel
arriba y rojo reforzado en ambos extremos―, ciertamente, el maestro Gotama gana todo esto a
voluntad, sin problema ni dificultad alguna”.
“Brahmán, esas clases de ropas de camas altas y lujosas se obtienen raramente por aquellos que son
renunciantes; pero aún si las hubiesen obtenido, no les son permitidas.
“Pero brahmán, he aquí tres clases de lechos altos y lujosos que, hasta el momento presente me
gano a voluntad y sin problema ni dificultad alguna. Y, ¿cuáles son esas tres? El alto y lujoso lecho
celestial, el alto y lujoso lecho divino y el alto y lujoso lecho noble. Estas son, brahmán, las tres
clases de lechos altos y lujosos que, hasta el momento presente me gano a voluntad y sin problema
ni dificultad alguna”.
“Pero, ¿cuál es, maestro Gotama, el alto y lujoso lecho celestial que el maestro Gotama gana hasta
el momento presente a voluntad y sin problema ni dificultad alguna?”.
“He aquí, brahmán, cuando estoy morando dependiendo de un pueblo o una ciudad, me visto por la
mañana temprano, tomo mi cuenco y hábito exterior, y entro en el pueblo o la ciudad en busca de la
comida de las limosnas. Después de la comida, al retornar de mi ronda en búsqueda de la comida de
las limosnas, entro al bosque. Estando allí, recojo algo de pasto u hojas que encuentro por allí en un
montículo y me siento. Y habiendo cruzado mis piernas y enderezado la espalda, establezco mi
atención enfrente. Entonces, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados
mentales, entro y permanezco en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad
nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el
pensamiento aplicado y sostenido, entro y permanezco en el segundo jhana, el cual tiene la placidez
interior y la unificación mental, y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la
concentración, sin pensamiento aplicado ni sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanezco
ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimento la felicidad en mi cuerpo;
entonces, entro y permanezco en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime,
atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la
pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entro y permanezco en el cuarto
jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la
ecuanimidad.
“Entonces, brahmán, cuando me encuentro en semejante estado, si camino hacia adelante o atrás, en
esa ocasión mi caminar hacia adelante o atrás es celestial. Si estoy de pie, en esa ocasión mi estar de
pie es celestial. Si estoy sentado, en esa ocasión mi estar sentado es celestial. Y si me recuesto, en
esa ocasión este es mi alto y lujoso lecho celestial.
“Es este, brahmán, el alto y lujoso lecho celestial que me gano hasta el momento presente a
voluntad y sin problema ni dificultad alguna”.
“¡Esto es asombroso y maravilloso! ¿Quién más, aparte del maestro Gotama, puede ganar a
voluntad y sin problema ni dificultad alguna, semejante lecho celestial alto y lujoso?
“Pero, ¿cuál es, maestro Gotama, el alto y lujoso lecho divino que el maestro Gotama gana hasta el
momento presente a voluntad y sin problema ni dificultad alguna?”.
“He aquí, brahmán, cuando estoy morando dependiendo de un pueblo o una ciudad, me visto por la
mañana temprano, tomo mi cuenco y hábito exterior, y entro en el pueblo o la ciudad en busca de la
comida de las limosnas. Después de la comida, al retornar de mi ronda en búsqueda de la comida de
las limosnas, entro a la arboleda. Estando allí, recojo algo de pasto u hojas que encuentro por allí en
un montículo y me siento. Y habiendo cruzado mis piernas y enderezado la espalda, establezco mi
atención enfrente. Entonces permanezco impregnando un cuarto [1] con la mente imbuida de amor
benevolente. De la misma forma, el segundo, tercero y cuarto cuadrante, tanto por encima como por
debajo, alrededor y en todas partes, para todos como para mí mismo, permanezco impregnando el
mundo entero con la mente imbuida de amor benevolente, abundante, exaltado, inconmensurable,
sin hostilidad ni animadversión. Además, permanezco impregnando un cuarto con la mente imbuida
de compasión… con la mente imbuida de gozo altruista… con la mente imbuida de ecuanimidad.
De la misma forma, el segundo, tercero y cuarto cuadrante, tanto por encima como por debajo,
alrededor y en todas partes, para todos como para mí mismo, permanezco impregnando el mundo
entero con la mente imbuida de ecuanimidad, abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostilidad
ni animadversión.
“Entonces, brahmán, cuando me encuentro en semejante estado, si camino hacia adelante o atrás, en
esa ocasión mi caminar hacia adelante o atrás es divino. Si estoy de pie, en esa ocasión mi estar de
pie es divino. Si estoy sentado, en esa ocasión mi estar sentado es divino. Y si me recuesto, en esa
ocasión este es mi alto y lujoso lecho divino.
“Es este, brahmán, el alto y lujoso lecho divino que me gano hasta el momento presente a voluntad
y sin problema ni dificultad alguna”.
“¡Esto es asombroso y maravilloso! ¿Quién más, aparte del maestro Gotama, puede ganar a
voluntad y sin problema ni dificultad alguna, semejante lecho divino alto y lujoso?
“Pero, ¿cuál es, maestro Gotama, el alto y lujoso lecho noble que el maestro Gotama gana hasta el
momento presente a voluntad y sin problema ni dificultad alguna?”.
“He aquí, brahmán, cuando estoy morando dependiendo de un pueblo o una ciudad, me visto por la
mañana temprano, tomo mi cuenco y el hábito exterior, y entro en el pueblo o la ciudad en busca de
la comida de las limosnas. Después de la comida, al retornar de mi ronda en búsqueda de la comida
de las limosnas, entro a la arboleda. Estando allí, recojo algo de pasto u hojas que encuentro por allí
en un montículo y me siento. Y habiendo cruzado mis piernas y enderezado la espalda, establezco
mi atención enfrente. Entonces comprendo esto: ‘He abandonado la codicia, la corté de raíz, hice
con ella como si fuera el tronco de una palmera: la he borrado de manera tal que nunca más estará
sujeta a futuros surgimientos. He abandonado el odio… he abandonado la falsa ilusión, la corté de
raíz, hice con ella como si fuera el tronco de una palmera: la he borrado de manera tal que nunca
más estará sujeta a futuros surgimientos’.
“Entonces, brahmán, cuando me encuentro en semejante estado, si camino hacia adelante o atrás, en
esa ocasión mi caminar hacia adelante o atrás es noble. Si estoy de pie, en esa ocasión mi estar de
pie es noble. Si estoy sentado, en esa ocasión mi estar sentado es noble. Y si me recuesto, en esa
ocasión este es mi alto y lujoso lecho noble.
“Es este, brahmán, el alto y lujoso lecho noble que me gano hasta el momento presente a voluntad y
sin problema ni dificultad alguna”.
“¡Esto es asombroso y maravilloso! ¿Quién más, aparte del maestro Gotama, puede ganar a
voluntad y sin problema ni dificultad alguna, semejante lecho divino alto y lujoso?
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora vamos por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama nos considere
como sus seguidores laicos a partir de ahora, que han ido por refugio de por vida”.

NOTA:
[1] Un "cuarto", la "cuarta parte", se refiere a la dirección geográfica hacia la cual los monjes deben
emanar amor benevolente... compasión... etc. Cada cuarto representa uno de los 4 puntos cardinales
[nota del editor].

AN 3,64 {15A3.2.2.4,64} Sarabha Sutta – Sarabha

El Buda desenmascara a un asceta que pretendió aparecer como iluminado gracias a sus enseñanzas.

[64] {64} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la monataña Pico de Buitre, cerca
de Rajagaja. En ese entonces, el asceta mendigante de nombre Sarabha —que recientemente había
abandonado su Dhamma y Disciplina― dijo en una asamblea en Rajagaha: “He aprendido el
Dhamma de los ascetas que siguen a los hijos de los sakyans. Después de haber aprendido su
Dhamma, dejé este Dhamma y Disciplina”.
Entonces, una mañana temprano, algunos monjes, se vistieron, tomaron sus cuencos y hábitos
externos, y entraron a Rajagaha en busca de la comida de las limosnas. Estando allí escucharon
estas declaraciones que el asceta mendigante Sarabha hacía en medio de la asamblea de Rajagaha.
Después de que aquellos monjes hubieron caminado en búsqueda de la comida de las limosnas y
habían comido, retornaron de esta su habitual ronda y se acercaron al Bienaventurado, le rindieron
homenaje, se sentaron a un lado y le dijeron:
“Venerable Señor, el asceta mendigante Sarabha —que recientemente abandonó su Dhamma y
Disciplina― dijo en una asamblea en Rajagaha: ‘He aprendido el Dhamma de los ascetas que
siguen a los hijos de los sakyans. Después de haber aprendido su Dhamma, dejé este Dhamma y
Disciplina’. Sería bueno, Venerable Señor, que el Bienaventurado fuera al parque de los ascetas
mendigantes al lado de la orilla del [río] Sappinika y, por compasión, se acercase al asceta
mendigante Sarabha”. Y el Bienaventurado consintió en silencio.
Entonces, llegada la tarde, el Bienaventurado emergió de la reclusión y fue al parque de los ascetas
mendigantes al costado del [río] Sappinika. Estando allí se acercó al asceta mendigante Sarabha, se
sentó en el asiento que estaba preparado para él y le dijo: “¿Es verdad, Sarabba, que has dicho: ‘He
aprendido el Dhamma de los ascetas que siguen a los hijos de los sakyans. Después de haber
aprendido su Dhamma, dejé este Dhamma y Disciplina’?”. Cuando se dijo esto, el asceta
mendigante Sarabbha permaneció en silencio.
Y por segunda vez el Bienaventurado se dirigió al asceta mendigante Sarabha: “Dime, Sarabha,
¿cómo has aprendido el Dhamma de los ascetas que siguen al hijo de los sakyas? Si no lo has
aprendido completamente, yo lo voy a completar. Pero si lo aprendiste completamente, me voy a
regocijar”. Pero, por segunda vez, el asceta mendigante Sarabbha permaneció en silencio.
Y por tercera vez el Bienaventurado se dirigió al asceta mendigante Sarabha: “Dime, Sarabha,
¿cómo has aprendido el Dhamma de los ascetas que siguen al hijo de los sakyas? Si no lo has
aprendido completamente, yo lo voy a completar. Pero si lo aprendiste completamente, me voy a
regocijar”. Pero, por tercera vez, el asceta mendigante Sarabbha permaneció en silencio.
Entonces aquellos ascetas mendigantes dijeron al asceta mendigante Sarabbha: “El asceta Gotama
te convida a responderte cualquier cosa que pudieses preguntarle, amigo Sarabha. Habla, amigo
Sarabha. ¿Cómo has aprendido el Dhamma de los ascetas que siguen al hijo de los sakyas? Si no lo
has aprendido completamente, el asceta Gotama lo va a completar. Pero si lo aprendiste
completamente, se va a regocijar”. Cuando se dijo esto, el asceta Sarabha se sentó en silencio,
desconcertado, encorvado, abatido, sombrío y sin palabras.
Entonces el Bienaventurado, habiendo comprendido que el asceta mendigante Sarabha [se sentó] en
silencio, desconcertado, encorvado, abatido, sombrío y sin palabras, dijo a aquellos ascetas
mendigantes:
“Ascetas mendigantes, cualquiera que me dijese: ‘Por más que reclamas ser perfectamente
iluminado, no eres perfectamente iluminado acerca de estas cosas’, yo podría preguntarle de cerca,
interrogarle y examinarle de tal manera que, al ser preguntado de cerca, interrogado y examinado, le
sería inimaginable e imposible otra cosa que caer en una de esas tres consecuencias: responder
evasivamente o desviar la discusión hacia un tema irrelevante, desplegar ira, odio o amargura, o
sentarse en silencio, desconcertado, encorvado, abatido, sombrío y sin palabras, tal como lo hizo el
asceta mendigante Sarabha.
“Además, ascetas mendigantes, cualquiera que me dijese: ‘Por más que reclamas ser alguien, cuyas
contaminaciones han sido destruidas, no has destruido plenamente estas contaminaciones’, yo
podría preguntarle de cerca, interrogarle y examinarle de tal manera que, al ser preguntado de cerca,
interrogado y examinado, le sería inimaginable e imposible otra cosa que caer en una de esas tres
consecuencias: responder evasivamente o desviar la discusión hacia un tema irrelevante, desplegar
ira, odio o amargura, o sentarse en silencio, desconcertado, encorvado, abatido, sombrío y sin
palabras, tal como lo hizo el asceta mendigante Sarabha.
“Además, ascetas mendigantes, cualquiera que me dijese: ‘El Dhamma no conduce al que lo
practica a la completa destrucción de la insatisfacción, la razón por la cual lo enseñas’, yo podría
preguntarle de cerca, interrogarle y examinarle de tal manera que, al ser preguntado de cerca,
interrogado y examinado, le sería inimaginable e imposible otra cosa que caer en una de esas tres
consecuencias: responder evasivamente o desviar la discusión hacia un tema irrelevante, desplegar
ira, odio o amargura, o sentarse en silencio, desconcertado, encorvado, abatido, sombrío y sin
palabras, tal como lo hizo el asceta mendigante Sarabha.
Entonces el Bienaventurado, habiendo rugido tres veces su rugido del león en el parque de los
ascetas mendigantes, al lado de la orilla del [río] Sappinika, se elevó en los aires y desapareció.
Acto seguido, aquellos ascetas mendigantes propiciaron al asceta mendigante Sarabha unos
agravios verbales, [diciendo]: “Al igual que un viejo chacal, en medio de un enorme bosque,
pensase: ‘Voy a rugir el rugido de león’, sólo aullaría y gritaría como un chacal, así también, amigo
Sarabha, al reclamar en ausencia del asceta Gotama «voy a rugir el rugido del león», solamente
aullaste y gritaste como un chacal. Al igual que un pollito que pensase «voy a cantar como un
gallo», solo piaría como un pollito, así también, amigo Sarabha, al reclamar en ausencia del asceta
Gotama «voy a cantar como un gallo», sólo piaste como un pollito. Así como un toro pensase que
brama profundamente en un galpón, así también, amigo Sarabha, en ausencia del asceta Gotama
pensaste que bramas profundamente”. [De esta manera,] aquellos ascetas mendigantes propiciaron
al asceta mendigante Sarabha unos agravios verbales.

AN 3,65 {15A3.2.2.5,66} Kesamutti (Kesaputtiya) Sutta -


Discurso en Kesamutta

Etiquetas:
• Codicia (Lobha)
• Aversión (Dosa)
• Falsa ilusión (Moha)
• Impurezas (Kilesa)

El Buda explica los criterios que se deben tener en cuenta para aceptar o no, una enseñanza
espiritual. Este discurso es más conocido con el nombre de "Kalama Sutta".
[65] {66} Así he oído. En una ocasión el Sublime, transitando en el reino de Kosala con un gran
grupo de bhikkhus, arribó al poblado de los Kālāmās llamado Kesamutta. Los Kālāmās de
Kesamutta oyeron: "Dicen que el asceta Gotama, hijo de los Sakyas, renunciante del clan de los
Sakyas, ha arribado a Kesamutta. Una buena reputación de este Sublime Gotama se ha propagado
así: Por esto el Sublime es un Arahant, perfectamente iluminado, dotado de visión y conducta, bien
encaminado, conocedor del universo, incomparable líder de hombres capaces de ser domados,
maestro de devas y humanos, Iluminado, Sublime. Él, habiendo realizado por medio de su propio
conocimiento directo este mundo, lo hace conocer junto con sus devas, Māras, Brahmas, esta
generación junto con sus ascetas y brahmanes, humanos y devas. Él expone el Dhamma que es
bueno en el comienzo, bueno en el medio, bueno en el final, con significado y con palabras; revela
la vida santa que es completamente pura. Es bueno ver a tales Arahants."
Después, los Kālāmās de Kesamutta se acercaron al Sublime. Habiéndose acercado, algunos,
después de haber rendido homenaje al Sublime se sentaron a un lado; algunos, habiendo
intercambiado cortesías con el Sublime, después de una conversación cordial y memorable, se
sentaron a un lado; algunos, después de saludar con reverencia al Sublime, se sentaron a un lado;
algunos, permaneciendo en silencio, se sentaron a un lado. Estos Kālāmās de Kesamutta, sentados a
un lado, dijeron esto al Sublime:
"Venerable Señor, hay algunos ascetas y brahmanes que vienen a Kesamutta. Ellos explican y
elucidan solamente sus propias doctrinas, pero menosprecian, desprecian, repudian, degradan las
doctrinas de otros. También después, Venerable Señor, algunos otros ascetas y brahmanes vienen a
Kesamutta y ellos también explican y elucidan solamente sus propias doctrinas, pero menosprecian,
desprecian, repudian, degradan las doctrinas de otros. Venerable Señor, existe perplejidad en
nosotros acerca de ellos, existe la duda: ¿Quién de esos respetables ascetas y brahmanes dice la
verdad, quién dice falsedad?" "Kālāmās, es pertinente que vosotros estéis perplejos, es pertinente
dudar. La duda ha surgido en vosotros con relación a algo que genera perplejidad."
Venid vosotros Kālāmās. No aceptéis por tradición oral, no por linaje de la enseñanza, no por
rumores, no por colección de escrituras, no a causa de la lógica, no a causa de la inferencia, no por
consideración de causas, no por aceptación reflexiva de una idea, no por la competencia [del
maestro], no porque el asceta es nuestro maestro. Pero, Kālāmās, cuando vosotros comprendáis en
vosotros mismos: 'Estas cosas son insanas, estas cosas son reprochables, estas cosas son censuradas
por los sabios, estas cosas, cuando aceptadas y practicadas, conducen al sufrimiento y perjuicio.
Entonces, Kālāmās, vosotros deberíais abandonarlas."
"¿Qué pensáis de esto Kālāmās? ¿El deseo, surgiendo dentro de un hombre, surge para su beneficio
o para su perjuicio?" "Para su perjuicio, Venerable Señor." "Kālāmās, el individuo codicioso,
poseído por el deseo, con mente subyugada por el deseo, destruye la vida, toma lo no dado, va con
la esposa de otro, dice falsedades, y también instiga a otro a hacer esto. ¿Es esto para su sufrimiento
y perjuicio por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor."
"¿Qué pensáis de esto Kālāmās? ¿El odio, surgiendo dentro de un hombre, surge para su beneficio o
para su perjuicio?" "Para su perjuicio, Venerable Señor." "Kālāmās, el individuo iracundo, poseído
por el odio, con mente subyugada por el odio, destruye la vida, toma lo no dado, va con la esposa de
otro, dice falsedades, y también instiga a otro a hacer esto. ¿Es esto para su sufrimiento y perjuicio
por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor."
"¿Qué pensáis de esto Kālāmās? ¿La ignorancia, surgiendo dentro de un hombre, surge para su
beneficio o para su perjuicio?" "Para su perjuicio, Venerable Señor." "Kālāmās, el individuo
confundido, poseído por la ignorancia, con mente subyugada por la ignorancia, destruye la vida,
toma lo no dado, va con la esposa de otro, dice falsedades, y también instiga a otro a hacer esto. ¿Es
esto para su sufrimiento y perjuicio por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor."
"¿Qué pensáis de esto Kālāmās? ¿Son estas cosas sanas o insanas?" "Insanas, Venerable Señor."
"¿Reprochables o irreprochables?" "Reprochables, Venerable Señor." "¿Censuradas por los sabios o
elogiadas por los sabios?" "Censuradas por los sabios, Venerable Señor." "¿Aceptadas y practicadas,
conducen al sufrimiento y perjuicio o no? ¿O cómo es aquí?" "Venerable Señor, [estas cosas]
aceptadas y practicadas conducen al sufrimiento y perjuicio. Así pensamos nosotros aquí."
"Kālāmās, fue por esto que dijimos: 'Venid vosotros Kālāmās. No aceptéis por tradición oral, no por
linaje de la enseñanza, no por rumores, no por colección de escrituras, no a causa de la lógica, no a
causa de la inferencia, no por consideración de causas, no por aceptación reflexiva de una idea, no
por la competencia [del maestro], no porque el asceta es nuestro maestro. Pero, Kālāmās, cuando
vosotros comprendáis en vosotros mismos: 'Estas cosas son insanas, estas cosas son reprochables,
estas cosas son censuradas por los sabios, estas cosas, cuando aceptadas y practicadas, conducen al
sufrimiento y perjuicio, entonces, Kālāmās, vosotros deberíais abandonarlas'. Por esta razón esto
fue dicho."
"Venid vosotros Kālāmās. No aceptéis por tradición oral, no por linaje de la enseñanza, no por
rumores, no por colección de escrituras, no a causa de la lógica, no a causa de la inferencia, no por
consideración de causas, no por aceptación reflexiva de una idea, no por la competencia [del
maestro], no porque el asceta es nuestro maestro. Pero, Kālāmās, cuando vosotros comprendáis en
vosotros mismos: 'Estas cosas son sanas, estas cosas son irreprochables, estas cosas son elogiadas
por los sabios, estas cosas, cuando aceptadas y practicadas, conducen a la felicidad y beneficio,
entonces, Kālāmās, vosotros, habiendo comprendido, deberíais morar [en ellas].
"¿Qué pensáis de esto Kālāmās? ¿El no-deseo, surgiendo dentro de un hombre, surge para su
beneficio o para su perjuicio?" "Para su beneficio, Venerable Señor." "Kālāmās, el individuo no
codicioso, no poseído por el deseo, con mente no subyugada por el deseo, no destruye la vida, no
toma lo no dado, no va con la esposa de otro, no dice falsedades, y tampoco instiga a otro a hacer
esto. ¿Es esto para su felicidad y beneficio por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor."
"¿Qué pensáis de esto Kālāmās? ¿El no-odio, surgiendo dentro de un hombre, surge para su
beneficio o para su perjuicio?" "Para su beneficio, Venerable Señor." "Kālāmās, el individuo no
iracundo, no poseído por el odio, con mente no subyugada por el odio, no destruye la vida, no toma
lo no dado, no va con la esposa de otro, no dice falsedades, y tampoco instiga a otro a hacer esto.
¿Es esto para su felicidad y beneficio por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor."
"¿Qué pensáis de esto Kālāmās? ¿La no-ignorancia, surgiendo dentro de un hombre, surge para su
beneficio o para su perjuicio?" "Para su beneficio, Venerable Señor." "Kālāmās, el individuo no
confundido, no poseído por la ignorancia, con mente no subyugada por la ignorancia, no destruye la
vida, no toma lo no dado, no va con la esposa de otro, no dice falsedades, y tampoco instiga a otro a
hacer esto. ¿Es esto para su felicidad y beneficio por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor."
"¿Qué pensáis de esto Kālāmās? ¿Son estas cosas sanas o insanas?" "Sanas, Venerable Señor."
"¿Reprochables o irreprochables?" "Irreprochables, Venerable Señor." "¿Censuradas por los sabios
o elogiadas por los sabios?" Elogiadas por los sabios, Venerable Señor." "¿Aceptadas y practicadas,
conducen a la felicidad y beneficio o no? ¿O cómo es aquí?" "Venerable Señor, [estas cosas]
aceptadas y practicadas conducen a la felicidad y beneficio. Así pensamos nosotros aquí."
"Kālāmās, fue por esto que dijimos: 'Venid vosotros Kālāmās. No aceptéis por tradición oral, no por
linaje de la enseñanza, no por rumores, no por colección de escrituras, no a causa de la lógica, no a
causa de la inferencia, no por consideración de causas, no por aceptación reflexiva de una idea, no
por la competencia [del maestro], no porque el asceta es nuestro maestro. Pero, Kālāmās, cuando
vosotros comprendáis en vosotros mismos: 'Estas cosas son sanas, estas cosas son irreprochables,
estas cosas son elogiadas por los sabios, estas cosas, cuando aceptadas y practicadas, conducen a la
felicidad y beneficio, entonces, Kālāmās, vosotros, habiendo comprendido, deberíais morar [en
ellas]. Por esta razón esto fue dicho."
"Entonces, Kālāmās, el discípulo noble, así, sin codicia, sin mala voluntad, sin confusión,
comprendiendo claramente, constantemente atento, mora abarcando una dirección con una mente
imbuida de amor benevolente. De la misma forma, una segunda [dirección]. De la misma forma una
tercera. De la misma forma, una cuarta. Así, arriba, abajo, a lo ancho, en todas partes, a todos, mora
abarcando el mundo entero con una mente imbuida de amor benevolente, vasta, sublime, ilimitada,
sin hostilidad, sin mala voluntad."
"Mora abarcando una dirección con una mente imbuida de compasión. De la misma forma, una
segunda [dirección]. De la misma forma una tercera. De la misma forma, una cuarta. Así, arriba,
abajo, a lo ancho, en todas partes, a todos, mora abarcando el mundo entero con una mente imbuida
de ecuanimidad, vasta, sublime, ilimitada, sin hostilidad, sin mala voluntad."
"Mora abarcando una dirección con una mente imbuida de regocijo altruista. De la misma forma,
una segunda [dirección]. De la misma forma una tercera. De la misma forma, una cuarta. Así,
arriba, abajo, a lo ancho, en todas partes, a todos, mora abarcando el mundo entero con una mente
imbuida de ecuanimidad, vasta, sublime, ilimitada, sin hostilidad, sin mala voluntad."
"Mora abarcando una dirección con una mente imbuida de ecuanimidad. De la misma forma, una
segunda [dirección]. De la misma forma una tercera. De la misma forma, una cuarta. Así, arriba,
abajo, a lo ancho, en todas partes, a todos, mora abarcando el mundo entero con una mente imbuida
de ecuanimidad, vasta, sublime, ilimitada, sin hostilidad, sin mala voluntad."
"Kālāmās, cuando este discípulo noble ha hecho de esta manera su mente sin enemistad, ha hecho
de esta manera su mente sin mala voluntad, ha hecho de esta manera su mente sin impurezas, ha
hecho de esta manera su mente pura, ha obtenido cuatro certidumbres en esta misma vida."
"Si existe otro mundo y si existe el fruto, el resultado de las buenas y malas acciones, entonces yo,
después de la muerte, con la disolución del cuerpo, surgiré en el mundo celestial, en un buen
destino. Esta primera certidumbre es obtenida por él."
"Si no existe otro mundo y si no existe el fruto, el resultado de las buenas y malas acciones,
entonces, yo vivo feliz en esta misma vida, sin enemistad, sin mala voluntad, sin odio. Esta segunda
certidumbre es obtenida por él."
"Si al malhechor le ocurre el mal, entonces yo, que no deseo el mal a nadie, no haciendo una mala
acción, ¿cómo me afectará el sufrimiento? Esta tercera certidumbre es obtenida por él."
"Si al malhechor no le ocurre el mal, entonces, yo me percibo a mí mismo puro en ambas formas.
Esta cuarta certidumbre es obtenida por él."
"Kālāmās, cuando este discípulo noble ha hecho de esta manera su mente sin enemistad, ha hecho
de esta manera su mente sin mala voluntad, ha hecho de esta manera su mente sin impurezas, ha
hecho de esta manera su mente pura, ha obtenido cuatro certidumbres en esta misma vida."
"Así es Sublime, así es Afortunado. Venerable Señor, cuando el discípulo noble ha hecho de esta
manera su mente sin enemistad, ha hecho de esta manera su mente sin mala voluntad, ha hecho de
esta manera su mente sin impurezas, ha hecho de esta manera su mente pura, ha obtenido cuatro
certidumbres en esta misma vida."
"Si existe otro mundo y si existe el fruto, el resultado de las buenas y malas acciones, entonces yo,
después de la muerte, con la disolución del cuerpo, surgiré en el mundo celestial, en un buen
destino. Esta primera certidumbre es obtenida por él."
"Si no existe otro mundo y si no existe el fruto, el resultado de las buenas y malas acciones,
entonces, yo vivo feliz en esta misma vida, sin enemistad, sin mala voluntad, sin odio. Esta segunda
certidumbre es obtenida por él."
"Si al malhechor le ocurre el mal, entonces yo, que no deseo el mal a nadie, no haciendo una mala
acción, ¿cómo me afectará el sufrimiento? Esta tercera certidumbre es obtenida por él."
"Si al malhechor no le ocurre el mal, entonces yo me percibo a mí mismo puro en ambas formas.
Esta cuarta certidumbre es obtenida por él."
"Venerable Señor, cuando este discípulo noble ha hecho de esta manera su mente sin enemistad, ha
hecho de esta manera su mente sin mala voluntad, ha hecho de esta manera su mente sin impurezas,
ha hecho de esta manera su mente pura, ha obtenido cuatro certidumbres en esta misma vida."
Magnífico Venerable Señor, magnífico Venerable Señor, el Dhamma ha sido iluminado en muchas
formas por el Venerable Señor, como enderezando lo que está torcido, revelando lo que está oculto,
indicando el camino al que está perdido, sosteniendo una lámpara en la oscuridad para que los que
tienen ojos puedan ver. Nosotros vamos al Venerable señor por refugio y al Dhamma y al Sangha de
bhikkhus. A partir de hoy que el Venerable Señor nos recuerde como discípulos laicos que han ido
por refugio de por vida."

AN 3,66 {15A3.2.2.6,67} Salha Sutta – Salha

El Venerable Nandaka pronuncia una enseñanza parecida al sutta anterior (Kalama Sutta), en la cual
deja en claro que lo perjudicial es la fuente de la miseria, mientras lo beneficioso es la fuente de la
bienaventuranza: la avidez, el odio y la falsa ilusión conducen a perjuicio y sufrimiento, mientras
que su eliminación lleva al bienestar y felicidad.

[66] {67} Esto he escuchado. En una ocasión el Venerable Nandaka estaba morando en la mansión
Migaramata del Parque del Este, cerca de Savatthi. Entonces, Salha, el nieto de Migara y Rohana, el
nieto de Pekhuniya se acercaron al Venerable Nandaka, le rindieron homenaje y se sentaron a un
lado. Entonces el Venerable Nandaka dijo a Salha:
“Ven, Salha, no te muevas por tradición oral, por el linaje de la enseñanza, por los rumores, por la
colección de las escrituras, por el razonamiento lógico, por el razonamiento inferencial, por
reflexión razonada, por aceptación reflexiva de los puntos de vista, por parecer competentes, ni
porque pienses: ‘El asceta es nuestro maestro’. Sino cuando comprendas por ti mismo: 'Estas cosas
son perjudiciales, estas cosas son reprochables, estas cosas son censuradas por el sabio, estas cosas,
cuando son aceptadas y practicadas, conducen al perjuicio e insatisfacción’; entonces, Salha,
deberías abandonarlas".
"¿Qué piensas, Salha, existe la avidez?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Yo digo que esto significa añoranza. Una persona ávida, llena de añoranza, destruye la vida, toma
lo que no le ha sido dado, transgrede con la esposa de otro, dice falsedades y también instiga a otros
a hacer lo mismo. ¿Conduce esto al perjuicio y la insatisfacción por largo tiempo?".
"Sí, Venerable Señor".
"¿Qué piensas, Salha, existe el odio?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Yo digo que esto significa animadversión. Una persona llena de odio, con la mente de
animadversión destruye la vida… y también instiga a otros a hacer lo mismo. ¿Conduce esto al
perjuicio y la insatisfacción por largo tiempo?".
"Sí, Venerable Señor".
"¿Qué piensas, Salha, existe la falsa ilusión?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Yo digo que esto significa ignorancia. Una persona confundida, inmersa en la ignorancia destruye
la vida… y también instiga a otros a hacer lo mismo. ¿Conduce esto al perjuicio y la insatisfacción
por largo tiempo?".
"Sí, Venerable Señor".
"¿Qué piensas, Salha, son estas cosas beneficiosas o perjudiciales?". - "Perjudiciales, Venerable
Señor". - "¿Reprochables o irreprochables?". - "Reprochables, Venerable Señor"- - "¿Censuradas
por el sabio o elogiadas por el sabio?" - "Censuradas por el sabio, Venerable Señor". - "Cuando son
aceptadas y practicadas, ¿conducen al perjuicio e insatisfacción o no? O, ¿cómo lo ves?". - "Cuando
son aceptadas y practicadas, Venerable Señor, conducen al perjuicio e insatisfacción. Así lo veo".
"Es por eso, Salha, que cuando dijimos: 'Ven, Salha, no te muevas por tradición oral… Sino cuando
comprendas por ti mismo: «Estas cosas son perjudiciales, estas cosas son reprochables, estas cosas
son censuradas por el sabio, estas cosas, cuando son aceptadas y practicadas, conducen al perjuicio
e insatisfacción»; entonces, Salha, deberías abandonarlas’, fue acerca de esto que se lo dijo.
“Ven, Salha, no te muevas por tradición oral, por el linaje de la enseñanza, por los rumores, por la
colección de las escrituras, por el razonamiento lógico, por el razonamiento inferencial, por
reflexión razonada, por aceptación reflexiva de los puntos de vista, por parecer competentes, ni
porque pienses: ‘El asceta es nuestro maestro’. Sino cuando comprendas por ti mismo: 'Estas cosas
son beneficiosas, estas cosas son irreprochables, estas cosas son elogiadas por el sabio, estas cosas,
cuando son aceptadas y practicadas, conducen al bienestar y felicidad’; entonces, Salha, deberías
vivir de acuerdo con ellas".
"¿Qué piensas, Salha, existe la no-avidez?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Yo digo que esto significa ausencia de la añoranza. Una persona sin avidez y sin añoranza no
destruye la vida, no toma lo que no le ha sido dado, no transgrede con la esposa del otro, no dice
falsedades ni tampoco instiga a otros a hacer lo mismo. ¿Conduce esto al bienestar y felicidad por
largo tiempo?".
"Sí, Venerable Señor".
"¿Qué piensas, Salha, existe el no-odio?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Yo digo que esto significa buena voluntad. Una persona sin odio, con la mente de buena voluntad
no destruye la vida… ni tampoco instiga a otros a hacer lo mismo. ¿Conduce esto al bienestar y
felicidad por largo tiempo?".
"Sí, Venerable Señor".
"¿Qué piensas, Salha, existe la no-falsa ilusión?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Yo digo que esto significa el verdadero conocimiento. Una persona no confundida, que arribó al
conocimiento verdadero, no destruye la vida… ni tampoco instiga a otros a hacer lo mismo.
¿Conduce esto al bienestar y felicidad por largo tiempo?".
"Sí, Venerable Señor".
"¿Qué piensas, Salha, son estas cosas beneficiosas o perjudiciales?". - "Beneficiosas, Venerable
Señor". - "¿Reprochables o irreprochables?". - "Irreprochables, Venerable Señor". - "¿Censuradas
por el sabio o elogiadas por el sabio?". - "Elogiadas por el sabio, Venerable Señor". - "Cuando son
aceptadas y practicadas, ¿conducen al bienestar y felicidad o no? O, ¿cómo lo ves?". - "Cuando son
aceptadas y practicadas, Venerable Señor, conducen al bienestar y felicidad. Así lo veo".
"Es por eso, Salha, que cuando dijimos: 'Ven, Salha, no te muevas por tradición oral… Sino cuando
comprendas por ti mismo: «Estas cosas son beneficiosas, estas cosas son irreprochables, estas cosas
son elogiadas por el sabio, estas cosas, cuando son aceptadas y practicadas, conducen al bienestar y
felicidad»; entonces, Salha, deberías vivir de acuerdo con ellas’, fue acerca de esto que se lo dijo.
"Entonces, Salha, aquel noble discípulo, que evita la añoranza, evita la animadversión, no
confundido, comprendiendo claramente, siempre atento, mora impregnando una cuarta parte del
mundo con la mente llena del amor benevolente… con la mente llena de la compasión… con la
mente llena de la dicha altruista… con la mente llena de la ecuanimidad, al igual que impregnando
la segunda cuarta parte del mundo, la tercera y la cuarta. Así por encima, a lo ancho y por todas
partes, hacia todos y a sí mismo, mora impregnando el mundo entero con la mente llena de
ecuanimidad, vasta, elevada, inconmensurable, sin enemistad y sin animadversión".
“Entonces, Salha, él entiende así: ‘Existe esto, existe lo superior, existe lo inferior, existe el escape
definitivo de todo lo que está involucrado con la percepción’. Cuando ve y conoce así, su mente se
libera de la corrupción de la sensualidad, de la corrupción de la existencia y de la corrupción de la
ignorancia. Y cuando es liberado así, surge este conocimiento: ‘[Esto ha sido] liberado’. Y
comprende esto: ‘El nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que tenía que
hacerse, ha sido realizado, y he aquí no hay más futuros estados de existencia’.
“Y también comprende esto: ‘Anteriormente había la codicia; aquello era perjudicial, pero ahora no
la hay; esto es beneficioso. Anteriormente había el odio; aquello era perjudicial, pero ahora no lo
hay; esto es beneficioso. Anteriormente había la falsa ilusión; aquello era perjudicial, pero ahora no
la hay; esto es beneficioso’.
“De esta manera, Salha, ya en esta presente vida, él mora saciado, templado y confortable,
experimentando la dicha, habiendo llegado a ser divino, él mismo”.

AN 3,68 Annatitthiya Sutta – Los otros credos

El Buda aconseja a sus discípulos qué deben contestar a los ascetas de los otros credos con respecto
a la avidez, el odio y la falsa ilusión.

[68] “Monjes, los ascetas errantes de los otros credos podrían preguntaros: ‘Amigos, hay estas tres
cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? La avidez, el odio y la falsa ilusión. Estas son las tres cosas. ¿Cuál
es, amigos, la distinción, la disparidad o la diferencia entre ellas?’. Si se os preguntase esto, ¿cómo
responderíais?”.
“Venerable Señor, nuestras enseñanzas están enraizadas en el Bienaventurado, guiadas por el
Bienaventurado y toman recurso en el Bienaventurado. Sería bueno que el Bienaventurado nos
aclarase el significado de esta declaración. De esta manera, habiéndolo escuchado de Usted, los
monjes lo retendrían en la mente”.
“Entonces escuchad, monjes, y prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron esos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, si los ascetas errantes os hubiesen preguntado de esta manera, deberíais responderles de
esta manera: ‘La avidez, amigos, es levemente censurable, pero lenta en desaparecer; el odio es muy
censurable, pero rápido en desaparecer; y la falsa ilusión es muy censurable, pero lenta en
desaparecer’ [1].
“[Y suponed que ellos preguntasen:] ‘Pero, ¿cuál es, amigos, la razón, por la cual la avidez aún no
surgida surge y la avidez surgida se incrementa y expande?’. Vosotros deberíais responderles así:
‘Un objeto atractivo. Para alguien que atiende descuidadamente un objeto atractivo, la avidez aún
no surgida surge y la avidez surgida se incrementa y expande. Esta es la razón, amigos, por la cual
la avidez aún no surgida surge y la avidez surgida se incrementa y expande.
“[Y suponed además que ellos preguntasen:] ‘Pero, ¿cuál es, amigos, la razón, por la cual el odio
aún no surgido surge y el odio surgido se incrementa y expande?’. Vosotros deberíais responderles
así: ‘Un objeto repulsivo. Para alguien que atiende descuidadamente un objeto repulsivo, el odio
aún no surgido surge y el odio surgido se incrementa y expande. Esta es la razón, amigos, por la
cual el odio aún no surgido surge y el odio surgido se incrementa y expande.
“[Y suponed además que ellos preguntasen:] ‘Pero, ¿cuál es, amigos, la razón, por la cual la falsa
ilusión aún no surgida surge y la falsa ilusión surgida se incrementa y expande?’. Vosotros deberíais
responderles así: ‘Una descuidada atención. Para alguien que atiende descuidadamente, la falsa
ilusión aún no surgida surge y la falsa ilusión surgida se incrementa y expande. Esta es la razón,
amigos, por la cual la falsa ilusión aún no surgida surge y la falsa ilusión surgida se incrementa y
expande.
“[Y suponed además que ellos preguntasen:] ‘Pero, ¿cuál es, amigos, la razón, por la cual la avidez
no surgida no surge y la avidez surgida es abandonada?’. Vosotros deberíais responderles así: ‘Un
objeto repulsivo. Para alguien que atiende atentamente un objeto repulsivo, la avidez aún no surgida
no surge y la avidez surgida es abandonada. Esta es la razón, amigos, por la cual la avidez aún no
surgida no surge y la avidez surgida es abandonada.
“[Y suponed además que ellos preguntasen:] ‘Pero, ¿cuál es, amigos, la razón, por la cual el odio no
surgido no surge y el odio surgido es abandonado?’. Vosotros deberíais responderles así: ‘La
liberación de la mente mediante el amor benevolente. Para alguien que atiende atentamente la
liberación de la mente mediante el amor benevolente, el odio aún no surgido no surge y el odio
surgido es abandonado. Esta es la razón, amigos, por la cual el odio aún no surgido no surge y el
odio surgido es abandonado.
“[Y suponed además que ellos preguntasen:] ‘Pero, ¿cuál es, amigos, la razón, por la cual la falsa
ilusión no surgida no surge y la falsa ilusión surgida es abandonada?’. Vosotros deberíais
responderles así: ‘Una cuidadosa atención. Para alguien que atiende cuidadosamente, la falsa ilusión
aún no surgida no surge y la falsa ilusión surgida es abandonada. Esta es la razón, amigos, por la
cual la falsa ilusión aún no surgida no surge y la falsa ilusión surgida es abandonada”.

NOTA:
[1] Los Comentarios ilustran esta declaración de la siguiente manera: el ejemplo del matrimonio
explica cómo la avidez es “menos censurable” porque, aunque el matrimonio esté enraizado en el
deseo sexual, es socialmente aceptado y es menos censurable desde el punto de vista de las
consecuencias kámmicas. Y porque la avidez está conectada con el placer, es difícil hacerla
desaparecer. El odio y la falsa ilusión son considerados censurables por la sociedad y tienen serias
consecuencias kámmicas. El odio, sin embargo, está conectado con el displacer y puesto que los
seres naturalmente desean felicidad, quieren liberarse de él. Finalmente, las ideas ilusorias están
profundamente enraizadas en el ansia, en los equivocados puntos de vista y en el engreimiento,
razón por la cual son difíciles de eliminar, al igual que la avidez (cf. Bodhi, 2012, p. 986).

AN 3,69 Akusalamula Sutta – Las raíces del mal

Este sutta describe cómo las tres raíces del mal —codicia, odio y falsa ilusión― tienen
repercusiones terribles en toda la sociedad, originando violencia, la codicia por el poder e
injustamente ocasionan el sufrimiento.
[69] “Monjes, he aquí estas tres raíces del mal. Y, ¿cuáles son esas tres? La raíz del mal de la
codicia, la raíz del mal del odio y la raíz del mal de la falsa ilusión.
“Monjes, siempre que surge la codicia, es maliciosa. Todo lo que hace una persona codiciosa a
través de su cuerpo, habla y mente, también es malicioso. Cuando una persona codiciosa, superada
por la codicia, con la mente obsesionada por ella, inflige sufrimiento bajo algún otro falso pretexto
—mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura o destierro― [pensando:] “soy
poderoso, quiero el poder”, esto también es malicioso. De esta manera, numerosas malas y
perjudiciales cualidades originadas en él nacen a partir de la codicia, son causadas por la codicia,
surgen de la codicia y están condicionadas por la codicia.
“Siempre que surge el odio, es malicioso. Todo lo que hace una persona llena de odio a través de su
cuerpo, habla y mente, también es malicioso. Cuando una persona llena de odio, superada por el
odio, con la mente obsesionada por él, inflige sufrimiento bajo algún otro falso pretexto —mediante
el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura o destierro― [pensando:] “soy poderoso,
quiero el poder”, esto también es malicioso. De esta manera, numerosas malas y perjudiciales
cualidades originadas en él nacen a partir del odio, son causadas por el odio, surgen del odio y están
condicionadas por el odio.
“Siempre que surge la falsa ilusión es maliciosa. Todo lo que hace una persona confundida a través
de su cuerpo, habla y mente, también es malicioso. Cuando una persona confundida, superada por la
falsa ilusión, con la mente obsesionada por ella, inflige sufrimiento bajo algún otro falso pretexto —
mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura o destierro― [pensando:] “soy
poderoso, quiero el poder”, esto también es malicioso. De esta manera, numerosas malas y
perjudiciales cualidades originadas en él nacen a partir de la falsa ilusión, son causadas por la falsa
ilusión, surgen de la falsa ilusión y están condicionadas por la falsa ilusión.
“Semejante persona, monjes, se llama alguien que habla fuera del tiempo apropiado, que habla
falsamente, que dice lo que no es beneficioso, que proclama el no-Dhamma, que proclama la no-
Disciplina. Y, ¿por qué a semejante persona se le llama alguien que habla fuera del tiempo
apropiado… que proclama la no-Disciplina? Esta persona inflige sufrimiento bajo un otro falso
pretexto —mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura o destierro― [pensando:]
“soy poderoso, quiero el poder”. De esta manera, cuando se habla de acuerdo a los hechos, él
menosprecia [a aquel que lo reprocha]; no admite [sus faltas]. Cuando se habla de manera contraria
a los hechos, no hace esfuerzo para desentrañar lo que se le dijo: ‘Por esta y esta razón esto no es
cierto; por esta y esta razón esto es contrario a los hechos’. Por eso, semejante persona se llama
alguien que habla fuera del tiempo apropiado, que habla falsamente, que dice lo que no es
beneficioso, que proclama el no-Dhamma, que proclama la no-Disciplina.
“Semejante persona, superada por las malas y perjudiciales cualidades nacidas de la codicia…
nacidas del odio… nacidas de la falsa ilusión, con la mente obsesionada por ellas, mora en la
insatisfacción en esta presente vida, con la aflicción, la angustia y la fiebre, y con el quiebre del
cuerpo después de la muerte, se puede esperar para ella un mal destino.
“Imaginad un árbol ahogado por tres enredaderas maluva. Sólo podría encontrar desastre, calamidad
o desastre y calamidad. Así también, semejante persona, superada por las malas perjudiciales
cualidades nacidas de la codicia… nacidas del odio… nacidas de la falsa ilusión, con la mente
obsesionada por ellas, mora en la insatisfacción en esta presente vida, con la aflicción, la angustia y
la fiebre, y con el quiebre del cuerpo después de la muerte, se puede esperar para ella un mal
destino. Estas son las tres raíces del mal.
“Monjes, he aquí estas tres raíces del bien. Y, ¿cuáles son esas tres? La raíz del bien de la no-
codicia, la raíz del bien del no-odio y la raíz del bien de la no-falsa ilusión.
“Monjes, siempre que surge la no-codicia, es beneficiosa. Todo lo que hace una persona no
codiciosa a través de su cuerpo, habla y mente, también es beneficioso. Cuando una persona no
codiciosa, no superada por la codicia, con la mente no obsesionada por ella, no inflige sufrimiento
bajo ningún otro falso pretexto —mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura ni
destierro― [ni piensa:] “soy poderoso, quiero el poder”, esto también es beneficioso. De esta
manera, numerosas beneficiosas cualidades originadas en él nacen a partir de la no-codicia, son
causadas por la no-codicia, surgen de la no-codicia y están condicionadas por la no-codicia.
“Siempre que surge el no-odio, es beneficioso. Todo lo que hace una persona sin odio a través de su
cuerpo, habla y mente, también es beneficioso. Cuando una persona sin odio, no superada por el
odio, con la mente sin el odio, no inflige sufrimiento bajo ningún otro falso pretexto —mediante el
asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura ni destierro― [ni piensa:] “soy poderoso, quiero
el poder”, esto también es beneficioso. De esta manera, numerosas beneficiosas cualidades
originadas en él nacen a partir del no-odio, son causadas por el no-odio, surgen del no-odio y están
condicionadas por el no-odio.
“Siempre que surge la no-falsa ilusión, es beneficiosa. Todo lo que hace una persona no confundida
a través de su cuerpo, habla y mente, también es beneficioso. Cuando una persona no confundida,
no superada por la falsa ilusión, con la mente no obsesionada por ella, no inflige sufrimiento bajo
ningún otro falso pretexto —mediante el asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura ni
destierro― [ni piensa:] “soy poderoso, quiero el poder”, esto también es beneficioso. De esta
manera, numerosas beneficiosas cualidades originadas en él nacen a partir de la no-falsa ilusión, son
causadas por la no-falsa ilusión, surgen de la no-falsa ilusión y están condicionadas por la no-falsa
ilusión.
“Semejante persona, monjes, se llama alguien que habla en el tiempo apropiado, que dice la verdad,
que dice lo que es beneficioso, que proclama el Dhamma, que proclama la Disciplina. Y, ¿por qué a
semejante persona se le llama alguien que habla en el tiempo apropiado… que proclama la
Disciplina? Esta persona no inflige sufrimiento bajo ningún otro falso pretexto —mediante el
asesinato, encarcelamiento, confiscación, censura ni destierro― [ni piensa:] “soy poderoso, quiero
el poder”. De esta manera, cuando se habla de acuerdo a los hechos, él no menosprecia [a aquel que
lo reprocha]; admite [sus faltas]. Cuando se habla de manera contraria a los hechos, hace esfuerzo
para desentrañar lo que se le dijo: ‘Por esta y esta razón esto no es cierto; por esta y esta razón esto
es contrario a los hechos’. Por eso, semejante persona se llama alguien que habla en el tiempo
apropiado, que dice la verdad, que dice lo que es beneficioso, que proclama el Dhamma, que
proclama la Disciplina.
“Semejante persona, abandonó las malas y perjudiciales cualidades nacidas de la codicia… nacidas
del odio… nacidas de la falsa ilusión, las cortó de las raíces, hizo con ellas como se hace con un
tronco de palmera: las destruyó de tal manera que no son más sujetas a futuro surgimiento. Mora en
la felicidad en esta presente vida, sin la aflicción, la angustia ni la fiebre, y ya en esta presente vida
alcanza el Nibbana.
“Imaginad un árbol ahogado por tres enredaderas maluva. Y a un hombre llegando con una pala y
una cesta. Y que aquel hombre cortase las enredaderas de las raíces, excavase y tirase fuera sus
raíces, incluso las raíces más finas con sus fibras. Que cortase las enredaderas en pedazos, partiese
los pedazos y los redujese en briznas. Y después, secando las briznas en el viento y en sol, los
quemase en el fuego, los redujese a cenizas y voltease las cenizas hacia un fuerte viento,
permitiendo que el mismo los arrojase a un río de rápidas corrientes. De esta manera, aquellas
trepadoras maluva serían cortadas de las raíces, hechas como se hace con un tronco de palmera:
destruidas de tal manera que no fueran más sujetas a futuro surgimiento.
“Así también, semejante persona, abandonó las malas y perjudiciales cualidades nacidas de la
codicia… nacidas del odio… nacidas de la falsa ilusión, las cortó de las raíces, hizo con ellas como
se hace con un tronco de palmera: las destruyó de tal manera que no son más sujetas a futuro
surgimiento. Mora en la felicidad en esta presente vida, sin la aflicción, la angustia ni la fiebre, y ya
en esta presente vida alcanza el Nibbana. Estas son las tres raíces del bien”.

AN 3,70 Uposatha Sutta – Uposatha

El Buda explica en qué consiste la verdadera observancia del día de uposatha y cada uno de los
ocho preceptos que los seguidores laicos toman en esa ocasión.

[70] Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la mansión de


Migaramata en el Parque del Este, cerca de Savatthi. Entonces, en el día de uposatha, Visakha
Migaramata se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Y el
Bienaventurado le dijo:
“Visakha, ¿por qué vienes al mediodía?”.
“Venerable Señor, hoy estoy observando el uposatha”.
“He aquí, Visakha, tres clases de uposatha. Y, ¿cuáles son esas tres? El uposatha de los pastores, el
uposatha de los niganthas y el uposatha de los nobles.
“Y, ¿cómo se observa, Visakha, el uposatha de los pastores? Imagina, Visakha, a un pastor que por
la tarde retorna el ganado a sus dueños y reflexiona así: ‘Hoy el ganado fue pastoreado en tal y tal
lugar, y tomó el agua en tal y tal lugar’. De la misma manera también alguien aquí, observando el
uposatha, reflexiona: ‘Hoy comí estos y aquellos alimentos, consumí la comida de esta y otra clase;
mañana comeré estos y aquellos alimentos, consumiré la comida de esta y otra clase’. Y así pasa el
día con la codicia y el anhelo en su mente. Es de esta manera, Visakha, cómo se observa el uposatha
de los pastores. El uposatha de los pastores, observado de esta manera, no es de mucho beneficio y
no ofrece un gran fruto, tampoco es algo extraordinariamente brillante ni penetrante.
“Y, ¿cómo se observa, Visakha, el uposatha de los niganthas? He aquí, Visakha, existen esos ascetas
llamados niganthas. Ellos ordenan a sus discípulos esto: ‘Ven, buen hombre, echa un vástago hacia
los seres vivos que moran más de cien yojanas de distancia hacia el este. Echa un vástago hacia los
seres vivos que moran más de cien yojanas de distancia hacia el oeste. Echa un vástago hacia los
seres vivos que moran más de cien yojanas de distancia hacia el norte. Echa un vástago hacia los
seres vivos que moran más de cien yojanas de distancia hacia el sur’. De esta manera les mandan a
ser comprensivos y compasivos hacia algunos seres vivos, pero no así hacia otros. En el día del
uposatha ordenan a sus discípulos esto: ‘Ven, buen hombre, habiendo colocado toda tu ropa a un
lado, recita esto: «No estoy en lugar alguno que pertenezca a alguien, ni tampoco en lugar alguno
dondequiera que vaya hay cosa alguna que sea mía»’. Sin embargo, sus padres conocen esto: ‘Él es
nuestro hijo’. Y él conoce esto: ‘Ellos son mis padres’. Su esposa y sus hijos conocen esto: ‘Él es
nuestro sostén’. Y él conoce esto: ‘Ella es mi esposa y ellos son mis hijos’. Sus esclavos,
trabajadores y sirvientes conocen esto: ‘Él es nuestro amo’. Y él conoce esto: ‘Ellos son mis
esclavos, trabajadores y sirvientes’. De esta manera, en una ocasión en la cual deberían ser
ordenados en lo verdadero, [los niganthas] les ordenan decir falsedades. Pues esto —lo declaro yo
— es la falsa manera de hablar. Cuando aquella noche haya pasado, él hace uso de sus posesiones
que no han sido donadas. Esto es —lo declaro yo— tomar lo que no ha sido dado. Es de esta
manera, Visakha, cómo se observa el uposatha de los niganthas. El uposatha de los niganthas,
observado de esta manera, no es de mucho beneficio y no ofrece un gran fruto, tampoco es algo
extraordinariamente brillante ni penetrante.
“Y, ¿cómo se observa, Visakha, el uposatha de los nobles? La mente contaminada se limpia
mediante el esfuerzo. Y, ¿Cómo se limpia la mente contaminada mediante el esfuerzo? He aquí,
Visakha, el noble discípulo se recuerda del Tathagata así: ‘El Bienaventurado es un Arahant
perfectamente iluminado, consumado en el conocimiento verdadero y la conducta, afortunado,
conocedor del mundo, insuperable amansador de las personas que han de ser amansadas, maestro de
los devas y seres humanos, un Iluminado, un Bendito’. Cuando el noble discípulo se recuerda del
Tathagata así, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son
abandonadas, de la misma manera como cuando la cabeza de uno está sucia y uno la limpia con
esfuerzo.
“Y, ¿cómo, Visakha, uno limpia su cabeza cuando está sucia con esfuerzo? Por medio de jabón,
barro, agua y el apropiado esfuerzo de la persona. Es de esa manera que la cabeza de uno, cuando
está sucia, se limpia con esfuerzo. Así también, la mente contaminada se limpia mediante el
esfuerzo. Y, ¿cómo la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el
noble discípulo se recuerda del Tathagata así: ‘El Bienaventurado es un Arahant perfectamente
iluminado… maestro de los devas y seres humanos, un Iluminado, un Bendito’. Cuando el noble
discípulo se recuerda del Tathagata así, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas
mentales son abandonadas. Este se llama el noble discípulo que observa el uposatha del Brahma,
que mora junto con el Brahma y es considerando al Brahma que su mente llega a ser apacible, llega
la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Es de esta manera que la mente contaminada se
limpia mediante el esfuerzo.
“La mente contaminada, Visakha, se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo se limpia la mente
contaminada mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda del Dhamma
así: ‘El Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado, directamente visible, inmediato,
invitando a uno a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio’. Cuando el
noble discípulo se recuerda del Dhamma así, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las
impurezas mentales son abandonadas, de la misma manera como cuando el cuerpo de uno está sucio
y uno lo limpia con esfuerzo.
“Y, ¿cómo, Visakha, uno limpia su cuerpo cuando está sucio con esfuerzo? Por medio del cepillo de
baño, el polvo de lima, agua y el apropiado esfuerzo de la persona. Es de esa manera que el cuerpo
de uno, cuando está sucio, se limpia con esfuerzo. Así también, la mente contaminada se limpia
mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo? He aquí,
Visakha, el noble discípulo se recuerda del Dhamma así: ‘El Dhamma está bien expuesto por el
Bienaventurado… experimentable personalmente por el sabio’. Cuando el noble discípulo se
recuerda del Dhamma así, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son
abandonadas. Este se llama el noble discípulo que observa el uposatha del Dhamma, que mora junto
con el Dhamma y es considerando al Dhamma que su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las
impurezas mentales son abandonadas. Es de esta manera que la mente contaminada se limpia
mediante el esfuerzo.
“La mente contaminada, Visakha, se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo se limpia la mente
contaminada mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda del Sangha así:
‘El Sangha de los discípulos del Bienaventurado está practicando de buena manera, está practicando
de una manera firme, verdadera y apropiada; es decir, las cuatro pares de personas, los ocho tipos de
individuos: este es el Sangha de los discípulos del Bienaventurado que es digno de recibir ofrendas,
digno de hospitalidad, donativos y reverenciales salutaciones; el insuperable campo de méritos para
el mundo’. Cuando el noble discípulo se recuerda del Sangha así, su mente llega a ser apacible,
llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas, de la misma manera como cuando la ropa
de uno está sucia y uno la limpia con esfuerzo.
“Y, ¿cómo, Visakha, uno limpia su ropa cuando está sucia con esfuerzo? Por medio del calor, lejía,
estiércol de vaca, agua y el apropiado esfuerzo de la persona. Es de esa manera que la ropa de uno,
cuando está sucia, se limpia con esfuerzo. Así también, la mente contaminada se limpia mediante el
esfuerzo. Y, ¿cómo la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el
noble discípulo se recuerda del Sangha así: ‘El Sangha de los discípulos del Bienaventurado está
practicando de buena manera… este es el Sangha de los discípulos del Bienaventurado que es digno
de recibir ofrendas, digno de hospitalidad, donativos y reverenciales salutaciones; el insuperable
campo de méritos para el mundo’. Cuando el noble discípulo se recuerda del Sangha así, su mente
llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Este se llama el noble
discípulo que observa el uposatha del Sangha, que mora junto con el Sangha y es considerando al
Sangha que su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas.
Es de esta manera que la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo.
“La mente contaminada, Visakha, se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo se limpia la mente
contaminada mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda de su propia
conducta virtuosa como inquebrantable, perfecta, sin mancha, intachable, liberada, alabada por los
sabios, no aferrada y que conduce a la concentración. Cuando el noble discípulo se recuerda de su
propia conducta virtuosa, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son
abandonadas, de la misma manera como cuando un espejo está sucio y uno lo limpia con esfuerzo.
“Y, ¿cómo, Visakha, uno limpia un espejo cuando está sucio con esfuerzo? Por medio de aceite,
cenizas, rollo de tela y el apropiado esfuerzo de la persona. Es de esa manera que un espejo, cuando
está sucio, se limpia con esfuerzo. Así también, la mente contaminada se limpia mediante el
esfuerzo. Y, ¿cómo la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el
noble discípulo se recuerda de su propia conducta virtuosa… que conduce a la concentración.
Cuando el noble discípulo se recuerda así de su propia conducta virtuosa, su mente llega a ser
apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Este se llama el noble discípulo
que observa el uposatha de la conducta virtuosa, que mora junto con la conducta virtuosa y es
considerando a la conducta virtuosa que su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas
mentales son abandonadas. Es de esta manera que la mente contaminada se limpia mediante el
esfuerzo.
“La mente contaminada, Visakha, se limpia mediante el esfuerzo. Y, ¿cómo se limpia la mente
contaminada mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble discípulo se recuerda de las deidades
así: ‘He aquí los devas de los cuatro grandes reyes, devas de Tavatimsa, devas de Yama, devas de
Tusita, devas que se deleitan en la creación, devas que controlan lo que ha sido creado por otros,
devas de la compañía del Brahma y devas aún más altos que estos. Yo también tengo esa fe que
tenían aquellas deidades, razón por la cual, cuando fallecieron allí, renacieron allá; yo también
tengo esa conducta virtuosa… ese aprendizaje… esa generosidad… esa sabiduría que tenían
aquellas deidades, razón por la cual, cuando fallecieron allí, renacieron allá’. Cuando el noble
discípulo se recuerda de la fe, el aprendizaje, la generosidad y la sabiduría, tanto de él mismo como
de aquellas deidades, su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son
abandonadas, de la misma manera como cuando el oro impuro se limpia con esfuerzo.
“Y, ¿cómo, Visakha, uno limpia el oro impuro con esfuerzo? Por medio del horno, sal, tiza roja, el
soplete, las tenazas y el apropiado esfuerzo de la persona. Es de esa manera que el oro, cuando está
impuro, se purifica con esfuerzo. Así también, la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo.
Y, ¿cómo la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo? He aquí, Visakha, el noble
discípulo se recuerda de las deidades así: ‘He aquí los devas de los cuatro grandes reyes... Yo
también tengo esa fe… esa sabiduría que tenían aquellas deidades, razón por la cual, cuando
fallecieron allí, renacieron allá’. Cuando el noble discípulo se recuerda de la fe, el aprendizaje, la
generosidad y la sabiduría, tanto de él mismo como de aquellas deidades, su mente llega a ser
apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son abandonadas. Este se llama el noble discípulo
que observa el uposatha de las deidades, que mora junto con las deidades y es considerando a las
deidades que su mente llega a ser apacible, llega la dicha y las impurezas mentales son
abandonadas. Es de esta manera que la mente contaminada se limpia mediante el esfuerzo.
(i) “Este noble discípulo, Visakha, reflexiona así [1]: ‘Al tiempo que vivan los arahants, ellos
abandonan y se abstienen de la destrucción de la vida; con la vara y el arma depuestos,
concienzudos y amables, moran compasivos hacia todos los seres vivos. Hoy, durante esta noche,
yo también voy abandonar y me abstendré de la destrucción de la vida; con la vara y el arma
depuestos, concienzudo y amable, moraré compasivo hacia todos los seres vivos. Voy a imitar a los
arahants a ese respecto y observaré el uposatha.
(ii) “’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de tomar lo que no les ha
sido dado; toman solamente lo que se les ofrece, esperan sólo lo que se les ofrece, son honestos de
corazón, carentes de robo. Hoy, durante esta noche, yo también voy abandonar y me abstendré de
tomar lo que no me ha sido dado; tomaré solamente lo que se me ofrece, esperaré sólo lo que se me
ofrece, seré honesto de corazón, carente de robo. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y
observaré el uposatha.
(iii) “’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de la conducta sexual y
viven en celibato, viven aparte, se abstienen de las relaciones sexuales, lo cual la gente común
practica. Hoy, durante esta noche, yo también voy abandonar y me abstendré de la conducta sexual
y estaré en celibato, viviré aparte, me abstendré de las relaciones sexuales, lo cual la gente común
practica. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha.
(iv) “’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de hablar falsamente, dicen
la verdad y se adhieren a la verdad; son dignos de confianza y fidedignos, no son engañadores en el
mundo. Hoy, durante esta noche, yo también voy abandonar y me abstendré de hablar falsamente,
diré la verdad y me adheriré a la verdad; seré digno de confianza y fidedigno, no seré un engañador
en el mundo. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha.
(v) “’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de los licores, vinos y [otras]
bebidas embriagantes que son la base de la negligencia. Hoy, durante esta noche, yo también voy
abandonar y me abstendré de los licores, vinos y [otras] bebidas embriagantes que son la base de la
negligencia. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha.
(vi) “’El tiempo que viven los arahants, ellos comen una sola vez al día, absteniéndose de comer por
la noche y fuera del tiempo apropiado. Hoy, durante esta noche, yo también voy comer una sola vez
al día, absteniéndome de comer por la noche y fuera del tiempo apropiado. Voy a imitar a los
arahants a ese respecto y observaré el uposatha.
(vii) “’El tiempo que viven los arahants, ellos se abstienen de bailar y cantar, de la música
instrumental, de los espectáculos inapropiados, de adornarse y embellecerse vistiendo guirnaldas o
aplicándose perfumes y ungüentos. Hoy, durante esta noche, yo también voy abstenerme de bailar y
cantar, de la música instrumental, de los espectáculos inapropiados, de adornarme y embellecerme
vistiendo guirnaldas o aplicándome perfumes y ungüentos. Voy a imitar a los arahants a ese
respecto y observaré el uposatha.
(viii) “’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de usar largas y lujosas
camas; más bien se acuestan en bajos lugares de descanso, como pequeñas camas o esteras de paja.
Hoy, durante esta noche, yo también voy a abandonar y me abstendré de usar largas y lujosas
camas; más bien me voy acostar en bajos lugares de descanso, como pequeñas camas o esteras de
paja. Voy a imitar a los arahants a ese respecto y observaré el uposatha’.
“Es de esta manera, Visakha, que un noble observa el uposatha. Cuando alguien observa el uposatha
de la manera de los nobles, habrá un gran fruto y beneficio, extraordinariamente brillante y
penetrante.
“Y, ¿de qué alcance es este gran fruto y beneficio? ¿De qué alcance es esto extraordinariamente
brillante y penetrante? Imagina, Visakha, que uno ejerciera la soberanía y el reinado sobre los
dieciséis grandes países donde abundan las siete sustancias preciosas, es decir, [el país de] los
angans, los magadhans, los kasis, los kosalans, los vajjis, los mallas, los cetis, los vangas, los kurus,
los pancalas, los macchas, los surasenas, los asakas, los avantis, los gandharans y los kambojans:
esto no valdría ni una decimosexta parte del uposatha observado por completo en aquellos ocho
factores. Y, ¿por qué así? Porque el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad
celestial.
“Para los devas de los cuatro grandes reyes, un solo día y su noche equivale a cincuenta años
humanos; treinta de esos días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El tiempo de vida de
los devas de los cuatro grandes reyes es de quinientos de esos años celestiales. Es posible, Visakha,
que una mujer o un hombre que observe aquí el uposatha completo en aquellos ocho factores, al
disolverse su cuerpo después de la muerta, renazca en la compañía de los devas de los cuatro
grandes reyes. Fue en referencia a eso que dije que el reinado humano es pobre en comparación con
la felicidad celestial.
“Para los devas de Tavatimsa, un solo día y su noche equivale a cien años humanos; treinta de esos
días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El tiempo de vida de los devas de Tavatimsa
es de mil de esos años celestiales. Es posible, Visakha, que una mujer o un hombre que observe aquí
el uposatha completo en aquellos ocho factores, al disolverse su cuerpo después de la muerta,
renazca en la compañía de los devas de Tavatimsa. Fue en referencia a eso que dije que el reinado
humano es pobre en comparación con la felicidad celestial.
“Para los devas de Yama, un solo día y su noche equivale a doscientos años humanos; treinta de
esos días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El tiempo de vida de los devas de Yama
es de dos mil de esos años celestiales. Es posible, Visakha, que una mujer o un hombre que observe
aquí el uposatha completo en aquellos ocho factores, al disolverse su cuerpo después de la muerta,
renazca en la compañía de los devas de Yama. Fue en referencia a eso que dije que el reinado
humano es pobre en comparación con la felicidad celestial.
“Para los devas de Tusita, un solo día y su noche equivale a cuatrocientos años humanos; treinta de
esos días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El tiempo de vida de los devas de Tusita
es de cuatro mil de esos años celestiales. Es posible, Visakha, que una mujer o un hombre que
observe aquí el uposatha completo en aquellos ocho factores, al disolverse su cuerpo después de la
muerta, renazca en la compañía de los devas de Tusita. Fue en referencia a eso que dije que el
reinado humano es pobre en comparación con la felicidad celestial.
“Para los devas que se deleitan en la creación, un solo día y su noche equivale a ochocientos años
humanos; treinta de esos días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El tiempo de vida de
los devas que se deleitan en la creación es de ocho mil de esos años celestiales. Es posible, Visakha,
que una mujer o un hombre que observe aquí el uposatha completo en aquellos ocho factores, al
disolverse su cuerpo después de la muerta, renazca en la compañía de los devas que se deleitan en la
creación. Fue en referencia a eso que dije que el reinado humano es pobre en comparación con la
felicidad celestial.
“Para los devas que controlan lo que ha sido creado por otros, un solo día y su noche equivale a mil
seiscientos años humanos; treinta de esos días hacen el mes y doce de esos meses hacen el año. El
tiempo de vida de los devas que controlan lo que ha sido creado por otros es de dieciséis mil de esos
años celestiales. Es posible, Visakha, que una mujer o un hombre que observe aquí el uposatha
completo en aquellos ocho factores, al disolverse su cuerpo después de la muerta, renazca en la
compañía de los devas que controlan lo que ha sido creado por otros. Fue en referencia a eso que
dije que el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad celestial”.
Uno no debería matar a los seres vivos ni tomar lo que [a uno] no le ha sido dado;
uno no debería hablar falsedades ni tomar bebidas embriagantes;
uno debería refrenarse de la actividad sexual, de la falta de castidad;
uno no debería comer por la noche ni fuera del tiempo apropiado.
Uno no debería vestir guirnaldas ni aplicarse perfumes;
uno debería dormir en cama baja o en la estera en el suelo;
se dice que esto es el uposatha de ocho factores
proclamado por el Buda,
quien alcanzó el fin de la insatisfacción.
Hasta donde giran el sol y la luna,
arrojando luz tan hermosa al contemplar,
disipan la oscuridad, moviéndose a través del firmamento,
resplandecen en el cielo, iluminando los puntos cardinales.
Cualquier riqueza que exista en las esferas
—perlas, gemas, berilos excelentes,
cuernos dorados y oro de la montaña,
el oro natural llamado hataka—
todo eso no vale ni la decimosexta parte
del uposatha completo en esos ocho factores,
al igual que todas las huestes celestiales
ni se comparan con el resplandor de la luna.
Por eso la mujer virtuosa o el virtuoso hombre,
habiendo observado el uposatha completo en los ochos factores,
y habiendo hecho mérito, productor de felicidad,
van irreprochables al estado celestial.

NOTA:
[1] En este punto, el Buda empieza a explicar los ocho preceptos, a los cuales se someten los laicos
el día de uposatha.
AN 3,74 {15A3.2.3.4,75} Nigantha Sutta – El nigantha

Cómo eliminar las consecuencias del kamma viejo y no producir el nuevo.

[74] {75} En una ocasión, el Venerable Ananda estaba morando en el Gran Bosque, en el pabellón
con el techo de dos aguas, cerca de Vesali. Entonces, el licchavi Abhaya y el licchavi Panditakumara
se acercaron al Venerable Ananda, le rindieron homenaje y se sentaron a un lado. Acto seguido el
licchabi Abhaya dijo al Venerable Ananda:
“Venerable Señor, el Nigantha Nataputta reivindica ser alguien que todo lo sabe y todo lo ve, que
tiene un conocimiento todo-abarcante y la visión, [diciendo:] ‘Mientras camino, estoy de pie,
mientras duermo y estoy despierto, el conocimiento y la visión constantemente están presentes en
mí’. Él prescribe el fin de los viejos kammas por medio de la austeridad y la demolición del puente
mediante la no creación de kamma nuevo. De esta manera, a través de la destrucción del kamma, se
destruye el sufrimiento. A través de la destrucción del sufrimiento, se destruye la sensación. A través
de la destrucción de la sensación, todo el sufrimiento se lleva lejos. De esta manera, la superación
[del sufrimiento] ocurre mediante esta purificación directamente visible por desgaste. ¿Qué dice el
Bienaventurado acerca de eso?”.
“Abhaya, el Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, quien conoce y ve, expuso
apropiadamente estas tres clases de purificación por desgaste, [lo cual hizo] para la purificación de
los seres, para la superación de la pena y el lamento, para la desaparición de la pena y el
abatimiento, para el logro del método, para la realización del Nibbana. Y, ¿cuáles son esas tres?
“He aquí, Abhaya, un monje que es virtuoso mora restringido por el Patimokkha, posee una buena
conducta y respaldo, viendo peligro aún en la más minuciosa falta. Habiéndose comprometido con
las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Él no crea kamma nuevo alguno y termina el
kamma viejo habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste es directamente visible, inmediato,
que invita a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio.
“Además, Abhaya, cuando este monje está realizado así en la conducta virtuosa, recluido de los
placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer
jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el
pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y
permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental, y consiste
en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido.
Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión,
y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los
nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada
feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento,
entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la
atención consciente mediante la ecuanimidad. Él no crea kamma nuevo alguno y termina el kamma
viejo habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste es directamente visible, inmediato, que
invita a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio.
“Además, Abhaya, cuando este monje está consumado así en la conducta virtuosa y concentración,
entonces, con la destrucción de las contaminaciones, descubre por sí mismo, con el conocimiento
directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la
sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece allí. Él no crea kamma nuevo alguno y termina el
kamma viejo habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste es directamente visible, inmediato,
que invita a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio.
“Estas son, Abhaya, las tres clases de purificación por desgaste que el Bienaventurado, el Arahant,
el Perfectamente Iluminado, quien conoce y ve, expuso apropiadamente para la purificación de los
seres, para la superación de la pena y el lamento, para la desaparición de la pena y el abatimiento,
para el logro del método, para la realización del Nibbana”.
Cuando se dijo eso, el licchiavi Panditakumara dijo al licchiavi Abhaya: “¿Por qué, amigo, no
agradeces al Venerable Ananda por sus palabras tan bien expresadas?”.
“¡Cómo no agradecer al Venerable Ananda por sus palabras tan bien expresadas, amigo! Si alguien
no agradeciera al Venerable Ananda por sus palabras tan bien expresadas, partiría su cabeza en dos”.

AN 3,75 Nivesaka Sutta – Deben ser alentados

La importancia de la fe en el Buda, el Dhamma y el Sangha.

[75] Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un


lado. Y el Bienaventurado le dijo:
“Ananda, aquellos por los cuales tienes compasión, los que crees que deberían ser atendidos, sean
amigos o compañeros, parientes cercanos o lejanos, deberían ser alentados, asentados y establecidos
por ti en tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres?
“Deberían ser alentados, asentados y establecidos en la inamovible fe en el Buda así: ‘‘El
Bienaventurado es un Arahant perfectamente iluminado, consumado en el conocimiento verdadero
y la conducta, Sublime, conocedor del mundo, insuperable entrenador de los que han de ser
amansados, maestro de los devas y los seres humanos, un Iluminado, un Bienaventurado’.
“Deberían ser alentados, asentados y establecidos en la inamovible fe en el Dhamma así: ‘El
Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado, directamente visible, inmediato, invitando a
uno a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio’.
“Deberían ser alentados, asentados y establecidos en la inamovible fe en el Sangha así: ‘El Sangha
de los discípulos del Bienaventurado está practicando de buena manera, está practicando de una
manera firme, verdadera y apropiada; es decir, los cuatro pares de personas, los ocho tipos de
individuos: este es el Sangha de los discípulos del Bienaventurado que es digno de recibir ofrendas,
digno de hospitalidad, donativos y reverenciales salutaciones; el insuperable campo de méritos para
el mundo’.
“Ananda, puede haber alteración en los cuatro grandes elementos —el elemento de la tierra, el
elemento del agua, el elemento del fuego, el elemento del aire―, pero no puede haber alteración
alguna en el noble discípulo que posee la inamovible fe en el Buda. En ese contexto, esta sería una
alteración: que este noble discípulo, que posee la inamovible fe en el Buda, renaciese en el infierno,
en el reino animal o en la esfera de los espíritus hambrientos. Semejante cosa, es imposible.
“Ananda, puede haber alteración en los cuatro grandes elementos —el elemento de la tierra, el
elemento del agua, el elemento del fuego, el elemento del aire―, pero no puede haber alteración
alguna en el noble discípulo que posee la inamovible fe en el Dhamma… en el Sangha. En ese
contexto, esta sería una alteración: que este noble discípulo, que posee la inamovible fe en el
Sangha, renaciese en el infierno, en el reino animal o en la esfera de los espíritus hambrientos.
Semejante cosa, es imposible.
“Ananda, aquellos por los cuales tienes compasión, los que crees que deberían ser atendidos, sean
amigos o compañeros, parientes cercanos o lejanos, deberían ser alentados, asentados y establecidos
por ti en estas tres cosas”.

AN 3,76-77 {15A3.2.3.6,77-15A3.2.3.7,78} Pathama y


Dutiyabhava Sutta – Primer y segundo discurso sobre la
existencia

En esos dos suttas similares se explica cómo la conciencia (en el primero) y la volición con la
determinación (en el segundo) se establecen en los futuros planos de existencia de acuerdo al
kamma.

AN 3,76 {15A3.2.3.6,77} Pathamabhava Sutta - Primer discurso sobre la


existencia

[76] {77} Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado y, llegando allí, le rindió
homenaje y le dijo:
"'Existencia, existencia', se ha dicho, Venerable Señor. ¿De qué manera, Venerable Señor, hay
existencia?"
"Ananda, si no habría kamma que madurase en el plano sensorial, ¿se hubiese podido discernir la
existencia de la esfera sensorial?"
"No, Venerable Señor".
"De esta manera, Ananda, para los seres obstaculizados por la ignorancia y encadenados por la
avidez, el kamma es el campo, la conciencia es la semilla y la avidez es la humedad para que su
conciencia se establezca en el reino inferior. Así se produce la renovación de su existencia en el
futuro.
"Ananda, si no habría kamma que madurase en el plano de la forma, ¿se hubiese podido discernir
la existencia de la esfera de la forma?"
"No, Venerable Señor".
"De esta manera, Ananda, para los seres obstaculizados por la ignorancia y encadenados por la
avidez, el kamma es el campo, la conciencia es la semilla y la avidez es la humedad para que su
conciencia se establezca en el reino del medio. Así se produce la renovación de su existencia en el
futuro.
"Ananda, si no habría kamma que madurase en el plano de lo sin forma, ¿se hubiese podido
discernir la existencia de la esfera de lo sin forma?"
"No, Venerable Señor".
"De esta manera, Ananda, para los seres obstaculizados por la ignorancia y encadenados por la
avidez, el kamma es el campo, la conciencia es la semilla y la avidez es la humedad para que su
conciencia se establezca en el reino del medio. Así se produce la renovación de su existencia en el
futuro.
"De esta manera, Ananda, hay existencia?"

AN 3,77 {15A3.2.3.7,78} Dutiyabhava Sutta - Segundo discurso sobre la


existencia

[76] {77} Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, y llegando allí le rindió
homenaje y le dijo:
"'Existencia, existencia', se ha dicho, Venerable Señor. ¿De qué manera, Venerable Señor, hay
existencia?"
"Ananda, si no habría kamma que madurase en el plano sensorial, ¿se hubiese podido discernir la
existencia de la esfera sensorial?"
"No, Venerable Señor".
"De esta manera, Ananda, para los seres obstaculizados por la ignorancia y encadenados por la
avidez, el kamma es el campo, la conciencia es la semilla y la avidez es la humedad para que su
volición y determinación se establezcan en el reino inferior. Así se produce la renovación de su
existencia en el futuro.
[El resto del sutta sigue igual que el anterior reemplazando "conciencia" por "volición y
determinación"].

AN 3,80 {15A3.2.3.10,81} Culanika (Abhibhu) Sutta –


Abhibhu

En este sutta se menciona al Bienaventurado Sikhi, un Buda anterior a Gotama, mientras que este
último declarado “poderoso y majestuoso” parece guardar más relación con los sutras Mahajana que
con el resto de los Cuatro Nikayas.
[80] {81} Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó
a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, esto he escuchado en presencia del Bienaventurado; en su presencia he aprendido
esto: ‘Abhibhu, el discípulo del Bienaventurado Sikhi, mientras estaba en el mundo del Brahma,
transmitió su voz a través del milenario sistema mundial’. ¿Qué tan lejos, Venerable Señor, puede el
Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado trasmitir su voz?”.
“Él era un discípulo, Ananda; los Tathagatas son inconmensurables”.
Y por segunda vez, el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, esto he
escuchado en presencia del Bienaventurado… ¿Qué tan lejos, Venerable Señor, puede el
Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado trasmitir su voz?”.
“Él era un discípulo, Ananda; los Tathagatas son inconmensurables”.
Y por tercera vez, el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, esto he
escuchado en presencia del Bienaventurado… ¿Qué tan lejos, Venerable Señor, puede el
Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado trasmitir su voz?”.
“¿Has escuchado, Ananda, acerca del milenario sistema mundial?”.
“Este es el momento, ¡oh Bienaventurado! Este es el momento, ¡oh Bendito! El Bienaventurado
debería hablar. Habiendo escuchado esto de la boca del Bienaventurado, los monjes lo retendrán en
la mente”.
“Bien, entonces Ananda, escucha y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondió el Venerable Ananda y el Bienaventurado continuó:
“El milenario sistema mundial, en el cual gira el sol y la luna, e iluminan con su resplandor los
cuatro puntos cardinales es llamado el milenario sistema menor. En aquel milenario sistema
mundial hay mil lunas, mil soles, mil Sinerus, reyes de la montaña, mil Jambudipas, mil
Aparagoyanas, mil Uttarakurus, mil Pubbavidehas y mil grandes océanos; mil Cuatro Grandes
Reyes, mil [cielos de los] devas [gobernados por] Cuatro Grandes Reyes, mil [cielos] Tavatimsa,
mil [cielos] Yama, mil [cielos] Tusita, mil [cielos de los] devas que se deleitan en la creación, mil
[cielos de los] devas que controlan lo creado por otros y mil mundos del Brahma.
“El mundo que es mil veces el milenario sistema mundial menor, se llama el mil-a-la-segunda-
potencia mediano sistema mundial.
“El mundo que es mil veces el mil-a-la-segunda-potencia mediano sistema mundial, se llama el mil-
a-la-tercera-potencia gran sistema mundial. Ananda, el Tathagata puede transmitir su voz tan lejos
hasta donde quiera dentro del mil-a-la-tercera-potencia gran sistema mundial”.
“Pero, ¿de qué manera, Venerable Señor, puede el Tathagata transmitir su voz tan lejos hasta donde
quiera dentro del mil-a-la-tercera-potencia gran sistema mundial?”.
“He aquí, Ananda, el Tathagata cubre con su resplandor el mil-a-la-tercera-potencia gran sistema
mundial. Cuando aquellos seres perciben esta luz, entonces el Tathagata proyecta su voz y hace
escucharles el sonido. Es de esta manera, Ananda, que el Tathagata puede transmitir su voz tan lejos
hasta donde quiera dentro del mil-a-la-tercera-potencia gran sistema mundial”.
Cuando esto fue dicho, el Venerable Ananda, dijo al Bienaventurado: “Para mí, esta es una gran
fortuna. Soy muy afortunado de tener un maestro así de poderoso y majestuoso”.
Cuando esto fue dicho, el Venerable Udayi dijo al Venerable Ananda: “¿Qué es para ti, amigo
Ananda, que tu maestro es así de poderoso y majestuoso?”.
Cuando esto fue dicho, el Bienaventurado dijo al Venerable Udayi: “No digas esto, Udayi; no digas
así, Udayi. Udayí, si Ananda muriese sin ser libre de la codicia, entonces por su fe ejercería el
reinado celestial entre los devas siete veces, y el reinado en este Jambudipa siete veces. No
obstante, en esta presente vida Ananda alcanzará el nibbana final”.

AN 3,81 {15A3.2.4.1,82} Samana Sutta – Ascetas

En qué consiste el triple entrenamiento del monje.


[81] {82} “Monjes, he aquí estas tres tareas del monje que han de ser practicadas por el asceta. Y,
¿cuáles son esas tres? La realización del entrenamiento en la conducta virtuosa superior, la
realización del entrenamiento en la mente superior y la realización del entrenamiento en la
sabiduría superior. Estas son, monjes, las tres tareas del monje que han de ser practicadas por el
asceta.
“Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘Vamos a tener un gran deseo de
realizar el entrenamiento en la conducta virtuosa superior, vamos a tener un gran deseo de realizar
el entrenamiento en la mente superior y vamos a tener un gran deseo de realizar el entrenamiento en
la sabiduría superior’. De esta manera, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos”.

AN 3,82 {15A3.2.4.2,83} Gadrabha Sutta – El asno

Un monje que no se entrena adecuadamente y piensa que con sólo vestir la túnica amarilla ya es un
monje, se parece a un asno que yendo detrás del ganado piensa: “También soy una vaca”.

[82] {83} “Monjes, imaginad a un asno yendo justo detrás del ganado [que piense así]: ‘Yo también
soy una vaca, soy una vaca’. Sin embargo, su apariencia no es de una vaca, su rebuzno no es de una
vaca ni su huella es de una vaca. Pero él, yendo justo detrás del ganado [piensa así]: ‘Yo también
soy una vaca, soy una vaca’.
“Así también puede haber un monje que yendo justo detrás del Sangha de los monjes [piense así]:
‘Yo también soy un monje, soy un monje’. Pero su deseo de la realización del entrenamiento en la
conducta virtuosa superior no es como el de los otros monjes, su deseo de la realización del
entrenamiento en la mente superior no es como el de los otros monjes, ni el deseo de la realización
del entrenamiento en la sabiduría superior es como el de los otros monjes. Pero él, yendo justo
detrás del Sangha [piensa así]: ‘Yo también soy un monje, soy un monje’.
“Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘Vamos a tener un gran deseo de
realizar el entrenamiento en la conducta virtuosa superior, vamos a tener un gran deseo de realizar
el entrenamiento en la mente superior y vamos a tener un gran deseo de realizar el entrenamiento en
la sabiduría superior’. De esta manera, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos”.
AN 3,83 {15A3.2.4.3,84} Khetta Sutta – El campo

Utilizando el símil sobre las tareas de un granjero, el Buda enseña las importantes tareas
preliminares de un monje.

[83] {84} “Monjes, he aquí existen estas tres tareas preliminares de un granjero. Y, ¿cuáles son esas
tres? He aquí, el granjero primero que nadie toma el arado para surcar el campo. Luego, siembra las
semillas en el tiempo apropiado. Finalmente, ocasionalmente irriga y drena el campo. Estas son,
monjes, las tres tareas preliminares de un granjero.
“De la misma manera, monjes, existen estas tres tareas preliminares del monje. Y, ¿cuáles son esas
tres? La realización del entrenamiento en la conducta virtuosa superior, la realización del
entrenamiento en la mente superior y la realización del entrenamiento en la sabiduría superior.
Estas son, monjes, las tres tareas del monje.
“Por eso, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos así: ‘Vamos a tener un gran deseo de
realizar el entrenamiento en la conducta virtuosa superior, vamos a tener un gran deseo de realizar
el entrenamiento en la mente superior y vamos a tener un gran deseo de realizar el entrenamiento en
la sabiduría superior’. De esta manera, monjes, deberíais entrenaros a vosotros mismos”.

AN 3,84 {15A3.2.4.4,85} Vajjiputta Sutta – El joven Vajji

Un monje joven, incapaz de cumplir las múltiples reglas monásticas, recibe consejo del Buda a
practicar tres de ellas, que igualmente cumplen con el cometido.

[84] {85} Esto he escuchado:


En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la casa con techo a dos aguas, en el Gran
Bosque cerca de Vesali. Entonces, cierto monje de los Vajji se acercó al Bienaventurado, le rindió
homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, cada quince días se recitan más de ciento cincuenta reglas de entrenamiento. Y
yo no puedo entrenarme en ellas”.
“Y, ¿puedes, monje, entrenarte en estas tres reglas de entrenamiento: el entrenamiento en la
conducta virtuosa superior, el entrenamiento en la mente superior y el entrenamiento en la
sabiduría superior?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Entonces, monje, entrénate en esas tres reglas de entrenamiento: el entrenamiento en la conducta
virtuosa superior, el entrenamiento en la mente superior y el entrenamiento en la sabiduría superior.
A medida que te entrenes en ellas, vas a abandonar la codicia, el odio y la falsa ilusión. Con el
abandono de la codicia, el odio y la falsa ilusión, no vas a hacer nada perjudicial ni recurrirás a algo
malo”.
Y después de no mucho tiempo, aquel monje se entrenó en la conducta virtuosa superior, en la
mente superior y en la sabiduría superior. A medida que se entrenaba así, iba abandonando la
codicia, el odio y la falsa ilusión. Y con el abandono de la codicia, el odio y la falsa ilusión, no hizo
nada perjudicial ni recurrió a algo malo.

AN 3,85 {15A3.2.4.5,86} Sekkha Sutta – El aprendiz

En qué consiste el entrenamiento del aprendiz del Dhamma.

[85] {86} Entonces, un cierto monje se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un
lado y le dijo: “Venerable Señor, se ha dicho: ‘El aprendiz, el aprendiz’. ¿De qué manera uno es
aprendiz?”.
“Porque él se entrena, monje, por eso se llama aprendiz. Y, ¿en qué se entrena? Se entrena en la
conducta virtuosa superior, se entrena en la mente superior y se entrena en la sabiduría superior. Así
se entrena, monje, por eso se llama aprendiz”.
A medida que el aprendiz se entrena
A lo largo del camino recto,
Surge primero el conocimiento de la destrucción,
Seguido inmediatamente por el conocimiento final.
Después de eso, cuando los grilletes de la existencia son destruidos,
Para alguien liberado por el conocimiento final.
Surge este conocimiento;
“Mi liberación es inamovible”.

AN 3,86-3,88 {15A3.2.4.6,87-15A3.2.4.8,89} Pathama, Dutiya y


Tatiyasikkha Sutta – El proceso del entrenamiento

Estos tres suttas tratan sobre el triple entrenamiento del monje: la conducta virtuosa superior, la
mente superior (en concentración) y la sabiduría superior; y lo correlacionan con los cuatro estados
de iluminación.

AN 3,86 {15A3.2.4.6,87} Pathamasikkha Sutta – Primer discurso sobre el


proceso del entrenamiento
[86] {87} “Monjes, cada quince días se recitan más de ciento cincuenta reglas del entrenamiento: el
hombre de buena familia, que desea su propio bien, se entrena en ellas. Y todas ellas están
comprimidas dentro de estos tres entrenamientos. Y, ¿cuáles son esos tres? El entrenamiento en la
conducta virtuosa superior, el entrenamiento en la mente superior y el entrenamiento en la sabiduría
superior. Estos son los tres entrenamientos, en los cuales están comprimidas todas [las reglas].
“He aquí, monjes, el monje cumple con la conducta virtuosa, pero cultiva la concentración y la
sabiduría solamente en un grado moderado. Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas
menores y secundarias y, luego, se rehabilita a sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera
incapaz de esto. Pero en consideración a las reglas fundamentales para la vida espiritual, en
conformidad con la vida espiritual, su conducta es constante y firme. Habiéndose comprometido
con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Con la completa destrucción de los tres
grilletes, es uno que entra-en-la-corriente, no sujeto más al mundo bajo, con un destino fijo, con la
iluminación como su destino.
“He aquí, monjes, el monje cumple con la conducta virtuosa, pero cultiva la concentración y la
sabiduría solamente en un grado moderado. Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas
menores y secundarias y, luego, se rehabilita a sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera
incapaz de esto. Pero en consideración a las reglas fundamentales para la vida espiritual, en
conformidad con la vida espiritual, su conducta es constante y firme. Habiéndose comprometido
con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Con la completa destrucción de los tres
grilletes, es alguien que una-vez-retorna, quien después de haber retornado una vez a este mundo,
pone fin a la insatisfacción.
“He aquí, monjes, otro monje cumple con la conducta virtuosa y la concentración, pero cultiva la
sabiduría solamente en un grado moderado. Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas
menores y secundarias y, luego, se rehabilita a sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera
incapaz de esto. Pero en consideración a las reglas fundamentales para la vida espiritual, en
conformidad con la vida espiritual, su conducta es constante y firme. Habiéndose comprometido
con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Con la completa destrucción de los cinco
grilletes menores, es alguien de un renacimiento espontáneo, a través del cual alcanza el Nibbana
sin haber retornado de aquel mundo.
“He aquí, monjes, otro monje cumple con la conducta virtuosa, la concentración y la sabiduría.
Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas menores y secundarias y, luego, se rehabilita a
sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera incapaz de esto. Pero en consideración a las
reglas fundamentales para la vida espiritual, en conformidad con la vida espiritual, su conducta es
constante y firme. Habiéndose comprometido con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas.
Con la destrucción de las impurezas, descubre por sí mismo, con el conocimiento directo, en esta
presente vida, la inmaculada liberación a través de la sabiduría. Y, habiendo entrado en ella,
permanece así.
“Por eso, monjes, el que cultiva parcialmente, tendrá logros parciales; el que cultiva plenamente,
tendrá logros plenos. Estas reglas de entrenamiento, lo declaro yo, no serán infructuosas”.

AN 3,87 {15A3.2.4.7,88} Dutiyasikkha Sutta – Segundo discurso sobre el proceso


del entrenamiento
[87] {88} “Monjes, cada quince días se recitan más de ciento cincuenta reglas del entrenamiento: el
hombre de buena familia, que desea su propio bien, se entrena en ellas. Y todas ellas están
comprimidas dentro de estos tres entrenamientos. Y, ¿cuáles son esos tres? El entrenamiento en la
conducta virtuosa superior, el entrenamiento en la mente superior y el entrenamiento en la sabiduría
superior. Estos son los tres entrenamientos, en los cuales están comprimidas todas [las reglas].
“He aquí, monjes, el monje cumple con la conducta virtuosa, pero cultiva la concentración y la
sabiduría solamente en un grado moderado… [sigue como en el sutta anterior]… Con la completa
destrucción de los tres grilletes es alguien que alcanza siete-veces-como-máximo, quien después de
vagar y errar, entre devas y seres humanos —siete veces como máximo—, pone fin a la
insatisfacción. Con la completa destrucción de los tres grilletes es alguien que alcanza de-familia-a-
familia, quien después de vagar y errar entre las buenas familias, dos o tres veces, pone fin a la
insatisfacción. Con la completa destrucción de los tres grilletes, es alguien que alcanza una-sola-
semilla, quien después de renacer una vez más, dentro de la existencia humana, pone fin a la
insatisfacción. Con la completa destrucción de los tres grilletes y con la disminución de la codicia,
el odio y la falsa ilusión, es alguien que una-vez-retorna, quien después de haber retornado una vez,
pone fin a la insatisfacción.
“He aquí, monjes, el monje cumple con la conducta virtuosa y la concentración, pero cultiva la
sabiduría solamente en un grado moderado… [sigue como en el sutta anterior]. Con la completa
destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien que da un salto ascendente, que va en
dirección al reino Akanittha… quien alcanza el Nibbana a través del esfuerzo… quien alcanza el
Nibbana sin esfuerzo… quien alcanza el Nibbana en el aterrizaje… quien alcanza el Nibbana en el
intervalo [1].
“He aquí, monjes, otro monje cumple con la conducta virtuosa, la concentración y la sabiduría.
Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas menores y secundarias y, luego, se rehabilita a
sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera incapaz de esto. Pero en consideración a las
reglas fundamentales para la vida espiritual, en conformidad con la vida espiritual, su conducta es
constante y firme. Habiéndose comprometido con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas.
Con la destrucción de las impurezas, descubre por sí mismo, con el conocimiento directo, en esta
presente vida, la inmaculada liberación a través de la sabiduría. Y, habiendo entrado en ella,
permanece así.
“Por eso, monjes, el que cultiva parcialmente, tendrá logros parciales; el que cultiva plenamente,
tendrá logros plenos. Estas reglas de entrenamiento, lo declaro yo, no serán infructuosas”.

AN 3,88 {15A3.2.4.8,89} Tatiyasikkha Sutta – Tercer discurso sobre el proceso


del entrenamiento
[88] {89} “Monjes, cada quince días se recitan más de ciento cincuenta reglas del entrenamiento: el
hombre de buena familia, que desea su propio bien, se entrena en ellas. Y todas ellas están
comprimidas dentro de estos tres entrenamientos. Y, ¿cuáles son esos tres? El entrenamiento en la
conducta virtuosa superior, el entrenamiento en la mente superior y el entrenamiento en la sabiduría
superior. Estos son los tres entrenamientos, en los cuales están comprimidas todas [las reglas].
“He aquí, monjes, el monje cumple con la conducta virtuosa, la concentración y la sabiduría.
Entonces, cae en las ofensas con respecto a las reglas menores y secundarias y, luego, se rehabilita a
sí mismo. Y, ¿por qué así? Porque no dije que fuera incapaz de esto. Pero en consideración a las
reglas fundamentales para la vida espiritual, en conformidad con la vida espiritual, su conducta es
constante y firme. Habiéndose comprometido con las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas.
Con la destrucción de las impurezas, descubre por sí mismo, con el conocimiento directo, en esta
presente vida, la inmaculada liberación a través de la sabiduría. Y, habiendo entrado en ella,
permanece así.
“Pero si él no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los cinco grilletes
menores, es alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la
completa destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien que alcanza el Nibbana en el
aterrizaje. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los cinco grilletes
menores, es alguien que alcanza el Nibbana sin esfuerzo. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la
completa destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien que alcanza el Nibbana a través del
esfuerzo. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los cinco grilletes
menores, es alguien que alcanza el Nibbana sin esfuerzo. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la
completa destrucción de los cinco grilletes menores, es alguien que da un salto ascendente, que va
en dirección al reino Akanittha.
“Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los tres grilletes y con la
disminución de la codicia, el odio y la falsa ilusión, es alguien que una-vez-retorna, quien después
de haber retornado una vez, pone fin a la insatisfacción. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la
completa destrucción de los tres grilletes, es alguien que alcanza una-sola-semilla, quien después de
renacer una vez más, dentro de la existencia humana, pone fin a la insatisfacción. Si no lo alcanza ni
lo penetra así, con la completa destrucción de los tres grilletes, es alguien que alcanza de-familia-a-
familia, quien después de vagar y errar entre las buenas familias, dos o tres veces, pone fin a la
insatisfacción. Si no lo alcanza ni lo penetra así, con la completa destrucción de los tres grilletes, es
alguien que alcanza siete-veces-como-máximo, quien después de vagar y errar, entre devas y seres
humanos —siete veces como máximo—, pone fin a la insatisfacción.
“Por eso, monjes, el que cultiva parcialmente, tendrá logros parciales; el que cultiva plenamente,
tendrá logros plenos. Estas reglas de entrenamiento, lo declaro yo, no serán infructuosas”.

NOTA:
[1] Esta tipología quíntuple de "los que no retornan" aparece también en SN 48,15-24-66; SN
51,26; SN 54,5 y SN 55,25. El Saratthappakasini (los Comentarios) explica el antaraparinibbayi ("el
que alcanza Nibbana en el intervalo") como alguien que renace en los Reinos Puros y que alcanza el
arahantado durante la primera mitad del período de vida. Este tipo se subdivide en tres,
dependiendo de si el arahantado se alcanza: (i) en el mismo día del renacimiento, (ii) después de
que hayan pasado uno o dos eones o (iii) después de que hayan pasado cuatro eones. El
upahaccaparinibbayi ("el que alcanza el Nibbana en el aterrizaje") se explica como alguien que
alcanza el arahantado después de pasar la primera mitad del período de vida. Para los Comentarios,
el asankharaparinibbayi ("el que alcanza sin esfuerzo") y el sasankharaparinibbayi ("el que alcanza
con esfuerzo") se convierten entonces en dos maneras en las que los dos tipos de "los que no
retornan" alcanzan el objetivo. Esta explicación se origina en Puggalapaññatti págs.12-13
(comentada en el atthakattha de Puggalapaññatti, págs.198-201). Sin embargo, esta versión de los
dos primeros tipos no solo descuida el significado literal de los nombres, sino que también anula la
naturaleza secuencial y mutuamente exclusiva de los cinco tipos como se define en otra parte de los
suttas (ver más abajo).
Si entendemos el término antaraparinibbayi literalmente, como parece que deberíamos, entonces
significa alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo entre dos vidas, quizás mientras existe en
un cuerpo sutil en el estado intermedio. El upahaccaparinibbayi se convierte entonces en alguien
que obtiene el Nibbana "al aterrizar" o "al tomar tierra" en la nueva existencia, es decir, casi
inmediatamente después de haber renacido. Los siguientes dos términos designan dos tipos que
alcanzan el arahantado en el transcuro de la siguiente vida, distinguidos por la cantidad de esfuerzo
que deben hacer para llegar al objetivo. El último, el uddhamsota akanitthagami, es uno que renace
en sucesivos Reinos Puros, completa el período de vida completo en cada uno, y finalmente obtiene
el arahantado en el reino de Akanittha, el más elevado Reino Puro.
Esta interpretación, adoptada por muchas escuelas no Theravada del budismo temprano, parece
confirmarse por el Purisagati Sutta (AN 4,70-74), en el cual el símil de la astilla en llamas sugiere
que los siete tipos (incluyendo los tres tipos de antaraparinibbayi) son mutuamente exclusivos y se
clasifican según la agudeza de sus facultades. Apoyo adicional viene del AN 2,134 y 25-29, que
explica al antariparinibbaya como a alguien que ha abandonado la cadena del renacimiento
(upapattisamyojana) sin haber abandonado todavía la cadena de la existencia (bhavasamyojana).
Aunque los partidarios Theravadines argumentan en contra de esta interpretación del
antaraparinibbayi (por ejemplo, en Kv 366), la evidencia de los suttas se inclina fuertemente a su
favor. Para una discusión detallada, ver The Selfless Mind, de Peter Harvey, págs. 98-108.
AN 2,155-156 establece una distinción alternativa entre el sasankharaparinibbayi y el
asankharaparinibbayi: el primero alcanza el arahantado a través de la meditación en los objetos
"austeros" como la asquerosidad del cuerpo, la percepción de la repulsividad de la comida, el
descontento con todo el mundo, la percepción de la impermanencia en todas las formaciones, y la
atención en la muerte; el último, a través de los cuatro jhana [nota de Bhikkhu Bodhi].

AN 3,89-90 {15A3.2.4.9,90-15A3.2.4.10,91} Patthama y


Dutiyasikkhattaya Sutta – Los entrenamientos

El entrenamiento budista se centra en esos tres pilares: la moral, la mente y la sabiduría.

AN 3,89 {15A3.2.4.9,90} Patthamasikkhattaya Sutta – Primer discurso sobre los


entrenamientos
[89] {90} “Monjes, he aquí, estos tres entrenamientos. Y, ¿cuáles son esos tres? El entrenamiento en
la más alta conducta virtuosa, el entrenamiento en la más alta mente y el entrenamiento en la más
alta sabiduría.
“Y, ¿qué es, monjes, el entrenamiento en la más alta conducta virtuosa? He aquí, monjes, el monje
es virtuoso… Habiendo emprendido el entrenamiento en la reglas, se entrena en ellas. Esto se llama,
monjes, el entrenamiento en la más alta conducta virtuosa.
“Y, ¿qué es, monjes, el entrenamiento en la más alta mente? He aquí, monjes, recluido de los
placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el monje entra y permanece en el
primer jhana… en el segundo jhana… en el tercer jhana… en el cuarto jhana… Esto se llama,
monjes, el entrenamiento en la más alta concentración mental.
“Y, ¿qué es, monjes, el entrenamiento en la más alta sabiduría? He aquí, monjes, el monje
comprende tal como realmente es: ‘esta es la insatisfacción’ … ’este es el sendero que conduce al
fin de la insatisfacción’. Esto se llama, monjes, el entrenamiento en la más alta sabiduría.
“Estos son, monjes, los tres entrenamientos.”

AN 3,90 {15A3.2.4.10,91} Dutiyasikkhattaya Sutta – Segundo discurso sobre los


entrenamientos

[90] {91} “Monjes, he aquí, estos tres entrenamientos. Y, ¿cuáles son esos tres? [sigue igual que en
el sutta anterior]
“Y, ¿qué es, monjes, el entrenamiento en la más alta sabiduría? He aquí, monjes, con la destrucción
de las corrupciones mentales, el monje realiza por sí mismo, con el conocimiento directo y en esta
actual vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo
entrado en ella, permanece allí.
“Estos son, monjes, los tres entrenamientos.”
Energético, fuerte y resuelto,
meditativo, atentamente consciente y con sus facultades mentales resguardadas,
uno debería practicar la alta moralidad,
la alta concentración y sabiduría.
Así como antes también después;
así después como antes;
así arriba como abajo;
así abajo como arriba;
así de día como noche;
así de noche como de día;
habiendo superado a todas las vigilias
con la inconmensurable concentración.
Le llaman el aprendiz del camino,
cuya conducta ha sido bien purificada.
Le llaman iluminado en el mundo,
sabio que completó la práctica.
Para alguien liberado de la destrucción de la avidez,
con el cese de la conciencia,
la emancipación de la mente
es como la extinción de una vela.

AN 3,96-98 Pathama, Dutiya y Tatiyaajaniya Sutta – El pura


sangre

El carácter de un excelente caballo real, de pura sangre, sirve al Buda para analizar las cualidades
de un excelente monje.

AN 3,96 Pathamaajaniya – Primer discurso sobre el pura sangre

[96] “Monjes, poseyendo tres factores el excelente caballo real de pura sangre es digno del rey, un
accesorio del rey y cuenta como un factor de la realeza. Y, ¿cuáles son esos tres? He aquí, el
excelente caballo real de pura sangre posee la belleza, fuerza y velocidad. Poseyendo estos tres
factores, el excelente caballo real de pura sangre es digno del rey, un accesorio del rey y cuenta
como un factor de la realeza.
“De la misma manera, monjes, poseyendo tres cualidades un monje es digno de las ofrendas, digno
de hospitalidad, digno de dádivas, digno de reverenciales saludos, un insuperable campo de méritos
para el mundo. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, el monje posee la belleza, fuerza y velocidad.
“Y, ¿cómo el monje posee la belleza? He aquí, el monje es virtuoso; mora restringido por el
Patimokkha, posee una buena conducta y el sustento, viendo el peligro en la más mínima falta.
Habiéndose sometido a las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. De esta manera el monje
posee la belleza.
“Y, ¿cómo el monje posee la fuerza? He aquí, el monje hace surgir la energía para abandonar los
perjudiciales estados y adquirir los estados beneficiosos; es fuerte, firme en su esfuerzo, no
decayendo en la tarea de cultivar los beneficiosos estados. De esta manera el monje posee la fuerza.
“Y, ¿cómo el monje posee la velocidad? He aquí, el monje comprende tal como realmente es: ‘Esta
es la insatisfacción’, ‘este es el origen de la insatisfacción’, ‘este es el cese de la insatisfacción’ y
‘este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. De esta manera el monje posee la
velocidad.
“Poseyendo estas tres cualidades, un monje es digno de las ofrendas, digno de hospitalidad, digno
de dádivas, digno de reverenciales saludos, un insuperable campo de méritos para el mundo”.
AN 3,97 Dutiyaajaniya – Segundo discurso sobre el pura sangre

[97] [Todo el sutta es igual que el anterior, excepto el siguiente fragmento sobre la tercera cualidad
del monje:]
“Y, ¿cómo el monje posee la velocidad? He aquí, con la completa destrucción de los cinco grilletes
menores, el monje es alguien de un nacimiento espontáneo, a través del cual, alcanza el Nibbana
final, sin jamás retornar de aquel mundo. De esta manera el monje posee la velocidad…”.

AN 3,98 Tatiyaajaniya – Tercer discurso sobre el pura sangre

[98] [Todo el sutta es igual que el 3,96, excepto el siguiente fragmento sobre la tercera cualidad del
monje:]
“Y, ¿cómo el monje posee la velocidad? He aquí, con la completa destrucción de las
contaminaciones, el monje descubrió por sí mismo, con el conocimiento directo y en esta presente
vida, la inmaculada liberación de la mente, la liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado
bajo ella, permanece allí. De esta manera el monje posee la velocidad…”.

AN 3,100 {15A3.2.5.9,101} Lonakapalla Sutta – Un terrón de


sal

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• Kamma

Según este sutta, el grado de experimentar lo penoso del mal kamma no está rígidamente
correlacionado con la severidad de las determinadas acciones kammicas, sino que depende de
muchos otros factores.
[100] {101} “Monjes, si alguien dijera esto: ‘una persona experimenta el kamma de la misma
manera en la que la creo’; en este caso no habría la vida santa, ni la oportunidad de esperar ver y
poner fin a la insatisfacción. Pero, si alguien dijera esto: ‘cuando una persona crea el kamma que ha
ser experimentado de una determinada manera, experimenta sus resultados precisamente de aquella
manera’; en este caso sería posible la vida santa, al igual que la oportunidad de esperar ver y poner
fin a la insatisfacción.
“He aquí, monjes, alguna persona ha creado el mal kamma insignificante, el cual, sin embargo, le
lleva directamente al infierno, mientras que otra persona aquí, ha creado el mismo mal kamma
insignificante. Al cual, sin embargo, lo experimenta ya en esta vida presente sin quedar siquiera el
menor [residuo] visible, y mucho menos un [residuo] mayor.
“Y, ¿cuál es la clase de persona, monjes, que ha creado el mal kamma insignificante, el cual, sin
embargo, lo lleva directamente al infierno? He aquí, monjes, alguna persona no desarrolla una
conducta virtuosa con el cuerpo, tampoco desarrolla la mente ni la sabiduría. Es una persona
limitada, de carácter endeble y mora en sufrimiento. Cuando semejante persona crea el mal kamma
insignificante, el mismo lo lleva al infierno.
“Y, ¿cuál es la clase de persona, monjes, que ha creado exactamente el mismo mal kamma
insignificante, pero, sin embargo, lo experimenta ya en esta vida presente sin quedar siquiera el
menor [residuo] visible, y mucho menos un [residuo] mayor? He aquí, monjes, alguna persona
desarrolla una conducta virtuosa con el cuerpo, también desarrolla la mente y la sabiduría. Es
ilimitado, tiene un carácter suave y mora sin mesura. Cuando semejante persona crea exactamente
el mismo mal kamma insignificante, lo experimenta ya en esta vida presente sin quedar siquiera el
menor [residuo] visible, y mucho menos un [residuo] mayor.
“Imaginad, monjes, que un hombre echase un terrón de sal en un diminuto vaso de agua. ¿Qué
pensáis: podría el agua contenida en el pequeño vaso llegar a ser salada y no ser más apta para
beber?”
“Sí, Venerable Señor. Y, ¿por qué así? Por la pequeña cantidad del agua contenida en un diminuto
vaso, Venerable Señor, un terrón de sal podría hacer salada el agua y no hacerla más apta para
beber”.
“Pero imaginad, monjes, que un hombre echase un terrón de sal al río Ganges. ¿Qué pensáis: podría
el agua contenida en el río Ganges llegar a ser salada y no ser más apta para beber?”
“No, venerable señor. Y, ¿por qué así? Por la gran masa del agua contenida en el río Ganges,
Venerable Señor, un terrón de sal no podría hacer salada el agua ni hacerla no apta para beber”.
“De la misma manera, monjes, un insignificante mal kamma lleva a una persona directamente al
infierno, mientras que a otra persona, este mismo insignificante kamma lo lleva a experimentarlo ya
en esta presente vida, sin quedar siquiera el menor [residuo] visible, y mucho menos un [residuo]
mayor.
“Y, ¿cuál es la clase de persona, monjes, que ha creado el mal kamma insignificante, el cual, sin
embargo, lo lleva directamente al infierno? …
“Y, ¿cuál es la clase de persona, monjes, que ha creado exactamente el mismo mal kamma
insignificante, pero, sin embargo, lo experimenta ya en esta vida presente sin quedar siquiera el
menor [residuo] visible, y mucho menos un [residuo] mayor?...
“Además, monjes, alguien está preso por una deuda equivalente a media kahapana o una kahapana
o cien kahapanas, mientras que otra persona no está presa por adeudar la misma cantidad de dinero.
“Y, ¿cuál es la clase de persona, monjes, que está presa por una deuda equivalente a media
kahapana o una kahapana o cien kahapanas? Este es el caso de alguien que es pobre, que tiene
pequeñas posesiones y pocas riquezas. Semejante persona está presa cuando adeuda un monto
equivalente a media kahapana o una kahapana o cien kahapanas.
“Y, ¿cuál es la clase de persona, monjes, que no está presa por una deuda equivalente a media
kahapana o una kahapana o cien kahapanas? Este es el caso de alguien que es rico, que tiene
grandes posesiones y muchas riquezas. Semejante persona no está presa aún cuando adeuda un
monto equivalente a media kahapana o una kahapana o cien kahapanas.
“De la misma manera, monjes, un insignificante mal kamma lleva a una persona directamente al
infierno, mientras que a otra persona, este mismo insignificante kamma lo lleva a experimentarlo ya
en esta presente vida, sin quedar siquiera el menor [residuo] visible, y mucho menos un [residuo]
mayor.
“Y, ¿cuál es la clase de persona, monjes, que ha creado el mal kamma insignificante, el cual, sin
embargo, lo lleva directamente al infierno? …
“Y, ¿cuál es la clase de persona, monjes, que ha creado exactamente el mismo mal kamma
insignificante, pero, sin embargo, lo experimenta ya en esta vida presente sin quedar siquiera el
menor [residuo] visible, y mucho menos un [residuo] mayor?...
“Esto se parece también a un carnicero de cabras, quién está autorizado a golpear, amarrar, matar o
hacer lo que le plazca con aquella persona que roba las cabras, pero no está autorizado a golpear,
amarrar, matar o hacer lo que le plazca con otra persona que también roba las cabras.
“Y, ¿qué clase de persona un carnicero de cabras está autorizado a golpear, amarrar, matar o hacer lo
que le plazca cuando roban las cabras? Este es el caso de alguien que es pobre, que tiene pequeñas
posesiones y riquezas. Ésta es la clase de personas que un carnicero de cabras, está autorizado a
golpear, amarrar, matar o hacer lo que le plazca, cuando roban las cabras.
“Y, ¿qué clase de personas un carnicero de cabras no está autorizado a golpear, amarrar, matar o
hacer lo que le plazca cuando roban las cabras? Este es el caso de alguien que es rico, que tiene
muchas posesiones y riquezas. Ésta es la clase de personas que un carnicero de cabras, no está
autorizado a golpear, amarrar, matar o hacer lo que le plazca, cuando roban las cabras.
“De la misma manera, monjes, un insignificante mal kamma lleva a una persona directamente al
infierno, mientras que a otra persona, este mismo insignificante kamma lo lleva a experimentarlo ya
en esta presente vida, sin quedar siquiera el menor [residuo] visible, y mucho menos un [residuo]
mayor.
“Y, ¿cuál es la clase de persona, monjes, que ha creado el mal kamma insignificante, el cual, sin
embargo, lo lleva directamente al infierno? He aquí, monjes, alguna persona no desarrolla una
conducta virtuosa con el cuerpo, tampoco desarrolla la mente ni la sabiduría. Es una persona
limitada, de carácter endeble y mora en sufrimiento. Cuando semejante persona crea el mal kamma
insignificante, el mismo lo lleva al infierno.
“Y, ¿cuál es la clase de persona, monjes, que ha creado exactamente el mismo mal kamma
insignificante, pero, sin embargo, lo experimenta ya en esta vida presente sin quedar siquiera el
menor [residuo] visible, y mucho menos un [residuo] mayor? He aquí, monjes, alguna persona
desarrolla una conducta virtuosa con el cuerpo, también desarrolla la mente y la sabiduría. Es
ilimitado, tiene un carácter suave y mora sin mesura. Cuando semejante persona crea exactamente
el mismo mal kamma insignificante, lo experimenta ya en esta vida presente sin quedar siquiera el
menor [residuo] visible, y mucho menos un [residuo] mayor.
“Por eso, monjes, si alguien dijera esto: ‘una persona experimenta el kamma de la misma manera en
la que la creo’; en este caso no habría la vida santa, ni la oportunidad de esperar ver y poner fin a la
insatisfacción. Pero, si alguien dijera esto: ‘cuando una persona crea el kamma que ha ser
experimentado de una determinada manera, experimenta sus resultados precisamente de aquella
manera’; en este caso sería posible la vida santa, al igual que la oportunidad de esperar ver y poner
fin a la insatisfacción.”

AN 3,101 {15A3.2.5.10,102} Pansadhovaka Sutta – Discurso


sobre el limpiador de suciedad

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• Impurezas (Kilesa)

El Buda usa el símil sobre la purificación del oro para explicar en qué consiste la purificación de la
mente.

[100] {102} "Existen estas impurezas en el oro: arena sucia, gravilla y polvo. El limpiador de la
suciedad, o su aprendiz, habiendo colocado el oro en una cuba, lo lava una y otra vez hasta que se
las lleva por completo.
"Cuando se ha deshecho de ellas, quedan impurezas moderadas: arena gruesa y polvillo fino. Él
lava el oro una y otra vez hasta que se las lleva por completo.
"Cuando se ha deshecho de ellas, quedan impurezas finas: arena fina y polvo negro. El limpiador de
la suciedad, o su aprendiz, habiendo colocado el oro en una cuba, lo lava una y otra vez hasta que se
las lleva por completo.
"Cuando se ha deshecho de ellas, solo queda el polvo de oro. El orfebre o su aprendiz, habiéndolo
colocado en un crisol, lo golpea una y otra vez para deshacerse de la escoria. El oro, hasta que no se
le golpea una y otra vez hasta el punto en el que ya no hay impurezas, hasta que no está refinado y
libre de escoria, no es flexible, maleable o luminoso. Es quebradizo y no está listo para ser
trabajado. Pero llega un punto en el que el orfebre o su aprendiz lo han golpeado una y otra vez
hasta que se deshacen de la escoria. El oro, habiendo sido golpeado una y otra vez hasta que ya no
hay impurezas, está entonces refinado, libre de escoria, flexible, maleable y luminoso. No es
quebradizo, y está listo para ser trabajado. Entonces, cualquier adorno que se le ocurra, ya sea un
cinturón, un pendiente, un collar o una cadena dorada, el oro servirá a sus propósitos.
"De la misma manera, existen estas impurezas burdas en un monje resuelto en elevar su mente:
mala conducta corporal, verbal y mental. Estas el monje, consciente y capaz por naturaleza, las
abandona, destruye, disipa y borra de la existencia. Cuando se ha deshecho de ellas, permanecen en
él impurezas moderadas: pensamientos de sensualidad, animadversión y crueldad. Estas las
abandona, destruye, disipa y borra de la existencia. Cuando se ha deshecho de ellas, permanecen en
él impurezas finas: pensamientos sobre su casta, pensamientos sobre su barrio, pensamientos
relacionados con no querer ser despreciado. Estas las abandona, destruye, disipa y borra de la
existencia.
"Cuando se ha deshecho de ellas, solo quedan pensamientos del Dhamma. Su concentración no es
tranquila ni refinada, no ha alcanzado todavía la serenidad ni la unidad, y se mantiene por la
aplicación de una fuerte restricción. Pero llega un punto en el que su mente se vuelve firme
internamente, se estabiliza, se unifica y concentra. Su concentración es tranquila y refinada, ha
alcanzado la serenidad y la unidad, y ya se mantiene por la aplicación de una fuerte restricción.
"Y entonces, sea cual sea el conocimiento superior al que él dirige su mente para conocer y
desarrollar, lo puede presenciar por sí mismo cuandoquiera que haya una apertura.
"Si quiere, ejercerá múltiples poderes sobrenaturales. Habiendo sido uno, se convertirá en muchos;
habiendo sido muchos, se convertirá en uno. Aparece. Desaparece. Atraviesa sin trabas paredes,
murallas y montañas como si fueran espacio. Bucea dentro y fuera de la tierra como si fuera agua.
Camina sobre las aguas sin hundirse como si fuese tierra firme. Sentado con las piernas cruzadas,
vuela en el aire como un ave con alas. Con su mano toca y acaricia hasta el sol y la luna, tan
impresionantes y poderosos. Ejerce influencia con su cuerpo hasta en los mundos de Brahma. Puede
presenciar esto por sí mismo cuandoquiera que haya una apertura.
"Si quiere, oye, por medio del elemento auditivo divino, purificado y sobrepasando al humano,
ambos tipos de sonidos, divinos y humanos, ya sean cercanos o lejanos. Puede presenciar esto por sí
mismo cuandoquiera que haya una apertura.
"Si quiere, conoce la consciencia de otros seres, otros individuos, habiéndola abarcado con su
propia consciencia. Distingue una mente con pasión como una mente con pasión, y una mente sin
pasión como una mente sin pasión. Distingue una mente con aversión como una mente con
aversión, y una mente sin aversión como una mente sin aversión. Distingue una mente con
ignorancia como una mente con ignorancia, y una mente sin ignorancia como una mente sin
ignorancia. Distingue una mente restringida como una mente restringida, y una mente dispersa
como una mente dispersa. Distingue una mente exaltada como una mente exaltada, y una mente no
exaltada como una mente no exaltada. Distingue una mente superada [aquella que no está a su nivel
más elevado] como una mente superada, y una mente insuperable como una mente insuperable.
Distingue una mente concentrada como una mente concentrada, y una mente desconcentrada como
una mente desconcentrada. Distingue una mente liberada como una mente liberada, y una mente no
liberada como una mente no liberada. Puede presenciar esto por sí mismo cuandoquiera que haya
una apertura.
"Si quiere, recuerda sus múltiples vidas pasadas (literalmente: hogares pasados), esto es, un
nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta,
cincuenta, cien, mil, cien mil, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de expansión
cósmica, muchos eones de contracción y expansión, [recordando]: 'Allí tuve tal nombre, pertenecí a
tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal el final de
mi vida. Y falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo allí. Allí también tuve tal nombre,
pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal
el final de mi vida. Falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo aquí'. Así él recuerda sus
múltiples vidas pasadas en sus modos y detalles. Puede presenciar esto por sí mismo cuandoquiera
que haya una apertura.
"Si quiere, ve, por medio del ojo divino, purificado y sobrepasando al humano, seres muriendo y
reapareciendo, y distingue cómo son inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y
desafortunados, de acuerdo con su kamma: 'Estos seres, que estaban dotados de mala conducta
corporal, verbal y mental, que insultaban a los nobles, sostenían opiniones incorrectas y emprendían
acciones bajo la influencia de opiniones incorrectas, con la desintegración del cuerpo, después de la
muerte, han reaparecido en el plano de la privación, el destino incorrecto, los reinos inferiores, en el
infierno. Pero estos seres, que estaban dotados con buena conducta corporal, verbal y mental, que
no insultaban a los nobles, que sostenían opiniones correctas y emprendían acciones bajo la
influencia de opiniones correctas, con la desintegración del cuerpo, después de la muerte, han
reaparecido en buenos destinos, incluso en el mundo celestial'. Así -por medio del ojo divino,
purificado y que supera al ojo humano- ve seres morir y reaparecer, y distingue cómo son inferiores
y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, de acuerdo con su kamma. Puede
presenciar esto por sí mismo cuandoquiera que haya una apertura.
"Si quiere, entonces a través del fin de los efluentes mentales, permanece en la liberación de la
consciencia y el conocimiento de la liberación, libres de efluentes, habiéndolas conocido y hecho
manifestas por sí mismo en el aquí y ahora. Puede presenciar esto por sí mismo cuandoquiera que
haya una apertura."

AN 3,102 Nimitta Sutta – Signos

El éxito meditativo, en este caso, conduce al logro de las seis clases del conocimiento superior,
conocidas luego como los abhinnas.

[102] “Monjes, cuando el monje es devoto a la mente superior, de tanto en tanto debería poner
atención en los tres signos. De tanto en tanto debería poner atención en la concentración, de tanto en
tanto debería poner atención en el esfuerzo y de tanto en tanto debería poner atención en la
ecuanimidad.
“Si el monje es devoto a la mente superior atiende exclusivamente el signo de la concentración, es
posible que su mente se desvíe hacia la pereza. Si atiende exclusivamente el signo del esfuerzo, es
posible que su mente se desvíe hacia la intranquilidad. Si atiende exclusivamente el signo de la
ecuanimidad, es posible que su mente no sea apropiadamente concentrada para destruir las
impurezas. Pero cuando el monje que es devoto a la mente superior, atiende de tanto en tanto el
signo de la concentración, atiende de tanto en tanto el signo del esfuerzo y atiende de tanto en tanto
el signo de la ecuanimidad, su mente va a llegar maleable, manejable, luminosa, flexible y
concentrada apropiadamente como para destruir las impurezas.
“Imaginad, monjes, a un orfebre o a su aprendiz preparando el horno, calentando el crisol y
tomando un poco de oro con las pinzas para colocarlo dentro del crisol. Luego, de tanto en tanto
debe soplar sobre él, de tanto en tanto rociarle con agua y de tanto en tanto simplemente mirarlo. Si
el orfebre o su aprendiz solamente soplasen sobre el oro, es posible que se quemase. Si solamente lo
rociara con agua, es posible que se enfriase. Si solamente lo mirara, es posible que el oro no llegase
a la correcta consistencia. Pero si el orfebre o su aprendiz soplasen de tanto en tanto sobre el oro, lo
rociase de tanto en tanto con agua, lo mirase de tanto en tanto, el oro llegaría a ser maleable,
manejable, luminoso y flexible, y apropiadamente preparado para ser trabajado. Entonces, cualquier
clase de adorno que el orfebre quisiese hacer a partir de él —sea una pulsera, los pendientes, un
collar o una guirnalda de oro—, podría alcanzar su propósito.
“Así también, monjes, cuando el monje es devoto a la mente superior, de tanto en tanto debería
poner atención en los tres signos. De tanto en tanto debería poner atención en la concentración, de
tanto en tanto debería poner atención en el esfuerzo y de tanto en tanto debería poner atención en la
ecuanimidad.
“Si el monje es devoto a la mente superior atiende exclusivamente el signo de la concentración, es
posible que su mente se desvíe hacia la pereza. Si atiende exclusivamente el signo del esfuerzo, es
posible que su mente se desvíe hacia la intranquilidad. Si atiende exclusivamente el signo de la
ecuanimidad, es posible que su mente no sea apropiadamente concentrada para destruir las
impurezas. Pero cuando el monje que es devoto a la mente superior, atiende de tanto en tanto el
signo de la concentración, atiende de tanto en tanto el signo del esfuerzo y atiende de tanto en tanto
el signo de la ecuanimidad, su mente va a llegar maleable, manejable, luminosa, no frágil sino
concentrada apropiadamente como para destruir las impurezas. Entonces, sobre estas apropiadas
bases es capaz de realizar cualquier estado realizable mediante el conocimiento directo hacia el cual
inclinase su mente.
"Si quiere, ejercerá múltiples poderes sobrenaturales. Habiendo sido uno, se convertirá en muchos;
habiendo sido muchos, se convertirá en uno. Aparece. Desaparece. Atraviesa sin trabas paredes,
murallas y montañas como si fueran espacio. Bucea dentro y fuera de la tierra como si fuera agua.
Camina sobre las aguas sin hundirse como si fuese tierra firme. Sentado con las piernas cruzadas,
vuela en el aire como un ave con alas. Con su mano toca y acaricia hasta el sol y la luna, tan
impresionantes y poderosos. Ejerce influencia con su cuerpo hasta en los mundos de Brahma. Es
capaz de realizarlo sobre estas apropiadas bases.
"Si quiere, oye, por medio del elemento auditivo divino, purificado y sobrepasando al humano,
ambos tipos de sonidos, divinos y humanos, ya sean cercanos o lejanos. Es capaz de realizarlo sobre
estas apropiadas bases.
"Si quiere, conoce la consciencia de otros seres, otros individuos, habiéndola abarcado con su
propia consciencia. Distingue una mente con pasión como una mente con pasión, y una mente sin
pasión como una mente sin pasión. Distingue una mente con aversión como una mente con
aversión, y una mente sin aversión como una mente sin aversión. Distingue una mente con
ignorancia como una mente con ignorancia, y una mente sin ignorancia como una mente sin
ignorancia. Distingue una mente restringida como una mente restringida, y una mente dispersa
como una mente dispersa. Distingue una mente exaltada como una mente exaltada, y una mente no
exaltada como una mente no exaltada. Distingue una mente superada [aquella que no está a su nivel
más elevado] como una mente superada, y una mente insuperable como una mente insuperable.
Distingue una mente concentrada como una mente concentrada, y una mente desconcentrada como
una mente desconcentrada. Distingue una mente liberada como una mente liberada, y una mente no
liberada como una mente no liberada. Es capaz de realizarlo sobre estas apropiadas bases.
"Si quiere, recuerda sus múltiples vidas pasadas (literalmente: hogares pasados), esto es, un
nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta,
cincuenta, cien, mil, cien mil, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de expansión
cósmica, muchos eones de contracción y expansión, [recordando]: 'Allí tuve tal nombre, pertenecí a
tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal el final de
mi vida. Y falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo allí. Allí también tuve tal nombre,
pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal
el final de mi vida. Falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo aquí'. Así él recuerda sus
múltiples vidas pasadas en sus modos y detalles. Es capaz de realizarlo sobre estas apropiadas
bases.
"Si quiere, ve, por medio del ojo divino, purificado y sobrepasando al humano, seres muriendo y
reapareciendo, y distingue cómo son inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y
desafortunados, de acuerdo con su kamma: 'Estos seres, que estaban dotados de mala conducta
corporal, verbal y mental, que insultaban a los nobles, sostenían opiniones incorrectas y emprendían
acciones bajo la influencia de opiniones incorrectas, con la desintegración del cuerpo, después de la
muerte, han reaparecido en el plano de la privación, el destino incorrecto, los reinos inferiores, en el
infierno. Pero estos seres, que estaban dotados con buena conducta corporal, verbal y mental, que
no insultaban a los nobles, que sostenían opiniones correctas y emprendían acciones bajo la
influencia de opiniones correctas, con la desintegración del cuerpo, después de la muerte, han
reaparecido en buenos destinos, incluso en el mundo celestial'. Así —por medio del ojo divino,
purificado y que supera al ojo humano— ve seres morir y reaparecer, y distingue cómo son
inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, de acuerdo con su kamma.
Es capaz de realizarlo sobre estas apropiadas bases.
"Si quiere, entonces a través del fin de los efluentes mentales, permanece en la liberación de la
consciencia y el conocimiento de la liberación, libres de efluentes, habiéndolas conocido y hecho
manifiestas por sí mismo en el aquí y ahora. Es capaz de realizarlo sobre estas apropiadas bases".

AN 3,103 Pubbevasambhoda Sutta – Antes de mi iluminación

El conocimiento directo sobre el mundo, su gratificación, el peligro y el escape, hacen la diferencia


entre un ser iluminado y otro que no lo es.

[103] “Monjes, antes de mi iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente


iluminado, esto se me ocurrió: ‘¿Cuál es la gratificación en el mundo? ¿Cuál es el peligro de él?
¿Cuál es el escape de él?’.
“Entonces, monjes, esto se me ocurrió: ‘El placer y la alegría que surgen en dependencia del
mundo: esta es la gratificación en el mundo. Que el mundo sea transitorio, insatisfactorio y sujeto a
cambios: este es el peligro en el mundo. La remoción y el abandono del deseo y la codicia por el
mundo: este es el escape del mundo’.
“Monjes, mientras todavía no conocía directamente cómo realmente es la gratificación en el mundo
como gratificación, el peligro como peligro y el escape como escape, no reclamé haber sido
despierto a esta insuperable y perfecta iluminación en este mundo con sus devas, Mara y Brahma,
entre esta gente con sus ascetas y brahmanes, sus devas y seres humanos. Pero cuando conocí
directamente cómo realmente es la gratificación en el mundo como gratificación, el peligro como
peligro y el escape como escape, entonces reclamé haber sido despierto a esta insuperable y perfecta
iluminación en este mundo con sus devas, Mara y Brahma, entre esta gente con sus ascetas y
brahmanes, sus devas y seres humanos.
“El conocimiento y la visión surgieron en mí: ‘Inamovible es mi liberación de la mente; este es mi
último nacimiento; he aquí no habrá nuevas existencias’”.

AN 3,104 Pathamassada Sutta – Primer discurso sobre la


gratificación

El Buda descubre la naturaleza del mundo a través de su gratificación, peligro y escape.

[104] “Monjes, me propuse buscar la gratificación en el mundo. Dondequiera que haya gratificación
en el mundo, la encontré. Y he visto claramente, con sabiduría, hasta dónde se extiende la
gratificación en el mundo.
“Me propuse buscar el peligro en el mundo. Dondequiera que haya peligro en el mundo, lo
encontré. Y he visto claramente, con sabiduría, hasta dónde se extiende el peligro en el mundo.
“Me propuse buscar el escape en el mundo. Dondequiera que haya escape en el mundo, lo encontré.
Y he visto claramente, con sabiduría, hasta dónde se extiende el escape en el mundo.
“Monjes, mientras todavía no conocía directamente cómo realmente es la gratificación en el mundo
como gratificación, el peligro como peligro y el escape como escape, no reclamé haber sido
despierto a esta insuperable y perfecta iluminación en este mundo con sus devas, Mara y Brahma,
entre esta gente con sus ascetas y brahmanes, sus devas y seres humanos. Pero cuando conocí
directamente cómo realmente es la gratificación en el mundo como gratificación, el peligro como
peligro y el escape como escape, entonces reclamé haber sido despierto a esta insuperable y perfecta
iluminación en este mundo con sus devas, Mara y Brahma, entre esta gente con sus ascetas y
brahmanes, sus devas y seres humanos.
“El conocimiento y la visión surgieron en mí: ‘Inamovible es mi liberación de la mente; este es mi
último nacimiento; he aquí no habrá nuevas existencias’”.

AN 3,105 Dutiyassada Sutta – Segundo discurso sobre la


gratificación

El conocimiento directo sobre el mundo, su gratificación, el peligro y el escape, hace la diferencia


entre un ser liberado y otro que no lo es.

[105] “Monjes, si no hubiese gratificación en el mundo, los seres no se enamorarían de él; pero
porque hay gratificación en el mundo, los seres se enamoran de él.
“Si no hubiese peligro en el mundo, los seres no se desencantarían de él; pero porque hay peligro en
el mundo, los seres se desencantan de él.
“Si no hubiese escape del mundo, los seres no se escaparían de él; pero porque hay escape del
mundo, los seres se escapan de él.
“Monjes, mientras los seres no conocen aun directamente cómo realmente es la gratificación en el
mundo como gratificación, el peligro como peligro y el escape como escape, no escapan de este
mundo con sus devas, Mara y Brahma, de esta gente con sus ascetas y brahmanes, sus devas y seres
humanos. No están separados del mundo, ni liberados de él, no moran con la mente con barreras
deshechas. Pero cuando los seres conocen directamente cómo realmente es la gratificación en el
mundo como gratificación, el peligro como peligro y el escape como escape, entonces escapan de
este mundo con sus devas, Mara y Brahma, de esta gente con sus ascetas y brahmanes, sus devas y
seres humanos. Llegan a estar separados del mundo, liberados de él y moran con la mente con
barreras deshechas”.

AN 3,106 Samanabrahmana Sutta – Ascetas y brahmanes

Los falsos y verdaderos hombres espirituales.

[106] “Monjes, a aquellos ascetas o brahmanes que no entienden tal como realmente es la
gratificación en el mundo como gratificación, el peligro como peligro y el escape de esto como
escape, yo no los considero como ascetas entre los ascetas ni brahmanes entre los brahmanes, y
estos venerables señores, no entran ni moran en esta presente vida en la meta del ascetismo y la
brahmanidad, la cual se descubre pos sí mismo con el conocimiento directo.
“Pero a aquellos ascetas o brahmanes que entienden tal como realmente es la gratificación en el
mundo como gratificación, el peligro como peligro y el escape de esto como escape, yo los
considero como ascetas entre los ascetas y brahmanes entre los brahmanes, y estos venerables
señores, entran y moran en esta presente vida en la meta del ascetismo y la brahmanidad, la cual la
descubren ellos mismo mediante el conocimiento directo”.

AN 3,109 {15A3.3.1.7,109} Arakkhita Sutta – Techo de dos


aguas

Como la paja bien colocada en un techo protege a toda la construcción, así la mente bien protegida
protege todas las acciones del hombre.

[109] {109} Entonces el hombre hogareño Anathapindika se acercó al Bienaventurado, le rindió


homenaje y se sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo:
“Hombre hogareño, cuando la mente está desprotegida, están desprotegidas las acciones corporales,
verbales y mentales.
“Para alguien, cuyos actos corporales, verbales y mentales están desprotegidos, sus acciones
corporales, verbales y mentales están contaminadas. Para alguien, cuyos actos corporales, verbales
y mentales están contaminados, sus acciones corporales, verbales y mentales están corrompidas.
Alguien, cuyos actos corporales, verbales y mentales están corrompidos, no tendrá una buena
muerte.
“Imagina si en una casa con el techo de dos aguas estuviera mal puesta la paja: entonces el pico del
tejado, las vigas del techo y las paredes estarían desprotegidos; el pico del tejado, las vigas del techo
y las paredes estarían contaminados; el pico del tejado, las vigas del techo y las paredes estarían
corrompidos.
“Así también, hombre hogareño, cuando la mente está desprotegida, están desprotegidas las
acciones corporales, verbales y mentales… Alguien, cuyos actos corporales, verbales y mentales
están corrompidos, no tendrá una buena muerte.
“Hombre hogareño, cuando la mente está protegida, están protegidas las acciones corporales,
verbales y mentales.
“Para alguien, cuyos actos corporales, verbales y mentales están protegidos, sus acciones
corporales, verbales y mentales no están contaminadas. Para alguien, cuyos actos corporales,
verbales y mentales no están contaminados, sus acciones corporales, verbales y mentales no están
corrompidas. Alguien, cuyos actos corporales, verbales y mentales no están corrompidos, tendrá una
buena muerte.
“Imagina si en una casa con el techo de dos aguas estuviera bien puesta la paja: entonces el pico del
tejado, las vigas del techo y las paredes estarían protegidos; el pico del tejado, las vigas del techo y
las paredes no estarían contaminados; el pico del tejado, las vigas del techo y las paredes no estarían
corrompidos.
“Así también, hombre hogareño, cuando la mente está protegida, están protegidas las acciones
corporales, verbales y mentales… Alguien, cuyos actos corporales, verbales y mentales no están
corrompidos, tendrá una buena muerte”.

AN 3,110 {15A3.3.1.8,111} Byapanna Sutta – [Cuando la


mente] ha fallado

Buda vuelve a usar el símil del techo de dos aguas para señalar que el fallo de la mente origina toda
clase de acciones fallidas.

[110] {111} El Bienaventurado dijo al hombre hogareño Anathapindika:


“Hombre hogareño, cuando la mente ha fallado, fallan las acciones corporales, verbales y mentales.
Alguien, cuyos actos corporales, verbales y mentales fallan, no tendrá una buena muerte.
“Imagina si el techo de dos aguas de una casa tuviera mal puesta la paja: entonces el pico del tejado,
las vigas del techo y las paredes fallarían. Así también, cuando la mente ha fallado, fallan las
acciones corporales, verbales y mentales. Alguien, cuyos actos corporales, verbales y mentales
fallan, no tendrá una buena muerte.
“Hombre hogareño, cuando la mente no ha fallado, no fallan las acciones corporales, verbales y
mentales. Alguien, cuyos actos corporales, verbales y mentales no fallan, tendrá una buena muerte.
“Imagina si el techo de dos aguas de una casa tuviera bien puesta la paja: entonces el pico del
tejado, las vigas del techo y las paredes no fallarían. Así también, cuando la mente no ha fallado, no
fallan las acciones corporales, verbales y mentales. Alguien, cuyos actos corporales, verbales y
mentales no fallan, tendrá una buena muerte”.

AN 3,111 {15A3.3.1.9,112} Pathamanidana Sutta – Primer


discurso sobre las causas

El kamma perjudicial conduce al renacimiento desafortunado y resultados penosos, y el beneficioso


al renacimiento afortunado y resultados placenteros.

[111] {112} “Monjes, he aquí estas tres causas del origen del kamma. Y, ¿cuáles son esas tres? La
codicia es la causa del origen del kamma, el odio es la causa del origen del kamma y la falsa ilusión
es la causa del origen del kamma.
“Todo kamma formado por la codicia, nacido de la codicia y causado por la codicia, es perjudicial y
reprochable, y su resultado es la insatisfacción. Aquel kamma conduce al origen del kamma y no al
cese del kamma. Todo kamma formado por el odio… por la falsa ilusión, nacido de la falsa ilusión
y causado por la falsa ilusión es perjudicial y reprochable, y su resultado es la insatisfacción. Aquel
kamma conduce al origen del kamma y no al cese del kamma.
“Estas son, monjes, las tres causas del origen del kamma.
“Monjes, he aquí estas [otras] tres causas del origen del kamma. Y, ¿cuáles son esas tres? La no-
codicia es la causa del origen del kamma, el no-odio es la causa del origen del kamma y la no-falsa
ilusión es la causa del origen del kamma.
“Todo kamma formado por la no-codicia, nacido de la no-codicia y causado por la no-codicia es
beneficioso e irreprochable, y su resultado es la felicidad. Aquel kamma conduce al cese del kamma
y no al origen del kamma. Todo kamma formado por el no-odio… por la no-falsa ilusión, nacido de
la no-falsa ilusión y causado por la no-falsa ilusión es beneficioso e irreprochable, y su resultado es
la felicidad. Aquel kamma conduce al cese del kamma y no al origen del kamma.
“Estas son, monjes, las [otras] tres causas del origen del kamma”.

AN 3,112 {15A3.3.1.10,113} Dutiyanidana Sutta – Segundo


discurso sobre las causas
Causas que originan el kamma que hace surgir el deseo de la codicia y las que originan otro kamma
que evita este surgimiento.

[112] {113} “Monjes, he aquí estas tres causas que originan el kamma. Y, ¿cuáles son esas tres? El
deseo surgido con referencia a cosas del pasado que son la base del deseo de la codicia. El deseo
surgido con referencia a cosas del futuro que son la base del deseo de la codicia. El deseo surgido
con referencia a cosas del presente que son la base del deseo de la codicia.
“Y, ¿cómo, monjes, surge el deseo con referencia a cosas del pasado que son la base del deseo de la
codicia? Uno piensa acerca de las cosas del pasado que son la base del deseo de la codicia y las
examina mentalmente. Mientras que uno hace esto, surge el deseo. Cuando brota el deseo así, uno
está encadenado por esas cosas. La infatuación mental es lo que yo llamo el grillete. Es de esta
manera, monjes, que surge el deseo con referencia a cosas del pasado que son la base del deseo de
la codicia.
“Y, ¿cómo, monjes, surge el deseo con referencia a cosas del futuro que son la base del deseo de la
codicia? Uno piensa acerca de las cosas del futuro que son la base del deseo de la codicia y las
examina mentalmente. Mientras que uno hace esto, surge el deseo. Cuando brota el deseo así, uno
está encadenado por esas cosas. La infatuación mental es lo que yo llamo el grillete. Es de esta
manera, monjes, que surge el deseo con referencia a cosas del futuro que son la base del deseo de la
codicia.
“Y, ¿cómo, monjes, surge el deseo con referencia a cosas del presente que son la base del deseo de
la codicia? Uno piensa acerca de las cosas del presente que son la base del deseo de la codicia y las
examina mentalmente. Mientras que uno hace esto, surge el deseo. Cuando brota el deseo así, uno
está encadenado por esas cosas. La infatuación mental es lo que yo llamo el grillete. Es de esta
manera, monjes, que surge el deseo con referencia a cosas del presente que son la base del deseo de
la codicia.
“Estas son, monjes, las tres causas que originan el kamma.
“Monjes, he aquí estas [otras] tres causas que originan el kamma. Y, ¿cuáles son esas tres? El deseo
no surgido con referencia a cosas del pasado que son la base del deseo de la codicia. El deseo no
surgido con referencia a cosas del futuro que son la base del deseo de la codicia. El deseo no
surgido con referencia a cosas del presente que son la base del deseo de la codicia.
“Y, ¿cómo, monjes, no surge el deseo con referencia a cosas del pasado que son la base del deseo de
la codicia? Uno comprende el futuro resultado de las cosas del pasado que son la base del deseo de
la codicia. Habiendo comprendido el futuro resultado, uno las evita. Habiéndolas evitado, uno llega
a estar mentalmente desapasionado y, habiéndolas perforado, ve. Es de esta manera, monjes, que no
surge el deseo con referencia a cosas del pasado que son la base del deseo de la codicia.
“Y, ¿cómo, monjes, no surge el deseo con referencia a cosas del futuro que son la base del deseo de
la codicia? Uno comprende el futuro resultado de las cosas del futuro que son la base del deseo de
la codicia. Habiendo comprendido el futuro resultado, uno las evita. Habiéndolas evitado, uno llega
a estar mentalmente desapasionado y, habiéndolas perforado, ve. Es de esta manera, monjes, que no
surge el deseo con referencia a cosas del futuro que son la base del deseo de la codicia.
“Y, ¿cómo, monjes, no surge el deseo con referencia a cosas del presente que son la base del deseo
de la codicia? Uno comprende el futuro resultado de las cosas del presente que son la base del deseo
de la codicia. Habiendo comprendido el futuro resultado, uno las evita. Habiéndolas evitado, uno
llega a estar mentalmente desapasionado y, habiéndolas perforado, ve. Es de esta manera, monjes,
que no surge el deseo con referencia a cosas del presente que son la base del deseo de la codicia.
“Estas son, monjes, las tres [otras] causas que originan el kamma”.
AN 3,113 {15A3.3.2.1,114} Apayika Sutta – Con destino al
plano de la miseria

Faltas, en contra del celibato, que conducen al infierno.

[113] {114} “Monjes, hay tres que, si no abandonan eso, van destino al plano de miseria, van
destino al infierno. Y, ¿cuáles son esos tres? Alguien que, no siendo célibe, reivindica ser célibe;
alguien que injuria a un célibe puro, que se conduce con el celibato puro con un cargo infundado de
no-celibato; alguien que sosteniendo esta doctrina: ‘He aquí, no hay falta en los placeres sensuales’,
cae dentro de la indulgencia en los placeres sensuales. Estos son, monjes, los tres que, si no
abandonan eso, van destino al plano de miseria, van destino al infierno”.

AN 3,114 Dullabha Sutta – Poco comunes

Tres personas cuya presencia es extraña en el mundo.

[114] “Monjes, la manifestación de tres [personas] es poco común en el mundo. Y, ¿cuáles son esas
tres? La manifestación del Tathagata, un Arahant, un Perfectamente Iluminado, es poco común en el
mundo. La manifestación de alguien que enseña el Dhamma y la Disciplina, proclamados por el
Tathagata, es poco común en el mundo. La persona correspondida y agradecida, es poco común en
el mundo. La manifestación de estas tres [personas] es poco común en el mundo”.

AN 3,116 Anenja Sutta – Imperturbable

Este sutta demuestra que hasta el logro de un renacimiento en un plano celestial, puede ser fatal si
no se conoce el Dhamma.

[116] “Monjes, he aquí estas tres clases de personas que se encuentran en el mundo. Y, ¿cuáles son
esas tres?
“He aquí, monjes, con la completa superación de las percepciones de las formas, con la
desaparición de las percepciones del impacto sensorial, con la no-atención a las percepciones de la
diversidad, [percibiendo] ‘el espacio es infinito’, el monje entra y permanece en la base de la
infinitud del espacio. Lo disfruta, lo desea y encuentra satisfacción en eso. Si está firme en eso, se
focaliza en eso, mora frecuentemente en eso y no lo pierde a la hora de morir, renace en la
compañía de los devas de la base de la infinitud del espacio. El espacio vital de los devas de la base
de la infinitud del espacio es de veinte mil eones. El mundano permanece ahí durante toda su vida, y
cuando completa enteramente el espacio vital de aquellos devas, va al infierno, al reino animal o a
la esfera de los espíritus hambrientos. Pero los discípulos del Bienaventurado permanecen ahí
durante toda su vida, y cuando completan enteramente el espacio vital de aquellos devas, alcanzan
el final Nibbana en aquel mismo estado de existencia. Esta es la distinción, la diversidad, la
diferencia entre el instruido noble discípulo y el no instruido mundano, es decir, en cuanto al futuro
destino y renacimiento.
“He aquí, monjes, con la completa superación de la base de la infinitud del espacio, [percibiendo]
‘la conciencia es infinita’, el monje entra y permanece en la base de la infinitud de la conciencia. Lo
disfruta, lo desea y encuentra satisfacción en eso. Si está firme en eso, se focaliza en eso, mora
frecuentemente en eso y no lo pierde a la hora de morir, renace en la compañía de los devas de la
base de la infinitud de la conciencia. El espacio vital de los devas de la base de la infinitud de la
conciencia es de cuarenta mil eones. El mundano permanece ahí durante toda su vida, y cuando
completa enteramente el espacio vital de aquellos devas, va al infierno, al reino animal o a la esfera
de los espíritus hambrientos. Pero los discípulos del Bienaventurado permanecen ahí durante toda
su vida, y cuando completan enteramente el espacio vital de aquellos devas, alcanzan el final
Nibbana en aquel mismo estado de existencia. Esta es la distinción, la diversidad, la diferencia entre
el instruido noble discípulo y el no instruido mundano, es decir, en cuanto al futuro destino y
renacimiento.
“He aquí, monjes, Con la completa superación de la base de la infinitud de la conciencia,
[percibiendo] ‘he aquí nada hay’, el monje entra y permanece en la base de la nada. Lo disfruta, lo
desea y encuentra satisfacción en eso. Si está firme en eso, se focaliza en eso, mora frecuentemente
en eso y no lo pierde a la hora de morir, renace en la compañía de los devas de la base de la nada. El
espacio vital de los devas de la base de la nada es de sesenta mil eones. El mundano permanece ahí
durante toda su vida, y cuando completa enteramente el espacio vital de aquellos devas, va al
infierno, al reino animal o a la esfera de los espíritus hambrientos. Pero los discípulos del
Bienaventurado permanecen ahí durante toda su vida, y cuando completan enteramente el espacio
vital de aquellos devas, alcanzan el final Nibbana en aquel mismo estado de existencia. Esta es la
distinción, la diversidad, la diferencia entre el instruido noble discípulo y el no instruido mundano,
es decir, en cuanto al futuro destino y renacimiento.
“Éstas son, monjes, las tres clases de personas que se encuentran en el mundo”.

AN 3,117-118 {15A3.3.2.5,118-15A3.3.2.6,119} Vipattisampada


y Apannaka Sutta – Fracasos y logros. Los dados

Los fracasos y logros que determinan la suerte de los futuros nacimientos.

AN 3,117 {15A3.3.2.5,118} Vipattisampada Sutta – Fracasos


[117] {118} “Monjes, he aquí estos tres fracasos. Y, ¿Cuáles son esos tres? El fracaso en la conducta
virtuosa, el fracaso en la mente y el fracaso en el punto de vista.
“Y, ¿qué es el fracaso en la conducta virtuosa? He aquí, hay alguien que destruye la vida, toma lo
que no le ha sido dado, se involucra en la conducta sexual indebida, dice mentiras, tiene un habla
divisivo, habla ásperamente y se involucra en charlas frívolas. Esto se llama el fracaso en la
conducta virtuosa.
“Y, ¿qué es el fracaso en la mente? He aquí, hay alguien que está lleno de anhelo y tiene una mente
de animadversión. Esto se llama el fracaso en la mente.
“Y, ¿qué es el fracaso en el punto de vista? He aquí, alguien sostiene el incorrecto punto de vista y
la incorrecta perspectiva de esta manera: ‘He aquí que no hay nada dado, nada sacrificado, nada
ofrendado; he aquí que no hay fruto ni resultado de las buenas o malas acciones; he aquí que no
existe este mundo ni tampoco el otro; he aquí que no hay madre ni padre; he aquí que no hay seres
renaciendo espontáneamente; he aquí que no hay en este mundo ascetas ni brahmanes de recta
conducta, quienes, habiendo descubierto este mundo y otros mundos por sí mismos, con el
conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’. Esto se llama el fracaso en el punto de vista.
“Por causa del fracaso en la conducta virtuosa, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, los
seres renacen en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno. Por
causa del fracaso en la mente… Por causa del fracaso en el punto de vista, con el quiebre del
cuerpo, después de la muerte, los seres renacen en el plano de la miseria, en el mal destino, en el
mundo bajo, hasta en el infierno.
“Estos son, monjes, los tres fracasos”.
“Monjes, he aquí estos tres logros. Y, ¿Cuáles son esos tres? El logro en la conducta virtuosa, el
logro en la mente y el logro en el punto de vista.
“Y, ¿qué es el logro en la conducta virtuosa? He aquí, hay alguien que se abstiene de destruir la
vida, tomar lo que no le ha sido dado, involucrarse en la conducta sexual indebida, decir mentiras,
tener un habla divisivo, hablar ásperamente e involucrarse en charlas frívolas. Esto se llama el logro
en la conducta virtuosa.
“Y, ¿qué es el logro en la mente? He aquí, hay alguien que está sin anhelo y tiene una mente libre de
animadversión. Esto se llama el logro en la mente.
“Y, ¿qué es el logro en el punto de vista? He aquí, alguien sostiene el recto punto de vista y la recta
perspectiva de esta manera: ‘He aquí que existe lo dado, lo sacrificado, lo ofrendado; he aquí que
hay fruto y resultado de las buenas o malas acciones; he aquí que existe este mundo y también el
otro; he aquí que hay madre y padre; he aquí que hay seres renaciendo espontáneamente; he aquí
que hay en este mundo ascetas y brahmanes de recta conducta, quienes, habiendo descubierto este
mundo y los otros mundos por sí mismos, con el conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’.
Esto se llama el logro en el punto de vista.
“Por causa del logro en la conducta virtuosa, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, los
seres renacen en el buen destino, en el mundo celestial. Por causa del logro en la mente… Por causa
del logro en el punto de vista, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, los seres renacen en
el buen destino, en el mundo celestial.
“Estos son, monjes, los tres logros”.

AN 3,118 {15A3.3.2.6,119} Apannaka Sutta – Los dados


[118] {11)8} “Monjes, he aquí estos tres fracasos. Y, ¿Cuáles son esos tres?... [sigue como en el
sutta anterior]… Por causa del fracaso en el punto de vista, con el quiebre del cuerpo, después de la
muerte, los seres renacen en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el
infierno.
“Al igual que los dados, cuando se los lanza arriba descansan firmemente dondequiera que caigan,
así también, por causa del fracaso en la conducta virtuosa… el fracaso en la mente… el fracaso en
el punto de vista, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, los seres renacen en el plano de la
miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno.
“Estos son, monjes, los tres fracasos”.
“Monjes, he aquí estos tres logros. Y, ¿Cuáles son esos tres? ... [sigue como en el sutta anterior]…
Por causa del logro en el punto de vista, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, los seres
renacen en el buen destino, en el mundo celestial.
“Al igual que los dados, cuando se los lanza arriba descansan firmemente dondequiera que caigan,
así también por causa del logro en la conducta virtuosa… el logro en la mente… el logro en el
punto de vista, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, los seres renacen en el buen destino,
en el mundo celestial.
“Estos son, monjes, los tres logros”.

AN 3,120 Pathamasoceyya Sutta – Primer discurso sobre la


pureza

Tres clases de pureza.


[120] “Monjes, he aquí estas tres purezas. Y, ¿cuáles son esas tres? La pureza corporal, la pureza
verbal y la pureza mental.
“Y, ¿cuál es la pureza corporal? He aquí alguien que se abstiene de la destrucción de la vida, de
tomar lo que no le ha sido dado, de la incorrecta conducta sexual. A esto se le llama la pureza
corporal.
“Y, ¿cuál es la pureza verbal? He aquí alguien que se abstiene de mentir, de hablar de forma que
cause divisiones, de hablar rudamente y de las charlas frívolas. A esto se le llama la pureza verbal.
“Y, ¿cuál es la pureza mental? He aquí alguien que está sin nostalgia, sin animadversión y sostiene
el recto punto de vista. A esto se le llama la pureza mental.
“Estas son, monjes, las tres purezas”.

AN 3,121 Dutiyasoceyya Sutta – Segundo discurso sobre la


pureza

Tres clases de pureza.


[121] “Monjes, he aquí estas tres purezas. Y, ¿cuáles son esas tres? La pureza corporal, la pureza
verbal y la pureza mental.
“Y, ¿cuál es la pureza corporal? He aquí, un monje se abstiene de la destrucción de la vida, de tomar
lo que no le ha sido dado, de la incorrecta conducta sexual. A esto se le llama la pureza corporal.
“Y, ¿cuál es la pureza verbal? He aquí, un monje se abstiene de mentir, de hablar de forma que
cause divisiones, de hablar rudamente y de las charlas frívolas. A esto se le llama la pureza verbal.
“Y, ¿cuál es la pureza mental? He aquí, cuando hay en él el deseo sensual, un monje comprende
esto: ‘Hay el deseo sensual en mí’. O cuando no hay en él el deseo sensual, él comprende esto: ‘No
hay el deseo sensual en mí’. Y también comprende cómo los no surgidos deseos sensuales surgen,
cómo los deseos sensuales surgidos son abandonados y cómo los deseos sensuales abandonados no
surgen en el futuro.
“Cuando hay en él la animadversión… la pereza y el letargo… el remordimiento y la
preocupación… la duda, un monje comprende esto: ‘Hay la duda en mí’. O cuando no hay en él la
duda, él comprende esto: ‘No hay la duda en mí’. Y también comprende cómo la duda no surgida
surge, cómo la duda surgida es abandonada y cómo la duda abandonada no surge en el futuro. A
esto se le llama la pureza mental.
“Estas son, monjes, las tres purezas”.
Pureza en el cuerpo, pureza en el habla,
Pureza en la mente, sin contaminaciones:
Lo llaman puro, realizado en la pureza,
“Alguien que ha lavado todo el mal”.

AN 3,122 Moneyya Sutta – Sagacidad

Tres clases de sagacidad.


[122] “Monjes, he aquí estas tres clases de sagacidad. Y, ¿cuáles son esas tres? La sagacidad
corporal, la sagacidad verbal y la sagacidad mental.
“Y, ¿cuál es la sagacidad corporal? He aquí alguien que se abstiene de la destrucción de la vida, de
tomar lo que no le ha sido dado, de la incorrecta conducta sexual. A esto se le llama la sagacidad
corporal.
“Y, ¿cuál es la sagacidad verbal? He aquí alguien que se abstiene de mentir, de hablar de forma que
cause divisiones, de hablar rudamente y de las charlas frívolas. A esto se le llama la sagacidad
verbal.
“Y, ¿cuál es la sagacidad mental? He aquí, con la destrucción de las contaminaciones, un monje ha
descubierto por sí mismo, con el conocimiento directo y en esta presenta vida, la inmaculada
liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado allí, permanece en
ella. A esto se le llama la sagacidad mental.
“Estas son, monjes, las tres clases de sagacidad”.
Un sabio en el cuerpo, un sabio en el habla,
Un sabio en la mente, sin contaminaciones:
Ellos le llaman el sabio, al que está realizado en la sagacidad,
“Alguien que ha abandonado todo”.

AN 3,124 Bhandana Sutta – Argumentos

Las comunidades de los monjes viven en disputas y peleas, o en concordia y armonía, dependiendo
de los pensamientos que cultivan en sus mentes sus integrantes.

[124] “Monjes, dondequiera que los monjes llegan a discutir y pelear, cayendo en la disputa y
apuñalándose con cortantes palabras, estoy incómodo, incluso de dirigir mi atención allí y mucho
menos irme ahí. Y llego a esta conclusión acerca de ellos: ‘Seguramente, estos venerables señores
han abandonado tres cosas y han cultivado [otras] tres cosas’.
“Y, ¿cuáles son las tres cosas que han abandonado? Los pensamientos de renunciamiento, los
pensamientos de benevolencia y los pensamientos de no dañar. Estas son las tres cosas que han
abandonado.
“Y, ¿cuáles son las tres cosas que han cultivado? Los pensamientos sensuales, los pensamientos de
animadversión y los pensamientos de daño. Estas son las tres cosas que han cultivado.
“Monjes, dondequiera que los monjes llegan discutir y pelear… llego a esta conclusión acerca de
ellos: ‘Seguramente, estos venerables señores han abandonado tres cosas y han cultivado [otras] tres
cosas’.
“Monjes, dondequiera que los monjes viven en concordia y armonía, sin discusiones y peleas, sin
disputas, como una mezcla de leche y agua, mirándose unos a otros con afecto, estoy cómodo para
irme allí, y mucho más dirigir mi mirada ahí. Y llego a esta conclusión acerca de ellos:
‘Seguramente, estos venerables señores han abandonado tres cosas y han cultivado [otras] tres
cosas’.
“Y, ¿cuáles son las tres cosas que han abandonado? Los pensamientos sensuales, los pensamientos
de animadversión y los pensamientos de daño. Estas son las tres cosas que han abandonado.
“Y, ¿cuáles son las tres cosas que han cultivado? Los pensamientos de renunciamiento, los
pensamientos de benevolencia y los pensamientos de no dañar. Estas son las tres cosas que han
cultivado.
“Monjes, dondequiera que los monjes viven en concordia y armonía… llego a esta conclusión
acerca de ellos: ‘Seguramente, estos venerables señores han abandonado tres cosas y han cultivado
[otras] tres cosas’”.
AN 3,128 {3,129} Katuviya Sutta – Contaminarse

Así como las moscas siguen la suciedad y el mal olor, del mismo modo los pensamientos
perjudiciales siguen a quien guarda anhelos y odios en su corazón.

[128] {129} En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el parque de los venados de
Isipatana, cerca de Baranasi. Estando allí, por la mañana temprano, el Bienaventurado se vistió,
tomó su cuenco y hábito exterior, y entró a Baranasi en búsqueda de la comida de las limosnas.
Mientras caminaba buscando la comida de las limosnas, cerca de la higuera donde uncían el
ganado, el Bienaventurado vio desde cierta distancia a un monje que buscaba la gratificación
externa, de mente confusa, sin clara comprensión, desconcentrado, de mente dispersa y con las
facultades sensoriales perdidas. Habiéndolo visto, se dirigió a aquel monje así:
“Monje, monje: no te contamines a ti mismo. Es inevitable, monje, que las moscas persigan y
ataquen a alguien que se ha contaminado a sí mismo y se ha manchado con la hediondez”.
Acto seguido, al ser exhortado así por el Bienaventurado, aquel monje adquirió el sentido de
urgencia.
Cuando el Bienaventurado, después de haber caminado por Baranasi en búsqueda de la comida de
las limosnas y, después de haber comido, retornó de su habitual ronda de buscar las limosnas, dijo a
los monjes:
“Monjes, esta mañana temprano me vestí, tomé mi cuenco y hábito exterior, y entré a Baranasi en
búsqueda de la comida de las limosnas. Mientras caminaba buscando la comida de las limosnas,
cerca de la higuera donde uncen el ganado, vi desde cierta distancia a un monje que buscaba la
gratificación externa, de mente confusa, sin clara comprensión, desconcentrado, de mente dispersa y
con las facultades sensoriales perdidas. Habiéndolo visto, me dirigí a aquel monje así: ‘Monje,
monje: no te contamines a ti mismo. Es inevitable, monje, que las moscas persigan y ataquen a
alguien que se ha contaminado a sí mismo y se ha manchado con la hediondez’. Acto seguido, al ser
exhortado así por mí, aquel monje adquirió el sentido de urgencia”.
Cuando se dijo esto, uno de los monjes preguntó al Bienaventurado: “Venerable Señor, ¿qué se
entiende por ‘contaminación’?, ¿qué es ‘la hediondez’? y ¿qué son las ‘moscas’?”.
“El anhelo, monje, es lo que se entiende por ‘contaminación’. La animadversión es ‘la hediondez’.
Y los malos y perjudiciales estados mentales son las ‘moscas’. Es inevitable, monje, que las moscas
persigan y ataquen a alguien que se ha contaminado a sí mismo y se ha manchado con la
hediondez”.
Las moscas —pensamientos producidos por la codicia—
corren persiguiendo a alguien
irrestricto en sus facultades mentales,
que no resguarda su ojo ni oído.
El monje contaminado,
manchado por la hediondez,
está muy lejos del Nibbana
y sólo cosecha dolor.
Sea en el pueblo o en el bosque,
cuando un tonto y estúpido
no alcanza paz por si sólo,
da vueltas perseguido por las moscas.
Pero aquellos realizados en la conducta virtuosa,
que se deleitan en la sabiduría y la paz,
aquellos pacíficos, viven felices,
habiendo destruido las moscas.

AN 3,129 {15A3.3.3.7,130} Pathamaanuruddha Sutta – Primer


discurso con Anuruddha

Tres características de la mente femenina que conducen a las mujeres al mal renacimiento.

[129] {130} Entonces el Venerable Anuruddha se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se


sentó a un lado y le dijo: “Ahora bien, Venerable Señor, con el ojo divino, el cual es purificado y
sobrepasa el humano, veo a las mujeres que, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte,
mayormente renacen en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el
infierno. ¿Qué características poseen las mujeres, Venerable Señor, a causa de las cuales, con el
quiebre del cuerpo, después de la muerte, mayormente renacen en el plano de la miseria, en el mal
destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno?”.
“Cuando ellas poseen tres características, Anuruddha, con el quiebre del cuerpo, después de la
muerte, mayormente renacen en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en
el infierno. Y, ¿cuáles son esas tres?
“He aquí, Anuruddha, por la mañana una mujer permanece en la casa con la mente obsesionada por
la mancha de la avaricia. A mediodía permanece en la casa con la mente obsesionada con la envidia.
Y, por la tarde, permanece en la casa con la mente obsesionada con la lujuria sensual. Cuando ellas
poseen estas tres características, Anuruddha, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte,
mayormente renacen en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el
infierno”.
AN 3,130 {3,131} Dutiyaanuruddha Sutta – Segundo discurso
con Anuruddha

Este sutta demuestra que el dominio total del poder requiere que uno abandone incluso la noción de
que “yo soy” el maestro o que “mi mente” esté concentrada. La actitud adecuada, frente a los
poderes espirituales, es “inclinar la mente a lo Inmortal”.

[130] {131} Entonces, el Venerable Anuruddha se acercó al Venerable Sariputta e intercambió con
él cordiales saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a
un lado y dijo al Venerable Sariputta:
“He aquí, amigo Sariputta, con el ojo divino que es purificado y sobrepasa el humano, he
inspeccionado el milenario sistema mundial. La energía surgió en mí sin vacilaciones; mi atención
consciente se estableció sin confusión; mi cuerpo está tranquilo sin perturbaciones; mi mente
concentrada y unificada. Aún así, mi mente no se liberó de las corrupciones mediante el no-apego”.
[El Venerable Sariputta dijo:] “Amigo Anuruddha, cuando piensas: ‘Con el ojo divino que es
purificado y sobrepasa el humano, he inspeccionado el milenario sistema mundial’, esta es tu
presunción.
“Y cuando piensas: ‘La energía surgió en mí sin vacilaciones; mi atención consciente se estableció
sin confusión; mi cuerpo está tranquilo sin perturbaciones; mi mente concentrada y unificada’, esta
es tu preocupación.
“Y cuando piensas: ‘Aún así, mi mente no se liberó de las corrupciones mediante el no-apego’, este
es tu remordimiento.
“Sería bueno, amigo Anuruddha, que abandonases esas tres características y dejases de atenderlas.
En vez de eso, concentra tu mente en el elemento de la inmortalidad”.
Y un tiempo después, el Venerable Anuruddha abandonó esas tres características y dejó de
atenderlas. En vez de eso, concentró su mente en el elemento de la inmortalidad.
Entonces, morando en soledad, recluido, atento, ardiente y resuelto, no mucho tiempo después, el
Venerable Anuruddha descubrió por sí mismo con el conocimiento directo, en esta presente vida,
aquella insuperable realización de la vida santa, en aras de la cual el hombre de familia
correctamente renuncia a la vida hogareña y escoge el estilo de vida sin hogar, y una vez entrado,
permanece en ella. Y conoció directamente esto: “El nacimiento está destruido, la vida santa ha sido
vivida, lo que se tenía que hacer, fue realizado y he aquí, no hay futuras vueltas a los estados de
existencia”. Y el Venerable Anuruddha llegó a ser uno de los Arahants.
AN 3,135 Mitta Sutta – El amigo
Características de un verdadero amigo.
[135] “Monjes, uno debe asociarse con el amigo que posee tres factores. Y, ¿cuáles son esos tres?
He aquí, el monje regala lo que es difícil de regalar. Hace lo que es difícil de hacer. Aguanta
pacientemente lo que es difícil de aguantar. Uno debe asociarse con el amigo que posee estos tres
factores”.

AN 3,136 Uppada Sutta – Surgimiento


Este sutta nos dice que, tanto si surgen los Tathagatas en el mundo o no, hay una ley fija que
permanece.
[136] “Monjes, sea que los Tathagatas surjan o no, he aquí, persiste aquella ley que establece el
Dhamma, que fija el curso del Dhamma: ‘Todos los fenómenos condicionados son transitorios’. El
Tathagata se despierta a eso y lo penetra, lo explica, lo enseña, lo proclama, lo establece, lo revela,
lo analiza y dilucida’.
“Monjes, sea que los Tathagatas surjan o no, he aquí, persiste aquella ley que establece el Dhamma,
que fija el curso del Dhamma: ‘Todos los fenómenos condicionados son insatisfacción’. El
Tathagata se despierta a eso y lo penetra, lo explica, lo enseña, lo proclama, lo establece, lo revela,
lo analiza y dilucida’.
“Monjes, sea que los Tathagatas surjan o no, he aquí, persiste aquella ley que establece el Dhamma,
que fija el curso del Dhamma: ‘Todos los fenómenos condicionados son no-yo’. El Tathagata se
despierta a eso y lo penetra, lo explica, lo enseña, lo proclama, lo establece, lo revela, lo analiza y
dilucida’”.

AN 3,137 {15A3.3.4.5,138} Kesakambala Sutta – Manta de


pelo

En contra de la posición determinista, la cual afirma que “no existe el kamma, no hay obra
ni esfuerzo”, el Buda afirma que todos los Budas perfectamente iluminados enseñan “la doctrina del
kamma, la doctrina de las obras y la doctrina del esfuerzo”.

[137] {138} “Monjes, la manta de pelo es declarada como la peor clase de prenda tejida. La manta
de pelo está fría en el clima frío, caliente en el clima caliente, es fea, maloliente e incómoda. De la
misma manera la doctrina de Makkhali [1] es declarada la peor entre las doctrinas de varios ascetas.
El hombre hueco de Makkhali enseña la doctrina y el punto de vista [según el cual] ‘no existe el
kamma, ni la obra ni el esfuerzo’.
“Monjes, los Bienaventurados, los Arahants, los Perfectamente Iluminados del pasado enseñaron la
doctrina del kamma, la doctrina de las obras y la doctrina del esfuerzo. Aún así, el hombre hueco de
Makkhali les contradice [reclamando que] ‘no existe el kamma, ni la obra ni el esfuerzo’.
“Monjes, los Bienaventurados, los Arahants, los Perfectamente Iluminados del futuro enseñarán la
doctrina del kamma, la doctrina de las obras y la doctrina del esfuerzo. Aún así, el hombre hueco de
Makkhali les contradice [reclamando que] ‘no existe el kamma, ni la obra ni el esfuerzo’.
“Monjes, en el presente soy el Arahant, un Perfectamente Iluminado y enseño la doctrina del
kamma, la doctrina de las obras y la doctrina del esfuerzo. Aún así, el hombre hueco de Makkhali la
contradice [reclamando que] ‘no existe el kamma, ni la obra ni el esfuerzo’.
“Al igual que cuando se ponen trampas en la desembocadura de un río, las mismas pueden
ocasionar mucho dolor, sufrimiento, calamidad y desastre para muchos peces, así también el
hombre hueco de Makkhali es como una “trampa para la gente”, que ha surgido en el mundo para
causar dolor, sufrimiento, calamidad y desastre a muchos seres”.

NOTA:
[1] Makkhali Gosala fue uno de los líderes espirituales en la época del Buda. Se le atribuye la
doctrina de la no-causalidad, de acuerdo con la cual no existen causas ni de las impurezas ni de las
purificaciones, razón por la cual, los seres no tienen la capacidad de libre elección (Cf. DN 2,20 y
AN 1,319)

AN 3,138-139 {15A3.3.4.6,139-15A3.3.4.7,140} Sampada y


Viddhu Sutta – Fortuna y Crecimiento

El Buda indica tres cosas por las cuales uno debería sentirse afortunado y las cuales debería
desarrollar.

AN 3,138 {15A3.3.4.6,139} Sampada Sutta – Fortuna


[138] {139} “Monjes, he aquí estas tres clases de fortuna. Y, ¿cuáles son esas tres? La fortuna de la
fe, la fortuna de la conducta virtuosa y la fortuna de la sabiduría. Estas son las tres clases de
fortuna”.

AN 3,139 {15A3.3.4.7,140} Viddhu Sutta – Crecimiento


[139] {140} “Monjes, he aquí estas tres clases de crecimiento. Y, ¿cuáles son esas tres? El
crecimiento de la fe, el crecimiento de la conducta virtuosa y el crecimiento de la sabiduría. Estas
son las tres clases de crecimiento”.

AN 3,143-145 Pathama, Dutiya y Tatiyamoraniva Sutta –


Santuario del Pavo Real

Las diferentes características de un Arahant: el mejor ser “entre los devas y los seres humanos”.
AN 3,143 Pathamamoraniva Sutta – Primer discurso en el Santuario del Pavo
Real
[143] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el parque de los mendigantes, en el
Santuario del Pavo Real, cerca de Rajagaja. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:
“Monjes”. “Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, poseyendo las tres cualidades, el monje es el mejor entre los devas y los seres humanos:
alguien que ha alcanzado la última conclusión, ganó la última seguridad de la esclavitud, vivió la
última vida espiritual y ganó la última consumación. Y, ¿cuáles son esas tres? El cúmulo de la
conducta virtuosa de alguien que está más allá del entrenamiento, el cúmulo de la concentración de
alguien que está más allá del entrenamiento y el cúmulo de la sabiduría de alguien que está más allá
del entrenamiento. Poseyendo estas tres cualidades, monjes, el monje es el mejor entre los devas y
los seres humanos: alguien que ha alcanzado la última conclusión, ganó la última seguridad de la
esclavitud, vivió la última vida espiritual y ganó la última consumación”.

AN 3,144 Dutiyamoraniva Sutta – Segundo discurso en el Santuario del Pavo


Real
[144] “Monjes, poseyendo las tres cualidades, el monje es el mejor entre los devas y los seres
humanos: alguien que ha alcanzado la última conclusión, ganó la última seguridad de la esclavitud,
vivió la última vida espiritual y ganó la última consumación. Y, ¿cuáles son esas tres? La maravilla
del poder espiritual, la maravilla de la lectura de la mente y la maravilla de la instrucción.
Poseyendo estas tres cualidades, monjes, el monje es el mejor entre los devas y los seres humanos…
y ganó la última consumación”.

AN 3,145 Tatiyamoraniva Sutta – Tercer discurso en el Santuario del Pavo Real


[145] “Monjes, poseyendo las tres cualidades, el monje es el mejor entre los devas y los seres
humanos: alguien que ha alcanzado la última conclusión, ganó la última seguridad de la esclavitud,
vivió la última vida espiritual y ganó la última consumación. Y, ¿cuáles son esas tres? El recto punto
de vista, el recto conocimiento y la recta liberación. Poseyendo estas tres cualidades, monjes, el
monje es el mejor entre los devas y los seres humanos… y ganó la última consumación”.

AN 3,146-149 {15A3.3.5.1,147-15A3.3.5.4,150} Akusala,


Savajja, Visama y Asuci Sutta – Lo perjudicial, lo censurable,
lo incorrecto y lo impuro

En estos cuatro suttas breves, se reúnen estados mentales que conducen al renacimiento en el cielo y
en el infierno, respectivamente.
AN 3,146 {15A3.3.5.1,147} Akusala – Lo perjudicial
[146] {147} “Monjes, poseyendo tres características uno es depositado en el infierno como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas tres? La acción corporal perjudicial, la acción verbal
perjudicial y la acción mental perjudicial. Poseyendo estas tres características uno es depositado en
el infierno como si estuviera llevado allí.
“Monjes, poseyendo tres cualidades uno es depositado en el cielo como si estuviera llevado allí. Y,
¿cuáles son esas tres? La acción corporal beneficiosa, la acción verbal beneficiosa y la acción
mental beneficiosa. Poseyendo estas tres cualidades uno es depositado en el cielo como si estuviera
llevado allí”.

AN 3,147 {15A3.3.5.2,148} Savajja – Lo censurable


[147] {148} “Monjes, poseyendo tres características uno es depositado en el infierno como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas tres? La acción corporal censurable, la acción verbal
censurable y la acción mental censurable. Poseyendo estas tres características uno es depositado en
el infierno como si estuviera llevado allí.
“Monjes, poseyendo tres cualidades uno es depositado en el cielo como si estuviera llevado allí. Y,
¿cuáles son esas tres? La acción corporal irreprochable, la acción verbal irreprochable y la acción
mental irreprochable. Poseyendo estas tres cualidades uno es depositado en el cielo como si
estuviera llevado allí”.

AN 3,148 {15A3.3.5.3,149} Visama – Lo incorrecto


[148] {149} “Monjes, poseyendo tres características uno es depositado en el infierno como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas tres? La acción corporal incorrecta, la acción verbal
incorrecta y la acción mental incorrecta. Poseyendo estas tres características uno es depositado en el
infierno como si estuviera llevado allí.
“Monjes, poseyendo tres cualidades uno es depositado en el cielo como si estuviera llevado allí. Y,
¿cuáles son esas tres? La recta acción corporal, la recta acción verbal y la recta acción mental.
Poseyendo estas tres cualidades uno es depositado en el cielo como si estuviera llevado allí”.

AN 3,149 {15A3.3.5.4,150} Asuci – Lo impuro


[149] {150} “Monjes, poseyendo tres características uno es depositado en el infierno como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas tres? La acción corporal impura, la acción verbal impura y
la acción mental impura. Poseyendo estas tres características uno es depositado en el infierno como
si estuviera llevado allí.
“Monjes, poseyendo tres cualidades uno es depositado en el cielo como si estuviera llevado allí. Y,
¿cuáles son esas tres? La acción corporal pura, la acción verbal pura y la acción mental pura.
Poseyendo estas tres cualidades uno es depositado en el cielo como si estuviera llevado allí”.
AN 3,150-153 Pathama, Dutiya, Tatiya y Catutthakhata Sutta
– Mutilado

Diferentes clases de malas y buenas acciones.

AN 3,150 Pathamakhata Sutta – Primer discurso sobre el mutilado


[150] “Monjes, poseyendo tres características, la persona tonta, incompetente y mala, se mantiene a
sí misma como si fuera mutilada, en una condición perjudicial. Es censurable, sujeta al reproche del
sabio y genera el desmérito. Y, ¿cuáles son esas tres? Perjudiciales acciones corporales,
perjudiciales acciones verbales y perjudiciales acciones mentales. Poseyendo estas tres
características, la persona tonta… genera el desmérito.
“Poseyendo tres cualidades, la persona sabia, competente y buena se mantiene a sí misma no
mutilada ni en una condición perjudicial. No es censurable, está más allá del reproche del sabio y
genera mucho mérito. Y, ¿cuáles son esas tres? Beneficiosas acciones corporales, beneficiosas
acciones verbales y beneficiosas acciones mentales. Poseyendo estas tres características, la persona
sabia… genera mucho mérito”.

AN 3,151 Dutiyakhata Sutta – Segundo discurso sobre el mutilado


[151] “Monjes, poseyendo tres características, la persona tonta… genera el desmérito. Y, ¿cuáles
son esas tres? Reprochables acciones corporales, reprochables acciones verbales y reprochables
acciones mentales. Poseyendo estas tres características, la persona tonta… genera el desmérito.
“Poseyendo tres cualidades, la persona sabia… genera mucho mérito. Y, ¿cuáles son esas tres?
Irreprochables acciones corporales, irreprochables acciones verbales e irreprochables acciones
mentales. Poseyendo estas tres características, la persona sabia… genera mucho mérito”.

AN 3,152 Tatiyakhata Sutta – Tercer discurso sobre el mutilado


[152] “Monjes, poseyendo tres características… incorrectas acciones corporales, incorrectas
acciones verbales e incorrectas acciones mentales…
“Poseyendo tres cualidades… Rectas acciones corporales, rectas acciones verbales y rectas acciones
mentales…”.

AN 3,153 Catutthakhata Sutta – Cuarto discurso sobre el mutilado


[153] “Monjes, poseyendo tres características… impuras acciones corporales, impuras acciones
verbales e impuras acciones mentales…
“Poseyendo tres cualidades… Puras acciones corporales, puras acciones verbales y puras acciones
mentales…”.
AN 3,154 Vandana Sutta – Homenaje
Tres clases de tributos.
[154] “Monjes, hay estas tres clases de homenaje. Y, ¿cuáles son esas tres? A través del cuerpo, a
través del habla y a través de la mente. Estas son las tres clases de homenaje”.

AN 3,155 Pubbanha Sutta – Una buena mañana


Cómo tener un buen día.
[155] “Monjes, aquellos seres que se involucran en una buena conducta a través del cuerpo, el habla
y la mente por la mañana, tienen una buena mañana. Aquellos seres que se involucran en una buena
conducta a través del cuerpo, el habla y la mente por la tarde, tienen una buena tarde. Aquellos seres
que se involucran en una buena conducta a través del cuerpo, el habla y la mente por la noche,
tienen una buena noche”.
Realmente propicio y auspicioso,
Un feliz comienzo del día y un alegre despertar,
Un momento precioso y una hora dichosa
Llegará para aquellos que ofrecen las limosnas
A los que practican la vida santa.
Rectos actos del cuerpo y del habla,
Rectos pensamientos y aspiraciones:
Cuando uno hace lo que es recto,
Gana rectos beneficios.
Esos felices que ganaron aquellos beneficios
Llegan a crecer en la enseñanza del Buda.
¡Seas feliz y goces de buena salud,
Tú con todos tus familiares!

AN 3,156-162 Acelaka Vagga – Capítulo con los ascetas


desnudos

Esta serie repetitiva de suttas se construye a partir del mismo molde, cambiando el grupo de las
“ayudas de la iluminación” que son la representación del camino medio del Buda.

[156] “Monjes, he aquí estas tres formas de la práctica. Y, ¿cuáles son esas tres? La forma grosera
de la práctica, la forma abrasadora de la práctica y la forma del medio de la práctica.
“Y, ¿cómo es, monjes, la forma grosera de la práctica? He aquí alguien sostiene una doctrina y
punto de vista como este: ‘No hay falta en los placeres sensuales’ y, entonces, se consiente en los
placeres sensuales. Esta es, monjes, la forma grosera de la práctica.
“Y, ¿cómo es la forma abrasadora de la práctica? He aquí alguien va desnudo, rechazando las
convenciones, lamiendo sus manos, no viniendo cuando se le pide ni deteniéndose cuando se le
pide, no aceptando comida que se le lleva ni siquiera la que se hace especialmente para él, no
aceptando invitaciones para comer; no recibe nada de la olla, del cuenco, en un umbral, a través de
un palillo, de un mortero, de dos que coman juntos, de una mujer embarazada, de una mujer que
amamanta a su hijo, de una mujer que está siendo llevada por un hombre, del lugar en el cual se
avisa que se va a distribuir la comida, del lugar en el cual está esperando un perro, del lugar en el
cual zumban las moscas; no acepta pescado ni carne; no toma licor, vino ni infusiones fermentadas.
“Se mantiene con una sola casa [para pedir comida de las limosnas], con un solo bocado; se
mantiene con dos casas [para pedir comida de las limosnas], con dos bocados… se mantiene con
siete casas [para pedir comida de las limosnas], con siete bocados. Vive de un solo platillo por día,
de dos platillos por día… de siete platillos por día. Toma una sola comida al día, una sola comida
cada dos días… una sola comida cada siete días; y de este modo, incluso cada quincena, mora
siguiendo la práctica de tomar la comida en intervalos declarados.
“Es alguien que come las verduras, mijo, arroz del bosque, cortes [de hierba de] los escondites, el
musgo, salvado de arroz, escoria de arroz, harina de sésamo, hierba o estiércol de vaca. Subsiste de
las raíces y frutos del bosque; se alimenta de las frutas caídas.
“Viste el hábito de cáñamo, hábito de cáñamo mezclado con trapos, sudario, túnica de trapo, túnicas
hechas de corteza de árbol, pieles de antílope, tiras de la piel de antílope, mantos hechos de la
hierba kusa, tela de corteza, tela hecha de virutas de madera; manto hecho de los pelos de la cabeza,
lana de animales o una cubierta hecha de las alas de los búhos.
“Es alguien que se saca el pelo y la barba, siguiendo la práctica de sacarse el pelo y la barba. Es
alguien que está de pie todo el tiempo, rehusándose a tomar asiento. Es alguien que continuamente
está de sentadillas, dedicado a mantener la posición de sentadillas. Es alguien que usa el colchón de
espinas, que hace su lecho de espinas. Mora siguiendo la práctica de bañarse en el agua tres veces al
día, incluyendo la tarde. Mora en semejante variedad de formas, a través de la cuales procura la
práctica de mortificarse y atormentar su cuerpo. Esta se llama la forma abrasadora de la práctica.
“Y, ¿cómo es la forma del medio de la práctica? He aquí un monje mora contemplando el cuerpo en
el cuerpo, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y el
abatimiento en relación al mundo. Mora contemplando las sensaciones en las sensaciones… la
mente en la mente… los fenómenos mentales en los fenómenos mentales, ardiente, comprendiendo
claramente, atento, habiendo removido la añoranza y el abatimiento en relación al mundo. Esto se
llama la forma del medio de la práctica.
“Estas son, monjes, las tres formas de la práctica.
[157-162] “Monjes, he aquí estas tres formas de la práctica. Y, ¿cuáles son esas tres? La forma
grosera de la práctica, la forma abrasadora de la práctica y la forma del medio de la práctica.
“Y, ¿cómo es, monjes, la forma grosera de la práctica? [Sigue igual que en el sutta anterior].
“Y, ¿cómo es, monjes, la forma abrasadora de la práctica? [Sigue igual que en el sutta anterior].
“Y, ¿cómo es, monjes, la forma del medio de la práctica? He aquí un monje genera el deseo de no-
surgimiento de los perjudiciales estados mentales aún no surgidos; hace el esfuerzo, hace surgir la
energía, aplica su mente y se esfuerza. Además, genera el deseo de abandonar los perjudiciales
estados mentales ya surgidos… del surgimiento de los beneficiosos estados mentales aún no
surgidos… de mantener los beneficiosos estados mentales ya surgidos, de su no-declive,
incremento, expansión y realización mediante el desarrollo; hace el esfuerzo, hace surgir la energía,
aplica su mente y se esfuerza.
“…desarrolla las bases del poder espiritual que posee la concentración debido al deseo y las
actividades del esfuerzo. Desarrolla las bases del poder espiritual que posee la concentración debido
a la energía y las actividades del esfuerzo… que posee la concentración debido a la mente y las
actividades del esfuerzo… que posee la concentración debido a la investigación y las actividades
del esfuerzo…
“…desarrolla la facultad de la fe, la facultad de la energía, la facultad de la atención consciente, la
facultad de la concentración, la facultad de la sabiduría…
“…desarrolla el poder de la fe, el poder de la energía, el poder de la atención consciente, el poder de
la concentración, el poder de la sabiduría…
“…desarrolla el factor de la iluminación de la atención consciente, el factor de la iluminación de la
discriminación de los fenómenos, el factor de la iluminación de la energía, el factor de la
iluminación del arrobamiento, el factor de la iluminación de la tranquilidad, el factor de la
iluminación de la concentración, el factor de la iluminación de la ecuanimidad…
“…desarrolla el recto punto de vista, la recta intención, la recta forma de hablar, la recta acción, el
recto modo de vida, el recto esfuerzo, la recta atención consciente y la recta concentración.
“Esto se llama la forma del medio de la práctica.
“Estas son, monjes, las tres formas de la práctica”.

AN 3,163-182 Kammapatha Peyyala – Serie repetitiva sobre


los cursos del kamma

Serie repetitiva que sistematiza a los malos y buenos destinos, o “cursos del kamma”,
relacionándolos con la incorrecta o virtuosa conducta, respectivamente.

[163] “Monjes, poseyendo tres características uno es depositado en el infierno como si se lo hubiese
llevado allí. Y, ¿cuáles son esas tres? Uno mismo destruye la vida, alienta a los demás a destruir la
vida y aprueba la destrucción de la vida. Poseyendo estas tres características uno es depositado en el
infierno como si se lo hubiese llevado allí.
[164] “Monjes, poseyendo tres cualidades uno es depositado en el cielo como si se lo hubiese
llevado allí. Y, ¿cuáles son esas tres? Uno mismo se abstiene de destruir la vida, alienta a los demás
a abstenerse de destruir la vida y aprueba la abstención de la destrucción de la vida. Poseyendo estas
tres cualidades uno es depositado en el cielo como si se lo hubiese llevado allí.
[165] “…Uno mismo toma lo que no le ha sido dado, alienta a los demás a tomar lo que no le ha
sido dado y aprueba tomar lo que a uno no le ha sido dado…
[166] “…Uno mismo se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado, alienta a los demás a
abstenerse de tomar lo que no les ha sido dado y aprueba la abstención de tomar lo que a uno no le
ha sido dado…
[167] “…Uno mismo se involucra en la conducta sexual inapropiada, alienta a los demás a
involucrarse en la conducta sexual inapropiada y aprueba el involucramiento en la conducta sexual
inapropiada…
[168] “…Uno mismo se abstiene de involucrarse en la conducta sexual inapropiada, alienta a los
demás a abstenerse de involucrarse en la conducta sexual inapropiada y aprueba la abstención en el
involucramiento en la conducta sexual inapropiada…
[169] “…Uno mismo dice mentiras, alienta a los demás a decir mentiras y aprueba el hecho de decir
mentiras…
[170] “…Uno mismo se abstiene de decir mentiras, alienta a los demás a abstenerse de decir
mentiras y aprueba el hecho de abstenerse a decir mentiras…
[171] “…Uno mismo usa la forma divisiva de hablar, alienta a los demás a usar la forma divisiva de
hablar y aprueba el uso de la forma divisiva de hablar…
[172] “…Uno mismo se abstiene de usar la forma divisiva de hablar, alienta a los demás a
abstenerse de usar la forma divisiva de hablar y aprueba la abstención del uso de la forma divisiva
de hablar…
[173] “…Uno mismo habla con rudeza, alienta a los demás a hablar con rudeza y aprueba el hecho
de hablar con rudeza…
[174] “…Uno mismo se abstiene de hablar con rudeza, alienta a los demás a abstenerse de hablar
con rudeza y aprueba la abstención de hablar con rudeza…
[175] “…Uno mismo se entrega a las charlas ociosas, alienta a los demás a las charlas ociosas y
aprueba las charlas ociosas…
[176] “…Uno mismo se abstiene de las charlas ociosas, alienta a los demás a abstenerse de las
charlas ociosas y aprueba la abstención de las charlas ociosas…
[177] “…Uno mismo está lleno de anhelo, alienta a los demás a estar llenos de anhelo y aprueba el
hecho de estar lleno de anhelo…
[178] “…Uno mismo está sin anhelo, alienta a los demás a estar sin anhelo y aprueba el hecho de
estar sin anhelo…
[179] “…Uno mismo tiene animadversión, alienta a los demás tener animadversión y aprueba el
hecho de tener animadversión…
[180] “…Uno mismo se abstiene de la animadversión, alienta a los demás a abstenerse de la
animadversión y aprueba el hecho de abstenerse de la animadversión…
[181] “…Uno mismo sostiene el incorrecto punto de vista, alienta a los demás a sostener el
incorrecto punto de vista y aprueba el hecho de sostener el incorrecto punto de vista. Poseyendo
estas tres características uno es depositado en el infierno como si se lo hubiese llevado allí.
[182] “…Uno mismo sostiene el recto punto de vista, alienta a los demás a sostener el recto punto
de vista y aprueba el hecho de sostener el recto punto de vista. Poseyendo estas tres características
uno es depositado en el cielo como si se lo hubiese llevado allí”.

AN 3,183-352 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia,


etc.

Esta serie repetitiva de suttas, se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete
contaminaciones, (2) diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto
a ellas y (3) tres prácticas de concentración.

[183] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse tres cosas. Y,
¿cuáles son esas tres? La concentración en la vacuidad, la concentración sin signo y la
concentración sin deseo. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse
estas tres cosas.
[184-352] “Monjes, mediante la plena comprensión de la codicia… mediante la completa
destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el cese… el
renunciamiento… la dimisión de la codicia, han de desarrollarse estas tres cosas.
“Monjes, mediante la plena comprensión… la completa destrucción… el abandono… la
destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el cese… el renunciamiento… la dimisión
del odio… la falsa ilusión… la ira… la hostilidad… la denigración… la insolencia… la envidia… la
avaricia… el engaño… la astucia… la obstinación… la vehemencia… el orgullo… la arrogancia…
la embriaguez… la negligencia, han de desarrollarse tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? La
concentración en la vacuidad, la concentración sin signo y la concentración sin deseo. Mediante el
conocimiento directo sobre la negligencia, han de desarrollarse estas tres cosas”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Exaltados, aquellos monjes se deleitaron en la declaración
del Bienaventurado.
4. Catukkanipatapali - Libro con suttas dedicados a cuatro
dhammas

Es la cuarta división del Anguttara Nikaya con los suttas que contienen cuatro particulares temas
del Dhamma o la enseñanza del Buda, cada uno.
Los números entre corchetes siguen la edición de Bhikkhu Bodhi.

Introducción al Anguttara Nikaya de Bhikkhu Bodhi

1. Pathamapannasaka - Primer grupo de los cincuenta


1.1. Bhandagamavagga - Capítulo en Bhandagama
AN 4,1 Anubuddha Sutta – Comprendido. Lo que debe ser comprendido y perfeccionado,
según el Buda, es la noble virtud, la concentración, la sabiduría y la liberación. [Leer en
pali]
AN 4,3 Pathamakhata Sutta – Primer discurso sobre mutilado. La necesidad de investigar y
escudriñar. [Leer en pali]
AN 4,6 Appassuta Sutta – Uno de poco aprendizaje. El discípulo del Buda que aprendió
poco, pero lo puso en práctica, es superior de aquel que habiendo aprendido mucho, no lo
aplica. [Leer en pali]

AN 4,7 Sobhana Sutta – Discurso sobre los que adornan. Monjes y monjas, seguidores y
seguidoras laicas, son las cuatro clases de personas que adornan el Sangha cuando reúnen
ciertas cualidades. [Leer en pali]

AN 4,8 Vesarajja Sutta – Auto-confianza. El Buda describe las cuatro clases de auto-
confianza que tiene y, sobre cuya base, “reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo
su rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la rueda del Brahma”. [Leer
en pali]
AN 4,10 Yoga Sutta – Ataduras. Un grupo de contaminaciones mentales de cuatro ligaduras
que sostiene la esclavitud del ciclo de los renacimientos. [Leer en pali]

1.2. Caravagga - Capítulo con el caminante


AN 4,11 Cara Sutta – Caminando. Hay que luchar con las tres clases de pensamiento
perjudicial en las cuatro posiciones posibles. [Leer en pali]

AN 4,14 Samvara Sutta – Restricción. El Buda explica en qué consisten los cuatro esfuerzos
realizados a través de la restricción, abandono, desarrollo y protección. [Leer en pali]
AN 4,15 Pannatti Sutta – Proclamaciones. Los seres supremos en cuatro ámbitos. [Leer en
pali]
AN 4,17-19 Pathama, Dutiya y Tatiyagati Sutta – Rumbos equivocados. Cuatro motivos que
nos conducen a tomar rumbos equivocados. [Leer en pali]

AN 4,20 Bhattuddesaka Sutta – El que asigna la comida. Usando el ejemplo del monje que
es encargado de asignar a los otros monjes la comida de las limosnas, el Buda enseña los
cuatro motivos que conducen a rumbos equivocados. [Leer en pali]

1.3. Uruvelavagga - Capítulo en Uruvela


AN 4,21 Pathamauruvela Sutta – En Uruvela. Este sutta habla de las reflexiones del Buda
después de su iluminación y de su decisión de honrar solamente al Dhamma. [Leer en pali]
AN 4,22 Dutiyauruvela Sutta – Segundo discurso en Uruvela. El Buda, acusado por un
grupo de brahmanes de no venerar a los ancianos maestros, enumera cuatro cualidades que
hacen de uno un verdadero “anciano” en esta vida espiritual, independiente de su edad.
[Leer en pali]
AN 4,23 Loka Sutta – El mundo. Este sutta explica la relación de un Buda con el mundo,
afirmando que está plenamente despierto a “todo lo que es visto, oído, olido, sentido,
conocido, alcanzado, buscado y examinado por la mente”. [Leer en pali]
AN 4,24 Kalakarama Sutta – Parque Kalaka. Sobre la naturaleza del conocimiento del Tathagata.
[Leer en pali]
AN 4,25 Brahmacariya Sutta – Vida santa. El verdadero motivo para practicar el Dhamma. [Leer
en pali]
AN 4,28 Ariyavamsa Sutta - La tradición de los Nobles. El Buda describe las cuatro principales
cualidades del monje: contentamiento con sus hábitos, la comida y la vivienda, además del deleite
en el cultivo de los beneficiosos estados mentales y el abandono de los perjudiciales. Este es uno de
los más populares suttas dentro de la tradición Theravada. [Leer en pali]
AN 4,29 Dhammapada Sutta – Porciones del Dhamma. Cuatro ancestrales e inamovibles
verdades del Dhamma. [Leer en pali]
AN 4,30 Paribbajaka Sutta – Ascetas mendigantes. Buda enseña, a un grupo de ascetas
mendigantes, las cuatro ancestrales e inamovibles verdades del Dhamma. [Leer en pali]

1.4. Cakkavagga - Capítulo con la rueda


AN 4,32 Sangaha Sutta – Lazos [que sostienen relaciones favorables]. El Buda prescribe las
maneras adecuadas para sostener las relaciones cordiales. [Leer en pali]
AN 4,33 Siha Sutta – El león. El “rugido de león” del Buda, sobre la transitoriedad, es así de
poderoso que estremece y hace temblar hasta las deidades de larga duración de vida. [Leer
en pali]
AN 4,34 Aggappasada Sutta – Confidencia. El Buda es declarado aquí como el primero y
más importante entre los seres; y aquellos que depositan su confianza en él, tienen confianza
en lo mejor. [Leer en pali]
AN 4,35 Vassakara Sutta – Vassakara. “Un gran hombre de gran sabiduría”, según los
brahmanes y según el Buda. [Leer en pali]
AN 4,36 Dona Sutta – Dona. Para un brahmán que observa las huellas del Buda, sus formas
corporales resultan dotadas de marcas tan extraordinarias, que no puede creer que se trate
meramente de un ser humano. [Leer en pali]
AN 4,37 Aparihaniya Sutta – No decaer. Las cualidades que posee el monje que está cerca
de la meta final y ya no es capaz de retroceder en el Camino. [Leer en pali]

AN 4,39-40 Ujjaya y Udayi Sutta – Ujjaya y Udayi. En estos suttas el Buda rechaza todas
clase de sacrificios cruentos y elogia aquellos que implican generosas dádivas. [Leer en
pali]

1.5. Rohitassavagga - Capítulo con Rohitassa


AN 4,41 Samadhibhavana Sutta – Discurso sobre el desarrollo de la concentración. Cuatro
importantes resultados del desarrollo de samadhi (concentración). [Leer en pali]
AN 4,43-44 Pathama y Dutiyakodhagarusutta - Primer y segundo discurso sobre la
ira. Cuatro clases de personas en el mundo de acuerdo con sus respectivas valoraciones.
[Leer en pali]

AN 4,45-46 Patthama y Dutiyarohitassa Sutta – Rohitassa. Un deva viajero aprende que no


necesitamos viajar hasta el fin del mundo para encontrar el fin del sufrimiento; no
necesitamos mirar más allá de lo que tenemos aquí: este nuestro cuerpo. [Leer en pali]
AN 4,49 Vipallasa Sutta – Inversiones. Este sutta describe nuestras habituales nociones
erróneas como una inversión de la percepción y como formas de un trastorno cognitivo.
[Leer en pali]

2. Dutiyapannasaka - Segundo grupo de los cincuenta


2.1. Punnabhisandavagga - Capítulo sobre la acumulación del mérito
AN 4,51 Pathamapunnabhisanda Sutta – Primer discurso sobre las corrientes de méritos. La
vida del monje mendigante, se convierte en insuperable campo de méritos tanto para él
como para los donantes. [Leer en pali]
AN 4,52 Dutiyapunnabhisanda Sutta – Segundo discurso sobre las corrientes de mérito. La
abundancia de méritos proviene de la fe en las “Tres Joyas” y la conducta virtuosa. [Leer en
pali]
AN 4,53-54 Pathama y Dutiyasamvasa Sutta – Viviendo juntos. El Buda aconseja a los
esposos y las esposas cómo vivir juntos. [Leer en pali]
AN 4,55-56 Pathama y Dutiyasamajivi Sutta – En las mismas vidas. El Buda instruye a una
pareja que se ama, sobre lo que deben hacer para asegurar el hecho de poder reunirse en las
futuras vidas también. [Leer en pali]
AN 4,57 Suppavasa Sutta – Suppavasa. El Buda enseña a una seguidora laica los méritos del
ofrecimiento de la comida. [Leer en pali]
AN 4,58-59 Sudatta y Bhojana Sutta – Sudatta y La comida. Lo que logra el donador de la
comida cuando lo hace rectamente. [Leer en pali]
AN 4,60 Gihisamici Sutta – La práctica apropiada de un laico. El mérito de suplir las
necesidades de los monjes de recta conducta. [Leer en pali]

2.2. Pattakammavagga - Capítulo con lo dificil de obtener


AN 4,61 Pattakamma Sutta – Actos meritorios. Grupos de acciones organizados en cuatro,
que conducen al bienestar presente y futuro. [Leer en pali]
AN 4,62 Annanya Sutta – Liberación de las deudas. Cuatro clases de felicidad que puede
experimentar una persona que vive rectamente en el mundo. [Leer en pali]
AN 4,63 Brahma Sutta – Con el Brahma. La importancia de respetar a los padres. [Leer en
pali]
AN 4,64 Niraya Sutta – El infierno. Acciones que conducen al renacimiento en el infierno.
[Leer en pali]
AN 4,65 Rupa Sutta – La forma. En lo que uno debe y no debe fijarse, cuando busca a un
maestro espiritual. [Leer en pali]
AN 4,70 Adhammika Sutta – Injustos. Las influencias espirituales comienzan en la cima de
la jerarquía social y descienden gradualmente afectando a la sociedad entera, hasta los
dominios biológicos y físicos. [Leer en pali]

2.3. Apannakavagga - Capítulo sobre los verdadero


AN 4,73 Sappurisa Sutta - Discurso sobre la persona íntegra. La forma, en la que uno habla de sí
mismo y de los demás, revela nuestro grado de integridad. [Leer en pali]
AN 4,77 Acinteyya Sutta – Discurso sobre los impensables. Cuando uno pasa mucho tiempo
cabilando sobre estos cuatro temas, fácilmente puede volverse loco. [Leer en pali]
AN 4,78 Dakkhina Sutta – Ofrendas. Cuatro situaciones que pueden darse con respecto a la
purificación de los donativos. [Leer en pali]
AN 4,79 Vanijja Sutta – Negocio. El Buda explica las razones por las cuales algunas
personas fracasan en los negocios y otros prosperan. [Leer en pali]
AN 4,80 Kamboja Sutta – Kamboja. Este corto sutta de contenido misógino, difícilmente
atribuible al Buda, contrasta con su habitual cordialidad hacia las mujeres y su generosidad
en otorgarles su enseñanza. [Leer en pali]

2.4. Macalavagga - Capítulo en Macala


AN 4,81-84 Panatipata, Musavada, Avannaraha y Kodhagaru Sutta – Destrucción de la vida,
mentira, desaprobación e ira. Acciones que conducen al renacimiento en el cielo o el
infierno. [Leer en pali]
AN 4,85-86 Tamatoma y Onatona Sutta – Oscuridad y Agachado. Las diferencias en el
kamma cambian la fortuna de la gente que, constantemente, rota en el ciclo de las
existencias, ascendiendo y descendiendo, partiendo a veces de la luz y otras veces de las
tinieblas. [Leer en pali]
AN 4,87 Putta Sutta – El hijo. El Buda se ubica entre cuatro clases de ascetas que existen en
el mundo. [Leer en pali]

2.5. Asuravagga - Capítulo con los asuras


AN 4,92-94 Samadhi Sutta - Concentración (samadhi). La meditación budista debe desarrollar las
cualidades mentales de la tranquilidad (samatha) y perspicacia (vipassana). [Leer en pali]
AN 4,95 Chavalata Sutta – Pira crematoria. Una cuádruple clasificación de personas de
acuerdo con el criterio del motivo de su práctica espiritual. [Leer en pali]
AN 4,96 Ragavinaya Sutta – Codicia. Una cuádruple clasificación de personas, de acuerdo
con el criterio del motivo de su práctica espiritual relacionada con la remoción de la codicia,
odio y falsa ilusión. [Leer en pali]
AN 4,97 Khippanisanti Sutta – Rápido. Una cuádruple clasificación de personas, de acuerdo
con el criterio del motivo de su práctica espiritual relacionada con el aprendizaje y la
transmisión del Dhamma. [Leer en pali]
AN 4,98 Attahita Sutta – Por su propio bienestar. Cuatro formas de la práctica espiritual en
función de los beneficiarios. [Leer en pali]
AN 4,99 Sikkhapada Sutta – Reglas de entrenamiento. Una cuádruple clasificación de
personas, de acuerdo con el criterio del motivo de su práctica espiritual relacionada con la
conducta virtuosa. [Leer en pali]
AN 4,100 Potaliya Sutta – Potaliya. Lo más excelso es saber decir tanto la crítica como los
elogios de una manera apropiada y al debido tiempo. [Leer en pali]

3. Tatiyapannasaka - Tercer grupo de los cincuenta


3.1. Valahakavagga - Capítulo sobre la nube de lluvia
AN 4,101-102 Pathama y Dutiyavalahaka Sutta – Las nubes de lluvia. El Buda usa el símil
de las cuatro clases de nubes de lluvia para explicar la relación entre la teoría y la práctica de
la vida espiritual. [Leer en pali]
AN 4,107 Musika Sutta – Los ratones. El Buda usa el símil de las cuatro clases de ratones,
para explicar la relación entre la teoría y la práctica de la vida espiritual. [Leer en pali]

3.2. Kesivagga - Capítulo con Kesi


AN 4,111 Kesi Sutta – Kesi. El Buda, usando el ejemplo de los métodos que un entrenador de
caballos aplica a aquellos que han de ser domados, le explica cómo él mismo entrena en el Dhamma
a diferentes clases de personas de manera tal que su enseñanza sea efectiva para todos aquellos que
"han de ser amansados". [Leer en pali]
AN 4,112 Java Sutta – Velocidad. El Buda encuentra similitudes entre un excelente caballo
real de pura sangre y un buen monje. [Leer en pali]
AN 4,113 Patoda Sutta – Aguijón. Un símil de los adiestrados caballos purasangre, le sirve
al Buda para explicar los diferentes niveles de facilidad con la cual las personas adquieren el
sentido de urgencia. [Leer en pali]
AN 4,117 Arakkha Sutta – Resguardando. Buda enseña cuatro maneras de resguardar la
mente. [Leer en pali]
AN 4,118 Sanvejaniya Sutta – Inspirador. Cuatro lugares sagrados para los budistas. [Leer
en pali]
AN 4,119-120 Pathama y Dutiyabhaya Sutta – Peligros. Diferentes clases de peligros que
acechan al hombre. [Leer en pali]

3.3. Bhayavagga - Capítulo con lo temeroso


AN 4,121 Attanuvada Sutta – Auto-reproche. Los cuatro peligros capaces de enderezar
nuestra conducta. [Leer en pali]
AN 4,122 Umibhaya Sutta – Olas de temor. El Buda menciona los cuatro “peligros” que
encuentra el miembro de buena familia que “renuncia a la vida hogareña para asumir el
estilo de vida sin hogar”: la ira al ser instruido por un monje más joven, ansia por los
alimentos que se ve frustrada por las regulaciones referentes a la comida, atracción por las
cinco clases de placeres sensuales y el hecho de haberse encontrado con una mujer
seductora. [Leer en pali]

AN 4,123 Pathamananakarana Sutta (Jhana Sutta) – Primer discurso sobre la diferencia. El Buda
describe cuatro posibles rumbos del renacimiento, abiertos para aquel que practica jhanas. [Leer en
pali]
AN 4,124 Dutiyananakarama Sutta – Segundo discurso sobre la diferencia. Cuatro clases de
personas de acuerdo con sus logros meditativos y futuro destino. [Leer en pali]

AN 4,125-126 Pathama y Dutiyametta Sutta – Amor benevolente. El futuro plano de


existencia de personas que practican la meditación de “los cuatro inconmensurables”. [Leer
en pali]

AN 4,127 Pathamatathagatacchariya Sutta – Lo asombroso del Tathagata. Este sutta habla


de las maravillas que acompañaron la concepción del Buda en el vientre de su madre, su
nacimiento físico, su iluminación y su puesta en movimiento de la rueda del Dhamma.
[Leer en pali]
AN 4,128 Dutiyatathagatacchariya Sutta – Segundo discurso sobre lo asombroso del
Tathagata. Cuatro cosas maravillosas suceden cuando el Tathagata predica el Dhamma.
[Leer en pali]
AN 4,129-130 Anandacchariya y Cakkavatticchariya Sutta – Lo asombroso de Ananda y del
Monarca que gira la Rueda. Cuatro características especiales del Venerable Ananda y del rey
que gira la rueda del Dhamma. [Leer en pali]
3.4. Puggalavagga - Capítulo sobre la persona
AN 4,134 Utthanaphala Sutta – Fruto del esfuerzo. Cuatro clases de relaciones entre el
esfuerzo y el kamma. [Leer en pali]
3.5. Abhavagga - Capítulo con la luz
AN 4,141-150 Abha Vagga – Capítulo sobre los esplendores. En los cinco primeros de estos
suttas breves, el Buda pondera la sabiduría como el principal esplendor, radiación, luz, brillo
y lumbrera. Los demás suttas hablan de los tiempos y las conductas apropiadas, y de las
cuatro prácticas esenciales. [Leer en pali]

4. Catutthapannasaka - Cuarto grupo de los cincuenta


4.1. Indriyavagga - Capítulo con las facultades
AN 4,151-155 Indriya, Saddhabala, Pannabala, Satibala y Patisankhanabala Sutta –
Facultades, Fe, Sabiduría, Atención consciente y Reflexión. Por más que la habitual manera
de enumerar las facultades (indriya) y los poderes espirituales (bala) es quíntuple, aquí
tenemos cinco suttas cortos que lo hacen de una manera alternativa cuádruple en diferentes
combinaciones. [Leer en pali]
AN 4,156 Kappa Sutta – El eón. El Buda describe la incalculable duración de las cuatro
fases de un eón (kappa), que es la unidad básica del tiempo cósmico budista. [Leer en pali]
AN 4,158 Parihani Sutta – Declive. Prácticas que llevan al declive de las cualidades beneficiosas.
[Leer en pali]
AN 4,159 Bhikkhuni Sutta – La monja. El Venerable Ananda enseña a una monje que mientras la
avidez y el engreimento en sí mismos -al agual que le nutrimento físico material- pueden ser usados
para sobreponerse a ellos, este principio no se aplica a las relaciones sexuales. [Leer en pali]
AN 4,160 Sugatavinaya Sutta – El Afortunado. El Buda dice que el buen Dhamma degenera
cuando los monjes no preservan las enseñanzas apropiadamente, malinterpretan su
significado, yerran en enseñar a otros y se desvían de la práctica. Pero cuando, por el
contrario, preservan las enseñanzas apropiadamente, las interpretan correctamente, enseñan
a otros y se esfuerzan en la práctica, la enseñanza perdura por largo tiempo. [Leer en pali]

4.2. Patipadavagga - Capítulo sobre el modo de progreso


AN 4,161-162 Samkhitta y Vitthara Sutta – Resumen y Detalles [sobre los modos de
progreso]. Cómo progresar rápida y placenteramente en el camino de la práctica budista. [Leer en
pali]
AN 4,163 Asubha Sutta – Lo repugnante. Tanto la práctica de los jhanas, que es una forma
placentera de progresar, como la contemplación de lo repulsivo (ashuba), que representa un
progreso penoso, pueden ser efectivos y rápidos si uno se ocupa de desarrollar las cinco facultades.
[Leer en pali]
AN 4,169 Sasankhara Sutta – A través del esfuerzo. En este sutta el Buda reconoce diferentes
enfoques individuales que pueden producirse para alcanzar la meta final. [Leer en pali]
AN 4,170 Yugaddhana Sutta – Discurso armonioso. El Venerable Ananda describe el camino hacia
el estado de arahant como uno, en el cual la perspicacia (vipassana) y tranquilidad (samatha) van de
mano. [Leer en pali]

4.3. Sanketaniyavagga - El capítulo sobre la característica propia


AN 4,171 Cetana Sutta – Volición. Al explicar el surgimiento del placer y la pena, la segunda parte
del sutta explica cómo se adquiere la existencia individual. [Leer en pali]
AN 4,173-174 Mahakotthika Sutta - Discurso con el Maha Kotthika. ¿Qué hay más allá de nuestra
propia subjetividad? [Leer en pali]
AN 4,176 Ayacana Sutta – Aspiración. Buda indica modelos para los diferentes grupos de
sus seguidores. [Leer en pali]
AN 4,180 Mahapadesa Sutta – Los grandes criterios. En este sutta, el Buda ofrece
instrucciones a los monjes sobre los criterios para determinar si las enseñanzas que surjan,
después de su muerte, son auténticas o espurias. [Leer en pali]

4.4. Brahmanavagga - Capítulo con los bramanes


AN 4,182 Patibhoga Sutta – Garante. Lo irremediable que son la vejez, la enfermedad, la
muerte y el kamma. [Leer en pali]
AN 4,183 Suta Sutta – Lo oído. Cuándo hablar de lo que uno ha experimentado. [Leer en
pali]
AN 4,184 Abhaya Sutta – Intrepidez. El Buda explica a un brahmán las cuatro maneras de vencer el
miedo a la muerte. [Leer en pali]
AN 4,186 Ummaga Sutta – Agudeza mental. Un inteligente monje hace al Buda preguntas
que producen cuatro declaraciones importantes. [Leer en pali]
AN 4,188 Upaka Sutta – Upaka. Según el Buda, las ilimitadas expresiones del Dhamma
convergen en cuatro cosas: la comprensión de lo que no es beneficioso, su abandono, la
comprensión de lo que es beneficioso y su desarrollo. [Leer en pali]

AN 4,190 Uposatha Sutta – Uposatha. El Buda alaba al Sangha de los monjes diligentes
como un insuperable campo de méritos, al cual vale la pena viajar miles de kilómetros con
el fin de verlo. [Leer en pali]

4.5. Mahavagga - El Gran Capítulo


AN 4,193 Bhaddiya Sutta – Bhaddiya. El Buda desmiente la acusación de usar la magia para
convertir a la gente en sus discípulos, enseñándole a un hombre laico a no confiar en nada
que no sea su propia experiencia de lo perjudicial y lo beneficioso. [Leer en pali]
AN 4,195 Vappa Sutta – Vappa. Un discípulo jainista se convierte a la enseñanza del Buda al
escuchar cómo éste le explica los principios del kamma. [Leer en pali]
AN 4,197 Mallikadevi Sutta – Princesa Mallika. El Buda explica a la princesa Mallika, la
esposa del rey Pasenadi, las causas kármicas a través de los cuales las mujeres pueden
adquirir belleza, riquezas e influencia. [Leer en pali]
AN 4,198 Attantapa Sutta – Auto-tormento. El curso gradual del entrenamiento monástico.
[Leer en pali]

5. Pañcamapannasaka - Quinto grupo de los cincuenta


5.1. Sappurisavagga - Capítulo sobre el hombre recto
AN 4,201 Sikkhapada Sutta – Reglas del entrenamiento. Características de una mala y
buena persona, y de la persona inferior a aquella y superior a ésta. [Leer en pali]
AN 4,202 Assadha Sutta – Carente de la fe. Características de una mala y buena persona, y
de la persona inferior a aquella y superior a ésta. [Leer en pali]
AN 4,203 Sattakamma Sutta – Siete acciones. Características de una mala y buena persona,
y de la persona inferior a aquella y superior a ésta. [Leer en pali]
AN 4,204 Dasakamma Sutta – Diez acciones. Características de una mala y buena persona,
y de la persona inferior a aquella y superior a ésta. [Leer en pali]
AN 4,205 Atthangika Sutta – Óctuple. Características de una mala y buena persona, y de la
persona inferior a aquella y superior a ésta. [Leer en pali]
AN 4,206 Dasamagga Sutta – Camino de diez pasos. Características de una mala y buena
persona, y de la persona inferior a aquella y superior a ésta. [Leer en pali]
AN 4,210 Catutthapapadhamma Sutta – El mal carácter. Los factores del óctuple sendero y
la liberación hacen la diferencia entre el carácter de las personas. [Leer en pali]

5.2. Parisavagga - Capítulo sobre la comunidad


AN 4,211 Parisa Sutta – Personas. Monjes y monjas, seguidores y seguidoras laicos son las
cuatro clases de personas que adornan o deshonran el Sangha de acuerdo a las cualidades
que reúnen. [Leer en pali]

AN 4,212-220 Ditthi, Akatannuta, Panatipati, Magga, Voharapatha, Ahirika y Dussila Sutta


– Punto de vista, ingratitud, destrucción de la vida, sendero, cursos de expresión, vergüenza
moral y un tonto. Acciones que determinan la suerte de uno en los renacimientos en el cielo
o el infierno. [Leer en pali]

5.3. Duccaritavagga - Capítulo sobre la mala conducta


AN 4,221 Duccarita Sutta – Mala conducta [verbal]. Mala y buena forma de hablar. [Leer
en pali]

5.4. Kammavagga - Capítulo sobre la acción (kamma)


AN 4,232-234 Samkhitta, Vitthara y Sonakayana Sutta – Resumen, Detalles [del kamma] y el
brahmán Sonakayana. Lo que más importa no es tanto el buen kamma sino poner fin al kamma.
[Leer en pali]
AN 4,235-236 Pathama y Dutiyasikkhapada Sutta – Reglas del entrenamiento. Destruyendo
a toda clase de kamma. [Leer en pali]
AN 4,237-238 Ariyammagga y Bojjhanga Sutta – Noble Sendero y Factores de Iluminación.
El kamma generado a través de la práctica del óctuple noble sendero y los siete factores de
iluminación, desmantela el proceso kammico causal entero y conduce a la liberación de la
ronda de los renacimientos. [Leer en pali]
AN 4,239-240 Savajja Abyabajjha Sutta – Reprochable y no-aflictivo. Acciones que
determinan la suerte de uno en los renacimientos en el cielo o el infierno. [Leer en pali]
AN 4,242 Sappurisanisamsa Sutta – Beneficios de una buena persona. Cuatro beneficios de
apoyarse en una buena persona. [Leer en pali]

5.5. Apattibhayavagga - Capítulo sobre la ofensa


AN 4,245 Sikkhanisamsa Sutta – Entrenamiento. El Buda describe el rol específico que
tiene el entrenamiento, la sabiduría, la liberación y la atención consciente dentro de su
Camino. [Leer en pali]
AN 4,250-253 Pathama, Dutiya, Tatiya y Catutthavohara Sutta – Declaraciones. Formas de
hablar nobles e innobles. [Leer en pali]

5.6. Abhiññavagga - Capítulo sobre el entendimiento


AN 4,256 Sangahavatthu Sutta –Sustento. Formas de mantener las relaciones favorables. [Leer en
pali]
AN 4,258 Kula Sutta – Las familias.Cómo una familia pierde o preserva sus riquezas. [Leer en
pali]
AN 4,259-260 Pathama, Dutiyaajaniya – El pura sangre. El carácter de un excelente caballo
real, de pura sangre, sirve al Buda para analizar las cualidades de un excelente monje. [Leer
en pali]

5.7. Kammapathavagga - Capítulo sobre las formas de acción


AN 4,264-273 Kammapatha Vagga – Capítulo sobre los cursos del Kamma. Acciones
voluntarias (kamma) que conducen a uno al cielo o infierno. [Leer en pali]

5.8. Ragapeyyala - Serie repetitiva sobre el apego


AN 4,274-783 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia, etc. Esta serie repetitiva de
suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete contaminaciones, (2)
diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto a ellas y (3)
tres clases de prácticas: (i) cuatro establecimientos de la atención consciente, (ii) cuatro
rectos esfuerzos y (iii) cuatro bases del poder espiritual. [Leer en pali]
AN 4,1 {15A4.1.1.1,1} Anubuddha Sutta – Comprendido

Lo que debe ser comprendido y perfeccionado, según el Buda, es la noble virtud, la concentración,
la sabiduría y la liberación.

[1] {1} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los vajjis, en
Bhandagama. Allí se dirigió a los monjes así: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, por no haber comprendido y penetrado cuatro cosas, vosotros y yo vagábamos y
recorríamos por semejantemente extendido espacio del tiempo. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“Monjes, es por no haber comprendido y penetrado la noble conducta virtuosa, la noble
concentración, la noble sabiduría y la noble liberación, que vosotros y yo vagábamos y recorríamos
por semejantemente extendido espacio del tiempo.
“Monjes, la noble conducta virtuosa ha sido comprendida y penetrada. La noble concentración ha
sido comprendida y penetrada. La noble sabiduría ha sido comprendida y penetrada. La noble
liberación ha sido comprendida y penetrada. La avidez por la existencia ha sido destruida y el
conducto a la existencia ha sido destruido; he aquí, no hay futuros estados de existencia”.
Esto es lo que el Bienaventurado dijo. Habiendo dicho esto, el Sublime, el Maestro agregó luego
esto:
“Conducta virtuosa, concentración y sabiduría,
y la insuperable liberación:
estas cosas, el ilustre Gotama
comprendió por sí mismo.
“Habiendo conocido directamente estas cosas por sí mismo,
El Buda enseñó el Dhamma a los monjes.
El Maestro, el que puso fin al sufrimiento,
uno con la visión ha alcanzado el Nibbana”.

AN 4,3 Pathamakhata Sutta – Primer discurso sobre mutilado

La necesidad de investigar y escudriñar.

[3] “Monjes, poseyendo cuatro características, una persona tonta, incompetente y mala, se mantiene
a sí misma como mutilada, en una condición perjudicial. Es censurable y sujeta al reproche del
sabio, además genera un gran desmérito. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“Sin haber investigado ni escudriñado, pronuncia elogios del que merece censuras. Sin haber
investigado ni escudriñado, pronuncia censuras del que merece elogios. Sin haber investigado ni
escudriñado, pone fe en algo que merece sospecha. Sin haber investigado ni escudriñado, sospecha
de algo que merece ser creído. Poseyendo estas cuatro características, una persona tonta,
incompetente y mala, se mantiene a sí misma como mutilada, en una condición perjudicial. Es
censurable y sujeta al reproche del sabio, además genera un gran desmérito.
“Monjes, poseyendo cuatro cualidades, una persona sabia, competente y buena, se mantiene a sí
misma como no-mutilada ni en una condición perjudicial. Es irreprochable y más allá de la censura
del sabio, además genera un gran mérito. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“Habiendo investigado y escudriñado, pronuncia censuras del que merece censuras. Habiendo
investigado y escudriñado, pronuncia elogios del que merece elogios. Habiendo investigado y
escudriñado, sospecha de algo que merece sospecha. Habiendo investigado y escudriñado, tiene fe
en algo que merece ser creído. Poseyendo estas cuatro cualidades, una persona sabia, competente y
buena, se mantiene a sí misma como no-mutilada ni en una condición perjudicial. Es irreprochable
y más allá de la censura del sabio, además genera un gran mérito”.
Quien elogia a alguien que merece censura,
O censura a alguien que merece elogio
Arroja con su boca disparos de mala suerte,
Mediante los cuales no encuentra felicidad.
Ligeramente [se pronuncian] los dados de la mala suerte,
Pero su resultado es la pérdida de las propias riquezas,
Y de todo, incluido uno mismo.
Mucho peor aún es el tiro de la mala suerte
De albergar odio en contra de los afortunados.
Por cien mil treinta y seis
Nirabbudas, más cinco abbudas [1],
El calumniador de los Nobles va al infierno,
Habiéndolos difamado con el habla y mente incorrectos.

NOTA:
[1] Medidas de tiempo de gran duración en la mitología budista.
AN 4,6 Appassuta Sutta – Uno de poco aprendizaje

El discípulo del Buda que aprendió poco, pero lo puso en práctica, es superior de aquel que
habiendo aprendido mucho, no lo aplica.

[6] “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que existen en el mundo. Y, ¿cuáles son esas
cuatro? Uno con poco aprendizaje que no intenta [poner en práctica] lo que aprendió; uno con poco
aprendizaje que intenta [poner en práctica] lo que aprendió; uno con mucho aprendizaje que no
intenta [poner en práctica] lo que aprendió; y uno con mucho aprendizaje que intenta [poner en
práctica] lo que aprendió.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona con poco aprendizaje que no intenta [poner en práctica] lo que
aprendió? He aquí, monjes, alguien ha aprendido poco, es decir, de los discursos, de la prosa
mezclada con versos, las exposiciones, la poesía, exclamaciones inspiracionales, las citas, las
historias de nacimientos, los cuentos asombrosos, las preguntas y respuestas, pero no entiende el
significado de lo que aprendió; no entiende el Dhamma ni practica de acuerdo con el Dhamma. De
esta manera, monjes, es la persona con poco aprendizaje que no intenta [poner en práctica] lo que
aprendió.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona con poco aprendizaje que intenta [poner en práctica] lo que
aprendió? He aquí, monjes, alguien ha aprendido poco, es decir, de los discursos… las preguntas y
respuestas, y habiendo entendido el significado de lo que aprendió, habiendo entendido el Dhamma,
practica de acuerdo con el Dhamma. De esta manera, monjes, es la persona con poco aprendizaje
que intenta [poner en práctica] lo que aprendió.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona con mucho aprendizaje que no intenta [poner en práctica] lo que
aprendió? He aquí, monjes, alguien ha aprendido mucho, es decir, de los discursos… las preguntas
y respuestas, pero, no entiende el significado de lo que aprendió; no entiende el Dhamma ni practica
de acuerdo con el Dhamma. De esta manera, monjes, es la persona con mucho aprendizaje que no
intenta [poner en práctica] lo que aprendió.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona con mucho aprendizaje que intenta [poner en práctica] lo que
aprendió? He aquí, monjes, alguien ha aprendido mucho, es decir, de los discursos… las preguntas
y respuestas, y habiendo entendido el significado de lo que aprendió, habiendo entendido el
Dhamma, practica de acuerdo con el Dhamma. De esta manera, monjes, es la persona con mucho
aprendizaje que intenta [poner en práctica] lo que aprendió.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de personas que existen en el mundo”.
Si uno tiene poco aprendizaje
Y no se establece en la virtud,
Lo criticarán en ambos aspectos:
En la conducta virtuosa y en el aprendizaje.
Si uno tiene poco aprendizaje
Pero se establece en la virtud,
Lo alabarán por su conducta virtuosa,
Su aprendizaje se ha logrado.
Si uno tiene mucho aprendizaje,
Pero no se establece en la virtud,
Lo criticarán por la falta de la virtud,
Su aprendizaje no se ha logrado.
Si uno tiene mucho aprendizaje
Y se establece en la virtud,
Lo alabarán en ambos aspectos:
En la conducta virtuosa y en el aprendizaje.
Cuando el discípulo del Buda tiene mucho aprendizaje,
Es un experto en el Dhamma dotado de la suprema sabiduría,
Es como una moneda de oro refinado en la montaña:
¿Quién lo avergonzará?
Hasta los devas alaban a semejante persona;
También es alabado por el Brahma.

AN 4,7 Sobhana Sutta – Discurso sobre los que adornan

Monjes y monjas, seguidores y seguidoras laicas, son las cuatro clases de personas que adornan el
Sangha cuando reúnen ciertas cualidades.

[7] “Monjes, estas cuatro clases de personas que son competentes, disciplinadas, seguras de sí
mismas, instruidas, expertas en el Dhamma, practicando en concordancia con el Dhamma, adornan
al Sangha. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“El monje que es competente, disciplinado, seguro de sí mismo, instruido, experto en el Dhamma,
practicando en concordancia con el Dhamma, adorna al Sangha. La monja que es competente… El
seguidor laico que es competente… La seguidora laica que es competente, disciplinada, segura de sí
misma, instruida, experta en el Dhamma, practicando en concordancia con el Dhamma, adorna al
Sangha.
“Monjes, estas cuatro clases de personas que son competentes, disciplinadas, seguras de sí mismas,
instruidas, expertas en el Dhamma, practicando en concordancia con el Dhamma, adornan al
Sangha”.
Alguien que es competente y seguro de sí mismo,
Instruido, un experto en el Dhamma,
Practicando de acuerdo con el Dhamma,
Es llamado el adorno del Sangha.
El monje consumado en la virtud,
Una monja instruida,
El seguidor laico dotado de la fe,
La seguidora laica dotada de la fe,
Ellos son los que adornan el Sangha
Estos son los adornos del Sangha.

AN 4,8 {15A4.1.1.8,8} Vesarajja Sutta – Auto-confianza

El Buda describe las cuatro clases de auto-confianza que tiene y, sobre cuya base, “reclama el lugar
del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la
rueda del Brahma”.
[8] {8} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de auto-confianza que tiene el Tathagata, y debido a las
cuales reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas, y
poniendo en movimiento la rueda del Brahma. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“Yo no veo fundamento ni base alguna, sobre la cual un asceta o brahmán, un deva, el Mara o
Brahma, o cualquiera en el mundo pudiese reprocharme razonablemente en esto: ‘Por más que
reclames ser perfectamente iluminado, no eres plenamente iluminado acerca de esas cosas’. Puesto
que no veo semejante base, puedo morar seguro, sin miedo y con auto-confianza.
“Además, tampoco veo fundamento ni base alguna, sobre la cual un asceta o brahmán, un deva, el
Mara o Brahma, o cualquiera en el mundo pudiese reprocharme razonablemente en esto: ‘Por más
que reclames ser alguien cuyas corrupciones mentales son destruidas, no has destruido plenamente
estas corrupciones’. Puesto que no veo semejante base, puedo morar seguro, sin miedo y con auto-
confianza.
“Además, tampoco veo fundamento ni base alguna, sobre la cual un asceta o brahmán, un deva, el
Mara o Brahma, o cualquiera en el mundo pudiese reprocharme razonablemente en esto: ‘Estas
cosas que dices, que son obstructivas, no son capaces obstruir a alguien que se involucra en ellas’.
Puesto que no veo semejante base, puedo morar seguro, sin miedo y con auto-confianza.
“Además, tampoco veo fundamento ni base alguna, sobre la cual un asceta o brahmán, un deva, el
Mara o Brahma, o cualquiera en el mundo pudiese reprocharme razonablemente en esto: ‘El
Dhamma no conduce, a uno que lo practica, a la completa destrucción de la insatisfacción, la meta
en aras de la cual lo enseñas’. Puesto que no veo semejante base, puedo morar seguro, sin miedo y
con auto-confianza.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de auto-confianza que tiene el Tathagata, y debido a las cuales
reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas, y poniendo
en movimiento la rueda del Brahma”.

AN 4,10 {15A4.1.1.10,10} Yoga Sutta – Ataduras

Un grupo de contaminaciones mentales de cuatro ligaduras que sostiene la esclavitud del ciclo de
los renacimientos.
[10] {10] “Monjes, he aquí estas cuatro ataduras. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La atadura de la
sensualidad, la atadura de la existencia, la atadura de los puntos de vista y la atadura de la
ignorancia.
“Y, ¿qué es, monjes, la atadura de la sensualidad? He aquí, monjes, alguien que no entiende cómo
realmente es el origen y la desaparición, la gratificación, el peligro y el escape en relación a los
placeres sensuales. Cuando uno no entiende cómo realmente son estas cosas, entonces la codicia
sensual, el deleite sensual, la afección sensual, la infatuación sensual, la sed sensual, la pasión
sensual, el apego sensual y el ansia sensual, ligan profundamente a uno a los placeres sensuales.
Esto se llama la atadura de la sensualidad.
“Así es, monjes, la atadura de la sensualidad. Pero, ¿cómo es la atadura de la existencia? He aquí,
monjes, alguien que no entiende cómo realmente es el origen y la desaparición, la gratificación, el
peligro y el escape en relación a la existencia. Cuando uno no entiende cómo realmente son estas
cosas, entonces la codicia por la existencia, el deleite en la existencia, la afección por la existencia,
la infatuación por la existencia, la sed de la existencia, la pasión por la existencia, el apego por la
existencia y el ansia por la existencia, ligan profundamente a uno a los estados de existencia. Esto
se llama la atadura de la existencia.
“Así es, monjes, la atadura de la sensualidad y la atadura de la existencia. Pero, ¿cómo es la atadura
a los puntos de vista? He aquí, monjes, alguien que no entiende cómo realmente es el origen y la
desaparición, la gratificación, el peligro y el escape en relación a los puntos de vista. Cuando uno no
entiende cómo realmente son estas cosas, entonces la codicia por los puntos de vista, el deleite en
los puntos de vista, la afección por los puntos de vista, la infatuación por los puntos de vista, la sed
de los puntos de vista, la pasión por los puntos de vista, el apego por los puntos de vista y el ansia
por los puntos de vista, ligan profundamente a uno a los puntos de vista. Esto se llama la atadura de
los puntos de vista.
“Así es, monjes, la atadura de la sensualidad, la atadura de la existencia y la atadura de los puntos
de vista. Pero, ¿cómo es la atadura de la ignorancia? He aquí, monjes, alguien que no entiende
cómo realmente es el origen y la desaparición, la gratificación, el peligro y el escape en relación a la
ignorancia. Cuando uno no entiende cómo realmente son estas cosas, entonces la ignorancia y el
desconocimiento ligan profundamente a uno a las seis bases del contacto. Esto se llama la atadura
de la ignorancia.
“Así es, monjes, la atadura de la sensualidad, la atadura de la existencia, la atadura de los puntos de
vista y la atadura de la ignorancia.
“Uno se encuentra encadenado por los malos y perjudiciales estados que están contaminados y
conducen a la renovada existencia, que son molestos, maduran en la insatisfacción, conducen al
futuro renacimiento, vejez y muerte; por eso se dice que uno no tiene ‘la seguridad de la esclavitud’.
“Estas son, monjes, las cuatro ataduras”.
“Monjes, he aquí estas cuatro rupturas de las ataduras. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La ruptura de la
atadura de la sensualidad, la ruptura de la atadura de la existencia, la ruptura de la atadura a los
puntos de vista y la ruptura de la atadura de la ignorancia.
“Y, ¿qué es, monjes, la ruptura de la atadura de la sensualidad? He aquí, monjes, alguien que
entiende cómo realmente es el origen y la desaparición, la gratificación, el peligro y el escape en
relación a los placeres sensuales. Cuando uno entiende cómo realmente son estas cosas, entonces la
codicia sensual, el deleite sensual, la afección sensual, la infatuación sensual, la sed sensual, la
pasión sensual, el apego sensual y el ansia sensual, no ligan a uno a los placeres sensuales. Esto se
llama la ruptura de la atadura de la sensualidad.
“Así es, monjes, la ruptura de la atadura de la sensualidad. Pero, ¿cómo es la ruptura de la atadura
de la existencia? He aquí, monjes, alguien que entiende cómo realmente es el origen y la
desaparición, la gratificación, el peligro y el escape en relación a la existencia. Cuando uno entiende
cómo realmente son estas cosas, entonces la codicia por la existencia, el deleite en la existencia, la
afección por la existencia, la infatuación por la existencia, la sed de la existencia, la pasión por la
existencia, el apego por la existencia y el ansia por la existencia, no ligan a uno a los estados de
existencia. Esto se llama la ruptura de la atadura de la existencia.
“Así es, monjes, la ruptura de la atadura de la sensualidad y la ruptura de la atadura de la existencia.
Pero, ¿cómo es la ruptura de la atadura a los puntos de vista? He aquí, monjes, alguien que entiende
cómo realmente es el origen y la desaparición, la gratificación, el peligro y el escape en relación a
los puntos de vista. Cuando uno entiende cómo realmente son estas cosas, entonces la codicia por
los puntos de vista, el deleite en los puntos de vista, la afección por los puntos de vista, la
infatuación por los puntos de vista, la sed de los puntos de vista, la pasión por los puntos de vista, el
apego por los puntos de vista y el ansia por los puntos de vista, no ligan a uno a los puntos de vista.
Esto se llama la ruptura de la atadura de los puntos de vista.
“Así es, monjes, la ruptura de la atadura de la sensualidad, la ruptura de la atadura de la existencia y
la ruptura de la atadura de los puntos de vista. Pero, ¿cómo es la ruptura de la atadura de la
ignorancia? He aquí, monjes, alguien que entiende cómo realmente es el origen y la desaparición, la
gratificación, el peligro y el escape en relación a la ignorancia. Cuando uno entiende cómo
realmente son estas cosas, entonces la ignorancia y el desconocimiento no ligan a uno a las seis
bases del contacto. Esto se llama la ruptura de la atadura de la ignorancia.
“Así es, monjes, la ruptura de la atadura de la sensualidad, la ruptura de la atadura de la existencia,
la ruptura de la atadura de los puntos de vista y la ruptura de la atadura de la ignorancia.
“Uno se encuentra separado de los malos y perjudiciales estados que están contaminados y
conducen a la renovada existencia, que son molestos, maduran en la insatisfacción, conducen al
futuro renacimiento, vejez y muerte; por eso se dice que uno tiene ‘la seguridad de la esclavitud’.
“Estas son, monjes, las cuatro rupturas de las ataduras”.
Encadenados por las ataduras de la sensualidad
Y la atadura de la existencia,
Encadenados por las ataduras de los puntos de vista,
Precedidos por la ignorancia,
Los seres continúan caminando por el samsara,
Llevados al nacimiento y muerte.
Pero habiendo plenamente comprendido

A los placeres sensuales y la atadura de la existencia,


Habiendo desarraigado la atadura de los puntos de vista

Y disolviendo la ignorancia,

Los sabios han cortado todas las ataduras;


Ellos se dirigen más allá de la esclavitud.

AN 4,11 {15A4.1.2.1,11} Cara Sutta – Caminando

Hay que luchar con las tres clases de pensamiento perjudicial en las cuatro posiciones posibles.

[11] {11] “Monjes, si un pensamiento sensual, pensamiento de animadversión o pensamiento sobre


el daño surge en un monje mientras camina, y él lo tolera, no lo abandona ni lo dispersa, no termina
con él ni lo destruye, entonces se dice que semejante monje es carente de ardor y miedo moral; es
constante y continuamente perezoso y carente de energía mientras camina.
“Además, monjes, si un pensamiento sensual, pensamiento de animadversión o pensamiento sobre
el daño surge en un monje mientras está de pie… mientras está sentado… mientras se recuesta, y él
lo tolera, no lo abandona ni lo dispersa, no termina con él ni lo destruye, entonces se dice que
semejante monje es carente de ardor y miedo moral; es constante y continuamente perezoso y
carente de energía mientras está recostado.
“Pero, monjes, si un pensamiento sensual, pensamiento de animadversión o pensamiento sobre el
daño surge en un monje mientras camina, y él no lo tolera, sino que lo abandona, lo dispersa,
termina con él y lo destruye, entonces se dice que semejante monje tiene ardor y miedo moral; es
constante y continuamente enérgico y resoluto mientras camina.
“Además, monjes, si un pensamiento sensual, pensamiento de animadversión o pensamiento sobre
el daño surge en un monje mientras está de pie… mientras está sentado… mientras se recuesta, y él
no lo tolera, sino que lo abandona, lo dispersa, termina con él y lo destruye, entonces se dice que
semejante monje tiene ardor y miedo moral; es constante y continuamente enérgico y resoluto
mientras está recostado”.
Sea caminando o estando de pie,
Sentado o recostado,
Alguien que piensa malos pensamientos
Conectados con la vida hogareña,
Ha entrado en un camino seco,
Encaprichado por las cosas engañosas:
Semejante monje no alcanzará
La más alta Iluminación.
Pero alguien que, sea caminando,

Estando de pie, sentado o recostado,

Ha calmado esos pensamientos

Y se deleita en el aquietamiento del pensamiento,

Semejante monje sí, alcanzará

La más alta Iluminación.

AN 4,14 {15A4.1.2.4,14} Samvara Sutta - Restricción

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• Recto esfuerzo (Sammappadhana)

El Buda explica en qué consisten los cuatro esfuerzos realizados a través de la restricción,
abandono, desarrollo y protección.
[14] {14} “Monjes, he aquí estos cuatro esfuerzos. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El esfuerzo a través
de la restricción, el esfuerzo a través del abandono, el esfuerzo a través del desarrollo y el esfuerzo a
través de la protección.
“Y, ¿en qué consiste, monjes, el esfuerzo a través de la restricción? He aquí, monjes, habiendo vista
una forma con el ojo, el monje no se asía ni a su aspecto general ni a alguno de sus detalles. Puesto
que si él permaneciera con la facultad del ojo irrestricta, entonces los malos y perjudiciales estados
mentales de añoranza y melancolía podrían invadirlo, practica la restricción sobre ella, resguarda la
facultad del ojo, se compromete con la restricción de la facultad del ojo. Habiendo escuchado un
sonido con el oído… Habiendo olido un olor con la nariz… Habiendo saboreado un sabor con la
lengua… Habiendo sentido una sensación táctil con el cuerpo… Habiendo conocido un fenómeno
mental con la mente, no se asía ni a su aspecto general ni a alguno de sus detalles. Puesto que si él
permaneciera con la facultad de la mente irrestricta, entonces los malos y perjudiciales estados
mentales de añoranza y melancolía podrían invadirlo, practica la restricción sobre ella, resguarda la
facultad de la mente, se compromete con la restricción de la facultad de la mente. Este se llama,
monjes, el esfuerzo a través de la restricción
“Y, ¿en qué consiste, monjes, el esfuerzo a través de la restricción? He aquí, monjes, el monje que
no admite un pensamiento sensual surgido, sino que lo abandona, lo expulsa, lo lleva a su fin y no
permite que reaparezca. Él tampoco admite un pensamientos de animadversión… tampoco admite
un pensamiento cruel… no admite al malo y perjudicial estado mental alguno que surja en él, sino
que lo abandona, lo expulsa, lo lleva a su fin y no permite que reaparezca. Este se llama, monjes, el
esfuerzo a través del abandono.
“Y, ¿en qué consiste, monjes, el esfuerzo a través del desarrollo? He aquí, monjes, el monje
desarrolla el factor de iluminación de la atención consciente que es resultado de la reclusión,
desapasionamiento y el cese, y madura en la liberación. Y desarrolla el factor de iluminación de la
discriminación de los fenómenos mentales… desarrolla el factor de iluminación de la energía…
desarrolla el factor de iluminación del arrobamiento… desarrolla el factor de iluminación de la
tranquilidad… desarrolla el factor de iluminación de la ecuanimidad que es resultado de la
reclusión, desapasionamiento y el cese, y madura en la liberación. Este se llama, monjes, el esfuerzo
a través del desarrollo.
“Y, ¿en qué consiste, monjes, el esfuerzo a través de la protección? He aquí, monjes, el monje
protege al favorable, excelente objeto de concentración: la contemplación del esqueleto, la
contemplación del cuerpo infestado por los gusanos, la contemplación del cuerpo infestado lívido,
la contemplación del cuerpo supurante, la contemplación del cuerpo desfigurado y la contemplación
del cuerpo hinchado. Este se llama, monjes, el esfuerzo a través de la protección.
“Éstos son, monjes, los cuatro esfuerzos”.
Restringiendo y abandonando,
desarrollando y protegiendo:
estos cuatro esfuerzos fueron enseñados
por el Pariente del Sol.
Por medio de ellos un monje ardiente aquí
puede alcanzar la de destrucción de la insatisfacción.

AN 4,15 {15A4.1.2.5,25} Pannatti Sutta – Proclamaciones

Los seres supremos en cuatro ámbitos.

[25] {25} “Monjes, he aquí estas cuatro proclamaciones de los supremos. Y, ¿cuáles son esas
cuatro?
“El supremo entre aquellos con el cuerpo, es Rahu, el señor de los asuras. El supremo entre aquellos
que disfrutan de los placeres sensuales, es el rey Mandhata. El supremo entre aquellos que ejercen
autoridad, es Mara, el Malvado. En este mundo con sus devas, Mara y Brahma, entre la población
con sus ascetas y brahmanes, sus devas y seres humanos, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente
Iluminado es declarado el supremo”.
Rahu es el supremo entre aquellos con el cuerpo,
Mandhata, entre aquellos que disfrutan de los placeres sensuales;
Mara es el supremos entre los gobernantes,
Resplandeciente de poder y gloria.
En este mundo junto con sus devas,
Arriba, de un extremo a otro y abajo,
Tan lejos hasta donde se extiende el mundo,
El Buda es declarado el supremo.

AN 4,17-19 {15A4.1.2.7,17-15A4.1.2.9,19} Pathama, Dutiya y


Tatiyagati Sutta – Rumbos equivocados

Cuatro motivos que nos conducen a tomar rumbos equivocados.

AN 4,17 {15A4.1.2.7,17} Pathamagati Sutta – Primer discurso sobre los rumbos


equivocados
[17] {17} “Monjes, he aquí están estas cuatro maneras de tomar rumbos equivocados. Y, ¿cuáles
son esas cuatro? Uno toma un rumbo equivocado movido por el deseo, movido por el odio, movido
por la falsa ilusión o movido por el miedo. Estas son, monjes, las cuatro maneras de tomar rumbos
equivocados”.
Si mediante el deseo, odio, miedo o falsa ilusión

Uno comete transgresión en contra del Dhamma,

La fama de uno mengua como la luna

En la oscuridad de la noche.

AN 4,18 {15A4.1.2.8,18} Dutiyagati Sutta – Segundo discurso sobre los rumbos


equivocados
[18] {18} “Monjes, he aquí están estas cuatro maneras de no tomar rumbos equivocados. Y, ¿cuáles
son esas cuatro? Uno no toma un rumbo equivocado movido por el deseo, movido por el odio,
movido por la falsa ilusión ni movido por el miedo. Estas son, monjes, las cuatro maneras de no
tomar rumbos equivocados”.
Si uno no comete transgresión en contra del Dhamma

Mediante el deseo, odio, miedo ni falsa ilusión,


La fama de uno se llena como la luna

En la quincena brillante.

AN 4,19 {15A4.1.2.9,19} Tatiyagati Sutta – Tercer discurso sobre los rumbos


equivocados
[19] {19} “Monjes, he aquí están estas cuatro maneras de tomar rumbos equivocados… [sigue
igual que en 4,17].
“Monjes, he aquí están estas cuatro maneras de no tomar rumbos equivocados… [sigue igual que
en 4,17]”.
Si mediante el deseo, odio, miedo o falsa ilusión
Uno comete transgresión en contra del Dhamma,
La fama de uno mengua como la luna
En la oscuridad de la noche.
Si uno no comete transgresión en contra del Dhamma

Mediante el deseo, odio, miedo ni falsa ilusión,

La fama de uno se llena como la luna

En la quincena brillante.

AN 4,20 {15A4.1.2.10,20} Bhattuddesaka Sutta – El que asigna


la comida

Usando el ejemplo del monje que es encargado de asignar a los otros monjes la comida de las
limosnas, el Buda enseña los cuatro motivos que conducen a rumbos equivocados.

[20] {20] “Monjes, si el [monje] que asigna la comida posee estas cuatro características, es
depositado en el infierno como si se lo llevase allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Él toma un rumbo
equivocado movido por el deseo, movido por el odio, movido por la falsa ilusión o movido por el
miedo. Si el [monje] que asigna la comida posee estas cuatro características, es depositado en el
infierno como si se lo llevase allí.
“Monjes, si el [monje] que asigna la comida posee estas cuatro cualidades, es depositado en el cielo
como si se lo llevase allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Él no toma un rumbo equivocado movido por
el deseo, movido por el odio, movido por la falsa ilusión ni movido por el miedo. Si el [monje] que
asigna la comida posee estas cuatro cualidades, es depositado en el cielo como si se lo llevase allí”.
Esta gente descontrolada en los placeres sensuales,
Que no es recta ni reverencia el Dhamma,
Se extravía a través del deseo, odio y miedo
Es llamada la asamblea manchada.
Eso fue dicho por el Asceta que conoce.
Por eso aquellas buenas personas que son dignas de alabanzas,
Firmes en el Dhamma, que no actúan con malicia,
No influenciados por deseo, odio y miedo,
Son llamados la asamblea élite.
Eso fue dicho por el Asceta que conoce.

AN 4,21 {15A4.1.3.1,21} Pathamauruvela Sutta – En Uruvela

Este sutta habla de las reflexiones del Buda después de su iluminación y de su decisión de honrar
solamente al Dhamma.

[21] {21} Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de
Jeta del Parque de Anathapindika, cerca de Savatthi. Allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes
así: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, en una ocasión, estaba morando en Uruvela, cerca del árbol de la higuera de las cabras, en
la ribera del río Neranjara, justo después de haber alcanzado la iluminación. Entonces, mientras
estaba solo en la reclusión, surgió en mi este curso de pensamientos: ‘Es penoso morar sin
reverencia ni deferencia. Ahora, ¿a qué asceta o brahmán puedo honrar, respetar y morar en
dependencia de él?’.
“Entonces, se me ocurrió esto: ‘Si mi cúmulo de la conducta virtuosa fuera incompleto, en aras de
completarlo, honraría, respetaría y moraría en dependencia de otro asceta o brahmán. Sin embargo,
en este mundo con sus devas, Mara y Brahma, entre esa población con sus ascetas y brahmanes, sus
devas y seres humanos, no veo a otro asceta o brahmán más realizado en la conducta virtuosa que
yo mismo, a quien podría honrar, respetar y vivir en dependencia de él’.
“‘Si mi cúmulo de la concentración fuera incompleto, en aras de completarlo, honraría, respetaría y
moraría en dependencia de otro asceta o brahmán. Sin embargo… no veo a otro asceta o brahmán
más realizado en la concentración que yo mismo, a quien podría honrar, respetar y vivir en
dependencia de él’.
“‘Si mi cúmulo de la sabiduría fuera incompleto, en aras de completarlo, honraría, respetaría y
moraría en dependencia de otro asceta o brahmán. Sin embargo… no veo a otro asceta o brahmán
más realizado en la sabiduría que yo mismo, a quien podría honrar, respetar y vivir en dependencia
de él’.
“‘Si mi cúmulo de la liberación fuera incompleto, en aras de completarlo, honraría, respetaría y
moraría en dependencia de otro asceta o brahmán. Sin embargo, en este mundo con sus devas, Mara
y Brahma, entre esa población con sus ascetas y brahmanes, sus devas y seres humanos, no veo a
otro asceta o brahmán más realizado en la conducta virtuosa que yo mismo, a quien podría honrar,
respetar y vivir en dependencia de él’.
“Entonces, esto se me ocurrió: ‘Voy a honrar, respetar y vivir en dependencia del Dhamma,
únicamente, a la que fui plenamente iluminado’”.
En esa oportunidad el Brahma Sahampati conoció con su mente el pensamiento de la mente del
Bienaventurado y, tan rápido como un hombre fuerte extiende su brazo doblado o lo dobla cuando
está extendido, desapareció del mundo de Brahma y apareció enfrente del Bienaventurado.
Entonces, arreglando su hábito sobre uno de sus hombros, extendió sus manos hacia el
Bienaventurado en un reverencial saludo y le dijo: ‘¡Así es, Bienaventurado! ¡Así es, oh
Afortunado! Venerable Señor, aquellos que fueron los Arahants, los Perfectamente Iluminados en el
pasado, aquellos Bienaventurados también honraban, respetaban y vivían en dependencia
únicamente del Dhamma. Aquellos que serán los Arahants, los Perfectamente Iluminados en el
futuro, aquellos Bienaventurados también honrarán, respetarán y vivirán en dependencia
únicamente del Dhamma. Que el Bienaventurado, quien es el presente Arahant, el Perfectamente
Iluminado, también honre, respete y viva en dependencia únicamente del Dhamma’.
Esto fue lo que dijo el Brahma Sahampati. Habiendo dicho esto, agregó luego:
’Los perfectos Budas del pasado,
los Budas del futuro,
y el presente Buda
que elimina el dolor de muchos:
todos ellos moraron, moran ahora
y morarán
reverenciando al buen Dhamma.
Esta es la naturaleza de los Budas
Por eso alguien que desea el bien,
que aspira lo grandioso,
debería reverenciar al buen Dhamma,
recordando las enseñanzas del Buda’.
“Esto fue lo que dijo el Brahma Sahampati. Después me rindió homenaje y, guardándome sobre su
lado derecho, desapareció de ahí. Entonces, habiendo atendido al pedido del Brahma y, por lo que
fue propio de mi mismo, honré, respeté y moré en dependencia del Dhamma, únicamente, a la que
fui plenamente iluminado. Y ahora que el Sangha ha adquirido la grandeza, respeto también al
Sangha”.
AN 4,22 {15A4.1.3.2,22} Dutiyauruvela Sutta – Segundo
discurso en Uruvela

El Buda, acusado por un grupo de brahmanes de no venerar a los ancianos maestros, enumera
cuatro cualidades que hacen de uno un verdadero “anciano” en esta vida espiritual, independiente
de su edad.

[22] {22} “Monjes, en una ocasión, estaba morando en Uruvela, cerca del árbol de la higuera de las
cabras, en la ribera del río Neranjara, justo después de haber alcanzado la iluminación. Entonces, se
acercó a mí un número de brahmanes que son ancianos, entrados en la edad, cargados con los años,
avanzados en la vida, que arribaron a la última etapa de sus vidas, quienes intercambiaron conmigo
cordiales saludos. Cuando concluyeron estos saludos y amables palabras de bienvenida, se sentaron
a un lado y me dijeron:
“Maestro Gotama, hemos escuchado esto: ‘El asceta Gotama no rinde homenaje a los brahmanes
que son ancianos, entrados en la edad, cargados con los años, avanzados en la vida, que arribaron a
la última etapa de sus vidas; tampoco se pone de pie frente a ellos ni les ofrece asiento’. Y, esto es
cierto, porque el Maestro Gotama no rinde homenaje a los brahmanes que son ancianos, entrados en
la edad, cargados con los años, avanzados en la vida, que arribaron a la última etapa de sus vidas;
tampoco se pone de pie frente a ellos ni les ofrece asiento. Esto no es apropiado, Maestro Gotama”.
“Entonces, se me ocurrió que estos venerables señores no saben quién es un anciano o cuáles son
las cualidades que hacen de uno un anciano. Incluso, si se tratase de un anciano —de ochenta,
noventa o cien años—, pero que hablase fuera del tiempo apropiado, hablase falsedades, hablase lo
que no es beneficioso, hablase lo contrario al Dhamma y disciplina; si, fuera del tiempo apropiado,
pronunciase palabras sin valor, irracionales, enmarañadas y no beneficiosas, sería contado como un
anciano infantil [tonto].
“Pero por otro lado, incluso, si se tratase de un joven de negra cabellera, envuelto con la dicha de la
juventud, en la primicia de su vida, pero que hablase dentro del tiempo apropiado, hablase lo que es
verdadero, hablase lo que es beneficioso, hablase de acuerdo con el Dhamma y disciplina; si, dentro
del tiempo apropiado, pronunciase palabras dignas de ser recordadas, sucintas y beneficiosas, sería
contado como un anciano.
“He aquí, monjes, estas cuatro cualidades que hacen de uno un anciano. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“He aquí, monjes, el monje es virtuoso; vive restringido por el Patimokkha, dotado de buena
conducta y [otros] recursos, viendo el peligro en la más mínima falta. Habiéndose sometido al
entrenamiento de las reglas, permanece entrenándose en ellas.
“Además, monjes, es estudioso, se recuerda de lo que aprendió y acumuló, de lo que fue enseñado
por parte de aquellos maestros que son buenos desde el comienzo, buenos en el medio y buenos al
final, que explican bien tanto el espíritu como la letra, que proclaman una vida espiritual perfecta,
completa y pura; enseñanzas semejantes a estas, retiene en la mente, las recita verbalmente, las
escudriña en la mente y las penetra bien con la visión.
“Además, monjes, es alguien que gana a voluntad, sin problema ni dificultad, los cuatro jhanas que
componen la mente superior y son una morada placentera en esta presente vida.
“Además, monjes, con la destrucción de las corrupciones mentales, es alguien que descubrió por sí
mismo, con el conocimiento directo, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la
sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece allí.
“Estas son, monjes, las cuatro cualidades que hacen de uno un anciano”.
El torpe de mente inquieta,
que habla frivolidades,
con pensamientos intranquilos,
deleitándose en el mal dhamma,
sosteniendo falsos puntos de vista, irrespetuoso,
está muy lejos de tener la estatura de un anciano.
Pero alguien realizado en virtud,
estudioso, dotado de discernimiento,
auto-controlado en factores de firmeza,
quien claramente entiende los significados con sabiduría;
yendo más allá de los fenómenos,
fructífero, con discernimiento,
que abandonó el nacimiento y la muerte,
consumado en la vida espiritual,
en quien no existen las corrupciones mentales:
éste es alguien que puede ser llamado anciano.
Con la destrucción de las corrupciones,
el monje es llamado anciano.

AN 4,23 {15A4.1.3.3,23} Loka Sutta – El mundo

Este sutta explica la relación de un Buda con el mundo, afirmando que está plenamente despierto a
“todo lo que es visto, oído, olido, sentido, conocido, alcanzado, buscado y examinado por la
mente”.

[23] {23} “Monjes, el Tathagata tiene el pleno despertar al mundo, el Tathagata está separado del
mundo. El Tathagata tiene el pleno despertar al origen del mundo, el Tathagata abandonó el origen
del mundo. El Tathagata tiene el pleno despertar al cese del mundo, el Tathagata descubrió el cese
del mundo. El Tathagata tiene el pleno despertar al sendero que conduce al cese del mundo, el
Tathagata desarrolló el sendero que conduce al cese del mundo.
“Monjes, en este mundo con sus devas, Mara y Brahma, entre esta población con sus ascetas y
brahmanes, sus devas y los seres humanos, todo lo que es visto, oído, olido, sentido, conocido,
alcanzado, buscado y examinado por la mente —de todo aquello—, el Tathagata tiene el pleno
despertar; por eso es llamado el Tathagata.
“Monjes, todo lo que el Tathagata habla, profiere o expone en el intervalo entre la noche, en la cual
despertó a la perfecta e insuperable iluminación, y la noche, en la que alcanza el nibbana final, todo
aquello es sólo así y no de otra manera; por eso es llamado Tathagata.
“Monjes, así como el Tathagata habla, así actúa; así como actúa, así habla. Y porque así como habla,
así actúa y así como actúa, así habla, es llamado el Tathagata.
“Monjes, en este mundo con sus devas, Mara y Brahma, entre esta población con sus ascetas y
brahmanes, sus devas y los seres humanos, el Tathagata es el vencedor, el invicto, el visionario
universal, el portador de la maestría; por eso es llamado el Tathagata”.
Habiendo conocido directamente todo el mundo,
—todo en el mundo tal cual es—
está separado del mundo,
desprendido del mundo.
Él es el vencedor de todo,
el sabio que desató todos los nudos,
alcanzó la paz suprema,
el Nibbana, inaccesible para el miedo.
Él es un Buda, sus corrupciones han sido destruidas,
sin preocupaciones, con todas las dudas cortadas;
habiendo alcanzado la destrucción de todo el kamma,
es liberado en la extinción de las adquisiciones.
Él es el Bienaventurado, el Buda,
es el león insuperable,
en este mundo con sus devas,
puso en movimiento la rueda del Brahma.
Así, aquellos devas y seres humanos
que han ido por refugio al Buda,
lo veneran y rinden honores
al grandioso libre de la desconfianza en sí mismo.
Amansado, es el mejor de los amansadores,
pacífico, es el visionario entre los portadores de la paz;
libre, es el primordial liberador,
trascendiendo, es el mejor guía que enseñan a cruzar.
Así, ellos le rinden honores,
al grandioso que es libre de la desconfianza en sí mismo.
En este mundo junto con sus devas,
he aquí no hay nadie que pueda rivalizar contigo.

AN 4,24 {15A4.1.2.4,24} Kalakarama Sutta – Parque Kalaka


Sobre la naturaleza del conocimiento del Tathagata.

[24] {24} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el parque del Kalaka, cerca de
Saketa. Estando allí se dirigió a los monjes: “Monjes”. “Sí, Venerable Señor”, respondieron los
monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, todo en este mundo —con sus devas, Mara y Brahma, entre su población con sus ascetas y
brahmanes, sus devas y seres humanos― que puede ser visto, escuchado, conocido, alcanzado,
buscado y examinado por la mente, yo lo conozco.
“Monjes, todo en este mundo —con sus devas, Mara y Brahma, entre su población con sus ascetas y
brahmanes, sus devas y seres humanos― que puede ser visto, escuchado, conocido, alcanzado,
buscado y examinado por la mente, yo lo he conocido directamente. Esto ha sido conocido por el
Tathagata, pero el Tathagata no se convirtió en subordinado a ello.
“Monjes, si yo dijera: ‘Nada en este mundo —con sus devas, Mara y Brahma, entre su población
con sus ascetas y brahmanes, sus devas y seres humanos― que puede ser visto, escuchado,
conocido, alcanzado, buscado y examinado por la mente, yo lo conozco’, esto sería falso de mi
parte.
“Monjes, si yo dijera: ‘Todo en este mundo —con sus devas, Mara y Brahma, entre su población
con sus ascetas y brahmanes, sus devas y seres humanos― que puede ser visto, escuchado,
conocido, alcanzado, buscado y examinado por la mente, yo lo conozco y también no lo conozco’,
esto también sería falso de mi parte.
“Monjes, si yo dijera: ‘Nada en este mundo —con sus devas, Mara y Brahma, entre su población
con sus ascetas y brahmanes, sus devas y seres humanos― que puede ser visto, escuchado,
conocido, alcanzado, buscado y examinado por la mente, yo ni lo conozco ni tampoco no lo
conozco’, esto también sería falso de mi parte.
“Por eso, monjes, habiendo visto lo que puede ser visto, el Tathagata no malinterpreta lo visto, no
malinterpreta lo invisible, no malinterpreta lo que puede ser visto, no malinterpreta al que ve.
Habiendo escuchado lo que puede ser escuchado, el Tathagata no malinterpreta lo escuchado, no
malinterpreta lo no escuchado, no malinterpreta lo que puede ser escuchado, no malinterpreta al que
escucha. Habiendo sentido lo que puede ser sentido, el Tathagata no malinterpreta lo sentido, no
malinterpreta lo no sentido, no malinterpreta lo que puede ser sentido, no malinterpreta al que
siente. Habiendo conocido lo que puede ser conocido, el Tathagata no malinterpreta lo conocido, no
malinterpreta lo no conocido, no malinterpreta lo que puede ser conocido, no malinterpreta al que
conoce.
“Así, monjes, siendo inamovible entre las cosas vistas, escuchadas, sentidas y conocidas, el
Tathagata es alguien inamovible. Y yo declaro que no hay otro inamovible más excelso o sublime
que aquel inamovible”.
En medio de aquellos que se auto-limitan,
Aferrándose a lo que otros consideran verdadero,
El Inamovible nada de lo que es visto, escuchado o sentido
Postula como categóricamente verdadero o falso,
Puesto que ellos aún ven este dardo
Al que la gente se aferra y adhiere,
Diciendo “conozco, veo, esto es justo así”,
El Tathagata a nada se apega.

AN 4,25 {15A4.1.2.5,25} Brahmacariya Sutta – Vida santa


El verdadero motivo para practicar el Dhamma.
[25] {25} “Monjes, esta vida santa no se vive para engañar o engatusar a la gente; tampoco para
beneficiarse de ganancias, honras ni alabanzas; tampoco para beneficiarse de victorias en los
debates; tampoco con el pensamiento ‘que la gente me conozca’. Más bien, esta vida santa se vive
para la restricción, el abandono, desapasionamiento y el cese”.
El Bienaventurado enseñó la vida santa,
No solventada por la tradición, sino la que culmina con el Nibbana,
Vivida para
La restricción y abandono.
Este es el sendero de los grandes seres,
El sendero recorrido por los grandes seres.
Aquellos que lo practican
Tal cómo lo enseñó el Buda,
Actuando bajo la guía del Maestro,
Van a poner fin al sufrimiento.
AN 4,28 {15A4.1.3.8,28} Ariyavamsa Sutta – Nobles linajes

El Buda describe las cuatro principales cualidades del monje: contentamiento con sus hábitos, la
comida y la vivienda, además del deleite en el cultivo de los beneficiosos estados mentales y el
abandono de los perjudiciales. Este es uno de los más populares suttas dentro de la tradición
Theravada.

[28] {28} “Monjes, he aquí, esos cuatro nobles linajes principales, de larga reputación,
tradicionales, ancestrales, prístinas, nunca antes adulteradas, las cuales, no siendo adulteradas antes,
tampoco serán adulteradas [en el futuro], y que no han sido repudiadas por los sabios ascetas y
brahmanes. Y, ¿cuáles son esos cuatro?
"He aquí, monjes, el monje se contenta con cualquier clase de hábito y habla maravillas de este
contentamiento por cualquier clase de hábito. No hace nada inapropiado ni nada indebido con el
propósito de conseguir el hábito. Al no tener hábito alguno, no se preocupa. Y cuando consigue
alguno, lo usa sin apegarse a él, apropiada e inocentemente, viendo el peligro en él y discerniendo
de él el escape. No comenta a nadie sobre su contentamiento de cualquier clase de hábito, no se
exalta a sí mismo por eso ni desestima a otros [que no tienen este contentamiento]. Es hábil en esto,
enérgico, atento y consciente. De este monje se dice, monjes, que permanece firme en el ancestral y
no adulterado noble linaje.
"Además, monjes, el monje se contenta con cualquier clase de comida de las limosnas y habla
maravillas de este contentamiento por cualquier clase de comida de las limosnas. No hace nada
inapropiado ni nada indebido con el propósito de conseguir la comida de las limosnas. Al no tener la
comida de las limosnas, no se preocupa. Y cuando consigue alguna, la usa sin apegarse a ella,
apropiada e inocentemente, viendo el peligro en ella y discerniendo de ella el escape. No comenta a
nadie sobre su contentamiento de cualquier clase de comida de las limosnas, no se exalta a sí mismo
por eso ni desestima a otros [que no tienen este contentamiento]. Es hábil en esto, enérgico, atento y
consciente. De este monje se dice, monjes, que permanece firme en el ancestral y no adulterado
noble linaje.
"Además, monjes, el monje se contenta con cualquier clase de alojamiento y habla maravillas de
este contentamiento por cualquier clase de alojamiento. No hace nada inapropiado ni nada indebido
con el propósito de conseguir el alojamiento. Al no tener el alojamiento, no se preocupa. Y cuando
consigue alguno, lo usa sin apegarse a él, apropiada e inocentemente, viendo el peligro en él y
discerniendo de él el escape. No comenta a nadie sobre su contentamiento de cualquier clase de
comida de alojamiento, no se exalta a sí mismo por eso ni desestima a otros [que no tienen este
contentamiento]. Es hábil en esto, enérgico, atento y consciente. De este monje se dice, monjes, que
permanece firme en el ancestral y no adulterado noble linaje.
"Además, monjes, el monje encuentra el placer y el deleite en abandonar [los perjudiciales estados
mentales] y hacer surgir [los estados mentales beneficiosos]. No comenta a nadie sobre su placer y
deleite en abandonar [los perjudiciales estados mentales] y hacer surgir [los estados mentales
beneficiosos], no se exalta a sí mismo por eso ni desestima a otros [que no tienen este
contentamiento]. Es hábil en esto, enérgico, atento y consciente. De este monje se dice, monjes, que
permanece firme en el ancestral y no adulterado noble linaje.
"Estos son, monjes, los cuatro nobles linajes principales, de larga reputación, tradicionales,
ancestrales, prístinas, nunca antes adulteradas, las cuales, no siendo adulteradas antes, tampoco
serán adulteradas [en el futuro], y que no han sido repudiadas por los sabios ascetas y brahmanes.
"Por eso, monjes, si el monje posee estos cuatro morando en el este, él vence el descontento y no el
descontento a él; morando en el 0este, él vence el descontento y no el descontento a él; morando en
el norte, él vence el descontento y no el descontento a él; morando en el sur, él vence el descontento
y no el descontento a él. Y, ¿por qué así? Porque es alguien que está firme en vencer el descontento
y el deleite.”
El descontento no vence al que está firme
el que está firme no está vencido por el descontento.
El que está firme vence al descontento,
para alguien que está firme el descontento está vencido.
¿Quién puede obstruir al disipador?
¿Quién ha descartado todo el kamma?
¿Quién puede culpar a alguien que es como
una moneda de oro fino?
Hasta los devas alaban a alguien semejante;
también está alabado por Brahma.

AN 4,29 {15A4.1.3.9,29} Dhammapada Sutta – Porciones del


Dhamma

Cuatro ancestrales e inamovibles verdades del Dhamma.

[29] {29} “Monjes, he aquí estas cuatro porciones del Dhamma, primordiales, de larga duración,
tradicionales, ancestrales, no adulteradas [ahora] y nunca antes adulteradas, las cuales, no siendo
adulteradas, nunca serán adulteradas y no son repudiadas por un asceta ni brahmán sabios. Y,
¿cuáles son esas cuatro?
“El no-anhelo, monjes, es una porción del Dhamma, primordial, de larga duración, tradicional,
ancestral, no adulterada [ahora] y nunca antes adulterada, la cual, no siendo adulterada, nunca será
adulterada y no es repudiada por un asceta ni brahmán sabios. La benevolencia… La recta atención
consciente… La recta concentración es una porción del Dhamma, primordial, de larga duración,
tradicional, ancestral, no adulterada [ahora] y nunca antes adulterada, la cual, no siendo adulterada,
nunca será adulterada y no es repudiada por un asceta ni brahmán sabios.
“Estas son, monjes, las cuatro porciones del Dhamma, primordiales, de larga duración,
tradicionales, ancestrales, no adulteradas [ahora] y nunca antes adulteradas, las cuales, no siendo
adulteradas, nunca serán adulteradas y no son repudiadas por un asceta ni brahmán sabios”.
Uno debe morar libre de anhelo,
Con el corazón benevolente.
Uno debe ser conscientemente atento y con la mente
Internamente unidireccionada, bien concentrada.

AN 4,30 {15A4.1.3.10,30} Paribbajaka Sutta – Ascetas


mendigantes
Buda enseña, a un grupo de ascetas mendigantes, las cuatro ancestrales e inamovibles verdades del
Dhamma.

[30] {30} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el monte Pico de Buitre, cerca de
Rajagaja. En ese tiempo un grupo de muy bien conocidos ascetas mendigantes estaba morando en el
parque de los ascetas mendigantes a la orilla del río Sappini: el asceta mendigante Annabhara,
Varadhara, Sakuludayi y otros muy bien conocidos ascetas mendigantes.
Entonces, cuando se hizo de tarde, el Bienaventurado emergió de la reclusión y fue al parque de los
ascetas mendigantes a la orilla del río Sappini. Estando allí, se sentó en el asiento que estaba
preparado para él y se dirigió a aquellos ascetas mendigantes así:
“Ascetas mendigantes, he aquí estas cuatro porciones del Dhamma, primordiales, de larga duración,
tradicionales, ancestrales, no adulteradas [ahora] y nunca antes adulteradas, las cuales, no siendo
adulteradas, nunca serán adulteradas y no son repudiadas por un asceta ni brahmán sabios. Y,
¿cuáles son esas cuatro?
“El no-anhelo, monjes, es una porción del Dhamma, primordial, de larga duración, tradicional,
ancestral, no adulterada [ahora] y nunca antes adulterada, la cual, no siendo adulterada, nunca será
adulterada y no es repudiada por un asceta ni brahmán sabios. La benevolencia… La recta atención
consciente… La recta concentración es una porción del Dhamma, primordial, de larga duración,
tradicional, ancestral, no adulterada [ahora] y nunca antes adulterada, la cual, no siendo adulterada,
nunca será adulterada y no es repudiada por un asceta ni brahmán sabios.
“Estas son, ascetas mendigantes, las cuatro porciones del Dhamma, primordiales, de larga duración,
tradicionales, ancestrales, no adulteradas [ahora] y nunca antes adulteradas, las cuales, no siendo
adulteradas, nunca serán adulteradas y no son repudiadas por un asceta ni brahmán sabios.
“Ascetas mendigantes, si alguien dijera: ‘Voy a rechazar esta porción del Dhamma de no-anhelo y
voy a advertir a un asceta o brahmán que está lleno de anhelo, profundamente apasionado por los
placeres sensuales’, le respondería así: ‘Que venga a hablar y conversar. A ver qué tan poderoso es’.
Realmente es imposible para él rechazar el no-anhelo como la porción del Dhamma y advertir [al
mismo tiempo] a un asceta o brahmán que está llenó de anhelo, profundamente apasionado por los
placeres sensuales.
“Además, si alguien dijera: ‘Voy a rechazar esta porción del Dhamma de la benevolencia y voy a
advertir a un asceta o brahmán que tiene la mente malevolente y con intenciones de odio’, le
respondería así: ‘Que venga a hablar y conversar. A ver qué tan poderoso es’. Realmente es
imposible para él rechazar la benevolencia como la porción del Dhamma y advertir [al mismo
tiempo] a un asceta o brahmán que tiene la mente malevolente y con intenciones de odio.
“Además, si alguien dijera: ‘Voy a rechazar esta porción del Dhamma de la recta atención
consciente y voy a advertir a un asceta o brahmán que tiene la mente nublada y carente de clara
comprensión’, le respondería así: ‘Que venga a hablar y conversar. A ver qué tan poderoso es’.
Realmente es imposible para él rechazar la recta atención consciente como la porción del Dhamma
y advertir [al mismo tiempo] a un asceta o brahmán que tiene la mente nublada y carente de clara
comprensión.
“Además, si alguien dijera: ‘Voy a rechazar esta porción del Dhamma de la recta concentración y
voy a advertir a un asceta o brahmán que está desconcentrado y con la mente que divaga’, le
respondería así: ‘Que venga a hablar y conversar. A ver qué tan poderoso es’. Realmente es
imposible para él rechazar la recta concentración como la porción del Dhamma y advertir [al mismo
tiempo] a un asceta o brahmán que está desconcentrado y con la mente que divaga.
“Ascetas mendigantes, si alguien pensase que estas cuatro porciones del Dhamma deben ser
censuradas y repudiadas, entonces, en esta presente vida, incurre en cuatro críticas razonables y
tiene el fundamento para ser censurado. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“Si censuráis y repudiáis esta porción del Dhamma de no-anhelo, entonces tendréis que considerar
como dignos de alabanzas y elogios aquellos ascetas y brahmanes que están llenos de anhelo y
profundamente apasionados por los placeres sensuales. Si censuráis y repudiáis esta porción del
Dhamma de la benevolencia, entonces tendréis que considerar como dignos de alabanzas y elogios
aquellos ascetas y brahmanes, cuya mente es malevolente y con intenciones de odio. Si censuráis y
repudiáis esta porción del Dhamma de la recta atención consciente, entonces tendréis que considerar
como dignos de alabanzas y elogios aquellos ascetas y brahmanes, cuya mente está nublada y
carente de clara compresión. Si censuráis y repudiáis esta porción del Dhamma de la recta
concentración, entonces tendréis que considerar como dignos de alabanzas y elogios aquellos
ascetas y brahmanes que están desconcentrados y cuya mente divaga.
“Ascetas mendigantes, si alguien pensase que estas cuatro porciones del Dhamma deben ser
censuradas y repudiadas, entonces, en esta presente vida, incurre en cuatro críticas razonables y
tiene el fundamento para ser censurado. Incluso el asceta mendigante como Bhanna de Ukkala, que
fue el proponente de la no-causalidad, la inactividad y el nihilismo, no pensó que estas cuatro
porciones del Dhamma deberían ser censuradas y repudiadas. Y, ¿por qué así? Por el miedo de la
vergüenza, el ataque y la refutación”.
Alguien benevolente y siempre atento,
Internamente bien concentrado.
Entrenando la remoción del anhelo,
Se dice que es diligente.
AN 4,32 {15A4.1.4.2,32} Sangaha Sutta – Lazos [que sostienen
relaciones favorables]

El Buda prescribe las maneras adecuadas para sostener las relaciones cordiales.

[32] {32} “Monjes, he aquí estos cuatro lazos que sostienen las relaciones favorables. Y, ¿cuáles
son esos cuatro? El dar, el habla amable, la conducta beneficiosa y la imparcialidad. Éstos son,
monjes, los cuatro lazos que sostienen las relaciones favorables”.
El dar, el habla amable,
la conducta beneficiosa y la imparcialidad
bajo diversas condiciones mundanas,
que se adaptan adecuadamente a cada caso: estos lazos
que sostienen las relaciones favorables
son como el eje del carro en movimiento.
Si no hubiesen estos lazos
que sostienen las relaciones favorables,
ni madre ni padre
serían capaces de obtener estima
y veneración por parte de sus hijos.
Pero puesto que existen estos lazos
que sostienen las relaciones favorables,
el sabio los respeta;
así ellos alcanzan la grandeza
y son altamente alabados.

AN 4,33 {15A4.1.4.3,33} Siha Sutta – El león


El “rugido de león” del Buda, sobre la transitoriedad, es así de poderoso que estremece y hace
temblar hasta las deidades de larga duración de vida.

[33] {33} “Monjes, cuando llega la tarde, el león, el rey de las bestias, sale de su guarida, endereza
su cuerpo, inspecciona los cuatro puntos cardinales y emite su rugido de león tres veces. Entonces,
se pone en marcha en busca de la caza.
“Los animales que escuchan al león rugiendo, en la mayor parte se llenan de miedo, de sentido de
urgencia y de terror. Aquellos que viven en los pozos, entran a sus pozos; aquellos que viven en el
agua, entran al agua; aquellos que viven en el bosque, entran al bosque; y los pájaros recurren al
cielo. Hasta los elefantes reales, atados con una fuerte soga en las ciudades, pueblos y capitales,
hacen explotar y romper sus ligaduras; atemorizados, se orinan y defecan y se escapan de allí para
allá. Así de poderoso es entre los animales el león, el rey de las bestias, así de majestuoso y
poderoso.
“Así también, monjes, cuando el Tathagata surge en el mundo, el Arahant, el Perfectamente
Iluminado, realizado en el verdadero conocimiento y conducta; afortunado, conocedor del mundo,
insuperable amansador de los que han de ser amansados, el maestro de los devas y los seres
humanos, el Iluminado, el Bienaventurado, enseña el Dhamma de esta manera: ‘Tal es la existencia
personal, tal es el origen de la existencia personal, tal es el cese de la existencia personal, tal es el
sendero que conduce al cese de la existencia personal.
“Cuando aquellos devas de una larga vida, bellos y con abundante felicidad, que moran por largo
tiempo en los elevados palacios, escuchan la enseñanza del Dhamma del Tathagata, en la mayor
parte se llenan de miedo, de sentido de urgencia y de terror, así: ‘Parece que realmente somos
transitorios, aunque creemos que somos permanentes; parece que realmente somos pasajeros,
aunque creemos que somos perpetuos; parece que realmente no somos eternos, aunque creemos que
somos eternos. Parece que somos transitorios, pasajeros, no eternos, incluida nuestra existencia
personal’. Así de poderoso es en el mundo con sus devas el Tathagata, así de majestuoso y
poderoso”.
Cuando a través del conocimiento directo,
el Buda, el Maestro, el hombre sin par
en este mundo con sus devas,
pone en movimiento la rueda del Dhamma,
[enseña] la existencia personal, su cese,
el origen de la existencia personal,
y el noble óctuple sendero
que conduce al apaciguamiento de la insatisfacción.
Entonces, hasta aquellos devas con la vida muy larga
—bellos, encendidos con la gloria—
llegan a estremecerse y se llenan de terror,
como las bestias que escuchan el rugido de león.
“Parece que somos transitorios,
no más allá de la existencia personal” [dicen],
cuando escuchan la palabra del Arahant,
del Estable, enteramente liberado.
AN 4,34 {15A4.1.4.4,34} Aggappasada Sutta – Confidencia

El Buda es declarado aquí como el primero y más importante entre los seres; y aquellos que
depositan su confianza en él, tienen confianza en lo mejor.

[34] {34} “Monjes, he aquí estas cuatro principales clases de confidencia. Y, ¿cuáles son esas
cuatro?
“Dondequiera que haya seres, sean sin pies o con dos pies, con cuatro pies o con muchos pies,
teniendo la forma o sin formas, perceptivos, no perceptivos, o ni perceptivos ni no perceptivos, el
Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado es declarado el más importante entre todos ellos.
Aquellos que tienen confidencia en el Buda, tienen confidencia en el más importante, y para los que
tienen confidencia en el más importante, los resultados también son los más importantes.
“Dondequiera que haya fenómenos condicionados, el noble óctuple sendero es declarado el más
importante entre todos ellos. Aquellos que tienen confidencia en el noble óctuple sendero, tienen
confidencia en el más importante, y para los que tienen confidencia en el más importante, los
resultados también son los más importantes.
“Dondequiera que haya fenómenos condicionados o incondicionados, el desapasionamiento es
declarado el más importante entre todos ellos, es decir, el aplastamiento del orgullo, la remoción de
la sed, el desarraigo del apego, la terminación de la ronda, la destrucción de la avidez, el
desapasionamiento, el cese, el Nibbana. Aquellos que tienen confidencia en el Dhamma, tienen
confidencia en lo más importante, y para los que tienen confidencia en lo más importante, los
resultados también son los más importantes.
“Dondequiera que haya Sanghas o grupos, el Sangha del Tathagata es declarado el más importante
entre todos ellos, es decir, los cuatro pares de personas, los ocho tipos de individuos, este Sangha de
los discípulos del Bienaventurado es digno de recibir donativos, digno de hospitalidad, digno de
ofrendas, digno de reverenciales saludos, el insuperable campo de méritos para el mundo. Aquellos
que tienen confidencia en el Sangha, tienen confidencia en lo más importante, y para los que tienen
confidencia en lo más importante, los resultados también son los más importantes.
“Estas son las cuatro principales clases de confidencia”.
Para aquellos que confían en lo más importante,
que conocen el Dhamma más importante,
confían en el Buda, el más importante,
el insuperable, digno de ofrendas;
para aquellos que confían en el Dhamma superior,
en la pacífica dicha del desapasionamiento;
para aquellos que confían en el Sangha superior,
el insuperable campo de méritos;
para los que ofrecen donativos a lo superior,
se incrementa la superior clase de méritos:
un superior espacio vital, belleza y gloria,
buena reputación, felicidad y fuerza.
El sabio que ofrece donativos a lo superior,
concentrado en el insuperable Dhamma,
habiendo llegado al reino de los devas o humanos,
se regocija, habiendo alcanzado lo superior.

AN 4,35 {15A4.1.4.5,35} Vassakara Sutta – Vassakara

“Un gran hombre de gran sabiduría”, según los brahmanes y según el Buda.

[35] {35} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de los bambúes, donde
la gente alimenta a las ardillas, cerca de Rajagaha. Entonces el brahmán Vassakara, el primer
ministro de Magadha se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales saludos. Cuando
concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado y dijo al
Bienaventurado:
“Maestro Gotama, nosotros describimos a alguien que posee cuatro cualidades como a un gran
hombre con gran sabiduría. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, ese alguien es altamente instruido
en varios campos del saber. Comprende el significado de varias declaraciones, de manera que es
capaz de decir: ‘Este es el significado de esta declaración; este es el significado de aquella otra’.
Tiene una buena memoria: se recuerda y mantiene en la memoria lo que hizo y se dijo mucho
tiempo atrás. Es hábil y diligente en atender distintas tareas del hombre hogareño; posee el sentido
juicioso acerca de ellas para llevarlas a cabo y organizarlas apropiadamente. Nosotros describimos a
alguien que posee estas cuatro cualidades como un gran hombre con gran sabiduría. Si el maestro
Gotama piensa que lo que dije debe ser aprobado, que lo apruebe. Si piensa que lo que dije debe ser
reprobado, que lo repruebe”.
“Sin aprobar tu [declaración], brahmán, ni reprobarla, voy a describir más bien a alguien que posee
[otras] cuatro cualidades de un gran hombre con gran conocimiento. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He
aquí, él está practicando por el bienestar y la felicidad de mucha gente; es alguien que establece a
mucha gente en el noble método, es decir, en la bondad del Dhamma, en lo beneficioso del
Dhamma. Piensa en lo que quiere pensar y no piensa en lo que no quiere pensar; intenta lo que
quiere intentar y no intenta lo que no quiere intentar; de esta manera alcanza la maestría mental
sobre las maneras de pensar. Gana a voluntad y sin problema, ni dificultad, los cuatro jhanas que
constituyen la mente elevada y una placentera morada en esta presente vida. Con la destrucción de
las contaminaciones, ha descubierto por sí mismo y con el conocimiento directo, en esta presente
vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en
ella, permanece allí.
“Así que sin aprobar tu [declaración], brahmán, ni reprobarla, te describo bien a alguien que posee
estas [otras] cuatro cualidades de un gran hombre con gran conocimiento.
“Es maravilloso y asombroso, maestro Gotama, que bien esto fue declarado por el maestro Gotama.
Y nosotros consideramos al maestro Gotama como a alguien que posee esas cuatro cualidades.
Como a alguien que está practicando por el bienestar y la felicidad de mucha gente; alguien que
establece a mucha gente en el noble método, es decir, en la bondad del Dhamma, en lo beneficioso
del Dhamma. Alguien que piensa en lo que quiere pensar y no piensa en lo que no quiere pensar;
intenta lo que quiere intentar y no intenta lo que no quiere intentar; y que alcanza, de esta manera, la
maestría mental sobre las maneras de pensar. Alguien que gana a voluntad y sin problema, ni
dificultad, los cuatro jhanas que constituyen la mente elevada y una placentera morada en esta
presente vida. Y alguien que, con la destrucción de las contaminaciones, ha descubierto por sí
mismo y con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente,
liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece allí”.
“Ciertamente, brahmán, tus palabras son entrometidas e intrusivas, pero sin embargo, voy a
responderte. Realmente estoy practicando por el bienestar y la felicidad de mucha gente; establezco
a mucha gente en el noble método, es decir, en la bondad del Dhamma, en lo beneficioso del
Dhamma. Pienso en lo que quiero pensar y no pienso en lo que no quiero pensar; intento lo que
quiero intentar y no intento lo que no quiero intentar; y alcanzo, de esta manera, la maestría mental
sobre las maneras de pensar. Gano a voluntad y sin problema, ni dificultad, los cuatro jhanas que
constituyen la mente elevada y una placentera morada en esta presente vida. Y, con la destrucción
de las contaminaciones, he descubierto por mí mismo y con el conocimiento directo, en esta
presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo
entrado en ella, permanezco allí”.
El que encontró, por el bien de todos los seres,
La liberación de la trampa de la muerte;
Quien reveló el Dhamma, el método,
Para beneficiar a los devas y los seres humanos;
En quien mucha gente ha depositado la confianza
Cuando lo ven y lo escuchan;
Que es hábil en el sendero y lo que no es el sendero,
Uno sin mancha que completó la tarea;
El Iluminado que soporta su último cuerpo
Es llamado “el gran hombre con gran sabiduría”.
AN 4,36 {15A4.1.4.6,36} Dona Sutta – Dona

Para un brahmán que observa las huellas del Buda, sus formas corporales resultan dotadas de
marcas tan extraordinarias, que no puede creer que se trate meramente de un ser humano.

[36] {36} En una ocasión, el Bienaventurado estaba recorriendo el camino que une Ukkattha con
Setavya. Al mismo tiempo, el brahmán Dona también estaba recorriendo el camino que une
Ukkattha con Setavya. Entonces, el brahmán Dona vio las ruedas de mil radios de las huellas del
Bienaventurado con sus llantas y bujes, completas en todos los aspectos, y pensó: “¡Esto es
asombroso y magnífico! ¡Ciertamente, estas no pueden ser huellas de un ser humano!”.
Entonces, el Bienaventurado salió del camino y se sentó al pie de un árbol, cruzando sus piernas,
enderezando su cuerpo y estableciendo su atención consciente enfrente de él. Y el brahmán Dona,
siguiendo las huellas del Bienaventurado, lo vio sentado al pie del árbol —agraciado, inspirando
confianza, con las facultades pacíficas, con pacífica mente, como alguien que alcanzó la más alta
serenidad y amansamiento, como un elefante amansado y guardado con sus facultades controladas
—. Entonces, se acercó al Bienaventurado y le dijo:
“¿Podrías ser un deva, señor?”.
“No seré un deva, brahmán”.
“¿Podrías ser un gandhabba, señor?”.
“No seré un gandhabba, brahmán”.
“¿Podrías ser un yakkha, señor?”.
“No seré un yakkha, brahmán”.
“¿Podrías ser un ser humano, señor?”.
“No seré un ser humano, brahmán”.
“Al ser preguntado: ‘¿Podrías ser un deva, señor?, respondiste: ‘No seré un deva, brahmán’. Al ser
preguntado: ‘¿Podrías ser un gandhabba, señor?’, respondiste: ‘No seré un gandhabba, brahmán’. Al
ser preguntado: ‘¿Podrías ser un yakkha, señor?’, respondiste: ‘No seré un yakkha, brahmán’. Al ser
preguntado: ‘¿Podrías ser un ser humano, señor?’, respondiste: ‘No seré un ser humano, brahmán’.
Entonces, ¿qué es lo que podrías ser, señor?”.
“Brahmán, yo abandoné aquellas corrupciones mentales por medio de las cuales podría llegar a ser
un deva. Las corté de raíces, como a un tronco de palmera, las borré de manera tal que nunca más
podrán volver a ser sujetas a futuros surgimientos. Abandoné, brahmán, aquellas corrupciones
mentales por medio de las cuales podría llegar a ser un gandhabba… un yakkha… un ser humano.
Las corté de raíces, como a un tronco de palmera, las borré de manera tal que nunca más podrán
volver a ser sujetas a futuros surgimientos.
“Al igual que una flor de loto azul, roja o blanca, aunque nacida en el agua y crecida en el agua, se
eleva por encima del agua y está sin que le afecte la suciedad del agua, así también, aunque nacido
en el mundo y crecido en el mundo, me elevo por encima del mundo y moro sin ser ensuciado por
el mundo. Recuérdame, brahmán, como a un Buda.
“He destruido aquellas corrupciones, por medio de las cuales
podría renacer como un deva
o un gandhabba que viaja por los cielos;
por medio de las cuales podría alcanzar el estado del yakkha,
o volver atrás al estado humano.
Yo abandoné y corté de raíces estas corrupciones.
Como una agradable flor de loto blanca
no se ensucia con el agua,
yo tampoco me ensucio con el mundo;
por eso, brahmán, soy un Buda”.

AN 4,37 {15A4.1.4.7,37} Aparihaniya Sutta – No decaer

Las cualidades que posee el monje que está cerca de la meta final y ya no es capaz de retroceder en
el Camino.

[37] {37] “Monjes, el monje que posee cuatro cualidades no es capaz de decaer y está en vecindad
del Nibbana. Y, ¿Cuáles son esas cuatro? He aquí, el monje lleva a cabo la conducta virtuosa,
guarda las puertas de las facultades sensoriales, observa la moderación en la comida y tiene la
intención de la vigilia.
“Y, ¿cómo, monjes, el monje lleva a cabo la conducta virtuosa? He aquí, el monje es virtuoso; mora
restringiéndose en Patimokkha, posee buena conducta y recursos, ve peligro en las faltas aún más
minuciosas. Habiéndose sometido a las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. De esta
manera, monjes, el monje lleva a cabo la conducta virtuosa.
“Y, ¿cómo, monjes, el monje guarda las puertas de las facultades sensoriales? He aquí, habiendo
visto una forma con el ojo, el monje no se aferra ni a sus marcas ni características. Puesto que si él
dejara la facultad del ojo irrestricta, los malos y perjudiciales estados de nostalgia y melancolía
podrían invadirlo, él guarda la facultad del ojo, se somete a la restricción de la facultad del ojo.
Habiendo escuchado el sonido con la oreja… habiendo olido un olor con la nariz… habiendo
saboreado un sabor con la lengua… habiendo sentido un objeto táctil con el cuerpo… habiendo
conocido un fenómeno mental con la mente, el monje no se aferra ni a sus marcas ni características.
Puesto que si él dejara la facultad de la mente irrestricta, los malos y perjudiciales estados de
nostalgia y melancolía podrían invadirlo, él guarda la facultad de la mente, se somete a la
restricción de la facultad de la mente. De esta manera, monjes, el monje guarda las puertas de las
facultades sensoriales.
“Y, ¿cómo, monjes, el monje observa la moderación en la comida? He aquí, reflexionando
cuidadosamente, el monje consume la comida no para embellecerse ni para embriagarse; no en aras
de la belleza física ni para aumentar su atractivo, sino para ofrecer soporte a su cuerpo y
mantenerlo, para evitar daños y poder continuar la vida espiritual, considerando: ‘De esta manera
voy a terminar la anterior sensación [de hambre] y hacer que no surja de nuevo; y voy a estar
saludable e irreprochable, morando a gusto’. De esta manera, monjes, el monje observa la
moderación en la comida.
“Y, ¿cómo, monjes, el monje tiene la intención de la vigilia? He aquí, durante el día, mientras
camina hacia adelante y va de retorno, y mientras está sentado, el monje purifica su mente de las
características obstructivas. En la primera vigilia de la noche, mientras camina hacia adelante y va
de retorno, y mientras está sentado, el monje purifica su mente de las características obstructivas.
En la vigilia del medio de la noche, se recuesta sobre su costado derecho en la postura del león, con
una pierna puesta sobre la otra, atento y con clara comprensión, después de haber notado en su
mente la idea de levantarse. Al levantarse, en la última vigilia de la noche mientras camina hacia
adelante y va de retorno, y mientras está sentado, el monje purifica su mente de las características
obstructivas. De esta manera, monjes, el monje tiene la intención de la vigilia.
“Monjes, el monje que posee estas cuatro cualidades no es capaz de decaer y está en vecindad del
Nibbana”.
Establecido en la conducta virtuosa,
Restringido en las facultades sensoriales,
Moderado en la comida,
Intenta la vigilia.
El mora así ardiente,

incansable de día y de noche,


Desarrollando las cualidades beneficiosas
Para alcanzar la seguridad de la esclavitud.
El monje que se deleita en la atención,
Viendo el peligro en la desatención,
Es incapaz de decaer:
Está cerca del Nibbana.

AN 4,39-40 {15A4.1.4.9,39-15A4.1.4.10,40} Ujjaya y Udayi


Sutta – Ujjaya y Udayi

En estos suttas el Buda rechaza todas clase de sacrificios cruentos y elogia aquellos que implican
generosas dádivas.
AN 4,39 {15A4.1.4.9,39} Ujjaya Sutta – Ujjaya
[39] {39} Entonces el brahmán Ujjaya se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales
saludos. Cuando habían concluido estos amables saludos y palabras de bienvenida, se sentó a un
lado y dijo al Bienaventurado:
“¿Elogia el maestro Gotama los sacrificios?”.
“No elogio todos los sacrificios, brahmán, tampoco me abstengo de elogiar a todos los sacrificios.
No elogio los sacrificios violentos, en los cuales se mata al ganado, las cabras, los carneros, los
pollos y los cerdos, ni aquellos en los que varias criaturas son masacradas. Y, ¿por qué razón?
Porque los arahants y aquellos que entraron al sendero del arahantado no asisten a los sacrificios
violentos.
“Pero elogio los sacrificios no violentos, en los cuales no se mata al ganado, las cabras, los
carneros, los pollos ni a los cerdos, y en los cuales ninguna otra criatura es masacrada, es decir, una
entrega regular de dádivas, el sacrificio consistente en esta costumbre familiar. Y, ¿por qué razón?
Porque los arahants y aquellos que entraron al sendero del arahantado asisten a estos sacrificios no
violentos”.
Los sacrificios de los caballos, sacrificios humanos,
Sammapasa, vajapeyya, niraggala [1]
Estos grandes sacrificios cargados con la violencia,
No traen un gran fruto.
Los grandes visionarios, de recta conducta,
No asisten a sacrificios
En los cuales se mata a cabras, carneros, vacas
Y varias otras criaturas.
Pero cuando regularmente ofrecen, como costumbre familiar,
Sacrificios libres de violencia,
No matando a cabras, carneros, vacas
Ni otras criaturas.
Aquel es el sacrificio al que los grandes visionarios,
De recta conducta, asisten.
La persona sabia debería ofrecerlo;
Este sacrificio es muy fructífero.
Le va siempre bien, nunca mal,
A quien hace semejante sacrificio.
Este es realmente un sacrificio grande
Que complace también a las deidades.

AN 4,40 {15A4.1.4.10,40} Udayi Sutta – Udayi


[40] {40} Entonces el brahmán Udayi se acercó al Bienaventurado… y dijo:
[La porción de prosa de este sutta es idéntica a la del anterior].
Cuando el sacrificio es oportuno y admisible,
Bien preparado y no violento,
Los auto-controlados seguidores de la vida espiritual
Asisten a semejantes sacrificios.
Aquellos en el mundo que han removido los cobertizos,
Trascienden el tiempo y el destino,
Los Budas que son expertos en el sacrificio,
Elogian esta clase de sacrificio.
Habiendo preparado una dádiva apropiada,
Sea de una clase común o en memoria de un difunto,
Uno hace el sacrificio con la fe en la mente,
Esto es un campo fértil para los seguidores de la vida espiritual.
Cuando esto se obtuvo apropiadamente,
Fue ofrendado y sacrificado apropiadamente,
A aquellos que son dignos de las ofrendas,
Este es realmente un sacrificio grande y que complace a las deidades.
La persona sabia, dotada de fe,
Habiendo hecho el sacrificio así, con la mente generosa,
Renace en el mundo feliz,
En [el reino] sin aflicción.

NOTA:
[1] Estos fueron los sacrificios védicos.
AN 4,41 {15A4.1.5.1,41} Samadhibhavana Sutta – Desarrollo
de la concentración

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• Samadhi

Cuatro importantes resultados del desarrollo de samadhi (concentración).


[41] {41} “Monjes, he aquí, esas cuatro formas de desarrollar la concentración. Y, ¿cuáles son esas
cuatro? He aquí, monjes, el desarrollo de la concentración que conduce a una morada feliz en esta
presente vida. He aquí, monjes, el desarrollo de la concentración que conduce al logro del
conocimiento y la visión. He aquí, monjes, el desarrollo de la concentración que conduce a la
atención consciente y clara comprensión. He aquí, monjes, el desarrollo de la concentración que
conduce a la destrucción de las corrupciones mentales.
“¿Y cuál es el desarrollo de la concentración que conduce a una morada feliz en esta presente vida?
He aquí, monjes, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales,
el monje entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos
de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento
aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la
unificación mental y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el
pensamiento aplicado y sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con
atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y
permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘él es ecuánime, atentamente
consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la
previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso
ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Este
se llama, monjes, el desarrollo de la concentración que conduce a una morada feliz en esta presente
vida.
“¿Y cuál es el desarrollo de la concentración que conduce al logro del conocimiento y la visión? He
aquí, monjes, el monje atiende la percepción de la luz y resuelve fijar su atención en el tiempo
diurno, morando de noche como si fuera de día, y de día como si fuera de noche. Por causa de esta
conciencia, así abierta y libre de obstáculos, se desarrolla una mente luminosa. Este se llama,
monjes, el desarrollo de la concentración que conduce al logro del conocimiento y la visión.
“¿Y cuál es el desarrollo de la concentración que conduce a la atención consciente y clara
comprensión? He aquí, monjes, el monje conoce las sensaciones cuando surgen, las conoce
mientras persisten y las conoce cuando desaparecen. De nuevo, monjes, el monje conoce las
percepciones cuando surgen, las conoce mientras persisten y las conoce cuando desaparecen. De
nuevo, monjes, el monje conoce los pensamientos cuando surgen, los conoce mientras persisten y
los conoce cuando desaparecen. Este se llama, monjes, el desarrollo de la concentración que
conduce a la atención consciente y clara comprensión.
“¿Y cuál es el desarrollo de la concentración que conduce a la destrucción de las corrupciones
mentales. He aquí, monjes, el monje mora contemplando el surgimiento y la desaparición de los
cinco cúmulos de apego de esta manera: ‘tal es la forma, tal es su origen y tal es su desaparición.
Tal es la sensación… Tal es la percepción… Tales son las formaciones mentales… Tal es la
consciencia, tal es su surgimiento y tal es su desaparición. Este se llama, monjes, el desarrollo de la
concentración que conduce a la destrucción de las corrupciones mentales.
“Estas son, monjes, las cuatro formas de desarrollar la concentración.
“Además, monjes, fue en referencia a esto lo que dije en el Parayana, en “Las Preguntas de Punnaka
[1]:
Habiendo comprendido las alturas y las bajezas del mundo,
él por nada se perturba en el mundo.
Apacible, reposado, imperturbable y sin deseos,
ha cruzado por encima del nacimiento y vejez –lo declaro yo.”

NOTA:
[1] Se trata del verso 1048 de Sutta Nipata.

AN 4,43-44 {15A4.1.5.3,43-15A4.1.5.4,44} Pathama y


Dutiyakodhagarusutta - Primer y segundo discurso sobre la
ira

Cuatro clases de personas en el mundo de acuerdo con sus respectivas valoraciones.

AN 4,43 {15A4.1.5.3,43} Pathamakodhagarusutta - Primer discurso sobre la ira


[43] “Monjes, he aquí existen estas cuatro clases de personas en el mundo. Y, ¿cuáles son esas
cuatro? Alguien que valora la ira, pero no valora el buen Dhamma; alguien que valora la
denigración, pero no valora el buen Dhamma; alguien que valora las ganancias, pero no valora el
buen Dhamma; alguien que valora la honra, pero no valora el buen Dhamma. Estas son, monjes, las
cuatro clases de personas que existen en el mundo.
“Monjes, he aquí existen estas otras cuatro clases de personas en el mundo. Y, ¿cuáles son esas
cuatro? Alguien que valora el buen Dhamma y no la ira; alguien que valora el buen Dhamma y no
la denigración; alguien que valora el buen Dhamma y no las ganancias; alguien que valora el buen
Dhamma y no la honra. Estas son, monjes, las otras cuatro clases de personas que existen en el
mundo”.
Monjes, quien valora la ira y la denigración,
Quien valora las ganancias y la honra,
No crece en el buen Dhamma
Enseñado por el Perfectamente Iluminado.
Pero aquellos que valoran el buen Dhamma,
Que permanecieron así en el pasado y permanecen así ahora,
Realmente crecen en el Dhamma
Enseñado por el Perfectamente Iluminado.

AN 4,44 {15A4.1.5.4,44} Dutiyakodhagarusutta - Segundo discurso sobre la ira


[44] “Monjes, he aquí existen estas cuatro cosas que atentan en contra del buen Dhamma. Y, ¿cuáles
son esas cuatro cosas? Valorar la ira en vez del buen Dhamma; valorar la denigración, en vez del
buen Dhamma; valorar las ganancias en vez del buen Dhamma; valorar la honra en vez del buen
Dhamma. Estas son, monjes, las cuatro cosas que atentan en contra del buen Dhamma.
“Monjes, he aquí existen estas otras cuatro cosas que están de acuerdo con el buen Dhamma. Y,
¿cuáles son esas cuatro cosas? Valorar el buen Dhamma y no la ira; valorar el buen Dhamma y no
la denigración; valorar el buen Dhamma y no las ganancias; valorar el buen Dhamma y no la honra.
Estas son, monjes, las otras cuatro cosas que están de acuerdo con el buen Dhamma”.
Monjes, quien valora la ira y la denigración,
Quien valora las ganancias y la honra,
Es como las podridas semillas en medio del campo,
Y no crece en el buen Dhamma.
Pero aquellos que valoran el buen Dhamma,
Que permanecieron así en el pasado y permanecen así ahora,
Son como plantas medicinales húmedas,
Y ellos, sí crecen en el Dhamma.

AN 4,45-46 {15A4.1.5.5,45-15A4.1.5.5,45} Patthama y


Dutiyarohitassa Sutta – Rohitassa

Un deva viajero aprende que no necesitamos viajar hasta el fin del mundo para encontrar el fin del
sufrimiento; no necesitamos mirar más allá de lo que tenemos aquí: este nuestro cuerpo [Th].

AN 4,45 {15A4.1.5.5,45} Patthamarohitassa Sutta – Primer discurso con


Rohitassa
[45] {45} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, del parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces, cuando la noche estaba avanzada, un joven deva de
asombrosa belleza, de nombre Rohitassa, se acercó al Bienaventurado iluminando toda la arboleda.
Acto seguido, le rindió homenaje, se paró a un lado y dijo:
"¿Es posible, Venerable Señor, alcanzar por medio de un viaje el fin del mundo? ¿Ver o conocer el
lugar donde nadie nace, envejece ni muere, donde no hay fallecimientos ni renacimientos?".
"Yo digo, amigo, que aquel fin del mundo, el lugar donde nadie nace, envejece ni muere, donde no
hay fallecimientos ni renacimientos, no puede ser conocido, visto ni alcanzado por medio de un
viaje".
"¡Esto es maravilloso, Venerable Señor! ¡Es asombroso, Venerable señor! Qué bien esto ha sido
proclamado por el Bienaventurado: 'Yo digo, amigo, que aquel fin del mundo, el lugar donde nadie
nace, envejece ni muere, donde no hay fallecimientos ni renacimientos, no puede ser conocido,
visto ni alcanzado por medio de un viaje'.
"Una vez, Venerable Señor, en el pasado, he sido un vidente de nombre Rohitassa, hijo de Bhoja;
poseía entonces poderes espirituales y era capaz de viajar por el cielo. Mi velocidad era muy
grande, Venerable Señor, así que podía moverme tan rápidamente como un bien inclinado arquero
—entrenado, hábil, adiestrado y experimentado― fácilmente lanza, más allá de la sombra del árbol
Palmira, una luminosa flecha. Mi paso fue tal, Venerable Señor, que parecía abarcar el espacio entre
el océano oeste y el océano este. Entonces, Venerable Señor, este deseo surgió en mí: 'Voy a llegar
al fin del mundo mediante el viaje'. Poseyendo semejante velocidad, poseyendo semejante paso y
teniendo la expectativa de vida de cien años, viviendo por cien años, he viajado a lo largo de cien
años, sin pausa alguna, excepto para comer, beber, preparar la comida y los bocados, defecar, orinar
y dormir para disipar la fatiga. Aún así, he muerto en el camino sin haber alcanzado el fin del
mundo.
"Por eso, ¡esto es maravilloso, Venerable Señor! ¡Es asombroso, Venerable Señor! Qué bien esto ha
sido proclamado por el Bienaventurado: 'Yo digo, amigo, que aquel fin del mundo, el lugar donde
nadie nace, envejece ni muere, donde no hay fallecimientos ni renacimientos, no puede ser
conocido, visto ni alcanzado por medio de un viaje'".
"Sin embargo, amigo, yo digo también que sin haber llegado al fin del mundo es imposible poner
fin al sufrimiento. Es, precisamente, en este armazón de una braza alta, dotado de percepción y
mente, donde he conocido el mundo, el origen del mundo, el cese del mundo y el sendero que
conduce al cese del mundo".
El fin del mundo nunca puede ser alcanzado
Por medio de un viaje,
Sin embargo, sin haber alcanzado el fin del mundo,
No hay liberación del sufrimiento.
Por lo tanto, el veraz, el conocedor del mundo, el sabio,
Va hacia el fin del mundo, realizando la vida santa,
Habiendo conocido el fin del mundo, en paz,
No anhela ni este mundo ni ningún otro.
AN 4,46 {15A4.1.5.6,46} Dutiyarohitassa Sutta – Segundo discurso con Rohitassa
[46] {46} Entonces, cuando la noche había pasado, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:
“Monjes, anoche, cuando la noche estaba avanzada, un joven deva de asombrosa belleza, de nombre
Rohitassa, se acercó a mí iluminando toda la arboleda. Acto seguido, me rindió homenaje, se paró a
un lado y dijo:
"¿Es posible, Venerable Señor, alcanzar por medio de un viaje el fin del mundo? ¿Ver o conocer el
lugar donde nadie nace, envejece ni muere, donde no hay fallecimientos ni renacimientos?".
[Lo que sigue es igual que el sutta anterior].

AN 4,49 Vipallasa Sutta – Inversiones

Este sutta describe nuestras habituales nociones erróneas como una inversión de la percepción y
como formas de un trastorno cognitivo.

[49] “Monjes, he aquí estas cuatro inversiones de la percepción, inversiones de la mente e


inversiones del punto de vista. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La inversión de la percepción, de la
mente y del punto de vista que toma lo transitorio por permanente; la inversión de la percepción, de
la mente y del punto de vista que toma el sufrimiento por placentero; la inversión de la percepción,
de la mente y del punto de vista que toma el no-ser por ser; la inversión de la percepción, de la
mente y del punto de vista que toma lo repugnante por atractivo. Estas son, monjes, las cuatro
inversiones de la percepción, inversiones de la mente e inversiones del punto de vista.
“Monjes, he aquí estas cuatro no-inversiones de la percepción, no-inversiones de la mente y no-
inversiones del punto de vista. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La no-inversión de la percepción, de la
mente y del punto de vista que toma lo transitorio por transitorio; la no-inversión de la percepción,
de la mente y del punto de vista que toma el sufrimiento por sufrimiento; la no-inversión de la
percepción, de la mente y del punto de vista que toma el no-ser por no-ser; la inversión de la
percepción, de la mente y del punto de vista que toma lo repugnante por repugnante. Estas son,
monjes, las cuatro no-inversiones de la percepción, no-inversiones de la mente y no-inversiones del
punto de vista”.
Percibiendo la permanencia en la transitoriedad,
percibiendo el placer en lo que es insatisfacción,
percibiendo al yo en lo que es no-yo,
y percibiendo la atracción en lo que es repugnante,
los seres recurren a equivocados puntos de vista,
sus mentes se tornan desquiciadas y sus percepciones torcidas.
Semejantes personas están atadas por el yugo del Mara,
y no encuentran la liberación de la esclavitud.
Los seres continúan en samsara
yendo al renacimiento y la muerte.
Pero cuando los Budas surgen en el mundo,
enviando una luz brillante,
revelan el Dhamma que conduce
al sosiego de la insatisfacción.
Habiendo escuchado esto, las personas sabias
recuperan la cordura.
Ellas han visto la transitoriedad en la transitoriedad
y lo que es insatisfacción como insatisfacción.
Ellas han visto lo que es no-yo
como no-yo y lo que es repugnante como repugnante.
Mediante la adquisición del recto punto de vista,
han superado toda la insatisfacción.

AN 4,51 Pathamapunnabhisanda Sutta – Primer discurso


sobre las corrientes de méritos

La vida del monje mendigante, se convierte en insuperable campo de méritos tanto para él como
para los donantes.

[51] “He aquí, monjes, estas cuatro corrientes de méritos, corrientes de lo beneficioso, nutrimentos
de la felicidad, que es celestial, fructífera en felicidad y conducente al cielo, que lleva a lo que es
deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“Cuando el monje entra y permanece en la inconmensurable concentración de la mente, mientras
usa hábitos [que le han sido dados], adquiere la inconmensurable corriente de méritos, corriente de
lo beneficioso, nutrimento de la felicidad… que lleva a lo que es deseable, esperado y agradable
para el bienestar y la felicidad de uno.
“Cuando el monje entra y permanece en la inconmensurable concentración de la mente, mientras
usa comida de las limosnas, adquiere la inconmensurable corriente de méritos, corriente de lo
beneficioso, nutrimento de la felicidad… que lleva a lo que es deseable, esperado y agradable para
el bienestar y la felicidad de uno.
“Cuando el monje entra y permanece en la inconmensurable concentración de la mente, mientras
usa la vivienda [que le ha sido dada], adquiere la inconmensurable corriente de méritos, corriente de
lo beneficioso, nutrimento de la felicidad… que lleva a lo que es deseable, esperado y agradable
para el bienestar y la felicidad de uno.
“Cuando el monje entra y permanece en la inconmensurable concentración de la mente, mientras
usa las medicinas y provisiones para la salud [que le han sido dadas], adquiere la inconmensurable
corriente de méritos, corriente de lo beneficioso, nutrimento de la felicidad… que lleva a lo que es
deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno.
“Estas son, monjes, las cuatro corrientes de méritos, corrientes de lo beneficioso, nutrimentos de la
felicidad, que es celestial, fructífera en felicidad y conducente al cielo, que lleva a lo que es
deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno.
“Monjes, cuando el noble discípulo posee estas cuatro corrientes de méritos, corrientes de lo
beneficioso, no es fácil medir sus méritos así: ‘Justo tanto es la corriente de méritos, corriente de lo
beneficioso… que lleva a lo que es deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de
uno’; más bien, simplemente se considera inconmensurable, incalculable, la gran masa de méritos.
“Monjes, al igual que tampoco es fácil medir el agua en el gran océano así: ‘He aquí tantos litros de
agua’, ‘he aquí tantos cientos de litros de agua’, ‘he aquí tantos de miles de litros de agua’ o ‘he
aquí tantos cientos de miles de litros de agua’, más bien, simplemente se considera
inconmensurable, incalculable, la gran masa del agua; así también, cuando el noble discípulo posee
estas cuatro corrientes de méritos, corrientes de lo beneficioso, no es fácil medir sus méritos así:
‘Justo tanto es la corriente de méritos, corriente de lo beneficioso… que lleva a lo que es deseable,
esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno’; más bien, simplemente se considera
inconmensurable, incalculable, la gran masa de méritos”.
Así como los grandes ríos utilizados por mucha gente,
Fluyen aguas abajo y alcanzan el océano,
La gran masa de agua, el mar sin límites,
El temible receptáculo de muchas piedras preciosas;
Así las corrientes de méritos alcanzan al sabio
Que es el dador de la comida, la bebida, y la ropa;
[Y llevan al] dador de camas, asientos y cobertizos,
Como las aguas llevan los ríos al mar.

AN 4,52 {15A4.2.1.2,52} Dutiyapunnabhisanda Sutta –


Segundo discurso sobre las corrientes de mérito

La abundancia de méritos proviene de la fe en las “Tres Joyas” y la conducta virtuosa.

[52] {52} “Monjes, he aquí estas cuatro corrientes de méritos, corrientes de lo beneficioso,
nutrimentos de la felicidad —que es celestial, fructífera en felicidad y conducente al cielo―, que
lleva a lo que es deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno. Y, ¿cuáles
son esas cuatro?
“He aquí, el noble discípulo posee una inamovible fe en el Buda de esta manera: ‘El
Bienaventurado es un Arahant, perfectamente iluminado, realizado en el conocimiento verdadero y
la conducta, el Sublime, conocedor del mundo, insuperable entrenador de los que han de ser
amansados, maestro de los devas y de los seres humanos, el Iluminado, el Bienaventurado’. Esta es
la primera corriente de méritos, corriente de lo beneficioso, nutrimento de la felicidad —que es
celestial, fructífera en felicidad y conducente al cielo― que lleva a lo que es deseable, esperado y
agradable para el bienestar y la felicidad de uno.
“Además, el noble discípulo posee una inamovible fe en el Dhamma de esta manera: ‘El Dhamma
está bien expuesto por el Bienaventurado, directamente visible, inmediato, que invita a uno a venir
y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio’. Esta es la segunda corriente de
méritos…
“Además, el noble discípulo posee una inamovible fe en el Sangha de esta manera: ‘El Sangha de
los discípulos del Bienaventurado practica de buena manera, practica de manera recta, practica de
manera verdadera, practica de manera apropiada; el Sangha del Bienaventurado, es decir, los cuatro
pares de personas, ocho tipos de individuos’. Esta es la tercera corriente de méritos…
“Además, el noble discípulo posee una conducta virtuosa apreciada por los nobles, que es
inquebrantable, perfecta, intachable, inmaculada, liberadora, alabada por el sabio, desapegada y
conducente a concentración. Esta es la cuarta corriente de méritos…
“Estas son, monjes, las cuatro corrientes de méritos, corrientes de lo beneficioso, nutrimentos de la
felicidad —que es celestial, fructífera en felicidad y conducente al cielo― que lleva a lo que es
deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno”.
Cuando uno tiene fe en el Tathagata,
Inquebrantable y bien establecida,
Y la conducta virtuosa que es Buena,
Apreciada por los nobles y alabada por ellos;
Cuando tiene fe en el Sangha
Y el punto de vista de uno ha sido enderezado,
Ellos dicen que uno no es pobre,
Que la vida de uno no ha sido vivida en vano.
Por eso una persona inteligente,
Recordando las enseñanzas de los Budas,
Debe procurar la fe y la conducta virtuosa,
La fe y la visión del Dhamma.
AN 4,53-54 {15A4.2.1.3,53-15A4.2.1.4,54} Pathama y
Dutiyasamvasa Sutta – Viviendo juntos

El Buda aconseja a los esposos y las esposas cómo vivir juntos.

AN 4,53 {15A4.2.1.3,53} Pathamasamvasa Sutta – Viviendo juntos (1)


[53] {53} En una ocasión el Bienaventurado estaba viajando por el camino principal que conducía
de Madhura a Veranja. Al mismo tiempo, un número de hombres y mujeres hogareños también
estaba viajando por el mismo camino. Entonces, el Bienaventurado salió del camino principal y se
sentó al pie de un árbol. Y los hombres y mujeres hogareños visualizaron al Bienaventurado sentado
allí desde cierta distancia, se acercaron a él, le rindieron homenaje y se sentaron a un lado. Acto
seguido, el Bienaventurado les dijo:
“Hombres hogareños, he aquí estas cuatro maneras de vivir juntos. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Un
infeliz vive con una infeliz; un infeliz vive con una deva; un deva vive con una infeliz y un deva
vive con una deva.
“Y, ¿cómo es, hombres hogareños, cuando un infeliz vive con una infeliz? He aquí, el esposo es
alguien que destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se involucra en una conducta sexual
indebida, habla falsamente, se complace en los licores, el vino y otras bebidas embriagantes que son
la base de la negligencia; es inmoral y de mal carácter; mora en el hogar con el corazón obsesionado
con la mancha de la avaricia; además, insulta y denigra a los ascetas y brahmanes. Y su esposa
también es alguien que destruye la vida… además, insulta y denigra a los ascetas y brahmanes.
“Y, ¿cómo es, hombres hogareños, cuando un infeliz vive con una deva? He aquí, el esposo es
alguien que destruye la vida… además, insulta y denigra a los ascetas y brahmanes. Pero su esposa
es alguien que se abstiene de destruir la vida, de tomar lo que no le ha sido dado, de involucrarse en
una conducta sexual indebida, de hablar falsamente, de los licores, el vino y otras bebidas
embriagantes que son la base de la negligencia; es virtuosa y de buen carácter; mora en el hogar con
el corazón libre de la mancha de la avaricia; tampoco insulta y denigra a los ascetas y brahmanes.
“Y, ¿cómo es, hombres hogareños, cuando un deva vive con una infeliz? He aquí, el esposo es
alguien que se abstiene de destruir la vida… tampoco insulta y denigra a los ascetas y brahmanes.
Pero su esposa es alguien que destruye la vida… además, insulta y denigra a los ascetas y
brahmanes.
“Y, ¿cómo es, hombres hogareños, cuando un deva vive con una deva? He aquí, el esposo es
alguien que se abstiene de destruir la vida… tampoco insulta y denigra a los ascetas y brahmanes. Y
su esposa también es alguien que se abstiene de destruir la vida… tampoco insulta y denigra a los
ascetas y brahmanes”.
Cuando los dos son inmorales,
avaros y abusivos,
el esposo y la esposa,
viven juntos como infelices.
El esposo es inmoral,
avaro y abusivo,
pero su mujer es virtuosa,
caritativa y generosa.
Es una deva que vive
con un infeliz marido.
El esposo es virtuoso,
caritativo y generoso,
pero su esposa es inmoral,
avara y abusiva
Es una infeliz que vive
con un deva.
Ambos, marido y su mujer, están dotados de la fe,
son caritativos y auto-controlados,
viven sus vidas rectamente,
dirigiéndose uno al otro con palabras placenteras.
Entonces, gozan de muchos beneficios
y viven cómodamente.
Sus enemigos se entristecen
cuando los dos tienen la misma virtud.
Habiendo practicado el Dhamma aquí,
iguales en cuanto a la conducta virtuosa y las observancias,
deleitándose en el mundo de los devas,
se regocijan en los placeres sensuales.

AN 4,54 {15A4.2.1.4,54} Dutiyasamvasa Sutta – Viviendo juntos (2)


[54] {54} “Monjes, he aquí estas cuatro maneras de vivir juntos. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Un
infeliz vive con una infeliz; un infeliz vive con una deva; un deva vive con una infeliz y un deva
vive con una deva.
[El resto, incluyendo los versos, sigue igual que en el sutta anterior, solamente que esta vez se
dirige a los monjes]
AN 4,55-56 {15A4.2.1.5,55-15A4.2.1.6,56} Pathama y
Dutiyasamajivi Sutta – En las mismas vidas

El Buda instruye a una pareja que se ama, sobre lo que deben hacer para asegurar el hecho de poder
reunirse en las futuras vidas también.

AN 4,55 {15A4.2.1.5,55} Pathamasamajivi Sutta – En las mismas vidas (1)


[55] {55} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los bhaggas, en Sumsumaragira,
en el parque de los venados de la Arboleda Bhesakala. Entonces, por la mañana temprano, el
Bienaventurado se vistió, tomó su cuenco y hábito exterior, y fue a la residencia del hombre
hogareño Nakulapita, donde se sentó en el asiento que estaba preparado para él. Acto seguido, el
hombre hogareño Nakulapita y la mujer hogareña Nakulamata se acercaron al Bienaventurado, le
rindieron homenaje y se sentaron a un lado. Y el hombre hogareño Nakulapita dijo al
Bienaventurado:
“Venerable Señor, desde mi juventud, cuando la joven muchacha Nakulamata me fue dada en
matrimonio, no recuerdo haber cometido transgresión alguna en su contra ni siquiera en el
pensamiento, mucho menos en acción. Nosotros deseamos, Venerable Señor, vernos uno al otro no
sólo en esta presente vida sino también en las vidas futuras”.
A su vez, la mujer hogareña Nakulamata dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, desde que joven muchacha fui dada en matrimonio al hombre hogareño
Nakulapita, no recuerdo haber cometido transgresión alguna en su contra ni siquiera en el
pensamiento, mucho menos en acción. Nosotros deseamos, Venerable Señor, vernos uno al otro no
sólo en esta presente vida sino también en las vidas futuras.”
“Hombres hogareños, si ambos, esposo y esposa, desean verse uno al otro no solamente en esta
presente vida sino también en las vidas futuras, deben tener la misma fe, la misma conducta
virtuosa, la misma generosidad y la misma sabiduría. Entonces, van a verse uno al otro no
solamente en esta presente vida sino también en las vidas futuras”.
Ambos, marido y su mujer, están dotados de la fe,
son caritativos y auto-controlados,
viven sus vidas rectamente,
dirigiéndose uno al otro con palabras placenteras.
Entonces, gozan de muchos beneficios
y viven cómodamente.
Sus enemigos se entristecen
cuando los dos tienen la misma virtud.
Habiendo practicado el Dhamma aquí,
iguales en cuanto a la conducta virtuosa y las observancias,
deleitándose en el mundo de los devas,
se regocijan en los placeres sensuales.

AN 4,56 {15A4.2.1.6,56} Dutiyasamajivi Sutta – En las mismas vidas (2)


[56] {56} “Monjes, si ambos, esposo y esposa, desean verse uno al otro no solamente en esta
presente vida sino también en las vidas futuras, deben tener la misma fe, la misma conducta
virtuosa, la misma generosidad y la misma sabiduría. Entonces, van a verse uno al otro no
solamente en esta presente vida sino también en las vidas futuras”.
[El resto, incluyendo los versos, sigue igual que en el sutta anterior, solamente que esta vez se
dirige a los monjes]

AN 4,57 Suppavasa Sutta – Suppavasa

El Buda enseña a una seguidora laica los méritos del ofrecimiento de la comida.

[57] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los koliyans, en una de sus ciudades
de nombre Sajjanela. Entonces, por la mañana temprano, el Bienaventurado se vistió, tomó su
cuenco y hábito exterior, y fue a la residencia de la hija de los koliyans de nombre Suppavasa,
donde se sentó en el asiento que estaba preparado para él. Entonces, la hija de los koliyans
Suppavasa sirvió la comida al Bienaventurado con sus propias manos y lo satisfizo con varias clases
de comidas deliciosas. Cuando el Bienaventurado terminó de comer y alejó su cuenco, la hija de los
koliyans Suppavasa se sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo:
“Suppavasa, una noble discípula que ofrece comida, da a los destinatarios cuatro cosas. Y, ¿cuáles
son esas cuatro? Da la vida, la belleza, la felicidad y la fuerza. Habiendo dado la vida, participa de
la vida, sea celestial o humana. Habiendo dado belleza, participa de la belleza, sea celestial o
humana. Habiendo dado felicidad, participa de la felicidad, sea celestial o humana. Habiendo dado
la fuerza, participa de la fuerza, sea celestial o humana. Suppavasa, una noble discípula que ofrece
comida, da a los destinatarios estas cuatro cosas”.
Cuando uno ofrece la comida bien preparada,
Pura, deliciosa y sabrosa,
A los rectos que son
Exaltados y de excelente conducta,
Aquella ofrenda, que vincula el mérito con mérito,
Es alabada por los conocedores del mundo
Como verdaderamente fructífera.
Aquellos que recuerdan semejante generosidad
Moran en el mundo inspirados por el gozo.
Habiendo eliminado las manchas de la mezquindad con sus raíces,
Sin mancha, se dirigen a las moradas celestiales.

AN 4,58-59 Sudatta y Bhojana Sutta – Sudatta y La comida


Lo que logra el donador de la comida cuando lo hace rectamente.

AN 4,58 Sudatta Sutta – Sudatta

[58] Entonces, el hombre hogareño Anathapindika se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje


y sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo:
“Hombre hogareño, un noble discípulo que dona la comida, ofrece en los recipientes cuatro cosas.
Y, ¿cuáles son esas cuatro? Ofrece en los recipientes la vida, la belleza, la felicidad y la fuerza.
Habiendo ofrecido la vida participa en la vida, sea celestial o humana. Habiendo ofrecido la belleza
participa en la belleza, sea celestial o humana. Habiendo ofrecido la felicidad participa en la
felicidad, sea celestial o humana. Habiendo ofrecido la fuerza participa en la fuerza, sea celestial o
humana. Hombre hogareño, un noble discípulo que dona la comida, ofrece en los recipientes estas
cuatro cosas”.
Alguien que respetuosamente ofrece la comida a tiempo,
A aquellos que son auto-controlados, que se alimentan de lo que los demás les donan,
Les proveen cuatro cosas:
La vida, la belleza, la felicidad y la fuerza.
El hombre que ofrece la vida y la belleza,
Que ofrece la felicidad y la fuerza,
Obtendrá una larga vida y fama
Dondequiera que renazca.

AN 4,59 Bhojana Sutta – La comida

[59] “Monjes, cuando un donador dona la comida, ofrece en los recipientes cuatro cosas. Y, ¿cuáles
son esas cuatro? [sigue como en el sutta anterior]… Monjes, cuando un donador dona la comida,
ofrece en los recipientes cuatro cosas”.
[Los versos son iguales que en el sutta anterior].
AN 4,60 Gihisamici Sutta – La práctica apropiada de un laico

El mérito de suplir las necesidades de los monjes de recta conducta.

[60] Entonces el hombre hogareño Anathapindika se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y


sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo:
“Hombre hogareño, un noble discípulo que posee cuatro cualidades, practica de manera apropiada
para la persona laica, una manera tal que trae el logro de la fama y conduce al cielo. Y, ¿cuáles son
esas cuatro?
“He aquí, hombre hogareño, un noble discípulo ofrece hábitos al Sangha de los monjes; ofrece la
comida de las limosnas al Sangha de los monjes; ofrece viviendas al Sangha de los monjes; ofrece
los requisitos medicinales, para las enfermedades, al Sangha de los monjes. Hombre hogareño, un
noble discípulo que posee estas cuatro cualidades, practica de manera apropiada para la persona
laica, una manera tal que trae el logro de la fama y conduce al cielo”.
Cuando los sabios practican
De manera apropiada para los laicos,
Ofrecen a los monjes virtuosos, de recta conducta,
Los hábitos, la comida de las limosnas, las viviendas y las medicinas:
Incrementan su mérito de día y de noche;
Habiendo hecho obras excelentes,
Pasan al estado celestial.

AN 4,61 {15A4.2.2.1,61} Pattakamma Sutta – Actos meritorios

Grupos de acciones organizados en cuatro, que conducen al bienestar presente y futuro.

[61] {61} Entonces, el hombre hogareño Anathapindika se acercó al Bienaventurado, le rindió


homenaje y se sentó a un lado. Estando sentado ahí, el Bienaventurado le dijo:
“Hombre hogareño, he aquí estas cuatro cosas que son queridas, deseadas, agradables y raramente
obtenidas en el mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“Alguien piensa así: ‘Que me lleguen las riquezas de manera recta’. Esta es la primera cosa que es
querida, deseada, agradable y raramente obtenida en el mundo.
“Además, habiendo obtenido las riquezas de manera recta, alguien piensa así: ‘Que la fama llegue a
mí, a mis parientes y preceptores’. Esta es la segunda cosa que es querida, deseada, agradable y
raramente obtenida en el mundo.
“Además, habiendo obtenido las riquezas de manera recta y habiendo obtenido la fama para uno
mismo, para sus parientes y preceptores, alguien piensa así: ‘Que tenga una vida larga y gozosa’.
Esta es la tercera cosa que es querida, deseada, agradable y raramente obtenida en el mundo.
“Además, habiendo obtenido las riquezas de manera recta, habiendo obtenido la fama para uno
mismo, para sus parientes y preceptores, y habiendo vivido una vida larga y gozosa, alguien piensa
así: ‘Con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, que renazca en un buen destino, en el mundo
celestial’. Esta es la cuarta cosa que es querida, deseada, agradable y raramente obtenida en el
mundo.
“Estas son, hombre hogareño, las cuatro cosas que son queridas, deseadas, agradables y raramente
obtenidas en el mundo.
“Hombre hogareño, he aquí estas [otras] cuatro cosas que conducen a la obtención de aquellas
cuatro. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La realización en la fe, la realización de la conducta virtuosa, la
realización en la generosidad y la realización en la sabiduría.
“Y, ¿qué es, hombre hogareño, la realización en la fe? He aquí, un noble discípulo está dotado de fe;
pone su fe en la iluminación del Tathagata de esta manera: ‘El Bienaventurado es un Arahant,
plenamente iluminado, realizado en el conocimiento verdadero y la conducta, Sublime, conocedor
del mundo, insuperable entrenador de los que han de ser amansados, maestro de los devas y los
seres humanos, el Iluminado, Bienaventurado’. Esto se llama la realización en la fe.
“Y, ¿qué es, hombre hogareño, la realización en la conducta virtuosa? He aquí, un noble discípulo
se abstiene de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene de la
conudcta sexual indebida, se abstiene de decir mentiras y se abstiene de los licores, vinos y [otros]
embriagantes que son la base de la indolencia. Esto se llama la realización en la conducta virtuosa.
“Y, ¿qué es, hombre hogareño, la realización en la generosidad? He aquí, un noble discípulo mora
en el hogar con la mente libre de la mancha de la avaricia, libremente generoso, con la mano
abierta, deleitándose en el renunciamiento, devoto a la caridad, deleitándose en dar y compartir.
Esto se llama la realización en la generosidad.
“Y, ¿qué es, hombre hogareño, la realización en la sabiduría? Cuando uno mora con el corazón
superado por el anhelo y la codicia desigual, uno hace lo que debería evitar y es negligente en su
tarea, así que su fama y felicidad se estropean. Cuando uno mora con el corazón superado por la
animadversión… por la pereza y somnolencia… por el remordimiento y la preocupación… por la
duda, uno hace lo que debería evitar y es negligente en su tarea, así que su fama y felicidad se
estropean.
“Hombre hogareño, cuando el noble discípulo ha entendido esto: ‘El anhelo y la codicia desigual
son impurezas mentales’, los abandona. Cuando ha entendido esto: ‘La animadversión es impureza
mental’, la abandona. Cuando ha entendido esto: ‘La pereza y la somnolencia son impurezas
mentales’, las abandona. Cuando ha entendido esto: ‘La preocupación y el remordimiento son
impurezas mentales’, los abandona. Cuando ha entendido esto: ‘La duda es impureza mental’, la
abandona.
“Hombre hogareño, y cuando el noble discípulo haya entendido esto: ‘El anhelo y la codicia
desigual son impurezas mentales’, y los haya abandonado; cuando haya entendido esto: ‘La
animadversión es impureza mental’, y la haya abandonado; cuando haya entendido esto: ‘La pereza
y la somnolencia son impurezas mentales’, y las haya abandonado; cuando haya entendido esto: ‘La
preocupación y el remordimiento son impurezas mentales’, y los haya abandonado; cuando haya
entendido esto: ‘La duda es impureza mental’, y la haya abandonado, entonces es llamado un noble
discípulo de gran sabiduría, de amplia sabiduría, alguien que ve el rango, alguien realizado en la
sabiduría. Esto se llama la realización en la sabiduría.
“Estas son, hombre hogareño, las [otras] cuatro cosas que conducen a la obtención de aquellas
cuatro que son queridas, deseadas, agradables y raramente obtenidas en el mundo.
“Con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas por la fuerza de sus manos,
ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el noble discípulo emprende
cuatro actos meritorios. Y, ¿cuáles son esos cuatro?
“He aquí, hombre hogareño, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas
por la fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el
noble discípulo se hace feliz y satisfecho a sí mismo, y se mantiene a sí mismo apropiadamente en
la felicidad; hace felices y satisfechos a sus padres, y les mantiene apropiadamente en la felicidad;
hace felices y satisfechos a su mujer e hijos, a sus esclavos, trabajadores y sirvientes, y les mantiene
apropiadamente en la felicidad; hace felices y satisfechos a sus amigos y compañeros, y les
mantiene apropiadamente en la felicidad. Este es el primer caso de las riquezas que han tenido un
buen uso, que han sido apropiadamente utilizadas y usadas para una causa digna.
“Además, hombre hogareño, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas
por la fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el
noble discípulo hace provisiones en contra de las pérdidas que podrían surgir a partir del fuego,
inundaciones, reyes, ladrones o herederos disgustados; se hace a sí mismo seguro de ello. Este es el
segundo caso de las riquezas que han tenido un buen uso, que han sido apropiadamente utilizadas y
usadas para una causa digna.
“Además, hombre hogareño, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasads
por la fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el
noble discípulo hace cinco ofrendas: a sus parientes, huéspedes, ancestros, reyes y deidades. Este es
el tercer caso de las riquezas que han tenido un buen uso, que han sido apropiadamente utilizadas y
usadas para una causa digna.
“Además, hombre hogareño, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas
por la fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el
noble discípulo establece una elevada ofrenda de las limosnas —ofrenda que es celestial, que
resulta en la felicidad y conduce al cielo― a aquellos ascetas y brahmanes que se refrenan del uso
de los embriagantes que conducen a la negligencia, que están establecidos en la paciencia y
suavidad, que se amansan a sí mismos, se calman a sí mismos y se entrenan a sí mismos para el
Nibbana. Este es el cuarto caso de las riquezas que han tenido un buen uso, que han sido
apropiadamente utilizadas y usadas para una causa digna.
“Estos son, hombre hogareño, los cuatro actos meritorios que el noble discípulo emprende con las
riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas por la fuerza de sus manos, ganadas
con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas. Cualquiera que agota sus riquezas de
manera diferente de estos cuatro actos meritorios, se dice que aquellas riquezas han sido
malgastadas, han sido despilfarradas y han sido usadas de manera frívola. Pero cualquiera que agota
sus riquezas por estos cuatro actos meritorios, se dice que aquellas riquezas han tenido un buen uso,
han sido usadas apropiadamente y han sido utilizadas para una causa digna”.
“He disfrutado de las riquezas,
He ayudado a mis dependientes,
Y he superado las adversidades.
Ofrecí una ofrenda elevada
E hice cinco ofrendas.
Serví a los monjes virtuosos,
A los célibes bien controlados.
Alcancé lo que me propuse,
Un sabio que habita en el hogar,
Hubiese deseado las riquezas;
Lo que hice no me produce remordimientos”.
Recordando esto, un mortal
Permanece firme en el noble Dhamma.
Lo alaban aquí, en esta vida,
Y después de la muerte se regocija en el cielo.

AN 4,62 {15A4.2.2.2,62} Annanya Sutta – Liberación de las


deudas

Cuatro clases de felicidad que puede experimentar una persona que vive rectamente en el mundo.

[62] {62} Entonces el hombre hogareño Anathapindika se acercó al Bienaventurado, le rindió


homenaje y se sentó a un lado. Estando sentado ahí, el Bienaventurado le dijo:
“Hombre hogareño, he aquí estas cuatro clases de felicidad que pueden ser alcanzadas por una
persona laica que disfruta de los placeres sensuales, y que dependen del tiempo y la ocasión. Y,
¿cuáles son esas cuatro? La felicidad de la posesión, la felicidad del disfrute, la felicidad de la
liberación de las deudas y la felicidad de la inculpabilidad.
“Y, ¿qué es, hombre hogareño, la felicidad de la posesión? He aquí, un miembro de clan ha
adquirido riquezas mediante un esfuerzo enérgico, acumuladas por la fuerza de sus brazos, ganadas
con el sudor de la frente, rectas y rectamente obtenidas. Cuando piensa: ‘He adquirido riquezas
mediante un esfuerzo enérgico, acumuladas por la fuerza de mis brazos, ganadas con el sudor de la
frente, rectas y rectamente obtenidas’, experimenta felicidad y gozo. Esta se llama la felicidad de la
posesión.
“Y, ¿qué es, hombre hogareño, la felicidad del disfrute? He aquí, las riquezas adquiridas mediante
un esfuerzo enérgico, acumuladas por la fuerza de sus brazos, ganadas con el sudor de la frente,
rectas y rectamente obtenidas, causan el disfrute al miembro de clan y posibilitan que realice actos
meritorios. Cuando piensa: ‘Las riquezas adquiridas mediante un esfuerzo enérgico, acumuladas por
la fuerza de mis brazos, ganadas con el sudor de la frente, rectas y rectamente obtenidas, me causan
el disfrute y posibilitan que realice actos meritorios’, experimenta felicidad y gozo. Esta se llama la
felicidad del disfrute.
“Y, ¿qué es, hombre hogareño, la felicidad de la liberación de las deudas? He aquí, el miembro del
clan no tiene deudas con nadie: ni pequeñas ni grandes. Cuando piensa: ‘No tengo deudas con
nadie: ni pequeñas ni grandes’, experimenta felicidad y gozo. Esta se llama la felicidad de la
liberación de las deudas.
“Y, ¿qué es, hombre hogareño, la felicidad de la inculpabilidad? He aquí, el noble discípulo está
dotado de acciones corporales, verbales y mentales irreprochables. Cuando piensa: ‘Mis acciones
corporales, verbales y mentales son irreprochables, experimenta felicidad y gozo. Esta se llama la
felicidad de la liberación de la inculpabilidad.
“Hombre hogareño, éstas son las cuatro clases de felicidad que pueden ser alcanzadas por una
persona laica que disfruta de los placeres sensuales, y que dependen del tiempo y la ocasión”.
Habiendo conocido la felicidad de la liberación de las deudas,
Uno debería recordarse de la felicidad de la posesión.
Gozando de la felicidad del disfrute,
Un mortal ve las cosas claramente con sabiduría.
Mientras mira claramente las cosas, el sabio
Conoce a ambas clases de felicidad.
La otra no merece ni la decimosexta parte
De la dicha de la inculpabilidad.

AN 4,63 Brahma Sutta – Con el Brahma

La importancia de respetar a los padres.

[63] “Monjes, las familias que moran con Brahma, son aquellas en cuyos hogares las madres y los
padres fueron reverenciados por sus hijos. Las familias que moran con los primeros maestros, son
aquellas en cuyos hogares las madres y los padres fueron reverenciados por sus hijos. Las familias
que moran con las primeras deidades, son aquellas en cuyos hogares las madres y los padres fueron
reverenciados por sus hijos. Las familias que moran con el que es digno de ofrendas, son aquellas
en cuyos hogares las madres y los padres fueron reverenciados por sus hijos.
“’Brahma’, monjes, es la designación de madre y padre. Los ’primeros maestros’ es la designación
de madre y padre. Las ’primeras deidades’ es la designación de madre y padre. Y ’el que es digno de
ofrendas’ es la designación de madre y padre. Y, ¿por qué así? Porque el padre y la madre, monjes,
son ayuda para sus hijos, les hacen surgir, les nutren y les muestran el mundo”.
La madre y el padre son llamados ‘Brahma’
y también ‘los primeros maestros’.
Ellos son dignos de ofrendas por parte de sus hijos.,
porque tienen compasión por sus hijos.
Por eso, una persona sabia debería reverenciarles,
y mostrarles la honra.
Uno debería servirles comida y bebida,
vestimenta y vivienda,
masajeándoles y bañando,
bañando sus pies.
Porque a causa de semejante servicio
a la madre y al padre,
uno es alabado en este mundo por el sabio
y, después de la muerte, se regocija en el cielo.

AN 4,64 {15A4.2.2.4,64} Niraya Sutta – El infierno

Acciones que conducen al renacimiento en el infierno.

[64] {64} “Monjes, alguien que posee cuatro características es lanzado al infierno como si se lo
llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Él destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se
involucra en la conducta sexual indebida y dice mentiras. Alguien que posee estas cuatro
características, monjes, es lanzado al infierno como si se lo llevara allí”.
La destrucción de la vida, tomar lo que a uno no le ha sido dado,
Poner en circulación palabras falsas,
Y asociarse con las esposas de otros,
El sabio no alaba semejantes actos.
AN 4,65 Rupa Sutta – La forma

En lo que uno debe y no debe fijarse, cuando busca a un maestro espiritual.

[65] “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que pueden ser encontradas en el mundo. Y,
¿cuáles son esas cuatro? Alguien que juzga basándose en la forma, cuya fe se apoya en la forma.
Alguien que juzga basándose en el habla, cuya fe se apoya en el habla. Alguien que juzga basándose
en la austeridad, cuya fe se apoya en la austeridad. Alguien que juzga basándose en el Dhamma,
cuya fe se apoya en el Dhamma. Estas son las cuatro clases de personas que pueden ser encontradas
en el mundo [1]”.
Aquellos que juzgan sobre la base de la forma
Y los que siguen [a alguien] por su forma de hablar,
Llegan bajo control del deseo y la codicia;
Aquella gente no comprende.
Alguien que no conoce lo interno
Ni ve el exterior,
Un tonto obstruido por todos los lados,
Se inspira por medio de [la forma de] hablar.
Otro que tampoco conoce lo interno
Por más que vea claramente el exterior,
Buscando fruto externamente,
También se inspira por medio de [la forma de] hablar.
Pero alguien que comprende lo interno
Y que claramente ve el exterior,
Viendo sin obstáculos,
No se inspira por medio de [la forma de] hablar.

NOTA:
[1] Según Bhikkhu Bodhi (2012: 1010) estos cuatro tipos de personas deberían entenderse en
función del factor que tienen sus maestros, en los cuales se fijan por: (1) su apariencia externa, (2)
su forma de hablar, (3) el grado de austeridad que llevan a cabo y (4) el contenido de sus
enseñanzas, respectivamente.
AN 4,70 {15A4.2.2.10,70} Adhammika Sutta – Injustos

Las influencias espirituales comienzan en la cima de la jerarquía social y descienden gradualmente


afectando a la sociedad entera, hasta los dominios biológicos y físicos.

[70] {70} “Monjes, cuando los reyes son injustos, los vasallos reales llegan a ser injustos. Cuando
los vasallos reales son injustos, los brahmanes y hombres hogareños llegan a ser injustos. Cuando
los brahmanes y hombres hogareños son injustos, la gente de los pueblos y las ciudades llega a ser
injusta. Cuando la gente de los pueblos y las ciudades es injusta, el sol y la luna se salen de su
curso. Cuando el sol y la luna se salen de su curso, las constelaciones y las estrellas se salen de su
curso. Cuando las constelaciones y las estrellas se salen de su curso, el día y la noche se salen de su
curso. Cuando el día y la noche se salen de su curso, los meses y las quincenas se salen de su curso.
Cuando los meses y las quincenas se salen de su curso, las estaciones y los años se salen de su
curso. Cuando las estaciones y los años se salen de su curso, los vientos soplan fuera del curso y al
azar. Cuando los vientos soplan fuera del curso y al azar, las deidades llegan a estar alteradas.
Cuando las deidades están alteradas, no caen suficientes lluvias. Cuando no caen suficientes lluvias,
los cultivos maduran irregularmente. Cuando la gente come de los cultivos que maduran
irregularmente, su vida llega a ser corta, son feos, débiles y enfermizos.
“Monjes, cuando los reyes son justos, los vasallos reales llegan a ser justos. Cuando los vasallos
reales son justos, los brahmanes y hombres hogareños llegan a ser justos. Cuando los brahmanes y
hombres hogareños son justos, la gente de los pueblos y las ciudades llega a ser justa. Cuando la
gente de los pueblos y las ciudades es justa, el sol y la luna proceden su curso. Cuando el sol y la
luna proceden su curso, las constelaciones y las estrellas proceden su curso. Cuando las
constelaciones y las estrellas proceden su curso, el día y la noche proceden su curso. Cuando el día
y la noche proceden su curso, los meses y las quincenas proceden su curso. Cuando los meses y las
quincenas proceden su curso, las estaciones y los años proceden su curso. Cuando las estaciones y
los años proceden su curso, los vientos soplan dentro del curso y de manera confiable. Cuando los
vientos soplan dentro del curso y de manera confiable, las deidades no se alteran. Cuando las
deidades no se alteran, caen suficientes lluvias. Cuando caen suficientes lluvias, los cultivos
maduran regularmente. Cuando la gente come de los cultivos que maduran regularmente, su vida
llega a ser larga, son hermosos, fuertes y saludables”.
Cuando el ganado cruza [el vado],
y si el toro principal va torcidamente,
todos los demás también lo hacen así
porque su líder va torcidamente.
Así también, entre los seres humanos,
cuando alguien considerado principal,
se comporta injustamente,
otra gente hace lo mismo.
Todo el reino está descorazonado
cuando el rey es injusto.
Cuando el ganado cruza [el vado],
y si el toro principal va rectamente,
todos los demás también lo hacen así
porque su líder va rectamente.
Así también, entre los seres humanos,
cuando alguien considerado principal,
se comporta justamente,
otra gente hace lo mismo.
Todo el reino se regocija
cuando el rey es justo.

AN 4,73 {15A4.2.3.3,73} Sappurisa Sutta - Discurso sobre la


persona íntegra

Etiquetas:
• Recta palabra (Sammavaca)

La forma, en la que uno habla de sí mismo y de los demás, revela nuestro grado de integridad.
[73] {73} "Monjes, aquel que tenga las siguientes cuatro cualidades debe ser considerado un
hombre innoble. ¿Cuáles son éstas?
"Inclusive sin ser interrogado, un hombre innoble revela las faltas de otros, y que tanto más cuando
es interrogado. Cuando es interrogado, sin embargo, y conducido por el interrogatorio, habla de las
faltas de los demás sin omitir cosa alguna, sin restricciones, completamente y en detalle. Él, ¡oh
monjes!, deber ser considerado como un hombre innoble.
"Además, aun cuando es interrogado, el hombre innoble no revela lo que es digno de alabanza en
otros, cuantimás cuando no se lo preguntan. Cuando es interrogado, sin embargo, y obligado a
responder a las preguntas, habla de lo que es digno de alabanza en otros con omisiones y titubeos,
en forma incompleta y sin detalles. Él, ¡oh monjes!, debe ser considerado como un hombre innoble.
"Más aún, lo que posee un hombre innoble como defectos, no los revela, aun cuando es interrogado,
menos aún cuando no lo es. Cuando es interrogado, sin embargo, y obligado a responder a las
preguntas, habla de sus defectos con omisiones y titubeos, en forma incompleta y sin detalle. Él, ¡oh
monjes!, debe ser considerado como un hombre innoble.
"Además, cuando un hombre innoble posee cualidades dignas de alabanza, las revela, aun si ser
interrogado, cuantimás al ser interrogado. Cuando le preguntan, sin embargo, y conducido por el
interrogatorio, habla de sus propias cualidades dignas de alabanza sin omisiones ni titubeos,
completamente y en detalle. Él, ¡oh monjes!, debe ser considerado como un hombre innoble.
"¡Oh monjes!, quien tiene estas cuatro cualidades debe ser considerado como un hombre innoble.
"Monjes, aquel que tenga las siguientes cuatro cualidades debe ser considerado como un hombre
noble. ¿Cuáles son éstas?
"Cuando es interrogado, un hombre noble no revela las faltas de los otros, cuantimás cuando no es
interrogado. Cuando es interrogado, sin embargo, y conducido por el interrogatorio, habla de las
faltas de otros con omisiones y titubeos, con restricciones y sin detalles. Él, ¡oh monjes!, debe ser
considerado como un hombre noble.
"Además, aun cuando no es interrogado, el hombre noble revela lo que es digno de alabanza en
otros, cuantimás cuando se lo preguntan. Cuando es interrogado, sin embargo, y obligado a
responder a las preguntas, habla de lo que es digno de alabanza en otros sin omitir ni callar nada, en
forma completa y con detalle. Él, ¡oh monjes!, debe ser considerado como un hombre noble.
"Más aún, lo que posee un hombre noble como defectos, los revela, aun cuando no es interrogado,
más aún cuando lo es. Cuando es interrogado, sin embargo, y obligado a responder a las preguntas,
habla de sus defectos sin omisiones ni titubeos, en forma completa y en detalle. Él, ¡oh monjes!,
debe ser considerado como un hombre noble.
"Además, cuando es interrogado, un hombre noble no revela lo que es digno de alabanza en él, y
menos aún cuando no es interrogado. Cuando es interrogado, sin embargo, y obligado a responder a
las preguntas, habla de sus propias cualidades dignas de alabanza con omisiones y titubeos, en
forma incompleta y sin detalle. Él, ¡oh monjes!, debe ser considerado como un hombre noble.
"¡Oh monjes!, quien tiene estas cuatro cualidades, debe ser considerado como un hombre noble."

AN 4,77 {15A4.2.3.7,77} Acinteyya Sutta – Discurso sobre los


impensables

Etiquetas:
• Kamma
• Impensables

Cuando uno pasa mucho tiempo cabilando sobre estos cuatro temas, fácilmente puede volverse
loco.
Estos cuatro impensables, oh monjes, no deberían ser pensados; pensando en éstos, uno
experimentaría aflicción y locura. ¿Cuáles son estos cuatro?
(1) La esfera (del conocimiento) de los Buddhas, oh monjes, es un impensable que no debería ser
pensado; pensando en esto, uno experimentaría aflicción y locura.
(2) La esfera de las absorciones meditativas, oh monjes, es un impensable que no debería ser
pensado; pensando en esto, uno experimentaría aflicción y locura.
(3) El resultado de las acciones (kamma), oh monjes, es un impensable que no debería ser pensado;
pensando en esto, uno experimentaría aflicción y locura.
(4) Pensar acerca del (origen) del mundo, oh monjes, es un impensable que no debería ser pensado;
pensando en esto, uno experimentaría aflicción y locura. Estos cuatro impensables, oh monjes, no
deberían ser pensados; pensando en éstos, uno experimentaría aflicción y locura.

AN 4,78 Dakkhina Sutta – Ofrendas

Cuatro situaciones que pueden darse con respecto a la purificación de los donativos.

[78] "Monjes, he aquí las cuatro clases de purificación de las ofrendas. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
Hay una ofrenda que es purificada por el donador, pero no por el receptor. Hay una ofrenda que es
purificada por el receptor, pero no por el donador. Hay una ofrenda que no es purificada ni por el
receptor ni por el donador. Y hay una ofrenda que es purificada tanto por el receptor como por el
donador.
"Y ¿cuál es la ofrenda que es purificada por el donador, pero no por el receptor? He aquí que el
donador es virtuoso y de buen carácter, pero el receptor es inmoral y de mal carácter. Ésta es la
ofrenda que es purificada por el donador, pero no por el receptor.
"Y ¿cuál es la ofrenda que es purificada por el receptor, pero no por el donador? He aquí que el
donador es inmoral y de mal carácter, pero el receptor es virtuoso y de buen carácter. Ésta es la
ofrenda que es purificada por el receptor, pero no por el donador.
"Y ¿cuál es la ofrenda que no es purificada ni por el receptor ni por el donador? He aquí que el
donador es inmoral y de mal carácter, y el receptor también es inmoral y de mal carácter. Ésta es la
ofrenda que no es purificada ni por el receptor ni por el donador.
"Y ¿cuál es la ofrenda que es purificada tanto por el receptor como por el donador? He aquí que el
donador es virtuoso y de buen carácter, y el receptor también es virtuoso y de buen carácter. Ésta es
la ofrenda que es purificada tanto por el receptor como por el donador".
“Estas son, monjes, las cuatro clases de purificación de las ofrendas”.

AN 4,79 {14A4.2.3.9,29} Vanijja Sutta – Negocio

El Buda explica las razones por las cuales algunas personas fracasan en los negocios y otros
prosperan.

[79] {79} Entonces el Venerable Sariputta se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó
a un lado y le dijo: “Venerable Señor, ¿por qué sucede aquí, para alguna persona, que cuando
emprende un negocio termina en el fracaso? ¿Por qué sucede para otro que, la misma clase de
negocio, no llena sus expectativas? ¿Por qué sucede para otro que, la misma clase de negocio, llena
sus expectativas? ¿Por qué sucede para otro que, la misma clase de negocio, supera sus
expectativas?”.
“He aquí, Sariputta, alguien se acerca a un asceta o brahmán, preguntándole sobre lo que necesita,
pero no le ofrece lo que éste requiere. Cuando fallece, si vuelve a este mundo, cualquier negocio
que emprenda termina en el fracaso.
“Otro, Sariputta, se acerca a un asceta o brahmán, preguntándole sobre lo que necesita, pero lo que
le ofrece no llena sus expectativas. Cuando fallece, si vuelve a este mundo, cualquier negocio que
emprenda termina no satisfaciendo sus expectativas.
“Otro, Sariputta, se acerca a un asceta o brahmán, preguntándole sobre lo que necesita y lo que le
ofrece llena sus expectativas. Cuando fallece, si vuelve a este mundo, cualquier negocio que
emprenda termina satisfaciendo sus expectativas.
“Otro, Sariputta, se acerca a un asceta o brahmán, preguntándole sobre lo que necesita y lo que le
ofrece supera sus expectativas. Cuando fallece, si vuelve a este mundo, cualquier negocio que
emprenda termina superando sus expectativas.
Esta es la razón, Sariputta, por la cual sucede aquí, para alguna persona, que cuando emprende un
negocio termina en el fracaso; sucede para otro que, la misma clase de negocio, no llena sus
expectativas; sucede para otro que, la misma clase de negocio, llena sus expectativas; y sucede para
otro que, la misma clase de negocio, supera sus expectativas”.

AN 4,80 {14A4.2.3.10,80} Kamboja Sutta – Kamboja

Este corto sutta de contenido misógino, difícilmente atribuible al Buda, contrasta con su habitual
cordialidad hacia las mujeres y su generosidad en otorgarles su enseñanza.

[80] {80} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Parque de Ghosita, cerca de
Kosambi. Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó
a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿por qué es que las mujeres no se sientan en el concilio, no se ocupan de los
negocios ni van a Kamboja? [1]”.
“Ananda, las mujeres son propensas a la ira; las mujeres son envidiosas; las mujeres son tacañas; las
mujeres son tontas. Es por eso, Ananda, que las mujeres no se sientan en el concilio, no se ocupan
de los negocios ni van a Kamboja”.

NOTA:
[1] Por más que Kamboja es el nombre del país de aquel entonces, según los Comentarios, el
sentido de la pregunta es que las mujeres no viajan a los países remotos.
AN 4,81-84 {15A4.2.4.1,81-15A4.2.4.4,84} Panatipata,
Musavada, Avannaraha y Kodhagaru Sutta – Destrucción de
la vida, mentira, desaprobación e ira

Acciones que conducen al renacimiento en el cielo o el infierno.

AN 4,81 {15A4.2.4.1,81} Panatipata Sutta – Destrucción de la vida


[81] {81} “Monjes, poseyendo cuatro características, uno es depositado en el infierno como si se lo
llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Uno destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se
involucra en relaciones sexuales indebidas y dice mentiras. Poseyendo esas cuatro características,
uno es depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cuatro cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas cuatro? Uno se abstiene de destruir la vida, de tomar lo que no le ha sido dado, de
involucrarse en relaciones sexuales indebidas y de decir mentiras. Poseyendo esas cuatro
cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí”.

AN 4,82 {15A4.2.4.2,82} Musavada Sutta – Mentira


[82] {82} “Monjes, poseyendo cuatro características, uno es depositado en el infierno como si se lo
llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Uno dice mentiras, tiene una forma de hablar divisiva, habla
ásperamente y se involucra en charlas frívolas. Poseyendo esas cuatro características, uno es
depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cuatro cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas cuatro? Uno se abstiene de decir mentiras, de hablar de manera divisiva, de hablar
ásperamente y de las charlas frívolas. Poseyendo esas cuatro cualidades, uno es depositado en el
cielo como si se lo llevara allí”.

AN 4,83 {15A4.2.4.3,83} Avannaraha Sutta – Desaprobación


[83] {83} “Monjes, poseyendo cuatro características, uno es depositado en el infierno como si se lo
llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Sin haber investigado y escudriñado, uno profiere alabanzas
a alguien que merece desaprobación. Sin haber investigado y escudriñado, uno desaprueba a alguien
que merece alabanzas. Sin haber investigado y escudriñado, uno cree en algo que merece
suspicacia. Sin haber investigado y escudriñado, uno tiene suspicacia de algo que merece ser creído.
Poseyendo estas cuatro características, uno es depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cuatro cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas cuatro? Habiendo investigado y escudriñado, uno desaprueba a alguien que merece
desaprobación. Habiendo investigado y escudriñado, uno habla alabanzas de alguien que merece
alabanzas. Habiendo investigado y escudriñado, uno tiene suspicacia de algo que merece suspicacia.
Habiendo investigado y escudriñado, uno cree en algo que merece ser creído. Poseyendo esas cuatro
cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí”.
AN 4,84 {15A4.2.4.4,84} Kodhagaru Sutta – Ira
[84] {84} “Monjes, poseyendo cuatro características, uno es depositado en el infierno como si se lo
llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Uno valora la ira, no el buen Dhamma. Uno valora la
denigración, no el buen Dhamma. Uno valora las ganancias, no el buen Dhamma. Uno valora la
honra, no el buen Dhamma. Poseyendo esas cuatro características, uno es depositado en el infierno
como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cuatro cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas cuatro? Uno valora el buen Dhamma, no la ira. Uno valora el buen Dhamma, no la
denigración. Uno valora el buen Dhamma, no las ganancias. Uno valora el buen Dhamma, no la
honra. Poseyendo esas cuatro cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí”.

AN 4,85-86 {15A4.2.4.5,85-15A4.2.4.6,86} Tamatoma y


Onatona Sutta – Oscuridad y Agachado

Las diferencias en el kamma cambian la fortuna de la gente que, constantemente, rota en el ciclo de
las existencias, ascendiendo y descendiendo, partiendo a veces de la luz y otras veces de las
tinieblas.

AN 4,85 {15A4.2.4.5,85} Tamatoma Sutta – Oscuridad


[85] {85} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran existentes en el
mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Alguien que parte de las tinieblas a las tinieblas, alguien que
parte de las tinieblas a la luz, alguien que parte de la luz a las tinieblas y alguien que parte de la luz
a la luz.
“Y, ¿cómo es, monjes, alguien que parte de las tinieblas a las tinieblas? He aquí, monjes, hay alguna
persona que renació en una familia baja, de los candalas, trabajadores de bambúes, cazadores,
productores de carros o barrenderos de flores; una persona así es pobre, con poca comida y bebida,
que subsiste con dificultad y obtiene la comida y la vestimenta con dificultad; también es feo,
desagradable, de pequeña estatura, con muchas dolencias, además de estar ciego, lisiado, cojo o
paralítico. No obtiene comida, bebida, vestimenta, vehículos, guirnaldas, perfumes ni ungüentos,
lechos, casas ni luces. Se involucra en mala conducta corporal, verbal y mental. En consecuencia,
con la disolución del cuerpo después de la muerte, renace en el plano de miseria, en mal destino, en
el mundo bajo, en el infierno. Es de esta manera, monjes, alguien que parte de las tinieblas a las
tinieblas.
“Y, ¿cómo es, monjes, alguien que parte de las tinieblas a la luz? He aquí, monjes, hay alguna
persona que renació en una familia baja… obtiene la comida y la vestimenta con dificultad; también
es feo… o paralítico. No obtiene comida… ni luces. Pero se involucra en buena conducta corporal,
verbal y mental. En consecuencia, con la disolución del cuerpo después de la muerte, renace en el
buen destino, en el mundo celestial. Es de esta manera, monjes, alguien que parte de las tinieblas a
la luz.
“Y, ¿cómo es, monjes, alguien que parte de la luz a las tinieblas? He aquí, monjes, hay alguna
persona que renació en una familia alta, de los influyentes katthinas, de los influyentes brahmanes o
de los influyentes hombres hogareños; una persona así es rica, con grandes riquezas y propiedades,
con abundante oro y plata, con grandes tesoros y posesiones, con muchas riquezas y granos;
también es bien parecido, agradable, atractivo, poseedor de la complexión de suprema belleza.
Obtiene la comida, bebida, vestimenta, vehículos, guirnaldas, perfumes y ungüentos, lechos, casas y
luces. Pero se involucra en mala conducta corporal, verbal y mental. En consecuencia, con la
disolución del cuerpo después de la muerte, renace en el plano de miseria, en mal destino, en el
mundo bajo, en el infierno. Es de esta manera, monjes, alguien que parte de la luz a las tinieblas.
“Y, ¿cómo es, monjes, alguien que parte de la luz a la luz? He aquí, monjes, hay alguna persona que
renació en una familia alta… con muchas riquezas y granos; también es bien parecido… poseedor
de la complexión de suprema belleza. Obtiene la comida… casas y luces. Y se involucra en buena
conducta corporal, verbal y mental. En consecuencia, con la disolución del cuerpo después de la
muerte, renace en el buen destino, en el mundo celestial. Es de esta manera, monjes, alguien que
parte de la luz a la luz.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de personas que se encuentran existentes en el mundo”.

AN 4,85 {15A4.2.4.6,86} Onatona Sutta – Agachado


“Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran existentes en el mundo. Y,
¿cuáles son esas cuatro?
“He aquí, monjes, alguien que está agachado y se agacha aún más bajo; alguien que está agachado y
se levanta; alguien que está levantado y se agacha y alguien que está levantado y se levanta aún más
alto.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de personas que se encuentran existentes en el mundo”.

AN 4,87 {15A4.2.4.7,87} Putta Sutta – El hijo

El Buda se ubica entre cuatro clases de ascetas que existen en el mundo.

[87] {87} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el
mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? El asceta inamovible, el asceta del loto rojo, el asceta del loto
blanco y el delicado asceta entre los ascetas.
“Y, ¿cómo, monjes, una persona es un asceta inamovible? He aquí, el monje es el aprendiz que
practica la manera de alguien que aspira la insuperable seguridad de la esclavitud. Al igual que el
hijo mayor del ungido rey khattiya —alguien que debe ser ungido, pero aún no lo es―, debe
alcanzar esta inamovilidad, así también el monje es un aprendiz que practica la manera de alguien
que aspira la insuperable seguridad de la esclavitud. De esta manera, monjes, una persona es un
asceta inamovible.
“Y, ¿cómo, monjes, una persona es un asceta del loto blanco? He aquí, con la destrucción de las
contaminaciones, el monje ha descubierto por sí mismo, mediante un conocimiento directo y en esta
presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo
entrado en ella, permanece allí. De esta manera, monjes, una persona es un asceta del loto blanco.
“Y, ¿cómo, monjes, una persona es un asceta del loto rojo? He aquí, con la destrucción de las
contaminaciones, el monje ha descubierto por sí mismo, mediante un conocimiento directo y en esta
presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo
entrado en ella, permanece allí; y permanece así, habiendo contactado con su cuerpo la
emancipación suprema. De esta manera, monjes, una persona es un asceta del loto rojo.
“Y, ¿cómo, monjes, una persona es un asceta delicado entre los ascetas? He aquí, el monje por lo
general usa el hábito que específicamente le ha sido obsequiado a él, raras veces alguno que no le
haya sido obsequiado específicamente a él; por lo general come la comida que específicamente le
ha sido obsequiada a él, raras veces alguna que no le haya sido obsequiada específicamente a él; por
lo general usa la vivienda que específicamente le ha sido obsequiada a él, raras veces alguna que no
le haya sido obsequiada específicamente a él; por lo general usa las medicinas que específicamente
le han sido obsequiadas a él, raras veces algunas que no le hayan sido obsequiadas específicamente
a él. Sus compañeros monjes, aquellos que habitan con él, por lo general se comportan con él de
manera agradable corporal, verbal y mentalmente, raras veces de manera desagradable. Por lo
general le presentan lo que es agradable, raras veces lo que es desagradable. Cosas como: el
malestar originado por la bilis, la flema, el viento o la combinación de estas, el malestar producido
por los cambios climáticos, el malestar producido por la conducta descuidada, el malestar producido
por el ultraje o el malestar producido como resultado del kamma, no surgen en él con mucha
frecuencia. Raras veces está enfermo. Gana a voluntad, sin problema ni dificultad, los cuatro jhanas
que constituyen una mente superior y una morada placentera en esta presente vida. Y con la
destrucción de las contaminaciones, el monje ha descubierto por sí mismo, mediante un
conocimiento directo y en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a
través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece allí. De esta manera, monjes, una
persona es un delicado asceta entre los ascetas.
“Monjes, si alguien dijese rectamente: ‘Él es un asceta delicado entre los ascetas’, esto es
precisamente lo que debería decir de mí. Porque por lo general uso el hábito que específicamente
me ha sido obsequiado a mí, raras veces alguno que no me haya sido obsequiado específicamente a
mí; por lo general como la comida que específicamente me ha sido obsequiada a mí, raras veces
alguna que no me haya sido obsequiada específicamente a mí; por lo general uso la vivienda que
específicamente me ha sido obsequiada a mí, raras veces alguna que no me haya sido obsequiada
específicamente a mí; por lo general uso las medicinas que específicamente me han sido
obsequiadas a mí, raras veces algunas que no me hayan sido obsequiadas específicamente a mí. Mis
compañeros monjes, aquellos que habitan conmigo, por lo general se comportan conmigo de
manera agradable corporal, verbal y mentalmente, raras veces de manera desagradable. Por lo
general me presentan lo que es agradable, raras veces lo que es desagradable. Cosas como: el
malestar originado por la bilis, la flema, el viento o la combinación de estas, el malestar producido
por los cambios climáticos, el malestar producido por la conducta descuidada, el malestar producido
por el ultraje o el malestar producido como resultado del kamma, no surgen en mí con mucha
frecuencia. Raras veces estoy enfermo. Gano a voluntad, sin problema ni dificultad, los cuatro
jhanas que constituyen una mente superior y una morada placentera en esta presente vida. Y con la
destrucción de las contaminaciones, he descubierto por mí mismo, mediante un conocimiento
directo y en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la
sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanezco allí. Si alguien dijese rectamente: ‘Él es un asceta
delicado entre los ascetas’, esto es precisamente lo que debería decir de mí.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el mundo”.

AN 4,92-94 {15A4.2.5.2,92-15A4.2.5.4,94} Pathama, Dutiya y


Tatiyasamadhi Sutta – Concentración (samadhi)

Etiquetas:
• Vipassana
• Meditación
• Samadhi
• Samatha

La meditación budista debe desarrollar las cualidades mentales de la tranquilidad (samatha) y


perspicacia (vipassana).

AN 4,92 {15A4.2.5.2,92} Pathamasamadhi Sutta – Primer discurso sobre la


concentración
[92] {92} “Monjes, he aquí, estas cuatro clases de personas que se pueden encontrar en el mundo.
Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, monjes, hay persona que alcanza la tranquilidad interna de la
mente pero no la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales. Hay otra persona,
monjes, que alcanza la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales pero no la
tranquilidad interna de la mente. Hay aún otra persona, monjes, que no alcanza la tranquilidad
interna de la mente ni tampoco la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales. Y aún
hay otra persona, monjes, que alcanza ambas cosas: tanto la tranquilidad interna de la mente como
la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales. Estas son las cuatro clases de
personas, monjes, que se pueden encontrar existiendo en el mundo.”

AN 4,93 {15A4.2.5.3,93} Dutiyasamadhi Sutta – Segundo discurso sobre la


concentración
[93] {93} “Monjes, he aquí, estas cuatro clases de personas que se pueden encontrar en el mundo.
Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, monjes, hay persona que alcanza la tranquilidad interna de la
mente pero no la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales. Hay otra persona,
monjes, que alcanza la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales pero no la
tranquilidad interna de la mente. Hay aún otra persona, monjes, que no alcanza la tranquilidad
interna de la mente ni tampoco la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales. Y aún
hay otra persona, monjes, que alcanza ambas cosas: tanto la tranquilidad interna de la mente como
la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales. Estas son las cuatro clases de
personas, monjes, que se pueden encontrar existiendo en el mundo.
“Monjes, la persona que se encuentra entre aquellas que alcanzan la tranquilidad interna de la mente
pero no la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales, debería establecerse a sí
misma en la tranquilidad interna de la mente y hacer el esfuerzo para alcanzar la alta sabiduría
perspicaz dentro de los fenómenos mentales. Entonces, en algún tiempo futuro, alcanzará a ambas
cosas: tanto la tranquilidad interna de la mente como la alta sabiduría perspicaz dentro de los
fenómenos mentales.
“Monjes, la persona que alcanza la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales pero
no la tranquilidad interna de la mente, debería establecerse a sí misma en la alta sabiduría perspicaz
dentro de los fenómenos mentales y hacer el esfuerzo para alcanzar la tranquilidad interna de la
mente. Entonces, en algún tiempo futuro, alcanzará a ambas cosas: tanto la tranquilidad interna de
la mente como la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales.
“Monjes, la persona que no alcanza la tranquilidad interna de la mente ni tampoco la alta sabiduría
perspicaz dentro de los fenómenos mentales, debería proponerse un extraordinario esfuerzo, deseo,
celo, entusiasmo, impulso, atención consciente y clara comprensión para alcanzar a ambas de estas
provechosas cualidades mentales. Al igual que alguien, cuya cabeza o turbante está ardiendo en
llamas, tiene que proponerse un extraordinario esfuerzo, deseo, celo, entusiasmo, impulso, atención
consciente y clara comprensión para extinguir el fuego, así también, aquella persona debe
proponerse un extraordinario esfuerzo, deseo, celo, entusiasmo, impulso, atención consciente y
clara comprensión para alcanzar a ambas de estas provechosas cualidades mentales. Entonces, en
algún tiempo futuro, alcanzará a ambas cosas: tanto la tranquilidad interna de la mente como la alta
sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales.
“Monjes, la persona que alcanza a ambas cosas: tanto la tranquilidad interna de la mente como la
alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales, debería establecerse a sí misma en estas
dos beneficiosas cualidades mentales y hacer el esfuerzo para alcanzar la destrucción de las
corrupciones mentales.
“Estas son las cuatro clases de personas, monjes, que se pueden encontrar existiendo en el mundo.”

AN 4,94 {15A4.2.5.4,94} Tatiyasamadhi Sutta – Tercer discurso sobre la


concentración
[94] {94} “Monjes, he aquí, estas cuatro clases de personas que se pueden encontrar en el mundo.
Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, monjes, hay persona que alcanza la tranquilidad interna de la
mente pero no la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales. Hay otra persona,
monjes, que alcanza la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales pero no la
tranquilidad interna de la mente. Hay aún otra persona, monjes, que no alcanza la tranquilidad
interna de la mente ni tampoco la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales. Y aún
hay otra persona, monjes, que alcanza ambas cosas: tanto la tranquilidad interna de la mente como
la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales. Estas son las cuatro clases de
personas, monjes, que se pueden encontrar existiendo en el mundo.
“Monjes, la persona que se encuentra entre aquellas que alcanzan la tranquilidad interna de la mente
pero no la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales, debería acercarse a alguien
que alcanzó la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales e indagarlo así: ‘¿cómo
deberían ser vistos, amigo, los fenómenos condicionados? ¿Cómo deberían ser explorados los
fenómenos condicionados? ¿Cómo deberían ser discernidos con perspicacia los fenómenos
condicionados?’ Entonces el otro luego le responde de acuerdo con lo que vio y comprendió de este
tema: ‘los fenómenos condicionados, amigo, deberían ser vistos de esta manera, explorados de tal
manera y discernidos con perspicacia de manera tal.’ Entonces, en algún tiempo futuro, alcanzará a
ambas cosas: tanto la tranquilidad interna de la mente como la alta sabiduría perspicaz dentro de los
fenómenos mentales.
“Monjes, la persona que alcanza la alta sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales pero
no la tranquilidad interna de la mente, debería acercarse a alguien que alcanzó la tranquilidad
interna de la mente e indagarlo así: ‘¿cómo debería ser la mente estabilizada, amigo? ¿De qué
manera la mente debería estar compuesta? ¿Cómo debería estar la mente unificada? ¿Cómo debería
estar la mente concentrada? Entonces el otro luego le responde de acuerdo con lo que vio y
comprendió de este tema: ‘la mente debería ser estabilizada de esta manera, amigo, compuesta de
tal manera, unificada de esta manera y concentrada de manera tal.’ Entonces, en algún tiempo
futuro, alcanzará a ambas cosas: tanto la tranquilidad interna de la mente como la alta sabiduría
perspicaz dentro de los fenómenos mentales.
“Monjes, la persona que no alcanza la tranquilidad interna de la mente ni la alta sabiduría perspicaz
dentro de los fenómenos mentales, debería acercarse a alguien que alcanzó a ambas e indagarlo así:
‘¿cómo debería ser la mente estabilizada, amigo? ¿De qué manera la mente debería estar
compuesta? ¿Cómo debería estar la mente unificada? ¿Cómo debería estar la mente concentrada?
¿Cómo deberían ser vistos los fenómenos condicionados? ¿Cómo deberían ser explorados los
fenómenos condicionados? ¿Cómo deberían ser discernidos con perspicacia los fenómenos
condicionados?’ Entonces el otro luego le responde de acuerdo con lo que vio y comprendió de este
tema: ‘la mente debería ser estabilizada de esta manera, amigo, compuesta de tal manera, unificada
de esta manera y concentrada de manera tal; los fenómenos condicionados deberían ser vistos de
esta manera, explorados de tal manera y discernidos con perspicacia de manera tal.’ Entonces, en
algún tiempo futuro, alcanzará a ambas cosas: tanto la tranquilidad interna de la mente como la alta
sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales.
“Monjes, la persona que alcanza ambas cosas: tanto la tranquilidad interna de la mente como la alta
sabiduría perspicaz dentro de los fenómenos mentales, debería establecerse a sí misma en estas dos
beneficiosas cualidades mentales y hacer el esfuerzo para alcanzar la destrucción de las
corrupciones mentales.
“Estas son las cuatro clases de personas, monjes, que se pueden encontrar existiendo en el mundo.”

AN 4,95 {15A4.2.5.5,95} Chavalata Sutta – Pira crematoria

Una cuádruple clasificación de personas de acuerdo con el criterio del motivo de su práctica
espiritual.

[95] {95} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el
mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Alguien que no practica por su propio bienestar ni por el
bienestar de los demás; alguien que practica por el bienestar de otros, pero no por su propio
bienestar; alguien que practica por su propio bienestar, pero no por el bienestar de los demás; y
alguien que practica tanto por su propio bienestar como por el bienestar de los demás.
“Imaginad, monjes, una la pira crematoria ardiendo en ambos extremos, pero manchada en el medio
con estiércol: no se la podría utilizar como madera, ya sea en el pueblo o en el bosque. Al igual que
ella, declaro yo, es la persona que no practica por su propio bienestar ni por el bienestar de los
demás.
“Monjes, la persona que practica por el bienestar de otros, pero no por su propio bienestar, es más
excelente y sublime entre estas [primeras] dos personas.
“Monjes, la persona que practica por su propio bienestar, pero no por el bienestar de los demás, es
la más excelente y sublime entre estas [primeras] tres personas.
“Monjes, la persona que practica tanto por su propio bienestar como por el bienestar de los demás
es la primera, la mejor, la preeminente, la suprema y la más sublime entre estas cuatro personas. Al
igual que de la vaca viene la leche, de la leche la cuajada, de la cuajada la manteca, de la manteca la
mantequilla clarificada y de la mantequilla clarificada la crema de la mantequilla clarificada, la cual
es reconocida como lo mejor de todo [lo anterior], así también, la persona que practica tanto por su
propio bienestar como por el bienestar de los demás es la primera, la mejor, la preeminente, la
suprema y la más sublime entre estas cuatro personas.
“Éstas son, monjes, las cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el mundo”.

AN 4,96 {15A4.2.5.6,96} Ragavinaya Sutta – Codicia

Una cuádruple clasificación de personas, de acuerdo con el criterio del motivo de su práctica
espiritual relacionada con la remoción de la codicia, odio y falsa ilusión.

[96] {96} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el
mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Alguien que practica por su propio bienestar, pero no por el
bienestar de los demás; alguien que practica por el bienestar de otros, pero no por su propio
bienestar; alguien que no practica por su propio bienestar ni por el bienestar de los demás; y alguien
que practica tanto por su propio bienestar como por el bienestar de los demás.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que practica por su propio bienestar, pero no por el bienestar de
los demás? He aquí, alguna persona practica para remover su propia codicia, odio y falsa ilusión,
pero no alienta a otros a remover su codicia, odio y falsa ilusión. Es de esa manera cómo la persona
practica por su propio bienestar, pero no por el bienestar de los demás.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que practica por el bienestar de otros, pero no por su propio
bienestar? He aquí, alguna persona alienta a otros a remover su codicia, odio y falsa ilusión, pero no
practica para remover su propia codicia, odio y falsa ilusión. Es de esa manera cómo la persona
practica por el bienestar de otros, pero no por su propio bienestar.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que no practica por su propio bienestar ni por el bienestar de los
demás? He aquí, alguna persona no practica para remover su propia codicia, odio y falsa ilusión, ni
alienta a otros a remover su codicia, odio y falsa ilusión. Es de esa manera cómo la persona no
practica por su propio bienestar ni por el bienestar de los demás.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que practica tanto por su propio bienestar como por el bienestar de
los demás? He aquí, alguna persona practica tanto para remover su propia codicia, odio y falsa
ilusión como alienta a otros a remover su codicia, odio y falsa ilusión. Es de esa manera cómo la
persona practica tanto por su propio bienestar como por el bienestar de los demás.
“Éstas son, monjes, las cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el mundo”.

AN 4,97 {15A4.2.5.7,97} Khippanisanti Sutta – Rápido

Una cuádruple clasificación de personas, de acuerdo con el criterio del motivo de su práctica
espiritual relacionada con el aprendizaje y la transmisión del Dhamma.

[97] {97} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el
mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Alguien que practica por su propio bienestar, pero no por el
bienestar de los demás; alguien que practica por el bienestar de otros, pero no por su propio
bienestar; alguien que no practica por su propio bienestar ni por el bienestar de los demás; y alguien
que practica tanto por su propio bienestar como por el bienestar de los demás.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que practica por su propio bienestar, pero no por el bienestar de
los demás? He aquí que alguna persona es rápida en atender las enseñanzas beneficiosas, es capaz
de retener en su mente las enseñanzas que escuchó y examinar el significado de las enseñanzas que
retuvo. Habiendo comprendido el significado y el Dhamma, practica de acuerdo con el Dhamma.
Sin embargo, no es un buen expositor con buena entrega; no está dotado del buen habla que fuera
pulido, claro, articulado y expresivo en el significado; así que no instruye, alienta, inspira ni
regocija a sus compañeros monjes. Es de esa manera que la persona practica por su propio
bienestar, pero no por el bienestar de los demás.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que practica por el bienestar de otros, pero no por su propio
bienestar? He aquí que alguna persona no es rápida en atender las enseñanzas beneficiosas, no es
capaz de retener en su mente las enseñanzas que escuchó ni examinar el significado de las
enseñanzas que retuvo. No habiendo comprendido el significado y el Dhamma, no practica de
acuerdo con el Dhamma. Sin embargo, es un buen expositor con buena entrega; está dotado del
buen habla que es pulido, claro, articulado y expresivo en el significado; así que instruye, alienta,
inspira y regocija a sus compañeros monjes. Es de esa manera que la persona practica por el
bienestar de otros, pero no por su propio bienestar.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que no practica por su propio bienestar ni por el bienestar de los
demás? He aquí que alguna persona no es rápida en atender las enseñanzas beneficiosas, no es
capaz de retener en su mente las enseñanzas que escuchó ni examinar el significado de las
enseñanzas que retuvo. No habiendo comprendido el significado y el Dhamma, no practica de
acuerdo con el Dhamma. Además, tampoco es un buen expositor con buena entrega; no está dotado
del buen habla que fuera pulido, claro, articulado y expresivo en el significado; así que no instruye,
alienta, inspira ni regocija a sus compañeros monjes. Es de esa manera que la persona no practica
por su propio bienestar ni por el bienestar de los demás.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que practica tanto por su propio bienestar como por el bienestar de
los demás? He aquí que alguna persona es rápida en atender las enseñanzas beneficiosas, es capaz
de retener en su mente las enseñanzas que escuchó y examinar el significado de las enseñanzas que
retuvo. Habiendo comprendido el significado y el Dhamma, practica de acuerdo con el Dhamma.
Además, es un buen expositor con buena entrega; está dotado del buen habla que es pulido, claro,
articulado y expresivo en el significado; así que instruye, alienta, inspira y regocija a sus
compañeros monjes. Es de esa manera que la persona practica tanto por su propio bienestar como
por el bienestar de los demás.
“Éstas son, monjes, las cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el mundo”.

AN 4,98 {15A4.2.5.8,98} Attahita Sutta – Por su propio


bienestar

Cuatro formas de la práctica espiritual en función de los beneficiarios.

[98] {98} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el
mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Alguien que practica por su propio bienestar, pero no por el
bienestar de los demás; alguien que practica por el bienestar de otros, pero no por su propio
bienestar; alguien que no practica por su propio bienestar ni por el bienestar de los demás; y alguien
que practica tanto por su propio bienestar como por el bienestar de los demás. Éstas son, monjes, las
cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el mundo”.

AN 4,99 {15A4.2.5.9,99} Sikkhapada Sutta – Reglas de


entrenamiento

Una cuádruple clasificación de personas, de acuerdo con el criterio del motivo de su práctica
espiritual relacionada con la conducta virtuosa.

[99] {99} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el
mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Alguien que practica por su propio bienestar, pero no por el
bienestar de los demás; alguien que practica por el bienestar de otros, pero no por su propio
bienestar; alguien que no practica por su propio bienestar ni por el bienestar de los demás; y alguien
que practica tanto por su propio bienestar como por el bienestar de los demás.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que practica por su propio bienestar, pero no por el bienestar de
los demás? He aquí, alguna persona por sí misma se abstiene de destruir la vida, pero no alienta a
otros a abstenerse de destruir la vida. Ella misma se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado,
pero no alienta a otros a abstenerse de tomar lo que no les ha sido dado. Ella misma se abstiene de
la incorrecta conducta sexual, pero no alienta a otros a abstenerse de la incorrecta conducta sexual.
Ella misma se abstiene de decir mentiras, pero no alienta a otros a abstenerse de decir mentiras. Ella
misma se abstiene de tomar licor, vino y [otros] embriagantes, pero no alienta a otros a abstenerse
de tomar licor, vino y [otros] embriagantes. Es de esa manera que la persona practica por su propio
bienestar, pero no por el bienestar de los demás.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que practica por el bienestar de otros, pero no, por su propio
bienestar? He aquí, alguna persona por sí misma no se abstiene de destruir la vida, pero alienta a
otros a abstenerse de destruir la vida. Ella misma no se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado,
pero alienta a otros a abstenerse de tomar lo que no les ha sido dado. Ella misma no se abstiene de
la incorrecta conducta sexual, pero alienta a otros a abstenerse de la incorrecta conducta sexual. Ella
misma no se abstiene de decir mentiras, pero alienta a otros a abstenerse de decir mentiras. Ella
misma no se abstiene de tomar licor, vino y [otros] embriagantes, pero alienta a otros a abstenerse
de tomar licor, vino y [otros] embriagantes. Es de esa manera que la persona practica por el
bienestar de otros, pero no por su propio bienestar.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que no practica por su propio bienestar ni por el bienestar de los
demás? He aquí, alguna persona por sí misma no se abstiene de destruir la vida, ni tampoco alienta
a otros a abstenerse de destruir la vida. Ella misma no se abstiene de tomar lo que no le ha sido
dado, ni tampoco alienta a otros a abstenerse de tomar lo que no les ha sido dado. Ella misma no se
abstiene de la incorrecta conducta sexual, ni tampoco alienta a otros a abstenerse de la incorrecta
conducta sexual. Ella misma no se abstiene de decir mentiras, ni tampoco alienta a otros a
abstenerse de decir mentiras. Ella misma no se abstiene de tomar licor, vino y [otros] embriagantes,
ni tampoco alienta a otros a abstenerse de tomar licor, vino y [otros] embriagantes. Es de esa
manera que la persona no practica por su propio bienestar ni por el bienestar de los demás.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que practica tanto por su propio bienestar como por el bienestar de
los demás? He aquí, alguna persona por sí misma se abstiene de destruir la vida y alienta a otros a
abstenerse de destruir la vida. Ella misma se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado y alienta a
otros a abstenerse de tomar lo que no les ha sido dado. Ella misma se abstiene de la incorrecta
conducta sexual y alienta a otros a abstenerse de la incorrecta conducta sexual. Ella misma se
abstiene de decir mentiras y alienta a otros a abstenerse de decir mentiras. Ella misma se abstiene de
tomar licor, vino y [otros] embriagantes, y alienta a otros a abstenerse de tomar licor, vino y [otros]
embriagantes. Es de esa manera que la persona practica tanto por su propio bienestar como por el
bienestar de los demás.
“Éstas son, monjes, las cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el mundo”.

AN 4,100 Potaliya Sutta – Potaliya

Lo más excelso es saber decir tanto la crítica como los elogios de una manera apropiada y al debido
tiempo.
[100] Entonces, el asceta errante Potaliya se acercó al Bienaventurado e intercambió con él
cordiales saludos. Y cuando terminaron estas cordiales charlas de bienvenida y las amables
palabras, el asceta errante Potaliya se sentó a un lado y el Bienaventurado le dijo:
“Potaliya, hay estas cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el mundo. Y, ¿cuáles
son esas cuatro? He aquí una persona expresa desaprobación por alguien que merece desaprobación
y esta desaprobación es correcta, verdadera y hecha en el tiempo oportuno; pero no expresa elogios
por alguien que merece ser elogiado, por más que el elogio sería correcto, verdadero y hecho en el
tiempo oportuno. Además, hay otra persona que expresa elogios por alguien que merece elogios y
estos elogios son correctos, verdaderos y hechos en el tiempo oportuno; pero no expresa
desaprobación por alguien que merece desaprobación, por más que la desaprobación sería correcta,
verdadera y hecha en el tiempo oportuno. Además, hay alguna otra persona que no expresa
desaprobación por alguien que merece desaprobación, por más que la desaprobación sería correcta,
verdadera y hecha en el tiempo oportuno; y tampoco expresa elogios por alguien que merece ser
elogiado, por más que el elogio sería correcto, verdadero y hecho en el tiempo oportuno. Además,
hay alguna otra persona que expresa desaprobación por alguien que merece desaprobación y esta
desaprobación es correcta, verdadera y hecha en el tiempo oportuno; y también expresa elogios por
alguien que merece ser elogiado, y este elogio es correcto, verdadero y hecho en el tiempo
oportuno. Estas son las cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el mundo. Y,
¿cuál de estas cuatro clases de personas, Potaliya, te parece la más excelsa y sublime?”.
“He aquí, maestro Gotama, hay estas cuatro clases de personas que se encuentran existeniendo en el
mundo… [repite las cuatro clases]. De estas cuatro clases, la que nos parece la más excelsa y
sublime es aquella que no expresa desaprobación por alguien que merece desaprobación, por más
que la desaprobación sería correcta, verdadera y hecha en el tiempo oportuno; y tampoco expresa
elogios por alguien que merece ser elogiado, por más que el elogio sería correcto, verdadero y
hecho en el tiempo oportuno. Y, ¿por qué razón? Porque lo excelso, maestro Gotama, es la
ecuanimidad”.
“He aquí, Potaliya, hay estas cuatro clases de personas que se encuentran existeniendo en el
mundo… [repite las cuatro clases]. De estas cuatro clases, la que es más excelsa y sublime es
aquella que expresa desaprobación por alguien que merece desaprobación, cuando la desaprobación
es correcta, verdadera y hecha en el tiempo oportuno; y también expresa elogios por alguien que
merece ser elogiado, cuando el elogio es correcto, verdadero y hecho en el tiempo oportuno. Y, ¿por
qué razón? Porque lo excelso, Potaliya, es el conocimiento del tiempo apropiado para expresar cada
cosa en su debido tiempo”.
“Entonces, maestro Gotama, hay estas cuatro clases de personas que se encuentran existeniendo en
el mundo… [repite las cuatro clases]. De estas cuatro clases, la que es más excelsa y sublime es
aquella que expresa desaprobación por alguien que merece desaprobación, cuando la desaprobación
es correcta, verdadera y hecha en el tiempo oportuno; y también expresa elogios por alguien que
merece ser elogiado, cuando el elogio es correcto, verdadero y hecho en el tiempo oportuno. Y, ¿por
qué razón? Porque lo excelso, maestro Gotama, es el conocimiento del tiempo apropiado para
expresar cada cosa en su debido tiempo.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 4,101-102 {15A4.3.1.1,101-15A4.3.1.2,102} Pathama y


Dutiyavalahaka Sutta – Las nubes de lluvia

El Buda usa el símil de las cuatro clases de nubes de lluvia para explicar la relación entre la teoría y
la práctica de la vida espiritual.

AN 4,101 {15A4.3.1.1,101} Pathamavalahaka Sutta – Las nubes de lluvia (1)


[101] {101} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda Jeta del parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Estando allí el Bienaventurado se dirigió a los monjes así:
“Monjes”.
“Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, he aquí estas cuatro clases de nubes de lluvia. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La que truena
pero no hace llover, la que hace llover pero no truena, la que ni truena ni hace llover, y la que truena
y hace llover. Estas son, monjes, las cuatro clases de nubes. Y también hay, monjes, cuatro clases de
personas que son similares a esas cuatro clases de nubes que se encuentran existentes en el mundo.
Y, ¿cuáles son esas cuatro? La que truena pero no hace llover, la que hace llover pero no truena, la
que ni truena ni hace llover, y la que truena y hace llover.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que truena pero no hace llover? He aquí, monjes, hay alguien que
es hablador pero no hacedor. Es de esta manera que una persona es alguien que truena pero no hace
llover. Así declaro que esta persona es como la nube de lluvia que truena pero no hace llover.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que hace llover pero no truena? He aquí, monjes, hay alguien que
es hacedor pero no hablador. Es de esta manera que una persona es alguien que hace llover pero no
truena. Así declaro que esta persona es como la nube de lluvia que hace llover pero no truena.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que ni truena ni hace llover? He aquí, monjes, hay alguien que no
es hablador ni hacedor. Es de esta manera que una persona es alguien que ni truena ni hace llover.
Así declaro que esta persona es como la nube de lluvia que ni truena ni hace llover.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que truena y hace llover? He aquí, monjes, hay alguien que es
tanto hablador como hacedor. Es de esta manera que una persona es alguien que truena y hace
llover. Así declaro que esta persona es como la nube de lluvia que truena y hace llover.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de personas que son similares a las cuatro clases de nubes que
se encuentran existentes en el mundo”.

AN 4,102 {15A4.3.1.2,102} Dutiyavalahaka Sutta – Las nubes de lluvia (2)


[102] {102} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de nubes de lluvia. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La
que truena pero no hace llover, la que hace llover pero no truena, la que ni truena ni hace llover, y la
que truena y hace llover. Estas son, monjes, las cuatro clases de nubes. Y también hay, monjes,
cuatro clases de personas que son similares a esas cuatro clases de nubes que se encuentran
existentes en el mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La que truena pero no hace llover, la que hace
llover pero no truena, la que ni truena ni hace llover, y la que truena y hace llover.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que truena pero no hace llover? He aquí, monjes, hay alguien que
domina el Dhamma —los discursos, la prosa mezclada con los versos, las exposiciones, los versos,
las aclamaciones inspiradas, las citaciones, las historias de los nacimientos, recuentos asombrosos y
preguntas y respuestas—, pero no entiende tal cómo realmente es esto: ‘esta es la insatisfacción’,
‘este es el origen de la insatisfacción’, ‘este es el cese de la insatisfacción’ y ‘este es el sendero que
conduce al cese de la insatisfacción’. Es de esta manera que una persona es alguien que truena pero
no hace llover. Así declaro que esta persona es como la nube de lluvia que truena pero no hace
llover.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que hace llover pero no truena? He aquí, monjes, hay alguien que
no domina el Dhamma —los discursos… preguntas y respuestas—, pero entiende tal cómo
realmente es esto: ‘esta es la insatisfacción’… ‘este es el sendero que conduce al cese de la
insatisfacción’. Es de esta manera que una persona es alguien que hace llover pero no truena. Así
declaro que esta persona es como la nube de lluvia que hace llover pero no truena.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que ni truena ni hace llover? He aquí, monjes, hay alguien que no
domina el Dhamma —los discursos… preguntas y respuestas— ni tampoco entiende tal cómo
realmente es esto: ‘esta es la insatisfacción’… ‘este es el sendero que conduce al cese de la
insatisfacción’. Es de esta manera que una persona es alguien que ni truena ni hace llover. Así
declaro que esta persona es como la nube de lluvia que ni truena ni hace llover.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que truena y hace llover? He aquí, monjes, hay alguien que
domina el Dhamma —los discursos… preguntas y respuestas— y también entiende tal cómo
realmente es esto: ‘esta es la insatisfacción’… ‘este es el sendero que conduce al cese de la
insatisfacción’. Es de esta manera que una persona es alguien que truena y hace llover. Así declaro
que esta persona es como la nube de lluvia que truena y hace llover.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de personas que son similares a las cuatro clases de nubes que
se encuentran existentes en el mundo”.

AN 4,107 {15A4.3.1.7,107} Musika Sutta – Los ratones

El Buda usa el símil de las cuatro clases de ratones, para explicar la relación entre la teoría y la
práctica de la vida espiritual.

[107] {107} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de ratones. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La que
hace el hoyo pero no vive en él, la que vive en el hoyo pero no hace uno, la que no hace el hoyo ni
vive en él, y la que tanto hace el hoyo como vive en él. Estas son, monjes, las cuatro clases de
ratones. Y también hay, monjes, cuatro clases de personas que son similares a esas cuatro clases de
ratones que se encuentran existentes en el mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La que hace el hoyo
pero no vive en él, la que vive en el hoyo pero no hace uno, la que no hace el hoyo ni vive en él, y
la que tanto hace el hoyo como vive en él.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que hace el hoyo pero no vive en él? He aquí, monjes, hay alguien
que domina el Dhamma —los discursos, la prosa mezclada con los versos, las exposiciones, los
versos, las aclamaciones inspiradas, las citaciones, las historias de los nacimientos, recuentos
asombrosos, y las preguntas y respuestas—, pero no entiende tal cómo realmente es esto: ‘esta es la
insatisfacción’, ‘este es el origen de la insatisfacción’, ‘este es el cese de la insatisfacción’ y ‘este es
el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Es de esta manera que una persona es alguien
que hace el hoyo pero no vive en él. Así declaro, esta persona es como el ratón que hace el hoyo
pero no vive en él.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que vive en el hoyo pero no hace uno? He aquí, monjes, hay
alguien que no domina el Dhamma —los discursos… preguntas y respuestas—, pero entiende tal
cómo realmente es esto: ‘esta es la insatisfacción’… ‘este es el sendero que conduce al cese de la
insatisfacción’. Es de esta manera que una persona es alguien que vive en el hoyo pero no hace uno.
Así declaro, esta persona es como el ratón que vive en el hoyo pero no hace uno.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que no hace el hoyo ni vive en él? He aquí, monjes, hay alguien
que no domina el Dhamma —los discursos… preguntas y respuestas— ni tampoco entiende tal
cómo realmente es esto: ‘esta es la insatisfacción’… ‘este es el sendero que conduce al cese de la
insatisfacción’. Es de esta manera que una persona es alguien que no hace el hoyo ni vive en él. Así
declaro, esta persona es como el ratón que no hace el hoyo ni vive en él.
“Y, ¿cómo, monjes, es la persona que tanto hace el hoyo como vive en él? He aquí, monjes, hay
alguien que domina el Dhamma —los discursos… preguntas y respuestas— y también entiende tal
cómo realmente es esto: ‘esta es la insatisfacción’… ‘este es el sendero que conduce al cese de la
insatisfacción’. Es de esta manera que una persona es alguien que tanto hace el hoyo como vive en
él. Así declaro, esta persona es como el ratón que tanto hace el hoyo como vive en él.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de personas que son similares a las cuatro clases de ratones
que se encuentran existentes en el mundo”.

AN 4,111 {15A4.3.2.1,111} Kesi Sutta – Kesi

El Buda, usando el ejemplo de los métodos que un entrenador de caballos aplica a aquellos que han
de ser domados, le explica cómo él mismo entrena en el Dhamma a diferentes clases de personas de
manera tal que su enseñanza sea efectiva para todos aquellos que "han de ser amansados".
[111] {111} Entonces, Kesi, el entrenador de caballos se acercó al Bienaventurado, le rindió
homenaje y se sentó a un lado. Cuando ya estaba sentado ahí, el Bienaventurado le dijo:
“Kesi, eres un renombrado entrenador de caballos que han de ser domados. Pero, ¿cómo es que
entrenas a los caballos que han de ser domados, Kesi?”
“Venerable Señor, [a veces] entreno a los caballos que han de ser domados con gentileza, [a veces]
con dureza y [otras veces] de ambas formas: con gentileza y con dureza.”
“Pero imagina, Kesi, que algún caballo se negase a someterse al entrenamiento gentil, al
entrenamiento duro y también al entrenamiento que fuera tanto gentil como duro. ¿Qué harías, en
este caso, Kesi?”
“Venerable Señor, si un caballo que ha de ser domado, se negase a someterse al entrenamiento
gentil, al entrenamiento duro y también al entrenamiento que fuese tanto gentil como duro,
entonces, Venerable Señor, lo destruiría. Y, ¿por qué así? [Porque pensaría así:] ‘No sea que esto se
convierta en deshonra para mi linaje de domadores’. Sin embargo, Venerable Señor, el
Bienaventurado es un insuperable entrenador de los hombres que han de ser amansados. Por favor,
que explique el Bienaventurado cómo entrena a los hombres que han de ser amansados.”
“Kesi, [a veces] entreno a los hombres que han de ser amanzados con gentileza, [a veces] con
dureza y [otras veces] de ambas formas: con gentileza y con dureza.
“Cuando uso la gentileza [digo:] ‘tal es la buena conducta corporal y tal es el resultado de la buena
conducta corporal. Tal es la buena conducta verbal y tal es el resultado de la buena conducta verbal.
Tal es la buena conducta mental y tal es el resultado de la buena conducta mental. Así son los devas,
así son los seres humanos.’
“Cuando uso la dureza [digo:] ‘tal es la mala conducta corporal y tal el resultado de la mala
conducta corporal. Tal es la mala conducta verbal y tal es el resultado de la mala conducta verbal.
Tal es la mala conducta mental y tal es el resultado de la mala conducta mental. Así el infierno, así
es el reino animal y así es la esfera de los espíritus hambrientos.’
“Cuando uso la gentileza y la dureza [digo:] ‘tal es la buena conducta corporal y tal es el resultado
de la buena conducta corporal. Tal es la mala conducta corporal y tal el resultado de la mala
conducta corporal. Tal es la buena conducta verbal y tal es el resultado de la buena conducta verbal.
Tal es la mala conducta verbal y tal es el resultado de la mala conducta verbal. Tal es la buena
conducta mental y tal es el resultado de la buena conducta mental. Tal es la mala conducta mental y
tal es el resultado de la mala conducta mental. Así son los devas, así son los seres humanos. Así el
infierno, así es el reino animal y así es la esfera de los espíritus hambrientos.’”
“Pero, Venerable Señor, cuando algún hombre que ha de ser amansado no quiere someterse al
entrenamiento gentil, ni al entrenamiento duro, ni tampoco al entrenamiento de ambas formas:
gentil y duro, ¿qué hace, entonces, el Bienaventurado?”
“Si un hombre que ha de ser domado, no se somete ni al entrenamiento gentil, ni al entrenamiento
duro, ni tampoco al entrenamiento de ambas formas: gentil y duro, entonces, Kesi, lo destruyo.”
“Pero, Venerable Señor, no es propio del Bienaventurado atentar en contra de la vida, pero aún así,
el Bienaventurado dijo: ‘Lo destruyo, Kesi’”.
“Esto es cierto, Kesi, que no es propio para el Tathagata atentar en contra de la vida. Sin embargo,
cuando un hombre que ha de ser amansado, Kesi, no se somete al entrenamiento gentil, ni al
entrenamiento duro, ni tambpoco al entrenamiento de ambas formas: gentil y duro, entonces, Kesi,
el Tathagata no lo considera como una persona digna de ser enseñada y amonestada. Sus instruidos
compañeros de la vida santa, tampoco lo consideran como una persona digna de ser enseñada y
amonestada. Este es el significado de ser totalmente destruido por este Dhamma y Disciplina:
cuando el Tathagata no lo considera como una persona digna de ser enseñada y amonestada y
cuando sus instruidos compañeros de la vida santa, tampoco lo consideran como una persona digna
de ser enseñada y amonestada.”
“Ciertamente, Venerable Señor, si el Tathagata no lo considerase como una persona digna de ser
enseñada y amonestada y cuando sus instruidos compañeros de la vida santa, tampoco lo
considerasen como una persona digna de ser enseñada y amonestada, él estaría totalmente destruido
por este Dhamma y Disciplina.
“¡Excelente, maestro Gotama, Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio a
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 4,112 Java Sutta – Velocidad


El Buda encuentra similitudes entre un excelente caballo real de pura sangre y un buen monje.

[112] “Monjes, poseyendo cuatro cualidades, el excelente caballo real de pura sangre es digno del
rey, un accesorio del rey y cuenta como un factor de la realeza. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La
rectitud, la velocidad, la paciencia y la suavidad. Poseyendo estas cuatro cualidades, el excelente
caballo real de pura sangre es digno del rey, un accesorio del rey y cuenta como un factor de la
realeza.
“Así también, monjes, poseyendo cuatro cualidades un monje es digno de las ofrendas, digno de
hospitalidad, digno de dádivas, digno de reverenciales saludos y se convierte en insuperable campo
de méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La rectitud, la velocidad, la paciencia y la
suavidad. Poseyendo estas cuatro cualidades un monje es digno de las ofrendas, digno de
hospitalidad, digno de dádivas, digno de reverenciales saludos y se convierte en insuperable campo
de méritos para el mundo”.

AN 4,113 Patoda Sutta – Aguijón


Un símil de los adiestrados caballos purasangre, le sirve al Buda para explicar los diferentes niveles
de facilidad con la cual las personas adquieren el sentido de urgencia.

[113] “Monjes, hay estas cuatro clases de excelentes caballos purasangre que se pueden encontrar
existiendo en el mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“He aquí, monjes, hay una clase de excelentes caballos purasangre que se agitan y adquieren un
sentido de urgencia tan pronto como ven la sombra del aguijón, pensando: ‘¿Qué tarea estableció
para mí hoy mi entrenador? ¿Qué puedo hacer para satisfacerlo?’. Así es esta clase de excelentes
caballos purasangre aquí. Esta es la primera clase de excelentes caballos purasangre que se pueden
encontrar existiendo en el mundo.
“Además, monjes, hay [otra] clase de excelentes caballos purasangre que no se agitan ni adquieren
un sentido de urgencia tan pronto como ven la sombra del aguijón, sino que se agitan y adquieren
un sentido de urgencia cuando el aguijón golpea su pelaje, pensando: ‘¿Qué tarea estableció para mí
hoy mi entrenador? ¿Qué puedo hacer para satisfacerlo?’. Así es esta clase de excelentes caballos
purasangre aquí. Esta es la segunda clase de excelentes caballos purasangre que se pueden encontrar
existiendo en el mundo.
“Además, monjes, hay una [otra] clase de excelentes caballos purasangre que no se agitan ni
adquieren un sentido de urgencia tan pronto como ven la sombra del aguijón, tampoco se agitan ni
adquieren un sentido de urgencia cuando el aguijón golpea su pelaje, sino que se agitan y adquieren
un sentido de urgencia cuando el aguijón golpea su carne, pensando: ‘¿Qué tarea estableció para mí
hoy mi entrenador? ¿Qué puedo hacer para satisfacerlo?’. Así es esta clase de excelentes caballos
purasangre aquí. Esta es la tercera clase de excelentes caballos purasangre que se pueden encontrar
existiendo en el mundo.
“Además, monjes, hay una [otra] clase de excelentes caballos purasangre que no se agitan ni
adquieren un sentido de urgencia tan pronto como ven la sombra del aguijón, tampoco se agitan ni
adquieren un sentido de urgencia cuando el aguijón golpea su pelaje, tampoco se agitan y adquieren
un sentido de urgencia cuando el aguijón golpea su carne, sino que se agitan y adquieren un sentido
de urgencia cuando el aguijón golpea su hueso, pensando: ‘¿Qué tarea estableció para mí hoy mi
entrenador? ¿Qué puedo hacer para satisfacerlo?’. Así es esta clase de excelentes caballos
purasangre aquí. Esta es la cuarta clase de excelentes caballos purasangre que se pueden encontrar
existiendo en el mundo.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de excelentes caballos purasangre que se pueden encontrar
existiendo en el mundo.
“De la misma manera, monjes, hay cuatro clases de excelentes personas purasangre que se pueden
encontrar existiendo en el mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“He aquí, monjes, hay una clase de excelentes personas purasangre que escuchan esto: ‘En tal o
cual pueblo, o ciudad, se enfermó y murió una mujer o un hombre’. Entonces, se agitan por eso y
adquieren un sentido de urgencia. Agitados, se esfuerzan cuidadosamente. Resolutos, descubren la
suprema verdad con el cuerpo y, habiéndola penetrado con la sabiduría, la ven. Yo afirmo que esta
excelente [clase de] personas purasangre es similar a la excelente [clase de] caballos purasangre que
se agitan y adquieren un sentido de urgencia tan pronto como ven la sombra del aguijón. Así es esta
clase de excelentes personas purasangre aquí. Esta es la primera clase de excelentes personas
purasangre que se pueden encontrar existiendo en el mundo.
“Además, monjes, hay una [otra] clase de excelentes personas purasangre que no escuchan esto: ‘En
tal o cual pueblo, o ciudad, se enfermó y murió una mujer o un hombre’. Más bien ellas ven por sí
mismas enfermarse y morir a una mujer o un hombre. Entonces, se agitan por eso y adquieren un
sentido de urgencia. Agitados, se esfuerzan cuidadosamente. Resolutos, descubren la suprema
verdad con el cuerpo y, habiéndola penetrado con la sabiduría, la ven. Yo afirmo que esta excelente
[clase de] personas purasangre es similar a la excelente [clase de] caballos purasangre que no se
agitan ni adquieren un sentido de urgencia tan pronto como ven la sombra del aguijón, sino que se
agitan y adquieren un sentido de urgencia cuando el aguijón golpea su pelaje. Así es esta clase de
excelentes personas purasangre aquí. Esta es la segunda clase de excelentes personas purasangre
que se pueden encontrar existiendo en el mundo.
“Además, monjes, hay una [otra] clase de excelentes personas purasangre que no escuchan esto: ‘En
tal o cual pueblo, o ciudad, se enfermó y murió una mujer o un hombre’; tampoco ven por sí
mismas enfermarse y morir a una mujer o un hombre. Más bien se enferma y muere uno de sus
parientes o familiares. Entonces, se agitan por eso y adquieren un sentido de urgencia. Agitados, se
esfuerzan cuidadosamente. Resolutos, descubren la suprema verdad con el cuerpo y, habiéndola
penetrado con la sabiduría, la ven. Yo afirmo que esta excelente [clase de] personas purasangre es
similar a la excelente [clase de] caballos purasangre que no se agitan ni adquieren un sentido de
urgencia tan pronto como ven la sombra del aguijón, tampoco se agitan y adquieren un sentido de
urgencia cuando el aguijón golpea su pelaje, sino que se agitan y adquieren un sentido de urgencia
cuando el aguijón golpea su carne. Así es esta clase de excelentes personas purasangre aquí. Esta es
la tercera clase de excelentes personas purasangre que se pueden encontrar existiendo en el mundo.
“Además, monjes, hay una [otra] clase de excelentes personas pura sangre que no escuchan esto:
‘En tal o cual pueblo o ciudad, se enfermó y murió una mujer o un hombre’; tampoco ven por sí
mismas enfermarse y morir a una mujer o un hombre, tampoco se les enferma y muere uno de sus
parientes o familiares. Más bien ellas mismas se ven afligidas por las sensaciones corporales que
son dolorosas, tormentosas, agudas, penetrantes, desgarradoras, desagradables, que atentan en
contra de su vitalidad. Entonces, se agitan por eso y adquieren un sentido de urgencia. Agitados, se
esfuerzan cuidadosamente. Resolutos, descubren la suprema verdad con el cuerpo y, habiéndola
penetrado con la sabiduría, la ven. Yo afirmo que esta excelente [clase de] personas purasangre es
similar a la excelente [clase de] caballos purasangre que no se agitan ni adquieren un sentido de
urgencia tan pronto como ven la sombra del aguijón, tampoco se agitan y adquieren un sentido de
urgencia cuando el aguijón golpea su pelaje, tampoco se agitan y adquieren un sentido de urgencia
cuando el aguijón golpea su carne, sino que se agitan y adquieren el sentido de urgencia cuando el
aguijón golpea sus huesos. Así es esta clase de excelentes personas purasangre aquí. Esta es la
cuarta clase de excelentes personas purasangre que se pueden encontrar existiendo en el mundo.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de excelentes personas purasangre que se pueden encontrar
existiendo en el mundo”.

AN 4,117 Arakkha Sutta – Resguardando


Buda enseña cuatro maneras de resguardar la mente.
[117] “Monjes, alguien que está empeñado en su propio bienestar, debe practicar la diligencia, la
atención consciente y resguardar su mente de cuatro maneras. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“’Mi mente no llegará a estar excitada por cosas que provocan la avidez’. Alguien que está
empeñado en su propio bienestar, debe practicar la diligencia, la atención consciente y resguardar su
mente de esta manera.
“’Mi mente no estará llena de odio hacia las cosas que provocan el odio’. Alguien que está
empeñado en su propio bienestar, debe practicar la diligencia, la atención consciente y resguardar su
mente de esta manera.
“’Mi mente no será engañada por cosas que causan la falsa ilusión’. Alguien que está empeñado en
su propio bienestar, debe practicar la diligencia, la atención consciente y resguardar su mente de
esta manera.
“’Mi mente no estará embriagada por cosas que embriagan’. Alguien que está empeñado en su
propio bienestar, debe practicar la diligencia, la atención consciente y resguardar su mente de esta
manera.
“Monjes, cuando la mente de un monje no está excitada por cosas que provocan la avidez, es
porque ha conseguido deshacerse de la avidez; cuando su mente no está llena de odio hacia las
cosas que provocan odio, es porque ha conseguido liberarse del odio; cuando su mente no es
engañada por cosas que causan la falsa ilusión, es porque ha conseguido deshacerse de la falsa
ilusión; cuando su mente no está embriagada por cosas que embriagan, es porque ha conseguido
deshacerse de la embriaguez. Entonces él no cede, no se conmuta, no tiembla ni se atemoriza. No se
deja influenciar por las palabras de los [otros] ascetas”.

AN 4,118 {15A4.3.2.8,118} Sanvejaniya Sutta – Inspirador


Cuatro lugares sagrados para los budistas.
[118] {118} “Monjes, estos cuatro lugares inspiradores deben ser vistos por un miembro de clan
dotado de la fe. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El lugar donde nació el Tathagata es un lugar inspirador
que debe ser visto por un miembro de clan dotado de la fe. El lugar donde el Tathagata fue despierto
a la perfecta e insuperable iluminación es un lugar inspirador que debe ser visto por un miembro de
clan dotado de la fe. El lugar donde el Tathagata puso en movimiento la insuperable rueda del
Dhamma es un lugar inspirador que debe ser visto por un miembro de clan dotado de la fe. El lugar
donde el Tathagata alcanzó el Nibbana final, mediante el elemento del Nibbana sin residuo
remanente alguno, es un lugar inspirador que debe ser visto por un miembro de clan dotado de la fe.
Estos son, monjes, los cuatro lugares inspiradores que deben ser vistos por un miembro de clan
dotado de la fe”.

AN 4,119-120 Pathama y Dutiyabhaya Sutta – Peligros

Diferentes clases de peligros que acechan al hombre.

AN 4,119 Pathamabhaya Sutta – Primer discurso sobre los peligros


[119] “Monjes, he aquí estos cuatro peligros. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El peligro del nacimiento,
el peligro de la vejez, el peligro de la enfermedad y el peligro de la muerte. Estos son los cuatro
peligros”.

AN 4,120 Dutiyabhaya Sutta – Segundo discurso sobre los peligros


[120] “Monjes, he aquí estos cuatro peligros. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El peligro del fuego, el
peligro de las inundaciones, el peligro de los reyes y el peligro de los bandidos. Estos son los cuatro
peligros”.
AN 4,121 Attanuvada Sutta – Auto-reproche

Los cuatro peligros capaces de enderezar nuestra conducta.


[121] “Monjes, hay estos cuatro peligros. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El peligro del auto-reproche,
el peligro del reproche proveniente de otros, el peligro del castigo y el peligro del mal destino.
“Y, ¿cuál es, monjes, el peligro del auto-reproche? He aquí alguien que reflexiona así: ‘Si me
involucrara en una mala conducta corporal, verbal o mental, ¿no me reprendería a mí mismo por mi
conducta?’. [Entonces] temiendo el peligro del auto-reproche, abandona la mala conducta corporal
y desarrolla una buena conducta corporal; abandona la mala conducta verbal y desarrolla una buena
conducta verbal; abandona la mala conducta mental y desarrolla una buena conducta mental. Se
mantiene a sí mismo en la pureza. A esto se le llama el peligro del auto-reproche.
“Y, ¿cuál es, monjes, el peligro del reproche proveniente de otros? He aquí alguien que reflexiona
así: ‘Si me involucrara en una mala conducta corporal, verbal o mental, ¿no me reprenderían los
demás por mi conducta?’. [Entonces] temiendo el peligro del reproche proveniente de otros,
abandona la mala conducta corporal y desarrolla una buena conducta corporal; abandona la mala
conducta verbal y desarrolla una buena conducta verbal; abandona la mala conducta mental y
desarrolla una buena conducta mental. Se mantiene a sí mismo en la pureza. A esto se le llama el
peligro del reproche proveniente de otros.
“Y, ¿cuál es, monjes, el peligro del castigo? He aquí alguien que mira y ve cómo, cuando los reyes
arrestan a un ladrón que cometió un crimen, lo someten a varios castigos: lo azotan con látigos, lo
golpean con bastones o palos; le cortan las manos, los pies, las manos y los pies, las orejas, la nariz,
las orejas y la nariz; le someten a la ‘olla de potaje’, a la ‘pulida afeitada de la concha’, a la ‘boca de
Rahu’, a la ‘corona de fuego’, a la ‘mano llameante’, a las ‘hojas de hierba’, al ‘vestido de la
corteza’, al ‘antílope’, a los ‘ganchos para carne’, a las ‘monedas’, a la ‘lejía decapada’, al ‘pasador
del pivote’, al ‘jergón enrollado’ [1]; le salpican con aceite hervido, lo hacen devorar por los perros,
lo empalan vivo en una estaca y le cortan la cabeza con una espada afilada.
“Entonces, se le ocurre esto: ‘Cuando los reyes arrestan a un ladrón que cometió un crimen, lo
someten a varios castigos: lo azotan con látigos… le cortan la cabeza con una espada afilada. Si yo
cometiera semejante mala acción, los reyes me arrestarían y me someterían a esos mismos castigos:
me azotarían con látigos… me cortarían la cabeza con una espada afilada’. [Entonces] temiendo el
peligro del castigo, abandona la mala conducta corporal y desarrolla una buena conducta corporal;
abandona la mala conducta verbal y desarrolla una buena conducta verbal; abandona la mala
conducta mental y desarrolla una buena conducta mental. Se mantiene a sí mismo en la pureza. A
esto se le llama el peligro del castigo.
“Y, ¿cuál es, monjes, el peligro del mal destino? He aquí alguien que reflexiona así: ‘La mala
conducta corporal trae malos resultados en las vidas venideras; la mala conducta verbal trae malos
resultados en las vidas venideras; la mala conducta mental trae malos resultados en las vidas
venideras. Ahora bien, si me involucrara con la mala conducta corporal, verbal y mental, entonces,
con la disolución del cuerpo, después de la muerte, renacería en un plano de miseria en el mundo
bajo, hasta en el infierno’. [Entonces] temiendo el peligro del mal destino, abandona la mala
conducta corporal y desarrolla una buena conducta corporal; abandona la mala conducta verbal y
desarrolla una buena conducta verbal; abandona la mala conducta mental y desarrolla una buena
conducta mental. Se mantiene a sí mismo en la pureza. A esto se le llama el peligro del mal destino.
“Estos son, monjes, los cuatro peligros”.

NOTA:
[1] Probablemente se trata de los nombres de las torturas conocidas en la época.

AN 4,122 {15A4.3.3.2,122} Umibhaya Sutta – Olas de temor

El Buda menciona los cuatro “peligros” que encuentra el miembro de buena familia que “renuncia a
la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar”: la ira al ser instruido por un monje más
joven, ansia por los alimentos que se ve frustrada por las regulaciones referentes a la comida,
atracción por las cinco clases de placeres sensuales y el hecho de haberse encontrado con una mujer
seductora.

[122] {122} “Monjes, he aquí se pueden esperar estos cuatro peligros para alguien que se sumerge
en el agua. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El peligro de las olas, el peligro de los cocodrilos, el peligro
de las corrientes de agua y el peligro del pez feroz. Estos son, monjes, los cuatro peligros que se
pueden esperar para alguien que se sumerge en el agua. Así también, monjes, he aquí se pueden
esperar estos cuatro peligros para el miembro de buena familia que sale por fe, de la vida hogareña,
para asumir el estilo de vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El
peligro de las olas, el peligro de los cocodrilos, el peligro de las corrientes de agua y el peligro del
pez feroz.
“Y, ¿qué es, monjes, el peligro de las olas? He aquí el miembro de buena familia que sale, por fe, de
la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar con este pensamiento: ‘Estoy inmerso en el
nacimiento, la vejez y la muerte; en el dolor, el lamento, la pena, el abatimiento y la angustia. Estoy
inmerso en la insatisfacción, afligido por la insatisfacción. Tal vez, el fin de esta gran masa de
insatisfacción puede ser alcanzado’. Entonces, después de haber renunciado, sus compañeros
monjes lo exhortan e instruyen así: ‘Deberías ir delante de esta manera y retornar de la otra; mira
hacia adelante así, mira hacia atrás de esta forma; recoge tus extremidades de esta manera y
extiéndelas de la otra; deberías vestir tu hábito y sostener tu hábito exterior de esta manera’. Así que
él piensa así: ‘Anteriormente fui un hombre laico que exhortaba e instruía a otros. Pero ahora éstos,
que son más jóvenes que yo, que podrían ser mis hijos o nietos, presumen poder exhortar e
instruirme’. Siendo airoso y enfadado, abandona el entrenamiento y retorna al estilo de vida
inferior. Este se llama el monje que abandona el entrenamiento y retorna al estilo de vida inferior
por causa del peligro de las olas. ‘El peligro de las olas’ es la designación de la ira y el enfado. Éste
es, monjes, el peligro de las olas.
“Y, ¿qué es, monjes, el peligro de los cocodrilos? He aquí el miembro de buena familia que sale, por
fe, de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar con este pensamiento: ‘Estoy inmerso
en el nacimiento, la vejez y la muerte; en el dolor, el lamento, la pena, el abatimiento y la angustia.
Estoy inmerso en la insatisfacción, afligido por la insatisfacción. Tal vez, el fin de esta gran masa de
insatisfacción puede ser alcanzado’. Entonces, después de haber renunciado, sus compañeros
monjes lo exhortan e instruyen así: ‘Deberías consumir esto pero no aquello; deberías comer esto
pero no aquello; deberías saborear esto pero no aquello; deberías tomar lo que está permitido, pero
no aquello. Deberías consumir, comer, saborear y tomar lo que está permitido, no lo que no está
permitido. Deberías consumir, comer, saborear y tomar [las cosas] en el tiempo apropiado, no fuera
del tiempo apropiado’. Así que él piensa así: ‘Anteriormente fui un hombre laico que consumía lo
que quería y, lo que no deseaba, no consumía. Comía lo que quería y, lo que no deseaba, no comía.
Saboreaba lo que quería y, lo que no deseaba, no saboreaba. Tomaba lo que quería y, lo que no
deseaba, no tomaba. Consumía, comía, saboreaba y tomaba tanto lo que está permitido como lo que
no está permitido. Consumía, comía, saboreaba y tomaba tanto en el tiempo apropiado como fuera
del tiempo apropiado. Pero ahora, cuando los creyentes hombres hogareños me ofrecen deliciosas
cosas para consumir y comer, durante el día fuera del tiempo propio, éstos parecen poner una
mordaza en nuestra boca’. Siendo airoso y enfadado, abandona el entrenamiento y retorna al estilo
de vida inferior. Este se llama el monje que abandona el entrenamiento y retorna al estilo de vida
inferior por causa del peligro de los cocodrilos. ‘El peligro de los cocodrilos’ es la designación de la
glotonería. Éste es, monjes, el peligro de los cocodrilos.
“Y, ¿qué es, monjes, el peligro de las corrientes de agua? He aquí el miembro de buena familia que
sale, por fe, de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar con este pensamiento: ‘Estoy
inmerso en el nacimiento, la vejez y la muerte; en el dolor, el lamento, la pena, el abatimiento y la
angustia. Estoy inmerso en la insatisfacción, afligido por la insatisfacción. Tal vez, el fin de esta
gran masa de insatisfacción puede ser alcanzado’. Entonces, después de haber renunciado, por la
mañana temprano, se viste, toma su cuenco y hábito exterior, y entra al pueblo o a la ciudad en
busca de la comida de las limosnas, con el cuerpo, el habla y la mente sin vigilancia, sin haber
establecido la atención consciente y las facultades sensoriales irrestrictos. Entonces, ve al hombre
hogareño o al hijo del hombre hogareño divirtiéndose, dotado de los cinco objetos de los placeres
sensuales y disfrutando de ellos. Y se le ocurre eso: ‘Anteriormente fui un hombre laico que se
divertía, estaba dotado de los cinco objetos de los placeres sensuales y disfrutaba de ellos. Mi
familia era rica. Podía disfrutar tanto de la riqueza como de las acciones meritorias. Dejadme ahora
abandonar el entrenamiento y retornar a la vida inferior para que pueda volver a disfrutar tanto de la
riqueza como de las acciones meritorias’. De modo que abandona el entrenamiento y retorna a la
vida inferior. Este se llama el monje que abandona el entrenamiento y retorna al estilo de vida
inferior por causa del peligro de las corrientes de agua. ‘El peligro de las corrientes de agua’ es la
designación de los cinco objetos de los placeres sensuales. Éste es, monjes, el peligro de las
corrientes de agua.
“Y, ¿qué es, monjes, el peligro del pez feroz? He aquí el miembro de buena familia que sale, por fe,
de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar con este pensamiento: ‘Estoy inmerso en
el nacimiento, la vejez y la muerte; en el dolor, el lamento, la pena, el abatimiento y la angustia.
Estoy inmerso en la insatisfacción, afligido por la insatisfacción. Tal vez, el fin de esta gran masa de
insatisfacción puede ser alcanzado’. Entonces, después de haber renunciado, por la mañana
temprano, se viste, toma su cuenco y hábito exterior, y entra al pueblo o a la ciudad en busca de la
comida de las limosnas, con el cuerpo, el habla y la mente sin vigilancia, sin haber establecido la
atención consciente y las facultades sensoriales irrestrictos. Entonces, ve a las mujeres desordenada
y ligeramente vestidas. Y cuando las ve, la lujuria invade su mente. Con la mente invadida por la
lujuria, abandona el entrenamiento y retorna a la vida inferior. Este se llama el monje que abandona
el entrenamiento y retorna al estilo de vida inferior por causa del peligro del pez feroz. ‘El peligro
del pez feroz’ es la designación de las mujeres. Éste es, monjes, el peligro del pez feroz.
“Éstos son, monjes, los cuatro peligros para el miembro de buena familia que sale, por fe, de la vida
hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina”.

AN 4,123 {15A4.3.3.3,123} Pathamananakarana Sutta (Jhana


Sutta) – Primer discurso sobre la diferencia

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• Jhanas

El Buda describe cuatro posibles rumbos del renacimiento, abiertos para aquel que practica jhanas.
[123] {123} “Monjes, se pueden encontrar estos cuatro tipos de individuos existiendo en el mundo.
¿Cuáles son?
“Está el caso de un individuo, alejado de la sensualidad, alejado de las cualidades insanas, que entra
y permanece en el primer jhana: dicha y placer nacidos de la reclusión, acompañados de
pensamiento dirigido y evaluación. Él se deleita, lo persigue y encuentra satisfacción en esto.
Permaneciendo ahí -establecido ahí, morando con regularidad, sin perder ese estado- después
cuando muere él reaparece en el plano de los devas de Brahma. Los devas de Brahma, monjes,
tienen un período de vida de un eón. Una persona no instruida en el Dhamma, habiendo
permanecido en ese plano, habiendo usado el período de vida de esos devas, después va al infierno,
al útero de animal, al estado de los fantasmas hambrientos. Pero un discípulo del Bienaventurado,
habiendo permanecido ahí, habiendo usado el período de vida de esos devas, es liberado justo en
ese plano de existencia. Ésta, monjes, es la diferencia, la distinción, el factor distintivo, entre una
persona bien instruida en el Dhamma de los nobles y una persona no instruida en el Dhamma,
cuando hay un destino, un renacimiento.
“De nuevo, está el caso de un individuo, que con la cesación del pensamiento dirigido y la
evaluación, entra y permanece en el segunda jhana: dicha y placer nacidos de la serenidad,
unificación de la atención libre de pensamiento dirigido y evaluación -confianza interior-. Él se
deleita, lo persigue y encuentra satisfacción en esto, establecido ahí, morando ahí con regularidad,
sin perder ese estado -después de morir reaparece en el plano de los devas abhassara. Los devas
abhassara, monjes, tienen un período de vida de dos eones. Una persona no instruida en el Dhamma
habiendo permanecido ahí, habiendo usado el período de vida de estos devas, va al infierno, al útero
de animal, al estado de los fantasmas hambrientos. Pero un discípulo del Bienaventurado, habiendo
permanecido ahí, habiendo usado el período de vida de estos devas, es liberado justo en ese plano
de existencia. Ésta, monjes, es la diferencia, la distinción, el factor distintivo, entre una persona bien
instruida en el Dhamma de los nobles y una persona no instruida en el Dhamma, cuando hay un
destino, un renacimiento.
“De nuevo, está el caso de un individuo, con el cesar de la dicha, el permanece ecuánime, atento y
alerta, experimentando placer corporal. Él entra y permanece en el tercera jhana, de la cual los
nobles declaran, ‘Ecuánime y atento, él tiene una morada placentera’. Él se deleita, lo persigue y
encuentra satisfacción en esto. Permaneciendo ahí, establecido ahí, morando ahí con regularidad,
sin perder ese estado - después cuando el muere reaparece en el plano de los devas subhakinha. Los
devas subhakinha, monjes, tienen un período de vida de cuatro eones. Una persona no instruida en
el Dhamma habiendo permanecido ahí, habiendo usado el período de vida de esos devas, va al
infierno, al útero de animal, al estado de los fantasmas hambrientos. Pero un discípulo del
Bienaventurado, habiendo permanecido ahí, habiendo usado el período de vida de estos devas, es
liberado justo en ese plano de existencia. Ésta, monjes, es la diferencia, la distinción, el factor
distintivo, entre una persona bien instruida en el Dhamma de los nobles y una persona no instruida
en el Dhamma, cuando hay un destino, un renacimiento.
“De nuevo, está el caso de un individuo, con el cesar del placer y el sufrimiento -así como con la
previa desaparición de la dicha y la aflicción- entra y permanece en el cuarto jhana: ecuanimidad y
atención puros, ni placer ni dolor. Él se deleita, añora y encuentra satisfacción en esto.
Permaneciendo ahí, establecido ahí, morando ahí con regularidad, sin perder ese estado, después al
morir reaparece en el plano de los devas vehapphala. Los devas vehapphala, monjes, tienen un
período de vida de quinientos eones. Una persona no instruida en el Dhamma habiendo
permanecido ahí, habiendo usado el período de vida de esos devas, va al infierno, al útero de
animal, al estado de los fantasmas hambrientos. Pero un discípulo del Bienaventurado, habiendo
permanecido ahí, habiendo usado el período de vida de estos devas, es liberado justo en ese plano
de existencia. Ésta, monjes, es la diferencia, la distinción, el factor distintivo, entre una persona bien
instruida en el Dhamma de los nobles y una persona no instruida en el Dhamma, cuando hay un
destino, un renacimiento.
“Estos son los cuatro tipos de individuos que se pueden encontrar existiendo en el mundo”.

AN 4,124 Dutiyananakarama Sutta – Segundo discurso sobre


la diferencia

Cuatro clases de personas de acuerdo con sus logros meditativos y futuro destino.

[124] “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran en el mundo. Y, ¿cuáles
son esas cuatro?
“He aquí, monjes, recluido de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados, el monje
entra y permanece en el primer jhana, el cual consiste en arrobamiento y placer nacidos de la
reclusión, acompañados por el pensamiento aplicado y sostenido. Cualquier fenómeno perteneciente
a la forma, la sensación, la percepción, las actividades volitivas y la conciencia lo considera como
transitorio, como insatisfacción, como enfermedad, como llaga, como dardo, como miseria, como
aflicción, como algo ajeno, como desintegración, como algo vacío y como no-yo. Con la ruptura del
cuerpo después de la muerte, renace en compañía de los devas de las moradas puras. Este es un
renacimiento no compartido con los mundanos.
“Además, monjes, con la superación del pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el
segundo jhana, que se caracteriza por la placidez interna y unificación mental, y consiste en el
arrobamiento y placer nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido… con la
desaparición del arrobamiento, permanece ecuánime y —atentamente consciente y comprendiendo
claramente—, experimenta placer con el cuerpo; él entra y permanece en el tercer jhana, del cual los
nobles declararon ‘él mora ecuánime, atento y felizmente’… con el abandono del placer y la pena, y
con la previa desaparición del gozo y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni
penoso ni placentero, caracterizado por la purificación y atención consciente a través de la
ecuanimidad. Cualquier fenómeno perteneciente a la forma, la sensación, la percepción, las
actividades volitivas y la conciencia lo considera como transitorio, como insatisfacción, como
enfermedad, como llaga, como dardo, como miseria, como aflicción, como algo ajeno, como
desintegración, como algo vacío y como no-yo. Con la ruptura del cuerpo después de la muerte,
renace en compañía de los devas de las moradas puras. Este es un renacimiento no compartido con
los mundanos.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de personas que se encuentran en el mundo”.

AN 4,125-126 Pathama y Dutiyametta Sutta – Amor


benevolente

El futuro plano de existencia de personas que practican la meditación de “los cuatro


inconmensurables”.

AN 4,125 Pathamametta Sutta – Primer discurso sobre el amor benevolente


[125] “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran en el mundo. Y, ¿cuáles
son esas cuatro?
“He aquí, monjes, alguna persona permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de amor
benevolente. De la misma forma, el segundo, tercer y cuarto cuadrante, tanto por encima como por
debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a sí mismo, permanece impregnando el mundo
entero con la mente imbuida de amor benevolente, abundante, exaltada, inconmensurable, sin
hostilidad ni animadversión. Lo disfruta, lo desea y encuentra satisfacción en eso. Si está firme en
eso, se focaliza en eso, mora frecuentemente en eso y no lo pierde a la hora de morir, renace en la
compañía de los devas del Brahma. El espacio vital de los devas del Brahma es de un eón. El
mundano permanece ahí durante toda su vida, y cuando completa enteramente el espacio vital de
aquellos devas, va al infierno, al reino animal o a la esfera de los espíritus hambrientos. Pero los
discípulos del Bienaventurado permanecen ahí durante toda su vida, y cuando completan
enteramente el espacio vital de aquellos devas, alcanzan el final Nibbana en aquel mismo estado de
existencia. Esta es la distinción, la diversidad, la diferencia entre el instruido noble discípulo y el no
instruido mundano, es decir, en cuanto al futuro destino y renacimiento.
“Además, monjes, alguna persona permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de
compasión. De la misma forma, el segundo, tercer y cuarto cuadrante, tanto por encima como por
debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a sí mismo, permanece impregnando el mundo
entero con la mente imbuida de compasión, abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostilidad ni
animadversión. Lo disfruta, lo desea y encuentra satisfacción en eso. Si está firme en eso, se
focaliza en eso, mora frecuentemente en eso y no lo pierde a la hora de morir, renace en la
compañía de los devas que transmiten resplandor. El espacio vital de los devas que transmiten
resplandor es de dos eones. El mundano permanece ahí durante toda su vida, y cuando completa
enteramente el espacio vital de aquellos devas, va al infierno, al reino animal o a la esfera de los
espíritus hambrientos. Pero los discípulos del Bienaventurado permanecen ahí durante toda su vida,
y cuando completan enteramente el espacio vital de aquellos devas, alcanzan el final Nibbana en
aquel mismo estado de existencia. Esta es la distinción, la diversidad, la diferencia entre el instruido
noble discípulo y el no instruido mundano, es decir, en cuanto al futuro destino y renacimiento.
“Además, monjes, alguna persona permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de
dicha altruista. De la misma forma, el segundo, tercer y cuarto cuadrante, tanto por encima como
por debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a sí mismo, permanece impregnando el
mundo entero con la mente imbuida de dicha altruista, abundante, exaltada, inconmensurable, sin
hostilidad ni animadversión. Lo disfruta, lo desea y encuentra satisfacción en eso. Si está firme en
eso, se focaliza en eso, mora frecuentemente en eso y no lo pierde a la hora de morir, renace en la
compañía de los devas de refulgente gloria. El espacio vital de los devas de refulgente gloria es de
cuatro eones. El mundano permanece ahí durante toda su vida, y cuando completa enteramente el
espacio vital de aquellos devas, va al infierno, al reino animal o a la esfera de los espíritus
hambrientos. Pero los discípulos del Bienaventurado permanecen ahí durante toda su vida, y cuando
completan enteramente el espacio vital de aquellos devas, alcanzan el final Nibbana en aquel mismo
estado de existencia. Esta es la distinción, la diversidad, la diferencia entre el instruido noble
discípulo y el no instruido mundano, es decir, en cuanto al futuro destino y renacimiento.
“Además, monjes, alguna persona permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de
ecuanimidad. De la misma forma, el segundo, tercer y cuarto cuadrante, tanto por encima como por
debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a sí mismo, permanece impregnando el mundo
entero con la mente imbuida de ecuanimidad, abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostilidad
ni animadversión. Lo disfruta, lo desea y encuentra satisfacción en eso. Si está firme en eso, se
focaliza en eso, mora frecuentemente en eso y no lo pierde a la hora de morir, renace en la
compañía de los devas del gran fruto. El espacio vital de los devas del gran fruto es de quinientos
eones. El mundano permanece ahí durante toda su vida, y cuando completa enteramente el espacio
vital de aquellos devas, va al infierno, al reino animal o a la esfera de los espíritus hambrientos.
Pero los discípulos del Bienaventurado permanecen ahí durante toda su vida, y cuando completan
enteramente el espacio vital de aquellos devas, alcanzan el final Nibbana en aquel mismo estado de
existencia. Esta es la distinción, la diversidad, la diferencia entre el instruido noble discípulo y el no
instruido mundano, es decir, en cuanto al futuro destino y renacimiento.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de personas que se encuentran en el mundo”.

AN 4,126 Dutiyametta Sutta – Segundo discurso sobre el amor benevolente


[126] “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran en el mundo. Y, ¿cuáles
son esas cuatro?
“He aquí, monjes, alguna persona permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de amor
benevolente. De la misma forma, el segundo, tercer y cuarto cuadrante, tanto por encima como por
debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a sí mismo, permanece impregnando el mundo
entero con la mente imbuida de amor benevolente, abundante, exaltada, inconmensurable, sin
hostilidad ni animadversión. Cualquier fenómeno perteneciente a la forma, la sensación, la
percepción, las actividades volitivas y la conciencia lo considera como transitorio, como
insatisfacción, como enfermedad, como llaga, como dardo, como miseria, como aflicción, como
algo ajeno, como desintegración, como algo vacío y como no-yo. Con la ruptura del cuerpo después
de la muerte, renace en compañía de los devas de las moradas puras. Este es un renacimiento no
compartido con los mundanos.
“Además, monjes, alguna persona permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de
compasión… de dicha altruista… de ecuanimidad. De la misma forma, el segundo, tercer y cuarto
cuadrante, tanto por encima como por debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a sí
mismo, permanece impregnando el mundo entero con la mente imbuida de ecuanimidad, abundante,
exaltada, inconmensurable, sin hostilidad ni animadversión. Cualquier fenómeno perteneciente a la
forma, la sensación, la percepción, las actividades volitivas y la conciencia lo considera como
transitorio, como insatisfacción, como enfermedad, como llaga, como dardo, como miseria, como
aflicción, como algo ajeno, como desintegración, como algo vacío y como no-yo. Con la ruptura del
cuerpo después de la muerte, renace en compañía de los devas de las moradas puras. Este es un
renacimiento no compartido con los mundanos”.

AN 4,127 {15A4.3.3.7,127} Pathamatathagatacchariya Sutta –


Lo asombroso del Tathagata

Este sutta habla de las maravillas que acompañaron la concepción del Buda en el vientre de su
madre, su nacimiento físico, su iluminación y su puesta en movimiento de la rueda del Dhamma.

[127] {127} “Monjes, con la aparición del Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, se
manifestaron cuatro asombrosas y maravillosas cosas. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“Monjes, cuando el bodhisatta salió del cielo Tusita y, atentamente y con clara comprensión, entró
en el vientre materno, entonces, en este mundo con sus devas, Mara y Brahma, en esta población
con sus ascetas y brahmanes, con sus devas y seres humanos, llegó a manifestarse un
inconmensurable y glorioso resplandor que supera la majestad divina de los devas. Incluso en
aquellos intervalos del mundo, vacíos y abismales, regiones de penumbra e impenetrable oscuridad,
donde no llega ni siquiera la poderosa y majestuosa luz del sol y la luna, también ahí llegó a
manifestarse el inconmensurable y glorioso resplandor que supera la majestad divina de los devas.
Y aquellos seres que han renacido ahí pudieron percibirse uno al otro mediante aquel resplandor y
dijeron: ‘Realmente parece que hay otros seres que también han nacido aquí’. Esta es la primera
asombrosa y maravillosa cosa que se manifestó con la aparición del Tathagata, el Arahant, el
Perfectamente Iluminado.
“Además, monjes, cuando el bodhisatta, atentamente y con clara comprensión, emergió del vientre
materno, entonces, en este mundo con sus devas, Mara y Brahma, en esta población con sus ascetas
y brahmanes, con sus devas y seres humanos, llegó a manifestarse un inconmensurable y glorioso
resplandor que supera la majestad divina de los devas. Incluso en aquellos intervalos del mundo…
dijeron: ‘Realmente parece que hay otros seres que también han nacido aquí’. Esta es la primera
asombrosa y maravillosa cosa que se manifestó con la aparición del Tathagata, el Arahant, el
Perfectamente Iluminado.
“Además, monjes, cuando el Tathagata despertó a la insuperable y perfecta iluminación, entonces,
en este mundo con sus devas, Mara y Brahma, en esta población con sus ascetas y brahmanes, con
sus devas y seres humanos, llegó a manifestarse un inconmensurable y glorioso resplandor que
supera la majestad divina de los devas. Incluso en aquellos intervalos del mundo… dijeron:
‘Realmente parece que hay otros seres que también han nacido aquí’. Esta es la primera asombrosa
y maravillosa cosa que se manifestó con la aparición del Tathagata, el Arahant, el Perfectamente
Iluminado.
“Además, monjes, cuando el Tathagata puso en movimiento la insuperable rueda del Dhamma,
entonces, en este mundo con sus devas, Mara y Brahma, en esta población con sus ascetas y
brahmanes, con sus devas y seres humanos, llegó a manifestarse un inconmensurable y glorioso
resplandor que supera la majestad divina de los devas. Incluso en aquellos intervalos del mundo…
dijeron: ‘Realmente parece que hay otros seres que también han nacido aquí’. Esta es la primera
asombrosa y maravillosa cosa que se manifestó con la aparición del Tathagata, el Arahant, el
Perfectamente Iluminado.
“Estas son, monjes, las cuatro asombrosas y maravillosas cosas que se manifestaron con la
aparición del Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado”.

AN 4,128 Dutiyatathagatacchariya Sutta – Segundo discurso


sobre lo asombroso del Tathagata

Cuatro cosas maravillosas suceden cuando el Tathagata predica el Dhamma.

[128] “Monjes, con la aparición del Tathagata, un Arahant, un Perfectamente Iluminado, se


manifestaron cuatro cosas asombrosas y maravillosas. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“La gente apegada, toma deleite en el apego y se regocija en el apego. Pero cuando el Tathagata está
enseñando el Dhamma acerca del no-apego, la gente desea escucharlo, presta el oído y aplica la
mente para entenderlo. Esta es la primera cosa asombrosa y maravillosa que se manifiesta con la
aparición del Tathagata, un Arahant, un Perfectamente Iluminado.
“La gente vana, toma deleite en la vanagloria y se regocija en la vanagloria. Pero cuando el
Tathagata está enseñando el Dhamma acerca de la remoción de la vanagloria, la gente desea
escucharlo, presta el oído y aplica la mente para entenderlo. Esta es la segunda cosa asombrosa y
maravillosa que se manifiesta con la aparición del Tathagata, un Arahant, un Perfectamente
Iluminado.
“La gente expectante, toma deleite en la expectación y se regocija en la expectación. Pero cuando el
Tathagata está enseñando el Dhamma que conduce a la paz, la gente desea escucharlo, presta el oído
y aplica la mente para entenderlo. Esta es la tercera cosa asombrosa y maravillosa que se manifiesta
con la aparición del Tathagata, un Arahant, un Perfectamente Iluminado.
“La gente inmersa en la ignorancia llega a ser como un huevo: completamente envuelta. Pero
cuando el Tathagata está enseñando el Dhamma sobre la remoción de la ignorancia, la gente desea
escucharlo, presta el oído y aplica la mente para entenderlo. Esta es la cuarta cosa asombrosa y
maravillosa que se manifiesta con la aparición del Tathagata, un Arahant, un Perfectamente
Iluminado.
“Estas son, monjes, las cuatro cosas asombrosas y maravillosas que se manifiestan con la aparición
del Tathagata, un Arahant, un Perfectamente Iluminado”.

AN 4,129-130 Anandacchariya y Cakkavatticchariya Sutta –


Lo asombroso de Ananda y del Monarca que gira la Rueda

Cuatro características especiales del Venerable Ananda y del rey que gira la rueda del Dhamma.

AN 4,129 Anandacchariya Sutta – Discurso sobre lo asombroso de Ananda

[129] “Monjes, he aquí estas cuatro asombrosas y maravillosas cosas acerca de Ananda. Y, ¿cuáles
son esas cuatro?
“Cuando una asamblea de monjes llega a ver a Ananda, se eleva al verlo. Si Ananda le predica el
Dhamma, también se eleva al escucharlo por medio de su prédica, y aquella asamblea de los monjes
queda aún insatisfecha cuando Ananda termina de predicar.
“Cuando una asamblea de monjas llega a ver a Ananda, se eleva al verlo. Si Ananda le predica el
Dhamma, también se eleva al escucharlo por medio de su prédica, y aquella asamblea de las monjas
queda aún insatisfecha cuando Ananda termina de predicar.
“Cuando una asamblea de seguidores laicos llega a ver a Ananda, se eleva al verlo. Si Ananda le
predica el Dhamma, también se eleva al escucharlo por medio de su prédica, y aquella asamblea de
los seguidores laicos queda aún insatisfecha cuando Ananda termina de predicar.
“Cuando una asamblea de seguidoras laicas llega a ver a Ananda, se eleva al verlo. Si Ananda le
predica el Dhamma, también se eleva al escucharlo por medio de su prédica, y aquella asamblea de
las seguidoras laicas queda aún insatisfecha cuando Ananda termina de predicar.
“Estas son, monjes, las cuatro asombrosas y maravillosas cosas acerca de Ananda”.

AN 4,130 Cakkavatticchariya Sutta – Lo asombroso del Monarca que gira la


Rueda
[130] “Monjes, he aquí estas cuatro asombrosas y maravillosas cosas acerca del Monarca que gira la
Rueda. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“Cuando una asamblea de khattiyas llega a ver al Monarca que gira la Rueda, se eleva al verlo. Si el
Monarca que gira la Rueda le habla, también se eleva al escucharlo por medio de su plática, y
aquella asamblea de los khattiyas queda aún insatisfecha cuando el Monarca que gira la Rueda
termina de platicar.
“Cuando una asamblea de brahmanes llega a ver al Monarca que gira la Rueda, se eleva al verlo. Si
el Monarca que gira la Rueda le habla, también se eleva al escucharlo por medio de su plática, y
aquella asamblea de los brahmanes queda aún insatisfecha cuando el Monarca que gira la Rueda
termina de platicar.
“Cuando una asamblea de hombres hogareños llega a ver al Monarca que gira la Rueda, se eleva al
verlo. Si el Monarca que gira la Rueda le habla, también se eleva al escucharlo por medio de su
plática, y aquella asamblea de los hombres hogareños queda aún insatisfecha cuando el Monarca
que gira la Rueda termina de platicar.
“Cuando una asamblea de ascetas llega a ver al Monarca que gira la Rueda, se eleva al verlo. Si el
Monarca que gira la Rueda le habla, también se eleva al escucharlo por medio de su plática, y
aquella asamblea de los ascetas queda aún insatisfecha cuando el Monarca que gira la Rueda
termina de platicar.
“Estas son, monjes, las cuatro asombrosas y maravillosas cosas acerca del Monarca que gira la
Rueda.
“También, monjes, he aquí estas cuatro asombrosas y maravillosas cosas acerca de Ananda. Y,
¿cuáles son esas cuatro?
[Se repite aquí completo el sutta anterior AN 4,129].

AN 4,134 {15A4.3.4.4,134} Utthanaphala Sutta – Fruto del


esfuerzo

Cuatro clases de relaciones entre el esfuerzo y el kamma.

[134] {134} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran existiendo en el
mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Alguien que vive del fruto de su esfuerzo pero no del fruto de su
kamma; alguien que vive del fruto de su kamma pero no del fruto de su esfuerzo; alguien que vive
tanto del fruto de su esfuerzo como del fruto de su kamma; alguien que no vive ni del fruto de su
esfuerzo ni del fruto de su kamma. Estas son, monjes, las cuatro clases de personas que se
encuentran existiendo en el mundo”.
AN 4,141-150 Abha Vagga – Capítulo sobre los esplendores

En los cinco primeros de estos suttas breves, el Buda pondera la sabiduría como el principal
esplendor, radiación, luz, brillo y lumbrera. Los demás suttas hablan de los tiempos y las conductas
apropiadas, y de las cuatro prácticas esenciales.

AN 4,141 Abha Sutta – Esplendores


[141] “Monjes, he aquí estos cuatro esplendores. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El esplendor de la
luna, el esplendor del sol, el esplendor del fuego y el esplendor de la sabiduría. Estos son, monjes,
los cuatro esplendores. Entre estos cuatro esplendores, el esplendor de la sabiduría es el superior”.

AN 4,142 Pabha Sutta – Radiaciones


[142] “Monjes, he aquí estas cuatro radiaciones. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La radiación de la luna,
la radiación del sol, la radiación del fuego y la radiación de la sabiduría. Estas son, monjes, las
cuatro radiaciones. Entre estas cuatro radiaciones, la radiación de la sabiduría es la superior”.

AN 4,143 Aloka Sutta – Luces


[143] “Monjes, he aquí estas cuatro luces. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La luz de la luna, la luz del
sol, la luz del fuego y la luz de la sabiduría. Estas son, monjes, las cuatro luces. Entre estas cuatro
luces, la luz de la sabiduría es la superior”.

AN 4,144 {15A4.3.5.4,144} Obhasa Sutta – Brillos


[144] “Monjes, he aquí estos cuatro brillos. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El brillo de la luna, el brillo
del sol, el brillo del fuego y el brillo de la sabiduría. Estos son, monjes, los cuatro brillos. Entre
estos cuatro brillos, el brillo de la sabiduría es el superior”.

AN 4,145 Pajjota Sutta – Lumbreras


[145] “Monjes, he aquí estas cuatro lumbreras. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La lumbrera de la luna,
la lumbrera del sol, la lumbrera del fuego y la lumbrera de la sabiduría. Estas son, monjes, las
cuatro lumbreras. Entre estas cuatro lumbreras, la lumbrera de la sabiduría es la superior”.

AN 4,146 Pathamakala Sutta – Primer discurso sobre los tiempos


[146] “Monjes, he aquí estos cuatro tiempos. Y, ¿cuáles son esos cuatro? Tiempo para escuchar el
Dhamma, tiempo para discutir el Dhamma, tiempo para la serenidad y tiempo para el conocimiento
perspicaz”.

AN 4,147 Dutiyakala Sutta – Segundo discurso sobre los tiempos


[147] “Monjes, he aquí estos cuatro tiempos. Y, ¿cuáles son esos cuatro? Tiempo para escuchar el
Dhamma, tiempo para discutir el Dhamma, tiempo para la serenidad y tiempo para el conocimiento
perspicaz. Estos cuatro tiempos, correctamente desarrollados y coordinados, culminan gradualmente
en la destrucción de las corrupciones.
“Al igual que cuando llueve y caen gruesas gotas de lluvia en la cima de la montaña, el agua fluye
hacia abajo a lo largo de la pendiente y llena las grietas, los barrancos y los arroyos; y éstos,
llegando a llenarse, llenan a los lagos; y éstos, llegando a llenarse, llenan a las corrientes; y éstos,
llegando a llenarse, llenan a los ríos; y éstos, llegando a llenarse, llenan al gran océano; así
también, estos cuatro tiempos, correctamente desarrollados y coordinados, culminan gradualmente
en la destrucción de las corrupciones”.

AN 4,148 Duccarita Sutta – Mala conducta verbal


[148] “Monjes, he aquí estas cuatro clases de mala conducta verbal. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La
mentira, el habla que causa divisiones, el habla áspera y la charla frívola. Éstas son, monjes, las
cuatro clases de mala conducta verbal”.

AN 4,149 Sucarita Sutta – Buena conducta verbal


[149] “Monjes, he aquí estas cuatro clases de buena conducta verbal. Y, ¿cuáles son esas cuatro? El
habla veraz, el habla que no causa divisiones, el habla gentil y el habla juicioso. Éstas son, monjes,
las cuatro clases de buena conducta verbal”.

AN 4,150 Sara Sutta – Esencias


[150] “Monjes, he aquí estas cuatro esencias. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La esencia de la conducta
virtuosa, la esencia de la concentración, la esencia de la sabiduría y la esencia de la liberación. Éstas
son, monjes, las cuatro esencias”.

AN 4,151-155 {15A4.4.1.1,151-15A4.4.1.5,155} Indriya,


Saddhabala, Pannabala, Satibala y Patisankhanabala Sutta –
Facultades, Fe, Sabiduría, Atención consciente y Reflexión

Por más que la habitual manera de enumerar las facultades (indriya) y los poderes espirituales
(bala) es quíntuple, aquí tenemos cinco suttas cortos que lo hacen de una manera alternativa
cuádruple, en diferentes combinaciones.

AN 4,151 {15A4.4.1.1,151} Indriya Sutta – Facultades


[151] {151} “Monjes, he aquí estas cuatro facultades. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La facultad de la
fe, la facultad de la energía, la facultad de la atención consciente y la facultad de la concentración.
Estas son, monjes, las cuatro facultades”.

AN 4,152 {15A4.4.1.2,152} Saddhabala Sutta – El poder de la fe


[152] {152} “Monjes, he aquí estos cuatro poderes. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El poder de la fe, el
poder de la energía, el poder de la atención consciente y el poder de la concentración. Estos son,
monjes, los cuatro poderes”.
AN 4,153 {15A4.4.1.3,153} Pannabala Sutta – El poder de la sabiduría
[153] {153} “Monjes, he aquí estos cuatro poderes. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El poder de la
sabiduría, el poder de la energía, el poder de la inculpabilidad y el poder de mantener relaciones
favorables. Estos son, monjes, los cuatro poderes”.

AN 4,154 {15A4.4.1.4,154} Satibala Sutta – El poder de la atención consciente


[154] {154} “Monjes, he aquí estos cuatro poderes. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El poder de la
atención consciente, el poder de la concentración, el poder de la inculpabilidad y el poder de
mantener relaciones favorables. Estos son, monjes, los cuatro poderes”.

AN 4,155 {15A4.4.1.5,155} Patisankhanabala Sutta – El poder de la reflexión


[155] {155} “Monjes, he aquí estos cuatro poderes. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El poder de la
reflexión, el poder del desarrollo, el poder de la inculpabilidad y el poder de mantener relaciones
favorables. Estos son, monjes, los cuatro poderes”.

AN 4,156 {15A4.4.1.6,156} Kappa Sutta – El eón


El Buda describe la incalculable duración de las cuatro fases de un eón (kappa), que es la unidad
básica del tiempo cósmico budista.

[156] {156} “Monjes, he aquí estas cuatro incalculables divisiones de un eón. Y, ¿cuáles son esas
cuatro?
“El tiempo, durante el cual un eón se disuelve, el cual no puede ser fácilmente calculado como
‘tantos años’, ‘tantos miles de años’ ni ‘tantos cientos de miles de años’.
“El tiempo, durante el cual un eón permanece en el estado de disolución, el cual no puede ser
fácilmente calculado como ‘tantos años’, ‘tantos miles de años’ ni ‘tantos cientos de miles de años’.
“El tiempo, durante el cual un eón evoluciona, el cual no puede ser fácilmente calculado como
‘tantos años’, ‘tantos miles de años’ ni ‘tantos cientos de miles de años’.
“El tiempo, durante el cual un eón permanece en el estado de evolución, el cual no puede ser
fácilmente calculado como ‘tantos años’, ‘tantos miles de años’ ni ‘tantos cientos de miles de años’.
“Estas son, monjes, las cuatro incalculables divisiones de un eón”.

AN 4,158 Parihani Sutta – Declive

Prácticas que llevan al declive de las cualidades beneficiosas.

[158] Estando allí, el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes: “Amigos monjes”.
“Sí, amigo”, respondieron esos monjes y el Venerable Sariputta continuó:
“Amigos, cualquier monje o monja que se involucra interiormente en cuatro cosas, puede llegar a la
siguiente conclusión: ‘He declinado de las cualidades beneficiosas. Esto se llama declive por el
Bienaventurado’. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Abundancia de la avidez, abundancia del odio,
abundancia de la falsa ilusión y porque su ojo de la sabiduría no da con las cosas profundas sobre lo
que es posible e imposible. Cualquier monje o monja que se involucra interiormente en estas cuatro
cosas, puede llegar a la siguiente conclusión: ‘He declinado de las cualidades beneficiosas. Esto se
llama declive por el Bienaventurado’.
“Amigos, cualquier monje o monja que observa interiormente cuatro cosas, puede llegar a la
siguiente conclusión: ‘No he declinado de las cualidades beneficiosas. Esto se llama no-declive por
el Bienaventurado’. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Disminución de la avidez, disminución del odio,
disminución de la falsa ilusión y porque su ojo de la sabiduría da con las cosas profundas sobre lo
que es posible e imposible. Cualquier monje o monja que observa interiormente estas cuatro cosas,
puede llegar a la siguiente conclusión: ‘No he declinado de las cualidades beneficiosas. Esto se
llama no-declive por el Bienaventurado’”.

AN 4,159 {15A4.4.4.1.9,159} – La monja

El Venerable Ananda enseña a una monje que mientras la avidez y el engreimento en sí mismos -al
agual que le nutrimento físico material- pueden ser usados para sobreponerse a ellos, este principio
no se aplica a las relaciones sexuales.
[159] {159} Esto he escuchado.
En una ocasión, el Venerable Ananda estaba morando en Kosambi, en el Parque de Ghosita.
Entonces, cierta monja se dirigió a un hombre así: “Buen hombre, ve junto al maestro Ananda y, al
llegar, póstrate a sus pies en mi nombre y dile: ‘Venerable Señor, la monja tal está gravemente
enferma, apenada y dolorida. Ella se postra a los pies del maestro Ananda y dice: «Sería bueno que
el maestro Ananda fuera a los cuartos de las monjas para visitarla por compasión a ella.»’”
Respondiendo: “Sí, noble señora”, el hombre se acercó junto al Venerable Ananda y, al llegar, lo
saludó respetuosamente y sentó a un lado. Cuando ya estaba sentado ahí, se dirigió al Venerable
Ananda con estas palabras: “Venerable Señor, la monja tal está gravemente enferma, apenada y
dolorida. Ella se postra a los pies del maestro Ananda y dice: «Sería bueno que el maestro Ananda
fuera a los cuartos de las monjas para visitarla por compasión a ella.»’” Y el Venerable Ananda
aceptó en silencio.
Entonces, a la mañana siguiente, temprano, el Venerable Ananda se puso su hábito y, llevando su
cuenco y el hábito exterior, se fue a los cuartos de las monjas. Y aquella monja vio al Venerable
Ananda viniendo de lejos y, habiéndolo visto, se acostó en la cama y se cubrió el rostro. Entonces,
el Venerable Ananda, al acercarse al sitio donde estaba la monja, se sentó en el asiento que estaba
preparado para él. Una vez sentado ahí, se dirigió a la monja con estas palabras:
“Este cuerpo, hermana, llega a la existencia mediante el nutrimento y persiste dependiendo del
nutrimento. Por eso, el nutrimento ha de ser abandonado. Además, hermana, este cuerpo llega a la
existencia mediante la avidez y persiste dependiendo de la avidez. Por eso, la avidez ha de ser
abandonada. Además, hermana, este cuerpo llega a la existencia mediante el engreimiento y persiste
dependiendo del engreimiento. Por eso, el engreimiento ha de ser abandonado. Además, hermana,
este cuerpo llega a la existencia mediante la relación sexual. Por eso, la relación sexual ha de ser
abandonada. En cuanto a la relación sexual, el Bienaventurado declaró que el puente ha de ser
quebrado.
“Se ha dicho, hermana, que 'este cuerpo llega a la existencia mediante el nutrimento y persiste
dependiendo del nutrimento. Por eso, el nutrimento ha de ser abandonado.' ¿En relación a qué se
dijo esto? Este es el caso, hermana, del monje que, cuando toma la comida, lo hace considerándolo
atentamente -no lo hace jugando, ni para embriagarse, ni para rellenar la panza, ni para
embellecerse- sino simplemente para sobrevivir y dar continuidad a este cuerpo, para poner fin a las
aflicciones y dar sustento a la vida santa, [pensando:] 'de esta manera, voy a destruir las antiguas
sensaciones [del hambre] y no voy a crear sensaciones nuevas. Voy a manterme a mi mismo
irreprochable y viviré comfortablemente'. Entonces, algún tiempo después, estando [primero]
dependiendo del nutrimento, abandona el nutrimento. Así que, cuando se ha dicho, hermana, que
'este cuerpo llega a la existencia mediante el nutrimento y persiste dependiendo del nutrimento. Por
eso, el nutrimento ha de ser abandonado', se lo ha dicho en relación a ésto.
“También se ha dicho, hermana, que 'este cuerpo llega a la existencia mediante la avidez y persiste
dependiendo de la avidez. Por eso, la avidez ha de ser abandonada.' ¿En relación a qué se dijo esto?
Este es el caso, hermana, del monje que cuando escucha: 'se dijo que el monje tal, al poner fin a sus
corrupciones mentales aquí y ahora, ha entrado y permanece en la liberación mental y liberación
mediante la sabiduría, libre de las corrupciones mentales, experimentándolo por sí mismo', se le
ocurre el siguiente pensamiento: 'tengo la esperanza, de que yo también, pondré fin a mis
corrupciones mentales aquí y ahora, entraré y permaneceré en la liberación mental y liberación
mediante la sabiduría, que seré libre de las corrupciones mentales y lo experimentaré por mi
mismo'. Entonces, algún tiempo después, estando [primero] dependiendo de la avidez, abandona la
avidez. Así que, cuando se ha dicho, hermana, que 'este cuerpo llega a la existencia mediante la
avidez y persiste dependiendo de la avidez. Por eso, la avidez ha de ser abandonada', se lo ha dicho
en relación a ésto.
“También se ha dicho, hermana, que 'este cuerpo llega a la existencia mediante el engreimiento y
persiste dependiendo del engreimiento. Por eso, el engreimiento ha de ser abandonad.' ¿En relación
a qué se dijo esto? Este es el caso, hermana, del monje que cuando escucha: 'se dijo que el monje
tal, al poner fin a sus corrupciones mentales aquí y ahora, ha entrado y permanece en la liberación
mental y liberación mediante la sabiduría, libre de las corrupciones mentales, experimentándolo por
sí mismo', se le ocurre el siguiente pensamiento: 'se dijo que el monje tal, al poner fin a sus
contaminaciones mentales aquí y ahora, ha entrado y permanece en la liberación mental y liberación
mediante la sabiduría, libre de las corrupciones mentales, experimentándolo por sí mismo, luego,
¿por qué no yo también'. Entonces, algún tiempo después, estando [primero] dependiendo del
engreimiento, abandona el engreimiento. Así que, cuando se ha dicho, hermana, que 'este cuerpo
llega a la existencia mediante el engreimiento y persiste dependiendo del engreimiento. Por eso, el
engreimiento ha de ser abandonado', se lo ha dicho en relación a ésto.
También se ha dicho, hermana, que 'este cuerpo llega a la existencia mediante la relación sexual.
Por eso, la relación sexual ha de ser abandonada. En cuanto a la relación sexual, el Bienaventurado
declaró que el puente ha de ser quebrado'.”
Entonces, la monja -levantándose de su cama, poniendo su hábito exterior sobre su hombro y
postrándose delante del Vnerable Ananda- dijo:
“ La transgresión pesa sobre mí, Venerable Señor, que fui demasiado tonta, con la mente demasiado
confundida y he actuado perjudicialmente de esta manera. Que el maestro Ananda acepte esta
confesión mía de haber cometido semejante acto y la promesa de contenerme en esto en el futuro”.
“ Sí, hermana, la transgresión pesa sobre ti, que fuiste demasiado tonta, con la mente demasiado
confundida y has actuado perjudicialmente de esta manera. Pero, siendo que has visto tu
transgresión como tal y te rectificarse de acuerdo al Dhamma, nosotros aceptamos tu confesión. En
eso consiste, hermana, el crecimiento en este Dhamma y Disciplina de los nobles: en ver la
transgreción como tal, rectificarse de acuerdo al Dhamma y prometer contenerse en el futuro”.
Esto fue lo que el Venerable Ananda dijo y la monja se alegró y se deleitó en las palabras del
Venerable Ananda.

AN 4,160 {15A4.4.1.10,160} Sugatavinaya Sutta – El


Afortunado
El Buda dice que el buen Dhamma degenera cuando los monjes no preservan las enseñanzas
apropiadamente, malinterpretan su significado, yerran en enseñar a otros y se desvían de la práctica.
Pero cuando, por el contrario, preservan las enseñanzas apropiadamente, las interpretan
correctamente, enseñan a otros y se esfuerzan en la práctica, la enseñanza perdura por largo tiempo.
[160] {160} “Monjes, mientras la disciplina del Afortunado o de los Afortunados permanece en el
mundo, esto es para el bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, por la compasión
por este mundo, por el bien, el bienestar y la felicidad de los devas y los seres humanos.
“Y, ¿quién es, monjes, el Afortunado? He aquí, el Tathagata surgió en el mundo, un Arahant
perfectamente iluminado, consumado en el conocimiento verdadero y la conducta, afortunado,
conocedor del mundo, insuperable amansador de las personas que han de ser amansadas, el maestro
de los devas y los seres humanos, un Iluminado, un Bendito.
“Y, ¿qué es, monjes, la disciplina del Afortunado? Él enseña el Dhamma que es agradable en el
principio, agradable en el medio y agradable al final, con recto espíritu y letra; que revela una vida
espiritual perfectamente completa y pura. Esta es la disciplina del Afortunado. Por eso, monjes,
mientras la disciplina del Afortunado o de los Afortunados permanece en el mundo, esto es para el
bienestar de mucha gente, para la felicidad de mucha gente, por la compasión por este mundo, por
el bien, el bienestar y la felicidad de los devas y los seres humanos.
“He aquí, monjes, estas cuatro cosas que conducen al declive y a la desaparición del buen Dhamma.
Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“He aquí, monjes, los monjes aprenden discursos mal adquiridos y mal transmitidos tanto en
palabras como en frases. Cuando las palabras y las frases están mal transmitidas, el significado está
mal interpretado. Esta es la primera cosa que conduce al declive y a la desaparición del buen
Dhamma.
“Además, monjes, los monjes son difícilmente corregibles y poseen características que les hacen
difícilmente corregibles. Son impacientes y no aceptan las instrucciones respetuosamente. Esta es la
segunda cosa que conduce al declive y a la desaparición del buen Dhamma.
“Además, monjes, los monjes que son estudiosos, herederos de la herencia, expertos en el Dhamma,
expertos en la Disciplina, expertos en los bosquejos, no enseñan a otros los discursos
respetuosamente. Cuando ellos mueren, los discursos son cortados de raíces, sin nadie que los
preserve. Esta es la tercera cosa que conduce al declive y a la desaparición del buen Dhamma.
“Además, monjes, los monjes ancianos son lujuriosos y laxos, líderes en reincidencia, que descartan
la tarea de la reclusión, que no hacen surgir la energía para alcanzar lo que aún no ha sido
alcanzado, para lograr lo que aún no ha sido logrado y para realizar lo que aún no ha sido realizado.
Y la siguiente generación sigue su ejemplo: ellos también llegan a ser lujuriosos y laxos, líderes en
reincidencia, que descartan la tarea de la reclusión, que no hacen surgir la energía para alcanzar lo
que aún no ha sido alcanzado, para lograr lo que aún no ha sido logrado y para realizar lo que aún
no ha sido realizado. Esta es la cuarta cosa que conduce al declive y a la desaparición del buen
Dhamma.
“Éstas son, monjes, las cuatro cosas que conducen al declive y a la desaparición del buen Dhamma.
“Pero también hay, monjes, estas [otras] cuatro cosas que conducen a la continuación, al no-declive
y a la no-desaparición del buen Dhamma. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“He aquí, monjes, los monjes aprenden discursos bien adquiridos y bien transmitidos tanto en
palabras como en frases. Cuando las palabras y las frases están bien transmitidas, el significado está
bien interpretado. Esta es la primera cosa que conduce a la continuación, al no-declive y a la no-
desaparición del buen Dhamma.
“Además, monjes, los monjes son fácilmente corregibles y poseen características que les hacen
fácilmente corregibles. Son pacientes y aceptan las instrucciones respetuosamente. Esta es la
segunda cosa que conduce a la continuación, al no-declive y a la no-desaparición del buen
Dhamma.
“Además, monjes, los monjes que son estudiosos, herederos de la herencia, expertos en el Dhamma,
expertos en la Disciplina, expertos en los bosquejos, enseñan a otros los discursos respetuosamente.
Cuando ellos mueren, los discursos no son cortados de raíces y hay quienes los preservan. Esta es la
tercera cosa que conduce a la continuación, al no-declive y a la no-desaparición del buen Dhamma.
“Además, monjes, los monjes ancianos no son lujuriosos ni laxos, sino que descartan la reincidencia
y toman la iniciativa hacia la reclusión; hacen surgir la energía para alcanzar lo que aún no ha sido
alcanzado, para lograr lo que aún no ha sido logrado y para realizar lo que aún no ha sido realizado.
Y la siguiente generación sigue su ejemplo: ellos tampoco llegan a ser lujuriosos y laxos, sino que
descartan la reincidencia y toman la iniciativa hacia la reclusión; hacen surgir la energía para
alcanzar lo que aún no ha sido alcanzado, para lograr lo que aún no ha sido logrado y para realizar
lo que aún no ha sido realizado. Esta es la cuarta cosa que conduce al a la continuación, al no-
declive y a la no-desaparición del buen Dhamma.
“Éstas son, monjes, las cuatro cosas que conducen al a la continuación, al no-declive y a la no-
desaparición del buen Dhamma”.
AN 4,161-162 {15A4.4.2.1,161-15A4.4.2.2,162} Samkhitta y
Vitthara Sutta – Resumen y Detalles [de los modos de
progreso]

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• Cinco Facultades (Indriya)

Cómo progresar rápida y placenteramente en el camino de la práctica budista

AN 4,161 {15A4.4.2.1,161} Samkhitta Sutta – Resumen [de los modos de


progreso]
[161] {161} “Monjes, he aquí estas cuatro maneras de progresar. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La
manera de progresar penosa con el conocimiento directo lento. La manera de progresar penosa con
el conocimiento directo rápido. La manera de progresar placentera con el conocimiento directo
lento y la manera de progresar placentera con el conocimiento directo rápido.”

AN 4,162 {15A4.4.2.2,162} Vitthara Sutta – Detalles [de los modos de progreso]


[162] {162} “Monjes, he aquí estas cuatro maneras de progresar. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La
manera de progresar penosa con el conocimiento directo lento. La manera de progresar penosa con
el conocimiento directo rápido. La manera de progresar placentera con el conocimiento directo
lento y la manera de progresar placentera con el conocimiento directo rápido.
“Y, ¿cómo es, monjes, la manera de progresar penosa con el conocimiento directo lento? Este es el
caso de alguien, cuya naturaleza está fuertemente propensa a la codicia, razón por la cual
experimenta continuamente la pena y el desaliento nacidos de la codicia. Igualmente, es el caso de
alguien, cuya naturaleza está fuertemente propensa al odio, razón por la cual, experimenta
continuamente la pena y el desaliento a causa del odio. Igualmente, es el caso de alguien, cuya
naturaleza está fuertemente propensa a la falsa ilusión, razón por la cual, experimenta
continuamente la pena y el desaliento a causa de la falsa ilusión. En tal individuo, las cinco
facultades –la facultad de la fe, la facultad de la energía, la facultad de la atención consciente, la
facultad de la concentración y la facultad de la sabiduría- son débiles e inactivas. Debido a la
debilidad de las cinco facultades, sus logros, que llevan a poner fin de las corrupciones mentales,
son lentos. Ésta es, monjes, la manera de progresar penosa con el conocimiento directo lento.
“Y, ¿cómo es, monjes, la manera de progresar penosa con el conocimiento directo rápido? Este es el
caso de alguien, cuya naturaleza está fuertemente propensa a la codicia, razón por la cual
experimenta continuamente la pena y el desaliento nacidos de la codicia. Igualmente, es el caso de
alguien, cuya naturaleza está fuertemente propensa al odio, razón por la cual, experimenta
continuamente la pena y el desaliento a causa del odio. Igualmente, es el caso de alguien, cuya
naturaleza está fuertemente propensa a la falsa ilusión, razón por la cual, experimenta
continuamente la pena y el desaliento a causa de la falsa ilusión. Pero, en este individuo, las cinco
facultades –la facultad de la fe, la facultad de la energía, la facultad de la atención consciente, la
facultad de la concentración y la facultad de la sabiduría- son agudas. Debido a la agudeza de las
cinco facultades, sus logros, que llevan a poner fin de las corrupciones mentales, son rápidos. Ésta
es, monjes, la manera de progresar penosa con el conocimiento directo rápido.
“Y, ¿cómo es, monjes, la manera de progresar placentera con el conocimiento directo lento? Este es
el caso de alguien, cuya naturaleza no está fuertemente propensa a la codicia, razón por la cual él no
experimenta continuamente la pena ni el desaliento nacidos de la codicia. Igualmente, es el caso de
alguien, cuya naturaleza no está fuertemente propensa al odio, razón por la cual, él no experimenta
continuamente la pena ni el desaliento a causa del odio. Igualmente, es el caso de alguien, cuya
naturaleza no está fuertemente propensa a la falsa ilusión, razón por la cual, él no experimenta
continuamente la pena ni el desaliento a causa de la falsa ilusión. Pero en este individuo, las cinco
facultades –la facultad de la fe, la facultad de la energía, la facultad de la atención consciente, la
facultad de la concentración y la facultad de la sabiduría- son débiles e inactivas. Debido a la
debilidad de las cinco facultades, sus logros, que llevan a poner fin de las corrupciones mentales,
son lentos. Ésta es, monjes, la manera de progresar placentera con el conocimiento directo lento.
“Y, ¿cómo es, monjes, la manera de progresar placentera con el conocimiento directo rápido? Este
es el caso de alguien, cuya naturaleza no está fuertemente propensa a la codicia, razón por la cual él
no experimenta continuamente la pena ni el desaliento nacidos de la codicia. Igualmente, es el caso
de alguien, cuya naturaleza no está fuertemente propensa al odio, razón por la cual, él no
experimenta continuamente la pena ni el desaliento a causa del odio. Igualmente, es el caso de
alguien, cuya naturaleza no está fuertemente propensa a la falsa ilusión, razón por la cual, él no
experimenta continuamente la pena ni el desaliento a causa de la falsa ilusión. Pero además, en este
individuo, las cinco facultades –la facultad de la fe, la facultad de la energía, la facultad de la
atención consciente, la facultad de la concentración y la facultad de la sabiduría- son agudas.
Debido a la agudeza de las cinco facultades, sus logros, que llevan a poner fin de las corrupciones
mentales, son rápidos. Ésta es, monjes, la manera de progresar placentera con el conocimiento
directo rápido.
“Éstas son, monjes, las cuatro maneras de progresar.”

AN 4,163 {15A4.4.2.3,163} Asubha Sutta – Lo repugnante

Etiquetas:
• Jhanas
• Cinco Facultades (Indriya)
• Contemplación de lo repulsivo (Asubha)

Tanto la práctica de los jhanas, que es una forma placentera de progresar, como la contemplación de
lo repulsivo (ashuba), que representa un progreso penoso, pueden ser efectivos y rápidos si uno se
ocupa de desarrollar las cinco facultades.
[163] {163} “Monjes, he aquí estas cuatro maneras de progresar. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La
manera de progresar penosa con el conocimiento directo lento. La manera de progresar penosa con
el conocimiento directo rápido. La manera de progresar placentera con el conocimiento directo
lento y la manera de progresar placentera con el conocimiento directo rápido.
“Y, ¿cómo es, monjes, la manera de progresar penosa con el conocimiento directo lento? He aquí,
monjes, el monje permanece contemplando lo repugnante del cuerpo, percibiendo la repugnancia en
la comida, percibiendo el no-deleite en el mundo entero, contemplando la transitoriedad de todos
los fenómenos condicionados y tiene la percepción de la muerte bien establecida interiormente. Y
mora dependiendo de esos cinco poderes del entrenamiento: el poder de la fe, el poder de la
vergüenza moral, el poder del temor moral, el poder de la energía y el poder de la sabiduría. Pero
estas cinco facultades –la facultad de la fe, la facultad de la energía, la facultad de la atención
consciente, la facultad de la concentración y la facultad de la sabiduría- surgen en él de manera
débil. Y debido a la debilidad de estas cinco facultades, solamente de manera lenta alcanza la
condición inmediata para la destrucción de las corrupciones mentales. Ésta es, monjes, la manera de
progresar penosa con el conocimiento directo lento.
“Y, ¿cómo es, monjes, la manera de progresar penosa con el conocimiento directo rápido? He aquí,
monjes, el monje permanece contemplando lo repugnante del cuerpo, percibiendo la repugnancia en
la comida, percibiendo el no-deleite en el mundo entero, contemplando la transitoriedad de todos
los fenómenos condicionados y tiene la percepción de la muerte bien establecida interiormente. Y
mora dependiendo de esos cinco poderes del entrenamiento: el poder de la fe, el poder de la
vergüenza moral, el poder del temor moral, el poder de la energía y el poder de la sabiduría. Pero
estas cinco facultades –la facultad de la fe, la facultad de la energía, la facultad de la atención
consciente, la facultad de la concentración y la facultad de la sabiduría- surgen en él de manera
prominente. Y debido a la prominencia de estas cinco facultades, rápidamente alcanza la condición
inmediata para la destrucción de las corrupciones mentales. Ésta es, monjes, la manera de progresar
penosa con el conocimiento directo rápido.
“Y, ¿cómo es, monjes, la manera de progresar placentera con el conocimiento directo lento? He
aquí, monjes, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el
monje entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de
la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento
aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la
unificación mental y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el
pensamiento aplicado y sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con
atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y
permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘él es ecuánime, atentamente
consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la
previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso
ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Y
mora dependiendo de esos cinco poderes del entrenamiento: el poder de la fe, el poder de la
vergüenza moral, el poder del temor moral, el poder de la energía y el poder de la sabiduría. Pero
estas cinco facultades –la facultad de la fe, la facultad de la energía, la facultad de la atención
consciente, la facultad de la concentración y la facultad de la sabiduría- surgen en él de manera
débil. Y debido a la debilidad de estas cinco facultades, solamente de manera lenta alcanza la
condición inmediata para la destrucción de las corrupciones mentales. Ésta es, monjes, la manera de
progresar placentera con el conocimiento directo lento.
“Y, ¿cómo es, monjes, la manera de progresar placentera con el conocimiento directo rápido? He
aquí, monjes, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el
monje entra y permanece en el primer jhana… en el segundo jhana… en el tercer jhana… en el
cuarto jhana… Y mora dependiendo de esos cinco poderes del entrenamiento: el poder de la fe, el
poder de la vergüenza moral, el poder del temor moral, el poder de la energía y el poder de la
sabiduría. Pero estas cinco facultades –la facultad de la fe, la facultad de la energía, la facultad de la
atención consciente, la facultad de la concentración y la facultad de la sabiduría- surgen en él de
manera prominente. Y debido a la prominencia de estas cinco facultades, rápidamente alcanza la
condición inmediata para la destrucción de las corrupciones mentales. Ésta es, monjes, la manera de
progresar placentera con el conocimiento directo rápido.
“Éstas son, monjes, las cuatro maneras de progresar.”

AN 4,169 Sasankhara Sutta – A través del esfuerzo

En este sutta el Buda reconoce diferentes enfoques individuales que pueden producirse para
alcanzar la meta final.

[169] “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que se encuentran en el mundo. Y, ¿cuáles
son esas cuatro?
“He aquí, monjes, alguna persona alcanza el Nibbana a través del esfuerzo en esta presente vida.
Otra persona alcanza el Nibbana a través del esfuerzo con el quiebre del cuerpo. Otra persona, aún,
alcanza el Nibbana sin esfuerzo en esta presente vida. Y ,aún, otra persona alcanza el Nibbana sin
esfuerzo con el quiebre del cuerpo.
“Y, ¿cómo, monjes, una persona alcanza el Nibbana a través del esfuerzo en esta presente vida? He
aquí, monjes, el monje mora contemplando lo repugnante del cuerpo, percibiendo lo repulsivo de la
comida, percibiendo el no-deleite en el mundo entero, contemplando la transitoriedad en todos los
fenómenos condicionados. Asimismo tiene la percepción de la muerte bien establecida en su
interior. Mora en dependencia de estos cinco poderes del entrenamiento: el poder de la fe, el poder
de la vergüenza moral, el poder del temor moral, el poder de la energía y el poder de la sabiduría. Y
estas cinco facultades surgen en él de manera prominente: la facultad de la fe, energía, atención
consciente, concentración y sabiduría. Y porque estas cinco facultades son prominentes, alcanza el
Nibbana a través del esfuerzo en esta presente vida. Es así, monjes, cómo una persona alcanza el
Nibbana a través del esfuerzo en esta presente vida.
“Y, ¿cómo, monjes, una persona alcanza el Nibbana a través del esfuerzo con el quiebre del cuerpo?
He aquí, monjes, el monje mora contemplando lo repugnante del cuerpo… Asimismo tiene la
percepción de la muerte bien establecida en su interior. Mora en dependencia de estos cinco poderes
del entrenamiento: el poder de la fe… y el poder de la sabiduría. Y estas cinco facultades surgen en
él de manera débil: la facultad de la fe, energía, atención consciente, concentración y sabiduría. Y
porque estas cinco facultades son débiles, alcanza el Nibbana a través del esfuerzo con el quiebre
del cuerpo. Es así, monjes, cómo una persona alcanza el Nibbana a través del esfuerzo con el
quiebre del cuerpo.
“Y, ¿cómo, monjes, una persona alcanza el Nibbana sin esfuerzo en esta presente vida? He aquí,
monjes, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el monje
entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la
reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento
aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la
unificación mental, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el
pensamiento aplicado y sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con
atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y
permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente
consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la
previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso
ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Mora
en dependencia de estos cinco poderes del entrenamiento: el poder de la fe… y el poder de la
sabiduría. Y estas cinco facultades surgen en él de manera prominente: la facultad de la fe, energía,
atención consciente, concentración y sabiduría. Y porque estas cinco facultades son prominentes,
alcanza el Nibbana sin esfuerzo en esta presente vida. Es así, monjes, cómo una persona alcanza el
Nibbana sin esfuerzo en esta presente vida.
“Y, ¿cómo, monjes, una persona alcanza el Nibbana sin esfuerzo con el quiebre del cuerpo? He
aquí, monjes, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el
monje entra y permanece en el primer jhana… el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene
la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Mora en dependencia de estos
cinco poderes del entrenamiento: el poder de la fe… y el poder de la sabiduría. Y estas cinco
facultades surgen en él de manera débil: la facultad de la fe, energía, atención consciente,
concentración y sabiduría. Y porque estas cinco facultades son débiles, alcanza el Nibbana sin
esfuerzo con el quiebre del cuerpo. Es así, monjes, cómo una persona alcanza el Nibbana con el
quiebre del cuerpo.
“Estas son, monjes, las cuatro clases de personas que se encuentran en el mundo”.

AN 4,170 {15A4.4.2.10,170} Yugaddhana Sutta - Discurso


armonioso

Etiquetas:
• Vipassana
• Samatha

El Venerable Ananda describe el camino hacia el estado de arahant como uno, en el cual la
perspicacia (vipassana) y tranquilidad (samatha) van de la mano.
[170] {170} En una ocasión, el venerable Ananda estaba residiendo en Kosambi, en el monnasterio
de Ghosita. Allí se dirigió a los monjes: “¡Amigos!”
“Sí, amigo”, respondieron los monjes.
El Venerable Ananda dijo: “Amigos, quienquiera -ya sea monje o monja- que declara el logro del
estado de arahant en mi presencia, todos lo hacen mediante uno de estos cuatro caminos. ¿Qué
cuatro?
“Se da el caso en el que un monje ha desarrollado la visión clara precedida por la tranquilidad. A
medida que desarrolla la visión clara precedida por la tranquilidad, el camino nace. Sigue ese
camino, lo desarrolla, lo continúa. A medida que sigue el camino, desarrollándolo y continuándolo,
sus trabas son abandonadas, sus obsesiones destruidas.
“Entonces se da el caso en el que un monje ha desarrollado la tranquilidad precedida por la visión
clara. A medida que desarrolla la tranquilidad precedida por la visión clara, el camino nace. Sigue
ese camino, lo desarrolla, lo continúa. A medida que sigue el camino, desarrollándolo y
continuándolo, sus trabas son abandonadas, sus obsesiones destruidas.
“Entonces se da el caso en el que un monje ha desarrollado la tranquilidad en tándem con la visión
clara. A medida que desarrolla la tranquilidad en tándem con la visión clara, el camino nace. Sigue
ese camino, lo desarrolla, lo continúa. A medida que sigue el camino, desarrollándolo y
continuándolo, sus trabas son abandonadas, sus obsesiones destruidas.
“Entonces se da el caso en el que en la mente de un monje tiene su inquietud respecto al Dhamma
[1] bien bajo control. Llega un momento en que su mente se vuelve firme interiormente, se calma, y
se hace unificada y concentrada. En él, el camino nace. Sigue ese camino, lo desarrolla, lo continúa.
A medida que sigue el camino, desarrollándolo y continuándolo, sus trabas son abandonadas, sus
obsesiones destruidas.
“Quienquiera -ya sea monje o monja- que declara el logro del estado de arahant en mi presencia,
todos lo hacen mediante uno de estos cuatro caminos.”

NOTA:
[1] Según los Comentarios se trata de las corrupciones de la visión clara.

AN 4,171 {15A4.4.3.1,171} Cetana Sutta – Volición

Al explicar el surgimiento del placer y la pena, la segunda parte del sutta explica cómo se adquiere
la existencia individual.

[171] {171} “Monjes, cuando hay cuerpo, por la volición corporal surgen internamente el placer y
la pena; cuando hay habla, por la volición verbal surgen internamente el placer y la pena; cuando
hay mente, por la volición mental surgen internamente el placer y la pena [con la ignorancia en sí
mismo como condición].
“Tanto por uno mismo, uno hace que surjan internamente el placer y la pena a través de las
formaciones volitivas corporales condicionadas, como por otros, uno hace que surjan internamente
el placer y la pena a través de las formaciones volitivas corporales condicionadas. Tanto con clara
comprensión, uno hace que surjan internamente el placer y la pena a través de las formaciones
volitivas corporales condicionadas, como sin clara comprensión, uno hace que surjan internamente
el placer y la pena a través de las formaciones volitivas corporales condicionadas.
“Tanto por uno mismo, uno hace que surjan internamente el placer y la pena a través de las
formaciones volitivas verbales condicionadas, como por otros, uno hace que surjan internamente el
placer y la pena a través de las formaciones volitivas verbales condicionadas. Tanto con clara
comprensión, uno hace que surjan internamente el placer y la pena a través de las formaciones
volitivas verbales condicionadas, como sin clara comprensión, uno hace que surjan internamente el
placer y la pena a través de las formaciones volitivas verbales condicionadas.
“Tanto por uno mismo, uno hace que surjan internamente el placer y la pena a través de las
formaciones volitivas mentales condicionadas, como por otros, uno hace que surjan internamente el
placer y la pena a través de las formaciones volitivas mentales condicionadas. Tanto con clara
comprensión, uno hace que surjan internamente el placer y la pena a través de las formaciones
volitivas mentales condicionadas, como sin clara comprensión, uno hace que surjan internamente el
placer y la pena a través de las formaciones volitivas mentales condicionadas.
“La ignorancia está contenida en esos estados. Pero, con la completa desaparición y cese de la
ignorancia, aquel cuerpo, condicionado por el surgimiento interno en uno de aquel placer y pena, no
existe; aquel habla, condicionada por el surgimiento interno en uno de aquel placer y pena, no
existe; aquella mente, condicionada por el surgimiento interno en uno de aquel placer y pena, no
existe. Aquel campo… aquel sitio… aquella base… aquella localización, condicionada por el
surgimiento interno en uno de aquel placer y pena, no existe” [1].
“Monjes, he aquí hay estas cuatro adquisiciones de la individualidad. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He
aquí, hay una adquisición de la individualidad en la cual opera la volición de uno, no la volición de
otros. He aquí, hay una adquisición de la individualidad en la cual opera la volición de otros, no la
volición de uno. He aquí, hay una adquisición de la individualidad en la cual operan tanto la
volición de uno como la volición de otros. Y he aquí, hay una adquisición de la individualidad en la
cual no opera la volición de uno ni la volición de otros. Estas son, monjes, las cuatro adquisiciones
de la individualidad”.
Cuando se dijo esto, el Venerable Sariputta dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, yo entiendo
que el detalle del significado de esta declaración del Bienaventurado, que dio en resumen, debe ser
el siguiente: en aquella adquisición de la individualidad en la cual opera la volición de uno, no la
volición de otros, es por razón de su propia volición que los seres desaparecen de aquel grupo. En
aquella adquisición de la individualidad en la cual opera la volición de otros, no la volición de uno,
es por razón de la volición de otros que los seres desaparecen de aquel grupo. En aquella
adquisición de la individualidad en la cual operan tanto la volición de uno, como la volición de
otros, es por razón de su propia volición y la volición de otros que los seres desaparecen de aquel
grupo. Pero, Venerable Señor, ¿qué clase de devas deberían entenderse como la adquisición de la
individualidad en la cual no opera la volición de uno ni la volición de otros?”.
“Estos son, Sariputta, los devas de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción”.
“¿Por qué sucede esto, Venerable Señor, que algunos de los seres que desaparecen de aquel grupo
son los que retornan, los que vuelven a este estado de existencia, mientras que otros son los que no-
retornan, los que no vuelven a este estado de existencia?”.
“He aquí, Sariputta, hay alguna persona que no abandona los grilletes menores. En esta presente
vida entra y permanece en la base de la ni-percepción-ni-no-percepción. Lo saborea, lo desea y
encuentra satisfacción en esto. Si es firme en esto, centrado en esto, mora frecuentemente en esto y
no lo pierde cuando muere, renace en la compañía de los devas en la base de la ni-percepción-ni-no-
percepción. Cuando desaparece de este grupo, es alguien que retorna, que vuelve a este estado de
existencia.
“Pero he aquí, Sariputta, hay alguna [otra] persona que abandona los grilletes menores. En esta
presente vida entra y permanece en la base de la ni-percepción-ni-no-percepción. Lo saborea, lo
desea y encuentra satisfacción en esto. Si es firme en esto, centrado en esto, mora frecuentemente
en esto y no lo pierde cuando muere, renace en la compañía de los devas en la base de la ni-
percepción-ni-no-percepción. Cuando desaparece de este grupo, es alguien que no-retorna, que no
vuelve a este estado de existencia.
“Esta es la razón, Sariputta, por la cual algunos de los seres que desaparecen de aquel grupo son los
que retornan, los que vuelven a este estado de existencia, mientras que otros son los que no-
retornan, los que no vuelven a este estado de existencia”.

NOTA:
[1] La porción de este sutta que va desde el inicio hasta este lugar, corresponde al último fragmento
del SN 12,25. Algunas otras ediciones en pali marcan en este lugar el comienzo de un sutta nuevo
(no así el WTE, al que seguimos aquí).

AN 4,173-174 {15A4.4.3.3,173-15A4.4.3.4,174} Mahakotthita y


Aananda Sutta – Kotthika y Ananda

¿Qué hay más allá de nuestra propia subjetividad?


AN 4,173 {15A4.4.3.3,173} Mahakotthita Sutta – Kotthika
[173] {173} Entonces, el Venerable Mahakotthika se fue junto al Venerable Sariputta y al llegar,
intercambió con él cordiales saludos. Una vez terminadas esas amigables y corteses palabras de
bienvenida, se sentó a un lado y se dirigió al Venerable Sariputta con esas palabras:
"Amigo, con el fin y la desaparición sin remanentes de las seis bases del contacto, ¿se puede decir
que existe algo más?"
"No preguntes así, amigo".
"Entonces, amigo, con el fin y la desaparición sin remanentes de las seis bases del contacto, ¿se
puede decir que no existe nada más?"
"No preguntes así, amigo".
"Entonces, amigo, con el fin y la desaparición sin remanentes de las seis bases del contacto, ¿se
puede decir ambas cosas: que existe algo más y que no existe nada más?"
"No preguntes así, amigo".
"Entonces, amigo, con el fin y la desaparición sin remanentes de las seis bases del contacto, ¿se
puede decir que ninguno es cierto: que no es cierto que existe algo más ni tampoco es cierto que no
existe nada más?"
"No preguntes así, amigo".
"Siendo preguntado, amigo, sobre si con el fin y la desaparición sin remanentes de las seis bases del
contacto, ¿se puede decir que existe algo más?, respondiste: 'No preguntes así, amigo', y siendo
preguntado sobre si con el fin y la desaparición sin remanentes de las seis bases del contacto, ¿se
puede decir que no existe nada más... que existe algo más y no existe nada más... que no es cierto
que existe algo más ni tampoco es cierto que no existe nada más?, respondiste: 'No preguntes así,
amigo’. Ahora, bien, ¿cómo se puede entender el significado de tus palabras, amigo?”
"Amigo, al preguntar sobre si con el fin y la desaparición sin remanentes de las seis bases del
contacto, ¿se puede decir que existe algo más?, uno prolifera lo que no puede ser proliferado; al
preguntar sobre si con el fin y la desaparición sin remanentes de las seis bases del contacto, ¿se
puede decir que no existe algo más... que existe algo más y que no existe nada más... que no es
cierto que existe algo más ni tampoco es cierto que no existe nada más?, uno prolifera lo que no
puede ser proliferado.
“Amigo, a medida que el rango de las seis bases del contacto se extiende, se extiende también el
rango de la proliferación. A medida que el rango de la proliferación se extiende, se extiende también
el rango de las seis bases del contacto. Con el fin y la desaparición sin remanentes de las seis esferas
del contacto, acontece que también el cese de la proliferación, la proliferación se disipa.”

AN 4,174 {15A4.4.3.4,174} Ananda Sutta – Ananda


[174] {174} Entonces, el Venerable Ananda se fue junto al Venerable Sariputta y al llegar,
intercambió con él cordiales saludos. Una vez terminadas esas amigables y corteses palabras de
bienvenida, se sentó a un lado y se dirigió al Venerable Sariputta con esas palabras:
[El resto del sutta sigue como en el anterior.]

AN 4,176 Ayacana Sutta – Aspiración

Buda indica modelos para los diferentes grupos de sus seguidores.

[176] “Monjes, el monje dotado de fe, que pretende aspirar correctamente, debería aspirar esto:
‘¡Qué llegue a ser como Sariputta y Mogallana!’. Este es un estándar y el criterio para mis
discípulos monjes, es decir, Sariputta y Moggallana.
“Monjes, la monja dotada de fe, que pretende aspirar correctamente, debería aspirar esto: ‘¡Qué
llegue a ser como las monjas Khema y Uppalavanna!’. Este es un estándar y el criterio para mis
discípulas monjas, es decir, Khema y Uppalavanna.
“Monjes, el seguidor laico dotado de fe, que pretende aspirar correctamente, debería aspirar esto:
‘¡Qué llegue a ser como los hombres hogareños Citta y Hatthaka de Alavi!’. Este es un estándar y el
criterio para mis seguidores laicos, es decir, los hombres hogareños Citta y Hatthaka de Alavi.
“Monjes, la seguidora laica dotada de fe, que pretende aspirar correctamente, debería aspirar esto:
‘¡Qué llegue a ser como las seguidoras laicas Khujjuttara y Velukantaki Nandamata!’. Este es un
estándar y el criterio para mis seguidoras laicas, es decir, las seguidoras laicas Khujjuttara y
Velukantaki Nandamata”.

AN 4,180 {15A4.4.3.10,180} Mahapadesa Sutta – Los grandes


criterios

En este sutta, el Buda ofrece instrucciones a los monjes sobre los criterios para determinar si las
enseñanzas que surjan, después de su muerte, son auténticas o espurias.

[180] {180} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en Bhandagara, cerca del Santuario
de Ananda. Estando allí se dirigió a los monjes así: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Voy a enseñaros estos cuatro grandes criterios. Escuchad y prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado dijo:
"Suponed, monjes, que algún monje dijera: 'Cara a cara escuché esto, hermanos, del propio
Bienaventurado, que éste es el Dhamma-y-Disciplina, y ésta es la enseñanza del Maestro'. En este
caso, monjes, una declaración de este tipo de aquel monje, no debe ser aprobada ni despreciada. Sin
aprobarla ni despreciarla, la sentencia en cuestión debe ser cuidadosamente estudiada palabra por
palabra. Uno debería examinarla a la luz de los Discursos y la Disciplina, y si —mediante esta
comparación y examen crítico— encontrase algo que no estuviese de acuerdo con los Discursos y la
Disciplina, la conclusión debería ser esta: 'Ciertamente, no se trata de las palabras del
Bienaventurado; este tiene que ser un malentendido de aquel monje'. De esta manera, monjes,
vosotros debéis rechazar esta declaración. Sin embargo, si la misma estuviera de acuerdo con los
Discursos y la Disciplina, uno debería concluir así: ''Ciertamente, se trata de las palabras del
Bienaventurado; esto habrá sido bien comprendido por aquel monje'. De esta manera, monjes,
vosotros debéis aceptar esta declaración. Este es el primer criterio.
"Además, monjes, suponed que algún monje dijera: 'En tal y tal lugar, vive una comunidad de los
monjes con distinguidos maestros y ancianos; de parte de esta comunidad, hermanos, escuché que
éste es el Dhamma-y-Disciplina, y ésta es la enseñanza del Maestro'. En este caso, monjes, una
declaración de este tipo de aquel monje, no debe ser aprobada ni despreciada. Sin aprobarla ni
despreciarla, la sentencia en cuestión debe ser cuidadosamente estudiada palabra por palabra. Uno
debería examinarla a la luz de los Discursos y la Disciplina. y si —mediante esta comparación y
examen crítico— encontrase algo que no estuviese de acuerdo con los Discursos y la Disciplina, la
conclusión debería ser esta: 'Ciertamente, no se trata de las palabras del Bienaventurado; este tiene
que ser un malentendido de aquel monje'. De esta manera, monjes, vosotros debéis rechazar esta
declaración. Sin embargo, si la misma estuviera de acuerdo con los Discursos y la Disciplina, uno
debería concluir así: ''Ciertamente, se trata de las palabras del Bienaventurado; esto habrá sido bien
comprendido por aquel monje'. De esta manera, monjes, vosotros debéis aceptar esta declaración.
Este es el segundo criterio.
"Además, monjes, suponed que algún monje dijera: 'En tal y tal lugar, viven varios monjes
plenamente realizados, quienes guardan el Dhamma, la Disciplina y los Códigos morales; escuché
de parte de estos monjes que éste es el Dhamma-y-Disciplina, y ésta es la enseñanza del Maestro'.
En este caso, monjes, una declaración de este tipo de aquel monje, no debe ser aprobada ni
despreciada. Sin aprobarla ni despreciarla, la sentencia en cuestión debe ser cuidadosamente
estudiada palabra por palabra. Uno debería examinarla a la luz de los Discursos y la Disciplina, y si
—mediante esta comparación y examen crítico— encontrase algo que no estuviese conforme con
los Discursos y la Disciplina, la conclusión debería ser esta: 'Ciertamente, no se trata de las palabras
del Bienaventurado; este tiene que ser un malentendido de aquel monje'. De esta manera, monjes,
vosotros debéis rechazar esta declaración. Sin embargo, si la misma estuviera conforme con los
Discursos y la Disciplina, uno debería concluir así: ''Ciertamente, se trata de las palabras del
Bienaventurado; esto habrá sido bien comprendido por aquel monje'. De esta manera, monjes,
vosotros debéis aceptar esta declaración. Este es el tercer criterio.
"Además, monjes, suponed que algún monje dijera: 'En tal y tal lugar, vive un monje solitario
plenamente realizado, que guarda el Dhamma, la Disciplina y los Códigos morales; escuché de
parte de este monje que éste es el Dhamma-y-Disciplina, y ésta es la enseñanza del Maestro'. En
este caso, monjes, una declaración de este tipo de aquel monje, no debe ser aprobada ni despreciada.
Sin aprobarla ni despreciarla, la sentencia en cuestión debe ser cuidadosamente estudiada palabra
por palabra. Uno debería examinarla a la luz de los Discursos y la Disciplina, y si —mediante esta
comparación y examen crítico— encontrase algo que no estuviese conforme con los Discursos y a
la Disciplina, la conclusión debería ser esta: 'Ciertamente, no se trata de las palabras del
Bienaventurado; este tiene que ser un malentendido de aquel monje'. De esta manera, monjes,
vosotros debéis rechazar esta declaración. Sin embargo, si la misma estuviera conforme con los
Discursos y la Disciplina, uno debería concluir así: ''Ciertamente, se trata de las palabras del
Bienaventurado; esto habrá sido bien comprendido por aquel monje'. De esta manera, monjes,
vosotros debéis aceptar esta declaración. Este es el cuarto criterio.
“Estos son, monjes, los cuatro grandes criterios”.

AN 4,182 Patibhoga Sutta – Garante

Lo irremediable que son la vejez, la enfermedad, la muerte y el kamma.

[182] “Monjes, hay cuatro cosas contra las cuales no hay garante alguno: ni asceta, brahmán, Mara,
Brahma ni nadie en el mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“No hay garante alguno, asceta, brahmán, Mara, Brahma ni nadie en el mundo, para que lo que está
sujeto a la vejez no siga envejeciendo.
“No hay garante alguno, asceta, brahmán, Mara, Brahma ni nadie en el mundo, para que lo que está
sujeto a la enfermedad no se enferme.
“No hay garante alguno, asceta, brahmán, Mara, Brahma ni nadie en el mundo, para que lo que está
sujeto a la muerte no muera.
“No hay garante alguno, asceta, brahmán, Mara, Brahma ni nadie en el mundo, para que el mal
kamma —impuro, conducente a renovadas existencias, molesto, que madura en la insatisfacción,
conducente a futuros nacimientos, vejez y muerte— no produzca sus resultados.
“Contra estas cuatro cosas, monjes, no hay garante alguno: ni asceta, brahmán, Mara, Brahma ni
nadie en el mundo”.

AN 4,183 Suta Sutta – Lo oído

Cuándo hablar de lo que uno ha experimentado.

[183] En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de los bambúes, en el


Santuario de las Ardillas, cerca de Rajagaha. Entonces, el brahmán Vassakara, el primer ministro de
Magadha, se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales saludos. Cuando terminaron
estas amables palabras de bienvenida y cordiales saludos, se sentó a un lado y dijo al
Bienaventurado:
“Maestro Gotama, yo sostengo la tesis y el punto de vista según el cual no existe falta cuando uno
habla acerca de lo visto, diciendo: ‘Esto y esto, ha sido visto por mí’; no existe falta cuando uno
habla acerca de lo oído, diciendo: ‘Esto y esto, ha sido oído por mí’; no existe falta cuando uno
habla acerca de lo sentido, diciendo: ‘Esto y esto, ha sido sentido por mí’; no existe falta cuando
uno habla acerca de lo conocido, diciendo: ‘Esto y esto, ha sido conocido por mí’”.
“Yo no digo, brahmán, que todo lo visto debería ser hablado, ni tampoco digo que nada de lo visto
debería ser hablado. Yo no digo que todo lo oído debería ser hablado, ni tampoco digo que nada de
lo oído debería ser hablado. Yo no digo que todo lo sentido debería ser hablado, ni tampoco digo
que nada de lo sentido debería ser hablado. Yo no digo que todo lo conocido debería ser hablado, ni
tampoco digo que nada de lo conocido debería ser hablado.
“Si, cuando uno habla acerca de lo que uno ha visto, las perjudiciales cualidades incrementan y las
beneficiosas cualidades declinan, yo digo que uno no debería hablar acerca de lo que uno ha visto.
Pero si, cuando uno habla acerca de lo que uno ha visto, las perjudiciales cualidades declinan y las
beneficiosas cualidades incrementan, yo digo que uno debería hablar acerca de lo que uno ha visto.
“Si, cuando uno habla acerca de lo que uno ha oído, las perjudiciales cualidades incrementan y las
beneficiosas cualidades declinan, yo digo que uno no debería hablar acerca de lo que uno ha oído.
Pero si, cuando uno habla acerca de lo que uno ha oído, las perjudiciales cualidades declinan y las
beneficiosas cualidades incrementan, yo digo que uno debería hablar acerca de lo que uno ha oído.
“Si, cuando uno habla acerca de lo que uno ha sentido, las perjudiciales cualidades incrementan y
las beneficiosas cualidades declinan, yo digo que uno no debería hablar acerca de lo que uno ha
sentido. Pero si, cuando uno habla acerca de lo que uno ha sentido, las perjudiciales cualidades
declinan y las beneficiosas cualidades incrementan, yo digo que uno debería hablar acerca de lo que
uno ha sentido.
“Si, cuando uno habla acerca de lo que uno ha conocido, las perjudiciales cualidades incrementan y
las beneficiosas cualidades declinan, yo digo que uno no debería hablar acerca de lo que uno ha
conocido. Pero si, cuando uno habla acerca de lo que uno ha conocido, las perjudiciales cualidades
declinan y las beneficiosas cualidades incrementan, yo digo que uno debería hablar acerca de lo que
uno ha conocido”.
Acto seguido, el brahmán Vassakara, el primer ministro de Magadha, habiéndose deleitado y
regocijado en la declaración del Bienaventurado, se levantó de su asiento y partió de allí.

AN 4,184 {15A4.4.4.4,184} Abhaya Sutta – Intrepidez

El Buda explica a un brahmán las cuatro maneras de vencer el miedo a la muerte.


[184] {184} Entonces, brahmán Janussoni se fue junto al junto al Bienaventurado y, al llegar, lo
saludó respetuosamente y se sentó a un lado. Cuando ya estaba sentado ahí, se dirigió al
Bienaventurado con estas palabras:
“Maestro Gotama, yo mantengo el siguiente punto de vista y esta es mi opinión: no existe nadie
que, sujeto a la muerte, no tenga miedo ni terror a la muerte”.
“Brahmán, he aquí que existen aquellos que, sujetos a la muerte, tienen miedo y terror a la muerte.
Pero también existen otros que, sujetos a la muerte, no tienen miedo ni terror a la muerte.
“¿Y quién es la persona que, sujeta a la muerte, tiene miedo y terror a la muerte? He aquí el caso de
la persona que no ha abandonado la pasión, el deseo, el cariño, el ansia, la fiebre ni la avidez por la
sensualidad. Entonces, ella cae enferma con una seria dolencia. Cuando cae enferma con una seria
dolencia, se le ocurre el siguiente pensamiento: ‘Oh, aquellos queridos placeres sensuales se
apartaron de mí y yo me he apartado de ellos’. De esta manera sufre y se atormenta, llora, golpea su
pecho y desvaría. Ésta es la persona que, sujeta a la muerte, tiene miedo y terror a la muerte.
“Además, está el caso de la persona que no ha abandonado la pasión, el deseo, el cariño, el ansia, la
fiebre ni la avidez por el cuerpo. Entonces, ella cae enferma con una seria dolencia. Cuando cae
enferma con una seria dolencia, se le ocurre el siguiente pensamiento: ‘Oh, este mi querido cuerpo
se aparta de mí y yo me aparto de él’. De esta manera sufre y se atormenta, llora, golpea su pecho y
desvaría. Ésta también es la persona que, sujeta a la muerte, tiene miedo y terror a la muerte.
“Además, está el caso de la persona que no ha hecho lo que es bueno, no ha hecho lo que es
beneficioso, no ha ofrecido protección a los atemorizados, sino que, por el contrario, ha hecho lo
malo, lo salvaje y lo cruel. Entonces, ella cae enferma con una seria dolencia. Cuando cae enferma
con una seria dolencia, se le ocurre el siguiente pensamiento: ‘Oh, yo no he hecho lo que es bueno,
no he hecho lo que es beneficioso, no he ofrecido protección a los atemorizados, sino que, por el
contrario, he hecho lo malo, lo salvaje y lo cruel. La fatalidad es el destino de aquellos que no han
hecho lo que es bueno, no han hecho lo que es beneficioso, no han ofrecido protección a los
atemorizados, sino que, por el contrario, han hecho lo malo, lo salvaje y lo cruel, y es ahí donde yo
me iré después de la muerte’. De esta manera sufre y se atormenta, llora, golpea su pecho y
desvaría. Ésta también es la persona que, sujeta a la muerte, tiene miedo y terror a la muerte.
“Además, está el caso de la persona que tiene dudas y perplejidad, que no ha llegado a depositar su
certeza en el verdadero Dhamma. Entonces, ella cae enferma con una seria dolencia. Cuando cae
enferma con una seria dolencia, se le ocurre el siguiente pensamiento: ‘Oh, yo tengo dudas y
perplejidad, no he llegado a depositar mi certeza en el verdadero Dhamma.’ De esta manera sufre y
se atormenta, llora, golpea su pecho y desvaría. Ésta también es la persona que, sujeta a la muerte,
tiene miedo y terror a la muerte.
“Éstas son, brahmán, las cuatro clases de personas que, sujetas a la muerte, tienen miedo y terror a
la muerte.
“Pero, ¿quién es la persona que, sujeta a la muerte, no tiene miedo ni terror a la muerte? He aquí el
caso de la persona que ha abandonado la pasión, el deseo, el cariño, el ansia, la fiebre y la avidez
por la sensualidad. Entonces, ella cae enferma con una seria dolencia. Cuando cae enferma con una
seria dolencia, se le ocurre el siguiente pensamiento: ‘Oh, aquellos queridos placeres sensuales se
apartaron de mí y yo me he apartado de ellos’. Pero ella no sufre ni se atormenta, no llora, no
golpea su pecho ni desvaría. Ésta es la persona que, sujeta a la muerte, no tiene miedo ni terror a la
muerte.
“Además, está el caso de la persona que ha abandonado la pasión, el deseo, el cariño, el ansia, la
fiebre y la avidez por el cuerpo. Entonces, ella cae enferma con una seria dolencia. Cuando cae
enferma con una seria dolencia, se le ocurre el siguiente pensamiento: ‘Oh, este mi querido cuerpo
se aparta de mí y yo me aparto de él’. Pero ella no sufre ni se atormenta, no llora, no golpea su
pecho ni desvaría. Ésta también es la persona que, sujeta a la muerte, no tiene miedo ni terror a la
muerte.
“Además, está el caso de la persona que ha hecho lo que es bueno, ha hecho lo que es beneficioso,
ha ofrecido protección a los atemorizados, y no ha hecho lo contrario: no ha hecho lo malo, lo
salvaje ni lo cruel. Entonces, ella cae enferma con una seria dolencia. Cuando cae enferma con una
seria dolencia, se le ocurre el siguiente pensamiento: ‘Oh, yo he hecho lo que es bueno, he hecho lo
que es beneficoso, he ofrecido protección a los atemorizados, y no he hecho lo contrario: no he
hecho lo malo, lo salvaje ni lo cruel. Buen destino está reservado para aquellos que han hecho lo
que es bueno, han hecho lo que es beneficioso, han ofrecido protección a los atemorizados, y no han
hecho lo contrario: no han hecho lo malo, lo salvaje ni lo cruel, y es ahí donde yo me iré después de
la muerte’. Entonces, ella no sufre ni se atormenta, no llora, no golpea su pecho ni desvaría. Ésta
también es la persona que, sujeta a la muerte, no tiene miedo ni terror a la muerte.
“Además, está el caso de la persona que no tiene dudas ni perplejidad, que ha llegado a depositar su
certeza en el verdadero Dhamma. Entonces, ella cae enferma con una seria dolencia. Cuando cae
enferma con una seria dolencia, se le ocurre el siguiente pensamiento: ‘Oh, yo no tengo dudas ni
perplejidad, he llegado a depositar mi certeza en el verdadero Dhamma.’ Entonces, ella no sufre ni
se atormenta, no llora, no golpea su pecho ni desvaría. Ésta también es la persona que, sujeta a la
muerte, no tiene miedo ni terror a la muerte.
“Éstas son, brahmán, las cuatro clases de personas que, sujetas a la muerte, no tienen miedo ni
terror a la muerte.
“¡Excelente, maestro Gotama, Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio a
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 4,186 {15A4.4.4.6,186} Ummaga Sutta – Agudeza mental

Un inteligente monje hace al Buda preguntas que producen cuatro declaraciones importantes.

[186] {186} Entonces, cierto monje se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un
lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿qué es lo que conduce al mundo? ¿Qué es lo que arrastra el mundo? ¿Qué es
aquello que cuando surge lo tiene bajo control?”.
“¡Bien, muy bien, monje! Tu agudeza mental es excelente. Tu discernimiento es excelente. Tu
indagación es excelente. Así que has preguntado: ‘Venerable Señor, ¿qué es lo que conduce al
mundo? ¿Qué es lo que arrastra el mundo? ¿Qué es aquello que cuando surge lo tiene bajo
control?’”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Lo que conduce al mundo, monje, es la mente; el mundo está arrastrado por la mente; es la mente
que cuando surge tiene [al mundo] bajo control”.
Diciendo “bien, Venerable Señor”, aquel monje se deleitó y se regocijó en la declaración del
Bienaventurado. Acto seguido, hizo otra pregunta al Bienaventurado:
“Se ha dicho, Venerable Señor, ‘un instruido experto en el Dhamma, un instruido experto en el
Dhamma’. ¿En qué manera uno es un instruido experto en el Dhamma?”.
“¡Bien, muy bien, monje! Tu agudeza mental es excelente. Tu discernimiento es excelente. Tu
indagación es excelente. Así que has preguntado: ‘«Un instruido experto en el Dhamma, un
instruido experto en el Dhamma». ¿En qué manera uno es un instruido experto en el Dhamma?’”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Yo he impartido muchas enseñanzas, monje: discursos, prosa mezclada con versos, exposiciones,
poesía, exclamaciones inspiracionales, citas, historias de nacimientos, cuentos asombrosos,
preguntas y respuestas. Si, luego de aprender el significado del Dhamma, uno practica de acuerdo
con el Dhamma aunque sea cuatro líneas de versos, eso es suficiente para que se llame ‘un instruido
experto del Dhamma’”.
Diciendo “bien, Venerable Señor”, aquel monje se deleitó y se regocijó en la declaración del
Bienaventurado. Acto seguido, hizo otra pregunta al Bienaventurado:
“Se ha dicho, Venerable Señor, ‘un instruido de penetrante sabiduría, un instruido, de penetrante
sabiduría. ¿En qué manera uno es un instruido de penetrante sabiduría?”.
“¡Bien, muy bien, monje! Tu agudeza mental es excelente. Tu discernimiento es excelente. Tu
indagación es excelente. Así que has preguntado: ‘«Un instruido de penetrante sabiduría, un
instruido de penetrante sabiduría». ¿En qué manera uno es un instruido de penetrante sabiduría?’”.
“Sí, Venerable Señor”.
“He aquí, monje, el monje ha escuchado: ‘Esta es la insatisfacción’ y, habiéndolo penetrado con
sabiduría, ve su significado. Además ha escuchado: ‘Este es el origen de la insatisfacción’ y,
habiéndolo penetrado con sabiduría, ve su significado. Además ha escuchado: ‘Este es el cese de la
insatisfacción’ y, habiéndolo penetrado con sabiduría, ve su significado. Además ha escuchado:
‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’ y, habiéndolo penetrado con sabiduría,
ve su significado. Es de esta manera que uno es instruido de penetrante sabiduría”.
Diciendo “bien, Venerable Señor”, aquel monje se deleitó y se regocijó en la declaración del
Bienaventurado. Acto seguido, hizo otra pregunta al Bienaventurado:
“Se ha dicho, Venerable Señor, ‘una persona sabia de gran sabiduría, una persona sabia de gran
sabiduría. ¿En qué manera uno es una persona sabia de gran sabiduría?”.
“¡Bien, muy bien, monje! Tu agudeza mental es excelente. Tu discernimiento es excelente. Tu
indagación es excelente. Así que has preguntado: ‘«Una persona sabia de gran sabiduría, una
persona sabia de gran sabiduría». ¿En qué manera uno es una persona sabia de gran sabiduría?’”.
“Sí, Venerable Señor”.
“He aquí, monje, una persona sabia de gran sabiduría no guarda intención de afligirse a sí mismo,
afligir a otros ni afligir a ambos. Más bien, cuando piensa solamente piensa en su propio bienestar,
en el bienestar de los demás, en el bienestar de ambos y en el bienestar del mundo entero. Es de esta
manera que uno es una persona sabia de gran sabiduría”.

AN 4,188 {15A4.4.4.8,188} Upaka Sutta – Upaka

Según el Buda, las ilimitadas expresiones del Dhamma convergen en cuatro cosas: la comprensión
de lo que no es beneficioso, su abandono, la comprensión de lo que es beneficioso y su desarrollo.

[188] {188} En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el monte Pico de Buitre, cerca
de Rajagaha. Entonces, Upaka Mandikaputta se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se
sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, yo sostengo la tesis y el punto de vista siguiente: cualquiera que critica a otros y
lo hace de manera absolutamente carente de fundamento, es reprochable y tiene la culpa”.
“Upaka, cualquiera que critica a otros y lo hace de manera absolutamente carente de fundamento, es
reprochable y tiene la culpa; pero tú criticas a otros y lo haces de manera absolutamente carente de
fundamento, así que eres reprochable y tienes la culpa”.
“Venerable Señor, al igual que [un pez] al sumergirse [en el agua] puede ser atrapado por uno
mediante un lazo grande, así el Bienaventurado me atrapó con el lazo del debate apenas me
sumergí”.
“Upaka, yo he proclamado: ‘Esto es perjudicial’. El Tathagata tiene ilimitadas enseñanzas acerca de
esto; con ilimitadas palabras y frases [enseña]: ‘Por tales y tales razones, esto es perjudicial’.
“Upaka, yo he proclamado: ‘Aquello que es perjudicial debe ser abandonado’. El Tathagata tiene
ilimitadas enseñanzas acerca de esto; con ilimitadas palabras y frases [enseña]: ‘Por tales y tales
razones, aquello que es perjudicial debe ser abandonado’.
“Upaka, yo he proclamado: ‘Esto es beneficioso’. El Tathagata tiene ilimitadas enseñanzas acerca
de esto; con ilimitadas palabras y frases [enseña]: ‘Por tales y tales razones, esto es beneficioso’.
“Upaka, yo he proclamado: ‘Aquello que es beneficioso debe ser desarrollado’. El Tathagata tiene
ilimitadas enseñanzas acerca de esto; con ilimitadas palabras y frases [enseña]: ‘Por tales y tales
razones, aquello que es beneficioso debe ser desarrollado’”.
Entonces, Upaka Mandikaputta, habiéndose deleitado en las palabras del Bienaventurado, se
levantó de su asiento, rindió homenaje al Bienaventurado y partió de allí, teniendo siempre al
Bienaventurado a su mano derecha. Acto seguido se fue junto al rey Ajatasattu Vedehiputta, de
Maghada, y reportó al rey la entera conversación que tuvo con el Bienaventurado. Y mientras
estuvo hablando, el rey Ajatasattu se enojó y se disgustó, y dijo a Upaka Mandikaputta: “¡Qué
audaz es este muchacho fabricante de sal! ¡Qué grosero e insolente en pensar que puede de esta
manera atacar al Bienaventurado, al Arahant, al Perfectamente Iluminado! ¡Sal Upaka¡ ¡Afuera!
¡Sal de mi vista!”.

AN 4,190 Uposatha Sutta – Uposatha

El Buda alaba al Sangha de los monjes diligentes como un insuperable campo de méritos, al cual
vale la pena viajar miles de kilómetros con el fin de verlo.

[190] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el monasterio Migaramata en el Parque


Oriental, cerca de Savatthi. En esta ocasión, el día de Uposatha, el Bienaventurado estaba sentado
rodeado por el Sangha de los monjes. Entonces, habiendo reconocido el silencio del Sangha de los
monjes, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:
“Monjes, esta asamblea está libre de cotorreo, esta asamblea está libre de parloteo, es libre y
establecida en lo esencial. Tal Sangha de los monjes, tal asamblea es raramente vista en el mundo.
Tal Sangha de los monjes, tal asamblea es digna de obsequios, digna de hospitalidad, digna de
ofrendas, digna de reverenciales saludos y es un incomparable campo de méritos para el mundo.
Hasta un pequeño obsequio ofrecido a semejante Sangha de los monjes, a semejante asamblea, se
convierte en abundante, y uno grande se convierte en uno más abundante aún. Tal es ese Sangha de
los monjes, tal es esa asamblea, que valdría la pena emprender un viaje de muchas yojanas con el
equipaje a cuesta para verlo.
“He aquí, monjes, en este Sangha hay monjes que moran habiendo alcanzado el estado de los devas.
En este Sangha hay monjes que moran habiendo alcanzado el estado de los Brahmas. En este
Sangha hay monjes que moran habiendo alcanzado lo imperturbable. En este Sangha hay monjes
que moran habiendo alcanzado el estado de los nobles.
“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado el estado de un deva? He aquí, monjes, recluido de los placeres
sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el monje entra y permanece en el primer
jhana, que consiste en arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañados por el
pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y
permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental, y consiste
en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido.
Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión,
y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los
nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada
feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento,
entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la
atención consciente mediante la ecuanimidad. Es de esta manera, monjes, que el monje ha
alcanzado el estado de un deva.
“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado el estado de un Brahma? He aquí, monjes, el monje permanece
impregnando un cuarto [1] con la mente imbuida de amor benevolente. De la misma forma, el
segundo, tercero y cuarto cuadrante, tanto por encima como por debajo, alrededor y en todas partes,
para todos como a sí mismo, permanece impregnando el mundo entero con la mente imbuida de
amor benevolente, abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostilidad ni animadversión. Además,
permanece impregnando un cuarto con la mente imbuida de compasión… con la mente imbuida de
gozo altruista… con la mente imbuida de ecuanimidad. De la misma forma, el segundo, tercero y
cuarto cuadrante, tanto por encima como por debajo, alrededor y en todas partes, para todos como a
sí mismo, permanece impregnando el mundo entero con la mente imbuida de ecuanimidad,
abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostilidad ni animadversión. Es de esta manera, monjes,
que el monje ha alcanzado el estado de un Brahma.
“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado lo imperturbable? He aquí, con la completa superación de las
percepciones de las formas, con la desaparición de la afectación sensorial, con la desatención a la
percepción de la diversidad, [percibiendo:] ‘el espacio es infinito’, entra y permanece en la base de
la infinitud del espacio. Con la completa superación de la base de la infinitud del espacio,
[percibiendo:] ‘la conciencia es infinita’, entra y permanece en la base de la infinitud de la
conciencia. Con la completa superación de la base de la infinitud de la conciencia, [percibiendo:]
‘he aquí no hay nada, entra y permanece en la base de la nada. Con la completa superación de la
base de la nada, entra y permanece en la base de la ni-percepción-ni-no-percepción. Es de esta
manera, monjes, que el monje ha alcanzado lo imperturbable.
“Y, ¿cómo el monje ha alcanzado el estado de los nobles? He aquí, monjes, el monje comprende tal
como realmente es: ‘Esta es la insatisfacción’. Comprende tal como realmente es: ‘Este es el origen
de la insatisfacción’. Comprende tal como realmente es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’.
Comprende tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Es
de esta manera, monjes, que el monje ha alcanzado el estado de los nobles”.
NOTA:
[1] Un "cuarto", la "cuarta parte", se refiere a la dirección geográfica hacia la cual los monjes deben
emanar amor benevolente... compasión... etc. Cada cuarto representa uno de los 4 puntos cardinales
[nota del editor].

AN 4,193 {15A4.4.5.3,193} Bhaddiya Sutta – Bhaddiya

El Buda desmiente la acusación de usar la magia para convertir a la gente en sus discípulos,
enseñándole a un hombre laico a no confiar en nada que no sea su propia experiencia de lo
perjudicial y lo beneficioso.

[193] {193} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el pabellón con techo de dos
aguas, en el Gran Bosque, cerca de Vesali. Entonces Bhaddiya, el licchiavi, se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, he escuchado esto: ‘El asceta Gotama es un mago que conoce la magia de la
conversión, a través de la cual convierte a los discípulos de los maestros de los otros credos’. Puesto
que no queremos malinterpretar al Bienaventurado, [preguntamos:] los que dicen semejantes cosas,
¿hablan lo que ha dicho el Bienaventurado o lo malinterpretan en contra de los hechos? ¿Lo
explican de acuerdo con el Dhamma, o sea, no incurren a críticas razonables ni dan pie a la
censura?”.
“Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales, los linajes de los maestros, los rumores, las
colecciones de las escrituras, el razonamiento lógico, el razonamiento inferencial, las reflexiones
razonadas, las aceptaciones de los puntos de vista mediante su ponderación previa, las aparentes
competencias o porque pienses: ‘Este asceta es un gurú’. Pero cuando conozcas por ti mismo: ‘Estas
cosas son perjudiciales; estas cosas son reprochables; estas cosas son censuradas por el sabio; estas
cosas, cuando uno se somete a ellas y las acepta, conducen al perjuicio e insatisfacción’, entonces,
debes abandonarlas.
“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando la avidez surge en alguien, es para su beneficio o perjuicio?”.
“Para su perjuicio, Venerable Señor”.
“Bhaddiya, una persona ávida, superada por la avidez, con la mente obsesionada por ella, destruye
la vida, toma lo que no le ha sido dado, comete transgresiones con las esposas de otros y habla con
falsedad; además, alienta a otros a hacer lo mismo. ¿Crees que esto lo conducirá al perjuicio e
insatisfacción por mucho tiempo?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando el odio… la falsa ilusión… la impetuosidad surge en alguien, es
para su beneficio o perjuicio?”.
“Para su perjuicio, Venerable Señor”.
“Bhaddiya, una persona impetuosa, superada por la impetuosidad, con la mente obsesionada por
ella, destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, comete transgresiones con las esposas de
otros y habla con falsedad; además, alienta a otros a hacer lo mismo. ¿Crees que esto lo conducirá al
perjuicio e insatisfacción por mucho tiempo?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“¿Y qué opinas, Bhaddiya, son estas cosas perjudiciales o no perjudiciales?”.
“Perjudiciales, Venerable Señor”.
“¿Son reprochables o irreprochables?”.
“Reprochables, Venerable Señor”.
“¿Censuradas o alabadas por el sabio?”.
“Censuradas, Venerable Señor”.
“Someterse a ellas y aceptarlas, ¿conduce al perjuicio e insatisfacción o no, o cómo lo tomas tú?”.
“Someterse a ellas y aceptarlas, conduce al perjuicio e insatisfacción, así es cómo lo tomamos
nosotros”.
“Por eso, Bhaddiya, cuando dijimos: ‘Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales… Pero cuando
conozcas por ti mismo: «Estas cosas son perjudiciales... estas cosas, cuando uno se somete a ellas y
las acepta, conducen al perjuicio e insatisfacción», entonces, debes abandonarlas’, es por eso que se
dijo esto.
“Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales, los linajes de los maestros, los rumores, las
colecciones de las escrituras, el razonamiento lógico, el razonamiento inferencial, las reflexiones
razonadas, las aceptaciones de los puntos de vista mediante su ponderación previa, las aparentes
competencias o porque pienses: ‘Este asceta es un gurú’. Pero cuando conozcas por ti mismo: ‘Estas
cosas son beneficiosas; estas cosas son irreprochables; estas cosas son alabadas por el sabio; estas
cosas, cuando uno se somete a ellas y las acepta, conducen al bienestar y la felicidad’, entonces,
debes vivir en concordancia con ellas.
“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando la no-avidez surge en alguien, es para su bienestar o perjuicio?”.
“Para su bienestar, Venerable Señor”.
“Bhaddiya, una persona sin avidez, no superada por la avidez, con la mente no obsesionada por ella,
no destruye la vida, no toma lo que no le ha sido dado, no comete transgresiones con las esposas de
otros ni habla con falsedad; tampoco alienta a otros a hacer esto. ¿Crees que esto lo conducirá al
bienestar y la felicidad por mucho tiempo?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“¿Qué opinas, Bhaddiya, cuando el no-odio… la no-falsa ilusión… la no-impetuosidad surge en
alguien, es para su bienestar o perjuicio?”.
“Para su bienestar, Venerable Señor”.
“Bhaddiya, una persona no impetuosa, no superada por la impetuosidad, con la mente no
obsesionada por ella, no destruye la vida, no toma lo que no le ha sido dado, no comete
transgresiones con las esposas de otros ni habla con falsedad; tampoco alienta a otros a hacer esto.
¿Crees que esto lo conducirá al bienestar y la felicidad por mucho tiempo?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“¿Y qué opinas, Bhaddiya, son estas cosas beneficiosas o no beneficiosas?”.
“Beneficiosas, Venerable Señor”.
“¿Son reprochables o irreprochables?”.
“Irreprochables, Venerable Señor”.
“¿Censuradas o alabadas por el sabio?”.
“Alabadas, Venerable Señor”.
“Someterse a ellas y aceptarlas, ¿conduce al bienestar y la felicidad o no, o cómo lo tomas tú?”.
“Someterse a ellas y aceptarlas, conduce al bienestar y la felicidad, así es cómo lo tomamos
nosotros”.
“Por eso, Bhaddiya, cuando dijimos: ‘Ven, Bhaddiya, no sigas las tradiciones orales… Pero cuando
conozcas por ti mismo: «Estas cosas son beneficiosas... estas cosas, cuando uno se somete a ellas y
las acepta, conducen al bienestar la felicidad», entonces, debes vivir en concordancia con ellas’, es
por eso que se dijo esto.
“Bhaddiya, la buena persona en el mundo anima a sus discípulos así: ‘Ven, buen hombre, debes
eliminar la avidez repetidamente. Cuando eliminas repetidamente la avidez, no cometerás acción
alguna originada en la avidez, sea corporal, verbal o mental. Debes eliminar el odio repetidamente.
Cuando eliminas repetidamente el odio, no cometerás acción alguna originada en el odio, sea
corporal, verbal o mental. Debes eliminar la falsa ilusión repetidamente. Cuando eliminas
repetidamente la falsa ilusión, no cometerás acción alguna originada en la falsa ilusión, sea
corporal, verbal o mental. Debes eliminar la impetuosidad repetidamente. Cuando eliminas
repetidamente la impetuosidad, no cometerás acción alguna originada en la impetuosidad, sea
corporal, verbal o mental’”.
Cuando esto fue dicho, Bhaddiya el licchavi dijo al Bienaventurado:
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
“Ahora bien, Bhaddiya, ¿acaso te dije: ‘Ven, Bhaddiya, conviértete en mi discípulo y yo seré tu
maestro’?”.
“Ciertamente no, Venerable Señor”.
“Sin embargo, Bhaddiya, aunque hable de esta manera y declare [mis enseñanzas] de esta manera,
algunos ascetas y brahmanes, faltando a la verdad, sin base alguna, falsa y erróneamente me mal
interpretan cuando dicen: ‘El asceta Gotama es un mago que conoce la magia de la conversión, a
través de la cual convierte a los discípulos de los maestros de los otros credos’”.
“¡Excelente es esa magia de conversión, Venerable Señor! ¡Buena es esa magia de conversión! Si
mis amados parientes y familiares pudiesen ser convertidos mediante esa conversión, esto les
conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si khattiyas... brahmanes… vessas…
suddas… pudiesen ser convertidos mediante esa conversión, esto les conduciría a su bienestar y
felicidad por mucho tiempo.
“Así es, Bhaddiya, es así. Si todos los khattiyas pudiesen ser convertidos mediante esa conversión al
abandono de los perjudiciales estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos estados
mentales, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si todos los brahmanes…
vessas… suddas pudiesen ser convertidos mediante esa conversión al abandono de los perjudiciales
estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos estados mentales, esto les conduciría a su
bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si el mundo con sus devas, Mara y Brahma, con su gente y
sus ascetas y brahmanes, sus devas y seres humanos, pudiesen ser convertidos mediante esa
conversión al abandono de los perjudiciales estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos
estados mentales, esto les conduciría a su bienestar y felicidad por mucho tiempo. Si estos grandes
árboles sala pudiesen ser convertidos mediante esa conversión al abandono de los perjudiciales
estados mentales y a la adquisición de los beneficiosos estados mentales, esto les conduciría a su
bienestar y felicidad por mucho tiempo, si es que pudiesen elegir. ¡Cuánto más entonces, los seres
humanos!”.

AN 4,195 {15A4.4.5.5,195} Vappa Sutta – Vappa


Un discípulo jainista se convierte a la enseñanza del Buda al escuchar cómo éste le explica los
principios del kamma.
[195] {195} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los sakyans, en el parque de
las higueras, cerca de Kapilavatthu. Entonces Vappa el sakyano, discípulo de los niganthas, se
acercó al Venerable Mahamoggallana, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Acto seguido, el
Venerable Mahamoggallana le dijo:
“He aquí, Vappa, si uno está restringido por el cuerpo, el habla y la mente, entonces, con el
desvanecimiento de la ignorancia y el surgimiento del conocimiento verdadero, ¿puedes ver algo
que, en las vidas futuras de semejante persona, produzca alguna sensación dolorosa a cuenta de las
contaminaciones?”.
“Puedo ver semejante posibilidad, Venerable Señor. En el pasado uno cometió una mala acción,
cuyo resultado todavía no ha madurado. Así, en alguna de las vidas futuras de semejante persona,
alguna sensación dolorosa puede producirse a cuenta de las contaminaciones”.
Mientras estaba en curso esa conversación entre el Venerable Mahamoggallana y Vappa, el sakyano,
llegada la tarde el Bienaventurado emergió de su reclusión y fue al pabellón de la concurrencia.
Estando allí, se sentó en el asiento que estaba preparado para él y dijo al Venerable
Mahamoggallana: “¿De qué trataba la discusión, Moggallana, en la cual estabais enganchados
ahora? Y, ¿de qué trataba esa conversación que estaba en curso?”.
[El Venerable Mahamoggallana repite al Bienaventurado el contenido entero de la conversación,
conluyendo:]
“Esta fue, Venerable Señor, la conversación que tuve con Vappa, el sakyano cuando el
Bienaventurado había llegado”.
Entonces, el Bienaventurado dijo a Vappa, el sakyano: “Vappa, si admitieras lo que debería ser
admitido y rechazaras lo que debería ser rechazado, y si, cuando no entendieras el significado de
mis palabras, me hicieras las siguientes preguntas: ‘¿Cómo es esto, Venerable Señor? ¿Cuál es el
significado de aquello?, entonces lo podríamos discutir”.
“Venerable Señor, voy a admitir lo que debe ser admitido y voy a rechazar lo que debe ser
rechazado y, cuando no entienda el significado de sus palabras, voy a hacer las siguientes preguntas:
‘¿Cómo es esto, Venerable Señor? ¿Cuál es el significado de aquello?, así que discutámoslo”.
“¿Qué opinas, Vappa? Aquellas contaminaciones angustiantes y febriles, que pueden surgir a causa
de los emprendimientos corporales, no ocurren cuando uno se abstiene de ellos. Él no crea ningún
kamma nuevo y termina el kamma viejo, habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste está
directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y experimentable
directamente por el sabio. ¿Puedes ver algo, Vappa, que, en las vidas futuras de semejante persona,
produzca alguna sensación dolorosa a cuenta de las contaminaciones?”.
“No, Venerable Señor.”
“¿Qué opinas, Vappa? Aquellas contaminaciones angustiantes y febriles, que pueden surgir a causa
de los emprendimientos verbales, no ocurren cuando uno se abstiene de ellos. Él no crea ningún
kamma nuevo y termina el kamma viejo, habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste está
directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y experimentable
directamente por el sabio. ¿Puedes ver algo, Vappa, que, en las vidas futuras de semejante persona,
produzca alguna sensación dolorosa a cuenta de las contaminaciones?”.
“No, Venerable Señor”.
“¿Qué opinas, Vappa? Aquellas contaminaciones angustiantes y febriles, que pueden surgir a causa
de los emprendimientos mentales, no ocurren cuando uno se abstiene de ellos. Él no crea ningún
kamma nuevo y termina el kamma viejo, habiéndolo contactado una y otra vez. El desgaste está
directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir y ver, aplicable y experimentable
directamente por el sabio. ¿Puedes ver algo, Vappa, que, en las vidas futuras de semejante persona,
produzca alguna sensación dolorosa a cuenta de las contaminaciones?”.
“No, Venerable Señor”.
“¿Qué opinas, Vappa? Con el desvanecimiento de la ignorancia y el surgimiento del verdadero
conocimiento, aquellas contaminaciones, angustiantes y febriles, que surgen con la ignorancia como
condición no ocurren más. Él no crea ningún kamma nuevo y termina el kamma viejo, habiéndolo
contactado una y otra vez. El desgaste está directamente visible, inmediato, invitando a uno a venir
y ver, aplicable y experimentable directamente por el sabio. ¿Puedes ver algo, Vappa, que, en las
vidas futuras de semejante persona, produzca alguna sensación dolorosa a cuenta de las
contaminaciones?”
“No, Venerable Señor”.
“Un monje así, Vappa, perfectamente liberado en la mente, alcanza las seis constantes moradas.
Habiendo visto una forma con el ojo, no es ni alegre ni triste, sino que permanece ecuánime, con
atención consciente y clara comprensión. Habiendo escuchado un sonido con el oído... Habiendo
olido un olor con la nariz… Habiendo saboreado un sabor con la lengua… Habiendo sentido un
objeto táctil con el cuerpo… Habiendo conocido un fenómeno con la mente, no es ni alegre ni triste,
sino que permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión.
“Cuando siente una sensación que termina con el cuerpo, comprende: ‘Siento una sensación que
termina con el cuerpo’. Cuando siente una sensación que termina con la vida, comprende: ‘Siento
una sensación que termina con la vida’. Y entiende esto: ‘Con el quiebre del cuerpo, tras el fin de la
vida, todo lo que se puede sentir, al no haber deleite en ello, se convertirá en frescura aquí’.
“Imagina, Vappa, una sombra aparecida por causa de un tronco y a un hombre llegando con una
pala y una cesta. Luego el hombre corta el tronco en sus raíces, cava las raíces y las saca afuera, aún
aquellas que son muy finas y hasta sus fibras. Después corta el tronco en pedazos, divide los
pedazos y los reduce a briznas. Entonces seca las briznas en el viento y en el sol, las quema en el
fuego y las reduce a cenizas. Habiendo hecho esto las tira al viento o las hecha en una rápida
corriente de un río. De esta manera, aquella sombra que dependía del tronco, estaría cortada de raíz,
hecha como el tronco de una palmera, borrada de tal manera que no habría más para ella futuros
nacimientos.
“De la misma manera, Vappa, un monje así, perfectamente liberado en la mente, alcanza las seis
constantes moradas. Habiendo visto una forma con el ojo… Habiendo escuchado un sonido con el
oído... Habiendo olido un olor con la nariz… Habiendo saboreado un sabor con la lengua…
Habiendo sentido un objeto táctil con el cuerpo… Habiendo conocido un fenómeno con la mente,
no es ni alegre ni triste, sino que permanece ecuánime, con atención consciente y clara
comprensión. Cuando siente una sensación que termina con el cuerpo, comprende: ‘Siento una
sensación que termina con el cuerpo’. Cuando siente una sensación que termina con la vida,
comprende: ‘Siento una sensación que termina con la vida’. Y entiende esto: ‘Con el quiebre del
cuerpo, tras el fin de la vida, todo lo que se puede sentir, al no haber deleite en ello, se convertirá en
frescura aquí’.
Cuando esto se dijo, Vappa, el sakyano, el discípulo de los niganthas, dijo al Bienaventurado:
“Imagine, Venerable Señor, a un hombre que busca el lucro criando caballos para la venta, pero que
no está pudiendo obtener ganancias y sólo cosecha cansancio y angustia. De la misma manera,
buscando los beneficios, estuve atendiendo a los estúpidos niganthas, pero no obtuve ganancia
alguna y sólo coseché cansancio y angustia. A partir de hoy, cualquier confianza que tuve en los
tontos niganthas, la echaré al fuerte viento o la dejaré caer en la corriente del río.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
AN 4,197 Mallikadevi Sutta – Princesa Mallika

El Buda explica a la princesa Mallika, la esposa del rey Pasenadi, las causas kármicas a través de
los cuales las mujeres pueden adquirir belleza, riquezas e influencia.

[197] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda de Jeta, en el Parque de


Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces, la princesa Mallika se acercó al Bienaventurado, le
rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, (1) ¿por qué algunas mujeres aquí son (i) feas, mal formadas y antiestéticas; (ii)
pobres, destituidas e indigentes; y (iii) carentes de influencia? (2) ¿Por qué algunas mujeres son (i)
feas, mal formadas y antiestéticas, pero (ii) ricas, con grandes posesiones y propiedades; y además
(iii) influyentes? (3) ¿Por qué algunas mujeres son (i) hermosas, atractivas y agraciadas, poseedoras
de la suprema belleza de la tez; pero (ii) pobres, destituidas e indigentes; además (iii) carentes de
influencia? (4) Y, ¿por qué hay algunas que son (i) hermosas, atractivas y agraciadas; poseedoras de
la suprema belleza de la tez; (ii) ricas, con grandes posesiones y propiedades; y además (iii)
influyentes?”.
“(1) He aquí, Mallika, (i) alguna mujer es propensa a la ira y se exaspera fácilmente. Incluso,
cuando es levemente criticada, pierde sus estribos y llega a ser irritada, hostil y obstinada;
demuestra su ira, odio y amargura. (ii) Ella no ofrece cosas a los ascetas ni brahmanes: comida ni
bebida; ropa ni carros; guirnaldas, perfumes, ungüentos, ropa de cama, viviendas ni lámparas. (iii)
Es envidiosa, alguien que recela, se resiente, regatea las ganancias, el honor, el respeto, la estima, el
homenaje y las alabanzas a los demás. Cuando fallece de este estado, dondequiera que renace,
regresa a este mundo (i) fea, mal formada y antiestética; (ii) pobre, destituida e indigente; y además
(iii) carente de influencia.
“(2) He aquí, Mallika, alguna otra mujer (i) es propensa a la ira y se exaspera fácilmente… (ii) Pero
ofrece cosas a los ascetas y brahmanes… (iii) Además no es envidiosa, alguien que no recela…
Cuando fallece de este estado, dondequiera que renace, regresa a este mundo (i) fea, mal formada y
antiestética; (ii) pero es rica, con grandes posesiones y propiedades; y además (iii) es influyente.
“(3) He aquí, Mallika, alguna otra mujer aún (i) no es propensa a la ira ni se exaspera fácilmente…
(ii) Pero no ofrece cosas a los ascetas ni brahmanes… (iii) Además es envidiosa, alguien que
recela… Cuando fallece de este estado, dondequiera que renace, regresa a este mundo (i) hermosa,
atractiva y agraciada, poseedora de la suprema belleza de la tez; (ii) pero es pobre, destituida y con
pocas riquezas; además, (iii) carece de influencia.
“(4) He aquí, Mallika, alguna otra mujer aún (i) no es propensa a la ira ni se exaspera fácilmente…
(ii) Ofrece cosas a los ascetas y brahmanes… (iii) Además no es envidiosa, alguien que no recela…
Cuando fallece de este estado, dondequiera que renace, regresa a este mundo (i) hermosa, atractiva
y agraciada, poseedora de la suprema belleza de la tez; (ii) rica, con grandes posesiones y
propiedades; y además, (iii) es influyente.
“Esta es la razón, Mallika, por la cual (1) algunas mujeres aquí son (i) feas, mal formadas y
antiestéticas; (ii) pobres, destituidas e indigentes; y (iii) carentes de influencia. (2) Es por eso que
otras mujeres son (i) feas, mal formadas y antiestéticas, pero (ii) ricas, con grandes posesiones y
propiedades; y además (iii) influyentes. (3) Es por eso que otras mujeres aún son (i) hermosas,
atractivas y agraciadas, poseedoras de la suprema belleza de la tez; pero (ii) pobres, destituidas e
indigentes; además (iii) carentes de influencia (4) Y es por eso que aún otras mujeres son (i)
hermosas, atractivas y agraciadas; poseedoras de la suprema belleza de la tez; (ii) ricas, con grandes
posesiones y propiedades; y además (iii) influyentes”.
Cuando se dijo esto, la princesa Mallika dijo al Bienaventurado:
“(i) Supongo, Venerable Señor, que en alguna de mis vidas previas era propensa a la ira y me
exasperaba fácilmente; que incluso, cuando fui levemente criticada, perdía mis estribos y llegaba a
ser irritada, hostil y obstinada; demostraba mi ira, odio y amargura. Por eso soy fea, mal formada y
antiestética. (ii) Pero supongo también que en alguna vida previa ofrecía cosas a los ascetas y
brahmanes: comida y bebida; ropa y carros; guirnaldas, perfumes, ungüentos, ropa de cama,
viviendas y lámparas. Por eso soy rica, con grandes posesiones y propiedades. (iii) Y supongo
también que en alguna vida previa no era envidiosa, ni alguien que recela, se resiente, regatea las
ganancias, el honor, el respeto, la estima, el homenaje y las alabanzas a los demás. Por eso soy
influyente. En esta corte hay muchachas de khattiyas, brahmanes y hombres hogareños sobre los
cuales ejerzo el poder.
“De aquí en adelante, Venerable Señor, (i) no seré más propensa a la ira ni me exasperaré
fácilmente. Incluso, cuando sea levemente criticada, no perderé mis estribos ni llegaré a ser irritada,
hostil ni obstinada; no demostraré mi ira, odio ni amargura. (ii) Además, ofreceré cosas a los ascetas
y brahmanes: comida y bebida; ropa y carros; guirnaldas, perfumes, ungüentos, ropa de cama,
viviendas y lámparas. (iii) Y también no seré envidiosa, ni alguien que recela, se resiente, regatea
las ganancias, el honor, el respeto, la estima, el homenaje ni las alabanzas a los demás.
“¡Excelente, Venerable Señor! ¡Excelente, Venerable Señor! El Bienaventurado esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
Bienaventurado, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el Bienaventurado me considere como
su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 4,198 {15A4.4.5.8,198} Attantapa Sutta – Auto-tormento

El curso gradual del entrenamiento monástico.


[198] {198] “Monjes, he aquí estas cuatro clases de personas que pueden encontrarse en este
mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“He aquí una cierta clase de persona que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de
atormentarse a sí misma. Pero existe otra clase de persona que atormenta a otros y persigue la
práctica de atormentar a otros. Hay todavía otra clase de persona que se atormenta a sí misma y
persigue la práctica de atormentarse a sí misma, y también atormenta a otros y persigue la práctica
de atormentar a otros. Y todavía hay otra clase de persona que no se atormenta a sí misma ni
persigue la práctica de atormentarse a sí misma, y tampoco atormenta a otros ni persigue la práctica
de atormentar a otros. Debido a que esta persona no se atormenta a sí misma ni atormenta a otros,
en esta presente vida mora sin hambre, con la sed apagada, refrescada, experimentando la felicidad,
habiendo ella misma llegado a ser divina.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de
atormentarse a sí misma? Es el caso de una persona que anda desnuda, se la pasa rechazando toda
señal de buen trato, sin presentarse cuando se le solicita, sin detenerse cuando se le pide; no acepta
comida donada o comida especialmente hecha, o una invitación formal para comer; no acepta nada
de la olla o del cuenco que esté en un umbral, que esté atravesado por una vara, que haya sido
preparado con un mortero; tampoco acepta de dos personas que se encuentren comiendo juntas, de
una mujer embarazada, de una mujer amamantando, de una mujer que se encuentre recostada con
un hombre, de un lugar donde la comida haya sido anunciada para ser distribuida, donde un perro se
encuentre a la espera [de comer], donde las moscas se encuentren cerca; no acepta pescado o carne
alguna, no consume licor, vino ni bebida fermentada. Se mantiene a un bocado por casa; se
mantiene a dos bocados por cada dos casas… a siete bocados cada siete casas. Sobrevive con una
salsa al día, dos salsas al día… siete salsas al día. Come una sola vez al día, una vez cada dos días…
una vez cada siete días y así sucesivamente, hasta una vez cada quince días. Recurrentemente sigue
la práctica de tomar alimentos a intervalos de tiempo establecidos.
“Consume verduras o arroz salvaje, mijo o musgo, salvado de arroz, harina de arroz o harina de
sésamo, restos de arroz, hierbas silvestres o estiércol de vaca. Se sustenta con las raíces de los
árboles y se alimenta de los frutos caídos.
“Se viste con cáñamo, con tela de cáñamo mezclado, envuelto en un sudario, con harapos que
encuentra en los desperdicios, con corteza de árboles, con piel de antílope, con tiras de piel de
antílope, en tela fabricada con hierba kusa, con telas hechas a partir de corteza, con trenzados de
cabello, con lana animal, con alas de búho.
“Seguidamente acostumbra sacarse a tirones el pelo y la barba. Constantemente permanece de pie y
rechaza sentarse. También gusta de permanecer en cuclillas, es devoto de mantenerse en esta
posición. Acostumbra dormir sobre un lecho de espinas. Además, suele bañarse tres veces al día. De
diversas formas este individuo practica la mortificación personal y el tormento del cuerpo. Es de
esta manera, monjes, como la persona se atormenta a sí misma y persigue la práctica de
atormentarse a sí misma.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que atormenta a otros y persigue la práctica de atormentar a otros?
Es el caso de una persona que es carnicero de ovejas, de puercos, pollero, un cazador, pescador, un
ladrón, un verdugo, carcelero, o alguien que sigue cualquier otra ocupación sangrienta. Es de esta
manera, monjes, cómo la persona atormenta a otros y persigue la práctica de atormentar a otros.
“Y, ¿cómo es, monjes, la persona que se atormenta a sí misma y persigue la práctica de
atormentarse a sí misma, y también atormenta a otros y persigue la práctica de atormentar a otros?
Es el caso de una persona, monjes, que puede ser un rey ungido, un guerrero de casta o un rico
brahmán, el cual hace construir en la región oriental de la ciudad principal un altar donde sacrifica
animales en ofrenda a sus dioses, habiéndose afeitado el cabello y la barba, se viste con pieles
curtidas, además unge su cuerpo con manteca y aceite producto del sacrificio, para después entrar
en el templo donde se llevará a cabo el ritual, acompañado de su reina en jefe y su sumo sacerdote.
Una vez en el lugar, se recuesta sobre la yerba del suelo, donde una vaca es puesta cerca de él,
entonces, el rey comienza a alimentarse de la primer ubre, mientras que la reina en jefe hace lo
propio en la segunda y el sumo sacerdote en la tercera; ordeñando la leche de la cuarta ubre y
vertiéndola sobre el fuego, permitiendo que el becerro se alimente de lo que queda. Se pronuncian
las siguientes palabras: ‘Que tantos toros sean sacrificados, que tantos bueyes sean sacrificados, que
tantos novillos sean sacrificados, que tantas cabras sean sacrificadas, que tantas ovejas sean
sacrificadas, que tantos árboles sean talados para erigir los postes para la masacre, que tanta yerba
sea cortada para el ritual’. Luego sus esclavos, mensajeros y sirvientes hacen los preparativos
necesarios para la ejecución, llorando amargamente, con la cara llena de lágrimas, siendo
estimulados por las amenazas y los castigos, con el temor siempre presente en el medio. Es de esta
manera, monjes, cómo la persona se atormenta a sí misma y persigue la práctica de atormentarse a
sí misma, y también atormenta a otros y persigue la práctica de atormentar a otros.
“Y, ¿cómo es, monjes, persona que no se atormenta a sí misma ni persigue la práctica de
atormentarse a sí misma, y tampoco atormenta a otros ni persigue la práctica de atormentar a otros;
persona que, debido a que no se atormenta a sí misma ni atormenta a otros, en esta presente vida
mora sin hambre, con la sed apagada, refrescada, experimentando la felicidad, habiendo ella misma
llegado a ser divina?
“He aquí, monjes, el Tathagata aparece en el mundo, realizado y completamente iluminado, perfecto
en comportamiento y conocimiento, sublime, conocedor de los mundos, incomparable líder de
personas destinadas a ser dóciles, maestro de devas y seres humanos, iluminado, bendito. Habiendo
descubierto este mundo con sus dioses, sus Maras y Brahmas, con sus ascetas y brahmanes con el
conocimiento directo, se lo da de conocer luego a todas las personas. Enseña el Dhamma que es
agradable en el principio, agradable en el medio y agradable al final, con recto espíritu y letra; el
cual revela la vida santa perfecta y completamente pura.
“El hombre hogareño o su hijo, o cualquiera que haya nacido en algún otro clan escucha ese
Dhamma. Al escucharlo, adquiere fe en el Tathagata. Y una vez que esa fe se cimienta, se afianza y
persevera en ella, considera lo siguiente: ‘La vida del hogar es polvorienta y llena de gente, la vida
sin hogar amplia y abierta. No es sencillo, mientras se permanece viviendo dentro del clan, llevar
una vida santa completamente perfecta y pura. ¿Qué tal si corto mi cabello y barba, y habiéndome
envestido con el hábito amarillo, doy paso de la vida hogareña a la vida sin hogar?’. Entonces,
habiendo cortado su cabello y barba, y habiéndose envestido con el hábito amarillo, abandonando
una pequeña o una gran fortuna, abandonando una pequeña o una enorme cantidad de familiares, da
el paso de la vida en el hogar a la vida sin hogar.
“Habiéndose ordenado y llevando propiamente el modo de vida y entrenamiento, el monje
abandona la matanza de seres vivientes, se abstiene de toda forma de asesinato; dejando de lado las
armas y el garrote, es gentil y considerado, se mantiene lleno de compasión hacia todos los seres
vivientes. Abandonando el tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene de la enemistad; toma
únicamente lo que le ha sido dado —esperando sólo ello— y, al no robar, permanece purificado de
tan denigrante condición. Abandonando la sexualidad, observa los beneficios del celibato. De esta
manera, viviendo apartado de los deseos sensuales, se abstiene de los actos sexuales, propios de las
personas comunes.
“Abandonando la falsedad al hablar, se abstiene de decir mentiras; únicamente habla lo que es
verdad, se apega a los hechos, es digno de confianza y uno que no engaña al mundo. Abandonando
la maldad al hablar, se abstiene de la malicia en el habla; habiendo escuchado algo aquí se abstiene
de repetirlo allá, de esta manera renuncia a generar cismas y confrontaciones que dividan a las
personas; por el contrario, es alguien que se alegra en la concordia y busca la unión entre las
personas, promotor de la amistad, orador de frases que fomentan la hermandad. Abandonando la
frivolidad al hablar, enuncia palabras que son amables, que son agradables al oído, aquellas que
infunden amor y llegan al corazón, se expresa de manera cortés, con lo que es deseable por
muchos… lo que agrada a la mayoría. Abandonando el enredo y el chisme al hablar, se abstiene de
tomar parte en pláticas sin sentido, de esta forma habla únicamente lo que es un hecho, habla lo que
es bueno, habla de manera prudente y cuando es requerido, él instruye sobre el Dhamma y la
Disciplina; con total prudencia, pronuncia aquello que es digno de recordar, que es razonable, que
lleva a la moderación y es benéfico.
“Se abstiene de maltratar plantas y semillas. Únicamente come una vez al día, se abstiene de comer
en la noche, fuera del tiempo propicio. Se abstiene de bailar, cantar, de escuchar música o de ser
partícipe de cualquier acto de entretenimiento. Se abstiene de usar guirnaldas, de ungirse con
ungüentos, o de utilizar esencias o lociones. Se abstiene de sentarse en cojines elevados, además de
abstenerse de aceptar oro y plata. Se abstiene de aceptar grano entero… carne entera… mujeres…
hombres… esclavos… cabras u ovejas… aves o cerdos… elefantes… ganado… caballos o
yeguas… además, se abstiene de aceptar parcelas o tierras. Se abstiene de convertirse en mensajero.
Se abstiene de comprar y vender. Se abstiene de pesajes falsos, de falsificar medidas o de cualquier
tipo de transacción. Se abstiene de engañar, de hacer trampa, de defraudar o de aventajar a las
personas. También se abstiene de herir o de infligir daño a cualquier ser sintiente… de convertirse
en bandido, de asaltar y engendrar violencia.
“Se contenta con el triple manto que cubre su cuerpo y con las limosnas que le mantienen con vida
y, a donde quiera que va, únicamente lleva esto consigo. De la misma manera que los pájaros sólo
llevan sus alas como carga, así también, el monje se contenta únicamente con estas dos cosas. Es así
como poseyendo este agregado de noble virtud, experimenta en sí mismo una felicidad que es
intachable, una que está completamente libre de culpa.
“De esta manera, al observar una forma con el ojo no se apega a sus signos ni a sus características,
pues [sabe que] si dejase la facultad de la vista desprotegida, los perjudiciales estados de codicia o
anhelo podrían invadir su mente; es así como practica la restricción al ver, es así como guarda la
facultad del ojo, es así como limita la influencia de la facultad del ojo. Al escuchar un sonido con el
oído… al oler un olor con la nariz… al probar un sabor con la lengua… al tocar un objeto con el
cuerpo… al reconocer un objeto con la mente, bajo ninguna circunstancia se adhiere a sus signos y
características, pues si llegara a hacerlo, los perjudiciales estados de codicia y anhelo podrían
invadir su mente… Poseyendo estas nobles restricciones sobre sus facultades, experimenta en sí
mismo una felicidad que es inmaculada.
“Se convierte en alguien que actúa con clara comprensión, tanto cuando va hacia delante como
hacia atrás; alguien que actúa con clara comprensión cuando mira hacia delante como cuando mira
en otras direcciones; alguien que actúa con clara comprensión cuando flexiona y extiende sus
extremidades; alguien que actúa con clara comprensión cuando se viste con su manto interior y
cuando se viste con su manto exterior; alguien que actúa con clara comprensión cuando lleva su
cuenco, cuando come, cuando bebe, cuando degusta o consume el alimento; alguien que actúa con
clara comprensión cuando defeca u orina; alguien que actúa con clara comprensión cuando camina,
cuando está de pie, cuando está sentado, cuando comienza a quedarse dormido, cuando se levanta,
cuando habla y cuando se queda callado.
“Es así como, poseyendo este agregado de noble virtud, estas nobles restricciones sobre sus
facultades, y poseyendo esta noble atención consciente y clara comprensión, el monje recurre a un
lugar apartado: al bosque, al pie de un árbol, una montaña, un barranco, el interior de una cueva, un
cementerio, en medio de la selva, un espacio abierto o un montón de paja.
“Y, habiendo retornado de su ronda de limosnas, luego de haber consumido su alimento, se sienta,
cruzando las piernas y con su cuerpo erguido establece la atención delante de él. Habiendo
abandonado la codicia y el anhelo por el mundo, permanece con la mente libre de obstrucciones; así
purifica su mente de impedimentos. Habiendo abandonado la mala voluntad y el odio, permanece
con la mente compasiva por el bienestar de todos los seres vivientes; así purifica su mente de
impedimentos. Habiendo abandonado la pereza y apatía, permanece libre de obstrucciones,
percibiendo la luz, totalmente consciente y despierto; así purifica su mente de impedimentos.
Habiendo abandonado la inquietud y el remordimiento, permanece en calma con la mente pacífica
hacia el interior; así purifica su mente de impedimentos. Habiendo abandonado la duda, permanece
lejos de ella, sin perplejidad acerca de lo que es beneficioso; así purifica su mente de impedimentos.
“Habiendo abandonado estos cinco obstáculos, imperfecciones de la mente que debilitan la
sabiduría, apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados, el monje entra y
permanece en el primer jhana, el cual está acompañado del pensamiento aplicado y sostenido, con
felicidad y placer nacidos de la reclusión.
“De nuevo, dejando atrás el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo
jhana, el cual está acompañado de la confianza interior y la unificación de la mente, arrobamiento y
placer nacidos de la concentración.
“De nuevo, con el desvanecimiento del arrobamiento, con la mente plenamente consciente, aun
siendo sensible al placer con el cuerpo, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles
declaran: ‘Ecuánime y plenamente consciente, tiene una morada agradable’.
“De nuevo, con el abandono del placer y el dolor, y con la previa desaparición de la alegría y
abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, el cual viene acompañado de la purificación de la
atención consciente por medio de la ecuanimidad.
“Cuando su mente está así concentrada, ha sido purificada y se encuentra luminosa, sin mancha,
libre de imperfecciones, maleable, manejable, firme y ha alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al
conocimiento de sus vidas pasadas. Recuerda sus múltiples vidas pasadas, esto es, un nacimiento,
dos nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil
nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de
expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión cósmica, así: 'Allí tuve tal nombre,
pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal
el final de mi vida. Muriendo en este u otro estado, renací allí o acá. Allí también tuve tal nombre,
pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal
el final de mi vida’. Así conoce sus múltiples moradas pasadas con sus aspectos y detalles.
“Cuando su mente está así concentrada, ha sido purificada y se encuentra luminosa, sin mancha,
libre de imperfecciones, maleable, manejable, firme y ha alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al
conocimiento del fallecimiento y renacimiento de los seres. Ve por medio del ojo divino, purificado
y que supera al humano, seres falleciendo y renaciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos,
afortunados y desafortunados según su kamma, así: 'Estos seres involucrados con la mala conducta
de cuerpo, palabra y mente, que injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones erróneas y
realizaron acciones bajo la influencia de lo incorrecto, con la descomposición del cuerpo, tras la
muerte, han renacido en el plano de privación, en el mal destino, en los reinos inferiores y hasta en
el infierno. Pero estos otros seres, dotados de buena conducta de cuerpo, palabra y mente, que no
injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones correctas y realizaron acciones bajo la
influencia de la rectitud, con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han reaparecido en
buenos destinos, incluso en el mundo celestial'. Es así, como por medio del ojo divino, purificado y
que supera al humano, ve seres falleciendo y reapareciendo, inferiores y superiores, hermosos y
feos, afortunados y desafortunados según su kamma.
“Cuando su mente está así concentrada, ha sido purificada y se encuentra luminosa, sin mancha,
libre de imperfecciones, maleable, manejable, firme y ha alcanzado la imperturbabilidad, la dirige al
conocimiento de la destrucción de las corrupciones mentales. Entiende tal como realmente es: ‘Esta
es la insatisfacción’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’;
entiende tal como realmente es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’; entiende tal como realmente
es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Y entiende tal como realmente es:
‘Estas son las corrupciones mentales’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el origen de las
corrupciones mentales’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el cese de las corrupciones
mentales’; entiende tal como realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de las
corrupciones mentales´.
"Y cuando conoce y ve de esta manera, su mente es liberada de la corrupción de la sensualidad, de
la corrupción de la existencia, de la corrupción de la ignorancia. Con la liberación se da cuenta [de
que]: ‘Está liberado’. Y comprende esto: ‘El nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida,
lo que tenía que hacerse ha sido realizado y, he aquí, no hay más futuros estados de existencia’.

AN 4,201 Sikkhapada Sutta – Reglas del entrenamiento

Características de una mala y buena persona, y de la persona inferior a aquella y superior a ésta.

[201] “Monjes, voy a enseñaros acerca de la mala persona y de la persona inferior a la mala
persona; acerca de la buena persona y de la persona superior a la buena persona. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cómo es, monjes, una mala persona? He aquí alguien que destruye la vida, toma lo que no le ha
sido dado, se involucra en la ilícita conducta sexual, miente y se complace con el licor, el vino y las
[otras] bebidas embriagantes que son la base de la negligencia. Esta se llama una mala persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona inferior a la mala persona? He aquí alguien que destruye la vida
y alienta a otros a destruir la vida, toma lo que no le ha sido dado y alienta a otros a tomar lo que no
les ha sido dado, se involucra en la ilícita conducta sexual y alienta a otros a involucrarse en la
conducta sexual ilícita, miente y alienta a otros a mentir, se complace con el licor, el vino y las
[otras] bebidas embriagantes que son la base de la negligencia y alienta a otros a complacerse con el
licor, el vino y las [otras] bebidas embriagantes que son la base de la negligencia. Esta se llama una
persona inferior a la mala persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una buena persona? He aquí alguien que se abstiene de destruir la vida, se
abstiene de tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene de involucrarse en la ilícita conducta sexual,
se abstiene de mentir y se abstiene de complacerse con el licor, el vino y las [otras] bebidas
embriagantes que son la base de la negligencia. Esta se llama una buena persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona superior a la buena persona? He aquí alguien que se abstiene de
destruir la vida y alienta a otros a abstenerse de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha
sido dado y alienta a otros a abstenerse de tomar lo que no les ha sido dado, se abstiene de
involucrarse en la ilícita conducta sexual y alienta a otros a abstenerse de involucrarse en la
conducta sexual ilícita, se abstiene de mentir y alienta a otros a abstenerse de mentir, se abstiene de
complacerse con el licor, el vino y las [otras] bebidas embriagantes que son la base de la
negligencia y alienta a otros a abstenerse de complacerse con el licor, el vino y las [otras] bebidas
embriagantes que son la base de la negligencia. Esta se llama una persona superior a la buena
persona”.

AN 4,202 {15A4.5.1.2,202} Assadha Sutta – Carente de la fe

Características de una mala y buena persona, y de la persona inferior a aquella y superior a ésta.

[202] {202} “Monjes, voy a enseñaros acerca de la mala persona y de la persona inferior a la mala
persona; acerca de la buena persona y de la persona superior a la buena persona. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cómo es, monjes, una mala persona? He aquí alguien que está carente de la fe, de la vergüenza
moral, del temor moral, deficiente en el aprendizaje, perezoso, de mente nublada y es un tonto. A
este se le llama una mala persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona inferior a la persona mala? He aquí alguien que está carente de
la fe y alienta a otros a carecer de fe, carece de la vergüenza moral y alienta a otros a carecer de la
vergüenza moral, carece del temor moral y alienta a otros a carecer del temor moral, es deficiente en
el aprendizaje y alienta a otros a que sean deficientes en el aprendizaje, es perezoso y alienta a otros
a que sean perezosos, tiene mente nublada y alienta a otros a tener mente nublada, es un tonto y
alienta a otros a ser tontos. A este se le llama una persona inferior a la mala persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una buena persona? He aquí alguien que está dotado de la fe, tiene el sentido
de la vergüenza moral y el temor moral, es erudito, enérgico, conscientemente atento y sabio. A este
se le llama una buena persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona superior a la buena persona? He aquí alguien que está realizado
en la fe y alienta a otros a estar realizados en la fe, tiene el sentido de la vergüenza moral y alienta a
otros a tener el sentido de la vergüenza moral, tiene el temor moral y alienta a otros a tener el temor
moral, es erudito y alienta a otros a ser eruditos, es enérgico y alienta a otros a ser enérgicos, está
conscientemente atento y alienta a otros a estar conscientemente atentos, es sabio y alienta a otros a
ser sabios. A este se le llama una persona superior a la buena persona”.

AN 4,203 {15A4.5.1.3,203} Sattakamma Sutta – Siete acciones

Características de una mala y buena persona, y de la persona inferior a aquella y superior a ésta.

[203] {203} “Monjes, voy a enseñaros acerca de la mala persona y la persona inferior a la mala
persona; acerca de la buena persona y la persona superior a la buena persona. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cómo es, monjes, una mala persona? He aquí alguien que destruye la vida, toma lo que no le ha
sido dado, se involucra en la conducta sexual ilícita, miente, su forma de hablar causa divisiones,
habla ásperamente y se involucra en las charlas frívolas. Esta se llama una mala persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona inferior a una mala persona? He aquí alguien que destruye la
vida y alienta a otros a destruir la vida, toma lo que no le ha sido dado y alienta a otros a tomar lo
que no les ha sido dado, se involucra en la conducta sexual ilícita y alienta a otros a involucrarse en
la conducta sexual ilícita, miente y alienta a otros a mentir, su forma de hablar causa divisiones y
alienta a otros a hablar de la misma forma, habla ásperamente y alienta a otros hablar ásperamente,
se involucra en las charlas frívolas y alienta a otros a involucrarse en las charlas frívolas. Esta se
llama una persona inferior a una mala persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una buena persona? He aquí alguien que se abstiene de destruir la vida, se
abstiene de tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene de involucrarse en la conducta sexual ilícita,
se abstiene de mentir, se abstiene de hablar para causar divisiones, se abstiene de hablar
ásperamente y se abstiene de involucrase en las charlas frívolas. Esta se llama una buena persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona superior a una buena persona? He aquí alguien que se abstiene
de destruir la vida y alienta a otros a abstenerse de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le
ha sido dado y alienta a otros a abstenerse de tomar lo que no les ha sido dado, se abstiene de
involucrarse en la conducta sexual ilícita y alienta a otros a que se abstengan de involucrarse en la
conducta sexual ilícita, se abstiene de mentir y alienta a otros a abstenerse de mentir, se abstiene de
hablar para causar divisiones y alienta a otros a abstenerse de hablar para causar divisiones, se
abstiene de hablar ásperamente y alienta a otros a abstenerse de hablar ásperamente, se abstiene de
involucrase en las charlas frívolas y alienta otros a que se abstengan en involucrarse en las charlas
frívolas. Esta se llama una persona superior a una buena persona”.
AN 4,204 {15A4.5.1.4,204} Dasakamma Sutta – Diez acciones

Características de una mala y buena persona, y de la persona inferior a aquella y superior a ésta.

[204] {204} “Monjes, voy a enseñaros acerca de la mala persona y de la persona inferior a la mala
persona; acerca de la buena persona y de la persona superior a la buena persona. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cómo es, monjes, una mala persona? He aquí alguien que destruye la vida, toma lo que no le ha
sido dado, se involucra en la conducta sexual ilícita, miente, su forma de hablar causa divisiones,
habla ásperamente, se involucra en las charlas frívolas, está lleno de añoranza, tiene animadversión
y sostiene equivocados puntos de vista. Esta se llama una mala persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona inferior a una mala persona? He aquí alguien que destruye la
vida y alienta a otros a destruir la vida, toma lo que no le ha sido dado y alienta a otros a tomar lo
que no les ha sido dado, se involucra en la conducta sexual ilícita y alienta a otros a involucrarse en
la conducta sexual ilícita, miente y alienta a otros a mentir, su forma de hablar causa divisiones y
alienta a otros a hablar de la misma forma, habla ásperamente y alienta a otros hablar ásperamente,
se involucra en las charlas frívolas y alienta a otros a involucrarse en las charlas frívolas, está lleno
de añoranza y alienta a otros a estar llenos de añoranza, tiene animadversión y alienta a otros a tener
animadversión, sostiene equivocados puntos de vista y alienta a otros a sostener equivocados puntos
de vista. Esta se llama una persona inferior a una mala persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una buena persona? He aquí alguien que se abstiene de destruir la vida, se
abstiene de tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene de involucrarse en la conducta sexual ilícita,
se abstiene de mentir, se abstiene de hablar para causar divisiones, se abstiene de hablar
ásperamente, se abstiene de involucrase en las charlas frívolas, está sin la añoranza, tiene
benevolencia y sostiene rectos puntos de vista. Esta se llama una buena persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona superior a una buena persona? He aquí alguien que se abstiene
de destruir la vida y alienta a otros a abstenerse de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le
ha sido dado y alienta a otros a abstenerse de tomar lo que no les ha sido dado, se abstiene de
involucrarse en la conducta sexual ilícita y alienta a otros a que se abstengan de involucrarse en la
conducta sexual ilícita, se abstiene de mentir y alienta a otros a abstenerse de mentir, se abstiene de
hablar para causar divisiones y alienta a otros a abstenerse de hablar para causar divisiones, se
abstiene de hablar ásperamente y alienta a otros a abstenerse de hablar ásperamente, se abstiene de
involucrase en las charlas frívolas y alienta otros a que se abstengan en involucrarse en las charlas
frívolas, está sin la añoranza y alienta a otros a estar sin la añoranza, tiene benevolencia y alienta a
otros a tener benevolencia, sostiene rectos puntos de vista y alienta a otros a sostener los rectos
puntos de vista. Esta se llama una persona superior a una buena persona”.
AN 4,205 {15A4.5.1.5,205} Atthangika Sutta – Óctuple

Características de una mala y buena persona, y de la persona inferior a aquella y superior a ésta.

[205] {205} “Monjes, voy a enseñaros acerca de la mala persona y de la persona inferior a la mala
persona; acerca de la buena persona y de la persona superior a la buena persona. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cómo es, monjes, una mala persona? He aquí alguien que es de incorrecto punto de vista,
incorrecta intención, incorrecta forma de hablar, incorrecta acción, incorrecta forma de vida,
incorrecto esfuerzo, incorrecta atención consciente e incorrecta concentración. Esta se llama una
mala persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona inferior a una mala persona? He aquí alguien que es de
incorrecto punto de vista y alienta a otros en el incorrecto punto de vista, él mismo es de incorrecta
intención y alienta a otros en la incorrecta intención, él mismo es de incorrecta forma de hablar y
alienta a otros en la incorrecta forma de hablar, él mismo es de incorrecta acción y alienta a otros en
la incorrecta acción, él mismo es de incorrecta forma de vida y alienta a otros en la incorrecta forma
de vida, él mismo es de incorrecto esfuerzo y alienta a otros en el incorrecto esfuerzo, él mismo es
de incorrecta atención consciente y alienta a otros en la incorrecta atención consciente, él mismo es
de incorrecta concentración y alienta a otros en la incorrecta concentración. Esta se llama una
persona inferior a una mala persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una buena persona? He aquí alguien que es de recto punto de vista, recta
intención, recta forma de hablar, recta acción, recta forma de vida, recto esfuerzo, recta atención
consciente y recta concentración. Esta se llama una buena persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona superior a una buena persona? He aquí alguien que es de recto
punto de vista y alienta a otros en el recto punto de vista, él mismo es de recta intención y alienta a
otros en la recta intención, él mismo es de recta forma de hablar y alienta a otros en la recta forma
de hablar, él mismo es de recta acción y alienta a otros en la recta acción, él mismo es de recta
forma de vida y alienta a otros en la recta forma de vida, él mismo es de recto esfuerzo y alienta a
otros en el recto esfuerzo, él mismo es de recta atención consciente y alienta a otros en la recta
atención consciente, él mismo es de recta concentración y alienta a otros en la recta concentración.
Esta se llama una persona superior a una buena persona”.

AN 4,206 {15A4.5.1.6,206} Dasamagga Sutta – Camino de diez


pasos

Características de una mala y buena persona, y de la persona inferior a aquella y superior a ésta.
[206] {206} “Monjes, voy a enseñaros acerca de la mala persona y de la persona inferior a la mala
persona; acerca de la buena persona y la persona superior a la buena persona. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cómo es, monjes, una mala persona? He aquí alguien que es de incorrecto punto de vista,
incorrecta intención, incorrecta forma de hablar, incorrecta acción, incorrecta forma de vida,
incorrecto esfuerzo, incorrecta atención consciente, incorrecta concentración, incorrecto
conocimiento e incorrecta liberación. Esta se llama una mala persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona inferior a una mala persona? He aquí alguien que es de
incorrecto punto de vista y alienta a otros en el incorrecto punto de vista, él mismo es de incorrecta
intención y alienta a otros en la incorrecta intención, él mismo es de incorrecta forma de hablar y
alienta a otros en la incorrecta forma de hablar, él mismo es de incorrecta acción y alienta a otros en
la incorrecta acción, él mismo es de incorrecta forma de vida y alienta a otros en la incorrecta forma
de vida, él mismo es de incorrecto esfuerzo y alienta a otros en el incorrecto esfuerzo, él mismo es
de incorrecta atención consciente y alienta a otros en la incorrecta atención consciente, él mismo es
de incorrecta concentración y alienta a otros en la incorrecta concentración, él mismo es de
incorrecto conocimiento y alienta a otros en el incorrecto conocimiento, él mismo es de incorrecta
liberación y alienta a otros en la incorrecta liberación. Esta se llama una persona inferior a una mala
persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una buena persona? He aquí alguien que es de recto punto de vista, recta
intención, recta forma de hablar, recta acción, recta forma de vida, recto esfuerzo, recta atención
consciente, recta concentración, recto conocimiento y recta liberación. Esta se llama una buena
persona.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona superior a una buena persona? He aquí alguien que es de recto
punto de vista y alienta a otros en el recto punto de vista, él mismo es de recta intención y alienta a
otros en la recta intención, él mismo es de recta forma de hablar y alienta a otros en la recta forma
de hablar, él mismo es de recta acción y alienta a otros en la recta acción, él mismo es de recta
forma de vida y alienta a otros en la recta forma de vida, él mismo es de recto esfuerzo y alienta a
otros en el recto esfuerzo, él mismo es de recta atención consciente y alienta a otros en la recta
atención consciente, él mismo es de recta concentración y alienta a otros en la recta concentración,
él mismo es de recto conocimiento y alienta a otros en el recto conocimiento, él mismo es de recta
liberación y alienta a otros en la recta liberación. Esta se llama una persona superior a una buena
persona”.

AN 4,210 Catutthapapadhamma Sutta – El mal carácter

Los factores del óctuple sendero y la liberación hacen la diferencia entre el carácter de las personas.

[210] “Y, ¿cómo es, monjes, alguien de mal carácter? He aquí alguien que posee incorrecto punto de
vista, incorrecta intención, incorrecta forma de hablar, incorrecta acción, incorrecto modo de vida,
incorrecto esfuerzo, incorrecta atención consciente, incorrecta concentración e incorrecta liberación.
A este se le llama, monjes, alguien de mal carácter.
“Y, ¿cómo es, monjes, alguien de un carácter peor? He aquí alguien que por sí mismo posee el
incorrecto punto de vista y estimula a otros en el incorrecto punto de vista; él que por sí mismo
posee la incorrecta intención y estimula a otros en la incorrecta intención; él por sí mismo posee la
incorrecta forma de hablar y estimula a otros en la incorrecta forma de hablar; él por sí mismo posee
la incorrecta acción y estimula a otros en la incorrecta acción; él por sí mismo posee el incorrecto
modo de vida y estimula a otros en el incorrecto modo de vida; él por sí mismo posee el incorrecto
esfuerzo y estimula a otros en el incorrecto esfuerzo; él por sí mismo posee la incorrecta atención
consciente y estimula a otros en la incorrecta atención consciente; él por sí mismo posee la
incorrecta concentración y estimula a otros en la incorrecta concentración; él por sí mismo posee la
incorrecta liberación y estimula a otros en la incorrecta liberación. A este se le llama, monjes,
alguien de un carácter peor.
“Y, ¿cómo es, monjes, alguien de buen carácter? He aquí alguien que posee recto punto de vista,
recta intención, recta forma de hablar, recta acción, recto modo de vida, recto esfuerzo, recta
atención consciente, recta concentración y recta liberación. A este se le llama, monjes, alguien de
buen carácter.
“Y, ¿cómo es, monjes, alguien de un carácter mejor? He aquí alguien que por sí mismo posee el
recto punto de vista y estimula a otros en el recto punto de vista; él que por sí mismo posee la recta
intención y estimula a otros en la recta intención; él por sí mismo posee la recta forma de hablar y
estimula a otros en la recta forma de hablar; él por sí mismo posee la recta acción y estimula a otros
en la recta acción; él por sí mismo posee el recto modo de vida y estimula a otros en el recto modo
de vida; él por sí mismo posee el recto esfuerzo y estimula a otros en el recto esfuerzo; él por sí
mismo posee la recta atención consciente y estimula a otros en la recta atención consciente; él por sí
mismo posee la recta concentración y estimula a otros en la recta concentración; él por sí mismo
posee la recta liberación y estimula a otros en la recta liberación. A este se le llama, monjes, alguien
de un carácter mejor”.

AN 4,211 Parisa Sutta – Personas

Monjes y monjas, seguidores y seguidoras laicos son las cuatro clases de personas que adornan o
deshonran el Sangha de acuerdo a las cualidades que reúnen.

[211] “Monjes, estos cuatro deshonran a la asamblea. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El monje que es
inmoral y de mal carácter; la monja que es inmoral y de mal carácter; el seguidor laico que es
inmoral y de mal carácter; la seguidora laica que es inmoral y de mal carácter.
“Monjes, estos cuatro adornan la asamblea. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El monje que es virtuoso y
de buen carácter; la monja que es virtuosa y de buen carácter; el seguidor laico que es virtuoso y de
buen carácter; la seguidora laica que es virtuosa y de buen carácter”.
AN 4,212-220 {15A4.5.2.2,212-15A4.5.2.10,220} Ditthi,
Akatannuta, Panatipati, Magga, Voharapatha, Ahirika y
Dussila Sutta – Punto de vista, ingratitud, destrucción de la
vida, sendero, cursos de expresión, vergüenza moral y un tonto

Acciones que determinan la suerte de uno en los renacimientos en el cielo o el infierno.

AN 4,212 {15A4.5.2.2,212} Ditthi - Punto de vista


[212] {212} “Monjes, poseyendo cuatro características, uno es depositado en el infierno como si se
lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Mala conducta corporal, mala conducta verbal, mala
conducta mental y equivocado punto de vista. Poseyendo estas cuatro características, monjes, uno
es depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cuatro cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas cuatro? Buena conducta corporal, buena conducta verbal, buena conducta mental y
recto punto de vista. Poseyendo estas cuatro características, monjes, uno es depositado en el cielo
como si se lo llevara allí”.

AN 4,213 {15A4.5.2.3,213} Akatannuta - Ingratitud


[213] {213} “Monjes, poseyendo cuatro características, uno es depositado en el infierno como si se
lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Mala conducta corporal, mala conducta verbal, mala
conducta mental e ingratitud o no-agradecimiento. Poseyendo estas cuatro características, monjes,
uno es depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cuatro cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas cuatro? Buena conducta corporal, buena conducta verbal, buena conducta mental y
gratitud o agradecimiento. Poseyendo estas cuatro características, monjes, uno es depositado en el
cielo como si se lo llevara allí”.

AN 4,214 {15A4.5.2.4,214} Panatipati - Destrucción de la vida


[214] {214} [Este y los siguientes suttas tienen el mismo patrón, sólo cambiando las
características y cualidades] “…Uno destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se involucra
en la conducta sexual indebida y dice mentiras…
“…Uno de abstiene de destruir la vida, tomar lo que no le ha sido dado, involucrarse en la conducta
sexual indebida y decir mentiras…”.

AN 4,215 {15A4.5.2.5,215} Pathamamagga – Primer discurso sobre el sendero


[215] {215} “…Uno es de incorrecto punto de vista, incorrecta intención, incorrecta forma de
hablar e incorrecta acción…
“…Uno es de recto punto de vista, recta intención, recta forma de hablar y recta acción…”.
AN 4,216 {15A4.5.2.6,216} Dutiyamagga – Segundo discurso sobre el sendero
[216] {216} “…Uno es de incorrecto modo de vida, incorrecto esfuerzo, incorrecta atención
consciente e incorrecta concentración…
“…Uno es de recto modo de vida, recto esfuerzo, recta atención consciente y recta
concentración…”.

AN 4,217 {15A4.5.2.7,217} Pathamavoharapatha – Primer discurso sobre los


cursos de expresión
[217] {217} “…Uno dice haber visto lo que no ha visto, uno dice haber escuchado lo que no ha
escuchado, uno dice haber sentido lo que no ha sentido y uno dice haber conocido lo que no ha
conocido…
“…Uno dice no haber visto lo que no ha visto, uno dice no haber escuchado lo que no ha
escuchado, uno dice no haber sentido lo que no ha sentido y uno dice no haber conocido lo que no
ha conocido…”.

AN 4,218 {15A4.5.2.8,218} Dutiyavoharapatha – Segundo discurso sobre los


cursos de expresión
[218] {218} “…Uno dice no haber visto lo que ha visto, uno dice no haber escuchado lo que ha
escuchado, uno dice no haber sentido lo que ha sentido y uno dice no haber conocido lo que ha
conocido…
“…Uno dice haber visto lo que ha visto, uno dice haber escuchado lo que ha escuchado, uno dice
haber sentido lo que ha sentido y uno dice haber conocido lo que ha conocido…”.

AN 4,219 {15A4.5.2.9,219} Ahirika – Vergüenza moral


[219] {219} “…Uno carece de fe, es inmoral, carece de vergüenza moral y de temor moral…
“…Uno está dotado de fe, es virtuoso, tiene vergüenza moral y temor moral…”.

AN 4,220 {15A4.5.2.10,220} Dussila – Un tonto


[220] {220} “…Uno carece de fe, es inmoral, perezoso y es un tonto…
“…Uno está dotado de fe, es virtuoso, enérgico y un sabio…”.

AN 4,221 Duccarita Sutta – Mala conducta [verbal]


Mala y buena forma de hablar.
[221] “Monjes, hay estas cuatro clases de mala conducta verbal. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La
mentira, el habla que causa divisiones, el hablar rudo y las charlas frívolas. Estas son las cuatro
clases de mala conducta verbal.
“Monjes, hay estas cuatro clases de la buena conducta verbal. Y, ¿cuáles son esas cuatro? El habla
verdadero, el habla que no causa divisiones, el habla gentil y las charlas juiciosas. Estas son las
cuatro clases de la buena conducta verbal”.
AN 4,232-234 Samkhitta, Vitthara y Sonakayana Sutta –
Resumen, Detalles [del kamma] y el brahmán Sonakayana

Etiquetas:
• Kamma

Lo que más importa no es tanto el buen kamma sino poner fin al kamma.

AN 4,232 Samkhitta Sutta – Resumen [del kamma]


[232] "Monjes, existen estos cuatro tipos del kamma que han sido descubiertos, conocidos y
comprendidos por mí. Y, ¿cuáles son esos cuatro? He aquí, está el kamma que es oscuro con el
resultado oscuro; el kamma que es brillante con el resultado brillante; el kamma que es oscuro y
brillante con el resultado oscuro y brillante; el kamma que no es ni oscuro ni brillante con el
resultado ni oscuro ni brillante, que lleva a la destrucción del kamma. Éstos son, monjes, los cuatro
tipos del kamma que han sido descubiertos, conocidos y comprendidos por mí”.

AN 4,233 Vitthara Sutta – Detalles [del kamma]


[233] "Monjes, existen estos cuatro tipos del kamma que han sido descubiertos, conocidos y
comprendidos por mí. Y, ¿cuáles son esos cuatro? He aquí, está el kamma que es oscuro con el
resultado oscuro; el kamma que es brillante con el resultado brillante; el kamma que es oscuro y
brillante con el resultado oscuro y brillante; el kamma que no es ni oscuro ni brillante con el
resultado ni oscuro ni brillante, que lleva al fin del kamma. Éstos son, monjes, los cuatro tipos del
kamma que han sido descubiertos, conocidos y comprendidos por mí.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma que es oscuro con el resultado oscuro? Este es el caso,
monjes, de alguien que efectúa perjudiciales acciones corporales… perjudiciales acciones
verbales… perjudiciales acciones mentales. Al efectuar estas acciones perjudiciales, reaparece en el
mundo perjudicial donde se ve afectado por los contactos perjudiciales, experimentando las
sensaciones que son exclusivamente dolorosas, al igual que pasa con los seres en el infierno. En
esto consiste, monjes, el kamma que es oscuro con el resultado oscuro.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma que es brillante con el resultado brillante? Este es el caso,
monjes, de alguien que efectúa no perjudiciales acciones corporales… no perjudiciales acciones
verbales… no perjudiciales acciones mentales. Al efectuar estas acciones no perjudiciales,
reaparece en el mundo no perjudicial donde se ve influido por los contactos que no son
perjudiciales, experimentando las sensaciones que son exclusivamente placenteras, como en caso de
los siempre-radiantes devas. En esto consiste, monjes, el kamma que es brillante con el resultado
brillante.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma que es oscuro y brillante con el resultado oscuro y brillante?
Este es el caso, monjes, de alguien que efectúa tanto perjudiciales como no perjudiciales acciones
corporales… tanto perjudiciales como no perjudiciales acciones verbales… tanto perjudiciales
como no perjudiciales acciones mentales. Al efectuar estas acciones que son tanto perjudiciales
como no perjudiciales, reaparece en el mundo que es tanto perjudicial como no perjudicial donde se
ve influido tanto por los contactos perjudiciales como por los que no son perjudiciales,
experimentando las sensaciones que son una mezcla de dolor y placer, al igual que los seres del
mundo humano, algunos devas y ciertos seres de los planos más bajos. En esto consiste, monjes, el
kamma que es oscuro y brillante con el resultado oscuro y brillante.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma que no es ni oscuro ni brillante con el resultado ni oscuro ni
brillante, que lleva a la destrucción del kamma? Este es el caso, monjes, de alguien con la intención
de abandonar el kamma oscuro con el resultado oscuro, con la intención de abandonar el kamma
brillante con el resultado brillante y con la intención de abandonar el kamma oscuro y brillante con
el resultado oscuro y brillante. En esto consiste, monjes, el kamma que no es oscuro ni brillante con
el resultado ni oscuro ni brillante, que lleva a la destrucción del kamma.
“Éstos son, monjes, los cuatro tipos del kamma que han sido descubiertos, conocidos y
comprendidos por mí”.

AN 4,234 Sonakayana Sutta – Sonakayana


[234] Entonces el brahmán Sikhamoggallana se acercó al Bienaventurado e intercambió con él
cordiales saludos. Cuando estas cordiales charlas y palabras de bienvenida habían terminado, se
sentó a un lado y dijo al Bienaventurado:
“En los días anteriores, Maestro Gotama, hace mucho tiempo, el brahmán estudiante de nombre
Sonakayana se me acercó y me dijo: ‘El asceta Gotama prescribe la distancia del kamma. Pero al
prescribir la distancia del kamma, aboga por la aniquilación del mundo. Este mundo, señor, que
tiene el kamma como su sustancia, continúa mediante el sometimiento al kamma’”.
[El Bienaventurado:] “Yo ni siquiera recuerdo haber visto al brahmán estudiante Sonakayana.
¿Cómo entonces podría existir semejante discusión? He aquí, brahmán, estas cuatro clases de
kamma que han sido proclamadas por mí, después de que las hube descubierto por mí mismo
mediante el conocimiento directo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? …”.
[El resto es idéntico al sutta anterior].

AN 4,235-236 {15A4.5.4.4,235-15A4.5.4.5,236} Pathama y


Dutiyasikkhapada Sutta – Reglas del entrenamiento

Destruyendo a toda clase de kamma.

AN 4,235 {15A4.5.4.4,235} Pathamasikkhapada Sutta – Primer discurso sobre


las reglas del entrenamiento
[235] {235} "Monjes, existen estas cuatro clases de kamma que han sido descubiertas, conocidas y
comprendidas por mí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, está el kamma oscuro con el resultado
oscuro; el kamma brillante con el resultado brillante; el kamma oscuro y brillante con el resultado
oscuro y brillante; el kamma ni oscuro ni brillante con el resultado ni oscuro ni brillante, que
conduce a la destrucción del kamma. Éstas son, monjes, las cuatro clases del kamma que han sido
descubiertas, conocidas y comprendidas por mí.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma oscuro con el resultado oscuro? He aquí alguien que
destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se involucra en la conducta sexual ilícita, miente y
se complace en el licor, vino y [otros] embriagantes que son la base de la negligencia. Este se llama
el kamma oscuro con el resultado oscuro.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma brillante con el resultado brillante? He aquí alguien que se
abstiene de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene de
involucrarse en la conducta sexual ilícita, se abstiene de mentir y se abstiene de complacerse en el
licor, vino y [otros] embriagantes que son la base de la negligencia. Este se llama el kamma
brillante con el resultado brillante.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma oscuro y brillante con el resultado oscuro y brillante? He
aquí alguien que realiza las actividades volitivas corporales tanto aflictivas como no-aflictivas, las
actividades volitivas verbales tanto aflictivas como no-aflictivas, las actividades volitivas mentales
tanto aflictivas como no-aflictivas. Como consecuencia, renace en un mundo que es tanto aflictivo
como no aflictivo. Cuando ya haya renacido en aquel mundo, le toca experimentar los contactos
tanto afligidos como no afligidos. Experimentando contactos tanto afligidos como no afligidos tiene
sensaciones tanto afligidas como no afligidas, mezclados el placer y la pena, tal como sucede en
algunos casos de seres humanos y algunos devas de los mundos inferiores. Este se llama el kamma
oscuro y brillante con el resultado oscuro y brillante.
“Y, en qué consiste el kamma ni oscuro ni brillante con el resultado ni oscuro ni brillante, que
conduce a la destrucción del kamma? La volición de abandonar la clase de kamma oscuro con
resultado oscuro, la volición de abandonar la clase de kamma brillante con resultado brillante, la
volición de abandonar la clase de kamma oscuro y brillante con resultado oscuro y brillante. Este se
llama el kamma ni oscuro ni brillante que conduce a la destrucción del kamma.
"Estas son, monjes, las cuatro clases de kamma que han sido descubiertas, conocidas y
comprendidas por mí”.

AN 4,236 {15A4.5.4.5,236} Dutiyasikkhapada Sutta – Segundo discurso sobre las


reglas del entrenamiento
[236] {236} "Monjes, existen estas cuatro clases de kamma… [comienza como en el sutta
anterior].
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma oscuro con el resultado oscuro? He aquí que alguien toma la
vida de su madre, toma la vida de su padre, toma la vida de un Arahant, con la mente llena de odio
derrama la sangre de un Tathagata o crea un cisma en el Sangha. Este se llama el kamma oscuro con
el resultado oscuro.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma brillante con el resultado brillante? He aquí alguien que se
abstiene de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene de
involucrarse en la conducta sexual ilícita, se abstiene de mentir, se abstiene de charlas que causan
divisiones, se abstiene del habla áspero, se abstiene de charlas frívolas; es sin añoranza, con
benevolencia o sostiene el recto punto de vista. Este se llama el kamma brillante con el resultado
brillante.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma oscuro y brillante con el resultado oscuro y brillante? [Igual
que en el sutta anterior]. Este se llama el kamma oscuro y brillante con el resultado oscuro y
brillante.
“Y, en qué consiste el kamma ni oscuro ni brillante con el resultado ni oscuro ni brillante, que
conduce a la destrucción del kamma? [Igual que en el sutta anterior]. Este se llama el kamma ni
oscuro ni brillante que conduce a la destrucción del kamma.
"Estas son, monjes, las cuatro clases de kamma que han sido descubiertas, conocidas y
comprendidas por mí”.

AN 4,237-238 {15A4.5.4.6,237-15A4.5.4.7,238} Ariyammagga y


Bojjhanga Sutta – Noble Sendero y Factores de Iluminación

El kamma generado a través de la práctica del óctuple noble sendero y los siete factores de
iluminación, desmantela el proceso kammico causal entero y conduce a la liberación de la ronda de
los renacimientos.

AN 4,237 {15A4.5.4.6,237} Ariyammagga Sutta – Noble Sendero


[237] {237} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de kamma proclamadas por mí después de
haberlas descubierto por mí mismo, con el conocimiento directo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He
aquí, está el kamma que es oscuro con el resultado oscuro; el kamma que es brillante con el
resultado brillante; el kamma que es oscuro y brillante con el resultado oscuro y brillante; el kamma
que no es ni oscuro ni brillante con el resultado ni oscuro ni brillante, que lleva a la destrucción del
kamma. Éstos son, monjes, los cuatro tipos del kamma que han sido descubiertos, conocidos y
comprendidos por mí.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma que es oscuro con el resultado oscuro? Este es el caso,
monjes, de alguien que efectúa perjudiciales acciones corporales… perjudiciales acciones
verbales… perjudiciales acciones mentales. Al efectuar estas acciones perjudiciales, reaparece en el
mundo perjudicial donde se ve afectado por los contactos perjudiciales, experimentando las
sensaciones que son exclusivamente dolorosas, al igual que pasa con los seres en el infierno. En
esto consiste, monjes, el kamma que es oscuro con el resultado oscuro.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma que es brillante con el resultado brillante? Este es el caso,
monjes, de alguien que efectúa no perjudiciales acciones corporales… no perjudiciales acciones
verbales… no perjudiciales acciones mentales. Al efectuar estas acciones no perjudiciales,
reaparece en el mundo no perjudicial donde se ve influido por los contactos que no son
perjudiciales, experimentando las sensaciones que son exclusivamente placenteras, como en caso de
los siempre-radiantes devas. En esto consiste, monjes, el kamma que es brillante con el resultado
brillante.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma que es oscuro y brillante con el resultado oscuro y brillante?
Este es el caso, monjes, de alguien que efectúa tanto perjudiciales como no perjudiciales acciones
corporales… tanto perjudiciales como no perjudiciales acciones verbales… tanto perjudiciales
como no perjudiciales acciones mentales. Al efectuar estas acciones que son tanto perjudiciales
como no perjudiciales, reaparece en el mundo que es tanto perjudicial como no perjudicial donde se
ve influido tanto por los contactos perjudiciales como por los que no son perjudiciales,
experimentando las sensaciones que son una mezcla de dolor y placer, al igual que los seres del
mundo humano, del de algunos devas y de ciertos seres de los planos más bajos. En esto consiste,
monjes, el kamma que es oscuro y brillante con el resultado oscuro y brillante.
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma que no es ni oscuro ni brillante con el resultado ni oscuro ni
brillante, que lleva a la destrucción del kamma? El recto punto de vista, la recta intención, el recto
hablar, la recta acción, el recto modo de vivir, el recto esfuerzo, la recta atención consciente y la
recta concentración. En esto consiste, monjes, el kamma que no es oscuro ni brillante con el
resultado ni oscuro ni brillante, que lleva a la destrucción del kamma.
“Éstas son, monjes, las cuatro clases de kamma proclamadas por mí después de haberlas
descubierto por mí mismo con el conocimiento directo”.

AN 4,238 {15A4.5.4.7,238} Bojjhanga Sutta – Factores de Iluminación


[238] {238} “Monjes, he aquí estas cuatro clases de kamma proclamadas por mí después de
haberlas descubierto por mí mismo con el conocimiento directo. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
[Todo sigue igual que en el sutta anterior hasta aquí:]
“¿Y en qué consiste, monjes, el kamma que no es ni oscuro ni brillante con el resultado ni oscuro ni
brillante, que lleva a la destrucción del kamma? El factor de iluminación de la atención consciente,
el factor de iluminación de la discriminación de los fenómenos, el factor de iluminación de la
energía, el factor de iluminación del arrobamiento, el factor de iluminación de la tranquilidad, el
factor de iluminación de la concentración y el factor de iluminación de la ecuanimidad. En esto
consiste, monjes, el kamma que no es oscuro ni brillante con el resultado ni oscuro ni brillante, que
lleva a la destrucción del kamma.
“Éstas son, monjes, las cuatro clases de kamma proclamadas por mí después de haberlas
descubierto por mí mismo con el conocimiento directo”.

AN 4,239-240 {15A4.5.4.8,239-15A4.5.4.9,240} Savajja


Abyabajjha Sutta – Reprochable y no-aflictivo

Acciones que determinan la suerte de uno en los renacimientos en el cielo o el infierno.

AN 4,239 {15A4.5.4.8,239} Savajja Sutta – Reprochable


[239] {239} “Monjes, poseyendo cuatro características, uno es depositado en el infierno como si se
lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Censurable conducta corporal, censurable conducta
verbal, censurable conducta mental y censurable punto de vista. Poseyendo estas cuatro
características, monjes, uno es depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cuatro cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas cuatro? Irreprochable conducta corporal, irreprochable conducta verbal,
irreprochable conducta mental e irreprochable punto de vista. Poseyendo estas cuatro
características, monjes, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí”.

AN 4,240 {15A4.5.4.9,240} Abyabajjha Sutta – No aflictivo


[240] {240} “Monjes, poseyendo cuatro características, uno es depositado en el infierno como si se
lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Conducta corporal aflictiva, conducta verbal aflictiva,
conducta mental aflictiva y punto de vista aflictivo. Poseyendo estas cuatro características, monjes,
uno es depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cuatro cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas cuatro? Conducta corporal no aflictiva, conducta verbal no aflictiva, conducta
mental no aflictiva y punto de vista no aflictivo. Poseyendo estas cuatro características, monjes, uno
es depositado en el cielo como si se lo llevara allí”.

AN 4,242 Sappurisanisamsa Sutta – Beneficios de una buena


persona

Cuatro beneficios de apoyarse en una buena persona.

[242] “Monjes, para alguien que se apoya en una buena persona, se pueden esperar cuatro
beneficios. Y, ¿cuáles son esos cuatro? Uno crece en la noble conducta virtuosa, uno crece en la
noble concentración, uno crece en la noble sabiduría y uno crece en la noble liberación. Para
alguien que se apoya en una buena persona, se pueden esperar estos cuatro beneficios”.

AN 4,245 Sikkhanisamsa Sutta – Entrenamiento

El Buda describe el rol específico que tiene el entrenamiento, la sabiduría, la liberación y la


atención consciente dentro de su Camino.

[245] “Monjes, la vida espiritual se vive con el entrenamiento como su beneficio, con la sabiduría
como su supervisor, con la liberación como su esencia y con la atención consciente como su
autoridad.
“Y, ¿cómo, monjes, el entrenamiento es su beneficio? He aquí, el entrenamiento perteneciente a la
conducta apropiada ha sido prescrito por mí a mis discípulos para que aquellos, sin la confidencia,
ganen la confidencia y aquellos, con la confidencia, la incrementen. Uno toma este entrenamiento
perteneciente a la conducta apropiada justamente de esta manera, en la que ha sido prescrita por mí
a mis discípulos, manteniéndola intacta, sin defectos, sin mancha e inmaculada, de manera tal que
aquellos, sin la confidencia, ganen la confidencia y aquellos, con la confidencia, la incrementen.
Habiéndose sometido a ellas, se entrena en las reglas del entrenamiento.
“Además, el entrenamiento fundamental de la vida espiritual ha sido prescrito por mí a mis
discípulos para la completa destrucción de la insatisfacción. Uno toma este entrenamiento
fundamental de la vida espiritual justamente en esta manera, en la que ha sido prescrita por mí a mis
discípulos, manteniéndola intacta, sin defectos, sin mancha e inmaculada. Habiéndose sometido a
ellas, se entrena en las reglas del entrenamiento. Es de esta manera, monjes, que el entrenamiento es
su beneficio.
“Y, ¿cómo, monjes, la sabiduría es su supervisor? He aquí, las enseñanzas han sido entregadas por
mí a mis discípulos para la completa destrucción de la insatisfacción. Uno escrudiña esas
enseñanzas con sabiduría justamente de esta manera, en la que han sido enseñadas por mí a mis
discípulos, para la completa destrucción de la insatisfacción. Es de esta manera, monjes, que la
sabiduría es su supervisor.
“Y, ¿cómo, monjes, la liberación es su esencia? He aquí, las enseñanzas han sido entregadas por mí
a mis discípulos para la completa destrucción de la insatisfacción. A través de la liberación uno
experimenta esas enseñanzas justamente de esta manera, en la que han sido enseñadas por mí a mis
discípulos, para la completa destrucción de la insatisfacción. Es de esta manera, monjes, que la
liberación es su esencia.
“Y, ¿cómo, monjes, la atención consciente es su autoridad? La atención de uno está bien establecida
internamente así: ‘Justamente, de esta manera, voy a completar el entrenamiento perteneciente a la
buena conducta que aún no he completado, o voy a asistir con sabiduría en varios aspectos del
entrenamiento pertenecientes a la buena conducta que todavía no he completado’. Además, la
atención de uno está bien establecida internamente así: ‘Justamente, de esta manera, voy a
completar el entrenamiento perteneciente a lo fundamental de la vida espiritual que aún no he
completado, o voy a asistir con sabiduría en varios aspectos del entrenamiento pertenecientes a lo
fundamental de la vida espiritual que todavía no he completado’. Además, la atención de uno está
bien establecida internamente así: ‘Justamente, de esta manera, voy a escudriñar con sabiduría las
enseñanzas que aún no escudriñé, o voy a asistir con sabiduría en varios aspectos referentes a las
enseñanzas que aún no he escudriñado’. Además, la atención de uno está bien establecida
internamente así: ‘Justamente, de esta manera, voy a experimentar a través de la liberación el
Dhamma que aún no experimenté, o voy a asistir con sabiduría en varios aspectos referentes al
Dhamma que aún no he experimentado’. Es de esta manera, monjes, que la atención consciente es
su autoridad.
“Por eso, monjes, cuando se ha dicho: ‘Monjes, la vida espiritual se vive con el entrenamiento como
su beneficio, con la sabiduría como su supervisor, con la liberación como su esencia y con la
atención consciente como su autoridad’, por causa de eso se lo ha dicho”.

AN 4,250-253 Pathama, Dutiya, Tatiya y Catutthavohara


Sutta – Declaraciones

Formas de hablar nobles e innobles.


AN 4,250 Pathamavohara Sutta – Primer discurso sobre las declaraciones
[250] “Monjes, hay estas cuatro declaraciones innobles. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Decir que uno
ha visto algo que no ha visto, decir que uno ha oído algo que no ha oído, decir que uno ha sentido
algo que no ha sentido y decir que uno ha conocido algo que no ha conocido. Estas son las cuatro
declaraciones innobles”.

AN 4,251 Dutiyavohara Sutta – Segundo discurso sobre las declaraciones


[251] “Monjes, hay estas cuatro nobles declaraciones. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Decir que uno no
ha visto algo que no ha visto, decir que uno no ha oído algo que no ha oído, decir que uno no ha
sentido algo que no ha sentido y decir que uno no ha conocido algo que no ha conocido. Estas son
las cuatro nobles declaraciones”.

AN 4,252 Tatiyavohara Sutta – Tercer discurso sobre las declaraciones


[252] “Monjes, hay estas cuatro declaraciones innobles. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Decir que uno
no ha visto algo que ha visto, decir que uno no ha oído algo que ha oído, decir que uno no ha
sentido algo que ha sentido y decir que uno no ha conocido algo que ha conocido. Estas son las
cuatro declaraciones innobles”.

AN 4,253 Catutthavohara Sutta – Cuarto discurso sobre las declaraciones


[253] “Monjes, hay estas cuatro nobles declaraciones. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Decir que uno ha
visto algo que ha visto, decir que uno ha oído algo que ha oído, decir que uno ha sentido algo que
ha sentido y decir que uno ha conocido algo que ha conocido. Estas son las cuatro nobles
declaraciones”.

AN 4,256 Sangahavatthu Sutta –Sustento


Formas de mantener las relaciones favorables.
[256] “Monjes, he aquí estos cuatro modos de sustento de las relaciones favorables. Y, ¿cuáles son
esos cuatro? El dar, el habla entrañable, la conducta beneficiosa y la imparcialidad. Estos son los
cuatro modos de sustento de las relaciones favorables”.

AN 4,258 {15A4.5.6.5,258} Kula Sutta – Las familias

Cómo una familia pierde o preserva sus riquezas.


[258] {258} “En cualquier caso, monjes, en que una familia, después de haber acumulado grandes
riquezas, no es capaz de mantenerlas por largo tiempo, es por una de estas cuatro razones. Y, ¿cuáles
son esas cuatro? Ellos no buscan las cosas perdidas; no reparan las cosas decrépitas; comen y beben
en exceso; ponen en puestos de autoridad a mujeres u hombres carentes de virtud y principios. De
modo que, en cualquier caso en que una familia, después de haber acumulado grandes riquezas, no
es capaz de mantenerlas por largo tiempo, es por una de estas cuatro razones.
“Por el contrario, monjes, en cualquier caso, en que una familia, después de haber acumulado
grandes riquezas, es capaz de mantenerlas por largo tiempo, es por una de las cuatro razones. Y,
¿cuáles son esas cuatro? Ellos buscan siempre las cosas perdidas; reparan las cosas decrépitas; no
comen ni beben en exceso; ponen en puestos de autoridad a mujeres u hombres virtuosos y con
principios. De modo que, en cualquier caso en que una familia, después de haber acumulado
grandes riquezas, es capaz de mantenerlas por largo tiempo, es por una de estas cuatro razones.”

AN 4,259-260 Pathama, Dutiyaajaniya – El pura sangre


El carácter de un excelente caballo real, de pura sangre, sirve al Buda para analizar las cualidades
de un excelente monje.

AN 4,259 Pathamaajaniya – Primer discurso sobre el pura sangre


[259] “Monjes, poseyendo cuatro factores el excelente caballo real de pura sangre es digno del rey,
un accesorio del rey y cuenta como un factor de la realeza. Y, ¿cuáles son esos cuatro? He aquí, el
excelente caballo real de pura sangre posee la belleza, fuerza, velocidad y rectas proporciones.
Poseyendo estos cuatro factores, el excelente caballo real de pura sangre es digno del rey, un
accesorio del rey y cuenta como un factor de la realeza.
“De la misma manera, monjes, poseyendo cuatro cualidades, un monje es digno de las ofrendas,
digno de hospitalidad, digno de dádivas, digno de reverenciales saludos, un insuperable campo de
méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, el monje posee la belleza, fuerza,
velocidad y rectas proporciones.
“Y, ¿cómo el monje posee la belleza? He aquí, el monje es virtuoso; mora restringido por el
Patimokkha, posee una buena conducta y el sustento, viendo el peligro en la más mínima falta.
Habiéndose sometido a las reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. De esta manera el monje
posee la belleza.
“Y, ¿cómo el monje posee la fuerza? He aquí, el monje hace surgir la energía para abandonar los
perjudiciales estados y adquirir los estados beneficiosos; es fuerte, firme en su esfuerzo, no
decayendo en la tarea de cultivar los beneficiosos estados. De esta manera el monje posee la fuerza.
“Y, ¿cómo el monje posee la velocidad? He aquí, el monje comprende tal como realmente es: ‘Esta
es la insatisfacción’, ‘este es el origen de la insatisfacción’, ‘este es el cese de la insatisfacción’ y
‘este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. De esta manera el monje posee la
velocidad.
“Y, ¿cómo el monje posee las rectas proporciones? He aquí, el monje es alguien que gana los
hábitos, la comida de las limosnas, las medicinas y provisiones para la enfermedad. De esta manera
el monje posee rectas proporciones.
“Poseyendo estas cuatro cualidades, un monje es digno de las ofrendas, digno de hospitalidad,
digno de dádivas, digno de reverenciales saludos, un insuperable campo de méritos para el mundo”.

AN 4,260 Dutiyaajaniya – Segundo discurso sobre el pura sangre


[260] [Todo el sutta es igual que el anterior, excepto el siguiente fragmento sobre la tercera
cualidad del monje:]
“Y, ¿cómo el monje posee la velocidad? He aquí, con la completa destrucción de las
contaminaciones, el monje descubrió por sí mismo, con el conocimiento directo y en esta presente
vida, la inmaculada liberación de la mente, la liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado
bajo ella, permanece allí. De esta manera el monje posee la velocidad…”.

AN 4,264-273 {15A4.5.7.1,264-15A4.5.7.10,273} Kammapatha


Vagga – Capítulo sobre los cursos del Kamma

Acciones voluntarias (kamma) que conducen a uno al cielo o infierno.

AN 4,264 {15A4.5.7.1,264} Panatipati Sutta – Destrucción de la vida


[264] {264} “Monjes, alguien que posee estas cuatro características está depositado en el infierno
como si se lo llevase allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Él mismo destruye la vida; alienta a otros a
destruir la vida; aprueba la destrucción de la vida y habla alabanzas sobre la destrucción de la vida.
Alguien que posee estas cuatro características está depositado en el infierno como si se lo llevase
allí.
“Monjes, alguien que posee estas [otras] cuatro cualidades está depositado en el cielo como si se lo
llevase allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Él mismo se abstiene de destruir la vida; alienta a otros a
abstenerse de destruir la vida; aprueba la abstención de la destrucción de la vida y habla alabanzas
sobre la abstención de la destrucción de la vida. Alguien que posee estas cuatro cualidades está
depositado en el cielo como si se lo llevase allí”.

AN 4,265-273 {15A4.5.7.2,265-15A4.5.7.10,273} Adinnadayi Sutta, etc. – Tomar


lo que no ha sido dado, etc.
[265-272] {265-273} “Monjes, alguien que posee estas cuatro características está depositado en el
infierno como si se lo llevase allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Él mismo toma lo que no ha sido
dado… (266) …Él mismo se involucra en la mala conducta sexual… (267) …Él mismo habla
mentiras… (268) …Él mismo habla provocando divisiones… (269) …Él mismo habla
ásperamente… (270) …Él mismo se complace en charlas frívolas… (271) …Él mismo está lleno de
nostalgia… (272) …Él mismo tiene animadversión… (273) …Él mismo mantiene el incorrecto
punto de vista, alienta a otros a mantener el incorrecto punto de vista; aprueba el incorrecto punto
de vista y habla alabanzas sobre el incorrecto punto de vista. Alguien que posee estas cuatro
características está depositado en el infierno como si se lo llevase allí.
“Monjes, alguien que posee estas [otras] cuatro cualidades está depositado en el cielo como si se lo
llevase allí. Y, ¿cuáles son esas cuatro? Él mismo se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado…
Él mismo se abstiene de la mala conducta sexual… Él mismo se abstiene de hablar mentiras… Él
mismo se abstiene de hablar provocando divisiones… Él mismo se abstiene de hablar
ásperamente… Él mismo se abstiene de complacerse en charlas frívolas… Él mismo se abstiene de
estar lleno de nostalgia… Él mismo se abstiene de tener animadversión… Él mismo mantiene el
correcto punto de vista, alienta a otros a mantener el correcto punto de vista; aprueba el correcto
punto de vista y habla alabanzas sobre el correcto punto de vista. Alguien que posee estas cuatro
cualidades está depositado en el cielo como si se lo llevase allí”.
AN 4,274-783 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia,
etc.

Esta serie repetitiva de suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete
contaminaciones, (2) diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto
a ellas y (3) tres clases de prácticas: (i) cuatro establecimientos de la atención consciente, (ii) cuatro
rectos esfuerzos y (iii) cuatro bases del poder espiritual.

AN 4,274 Satipatthana Sutta – Cuatro establecimientos de la atención consciente


[274] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse cuatro cosas.
Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, monjes, el monje mora contemplando el cuerpo en el cuerpo,
ardiente, comprendiendo claramente, atentamente consciente, habiendo eliminado el anhelo y el
abatimiento en consideración del mundo. Mora contemplando las sensaciones en las sensaciones…
la mente en la mente… los fenómenos mentales en los fenómenos mentales, ardiente,
comprendiendo claramente, atentamente consciente, habiendo eliminado el anhelo y el abatimiento
en consideración del mundo. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han de
desarrollarse estas cuatro cosas”.

AN 4,275 Sammappadhana Sutta – Cuatro rectos esfuerzos


[275] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse cuatro cosas.
Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, el monje genera el deseo de no surgimiento de los malos y
perjudiciales estados no surgidos; hace un esfuerzo, hace surgir la energía, aplica su mente y pugna
por eso. Genera el deseo del abandono de los malos y perjudiciales estados surgidos… del
surgimiento de los beneficiosos estados no surgidos… de conservación de los beneficiosos estados
surgidos, por su no declive, incremento, expansión y cumplimiento mediante el desarrollo; hace un
esfuerzo, hace surgir la energía, aplica su mente y pugna por eso. Mediante el conocimiento directo
sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas cuatro cosas”.

AN 4,276 Iddhipada Sutta – Cuatro bases del poder espiritual


[276] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse cuatro cosas.
Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, el monje desarrolla la base del poder espiritual que posee la
concentración debido al deseo y actividades de esfuerzo. Desarrolla la base del poder espiritual que
posee la concentración debido a energía… que posee la concentración debido a la mente… que
posee la concentración debido a la investigación y actividades de esfuerzo. Mediante el
conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas cuatro cosas”.

AN 4,277-303 Parinnadi Sutta – Mediante el conocimiento directo


[277-303] {277-303} “Monjes, mediante la plena comprensión de la codicia… mediante la
completa destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el
cese… el renunciamiento… la dimisión de la codicia, han de desarrollarse estas cuatro cosas” [1].
AN 4,304-783 Dosaabhinnadi Sutta – Conocimiento directo sobre la ira, etc.
[304-783] “Monjes, mediante el conocimiento directo… la plena comprensión… la completa
destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el cese… el
renunciamiento… la dimisión del odio… la falsa ilusión… la ira… la hostilidad… la denigración…
la insolencia… la envidia… la avaricia… el engaño… la astucia… la obstinación… la
vehemencia… el orgullo… la arrogancia… la embriaguez… la negligencia han de desarrollarse
cuatro cosas. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, monjes, el monje mora contemplando el cuerpo
en el cuerpo, ardiente, comprendiendo claramente, atentamente consciente, habiendo eliminado el
anhelo y el abatimiento en consideración del mundo. Mora contemplando las sensaciones en las
sensaciones… la mente en la mente… los fenómenos mentales en los fenómenos mentales, ardiente,
comprendiendo claramente, atentamente consciente, habiendo eliminado el anhelo y el abatimiento
en consideración del mundo.
“He aquí, el monje genera el deseo de no surgimiento de los malos y perjudiciales estados no
surgidos; hace un esfuerzo, hace surgir la energía, aplica su mente y pugna por eso. Genera el deseo
del abandono de los malos y perjudiciales estados surgidos… del surgimiento de los beneficiosos
estados no surgidos… de conservación de los beneficiosos estados surgidos, por su no declive,
incremento, expansión y cumplimiento mediante el desarrollo; hace un esfuerzo, hace surgir la
energía, aplica su mente y pugna por eso.
“He aquí, el monje desarrolla la base del poder espiritual que posee la concentración debido al
deseo y actividades de esfuerzo. Desarrolla la base del poder espiritual que posee la concentración
debido a energía… que posee la concentración debido a la mente… que posee la concentración
debido a la investigación y actividades de esfuerzo. Mediante la dimisión de la negligencia han de
desarrollarse estas cuatro cosas”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Exaltados, aquellos monjes se deleitaron en la declaración
del Bienaventurado.

NOTA:
[1] Como las tres prácticas mencionadas en los tres suttas anteriores, cada una de las cuales cuenta
con cuatro elementos (establecimientos de la atención consciente, rectos esfuerzos y poderes
espirituales) que se desarrollan mediante el conocimiento directo de la codicia, aquí han de ser
desarrolladas para cada uno de los nueve propósitos mencionados en este fragmento. Esto da como
resultado un total de treinta suttas con respecto a la codicia.
5. Pañcanipatapali - Libro con suttas dedicados a cinco
dhammas

Es la quinta división del Anguttara Nikaya con los suttas que contienen cinco particulares temas del
Dhamma o la enseñanza del Buda, cada uno.
Los números entre corchetes siguen la edición de Bhikkhu Bodhi.

Introducción al Anguttara Nikaya de Bhikkhu Bodhi

1. Pathamanapannasaka - Primer grupo de los cincuenta


1.1. Sekhavalavagga - Capítulo sobre los poderes del aprendiz
AN 5,1-2 Samkhitta y Vitthata Sutta – [Cinco poderes de entrenamiento] en resumen y en
detalle. El Buda menciona los cinco poderes de entrenamiento y explica en qué consiste
cada uno de ellos. [Leer en pali]
AN 5,3 Dukkha Sutta – Insatisfacción. Lo que hace la diferencia entre morar en la
insatisfacción y en la felicidad. [Leer en pali]
AN 5,4 Yathabhata Sutta – Como si estuviera llevado allí. Acciones que determinan la suerte
de uno en los renacimientos en el cielo o el infierno. [Leer en pali]
AN 5,5 Sikkha Sutta – Entrenamiento. Los monjes que abandonan el entrenamiento y
regresan a la vida laica lo hacen porque no tienen suficiente fe, vergüenza moral, temor
moral, energía ni sabiduría. [Leer en pali]

AN 5,7 Kama Sutta – Placeres sensuales. El Buda cuida se sus monjes hasta que ellos
puedan cuidarse por sí solos. [Leer en pali]

1.2. Balavagga - Capítulo sobre los poderes


AN 5,11 Ananussuta Sutta – Jamás escuchado antes. Los cinco poderes del Buda. [Leer en
pali]
AN 5,13-14 Samkhitta y Vitthata Sutta – [Cinco poderes] en resumen y en detalle. El Buda
menciona los cinco poderes y explica en qué consiste cada uno de ellos. [Leer en pali]
AN 5,17-20 Pathama, Dutiya, Tatiya Catutthahita Sutta – Bienestar. Estos suttas explican las
cuatro situaciones posibles de la práctica del monje, en función de los eventuales
beneficiarios de su entrenamiento. [Leer en pali]

1.3. Pañcanngikavagga - Capítulo con las cinco partes


AN 5,21-22 Pathama y Dutiyagarava Sutta – Irreverente. Estos dos suttas muestran que no
se puede lograr una recta concentración y sabiduría, sin la base de una apropiada y virtuosa
conducta. [Leer en pali]
AN 5,23 Upakkilesa Sutta – Corrupciones. Mediante el símil sobre las impurezas del oro, el
Buda explica las cinco contaminaciones mentales que impiden el alcance de los logros
meditativos. [Leer en pali]

AN 5,24 Dussila Sutta – Inmoral. El curso secuencial de la práctica del monje comparado
con el crecimiento de un árbol. [Leer en pali]

AN 5,25 Anuggahi Sutta – Asistido. ¿Cuáles son los cinco factores que, cuando acompañan
al recto punto de vista, conducen a la liberación? [Leer en pali]
AN 5,27 Samadhi Sutta – Concentración. Cinco conocimientos a los cuales se arriba gracias
al desarrollo de la concentración meditativa (samadhi). [Leer en pali]
AN 5,28 Pañcangika Sutta (Samadhanga Sutta) – Las cinco factores [de la concentración]. El Buda
explica cómo un progresivo desarrollo de los jhanas, conduce al desarrollo de los poderes
sobrenaturales y, finalmente, a la Iluminación. [Leer en pali]
AN 5,29 Cankama Sutta - Meditación caminando. Beneficios de la meditación hecha caminando.
[Leer en pali]

1.4. Sumanavagga - Capítulo con Sumana


AN 5,31 Sumana Sutta – Sumana. Consecuencias beneficiosas de la generosidad en la
presente vida y en la venidera. [Leer en pali]
AN 5,32 Cundi Sutta – Cundi. El Buda responde a las preguntas de la princesa Cundi sobre
la mejor clase de confidencia y la conducta virtuosa. [Leer en pali]
AN 5,33 Uggaha Sutta – Uggaha. El Buda ofrece consejos a muchachas jóvenes que están a
punto de casarse. [Leer en pali]
AN 5,34 Sihasenapati Sutta – El general Siha. El Buda explica a un general, los frutos
directamente visibles del dar. [Leer en pali]
AN 5,35 Dananisamasa Sutta – Los beneficios del dar. Cinco beneficios de ser un dador. [Leer en
pali]
AN 5,36 Kaladana Sutta – Oportuno. Cuándo las dádivas son oportunas. [Leer en pali]
AN 5,37 Bhojana Sutta – Comida. Los beneficios de donar la comida para el donador y los
receptores. [Leer en pali]
AN 5,38 Saddha Sutta – La fe. Beneficios que trae la fe. [Leer en pali]
AN 5,39 Putta Sutta – El hijo. Razones por las cuales los padres quieren tener un hijo. [Leer
en pali]
AN 5,40 Mahasalaputta Sutta – Árboles sala. Cuando el jefe de la familia da un buen
ejemplo, aquellos que dependen de él crecen en todo lo que es valioso: en la fe, la virtud, el
aprendizaje, la generosidad y la sabiduría. [Leer en pali]
1.5. Mundarajavagga - Capítulo con el rey munda
AN 5,41 Adiya Sutta – Utilización. Uso de las riquezas que no produce remordimientos.
[Leer en pali]
AN 5,42 Sappurisa Sutta – Buena persona. El Buda instaló un pragmático aunque inspirador
ideal para los laicos, del sappurisao “buena persona”, la que vive “para el bien, el bienestar
y la felicidad de mucha gente”. [Leer en pali]
AN 5,43 Ittha Sutta – Deseables. La inutilidad de rezos y ceremonias para cumplir con los
buenos deseos. [Leer en pali]
AN 5,44 Manapadayi Sutta – El dador de lo agradable. Un generoso seguidor laico, tiene un
feliz renacimiento por haber ofrendado al Buda. [Leer en pali]
AN 5,45 Punnabhisanda Sutta – Corrientes de méritos. La vida del monje mendigante se
convierte en insuperable campo de méritos, tanto para él como para los donantes. [Leer en
pali]
AN 5,47 Dhana Sutta – Riquezas. El Buda explica cómo la fe, la conducta virtuosa, el
aprendizaje, la generosidad y la sabiduría se convierten para uno en cinco clases de riqueza.
[Leer en pali]

AN 5,48-49 Alabbhaniyatthana y Kosala Sutta – Situaciones, En Kosala. Como sobreponerse al


envejecimiento, enfermedad, muerte, destrucción y pérdidas. [Leer en pali]
AN 5,50 Narada Sutta – Narada. Un discurso sobre lo pasajero de las cosas de este mundo y
lo inevitable de las consecuencias del kamma, permite a un rey sacarse el profundo dardo de
tristeza que tuvo al fallecer su esposa. [Leer en pali]

2. Dutiyapannasaka - Segundo grupo de los cincuenta


2.1. Nivaranavagga - Capítulo sobre los obstáculos
AN 5,51-52 Avarana y Akusalarasi Sutta – Obstrucciones y El montón de lo perjudicial. El Buda
usa un vívido símil sobre los canales que debilitan la corriente de un río para explicar la naturaleza
de los impedimentos mentales, los cuales llama luego, en el segundo sutta, “montón de lo
perjudicial”. [Leer en pali]
AN 5,53 Padhaniyanga Sutta – Factores que ayudan a esforzarse. Cinco factores que ayudan a
mantener un nivel adecuado de esfuerzo para alcanzar la meta. [Leer en pali]
AN 5,54 Samaya Sutta – Ocasiones. Circunstancias en las cuales es difícil realizar los
esfuerzos espirituales y, otras, en la cuales esto se hace fácil. [Leer en pali]
AN 5,55 Mataputta Sutta – Madre e hijo. La historia de una madre e hijo —monja y monje,
respectivamente― que caen en una relación incestuosa, es ocasión de una enseñanza de
contenido misógino, difícilmente atribuible al mismo Buda al contrastar la misma con su
habitual cordialidad hacia las mujeres y su generosidad en otorgarles su enseñanza. [Leer en
pali]
AN 5,56 Upajjhaya Sutta - El preceptor. Este sutta contiene una alentadora historia que inspira a
vencer las dificultades en el camino budista y muestra que en la época del Buda el rol del preceptor
o maestro espiritual consistía principalmente en ser un amigo y compañero, con el cual se podía
compartir francamente tanto los logros como los fracasos. [Leer en pali]
AN 5,57 Uppajjhatthana {Uppajjhaya} Sutta - Temas para la reflexión. El Buda nos explica en este
breve y directo sutta que mediante la reflexión sistemática en una serie de temas (la inevitabilidad
del envejecimiento, la enfermedad, la muerte, la desaparición de lo que añoramos y el kamma
cosechado por nuestras acciones), conseguiremos deshacernos de esta ilusión que nos impide ver la
realidad tal cual es y acelerar así nuestro camino hacia la Liberación. [Leer en pali]
AN 5,58 Licchavikumaraka Sutta – Los jóvenes licchavis. El Buda explica cinco
condiciones que aseguran un continuo crecimiento del hombre que encabeza a un hogar.
[Leer en pali]

2.2. Sannavagga - Capítulo sobre la percepción


AN 5,61-62 Pathana y Dutiyasanna Sutta – Las percepciones. Estos suttas ponen el énfasis
en las “percepciones” (sanna) como objetos de meditación que, inicialmente, involucran una
serie de reflexiones que “culminan en lo inmortal, teniendo a lo inmortal como su
consumación”. [Leer en pali]
AN 5,63-64 Pathama y Dutiyavaddhi Sutta – El crecimiento. Factores del noble
crecimiento. [Leer en pali]
AN 5,65 Sakaccha Sutta – Discusión. Cualidades de un monje, con quien vale la pena
mantener una discusión. [Leer en pali]
AN 5,66 Sajiva Sutta – Estilo de vida. Cualidades de un monje, con quien vale la pena
compartir la morada. [Leer en pali]

2.3. Yodhayivagga - Capítulo con el guerrero


AN 5,73-74 Pathima y Dutiyadhammavihari Sutta – El que mora en el Dhamma. El Buda
enseña la insuficiencia de algunas buenas prácticas —como el aprendizaje de los Discursos,
la prédica, la recitación y análisis del Dhamma— cuando uno dedica a ellas todo su tiempo.
[Leer en pali]
AN 5,75 Pathamayodjajiva Sutta – Primer discurso sobre los guerreros. Usando el símil
sobre las diferentes clases de guerreros, el Buda alaba al monje que supera las dificultados,
sigue el estilo de vida del renunciante y llega a la meta final. [Leer en pali]

AN 5,76 Dutiyayodjajiva Sutta – Segundo discurso sobre los guerreros. Usando otro símil
sobre las diferentes clases de guerreros, el Buda alaba al monje que supera las dificultades,
sigue el estilo de vida del renunciante y llega a la meta final. [Leer en pali]

AN 5,77 Pathamanagatabhaya Sutta – Primer discurso sobre los futuros peligros. Peligros
que un morador del bosque debería considerar para progresar rápidamente en el Camino.
[Leer en pali]
AN 5,78 Dutiyanagatabhaya Sutta – Segundo discurso sobre los futuros peligros. Peligros
que un morador del bosque debería considerar para progresar rápidamente en el Camino.
[Leer en pali]
AN 5,79 Tatiyanagatabhaya Sutta – Tercer discurso sobre los futuros peligros. El Buda
describe las causas de la futura degeneración de su Dhamma y Disciplina. [Leer en pali]
AN 5,80 Catutthanagatabhaya Sutta – Cuarto discurso sobre los futuros peligros. El Buda
describe las otras causas de la futura degeneración de su Dhamma y Disciplina. [Leer en
pali]

2.4. Theravagga - Capítulo sobre los venerables ancianos


AN 5,87 Silavanta Sutta – Los virtuosos. Las cualidades del monje, que hacen de él una
persona respetada y estimada por sus compañeros monjes. [Leer en pali]

2.5. Kakudhavagga - Capítulo con Kakudha


AN 5,99 Siha Sutta – El león. El Buda reconoce una autoridad espiritual que está por encima
de él con las palabras: “el Tathagata tiene respeto por el Dhamma y reverencia al Dhamma”.
[Leer en pali]
AN 5,100 Kakudhathera Sutta – El anciano Kakudha. En este sutta el Buda confirma poseer
las cualidades que se esperan de un maestro espiritual plenamente realizado. [Leer en pali]

3. Tatiyapannasaka - Tercer grupo de los cincuenta


3.1. Phasuviharavagga - Capítulo sobre la morada confortable
AN 5,103 Mahacora Sutta – Un ladrón experto. Por qué un mal monje puede ser visto como
un ladrón experto. [Leer en pali]
AN 5,104 Samanasukhumala Sutta – Asceta delicado. El Buda explica el término “el
delicado asceta entre los ascetas” y declara que él mismo se identifica con esta clase de
ascetas. [Leer en pali]

3.2. Andhakavindavagga - Capítulo con Andhakavinda


AN 5,113 Sammasamadhi Sutta - Recta concentración. El no saber sobrellevar el impacto de las
percepciones sensoriales impide entrar en una verdadera concentración meditativa. [Leer en pali]
AN 5,115 Maccharini Sutta – Tacaña. La tacañería y la generosidad hacen la diferencia en
cuanto a nuestro destino. [Leer en pali]

AN 5,116-120 Vannana, Issukini, Micchaditthika, Micchavaca y Micchavayama Sutta –


Alabanza, envidia, punto de vista, el habla y el esfuerzo. En esta serie de suttas, se explican
varias causas por las cuales las bhikkhunis renacen en el infierno. [Leer en pali]
3.3. Gilanavagga - Capítulo con el enfermo
AN 5,128 Samanasukha Sutta – La felicidad del asceta. Cómo se vive la vida monástica
satisfactoria e insatisfactoriamente. [Leer en pali]
AN 5,129 Parikuppa Sutta – Lesiones. Cinco actos graves que producen un resultado
inmediato en forma de renacimiento en el infierno, en la próxima existencia. [Leer en pali]
AN 5,130 Byasana Sutta – Logros. Solo algunos de los desastres y logros tienen importancia
en relación a los próximos nacimientos de los seres. [Leer en pali]

3.4. Rajavagga - Capítulo con los reyes


AN 5,131-132 Pathama y Dutiyacakkanuvattana Sutta – Continuar girando la Rueda. Las
características del monarca universal, el Buda y sus respectivos sucesores. [Leer en pali]
AN 5,133 Dhammaraja Sutta – El rey recto. El Buda reconoce una sola autoridad por
encima de él: el Dhamma. [Leer en pali]
AN 5,139 Akkhama Sutta – No pudiendo sobrellevar pacientemente. Con el símil de un
elefante real valiente y otro débil, el Buda explica la diferencia entre el monje que domina
los cinco sentidos y otro que se somete a ellos. [Leer en pali]

3.5. Tikandakivagga - Capítulo en la Arboleda de las Tres Espinas


AN 5,141 Avajanati Sutta – Habiendo dado, uno desprecia. Cinco clases de personas con actitudes
incorrectas. [Leer en pali]
AN 5,144 Tikandaki Sutta – [Arboleda de] las Tres Espinas. Cómo mantenerse ecuánime
contemplando las diferentes clases de objetos. [Leer en pali]
AN 5,145 Niraya Sutta – El infierno. Características de la conducta que conducen a uno al
cielo o al infierno. [Leer en pali]
AN 5,146 Mitta Sutta – Amigo. Características de las personas que uno debe tener como
amigos y, otras, a las que debe evitar. [Leer en pali]
AN 5,147 Asappurisadana Sutta – La dádiva del mal hombre. Maneras de donar de las
personas malas y buenas. [Leer en pali]
AN 5,148 Sappurisadana Sutta – La dádiva del hombre recto. La forma en la cual ofrenda
una persona recta. [Leer en pali]

4. Catutthapannasaka - Cuarto grupo de los cincuenta


4.1. Saddhammavagga - Capítulo sobre la doctrina verdadera
AN 5,151-153 Pathama, Dutiya y Tatiyasamattaniyama Sutta – El curso fijo de la
rectitud. En ocasiones, escuchar el Dhamma puede servir para entrar en el irreversible
sendero de la libración final, pero para alcanzar este beneficio, uno ha de escuchar
apropiadamente: con la mente respetuosa y abierta, no con la mente que intenta encontrar
faltas y menosprecia al discurso o al orador. [Leer en pali]
AN 5,154-155 Pathama y Dutiyasaddhammasammosa Sutta – Declive del buen Dhamma. El
Dhamma declina y desaparece cuando los monjes no lo escuchan respetuosamente, no lo
aprenden, no lo retienen en la mente, no examinan su significado ni lo ponen en práctica.
[Leer en pali]

AN 5,156 Tatiyasaddhammasammosa Sutta – Tercer discurso sobre el declive del buen


Dhamma. El Dhamma declina y desaparece cuando los monjes aprenden discursos mal
transmitidos, son difíciles de ser corregidos, los que saben no enseñan, son lujuriosos y hay
cisma en el Sangha. [Leer en pali]
AN 5,157 Dukkatha Sutta – Discurso incorrectamente dirigido. Cuando se enseña, hay que
seleccionar un tema apropiado, evaluar los intereses y las expectativas de la audiencia y,
luego, ofrecer una plática que coincida con sus inclinaciones. [Leer en pali]

AN 5,158 Sarajja Sutta – Timidez. Cómo vencer la timidez y estar seguro de sí mismo.
[Leer en pali]

AN 5,159 Udayi Sutta – Udayi. El Buda prescribe cinco directrices para quien enseña el
Dhamma. [Leer en pali]

AN 5,160 Duppativinodaya Sutta – Difícil de disipar. Cinco cosas, de las cuales es difícil
desprenderse. [Leer en pali]

4.2. Aghatavagga - Capítulo sobre el odio


AN 5,161 Pathamaaghatapativinasutta – Primer discurso sobre el abandono del
resentimiento. Cinco hábiles maneras de lidiar con el resentimiento. [Leer en pali]
AN 5,162 Dutiyaaghatapativinasutta – Segundo discurso sobre el abandono del resentimiento. El
Venerable Sariputta describe las cinco hábiles maneras de lidiar con el resentimiento ofreciendo
unos vivaces símiles. [Leer en pali]
AN 5,163 Sakaccha Sutta – Discusión. Cualidades de un monje, con quien vale la pena
mantener una discusión. [Leer en pali]
AN 5,164 Sajiva Sutta – Estilo de vida. Cualidades de un monje, con quien vale la pena
compartir la morada. [Leer en pali]
AN 5,167 Codana Sutta – Reprobando. El Venerable Sariputta enseña a sus compañeros
monjes cómo deben reprobarse mutuamente en casos necesarios y recibe, por eso, el
reconocimiento por parte del Buda. [Leer en pali]
AN 5,170 Bhaddaji Sutta – Bhaddaji. Lo supremo según las creencias populares y según la
enseñanza del Buda. [Leer en pali]
4.3. Upasakavagga - Capítulo con los seguidores laicos
AN 5,171 Sarajja Sutta – Timidez. De qué depende la timidez y la seguridad de sí mismo.
[Leer en pali]
AN 5,172 Visarada Sutta – Auto-confianza. De qué depende la timidez y la seguridad de sí
mismo. [Leer en pali]
AN 5,173 Niraya Sutta – El infierno. Los cinco preceptos hacen la diferencia entre el cielo y
el infierno. [Leer en pali]
AN 5,174 Vera Sutta – Enemistades. La virtud y la maldad hacen la diferencia entre el cielo
y el infierno. [Leer en pali]
AN 5,177 Vanijja Sutta – Comercios. Cinco clases de comercio, en las cuales, un budista no
debería involucrarse. [Leer en pali]
AN 5,178 Raja Sutta – Los reyes. Castigos terrenales por no respetar los preceptos. [Leer en
pali]
AN 5,179 Gihi Sutta – El laico. Cinco reglas de entrenamiento para un seguidor laico que
pretende alcanzar el primer grado de Iluminación. [Leer en pali]
AN 5,180 Gavesi Sutta – Gavesi. El Buda relata la historia del liderazgo verdadero ejercido
por uno de los seguidores laicos de quien fuera su predecesor inmediato, el Buda Kassapa.
[Leer en pali]

4.4. Arannavagga - Capítulo con el bosque

4.5. Brahmanavagga - Capítulo con los brahmanes


AN 5,193 Sagarava Sutta – Sagarava. Las obstrucciones o impedimentos mentales no solo
estorban la meditación, sino que incluso impiden que uno conozca su propio bien o el bien
de los demás. Aquí, el Buda los compara con las impurezas de un cuenco con agua. [Leer
en pali]

AN 5,196 Mahasupina Sutta – Grandes sueños. Este discurso habla de los cinco grandes
sueños que tuvo el Buda cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado, que
presagiaron su iluminación. [Leer en pali]
AN 5,198 Vaca Sutta – El habla. Cómo hablar de buena manera. [Leer en pali]
AN 5,199 Kula Sutta – Familias. Los cinco beneficios para las familias que reciben la visita
de los monjes y monjas. [Leer en pali]

5. Pancamapannasaka - Quinto grupo de los cincuenta


5.1. Kimilavagga - Capítulo cerca de Kimila
AN 5,201 Kimila (o Kimbila) Sutta – En Kimila. Razones por las cuales el buen Dhamma
perdura, o no, por mucho tiempo después de la muerte de un Buda. [Leer en pali]
AN 5,203 Assajaniya Sutta – Un pura sangre. El Buda encuentra similitudes entre un
excelente caballo real de pura sangre y un buen monje. [Leer en pali]
AN 5,205 Cetokhila Sutta – Aridez. Este sutta menciona un grupo de impedimentos que
obstruyen la práctica de meditación, el cual consiste en cinco clases de aridez mental. [Leer
en pali]

AN 5,206 Vinibandha Sutta – Esclavitudes. Este sutta menciona un grupo de impedimentos


que obstruyen la práctica de la meditación, el cual consiste en cinco clases de esclavitud
mental. [Leer en pali]

5.2. Akkosakavagga - Capítulo con el que insulta


AN 5,213 Sila Sutta – Conducta virtuosa. Peligros para una persona inmoral y beneficios
para una virtuosa. [Leer en pali]
AN 5,214 Bahubhani Sutta – Disputar mucho. Beneficios para quien habla juiciosamente y
peligros para quien disputa mucho. [Leer en pali]

5.3. Dighacarikavagga - Capítulo con el enemigo


AN 5,224 Maccharini Sutta – Tacañería. La tacañería y la generosidad son, para el monje,
las consecuencias de permanecer demasiado tiempo o tiempo apropiado en un solo lugar.
[Leer en pali]

AN 5,225-226 Pathama y Dutiyakulupaka Sutta – Sobre alguien que visita a las familias. El
Buda advierte a los monjes sobre el peligro de formar vínculos estrechos con las familias,
especialmente con sus miembros del sexo opuesto. [Leer en pali]

AN 5,227 Bhoga Sutta – Las riquezas. Peligros y beneficios de las riquezas. [Leer en pali]
AN 5,229-230 Pathama, Dutiyakahasappa Sutta – La venenosa serpiente negra. Estos dos
suttas cortos de contenido misógino, difícilmente atribuibles al mismo Buda, contrastan con
su habitual cordialidad hacia las mujeres y su generosidad en otorgarles su enseñanza. [Leer
en pali]

5.4. Avasikavagga - Capítulo con el residente


AN 5,236-240 Pathama, Dutiya y Tatiyavannaraha Sutta, Pathama y Dutiyamachariya Sutta
– Uno que merece censura y la tacañería. En esta serie de suttas se explican varias causas,
por las cuales los bhikkhus renacen en el infierno. [Leer en pali]

5.5. Duccaritavagga - Capítulo sobre la mala conducta


AN 5,241-244 Pathamaduccarita, Pathamakayaduccarita, Pathamavaciduccarita y
Pathamamanoduccarita Sutta – Primeros discursos sobre la mala conducta. Peligros de la
mala conducta y beneficios de la buena. [Leer en pali]
AN 5,245-248 Dutiyaduccarita, Dutiyakayaduccarita, Dutiyavaciduccarita y
Dutiyamanoduccarita Sutta – Otros discursos sobre la mala conducta. Peligros de la mala
conducta y beneficios de la buena. [Leer en pali]
AN 5,250 Puggalappasada Sutta – [Depositar] la fe en una persona. Cinco inconvenientes de
depositar la confianza en una persona. [Leer en pali]

6. Chatthapannasaka - Sexto grupo de los cincuenta


6.1. Upasampadavagga - Capítulo sobre la plena ordenación

6.2. Sammutipeyyala - Serie repetitiva sobre las opiniones generales


AN 5,272-285 Sammuti Peyyala – Serie repetitiva sobre el consenso. Deseo, odio, falsa
ilusión y miedo, más el hecho de ser inexperto en un determinado campo, hacen que el
monje no sea apto para desempeñar una función en el monasterio. [Leer en pali]

6.3. Sikkhapadapeyyala - Serie repetitiva sobre los preceptos


AN 5,286-302 Sikkhapada Peyyala – Serie repetitiva sobre las reglas del entrenamiento. La
observancia de las reglas básicas de conducta moral determina el futuro destino de toda
clase de personas. [Leer en pali]

6.4. Ragapeyyala - Serie repetitiva sobre el apego


AN 5,303-1152 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia, etc. Esta serie repetitiva de
suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete contaminaciones, (2)
diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto a ellas y (3)
cinco clases de prácticas. [Leer en pali]
AN 5,1-2 {16A5.1.1.1,1-16A5.1.1.2,2} Samkhitta y Vitthata
Sutta – [Cinco poderes de entrenamiento] en resumen y en
detalle

El Buda menciona los cinco poderes de entrenamiento y explica en qué consiste cada uno de ellos.

AN 5,1 {16A5.1.1.1,1} Samkhitta Sutta – [Cinco poderes de entrenamiento] en


resumen
[1] {1} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda Jeta
del Parque de Anathapindika, cerca de Savatthi. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los
monjes así: “Monjes”.
“Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, he aquí estos cinco poderes de entrenamiento. Y, ¿cuáles son esos cinco? El poder de la fe,
el poder de la vergüenza moral, el poder del temor moral, el poder de la energía y el poder de la
sabiduría. Estos son, monjes, los cinco poderes de entrenamiento. Por eso, monjes, debéis
entrenaros a vosotros mismos así: ‘Vamos a poseer el poder de entrenamiento de la fe; vamos a
poseer el poder de entrenamiento de la vergüenza moral, vamos a poseer el poder de entrenamiento
del temor moral, vamos a poseer el poder de entrenamiento de la energía; vamos a poseer el poder
de entrenamiento de la sabiduría’. Es así, monjes, cómo debéis entrenaros a vosotros mismos”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado y los monjes se deleitaron en sus palabras.

AN 5,2 {16A5.1.1.2,2} Vitthata Sutta – [Cinco poderes de entrenamiento] en


detalle
[2] {2} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda Jeta
del Parque de Anathapindika, cerca de Savatthi. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los
monjes así: “Monjes”.
“Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, he aquí estos cinco poderes de entrenamiento. Y, ¿cuáles son esos cinco? El poder de la fe,
el poder de la vergüenza moral, el poder del temor moral, el poder de la energía y el poder de la
sabiduría. Estos son, monjes, los cinco poderes de entrenamiento.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la fe? El noble discípulo está dotado de la fe. Pone su fe en la
iluminación del Tathagata así: ‘El Bienaventurado es un Arahant perfectamente iluminado,
consumado en el conocimiento verdadero y la conducta, afortunado, conocedor del mundo,
insuperable preparador de personas que han de ser amansadas, maestro de los devas y los seres
humanos, un Iluminado, un Bendito’. Esto se llama el poder de la fe.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la vergüenza moral? He aquí, el noble discípulo tiene el sentido de
la vergüenza moral; se avergüenza de la inapropiada conducta corporal, verbal y mental; se
avergüenza de adquirir las malas y perjudiciales características. Esto se llama el poder de la
vergüenza moral.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder del temor moral? He aquí, el noble discípulo teme la conducta
inapropiada; teme la inapropiada conducta corporal, verbal y mental; teme adquirir las malas y
perjudiciales características. Esto se llama el poder del temor moral.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la energía? He aquí, el noble discípulo hace surgir la energía para
abandonar los perjudiciales estados mentales y adquirir los estados mentales beneficiosos; hace
fuerza, es firme en el esfuerzo, no desechando la tarea de cultivar los estados mentales beneficiosos.
Esto se llama el poder de la energía.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la sabiduría? He aquí, el noble discípulo es sabio; posee la
sabiduría que discierne el surgimiento y la desaparición, que es noble y penetrante, y conduce a la
completa destrucción de la insatisfacción. Esto se llama el poder de la sabiduría.
“Estos son, monjes, los cinco poderes de entrenamiento. Por eso, monjes, debéis entrenaros a
vosotros mismos así: ‘Vamos a poseer el poder de entrenamiento de la fe; vamos a poseer el poder
de entrenamiento de la vergüenza moral, vamos a poseer el poder de entrenamiento del temor
moral, vamos a poseer el poder de entrenamiento de la energía; vamos a poseer el poder de
entrenamiento de la sabiduría’. Es así, monjes, cómo debéis entrenaros a vosotros mismos”.

AN 5,3 {15A5.1.1.3,3} Dukkha Sutta – Insatisfacción


Lo que hace la diferencia entre morar en la insatisfacción y en la felicidad.
[3] {3} “Monjes, poseyendo cinco características, el monje mora en la insatisfacción en esta
presente vida, con dolor, angustia y fiebre, y con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, le
espera un mal destino. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, un monje carece de fe, es moralmente
vergonzoso, moralmente irresponsable, perezoso y tonto. Poseyendo estas cinco características el
monje mora en la insatisfacción en esta presente vida, con dolor, angustia y fiebre, y con el quiebre
del cuerpo, después de la muerte, le espera un mal destino.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, el monje mora en la felicidad en esta presente vida, sin dolor,
angustia ni fiebre, y con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, le espera un buen destino. Y,
¿cuáles son esas cinco? He aquí, un monje está dotado de fe, tiene el sentido de la vergüenza moral,
tiene temor moral, es enérgico y sabio. Poseyendo estas cinco cualidades, el monje mora en la
felicidad en esta presente vida, sin dolor, angustia ni fiebre, y con el quiebre del cuerpo, después de
la muerte, le espera un buen destino”.

AN 5,4 {15A5.1.1.4,4} Yathabhata Sutta – Como si estuviera


llevado allí

Acciones que determinan la suerte de uno en los renacimientos en el cielo o el infierno.


[4] {4} “Monjes, poseyendo cinco características, uno es depositado en el infierno como si se lo
llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje carece de fe, vergüenza moral y temor
moral, es perezoso y tonto. Poseyendo estas cinco características, monjes, uno es depositado en el
infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje está dotado de fe, tiene vergüenza moral y temor moral,
es enérgico y sabio. Poseyendo estas cuatro características, monjes, uno es depositado en el cielo
como si se lo llevara allí”.

AN 5,5 {16A5.1.1.5,5} Sikkha Sutta – Entrenamiento

Los monjes que abandonan el entrenamiento y regresan a la vida laica lo hacen porque no tienen
suficiente fe, vergüenza moral, temor moral, energía ni sabiduría.

[5] {5} “Monjes, cada monje o monja que abandona el entrenamiento y regresa al estilo de vida
inferior, incurre en cinco críticas razonables y da motivo para la censura en esta presente vida. Y,
¿cuáles son esas cinco? ‘No tienes fe para [cultivar] las cualidades beneficiosas. No tienes sentido
de vergüenza moral para [cultivar] las cualidades beneficiosas. No tienes temor moral para
[cultivar] las cualidades beneficiosas. No tienes energía para [cultivar] las cualidades beneficiosas.
No tienes sabiduría para [cultivar] las cualidades beneficiosas’. Cada monje o monja que abandona
el entrenamiento y regresa al estilo de vida inferior, incurre en estas cinco críticas razonables y da
motivo para la censura en esta presente vida.
“Monjes, cada monje o monja que vive una vida espiritual completa y pura, incluso con pena y
abatimiento, llorando con muchas lágrimas, se gana cinco razonables motivos de alabanza en esta
presente vida. Y, ¿cuáles son esos cinco? ‘Tienes fe para [cultivar] las cualidades beneficiosas.
Tienes sentido de vergüenza moral para [cultivar] las cualidades beneficiosas. Tienes temor moral
para [cultivar] las cualidades beneficiosas. Tienes energía para [cultivar] las cualidades
beneficiosas. Tienes sabiduría para [cultivar] las cualidades beneficiosas’. Cada monje o monja que
vive una vida espiritual completa y pura, incluso con pena y abatimiento, llorando con muchas
lágrimas, se gana estos cinco razonables motivos de alabanza en esta presente vida”.

AN 5,7 Kama Sutta – Placeres sensuales

El Buda cuida se sus monjes hasta que ellos puedan cuidarse por sí solos.

[7] “Monjes, los seres son cautivados la mayor parte del tiempo por los placeres sensuales. Cuando
un hombre de clan hubo dejado la hoz y la carga de los postes, y dejando la vida hogareña, asumió
el estilo de vida sin hogar, puede ser descrito como un hombre de clan que renunció por la fe. Y,
¿por qué así? Porque los placeres sensuales, sean de una clase u otra, pueden ser obtenidos por un
joven. Los placeres sensuales inferiores, medianos y superiores, todos cuentan simplemente como
placeres sensuales.
“Imaginad, monjes, a un niño pequeño, ignorante, acostado sobre su espalda, al que se le cayera,
por el descuido de su nodriza, una piedra en la boca. La nodriza, en este caso, debería procurar
sacarle la piedra rápidamente. Si no pudiera hacerlo rápidamente, procuraría hacerlo de todas
formas, aún si tuviera que apoyar su mano izquierda sobre la cabeza del niño y enganchar el dedo
de la mano derecha [adentro, aún si tuviera que] derramar la sangre. Y, ¿por qué así? Porque por
más que esto significaría un malestar para el niño, lo cual no se puede negar, ella tendría que
hacerlo por el bien, el bienestar y la compasión por el niño. Sin embargo, después de que el
muchacho haya crecido y haya tenido suficiente sentido común, la nodriza ya no se preocuparía por
él, pensando: ‘El muchacho puede cuidarse ahora por sí mismo, no es más negligente’.
“Así también, mientras un monje no está todavía realizado en la fe [en el cultivo de] las cualidades
beneficiosas, en el sentido de la vergüenza moral [en el cultivo de] las cualidades beneficiosas, en el
miedo moral [en el cultivo de] las cualidades beneficiosas, en la energía [en el cultivo de] las
cualidades beneficiosas, yo tengo que cuidar de él. Pero cuando un monje ya está realizado en la fe
[en el cultivo de] las cualidades beneficiosas, en el sentido de la vergüenza moral [en el cultivo de]
las cualidades beneficiosas, en el miedo moral [en el cultivo de] las cualidades beneficiosas, en la
energía [en el cultivo de] las cualidades beneficiosas, entonces estoy despreocupado por él,
pensando: ‘El monje puede ahora cuidarse por sí mismo; no es más negligente’”.

AN 5,11 {15A5.1.2.1,11} Ananussuta Sutta – Jamás escuchado


antes
Los cinco poderes del Buda.
[11] {11} “Monjes, yo reclamo haber alcanzado la consumación y perfección del conocimiento
directo en consideración de cosas jamás escuchadas antes.
“He aquí estos cinco poderes del Tathagata que el Tathagata tiene, poseyendo los cuales reclama el
lugar del principal de los toros, reclama rugir su rugido de león en medio de las asambleas y poner
en movimiento la rueda del Brahma. Y, ¿cuáles son esas cinco? El poder de la fe, el poder de la
vergüenza moral, el miedo del temor moral, el poder de la energía y el poder de la sabiduría. Estos
son los cinco poderes del Tathagata que el Tathagata tiene, poseyendo los cuales reclama el lugar
del principal de los toros, reclama rugir su rugido de león en medio de las asambleas y poner en
movimiento la rueda del Brahma”.

AN 5,13-14 {16A5.1.2.3,13-16A5.1.2.4,14} Samkhitta y


Vitthata Sutta – [Cinco poderes] en resumen y en detalle
El Buda menciona los cinco poderes y explica en qué consiste cada uno de ellos.

AN 5,13 {16A5.1.2.3,13} Samkhitta Sutta – [Cinco poderes] en resumen


[13] {13} “Monjes, he aquí estos cinco poderes. Y, ¿cuáles son esos cinco? El poder de la fe, el
poder de la energía, el poder de la atención consciente, el poder de la concentración y el poder de la
sabiduría. Estos son, monjes, los cinco poderes”.

AN 5,14 {16A5.1.2.4,14} Vitthata Sutta – [Cinco poderes] en detalle


[14] {14} “Monjes, he aquí estos cinco poderes. Y, ¿cuáles son esos cinco? El poder de la fe, el
poder de la energía, el poder de la atención consciente, el poder de la concentración y el poder de la
sabiduría. Estos son, monjes, los cinco poderes.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la energía? He aquí, el noble discípulo hace surgir la energía para
abandonar los perjudiciales estados mentales y adquirir los estados mentales beneficiosos; hace
fuerza, es firme en el esfuerzo, no desechando la tarea de cultivar los estados mentales beneficiosos.
Esto se llama el poder de la energía.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la atención consciente? He aquí, el noble discípulo es atentamente
consciente, poseyendo la suprema atención consciente y vigilante, es uno que recuerda y
conmemora lo que ha sido hecho y dicho mucho tiempo atrás. Esto se llama el poder de la atención
consciente.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la concentración? He aquí, monjes, recluido de los placeres
sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el monje entra y permanece en el primer
jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el
pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y
permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental que
consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y
sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara
comprensión, experimentando la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer
jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y alguien que tiene
una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el
abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la
purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Esto se llama el poder de la
concentración.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la sabiduría? He aquí, el noble discípulo es sabio; posee la
sabiduría que discierne el surgimiento y la desaparición, que es noble y penetrante, y conduce a la
completa destrucción de la insatisfacción. Esto se llama el poder de la sabiduría.
“Estos son, monjes, los cinco poderes”.

AN 5,17-20 Pathama, Dutiya, Tatiya Catutthahita Sutta –


Bienestar

Estos suttas explican las cuatro situaciones posibles de la práctica del monje, en función de los
eventuales beneficiarios de su entrenamiento.

AN 5,17 Pathamahita Sutta – Primer discurso sobre el bienestar


[17] “Monjes, poseyendo cinco características, el monje practica por su propio bienestar, pero no
por el bienestar de otros. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje en sí mismo está realizado en
la conducta virtuosa, pero no alienta a otros a llegar a realizarse en la conducta virtuosa; en sí
mismo está realizado en la concentración, pero no alienta a otros a llegar a realizarse en la
concentración; en sí mismo está realizado en la sabiduría, pero no alienta a otros a llegar a realizarse
en la sabiduría; en sí mismo está realizado en la liberación, pero no alienta a otros a llegar a
realizarse en la liberación; en sí mismo está realizado en el conocimiento y la visión de la
liberación, pero no alienta a otros a llegar a realizarse en el conocimiento y la visión de la
liberación. Poseyendo éstas cinco características, el monje practica por su propio bienestar, pero no
por el bienestar de otros”.

AN 5,18 Dutiyahita Sutta – Segundo discurso sobre el bienestar


[18] “Monjes, poseyendo cinco características, el monje practica por el bienestar de otros, pero no
por su propio bienestar. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje en sí mismo no está realizado
en la conducta virtuosa, pero alienta a otros a llegar a realizarse en la conducta virtuosa; en sí
mismo no está realizado en la concentración, pero alienta a otros a llegar a realizarse en la
concentración; en sí mismo no está realizado en la sabiduría, pero alienta a otros a llegar a realizarse
en la sabiduría; en sí mismo no está realizado en la liberación, pero alienta a otros a llegar a
realizarse en la liberación; en sí mismo no está realizado en el conocimiento y la visión de la
liberación, pero alienta a otros a llegar a realizarse en el conocimiento y la visión de la liberación.
Poseyendo éstas cinco características, el monje practica por el bienestar de otros, pero no por su
propio bienestar”.

AN 5,19 Tatiyahita Sutta – Tercer discurso sobre el bienestar


[19] “Monjes, poseyendo cinco características, el monje no practica por su propio bienestar ni por el
bienestar de otros. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje en sí mismo no está realizado en la
conducta virtuosa, ni tampoco alienta a otros a llegar a realizarse en la conducta virtuosa; en sí
mismo no está realizado en la concentración, ni tampoco alienta a otros a llegar a realizarse en la
concentración; en sí mismo no está realizado en la sabiduría, ni tampoco alienta a otros a llegar a
realizarse en la sabiduría; en sí mismo no está realizado en la liberación, ni tampoco alienta a otros
a llegar a realizarse en la liberación; en sí mismo no está realizado en el conocimiento y la visión de
la liberación, ni tampoco alienta a otros a llegar a realizarse en el conocimiento y la visión de la
liberación. Poseyendo éstas cinco características, el monje no practica por su propio bienestar ni por
el bienestar de otros”.

AN 5,20 Catutthahita Sutta – Cuarto discurso sobre el bienestar


[20] “Monjes, poseyendo cinco características, el monje practica tanto por su propio bienestar como
por el bienestar de otros. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje en sí mismo está realizado en
la conducta virtuosa y alienta a otros a llegar a realizarse en la conducta virtuosa; en sí mismo está
realizado en la concentración y alienta a otros a llegar a realizarse en la concentración; en sí mismo
está realizado en la sabiduría y alienta a otros a llegar a realizarse en la sabiduría; en sí mismo está
realizado en la liberación y alienta a otros a llegar a realizarse en la liberación; en sí mismo está
realizado en el conocimiento y la visión de la liberación, y alienta a otros a llegar a realizarse en el
conocimiento y la visión de la liberación. Poseyendo éstas cinco características, el monje practica
tanto por su propio bienestar como por el bienestar de otros”.
AN 5,21-22 Pathama y Dutiyagarava Sutta – Irreverente

Estos dos suttas muestran que no se puede lograr una recta concentración y sabiduría, sin la base de
una apropiada y virtuosa conducta.

AN 5,21 Pathamagarava Sutta – Primer discurso sobre el [monje] irreverente


[21] “Monjes, cuando el monje es irreverente y desconsiderado, y su conducta es desagradable con
sus compañeros monjes, es imposible para él cumplir con el factor de la apropiada conducta. Sin
cumplir con el factor de la conducta apropiada, es imposible para él cumplir con el factor del
entrenamiento. Sin cumplir con el factor del entrenamiento, es imposible para él cumplir con la
conducta virtuosa. Sin cumplir con la conducta virtuosa, es imposible para él cumplir con el recto
punto de vista. Sin cumplir con el recto punto de vista, es imposible para él cumplir con la recta
concentración.
“Pero, monjes, cuando el monje es reverente y considerado, y su conducta es agradable con sus
compañeros monjes, es posible para él cumplir con el factor de la apropiada conducta. Habiendo
cumplido con el factor de la conducta apropiada, es posible para él cumplir con el factor del
entrenamiento. Habiendo cumplido con el factor del entrenamiento, es posible para él cumplir con
la conducta virtuosa. Habiendo cumplido con la conducta virtuosa, es posible para él cumplir con el
recto punto de vista. Habiendo cumplido con el recto punto de vista, es posible para él cumplir con
la recta concentración”.

AN 5,22 Dutiyagarava Sutta – Segundo discurso sobre el [monje] irreverente


[22] “Monjes, cuando el monje es irreverente y desconsiderado, y su conducta es desagradable con
sus compañeros monjes, es imposible para él cumplir con el factor de la apropiada conducta. Sin
cumplir con el factor de la conducta apropiada, es imposible para él cumplir con el factor del
entrenamiento. Sin cumplir con el factor del entrenamiento, es imposible para él cumplir con el
cúmulo [1] de la conducta virtuosa. Sin cumplir con el cúmulo de la conducta virtuosa, es imposible
para él cumplir con el cumulo de la recta concentración. Sin cumplir con el cúmulo de la recta
concentración, es imposible para él cumplir con el cúmulo de la recta sabiduría.
“Pero, monjes, cuando el monje es reverente y considerado, y su conducta es agradable con sus
compañeros monjes, es posible para él cumplir con el factor de la apropiada conducta. Habiendo
cumplido con el factor de la conducta apropiada, es posible para él cumplir con el factor del
entrenamiento. Habiendo cumplido con el factor del entrenamiento, es posible para él cumplir con
el cúmulo de la conducta virtuosa. Habiendo cumplido con el cúmulo de la conducta virtuosa, es
posible para él cumplir con el cúmulo de la recta concentración. Habiendo cumplido con el cúmulo
de la recta concentración, es posible para él cumplir con el cúmulo de la recta sabiduría”.

NOTA:
[1] khandha.
AN 5,23 {16A5.1.3.3,23} Upakkilesa Sutta – Corrupciones

Mediante el símil sobre las impurezas del oro, el Buda explica las cinco contaminaciones mentales
que impiden el alcance de los logros meditativos.

[23] {23} “Monjes, he aquí estas cinco corrupciones del oro, corrupciones por culpa de las cuales el
oro no es maleable, manejable ni luminoso, sino frágil y carente de condiciones propias para que
sea trabajado. Y, ¿cuáles son esas cinco? Hierro, cobre, estaño, plomo y plata. Estas son, monjes, las
cinco corrupciones del oro, corrupciones por culpa de las cuales el oro no es maleable, manejable ni
luminoso, sino frágil y carente de condiciones propias para que sea trabajado. Por eso, cuando uno
desea hacer de él cualquier clase de ornamento —una pulsera, pendientes, un collar o una guirnalda
de oro—, uno no logra realizar su propósito.
“Así también, monjes, he aquí estas cinco corrupciones de la mente, por culpa de las cuales la
mente no es maleable, manejable ni luminosa, sino frágil y carente de la concentración propia para
la destrucción de las impurezas. Y, ¿cuáles son esas cinco? Deseo sensual, animadversión, pereza y
somnolencia, preocupación y remordimiento, y duda. Estas son, monjes, las cinco corrupciones de
la mente, por culpa de las cuales la mente no es maleable, manejable ni luminosa, sino frágil y
carente de la concentración propia para la destrucción de las impurezas. Pero, cuando la mente se
libera de esas cinco corrupciones, llega a ser maleable, manejable y luminosa, dócil y concentrada
apropiadamente como para destruir las impurezas. Entonces uno tiene una base apropiada, uno es
capaz de realizar cualquier estado realizable a través del conocimiento directo, hacia el cual uno
podría inclinar la mente.
“Si uno desea: ‘Que tenga varias clases de poderes espirituales: siendo uno, llegue a ser varios;
siendo varios, llegue a ser uno; que aparezca y desaparezca; que pase, sin obstáculos, a través de la
pared, a través del cercado, a través de la montaña, como si estuviera atravesando el espacio. Que
me sumerja dentro de la tierra como si fuera agua y camine sobre el agua, sin hundirme, como si
fuera tierra. Sentado, con las piernas cruzadas, viaje por el espacio como un ave: que toque y golpee
con mis manos el sol y la luna, poderosa y portentosamente. Que ejerza la maestría con mi cuerpo
hasta dónde llega el mundo del Brahma'; uno es capaz de realizarlo, he aquí uno tiene una base
apropiada.
“Si uno desea: ‘Que pueda, con el elemento del oído divino, purificado y que supera el de los seres
humanos, escuchar a ambas clases de sonidos: los divinos y los humanos, provenientes de lejos o de
cerca'; uno es capaz de realizarlo, he aquí uno tiene una base apropiada.
“Si uno desea: ‘Que pueda entender las mentes de otros seres y personas, habiéndolas abarcado con
mi propia mente. Que pueda entender la mente con la pasión, como mente con pasión, y la mente
sin pasión, como la mente liberada de la pasión; la mente con el odio, como mente con odio, y la
mente sin el odio, como la mente liberada del odio; la mente con la falsa ilusión, como mente con
falsa ilusión, y la mente sin la falsa ilusión, como la mente liberada de la falsa ilusión; la mente
contraída, como mente contraída, y la mente distraída, como mente distraída; la mente exaltada,
como mente exaltada, y la mente no exaltada, como mente no exaltada; la mente superable, como
mente superable y la mente insuperable, como mente insuperable; la mente concentrada, como
mente concentrada y la mente desconcentrada, como mente desconcentrada; la mente liberada,
como mente liberada y la mente no liberada, como mente no liberada’; uno es capaz de realizarlo,
he aquí uno tiene una base apropiada.
“Si uno desea: ‘Que pueda recordar mis múltiples vidas pasadas, es decir, un nacimiento, dos
nacimientos, tres nacimientos, cuatro nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, veinte
nacimientos, treinta nacimientos, cuarenta nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos,
mil nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de
expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión cósmica: «Allí tuve tal nombre,
pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal
el final de mi vida. Y falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo allá. Y allí también tuve tal
nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y
dolor, tal el final de mi vida. Falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo allá»; que pueda
recordar así mis múltiples vidas pasadas, en sus modos y detalles'; uno es capaz de realizarlo, he
aquí uno tiene una base apropiada.
“Si uno desea: ‘Que pueda, por medio del ojo divino, purificado y que supera al ojo humano, ver a
los seres muriendo y reapareciendo, y discernir cómo son inferiores y superiores, hermosos y feos,
afortunados y desafortunados de acuerdo con su kamma: «Estos seres —quienes estaban dotados de
una conducta inapropiada de cuerpo, habla y mente, que insultaban a los Nobles, sostenían
opiniones incorrectas y emprendían acciones bajo la influencia de las opiniones incorrectas—, con
la desintegración del cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en el plano de la privación, en
el destino incorrecto, en los reinos inferiores, en el infierno. Pero estos seres —quienes estaban
dotados de una conducta apropiada de cuerpo, habla y mente, que no insultaban a los Nobles, que
sostenían opiniones correctas y emprendían acciones bajo la influencia de opiniones correctas—,
con la desintegración del cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en buenos destinos, incluso
en el mundo celestial»; así —por medio del ojo divino, purificado y que supera al ojo humano—
que pueda ver a los seres morir y reaparecer, y discernir cuán inferiores y superiores, hermosos y
feos, afortunados y desafortunados son, de acuerdo con su kamma’; uno es capaz de realizarlo, he
aquí uno tiene una base apropiada.
“Si uno desea: ‘Que pueda, con la destrucción de las impurezas, en esta presente vida, descubrir por
mí mismo, con el conocimiento directo, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de
la sabiduría, y habiendo entrado en ella, permanecer allí’; uno es capaz de realizarlo, he aquí uno
tiene una base apropiada”.

AN 5,24 {16A5.1.3.4,24} Dussila Sutta – Inmoral

El curso secuencial de la práctica del monje comparado con el crecimiento de un árbol.

[24] {24} “Monjes, para una persona inmoral, para alguien de una conducta virtuosa deficiente, la
recta concentración carece de su causa próxima. Cuando no hay recta concentración, para alguien
con recta concentración deficiente, el conocimiento y la visión de las cosas tal como realmente son,
carecen de su causa próxima. Cuando no hay el conocimiento y la visión de las cosas tal como
realmente son, para alguien con el conocimiento y la visión de las cosas tal como realmente son
deficientes, el desencanto y el desapasionamiento carecen de su causa próxima. Cuando no hay el
desencanto y el desapasionamiento, para alguien con el desencanto y el desapasionamiento
deficientes, el conocimiento y la visión de la liberación carecen de su causa próxima.
“Imaginad, monjes, a un árbol deficiente en ramas y follaje. Entonces sus brotes no crecerán en
plenitud, al igual que su corteza, la parte blanda y el duramen tampoco crecerán en plenitud. De la
misma manera, monjes, para una persona inmoral, para alguien de una conducta virtuosa deficiente,
la recta concentración carece de su causa próxima. Cuando no hay recta concentración… el
conocimiento y la visión de la liberación carecen de su causa próxima.
“Monjes, para una persona virtuosa, para alguien de una conducta virtuosa, la recta concentración
posee su causa próxima. Cuando hay recta concentración, para alguien que posee la recta
concentración, el conocimiento y la visión de las cosas tal como realmente son poseen su causa
próxima. Cuando hay conocimiento y la visión de las cosas tal como realmente son, para alguien
que posee el conocimiento y la visión de las cosas tal como realmente son, el desencanto y el
desapasionamiento poseen su causa próxima. Cuando hay el desencanto y el desapasionamiento,
para alguien que posee el desencanto y el desapasionamiento, el conocimiento y la visión de la
liberación poseen su causa próxima.
“Imaginad, monjes, a un árbol que posee las ramas y el follaje. Entonces sus brotes crecerán en
plenitud, al igual que su corteza, la parte blanda y el duramen también crecerán en plenitud. De la
misma manera, monjes, para una persona virtuosa, para alguien de una conducta virtuosa, la recta
concentración posee su causa próxima. Cuando hay recta concentración… el conocimiento y la
visión de la liberación poseen su causa próxima”.

AN 5,25 {16A5.1.3.5,25} Anuggahi Sutta – Asistido

¿Cuáles son los cinco factores que, cuando acompañan al recto punto de vista, conducen a la
liberación?

[25] {25} “Monjes, cuando el recto punto de vista es asistido por los cinco factores, tiene como
fruto la liberación de la mente, la liberación de la mente como su fruto y beneficio, tiene como su
fruto la liberación a través de la sabiduría, la liberación a través de la sabiduría como su fruto y
beneficio. Y, ¿cuáles son esos cinco? He aquí, monjes, el recto punto de vista está asistido por la
conducta virtuosa, el aprendizaje, la discusión, la calma y la perspicacia. Cuando el recto punto de
vista es asistido por estos cinco factores, tiene como fruto la liberación de la mente, la liberación de
la mente como su fruto y beneficio, tiene como su fruto la liberación a través de la sabiduría, la
liberación a través de la sabiduría como su fruto y beneficio”.
AN 5,27 {16A5.1.3.7,27} Samadhi Sutta – Concentración
Cinco conocimientos a los cuales se arriba gracias al desarrollo de la concentración meditativa
(samadhi).

[27] {27} “Monjes, siendo alerta y atentamente conscientes desarrollad la concentración que es
inmensurable. Cuando desarrolláis —alerta y atentamente consciente— la concentración que es
inmensurable, surgen cinco clases de conocimientos que son personalmente vuestros. Y, ¿cuáles son
esos cinco?
“Surge este conocimiento que es personalmente vuestro: ‘En el momento presente, esta
concentración es placentera y en el futuro tendrá resultados placenteros’. Además, surge este
conocimiento que es personalmente vuestro: ‘Esta concentración es noble y espiritual’. Además,
surge este conocimiento que es personalmente vuestro: ‘Esta concentración no es practicada por
personas bajas’. Además, surge este conocimiento que es personalmente vuestro: ‘Esta
concentración es pacífica y sublime, obtenida mediante el completo apaciguamiento, que alcanza la
unificación mental; no está refrenada ni forzosamente sostenida’. Además, surge este conocimiento
que es personalmente vuestro: ‘Entro en esta concentración atentamente consciente y emerjo de ella
atentamente consciente’.
“Por eso, monjes, siendo alerta y atentamente conscientes desarrollad la concentración que es
inmensurable. Cuando desarrolláis —alerta y atentamente consciente— la concentración que es
inmensurable, surgen estas cinco clases de conocimientos que son personalmente vuestros”.

AN 5,28 {16A5.1.3.8,28} Pancangika Sutta – Los cinco factores


[de la concentración]

Etiquetas:
• Jhanas

El Buda explica cómo un progresivo desarrollo de los jhanas, conduce al desarrollo de los poderes
sobrenaturales y, finalmente, a la Iluminación.
[28] {28} “Monjes, voy a enseñaros el desarrollo de los cinco factores de la noble y recta
concentración. Escuchad y prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“¿Y cuál es, monjes, el desarrollo de los cinco factores de la noble y recta concentración? Es el
caso, monjes, del monje que, separado de la sensualidad, separado de los perjudiciales estados
mentales, entra y permanece en el primer jhana, acompañado con el pensamiento dirigido y
sostenido, lleno de arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión. Y todo su cuerpo está
impregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, de manera tal
que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el arrobamiento y
placer, nacidos de la reclusión. Como un hábil especialista en preparar baños o su aprendiz, se
adiestra en verter el polvo del baño dentro de la cuenca del latón, amasándolo una y otra vez con el
agua, creando una bola de polvo del baño, saturada, suficientemente húmeda e impregnada por
fuera y por dentro, sin que caiga de ella una sola gota, así también el monje, impregna, baña y
colma su cuerpo con el arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, de manera tal que no queda
lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el arrobamiento y placer, nacidos de la
reclusión. Éste es, monjes, el desarrollo del primer factor de la noble y recta concentración.
“Además, monjes, apaciguando el pensamiento dirigido y sostenido, logrando la calma mental y la
unificación de la mente, el monje entra y permanece en el segundo jhana. Lleno de arrobamiento y
placer nacidos de la concentración y libre del pensamiento dirigido y sostenido. Todo su cuerpo está
impregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y placer nacidos de la concentración, de
manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el
arrobamiento y placer, nacidos de la concentración. Como un lago con aguas manantiales, sin
afluentes del este ni oeste, del norte ni sur, cuando recibe abundantes lluvias, sus aguas que brotan
desde adentro, se mezclan con estas aguas frescas, de manera tal que las mismas impregnan e
invaden todo el lago, sin que quede una sola parte no impregnada por las aguas frescas, así también
el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con el arrobamiento y placer nacidos de la
concentración, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera
impregnado por el arrobamiento y placer, nacidos de la concentración. Éste es, monjes, el desarrollo
del segundo factor de la noble y recta concentración.
“Además, monjes, al extinguirse el arrobamiento, el monje permanece ecuánime, con atención
consciente y clara comprensión, sensible a la sensación del placer, del cual los Nobles declararon:
“feliz es aquel que mora en la ecuanimidad y en la atención consciente” y, de esta manera, entra y
permanece en el tercer jhana. Todo su cuerpo está impregnado, bañado y colmado de este placer
despojado del arrobamiento. Como una laguna que tiene flores de loto azules, rojas y blancas que
han nacido del agua, han crecido en el agua y no hay ni una sola flor que hubo crecido fuera del
agua, de modo que todas estas flores de loto azules, rojas y blancas están impregnadas, bañadas y
colmadas con las aguas frescas, así también el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con el
placer despojado del arrobamiento, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que
no fuera impregnado por este placer despojado del arrobamiento. Éste es, monjes, el desarrollo del
tercer factor de la noble y recta concentración.
“Además, monjes, al abandonar tanto el placer como la pena –con la anterior desaparición de las
alegrías y las tristezas- el monje entra y permanece en el cuarto jhana, el cual va más allá de los
placeres y las penas, purificado con la ecuanimidad y atención consciente. Impregna su cuerpo con
la pureza mental y clara conciencia de manera tal, que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que
no fuera impregnado por esta ecuanimidad y clara conciencia. Como si un hombre estuviera sentado
cubierto de pie a cabeza con una ropa blanca, de tal manera que no quedara parte alguna de su
cuerpo al descubierto, así también, el monje permanece sentado cubriendo completamente su
cuerpo con la pureza mental y clara conciencia, no quedando lugar alguno en todo su cuerpo que no
fuera cubierto por esta pureza mental y clara conciencia. Éste es, monjes, el desarrollo del cuarto
elemento de la noble y recta concentración.
“Además, monjes, el monje tiene bien asido el signo de meditación. Mediante la penetración
perspicaz está atento a él, reflexiona sobre él y lo tiene en consideración. Como cuando una persona
reflexiona sobre la otra; o una persona que está de pie, observa a otra que está sentada; o una
persona que está sentada, observa a otra que está acostada. Así es cómo el monje tiene bien asido el
signo de meditación. Mediante la penetración perspicaz está atento a él, reflexiona sobre él y lo
tiene en consideración. Éste es, monjes, el desarrollo del quinto elemento de la noble y recta
concentración.
“Cuando el monje, monjes, desarrolla así y persigue estos cinco factores de la noble y recta
concentración, puede inclinar su mente hacia la realización de cualquiera de los altos conocimientos
y llegar a ser el propio testigo de ellos, en todas sus dimensiones.
“Imaginad, monjes, a un gran bote lleno de agua colocado en un sitio y un cuervo que quiere tomar
de él el agua. Entonces, si un hombre fuerte inclinara este bote hacia uno u otro lado, ¿podría el
agua derramarse?”
“Sí, Venerable Señor”
“De la misma manera, cuando el monje desarrolla y persigue estos cinco factores de la noble y
recta concentración, puede inclinar su mente hacia la realización de cualquiera de los altos
conocimientos y llegar a ser el propio testigo de ellos, en todas sus dimensiones.
“Imaginad también, monjes, a un depósito rectangular del agua ubicado al nivel de la tierra, rodeado
de diques, rebosante del agua de modo tal que un cuervo podría fácilmente tomar de él el agua.
Entonces, si un hombre fuerte se pusiera a remover los diques de un lugar a otro, ¿podría el agua
derramarse?”
“Sí, Venerable Señor”.
“De la misma manera, cuando el monje desarrolla y persigue los cinco factores de la noble y recta
concentración, puede inclinar su mente hacia la realización de cualquiera de los altos conocimientos
y llegar a ser el propio testigo de ellos, en todas sus dimensiones.
“Imaginad además, monjes, a un carro de guerra ubicado al nivel de la tierra en la encrucijada de
cuatro caminos, con cuatro caballos de pura raza enjaezados, con el látigo listo para ser usado.
Siendo así, un hábil conductor de carros, un entrenador de caballos indomados, podría fácilmente
montar dicho carro de guerra y –tomando las riendas con su mano izquierda y el látigo con su mano
derecha- conducirlo hacia delante o hacia atrás, a cualquier lugar y por cualquiera de los caminos,
según su deseo. De la misma manera, monjes, cuando el monje desarrolla y persigue los cinco
elementos de la noble y recta concentración, puede inclinar su mente hacia la realización de
cualquiera de los altos conocimientos y llegar a ser el propio testigo de ellos, en todas sus
dimensiones.
“Si él quiere, puede ejercitar varios poderes sobrenaturales. Siendo uno, convertirse en muchos y
siendo muchos, convertirse en uno. Aparecer y desaparecer. Sin impedimento alguno, traspasar las
paredes, terraplenes y montañas, como si fueran aire. Zambullirse dentro de la tierra, como si fuera
agua. Caminar sobre el agua sin hundirse, como si fuera tierra seca. Sentado con piernas cruzadas,
atravesar los aires como si fuera un pájaro en el viento. Con su mano puede tocar y, hasta dar
palmadas al sol y la luna, y ser así de imponente y poderoso. Ejercitar la influencia de su cuerpo
hasta los mundos del Brama. Puede ser su propio testigo de todo esto, en todas sus dimensiones.
“Y si quiere, puede, con el oído divino, purificado y que supera el de los seres humanos, escuchar a
las dos clases de sonidos: los divinos y los humanos, provenientes de lejos o de cerca. Puede ser su
propio testigo de todo esto, en todas sus dimensiones.
“Y si quiere, puede, con su propia mente, conocer y distinguir la mente de los otros seres o de otras
personas. Conocer la mente afectada por la pasión, como mente apasionada, y la mente sin pasión,
como la mente liberada de la pasión. Conocer la mente afectada por la aversión, como la mente con
aversión, y la mente sin aversión, como la mente liberada de aversión. Conocer la mente afectada
por la falsa ilusión, como mente mal ilusionada, y la mente sin falsa ilusión, como la mente liberada
de la falsa ilusión. Discernir la mente restringida como tal y saber cuándo la mente está dispersa.
Cuando una mente está expandida, reconocerla como expandida y cuando está estrecha, saber que
está estrecha. A una mente destacada, reconocerla como destacada y una mente corriente
reconocerla como tal. Saber cuándo la mente está concentrada y cuando no lo es, en ambos casos
discernirlo correctamente, como también cuando la mente está liberada y cuando no. Puede ser su
propio testigo de todo esto, en todas sus dimensiones.
“Y si quiere, puede conocer las existencias pasadas. Acordarse de sus múltiples vidas pasadas: de un
nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta,
cincuenta, cien, mil, cien mil nacimientos, muchos eones de las contracciones cósmicas, muchos
eones de las expansiones cósmicas, muchos eones de las contracciones y expansiones cósmicas,
recordando: ‘En aquel entonces, tal era mi nombre, mi linaje era éste y provenía de ésta casta; me
alimentaba de ésta clase de comida, experimentaba ésta y aquella clase de alegrías y penas, y he
vivido ésta cantidad de años. Habiendo terminado mi vida ahí, me he reconectado allá, donde tal era
mi nombre… Habiendo terminado mi vida ahí, me he reconectado aquí’. De esta manera, puede
acordarse de varias de sus vidas pasadas, con sus condiciones y detalles. Puede ser su propio testigo
de todo esto, en todas sus dimensiones.
“Y si quiere, puede ver la muerte y la reconexión de los seres. A través del ojo divino, purificado y
que sobrepasa el humano, puede ver la muerte de los seres y su reaparición, discerniendo si su
destino es inferior o superior, hermoso u horrible, afortunado o desafortunado, de acuerdo al kamma
de cada uno. Puede conocer, de esta manera: ‘estos seres, que obraron mal con su cuerpo, con su
habla o con su mente, los que injuriaban a los nobles, mantenían los incorrectos puntos de vista y
asumían acciones resultantes de estos erróneos puntos de vista, al quebrarse su cuerpo, después de
la muerte, han reaparecido en el plano de las penurias, de mal destino, en los reinos bajos, en el
infierno. Pero aquellos seres, que obraron bien con su cuerpo, con su habla o con su mente, los que
no injuriaban a los nobles, mantenían los correctos puntos de vista y asumían acciones resultantes
de estos correctos puntos de vista, al quebrarse su cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en
el buen destino, en el mundo celestial’. De esta manera, a través del ojo divino, purificado y que
sobrepasa el humano, puede ver la muerte de los seres y su reaparición, discerniendo si su destino
inferior o superior, hermoso u horrible, afortunado o desafortunado, de acuerdo a su kamma. Puede
ser su propio testigo de todo esto, en todas sus dimensiones.
“Y si quiere, puede, poniendo fin a las corrupciones mentales, permanecer libre de las corrupciones
mentales, en la libertad de la atención consciente y discernimiento. Habiendo conocido y hecho
manifiesto todo esto por mi mismo, aquí y ahora. Puede ser su propio testigo de todo esto, en todas
sus dimensiones.”
AN 5,29 {16A5.1.3.9,29} Cankama Sutta – Meditación
caminando

Beneficios de la meditación hecha caminando.

{29} "Monjes, existen estos cinco beneficios de meditación caminando. Y, ¿cuáles son esos cinco?
"Uno llega a ser capaz de realizar largos viajes; uno llega a ser capaz de hacer grandes esfuerzos;
uno llega a estar saludable; uno tiene buena digestión después de haber comido, bebido, masticado
o crujido; la concentración obtenida con la meditación caminando permanece por mucho tiempo.
"Éstos son, monjes, las cinco beneficios de meditación caminando".

AN 5,31 Sumana Sutta – Sumana

Consecuencias beneficiosas de la generosidad en la presente vida y en la venidera.

[31] En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, en el parque de


Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces, la princesa Sumana, acompañada por quinientas
muchachas de la corte, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“He aquí, Venerable Señor, podría haber dos discípulos suyos iguales en cuanto a la fe, la conducta
virtuosa y la sabiduría, pero uno de ellos generoso y otro, no. Con la disolución del cuerpo, después
de la muerte, si ambos renacieran en un buen destino, en el mundo celestial y llegasen a ser devas,
¿podría haber alguna distinción o diferencia entre ellos?”.
“Sí, Sumana, podría haber”, respondió el Bienaventurado y continuó: “El generoso, habiendo
llegado a ser deva, sobrepasaría al otro en cinco aspectos: en el espacio vital celestial, en la belleza
celestial, en la felicidad celestial, en la gloria celestial y en la autoridad celestial. El generoso,
habiendo llegado a ser deva, sobrepasaría al otro en estos cinco aspectos”.
“Pero, Venerable Señor, si estos dos retornasen de allí y llegasen ser otra vez seres humanos,
¿podría haber alguna distinción o diferencia entre ellos?”.
“Sí, Sumana, podría haber”, respondió el Bienaventurado y continuó: “Si estos dos llegasen a ser
otra vez seres humanos, el generoso sobrepasaría al otro en cinco aspectos: en el espacio vital
humano, en la belleza humana, en la felicidad humana, en la gloria humana y en la autoridad
humana. Si estos dos llegasen a ser otra vez seres humanos, el generoso sobrepasaría al otro en
estos cinco aspectos.
“Pero, Venerable Señor, si estos dos abandonasen la vida hogareña y asumiesen el estilo de vida sin
hogar, ¿podría haber alguna distinción o diferencia entre ellos?”.
“Sí, Sumana, podría haber”, respondió el Bienaventurado y continuó: “Si estos dos abandonasen la
vida hogareña y asumiesen el estilo de vida sin hogar, el generoso sobrepasaría al otro en cinco
aspectos: usualmente usaría un hábito ofrendado específicamente para él, raramente usaría un
hábito no ofrendado específicamente para él. Usualmente comería la comida de las limosnas
ofrendada específicamente para él, raramente comería una comida de las limosnas no ofrendada
específicamente para él. Usualmente usaría la vivienda ofrendada específicamente para él,
raramente usaría una vivienda no ofrendada específicamente para él. Usualmente usaría los
requisitos medicinales para la enfermedad ofrendados específicamente para él, raramente usaría los
requisitos medicinales para la enfermedad no ofrendados específicamente para él. Sus compañeros
monjes, aquellos con los que mora, usualmente se comportarían con él de una manera agradable, a
través de las acciones corporales, verbales y mentales, raramente se comportarían de una manera
desagradable. Usualmente le ofrecerían lo que es agradable, raramente lo que es desagradable. Si
estos dos abandonasen la vida hogareña y asumiesen el estilo de vida sin hogar, el generoso
sobrepasaría al otro en estos cinco aspectos.
“Pero, Venerable Señor, si estos dos alcanzasen el arahantado, ¿podría haber alguna distinción o
diferencia entre ellos?”.
“En este caso, Sumana, yo declaro que no habría diferencia alguna entre la liberación [de uno] y la
liberación [del otro]”.
“¡Esto es asombroso y maravilloso, Venerable Señor! Realmente una tiene una buena razón para
ofrecer las limosnas y hacer obras meritorias, ya que esto será provechoso si una llegase a ser deva,
si una [otra vez] llegase a ser un ser humano, o cuando renunciara”.
“¡Sí, así es, Sumana, es así mismo! Realmente se tiene una buena razón para ofrecer las limosnas y
hacer obras meritorias, ya que esto será provechoso si uno llegase a ser deva, si uno [otra vez]
llegase a ser un ser humano, o cuando se renunciara”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Y habiendo dicho esto, el Bienaventurado, el Maestro agregó:
“Como la luna inmaculada,
Moviéndose a través de las esferas del espacio
Eclipsa con su esplendor
A todas las estrellas del mundo,
De la misma manera, alguien que es realizado en la conducta virtuosa,
Una persona dotada de fe,
Con la generosidad eclipsa
A todos los avaros del mundo.
Como las enormes nubes de lluvia,
Acompañadas por truenos y relámpagos,
Derraman la lluvia sobre la tierra,
Inundando las planicies y los valles,
Así también el discípulo del Perfectamente Iluminado.
El sabio consumado en la visión,
Sobrepasa a la persona miserable
En cinco aspectos específicos:
El espacio vital y la gloria,
La belleza y la felicidad.
Poseyendo las riquezas,
Después de la muerte se regocija en el cielo”.

AN 5,32 Cundi Sutta – Cundi

El Buda responde a las preguntas de la princesa Cundi sobre la mejor clase de confidencia y la
conducta virtuosa.

[32] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda de los bambúes, donde la
gente da de comer a las ardillas, cerca de Rajagaha. Entonces, la princesa Cundi, acompañada por
quinientos carros y quinientas muchachas de la corte, se acercó al Bienaventurado, le rindió
homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, mi hermano es el príncipe Cunda. Él dijo así: ‘Cada vez que un hombre o una
mujer se haya ido por refugio al Buda, el Dhamma y el Sangha, y se abstuvo de destruir la vida,
tomar lo que no le ha sido dado, de la inapropiada conducta sexual, la mentira y de complacerse con
los licores, vinos y [otros] embriagantes – la base de la negligencia – , con el quiebre del cuerpo,
después de la muerte solamente renace en un buen destino, nunca en un destino malo’. Yo pregunto
al Bienaventurado: ‘¿En qué clase de Maestro, Venerable Señor, una debería confiar, de manera tal
que, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte solamente renazca en un buen destino, nunca
en un destino malo? ¿En qué clase de Dhamma una debería confiar, de manera tal que, con el
quiebre del cuerpo, después de la muerte solamente renazca en un buen destino, nunca en un destino
malo? ¿En qué clase de Sangha una debería confiar, de manera tal que, con el quiebre del cuerpo,
después de la muerte solamente renazca en un buen destino, nunca en un destino malo? ¿Con qué
clase de conducta virtuosa una debería cumplir, de manera tal que, con el quiebre del cuerpo,
después de la muerte solamente renazca en un buen destino, nunca en un destino malo?”.
“Cundi, entre toda clase de seres, sean sin pies, con dos pies o con muchas patas, sea que tengan
forma o sean sin forma, sean perceptores, no-perceptores o ni perceptores ni no-perceptores, el
Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado es declarado como el principal entre ellos.
Aquellos que confían en el Buda ponen su confianza en el [ser] principal, y aquellos que ponen su
confianza en el [ser] principal, obtienen el resultado superlativo.
“Cundi, entre los fenómenos que son condicionados, el Noble Óctuple Sendero es declarado como
el principal entre ellos. Aquellos que confían en el Noble Óctuple Sendero ponen su confianza en lo
principal, y aquellos que ponen su confianza en lo principal, obtienen el resultado superlativo.
“Cundi, entre los fenómenos que son tanto condicionados como no condicionados, el
desapasionamiento es declarado como el principal entre ellos, es decir, el aplastamiento de la
soberbia, la eliminación de la sed, el desarraigo del apego, la terminación de la ronda [del samsara],
la destrucción de la avidez, el desapasionamiento, el cese, el Nibbana. Aquellos que confían en el
Dhamma, en el desapasionamiento, ponen su confianza en lo principal, y aquellos que ponen su
confianza en lo principal, obtienen el resultado superlativo.
“Cundi, entre todos los Sanghas o grupos, el Sangha de los discípulos del Tathagata es declarado
como el principal entre ellos, es decir, cuatro pares de personas, ocho tipos de individuos; este
Sangha de los discípulos del Bienaventurado es digno de recibir ofrendas, digno de hospitalidad,
digno de dádivas, digno de saludos reverenciales, el insuperable campo de méritos para el mundo.
Aquellos que confían en el Sangha, ponen su confianza en lo principal, y aquellos que ponen su
confianza en lo principal, obtienen el resultado superlativo.
“Cundi, entre toda clase de conducta virtuosa, la conducta virtuosa que aman los Nobles es
declarado como el principal entre ellas, es decir, cuando es inquebrantable, sin defectos, sin
mancha, inmaculada, libre, alabada por los sabios, no apegada y conducente a la concentración.
Aquellos que cumplen con la conducta virtuosa amada por los Nobles, completan lo principal, y
aquellos que completan lo principal, obtienen el resultado superlativo”.
Para aquellos que confían en lo principal,
Conociendo el mejor Dhamma,
Que confían en Buda, el principal [ser],
Insuperable, digno de las ofrendas;
Para aquellos que confían en el mejor Dhamma,
En la dichosa paz del desapasionamiento,
Para aquellos que confían en el Sangha principal,
El insuperable campo de méritos;
Para aquellos que ofrecen dádivas a los principales,
Incrementan la principal clase de mérito;
El superlativo espacio vital, belleza y gloria,
Buena reputación, felicidad y fuerza.
El sabio que ofrece dádivas a los principales,
Concentrado bajo el mejor Dhamma,
Habiendo llegado a ser un deva o un ser humano,
Se regocija, habiendo alcanzado lo mejor.
AN 5,33 {16A5.1.4.3,33} Uggaha Sutta – Uggaha

El Buda ofrece consejos a muchachas jóvenes que están a punto de casarse.

[33] {33} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda Jatiya, cerca de
Bhaddiya. Entonces Uggaha, el nieto de Mendaka, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje,
se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, que el Bienaventurado, junto con otros tres monjes, consienta en aceptar mañana
la comida de mi parte”.
Y el Bienaventurado consintió en silenció. Entonces Uggaha, habiendo comprendido que el
Bienaventurado había consentido, se levantó de su asiento, rindió homenaje al Bienaventurado y
salió de ahí, cuidando que el Bienaventurado quedara siempre a su mano derecha.
Y cuando hubo pasado la noche, por la mañana temprano, el Bienaventurado se vistió, tomó su
cuenco y hábito exterior, y fue a la residencia de Uggaha, donde se sentó en el asiento que estaba
preparado para él. Entonces Uggaha, el nieto de Mendaka, con sus propias manos sirvió y satisfizo
al Bienaventurado con varias clases de deliciosa comida.
Cuando el Bienaventurado terminó de comer y guardó su cuenco, Uggaha se sentó a un lado y dijo
al Bienaventurado: “Venerable Señor, estas muchachas mías van a ir a las familias de sus esposos.
Qué el Bienaventurado les exhorte e instruya de manera tal que esto conduzca a su bienestar y
felicidad por mucho tiempo”.
Acto seguido, el Bienaventurado dijo a las muchachas:
“Así que, muchachas, deberíais entrenaros a vosotras mismas de esta manera: ‘A cualquier marido
que nuestros padres nos asignen —haciéndolo motivado por nuestro bien, buscando nuestro
bienestar, teniendo compasión de nosotras—, vamos a levantarnos antes que él y nos retiraremos
después que él, comprometiéndonos con todo lo que sea necesario hacer, agradables en nuestra
conducta y placenteras en nuestra forma de hablar’. Así deberíais entrenaros a vosotras mismas.
“Además, muchachas, deberíais entrenaros a vosotras mismas de esta manera: ‘Vamos a honrar,
respetar, estimar y venerar a aquellos que respete nuestro marido —su madre y su padre, los ascetas
y brahmanes— y cuando ellos lleguen, les ofreceremos asiento y agua’. Así deberíais entrenaros a
vosotras mismas.
“Además, muchachas, deberíais entrenaros a vosotras mismas de esta manera: ‘Vamos a ser hábiles
y diligentes en atender las tareas domésticas de nuestro marido, sean tejidos o tejeduras, vamos a
tener buen juicio acerca ellas para cuidarlas y organizarlas adecuadamente’. Así deberíais entrenaros
a vosotras mismas.
“Además, muchachas, deberíais entrenaros a vosotras mismas de esta manera: ‘Vamos a averiguar
lo que las ayudas domésticas de nuestro marido han hecho o dejaron de hacer: sean esclavos,
mensajeros o trabajadores. Vamos a averiguar las condiciones de aquellos de ellos que estén
enfermos y distribuiremos a cada uno la apropiada porción de comida’. Así deberíais entrenaros a
vosotras mismas.
“Además, muchachas, deberíais entrenaros a vosotras mismas de esta manera: ‘Vamos a resguardar
y proteger todo lo que nuestro marido traiga a casa: dinero o granos, plata u oro; y no vamos a ser
derrochadoras, ladronas, malgastadoras y despilfarradoras como [si fuéramos] sus enemigas’. Así
deberíais entrenaros a vosotras mismas.
“Cuando una mujer, muchachas, posee estas cinco cualidades, con la ruptura de su cuerpo después
de la muerte, renace en compañía de los corporalmente agradables devas”.
Ella no desprecia a su marido,
el hombre que constantemente la apoya,
quien ardientemente y con entusiasmo
siempre le trae lo que desea.
Una buena mujer tampoco regaña a su marido
con palabras causadas por celos;
la mujer sabia muestra veneración
a todos aquellos que su marido reverencia.
Se levanta temprano, trabaja diligentemente,
organiza la ayuda doméstica;
trata a su marido de manera agradable
y resguarda las riquezas que trae.
La mujer que cumple sus tareas así,
siguiendo la voluntad y los deseos de su marido,
renace entre los devas
llamados “los agradables”.

AN 5,34 Sihasenapati Sutta – El general Siha

El Buda explica a un general, los frutos directamente visibles del dar.

[34] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el pabellón con el techo de dos aguas, en
el Gran Bosque, cerca de Vesali. Estando allí, se le acercó el general Siha, le rindió homenaje, se
sentó a un lado y le dijo:
“¿Es posible, Venerable Señor, señalar algún fruto directamente visible del dar?”.
“Sí, lo es, Siha”, respondió el Bienaventurado.
“El dador, Siha, un dador generoso, es querido y agradable para mucha gente. Este es un fruto
directamente visible del dar.
“Además, Siha, las buenas personas recurren a un dador, un dador generoso. Este también es un
fruto directamente visible del dar.
“Además, Siha, un dador, un dador generoso, adquiere una buena reputación. Este también es un
fruto directamente visible del dar.
“Además, Siha, cuando un dador, un dador generoso se acerca a cualquier asamblea —sea de los
khattiyas, los brahmanes, hombres hogareños o ascetas―, se acerca allí con confianza e integridad.
Este también es un fruto directamente visible del dar.
“Además, Siha, con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte, un dador, un dador generoso
renace en un buen destino, en el mundo celestial. Este también es un fruto directamente visible del
dar”.
Cuando se dijo esto, el general Siha dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, yo no voy por la fe en el Bienaventurado en referencia a aquellos cuatro frutos
del dar declarados por el Bienaventurado. Yo también los conozco. Por cuanto soy un dador, un
dador generoso, soy querido y agradable para mucha gente. Soy un dador, un dador generoso y las
buenas personas recurren a mí. Soy un dador, un dador generoso y he adquirido una buena
reputación como el dador, defensor y sostén del Sangha. Soy un dador, un dador generoso y cuando
me acerco a cualquier asamblea —sea de los khattiyas, los brahmanes, hombres hogareños o
ascetas―, me acerco allí con confianza e integridad. Por eso, yo no voy por la fe en el
Bienaventurado en referencia a aquellos cuatro frutos de dar declarados por el Bienaventurado. Yo
también los conozco. Pero cuando el Bienaventurado me dijo: ‘Siha, con el quiebre del cuerpo,
después de la muerte, un dador, un dador generoso renace en un buen destino, en el mundo celestial.
Este también es un fruto directamente visible del dar’, esto yo no lo conozco, y es ahí donde voy
por la fe en el Bienaventurado”.
“¡Así es, Siha, así mismo es! Con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte, un dador, un dador
generoso renace en buen destino, en el mundo celestial. Este también es un fruto directamente
visible del dar”.
Dando, llega a ser querido y muchos recurren a él.
Alcanza buena reputación y su fama crece.
El hombre generoso es integro
Y confiado cuando entra en la asamblea.
Por eso el hombre sabio,
Cuando busca felicidad, ofrece dádivas,
Habiendo desechado la mancha de la avaricia.
Cuando se establecen en el triple cielo,
Se deleitan por mucho tiempo
En compañía de los devas.
Habiendo aprovechado la oportunidad de hacer obras beneficiosas,
Pasan de aquí luminosos, rodando por Nandana [1],
Donde se deleitan, regocijan y disfrutan de sí mismos,
Decorados con los cinco objetos del placer sensual.
Habiendo completado el mundo del Estable desapegado,
Los discípulos del Sublime se regocijan en el cielo.

NOTA:
[1] Es el Jardín del Deleite en el cielo Tavatimsa.

AN 5,35 Dananisamasa Sutta – Los beneficios del dar


Cinco beneficios de ser un dador.
[35] “Monjes, he aquí estos cinco beneficios del dar. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno se vuelve
querido y agradable para mucha gente. Buenas personas recurren a uno. Uno adquiere una buena
reputación. Uno se vuelve eficiente con las tareas propias de la persona laica. Con la disolución del
cuerpo, después de la muerte, uno renace en el buen destino, en el mundo celestial. Estos son los
cinco beneficios del dar”.
Mediante el dar, uno llega a ser querido,
Uno sigue las tareas del bien;
Los buenos monjes auto-controlados
Siempre recurren a uno.
Le enseñan a uno el Dhamma
Que disipa toda la insatisfacción,
Y habiendo comprendido lo que es inmaculado,
Uno alcanza el Nibbana.

AN 5,36 Kaladana Sutta – Oportuno


Cuándo las dádivas son oportunas.
[36] “Monjes, he aquí estos cinco donativos oportunos. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno ofrece el
donativo a un visitante. Uno ofrece el donativo a alguien que emprende un viaje. Uno ofrece el
donativo a un paciente. Uno ofrece el donativo durante una hambruna. Uno ofrece las primicias de
las nuevas cosechas y los frutos a los virtuosos. Estos son los cinco donativos oportunos”.
En tiempo apropiado, esos sabios caritativos
Y la gente generosa
Ofrece donativos oportunos a los Nobles,
Que son rectos y firmes;
El dar con la mente clara
Se convierte en una ofrenda vasta.
Aquellos que se regocijan en semejantes acciones
O que proveen [otros] servicios,
No se pierden [la oportunidad de] ofrendar,
Sino que comparten también el mérito.
Por eso uno debe ofrecer con la mente no regresiva,
Para que el donativo traiga mucho fruto.
El mérito es el sustento de los seres vivos
En el mundo venidero.

AN 5,37 Bhojana Sutta – Comida


Los beneficios de donar la comida para el donador y los receptores.

[37] “Monjes, un donador que ofrece comida, dona a los receptores cinco cosas. Y, ¿cuáles son esas
cinco? Uno dona la vida, la belleza, la felicidad, la fuerza y el discernimiento. Habiendo donado la
vida, uno comparte la vida, sea la misma celestial o humana. Habiendo donado la belleza, uno
comparte la belleza, sea la misma celestial o humana. Habiendo donado la felicidad, uno comparte
la felicidad, sea la misma celestial o humana. Habiendo donado la fuerza, uno comparte la fuerza,
sea la misma celestial o humana. Habiendo donado el discernimiento, uno comparte el
discernimiento, sea el mismo celestial o humano. Un donador, monjes, que ofrece comida, dona a
los receptores estas cinco cosas”.
El sabio es un donador de la vida,
La fuerza, la belleza y el discernimiento.
El que es inteligente es un donador de la felicidad
Que recibe a cambio la felicidad.
Habiendo donado la vida, la fuerza, la belleza,
La felicidad y el discernimiento,
Uno se vuelve longevo y famoso
Dondequiera que renace.
AN 5,38 {16A5.1.4.8,38} Saddha Sutta – La fe

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• Laicos
• Fe (Saddha)

Beneficios que trae la fe.


[38] {38} “Monjes, estos cinco beneficios llegan al hombre del clan dotado de la fe. Y, ¿cuáles son
esos cinco?
“Monjes, cuando la gente buena y sabia del mundo muestra compasión a alguien, la muestra, en
primer lugar, a personas que tienen fe y no a las que carecen de ella. Además, cuando visitan las
casas, en primer lugar, visitan a las personas que tienen fe y no a las que carecen de ella. Además,
cuando aceptan las ofrendas, en primer lugar, las aceptan de las personas que tienen fe y no de las
que carecen de ella. Además, cuando enseñan el Dhamma, lo enseñan primero a las personas que
tienen fe y no a las que carecen de ella. Las personas que tienen fe, al desintegrarse sus cuerpos,
después de la muerte, renacen en el buen destino, en el mundo celestial.
“Éstas son, monjes, los cinco beneficios que llegan al hombre del clan dotado de la fe.
“Al igual que una gran higuera que se eleva por encima del suelo de una agradable campiña, es un
sostén para todas las aves del alrededor, así también, el hombre del clan dotado de la fe es un sostén
para mucha gente: para los monjes, las monjas, los seguidores laicos y las seguidoras laicas”.
Una majestuosa higuera, cuyas ramas
abundan en frutos y hojas verdes,
con el tronco y las raíces sólidos,
sirve para que las aves encuentren el reposo;
en este deleitoso lugar, hacen sus nidos,
aquellos que buscan la sombra, la encuentran
y los que buscan frutos, hallan el alimento.
Lo mismo sucede con la persona realizada en la virtud y la fe,
la que es modesta, sensible, amable, amigable y apacible.
Llegan junto a ella los que están libres de las contaminaciones,
los que fueron liberados de la pasión, de la aversión y la falsa ilusión;
los que constituyen el inconmensurable campo de méritos para el mundo.
Ellos la enseñan el Dhamma que disipa todo el sufrimiento.
Y cuando lo entiende, queda libre de las contaminaciones,
y alcanza el Nibbana.
AN 5,39 {16A5.1.4.9,39} Putta Sutta – El hijo

Razones por las cuales los padres quieren tener un hijo.

[39] {39} “Monjes, considerando cinco perspectivas, la madre y el padre desean que nazca un hijo
en su familia. Y, ¿cuáles son esas cinco? ‘Habiendo sido apoyado por nosotros, va a apoyarnos a
nosotros; o va a trabajar para nosotros; o el linaje de nuestra familia se va a extender; o va a
gestionar nuestra herencia; o también, después de nuestra muerte, va a ofrendar a nuestro favor’.
Considerando estas cinco perspectivas, monjes, la madre y el padre desean que nazca un hijo en su
familia”.
Considerando las cinco perspectivas,
La gente sabia desea un hijo.
“Apoyado por nosotros, va a apoyarnos a nosotros,
O va a trabajar para nosotros.
El linaje de nuestra familia se va a extender,
Va a gestionar nuestra herencia
O más, después de nuestra muerte,
Va a ofrendar a nuestro favor”.
Considerando estas perspectivas,
La gente sabia desea un hijo.
Por eso las buenas personas,
Agradecidas y apreciativas,
Apoyan a su madre y padres,
Recordando cómo ellos les apoyaron en el pasado;
Haciendo lo que sea necesario para ellos
Tal como ellos lo hacían en el pasado para uno.
Siguiendo sus consejos,
Nutren a aquellos que les trajeron,
Continuando el linaje familiar,
Dotados de la fe y la virtud:
Un hijo así es digno de alabanzas.
AN 5,40 {16A5.1.4.10,40} Mahasalaputta Sutta – Árboles sala

Cuando el jefe de la familia da un buen ejemplo, aquellos que dependen de él crecen en todo lo que
es valioso: en la fe, la virtud, el aprendizaje, la generosidad y la sabiduría.

[40] {40} “Monjes, fundados en el Himalaya, el rey de las montañas, crecen los grandes árboles
sala en cinco maneras. Y, ¿cuáles son estas cinco? Los mismos crecen en las ramas, las hojas y el
follaje; crecen en la corteza; crecen en los brotes; crecen en la madera blanda y crecen en el
duramen. Fundados en el Himalaya, el rey de las montañas, los grandes árboles sala crecen en estas
cinco maneras.
“Así, también, monjes, cuando la cabeza de la familia está dotada de la fe, la gente de la familia que
depende de ella, crece de cinco maneras. Y, ¿cuáles son esas cinco? Ellos crecen en la fe; crecen en
la conducta virtuosa; crecen en el aprendizaje; crecen en la generosidad y crecen en la sabiduría.
Cuando la cabeza de la familia está dotada de la fe, la gente de la familia que depende de ella, crece
de estas cinco maneras”.
Al igual que los árboles que crecen
en dependencia de la montaña rocosa
dentro del vasto bosque salvaje
pueden convertirse en grandes “señores del bosque”,
así también, cuando la cabeza de la familia aquí
posee la fe y la virtud,
su esposa, hijos y parientes
todos crecen en dependencia de él;
al igual que sus compañeros y su círculo familiar,
y los que dependen de él.
Aquellos que poseen el discernimiento,
viendo la buena conducta de aquel hombre virtuoso,
su generosidad y buenos hechos,
emulan su ejemplo.
Habiendo vivido aquí de acuerdo con el Dhamma,
el camino que conduce al buen destino,
aquellos que desean regocijarse en los placeres sensuales,
se deleitan en el mundo de los devas.
AN 5,41 Adiya Sutta – Utilización

Uso de las riquezas que no produce remordimientos.

[41] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, en el parque de


Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces, el hombre hogareño Anathapindika se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Estando sentado ahí, el Bienaventurado le
dijo:
“Hombre hogareño, he aquí estas cinco utilizaciones de las riquezas. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, hombre hogareño, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas
por la fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el
noble discípulo se hace feliz y satisfecho a sí mismo, y se mantiene a sí mismo apropiadamente en
la felicidad; hace felices y satisfechos a sus padres, y les mantiene apropiadamente en la felicidad;
hace felices y satisfechos a su mujer e hijos, a sus esclavos, trabajadores y sirvientes, y les mantiene
apropiadamente en la felicidad; hace felices y satisfechos a sus amigos y compañeros, y les
mantiene apropiadamente en la felicidad. Esta es la primera utilización de las riquezas.
“Además, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas por la fuerza de sus
manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el noble discípulo se
hace feliz y satisfecho a sí mismo, y se mantiene a sí mismo apropiadamente en la felicidad; hace
felices y satisfechos a sus amigos y compañeros y les mantiene apropiadamente en la felicidad. Esta
es la segunda utilización de las riquezas.
“Además, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas por la fuerza de sus
manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el noble discípulo
hace provisiones en contra de las pérdidas que podrían surgir a partir del fuego, inundaciones, reyes,
ladrones o herederos disgustados; se hace a sí mismo seguro de ello. Esta es la tercera utilización de
las riquezas.
“Además, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas por la fuerza de sus
manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el noble discípulo
hace cinco ofrendas: a sus parientes, huéspedes, ancestros, reyes y deidades. Esta es la cuarta
utilización de las riquezas.
“Además, hombre hogareño, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas
por la fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el
noble discípulo establece una elevada ofrenda de las limosnas —ofrenda que es celestial, que
resulta en la felicidad y conduce al cielo― a aquellos ascetas y brahmanes que se refrenan del uso
de los embriagantes que conducen a la negligencia, que están establecidos en la paciencia y
suavidad, que se amansan a sí mismos, se calman a sí mismos y se entrenan a sí mismos para el
Nibbana. Esta es la quinta utilización de las riquezas.
“Estas son, hombre hogareño, las cinco utilizaciones de las riquezas. Si las riquezas de un noble
discípulo se acabasen mientras las utilizara en esas cinco maneras, estaría pensando: ‘He utilizado
las riquezas en esas cinco maneras y mis riquezas se acabaron’. Por lo tanto, no tendría
remordimiento alguno. Si las riquezas de un noble discípulo se incrementasen mientras las utilizara
en esas cinco maneras, estaría pensando: ‘He utilizado las riquezas en esas cinco maneras y mis
riquezas incrementaron’. Por lo tanto, tampoco tendría remordimiento alguno. En ambos casos no
tendría remordimiento alguno”.
He disfrutado de las riquezas,
He ayudado a mis dependientes,
Y he superado las adversidades.
Ofrecí una ofrenda elevada
E hice cinco ofrendas.
Serví a los monjes virtuosos,
A los célibes bien controlados.
Alcancé lo que me propuse,
Un sabio que habita en el hogar,
Hubiese deseado las riquezas;
Lo que hice no me produce remordimientos.
Recordando esto, un mortal
Permanece firme en el noble Dhamma.
Lo alaban aquí, en esta vida,
Y después de la muerte se regocija en el cielo.

AN 5,42 {16A5.1.5.2,42} Sappurisa Sutta – Buena persona

El Buda instaló un pragmático aunque inspirador ideal para los laicos, del sappurisa o “buena
persona”, la que vive “para el bien, el bienestar y la felicidad de mucha gente”.

[42] {42} “Monjes, cuando una buena persona nace en la familia, lo hace para el bien, el bienestar y
la felicidad de mucha gente. Nace para el bien, el bienestar y la felicidad de su madre y padre, su
mujer e hijos, sus esclavos, obreros y sirvientes, sus amigos y compañeros, los ascetas y brahmanes.
Al igual que una gran nube de lluvia nutre todos los cultivos y aparece para el bien, el bienestar y la
felicidad de mucha gente, así también, cuando una buena persona nace en la familia, lo hace para el
bien, el bienestar y la felicidad de mucha gente. Nace para el bien, el bienestar y la felicidad de su
madre y padre… los ascetas y brahmanes”.
Las deidades protegen y guardan a uno por medio del Dhamma,
Al que gestionó sus riquezas para el bienestar de muchos.
La fama no abandona a alguien que está firme en el Dhamma,
quien es instruido y de conducta y observancia virtuosas.
¿Quién es apto para culpar
al que permanece en el Dhamma,
realizado en la conducta virtuosa,
el ponente de la verdad,
poseedor del sentido de la vergüenza,
[puro] como una pieza de oro refinado?
Hasta los devas lo alaban;
el Brahma también lo elogia.

AN 5,43 Ittha Sutta – Deseables

La inutilidad de rezos y ceremonias para cumplir con los buenos deseos.

[43] Entonces, el hombre hogareño Anathapindika se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje


y sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo: “Hombre hogareño, he aquí estas cinco cosas que
son deseables, agradables, valoradas y raramente obtenidas en el mundo. Y, ¿cuáles son esas cinco?
Una larga vida, hombre hogareño, es la cosa deseable, agradable, valorada y raramente obtenida en
el mundo. La belleza… La felicidad… La fama… Los cielos, hombre hogareño, es la cosa deseable,
agradable, valorada y raramente obtenida en el mundo.
“Estas cinco cosas, hombre hogareño, que son deseables, agradables, valoradas y raramente
obtenidas en el mundo no se ganan ―lo declaro yo― mediante las plegarias y aspiraciones. Si estas
cinco cosas, que son deseables, agradables, valoradas y raramente obtenidas en el mundo, se
ganasen mediante las plegarias o aspiraciones, ¿quién sería carente de ellas aquí?
“Hombre hogareño, el noble discípulo que desea una larga vida no debe rezar por ella, deleitarse
[pasivamente en ella] ni desearla. Un noble discípulo que desea una larga vida debe practicar el
camino conducente a la larga vida. Por cuanto practique el camino conducente a una larga vida, que
se dirige a una larga vida, la va a ganar tanto [en el ámbito] celestial como humano.
“Además, hombre hogareño, el noble discípulo que desea la belleza… la felicidad… la fama… no
debe rezar por ella, deleitarse [pasivamente en ella] ni desearla. Un noble discípulo que desea la
fama debe practicar el camino conducente a la fama. Por cuanto practique el camino conducente a
la fama, que se dirige a la fama, la va a ganar tanto [en el ámbito] celestial como humano.
“Además, hombre hogareño, el noble discípulo que desea los cielos no debe rezar por ellos,
deleitarse [pasivamente en ellos] ni desearlos. Un noble discípulo que desea los cielos debe
practicar el camino conducente a los cielos. Por cuanto practique el camino conducente a los cielos,
que se dirige a los cielos, los va a ganar”.
“Alguien que desea una larga vida, belleza y fama,
Aclama el cielo, la familias nobles
Y elevados deleites
Seguidos en sucesión,
Y es sabio, practica la diligencia
En hacer obras meritorias.
Siendo diligente, una persona sabia
Se asegura ambas clases de bienes:
El bien en esta presente vida
Y el bien en la vida futura.
Al alcanzar el bien, alguien que es firme
Se llama uno [que posee] la sabiduría.

AN 5,44 Manapadayi Sutta – El dador de lo agradable

Un generoso seguidor laico, tiene un feliz renacimiento por haber ofrendado al Buda.

[44] En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el salón con el techo de dos aguas, en el
Gran Bosque, cerca de Vesali. Entonces, por la mañana temprano, el Bienaventurado tomó su
cuenco y hábito exterior, y fue a la residencia del hombre hogareño Ugga, de Vesali, donde se sentó
en el asiento que estaba preparado para él. Acto seguido el hombre hogareño Ugga, de Vesali, se
acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, yo escuché y aprendí esto en presencia del Bienaventurado: ‘El dador de lo que
es agradable gana lo que es agradable’. Venerable Señor, mi flor de gachas sala es agradable. Que el
Bienaventurado la acepte, por favor, por compasión”. Y el Bienaventurado la aceptó por compasión.
“Venerable Señor, yo escuché y aprendí esto en presencia del Bienaventurado: ‘El dador de lo que
es agradable gana lo que es agradable’. Venerable Señor, mi cerdo adornado con azufaifas es
agradable. Que el Bienaventurado lo acepte, por favor, por compasión”. Y el Bienaventurado lo
aceptó por compasión.
“Venerable Señor, yo escuché y aprendí esto en presencia del Bienaventurado: ‘El dador de lo que
es agradable gana lo que es agradable’. Venerable Señor, mis tallos de los vegetales fritos son
agradables. Que el Bienaventurado los acepte, por favor, por compasión”. Y el Bienaventurado los
aceptó por compasión.
“Venerable Señor, yo escuché y aprendí esto en presencia del Bienaventurado: ‘El dador de lo que
es agradable gana lo que es agradable’. Venerable Señor, mi arroz hervido de la montaña, libre de
los granos oscuros y acompañado por salsas y condimentos es agradable. Que el Bienaventurado lo
acepte, por favor, por compasión”. Y el Bienaventurado lo aceptó por compasión.
“Venerable Señor, yo escuché y aprendí esto en presencia del Bienaventurado: ‘El dador de lo que
es agradable gana lo que es agradable’. Venerable Señor, mis telas de Kasi son agradables. Que el
Bienaventurado los acepte, por favor, por compasión”. Y el Bienaventurado los aceptó por
compasión.
“Venerable Señor, yo escuché y aprendí esto en presencia del Bienaventurado: ‘El dador de lo que
es agradable gana lo que es agradable’. Venerable Señor, mi sofá con alfombras, mantas y cubiertas,
con un excelente cobertor de antílope, con un dosel en la parte superior y con almohadones rojos de
ambos lados, es agradable. Aunque yo sé que esto no lo es permitido al Bienaventurado: este tablón
de sándalo vale miles. Que el Bienaventurado lo acepte, por favor, por compasión”. Y el
Bienaventurado los aceptó por compasión.
Entonces, el Bienaventurado expresó su apreciación al hombre hogareño Ugga, de Vesali, de esta
manera:
“El dador de lo agradable gana lo agradable,
Cuando ofrenda de buena gana a los rectos
La vestimenta, el lecho, la comida y la bebida,
Y varias clases de requisitos [medicinales].
“Habiendo conocido que los arahants son como un campo,
Lo abandona y lo ofrenda, no lo retiene;
La buena persona ofrenda lo que es difícil de ofrendar:
El donador de las cosas agradables gana lo que es agradable”.
Acto seguido, después de haber expresado su apreciación al hombre hogareño Ugga, de Vesali, el
Bienaventurado se levantó de su asiento y partió de allí.
Un tiempo después el hombre hogareño Ugga, de Vesali, falleció. Después de su muerte el hombre
hogareño Ugga, de Vesali, renació entre cierto grupo de [devas] hechos-de-la-mente [1].
En esa ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, en el parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Cuando la noche estaba avanzada, el joven deva Ugga ―de
extraordinaria belleza― iluminó todo la arboleda de Jeta, se acercó a un lado, le rindió homenaje y
se quedó a un lado. Entonces el Bienaventurado le dijo: “Espero, Ugga, que esto sea lo que has
deseado”.
“Ciertamente, Venerable Señor, esto es lo que he deseado”.
Entonces el Bienaventurado se dirigió al joven deva Ugga con versos:
“El dador de lo agradable gana lo agradable,
El dador de lo principal gana lo principal,
El dador de lo excelente gana lo excelente,
El dador de lo mejor gana el mejor de los estados.
“La persona que ofrenda lo mejor,
El dador de lo principal,
El dador de lo excelente,
Tiene larga vida y fama,
Dondequiera que renazca”.

NOTA:
[1] La expresión puede significar también que Ugga renació con el “cuerpo-hecho-por-la-mente”,
pero Bhikkhu Bodhi (2012, p. 1034) señala que Manorathapurani (los Comentarios del Anguttara
Nikaya) apoyan la otra interpretación, según la cual se trata de un lugar entre una clase de devas.

AN 5,45 Punnabhisanda Sutta – Corrientes de méritos

La vida del monje mendigante se convierte en insuperable campo de méritos, tanto para él como
para los donantes.

[45] “He aquí, monjes, estas cinco corrientes de méritos, corrientes de lo beneficioso, nutrimentos
de la felicidad, que es celestial, fructífera en felicidad y conducente al cielo, que lleva a lo que es
deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“Cuando el monje entra y permanece en la inconmensurable concentración de la mente, mientras
usa hábitos [que le han sido dados], adquiere la inconmensurable corriente de méritos, corriente de
lo beneficioso, nutrimento de la felicidad… que lleva a lo que es deseable, esperado y agradable
para el bienestar y la felicidad de uno.
“Cuando el monje entra y permanece en la inconmensurable concentración de la mente, mientras
usa la comida de las limosnas, adquiere la inconmensurable corriente de méritos, corriente de lo
beneficioso, nutrimento de la felicidad… que lleva a lo que es deseable, esperado y agradable para
el bienestar y la felicidad de uno.
“Cuando el monje entra y permanece en la inconmensurable concentración de la mente, mientras
usa la vivienda [que le ha sido dada], adquiere la inconmensurable corriente de méritos, corriente de
lo beneficioso, nutrimento de la felicidad… que lleva a lo que es deseable, esperado y agradable
para el bienestar y la felicidad de uno.
“Cuando el monje entra y permanece en la inconmensurable concentración de la mente, mientras
usa la cama y el asiento [que le han sido dados], adquiere la inconmensurable corriente de méritos,
corriente de lo beneficioso, nutrimento de la felicidad… que lleva a lo que es deseable, esperado y
agradable para el bienestar y la felicidad de uno.
“Cuando el monje entra y permanece en la inconmensurable concentración de la mente, mientras
usa las medicinas y provisiones para la salud [que le han sido dadas], adquiere la inconmensurable
corriente de méritos, corriente de lo beneficioso, nutrimento de la felicidad… que lleva a lo que es
deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno.
“Estas son, monjes, las cinco corrientes de méritos, corrientes de lo beneficioso, nutrimentos de la
felicidad, que es celestial, fructífera en felicidad y conducente al cielo, que lleva a lo que es
deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno.
“Monjes, cuando el noble discípulo posee estas cinco corrientes de méritos, corrientes de lo
beneficioso, no es fácil medir sus méritos así: ‘Justo tanto es la corriente de méritos, corriente de lo
beneficioso… que lleva a lo que es deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de
uno’; más bien, simplemente se considera inconmensurable, incalculable, una gran masa de méritos.
“Monjes, al igual que tampoco es fácil medir el agua en el gran océano así: ‘He aquí tantos litros de
agua’, ‘he aquí tantos cientos de litros de agua’, ‘he aquí tantos miles de litros de agua’ o ‘he aquí
tantos cientos de miles de litros de agua’, más bien, simplemente se considera inconmensurable,
incalculable, una gran masa de agua; así también, cuando el noble discípulo posee estas cinco
corrientes de méritos, corrientes de lo beneficioso, no es fácil medir sus méritos así: ‘Justo tanto es
la corriente de méritos, corriente de lo beneficioso… que lleva a lo que es deseable, esperado y
agradable para el bienestar y la felicidad de uno’; más bien, simplemente se considera
inconmensurable, incalculable, una gran masa de méritos”.
Así como los grandes ríos utilizados por mucha gente,
Fluyen aguas abajo y alcanzan el océano,
La gran masa de agua, el mar sin límites,
El temible receptáculo de muchas piedras preciosas;
Así las corrientes de méritos alcanzan al sabio
Que es el dador de la comida, la bebida, y la ropa;
[Y llevan al] dador de camas, asientos y cobertizos,
Como las aguas llevan los ríos al mar.

AN 5,47 Dhana Sutta – Riquezas

El Buda explica cómo la fe, la conducta virtuosa, el aprendizaje, la generosidad y la sabiduría se


convierten para uno en cinco clases de riqueza.

[47] “Monjes, he aquí estas cinco clases de riquezas. Y, ¿cuáles son esas cinco? La riqueza de la fe,
la riqueza de la conducta virtuosa, la riqueza del aprendizaje, la riqueza de la generosidad y la
riqueza de la sabiduría.
“Y, ¿qué es, monjes, la riqueza de la fe? He aquí, el noble discípulo está dotado de la fe. Pone
confianza en la iluminación del Tathagata de esta manera: ‘El Bienaventurado es un Arahant
plenamente iluminado, realizado en el verdadero conocimiento y la conducta, afortunado,
conocedor del mundo, insuperable domador de los que han de ser amansados, el maestro de los
devas y seres humanos, el Iluminado, el Bienaventurado’. Ésta se llama, monjes, la riqueza de la fe.
“Y, ¿qué es, monjes, la riqueza de la conducta virtuosa? He aquí, el noble discípulo se abstiene de
destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene de la incorrecta conducta
sexual, se abstiene de decir mentiras, se abstiene de tomar licores, vinos y otros embriagantes que
conducen a la desatención. Ésta se llama, monjes, la riqueza de la conducta virtuosa.
“Y, ¿qué es, monjes, la riqueza del aprendizaje? He aquí, el noble discípulo ha aprendido mucho, se
acuerda de lo que aprendió y lo acumula. Aquellas enseñanzas que son buenas en el principio,
buenas en el medio y buenas al final, con el recto significado y forma, que proclaman la vida
espiritual perfectamente completa y pura: enseñanzas como estas él las ha aprendido mucho, las
retiene en la mente, las recita verbalmente, investiga mentalmente y las penetra con la recta visión.
Ésta se llama, monjes, la riqueza del aprendizaje.
“Y, ¿qué es, monjes, la riqueza de la generosidad? He aquí, el noble discípulo mora en el hogar con
el corazón carente de la mancha de la avaricia, libremente generoso, de mano abierta, deleitándose
en el renunciamiento, devoto a la caridad, deleitándose en dar y compartir. Ésta se llama, monjes, la
riqueza de la generosidad.
“Y, ¿qué es, monjes, la riqueza de la sabiduría? He aquí, el noble discípulo es sabio; posee sabiduría
que discierne el surgimiento y la desaparición, la cual es noble y penetrante, y conduce a la
completa destrucción de la insatisfacción. Ésta se llama, monjes, la riqueza de la sabiduría.
“Estas son, monjes, las cinco clases de riquezas”.
Cuando uno tiene fe en el Tathagata,
Inquebrantable y bien establecida,
Y la conducta virtuosa que es buena,
Amada y alabada por los nobles,
Cuando tiene confianza en el Sangha
Y su punto de vista enderezado,
Ellos dicen que no es pobre,
Que la vida de uno no ha sido vivida en vano.
Por eso una persona inteligente,
Recordándose de la enseñanza de los Budas,
Debería mantener la intención de la fe y la conducta virtuosa,
La confidencia y la visión del Dhamma.
AN 5,48-49 {16A5.1.5.8,48-16A5.1.5.9,49} Alabbhaniyathana y
Kosala Sutta – Situaciones, En Kosala

Etiquetas:
• La muerte

Como sobreponerse al envejecimiento, enfermedad, muerte, destrucción y pérdidas.

AN 5,48 {16A5.1.5.8,48} Alabbhaniyathana Sutta – Situaciones


[48] {48} “Monjes, he aquí, hay esas cinco situaciones que no pueden acontecer a un asceta o
brahmán, a un deva, Mara o Brama ni a nadie en este mundo. Y, ¿cuáles son esas cinco? Que lo que
está sujeto a la vejez, no envejezca. Esta es la situación que no puede acontecer a un asceta o
brahmán, a un deva, Mara o Brama ni a nadie en este mundo. Que lo que está sujeto a la
enfermedad, no se enferme. Esta es la situación que no puede acontecer a un asceta o brahmán, a un
deva, Mara o Brama ni a nadie en este mundo. Que lo que está sujeto a la muerte, no se muera. Esta
es la situación que no puede acontecer a un asceta o brahmán, a un deva, Mara o Brama ni a nadie
en este mundo. Que lo que está sujeto a la destrucción, no sea destruido. Esta es la situación que no
puede acontecer a un asceta o brahmán, a un deva, Mara o Brama ni a nadie en este mundo. Que lo
que está sujeto a perderse, no se pierda. Esta es la situación que no puede acontecer a un asceta o
brahmán, a un deva, Mara o Brama ni a nadie en este mundo.
“Monjes, una persona no instruida, común y corriente, sujeta a la vejez, mientras envejece no piensa
así: ‘no solamente yo estoy sujeto al envejecimiento, sino que esto se extiende a todos los seres –del
pasado y del futuro, los que murieron y los que van a nacer- esto les pasa a todos los que están
sujetos a la vejez: están envejeciendo. Y si experimentase la tristeza, el dolor y el lamento, si
golpease mi pecho y estuviese confundido cuando la vejez llegue a lo que está sujeto al
envejecimiento, entonces la comida perdería su atractivo para mí, mi cuerpo se volvería feo, mis
asuntos no serían atendidos y mis enemigos estarían felices, mientras que mis amigos, tristes.’ Así
que, cuando la vejez finalmente le llega, experimenta la tristeza, el dolor y el lamento; golpea su
pecho y se queda confundido; la comida pierde su atractivo para él, su cuerpo se vuelve feo, sus
asuntos no son atendidos y sus enemigos están felices, mientras que sus amigos, tristes. Monjes, a
este hombre se le llama una persona no instruida, común y corriente, penetrada con el ponzoñoso
dardo del dolor, que se atormenta a sí mismo.
“Además, monjes, una persona no instruida, común y corriente, sujeta a la enfermedad, mientras la
enfermedad cae sobre ella…. sujeta a la muerte, muere… sujeta a la destrucción, se destruye…
sujeta a perderse, se pierde no piensa así: ‘no solamente yo estoy sujeto a perderse, sino que esto se
extiende a todos los seres –del pasado y del futuro, los que murieron y los que van a nacer- esto les
pasa a todos los que están sujetos a perderse: se pierden. Y si experimentase la tristeza, el dolor y el
lamento, si golpease mi pecho y estuviese confundido cuando la pérdida llegue a lo que está sujeto a
perderse, entonces la comida perdería su atractivo para mí, mi cuerpo se volvería feo, mis asuntos
no serían atendidos y mis enemigos estarían felices, mientras que mis amigos, tristes.’ Así que,
cuando la pérdida finalmente le llega, experimenta la tristeza, el dolor y el lamento; golpea su pecho
y queda confundido; la comida pierde su atractivo para él, su cuerpo se vuelve feo, sus asuntos no
son atendidos y sus enemigos están felices, mientras que sus amigos, tristes. Monjes, a este hombre
se le llama una persona no instruida, común y corriente, penetrada con el ponzoñoso dardo del
dolor, que se atormenta a sí mismo.
“Pero, monjes, un instruido noble discípulo, sujeto a la vejez, mientras envejece piensa así: ‘no
solamente yo estoy sujeto al envejecimiento, sino que esto se extiende a todos los seres –del pasado
y del futuro, los que murieron y los que van a nacer- esto les pasa a todos los que están sujetos a la
vejez: están envejeciendo. Y si experimentase la tristeza, el dolor y el lamento, si golpease mi pecho
y estuviese confundido cuando la vejez llegue a lo que está sujeto al envejecimiento, entonces la
comida perdería su atractivo para mí, mi cuerpo se volvería feo, mis asuntos no serían atendidos y
mis enemigos estarían felices, mientras que mis amigos, tristes.’ Así que, cuando la vejez finalmente
le llega, no experimenta la tristeza, el dolor ni el lamento; no golpea su pecho ni queda confundido.
Monjes, a este hombre se le llama un instruido noble discípulo, que esquivo al ponzoñoso dardo del
dolor que penetra a una persona no instruida, común y corriente, que se atormenta a sí mismo. Libre
de dolor, libre de los dardos, el noble discípulo realiza el Nibbana.
“Además, monjes, un instruido noble discípulo, sujeto a la enfermedad, mientras la enfermedad cae
sobre él…. sujeto a la muerte, muere… sujeto a la destrucción, se destruye… sujeto a perderse, se
pierde piensa así: ‘no solamente yo estoy sujeto a perderse, sino que esto se extiende a todos los
seres –del pasado y del futuro, los que murieron y los que van a nacer- esto les pasa a todos los que
están sujetos a perderse: se pierden. Y si experimentase la tristeza, el dolor y el lamento, si golpease
mi pecho y estuviese confundido cuando la pérdida llegue a lo que está sujeto a perderse, entonces
la comida perdería su atractivo para mí, mi cuerpo se volvería feo, mis asuntos no serían atendidos
y mis enemigos estarían felices, mientras que mis amigos, tristes.’ Así que, cuando la pérdida
finalmente le llega, no experimenta la tristeza, el dolor ni el lamento; no golpea su pecho ni queda
confundido. Monjes, a este hombre se le llama un instruido noble discípulo, que esquivo al
ponzoñoso dardo del dolor que penetra a una persona no instruida, común y corriente, que se
atormenta a sí mismo. Libre de dolor, libre de los dardos, el noble discípulo realiza el Nibbana.
“Estas son, monjes, las cinco situaciones que no pueden acontecer a un asceta o brahmán, a un
deva, Mara o Brama ni a nadie en este mundo.”
No a través del lamento,
no a través del dolor,
se ganan ciertos logros,
ni siquiera un poco.
Al conocer tu lamento y dolor,
tus enemigos se sienten gratificados.
Pero, cuando el sabio,
con la determinación, se fija en lo que es su logro,
no se conmueve frente al infortunio,
y sus enemigos se ven apenados,
cuando observan su rostro inmutable, como el de los antiguos.
Pero cuando el logro es obtenido
a través de elogios, cantos, buenos dichos,
donativos y costumbres familiares [1] ,
uno debería esforzarse en este camino de una u otra manera.
Pero cuando disciernas que tu propio logro,
o el de los demás,
no puede ser alcanzado de esta manera,
acepta esa situación sin dolor, con éste pensamiento:
“el kamma es fuerte, ¿qué más podría hacer?”

AN 5,49 {16A5.1.5.9,49} Kosala Sutta – En Kosala


En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando cerca de Savatthi en la arboleda Jeta del parque
de Anathapindika. En este tiempo, el rey de los kosalas, Pasenadi, se fue junto al Bienaventurado y,
al llegar, lo saludó respetuosamente y se sentó a un lado. Justo en este tiempo acababa de fallecer la
reina Mallika.
Entonces, un cierto hombre se acercó al rey y susurró a su oído lo siguiente: “Su majestad, la reina
Mallika acaba de fallecer”. Cuando esto fue dicho, el rey de los kosalas, Pasenadi, se puso
gravemente dolorido y enfermo de corazón; con sus hombros caídos, con el rostro marchito,
permaneció empollado y sin palabra.
Y el Bienaventurado miró al rey, empollado ahí y sin palabra, gravemente dolorido y enfermo de
corazón y se dirigió a él con estas palabras:
“Gran rey, he aquí, hay esas cinco situaciones que no pueden acontecer a un asceta o brahmán, a un
deva, Mara o Brama ni a nadie en este mundo. Y, ¿cuáles son esas cinco? Que lo que está sujeto a la
vejez, no envejezca. Esta es la situación que no puede acontecer a un asceta o brahmán, a un deva,
Mara o Brama ni a nadie en este mundo. Que lo que está sujeto a la enfermedad, no se enferme.
Esta es la situación que no puede acontecer a un asceta o brahmán, a un deva, Mara o Brama ni a
nadie en este mundo. Que lo que está sujeto a la muerte, no se muera. Esta es la situación que no
puede acontecer a un asceta o brahmán, a un deva, Mara o Brama ni a nadie en este mundo. Que lo
que está sujeto a la destrucción, no sea destruido. Esta es la situación que no puede acontecer a un
asceta o brahmán, a un deva, Mara o Brama ni a nadie en este mundo. Que lo que está sujeto a
perderse, no se pierda. Esta es la situación que no puede acontecer a un asceta o brahmán, a un
deva, Mara o Brama ni a nadie en este mundo.
[El resto sigue igual reemplazando “monjes” por “gran rey”.]

NOTA:
[1] Aquí se trata de los componentes de los antiguos tradicionales ritos funerarios.
AN 5,50 {16A5.1.5.10,50} Narada Sutta – Narada

Un discurso sobre lo pasajero de las cosas de este mundo y lo inevitable de las consecuencias del
kamma, permite a un rey sacarse el profundo dardo de tristeza que tuvo al fallecer su esposa.

[50] {50} En una ocasión el Venerable Narada estaba morando en el Parque del Gallo, cerca de
Pataliputta. Fue entonces cuando murió la reina Bhadda del rey Munda, que fue muy querida y
amada por él. Tal fue así que, desde que murió, dejó de bañarse, de ungirse, de comer y de trabajar.
De día y de noche permanecía meditabundo sobre el cuerpo de la reina Bhadda. Entonces, el rey
Munda se dirigió a su tesorero Piyaka: “Bien, amigo Piyaka, sumerja el cuerpo de la reina Bhadda
en una tina llena de aceite y cúbrela con otro trozo de hierro para que podamos ver el cuerpo de la
reina Bhadda aún por más tiempo”.
“Sí, señor”, respondió el tesorero Piyaka y sumergió el cuerpo de la reina Bhadda en una tina llena
de aceite y la cubrió con otro trozo de hierro. Pero entonces esto se le ocurrió al tesorero Piyaka: “la
reina Bhadda del rey Munda murió, y ella fue muy querida y amada por él. Tal es así que desde que
murió, el rey dejó de bañarse, de ungirse, de comer y de trabajar. De día y de noche permanece
meditabundo sobre el cuerpo de la reina Bhadda; ¿a cuál de los ascetas o brahmanes podría visitar
al rey Munda, para que, al escuchar su Dhamma, abandonase el dardo de la tristeza?”. Entonces se
le ocurrió esto a Piyaka: “El Venerable Narada está morando en el Parque del Gallo, cerca de
Pataliputta. Y hay buenas referencias que circulan sobre él: ‘Que es sabio, competente, inteligente,
instruido, un ingenioso orador, elocuente, maduro y que es un Arahant’. ¿Qué tal si el rey Munda
visita al Venerable Narada? Tal vez, al escuchar su Dhamma, abandona el dardo de la tristeza”.
Entonces, el tesorero Piyaka se acercó al rey Munda y le dijo: “Señor, el Venerable Narada está
morando en el Parque del Gallo, cerca de Pataliputta. Y hay buenas referencias que circulan sobre
él: ‘Que es sabio, competente, inteligente, instruido, un ingenioso orador, elocuente, maduro y que
es un Arahant’. Su majestad debería visitar al Venerable Narada. Tal vez, al escuchar su Dhamma
abandona el dardo de la tristeza”.
“Bueno, amigo Piyaka, entonces informa al Venerable Narada. Porque ¿cómo uno pensaría en
acercarse a un asceta o brahmán que vive en el reino de uno, sin primero informarle?”.
“Sí, señor”, respondió Piyaka y fue junto al Venerable Narada, le rindió homenaje, se sentó a un
lado y le dijo: “Venerable Señor, murió la reina Bhadda del rey Munda, que fue muy querida y
amada por él. Tal es así que desde que murió, dejó de bañarse, de ungirse, de comer y de trabajar.
De día y de noche permanece meditabundo sobre el cuerpo de la reina Bhadda. Sería bueno,
Venerable Señor, que el Venerable Narada enseñase el Dhamma al rey Munda de manera tal que
pueda abandonar el dardo de la tristeza”.
“Que el rey Munda venga de acuerdo con su conveniencia”.
Entonces el tesorero Piyaka se levantó de su asiento, rindió homenaje al Venerable Narada y se
retiró de allí, teniendo siempre al Venerable Narada a su lado derecho. Acto seguido fue junto al rey
Munda y le dijo: “Señor, el Venerable Narada otorgó su consentimiento. Usted puede ir de acuerdo
con su conveniencia”.
“Bien, amigo Piyaka, entonces prepara y engancha los carruajes más finos”.
“Sí, señor” respondió Piyaka y, habiendo preparado y enganchado los carruajes más finos, dijo al
rey Munda: “Señor, los carruajes más finos han sido preparados y enganchados. Usted puede ir de
acuerdo con su conveniencia”.
Entonces el rey Munda montó en un fino carruaje y, junto con otros carruajes, fue al Parque del
Gallo a ver al Venerable Narada con todo el esplendor real. Usó el carruaje hasta donde le permitió
el camino y bajó de él para entrar al Parque del Gallo a pie. Luego, se acercó al Venerable Narada,
le rindió homenaje y se sentó a un lado. Acto seguido el Venerable Narada le dijo:
“Gran rey, he aquí que hay estas cinco situaciones que no pueden acontecer a un asceta, un brahmán
ni a un deva, Mara o Brahma ni a nadie en este mundo. Y, ¿cuáles son esas cinco? Que lo que está
sujeto a la vejez, no envejezca. Esta es la situación que no puede acontecer a un asceta o brahmán, a
un deva, Mara o Brahma ni a nadie en este mundo. Que lo que está sujeto a la enfermedad, no se
enferme. Esta es la situación que no puede acontecer… Que lo que está sujeto a la muerte, no se
muera… Que lo que está sujeto a la destrucción, no sea destruido… Que lo que está sujeto a
perderse, no se pierda. Esta es la situación que no puede acontecer a un asceta o brahmán, a un
deva, Mara o Brahma ni a nadie en este mundo.
“Gran rey, una persona no instruida, común y corriente, sujeta a la vejez, mientras envejece no
piensa así: ‘No solamente yo estoy sujeto al envejecimiento, sino que esto se extiende a todos los
seres —del pasado y del futuro, los que murieron y los que van a nacer―, esto les pasa a todos los
que están sujetos a la vejez: están envejeciendo. Y si experimentase la tristeza, el dolor y el lamento,
si golpease mi pecho y estuviese confundido cuando la vejez llegue a lo que está sujeto al
envejecimiento, entonces la comida perdería su atractivo para mí, mi cuerpo se volvería feo, mis
asuntos no serían atendidos y mis enemigos estarían felices, mientras que mis amigos, tristes’. Así
que, cuando la vejez finalmente le llega, él experimenta la tristeza, el dolor y el lamento; golpea su
pecho y se queda confundido; la comida pierde su atractivo para él, su cuerpo se vuelve feo, sus
asuntos no son atendidos y sus enemigos están felices, mientras que sus amigos, tristes. A este
hombre, gran rey, se le llama una persona no instruida, común y corriente, penetrada con el
ponzoñoso dardo de la tristeza, que se atormenta a sí mismo.
“Además, gran rey, una persona no instruida, común y corriente, sujeta a la enfermedad, mientras la
enfermedad cae sobre ella…. sujeta a la muerte, muere… sujeta a la destrucción, se destruye…
sujeta a perderse, se pierde y no piensa así: ‘No solamente yo estoy sujeto a perderse, sino que esto
se extiende a todos los seres —del pasado y del futuro, los que murieron y los que van a nacer―,
esto les pasa a todos los que están sujetos a perderse: se pierden. Y si experimentase la tristeza, el
dolor y el lamento, si golpease mi pecho y estuviese confundido cuando la pérdida llegue a lo que
está sujeto a perderse, entonces la comida perdería su atractivo para mí, mi cuerpo se volvería feo,
mis asuntos no serían atendidos y mis enemigos estarían felices, mientras que mis amigos, tristes’.
Así que, cuando la pérdida finalmente le llega, experimenta la tristeza, el dolor y el lamento; golpea
su pecho y queda confundido; la comida pierde su atractivo para él, su cuerpo se vuelve feo, sus
asuntos no son atendidos y sus enemigos están felices, mientras que sus amigos, tristes. A este
hombre, gran rey, se le llama una persona no instruida, común y corriente, penetrada con el
ponzoñoso dardo de la tristeza, que se atormenta a sí mismo.
“Pero, gran rey, un instruido noble discípulo, sujeto a la vejez, mientras envejece piensa así: ‘No
solamente yo estoy sujeto al envejecimiento, sino que esto se extiende a todos los seres —del
pasado y del futuro, los que murieron y los que van a nacer―, esto les pasa a todos los que están
sujetos a la vejez: están envejeciendo. Y si experimentase la tristeza, el dolor y el lamento, si
golpease mi pecho y estuviese confundido cuando la vejez llegue a lo que está sujeto al
envejecimiento, entonces la comida perdería su atractivo para mí, mi cuerpo se volvería feo, mis
asuntos no serían atendidos y mis enemigos estarían felices, mientras que mis amigos, tristes’. Así
que, cuando la vejez finalmente le llega, no experimenta la tristeza, el dolor ni el lamento; no golpea
su pecho ni queda confundido. A este hombre, gran rey, se le llama un instruido noble discípulo, que
arrancó el ponzoñoso dardo de la tristeza que penetra a una persona no instruida, común y corriente,
la cual se atormenta a sí mismo. Libre de la tristeza, libre de los dardos, el noble discípulo realiza el
Nibbana.
“Además, gran rey, un instruido noble discípulo, sujeto a la enfermedad, mientras la enfermedad cae
sobre él…. sujeto a la muerte, muere… sujeto a la destrucción, se destruye… sujeto a perderse, se
pierde y piensa así: ‘No solamente yo estoy sujeto a perderse, sino que esto se extiende a todos los
seres —del pasado y del futuro, los que murieron y los que van a nacer―, esto les pasa a todos los
que están sujetos a perderse: se pierden. Y si experimentase la tristeza, el dolor y el lamento, si
golpease mi pecho y estuviese confundido cuando la pérdida llegue a lo que está sujeto a perderse,
entonces la comida perdería su atractivo para mí, mi cuerpo se volvería feo, mis asuntos no serían
atendidos y mis enemigos estarían felices, mientras que mis amigos, tristes’. Así que, cuando la
pérdida finalmente le llega, no experimenta la tristeza, el dolor ni el lamento; no golpea su pecho ni
queda confundido. A este hombre, gran rey, se le llama un instruido noble discípulo, que arrancó el
ponzoñoso dardo de la tristeza, la cual penetra a una persona no instruida, común y corriente, que se
atormenta a sí mismo. Libre de dolor, libre de los dardos, el noble discípulo realiza el Nibbana.
“Estas son, gran rey, las cinco situaciones que no pueden acontecer a un asceta o brahmán, a un
deva, Mara o Brahma ni a nadie en este mundo”.
No a través del lamento,
ni a través del dolor,
se ganan ciertos logros,
ni siquiera un poco.
Al conocer tu lamento y dolor,
tus enemigos se sienten gratificados.
Pero, cuando el sabio,
con la determinación, se fija en lo que es su logro,
no se conmueve frente al infortunio,
y sus enemigos se ven apenados,
cuando observan su rostro inmutable, como el de los antiguos.
Pero cuando el logro es obtenido
a través de elogios, cantos, buenos dichos,
donativos y costumbres familiares,
uno debería esforzarse en este camino de una u otra manera.
Pero cuando disciernes que tu propio logro,
o el de los demás,
no puede ser alcanzado de esta manera,
acepta esa situación sin dolor, con éste pensamiento:
“el kamma es fuerte, ¿qué más podría hacer?”.
Cuando se dijo esto, el rey Munda preguntó al Venerable Narada:
“Venerable Señor, ¿cuál es el nombre de esta exposición del Dhamma?”.
“Gran rey, esta exposición del Dhamma se llama la extracción del dardo de la tristeza”.
“¡Ciertamente, Venerable Señor, está es la extracción del dardo de la tristeza! ¡Ciertamente está es
la extracción del dardo de la tristeza! Por haber escuchado esta exposición del Dhamma, abandoné
el dardo de la tristeza”.
Luego el rey Munda dijo al tesorero Piyaka: “Bien, amigo Piyaka, entonces que el cuerpo de la
reina Bhadda sea cremado y construido un montículo memorativo para ella. De hoy en adelante voy
a bañarme, ungirme, voy a comer y trabajar”.

AN 5,51-52 {16A5.2.1.1,51-16A5.2.1.2,52} Avarana y


Akusalarasi Sutta – Obstrucciones y El montón de lo
perjudicial

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• Cinco impedimentos (Nivarana)

El Buda usa un vívido símil sobre los canales que debilitan la corriente de un río para explicar la
naturaleza de los impedimentos mentales, los cuales llama luego, en el segundo sutta, “montón de lo
perjudicial”.

AN 5,51 {16A5.2.1.1,51} Avarana Sutta – Obstrucciones


[51] {51} Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda Jeta
del Parque Anathapindika, cerca de Savathi. Estando allí, se dirigió a los monjes: “Monjes”.
“Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, he aquí estas cinco obstrucciones, impedimentos que estorban la mente, estados que
debilitan la sabiduría. Y, ¿cuáles son esas cinco? El deseo sensorial es una obstrucción, un
impedimento que estorba la mente, estado que debilita la sabiduría. La animadversión… la apatía y
somnolencia… la inquietud y el remordimiento… la duda es una obstrucción, un impedimento que
estorba la mente, estado que debilita la sabiduría. Estas son, monjes, las cinco obstrucciones, los
impedimentos que estorban la mente, estados que debilitan la sabiduría.
“Monjes, sin haber abandonado estas cinco obstrucciones, impedimentos que estorban la mente,
estados que debilitan la sabiduría, es imposible que un monje –impotente y con endeble sabiduría-
pueda conocer su propio bien, el bien de los demás o el bien de ambos; ni que haga la distinción
sobrenatural en el conocimiento y la visión dignos de los nobles.
“Imaginad, monjes, a un río fluyendo desde las montañas, yendo lejos, con corriente rápida,
arrastrándolo todo a su paso. Y entonces, un hombre abre canales para desviar la corriente del río
desde las dos orillas, de manera tal que la corriente en el medio del río se disperse, aminore y se
disipe. En este caso, monjes, ese río no iría muy lejos, su corriente no sería rápida ni arrastraría todo
a su paso. De la misma manera, monjes, sin haber abandonado estas cinco obstrucciones,
impedimentos que estorban la mente, estados que debilitan la sabiduría, es imposible que un monje
–impotente y con endeble sabiduría- pueda conocer su propio bien, el bien de los demás o el bien de
ambos; ni que haga la distinción sobrenatural en el conocimiento y la visión dignos de los nobles.
“Pero, monjes, habiendo abandonado estas cinco obstrucciones, impedimentos que estorban la
mente, estados que debilitan la sabiduría, es posible que un monje con poderosa sabiduría pueda
conocer su propio bien, el bien de los demás o el bien de ambos; y que haga la distinción
sobrenatural en el conocimiento y la visión dignos de los nobles.
“Imaginad, monjes, a un río fluyendo desde las montañas, yendo lejos, con corriente rápida,
arrastrándolo todo a su paso. Y entonces, un hombre cierra los canales que desviaban la corriente
del río desde las dos orillas, de manera tal que la corriente en el medio del río ya no se dispersa,
aminora ni se disipa. En este caso, monjes, ese río iría muy lejos, su corriente sería rápida y
arrastraría todo a su paso. De la misma manera, monjes, habiendo abandonado estas cinco
obstrucciones, impedimentos que estorban la mente, estados que debilitan la sabiduría, es posible
que un monje con poderosa sabiduría pueda conocer su propio bien, el bien de los demás o el bien
de ambos; y que haga la distinción sobrenatural en el conocimiento y la visión dignos de los
nobles.”

AN 5,52 {16A5.2.1.2,52} Akusalarasi Sutta – El montón de lo perjudicial


[52] {52} “Monjes, cuando se dice ‘montón de lo perjudicial’ se habla de los cinco impedimentos;
es entonces cuando se puede usar esa expresión correctamente. Estos cinco impedimentos se
constituyen en un completo montón de lo perjudicial. Y, ¿cuáles son esos cinco? El impedimento de
deseo sensorial, el impedimento de la animadversión, el impedimento de la apatía y somnolencia, el
impedimento de la inquietud y el remordimiento y el impedimento de la duda. Monjes, cuando se
dice ‘montón de lo perjudicial’ se habla de estos cinco impedimentos; es entonces cuando se puede
usar esa expresión correctamente. Estos cinco impedimentos se constituyen en un completo montón
de lo perjudicial.”
AN 5,53 {16A5.2.1.3,53} Padhaniyanga Sutta – Factores que
ayudan a esforzarse

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• Recto esfuerzo (Sammappadhana)

Cinco factores que ayudan a mantener un nivel adecuado de esfuerzo para alcanzar la meta.
[53] {53} “Monjes, he aquí, estos cinco factores que ayudan a esforzarse. Y, ¿cuáles son esos cinco?
“He aquí, monjes, el monje tiene fe y cree en la Iluminación del Tathagata así: ‘el Bienaventurado
un arahant plenamente iluminado, realizado en el verdadero conocimiento y la conducta, Bendito,
conocedor del mundo, el insuperable amansador de los que han de ser amansados, el maestro de los
devas y los seres humanos, iluminado y Bienaventurado’.
“Está raramente enfermo o afligido, goza de buena digestión: no demasiado frío ni demasiado
caliente, sino que siempre moderado y dispuesto a esforzarse.
“Es honesto y abierto; a su maestro y a sus sabios compañeros monjes se manifiesta a sí mismo tal
como realmente es.
“Hace surgir la energía para abandonar los perjudiciales estados mentales y retener los estados
mentales beneficiosos; mora con la firme resolución, es sólido en su esfuerzo y no elude sus
responsabilidades concernientes al cultivo de los beneficiosos estados mentales.
“Es sabio; posee la sabiduría para discernir el surgimiento y la desaparición: un conocimiento noble
y penetrante, que conduce a la destrucción completa de la insatisfacción.
“Monjes, estos son los cinco factores que ayudan a esforzarse."

AN 5,54 {16A5.2.1.4,54} Samaya Sutta – Ocasiones

Circunstancias en las cuales es difícil realizar los esfuerzos espirituales y, otras, en la cuales esto se
hace fácil.

[54] {54} “Monjes, he aquí estas cinco desfavorables ocasiones para realizar el esfuerzo. Y, ¿cuáles
son esas cinco?
“He aquí, el monje es viejo, entrado en edad. Esta es la primera ocasión desfavorable para realizar
el esfuerzo.
“Además el monje está enfermo, aquejado por la enfermedad. Esta es la segunda ocasión
desfavorable para realizar el esfuerzo.
“Además el monje está hambriento, recoge una mala cosecha, atraviesa el tiempo en el cual es
difícil obtener la comida de las limosnas y tampoco es fácil subsistir espigando. Esta es la tercera
ocasión desfavorable para realizar el esfuerzo.
“Además, he aquí hay peligro, turbulencia en las zonas desiertas, el pueblo de la campiña monta en
sus vehículos y huye por todos lados. Esta es la cuarta ocasión desfavorable para realizar el
esfuerzo.
“Además, he aquí hay cisma en el Sangha y, cuando hay cisma en el Sangha, hay mutuos insultos,
mutuas injurias, mutuo desprecio y mutuo rechazo. Entonces aquellos que no tienen fe, no ganan la
fe, mientras los otros que la tienen cambian sus ideas. Esta es la quinta ocasión desfavorable para
realizar el esfuerzo.
“Estas son, monjes, las cinco desfavorables ocasiones para realizar el esfuerzo.
“Monjes, he aquí estas cinco favorables ocasiones para realizar el esfuerzo. Y, ¿cuáles son esas
cinco?
“He aquí, el monje es joven, un mozo de cabellera negra dotado de la bendición de la juventud, en
la flor de la vida. Esta es la primera ocasión favorable para realizar el esfuerzo.
“He aquí, el monje está raramente enfermo o afligido, poseyendo una digestión que no es
demasiado fría ni tampoco caliente, sino moderada y apropiada para realizar el esfuerzo. Esta es la
segunda ocasión favorable para realizar el esfuerzo.
“Además, su comida es abundante, recoge una buena cosecha y la comida de las limosnas es
abundante, así que le es fácil subsistir espigando. Esta es la tercera ocasión favorable para realizar el
esfuerzo.
“Además, la gente mora en concordia, armoniosamente, sin disputas, como la mezcla de agua y
leche, mirándose unos a otros con una mirada de afecto. Esta es la cuarta ocasión favorable para
realizar el esfuerzo.
“Además, el Sangha vive a gusto, en concordia, armoniosamente, sin disputas y con la misma
recitación. Y cuando el Sangha vive en concordia no hay mutuos insultos, mutuas injurias, mutuo
desprecio ni mutuo rechazo. Entonces aquellos que no tienen fe, ganan la fe, mientras los otros que
tienen la fe, la incrementan. Esta es la quinta ocasión favorable para realizar el esfuerzo.
“Estas son, monjes, las cinco favorables ocasiones”.

AN 5,55 Mataputta Sutta – Madre e hijo

La historia de una madre e hijo —monja y monje, respectivamente― que caen en una relación
incestuosa, es ocasión de una enseñanza de contenido misógino, difícilmente atribuible al mismo
Buda al contrastar la misma con su habitual cordialidad hacia las mujeres y su generosidad en
otorgarles su enseñanza.

[55] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda de Jeta, en el Parque de


Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces una madre y un hijo, siendo respectivamente monja y
monje, entraron a Savatthi para la residencia de las Lluvias. Ellos querían verse a menudo: la madre
quiso ver a menudo a su hijo y el hijo a su madre. Y, por el hecho de querer verse uno al otro, se ha
formado un nexo; y por el hecho de haberse formado el nexo, surgió la intimidad entre ellos; y por
el hecho de la intimidad, la lascivia encontró una puerta abierta. Con sus mentes apresadas por la
lujuria, sin haber abandonado el entrenamiento ni declarado su debilidad, se involucraron en la
relación sexual. Entonces, un número de monjes se acercó al Bienaventurado. Estando allí, le
rindieron homenaje, se sentaron a un lado y le reportaron lo ocurrido.
[El Bienaventurado dijo:] “Monjes, ¿podría aquel tonto pensar: ‘La madre no caerá en amor con su
hijo ni el hijo con su madre? Monjes, yo no veo otra cosa particular alguna que fuera tan tentadora y
sensual, embriagadora, cautivadora y enceguecedora, que obstaculiza tanto el logro de la
insuperable seguridad de la esclavitud, que la forma de la mujer. Los seres que sienten lujuria por la
forma de la mujer voraz, se apegan a ella, se enamoran ciegamente y ciegamente se absorben en
ella; [en consecuencia] sufren por mucho tiempo bajo el dominio de la forma de la mujer. No veo
otra cosa particular alguna que fuera tan tentadora y sensual, embriagadora, cautivadora y
enceguecedora, que obstaculiza tanto el logro de la insuperable seguridad de la esclavitud, que el
sonido de la mujer… el olor de la mujer… el sabor de la mujer… el toque de la mujer. Los seres
que sienten lujuria por la forma de la mujer voraz, se apegan a ella, se enamoran ciegamente y
ciegamente se absorben en ella; [en consecuencia] sufren por mucho tiempo bajo el dominio del
toque de la mujer.
“Monjes, mientras camina, la mujer obsesiona la mente del hombre. Mientras está de pie…
Mientras permanece recostado… Mientras está sentado… Mientras se ríe… Mientras habla…
Mientras canta… Mientras llora, la mujer obsesiona la mente del hombre. Cuando está obesa, la
mujer también obsesiona la mente del hombre, incluso cuando muere, la mujer obsesiona la mente
del hombre. Monjes, si alguien quisiera decir ton toda justeza ‘completo lazo del Mara’,
precisamente debería decirlo de las mujeres”.
Uno podría hablar con un enemigo mortal,
Uno podría hablar con un espíritu maligno,
Uno podría acercarse a una víbora,
Cuya mordida significa una muerte segura;
Pero nunca uno debería hablar
Con una mujer a solas.
Ellas se unen con aquel, cuya mente está nublada.
Con una mirada y una sonrisa
Con su vestido en desorden,
Y con el hablar ligero.
No es seguro acercarse a alguien semejante,
Aunque sea obesa o muerta.
Los cinco objetos del placer sensual
Se ven en el cuerpo de la mujer:
Formas, sonidos, sabores y olores,
Y también los toques deleitosos.
Haberse arrastrado por esa inundación de la sensualidad,
Al no comprender plenamente los placeres sensuales,
Uno se sumerge de cabeza en el samsara, el tiempo,
El destino y en la existencia tras existencia.
Pero aquellos que comprendieron plenamente los placeres sensuales,
Viven sin miedo en ninguna parte.
Habiendo alcanzado la destrucción de las impurezas,
Aunque en el mundo, han ido más allá.

AN 5,56 Upajjhaya Sutta – El preceptor

Este sutta contiene una alentadora historia que inspira a vencer las dificultades en el camino budista
y muestra que en la época del Buda el rol del preceptor o maestro espiritual consistía principalmente
en ser un amigo y compañero, con el cual se podía compartir francamente tanto los logros como los
fracasos.

[56] En una ocasión, cierto monje se acercó a su preceptor y le dijo:


“Venerable Señor, siento como si mi cuerpo estuviera drogado. He perdido la orientación. Veo
confusas las cosas. La somnolencia y la apatía se apoderan de mi mente todo el tiempo. No soy feliz
llevando esta vida santa y tengo dudas acerca de las enseñanzas.”
Entonces, el preceptor llevó a este monje en la presencia del Bienaventurado. Al llegar, le rindió
homenaje y se sentó a un lado. Luego, el preceptor dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, este
monje me dijo lo siguiente: ‘Venerable Señor, siento como si mi cuerpo estuviera drogado. He
perdido la orientación. Veo confusas las cosas. La somnolencia y la apatía se apoderan de mi mente
todo el tiempo. No soy feliz llevando esta vida santa y tengo dudas acerca de las enseñanzas.’”
[Entonces, el Bienaventurado respondió así:] “Monje, esto siempre ocurre así. Cuando uno mora
con las puertas de los sentidos desguarnecidas, con falta de moderación en la comida, no
inclinándose hacia la atención, no buscando lo que es recto y no desarrollando, día tras día, las
cualidades mentales que llevan a la Iluminación [1], entonces uno siente como si su cuerpo
estuviera drogado, como si hubieran perdido la orientación. Ve confusas las cosas. La somnolencia
y la apatía se apoderan de su mente todo el tiempo. No es feliz llevando esta vida santa y tiene
dudas acerca de las enseñanzas.
“De modo que, monje, entrénate a ti mismo así:
“Voy a resguardar las puertas de los sentidos con mayor ahínco, voy a ser moderado en la comida e
inclinado hacia la atención. Voy a buscar lo que es recto y, día tras día, voy a desarrollar las
cualidades mentales que llevan a la Iluminación. Entrénate de esta manera, monje.”
Después de esto, el monje, al haber recibido las instrucciones por parte del Bienaventurado, se
levantó de su asiento, se inclinó delante del él y partió de allí, teniendo cuidado que el
Bienaventurado quedara siempre a su mano derecha.
Y no mucho tiempo después, morando en soledad, recluido, con ardiente y firme resolución, este
monje alcanzó la suprema meta de la vida santa, por la que rectamente, un hombre hogareño
renuncia al hogar para vivir un estilo de vida sin hogar, y permaneció en ella. Y él conoció
directamente esto: “el nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, la tarea está hecha. He
aquí, que no hay nada más qué hacer en referencia a este mundo.” Y aquel monje llegó a acrecentar
el número de los arahants.
Luego, una vez alcanzado el estado de arahant, este monje se fue junto a su preceptor y le dijo:
“Venerable Señor, ya no siento más como si mi cuerpo estuviera drogado. He recuperado la
orientación. Las cosas las veo claras. La somnolencia y la apatía no se apoderan más de mi mente.
Soy feliz llevando esta vida santa y no tengo más dudas acerca de las enseñanzas.”
Entonces, el preceptor llevó a este monje, lo presentó delante del Bienaventurado. Al llegar, le
rindió homenaje y se sentó a un lado. Luego, el preceptor dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor,
este monje me dijo lo siguiente: ‘Venerable Señor, ya no siento más como si mi cuerpo estuviera
drogado. He recuperado la orientación. Las cosas las veo claras. La somnolencia y la apatía no se
apoderan más de mi mente. Soy feliz llevando esta vida santa y no tengo más dudas acerca de las
enseñanzas.’”
[Entonces, el Bienaventurado respondió así:] “Monje, esto siempre ocurre así. Cuando uno mora
resguardando las puertas de los sentidos, con moderación en la comida, inclinándose hacia la
atención, buscando lo que es recto y desarrollando, día tras día, las cualidades mentales que llevan a
la Iluminación, entonces uno no siente más como si su cuerpo estuviera drogado, recupera la
orientación. Las cosas las ve claras. La somnolencia y la apatía no se apoderan más de su mente. Es
feliz llevando esta vida santa y no tiene más dudas acerca de las enseñanzas.
“De modo que, monje, entrénate a ti mismo así:
“Voy a resguardar las puertas de los sentidos con mayor ahínco, voy a ser moderado en la comida e
inclinado hacia la atención. Voy a buscar lo que es recto y, día tras día, voy a desarrollar las
cualidades mentales que llevan a la Iluminación. Entrénate de esta manera, monje".

NOTA:
[1] Se trata de 37 cualidades que conducen a la Ilumionación (bodhipakkhiyadhamma), agrupadas
en siete conjuntos, constituyen un listado de elementos más importantes de la enseñanza budista,
confeccionado por el mismo Buda.
AN 5,57 {16A5.2.1.7,57} Uppajjhatthana {Uppajjhaya} Sutta -
Temas para la reflexión

El Buda nos explica en este breve y directo sutta que mediante la reflexión sistemática en una serie
de temas (la inevitabilidad del envejecimiento, la enfermedad, la muerte, la desaparición de lo que
añoramos y el kamma cosechado por nuestras acciones), conseguiremos deshacernos de esta ilusión
que nos impide ver la realidad tal cual es y acelerar así nuestro camino hacia la Liberación.
[57] {57} "Existen estas cinco realidades en las que uno debería reflexionar a menudo, ya sea mujer
u hombre, laico o monje. Y, ¿cuáles son estas cinco?
"'Estoy sujeto al envejecimiento, no estoy más allá del envejecimiento'. Esta es la primera realidad
en la que uno debería reflexionar a menudo, ya sea mujer u hombre, laico o monje.
"'Estoy sujeto a la enfermedad, no estoy más allá de la enfermedad'. ...
"'Estoy sujeto a la muerte, no estoy más allá de la muerte'. ...
"'Todo lo que me resulta querido y atractivo, cambiará y desaparecerá'
"'Soy dueño de mis acciones [1], heredero de mis acciones, nacido de mis acciones, ligado a mis
acciones, y tengo a mis acciones como juez. Haga lo que haga, para bien o para mal, hacia eso me
precipitaré como heredero'.
"Estas son las cinco realidades sobre las que uno debería reflexionar a menudo, ya sea mujer u
hombre, laico o monje.
"Ahora, ¿basándose en qué línea de razonamiento uno debería reflexionar a menudo... que 'estoy
sujeto al envejecimiento, no estoy más allá del envejecimiento'? Existen seres que están
embriagados con la [típica] embriaguez de la juventud. Debido a esa embriaguez de la juventud,
tienen una mala conducta con el cuerpo... con la palabra... y con la mente. Pero cuando reflexionan
a menudo sobre esta realidad, aquella embriaguez de la juventud desaparece por completo o se
vuelve débil...
"Ahora, ¿basándose en qué línea de razonamiento uno debería reflexionar a menudo... que 'estoy
sujeto a la enfermedad, no estoy más allá de la enfermedad'? Existen seres que están embriagados
con la [típica] embriaguez de salud de la persona sana. Debido a esa embriaguez de la salud, tienen
una mala conducta con el cuerpo... con la palabra... y con la mente. Pero cuando reflexionan a
menudo sobre esta realidad, aquella embriaguez de la salud de la persona sana desaparece por
completo o se vuelve débil...
"Ahora, ¿basándose en qué línea de razonamiento uno debería reflexionar a menudo... que 'estoy
sujeto a la muerte, no estoy más allá de la muerte'? Existen seres que están embriagados con la
[típica] embriaguez de la vida de la persona viva. Debido a esa embriaguez de la vida, tienen una
mala conducta con el cuerpo... con la palabra... y con la mente. Pero cuando reflexionan a menudo
sobre esta realidad, aquella embriaguez de la vida de la persona viva desaparece por completo o se
vuelve débil...
"Ahora, ¿basándose en qué línea de razonamiento uno debería reflexionar a menudo... que 'todo lo
que me resulta querido y atractivo, cambiará y desaparecerá'? Existen seres que sienten deseo y
pasión por las cosas que encuentran queridas y atractivas. Debido a esa pasión, tienen una mala
conducta con el cuerpo... con la palabra... y con la mente. Pero cuando reflexionan a menudo sobre
esta realidad, ese deseo y pasión por las cosas que encuentran queridas y atractivas desaparece por
completo o se vuelve débil...
"Ahora, ¿basándose en qué línea de razonamiento uno debería reflexionar a menudo... que 'soy
dueño de mis acciones, heredero de mis acciones, nacido de mis acciones, ligado a mis acciones, y
tengo a mis acciones como juez. Haga lo que haga, para bien o para mal, hacia eso me precipitaré
como heredero'? Existen seres que tienen una mala conducta con el cuerpo... con la palabra... y con
la mente. Pero cuando reflexionan a menudo sobre esta realidad, esa mala conducta con el cuerpo,
la palabra y la mente desaparece por completo o se vuelve débil...
"Ahora bien, un noble discípulo considera esto: 'No soy el único que está sujeto al envejecimiento,
que no está más allá del envejecimiento. Siempre que haya seres - del pasado y del futuro, seres que
desaparecen y vuelven a aparecer - todos los seres están sujetos al envejecimiento, no están más allá
del envejecimiento'. Cuando reflexiona a menudo sobre esto, surgen los factores del Camino. Y él
se adhiere a ese Camino, lo desarrolla, lo cultiva. Cuando se adhiere a ese Camino, lo desarrolla y lo
cultiva, los obstáculos se abandonan y las obsesiones se destruyen.
"Además, un noble discípulo considera esto: 'No soy el único que está sujeto a la enfermedad, que
no está más allá de la enfermedad'... 'No soy el único que está sujeto a la muerte, que no está más
allá de la muerte'... 'No soy el único al que todo lo que le resulta querido y atractivo, cambiará y
desaparecerá'...
"Un noble discípulo considera esto: 'No soy el único que es dueño de sus acciones, heredero de sus
acciones, nacido de sus acciones, ligado a sus acciones, y tiene a sus acciones como juez; quien
haga lo que haga, para bien o para mal, hacia eso se precipitará como heredero. Siempre que haya
seres - del pasado y del futuro, que desaparecen y vuelven a aparecer - todos los seres son dueños de
sus acciones, herederos de sus acciones, nacidos de sus acciones, ligados a sus acciones, y tienen a
sus acciones como juez. Hagan lo que hagan, para bien o para mal, hacia eso se precipitarán como
herederos. Cuando reflexiona a menudo sobre esto, surgen los factores del Camino. Y él se adhiere
a ese Camino, lo desarrolla, lo cultiva. Cuando se adhiere a ese Camino, lo desarrolla y lo cultiva,
los obstáculos se abandonan y las obsesiones se destruyen.
Sujeto al nacimiento, sujeto al envejecimiento,
sujeto a la muerte,
la gente normal y corriente
repudia a aquellos que padecen
de aquello a lo que están sujetos.
Y si yo repudiase
a los seres sujetos a estas cosas,
no sería apropiado para mi
vivir como ellos viven.
Como yo mantuve esta actitud -
conociendo el Dhamma
sin parafernalia -
superé toda embriaguez
de salud, de juventud y de vida
como aquel que ve
el renunciamaiento como un descanso.
Por mi, la energía surgió,
la Liberación fue claramente vista.
Ahora no hay una razón
para que participe de los placeres sensuales.
Habiendo seguido la vida santa,
no volveré.

NOTA:
[1] Kamma

AN 5,58 {16A5.2.1.8,58} Licchavikumaraka Sutta – Los


jóvenes licchavis

El Buda explica cinco condiciones que aseguran un continuo crecimiento del hombre que encabeza
a un hogar.

[58] {58} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el pabellón con el techo de dos
aguas, en el Gran Bosque, cerca de Vesali. Entonces, por la mañana temprano, el Bienaventurado se
vistió, tomó su cuenco y hábito exterior, y entró a Vesali para buscar la comida de las limosnas.
Habiendo caminado buscando la comida de las limosnas, después de haberse alimentado, al retornar
de esa su habitual ronda de búsqueda de la comida de las limosnas, entró al Gran Bosque y se sentó
al pie de un árbol para pasar el día.
En esa ocasión, unos jóvenes licchavis tomaron sus arcos colgados y fueron a caminar y vagar por
el Gran Bosque, acompañados por una jauría de perros, cuando vieron al Bienaventurado sentado al
pie de un árbol para pasar el día. Cuando lo vieron, colocaron en el suelo sus arcos colgados,
hicieron sentar a los perros a un lado y se acercaron al Bienaventurado. Estando allí, le rindieron
homenaje y silenciosamente se pararon frente a él, con sus manos juntas en un reverencial saludo.
En esa misma ocasión, un joven licchavi de nombre Mahanama estaba caminando y vagando por el
Gran Bosque haciendo ejercicios, cuando vio a los licchavis parados silenciosamente frente al
Bienaventurado con sus manos juntas en reverencial saludo. Entonces, se acercó al Bienaventurado,
le rindió homenaje, se sentó a un lado y pronunció su inspirada declaración: “¡Ellos serán vajjianos!
¡Ellos serán vajjianos!”.
[El Bienaventurado dijo:] “Pero Mahanama, ¿por qué dices: ‘¡Ellos serán vajjianos! ¡Ellos serán
vajjianos!’?”.
“Estos jóvenes licchavis, Venerable Señor, son violentos, rudos y temerarios. Siempre saquean
cualquier dulce que se deja como regalo entre los familiares, sea caña de azúcar, frutas de azufaifa,
pasteles, tartas o bolas de azúcar, y se lo devoran. A las mujeres y niñas de respetables familias dan
golpes en los traseros. Y, ahora, están parados silenciosamente frente al Bienaventurado con sus
manos juntas en un reverencial saludo”.
“Mahanama, cuando un miembro de clan —sea un khattiya consagrado como rey, un caballero del
pueblo, un amo del gremio o uno de aquellos que ejercen reglas particulares sobre varios clanes―
se establece en cualquiera de las cinco cualidades, solamente se puede esperar el crecimiento y no el
declive. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, Mahanama, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas por la
fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el
miembro de clan honra, respeta, estima y venera a sus padres. Sus padres, siendo honrados,
respetados, estimados y venerados, tienen compasión de él con un buen corazón, pensando: ‘Que
tengas una larga vida y mantengas un largo espacio vital’. Cuando los padres de un miembro de
clan tienen compasión de él, solamente se puede esperar el crecimiento para él y no el declive.
“Además, Mahanama, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas por la
fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el
miembro de clan honra, respeta, estima y venera a su mujer e hijos, a sus esclavos, trabajadores y
sirvientes. Su esposa e hijos, sus esclavos, trabajadores y sirvientes, siendo honrados, respetados,
estimados y venerados, tienen compasión de él con un buen corazón, pensando: ‘Que tengas una
larga vida y mantengas un largo espacio vital’. Cuando la esposa e hijos, los esclavos, trabajadores
y sirvientes del miembro de clan tienen compasión de él, solamente se puede esperar el crecimiento
para él y no el declive.
“Además, Mahanama, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas por la
fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el
miembro de clan honra, respeta, estima y venera a los propietarios de los campos vecinos y aquellos
con los que hace negocios. Los propietarios de los campos vecinos y aquellos con los que hace
negocios, siendo honrados, respetados, estimados y venerados, tienen compasión de él con un buen
corazón, pensando: ‘Que tengas una larga vida y mantengas un largo espacio vital’. Cuando los
propietarios de los campos vecinos y aquellos con los que el miembro del clan hace negocios tienen
compasión de él, solamente se puede esperar el crecimiento para él y no el declive.
“Además, Mahanama, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas por la
fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el
miembro de clan honra, respeta, estima y venera a las deidades oblativas. Las deidades oblativas,
siendo honradas, respetadas, estimadas y veneradas, tienen compasión de él con un buen corazón,
pensando: ‘Que tengas una larga vida y mantengas un largo espacio vital’. Cuando las deidades
oblativas tienen compasión de él, solamente se puede esperar el crecimiento para él y no el declive.
“Además, Mahanama, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas por la
fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el
miembro de clan honra, respeta, estima y venera a los ascetas y brahmanes. Los ascetas y
brahmanes, siendo honrados, respetados, estimados y venerados, tienen compasión de él con un
buen corazón, pensando: ‘Que tengas una larga vida y mantengas un largo espacio vital’. Cuando
los ascetas y brahmanes tienen compasión de él, solamente se puede esperar el crecimiento para él y
no el declive.
“Mahanama, cuando un miembro del clan —sea un khattiya consagrado como rey, un caballero del
pueblo, un amo del gremio o uno de aquellos que ejercen reglas particulares sobre varios clanes―
se establece en cualquiera de estas cinco cualidades, solamente se puede esperar el crecimiento y no
el declive”.
Siempre cumple con sus obligaciones hacia sus padres;
Promueve el bienestar de su mujer e hijos.
Tiene cuidado de la gente de su hogar
Y de aquellos que viven dependiendo de él.
La persona sabia, caritativa y virtuosa,
Actúa por el bien de ambas clases de sus parientes,
De aquellos que pasaron de aquí
Y aquellos que aún se encuentran en este mundo.
[Beneficia a] los ascetas y brahmanes,
Y a las deidades;
Es alguien que da lugar a la alegría
Mientras vive una recta vida hogareña.
Habiendo hecho lo que es bueno,
Es digno de veneración y alabanzas.
Lo alaban en este mundo
Y después de la muerte se regocija en el cielo.
AN 5,61-62 Pathana y Dutiyasanna Sutta – Las percepciones

Estos suttas ponen el énfasis en las “percepciones” (sanna) como objetos de meditación que,
inicialmente, involucran una serie de reflexiones que “culminan en lo inmortal, teniendo a lo
inmortal como su consumación”.

AN 5,61 Pathanasanna Sutta – Primer discurso sobre las percepciones


[61] “Monjes, estas cinco percepciones, cuando se las desarrolla y cultiva, traen un gran fruto y
beneficio, culminando en lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación. Y, ¿cuáles son
esas cinco? La percepción de lo repugnante, la percepción de la muerte, la percepción del peligro, la
percepción de lo repugnante en la comida y la percepción del no-deleite en el mundo entero. Éstas
son, monjes, las cinco percepciones, que cuando son desarrolladas y cultivadas, traen un gran fruto
y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación”.

AN 5,62 Dutiyasanna Sutta – Segundo discurso sobre las percepciones


[62] “Monjes, estas cinco percepciones, cuando se las desarrolla y cultiva, traen un gran fruto y
beneficio, culminando en lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación. Y, ¿cuáles son
esas cinco? La percepción de la transitoriedad, la percepción del no-yo, la percepción de la muerte,
la percepción de lo repugnante en la comida y la percepción del no-deleite en el mundo entero.
Éstas son, monjes, las cinco percepciones, que cuando son desarrolladas y cultivadas, traen un gran
fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación”.

AN 5,63-64 Pathama y Dutiyavaddhi Sutta – El crecimiento

Factores del noble crecimiento.

AN 5,63 Pathamavaddhi Sutta – Primer discurso sobre el crecimiento


[63] “Monjes, incrementando en cinco maneras, un noble discípulo crece mediante el noble
crecimiento. Y, ¿cuáles son esas cinco? Él crece en la fe, en la conducta virtuosa, en el aprendizaje,
en la generosidad y en la sabiduría. Incrementando en estas cinco maneras, un noble discípulo crece
mediante el noble crecimiento y absorbe lo esencial y lo mejor de esta vida”.
Él que crece en la fe y en la conducta virtuosa,
En la sabiduría, la generosidad y el aprendizaje,
Un hombre superior de tal discernimiento
Absorbe para sí mismo la esencia de esta vida.

AN 5,64 Dutiyavaddhi Sutta – Segundo discurso sobre el crecimiento


[64] “Monjes, incrementando en cinco maneras, una noble discípula crece mediante el noble
crecimiento. Y, ¿cuáles son esas cinco? Ella crece en la fe, en la conducta virtuosa, en el
aprendizaje, en la generosidad y en la sabiduría. Incrementando en estas cinco maneras, una noble
discípula crece mediante el noble crecimiento y absorbe lo esencial y lo mejor de esta vida”.
Ella que crece en la fe y en la conducta virtuosa,
En la sabiduría, la generosidad y el aprendizaje,
Una virtuosa seguidora laica de tal discernimiento
Absorbe para sí misma la esencia de esta vida.

AN 5,65 {16A5.2.2.5,65} Sakaccha Sutta – Discusión

Cualidades de un monje, con quien vale la pena mantener una discusión.

[65] {65} “Monjes, cuando el monje posee cinco cualidades, conviene que sus compañeros monjes
mantengan con él una discusión. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje está realizado en la
conducta virtuosa y responde las preguntas durante la discusión como alguien realizado en la
conducta virtuosa. Está realizado en la concentración y responde las preguntas durante la discusión
como alguien realizado en la concentración. Está realizado en la sabiduría y responde las preguntas
durante la discusión como alguien realizado en la sabiduría. Está realizado en la liberación y
responde las preguntas durante la discusión como alguien realizado en la liberación. Está realizado
en el conocimiento y la visión de la liberación y responde las preguntas durante la discusión como
alguien realizado en el conocimiento y la visión de la liberación. Cuando el monje posee estas cinco
cualidades, conviene que sus compañeros monjes mantengan con él una discusión”.

AN 5,66 {16A5.2.2.6,66} Sajiva Sutta – Estilo de vida

Cualidades de un monje, con quien vale la pena compartir la morada.

[66] {66} “Monjes, cuando el monje posee cinco cualidades, conviene que sus compañeros monjes
vivan a su lado. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje está realizado en la conducta virtuosa
y responde las preguntas durante la discusión como alguien realizado en la conducta virtuosa. Está
realizado en la concentración y responde las preguntas durante la discusión como alguien realizado
en la concentración. Está realizado en la sabiduría y responde las preguntas durante la discusión
como alguien realizado en la sabiduría. Está realizado en la liberación y responde las preguntas
durante la discusión como alguien realizado en la liberación. Está realizado en el conocimiento y la
visión de la liberación y responde las preguntas durante la discusión como alguien realizado en el
conocimiento y la visión de la liberación. Cuando el monje posee estas cinco cualidades, conviene
que sus compañeros monjes vivan a su lado”.
AN 5,73-74 {16A5.2.3.3,73-16A5.2.3.4,74} Pathima y
Dutiyadhammavihari Sutta – El que mora en el Dhamma

El Buda enseña la insuficiencia de algunas buenas prácticas —como el aprendizaje de los


Discursos, la prédica, la recitación y análisis del Dhamma— cuando uno dedica a ellas todo su
tiempo.

AN 5,73 {16A5.2.3.3,73} Pathimadhammavihari Sutta – El que mora en el


Dhamma (1)
[73] {73} Entonces, cierto monje se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un
lado y le dijo:
“Venerable Señor, se ha dicho: ‘Alguien que mora en el Dhamma, alguien que mora en el
Dhamma’. ¿De qué manera es, Venerable Señor, el monje que mora en el Dhamma?”.
“He aquí, monje, el monje aprende el Dhamma: los discursos, la prosa mezclada con los versos, las
exposiciones, los versos, las aclamaciones inspiradas, las citaciones, las historias de los
nacimientos, recuentos asombrosos, y preguntas y respuestas. Se pasa el día aprendiendo el
Dhamma, pero es negligente en la reclusión y no se dedica a sí mismo a la interna serenidad mental.
Este se llama el monje absorto en el aprendizaje, pero no alguien que mora en el Dhamma.
“Además, monje, el monje enseña el Dhamma a otros detalladamente, así como lo escuchó y
aprendió. Se pasa el día comunicando el Dhamma, pero es negligente en la reclusión y no se dedica
a sí mismo a la interna serenidad mental. Este se llama el monje absorto en la comunicación, pero
no alguien que mora en el Dhamma.
“Además, monje, el monje recita el Dhamma detalladamente, así como lo escuchó y aprendió. Se
pasa el día recitando el Dhamma, pero es negligente en la reclusión y no se dedica a sí mismo a la
interna serenidad mental. Este se llama el monje absorto en la recitación, pero no alguien que mora
en el Dhamma.
“Además, monje, el monje pondera, examina e inspecciona mentalmente el Dhamma así como lo
escuchó y aprendió. Se pasa el día pensando sobre el Dhamma, pero es negligente en la reclusión y
no se dedica a sí mismo a la interna serenidad mental. Este se llama el monje absorto en el
pensamiento, pero no alguien que mora en el Dhamma.
“He aquí, monje, el monje aprende el Dhamma: los discursos, la prosa mezclada con los versos, las
exposiciones, los versos, las aclamaciones inspiradas, las citaciones, las historias de los
nacimientos, recuentos asombrosos, y preguntas y respuestas. Pero no se pasa el día [solamente]
aprendiendo el Dhamma. No es negligente en la reclusión y se dedica a sí mismo a la interna
serenidad mental. Es de esta manera, monje, que el monje mora en el Dhamma.
“De esta manera, monje, yo he enseñando acerca de alguien absorto en el aprendizaje, alguien
absorto en la comunicación, alguien absorto en la recitación, alguien absorto en el pensamiento y
alguien que mora en el Dhamma. Todo lo que podría hacer un maestro compasivo por sus
discípulos, a causa de su compasión y buscando su bienestar, yo lo he hecho por vosotros. He aquí
un pie de árbol, estas son las chozas vacías: meditad monjes, no seáis negligentes. No sea que esto
se convierta en una causa de reproche en el futuro. Estas son nuestras instrucciones para vosotros”.

AN 5,74 {16A5.2.3.4,74} Dutiyadhammavihari Sutta – El que mora en el


Dhamma (2)
[74] {74} Entonces, cierto monje se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un
lado y le dijo:
“Venerable Señor, se ha dicho: ‘Alguien que mora en el Dhamma, alguien que mora en el
Dhamma’. ¿De qué manera es, Venerable Señor, el monje que mora en el Dhamma?”.
“He aquí, monje, el monje aprende el Dhamma: los discursos, la prosa mezclada con los versos, las
exposiciones, los versos, las aclamaciones inspiradas, las citaciones, las historias de los
nacimientos, recuentos asombrosos, y preguntas y respuestas, pero no va más allá ni entiende su
significado con sabiduría. Este se llama el monje absorto en el aprendizaje pero no alguien que
mora en el Dhamma.
“Además, monje, el monje enseña el Dhamma a otros detalladamente, así como lo escuchó y
aprendió, pero no va más allá ni entiende su significado con sabiduría. Este se llama el monje
absorto en la comunicación, pero no alguien que mora en el Dhamma.
“Además, monje, el monje recita el Dhamma detalladamente, así como lo escuchó y aprendió, pero
no va más allá ni entiende su significado con sabiduría. Este se llama el monje absorto en la
recitación, pero no alguien que mora en el Dhamma.
“Además, monje, el monje pondera, examina e inspecciona mentalmente el Dhamma, así como lo
escuchó y aprendió, pero no va más allá ni entiende su significado con sabiduría. Este se llama el
monje absorto en el pensamiento, pero no alguien que mora en el Dhamma.
“He aquí, monje, el monje aprende el Dhamma: los discursos, la prosa mezclada con los versos, las
exposiciones, los versos, las aclamaciones inspiradas, las citaciones, las historias de los
nacimientos, recuentos asombrosos, y preguntas y respuestas, pero va más allá y entiende su
significado con sabiduría. Es de esta manera, monje, que el monje mora en el Dhamma.
“De esta manera, monje, yo he enseñando acerca de alguien absorto en el aprendizaje, alguien
absorto en la comunicación, alguien absorto en la recitación, alguien absorto en el pensamiento y
alguien que mora en el Dhamma. Todo lo que podría hacer un maestro compasivo por sus
discípulos, a causa de su compasión y buscando su bienestar, yo lo he hecho por vosotros. He aquí
un pie de árbol, estas son las chozas vacías: meditad monjes, no seáis negligentes. No sea que esto
se convierta en una causa de reproche en el futuro. Estas son nuestras instrucciones para vosotros”.

AN 5,75 Pathamayodjajiva Sutta – Primer discurso sobre los


guerreros

Usando el símil sobre las diferentes clases de guerreros, el Buda alaba al monje que supera las
dificultados, sigue el estilo de vida del renunciante y llega a la meta final.
[75] “Monjes, he aquí estas cinco clases de guerreros que se encuentran en el mundo. Y, ¿cuáles son
esas cinco? He aquí, monjes, algún guerrero cuando ve la nube de polvo, se hunde, se funde, no se
prepara a sí mismo y no entra en la batalla. He aquí, monjes, semejante guerrero. Ésta es la primera
clase de guerrero que se encuentra en el mundo.
“Además, monjes, algún otro guerrero puede soportar la nube de polvo, pero cuando ve las crestas y
los estandartes, se hunde, se funde, no se prepara a sí mismo y no entra en la batalla. He aquí,
monjes, semejante guerrero. Ésta es la segunda clase de guerrero que se encuentra en el mundo.
“Además, monjes, algún otro guerrero puede soportar la nube de polvo, las crestas y los estandartes,
pero cuando escucha el tumulto, se hunde, se funde, no se prepara a sí mismo y no entra en la
batalla. He aquí, monjes, semejante guerrero. Ésta es la tercera clase de guerrero que se encuentra
en el mundo.
“Además, monjes, algún otro guerrero puede soportar la nube de polvo, las crestas, los estandartes y
el tumulto, pero se encuentra herido y maltrecho por los golpes. He aquí, monjes, semejante
guerrero. Ésta es la cuarta clase de guerrero que se encuentra en el mundo.
“Finalmente, monjes, algún otro guerrero puede soportar la nube de polvo, las crestas, los
estandartes, el tumulto y los golpes. Habiendo triunfado en la batalla, emerge victorioso y firme a la
cabeza de la batalla. He aquí, monjes, semejante guerrero. Ésta es la quinta clase de guerrero que se
encuentra en el mundo.
“Éstas son, monjes, las cinco clases de guerreros que se encuentran en el mundo.
“De la misma manera, monjes, he aquí estas cinco clases de personas similares a los guerreros, que
se encuentran entre los monjes. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, monjes, algún monje cuando ve la nube de polvo, se hunde, se funde, no se prepara a sí
mismo y no mantiene la vida espiritual. Da a conocer su debilidad en el entrenamiento, deja el
entrenamiento y regresa al estilo de vida inferior. Y, ¿qué es la nube de polvo en este caso? El monje
escucha esto: ‘En tal y cual pueblo, o ciudad, las mujeres y las muchachas son hermosas, atractivas
y agraciadas, poseedoras de la suprema belleza de la tez’. Habiendo escuchado esto, se hunde, se
funde, no se prepara a sí mismo y no mantiene la vida espiritual. Da a conocer su debilidad en el
entrenamiento, deja el entrenamiento y regresa al estilo de vida inferior. Esa es la nube de polvo en
este caso. Yo declaro que semejante persona es como el guerrero que cuando ve la nube de polvo, se
hunde, se funde, no se prepara a sí mismo y no entra en la batalla. He aquí, monjes, semejante
persona. Ésta es la primera clase de persona, semejante al guerrero, que se encuentra entre los
monjes.
“Además, monjes, algún otro monje puede soportar la nube de polvo, pero cuando ve las crestas y
los estandartes, se hunde, se funde, no se prepara a sí mismo y no mantiene la vida espiritual. Da a
conocer su debilidad en el entrenamiento, deja el entrenamiento y regresa al estilo de vida inferior.
Y, ¿qué son las crestas y los estandartes en este caso? El monje no escucha esto: ‘En tal y cual
pueblo, o ciudad, las mujeres y las muchachas son hermosas, atractivas y agraciadas, poseedoras de
la suprema belleza de la tez’, pero él mismo ve a una mujer o muchacha hermosa, atractiva y
agraciada, poseedora de la suprema belleza de la tez. Habiéndola visto, se hunde, se funde, no se
prepara a sí mismo y no mantiene la vida espiritual. Da a conocer su debilidad en el entrenamiento,
deja el entrenamiento y regresa al estilo de vida inferior. Estos son las crestas y los estandartes en
ese caso. Yo declaro que semejante persona es como el guerrero que puede soportar la nube de
polvo, pero cuando ve las crestas y los estandartes, se hunde, se funde, no se prepara a sí mismo y
no entra en la batalla. He aquí, monjes, semejante persona. Ésta es la segunda clase de persona,
semejante al guerrero, que se encuentra entre los monjes.
“Además, monjes, algún otro monje puede soportar la nube de polvo, las crestas y los estandartes,
pero cuando escucha el tumulto se hunde, se funde, no se prepara a sí mismo y no mantiene la vida
espiritual. Da a conocer su debilidad en el entrenamiento, deja el entrenamiento y regresa al estilo
de vida inferior. Y, ¿qué es el tumulto en este caso? Cuando el monje se retira al bosque, al pie de un
árbol o a una choza vacía, se le acerca una mujer y le sonríe, charla con él, se ríe y se burla de él. Y
como la mujer le está sonriendo, charlando con él, riendo y burlándose de él, se hunde, se funde, no
se prepara a sí mismo y no mantiene la vida espiritual. Da a conocer su debilidad en el
entrenamiento, deja el entrenamiento y regresa al estilo de vida inferior. Ese es el tumulto en este
caso. Yo declaro que semejante persona es como el guerrero que puede soportar la nube de polvo,
las crestas y los estandartes, pero cuando escucha el tumulto, se hunde, se funde, no se prepara a sí
mismo y no entra en la batalla. He aquí, monjes, semejante persona. Ésta es la tercera clase de
persona, semejante al guerrero, que se encuentra entre los monjes.
“Además, monjes, algún otro monje puede soportar la nube de polvo, las crestas, los estandartes y el
tumulto, pero se encuentra herido y maltrecho por los golpes. Y, ¿qué es el golpe en este caso?
Cuando el monje se retira al bosque, al pie de un árbol o a una choza vacía, se le acerca una mujer,
se sienta o se acuesta a su lado y lo abraza. Cuando hace esto, el monje tiene una relación sexual
con ella sin que deje [antes] el entrenamiento y, así, da a conocer su debilidad. Ese es el golpe en
este caso. Yo declaro que semejante persona es como el guerrero que puede soportar la nube de
polvo, las crestas, los estandartes y el tumulto, pero se encuentra herido y maltrecho por los golpes.
He aquí, monjes, semejante persona. Ésta es la cuarta clase de persona, semejante al guerrero, que
se encuentra entre los monjes.
“Finalmente, monjes, algún otro monje puede soportar la nube de polvo, las crestas, los estandartes,
el tumulto y los golpes. Habiendo triunfado en la batalla, emerge victorioso y firme a la cabeza de la
batalla. Y, ¿qué es la victoria en este caso? Cuando el monje se retira al bosque, al pie de un árbol o
a una choza vacía, se le acerca una mujer, se sienta o se acuesta a su lado y lo abraza. Pero el monje
se desenreda a sí mismo, se libera a sí mismo y va adonde quiere.
“Recurre a un alojamiento aislado: al bosque, al pie de un árbol, a la montaña, al barranco, a la
cueva de la montaña, al cementerio, a la espesura de la jungla, al espacio abierto o al montículo de
paja. Al haberse ido al bosque, al pie de un árbol o a una choza vacía, se sienta, cruzando las piernas
plegadas, enderezando su cuerpo y estableciendo su atención consciente enfrente de él. Y habiendo
abandonado el anhelo por el mundo, mora con la mente libre de anhelo; purifica su mente del
anhelo. Habiendo abandonado la animadversión y el odio, mora con la mente libre de la
animadversión y el odio, compasivo por el bienestar de todos los seres vivos; purifica su mente de
la animadversión y el odio. Habiendo abandonado la apatía y somnolencia, mora con la mente libre
de apatía y somnolencia, percibiendo la luz, con la atención consciente y clara comprensión;
purifica su mente de la apatía y somnolencia.
“Habiendo abandonado la inquietud y el remordimiento, mora sin agitación, con la mente
internamente pacífica; purifica su mente de la inquietud y el remordimiento. Habiendo abandonado
la duda, mora trascendiendo la duda, sin perplejidad acerca de los beneficiosos estados mentales;
purifica su mente de la duda.
“Habiendo abandonado estos cinco impedimentos, obstáculos de la mente, cosas que debilitan la
sabiduría, recluido de los placeres sensoriales, recluido de los perjudiciales estados mentales, entra
y permanece en el primer jhana… Complacido, alivia su picazón. Al calmarse el pensamiento
aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana… el tercer jhana… el cuarto jhana ni
penoso ni placentero, que tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad.
“Cuando su mente es así concentrada, purificada, limpia, sin mancha, libre de contaminación,
maleable, manejable y firme, imperturbable, la dirige hacia el conocimiento de la destrucción de las
corrupciones. Entonces, entiende esto tal como realmente es: ‘Esta es la insatisfacción’. Entiende
esto tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’. Entiende esto tal como realmente
es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’. Entiende esto tal como realmente es: ‘Este es el sendero
que conduce al cese de la insatisfacción’. También entiende esto tal como realmente es: ‘Estas son
las corrupciones’. Entiende esto tal como realmente es: ‘Este es el origen de las corrupciones’.
Entiende esto tal como realmente es: ‘Este es el cese de las corrupciones’. Entiende esto tal como
realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de las corrupciones’. Cuando conoce y ve así,
su mente se libera de la corrupción del deseo sensual, de la corrupción de la existencia y de la
corrupción de la ignorancia. Cuando está liberada, llega este conocimiento: ‘[Está] liberada’. Y él
comprende esto: ‘Destruido está el nacimiento, la vida espiritual ha sido vivida, lo que se tenía que
hacer, ha sido realizado, he aquí no hay futuros estados de existencia’. Esta es su victoria en la
batalla.
“Monjes, yo declaro que semejante persona es como el guerrero que puede soportar la nube de
polvo, las crestas, los estandartes, el tumulto y los golpes. Habiendo triunfado en la batalla, emerge
victorioso y firme a la cabeza de la batalla. He aquí, monjes, semejante persona. Ésta es la quinta
clase de persona, semejante al guerrero, que se encuentra entre los monjes.
“Estas son, monjes, las cinco clases de personas, similares a los guerreros, que se encuentran entre
los monjes”.

AN 5,76 Dutiyayodjajiva Sutta – Segundo discurso sobre los


guerreros

Usando otro símil sobre las diferentes clases de guerreros, el Buda alaba al monje que supera las
dificultades, sigue el estilo de vida del renunciante y llega a la meta final.

[76] “Monjes, he aquí estas cinco clases de guerreros que se encuentran en el mundo. Y, ¿cuáles son
esas cinco? He aquí, monjes, algún guerrero toma una espada y el escudo, se arma con el arco y la
aljaba, y entra en la riña de la batalla. Se esfuerza y lucha en la batalla, pero sus enemigos lo matan
y acaban con él. He aquí, monjes, semejante guerrero. Ésta es la primera clase de guerrero que se
encuentra en el mundo.
“Además, monjes, he aquí, algún otro guerrero toma una espada y el escudo, se arma con el arco y
la aljaba, y entra en la riña de la batalla. Se esfuerza y lucha en la batalla, pero sus enemigos lo
hieren. [Sus camaradas] lo sacan afuera y lo llevan junto a sus familiares. Y, mientras es llevado
hacia sus familiares, muere antes de llegar allí. He aquí, monjes, semejante guerrero. Ésta es la
segunda clase de guerrero que se encuentra en el mundo.
“Además, monjes, he aquí, algún otro guerrero toma una espada y el escudo, se arma con el arco y
la aljaba, y entra en la riña de la batalla. Se esfuerza y lucha en la batalla, pero sus enemigos lo
hieren. [Sus camaradas] lo sacan afuera y lo llevan junto a sus familiares. Y sus familiares lo
alimentan y lo cuidan, pero mientras ellos están haciendo eso, se muere a causa de esta herida. He
aquí, monjes, semejante guerrero. Ésta es la tercera clase de guerrero que se encuentra en el mundo.
“Además, monjes, he aquí, algún otro guerrero toma una espada y el escudo, se arma con el arco y
la aljaba, y entra en la riña de la batalla. Se esfuerza y lucha en la batalla, pero sus enemigos lo
hieren. [Sus camaradas] lo sacan afuera y lo llevan junto a sus familiares. Y sus familiares lo
alimentan y lo cuidan, razón por la cual se recupera de su herida. He aquí, monjes, semejante
guerrero. Ésta es la cuarta clase de guerrero que se encuentra en el mundo.
“Además, monjes, he aquí, algún otro guerrero toma una espada y el escudo, se arma con el arco y
la aljaba, y entra en la riña de la batalla. Habiendo triunfado en esa batalla, emerge victorioso,
instalándose como jefe de la batalla. He aquí, monjes, semejante guerrero. Ésta es la quinta clase de
guerrero que se encuentra en el mundo.
“Éstas son, monjes, las cinco clases de guerreros que se encuentran en el mundo.
“De la misma manera, monjes, he aquí estas cinco clases de personas similares a los guerreros, que
se encuentran entre los monjes. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, monjes, algún monje mora dependiendo de cierto pueblo o ciudad. Por la mañana
temprano se viste, toma su hábito exterior y el cuenco, y entra a aquel pueblo o ciudad en búsqueda
de la comida de las limosnas con el cuerpo, el habla y la mente sin vigilancia, sin haber establecido
la atención consciente y con sus facultades irrestrictas. Entonces, ve a una mujer con su vestido
desordenado y atavío suelto. Y cuando la ve así, la lujuria invade su mente. Con una mente invadida
por la lujuria, tiene relación sexual con ella, sin haber revelado su debilidad y abandonado
[previamente] el entrenamiento. Yo declaro que esta persona es como el guerrero que toma una
espada y el escudo, se arma con el arco y la aljaba, y entra en la riña de la batalla, y cuyos enemigos
lo matan y acaban con él mientras se esfuerza y lucha en la batalla. He aquí, monjes, semejante
persona. Ésta es la primera clase de persona, semejante al guerrero, que se encuentra entre los
monjes.
“Además, monjes, he aquí algún otro monje mora dependiendo de cierto pueblo o ciudad. Por la
mañana temprano se viste, toma su hábito exterior y el cuenco, y entra a aquel pueblo o ciudad en
búsqueda de la comida de las limosnas con el cuerpo, el habla y la mente sin vigilancia, sin haber
establecido la atención consciente y con sus facultades irrestrictas. Entonces, ve a una mujer con su
vestido desordenado y atavío suelto. Y cuando la ve así, la lujuria invade su mente. Con una mente
invadida por la lujuria, se quema corporal y mentalmente [con la fiebre de la lujuria] y piensa así:
‘Voy a retornar al monasterio y voy a informar a los monjes: «Amigos, estoy obsesionado por la
lujuria, oprimido por la lujuria. No puedo mantener la vida espiritual. Habiendo revelado mi
debilidad, voy a abandonar el entrenamiento y retornaré al estilo de vida inferior»'. Y mientras
retorna al monasterio, aún antes de llegar ahí, revela su debilidad, abandona el entrenamiento y
retorna estilo de vida inferior. Yo declaro que esta persona es como el guerrero que toma una espada
y el escudo, se arma con el arco y la aljaba, y entra en la riña de la batalla, y es herido por sus
enemigos mientras se esfuerza y lucha en la batalla, por lo cual [sus camaradas] lo sacan afuera y lo
llevan junto a sus familiares, pero él muere mientras es llevado hacia sus familiares, antes de llegar
allí. He aquí, monjes, semejante persona. Ésta es la segunda clase de persona, semejante al guerrero,
que se encuentra entre los monjes.
“Además, monjes, he aquí algún otro monje mora dependiendo de cierto pueblo o ciudad. Por la
mañana temprano se viste, toma su hábito exterior y el cuenco, y entra a aquel pueblo o ciudad en
búsqueda de la comida de las limosnas con el cuerpo, el habla y la mente sin vigilancia, sin haber
establecido la atención consciente y con sus facultades irrestrictas. Entonces, ve a una mujer con su
vestido desordenado y atavío suelto. Y cuando la ve así, la lujuria invade su mente. Con una mente
invadida por la lujuria, se quema corporal y mentalmente [con la fiebre de la lujuria] y piensa así:
‘Voy a retornar al monasterio y voy a informar a los monjes: «Amigos, estoy obsesionado por la
lujuria, oprimido por la lujuria. No puedo mantener la vida espiritual. Habiendo revelado mi
debilidad, voy a abandonar el entrenamiento y retornaré al estilo de vida inferior»’. Entonces,
retorna al monasterio e informa a los monjes: ‘Amigos, estoy obsesionado por la lujuria, oprimido
por la lujuria. No puedo mantener la vida espiritual. Habiendo revelado mi debilidad, voy a
abandonar el entrenamiento y retornaré al estilo de vida inferior’. Entonces, sus compañeros monjes
le exhortan y le instruyen así: ‘Amigo, el Bienaventurado declaró que los placeres sensuales
proveen muy poca gratificación, pero mucho sufrimiento y angustia, y el peligro en ellos es mayor.
A través del símil del esqueleto, el Bienaventurado declaró que los placeres sensuales proveen muy
poca gratificación, pero mucho sufrimiento y angustia, y el peligro en ellos es mayor. A través del
símil de la pieza de carne… A través del símil de la antorcha de hierba… A través del símil del pozo
de carbón… A través del símil del sueño… A través del símil de los bienes prestados… A través del
símil de las frutas en el árbol… A través del símil del cuchillo y la piedra de carnicero… A través
del símil de la estaca de la hoguera… A través del símil de la estaca de la cabeza de la serpiente, el
Bienaventurado declaró que los placeres sensuales proveen muy poca gratificación, pero mucho
sufrimiento y angustia, y el peligro en ellos es mayor. Disfruta de la vida espiritual. No pienses que
no eres capaz de seguir el entrenamiento, no lo abandones y no vuelvas al estilo de vida inferior’.
Mientras está siendo exhortado e instruido así por sus compañeros monjes, protesta: ‘Aunque el
Bienaventurado haya declarado que los placeres sensuales proveen muy poca gratificación, pero
mucho sufrimiento y angustia, y el peligro en ellos es mayor, yo no soy capaz de mantener la vida
espiritual. Habiendo revelado mi debilidad, voy a abandonar el entrenamiento y retornaré al estilo
de vida inferior’. Y habiendo revelado su debilidad, abandona el entrenamiento y retorna al estilo de
vida inferior. Yo declaro que esta persona es como el guerrero que toma una espada y el escudo, se
arma con el arco y la aljaba, y entra en la riña de la batalla y es herido por sus enemigos mientras se
esfuerza y lucha en la batalla, razón por la cual [sus camaradas] lo sacan afuera y lo llevan junto a
sus familiares, los cuales lo alimentan y lo cuidan, pero mientras ellos están haciendo eso, se muere
a causa de esta herida. He aquí, monjes, semejante persona. Ésta es la tercera clase de persona,
semejante al guerrero, que se encuentra entre los monjes.
“Además, monjes, he aquí algún otro monje mora dependiendo de cierto pueblo o ciudad. Por la
mañana temprano se viste, toma su hábito exterior y el cuenco, y entra a aquel pueblo o ciudad en
búsqueda de la comida de las limosnas con el cuerpo, el habla y la mente sin vigilancia, sin haber
establecido la atención consciente y con sus facultades irrestrictas. Entonces, ve a una mujer con su
vestido desordenado y atavío suelto. Y cuando la ve así, la lujuria invade su mente. Con una mente
invadida por la lujuria, se quema corporal y mentalmente [con la fiebre de la lujuria] y piensa así:
‘Voy a retornar al monasterio y voy a informar a los monjes: «Amigos, estoy obsesionado por la
lujuria, oprimido por la lujuria. No puedo mantener la vida espiritual. Habiendo revelado mi
debilidad, voy a abandonar el entrenamiento y retornaré al estilo de vida inferior»’. Entonces,
retorna al monasterio e informa a los monjes: ‘Amigos, estoy obsesionado por la lujuria, oprimido
por la lujuria. No puedo mantener la vida espiritual. Habiendo revelado mi debilidad, voy a
abandonar el entrenamiento y retornaré al estilo de vida inferior’. Entonces, sus compañeros monjes
le exhortan y le instruyen así: ‘Amigo, el Bienaventurado declaró que los placeres sensuales
proveen muy poca gratificación, pero mucho sufrimiento y angustia, y el peligro en ellos es mayor.
A través del símil de esqueleto, el Bienaventurado declaró que los placeres sensuales proveen muy
poca gratificación, pero mucho sufrimiento y angustia, y el peligro en ellos es mayor. A través del
símil de la pieza de carne… A través del símil de la antorcha de hierba… A través del símil del pozo
de carbón… A través del símil del sueño… A través del símil de los bienes prestados… A través del
símil de las frutas en el árbol… A través del símil del cuchillo y la piedra de carnicero… A través
del símil de la estaca de la hoguera… A través del símil de la estaca de la cabeza de la serpiente, el
Bienaventurado declaró que los placeres sensuales proveen muy poca gratificación, pero mucho
sufrimiento y angustia, y el peligro en ellos es mayor. Disfruta de la vida espiritual. No pienses que
no eres capaz de seguir el entrenamiento, no lo abandones y no vuelvas al estilo de vida inferior’.
Mientras está siendo exhortado e instruido así por sus compañeros monjes, protesta: ‘Voy a procurar
hacerlo, amigos, voy a tener cuidado con eso, voy a disfrutarlo. No pensaré que soy incapaz de
seguir el entrenamiento, no lo abandonaré ni regresaré al estilo de vida inferior’. Yo declaro que
esta persona es como el guerrero que toma una espada y el escudo, se arma con el arco y la aljaba, y
entra en la riña de la batalla y es herido por sus enemigos mientras se esfuerza y lucha en la batalla,
razón por la cual [sus camaradas] lo sacan afuera y lo llevan junto a sus familiares, los cuales lo
alimentan y lo cuidan, y por eso se recupera de su herida. He aquí, monjes, semejante persona. Ésta
es la cuarta clase de persona, semejante al guerrero, que se encuentra entre los monjes.
“Finalmente, monjes, he aquí algún otro monje mora dependiendo de cierto pueblo o ciudad. Por la
mañana temprano se viste, toma su hábito exterior y el cuenco, y entra a aquel pueblo o ciudad en
búsqueda de la comida de las limosnas con el cuerpo, el habla y la mente resguardados, con la
atención consciente establecida y con sus facultades restringidas. Habiendo visto una forma con el
ojo, no se aferra ni a sus marcas ni características. Siendo que, si dejase la facultad del ojo
irrestricta, malos y perjudiciales estados de nostalgia y melancolía lo invadirían, practica la
restricción sobre ella, resguarda la facultad del ojo y se compromete a restringir la facultad del ojo.
Habiendo escuchado un sonido con el oído… Habiendo olido un olor con la nariz… Habiendo
saboreado un sabor con la lengua… Habiendo sentido un objeto táctil con el cuerpo… Habiendo
conocido un fenómeno mental con la mente, no se aferra ni a sus marcas ni características. Siendo
que, si dejase la facultad de la mente irrestricta, malos y perjudiciales estados de nostalgia y
melancolía lo invadirían, practica la restricción sobre ella, resguarda la facultad de la mente y se
compromete a restringir la facultad de la mente. Y después de su comida, al retornar de su ronda en
búsqueda de la comida de las limosnas, recurre a una morada apartada: al bosque, al pie de un árbol,
a la montaña, al barranco, a la cueva de la montaña, al cementerio, a la espesura de la jungla, al
espacio abierto o al montículo de paja. Al haberse ido al bosque, al pie de un árbol o a una choza
vacía, se sienta, cruzando las piernas plegadas, enderezando su cuerpo y estableciendo su atención
consciente enfrente de él. Y habiendo abandonado el anhelo por el mundo, mora con la mente libre
de anhelo; purifica su mente del anhelo. Habiendo abandonado la animadversión y el odio, mora
con la mente libre de la animadversión y el odio, compasivo por el bienestar de todos los seres
vivos; purifica su mente de la animadversión y el odio. Habiendo abandonado la apatía y
somnolencia, mora con la mente libre de apatía y somnolencia, percibiendo la luz, con la atención
consciente y clara comprensión; purifica su mente de la apatía y somnolencia. Habiendo
abandonado la inquietud y el remordimiento, mora sin agitación, con la mente internamente
pacífica; purifica su mente de la inquietud y el remordimiento. Habiendo abandonado la duda, mora
trascendiendo la duda, sin perplejidad acerca de los beneficiosos estados mentales; purifica su
mente de la duda.
“Habiendo abandonado estos cinco impedimentos, obstáculos de la mente, cosas que debilitan la
sabiduría, recluido de los placeres sensoriales, recluido de los perjudiciales estados mentales, entra
y permanece en el primer jhana… Complacido, alivia su picazón. Al calmarse el pensamiento
aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana… el tercer jhana… el cuarto jhana ni
penoso ni placentero, que tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad.
“Cuando su mente es así concentrada, purificada, limpia, sin mancha, libre de contaminación,
maleable, manejable y firme, imperturbable, la dirige hacia el conocimiento de la destrucción de las
corrupciones. Entonces, entiende esto tal como realmente es: ‘Esta es la insatisfacción’. Entiende
esto tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’. Entiende esto tal como realmente
es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’. Entiende esto tal como realmente es: ‘Este es el sendero
que conduce al cese de la insatisfacción’. También entiende esto tal como realmente es: ‘Estas son
las corrupciones’. Entiende esto tal como realmente es: ‘Este es el origen de las corrupciones’.
Entiende esto tal como realmente es: ‘Este es el cese de las corrupciones’. Entiende esto tal como
realmente es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de las corrupciones’. Cuando conoce y ve así,
su mente se libera de la corrupción del deseo sensual, de la corrupción de la existencia y de la
corrupción de la ignorancia. Cuando está liberada, llega este conocimiento: ‘[Está] liberada’. Y él
comprende esto: ‘Destruido está el nacimiento, la vida espiritual ha sido vivida, lo que se tenía que
hacer, ha sido realizado, he aquí no hay futuros estados de existencia’. Esta es su victoria en la
batalla.
“Monjes, yo declaro que semejante persona es como el guerrero que toma una espada y el escudo,
se arma con el arco y la aljaba, y entra en la riña de la batalla y, habiendo triunfado en esa batalla,
emerge victorioso, instalándose como jefe de la batalla. He aquí, monjes, semejante persona. Ésta es
la quinta clase de persona, semejante al guerrero, que se encuentra entre los monjes.
“Estas son, monjes, las cinco clases de personas similares a los guerreros, que se encuentran entre
los monjes”.
AN 5,77 Pathamanagatabhaya Sutta – Primer discurso sobre
los futuros peligros

Peligros que un morador del bosque debería considerar para progresar rápidamente en el Camino.

[77] “Monjes, cuando un monje del bosque considera los cinco futuros peligros, esto es suficiente
para que more diligente y ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún
no logrado y realizar lo aún no realizado. Y, ¿cuáles son esos cinco?
“He aquí, un monje del bosque reflexiona de esta manera: ‘Ahora estoy morando solo en el bosque.
Pero mientras estoy aquí una serpiente podría morderme, un escorpión podría punzarme o un
ciempiés podría picarme. Y a causa de eso podría morir, lo cual sería un obstáculo para mí.
Entonces, voy a despertar energía [en mí] para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no
logrado y realizar lo aún no realizado’. Este es el primer futuro peligro que, cuando un monje del
bosque lo considera, esto es suficiente para que more diligente y ardientemente, resuelto para
alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado.
“Además, un monje del bosque reflexiona de esta manera: ‘Ahora estoy morando solo en el bosque.
Pero mientras estoy aquí podría tropezar y caer, o la comida que he comido podría perjudicarme, o
mi bilis o flema o vientos fuertes podrían agitarse dentro de mí. Y a causa de eso podría morir, lo
cual sería un obstáculo para mí. Entonces voy a despertar energía [en mí] para alcanzar lo aún no
alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado’. Este es el segundo futuro peligro
que, cuando un monje del bosque lo considera, esto es suficiente para que more diligente y
ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún
no realizado.
“Además, un monje del bosque reflexiona de esta manera: ‘Ahora estoy morando solo en el bosque.
Pero mientras estoy aquí podría encontrar bestias salvajes como un león, un tigre, un leopardo, un
oso o una hiena. Y a causa de eso podría morir, lo cual sería un obstáculo para mí. Entonces voy a
despertar energía [en mí] para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo
aún no realizado’. Este es el tercer futuro peligro que, cuando un monje del bosque lo considera,
esto es suficiente para que more diligente y ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no
alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado.
“Además, un monje del bosque reflexiona de esta manera: ‘Ahora estoy morando solo en el bosque.
Pero, mientras estoy aquí, podría encontrarme con matones escapándose después de haber cometido
algún crimen o preparando uno, los cuales podrían quitarme la vida. Y a causa de eso podría morir,
lo cual sería un obstáculo para mí. Entonces, voy a despertar energía [en mí] para alcanzar lo aún no
alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado’. Este es el cuarto futuro peligro
que, cuando un monje del bosque lo considera, esto es suficiente para que more diligente y
ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún
no realizado.
“Además, un monje del bosque reflexiona de esta manera: ‘Ahora estoy morando solo en el bosque.
Pero en el bosque hay espíritus salvajes, los cuales podrían quitarme la vida. Y a causa de eso
podría morir, lo cual sería un obstáculo para mí. Entonces voy a despertar energía [en mí] para
alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado’. Este es el
quinto futuro peligro que, cuando un monje del bosque lo considera, esto es suficiente para que
more diligente y ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado
y realizar lo aún no realizado.
“Estos son, monjes, los cinco futuros peligros que, cuando un monje del bosque los considera, esto
es suficiente para que more diligente y ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado,
lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado”.

AN 5,78 Dutiyanagatabhaya Sutta – Segundo discurso sobre


los futuros peligros

Peligros que un morador del bosque debería considerar para progresar rápidamente en el Camino.

[78] “Monjes, cuando un monje del bosque considera los cinco futuros peligros, esto es suficiente
para que more diligente y ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún
no logrado y realizar lo aún no realizado. Y, ¿cuáles son esos cinco?
“He aquí, un monje reflexiona de esta manera: ‘Ahora soy joven, de cabellera negra, dotado de la
bendición de la juventud, en la primicia de la vida. Pero he aquí que llegará un tiempo en el cual la
vejez asaltará este cuerpo. Entonces, cuando uno es viejo, superado por la vejez, no es fácil atender
la enseñanza de los Budas; no es fácil acudir a las moradas remotas en el bosque o bajo los árboles
de la jungla. Antes de que venga sobre mí esta indeseable, no querida y desagradable condición, voy
a despertar energía [en mí] para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo
aún no realizado’. Este es el primer futuro peligro que, cuando un monje lo considera, esto es
suficiente para que more diligente y ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado,
lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado.
“Además, un monje reflexiona de esta manera: ‘Ahora estoy raras veces enfermo o afligido; poseo
una buena digestión, que no es ni demasiado fría ni demasiado caliente, sino moderada y apropiada
para el esfuerzo. Pero he aquí que llegará un tiempo en el cual uno se enferma. Y cuando uno se
enferma y se ve superado por la enfermedad, no es fácil atender la enseñanza de los Budas; no es
fácil acudir a las moradas remotas en el bosque o bajo los árboles de la jungla. Antes de que venga
sobre mí esta indeseable, no querida y desagradable condición, voy a despertar energía [en mí] para
alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado’. Este es el
segundo futuro peligro que, cuando un monje lo considera, esto es suficiente para que more
diligente y ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y
realizar lo aún no realizado.
“Además un monje reflexiona de esta manera: ‘Ahora la comida es abundante; ha habido una buena
cosecha y la comida de las limosnas es abundante, por lo cual se puede subsistir fácilmente
recogiendo espigas. Pero he aquí que llegará un tiempo de hambruna, de mala cosecha, cuando la
comida de las limosnas sea escasa y difícil de obtener y no será fácil subsistir recogiendo espigas.
En tiempo de hambruna la gente migra de un lugar a otro, buscando lugares, en los cuales la comida
es abundante y las condiciones de vida son congestionadas y llenas de gente. Cuando las
condiciones de vida son congestionadas y llenas de gente, no es fácil atender la enseñanza de los
Budas; no es fácil acudir a las moradas remotas en el bosque o bajo los árboles de la jungla. Antes
de que venga sobre mí esta indeseable, no querida y desagradable condición, voy a despertar
energía [en mí] para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no
realizado’. Este es el tercer futuro peligro que, cuando un monje lo considera, esto es suficiente para
que more diligente y ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no
logrado y realizar lo aún no realizado.
“Además, un monje reflexiona de esta manera: ‘Ahora la gente vive en concordia, armoniosamente,
sin disputas, mezclándose como agua y leche, y mirándose uno al otro con mirada afectiva. Pero he
aquí que llegará un tiempo de peligro, de turbulencia en el desierto, cuando la gente de los pueblos,
montada en sus carros, vuele de un lado a otro. En un tiempo de peligro la gente migra a lugares
donde hay seguridad y las condiciones de vida son congestionadas y llenas de gente. Cuando las
condiciones de vida son congestionadas y llenas de gente no es fácil atender la enseñanza de los
Budas; no es fácil acudir a las moradas remotas en el bosque o bajo los árboles de la jungla. Antes
de que venga sobre mí esta indeseable, no querida y desagradable condición voy a despertar energía
[en mí] para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado’.
Este es el cuarto futuro peligro que, cuando un monje lo considera, esto es suficiente para que more
diligente y ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y
realizar lo aún no realizado.
“Además, un monje reflexiona de esta manera: ‘Ahora el Sangha mora en felicidad y concordia,
armoniosamente, sin disputas, con una única recitación. Pero he aquí que llegará un tiempo de
cisma en el Sangha. Cuando hay cisma en el Sangha no es fácil atender la enseñanza de los Budas;
no es fácil acudir a las moradas remotas en el bosque o bajo los árboles de la jungla. Antes de que
venga sobre mí esta indeseable, no querida y desagradable condición, voy a despertar energía [en
mí] para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado’. Este
es el quinto futuro peligro que, cuando un monje del bosque lo considera, esto es suficiente para que
more diligente y ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado
y realizar lo aún no realizado.
“Estos son, monjes, los cinco futuros peligros que, cuando un monje los considera, esto es
suficiente para que more diligente y ardientemente, resuelto para alcanzar lo aún no alcanzado,
lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado”.

AN 5,79 {16A5.2.3.9,79} Tatiyanagatabhaya Sutta – Tercer


discurso sobre los futuros peligros

El Buda describe las causas de la futura degeneración de su Dhamma y Disciplina.

[79] {79} “Monjes, he aquí estos cinco futuros peligros que todavía no surgieron y que van a surgir
en el futuro. Vosotros debéis reconocerlos y hacer esfuerzo para abandonarlos. Y, ¿cuáles son esas
cinco?
“He aquí, monjes, en el futuro habrá monjes que no serán desarrollados corporalmente en la
conducta virtuosa, en la mente ni en la sabiduría. Ellos darán plena ordenación a otros, pero no
serán capaces de disciplinarlos en la conducta virtuosa superior, en la mente superior ni en la
sabiduría superior. Éstos, tampoco, serán desarrollados corporalmente en la conducta virtuosa, en la
mente ni en la sabiduría. Y éstos, a su vez, también darán plena ordenación a otros, pero tampoco
serán capaces de disciplinarlos en la conducta virtuosa superior, en la mente superior ni en la
sabiduría superior. Por lo cual, estos [pupilos] tampoco serán desarrollados corporalmente en la
conducta virtuosa, en la mente ni en la sabiduría. Así, monjes, a través de la corrupción del
Dhamma llega la corrupción de la Disciplina y, de la corrupción de la Disciplina, llega la corrupción
del Dhamma. Este es el primer futuro peligro que todavía no surgió y que va a surgir en el futuro.
Vosotros debéis reconocerlo y hacer esfuerzo para abandonarlo.
“Además, monjes, en el futuro habrá monjes que no serán desarrollados corporalmente en la
conducta virtuosa, en la mente ni en la sabiduría. Ellos tomarán a otros como dependientes de ellos,
pero no serán capaces de disciplinarlos en la conducta virtuosa superior, en la mente superior ni en
la sabiduría superior. Éstos, tampoco, serán desarrollados corporalmente, en la conducta virtuosa, en
la mente ni en la sabiduría. Y éstos, a su vez, también tomarán a otros como dependientes de ellos y
tampoco serán capaces de disciplinarlos en la conducta virtuosa superior, en la mente superior ni en
la sabiduría superior. Por lo cual estos [pupilos] tampoco serán desarrollados corporalmente en la
conducta virtuosa, en la mente ni en la sabiduría. Así, monjes, a través de la corrupción del
Dhamma llega la corrupción de la Disciplina y, de la corrupción de la Disciplina, llega la corrupción
del Dhamma. Este es el segundo futuro peligro que todavía no surgió y que va a surgir en el futuro.
Vosotros debéis reconocerlo y hacer esfuerzo para abandonarlo.
“Además, monjes, en el futuro habrá monjes que no serán desarrollados corporalmente en la
conducta virtuosa, en la mente ni en la sabiduría. Mientras se ocupen en charlas pertenecientes al
Dhamma, en preguntas y respuestas, se van a deslizar hacia el dhamma negro, pero no lo van a
reconocer. Así, monjes, a través de la corrupción del Dhamma llega la corrupción de la Disciplina y,
de la corrupción de la Disciplina, llega la corrupción del Dhamma. Este es el tercer futuro peligro
que todavía no surgió y que va a surgir en el futuro. Vosotros debéis reconocerlo y hacer esfuerzo
para abandonarlo.
“Además, monjes, en el futuro habrá monjes que no serán desarrollados corporalmente en la
conducta virtuosa, en la mente ni en la sabiduría. Mientras se reciten aquellos discursos
pronunciados por el Tathagata que son profundos, profundos en el significado, que trascienden el
mundo, conectados con la vacuidad, ellos no querrán escucharlos, no prestarán el oído a ellos ni
aplicarán sus mentes para entenderlos; no pensarán que aquellas enseñanzas deberían ser estudiadas
y aprendidas. Pero mientras se reciten aquellos discursos que son mera poesía compuesta por los
poetas, hermosos en palabras y frases, creados por los desconocidos y pronunciados por sus
discípulos, entonces querrán escucharlos, prestarán el oído a ellos y aplicarán sus mentes para
entenderlos; pensarán que aquellas enseñanzas deberían ser estudiadas y aprendidas. Así, monjes, a
través de la corrupción del Dhamma llega la corrupción de la Disciplina y, de la corrupción de la
Disciplina, llega la corrupción del Dhamma. Este es el cuarto futuro peligro que todavía no surgió y
que va a surgir en el futuro. Vosotros debéis reconocerlo y hacer esfuerzo para abandonarlo.
“Además, monjes, en el futuro habrá monjes que no serán desarrollados corporalmente en la
conducta virtuosa, en la mente ni en la sabiduría. Los monjes ancianos —siendo no desarrollados
corporalmente en la conducta virtuosa, la mente ni la sabiduría― serán lujuriosos y laxos, líderes en
la reincidencia, los que descartan la tarea de la reclusión; no harán surgir la energía para alcanzar lo
que aún no ha sido alcanzado, lograr lo que aún no ha sido logrado o por realizar lo que aún no ha
sido realizado. Y la siguiente generación seguirá su ejemplo. Ellos también serán lujuriosos y laxos,
líderes en la reincidencia, los que descartan la tarea de la reclusión; no harán surgir la energía para
alcanzar lo que aún no ha sido alcanzado, lograr lo que aún no ha sido logrado o por realizar lo que
aún no ha sido realizado. Así, monjes, a través de la corrupción del Dhamma llega la corrupción de
la Disciplina y, de la corrupción de la Disciplina, llega la corrupción del Dhamma. Este es el quinto
futuro peligro que todavía no surgió y que va a surgir en el futuro. Vosotros debéis reconocerlo y
hacer esfuerzo para abandonarlo.
“Estos son, monjes, los cinco futuros peligros que todavía no surgieron y que van a surgir en el
futuro. Vosotros debéis reconocerlos y hacer esfuerzo para abandonarlos”.

AN 5,80 {16A5.2.3.10,80} Catutthanagatabhaya Sutta –


Cuarto discurso sobre los futuros peligros

El Buda describe las otras causas de la futura degeneración de su Dhamma y Disciplina.

[80] {80} “Monjes, he aquí estos cinco futuros peligros que todavía no surgieron y que van a surgir
en el futuro. Vosotros debéis reconocerlos y hacer el esfuerzo para abandonarlos. Y, ¿cuáles son
esos cinco?
“He aquí, monjes, en el futuro habrá monjes que desearán hábitos finos. Ellos dejarán de usar los
hábitos andrajosos, dejarán de usar viviendas remotas en los bosques y las arboledas selváticas, y
habiendo convergido en los pueblos, las ciudades y las capitales de los países, establecerán su
residencia allí; y se embargarán en varias clases de búsquedas de sus hábitos inapropiadas y
equivocadas. Este es el primer futuro peligro que todavía no surgió y que va a surgir en el futuro.
Vosotros debéis reconocerlo y hacer el esfuerzo para abandonarlo.
“Además, monjes, en el futuro habrá monjes que desearán comida fina de las limosnas. Ellos
dejarán de hacer las rondas para pedir la comida de las limosnas, dejarán de usar viviendas remotas
en los bosques y las arboledas selváticas, y habiendo convergido en los pueblos, las ciudades y las
capitales de los países, establecerán su residencia allí, buscando los mejores manjares para su
paladar; y se embargarán en varias clases de búsquedas de su comida de las limosnas inapropiadas y
equivocadas. Este es el segundo futuro peligro que todavía no surgió y que va a surgir en el futuro.
Vosotros debéis reconocerlo y hacer el esfuerzo para abandonarlo.
“Además, monjes, en el futuro habrá monjes que desearán viviendas finas. Ellos dejarán las
moradas al pie de un árbol, dejarán de usar viviendas remotas en los bosques y las arboledas
selváticas, y habiendo convergido en los pueblos, las ciudades y las capitales de los países,
establecerán su residencia allí; y se embargarán en varias clases de búsquedas de viviendas
inapropiadas y equivocadas. Este es el tercer futuro peligro que todavía no surgió y que va a surgir
en el futuro. Vosotros debéis reconocerlo y hacer el esfuerzo para abandonarlo.
“Además, monjes, en el futuro habrá monjes que establecerán lazos cercanos con las monjas,
candidatas y novicias. Cuando crean esos lazos cercanos, es de esperar que su vida espiritual será
insatisfactoria, cometerán ciertas clases de infracciones y ofensas, o dejarán el entrenamiento y
regresarán al estilo de vida más bajo. Este es el cuarto futuro peligro que todavía no surgió y que va
a surgir en el futuro. Vosotros debéis reconocerlo y hacer el esfuerzo para abandonarlo.
“Además, monjes, en el futuro habrá monjes que establecerán lazos cercanos con el personal
doméstico de los monasterios y las novicias. Cuando crean esos lazos cercanos, es de esperar que se
involucren en el uso de varias clases de bienes acumulados y traten inapropiadamente el suelo y la
vegetación. Este es el quinto futuro peligro que todavía no surgió y que va a surgir en el futuro.
Vosotros debéis reconocerlo y hacer el esfuerzo para abandonarlo.
“Estos son, monjes, los cinco futuros peligros que todavía no surgieron y que van a surgir en el
futuro. Vosotros debéis reconocerlos y hacer esfuerzo para abandonarlos”.

AN 5,87 Silavanta Sutta – Los virtuosos


Las cualidades del monje, que hacen de él una persona respetada y estimada por sus compañeros
monjes.

[87] “Monjes, poseyendo las cinco cualidades, un monje anciano es grato y agradable para sus
compañeros monjes, y es respetado y estimado por ellos. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“El monje es virtuoso; mora restringido por el Patimokkha, es poseedor de la buena conducta y
buenos recursos, viendo peligro en las faltas más diminutas. Habiéndose sometido a las reglas de
entrenamiento, se entrena en ellas.
“Además, él ha aprendido mucho, se acuerda de lo que aprendió y lo acumula. Aquellas enseñanzas
que son buenas en el principio, buenas en el medio y buenas al final, con el recto significado y
forma, que proclaman la vida espiritual perfectamente completa y pura: enseñanzas como estas él
las ha aprendido mucho, las retiene en la mente, las recita verbalmente, investiga mentalmente y las
penetra con la recta visión.
“Además, es un buen orador con una buena entrega [del mensaje]; está dotado de un discurso
pulido, claro, articulado y expresivo del significado.
“Además, gana a voluntad, sin estorbo ni dificultad, los cuatro jhanas que constituyen la mente
superior y son moradas placenteras en esta presente vida.
“Además, con la destrucción de las impurezas, ha descubierto por sí mismo y con el conocimiento
directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la
sabiduría y, entrando en esta morada, permanece en ella.
“Monjes, poseyendo estas cinco cualidades, un monje anciano es grato y agradable para sus
compañeros monjes, y es respetado y estimado por ellos”.
AN 5,99 {16A5.2.5.9,99} Siha Sutta – El león

El Buda reconoce una autoridad espiritual que está por encima de él con las palabras: “el Tathagata
tiene respeto por el Dhamma y reverencia al Dhamma”.

[99] {99} “Monjes, cuando llega la tarde, el león, el rey de las bestias, sale de su guarida, endereza
su cuerpo, inspecciona los cuatro puntos cardinales y ruge su rugido de león tres veces. Acto
seguido sale a cazar.
“Si da un golpe a un elefante, siempre da un golpe respetuosamente, no irrespetuosamente. “Si da
un golpe a un búfalo… a una vaca… a un leopardo… a cualquier animal más pequeño, siempre da
un golpe respetuosamente, no irrespetuosamente [1]. Y, ¿por qué así? [Porque piensa:] ‘Que no se
pierda mi entrenamiento’.
“El león, monjes, es una designación del Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado. Cuando
el Tathagata enseña el Dhamma, en medio de las asambleas, este es su rugido de león. Si el
Tathagata enseña el Dhamma a los monjes, lo hace respetuosamente, no irrespetuosamente. Si el
Tathagata enseña el Dhamma a las monjas… a los seguidores laicos… a las seguidoras laicas…
incluso a los mundanos, a los portadores de alimentos y los cazadores, lo hace respetuosamente, no
irrespetuosamente. Y, ¿por qué así? Porque el Tathagata tiene respeto por el Dhamma y reverencia
al Dhamma”.

NOTA:
[1] Los Comentarios señalan al respecto: “Él da el golpe sin despreciar ni transgredir;
no despreciando ni transgrediendo” (Bodhi, 2012:1734).

AN 5,100 {16A5.2.5.10,100} Kakudhathera Sutta – El anciano


Kakudha

En este sutta el Buda confirma poseer las cualidades que se esperan de un maestro espiritual
plenamente realizado.

[100] {100} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Parque de
Ghosita, cerca de Kosambi. Al mismo tiempo, Kakudha, el hijo de los koliyanos, el asistente del
Venerable Mahamoggallana, recientemente había fallecido y renació entre cierto grupo de
[deidades] hechas-por-la-mente. Su cuerpo fue dos o tres veces más grande que el campo del pueblo
de Maghadan, sin que se obstruyera por eso con su cuerpo a sí mismo ni a otros.
Entonces, el joven deva Kakudha se acerco al Venerable Mahamoggallana, le rindió homenaje, se
paró a un lado y le dijo: “Venerable Señor, semejante deseo surgió en Devadatta: ‘Voy a hacerme
cargo del Sangha de los monjes’. Y con el surgimiento de este pensamiento, Devadatta perdió aquel
poder espiritual”. Esto es lo que el joven deva Kakudha dijo. Después de eso, rindió homenaje al
Venerable Mahamoggallana, se dio vuelta, manteniéndolo siempre a su lado derecho, y desapareció
de allí.
Acto seguido, el Venerable Mahamoggallana se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se
sentó a un lado y reportó al Bienaventurado lo que había sucedido. [Y el Bienaventurado dijo:]
“Pero Moggallana, ¿has abarcado su mente con tu mente para entender del joven deva Kakudha
esto: ‘Todo lo que el joven deva Kakudha dice solamente es la verdad y no otras cosa?’”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Toma nota de esta declaración, Moggallana. Ahora, aquel estúpido hombre, por su propia voluntad,
se expondrá a sí mismo”.
“He aquí, Moggallana, existen estas cinco clases de maestros que pueden ser encontrados en el
mundo. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, algunos maestros, cuya conducta no es purificada, reclaman esto: ‘Soy uno cuya conducta
ha sido purificada. Mi conducta es pura, limpia y no contaminada’. Sus discípulos le conocen así:
‘Este Venerable Señor, aunque de conducta no purificada, reclama para sí esto: «Soy uno cuya
conducta ha sido purificada. Mi conducta es pura, limpia y no contaminada». Ahora, a él no le
gustaría si tuviéramos que informar de eso a los laicos. ¿Cómo podemos tratarlo de manera tal que
no lo disguste? Además, él está honrado con los hábitos, comidas de las limosnas, alojamientos y
medicinas, y otras provisiones para la enfermedad. Una persona será conocida por lo que ella
misma hace’. Sus discípulos encubren a semejante maestro con respecto a su conducta y él mismo
espera ser encubierto por sus discípulos con respecto a su conducta.
“Además, algunos maestros, cuya forma de vida no es purificada, reclaman esto: ‘Soy uno cuya
forma de vida ha sido purificada. Mi forma de vida es pura, limpia y no contaminada’. Sus
discípulos le conocen así: ‘Este Venerable Señor, aunque de forma de vida no purificada, reclama
para sí esto: «Soy uno cuya forma de vida ha sido purificada. Mi forma de vida es pura, limpia y no
contaminada». Ahora, a él no le gustaría si tuviéramos que informar de eso a los laicos. ¿Cómo
podemos tratarlo de manera tal que no lo disguste? Además, él está honrado con los hábitos,
comidas de las limosnas, alojamientos y medicinas, y otras provisiones para la enfermedad. Una
persona será conocida por lo que ella misma hace’. Sus discípulos encubren a semejante maestro
con respecto a su forma de vida y él mismo espera ser encubierto por sus discípulos con respecto a
su forma de vida.
“Además, algunos maestros, cuya enseñanza del Dhamma no es purificada, reclaman esto: ‘Soy uno
cuya enseñanza del Dhamma ha sido purificada. Mi enseñanza del Dhamma es pura, limpia y no
contaminada’. Sus discípulos le conocen así: ‘Este Venerable Señor, aunque de enseñanza del
Dhamma no purificada, reclama para sí esto: «Soy uno cuya enseñanza del Dhamma ha sido
purificada. Mi enseñanza del Dhamma es pura, limpia y no contaminada». Ahora, a él no le gustaría
si tuviéramos que informar de eso a los laicos. ¿Cómo podemos tratarlo de manera tal que no lo
disguste? Además, él está honrado con los hábitos, comidas de las limosnas, alojamientos y
medicinas, y otras provisiones para la enfermedad. Una persona será conocida por lo que ella
misma hace’. Sus discípulos encubren a semejante maestro con respecto a su enseñanza del
Dhamma y él mismo espera ser encubierto por sus discípulos con respecto a su enseñanza del
Dhamma.
“Además, algunos maestros, cuyas explicaciones no son purificadas, reclaman esto: ‘Soy uno cuyas
explicaciones han sido purificadas. Mis explicaciones son puras, limpias y no contaminadas’. Sus
discípulos le conocen así: ‘Este Venerable Señor, aunque de explicaciones no purificadas, reclama
para sí esto: «Soy uno cuyas explicaciones han sido purificadas. Mis explicaciones son puras,
limpias y no contaminadas». Ahora, a él no le gustaría si tuviéramos que informar de eso a los
laicos. ¿Cómo podemos tratarlo de manera tal que no lo disguste? Además, él está honrado con los
hábitos, comidas de las limosnas, alojamientos, y medicinas y otras provisiones para la enfermedad.
Una persona será conocida por lo que ella misma hace’. Sus discípulos encubren a semejante
maestro con respecto a sus explicaciones y él mismo espera ser encubierto por sus discípulos con
respecto a sus explicaciones.
“Además, algunos maestros, cuyo conocimiento y visión no son purificados, reclaman esto: ‘Soy
uno cuyo conocimiento y visión han sido purificados. Mi conocimiento y visión son puros, limpios
y no contaminados’. Sus discípulos le conocen así: ‘Este Venerable Señor, aunque de conocimiento
y visión no purificados, reclama para sí esto: «Soy uno, cuyo conocimiento y visión han sido
purificados. Mi conocimiento y visión son puros, limpios y no contaminados». Ahora, a él no le
gustaría si tuviéramos que informar de eso a los laicos. ¿Cómo podemos tratarlo de manera tal que
no lo disguste? Además, él está honrado con los hábitos, comidas de las limosnas, alojamientos y
medicinas, y otras provisiones para la enfermedad. Una persona será conocida por lo que ella
misma hace’. Sus discípulos encubren a semejante maestro con respecto a su conocimiento y visión
y él mismo espera ser encubierto por sus discípulos con respecto a su conocimiento y visión.
“Estas son, Moggallana, las cinco clases de maestros que pueden ser encontrados en el mundo.
“Pero yo, Moggallana, soy uno cuya conducta es purificada y reclama esto: ‘Soy uno cuya conducta
ha sido purificada. Mi conducta es pura, limpia y no contaminada’. Mis discípulos no me encubren
con respecto a mi conducta, ni yo mismo espero ser encubierto por mis discípulos con respecto a
mi conducta. Además, soy uno cuya forma de vida es purificada y reclamo esto: ‘Soy uno cuya
forma de vida ha sido purificada. Mi forma de vida es pura, limpia y no contaminada’. Mis
discípulos no me encubren con respecto a mi forma de vida, ni yo mismo espero ser encubierto por
mis discípulos con respecto a mi forma de vida. Además, soy uno cuya enseñanza del Dhamma es
purificada y reclamo esto: ‘Soy uno cuya enseñanza del Dhamma ha sido purificada. Mi enseñanza
del Dhamma es pura, limpia y no contaminada’. Mis discípulos no me encubren con respecto a mi
enseñanza del Dhamma, ni yo mismo espero ser encubierto por mis discípulos con respecto a mi
enseñanza del Dhamma. Además, soy uno cuyas explicaciones son purificadas y reclamo esto: ‘Soy
uno cuyas explicaciones han sido purificadas. Mis explicaciones son puras, limpias y no
contaminadas’. Mis discípulos no me encubren con respecto a mis explicaciones y yo mismo no
espero ser encubierto por mis discípulos con respecto a mis explicaciones. Además, soy uno cuyo
conocimiento y visión son purificados, y reclamo esto: ‘Soy uno cuyo conocimiento y visión han
sido purificados. Mi conocimiento y visión son puros, limpios y no contaminados’. Mis discípulos
no me encubren con respecto a mi conocimiento y visión, ni yo mismo espero ser encubierto por
mis discípulos con respecto a mi conocimiento y visión”.
AN 5,103 Mahacora Sutta – Un ladrón experto

Por qué un mal monje puede ser visto como un ladrón experto.

[103] “Monjes, poseyendo cinco factores, el ladrón experto irrumpe en las casas, saquea los bienes,
comete atentados y emboscadas en los caminos. Y, ¿cuáles son esos cinco? He aquí, monjes, el
ladrón experto depende de lo desigual, de los matorrales, de la gente poderosa, ofrece soborno y
actúa solo.
“Y, ¿cómo, monjes, el ladrón maestro depende de lo desigual? He aquí, el ladrón experto depende
de algún río que es difícil de cruzar y de las escabrosas montañas. Es de esa manera que el ladrón
maestro depende de lo desigual.
“Y, ¿cómo, monjes, el ladrón maestro depende de los matorrales? He aquí, el ladrón experto
depende de algún matorral de caña, matorral del bosque, matorral de algún monte bajo o de una
gran y densa jungla. Es de esa manera que el ladrón maestro depende de los matorrales.
“Y, ¿cómo, monjes, el ladrón maestro depende de la gente poderosa? He aquí, el ladrón experto
depende de los reyes o ministros reales. Él piensa así: ‘Si alguien me acusase de algo, estos reyes o
esos ministros reales me absolverían del caso’. Y, entonces, cuando alguien lo acusa de algo, estos
reyes o esos ministros reales lo absuelven del caso. Es de esa manera que el ladrón maestro depende
de la gente poderosa.
“Y, ¿cómo, monjes, el ladrón maestro ofrece soborno? He aquí, el ladrón experto es rico, con
grandes riquezas y muchas propiedades. Y piensa así: ‘Si alguien me acusase de algo, voy a
aplacarlo con soborno’. Y si realmente alguien le acusa de algo, lo aplaca con el soborno. Es de esa
manera que el ladrón maestro ofrece soborno.
“Y, ¿cómo, monjes, el ladrón maestro actúa solo? He aquí, el ladrón experto es rico y ejecuta sus
excursiones solo. Y, ¿por qué así? [Porque piensa así:] ‘Mis deliberaciones secretas no deben
extenderse a los demás’. Es de esa manera que el ladrón maestro actúa solo.
“Es por poseer estos cinco factores que el ladrón experto irrumpe en las casas, saquea los bienes,
comete atentados y emboscadas en los caminos.
“De la misma manera, monjes, poseyendo las cinco características, el mal monje se mantiene a sí
mismo en una condición deplorable e hiriente, es censurable y sujeto a reproche por parte de un
sabio, y genera un gran demérito. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, monjes, el mal monje depende
de lo desigual, de los matorrales, de la gente poderosa, ofrece soborno y actúa solo.
“Y, ¿cómo, monjes, el mal monje depende de lo desigual? He aquí, el mal monje se involucra en
acciones corporales, verbales y mentales incorrectas. Es de esa manera que el mal monje depende
de lo desigual.
“Y, ¿cómo, monjes, el mal monje depende de los matorrales? He aquí, el mal monje adopta
incorrectos puntos de vista, adopta puntos de vista extremos. Es de esa manera que el mal monje
depende de los matorrales.
“Y, ¿cómo, monjes, el mal monje depende de la gente poderosa? He aquí, el mal monje depende de
los reyes o ministros reales. Él piensa así: ‘Si alguien me acusase de algo, estos reyes o esos
ministros reales me absolverían del caso’. Y, entonces, cuando alguien lo acusa de algo, estos reyes
o esos ministros reales lo absuelven del caso. Es de esa manera que el mal monje depende de la
gente poderosa.
“Y, ¿cómo, monjes, el mal monje ofrece soborno? He aquí, el mal monje gana hábitos, comida de
las limosnas, viviendas, medicinas y provisiones para la enfermedad. Y él piensa así: 'Si alguien me
acusase de algo voy a aplacarlo con el soborno’. Y cuando realmente alguien lo acusa de algo, lo
alpaca con el soborno. Es de esa manera que el mal monje ofrece el soborno.
“Y, ¿cómo, monjes, el mal monje actúa solo? He aquí, el mal monje establece su residencia sólo
para sí mismo, de manera solitaria en una zona fronteriza. Y acercándose a las familias obtiene las
ganancias. Es de esa manera que el mal monje actúa solo.
“Es así, que poseyendo esas cinco características, el mal monje se mantiene a sí mismo en una
condición deplorable e hiriente, es censurable y sujeto a reproche por parte de un sabio, y genera un
gran demérito”.

AN 5,104 {15A5.3.1.4,105} Samanasukhumala Sutta – Asceta


delicado

El Buda explica el término “el delicado asceta entre los ascetas” y declara que él mismo se
identifica con esta clase de ascetas.

[104] {104} “Monjes, poseyendo cinco cualidades, el monje es un delicado asceta entre los ascetas.
Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, monjes, el monje por lo general usa el hábito que específicamente le ha sido obsequiado a
él, raras veces alguno que no le haya sido obsequiado específicamente a él; por lo general come la
comida que específicamente le ha sido obsequiada a él, raras veces alguna que no le haya sido
obsequiada específicamente a él; por lo general usa la vivienda que específicamente le ha sido
obsequiada a él, raras veces alguna que no le haya sido obsequiada específicamente a él; por lo
general usa las medicinas que específicamente le han sido obsequiadas a él, raras veces algunas que
no le hayan sido obsequiadas específicamente a él.
“Además, monjes, sus compañeros monjes, aquellos que habitan con él, por lo general se comportan
con él de manera agradable, corporal, verbal y mentalmente, raras veces de manera desagradable.
Por lo general le presentan lo que es agradable, raras veces lo que es desagradable.
“Además, monjes, cosas como: el malestar originado por la bilis, la flema, el viento o la
combinación de estas, el malestar producido por los cambios climáticos, el malestar producido por
la conducta descuidada, el malestar producido por el ultraje o el malestar producido como resultado
del kamma, no surgen en él con mucha frecuencia. Raras veces está enfermo.
“Además, monjes, gana a voluntad, sin problema ni dificultad, los cuatro jhanas que constituyen
una mente superior y una morada placentera en esta presente vida. Y, con la destrucción de las
contaminaciones, el monje ha descubierto por sí mismo, mediante un conocimiento directo y en esta
presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo
entrado en ella, permanece allí. De esta manera, monjes, una persona es un delicado asceta entre los
ascetas.
“Monjes, si alguien dijese rectamente: ‘Él es un asceta delicado entre los ascetas’, esto es
precisamente lo que debería decir de mí. Porque por lo general uso el hábito que específicamente
me ha sido obsequiado a mí, raras veces alguno que no me haya sido obsequiado específicamente a
mí; por lo general como la comida que específicamente me ha sido obsequiada a mí, raras veces
alguna que no me haya sido obsequiada específicamente a mí; por lo general uso la vivienda que
específicamente me ha sido obsequiada a mí, raras veces alguna que no me haya sido obsequiada
específicamente a mí; por lo general uso las medicinas que específicamente me han sido
obsequiadas a mí, raras veces algunas que no me hayan sido obsequiadas específicamente a mí. Mis
compañeros monjes, aquellos que habitan conmigo, por lo general se comportan conmigo de
manera agradable, corporal, verbal y mentalmente, raras veces de manera desagradable. Por lo
general me presentan lo que es agradable, raras veces lo que es desagradable. Cosas como: el
malestar originado por la bilis, la flema, el viento o la combinación de estas, el malestar producido
por los cambios climáticos, el malestar producido por la conducta descuidada, el malestar producido
por el ultraje o el malestar producido como resultado del kamma, no surgen en mí con mucha
frecuencia. Raras veces estoy enfermo. Gano a voluntad, sin problema ni dificultad, los cuatro
jhanas que constituyen una mente superior y una morada placentera en esta presente vida. Y, con la
destrucción de las contaminaciones, he descubierto por mí mismo, mediante un conocimiento
directo y en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la
sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanezco allí. Si alguien dijese rectamente: ‘Él es un asceta
delicado entre los ascetas’, esto es precisamente lo que debería decir de mí”.

AN 5,113 {16A5.3.2.3,113} Sammasamadhi Sutta – Recta


concentración

El no saber sobrellevar el impacto de las percepciones sensoriales impide entrar en una verdadera
concentración meditativa.

[113] {113} “Monjes, poseyendo las cinco características, el monje no es capaz de entrar y
permanecer en la recta concentración. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, monjes, el monje no es
capaz de resistir pacientemente las formas, los sonidos, los olores, los sabores ni los objetos táctiles.
Poseyendo estas cinco características, el monje no es capaz de entrar y permanecer en la recta
concentración.
“Pero, monjes, poseyendo las cinco cualidades, el monje es capaz de entrar y permanecer en la recta
concentración. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, monjes, el monje es capaz de resistir
pacientemente las formas, los sonidos, los olores, los sabores y los objetos táctiles. Poseyendo estas
cinco cualidades, el monje es capaz de entrar y permanecer en la recta concentración.”
AN 5,115 {16A5.3.2.5,115} Maccharini Sutta – Tacaña

La tacañería y la generosidad hacen la diferencia en cuanto a nuestro destino.

[115] {115} “Monjes, poseyendo estas cinco características, la monja es depositada en el infierno
como si se la hubiese llevado ahí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Ella es tacaña con las moradas,
familias, ganancias, alabanzas y el Dhamma. Poseyendo estas cinco características, la monja es
depositada en el infierno como si se la hubiese llevado ahí.
“Poseyendo estas cinco características, la monja es depositada en el infierno como si se la hubiese
llevado ahí.
“Monjes, poseyendo estas cinco cualidades, la monja es depositada en el cielo como si se la hubiese
llevado ahí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Ella no es tacaña con las moradas, familias, ganancias,
alabanzas ni el Dhamma. Poseyendo estas cinco cualidades, la monja es depositada en el cielo como
si se la hubiese llevado ahí.
“Poseyendo estas cinco cualidades, la monja es depositada en el cielo como si se la hubiese llevado
ahí".

AN 5,116-120 Vannana, Issukini, Micchaditthika, Micchavaca


y Micchavayama Sutta – Alabanza, envidia, punto de vista, el
habla y el esfuerzo

En esta serie de suttas, se explican varias causas por las cuales las bhikkhunis renacen en el
infierno.

AN 5,116 Vannana Sutta – Alabanza


[116] “Monjes, poseyendo cinco características, la monja está depositada en el infierno como si
estuviera llevada allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Sin investigar ni escudriñar alaba al que merece ser
censurado. Sin investigar ni escudriñar censura al que merece ser alabado. Sin investigar ni
escudriñar cree en los asuntos que merecen ser sospechados. Sin investigar ni escudriñar sospecha
de los asuntos que merecen ser creídos. Derrocha las dádivas que fueron ofrecidas por la fe.
Poseyendo estas cinco características, monjes, la monja está depositada en el infierno como si
estuviera llevada allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, la monja está depositada en el cielo como si estuviera llevada
allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Habiendo investigado y escudriñado censura al que merece ser
censurado. Habiendo investigado y escudriñado alaba al que merece ser alabado. Habiendo
investigado y escudriñado sospecha de los asuntos que merecen ser sospechados. Habiendo
investigado y escudriñado cree en los asuntos que merecen ser creídos. No derrocha las dádivas que
fueron ofrecidas por la fe. Poseyendo estas cinco cualidades, monjes, la monja está depositada en el
cielo como si estuviera llevada allí”.
AN 5,117 Issukini Sutta – Envidia
[117] “Monjes, poseyendo cinco características, la monja está depositada en el infierno como si
estuviera llevada allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Sin investigar ni escudriñar alaba al que merece ser
censurado. Sin investigar ni escudriñar censura al que merece ser alabado. Es envidiosa y tacaña.
Derrocha las dádivas que fueron ofrecidas por la fe. Poseyendo estas cinco características, monjes,
la monja está depositada en el infierno como si estuviera llevada allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, la monja está depositada en el cielo como si estuviera llevada
allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Habiendo investigado y escudriñado censura al que merece ser
censurado. Habiendo investigado y escudriñado alaba al que merece ser alabado. Esta libre de la
envidia y la tacañería. No derrocha las dádivas que fueron ofrecidas por la fe. Poseyendo estas cinco
cualidades, monjes, la monja está depositada en el cielo como si estuviera llevada allí”.

AN 5,118 Micchaditthika Sutta – Puntos de vista


[118] “Monjes, poseyendo cinco características, la monja está depositada en el infierno como si
estuviera llevada allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Sin investigar ni escudriñar alaba al que merece ser
censurado. Sin investigar ni escudriñar censura al que merece ser alabado. Sostiene erróneo punto
de vista y errónea intención. Derrocha las dádivas que fueron ofrecidas por la fe. Poseyendo estas
cinco características, monjes, la monja está depositada en el infierno como si estuviera llevada allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, la monja está depositada en el cielo como si estuviera llevada
allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Habiendo investigado y escudriñado censura al que merece ser
censurado. Habiendo investigado y escudriñado alaba al que merece ser alabado. Sostiene el recto
punto de vista y la recta intención. No derrocha las dádivas que fueron ofrecidas por la fe.
Poseyendo estas cinco cualidades, monjes, la monja está depositada en el cielo como si estuviera
llevada allí”.

AN 5,119 Micchavaca Sutta – El habla


[119] [Igual que en el sutta anterior, pero reemplazando las respectivas características y
cualidades 3 y 4 como sigue:]
“…Es del incorrecto habla e incorrecta acción…
“…Es del recto habla y recta acción…”.

AN 5,120 Micchavayama Sutta – El esfuerzo


[120] [Igual que en el sutta 117, pero reemplazando las respectivas características y cualidades 3 y
4 como sigue:]
“…Es del incorrecto esfuerzo e incorrecta atención consciente…
“…Es del recto esfuerzo y recta atención consciente…”.
AN 5,128 {16A5.3.3.8,128} Samanasukha Sutta – La felicidad
del asceta
Cómo se vive la vida monástica satisfactoria e insatisfactoriamente.

[128] {128} “Monjes, he aquí estas cinco clases de insatisfacción para un asceta. Y, ¿cuáles son esas
cinco? He aquí, un monje no está contento con ninguna clase de hábito; no está contento con
ninguna clase de comida de las limosnas; no está contento con ninguna clase de morada; no está
contento con ninguna clase de medicina ni provisión para la enfermedad; y vive su vida espiritual
insatisfecho. Estas son, monjes, las cinco clases de insatisfacción para un asceta.
“Monjes, he aquí estas cinco clases de felicidad para un asceta. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí,
un monje está contento con cualquier clase de hábito; está contento con cualquier clase de comida
de las limosnas; está contento con cualquier clase de morada; está contento con cualquier clase de
medicina y provisión para la enfermedad; y vive su vida espiritual satisfecho. Estas son, monjes, las
cinco clases de felicidad para un asceta”.

AN 5,129 {16A5.3.3.9,129} Parikuppa Sutta – Lesiones


Cinco actos graves que producen un resultado inmediato en forma de renacimiento en el infierno, en
la próxima existencia.

[129] {129} “Monjes, he aquí estas cinco lesiones incurables que conducen al plano de la miseria,
que conducen al infierno. Y, ¿cuáles son esas cinco? Uno priva de vida a su propia madre, uno priva
de vida a su propio padre, uno priva de vida a un Arahant, uno derrama la sangre del Tathagata con
mente de odio, uno crea un cisma dentro del Sangha. Estas son, monjes, las cinco lesiones
incurables que conducen al plano de la miseria, que conducen al infierno”.

AN 5,130 {16A5.3.3.10,130} Byasana Sutta – Logros


Solo algunos de los desastres y logros tienen importancia en relación a los próximos nacimientos de
los seres.

[130] {130} “Monjes, he aquí estos cinco desastres. Y, ¿cuáles son esos cinco? El desastre de [la
pérdida de] los parientes, el desastre de [la pérdida de] las riquezas, el desastre de la enfermedad, el
desastre en relación con la conducta virtuosa y el desastre en relación con el punto de vista. No es
por causa del desastre de [la pérdida de] los parientes, el desastre de [la pérdida de] las riquezas ni
el desastre de la enfermedad que, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, los seres renacen
en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, incluso en el infierno. Es por causa
del desastre en relación con la conducta virtuosa y el desastre en relación con el punto de vista que,
con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, los seres renacen en el plano de la miseria, en el
mal destino, en el mundo bajo, incluso en el infierno. Estos son los cinco desastres.
“Monjes, he aquí estos cinco logros. Y, ¿cuáles son esos cinco? El logro de los parientes, el logro de
las riquezas, el logro de la salud, el logro en la conducta virtuosa y el logro en el punto de vista. No
es por causa del logro de los parientes, el logro de las riquezas ni el logro de la salud que, con el
quiebre del cuerpo, después de la muerte, los seres renacen en el buen destino, en el mundo
celestial. Es por causa del logro en la conducta virtuosa y el logro en el punto de vista que, con el
quiebre del cuerpo, después de la muerte, los seres renacen en el buen destino, en el mundo
celestial. Estos son los cinco logros”.

AN 5,131-132 Pathama y Dutiyacakkanuvattana Sutta –


Continuar girando la Rueda

Las características del monarca universal, el Buda y sus respectivos sucesores.

AN 5,131 Pathamacakkanuvattana Sutta – Primer discurso sobre continuar


girando la Rueda

[131] “Monjes, poseyendo cinco cualidades, el Monarca que gira la Rueda la pone en movimiento
únicamente por medio del Dhamma, la Rueda que no puede hacer retroceder creatura hostil alguna
en forma humana. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el Monarca que gira la Rueda es alguien que
sabe lo que es bueno, conoce el Dhamma, conoce la medida correcta, conoce el tiempo apropiado y
conoce la asamblea. Poseyendo estas cinco cualidades, el Monarca que gira la Rueda, la pone en
movimiento únicamente por medio del Dhamma, la Rueda que no puede hacer retroceder creatura
hostil alguna en forma humana.
“Así también, monjes, poseyendo cinco cualidades, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente
Iluminado pone en movimiento la insuperable Rueda del Dhamma únicamente por medio del
Dhamma, la Rueda que no puede hacer retroceder ningún asceta, brahmán, deva, Mara ni Brahma,
ni nadie en el mundo. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente
Iluminado que gira la Rueda es alguien que sabe lo que es bueno, conoce el Dhamma, conoce la
medida correcta, conoce el tiempo apropiado y conoce la asamblea. Poseyendo estas cinco
cualidades, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado pone en movimiento la insuperable
Rueda del Dhamma únicamente por medio del Dhamma, la Rueda que no puede hacer retroceder
ningún asceta, brahmán, deva, Mara ni Brahma, ni nadie en el mundo”.

AN 5,132 Dutiyacakkanuvattana Sutta – Segundo discurso sobre continuar


girando la Rueda

[132] “Monjes, poseyendo cinco cualidades, el hijo mayor del Monarca que gira la Rueda, la
continúa poniendo en movimiento únicamente por medio del Dhamma, la Rueda puesta en
movimiento por su padre, que no puede hacer retroceder creatura hostil alguna en forma humana. Y,
¿cuáles son esas cinco? He aquí, el hijo mayor del Monarca que gira la Rueda es alguien que sabe lo
que es bueno, conoce el Dhamma, conoce la medida correcta, conoce el tiempo apropiado y conoce
la asamblea. Poseyendo estas cinco cualidades, el hijo mayor del Monarca que gira la Rueda, la
continúa poniendo en movimiento únicamente por medio del Dhamma, la Rueda puesta en
movimiento por su padre, que no puede hacer retroceder creatura hostil alguna en forma humana.
“Así también, monjes, poseyendo cinco cualidades, Sariputta continúa poniendo en movimiento la
insuperable Rueda del Dhamma únicamente por medio del Dhamma, la Rueda puesta en
movimiento por el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, que no puede hacer
retroceder ningún asceta, brahmán, deva, Mara ni Brahma, ni nadie en el mundo. Y, ¿cuáles son esas
cinco? He aquí, Sariputta sabe lo que es bueno, conoce el Dhamma, conoce la medida correcta,
conoce el tiempo apropiado y conoce la asamblea. Poseyendo estas cinco cualidades, Sariputta
continúa poniendo en movimiento la insuperable Rueda del Dhamma únicamente por medio del
Dhamma, la Rueda puesta en movimiento por el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado,
que no puede hacer retroceder ningún asceta, brahmán, deva, Mara ni Brahma, ni nadie en el
mundo”.

AN 5,133 {16A5.3.4.3,133} Dhammaraja Sutta – El rey recto

El Buda reconoce una sola autoridad por encima de él: el Dhamma.

[133] {133} “Monjes, hasta el mismo monarca que gira la rueda, el recto rey que gobierna mediante
el Dhamma, no gira la rueda sin un rey por encima de él”.
Cuando esto se dijo, un cierto monje dijo al Bienaventurado: “Pero, Venerable Señor, ¿quién
podrías ser el rey por encima del monarca que gira la rueda, el recto rey que gobierna mediante el
Dhamma?”.
“Es el Dhamma, monjes” —dijo el Bienaventurado—. “He aquí, el monarca que gira la rueda, el
recto rey que gobierna mediante el Dhamma, apoyándose solamente en el Dhamma, honrando,
respetando y venerando el Dhamma, tomando el Dhamma como su estandarte, bandera y autoridad,
provee la recta protección, albergue y guarida para la gente de su corte.
“Además, el monarca que gira la rueda, el recto rey que gobierna mediante el Dhamma, apoyándose
solamente en el Dhamma, honrando, respetando y venerando el Dhamma, tomando el Dhamma
como su estandarte, bandera y autoridad, provee la recta protección, albergue y guarida para sus
vasallos khattiya, para su ejército, para brahmanes y hombres hogareños, para la gente de la ciudad
y del campo, para ascetas y brahmanes, para los animales y pájaros. Habiendo proveído la recta
protección, albergue y guarida, el monarca que gira la rueda, el recto rey que gobierna mediante el
Dhamma, gira la rueda solamente mediante el Dhamma, la rueda que no puede ser girada atrás por
ninguna criatura hostil en forma humana.
“De la misma manera, monjes, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, el recto rey del
Dhamma, apoyándose solamente en el Dhamma, honrando, respetando y venerando el Dhamma,
tomando el Dhamma como su estandarte, bandera y autoridad, provee la recta protección, albergue
y guarida para los monjes, diciendo: ‘Tal acción corporal debería ser cultivada; tal acción corporal
no debería ser cultivada. Tal acción verbal debería ser cultivada; tal acción verbal no debería ser
cultivada. Tal acción mental debería ser cultivada; tal acción mental no debería ser cultivada. Tal
modo de vida debería ser cultivado; tal modo de vida no debería ser cultivado. Tal ciudad o pueblo
debería servir de sustento; tal ciudad o pueblo no debería servir de sustento’.
“Además, monjes, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado, el recto rey del Dhamma,
apoyándose solamente en el Dhamma, honrando, respetando y venerando el Dhamma, tomando el
Dhamma como su estandarte, bandera y autoridad, provee la recta protección, albergue y guarida
para las monjas… para los seguidores laicos… para las seguidoras laicas, diciendo: ‘Tal acción
corporal debería ser cultivada; tal acción corporal no debería ser cultivada. Tal acción verbal debería
ser cultivada; tal acción verbal no debería ser cultivada. Tal acción mental debería ser cultivada; tal
acción mental no debería ser cultivada. Tal modo de vida debería ser cultivado; tal modo de vida no
debería ser cultivado. Tal ciudad o pueblo debería servir de sustento; tal ciudad o pueblo no debería
servir de sustento’.
“Habiendo proveído la recta protección, albergue y guarida, el Tathagata, el Arahant, el
Perfectamente Iluminado, el recto rey del Dhamma, pone en movimiento la insuperable rueda del
Dhamma solamente mediante el Dhamma, la rueda que no puede ser girada atrás por ningún asceta
o brahmán, deva, Mara o Brama, ni por nadie en el mundo”.

AN 5,139 Akkhama Sutta – No pudiendo sobrellevar


pacientemente

Con el símil de un elefante real valiente y otro débil, el Buda explica la diferencia entre el monje
que domina los cinco sentidos y otro que se somete a ellos.

[139] “Monjes, poseyendo cinco factores un elefante real no es digno de un rey, no es un accesorio
real ni puede ser contado como un factor de la realeza. Y, ¿cuáles son esos cinco? No puede
sobrellevar pacientemente a las formas, no puede sobrellevar pacientemente a los sonidos, no puede
sobrellevar pacientemente a los olores, no puede sobrellevar pacientemente a los sabores ni puede
sobrellevar pacientemente a los objetos táctiles.
“Y, ¿cómo es que el elefante real no puede sobrellevar pacientemente a las formas? He aquí, cuando
el elefante real es llevado a la batalla, al ver las tropas de los elefantes, la caballería, los carros o la
infantería, se hunde, se postra, no se apoya a sí mismo y no puede entrar en la batalla. Es de esta
manera que el elefante real no puede sobrellevar pacientemente a las formas.
“Y, ¿cómo es que el elefante real no puede sobrellevar pacientemente a los sonidos? He aquí,
cuando el elefante real es llevado a la batalla, al escuchar los sonidos de los elefantes, de los
caballos, de los carros o de la infantería, los sonidos de los tambores, timbales, conchas y tambores
se hunde, se postra, no se apoya a sí mismo y no puede entrar en la batalla. Es de esta manera que el
elefante real no puede sobrellevar pacientemente a los sonidos.
“Y, ¿cómo es que el elefante real no puede sobrellevar pacientemente a los olores? He aquí, cuando
el elefante real es llevado a la batalla, al oler el olor de la orina y heces de los elefantes reales que
son de linaje selecto, acostumbrados a la batalla, se hunde, se postra, no se apoya a sí mismo y no
puede entrar en la batalla. Es de esta manera que el elefante real no puede sobrellevar
pacientemente a los olores.
“Y, ¿cómo es que el elefante real no puede sobrellevar pacientemente a los sabores? He aquí,
cuando el elefante real es llevado a la batalla, cuando se ve privado de una porción de hierba o agua,
de dos, tres, cuatro o cinco porciones, se hunde, se postra, no se apoya a sí mismo y no puede entrar
en la batalla. Es de esta manera que el elefante real no puede sobrellevar pacientemente a los
sabores.
“Y, ¿cómo es que el elefante real no puede sobrellevar pacientemente a los objetos táctiles? He aquí,
cuando el elefante real es llevado a la batalla, si es perforado por una lluvia de flechas, o por dos,
tres, cuatro o cinco lluvias de flechas, se hunde, se postra, no se apoya a sí mismo y no puede entrar
en la batalla. Es de esta manera que el elefante real no puede sobrellevar pacientemente a los
objetos táctiles.
“Poseyendo estos cinco factores, un elefante real no es digno de un rey, no es un accesorio real ni
puede ser contado como un factor de la realeza.
“De la misma manera, monjes, poseyendo cinco características un monje no es digno de dádivas,
digno de hospitalidad, digno de ofrendas ni digno de reverenciales saludos; tampoco es un
insuperable campo de méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas cinco? No puede sobrellevar
pacientemente a las formas, no puede sobrellevar pacientemente a los sonidos, no puede sobrellevar
pacientemente a los olores, no puede sobrellevar pacientemente a los sabores ni puede sobrellevar
pacientemente a los objetos táctiles.
“Y, ¿cómo es que un monje no puede sobrellevar pacientemente a las formas? He aquí, cuando un
monje ve una forma con el ojo, se enamora de la forma tentadora y no puede concentrar su mente.
Es de esta manera que un monje no puede sobrellevar pacientemente a las formas.
“Y, ¿cómo es que un monje no puede sobrellevar pacientemente a los sonidos? He aquí, cuando un
monje escucha un sonido con el oído, se enamora del sonido tentador y no puede concentrar su
mente. Es de esta manera que un monje no puede sobrellevar pacientemente a los sonidos.
“Y, ¿cómo es que un monje no puede sobrellevar pacientemente a los olores? He aquí, cuando un
monje huele un olor con la nariz, se enamora del olor tentador y no puede concentrar su mente. Es
de esta manera que un monje no puede sobrellevar pacientemente a los olores.
“Y, ¿cómo es que un monje no puede sobrellevar pacientemente a los sabores? He aquí, cuando un
monje experimenta un sabor con la lengua, se enamora en el sabor tentador y no puede concentrar
su mente. Es de esta manera que un monje no puede sobrellevar pacientemente a los sabores.
“Y, ¿cómo es que un monje no puede sobrellevar pacientemente a los objetos táctiles? He aquí,
cuando un monje siente un objeto táctil con el cuerpo, se enamora del objeto táctil tentador y no
puede concentrar su mente. Es de esta manera que un monje no puede sobrellevar pacientemente a
los objetos táctiles.
“Poseyendo estas cinco características, un monje no es digno de dádivas, digno de hospitalidad,
digno de ofrendas ni digno de reverenciales saludos; tampoco es un insuperable campo de méritos
para el mundo.
“Monjes, poseyendo cinco factores un elefante real es digno de un rey, es un accesorio real y puede
ser contado como un factor de la realeza. Y, ¿cuáles son esos cinco? Puede sobrellevar
pacientemente a las formas, puede sobrellevar pacientemente a los sonidos, puede sobrellevar
pacientemente a los olores, puede sobrellevar pacientemente a los sabores y puede sobrellevar
pacientemente a los objetos táctiles.
“Y, ¿cómo es que el elefante real puede sobrellevar pacientemente a las formas? He aquí, cuando el
elefante real es llevado a la batalla, al ver las tropas de los elefantes, la caballería, los carros o la
infantería, no se hunde ni se postra, sino que se apoya a sí mismo y puede entrar en la batalla. Es de
esta manera que el elefante real puede sobrellevar pacientemente a las formas.
“Y, ¿cómo es que el elefante real puede sobrellevar pacientemente a los sonidos? He aquí, cuando el
elefante real es llevado a la batalla, al escuchar los sonidos de los elefantes, de los caballos, de los
carros o de la infantería, los sonidos de los tambores, timbales, conchas y tambores, no se hunde ni
se postra, sino que se apoya a sí mismo y puede entrar en la batalla. Es de esta manera que el
elefante real puede sobrellevar pacientemente a los sonidos.
“Y, ¿cómo es que el elefante real puede sobrellevar pacientemente a los olores? He aquí, cuando el
elefante real es llevado a la batalla, al oler el olor de la orina y heces de los elefantes reales que son
de linaje selecto, acostumbrados a la batalla, no se hunde ni se postra, sino que se apoya a sí mismo
y puede entrar en la batalla. Es de esta manera que el elefante real puede sobrellevar pacientemente
a los olores.
“Y, ¿cómo es que el elefante real puede sobrellevar pacientemente a los sabores? He aquí, cuando el
elefante real es llevado a la batalla, cuando se ve privado de una porción de hierba o agua, de dos,
tres, cuatro o cinco porciones, no se hunde ni se postra, sino que se apoya a sí mismo y puede entrar
en la batalla. Es de esta manera que el elefante real puede sobrellevar pacientemente a los sabores.
“Y, ¿cómo es que el elefante real puede sobrellevar pacientemente a los objetos táctiles? He aquí,
cuando el elefante real es llevado a la batalla, si es perforado por una lluvia de flechas, o por dos,
tres, cuatro o cinco lluvias de flechas, no se hunde ni se postra, sino que se apoya a sí mismo y
puede entrar en la batalla. Es de esta manera que el elefante real puede sobrellevar pacientemente a
los objetos táctiles.
“Poseyendo estos cinco factores, un elefante real es digno de un rey, es un accesorio real y puede
ser contado como un factor de la realeza.
“De la misma manera, monjes, poseyendo cinco cualidades un monje es digno de dádivas, digno de
hospitalidad, digno de ofrendas y digno de reverenciales saludos; también es un insuperable campo
de méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas cinco? Puede sobrellevar pacientemente a las formas,
puede sobrellevar pacientemente a los sonidos, puede sobrellevar pacientemente a los olores, puede
sobrellevar pacientemente a los sabores y puede sobrellevar pacientemente a los objetos táctiles.
“Y, ¿cómo es que un monje puede sobrellevar pacientemente a las formas? He aquí, cuando un
monje ve una forma con el ojo, no se enamora de la forma tentadora y puede concentrar su mente.
Es de esta manera que un monje puede sobrellevar pacientemente a las formas.
“Y, ¿cómo es que un monje puede sobrellevar pacientemente a los sonidos? He aquí, cuando un
monje escucha un sonido con el oído, no se enamora del sonido tentador y puede concentrar su
mente. Es de esta manera que un monje puede sobrellevar pacientemente a los sonidos.
“Y, ¿cómo es que un monje puede sobrellevar pacientemente a los olores? He aquí, cuando un
monje huele un olor con la nariz, no se enamora del olor tentador y puede concentrar su mente. Es
de esta manera que un monje puede sobrellevar pacientemente a los olores.
“Y, ¿cómo es que un monje puede sobrellevar pacientemente a los sabores? He aquí, cuando un
monje experimenta un sabor con la lengua, no se enamora del sabor tentador y puede concentrar su
mente. Es de esta manera que un monje puede sobrellevar pacientemente a los sabores.
“Y, ¿cómo es que un monje puede sobrellevar pacientemente a los objetos táctiles? He aquí, cuando
un monje siente un objeto táctil con el cuerpo, no se enamora del objeto táctil tentador y puede
concentrar su mente. Es de esta manera que un monje puede sobrellevar pacientemente a los objetos
táctiles.
“Poseyendo estas cinco características, un monje es digno de dádivas, digno de hospitalidad, digno
de ofrendas y digno de reverenciales saludos; también es un insuperable campo de méritos para el
mundo”.

AN 5,141 Avajanati Sutta – Habiendo dado, uno desprecia


Cinco clases de personas con actitudes incorrectas.

[141] “Monjes, he aquí estas cinco clases de personas que se encuentran en el mundo. Y, ¿cuáles
son esas cinco? Alguien que da y luego desprecia, alguien que desprecia como resultado de vivir
juntos, alguien que es crédulo en los chismes, alguien caprichoso, y alguien que es torpe y tonto.
“Y, ¿cómo es una persona que da y luego desprecia? He aquí una persona que ofrece a otra un
hábito, la comida de las limosnas, la vivienda y los requisitos medicinales para la enfermedad. Y se
le ocurre esto: ‘Yo doy y él recibe’. Habiéndole dado, lo desprecia. Es de esta manera que una
persona es alguien que da y luego desprecia.
“Y, ¿cómo es una persona que desprecia como resultado de vivir juntos? He aquí una persona que
vive junto a otra por dos o tres años. Entonces, desprecia al otro porque han vivido juntos. Es de
esta manera que una persona es alguien que desprecia como resultado de vivir juntos.
“Y, ¿cómo es una persona crédula en los chismes? He aquí, cuando se está hablando alabanzas o
menosprecios sobre una persona, él fácilmente lo cree. Es de esta manera que una persona es
crédula en los chismes.
“Y, ¿cómo es una persona caprichosa? He aquí, la fe, la devoción, la afección y la confianza de esta
persona son inconstantes. Es de esta manera que una persona es caprichosa.
Y, ¿cómo es una persona torpe y tonta? He aquí, un persona no sabe cuáles estados son beneficiosos
y cuáles perjudiciales, cuales estados son censurables y cuáles irreprochables, cuáles estados son
inferiores y cuáles superiores, no sabe los estados oscuros ni brillantes ni sus contrapartes. Es de
esta manera que una persona es torpe y tonta.
“Estas son, monjes, las cinco clases de personas que se encuentran en el mundo”.
AN 5,144 {16A5.3.5.4,144} Tikandaski Sutta – [Arboleda de]
las Tres Espinas

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• Upekkha

Cómo mantenerse ecuánime contemplando las diferentes clases de objetos.


[144] {144} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando cerca de Savatthi en la arboleda de
las Tres Espinas. Estando ahí, se dirigió a los monjes así: “monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, es bueno para un monje que de tanto en tanto permanezca contemplando lo repulsivo en
presencia de lo que no es repulsivo. Es bueno para el monje que de tanto en tanto permanezca
contemplando lo no repulsivo en presencia de lo que es repulsivo. Es bueno para el monje que de
tanto en tanto permanezca contemplando lo repulsivo en presencia de lo que no es repulsivo y lo
que es repulsivo. Es bueno para el monje que de tanto en tanto permanezca contemplando lo no
repulsivo en presencia de lo que es repulsivo y de lo que no es repulsivo. Es bueno para el monje
que de tanto en tanto –en presencia de lo que es repulsivo y lo que no es repulsivo- apartado de
ambos, permanezca ecuánime, con la atención consciente y clara comprensión.
“Y, ¿con qué propósito, monjes debería un monje permanecer contemplando lo repulsivo en
presencia de lo que no es repulsivo? ‘Que no surja en mí la codicia hacia los objetos que provocan
la aparición de la codicia’. Éste es el propósito, monjes, por el cual un monje debería permanecer
contemplando lo repulsivo en presencia de lo que no es repulsivo.
“¿Y con qué propósito, monjes, debería un monje permanecer contemplando lo no repulsivo en
presencia de lo que es repulsivo? ‘Que no surja en mí el odio en presencia de objetos que provocan
la aparición del odio’. Éste es el propósito, monjes, por el cual un monje debería permanecer
contemplando lo no repulsivo en presencia de lo que es repulsivo.
“¿Y con qué propósito, monjes, debería un monje permanecer contemplando lo repulsivo en
presencia de lo que no es repulsivo y lo que es repulsivo? ‘Que no surja en mí la codicia en
presencia de objetos que provocan la aparición de la codicia. Que no surja en mí el odio en
presencia de objetos que provocan la aparición del odio’. Éste es el propósito, monjes, por el cual
un monje debería permanecer contemplando lo repulsivo en presencia de lo que no es repulsivo y lo
que es repulsivo.
“¿Y con qué propósito, monjes, debería un monje permanecer contemplando lo no repulsivo en
presencia de lo que es repulsivo y lo que no es repulsivo? ‘Que no surja en mí el odio en presencia
de objetos que provocan la aparición del odio. Que no surja en mí la codicia en presencia de objetos
que provocan la aparición de la codicia’. Éste es el propósito, monjes, por el cual un monje debería
permanecer contemplando lo repulsivo en presencia de lo que no es repulsivo y lo que es repulsivo.
“¿Y con qué propósito, monjes, un monje –en presencia de lo que es repulsivo y lo que no es
repulsivo- apartado de ambos, debería permanecer ecuánime, con la atención consciente y clara
comprensión? ‘Que no surja en mí la codicia –de objeto alguno, en lugar alguno, de ninguna
manera- en presencia de objetos que provocan la aparición de la codicia. Que no surja en mí el odio
–de objeto alguno, en lugar alguno, de ninguna manera- en presencia de objetos que provocan el
odio. Que no surja en mí la falsa ilusión –de objeto alguno, en lugar alguna, de ninguna manera- en
presencia de objetos que provocan la aparición de la falsa ilusión’. Éste es el propósito, monjes, por
el cual un monje –en presencia de lo que es repulsivo y lo que no es repulsivo- apartado de ambos,
debería permanecer ecuánime, con la atención consciente y clara comprensión.”

AN 5,145 {16A5.3.5.5,145} Niraya Sutta – El infierno

Características de la conducta que conducen a uno al cielo o al infierno.

[145] {145} “Monjes, poseyendo cinco características, uno es depositado en el infierno como si se
lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Uno destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se
involucra en la conducta sexual indebida, dice mentiras y se complace en el licor, el vino y otros
embriagantes que son la base de la indolencia. Poseyendo estas cinco características, uno es
depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas cinco? Uno se abstiene de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha sido
dado, se abstiene de involucrarse en la conducta sexual indebida, se abstiene de decir mentiras y se
abstiene de complacerse en el licor, el vino y otros embriagantes que son la base de la indolencia.
Poseyendo estas cinco cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí”.

AN 5,146 Mitta Sutta – Amigo

Características de las personas que uno debe tener como amigos y, otras, a las que debe evitar.

[146] “Monjes, uno no debe tomar por amigo a un monje que posee cinco características. Y, ¿cuáles
son esas cinco? Él instiga en contra de proyectos de trabajos, se ocupa en cuestiones disciplinarias,
es hostil con los monjes eminentes, tiene asuntos pendientes y sin resolver, y no es capaz de instruir,
elevar, inspirar ni regocijar a alguien, de tanto en tanto, con una plática del Dhamma. Uno no debe
tomar por amigo, a un monje que posee estas cinco características.
“Por el contrario, monjes, uno debe tomar por amigo a un monje que posee cinco cualidades. Y,
¿cuáles son esas cinco? Él no instiga en contra de proyectos de trabajos, no se ocupa en cuestiones
disciplinarias, no es hostil con los monjes eminentes, no tiene asuntos pendientes ni sin resolver, y
es capaz de instruir, elevar, inspirar y regocijar a alguien, de tanto en tanto, con una plática del
Dhamma. Uno debe tomar por amigo a un monje que posee estas cinco características”.
AN 5,147 Asappurisadana Sutta – La dádiva del mal hombre

Maneras de donar de las personas malas y buenas.


[147] “Monjes, hay estas cinco dádivas del mal hombre. Y, ¿cuáles son esas cinco? Él dona
casualmente, dona sin reverencia, no dona con sus propias manos, dona lo que debería ser
descartado, dona sin tener una visión sobre la recompensa del dar [1]. Estas son las cinco dádivas
del mal hombre.
“Y he aquí, monjes, hay estas cinco dádivas del hombre recto. Y, ¿cuáles son esas cinco? Él dona
respetuosamente, dona con reverencia, dona con sus propias manos, no dona lo que debería ser
descartado, dona con una visión sobre la recompensa del dar. Estas son las cinco dádivas del
hombre recto”.

NOTA:
[1] Presumiblemente, sin considerar la ley del karma, de los frutos de las buenas y malas acciones.

AN 5,148 Sappurisadana Sutta – La dádiva del hombre recto

La forma en la cual ofrenda una persona recta.

[148] “Monjes, he aquí estas cinco dádivas de una persona recta. Y, ¿cuáles son esas cinco? Él
ofrece la dádiva por la fe; ofrece la dádiva de manera respetuosa; ofrece la dádiva oportuna; ofrece
la dádiva incondicional; ofrece la dádiva sin dañarse a sí mismo ni a otros.
“Porque ofrece su dádiva por la fe, cuando se produce el resultado de esta dádiva, llega a ser rico,
con grandes riquezas y propiedades, y llega a ser apuesto, atractivo, agraciado, poseedor de una
suprema belleza de complexión. Porque ofrece la dádiva de manera respetuosa, cuando se produce
el resultado de esta dádiva llega a ser rico, con grandes riquezas y propiedades, y sus hijos y
esposas, esclavos y sirvientes, y los trabajadores son obedientes, prestan atención y aplican sus
mentes a la comprensión. Porque ofrece una dádiva oportuna, cuando se produce el resultado de
esta dádiva llega a ser rico, con grandes riquezas y propiedades, y abunda en beneficios oportunos.
Porque ofrece una dádiva incondicional, cuando se produce el resultado de esta dádiva llega a ser
rico, con grandes riquezas y propiedades, y su mente se inclina al disfrute de las cinco clases de
placeres sensoriales. Porque ofrece la dádiva sin dañarse a sí mismo ni a otros, cuando se produce el
resultado de esta dádiva llega a ser rico, con grandes riquezas y propiedades, y su propiedad no se
daña por ninguna causa: sea el fuego, la inundación, los reyes, los ladrones ni los envidiosos
herederos. Estas son, monjes, las cinco dádivas de una persona recta”.
AN 5,151-153 Pathama, Dutiya y Tatiyasamattaniyama Sutta –
El curso fijo de la rectitud

En ocasiones, escuchar el Dhamma puede servir para entrar en el irreversible sendero de la libración
final, pero para alcanzar este beneficio, uno ha de escuchar apropiadamente: con la mente
respetuosa y abierta, no con la mente que intenta encontrar faltas y menosprecia al discurso o al
orador.

AN 5,151 Pathamasamattaniyama Sutta – Primer discurso sobre el curso fijo de


la rectitud
[151] “Monjes, poseyendo cinco características, incluso mientras se escucha el buen Dhamma, uno
no es capaz de entrar bajo el fijo curso de la rectitud [consistente] en los factores beneficiosos. Y,
¿cuáles son esas cinco? Alguien que menosprecia la plática; alguien que menosprecia al orador;
alguien que se menosprecia a sí mismo; alguien que escucha el Dhamma con la mente distraída y
dispersa; alguien que lo escucha sin el debido cuidado. Poseyendo estas cinco características,
monjes, incluso mientras se escucha el buen Dhamma, uno no es capaz de entrar bajo el fijo curso
de la rectitud [consistente] en los factores beneficiosos.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, mientras se escucha el buen Dhamma, uno es capaz de entrar
bajo el fijo curso de la rectitud [consistente] en los factores beneficiosos. Y, ¿cuáles son esas cinco?
Alguien que no menosprecia la plática; alguien que no menosprecia al orador; alguien que no se
menosprecia a sí mismo; alguien que escucha el Dhamma con la mente concentrada y unificada;
alguien que lo escucha con el debido cuidado. Poseyendo estas cinco cualidades, monjes, mientras
se escucha el buen Dhamma, uno es capaz de entrar bajo el fijo curso de la rectitud [consistente] en
los factores beneficiosos”.

AN 5,152 Dutiyasamattaniyama Sutta – Segundo discurso sobre el curso fijo de


la rectitud

[152] “Monjes, poseyendo cinco características, incluso mientras se escucha el buen Dhamma, uno
no es capaz de entrar bajo el fijo curso de la rectitud [consistente] en los factores beneficiosos. Y,
¿cuáles son esas cinco? Alguien que menosprecia la plática; alguien que menosprecia al orador;
alguien que se menosprecia a sí mismo; alguien que es tonto y obtuso; alguien que se imagina que
ha entendido, mientras que en realidad, no entendió. Poseyendo estas cinco características, monjes,
incluso mientras se escucha el buen Dhamma, uno no es capaz de entrar bajo el fijo curso de la
rectitud [consistente] en los factores beneficiosos.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, mientras se escucha el buen Dhamma, uno es capaz de entrar
bajo el fijo curso de la rectitud [consistente] en los factores beneficiosos. Y, ¿cuáles son esas cinco?
Alguien que no menosprecia la plática; alguien que no menosprecia al orador; alguien que no se
menosprecia a sí mismo; alguien que es sabio, inteligente y astuto; alguien que no se imagina que
ha entendido, mientras que en realidad, no entendió. Poseyendo estas cinco cualidades, monjes,
mientras se escucha el buen Dhamma, uno es capaz de entrar bajo el fijo curso de la rectitud
[consistente] en los factores beneficiosos”.

AN 5,153 Tatiyasamattaniyama Sutta – Tercer discurso sobre el curso fijo de la


rectitud

[153] “Monjes, poseyendo cinco características, incluso mientras se escucha el buen Dhamma, uno
no es capaz de entrar bajo el fijo curso de la rectitud [consistente] en los factores beneficiosos. Y,
¿cuáles son esas cinco? Alguien que denigra el Dhamma y está obsesionado en la denigración;
alguien que escucha el Dhamma con la intención de criticarlo, de buscar las faltas; alguien que tiene
mala disposición hacia el maestro e intenta atacarlo; alguien que es tonto, estúpido y obtuso; alguien
que se imagina que ha entendido, mientras que en realidad, no entendió. Poseyendo estas cinco
características, monjes, incluso mientras se escucha el buen Dhamma, uno no es capaz de entrar
bajo el fijo curso de la rectitud [consistente] en los factores beneficiosos.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, mientras se escucha el buen Dhamma, uno es capaz de entrar
bajo el fijo curso de la rectitud [consistente] en los factores beneficiosos. Y, ¿cuáles son esas cinco?
Alguien que no denigra el Dhamma ni está obsesionado en la denigración; alguien que escucha el
Dhamma sin la intención de criticarlo ni de buscar las faltas; alguien que no tiene mala disposición
hacia el maestro ni intenta atacarlo; alguien que es sabio, inteligente y astuto; alguien que no se
imagina que ha entendido, mientras que en realidad, no entendió. Poseyendo estas cinco cualidades,
monjes, mientras escucha el buen Dhamma, uno es capaz de entrar bajo el fijo curso de la rectitud
[consistente] en los factores beneficiosos”.

AN 5,154-155 Pathama y Dutiyasaddhammasammosa Sutta –


Declive del buen Dhamma
El Dhamma declina y desaparece cuando los monjes no lo escuchan respetuosamente, no lo
aprenden, no lo retienen en la mente, no examinan su significado ni lo ponen en práctica.

AN 5,154 Pathamasaddhammasammosa Sutta – Primer discurso sobre el declive


del buen Dhamma
[154] “Monjes, he aquí estas cinco cosas que conducen al declive y desaparición del buen Dhamma.
Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, los monjes no escuchan el Dhamma respetuosamente; no
aprenden el Dhamma respetuosamente; no retienen el Dhamma en su mente respetuosamente; no
examinan respetuosamente el significado de las enseñanzas que han retenido en su mente; no
comprenden respetuosamente el significado del Dhamma ni practican de acuerdo con el Dhamma.
Estas cinco cosas, monjes, conducen al declive y desaparición del buen Dhamma.
“Monjes, he aquí estas cinco otras cosas que conducen a la continuidad y no-desaparición del buen
Dhamma. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, los monjes escuchan el Dhamma respetuosamente;
aprenden el Dhamma respetuosamente; retienen el Dhamma en su mente respetuosamente;
examinan respetuosamente el significado de las enseñanzas que han retenido en su mente;
comprenden respetuosamente el significado del Dhamma y practican de acuerdo con el Dhamma.
Estas cinco cosas, monjes, conducen a la continuidad y no-desaparición del buen Dhamma”.

AN 5,155 Dutiyaasaddhammasammosa Sutta – Segundo discurso sobre el


declive del buen Dhamma
[155] “Monjes, he aquí estas cinco cosas que conducen al declive y desaparición del buen Dhamma.
Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, los monjes no aprenden el Dhamma: los discursos, la prosa
mezclada con los versos, las exclamaciones inspiracionales, las citas, las historias de nacimientos,
los cuentos asombrosos, las preguntas y respuestas. Esta es la primera cosa que conduce al declive y
desaparición del buen Dhamma.
“Además, los monjes no enseñan el Dhamma a otros en detalle, tal como lo han escuchado y
aprendido. Esta es la segunda cosa que conduce al declive y desaparición del buen Dhamma.
“Además, los monjes no hacen repetir el Dhamma a otros en detalle, tal como lo han escuchado y
aprendido. Esta es la tercera cosa que conduce al declive y desaparición del buen Dhamma.
“Además, los monjes no recitan el Dhamma a otros en detalle, tal como lo han escuchado y
aprendido. Esta es la cuarta cosa que conduce al declive y desaparición del buen Dhamma.
“Además, los monjes no ponderan, examinan ni inspeccionan mentalmente el Dhamma tal como lo
han escuchado y aprendido. Esta es la quinta cosa que conduce al declive y desaparición del buen
Dhamma.
“Estas son las cinco cosas, monjes, que conducen al declive y desaparición del buen Dhamma.
“Monjes, he aquí estas cinco [otras] cosas que conducen a la continuidad y no-desaparición del
buen Dhamma. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, los monjes aprenden el Dhamma: los discursos, la prosa mezclada con los versos, las
exclamaciones inspiracionales, las citas, las historias de nacimientos, los cuentos asombrosos, las
preguntas y respuestas. Esta es la primera cosa que conduce a la continuidad y no-desaparición del
buen Dhamma.
“Además, los monjes enseñan el Dhamma a otros en detalle, tal como lo han escuchado y
aprendido. Esta es la segunda cosa que conduce a la continuidad y no-desaparición del buen
Dhamma.
“Además, los monjes hacen repetir el Dhamma a otros en detalles tal como lo han escuchado y
aprendido. Esta es la tercera cosa que conduce a la continuidad y no-desaparición del buen
Dhamma.
“Además, los monjes recitan el Dhamma a otros en detalles tal como lo han escuchado y aprendido.
Esta es la cuarta cosa que conduce a la continuidad y no-desaparición del buen Dhamma.
“Además, los monjes ponderan, examinan e inspeccionan mentalmente el Dhamma tal como lo han
escuchado y aprendido. Esta es la quinta cosa que conduce a la continuidad y no-desaparición del
buen Dhamma.
“Estas son las cinco cosas, monjes, que conducen a la continuidad y no-desaparición del buen
Dhamma”.
AN 5,156 {16A5.4.1.6,156} Tatiyasaddhammasammosa Sutta –
Tercer discurso sobre el declive del buen Dhamma

El Dhamma declina y desaparece cuando los monjes aprenden discursos mal transmitidos, son
difíciles de ser corregidos, los que saben no enseñan, son lujuriosos y hay cisma en el Sangha.

[156] {156} “Monjes, he aquí estas cinco cosas que conducen al declive y desaparición del buen
Dhamma. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, monjes, los monjes aprenden discursos mal adquiridos y mal transmitidos tanto en
palabras como en frases. Cuando las palabras y las frases están mal transmitidas, el significado está
mal interpretado. Esta es la primera cosa que conduce al declive y desaparición del buen Dhamma.
“Además, monjes, los monjes son difícilmente corregibles y poseen características que les hacen
difícilmente corregibles. Son impacientes y no aceptan las instrucciones respetuosamente. Esta es la
segunda cosa que conduce al declive y desaparición del buen Dhamma.
“Además, monjes, los monjes que son estudiosos, herederos de la herencia, expertos en el Dhamma,
expertos en la Disciplina, expertos en los bosquejos, no enseñan a otros los discursos
respetuosamente. Cuando ellos mueren, los discursos son cortados de raíces, sin nadie que los
preserve. Esta es la tercera cosa que conduce al declive y desaparición del buen Dhamma.
“Además, monjes, los monjes ancianos son lujuriosos y laxos, líderes en reincidencia, que descartan
la tarea de la reclusión, que no hacen surgir la energía para alcanzar lo que aún no ha sido
alcanzado, para lograr lo que aún no ha sido logrado y para realizar lo que aún no ha sido realizado.
Y la siguiente generación sigue su ejemplo: ellos también llegan a ser lujuriosos y laxos, líderes en
reincidencia, que descartan la tarea de la reclusión, que no hacen surgir la energía para alcanzar lo
que aún no ha sido alcanzado, para lograr lo que aún no ha sido logrado y para realizar lo que aún
no ha sido realizado. Esta es la cuarta cosa que conduce al declive y desaparición del buen
Dhamma.
“Además, monjes, hay cisma en el Sangha, y cuando hay cisma en el Sangha hay mutuos insultos,
mutuas injurias, mutuo menosprecio y mutuo rechazo. Entonces, aquellos sin fe no adquieren la fe,
mientras que algunos de los que tienen la fe, cambian de parecer. Esta es la quinta cosa que conduce
al declive y desaparición del buen Dhamma.
“Monjes, he aquí estas [otras] cinco cosas que conducen a la continuación, al no-declive y la no-
desaparición del buen Dhamma. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, monjes, los monjes aprenden discursos bien adquiridos y bien transmitidos tanto en
palabras como en frases. Cuando las palabras y las frases están bien transmitidas, el significado está
bien interpretado. Esta es la primera cosa que conduce a la continuación, al no-declive y la no-
desaparición del buen Dhamma.
“Además, monjes, los monjes son fácilmente corregibles y poseen características que les hacen
fácilmente corregibles. Son pacientes y aceptan las instrucciones respetuosamente. Esta es la
segunda cosa que conduce a la continuación, al no-declive y la no-desaparición del buen Dhamma.
“Además, monjes, los monjes que son estudiosos, expertos en el Dhamma, expertos en la
Disciplina, expertos en los bosquejos, enseñan los discursos a otros respetuosamente. Cuando ellos
mueren, los discursos no son cortados de raíces, porque para ello existen aquellos que los preservan.
Esta es la tercera cosa que conduce a la continuación, al no-declive y la no-desaparición del buen
Dhamma.
“Además, monjes, los monjes ancianos no son lujuriosos ni laxos, sino que descartan la reincidencia
y toman el camino que conduce a la reclusión; hacen surgir la energía para alcanzar lo que aún no
ha sido alcanzado, para lograr lo que aún no ha sido logrado y para realizar lo que aún no ha sido
realizado. Y la siguiente generación sigue su ejemplo: ellos tampoco llegan a ser lujuriosos ni laxos,
sino que descartan la reincidencia y toman el camino que conduce a la reclusión; hacen surgir la
energía para alcanzar lo que aún no ha sido alcanzado, para lograr lo que aún no ha sido logrado y
para realizar lo que aún no ha sido realizado. Esta es la cuarta cosa que conduce a la continuación,
al no-declive y la no-desaparición del buen Dhamma.
“Además, monjes, el Sangha mora confortablemente, en concordia, armoniosamente, sin disputas y
en una misma forma de recitación. Y cuando el Sangha mora en concordia no hay mutuos insultos,
mutuas injurias, mutuo menosprecio ni mutuo rechazo. Entonces, aquellos sin fe, adquieren la fe,
mientras que aquellos que tienen la fe, la incrementan. Esta es la quinta cosa que conduce a la
continuación, al no-declive y la no-desaparición del buen Dhamma.
“Estas son, monjes, las [otras] cinco cosas que conducen a la continuación, al no-declive y la no-
desaparición del buen Dhamma”.

AN 5,157 Dukkatha Sutta – Discurso incorrectamente dirigido

Cuando se enseña, hay que seleccionar un tema apropiado, evaluar los intereses y las expectativas
de la audiencia y, luego, ofrecer una plática que coincida con sus inclinaciones.

[157] “Monjes, una plática está dirigida incorrectamente cuando, habiendo sopesado un tipo de
persona con otro, se dirige a estos cinco [inapropiados] tipos de personas. Y, ¿cuáles son esas cinco?
La plática sobre la fe está incorrectamente dirigida a alguien desprovisto de la fe; la plática sobre la
conducta virtuosa está incorrectamente dirigida a alguien inmoral; la plática sobre el aprendizaje
está incorrectamente dirigida a alguien con poco aprendizaje; la plática sobre la generosidad está
incorrectamente dirigida a un avaro; la plática sobre la sabiduría está incorrectamente dirigida a una
persona tonta.
“Y, ¿por qué, monjes, la plática sobre la fe está incorrectamente dirigida a alguien desprovisto de la
fe? Cuando se ofrece la plática sobre la fe a una persona desprovista de la fe, la misma se enoja y se
irrita, se vuelve hostil y obstinada, demuestra la ira, el odio y la amargura. Y, ¿por qué así? Porque
ella no percibe aquella fe en sí misma ni experimenta arrobamiento ni regocijo relacionados con
ella. Por eso, monjes, la plática sobre la fe está incorrectamente dirigida a alguien desprovisto de la
fe.
“Y, ¿por qué, monjes, la plática sobre la conducta virtuosa está incorrectamente dirigida a alguien
inmoral? Cuando se ofrece la plática sobre la conducta virtuosa a una persona inmoral, la misma se
enoja y se irrita, se vuelve hostil y obstinada, demuestra la ira, el odio y la amargura. Y, ¿por qué
así? Porque ella no percibe aquella conducta virtuosa en sí misma ni experimenta arrobamiento ni
regocijo relacionados con ella. Por eso, monjes, la plática sobre la conducta virtuosa está
incorrectamente dirigida a alguien inmoral.
“Y, ¿por qué, monjes, la plática sobre el aprendizaje está incorrectamente dirigida a alguien con
poco aprendizaje? Cuando se ofrece la plática sobre el aprendizaje a una persona con poco
aprendizaje, la misma se enoja y se irrita, se vuelve hostil y obstinada, demuestra la ira, el odio y la
amargura. Y, ¿por qué así? Porque ella no percibe aquel aprendizaje en sí misma ni experimenta
arrobamiento ni regocijo relacionados con él. Por eso, monjes, la plática sobre el aprendizaje está
incorrectamente dirigida a alguien con poco aprendizaje.
“Y, ¿por qué, monjes, la plática sobre la generosidad está incorrectamente dirigida a un avaro?
Cuando se ofrece la plática sobre la generosidad a un avaro, el mismo se enoja y se irrita, se vuelve
hostil y obstinado, demuestra la ira, el odio y la amargura. Y, ¿por qué así? Porque no percibe
aquella generosidad en sí mismo ni experimenta arrobamiento ni regocijo relacionados con ella. Por
eso, monjes, la plática sobre la generosidad está incorrectamente dirigida a un avaro.
“Y, ¿por qué, monjes, la plática sobre la sabiduría está incorrectamente dirigida a una persona tonta?
Cuando se ofrece la plática sobre la sabiduría a una persona tonta, la misma se enoja y se irrita, se
vuelve hostil y obstinada, demuestra la ira, el odio y la amargura. Y, ¿por qué así? Porque ella no
percibe aquella sabiduría en sí misma ni experimenta arrobamiento ni regocijo relacionados con
ella. Por eso, monjes, la plática sobre la sabiduría está incorrectamente dirigida a un tonto.
“Monjes, una plática está dirigida incorrectamente cuando, habiendo sopesado un tipo de persona
con otro, se dirige a estos cinco [inapropiados] tipos de personas.
“Monjes, una plática está dirigida correctamente cuando, habiendo sopesado un tipo de persona con
otro, se dirige a estos cinco [apropiados] tipos de personas. Y, ¿cuáles son esas cinco? La plática
sobre la fe está correctamente dirigida a alguien dotado de la fe; la plática sobre la conducta
virtuosa está correctamente dirigida a una persona virtuosa; la plática sobre el aprendizaje está
correctamente dirigida a una persona instruida; la plática sobre la generosidad está correctamente
dirigida a una persona generosa; la plática sobre la sabiduría está correctamente dirigida a una
persona sabia.
“Y, ¿por qué, monjes, la plática sobre la fe está correctamente dirigida a alguien dotado de la fe?
Cuando se ofrece la plática sobre la fe a una persona dotada de la fe, la misma no se enoja ni se
irrita, no se vuelve hostil ni obstinada, no demuestra la ira, el odio ni la amargura. Y, ¿por qué así?
Porque ella percibe aquella fe en sí misma y experimenta arrobamiento y regocijo relacionados con
ella. Por eso, monjes, la plática sobre la fe está correctamente dirigida a alguien dotado de la fe.
“Y, ¿por qué, monjes, la plática sobre la conducta virtuosa está correctamente dirigida a una persona
virtuosa? Cuando se ofrece la plática sobre la conducta virtuosa a una persona virtuosa, la misma no
se enoja ni se irrita, no se vuelve hostil ni obstinada, no demuestra la ira, el odio ni la amargura. Y,
¿por qué así? Porque ella percibe aquella conducta virtuosa en sí misma y experimenta
arrobamiento y regocijo relacionados con ella. Por eso, monjes, la plática sobre la conducta virtuosa
está correctamente dirigida a una persona virtuosa.
“Y, ¿por qué, monjes, la plática sobre el aprendizaje está correctamente dirigida a una persona
instruida? Cuando se ofrece la plática sobre el aprendizaje a una persona instruida, la misma no se
enoja ni se irrita, no se vuelve hostil ni obstinada, no demuestra la ira, el odio ni la amargura. Y,
¿por qué así? Porque ella percibe aquel aprendizaje en sí misma y experimenta arrobamiento y
regocijo relacionados con él. Por eso, monjes, la plática sobre el aprendizaje está correctamente
dirigida a una persona instruida.
“Y, ¿por qué, monjes, la plática sobre la generosidad está correctamente dirigida a una persona
generosa? Cuando se ofrece la plática sobre la generosidad a una persona generosa, la misma no se
enoja ni se irrita, no se vuelve hostil ni obstinada, no demuestra la ira, el odio ni la amargura. Y,
¿por qué así? Porque percibe aquella generosidad en sí misma y experimenta arrobamiento y
regocijo relacionados con ella. Por eso, monjes, la plática sobre la generosidad está correctamente
dirigida a una persona generosa.
“Y, ¿por qué, monjes, la plática sobre la sabiduría está correctamente dirigida a una persona sabia?
Cuando se ofrece la plática sobre la sabiduría a una persona sabia, la misma no se enoja ni se irrita,
no se vuelve hostil ni obstinada, no demuestra la ira, el odio ni la amargura. Y, ¿por qué así? Porque
ella percibe aquella sabiduría en sí misma y experimenta arrobamiento y regocijo relacionados con
ella. Por eso, monjes, la plática sobre la sabiduría está correctamente dirigida a una persona sabia.
“Monjes, una plática está dirigida correctamente cuando, habiendo sopesado un tipo de persona con
otro, se dirige a estos cinco [apropiados] tipos de personas”.

AN 5,158 Sarajja Sutta – Timidez


Cómo vencer la timidez y estar seguro de sí mismo.

[158] “Monjes, poseyendo las cinco características, el monje se ve superado por la timidez. Y,
¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje carece de fe, es inmoral, no instruido, perezoso y tonto.
Poseyendo estas cinco características, el monje se ve superado por la timidez.
“Monjes, poseyendo las cinco cualidades, el monje está seguro de sí mismo. Y, ¿cuáles son esas
cinco? He aquí, el monje está dotado de fe, es virtuoso, instruido, enérgico y sabio. Poseyendo estas
cinco cualidades, el monje está seguro de sí mismo”.

AN 5,159 Udayi Sutta – Udayi


El Buda prescribe cinco directrices para quien enseña el Dhamma.

[159] Esto he escuchado:


En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Parque de Ghosita, cerca de Kosambi. En
esta ocasión, el Venerable Udayi, rodeado por una gran asamblea de laicos, estaba sentado,
enseñando el Dhamma. Al ver esto, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió
homenaje, se sentó a un lado y le dijo: “Venerable Señor, el Venerable Udayi, rodeado por una gran
asamblea de laicos, está sentado, enseñando el Dhamma”.
“Esto no es fácil, Ananda, enseñar el Dhamma a otros. Uno que enseña el Dhamma a otros, primero
debe poseer estas cinco cualidades internas. Y, ¿cuáles son esas cinco? [Habiendo determinado:]
‘Ofreceré una plática progresiva’, debe enseñar el Dhamma a otros. [Habiendo determinado:]
‘Ofreceré una plática que proveerá razones’, debe enseñar el Dhamma a otros. [Habiendo
determinado:] ‘Ofreceré una plática llena de simpatía [por mi audiencia]’, debe enseñar el Dhamma
a otros. [Habiendo determinado:] ‘No ofreceré una plática procurando ganancias materiales’, debe
enseñar el Dhamma a otros. [Habiendo determinado:] ‘Ofreceré una plática sin dañarme a mí
mismo ni a los demás’, debe enseñar el Dhamma a otros.
“No es fácil, Ananda, enseñar el Dhamma a otros. Uno que enseña el Dhamma a otros, primero
debe poseer estas cinco cualidades internas”.

AN 5,160 Duppativinodaya Sutta – Difícil de disipar


Cinco cosas de las cuales es difícil desprenderse.

[160] “Monjes, estas cinco cosas, una vez surgidas, son difíciles de disipar. Y, ¿cuáles son esas
cinco? La codicia, una vez surgida, es difícil de disipar. El odio… la falsa ilusión… el
entendimiento… la urgencia de viajar, una vez surgida, es difícil de disipar.
“Estas son, monjes, las cinco cosas que una vez surgidas, son difíciles de disipar”.

AN 5,161 {16A5.4.2.1,161} Pathamaaghatapativinaya Sutta –


Primer discurso sobre el abandono del resentimiento
Etiquetas:
• Odio

Cinco hábiles maneras de lidiar con el resentimiento.


[161] {161} “Monjes, he aquí, estas cinco maneras de abandonar el resentimiento, a través de las
cuales, el monje debería abandonar el resentimiento por completo cuando el mismo surge en él
hacia alguien. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“Monjes, cuando en uno surge el resentimiento hacia una persona, uno debería desarrollar el amor
benevolente hacia ella. De esta manera uno puede abandonar el resentimiento.
“Monjes, cuando en uno surge el resentimiento hacia una persona, uno debería desarrollar la
compasión hacia ella. De esta manera uno puede abandonar el resentimiento.
“Monjes, cuando en uno surge el resentimiento hacia una persona, uno debería desarrollar la
ecuanimidad hacia ella. De esta manera uno puede abandonar el resentimiento.
“Monjes, cuando en uno surge el resentimiento hacia una persona, uno debería conscientemente
dejar de prestarle atención, para no ser provocado. De esta manera uno puede abandonar el
resentimiento.
“Monjes, cuando en uno surge el resentimiento hacia una persona, uno debería dirigir su mente
hacia el hecho, de que este ser es el producto de sus acciones así: ‘este Venerable Señor es el
hacedor de sus propias acciones, es producto de sus propias acciones, emparentado con sus propias
acciones, y sus acciones son sus jueces. Cualquier acción que haga, sea buena o mala, se convertirá
en su herencia’. De esta manera uno puede abandonar el resentimiento.
“Monjes, estas son las cinco maneras de abandonar el resentimiento, a través de las cuales, el monje
debería abandonar el resentimiento por completo cuando el mismo surge en él hacia alguien.”

AN 5,162 {16A5.4.2.2,162} Dutiyaaghatapativinaya Sutta –


Segundo discurso sobre el abandono del resentimiento
Etiquetas:
• Odio

El Venerable Sariputta describe las cinco hábiles maneras de lidiar con el resentimiento ofreciendo
unos vivaces símiles.
[162] {162} Entonces, el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes diciendo: “amigos monjes”.
“Sí, amigo”, respondieron los monjes y el Venerable Sariputta continuó:
“Amigos, he aquí, estas cinco maneras de abandonar el resentimiento, para que, cuando el
resentimiento surja en un monje, el monje lo pueda abandonar por completo. Y, ¿cuáles son esas
cinco?
“Este es el caso, amigos, cuando ciertos individuos son impuros en su conducta corporal, pero son
puros en su conducta verbal. El resentimiento hacia esta clase de personas ha de ser abandonado.
“Este es otro caso, amigos, cuando ciertos individuos son impuros en su conducta verbal, pero son
puros en su conducta corporal. El resentimiento hacia esta clase de personas ha de ser abandonado.
“Este es otro caso, amigos, cuando ciertos individuos son impuros tanto en su conducta corporal
como en su conducta verbal, pero periódicamente experimentan la claridad mental y calma. El
resentimiento hacia esta clase de personas ha de ser abandonado.
“Este es otro caso, amigos, cuando ciertos individuos son impuros tanto en su conducta corporal
como en su conducta verbal, pero no experimentan periódicamente la claridad mental ni calma. El
resentimiento hacia esta clase de personas ha de ser abandonado.
“Este es otro caso, amigos, cuando ciertos individuos son puros tanto en su conducta corporal como
en su conducta verbal, y experimentan periódicamente la claridad mental y calma. El resentimiento
hacia esta clase de personas ha de ser abandonado.
“Ahora, bien, ¿en qué manera debería ser abandonado el resentimiento hacia la persona cuya
conducta corporal es impura, pero cuya conducta verbal es pura? Al igual que cuando un monje
hace uso de las cosas tiradas al suelo y mira el andrajo en el camino: lo sujeta con su pie izquierdo
y lo tiende con el derecho, pudiendo quedarse así con la mejor parte y llevársela consigo. De la
misma manera, cuando algún individuo es impuro en su conducta corporal, pero puro en su
conducta verbal, uno no debería prestar atención a la impureza de su conducta corporal, sino en vez
de eso, poner atención en la pureza de su conducta verbal. De esta manera, el resentimiento hacia él
debería ser abandonado.
“¿Y en qué manera debería ser abandonado el resentimiento hacia la persona cuya conducta verbal
es impura, pero cuya conducta corporal es pura? Al igual que cuando un estanque de agua está
descuidado con limo y plantas acuáticas y un individuo camina a lo largo, acalorado, cubierto de
sudor, exhausto, tembloroso y sediento; entonces, debería entrar en el estanque, apartar el limo y las
plantas acuáticas y luego, juntando ambas manos, tomar el agua y seguir su camino. De la misma
manera, cuando algún individuo es impuro en su conducta verbal, pero puro en su conducta
corporal, uno no debería prestar atención a la impureza de su conducta verbal, sino en vez de eso,
poner atención en la pureza de su conducta corporal. De esta manera, el resentimiento hacia él
debería ser abandonado.
“¿Y en qué manera debería ser abandonado el resentimiento hacia la persona cuya conducta, tanto
verbal como corporal, es impura, pero que periódicamente experimenta la claridad mental y calma?
Al igual que cuando un pequeño charco está dentro de la huella de una vaca y un individuo camina
por ahí, acalorado, cubierto de sudor, exhausto, tembloroso y sediento; entonces, piensa esto: ‘he
aquí, un pequeño charco está dentro de la huella de una vaca. Si trato de tomar el agua usando mis
manos o la taza, podría disturbarla, revolverla y hacerla no apta para beber. ¿Qué tal si me acerco a
cuatro patas, como una vaca, para sorber el agua?’ Entonces, se acerca a cuatro patas, como una
vaca, para sorber el agua y luego sigue su camino. De la misma manera, cuando una persona es
impura, tanto en su conducta verbal como corporal, pero periódicamente experimenta la claridad
mental y calma, uno no debería prestar atención a la impureza de su conducta verbal ni tampoco
prestar atención a su conducta corporal, sino en vez de eso, poner atención en el hecho, según el
cual, esta persona periódicamente experimenta la claridad mental y calma. De esta manera, el
resentimiento hacia él debería ser abandonado.
“¿Y en qué manera debería ser abandonado el resentimiento hacia la persona cuya conducta, tanto
verbal como corporal, es impura, y que además, no experimenta periódicamente la claridad mental
y calma? Al igual que cuando un hombre enfermo –penosa y seriamente enfermo- está viajando a lo
largo del camino, lejos del anterior pueblo y lejos del siguiente, incapaz de conseguir la comida que
necesita, incapaz de conseguir la medicina que necesita, incapaz de conseguir la asistencia necesaria
e incapaz de conseguir a nadie que le ofrezca una habitación humana; entones, una otra persona que
lo ve caminando a lo largo del camino, siente compasión, lástima y simpatía por este hombre,
pensando: ‘ojalá este hombre consiga la comida que necesita, la medicina que necesita, la asistencia
que necesita y a alguien que le ofrezca una habitación humana. ¿Por qué así? Para que no caiga
dentro de la ruina justo aquí’. De la misma manera, cuando una persona tiene una conducta impura,
tanto verbal como corporal, y que además no experimenta periódicamente la claridad mental y
calma, uno debería hacer lo que pudiera por compasión, lástima y simpatía por este hombre,
pensando: ‘ojalá esta persona abandone la incorrecta conducta verbal y desarrolle la conducta
verbal correcta; que abandone la incorrecta conducta corporal y desarrolle la conducta corporal
correcta. ¿Por qué así? Porque al disolverse este cuerpo, después de la muerte, puede caer dentro de
un estado de privación, en el mal destino, en un reino bajo, en el infierno. De esta manera, el
resentimiento hacia él debería ser abandonado.
“¿Y en qué manera debería ser abandonado el resentimiento hacia la persona cuya conducta, tanto
verbal como corporal, es pura y que experimenta periódicamente la claridad mental y calma? Al
igual que cuando un estanque está lleno de agua pura –dulce, fresca y limpia, con suaves pendientes
y sombras en todos lados de árboles de toda clase, y un individuo camina por ahí, acalorado,
cubierto de sudor, exhausto, tembloroso y sediento; entonces, habiéndose hundido dentro del
estanque, habiéndose bañado y bebido, vuelve y se sienta o recuesta justo ahí, a la sombra de los
árboles. De la misma manera, cuando una persona tiene conducta pura, tanto verbal como corporal,
y experimenta periódicamente la claridad mental y calma, uno debería prestar atención a la pureza
de su conducta verbal y prestar atención a la pureza de su conducta corporal, y poner atención en el
hecho, según el cual, esta persona periódicamente experimenta la claridad mental y calma. De esta
manera, el resentimiento hacia él debería ser abandonado. Un individuo enteramente inspirador,
puede hacer que la mente crezca en serenidad.
“Estas son las cinco maneras de abandonar el resentimiento, para que, cuando el resentimiento surja
en un monje, el monje lo pueda abandonar por completo.”

AN 5,163 {16A5.4.2.3,163} Sakaccha Sutta – Discusión


Cualidades de un monje, con quien vale la pena mantener una discusión.
[163] {163} Entonces, el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes: “Amigos monjes”. “Amigo”,
respondieron los monjes y el Venerable Sariputta continuó:
“Amigos, cuando el monje posee cinco cualidades, conviene que sus compañeros monjes
mantengan con él una discusión. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje está realizado en la
conducta virtuosa y responde las preguntas durante la discusión como alguien realizado en la
conducta virtuosa. Está realizado en la concentración y responde las preguntas durante la discusión
como alguien realizado en la concentración. Está realizado en la sabiduría y responde las preguntas
durante la discusión como alguien realizado en la sabiduría. Está realizado en la liberación y
responde las preguntas durante la discusión como alguien realizado en la liberación. Está realizado
en el conocimiento y la visión de la liberación y responde las preguntas durante la discusión como
alguien realizado en el conocimiento y la visión de la liberación. Cuando el monje posee estas cinco
cualidades, conviene que sus compañeros monjes mantengan con él una discusión”.

AN 5,164 {16A5.4.2.4,164} Sajiva Sutta – Estilo de vida


Cualidades de un monje, con quien vale la pena compartir la morada.
[164] {164} Entonces, el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes: “Amigos monjes”. “Amigo”,
respondieron los monjes y el Venerable Sariputta continuó:
“Amigos, cuando el monje posee cinco cualidades, conviene que sus compañeros monjes vivan a su
lado. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje está realizado en la conducta virtuosa y responde
las preguntas durante la discusión como alguien realizado en la conducta virtuosa. Está realizado en
la concentración y responde las preguntas durante la discusión como alguien realizado en la
concentración. Está realizado en la sabiduría y responde las preguntas durante la discusión como
alguien realizado en la sabiduría. Está realizado en la liberación y responde las preguntas durante la
discusión como alguien realizado en la liberación. Está realizado en el conocimiento y la visión de
la liberación y responde las preguntas durante la discusión como alguien realizado en el
conocimiento y la visión de la liberación. Cuando el monje posee estas cinco cualidades, conviene
que sus compañeros monjes vivan a su lado”.

AN 5,167 {16A5.4.2.7,167} Codana Sutta – Reprobando

El Venerable Sariputta enseña a sus compañeros monjes cómo deben reprobarse mutuamente en
casos necesarios y recibe, por eso, el reconocimiento por parte del Buda.

[167] {167} Entonces el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes:


“Amigos, un monje que quiere reprobar a otro, primero debe establecer en sí mismo cinco cosas. Y,
¿cuáles son esas cinco? [Debe considerar:] ‘Voy a hablar en el momento oportuno, no en el
momento inoportuno; voy a hablar con la verdad, no falsamente; voy a hablar gentilmente, no
ásperamente; voy a hablar de manera beneficiosa, no perjudicial; voy a hablar con la mente con
amor benevolente, no mientras albergue odio’. Un monje que quiere reprobar a otro, primero debe
establecer en sí mismo estas cinco cosas.
“He aquí, amigos, veo a algunas personas reprobadas en el momento inoportuno, no molestadas en
el momento oportuno; reprobadas acerca de lo que es falso, no molestadas acerca de lo que es
verdadero; reprobadas ásperamente, no molestadas gentilmente; reprobadas de manera perjudicial,
no molestadas de manera beneficiosa; reprobadas por alguien que alberga el odio, no molestadas
por alguien con la mente del amor benevolente.
“Amigos, cuando un monje es reprobado de una manera contraria al Dhamma, debe inducirse en él
la falta de remordimiento de cinco maneras: ‘Amigo, fuiste reprobado en el momento inoportuno,
no en el oportuno; esto es suficiente para que estés sin remordimiento. Fuiste reprobado acerca de lo
que es falso, no acerca de lo que es verdadero; esto es suficiente para que estés sin remordimiento.
Fuiste reprobado ásperamente, no gentilmente; esto es suficiente para que estés sin remordimiento.
Fuiste reprobado de manera perjudicial, no de manera beneficiosa; esto es suficiente para que estés
sin remordimiento. Fuiste reprobado por alguien que alberga el odio, no por alguien con la mente
del amor benevolente; esto es suficiente para que estés sin remordimiento’. Cuando un monje es
reprobado de una manera contraria al Dhamma, debe inducirse en él la falta de remordimiento de
estas cinco maneras.
“Amigos, cuando un monje está reprobando de una manera contraria al Dhamma, debe inducirse en
él el remordimiento de cinco maneras: ‘Amigo, lo reprobaste en el momento inoportuno, no en el
oportuno; esto es suficiente para que sientas remordimiento. Lo reprobaste acerca de lo que es falso,
no acerca de lo que es verdadero; esto es suficiente para que sientas remordimiento. Lo reprobaste
ásperamente, no gentilmente; esto es suficiente para que sientas remordimiento. Lo reprobaste de
manera perjudicial, no de manera beneficiosa; esto es suficiente para que sientas remordimiento. Lo
reprobaste albergando el odio, no con la mente del amor benevolente; esto es suficiente para que
sientas remordimiento’. Cuando un monje está reprobando de una manera contraria al Dhamma,
debe inducirse en él el remordimiento de estas cinco maneras. Y, ¿por qué así? Para que aquel otro
monje sepa que lo que se le reprueba es falso.
“He aquí, amigos, veo a algunas personas reprobadas en el momento oportuno, no molestadas en el
momento inoportuno; reprobadas acerca de lo que es verdadero, no molestadas acerca de lo que es
falso; reprobadas gentilmente, no molestadas ásperamente; reprobadas de manera beneficiosa, no
molestadas de manera perjudicial; reprobadas por alguien con la mente del amor benevolente, no
molestadas por alguien que alberga el odio.
“Amigos, cuando un monje es reprobado de una manera que es acorde con el Dhamma, debe
inducirse en él el remordimiento de cinco maneras: ‘Amigo, fuiste reprobado en el momento
oportuno, no en el inoportuno; esto es suficiente para que sientas remordimiento. Fuiste reprobado
acerca de lo que es verdadero, no acerca de lo que es falso; esto es suficiente para que sientas
remordimiento. Fuiste reprobado gentilmente, no ásperamente; esto es suficiente para que sientas
remordimiento. Fuiste reprobado de manera beneficiosa, no de manera perjudicial; esto es suficiente
para que sientas remordimiento. Fuiste reprobado por alguien con la mente del amor benevolente,
no por alguien que alberga el odio; esto es suficiente para que sientas remordimiento’. Cuando un
monje es reprobado de una manera que es acorde con el Dhamma, debe inducirse en él el
remordimiento de estas cinco maneras.
“Amigos, cuando un monje está reprobando de una manera que es acorde con el Dhamma, debe
inducirse en él la falta de remordimiento de cinco maneras: ‘Amigo, lo reprobaste en el momento
oportuno, no en el inoportuno; esto es suficiente para que estés sin remordimiento. Lo reprobaste
acerca de lo que es verdadero, no acerca de lo que es falso; esto es suficiente para que estés sin
remordimiento. Lo reprobaste gentilmente, no ásperamente; esto es suficiente para que estés sin
remordimiento. Lo reprobaste de manera beneficiosa, no de manera perjudicial; esto es suficiente
para que estés sin remordimiento. Lo reprobaste con la mente del amor benevolente, no albergando
el odio; esto es suficiente para que estés sin remordimiento’. Cuando un monje está reprobando de
una manera que es acorde con el Dhamma, debe inducirse en él la falta de remordimiento de estas
cinco maneras. Y, ¿por qué así? Para que aquel otro monje sepa que lo que se le reprueba es
verdadero.
“Amigos, la persona que está reprobada debe establecerse a sí misma en dos cosas: en la verdad y
en la no-ira: ‘Si los otros me reprueban —sea en el momento oportuno o inoportuno; sea acerca de
lo que es verdadero o lo que es falso; sea gentilmente o ásperamente; sea de manera beneficiosa o
perjudicial; sea con la mente del amor benevolente o albergando el odio―, debo establecerme en
dos cosas: en la verdad y en la no-ira.
“’Cuando reconozca que semejante característica se encuentra en mí, les diré que la misma existe,
que se encuentra en mí. Cuando reconozca que semejante característica no se encuentra en mí, les
diré que la misma no existe, no se encuentra en mí’”.
[El Bienaventurado dijo:] “Sariputta, aún cuando les hablas de esta manera, algunos tontos aquí no
aceptan respetuosamente lo que estás diciendo”.
“He aquí, Venerable Señor, hay personas desprovistas de fe que han renunciado a la vida hogareña
para vivir el estilo de vida sin hogar, no por la fe, sino intentando encontrar una vida más fácil: ellos
son astutos, hipócritas, engañosos, inquietos, inflados, vanos, charlatanes, los que divagan en sus
charlas, no resguardan las puertas de los sentidos, inmoderados en la comida, no intentan ser
diligentes, son indiferentes a la vida ascética, no respetuosamente perspicaces en el entrenamiento,
lujuriosos y laxos, líderes del retroceso, los que descartan la terea de la reclusión, perezosos,
carentes de energía, gente con la mente nublada, carentes de clara comprensión, desconcentrados,
con la mente que divaga, tontos y estúpidos. Cuando les hablo de esta manera, ellos no aceptan
respetuosamente lo que estoy diciendo.
“Pero, Venerable Señor, hay otros hombres que han renunciado a la vida hogareña para vivir el
estilo de vida sin hogar por la fe, que no son astutos, hipócritas, engañosos, inquietos, inflados,
vanos ni charlatanes; ellos no divagan en sus charlas, resguardan las puertas de los sentidos, son
moderados en la comida, intentan ser diligentes, decididos a la vida ascética, respetuosamente
perspicaces en el entrenamiento, no lujuriosos ni laxos, tampoco retroceden ni descartan la terea de
la reclusión; son enérgicos, resueltos, atentamente conscientes, con clara comprensión,
concentrados, con la mente unificada, sabios e inteligentes. Cuando les hablo de esta manera, ellos
aceptan respetuosamente lo que estoy diciendo”.
“Sariputta, deja sola a aquella gente que es desprovista de fe, que ha renunciado a la vida hogareña
para vivir el estilo de vida sin hogar, no por la fe, sino intentando encontrar una vida más fácil: ellos
son astutos… tontos y estúpidos. Pero, Sariputta, deberías hablar a aquellos miembros de clan que
han renunciado a la vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar por la fe… sabios e
inteligentes. Exhorta a tus compañeros monjes, Sariputta, instruye a tus compañeros monjes,
Sariputta, [pensando:] ‘Voy a ayudar a que mis compañeros monjes emerjan de lo que es contrario
al buen Dhamma y se establezcan en el buen Dhamma’; así, Sariputta, deberías entrenarte a ti
mismo”.

AN 5,170 {16A5.4.2.10,170} Bhaddaji Sutta – Bhaddaji

Lo supremo según las creencias populares y según la enseñanza del Buda.

[170] {170} En una ocasión, el Venerable Ananda estaba morando en el parque de Ghosita, cerca de
Kosambi. Entonces, el Venerable Bhaddaji se acercó al Venerable Ananda e intercambió con él
cordiales saludos. Cuando concluyeron estos amables saludos y palabras de bienvenida, se sentó a
un lado y el Venerable Ananda le dijo:
“Amigo Bhaddaji, ¿cuál es la visión suprema? ¿Cuál es la suprema clase de sonido? ¿Cuál es la
suprema felicidad? ¿Cuál es la suprema percepción? ¿Cuál es el supremo entre los estados de
existencia?”.
“He aquí, amigo, está el Brahma, el vencedor, el invicto, el visionario universal, el portador del
poder. Lograr ver al Brahma es la visión suprema. He aquí están los devas de la corriente
resplandeciente, bañados e inundados en la felicidad. A veces ellos pronuncian una exclamación
gozosa: ‘¡Oh, qué felicidad! ¡Oh, qué felicidad!’. Lograr escuchar aquel sonido es el sonido
supremo. He aquí están los devas de la gloria refulgente. Siendo felices, experimentan una felicidad
muy pacífica; esta es la felicidad suprema. He aquí están los devas de la base de la nada: esta es la
percepción suprema. He aquí los devas de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción: este es el
supremo estado de existencia”.
“Entonces, Venerable Bhaddaji, ¿manifiesta el acuerdo con la multitud acerca de esto?”.
“El Venerable Ananda es instruido, así que acláreme esto por sí mismo”.
“Entonces escuche, amigo Bhaddaji, y preste atención que voy a hablar”.
“Sí, amigo”, respondió el Venerable Bhaddaji y el Venerable Ananda continuó:
“De cualquier manera, amigo, que uno vea y que después ocurra la destrucción de las
contaminaciones, ésta es la visión suprema. De cualquier manera que uno escuche y que después
ocurra la destrucción de las contaminaciones, ésta es la suprema clase de sonido. De cualquier
manera que uno sea feliz y que después ocurra la destrucción de las contaminaciones, ésta es la
felicidad suprema. De cualquier manera que uno perciba y que después ocurra la destrucción de las
contaminaciones, ésta es la suprema percepción. De cualquier manera que uno exista y que después
ocurra la destrucción de las contaminaciones, éste es el supremo estado de existencia”.

AN 5,171 Sarajja Sutta – Timidez


De qué depende la timidez y la seguridad de sí mismo.

[171] En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, en el parque de


Anathapindika, cerca de Savatthi. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así:
“Monjes”. ― “Sí, Venerable Señor”, respondieron esos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, poseyendo cinco características un seguidor laico se ve superado por la timidez. Y, ¿cuáles
son esas cinco? Él destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se involucra en la conducta
sexual inapropiada, dice mentiras y es propenso a tomar licores, vinos y otros embriagantes que son
la base de la negligencia. Poseyendo estas cinco características, monjes, un seguidor laico se ve
superado por la timidez.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades un seguidor laico es seguro de sí mismo. Y, ¿cuáles son esas
cinco? Él se abstiene de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene
de la conducta sexual inapropiada, se abstiene de decir mentiras y se abstiene de tomar licores,
vinos y otros embriagantes que son la base de la negligencia. Poseyendo estas cinco cualidades,
monjes, un seguidor laico es seguro de sí mismo”.

AN 5,172 Visarada Sutta – Auto-confianza

De qué depende la timidez y la seguridad de sí mismo.

[172] “Monjes, poseyendo cinco características un seguidor laico vive en el hogar sin auto-
confianza. Y, ¿cuáles son esas cinco? Él destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se
involucra en la conducta sexual inapropiada, dice mentiras y es propenso a tomar licores, vinos y
otros embriagantes que son la base de la negligencia. Poseyendo estas cinco características, monjes,
un seguidor laico vive en el hogar sin auto-confianza.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades un seguidor laico vive en el hogar con auto-confianza. Y,
¿cuáles son esas cinco? Él se abstiene de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha sido
dado, se abstiene de la conducta sexual inapropiada, se abstiene de decir mentiras y se abstiene de
tomar licores, vinos y otros embriagantes que son la base de la negligencia. Poseyendo estas cinco
cualidades, monjes, un seguidor laico vive en el hogar con auto-confianza”.

AN 5,173 Niraya Sutta – El infierno

Los cinco preceptos hacen la diferencia entre el cielo y el infierno.

[173] “Monjes, poseyendo cinco características un seguidor laico es depositado en el infierno como
si se lo condujese allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Él destruye la vida, toma lo que no le ha sido
dado, se involucra en la conducta sexual inapropiada, dice mentiras y es propenso a tomar licores,
vinos y otros embriagantes que son la base de la negligencia. Poseyendo estas cinco características,
monjes, un seguidor laico es depositado en el infierno como si se lo condujese allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades un seguidor laico es depositado en el cielo como si se lo
condujese allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Él se abstiene de destruir la vida, se abstiene de tomar lo
que no le ha sido dado, se abstiene de la conducta sexual inapropiada, se abstiene de decir mentiras
y se abstiene de tomar licores, vinos y otros embriagantes que son la base de la negligencia.
Poseyendo estas cinco cualidades, monjes, un seguidor laico es depositado en el cielo como si se lo
condujese allí”.

AN 5,174 Vera Sutta – Enemistades

La virtud y la maldad hacen la diferencia entre el cielo y el infierno.


[174] Entonces, el hombre hogareño Anathapindika se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje
y se sentó a un lado. Acto seguido el Bienaventurado le dijo:
“Hombre hogareño, alguien que no abandonó los cinco peligros y enemistades se llama inmoral, y
renace en el infierno. Y, ¿cuáles son esos cinco? La destrucción de la vida, tomar lo que a uno no le
ha sido dado, involucrarse en una conducta sexual inapropiada, decir mentiras y la propensión a
tomar licores, vinos y otros embriagantes que son la base de la negligencia. Alguien que no
abandonó estos cinco peligros y enemistades se llama inmoral, y renace en el infierno.
“Hombre hogareño, alguien que abandonó los cinco peligros y enemistades se llama virtuoso, y
renace en el cielo. Y, ¿cuáles son esos cinco? La destrucción de la vida, tomar lo que a uno no le ha
sido dado, involucrarse en una conducta sexual inapropiada, decir mentiras y la propensión a tomar
licores, vinos y otros embriagantes que son la base de la negligencia. Alguien que abandonó estos
cinco peligros y enemistades se llama virtuoso, y renace en el cielo.
“Hombre hogareño, alguien que destruye la vida, de este modo engendra peligro y enemistad
pertenecientes a esta vida y la vida venidera, además experimenta pena mental y abatimiento.
Alguien que no destruye la vida, de este modo no engendra peligro ni enemistad pertenecientes a
esta vida ni a la vida venidera, tampoco experimenta pena mental ni abatimiento. Para alguien que
no destruye la vida, aquel peligro y aquella enemistad han amainado.
“Hombre hogareño, alguien que toma lo que no le ha sido dado… que se involucra en una conducta
sexual indebida… que dice mentiras… que es propicio a tomar licores, vinos y otros embriagantes
que son la base de la negligencia, de este modo engendra peligro y enemistad pertenecientes a esta
vida y la vida venidera, además experimenta pena mental y abatimiento. Alguien que se abstiene de
tomar licores, vinos y otros embriagantes que son la base de negligencia, de este modo no engendra
peligro ni enemistad pertenecientes a esta vida ni a la vida venidera, tampoco experimenta pena
mental ni abatimiento. Para alguien que se abstiene de tomar licores, vinos y otros embriagantes que
son la base de la negligencia, aquel peligro y aquella enemistad han amainado”.
Hay [una clase de] hombre en el mundo que destruye la vida,
Dice mentiras y toma lo que no le ha sido dado,
Que busca las mujeres de otros
Y se complace en los licores y vinos.
Albergado en las cinco enemistades
Se lo llama un inmoral.
Con la disolución del cuerpo,
Aquel tonto renace en el infierno.
Pero hay [otra clase de] hombre en el mundo que no destruye la vida,
No dice mentiras ni toma lo que no le ha sido dado,
Que no busca las mujeres de otros
Ni se complace en los licores ni vinos.
Habiendo abandonado las cinco enemistades
Se lo llama un virtuoso.
Con la disolución del cuerpo,
Aquel sabio renace en el cielo.

AN 5,177 {16A5.4.3.7,177} Vanijja Sutta – Comercios

Cinco clases de comercio, en las cuales, un budista no debería involucrarse.


[177] {177} “Monjes, un seguidor laico no debería involucrarse en estas cinco clases de comercio.
Y, ¿cuáles son esas cinco? Comercio de armas, comercio de seres vivos, comercio de carne,
comercio de [artículos] embriagantes y comercio de venenos. Un seguidor laico, monjes, no debería
involucrarse en estas cinco clases de comercio”.
AN 5,178 Raja Sutta – Los reyes

Castigos terrenales por no respetar los preceptos.

[178] “Monjes, ¿qué opináis? ¿Habéis visto o escuchado alguna vez que cuando una persona se
abstiene de destruir la vida y abandona [esta práctica], los reyes la arrestan bajo el cargo de la
abstención y la ejecutan luego, la toman presa, la expulsan o la demandan?”.
“Ciertamente no, Venerable Señor”.
“Bien, monjes, pues yo tampoco he visto ni escuchado semejante cosa. Más bien, sucede que
cuando se les informa a los reyes de alguna mala acción, diciendo: ‘Esta persona ha matado a una
mujer o un hombre’, entonces esos reyes la arrestan bajo el cargo de asesinato y la ejecutan luego,
la toman presa, la expulsan o la demandan. ¿Habéis visto o escuchado estos casos?”.
“Lo hemos visto, Venerable Señor, y lo hemos escuchado; también lo volveremos a escuchar”.
“Y, ¿qué opináis? ¿Habéis visto o escuchado alguna vez que cuando una persona se abstiene de
tomar lo que no le ha sido dado y abandona [esta práctica], los reyes la arrestan bajo el cargo de la
abstención y la ejecutan luego, la toman presa, la expulsan o la demandan?”.
“Ciertamente no, Venerable Señor”.
“Bien, monjes, pues yo tampoco he visto ni escuchado semejante cosa. Más bien, sucede que
cuando se les informa a los reyes de alguna mala acción, diciendo: ‘Esta persona ha robado algo en
el pueblo o en el bosque’, entonces esos reyes la arrestan bajo el cargo de robo y la ejecutan luego,
la toman presa, la expulsan o la demandan. ¿Habéis visto o escuchado estos casos?”.
“Lo hemos visto, Venerable Señor, y lo hemos escuchado; también lo volveremos a escuchar”.
“Y, ¿qué opináis? ¿Habéis visto o escuchado alguna vez que cuando una persona se abstiene de
relaciones sexuales indebidas y abandona [esta práctica], los reyes la arrestan bajo el cargo de la
abstención y la ejecutan luego, la toman presa, la expulsan o la demandan?”.
“Ciertamente no, Venerable Señor”.
“Bien, monjes, pues yo tampoco he visto ni escuchado semejante cosa. Más bien, sucede que
cuando se les informa a los reyes de alguna mala acción, diciendo: ‘Esta persona ha cometido un
acto sexual indebido’, entonces esos reyes la arrestan bajo el cargo de la conducta sexual indebida y
la ejecutan luego, la toman presa, la expulsan o la demandan. ¿Habéis visto o escuchado estos
casos?”.
“Lo hemos visto, Venerable Señor, y lo hemos escuchado; también lo volveremos a escuchar”.
“Y, ¿qué opináis? ¿Habéis visto o escuchado alguna vez que cuando una persona se abstiene de
mentir y abandona [esta práctica], los reyes la arrestan bajo el cargo de la abstención y la ejecutan
luego, la toman presa, la expulsan o la demandan?”.
“Ciertamente no, Venerable Señor”.
“Bien, monjes, pues yo tampoco he visto ni escuchado semejante cosa. Más bien, sucede que
cuando se les informa a los reyes de alguna mala acción, diciendo: ‘Esta persona ha arruinado a un
hombre hogareño o al hijo de un hombre hogareño con la mentira’, entonces esos reyes la arrestan
bajo el cargo de la mentira y la ejecutan luego, la toman presa, la expulsan o la demandan. ¿Habéis
visto o escuchado estos casos?”.
“Lo hemos visto, Venerable Señor, y lo hemos escuchado; también lo volveremos a escuchar”.
“Y, ¿qué opináis? ¿Habéis visto o escuchado alguna vez que cuando una persona se abstiene de
tomar licores, vinos y otras bebidas embriagantes que causan la negligencia y abandona [esta
práctica], los reyes la arrestan bajo el cargo de la abstención y la ejecutan luego, la toman presa, la
expulsan o la demandan?”.
“Ciertamente no, Venerable Señor”.
“Bien, monjes, pues yo tampoco he visto ni escuchado semejante cosa. Más bien, sucede que
cuando se les informa a los reyes de alguna mala acción, diciendo: ‘Esta persona, bajo la influencia
de los licores, vinos y otras bebidas embriagantes mató a un hombre o una mujer, robó algo en el
pueblo o en el bosque, ha cometido un acto indecente con la mujer o muchacha de otro o arruinado
a un hombre hogareño o al hijo de un hombre hogareño con la mentira’, entonces esos reyes la
arrestan bajo el cargo de usar licores, vinos u otras bebidas embriagantes que son la base de la
negligencia y la ejecutan luego, la toman presa, la expulsan o la demandan. ¿Habéis visto o
escuchado estos casos?”.
“Lo hemos visto, Venerable Señor, y lo hemos escuchado; también lo volveremos a escuchar”.

AN 5,179 Gihi Sutta – El laico

Cinco reglas de entrenamiento para un seguidor laico que pretende alcanzar el primer grado de
Iluminación.
[179] Entonces, el hombre hogareño Anathapindika, acompañado por quinientos seguidores laicos,
se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Y el Bienaventurado se dirigió
al Venerable Sariputta así: “Debes saber, Sariputta, que todo hombre hogareño vestido de blanco,
cuyas acciones están restringidas por las cinco reglas de entrenamiento y que gana a voluntad, sin
problema ni dificultad las cuatro visibles moradas placenteras, que pertenecen a la mente superior,
puede, si así desea, declarar de sí mismo: ‘He terminado con el infierno, con el reino animal y con
la esfera de los espíritus hambrientos; he terminado con el plano de la miseria, el mal destino, el
mundo bajo; soy alguien que entra-en-la-corriente, no sujeto más a [renacer en] el mundo bajo, con
un destino fijo, en dirección a la iluminación’.
“Y, ¿cuáles son, Sariputta, las cinco reglas de entrenamiento, a través de las cuales las acciones
están restringidas? He aquí, Sariputta, un noble discípulo se abstiene de la destrucción de la vida, de
tomar lo que no le ha sido dado, de la indebida conducta sexual, de la mentira y de tomar licor, vino
y [otros] embriagantes que son la base de la indolencia. Sus acciones están restringidas mediante
estas cinco reglas de entrenamiento.
“Y, ¿cuáles son las cuatro visibles moradas placenteras que pertenecen a la mente superior, las
cuales gana a voluntad, sin problema ni dificultad?
“He aquí, el noble discípulo posee una inamovible fe en el Buda, de esta manera: ‘El
Bienaventurado es un Arahant, perfectamente iluminado, realizado en el conocimiento verdadero y
la conducta, el Sublime, conocedor del mundo, insuperable entrenador de los que han de ser
amansados, maestro de los devas y de los seres humanos, el Iluminado, el Bienaventurado’. Esta es
la primera visible morada placentera que pertenece a la mente superior, la cual es para la
purificación de la mente impura, para la limpieza de la mente inmunda.
“Además, el noble discípulo posee una inamovible fe en el Dhamma de esta manera: ‘El Dhamma
está bien expuesto por el Bienaventurado, directamente visible, inmediato, que invita a uno a venir
y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio’. Esta es la segunda visible morada
placentera que pertenece a la mente superior, la cual es para la purificación de la mente impura, para
la limpieza de la mente inmunda.
“Además, el noble discípulo posee una inamovible fe en el Sangha de esta manera: ‘El Sangha de
los discípulos del Bienaventurado practica de buena manera, practica de manera recta, practica de
manera verdadera, practica de manera apropiada; el Sangha del Bienaventurado —es decir, los
cuatro pares de personas, ocho tipos de individuos―, este Sangha de los discípulos del
Bienaventurado es digno de las ofrendas, digno de hospitalidad, digno de dádivas, digno de
reverenciales saludos e insuperable campo de mérito para el mundo’. Esta es la tercera visible
morada placentera que pertenece a la mente superior, la cual es para la purificación de la mente
impura, para la limpieza de la mente inmunda.
“Además, el noble discípulo posee una conducta virtuosa apreciada por los nobles, que es
inquebrantable, perfecta, intachable, inmaculada, liberadora, alabada por el sabio, desapegada y
conducente a concentración. Esta es la tercera visible morada placentera que pertenece a la mente
superior, la cual es para la purificación de la mente impura, para la limpieza de la mente inmunda.
“Estas son las cuatro visibles moradas placenteras que pertenecen a la mente superior, las cuales
gana a voluntad, sin problema ni dificultad.
“Debes saber, Sariputta, que todo hombre hogareño vestido de blanco, cuyas acciones están
restringidas por estas cinco reglas de entrenamiento y que gana a voluntad, sin problema ni
dificultad estas cuatro visibles moradas placenteras, que pertenecen a la mente superior, puede, si
así desea, declarar de sí mismo: ‘He terminado con el infierno, con el reino animal y con la esfera
de los espíritus hambrientos; he terminado con el plano de la miseria, el mal destino, el mundo bajo;
soy alguien que entra-en-la-corriente, no sujeto más a [renacer en] el mundo bajo, con un destino
fijo, en dirección a la iluminación’”.
Habiendo visto el peligro en los infiernos,
Uno debe evitar las malas acciones;
Habiéndose sometido al noble Dhamma,
El sabio debe evitarlas.
Para maximizar la habilidad de uno,
Uno no debería perjudicar a los seres vivos,
No debería decir mentiras a sabiendas
Ni tomar lo que no le ha sido dado.
Uno debería estar contento con sus propias mujeres
Y refrenarse de las mujeres ajenas.
Una persona no debería tomar vino ni licor,
Que son la causa de la confusión mental.
Uno debería recordarse del Buda
Y ponderar el Dhamma.
Uno debería desarrollar la benevolencia de la mente,
La cual conduce al mundo de los devas.
Cuando están disponibles las cosas a ser ofrendadas,
Para alguien que es necesitado y busca méritos,
La ofrenda llega a ser vasta
Si primero es ofrecida a los santos.
Voy a describir a los santos,
Sariputta, escúchame.
Entre todo tipo de ganado,
Sea negro, blanco, rojo o dorado,
Moteado, uniforme o del color de una paloma,
Nace el toro domesticado,
Uno que puede soportar la carga,
Poseedor de fuerza, dotado de buena velocidad.
Le ponen el yugo de la carga sólo a él,
Sin considerar su color.
Así, también, entre los seres humanos
Hay distintas clases de nacimientos:
Entre los khattiyas, brahmanes, vessas,
Suddas, candalas o carroñeros;
Entre toda clase de gente
Nace una persona amansada y de buenos modales:
Firme en el Dhamma, virtuosa en la conducta,
Veraz en el habla, dotada de vergüenza moral;
Alguien que ha abandonado el nacimiento y la muerte,
Consumado en la vida espiritual,
Con la carga suelta y caída,
Que ha hecho su tarea, libre de contaminaciones;
Que ha ido más allá de todas las cosas
Y, mediante el no-apego, alcanzó el Nibbana:
La ofrenda es realmente vasta
Cuando se le planta en semejante tierra fértil.
Los tontos carecen del entendimiento,
Obtusos e iletrados
No atienden a los santos
Sino que desperdician sus ofrendas afuera.
Sin embargo, aquellos que atienden a los santos,
Inteligentemente estiman a los sabios,
Y aquellos cuya fe en el Sublime
Es profundamente enraizada y bien establecida,
Se dirigen al mundo de los deva
O nacen aquí dentro de buenas familias.
Dando los sucesivos pasos,
Aquellos sabios alcanzan el Nibbana.

AN 5,180 {16A5.4.3.10,180} Gavesi Sutta – Gavesi

El Buda relata la historia del liderazgo verdadero ejercido por uno de los seguidores laicos de quien
fuera su predecesor inmediato, el Buda Kassapa.

[180] {180} En una ocasión, el Bienaventurado estaba recorriendo entre los kosalanos junto con un
gran grupo del Sangha de los monjes. Entonces, mientras recorría a lo largo del camino principal, el
Bienaventurado vio en cierto lugar una gran arboleda con los árboles sala. Así que salió del caminó
principal y entró en la arboleda con los árboles sala, y cuando llegó a un cierto lugar, sonrió.
Entonces se le ocurrió al Venerable Ananda esto: “¿Por qué el Bienaventurado sonríe? Los
Tathagatas no sonríen sin una razón”. Acto seguido el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, ¿por qué el Bienaventurado sonrió? Los Tathagatas no sonríen sin una razón”.
“En el pasado, Ananda, en este lugar había un afluente, una ciudad próspera y populosa, un lugar
rebosante de gente. El Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado Kassapa vivió
dependiendo de esta ciudad. El Bienaventurado Kassapa tenía a un hombre laico de nombre Gavesi,
quien no tenía una conducta plenamente virtuosa. Y Gavesi enseñaba y guiaba a quinientos
seguidores laicos, quienes tampoco tenían una conducta plenamente virtuosa.
“Entonces, Ananda, esto es lo que se le ocurrió a Gavesi: ‘Soy el benefactor, el líder y la guía de
estos quinientos seguidores laicos, pero ni yo ni estos quinientos seguidores laicos tenemos una
conducta plenamente virtuosa. Así estamos en el mismo nivel y no soy ni un poco mejor. He de
superarlos’.
“Acto seguido, Gavesi se acercó a los quinientos seguidores laicos y les dijo: ‘De hoy en adelante
debéis considerarme como alguien que tiene una conducta plenamente virtuosa’. Entonces, esto es
lo que se les ocurrió a estos quinientos seguidores laicos: ‘El maestro Gavesi es nuestro benefactor,
líder y guía. Ahora, el maestro Gavesi será alguien que tiene una conducta plenamente virtuosa.
¿Por qué también nosotros no podemos hacer lo mismo?”.
“Acto seguido, los quinientos seguidores laicos se acercaron a Gavesi y le dijeron: ‘De hoy en
adelante debes considerarnos como los que tienen una conducta plenamente virtuosa’.
“Entonces, Ananda, esto es lo que se le ocurrió a Gavesi: ‘Soy el benefactor, el líder y la guía de
estos quinientos seguidores laicos, y tanto yo como estos quinientos seguidores laicos tenemos una
conducta plenamente virtuosa. Pero así, estamos en el mismo nivel y no soy ni un poco mejor. He
de superarlos’.
“Acto seguido, Gavesi se acercó a los quinientos seguidores laicos y les dijo: ‘De hoy en adelante
debéis considerarme como célibe, como alguien que vive aparte y no interactúa sexualmente, como
lo practican las personas comunes. Entonces, esto es lo que se les ocurrió a estos quinientos
seguidores laicos: ‘El maestro Gavesi es nuestro benefactor, líder y guía. Ahora, el maestro Gavesi
será célibe, alguien que vive aparte y no interactúa sexualmente, como lo practican las personas
comunes. ¿Por qué también nosotros no podemos hacer lo mismo?”.
“Acto seguido, los quinientos seguidores laicos se acercaron a Gavesi y le dijeron: ‘De hoy en
adelante debes considerarnos como célibes, como los que viven aparte y no interactúan
sexualmente, como lo practican las personas comunes’.
“Entonces, Ananda, esto es lo que se le ocurrió a Gavesi: ‘Soy el benefactor, el líder y la guía de
estos quinientos seguidores laicos, y tanto yo como estos quinientos seguidores laicos tenemos una
conducta plenamente virtuosa. Tanto yo como estos quinientos seguidores laicos somos célibes,
vivimos aparte y no interactuamos sexualmente, como lo practican las personas comunes. Pero así,
estamos en el mismo nivel y no soy ni un poco mejor. He de superarlos’.
“Acto seguido, Gavesi se acercó a los quinientos seguidores laicos y les dijo: ‘De hoy en adelante
debéis considerarme como alguien que consume una sola comida al día, se abstiene de la comida
nocturna, se abstiene de comer fuera del horario apropiado’. Entonces, esto es lo que se les ocurrió a
estos quinientos seguidores laicos: ‘El maestro Gavesi es nuestro benefactor, líder y guía. Ahora, el
maestro Gavesi será alguien que consume una sola comida al día, se abstiene de la comida nocturna,
se abstiene de comer fuera del horario apropiado. ¿Por qué también nosotros no podemos hacer lo
mismo?”.
“Acto seguido, los quinientos seguidores laicos se acercaron a Gavesi y le dijeron: ‘De hoy en
adelante debes considerarnos como los que consumen una sola comida al día, se abstienen de la
comida nocturna, se abstienen de comer fuera del horario apropiado’.
“Entonces, Ananda, esto es lo que se le ocurrió a Gavesi: ‘Soy el benefactor, el líder y la guía de
estos quinientos seguidores laicos, y tanto yo como estos quinientos seguidores laicos tenemos una
conducta plenamente virtuosa. Tanto yo como estos quinientos seguidores laicos somos célibes,
vivimos aparte y no interactuamos sexualmente, como lo practican las personas comunes. Tanto yo
como estos quinientos seguidores laicos consumimos una sola comida al día, nos abstenemos de la
comida nocturna, nos abstenemos de comer fuera del horario apropiado. Pero así, estamos en el
mismo nivel y no soy ni un poco mejor. He de superarlos’.
“Acto seguido, Gavesi se acercó al Bienaventurado Kassapa, el Arahant, el Perfectamente
Iluminado, y le dijo: ‘Venerable Señor, ¿puedo obtener el renunciamiento y la plena ordenación
bajo el Bienaventurado?’. Y Gavesi obtuvo el renunciamiento y la plena ordenación bajo el
Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente Iluminado Kassapa. No mucho después de su plena
ordenación, morando en soledad, retirado, diligente, ardiente y resuelto, el monje Gavesi llevó a
cabo por sí mismo, con el conocimiento directo, en esta presente vida, aquella insuperable
consumación de la vida espiritual, en aras de la cual, el hombre de familia correctamente renuncia a
esta vida hogareña y asume el estilo de vida sin hogar; y habiendo entrado en ella, permanece allí. Y
comprende esto: ‘El nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que tendría que
hacerse ha sido realizado, y he aquí no hay más futuros estados de existencia’. Y el monje Gavesi
llegó a ser uno de los arahants.
“Entonces, Ananda, esto es lo que se les ocurrió a estos quinientos seguidores laicos: ‘El maestro
Gavesi es nuestro benefactor, líder y guía. Ahora, el maestro Gavesi, habiendo afeitado su cabeza y
barba, habiéndose puesto el hábito amarillo, renunció a la vida hogareña para asumir el estilo de
vida sin hogar. ¿Por qué también nosotros no podemos hacer lo mismo?”.
“Acto seguido, los quinientos seguidores laicos se acercaron al Bienaventurado Kassapa, el
Arahant, el Perfectamente Iluminado, y le dijeron: ‘Venerable Señor, ¿podemos obtener el
renunciamiento y la plena ordenación bajo el Bienaventurado?’. Y aquellos quinientos seguidores
laicos obtuvieron el renunciamiento y la plena ordenación bajo el Bienaventurado, el Arahant, el
Perfectamente Iluminado Kassapa.
“Entonces, Ananda, esto es lo que se le ocurrió a Gavesi: ‘Obtuve a voluntad y sin dificultad ni
problema, aquella insuperable dicha de la liberación. Oh, que estos quinientos monjes también
puedan obtener a voluntad y sin dificultad ni problema, aquella insuperable dicha de la liberación’.
Entonces, Ananda, morando en soledad, retirados, diligentes, ardientes y resueltos, en no mucho
tiempo, aquellos quinientos monjes llevaron a cabo por sí mismos, con el conocimiento directo, en
esta presente vida, aquella insuperable consumación de la vida espiritual, en aras de la cual, el
hombre de familia correctamente renuncia a esta vida hogareña y asume el estilo de vida sin hogar;
y habiendo entrado en ella, permanecieron allí. Y comprendieron esto: ‘El nacimiento está
destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que tendría que hacerse ha sido realizado, y he aquí no hay
más futuros estados de existencia’.
“De esta manera, Ananda, aquellos quinientos monjes encabezados por Gavesi, esforzándose de las
sucesivas, cada vez más altas y sublimes maneras, descubrieron esta insuperable dicha de la
liberación. Por eso, Ananda, debéis entrenaros a vosotros mismos así: ‘Esforcémonos de las
sucesivas, cada vez más altas y sublimes maneras, y descubramos la insuperable dicha de la
liberación’. Así, Ananda, debéis entrenaros a vosotros mismos”.

AN 5,193 {16A5.4.5.3,193} Sagarava Sutta – Sagarava


Las obstrucciones o impedimentos mentales no solo estorban la meditación, sino que incluso
impiden que uno conozca su propio bien o el bien de los demás. Aquí, el Buda los compara con las
impurezas de un cuenco con agua.
[193] {193} Entonces, el brahmán Sangarava se acercó al Bienaventurado e intercambió con él
cordiales saludos. Una vez que estas amables palabras de bienvenida y charlas cordiales habían
concluido, se sentó a un lado y dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, ¿por qué ocurre esto que, algunas veces, no recurren a la mente hasta aquellos
himnos que han sido recitados por largo tiempo, por no hablar de aquellos que no han sido
recitados? ¿Por qué algunas veces, recurren a la mente hasta aquellos himnos que no han sido
recitados por largo tiempo, por no hablar de aquellos que han sido recitados así?”.
[Por qué los himnos no son recordados]
“Brahmán, cuando uno mora con la mente obsesionada y oprimida por la codicia sensual, y uno no
entiende cómo realmente es el escape de la codicia sensual surgida, en esta ocasión uno no conoce
ni ve cómo realmente es su propio bien, el bien de otros, ni el bien de ninguno. Es entonces cuando
hasta aquellos himnos que han sido recitados por largo tiempo no recurren a la mente, por no hablar
de aquellos que no han sido recitados. Imagine a un tazón con agua mezclada con laca, cúrcuma,
colorante azul o teñido carmesí. Si un hombre de buena vista examinase su reflexión facial ahí, no
conocería ni vería cómo realmente es. Así también, cuando uno mora con la mente obsesionada y
oprimida por la codicia sensual… hasta aquellos himnos que han sido recitados por largo tiempo no
recurren a la mente, por no hablar de aquellos que no han sido recitados.
“Además, brahmán, cuando uno mora con la mente obsesionada y oprimida por la animadversión, y
uno no entiende cómo realmente es el escape de la animadversión surgida, en esta ocasión uno no
conoce ni ve cómo realmente es su propio bien, el bien de otros, ni el bien de ninguno. Es entonces
cuando hasta aquellos himnos que han sido recitados por largo tiempo no recurren a la mente, por
no hablar de aquellos que no han sido recitados. Imagine a un tazón con agua puesto sobre el fuego,
hirviendo. Si un hombre de buena vista examinase su reflexión facial ahí, no conocería ni vería
cómo realmente es. Así también, cuando uno mora con la mente obsesionada y oprimida por la
animadversión… hasta aquellos himnos que han sido recitados por largo tiempo no recurren a la
mente, por no hablar de aquellos que no han sido recitados.
“Además, brahmán, cuando uno mora con la mente obsesionada y oprimida por la pereza y
somnolencia, y uno no entiende cómo realmente es el escape de la pereza y somnolencia surgidas,
en esta ocasión uno no conoce ni ve cómo realmente es su propio bien, el bien de otros, ni el bien de
ninguno. Es entonces cuando hasta aquellos himnos que han sido recitados por largo tiempo no
recurren a la mente, por no hablar de aquellos que no han sido recitados. Imagine a un tazón con
agua cubierta por algas y plantas marinas. Si un hombre de buena vista examinase su reflexión
facial ahí, no conocería ni vería cómo realmente es. Así también, cuando uno mora con la mente
obsesionada y oprimida por la pereza y somnolencia… hasta aquellos himnos que han sido
recitados por largo tiempo no recurren a la mente, por no hablar de aquellos que no han sido
recitados.
“Además, brahmán, cuando uno mora con la mente obsesionada y oprimida por la preocupación y
remordimiento, y uno no entiende cómo realmente es el escape de la preocupación y remordimiento
surgidos, en esta ocasión uno no conoce ni ve cómo realmente es su propio bien, el bien de otros, ni
el bien de ninguno. Es entonces cuando hasta aquellos himnos que han sido recitados por largo
tiempo no recurren a la mente, por no hablar de aquellos que no han sido recitados. Imagine a un
tazón con agua agitada por el viento, ondulada, turbulenta, batida por olas del viento. Si un hombre
de buena vista examinase su reflexión facial ahí, no conocería ni vería cómo realmente es. Así
también, cuando uno mora con la mente obsesionada y oprimida por la preocupación y
resentimiento… hasta aquellos himnos que han sido recitados por largo tiempo no recurren a la
mente, por no hablar de aquellos que no han sido recitados.
“Además, brahmán, cuando uno mora con la mente obsesionada y oprimida por la duda, y uno no
entiende cómo realmente es el escape de la duda surgida, en esta ocasión uno no conoce ni ve cómo
realmente es su propio bien, el bien de otros, ni el bien de ninguno. Es entonces cuando hasta
aquellos himnos que han sido recitados por largo tiempo no recurren a la mente, por no hablar de
aquellos que no han sido recitados. Imagine a un tazón con agua nublada, turbia y fangosa, colocada
en la oscuridad. Si un hombre de buena vista examinase su reflexión facial ahí, no conocería ni
vería cómo realmente es. Así también, cuando uno mora con la mente obsesionada y oprimida por la
duda… hasta aquellos himnos que han sido recitados por largo tiempo no recurren a la mente, por
no hablar de aquellos que no han sido recitados.
[Por qué los himnos son recordados]
“Brahmán, cuando uno mora con la mente no obsesionada ni oprimida por la codicia sensual, y uno
entiende cómo realmente es el escape de la codicia sensual surgida, en esta ocasión uno conoce y ve
cómo realmente es su propio bien, el bien de otros, y el bien de todos. Es entonces cuando recurren
a la mente hasta aquellos himnos que no han sido recitados por largo tiempo, por no hablar de
aquellos que han sido recitados así. Imagine a un tazón con agua no mezclada con laca, cúrcuma,
colorante azul o teñido carmesí. Si un hombre de buena vista examinase su reflexión facial ahí,
conocería y vería cómo realmente es. Así también, cuando uno mora con la mente no obsesionada ni
oprimida por la codicia sensual… hasta aquellos himnos que no han sido recitados por largo tiempo
recurren a la mente, por no hablar de aquellos que no han sido recitados.
“Además, brahmán, cuando uno mora con la mente no obsesionada ni oprimida por la
animadversión, y uno entiende cómo realmente es el escape de la animadversión surgida, en esta
ocasión uno conoce y ve cómo realmente es su propio bien, el bien de otros, y el bien de todos. Es
entonces cuando recurren a la mente hasta aquellos himnos que no han sido recitados por largo
tiempo, por no hablar de aquellos que han sido recitados así. Imagine a un tazón con agua no puesto
sobre el fuego ni hirviendo. Si un hombre de buena vista examinase su reflexión facial ahí,
conocería y vería cómo realmente es. Así también, cuando uno mora con la mente no obsesionada ni
oprimida por la animadversión… hasta aquellos himnos que no han sido recitados por largo tiempo
recurren a la mente, por no hablar de aquellos que no han sido recitados.
“Además, brahmán, cuando uno mora con la mente no obsesionada ni oprimida por la pereza y
somnolencia, y uno entiende cómo realmente es el escape de la pereza y somnolencia surgidas, en
esta ocasión uno conoce y ve cómo realmente es su propio bien, el bien de otros, y el bien de todos.
Es entonces cuando recurren a la mente hasta aquellos himnos que no han sido recitados por largo
tiempo, por no hablar de aquellos que han sido recitados así. Imagine a un tazón con agua que no
esté cubierta por algas ni plantas marinas. Si un hombre de buena vista examinase su reflexión
facial ahí, conocería y vería cómo realmente es. Así también, cuando uno mora con la mente no
obsesionada ni oprimida por la pereza y somnolencia… hasta aquellos himnos que no han sido
recitados por largo tiempo recurren a la mente, por no hablar de aquellos que no han sido recitados.
“Además, brahmán, cuando uno mora con la mente no obsesionada ni oprimida por la preocupación
y remordimiento, y uno entiende cómo realmente es el escape de la preocupación y remordimiento
surgidos, en esta ocasión uno conoce y ve cómo realmente es su propio bien, el bien de otros, y el
bien de todos. Es entonces cuando recurren a la mente hasta aquellos himnos que no han sido
recitados por largo tiempo, por no hablar de aquellos que han sido recitados así. Imagine a un tazón
con agua no agitada por el viento, ondulada, turbulenta ni batida por olas del viento. Si un hombre
de buena vista examinase su reflexión facial ahí, conocería y vería cómo realmente es. Así también,
cuando uno mora con la mente no obsesionada ni oprimida por la preocupación y remordimiento…
hasta aquellos himnos que no han sido recitados por largo tiempo recurren a la mente, por no hablar
de aquellos que no han sido recitados.
“Además, brahmán, cuando uno mora con la mente no obsesionada ni oprimida por la duda, y uno
entiende cómo realmente es el escape de la duda surgida, en esta ocasión uno conoce y ve cómo
realmente es su propio bien, el bien de otros, y el bien de todos. Es entonces cuando recurren a la
mente hasta aquellos himnos que no han sido recitados por largo tiempo, por no hablar de aquellos
que han sido recitados así. Imagine a un tazón con agua clara, serena y limpia, colocada a plena
luz. Si un hombre de buena vista examinase su reflexión facial ahí, conocería y vería cómo
realmente es. Así también, cuando uno mora con la mente no obsesionada ni oprimida por la duda…
hasta aquellos himnos que no han sido recitados por largo tiempo recurren a la mente, por no hablar
de aquellos que no han sido recitados.
“Esta es la razón, brahmán, por la cual ocurre esto que, algunas veces, no recurren a la mente hasta
aquellos himnos que han sido recitados por largo tiempo, por no hablar de aquellos que no han sido
recitados. Y esta es la razón, por la cual ocurre que, algunas veces, recurren a la mente hasta
aquellos himnos que no han sido recitados por largo tiempo, por no hablar de aquellos que han sido
recitados así”.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
AN 5,196 {16A5.4.5.6,196} Mahasupina Sutta – Grandes
sueños

Este discurso habla de los cinco grandes sueños que tuvo el Buda cuando todavía era un bodhisatta,
no plenamente iluminado, que presagiaron su iluminación.

[196] {196} “Monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente
iluminado, cinco grandes gran sueños aparecieron al Tathagata, el Arahant, el Perfectamente
Iluminado. Y, ¿cuáles son esos cinco?
“Monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado, el
Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado [soñó] que esta poderosa tierra era su cama; el
Himalaya, el rey de las montañas, era su almohada; su mano izquierda descansaba en el mar del este
y su mano derecha, en el mar del oeste; mientras que sus dos pies, en el mar sudeste. Este fue el
primer gran sueño que apareció al Tathagata, el Arahant, el Plenamente Iluminado antes de su
iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado.
“Además, monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente
iluminado, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado [soñó] que una especie de hierba
llamada tiriya se levantó desde su ombligo y estaba tocando el cielo. Este fue el segundo gran sueño
que apareció al Tathagata, el Arahant, el Plenamente Iluminado antes de su iluminación, cuando
todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado.
“Además, monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente
iluminado, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado [soñó] que unas blancas lombrices
con cabezas negras se arrastraban desde sus pies hacia sus rodillas, cubriéndolas. Este fue el tercer
gran sueño que apareció al Tathagata, el Arahant, el Plenamente Iluminado antes de su iluminación,
cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado.
“Además, monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente
iluminado, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado [soñó] que cuatro aves de
diferentes colores llegaron de los cuatro puntos cardinales y, al caerse a sus pies, todas se volvieron
blancas. Este fue el cuarto gran sueño que apareció al Tathagata, el Arahant, el Plenamente
Iluminado antes de su iluminación cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado.
“Además, monjes, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente
iluminado, el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado [soñó] que subió a una enorme
montaña de estiércol sin ser manchado por ella. Este fue el quinto gran sueño que apareció al
Tathagata, el Arahant, el Plenamente Iluminado antes de su iluminación cuando todavía era un
bodhisatta, no plenamente iluminado.
“Ahora bien, monjes, cuando el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado —antes de su
iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado— [soñó] que esta
poderosa tierra era su cama; el Himalaya, el rey de las montañas, era su almohada; su mano
izquierda descansaba en el mar del este y su mano derecha, en el mar del oeste; mientras que sus
dos pies, en el mar sudeste, [esto fue un presagio] de que él despertaría a esta insuperable y perfecta
iluminación. Este primer gran sueño le apareció a él [como signo] de que su iluminación [sería
inminente].
“Monjes, cuando el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado —antes de su iluminación,
cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado— [soñó] que una especie de hierba
llamada tiriya se levantó desde su ombligo y estaba tocando el cielo, [esto fue un presagio] de que
él despertaría a este Óctuple Noble Sendero y lo proclamaría bien entre los devas y los seres
humanos. Este segundo gran sueño le apareció a él [como signo] de que su iluminación [sería
inminente].
“Monjes, cuando el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado —antes de su iluminación,
cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado— [soñó] que unas blancas lombrices
con cabezas negras se arrastraban desde sus pies hacia sus rodillas, cubriéndolas, [esto fue un
presagio] de que muchos hombre hogareños vestidos de blanco irían de por vida por refugio al
Tathagata. Este tercer gran sueño le apareció a él [como signo] de que su iluminación [sería
inminente].
“Monjes, cuando el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado —antes de su iluminación,
cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado— [soñó] que cuatro aves de diferentes
colores llegaron de los cuatro puntos cardinales y, al caerse a sus pies, todas se volvieron blancas,
[esto fue un presagio] de que lo miembros de las cuatro clases —los khattiyas, los brahmanes, los
vessas y los suddas— saldrían de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar en el
Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata, y realizarían la insuperable liberación. Este
cuarto gran sueño le apareció a él [como signo] de que su iluminación [sería inminente].
“Monjes, cuando el Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado —antes de su iluminación,
cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente iluminado— [soñó] que subió a una enorme
montaña de estiércol sin ser manchado por ella, [esto fue un presagio] de que recibiría los hábitos,
la comida de las limosnas, los alojamientos, las medicinas y otras provisiones para la enfermedad, y
lo usaría sin estar atado a ello, obsesionado por ello ni ciegamente absorto por ello, sino más bien,
viendo en ello el peligro y conociendo el escape. Este quinto gran sueño le apareció a él [como
signo] de que su iluminación [sería inminente].
“Monjes, estos fueron los cinco grandes sueño que aparecieron al Tathagata, el Arahant, el
Perfectamente Iluminado, antes de su iluminación, cuando todavía era un bodhisatta, no plenamente
iluminado”.
AN 5,198 Vaca Sutta – El habla
Cómo hablar de buena manera.

[198] “Monjes, poseyendo los cinco factores, el habla es bien pronunciada y no pronunciada de
mala manera; es ponderada y está más allá del reproche del sabio. Y, ¿cuáles son esos cinco? Es
pronunciada en el tiempo apropiado, lo que se dice es verdadero, es hablada con gentileza, lo que se
dice es beneficioso, es pronunciada con la mente del amor benevolente. Poseyendo estos cinco
factores, monjes, el habla es bien pronunciada y no pronunciada de mala manera; es ponderada y
está más allá del reproche del sabio”.

AN 5,199 Kula Sutta – Familias

Los cinco beneficios para las familias que reciben la visita de los monjes y monjas.

[199] “Monjes, cada vez que las personas renunciantes [a la vida hogareña] llegan a un hogar, la
gente ahí genera mucho mérito sobre cinco bases. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“Cuando la gente ve a las personas renunciantes [a la vida hogareña] llegando a su hogar y despierta
la confianza [hacia ellas], en esa ocasión, aquella familia está practicando el camino conducente al
cielo.
“Además, cuando la gente se levanta, rinde homenaje y ofrece asiento a las personas renunciantes [a
la vida hogareña] que llegan a su hogar, en esa ocasión, aquella familia está practicando el camino
conducente al nacimiento dentro de una familia noble.
“Además, cuando la gente remueve la mancha de la avaricia hacia las personas renunciantes [a la
vida hogareña] que llegan a su hogar, en esa ocasión, aquella familia está practicando el camino
conducente a la gran influencia.
“Además, cuando la gente comparte lo que tiene, de acuerdo con sus medios, con las personas
renunciantes [a la vida hogareña] que llegan a su hogar, en esa ocasión, aquella familia está
practicando el camino conducente a grandes riquezas.
“Además, cuando la gente pregunta a las personas renunciantes [a la vida hogareña] que llegan a su
hogar, les indaga acerca de las enseñanzas y escucha el Dhamma, en esa ocasión, aquella familia
está practicando el camino conducente a la gran sabiduría.
“Monjes, cada vez que las personas renunciantes [a la vida hogareña] llegan a un hogar, la gente ahí
genera mucho mérito sobre estas cinco bases”.
AN 5,201 Kimila (o Kimbila) Sutta – En Kimila

Razones por las cuales el buen Dhamma perdura, o no, por mucho tiempo después de la muerte de
un Buda.

[201] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en una arboleda de árboles nicula, cerca de
Kimila. Entonces el Venerable Kimila se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a
un lado y dijo:
“¿Cuál es la causa, Venerable Señor, y cuál es la razón por la cual el buen Dhamma no continúe por
mucho tiempo después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final?”.
“He aquí, Kimila, después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final, los monjes, las
monjas, los seguidores laicos y las seguidoras laicas moran sin reverencia y deferencia hacia el
Maestro. Ellos moran sin reverencia y deferencia hacia el Dhamma. Moran sin reverencia y
deferencia hacia el Sangha. Moran sin reverencia y deferencia hacia el entrenamiento. Y moran sin
reverencia y deferencia del uno hacia el otro. Ésta es la causa y la razón, por la cual el buen
Dhamma no continúa por mucho tiempo después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana
final”.
“Y, ¿cuál es la causa, Venerable Señor, y cuál es la razón, por la cual el buen Dhamma continúe por
mucho tiempo después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final?”.
“He aquí, Kimila, después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final, los monjes, las
monjas, los seguidores laicos y las seguidoras laicas moran con reverencia y deferencia hacia el
Maestro. Ellos moran con reverencia y deferencia hacia el Dhamma. Moran con reverencia y
deferencia hacia el Sangha. Moran con reverencia y deferencia hacia el entrenamiento. Y moran con
reverencia y deferencia el uno hacia el otro. Ésta es la causa y la razón, por la cual el buen Dhamma
continúa por mucho tiempo después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final”.

AN 5,203 {16A5.5.1.3,203} Assajaniya Sutta – Un pura sangre


El Buda encuentra similitudes entre un excelente caballo real de pura sangre y un buen monje.
[203] {203} “Monjes, poseyendo cinco cualidades, el excelente caballo real de pura sangre es digno
del rey, un accesorio del rey y cuenta como un factor de la realeza. Y, ¿cuáles son esas cinco? La
rectitud, la velocidad, la mansedumbre, la paciencia y la suavidad. Poseyendo estas cinco
cualidades, el excelente caballo real de pura sangre es digno del rey, un accesorio del rey y cuenta
como un factor de la realeza.
“Así también, monjes, poseyendo cinco cualidades un monje es digno de las ofrendas, digno de
hospitalidad, digno de dádivas, digno de reverenciales saludos y se convierte en insuperable campo
de méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas cinco? La rectitud, la velocidad, la mansedumbre, la
paciencia y la suavidad. Poseyendo estas cinco cualidades un monje es digno de las ofrendas, digno
de hospitalidad, digno de dádivas, digno de reverenciales saludos y se convierte en insuperable
campo de méritos para el mundo”.
AN 5,205 {16A5.5.1.5,205} Cetokhila Sutta – Aridez

Este sutta menciona un grupo de impedimentos que obstruyen la práctica de meditación, el cual
consiste en cinco clases de aridez mental.

[205] {205} “Monjes, he aquí estas cinco clases de aridez mental. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, monjes, el monje está perplejo acerca del Maestro, duda de él, no está convencido de él ni
pone en él su confianza. Cuando el monje está así, perplejo acerca del Maestro, duda de él, no está
convencido de él ni pone en él su confianza, su mente no se inclina al ardor, al esfuerzo, la
perseverancia ni la energía. Y puesto que su mente no se inclina al ardor… y la energía, esta es la
primera clase de aridez mental.
“Además, monjes, el monje está perplejo acerca del Dhamma… perplejo acerca del Sangha…
perplejo acerca del entrenamiento, duda de él, no está convencido de él ni pone en él su confianza.
Cuando el monje está así, perplejo acerca del entrenamiento, duda de él, no está convencido de él ni
pone en él su confianza, su mente no se inclina al ardor, al esfuerzo, la perseverancia ni la energía.
Y puesto que su mente no se inclina al ardor… y la energía, esta es la cuarta clase de aridez mental.
“Además, monjes, el monje está irritado con sus compañeros monjes, disgustado y resentido con
ellos, mal predispuesto en su contra. Cuando el monje está así, irritado con sus compañeros monjes,
disgustado y resentido con ellos, mal predispuesto en su contra, su mente no se inclina al ardor, al
esfuerzo, la perseverancia ni la energía. Y puesto que su mente no se inclina al ardor… ni la energía,
esta es la quinta clase de aridez mental.
“Estas son, monjes, las cinco clases de aridez mental”.

AN 5,206 {16A5.5.1.6,206} Vinibandha Sutta – Esclavitudes

Este sutta menciona un grupo de impedimentos que obstruyen la práctica de la meditación, el cual
consiste en cinco clases de esclavitud mental.

[206] {206} “Monjes, he aquí estas cinco esclavitudes mentales. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, monjes, el monje no evita la codicia por los placeres sensuales, no evita el deseo, la
afección, la pasión ni el ansia por ellos. Cuando el monje no evita la codicia por los placeres
sensuales, no evita el deseo, la afección, la pasión ni el ansia por ellos, su mente no se inclina al
ardor, al esfuerzo, la perseverancia ni la energía. Y puesto que su mente no se inclina al ardor… ni
la energía, esta es la primera esclavitud mental.
“Además, monjes, el monje no evita la codicia por el cuerpo… esta es la segunda esclavitud mental.
“Además, monjes, el monje no evita la codicia por la forma… esta es la tercera esclavitud mental.
“Además, monjes, habiendo comido todo lo que quería hasta llenar su barriga, el monje cede al
placer del descanso, al placer de la pereza, al placer del dormir… esta es la cuarta esclavitud mental.
“Además, monjes, el monje vive su vida espiritual aspirando a un cierto mundo de los devas,
pensando: ‘Mediante esta conducta virtuosa, la observancia, la austeridad o la vida espiritual,
llegaré a ser un deva o a estar en compañía de los devas’. Cuando el monje vive su vida espiritual
aspirando a un cierto mundo de los devas, pensando: ‘Mediante esta conducta virtuosa, la
observancia, la austeridad o la vida espiritual, llegaré a ser un deva o a estar en compañía de los
devas’, su mente no se inclina al ardor, el esfuerzo, la perseverancia ni la energía. Y puesto que su
mente no se inclina al ardor… ni la energía, esta es la quinta esclavitud mental.
“Estas son, monjes, las cinco esclavitudes mentales”.

AN 5,213 Sila Sutta – Conducta virtuosa

Peligros para una persona inmoral y beneficios para una virtuosa.

[213] “Monjes, hay estos cinco peligros para una persona inmoral, debido a la deficiencia en la
conducta virtuosa. Y, ¿cuáles son esos cinco?
“He aquí, una persona inmoral, deficiente en la conducta virtuosa, pierde muchas riquezas debido a
la negligencia. Este es el primer peligro para una persona inmoral, debido a la deficiencia en la
conducta virtuosa.
“Además, una mala reputación circula acerca de una persona inmoral, deficiente en la conducta
virtuosa. Este es el segundo peligro para una persona inmoral, debido a la deficiencia en la conducta
virtuosa.
“Además, cuando una persona inmoral, deficiente en la conducta virtuosa, se acerca a una asamblea
—sea de los khattiyas, brahmanes, hombres hogareños o ascetas—, se acerca con timidez y
desconcierto. Este es el tercer peligro para una persona inmoral, debido a la deficiencia en la
conducta virtuosa.
“Además, una persona inmoral, deficiente en la conducta virtuosa, muere confundida. Este es el
cuarto peligro para una persona inmoral, debido a la deficiencia en la conducta virtuosa.
“Además, con la disolución del cuerpo, después de la muerte, una persona inmoral, deficiente en la
conducta virtuosa, renace en el plano de la miseria, en el mundo bajo, hasta en el infierno. Este es el
quinto peligro para una persona inmoral, debido a la deficiencia en la conducta virtuosa.
“Estos son, monjes, los cinco peligros para una persona inmoral, debido a la deficiencia en la
conducta virtuosa.
“Monjes, hay estos cinco beneficios para una persona virtuosa, debido a la realización en la
conducta virtuosa. Y, ¿cuáles son esos cinco?
“He aquí, una persona virtuosa, realizada en la conducta virtuosa, adquiere muchas riquezas debido
a la diligencia. Este es el primer beneficio para una persona virtuosa, debido a la realización en la
conducta virtuosa.
“Además, una buena reputación circula acerca de una persona virtuosa, realizada en la conducta
virtuosa. Este es el segundo beneficio para una persona virtuosa, debido a la realización en la
conducta virtuosa.
“Además, cuando una persona virtuosa, realizada en la conducta virtuosa, se acerca a una asamblea
—sea de los khattiyas, brahmanes, hombres hogareños o ascetas—, se acerca con confianza y
compostura. Este es el tercer beneficio para una persona virtuosa debido a la realización en la
conducta virtuosa.
“Además, una persona virtuosa, realizada en la conducta virtuosa, muere no confundida. Este es el
cuarto beneficio para una persona virtuosa, debido a la realización en la conducta virtuosa.
“Además, con la disolución del cuerpo, después de la muerte, una persona virtuosa, realizada en la
conducta virtuosa, renace en el buen destino, en el mundo celestial. Este es el quinto beneficio para
una persona virtuosa, debido a la realización en la conducta virtuosa.
“Estos son, monjes, los cinco beneficios para una persona virtuosa, debido a la realización en la
conducta virtuosa”.

AN 5,214 Bahubhani Sutta – Disputar mucho


Beneficios para quien habla juiciosamente y peligros para quien disputa mucho.
[214] “Monjes, hay estos cinco peligros para una persona que disputa mucho. Y, ¿cuáles son esos
cinco? Miente, habla de manera tal que causa divisiones, habla con rudeza, practica charlas frívolas
y, con la disolución del cuerpo, después de la muerte, renace en el plano de miseria, en el mal
destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno. Estos son los cinco peligros para una persona que
disputa mucho.
“Monjes, hay estos cinco beneficios para una persona de habla juicioso. Y, ¿cuáles son esos cinco?
No miente, no habla de manera tal que causa divisiones, no habla con rudeza, no practica charlas
frívolas y, con la disolución del cuerpo, después de la muerte, renace en el buen destino, en el
mundo celestial. Estos son los cinco beneficios para una persona de habla juicioso”.

AN 5,224 {16A5.5.3.4,224} Maccharini Sutta – Tacañería


La tacañería y la generosidad son, para el monje, las consecuencias de permanecer demasiado
tiempo o tiempo apropiado en un solo lugar.

[224] {224} “Monjes, he aquí estos cinco peligros de permanecer por demasiado tiempo [en el
mismo lugar]. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno llega a ser tacaño con las moradas, tacaño con las
familias, tacaño con las ganancias, tacaño con las alabanzas y tacaño con el Dhamma. Estos son,
monjes, los cinco peligros de permanecer por demasiado tiempo [en el mismo lugar].
“Monjes, he aquí estos cinco beneficios de permanecer por un balanceado periodo del tiempo [en el
mismo lugar]. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno no llega a ser tacaño con las moradas, con las
familias, con las ganancias, con las alabanzas ni con el Dhamma. Estos son, monjes, los cinco
beneficios de permanecer por un balanceado periodo del tiempo [en el mismo lugar]”.
AN 5,225-226 {16A5.5.3.5,225-16A5.5.3.6,226} Pathama y
Dutiyakulupaka Sutta – Sobre alguien que visita a las familias

El Buda advierte a los monjes sobre el peligro de formar vínculos estrechos con las familias,
especialmente con sus miembros del sexo opuesto.

AN 5,225 {16A5.5.3.5,225} Pathamakulupaka Sutta – Primer discurso sobre


alguien que visita a las familias
[225] {225} “Monjes, he aquí estos cinco peligros para alguien que visita a las familias. Y, ¿cuáles
son esos cinco? Uno comete la ofensa al salir a visitar sin despedirse. Uno comete la ofensa al
sentarse en un lugar privado [con una mujer]. Uno comete la ofensa al sentarse en una asiento
oculto [con una mujer]. Uno comete la ofensa al enseñarle el Dhamma a una mujer más de cinco o
seis sentencias. Uno queda infestado con los pensamientos de contenido sensual. Estos son, monjes,
los cinco peligros para alguien que visita a las familias”.

AN 5,226 {16A5.5.3.6,226} Dutiyakulupaka Sutta – Segundo discurso sobre


alguien que visita a las familias
[226] {226} “Monjes, he aquí estos cinco peligros cuando el monje visita a las familias, uniéndose
a ellas muy de cerca. Y, ¿cuáles son esos cinco? A menudo llega a ver mujeres. Cuando ve a las
mujeres a menudo, se une a ellas. Cuando se une a ellas, llega a intimar. Cuando intima, la lujuria
encuentra la salida. Cuando la mente está asida por la lujuria, se puede esperar que tendrá una vida
espiritual insatisfactoria, cometerá cierta clase de ofensas impuras o dejará la práctica y retornará al
estilo de vida más bajo. Estos son, monjes, los cinco peligros cuando el monje visita a las familias,
uniéndose a ellas muy de cerca”.

AN 5,227 Bhoga Sutta – Las riquezas


Peligros y beneficios de las riquezas.

[227] “Monjes, he aquí estos cinco peligros en las riquezas. Y, ¿cuáles son esos cinco? [Están
sujetas a perderse por causa] del fuego, el agua, los reyes, los ladrones y los herederos
desagradables. Estos son, monjes, los cinco peligros en las riquezas.
“Monjes, he aquí estos cinco beneficios en las riquezas. Y, ¿cuáles son esos cinco? Gracias a las
riquezas, uno se hace feliz y satisfecho a sí mismo, y se mantiene apropiadamente a sí mismo en la
felicidad; uno hace felices y satisfechos a sus padres, y les mantiene apropiadamente en la felicidad;
uno hace felices y satisfechos a su esposa y sus hijos, sus esclavos, obreros y sirvientes, y les
mantiene apropiadamente en la felicidad; uno hace felices y satisfechos a sus amigos y compañeros,
y les mantiene apropiadamente en la felicidad; uno establece una ofrenda elevada de comida de las
limosnas para los ascetas y brahmanes, que es celestial, que resulta en felicidad y conduce al cielo.
Estos son, monjes, los cinco beneficios en las riquezas”.
AN 5,229-230 Pathama, Dutiyakahasappa Sutta – La venenosa
serpiente negra

Estos dos suttas cortos de contenido misógino, difícilmente atribuibles al mismo Buda, contrastan
con su habitual cordialidad hacia las mujeres y su generosidad en otorgarles su enseñanza.

AN 5,229 Pathamakahasappa Sutta – Primer discurso sobre la venenosa


serpiente negra
[229] “Monjes, he aquí estos cinco peligros de la venenosa serpiente negra. Y, ¿cuáles son esos
cinco? Es impura, mal oliente, aterradora, peligrosa y traiciona a sus amigos. Estos son, monjes, los
cinco peligros de la venenosa serpiente negra.
“Así también, monjes, he aquí estos cinco peligros presentes en las mujeres, y, ¿cuáles son esos
cinco? Son impuras, mal olientes, aterradoras, peligrosas y traicionan a sus amigos. Estos son,
monjes, los cinco peligros presentes en las mujeres”.

AN 5,230 Dutiyakahasappa Sutta – Segundo discurso sobre la venenosa


serpiente negra
[230] “Monjes, he aquí estos cinco peligros de la venenosa serpiente negra. Y, ¿cuáles son esos
cinco? Es impura, hostil, virulentamente venenosa, de doble lengua y traiciona a sus amigos. Estos
son, monjes, los cinco peligros de la venenosa serpiente negra.
“Así también, monjes, he aquí estos cinco peligros presentes en las mujeres, y, ¿cuáles son esos
cinco? Son impuras, hostiles, virulentamente venenosas, de doble lengua y traicionan a sus amigos.
“Monjes, es así cómo las mujeres son virulentamente venenosas: casi todo el tiempo tienen una
fuerte lascivia. Es así cómo las mujeres son de doble lengua: casi todo el tiempo pronuncian un
discurso divisivo. Es así cómo las mujeres traicionan a sus amigos: casi todo el tiempo son
adúlteras. Estos son, monjes, los cinco peligros presentes en las mujeres”.

AN 5,236-240 Pathama, Dutiya y Tatiyavannaraha Sutta,


Pathama y Dutiyamachariya Sutta – Uno que merece censura
y la tacañería

En esta serie de suttas se explican varias causas, por las cuales los bhikkhus renacen en el infierno.

AN 5,236 Pathamavannaraha Sutta – Primer discurso sobre alguien que merece


censura
[236] “Monjes, poseyendo cinco características, el monje residente está depositado en el infierno
como si estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Sin investigar ni escudriñar alaba al que
merece ser censurado. Sin investigar ni escudriñar censura al que merece ser alabado. Sin investigar
ni escudriñar cree en los asuntos que merecen ser sospechados. Sin investigar ni escudriñar
sospecha de los asuntos que merecen ser creídos. Derrocha las dádivas que fueron ofrecidas por la
fe. Poseyendo estas cinco características, monjes, el monje residente está depositado en el infierno
como si estuviera llevado allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, el monje residente está depositado en el cielo como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Habiendo investigado y escudriñado censura al que
merece ser censurado. Habiendo investigado y escudriñado alaba al que merece ser alabado.
Habiendo investigado y escudriñado sospecha de los asuntos que merecen ser sospechados.
Habiendo investigado y escudriñado cree en los asuntos que merecen ser creídos. No derrocha las
dádivas que fueron ofrecidas por la fe. Poseyendo estas cinco cualidades, monjes, el monje
residente está depositado en el cielo como si estuviera llevado allí”.

AN 5,237 Dutiyavannaraha Sutta – Segundo discurso sobre alguien que merece


censura
[237] “Monjes, poseyendo cinco características, el monje residente está depositado en el infierno
como si estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Sin investigar ni escudriñar alaba al que
merece ser censurado. Sin investigar ni escudriñar censura al que merece ser alabado. Es tacaño y
ávido en consideración con las viviendas. Es tacaño y ávido en consideración con las familias.
Derrocha las dádivas que fueron ofrecidas por la fe. Poseyendo estas cinco características, monjes,
el monje residente está depositado en el infierno como si estuviera llevado allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, el monje residente está depositado en el cielo como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Habiendo investigado y escudriñado censura al que
merece ser censurado. Habiendo investigado y escudriñado alaba al que merece ser alabado. No es
tacaño ni ávido en consideración con las viviendas. No es tacaño ni ávido en consideración con las
familias. No derrocha las dádivas que fueron ofrecidas por la fe. Poseyendo estas cinco cualidades,
monjes, el monje residente está depositado en el cielo como si estuviera llevado allí”.

AN 5,238 Tatiyavannaraha Sutta – Tercer discurso sobre alguien que merece


censura
[238] “Monjes, poseyendo cinco características, el monje residente está depositado en el infierno
como si estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Sin investigar ni escudriñar alaba al que
merece ser censurado. Sin investigar ni escudriñar censura al que merece ser alabado. Es tacaño en
consideración con las viviendas. Es tacaño en consideración con las familias. Es tacaño en
consideración con las dádivas. Poseyendo estas cinco características, monjes, el monje residente
está depositado en el infierno como si estuviera llevado allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, el monje residente está depositado en el cielo como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Habiendo investigado y escudriñado censura al que
merece ser censurado. Habiendo investigado y escudriñado alaba al que merece ser alabado. No es
tacaño en consideración con las viviendas. No es tacaño en consideración con las familias. No es
tacaño en consideración con las dádivas. Poseyendo estas cinco cualidades, monjes, el monje
residente está depositado en el cielo como si estuviera llevado allí”.

AN 5,239 Pathamamachariya Sutta – Primer discurso sobre la tacañería


[239] “Monjes, poseyendo cinco características, el monje residente está depositado en el infierno
como si estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Es tacaño en consideración con las
viviendas. Es tacaño en consideración con las familias. Es tacaño en consideración con las dádivas.
Es tacaño en consideración con las alabanzas. Derrocha las dádivas que fueron ofrecidas por la fe.
Poseyendo estas cinco características, monjes, el monje residente está depositado en el infierno
como si estuviera llevado allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, el monje residente está depositado en el cielo como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? No es tacaño en consideración con las viviendas.
No es tacaño en consideración con las familias. No es tacaño en consideración con las dádivas. No
es tacaño en consideración con las alabanzas. No derrocha las dádivas que fueron ofrecidas por la
fe. Poseyendo estas cinco cualidades, monjes, el monje residente está depositado en el cielo como si
estuviera llevado allí”.

AN 5,240 Dutiyamachariya Sutta – Segundo discurso sobre la tacañería


[240] “Monjes, poseyendo cinco características, el monje residente está depositado en el infierno
como si estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Es tacaño en consideración con las
viviendas. Es tacaño en consideración con las familias. Es tacaño en consideración con las dádivas.
Es tacaño en consideración con las alabanzas. Es tacaño en consideración con el Dhamma.
Poseyendo estas cinco características, monjes, el monje residente está depositado en el infierno
como si estuviera llevado allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, el monje residente está depositado en el cielo como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? No es tacaño en consideración con las viviendas.
No es tacaño en consideración con las familias. No es tacaño en consideración con las dádivas. No
es tacaño en consideración con las alabanzas. No es tacaño en consideración con el Dhamma.
Poseyendo estas cinco cualidades, monjes, el monje residente está depositado en el cielo como si
estuviera llevado allí”.

AN 5,241-244 Pathamaduccarita, Pathamakayaduccarita,


Pathamavaciduccarita y Pathamamanoduccarita Sutta –
Primeros discursos sobre la mala conducta

Peligros de la mala conducta y beneficios de la buena.

AN 5,241 Pathamaduccarita Sutta – Primer discurso sobre la mala conducta


[241] “Monjes, hay estos cinco peligros en la mala conducta. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno se
culpa a sí mismo. El sabio, habiendo investigado, lo censura a uno. Uno adquiere una mala
reputación. Uno muere confundido. Con la disolución del cuerpo, después de la muerte, uno renace
en un mal destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno. Estos son los cinco peligros en la mala
conducta.
“Monjes, hay estos cinco beneficios en la buena conducta. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno no se
censura a sí mismo. El sabio, habiendo investigado, lo elogia a uno. Uno adquiere una buena
reputación. Uno muere no confundido. Con la disolución del cuerpo, después de la muerte, uno
renace en un buen destino, en el mundo celestial. Estos son los cinco beneficios en la buena
conducta”.

AN 5,242 Pathamakayaduccarita Sutta – Primer discurso sobre la mala


conducta corporal
[242] “Monjes, hay estos cinco peligros en la mala conducta corporal. Y, ¿cuáles son esos cinco?
Uno se culpa a sí mismo… [sigue igual que en el sutta anterior]… Estos son los cinco peligros en
la mala conducta.
“Monjes, hay estos cinco beneficios en la buena conducta corporal. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno
no se censura a sí mismo… [sigue igual que en el sutta anterior]… Estos son los cinco beneficios
en la buena conducta”.

AN 5,243 Pathamavaciduccarita Sutta – Primer discurso sobre la mala conducta


verbal
[243] “Monjes, hay estos cinco peligros en la mala conducta verbal. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno
se culpa a sí mismo… [sigue igual que en el sutta 4,241].
“Monjes, hay estos cinco beneficios en la buena conducta verbal. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno no
se censura a sí mismo…” [sigue igual que en el sutta 4,241].

AN 5,244 Pathamamanoduccarita Sutta – Primer discurso sobre la mala


conducta mental
[244] “Monjes, hay estos cinco peligros en la mala conducta mental. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno
se culpa a sí mismo… [sigue igual que en el sutta 4,241].
“Monjes, hay estos cinco beneficios en la buena conducta mental. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno
no se censura a sí mismo…” [sigue igual que en el sutta 4,241].

AN 5,245-248 Dutiyaduccarita, Dutiyakayaduccarita,


Dutiyavaciduccarita y Dutiyamanoduccarita Sutta – Otros
discursos sobre la mala conducta

Peligros de la mala conducta y beneficios de la buena.

AN 5,245 Dutiyaduccarita Sutta – Segundo discurso sobre la mala conducta


[245] “Monjes, hay estos cinco peligros en la mala conducta. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno se
culpa a sí mismo. El sabio, habiendo investigado, lo censura a uno. Uno adquiere una mala
reputación. Uno se aparta del buen Dhamma. Uno se establece en el mal Dhamma. Estos son los
cinco peligros en la mala conducta.
“Monjes, hay estos cinco beneficios en la buena conducta. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno no se
censura a sí mismo. El sabio, habiendo investigado, lo elogia a uno. Uno adquiere una buena
reputación. Uno se aparta del mal Dhamma. Uno se establece en el buen Dhamma. Estos son los
cinco beneficios en la buena conducta”.

AN 5,246 Dutiyakayaduccarita Sutta – Segundo discurso sobre la mala conducta


corporal
[246] “Monjes, hay estos cinco peligros en la mala conducta corporal. Y, ¿cuáles son esos cinco?
Uno se culpa a sí mismo… [sigue igual que en el sutta anterior]… Estos son los cinco peligros en
la mala conducta.
“Monjes, hay estos cinco beneficios en la buena conducta corporal. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno
no se censura a sí mismo… [sigue igual que en el sutta anterior]… Estos son los cinco beneficios
en la buena conducta”.

AN 5,247 Dutiyavaciduccarita Sutta – Segundo discurso sobre la mala conducta


verbal
[247] “Monjes, hay estos cinco peligros en la mala conducta verbal. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno
se culpa a sí mismo… [sigue igual que en el sutta 4,245].
“Monjes, hay estos cinco beneficios en la buena conducta verbal. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno no
se censura a sí mismo…” [sigue igual que en el sutta 4,245].

AN 5,248 Dutiyamanoduccarita Sutta – Segundo discurso sobre la mala


conducta mental
[248] “Monjes, hay estos cinco peligros en la mala conducta mental. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno
se culpa a sí mismo… [sigue igual que en el sutta 4,245].
“Monjes, hay estos cinco beneficios en la buena conducta mental. Y, ¿cuáles son esos cinco? Uno
no se censura a sí mismo…” [sigue igual que en el sutta 4,245].

AN 5,250 Puggalappasada Sutta – [Depositar] la fe en una


persona

Cinco inconvenientes de depositar la confianza en una persona.


[203] “Monjes, he aquí estos cinco peligros de depositar la fe en una persona. Y, ¿cuáles son esos
cinco? La persona, en la cual otra persona deposita su completa confianza, podría cometer una
ofensa y resultar suspendido por el Sangha. Entonces, esto podría ocurrírsele [a la persona que
depositó su fe en él]: ‘Esta persona, que es placentera y agradable para mí, ha sido suspendida por el
Sangha’. Así, perdería mucha fe en los monjes. Y si pierde la fe en los monjes, tampoco se va a
asociar con otros monjes. Al no asociarse con otros monjes, no escuchará el buen Dhamma. Al no
escuchar el buen Dhamma, cae del buen Dhamma. Este es el primer peligro de depositar la fe en
una persona.
“Además, la persona, en la cual otra persona deposita su completa confianza, podría cometer una
ofensa y resultar ser obligado por el Sangha a ocupar el último lugar. Entonces, esto podría
ocurrírsele [a la persona que depositó su fe en él]: ‘Esta persona, que es placentera y agradable para
mí, ha sido obligada por el Sangha a ocupar el último lugar’. Así, perdería mucha fe en los monjes.
Y si pierde la fe en los monjes, tampoco se va a asociar con otros monjes. Al no asociarse con otros
monjes, no escuchará el buen Dhamma. Al no escuchar el buen Dhamma, cae del buen Dhamma.
Este es el segundo peligro de depositar la fe en una persona.
“Además, la persona, en la cual otra persona deposita su completa confianza, podría apartarse por
un tiempo… podría dejar los hábitos… podría fallecer. Entonces esto podría ocurrírsele [a la
persona que depositó su fe en él]: ‘Esta persona que es placentera y agradable para mí se apartó por
un tiempo… dejó los hábitos… falleció’. Así, perdería mucha fe en los monjes. Y si pierde la fe en
los monjes, tampoco se va a asociar con otros monjes. Al no asociarse con otros monjes, no
escuchará el buen Dhamma. Al no escuchar el buen Dhamma, cae del buen Dhamma. Este es el
quinto peligro de depositar la fe en una persona.
“Estos son, monjes, los cinco peligros de depositar la fe en una persona”.

AN 5,272-285 Sammuti Peyyala – Serie repetitiva sobre el


consenso

Deseo, odio, falsa ilusión y miedo, más el hecho de ser inexperto en un determinado campo, hacen
que el monje no sea apto para desempeñar una función en el monasterio.

AN 5,272 Bhattuddesaka Sutta – El que asigna las comidas


[272] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el que asigna las
comidas. Y, ¿Cuáles son esas cinco? Es alguien que entra en los caminos equivocados por causa del
deseo; entra en los caminos equivocados por causa del odio; entra en los caminos equivocados por
causa de la falsa ilusión; entra en los caminos equivocados por causa del miedo; no sabe cuál
[comida] debe ser asignada y cuál no debe ser asignada. Alguien que posee estas cinco
características, monjes, no debe ser apuntado como el que asigna las comidas.
“Monjes, alguien que posee cinco cualidades puede ser apuntado como el que asigna las comidas. Y,
¿Cuáles son esas cinco? Es alguien que no entra en los caminos equivocados por causa del deseo;
no entra en los caminos equivocados por causa del odio; no entra en los caminos equivocados por
causa de la falsa ilusión; no entra en los caminos equivocados por causa del miedo; sabe cuál
[comida] debe ser asignada y cuál no debe ser asignada. Alguien que posee estas cinco cualidades,
monjes, puede ser apuntado como el que asigna las comidas.
“Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el que asigna las
comidas y, si fuera asignado, no debe ser enviado. Y, ¿Cuáles son esas cinco? Es alguien que entra
en los caminos equivocados por causa del deseo… no sabe cuál [comida] debe ser asignada y cuál
no debe ser asignada. Alguien que posee estas cinco características, monjes, no debe ser apuntado
como el que asigna las comidas y, si fuera asignado, no debe ser enviado.
“Monjes, alguien que posee cinco cualidades, si es apuntado como el que asigna las comidas, debe
ser enviado. Y, ¿Cuáles son esas cinco? Es alguien que no entra en los caminos equivocados por
causa del deseo… sabe cuál [comida] debe ser asignada y cuál no debe ser asignada. Alguien que
posee estas cinco cualidades, monjes, si es apuntado como el que asigna las comidas, debe ser
enviado.
“Monjes, si se apuntase como el que asigna la comida a alguien que tuviera cinco características,
esto tendría que entenderse como una tontería. Y, ¿Cuáles son esas cinco? Es alguien que entra en
los caminos equivocados por causa del deseo… no sabe cuál [comida] debe ser asignada y cuál no
debe ser asignada. Si se apuntase como el que asigna la comida a alguien que tuviera estas cinco
características, monjes, esto tendría que entenderse como una tontería.
“Monjes, si se apuntase como el que asigna la comida a alguien que tuviera cinco cualidades, esto
tendría que entenderse como una [decisión] sabia. Y, ¿Cuáles son esas cinco? Es alguien que no
entra en los caminos equivocados por causa del deseo… sabe cuál [comida] debe ser asignada y
cuál no debe ser asignada. Si se apuntase como el que asigna la comida a alguien que tuviera estas
cinco cualidades, monjes, esto tendría que entenderse como una [decisión] sabia.
“Monjes, alguien que asigna las comidas y posee cinco características, se mantiene a sí mismo en
condición de mutilación y lesión. Y, ¿cuáles son esas cinco? Es alguien que entra en los caminos
equivocados por causa del deseo… no sabe cuál [comida] debe ser asignada y cuál no debe ser
asignada. Alguien que asigna las comidas y posee estas cinco características, se mantiene a sí
mismo en condición de mutilación y lesión.
“Monjes, alguien que asigna las comidas y posee cinco cualidades, se preserva a sí mismo no
mutilado e ileso. Y, ¿cuáles son esas cinco? Es alguien que no entra en los caminos equivocados por
causa del deseo… sabe cuál [comida] debe ser asignada y cuál no debe ser asignada. Alguien que
asigna las comidas y posee estas cinco cualidades, se preserva a sí mismo no mutilado e ileso.
“Monjes, alguien que asigna las comidas y posee cinco características, está depositado en el infierno
como si se lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Es alguien que entra en los caminos
equivocados por causa del deseo… no sabe cuál [comida] debe ser asignada y cuál no debe ser
asignada. Alguien que asigna las comidas y posee estas cinco características, está depositado en el
infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, alguien que asigna las comidas y posee cinco cualidades, está depositado en el cielo como
si se lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Es alguien que no entra en los caminos equivocados
por causa del deseo… sabe cuál [comida] debe ser asignada y cuál no debe ser asignada. Alguien
que asigna las comidas y posee estas cinco cualidades, está depositado en el cielo como si se lo
llevara allí”.

AN 5,273-285 Senasanapannapakasuttadi – El que asigna la vivienda, etc.


[273] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el que asigna la
vivienda. Es alguien que entra en los caminos equivocados por causa del deseo… no sabe cuál
[vivienda] debe ser asignada y cuál no debe ser asignada. Alguien que posee estas cinco
características no debe ser apuntado como el que asigna la vivienda. Monjes, alguien que posee
cinco cualidades puede ser apuntado como el que asigna la vivienda. Es alguien que no entra en los
caminos equivocados por causa del deseo… sabe cuál [vivienda] debe ser asignada y cuál no debe
ser asignada. Alguien que posee estas cinco cualidades puede ser apuntado como el que asigna la
vivienda.
[274] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como él que aloja en la
vivienda… no sabe en cuál [vivienda] se debe alojar y en cuál no se debe alojar. Alguien que posee
estas cinco características no debe ser apuntado como él que aloja en la vivienda. Monjes, alguien
que posee cinco cualidades puede ser apuntado como él que aloja en la vivienda… sabe en cuál
[vivienda] se debe alojar y en cuál no se debe alojar. Alguien que posee estas cinco cualidades
puede ser apuntado como él que aloja en la vivienda.
[275] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el guardián del
depósito… no sabe cuál [bien] ha de ser protegido y cuál no debe ser protegido… Monjes, alguien
que posee cinco cualidades puede ser apuntado como el guardián del depósito… sabe cuál [bien] ha
de ser protegido y cuál no debe ser protegido…
[276] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el receptor de la
tela para los hábitos… no sabe cuál [tela para los hábitos] ha de ser recibida y cuál no debe ser
recibida… Monjes, alguien que posee cinco cualidades puede ser apuntado como el receptor de la
tela para los hábitos… sabe cuál [tela para los hábitos] ha de ser recibida y cuál no debe ser
recibida…
[277] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el distribuidor de
la tela para los hábitos… no sabe cuál [tela para los hábitos] ha de ser distribuida y cuál no debe ser
distribuida… Monjes, alguien que posee cinco cualidades puede ser apuntado como el distribuidor
de la tela para los hábitos… sabe cuál [tela para los hábitos] ha de ser distribuida y cuál no debe ser
distribuida…
[278] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el distribuidor
del arroz con leche… no sabe cuál [arroz con leche] ha de ser distribuido y cuál no debe ser
distribuido… Monjes, alguien que posee cinco cualidades puede ser apuntado como el distribuidor
del arroz con leche… sabe cuál [arroz con leche] ha de ser distribuido y cuál no debe ser
distribuido…
[279] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el distribuidor de
frutas… no sabe cuáles [frutas] han de ser distribuidas y cuáles no deben ser distribuidas… Monjes,
alguien que posee cinco cualidades puede ser apuntado como el distribuidor de frutas… sabe cuáles
[frutas] han de ser distribuidas y cuáles no deben ser distribuidas…
[280] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el distribuidor de
pasteles… no sabe cuáles [pasteles] han de ser distribuidos y cuáles no deben ser distribuidos…
Monjes, alguien que posee cinco cualidades puede ser apuntado como el distribuidor de pasteles…
sabe cuáles [pasteles] han de ser distribuidos y cuáles no deben ser distribuidos…
[281] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el distribuidor de
los pequeños accesorios… no sabe cuáles [pequeños accesorios] han de ser distribuidos y cuáles no
deben ser distribuidos… Monjes, alguien que posee cinco cualidades puede ser apuntado como el
distribuidor de los pequeños accesorios… sabe cuáles [pequeños accesorios] han de ser distribuidos
y cuáles no deben ser distribuidos…
[282] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el que asigna
paños para la lluvia… no sabe cuáles [paños] han de ser asignados y cuáles no deben ser
asignados… Monjes, alguien que posee cinco cualidades puede ser apuntado como el que asigna
paños para la lluvia… sabe cuáles [paños] han de ser asignados y cuáles no deben ser asignados…
[283] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el que asigna los
cuencos… no sabe cuáles [cuencos] han de ser asignados y cuáles no deben ser asignados…
Monjes, alguien que posee cinco cualidades puede ser apuntado como el que asigna los cuencos…
sabe cuáles [cuencos] han de ser asignados y cuáles no deben ser asignados…
[284] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el supervisor de
los asistentes del monasterio… no sabe cuáles [asistentes del monasterio] han de ser supervisados y
cuáles no deben ser supervisados… Monjes, alguien que posee cinco cualidades puede ser apuntado
como el supervisor de los asistentes del monasterio… sabe cuáles [asistentes del monasterio] han de
supervisados y cuáles no deben ser supervisados…
[285] “Monjes, alguien que posee cinco características no debe ser apuntado como el supervisor de
los novicios… no sabe cuáles [novicios] han de ser supervisados y cuáles no deben ser
supervisados… Monjes, alguien que posee cinco cualidades puede ser apuntado como el supervisor
de los novicios… sabe cuáles [novicios] han de ser supervisados y cuáles no deben ser
supervisados…”.

AN 5,286-302 Sikkhapada Peyyala – Serie repetitiva sobre las


reglas del entrenamiento

La observancia de las reglas básicas de conducta moral determina el futuro destino de toda clase de
personas.

AN 5,286 Bhikkhu Sutta – El monje


[286] “Monjes, poseyendo cinco características, un monje está depositado en el infierno como si se
lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? El monje destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado,
no observa el celibato, dice mentiras y se entrega a tomar el licor, el vino y [otras] bebidas
embriagantes que son la base de la negligencia. Poseyendo estas cinco características, un monje está
depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, un monje está depositado en el cielo como si se lo llevara
allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? El monje se abstiene de destruir la vida, de tomar lo que no le ha
sido dado, de la actividad sexual, de decir mentiras y de entregarse a tomar el licor, el vino y [otras]
bebidas embriagantes que son la base de la negligencia. Poseyendo estas cinco características, un
monje está depositado en el cielo como si se lo llevara allí”.

AN 5,287-292 Bhikkhunisuttadi – La monja, etc.


[287-290] “Monjes, poseyendo cinco características, una monja… una candidata… un novicio…
una novicia está depositada en el infierno como si se la llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Ella
destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, no observa el celibato, dice mentiras y se entrega a
tomar el licor, el vino y [otras] bebidas embriagantes que son la base de la negligencia. Poseyendo
estas cinco características, una monja… una candidata… un novicio… una novicia está depositada
en el infierno como si se la llevara allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, una monja… una candidata… un novicio… una novicia está
depositada en el cielo como si se la llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Ella se abstiene de
destruir la vida, de tomar lo que no le ha sido dado, de actividad sexual, de decir mentiras y de
entregarse a tomar el licor, el vino y [otras] bebidas embriagantes que son la base de la negligencia.
Poseyendo estas cinco cualidades, una monja… una candidata… un novicio… una novicia está
depositada en el cielo como si se la llevara allí.
[291-292] “Monjes, poseyendo cinco características, un seguidor laico… una seguidora laica está
depositada en el infierno como si se la llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Ella destruye la vida,
toma lo que no le ha sido dado, se entrega a la actividad sexual inapropiada, dice mentiras y se
entrega a tomar el licor, el vino y [otras] bebidas embriagantes que son la base de la negligencia.
Poseyendo estas cinco características, un seguidor laico… una seguidora laica está depositada en el
infierno como si se la llevara allí.
“Monjes, poseyendo cinco cualidades, un seguidor laico… una seguidora laica está depositada en el
cielo como si se la llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Ella se abstiene de destruir la vida, de
tomar lo que no le ha sido dado, de actividad sexual inapropiada, de decir mentiras y de entregarse a
tomar el licor, el vino y [otras] bebidas embriagantes que son la base de la negligencia. Poseyendo
estas cinco cualidades, un seguidor laico… una seguidora laica está depositada en el cielo como si
se la llevara allí”.

AN 5,293 Ajivaka Sutta – Un ajivaka


[293] “Monjes, poseyendo cinco características, un ajivaka está depositado en el infierno como si se
lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cinco? Él destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, no
observa el celibato, dice mentiras y se entrega a tomar el licor, el vino y [otras] bebidas
embriagantes que son la base de la negligencia. Poseyendo estas cinco características, un ajivaka
está depositado en el infierno como si se lo llevara allí”.

AN 5,294-302 Niganthasuttadi Sutta – Un nigantha, etc.


[294-302] “Monjes, poseyendo cinco características, un nigantha… un asceta con el pelo
enmarañado… un asceta errante… un magandika… un tedandika… un aruddhaka… un
gotamaka… un devadhammika está depositado en el infierno como si se la llevara allí. Y, ¿cuáles
son esas cinco? Él destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, no observa el celibato, dice
mentiras y se entrega a tomar el licor, el vino y [otras] bebidas embriagantes que son la base de la
negligencia. Poseyendo estas cinco características, un nigantha… un asceta con el pelo
enmarañado… un asceta errante… un magandika… un tedandika… un aruddhaka… un
gotamaka… un devadhammika está depositado en el infierno como si se lo llevara allí”.
AN 5,303-1152 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la
codicia, etc.

Esta serie repetitiva de suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete
contaminaciones, (2) diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto
a ellas y (3) cinco clases de prácticas.

[303] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse cinco cosas.
Y, ¿cuáles son esas cinco? La percepción de lo repugnante, la percepción de la muerte, la
percepción del peligro, la percepción del no-deleite en el mundo entero. Mediante el conocimiento
directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas cinco cosas.
[304] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse cinco cosas.
Y, ¿cuáles son esas cinco? La percepción de la transitoriedad, la percepción del no-ser, la
percepción de la muerte, la percepción de lo repugnante, la percepción del no-deleite en el mundo
entero. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas cinco
cosas.
[305] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse cinco cosas.
Y, ¿cuáles son esas cinco? La percepción de la transitoriedad, la percepción de la insatisfacción en
lo que es transitorio, la percepción del no-ser en lo que es insatisfactoriedad, la percepción del
abandono, la percepción del desapasionamiento. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia,
monjes, han de desarrollarse estas cinco cosas.
[306] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse cinco cosas.
Y, ¿cuáles son esas cinco? La facultad de la fe, la facultad de la energía, la facultad de la atención
consciente, la facultad de la concentración, la facultad de la sabiduría. Mediante el conocimiento
directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas cinco cosas.
[307] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse cinco cosas.
Y, ¿cuáles son esas cinco? El poder de la fe, el poder de la energía, el poder de la atención
consciente, el poder de la concentración, el poder de la sabiduría. Mediante el conocimiento directo
sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas cinco cosas.
[308-316] “Monjes, mediante la plena comprensión de la codicia, mediante la completa
destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el cese… el
renunciamiento… la dimisión de la codicia, han de desarrollarse cinco cosas. Y, ¿cuáles son esas
cinco? La percepción de lo repugnante… [etc., todos los grupos de prácticas mencionadas en los
suttas anteriores]… el poder de la sabiduría. Mediante la dimisión de la codicia, monjes, han de
desarrollarse estas cinco cosas.
[317-1152] “Monjes, mediante el conocimiento directo… la plena comprensión… la completa
destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el cese… el
renunciamiento… la dimisión del odio… la falsa ilusión… la ira… la hostilidad… la denigración…
la insolencia… la envidia… la avaricia… el engaño… la astucia… la obstinación… la
vehemencia… el orgullo… la arrogancia… la embriaguez… la negligencia han de desarrollarse
cinco cosas. Y, ¿cuáles son esas cinco? La percepción de lo repugnante… [etc., todos los grupos de
prácticas mencionadas en los primeros suttas]… el poder de la sabiduría. Mediante la dimisión de
la negligencia, monjes, han de desarrollarse estas cinco cosas”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Exaltados, aquellos monjes se deleitaron en la declaración
del Bienaventurado.
6. Chakkanipatapali - Libro con suttas dedicados a seis
dhammas

Es la sexta división del Anguttara Nikaya con los suttas que contienen seis particulares temas del
Dhamma o la enseñanza del Buda, cada uno.
Los números entre corchetes siguen la edición de Bhikkhu Bodhi.

Introducción al Anguttara Nikaya de Bhikkhu Bodhi

1. Pathamapannasaka - Primer grupo de los cincuenta


1.1. Ahuneyyavagga - Capítulo sobre lo inferido de lo dicho
AN 6,2 Dutiyaahuneyya Sutta – Segundo discurso sobre el que es digno de las ofrendas. El
logro de las seis clases del conocimiento superior, conocidas luego como los abhinnas, hace
que la persona sea “digna de las ofrendas, la hospitalidad, dádivas y reverenciales saludos”.
AN 6,8 Anuttariya Sutta – Insuperables. Seis cosas insuperables.
AN 6,10 Mahanama Sutta – Mahanama. Los seis “recordamientos” u objetos de continua
meditación son recomendados por el Buda a sus discípulos: el Buda, el Dhamma, el Sangha,
la propia conducta virtuosa, la propia generosidad y las deidades.

1.2. Saraniyavagga - Capítulo con lo qu debe ser recordado


AN 6,11-12 Pathama y Dutiyasaraniya Sutta – Cordialidad. El Buda propone seis directrices
en aras de promover un relacionamiento cordial entre los monjes.
AN 6,14-15 Bhaddaka y Anutappiya Sutta – Muerte auspiciosa y Remordimiento. Cómo tener una
buena muerte y no morir con remordimientos.
AN 6,16 Nakulapitu Sutta – Nakula. Una sabia mujer hogareña consuela a su preocupado marido
que se encuentra cara a cara con la muerte.
AN 6,18 Macchabandha Sutta – Comerciante de pescado. Las graves consecuencias de la crueldad
frente a los animales.
AN 6,19 Pathamamaranasati Sutta – Atención consciente en la muerte. Importancia de la
contemplación de la muerte.
AN 6,20 Dutiyamaranasati Sutta – Segundo discurso sobre la atención consciente en la
muerte. La atención consciente en la muerte como un método eficaz de combatir los
perjudiciales estados mentales.

1.3. Anuttariyavagga - Capítulo sobre la excelencia


AN 6,22 Aparihaniya Sutta – El no-declive. Características de la conducta que permite no
declinar en el cultivo de los beneficiosos estados mentales.
AN 6,23 Bhaya Sutta – Peligro. El Buda explica por qué a los placeres sensuales se les
puede llamar “peligro, insatisfacción, enfermedad, ebullición, lazo y pantano”.

AN 6,24 Himavanta Sutta - Himalaya. Las características de la persona hábil en dominar el poder
de la concentración. [Leer en pali]
AN 6,25 Anussatitthasa Sutta – Recordamiento. Los siguientes “recordamientos” u objetos
de continua meditación son recomendados por el Buda: el mismo, el Dhamma, el Sangha, la
propia conducta virtuosa, la propia generosidad y las deidades.

AN 6,30 Anuttariya Sutta – Insuperables. Este sutta explica en qué consisten las seis cosas
insuperables enumeradas ya antes en AN 6,8.

1.4. Devatavagga - Capítulo con los devas


AN 6,31 Sekha Sutta – El aprendiz. Factores del declive de un monje que se entrena.
AN 6,32-33 Pathama y Dutiyaaparihana Sutta – No declive. La reverencia, el sentido de
respeto y estima hacia las Tres Joyas, hacia el entrenamiento, la vigilancia y la hospitalidad,
son las cualidades que le ayudan a uno a no caer del Camino del Buda.
AN 6,36 Vivadamula Sutta – Las disputas. Buda ve las seis “raíces de la disputa” como un
peligro para la armonía del Sangha.

AN 6,37 Chalangadana Sutta – Seis factores de ofrendar. Factores que deben poseer tanto un
buen dador como los receptores, para que una ofrenda traiga abundantes frutos.
AN 6,38 Attakari Sutta – Iniciativa propia. El Buda insiste en la existencia de tales cosas
como la instigación, la iniciativa, la elección y el esfuerzo, razones por las cuales la gente es
responsable de su propio destino.
AN 6,39 Nidana Sutta – Origen. El criterio para juzgar si el kamma de una acción es
perjudicial o beneficiosa, son los motivos o “raíces” que la acompañan. Mientras las tres
raíces perjudiciales: la codicia, el odio y la falsa ilusión, tienen el potencial de producir el
renacimiento en el plano de la miseria, las raíces contrarias aseguran un buen destino.
AN 6,40 Kimila (o Kimbila) Sutta – En Kimila. Razones por las cuales el buen Dhamma
perdura o no por mucho tiempo después de la muerte de un Buda.
AN 6,42 Nagita Sutta – Nagita. El Buda expresa, a su asistente Nagita, el aprecio que tiene
por la soledad y su rechazo a la fama, las ganancias y los elogios.

1.5. Dhammikavagga - Capitulo con Dhammika


AN 6,43 Naga Sutta – El Naga. Según el Buda, cuando la gente de su época llamaba “naga”
a algún ser, lo hacía impresionada por la grandeza de un elefante, caballo, toro, serpiente,
árbol o ser humano. Sin embargo, un verdadero “naga”, para el Buda, era aquel que se
abstenía de hacer el mal. Esta declaración merece elogios y alabanzas por parte de un monje
poeta.
AN 6,44 Migasala Sutta – Migasala. El Buda explica por qué una persona célibe y un
hombre que disfrutaba del matrimonio tuvieron el mismo destino después de la muerte.
AN 6,45 Ina Sutta – Deuda. Mediante el símil de una persona pobre endeudada, el Buda
explica en qué consiste contraer “deudas” en la vida espiritual y qué consecuencias tiene.
AN 6,47-48 Pathama y Dutiyasanditthika Sutta – Directamente visible. El Buda explica, a
un asceta mendigante y a un brahmán, qué significa que su enseñanza es “directamente
visible” y experimentable.
AN 6,49 Khema Sutta – Khema. Los arahants no se comparan ni se califican en
comparación con otras personas.
AN 6,50 Indriyasamvara Sutta – Facultades sensoriales. Curso secuencial de la práctica del
monje, comparado con el crecimiento de un árbol.
AN 6,51 Ananda Sutta – Ananda. El Venerable Ananda menciona los seis factores que
conducen a la maestría en el Dhamma, entre los cuales está aprender muchos discursos,
enseñar a otros y visitar a los ancianos para clarificar los puntos que no han sido plenamente
comprendidos.

2. Dutiyapannasaka - Segundo grupo de los cincuenta


2.1. Mahavagga - Gran Capítulo
AN 6,55 Sona Sutta – Sona. Usando el símil del laúd, cuyas cuerdas no deben ser demasiado flojas
ni demasiado estiradas para ofrecer un sonido bien afinado, el Buda explica al Venerable Sona que
debe balancear el esfuerzo con otras facultades mentales.
AN 6,57 Chalabhijati Sutta – Seis clases. Buda da una interpretación espiritual-kármica a la
doctrina de las seis clases sociales existente en la India de su época.
AN 6,59 Darukammika Sutta – Darukammika. Buda enseña, a un hombre hogareño, cómo
distinguir a los monjes que son dignos de recibir los donativos.
AN 6,63 Nibbedhika Sutta – Discurso penetrante. El Buda enseña cómo penetrar la sensualidad, las
sensaciones, las percepciones, las corrupciones mentales, las acciones (el kamma) y la
insatisfacción (dukkha) para alcanzar la liberación.
AN 6,64 Sihanada Sutta – El rugido de león. El Buda describe sus seis poderes, mediante los
cuales puede reclamar su lugar superlativo que le permite “rugir su rugido de león en las
asambleas y poner en movimiento la rueda del Brahma”.

2.2. Devatavagga - Capítulo con los devas


AN 6,65 Anagamiphala Sutta – Fruto del no-retorno. Lo que hace falta abandonar para lograr el
fruto de uno de los estados de iluminación.
AN 6,67 Mitta Sutta – Amigos. La calidad de los amigos que uno tiene, repercute en la totalidad de
la vida espiritual.
AN 6,69 Devata Sutta – Deidad. Un deva comparte con el Buda las seis características por las
cuales un monje no declinaría en su práctica.
AN 6,72 Bala Sutta - Fuerza. Las características de la persona hábil en alcanzar una concentración
fuerte.
AN 6,73-74 Pathama y Dutiyatajjhana Sutta - Primer jhana. Los impedimentos para desarrollar el
primer jhana.

2.3. Arahattavagga - Capítulo con los Arahants


AN 6,75 Dukkha Sutta – Insatisfacción. La diferencia entre morar en la insatisfacción y en
la felicidad.
AN 6,78 Sukkhasomanassa Sutta – Felicidad. Seis clases de deleite que aseguran abundante
felicidad.
AN 6,81-82 Pathama y Dutiyaniraya Sutta – El infierno. Características de la conducta que
lo conducen a uno al cielo o al infierno.

2.4. Sitivagga - Capítulo con la calma


AN 6,92-95 Pathama, Dutiya, Tatiya y Catutthabhabbatthana Sutta – Casos de incapacidad.
Cuatro grupos de casos de lo que es imposible que haga una persona realizada en el recto
punto de vista.

2.5. Anisamsavagga - Capítulo sobre lo meritorio


AN 6,98-101 Anicca, Dukkha, Anatta y Nibbana Sutta – Transitoriedad, Insatisfacción, No-
yo y Nibbana. La contemplación de los fenómenos condicionados como transitorios y como
sufrimiento, la contemplación de todos los fenómenos como no-ser y la contemplación del
Nibbana como felicidad, habilita al discípulo a adquirir “la convicción en conformidad” con
el Dhamma.

AN 6,105 Bhava Sutta – Existencia. Tres clases de existencia, que han de ser abandonadas,
y tres entrenamientos.
AN 6,106 Tanha Sutta – Ansia. Tres clases de ansia y tres clases de presunción que han de
ser abandonadas.

2.6. Tikavagga - Capítulo con la triada


AN 6,107 Raga Sutta – Avidez. Tres prácticas que hay que desarrollar para abandonar la
avidez, el odio y la falsa ilusión, respectivamente
AN 6,108 Duccarita Sutta – Mala conducta. Desarrollando la triple buena conducta, se
elimina la mala.
AN 6,109 Vitakka Sutta – Pensamientos. Lo que hay que desarrollar para abandonar los
pensamientos sensuales, de animadversión y de causar daño.
AN 6,110 Sanna Sutta – Percepciones. Lo que hay que desarrollar para abandonar las
percepciones sensuales, de animadversión y de causar daño.
AN 6,111 Dhatu Sutta – Los elementos. Lo que hay que desarrollar para abandonar los
elementos sensuales, de animadversión y de causar daño.
AN 6,112 Assada Sutta – Gratificación. Cómo combatir las visiones de la gratificación y el
yo, y el incorrecto punto de vista.
AN 6,113 Arati Sutta – Descontento. Cómo combatir el descontento, el querer hacer daño y
la conducta contraria al Dhamma.
AN 6,114 Santutthita Sutta – Contentamiento. Cómo combatir la falta de contentamiento, de
clara comprensión y los fuertes deseos.
AN 6,115 Dovacassata Sutta – Difícil de corregir. Cómo combatir el hábito de ser alguien
difícil de ser corregido, las malas amistades y las distracciones.
AN 6,116 Uddhacca Sutta – Inquietud. Cómo combatir la inquietud, la falta de restricción y
la negligencia.

2.7. Samannavagga - Capítulo sobre el estado monacal


AN 6,117-139 Samana Vagga – Capítulo sobre los ascetas. Los primeros dos suttas, de este
capítulo, mencionan las cualidades que hay que poseer para realizar exitosamente la
meditación sobre el cuerpo, las sensaciones, la mente y los fenómenos mentales, mientras
que los demás mencionan una serie de seguidores laicos que han alcanzado la iluminación.

2.8. Ragapeyyala - Serie repetitiva sobre el apego


AN 6,140-649 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia, etc. Esta serie repetitiva de
suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete contaminaciones, (2)
diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto a ellas y (3)
tres clases de prácticas.
AN 6,2 Dutiyaahuneyya Sutta – Segundo discurso sobre el que
es digno de las ofrendas

El logro de las seis clases del conocimiento superior, conocidas luego como los abhinnas, hace que
la persona sea “digna de las ofrendas, la hospitalidad, dádivas y reverenciales saludos”.

[2] “Monjes, poseyendo seis cualidades el monje es digno de ofrendas, digno de hospitalidad, digno
de dádivas y digno de recibir reverenciales saludos; es un insuperable campo de méritos para el
mundo. Y, ¿cuáles son esas seis?
"Si quiere, ejerce múltiples poderes sobrenaturales. Habiendo sido uno, se convierte en muchos;
habiendo sido muchos, se convierte en uno. Aparece. Desaparece. Atraviesa sin trabas paredes,
murallas y montañas como si fueran espacio. Bucea dentro y fuera de la tierra como si fuera agua.
Camina sobre las aguas sin hundirse como si fuese tierra firme. Sentado con las piernas cruzadas,
vuela en el aire como un ave con alas. Con su mano toca y acaricia el sol y la luna, tan
impresionantes y poderosos. Ejerce influencia con su cuerpo hasta en los mundos de Brahma.
"Si quiere, oye, por medio del elemento auditivo divino, purificado y sobrepasando al humano,
ambos tipos de sonidos, divinos y humanos, ya sean cercanos o lejanos.
"Si quiere, conoce la consciencia de otros seres, otros individuos, habiéndola abarcado con su
propia consciencia. Distingue una mente con pasión como una mente con pasión, y una mente sin
pasión como una mente sin pasión. Distingue una mente con aversión como una mente con
aversión, y una mente sin aversión como una mente sin aversión. Distingue una mente con
ignorancia como una mente con ignorancia, y una mente sin ignorancia como una mente sin
ignorancia. Distingue una mente restringida como una mente restringida, y una mente dispersa
como una mente dispersa. Distingue una mente exaltada como una mente exaltada, y una mente no
exaltada como una mente no exaltada. Distingue una mente superable [aquella que no está a su
nivel más elevado] como una mente superable, y una mente insuperable como una mente
insuperable. Distingue una mente concentrada como una mente concentrada, y una mente
desconcentrada como una mente desconcentrada. Distingue una mente liberada como una mente
liberada, y una mente no liberada como una mente no liberada.
"Si quiere, recuerda sus múltiples moradas pasadas, esto es, un nacimiento, dos nacimientos, tres
nacimientos, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien, mil, cien mil, muchos
eones de contracción cósmica, muchos eones de expansión cósmica, muchos eones de contracción y
expansión, [recordando]: 'Allí tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal era mi
alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida. Y falleciendo desde aquel
estado, surgí de nuevo allí. Allí también tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal
era mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida. Falleciendo desde aquel
estado, surgí de nuevo aquí'. Así él recuerda sus múltiples vidas pasadas en sus modos y detalles.
"Si quiere, ve, por medio del ojo divino, purificado y sobrepasando al humano, seres muriendo y
reapareciendo, y distingue cómo son inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y
desafortunados, de acuerdo con su kamma: 'Estos seres, que estaban dotados de mala conducta
corporal, verbal y mental, que insultaban a los nobles, sostenían opiniones incorrectas y emprendían
acciones bajo la influencia de opiniones incorrectas, con la desintegración del cuerpo, después de la
muerte, han reaparecido en el plano de la privación, el destino incorrecto, los reinos inferiores, en el
infierno. Pero estos seres, que estaban dotados con buena conducta corporal, verbal y mental, que
no insultaban a los nobles, que sostenían opiniones correctas y emprendían acciones bajo la
influencia de opiniones correctas, con la desintegración del cuerpo, después de la muerte, han
reaparecido en buenos destinos, incluso en el mundo celestial'. Así – por medio del ojo divino,
purificado y que supera al ojo humano – ve seres morir y reaparecer, y distingue cómo son inferiores
y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados, de acuerdo con su kamma.
"Con la destrucción de las impurezas ha descubierto por sí mismo, con el conocimiento directo, en
esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y,
habiendo entrado allí, permanece en ella.
“Poseyendo estas seis cualidades, monjes, el monje es digno de ofrendas, digno de hospitalidad,
digno de dádivas y digno de recibir reverenciales saludos; es un insuperable campo de méritos para
el mundo”.

AN 6,8 {16A6.1.1.8,8} Anuttariya Sutta – Insuperables

Seis cosas insuperables.


[8] {8} “Monjes, he aquí estas seis cosas insuperables [1]. Y, ¿cuáles son esas seis? La insuperable
visión, el insuperable oído, las insuperables ganancias, el insuperable entrenamiento, el insuperable
servicio y el insuperable recordamiento. Estas son las seis cosas insuperables”.

NOTA:
[1] La elaboración detallada de este sutta se encuentra en AN 6,30.

AN 6,10 {16A6.1.1.10,10} Mahanama Sutta – Mahanama

Los seis “recordamientos” u objetos de continua meditación son recomendados por el Buda a sus
discípulos: el Buda, el Dhamma, el Sangha, la propia conducta virtuosa, la propia generosidad y las
deidades.

[10] {10} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los sakyanos, en la arboleda de
los banianos, cerca de Kapilavatthu. Entonces, el sakyano Mahanama se acercó al Bienaventurado,
le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿cómo mora con frecuencia un noble discípulo que ha alcanzado el fruto y ha
comprendido la enseñanza?”.
“He aquí, Mahanama, el noble discípulo recuerda al Tathagata así: ‘El Bienaventurado es un
Arahant perfectamente iluminado, consumado en el conocimiento verdadero y la conducta,
afortunado, conocedor del mundo, insuperable preparador de personas que han de ser amansadas,
maestro de los devas y seres humanos, un Iluminado, un Bendito’. Cuando un noble discípulo
recuerda al Tathagata en esta ocasión, su mente no está obsesionada por la codicia, el odio o la falsa
ilusión; en esta ocasión su mente simplemente es recta y afirmada en el Tathagata. Un noble
discípulo, cuya mente es recta se inspira en el significado, se inspira en el Dhamma y se alegra
conectado con el Dhamma. Y cuando está alegre, surge el arrobamiento. El cuerpo de alguien con
mente arrebatada llega a estar tranquilo. Alguien tranquilo en el cuerpo, siente placer. Y la mente de
alguien que siente placer llega a estar concentrada. Este se llama el noble discípulo que mora
balanceado entre la población no balanceada, que mora sin aflicción entre la población afligida. Al
igual que alguien que entró en la corriente del Dhamma, desarrolla el recordamiento del Buda.
“Además, Mahanama, el noble discípulo recuerda al Dhamma así: ‘El Dhamma está bien expuesto
por el Bienaventurado, es directamente visible, inmediato e invita a uno a venir, es aplicable y
personalmente experimentable por el sabio’. Cuando un noble discípulo recuerda al Dhamma en
esta ocasión, su mente no está obsesionada por la codicia, el odio o la falsa ilusión; en esta ocasión
su mente simplemente es recta y afirmada en el Dhamma. Un noble discípulo, cuya mente es
recta… desarrolla el recordamiento del Dhamma.
“Además, Mahanama, el noble discípulo recuerda al Sangha así: ‘El Sangha de los discípulos del
Bienaventurado practica de buena manera, practica de manera recta, practica de manera verdadera,
practica de manera apropiada; es decir, las cuatro pares de personas, las ocho clases de individuos;
este Sangha de los discípulos del Bienaventurado es digno de recibir ofrendas, digno de
hospitalidad, digno de donativos, digno de reverenciales saludos y es un inigualable campo de
méritos para el mundo’. Cuando un noble discípulo recuerda al Sangha en esta ocasión, su mente no
está obsesionada por la codicia, el odio o la falsa ilusión; en esta ocasión su mente simplemente es
recta y afirmada en el Sangha. Un noble discípulo, cuya mente es recta… desarrolla el
recordamiento del Dhamma.
“Además, Mahanama, el noble discípulo recuerda su propia conducta virtuosa como inquebrantable,
perfecta, sin mancha, intachable, liberada, alabada por los sabios, no aferrada y que conduce a la
concentración. Cuando un noble discípulo recuerda su propia conducta virtuosa en esta ocasión, su
mente no está obsesionada por la codicia, el odio o la falsa ilusión; en esta ocasión, su mente
simplemente es recta y afirmada en su propia conducta virtuosa. Un noble discípulo, cuya mente es
recta… desarrolla el recordamiento de la conducta virtuosa.
“Además, Mahanama, el noble discípulo recuerda su propia generosidad así: ‘Para mí, es una buena
fortuna y ganancia que, en medio de esta populación obsesionada por la mancha de la avaricia,
permanezca con la mente libre de la mancha de la avaricia, deleitándome en el renunciamiento,
dedicado a la caridad, deleitándome en dar y compartir’. Cuando un noble discípulo recuerda su
propia generosidad en esta ocasión, su mente no está obsesionada por la codicia, el odio o la falsa
ilusión; en esta ocasión, su mente simplemente es recta y afirmada en su propia generosidad. Un
noble discípulo, cuya mente es recta… desarrolla el recordamiento de la conducta virtuosa.
“Además, Mahanama, el noble discípulo recuerda a las deidades así: ‘He aquí, los devas de los
cuatro grandes reyes, devas de Tavatimsa, devas de Yama, devas de Tusita, devas que se deleitan en
la creación, devas que controlan lo que ha sido creado por otros, devas de la compañía del Brahma y
devas aún más altos que estos. Yo también tengo esa fe que tenían aquellas deidades, razón por la
cual, cuando fallecieron allí, renacieron allá; yo también tengo esa conducta virtuosa… ese
aprendizaje… esa generosidad… esa sabiduría que tenían aquellas deidades, razón por la cual,
cuando fallecieron allí, renacieron allá’. Cuando un noble discípulo recuerda las deidades, la fe, la
conducta virtuosa, el aprendizaje, la generosidad y la sabiduría tanto en sí mismo como en aquellas
divinidades en esta ocasión, su mente no está obsesionada por la codicia, el odio o la falsa ilusión;
en esta ocasión, su mente simplemente es recta y afirmada en las deidades. Un noble discípulo, cuya
mente es recta se inspira en el significado, se inspira en el Dhamma y se alegra conectado con el
Dhamma. Y cuando está alegre, surge el arrobamiento. El cuerpo de alguien con mente arrebatada
llega a estar tranquilo. Alguien tranquilo en el cuerpo, siente placer. Y la mente de alguien que
siente placer llega a estar concentrada. Este se llama el noble discípulo que mora balanceado entre
la población no balanceada, que mora sin aflicción entre la población afligida. Al igual que alguien
que entró en la corriente del Dhamma, desarrolla el recordamiento de las deidades.
“Mahanama, un noble discípulo que ha alcanzado el fruto y comprendido la enseñanza, mora
precisamente en esta manera”.

AN 6,11-12 Pathama y Dutiyasaraniya Sutta – Cordialidad

El Buda propone seis directrices en aras de promover un relacionamiento cordial entre los monjes.

AN 6,11 Pathamasaraniya Sutta – Primer discurso sobre la cordialidad


[11] “Monjes, he aquí estos seis principios de cordialidad. Y, ¿cuáles son esos seis?
“He aquí, el monje mantiene acciones corporales de amor benevolente hacia sus compañeros
monjes, tanto en privado como en público. Este es el principio de cordialidad.
“Además, monjes, el monje mantiene acciones verbales de amor benevolente hacia sus compañeros
monjes, tanto en privado como en público. Este también es el principio de cordialidad.
“Además, monjes, el monje mantiene acciones mentales de amor benevolente hacia sus compañeros
monjes, tanto en privado como en público. Este también es el principio de cordialidad.
“Además, monjes, el monje comparte sin reservas toda ganancia recta que obtuvo rectamente,
incluyendo el contenido de su cuenco mendigante y el uso de cosas que son comunes entre los
compañeros monjes virtuosos. Este también es el principio de cordialidad.
“Además, monjes, el monje mora, tanto públicamente como en privado, teniendo en común con sus
compañeros monjes una conducta virtuosa inquebrantable, impecable, intachable, inmaculada y
libre, que es elogiada por el sabio, desprendida y conducente a la concentración. Este también es el
principio de cordialidad.
“Además, monjes, el monje mora, tanto públicamente como en privado, teniendo en común con sus
compañeros monjes el punto de vista que es noble y emancipador, que lleva a cabo, para alguien
que actúa bajo su influencia, la completa destrucción de la insatisfacción. Este también es el
principio de cordialidad.
“Estos son, monjes, los seis principios de cordialidad”.

AN 6,12 Dutiyasaraniya Sutta – Segundo discurso sobre la cordialidad


[12] “Monjes, he aquí estos seis principios de cordialidad que crean afección y respeto, y conducen
a la cohesión, concordia y unidad. Y, ¿cuáles son esos seis?
“He aquí, el monje mantiene acciones corporales de amor benevolente hacia sus compañeros
monjes, tanto en privado como en público. Este es el principio de cordialidad que crea afección y
respeto, y conduce a la cohesión, concordia y unidad.
“Además, monjes, el monje mantiene acciones verbales de amor benevolente hacia sus compañeros
monjes, tanto en privado como en público. Este también es el principio de cordialidad que crea
afección y respeto…
“Además, monjes, el monje mantiene acciones mentales de amor benevolente hacia sus compañeros
monjes, tanto en privado como en público. Este también es el principio de cordialidad que crea
afección y respeto…
“Además, monjes, el monje comparte sin reservas toda ganancia recta que obtuvo rectamente,
incluyendo el contenido de su cuenco mendigante y el uso de cosas que son comunes entre los
compañeros monjes virtuosos. Este también es el principio de cordialidad que crea afección y
respeto…
“Además, monjes, el monje mora, tanto públicamente como en privado, teniendo en común con sus
compañeros monjes una conducta virtuosa inquebrantable, impecable, intachable, inmaculada y
libre, que es elogiada por el sabio, desprendida y conducente a la concentración. Este también es el
principio de cordialidad que crea afección y respeto…
“Además, monjes, el monje mora, tanto públicamente como en privado, teniendo en común con sus
compañeros monjes el punto de vista que es noble y emancipador, que lleva a cabo, para alguien
que actúa bajo su influencia, la completa destrucción de la insatisfacción. Este también es el
principio de cordialidad que crea afección y respeto…
“Estos son, monjes, los seis principios de cordialidad que crean afección y respeto, y conducen a la
cohesión, concordia y unidad”.

AN 6,14-15 Bhaddaka y Anutappiya Sutta – Muerte auspiciosa


y Remordimiento

Cómo tener una buena muerte y no morir con remordimientos.

AN 6,14 Bhaddaka Sutta – Muerte auspiciosa


[14] Estando allí el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes: “Amigos monjes”.
“Amigo”, respondieron los monjes y el Venerable Sariputta continuó: “Amigos, cuando un monje
pasa el tiempo de una determinada manera, no tiene una muerte auspiciosa. Y, ¿cómo un monje pasa
el tiempo de manera tal que no tiene [luego] una muerte auspiciosa?
“He aquí, monjes, un monje se deleita en el trabajo, toma deleite en el trabajo y es devoto al deleite
del trabajo. Se deleita en las charlas, toma deleite en las charlas y es devoto al deleite de las charlas.
Se deleita en el sueño, toma deleite en el sueño y es devoto al deleite del sueño. Se deleita en la
compañía, toma deleite en la compañía y es devoto al deleite de la compañía. Se deleita en la unión,
toma deleite en la unión y es devoto al deleite de la unión. Se deleita en la proliferación, toma
deleite en la proliferación y es devoto al deleite de la proliferación.
“Cuando un monje pasa el tiempo de esta manera no tiene una muerte auspiciosa. Se le llama un
monje que se deleita en la existencia personal, que no abandona la existencia personal en aras de
poner completo fin a la insatisfacción.
“Amigos, cuando un monje pasa el tiempo de una determinada manera, tiene una muerte auspiciosa.
Y, ¿cómo un monje pasa el tiempo de manera tal que tiene [luego] una muerte auspiciosa?
“He aquí, monjes, un monje no se deleita en el trabajo, no toma deleite en el trabajo ni es devoto al
deleite del trabajo. No se deleita en las charlas, no toma deleite en las charlas ni es devoto al deleite
de las charlas. No se deleita en el sueño, no toma deleite en el sueño ni es devoto al deleite del
sueño. No se deleita en la compañía, no toma deleite en la compañía ni es devoto al deleite de la
compañía. No se deleita en la unión, no toma deleite en la unión ni es devoto al deleite de la unión.
No se deleita en la proliferación, no toma deleite en la proliferación ni es devoto al deleite de la
proliferación.
“Cuando un monje pasa el tiempo de esta manera tiene una muerte auspiciosa. Se le llama un monje
que se deleita en el Nibbana, que ha abandonado la existencia personal en aras de poner completo
fin a la insatisfacción”.
La creatura devota a la proliferación,
Que se deleita en la proliferación,
Falló en alcanzar el Nibbana,
La insuperable liberación de la esclavitud.
Pero alguien que abandonó la proliferación,
Que encontró el deleite en la no-proliferación,
Ha alcanzado el Nibbana,
La insuperable liberación de la esclavitud.

AN 6,15 Anutappiya Sutta – Remordimiento


[15] Estando allí el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes... “Amigos, cuando un monje pasa el
tiempo de una determinada manera, muere con remordimiento. Y, ¿cómo un monje pasa el tiempo
de manera tal que muere [luego] con remordimiento?
“He aquí, monjes, un monje se deleita en el trabajo… [sigue como en el sutta anterior]… no
abandona la existencia personal en aras de poner completo fin a la insatisfacción.
“Amigos, cuando un monje pasa el tiempo de una determinada manera, muere sin remordimiento.
Y, ¿cómo un monje pasa el tiempo de manera tal que muere [luego] sin remordimiento?
“He aquí, monjes, un monje no se deleita en el trabajo… [sigue como en el sutta anterior]…
abandona la existencia personal en aras de poner completo fin a la insatisfacción”.
[Los versos son idénticos que en el sutta anterior].

AN 6,16 {16A6.1.2.6,162} Nakulapitu Sutta – Nakula


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• La muerte

Una sabia mujer hogareña consuela a su preocupado marido que se encuentra cara a cara con la
muerte.
[16] {16} En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando entre los bhaggas, en el Parque de los
Venados, en la arboleda de Bhesakala, cerca de la Colina de los Cocodrilos. En este tiempo,
Nakulapita, un hombre hogareño, resultó gravemente enfermo, caído en el dolor y casi moribundo.
Entonces, la mujer hogareña Nakulamita se dirigió a él con estas palabras:
“No estés preocupado acerca de tu muerte, hombre hogareño. La muerte es angustiante para alguien
que está preocupado. El Bienaventurado denunció que, para alguien que está preocupado, la muerte
es angustiante.
“Ahora bien, hombre hogareño, puede ser que pienses así: ‘después de mi muerte, Nakulamita no
será capaz de dar sostén a los niños y mantener el hogar’, pero no deberías ver las cosas de esta
manera. Yo soy hábil en el arte de hilar el algodón y cardar la lana. Yo sí, puedo dar sostén a los
niños y mantener el hogar después de tu muerte. Así que no estés preocupado acerca de tu muerte,
hombre hogareño. La muerte es angustiante para alguien que está preocupado. El Bienaventurado
denunció que, para alguien que está preocupado, la muerte es angustiante.
“Además, hombre hogareño, puede ser que pienses así: ‘después de mi muerte, Nakulamita tomará
a otro esposo’, pero no deberías ver las cosas de esta manera. Tú sabes que mi completa castidad ha
sido constante durante los últimos dieciséis años. Así que no estés preocupado acerca de tu muerte,
hombre hogareño. La muerte es angustiante para alguien que está preocupado. El Bienaventurado
denunció que, para alguien que está preocupado, la muerte es angustiante.
“Además, hombre hogareño, puede ser que pienses así: ‘después de mi muerte, Nakulamita no
tendrá deseo de ir a visitar al Bienaventurado ni la comunidad de los monjes’, pero no deberías ver
las cosas de esta manera. Yo tendré el deseo aún más fuerte de ir a visitar al Bienaventurado y la
comunidad de los monjes después de tu muerte. Así que no estés preocupado acerca de tu muerte,
hombre hogareño. La muerte es angustiante para alguien que está preocupado. El Bienaventurado
denunció que, para alguien que está preocupado, la muerte es angustiante.
“Además, hombre hogareño, puede ser que pienses así: ‘después de mi muerte, Nakulamita no se
conducirá plenamente de acuerdo a los preceptos después’, pero no deberías ver las cosas de esta
manera. Soy una, entre las mujeres hogareñas vestidas de blanco, discípulas del Bienaventurado que
viven de acuerdo a sus preceptos. Si alguien duda de esto o lo niega, que vaya a preguntar al
Bienaventurado, al Arahant plenamente iluminado, quien justamente está morando entre los
bhaggas, en el Parque de los Venados, en la arboleda de Bhesakala, cerca de la Colina de los
Cocodrilos. Así que no estés preocupado acerca de tu muerte, hombre hogareño. La muerte es
angustiante para alguien que está preocupado. El Bienaventurado denunció que, para alguien que
está preocupado, la muerte es angustiante.
“Además, hombre hogareño, puede ser que pienses así: ‘después de mi muerte Nakulamita no
alcanzará la tranquilidad interior en su corazón después’, pero no deberías ver las cosas de esta
manera. Soy una, entre las mujeres hogareñas vestidas de blanco, discípulas del Bienaventurado que
han alcanzado la tranquilidad interior en su corazón. Si alguien duda de esto o lo niega, que vaya a
preguntar al Bienaventurado, al Arahant plenamente iluminado, quien justamente está morando
entre los bhaggas, en el Parque de los Venados, en la arboleda de Bhesakala, cerca de la Colina de
los Cocodrilos. Así que no estés preocupado acerca de tu muerte, hombre hogareño. La muerte es
angustiante para alguien que está preocupado. El Bienaventurado denunció que, para alguien que
está preocupado, la muerte es angustiante.
“Además, hombre hogareño, puede ser que pienses así: ‘después de mi muerte, Nakulamita no
encontrará un fundamento firme en este Dhamma y Disciplina, un asidero para sus pies, no
encontrará consuelo, no se sobrepondrá a las dudas, no disipará su perplejidad, no alcanzará el
estado libre de temor ni ganará independencia de los demás en consideración a la enseñanza del
Maestro’, pero no deberías ver las cosas de esta manera. Soy una, entre las mujeres hogareñas
vestidas de blanco, discípulas del Bienaventurado, que encontraron un fundamento firme en este
Dhamma y Disciplina, un asidero para sus pies, que encontraron consuelo, se sobrepusieron a las
dudas, disiparon su perplejidad, alcanzaron el estado libre de temor y ganaron independencia de los
demás en consideración a la enseñanza del Maestro, soy una de ellas. Si alguien duda de esto o lo
niega, que vaya a preguntar al Bienaventurado, al Arahant plenamente iluminado, quien justamente
está morando entre los bhaggas, en el Parque de los Venados, en la arboleda de Bhesakala, cerca de
la Colina de los Cocodrilos. Así que no estés preocupado acerca de tu muerte, hombre hogareño. La
muerte es angustiante para alguien que está preocupado. El Bienaventurado denunció que, para
alguien que está preocupado, la muerte es angustiante.”
Y mientras el hombre hogareño Nakulapita fue consolado de esta manera por Nakulamita con estas
exhortaciones, su enfermedad inmediatamente fue apartada de él y se recuperó de su enfermedad.
Así fue, cómo la enfermedad abandonó a Nakulapita.
Después, una vez que el Nakulapita se haya recuperado de su dolencia, no mucho después de que su
enfermedad lo hubo abandonado, apoyado en un bastón, se fue junto al Bienaventurado. Cuando
llegó ahí, saludó respetuosamente al Bienaventurado y se sentó a un lado. Y cuando estaba sentado,
el Bienaventurado se dirigió a él con estas palabras:
“Es una verdadera ganancia para ti, hombre hogareño, una gran ganancia, el hecho de tener a
Nakulamita –llena de compasión y ocupada de tu bienestar- como tu consoladora e instructora. Ella
es una entre las mujeres hogareñas vestidas de blanco son mis discípulas y que viven de acuerdo a
mis preceptos. Ella es una entre las mujeres hogareñas vestidas de blanco que son mis discípulas y
que han alcanzado la tranquilidad interior en su corazón. Ella es una entre las mujeres hogareñas
vestidas de blanco que son mis discípulas y que encontraron un fundamento firme en este Dhamma
y Disciplina, un asidero para sus pies, que encontraron consuelo, se sobrepusieron a las dudas,
disiparon su perplejidad, alcanzaron el estado libre de temor y ganaron independencia de los demás
en consideración a mi enseñanza, ella es una de ellas. Así que, es una verdadera ganancia para ti,
hombre hogareño, una gran ganancia, el hecho de tener Nakulamita –llena de compasión y ocupada
de tu bienestar- como tu consoladora e instructora.”

AN 6,18 {16A6.1.2.8,18} Macchabandha Sutta – Comerciante


de pescado
Las graves consecuencias de la crueldad frente a los animales.
[18] {18} En una ocasión, el Bienaventurado estaba recorriendo entre los kosalans, junto con un
gran Sangha de los monjes. Entonces, mientras viajaba por el camino principal, en cierto lugar vio a
un comerciante de pescado matando a los peces y vendiéndolos. Acto seguido salió del camino
principal, se sentó en un asiento que estaba preparado para él al pie de un árbol y se dirigió a los
monjes así:
“Monjes, ¿veis a aquel comerciante de pescado matando a los peces y vendiéndolos?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“¿Qué opináis monjes? ¿Habéis visto o escuchado alguna vez que un comerciante de pescado,
alguien que mata a los peces y los vende, por causa de su trabajo y estilo de vida, viajase por ahí en
un elefante o caballo, en una carroza o vehículo, o disfrutase de las riquezas o de una larga vida de
acumulación de bienes?”.
“No, Venerable Señor”.
“Bien, monjes. Yo tampoco vi ni escuché semejante cosa. Y, ¿por qué así? Porque él procura la
crueldad para los peces, capturándolos y llevándolos a una masacre. Por eso, no viaja por ahí en un
elefante o caballo, en una carroza o vehículo, ni disfruta de las riquezas ni de una larga vida de
acumulación de bienes.
“Y, ¿qué opináis monjes? ¿Habéis visto o escuchado alguna vez que un carnicero de ganado,
alguien que mata a las vacas y las vende… un carnicero de ovejas… un carnicero de cerdos… un
carnicero de aves de corral… un carnicero de venados, alguien que mata a los venados y los vende,
por causa de su trabajo y estilo de vida, viajase por ahí en un elefante o caballo, en una carroza o
vehículo, o disfrutase de las riquezas o de una larga vida de acumulación de bienes?”.
“No, Venerable Señor”.
“Bien, monjes. Yo tampoco vi ni escuché semejante cosa. Y, ¿por qué así? Porque él procura la
crueldad para los venados, capturándolos y llevándolos a una masacre. Por eso, no viaja por ahí en
un elefante o caballo, en una carroza o vehículo, ni disfruta de las riquezas ni de una larga vida de
acumulación de bienes.
“Monjes, alguien que procura la crueldad para los animales, capturándolos y llevándolos a una
masacre, no va a viajar por ahí en un elefante o caballo, en una carroza o vehículo, ni va a disfrutar
de las riquezas ni de una larga vida de acumulación de bienes. Y, ¿qué entonces se puede decir sobre
alguien que procura la crueldad y condena al ser humano a criarse en la masacre? Que esto lo
conducirá al dolor y el sufrimiento por largo tiempo. Con el quiebre del cuerpo, después de la
muerte, renacerá en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, incluso del
infierno”.
AN 6,19 {16A6.1.2.9,19} Pathamamaranassati Sutta –
Atención consciente en la muerte

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• Atención consciente (Sati)
• La muerte

Importancia de la contemplación de la muerte.


[19] {19} En una ocasión el Bienaventurado estaba en Nadika, en el Salón de Ladrillos, donde se
dirigió a los monjes diciendo: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, la atención consciente puesta en la muerte, cuando es desarrollada y perfeccionada, es
fructífera y beneficiosa. Culmina con la inmortalidad y la inmortalidad es su consumación. De
modo que, debéis practicar la atención consciente puesta en la muerte”.
Cuando esto fue dicho, cierto monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo
practico ya la atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte, monje?”
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese un día y una noche, atendiendo las palabras del Bienaventurado,
podría conseguir la realización de la gran meta.’ Así es cómo practico la atención consciente puesta
en la muerte”.
Entonces, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya
la atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte, monje?”
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese un día, atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir
la realización de la gran meta.’ Así es cómo practico la atención consciente puesta en la muerte”.
Luego, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya la
atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte?”
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese por el intervalo que dura consumir una comida, atendiendo las
palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran meta.’ Así es cómo practico
la atención consciente puesta en la muerte”.
Después, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya
la atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte?”
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese por el intervalo que dura tragar y masticar cuatro bocados de comida,
atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran meta.’ Así es
cómo practico la atención consciente puesta en la muerte”.
Entonces, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya
la atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte?”
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese por el intervalo que dura tragar y masticar un sólo bocado de comida,
atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran meta.’ Así es
cómo practico la atención consciente puesta en la muerte”
Luego, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya la
atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte?”
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese por el intervalo que dura una inhalación del aire después de la
exhalación o una exhalación después de la inhalación, atendiendo las palabras del Bienaventurado,
podría conseguir la realización de la gran meta.’ Así es cómo practico la atención consciente puesta
en la muerte”.
Cuando esto fue dicho, el Bienaventurado se dirigió a los monjes con estas palabras: “Cualquiera
que practica la atención consciente puesta en la muerte pensando: ‘Oh, si yo viviese un día y una
noche... Oh, si yo viviese un día... Oh, si yo viviese por el intervalo que dura consumir una
comida... Oh, si yo viviese por el intervalo que dura tragar y masticar cuatro bocados de comida,
podría conseguir la realización de la gran meta’ –practica descuidadamente; el desarrollo de la
atención consciente puesta en la muerte, sólo muy lentamente le servirá esto poner fin a las
corrupciones mentales.
“Pero aquel que practica la atención consciente puesta en la muerte pensando: ‘Oh, si yo viviese por
el intervalo que dura tragar y masticar un sólo bocado de comida... Oh, si yo viviese por el intervalo
que dura una inhalación del aire después de la exhalación o una exhalación después de la
inhalación, podría conseguir la realización de la gran meta’ –practica atentamente y el desarrollo de
la atención consciente puesta en la muerte le servirá plenamente para poner fin a las corrupciones
mentales.
"Así que, monjes, debéis practicar de esta manera: ‘Vamos a morar en la atención. Vamos a
desarrollar la atención consciente en la muerte plenamente, para poner fin a las corrupciones
mentales.’ De esta forma debéis practicar”

AN 6,20 Dutiyamaranasati Sutta – Segundo discurso sobre la


atención consciente en la muerte
La atención consciente en la muerte como un método eficaz de combatir los perjudiciales estados
mentales.
[20] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Salón de Ladrillos, en Nadika.
Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así:
“Monjes, la atención consciente en la muerte, cuando se la desarrolla y cultiva, es de gran fruto y
beneficio, culminando en lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación. Y, ¿cómo es
eso, monjes?
“He aquí, monjes, cuando el día retrocede y se acerca la noche, el monje reflexiona así: ‘Podría
estar muerto por cuenta de muchas causas. Podría morderme una serpiente, un escorpión o podría
picarme fuerte un ciempiés, por cuya causa podría estar muerto; aquello podría ser un obstáculo
para mí. Podría tropezar y caer, mi comida podría no caerme bien, mi bilis podría agitarse, mi flema
podría agitarse o un fuerte viento podría agitarme, por cuya causa podría estar muerto; aquello
podría ser un obstáculo para mí’.
“Este monje debería reflexionar así: ‘¿Tengo algunas características malas y perjudiciales que no
han sido abandonadas, las cuales podrían convertirse en un obstáculo para mí si muriese esta
noche?’. Si después de haberse examinado así, el monje conoce esto: ‘Efectivamente, tengo algunas
características malas y perjudiciales que no han sido abandonadas, las cuales podrían convertirse en
un obstáculo para mí si muriese esta noche’, entonces debería poner un esfuerzo extraordinario,
deseo, celo, entusiasmo, determinación, atención consciente y clara comprensión para abandonar
aquellas malas y perjudiciales características. Al igual que alguien, cuya ropa o cabeza se estuviera
incendiando debería poner un esfuerzo extraordinario, deseo, celo, entusiasmo, determinación,
atención consciente y clara comprensión para extinguir [el fuego de] su ropa o cabeza, así también
aquel monje debería poner un esfuerzo extraordinario, deseo, celo, entusiasmo, determinación,
atención consciente y clara comprensión para abandonar aquellas malas y perjudiciales
características.
“Pero si después de haberse examinado así, el monje conoce esto: ‘Yo no tengo características
malas y perjudiciales algunas que no han sido abandonadas, las cuales podrían convertirse en un
obstáculo para mí si muriese esta noche’, entonces debería permanecer en este mismo arrobamiento
y gozo, entrenándose día y noche en las cualidades beneficiosas.
“Además, monjes, cuando la noche retrocede y el día se acerca, el monje reflexiona así: ‘Podría
estar muerto por cuenta de muchas causas. Podría morderme una serpiente… o un fuerte viento
podría agitarme, por cuya causa podría estar muerto; aquello podría ser un obstáculo para mí’.

“Este monje debería reflexionar así: ‘¿Tengo algunas características malas y perjudiciales que no
han sido abandonadas, las cuales podrían convertirse en un obstáculo para mí si muriese este
día?’… [sigue igual, reemplazando “esta noche” por “este día”].
“Es así, monjes, cómo la atención consciente en la muerte, cuando se la desarrolla y cultiva es de
gran fruto y beneficio, culminando en lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación”.

AN 6,22 {16A6.1.3.2,22} Aparihaniya Sutta – El no-declive


Características de la conducta que permite no declinar en el cultivo de los beneficiosos estados
mentales.
[22] {22} “Monjes, voy a enseñaros estas seis cualidades que conducen al no-declive. Escuchad y
prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cuáles son, monjes, las seis cualidades que conducen al no-declive? No tomar deleite en el
trabajo, no tomar deleite en las charlas, no tomar deleite en el dormir, no tomar deleite con la
compañía, ser fácil de corregir y un buen compañero. Estas son, monjes, las seis cualidades que
conducen al no-declive.
“Monjes, todos aquellos del pasado que no declinaron en los beneficiosos estados mentales, no
declinaron gracias a estas seis cualidades. Todos aquellos del futuro que no van a declinar en los
beneficiosos estados mentales, no declinarán gracias a estas seis cualidades. Y todos aquellos del
presente que no declinan en los beneficiosos estados mentales, no declinan gracias a estas seis
cualidades”.

AN 6,23 {16A6.1.3.3,23} Bhaya Sutta – Peligro

El Buda explica por qué a los placeres sensuales se les puede llamar “peligro, insatisfacción,
enfermedad, ebullición, lazo y pantano”.

[23] {23} “Monjes, ‘peligro’ es la designación para los placeres sensuales. ‘Insatisfacción’ es la
designación para los placeres sensuales. ‘Enfermedad’ es la designación para los placeres sensuales.
‘Ebullición’ es la designación para los placeres sensuales. ‘Lazo’ es la designación para los placeres
sensuales. ‘Pantano’ es la designación para los placeres sensuales.
“Y, ¿por qué, monjes, ‘peligro’ es la designación para los placeres sensuales? Porque uno, cuando
está excitado por un fuerte deseo sensorial, atado por el deseo y la codicia, no está libre del peligro
perteneciente a la presente vida ni el que pertenece a la vida futura; es por eso, monjes, que ‘peligro’
es la designación para los placeres sensuales.
“Y, ¿por qué, monjes, ‘insatisfacción’… ‘enfermedad’… ‘ebullición’… ‘lazo’… ‘pantano’ es la
designación para los placeres sensuales? Porque uno, cuando está excitado por un fuerte deseo
sensorial, atado por el deseo y la codicia, no está libre del peligro perteneciente a la presente vida ni
el que pertenece a la vida futura; es por eso, monjes, que ‘pantano’ es la designación para los
placeres sensuales”.
Peligro, insatisfacción y enfermedad,
Ebullición, lazo y pantano:
Estos describen a los placeres sensuales,
A los cuales está atada una persona mundana.
Habiendo visto el peligro en el apego
Como origen del nacimiento y la muerte,
Siendo liberados mediante el desapego,
En la extinción del nacimiento y la muerte,
Aquellos felices han alcanzado la seguridad;
Han alcanzado el nibbana ya en esta vida.
Habiendo superado toda la enemistad y peligro,
Trascienden toda la insatisfacción.

AN 6,24 {16A6.1.3.4,24} Himavanta Sutta – Himalaya

Las características de la persona hábil en dominar el poder de la concentración.

{24} "Monjes, poseyendo seis cualidades, un monje podría partir el Himalaya, el rey de las
montañas, y ni qué decir, la vil ignorancia. Y, ¿cuáles son estas seis?
"Es el caso, monjes, cuando el monje es hábil en alcanzar la concentración, es hábil en mantener la
concentración, es hábil de emerger de la concentración, es hábil en la aptitud para la concentración,
hábil en el área de la concentración y es hábil en la resolución referente a la concentración.
"Poseyendo estas seis cualidades, un monje podría partir el Himalaya, el rey de las montañas, y ni
qué decir, la vil ignorancia."

AN 6,25 Anussatitthasa Sutta – Recordamiento

Los siguientes “recordamientos” u objetos de continua meditación son recomendados por el Buda:
el mismo, el Dhamma, el Sangha, la propia conducta virtuosa, la propia generosidad y las deidades.

[25] “Monjes, he aquí estos seis objetos de recordamiento. Y, ¿cuáles son esos seis?
“He aquí, monjes, el noble discípulo recuerda al Tathagata así: ‘El Bienaventurado es un Arahant
perfectamente iluminado, consumado en el conocimiento verdadero y la conducta, afortunado,
conocedor del mundo, insuperable preparador de personas que han de ser amansadas, maestro de los
devas y seres humanos, un Iluminado, un Bendito’. Cuando un noble discípulo recuerda al
Tathagata en esta ocasión, su mente no está obsesionada por la codicia, el odio o la falsa ilusión; en
esta ocasión su mente simplemente es recta. Él se aparta de la codicia, se libera y emerge de ella.
‘Codicia’, monjes, es la designación de los cinco objetos del placer sensual. Habiendo hecho de esto
su base, algunos seres aquí son purificados de esta manera.
“Además, monjes, el noble discípulo recuerda al Dhamma así: ‘El Dhamma está bien expuesto por
el Bienaventurado, es directamente visible, inmediato e invita a uno a venir, es aplicable y
personalmente experimentable por el sabio’. Cuando un noble discípulo recuerda al Dhamma en
esta ocasión, su mente no está obsesionada por la codicia, el odio o la falsa ilusión; en esta ocasión
su mente simplemente es recta. Él se aparta de la codicia, se libera y emerge de ella. ‘Codicia’,
monjes, es la designación de los cinco objetos del placer sensual. Habiendo hecho de esto su base,
algunos seres aquí son purificados de esta manera.
“Además, monjes, el noble discípulo recuerda al Sangha así: ‘El Sangha de los discípulos del
Bienaventurado practica de buena manera, practica de manera recta, practica de manera verdadera,
practica de manera apropiada; es decir, los cuatro pares de personas, las ocho clases de individuos;
este Sangha de los discípulos del Bienaventurado es digno de recibir ofrendas, digno de
hospitalidad, digno de donativos, digno de reverenciales saludos y es un inigualable campo de
méritos para el mundo’. Cuando un noble discípulo recuerda al Sangha en esta ocasión, su mente no
está obsesionada por la codicia, el odio o la falsa ilusión; en esta ocasión su mente simplemente es
recta. Él se aparta de la codicia, se libera y emerge de ella. ‘Codicia’, monjes, es la designación de
los cinco objetos del placer sensual. Habiendo hecho de esto su base, algunos seres aquí son
purificados de esta manera.
“Además, monjes, el noble discípulo recuerda su propia conducta virtuosa como inquebrantable,
perfecta, sin mancha, intachable, liberada, alabada por los sabios, no aferrada y que conduce a la
concentración. Cuando un noble discípulo recuerda su propia conducta virtuosa en esta ocasión, su
mente no está obsesionada por la codicia, el odio o la falsa ilusión; en esta ocasión, su mente
simplemente es recta. Él se aparta de la codicia, se libera y emerge de ella. ‘Codicia’, monjes, es la
designación de los cinco objetos del placer sensual. Habiendo hecho de esto su base, algunos seres
aquí son purificados de esta manera.
“Además, monjes, el noble discípulo recuerda su propia generosidad así: ‘Para mí, es una buena
fortuna y ganancia que, en medio de esta populación obsesionada por la mancha de la avaricia,
permanezca con la mente libre de la mancha de la avaricia, deleitándome en el renunciamiento,
dedicado a la caridad, deleitándome en dar y compartir’. Cuando un noble discípulo recuerda su
generosidad en esta ocasión, su mente no está obsesionada por la codicia, el odio o la falsa ilusión;
en esta ocasión, su mente simplemente es recta. Él se aparta de la codicia, se libera y emerge de ella.
‘Codicia’, monjes, es la designación de los cinco objetos del placer sensual. Habiendo hecho de esto
su base, algunos seres aquí son purificados de esta manera.
“Además, monjes, el noble discípulo recuerda a las deidades así: ‘He aquí, los devas de los cuatro
grandes reyes, devas de Tavatimsa, devas de Yama, devas de Tusita, devas que se deleitan en la
creación, devas que controlan lo que ha sido creado por otros, devas de la compañía del Brahma y
devas aún más altos que estos. Yo también tengo esa fe que tenían aquellas deidades, razón por la
cual, cuando fallecieron allí, renacieron allá; yo también tengo esa conducta virtuosa… ese
aprendizaje… esa generosidad… esa sabiduría que tenían aquellas deidades, razón por la cual,
cuando fallecieron allí, renacieron allá’. Cuando un noble discípulo recuerda su fe, conducta
virtuosa, aprendizaje, generosidad y sabiduría, en esta ocasión, su mente no está obsesionada por la
codicia, el odio o la falsa ilusión; en esta ocasión, su mente simplemente es recta. Él se aparta de la
codicia, se libera y emerge de ella. ‘Codicia’, monjes, es la designación de los cinco objetos del
placer sensual. Habiendo hecho de esto su base, algunos seres aquí son purificados de esta manera.
“Estos son, monjes, los seis objetos de recordamiento”.
AN 6,30 {16A6.1.3.10,30} Anuttariya Sutta – Insuperables

Este sutta explica en qué consisten las seis cosas insuperables enumeradas ya antes en AN 6,8.

[30] {30} “Monjes, he aquí estas seis cosas insuperables. Y, ¿cuáles son esas seis? La insuperable
visión, el insuperable oír, la insuperable ganancia, el insuperable entrenamiento, el insuperable
servicio y el insuperable recordamiento. Estas son las seis cosas insuperables.
“Y, ¿qué es, monjes, la insuperable visión? He aquí, alguien va a ver la joya del elefante, la joya del
caballo, la joya de la gema u otras cosas dignas de ver; o si no, va a ver a un asceta o brahmán de
incorrecto punto de vista y de mala práctica. Hay una visión así, no lo niego. Pero semejante visión
es baja, común, mundana, innoble y no beneficiosa; la misma no conduce al desencantamiento, el
desapasionamiento, el cese, la paz, el conocimiento directo, la iluminación ni al Nibbana. Sin
embargo, cuando alguien de una fe asentada, de asentada devoción, decidido, lleno de confianza va
a ver al Tathagata o al discípulo del Tathagata: esta visión insuperable es para la purificación de los
seres, para la superación del dolor y el lamento, para la desaparición de la pena y abatimiento, para
el logro del método, para la realización del Nibbana. Esta es la llamada visión insuperable. Tal es la
insuperable visión.
“Y, ¿qué es, monjes, el insuperable oír? He aquí, alguien va a escuchar el sonido de los tambores, el
sonido de laúdes, el sonido de las canciones o a escuchar varios sonidos; o si no, va a escuchar el
Dhamma de un asceta o brahmán de incorrecto punto de vista y de mala práctica. Hay un oír así, no
lo niego. Pero semejante oír es bajo, común, mundano, innoble y no beneficioso; el mismo no
conduce al desencantamiento, el desapasionamiento, el cese, la paz, el conocimiento directo, la
iluminación ni al Nibbana. Sin embargo, cuando alguien de una fe asentada, de asentada devoción,
decidido, lleno de confianza va a escuchar al Tathagata o al discípulo del Tathagata: este oír
insuperable es para la purificación de los seres, para la superación del dolor y el lamento, para la
desaparición de la pena y abatimiento, para el logro del método, para la realización del Nibbana.
Este es el llamado oír insuperable. Tal es la insuperable visión y el insuperable oír.
“Y, ¿qué es, monjes, la insuperable ganancia? He aquí, alguien gana a los hijos, esposa, ganancias o
gana varios bienes; o si no, obtiene fe en un asceta o brahmán de incorrecto punto de vista y de
mala práctica. Hay unas ganancias así, no lo niego. Pero semejantes ganancias son bajas, comunes,
mundanas, innobles y no beneficiosas; las mismas no conducen al desencantamiento, el
desapasionamiento, el cese, la paz, el conocimiento directo, la iluminación ni al Nibbana. Sin
embargo, cuando alguien de una fe asentada, de asentada devoción, decidido, lleno de confianza
obtiene fe en el Tathagata o en el discípulo del Tathagata: esta insuperable ganancia es para la
purificación de los seres, para la superación del dolor y el lamento, para la desaparición de la pena y
abatimiento, para el logro del método, para la realización del Nibbana. Esta es la llamada ganancia
insuperable. Tal es la insuperable visión, el insuperable oír y la insuperable ganancia.
“Y, ¿qué es, monjes, el insuperable entrenamiento? He aquí, alguien se entrena en domar a los
elefantes, en la equitación, en carros, en el tiro con arco, en la esgrima o se entrena en varios
campos; o si no, se entrena bajo un asceta o brahmán de incorrecto punto de vista y de mala
práctica. Hay un entrenamiento así, no lo niego. Pero semejante entrenamiento es bajo, común,
mundano, innoble y no beneficioso; el mismo no conduce al desencantamiento, el
desapasionamiento, el cese, la paz, el conocimiento directo, la iluminación ni al Nibbana. Sin
embargo, cuando alguien de una fe asentada, de asentada devoción, decidido, lleno de confianza se
entrena en la suprema conducta virtuosa, en la mente suprema y en la suprema sabiduría en el
Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata: este insuperable entrenamiento es para la
purificación de los seres, para la superación del dolor y el lamento, para la desaparición de la pena y
abatimiento, para el logro del método, para la realización del Nibbana. Este es el llamado
entrenamiento insuperable. Tal es la insuperable visión, el insuperable oír, la insuperable ganancia y
el insuperable entrenamiento.
“Y, ¿qué es, monjes, el insuperable servicio? He aquí, alguien sirve a un khattiya, un brahmán, a un
hombre hogareño, o sirve a varios; o si no, sirve a un asceta o brahmán de incorrecto punto de vista
y de mala práctica. Hay una clase de servicio así, no lo niego. Pero semejante servicio es bajo,
común, mundano, innoble y no beneficioso; el mismo no conduce al desencantamiento, el
desapasionamiento, el cese, la paz, el conocimiento directo, la iluminación ni al Nibbana. Sin
embargo, cuando alguien de una fe asentada, de asentada devoción, decidido, lleno de confianza
sirve al Tathagata o al discípulo del Tathagata: este insuperable servicio es para la purificación de
los seres, para la superación del dolor y el lamento, para la desaparición de la pena y abatimiento,
para el logro del método, para la realización del Nibbana. Este es el llamado servicio insuperable.
Tal es la insuperable visión, el insuperable oír, la insuperable ganancia, el insuperable
entrenamiento y el insuperable servicio.
“Y, ¿qué es, monjes, el insuperable recordamiento? He aquí, recuerda haber ganado al hijo, la
esposa, las riquezas o a varias clases de ganancias; o si no, recuerda a un asceta o brahmán de
incorrecto punto de vista y de mala práctica. Hay una clase de recordamiento así, no lo niego. Pero
semejante recordamiento es bajo, común, mundano, innoble y no beneficioso; el mismo no conduce
al desencantamiento, el desapasionamiento, el cese, la paz, el conocimiento directo, la iluminación
ni al Nibbana. Sin embargo, cuando alguien de una fe asentada, de asentada devoción, decidido,
lleno de confianza recuerda al Tathagata: este insuperable recordamiento es para la purificación de
los seres, para la superación del dolor y el lamento, para la desaparición de la pena y abatimiento,
para el logro del método, para la realización del Nibbana. Este es el llamado recordamiento
insuperable. Tal es el recordamiento insuperable.
“Estas son, monjes, las seis cosas insuperables”.
Habiendo ganado la mejor de las visiones,
O el insuperable oír,
Habiendo adquirido la insuperable ganancia,
Deleitándose en el insuperable entrenamiento,
Atentos en el servicio,
Desarrollan el recordamiento
Conectados con la reclusión
Y la seguridad, se conducen hacia lo inmortal.
Regocijándose en la diligencia,
Prudentes, restringidos por la virtud,
Al tiempo que descubren
Dónde cesa la insatisfacción.

AN 6,31 Sekha Sutta – El aprendiz

Factores del declive de un monje que se entrena.

[31] “Monjes, estas seis características conducen al declive de un monje que es aprendiz. Y, ¿cuáles
son esas seis? El deleite en el trabajo, el deleite en las charlas, el deleite en el dormir, el deleite en la
compañía, el no resguardar las puertas de las facultades sensoriales y la falta de moderación en la
comida. Estas seis características conducen al declive de un monje que es aprendiz.
“Monjes, estas seis características conducen al no-declive de un monje que es aprendiz. Y, ¿cuáles
son esas seis? No tener deleite en el trabajo, no tener deleite en las charlas, no tener deleite en el
dormir, no tener deleite en la compañía, resguardar las puertas de las facultades sensoriales y la
moderación en la comida. Estas seis características conducen al no-declive de un monje que es
aprendiz”.

AN 6,32-33 {16A6.1.4.2,32-16A6.1.4.3,33} Pathama y


Dutiyaaparihana Sutta – No declive

La reverencia, el sentido de respeto y estima hacia las Tres Joyas, hacia el entrenamiento, la
vigilancia y la hospitalidad, son las cualidades que le ayudan a uno a no caer del Camino del Buda.

AN 6,32 {16A6.1.4.2,2} Pathamaaparihana Sutta – No declive (1)


[32] {32} Entonces, cuando la noche estaba avanzada, una cierta deidad de maravillosa belleza,
iluminando toda la arboleda Jeta, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y, estando a un
lado, le dijo:
“Venerable Señor, he aquí estas seis cualidades que conducen al no declive del monje. Y, ¿cuáles
son esas seis? La reverencia hacia el maestro, la reverencia hacia el Dhamma, la reverencia hacia el
Sangha, la reverencia hacia el entrenamiento, la reverencia hacia la vigilancia y la reverencia hacia
la hospitalidad. Estas son las seis cualidades que conducen al no declive del monje”.
Esto es lo que dijo el deva y el Maestro estuvo de acuerdo. Entonces, aquella deidad, pensando “el
Maestro está de acuerdo conmigo”, rindió homenaje al Bienaventurado, dio vuelta cuidando que el
Bienaventurado quedase siempre a su lado derecho y desapareció de allí.
Entonces, cuando pasó la noche, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: “Monjes, ayer, cuando
la noche estaba avanzada, una cierta deidad de maravillosa belleza, iluminando toda la arboleda
Jeta, se me acercó, me rindió homenaje y, estando a un lado, me dijo: ‘Venerable Señor, he aquí
estas seis cualidades que conducen al no declive del monje. Y, ¿cuáles son esas seis? La reverencia
hacia el maestro, la reverencia hacia el Dhamma, la reverencia hacia el Sangha, la reverencia hacia
el entrenamiento, la reverencia hacia la vigilancia y la reverencia hacia la hospitalidad. Estas son las
seis cualidades que conducen al no declive del monje’. Esto es lo que dijo el deva y yo estuve de
acuerdo. Entonces, aquella deidad, pensando ‘el Maestro está de acuerdo conmigo’, me rindió
homenaje, dio vuelta cuidando que quedase siempre a su lado derecho y desapareció de allí”.
Respetuoso hacia el Maestro,
respetuoso hacia el Dhamma,
reverenciando profundamente el Sangha,
respetuoso hacia la vigilancia,
reverenciando la hospitalidad: este monje
no cae, sino que está cerca del Nibbana.

AN 6,33 {16A6.1.4.3,3} Dutiyaaparihana Sutta – No declive (2)


[33] {33} “Monjes, ayer, cuando la noche estaba avanzada, una cierta deidad de maravillosa
belleza, iluminando toda la arboleda Jeta, se me acercó, me rindió homenaje y, estando a un lado,
me dijo: ‘Venerable Señor, he aquí estas seis cualidades que conducen al no declive del monje. Y,
¿cuáles son esas seis? La reverencia hacia el maestro, la reverencia hacia el Dhamma, la reverencia
hacia el Sangha, la reverencia hacia el entrenamiento, la reverencia hacia la vigilancia y la
reverencia hacia la hospitalidad. Estas son las seis cualidades que conducen al no declive del
monje’. Esto es lo que dijo el deva y yo estuve de acuerdo. Entonces, aquella deidad, pensando ‘el
Maestro está de acuerdo conmigo’, me rindió homenaje, dio vuelta cuidando que quedase siempre a
su lado derecho y desapareció de allí”.
Respetuoso hacia el Maestro,
respetuoso hacia el Dhamma,
reverenciando profundamente el Sangha,
respetuoso hacia la vigilancia,
reverenciando la hospitalidad: este monje
no cae, sino que está cerca del Nibbana.
AN 6,36 {16A6.1.4.6,36} Vivadamula Sutta – Las disputas

Buda ve las seis “raíces de la disputa” como un peligro para la armonía del Sangha.

[36] {36] “Monjes, he aquí estas seis raíces de la disputa. Y, ¿cuáles son esas seis? He aquí, monjes,
el monje es iracundo y hostil. Cuando el monje es iracundo y hostil, mora sin respeto y deferencia
por el Maestro, el Dhamma y el Sangha, y no completa el entrenamiento. Semejante monje crea
disputas en el Sangha lo cual conduce a dañar a mucha gente, a la infelicidad de mucha gente, a la
ruina, dolor y sufrimiento de los devas y los seres humanos. Monjes, si percibís semejante raíz de la
disputa, tanto en vosotros mismos como en otros, debéis esforzaros por abandonar esta perjudicial
raíz de la disputa. Y si no percibís esta raíz de la disputa, en vosotros mismos ni en otros, debéis
practicar de tal manera que esta perjudicial raíz de la disputa no emerja en el futuro. De esta manera
se abandona aquella perjudicial raíz de la disputa y la misma ya no emerge más en el futuro.
“Además, monjes, cuando el monje es denigrador e insolente… envidioso y mezquino… mañoso e
hipócrita… alguien con malos deseos y equivocado punto de vista… alguien que se adhiere a sus
propios puntos de vista, los sostiene tenazmente y renuncia a ellos con dificultad. Cuando el monje
se adhiere a sus propios puntos de vista, los sostiene tenazmente y renuncia a ellos con dificultad,
mora sin respeto y deferencia por el Maestro, el Dhamma y el Sangha, y no completa el
entrenamiento. Semejante monje crea disputas en el Sangha lo cual conduce a dañar a mucha gente,
a la infelicidad de mucha gente, a la ruina, dolor y sufrimiento de los devas y los seres humanos.
Monjes, si percibís semejante raíz de la disputa, tanto en vosotros mismos como en otros, debéis
esforzaros por abandonar esta perjudicial raíz de la disputa. Y si no percibís esta raíz de la disputa,
en vosotros mismos ni en otros, debéis practicar de tal manera, que esta perjudicial raíz de la
disputa no emerja en el futuro. De esta manera se abandona aquella perjudicial raíz de la disputa y
la misma ya no emerge más en el futuro.
“Estas son, monjes, las seis raíces de la disputa”.

AN 6,37 Chalangadana Sutta – Seis factores de ofrendar


Factores que deben poseer tanto un buen dador como los receptores, para que una ofrenda traiga
abundantes frutos.
[37] En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, en el parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. En esa ocasión, la seguidora laica Velukantaki Nandamata había
preparado una ofrenda —que poseía los seis factores— para el Sangha de los monjes, encabezado
por Sariputta y Moggallana. Y el Bienaventurado, con el ojo divino, que es purificado y sobrepasa
el humano, vio a la seguidora laica Velukantaki Nandamata preparando esta ofrenda y dijo a los
monjes:
“Monjes, la seguidora laica Velukantaki Nandamata está preparado una ofrenda —que posee los
seis factores— para el Sangha de los monjes, encabezado por Sariputta y Moggallana. Y, cómo es,
monjes, una ofrenda que posee los seis factores? He aquí, el que es donador posee tres factores y los
receptores poseen tres factores.
“Y, ¿cuáles son los tres factores del donador? El donador está alegre antes de la ofrenda; está
complacido, con la mente llena de confianza en el acto de la ofrendar; y está entusiasmado después
de ofrendar. Estos son los tres factores del donador.
“Y, ¿cuáles son los tres factores de los receptores? He aquí, los receptores están libres de la codicia
y practican con el fin de remover la codicia; están libres del odio y practican con el fin de remover
el odio; están libres de la falsa ilusión y practican con el fin de remover la falsa ilusión. Estos son
los tres factores de los receptores.
“De esta manera el donador posee tres factores y los receptores poseen tres factores. Y así la
ofrenda posee seis factores. Entonces, no es fácil medir el mérito de semejante ofrenda de esta
manera: ‘Exactamente tanto es la corriente del mérito, la corriente de lo beneficioso, el nutrimento
de la felicidad celestial, la maduración de la felicidad conducente al cielo, que lleva a lo que uno
desea, aspira, lo que es agradable y constituye el bienestar y la felicidad de uno’. Más bien, se lo
considera simplemente como algo incalculable, inconmensurable, una gran masa de mérito. Monjes,
así como no es fácil medir el agua del gran océano, diciendo: ‘Hay tantos galones de agua’, o ‘Hay
tantos cientos de galones de agua’, o ‘Hay tantos miles de galones de agua’, o ‘Hay tantos de
cientos de miles de galones de agua’, sino que, más bien, se lo considera simplemente como
incalculable, inconmensurable, una gran masa de agua, de la misma manera no es fácil medir el
mérito de semejante ofrenda… Más bien se la considera simplemente como algo incalculable,
inconmensurable, una gran masa de mérito”.
Antes de dar uno está alegre;
Mientras ofrenda establece su mente en la confianza;
Después de dar uno está entusiasmando;
En esto consiste el éxito del acto de ofrendar.
Cuando ellos son libres de la codicia y el odio,
Evitan la falsa ilusión, están sin contaminaciones,
Auto-controlados, viviendo la vida santa,
El campo de la ofrenda se completa.
Habiéndose purificado a sí mismo,
Y dando con sus propias manos,
El acto de dar es muy fructífero,
Tanto para uno mismo como para los demás.
Habiendo realizado semejante acción caritativa,
Con una mente libre de avaricia,
El sabio, rico en la fe,
Renace en un mundo feliz, libre de aflicción.
AN 6,38 {16A6.1.4.8,38} Attakari Sutta – Iniciativa propia

El Buda insiste en la existencia de tales cosas como la instigación, la iniciativa, la elección y el


esfuerzo, razones por las cuales la gente es responsable de su propio destino.

[38] {38} Entonces, un cierto brahmán se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales
saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado y
dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, yo sostengo esta tesis y punto de vista: ‘He aquí, no existe la iniciativa propia; he
aquí, no existe la iniciativa hecha por otros’”.
“Brahmán, yo nunca he visto ni oído a alguien que sostuviera semejante tesis y punto de vista como
éste. Pues, ¿cómo puede alguien que viene por sí mismo y retorna por su propio camino decir: ‘He
aquí, no existe la iniciativa propia; he aquí, no existe la iniciativa hecha por otros’?
“¿Qué opinas, brahmán: existe el elemento de la instigación?”.
“Sí, señor”.
“Si el elemento de la instigación existe, ¿los seres están viendo la actividad de la instigación?”.
“Sí, señor”.
“Cuando los seres ven la actividad de la instigación gracias a la existencia del elemento de la
instigación, esta es la iniciativa propia de los seres y esta es la iniciativa hecha por otros.
“¿Qué opinas, brahmán: existe el elemento de la persistencia?”.
“Sí, señor”.
“Si el elemento de la persistencia existe, ¿los seres están viendo la actividad de la persistencia?”.
“Sí, señor”.
“Cuando los seres ven la actividad de la persistencia gracias a la existencia del elemento de la
persistencia, esta es la iniciativa propia de los seres y esta es la iniciativa hecha por otros.
“¿Qué opinas, brahmán: existe el elemento del esfuerzo?”.
“Sí, señor”.
“Si el elemento del esfuerzo existe, ¿los seres están viendo la actividad del esfuerzo?”.
“Sí, señor”.
“Cuando los seres ven la actividad del esfuerzo gracias a la existencia del elemento del esfuerzo,
esta es la iniciativa propia de los seres y esta es la iniciativa hecha por otros.
“¿Qué opinas, brahmán: existe el elemento de la fuerza?”.
“Sí, señor”.
“Si el elemento de la fuerza existe, ¿los seres están viendo la actividad de la fuerza?”.
“Sí, señor”.
“Cuando los seres ven la actividad de la fuerza gracias a la existencia del elemento de la fuerza, está
es la iniciativa propia de los seres y esta es la iniciativa hecha por otros.
“¿Qué opinas, brahmán: existe el elemento de la continuación?”.
“Sí, señor”.
“Si el elemento de la continuación existe, ¿los seres están viendo la actividad de la continuación?”.
“Sí, señor”.
“Cuando los seres ven la actividad de la continuación gracias a la existencia del elemento de la
continuación, esta es la iniciativa propia de los seres y esta es la iniciativa hecha por otros.
“¿Qué opinas, brahmán: existe el elemento de la pujanza?”.
“Sí, señor”.
“Si el elemento de la pujanza existe, ¿los seres están viendo la actividad de la pujanza?”.
“Sí, señor”.
“Cuando los seres ven la actividad de la pujanza gracias a la existencia del elemento de la pujanza,
esta es la iniciativa propia de los seres y esta es la iniciativa hecha por otros.
“Brahmán, yo nunca he visto ni oído a alguien que sostuviera semejante tesis y punto de vista como
éste. Pues, ¿cómo puede alguien que viene por sí mismo y retorna por su propio camino decir: ‘He
aquí, no existe la iniciativa propia; he aquí, no existe la iniciativa hecha por otros’?”.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 6,39 {16A6.1.4.9,39} Nidana Sutta – Origen

El criterio para juzgar si el kamma de una acción es perjudicial o beneficiosa, son los motivos o
“raíces” que la acompañan. Mientras las tres raíces perjudiciales: la codicia, el odio y la falsa
ilusión, tienen el potencial de producir el renacimiento en el plano de la miseria, las raíces
contrarias aseguran un buen destino.

[39] {39} “Monjes, he aquí estas tres causas del origen del kamma. Y. ¿cuáles son esas tres? La
codicia es la causa del origen del kamma, el odio es la causa del origen del kamma y la falsa ilusión
es la causa del origen del kamma.
“No es que la no-codicia se origina a partir de la codicia, más bien, es precisamente la codicia que
se origina a partir de la codicia. No es que el no-odio se origina a partir del odio, más bien, es
precisamente el odio que se origina a partir del odio. No es que la no-falsa ilusión se origina a partir
de la falsa ilusión, más bien, es precisamente la falsa ilusión que se origina a partir de la falsa
ilusión.
“No es [el reino de] los devas o los seres humanos —o cualquier otro buen destino— que ha de ser
visto por causa del kamma nacido de la avidez, el odio y la falsa ilusión; más bien, es el infierno, el
reino animal y la esfera de los espíritus afligidos —al igual que cualquier otro mal destino— que ha
de ser visto por causa del kamma nacido de la avidez, el odio y la falsa ilusión. Estas son, monjes,
las tres causas del origen del kamma.
“Monjes, he aquí estas [otras] tres causas del origen del kamma. Y. ¿cuáles son esas tres? La no-
codicia es la causa del origen del kamma, el no-odio es la causa del origen del kamma y la no-falsa
ilusión es la causa del origen del kamma.
“No es que la codicia se origina a partir de la no-codicia, más bien, es precisamente la no-codicia
que se origina a partir de la no-codicia. No es que el odio se origina a partir del no-odio, más bien,
es precisamente el no-odio que se origina a partir del no-odio. No es que la falsa ilusión se origina a
partir de la no-falsa ilusión, más bien, es precisamente la no-falsa ilusión que se origina a partir de
la no-falsa ilusión.
“No es el infierno, el reino animal y la esfera de los espíritus afligidos —al igual que cualquier otro
mal destino— que ha de ser visto por causa del kamma nacido de la no-avidez, el no-odio y la no-
falsa ilusión; más bien es [el reino de] los devas o los seres humanos —o cualquier otro buen
destino— que ha de ser visto por causa del kamma nacido de la no-avidez, el no-odio y la no-falsa
ilusión. Estas son, monjes, las [otras] tres causas del origen del kamma”.

AN 6,40 Kimila (o Kimbila) Sutta – En Kimila


Razones por las cuales el buen Dhamma perdura o no por mucho tiempo después de la muerte de un
Buda.

[40] Esto he escuchado:


En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en una arboleda de árboles nicula, cerca de
Kimila. Entonces el Venerable Kimila se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a
un lado y dijo:
“¿Cuál es la causa, Venerable Señor, y cuál es la razón, por la cual el buen Dhamma no continúe por
mucho tiempo después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final?”.
“He aquí, Kimila, después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final, los monjes, las
monjas, los seguidores laicos y las seguidoras laicas moran sin reverencia y deferencia hacia el
Maestro. Ellos moran sin reverencia y deferencia hacia el Dhamma. Moran sin reverencia y
deferencia hacia el Sangha. Moran sin reverencia y deferencia hacia el entrenamiento. Moran sin
reverencia y deferencia hacia la atención. Y moran sin reverencia y deferencia hacia la hospitalidad.
Ésta es la causa y la razón, por la cual el buen Dhamma no continúa por mucho tiempo después de
que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final”.
“Y, ¿cuál es la causa, Venerable Señor, y cuál es la razón, por la cual el buen Dhamma continúe por
mucho tiempo después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final?”.
“He aquí, Kimila, después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final, los monjes, las
monjas, los seguidores laicos y las seguidoras laicas moran con reverencia y deferencia hacia el
Maestro. Ellos moran con reverencia y deferencia hacia el Dhamma. Moran con reverencia y
deferencia hacia el Sangha. Moran con reverencia y deferencia hacia el entrenamiento. Moran con
reverencia y deferencia hacia la atención. Y moran con reverencia y deferencia hacia la
hospitalidad. Ésta es la causa y la razón, por la cual el buen Dhamma continúa por mucho tiempo
después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final”.

AN 6,42 Nagita Sutta – Nagita


El Buda expresa, a su asistente Nagita, el aprecio que tiene por la soledad y su rechazo a la fama,
las ganancias y los elogios.
[42] Así he oído. En cierta ocasión, cuando el Bienaventurado hacia un recorrido entre los kosalas,
junto con un gran Sangha de monjes, llegó a la aldea brahmán kosala llamada Icchanangala. Allí el
Bienaventurado se estableció en la floresta del bosque de Icchanangala. [Entonces] los hombres de
hogar brahmanes de Icchanangala escucharon:
"Se dice que el asceta Gotama, el hijo de los sakias —salido de una familia sakia—, ha llegado a
Icchanangala y está morando en la floresta de Icchanangala. Buenas noticias circulan sobre este
Maestro Gotama: que el Bienaventurado es un arahant, perfectamente iluminado, realizado en el
verdadero conocimiento y conducta, afortunado, conocedor del mundo, insuperable líder de
aquellos que deben ser amansados, maestro de dioses y seres humanos, el Iluminado, el
Bienaventurado. Habiendo realizado con propio conocimiento directo el mundo con sus devas,
Mara y Brahma, con sus ascetas y brahmanes, sus dioses y seres humanos, lo da a conocer a los
demás. Enseña el Dhamma que es bueno al principio, bueno en el medio y bueno al final, con el
correcto significado y expresión; y pone de manifiesto una vida espiritual que es perfectamente
completa y pura. Ahora bien, es bueno ver a tales arahants".
Cuando la noche pasó, los hombres hogareños brahmanes de Icchanangala llevando alimentos de
diversos tipos en abundancia, se dirigieron a la floresta del bosque de Icchanangala. [Entonces]
permaneciendo de pie en la entrada, se quedaron haciendo gran bullicio y alboroto. Ahora bien, en
aquella ocasión el Venerable Nagita era el asistente del Bienaventurado. Dirigiéndose al Venerable
Nagita, el Bienaventurado preguntó:
"¿Quién hace tal bullicio y alboroto, Nagita? Uno podría pensar que son pescadores en faena de
pesca".
"Venerable Señor, son los hombres hogareños brahmanes de Icchanangala trayendo alimento de
diversos tipos en abundancia. Permanecen de pie fuera de la entrada, [deseando ofrecerla] al
Bienaventurado y al Sangha de monjes".
"Que nunca la fama me alcance, Nagita, y que nunca pueda atraparme. Uno que no gana a voluntad,
sin problemas o dificultades, esta dicha de la renuncia, esta dicha de la soledad, de la paz, de la
iluminación —que yo he ganado a voluntad, sin problemas ni dificultades—, podría aceptar este
placer vil, este placer indolente de la ganancia, el honor y los elogios".
"Que el Bienaventurado dé ahora su consentimiento, Venerable, que el Afortunado dé su
aprobación. Este es el momento para que el Bienaventurado acceda. Dondequiera que el
Bienaventurado vaya, los hombres hogareños brahmanes del campo y la ciudad se inclinarán en la
misma dirección. Así como al caer gruesas gotas de lluvia, el agua fluye pendiente abajo, así
también, donde el Bienaventurado vaya, los hombres hogareños brahmanes del campo y la ciudad
se inclinará en la misma dirección. ¿Por qué razón? Por el comportamiento virtuoso y sabio del
Bienaventurado".
"Que nunca la fama me alcance, Nagita, y que nunca pueda atraparme. Uno que no gana a voluntad,
sin problemas o dificultades, esta dicha de la renuncia… podría aceptar este placer vil, este placer
indolente de la ganancia, el honor y los elogios".
(i) "He aquí, Nagita, veo a un monje morando en las afueras de una aldea, sentado en un estado de
concentración. Entonces se me ocurre: 'Ahora bien, un asistente del monasterio, un novicio o
correligionario podría ser la causa de que este venerable falle en su concentración'. Por esta razón,
no me complace la morada de este monje en las afueras de la aldea.
(ii) "Nagita, veo a un monje morador del bosque sentado y adormilado en el bosque. Entonces se
me ocurre: 'Ahora bien, este venerable podría disipar la somnolencia y la fatiga, atendiendo
únicamente a las percepciones del bosque, [en un estado de] unidad'. Por esta razón, me complace la
morada de este monje en el bosque.
(iii) "Nagita, veo a un monje morador del bosque sentado en el bosque, en un estado de no-
concentración. Entonces se me ocurre: 'Ahora bien, este venerable podría concentrar su mente no-
concentrada o resguardar su mente ya concentrada'. Por esta razón, me complace la morada de este
monje en el bosque.
(iv) "Nagita, veo a un monje morador del bosque sentado en el bosque, en un estado de
concentración. Entonces se me ocurre: 'Ahora bien, este venerable podría liberar su mente no-
liberada o resguardar su mente ya liberada'. Por esta razón, me complace la morada de este monje
en el bosque.
(v) "Veo, Nagita, a un monje morando en las afueras de una aldea, ganando vestimentas, comida de
las limosnas, alojamiento, medicinas y provisiones para la enfermedad. Deseando ganancia, honor y
fama; negligente con la reclusión e indolente para alojarse en sitios remotos de las selvas y de los
bosques. Habiendo entrado en la aldeas, pueblos y ciudades capitales, toma posesión de residencia.
Por esta razón, no me complace la morada de este monje en las afueras de la aldea.
(vi) "Veo, Nagita, a un monje morador del bosque que gana vestimentas, comida de las limosnas,
alojamiento, medicinas y provisiones para la enfermedad. Habiéndose disipado la ganancia, el
honor y los elogios, no es negligente con la reclusión ni indolente para alojarse en sitios remotos de
las selvas y de los bosques. Por esta razón me complace la morada de este monje en el bosque.
"Nagita, cuando viajo por un camino y no veo a nadie por delante o detrás de mí, incluso si es
únicamente con el propósito de defecar y orinar, en esa ocasión estoy a gusto".
AN 6,43 {16A6.1.5.1,43} Naga Sutta – El Naga

Según el Buda, cuando la gente de su época llamaba “naga” a algún ser, lo hacía impresionada por
la grandeza de un elefante, caballo, toro, serpiente, árbol o ser humano. Sin embargo, un verdadero
“naga”, para el Buda, era aquel que se abstenía de hacer el mal. Esta declaración merece elogios y
alabanzas por parte de un monje poeta.

[43] {43} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de
Jeta del parque de Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces, por la mañana temprano, el
Bienaventurado se vistió, tomó su cuenco y hábito exterior, y entró a Savatthi en busca de la comida
de las limosnas. Cuando hubo caminado por Savatthi en busca de las comidas de las limosnas,
después de la comida retornó de su habitual ronda de la búsqueda de la comida de las limosnas y
dijo al Venerable Ananda: “Ven Ananda, vayamos a la mansión de Migaramata en el Parque del
Este, para pasar allí el resto del día”.
“Sí, Venerable Señor”, respondió el Venerable Ananda.
Acto seguido, el Bienaventurado junto con el Venerable Ananda fue a la mansión de Migaramata en
el Parque del Este.
Estando allí, cuando se hizo de tarde, el Bienaventurado emergió de la reclusión y se dirigió al
Venerable Ananda: “Ven Ananda, vayamos hacia la puerta del este, para tomar un baño”.
“Sí, Venerable Señor”, respondió el Venerable Ananda.
Acto seguido, el Bienaventurado junto con el Venerable Ananda fue a la puerta del este para tomar
un baño. Habiéndose bañado en la puerta del este y habiendo salido de ahí, se puso de pie en un
hábito para secarse. En esta ocasión, el elefante del rey Pasenadi de Kosala, de nombre Seta, estaba
viniendo desde la puerta del este con el acompañamiento de instrumentos musicales y tambores.
Cuando la gente lo vio, decía: “Bien parecido es el elefante del rey Pasenadi de Kosala. Hermoso es
el elefante del rey Pasenadi de Kosala. Agraciado es el elefante del rey Pasenadi de Kosala. Enorme
es el elefante del rey Pasenadi de Kosala. Él es un naga, es un verdadero naga”.
Cuando se dijo esto, el Venerable Udayi dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, ¿es solamente
cuando la gente ve a un elefante que posee un cuerpo tan enorme que dice: ‘Él es un naga, es un
verdadero naga’, o la gente lo dice también cuando ve [otras] cosas que poseen un cuerpo tan
enorme?”.
“Udayi, cuando la gente ve a un elefante que posee un cuerpo tan enorme dice: ‘Él es un naga, es un
verdadero naga’. Cuando la gente ve a un caballo que posee un cuerpo tan enorme dice: ‘Él es un
naga, es un verdadero naga’. Cuando la gente ve a un toro que posee un cuerpo tan enorme dice: ‘Él
es un naga, es un verdadero naga’. Cuando la gente ve a una serpiente que posee un cuerpo tan
enorme dice: ‘Es un naga, es un verdadero naga’. Cuando la gente ve a un árbol que posee un
cuerpo tan enorme dice: ‘Es un naga, es un verdadero naga’. Cuando la gente ve a un ser humano
que posee un cuerpo tan enorme dice: ‘Él es un naga, es un verdadero naga’. Pero Udayi, en este
mundo con sus devas, Mara y Brahma, en esta población con sus ascetas y brahmanes, con sus
devas y seres humanos, yo llamo naga a alguien que se abstiene de hacer el mal con su cuerpo,
habla y mente”.
“Esto es asombroso, Venerable Señor, es maravilloso lo bien que fue declarado esto por el
Bienaventurado: ‘Pero Udayi, en este mundo con sus devas, Mara y Brahma, en esta población con
sus ascetas y brahmanes, con sus devas y seres humanos, yo llamo naga a alguien que se abstiene de
hacer el mal con su cuerpo, habla y mente’. Yo me regocijo, Venerable Señor, en lo bueno que ha
sido declarado esto por el Bienaventurado con estos versos:
“El ser humano que es plenamente iluminado,
auto-domesticado y concentrado,
atravesando el sendero del Brahma,
encuentra deleite en la paz mental.
“Escuché por parte de un Arahant
que hasta los devas le rinden honores,
al igual que lo veneran los seres humanos,
a alguien que trascendió todo.
“Trascendió todas las corrupciones
y emergió de la jungla de las purificaciones;
deleitándose del renunciamiento de los placeres sensuales,
es como oro puro libre de los minerales.
“El es el naga que eclipsa todo,
como el Himalaya en medio de otras montañas,
entre todas las cosas llamadas naga,
él, el insuperable, es el único que verdaderamente lleva este nombre.
“Te bendeciré, naga,
realmente nunca haces el mal.
Suavidad e inocuidad
son los dos pies de naga.
“Austeridad y celibato,
son otros dos pies de naga.
Fe es su gran trompa,
y la ecuanimidad sus colmillos de marfil.
“Atención consciente es su pescuezo, su cabeza la sabiduría,
investigación y reflexión sobre los fenómenos.
El Dhamma es el calor que balancea su vientre,
y la reclusión es su cola.
“Este meditador, deleitándose en consolación,
está internamente bien concentrado.
Mientras camina, el naga está bien concentrado,
mientras está de pie, el naga está bien concentrado.
“Cuando se recuesta, el naga está bien concentrado,
mientras permanece sentado, el naga está bien concentrado.
En todas partes, el naga se restringe:
este es el logro de naga.
“Él come la comida irreprochable,
pero no come nada que conlleva consigo la culpa.
Cuando se gana comida o vestimenta,
evita acumularla.
“Habiendo cortado las corrupciones y ligaduras,
sean estas pequeñas o grandes,
en cualquier dirección que vaya,
va sin preocupación.
“La flor de loto
nace y crece en el agua,
aún así no se ensucia por el agua
sino que permanece fragante y deleitosa.
“Así también el Buda, nacido en el mundo,
permanece en el mundo,
pero no se ensucia con el mundo,
como la flor del loto [no se ensucia] por el agua.
“El gran fuego ilumina todo,
se asienta cuando consume el combustible,
y cuando todos los carbones se esparcen,
se dice que está extinguido.
“Este es símil, cuyo significado transmitió
y lo enseñó el sabio.
Grandes nagas conocerán al naga
y lo que fue enseñado por el naga.
“Apartado de la codicia, apartado del odio,
apartado de la falsa ilusión, sin corrupciones,
el naga, descartando su cuerpo,
irreprochable, es totalmente aplacado
y alcanza el Nibbana final”.

AN 6,44 {16A6.1.5.2,44} Migasala Sutta – Migasala

El Buda explica por qué una persona célibe y un hombre que disfrutaba del matrimonio tuvieron el
mismo destino después de la muerte.

[44] {44} En una ocasión, por la mañana temprano, el Venerable Ananda tomó su cuenco y hábito
exterior, y se fue a la casa de la discípula seguidora laica Migasala, donde se sentó en el asiento que
estaba preparado para él. Entonces la discípula seguidora laica Migasala se acercó al Venerable
Ananda, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Ananda, ¿cómo se debería entender esta enseñanza del Bienaventurado, siendo que
alguien que es célibe y alguien que no es célibe tienen exactamente el mismo destino en sus vidas
futuras? Mi padre Purana era célibe, vivía recluido, absteniéndose de las relaciones sexuales y de
las prácticas de la gente común. Y cuando murió, el Bienaventurado declaró: ‘Él alcanzó el estado
del que no-retorna y ha renacido entre [los devas de] Tusita’. Y mi tío paterno, Isidatta, no era célibe
sino que vivía contento dentro de un estado marital. Cuando él murió, el Bienaventurado también
declaró: ‘Él alcanzó el estado del que no-retorna y ha renacido entre [los devas de] Tusita’.
Entonces, Venerable Ananda, ¿cómo se debería entender esta enseñanza del Bienaventurado, siendo
que alguien que es célibe y alguien que no es célibe tienen exactamente el mismo destino en sus
vidas futuras?”.
“Esto fue exactamente así, hermana, cómo lo declaró el Bienaventurado”.
Entonces, cuando el Venerable Ananda hubo recibido la comida de las limosnas en la casa de
Migasala, se levantó de su asiento y salió de allí. Después de la comida, al retornar de su habitual
ronda en búsqueda de la comida de las limosnas, se fue junto al Bienaventurado, le rindió
homenaje, se sentó a un lado y le dijo: “He aquí, Venerable Señor, por la mañana temprano, tomé mi
cuenco y hábito exterior, y me fui a la casa de la discípula seguidora laica Migasala…” [Ananda
relata toda la historia al Buda].
[El Bienaventurado dijo:] “¿Quién realmente es la seguidora laica Migasala, una tonta,
incompetente mujer de intelecto femenino? Y, ¿quiénes son aquellos [que tienen] el conocimiento
de las otras personas como superiores o inferiores?
“He aquí, Ananda, estos seis tipos de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo. Y,
¿cuáles son esos seis?
“He aquí, Ananda, hay una persona que es suave, una compañía agradable, con quien sus
compañeros monjes habitan gustosamente. Pero que no escuchó [las enseñanzas], no llegó a
aprenderlas ni las penetró con la visión, así que no alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre
del cuerpo, después de la muerte, se dirige hacia el deterioro no hacia la distinción; es alguien que
está yendo hacia el deterioro, no hacia la distinción.
“Pero también, Ananda, hay una persona que es suave, una compañía agradable, con quien sus
compañeros monjes habitan gustosamente. Y él escuchó [las enseñanzas], llegó a aprenderlas y las
penetró con la visión, así que alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo, después
de la muerte, se dirige hacia la distinción no hacia el deterioro; es alguien que está yendo hacia la
distinción, no hacia el deterioro.
“Ananda, los que emiten semejantes juicios: ‘Este y aquel tienen cualidades semejantes; ¿por qué
éste sería inferior que aquel?', tienen un prejuicio que les conducirá al dolor y el sufrimiento por
mucho tiempo.
“Entre ellos, Ananda, la persona que es suave, que es una compañía agradable, con quien sus
compañeros monjes habitan gustosamente, él escuchó [las enseñanzas], llegó a aprenderlas y las
penetró con la visión, y así alcanzó la liberación temporal, sobrepasa y es más excelsa que la otra
persona. Y, ¿por qué así? Porque la corriente del Dhamma lo arrastra. Pero, ¿quién puede reconocer
esta diferencia excepto el Tathagata?
“Por eso, Ananda, no seas sentencioso en la consideración de la gente. No emitas juicios acerca de
la gente. Aquellos que emiten juicios acerca de la gente se dañan a sí mismos. Sólo yo, o alguien
como yo, puede emitir juicios acerca de la gente.
“También, Ananda, hay una persona, en la cual se encuentran la ira y la vanidad, y de tanto en tanto
surgen en él los estados de avidez. Además él no escuchó [las enseñanzas], no llegó a aprenderlas ni
las penetró con la visión, así que no alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo,
después de la muerte, se dirige hacia el deterioro no hacia la distinción; es alguien que está yendo
hacia el deterioro, no hacia la distinción.
“También, Ananda, hay una persona, en la cual se encuentran la ira y la vanidad, y de tanto en tanto
surgen en él los estados de avidez. Pero él escuchó [las enseñanzas], llegó a aprenderlas y las
penetró con la visión, así que alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo, después
de la muerte, se dirige hacia la distinción no hacia el deterioro; es alguien que está yendo hacia la
distinción no hacia el deterioro.
“Por eso, Ananda, no seas sentencioso en la consideración de la gente. No emitas juicios acerca de
la gente. Aquellos que emiten juicios acerca de la gente se dañan a sí mismos. Sólo yo, o alguien
como yo, puede emitir juicios acerca de la gente.
“También, Ananda, hay una persona en la cual se encuentran la ira y la vanidad, y de tanto en tanto
se involucra en el intercambio de palabras. Además él no escuchó [las enseñanzas], no llegó a
aprenderlas ni las penetró con la visión, así que no alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre
del cuerpo, después de la muerte, se dirige hacia el deterioro no hacia la distinción; es alguien que
está yendo hacia el deterioro, no hacia la distinción.
“También, Ananda, hay una persona en la cual se encuentran la ira y la vanidad, y de tanto en tanto
se involucra en el intercambio de palabras. Pero él escuchó [las enseñanzas], llegó a aprenderlas y
las penetró con la visión, así que alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo,
después de la muerte, se dirige hacia la distinción no hacia el deterioro; es alguien que está yendo
hacia la distinción, no hacia el deterioro.
“Ananda, los que emiten semejantes juicios: ‘Este y aquel, tienen cualidades semejantes; ¿por qué
éste sería inferior que aquel?', tienen un prejuicio que les conducirá al dolor y el sufrimiento por
mucho tiempo.
“Entre ellos, Ananda, la persona en la cual se encuentran la ira y la vanidad, y de tanto en tanto se
involucra en el intercambio de palabras, pero él escuchó [las enseñanzas], llegó a aprenderlas y las
penetró con la visión, y así alcanzó la liberación temporal, sobrepasa y es más excelsa que la otra
persona. Y, ¿por qué así? Porque la corriente del Dhamma lo arrastra. Pero, ¿quién puede reconocer
esta diferencia excepto el Tathagata?
“Por eso, Ananda, no seas sentencioso en la consideración de la gente. No emitas juicios acerca de
la gente. Aquellos que emiten juicios acerca de la gente se dañan a sí mismos. Sólo yo, o alguien
como yo, puede emitir juicios acerca de la gente.
“¿Quién realmente es la seguidora laica Migasala, una tonta, incompetente mujer de intelecto
femenino? Y, ¿quiénes son aquellos [que tienen] el conocimiento de las otras personas como
superiores o inferiores?
“Estos son, Ananda, los seis tipos de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo.
“Ananda, si Isidatta hubiese poseído la misma clase de conducta virtuosa que tenía Purana, Purana
ni siquiera conocería su destino. Y si Purana hubiese poseído la misma clase de sabiduría que tenía
Isidatta, Isidatta ni siquiera conocería su destino. De esta manera, Ananda, cada una de esas dos
personas fue deficiente con respecto a algo”.

AN 6,45 {16A6.1.5.3,45} Ina Sutta – Deuda


Mediante el símil de una persona pobre endeudada, el Buda explica en qué consiste contraer
“deudas” en la vida espiritual y qué consecuencias tiene.
[45] {45} “Monjes, ¿no es la pobreza el sufrimiento en el mundo para quien disfruta de los placeres
sensuales?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Si un pobre, desprovisto, indigente, se endeuda, ¿no es su deuda, también, el sufrimiento en el
mundo para quien disfruta de los placeres sensuales?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Si un pobre, desprovisto, indigente, que llegó a endeudarse, promete pagar los intereses, ¿no son
los intereses, también, el sufrimiento en el mundo para quien disfruta de los placeres sensuales?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Si un pobre, desprovisto, indigente, que ha prometido pagar los intereses, al no poder pagarlos,
está siendo reprendido por eso, ¿no es esto de estar reprendido, también, el sufrimiento en el mundo
para quien disfruta de los placeres sensuales?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Si un pobre, desprovisto, indigente, que está siendo reprobado, al no pagar, es enjuiciado, ¿no es el
enjuiciamiento, también, el sufrimiento en el mundo para quien disfruta de los placeres sensuales?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Si un pobre, desprovisto, indigente, que es enjuiciado, al no pagar, es llevado a la prisión, ¿no es el
encarcelamiento, también, el sufrimiento en el mundo para quien disfruta de los placeres
sensuales?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“De esta manera, monjes, para alguien que disfruta de los placeres sensuales, la pobreza es el
sufrimiento en el mundo; llegar a endeudarse, es el sufrimiento en el mundo; tener que pagar
intereses, es el sufrimiento en el mundo; ser reprendido, es el sufrimiento en el mundo; ser
enjuiciado, es el sufrimiento en el mundo; ser encarcelado, es el sufrimiento en el mundo.
“De la misma manera, monjes, cuando uno no tiene fe en [el cultivo de] los beneficiosos estados,
cuando uno no tiene vergüenza moral en [el cultivo de] los beneficiosos estados, cuando uno no
tiene temor moral en [el cultivo de] los beneficiosos estados, cuando uno no tiene energía para [el
cultivo de] los beneficiosos estados, cuando uno no tiene sabiduría en cuanto [al cultivo de] los
beneficiosos estados, uno es llamado pobre, desprovisto e indigente, en esta disciplina de los
Nobles.
“No teniendo fe, vergüenza moral, temor moral, energía, sabiduría en cuanto [al cultivo de] los
beneficiosos estados, aquella persona pobre, desprovista e indigente se involucra en una mala
conducta corporal, verbal y mental. Esto es para él, lo declaro yo, contraer una deuda.
“Al esconder su mala conducta corporal, nutre sus malos deseos. Desea: ‘Que nadie me reconozca’;
actúa [con la intención]: ‘Que nadie me reconozca’; habla [con la intención]: ‘Que nadie me
reconozca’; hace esfuerzos corporales [con la intención]: ‘Que nadie me reconozca’.
“Al esconder su mala conducta verbal… Al esconder su mala conducta mental, nutre sus malos
deseos. Desea: ‘Que nadie me reconozca’; actúa [con la intención]: ‘Que nadie me reconozca’;
habla [con la intención]: ‘Que nadie me reconozca’; hace esfuerzos corporales [con la intención]:
‘Que nadie me reconozca’. Estos son para él, lo declaro yo, los intereses que tiene que pagar.
“Sus compañeros monjes, de buena conducta, hablarán acerca de él: ‘Este venerable actúa de esta
manera, se conduce de esta manera’. Esto es para él, lo declaro yo, el ser reprendido.
“Cuando se retira al bosque, al pie de un árbol o a una choza vacía, lo asaltan malos y perjudiciales
pensamientos, acompañados por remordimiento. Esto es para él, lo declaro yo, el encarcelamiento.
“Entonces, con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte, aquella persona pobre, desprovista e
indigente, que se involucró con una mala conducta corporal, verbal y mental, está llevada a la
prisión del infierno o a la prisión del reino animal. Y yo no conozco, monjes, otra prisión tan
terrible y dura, que tanto obstaculice el logro de la insuperable liberación de la esclavitud, como la
prisión del infierno o la prisión del reino animal”.
La pobreza es llamada sufrimiento en el mundo;
Al igual que contraer deudas.
La persona pobre que se endeuda
Se turba mientras trata de gozar.
Entonces lo enjuician
Y lo encarcelan.
Esa prisión realmente es sufrimiento
Para alguien que anhela ganancias y placeres sensuales.
De igual manera en esa disciplina de los Nobles,
Alguien que carece de la fe,
Sin la vergüenza moral y temor,
Amontona esa masa del mal kamma.
Habiéndose involucrado en mala conducta
Corporal, verbal y mental,
Formula su deseo:
“Que nadie me encuentre”.
Se retuerce con su cuerpo,
Con su habla y la mente;
Acumula sus malas acciones,
De una manera u otra repetidamente.
Ese tonto hacedor del mal, conociendo
Sus malas obras, es una persona pobre,
Que contrae deudas,
Atormentada, mientras trata de regocijarse.
Sus pensamientos entonces lo aprisionan;
Penosos estados mentales nacen del remordimiento,
En el pueblo o en el bosque.
Ese tonto hacedor del mal,
Conociendo sus malas obras,
Se encamina hacia cierto reino
O peor, al infierno.
Este realmente es el sufrimiento de la esclavitud,
Del que el sabio se salva,
Compartiendo sus riquezas rectamente obtenidas,
Asentando su mente en la confianza.
El hombre hogareño dotado de la fe
Se ha hecho afortunado en dos casos:
Para su bienestar en esta presente vida
Y la felicidad en las vidas futuras.
Así es como crece el mérito mediante la generosidad
Para aquellos que habitan dentro de los hogares.
De igual manera en esa disciplina de los Nobles,
Alguien, cuya fe es firme,
Que es dotado de la vergüenza moral y teme al mal,
Un sabio y restringido mediante una conducta virtuosa.
Se dice que vive feliz
En la disciplina de los Nobles.
Habiendo alcanzado la felicidad espiritual,
Uno toma la resolución de ser ecuánime.
Habiendo abandonado los cinco impedimentos,
Haciendo siempre surgir la energía,
Entra bajo los jhanas,
Unificado, alerta y consciente.
Habiendo conocido las cosas tal como realmente son,
Mediante un completo desapego
Libera correctamente su mente
Con la destrucción de todos los grilletes.
Con la destrucción de los grilletes de la existencia,
Para alguien que es estable y rectamente liberado,
Surge el conocimiento:
“Mi liberación es inamovible”.
Este es el conocimiento supremo;
Esta es la suprema felicidad.
Libre de pena, libre de polvo y seguro:
Esta es es la más alta liberación de las deudas.

AN 6,47-48 {16A6.1.5.5,47-16A6.1.5.6,48} Pathama y


Dutiyasanditthika Sutta – Directamente visible
El Buda explica, a un asceta mendigante y a un brahmán, qué significa que su enseñanza es
“directamente visible” y experimentable.

AN 6,47 {16A6.1.5.5,47} Pathamasanditthika Sutta – Primer discurso sobre lo


directamente visible
[47] {47} Entonces, el asceta mendigante Moliyasivaka se acercó al Bienaventurado e intercambió
con él cordiales saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se
sentó a un lado y dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, se ha dicho: ‘El Dhamma directamente visible, el Dhamma directamente visible’.
¿De qué manera, Venerable Señor, el Dhamma es directamente visible, inmediato, que invita a uno
a venir y ver, aplicable y experimentable directamente por el sabio?”.
“Entonces bien, Sivaka, yo, a su vez, también te preguntaré sobre esto. Responde como mejor te
parezca. ¿Qué opinas Sivaka? Cuando hay avidez dentro de ti, ¿sabes esto: ‘Hay avidez dentro de
mí’?, y cuando no hay avidez dentro de ti, ¿sabes esto: ‘No hay avidez dentro de mí’?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Sivaka, desde que sabes: ‘Hay avidez dentro de mí’, cuando hay avidez dentro de ti y sabes: ‘No
hay avidez dentro de mí’, cuando no hay avidez dentro de ti, de esta manera también el Dhamma es
directamente visible, inmediato, que invita a uno a venir y ver, aplicable y experimentable
directamente por el sabio.
¿Qué opinas Sivaka? Cuando hay odio dentro de ti… falsa ilusión dentro de ti… un estado mental
conectado con la avidez dentro de ti… un estado mental conectado con el odio dentro de ti… un
estado mental conectado con la falsa ilusión dentro de ti, ¿sabes esto: ‘Hay un estado mental
conectado con la falsa ilusión dentro de mí’?, y cuando no hay un estado mental conectado con la
falsa ilusión dentro de ti, ¿sabes esto: ‘No hay un estado mental conectado con la falsa ilusión
dentro de mí’?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Sivaka, desde que sabes: ‘Hay un estado mental conectado con la falsa ilusión dentro de mí’,
cuando hay un estado mental conectado con la falsa ilusión dentro de ti y sabes: ‘No hay un estado
mental conectado con la falsa ilusión dentro de mí’, cuando no hay un estado mental conectado con
la falsa ilusión dentro de ti, de esta manera también el Dhamma es directamente visible, inmediato,
que invita a uno a venir y ver, aplicable y experimentable directamente por el sabio”.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 6,48 {16A6.1.5.6,48} Dutiyasanditthika Sutta – Segundo discurso sobre lo


directamente visible
[48] {48} Entonces, un cierto brahmán se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales
saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado y
dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, se ha dicho: ‘El Dhamma directamente visible, el Dhamma directamente visible’.
¿De qué manera, Venerable Señor, el Dhamma es directamente visible, inmediato, que invita a uno
a venir y ver, aplicable y experimentable directamente por el sabio?”.
“Entonces bien, brahmán, yo, a su vez, también te preguntaré sobre esto. Responde como mejor te
parezca. ¿Qué opinas brahmán? Cuando hay codicia dentro de ti, ¿sabes esto: ‘Hay codicia dentro
de mí’?, y cuando no hay codicia dentro de ti, ¿sabes esto: ‘No hay codicia dentro de mí’?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Brahmán, desde que sabes: ‘Hay codicia dentro de mí’, cuando hay codicia dentro de ti y sabes:
‘No hay codicia dentro de mí’, cuando no hay codicia dentro de ti, de esta manera también el
Dhamma es directamente visible, inmediato, que invita a uno a venir y ver, aplicable y
experimentable directamente por el sabio.
¿Qué opinas brahmán? Cuando hay odio dentro de ti… falsa ilusión dentro de ti… una falta
corporal dentro de ti… una falta verbal dentro de ti… una falta mental dentro de ti, ¿sabes esto:
‘Hay una falta mental dentro de mí’?, y cuando no hay una falta mental dentro de ti, ¿sabes esto:
‘No hay una falta mental dentro de mí’?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Brahmán, desde que sabes: ‘Hay una falta mental dentro de mí’, cuando hay una falta mental
dentro de ti y sabes: ‘No hay una falta mental dentro de mí’, cuando no hay una falta mental dentro
de ti, de esta manera también el Dhamma es directamente visible, inmediato, que invita a uno a
venir y ver, aplicable y experimentable directamente por el sabio”.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama!...” [termina como el sutta anterior].
AN 6,49 Khema Sutta – Khema
Los arahants no se comparan ni se califican en comparación con otras personas.
[49] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda del Jeta, en el Parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Ahora bien, en ese tiempo el Venerable Khema y el Venerable
Sumana estaban morando en la Arboleda del Hombre Ciego, cerca de Savatthi. Entonces se
acercaron al Bienaventurado, le rindieron homenaje y se sentaron a un lado. Acto seguido, el
Venerable Khema dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, cuando el monje es un Arahant, alguien, cuyas contaminaciones han sido
destruidos, que ha vivido la vida espiritual, realizó lo que había que hacer, echó la carga, alcanzó su
propia meta, destruyó los grilletes de la existencia por completo y fue liberado completamente a
través del conocimiento final, a él no se le ocurre esto: ‘He aquí, hay alguien mejor que yo’, ‘hay
alguien igual que yo’ o ‘hay alguien inferior que yo’”.
Esto es lo que dijo el Venerable Khema y el Bienaventurado lo aprobó. Entonces, el Venerable
Khema, pensando: “El Maestro lo aprobó”, le rindió homenaje, le rodeó, cuidando que
permaneciera siempre a su lado derecho y salió de allí.
Entonces, ni bien el Venerable Khema había salido de allí, el Venerable Sumana dijo al
Bienaventurado:
“Venerable Señor, cuando el monje es un Arahant, alguien, cuyas contaminaciones han sido
destruidos, que ha vivido la vida espiritual, realizó lo que había que hacer, echó la carga, alcanzó su
propia meta, destruyó los grilletes de la existencia por completo y fue liberado completamente a
través del conocimiento final, a él no se le ocurre esto: ‘He aquí, no hay alguien mejor que yo’, ‘no
hay alguien igual que yo’ o ‘no hay alguien inferior que yo’”.
Esto es lo que dijo el Venerable Sumana y el Bienaventurado lo aprobó. Entonces, el Venerable
Sumana, pensando: “El Maestro lo aprobó”, le rindió homenaje, le rodeó, cuidando que
permaneciera siempre a su lado derecho y salió de allí.
Entonces, ni bien ambos monjes habían salido de allí, el Bienaventurado dijo a los monjes:
“Monjes, es precisamente de esta manera que el miembro del clan declara su conocimiento final.
Ellos declaran bien el significado pero ellos mismos no encuadran dentro del cuadro [1]. Pero he
aquí hay algunos hombres tontos, para los cuales, declarar el conocimiento final parece una broma.
Ellos se encontrarán luego con la angustia”.
No se consideran como superior o inferior,
Tampoco se consideran iguales.
Destruido el nacimiento y vivida la vida espiritual,
Continúan hacia adelante, libres de las contaminaciones.
NOTA:
[1] Para Bhikkhu Bodhi (p. 1761) en esta frase en pali: attho ca vutto atta ca anupanito, parece
haber un juego de palabras entre “attho” – meta y “atta” – él mismo.
AN 6,50 Indriyasamvara Sutta – Facultades sensoriales

Curso secuencial de la práctica del monje, comparado con el crecimiento de un árbol.

[50] “Monjes, cuando no hay restricción de las facultades sensoriales, para alguien con la
restricción de las facultades sensoriales deficiente, la conducta virtuosa carece de su causa próxima.
Cuando no hay conducta virtuosa, para alguien de conducta virtuosa deficiente, la recta
concentración carece de su causa próxima. Cuando no hay recta concentración, para alguien con la
recta concentración deficiente, el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo realmente son,
carecen de su causa próxima. Cuando no hay el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo
realmente son, para alguien con el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo realmente son
deficientes, el desencantamiento y el desapasionamiento carecen de sus causas próximas. Cuando
no hay desencantamiento ni desapasionamiento, para alguien con el desencantamiento y
desapasionamiento deficientes, el conocimiento y la visión de la liberación carecen de su causa
próxima.
“Imaginad, monjes, un árbol deficiente en ramas y follaje. Entonces sus brotes no crecerán en
plenitud, al igual que su corteza, la parte blanda y el duramen tampoco crecerán en plenitud. De la
misma manera, monjes, cuando no hay restricción de las facultades sensoriales, para alguien con la
restricción de las facultades sensoriales deficiente, la conducta virtuosa carece de su causa
próxima… el conocimiento y la visión de la liberación carecen de su causa próxima.
“Monjes, cuando hay restricción de las facultades sensoriales, para alguien que posee la restricción
de las facultades sensoriales, la conducta virtuosa posee su causa próxima. Cuando hay conducta
virtuosa, para alguien que posee la conducta virtuosa, la recta concentración posee su causa
próxima. Cuando hay recta concentración, para alguien que posee la recta concentración, el
conocimiento y la visión de las cosas tal cómo realmente son, poseen su causa próxima. Cuando hay
el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo realmente son, para alguien que posee el
conocimiento y la visión de las cosas tal cómo realmente son, el desencantamiento y el
desapasionamiento poseen sus causas próximas. Cuando hay desencantamiento y
desapasionamiento, para alguien que posee el desencantamiento y desapasionamiento, el
conocimiento y la visión de la liberación poseen su causa próxima.
“Imaginad, monjes, un árbol que posee las ramas y el follaje. Entonces sus brotes crecerán en
plenitud, al igual que su corteza, la parte blanda y el duramen también crecerán en plenitud. De la
misma manera, monjes, cuando hay restricción de las facultades sensoriales, para alguien que posee
la restricción de las facultades sensoriales, la conducta virtuosa posee su causa próxima… el
conocimiento y la visión de la liberación poseen su causa próxima”.
AN 6,51 Ananda Sutta – Ananda
El Venerable Ananda menciona los seis factores que conducen a la maestría en el Dhamma, entre
los cuales está aprender muchos discursos, enseñar a otros y visitar a los ancianos para clarificar los
puntos que no han sido plenamente comprendidos.
[51] Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Venerable Sariputta e intercambió con él cordiales
saludos. Cuando concluyeron sus amables y cordiales charlas, se sentó a un lado y dijo al Venerable
Sariputta:
“Amigo Sariputta, ¿cómo el monje llega a oír una enseñanza que no ha escuchado antes, no olvida
aquellas enseñanzas que ya había escuchado, trae a la mente aquellas enseñanzas, las cuales ya le
son familiares y comprende lo que no ha entendido?”.
“El Venerable Ananda es instruido. Acláreme, por favor, este asunto por sí mismo”.
“Entonces, escuche y preste atención, amigo Sariputta, que voy a hablar”.
“Sí, amigo”, respondió el Venerable Sariputta y el Venerable Ananda continuó:
“He aquí, amigo Sariputta, el monje aprende el Dhamma: los discursos, la prosa mezclada con los
versos, exclamaciones inspiracionales, citas, historias de nacimientos, cuentos asombrosos,
preguntas y respuestas. Además, enseña el Dhamma a otros en detalle, tal como lo ha escuchado y
aprendido. Además, hace repetir el Dhamma a otros en detalle, tal como lo ha escuchado y
aprendido. Además, recita el Dhamma en detalle, tal como lo ha escuchado y aprendido. Además,
pondera, examina e inspecciona mentalmente el Dhamma tal como lo ha escuchado y aprendido. En
la época del retiro de las lluvias, entra en residencia donde viven monjes ancianos que son
instruidos, herederos de la herencia, expertos en el Dhamma, expertos en la Disciplina y expertos en
los esquemas. De tanto en tanto se acerca a ellos e indaga: ‘¿Cómo es esto, Venerable Señor? ¿Cuál
es el significado de aquello?’, entonces, aquellos venerables señores le revelan lo que le ha sido
oculto, aclaran lo que le era oscuro y disipan su perplejidad acerca de numerosos puntos. De esta
manera, amigo Sariputta, el monje llega a oír una enseñanza que no había escuchado antes, no
olvida aquellas enseñanzas que ya había escuchado, trae a la mente aquellas enseñanzas las cuales
ya le son familiares y comprende lo que no había entendido”.
“¡Esto es asombroso, amigo, es maravilloso, cómo esto ha sido declarado por el Venerable Ananda!
Y nosotros consideramos al Venerable Ananda como el poseedor de esas seis cualidades: que el
Venerable Ananda esta instruido en el Dhamma: en los discursos, la prosa mezclada con los versos,
las exclamaciones inspiracionales, las citas, las historias de nacimientos, los cuentos asombrosos, en
las preguntas y respuestas. Además, enseña el Dhamma a otros en detalle, tal como lo ha escuchado
y aprendido. Además, hace repetir el Dhamma a otros en detalle, tal como lo ha escuchado y
aprendido. Además, recita el Dhamma en detalle, tal como lo ha escuchado y aprendido. Además,
pondera, examina e inspecciona mentalmente el Dhamma tal como lo ha escuchado y aprendido. En
la época del retiro de las lluvias, entra en residencia donde viven monjes ancianos que son
instruidos, herederos de la herencia, expertos en el Dhamma, expertos en la Disciplina y expertos en
los esquemas. De tanto en tanto se acerca a ellos e indaga: ‘¿Cómo es esto, Venerable Señor? ¿Cuál
es el significado de aquello?’, entonces, aquellos venerables señores le revelan lo que le ha sido
oculto, aclaran lo que le era oscuro y disipan su perplejidad acerca de numerosos puntos”.
AN 6,55 {16A6.2.1.1,55} Sona Sutta – Sona

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• Meditación
• Energía (Viriya)

Usando el símil del laúd, cuyas cuerdas no deben ser demasiado flojas ni demasiado estiradas para
ofrecer un sonido bien afinado, el Buda explica al Venerable Sona que debe balancear el esfuerzo
con otras facultades mentales.
[55] {55} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando cerca de Rajagaha
en la montaña Pico de Buitre. Al mismo tiempo, el Venerable Sona también estaba morando cerca
de Rajagaha en un bosque fresco. Entonces, el Venerable Sona, mientras estaba meditando en la
reclusión, tuvo este pensamiento que surgió en su mente: “Entre los discípulos del Bienaventurado
que han activado la energía, ciertamente soy uno de ellos; pero, sin embargo, mi mente no ha sido
liberada de las corrupciones mentales ni está libre del apego. Ahora bien, mi familia tiene muchas
riquezas y yo podría disfrutar de ellas haciendo el bien al mismo tiempo. ¿Qué tal si renuncio a mis
votos y retorno a la vida más baja para disfrutar de las riquezas y, al mismo tiempo, hacer el bien?”
“Entonces, el Bienaventurado, tan pronto como hubo percibido este pensamiento del Venerable
Sona a través de su propia mente –al igual que un hombre fuerte dobla su mano extendida o
extiende su mano doblada- despareció de la montaña Pico de Buitre y apareció en el bosque fresco
justo frente del Venerable Sona. Estando ahí, tomó el asiento que estaba preparado para él, mientras
que el Venerable Sona homenajeó al Bienaventurado y se sentó a un lado. Estando sentado ahí, el
Bienaventurado dijo:
“Sona, al estar meditando hace un rato en la reclusión, ¿has tenido este pensamiento que surgió en
tu mente: ‘Entre los discípulos del Bienaventurado que han activado la energía, ciertamente soy uno
de ellos; pero, sin embargo, mi mente no ha sido liberada de las impurezas ni está libre del apego.
Ahora bien, mi familia tiene muchas riquezas y yo podría disfrutar de ellas haciendo el bien al
mismo tiempo. ¿Qué tal si renuncio a mis votos y retorno a la vida más baja para disfrutar de las
riquezas y, al mismo tiempo, hacer el bien?’”
“Sí, Venerable Señor”.
“Ahora bien, ¿es cierto, Sona, que antes, cuando eras todavía un hombre hogareño, tuviste la
habilidad de tocar el laúd?”
“Sí, señor”
“Entonces dime, Sona: ¿cuando las cuerdas de tu laúd estaban demasiado ajustadas, estaba tu laúd
afinado y sonaba bien?”
“No, Venerable Señor”.
“Y dime otra cosa, Sona: ¿cuando las cuerdas de tu laúd estaban demasiado flojas, estaba tu laúd
afinado y sonaba bien?”
“No, Venerable Señor”.
“Entonces, ¿es cierto, Sona, que cuando las cuerdas de tu laúd no estaban demasiado ajustadas ni
tampoco demasiado flojas, sino que estaban bien balanceadas en el tono medio, estaba tu laúd
afinado y sonaba bien?”
“Sí, Venerable Señor”.
“De la misma manera, Sona, cuando se hace surgir la energía en exceso, se termina con la
intranquilidad, mientras que la energía excesivamente floja lleva a la pereza. Por eso, Sona, debes
establecer un término medio de la energía, procurar afinarla con [el resto de las cinco] facultades y
entender su valor real.
“Sí, Venerable Señor”, respondió el Venerable Sona al Bienaventurado.
Entonces, al haber ofrecido esta exhortación al Venerable Sona, el Bienaventurado –al igual que un
hombre fuerte dobla su mano extendida o extiende su mano doblada- despareció del bosque freso y
apareció en la montaña Pico de Buitre.
Después de esto, el Venerable Sona estableció el término medio para su energía, afinó su energía
con [el resto de las cinco] facultades y entendió su valor real. Y morando solo, recluido, atento,
ardiente y resuelto, en poco tiempo, alcanzó la meta suprema de la vida santa y permaneció en ella;
la meta, por la cual los hombres hogareños, correctamente abandonan la vida hogareña para vivir el
estilo de vida sin hogar, conociendo y descubriéndola por sí mismo aquí y ahora. Y supo esto: “El
nacimiento ha terminado, la vida santa ha sido vivida, la tarea ha sido hecha y he aquí que no hay
nada más qué hacer en este mundo”. De esta manera, el Venerable Sona llegó a ser uno de los
arahants.
Después de esto, habiendo alcanzado el estado de arahant, el Venerable Sona pensó: “¿Qué tal, si
visito al Bienaventurado y, en su presencia, declaro este conocimiento?” De modo que fue junto al
Bienaventurado y, al llegar, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Una vez sentado ahí, dijo al
Bienaventurado:
“Venerable Señor, el monje que es un arahant ha puesto fin a sus corrupciones mentales, ha vivido
una vida santa y ha realizado la tarea; ha echado su pesada carga, ha alcanzado la verdadera meta;
destruyó por completo los grilletes del devenir y se liberó a través del recto conocimiento, para
dedicarse solamente a estas seis cosas: al desapasionamiento, al renunciamiento, a la inocuidad, a la
destrucción de la avidez, a la destrucción de la tenacidad y al no-engaño.
“Ahora bien, Venerable Señor, algún venerable señor podría pensar esto: ‘¿Quizá, este venerable
señor está dedicado exclusivamente al desapasionamiento solamente por causa de su fe?’, pero esto
no debería verse de esta manera. El monje, que ha puesto fin a sus corrupciones mentales, que ha
vivido la vida santa, ha realizado la tarea, que no ve nada más en este mundo que podría haberse
hecho, lo logra porque ha puesto fin a la pasión y porque –siendo libre de la pasión- puede
dedicarse al desapasionamiento; lo logra porque ha puesto fin a la aversión y porque –siendo libre
de la aversión- puede dedicarse al desapasionamiento; lo logra porque ha puesto fin a la falsa
ilusión y porque –siendo libre de la falsa ilusión- puede dedicarse al desapasionamiento.
“También, algún venerable señor podría pensar esto: ‘¿Quizá, este venerable señor está dedicado
exclusivamente al renunciamiento, solamente porque desea ganarse la honra y la fama’, pero esto
no debería verse de esta manera… ‘¿Quizá, este venerable señor está dedicado exclusivamente a la
inocuidad, solamente porque está apegado a los ritos y a las reglas’, pero esto no debería verse de
esta manera… ‘¿Quizá, este venerable señor está dedicado exclusivamente a la destrucción de la
avidez… a la destrucción de la tenacidad… al no-engaño, solamente porque está apegado a los ritos
y a las reglas’, pero esto no debería verse de esta manera. El monje, que ha puesto fin a sus
impurezas, que ha vivido la vida santa, ha realizado la tarea, que no ve nada más en este mundo que
podría haberse hecho, lo logra porque ha puesto fin a la pasión y porque –siendo libre de la pasión-
puede dedicarse al no engaño; lo logra porque ha puesto fin a la aversión y porque –siendo libre de
la aversión- puede dedicarse al no-engaño; lo logra porque ha puesto fin a la falsa ilusión y porque –
siendo libre de la falsa ilusión- puede dedicarse al no engaño.
“Venerable Señor, aún cuando unos poderosos estímulos visuales, objetos cognoscibles a través del
ojo, entran en el campo visual del monje cuya mente es realmente liberada, los mismos no pueden
apoderarse de su mente, ni siquiera pueden ocuparla. Estando tranquilo, habiendo alcanzado la
imperturbabilidad, él sólo contempla su desaparición. También aún cuando unos poderosos
estímulos auditivos, objetos cognoscibles a través del oído… estímulos olfativos, objetos
cognoscibles a través de la nariz… estímulos gustativos, objetos cognoscibles a través de la
lengua… estímulos táctiles, objetos cognoscibles a través del cuerpo… estímulos mentales, objetos
cognoscibles a través de la mente, entran en el campo cognoscitivo del monje cuya mente es
realmente liberada, los mismos no pueden apoderarse de su mente, ni siquiera pueden ocuparla.
Estando tranquilo, habiendo alcanzado la imperturbabilidad, él sólo contempla su desaparición.
“Imagina, Venerable Señor, a una montaña rocosa –sin grietas, sin fisuras, siendo una masa sólida
de piedra- que cuando se ve enfrentada a las poderosas tempestades de vientos y lluvias
provenientes del este, no se estremece, no se agita ni se altera. Ni cuando las tempestades provienen
del oeste… del norte… del sur, tampoco se estremece, se agita ni se altera. De la misma manera,
aún cuando unos poderosos estímulos visuales, objetos cognoscibles a través del ojo, entran en el
campo visual del monje cuya mente es realmente liberada, los mismos no pueden apoderarse de su
mente, ni siquiera pueden ocuparla. Estando tranquilo, habiendo alcanzado la imperturbabilidad, él
sólo contempla su desaparición. También cuando unos poderosos estímulos auditivos, objetos
cognoscibles a través del oído… estímulos olfativos, objetos cognoscibles a través de la nariz…
estímulos gustativos, objetos cognoscibles a través de la lengua… estímulos táctiles, objetos
cognoscibles a través del cuerpo… estímulos mentales, objetos cognoscibles a través de la mente,
entran en el campo cognoscitivo del monje cuya mente es realmente liberada, los mismos no pueden
apoderarse de su mente, ni siquiera pueden ocuparla. Estando tranquilo, habiendo alcanzado la
imperturbabilidad, él sólo contempla su desaparición.”
Desapasionamiento, renunciamiento mental, inocuidad,
fin de la avidez y tenacidad, mente libre del engaño:
quien solo a esto se dedica, ha visto,
mientras surgían las sensaciones, una mente liberada.
En este monje, calmado, totalmente liberado, ninguna necesidad
puede ser agregada a lo que ya hubo efectuado, ningún deber puede ser encontrado.
Como la masa de una roca no es tambaleada por el viento,
tampoco las formas, los sabores, los sonidos, los olores, las sensaciones táctiles ni los
pensamientos tampoco,
pueden tambalear –haciéndole detestar o desear- a aquel hombre.
Su mente permanece firme, liberada. Sólo contempla desaparición de ellos.

AN 6,57 {16A6.2.1.3,57} Chalabhijati Sutta – Seis clases

Buda da una interpretación espiritual-kármica a la doctrina de las seis clases sociales existente en la
India de su época.
[57] {57} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el monte Pico de Buitre, cerca de
Rajagaha. Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó
a un lado y dijo:
“Venerable Señor, Purana Kassapa describió las seis clases [1]: la clase negra, la clase azul, la clase
roja, la clase amarilla, la clase blanca y la suprema clase blanca.
“Describió a la clase negra como carniceros de ovejas, cerdos, aves y ciervos; cazadores y
pescadores; ladrones, verdugos y carceleros; o aquellos que siguen una u otra ocupación cruel.
“Describió a la clase azul como monjes que viven en las espinas [2], u otros que profesan la
doctrina del kamma o la eficacia de las acciones.
“Describió a la clase roja como niganthas, que visten una sola prenda.
“Describió a la clase amarilla como los vestidos de blanco, discípulos laicos de los ascetas
desnudos.
“Describió a la clase blanca como los ajivakas de sexo masculino y femenino.
“Describió a la suprema clase blanca como Nanda Vaccha, Kisa Sankicca y Makkhali Gosala.
“Purana Kassapa, Venerable Señor, así describió a estas seis clases”.
“Pero, Ananda, ¿ha autorizado el mundo entero a Purana Kassapa a describir estas seis clases?”.
“Ciertamente no, Venerable Señor”.
“Imagina, Ananda, a una persona pobre, desprovista e indigente. La gente podría forzarla con un
corte [de carne] en contra de su voluntad, diciendo: ‘Buen hombre, tienes que comer este trozo de
carne y pagar por él’. De la misma manera, sin el consentimiento de aquellos ascetas y brahmanes,
Purana Kassapa describió a estas seis clases de manera tonta, incompetente, inexperta e inhábil.
Pero yo, Ananda, describo unas seis clases diferentes. Escucha y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondió el Venerable Ananda y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cuáles son, Ananda, las seis clases?
“He aquí, alguien de la clase negra produce estados mentales negros. Alguien de la clase negra
produce estados mentales blancos. Alguien de la clase negra produce el Nibbana, el cual no es negro
ni blanco. Entonces, alguien de la clase blanca produce estados mentales negros. Alguien de la clase
blanca produce estados mentales blancos. Alguien de la clase blanca produce el Nibbana, el cual no
es negro ni blanco.
“Y, ¿cómo es esto, Ananda, que alguien de la clase negra produce estados mentales negros? He
aquí, hay alguien que renació dentro de una familia baja —familia de los candalas, cazadores,
trabajadores de los bambúes o basureros de flores [secas]―, alguien así es pobre, con poca comida
y bebida, que subsiste con dificultad, donde la comida y la vestimenta son difíciles de obtener;
también es una persona fea y antiestética, enana, con muchas enfermedades: ciega, lisiada, coja y
paralítica. No logra obtener la comida, la bebida, la vestimenta ni los vehículos; tampoco las
guirnaldas, las esencias ni los ungüentos; no logra obtener lechos, casas ni luces. Se involucra con
una mala conducta corporal, verbal y mental. En consecuencia, con el quiebre de su cuerpo, después
de la muerte, renace en un plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el
infierno. Es de esta manera que alguien de la clase negra produce estados mentales negros.
“Y, ¿cómo es esto, Ananda, que alguien de la clase negra produce estados mentales negros? He
aquí, hay alguien que renació dentro de una familia baja… no logra obtener lechos, casas ni luces.
Pero se compromete con una buena conducta corporal, verbal y mental. En consecuencia, con el
quiebre de su cuerpo, después de la muerte, renace en un buen destino, en el mundo celestial. Es de
esta manera que alguien de la clase negra produce estados mentales blancos.
“Y, ¿cómo es esto, Ananda, que alguien de la clase negra produce el Nibbana, el cual no es negro ni
blanco? He aquí, hay alguien que renació dentro de una familia baja… no logra obtener lechos,
casas ni luces. Habiendo afeitado su cabeza y barba, se viste con el hábito amarillo, renuncia a la
vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar. Al haber renunciado de esta manera, abandona
los cinco impedimentos, las impurezas de la mente, cosas que debilitan la sabiduría; y entonces, con
la mente bien establecida en los cuatro establecimientos de la atención consciente, desarrolla
correctamente los siete factores de la iluminación y produce el Nibbana, el cual no es negro ni
blanco. Es, de esta manera, que alguien de la clase negra produce el Nibbana el cual no es negro ni
blanco.
“Y, ¿cómo es esto, Ananda, que alguien de la clase blanca produce estados mentales negros? He
aquí, hay alguien que renació dentro de una familia alta —familia de los influyentes khattiya,
familia de los influyentes brahmanes o familia de los influyentes hombres hogareños―, alguien así
es rico, con grandes riquezas y propiedades, de abundante oro y plata, de abundantes tesoros y
comodidades, de abundantes riquezas y granos; además es una persona apuesta, atractiva, agraciada,
poseedora de una suprema belleza y complexión. Obtiene la comida, la bebida, la vestimenta y los
vehículos; también las guirnaldas, las esencias y los ungüentos; obtiene lechos, casas y luces. Pero
se involucra con una mala conducta corporal, verbal y mental. En consecuencia, con el quiebre de
su cuerpo, después de la muerte, renace en un plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo,
hasta en el infierno. Es, de esta manera, que alguien de la clase blanca produce estados mentales
negros.
“Y, ¿cómo es esto, Ananda, que alguien de la clase blanca produce estados mentales blancos? He
aquí, hay alguien que renació dentro de una familia alta… obtiene lechos, casas y luces. Se
compromete con una buena conducta corporal, verbal y mental. En consecuencia, con el quiebre de
su cuerpo, después de la muerte, renace en un buen destino, en el mundo celestial. Es, de esta
manera, que alguien de la clase blanca produce estados mentales blancos.
“Y, ¿cómo es esto, Ananda, que alguien de la clase blanca produce el Nibbana, que no es negro ni
blanco? He aquí, hay alguien que renació dentro de una familia alta… obtiene lechos, casas y luces.
Habiendo afeitado su cabeza y barba, se viste con el hábito amarillo, renuncia a la vida hogareña
para asumir el estilo de vida sin hogar. Al haber renunciado de esta manera, abandona los cinco
impedimentos, las impurezas de la mente, cosas que debilitan la sabiduría; y entonces, con la mente
bien establecida en los cuatro establecimientos de la atención consciente, desarrolla correctamente
los siete factores de la iluminación y produce el Nibbana, el cual no es negro ni blanco. Es, de esta
manera, que alguien de la clase blanca produce el Nibbana el cual no es negro ni blanco.
“Estas son, Ananda, las seis clases”.

NOTAS:
[1] Purana Kassapa fue uno de los maestros contemporáneos del Buda. Este es el único lugar, en el
cual se lo asocia con la doctrina de las seis clases, las cuales no se mencionan en otro lugar en los
Nikayas. En DN 2,17 se lo describe como el proponente de la doctrina del no-hacer (akiriyavada),
pero en SN 46,56 se le adscribe la doctrina de la no-causalidad (ahetukavada).
[2] Bhikkhu Bodhi señala que, aunque el significado exacto de esta expresión no es claro, tiene
connotaciones peyorativas.

AN 6,59 Darukammika Sutta – Darukammika

Buda enseña, a un hombre hogareño, cómo distinguir a los monjes que son dignos de recibir los
donativos.

[59] Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Salón de Ladrillos
de Nadika. Entonces, el hombre hogareño Darukammika se acercó al Bienaventurado, le rindió
homenaje y se sentó a un lado. Acto seguido el Bienaventurado le dijo: “¿Tu familia ofrece
donativos, hombre hogareño?”.
“Mi familia ofrece donativos, Venerable Señor. Y esos donativos se destinan a los monjes que son
Arahants o que están en el sendero del arahantado, a aquellos que son moradores del bosque, que
piden comida de las limosnas y que visten hábitos enmendados”.
“Hombre hogareño, al ser un laico que disfruta de los placeres sensuales, vives en el hogar, en una
casa llena de hijos, usas el sándalo de Kasi, vistes guirnaldas, usas perfumes y ungüentos, y recibes
oro y plata, te es difícil conocer esto: ‘Estos son los Arahants’ o ‘Estos están en el sendero del
arahantado’.
“Hombre hogareño, si un monje, que es un morador del bosque, es intranquilo, presumido,
vanidoso, hablador, divaga en sus charlas, carente de una clara compresión, desconcentrado, con
una mente vagabunda, con las facultades sensoriales perdidas, entonces, con respecto a esto, es
reprochable. Pero, si un monje, que es un morador del bosque, no es intranquilo, presumido,
vanidoso ni hablador, no divaga en sus charlas, sino que tiene una clara compresión, es concentrado,
con una mente unidireccional, con las facultades sensoriales restringidas, entonces, con respecto a
esto, es elogiable.
“Si un monje, que vive en las afueras de un pueblo, es intranquilo… con las facultades sensoriales
perdidas, entonces, con respecto a esto, es reprochable. Pero si un monje que vive en las afueras de
un pueblo no es intranquilo… con las facultades sensoriales restringidas, entonces, con respecto a
esto, es elogiable.
“Si un monje, que es alguien que pide la comida de las limosnas, es intranquilo… con las facultades
sensoriales perdidas, entonces, con respecto a esto, es reprochable. Pero, si un monje ,que es alguien
que pide la comida de las limosnas, no es intranquilo… con las facultades sensoriales restringidas,
entonces, con respecto a esto, es elogiable.
“Si un monje, que acepta las invitaciones para la comida, es intranquilo… con las facultades
sensoriales perdidas, entonces, con respecto a esto, es reprochable. Pero, si un monje, que acepta las
invitaciones para la comida, no es intranquilo… con las facultades sensoriales restringidas,
entonces, con respecto a esto, es elogiable.
“Si un monje, que viste los hábitos enmendados, es intranquilo… con las facultades sensoriales
perdidas, entonces, con respecto a esto, es reprochable. Pero, si un monje, que viste los hábitos
enmendados, no es intranquilo… con las facultades sensoriales restringidas, entonces, con respecto
a esto, es elogiable.
“Si un monje, que viste los hábitos hechos por los hombres hogareños, es intranquilo… con las
facultades sensoriales perdidas, entonces, con respecto a esto, es reprochable. Pero, si un monje, que
viste los hábitos hechos por los hombres hogareños, no es intranquilo… con las facultades
sensoriales restringidas, entonces, con respecto a esto, es elogiable.
“Ven ahora, hombre hogareño, ofrece los donativos al Sangha. Cuando ofrezcas los donativos al
Sangha, tu mente será llena de confianza. Cuando tu mente sea llena de confianza, con la disolución
del cuerpo, después de la muerte, renacerás en un buen destino, en el mundo celestial”.
“Venerable Señor, de hoy en adelante, voy a ofrecer donativos al Sangha”.

AN 6,63 {16A6.2.1.9,63} Nibbedhika Sutta – Discurso


penetrante

Etiquetas:
• Contaminaciones (Asavas)
• Óctuple Sendero
• Kamma
• Placeres sensuales

El Buda enseña cómo penetrar la sensualidad, las sensaciones, las percepciones, las corrupciones
mentales, las acciones (el kamma) y la insatisfacción (dukkha) para alcanzar la liberación.
[63] {63} “Monjes, voy a enseñaros el discurso del Dhamma, que es un discurso penetrante.
Escuchad y prestad atención, que voy a hablar.”
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cuál es el discurso del Dhamma que es un discurso penetrante?
“Monjes, la sensualidad debe ser conocida. La causa, por la cual la sensualidad llega a operar, debe
ser conocida. La diversidad de la sensualidad debe ser conocida. Los resultados de la sensualidad
deben ser conocidos. El cese de la sensualidad debe ser conocido. El sendero que conduce al cese
de la sensualidad debe ser conocido.
“Monjes, las sensaciones deben ser conocidas…
“Monjes, las percepciones deben ser conocidas…
“Monjes, las corrupciones mentales deben ser conocidas…
“Monjes, el kamma debe ser conocido…
“Monjes, la insatisfacción debe ser conocida. La causa, por la cual la insatisfacción llega a operar,
debe ser conocida. La diversidad de la insatisfacción debe ser conocida. El resultado de la
insatisfacción debe ser conocido. El cese de la insatisfacción debe ser conocido. El sendero que
conduce al cese de la insatisfacción debe ser conocido.
“Monjes, ¿y cómo, la sensualidad, la causa, por la cual la sensualidad llega a operar, la diversidad
de la sensualidad, el resultado de la sensualidad, el cese de la sensualidad y el sendero que conduce
al cese de la sensualidad, deben ser conocidos?
“Monjes, existen estos cinco objetos de la sensualidad. Y, ¿cuáles son esos cinco? Las formas
cognoscibles a través del ojo: agradables, placenteras, encantadoras, atrayentes, que fomentan el
deseo y la seducción. Los sonidos cognoscibles a través del oído… los olores cognoscibles a través
de la nariz… los sabores cognoscibles a través de la lengua… las sensaciones táctiles cognoscibles
a través del cuerpo: agradables, placenteras, encantadoras, atrayentes, que fomentan el deseo y la
seducción. Monjes, en esta Disciplina de los Nobles, todo esto no es la sensualidad, sino que se
llama ‘los objetos de la sensualidad’.
Las decisiones apasionadas ligan al hombre a la sensualidad,
No hay alegría, en el brillo mundano de la sensualidad.
Las decisiones apasionadas ligan al hombre a la sensualidad,
Mientras que el brillo mundano de la sensualidad permanece igual,
El sabio, domina sus deseos.
“¿Y qué es la causa, por la cual la sensualidad llega a operar? El contacto, monjes, es la causa, por
la cual la sensualidad llega a operar.
“¿Y qué es la diversidad de la sensualidad? La sensualidad respecto a las formas es una, la
sensualidad respecto a los sonidos es otra, la sensualidad respecto a los olores es otra, la sensualidad
respecto a los sabores es otra y la sensualidad respecto a las sensaciones táctiles es otra: esto es,
monjes, lo que se llama ‘la diversidad de la sensualidad’.
“¿Y qué es el resultado de la sensualidad? Alguien que desea la sensualidad engendra los
correspondientes estados de existencia, alimentados con el mérito o el desmérito. Esto es, monjes,
lo que se llama ‘el resultado de la sensualidad’.
“¿Y qué es el cese de la sensualidad? El fin del contacto es el cese de la sensualidad. Y éste óctuple
noble sendero –recta visión, recta resolución, recta forma de hablar, recta acción, recta forma de
vida, recto esfuerzo, recta atención consciente y recta concentración- es el camino que conduce al
cese de la sensualidad.
“Ahora bien, cuando el noble discípulo conoce la sensualidad de esta manera, conoce la causa, por
la cual la sensualidad llega a operar de esta manera, conoce la diversidad de la sensualidad de esta
manera, conoce el resultado de la sensualidad de esta manera, conoce el cese de la sensualidad de
esta manera y conoce el sendero que conduce al cese de la sensualidad de esta manera, entonces su
conocimiento penetra esta vida santa del cese de la sensualidad.
“Monjes, es por eso que la sensualidad debe ser conocida, la causa, por la cual la sensualidad llega a
operar, debe ser conocida, la diversidad de la sensualidad debe ser conocida, los resultados de la
sensualidad deben ser conocidos, el cese de la sensualidad debe ser conocido y el sendero que
conduce al cese de la sensualidad debe ser conocido.
“Monjes, ¿y cómo, las sensaciones, la causa, por la cual las sensaciones llegan a operar, la
diversidad de las sensaciones, el resultado de las sensaciones, el cese de las sensaciones y el sendero
que conduce al cese de las sensaciones, deben ser conocidos?
“Monjes, existen estas tres clases de sensaciones: sensación placentera, sensación dolorosa y
sensación ni placentera ni dolorosa.
“¿Y qué es la causa, por la cual las sensaciones llegan a operar? El contacto, monjes, es la causa,
por la cual las sensaciones llegan a operar.
“¿Y qué es la diversidad de las sensaciones? Hay sensaciones placenteras conectadas con la esfera
mundana y hay sensaciones placenteras no conectadas con la esfera mundana. Hay sensaciones
dolorosas conectadas con la esfera mundana y hay sensaciones dolorosas no conectadas con la
esfera mundana. Hay sensaciones ni placenteras ni dolorosas conectadas con la esfera mundana y
hay sensaciones ni placenteras ni dolorosas no conectadas con la esfera mundana. Esto es, monjes,
lo que se llama ‘la diversidad de la sensación’.
“¿Y qué es el resultado de las sensaciones? Alguien que siente la sensación, engendra los
correspondientes estados de existencia, alimentados con el mérito o el desmérito. Esto es, monjes,
lo que se llama ‘el resultado de la sensación’.
“¿Y qué es el cese de las sensaciones? El fin del contacto es el cese de las sensaciones. Y éste
óctuple noble sendero –recta visión, recta resolución, recta forma de hablar, recta acción, recta
forma de vida, recto esfuerzo, recta atención consciente y recta concentración- es el camino que
conduce al cese de las sensaciones.
“Ahora bien, cuando el noble discípulo conoce las sensaciones de esta manera, conoce la causa, por
la cual las sensaciones llegan a operar de esta manera, conoce la diversidad de las sensaciones de
esta manera, conoce el resultado de las sensaciones de esta manera, conoce el cese de las
sensaciones de esta manera y conoce el sendero que conduce al cese de las sensaciones de esta
manera, entonces su conocimiento penetra esta vida santa del cese de las sensaciones.
“Monjes, es por eso que las sensaciones deben ser conocidas, la causa, por la cual las sensaciones
llegan a operar, debe ser conocida, la diversidad de las sensaciones debe ser conocida, los resultados
de las sensaciones deben ser conocidos, el cese de las sensaciones debe ser conocido y el sendero
que conduce al cese de las sensaciones debe ser conocido.
“Monjes, ¿y cómo, las percepciones, la causa, por la cual las percepciones llegan a operar, la
diversidad de las percepciones, el resultado de las percepciones, el cese de las percepciones y el
sendero que conduce al cese de las percepciones, deben ser conocidos?
“Monjes, existen estas seis clases de percepciones: la percepción de la forma, la percepción del
sonido, la percepción del olor, la percepción del sabor, la percepción de la sensación táctil y la
percepción de las ideas.
“¿Y qué es la causa, por la cual las percepciones llegan a operar? El contacto, monjes, es la causa,
por la cual las percepciones llegan a operar.
“¿Y qué es la diversidad de las percepciones? La percepción respecto a las formas es una, la
percepción respecto a los sonidos es otra, la percepción respecto a los olores es otra, la percepción
respecto a los sabores es otra, la percepción respecto a las sensaciones táctiles es otra y la
percepción respecto a las ideas es otra: esto es, monjes, lo que se llama ‘la diversidad de las
percepciones’.
“¿Y qué es el resultado de las percepciones? Yo digo, que las percepciones tienen como resultado el
hábito; cuando alguien está percibiendo una cosa, es así como se expresa: ‘estoy percibiendo esto’.
Esto es, monjes, lo que se llama ‘el resultado de las percepciones’.
“¿Y qué es el cese de las percepciones? El fin del contacto es el cese de las percepciones. Y éste
óctuple noble sendero –recta visión, recta resolución, recta forma de hablar, recta acción, recta
forma de vida, recto esfuerzo, recta atención consciente y recta concentración- es el camino que
conduce al cese de las percepciones.
“Ahora bien, cuando el noble discípulo conoce las percepciones de esta manera, conoce la causa,
por la cual las percepciones llegan a operar de esta manera, conoce la diversidad de las
percepciones de esta manera, conoce el resultado de las percepciones de esta manera, conoce el cese
de las percepciones de esta manera y conoce el sendero que conduce al cese de las percepciones de
esta manera, entonces su conocimiento penetra esta vida santa del cese de las percepciones.
“Monjes, es por eso que las percepciones deben ser conocidas, la causa, por la cual las percepciones
llegan a operar, debe ser conocida, la diversidad de las percepciones debe ser conocida, los
resultados de las percepciones deben ser conocidos, el cese de las percepciones debe ser conocido y
el sendero que conduce al cese de las percepciones debe ser conocido.
“Monjes, ¿y cómo, las corrupciones mentales, la causa, por la cual las corrupciones mentales llegan
a operar, la diversidad de las corrupciones mentales, el resultado de las corrupciones mentales, el
cese de las corrupciones mentales y el sendero que conduce al cese de las corrupciones mentales,
deben ser conocidos?
“Monjes, existen estas tres clases de corrupciones mentales: la impureza mental de la sensualidad,
la impureza mental de la existencia y la impureza mental de la ignorancia.
“¿Y qué es la causa, por la cual las corrupciones mentales llegan a operar? La ignorancia, monjes,
es la causa, por la cual las corrupciones mentales llegan a operar.
“¿Y qué es la diversidad de las corrupciones mentales? Existen corrupciones mentales que llevan al
infierno, otras que llevan al útero animal, otras que llevan al plano de los espíritus hambrientos,
otras que llevan al mundo humano y otras que llevan al mundo de los devas. Esto es, monjes, lo que
se llama ‘la diversidad de las corrupciones mentales ’.
“¿Y qué es el resultado de las corrupciones mentales? Alguien que está inmerso en la ignorancia,
engendra los correspondientes estados de existencia, alimentados con el mérito o el desmérito. Esto
es, monjes, lo que se llama ‘el resultado de las corrupciones mentales ’.
“¿Y qué es el cese de las corrupciones mentales? El fin de la ignorancia es el cese de las
corrupciones mentales. Y éste óctuple noble sendero –recta visión, recta resolución, recta forma de
hablar, recta acción, recta forma de vida, recto esfuerzo, recta atención consciente y recta
concentración- es el camino que conduce al cese de las corrupciones mentales.
“Ahora bien, cuando el noble discípulo conoce las corrupciones mentales de esta manera, conoce la
causa, por la cual las corrupciones mentales llegan a operar de esta manera, conoce la diversidad de
las corrupciones mentales de esta manera, conoce el resultado de las corrupciones mentales de esta
manera, conoce el cese de las corrupciones mentales de esta manera y conoce el sendero que
conduce al cese de las corrupciones mentales de esta manera, entonces su conocimiento penetra esta
vida santa del cese de las corrupciones mentales.
“Monjes, es por eso que las corrupciones mentales deben ser conocidas, la causa, por la cual las
corrupciones mentales llegan a operar, debe ser conocida, la diversidad de las corrupciones
mentales debe ser conocida, los resultados de las corrupciones mentales deben ser conocidos, el
cese de las corrupciones mentales debe ser conocido y el sendero que conduce al cese de las
corrupciones mentales debe ser conocido.
“Monjes, ¿y cómo, el kamma, la causa, por la cual el kamma llega a operar, la diversidad del
kamma, el resultado del kamma, el cese del kamma y el sendero que conduce al cese del kamma,
deben ser conocidos?
“Monjes, yo digo que la volición es el kamma. Por haber querido uno realiza el kamma a través del
cuerpo, el habla y la mente.
“¿Y qué es la causa, por la cual el kamma llega a operar? El contacto, monjes, es la causa, por la
cual el kamma llega a operar.
“¿Y qué es la diversidad del kamma? Existe el kamma a ser experimentado en el infierno, otro
experimentado en el reino animal, otro experimentado en el plano de los espíritus hambrientos, otro
experimentado en el mundo humano y otro experimentado en el mundo de los devas. Esto es,
monjes, lo que se llama ‘la diversidad del kamma’.
“¿Y qué es el resultado del kamma? Yo digo, existen estas tres clases de resultados del kamma: el
que acontece aquí y ahora, el que acontece en el [siguiente] renacimiento y el que acontece en otra
subsecuente ocasión. Esto es, monjes, lo que se llama ‘el resultado del kamma’.
“¿Y qué es el cese del kamma? El fin de la ignorancia es el cese del kamma. Y éste óctuple noble
sendero –recta visión, recta resolución, recta forma de hablar, recta acción, recta forma de vida,
recto esfuerzo, recta atención consciente y recta concentración- es el camino que conduce al cese
del kamma.
“Ahora bien, cuando el noble discípulo conoce el kamma de esta manera, conoce la causa, por la
cual el kamma llega a operar de esta manera, conoce la diversidad del kamma de esta manera,
conoce el resultado del kamma de esta manera, conoce el cese del kamma de esta manera y conoce
el sendero que conduce al cese del kamma de esta manera, entonces su conocimiento penetra esta
vida santa del cese del kamma.
“Monjes, es por eso que el kamma debe ser conocido, la causa, por la cual el kamma llega a operar,
debe ser conocida, la diversidad del kamma debe ser conocida, los resultados del kamma deben ser
conocidos, el cese del kamma debe ser conocido y el sendero que conduce al cese del kamma debe
ser conocido.
“Monjes, ¿y cómo, la insatisfacción, la causa, por la cual la insatisfacción llega a operar, la
diversidad de la insatisfacción, el resultado de la insatisfacción, el cese de la insatisfacción y el
sendero que conduce al cese de la insatisfacción, deben ser conocidos?
“El nacimiento es doloroso, la vejez es dolorosa y la muerte es dolorosa. La pena, lamentación,
tristeza, angustia y desesperanza son dolorosas. Asociarse con lo que no es querido es doloroso.
Separarse de lo querido es doloroso. No obtener lo deseable es doloroso. En resumen, los cinco
cúmulos del apego son dolorosos.
“¿Y qué es la causa, por la cual la insatisfacción llega a operar? La avidez, monjes, es la causa, por
la cual la insatisfacción llega a operar.
“¿Y qué es la diversidad de la insatisfacción? Hay insatisfacción mayor y menor. Hay insatisfacción
que cambia pronto y el que dura mucho tiempo para cambiar. Esto es, monjes, lo que se llama ‘la
diversidad de la insatisfacción’.
“¿Y qué es el resultado de la insatisfacción? Este es el caso de alguien que, vencido por el dolor,
con su mente exhausta, sufre, llora, se lamenta y, golpeando su pecho, queda perplejo. O, es el caso
de alguien que, vencido por el dolor, con su mente exhausta, emprende una búsqueda exterior:
‘¿quién conoce el camino para poner fin a este dolor?’ Yo digo, monjes, que el resultado de la
insatisfacción se experimenta tanto en la perplejidad como en la búsqueda.
“¿Y qué es el cese de la insatisfacción? El fin de la avidez es el cese del kamma. Y éste óctuple
noble sendero –recta visión, recta resolución, recta forma de hablar, recta acción, recta forma de
vida, recto esfuerzo, recta atención consciente y recta concentración- es el camino que conduce al
cese de la insatisfacción.
“Ahora bien, cuando el noble discípulo conoce la insatisfacción de esta manera, conoce la causa,
por la cual la insatisfacción llega a operar de esta manera, conoce la diversidad de la insatisfacción
de esta manera, conoce el resultado de la insatisfacción de esta manera, conoce el cese de la
insatisfacción de esta manera y conoce el sendero que conduce al cese de la insatisfacción de esta
manera, entonces su conocimiento penetra esta vida santa del cese de la insatisfacción.
“Monjes, es por eso que la insatisfacción debe ser conocida, la causa, por la cual la insatisfacción
llega a operar, debe ser conocida, la diversidad de la insatisfacción debe ser conocida, los resultados
de la insatisfacción deben ser conocidos, el cese de la insatisfacción debe ser conocido y el sendero
que conduce al cese de la insatisfacción debe ser conocido.
“Monjes, éste es el discurso del Dhamma que es un discurso penetrante”

AN 6,64 {16A6.2.1.10,64} Sihanada Sutta – El rugido de león

El Buda describe sus seis poderes, mediante los cuales puede reclamar su lugar superlativo que le
permite “rugir su rugido de león en las asambleas y poner en movimiento la rueda del Brahma”.

[64] {64} “Monjes, he aquí estos seis poderes que tiene el Tathagata, poseyendo los cuales reclama
el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo en
movimiento la rueda del Brahma. Y, ¿cuáles son esos seis?
“He aquí, monjes, el Tathagata comprende tal como realmente es lo posible como posible y lo
imposible como imposible. Puesto que el Tathagata comprende tal como realmente es lo posible
como posible y lo imposible como imposible, este es el poder que tiene el Tathagata, sobre cuya
base reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y
poniendo en movimiento la rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata comprende tal como realmente es el resultado del kamma
emprendido —tanto pasado, futuro como presente— en términos de posibilidades y causas. Puesto
que el Tathagata comprende tal como realmente es el resultado del kamma emprendido —tanto
pasado, futuro como presente— en términos de posibilidades y causas, este también es el poder que
tiene el Tathagata, sobre cuya base reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de
león en las asambleas y poniendo en movimiento la rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata comprende tal como realmente es la contaminación, la purificación
y la emergencia en relación a los jhanas, las emancipaciones, las concentraciones y los logros
meditativos. Puesto que el Tathagata comprende tal como realmente es la contaminación… y los
logros meditativos, este también es el poder que tiene el Tathagata, sobre cuya base reclama el lugar
del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la
rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata recuerda sus múltiples moradas pasadas, esto es, un nacimiento, dos
nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil
nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de
expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión cósmica así: 'Allí tuve tal nombre,
pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal
el final de mi vida. Muriendo en este estado, renací allí. Allí también tuve tal nombre, pertenecí a tal
clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi
vida. Muriendo en ese estado, renací aquí'. Así conoce sus múltiples moradas pasadas con sus
aspectos y detalles. Puesto que el Tathagata comprende tal como realmente son sus múltiples
moradas pasadas… con sus aspectos y detalles, este también es el poder que tiene el Tathagata,
sobre cuya base reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las
asambleas y poniendo en movimiento la rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata ve —por medio del ojo divino, purificado y que supera al humano—
seres falleciendo y renaciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y
desafortunados según su kamma así: 'Estos seres —involucrados con la mala conducta de cuerpo,
palabra y mente, que injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones erróneas y realizaron
acciones bajo la influencia de las opiniones erróneas— con la descomposición del cuerpo, tras la
muerte, han renacido en el plano de la privación, en el destino malo, en los reinos inferiores, en el
infierno. Pero estos seres —dotados de buena conducta de cuerpo, palabra y mente, que no
injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones correctas y realizaron acciones bajo la
influencia de las opiniones correctas— con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han
reaparecido en los destinos buenos, en mundo celestial'. Así —por medio del ojo divino, purificado
y que supera al humano— ve seres falleciendo y reapareciendo, inferiores y superiores, hermosos y
feos, afortunados y desafortunados según su kamma. Puesto que el Tathagata… ve seres falleciendo
y reapareciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados según su
kamma, este también es el poder que tiene el Tathagata, sobre cuya base reclama el lugar del
principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la
rueda del Brahma.
“Además, monjes, con la destrucción de las corrupciones mentales, el Tathagata ha descubierto por
sí mismo, con el conocimiento directo y en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente,
liberación a través de la sabiduría, y habiendo entrado en ella, permanece allí. Puesto que el
Tathagata ha descubierto por sí mismo… la inmaculada liberación de la mente…, este también es el
poder que tiene el Tathagata, sobre cuya base reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su
rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la rueda del Brahma.
“Estos son, monjes, los seis poderes que tiene el Tathagata, poseyendo los cuales reclama el lugar
del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la
rueda del Brahma.
“Monjes, si los otros se acercasen al Tathagata y le preguntasen acerca de su conocimiento, tal
como realmente es, sobre lo posible como posible y lo imposible como imposible, entonces el
Tathagata, preguntado de esta manera, les respondería exactamente de acuerdo a la comprensión
que tiene sobre este conocimiento.
“Además, monjes, si los otros se acercasen al Tathagata y le preguntasen acerca de su conocimiento,
tal como realmente es, sobre el resultado del kamma emprendido —tanto pasado, futuro como
presente— en términos de posibilidades y causas, entonces el Tathagata, preguntado de esta manera,
les respondería exactamente de acuerdo a la comprensión que tiene sobre este conocimiento.
“Además, monjes, si los otros se acercasen al Tathagata y le preguntasen acerca de su conocimiento,
tal como realmente es, sobre la contaminación, la purificación y la emergencia en relación a los
jhanas, las emancipaciones, las concentraciones y los logros meditativos, entonces el Tathagata,
preguntado de esta manera, les respondería exactamente de acuerdo a la comprensión que tiene
sobre este conocimiento.
“Además, monjes, si los otros se acercasen al Tathagata y le preguntasen acerca de su conocimiento,
tal como realmente es, sobre el recuerdo de sus múltiples moradas pasadas, entonces el Tathagata,
preguntado de esta manera, les respondería exactamente de acuerdo a la comprensión que tiene
sobre este conocimiento.
“Además, monjes, si los otros se acercasen al Tathagata y le preguntasen acerca de su conocimiento,
tal como realmente es, sobre el fallecimiento y renacimiento de los seres, entonces el Tathagata,
preguntado de esta manera, les respondería exactamente de acuerdo a la comprensión que tiene
sobre este conocimiento.
“Además, monjes, si los otros se acercasen al Tathagata y le preguntasen acerca de su conocimiento,
tal como realmente es, sobre la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la
sabiduría, entonces el Tathagata, preguntado de esta manera, les respondería exactamente de
acuerdo a la comprensión que tiene sobre este conocimiento.
“Yo declaro, monjes, que el conocimiento, tal como realmente es, sobre lo posible como posible y
lo imposible como imposible, es para alguien que es concentrado y no para alguien que carece de
concentración.
“Además, yo declaro, monjes, que el conocimiento, tal como realmente es, sobre el resultado del
kamma emprendido —tanto pasado, futuro como presente— en términos de posibilidades y causas,
es para alguien que es concentrado y no para alguien que carece de concentración.
“Además, yo declaro, monjes, que el conocimiento, tal como realmente es, sobre la contaminación,
la purificación y la emergencia en relación a los jhanas, las emancipaciones, las concentraciones y
los logros meditativos, es para alguien que es concentrado y no para alguien que carece de
concentración.
“Además, yo declaro, monjes, que el conocimiento, tal como realmente es, sobre el recuerdo de sus
múltiples moradas pasadas, es para alguien que es concentrado y no para alguien que carece de
concentración.
“Además, yo declaro, monjes, que el conocimiento, tal como realmente es, sobre el fallecimiento y
renacimiento de los seres, es para alguien que es concentrado y no para alguien que carece de
concentración.
“Además, yo declaro, monjes, que el conocimiento, tal como realmente es, sobre la inmaculada
liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, es para alguien que es concentrado y no
para alguien que carece de concentración.
“De esta manera, monjes, la concentración es el sendero; la falta de concentración, monjes, es un
sendero errado”.
AN 6,65 {16A6.2.2.1,65} Anagamiphala Sutta – Fruto del no-
retorno

Lo que hace falta abandonar para lograr el fruto de uno de los estados de iluminación.

[65] “Monjes, sin haber abandonado seis cosas, uno no es capaz de realizar el fruto del no-retorno.
Y, ¿cuáles son esas seis? La falta de fe, la falta de vergüenza moral, la falta de temor moral, la
pereza, una mente nublada y la falta de sabiduría. Sin haber abandonado estas seis cosas, uno no es
capaz de realizar el fruto del no-retorno.
“Monjes, al haber abandonado seis cosas, uno es capaz de realizar el fruto del no-retorno. Y, ¿cuáles
son esas seis? La falta de fe, la falta de vergüenza moral, la falta de temor moral, la pereza, una
mente nublada y la falta de sabiduría. Al haber abandonado estas seis cosas, uno es capaz de realizar
el fruto del no-retorno”.

AN 6,67 Mitta Sutta – Amigos

La calidad de los amigos que uno tiene, repercute en la totalidad de la vida espiritual.

[67] “Monjes, cuando un monje tiene malos amigos, malos compañeros y malos camaradas, cuando
sigue a malos amigos, los apoya, los atiende y sigue su ejemplo, entonces es imposible que
complete la tarea de la conducta apropiada. Sin haber completado la tarea de la conducta apropiada,
es imposible que complete la tarea del entrenamiento. Sin haber completado la tarea del
entrenamiento, es imposible que complete la conducta virtuosa. Sin haber completado la conducta
virtuosa, es imposible que abandone el deseo sensual, el deseo por la forma o el deseo por lo sin-
forma.
“Monjes, cuando un monje tiene buenos amigos, buenos compañeros y buenos camaradas, cuando
sigue a buenos amigos, los apoya, los atiende y sigue su ejemplo, entonces es posible que complete
la tarea de la conducta apropiada. Habiendo completado la tarea de la conducta apropiada, es
posible que complete la tarea del entrenamiento. Habiendo completado la tarea del entrenamiento,
es posible que complete la conducta virtuosa. Habiendo completado la conducta virtuosa, es posible
que abandone el deseo sensual, el deseo por la forma y el deseo por lo sin-forma”.

AN 6,69 Devata Sutta – Deidad


Un deva comparte con el Buda las seis características por las cuales un monje no declinaría en su
práctica.

[69] Entonces, cuando la noche estaba avanzada, una cierta deidad de maravillosa belleza,
iluminando toda la arboleda de Jeta, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se paró a un
lado y le dijo:
“Venerable Señor, estas seis cualidades conducen al no-declive del monje. Y, ¿cuáles son esas seis?
La reverencia al Maestro, la reverencia al Dhamma, la reverencia al Sangha, la reverencia al
entrenamiento, ser fácilmente corregible y [tener] buena compañía. Estas seis cualidades conducen
al no-declive del monje”.
Esto es lo que dijo la deidad y el Bienaventurado estuvo de acuerdo. Entonces, aquella deidad,
pensando ‘el Maestro está de acuerdo’, rindió homenaje al Bienaventurado y desapareció de allí,
cuidando que el Bienaventurado quedase siempre a su lado derecho.
Entonces, pasada la noche, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: “Anoche, monjes, cuando la
noche estaba avanzada, una cierta deidad de maravillosa belleza, iluminando toda la arboleda de
Jeta, se me acercó, me rindió homenaje, se paró a un lado y me dijo: ‘Venerable Señor, estas seis
cualidades conducen al no-declive del monje. Y, ¿cuáles son esas seis? La reverencia al Maestro…
[tener] buena compañía. Estas seis cualidades conducen al no-declive del monje’. Esto es lo que
dijo la deidad y yo estuve de acuerdo. Entonces, aquella deidad, pensando ‘el Maestro está de
acuerdo’, me rindió homenaje y desapareció de allí, cuidando que quedase siempre a su lado
derecho”.
Cuando se dijo eso, el Venerable Sariputta dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, yo entiendo en detalle el significado de esta declaración, hecha por el
Bienaventurado en resumen, de la siguiente manera: el monje reverencia al Maestro por sí mismo y
habla alabanzas de él; alienta a otros monjes, que no reverencian al Maestro, a que desarrollen la
reverencia hacia el Maestro y, en el debido tiempo, genuina y verazmente hablen alabanzas de él. El
monje reverencia al Dhamma… reverencia al Sangha… reverencia al entrenamiento… es
fácilmente corregible… [tiene] buena compañía por sí mismo y habla alabanzas de la buena
compañía; alienta a otros monjes que no [tienen] una buena compañía a [que tengan] la buena
compañía y, en el debido tiempo, genuina y verazmente hablen alabanzas de ella. Es de esta manera,
Venerable Señor, que entiendo en detalle el significado de esta declaración hecha por el
Bienaventurado en resumen”.
[El Bienaventurado respondió:] “¡Bien, muy bien Sariputta! Es muy buena la manera en la que
entendiste, en detalle, el significado de esta declaración hecha por mí en resumen.
“He aquí, Sariputta, el monje reverencia al Maestro por sí mismo… [repite las palabras del Ven.
Sariputta]… y, en el debido tiempo, genuina y verazmente hablen alabanzas de ella. Es de esta
manera en la que se debe entender, en detalle, el significado de esta declaración hecha por mí en
resumen”.
AN 6,72 {16A6.2.2.8,72} Bala Sutta – Fuerza

Las características de la persona hábil en alcanzar una concentración fuerte.

[72] {72} "Monjes, cuando el monje tiene seis características, no es capaz de alcanzar la fuerza en
la concentración. Y, ¿cuáles son estas seis?
"Es el caso, monjes, cuando el monje no es hábil en alcanzar la concentración, no es hábil en
mantener la concentración, no es hábil en emerger de la concentración, no practica cuidadosamente,
no practica persistentemente ni hace lo que es adecuado. Monjes, cuando el monje tiene estas seis
características, no es capaz de alcanzar la fuerza en la concentración.
"Monjes, cuando el monje tiene seis cualidades, es capaz de alcanzar la fuerza en la concentración.
Y, ¿cuáles son estas seis?
"Es el caso, monjes, cuando el monje es hábil en alcanzar la concentración, es hábil en mantener la
concentración, es hábil en emerger de la concentración, practica cuidadosamente, practica
persistentemente y hace lo que es adecuado. Monjes, cuando el monje tiene estas seis
características, es capaz de alcanzar la fuerza en la concentración.”

AN 6,73-74 {16A6.2.2.9,73-16A6.2.2.10,74} Pathama y


Dutiyatajjhana Sutta – Primer jhana

Los impedimentos para desarrollar el primer jhana.

AN 6,73 {16A6.2.2.9,73} Pathamatajjhana Sutta - Primer discurso sobre el jhana

{73} "Monjes, sin haber abandonado las seis cosas, uno no es capaz de entrar y permanecer en el
primer jhana. Y, ¿cuáles son estas seis?
"Los deseos sensoriales, la animadversión, la pereza y la apatía, la preocupación y el
remordimiento, la duda y no ver claramente y con discernimiento, tal como realmente es el peligro
en los deseos sensoriales. Sin haber abandonado estas seis cosas, uno no es capaz de entrar y
permanecer en el primer jhana.
"Monjes, habiendo abandonado las seis cosas, uno es capaz de entrar y permanecer en el primer
jhana. Y, ¿cuáles son estas seis?
"Los deseos sensoriales, la animadversión, la pereza y la apatía, la preocupación y el
remordimiento, la duda y no ver claramente y con discernimiento, tal como realmente es el peligro
en los deseos sensoriales.Habiendo abandonado estas seis cosas, uno es capaz de entrar y
permanecer en el primer jhana."
AN 6,74 {16A6.2.2.10,74} Dutiyatajjhana Sutta - Segundo discurso sobre el
jhana

{74} "Monjes, sin haber abandonado las seis cosas, uno no es capaz de entrar y permanecer en el
primer jhana. Y, ¿cuáles son estas seis?
"Pensamiento sensorial, pensamaiento sobre la animadversión, pensamiento sobre hacer daño,
percepción sensorial, percepción de la animadversión y percepción de hacer daño. Sin haber
abandonado estas seis cosas, uno no es capaz de entrar y permanecer en el primer jhana.
"Monjes, habiendo abandonado las seis cosas, uno es capaz de entrar y permanecer en el primer
jhana. Y, ¿cuáles son estas seis?
"Pensamiento sensorial, pensamaiento sobre la animadversión, pensamiento sobre hacer daño,
percepción sensorial, percepción de la animadversión y percepción de hacer daño. Habiendo
abandonado estas seis cosas, uno es capaz de entrar y permanecer en el primer jhana."

AN 6,75 {16A6.2.3.1,75} Dukkha Sutta – Insatisfacción

La diferencia entre morar en la insatisfacción y en la felicidad.

[75] {75} “Monjes, poseyendo seis cosas un monje mora en la insatisfacción en esta presente vida
—con dolor, angustia y fiebre― y, con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte, ha de ser
esperado para él un mal destino. Y, ¿cuáles son esas seis? Pensamiento de sensualidad, pensamiento
de animadversión, pensamiento de causar daño, percepción sensual, percepción de animadversión y
percepción de causar daño. Poseyendo estas seis cosas, monje, un monje mora en la insatisfacción
en esta presente vida —con dolor, angustia y fiebre― y, con el quiebre de su cuerpo, después de la
muerte, ha de ser esperado para él un mal destino.
“Monjes, poseyendo seis cosas un monje mora en la felicidad en esta presente vida —sin dolor,
angustia ni fiebre― y, con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte, ha de ser esperado para él
un buen destino. Y, ¿cuáles son esas seis? Pensamiento de renunciamiento, pensamiento de
benevolencia, pensamiento de no causar daño, percepción del renunciamiento, percepción de la
benevolencia y percepción de no causar daño. Poseyendo estas seis cosas, monje, un monje mora en
la felicidad en esta presente vida —sin dolor, angustia ni fiebre― y, con el quiebre de su cuerpo,
después de la muerte, ha de ser esperado para él un buen destino”.
AN 6,78 {16A6.2.3.4,78} Sukkhasomanassa Sutta – Felicidad

Seis clases de deleite que aseguran abundante felicidad.

[78] {78} “Monjes, poseyendo seis cualidades, un monje abunda en felicidad y gozo en esta
presente vida, y ha sentado las bases para la destrucción de las contaminaciones. Y, ¿cuáles son esas
seis? He aquí, el monje se deleita en el Dhamma, se deleita en el desarrollo [mental], se deleita en el
abandono, se deleita en la reclusión, se deleita en la no aflicción y se deleita en la no proliferación.
Poseyendo estas seis cualidades, un monje abunda en felicidad y gozo en esta presente vida, y ha
sentado las bases para la destrucción de las contaminaciones”.

AN 6,81-82 {16A6.2.3.7,81-16A6.2.3.8,82} Pathama y


Dutiyaniraya Sutta – El infierno

Características de la conducta que lo conducen a uno al cielo o al infierno.

AN 6,81 {16A6.2.3.7,81} Pathamaniraya Sutta – Primer discurso sobre el


infierno
[81] {81} “Monjes, poseyendo seis características, uno es depositado en el infierno como si se lo
llevara allí. Y, ¿cuáles son esas seis? Uno destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se
involucra en una conducta sexual indebida, dice mentiras, tiene malos deseos y sostiene un
incorrecto punto de vista. Poseyendo estas seis características, uno es depositado en el infierno
como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo seis cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas seis? Uno se abstiene de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha sido
dado, se abstiene de involucrarse en una conducta sexual indebida, se abstiene de decir mentiras,
tiene pocos deseos y sostiene un recto punto de vista. Poseyendo estas seis cualidades, uno es
depositado en el cielo como si se lo llevara allí”.

AN 6,82 {16A6.2.3.8,82} Dutiyaniraya Sutta – Segundo discurso sobre el infierno


[82] {82} “Monjes, poseyendo seis características, uno es depositado en el infierno como si se lo
llevara allí. Y, ¿cuáles son esas seis? Uno destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se
involucra en una conducta sexual indebida, dice mentiras, es codicioso y descarado. Poseyendo
estas seis características, uno es depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo seis cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas seis? Uno se abstiene de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha sido
dado, se abstiene de involucrarse en una conducta sexual indebida, se abstiene de decir mentiras,
carece de codicia y descaro. Poseyendo estas seis cualidades, uno es depositado en el cielo como si
se lo llevara allí”.
AN 6,92-95 {16A6.2.4.7,92-16A6.2.4.11,95} Pathama, Dutiya,
Tatiya y Catutthabhabbatthana Sutta – Casos de incapacidad

Cuatro grupos de casos de lo que es imposible que haga una persona realizada en el recto punto de
vista.

AN 6,92 {16A6.2.4.7,92} Pathamabhabbatthana Sutta – Primer discurso sobre


los casos de incapacidad
[92] {92} “Monjes, he aquí estos seis casos de incapacidad. Y, ¿cuáles son esos seis? Alguien
realizado en el recto punto de vista es incapaz de permanecer sin reverencia y deferencia hacia el
Maestro; es incapaz de permanecer sin reverencia y deferencia hacia el Dhamma; es incapaz de
permanecer sin reverencia y deferencia hacia el Sangha; es incapaz de permanecer sin reverencia y
deferencia hacia el entrenamiento; es incapaz de recurrir a cualquier cosa, en la cual no se debe
confiar; es incapaz de someterse a la octava existencia [1]. Estos son los seis casos de incapacidad”.

AN 6,93 {16A6.2.4.8,93} Dutiyabhabbatthana Sutta – Segundo discurso sobre los


casos de incapacidad
[93] {93} “Monjes, he aquí estos seis casos de incapacidad. Y, ¿cuáles son esos seis? Alguien
realizado en el recto punto de vista es incapaz de considerar algún fenómeno condicionado como
permanente; es incapaz de considerar algún fenómeno condicional como placentero; es incapaz de
considerar algún fenómeno condicional como el ser; es incapaz de cometer un acto grave que traiga
resultados inmediatos; es incapaz de recurrir a [la creencia], según la cual, la pureza se produce
mediante actos supersticiosos y auspiciosos; es incapaz de buscar una persona digna de las ofrendas
fuera de aquí [2]. Estos son los seis casos de incapacidad”.

AN 6,94 {16A6.2.4.9,94} Tatiyabhabbatthana Sutta – Tercer discurso sobre los


casos de incapacidad
[94] {94} “Monjes, he aquí estos seis casos de incapacidad. Y, ¿cuáles son esos seis? Alguien
realizado en el recto punto de vista es incapaz de privar de la vida a su propia madre; es incapaz de
privar de la vida a su propio padre; es incapaz de privar de la vida a un arahant; es incapaz de
derramar la sangre del Tathagata con la mente del odio; es incapaz de crear un cisma dentro del
Sangha; es incapaz de reconocer a otro Maestro. Estos son los seis casos de incapacidad”.

AN 6,95 {16A6.2.4.10,95} Catutthabhabbatthana Sutta – Cuarto discurso sobre


los casos de incapacidad
[95] {95} “Monjes, he aquí estos seis casos de incapacidad. Y, ¿cuáles son esos seis? Alguien
realizado en el recto punto de vista es incapaz de apoyarse [en un punto de vista, según el cual] el
placer y la pena los hace uno mismo; es incapaz de apoyarse [en un punto de vista, según el cual] el
placer y la pena los hace otro; es incapaz de apoyarse [en un punto de vista, según el cual] el placer
y la pena los hacen ambos: uno mismo y el otro; es incapaz de apoyarse [en un punto de vista,
según el cual] el placer y la pena no los hace uno mismo, sino que surgen fortuitamente; es incapaz
de apoyarse [en un punto de vista, según el cual] el placer y la pena no los hace otro, sino que
surgen fortuitamente; es incapaz de apoyarse [en un punto de vista, según el cual] el placer y la pena
no los hace ni uno mismo ni el otro, sino que surgen fortuitamente. Y, ¿por qué así? Porque la
persona realizada en el recto punto de vista ve claramente la causalidad y los fenómenos surgidos
causalmente. Estos son los seis casos de incapacidad”.

NOTAS:
[1] Según los Comentarios, esto se refiere a la existencia en la esfera de los sentidos.
[2] Bhikkhu Bodhi (2012:1063) explica que esto significa la imposibilidad de buscar a una persona
noble fuera de la enseñanza del Buda.

AN 6,98-101 Anicca, Dukkha, Anatta y Nibbana Sutta –


Transitoriedad, Insatisfacción, No-yo y Nibbana

La contemplación de los fenómenos condicionados como transitorios y como sufrimiento, la


contemplación de todos los fenómenos como no-ser y la contemplación del Nibbana como
felicidad, habilita al discípulo a adquirir “la convicción en conformidad” con el Dhamma.

AN 6,98 Anicca Sutta – Transitoriedad

[98] “Monjes, esto es imposible: que el monje que considera a todos los fenómenos condicionados
como permanentes posea la convicción en conformidad [con la enseñanza]. Esto es imposible: que
alguien que no posee la convicción en conformidad [con la enseñanza] entre bajo el curso fijo de la
rectitud. Esto es imposible: que alguien que no entra bajo el curso fijo de la rectitud descubra el
fruto de entrada-en-la corriente. Fruto de un-solo-retorno. Fruto del no-retorno o arahantado.
“Monjes, esto sí es posible: que el monje que considera a todos los fenómenos condicionados como
transitorios posea la convicción en conformidad [con la enseñanza]. Esto es posible: que alguien
que posee la convicción en conformidad [con la enseñanza] entre bajo el curso fijo de la rectitud.
Esto es posible: que alguien que entra bajo el curso fijo de la rectitud descubra el fruto de entrada-
en-la corriente. Fruto de un-solo-retorno. Fruto del no-retorno o arahantado”.

AN 6,99 Dukkha Sutta – Insatisfacción

[99] “Monjes, esto es imposible: que el monje que considera a todos los fenómenos condicionados
como placenteros posea la convicción en conformidad [con la enseñanza]. Esto es imposible: que
alguien que no posee la convicción en conformidad [con la enseñanza] entre bajo el curso fijo de la
rectitud. Esto es imposible: que alguien que no entra bajo el curso fijo de la rectitud descubra el
fruto de entrada-en-la corriente. Fruto de un-solo-retorno. Fruto del no-retorno o arahantado.
“Monjes, esto sí es posible: que el monje que considera a todos los fenómenos condicionados como
insatisfacción posea la convicción en conformidad [con la enseñanza]. Esto es posible: que alguien
que posee la convicción en conformidad [con la enseñanza] entre bajo el curso fijo de la rectitud.
Esto es posible: que alguien que entra bajo el curso fijo de la rectitud descubra el fruto de entrada-
en-la corriente. Fruto de un-solo-retorno. Fruto del no-retorno o arahantado”.

AN 6,100 Anatta Sutta – No-yo

[100] “Monjes, esto es imposible: que el monje que considera a todos los fenómenos como
poseedores de [la esencia de un] yo, posea la convicción en conformidad [con la enseñanza]. Esto es
imposible: que alguien que no posee la convicción en conformidad [con la enseñanza] entre bajo el
curso fijo de la rectitud. Esto es imposible: que alguien que no entra bajo el curso fijo de la rectitud
descubra el fruto de entrada-en-la corriente. Fruto de un-solo-retorno. Fruto del no-retorno o
arahantado.
“Monjes, esto sí, es posible: que el monje que considera a todos los fenómenos como no-yo posea la
convicción en conformidad [con la enseñanza]. Esto es posible: que alguien que posee la convicción
en conformidad [con la enseñanza] entre bajo el curso fijo de la rectitud. Esto es posible: que
alguien que entra bajo el curso fijo de la rectitud descubra el fruto de entrada-en-la corriente. Fruto
de un-solo-retorno. Fruto del no-retorno o arahantado”.

AN 6,101 Nibbana Sutta – Nibbana

[101] “Monjes, esto es imposible: que el monje que considera al Nibbana como insatisfacción posea
la convicción en conformidad [con la enseñanza]. Esto es imposible: que alguien que no posee la
convicción en conformidad [con la enseñanza] entre bajo el curso fijo de la rectitud. Esto es
imposible: que alguien que no entra bajo el curso fijo de la rectitud descubra el fruto de entrada-en-
la corriente. Fruto de un-solo-retorno. Fruto del no-retorno o arahantado.
“Monjes, esto sí, es posible: que el monje que considera al Nibbana como felicidad posea la
convicción en conformidad [con la enseñanza]. Esto es posible: que alguien que posee la convicción
en conformidad [con la enseñanza] entre bajo el curso fijo de la rectitud. Esto es posible: que
alguien que entra bajo el curso fijo de la rectitud descubra el fruto de entrada-en-la corriente. Fruto
de un-solo-retorno. Fruto del no-retorno o arahantado".
AN 6,105 Bhava Sutta – Existencia
Tres clases de existencia, que han de ser abandonadas, y tres entrenamientos.

[105] “Monjes, he aquí estas tres clases de existencia que han de ser abandonadas. [Y] uno se
entrena en los tres entrenamientos. Y, ¿cuáles son esas tres clases de existencia que han de ser
abandonadas? La existencia en la esfera sensorial, la existencia en la esfera de la forma y la
existencia en la esfera sin forma. Éstas son las tres clases de existencia que han de ser abandonadas.
Y, ¿en qué tres entrenamientos uno se entrena? En la conducta virtuosa superior, en la mente
superior y en la sabiduría superior. Uno se entrena en estos tres entrenamientos.
“Cuando un monje haya abandonado estas tres clases de existencia y haya completado estos tres
entrenamientos, se le llama monje que ha cortado el ansia, se quitó los grilletes y, mediante el
completo desarraigo del engreimiento, puso fin a la insatisfacción”.

AN 6,106 Tanha Sutta – Ansia


Tres clases de ansia y tres clases de presunción que han de ser abandonadas.

[106] “Monjes, he aquí estas tres clases de ansia y estas tres clases de presunción que han de ser
abandonadas. Y, ¿cuáles son las tres clases de ansia que han de ser abandonadas? Ansia por la
sensualidad, ansia por la existencia y ansia por la exterminación. Éstas son las tres clases de ansia
que han de ser abandonadas. Y, ¿cuáles son las tres clases de presunción que han de ser
abandonadas? Engreimiento, complejo de la inferioridad y arrogancia. Éstas son las tres clases de
presunción que han de ser abandonadas.
“Cuando un monje haya abandonado estas tres clases de ansia y estas tres clases de presunción, se
le llama monje que ha cortado el ansia, se quitó los grilletes y, mediante el completo desarraigo de
la presunción, puso fin a la insatisfacción”.

AN 6,107 Raga Sutta – Avidez

Tres prácticas que hay que desarrollar para abandonar la avidez, el odio y la falsa ilusión,
respectivamente.

[107] “Monjes, he aquí estas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? Avidez, odio y falsa ilusión. Éstas
son las tres cosas. He aquí las [otras] tres cosas que han de ser desarrolladas para abandonar
aquellas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? Lo asqueroso hay que desarrollar apara abandonar la
avidez. El amor benevolente hay que desarrollar para abandonar el odio. La sabiduría hay que
practicar para abandonar la falsa ilusión. Éstas son las tres cosas que han de ser desarrolladas para
abandonar aquellas tres cosas”.
AN 6,108 Duccarita Sutta – Mala conducta
Desarrollando la triple buena conducta, se elimina la mala.

[108] “Monjes, he aquí estas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? Mala conducta corporal, mala
conducta verbal y mala conducta mental. Éstas son las tres cosas. He aquí las [otras] tres cosas que
han de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? Una buena
conducta corporal hay que desarrollar para abandonar la mala conducta corporal. Una buena
conducta verbal hay que desarrollar para abandonar la mala conducta verbal. Una buena conducta
mental hay que desarrollar para abandonar la mala conducta mental. Éstas son las tres cosas que han
de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas”.

AN 6,109 Vitakka Sutta – Pensamientos


Lo que hay que desarrollar para abandonar los pensamientos sensuales, de animadversión y de
causar daño.

[109] “Monjes, he aquí estas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? Pensamiento sensual, pensamiento
de animadversión y pensamiento de hacer daño. Éstas son las tres cosas. He aquí las [otras] tres
cosas que han de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? El
pensamiento del renunciamiento hay que desarrollar para abandonar el pensamiento sensual. El
pensamiento de benevolencia hay que desarrollar para abandonar el pensamiento de animadversión.
El pensamiento de inocuidad hay que desarrollar para abandonar el pensamiento de hacer daño.
Éstas son las tres cosas que han de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas”.

AN 6,110 Sanna Sutta – Percepciones

Lo que hay que desarrollar para abandonar las percepciones sensuales, de animadversión y de
causar daño.

[110] “Monjes, he aquí estas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? La percepción sensual, la
percepción de animadversión y la percepción de causar daño. Éstas son las tres cosas. He aquí las
[otras] tres cosas que han de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas. Y, ¿cuáles son
esas tres? La percepción del renunciamiento hay que desarrollar para abandonar la percepción
sensual. La percepción de benevolencia hay que desarrollar para abandonar la percepción de
animadversión. La percepción de la inocuidad hay que desarrollar para abandonar la percepción de
causar daño. Éstas son las tres cosas que han de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres
cosas”.
AN 6,111 Dhatu Sutta – Los elementos
Lo que hay que desarrollar para abandonar los elementos sensuales, de animadversión y de causar
daño.

[111] “Monjes, he aquí estas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? El elemento sensual, el elemento
de animadversión y el elemento de causar daño. Éstas son las tres cosas. He aquí las [otras] tres
cosas que han de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? El
elemento del renunciamiento hay que desarrollar para abandonar el elemento sensual. El elemento
de la benevolencia hay que desarrollar para abandonar el elemento de animadversión. El elemento
de la inocuidad hay que desarrollar para abandonar el elemento de causar daño. Éstas son las tres
cosas que han de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas”.

AN 6,112 Assada Sutta – Gratificación


Cómo combatir las visiones de la gratificación y el yo, y el incorrecto punto de vista.

[112] “Monjes, he aquí estas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? La visión de la gratificación, la
visión del yo y el incorrecto punto de vista. Éstas son las tres cosas. He aquí las [otras] tres cosas
que han de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? La
percepción de la transitoriedad hay que desarrollar para abandonar la visión de la gratificación. La
percepción del no-ser hay que desarrollar para abandonar la visión del yo. El recto punto de vista
hay que desarrollar para abandonar el incorrecto punto de vista. Éstas son las tres cosas que han de
ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas”.

AN 6,113 Arati Sutta – Descontento

Cómo combatir el descontento, el querer hacer daño y la conducta contraria al Dhamma.

[113] “Monjes, he aquí estas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? Descontento, querer hacer daño y
la conducta contraria al Dhamma. Éstas son las tres cosas. He aquí las [otras] tres cosas que han de
ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? El gozo altruista hay
que desarrollar para abandonar el descontento. La inocuidad hay que desarrollar para abandonar el
querer hacer daño. La conducta de acuerdo con el Dhamma hay que desarrollar para abandonar la
conducta contraria al Dhamma. Éstas son las tres cosas que han de ser desarrolladas para abandonar
aquellas tres cosas”.
AN 6,114 Santutthita Sutta – Contentamiento

Cómo combatir la falta de contentamiento, de clara comprensión y los fuertes deseos.

[114] “Monjes, he aquí estas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? El no-contentamiento, la falta de
clara compresión y los fuertes deseos. Éstas son las tres cosas. He aquí las [otras] tres cosas que han
de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? El contentamiento
hay que desarrollar para abandonar el no-contentamiento. La clara compresión hay que desarrollar
para abandonar la falta de clara compresión. Tener pocos deseos hay que desarrollar para abandonar
los fuertes deseos. Éstas son las tres cosas que han de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres
cosas”.

AN 6,115 Dovacassata Sutta – Difícil de corregir

Cómo combatir el hábito de ser alguien difícil de ser corregido, las malas amistades y las
distracciones.

[115] “Monjes, he aquí estas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? Ser alguien difícil de ser corregido,
las malas amistades y las distracciones mentales. Éstas son las tres cosas. He aquí las [otras] tres
cosas que han de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? Ser
alguien fácil de ser corregido hay que desarrollar para abandonar a ser alguien difícil de ser
corregido. Las buenas amistades hay que desarrollar para abandonar las malas amistades. La
atención consciente en la respiración hay que desarrollar para abandonar las distracciones mentales.
Éstas son las tres cosas que han de ser desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas”.

AN 6,116 Uddhacca Sutta – Inquietud

Cómo combatir la inquietud, la falta de restricción y la negligencia.

[116] “Monjes, he aquí estas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? La inquietud, la no restricción y la
negligencia. Éstas son las tres cosas. He aquí las [otras] tres cosas que han de ser desarrolladas para
abandonar aquellas tres cosas. Y, ¿cuáles son esas tres? La serenidad hay que desarrollar para
abandonar la inquietud. La restricción hay que desarrollar para abandonar la no restricción. La
diligencia hay que desarrollar para abandonar la negligencia. Éstas son las tres cosas que han de ser
desarrolladas para abandonar aquellas tres cosas”.
AN 6,117-139 Samana Vagga – Capítulo sobre los ascetas
Los primeros dos suttas, de este capítulo, mencionan las cualidades que hay que poseer para realizar
exitosamente la meditación sobre el cuerpo, las sensaciones, la mente y los fenómenos mentales,
mientras que los demás mencionan una serie de seguidores laicos que han alcanzado la iluminación.

AN 6,117 Kayanupassi Sutta – Contemplando el cuerpo


[117] “Monjes, sin haber abandonado seis cosas, uno no es capaz de contemplar el cuerpo en el
cuerpo. Y, ¿cuáles son esas seis? Deleite en el trabajo, deleite en las charlas, deleite en el dormir,
deleite en la compañía, no resguardar las puertas de las facultades sensoriales y no ser moderado en
la comida. Sin haber abandonado estas seis cosas, uno no es capaz de contemplar el cuerpo en el
cuerpo.
“Monjes, habiendo abandonado seis cosas, uno es capaz de contemplar el cuerpo en el cuerpo. Y,
¿cuáles son esas seis? Deleite en el trabajo... y no ser moderado en la comida. Habiendo
abandonado estas seis cosas, uno es capaz de contemplar el cuerpo en el cuerpo”.

AN 6,118 Dhammanupassi Sutta – Contemplando el cuerpo internamente, etc.


[118] “Monjes, sin haber abandonado seis cosas, uno no es capaz de contemplar el cuerpo en el
cuerpo internamente… externamente… ambos, interna y externamente… de contemplar las
sensaciones en las sensaciones internamente… externamente… ambos, interna y externamente… de
contemplar la mente en la mente internamente… externamente… ambos, interna y externamente…
de contemplar los fenómenos mentales en los fenómenos mentales internamente… externamente…
ambos, interna y externamente. Y, ¿cuáles son esas seis? Deleite en el trabajo, deleite en las charlas,
deleite en el dormir, deleite en la compañía, no resguardar las puertas de las facultades sensoriales y
no ser moderado en la comida. Sin haber abandonado estas seis cosas, uno no es capaz de
contemplar los fenómenos mentales en los fenómenos mentales.
“Monjes, habiendo abandonado seis cosas, uno es capaz de contemplar el cuerpo en el cuerpo
internamente… externamente… ambos, interna y externamente… de contemplar las sensaciones en
las sensaciones internamente… externamente… ambos, interna y externamente… de contemplar la
mente en la mente internamente… externamente… ambos, interna y externamente… de contemplar
los fenómenos mentales en los fenómenos mentales internamente… externamente… ambos, interna
y externamente. Y, ¿cuáles son esas seis? Deleite en el trabajo... y no ser moderado en la comida.
Habiendo abandonado estas seis cosas, uno es capaz de contemplar los fenómenos mentales en los
fenómenos mentales”.

AN 6,119 Tapussa Sutta – Tapussa


“Monjes, poseyendo las seis cualidades, el hombre hogareño Tapussa ha alcanzado la certeza acerca
del Tathagata y llegó a ser el visionario de lo inmortal, alguien que vive habiendo descubierto lo
inmortal. Y, ¿cuáles son esas seis? Inquebrantable confianza en el Buda, inquebrantable confianza
en el Dhamma, inquebrantable confianza en el Sangha, noble conducta virtuosa, noble
conocimiento y noble liberación. Poseyendo estas seis cualidades, el hombre hogareño Tapussa ha
alcanzado la certeza acerca del Tathagata y llegó a ser el visionario de lo inmortal, alguien que vive
habiendo descubierto lo inmortal”.
AN 6,120-139 Bhallikadisuttani – Bhallika, etc.
“Monjes, poseyendo las seis cualidades, el hombre hogareño Bhallika… el hombre hogareño
Sudatta… el hombre hogareño Anathapindika… el hombre hogareño Citta de Macchikasanda… el
hombre hogareño Hatthaka de Alavi… el hombre hogareño Mahanama el Sakyano… el hombre
hogareño Ugga de Vesali… Uggata… Sura de Ambattha… el hombre hogareño Jivaka
Komarabhacca… el hombre hogareño Nakulapita… el hombre hogareño Tavakannika… el hombre
hogareño Purana… el hombre hogareño Isidatta… el hombre hogareño Sandhana… el hombre
hogareño Vijaya… el hombre hogareño Vajjiyamahita… el hombre hogareño Mendaka… el hombre
hogareño Vasettha… el hombre hogareño Arittha… el hombre hogareño Saragga ha alcanzado la
certeza acerca del Tathagata y llegó a ser el visionario de lo inmortal, alguien que vive habiendo
descubierto lo inmortal. Y, ¿cuáles son esas seis? Inquebrantable confianza en el Buda,
inquebrantable confianza en el Dhamma, inquebrantable confianza en el Sangha, noble conducta
virtuosa, noble conocimiento y noble liberación. Poseyendo estas seis cualidades, el hombre
hogareño Saragga ha alcanzado la certeza acerca del Tathagata y llegó a ser el visionario de lo
inmortal, alguien que vive habiendo descubierto lo inmortal”.

AN 6,140-649 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia,


etc.

Esta serie repetitiva de suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete
contaminaciones, (2) diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto
a ellas y (3) tres clases de prácticas.

[140] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse seis cosas.
Y, ¿cuáles son esas seis? La insuperable visión, el insuperable oído, la insuperable ganancia, el
insuperable entrenamiento, el insuperable servicio y el insuperable recordamiento. Mediante el
conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas seis cosas.
[141] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse seis cosas.
Y, ¿cuáles son esas seis? El recordamiento del Buda, el recordamiento del Dhamma, el
recordamiento del Sangha, el recordamiento de la conducta virtuosa, el recordamiento de la
generosidad y el recordamiento de las deidades. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia,
monjes, han de desarrollarse estas seis cosas.
[142] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse seis cosas.
Y, ¿cuáles son esas seis? La percepción de la transitoriedad, la percepción de la insatisfacción en lo
que es transitorio, la percepción del no-ser en lo que es insatisfactoriedad, la percepción del
abandono, la percepción del desapasionamiento y la percepción del cese. Mediante el conocimiento
directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas seis cosas.
[143-169] “Monjes, mediante la plena comprensión de la codicia… mediante la completa
destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el cese… el
renunciamiento… la dimisión de la codicia… han de desarrollarse estas seis cosas.
[170-649] “Monjes, mediante el conocimiento directo… mediante la plena comprensión…
mediante la completa destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la
desaparición… el cese… el renunciamiento… la dimisión del odio… de la falsa ilusión… la ira…
la hostilidad… la denigración… la insolencia… la envidia… la avaricia… el engaño… la astucia…
la obstinación… la vehemencia… el orgullo… la arrogancia… la embriaguez… la negligencia han
de desarrollarse estas seis cosas”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Exaltados, aquellos monjes se deleitaron en la declaración
del Bienaventurado.
7. Sattakanipatapali - Libro con suttas dedicados a siete
dhammas

Es la séptima división del Anguttara Nikaya con los suttas que contienen siete particulares temas
del Dhamma o la enseñanza del Buda, cada uno.
Los números entre corchetes siguen la edición de Bhikkhu Bodhi.

1. Pathamapannasika - Primer grupo de los cincuenta


1.1. Dhanavagga - Capítulo sobre las riquezas
AN 7,1 Pathamapiya Sutta – Querido. Cuándo un monje es querido y agradable para sus
compañeros monjes, y cuando les es desplaciente y desagradable.
AN 7,3-4 Samkhittabala y Vitthatabala Sutta – Los poderes. Estos dos suttas enumeran y definen
los siete poderes.
AN 7,5-6 Sankhittadhana y Vitthatadhana Sutta – Sobre las riquezas en resumen y en
detalle. Poseyendo las siete verdaderas riquezas en su corazón uno no vive su vida en vano.
AN 7,7 Ugga Sutta – Ugga. Las verdaderas riquezas que no están sujetas a robos ni
apropiaciones.

1.2. Anusanavagga - Capítulo sobre la proclividad


AN 7,11-12 Pathama y Dutiyanusaya Sutta – Las tendencias subyacentes. Buda enseña
sobre un grupo de contaminaciones mentales profundas y obstinadas que están sobre la base
de la corriente de la conciencia y que sostienen la esclavitud del ciclo de los renacimientos.

AN 7,13 Kula Sutta – Familias. Características que hacen que una familia sea digna, o no,
de que un monje se le acerque. [Leer en pali]
AN 7,14 Puggala Sutta – Las personas. El sutta distingue entre los siete tipos de nobles.
AN 7,16-19 Aniccanupassi, Dukkhanupassi, Anattanupassi y Nibbana Sutta –
Transitoriedad, Insatisfacción, No-yo y Nibbana. La tarea del practicante budista consiste en
corregir su distorsionada manera de ver las cosas, mediante la contemplación de los
fenómenos “tal como realmente son”, es decir, transitoriedad, sufrimiento y no-yo, para que
esto lo conduzca al Nibbana.

1.3. Vajjisattakavagga - Capítulo con el grupo de los siete de Vajji


AN 7,21 Sarandada Sutta - Discurso en Sarandada. El Buda enseña las siete condiciones necesarias
para el bienestar de una nación.
AN 7,22 Vassakara Sutta - Discurso con Vassakara. Cuando el brahmán Vassakara, el oficial de un
rey que quiere hacer guerra al pueblo de los vajjianos, se entera que éstos siguen los siete principios
necesarios para el bienestar de una nación, que una vez el mismo Buda les había enseñado, desiste
de su intento bélico.
AN 7,23 Pathamasattaka Sutta – No decadencia. El Buda propone siete directrices en aras de
promover una relación cordial entre los monjes, y les urge a reunirse a menudo y conducir
los asuntos del Sangha en armonía.
AN 7,29-31 Dutiyaparihani, Vipatti y Parabhava Sutta – Declive, fracaso y ruina. Siete
cosas que conducen al declive, al fracaso y la ruina de un seguidor laico.

1.4. Devatavagga - Capítulo con los devas


AN 7,32 Appamadagarava Sutta – Vigilancia. La reverencia, el sentido de respeto y estima
hacia las Tres Joyas, hacia la concentración, el entrenamiento, la vigilancia y la hospitalidad,
son las cualidades que le ayudan a uno a no caer del Camino del Buda.
AN 7,33 Hirigarava Sutta – Vergüenza moral. La reverencia, el sentido de respeto y estima
hacia las Tres Joyas, hacia la concentración, el entrenamiento, la vigilancia y la hospitalidad,
son las cualidades que le ayudan a uno a no caer del Camino del Buda.
AN 7,34 Pathamasovacassata Sutta – Primer discurso sobre el que es fácil de corregir. Un
deva comparte con el Buda las siete características por las cuales un monje no declinaría en
su práctica.
AN 7,35 Dutiyasovacassata Sutta – Segundo discurso sobre el que es fácil de corregir. Un
deva comparte con el Buda las siete características por las cuales un monje no declinaría en
su práctica.
AN 7,36-37 Pathama y Dutiyamitta Sutta – El amigo. En esos dos suttas se enumeran las
cualidades de un buen amigo y un buen amigo monje, respectivamente.

1.5. Mahayannavagga - Capítulo con el gran sacrificio


AN 7,44 Sattavinnanatthiti Sutta – Siete estados [de existencia] de los seres sintientes. Siete
planos de renacimiento de la consciencia.
AN 7,46-47 Pathama y Dutiyaaggi Sutta – Fuego. Un brahmán que quiso matar a 2,500
animales, para realizar un gran sacrificio, al escuchar la enseñanza del Buda terminó
diciendo: “Pondré en libertad a los quinientos toros, a los quinientos bueyes, a los quinientos
novillos, a las quinientas cabras, a los quinientos carneros y les permitiré vivir. Que coman
el pasto verde, tomen el agua fresa y disfruten de la suave brisa”.
AN 7,48-49 Pathama y Dutiyasannasa Sutta – Percepciones. Estos suttas ponen el énfasis en
las “percepciones” (sanna) como objetos de meditación que inicialmente involucran una
serie de reflexiones y que “culminan en lo inmortal, teniendo a lo inmortal como su
consumación”.

AN 7,51 Samyoga Sutta – La unión. El Buda explica por qué el hecho de aferrarse a su propia
identidad sexual conduce al sufrimiento.
AN 7,52 Danamahapphala Sutta – Gran fruto de las dádivas. El Buda analiza las diferentes
motivaciones que puede tener la gente para dar generosamente y señala una que es la más
provechosa para el dador.
AN 7,53 Nandamata Sutta – Nandamata. Historia de una seguidora laica que muestra el
logro de altos planos meditatvos y la entrada en el tercer nivel del despertar: el no-retorno.

2. Dutiyapannasaka - Segundo grupo de los cincuenta


2.1. Abyakatavagga - Capítulo sobre lo no declarado
AN 7,54 Abyakata Sutta – Lo no declarado. El Buda rehúsa pronunciarse acerca de los
especulativos puntos de vista que son irrelevantes desde la perspectiva de la liberación del
sufrimiento.
AN 7,55 Purisagati Sutta – Destinos de las personas. Este sutta analiza al anagami o la
persona que no-retorna, dentro de los cinco tipos. El primero de ellos, uno con las facultades
más agudas, se llama antaraparinibbayi, “el que alcanza el Nibbana en el intervalo”, tiene a
su vez, tres sub-tipos.
AN 7,56 Tissabrahma Sutta – El Brahma Tissa. Un monje recién fallecido y renacido como
Brahma, explica al Venerable Mahamoggallana cómo algunos de los devas pueden
reconocer los logros espirituales de los monjes. El Buda completa la explicación con una
categoría más del logro espiritual, que es la concentración sin-signo, un término, en sí
mismo, no explicado en el sutta y que tampoco tuvo su elaboración en la tradición budista
post-canónica.
AN 7,57 Sihasenapati Sutta – El general Siha. El Buda explica a un general los frutos
directamente visibles del dar y los beneficios que trae la fe.
AN 7,58 Arakkheyya Sutta – Sin necesidad de esconder. Cuatro cosas que un Tathagata no necesita
esconder y tres de las cuales es irreprochable.
AN 7,59 Kimila (o Kimbila) Sutta – En Kimila. Razones por las cuales el buen Dhamma perdura, o
no, por mucho tiempo después de la muerte de un Buda.
AN 7,61 Pacalayamana Sutta – Dormitando. El Buda ofrece diferentes consejos sobre cómo vencer
la somnolencia durante la meditación.
AN 7,62 Metta Sutta – El amor benevolente. El Buda insta a los monjes a que “no tuvieran
miedo del mérito” y detalla los beneficios que ha cosechado del cultivo del amor
benevolente en su previa vida.
AN 7,63 Bhariya Sutta – Las esposas. El Buda instruye, a una esposa escandalosa, sobre las
siete clases de esposas.

2.2. Mahavagga - Gran capítulo


AN 7,65 Hiriottappasu Sutta – Vergüenza moral. Curso secuencial de la práctica del monje
comparado con el crecimiento de un árbol.
AN 7,66 Sattasuriya Sutta – Los siete soles. El Buda señala que en algún momento dado de
la historia, hasta la grandiosa tierra con sus majestuosas montañas arderán en el fuego y
desaparecerán, mostrando la transitoriedad de todo.

AN 7,67 Nagaropama Sutta – Símil de la fortaleza. En este sutta, la mente está comparada con una
fortaleza: así como un fortín debe ser provisto de ciertos accesorios para no ser asaltado por el
enemigo, la mente debe poseer ciertas cualidades paralelas para que no sea asaltada por el Mara, el
Malvado.
AN 7,68 Dhammannu Sutta – Alguien que conoce el Dhamma. En ese sutta se mencionan
las siete cualidades, mediante las cuales un individuo debería ser honrado y respetado.
AN 7,70 Sakkacca Sutta – El honor. El Venerable Sariputta, hace un acertado análisis de una
declaración del Buda sobre la honra y el respeto.
AN 7,71 Bhavana Sutta – Desarrollo. No importa tener buenos deseos, sino realizar acciones
tendientes a su logro.
AN 7,72 Aggikkhandhopama Sutta – La gran masa de fuego. Los dolores físicos no son
nada, en comparación con el sufrimiento de un hombre inmoral en sus siguientes vidas.
AN 7,74 Araka Sutta – Araka. El Buda cita unos sugerentes símiles sobre la transitoriedad
de la vida de un bodhisatta, de épocas remotas, de nombre Araka. Llama la atención que en
su época la gente vivía 60.000 años y sólo sufría de seis dolencias: con más razón, estos
símiles se aplican hoy en día a nosotros.

2.3. Vinayavagga - Capítulo sobre la Disciplina


AN 7,83 Satthusasana Sutta – Enseñanza del maestro. El Buda enseña, al monje Upali, en
qué consiste el criterio de reconocer la verdadera enseñanza del Dhamma.

2.4. Samanavagga - Capítulo con los ascetas

2.5. Ahuneyyavagga - Capítulo con los dignos de recibir ofrendas


AN 7,95-614 Ahuneyya Vagga – Capítulo sobre los dignos de recibir ofrendas. En este
capítulo se genera un gran número de suttas cortos a través del uso de permutaciones que
combinan los modos de la contemplación con sus diferentes objetos.

2.6. Ragapeyyala - Serie repetitiva con el apego


AN 7,615-1124 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia, etc. Esta serie repetitiva de
suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete contaminaciones, (2)
diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto a ellas y (3)
tres clases de prácticas.
AN 7,1 Pathamapiya Sutta – Querido
Cuándo un monje es querido y agradable para sus compañeros monjes, y cuando les es desplaciente
y desagradable.

[1] Esto he escuchado:


En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, en el parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:
“Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, poseyendo siete características, un monje es desplaciente y desagradable para sus
compañeros monjes, y no es estimado ni respetado por ellos. Y, ¿cuáles son esas siete? He aquí, el
monje es deseoso de ganancias, honra y reputación; es moralmente sin vergüenza y sin temor moral;
tiene malos deseos y sostiene incorrectos puntos de vista. Poseyendo estas siete características, un
monje es desplaciente y desagradable para sus compañeros monjes, y no es estimado ni respetado
por ellos.
“Monjes, poseyendo siete cualidades, un monje es querido y agradable para sus compañeros
monjes, y es estimado y respetado por ellos. Y, ¿cuáles son esas siete? He aquí, el monje no es
deseoso de ganancias, honra ni reputación; tiene sentido de vergüenza moral y temor moral; tiene
pocos deseos y sostiene rectos puntos de vista. Poseyendo estas siete cualidades, un monje es
querido y agradable para sus compañeros monjes, y es estimado y respetado por ellos”.

AN 7,3-4 {16A7.1.1.3,3-16A7.1.1.4,4} Samkhittabala y


Vitthatabala Sutta – Los poderes

Estos dos suttas enumeran y definen los siete poderes.

AN 7,3 {16A7.1.1.3,3} Samkhittabala Sutta – Los poderes en resumen


[3] {3} “Monjes, he aquí estos siete poderes. Y, ¿Cuáles son esos siete? El poder de la fe, el poder
de la energía, el poder de la vergüenza moral, el poder del temor moral, el poder de la atención
consciente, el poder de la concentración y el poder de la sabiduría. Éstos son los siete poderes”.
El poder de la fe, el poder de la energía,
El poder de la vergüenza moral y el temor moral;
El poder de la atención consciente y concentración,
Y la sabiduría: los siete poderes;
El poderoso monje que los posee
Es sabio y vive feliz.
Debería examinar el Dhamma cuidadosamente
Y mirar profundamente su significado con sabiduría.
Como se apaga una lámpara
Así se emancipa su mente.

AN 7,4 {16A7.1.1.4,4} Vitthatabala Sutta – Los poderes en detalle


[4] {4} “Monjes, he aquí estos siete poderes. Y, ¿Cuáles son esos siete? El poder de la fe, el poder
de la energía, el poder de la vergüenza moral, el poder del temor moral, el poder de la atención
consciente, el poder de la concentración y el poder de la sabiduría. Éstos son los siete poderes.
“Y, ¿cómo es, monjes, el poder de la fe? He aquí, el noble discípulo está dotado de la fe. Pone fe en
el Tathagata de esta manera: ‘El Bienaventurado es un Arahant perfectamente Iluminado, realizado
en el conocimiento verdadero y la conducta, el Sublime, conocedor del mundo, insuperable
entrenador de los que han de ser domados, el Maestro de los devas y los seres humanos, el
Iluminado, el Bienaventurado’. Este se llama el poder de la fe.
“Y, ¿cómo es, monjes, el poder de la energía? He aquí, el noble discípulo ha hecho surgir la energía
en aras de abandonar los perjudiciales estados mentales y adquirir los estados mentales
beneficiosos; es fuerte, firme en su propósito, no descansando de la tarea del cultivo de los
beneficiosos estados mentales. Este se llama el poder de la energía.
“Y, ¿cómo es, monjes, el poder de la vergüenza moral? He aquí, el noble discípulo tiene el sentido
de la vergüenza moral: se avergüenza de su mala conducta corporal, verbal y mental; está
avergonzado al adquirir los malos y perjudiciales estados mentales. Este se llama el poder de la
vergüenza moral.
“Y, ¿cómo es, monjes, el poder del temor moral? He aquí, el noble discípulo teme las fechorías;
teme la mala conducta corporal, verbal y mental; teme adquirir los malos y perjudiciales estados
mentales. Este se llama el poder del temor moral.
“Y, ¿cómo es, monjes, el poder de la atención consciente? He aquí, el noble discípulo está
consciente, posee la suprema atención consciente y vigilancia, es alguien que se recuerda y hace
memoria de lo que se hizo y se dijo hace mucho tiempo. Este se llama el poder de la atención
consciente.
“Y, ¿cómo es, monjes, el poder de la concentración? He aquí, monjes, recluido de los placeres
sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el monje entra y permanece en el primer
jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el
pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y
permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental, y consiste
en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado ni
sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara
comprensión, experimentando la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer
jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que
tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría
y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la
purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Este se llama el poder de la
concentración.
“Y, ¿cómo es, monjes, el poder de la sabiduría? He aquí, el noble discípulo es sabio; posee la
sabiduría que discierne el surgimiento y la desaparición, que es noble, penetrante y conduce a la
completa destrucción de la insatisfacción. Este se llama el poder de la sabiduría.
“Estos son, monjes, los siete poderes”.
[Los versos son idénticos que en el sutta anterior].

AN 7,5-6 {16A7.1.1.5,5-16A7.1.1.6,6} Sankhittadhana y


Vitthatadhana Sutta – Sobre las riquezas en resumen y en
detalle

Poseyendo las siete verdaderas riquezas en su corazón uno no vive su vida en vano.

AN 7,5 {16A7.1.1.5,5} Sankhittadhana Sutta – Sobre las riquezas en resumen

[5] {5} “Monjes, he aquí hay estas siete clases de riquezas. Y, ¿cuáles son esas siete? La riqueza de
la fe, la riqueza de la virtud, la riqueza de la vergüenza moral, la riqueza del temor moral, la riqueza
de aprender, la riqueza de la generosidad y ya riqueza de la sabiduría. Éstas son, monjes, las siete
riquezas.”
La riqueza de la fe, la riqueza de la virtud,
la riqueza de la vergüenza moral, la riqueza del temor moral,
la riqueza de aprender y de la generosidad,
con la sabiduría como la sétima clase de riqueza.
Quien posee estas riquezas,
sea hombre o mujer
–se ha dicho que no puede ser pobre,
ni su vida se vive en vano.
Así que la fe y la virtud,
la claridad del Dhamma
han de ser cultivados por el sabio,
quien rememora las enseñanzas del Buda.

AN 7,6 {16A7.1.1.6,6} Vitthatadhana Sutta – Sobre las riquezas en detalle


[6] {6} “Monjes, he aquí hay estas siete clases de riquezas. Y, ¿cuáles son esas siete? La riqueza de
la fe, la riqueza de la virtud, la riqueza de la vergüenza moral, la riqueza del temor moral, la riqueza
de aprender, la riqueza de la generosidad y ya riqueza de la sabiduría. Éstas son, monjes, las siete
riquezas.”
“¿Y en qué consiste, monjes, la riqueza de la fe? Este es el caso, monjes, del noble discípulo que
posee una fe inquebrantable en el Buda de esta manera: ‘El Bienaventurado es un Arahant
plenamente iluminado, dotado de una conducta y conocimiento perfectos, el Benefactor, el
Conocedor del mundo, el incomparable amansador de la gente destinada a ser dócil, Maestro de los
devas y los seres humanos, el Iluminado, el Bienaventurado’. En esto consiste, monjes, la riqueza
de la fe.
“¿Y en qué consiste, monjes, La riqueza de la virtud? Este es el caso, monjes, del noble discípulo
que se abstiene de quitar vidas, se abstiene de tomar lo que no le es dado, se abstiene de conductas
sexuales ilícitas, se abstiene de decir mentiras y se abstiene de tomar bebidas embriagantes que
causan atontamiento. En esto consiste, monjes, la riqueza de la virtud.
“¿Y en qué consiste, monjes, la riqueza de la vergüenza moral? Este es el caso, monjes, del noble
discípulo que siente vergüenza de obrar mal, siente vergüenza de hablar mal y siente vergüenza de
pensar mal. En esto consiste, monjes, La riqueza de la vergüenza moral.
“¿Y en qué consiste, monjes, La riqueza del temor moral? Este es el caso, monjes, del noble
discípulo que siente temor de obrar mal, siente temor de hablar mal y siente temor de pensar mal.
En esto consiste, monjes, la riqueza del temor moral.
“¿Y en qué consiste, monjes, la riqueza de aprender? Este es el caso, monjes, del noble discípulo
escucha mucho, que al escuchar, retiene lo que escucha, y al retenerlo, lo guarda en su corazón.
Cuando la enseñanza es admirable desde inicio, admirable en el medio y admirable al final –tanto
en su forma como en su significado- enseñanza que proclama una vida santa, completamente
realizada y perfectamente pura, entonces él la escucha con frecuencia, la retiene, se familiariza con
ella platicando, la atesora y la penetra bien con su entendimiento. En esto consiste, monjes, La
riqueza de aprender.
“¿Y en qué consiste, monjes, la riqueza de la generosidad? Este es el caso, monjes, del noble
discípulo que viviendo en el hogar, con la conciencia purificada de la mancha de la tacañería, con la
generosidad liberadora y con la mano abierta, se deleita en ser magnánimo, es sensible a los ruegos
y se deleita en repartir limosnas En esto consiste, monjes, la riqueza de la generosidad.
“¿Y en qué consiste, monjes, La riqueza de la sabiduría? Este es el caso, monjes, del noble discípulo
que es sabio, dotado de discernimiento concerniente al surgir y desaparecer [de los fenómenos], un
discernimiento noble, penetrante, conducente al recto fin del sufrimiento. En esto consiste, monjes,
la riqueza de la sabiduría.
“Éstas son, monjes, las siete riquezas.”
[Sigue el mismo poema con el cual termina el AN 7,5.]
AN 7,7 Ugga Sutta – Ugga

Las verdaderas riquezas que no están sujetas a robos ni apropiaciones.

[7] Entonces, el primer ministro del rey Ugga se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se
sentó a un lado y le dijo:
“Esto es asombroso y maravilloso, Venerable Señor, cómo Migara de Rohana es tan rico y posee
tantas riquezas y propiedades”.
“Pero, ¿qué tan rico es Migara de Rohana? ¿Cuántas riquezas y propiedades tiene?”.
“Tiene cien mil unidades de oro acuñado, sin mencionar la plata”.
“Esta es una clase de riquezas, Ugga, no lo niego. Pero esta clase de riquezas puede ser arrebatada
por el fuego, el agua, los reyes, los ladrones o los desagradables herederos. Sin embargo, Ugga,
estas siete clases de riquezas no pueden ser arrebatadas por el fuego, el agua, los reyes, los ladrones
ni los desagradables herederos. Y, ¿cuáles son esas siete? La riqueza de la fe, la riqueza de la
conducta virtuosa, la riqueza de la vergüenza moral, la riqueza del temor moral, la riqueza del
aprendizaje, la riqueza de la generosidad y la riqueza de la sabiduría. Estas siete clases de riquezas
no pueden ser arrebatadas por el fuego, el agua, los reyes, los ladrones ni los desagradables
herederos”.
La riqueza de la fe, la riqueza de la virtud,
la riqueza de la vergüenza moral, la riqueza del temor moral,
la riqueza de aprender y de la generosidad,
con la sabiduría como la séptima clase de riqueza.
Quien posee estas riquezas,
sea hombre o mujer,
se ha dicho que no puede ser pobre
ni su vida se vive en vano.
Así que la fe y la virtud,
la claridad del Dhamma
han de ser cultivados por el sabio,
quien rememora las enseñanzas del Buda.
AN 7,11-12 {16A7.1.2.1,11-16A7.1.2.2,12} Pathama y
Dutiyanusaya Sutta – Las tendencias subyacentes
Buda enseña sobre un grupo de contaminaciones mentales, profundas y obstinadas, que están sobre
la base de la corriente de la conciencia y que sostienen la esclavitud del ciclo de los renacimientos.

AN 7,11 {16A7.1.2.1,11} Pathamanusaya Sutta – Primer discurso sobre las


tendencias subyacentes
[11] {11] “Monjes, he aquí estas siete tendencias subyacentes. Y, ¿cuáles son esas siete? Tendencia
subyacente de la codicia sensual, tendencia subyacente de la aversión, tendencia subyacente de los
puntos de vista, tendencia subyacente de la duda, tendencia subyacente de la presunción, tendencia
subyacente de la codicia por la existencia, tendencia subyacente de la ignorancia. Éstas son, monjes,
las siete tendencias subyacentes”.

AN 7,12 {16A7.1.2.2,12} Dutiyanusaya Sutta – Segundo discurso sobre las


tendencias subyacentes
[12] {12] “Monjes, la vida espiritual se vive para abandonar y erradicar las siete tendencias
subyacentes. Y, ¿cuáles son esas siete? Tendencia subyacente de la codicia sensual, tendencia
subyacente de la aversión, tendencia subyacente de los puntos de vista, tendencia subyacente de la
duda, tendencia subyacente de la presunción, tendencia subyacente de la codicia por la existencia,
tendencia subyacente de la ignorancia. Éstas son, monjes, las siete tendencias subyacentes. La vida
espiritual se vive, monjes, para abandonar y erradicar estas siete tendencias subyacentes.
“Monjes, cuando el monje ha abandonado la tendencia subyacente de la codicia sensual, la cortó de
raíz, ha hecho con ella como si fuera el tronco de una palmera, destruido de manera tal que nunca
más pueda estar sujeto a futuros surgimientos; cuando ha abandonado la tendencia subyacente de la
aversión… la tendencia subyacente de los puntos de vista… la tendencia subyacente de la duda… la
tendencia subyacente de la presunción… la tendencia subyacente de la codicia por la existencia… la
tendencia subyacente de la ignorancia, la cortó de raíz, ha hecho con ella como si fuera el tronco de
una palmera, destruido de manera tal que nunca más pueda estar sujeto a futuros surgimientos,
entonces es llamado monje sin tendencias subyacentes, uno que ha cortado el anhelo, se ha quitado
los grilletes y, mediante una completa ruptura de la presunción, ha puesto fin a la insatisfacción”.

AN 7,13 {16A7.1.2.3,13} Kula Sutta – Familias

Características que hacen que una familia sea digna, o no, de que un monje se le acerque.

[13] {13} “Monjes, una familia que posee siete factores no es digna de que uno se acerqué a ella, si
todavía no se acercó, o de que se siente allí en caso de que ya se haya acercado. Y, ¿cuáles son esos
siete? Ellos no se levantan de una forma agradable. No rinden homenaje de una forma agradable.
No ofrecen asiento de una forma agradable. Ocultan lo que tienen de uno. Incluso si tienen mucho,
ofrecen poco. Incluso si tienen cosas excelentes, ofrecen las cosas comunes. Dan dádivas sin
respeto, no respetuosamente. Una familia, monjes, que posee estos siete factores no es digna de que
uno se acerqué a ella, si todavía no se acercó, o de que se siente allí en caso de que ya se haya
acercado.
“Monjes, una familia que posee siete factores es digna de que uno se acerqué a ella, si todavía no se
acercó, o de que se sienta allí en caso de que ya se haya acercado. Y, ¿cuáles son esos siete? Ellos se
levantan de una forma agradable. Rinden homenaje de una forma agradable. Ofrecen asiento de una
forma agradable. No ocultan lo que tienen de uno. Cuando tienen mucho, ofrecen mucho. Cuando
tienen cosas excelentes, ofrecen las cosas excelentes. Dan dádivas respetuosamente, no sin respeto.
Una familia, monjes, que posee estos siete factores es digna de que uno se acerqué a ella, si todavía
no se acercó, o de que se siente allí en caso de que ya se haya acercado”.

AN 7,14 {16A7.1.2.4,14} Puggala Sutta – Las personas


El sutta distingue entre los siete tipos de nobles (las explicaciones de esta clasificación se
encuentran en MN 70).

[14] {14} “Monjes, estas siete personas son dignas de recibir ofrendas, dignas de hospitalidad,
dignas de dádivas, dignas de reverenciales saludos y se convierten en insuperable campo de méritos
para el mundo. Y, ¿cuáles son esas siete? Alguien liberado en ambos aspectos, alguien liberado a
través de la sabiduría, el testigo corporal, alguien que alcanzó la visión, alguien liberado por la fe, el
seguidor del Dhamma y el seguidor por fe. Estas son las siete personas que son dignas de recibir
ofrendas, dignas de hospitalidad, dignas de dádivas, dignas de reverenciales saludos y que se
convierten en insuperable campo de méritos para el mundo”.

AN 7,16-19 Aniccanupassi, Dukkhanupassi, Anattanupassi y


Nibbana Sutta – Transitoriedad, Insatisfacción, No-yo y
Nibbana

La tarea del practicante budista consiste en corregir su distorsionada manera de ver las cosas,
mediante la contemplación de los fenómenos “tal como realmente son”, es decir, transitoriedad,
sufrimiento y no-yo, para que esto lo conduzca al Nibbana.

AN 7,16 Aniccanupassi Sutta – Transitoriedad


[16] “Monjes, he aquí estas siete clases de personas que son dignas de recibir ofrendas, dignas de
hospitalidad, dignas de donativos y reverenciales saludos; que se convierten en un insuperable
campo de méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas siete?
“He aquí, monjes, alguna persona mora contemplando la transitoriedad en todos los fenómenos
condicionados, percibiendo la transitoriedad, experimentando la transitoriedad, constante, continua
e interrumpidamente, centrándose en ella con la mente, sondeándola con sabiduría. Con la
destrucción de las impurezas ha descubierto por sí mismo, con el conocimiento directo, en esta
presente vida, la inmaculada liberación de la mente, la liberación a través de la sabiduría y,
habiendo entrado en ella, permanece así. Esta es la primera clase de personas que son dignas de
recibir ofrendas, dignas de hospitalidad, dignas de donativos y reverenciales saludos; que se
convierten en un insuperable campo de méritos para el mundo.
“Además, monjes, alguna otra persona mora contemplando la transitoriedad en todos los fenómenos
condicionados… sondeándola con sabiduría. Para él, la extinción de las impurezas y la extinción de
la vida ocurren simultáneamente. Esta es la segunda clase de personas que son dignas de recibir
ofrendas…
“Además, monjes, alguna otra persona mora contemplando la transitoriedad en todos los fenómenos
condicionados… sondeándola con sabiduría. Con la completa destrucción de los cinco grilletes
menores, llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo [1]. Esta es la tercera clase de
personas que son dignas de recibir ofrendas…
“Además, monjes, alguna otra persona mora contemplando la transitoriedad en todos los fenómenos
condicionados… sondeándola con sabiduría. Con la completa destrucción de los cinco grilletes
menores, llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el aterrizaje. Esta es la cuarta clase de
personas que son dignas de recibir ofrendas…
“Además, monjes, alguna otra persona mora contemplando la transitoriedad en todos los fenómenos
condicionados… sondeándola con sabiduría. Con la completa destrucción de los cinco grilletes
menores, llega a ser alguien que alcanza el Nibbana sin esfuerzo. Esta es la quinta clase de personas
que son dignas de recibir ofrendas…
“Además, monjes, alguna otra persona mora contemplando la transitoriedad en todos los fenómenos
condicionados… sondeándola con sabiduría. Con la completa destrucción de los cinco grilletes
menores, llega a ser alguien que alcanza el Nibbana mediante el esfuerzo. Esta es la sexta clase de
personas que son dignas de recibir ofrendas…
“Además, monjes, alguna otra persona mora contemplando la transitoriedad en todos los fenómenos
condicionados… sondeándola con sabiduría. Con la completa destrucción de los cinco grilletes
menores, llega a ser alguien que da un salto ascendente, que va en dirección al reino Akanittha.
Esta es la séptima clase de personas que son dignas de recibir ofrendas…
“Estas son, monjes, las siete clases de personas que son dignas de recibir ofrendas, dignas de
hospitalidad, dignas de donativos y reverenciales saludos; que se convierten en un insuperable
campo de méritos para el mundo”.

AN 7,17 Dukkhanupassi Sutta – Insatisfacción


[17] “Monjes, he aquí estas siete clases de personas que son dignas de recibir ofrendas… un
insuperable campo de méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas siete?
“He aquí, monjes, alguna persona mora contemplando la insatisfacción en todos los fenómenos
condicionados, percibiendo la insatisfacción, experimentando la insatisfacción, constante, continua
e interrumpidamente, centrándose en ella con la mente, sondeándola con sabiduría. Con la
destrucción de las impurezas…” [el resto del sutta sigue como en 7,16, pero contemplando la
insatisfacción en todos los fenómenos].
AN 7,18 Anattanupassi Sutta – No-yo
[18] “Monjes, he aquí estas siete clases de personas que son dignas de recibir ofrendas… un
insuperable campo de méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas siete?
“He aquí, monjes, alguna persona mora contemplando el no-yo en todos los fenómenos
condicionados, percibiendo el no-yo, experimentando el no-yo, constante, continua e
interrumpidamente, centrándose en ella con la mente, sondeándola con sabiduría. Con la
destrucción de las impurezas…” [el resto del sutta sigue como en 7,16, pero contemplando el no-yo
en todos los fenómenos].

AN 7,19 Nibbana Sutta – Nibbana


[19] “Monjes, he aquí estas siete clases de personas que son dignas de recibir ofrendas… un
insuperable campo de méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas siete?
“He aquí, monjes, alguna persona mora contemplando la felicidad del Nibbana, percibiendo esta
felicidad, experimentando esta felicidad, constante, continua e interrumpidamente, centrándose en
ella con la mente, sondeándola con sabiduría. Con la destrucción de las impurezas…” [el resto del
sutta sigue como en 7,16, pero contemplando la felicidad del Nibbana].

NOTA:
[1] Esta tipología quíntuple de "los que no retornan" aparece también en SN 48,15-24-66; SN
51,26; SN 54,5 y SN 55,25. El Saratthappakasini (los Comentarios) explica el antaraparinibbayi ("el
que alcanza Nibbana en el intervalo") como alguien que renace en los Reinos Puros y que alcanza el
arahantado durante la primera mitad del período de vida. Este tipo se subdivide en tres,
dependiendo de si el arahantado se alcanza: (i) en el mismo día del renacimiento, (ii) después de
que hayan pasado uno o dos eones o (iii) después de que hayan pasado cuatro eones. El
upahaccaparinibbayi ("el que alcanza el Nibbana en el aterrizaje") se explica como alguien que
alcanza el arahantado después de pasar la primera mitad del período de vida. Para los Comentarios,
el asankharaparinibbayi ("el que alcanza sin esfuerzo") y el sasankharaparinibbayi ("el que alcanza
con esfuerzo") se convierten entonces en dos maneras en las que los dos tipos de "los que no
retornan" alcanzan el objetivo. Esta explicación se origina en Puggalapaññatti págs.12-13
(comentada en el atthakattha de Puggalapaññatti, págs.198-201). Sin embargo, esta versión de los
dos primeros tipos no solo descuida el significado literal de los nombres, sino que también anula la
naturaleza secuencial y mutuamente exclusiva de los cinco tipos como se define en otra parte de los
suttas (ver más abajo).
Si entendemos el término antaraparinibbayi literalmente, como parece que deberíamos, entonces
significa alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo entre dos vidas, quizás mientras existe en
un cuerpo sutil en el estado intermedio. El upahaccaparinibbayi se convierte entonces en alguien
que obtiene el Nibbana "al aterrizar" o "al tomar tierra" en la nueva existencia, es decir, casi
inmediatamente después de haber renacido. Los siguientes dos términos designan dos tipos que
alcanzan el arahantado en el transcuro de la siguiente vida, distinguidos por la cantidad de esfuerzo
que deben hacer para llegar al objetivo. El último, el uddhamsota akanitthagami, es uno que renace
en sucesivos Reinos Puros, completa el período de vida completo en cada uno, y finalmente obtiene
el arahantado en el reino de Akanittha, el más elevado Reino Puro.
Esta interpretación, adoptada por muchas escuelas no Theravada del budismo temprano, parece
confirmarse por el Purisagati Sutta (AN 4,70-74), en el cual el símil de la astilla en llamas sugiere
que los siete tipos (incluyendo los tres tipos de antaraparinibbayi) son mutuamente exclusivos y se
clasifican según la agudeza de sus facultades. Apoyo adicional viene del AN 2,134 y 25-29, que
explica al antariparinibbaya como a alguien que ha abandonado la cadena del renacimiento
(upapattisamyojana) sin haber abandonado todavía la cadena de la existencia (bhavasamyojana).
Aunque los partidarios Theravadines argumentan en contra de esta interpretación del
antaraparinibbayi (por ejemplo, en Kv 366), la evidencia de los suttas se inclina fuertemente a su
favor. Para una discusión detallada, ver The Selfless Mind, de Peter Harvey, págs. 98-108.
AN 2,155-156 establece una distinción alternativa entre el sasankharaparinibbayi y el
asankharaparinibbayi: el primero alcanza el arahantado a través de la meditación en los objetos
"austeros" como la asquerosidad del cuerpo, la percepción de la repulsividad de la comida, el
descontento con todo el mundo, la percepción de la impermanencia en todas las formaciones, y la
atención en la muerte; el último, a través de los cuatro jhana [nota de Bhikkhu Bodhi].

AN 7,21 {16A7.1.3.1,21} Sarandada Sutta – En Sarandada

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• Laicos

El Buda enseña las siete condiciones necesarias para el bienestar de una nación.
[21] {21} Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba cerca de Vesali en el
santuario de Sarandada. Y un gran número de los licchavis fue a visitarlo y cuando lo saludaron
respetuosamente, se sentaron a un lado. Entonces, el Bienaventurado se dirigió a ellos con estas
palabras: "Licchavis, voy a enseñaros las siete cosas no causan la decadencia. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar".
"Sí, Venerable Señor", respondieron, y el Bienaventurado continuó:
"¿Y cuáles son las siete cosas que no causan la decadencia? Licchavis, mientras los vajjianos
mantengan las frecuentes y regulares asambleas, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia.
“Además, licchavis, mientras los vajjianos se encuentren en armonía, disuelvan sus asambleas en
armonía y hagan sus negocios en armonía, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia.
“Además, licchavis, mientras los vajjianos no autoricen cosas que no han sido autorizadas aún, no
deroguen las que han sido autorizadas, sino que procedan de acuerdo con lo que ha sido autorizado
por sus costumbres ancestrales, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia.
“Además, licchavis, mientras los vajjianos respeten, veneren, honren y saluden a sus ancianos y los
consideran dignos de ser escuchados, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia.
“Además, licchavis, mientras los vajjianos no secuestren forzosamente las mujeres de otros,
tampoco a sus hijas ni le obliguen a vivir con ellos, pueden esperar la prosperidad y no la
decadencia.
“Además, licchavis, mientras los vajjanos respeten, veneren, honren y saluden a los santuarios,
tanto los que están en su tierra como los del extranjero, no retirándoles el debido soporte al cual se
comprometieron con anterioridad, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia.
“Además, licchavis, mientras los vajjianos ofrezcan la debida provisión para la seguridad de los
Arahants, de manera tal que los Arahants puedan llegar y vivir allí en el futuro y los que ya viven
ahí, lo hagan confortablemente, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia.
“Licchavis, mientras los vajjianos se encarguen de cumplir estas siete cosas que no causan la
decadencia y traten de vivir en conformidad con ellas, pueden esperar la prosperidad y no la
decadencia.”

AN 7,22 {16A7.1.3.2,22} Vassakara Sutta – Vassakara

Cuando el brahmán Vassakara, el oficial de un rey que quiere hacer guerra al pueblo de los
vajjianos, se entera que éstos siguen los siete principios necesarios para el bienestar de una nación,
que una vez el mismo Buda les había enseñado, desiste de su intento bélico.
[22] {22} Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en Rajagaha, en la
colina llamada Pico de Buitre. En esta ocasión, el rey Ajatasattu Vedehiputta de Magadha quiso
atacar a los vajjianos. Y dijo lo siguiente: “Voy a golpear a los vajjianos, por más que sean
poderosos y gloriosos. Voy a demoler y destruirlos. Voy a traerles ruina y destrucción”.
Y el rey Ajatasattu se dirigió a su primer ministro, el brahmán Vassakara con estas palabras:
“Brahmán, ve junto al Bienaventurado, ríndele el homenaje con tu cabeza a sus pies en mi nombre y
pregúntale si se encuentra libre de enfermedad o dolencia, si está viviendo tranquilo, vigorosa y
confortablemente. Luego dile: ‘Señor, el rey Ajatasattu Vedehiputta de Magadha desea atacar a los
vajjianos y dice así «Voy a golpear a los Vajjianos, por más que sean poderosos y gloriosos. Voy a
demoler y destruirlos. Voy a traerles ruina y destrucción.»’ Entonces, cualquier cosa que el
Bienaventurado te declare, vuelve a reportármelo fielmente, ya que el Tathagata nunca miente”.
“Muy bien, señor”, respondió Vassakara y, habiendo tenido los carruajes estatales enganchados,
montó sobre uno de ellos y salió hacia el Pico de Buitre en Rajagaha, montando sobre el carruaje
hasta donde le permitió el camino, para después continuar a pie hasta llegar al lugar, en el cual
moraba el Bienaventurado. Al llegar, intercambió los saludos de cortesía con el Bienaventurado y se
sentó a su lado y le entregó el mensaje de parte del rey.
En esta ocasión, el Venerable Ananda estaba parado detrás del Bienaventurado, abanicándolo. Y el
Bienaventurado dijo: “Ananda, ¿escuchaste sobre si los vajjianos se reúnen frecuentemente en las
asambleas regulares?” - “Lo escuché, Venerable Señor, ellos lo hacen con frecuencia”.
“Ananda, mientras los vajjianos mantengan estas frecuentes y regulares asambleas, pueden esperar
la prosperidad y no la decadencia. Y, ¿escuchaste, Ananda, si los vajjianos se encuentran en
armonía, disuelven sus asambleas en armonía y hacen sus negocios en armonía?” - “Lo escuché,
Venerable Señor, ellos lo hacen así”.
“Ananda, mientras los vajjianos se encuentren en armonía, disuelvan sus asambleas en armonía y
hagan sus negocios en armonía, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia. Y, ¿escuchaste si
los vajjianos no autorizan cosas que no han sido autorizadas aún ni derogan las que han sido
autorizadas, sino que proceden de acuerdo con lo que ha sido autorizado por sus costumbres
ancestrales?” - “Lo escuché, Venerable Señor...” - “Y, ¿escuchaste si ellos respetan, veneran, honran
y saludan a sus ancianos y los consideran dignos de ser escuchados... si no secuestran forzosamente
las mujeres de otros, tampoco a sus hijas ni las obligan a vivir con ellos... si respetan, veneran,
honran y saludan a los santuarios, tanto los que están en su tierra como los del extranjero, no
retirándoles el debido soporte al cual se comprometieron con anterioridad... si ofrecen la debida
provisión para la seguridad de los Arahants, de manera tal que los Arahants puedan llegar y vivir ahí
en el futuro y los que ya viven ahí, lo hagan confortablemente?” - “Lo escuché, Venerable Señor,
ellos lo hacen así”.
“Ananda, mientras los vajjianos ofrezcan la debida provisión para la seguridad de los Arahants, de
manera tal que los Arahants puedan llegar y vivir ahí en el futuro y los que ya viven ahí, lo hagan
confortablemente, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia.”
Entonces el Bienaventurado se dirigió al brahmán Vassakara: “En una ocasión, brahmán, cuando
estaba en el santuario Sarandada en Vesali, enseñé a los vajjianos estos siete principios que
previenen la decadencia y mientras que ellos los guarden, mientras que estos principios mantengan
su fuerza, los vajjianos pueden esperar a ser prósperos y no decadentes”.
A esto, Vassakara respondió: “Venerable Gotama, si los vajjians cumplen aunque sea con uno de
estos principios, pueden esperar la prosperidad y no la decadencia, mucho más si lo hacen con todos
los siete. Realmente, los vajjianos nunca van a ser conquistados por el rey Ajatasattu por medio de
la fuerza o de las armas. Esto sólo sería posible por medio de alguna traición o si sucediera
discordia entre ellos. Y ahora, Venerable Gotama, te pedimos permiso para partir; estamos ocupados
y tenemos mucho que hacer”.
“Brahmán, puedes hacerlo de acuerdo a tu propia conveniencia”.
Entonces, Vassakara se regocijó en las palabras del Bienaventurado y se deleitó en ellas, después de
lo cual, se levantó de su asiento y partió.

AN 7,23 {16A7.1.3.3,23} Pathamasattaka Sutta – No


decadencia

El Buda propone siete directrices en aras de promover una relación cordial entre los monjes, y les
urge a reunirse a menudo y conducir los asuntos del Sangha en armonía.

[23] {23} Esto he escuchado:


En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el monte Pico de Buitre, cerca de Rajagaha.
Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así:
“Monjes, voy a enseñaros los siete principios de la no decadencia. Escuchad y prestad atención que
voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cuáles son, monjes, los siete principios de la no decadencia?
“Mientras los monjes se reúnan frecuentemente en asamblea, pueden esperar el crecimiento y no la
decadencia.
"Mientras los monjes se reúnan en armonía, disuelvan sus asambleas en armonía y traten sus
asuntos en armonía, pueden esperar el crecimiento y no la decadencia.
"Mientras los monjes no decreten cosas que no han sido decretadas, no deroguen cosas que han sido
decretadas, sino que se sometan a las reglas de entrenamiento tal como han sido decretadas, pueden
esperar el crecimiento y no la decadencia.
"Mientras los monjes respeten, veneren, honren y saluden a sus ancianos de larga estadía, a los que
han sido ordenados hace mucho tiempo, padres y guías del Sangha, y los consideren como aquellos
que han de ser seguidos, pueden esperar el crecimiento y no la decadencia.
"Mientras los monjes no caigan como presas de la avidez que conduce a la nueva existencia, pueden
esperar el crecimiento y no la decadencia.
"Mientras los monjes procuren morar en el bosque, pueden esperar el crecimiento y no la
decadencia.
"Mientras los monjes, cada uno de ellos de manera individual, establezca su atención consciente
[con esta intención]: ‘¿Cómo pueden venir aquí otros virtuosos compañeros monjes que aún no han
llegado aquí y, cómo pueden morar aquí a gusto aquellos virtuosos compañeros monjes que ya están
aquí?’, pueden esperar el crecimiento y no la decadencia.
“Monjes, mientras estos siete principios de la no decadencia continúen entre los monjes y los
monjes estén [establecidos] en ellos, pueden esperar el crecimiento y no la decadencia”.

AN 7,29-31 Dutiyaparihani, Vipatti y Parabhava Sutta –


Declive, fracaso y ruina

Siete cosas que conducen al declive, al fracaso y la ruina de un seguidor laico.

AN 7,29 Dutiyaparihani Sutta – Segundo discurso sobre el declive


[29] “Monjes, estas siete cosas conducen al declive del seguidor laico. Y, ¿cuáles son esas siete? Él
deja de mirar a los monjes, es negligente en escuchar el buen Dhamma, no se entrena en la superior
conducta virtuosa, está lleno de suspicacia hacia los monjes ―sean éstos ancianos, recientemente
ordenados o del estado medio―, escucha el Dhamma con la mente torcida por la crítica buscando
faltas en él, mira a alguien que está entre los desconocidos como alguien digno de las ofrendas, hace
primero las obras [meritorias] allí [1]. Estas son las siete cosas que conducen al declive del seguidor
laico.
“Monjes, estas siete cosas conducen al no-declive del seguidor laico. Y, ¿cuáles son esas siete? Él
no deja de mirar a los monjes, no es negligente en escuchar al buen Dhamma, se entrena en la
superior conducta virtuosa, está lleno de confianza hacia los monjes ―sean éstos ancianos,
recientemente ordenados o del estado medio―, escucha el Dhamma con la mente no torcida por la
crítica ni buscando faltas en él, no mira a alguien que está entre los desconocidos como alguien
digno de las ofrendas, hace primero las obras [meritorias] aquí. Estas son las siete cosas que
conducen al no-declive del seguidor laico”.
El seguidor laico que deja de mirar
A aquellos [monjes] que se desarrollan a sí mismos,
[Que deja de] escuchar las enseñanzas de los nobles,
Que no se entrena en la virtud superior,
Cuya suspicacia hacia los monjes
Siempre incrementa,
Que quiere escuchar el buen Dhamma
Con la mente torcida por la crítica;
El seguidor laico que mira
A alguien desconocido como digno de las ofrendas,
Y se inclina a hacer primero
Las obras meritorias para con ellos;
Estos siete bien enseñados principios
Describen al que se conduce al declive.
Un seguidor laico que se apoya en ellos
Cae del buen Dhamma.
El seguidor laico que no deja de mirar
A aquellos [monjes] que se desarrollan a sí mismos,
Que escucha las enseñanzas de los nobles,
Que se entrena en la virtud superior,
Cuya confianza en los monjes
Siempre incrementa,
Que quiere escuchar el buen Dhamma
Con la mente no torcida por la crítica;
El seguidor laico que no mira
A alguien desconocido como digno de las ofrendas,
Sino que se inclina a hacer primero aquí
Las obras meritorias;
Estos siete bien enseñados principios
Describen al que se conduce al no-declive.
Un seguidor laico que se apoya en ellos
No cae del buen Dhamma.

AN 7, 30 Vipatti Sutta – Fracaso


[30] “Monjes, hay estos siete fracasos del seguidor laico. Y, ¿cuáles son esos siete? [sigue como en
el sutta anterior]… Monjes, hay estos siete éxitos del seguidor laico. Y, ¿cuáles son esos siete?…”
[sigue como en el sutta anterior].

AN 7, 31 Parabhava Sutta – Ruina


[31] “Monjes, hay estas siete ruinas del seguidor laico. Y, ¿cuáles son esas siete? [sigue como en el
sutta 7,29]… Monjes, hay estas siete victorias del seguidor laico. Y, ¿cuáles son esas siete?…”
[sigue como en el sutta 7,29].
[Se repiten los mismos versos del sutta 7,29].

NOTA:
[1] Los Comentarios interpretan esto como ofrendar primero a las personas pertenecientes a otros
credos.

AN 7,32 Appamadagarava Sutta – Vigilancia

La reverencia, el sentido de respeto y estima hacia las Tres Joyas, hacia la concentración, el
entrenamiento, la vigilancia y la hospitalidad, son las cualidades que le ayudan a uno a no caer del
Camino del Buda.

[32] Entonces, cuando la noche estaba avanzada, una cierta deidad de maravillosa belleza,
iluminando toda la arboleda de Jeta, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y, estando a un
lado, le dijo:
“Venerable Señor, he aquí estas siete cualidades que conducen al no declive del monje. Y, ¿cuáles
son esas siete? La reverencia hacia el Maestro, la reverencia hacia el Dhamma, la reverencia hacia
el Sangha, la reverencia hacia el entrenamiento, la reverencia hacia la concentración, la reverencia
hacia la vigilancia y la reverencia hacia la hospitalidad. Estas son las siete cualidades que conducen
al no declive del monje”.
Esto es lo que dijo el deva y el Maestro estuvo de acuerdo. Entonces, aquella deidad, pensando “el
Maestro está de acuerdo conmigo”, rindió homenaje al Bienaventurado, dio vuelta cuidando que el
Bienaventurado quedase siempre a su lado derecho y desapareció de allí.
Entonces, cuando pasó la noche, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: “Monjes, ayer, cuando
la noche estaba avanzada, una cierta deidad de maravillosa belleza, iluminando toda la arboleda de
Jeta, se me acercó, me rindió homenaje y, estando a un lado, me dijo: ‘Venerable Señor, he aquí
estas siete cualidades que conducen al no declive del monje. Y, ¿cuáles son esas siete? La reverencia
hacia el Maestro, la reverencia hacia el Dhamma, la reverencia hacia el Sangha, la reverencia hacia
el entrenamiento, la reverencia hacia la concentración, la reverencia hacia la vigilancia y la
reverencia hacia la hospitalidad. Estas son las siete cualidades que conducen al no declive del
monje’. Esto es lo que dijo el deva y yo estuve de acuerdo. Entonces, aquella deidad, pensando ‘el
Maestro está de acuerdo conmigo’, me rindió homenaje, dio vuelta cuidando que quedase siempre a
su lado derecho y desapareció de allí”.
Respetuoso hacia el Maestro,
respetuoso hacia el Dhamma,
reverenciando profundamente el Sangha,
respetuoso hacia la concentración, ardiente,
profundamente respetuoso hacia el entrenamiento;
respetuoso hacia la vigilancia,
reverenciando la hospitalidad: este monje
no cae, sino que está cerca del Nibbana.

AN 7,33 Hirigarava Sutta – Vergüenza moral

La reverencia, el sentido de respeto y estima hacia las Tres Joyas, hacia la concentración, el
entrenamiento, la vigilancia y la hospitalidad, son las cualidades que le ayudan a uno a no caer del
Camino del Buda.
[33] “Monjes, ayer, cuando la noche estaba avanzada, una cierta deidad de maravillosa belleza,
iluminando toda la arboleda de Jeta, se me acercó, me rindió homenaje y, estando a un lado, me
dijo: ‘Venerable Señor, he aquí estas siete cualidades que conducen al no declive del monje. Y,
¿cuáles son esas siete? La reverencia hacia el Maestro, la reverencia hacia el Dhamma, la reverencia
hacia el Sangha, la reverencia hacia el entrenamiento, la reverencia hacia la concentración, la
reverencia hacia la vigilancia y la reverencia hacia la hospitalidad. Estas son las seis cualidades que
conducen al no declive del monje’. Esto es lo que dijo el deva y yo estuve de acuerdo. Entonces,
aquella deidad, pensando ‘el Maestro está de acuerdo conmigo’, me rindió homenaje, dio vuelta
cuidando que quedase siempre a su lado derecho y desapareció de allí”.
Respetuoso hacia el Maestro,
respetuoso hacia el Dhamma,
reverenciando profundamente el Sangha,
respetuoso hacia la concentración, ardiente,
profundamente respetuoso hacia el entrenamiento;
respetuoso hacia la vigilancia,
reverenciando la hospitalidad: este monje
no cae, sino que está cerca del Nibbana.

AN 7,34 Pathamasovacassata Sutta – Primer discurso sobre el


que es fácil de corregir
Un deva comparte con el Buda las siete características por las cuales un monje no declinaría en su
práctica.
[34] “Anoche, monjes, cuando la noche estaba avanzada, una cierta deidad de maravillosa belleza,
iluminando toda la arboleda de Jeta, se me acercó, me rindió homenaje, se paró a un lado y me dijo:
‘Venerable Señor, estas siete cualidades conducen al no-declive del monje. Y, ¿cuáles son esas
siete? La reverencia al Maestro, la reverencia al Dhamma, la reverencia al Sangha, la reverencia al
entrenamiento, la reverencia a la concentración, ser fácilmente corregible y [tener] buena
compañía’. Esto es lo que dijo la deidad y yo estuve de acuerdo. Entonces, aquella deidad, pensando
‘el Maestro está de acuerdo’, me rindió homenaje y desapareció de allí, cuidando que quedase
siempre a su lado derecho”.
Respetuoso hacia el Maestro,
Respetuoso hacia el Dhamma,
Respetando profundamente al Sangha,
Respetuoso ardientemente hacia la concentración,
Respetuoso profundamente hacia el entrenamiento,
Cultivando las buenas amistades,
Siendo fácilmente corregible,
Respetuoso y reverente:
Alguien semejante no puede decaer,
Sino que está cerca del Nibbana.

AN 7,35 Dutiyasovacassata Sutta – Segundo discurso sobre el


que es fácil de corregir

Un deva comparte con el Buda las siete características por las cuales un monje no declinaría en su
práctica.
[34] “Anoche, monjes, cuando la noche estaba avanzada, una cierta deidad de maravillosa belleza,
iluminando toda la arboleda de Jeta, se me acercó, me rindió homenaje, se paró a un lado y me dijo:
‘Venerable Señor, estas siete cualidades conducen al no-declive del monje. Y, ¿cuáles son esas
siete? La reverencia al Maestro, la reverencia al Dhamma, la reverencia al Sangha, la reverencia al
entrenamiento, la reverencia a la concentración, ser fácilmente corregible y [tener] buena
compañía’. Esto es lo que dijo la deidad y yo estuve de acuerdo. Entonces, aquella deidad, pensando
‘el Maestro está de acuerdo’, me rindió homenaje y desapareció de allí, cuidando que quedase
siempre a su lado derecho”.
Cuando se dijo eso, el Venerable Sariputta dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, yo entiendo en detalle el significado de esta declaración, hecha por el
Bienaventurado en resumen, de la siguiente manera: el monje reverencia al Maestro por sí mismo y
habla alabanzas de él; alienta a otros monjes, que no reverencian al Maestro, a que desarrollen la
reverencia hacia el Maestro y, en el debido tiempo, genuina y verazmente hablen alabanzas de él. El
monje reverencia al Dhamma… reverencia al Sangha… reverencia al entrenamiento… reverencia a
la concentración… es fácilmente corregible… [tiene] buena compañía por sí mismo y habla
alabanzas de la buena compañía; alienta a otros monjes, que no [tienen] una buena compañía, a [que
tengan] la buena compañía y, en el debido tiempo, genuina y verazmente hablen alabanzas de ella.
Es de esta manera, Venerable Señor, que entiendo en detalle el significado de esta declaración,
hecha por el Bienaventurado en resumen”.
[El Bienaventurado respondió:] “¡Bien, muy bien Sariputta! Es muy buena la manera en la que
entendiste, en detalle, el significado de esta declaración hecha por mí en resumen.
“He aquí, Sariputta, el monje reverencia al Maestro por sí mismo … [repite las palabras del Ven.
Sariputta]… y, en el debido tiempo, genuina y verazmente hablen alabanzas de ella. Es de esta
manera en la que se debe entender, en detalle, el significado de esta declaración hecha por mí en
resumen”.

AN 7,36-37 {16A7.1.4.5,36-16A7.1.4.6,37} Pathama y


Dutiyamitta Sutta – El amigo

En esos dos suttas se enumeran las cualidades de un buen amigo y un buen amigo monje,
respectivamente.

AN 7,36 {16A7.1.4.5,36} Pathamamitta Sutta – El amigo (1)


[36] {36} “Monjes, uno debería asociarse con el amigo que posee los siete factores. Y, ¿cuáles son
esos siete? Él da lo que es difícil de dar. Hace lo que es difícil de hacer. Perdura pacientemente en lo
que es difícil de perdurar. Os revela sus secretos. Preserva vuestros secretos. No os abandona
cuando estáis en problemas. No os mira con desprecio cuando estáis caídos. Monjes, uno debería
asociarse con el amigo que posee estos siete factores”.
El amigo da lo que es difícil de dar,
y hace lo difícil de hacer.
Se olvida de tus palabras ásperas
y perdura en lo que es difícil de perdurar.
Te cuenta sus secretos,
pero preserva los tuyos.
No te abandona en las dificultades,
ni te mira con desprecio.
Una persona aquí, en la cual
se pueden encontrar esas virtudes, es el amigo.
Alguien que desea a un amigo
debería recurrir a esa clase de persona.

AN 7,37 {16A7.1.4.6,37} Dutiyamitta Sutta – El amigo (2)


[37] {37} “Monjes, uno debería asociarse con aquel amigo monje que posee las siete cualidades;
uno debería a acudir a él y asistirle aún si os rechazara. Y, ¿cuáles son esas siete? Él es querido y
agradable. Es respetado y estimado. Es un ponente [del Dhamma]. Pacientemente perdura en lo que
predica. Ofrece pláticas profundas. No estimula a nadie a hacer lo incorrecto”.
Él es querido, respetado y estimado,
un ponente [del Dhamma] que perdura en sus palabras;
ofrece pláticas profundas y no estimula a nadie
a hacer lo que es incorrecto.
Una persona aquí, en la cual
se pueden encontrar esas virtudes, es el amigo,
benevolente y compasivo.
Aunque uno fuera rechazado por él,
si uno deseara a un amigo
debería recurrir a esa clase de persona.

AN 7,44 {16A7.1.5.1,44} Sattavinnanatthiti Sutta – Siete


estados [de existencia] de los seres sintientes

Siete planos de renacimiento de la consciencia.


[41] {41} “Monjes, he aquí estos siete estados de los seres sintientes. Y, ¿cuáles son esos siete?
“He aquí, monjes, hay seres que son diferentes en el cuerpo y diferentes en la percepción, como los
seres humanos, algunos devas y algunos [seres] del mundo bajo. Este es el primer estado de los
seres sintientes.
“Además, monjes, hay seres que son diferentes en el cuerpo, pero idénticos en la percepción, como
los devas del séquito del Brahma que renacen a través del primer [jhana]. Este es el segundo estado
de los seres sintientes.
“Además, monjes, hay seres que son idénticos en el cuerpo, pero diferentes en la percepción, como
los devas que transmiten resplandor. Este es el tercer estado de los seres sintientes.
“Además, monjes, hay seres que son idénticos en el cuerpo e idénticos en la percepción, como los
devas de la gloria refulgente. Este es el cuarto estado de los seres sintientes.
“Además, monjes, hay seres que, con la completa superación de las percepciones de las formas, con
la desaparición de la afectación sensorial, con la desatención a la percepción de la diversidad,
[percibiendo:] ‘el espacio es infinito’, pertenecen a la base de la infinitud del espacio. Este es el
quinto estado de los seres sintientes.
“Además, monjes, hay seres que, con la completa superación de la base de la infinitud del espacio,
[percibiendo:] ‘la conciencia es infinita’, pertenecen a la base de la infinitud de la conciencia. Este
es el sexto estado de los seres sintientes.
“Además, monjes, hay seres que, con la completa superación de la base de la infinitud de la
conciencia, [percibiendo:] ‘he aquí no hay nada', pertenecen a la base de la nada. Este es el séptimo
estado de los seres sintientes.
“Estos son, monjes, los siete estados de los seres sintientes”.

AN 7,46-47 Pathama y Dutiyaaggi Sutta – Fuego

Un brahmán que quiso matar a 2,500 animales, para realizar un gran sacrificio, al escuchar la
enseñanza del Buda terminó diciendo: “Pondré en libertad a los quinientos toros, a los quinientos
bueyes, a los quinientos novillos, a las quinientas cabras, a los quinientos carneros y les permitiré
vivir. Que coman el pasto verde, tomen el agua fresa y disfruten de la suave brisa”.

AN 7,46 Pathamaaggi Sutta – Primer discurso sobre el fuego


[46] “Monjes, he aquí estos siete fuegos. Y, ¿cuáles son esos siete? El fuego de la codicia, el fuego
del odio, el fuego de la falsa ilusión, el fuego de aquellos que son dignos de ofrendas, el fuego del
hombre hogareño, el fuego de aquellos que son dignos de donativos y el fuego del bosque. Estos
son los siete fuegos”.

AN 7,47 Dutiyaaggi Sutta – Segundo discurso sobre el fuego


[47] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda del Jeta, en el parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces el brahmán Uggatasarira hizo arreglos para un gran
sacrificio. Quinientos toros han sido llevados al poste del sacrificio. Quinientos bueyes…
Quinientos novillos… Quinientas cabras… Quinientos carneros han sido llevados al poste del
sacrificio. Entonces el brahmán Uggatasarira se acercó al Bienaventurado e intercambió con él
cordiales saludos. Cuando concluyeron esas amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado y
dijo al Bienaventurado:
“He escuchado, maestro Gotama, que el encendido del fuego del sacrificio y la elevación del poste
del sacrificio son de gran fruto y beneficio”.
“Yo también, brahmán, escuché esto”.
Y por segunda vez… por tercera vez el brahmán Uggatasarira dijo al Bienaventurado: “He
escuchado, maestro Gotama, que el encendido del fuego del sacrificio y la elevación del poste del
sacrificio son de gran fruto y beneficio”.
“Yo también, brahmán, escuché esto”.
“Entonces el maestro Gotama y yo estamos en completo y total acuerdo”.
Cuando se dijo esto, el Venerable Ananda dijo al brahmán Uggatasarira: “Brahmán, a los Tathagatas
no se debe preguntar así: ‘He escuchado, maestro Gotama, que el encendido del fuego del sacrificio
y la elevación del poste del sacrificio son de gran fruto y beneficio’. A los Tathagatas se debe
preguntar de esta manera: ‘Venerable Señor, quiero encender el fuego del sacrificio y elevar el poste
del sacrificio. Que el Bienaventurado me exhorte y me instruya sobre la manera en la que esto
conduzca al bienestar y felicidad por mucho tiempo’”.
Entonces el brahmán Uggatasarira dijo el Bienaventurado: “Maestro Gotama, quiero encender el
fuego del sacrificio y elevar el poste del sacrificio. Que el maestro Gotama me exhorte y me
instruya sobre la manera en la que esto conduzca al bienestar y felicidad por mucho tiempo”.
“Brahmán, alguien que enciende el fuego del sacrificio y eleva el poste del sacrificio, incluso antes
de que el mismo suceda, levanta tres cuchillos perjudiciales que traen como resultado el
sufrimiento. Y, ¿cuáles son esos tres? El cuchillo corporal, el cuchillo verbal y el cuchillo mental.
“Brahmán, alguien que enciende el fuego del sacrificio y eleva el poste del sacrificio, incluso antes
de que el mismo suceda, tiene pensamientos semejantes a estos: ‘Que esta gran cantidad de toros
sea muerta en el sacrificio… Que esta gran cantidad de bueyes… novillos… cabras… carneros sea
muerta en el sacrificio’. Y aunque [piensa] ‘que haga el mérito’, hace el demerito. Y aunque
[piensa] ‘que haga lo beneficioso', hace lo perjudicial. Y aunque [piensa] ‘que busque con eso entrar
a la senda del buen destino’, busca entrar a la senda del mal destino. Uno que enciende el fuego del
sacrificio y eleva el poste del sacrificio, incluso antes de que el mismo suceda, levanta este primer
cuchillo mental perjudicial que trae como resultado el sufrimiento.
“Además, brahmán, alguien que enciende el fuego del sacrificio y eleva el poste del sacrificio,
incluso antes de que el mismo suceda, profiere palabras semejantes a estas: ‘Que esta gran cantidad
de toros sea muerta en el sacrificio… Que esta gran cantidad de bueyes… novillos… cabras…
carneros sea muerta en el sacrificio’. Y aunque [piensa] ‘que haga el mérito’, hace el demerito. Y
aunque [piensa] ‘que haga lo beneficioso', hace lo perjudicial. Y aunque [piensa] ‘que busque con
eso entrar a la senda del buen destino’, busca entrar a la senda del mal destino. Uno que enciende el
fuego del sacrificio y eleva el poste del sacrificio, incluso antes de que el mismo suceda, levanta
este segundo cuchillo verbal perjudicial que trae como resultado el sufrimiento.
“Además, brahmán, alguien que enciende el fuego del sacrificio y eleva el poste del sacrificio,
incluso antes de que el mismo suceda, emprende primero la preparación para matar a los toros en el
sacrificio… a matar a los bueyes… novillos… cabras… carneros en el sacrificio’. Y aunque
[piensa] ‘que haga el mérito’, hace el demerito. Y aunque [piensa] ‘que haga lo beneficioso', hace lo
perjudicial. Y aunque [piensa] ‘que busque con eso entrar a la senda del buen destino’, busca entrar
a la senda del mal destino. Uno que enciende el fuego del sacrificio y eleva el poste del sacrificio,
incluso antes de que el mismo suceda, levanta este tercer cuchillo corporal perjudicial que trae
como resultado el sufrimiento.
“Brahmán, alguien que enciende el fuego del sacrificio y eleva el poste del sacrificio, incluso antes
de que el mismo suceda, levanta tres cuchillos perjudiciales que traen como resultado el
sufrimiento.
“He aquí, brahmán, estos tres fuegos que deben ser abandonados y evitados y no deben ser
cultivados. Y, ¿cuáles son esos tres? El fuego de la codicia, el fuego del odio y el fuego de la falsa
ilusión.
“Y, ¿Cómo debe ser abandonado, evitado y no cultivado el fuego de la codicia? Alguien excitado
por la codicia, superado por la codicia, con la mente obsesionada por ella, se involucra en mala
conducta corporal, verbal y mental. Como consecuencia, con la destrucción del cuerpo, después de
la muerte, renace en el plano de la miseria, dentro del mal destino, en el mundo bajo, en el infierno.
Por eso, este fuego de la codicia debe ser abandonado, evitado y no cultivado.
“Y, ¿Cómo debe ser abandonado, evitado y no cultivado el fuego del odio… el fuego de la falsa
ilusión? Alguien confundido por la falsa ilusión, superado por la falsa ilusión, con la mente
obsesionada por ella, se involucra en mala conducta corporal, verbal y mental. Como consecuencia,
con la destrucción del cuerpo, después de la muerte, renace en el plano de la miseria, dentro del mal
destino, en el mundo bajo, en el infierno. Por eso, este fuego de la falsa ilusión debe ser
abandonado, evitado y no cultivado.
“Éstos son, brahmán, los tres fuegos que deben ser abandonados y evitados y no deben ser
cultivados.
“He aquí, brahmán, estos tres fuegos que deben ser apropiada y felizmente mantenidos, honrados,
respetados, estimados y venerados. Y, ¿cuáles son esos tres? El fuego de aquellos que son dignos de
las ofrendas, el fuego del hombre hogareño y el fuego de aquellos que son dignos de dádivas.
“Y, ¿cuál es el fuego de aquellos que son dignos de las ofrendas? La madre y el padre de uno, son
llamados el fuego de aquellos que son dignos de las ofrendas. Y, ¿por cuál razón? Porque es a partir
de ellos que uno se originó y llegó a existir. Por eso, este fuego de aquellos que son dignos de las
ofrendas debe ser apropiada y felizmente mantenido, honrado, respetado, estimado y venerado.
“Y, ¿cuál es el fuego del hombre hogareño? Los hijos, las mujeres, los esclavos, los sirvientes y los
trabajadores son llamados el fuego del hombre hogareño. Por eso, este fuego del hombre hogareño
debe ser apropiada y felizmente mantenido, honrado, respetado, estimado y venerado.
“Y, ¿cuál es el fuego de aquellos que son dignos de las dádivas? Aquellos ascetas y brahmanes que
se refrenan de usar bebidas embriagantes que causan la negligencia, que moran en la paciencia y
mansedumbre, que se doman a sí mismos, que se calman a sí mismos y se entrenan a sí mismos
para el Nibbana, son llamados el fuego de aquellos que son dignos de las dádivas. Por eso, este
fuego de aquellos que son dignos de las dádivas debe ser apropiada y felizmente mantenido,
honrado, respetado, estimado y venerado.
“Estos son, brahmán, los tres fuegos que deben ser apropiada y felizmente mantenidos, honrados,
respetados, estimados y venerados.
“Pero este fuego del bosque, brahmán, en determinados momentos debe ser encendido, en
determinados momentos debe ser considerado con ecuanimidad, en determinados momentos debe
ser extinguido y en determinados momentos debe ser dejado a un lado”.
Cuando se dijo esto, el brahmán Uggatasarira dijo el Bienaventurado: “¡Excelente, maestro
Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el Dhamma de diferentes
maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el
camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la oscuridad, de manera tal
que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al maestro Gotama, al
Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere como su seguidor laico a
partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida. Maestro Gotama, pondré en libertad a los
quinientos toros y les permitiré vivir. Pondré en libertad a los quinientos bueyes y les permitiré
vivir. Pondré en libertad a los quinientos novillos y les permitiré vivir. Pondré en libertad a las
quinientas cabras y les permitiré vivir. Pondré en libertad a los quinientos carneros y les permitiré
vivir. Que coman el pasto verde, tomen el agua fresca y disfruten de la suave brisa”.

AN 7,48-49 Pathama y Dutiyasannasa Sutta – Percepciones

Estos suttas ponen el énfasis en las “percepciones” (sanna) como objetos de meditación que
inicialmente involucran una serie de reflexiones y que “culminan en lo inmortal, teniendo lo
inmortal como su consumación”.

AN 7,48 Pathamasannasa Sutta – Primer discurso sobre las percepciones


[48] “Monjes, estas siete percepciones, cuando se las desarrolla y cultiva, traen un gran fruto y
beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo lo inmortal como su consumación. Y, ¿cuáles son
esas siete? La percepción de lo repugnante, la percepción de la muerte, la percepción de lo
repugnante de la comida, la percepción del no-deleite en el mundo entero, la percepción de la
transitoriedad, la percepción de la insatisfacción en la transitoriedad y la percepción del no-yo, en lo
que es insatisfactorio. Éstas son, monjes, las siete percepciones, que cuando son desarrolladas y
cultivadas, traen un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo lo inmortal como
su consumación.

AN 7,49 Dutiyasannasa Sutta – Segundo discurso sobre las percepciones


[49] “Monjes, estas siete percepciones, cuando se las desarrolla y cultiva, traen un gran fruto y
beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo lo inmortal como su consumación. Y, ¿cuáles son
esas siete? La percepción de lo repugnante, la percepción de la muerte, la percepción de lo
repugnante de la comida, la percepción del no-deleite en el mundo entero, la percepción de la
transitoriedad, la percepción de la insatisfacción en la transitoriedad y la percepción del no-yo, en lo
que es insatisfactorio. Éstas son, monjes, las siete percepciones, que cuando son desarrolladas y
cultivadas, traen un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo lo inmortal como
su consumación.
“Se ha dicho: ‘La percepción de lo repugnante, cuando se la desarrolla y cultiva, trae un gran fruto y
beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación’. Y, ¿por qué
se ha dicho esto? Cuando un monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la
percepción de lo repugnante, su mente se encoge lejos de la relación sexual, retrocede de ella, sale
fuera de ella, se mantiene lejos de ella y no es atraído por ella, más bien, se establecen en él la
ecuanimidad o la repulsión. Así como una pluma de gallo o una tira de tendón, arrojado o arrojada
al fuego se encoge lejos de él, retrocede de él, sale fuera de él, no es atraído o atraída por él, esto
mismo sucede en consideración con la relación sexual, cuando un monje mora frecuentemente con
la mente acostumbrada a la percepción de lo repugnante.
“Si, cuando el monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción de lo
repugnante, su mente se inclinase a la relación sexual o si él no retrocediese de ella, debería
comprender esto: ‘No he desarrollado la percepción de lo repugnante; he aquí, no hay distinción
alguna entre mi condición previa y la presente; no alcancé el fruto del desarrollo’. Así comprende
esto claramente. Pero si, cuando mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción
de lo repugnante, su mente se encoge lejos de la relación sexual, retrocede de ella, sale fuera de ella
se mantiene lejos de ella y no es atraído por ella, más bien, se establecen en él la ecuanimidad o la
repulsión, debería comprender esto: ‘He desarrollado la percepción de lo repugnante; he aquí, hay
distinción entre mi condición previa y la presente; alcancé el fruto del desarrollo’. Así comprende
esto claramente.
“Cuando se ha dicho, monjes: ‘La percepción de lo repugnante, cuando se la desarrolla y cultiva,
trae un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su
consumación’, se lo ha dicho por eso.
“Se ha dicho: ‘La percepción de la muerte, cuando se la desarrolla y cultiva, trae un gran fruto y
beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación’. Y, ¿por qué
se ha dicho esto? Cuando un monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la
percepción de la muerte, su mente se encoge lejos de la atadura de la vida, retrocede de ella, sale
fuera de ella, se mantiene lejos de ella y no es atraído por ella, más bien, se establecen en él la
ecuanimidad o la repulsión. Así como una pluma de gallo o una tira de tendón, arrojado o arrojada
al fuego se encoge lejos de él, retrocede de él, sale fuera de él, no es atraído o atraída por él, esto
mismo sucede en consideración con la atadura de la vida, cuando un monje mora frecuentemente
con la mente acostumbrada a la percepción de la muerte.
“Si, cuando el monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción de la muerte,
su mente se inclinase a la atadura de la vida o si él no retrocediese de ella, debería comprender esto:
‘No he desarrollado la percepción de la muerte; he aquí, no hay distinción alguna entre mi
condición previa y la presente; no alcancé el fruto del desarrollo’. Así comprende esto claramente.
Pero si, cuando mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción de la muerte, su
mente se encoge lejos de la atadura de la vida, retrocede de ella, sale fuera de ella se mantiene lejos
de ella y no es atraído por ella, más bien, se establecen en él la ecuanimidad o la repulsión, debería
comprender esto: ‘He desarrollado la percepción de la muerte; he aquí, hay distinción entre mi
condición previa y la presente; alcancé el fruto del desarrollo’. Así comprende esto claramente.
“Cuando se ha dicho, monjes: ‘La percepción de la muerte, cuando se la desarrolla y cultiva, trae un
gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación’,
se lo ha dicho por eso.
“Se ha dicho: ‘La percepción de lo repugnante de la comida, cuando se la desarrolla y cultiva, trae
un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su
consumación’. Y, ¿por qué se ha dicho esto? Cuando un monje mora frecuentemente con la mente
acostumbrada a la percepción de lo repugnante de la comida, su mente se encoge lejos de la avidez
por los sabores, retrocede de ellos, sale fuera de ellos, se mantiene lejos de ellos y no es atraído por
ellos, más bien, se establecen en él la ecuanimidad o la repulsión. Así como una pluma de gallo o
una tira de tendón, arrojado o arrojada al fuego se encoge lejos de él, retrocede de él, sale fuera de
él, no es atraído o atraída por él, esto mismo sucede en consideración con la avidez por los sabores,
cuando un monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción de lo repugnante
de la comida.
“Si, cuando el monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción de lo
repugnante de la comida, su mente se inclinase a la avidez por los sabores o si él no retrocediese de
ellos, debería comprender esto: ‘No he desarrollado la percepción de lo repugnante de la comida; he
aquí, no hay distinción alguna entre mi condición previa y la presente; no alcancé el fruto del
desarrollo’. Así comprende esto claramente. Pero si, cuando mora frecuentemente con la mente
acostumbrada a la percepción de lo repugnante de la comida, su mente se encoge lejos de la avidez
por los sabores, retrocede de ellos, sale fuera de ellos, se mantiene lejos de ellos y no es atraído por
ellos, más bien, se establecen en él la ecuanimidad o la repulsión, debería comprender esto: ‘He
desarrollado la percepción de lo repugnante de la comida; he aquí, hay distinción entre mi condición
previa y la presente; alcancé el fruto del desarrollo’. Así comprende esto claramente.
“Cuando se ha dicho, monjes: ‘La percepción de lo repugnante de la comida, cuando se la desarrolla
y cultiva, trae un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como
su consumación’, se lo ha dicho por eso.
“Se ha dicho: ‘La percepción del no-deleite en el mundo entero, cuando se la desarrolla y cultiva,
trae un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su
consumación’. Y, ¿por qué se ha dicho esto? Cuando un monje mora frecuentemente con la mente
acostumbrada a la percepción del no-deleite en el mundo entero, su mente se encoge lejos de las
hermosas cosas del mundo, retrocede de ellos, sale fuera de ellos, se mantiene lejos de ellos y no es
atraído por ellos, más bien, se establecen en él la ecuanimidad o la repulsión. Así como una pluma
de gallo o una tira de tendón, arrojado o arrojada al fuego se encoge lejos de él, retrocede de él, sale
fuera de él, no es atraído o atraída por él, esto mismo sucede en consideración con las hermosas
cosas del mundo, cuando un monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la
percepción del no-deleite en el mundo entero.
“Si, cuando el monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción del no-
deleite en el mundo entero, su mente se inclinase a las hermosas cosas del mundo o si él no
retrocediese de ellas, debería comprender esto: ‘No he desarrollado la percepción del no-deleite en
el mundo entero; he aquí, no hay distinción alguna entre mi condición previa y la presente; no
alcancé el fruto del desarrollo’. Así comprende esto claramente. Pero si, cuando mora
frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción del no-deleite en el mundo entero, su
mente se encoge lejos de las hermosas cosas del mundo, retrocede de ellas, sale fuera de ellas, se
mantiene lejos de ellas y no es atraído por ellas, más bien, se establecen en él la ecuanimidad o la
repulsión, debería comprender esto: ‘He desarrollado la percepción del no-deleite en el mundo
entero; he aquí, hay distinción entre mi condición previa y la presente; alcancé el fruto del
desarrollo’. Así comprende esto claramente.
“Cuando se ha dicho, monjes: ‘La percepción del no-deleite en el mundo entero, cuando se la
desarrolla y cultiva, trae un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo
inmortal como su consumación’, se lo ha dicho por eso.
“Se ha dicho: ‘La percepción de la transitoriedad, cuando se la desarrolla y cultiva, trae un gran
fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación’. Y,
¿por qué se ha dicho esto? Cuando un monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la
percepción de la transitoriedad, su mente se encoge lejos de las ganancias, honra y alabanzas,
retrocede de ellas, sale fuera de ellas, se mantiene lejos de ellas y no es atraído por ellas, más bien,
se establecen en él la ecuanimidad o la repulsión. Así como una pluma de gallo o una tira de tendón,
arrojado o arrojada al fuego se encoge lejos de él, retrocede de él, sale fuera de él, no es atraído o
atraída por él, esto mismo sucede en consideración con las ganancias, honra y alabanzas, cuando un
monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción de la transitoriedad.
“Si, cuando el monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción de la
transitoriedad, su mente se inclinase a las ganancias, honra y alabanzas, o si él no retrocediese de
ellas, debería comprender esto: ‘No he desarrollado la percepción de la transitoriedad; he aquí, no
hay distinción alguna entre mi condición previa y la presente; no alcancé el fruto del desarrollo’.
Así comprende esto claramente. Pero si, cuando mora frecuentemente con la mente acostumbrada a
la percepción de la transitoriedad, su mente se encoge lejos de las ganancias, honra y alabanzas,
retrocede de ellas, sale fuera de ellas, se mantiene lejos de ellas y no es atraído por ellas, más bien,
se establecen en él la ecuanimidad o la repulsión, debería comprender esto: ‘He desarrollado la
percepción de la transitoriedad; he aquí, hay distinción entre mi condición previa y la presente;
alcancé el fruto del desarrollo’. Así comprende esto claramente.
“Cuando se ha dicho, monjes: ‘La percepción de la transitoriedad, cuando se la desarrolla y cultiva,
trae un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su
consumación’, se lo ha dicho por eso.
“Se ha dicho: ‘La percepción de la insatisfacción en la transitoriedad, cuando se la desarrolla y
cultiva, trae un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su
consumación’. Y, ¿por qué se ha dicho esto? Cuando un monje mora frecuentemente con la mente
acostumbrada a la percepción de la insatisfacción en la transitoriedad, llega a establecerse en él una
aguda percepción del peligro a la somnolencia, la pereza, dejadez, descuido, falta de esfuerzo y
reflexión, al igual que hacia un asesino con la espada desenvainada.
“Si, cuando el monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción de la
insatisfacción en la transitoriedad, su mente se inclinase a la somnolencia, la pereza, dejadez,
descuido, falta de esfuerzo y reflexión, al igual que hacia un asesino con la espada desenvainada,
debería comprender esto: ‘No he desarrollado la percepción de la insatisfacción en la transitoriedad;
he aquí, no hay distinción alguna entre mi condición previa y la presente; no alcancé el fruto del
desarrollo’. Así comprende esto claramente. Pero si, cuando mora frecuentemente con la mente
acostumbrada a la percepción de la insatisfacción en la transitoriedad, se establece en él una aguda
percepción del peligro a la somnolencia, la pereza, dejadez, descuido, falta de esfuerzo y reflexión,
al igual que hacia un asesino con la espada desenvainada, debería comprender esto: ‘He
desarrollado la percepción de la insatisfacción en la transitoriedad; he aquí, hay distinción entre mi
condición previa y la presente; alcancé el fruto del desarrollo’. Así comprende esto claramente.
“Cuando se ha dicho, monjes: ‘La percepción de la insatisfacción en la transitoriedad, cuando se la
desarrolla y cultiva, trae un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo
inmortal como su consumación’, se lo ha dicho por eso.
“Se ha dicho: ‘La percepción del no-yo, en lo que es insatisfactorio, cuando se la desarrolla y
cultiva, trae un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su
consumación’. Y, ¿por qué se ha dicho esto? Cuando un monje mora frecuentemente con la mente
acostumbrada a la percepción del no-yo, en lo que es insatisfactorio, su mente está desprovista de
este-soy-yo, esto-es-mío y del engreimiento respecto a este cuerpo consciente y a todos los objetos
externos, ha trascendido la discriminación, está en paz y bien liberada.
“Si, cuando el monje mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción del no-yo, en
lo que es insatisfactorio, su mente no está desprovista de este-soy-yo, esto-es-mío ni del
engreimiento respecto a este cuerpo consciente y a todos los objetos externos, no ha trascendido la
discriminación, no está en paz ni bien liberada, debería comprender esto: ‘No he desarrollado la
percepción de la insatisfacción en la transitoriedad; he aquí, no hay distinción alguna entre mi
condición previa y la presente; no alcancé el fruto del desarrollo’. Así comprende esto claramente.
Pero si, cuando mora frecuentemente con la mente acostumbrada a la percepción del no-yo, en lo
que es insatisfactorio, su mente está desprovista de este-soy-yo, esto-es-mío y del engreimiento
respecto a este cuerpo consciente y a todos los objetos externos, ha trascendido la discriminación,
está en paz y bien liberada, debería comprender esto: ‘He desarrollado la percepción del no-yo, en
lo que es insatisfactorio; he aquí, hay distinción entre mi condición previa y la presente; alcancé el
fruto del desarrollo’. Así comprende esto claramente.
“Cuando se ha dicho, monjes: ‘La percepción del no-yo, en lo que es insatisfactorio, cuando se la
desarrolla y cultiva, trae un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo lo
inmortal como su consumación’, se lo ha dicho por eso.
“Éstas son, monjes, las siete percepciones, que cuando son desarrolladas y cultivadas, traen un gran
fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo lo inmortal como su consumación”.

AN 7,51 {16A7.1.5.8,51} Samyoga Sutta – La unión


El Buda explica por qué el hecho de aferrarse a su propia identidad sexual conduce al sufrimiento.
[51] {51} “Monjes, voy a enseñaros una exposición del Dhamma acerca de unión y separación.
Escuchad y prestad atención que voy a hablar.
“Sí, venerable señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cómo es, monjes, la exposición del Dhamma acerca de unión y separación?
“Monjes, la mujer se ocupa interiormente de los rasgos de su feminidad: de su gesticulación
femenina, estilo femenino, poses femeninas, impulsos femeninos, femenina manera de hablar y los
encantos femeninos, y esto es lo que la excita y se deleita en eso.
“Habiendo sido excitada y habiéndose deleitado en esto, se ocupa exteriormente de los rasgos de la
masculinidad: de la gesticulación masculina, estilo masculino, poses masculinas, impulsos
masculinos, masculina manera de hablar y los encantos masculinos, y esto es lo que la excita y se
deleita en eso.
“Habiendo sido excitada y habiéndose deleitado en eso, ella desea estar unida a lo que es externo a
ella, desea cualquier placer o felicidad vinculado a esta unión. Así, monjes, encontrando deleite en
esto y cautivada por su feminidad, la mujer va uniéndose a lo masculino. Es así, cómo la mujer no
trasciende su feminidad.
“Monjes, el hombre se ocupa interiormente de los rasgos de su masculinidad: de su gesticulación
masculina, estilo masculino, poses masculinas, impulsos masculinos, masculina manera de hablar y
los encantos masculinos, y esto es lo que lo excita y se deleita en eso.
“Habiendo sido excitado y habiéndose deleitado en eso, se ocupa exteriormente de los rasgos de la
feminidad: de la gesticulación femenina, estilo femenino, poses femeninas, impulsos femeninos,
femenina manera de hablar y los encantos femeninos, y esto es lo que lo excita y se deleita en eso.
“Habiendo sido excitado y habiéndose deleitado en eso, desea estar unido a lo que es externo a él,
desea cualquier placer o felicidad vinculado a esta unión. Así, monjes, encontrando deleite en esto y
cautivado por su masculinidad, el hombre va uniéndose a lo femenino. Es así, cómo el hombre no
trasciende su masculinidad.
“Así es, monjes, cómo se produce la unión. ¿Y cómo, monjes, se produce la separación?
“Monjes, la mujer no se ocupa interiormente de los rasgos de su feminidad: de su gesticulación
femenina... ni de los encantos femeninos, de modo que esto no la excita ni se deleita en eso.
“No habiendo sido excitada ni habiéndose deleitado en esto, no se ocupa exteriormente de los
rasgos de la masculinidad: de la gesticulación masculina... ni de los encantos masculinos, de modo
que esto no la excita ni se deleita en eso.
“No habiendo sido excitada ni habiéndose deleitado en eso, no desea estar unida a lo que es externo
a ella, no desea placer alguno ni felicidad vinculada a esta unión. Así, monjes, no encontrando
deleite en eso ni siendo cautivada por su feminidad, la mujer no va uniéndose a lo masculino. Es
así, cómo la mujer trasciende su feminidad.
“Monjes, el hombre no se ocupa interiormente de los rasgos de su masculinidad: de su gesticulación
masculina... ni de los encantos masculinos, y esto no lo excita ni se deleita en eso.
“No habiendo sido excitado ni habiéndose deleitado en eso, no se ocupa exteriormente de los rasgos
de la feminidad: de la gesticulación femenina... ni de los encantos femeninos, y esto no lo excita ni
se deleita en esto.
“No habiendo sido excitado ni habiéndose deleitado en esto, no desea estar unido a lo que es
externo a él, no desea placer alguno ni felicidad vinculada a esta unión. Así, monjes, no encontrando
deleite en eso ni siendo cautivado por su masculinidad, el hombre no va uniéndose a lo femenino.
Es así, cómo el hombre trasciende su masculinidad.
“Así es, monjes, cómo se produce la separación.
“Ésta es la falta de ligamento y éste es el discurso del Dhamma acerca ligamento y falta de
ligamento.
“Y ésta es, monjes, la exposición del Dhamma acerca de unión y separación.”

AN 7,52 {16A7.1.5.9,52} Danamahapphala Sutta – Gran fruto


de las dádivas
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• Generosidad (Dana)

El Buda analiza las diferentes motivaciones que puede tener la gente para dar generosamente y
señala una que es la más provechosa para el dador.
[52] {52} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado se encontraba en Campa, en la
costa del lago Gaggara. Allí, un gran número de seguidores laicos de Campa fue junto al Venerable
Sariputta y, al llegar, lo saludaron respetuosamente y se sentaron a un lado. Una vez que estuvieran
sentados allí, se dirigieron al Venerable Sariputta con estas palabras:
“Ha transcurrido un largo tiempo, Venerable Señor, desde que tuvimos la oportunidad de escuchar
una plática del Dhamma de la boca del Bienaventurado. Sería bueno que pudiéramos llegar a
escuchar otra plática del Dhamma de la boca del Bienaventurado”.
“Entonces, en ese caso, amigos, vayamos juntos otra vez el próximo día del Uposatha y quizá,
entonces, podréis escuchar el Dhamma de nuevo de la boca del Bienaventurado”.
“Como usted diga, Venerable Señor”, respondieron los seguidores laicos de Campa al Venerable
Sariputta. Luego, se levantaron de sus asientos y, saludándolo respetuosamente, se retiraron de allí,
manteniendo al Venerable Sariputta siempre a su derecha.
Entonces, cuando llegó el siguiente día del Uposatha, los fieles laicos de Campa fueron junto al
Venerable Sariputta y, al llegar, lo saludaron respetuosamente y se pararon a un lado. Luego, el
Venerable Sariputta y los seguidores laicos de Campa, se dirigieron junto al Bienaventurado. Una
vez llegados ahí, se postraron delante de él y se sentaron a un lado. Cuando ya estuvieron sentados
allí, el Venerable Sariputta se dirigió al Bienaventurado con estas palabras:
“Venerable Señor, ¿podría darse el caso en que una persona, ofreciendo una dádiva de cierto tipo no
llevase por eso mucho fruto ni beneficio, mientras que otra persona, ofreciendo el mismo tipo de
dádiva, obtuviese mucho fruto y grandes beneficios?”
“Sí, Sariputta, podría darse el caso en que una persona, ofreciendo una dádiva de cierto tipo no
llevase, por esto, mucho fruto ni beneficio, mientras que otra persona, ofreciendo el mismo tipo de
dádiva, obtuviese mucho fruto y grandes beneficios”.
“Entonces, Venerable Señor, ¿cuál sería la causa, la razón, el por qué del hecho, según el cual una
persona, ofreciendo una dádiva de cierto tipo no lleva, por esto, mucho fruto ni beneficio, mientras
que otra persona, ofreciendo el mismo tipo de dádiva, obtiene mucho fruto y grandes beneficios?”
“Considera el caso, Sariputta, de una persona que ofrece una dádiva buscando su propio beneficio,
con una mente apegada [a los resultados], tratando de acumular algo para sí mismo [con esa idea:]
'voy a disfrutar de esto después de la muerte'. Entonces, él ofrece su dádiva -comida, bebida, ropa,
carro, guirnaldas, perfumes, ungüento, ropa de cama, alojamiento o una lámpara- sea a un asceta o a
un brahmán. ¿Qué te parece, Sariputta: podría una persona ofrecer una dádiva como ésta?”
“Sí, Venerable Señor.”
“Entonces, Sariputta, cuando una persona que ofrece una dádiva buscando su propio beneficio, con
una mente apegada [a los resultados], tratando de acumular algo para sí mismo, [con esa idea:] 'voy
a disfrutar de esto después de la muerte', al disolverse su cuerpo, después de la muerte, reaparece en
la compañía de los Cuatro Grandes Reyes. Pero cuando se agote el poder de esta acción, se agote
esta gloria y este dominio, llega a convertirse en 'aquel que retorna' y vuelve a este mundo.
“Ahora, Sariputta, considera el caso de una persona que ofrece una dádiva no buscando el beneficio
propio, con una mente desapegada, no tratando de acumular nada para sí mismo, [con esa idea:]
'voy a disfrutar de esto después de la muerte'. Y así, ofrece su dádiva -comida, bebida, ropa, carro,
guirnaldas, perfumes, ungüento, ropa de cama, alojamiento o una lámpara- sea a un asceta o a un
brahmán. ¿Qué te parece, Sariputta: podría una persona ofrecer una dádiva como ésta?”
“Sí, Venerable Señor”.
“Ahora bien, Sariputta, habiendo ofrecido esta dádiva con el pensamiento: 'hacer dádivas es bueno',
al disolverse su cuerpo, después de la muerte, reaparece en el plano de los Treinta y Tres Devas.
Pero cuando se agote el poder de esta acción, se agote esta gloria y este dominio, llega a convertirse
en 'aquel que retorna' y vuelve a este mundo.
“O, en lugar de pensar, 'hacer dádivas es bueno', ofrece esta dádiva con el pensamiento: 'esto se ha
dado en el pasado, se ha hecho en el pasado, por mi padre y abuelo, de modo que no sería justo para
mí dejar que esta antigua costumbre familiar se interrumpiera'… Entonces, al disolverse su cuerpo,
después de la muerte, él reaparece en el plano de los Devas del Tiempo. Pero cuando se agote el
poder de esta acción, se agote esta gloria y este dominio, llega a convertirse en 'aquel que retorna' y
vuelve a este mundo.
“O, en lugar de pensar: 'esto se ha dado en el pasado, se ha hecho en el pasado, por mi padre y
abuelo, de modo que no sería justo para mí dejar que esta antigua costumbre familiar se
interrumpiera', ofrece esta dádiva con el pensamiento: 'yo soy muy acomodado, mientras que ellos
no son ricos, de modo que no sería justo que no diera mi ofrenda a los que no son ricos'… Entonces,
al disolverse su cuerpo, después de la muerte, reaparece en el plano de los Devas del
Contentamiento. Pero cuando se agote el poder de esta acción, se agote esta gloria y este dominio,
llega a convertirse en 'aquel que retorna' y vuelve a este mundo.
“O, en lugar de pensar: 'yo estoy muy acomodado, mientras que ellos no son ricos, de modo que no
sería justo que no diera mi ofrenda a los que no son ricos' ofrece esta dádiva con el pensamiento:
'así como existieron las grandes dádivas de los sabios del pasado -Atthaka, Vamaka, Vamadeva,
Vessamitta, Yamataggi, Angirasa, Bharadvaja, Vasettha, Kassapa, y Bhagu- de la misma manera, sea
ésta mi forma de distribuir las dádivas'… Entonces, al disolverse su cuerpo, después de la muerte,
reaparece en el plano de los devas que se deleitan en la creación. Pero cuando se agote el poder de
esta acción, se agote esta gloria y este dominio, llega a convertirse en 'aquel que retorna' y vuelve a
este mundo.
“O, en lugar de pensar: 'así como existieron las grandes dádivas de los sabios del pasado -Atthaka,
Vamaka, Vamadeva, Vessamitta, Yamataggi, Angirasa, Bharadvaja, Vasettha, Kassapa, y Bhagu- de
la misma manera, sea ésta mi forma de distribuir las dádivas', ofrece esta dádiva con el
pensamiento: 'cuando se ofrezca esta dádiva, la mente se volverá serena; surgirán la satisfacción y
alegría'… Entonces, al disolverse su cuerpo, después de la muerte, reaparece en el plano de los
devas que tienen poder sobre la creación de otros. Pero cuando se agote el poder de esta acción, se
agote esta gloria y este dominio, llega a convertirse en 'aquel que retorna' y vuelve a este mundo.
“O, en lugar de pensar: 'cuando se ofrezca esta dádiva, la mente se volverá serena; surgirán la
satisfacción y alegría', ofrece esta dádiva con el pensamiento: 'éste es el adorno de la mente, el
soporte de la mente'. Entonces, ofrece su dádiva -comida, bebida, ropa, carro, guirnaldas, perfumes,
ungüento, ropa de cama, alojamiento o una lámpara- sea a un asceta o a un brahmán. ¿Qué te
parece, Sariputta: podría una persona ofrecer una dádiva como esta?”
“Sí, venerable señor”.
“De modo que, habiendo ofrecido su dádiva de esta manera, no busca su propio beneficio, no tiene
la mente apegada [a los resultados], no trata de acumular nada para sí mismo, [con la idea:] 'voy a
disfrutar de esto después de la muerte'. Tampoco piensa: 'hacer dádivas es bueno'. Tampoco piensa:
'esto se ha dado en el pasado, se ha hecho en el pasado, por mi padre y abuelo, de modo que no sería
justo para mí dejar que esta antigua costumbre familiar se interrumpiera'. Tampoco piensa: 'yo soy
muy acomodado, mientras que ellos no son ricos, de modo que no sería justo que no diera mi dádiva
a los que no son ricos'. Tampoco piensa: 'así como existieron las grandes dádivas de los sabios del
pasado -Atthaka, Vamaka, Vamadeva, Vessamitta, Yamataggi, Angirasa, Bharadvaja, Vasettha,
Kassapa, y Bhagu- de la misma manera, sea ésta mi forma de distribuir las dádivas'. Tampoco
piensa: 'cuando se ofrezca esta dádiva, la mente se volverá serena; surgirán la satisfacción y alegría'.
“Pero con el pensamiento: 'éste es el adorno de la mente, el soporte de la mente', al disolverse su
cuerpo, después de la muerte, reaparece en el plano del séquito de Brahma. Y cuando se agote el
poder de esta acción, se agote esta gloria y este dominio, llega a convertirse en 'aquel que no
retorna' y no vuelve más a este mundo.
“Entonces, Sariputta, ésta es la causa, la razón, el por qué del hecho, según el cual una persona,
ofreciendo una dádiva de cierto tipo no lleva, por esto, mucho fruto ni beneficio, mientras que otra
persona ofreciendo el mismo tipo de dádiva, obtiene mucho fruto y grandes beneficios.”
AN 7,53 Nandamata Sutta – Nandamata

Historia de una seguidora laica que muestra el logro de altos planos meditatvos y la entrada en el
tercer nivel del despertar: el no-retorno.
[53] Esto he escuchado:
En una ocasión el Venerable Sariputta y el Venerable Mahamoggallana estaban haciendo una gira
por Dakkhinagiri, junto con un gran Sangha de monjes. Entonces, la seguidora laica Velukantaki
Nandamata, cuando la noche retrocedió, se levantó cantando Parayana.
En esta ocasión, el gran rey [deva] Vessavana estaba viajando desde el norte hacia el sur por algún
negocio. Entonces escuchó a la seguidora laica Nandamata cantar Parayana y se paró ahí, esperando
hasta que terminara la recitación. Cuando la seguidora laica Nandamata había terminado,
permaneció en silencio. Habiendo entendido que la seguidora laica Nandamata había terminado su
recitación, el gran rey [deva] Vessavana la aplaudió: “¡Bien, hermana, muy bien hermana!”.
“¿Quién está allí, mi querido?”.
“Soy tu hermano, el gran rey [deva] Vessavana, hermana”.
“¡Bien, mi querido! Entonces que la exposición del Dhamma que acabo de recitar sea mi regalo de
invitado para ti”.
“¡Bien, hermana, y que también esto sea tu regalo de invitado para mí: mañana, antes del desayuno,
el Sangha de los monjes encabezado por Sariputta y Moggallana irá a Velukantaka. Deberás
servirles y dedicar una ofrenda para mí. Aquello será tu regalo de invitado para mí”.
Entonces, cuando pasó la noche la seguidora laica Nandamata tomó varias clases de deliciosa
comida y las preparó en su residencia. Acto seguido, antes del desayuno, el Sangha de los monjes
encabezado por Sariputta y Moggallana fue a Velukantaka.
Entonces la seguidora laica Nandamata se dirigió a un hombre: “Ven, buen hombre, ve al
monasterio y anuncia el tiempo al Sangha de los monjes, diciendo: ‘Este es el tiempo, Venerables
Señores, la comida está preparada en la residencia de la dama Nandamita’”. El hombre respondió:
“Sí, Señora” y se fue al monasterio y entregó el mensaje. Entonces, los monjes del Sangha
encabezado por Sariputta y Moggallana se vistieron, tomaron su cuenco y hábito exterior, y fueron a
la residencia de la seguidora laica Nandamata, donde se sentaron en los asientos previamente
preparados para ellos.
Acto seguido, la seguidora laica Nandamata sirvió y satisfizo al Sangha de los monjes, encabezado
por Sariputta y Moggallana, con varias clases de deliciosa comida. Cuando el Venerable Sariputta
terminó de comer y puso fuera su cuenco, ella se sentó a un lado y el Venerable Sariputta le
preguntó:
“Pero, y ¿quién te dijo, Nandamata, que había que acercarse al Sangha de los monjes?”.
“He aquí, Venerable Señor, cuando la noche retrocedió, me levanté para cantar Parayana… [repite
la historia narrando en primera persona, hasta:] …Aquello será tu regalo de invitado para mí’.
Venerable Señor, que cualquier mérito que pueda haberme ganado, mediante este acto de dar, sea
dedicado a la felicidad del gran rey [deva] Vessavana”.
“Esto es asombroso y maravilloso, Nandamata, que hayas podido conversar directamente con
semejante poderoso e influyente deva como el gran rey [deva] Vessavana”.
“Pero no sólo ésta es una de mis cualidades asombrosas y maravillosas, Venerable Señor. He aquí
hay otra. Tengo a un solo hijo, querido y amado, de nombre Nanda. Pero los gobernantes lo
agarraron y secuestraron bajo algún pretexto y, finalmente, lo ejecutaron. Venerable Señor, cuando
aquel muchacho había sido arrestado o puesto bajo arresto, cuando fue a la prisión o había sido
aprisionado, cuando murió o había sido asesinado, no recuerdo alteración alguna en mi mente”.
“Esto es asombroso y maravilloso, Nandamata, que hayas podido purificar hasta el surgimiento del
pensamiento”.
“Pero no sólo ésta es una de mis cualidades asombrosas y maravillosas, Venerable Señor. He aquí
hay otra. Cuando murió mi esposo, renació en el reino de los yakkhas. Se apareció a mí en su forma
corporal anterior, no recuerdo alteración algún en mi mente”.
“Esto es asombroso y maravilloso, Nandamata, que hayas podido purificar hasta el surgimiento del
pensamiento”.
“Pero no sólo ésta es una de mis cualidades asombrosas y maravillosas, Venerable Señor. He aquí
hay otra. Yo he tomado por marido a mi esposo cuando era una muchacha joven, pero no recuerdo
transgredir en contra de él incluso en el pensamiento, y mucho menos en la acción”.
“Esto es asombroso y maravilloso, Nandamata, que hayas podido purificar hasta el surgimiento del
pensamiento”.
“Pero no sólo ésta es una de mis cualidades asombrosas y maravillosas, Venerable Señor. He aquí
hay otra. Desde que me declaré a mí misma como seguidora laica, no recuerdo haber transgredido
intencionalmente ninguna regla del entrenamiento”.
“Esto es asombroso y maravilloso, Nandamata”.
“Pero no sólo ésta es una de mis cualidades asombrosas y maravillosas, Venerable Señor. He aquí
hay otra. Tanto como quiera, recluida de los placeres sensuales, recluida de los perjudiciales estados
mentales, entro y permanezco en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad
nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el
pensamiento aplicado y sostenido, entro y permanezco en el segundo jhana, el cual tiene la placidez
interior y la unificación mental y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la
concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido. Al desaparecer el arrobamiento,
permanezco ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimento la felicidad en
mi cuerpo; entonces, entro y permanezco en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es
ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Al abandonar la
felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entro y permanezco en
el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente
mediante la ecuanimidad”.
“Esto es asombroso y maravilloso, Nandamata”.
“Pero no sólo ésta es una de mis cualidades asombrosas y maravillosas, Venerable Señor. He aquí
hay otra. De los cinco grilletes menores, enseñados por el Bienaventurado, no veo ninguno que no
haya sido abandonado”.
“Esto es asombroso y maravilloso, Nandamata”.
Entonces, el Venerable Sariputta instruyó, animó, inspiró y regocijó a Nandamata con la plática del
Dhamma, después de lo cual, se levantó de su asiento y partió.

AN 7,54 {16A7.2.1.1,54} Abyakata Sutta – Lo no declarado

El Buda rehúsa pronunciarse acerca de los especulativos puntos de vista que son irrelevantes desde
la perspectiva de la liberación del sufrimiento.
[54] {54} Entonces un cierto monje se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un
lado y le dijo: “Venerable Señor, ¿por qué es que en el instruido noble discípulo no surge la duda
acerca de los puntos no declarados?”.
“Monje, con el cese de los puntos de vista, en el instruido noble discípulo ya no surge la duda
acerca de los puntos no declarados.
“’El Tathagata existe después de la muerte’: es una forma de participación en un punto de vista; ‘el
Tathagata no existe después de la muerte’: es una forma de participación en un punto de vista; ‘el
Tathagata existe y no existe después de la muerte’: es una forma de participación en un punto de
vista; ‘el Tathagata ni existe ni no existe después de la muerte’: es una forma de participación en un
punto de vista.
“Monje, un no instruido mundano no entiende los puntos de vista, su origen, su cese ni el sendero
que conduce a su cese. Para él, aquel punto de vista se incrementa. No es libre del nacimiento, de la
vejez ni la muerte, del dolor, lamento, pena, abatimiento ni angustia; yo declaro: no es libre de la
insatisfacción.
“Pero, monje, un instruido noble discípulo entiende los puntos de vista, su origen, su cese y el
sendero que conduce a su cese. Para él, aquel punto de vista cesa. Es libre del nacimiento, de la
vejez y la muerte, del dolor, lamento, pena, abatimiento y angustia; yo declaro: es libre de la
insatisfacción.
“Conociendo eso y viendo de esa manera, el instruido noble discípulo no declara: ’el Tathagata
existe después de la muerte’; ni: ‘el Tathagata no existe después de la muerte’; ni: ‘el Tathagata
existe y no existe después de la muerte’; ni tampoco: ‘el Tathagata ni existe ni no existe después de
la muerte’. Conociendo eso y viendo de esa manera, el instruido noble discípulo no declara acerca
de los puntos no declarados.
“’El Tathagata existe después de la muerte’: es una forma de participación en la codicia… es una
forma de participar en la percepción… es una forma de participar en algo concebido… es una forma
de participar en la proliferación… es una forma de participar en el apego… es una forma de
participar en el remordimiento; ‘el Tathagata no existe después de la muerte’: es una forma de
participar en el remordimiento; ‘el Tathagata existe y no existe después de la muerte’: es una forma
de participar en el remordimiento; ‘el Tathagata ni existe ni no existe después de la muerte’: es una
forma de participar en el remordimiento.
“Monje, un no instruido mundano no entiende el remordimiento, su origen, su cese ni el sendero
que conduce a su cese. Para él, aquel remordimiento se incrementa. No es libre del nacimiento, de
la vejez ni la muerte, del dolor, lamento, pena, abatimiento ni angustia; yo declaro: no es libre de la
insatisfacción.
“Pero, monje, un instruido noble discípulo entiende el remordimiento, su origen, su cese y el
sendero que conduce a su cese. Para él, aquel remordimiento cesa. Es libre del nacimiento, de la
vejez y la muerte, del dolor, lamento, pena, abatimiento y angustia; yo declaro: es libre de la
insatisfacción.
“Conociendo eso y viendo de esa manera, el instruido noble discípulo no declara: ’el Tathagata
existe después de la muerte’; ni: ‘el Tathagata no existe después de la muerte’; ni: ‘el Tathagata
existe y no existe después de la muerte’; ni tampoco: ‘el Tathagata ni existe ni no existe después de
la muerte’. Conociendo eso y viendo de esa manera, el instruido noble discípulo no declara acerca
de los puntos no declarados.
“Conociendo eso y viendo de esa manera, el instruido noble discípulo no se estremece, no se
sacude, no vacila ni cae en el terror en consideración a los puntos no declarados.
“Monje, es por eso que en el instruido noble discípulo no surge la duda acerca de los puntos no
declarados”.

AN 7,55 {17A7.2.1.2,55} Purisagati Sutta – Destinos de las


personas

Este sutta analiza al anagami o la persona que no-retorna, dentro de los cinco tipos. El primero de
ellos, uno con las facultades más agudas, se llama antaraparinibbayi, “el que alcanza el Nibbana en
el intervalo”, tiene a su vez, tres sub-tipos.

[55] {55} “Monjes, voy a enseñaros los siete destinos de las personas y el logro del Nibbana
mediante el no-apego. Escuchad y prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cuáles son, monjes, los siete destinos de las personas?
“He aquí, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser,
esto no va a ser mío. Estoy abandonando lo que existe, lo que ha llegado a ser’. Y obtiene la
ecuanimidad. No está apegado a la existencia; no está apegado al surgimiento. Ve con la correcta
sabiduría: ‘Hay aquí un estado superior de la paz’; aún así, no ha realizado totalmente aquel estado.
Aún no abandonó totalmente las tendencias subyacentes de la presunción; no abandonó totalmente
las tendencias subyacentes de la avidez por la existencia; no abandonó totalmente la ignorancia.
Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el
Nibbana en el intervalo [1].
“Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta
podría salir volando de él y extinguirse. Del mismo modo, un monje que practica así… no abandonó
totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser
alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo.
“Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser,
esto no va a ser mío. Estoy abandonando lo que existe, lo que ha llegado a ser’. Y obtiene la
ecuanimidad. No está apegado a la existencia; no está apegado al surgimiento. Ve con la correcta
sabiduría: ‘Hay aquí un estado superior de la paz’; aún así, no ha realizado totalmente aquel estado.
Aún no abandonó totalmente las tendencias subyacentes de la presunción; no abandonó totalmente
las tendencias subyacentes de la avidez por la existencia; no abandonó totalmente la ignorancia.
Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el
Nibbana en el intervalo.
“Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta
podría salir volando de él, elevarse y extinguirse. Del mismo modo, un monje que practica así… no
abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega
a ser alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo.
“Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser,
esto no va a ser mío… Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser
alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo.
“Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta
podría salir volando de él, elevarse y extinguirse justo un instante antes de aterrizar en el suelo. Del
mismo modo, un monje que practica así… no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa
destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo.
“Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser,
esto no va a ser mío… Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser
alguien que alcanza el Nibbana en el aterrizaje.
“Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, podría
producirse una viruta y salir volando de él, extinguirse en el suelo. Del mismo modo, un monje que
practica así… no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco
grilletes menores llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el aterrizaje.
“Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser,
esto no va a ser mío… Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser
alguien que alcanza el Nibbana sin esfuerzo.
“Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta
podría salir volando de él, elevarse y caer sobre un pequeño montículo de paja o palillos. Esto
produciría fuego y humo, pero cuando el pequeño montículo de paja o palillos se terminase, al no
haber más combustible, se extinguiría. Del mismo modo, un monje que practica así… no abandonó
totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser
alguien que alcanza el Nibbana sin esfuerzo.
“Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser,
esto no va a ser mío… Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser
alguien que alcanza el Nibbana a través del esfuerzo.
“Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta
podría salir volando de él, elevarse y caer sobre un ancho montículo de paja o palillos. Esto
produciría fuego y humo, pero cuando el ancho montículo de paja o palillos se terminase, al no
haber más combustible, se extinguiría. Así también un monje que practica así… no abandonó
totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser
alguien que alcanza el Nibbana a través del esfuerzo.
“Además, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser,
esto no va a ser mío… Con la completa destrucción de los cinco grilletes menores llega a ser
alguien que va aguas arriba, dirigiéndose hacia el reino Akanittha.
“Por ejemplo, cuando un tazón de hierro que ha sido calentado todo el día es golpeado, una viruta
podría salir volando de él, elevarse y caer sobre un gran montículo de paja o palillos. Esto
produciría fuego y humo, y cuando el gran montículo de paja o palillos se terminase podría quemar
un bosque o una alborada hasta llegar al borde del campo, al borde del camino, al borde de una
montaña rocosa, al borde del agua o a algún deleitoso lugar, y se extinguiría. Del mismo modo, un
monje que practica así… no abandonó totalmente la ignorancia. Con la completa destrucción de los
cinco grilletes menores llega a ser alguien que va aguas arriba, dirigiéndose hacia el reino
Akanittha.
“Estos son, monjes, los siete destinos de las personas.
“Y, ¿qué es, monjes, el logro del Nibbana mediante el no-apego?
“He aquí, un monje practica así: ‘Puede que eso no sea, puede que eso no sea mío. Esto no va a ser,
esto no va a ser mío. Estoy abandonando lo que existe, lo que ha llegado a ser’. Y obtiene la
ecuanimidad. No está apegado a la existencia; no está apegado al surgimiento. Ve con la correcta
sabiduría: ‘Hay aquí un estado superior de la paz’, y ha realizado totalmente aquel estado.
Abandonó totalmente las tendencias subyacentes de la presunción; abandonó totalmente las
tendencias subyacentes de la avidez por la existencia; abandonó totalmente la ignorancia. Con la
completa destrucción de los cinco grilletes menores ha descubierto por sí mismo, en esta presente
vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en
ella, permanece allí. Esto se llama, monjes, el logro del Nibbana mediante el no-apego.
“Estos son, monjes, los siete destinos de las personas y el logro del Nibbana mediante el no-apego”.

NOTA:
[1] Ver nota del Bhikkhu Bodhi en SN 54,5.
AN 7,56 {16A7.2.1.3,56} Tissabrahma Sutta – El Brahma Tissa

Un monje recién fallecido y renacido como Brahma, explica al Venerable Mahamoggallana cómo
algunos de los devas pueden reconocer los logros espirituales de los monjes. El Buda completa la
explicación con una categoría más del logro espiritual, que es la concentración sin-signo, un
término, en sí mismo, no explicado en el sutta y que tampoco tuvo su elaboración en la tradición
budista post-canónica.
[56] {56} Esto he escuchado:
En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el monte Pico del Buitre, cerca de Rajagaha.
Entonces, cuando la noche había avanzado, dos deidades de asombrosa belleza, iluminando todo el
Pico del Buitre, se acercaron al Bienaventurado, le rindieron homenaje y se pararon a un lado. Acto
seguido, una de las deidades dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, estos monjes están
liberados”.
La otra dijo: “Venerable Señor, estos monjes están bien liberados, sin residuos remanentes”.
Esto es lo que dijeron aquellas deidades y el Maestro lo aprobó. Entonces [pensando]: “El Maestro
lo aprobó”, rindieron homenaje al Bienaventurado, rodearon al Bienaventurado cuidando que
permaneciera siempre a su lado derecho y desaparecieron de ahí.
Entonces, pasada la noche, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: “La noche pasada, monjes,
cuando la noche había avanzado, dos deidades de asombrosa belleza, iluminando todo el Pico del
Buitre, se acercaron a mí, me rindieron homenaje y se pararon a un lado. Acto seguido, una de las
deidades me dijo: ‘Venerable Señor, estos monjes están liberados’. La otra dijo: ‘Venerable Señor,
estos monjes están bien liberados, sin residuos remanentes’. Esto es lo que dijeron aquellas deidades
y yo lo aprobé. Entonces [pensando]: ‘El Maestro lo aprobó’, me rindieron homenaje, me rodearon,
cuidando que permaneciera siempre a su lado derecho y desaparecieron de ahí”.
En esta ocasión el Venerable Mahamoggallana estaba sentado no lejos del Bienaventurado.
Entonces, esto se le ocurrió al Venerable Mahamoggallana: “¿Cuáles son los devas que conocen a
uno con residuos remanentes como ‘alguien con residuos remanentes’ y a uno que no tiene residuos
remanentes como ‘alguien sin residuos remanentes’?”.
Ahora bien, en aquel tiempo aquel monje de nombre Tissa, recientemente fallecido, había renacido
en cierto mundo de Brahma. Allí también se lo conocía como “el Brahma Tissa, poderoso y
majestuoso”. Entonces, así como un hombre fuerte extiende su brazo recogido o recoge su brazo
extendido, el Venerable Mahamoggallana desapareció de la montaña Pico del Buitre y reapareció en
aquel mundo de Brahma. Habiendo visualizado al Venerable Mahamoggallana llegando de cierta
distancia, el Brahma Tissa le dijo:
“¡Ven, respetado Moggallana! ¡Seas bienvenido, respetado Moggallana! Hace mucho tiempo ya
desde que tuviste la oportunidad de venir aquí la última vez. Toma asiento, respetado Moggallana.
Este asiento que ha sido preparado”. Y el Venerable Mahamoggallana se sentó en el asiento
preparado. Entonces el Brahma Tissa rindió homenaje al Venerable Mahamoggallana y se sentó a
un lado. Acto seguido el Venerable Mahamoggallana le dijo:
“¿Cuáles son los devas que conocen a uno con residuos remanentes como ‘alguien con residuos
remanentes’ y a uno que no tiene residuos remanentes como ‘alguien sin residuos remanentes’?”.
“Los devas de la compañía del Brahma tienen este conocimiento, respetado Moggallana”.
“¿Todos los devas de la compañía del Brahma tienen este conocimiento, Tissa?”.
“No todos, respetado Moggallana. Aquellos devas de la compañía del Brahma que están contentos
con el espacio vital del Brahma, con la belleza del Brahma, con la felicidad del Brahma, con la
gloria del Brahma, con la autoridad del Brahma y que no entendieron, tal como realmente es, el
escape superior a este, no tienen este conocimiento.
“Pero aquellos devas de la compañía del Brahma que no están contentos con el espacio vital del
Brahma, con la belleza del Brahma, con la felicidad del Brahma, con la gloria del Brahma, con la
autoridad del Brahma y que entendieron, tal como realmente es, el escape superior a este, conocen a
uno con residuos remanentes como ‘alguien con residuos remanentes’ y a uno que no tiene residuos
remanentes como ‘alguien sin residuos remanentes’.
“He aquí, respetado Moggallana, cuando el monje es liberado en ambos respectos, aquellos devas lo
conocen así: ‘Este venerable señor está liberado en ambos respectos. Mientras su cuerpo
permanece, los devas y los seres humanos lo van a ver, pero con el quiebre de su cuerpo, ni devas ni
seres humanos lo verán más’. Es de esa manera que aquellos devas conocen a uno con residuos
remanentes como ‘alguien con residuos remanentes’ y a uno que no tiene residuos remanentes como
‘alguien sin residuos remanentes’.
“Entonces, cuando el monje es liberado a través de la sabiduría, aquellos devas lo conocen así: ‘Este
venerable señor está liberado a través de la sabiduría. Mientras su cuerpo permanece, los devas y los
seres humanos lo van a ver, pero con el quiebre de su cuerpo, ni devas ni seres humanos lo verán
más’. Es de esa manera, también, que aquellos devas conocen a uno con residuos remanentes…
“Entonces, cuando el monje es un testigo corporal liberado a través de la sabiduría, aquellos devas
lo conocen así: ‘Este venerable señor es el testigo corporal. Si este venerable señor recurre a los
alojamientos agradables, busca el soporte en buenos amigos y armoniza sus facultades espirituales,
tal vez descubra por sí mismo, con el conocimiento directo, en esta presente vida aquella
insuperable consumación de la vida espiritual, en búsqueda de la cual, el miembro de clan
correctamente renuncia a la vida hogareña y asume el estilo de vida sin hogar y, sometiéndose a
ella, permanece allí’. Es de esa manera, también, que aquellos devas conocen a uno con residuos
remanentes…
“Entonces, cuando el monje es alguien que alcanzó la visión… alguien liberado por la fe… alguien
seguidor del Dhamma, aquellos devas lo conocen así: ‘Este venerable señor es alguien seguidor del
Dhamma. Si este venerable señor recurre a los alojamientos agradables, busca el soporte en buenos
amigos y armoniza sus facultades espirituales, tal vez descubra por sí mismo, con el conocimiento
directo, en esta presente vida aquella insuperable consumación de la vida espiritual, en búsqueda de
la cual, el miembro de clan correctamente renuncia a la vida hogareña y asume el estilo de vida sin
hogar y, sometiéndose a ella, permanece allí’. Es de esa manera, también, que aquellos devas
conocen a uno con residuos remanentes como ‘alguien con residuos remanentes’ y a uno que no
tiene residuos remanentes como ‘alguien sin residuos remanentes’”.
Entonces, habiéndose deleitado y regocijado en las palabras del Brahma Tissa, así como un hombre
fuerte extiende su brazo recogido o recoge su brazo extendido, el Venerable Mahamoggallana
desapareció de aquel mundo de Brahma y reapareció en la montaña Pico del Buitre. Se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y relató al Bienaventurado el contenido
entero de la conversación que tuvo con el Brahma Tissa.
[El Bienaventurado dijo:] “Pero, Moggallana, ¿no te enseñó el Brahma Tissa acerca de la séptima
persona, de uno que mora en lo de sin-signo?”.
“¡Este es el tiempo para eso, Venerable Señor! ¡Este es el tiempo para eso, oh Sublime! El
Bienaventurado debería enseñar sobre la séptima persona, de uno que mora en lo de sin-signo.
Habiendo escuchado esto de parte del Bienaventurado, los monjes lo retendrán en su mente”.
“Entonces escucha, Moggallana, y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondió el Venerable Mahamoggallana y el Bienaventurado continuó:
“He aquí, Moggallana, a través de la no-atención a cualquier signo, el monje entra y permanece en
la concentración mental sin-signo. Aquellos devas lo conocen así: ‘Este venerable señor, a través de
la no-atención a cualquier signo, entra y permanece en la concentración mental sin-signo. Si este
venerable señor recurre a los alojamientos agradables, busca el soporte en buenos amigos y
armoniza sus facultades espirituales, tal vez descubra por sí mismo, con el conocimiento directo, en
esta presente vida aquella insuperable consumación de la vida espiritual, en búsqueda de la cual, el
miembro de clan correctamente renuncia a la vida hogareña y asume el estilo de vida sin hogar y,
sometiéndose a ella, permanece allí’. Es de esa manera, también, que aquellos devas conocen a uno
con residuos remanentes como ‘alguien con residuos remanentes’ y a uno que no tiene residuos
remanentes como ‘alguien sin residuos remanentes’”.

AN 7,57 Sihasenapati Sutta – El general Siha

El Buda explica a un general los frutos directamente visibles del dar y los beneficios que trae la fe.

[57] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando el pabellón con el techo de dos aguas, en el
Gran Bosque, cerca de Vesali. Estando allí, se le acercó el general Siha, le rindió homenaje, se sentó
a un lado y le dijo:
“¿Es posible, Venerable Señor, señalar algún fruto directamente visible de dar?”.
“Bueno, Siha, voy a preguntarle algo en relación a esto y me responderá cómo mejor le parezca.
“¿Qué opina, Siha, si hubiese dos personas, una de ellas sin fe, avara, mezquina y abusiva, y otra
dotada de la fe, una dadora generosa que se delita en la caridad, a cuál de las dos los arahants
mostrarían su compasión primero: a la que está sin fe, avara, mezquina y abusiva o a la que está
dotada de la fe, una dadora generosa que se delita en la caridad?”.
“¿Por qué, Venerable Señor, los arahants tendrían que mostrar su compasión primero a una persona
sin fe, avara, mezquina y abusiva? Ellos primero mostrarían su compasión a la persona dotada de la
fe, una dadora generosa que se delita en la caridad”.
“Y, ¿qué opina, Siha, a cuál persona los arahants se acercarían primero: a la que está sin fe, avara,
mezquina y abusiva o la que está dotada de la fe, una dadora generosa que se delita en la caridad?”.
“¿Por qué, Venerable Señor, los arahants tendrían que acercarse primero a una persona sin fe, avara,
mezquina y abusiva? Ellos primero se acercarían a la persona dotada de la fe, una dadora generosa
que se delita en la caridad”.
“Y, ¿qué opina, Siha, de cuál persona los arahants recibirían la comida de la limosna primero: de la
que está sin fe, avara, mezquina y abusiva o de la que está dotada de la fe, una dadora generosa que
se delita en la caridad?”.
“¿Por qué, Venerable Señor, los arahants tendrían que recibir la comida de la limosna primero de
una persona sin fe, avara, mezquina y abusiva? Ellos primero recibirían la comida de la limosna de
la persona dotada de la fe, una dadora generosa que se delita en la caridad”.
“Y, ¿qué opina, Siha, a cuál persona los arahants enseñarían el Dhamma primero: a la que está sin
fe, avara, mezquina y abusiva o a la que está dotada de la fe, una dadora generosa que se delita en la
caridad?”.
“¿Por qué, Venerable Señor, los arahants tendrían que enseñarle el Dhamma primero a una persona
sin fe, avara, mezquina y abusiva? Ellos primero enseñarían el Dhamma a la persona dotada de la
fe, una dadora generosa que se delita en la caridad”.
“Y, ¿qué opina, Siha, cuál persona adquiriría una buena reputación: la que está sin fe, avara,
mezquina y abusiva o la que está dotada de la fe, una dadora generosa que se delita en la caridad?”.
“¿Por qué, Venerable Señor, una persona sin fe, avara, mezquina y abusiva adquiriría una buena
reputación? La persona dotada de la fe, una dadora generosa que se delita en la caridad, adquiriría
una buena reputación”.
“Y, ¿qué opina, Siha, cuál persona se acercaría a cualquier asamblea —sea de los khattiyas, los
brahmanes, hombres hogareños o ascetas― con confianza e integridad, la que está sin fe, avara,
mezquina y abusiva o la que está dotada de la fe, una dadora generosa que se delita en la caridad?”.
“¿Por qué, Venerable Señor, una persona sin fe, avara, mezquina y abusiva se acercaría a cualquier
asamblea —sea de los khattiyas, los brahmanes, hombres hogareños o ascetas― con confianza e
integridad? La persona dotada de la fe, una dadora generosa que se delita en la caridad, se acercaría
a cualquier asamblea —sea de los khattiyas, los brahmanes, hombres hogareños o ascetas― con
confianza e integridad”.
“Y, ¿qué opina, Siha, con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte, cuál persona renacería en
un buen destino, en el mundo celestial: la que está sin fe, avara, mezquina y abusiva o la que está
dotada de la fe, una dadora generosa que se delita en la caridad?”.
“¿Por qué, Venerable Señor, una persona sin fe, avara, mezquina y abusiva renacería en un buen
destino, en el mundo celestial? La persona dotada de la fe, una dadora generosa que se delita en la
caridad renacería en un buen destino, en el mundo celestial.
“Venerable Señor, yo no voy por la fe en el Bienaventurado en referencia a aquellos seis frutos de
dar declarados por el Bienaventurado. Yo también los conozco. Por cuanto soy un dador, un dador
generoso, los arahants me muestran la compasión primero. Soy un dador, un dador generoso y los
arahants se me acercan a mí primero. Soy un dador, un dador generoso y los arahants reciben la
comida de la limosna de mi primero. Soy un dador, un dador generoso y los arahants me enseñan el
Dhamma a mí primero. Soy un dador, un dador generoso y tengo buena reputación como el dador,
defensor y sostén del Sangha. Soy un dador, un dador generoso y cuando me acerco a cualquier
asamblea —sea de los khattiyas, los brahmanes, hombres hogareños o ascetas― me acerco allí con
confianza e integridad. Por eso, yo no voy por la fe en el Bienaventurado en referencia a aquellos
seis frutos de dar declarados por el Bienaventurado. Yo también los conozco. Pero cuando el
Bienaventurado me dijo: ‘Siha, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, un dador, un dador
generoso renace en buen destino, en el mundo celestial. Este también es un fruto directamente
visible del dar’, esto yo no lo conozco, y es ahí donde voy por la fe en el Bienaventurado”.
“¡Así es, Siha, así mismo es! Con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte, un dador, un dador
generoso renace en buen destino, en el mundo celestial. Este también es un fruto directamente
visible de dar”.

AN 7,58 Arakkheyya Sutta – Sin necesidad de esconder


Cuatro cosas que un Tathagata no necesita esconder y tres de las cuales es irreprochable.
[58] “Monjes, he aquí estas cuatro cosas que el Tathagata no necesita esconder y tres cosa acerca de
las cuales es irreprochable.
“Y, ¿cuáles son las cuatro cosas que el Tathagata no necesita esconder?
“Monjes, el Tathagata es alguien cuya conducta virtuosa está purificada. He ahí que no hay mala
conducta corporal alguna como parte del Tathagata que tendría necesidad de esconder [pensando]:
‘Que los demás no encuentren eso de mí’.
“Además, monjes, el Tathagata es alguien cuya conducta verbal está purificada. He ahí que no hay
mala conducta verbal alguna como parte del Tathagata que tendría necesidad de esconder
[pensando]: ‘Que los demás no encuentren eso de mí’.
“Monjes, el Tathagata es alguien cuya conducta virtuosa está purificada. He ahí que no hay mala
conducta mental alguna como parte del Tathagata que tendría necesidad de esconder [pensando]:
‘Que los demás no encuentren eso de mí’.
“Monjes, el Tathagata es alguien cuyo modo de vida está purificado. He ahí que no hay mal modo
de vida como parte del Tathagata que tendría necesidad de esconder [pensando]: ‘Que los demás no
encuentren eso de mí’.
“Estas son, monjes, las cuatro cosas que el Tathagata no necesita esconder. “Y, ¿cuáles son las tres
cosas acerca de las cuales el Tathagata es irreprochable?
“El Tathagata, monjes, es alguien cuyo Dhamma está bien expuesto, en consideración al cual, no
veo base alguna para que los ascetas, brahmanes, devas, Mara, Brahma o cualquiera en el mundo
pueda hacerme algún reproche justificado: ‘Por esta u otra razón, tu Dhamma no está bien
expuesto’. Puesto que no veo semejante base, permanezco seguro, sin miedo y con auto-confianza.
“Además, monjes, he proclamado bien a mis discípulos la práctica conducente al Nibbana, de
manera tal que, practicando de acuerdo con ella, [alcanzando] la destrucción de las
contaminaciones, ellos descubren por sí mismos, con el conocimiento directo y en esta presente
vida, la inmaculada liberación de la mente, la liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado
en ella, permanecen allí. En consideración a esto, no veo base alguna para que los ascetas,
brahmanes, devas, Mara, Brahma o cualquiera en el mundo pueda hacerme algún reproche
justificado: ‘Por esta u otra razón, no has proclamado bien a tus discípulos la práctica conducente al
Nibbana, de manera tal que, practicando de acuerdo con ella, [alcanzando] la destrucción de las
contaminaciones, ellos descubran por sí mismos, con el conocimiento directo y en esta presente
vida, la inmaculada liberación de la mente, la liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado
en ella, permanezcan allí’. Puesto que no veo semejante base, permanezco seguro, sin miedo y con
auto-confianza.
“Además, monjes, mi asamblea consiste en miles y miles de discípulos, los cuales, con la
destrucción de sus contaminaciones descubrieron por sí mismos, con el conocimiento directo y en
esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, la liberación a través de la sabiduría y,
habiendo entrado en ella, permanecen allí. En consideración a esto, no veo base alguna para que los
ascetas, brahmanes, devas, Mara, Brahma o cualquiera en el mundo pueda hacerme algún reproche
justificado: ‘Por esta u otra razón, no es el caso que tu asamblea consista en miles y miles de
discípulos, los cuales, con la destrucción de sus contaminaciones hayan descubierto por sí mismos,
con el conocimiento directo y en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, la
liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, hayan permanecido allí’. Puesto que
no veo semejante base, permanezco seguro, sin miedo y con auto-confianza.
“Estas son, monjes, las tres cosas acerca de las cuales el Tathagata es irreprochable”.

AN 7,59 Kimila (o Kimbila) Sutta – En Kimila


Razones por las cuales el buen Dhamma perdura, o no, por mucho tiempo después de la muerte de
un Buda.
[59] Esto he escuchado:
En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en una arboleda de árboles nicula, cerca de
Kimila. Entonces el Venerable Kimila se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a
un lado y dijo:
“¿Cuál es la causa, Venerable Señor, y cuál es la razón, por la cual el buen Dhamma no continúa por
mucho tiempo después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final?”.
“He aquí, Kimila, después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final, los monjes, las
monjas, los seguidores laicos y las seguidoras laicas moran sin la reverencia y deferencia hacia el
Maestro. Ellos moran sin la reverencia y deferencia hacia el Dhamma. Moran sin la reverencia y
deferencia hacia el Sangha. Moran sin la reverencia y deferencia hacia el entrenamiento. Moran sin
la reverencia y deferencia hacia la concentración. Moran sin la reverencia y deferencia hacia la
atención. Y moran sin la reverencia y deferencia hacia la hospitalidad. Ésta es la causa y la razón,
por la cual el buen Dhamma no continúa por mucho tiempo después de que el Tathagata haya
alcanzado el Nibbana final”.
“Y, ¿cuál es la causa, Venerable Señor, y cuál es la razón, por la cual el buen Dhamma continúa por
mucho tiempo después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final?”.
“He aquí, Kimila, después de que el Tathagata haya alcanzado el Nibbana final, los monjes, las
monjas, los seguidores laicos y las seguidoras laicas moran con reverencia y deferencia hacia el
Maestro. Ellos moran con reverencia y deferencia hacia el Dhamma. Moran con reverencia y
deferencia hacia el Sangha. Moran con reverencia y deferencia hacia el entrenamiento. Moran con
reverencia y deferencia hacia la concentración. Moran con reverencia y deferencia hacia la
atención. Y moran con reverencia y deferencia hacia la hospitalidad. Ésta es la causa y la razón, por
la cual el buen Dhamma continúa por mucho tiempo después de que el Tathagata haya alcanzado el
Nibbana final”.

AN 7,61 {16A7.2.1.8,61} Pacalayamana Sutta – Dormitando

El Buda ofrece diferentes consejos sobre cómo vencer la somnolencia durante la meditación.
[61] {61} En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando entre los bhaggas, en el Parque de los
Venados de la arboleda Bhesakala, cerca de la guarida de los cocodrilos. Al mismo tiempo, el
venerable Maha Moggallana estaba sentado dormitando cerca del pueblo de Kallavalaputta en
Magadha. Y el Bienaventurado, con su ojo divino, que es purificado y superior al humano, vio al
venerable Maha Moggallana cuando estaba sentado dormitando cerca del pueblo de Kallavalaputta
en Magadha. Tan pronto como vio esto, al igual que un hombre fuerte extiende su brazo doblado o
lo dobla cuando está extendido, desapareció de entre los bhaggas, del Parque de los Venados de la
arboleda Bhesakala, cerca de la guarida de los cocodrilos y reapareció cerca del pueblo de
Kallavalaputta en Magadha, justo enfrente del venerable Maha Moggallana. Estando ahí, se sentó
en el asiento preparado para él. Una vez sentado ahí, el Bienaventurado dijo esto al venerable Maha
Moggallana: “Moggallana, ¿estás dormitando, Moggallana, estás dormitando?”
“Sí, Venerable Señor”.
“Entonces, bien, Moggallana, cualquier percepción que tengas en la mente cuando la somnolencia
desciende sobre ti, no atiendas esta percepción ni la persigas. Es posible que haciendo esto, puedas
sacudirte de tu somnolencia.
“Pero, si haciendo esto, no puedes sacudirte de tu somnolencia, entonces haz volver tu conciencia
del Dhamma, tal como lo habías escuchado y memorizado; examínala y reflexiona sobre ella en tu
mente. Es posible que haciendo esto, puedas sacudirte de tu somnolencia.
“Pero, si haciendo esto, no puedes sacudirte de tu somnolencia, entonces repite en voz alta el
Dhamma tal como lo habías escuchado y memorizado. Es posible que haciendo esto, puedas
sacudirte de tu somnolencia.
“Pero, si haciendo esto, no puedes sacudirte de tu somnolencia, entonces estira a ambos lóbulos de
tus orejas y friegues tus miembros con tus manos. Es posible que haciendo esto, puedas sacudirte de
tu somnolencia.
“Pero, si haciendo esto, no puedes sacudirte de tu somnolencia, entonces levántate de tu asiento y,
después de lavar tus ojos con el agua, mira alrededor en todas las direcciones y hacia arriba, hacia
las estrellas y constelaciones mayores. Es posible que haciendo esto, puedas sacudirte de tu
somnolencia.
“Pero, si haciendo esto, no puedes sacudirte de tu somnolencia, entonces atiende la percepción de la
luz, resuelve fijar tu atención en el tiempo diurno, morando de noche como si fuera de día, y de día
como si fuera de noche. Por causa de esta conciencia, así abierta y libre de obstáculos, se desarrolla
una mente luminosa. Es posible que haciendo esto, puedas sacudirte de tu somnolencia.
“Pero, si haciendo esto, no puedes sacudirte de tu somnolencia, entonces –percibiendo lo que se
encuentra enfrente y atrás- ponte a una distancia para hacer la meditación caminando hacia atrás y
adelante, con tus sentidos inmersos en el interior, no permitiendo que tu mente se extravíe hacia lo
externo. Es posible que haciendo esto, puedas sacudirte de tu somnolencia.
“Pero, si haciendo esto, no puedes sacudirte de tu somnolencia, entonces –reclinándote sobre tu
lado derecho- toma la postura del león, puesto un pie sobre el otro, consciente, alerta, con tu mente
puesta en levantarse. Tan pronto como te despiertes, levántate rápidamente con este pensamiento:
‘no voy a consentirme en el placer de seguir recostado ni en el placer de la somnolencia’. Así es
cómo deberías entrenarte a ti mismo.
“Además, Moggallana, deberías entrenarte a ti mismo de esta manera: ‘no voy a visitar a las
familias con mi ego levantado.’ Así deberías entrenarte a ti mismo. Entre las familias hay diferentes
tareas que han de ser realizadas, así que esta gente no presta atención a un monje que les visita. Si el
monje que les visita, lo hace con el ego levantado, se le ocurre este pensamiento: ‘y ahora ¿quién
me embrolló a mí –el asceta mendigante- con esta familia? La gente parece que no me aprecia.’ No
recibiendo nada, llega a avergonzarse. Avergonzado, llega a inquietarse. Inquieto, llega a
desenfrenarse. Desenfrenado, su mente está lejos de la concentración.
“Además, Moggallana, deberías entrenarte a ti mismo de esta manera: ‘no voy a hablar de manera
provocativa.’ Así deberías entrenarte a ti mismo. Cuando se habla provocativamente, han de
esperarse muchas discusiones. Cuando hay muchas discusiones, llega la inquietud. Alguien que esté
inquieto, llega a desenfrenarse. Desenfrenado, su mente está lejos de la concentración.
“No es el caso, Moggallana, que yo alabe el compañerismo de toda clase. Tampoco es el caso que
desprecie toda clase de compañerismo. No alabo el compañerismo con los hombres hogareños y los
renunciantes. Sino alabo asociarse con esta clase de sitios para morar: sitios que están libres de
ruidos, libres de sonidos, libres del aliento humano, donde uno puede recluirse apropiadamente, sin
ser perturbado por la gente.”
Cuando esto fue dicho, el venerable Moggallana dijo al Bienaventurado: “Brevemente, venerable
señor, ¿en respecto a qué el monje es liberado de la destrucción de la avidez, totalmente y por
completo, totalmente libre del cautiverio, seguidor de una vida totalmente santa, totalmente
consumado: primero entre los humanos y devas?”
“Este es el caso, Moggallana, en que el monje ha escuchado esto: ‘todos los fenómenos son
indignos del apego.’ Habiendo escuchado que todos los fenómenos son indignos del apego, conoce
plenamente todas las cosas. Habiendo conocido plenamente todas las cosas, comprende plenamente
todas las cosas. Habiendo comprendido plenamente todas las cosas, entonces, cualquier sensación
que experimenta –placer, dolor, ni placer ni dolor- permanece enfocado en la transitoriedad,
enfocado en el desapasionamiento, enfocado en el cese, enfocado en el renunciamiento referente a
estas sensaciones. Y como permanece enfocado en la transitoriedad, enfocado en el
desapasionamiento, enfocado en el cese, enfocado en el renunciamiento referente a estas
sensaciones, no se apega a nada en el mundo. No apegado, no se agita. No agitado, no está atrapado
por él. Y entonces discierne así: ‘El nacimiento ha terminado. La tarea ha sido hecha. No hay nada
más por devenir en este mundo’.
“En referencia a ésto, Moggallana, aquel monje, en breve, es liberado de la destrucción de la avidez,
totalmente y por completo, totalmente libre del cautiverio, seguidor de una vida totalmente santa,
totalmente consumado: primero entre los humanos y devas.”

AN 7,62 {16A7.2.1.9,62} Metta Sutta – El amor benevolente


El Buda insta a los monjes a que “no tuvieran miedo del mérito” y detalla los beneficios que ha
cosechado del cultivo del amor benevolente en su previa vida.

[62] {62} “Monjes, no tengáis miedo del mérito. Esto es la designación para la felicidad, es decir, el
mérito.
“Recuerdo que por mucho tiempo experimenté los deseables, preciosos y agradables resultados del
mérito que ha sido hecho por mucho tiempo. Por siete años desarrollé la mente en el amor
benevolente. En consecuencia, por siete eones de disolución y evolución del mundo, no retrocedí a
este mundo. Mientras el mundo estaba disuelto he ido al [reino de] flujo radiante. Cuando el mundo
evolucionaba renací en la vacía mansión del Brahma. Allí yo fui el Brahma, el Gran Brahma, el
vencedor, el invencible, el vidente universal, el portador de maestría. Fui el Sakka, el gobernador de
los devas, treinta y seis veces. Cientos de veces fui el monarca que gira la Rueda, conquistador,
cuyos dominios se extienden a los cuatro límites, uno que alcanzó la estabilidad en su país, que
poseyó a las siete joyas. Yo tuve esas siete joyas, es decir: la joya de la rueda, la joya del elefante, la
joya del caballo, la joya de la piedra preciosa, la joya de la mujer, la joya del tesorero y la joya del
consejero, como la séptima. He tenido miles de hijos que han sido héroes, hombres vigorosos,
capaces de destrozar los ejércitos de sus enemigos. Reiné después de haber conquistado esta tierra
hasta los límites del océano, y no por fuerza ni armas, sino por el Dhamma.
“Si alguien busca la felicidad, que mire el resultado
del mérito y de las acciones beneficiosas.
Por siete años desarrollé la mente de amor benevolente,
oh monjes, y por siete eones
de disolución y evolución,
no he regresado a este mundo.
“Cuando el mundo estaba disuelto,
he ido al [reino de] flujo radiante.
Cuando el mundo estaba evolucionando
he ido a la vacía [mansión] del Brahma.
“Siete veces fui el Gran Brahma,
el portador de maestría;
treinta y seis veces fui el gobernador de los devas,
ejerciendo el gobierno sobre los devas.
“Fui el monarca que gira la Rueda,
el señor de Jambudipa,
el khattiya de la cabeza ungida,
el soberano entre los seres humanos.
“Sin fuerza ni armas
he conquistado esa tierra.
Goberné con rectitud,
sin la violencia, por medio del Dhamma,
ejerciendo la soberanía a través del Dhamma
sobre esta esfera de la tierra.
“He nacido en el seno de una rica familia,
con abundantes riquezas y propiedades,
dotado de toda clase de placeres sensoriales,
poseedor de las siete joyas.
Eso está bien enseñado por los Budas,
los benefactores del mundo:
esta es la causa de la grandeza por la cual
uno es llamado el señor de la tierra.
“Fui un rey que brilló con el resplandor,
uno con abundantes riquezas y comodidades.
Fui el señor de Jambudipa,
poderoso y glorioso.
¿Quién, incluso de bajo nacimiento,
no pondría confianza en eso cuando lo escuchase?
Por eso, si alguien desea el bien,
aspira la grandeza,
debería profundamente reverenciar el buen Dhamma,
recordando la enseñanza de los Budas”.

AN 7,63 Bhariya Sutta – Las esposas

El Buda instruye, a una esposa escandalosa, sobre las siete clases de esposas.

[63] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda del Jeta, en el Parque de
Anathapindica, cerca de Savatthi. Entonces, por la mañana temprano el Bienaventurado se vistió,
tomó su cuenco y hábito exterior, y fue a la residencia del hombre hogareño Anathapindika, donde
se sentó en el asiento preparado previamente para él.
En esa ocasión, la gente de la residencia de Anathapindika estaba haciendo un bullicio y un
escándalo. Entonces el hombre hogareño se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó
a un lado y el Bienaventurado le dijo:
“Hombre hogareño, ¿por qué la gente de tu residencia está haciendo este bullicio y escándalo? Uno
pensaría que son los pescadores repartiendo el botín de los pescados”.
“Venerable Señor, esta es mi hijastra que es rica y llegó aquí de una familia acomodada. Ella no
obedece a su padrastro, su madrastra ni a su esposo. Tampoco honra, respeta, estima ni venera al
Bienaventurado”.
Entonces el Bienaventurado se dirigió a Sujata: “Ven aquí, Sujata”.
“Sí, Venerable Señor”, respondió. Acto seguido se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y
se sentó a un lado. Entonces el Bienaventurado le dijo:
“Sujata, un hombre puede tener siete clases de esposas. Y, ¿cuáles son esas siete? Una como
asesina, una como ladrona, una como tirana, una como madre, una como hermana, una como amiga
y una como esclava. Un hombre puede tener estas siete clases de esposas, y ¿qué clase eres tú?”.
“Venerable Señor, no entendí los detalles del significado de esta declaración que el Bienaventurado
hizo en resumen. Por favor, que el Bienaventurado me enseñe el Dhamma de tal manera que pueda
entender en detalle el significado de esta declaración hecha en resumen”.
“Entonces escucha, Sujata, y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondió ella y el Bienaventurado continuó:
“Con la mente de odio, carente de simpatía,
Envidiando a los demás, menospreciando a su marido,
Busca matar al que le dio riquezas:
Una esposa así, se llama esposa como asesina.
"Cuando el esposo de una mujer adquiere riquezas
Mediante duro trabajo de su oficio, en el comercio o la agricultura,
Ella trata de robarlo, incluso si fuera poco:
Una esposa así, se llama esposa como una ladrona.
“Una glotona perezosa que no quiere trabajar,
Severa, feroz, áspera en la forma de hablar,
Una mujer que domina sus propios partidarios:
Una esposa así, se llama esposa como una tirana.
"Alguien siempre benevolente y simpática,
Que cuida a su marido como una madre cuida a su hijo,
Que protege la riqueza que gana:
Una esposa así, se llama esposa como una madre.
"Ella siempre tiene a su marido en alta estima
Como una hermana menor a su hermano mayor,
Consciente, sigue la voluntad de su marido:
Una esposa así, se llama esposa como una hermana.
“Aquella que se alegra cuando ve a su marido
Como si viera a un amigo después de una larga ausencia;
Bien elevada, virtuosa, dedicada a su marido:
Una esposa así, se llama esposa como una amiga.
"Aquella que se mantiene paciente y tranquila,
Cuando se ve amenazada por la vara,
Tolera a su marido con una mente libre de odio,
Paciente, sumisa a la voluntad de su marido:
Una esposa así, se llama esposa como esclava.
“Estas clases de esposas que se llaman
Asesina, ladrona y tirana,
Inmoral, áspera, irrespetuosa,
Con el quiebre del cuerpo van al infierno.
“Pero las clases de esposas llamadas aquí
Madre, hermana, amiga y esclava,
Firmes en la virtud, restringiéndose por mucho tiempo,
Con el quiebre del cuerpo van al cielo.
“Un hombre, Sujata, puede tener estas siete clases de esposas, y ¿qué clase eres tú?”.
“A partir de hoy, Venerable Señor, que el Bienaventurado me considere una esposa que es como una
esclava”.

AN 7,65 Hiriottappasu Sutta – Vergüenza moral

Curso secuencial de la práctica del monje comparado con el crecimiento de un árbol.

[65] “Monjes, cuando no hay el sentido de vergüenza moral y pavor moral, para alguien con la
vergüenza moral y pavor moral deficientes, la restricción de las facultades sensoriales carece de su
causa próxima. Cuando no hay restricción de las facultades sensoriales, para alguien con la
restricción de las facultades sensoriales deficiente, la conducta virtuosa carece de su causa próxima.
Cuando no hay conducta virtuosa, para alguien de conducta virtuosa deficiente, la recta
concentración carece de su causa próxima. Cuando no hay recta concentración, para alguien con la
recta concentración deficiente, el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo realmente son,
carecen de su causa próxima. Cuando no hay el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo
realmente son, para alguien con el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo realmente son
deficientes, el desencantamiento y el desapasionamiento carecen de sus causas próximas. Cuando
no hay desencantamiento ni desapasionamiento, para alguien con el desencantamiento y
desapasionamiento deficientes, el conocimiento y la visión de la liberación carecen de su causa
próxima.
“Imaginad, monjes, un árbol deficiente en ramas y follaje. Entonces sus brotes no crecerán en
plenitud, al igual que su corteza, la parte blanda y el duramen tampoco crecerán en plenitud. De la
misma manera, monjes, cuando no hay el sentido de vergüenza moral y pavor moral, para alguien
con la vergüenza moral y pavor moral deficientes, la restricción de las facultades sensoriales carece
de su causa próxima… el conocimiento y la visión de la liberación carecen de su causa próxima.
“Monjes, cuando hay el sentido de vergüenza moral y pavor moral, para alguien que posee la
vergüenza moral y pavor moral, la restricción de las facultades sensoriales posee su causa próxima.
Cuando hay restricción de las facultades sensoriales, para alguien que posee la restricción de las
facultades sensoriales, la conducta virtuosa posee su causa próxima. Cuando hay conducta virtuosa,
para alguien que posee la conducta virtuosa, la recta concentración posee su causa próxima. Cuando
hay recta concentración, para alguien que posee la recta concentración, el conocimiento y la visión
de las cosas tal cómo realmente son, poseen su causa próxima. Cuando hay el conocimiento y la
visión de las cosas tal cómo realmente son, para alguien que posee el conocimiento y la visión de
las cosas tal cómo realmente son, el desencantamiento y el desapasionamiento poseen sus causas
próximas. Cuando hay desencantamiento y desapasionamiento, para alguien que posee el
desencantamiento y desapasionamiento, el conocimiento y la visión de la liberación poseen de su
causa próxima.
“Imaginad, monjes, a un árbol que posee las ramas y el follaje. Entonces sus brotes crecerán en
plenitud, al igual que su corteza, la parte blanda y el duramen también crecerán en plenitud. De la
misma manera, monjes, cuando hay el sentido de vergüenza moral y pavor moral, para alguien que
posee la vergüenza moral y pavor moral, la restricción de las facultades sensoriales posee su causa
próxima… el conocimiento y la visión de la liberación poseen su causa próxima”.

AN 7,66 {16A7.2.2.2,66} Sattasuriya Sutta – Los siete soles

El Buda señala que en algún momento dado de la historia, hasta la grandiosa tierra con sus
majestuosas montañas arderán en el fuego y desaparecerán, mostrando la transitoriedad de todo.

[66] {66} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda de Ambapali, cerca de
Vesali. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes, y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, los fenómenos condicionados son transitorios; los fenómenos condicionados son
inestables; los fenómenos condicionados son poco fiables. Esto es suficiente para llegar a estar
desencantado con todos los fenómenos condicionados, suficiente para llegar a estar desapasionado
hacia ellos, suficiente para estar liberado de ellos.
“Monjes, Sineru, el rey de las montañas, tiene 84.000 yojanas de alto y 84.000 yojanas de ancho;
está sumergido 84.000 yojanas en el gran océano y se eleva 84.000 yojanas por encima del gran
océano.
“He aquí, monjes, vendrá el tiempo, en el cual no caerá lluvia por muchos años, por cientos de años,
por miles de años, por cientos de miles de años. Cuando la lluvia no cae, las semillas vitales y la
vegetación, las plantas medicinales, el pasto y los gigantes árboles del bosque se marchitan, se
secan y dejan de existir. Así de transitorios son los fenómenos condicionados; así de inestables y
poco fiables. Esto es suficiente para llegar a estar desencantado con todos los fenómenos
condicionados, suficiente para llegar a estar desapasionado hacia ellos, suficiente para estar liberado
de ellos.
“He aquí, monjes, vendrá el tiempo cuando, después de mucho tiempo, aparecerá el segundo sol.
Con la aparición del segundo sol se secarán y se evaporarán los pequeños ríos y lagos, y dejarán de
existir. Así de transitorios son los fenómenos condicionados… Esto es suficiente para estar liberado
de ellos.
“He aquí, monjes, vendrá el tiempo cuando, después de mucho tiempo, aparecerá el tercer sol. Con
la aparición del tercer sol se secarán y se evaporarán los grandes ríos Ganges, Yamuna, Aciravati,
Sarabhu y Mahi, y dejarán de existir. Así de transitorios son los fenómenos condicionados… Esto es
suficiente para estar liberado de ellos.
“He aquí, monjes, vendrá el tiempo cuando, después de mucho tiempo, aparecerá el cuarto sol. Con
la aparición del cuarto sol se secarán y se evaporarán los grandes lagos a partir de los cuales se
originan aquellos grandes ríos —Anotatta, Sihapapata, Rathakara, Kannamunda, Kunala, Chaddanta
y Mandakini— y dejarán de existir. Así de transitorios son los fenómenos condicionados… Esto es
suficiente para estar liberado de ellos.
“He aquí, monjes, vendrá el tiempo cuando, después de mucho tiempo, aparecerá el quinto sol. Con
la aparición del quinto sol, las aguas del gran océano bajarán mil yojanas, doscientas yojanas…
trescientas yojanas… setecientas yojanas. El agua que queda en el gran océano alcanzará la altura
de siete palmeras… altura de seis palmeras… cinco palmeras… cuatro palmeras… tres palmeras…
dos palmeras… una sola palmera. El agua que queda en el gran océano tendrá siete brazas de
profundidad… seis brazas de profundidad… cinco brazas de profundidad… cuatro brazas de
profundidad… tres brazas de profundidad… dos brazas de profundidad… una sola braza de
profundidad… media braza de profundidad… El agua que queda en el gran océano llegará hasta la
cintura… hasta las rodillas… hasta los tobillos. Al igual que en el otoño, cuando las gruesas gotas
de lluvia se vierten hacia abajo, las aguas están en las huellas del ganado aquí y allí, así también las
aguas que quedan en el gran océano estarán aquí y allá en charcos del tamaño de la huella del
ganado. Con la aparición del quinto sol, el agua que queda en el gran océano no será suficiente ni
siquiera para cubrir las articulaciones de los dedos. Así de transitorios son los fenómenos
condicionados… Esto es suficiente para estar liberado de ellos.
“He aquí, monjes, vendrá el tiempo cuando, después de mucho tiempo, aparecerá el sexto sol. Con
la aparición del sexto sol, esta gran tierra y Sineru, el rey de las montañas, van a humear,
vaporizarse y arder en llamas. Al igual que, cuando se enciende el fuego del alfarero, el mismo
humea, se vaporiza y arde en llamas, así también con la aparición del sexto sol, esta gran tierra y
Sineru, el rey de las montañas, van a humear, vaporizarse y arder en llamas. Así de transitorios son
los fenómenos condicionados… Esto es suficiente para estar liberado de ellos.
“He aquí, monjes, vendrá el tiempo cuando, después de mucho tiempo, aparecerá el séptimo sol.
Con la aparición del séptimo sol, esta gran tierra y Sineru, el rey de las montañas, van a estallar en
llamas, se incendiarán intensamente, hasta llegar a ser una gran masa de fuego. Al arder y quemarse,
esta gran tierra y Sineru, el fuego, levantado por el viento, subirá hasta el mundo de Brahma. Al
arder y quemarse, al someterse a la destrucción y siendo superados por la gran masa de calor, los
picos de las montañas de la altura de cien yojanas se desintegrarán. Picos de las montañas de la
altura de doscientas yojanas… trescientas yojanas… cuatrocientas yojanas… quinientas yojanas se
desintegrarán.
“Cuando esta gran tierra y Sineru, el rey de las montañas, ardan y se quemen, no se verá hollín ni
cenizas. Al igual que cuando arde y se quema la mantequilla o el aceite, no se ven hollín ni cenizas,
así tampoco se verán hollín ni cenizas cuando se quemen y ardan esta gran tierra y Sineru, el rey de
las montañas. Así de transitorios son los fenómenos condicionados; así de inestables y poco fiables.
Esto es suficiente para llegar a estar desencantado con todos los fenómenos condicionados,
suficiente para llegar a estar desapasionado hacia ellos, suficiente para estar liberado de ellos.
“Monjes, ¿quiénes, excepto aquellos que han visto la verdad, pensarían o creerían esto: ‘Esta gran
tierra y Sineru, el rey de las montañas, se van a quemar, destruir y no existirán más’?
“He aquí, monjes, en el pasado remoto, vivía un maestro de nombre Sunetta, el fundador de una
doctrina espiritual sin codicia por los placeres sensuales. El maestro Sunetta tenía cientos de
discípulos, a los cuales enseñaba el Dhamma por la compañía con el mundo de Brahma. Cuando
estaba enseñando, aquellos que entendieron su enseñanza por completo, con el quebrantamiento del
cuerpo, después de la muerte, renacieron en el buen destino, en el mundo de Brahma. Pero los que
no entendieron su enseñanza por completo, con el quebrantamiento del cuerpo, después de la
muerte, algunos renacieron en compañía de los devas que controlan lo que ha sido creado por otros,
otros en compañía de los devas que se deleitan en la creación, otros en compañía de los devas de
Tusita, otros en compañía de los devas de Yama, otros en compañía de los devas de Tavatimsa y
otros en compañía de los devas de los Cuatro Grandes Reyes. Algunos renacieron en compañía de
los influentes khattiyas, otros en compañía de los influentes brahmanes y otros en compañía de los
influentes hombres hogareños.
“Entonces, monjes, esto se le ocurrió al maestro Sunetta: ‘No es conveniente que tuviera
exactamente el mismo destino que mis discípulos. Voy a desarrollar más el amor benevolente’.
Entonces, por siete años, el maestro Sunetta desarrolló el amor benevolente. En consecuencia, en
espacio de siete eones de la disolución y evolución del mundo no regresó a este mundo. Y cuando el
mundo fue disuelto pasó al [reino] de la corriente de resplandor. Cuando el mundo evolucionó,
renació en las mansiones vacías del Brahma. Allí, llegó a ser Brahma, el Gran Brahma, el vencedor,
el invicto, el visionario universal, el portador de la maestría. Llegó a ser Sakka, el gobernador de los
devas, treinta y tres veces. Muchas veces llegó a ser el Monarca que pone en movimiento la rueda,
el recto rey que gobierna mediante el Dhamma, el conquistador, cuya reinado se extiende a los
cuatro puntos cardinales, que logra la estabilidad en su país, que posee las siete gemas. Tuvo mil
hijos que fueron héroes, vigorosos, capaces de aplastar a los ejércitos de sus enemigos. Reinó,
después de haber conquistado la tierra hasta sus límites con el océano, y no a través de la fuerza y
las armas, sino mediante el Dhamma.
“Monjes, por más que tuvo semejantemente grande espacio vital y continuó por tiempo igualmente
largo, el maestro Sunetta todavía no estaba libre del nacimiento, de la vejez, la muerte, el dolor,
lamento, pena, desaliento ni angustia. Aún no estaba libre de la insatisfacción, afirmo yo. Y, ¿por
qué así? Porque no entendió aún la penetración de cuatro cosas. Y, ¿cuáles son estas cuatro? La
noble conducta virtuosa, la noble concentración, la noble sabiduría y la noble liberación.
“La noble conducta virtuosa, monjes, ha de ser comprendida y penetrada. La noble concentración
ha de ser comprendida y penetrada. La noble sabiduría ha de ser comprendida y penetrada. La noble
liberación ha de ser comprendida y penetrada. El anhelo por la existencia ha de ser apartado; el
conducto a la existencia ha de ser destruido; entonces, no habrá más existencias renovadas”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Habiendo dicho esto, el Sublime, el Maestro agregó:
“Conducta virtuosa, concentración, sabiduría
E insuperable liberación:
Estas cosas el ilustre Gotama
Entendió por sí mismo.
“Habiendo conocido estas cosas,
El Buda enseñó el Dhamma a sus monjes.
El Maestro, el que pone fin a la insatisfacción,
El que tiene la visión, alcanzó el Nibbana”.
AN 7,67 {16A7.2.2.3,67} Nagaropama Sutta – Símil de la
fortaleza

En este sutta, la mente está comparada con una fortaleza: así como un fortín debe ser provisto de
ciertos accesorios para no ser asaltado por el enemigo, la mente debe poseer ciertas cualidades
paralelas para que no sea asaltada por el Mara, el Malvado.
[67] {67} “Monjes, cuando una fortaleza real está bien provista de siete accesorios del fortín y las
facilidades de ganancias, y se pueden obtener fácilmente y a voluntad las cuatro clases de
provisiones, se dice que la misma es una fortaleza real que no puede ser asaltada por los enemigos
externos ni por aliados traicioneros.
“Y, ¿cuáles son, monjes, esos siete accesorios, con las cuales debe ser bien provista?
“Monjes, he aquí, la fortaleza real debe poseer un pilar profundamente incrustado, bien excavado,
inamovible y estable. Este es el primer accesorio del fortín, con el cual una fortaleza real debe ser
bien provista, para la protección de sus habitantes y para la advertencia de los intrusos.
“Monjes, he aquí que la fortaleza real debe ser rodeada de una fosa profunda y ancha… debe tener
una ruta alrededor de la fortaleza… debe poseer un gran arsenal de lanzas y espadas… debe poseer
un gran cuerpo de tropas estacionadas dentro de la fortaleza, como los cuidadores de los elefantes,
los jinetes, los aurigas, los arqueros, los portadores de estandartes, oficiales de acantonamiento,
cuerpos de solados reservistas, notables hijos del rey, tropas de asalto, hombres valientes como los
poderosos nagas, hombres valerosos, guerreros con la coraza y los esclavos nacidos en casa… debe
poseer a un guardia de la entrada, inteligente, sabio y atento quien rehúsa la entrada a los
desconocidos y permite entrar solamente a los que conoce… debe poseer una muralla alta y ancha,
cubierta con una capa de yeso. Este es el séptimo accesorio del fortín, con el cual una fortaleza real
debe ser bien provista, para la protección de sus habitantes y para la advertencia de los intrusos.
“Monjes, una fortaleza real debe estar bien provista de estos siete accesorios del fortín.
“Y, ¿qué son, monjes, las cuatro clases de provisiones que se deben obtener fácilmente y a
voluntad?
“He aquí, monjes, en la fortaleza real debería haber gran cantidad de víveres, pastos, madera y agua,
para la conveniencia de sus habitantes, para su confort, para su bienestar y para la advertencia de los
intrusos.
“Además, monjes, en la fortaleza real debería haber una gran cantidad de arroz y granos… gran
cantidad de sésamo, frijoles, arvejas y cereales… gran cantidad de medicinas, como la manteca,
manteca fresca, aceite, miel, azúcar y sal, para la conveniencia de sus habitantes, para su confort,
para su bienestar y para la advertencia de los intrusos.
“Éstas son, monjes, las cuatro clases de provisiones que se deben obtener fácilmente y a voluntad.
“Cuando una fortaleza real está bien provista de estos siete accesorios del fortín y las facilidades de
ganancias, y se pueden obtener fácilmente y a voluntad estas cuatro clases de provisiones, se dice
que la misma es una fortaleza real que no puede ser asaltada por los enemigos externos ni por
aliados traicioneros.
“De la misma manera, monjes, cuando el noble discípulo está bien provisto de las siete cualidades y
puede obtener fácilmente y a voluntad los cuatro jhanas que le ofrecen una confortable morada aquí
y ahora, se dice que el noble discípulo no puede ser asaltado por el Mara, no puede ser asaltado por
el Malvado.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las siete cualidades de las cuales el noble discípulo debe estar bien
provisto?
“Monjes, al igual que la fortaleza real debe poseer un pilar profundamente incrustado, bien
excavado, inamovible y estable -para la protección de sus habitantes y para la advertencia de los
intrusos- el noble discípulo debe poseer la fe: él tiene fe en la Iluminación del Tathagata de esta
manera: ‘Realmente, el Bienaventurado es un Arahant perfectamente Iluminado, perfecto en sus
acciones y el conocimiento, el Bienhechor, el conocedor del mundo, insuperable amansador de los
que han de ser amansados. Maestro de los devas y los seres humanos, el Buda, el Bienaventurado’.
Con la fe como su pilar, el noble discípulo abandona los caminos equivocados y toma los correctos;
abandona lo que es censurable y desarrolla lo irreprochable. Se dirige a sí mismo con pureza. Esta
es la primera cualidad, monjes, de la cual el noble discípulo debe estar bien provisto.
“Monjes, al igual que la fortaleza real debe ser rodeada de una fosa profunda y ancha -para la
protección de sus habitantes y para la advertencia de los intrusos- el noble discípulo debe
permanecer consciente: él se avergüenza de la conducta inapropiada realizada a través de las
acciones, palabras o pensamientos; se avergüenza de los caminos torcidos e incorrectos. Con la
conciencia como su fosa, el noble discípulo abandona los caminos equivocados y toma los
correctos; abandona lo que es censurable y desarrolla lo irreprochable. Se dirige a sí mismo con
pureza. Esta es la segunda cualidad, monjes, de la cual el noble discípulo debe estar bien provisto.
“Monjes, al igual que la fortaleza real debe tener una ruta alrededor de ella -para la protección de
sus habitantes y para la advertencia de los intrusos- el noble discípulo debe tener el temor de
cometer el error: él teme de tener una conducta equivocada en sus acciones, palabras o
pensamientos; teme a los caminos torcidos e incorrectos. Con el temor de cometer error como su
ruta, el noble discípulo abandona los caminos equivocados y toma los correctos; abandona lo que es
censurable y desarrolla lo irreprochable. Se dirige a sí mismo con pureza. Esta es la tercera
cualidad, monjes, de la cual el noble discípulo debe estar bien provisto.
“Monjes, al igual que la fortaleza real debe tener un gran arsenal de lanzas y espadas -para la
protección de sus habitantes y para la advertencia de los intrusos- el noble discípulo debe escuchar
mucho, retener mucho y almacenar mucho las enseñanzas del Dhamma que es agradable en el
principio, agradable en el medio y agradable al final. Debe exponer su significado en detalle,
cumplirlo a cabalidad mediante la vida santa, purificándola a la perfección, para que aquellos que
fueran enseñados por él, estuvieran resueltos a hacer [esta enseñanza] familiar, meditar en ella y
penetrarla mediante el recto entendimiento. Con la enseñanza como su arsenal, el noble discípulo
abandona los caminos equivocados y toma los correctos; abandona lo que es censurable y desarrolla
lo irreprochable. Se dirige a sí mismo con pureza. Esta es la cuarta cualidad, monjes, de la cual el
noble discípulo debe estar bien provisto.
“Monjes, al igual que la fortaleza real debe tener un gran cuerpo de tropas estacionadas dentro de la
fortaleza, como los cuidadores de elefantes, los jinetes, los aurigas, los arqueros, los portadores de
estandartes, oficiales de acantonamiento, cuerpos de solados reservistas, notables hijos del rey,
tropas de asalto, hombres valientes como los poderosos nagas, hombres valerosos, guerreros con la
coraza y los esclavos nacidos en casa -para la protección de sus habitantes y para la advertencia de
los intrusos- el noble discípulo debe permanecer ejercitando la energía para abandonar los
perjudiciales estados mentales y permanecer en los estados mentales beneficiosos; él es fuerte en
esto, sólido en su esfuerzo, no eludiendo su tarea concerniente al cultivo de los beneficiosos estados
mentales. Con la energía como su gran cuerpo de tropas, el noble discípulo abandona los caminos
equivocados y toma los correctos; abandona lo que es censurable y desarrolla lo irreprochable. Se
dirige a sí mismo con pureza. Esta es la quinta cualidad, monjes, de la cual el noble discípulo debe
estar bien provisto.
“Monjes, al igual que la fortaleza real debe tener un guardia de la entrada, inteligente, sabio y atento
quien rehúsa la entrada a los desconocidos y permite entrar solamente a los que conoce -para la
protección de sus habitantes y para la advertencia de los intrusos- el noble discípulo debe estar
conscientemente atento y poseer los altos grados de la atención consciente y discernimiento; él es
capaz de recordar en su mente las cosas que fueron hechas y dichas aún en los tiempos muy
remotos. Con la atención consciente como su guardia, el noble discípulo abandona los caminos
equivocados y toma los correctos; abandona lo que es censurable y desarrolla lo irreprochable. Se
dirige a sí mismo con pureza. Esta es la sexta cualidad, monjes, de la cual el noble discípulo debe
estar bien provisto.
“Monjes, al igual que la fortaleza real debe tener una muralla alta y ancha, cubierta con una capa de
yeso –para la protección de sus habitantes y para la advertencia de los intrusos- el noble discípulo
debe tener la sabiduría con la cual se dirige hacia el surgir y cesar [de los fenómenos] –una
sabiduría noble, penetrante, que lleva correctamente al fin del sufrimiento. Con la sabiduría como
su muralla cubierta con la capa de yeso, el noble discípulo abandona los caminos equivocados y
toma los correctos; abandona lo que es censurable y desarrolla lo irreprochable. Se dirige a sí
mismo con pureza. Esta es la séptima cualidad, monjes, de la cual el noble discípulo debe estar bien
provisto.
“Éstas son, monjes, las siete cualidades de las cuales el noble discípulo debe estar bien provisto.
“¿Y cuáles son, monjes, los cuatro jhanas que ofrecen al discípulo de un noble una confortable
morada aquí y ahora, y que deben ser obtenidos fácilmente y a voluntad?
“Monjes, al igual que en la fortaleza real debe haber gran cantidad de víveres, pastos, madera y
agua, para la conveniencia de sus habitantes, para su confort, para su bienestar y para la advertencia
de los intrusos, así también, monjes, el noble discípulo, recluido de los placeres sensuales, recluido
de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el
arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y
sostenido –para su conveniencia, para su confort, para su bienestar y para poder dirigirse hacia el
Nibbana.
“Monjes, al igual que en la fortaleza real debe haber una gran cantidad de arroz y granos para la
conveniencia de sus habitantes, para su confort, para su bienestar y para la advertencia de los
intrusos, así también, monjes, el noble discípulo, al calmar el pensamiento aplicado y sostenido,
entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental y
consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y
sostenido –para su conveniencia, para su confort, para su bienestar y para poder dirigirse hacia el
Nibbana.
“Monjes, al igual que en la fortaleza real debe haber una gran cantidad de sésamo, frijoles, arvejas y
cereales para la conveniencia de sus habitantes, para su confort, para su bienestar y para la
advertencia de los intrusos, así también, monjes, el noble discípulo, al desaparecer el arrobamiento,
permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su
cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘él es
ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’ –para su conveniencia,
para su confort, para su bienestar y para poder dirigirse hacia el Nibbana.
“Monjes, al igual que en la fortaleza real debe haber una gran cantidad de medicinas, como la
manteca, manteca fresca, aceite, miel, azúcar y sal, para la conveniencia de sus habitantes, para su
confort, para su bienestar y para la advertencia de los intrusos, así también, monjes, el noble
discípulo, al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el
abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la
purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. –para su conveniencia, para su
confort, para su bienestar y para poder dirigirse hacia el Nibbana.
“Éstos son, monjes, los cuatro jhanas que ofrecen al discípulo de un noble una confortable morada
aquí y ahora, y que deben ser obtenidos fácilmente y a voluntad.
“Monjes, cuando el noble discípulo está bien provisto de estas siete cualidades y puede obtener
fácilmente y a voluntad estos cuatro jhanas que le ofrecen una confortable morada aquí y ahora, se
dice que el noble discípulo no puede ser asaltado por el Mara, no puede ser asaltado por el
Malvado.”

AN 7,68 {16A7.2.2.4,68} Dhammannu Sutta – Alguien que


conoce el Dhamma
En ese sutta se mencionan las siete cualidades, mediante las cuales un individuo debería ser honrado
y respetado.
[68] {68} “Monjes, el monje que posee las siete cualidades es digno de recibir ofrendas, digno de
hospitalidad, digno de donativos y respeto; se convierte, además, en un insuperable campo de
méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas siete? He aquí, monjes, el monje es alguien que conoce
el Dhamma, alguien que conoce el significado, alguien que se conoce a sí mismo, alguien que
conoce la mesura, alguien que conoce el tiempo, alguien que conoce a los grupos sociales y alguien
que conoce las diferencias entre individuos.
“Y, ¿cómo, monjes, el monje es alguien que conoce del Dhamma? He aquí, monjes, el monje
conoce el Dhamma: los discursos, la prosa mezclada con los poemas, las explicaciones, los versos,
las exclamaciones gozosas, los tratados, las historias de nacimientos, los eventos asombrosos y las
preguntas y respuestas [1]. Si no conociera el Dhamma - los discursos… las preguntas y respuestas-
no se podría decir de él que es alguien que conoce el Dhamma, pero siendo que él conoce el
Dhamma - los discursos… las preguntas y respuestas- se dice de él que es alguien que conoce el
Dhamma. Así es alguien que conoce el Dhamma.
“Y, cómo, monjes, el monje es alguien que conoce el significado? He aquí, monjes, el monje conoce
el significado de esta declaración y aquella: ‘ese es el significado de esta declaración y ese es el
significado de aquella’. Si no conociera el significado de esta declaración y aquella: ‘ese es el
significado de esta declaración y ese es el significado de aquella’, no se podría decir de él que es
alguien que conoce el significado, pero siendo que él conoce el significado de esta declaración y
aquella: ‘ese es el significado de esta declaración y ese es el significado de aquella’, se dice de él
que es alguien que conoce el significado. Así es alguien que conoce el Dhamma y conoce el
significado.
“Y, cómo, monjes, el monje es alguien que se conoce a sí mismo? He aquí, monjes, el monje se
conoce a sí mismo: ‘es allí hasta donde he llegado con la fe, la virtud, el aprendizaje, el
autodominio, la sabiduría y el pronto ingenio’. Si no se conociera a sí mismo: ‘es allí hasta donde he
llegado con la fe… el pronto ingenio’, no se podría decir de él que es alguien que se conoce a sí
mismo, pero siendo que se conoce a sí mismo: ‘es allí hasta donde he llegado con la fe… el pronto
ingenio’, se dice de él que es alguien que se conoce a sí mismo. Así es alguien que conoce el
Dhamma, conoce el significado y se conoce a sí mismo.
“Y, cómo, monjes, el monje es alguien que conoce la mesura? He aquí, monjes, el monje conoce la
mesura en la aceptación de los hábitos, de la comida de las limosnas, del alojamiento y de los
requisitos medicinales. Si no conociera la mesura en la aceptación de los hábitos, de la comida de
las limosnas, del alojamiento y de los requisitos medicinales, no se podría decir de él que es alguien
que conoce la mesura, pero siendo que él conoce la mesura en la aceptación de los hábitos, de la
comida de las limosnas, del alojamiento y de los requisitos medicinales, se dice de él que es alguien
que conoce la mesura. Así es alguien que conoce el Dhamma, conoce el significado, se conoce a sí
mismo y conoce la mesura.
“Y, cómo, monjes, el monje es alguien que conoce el tiempo? He aquí, monjes, el monje conoce el
tiempo: ‘este es el tiempo de la recitación; este es el tiempo de hacer preguntas; este es el tiempo de
hacer esfuerzo [para meditar]; este es el tiempo de la reclusión’. Si no conociera el tiempo: ‘este es
el tiempo de la recitación… este es el tiempo de la reclusión’, no se podría decir de él que es
alguien que conoce el tiempo, pero siendo que él conoce el tiempo: ‘este es el tiempo de la
recitación… este es el tiempo de la reclusión’, se dice de él que es alguien que conoce el tiempo.
Así es alguien que conoce el Dhamma, conoce el significado, se conoce a sí mismo, conoce la
mesura y conoce el tiempo.
“Y, cómo, monjes, el monje es alguien que conoce a los grupos sociales? He aquí, monjes, el monje
conoce a los grupos sociales: ‘este es el grupo social de los nobles guerreros; este es el grupo social
de los brahmanes; este es el grupo social de los hombres hogareños; este es el grupo social de los
ascetas; he aquí, que uno debería acercarse a ellos de esa manera, estar con ellos de esa manera,
actuar con ellos de esa manera, estar sentado con ellos de esa manera, hablarles de esa manera y
permanecer en silencio de esa manera.’ Si no conociera a los grupos sociales: ‘este es el grupo
social de los nobles guerreros… he aquí, que uno debería acercarse a ellos de esa manera…
permanecer en silencio de esa manera’, no se podría decir de él que es alguien que conoce a los
grupos sociales, pero siendo que conoce a los grupos sociales: ‘este es el grupo social de los nobles
guerreros… he aquí, que uno debería acercarse a ellos de esa manera… permanecer en silencio de
esa manera’, se dice de él que es alguien que conoce a los grupos sociales. Así es alguien que
conoce el Dhamma, conoce el significado, se conoce a sí mismo, conoce la mesura, conoce el
tiempo y conoce a los grupos sociales.
“Y, cómo, monjes, el monje es alguien que conoce las diferencias entre individuos? He aquí,
monjes, el monje distingue dos clases de personas. Si hay dos individuos –uno de los cuales desea
ver a los Nobles y el otro no lo desea- el que no desea ver a los Nobles debería ser reprochado por
esa razón y el que lo desea, alabado.
“Si hay dos individuos que desean ver a los Nobles –uno de los cuales desea escuchar el verdadero
Dhamma y el otro no lo desea- el que no desea escuchar el verdadero Dhamma debería ser
reprochado por esa razón y el que lo desea, alabado.
“Si hay dos individuos que desean escuchar el verdadero Dhamma –uno de los cuales escucha con
atención y el otro lo escucha sin atención- el que no lo escucha con atención debería ser reprochado
por esa razón y el que lo hace con atención, alabado.
“Si hay dos individuos que escuchan el verdadero Dhamma con atención –uno de los cuales,
habiendo escuchado el Dhamma, lo recuerda y el otro, no- el que, habiendo escuchado el Dhamma,
no lo recuerda, debería ser reprochado por esa razón y el que lo recuerda, alabado.
“Si hay dos individuos que, habiendo escuchado el verdadero Dhamma, lo recuerdan –uno de los
cuales, explora el significado del Dhamma que había escuchado y el otro, no lo hace- el que no
explora el significado del Dhamma que había escuchado, debería ser reprochado por esa razón y el
que lo explora, alabado.
“Si hay dos individuos que exploran el significado del Dhamma que habían escuchado –uno de los
cuales, practica el Dhamma de acuerdo a sus delineamientos, teniendo el conocimiento del
Dhamma y de su significado y el otro, no lo hace- el que no practica el Dhamma de acuerdo a sus
delineamientos, teniendo el conocimiento del Dhamma y de su significado, debería ser reprochado
por esa razón y el que lo practica, alabado.
“Si hay dos individuos que practican el Dhamma de acuerdo a sus delineamientos, teniendo el
conocimiento del Dhamma y de su significado –uno de los cuales, lo practica tanto para su propio
beneficio como para el beneficio de los demás y el otro, lo practica para su propio beneficio pero
no, para el beneficio de los demás- el que lo practica para su propio beneficio pero no, para el
beneficio de los demás, debería ser reprochado por esa razón y el que lo practica tanto para su
propio beneficio como para el beneficio de los demás, alabado.
“Es de esa manera, monjes, que el monje distingue esas dos clases de personas. Así es alguien que
conoce las diferencias entre individuos.
“De esa manera, monjes, el monje que posee esas siete cualidades es digno de recibir ofrendas,
digno de hospitalidad, digno de donativos y respeto; se convierte, además, en un insuperable campo
de méritos para el mundo.”
NOTA:
[1] suttaṃ geyyaṃ veyyākaraṇaṃ gāthaṃ udānaṃ itivuttakaṃ jātakaṃ abbhutadhammaṃ
vedallaṃ: es la antigua forma de clasificar los contenidos de las enseñanzas del Buda.
AN 7,70 Sakkacca Sutta – El honor

El Venerable Sariputta, hace un acertado análisis de una declaración del Buda sobre la honra y el
respeto.

[70] Entonces, cuando el Venerable Sariputta estaba solo en reclusión, surgió en su mente el
siguiente pensamiento: “¿Qué debe honrar, respetar y vivir en su dependencia un monje, para que
abandone lo perjudicial y desarrolle lo beneficioso?”.
Entonces se le ocurrió esto: “Un monje debe honrar, respetar y vivir en dependencia del Maestro,
para que abandone lo perjudicial y desarrolle lo beneficioso. Además, debe honrar, respetar y vivir
en dependencia del Dhamma… del Sangha… del entrenamiento… de la concentración… de la
diligencia… de la hospitalidad, para que abandone lo perjudicial y desarrolle lo beneficioso”.
Entonces, se le ocurrió esto al Venerable Sariputta: “Estas cualidades han sido bien purificadas y
depuradas en mí. ¿Qué tal si me acerco al Bienaventurado para contárselo? De este modo estas
cualidades van a ser purificadas y depuradas aún más. Imagina a un hombre que encontrase una
pepita de oro purificada y depurada. Y se le ocurriese esto: ‘Esta pepita de oro es purificada y
depurada. ¿Qué tal si la muestro a los orfebres? Así, cuando los orfebres vean esta mi pepita de oro,
la misma será aún más purificada y depurada’. De la misma manera, estas cualidades han sido bien
purificadas y depuradas en mí, pero si me acerco al Bienaventurado para contárselo, las mismas van
a ser purificadas y depuradas aún más”.
Entonces, por la tarde, el Venerable Sariputta emergió de su reclusión, se acercó al Bienaventurado,
le rindió homenaje, se sentó a un lado y le reportó lo sucedido.
“[Y el Bienaventurado le dijo:] ¡Bien, muy bien Sariputta! un monje debe honrar, respetar y vivir en
dependencia del Maestro, para que abandone lo perjudicial y desarrolle lo beneficioso. Además,
debe honrar, respetar y vivir en dependencia del Dhamma… del Sangha… del entrenamiento… de
la concentración… de la diligencia… de la hospitalidad, para que abandone lo perjudicial y
desarrolle lo beneficioso”.
Cuando se dijo esto, el Venerable Sariputta dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, yo
comprendo en detalle el significado de esta declaración, que el Bienaventurado hizo en resumen, de
esta manera:
“Es imposible, Venerable Señor, que un monje que carece de reverencia por el Maestro, tenga
reverencia por el Dhamma. El monje que carece de reverencia por el Maestro, también carece de
reverencia por el Dhamma.
“Además, es imposible, Venerable Señor, que un monje que carece de reverencia por el Maestro y
por el Dhamma, tenga reverencia por el Sangha. El monje que carece de reverencia por el Maestro y
por el Dhamma, también carece de reverencia por el Sangha.
“Además, es imposible, Venerable Señor, que un monje que carece de reverencia por el Maestro, el
Dhamma y el Sangha, tenga reverencia por el entrenamiento. El monje que carece de reverencia por
el Maestro, el Dhamma y el Sangha, también carece de reverencia por el entrenamiento.
“Además, es imposible, Venerable Señor, que un monje que carece de reverencia por el Maestro, el
Dhamma, el Sangha y el entrenamiento, tenga reverencia por la concentración. El monje que carece
de reverencia por el Maestro, el Dhamma, el Sangha y el entrenamiento, también carece de
reverencia por la concentración.
“Además, es imposible, Venerable Señor, que un monje que carece de reverencia por el Maestro, el
Dhamma, el Sangha, el entrenamiento y la concentración, tenga reverencia por la diligencia. El
monje que carece de reverencia por el Maestro, el Dhamma, el Sangha, el entrenamiento y la
concentración, también carece de reverencia por la diligencia.
“Además, es imposible, Venerable Señor, que un monje que carece de reverencia por el Maestro, el
Dhamma, el Sangha, el entrenamiento, la concentración y la diligencia, tenga reverencia por la
hospitalidad. El monje que carece de reverencia por el Maestro, el Dhamma, el Sangha, el
entrenamiento, la concentración y la diligencia, también carece de reverencia por la hospitalidad.
“Además, es imposible, Venerable Señor, que un monje que tiene reverencia por el Maestro, no
tenga reverencia por el Dhamma. El monje que tiene reverencia por el Maestro, también tiene
reverencia por el Dhamma.
“Además, es imposible, Venerable Señor, que un monje que tiene reverencia por el Maestro y por el
Dhamma, no tenga reverencia por el Sangha. El monje que tiene reverencia por el Maestro y por el
Dhamma, también tiene reverencia por el Sangha.
“Además, es imposible, Venerable Señor, que un monje que tiene reverencia por el Maestro, el
Dhamma y el Sangha, no tenga reverencia por el entrenamiento. El monje que tiene reverencia por
el Maestro, el Dhamma y el Sangha, también tiene reverencia por el entrenamiento.
“Además, es imposible, Venerable Señor, que un monje que tiene reverencia por el Maestro, el
Dhamma, el Sangha y el entrenamiento, no tenga reverencia por la concentración. El monje que
tiene reverencia por el Maestro, el Dhamma, el Sangha y el entrenamiento, también tiene reverencia
por la concentración.
“Además, es imposible, Venerable Señor, que un monje que tiene reverencia por el Maestro, el
Dhamma, el Sangha, el entrenamiento y la concentración, no tenga reverencia por la diligencia. El
monje que tiene reverencia por el Maestro, el Dhamma, el Sangha, el entrenamiento y la
concentración, también tiene reverencia por la diligencia.
“Además, es imposible, Venerable Señor, que un monje que tiene reverencia por el Maestro, el
Dhamma, el Sangha, el entrenamiento, la concentración y la diligencia, no tenga reverencia por la
hospitalidad. El monje que tiene reverencia por el Maestro, el Dhamma, el Sangha, el
entrenamiento, la concentración y la diligencia, también tiene reverencia por la hospitalidad.
“Es de esta manera, Venerable Señor, que yo comprendo en detalle el significado de esta
declaración, que el Bienaventurado hizo en resumen”.
“¡Bien, muy bien Sariputta! Es buena la manera en la que has comprendido en detalle el significado
de lo que he dicho en resumen. Realmente, Sariputta, es imposible que un monje que carece de
reverencia por el Maestro, tenga reverencia por el Dhamma… [Buda repite el análisis completo del
Venerable Sariputta]… Es imposible que un monje que tiene reverencia por el Maestro, el
Dhamma, el Sangha, el entrenamiento, la concentración y la diligencia, no tenga reverencia por la
hospitalidad. El monje que tiene reverencia por el Maestro, el Dhamma, el Sangha, el
entrenamiento, la concentración y la diligencia, también tiene reverencia por la hospitalidad”.
“¡Bien, muy bien Sariputta! Es buena la manera en la que has comprendido en detalle el significado
de lo que he dicho en resumen”.

AN 7,71 Bhavana Sutta – Desarrollo

No importa tener buenos deseos, sino realizar acciones tendientes a su logro.

[71] “Monjes, cuando un monje no tiene la intención de desarrollarse, incluso si formulara el deseo:
‘Que mi mente sea liberada de las contaminaciones a través del no-apego’, con todo eso, su mente
no sería liberada de las contaminaciones a través del no-apego’. Y, ¿por qué así? Porque carecería
de desarrollo. Carecería de desarrollo, ¿de qué? De los cuatro establecimientos de la atención
consciente, de los cuatro rectos esfuerzos, de las cuatro bases del poder espiritual, de las cinco
facultades, de los cinco poderes, de los siete factores de la iluminación y del noble óctuple sendero.
“Imaginad, monjes, a una gallina con ocho, diez o doce huevos, que no son apropiadamente
cubiertos por ella, incubados ni nutridos. Aun si ella formulara el deseo: ‘Que estos polluelos
perforen sus cáscaras con sus picos y garras, y eclosionen a salvo’, con todo eso, los polluelos no
serían capaces de hacerlo. Y, ¿por qué razón? Porque la gallina no los cubrió apropiadamente, no los
incubó ni nutrió. Así también, cuando un monje no tiene la intención de desarrollarse, incluso si
formulara el deseo: ‘Que mi mente sea liberada de las contaminaciones a través del no-apego’, con
todo eso, su mente no sería liberada de las contaminaciones a través del no-apego’. Y, ¿por qué así?
Porque carecería de desarrollo. Carecería de desarrollo, ¿de qué? De los cuatro establecimientos de
la atención consciente… del noble óctuple sendero.
“Monjes, cuando un monje tiene la intención de desarrollarse, incluso si no formulara el deseo:
‘Que mi mente sea liberada de las contaminaciones a través del no-apego’, igual su mente sería
liberada de las contaminaciones a través del no-apego’. Y, ¿por qué así? A causa de su desarrollo. Y
desarrollo, ¿de qué? De los cuatro establecimientos de la atención consciente… del noble óctuple
sendero.
“Imaginad, monjes, a una gallina con ocho, diez o doce huevos, que son apropiadamente cubiertos
por ella, incubados y nutridos. Aun si ella no formulara el deseo: ‘Que estos polluelos perforen sus
cáscaras con sus picos y garras, y eclosionen a salvo’, con todo eso, los polluelos igual serían
capaces de hacerlo. Y, ¿por qué razón? Porque la gallina los cubrió apropiadamente, los incubó y
nutrió. Así también, cuando un monje tiene la intención de desarrollarse, incluso si no formulara el
deseo: ‘Que mi mente sea liberada de las contaminaciones a través del no-apego’, con todo eso, su
mente igual sería librada de las contaminaciones a través del no-apego’. Y, ¿por qué así? A causa de
su desarrollo. Y desarrollo, ¿de qué? De los cuatro establecimientos de la atención consciente… del
noble óctuple sendero.
“Monjes, cuando un carpintero ―o un aprendiz del carpintero― ve las marcas de su pulgar y sus
dedos en el mango del hacha, no sabe: ‘He desgastado tanto el hacha ayer y tanto antes’, sino que
recién cuando [el hacha] está desgastada, sabe que se ha desgastado. Así también, cuando un monje
tiene la intención de desarrollarse, aunque no sepa : “Hoy he desgastado tanto las contaminaciones,
ayer tanto y antes tanto’, sin embargo, cuando se desgasten, sabe que se han desgastado’.
“Imaginad, monjes, una nave marina unida por cuerdas de anclaje que estaban desgastándose por
unos seis meses, la cual se izó, luego, a tierra firme durante la temporada de frío, cuando sus
cuerdas fueron atacadas por el viento y el sol. Siendo además inundadas por las lluvias, sus trincas
podrían fácilmente deteriorarse y pudrirse”.

AN 7,72 {16A7.2.2.8,72} Aggikkhandhopama Sutta – La gran


masa de fuego

Los dolores físicos no son nada, en comparación con el sufrimiento de un hombre inmoral en sus
siguientes vidas.

[72] {72} Esto he escuchado:


En una ocasión el Bienaventurado estaba recorriendo, en un viaje entre los kosalansa, con un gran
Sangha de monjes. Entonces, mientras caminaba por el camino principal, en cierto lugar el
Bienaventurado visualizó una gran masa de fuego que se quemaba, ardía y brillaba. Acto seguido,
dejó el camino principal y se sentó en un asiento preparado para él al pie de un árbol y se dirigió a
los monjes: “Monjes, ¿veis aquella gran masa de fuego que se quema, arde y brilla?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“¿Qué opináis, monjes? ¿Qué es mejor, abrazar aquella gran masa de fuego que se quema, arde y
brilla, sentarse o acostarse allí, o abrazar a una chica de suaves manos y pies —sea proveniente de
los khattiyas, brahmanes u hombres hogareños―, y sentarse o acostarse con ella?”.
“Sería mejor, Venerable Señor, abrazar a una chica de suaves manos y pies —sea proveniente de los
khattiyas, brahmanes u hombres hogareños―, y sentarse o acostarse con ella. Porque sería muy
doloroso abrazar aquella gran masa de fuego que se quema, arde y brilla, sentarse o acostarse allí”.
“Os informo, monjes, declaro a vosotros que para un hombre inmoral de mal carácter —alguien de
una conducta impura y sospechosa, sigiloso en su actuar, no asceta que reivindica ser asceta, no
célibe que reivindica ser célibe, podrido por dentro, corrupto y depravado― sería mucho mejor
abrazar aquella gran masa de fuego que se quema, arde y brilla, sentarse o acostarse allí. Y, ¿por qué
así? Porque por causa de esto, solo encontraría la muerte o dolores mortales, pero no por eso, con el
quiebre del cuerpo, después de la muerte, renacería en el plano de la miseria, en el mal destino, en
el mundo bajo, en el infierno. Pero cuando un hombre inmoral… abraza a una chica de suaves
manos y pies —sea proveniente de los khattiyas, brahmanes u hombres hogareños―, y se sienta o
se acuesta con ella, esto lo conduce a dolor y sufrimiento por mucho tiempo. Con el quiebre del
cuerpo, después de la muerte, renace en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo,
hasta en el infierno.
“¿Qué opináis, monjes? ¿Qué es mejor: ser envuelto por un fuerte hombre con una cuerda de crin
dura alrededor de las espinillas, apretado de tal manera que se perforase la propia piel exterior e
interior, la carne, los tendones, el hueso y hasta la médula ósea, o aceptar un homenaje de los
influyentes khattiyas, brahmanes u hombres hogareños?”.
“Sería mejor, Venerable Señor, aceptar un homenaje de los influyentes khattiyas, brahmanes u
hombres hogareños. Porque sería muy doloroso ser envuelto por un fuerte hombre con una cuerda
de crin dura alrededor de las espinillas, apretado de tal manera que se perforase la propia piel
exterior e interior, la carne, los tendones, el hueso y hasta la médula ósea”.
“Os informo, monjes, declaro a vosotros que para un hombre inmoral… sería mucho mejor ser
envuelto por un fuerte hombre con una cuerda de crin dura alrededor de las espinillas, apretado de
tal manera que se perforase la propia piel exterior e interior, la carne, los tendones, el hueso y hasta
la médula ósea. Y, ¿por qué así? Porque por causa de esto, solo encontraría la muerte o dolores
mortales, pero no por eso, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renacería en el plano de
la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno. Pero cuando un hombre inmoral…
acepta un homenaje de los influyentes khattiyas, brahmanes u hombres hogareños, esto lo conduce a
dolor y sufrimiento por mucho tiempo. Con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renace en
el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno.
“¿Qué opináis, monjes? ¿Qué es mejor: ser golpeado por un fuerte hombre en el pecho con una
lanza afilada untada con aceite o aceptar reverenciales saludos por parte de los influyentes
khattiyas, brahmanes u hombres hogareños?”.
“Sería mejor, Venerable Señor, aceptar reverenciales saludos por parte de los influyentes khattiyas,
brahmanes u hombres hogareños. Porque sería muy doloroso ser golpeado por un fuerte hombre en
el pecho con una lanza afilada untada con aceite”.
“Os informo, monjes, declaro a vosotros que para un hombre inmoral… sería mucho mejor ser
golpeado por un fuerte hombre en el pecho con una lanza afilada untada con aceite. Y, ¿por qué así?
Porque por causa de esto, solo encontraría la muerte o dolores mortales, pero no por eso, con el
quiebre del cuerpo, después de la muerte, renacería en el plano de la miseria, en el mal destino, en
el mundo bajo, en el infierno. Pero cuando un hombre inmoral… acepta reverenciales saludos por
parte de los influyentes khattiyas, brahmanes u hombres hogareños, esto lo conduce a dolor y
sufrimiento por mucho tiempo. Con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renace en el plano
de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno.
“¿Qué opináis, monjes? ¿Qué es mejor: ser envuelto por un fuerte hombre en una chapa de hierro
caliente, ardiente, rojo y resplandeciente en torno al cuerpo, o usar hábitos recibidos de los
influyentes khattiyas, brahmanes u hombres hogareños por razón de la fe?”.
“Sería mejor, Venerable Señor, usar hábitos recibidos de los influyentes khattiyas, brahmanes u
hombres hogareños por razón de la fe. Porque sería muy doloroso ser envuelto por un fuerte hombre
en una chapa de hierro caliente, ardiente, rojo y resplandeciente en torno al cuerpo”.
“Os informo, monjes, declaro a vosotros que para un hombre inmoral… sería mucho mejor ser
envuelto por un fuerte hombre en una chapa de hierro caliente, ardiente, rojo y resplandeciente en
torno al cuerpo. Y, ¿por qué así? Porque por causa de esto, solo encontraría la muerte o dolores
mortales, pero no por eso, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renacería en el plano de
la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno. Pero cuando un hombre inmoral…
usa hábitos recibidos de los influyentes khattiyas, brahmanes u hombres hogareños por razón de la
fe, esto lo conduce a dolor y sufrimiento por mucho tiempo. Con el quiebre del cuerpo, después de
la muerte, renace en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno.
“¿Qué opináis, monjes? ¿Qué es mejor: ser obligado por un fuerte hombre a mantener abierta la
boca con un pico de hierro caliente, rojo y brillante, que quema y tener que tragarse una bola de
cobre caliente, ardiente, abrasadora y brillante, que quema los labios, la boca, la lengua, la garganta
y el estómago, que incluso sale por abajo llevándose consigo las entrañas, o consumir la comida de
las limosnas recibida de los influyentes khattiyas, brahmanes u hombres hogareños por razón de la
fe?”.
“Sería mejor, Venerable Señor, consumir la comida de las limosnas recibida de los influyentes
khattiyas, brahmanes u hombres hogareños por razón de la fe. Porque sería muy doloroso ser
obligado por un fuerte hombre a mantener abierta la boca con un pico de hierro caliente, rojo y
brillante, que quema y tener que tragarse una bola de cobre caliente, ardiente, abrasadora y brillante,
que quema los labios, la boca, la lengua, la garganta y el estómago, que incluso sale por abajo
llevándose consigo las entrañas”.
“Os informo, monjes, declaro a vosotros que para un hombre inmoral… sería mucho mejor ser
obligado por un fuerte hombre a mantener abierta la boca con un pico de hierro caliente, rojo y
brillante, que quema y tener que tragarse una bola de cobre caliente, ardiente, abrasadora y brillante,
que quema los labios, la boca, la lengua, la garganta y el estómago, que incluso sale de abajo
llevándose consigo las entrañas. Y, ¿por qué así? Porque por causa de esto, solo encontraría la
muerte o dolores mortales, pero no por eso, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte,
renacería en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno. Pero cuando
un hombre inmoral… consume la comida de las limosnas recibida de los influyentes khattiyas,
brahmanes u hombres hogareños por razón de la fe, esto lo conduce a dolor y sufrimiento por
mucho tiempo. Con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renace en el plano de la miseria, en
el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno.
“¿Qué opináis, monjes? ¿Qué es mejor: ser sujetado por un fuerte hombre de la cabeza o de los
hombros y ser sentado o acostado a la fuerza en una cama de hierro caliente o una silla ardiente,
abrasadora y brillante, o usar la cama o silla recibida de los influyentes khattiyas, brahmanes u
hombres hogareños por razón de la fe?”.
“Sería mejor, Venerable Señor, usar la cama o silla recibida de los influyentes khattiyas, brahmanes
u hombres hogareños por razón de la fe. Porque sería muy doloroso ser sujetado por un fuerte
hombre de la cabeza o de los hombros y ser sentado o acostado a la fuerza en una cama de hierro
caliente o una silla ardiente, abrasadora y brillante”.
“Os informo, monjes, declaro a vosotros que para un hombre inmoral… sería mucho mejor ser
sujetado por un fuerte hombre de la cabeza o de los hombros y ser sentado o acostado a la fuerza en
una cama de hierro caliente o una silla ardiente, abrasadora y brillante. Y, ¿por qué así? Porque por
causa de esto, solo encontraría la muerte o dolores mortales, pero no por eso, con el quiebre del
cuerpo, después de la muerte, renacería en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo
bajo, en el infierno. Pero cuando un hombre inmoral… usa la cama o silla recibida de los
influyentes khattiyas, brahmanes u hombres hogareños por razón de la fe, esto lo conduce a dolor y
sufrimiento por mucho tiempo. Con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renace en el plano
de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno.
“¿Qué opináis, monjes? ¿Qué es mejor: ser sujetado por un fuerte hombre cabeza abajo y ser
arrojado en un caldero de cobre caliente al rojo vivo, ardiente y brillante, y elevarse por encima de
la espuma del remolino hirviente, y hundirse de vuelta, o usar la vivienda recibida de los influyentes
khattiyas, brahmanes u hombres hogareños por razón de la fe?”.
“Sería mejor, Venerable Señor, usar la vivienda recibida de los influyentes khattiyas, brahmanes u
hombres hogareños por razón de la fe. Porque sería muy doloroso ser sujetado por un fuerte hombre
cabeza abajo y ser arrojado en un caldero de cobre caliente al rojo vivo, ardiente y brillante, y
elevarse por encima de la espuma del remolino hirviente, y hundirse de vuelta”.
“Os informo, monjes, declaro a vosotros que para un hombre inmoral… sería mucho mejor ser
sujetado por un fuerte hombre cabeza abajo y ser arrojado en un caldero de cobre caliente al rojo
vivo, ardiente y brillante, y elevarse por encima de la espuma del remolino hirviente, y hundirse de
vuelta. Y, ¿por qué así? Porque por causa de esto, solo encontraría la muerte o dolores mortales,
pero no por eso, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renacería en el plano de la miseria,
en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno. Pero cuando un hombre inmoral… usa la
vivienda recibida de los influyentes khattiyas, brahmanes u hombres hogareños por razón de la fe,
esto lo conduce a dolor y sufrimiento por mucho tiempo. Con el quiebre del cuerpo, después de la
muerte, renace en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno.
“Por eso, monjes, deberíais entrenaros vosotros mismos así: ‘Cuando usamos los hábitos, las
viviendas, las medicinas y las provisiones para la enfermedad, estos servicios que nos proveen serán
de gran fruto y beneficio para ellos, y nuestra salida [del hogar] no será en vano sino fructifera y
fértil’. De esta manera debéis entrenaros a vosotros mismos. Considerando que vuestro propio bien
es suficiente para esforzarse en conseguir la meta final con diligencia. Considerando que el bien de
otros es suficiente para esforzarse en conseguir la meta final con diligencia. Considerando que
ambos: vuestro propio bien y el bien de otros es suficiente para esforzarse en conseguir la meta final
con diligencia”.
Esto es lo que el Bienaventurado dijo. Y mientras esta exposición se efectuaba, sesenta monjes
vomitaron sangre caliente. Sesenta monjes abandonaron el entrenamiento y retornaron al estilo de
vida más bajo, diciendo: “Esto es difícil de hacer, Venerable Señor, muy difícil de hacer”. Y las
mentes de [otros] sesenta monjes fueron liberadas de la contaminación a través del no-apego.
AN 7,74 {16A7.2.2.10,74} Araka Sutta – Araka
El Buda cita unos sugerentes símiles sobre la transitoriedad de la vida de un bodhisatta, de épocas
remotas, de nombre Araka. Llama la atención que en su época la gente vivía 60.000 años y sólo
sufría de seis dolencias: con más razón, estos símiles se aplican hoy en día a nosotros.

[74] {74} “Monjes, en el pasado remoto vivía un maestro de nombre Araka, fundador de una orden
religiosa sin avidez por los placeres sensuales. El maestro Araka tenía cientos de discípulos, a los
cuales enseñaba el Dhamma así: ‘Brahmanes, la vida de los seres humanos es corta, limitada y
fugaz; tiene mucho sufrimiento y mucha miseria. Uno debería entender esto sabiamente. Uno
debería hacer lo que es beneficioso y conducente a la vida espiritual; ninguno que ha nacido puede
escapar a la muerte.
“’Al igual que una gota de rocío, en la punta de una brizna, se desvanece rápidamente al amanecer y
no dura mucho tiempo, así también, oh brahmanes, la vida humana es como la gota de rocío. Es
limitada y fugaz; tiene mucho sufrimiento y mucha miseria. Uno debería hacer lo que es beneficioso
y conducente a la vida espiritual; ninguno que ha nacido puede escapar a la muerte.
“’Al igual que cuando las gruesas gotas de lluvia se vierten hacia abajo, las burbujas de agua se
desvanecen rápidamente y no duran mucho tiempo, así también, oh brahmanes, la vida humana es
como las burbujas de agua. Es limitada… ninguno que ha nacido puede escapar a la muerte.
“’Al igual que una línea trazada en el agua, con un palo, se desvanece rápidamente y no dura mucho
tiempo, así también, oh brahmanes, la vida humana es como la línea trazada en el agua. Es
limitada… ninguno que ha nacido puede escapar a la muerte.
“’Al igual que el río que fluye hacia abajo desde las montañas, atravesando largas distancias, con
rápidas corrientes, arrastrando restos flotantes de naufragios, no se quedará quieto ni por un
momento, un instante ni un segundo, sino que correrá de prisa con remolinos y flujos de corriente
hacia adelante, así también, oh brahmanes, la vida humana es como la corriente de las montañas. Es
limitada… ninguno que ha nacido puede escapar a la muerte.
“’Al igual que un hombre fuerte puede formar una masa de saliva en la punta de su lengua y
escupirla sin dificultad alguna, así también, oh brahmanes, la vida humana es como una masa de
saliva. Es limitada… ninguno que ha nacido puede escapar a la muerte.
“’Al igual que un pedazo de carne tirado en una sartén de hierro, calentada todo el día, se desvanece
rápidamente y no dura mucho tiempo, así también, oh brahmanes, la vida humana es como un
pedazo de carne. Es limitada… ninguno que ha nacido puede escapar a la muerte.
“’Al igual que cuando la vaca que ha de ser degollada es llevada al matadero, cualquiera que sea la
pierna que levante, está más cerca del sacrificio, más cerca de la muerte, así también, oh
brahmanes, la vida humana es como la vaca llevada al matadero. Es limitada y fugaz; tiene mucho
sufrimiento y mucha miseria. Uno debería hacer lo que es beneficioso y conducente a la vida
espiritual; ninguno que ha nacido puede escapar a la muerte’.
“Pero, monjes, en aquel tiempo el espacio vital de los seres humanos era de 60.000 años, y las
muchachas eran núbiles a la edad de quinientos años. En aquel tiempo la gente estaba aquejada por
seis aflicciones: el frío, el calor, el hambre, la sed, el excremento y la orina. Por más que la gente
tenía semejante espacio vital y vivía este largo tiempo, y por más que tenían tan pocas aflicciones,
aún así el maestro Araka ofrecía a sus discípulos semejante enseñanza: ‘Brahmanes, la vida de los
seres humanos es corta… ninguno que ha nacido puede escapar a la muerte’.
“Pero hoy en día, monjes, un podría decir con certeza [con más razón]: ‘La vida de los seres
humanos es corta, limitada y fugaz; tiene mucho sufrimiento y mucha miseria. Uno debería
entender esto sabiamente. Uno debería hacer lo que es beneficioso y conducente a la vida espiritual;
ninguno que ha nacido puede escapar a la muerte’. Hoy en día, el que tiene una vida larga vive cien
años o un poco más. Y cuando uno vive cien años, vive justo trescientas estaciones: cien inviernos,
cien veranos y cien estaciones lluviosas. Cuando uno vive trescientas estaciones, vive justo mil
doscientos meses: cuatrocientos meses de invierno, cuatrocientos meses de verano y cuatrocientos
meses de estación lluviosa. Cuando uno vive mil doscientos meses, vive justo dos mil cuatrocientas
quincenas: ochocientas quincenas de invierno, ochocientas quincenas de verano y ochocientas
quincenas de estación lluviosa.
“Y cuando uno vive dos mil cuatrocientas quincenas, vive justo 36.000 noches: 12.000 noches de
invierno, 12.000 noches de verano y 12.000 noches de estación lluviosa. Cuando uno vive 36.000
noches, come justo 72.000 comidas: 24.000 comidas en el invierno, 24.000 comidas en el verano y
24.000 comidas en la estación lluviosa. Y esto incluye la toma de la leche materna y [las épocas, en
las que uno tenía] obstáculos para comer. Estos son los obstáculos para comer: alguien que está
enojado no consume la comida, alguien con dolores no consume la comida, alguien que está
enfermo no consume la comida, alguien que observa el Uposatha no consume la comida y alguien
que no obtiene la comida, tampoco la consume.
“Así, monjes, he contado el espacio vital del ser humano de cien años de vida, el límite de ese
espacio vital, el número de las estaciones, años, meses y quincenas; el número de sus noches, días y
comidas, con los obstáculos para comer. Monjes, todo lo que un maestro compasivo puede hacer
por causa de su compasión por sus discípulos, buscando el bienestar de ellos, yo lo he hecho por
vosotros. He allí el pie de un árbol, allá una choza vacía: meditad, monjes, y no seáis negligentes.
No sea que tengáis motivo para lamentaros. Estás son nuestras instrucciones para vosotros”.

AN 7,83 {16A7.2.3.9,83} Satthusasana Sutta – Enseñanza del


maestro

El Buda enseña, al monje Upali, en qué consiste el criterio de reconocer la verdadera enseñanza del
Dhamma.

[83] {83} Entonces, el Venerable Upali se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a
un lado y dijo: “Venerable Señor, sería bueno que el Bienaventurado me enseñara el Dhamma en
resumen, de esta manera, habiendo escuchado el Dhamma de los labios del Bienaventurado, podría
morar sólo, apartado, diligente, ardiente y resuelto”.
“Upali, aquellas cosas, las cuales pudieses conocer que son así: ‘Cosas que no conducen
exclusivamente al desencantamiento, al desapasionamiento, al cese, a la paz, al conocimiento
directo, a la iluminación, al Nibbana’; deberías reconocer de esta manera: ‘Esto no es el Dhamma,
esto no es la Disciplina, esta no es la enseñanza del Maestro’. Pero, Upali, aquellas cosas, las cuales
pudieses conocer que son así: ‘Cosas que conducen exclusivamente al desencantamiento, al
desapasionamiento, al cese, a la paz, al conocimiento directo, a la iluminación, al Nibbana’;
deberías reconocer de esta manera: ‘Esto es el Dhamma, esto es la Disciplina, esta es la enseñanza
del Maestro’”.

AN 7,95-614 {16A7.2.5.1,95-16A7.2.5.528,622} Ahuneyya


Vagga – Capítulo sobre los dignos de recibir ofrendas

En este capítulo se genera un gran número de suttas cortos a través del uso de permutaciones que
combinan los modos de la contemplación con sus diferentes objetos.

[95] {95} “Monjes, he aquí estas siete clases de personas que son dignas de ofrendas, dignas de
hospitalidad, dignas de dádivas, dignas de saludos reverenciales; insuperable campo de méritos para
el mundo. Y, ¿cuáles son esas siete?
“He aquí, monjes, una persona mora contemplando la transitoriedad en el ojo, percibiendo la
transitoriedad, experimentando la transitoriedad, constante y continuamente, enfocándola
interrumpidamente en su mente, la sondea con sabiduría. Con la destrucción de las
contaminaciones, ha descubierto con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada
liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece
allí. Esta es la primera clase de personas que son dignas de ofrendas, dignas de hospitalidad, dignas
de dádivas, dignas de saludos reverenciales; insuperable campo de méritos para el mundo.
“Además, monjes, una persona mora contemplando la transitoriedad en el ojo, percibiendo la
transitoriedad, experimentando la transitoriedad, constante y continuamente, enfocándola
interrumpidamente en su mente, la sondea con sabiduría. Para él, la extenuación de las
contaminaciones ocurre simultáneamente con la extenuación de la vida. Esta es la segunda clase de
personas que son dignas de ofrendas…
“Además, monjes, una persona mora contemplando la transitoriedad en el ojo, percibiendo la
transitoriedad, experimentando la transitoriedad, constante y continuamente, enfocándola
interrumpidamente en su mente, la sondea con sabiduría. Con la completa destrucción de los cinco
grilletes menores, llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo [1]. Esta es la tercera
clase de personas que son dignas de ofrendas…
“Además, monjes, una persona mora contemplando la transitoriedad en el ojo, percibiendo la
transitoriedad, experimentando la transitoriedad, constante y continuamente, enfocándola
interrumpidamente en su mente, la sondea con sabiduría. Con la completa destrucción de los cinco
grilletes menores, llega a ser alguien que alcanza el Nibbana en el aterrizaje. Esta es la cuarta clase
de personas que son dignas de ofrendas…
“Además, monjes, una persona mora contemplando la transitoriedad en el ojo, percibiendo la
transitoriedad, experimentando la transitoriedad, constante y continuamente, enfocándola
interrumpidamente en su mente, la sondea con sabiduría. Con la completa destrucción de los cinco
grilletes menores, llega a ser alguien que alcanza el Nibbana sin esfuerzo. Esta es la quinta clase de
personas que son dignas de ofrendas…
“Además, monjes, una persona mora contemplando la transitoriedad en el ojo, percibiendo la
transitoriedad, experimentando la transitoriedad, constante y continuamente, enfocándola
interrumpidamente en su mente, la sondea con sabiduría. Con la completa destrucción de los cinco
grilletes menores, llega a ser alguien que alcanza el Nibbana mediante el esfuerzo. Esta es la sexta
clase de personas que son dignas de ofrendas…
“Además, monjes, una persona mora contemplando la transitoriedad en el ojo, percibiendo la
transitoriedad, experimentando la transitoriedad, constante y continuamente, enfocándola
interrumpidamente en su mente, la sondea con sabiduría. Con la completa destrucción de los cinco
grilletes menores, llega a ser alguien que va aguas arriba, en dirección del reino Akanittha. Esta es
la séptima clase de personas que son dignas de ofrendas…
“Estas son, monjes, las siete clases de personas que son dignas de ofrendas, dignas de hospitalidad,
dignas de dádivas, dignas de saludos reverenciales; insuperable campo de méritos para el mundo.
[96-102] {96-622} “Monjes, he aquí estas siete clases de personas que son dignas de ofrendas,
dignas de hospitalidad, dignas de dádivas, dignas de saludos reverenciales; insuperable campo de
méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas siete?
“He aquí, monjes, una persona mora contemplando la insatisfacción en el ojo… mora contemplando
el no-ser en el ojo… mora contemplando la destrucción en el ojo… mora contemplando el
desvanecimiento en el ojo… mora contemplando la desaparición en el ojo… mora contemplando el
cese en el ojo… mora contemplando el renunciamiento en el ojo…
[103-190] “He aquí, monjes, una persona mora contemplando la transitoriedad en el oído… en la
nariz… en la lengua… en el cuerpo… en la mente… en las formas… en los sonidos… en los
olores… en los sabores… en los objetos táctiles… en los fenómenos mentales…
[191-238] “…en la consciencia del ojo… en la conciencia del oído… en la consciencia de la
nariz… en la conciencia de la lengua… en la consciencia del cuerpo… en la conciencia de la
mente…
[239-286] “…en el contacto del ojo… en el contacto del oído… en el contacto de la nariz… en el
contacto de la lengua… en el contacto del cuerpo… en contacto de la mente…
[287-334] “…en la sensación originada en el contacto del ojo… en la sensación originada en el
contacto del oído… en la sensación originada en el contacto de la nariz… en la sensación originada
en el contacto de la lengua… en la sensación originada en el contacto del cuerpo… en la sensación
originada en contacto de la mente…
[335-382] “…en la percepción de las formas… en la percepción de los sonidos… en la percepción
de los olores… en la percepción de los sabores… en la percepción de los objetos táctiles… en la
percepción de los fenómenos mentales…
[383-430] “…en la volición concerniente a las formas… en la volición concerniente a los sonidos…
en la volición concerniente a los olores… en la volición concerniente a los sabores… en la volición
concerniente a los objetos táctiles… en la volición concerniente a los fenómenos mentales…
[431-478] “…en la codicia por las formas… en la codicia por los sonidos… en la codicia por los
olores… en la codicia por los sabores… en la codicia por los objetos táctiles… en la codicia por los
fenómenos mentales…
[479-526] “…en el pensamiento acerca de las formas… en el pensamiento acerca de los sonidos…
en el pensamiento acerca de los olores… en el pensamiento acerca de los sabores… en el
pensamiento acerca de los objetos táctiles… en el pensamiento acerca de los fenómenos mentales…
[527-574] “…en el examen de las formas… en el examen de los sonidos… en el examen de los
olores… en el examen de los sabores… en el examen de los objetos táctiles… en el examen de los
fenómenos mentales…
[575-614] “He aquí, monjes, una persona mora contemplando la transitoriedad en el cúmulo de la
forma… en el cúmulo de la sensación… en el cúmulo de la percepción… en el cúmulo de las
actividades volitivas… en el cúmulo de la conciencia… mora contemplando la insatisfacción en el
ojo… mora contemplando el no-ser… mora contemplando la destrucción… mora contemplando el
desvanecimiento… mora contemplando la desaparición… mora contemplando el cese… mora
contemplando el renunciamiento…”.

NOTA:
[1] Ver nota de Bhikkhu Bodhi en SN 54,5.

AN 7,615-1124 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la


codicia, etc.

Esta serie repetitiva de suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete
contaminaciones, (2) diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto
a ellas y (3) tres clases de prácticas.

[615] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse siete cosas.
Y, ¿cuáles son esas siete? El factor de la iluminación de la atención consciente, el factor de la
iluminación del discernimiento de los fenómenos, el factor de la iluminación de la energía, el factor
de la iluminación del arrobamiento, el factor de la iluminación de la tranquilidad, el factor de la
iluminación del discernimiento de la concentración y el factor de la iluminación de la ecuanimidad.
Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas siete cosas.
[616] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse siete cosas.
Y, ¿cuáles son esas siete? La percepción de la transitoriedad, la percepción del no-ser, la percepción
de lo repugnante, la percepción del peligro, la percepción del abandono, la percepción del
desapasionamiento y la percepción del cese. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia,
monjes, han de desarrollarse estas siete cosas.
[617] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse siete cosas.
Y, ¿cuáles son esas siete? La percepción de lo repugnante, la percepción de la muerte, la percepción
de lo repugnante en la comida, la percepción del no-deleite en el mundo entero, la percepción de la
transitoriedad, la percepción de la insatisfactoriedad en lo que es transitorio y la percepción del no-
ser en lo que es la insatisfactoriedad. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, monjes,
han de desarrollarse estas siete cosas.
[618-644] “Monjes, mediante la plena comprensión de la codicia… mediante la completa
destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el cese… el
renunciamiento… la dimisión de la codicia… han de desarrollarse estas sietes cosas.
[645-1124] “Monjes, mediante el conocimiento directo… mediante la plena comprensión…
mediante la completa destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la
desaparición… el cese… el renunciamiento… la dimisión del odio… de la falsa ilusión… la ira…
la hostilidad… la denigración… la insolencia… la envidia… la avaricia… el engaño… la astucia…
la obstinación… la vehemencia… el orgullo… la arrogancia… la embriaguez… la negligencia han
de desarrollarse estas siete cosas”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Exaltados, aquellos monjes se deleitaron en la declaración
del Bienaventurado.
8. Atthakanipatapali - Libro con suttas dedicados a ocho
dhammas

Es la octava división del Anguttara Nikaya con los suttas que contienen ocho particulares temas del
Dhamma o la enseñanza del Buda, cada uno.
[Los números entre corchetes siguen la edición de Bhikkhu Bodhi].

1. Pathamapannasaka - Primer grupo de los cincuenta


1.1. Mettavagga - Capítulo sobre el amor benevolente
AN 8,1 Metta Sutta - Amor benevolente. El Buda enumera ocho resultados positivos que puede
esperar cualquier persona que cultiva el amor benevolente (metta).
AN 8,2 Panna Sutta – Sabiduría.El Buda esboza las habilidades que deben ser gradualmente
desarrolladas para alcanzar la sabiduría que es la base de la vida santa.
AN 8,3 Pathamapiya Sutta – Primer discurso sobre lo placentero. Cuándo un monje es querido y
agradable para sus compañeros monjes, y cuándo les es desplaciente y desagradable.
AN 8,4 Dutiyapiya Sutta – Segundo discurso sobre lo placentero. Otras características que hacen, o
no hacen, a un monje querido y agradable para sus compañeros.
AN 8,5-6 Pathama y Dutiyalokadhamma Sutta – Las condiciones del mundo. La diferencia entre
una persona común y corriente y otra iluminada, consiste en cómo las mismas responen a los
inevitables ascensos y descensos de la vida.
AN 8,7 Devadattavipatti Sutta – La falta de Devadatta. El Buda explica las condiciones
malsanas que llevaron a la caída de su primo Devadatta.
AN 8,8 Uttaravipatti Sutta – Discurso de Uttara sobre las faltas. El Venerable Uttara enseña
a un grupo de monjes sobre la revisión de las faltas y los logros, basándose fielmente en las
palabras del Buda.
AN 8,9 Nanda Sutta – Nanda. Las prácticas que hacen a Nanda capaz de llevar una vida
espiritual completa y pura.
AN 8,10 Karandava Sutta – Basura. El Buda explica por qué debe ser alejado el monje que
no cumple con la disciplina monástica.

1.2. Mahavagga - Gran capítulo


AN 8,11 Veranja Sutta – En Veranja. Luego de responder pacientemente a las críticas de un
brahmán, el Buda relata el tradicional recuento de su iluminación precedida por los cuatro
jhanas y los tres conocimientos superiores, hasta llegar a la destrucción de las corrupciones.
AN 8,12 Siha Sutta – Siha. El Buda explica, a un importante general, lo inciertas que son las
acusaciones que circulan en su contra. Y a pesar de que, luego, el mismo se convierte en su
discípulo, lo anima a ofrecer ayuda también a los renunciantes de otros credos religiosos, los
cuales, en este caso, son sus rivales.
AN 8,13 Assajaniya Sutta – Purasangre. Con el símil de un caballo purasangre, el Buda
señala las cualidades que convierten al monje en un inigualable campo de méritos para el
mundo.
AN 8,14 Assakhalunka Sutta – Potros salvajes. Usando el símil de los potros salvajes, el
Buda enumera las malas características que afectan el progreso de un monje.
AN 8,15-16 Mala y Duteyya Sutta – Discursos sobre las manchas y la misión. Ocho
manchas que enturbian el buen actuar de las personas y ocho cualidades que debe poseer el
monje que parte a difundir el Dhamma.
AN 8,17-18 Pathama y Dutiyabandhana Sutta – La esclavitud. Según estos dos suttas cortos,
los hombres y las mujeres se atan mutuamente a través de ocho aspectos.
AN 8,19 Paharada Sutta – Paharada. En este sutta, el Buda compara las maravillosas
características de su enseñanza con las del Gran Océano.
AN 8,20 Uposatha Sutta – Uposatha. En este sutta, el Buda compara las maravillosas
características de su enseñanza con las del Gran Océano.

1.3. Gahapativagga - Capítulo con los hombres hogareños


AN 8,21 Pathamaugga Sutta – Primer discurso con Ugga. Un seguidor laico con muchas
cualidades, enseña a los monjes y alcanza el tercer nivel de la iluminación.
AN 8,22 Datiyaugga Sutta – Segundo discurso con Ugga. Segundo discurso sobre este seguidor
laico que posee muchas cualidades y enseña hasta a los monjes, alcanzando el nivel de iluminación
del que no-retorna.
AN 8,23 Pathamahatthaka Sutta – Primer discurso con Hatthaka. El Buda destaca las saludables
cualidades internas del seguidor laico Hatthaka.
AN 8,24 Dutiyahatthaka Sutta – Segundo discurso con Hatthaka. Cuatro principios de relaciones
beneficiosas practicadas por un seguidor laico que poseía, además, ocho cualidades alabadas por el
Buda.
AN 8,25-26 Mahanama y Jivaka Sutta – Mahanama y Jivaka. El Buda responde las preguntas sobre
las cualidades de un discípulo laico.
AN 8,27 Pathamabala Sutta – Primer discurso sobre los poderes. Los poderes que poseen distintos
tipos de personas.
AN 8,28 Dutiyabala Sutta – Segundo discurso sobre los poderes. Poderes espirituales de un arahant.
AN 8,29 Akkhana Sutta – Momentos inoportunos. Ocho ocasiones en las cuales es imposible seguir
la vida santa del Dhamma.
AN 8,30 Anuruddhamahavitakka Sutta - La gran reflexión de Anuruddha. El Budda enumera las
ochos cualidades de la mente que, bien cultivadas, llevan a alcanzar la última meta.
1.4. Danavagga - Capítulo sobre la caridad
AN 8,31-32 Pathama y Dutiyadana Sutta – Las dádivas. Diferentes motivos de ofrecer
dádivas.
AN 8,33 Danavatthu Sutta – Las bases de los donativos. Ocho razones para ofrecer las
dádivas.
AN 8,34 Khetta Sutta – El campo. La práctica del Noble Óctuple Sendero, por parte de los
receptores de los donativos, hace que las ofrendas produzcan abundantes frutos.
AN 8,35 Danupapatti Sutta – Las bases de los donativos. Clases de renacimientos producidos por el
mérito de ofrecer donativos y tener un corazón puro.
AN 8,36 Punnakiriyavatthu Sutta – Bases de las acciones meritorias. La generosidad y la conducta
virtuosa solo conducen a renacimientos en los planos superiores de la existencia si no son
acompañados por el desarrollo de la meditación.
AN 8,37 Sappurisadana Sutta – Dádivas de una buena persona. Las características de ofrendar
correctamente.
AN 8,38 Sapurisa Sutta – Una buena persona. El Buda instaló un pragmático aunque inspirador
ideal para los laicos, el del sappurisa o “buena persona”, la que vive “para el bien, el bienestar y la
felicidad de mucha gente”.
AN 8,39 Abhisanda Sutta - Los resultados.El Buda habla de las ocho recompensas que pueden
esperarse al guardar una conducta virtuosa.
AN 8,40 Duccaritavipaka Sutta – Resultado de la mala conducta. Las consecuencias de una
mala conducta en las siguientes vidas.

1.5. Uposathavagga - Capítulo sobre el día de la observancia


AN 8,41-45 Sankhitta, Vitthatuposatha, Visakha, Vasenttha y Bojjha Sutta – Uposatha en
resumen, en detalle, con Visakha, Vasenttha y Bojjha. En estos suttas, el Buda subraya la
importancia de la observancia del uposatha y los ocho preceptos relacionados con estos días.
AN 8,46 Anuruddha Sutta – Anuruddha. Las cualidades que debe poseer una mujer para
que, después de la muerte, renazca entre las deidades agradables.
AN 8,47-48 Dutiyavisakha y Nakulamata Sutta – Discursos con Visakha y Nakula. Ocho
virtuosas cualidades de una mujer, que le aseguran el renacimiento entre los dioses
agradables.

AN 8,49-50 Pathama y dutiyaidhalokika Sutta – El presente mundo. El Buda explica, a una


rica y devota mujer, cómo dirigirse rumbo a la victoria tanto en este mundo como en el
venidero.

2. Dutiyapannasaka - Segundo grupo de los cincuenta


2.1. Gotamivagga - Capítulo con Gotami
AN 8,51 Gotami Sutta – Gotami. En este sutta encontramos una historia de dudosa
autenticidad, tal como lo demuestran las notas del Bhikkhu Bodhi, sobre los orígenes del
Sangha de las Bhikkhunis. Preservada también en Culavagga del Vinaya Pitaka.
AN 8,52 Ovada Sutta – Exhortación. Ocho características que debe poseer un monje para poder
enseñar a las monjas.
AN 8,53 Sankhitta Sutta – En resumen [sobre Gotami]. El Buda explica a Mahapajapati Gotami –su
tía- cómo reconocer la verdadera enseñanza del Dhamma.
AN 8,54 Dighajanu Sutta – Dighajanu. El Buda instruye a los hombres hogareños sobre cómo
preservar y aún incrementar las riquezas y la felicidad, en términos mundanos y espirituales.
AN 8,55 Ujjaya Sutta – Ujjaya. El Buda enseña al brahmán Ujjaya la manera de obtener
bienestar y felicidad en esta vida y las venideras.
AN 8,56 Bhaya Sutta – Peligro. El Buda explica por qué a los placeres sensuales se les
puede llamar “peligro, insatisfacción, enfermedad, ebullición, dardo, lazo, pantano y útero”.

AN 8,57-58 Ahuneyya Sutta – Merecedor de ofrendas. Ocho cualidades que hacen a un


monje digno de ofrendas.
AN 8,59-60 Pathama y Dutiyapuggala Sutta – Ocho personas. Ocho tipos de nobles
personas que, en su conjunto, conforman cuatro pares en relación con los cuatro estados de
la iluminación.

2.2. Bhumicalavagga - Capítulo sobre los terremotos


AN 8,61 Iccha Sutta – Deseo. De la postura frente a la adquisición de las ganancias depende
si el monje caerá o no del buen Dhamma.
AN 8,62 Alam Sutta – Capaz. La maestría en el Dhamma califica a uno a enseñar, de modo
que uno no sólo puede acelerar su propio progreso sino también promover el bien de los
demás.

AN 8,63 Samkhitta Sutta – Resumen. El amor benevolente, junto con los tres otros objetos
de meditación inconmensurables o “divinas moradas”, constituye para Buda una exposición
del Dhamma en resumen, que lleva luego a un monje a alcanzar la meta final.

AN 8,64 Gayasisa Sutta – En Gayasisa. En este autobiográfico sutta, el Buda se refiere a sus
esfuerzos para dominar ciertos estados de conocimiento y visión durante su lucha por
conseguir la iluminación.
AN 8,65 Abhibhayatana Sutta – Superación. Según los Comentarios, estas ocho bases de la
superación se refieren a la práctica meditativa de los kasinas, donde al superar los
respectivos objetos de contemplación, el meditador alcanza el conocimiento superior.

AN 8,66 Vimokkha Sutta – Emancipaciones. Las ocho emancipaciones mentales,


enumeradas en orden de grado y sutilidad.
AN 8,67-68 Anariyavohara y Ariyavohara Sutta – Declaraciones innobles y nobles. Ocho
declaraciones verbales que lo hacen a uno ser noble o innoble.
AN 8,69 Parisa Sutta – Las asambleas. El Buda enseña sobre las ocho clases de asambleas y
su participación en ellas.
AN 8,70 Bhumicala Sutta – Los terremotos. En este sutta el Buda afirma que si así lo
desease, podría vivir hasta un eón, pero que decide a “renunciar a su fuerza vital” porque
Ananda falló en pedirle que extendiera su vida. Este incidente nos es familiar del
Mahaparinibbana Sutta.

2.3. Yamakavagga - Capítulo con los pares


AN 8,71 Pathamasaddha Sutta – Primer discurso sobre la fe. Ocho cualidades que hacen de
un monje una persona completa.
AN 8,72 Dutiyasaddha Sutta – Segundo discurso sobre la fe. Ocho cualidades que hacen de
un monje una persona completa.
AN 8,73 Pathimamaranasati Sutta – Primer discurso sobre la atención consciente en la
muerte. Importancia de la meditación sobre la muerte.

AN 8,74 Dutiyamaranasati Sutta – Segundo discurso sobre la atención consciente en la


muerte. La atención consciente en la muerte como un método eficaz de combatir los
perjudiciales estados mentales.

AN 8,75-76 Patthama y Dutiyasampada Sutta – Logros. El Buda explica en qué consisten


los ocho logros al que deberían aspirar sus seguidores laicos.
AN 8,77 Iccha Sutta – Deseo. De la postura frente a la adquisición de las ganancias depende
si el monje caerá o no del buen Dhamma.
AN 8,78 Alam Sutta – Capaz. La maestría en el Dhamma lo califica a uno a enseñar, de
modo que uno no sólo puede acelerar su propio progreso sino también promover el bien de
los demás.
AN 8,79 Parihana Sutta – Declive. Factores del declive de un monje que se entrena.
AN 8,80 Kusitarambhavatthu Sutta – Bases para la pereza y el surgimiento de la energía. Un
esquema simple de contaminaciones mentales que impiden el éxito en la meditación, cuya
contraparte se convierte en cualidades que “hacen surgir la energía para alcanzar lo aún no
alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado”.

2.4. Sativagga - Capítulo sobre la atención consciente


AN 8,81 Satisampajañña Sutta – Atención consciente y clara comprensión. Partiendo de la
atención consciente y clara comprensión, el Buda muestra cómo la ausencia o la presencia
de estas y otras cualidades, forma una cadena causal que conduce al abandono o a la
liberación, respectivamente.
AN 8,82 Punniya Sutta – Punniya. Qué actitudes hay que tener para que un Buda esté
dispuesto enseñar el Dhamma.
AN 8,83 Mulaka Sutta – Enraizados. ¿Cuál es la raíz de todos los fenómenos (sabbe
dhamma)? ¿Es el Nibbana en sí mismo un fenómeno o es el fin de todos ellos?
AN 8,84 Cora Sutta – Ladrón. Ocho características que hacen la diferencia entre ladrones.
AN 8,85 Samana Sutta – Asceta. Ocho nombres, a través de los cuales se puede denominar
al Buda.
AN 8,86 Yasa [Nagita] Sutta – Nagita. El Buda expresa, a su asistente Nagita, el aprecio que
tiene por la soledad y su rechazo a la fama y los elogios.
AN 8,87-90 Pattanikujjana, Appasadapavedaniya, Patisaraniya y Sammavattana Sutta– El
cuenco de limosnas, Falta de confianza, Reconciliación y Comportamiento. Características
que hacen a monjes y laicos dignos de mutuo respeto y sana convivencia.

2.5. Samannavagga - Capítulo sobre el estado monacal


AN 8,91-117 Samanna Vagga – Capítulo sobre el estado monacal. Enumeración de las
mujeres a las cuales, según los Comentarios, el Buda entregó el mismo discurso sobre
uposatha.

2.6. Ragapeyyala - Serie repetitiva sobre el apego


AN 8,118-627 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia, etc. Esta serie repetitiva de
suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete contaminaciones, (2)
diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto a ellas y (3)
tres clases de prácticas.
AN 8,1 {17A8.1.1.1,1} Metta Sutta – Amor benevolente

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• Amor benevolente (Metta)

El Buda enumera ocho resultados positivos que puede esperar cualquier persona que cultiva el amor
benevolente (metta).
[1] {1} Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda Jeta
del parque de Anathapindika cerca de Savatthi. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los
monjes así: “Monjes”.
“Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, cuando se persigue, desarrolla y cultiva la liberación de la mente a través del amor
benevolente, cuando se hace de ella el vehículo y la base de la práctica, se la lleva a cabo, consolida
y comprende adecuadamente, entonces, se pueden esperar ocho beneficios. Y, ¿cuáles son esos
ocho?
“Uno duerme bien, se despierta feliz, no tiene pesadillas, es agradable para los seres humanos,
querido por los seres espirituales, protegido por los devas, no se ve afectado por el fuego, el veneno
ni la espada e irá al mundo del Brama, si es que no penetra planos superiores.
“Monjes, cuando se persigue, desarrolla y cultiva la liberación de la mente a través del amor
benevolente, cuando se hace de ella el vehículo y la base de la práctica, se la lleva a cabo, consolida
y comprende adecuadamente, entonces, se pueden esperar estos ocho beneficios.”
Alguien que, siempre atento, desarrolla
el inconmensurable amor benevolente,
verá sus grilletes destruidos,
al igual que sus apegos a las adquisiciones.
Si, con la mente libre del odio,
uno despierta el amor hacia un solo ser,
ciertamente se convierte en buen hombre.
Con la mente compasiva hacia todos los seres,
el noble genera un gran mérito.
amable y benevolente, poseedor de méritos.
Aquellos sabios reales que conquistaron la tierra
con su multitud de seres,
viajando para realizar sacrificios,
sacrificios de caballos, sacrificios humanos,
-como el cielo estrellado detrás de la Luna-
queda liberado se semejantes sacrificios.
Todos ellos no valen ni la decimosexta parte
de la mente bien desarrollada en el amor,
al igual que las huestes de las estrellas no pueden igualar
ni la decimosexta parte de esplendor de la Luna.
Alguien que se abstiene de matar ni ordena a matar
quien no conquista ni ordena conquistar,
alguien que tiene el amor benevolente hacia todos los seres
no alberga enemistada alguna a nadie.

AN 8,2 Panna Sutta – Sabiduría


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• Sabiduría (Pañña)

El Buda esboza las habilidades que deben ser gradualmente desarrolladas para alcanzar la sabiduría
que es la base de la vida santa.
[2] “Monjes, existen estas ocho condiciones, ocho causas que conducen a la adquisición de la
sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conducen a
su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“Monjes, este es el caso del monje que mora en cercanías del Maestro como su aprendiz, o al lado
de algún respetable compañero en la vida santa, en el cual ha sido establecido un fuerte sentido de
la conciencia, el miedo de culpa, el amor y el respeto. Esta es, monjes, la primera condición, la
primera causa que conduce a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la
vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su
realización completa.
“Morando en cercanías del Maestro como su aprendiz o al lado de algún respetable compañero en la
vida santa, en el cual ha sido establecido un fuerte sentido de la conciencia, el miedo de culpa, el
amor y el respeto, se acerca de tanto en tanto a su maestro preguntando e inquiriendo de él de esta
manera: '¿Cuál es el significado de esto?' Por lo cual, estos venerables señores le revelan lo que es
oculto, le explican lo que es oscuro y disipan sus dudas en muchas de las cuestiones perplejas. Esta
es, monjes, la segunda condición, la segunda causa que conduce a la adquisición de la sabiduría aún
no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su desarrollo
aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
“Habiendo escuchado el Dhamma, se esfuerza practicando dos clases de reclusión: la reclusión del
cuerpo y la reclusión de la mente. Esta es, monjes, la tercera condición, la tercera causa que
conduce a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al
haberla conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización
completa.
“Practica la virtud y la vida restringida de acuerdo al Patimokkha; es perfecto en su conducta y en
sus costumbres, viendo el peligro en la más mínima falta. Se somete y se entrena a sí mismo en la
práctica de los preceptos. Esta es, monjes, la cuarta condición, la cuarta causa que conduce a la
adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla
conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
“Es muy docto, retiene lo que aprende y escucha, acumula el saber sagrado. Cualquier enseñanza
que es agradable desde el comienzo, agradable en el medio y agradable al final -tanto en su forma
como en el significado- que proclama la vida santa y que es entera y completamente pura, la
escucha con frecuencia, la retiene y la considera cuidadosamente, la acumula, la examina en su
mente y llega a profundo entendimiento de ella. Esta es, monjes, la quinta condición, la quinta causa
que conduce a la adquisición de la sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y,
al haberla conquistado, conduce a su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización
completa.
“Viviendo con determinación, persistentemente abandona las acciones perjudiciales y cultiva las
beneficiosas. Es firme, sólido en su esfuerzo, productivo en su deber correspondiente a las acciones
beneficiosas. Esta es, monjes, la sexta condición, la sexta causa que conduce a la adquisición de la
sabiduría aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a
su desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
“En medio del Sangha no se ocupa de parloteo ni habla de cosas infantiles; más bien, él mismo
habla del Dhamma o pregunta a otros sobre la doctrina; tampoco es negligente con el noble silencio.
Esta es, monjes, la séptima condición, la séptima causa que conduce a la adquisición de la sabiduría
aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su
desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
“Permanece contemplando el surgimiento y el declive de los cinco cúmulos del apego, pensando:
'tal es la forma, tal es su surgimiento, tal es su declive; tal es la sensación, tal es su surgimiento, tal
es su declive; tal es la percepción, tal es su surgimiento, tal es su declive; tal es la actividad volitiva,
tal es su surgimiento, tal es su declive; tal es la conciencia, tal es su surgimiento, tal es su declive'.
Esta es, monjes, la octava condición, la octava causa que conduce a la adquisición de la sabiduría
aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conduce a su
desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa.
“Cuando esto sucede, sus compañeros en la vida santa le tienen una gran estima y dicen: 'Este
venerable señor vive en cercanías del Maestro como su aprendiz o al lado de un respetable
compañero en la vida santa, en el cual ha sido establecido un fuerte sentido de la conciencia, el
miedo de culpa, el amor y el respeto. Ciertamente, conociendo, conoce y viendo, percibe'. Este es el
factor que conduce a recibir cariño y respeto, a desarrollar sus cualidades, a estar en conformidad
con los monjes y alcanzar la unificación.
“[Además, ellos dicen:] 'Este venerable señor, morando en cercanías del Maestro como su aprendiz
o al lado de un respetable compañero en la vida santa, en el cual ha sido establecido un fuerte
sentido de la conciencia, el miedo de culpa, el amor y el respeto, se acerca de tanto en tanto a su
maestro preguntando e inquiriendo de él de esta manera: «¿Cuál es el significado de esto?» Por lo
cual, estos venerables señores le revelan lo que es oculto, le explican lo que es oscuro y disipan sus
dudas en muchas de las cuestiones perplejas. Ciertamente, conociendo, conoce y viendo, percibe'.
Este es el factor que conduce a recibir cariño y respeto, a desarrollar sus cualidades, a estar en
conformidad con los monjes y alcanzar la unificación.
“[Además, ellos dicen:] 'Este venerable señor, habiendo escuchado el Dhamma, se esfuerza
practicando dos clases de reclusión: la reclusión del cuerpo y la reclusión de la mente. Ciertamente,
conociendo, conoce y viendo, percibe'. Este es el factor que conduce a recibir cariño y respeto, a
desarrollar sus cualidades, a estar en conformidad con los monjes y alcanzar la unificación.
“[Además, ellos dicen:] 'Este venerable señor practica la virtud y la vida restringida de acuerdo al
Patimokkha; es perfecto en su conducta y en sus costumbres, viendo el peligro de la falta aún más
pequeña. Se somete y se entrena a sí mismo en la práctica de los preceptos. Ciertamente,
conociendo, conoce y viendo, percibe'. Este es el factor que conduce a recibir cariño y respeto, a
desarrollar sus cualidades, a estar en conformidad con los monjes y alcanzar la unificación.
“[Además, ellos dicen:] 'Este venerable señor es muy docto, retiene lo que aprende y escucha,
acumula el saber sagrado. Cualquier enseñanza que es hermosa desde el comienzo, hermosa en el
medio, hermosa al final -tanto en su forma como en el significado- que proclama la vida santa y que
es entera y completamente pura, él la escucha con frecuencia, la retiene y la considera
cuidadosamente, la acumula, la examina en su mente y llega a profundo entendimiento de esta
teoría. Ciertamente, conociendo, conoce y viendo, percibe'. Este es el factor que conduce a recibir
cariño y respeto, a desarrollar sus cualidades, a estar en conformidad con los monjes y alcanzar la
unificación.
“[Además, ellos dicen:] 'Este venerable señor, viviendo con determinación, persistentemente
abandona las acciones perjudiciales y cultiva las beneficiosas. Es firme, sólido en su esfuerzo,
productivo en su deber correspondiente a las acciones beneficiosas. Ciertamente, conociendo,
conoce y viendo, percibe'. Este es el factor que conduce a recibir cariño y respeto, a desarrollar sus
cualidades, a estar en conformidad con los monjes y alcanzar la unificación.
“[Además, ellos dicen:] 'Este venerable señor, en medio del Sangha no se ocupa de parloteo ni habla
de cosas infantiles; más bien, él mismo habla del Dhamma o pregunta a otros sobre la doctrina;
tampoco es negligente con el noble silencio. Ciertamente, conociendo, conoce y viendo, percibe'.
Este es el factor que conduce a recibir cariño y respeto, a desarrollar sus cualidades, a estar en
conformidad con los monjes y alcanzar la unificación.
“[Además, ellos dicen:] 'Este venerable señor permanece contemplando el surgimiento y el declive
de los cinco cúmulos del apego, pensando: 'tal es la forma, tal es su surgimiento, tal es su declive;
tal es la sensación, tal es su surgimiento, tal es su declive; tal es la percepción, tal es su surgimiento,
tal es su declive; tal es la actividad volitiva, tal es su surgimiento, tal es su declive; tal es la
conciencia, tal es su surgimiento, tal es su declive'. Ciertamente, conociendo, conoce y viendo,
percibe'. Este es el factor que conduce a recibir cariño y respeto, a desarrollar sus cualidades, a estar
en conformidad con los monjes y alcanzar la unificación.
“Éstas son, monjes, las ocho condiciones, ocho causas que conducen a la adquisición de la sabiduría
aún no conquistada, que es la base de la vida santa, y, al haberla conquistado, conducen a su
desarrollo aún más alto, a la abundancia y su realización completa”.
AN 8,3 Pathamapiya Sutta – Primer discurso sobre lo
placentero

Cuándo un monje es querido y agradable para sus compañeros monjes, y cuándo les es desplaciente
y desagradable.

[3] Esto he escuchado:


En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, en el parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:
“Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, poseyendo ocho características, un monje es desplaciente y desagradable para sus
compañeros monjes, y no es estimado ni respetado por ellos. Y, ¿cuáles son esas ocho? He aquí, el
monje alaba a los que son desagradables y critica a los que son agradables; es deseoso de ganancias
y honra; es moralmente sin vergüenza y sin temor moral; tiene malos deseos y sostiene incorrectos
puntos de vista. Poseyendo estas ocho características, un monje es desplaciente y desagradable para
sus compañeros monjes, y no es estimado ni respetado por ellos.
“Monjes, poseyendo ocho cualidades, un monje es querido y agradable para sus compañeros
monjes, y es estimado y respetado por ellos. Y, ¿cuáles son esas ocho? He aquí, el monje no alaba a
los que son desagradables ni critica a los que son agradables; no es deseoso de ganancias ni honra;
tiene sentido de vergüenza moral y temor moral; tiene pocos deseos y sostiene rectos puntos de
vista. Poseyendo estas ocho cualidades, un monje es querido y agradable para sus compañeros
monjes, y es estimado y respetado por ellos”.

AN 8,4 Dutiyapiya Sutta – Segundo discurso sobre lo


placentero
Otras características que hacen, o no hacen, a un monje querido y agradable para sus compañeros.
[4] "Monjes, poseyendo ocho características, un monje es desplaciente y desagradable para sus
compañeros monjes; y no es respetado ni estimado por ellos. ¿Cuáles ocho? He aquí, el monje es
ávido de (i) ganancias, (ii) honor y (iii) reputación; (iv) no sabe reconocer el momento adecuado (v)
ni conoce la moderación; (vi) es impuro; (vii) habla mucho e (viii) insulta y denigra a sus
compañeros monjes. Poseyendo estas ocho características, un monje es desplaciente y desagradable
para sus compañeros monjes; y no es respetado ni estimado por ellos
"Monjes, poseyendo ocho cualidades, un monje es querido y agradable para sus compañeros
monjes; y es respetado y estimado por ellos. ¿Cuáles ocho? He aquí, el monje (i) no es ávido de
ganancias, (ii) honor ni (iii) reputación; (iv) sabe reconocer el momento adecuado y (v) conoce la
moderación; (vi) es puro; (vii) no habla mucho y (viii) no insulta ni denigra a sus compañeros
monjes. Poseyendo estas ocho cualidades, un monje es querido y agradable para sus compañeros
monjes; y es respetado y estimado por ellos".
AN 8,5-6 {17A8.1.1.5,5-16A8.1.1.6,6} Pathama y
Dutiyalokadhamma Sutta – Las condiciones del mundo

La diferencia entre una persona común y corriente y otra iluminada, consiste en cómo las mismas
responen a los inevitables ascensos y descensos de la vida.

AN 8,5 {16A8.1.1.5,5} Pathamalokadhamma Sutta – Primer discurso sobre las


condiciones del mundo
[5] {5} “Estas ocho condiciones del mundo [1], monjes, siguen al mundo y el mundo no se separa
de estas ocho condiciones del mundo. ¿Cuáles ocho? Ganancia y pérdida [2], fama y fracaso [3],
crítica y elogio [4], felicidad y sufrimiento [5]. Estas ocho condiciones del mundo, monjes, siguen
al mundo y el mundo no se separa de estas ocho condiciones del mundo.”
Ganancia y pérdida, fama y fracaso,
crítica y elogio, felicidad y sufrimiento,
éstas condiciones en los humanos
son impermanentes, temporales y de naturaleza transitoria.
El sabio, dotado de atención,
habiéndolas comprendido realiza su naturaleza transitoria.
Las condiciones deseables no conmueven su mente
y no experimenta aversión por las indeseables.
Sus deleites y aversiones se desvanecen,
desaparecen, no existen.
Habiendo realizado el Nibbàna, sin deseo, sin pena,
comprende correctamente que ha trascendido la existencia.

AN 8,6 {16A8.1.1.6,6} Dutiyalokadhamma Sutta – Segundo discurso sobre las


condiciones del mundo
[6] {6} “Estas ocho condiciones del mundo, monjes, siguen al mundo y el mundo no se separa de
estas ocho condiciones del mundo. ¿Cuáles ocho? Ganancia y pérdida, fama y fracaso, crítica y
elogio, felicidad y sufrimiento. Estas ocho condiciones del mundo, monjes, siguen al mundo y el
mundo no se separa de estas ocho condiciones del mundo.
“El ser ordinario no informado, monjes, experimenta ganancia y pérdida, fama y fracaso, crítica y
elogio, felicidad y sufrimiento. También el discípulo noble informado, monjes, experimenta
ganancia y pérdida, fama y fracaso, crítica y elogio, felicidad y sufrimiento. Aquí, monjes, ¿cuál es
la diferencia? ¿Cuál es la diferencia de esfuerzo? ¿Cuál es la diferencia entre el ser noble informado
y el ser ordinario no informado?
“Venerable señor, nuestras enseñanzas tienen su origen en el Sublime, tienen al Sublime como guía,
tienen al Sublime como refugio. Sería bueno, venerable Señor, que explicara el significado de esas
palabras. Habiéndolo escuchado del Sublime, los monjes lo preservarán.
“Si es así, monjes, escuchen, pongan buena atención a lo que diré”.
“Sí, venerable Señor”. Respondieron esos monjes al Sublime. El Sublime dijo esto:
“Cuando el ser ordinario no informado obtiene ganancia, él no considera así, ‘He obtenido esta
ganancia. Ésta es impermanente, insatisfactoria y de naturaleza transitoria.’ No comprende esto de
acuerdo con la realidad. Cuando obtiene pérdida… cuando obtiene fama… cuando obtiene
fracaso… cuando obtiene crítica… cuando obtiene elogio… cuando obtiene felicidad… cuando
obtiene sufrimiento, él no considera así, ‘He obtenido este sufrimiento. Éste es impermanente,
insatisfactorio, de naturaleza transitoria’. No comprende esto de acuerdo con la realidad.
“La ganancia se apodera de su mente, la pérdida se apodera de su mente. La fama se apodera de su
mente, el fracaso se apodera de su mente. La crítica se apodera de su mente, el elogio se apodera de
su mente. La felicidad se apodera de su mente, el sufrimiento se apodera de su mente. Él se deleita
con la ganancia obtenida, se contraría con la pérdida obtenida. Se deleita con la fama obtenida, se
contraría con el fracaso obtenido. Se contraría con la crítica obtenida, se deleita con el elogio
obtenido. Se deleita con la felicidad obtenida, se contraría con el sufrimiento obtenido. Él así,
deleitándose y contrariándose, no se libera del nacimiento, de la vejez, de la muerte, de la pena, del
lamento, del dolor, del pesar y de la desesperanza; no se libera del sufrimiento.
“Pero, monjes, cuando el discípulo noble instruido obtiene ganancia, él considera así, ‘He obtenido
ganancia. Ésta es impermanente, insatisfactoria y de naturaleza transitoria.’ Comprende esto de
acuerdo con la realidad. Cuando obtiene pérdida… cuando obtiene fama… cuando obtiene
fracaso… cuando obtiene crítica… cuando obtiene elogio… cuando obtiene felicidad… cuando
obtiene sufrimiento, él considera así, ‘He obtenido este sufrimiento. Éste es impermanente,
insatisfactorio, de naturaleza transitoria’. Comprende esto de acuerdo con la realidad.
“La ganancia no se apodera de su mente, la pérdida no se apodera de su mente. La fama no se
apodera de su mente, el fracaso no se apodera de su mente. La crítica no se apodera de su mente, el
elogio no se apodera de su mente. La felicidad no se apodera de su mente, el sufrimiento no se
apodera de su mente. Él no se deleita con la ganancia obtenida, no se contraría con la pérdida
obtenida. No se deleita con la fama obtenida, no se contraría con el fracaso obtenido. No se
contraría con la crítica obtenida, no se deleita con el elogio obtenido. No se deleita con la felicidad
obtenida, no se contraría con el sufrimiento obtenido. Él así, no deleitándose y no contrariándose, se
libera del nacimiento, de la vejez, de la muerte, de la pena, del lamento, del dolor, del pesar y de la
desesperanza; se libera del sufrimiento. Ésta, monje es la diferencia, ésta es la diferencia de
esfuerzo, ésta es la diferencia entre el ser noble informado y el ser ordinario no informado.”
[Siguen los versos idénticos que en AN 8,5.]

NOTAS:
[1] El compuesto pali ‘lokadhamma’ está formado de ‘loka’, mundo y ‘dhamma’ condición, estado.
Hay tres tipos de mundo: (i) el mundo de los seres vivientes (satta-loka ), (ii) el universo físico
(okàsa-loka ) y (iii) el mundo de las formaciones (sankhara-loka ). (Sìlakkhandhavagga-Atthakatha
i 156.)
Aquí se refiere al mundo de los seres vivientes. El comentario explica que no hay forma de librarse
de estas condiciones del mundo; que éstas aplican incluso para los Buddhas (Aæguttara-Aååhakathà
iii 195).
[2] ‘Labha’ significa los cuatro requisitos de los monjes (hábitos, alimento, alojamiento y medicina)
y casa, comida, riqueza para los laicos. ‘Alabha’ significa la falta de éstos.
[3] ‘Yasa’, séquito; ‘ayasa’ no tener compañía, seguidores.
[4] ‘Ninda’, crítica, censura; ‘pasamsa’, elogio, aprobación.
[5] ‘Sukha’, felicidad física y mental; ‘dukkha’ para los seres ordinarios, entrada en la corriente
(sotapanna ) y un retorno (sakadagamì ) significa dolor físico y mental, para los que no-retornan
(anagami ) y los Arahants significa solamente dolor físico.

AN 8,7 Devadattavipatti Sutta – La falta de Devadatta

El Buda explica las condiciones malsanas que llevaron a la caída de su primo Devadatta.

[7] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en Rajagaha, en el Monte Pico de Buitre, no
mucho después de que Devadatta hubiese partido. Allí, en referencia a Devadatta, el
Bienaventurado se dirigió a los monjes así:
"Monjes, es bueno para el monje revisar, de vez en cuando, sus propios fracasos. Es bueno para él
revisar, de vez en cuando, las faltas de los demás. Es bueno para él revisar, de vez en cuando, sus
propios logros. Es bueno para él revisar, de vez en cuando, los logros de los demás. Porque fue
superado y obsesionado por ocho malas condiciones, es que Devadatta está destinado al plano de la
miseria, con el infierno como destino y permanecerá allí, irredimible, por un eón. ¿Cuáles ocho?
"(i) Porque fue superado y obsesionado por la ganancia, Devadatta está destinado al plano de la
miseria, al infierno como destino y permanecerá allí, irredimible, por un eón. (ii) Debido a que fue
superado y obsesionado por la pérdida... (iii) Debido a que fue superado y obsesionado por la
fama... (iv) Debido a que fue superado y obsesionado por el descrédito... (v) por el honor... (vi) por
la falta de honor... (vii) por los malos deseos... (viii) por la mala amistad, Devadatta está destinado
al plano de la miseria, al infierno como destino y permanecerá allí, irredimible, por un eón. Porque
fue superado y obsesionado por estas ocho malas condiciones, Devadatta está destinado al plano de
la miseria, al infierno como destino y permanecerá allí, irredimible, por un eón.
"Es bueno para el monje superar la ganancia cada vez que se presenta. Es bueno para él superar la
pérdida cada vez que surja... superar la fama... superar el descrédito... el honor... la falta de honor...
los malos deseos... superar la mala amistad cada vez que surja.
"Y, ¿por qué razón debería un monje superar la ganancia cada vez que se presenta? ¿Por qué razón
debería superar la pérdida... la fama... el descrédito... el honor... la falta de honor... los malos
deseos... superar la mala amistad cada vez que surja? [Porque] aquellas contaminaciones,
angustiosas y febriles, que pueden surgir en uno que no ha superado la ganancia, no ocurren en
quien la ha superado. [Porque] aquellas contaminaciones, angustiosas y febriles, que pueden surgir
en uno que no ha superado la pérdida... que no ha superado la fama... el descrédito... el honor... la
falta de honor... los malos deseos... la mala amistad, no ocurren en quien la ha superado. Por esta
razón, el monje debe superar la ganancia cada vez que se presenta. Debe superar la pérdida... la
fama... el descrédito... el honor... la falta de honor... los malos deseos... la mala amistad cada vez
que surja.
"Por lo tanto, monjes, deberán entrenarse así: 'Vamos a superar la ganancia cada vez que se
presente. Vamos a superar la pérdida... la fama... el descrédito... el honor... la falta de honor... malos
deseos... la mala amistad cada vez que surja'. Es de esta manera que deberán entrenarse a sí
mismos".

AN 8,8 Uttaravipatti Sutta – Discurso de Uttara sobre las


faltas
El Venerable Uttara enseña a un grupo de monjes sobre la revisión de las faltas y los logros,
basándose fielmente en las palabras del Buda.
[8] En cierta ocasión el Venerable Uttara moraba en Mahisavatthu, en Dhavajalika, en el Monte
Sankheyya. Allí, el Venerable Uttara se dirigió a los monjes así:
"Amigos, es bueno para el monje revisar, de vez en cuando, sus propios faltas. Es bueno para el
monje revisar, de vez en cuando, las faltas de los demás. Es bueno para el monje revisar, de vez en
cuando, sus propios logros. Es bueno para el monje revisar, de vez en cuando, los logros de los
demás".
Ahora bien, en esa ocasión el gran rey de los devas, Vessavana, viajaba de norte a sur por algunos
asuntos, y oyó el Venerable Uttara —que moraba en Mahisavatthu, en Dhavajalika, en el Monte
Sankheyya— enseñar el Dhamma a los monjes así: "Amigos, es bueno para el monje revisar, de vez
en cuando, sus propias faltas... las faltas de los demás... sus propios logros... los logros de los
demás". Entonces, tan rápido como un hombre fuerte puede extender su brazo doblado o doblar su
brazo extendido, Vessavana desapareció del Monte Sankheyya y reapareció entre los devas del
Tavatimsa.
Acercándose a Sakka, soberano de los devas, le dijo: "Respetado señor, usted debe saber que el
Venerable Uttara —quien está morando en Mahisavatthu, en Dhavajalika, en el Monte Sankheyya—
está enseñando el Dhamma a los monjes así: 'Amigos, es bueno para el monje revisar, de vez en
cuando, sus propias faltas... las faltas de los demás... sus propios logros... los logros de los demás'".
Entonces, tan rápido como un hombre fuerte puede extender su brazo doblado o doblar su brazo
extendido, Sakka desapareció de entre los devas del Tavatimsa y reapareció en Mahisavatthu —en
Dhavajalika, en el Monte Sankheyya—, en frente del Venerable Uttara. Y, acercándose al Venerable
Uttara, le rindió homenaje, se paró a un lado y le dijo:
"¿Es verdad, Venerable, que se dice que ha estado enseñando el Dhamma a los monjes así: 'Amigos,
es bueno para el monje revisar, de vez en cuando, sus propias faltas... las faltas de los demás... sus
propios logros... los logros de los demás'? ".
"Sí, señor de los devas".
"Pero, Venerable, fue éste su propio discernimiento, o fueron palabras del Bienaventurado, del
Arahant, del Perfectamente Iluminado?".
"Pues bien, señor de los devas, le daré un símil; por medio de un símil una persona inteligente
entiende el significado de lo que ha sido dicho. Supongamos que no lejos de un pueblo o ciudad hay
un gran montón de granos, y una gran multitud de personas llegan ahí para llevarse el grano con
postes de carga, canastas, sacos y sus manos ahuecadas. Si alguien se acercara a esa gran multitud
de personas y les preguntara: '¿Dónde obtuvieron este grano?' – ¿Qué deberían decir?".
"Venerable, esa gente debería decir: 'Lo conseguimos del gran montón de granos que está ahí'".
"Así también, señor de los devas, todo lo que está bien dicho es palabra del Bienaventurado, del
Arahant, del Perfectamente Iluminado. Yo mismo y otros derivamos nuestras buenas palabras de
él".
"Esto es asombroso y sorprendente, Venerable, lo bien que usted ha dicho esto: 'Todo lo que está
bien dicho es palabra del Bienaventurado, del Arahant, del Perfectamente Iluminado. Yo mismo y
otros derivamos nuestras buenas palabras de él'".
"En cierta ocasión, Venerable Uttara, el Bienaventurado estaba morando en Rajagaha —en el Monte
Pico de Buitre—, no mucho después de que Devadatta hubiese partido. Allí el Bienaventurado se
dirigió a los monjes, refiriéndose a Devadatta, así: "Monjes es bueno para el monje revisar, de vez
en cuando, sus propios faltas. Es bueno para el monje revisar, de vez en cuando, las faltas de los
demás. Es bueno para el monje revisar, de vez en cuando, sus propios logros... [Sakka cita aquí
todo el discurso del Buda en AN 8,7]... Es de esta manera que deberán entrenarse a sí mismos'.
"Venerable Uttara, esta exposición del Dhamma no ha sido promulgada en cualquier parte en medio
de las cuatro asambleas humanas: es decir, entre los monjes, las monjas, los seguidores laicos y las
seguidoras laicas. Venerable, [hay que] aprender esta exposición del Dhamma, dominar esta
exposición del Dhamma y retener esta exposición del Dhamma en la mente. Esta exposición del
Dhamma es beneficiosa y concerniente a los fundamentos de la vida espiritual".

AN 8,9 Nanda Sutta – Nanda

Las prácticas que hacen a Nanda capaz de llevar una vida espiritual completa y pura.

[9] "Monjes, alguien que habla correctamente podría decir de Nanda que es un miembro de clan,
que es fuerte, gallardo y grandemente inclinado a la lujuria. ¿Cómo podría Nanda llevar una vida
espiritual completa y pura, a no ser que cuidara las puertas de sus facultades sensoriales, observara
moderación al comer, se mantuviera vigilante, y poseyera clara comprensión y atención consciente?
"Monjes, así es como Nanda cuida las puertas de sus facultades sensoriales: Si necesita mirar hacia
el este, lo hace después de haber considerado completamente el asunto y comprendiendo claramente
así: 'Cuando miro hacia el este, no fluirán sobre mí malos e insalubres estados de anhelo y
abatimiento'. Si necesita mirar al oeste... al norte... al sur... hacia arriba... hacia abajo... inspeccionar
las direcciones intermedias, lo hace después de haber considerado completamente el asunto y
comprendiendo claramente así: 'Cuando miro hacia las direcciones intermedias, no fluirán sobre mí
malos e insalubres estados de anhelo y abatimiento'. Así es como Nanda cuida las puertas de sus
facultades sensoriales.
"Así es como Nanda observa moderación al comer: He aquí, reflexionando cuidadosamente, Nanda
no se alimenta por diversión ni para intoxicarse, ni por el bienestar de la belleza y el atractivo físico,
sino sólo para el soporte y mantenimiento del cuerpo, para evitar dañarlo y prestar ayuda a la vida
espiritual, considerando: 'Así pondré fin a la vieja sensación y no despertaré una sensación nueva
[de hambre], morando calmado, libre de culpa y sano'. Así es como Nanda observa moderación al
comer.
"Así es como Nanda se mantiene vigilante: Durante el día, mientras camina hacia atrás, hacia
adelante y está sentado, Nanda purifica la mente de sus características obstructivas. En la primera
vigilia de la noche, mientras camina hacia atrás, hacia adelante y está sentado, purifica la mente de
sus características obstructivas. En la vigilia de media noche se acuesta sobre el lado derecho, en la
postura del león —con un pie descansando sobre el otro—, atentamente consciente y con clara
comprensión, luego de haber anotado en su mente la idea de levantarse. Después de levantado, en la
última vigilia de la noche, mientras camina hacia atrás, hacia adelante y está sentado, purifica la
mente de sus características obstructivas. Así es como Nanda se mantiene vigilante.
"Así es como Nanda posee clara comprensión y atención consciente: él sabe [tiene conocimiento]
cuando las sensaciones surgen, están presentes y desaparecen; él sabe [tiene conocimiento] cuando
las percepciones surgen, están presentes y desaparecen; él sabe [tiene conocimiento] cuando los
pensamientos surgen, están presentes y desaparecen. Así es como Nanda posee clara comprensión y
atención consciente.
"¿De qué otra manera, monjes, podría Nanda llevar una vida espiritual completa y pura, a no ser
que cuide las puertas de sus facultades sensoriales, observe moderación al comer, se mantenga
vigilante y posea clara comprensión y atención consciente?".

AN 8,10 Karandava Sutta – Basura

El Buda explica por qué debe ser alejado el monje que no cumple con la disciplina monástica.

En cierta ocasión el Bienaventurado estaba morando en Campa, a la orilla del Estanque de Lotos de
Gaggara. Ahora bien, en esa ocasión [varios] monjes reprobaban a otro monje por una ofensa.
Cuando era reprendido, aquel monje respondía evasivamente —desviando la discusión hacia un
tema irrelevante—, mostrando enfado, odio y resentimiento. Entonces, el Bienaventurado se dirigió
a los monjes: "¡Monjes, expulsad a esa persona! ¡Monjes, echad a esa persona! Esa persona debe
ser apartada. ¿Por qué debería el hijo de otro molestarlos?
"He aquí, monjes, siempre y cuando otros monjes no vean su delito, una persona tiene la misma
manera (i) de ir hacia adelante y (ii) regresar, (iii) de mirar al frente y (iv) a los costados, (v) de
doblar y (vi) extender sus miembros, (vii) de ponerse los hábitos, y (viii) de llevar el manto exterior
y el cuenco como los buenos monjes. Sin embargo, cuando [otros monjes] ven su delito, lo conocen
como una mancha entre los ascetas, como deshecho y basura entre los ascetas, entonces lo expulsan.
¿Por qué razon? Porque así no corrompe a los buenos monjes.
"Supongamos, cuando un campo de cebada está creciendo, algo de cebada apestada parecería ser un
poco de deshecho y basura en medio de la cebada. Siempre y cuando el brote no hubiese salido, sus
raíces serían iguales a las de los otros cultivos de buena cebada, su tallo sería igual al de los otros
cultivos de buena cebada y sus hojas serían iguales a las de los otros cultivos de buena cebada. Sin
embargo, cuando el brote surge, le reconocen como cebada apestada, sólo deshecho y basura en
medio de la cebada. Luego, tirándolo desde la raíz, lo arrojan fuera del cultivo de cebada. ¿Por qué
razón? Porque así no daña la buena cebada.
"Así también, siempre y cuando otros monjes no vean su delito, he aquí que una persona tiene la
misma manera de ir hacia adelante... y de llevar el manto exterior y el cuenco como los buenos
monjes. Sin embargo, cuando [otros monjes] ven su delito, lo conocen como una mancha entre los
ascetas, como deshecho y basura entre los ascetas. Entonces lo expulsan. ¿Por qué razon? Porque
así no corrompe a los buenos monjes.
"Supongamos, cuando se avienta un gran montón de cereales, los granos que son firmes y
sustanciosos forman una pila a un lado, mientras el viento arrastra los granos estropeados y los
deshechos hacia otro lado. Entonces, los propietarios toman una escoba y los barren lejos. ¿Por qué
razón? Porque así que no se daña el buen grano.
"Así también, siempre y cuando otros monjes no vean su delito, he aquí que una persona tiene la
misma manera de ir hacia adelante... y de llevar el manto exterior y el cuenco como los buenos
monjes. Sin embargo, cuando [otros monjes] ven su delito, lo conocen como una mancha entre los
ascetas, como deshecho y basura entre los ascetas. Entonces lo expulsan. ¿Por qué razon? Porque
así no corrompe a los buenos monjes.
"Supongamos, un hombre necesita un canal para un pozo. Él tomaría su hacha afilada y entraría al
bosque. Golpearía un número de árboles con la hoja de su hacha. Cuando golpeara un árbol firme y
sustancioso, éste daría un sonido sordo; pero los que están carcomidos, corrompidos y podridos en
su interior, darían un sonido hueco. Entonces, el hombre derribaría este árbol desde la base, cortaría
su follaje —limpiándolo todo— y lo utilizaría como un canal para el pozo.
"Así también, siempre y cuando otros monjes no vean su delito, he aquí que una persona tiene la
misma manera de ir hacia adelante y regresar, de mirar al frente y a los costados, de doblar y
extender sus miembros, de ponerse los hábitos, y de llevar el manto exterior y el cuenco como los
buenos monjes. Sin embargo, cuando [otros monjes] ven su delito, lo conocen como una mancha
entre los ascetas, como deshecho y basura entre los ascetas. Entonces lo expulsan. ¿Por qué razon?
Porque así no corrompe a los buenos monjes".
Al vivir junto a él, se le conoce como
Una persona iracunda y de malos deseos;
Denigrador, obstinado e insolente,
Envidioso, avaro y falaz.
Le habla a la gente como un asceta,
Dirigiéndose a ellos con voz tranquila,
Pero en secreto realiza malas obras,
Sostiene puntos de vista perniciosos y falta el respeto.
Aunque es retorcido, un hablador de mentiras,
Deben conocerlo como realmente es;
Entonces todos deben reunirse en armonía
Y apartarlo lejos con firmeza.
¡Eliminar la basura!
¡Alejar a los compañeros depravados!
¡Barrer lejos los deshechos, los no-ascetas
Que se creen ascetas!
Habiendo expulsado a aquellos de malos deseos,
De mala conducta y recursos,
Morando en comunión, siempre conscientes,
El puro con el puro;
Entonces, en armonía y alerta,
Se podrá poner fin al sufrimiento.

AN 8,11 {17A8.1.2.1,11} Veranja Sutta – En Veranja

Luego de responder pacientemente a las críticas de un brahmán, el Buda relata el tradicional


recuento de su iluminación precedida por los cuatro jhanas y los tres conocimientos superiores,
hasta llegar a la destrucción de las corrupciones.

[11] {11} Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en Veranja al pie
del árbol Naleru. Estando allí, un brahmán de Veranja se acercó al Bienaventurado e intercambió
con él cordiales saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de bienvenida, se
sentó a un lado y dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, he escuchado esto: ‘El asceta Gotama no rinde homenaje a los brahmanes que
son ancianos, entrados en la edad, cargados con los años, avanzados en la vida, que arribaron a la
última etapa de sus vidas; tampoco se pone de pie frente a ellos ni les ofrece asiento’. Y esto es
cierto, porque el Maestro Gotama no rinde homenaje a los brahmanes que son ancianos, entrados en
la edad, cargados con los años, avanzados en la vida, que arribaron a la última etapa de sus vidas;
tampoco se pone de pie frente a ellos ni les ofrece asiento. Esto no es apropiado, Maestro Gotama”.
“Brahmán, en el mundo con sus devas, Mara y Brahma, en esta población con sus ascetas y
brahmanes, con sus devas y seres humanos, no veo a alguien a quien debería rendir homenaje o
frente a quien debería ponerme de pie y ofrecerle el asiento. Porque si el Tathagata rindiese
homenaje a alguien o se pusiese de pie frente a alguien y le ofreciese el asiento, hasta la cabeza de
aquella persona estallaría”.
“El Maestro Gotama carece del gusto”.
“Existe una manera, brahmán, de acuerdo a la cual uno podría afirmar correctamente de mi ‘el
Maestro Gotama carece del gusto.’ El Tathagata ha abandonado su gusto por las formas, los sonidos,
los olores, los sabores y las sensaciones táctiles; él lo cortó de raíces, como el tocón de la palmera,
lo destruyó de manera tal que nunca más puede ser sujeto a futuros surgimientos. Es de esta manera,
brahmán, que uno podría afirmar correctamente de mi ‘el Maestro Gotama carece del gusto’. Pero
tú no hablaste en referencia a esto, brahmán”.
“El Maestro Gotama no es sociable”.
“Existe una manera, brahmán, de acuerdo a la cual, uno podría afirmar correctamente de mi ‘el
Maestro Gotama no es sociable’. El Tathagata ha abandonado socializarse con las formas, los
sonidos, los olores, los sabores y con las sensaciones táctiles; él lo cortó de raíces, como el tocón de
la palmera, lo destruyó de manera tal que nunca más puede ser sujeto a futuros surgimientos. Es de
esta manera, brahmán, que uno podría afirmar correctamente de mi ‘el Maestro Gotama no es
sociable’. Pero tú no hablaste en referencia a esto, brahmán”.
“El Maestro Gotama es el proponente de no-hacer”.
“Existe una manera, brahmán, de acuerdo a la cual, uno podría afirmar correctamente de mi ‘el
Maestro Gotama es el proponente de no-hacer’. Yo afirmo el no-hacer de la mala conducta corporal,
verbal y mental. Yo afirmo el no-hacer de numerosas clases de malas y perjudiciales acciones. Es de
esta manera, brahmán, que uno podría afirmar correctamente de mi ‘el Maestro Gotama es el
proponente de no-hacer.’ Pero tú no hablaste en referencia a esto, brahmán”.
“El Maestro Gotama es un aniquilacionista”.
“Existe una manera, brahmán, de acuerdo a la cual, uno podría afirmar correctamente de mi ‘el
Maestro Gotama es un aniquilacionista’. Yo afirmo la aniquilación de la codicia, el odio y la falsa
ilusión. Afirmo la aniquilación de numerosas clases de malos y perjudiciales estados mentales. Es
de esta manera, brahmán, que uno podría afirmar correctamente de mi ‘el Maestro Gotama es un
aniquilacionista’. Pero tú no hablaste en referencia a esto, brahmán”.
“El Maestro Gotama es un ahuyentador”.
“Existe una manera, brahmán, de acuerdo a la cual, uno podría afirmar correctamente de mi ‘el
Maestro Gotama es un ahuyentador’. Yo estoy ahuyentado por la codicia, el odio y la falsa ilusión.
Ahuyentado por numerosas clases de malos y perjudiciales estados mentales. Es de esta manera,
brahmán, que uno podría afirmar correctamente de mi ‘el Maestro Gotama es un ahuyentador’. Pero
tú no hablaste en referencia a esto, brahmán”.
“El Maestro Gotama es un abolicionista”.
“Existe una manera, brahmán, de acuerdo a la cual, uno podría afirmar correctamente de mi ‘el
Maestro Gotama es un abolicionista’. Yo enseño el Dhamma para abolir la codicia, el odio y la falsa
ilusión. Abolir las numerosas clases de malos y perjudiciales estados mentales. Es de esta manera,
brahmán, que uno podría afirmar correctamente de mi ‘el Maestro Gotama es un abolicionista’.
Pero tú no hablaste en referencia a esto, brahmán”.
“El Maestro Gotama es un atormentador”.
“Existe una manera, brahmán, de acuerdo a la cual, uno podría afirmar correctamente de mi ‘el
Maestro Gotama es un atormentador’. Yo afirmo que los malos y perjudiciales estados mentales —
la mala conducta corporal, verbal y mental— son para ser quemados. Yo declaro que alguien es un
atormentador cuando ha abandonado los malos y perjudiciales estados mentales que son para ser
quemados; cuando los cortó de raíces, como el tocón de la palmera, los destruyó de manera tal que
nunca más pueden ser sujetos a futuros surgimientos. El Tathagata ha abandonado los malos y
perjudiciales estados mentales que son para ser quemados; los cortó de raíces, como el tocón de la
palmera, los destruyó de manera tal que nunca más pueden ser sujetos a futuros surgimientos. Es de
esta manera, brahmán, que uno podría afirmar correctamente de mi ‘el Maestro Gotama es un
atormentador’. Pero tú no hablaste en referencia a esto, brahmán”.
“El Maestro Gotama es un saliente.”
“Existe una manera, brahmán, de acuerdo a la cual, uno podría afirmar correctamente de mi ‘el
Maestro Gotama es un saliente’. Yo declaro que alguien es un saliente cuando ha abandonado la
producción de las renovadas existencias, los futuros lechos en el vientre; cuando los cortó de raíces,
como el tocón de la palmera, los destruyó de manera tal que nunca más pueden ser sujetos a futuros
surgimientos. El Tathagata ha abandonado la producción de las renovadas existencias, los futuros
lechos en el vientre; los cortó de raíces, como el tocón de la palmera, los destruyó de manera tal que
nunca más pueden ser sujetos a futuros surgimientos. Es de esta manera, brahmán, que uno podría
afirmar correctamente de mi ‘el Maestro Gotama es un saliente’. Pero tú no hablaste en referencia a
esto, brahmán.
“Imagina, brahmán, a una gallina con ocho, diez o doce huevos, los cuales cubrió correctamente,
incubó y nutrió. Ahora bien, aquel entre los pollitos que perforara primero la cáscara con las puntas
de sus garras o con su pico y eclosionara de forma segura, ¿debería ser llamado el mayor o el
menor?”.
“Debería ser llamado el mayor, Maestro Gotama. Sería el mayor entre ellos”.
“De la misma manera, brahmán, en esta población inmersa en la ignorancia, completamente
envuelta por ella como si fuera un huevo, yo fui el primero que perforó la cáscara del huevo de la
ignorancia. Soy la única persona en el mundo que despertó a esa insuperable y perfecta iluminación.
De modo que soy el mayor, el mejor en el mundo.
“Mi energía, brahmán, surgió sin debilitamiento; mi atención consciente, fue establecida sin
confusión; mi cuerpo fue tranquilo, sin perturbación; mi mente, fue concentrada y unificada.
Recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, entré y
permanecí en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión,
acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y
sostenido, entré y permanecí en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación
mental, y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento
aplicado y sostenido. Al desaparecer el arrobamiento, permanecí ecuánime, con atención consciente
y clara comprensión, y experimenté la felicidad en mi cuerpo; entonces, entré y permanecí en el
tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien
que tiene una morada feliz’. Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la
alegría y el abatimiento, entré y permanecí en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene
la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad.
“Cuando mi mente fue así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción,
flexible, maleable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirigí al conocimiento de mis
moradas pasadas. Recordé mis múltiples moradas pasadas, esto es, un nacimiento, dos nacimientos,
cinco nacimientos, diez nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil nacimientos,
cien mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de expansión cósmica,
muchos eones de contracción y expansión cósmica así: 'Allí tuve tal nombre, pertenecí a tal clan,
tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida.
Muriendo en este estado, renací allí. Allí también tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal
apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida.
Muriendo en ese estado, renací aquí'. Así conocí mis múltiples moradas pasadas con sus aspectos y
detalles.
“Este es, brahmán, el primer verdadero conocimiento que alcancé en la primera vigilia de la noche.
La ignorancia se disipó y surgió el verdadero conocimiento; la oscuridad se disipó y surgió la luz;
esto sucede cuando uno mora diligente, ardiente y resuelto. Esta fue, brahmán, mi primera
perforación [de la cáscara de la ignorancia], como aquella del polluelo que perfora la cáscara del
huevo.
“Cuando mi mente estaba así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción,
flexible, maleable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirigí al conocimiento del
fallecimiento y renacimiento de los seres. Vi —por medio del ojo divino, purificado y que supera al
humano— seres falleciendo y renaciendo inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y
desafortunados según su kamma así: 'Estos seres —involucrados con la mala conducta de cuerpo,
palabra y mente, que injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones erróneas y realizaron
acciones bajo la influencia de las opiniones erróneas— con la descomposición del cuerpo, tras la
muerte, han renacido en el plano de la privación, en el destino malo, en los reinos inferiores, en el
infierno. Pero estos seres —dotados de buena conducta de cuerpo, palabra y mente, que no
injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones correctas y realizaron acciones bajo la
influencia de las opiniones correctas— con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han
reaparecido en los destinos buenos, en mundo celestial'. Así —por medio del ojo divino, purificado
y que supera al humano— vi seres falleciendo y reapareciendo inferiores y superiores, hermosos y
feos, afortunados y desafortunados según su kamma.
“Este es, brahmán, el segundo verdadero conocimiento que alcancé en la vigilia del medio de la
noche. La ignorancia se disipó y surgió el verdadero conocimiento; la oscuridad se disipó y surgió
la luz; esto sucede cuando uno mora diligente, ardiente y resuelto. Esta fue, brahmán, mi segunda
perforación [de la cáscara de la ignorancia], como aquella del polluelo que perfora la cáscara del
huevo.
“Cuando mi mente estaba así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción,
flexible, maleable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirigí al conocimiento de la
destrucción de las corrupciones mentales. Entendí tal como realmente es: ‘Esta es la insatisfacción’;
entendí tal como realmente es: ‘Este es el origen de la insatisfacción’; entendí tal como realmente
es: ‘Este es el cese de la insatisfacción’; entendí tal como realmente es: ‘Este es el sendero que
conduce al cese de la insatisfacción’. Y entendí tal como realmente es: ‘Estas son las corrupciones
mentales’; entendí tal como realmente es: ‘Este es el origen de las corrupciones mentales’; entendí
tal como realmente es: ‘Este es el cese de las corrupciones mentales’; entendí tal como realmente
es: ‘Este es el sendero que conduce al cese de las corrupciones mentales’.
"Y cuando conocí y vi de esta manera, mi mente fue liberada de la corrupción de la sensualidad, de
la corrupción de la existencia y de la corrupción de la ignorancia. Con la liberación, apareció el
conocimiento: ‘[Eso es estar] liberado’. Y comprendí esto: ‘El nacimiento está destruido, la vida
santa ha sido vivida, lo que tenía que hacerse ha sido realizado, y he aquí no hay más futuros
estados de existencia’.
“Este es, brahmán, el tercer verdadero conocimiento que alcancé en la última vigilia de la noche. La
ignorancia se disipó y surgió el verdadero conocimiento; la oscuridad se disipó y surgió la luz; esto
sucede cuando uno mora diligente, ardiente y resuelto. Esta fue, brahmán, mi tercera perforación
[de la cáscara de la ignorancia], como aquella del polluelo que perfora la cáscara del huevo”.
Cuando esto fue dicho, el brahmán de Veranja dijo al Bienaventurado: “¡El maestro Gotama es el
mayor! ¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 8,12 {16A8.1.2.2,12} Siha Sutta – Siha

El Buda explica, a un importante general, lo inciertas que son las acusaciones que circulan en su
contra. Y a pesar de que, luego, el mismo se convierte en su discípulo, lo anima a ofrecer ayuda
también a los renunciantes de otros credos religiosos, los cuales, en este caso, son sus rivales.

[12] {12} En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en Vesali, en el salón con techo de
dos aguas en el Gran Bosque. Entonces, un número de bien conocidos licchavis estaba reunido en la
sala de encuentros, estando sentados juntos, de diversas maneras hablaban maravillas sobre el Buda,
el Dhamma y el Sangha. En esta ocasión, el general Siha, un discípulo de los naganthas, también
estaba sentado en medio de esta asamblea. Entonces, se le ocurrió lo siguiente: “Indudablemente, él
tiene que ser un Bienaventurado, un Arahant perfectamente iluminado. Porque este número de bien
conocidos licchavis, que está reunido en la sala de encuentros, estando sentados juntos, de diversas
maneras hablan maravillas sobre el Buda, el Dhamma y el Sangha. Así que voy a ver al
Bienaventurado, al Arahant perfectamente iluminado”.
Acto seguido, Siha se fue junto a Nigantha Nataputta y le dijo: “Venerable Señor, deseo ir a ver al
asceta Gotama”.
“Puesto que eres el defensor de las acciones, Siha, ¿por qué ir a ver al asceta Gotama quien es el
defensor del no-hacer? El asceta Gotama es el defensor de no-hacer, que enseña su Dhamma en aras
de no-hacer y así guía a sus discípulos”.
Pero la determinación de Siha de ir a ver al Bienaventurado persistió.
En una segunda ocasión, un número de bien conocidos licchavis estaba reunido en el salón de
encuentros, estando sentados juntos, de diversas maneras hablaban maravillas sobre el Buda, el
Dhamma y el Sangha. En esta segunda ocasión… Y por segunda vez Siha se fue junto a Nigantha
Nataputta…”. Pero por segunda vez la determinación del Siha de ir a ver al Bienaventurado
persistió.
En una tercera ocasión, un número de bien conocidos licchavis estaba reunido en el salón de
encuentros, estando sentados juntos, de diversas maneras hablaban maravillas sobre el Buda, el
Dhamma y el Sangha. En esta tercera ocasión, el general Siha, un discípulo de los naganthas,
también estaba sentado en medio de esta asamblea. Entonces, se le ocurrió lo siguiente:
“Indudablemente, él tiene que ser un Bienaventurado, un Arahant perfectamente iluminado. Porque
este número de bien conocidos licchavis que está reunido en el salón de encuentros, estando
sentados juntos, de diversas maneras hablan maravillas sobre el Buda, el Dhamma y el Sangha. Así
que voy a ver al Bienaventurado, al Arahant perfectamente iluminado. ¿Qué pueden tener conmigo
los naganthas dándome o no su permiso? Sin obtener el permiso de los naganthas igual iré a ver al
Bienaventurado, al Arahant perfectamente iluminado”.
Acto seguido, el general Siha salió de Vesali con quinientos carruajes, con el propósito de ir a ver al
Bienaventurado. Y se fue en carruaje tan lejos hasta donde se lo permitía el camino, para luego
desmontar el carruaje y entrar a pie al terreno del monasterio. Una vez allí, se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Yo escuché esto, Venerable Señor: ‘El asceta Gotama es el defensor del no-hacer, que enseña su
Dhamma en aras del no-hacer y así guía a sus discípulos’. Aquellos que afirman esto, ¿hablan de
acuerdo con lo que ha sido dicho por el Bienaventurado y no lo malinterpretan con algo contrario a
los hechos? ¿Explican esto de acuerdo con el Dhamma, de manera tal que no incurren en nada que
podría ser razonablemente criticado o constituido como una base para la censura? Es que nosotros
queremos evitar malinterpretar al Bienaventurado”.
“Hay una manera, Siha, en la cual uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es
el defensor del no-hacer, que enseña su Dhamma en aras del no-hacer y así guía a sus discípulos’.
“Hay una manera, Siha, en la cual uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es
un proponente de las acciones, que enseña su Dhamma en aras de las acciones y así guía a sus
discípulos’.
“Hay una manera, Siha, en la cual uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es
un aniquilacionista, que enseña su Dhamma en aras del aniquilacionismo y así guía a sus
discípulos’.
“Hay una manera, Siha, en la cual uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es
un ahuyentador que enseña su Dhamma en aras de la repulsión y así guía a sus discípulos’.
“Hay una manera, Siha, en la cual uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es
un abolicionista, que enseña su Dhamma en aras de la abolición y así guía a sus discípulos’.
“Hay una manera, Siha, en la cual uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es
un atormentador, que enseña su Dhamma en aras del tormento y así guía a sus discípulos’.
“Hay una manera, Siha, en la cual uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es
un retraído, que enseña su Dhamma en aras de la retracción y así guía a sus discípulos’.
“Hay una manera, Siha, en la cual uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es
un consolador, que enseña su Dhamma en aras de la consolación y así guía a sus discípulos’.
“Y, ¿cómo es esta manera, Siha, en la cual uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta
Gotama es el defensor del no-hacer, que enseña su Dhamma en aras del no-hacer y así guía a sus
discípulos’? Porque afirmo el no-hacer de la mala conducta corporal, verbal y mental. Afirmo el no-
hacer de numerosas clases de malas y perjudiciales acciones. Es de esta manera, Siha, que uno
podría decir de mí correctamente esto: ‘el Maestro Gotama es el defensor del no-hacer, que enseña
su Dhamma en aras del no-hacer y así guía a sus discípulos’.
“Y, ¿cómo es esta manera, Siha, en la cual uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta
Gotama es un proponente de las acciones, que enseña su Dhamma en aras de las acciones y así guía
a sus discípulos’? Porque afirmo buenas y beneficiosas acciones. Afirmo el hacer de numerosas
clases de buenas y beneficiosas acciones. Es de esta manera, Siha, que uno podría decir de mí
correctamente esto: ‘el Maestro Gotama es un proponente las acciones, que enseña su Dhamma en
aras de las acciones y así guía a sus discípulos’.
“Y, ¿cómo es esta manera, Siha, en la cual uno puede decir de mí correctamente esto: ‘El asceta
Gotama es un aniquilacionista, que enseña su Dhamma en aras del aniquilacionismo y así guía a sus
discípulos’? Porque afirmo la aniquilación de la codicia, el odio y la falsa ilusión. Afirmo la
aniquilación de numerosas clases de malos y perjudiciales estados mentales. Es de esta manera,
Siha, que uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es un aniquilacionista, que
enseña su Dhamma en aras del aniquilacionismo y así guía a sus discípulos’.
“Y, ¿cómo es esta manera, Siha, en la cual uno puede decir de mí correctamente esto: ‘El asceta
Gotama es un ahuyentador, que enseña su Dhamma en aras de la repulsión y así guía a sus
discípulos’? Porque estoy ahuyentando la codicia, el odio y la falsa ilusión. Ahuyentando
numerosas clases de malos y perjudiciales estados mentales. Es de esta manera, Siha, que uno
podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es un ahuyentador que enseña su
Dhamma en aras de la repulsión y así guía a sus discípulos’.
“Y, ¿cómo es esta manera, Siha, en la cual uno puede decir de mí correctamente esto: ‘El asceta
Gotama es un abolicionista, que enseña su Dhamma en aras de la abolición y así guía a sus
discípulos’? Porque enseño el Dhamma para abolir la codicia, el odio y la falsa ilusión. Para abolir
las numerosas clases de malos y perjudiciales estados mentales. Es de esta manera, Siha, que uno
podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es un abolicionista, que enseña su
Dhamma en aras de la abolición y así guía a sus discípulos’.
“Y, ¿cómo es esta manera, Siha, en la cual uno puede decir de mí correctamente esto: ‘El asceta
Gotama es un atormentador, que enseña su Dhamma en aras del tormento y así guía a sus
discípulos’? Porque afirmo que los malos y perjudiciales estados mentales —la mala conducta
corporal, verbal y mental— son para ser quemados. Yo declaro que alguien es un atormentador,
cuando ha abandonado los malos y perjudiciales estados mentales que son para ser quemados;
cuando los cortó de raíces, como el tocón de la palmera, los destruyó de manera tal que nunca más
pueden ser sujetos a futuros surgimientos. Y el Tathagata ha abandonado los malos y perjudiciales
estados mentales que son para ser quemados; los cortó de raíces, como el tocón de la palmera, los
destruyó de manera tal que nunca más pueden ser sujetos a futuros surgimientos. Es de esta manera,
Siha, que uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El asceta Gotama es un atormentador, que
enseña su Dhamma en aras del tormento y así guía a sus discípulos’.
“Y, ¿cómo es esta manera, Siha, en la cual uno puede decir de mí correctamente esto: ‘El asceta
Gotama es un retraído, que enseña su Dhamma en aras de la retracción y así guía a sus discípulos’?
Porque declaro que alguien es retraído cuando ha abandonado la producción de renovadas
existencias, los futuros lechos de vientre; cuando los cortó de raíces, como el tocón de la palmera,
los destruyó de manera tal que nunca más pueden ser sujetos a futuros surgimientos. Y el Tathagata
ha abandonado la producción de renovadas existencias, los futuros lechos en el vientre; los cortó de
raíces, como el tocón de la palmera, los destruyó de manera tal que nunca más pueden ser sujetos a
futuros surgimientos. Es de esta manera, Siha, que uno podría decir de mí correctamente esto: ‘El
asceta Gotama es un retraído, que enseña su Dhamma en aras de la retracción y así guía a sus
discípulos’.
“Y, ¿cómo es esta manera, Siha, en la cual uno puede decir de mí correctamente esto: ‘El asceta
Gotama es un consolador, que enseña su Dhamma en aras de la consolación y así guía a sus
discípulos’? Porque consuelo con la suprema consolación; enseño el Dhamma en aras de la
consolación y así guío a mis discípulos. Es de esta manera, Siha, que uno podría decir de mí
correctamente esto: ‘El asceta Gotama es un consolador, que enseña su Dhamma en aras de la
consolación y así guía a sus discípulos’”.
Cuando se hubo dicho esto, el general Siha dijo al Bienaventurado: “¡Excelente, maestro Gotama!
¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el Dhamma de diferentes maneras,
como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el camino a los
que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la oscuridad, de manera tal que los de
buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al maestro Gotama, al Dhamma y al
Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere como su seguidor laico a partir de
ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
“Haz una investigación, Siha. Es bueno que personas bien conocidas, como tú, hagan
investigaciones por sí mismos”.
“Venerable Señor, me siento aún más satisfecho y complacido con el Bienaventurado después de
que me haya dicho: ‘Haz una investigación, Siha. Es bueno que personas bien conocidas, como tú,
hagan investigaciones por sí mismos’. Si los miembros de los otros credos me ganasen como su
miembro, estarían llevando pancartas por todo Vesali que anunciaran ‘el general Siha se convirtió
en nuestro discípulo’. Pero en vez de eso, el Bienaventurado me dijo: ‘Haz una investigación, Siha.
Es bueno que personas bien conocidas, como tú, hagan investigaciones por sí mismos’. Por eso,
Venerable Señor, por segunda vez voy por refugio al maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de
los monjes. Que el maestro Gotama me considere como su seguidor laico a partir de ahora, que ha
ido por refugio de por vida”.
“Siha, tu familia por largo tiempo ha sido fuente de sustento de los niganthas, razón por la cual
deberías considerar continuar ofreciéndoles las limosnas si se acercasen a ti”.
“Venerable Señor, me siento aún más satisfecho y complacido con el Bienaventurado después de
que me haya dicho: ‘Siha, tu familia por largo tiempo ha sido fuente de sustento de los niganthas,
razón por la cual deberías considerar continuar ofreciéndoles las limosnas si se acercasen a ti’.
Puesto que hay los que dicen: ‘El maestro Gotama enseña de esta manera: «Las limosnas sólo
deberían entregárseme a mí, no a otros; las limosnas sólo deberían entregárseles a mis discípulos,
no a los discípulos de otros. Solamente lo que me es entregado a mí es fructífero, no lo que es
entregado a otros; solamente lo que es entregado a mis discípulos es fructífero, no lo que es
entregado a los discípulos de otros»’. Pero el Bienaventurado me alienta a ofrecer limosnas también
a los niganthas. Bien, ya vamos a encontrar el tiempo apropiado para eso. Por eso, Venerable Señor,
por tercera vez voy por refugio al maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el
maestro Gotama me considere como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de
por vida”.
Entonces, el Bienaventurado ofreció al general Siha un discurso progresivo, es decir, le habló sobre
las dádivas, la conducta virtuosa y el cielo; le reveló el peligro, la degradación y la contaminación
de los placeres sensuales, al igual que el beneficio del renunciamiento. Y cuando el Bienaventurado
supo que la mente de Siha estaba dócil, flexible, libre de obstáculos, elevada y llena de confianza, le
reveló aquel Dhamma especial enseñado por los Budas: insatisfacción, su origen, su cese y el
sendero. Acto seguido, así como una nube blanca, libre de oscuras manchas, fácilmente puede
absorber el polvo, así también, mientras el general Siha estuvo sentado en aquella misma silla,
surgió en él la liberación del polvo, el inmaculado ojo del Dhamma: ‘Todo lo que está sujeto al
surgimiento, igualmente está sujeto al cese’. Y el general Siha llegó a ser uno que ha visto el
Dhamma, alcanzó el Dhamma, comprendió el Dhamma, penetró el Dhamma, cruzó por encima de
las dudas, desechó el desconcierto, alcanzó la autoconfianza y llegó a ser independiente de la
enseñanza del Maestro. Entonces, dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, acepte el Bienaventurado, junto con el Sangha de los monjes, comida de mi parte
mañana, por favor”.
Y el Bienaventurado consintió en silencio. Habiendo comprendido que el Bienaventurado había
consentido, Siha se levantó de su asiento, rindió homenaje al Bienaventurado y, rodeándolo de tal
manera que lo tuviese siempre a su lado derecho, salió de allí. Acto seguido, Siha se dirigió a un
hombre: “Ve, buen hombre, y encuentre alguna comida lista para venta”.
Entonces, cuando pasó la noche, y cuando el general Siha tuvo varias clases de excelente comida
preparadas en su propia residencia, anunció al Bienaventurado: “Este el tiempo, Venerable Señor, la
comida está lista”.
Acto seguido, de mañana temprano, el Bienaventurado se vistió, tomó su cuenco, el hábito exterior
y se fue a la residencia de Siha con el Sangha de los monjes, donde se sentó en un asiento preparado
especialmente para él. En esa ocasión, un número de nigantas iba de calle en calle, de parque en
parque de Vesali, golpeando sus brazos y llorando: “Hoy, el general Siha ha matado a un gordo
animal y preparó la comida para el asceta Gotama. Y el asceta Gotama sabe la procedencia de esta
comida y que este acto ha sido hecho por su cuenta”.
Entonces, un hombre se acercó al general Siha y le susurró en la oreja: “Señor, creo que debería
saber que un número de nigantas iba de calle en calle, de parque en parque de Vesali, golpeando sus
brazos y llorando: ‘Hoy, el general Siha ha matado a un gordo animal y preparó la comida para el
asceta Gotama. Y el asceta Gotama, sabe la procedencia de esta comida y que este acto ha sido
hecho por su cuenta’”.
“Basta ya, buen hombre. Por mucho tiempo aquellos venerables han querido desacreditar al
Bienaventurado, al Dhamma y al Sangha. Nunca dejaron de malinterpretar al Bienaventurado con
cosas inciertas, carentes de fundamento, falsas y contrarias a los hechos, y nosotros jamás privamos
intencionalmente a un ser de su vida, ni siquiera en aras de nuestra propia vida”.
Acto seguido, el general Siha con sus propias manos sirvió y satisfizo al Sangha de los monjes,
encabezado por el Buda, con varias clases de excelente comida. Entonces, cuando el
Bienaventurado terminó de comer y puso su cuenco aparte, Siha se sentó a un lado. Y el
Bienaventurado instruyó, animó, inspiró y regocijó a Siha con la plática del Dhamma, después de lo
cual, se levantó de su asiento y se retiró de ahí.

AN 8,13 Assajaniya Sutta – Purasangre

Con el símil de un caballo purasangre, el Buda señala las cualidades que convierten al monje en un
inigualable campo de méritos para el mundo.

[13] "Monjes, poseyendo ocho cualidades, un excelente caballo purasangre real es digno de un rey,
es accesorio de un rey y es considerado un factor de realeza. ¿Cuáles ocho?
"He aquí, (i) un excelente caballo purasangre real es bien nacido por ambos lados, el materno y el
paterno; nace en cualquier región donde otros excelentes caballos purasangre nacen. (ii) Come,
respetuosamente, la comida que le dan —sea húmeda o seca—, sin dispersarla. (iii) Le repele
sentarse o recostarse cerca de las heces y la orina. (iv) Es afable y agradable para convivir y no agita
a los otros caballos. (v) Muestra al entrenador sus engaños, estratagemas, maniobras y artimañas tal
como realmente son, para que éste pueda hacer un esfuerzo y acabar con ellas. (vi) Lleva cargas con
determinación: 'Ya sea que otros caballos lleven cargas o no, yo mismo las llevaré'. (vii) Al
moverse, se mueve únicamente en línea recta. (viii) Es fuerte y muestra su fortaleza hasta el final de
su vida. Poseyendo estas ocho cualidades, un excelente caballo purasangre real es digno de un rey,
es accesorio de un rey y es considerado un factor de realeza.
"Del mismo modo, monjes, poseyendo ocho cualidades un monje es digno de recibir ofrendas...
[digno de hospitalidad, digno de donativos, digno de reverenciales saludos y]... un inigualable
campo de méritos para el mundo. ¿Cuáles ocho?
"He aquí, (i) el monje es virtuoso, mora restringido por el Patimokkha, es poseedor de una buena
conducta y recursos, viendo el peligro en la más mínima falta. Habiendo asumido las reglas del
entrenamiento, se ejercita en ellas. (ii) Come respetuosamente cualquier comida que le den, sea
ordinaria o excelente, sin enfado. (iii) Siente rechazo por la mala conducta corporal, verbal y
mental; muestra repulsión por la adquisición de numerosos tipos de malas cualidades insanas. (iv)
Es afable y agradable para convivir y no agita a los otros monjes. (v) Muestra al Maestro —y a sus
compañeros monjes— sus engaños, estratagemas, maniobras y artimañas tal como realmente son,
para que éstos puedan hacer un esfuerzo y acabar con ellas. (vi) Es uno que asume el entrenamiento
con determinación: 'Ya sea que otros monjes se ejerciten o no, yo entrenaré'. (vii) Al moverse, se
mueve únicamente en línea recta; a este respecto, moverse en línea recta es: recta visión, recta
intención... recta atención consciente y recta concentración. (viii) Él despierta su energía así: 'Estoy
dispuesto a quedar únicamente en mi piel, tendones y huesos —y dejar que la sangre y carne se
sequen en mi cuerpo—, pero no cejaré en mi energía por alcanzar lo que puede ser alcanzado por la
fuerza viril, el vigor y el esfuerzo'. Poseyendo estas ocho cualidades, un monje es digno de recibir
ofrendas... un inigualable campo de méritos para el mundo".

AN 8,14 Assakhalunka Sutta – Potros salvajes

Usando el símil de los potros salvajes, el Buda enumera las malas características que afectan el
progreso de un monje.

"Monjes, les enseñaré [sobre] los ocho tipos de potros salvajes y los ocho defectos de un caballo, y
les enseñaré [sobre] los ocho tipos de personas —que son como potros salvajes— y los ocho
defectos de una persona. Escuchen y atiendan cuidadosamente que hablaré".
"Sí, Venerable Señor", respondieron los monjes. Entonces el Bienaventurado dijo:
"¿Y cuáles, monjes, son los ocho tipos de potros salvajes y los ocho defectos de un caballo?
(i) "He aquí, cuando a un potro salvaje se le dice:'¡Adelante!'. Y siendo espoleado e incitado por su
entrenador, retrocede y hace girar el carro detrás de él, he aquí un tipo de potro salvaje. Este es el
primer defecto de un caballo.
(ii) "Otra vez, cuando a un potro salvaje se le dice: '¡Adelante!'. Y siendo espoleado e incitado por
su entrenador, salta hacia atrás —dañando así el riel y la triple varilla—, he aquí otro tipo de potro
salvaje. Este es el segundo defecto de un caballo.
(iii) "Una vez más, cuando a un potro salvaje se le dice: '¡Adelante!'. Y siendo espoleado e incitado
por su entrenador, suelta sus muslos de la barra del carro —destrozándola—, he aquí otro tipo de
potro salvaje. Este es el tercer defecto de un caballo.
(iv) "De nuevo, cuando a un potro salvaje se le dice: '¡Adelante!'. Y siendo espoleado e incitado por
su entrenador, toma una senda equivocada y conduce el carro fuera del camino, he aquí otro tipo de
potro salvaje. Este es el cuarto defecto de un caballo.
(v) "Nuevamente, cuando a un potro salvaje se le dice: '¡Adelante!'. Y siendo espoleado e incitado
por su entrenador, se encabrita alzando su cuerpo y agitando sus patas delanteras en el aire, he aquí
otro tipo de potro salvaje. Este es el quinto defecto de un caballo.
(vi) "Otra vez, cuando a un potro salvaje se le dice: '¡Adelante!'. Y siendo espoleado e incitado por
su entrenador, no obedece a éste o al aguijón —destruyendo el freno con sus dientes y yendo a
donde le da la gana—, he aquí otro tipo de potro salvaje. Este es el sexto defecto de un caballo.
(vii) "Una vez más, cuando a un potro salvaje se le dice: '¡Adelante!'. Y siendo espoleado e incitado
por su entrenador, no va hacia delante ni atrás —sino que se queda quieto como un poste—, he aquí
otro tipo de potro salvaje. Este es el séptimo defecto de un caballo.
(viii) "De nuevo, cuando a un potro salvaje se le dice: '¡Adelante!'. Y siendo espoleado e incitado
por su entrenador, dobla sus patas —delanteras y traseras— y se echa allí mismo sobre sus cuatro
patas, he aquí otro tipo de potro salvaje. Este es el octavo defecto de un caballo.
"Estos son los ocho tipos de potros salvajes y los ocho defectos de un caballo.
"¿Y cuáles son, monjes, los ocho tipos de personas —que son como potros salvajes— y los ocho
defectos de una persona?
(i) "He aquí, cuando los monjes están reprobando a un monje por una ofensa, éste se excusa a sí
mismo dando como razón la falta de memoria, diciendo: 'No me acuerdo de haber cometido un
delito de ese tipo'. Yo digo que esa persona es similar al potro salvaje que, cuando se le dijo:
'¡Adelante!' —y fue espoleado e incitado por su entrenador—, retrocedió e hizo girar el carro detrás
de él. He aquí un tipo de persona que es como un potro salvaje. Este es el primer defecto de una
persona.
(ii) "Otra vez, cuando los monjes están reprobando a un monje por una ofensa, éste censura a
quienes lo reprenden, diciendo: '¿Qué derecho tienen unos tontos incompetentes como ustedes para
hablar? ¿Realmente piensan que tienen algo que decir?'. Yo digo que esa persona es similar al potro
salvaje que, cuando se le dijo: '¡Adelante!' —y fue espoleado e incitado por su entrenador—, saltó
hacia atrás dañando el riel y la triple varilla. He aquí otro tipo de persona que es como un potro
salvaje. Este es el segundo defecto de una persona.
(iii) "Una vez más, cuando los monjes están reprobando a un monje por una ofensa, éste censura a
quienes lo reprenden, diciendo: 'Ustedes han cometido tal y tales ofensas, enmienden eso primero'.
Yo digo que esa persona es similar al potro salvaje que, cuando se le dijo: '¡Adelante!' —y fue
espoleado e incitado por su entrenador—, soltó sus muslos de la barra del carro, destrozándola. He
aquí otro tipo de persona que es como un potro salvaje. Este es el tercer defecto de una persona.
(iv) "De nuevo, cuando los monjes están reprobando a un monje por una ofensa, éste responde
evasivamente, desviando la discusión a un tema irrelevante, mostrando ira, odio y amargura. Yo
digo que esa persona es similar al potro salvaje que, cuando se le dijo: '¡Adelante!' —y fue
espoleado e incitado por su entrenador—, tomó una senda equivocada y condujo el carro fuera del
camino. He aquí otro tipo de persona que es como un potro salvaje. Este es el cuarto defecto de una
persona.
(v) "Nuevamente, cuando los monjes están reprobando a un monje por una ofensa, éste habla
agitando sus brazos en medio del Sangha. Yo digo que esa persona es similar al potro salvaje que,
cuando se le dijo: '¡Adelante!' —y fue espoleado e incitado por su entrenador—, se encabritó
alzando su cuerpo y agitando sus patas delanteras en el aire. He aquí otro tipo de persona que es
como un potro salvaje. Este es el quinto defecto de una persona.
(vi) "Otra vez, cuando los monjes están reprobando a un monje por una ofensa, éste hace caso
omiso al Sangha y a su reprensión, yendo donde le place mientras aún permanece en la ofensa. Yo
digo que esa persona es similar al potro salvaje que, cuando se le dijo: '¡Adelante!' —y fue
espoleado e incitado por su entrenador—, no obedeció a éste ni al aguijón, destruyó el freno con sus
dientes y fue a donde le dio la gana. He aquí otro tipo de persona que es como un potro salvaje. Este
es el sexto defecto de una persona.
(vii) "Una vez más, cuando los monjes están reprobando a un monje por una ofensa, éste no dice 'he
cometido una ofensa', ni tampoco dice 'no he cometido ofensa alguna', sino que mantiene silencio y
se irrita con el Sangha. Yo digo que esa persona es similar al potro salvaje que, cuando se le dijo:
'¡Adelante!' —y fue espoleado e incitado por su entrenador—, no fue hacia delante ni atrás, sino que
se quedó quieto como un poste. He aquí otro tipo de persona que es como un potro salvaje. Este es
el séptimo defecto de una persona.
(viii) "De nuevo, cuando los monjes están reprobando a un monje por una ofensa, éste dice: '¿Por
qué hacen tanto alboroto acerca de mí? Ahora rechazo el entrenamiento y regreso a la vida inferior'.
Entonces, él rechaza el entrenamiento y vuelve a la vida inferior, declarando: '¡Ahora pueden estar
satisfechos'. Yo digo que esa persona es similar al potro salvaje que, cuando se le dijo: '¡Adelante!'
—y fue espoleado e incitado por su entrenador—, dobló sus patas, delanteras y traseras, y se echó
allí mismo sobre sus cuatro patas. He aquí otro tipo de persona que es como un potro salvaje. Este
es el octavo defecto de una persona.
"Estos son, monjes, los ocho tipos de personas —que son como potros salvajes— y los ocho
defectos de una persona”.

AN 8,15-16 Mala y Duteyya Sutta – Discursos sobre las


manchas y la misión

Ocho manchas que enturbian el buen actuar de las personas y ocho cualidades que debe poseer el
monje que parte a difundir el Dhamma.

AN 8,15 Mala Sutta – Manchas


[15] "Monjes, existen estas ocho manchas. ¿Cuáles ocho? (i) No [ser] recitados, es la mancha de los
himnos. (ii) La falta de mantenimiento, es la mancha de las casas. (iii) La pereza, es la mancha de la
belleza. (iv) La negligencia, es la mancha del vigilante. (v) La mala conducta, es la mancha de la
mujer. (vi) La avaricia, es la mancha del donante. (vii) Unas características malas e insanas, son
manchas en este mundo y en el próximo. (viii) Y de éstas la más grave de las manchas es la
ignorancia, la peor de las manchas. Estas son, monjes, los ocho manchas".
No [ser] recitados, es la mancha de los himnos;
La mancha de las casas, es la falta de mantenimiento;
La pereza, es la mancha de la belleza;
La negligencia, es la mancha de quien vigila.
La mancha de una mujer, es su mala conducta;
La avaricia, es la mancha del donante;
Unas características malas e insanas, son manchas
Para este mundo y el siguiente.
Y la mancha más grave de todas
Es la ignorancia, la peor de las manchas.

AN 8,16 Duteyya Sutta – Misión


[16] "Monjes, poseyendo ocho cualidades un monje es digno de ir en misión. ¿Cuáles ocho?
"He aquí, el monje (i) es uno que escucha y (ii) hace que los demás escuchen; (iii) es uno que
aprende bien y (iv) hace a otros aprender; (v) es uno que entiende y (vi) comunica bien [lo
entendido]; (vii) es uno que es experto en saber qué es relevante y qué irrelevante; (viii) y no
fomenta rencillas. Poseyendo estas ocho cualidades, un monje es digno de ir en misión.
"Monjes, poseyendo ocho cualidades Sariputta es digno de ir en misión. ¿Cuáles ocho?
"He aquí, Sariputta es uno que escucha y hace que los demás escuchen... y no fomenta rencillas.
Poseyendo estas ocho cualidades, Sariputta es digno de ir en misión ".
Aquel que no tiembla cuando llega
A una asamblea de feroces polemistas;
Que no omite palabras
Ni encubre su mensaje;
Que habla sin dudas
Ni vacila cuando se le hace una pregunta;
Un monje como este, es digno
De ir en misión.

AN 8,17-18 Pathama y Dutiyabandhana Sutta – La esclavitud


Según estos dos suttas cortos, los hombres y las mujeres se atan mutuamente a través de ocho
aspectos.

AN 8,17 Pathamabandhana Sutta – Primer discurso sobre la esclavitud


[17] “Monjes, la mujer ata al hombre de ocho maneras. Y, ¿cuáles son esas ocho? La mujer ata al
hombre a través de su forma… a través de su sonrisa… a través de su forma de hablar… a través de
su forma de cantar… a través del llanto… a través de su apariencia… a través del regalo… a través
de su toque. La mujer, monjes, ata al hombre de estas ocho maneras. Estos seres que están
enlazados por el tacto, están bien atados”.
AN 8,18 Dutiyabandhana Sutta – Segundo discurso sobre la esclavitud
[18] “Monjes, el hombre ata a la mujer de ocho maneras. Y, ¿cuáles son esas ocho? El hombre ata a
la mujer a través de su forma… a través de su sonrisa… a través de su forma de hablar… a través de
su forma de cantar… a través del llanto… a través de su apariencia… a través del regalo… a través
de su toque. El hombre, monjes, ata a la mujer de estas ocho maneras. Estos seres que están
enlazados por el tacto, están bien atados”.

AN 8,19 Paharada Sutta – Paharada

En este sutta, el Buda compara las maravillosas características de su enseñanza con las del Gran
Océano.

[19] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando al pie de un árbol Naleru [1], cerca de
Veranja. Entonces Paharada, el rey de los asuras, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y
se colocó a un lado. Entonces el Bienaventurado le dijo:
“Paharada, los asuras ¿toman deleite en el Gran Océano?”.
“Venerable Señor, sí, los asuras toman deleite en el gran océano”.
“Pero, Paharada, ¿cuántas asombrosas e increíbles cosas contemplan los asuras, deleitándose en el
Gran Océano?”.
“Son ocho asombrosas e increíbles cosas que los asuras contemplan continuamente, deleitándose en
el Gran Océano. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“El Gran Océano, Venerable Señor, tiene las pendientes inclinadas progresivamente, tiene bajadas
graduales. Al tener sus pendientes inclinadas, no existen los precipicios repentinos en el Gran
Océano. Estas pendientes inclinadas, las bajadas graduales y la ausencia de los precipicios
repentinos, es la primera cosa asombrosa e increíble relacionada con el Gran Océano que los asuras
contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, Venerable Señor, el Gran Océano es estable y no sobrepasa sus costas. El hecho de que el
Gran Océano sea estable y no sobrepase sus costas, es la segunda cosa asombrosa e increíble
relacionada con el Gran Océano que los asuras contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, Venerable Señor, el Gran Océano no tolera la presencia de los cuerpos muertos.
Cualquier cuerpo muerto que se encuentre en el gran Océano es lavado y llevado a la orilla, a la
tierra seca. El hecho de que el Gran océano no tolere la presencia de los cuerpos muertos, sino que
los lave y lleve a la orilla, a la tierra seca, es la tercera cosa asombrosa e increíble relacionada con el
Gran Océano, que los asuras contemplan continuamente deleitándose en él.
“Además, Venerable Señor, cualquier río que exista —sea el Ganges, Yamuna, Aciravati, Sarabhu o
Mahi―, al llegar al Gran Océano, pierde su nombre anterior y, simplemente, es catalogado como el
‘Gran Océano’. El hecho de que cualquier río que exista —sea el Ganges, Yamuna, Aciravati,
Sarabhu o Mahi―, al llegar al Gran Océano, pierda su nombre anterior y, simplemente, sea
catalogado como el ‘Gran Océano’, es la cuarta cosa asombrosa e increíble relacionada con el Gran
Océano que los asuras contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, Venerable Señor, no existe evidencia alguna de que aquellos ríos que se introducen dentro
del Gran Océano, ni las lluvias del cielo, disminuyan o aumenten el volumen de sus aguas. El hecho
de que no existan evidencias, según las cuales, ni los ríos que se introducen dentro del Gran
Océano, ni las lluvias del cielo, disminuyan o aumenten el volumen de sus aguas, es la quinta cosa
asombrosa e increíble relacionada con el Gran Océano que los asuras contemplan continuamente,
deleitándose en él.
“Además, Venerable Señor, todo este Gran Océano tiene un sólo y mismo sabor, que es el sabor de
la sal. El hecho de que todo este Gran Océano tenga un sólo y mismo sabor, que es el sabor de la
sal, es la sexta cosa asombrosa e increíble relacionada con el Gran Océano que los asuras
contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, Venerable Señor, el Gran Océano tiene abundancia de piedras preciosas, un sinfín de
gemas. Piedras preciosas como las perlas, los zafiros, las esmeraldas, las conchas, el cuarzo, los
corales, la plata, el oro, los rubíes y los ojos de gato. El hecho de que el Gran Océano tenga tal
abundancia de piedras preciosas, un sinfín de gemas, el hecho que tenga piedras preciosas como las
perlas, los zafiros, las esmeraldas, las conchas, el cuarzo, los corales, la plata, el oro, los rubíes y los
ojos del gato, es la séptima cosa asombrosa e increíble relacionada con el Gran Océano que los
asuras contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, Venerable Señor, el Gran Océano está siendo habitado por poderosas y grandes criaturas
como las ballenas, ballenas que comen a las ballenas, ballenas que comen a las ballenas que, a su
vez, comen a las otras ballenas, los asuras, los nagas y los gandhabbas, cuyos cuerpos se encuentran
en la profundidad de cien yojanas… doscientas yojanas… trescientas yojanas… cuatrocientas
yojanas… quinientas yojanas. El hecho de que el Gran Océano esté siendo habitado por poderosas y
grandes criaturas como ballenas, ballenas que comen a las ballenas, ballenas que comen a las
ballenas que, a su vez, comen a las otras ballenas, los asuras, los nagas y los gandhabbas, cuyos
cuerpos se encuentran en la profundidad de cien yojanas… doscientas yojanas… trescientas
yojanas… cuatrocientas yojanas… quinientas yojanas, es la octava cosa asombrosa e increíble
relacionada con el Gran Océano que los asuras contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Éstos son, Venerable Señor, las ocho asombrosas e increíbles cosas que los asuras contemplan
continuamente, deleitándose en el Gran Océano”.
“Paharada, los monjes toman el deleite en este Dhamma y Disciplina”.
“Pero, Venerable Señor, ¿cuántas asombrosas e increíbles cosas contemplan los monjes,
deleitándose en este Dhamma y Disciplina?”.
“Paharada, existen ocho asombrosas e increíbles cosas que los monjes contemplan continuamente,
deleitándose en este Dhamma y Disciplina. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“Paharada, al igual que el Gran Océano tiene las pendientes inclinadas progresivamente y las
bajadas graduales; y, por tener las pendientes inclinadas progresivamente, no existen en él los
precipicios repentinos, de la misma manera este Dhamma-Vinaya cuenta con prácticas que se
desarrollan progresivamente y actividades graduales. Y por tener las prácticas que se desarrollan
gradualmente, no existen en él penetraciones repentinas del supremo conocimiento. El hecho de que
este Dhamma y Disciplina cuente con prácticas que se desarrollan progresivamente y actividades
graduales, y que, por tener las prácticas desarrolladas gradualmente, no existan en él penetraciones
repentinas del supremo conocimiento, es la primera cosa asombrosa e increíble relacionada con este
Dhamma y Disciplina que los monjes contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, al igual que el Gran Océano es estable y no sobrepasa sus costas, de la misma manera mis
discípulos —aunque fuera por el bien de sus vidas― no traspasan las reglas de la práctica que he
formulado para ellos. El hecho de que mis discípulos —aunque fuera por el bien de sus vidas― no
traspasen las reglas de la práctica que he formulado para ellos, es la segunda cosa asombrosa e
increíble relacionada con este Dhamma y Disciplina que los monjes contemplan continuamente,
deleitándose en él.
“Además, al igual que el Gran Océano no tolera la presencia de los cuerpos muertos, siendo que
cualquier cuerpo muerto que se encuentre en el gran Océano es lavado y llevado a la orilla, a la
tierra seca, de la misma manera si un individuo es inescrupuloso, malvado, impuro y sospechoso en
sus intenciones, que oculta sus actos, es un seudo-asceta que proclama ser asceta, un seudo-noble
que proclama ser noble, podrido por dentro, henchido de deseos, mugriento por naturaleza, el
Sangha no tiene comunión con él. Aunque él estuviera sentado en medio del Sangha, igualmente
estaría lejos del Sangha, como el Sangha estaría lejos de él. El hecho de que el Sangha no tenga
comunión con un individuo inescrupuloso, malvado, impuro y sospechoso en sus intenciones, que
oculta sus actos, un seudo-asceta que proclama ser asceta, un seudo-noble que proclama ser noble,
podrido por dentro, henchido de deseos, mugriento por naturaleza y que, aunque él esté sentado en
medio del Sangha, igualmente está lejos del Sangha, como el Sangha está lejos de él, es la tercera
cosa asombrosa e increíble relacionada con este Dhamma y Disciplina que los monjes contemplan
continuamente, deleitándose en él.
“Además, al igual que cualquier río que exista —llámese Ganges, Yamuna, Aciravati, Sarabhu o
Mahi―, al llegar al Gran Océano pierde su nombre anterior y, simplemente, es catalogado como el
‘Gran Océano’, de la misma manera cuando un miembro de cualquiera de las cuatro castas —
llámese noble guerrero, sacerdote, comerciante o trabajador―, abandona la vida hogareña para
llevar el estilo de vida sin hogar en el Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata, pierde su
nombre y clan anterior, y simplemente es conocido como ‘el asceta, el seguidor del hijo de los
Sakyas’. El hecho de que cualquier miembro de las cuatro castas —llámese noble guerrero,
sacerdote, comerciante o trabajador―, cuando abandona la vida hogareña para llevar el estilo de
vida sin hogar en el Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata, pierde su nombre y clan
anterior, y simplemente es conocido como ‘el asceta, el seguidor del hijo de los Sakyas’, es la cuarta
cosa asombrosa e increíble relacionada con este Dhamma y Disciplina que los monjes contemplan
continuamente, deleitándose en él.
“Además, al igual que no existe evidencia alguna de que aquellos ríos que se introducen dentro del
Gran Océano, ni las lluvias del cielo, disminuyan o aumenten el volumen de las aguas, de la misma
manera, aunque muchos monjes sean totalmente liberados de los deseos bajo las propiedades del
Nibbana, no por eso habrá evidencia alguna de la disminución o aumento de las propiedades del
Nibbana. El hecho de que no haya evidencias de disminución o aumento de las propiedades del
Nibbana, por más que muchos monjes sean totalmente liberados de los deseos bajo las propiedades
del Nibbana, es la quinta cosa asombrosa e increíble relacionada con este Dhamma y Disciplina que
los monjes contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, al igual que todo este Gran Océano tiene un sólo y mismo sabor, que es el sabor de la sal,
de la misma manera, todo este Dhamma y Disciplina tiene un sólo y mismo sabor, que es el sabor
de la liberación. El hecho de que todo este Dhamma y Disciplina tenga un sólo y mismo sabor, que
es el sabor de la liberación, es la sexta cosa asombrosa e increíble, relacionada con este Dhamma y
Disciplina, que los monjes contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, al igual que el Gran Océano tiene abundancia de piedras preciosas, un sinfín de gemas.
Piedras preciosas como las perlas, los zafiros, las esmeraldas, las conchas, el cuarzo, los corales, la
plata, el oro, los rubíes y los ojos de gato; de la misma manera este Dhamma y Disciplina tiene
muchos tesoros de diferentes tipos: las cuatro formas de establecer la atención consciente, los cuatro
rectos esfuerzos, las cuatro bases del poder, las cinco facultades, los cinco esfuerzos, los siete
factores de Iluminación y el Óctuple Noble Sendero. El hecho de que este Dhamma y Disciplina
tenga muchos tesoros de diferentes tipos —como las cuatro formas de establecer la atención
consciente, los cuatro rectos esfuerzos, las cuatro bases del poder, los cinco facultades, los cinco
esfuerzos, los siete factores de Iluminación y el Óctuple Noble Sendero―, es la séptima cosa
asombrosa e increíble relacionada con este Dhamma y Disciplina que los monjes contemplan
continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, al igual que el Gran Océano está siendo habitado por poderosas y grandes
criaturas como las ballenas, ballenas que comen a las ballenas, ballenas que comen a las ballenas
que, a su vez, comen a las otras ballenas, los asuras, los nagas y los gandhabbas, cuyos cuerpos se
encuentran en la profundidad de cien yojanas… doscientas yojanas… trescientas yojanas…
cuatrocientas yojanas… quinientas yojanas; de la misma manera este Dhamma y Disciplina está
siendo habitado por poderosos y grandes seres, como los que entran en la corriente y los que
realizan el fruto de la entrada en la corriente, los que retornan una vez y los que realizan el fruto de
un solo retorno, los que no retornan y los que realizan el fruto del no-retorno, los arahants y los que
realizan el fruto del arahantado. El hecho de que este Dhamma y Disciplina esté siendo habitado por
poderosos y grandes seres —como los que entran en la corriente y los que realizan el fruto de la
entrada en la corriente, los que retornan una vez y los que realizan el fruto de un solo retorno, los
que no retornan y los que realizan el fruto del no-retorno, los arahants y los que realizan el fruto del
arahantado―, es la octava cosa asombrosa e increíble relacionada con este Dhamma y Disciplina
que los monjes contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Paharada, éstas son las ocho asombrosas e increíbles cosas que los monjes contemplan
continuamente, deleitándose en este Dhamma y Disciplina”.

NOTA:
[1] Azadirachta indica, conocido también como árbol nim, lila india o árbol-albergue del yaksa
Naleru. Dentro de la mitología budista, los yaksas o yakshas son espíritus de la naturaleza,
custodios de importantes tesoros enterrados [nota del editor].
AN 8,20 {17A8.1.2.10,20} Uposatha Sutta – Uposatha

En este sutta, el Buda compara las maravillosas características de su enseñanza con las del Gran
Océano.

[20] {20} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la mansión Migaramata, en el


Parque Oriental cerca de Savatthi. Cuando llegó la noche de Uposatha, el Bienaventurado estaba
sentado rodeado por el Sangha de los monjes. Entonces, el Venerable Ananda —cuando la noche
estaba bien avanzada, cuando pasó la primera vigilia― se levantó de su asiento y, habiendo
arreglado su hábito exterior sobre su hombro, se puso enfrente del Bienaventurado, le saludó con las
palmas de sus manos juntadas y le dijo: “Venerable Señor, la noche está bien avanzada. He aquí que
ya pasó la primera vigilia y el Sangha de los monjes está sentada aquí, ya por mucho tiempo. Por
favor, recite el Bienaventurado el Patimokkha [1]”. Pero, cuando esto fue dicho, el Bienaventurado
permaneció en silencio.
Entonces, por segunda vez, el Venerable Ananda —cuando la noche estaba bien avanzada, cuando
pasó la vigilia del medio― se levantó de su asiento y, habiendo arreglado su hábito exterior, se puso
enfrente del Bienaventurado, le saludó con las palmas de sus manos juntadas y le dijo: “Venerable
Señor, la noche está bien avanzada. He aquí que ya pasó la vigilia del medio y el Sangha de los
monjes está sentada aquí, ya por mucho tiempo. Por favor, recite el Bienaventurado el Patimokkha
para ellos”. Pero, cuando esto fue dicho, el Bienaventurado por segunda vez permaneció en silencio.
Entonces, por tercera vez, el Venerable Ananda —cuando la noche estaba bien avanzada, cuando
pasó la última vigilia, cuando llegó el amanecer y un tinte rosado apareció en el horizonte― se
levantó de su asiento y, habiendo arreglado su hábito exterior, se puso enfrente del Bienaventurado,
le saludó con las palmas de sus manos juntadas y le dijo: “Venerable Señor, la noche está bien
avanzada. He aquí que ya pasó la última vigilia y el Sangha de los monjes está sentada aquí, ya por
mucho tiempo. Por favor, recite el Bienaventurado el Patimokkha para ellos”.
“Esta asamblea es impura, Ananda”.
Entonces, este pensamiento se le ocurrió al Venerable Mahamoggallana: “¿En referencia a qué
persona el Bienaventurado dijo: ‘Esta asamblea es impura, Ananda’?”. Acto seguido, dirigió su
mente hacia todo el Sangha de los monjes, abarcando con su mente las mentes de todos ellos.
Entonces individualizó a la persona inescrupulosa —malvada, impura y sospechosa en sus
intenciones, que ocultaba sus actos, un pseudo-recluso que proclamaba ser recluso, un pseudo-noble
que proclamaba ser noble, podrido por dentro, henchido de deseos, mugriento por naturaleza― que
estaba sentado en medio del Sangha de los monjes. Al verlo, el Venerable Mahamoggallana se
levantó de su asiento, se acercó a esta persona y, estando ahí enfrente de él, dijo: “Levántate, amigo.
Deberías ser visto por el Bienaventurado. Tú no tienes comunión con este Sangha de los monjes”.
Sin embargo, esta persona permaneció en silencio.
Entonces, por segunda vez… por tercera vez el Venerable Mahamoggallana dijo a esta persona:
“Levántate, amigo. Deberías ser visto por el Bienaventurado. Tú no tienes comunión con esta
comunidad de monjes”. Sin embargo, este individuo, por segunda vez… por tercera vez,
permaneció en silencio.
Entonces, el Venerable Mahamoggallana lo asió por sus brazos y lo expulsó por la puerta hacia la
galería y, habiéndolo sujetado, lo condujo a la presencia del Bienaventurado. Estando ahí dijo:
“Acabo de expulsar a esta persona, Venerable Señor. La asamblea ahora está pura. Puede el
Bienaventurado recitar el Patimokkha para los monjes”.
“Esto es asombroso, Moggallana. Es increíble, cómo este hombre hueco esperó hasta ser asido por
los brazos”. Acto seguido, se dirigió a los monjes con estas palabras: “De ahora en adelante,
monjes, no voy a actuar durante la noche de Uposatha recitando el Patimokkha. Sino que vosotros
mismos, monjes, vais a actuar durante la noche de Uposatha recitando el Pathimokkha. Es, pues,
imposible y no puede suceder que el Tathagata actúe durante la noche de Uposatha recitando
Patimokkha en medio de una asamblea impura.
“Monjes, existen estas ocho asombrosas e increíbles cosas relacionadas con el Gran Océano. Son
cosas que los asuras [2] contemplan continuamente, deleitándose en el Gran Océano. Y, ¿cuáles son
esas ocho?
“El Gran Océano, monjes, tiene las pendientes inclinadas progresivamente, tiene bajadas graduales.
Al tener sus pendientes inclinadas, no existen los precipicios repentinos en el Gran Océano. Monjes,
estas pendientes inclinadas, las bajadas graduales y la ausencia de los precipicios repentinos, es la
primera cosa asombrosa e increíble relacionada con el Gran Océano que los asuras contemplan
continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, el Gran Océano es estable y no sobrepasa sus costas. Monjes, el hecho de que el
Gran Océano sea estable y no sobrepase sus costas, es la segunda cosa asombrosa e increíble
relacionada con el Gran Océano que los asuras contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, el Gran Océano no tolera la presencia de los cuerpos muertos. Cualquier cuerpo
muerto que se encuentre en el gran Océano es lavado y llevado a la orilla, a la tierra seca. Monjes,
el hecho de que el Gran océano no tolere la presencia de los cuerpos muertos, sino que los lave y
lleve a la orilla, a la tierra seca, es la tercera cosa asombrosa e increíble relacionada con el Gran
Océano que los asuras contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, cualquier río que exista —sea Ganges, Yamuna, Aciravati, Sarabhu o Mahi―, al
llegar al Gran Océano, pierde su nombre anterior y, simplemente, es catalogado como el ‘Gran
Océano’. Monjes, el hecho de que cualquier río que exista —sea Ganges, Yamuna, Aciravati,
Sarabhu o Mahi―, al llegar al Gran Océano, pierda su nombre anterior y, simplemente, sea
catalogado como el ‘Gran Océano’, es la cuarta cosa asombrosa e increíble relacionada con el Gran
Océano que los asuras contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, no existe evidencia alguna de que aquellos ríos que se introducen dentro del
Gran Océano, ni las lluvias del cielo, disminuyan o aumenten el volumen de las aguas. Monjes, el
hecho de que no existan evidencias, según las cuales, ni los ríos que se introducen dentro del Gran
Océano, ni las lluvias del cielo, disminuyan o aumenten el volumen de las aguas, es la quinta cosa
asombrosa e increíble relacionada con el Gran Océano que los asuras contemplan continuamente,
deleitándose en él.
“Además, monjes, todo este Gran Océano tiene un sólo y mismo sabor, que es el sabor de la sal.
Monjes, el hecho de que todo este Gran Océano tenga un sólo y mismo sabor, que es el sabor de la
sal, es la sexta cosa asombrosa e increíble relacionada con el Gran Océano que los asuras
contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, el Gran Océano tiene abundancia de piedras preciosas, un sinfín de gemas.
Piedras preciosas como las perlas, los zafiros, las esmeraldas, las conchas, el cuarzo, los corales, la
plata, el oro, los rubíes y los ojos de gato. Monjes, el hecho de que el Gran Océano tenga tal
abundancia de piedras preciosas, un sinfín de gemas, el hecho que tenga piedras preciosas como las
perlas, los zafiros, las esmeraldas, las conchas, el cuarzo, los corales, la plata, el oro, los rubíes y los
ojos del gato, es la séptima cosa asombrosa e increíble relacionada con el Gran Océano que los
asuras contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, el Gran Océano está siendo habitado por poderosas y grandes criaturas como las
ballenas, ballenas que comen a las ballenas, ballenas que comen a las ballenas que, a su vez, comen
a las otras ballenas, los asuras, los nagas y los gandhabbas, cuyos cuerpos se encuentran en la
profundidad de cien yojanas… doscientas yojanas… trescientas yojanas… cuatrocientas yojanas…
quinientas yojanas. Monjes, el hecho de que el Gran Océano esté siendo habitado por poderosas y
grandes criaturas como ballenas, ballenas que comen a las ballenas, ballenas que comen a las
ballenas que, a su vez, comen a las otras ballenas, los asuras, los nagas y los gandhabbas, cuyos
cuerpos se encuentran en la profundidad de cien yojanas… doscientas yojanas… trescientas
yojanas… cuatrocientas yojanas… quinientas yojanas, es la octava cosa asombrosa e increíble
relacionada con el Gran Océano que los asuras contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Éstas son las ocho asombrosas e increíbles cosas relacionadas con el Gran Océano. Son cosas que
los asuras contemplan continuamente, deleitándose en el Gran Océano.
“De la misma manera, monjes, existen ocho asombrosas e increíbles cosas relacionadas con este
Dhamma y Disciplina. Son cosas que los monjes contemplan continuamente, deleitándose en este
Dhamma y Disciplina. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“Monjes, al igual que el Gran Océano tiene las pendientes inclinadas progresivamente y las bajadas
graduales; y, por tener las pendientes inclinadas progresivamente, no existen en él los precipicios
repentinos, de la misma manera, monjes, este Dhamma-Vinaya cuenta con prácticas que se
desarrollan progresivamente y actividades graduales. Y por tener las prácticas que se desarrollan
gradualmente, no existen en él penetraciones repentinas del supremo conocimiento. Monjes, el
hecho de que este Dhamma y Disciplina cuente con prácticas que se desarrollan progresivamente y
actividades graduales, y que, por tener las prácticas desarrolladas gradualmente, no existan en él
penetraciones repentinas del supremo conocimiento, es la primera cosa asombrosa e increíble
relacionada con este Dhamma y Disciplina que los monjes contemplan continuamente, deleitándose
en él.
“Además, monjes, al igual que el Gran Océano es estable y no sobrepasa sus costas, de la misma
manera, monjes, mis discípulos —aunque fuera por el bien de sus vidas― no traspasan las reglas de
la práctica que he formulado para ellos. Monjes, el hecho de que mis discípulos —aunque fuera por
el bien de sus vidas― no traspasen las reglas de la práctica que he formulado para ellos, es la
segunda cosa asombrosa e increíble relacionada con este Dhamma y Disciplina que los monjes
contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, al igual que el Gran Océano no tolera la presencia de los cuerpos muertos, siendo
que cualquier cuerpo muerto que se encuentre en el gran Océano es lavado y llevado a la orilla, a la
tierra seca, de la misma manera, monjes, si un individuo es inescrupuloso, malvado, impuro y
sospechoso en sus intenciones, que oculta sus actos, es un seudo-recluso que proclama ser recluso,
un seudo-noble que proclama ser noble, podrido por dentro, henchido de deseos, mugriento por
naturaleza, el Sangha no tiene comunión con él. Aunque él estuviera sentado en medio del Sangha,
igualmente estaría lejos del Sangha, como el Sangha estaría lejos de él. Monjes, el hecho de que el
Sangha no tenga comunión con un individuo inescrupuloso, malvado, impuro y sospechoso en sus
intenciones, que oculta sus actos, un seudo-recluso que proclama ser recluso, un seudo-noble que
proclama ser noble, podrido por dentro, henchido de deseos, mugriento por naturaleza; y que,
aunque él esté sentado en medio del Sangha, igualmente está lejos del Sangha, como el Sangha está
lejos de él, es la tercera cosa asombrosa e increíble relacionada con este Dhamma y Disciplina que
los monjes contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, al igual que cualquier río que exista —llámese Ganges, Yamuna, Aciravati,
Sarabhu o Mahi―, al llegar al Gran Océano, pierde su nombre anterior y, simplemente, es
catalogado como el ‘Gran Océano’, de la misma manera, monjes, cuando un miembro de cualquiera
de las cuatro castas —llámese noble guerrero, sacerdote, comerciante o trabajador―, abandona la
vida hogareña para llevar el estilo de vida sin hogar en el Dhamma y Disciplina proclamado por el
Tathagata, pierde su nombre y clan anterior, y simplemente es conocido como ‘el asceta, el seguidor
del hijo de los Sakyas’. Monjes, el hecho de que cualquier miembro de las cuatro castas —llámese
noble guerrero, sacerdote, comerciante o trabajador―, cuando abandona la vida hogareña para
llevar el estilo de vida sin hogar en el Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata, pierde su
nombre y clan anterior, y simplemente es conocido como ‘el asceta, el seguidor del hijo de los
Sakyas’, es la cuarta cosa asombrosa e increíble relacionada con este Dhamma y Disciplina que los
monjes contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, al igual que no existe evidencia alguna de que aquellos ríos que se introducen
dentro del Gran Océano, ni las lluvias del cielo, disminuyan o aumenten el volumen de las aguas, de
la misma manera, monjes, aunque muchos monjes sean totalmente liberados de los deseos bajo las
propiedades del Nibbana, no por eso habrá evidencia alguna de la disminución o aumento de las
propiedades del Nibbana. Monjes, el hecho de que no haya evidencias de disminución o aumento de
las propiedades del Nibbana, por más que muchos monjes sean totalmente liberados de los deseos
bajo las propiedades del Nibbana, es la quinta cosa asombrosa e increíble relacionada con este
Dhamma y Disciplina que los monjes contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, al igual que todo este Gran Océano tiene un sólo y mismo sabor, que es el sabor
de la sal, de la misma manera, monjes, todo este Dhamma y Disciplina tiene un sólo y mismo sabor,
que es el sabor de la liberación. Monjes, el hecho de que todo este Dhamma y Disciplina tenga un
sólo y el mismo sabor, que es el sabor de la liberación, es la sexta cosa asombrosa e increíble
relacionada con este Dhamma y Disciplina que los monjes contemplan continuamente, deleitándose
en él.
“Además, monjes, al igual que el Gran Océano tiene abundancia de piedras preciosas, un sinfín de
gemas. Piedras preciosas como las perlas, los zafiros, las esmeraldas, las conchas, el cuarzo, los
corales, la plata, el oro, los rubíes y los ojos de gato; de la misma manera, monjes, este Dhamma y
Disciplina tiene muchos tesoros de diferentes tipos: las cuatro formas de establecer la atención
consciente, los cuatro rectos esfuerzos, las cuatro bases del poder, las cinco facultades, los cinco
esfuerzos, los siete factores de Iluminación y el Óctuple Noble Sendero. Monjes, el hecho de que
este Dhamma y Disciplina tenga muchos tesoros de diferentes tipos —como las cuatro formas de
establecer la atención consciente, los cuatro rectos esfuerzos, las cuatro bases del poder, los cinco
facultades, los cinco esfuerzos, los siete factores de Iluminación y el Óctuple Noble Sendero―, es
la séptima cosa asombrosa e increíble relacionada con este Dhamma y Disciplina que los monjes
contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Además, monjes, al igual que el Gran Océano está siendo habitado por poderosas y grandes
criaturas como las ballenas, ballenas que comen a las ballenas, ballenas que comen a las ballenas
que, a su vez, comen a las otras ballenas, los asuras, los nagas y los gandhabbas, cuyos cuerpos se
encuentran en la profundidad de cien yojanas… doscientas yojanas… trescientas yojanas…
cuatrocientas yojanas… quinientas yojanas; de la misma manera, monjes, este Dhamma y
Disciplina está siendo habitado por poderosos y grandes seres, como los que entran en la corriente y
los que realizan el fruto de la entrada en la corriente, los que retornan una vez y los que realizan el
fruto de un solo retorno, los que no retornan y los que realizan el fruto del no-retorno, los arahants y
los que realizan el fruto del arahantado. Monjes, el hecho de que este Dhamma y Disciplina esté
siendo habitado por poderosos y grandes seres —como los que entran en la corriente y los que
realizan el fruto de la entrada en la corriente, los que retornan una vez y los que realizan el fruto de
un solo retorno, los que no retornan y los que realizan el fruto del no-retorno, los arahants y los que
realizan el fruto del arahantado―, es la octava cosa asombrosa e increíble relacionada con este
Dhamma y Disciplina que los monjes contemplan continuamente, deleitándose en él.
“Monjes, éstas son las ocho asombrosas e increíbles cosas relacionadas con este Dhamma y
Disciplina. Son cosas que los monjes contemplan continuamente, deleitándose en este Dhamma y
Disciplina”.

NOTAS:
[1] La base del código de las reglas monásticas consistente en 227 reglas de los monjes y 311 de las
monjas.
[2] Una clase de divinidades que, según la cosmología mitológica budista, ocupa unos de los
peldaños más bajos en la jerarquía de los planos de la existencia.

AN 8,21 {17A8.1.3.1,21} Pathamaugga Sutta – Primer discurso


con Ugga

Un seguidor laico con muchas cualidades, enseña a los monjes y alcanza el tercer nivel de la
iluminación.

[21] {21} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el pabellón con el techo de dos
aguas, en el Gran Bosque, cerca de Vesali. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes:
“Monjes”. “Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, deberíais recordar al hombre hogareño Ugga de Vesali como alguien que posee ocho
asombrosas y maravillosas cualidades”. Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Después de haber
dicho esto, el Bendito se levantó de su asiento y entró en su morada. Entonces, por la mañana
temprano, cierto monje se vistió, tomó su cuenco y el hábito exterior, y fue hasta la residencia del
hombre hogareño Ugga de Vesali. Cuando llegó se sentó en el asiento que estaba preparado para él.
Y el hombre hogareño Ugga de Vesali se acercó a aquel monje, le rindió homenaje y se sentó a un
lado. Entonces el monje le dijo:
“Hombre hogareño, el Bienaventurado declaró que posees ocho cualidades asombrosas y
maravillosas. ¿Cuáles son esas ocho?”.
“No sé, Venerable Señor, cuáles ocho asombrosas y maravillosas cualidades declaró el
Bienaventurado que tengo. Sin embargo, he aquí que puedo discernir en mí ocho cualidades
asombrosas y maravillosas. Escuche y atienda que voy a hablar”.
“Sí, hombre hogareño”, respondió el monje y el hombre hogareño Ugga de Vesali continuó:
“Venerable Señor, cuando por primera vez he visto al Bienaventurado desde cierta distancia, tan
pronto lo vi mi mente adquirió confianza en él. Esta es la primera de mis asombrosas y maravillosas
cualidades.
“Con la confidencia en mi mente, atendí al Bienaventurado. El Bienaventurado entonces me ofreció
un discurso progresivo, es decir, la plática sobre el dar, la conducta virtuosa y el cielo; me reveló el
peligro, la degradación y la contaminación de los placeres sensuales, y el beneficio del
renunciamiento. Y cuando el Bienaventurado supo que mi mente estaba maleable, suave, libre de
obstáculos, elevada y confidente, me reveló aquella enseñanza especial del Dhamma de los Budas:
la insatisfacción, su origen, su cese y el sendero. Entonces, igual que un paño limpio deshace las
manchas oscuras absorbiendo la tinta, así también, mientras me senté en aquel mismo asiento, el
inmaculado Dhamma, libre de polvo surgió en mí: ‘Todo lo que está sujeto al surgimiento está
sujete al cese’. Y vi el Dhamma, alcancé el Dhamma, entendí el Dhamma, penetré el Dhamma,
trascendí las dudas, me deshice de la perplejidad, alcancé la auto-confianza y llegué a ser
independiente de otros en la enseñanza del Maestro. Justamente allí fui por refugio al Buda, el
Dhamma y el Sangha, y me sometí a las reglas del entrenamiento con el celibato por la fe. Esta es la
segunda de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“He tenido cuatro mujeres jóvenes. Entonces fui junto a ellas y les dije: ‘Hermanas, me he sometido
a las reglas del entrenamiento con el celibato por la fe. Si queréis, podéis disfrutar de las riquezas
aquí y hacer el mérito, o volver a vuestros propios círculos familiares, o informarme, si deseáis, que
queréis a otro hombre’. Y mi esposa mayor me dijo: ‘Joven señor, dame a tal y tal hombre’. Y fui a
buscar a aquel hombre, y tomé con mi mano izquierda a mi mujer, mientras que con la mano
derecha tomé el vaso ceremonial y se la entregué a aquel hombre. Pero aún cuando estaba
entregando a mi joven esposa, no recuerdo que la menor alteración haya tenido lugar en mi mente.
Esta es la tercera de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“Mi familia era rica, pero las riquezas fueron compartidas sin reserva con la gente virtuosa y de
buen carácter. Esta es la cuarta de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“Siempre que atiendo a algún monje, le atiendo respetuosamente, no sin respeto. Esta es la quinta
de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“Si aquel venerable me enseña el Dhamma, lo escucho respetuosamente, no sin respeto. Y si no me
enseña el Dhamma, yo le enseño el Dhamma. Esta es la sexta de mis asombrosas y maravillosas
cualidades.
“No es inusual para las deidades que vengan junto a mí y me informen: ‘Hombre hogareño, el
Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado’. Y yo digo a aquellas deidades: ‘Sea que lo
digáis o no, el Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado’. Aún así no recuerdo haber
tenido exaltación mental alguna que haya surgido por el hecho de que las deidades vinieran a mí y
hablaran conmigo. Esta es la séptima de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“De los cinco grilletes menores enseñados por el Bienaventurado, no veo alguno que no haya sido
abandonado. Esta es la octava de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“Estas son, Venerable Señor, las ocho cualidades asombrosas y maravillosas que puedo discernir en
mí. Pero no sé cuáles ocho asombrosas y maravillosas cualidades declaró el Bienaventurado que
tengo”.
Entonces aquel monje, habiendo recibido la comida de las limosnas en la residencia del hombre
hogareño Ugga de Vesali, se levantó de su asiento y partió de allí. Después de la comida, al retornar
de su habitual ronda en búsqueda de la comida de las limosnas, se acercó al Bienaventurado, le
rindió homenaje, se sentó a un lado y relató al Bienaventurado el contenido entero de su
conversación con el hombre hogareño Ugga de Vesali.
[El Bienaventurado dijo:] “¡Bien, muy bien, monje! Yo declaré que aquel hombre hogareño Ugga
de Vesali posee las mismas ocho asombrosas y maravillosas cualidades que te explicó
correctamente. Deberías recordar al hombre hogareño Ugga de Vesali como a alguien que posee
estas ocho asombrosas y maravillosas cualidades”.

AN 8,22 {17A8.1.3.2,22} Datiyaugga Sutta – Segundo discurso


con Ugga

Segundo discurso sobre este seguidor laico que posee muchas cualidades y enseña hasta a los
monjes, alcanzando el nivel de iluminación del que no-retorna.

[22] {22} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los vajjis, en Hatthigama.
Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: “Monjes”. “Sí, Venerable Señor”,
respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, deberíais recordar al hombre hogareño Ugga de Hatthigama como alguien que posee ocho
asombrosas y maravillosas cualidades”. Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Después de haber
dicho esto, el Bendito se levantó de su asiento y entró en su morada. Entonces, por la mañana
temprano, cierto monje se vistió, tomó su cuenco y el hábito exterior y fue hasta la residencia del
hombre hogareño Ugga de Hatthigama. Cuando llegó se sentó en el asiento que estaba preparado
para él. Y el hombre hogareño Ugga de Hatthigama se acercó a aquel monje, le rindió homenaje y
se sentó a un lado. Entonces el monje le dijo:
“Hombre hogareño, el Bienaventurado declaró que posees ocho cualidades asombrosas y
maravillosas. ¿Cuáles son esas ocho?”.
“No sé, Venerable Señor, cuáles ocho asombrosas y maravillosas cualidades declaró el
Bienaventurado que tengo. Sin embargo, he aquí que puedo discernir en mí ocho cualidades
asombrosas y maravillosas. Escuche y atienda que voy a hablar”.
“Sí, hombre hogareño”, respondió el monje y el hombre hogareño Ugga de Hatthigama continuó:
“Venerable Señor, yo estaba de parranda en la arboleda de Naga cuando por primera vez vi al
Bienaventurado desde cierta distancia. Tan pronto lo vi, mi mente adquirió confianza en él. Esta es
la primera de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“Con la confidencia en mi mente, atendí al Bienaventurado. El Bienaventurado entonces me ofreció
un discurso progresivo, es decir, la plática sobre el dar, la conducta virtuosa y el cielo; me reveló el
peligro, la degradación y la contaminación de los placeres sensuales y el beneficio del
renunciamiento. Y cuando el Bienaventurado supo que mi mente estaba maleable, suave, libre de
obstáculos, elevada y confidente, me reveló aquella enseñanza especial del Dhamma de los Budas:
la insatisfacción, su origen, su cese y el sendero. Entonces, igual que un paño limpio deshace las
manchas oscuras absorbiendo la tinta, así también, mientras me senté en aquel mismo asiento, el
inmaculado Dhamma, libre de polvo surgió en mí: ‘Todo lo que está sujeto al surgimiento está
sujete al cese’. Y vi el Dhamma, alcancé el Dhamma, entendí el Dhamma, penetré el Dhamma,
trascendí las dudas, me deshice de la perplejidad, alcancé la auto-confianza y llegué a ser
independiente de otros en la enseñanza del Maestro. Justamente allí fui por refugio al Buda, el
Dhamma y el Sangha, y me sometí a las reglas del entrenamiento con el celibato por la fe. Esta es la
segunda de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“He tenido cuatro mujeres jóvenes. Entonces fui junto a ellas y les dije: ‘Hermanas, me he sometido
a las reglas del entrenamiento con el celibato por la fe. Si queréis, podéis disfrutar de las riquezas
aquí y hacer el mérito, o volver a vuestros propios círculos familiares, o informarme, si deseáis, que
queréis a otro hombre’. Y mi esposa mayor me dijo: ‘Joven señor, dame a tal y tal hombre’. Y fui a
buscar a aquel hombre, y tomé con mi mano izquierda a mi mujer, mientras que con la mano
derecha tomé el vaso ceremonial y se la entregué a aquel hombre. Pero aún cuando estaba
entregando a mi joven esposa, no recuerdo que la menor alteración haya tenido lugar en mi mente.
Esta es la tercera de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“Mi familia era rica, pero las riquezas fueron compartidas sin reserva con la gente virtuosa y de
buen carácter. Esta es la cuarta de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“Siempre que atiendo a algún monje, le atiendo respetuosamente, no sin respeto. Si aquel venerable
me enseña el Dhamma, lo escucho respetuosamente, no sin respeto. Y si no me enseña el Dhamma,
yo le enseño el Dhamma. Esta es la quinta de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“No es inusual que cuando invito al Sangha, las deidades vienen junto a mí y me informan: ‘Aquel
monje, hombre hogareño, es liberado en ambos aspectos. Aquel es liberado a través de sabiduría.
Aquel ha alcanzado la visión. Aquel es liberado por la fe. Aquel es seguidor por la fe. Aquel es
virtuoso y de buen carácter. Aquel es inmoral y de mal carácter’. Aún así, mientras sirvo al Sangha
no recuerdo haber pensado: ‘Déjame ponerle a este mucho y a aquel poco’. Esta es la sexta de mis
asombrosas y maravillosas cualidades.
“No es inusual para las deidades que vengan junto a mí y me informen: ‘Hombre hogareño, el
Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado’. Y yo digo a aquellas deidades: ‘Sea que lo
digáis o no, el Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado’. Aún así no recuerdo haber
tenido exaltación mental alguna que haya surgido por el hecho de que las deidades vinieran a mí y
hablaran conmigo. Esta es la séptima de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“Si pasase frente al Bienaventurado, no me sorprendería si el Bienaventurado declarase de mí así:
‘He aquí, no hay grillete alguno que atase al hombre hogareño Ugga de Hatthigama, por el cual
tendría que retornar a este mundo’. Esta es la octava de mis asombrosas y maravillosas cualidades.
“Estas son, Venerable Señor, las ocho cualidades asombrosas y maravillosas que puedo discernir en
mí. Pero no sé cuáles ocho asombrosas y maravillosas cualidades declaró el Bienaventurado que
tengo”.
Entonces aquel monje, habiendo recibido la comida de las limosnas en la residencia del hombre
hogareño Ugga de Hatthigama, se levantó de su asiento y partió de allí. Después de la comida, al
retornar de su habitual ronda en búsqueda de la comida de las limosnas, se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y relató al Bienaventurado el contenido
entero de la conversación que tuvo con el hombre hogareño Ugga de Hatthigama.
[El Bienaventurado dijo:] “¡Bien, muy bien, monje! Yo declaré que aquel hombre hogareño Ugga
de Vesali posee las mismas ocho asombrosas y maravillosas cualidades que te explicó
correctamente. Deberías recordar al hombre hogareño Ugga de Hatthigama como a alguien que
posee estas ocho asombrosas y maravillosas cualidades”.

AN 8,23 Pathamahatthaka Sutta – Primer discurso con


Hatthaka

El Buda destaca las saludables cualidades internas del seguidor laico Hatthaka.

[23] En cierta ocasión el Bienaventurado estaba morando en Alavi, en el Santuario de Aggalava.


Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes...
"Monjes, ustedes deben recordar a Hatthaka de Alavi como alguien que posee siete cualidades
asombrosas y sorprendentes. ¿Cuáles siete? (i) Hatthaka de Alavi está dotado de fe. (ii) Es virtuoso,
(iii) tiene sentido de vergüenza moral y (iv) temor moral. (v) Es erudito, (vi) generoso y (vii) sabio.
Ustedes deben recordar a Hatthaka de Alavi como alguien que posee estas siete cualidades
asombrosas y sorprendentes". Esto fue lo que dijo el Bienaventurado y, dicho esto, el Afortunado se
levantó de su asiento y entró a su morada.
Entonces, por la mañana, cierto monje —vistiéndose—, tomó su cuenco y hábito exterior, y se
encaminó a la residencia de Hatthaka de Alavi. Cuando llegó, se sentó en el asiento que había sido
preparado para él. Entonces Hatthaka de Alavi se acercó al monje, le rindió homenaje y se sentó a
un lado. Entonces el monje le dijo:
"Amigo, el Bienaventurado ha declarado que eres poseedor de siete cualidades asombrosas y
sorprendentes. ¿Cuáles siete?: 'Monjes, Hatthaka de Alavi está dotado de fe. Es virtuoso, tiene
sentido de vergüenza moral y temor moral. Es erudito, generoso y sabio'. El Bienaventurado ha
declarado que eres poseedor de estas siete cualidades asombrosas y sorprendentes".
“Espero, Venerable, que ningún laico vestido de blanco estuviese presente”.
"No, amigo. Ningún laico vestido de blanco estaba presente".
"Eso es bueno, Venerable".
Entonces, después de haber recibido la comida de las limosnas en la residencia de Hatthaka, aquel
monje se levantó de su asiento y se fue. Luego, después de su comida —ya de regreso de la ronda
de las limosnas—, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y, sentándose a un lado, le contó
lo que había pasado.
Entonces el Bienaventurado dijo: "¡Bien, monje, bien! Ese miembro de clan tiene pocos deseos, ya
que no quiere que sus saludables cualidades internas sean conocidas por otros. Por lo tanto, monje,
deberías recordar a Hatthaka de Alavi como poseedor de esta octava cualidad asombrosa y
sorprendente, esta es: (viii) pocos deseos".

AN 8,24 Dutiyahatthaka Sutta – Segundo discurso con


Hatthaka

Cuatro principios de relaciones beneficiosas practicadas por un seguidor laico que poseía, además,
ocho cualidades alabadas por el Buda.

[24] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el santuario Aggalava, en Alavi.


Entonces Hatthaka, acompañado por quinientos seguidores laicos, se acercó al Bienaventurado, le
rindió homenaje y se sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo:
“Tu séquito es grande, Hatthaka. ¿Cómo sostienes un séquito tan grande?”.
“Lo hago, Venerable Señor, por medio de los cuatro modos de sustento de las relaciones favorables
enseñados por el Bienaventurado [1]. Cuando sé: ‘Éste ha de ser sustentado por medio de una
dádiva’, lo sostengo por medio de una dádiva. Cuando sé: ‘Éste ha de ser sustentado por medio de
una manera entrañable de hablar’, lo sostengo por medio de una manera agradable de hablar.
Cuando sé: ‘Éste ha de ser sustentado por medio de una conducta beneficiosa’, lo sostengo por
medio de una conducta beneficiosa. Cuando sé: ‘Éste ha de ser sustentado por medio de la
imparcialidad’, lo sostengo por medio de la imparcialidad. Hay riquezas en mi familia, Venerable
Señor. Ellos no tienen por qué escucharme como si fuera una persona pobre”.
“¡Bien, muy bien, Hatthaka! Este es el método, por medio del cual sostienes un gran séquito. Todos
aquellos que sostuvieron un gran séquito en el pasado, lo hicieron de la misma manera, por medio
de los cuatro modos de sustento de las relaciones favorables. Todos aquellos que van a sostener un
gran séquito en el futuro, lo harán de la misma manera, por medio de los cuatro modos de sustento
de las relaciones favorables. Todos aquellos que sostienen un gran séquito en el presente, lo hacen
de la misma manera, por medio de los cuatro modos de sustento de las relaciones favorables”.
Entonces, después de que el Bienaventurado hubo instruido, animado, inspirado y regocijado a
Hatthaka de Alavi por medio de una plática del Dhamma, éste se levantó de su asiento, le rindió
homenaje al Bienaventurado y salió de allí, manteniendo siempre al Bienaventurado a su mano
derecha. Acto seguido, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: “Monjes, deberíais recordar a
Hatthaka de Alavi como a alguien que posee ocho asombrosas y maravillosas cualidades. Y, ¿cuáles
son esas ocho? Está dotado de la fe. Es virtuoso y posee el sentido de la vergüenza moral y temor
moral. Es instruido, generoso y sabio. Posee pocos deseos. Deberíais recordar a Hatthaka de Alavi
como a alguien que posee estas ocho asombrosas y maravillosas cualidades”.

NOTA:
En AN 4,32 y AN 4,256.

AN 8,25-26 {17A8.1.3.5,25-17A8.1.3.6,26} Mahanama y Jivaka


Sutta – Mahanama y Jivaka

El Buda responde las preguntas sobre las cualidades de un discípulo laico.

AN 8,25 {17A8.1.3.5,25} Mahanama Sutta – Mahanama


[25] {25} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los sakyans en el parque de las
higueras, cerca de Kapilavatthu. Entonces, se acercó al Bienaventurado Mahanama, el sakyano, le
rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿de qué manera uno es un seguidor laico?”.
“Mahanama, cuando alguien va por refugio al Buda, el Dhamma y el Sangha, es de esta manera que
alguien es un seguidor laico”.
“Y, ¿de qué manera, Venerable Señor, uno es un seguidor laico virtuoso?”.
“Mahanama, cuando un seguidor laico se abstiene de destruir la vida, de tomar lo que no le ha sido
dado, de conducta sexual ilícita, de mentir y de licor, vino y [otros] embriagantes que son la base de
la negligencia, es de esta manera que alguien es un seguidor laico virtuoso”.
“Y, ¿de qué manera, Venerable Señor, un seguidor laico practica para su propio bienestar, pero no
para el bienestar de los demás?”.
“Mahanama, cuando un seguidor laico está realizado en la fe, pero no alienta a otros a estar
realizados en la fe; cuando él mismo está realizado en la conducta virtuosa, pero no alienta a otros a
estar realizados en la conducta virtuosa; cuando él mismo está realizado en la generosidad, pero no
alienta a otros a estar realizados en la generosidad; cuando él mismo va a ver a los monjes, pero no
alienta a otros a que vayan a ver a los monjes; cuando él mismo quiere escuchar el buen Dhamma,
pero no alienta a otros a querer escuchar el buen Dhamma; cuando él mismo retiene en la mente las
enseñanzas que escuchó, pero no alienta a otros a retener en la mente las enseñanzas que
escucharon; cuando él mismo examina el significado de las enseñanzas que retuvo en la mente, pero
no alienta a otros a examinar el significado de las enseñanzas que retuvieron en la mente; cuando él
mismo ha entendido el significado del Dhamma y practica de acuerdo con el Dhamma, pero no
alienta a otros a que entiendan el significado del Dhamma ni practiquen de acuerdo con el Dhamma;
es de esta manera, Mahanama, que un seguidor laico practica para su propio bienestar, pero no para
el bienestar de los demás”.
“Y, ¿de qué manera, Venerable Señor, un seguidor laico practica para su propio bienestar y para el
bienestar de los demás?”.
“Mahanama, cuando un seguidor laico está realizado en la fe y alienta a otros a estar realizados en
la fe; cuando él mismo está realizado en la conducta virtuosa y alienta a otros a estar realizados en
la conducta virtuosa; cuando él mismo está realizado en la generosidad y alienta a otros a estar
realizados en la generosidad; cuando él mismo va a ver a los monjes y alienta a otros a que vayan a
ver a los monjes; cuando él mismo quiere escuchar el buen Dhamma y alienta a otros a querer
escuchar el buen Dhamma; cuando él mismo retiene en la mente las enseñanzas que escuchó y
alienta a otros a retener en la mente las enseñanzas que escucharon; cuando él mismo examina el
significado de las enseñanzas que retuvo en la mente y alienta a otros a examinar el significado de
las enseñanzas que retuvieron en la mente; cuando él mismo haya entendido el significado del
Dhamma y practica de acuerdo con el Dhamma, y alienta a otros a que entiendan el significado del
Dhamma y practiquen de acuerdo con el Dhamma; es de esta manera, Mahanama, que un seguidor
laico practica para su propio bienestar y para el bienestar de los demás”.

AN 8,26 {17A8.1.3.6,26} Mahanama Sutta – Mahanama


[26] {26} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de los mangos de
Jivaka, cerca de Rajagaha. Entonces, se acercó al Bienaventurado Jivaka Komarabhacca, le rindió
homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿de qué manera uno es un seguidor laico?”...
[El resto sigue como en el sutta anterior dirigido a Jivaka].

AN 8,27 Pathamabala Sutta – Primer discurso sobre los


poderes

Los poderes que poseen distintos tipos de personas.

[27] "Monjes, existen estos ocho poderes. ¿Cuáles ocho? (i) El poder del niño, es el llanto; (ii) el
poder de las mujeres, es el enojo; (iii) el poder de los ladrones, es un arma; (iv) el poder de los
reyes, es la soberanía; (v) el poder de los necios, es el lamento; (vi) el poder del sabio, es una
prudente deliberación; (vii) el poder de los eruditos, es la reflexión; (viii) el poder de los ascetas y
brahmanes, es la paciencia. Estos son los ocho poderes".
AN 8,28 Dutiyabala Sutta – Segundo discurso sobre los
poderes

Poderes espirituales de un arahant.

[28] Entonces el Venerable Sariputta se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a


un lado. Entonces el Bienaventurado le dijo:
“Sariputta, cuando las corrupciones mentales de un monje hayan sido destruidas, ¿cuántos poderes
posee para poder reclamar con justa razón: ‘Mis corrupciones mentales han sido destruidas’?”.
“Venerable Señor, cuando las corrupciones mentales de un monje hayan sido destruidas, él posee
ocho poderes para poder reclamar con justa razón: ‘Mis corrupciones mentales han sido destruidas’.
Y, ¿cuáles son esos ocho?
“He aquí, Venerable Señor, un monje con las corrupciones mentales destruidas ha visto claramente a
todos los fenómenos condicionados tal como realmente son, con la correcta sabiduría, como
transitorios. Este es el poder que posee un monje, Venerable Señor, cuando sus corrupciones
mentales hayan sido destruidas, para poder reclamar con justa razón: ‘Mis corrupciones mentales
han sido destruidas’.
“Además, un monje con las corrupciones mentales destruidas ha visto claramente a los placeres
sensuales tal como realmente son, con la correcta sabiduría, como similares a un pozo de carbón.
Este es el poder que posee un monje, Venerable Señor, cuando sus corrupciones mentales hayan
sido destruidas…
“Además, la mente del monje con las corrupciones mentales destruidas se inclina, ladea, se
direcciona a la reclusión; mora recluido, deleitándose en el renunciamiento y terminando
completamente con todas las cosas que son la base para las corrupciones mentales. Este es el poder
que posee un monje, Venerable Señor, cuando sus corrupciones mentales hayan sido destruidas…
“Además, un monje con las corrupciones mentales destruidas ha desarrollado y bien desarrollado
los cuatro establecimientos de la atención consciente. Al ser así, éste es el poder que posee un
monje, Venerable Señor, cuando sus corrupciones mentales hayan sido destruidas…
“Además, un monje con las corrupciones mentales destruidas ha desarrollado y bien desarrollado
las cuatro bases del poder espiritual… las cinco facultades espirituales… los siete factores de la
iluminación… el Óctuple Noble Sendero. Este es el poder que posee un monje, Venerable Señor,
cuando sus corrupciones mentales hayan sido destruidas, para poder reclamar con justa razón: ‘Mis
corrupciones mentales han sido destruidas’”.
AN 8,29 Akkhana Sutta – Momentos inoportunos

Ocho ocasiones en las cuales es imposible seguir la vida santa del Dhamma.

[29] “Monjes, el mundano no instruido dice: ‘¡El mundo ha ganado la oportunidad! ¡El mundo ha
ganado la oportunidad!’. Pero él no sabe lo que es una oportunidad y lo que no es una oportunidad.
Monjes, hay estos ocho momentos inoportunos que no constituyen ocasiones correctas para vivir la
vida santa. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“He aquí, un Tathagata ha surgido en el mundo, un Arahant perfectamente iluminado, realizado en
el conocimiento verdadero y la conducta, el Afortunado, conocedor del mundo, insuperable
amansador de personas que han de ser amansadas, maestro de los devas y los seres humanos, un
Iluminado, un Bendito; y el Dhamma conducente a la paz, el Nibbana y la Iluminación, es enseñado
y proclamado por un Afortunado. Sin embargo, la persona ha renacido en el infierno. Este es el
primer momento inoportuno que no constituye una ocasión correcta para vivir la vida santa.
“He aquí, un Tathagata ha surgido en el mundo, un Arahant… un Afortunado. Sin embargo, la
persona ha renacido en el reino animal. Este es el segundo momento inoportuno que no constituye
una ocasión correcta para vivir la vida santa.
“He aquí, un Tathagata ha surgido en el mundo, un Arahant… un Afortunado. Sin embargo, la
persona ha renacido en la esfera de los espíritus hambrientos. Este es el tercer momento inoportuno
que no constituye una ocasión correcta para vivir la vida santa.
“He aquí, un Tathagata ha surgido en el mundo, un Arahant… un Afortunado. Sin embargo, la
persona ha renacido en cierta orden de los devas de larga vida. Este es el cuarto momento
inoportuno que no constituye una ocasión correcta para vivir la vida santa.
“He aquí, un Tathagata ha surgido en el mundo, un Arahant… un Afortunado. Sin embargo, la
persona ha renacido en las provincias periféricas, entre los caminos intransitados donde no pasan
los monjes ni las monjas, ni los seguidores laicos ni las seguidoras laicas. Este es el quinto
momento inoportuno que no constituye una ocasión correcta para vivir la vida santa.
“He aquí, un Tathagata ha surgido en el mundo, un Arahant… un Afortunado. Y la persona ha
renacido en las provincias centrales, sin embargo mantiene errados puntos de vista y tiene una
perspectiva distorsionada: ‘He aquí, no hay nada dado, nada sacrificado, nada ofrecido; no hay
frutos ni resultados de las buenas ni malas acciones; no hay este mundo ni el venidero; no hay
madre ni padre; no hay seres renacidos espontáneamente; no hay ascetas ni brahmanes de recta
conducta ni recta práctica en el mundo, quienes, habiendo descubierto este mundo y el mundo
venidero por sí mismos mediante un conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’. Este es el
sexto momento inoportuno que no constituye una ocasión correcta para vivir la vida santa.
“He aquí, un Tathagata ha surgido en el mundo, un Arahant… un Afortunado. Y la persona ha
renacido en las provincias centrales, sin embargo es necia, estúpida, obtusa, incapaz de entender el
significado de lo que ha sido bien declarado y mal declarado. Este es el séptimo momento
inoportuno que no constituye una ocasión correcta para vivir la vida santa.
“He aquí, un Tathagata no ha surgido en el mundo, un Arahant perfectamente iluminado, realizado
en el conocimiento verdadero y la conducta, el Afortunado, conocedor del mundo, insuperable
amansador de personas que han de ser amansadas, maestro de los devas y los seres humanos, un
Iluminado, un Bendito; y el Dhamma conducente a la paz, el Nibbana y la Iluminación no es
enseñado ni proclamado por un Afortunado. Y la persona ha renacido en las provincias centrales, es
sabia, inteligente, perspicaz y capaz de entender lo que ha sido bien declarado y mal declarado. Este
es el octavo momento inoportuno que no constituye una ocasión correcta para vivir la vida santa.
“Estos son, monjes, los ocho momentos inoportunos que no constituyen ocasiones correctas para
vivir la vida santa.
“Pero, he aquí monjes, que hay este único momento oportuno que constituye la ocasión recta para
vivir la vida santa. Y, ¿cuál es este único momento?
“He aquí, monjes, un Tathagata ha surgido en el mundo, un Arahant perfectamente iluminado,
realizado en el conocimiento verdadero y la conducta, el Afortunado, conocedor del mundo,
insuperable amansador de personas que han de ser amansadas, maestro de los devas y los seres
humanos, un Iluminado, un Bendito; y el Dhamma conducente a la paz, el Nibbana y la Iluminación
es enseñado y proclamado por un Afortunado. Y la persona ha renacido en las provincias centrales,
es sabia, inteligente, perspicaz y capaz de entender lo que ha sido bien declarado y mal declarado.
Este es, monjes, el único momento oportuno que constituye una ocasión correcta para vivir la vida
santa”.
Habiendo obtenido el estado humano,
Cuando el buen Dhamma ha sido bien proclamado,
Aquellos que no aprovechan este momento,
Dejan escaparse un momento oportuno.
Aunque se hable en momentos inoportunos,
Son [sólo] ocasiones que obstruyen el camino;
Pues solo a veces, en algunas ocasiones,
Los Tathagatas surgen en el mundo.
Encontrarlos por alguien directamente,
Es tan raro como ganarse el mundo;
Si alguien obtuvo el estado humano,
Y ha sido enseñando con el buen Dhamma,
Y es una persona que desee su propio bien,
Esto es un incentivo suficiente para esforzarse.
¿Cómo uno puede entender el buen Dhamma
Si deja escapar el buen momento?
A los que echan a perder el buen momento,
La aflicción los espera al renacer en el infierno.
Alguien que falló en obtener
El fijo curso de la rectitud del buen Dhamma,
Se arrepentirá por mucho tiempo
Y será como un comerciante que perdió sus beneficios.
Una persona hundida en la ignorancia,
Que falló en el buen Dhamma,
Por largo tiempo estará vagando
En [la ronda de] nacimientos y muertes.
Pero aquellos que ganaron el estado humano,
Cuando el buen Dhamma fue proclamado,
Han puesto en práctica las palabras del Maestro,
Lo harán o lo están haciendo.
Aquellos que han practicado el sendero
Proclamado por el Tathagata,
Han penetrado el recto momento en el mundo,
Y la insuperable vida santa.
Debéis permanecer sin flujos,
Resguardados, siempre atentos en la restricción,
Enseñados por Uno con la Visión,
El Pariente del Sol.
Habiendo cortado todas las tendencias subyacentes
Que conducen a uno al domino del Mara,
Aquellos que alcanzan la destrucción de las contaminaciones,
Aún [estando] en el mundo, se han ido más allá.
AN 8,30 {17A8.1.3.10,30} Anuruddhamahavitakka Sutta – La
gran reflexión de Anuruddha

El Buda enumera las ochos cualidades de la mente que, bien cultivadas, llevan a alcanzar la última
meta.
En una ocasión, el Bendito se quedaba entre los Bhaggas en el parque de los Venados en la gruta de
Bhesakala, cerca del lugar del Cocodrilo. En ese tiempo el Venerable Anuruddha vivía entre los
Cetis en el Parque Bambú del Este. Y entonces, mientras se encontraba a solas, aislado, esta línea
de pensamiento surgió en la atención del Ven. Anuruddha:
- Este Dhamma es para aquél que es modesto, no para aquél que se agranda a sí mismo. Este
Dhamma es para el que se contenta, no para aquél que está descontento. Este Dhamma es para uno
que se aísla, no para uno que se enmaraña (se enreda). Este Dhamma es para uno cuya persistencia
está despierta, no para uno que es perezoso. Este Dhamma es para uno cuya plena atención está
establecida, no para uno cuya plena atención está confundida. Este Dhamma es para uno cuya
mente está centrada, no para uno cuya mente está descentrada. Este Dhamma es para uno dotado de
discernimiento, no para uno cuyo discernimiento es débil.
Entonces, el Bendito, dándose cuenta con su atención de la línea de pensamiento en la atención de
Anuruddha, justo como un hombre fuerte extiende su brazo flexionado o flexiona su brazo
extendido -desapareció de entre los Bhaggas en el parque del Venado en la gruta de Bhesakala,
cerca del lugar del Cocodrilo, y reapareció entre los Cetis en el Parque Bambú del Este, justo
enfrente al Ven. Anuruddha. Allí se sentó en un asiento preparado. En cuanto al Ven. Anuruddha,
habiendo hecho una reverencia al Bendito, se sentó a su lado. Mientras se sentaba allí, el Bendito le
dijo:
- Bien, Anuruddha, muy bien. Es bueno que pienses estos pensamientos de una gran persona: 'Este
Dhamma es para aquél que es modesto, no para aquél que se agranda a sí mismo. Este Dhamma es
para el que se contenta, no para aquél que está descontento. Este Dhamma es para uno que se aísla,
no para uno que se enmaraña (se enreda). Este Dhamma es para uno cuya persistencia está
despierta, no para uno que es perezoso. Este Dhamma es para uno cuya plena atención está
establecida, no para uno cuya plena atención está confundida. Esta Dhamma es para uno cuya
mente está centrada, no para uno cuya mente está descentrada. Este Dhamma es para uno dotado de
discernimiento, no para uno cuyo discernimiento es débil.' Ahora, Anuruddha, piensa en el octavo
pensamiento de una gran persona: ‘Este Dhamma es para uno que disfruta la no-complicación,
quien se deleita en la no-complicación, no para uno que disfruta y se deleita en la complicación’.
- Anuruddha, cuando pienses estos ocho pensamientos de una gran persona, entonces, cuando lo
desees - abandonando por completo la sensualidad, abandonando las cualidades inútiles- entrarás y
permanecerás en el primer jhàna: arrebato y placer que nacen del abandono, acompañado de un
pensamiento dirigido y una evaluación. Cuando pienses estos ocho pensamientos de una gran
persona, entonces, cuando lo desees - deteniendo el pensamiento dirigido y la evaluación - entrarás
y permanecerás en el segundo jhàna: arrebato y placer que nacen de la quietud, unificación de la
atención libre de pensamiento dirigido, evaluación, y seguridad interna, y con la desaparición del
arrebato, permanecerás ecuánime, conciente y alerta, físicamente sensible al placer. Entrarás y
permanecerás en el tercer jhàna, del cual Los Nobles declaran 'Ecuánime y conciente, él tiene una
permanencia placentera.' Cuando pienses estos ocho pensamientos de una gran persona, entonces,
cuando lo desees, con el abandono del placer y el dolor, y con la desaparición previa del gozo y el
sufrimiento, entrarás y permanecerás en el cuarto jhàna: pureza de ecuanimidad y conciencia, sin
placer ni dolor.
Ahora, cuando pienses estos ocho pensamientos de una gran persona y te conviertas a una persona
que puede alcanzar a voluntad, sin problemas ni dificultades, estos cuatro jhànas -estados mentales
elevados que proveen un placentero refugio en el aquí y ahora- entonces tu túnica de harapos te
parecerá justo como el baúl de ropa de un hombre de familia o su hijo, lleno de ropas de muchos
colores. Mientras vivas satisfecho, te servirá a tu gusto, para permanencia cómoda, para no-
agitación y para alumbrar el no-apego.
Cuando pienses estos ocho pensamientos de una gran persona y te conviertas en una persona que
adquiere a voluntad, sin problema o dificultad estos cuatro jhànas -estados mentales elevados que
brindan un estado placentero en el aquí y ahora- Entonces, tu alimento de limosna te parecerá ser
justo como el arroz y el trigo del hombre de familia o su hijo, limpio de granos negros y servido con
una variedad de salsas y condimentos... tu descanso al pie de un árbol te parecerá ser justo como la
fornida mansión de un hombre de familia o su hijo, tapizada por dentro y por fuera, sin goteras,
firme y con sus ventanas cerradas... Tu cama en un pedazo de césped te parecerá como el sillón de
un hombre de familia o su hijo, cubierto por sábanas de pelo largo, sábanas de lana blanca, sábanas
bordadas, alfombras de piel de antílope y piel de venado, cubierta por un capelo y con cojines rojos
para la cabeza y los pies...
Cuando pienses estos ocho pensamientos de una gran persona y te conviertas en una persona que
puede adquirir a voluntad, sin problema o dificultad, estos cuatro jhànas -estados mentales elevados
que brindan una atmósfera placentera en el aquí y ahora- entonces tu medicina hecha de orina
maloliente te parecerá ser justo como los varios tónicos de un hombre de familia o su hijo, jocoque,
mantequilla fresca, aceite, miel, malaza de azúcar. Mientras vivas satisfecho, te servirá a tu gusto,
para permanencia cómoda, para no-agitación y para alumbrar el desapego.
- Ahora pues, Anuruddha, te quedarás aquí entre los Cetis para el próximo Retiro de las Lluvias".
- Como digas, Señor" dijo el Ven. Anuruddha.
Entonces, habiendo dado esta exhortación al Ven. Anuruddha, el Bendito como un hombre fuerte
extiende su brazo flexionado o flexiona su brazo extendido, desapareció del Parque Bambú del Este
de los Catis y reapareció entre los Bhaggas en el parque del Venado en la gruta de Bhesakala, cerca
del lugar del Cocodrilo. Se sentó en un asiento preparado y, mientras se sentaba allí, se dirigió a los
monjes diciendo: "Monjes, les enseñaré los ocho pensamientos de una persona grande. Escuchen y
pongan mucha atención. Hablaré."
- Sí, Señor," respondieron los monjes.
El Bendito Dijo:
- Ahora, ¿cuáles son los ocho pensamientos de una gran persona? Este Dhamma es para aquél que
es modesto, no para aquél que se agranda a sí mismo. Este Dhamma es para el que se contenta, no
para aquél que está descontento. Este Dhamma es para uno que se aísla, no para uno que se
enmaraña (se enreda). Este Dhamma es para uno cuya persistencia está despierta, no para uno
que es perezoso. Este Dhamma es para uno cuya plena atención está establecida, no para uno cuya
plena atención está confundida. Esta Dhamma es para uno cuya mente está centrada, no para uno
cuya mente está descentrada. Este Dhamma es para uno dotado de discernimiento, no para uno cuyo
discernimiento es débil. Este Dhamma es para uno que disfruta la no-complicación, que se deleita
en la no-complicación, no para uno que disfruta y se deleita en la complicación.
- Este Dhamma es para aquél que es modesto, no para aquél que se agranda a sí mismo.' Esto se ha
dicho. ¿Con referencia a qué se ha dicho? Está el caso donde un monje, siendo modesto, no quiere
que sea conocido que 'Él es modesto'. Estando satisfecho no quiere que sea conocido que ‘Él está
satisfecho’. Estando aislado no quiere que sea conocido que 'El está aislado'. Con su persistencia
despierta no desea que sea conocido que 'Su persistencia está despierta'. Estando su atención
establecida no quiere que sea conocido que su atención está establecida. Estando su mente centrada
no quiere que sea conocido que 'Su mente está centrada' Estando dotado de discernimiento no desea
que sea conocido que 'Está dotado de discernimiento'. Disfrutando la no-complicación no quiere
que sea conocido que 'Disfruta la no-complicación'.
- Este Dhamma es para aquél que está satisfecho (contento), no para aquél que está descontento'.
Así se ha dicho. ¿Con referencia a qué se ha dicho esto?
Está el caso de un monje que está contento con cualquier túnica vieja de tela, cualquier comida de
limosna, cualquier viejo alojamiento, cualquier medicina para curar enfermedades.'Este Dhamma
es para aquél que está satisfecho (contento), no para aquél que está descontento' Así se ha dicho. Y
con referencia a esto se ha dicho.
- Este Dhamma es para aquél que está aislado, no para aquel que está enmarañado'. Esto se ha
dicho. ¿Con referencia a qué se ha dicho?? Está el caso donde un monje, cuando vive en
aislamiento, es visitado por monjes, monjas, hombres laicos, mujeres laicas, reyes, ministros reales,
seguidores de sectas y sus discípulos. Con su mente inclinada al aislamiento, orientada al
aislamiento, apreciando la renunciación, él conversa con ellos sólo lo necesario para que ellos se
marchen. 'Este Dhamma es para aquél que está aislado, no para aquel que está enmarañado' Esto se
ha dicho. Y con referencia a esto se ha dicho.
- Este Dhamma es para aquél cuya persistencia está despierta, no para aquél que es perezoso.'
Esto se ha dicho. ¿Con referencia a qué se ha dicho? Está el caso en que un monje mantiene su
persistencia despierta abandonando las cualidades mentales inútiles y tomando las cualidades
mentales útiles. Él es tenaz, sólido en su esfuerzo, no evadiendo sus labores en relación con las
cualidades mentales útiles.'Este Dhamma es para aquél cuya persistencia está despierta, no para
aquél que es perezoso.' Esto se ha dicho. Y con referencia a esto se ha dicho.
-.Este Dhamma es para aquél cuya atención está establecida, no para aquél cuya atención está
confusa.' Esto se ha dicho. ¿Con referencia a qué se ha dicho? Está el caso donde un monje está
atento, meticulosamente recordando y siendo capaz de traer a la mente aún cosas que fueron hechas
y dichas hace mucho.
- Este Dhamma es para aquél cuya atención está establecida, no para aquél cuya atención está
confusa.' Esto se ha dicho. Y con referencia a esto se ha dicho.
- Este Dhamma es para aquél cuya mente está centrada, no para aquél cuya mente está descentrada.'
Esto se ha dicho. ¿Con referencia a qué se ha dicho? Está el caso donde un monje bien alejado de la
sensualidad, alejado de las cualidades mentales inútiles, entra y permanece en el primer jhàna:
arrebato y placer que nace del abandono, acompañado de un pensamiento dirigido y evaluación.
Deteniendo el pensamiento dirigido y la evaluación- entra y permanece en el segundo jhàna:
arrebato y placer que nacen de la quietud, unificación de la atención libre de pensamiento dirigido y
evaluación, seguridad interna... con la desaparición del arrebato, permanece ecuánime, conciente y
alerta, físicamente sensible al placer. Entra y permanecerás en el tercer jhàna, del cual Los Nobles
declaran 'Ecuánime, conciente, él tiene una permanencia placentera. Con el abandono del placer y el
dolor, y con la desaparición previa del gozo y el sufrimiento, entra y permanece en el cuarto jhana:
pureza de ecuanimidad y conciencia, sin placer ni dolor. 'Este Dhamma es para aquél cuya mente
está centrada, no para aquél cuya mente está descentrada.' Esto se ha dicho. Y con respecto a esto se
ha dicho.
-.Este Dhamma es para aquél dotado con discernimiento, no para aquél cuyo discernimiento es
débil. Esto se ha dicho. ¿Con referencia a qué se ha dicho?
Está el caso donde un monje discierne, dotado del discernimiento de que todo surge y se extingue
-noble, penetrante, conducente a la abolición del sufrimiento-. 'Este Dhamma es para aquél dotado
con discernimiento, no para aquél cuyo discernimiento es débil. Esto se ha dicho. Y con respecto a
esto se ha dicho.
- Este Dhamma es para aquél que goza la no-complicación, quien se deleita en la no-complicación,
no para aquél que se goza y se deleita en la complicación.' Esto se ha dicho. ¿Con referencia a qué
se ha dicho? Está el caso donde la mente de un monje salta, crece confiada, tenaz y es firme en la
cesación de la complicación. 'Este Dhamma es para aquél que goza la no-complicación, quien se
deleita en la no-complicación, no para aquél que se goza y se deleita en la complicación.' Esto se ha
dicho. Y con respecto a esto ha sido dicho.
Ahora, durante el siguiente Retiro de las Lluvias, el Ven. Anuruddha, permaneció justo ahí en el
parque de bambú del Este entre los Cetis. Rondando sólo, aislado, atento, ardiente, resuelto, él en
poco tiempo alcanzó y permaneció en la meta suprema de la vida santa, por la que los hombres del
clan pasan del hogar a estar sin hogar, sabiéndolo y entendiéndolo por sí mismo en el aquí y ahora.
Él supo: "El nacimiento ha terminado, la vida santa ha sido completada, la consigna realizada. No
hay nada más allá por el bien de este mundo." Y así el Ven. Anuruddha se convirtió en otro de los
arahants. Entonces, al alcanzar el grado de arahant enunció este verso:
Conociendo mis pensamientos,
el Maestro, sin comparación en el cosmos,
vino a mí a través de su poder
en un cuerpo hecho de mente.
Enseñó en línea con mis pensamientos y prosiguió aún más.
El Buddha, deleitándose en la no-complicación, enseñó la no-complicación.
Conociendo su Dhamma,
permanecí deleitándome en su mandato.
Los tres conocimientos
han sido obtenidos;
El mandato del Buddha,
realizado.

AN 8,31-32 Pathama y Dutiyadana Sutta – Las dádivas


Diferentes motivos de ofrecer dádivas.

AN 8,31 Pathamadana Sutta – Primer discurso sobre las dádivas


[31] “Monjes, hay estas ocho dádivas. Y, ¿cuáles son esas ocho? Habiendo insultado [al receptor],
uno ofrece la dádiva. Uno ofrece la dádiva por miedo. Uno ofrece la dádiva [pensando] ‘Él me dio a
mí’. Uno ofrece la dádiva [pensando] ‘Él me va a dar a mí’. Uno ofrece la dádiva [pensando] ‘Dar
es bueno’. Uno ofrece la dádiva [pensando] ‘Yo cocino; esta gente no cocina. Es correcto que yo,
que cocina, deba dar a los que no cocinan’. Uno ofrece la dádiva [pensando] ‘Por haber ofrecido
este donativo, voy a ganar buena reputación’. Uno ofrece la dádiva con el propósito de embellecer y
equipar la mente”.

AN 8,32 Dutiyadana Sutta – Segundo discurso sobre las dádivas


[32] Fe, vergüenza moral y beneficiosas dádivas
Son cualidades que persigue una buena persona;
Por eso, dicen, está el sendero divino,
Mediante el cual uno va al mundo de los devas.

AN 8,33 Danavatthu Sutta – Las bases de los donativos

Ocho razones para ofrecer las dádivas.

[33] “Monjes, he aquí estas ocho bases para [realizar los] donativos. Y, ¿cuáles son esas ocho? Uno
ofrece el donativo a partir del deseo. Uno ofrece el donativo a partir del odio. Uno ofrece el
donativo a partir de la falsa ilusión. Uno ofrece el donativo a partir del miedo. Uno ofrece el
donativo [pensando]: ‘Donar fue practicado antes por mi padre y por mis antepasados; no debería
abandonar esta antigua costumbre familiar’. Uno ofrece el donativo [pensando]: ‘Habiendo ofrecido
este donativo, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, voy a renacer en un buen destino, en
el mundo celestial’. Uno ofrece el donativo [pensando]: ‘Cuando ofrezco este donativo mi mente
llega a ser apacible y surgen el júbilo y la alegría’. Uno ofrece el donativo con el propósito de
adornar la mente, equipar la mente. Estas son, monjes, las ocho bases para [realizar los] donativos”.
AN 8,34 Khetta Sutta – El campo

La práctica del Noble Óctuple Sendero, por parte de los receptores de los donativos, hace que las
ofrendas produzcan abundantes frutos.

[34] “Monjes, una semilla sembrada en la tierra que posee ocho características, no trae abundantes
frutos, los mismos no son deleitosos ni resultan beneficiosos. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“He aquí, el campo tiene montículos y zanjas, tiene piedras y grava, es salado, no está
profundamente surcado, no tiene entradas [para el agua], no tiene salidas [para el exceso de agua],
no tiene canales de irrigación y no tiene límites. Una semilla sembrada en la tierra que posee estas
ocho características, no trae abundantes frutos, los mismos no son deleitosos ni resultan
beneficiosos.
“Así también, monjes, una dádiva ofrecida a ascetas y brahmanes que poseen ocho características,
no trae grandes frutos ni beneficios, no es muy brillante ni trascendente. Y, ¿cuáles son esas ocho?
He aquí, los ascetas y brahmanes tienen incorrecto punto de vista, incorrecta intención, incorrecta
forma de hablar, incorrecta forma de actuar, incorrecta manera de vida, incorrecto esfuerzo,
incorrecta atención consciente e incorrecta concentración. Una dádiva ofrecida a ascetas y
brahmanes que poseen estas ocho características, no trae grandes frutos ni beneficios, no es muy
brillante ni trascendente.
“Monjes, una semilla sembrada en la tierra que posee ocho características, trae abundantes frutos,
los mismos son deleitosos y resultan beneficiosos. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“He aquí, el campo no tiene montículos ni zanjas no tiene piedras ni grava, no es salado, está
profundamente surcado, tiene entradas [para el agua], tiene salidas [para el exceso de agua], tiene
canales de irrigación y tiene límites. Una semilla sembrada en la tierra que posee estas ocho
características, trae abundantes frutos, los mismos son deleitosos y resultan beneficiosos.
“Así también, monjes, una dádiva ofrecida a ascetas y brahmanes que poseen ocho características
trae grandes frutos y beneficios, es muy brillante y trascendente. Y, ¿cuáles son esas ocho? He aquí,
los ascetas y brahmanes tienen recto punto de vista, recta intención, recta forma de hablar, recta
forma de actuar, recta manera de vida, recto esfuerzo, recta atención consciente y recta
concentración. Una dádiva ofrecida a ascetas y brahmanes que poseen estas ocho características,
trae grandes frutos y beneficios, es muy brillante y trascendente”.
Cuando el campo es excelente,
Y la semilla sembrada es excelente,
Y hay una excelente provisión de lluvia,
La cosecha de grano [también] es excelente.
Su estado es excelente,
Su crecimiento es excelente,
Su madurez es excelente,
Y su fruto es realmente excelente.
Así también cuando uno ofrece excelente comida
A aquellos que son realizados en la conducta virtuosa,
Esto conduce a varias clases de excelencia,
Porque lo que uno hizo es excelente.
Por eso, si uno desea excelencia,
Llegar a ser alguien realizado,
Uno debe sostener a aquellos que son realizados en sabiduría;
De esta manera la propia realización de uno florece.
Alguien realizado en el verdadero conocimiento y conducta,
Habiendo alcanzado la realización de la mente,
Realiza acciones que son hechas
Y consumadas en el bien.
Habiendo conocido el mundo tal como realmente es,
Uno debe alcanzar la realización en el punto de vista.
Alguien consumado en la mente, avanza
Confiado en la realización del sendero.
Habiendo frotado todas las piedras,
Habiendo alcanzado el Nibbana,
Uno, entonces, se libera de la insatisfacción:
Esta es la realización final.

AN 8,35 Danupapatti Sutta – Las bases de los donativos


Clases de renacimientos producidos por el mérito de ofrecer donativos y tener un corazón puro.

[35] “Monjes, he aquí estas ocho clases de renacimientos causados por ofrecer donativos. Y, ¿cuáles
son esas ocho?
“He aquí, alguien ofrece una dádiva a un asceta o un brahmán: comida o bebida, vestimenta o
carros, guirnaldas, perfumes, ungüentos, lechos, alojamientos y luces. Lo que sea que ofrece, espera
algo en retorno. Ve los influyentes khattiyas, influyentes brahmanes o influyentes hombres
hogareños que disfrutan poseyendo los cinco objetos del placer sensual y siendo decorados con
ellos. Entonces se le ocurre esto: ‘Ojalá que con el quiebre del cuerpo, después de la muerte,
renazca en compañía de los influyentes khattiyas, influyentes brahmanes o influyentes hombres
hogareños’. Pone su mente en eso, fija su mente en eso y desarrolla este estado mental. Y esta su
aspiración, resuelta en lo que es inferior y no desarrollada de manera superior, conduce al
renacimiento allí. Con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renace en compañía de los
influyentes khattiyas, influyentes brahmanes o influyentes hombres hogareños – así pasa con
alguien que es virtuoso. Yo declaro que esto no es para alguien que es inmoral. El deseo del corazón
de alguien que es virtuoso se cumple a causa de su pureza.
“He aquí, alguien más ofrece una dádiva a un asceta o un brahmán: comida o bebida, vestimenta o
carros, guirnaldas, perfumes, ungüentos, lechos, alojamientos y luces. Lo que sea que ofrece, espera
algo en retorno. Y él ha escuchado esto: los devas de los Cuatro Grandes Reyes viven mucho
tiempo, son bellos y abundan en felicidad. Entonces se le ocurre esto: ‘Ojalá con el quiebre del
cuerpo, después de la muerte, renazca en compañía de los devas de los Cuatro Grandes Reyes’.
Pone su mente en eso, fija su mente en eso y desarrolla este estado mental. Y esta su aspiración,
resuelta en lo que es inferior y no desarrollada de manera superior, conduce al renacimiento allí.
Con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renace en compañía de los devas de los Cuatro
Grandes Reyes – así pasa con alguien que es virtuoso. Yo declaro que esto no es para alguien que es
inmoral. El deseo del corazón de alguien que es virtuoso se cumple a causa de su pureza.
“He aquí, alguien más ofrece una dádiva a un asceta o un brahmán: comida o bebida, vestimenta o
carros, guirnaldas, perfumes, ungüentos, lechos, alojamientos y luces. Lo que sea que ofrece, espera
algo en retorno. Y él ha escuchado esto: los devas de Tavatimsa… los devas de Yama… los devas de
Tusita… los devas que se deleitan en la creación… los devas que controlan lo que ha sido creado
por otros… los devas del Brahma viven mucho tiempo, son bellos y abundan en felicidad. Entonces
se le ocurre esto: ‘Ojalá con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renazca en compañía de
los devas del Brahma’. Pone su mente en eso, fija su mente en eso y desarrolla este estado mental. Y
esta su aspiración, resuelta en lo que es inferior y no desarrollada de manera superior, conduce al
renacimiento allí. Con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renace en compañía de los devas
del Brahma – así pasa con alguien que es virtuoso. Yo declaro que esto no es para alguien que es
inmoral. El deseo del corazón de alguien que es virtuoso se cumple a causa de su pureza.
“Estas son, monjes, las ocho clases de renacimientos causados por ofrecer donativos”.

AN 8,36 {17A8.1.4.6,36} Punnakiriyavatthu Sutta – Bases de


las acciones meritorias

La generosidad y la conducta virtuosa solo conducen a renacimientos en los planos superiores de la


existencia si no son acompañados por el desarrollo de la meditación.

[36] {36} “Monjes, he aquí estas tres bases de las acciones meritorias. Y, ¿cuáles son esas tres? La
base de las acciones meritorias consistente en dar, la base de las acciones meritorias consistente en
la conducta virtuosa y la base de las acciones meritorias consistente en el desarrollo meditativo.
“He aquí, monjes, hay alguien que ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en
dar en una medida limitada; también ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en
la conducta virtuosa en una medida limitada, pero no realizó la base de las acciones meritorias
consistente en el desarrollo meditativo. Con la disolución de su cuerpo, después de la muerte,
renacerá entre los seres humanos en una condición desfavorable.
“He aquí, monjes, hay otro que ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en dar
en una medida media; también ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en la
conducta virtuosa en una medida media, pero no realizó la base de las acciones meritorias
consistente en el desarrollo meditativo. Con la disolución de su cuerpo, después de la muerte,
renacerá entre los seres humanos en una condición favorable.
“He aquí, monjes, hay otro que ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en dar
en una medida superior; también ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en la
conducta virtuosa en una medida superior, pero no realizó la base de las acciones meritorias
consistente en el desarrollo meditativo. Con la disolución de su cuerpo, después de la muerte,
renacerá en la compañía de los devas de los Cuatro Grandes Reyes. Allí, los Cuatro Grandes Reyes,
quienes han practicado de manera superlativa la base de las acciones meritorias consistente en dar y
la base de las acciones meritorias consistente en la conducta virtuosa, superan a los devas de los
Cuatro Grandes Reyes en diez aspectos: en la celestial duración de vida, la belleza celestial, la
felicidad celestial, la gloria celestial, la autoridad celestial y en las formas, sonidos, olores, sabores
y sensaciones táctiles celestiales.
“He aquí, monjes, hay otro que ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en dar
en una medida superior; también ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en la
conducta virtuosa en una medida superior, pero no realizó la base de las acciones meritorias
consistente en el desarrollo meditativo. Con la disolución de su cuerpo, después de la muerte,
renacerá en la compañía de los devas de Tavatimsa. Allí, Sakka, el rey de los devas, quien ha
practicado de manera superlativa la base de las acciones meritorias consistente en dar y la base de
las acciones meritorias consistente en la conducta virtuosa, supera a los devas de Tavatimsa en diez
aspectos: en la celestial duración de vida, la belleza celestial, la felicidad celestial, la gloria
celestial, la autoridad celestial y en las formas, sonidos, olores, sabores y sensaciones táctiles
celestiales.
“He aquí, monjes, hay otro que ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en dar
en una medida superior; también ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en la
conducta virtuosa en una medida superior, pero no realizó la base de las acciones meritorias
consistente en el desarrollo meditativo. Con la disolución de su cuerpo, después de la muerte,
renacerá en la compañía de los devas de Yama. Allí, el joven deva Suyama, quien ha practicado de
manera superlativa la base de las acciones meritorias consistente en dar y la base de las acciones
meritorias consistente en la conducta virtuosa, supera a los devas de Yama en diez aspectos: en la
celestial duración de vida, la belleza celestial, la felicidad celestial, la gloria celestial, la autoridad
celestial y en las formas, sonidos, olores, sabores y sensaciones táctiles celestiales.
“He aquí, monjes, hay otro que ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en dar
en una medida superior; también ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en la
conducta virtuosa en una medida superior, pero no realizó la base de las acciones meritorias
consistente en el desarrollo meditativo. Con la disolución de su cuerpo, después de la muerte,
renacerá en la compañía de los devas de Tusita. Allí, el joven deva Santusita, quien ha practicado de
manera superlativa la base de las acciones meritorias consistente en dar y la base de las acciones
meritorias consistente en la conducta virtuosa, supera a los devas de Tusita en diez aspectos: en la
celestial duración de vida, la belleza celestial, la felicidad celestial, la gloria celestial, la autoridad
celestial y en las formas, sonidos, olores, sabores y sensaciones táctiles celestiales.
“He aquí, monjes, hay otro que ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en dar
en una medida superior; también ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en la
conducta virtuosa en una medida superior, pero no realizó la base de las acciones meritorias
consistente en el desarrollo meditativo. Con la disolución de su cuerpo, después de la muerte,
renacerá en la compañía de los devas que se deleitan en la creación. Allí, el joven deva Sunimmita,
quien ha practicado de manera superlativa la base de las acciones meritorias consistente en dar y la
base de las acciones meritorias consistente en la conducta virtuosa, supera a los devas que se
deleitan en la creación en diez aspectos: en la celestial duración de vida, la belleza celestial, la
felicidad celestial, la gloria celestial, la autoridad celestial y en las formas, sonidos, olores, sabores
y sensaciones táctiles celestiales.
“He aquí, monjes, hay otro que ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en dar
en una medida superior; también ha practicado la base de las acciones meritorias consistente en la
conducta virtuosa en una medida superior, pero no realizó la base de las acciones meritorias
consistente en el desarrollo meditativo. Con la disolución de su cuerpo, después de la muerte,
renacerá en la compañía de los devas que controlan lo que ha sido creado por otros. Allí, el joven
deva Vasavatti, quien ha practicado de manera superlativa la base de las acciones meritorias
consistente en dar y la base de las acciones meritorias consistente en la conducta virtuosa, supera a
los devas que controlan lo que ha sido creado por otros en diez aspectos: en la celestial duración de
vida, la belleza celestial, la felicidad celestial, la gloria celestial, la autoridad celestial y en las
formas, sonidos, olores, sabores y sensaciones táctiles celestiales.
“Estas son, monjes, tres bases de las acciones meritorias”.

AN 8,37 Sappurisadana Sutta – Dádivas de una buena persona


Las características de ofrendar correctamente.

[37] “Monjes, hay estas ocho dádivas de una buena persona. Y, ¿cuáles son esas ocho? Él ofrece lo
que es puro, ofrece lo que es excelente, ofrece dádivas en tiempo oportuno, ofrece lo que es
permitido, ofrece después de haber investigado, ofrece con frecuencia, mientras ofrece establece su
mente en la confianza, habiendo ofrendado se regocija. Estas son las ocho dádivas de una buena
persona”.
Él ofrece lo que es puro y excelente,
Comida y bebida permitidas en el tiempo apropiado;
Ofrece las dádivas con frecuencia para hacer fértil el campo de méritos,
A aquellos que llevan una vida santa.
No siente remordimiento,
Habiendo ofrendado varias cosas materiales,
Aquellos de profundo discernimiento
Alaban las dádivas hechas de esta manera.
Habiendo practicado la caridad de esta forma,
Con la mente libre y generosa,
El inteligente y sabio, rico en la fe,
Renace en un mundo placentero y libre de aflicción.

AN 8,38 Sapurisa Sutta – Una buena persona

El Buda instaló un pragmático aunque inspirador ideal para los laicos, el del sappurisa o “buena
persona”, la que vive “para el bien, el bienestar y la felicidad de mucha gente”.

[38] “Monjes, cuando una buena persona nace en la familia, lo hace para el bien, el bienestar y la
felicidad de mucha gente. Nace para el bien, el bienestar y la felicidad de su madre y padre, de su
mujer e hijos, de sus esclavos, obreros y sirvientes, de sus amigos y compañeros, de sus ancestros
que han partido, del rey, de las deidades, de los ascetas y brahmanes. Al igual que una gran nube de
lluvia nutre todos los cultivos y aparece para el bien, el bienestar y la felicidad de mucha gente, así
también, cuando una buena persona nace en la familia, lo hace para el bien, el bienestar y la
felicidad de mucha gente. Nace para el bien, el bienestar y la felicidad de su madre y padre… de los
ascetas y brahmanes”.
Una persona sabia, que mora en el hogar,
Realmente vive para el bien de muchos.
De día y de noche se deleitan en ella
Su madre, el padre y sus ancestros,
Lo veneran de acuerdo con el Dhamma,
Recordando lo bueno que fue con ellos en el pasado.
Firme en la fe, el hombre piadoso,
Habiendo conocido sus buenas cualidades,
Venera a los renunciantes sin hogar,
A los mendigantes que se dirigen hacia una vida espiritual.
Beneficioso para el rey y los devas,
Beneficioso para sus parientes y amigos,
Realmente beneficia a todos.
Bien establecido en el buen Dhamma,
Ha removido las manchas de la avaricia
Y se encamina hacia un mundo auspicioso.

AN 8,39 {17A8.1.4.9,39} Abhisanda Sutta – Los resultados


Etiquetas:
• Toma de refugio (sarana gamana)
• Ética (Sila)

El Buda habla de las ocho recompensas que pueden esperarse al guardar una conducta virtuosa.
[39] {39} “Monjes, existen ocho recompensas de mérito, recompensas de habilidad, alimento de la
felicidad, celestial, que causan la felicidad, que conducen al cielo, que conducen a lo que es
deseable, agradable y atractivo, al bienestar y la felicidad. ¿Cuáles son?
“Existe el caso en el que un discípulo de los nobles ha ido al Buda por refugio. Esta es la primera
recompensa de mérito, recompensa de habilidad, alimento de la felicidad, celestial, que causan la
felicidad, que conducen al cielo, que conducen a lo que es deseable, agradable y atractivo, al
bienestar y la felicidad.
“Además, el discípulo de los nobles ha ido al Dhamma por refugio. Esta es la segunda recompensa
de mérito, recompensa de habilidad, alimento de la felicidad, celestial, que causan la felicidad, que
conducen al cielo, que conducen a lo que es deseable, agradable y atractivo, al bienestar y la
felicidad.
“Además, el discípulo de los nobles ha ido al Sangha por refugio. Esta es la tercera recompensa de
mérito, recompensa de habilidad, alimento de la felicidad, celestial, que causan la felicidad, que
conducen al cielo, que conducen a lo que es deseable, agradable y atractivo, al bienestar y la
felicidad.
“Existe el caso del discípulo de los nobles, que abandonando tomar la vida, se abstiene de tomar la
vida. Haciéndolo así, da libertad desde el peligro, libertad desde la animosidad, libertad desde la
opresión al ilimitado número de seres. En el dar libertad desde el peligro, libertad desde la
animosidad, libertad desde la opresión al ilimitado número de seres, él gana una parte en la
ilimitada libertad desde el peligro, libertad desde la animosidad, libertad desde la opresión. Este es
el regalo, el primer gran regalo –original, duradero, tradicional, antiguo, puro, puro desde el
principio- que no está abierto a sospecha, nunca estará abierto a sospecha, y no es criticado por el
conocimiento de meditadores y sacerdotes. Y este es la cuarta recompensa de mérito, recompensa
de habilidad, alimento de la felicidad, celestial, que causan la felicidad, que conducen al cielo, que
conducen a lo que es deseable, agradable y atractivo, al bienestar y la felicidad.
“Además, abandonando tomar lo que no es dado (el robo), el discípulo de los nobles se abstiene de
tomar lo que no es dado. Haciéndolo así, da libertad desde el peligro, libertad desde la animosidad,
libertad desde la opresión al ilimitado número de seres. En el dar libertad desde el peligro, libertad
desde la animosidad, libertad desde la opresión al ilimitado número de seres, él gana una parte en la
ilimitada libertad desde el peligro, libertad desde la animosidad, libertad desde la opresión. Este es
el segundo regalo, el segundo gran regalo –original, duradero, tradicional, antiguo, puro, puro desde
el principio- que no está abierto a sospecha, nunca estará abierto a sospecha, y no es criticado por el
conocimiento de meditadores y sacerdotes. Y este es la quinta recompensa de mérito, recompensa
de habilidad, alimento de la felicidad, celestial, que causan la felicidad, que conducen al cielo, que
conducen a lo que es deseable, agradable y atractivo, al bienestar y la felicidad.
“Además, abandonando el sexo ilícito, el discípulo de los nobles se abstiene del sexo ilícito.
Haciéndolo así, da libertad desde el peligro, libertad desde la animosidad, libertad desde la opresión
al ilimitado número de seres. En el dar libertad desde el peligro, libertad desde la animosidad,
libertad desde la opresión al ilimitado número de seres, él gana una parte en la ilimitada libertad
desde el peligro, libertad desde la animosidad, libertad desde la opresión. Este es el tercer regalo, el
tercer gran regalo –original, duradero, tradicional, antiguo, puro, puro desde el principio- que no
está abierto a sospecha, nunca estará abierto a sospecha, y no es criticado por el conocimiento de
meditadores y sacerdotes. Y este es la sexta recompensa de mérito, recompensa de habilidad,
alimento de la felicidad, celestial, que causan la felicidad, que conducen al cielo, que conducen a lo
que es deseable, agradable y atractivo, al bienestar y la felicidad.
“Además, abandonando mentir, el discípulo de los nobles se abstiene de mentir. Haciéndolo así, da
libertad desde el peligro, libertad desde la animosidad, libertad desde la opresión al ilimitado
número de seres. En el dar libertad desde el peligro, libertad desde la animosidad, libertad desde la
opresión al ilimitado número de seres, él gana una parte en la ilimitada libertad desde el peligro,
libertad desde la animosidad, libertad desde la opresión. Este es el cuarto regalo, el cuarto gran
regalo –original, duradero, tradicional, antiguo, puro, puro desde el principio- que no está abierto a
sospecha, nunca estará abierto a sospecha, y no es criticado por el conocimiento de meditadores y
sacerdotes. Y este es la séptima recompensa de mérito, recompensa de habilidad, alimento de la
felicidad, celestial, que causan la felicidad, que conducen al cielo, que conducen a lo que es
deseable, agradable y atractivo, al bienestar y la felicidad.
“Además, abandonando el uso de intoxicantes, el discípulo de los nobles se abstiene de usar
intoxicantes. Haciéndolo así, da libertad desde el peligro, libertad desde la animosidad, libertad
desde la opresión al ilimitado número de seres. En el dar libertad desde el peligro, libertad desde la
animosidad, libertad desde la opresión al ilimitado número de seres, él gana una parte en la
ilimitada libertad desde el peligro, libertad desde la animosidad, libertad desde la opresión. Este es
el quinto regalo, el quinto gran regalo –original, duradero, tradicional, antiguo, puro, puro desde el
principio- que no está abierto a sospecha, nunca estará abierto a sospecha, y no es criticado por el
conocimiento de meditadores y sacerdotes. Y este es la octava recompensa de mérito, recompensa
de habilidad, alimento de la felicidad, celestial, que causan la felicidad, que conducen al cielo, que
conducen a lo que es deseable, agradable y atractivo, al bienestar y la felicidad.
AN 8,40 {17A8.1.4.10,40} Duccaritavipaka Sutta – Resultado
de la mala conducta

Las consecuencias de una mala conducta en las siguientes vidas.

[40] {40} “Monjes, la destrucción de la vida, perseguida repetidamente, desarrollada y cultivada,


conduce al infierno, al reino animal, a la esfera de los espíritus hambrientos; [y en el caso del]
renacimiento como ser humano, [tratándose de] la destrucción de la vida, como mínimo, conduce a
una vida corta.
“Tomar lo que no ha sido dado, perseguido repetidamente, desarrollado y cultivado, conduce al
infierno, al reino animal, a la esfera de los espíritus hambrientos; [y en el caso del] renacimiento
como ser humano, [tratándose de] tomar lo que no ha sido dado, como mínimo, conduce a la
pérdida de los bienes.
“La conducta sexual inapropiada, perseguida repetidamente, desarrollada y cultivada, conduce al
infierno, al reino animal, a la esfera de los espíritus hambrientos; [y en el caso del] renacimiento
como ser humano, [tratándose de] la conducta sexual inapropiada, como mínimo, conduce a
enemistad y rivalidad.
“La mentira, perseguida repetidamente, desarrollada y cultivada, conduce al infierno, al reino
animal, a la esfera de los espíritus hambrientos; [y en el caso del] renacimiento como ser humano,
[tratándose de] la mentira, como mínimo, conduce a falsas acusaciones.
“La divisiva forma de hablar, perseguida repetidamente, desarrollada y cultivada, conduce al
infierno, al reino animal, a la esfera de los espíritus hambrientos; [y en el caso del] renacimiento
como ser humano, [tratándose de] la divisiva forma de hablar, como mínimo, conduce a estar
separado de sus amigos.
“La brusca forma de hablar, perseguida repetidamente, desarrollada y cultivada, conduce al
infierno, al reino animal, a la esfera de los espíritus hambrientos; [y en el caso del] renacimiento
como ser humano, [tratándose de] la brusca forma de hablar, como mínimo, conduce a [escuchar]
sonidos desagradables.
“Las charlas frívolas, perseguidas repetidamente, desarrolladas y cultivadas, conducen al infierno,
al reino animal, a la esfera de los espíritus hambrientos; [y en el caso del] renacimiento como ser
humano, [tratándose de] las charlas frívolas, como mínimo, conduce a que otros desconfíen de las
palabras de uno.
“Tomar licor y vino, perseguido repetidamente, desarrollado y cultivado, conduce al infierno, al
reino animal, a la esfera de los espíritus hambrientos; [y en el caso del] renacimiento como ser
humano, [tratándose de] tomar licor y vino, como mínimo, conduce a la locura”.
AN 8,41-45 Sankhitta, Vitthatuposatha, Visakha, Vasenttha y
Bojjha Sutta – Uposatha en resumen, en detalle, con Visakha,
Vasenttha y Bojjha

En estos suttas, el Buda subraya la importancia de la observancia del uposatha y los ocho preceptos
relacionados con estos días.

AN 8,41 Sankhittuposatha Sutta – Uposatha en resumen

[41] Esto he escuchado:


En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, del Parque Anathapindika,
cerca de Savatthi. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, observando completamente los ocho factores, el uposatha es de gran fruto y beneficio,
extraordinariamente luminoso y penetrante. Y, ¿cómo, monjes, son observados completamente los
ocho factores del uposatha, para que sea de mucho valor y beneficio, extraordinariamente luminoso
y penetrante?
“He aquí, monjes, el noble discípulo reflexiona así: ‘El tiempo que viven los arahants, ellos
abandonan y se abstienen de la destrucción de la vida; con la vara y el arma depuestos,
concienzudos y amables, moran compasivos hacia todos los seres vivos. Hoy, durante este día, yo
también voy a abandonar y me abstendré de la destrucción de la vida; con la vara y el arma
depuestos, concienzudo y amable, moraré compasivo hacia todos los seres vivos. Voy a imitar a los
arahants a este respecto y observaré el uposatha.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de tomar lo que no les ha sido
dado; toman solamente lo que se les ofrece, esperan sólo lo que se les ofrece, son honestos de
corazón, carentes de robo. Hoy, durante este día, yo también voy abandonar y me abstendré de
tomar lo que no me ha sido dado; tomaré solamente lo que se me ofrece, esperaré sólo lo que se me
ofrece, seré honesto de corazón, carente de robo. Voy a imitar a los arahants a este respecto y
observaré el uposatha.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de toda conducta sexual y viven
en celibato, viven aparte, se abstienen de las relaciones sexuales, lo cual la gente común practica.
Hoy, durante este día, yo también voy abandonar y me abstendré de toda conducta sexual y estaré
en celibato, viviré aparte, me abstendré de las relaciones sexuales, lo cual la gente común practica.
Voy a imitar a los arahants a este respecto y observaré el uposatha.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de hablar falsamente, dicen la
verdad y se adhieren a la verdad; son dignos de confianza y fidedignos, no son engañadores en el
mundo. Hoy, durante este día, yo también voy abandonar y me abstendré de hablar falsamente, diré
la verdad y me adheriré a la verdad; seré digno de confianza y fidedigno, no seré un engañador en el
mundo. Voy a imitar a los arahants a este respecto y observaré el uposatha.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de licores, vinos y [otras]
bebidas embriagantes que son la base de la negligencia. Hoy, durante este día, yo también voy
abandonar y me abstendré de licores, vinos y [otras] bebidas embriagantes que son la base de la
negligencia. Voy a imitar a los arahants a este respecto y observaré el uposatha.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos comen una sola vez al día, absteniéndose de comer por la
noche y fuera del tiempo apropiado. Hoy, durante este día, yo también voy comer una sola vez al
día, absteniéndome de comer por la noche y fuera del tiempo apropiado. Voy a imitar a los arahants
a este respecto y observaré el uposatha.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos se abstienen de bailar y cantar, de la música instrumental,
de los espectáculos inapropiados, de adornarse y embellecerse vistiendo guirnaldas, o aplicándose
perfumes y ungüentos. Hoy, durante este día, yo también voy abstenerme de bailar y cantar, de la
música instrumental, de los espectáculos inapropiados, de adornarme y embellecerme vistiendo
guirnaldas o aplicándome perfumes y ungüentos. Voy a imitar a los arahants a este respecto y
observaré el uposatha.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de usar largas y lujosas camas;
más bien se acuestan en bajos lugares de descanso, como pequeñas camas o esteras de paja. Hoy,
durante este día, yo también voy a abandonar y me abstendré de usar largas y lujosas camas; más
bien me voy acostar en bajos lugares de descanso, como pequeñas camas o esteras de paja. Voy a
imitar a los arahants a este respecto y observaré el uposatha’.
“Es de esta manera, monjes, cómo son observados completamente los ocho factores del uposatha,
para que sea de gran fruto y beneficio, extraordinariamente luminoso y penetrante”.

AN 8,42 Vitthatuposatha Sutta – Uposatha en detalle

[42] “Monjes, observando completamente los ocho factores, el uposatha es de mucho valor y
beneficio, extraordinariamente luminoso y penetrante. Y, ¿cómo, monjes, son observados
completamente los ocho factores del uposatha, para que sea de mucho valor y beneficio,
extraordinariamente luminoso y penetrante?
[Sigue igual que en el AN 8,41].
“Y, ¿hasta qué punto es de gran fruto y beneficio? ¿Hasta qué punto es extraordinariamente
luminoso y penetrante? Imaginad, monjes, que uno estuviera ejerciendo la soberanía y el reinado
sobre los dieciséis países que abundan en las siete sustancias preciosas, es decir, [el país de los]
magadhanas, los kasis, los kosalanos, los vajjis, los mallas, los cetis, los vangas, los kurus, los
pancalas, los machcas, los surasenas, los assakas, los avantis, los gandharanos y los kamboyanos:
esto no valdría ni la decimosexta parte de la observancia del uposatha completada en estos ocho
factores. Y, ¿por qué así? Porque el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad
celestial.
“Para los devas de los Cuatro Grandes Reyes una sola noche y su día equivalen a cincuenta años
humanos; treinta de esos días constituyen un mes y doce de esos meses, un año. El espacio vital de
estos devas es de quinientos de esos celestiales años. Y es posible, monjes, para un hombre o una
mujer que observa el uposatha completado con esos ocho factores, que con la ruptura después de la
muerte, renazca en compañía de estos devas de los Cuatro Grandes Reyes. Es en referencia a esto
que dije que el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad celestial.
“Para los devas del Yama una sola noche y su día equivalen a doscientos años humanos; treinta de
esos días constituyen un mes y doce de esos meses, un año. El espacio vital de estos devas es de dos
mil de esos celestiales años. Y es posible, monjes, para un hombre o una mujer que observa el
uposatha completado con esos ocho factores, que con la ruptura después de la muerte, renazca en
compañía de estos devas del Yama. Es en referencia a esto que dije que el reinado humano es pobre
en comparación con la felicidad celestial.
“Para los devas del Tusita una sola noche y su día equivalen a cuatrocientos años humanos; treinta
de esos días constituyen un mes y doce de esos meses, un año. El espacio vital de estos devas es de
cuatro mil de esos celestiales años. Y es posible, monjes, para un hombre o una mujer que observa
el uposatha completado con esos ocho factores, que con la ruptura después de la muerte, renazca en
compañía de estos devas del Tusita. Es en referencia a esto que dije que el reinado humano es pobre
en comparación con la felicidad celestial.
“Para los devas que se deleitan en la creación, una sola noche y su día equivalen a ochocientos años
humanos; treinta de esos días constituyen un mes y doce de esos meses, un año. El espacio vital de
estos devas es de ocho mil de esos celestiales años. Y es posible, monjes, para un hombre o una
mujer que observa el uposatha completado con esos ocho factores, que con la ruptura después de la
muerte, renazca en compañía de estos devas que se deleitan en la creación. Es en referencia a esto
que dije que el reinado humano es pobre en comparación con la felicidad celestial.
“Para los devas que controlan lo que ha sido creado por otros, una sola noche y su día equivalen a
mil seiscientos años humanos; treinta de esos días constituyen un mes y doce de esos meses, un año.
El espacio vital de estos devas es de dieciséis mil de esos celestiales años. Y es posible, monjes,
para un hombre o una mujer que observa el uposatha completado con esos ocho factores, que con la
ruptura después de la muerte, renazca en compañía de estos devas que controlan lo que ha sido
creado por otros. Es en referencia a esto que dije que el reinado humano es pobre en comparación
con la felicidad celestial”.
Uno no debería matar a los seres vivos ni tomar lo que no le ha sido dado,
uno no debería decir falsedades ni tomar [bebidas] embriagantes,
uno debería refrenarse de la actividad sexual, de la falta de castidad,
uno no debería comer de noche ni fuera del tiempo apropiado.
Uno no debería vestir guirnaldas ni aplicarse ungüentos,
uno debería dormir en lechos [bajos] o en la manta puesta en el suelo,
estos son, dicen, los ocho factores del uposatha
proclamados por el Buda,
quien alcanzó el fin de la insatisfacción
Hasta donde gira el sol y la luna,
derramando la luz, tan bella para contemplar,
que disipa las tinieblas, recorriendo el firmamento,
brillan en el cielo, iluminando los puntos cardinales.
Dondequiera existan las riquezas en esta esfera
—perlas, gemas y excelsos berilos,
cuernos dorados y montañas de oro,
y el oro natural llamado hataka—
todas ellas no valen ni la decimosexta parte
del uposatha completado en los ocho factores,
al igual que todas esas huestes de estrellas
[no superan] la luz de la luna.
Por eso, el hombre virtuoso o la mujer,
habiendo observado el uposatha completado en los ochos factores
y habiendo hecho mérito que produce la felicidad,
irreprochables se dirigen al estado celestial.

AN 8,43 Visakha Sutta – Visakha

[43] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la mansión de Migaramata, del Parque
del Este, cerca de Savatthi. Entonces Visakha Migaramata se acercó al Bienaventurado, le rindió
homenaje y se sentó a un lado. Acto seguido el Bienaventurado le dijo:
“Visakha, observando completamente los ocho factores, el uposatha es de gran fruto y beneficio,
extraordinariamente luminoso y penetrante. Y, ¿cómo, Visakha, son observados completamente los
ocho factores del uposatha, para que sea de mucho valor y beneficio, extraordinariamente luminoso
y penetrante?”.
[Sigue igual que el AN 8,42 incluyendo los versos.]

AN 8,44 Vasettha Sutta – Vasettha

[44] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la casa con el techo de dos aguas del
Gran Bosque, cerca de Vesali. Entonces un seguidor laico de nombre Vasettha se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Acto seguido el Bienaventurado le dijo:
“Vasettha, observando completamente los ocho factores, el uposatha es de gran fruto y beneficio,
extraordinariamente luminoso y penetrante. Y, ¿cómo, Vasettha, son observados completamente los
ocho factores del uposatha, para que sea de mucho valor y beneficio, extraordinariamente luminoso
y penetrante?”.
[Sigue igual que el AN 8,42 incluyendo los versos.]
Cuando esto fue dicho, el seguidor laico Vasettha dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, si mis
amados parientes y familiares observasen el uposatha completado en los ocho factores, obtendrían
el bienestar y la felicidad por largo tiempo. Si todos los khattiyas… brahmanes… vessas… suddas
observasen el uposatha completado en los ocho factores, obtendrían el bienestar y la felicidad por
largo tiempo.”
“Sí, así es, Vasettha, esto es así. Si todos los khattiyas… brahmanes… vessas… suddas observasen
el uposatha completado en los ocho factores, obtendrían el bienestar y la felicidad por largo tiempo.
Si el mundo entero con sus devas, con el Mara y Brahma, con sus poblaciones de ascetas y
brahmanes, devas y seres humanos, observase el uposatha completado en los ocho factores, este
mundo obtendría el bienestar y la felicidad por largo tiempo. Si estos grandes árboles sala
observasen el uposatha completado en los ocho factores, estos grandes árboles sala obtendrían el
bienestar y la felicidad por largo tiempo [si tuviesen opción] [1]. ¡Cuánto más, los seres humanos!”.

AN 8,45 Bojjha Sutta – Bojjha

[45] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, del Parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces una seguidora laica de nombre Bojjha se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Acto seguido el Bienaventurado le dijo:
“Bojjha, observando completamente los ocho factores, el uposatha es de gran fruto y beneficio,
extraordinariamente luminoso y penetrante. Y, ¿cómo, Bojjha, son observados completamente los
ocho factores del uposatha, para que sea de mucho valor y beneficio, extraordinariamente luminoso
y penetrante?”.
[Sigue igual que el AN 8,42 incluyendo los versos.]

NOTA:
[1] Entre las fuentes en pali sólo la versión de Pali Text Society tiene esta lectura, la cual por eso
aquí está encerrada entre corchetes (sace ceteyyum); no obstante, la misma, como lo señala Bhikkhu
Bodhi (2012: 1800), es consistente con la lectura de un sutta paralelo en el Anguttara Nikaya, que es
el 4,139.
AN 8,46 Anuruddha Sutta – Anuruddha
Las cualidades que deber poseer una mujer para que, después de la muerte, renazca entre las
deidades agradables.
[46] En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el parque de Ghosita, cerca de Kosambi.
Entonces, el Venerable Anuruddha se había ido a pasar el día en reclusión, cuando un número de
deidades de agradables cuerpos se acercó a él. Al llegar allí le rindieron homenaje, se colocaron a
un lado y le dijeron:
“Venerable Señor Anuruddha, nosotras, las deidades de agradables cuerpos ejercemos maestría y
control sobre tres cosas: adquirimos inmediatamente cualquier color que queramos; adquirimos
inmediatamente cualquier placer que queramos; adquirimos inmediatamente cualquier voz que
queramos. Nosotras, las deidades de agradables cuerpos ejercemos maestría y control sobre estas
tres cosas”.
Entonces, el Venerable Anuruddha pensó: “Que todas estas deidades lleguen a ser azules, de
complexión azul, con vestimenta azul y azules ornamentos”. Habiendo conocido el pensamiento del
Venerable Anuruddha, todas aquellas deidades llegaron a ser azules, de complexión azul, con
vestimenta azul y azules ornamentos. Entonces, el Venerable Anuruddha pensó: “Que todas estas
deidades lleguen a ser amarillas… rojas… blancas, de complexión blanca, con vestimenta blanca y
blancos ornamentos”. Habiendo conocido el pensamiento del Venerable Anuruddha, todas aquellas
deidades llegaron a ser blancas, de complexión blanca, con vestimenta blanca y blancos
ornamentos.
Acto seguido una de estas deidades cantó, otra danzó y otra chasqueó los dedos. Al igual que
cuando un quinteto musical está bien entrenado, su ritmo está bien coordinado y está compuesto por
músicos hábiles, exquisitos, tentadores, encantadores, fascinantes y embriagadores, así también la
actuación de aquellas deidades fue exquisita, tentadora, encantadora, fascinante y embriagadora.
Por eso el Venerable Anuruddha retrajo sus facultades sensoriales. Entonces, pensando: “El maestro
Anuruddha no disfruta [de esto]”, desparecieron del lugar.
Entonces, cuando se hizo de noche, el Venerable Anuruddha emergió de la reclusión y se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo: “He aquí, Venerable Señor, me
había ido a pasar el día en reclusión… [cuenta lo sucedido]… Entonces, pensando ‘el maestro
Anuruddha no disfruta [de esto]', desparecieron del lugar.
“Venerable Señor, ¿cuántas cualidades debería poseer una mujer para que, con el quiebre del
cuerpo, después de la muerte, renaciera en compañía de las deidades de agradables cuerpos?”.
“Si posee ocho cualidades, Anuruddha, una mujer, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte,
renacerá en compañía de las deidades de agradables cuerpos. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“He aquí, Anuruddha, cuando su esposo o pariente le ofrece (no por el motivo de desearla) algún
bien, busca su bienestar, tiene compasión por ella, actúa movido por esa compasión, una mujer se
levanta antes que él y se retira después de él, atiende cualquier necesidad que debería ser resuelta,
es agradable en su conducta y placentera en su forma de hablar.
“Además, honra, respeta, estima y venera a aquellos que respeta su esposo: a su madre y su padre, a
los ascetas y brahmanes; y cuando éstos llegan, les ofrece asiento y agua.
“Además, es hábil y diligente en atender las tareas domésticas de su esposo, sea el tejido de punto o
tejedura; tiene un buen juicio sobre estas tareas para poder cuidar de ellas y manejarlas
apropiadamente.
“Descubre lo que los ayudantes domésticos de su esposo —sean esclavos, mensajeros o
trabajadores― han hecho o dejaron de hacer; se entera de la condición de aquellos que están
enfermos; y a cada uno distribuye una porción adecuada de comida.
“Guarda y protege cualquier ingreso que su esposo trae a casa, sea dinero, plata u oro; no es
derrochadora, ladrona, despilfarradora o malgastadora de sus riquezas.
“Es una seguidora laica que fue por refugio al Buda, al Dhamma y el Sangha.
“Es virtuosa, se abstiene de destruir la vida, de tomar lo que no le ha sido dado, de una conducta
sexual indebida, de la mentira y de los licores, vinos y [otros] embriagantes que son base de la
indolencia.
“Es generosa, alguien que mora en el hogar con un corazón libre de la mancha de la avaricia,
libremente generosa, de mano abierta, deleitándose en el renunciamiento, devota a la caridad,
encontrando deleite en dar y compartir.
“Poseyendo estas ocho cualidades, Anuruddha, una mujer, con el quiebre del cuerpo, después de la
muerte, renacerá en compañía de las deidades de agradables cuerpos”.
No menosprecia a su marido,
Al hombre que constantemente la apoya,
Que ardiente y ansiosamente
Siempre trae lo que ella quiere.
Tampoco regaña a su marido
Con palabras causadas por los celos;
Una mujer sabia muestra veneración
A todos aquellos que su esposo venera.
Se levanta temprano, trabaja diligentemente,
Organiza su ayuda doméstica;
Trata a su marido de manera agradable
Y salvaguarda las riquezas que gana.
La mujer que cumple sus tareas de esta manera,
Siguiendo la voluntad y los deseos de su marido,
Renace entre los devas
Llamados “los agradables”.
AN 8,47-48 Dutiyavisakha y Nakulamata Sutta – Discursos
con Visakha y Nakula

Ocho virtuosas cualidades de una mujer, que le aseguran el renacimiento entre los dioses
agradables.

AN 8,47 Dutiyavisakha Sutta – Segundo discurso con Visakha


[47] En cierta ocasión el Bienaventurado estaba morando en Savatthi, en la mansión de Migaramata
en el Parque Oriental. Entonces Visakha Migaramata se acercó al Bienaventurado... El
Bienaventurado [dirigiéndose a ella] le dijo:
"Visakha, poseyendo ocho cualidades una mujer —con la desintegración del cuerpo—, después de
la muerte, renace en compañía de las deidades de cuerpo-agradable. ¿Cuáles ocho?"...
... [Sigue como en AN 8,46 – incluyendo los versos].

AN 8,48 Nakulamata Sutta – Nakula


[48] En cierta ocasión el Bienaventurado moraba entre los bhaggas de Sumsumaragira, en el Parque
de los Ciervos de la arboleda de Bhesakala. Entonces, el ama de casa Nakulamata, se acercó al
Bienaventurado... El Bienaventurado [dirigiéndose a ella] le dijo:
"Nakulamata, poseyendo ocho cualidades una mujer —con la desintegración del cuerpo—, después
de la muerte, renace en compañía de las deidades de cuerpo-agradable. ¿Cuáles ocho?"...
... [Sigue como en AN 8,46 – incluyendo los versos].

AN 8,49-50 Pathama y dutiyaidhalokika Sutta – El presente


mundo

El Buda explica, a una rica y devota mujer, cómo dirigirse rumbo a la victoria tanto en este mundo
como en el venidero.

AN 8,49 Pathimaidhalokika Sutta – Primer discurso sobre el presente mundo


[49] En una ocasión el Bienaventurado estaba en la mansión de Migaramata en el Parque Oriental,
cerca de Savatthi. Entonces Visahka Migaramata se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y
se sentó a un lado. Acto seguido el Bienaventurado le dijo:
“Visakha, poseyendo cuatro cualidades una mujer se dirige rumbo a la victoria en el presente
mundo y su vida, y en este mundo es exitosa. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La mujer es capaz en su
trabajo, gestiona bien su ayuda doméstica, se comporta agradablemente con su marido y resguarda
sus ganancias.
“Y, ¿cómo, Visakha, una mujer es capaz en su trabajo? He aquí, la mujer es hábil y diligente en
atender las tareas domésticas del marido, sea tejido o tejido de punto; posee un sano juicio sobre
eso, con el fin de llevarlo a cabo y organizarlo adecuadamente. De esta manera una mujer es capaz
en su trabajo.
“Y, ¿cómo, Visakha, una mujer gestiona bien su ayuda doméstica? He aquí, la mujer está enterada
de lo que los ayudantes domésticos de su marido, ya sean esclavos, mensajeros o trabajadores, han
hecho y lo que dejaron de hacer; está enterada de la condición de aquellos que están enfermos; y a
cada uno distribuye una apropiada porción de comida. De esta manera una mujer gestiona bien su
ayuda doméstica.
“Y, ¿cómo, Visakha, una mujer se comporta agradablemente con su marido? He aquí, no cometería
ninguna fechoría que hubiese sido desagradable para su marido, incluso si esto le costara la vida. De
esta manera una mujer se comporta agradablemente con su marido.
“Y, ¿cómo, Visakha, una mujer resguarda las ganancias [de su marido]? He aquí, la mujer guarda y
protege todos los ingresos que su marido hace ingresar al hogar, sea dinero o granos, la plata o el
oro, y no es derrochadora, ladrona, despilfarradora ni malgastadora de sus ganancias. De esta
manera una mujer resguarda las ganancias [de su marido]. Poseyendo estas cuatro cualidades,
Visakha, una mujer se dirige rumbo a la victoria en el presente mundo y su vida, y en este mundo es
exitosa.
“Visakha, poseyendo [otras] cuatro cualidades una mujer se dirige rumbo a la victoria en el mundo
venidero y su vida, y en ese otro mundo es exitosa. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, la mujer
está consumada en la fe, consumada en la conducta virtuosa, consumada en la generosidad y
consumada en la sabiduría.
“Y, ¿cómo, Visakha, una mujer está consumada en la fe? He aquí, la mujer está dotada de la fe.
Pone su fe en la iluminación del Tathagata así: ‘El Bienaventurado es un Arahant, perfectamente
Iluminado, consumado en el conocimiento verdadero y la conducta, Sublime, conocedor del mundo,
insuperable entrenador de los que han de ser amansados, Maestro de los devas y los seres humanos,
Iluminado, Bienaventurado’. De esta manera una mujer está consumada en la fe.
“Y, ¿cómo una mujer está consumada en la conducta virtuosa? He aquí, la mujer se abstiene de
destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene de relaciones sexuales
inapropiadas, se abstiene de decir mentiras, se abstiene de tomar licor, vino y [otros] embriagantes
que son las base de la negligencia. De esta manera, Visakha, una mujer está consumada en la
conducta virtuosa.
“Y, ¿cómo, Visakha, una mujer está consumada en la generosidad? He aquí, la mujer mora en su
hogar con el corazón libre de la mancha de la avaricia, libremente generosa, con la mano abierta,
deleitándose en el renunciamiento, dedicada a la caridad, deleitándose en dar y compartir. De esta
manera, Visakha, una mujer está consumada en la generosidad.
“Y, ¿cómo, Visakha, una mujer está consumada en la sabiduría? He aquí, la mujer es sabia; posee la
sabiduría que discierne el surgimiento y la desaparición, que es noble, penetrante y conduce a la
completa destrucción de la insatisfacción. De esta manera, Visakha, una mujer está consumada en la
sabiduría.
“Poseyendo estas [otras] cuatro cualidades, Visakha, una mujer se dirige rumbo a la victoria en el
mundo venidero y su vida, y en ese otro mundo es exitosa”.
Capaz de atender su trabajo,
Gestionando su ayuda doméstica,
Trata a su marido de manera agradable
Y resguarda sus bienes y riquezas.
Rica en la fe, poseedora de la virtud,
Caritativa y libre de avaricia,
Constantemente purifica el sendero
Que conduce a la seguridad en la vida venidera.
Ellos llaman a todas las mujeres
Que tienen esas ocho cualidades,
Virtuosas, firmes en el Dhamma,
Mensajeras de la verdad.
Consumada en dieciséis aspectos [1],
Completa en ocho factores,
Semejante virtuosa seguidora laica
Renace en un agradable mundo de los devas.

AN 8,50 Dutiyaidhalokika Sutta – Segundo discurso sobre el presente mundo


[50] “Monjes, poseyendo cuatro cualidades una mujer se dirige rumbo a la victoria en el presente
mundo y su vida, y en este mundo es exitosa. Y, ¿cuáles son esas cuatro? La mujer es capaz en su
trabajo, gestiona bien su ayuda doméstica, se comporta agradablemente con su marido y resguarda
sus ganancias.
[Lo que sigue es idéntico con el sutta anterior, incluyendo los versos, pero dirigido a los monjes].

NOTA DE BHIKKHU BODHI:


[1] Solasakarasampanna. La referencia no es inmediatamente clara a partir del texto mismo. Los
Comentarios: “Los ocho estados de este sutta y los estados de los versos suman dieciséis aspectos.
O, los ocho que ella misma posee y los [mismo] ocho, en los cuales se regocijan los demás, suman
dieciséis aspectos”.
AN 8,51 Gotami Sutta – Gotami

En este sutta encontramos una historia de dudosa autenticidad, tal como lo demuestran las notas del
Bhikkhu Bodhi, sobre los orígenes del Sangha de las Bhikkhunis. Preservada también en Culavagga
del Vinaya Pitaka.
[51] En una ocasión [1] el Bienaventurado estaba morando entre los sakyas, en el Parque de los
Bambúes, cerca de Kapilavatthu [2]. Entonces Mahapajapati Gotami se acercó al Bienaventurado,
le rindió homenaje, se paró a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, sería bueno que las mujeres pudieran obtener el renunciamiento a la vida
hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el
Tathagata” [3].
“¡Basta, Gotami! No favorezcas la obtención del renunciamiento de las mujeres a la vida hogareña
dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”.
Y por segunda vez… por tercera vez Mahapajapati Gotami dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, sería bueno que las mujeres pudieran obtener el renunciamiento a la vida
hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el
Tathagata”.
“¡Basta, Gotami! No favorezcas la obtención del renunciamiento de las mujeres a la vida hogareña
dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”
[4].
Entonces, Mahapajapati Gotami pensando: “El Bienaventurado no permite el renunciamiento a la
vida hogareña en el estilo de vida sin hogar para las mujeres”, desgraciada y triste, llorando y con el
rostro lloroso, rindió homenaje al Bienaventurado, lo rodeó, cuidando que siempre quedara a su
mano derecha, y salió de allí.
Habiendo permanecido en Kapilavatthi por el tiempo que consideró oportuno, el Bienaventurado se
fue de gira hacia Vesali. Recorriendo los diferentes lugares, finalmente llegó a Vesali, donde
permaneció en el pabellón con el techo de dos aguas, en el Gran Bosque. Entonces, Mahapajapati
Gotami se cortó el cabello, se puso la túnica de color ocre y, junto con un número de mujeres
sakyans, salió hacia Vesali. Finalmente, llegó a Vesali, al pabellón con el techo de dos aguas en el
Gran Bosque. Acto seguido, con sus pies hinchados, con su cuerpo cubierto de polvo, desgraciada y
triste, llorando y con el rostro lloroso, se paró a la entrada. Y el Venerable Ananda, viendo las
condiciones, en las cuales se encontraba, le dijo:
“Gotami, ¿por qué estás ahí parada a la entrada, con tus pies hinchados, con tu cuerpo cubierto de
polvo, desgraciada y triste, llorando y con el rostro lloroso?”.
“Estoy así, Venerable Ananda, porque el Bienaventurado no permite el renunciamiento a la vida
hogareña en el estilo de vida sin hogar para las mujeres”.
“Entonces bien, Gotami, espera aquí, mientras pediré al Bienaventurado que conceda el
renunciamiento para las mujeres”.
Acto seguido, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un
lado y le dijo: “Venerable Señor, Mahapajapati Gotami está afuera parada a la entrada, con sus pies
hinchados, con su cuerpo cubierto de polvo, desgraciada y triste, llorando y con el rostro lloroso,
porque el Bienaventurado no concede el renunciamiento para las mujeres. Sería bueno, Venerable
Señor, que las mujeres pudieran obtener el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la
vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”.
“¡Basta, Ananda! No favorezcas la obtención del renunciamiento de las mujeres a la vida hogareña
dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”.
Y por segunda vez… por tercera vez el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, sería bueno que las mujeres pudieran obtener el renunciamiento a la vida
hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el
Tathagata”.
“¡Basta, Ananda! No favorezcas la obtención del renunciamiento de las mujeres a la vida hogareña
dentro del estilo de la vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”.
Entonces, esto se le ocurrió al Venerable Ananda: “El Bienaventurado no permite el renunciamiento
a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar. Voy a pedir el renunciamiento para las
mujeres de una manera diferente”.
Entonces el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado:
“Venerable Señor, si una mujer pudiera renunciar a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin
hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata, ¿sería posible que realizara el
fruto de la entrada-en-la-corriente, el fruto de un-sólo-retorno, el fruto del no-retorno y el fruto del
arahantado?”.
“Eso sería posible, Ananda”.
“Venerable Señor, si fuera posible que una mujer realizara el fruto de la entrada-en-la-corriente, el
fruto de un-sólo-retorno, el fruto del no-retorno y el fruto del arahantado, [y considerando que]
Mahapajapati Gotami ha sido de gran ayuda para el Bienaventurado —habiendo sido su tía materna,
nodriza y madre adoptiva que lo nutrió con la leche del pecho cuando su madre murió―, sería
bueno que las mujeres pudieran obtener el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la
vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata”.
“Ananda, si Mahapajapati Gotami acepta los ocho principios de respeto [5], haremos que tenga su
plena ordenación [6].
“La bhikkhuni que ha sido ordenada por cien años, debe rendir homenaje al monje que ha sido
ordenado ese mismo día, debe levantarse ante él, saludarlo reverencialmente y comportarse
cordialmente con él. Este principio debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser
transgredido durante el tiempo que dura la vida [7].
“La monja no debe entrar al retiro de las lluvias en un lugar donde no hay otras monjas. Este
principio también debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido
durante el tiempo que dura la vida.
“Cada medio mes la monja debe preguntar al Sangha de los monjes sobre dos cosas: sobre el
Uposatha y sobre el venir por la exhortación [8]. Este principio también debe ser honrado,
respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida.
“Cuando la monja haya observado el retiro de las lluvias, debe hacer la invitación a la corrección a
ambos Sanghas en consideración a tres cosas: en consideración a todo lo visto, escuchado y
sospechado [9]. Este principio también debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe
ser transgredido durante el tiempo que dura la vida.
“La monja que ha cometido una ofensa grave debe observar un periodo de penalidad de medio mes
ante los dos Sanghas [10]. Este principio también debe ser honrado, respetado, estimado y
venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida.
“La practicante que ha completado dos años de entrenamiento en los seis principios, debe pedir la
plena ordenación por parte de ambos Sanghas [11]. Este principio también debe ser honrado,
respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida.
“La monja, de ninguna manera debe insultar o injuriar a un monje. Este principio también debe ser
honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la
vida.
“A partir de hoy, Ananda, las monjas tienen prohibido amonestar a los monjes, pero los monjes no
tienen prohibido amonestar a las monjas. Este principio también debe ser honrado, respetado,
estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el tiempo que dura la vida.
“Ananda, si Mahapajapati Gotami acepta estos ocho principios de respeto, haremos que tenga su
plena ordenación” [12].
Acto seguido, el Venerable Ananda, habiendo aprendido estos ocho principios de respeto del
Bienaventurado, fue junto a Mahapajapati Gotami y le dijo:
“Gotami, si aceptas ocho principios de respeto, se hará que tengas tu plena ordenación:
“La bhikkhuni que ha sido ordenada por cien años, debe rendir homenaje al monje que ha sido
ordenado ese mismo día, debe levantarse ante él, saludarlo reverencialmente y comportarse
cordialmente con él. Este principio debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser
transgredido durante el tiempo que dura la vida… A partir de hoy las monjas tienen prohibido
amonestar a los monjes, pero los monjes no tienen prohibido amonestar a las monjas. Este principio
también debe ser honrado, respetado, estimado y venerado; no debe ser transgredido durante el
tiempo que dura la vida.
“Gotami, si aceptas estos ocho principios de respeto, se hará que tengas tu plena ordenación”.
“Venerable Ananda, si una mujer o un hombre joven, juvenil y amante de ornamentos, con su
cabeza bañada, obtuviera una guirnalda de loto azul, jazmines o lirios, él o ella lo aceptaría con
ambas manos y lo pondría sobre su cabeza. De la misma manera acepto esos ocho principios de
respeto que no deben ser transgredidos durante el tiempo que dure la vida”.
Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado
y le dijo: “Venerable Señor, Mahapajapati Gotami aceptó los ocho principios de respeto que no
deben ser transgredidos durante el tiempo que dure la vida”.
“Ananda, si las mujeres no obtuvieran el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la
vida sin hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata, la vida espiritual tendría
una larga duración; el buen Dhamma estaría firme incluso por mil años. Sin embargo, Ananda,
porque las mujeres obtienen el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin
hogar en este Dhamma y Disciplina proclamado por el Tathagata, la vida espiritual no tendrá una
larga duración; el buen Dhamma estará firme solamente por quinientos años [13].
“Ananda, al igual que los ladrones que merodean, fácilmente asaltan a aquellas familias que tienen
muchas mujeres y pocos hombres, así también todo aquel Dhamma y Disciplina, en el cual las
mujeres obtienen el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar, la vida
espiritual no es más muy larga.
“Ananda, al igual que cuando un campo de arroz de montaña ha madurado, si lo ataca la
enfermedad de blanqueo, ya no tendrá una vida larga, así también todo aquel Dhamma y Disciplina,
en el cual las mujeres obtienen el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin
hogar, la vida espiritual no es más muy larga.
“Ananda, al igual que cuando un campo de caña de azúcar ha madurado, si lo ataca la enfermedad
de oxidación, no tendrá una vida larga, así también todo aquel Dhamma y Disciplina, en el cual las
mujeres obtienen el renunciamiento a la vida hogareña dentro del estilo de la vida sin hogar, la vida
espiritual no es más muy larga.
“Ananda, al igual que un hombre que construye un dique alrededor de un gran embalse de agua
como medida de precaución para que el agua no se desborde, así también, como medida de
precaución he prescrito estos ocho principios de respeto como cosas que no deben ser transgredidas
durante el tiempo que dura la vida” [14].

NOTAS DE BHIKKHU BODHI:


[1] Este sutta, el recuento canónico sobre la fundación del Sangha de las Bhikkhunis, ha sido sujeto
a una extensa investigación académica. La narrativa aparece también en Vinaya
(Bhikkhunikkhandhaka, Khandhaka nº 20). Hay varios estudios recientes sobre el sutta desde una
perspectiva crítica en Mohr an Tsedroen, 2010). Particularmente instructivo en esta colección es Ute
Hüsken, “The Eight Garudhammas” (Los ocho garudhammas) y Analayo, “Women’s Renunciation
in Early Buddhism: The Four Assemblies and the Foundation of the Order of Nuns” (El
renunciamiento de la mujeres en el budismo temprano: las Cuatro Asambleas y la fundación de la
Orden de las monjas), en el cual se trata el problema cronológico de este tema, en las páginas 86 a
90.
[2] La cronología no está clara para mí. Mp (Manorathapurani, Anguttara Nikaya-atthakatha: Los
Comentarios del AN - nota del editor del BT) dice que en el tiempo, en el cual empieza el sutta, el
Buda estaba viviendo entre los sakyas durante su primer viaje de retorno a Kapilavatthu
(pathamagamanena gantva viharati). Sin embargo, dado que Mahapajapati estaría abandonando el
hogar solamente después de la muerte de su esposo Suddhodana, el padre del Buda, parece
improbable que Suddhodana muriese durante su primera visita de retorno a Kapilavatthu, lo cual
ocurrió después de su iluminación; este hecho es poco creíble. Aparte que esto podría conducir a
otro anacronismo. El Culavagga narra que Ananda y otro sakya prominente llegaron a ser monjes
después del primer viaje del Buda a Kapilavatthu. Ananda llegó a ser asistente del Buda veinte años
después de su iluminación, cuando el Buda tenía cincuenta y cinco años, y sirvió al Buda en este
cargo por veinticinco años, justo hasta el final de la vida de su maestro (Th 1041-1043). En este
sutta, sin embargo, Ananda esta descrito como el asistente del Buda antes de la fundación del
Sangha de las Bhikkhunis. Sea que este evento ocurriese un poco después del primer viaje de
retorno del Buda a Kapilavatthu, o incluso cinco años después, igual sería demasiado pronto para
que Ananda se desempeñara como su asistente. De esta manera, salvo que Ananda no haya sido
realmente el asistente del Buda en esa época, parece haber demasiada tensión cronológica entre la
situación descrita en el sutta y el probable periodo, en el cual las mujeres obtuvieron su primera
ordinación.
[3] Voy a resumir la secuencia de los eventos a partir de Mp. Cuando el Buda retornó a
Kapilavatthu, asistió al renunciamiento [del hogar] de Nanda y Rahula, y luego resolvió el conflicto
entre los sakyas y sus vecinos, los koliyans (los parientes del Buda por el lado de su madre).
Después de esto, doscientos cincuenta hombres jóvenes de cada lado dejaron la vida hogareña bajo
el Buda. Un poco más tarde, comenzaron a languidecer por sus esposas. El Buda les llevó al lago
Kunala, donde les enseñó la Jataka Kunala sobre las artimañas y engaños de las mujeres. Al
escuchar esto, los quinientos monjes jóvenes alcanzaron la entrada-en-la-corriente y poco después
llegaron a ser arahants. Sus esposas les enviaron mensajes, rogándoles a que volvieran a sus
hogares, pero ellos les respondieron que ya no eran capaces de vivir una vida hogareña. Entonces
las mujeres se fueron junto a Mahapajapati y le pidieron que solicitara al Buda, su hijastro, que
permitiera a las mujeres el renunciamiento [al hogar]. Mahapajapati tomó a las mujeres bajo su
protección, fue junto al Buda e hizo la solicitud.
[4] Mp: “¿Por qué le negó? ¿Acaso no es cierto que todos los Budas tuvieran las cuatro asambleas?
Esto es cierto, pero él lo niega con el pensamiento, según el cual, solamente si las mujeres tuviesen
su permiso de renunciamiento después de repetidos esfuerzos, mantendrían su ordenación y la
venerarían, recordando qué difícil fue obtener el renunciamiento”.
[5] Attha garudhamme. El término garudhamma es ambiguo. La palabra garu normalmente
significa “pesado, importante (también “serio”, según el Diccionario del PTS, nota del editor del
BT), grave” como por ejemplo, en la expresión garuka apatti, una ofensa grave o mayor. Pero
garum karoti, literalmente “a hacer pesado”, significa “a respetar” y garukata, “respetado”. De esta
manera, garudhamma puede significar tanto una “regla grave o fuerte” como “una regla que
respetar, principio de respeto”. Mp respalda la segunda interpretación: “Los garudhammas son
principios que han de ser tratados con respeto por parte de las bhikkhunis que los aceptan”. Los
traductores del Vinaya al chino también se inclinan a esta interpretación. Así, en el pasaje
correspondiente en el Vinaya del Sarvastivada (en T XXIII 345 b29-c33) se refieren a “ocho
principios de respeto”. El Mulasarvastivada Vinaya (por ejemplo en T XXIV 350 c29) los llama
“ocho principios de honor y respeto”. Pero el Dharmaguptaka Vinaya (en T XXII 923 a 27 y
siguientes) los desglosa como “ocho principios a no ser transgredidos durante la vida”, lo cual
corresponde al pali yavajivam anatikkamaniyo. Y el Mahisasaka Vinaya (en T XXII 185 c19)
igualmente los llama “ocho principios que no han de ser violados”.
[6] Es interesante notar cómo el objeto de la discusión se desplaza, casi imperceptiblemente, del
renunciamiento (pabbajja) de la mujer a su plena ordenación (upasampada). Lo primero se refiere
simplemente al abandono de la vida hogareña, mientras que el segundo, al acto formal de la
admisión dentro del Sangha.
[7] Mahapajapati pidió luego al Buda permitir a bhikkhus y bhikkhunis rendir homenaje uno al otro
(y mostrar otros signos de respeto) exclusivamente sobre la base de la antigüedad, sin la distinción
del género. El Buda se rehusó a eso y emitió una regla: “Monjes no deben rendir homenaje a las
mujeres, levantarse ante ellas, saludarlas reverencialmente ni comportarse cordialmente con ellas.
Alguien que hace esto, comete la ofensa del mal proceder” (na bhikkhave matugamassa
abhivadanam paccutthanam anjalikammam samcikammam katabbam; yo kareyya apatti
dukkatassa). El incidente se registra en Bhikkhunikkhandhaka, Khandhaka nº 20.
[8] El día del uposatha se asigna a un monje la tarea de hacer a las monjas una exhortación (ovada).
[9] La “invitación” (pavarana) es una ceremonia que se tiene el último día de la residencia de las
lluvias, a través de la cual todos los miembros del Sangha en orden de su antigüedad preguntan a
otros por las faltas vistas, escuchadas o sospechadas que podrían haber cometido. Cada bhikkhu
extiende la invitación a todos los demás bhikkhus. Sin embargo, mediante esta regla, las bhikkhunis
se ven obligadas a invitar a la corrección a los dos: a bhikkhus y a bhikkhunis.
[10] El periodo de la penalidad (manatta) se impone al monástico culpable de la ofensa de
sanghadisesa. Durante este periodo, el monje infractor debe someterse a la penalización por el
periodo de seis días. Cada día tiene que informar a todos sus compañeros bhikkhus sobre su
transgresión, una experiencia humillante. En el caso de las bhikkhunis, sin embargo, el periodo de
la penalidad es de dos semanas y tiene que ser observado en relación tanto con los bhikkhus como
con las bhikkhunis […] Dentro de esta regla, la palabra garudhamma tiene un significado diferente
del uso que se le da en relación con los ocho principios en su conjunto. Aquí Mp lo desglosa como
garukam sanhadisesapattim, es decir, este es el incumplimiento de la regla de sanghadisesa. Hüskin
(en Mohr y Tsedroen, 2010, p. 144) trata de combinar los dos significados del término y haciendo
eso observa una inconsistencia, ya que realmente no es posible combinación alguna.
[11] La practicante (sikkhamana) es la mujer candidata para la plena ordenación, la cual ya había
renunciado al hogar. Para completar los requerimientos de la ordenación, está obligada a vivir dos
años observando un entrenamiento especial en consideración a las seis reglas (cha dhamma). Las
seis reglas se especifican en Vinaya en conexión con el Pacittiya de las Bhikkhunis 63 que involucra
la observación sin transgresión de los preceptos de la abstención de matar a cualquier ser vivo,
tomar lo que no ha sido dado, actividad sexual, mentira, los embriagantes y comer durante el tiempo
inapropiado (entre el mediodía y el siguiente amanecer). El incumplimiento de una de esas reglas
presumiblemente requiere que la candidata vuelva a comenzar su entrenamiento de dos años.
[12] En Vibhanga, la sección del Vinaya Pitaka, se muestra que las reglas de Patimokka de las
Bhikkhunis han sido impuestas en respuesta a los incidentes específicos de la mala conducta por
parte de ciertas bhikkhunis (o grupo de bhikkhunis). Varias de estas reglas ya estaban incluidas
dentro de los garudhammas. Así, los garudhammas 2, 3, 4 y 7 corresponden a los Pacittiyas de las
Bhikkhunis 56, 59, 57 y 52. El garudhamma 6 tiene su contraparte en los Pacittiyas de las
Bhikkhunis 63 y 64. El hecho de que las historias de fondo de estas reglas demuestren que se
originaron en contextos diferentes de la historia temprana del Sangha de las Bhikkhunis, pone en
duda la historicidad del presente recuento, el cual pretende demostrar que los ocho garudhammas
han sido impuestos desde el principio mismo del Sangha de las Bhikkhunis. Si los ocho
garudhammas fueran impuestos en el nacimiento mismo del Sangha de las Bhikkhunis,
mantendrían su fuerza y no habría necesidad para el Buda de imponer reglas que prohibieran la
misma conducta no deseada. Él simplemente apuntaría a las reglas existentes. El hecho de que haya
emitido nuevas reglas choca con la tesis, según la cual, los ocho garudhammas han sido impuestos
en el comienzo mismo del Sangha de las Bhikkhunis.
[13] Asumiendo la historicidad de este pasaje, si el Buda quisiera proscribir la ordenación de las
mujeres, señalaría este peligro al inicio de su conversación con Ananda. De esta manera, Ananda
podría desistir de su esfuerzo y las mujeres no recibirían el derecho de ordenarse.
[14] Mp: “A través de esto muestra lo siguiente: ‘cuando la calzada no está construida alrededor del
gran reservorio, cualquiera que sea el agua que hubiese permanecido allí, si la calzada no hubiese
sido construida primero, no permanecería allí porque no habría calzada. Así también, estos
principios del respeto han sido prescritos en un adelanto, antes de que algún incidente haya
ocurrido. Si no hubiesen sido prescritos, entonces porque las mujeres igual tendrían el
renunciamiento, el buen Dhamma habría durado quinientos años. Pero porque han sido
promulgados en un adelanto, continuará otros quinientos años y así, durará mil años tal como ha
sido originalmente declarado’. Y esta expresión, ‘mil años’, se dice en referencia a los arahants
quienes alcanzaron el conocimiento analítico (patisambhidapabhedappattakhinasavanam vasen’
eva vuttam). Siguiendo esto, he aquí que por otros mil años aparecen los arahants de la perspicacia
pura; por otros mil años, lo que no-retornan; por otros mil años, los que una-vez-retornan; y por otro
mil años, los que entran-en-la-corriente. De esta manera, el buen Dhamma de penetración
(pativedhasaddhammo) va a permanecer por cinco mil años. El Dhamma de aprendizaje
(pariyattidhammo) también permanecerá así de largo […]”.
De acuerdo con lo anterior, podemos ver que según los Comentarios, la concesión del
renunciamiento para las mujeres no acortó el espacio vital del Dhamma: es así, porque el Buda
impuso los ocho principios de respeto, que sirven como el dique o calzada.
AN 8,52 Ovada Sutta – Exhortación

Ocho características que debe poseer un monje para poder enseñar a las monjas.
[52] En cierta ocasión el Bienaventurado estaba morando en Vesali, en el salón con el techo de dos
aguas del Gran Bosque. Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió
homenaje y, sentándose a un lado, le dijo:
"Venerable Señor, cuántas cualidades debe poseer un monje para que se le considere un exhortador
de las monjas?".
"Ananda, un monje debe poseer ocho cualidades para que sea considerado un exhortador de las
monjas. ¿Cuáles ocho?
(i) "He aquí, Ananda, el monje practica la virtud... [como en AN 8,2]... habiendo asumido las
normas del entrenamiento, se ejercita en ellas.
(ii) "Es muy docto... [como en AN 8,2]... habiendo profundizado con el correcto punto de vista.
(iii) "Ambos Patimokkhas le han sido bien transmitidos en detalle, perfectamente analizados, bien
dominados, perfectamente determinados en condición de las normas y su detallada explicación.
(iv) "Es un buen orador, con una buena presentación oral, dotado de un discurso pulido, claro,
elocuente, que expresa significado.
(v) "Es capaz de instruir, alentando, inspirando y alegrando al Sangha de los monjes con una charla
del Dhamma.
(vi) "Es grato y agradable para la mayoría de las monjas.
(vii) "Jamás ha cometido una ofensa grave a mujer alguna —que lleve el hábito ocre—, que esté
bajo [la protección] del Bienaventurado.
(viii) "Posee una antigüedad de veinte años o más [1].
"Un monje debe poseer estas ocho cualidades, para que se le considere un exhortador de las
monjas".

NOTA:
[1] Visativasso, veinte vassas o retiros de las lluvias, es decir, veinte años de vida monacal [nota del
traductor].
AN 8,53 {17A8.2.1.3,53} Sankhitta Sutta – En resumen [sobre
Gotami]

El Buda explica a Mahapajapati Gotami –su tía- cómo reconocer la verdadera enseñanza del
Dhamma.
[53] {53} He oído que en una ocasión el Bendito estaba residiendo en Vesali, en la Sala del techo
Puntiagudo en el Gran Bosque.
Entonces Mahapajapati Gotami fue hacia el Bendito y, a su llegada, habiéndose postrado ante él,
permaneció parada a un lado. Estando ahí parada le dijo: "Sería bueno, señor, si el Bendito me
enseñase el Dhamma brevemente para que, habiendo oído el Dhamma del Bendito, pudiera morar
sola, recluida, atenta, entusiasta y decidida."
"Gotami, las cualidades de las que puedes saber, 'Estas cualidades llevan a la pasión, no a la
serenidad; a estar encadenado, no a estar libre de cadenas; a acumular, no al desprendimiento; a la
exaltación propia, no a la modestia; al descontento, no al contentamiento; al enredo, no al retiro; a la
pereza, no a la perseverancia entusiasta; a ser una carga, no a ser fácil de mantener: Puedes
definitivamente sostener que, 'Esto no es el Dhamma, esto no es el Vinaya, estas no son las
instrucciones del Maestro.'
“Con respecto a las cualidades de las que puedes saber, 'Estas cualidades llevan a la serenidad, no a
la pasión; a estar libre de cadenas, no a estar encadenado; al desprendimiento, no a acumular; a la
modestia, no a la exaltación propia; al contentamiento, no al descontento; al retiro, no al enredo; a la
perseverancia entusiasta, no a la pereza; a ser fácil de mantener, no a ser una carga': Puedes
definitivamente sostener que, 'Esto es el Dhamma, esto es el Vinaya, estas son las instrucciones del
Maestro.'"
Eso fue lo que el Bendito dijo. Complacida, Mahapajapati Gotami se deleitó en sus palabras.

AN 8,54 Dighajanu Sutta - Dighajanu

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• Laicos

El Buda instruye a los hombres hogareños sobre cómo preservar y aún incrementar las riquezas y la
felicidad, en términos mundanos y espirituales.
Nota del traductor del pali:
En este sutta , el Buddha instruye a los ricos cabezas de familias acerca de cómo preservar e
incrementar su prosperidad y como evitar la perdida de riquezas. La riqueza, por si sola, no hace
completo a un hombre ni produce armonía en la sociedad. La posesión de riqueza, a menudo
multiplica los deseos del hombre, y habitualmente uno sucumbe en la persecución de más riqueza y
poder. Este irrefrenable deseo, sin embargo, deja al hombre insatisfecho y ahoga su crecimiento
interno. Al mismo tiempo, dicho deseo crea conflicto y desequilibrio en la sociedad a través del
resentimiento de los menos privilegiados que se sienten explotados por los efectos del irrefrenable
deseo del hombre opulento.
Por eso, el Buddha persiste en su empeño de armonizar el bienestar material con las cuatro
condiciones esenciales para el bienestar espiritual: confianza (en la Iluminación del Buddha),
virtud, generosidad y sabiduría. Estos cuatro factores establecerán al hombre en el conocimiento
de más altos valores. Así, no sólo velará por sus intereses materiales, sino que tomará conciencia
de sus deberes hacia la sociedad. Por mencionar una sola de las implicaciones: una sabia y
generosamente empleada caridad reducirá tensiones y conflictos en la sociedad. Así, la
observancia de estos cuatro factores de crecimiento material y espiritual hará de nosotros
ciudadanos ideales en una sociedad ideal.

[54] Así lo he oído. En cierta ocasión el Bienaventurado residía entre los koliyas [1] , en la ciudad
mercantil denominada Kakkarapatta . Entonces Dighajanu [2] , un koliya, se acercó al
Bienaventurado, y tras intercambiar saludos con él, se sentó a su lado. Estando sentado, se dirigió al
Bienaventurado de esta forma:
“Nosotros, Señor, somos laicos que gozamos de los placeres mundanos, llevamos una vida cargada
con mujer e hijos. Usamos sándalo de Kasi . Nos cubrimos con guirnaldas, perfumes y ungüentos.
Tenemos oro y plata. A nosotros, que llevamos tal vida, Señor, predíquenos el Dhamma e
instrúyanos en aquellas cualidades que conducen a la prosperidad y felicidad en esta vida y en las
vidas futuras”.
Condiciones para el progreso del mundo
“Cuatro condiciones, Vyagghapajja [3] , conducen a un cabeza de familia a la prosperidad y
felicidad en esta vida. ¿Cuáles cuatro?”
“La posesión de persistente esfuerzo (utthana -sampada ), la posesión de la vigilancia (arakkha
-sampada ), las buenas amistades (kalyanamittata ) y la vida equilibrada (sama-jivitaka ).
“Y, ¿qué es la posesión de persistente esfuerzo?”
“Aquí, Vyagghapajja , mediante cualquier actividad que un cabeza de familia se gane la vida, ya sea
como granjero, como comerciante, como ganadero, como arquero, como servidor del rey, o
mediante algún otro oficio, él debe mostrarse activo y no perezoso. Así, dotado del poder del
discernimiento con respecto a las formas y medios adecuados, él es capaz de llevar a cabo y cumplir
con sus deberes. A esto se le llama la posesión de persistente esfuerzo.”
“Y, ¿qué es la posesión de la vigilancia?”
“Aquí, Vyagghapajja , cualesquiera bienes que un cabeza de familia posea, ya sean obtenidos en
poco tiempo o mediante el esfuerzo continuado, sean ganados con la fuerza de sus brazos o con el
sudor de su frente, pero siempre justamente adquiridos por medios de vida correctos; como buen
marido sabe guardar y cuidar de estos bienes, para que los reyes no los incauten, ni ladrones los
roben, ni incendios los quemen, ni inundaciones los arrasen, ni herederos indeseables se apoderen
de ellos. A esto se le llama la posesión de la vigilancia.”
“Y, ¿qué son las buenas amistades?”
“Aquí, Vyagghapajja , en cualquier pueblo o mercado que un cabeza de familia resida, él se asocia,
dialoga, se relaciona con cabezas de familia o hijos de cabezas de familia, sean jóvenes de buena
cultura, o mayores de buena cultura, llenos de fe (saddha ) [4] , llenos de virtud (sila ), llenos de
caridad (caga), llenos de sabiduría (pañña ). Actúa siempre de acuerdo con la fe de los fieles, con la
virtud de los virtuosos, con la caridad de los caritativos, con de la sabiduría de los sabios. Éstas son
las buenas amistades.”
“Y, ¿qué es la vida equilibrada?”
“Aquí, Vyagghapajja , un cabeza de familia, conociendo sus ingresos y gastos, lleva una vida
equilibrada, ni extravagante ni pomposa, pero tampoco miserable. Sabiendo que así sus ingresos
podrán soportar sus gastos, y que sus gastos no excederán de sus ingresos”
“Al igual que un orfebre [5] , o un aprendiz de orfebre, utilizando una balanza, saben que,
colocando el peso en un lado, cuando más baja un plato, más sube el otro plato, así un cabeza de
familia, sabe equilibrar sus gastos e ingresos, y sin llevar una vida ni extravagante y pomposa, pero
tampoco miserable, sabe también que sus ingresos deben soportar sus gastos, y sus gastos no deben
exceder de sus ingresos.
“Si, Vyagghapajja , un cabeza de familia con escasos ingresos llevase una vida extravagante y
pomposa, habría quien diría: “esta persona disfruta de su propiedad como alguien que sacude el
manzano [6] ”. Si, Vyagghapajja , un cabeza de familia con elevados ingresos llevase una vida
miserable, habría quien diría: “esta pobre persona morirá de hambre.”
"La fortuna así amasada, Vyagghapajja , tiene cuatro vías de destrucción: El libertinaje, la
embriaguez, el juego, amistad con malhechores.
“Al igual que ocurriría con un gran estanque, con cuatro entradas y cuatro salidas, al que un hombre
cerrase las entradas y abriese las salidas, al no llover adecuadamente el agua disminuiría y no
aumentaría; de la misma manera, cuatro son las fuentes para la destrucción de la fortuna amasada:
el libertinaje, la embriaguez, el juego, la amistad con malhechores.”
“Hay cuatro fuentes para el incremento de la fortuna amasada: abstinencia del libertinaje,
abstinencia de embriaguez, la no indulgencia en el juego, y la amistad con los buenos.”
“Al igual que ocurriría con un gran estanque, con cuatro entradas y cuatro salidas, al que un hombre
abriese las entradas y cerrase las salidas, al llover adecuadamente el agua se incrementaría y no
disminuiría; de la misma manera, cuatro son las fuentes para el aumento de la fortuna amasada.”
“Estas cuatro condiciones, Vyagghapajja , conducen a un cabeza de familia a la prosperidad y
felicidad en esta misma vida.”
Condiciones para el progreso espiritual
“Cuatro condiciones, Vyagghapajja , conducen a un cabeza de familia a la riqueza y prosperidad en
sus vidas futuras. ¿Cuáles cuatro?
“La posesión de la fe (saddha -sampada ), la posesión de la virtud (sila -sampada ), la posesión de la
caridad (caga-sampada ) y la posesión de la sabiduría.
"¿Qué es la posesión de la fe?
“Aquí, un cabeza de familia posee fe, cree en la Iluminación del Tathagata , pensando: Así,
verdaderamente, el Bienaventurado es puro, completamente despierto, dotado de sabiduría y buena
conducta, perfectamente iluminado, conocedor del universo, incomparable líder de aquellos que son
capaces de la purificación, maestro de divinidades y hombres, omnisciente y bendecido. A esto se
llama posesión de la fe.
¿Qué es la posesión de la virtud?
Aquí, un cabeza de familia se abstiene de matar, se abstiene de robar, se abstiene de conducta sexual
desviada, se abstiene de mentir, se abstiene de sustancias intoxicantes que son causa de desatención
y atontamiento. A esto se llama la posesión de la virtud.
¿Qué es la posesión de la caridad?
Aquí, un cabeza de familia, vive en su morada con el corazón libre de avaricia, caritativo,
desprendido, complaciéndose en su generosidad, atendiendo a los necesitados, alegrándose de
repartir alimentos. A esto se le llama la posesión de la caridad.
“¿Qué es la posesión de la sabiduría?
Aquí un cabeza de familia es sabio: dotado de conocimiento para entender el surgimiento y cesar de
los cinco agregados de la existencia, en posesión de la noble visión cabal que conduce a la
destrucción del sufrimiento. A esto se le llama la posesión de la sabiduría.
Estas cuatro condiciones, Vyagghapajja , conducen a un cabeza de familia a la prosperidad y
felicidad en sus vidas futuras.
Lleno de energía y atento en sus tareas,
Sabiamente administrando sus riquezas,
Vive una vida equilibrada,
Protegiendo aquello que ha amasado.
Dotado de fe y virtud,
Generoso y libre de avaricia,
Siempre trabaja para abrir en el sendero,
Que conduce a la prosperidad en vidas futuras.
Así, el hombre laico lleno de fe,
hacia el bien llamado “Iluminado”,
ha escuchado estas ocho condiciones,
que antes y ahora conducen a la felicidad.

Notas del traductor del pali:


[1] Los koliyas eran rivales de los sakias . La Reina Maha Maya perteneció al clan de los koliyas y
el Rey Suddhodana al clan de los sakias.
[2] Literalmente, 'el de las tibias largas’.
[3] ‘Sendero de tigre’, así llamado porque sus antepasados nacieron en un bosque infestado de
tigres. 'Vyagghapajja ' era el apellido de Dighajanu .
[4] Saddha no es fe ciega, sino confianza basada en el conocimiento.
[5] Tuladharo , lit ., ‘portador de balanzas’.
[6] Udambarakhadaka . El Comentario explica que alguien que, deseando comer manzanas, sacude
un árbol, provoca la caída de un gran número de manzanas de las que sólo se come unas pocas. El
resto se desperdicia, quedando esparcidas en el suelo.

AN 8,55 Ujjaya Sutta – Ujjaya


El Buda enseña al brahmán Ujjaya la manera de obtener bienestar y felicidad en esta vida y las
venideras.
Entonces, el brahmán Ujjaya se acercó al Bienaventurado e intercambió saludos con él. Cuando
hubo finalizado sus saludos y cordial charla, se sentó a un lado y dijo al Bienaventurado:
"Maestro Gotama, deseo ir fuera del país. Permítase el Maestro Gotama enseñarme el Dhamma
sobre las cosas que me llevarían al bienestar y felicidad en esta vida y en las vidas futuras"...
… [Sigue como en AN 8,54 ―incluyendo los versos―, pero dirigido al brahmán Ujjaya].

AN 8,56 {17A8.2.1.6,56} Bhaya Sutta – Peligro

El Buda explica por qué a los placeres sensuales se les puede llamar “peligro, insatisfacción,
enfermedad, ebullición, dardo, lazo, pantano y útero”.

[56] {56} “Monjes, ‘peligro’ es la designación para los placeres sensuales. ‘Insatisfacción’ es la
designación para los placeres sensuales. ‘Enfermedad’ es la designación para los placeres sensuales.
‘Ebullición’ es la designación para los placeres sensuales. ‘Dardo’ es la designación para los
placeres sensuales. ‘Lazo’ es la designación para los placeres sensuales. ‘Pantano’ es la designación
para los placeres sensuales. ‘Útero’ es la designación para los placeres sensuales.
“Y, ¿por qué, monjes, ‘peligro’ es la designación para los placeres sensuales? Porque uno, cuando
está excitado por un fuerte deseo sensorial, atado por el deseo y la codicia, no está libre del peligro
perteneciente a la presente vida ni el que pertenece a la vida futura; es por eso, monjes, que ‘peligro’
es la designación para los placeres sensuales.
“Y, ¿por qué, monjes, ‘insatisfacción’… ‘enfermedad’… ‘ebullición’… ‘dardo’… ‘lazo’…
‘pantano’ ‘útero’ es la designación para los placeres sensuales? Porque uno, cuando está excitado
por un fuerte deseo sensorial, atado por el deseo y la codicia, no está libre del peligro perteneciente
a la presente vida ni el que pertenece a la vida futura; es por eso, monjes, que ‘útero’ es la
designación para los placeres sensuales”.
Peligro, insatisfacción y enfermedad,
Ebullición, dardo, y lazo,
Pantano y útero:
Estos describen a los placeres sensuales,
A los cuales está atada una persona mundana.
Inmersa en lo agradable,
Se encamina hacia el útero.
Pero cuando el monje es ardiente,
Y no es negligente con la clara comprensión,
Trasciende
Este miserable pantano;
Y examina esta temblorosa población
Que ha caído en el nacimiento y la muerte.

AN 8,57-58 Ahuneyya Sutta – Merecedor de ofrendas

Ocho cualidades que hacen a un monje digno de ofrendas.

AN 8,57 Pathamaahuneyya Sutta – Primer discurso sobre el merecedor de


ofrendas
[57] "Monjes, poseyendo ocho cualidades, un monje es digno de regalos, digno de hospitalidad,
digno de ofrendas, digno de reverenciales saludos, un insuperable campo de méritos para el mundo.
¿Cuáles ocho?
(i) "He aquí, el monje practica la virtud... habiendo asumido las normas del entrenamiento, se
ejercita en ellas [1].
(ii) "Es muy docto... habiendo profundizado con el correcto punto de vista [1].
(iii) “Posee buenos amigos, buenos compañeros y camaradas.
(iv) "Es uno de recto punto de vista, poseyendo la perspectiva correcta.
(v) "Gana a voluntad, sin problemas ni dificultades, los cuatro jhanas que constituyen la mente
superior y son moradas de felicidad en esta vida.
(vi) "Recuerda sus múltiples vidas pasadas, es decir, un nacimiento, dos nacimientos...[como en AN
8,11]... así él recuerda sus múltiples existencias pasadas, con sus aspectos y detalles.
(vii) "Con el ojo divino, que es purificado y supera al humano... [como en AN 8,11]... él comprende
el destino de los seres según el kamma de cada cual.
(viii) "Con la destrucción de las impurezas [mentales], realiza por sí mismo, a través del
conocimiento directo ―en esta misma vida―, la inmaculada liberación de la mente, liberación a
través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece ahí.
"Poseyendo estas ocho cualidades, el monje es digno de regalos, digno de hospitalidad, digno de
ofrendas, digno de reverenciales saludos, un insuperable campo de méritos para el mundo”.

AN 8,58 Dutiyaahuneyya Sutta – Segundo discurso sobre el merecedor de


ofrendas
[58] "Monjes, poseyendo ocho cualidades, un monje es digno de regalos, digno de hospitalidad,
digno de ofrendas, digno de reverenciales saludos, un insuperable campo de méritos para el mundo.
¿Cuáles ocho?
(i) "He aquí, el monje practica la virtud... habiendo asumido las normas del entrenamiento, se
ejercita en ellas [1].
(ii) "Es muy docto... habiendo profundizado con el correcto punto de vista [1].
(iii) "Ha despertado su energía, es fuerte, firme en el esfuerzo y no elude la responsabilidad de
cultivar las cualidades saludables.
(iv) "Es un morador del bosque, uno que recurre a los alojamientos remotos.
(v) “Ha vencido al descontento y al deleite, sobreponiéndose al descontento cada vez que éste ha
surgido.
(vi) “Ha derrotado al miedo y al terror, sobreponiéndose al miedo y al terror cada vez que éstos han
surgido.
(vii) "Gana a voluntad, sin problemas ni dificultades, los cuatro jhanas que constituyen la mente
superior y son moradas de felicidad en esta vida.
(viii) "Con la destrucción de las impurezas [mentales], realiza por sí mismo, a través del
conocimiento directo ―en esta misma vida―, la inmaculada liberación de la mente, liberación a
través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece ahí.
"Poseyendo estas ocho cualidades, el monje es digno de regalos, digno de hospitalidad, digno de
ofrendas, digno de reverenciales saludos, un insuperable campo de méritos para el mundo”.

NOTA:
[1] Comparar con AN 8,52 y AN 8,2 [nota del traductor].
AN 8,59-60 {17A8.2.1.9,59-17A8.2.1.10,60} Pathama y
Dutiyapuggala Sutta – Ocho personas
Ocho tipos de nobles personas que, en su conjunto, conforman cuatro pares en relación con los
cuatro estados de la iluminación.

AN 8,59 {17A8.2.1.9,59} Pathamapuggala Sutta – Primer discurso sobre las ocho


personas
[59] {59} “Monjes, estas ocho personas son dignas de las ofrendas, dignas de la hospitalidad,
dignas de las dádivas, dignas de reverenciales saludos y se convierten en un insuperable campo de
méritos para el mundo. Y, ¿cuáles son esas ocho? El que entra-en-la-corriente, alguien que practica
para la realización del fruto de la entrada-en-la-corriente; el que una-vez-retorna, alguien que
practica para la realización del fruto de un-sólo-retorno; el que no-retorna, alguien que practica para
la realización del fruto del no-retorno; el arahant, alguien que practica para la realización del fruto
del arahantado. Estas ocho personas, monjes, son dignas de las ofrendas, dignas de la hospitalidad,
dignas de las dádivas, dignas de reverenciales saludos y se convierten en un insuperable campo de
méritos para el mundo”.
Los cuatro que practican el sendero
Y los cuatro que se establecieron en el fruto:
Este es el recto Sangha,
Compuesto de la sabiduría y recta conducta.
Para la gente con la intención del sacrificio,
Para los seres vivientes en búsqueda del mérito,
Al hacer ofrendas al Sangha producen un gran fruto,
Haciendo mérito que madura en adquisiciones.

AN 8,60 {17A8.2.1.10,60} Dutiyapuggala Sutta – Segundo discurso sobre las


ocho personas
[60] {60} “Monjes, estas ocho personas son dignas de las ofrendas… Y, ¿cuáles son esas ocho? El
que entra-en-la-corriente… [sigue igual que en el sutta anterior]”.
Los cuatro que practican el sendero
Y los cuatro que se establecieron en el fruto:
Las ocho personas entre los seres,
Este es el Sangha principal.
Para la gente con la intención del sacrificio,
Para los seres vivientes en búsqueda del mérito,
Al hacer ofrendas al Sangha producen un gran fruto,
Haciendo mérito que madura en adquisiciones.

AN 8,61 {17A8.2.2.1,61} Iccha Sutta – Deseo

De la postura frente a la adquisición de las ganancias depende si el monje caerá o no del buen
Dhamma.

[61] {61} “Monjes, he aquí estas ocho clases de personas que se pueden encontrar existiendo en el
mundo. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“He aquí, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Entonces se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias. Sin
embargo, falla en la adquisición de las ganancias. Y por culpa de aquella falta de las ganancias
sufre, languidece y se lamenta; llora, golpeándose el pecho y llega a estar confundido. Este se llama
el monje deseoso de las ganancias, que se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las
ganancias, pero al no conseguirlas, sufre, languidece y se lamenta: él ha caído fuera del buen
Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Entonces se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias. Y
finalmente adquiere las ganancias. Pero por culpa de aquellas ganancias se embriaga, crece en la
negligencia y deriva en la negligencia. Este se llama el monje deseoso de las ganancias, que se
anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias y, al conseguirlas, se embriaga y
es negligente: él ha caído fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Pero él no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias.
Y por culpa de aquella falta de las ganancias sufre, languidece y se lamenta; llora, golpeándose el
pecho y llega a estar confundido. Este se llama el monje deseoso de las ganancias, que no se anima
a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias, y que al no conseguirlas, sufre,
languidece y se lamenta: él ha caído fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Pero él no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias.
Y sin embargo, finalmente adquiere las ganancias. Pero por culpa de aquellas ganancias se
embriaga, crece en la negligencia y deriva en la negligencia. Este se llama el monje deseoso de las
ganancias, que no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias, pero
igual las consigue y, entonces, se embriaga y es negligente: él ha caído fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Entonces se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias. Sin
embargo, falla en la adquisición de las ganancias. Pero no sufre, languidece ni se lamenta por falta
de la adquisición de las ganancias; no llora, golpeándose el pecho ni llega a estar confundido. Este
se llama el monje deseoso de las ganancias, que se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por
adquirir las ganancias, y que al no conseguirlas, no sufre, languidece ni se lamenta: él no ha caído
fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Entonces se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias. Y
finalmente adquiere las ganancias. Pero él no se embriaga, no crece en la negligencia ni deriva en la
negligencia por causa de aquellas ganancias. Este se llama el monje deseoso de las ganancias, que
se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias y, al conseguirlas, no se
embriaga ni es negligente: él no ha caído fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Pero él no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias.
Y por causa de la falta de aquellas ganancias no sufre, languidece ni se lamenta; tampoco llora,
golpeándose el pecho ni llega a estar confundido. Este se llama el monje deseoso de las ganancias,
que no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias y, que al no
conseguirlas, no sufre, languidece ni se lamenta: él no ha caído fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Y él no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias.
Sin embargo, finalmente adquiere las ganancias. Pero por causa de aquellas ganancias no se
embriaga, no crece en la negligencia ni deriva en la negligencia. Este se llama el monje deseoso de
las ganancias, que no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias, pero
al conseguirlas igual, no se embriaga ni es negligente: él no ha caído fuera del buen Dhamma.
“Estas son, monjes, las ocho clases de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo”.

AN 8,62 Alam Sutta – Capaz

La maestría en el Dhamma califica a uno a enseñar, de modo que uno no sólo puede acelerar su
propio progreso sino también promover el bien de los demás.

[62] “Monjes, poseyendo las seis cualidades, el monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo y de
[beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas seis?
“He aquí, el monje es alguien de rápida comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas; es
capaz de retener en la mente las enseñanzas que ha aprendido; investiga el significado de las
enseñanzas que retuvo en la mente; ha entendido el significado del Dhamma y practica en
concordancia con el Dhamma; es un buen orador con una buena entrega [del mensaje], que está
dotado de un discurso pulido, claro, articulado y expresivo del significado; es alguien que instruye,
anima, inspira y regocija a sus compañeros monjes. Poseyendo estas seis cualidades, monjes, el
monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo y de [beneficiar a] otros.
“Además, monjes, poseyendo las cinco cualidades, el monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo y
de [beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje no es alguien de rápida
comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas, sin embargo, es capaz de retener en la
mente las enseñanzas que ha aprendido; investiga el significado de las enseñanzas que retuvo en la
mente; ha entendido el significado del Dhamma y practica en concordancia con el Dhamma; es un
buen orador con una buena entrega [del mensaje], que está dotado de un discurso pulido, claro,
articulado y expresivo del significado; es alguien que instruye, anima, inspira y regocija a sus
compañeros monjes. Poseyendo estas cinco cualidades, monjes, el monje es capaz de [beneficiarse
a] sí mismo y de [beneficiar a] otros.
“Además, monjes, poseyendo las cuatro cualidades, el monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo,
pero no de [beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, el monje es alguien de rápida
comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas; es capaz de retener en la mente las
enseñanzas que ha aprendido; investiga el significado de las enseñanzas que retuvo en la mente; ha
entendido el significado del Dhamma y practica en concordancia con el Dhamma. Sin embargo, no
es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] ni está dotado de un discurso pulido, claro,
articulado y expresivo del significado; tampoco es alguien que instruye, anima, inspira ni regocija a
sus compañeros monjes. Poseyendo estas cuatro cualidades, monjes, el monje es capaz de
[beneficiarse a] sí mismo, pero no de [beneficiar a] otros.
“Además, monjes, poseyendo las cuatro cualidades, el monje es incapaz de [beneficiarse a] sí
mismo, pero sí de [beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, el monje es alguien de
rápida comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas; es capaz de retener en la mente las
enseñanzas que ha aprendido. Sin embargo, no investiga el significado de las enseñanzas que retuvo
en la mente ni ha entendido el significado del Dhamma y tampoco practica en concordancia con el
Dhamma. Con todo eso, es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] y está dotado de un
discurso pulido, claro, articulado y expresivo del significado; también es alguien que instruye,
anima, inspira y regocija a sus compañeros monjes. Poseyendo estas cuatro cualidades, monjes, el
monje es capaz de [beneficiar a] otros, pero no de [beneficiarse a] sí mismo.
“Además, monjes, poseyendo las tres cualidades, el monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo,
pero no de [beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, el monje no es alguien de rápida
comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas. Sin embargo, es capaz de retener en la
mente las enseñanzas que ha aprendido; investiga el significado de las enseñanzas que retuvo en la
mente; ha entendido el significado del Dhamma y practica en concordancia con el Dhamma. Con
todo eso, no es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] ni está dotado de un discurso
pulido, claro, articulado y expresivo del significado; tampoco es alguien que instruye, anima,
inspira ni regocija a sus compañeros monjes. Poseyendo estas tres cualidades, monjes, el monje es
capaz de [beneficiarse a] sí mismo, pero no de [beneficiar a] otros.
“Además, monjes, poseyendo las tres cualidades, el monje es incapaz de [beneficiarse a] sí mismo,
pero sí de [beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, el monje no es alguien de rápida
comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas. Sin embargo, es capaz de retener en la
mente las enseñanzas que ha aprendido. Con todo eso, no investiga el significado de las enseñanzas
que retuvo en la mente ni ha entendido el significado del Dhamma y tampoco practica en
concordancia con el Dhamma. Pero es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] y está
dotado de un discurso pulido, claro, articulado y expresivo del significado; también es alguien que
instruye, anima, inspira y regocija a sus compañeros monjes. Poseyendo estas tres cualidades,
monjes, el monje es capaz de [beneficiar a] otros, pero no de [beneficiarse a] sí mismo.
“Además, monjes, poseyendo las dos cualidades, el monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo,
pero no de [beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas dos? He aquí, el monje no es alguien de rápida
comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas; no es capaz de retener en la mente las
enseñanzas que ha aprendido. Sin embargo, investiga el significado de las enseñanzas que retuvo en
la mente y ha entendido el significado del Dhamma, y lo practica en concordancia con el Dhamma.
Pero no es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] y no está dotado de un discurso
pulido, claro, articulado ni expresivo del significado; tampoco es alguien que instruye, anima,
inspira ni regocija a sus compañeros monjes. Poseyendo estas dos cualidades, monjes, el monje es
capaz de [beneficiarse a] sí mismo, pero no de [beneficiar a] otros.
“Además, monjes, poseyendo las dos cualidades, el monje es incapaz de [beneficiarse a] sí mismo,
pero sí de [beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas dos? He aquí, el monje no es alguien de rápida
comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas; no es capaz de retener en la mente las
enseñanzas que ha aprendido; no investiga el significado de las enseñanzas que retuvo en la mente
ni ha entendido el significado del Dhamma, ni lo practica en concordancia con el Dhamma. Sin
embargo, es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] y está dotado de un discurso
pulido, claro, articulado y expresivo del significado; también es alguien que instruye, anima, inspira
y regocija a sus compañeros monjes. Poseyendo estas dos cualidades, monjes, el monje es capaz de
[beneficiar a] otros, pero no de [beneficiarse a] sí mismo”.

AN 8,63 Samkhitta Sutta – Resumen

El amor benevolente, junto con los tres otros objetos de meditación inconmensurables o “divinas
moradas”, constituye para Buda una exposición del Dhamma en resumen, que lleva luego a un
monje a alcanzar la meta final.

[63] Entonces, cierto monje se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le
dijo:
“Venerable Señor, sería bueno que el Bienaventurado me enseñara el Dhamma en resumen, de
manera tal que, habiendo escuchado el Dhamma por parte del Bienaventurado, morase apartado, en
soledad, atento, ardiente y resuelto”.
“Es precisamente de esta manera, en la que algunos hombres huecos me piden, pero luego, cuando
se les explica el Dhamma, sólo piensan en seguirme de cerca”.
“Venerable Señor, que el Bienaventurado me enseñe el Dhamma, por favor. Que el Afortunado me
enseñe el Dhamma en resumen. Tal vez pueda entender el sentido de la declaración del
Bienaventurado; tal vez pueda llegar a ser el heredero de la declaración del Bienaventurado”.
“En este caso, monje, deberías entrenarte a ti mismo de esta manera: ‘Mi mente será firme y bien
establecida internamente. Los malos y perjudiciales estados no obsesionarán mi mente’. Así
deberías entrenarte a ti mismo.
“Monje, cuando tu mente está firme y bien establecida internamente, y cuando los malos y
perjudiciales estados no obsesionan tu mente, entonces deberías entrenarte a ti mismo de esta
manera: ‘Voy a desarrollar y cultivar la liberación de la mente a través del amor benevolente, haré
de él la base y el vehículo, cuidaré de él, lo consolidaré y me comprometeré adecuadamente con él’.
Así deberías entrenarte a ti mismo.
“Cuando esta concentración haya sido desarrollada y cultivada por ti de esta manera, entonces
deberías desarrollar esta concentración con el pensamiento aplicado y sostenido; deberías
desarrollarla sin el pensamiento aplicado, pero con el pensamiento sostenido; deberías desarrollarla
sin el pensamiento aplicado ni sostenido. Deberías desarrollarla con el arrobamiento; deberías
desarrollarla sin el arrobamiento; deberías desarrollarla acompañado por la comodidad; deberías
desarrollarla acompañado por la ecuanimidad.
“Cuando esta concentración haya sido desarrollada y cultivada por ti de esta manera, entonces
deberías entrenarte a ti mismo de esta manera: ‘Voy a desarrollar y cultivar la liberación de la mente
a través de la compasión… voy a desarrollar y cultivar la liberación de la mente a través de la
alegría altruista… voy a desarrollar y cultivar la liberación de la mente a través de la ecuanimidad,
haré de ella la base y el vehículo, cuidaré de ella, la consolidaré y me comprometeré adecuadamente
con ella’. Así deberías entrenarte a ti mismo.
“Cuando esta concentración haya sido desarrollada y cultivada por ti de esta manera, entonces
deberías desarrollar esta concentración con el pensamiento aplicado y sostenido; deberías
desarrollarla sin el pensamiento aplicado, pero con el pensamiento sostenido; deberías desarrollarla
sin el pensamiento aplicado ni sostenido. Deberías desarrollarla con el arrobamiento; deberías
desarrollarla sin el arrobamiento; deberías desarrollarla acompañado por la comodidad; deberías
desarrollarla acompañado por la ecuanimidad.
“Cuando esta concentración haya sido desarrollada y cultivada por ti de esta manera, entonces
deberías entrenarte a ti mismo de esta manera: ‘Voy a morar contemplando el cuerpo en el cuerpo,
ardiente, con clara comprensión y atención consciente, habiendo eliminado la nostalgia y el anhelo
por el mundo’. Así deberías entrenarte a ti mismo.
“Cuando esta concentración haya sido desarrollada y cultivada por ti de esta manera, entonces
deberías desarrollar esta concentración con el pensamiento aplicado y sostenido; deberías
desarrollarla sin el pensamiento aplicado, pero con el pensamiento sostenido; deberías desarrollarla
sin el pensamiento aplicado ni sostenido. Deberías desarrollarla con el arrobamiento; deberías
desarrollarla sin el arrobamiento; deberías desarrollarla acompañado por la comodidad; deberías
desarrollarla acompañado por la ecuanimidad.
“Cuando esta concentración haya sido desarrollada y cultivada por ti de esta manera, entonces
deberías entrenarte a ti mismo de esta manera: ‘Voy a morar contemplando las sensaciones en las
sensaciones… la mente en la mente… los fenómenos mentales en los fenómenos mentales, ardiente,
con clara comprensión y atención consciente, habiendo eliminado la nostalgia y el anhelo por el
mundo’. Así deberías entrenarte a ti mismo.
“Cuando esta concentración haya sido desarrollada y cultivada por ti de esta manera, entonces
deberías desarrollar esta concentración con el pensamiento aplicado y sostenido; deberías
desarrollarla sin el pensamiento aplicado, pero con el pensamiento sostenido; deberías desarrollarla
sin el pensamiento aplicado ni sostenido. Deberías desarrollarla con el arrobamiento; deberías
desarrollarla sin el arrobamiento; deberías desarrollarla acompañado por la comodidad; deberías
desarrollarla acompañado por la ecuanimidad.
“Monje, cuando esta concentración haya sido desarrollada y cultivada por ti de esta manera,
entonces, dondequiera que vayas, vas a caminar con facilidad; siempre que estés de pie, vas a estar
parado con facilidad; siempre que estés sentado, vas a estar sentado con facilidad; siempre que te
recuestes, vas a estar recostado con facilidad”.
Habiendo recibido esta exhortación de parte del Bienaventurado, aquel monje se levantó de su
asiento, le rindió homenaje al Bienaventurado y se retiró de allí, cuidando que el Bienaventurado
estuviera siempre hacia su lado derecho. Entonces, viviendo en soledad, retirado, atento, ardiente y
resuelto, no mucho tiempo después, aquel monje descubrió por sí mismo con el conocimiento
directo, aquella insuperable consumación de la vida espiritual, por la cual el miembro de clan
correctamente sale de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar. Y conoció
directamente esto: “Destruido es el nacimiento, la vida espiritual ha sido vivida, lo que había qué
hacer se ha realizado, y he aquí no hay más futuros estados de existencia”. Y aquel monje llegó a ser
uno de los arahants.

AN 8,64 {17A8.2.2.4,64} Gayasisa Sutta – En Gayasisa

En este autobiográfico sutta, el Buda se refiere a sus esfuerzos para dominar ciertos estados de
conocimiento y visión durante su lucha por conseguir la iluminación.

[64] {64} En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en Gaya de Gayasisa. Allí, el
Bienaventurado se dirigió a los monjes así: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, antes de mi iluminación, cuando todavía era un bodhisatta no plenamente iluminado,
percibía solamente la luz pero no veía las formas.
“Y se me ocurrió, monjes, este pensamiento: ‘Si yo percibiera la luz y aún sí viera también las
formas, en tal caso, este mi conocimiento y la visión llegarían a ser aún más purificados’. Así que
más tarde, mientras moraba diligente, ardiente y resuelto, percibí la luz y también vi las formas. Sin
embargo, no me asocié con aquellas deidades, no conversé con ellas ni me ocupé en discutir con
ellas.
“Y se me ocurrió, monjes, este pensamiento: ‘Si yo percibiera la luz y viera las formas, y aún así me
asociara con aquellas deidades, conversara con ellas y me ocupara en discutir con ellas, en tal caso,
este mi conocimiento y la visión llegarían a ser aún más purificados’. Así que más tarde, mientras
moraba diligente, ardiente y resuelto, percibí la luz, vi las formas y me asocié con aquellas
deidades, conversé con ellas y me ocupé en discutir con ellas. Sin embargo, no sabía acerca de
aquellas divinidades: ‘Estas divinidades son de este u otro orden de los devas’.
“Y se me ocurrió, monjes, este pensamiento: ‘Si yo percibiera la luz, viera las formas y me asociara
con aquellas deidades, conversara con ellas y me ocupara en discutir con ellas, y aún así también
supiera acerca de aquellas divinidades: ‘Estas divinidades son de este u otro orden de los devas’, en
tal caso, este mi conocimiento y la visión llegarían a ser aún más purificados’. Así que más tarde,
mientras moraba diligente, ardiente y resuelto, percibí la luz, vi las formas, me asocié con aquellas
deidades, conversé con ellas y me ocupé en discutir con ellas y supe acerca de aquellas divinidades:
‘Estas divinidades son de este u otro orden de los devas’. Sin embargo, no sabía acerca de aquellas
divinidades: ‘Después de fallecer aquí, estas divinidades pasan a renacer allí como el resultado de
su kamma’.
“…y supe acerca de aquellas divinidades: ‘Después de fallecer aquí, estas divinidades pasan a
renacer allí como el resultado de su kamma’. Sin embargo, no sabía acerca de aquellas divinidades:
‘Como resultado de su kamma, estas divinidades subsisten con esta clase de comida, y
experimentan tales y tales placeres y penas’.
“…y supe acerca de aquellas divinidades: ‘Como resultado de su kamma, estas divinidades
subsisten con esta clase de comida, y experimentan tales y tales placeres y penas’. Sin embargo, no
sabía acerca de aquellas divinidades: ‘Como resultado de su kamma, estas divinidades tienen este y
este tiempo de vida’.
“…y supe acerca de aquellas divinidades: ‘Como resultado de su kamma, estas divinidades tiene
este y este tiempo de vida’. Sin embargo, no sabía acerca de aquellas divinidades si ellas
previamente vivían o no juntas entre ellas.
“Y se me ocurrió, monjes, este pensamiento: ‘Si yo percibiera la luz, viera las formas, me asociara
con aquellas deidades, conversara con ellas y me ocupara en discutir con ellas’; supiera acerca de
aquellas divinidades: ‘Estas divinidades son de este u otro orden de los devas’; supiera acerca de
aquellas divinidades: ‘Después de fallecer aquí, estas divinidades pasan a renacer allí como el
resultado de su kamma’; supiera acerca de aquellas divinidades: ‘Como resultado de su kamma,
estas divinidades subsisten con esta clase de comida y experimentan tales y tales placeres y penas’;
supiera acerca de aquellas divinidades: ‘Como resultado de su kamma, estas divinidades tienen este
y este tiempo de vida’; y aún así también supiera acerca de aquellas divinidades si ellas previamente
vivían o no juntas entre ellas, en tal caso, este mi conocimiento y la visión llegarían a ser aún más
purificados’. Así que más tarde, mientras moraba diligente, ardiente y resuelto, percibí la luz, vi las
formas, me asocié con aquellas deidades, conversé con ellas y me ocupé en discutir con ellas; supe
acerca de aquellas divinidades: ‘Estas divinidades son de este u otro orden de los devas’; supe
acerca de aquellas divinidades: ‘Después de fallecer aquí, estas divinidades pasan a renacer allí
como el resultado de su kamma’; supe acerca de aquellas divinidades: ‘Como resultado de su
kamma, estas divinidades subsisten con esta clase de comida y experimentan tales y tales placeres y
penas’; supe acerca de aquellas divinidades: ‘Como resultado de su kamma, estas divinidades tienen
este y este tiempo de vida’; supe acerca de aquellas divinidades si ellas previamente vivían o no
juntas entre ellas.
“Monjes, mientras mi conocimiento y la visión acerca de los devas en sus ocho facetas no fueron
bien purificados, no reclamaba haberme despierto a esta insuperable y perfecta iluminación en este
mundo con sus devas, Mara y Brahma, en esta población con sus ascetas y brahmanes, con sus
devas y seres humanos. Pero cuando mi conocimiento y la visión acerca de los devas en sus ocho
facetas fueron bien purificados, entonces reclamé haberme despierto a esta insuperable y perfecta
iluminación en este mundo con sus devas, Mara y Brahma, en esta población con sus ascetas y
brahmanes, con sus devas y seres humanos.
“Y este conocimiento y la visión surgieron en mi: ‘Inamovible es mi liberación de la mente; este es
mi último nacimiento; ahora no hay mas renovadas existencias”.

AN 8,65 Abhibhayatana Sutta – Superación

Según los Comentarios, estas ocho bases de la superación se refieren a la práctica meditativa de los
kasinas, donde al superar los respectivos objetos de contemplación, el meditador alcanza el
conocimiento superior.

[65] “Monjes, he aquí estas ocho bases de la superación. Y, ¿cuáles son esas ocho? Un perceptor de
formas hacia el interior, ve formas externamente, limitadas, hermosas o feas. Habiéndolas superado,
es un perceptor así: ‘Conozco y veo’. Esta es la primera base de la superación.
“Además, monjes, un perceptor de formas hacia el interior, ve formas externamente, ilimitadas,
hermosas o feas. Habiéndolas superado, es un perceptor así: ‘Conozco y veo’. Esta es la segunda
base de la superación.
“Además, monjes, un no-perceptor de formas hacia el interior, ve formas externamente, limitadas,
hermosas o feas. Habiéndolas superado, es un perceptor así: ‘Conozco y veo’. Esta es la tercera
base de la superación.
“Además, monjes, un no-perceptor de formas hacia el interior, ve formas externamente, ilimitadas,
hermosas o feas. Habiéndolas superado, es un perceptor así: ‘Conozco y veo’. Esta es la cuarta base
de la superación.
“Además, monjes, un no-perceptor de formas hacia el interior, ve formas externamente, azules,
azules en el color, con matiz azul, con tinte azul. Habiéndolas superado, es un perceptor así:
‘Conozco y veo’. Esta es la quinta base de la superación.
“Además, monjes, un no-perceptor de formas hacia el interior, ve formas externamente, amarillas,
amarillas en el color, con matiz amarillo, con tinte amarillo. Habiéndolas superado, es un perceptor
así: ‘Conozco y veo’. Esta es la sexta base de la superación.
“Además, monjes, un no-perceptor de formas hacia el interior, ve formas externamente, rojas, rojas
en el color, con matiz rojo, con tinte rojo. Habiéndolas superado, es un perceptor así: ‘Conozco y
veo’. Esta es la séptima base de la superación.
“Además, monjes, un no-perceptor de formas hacia el interior, ve formas externamente, blancas,
blancas en el color, con matiz blanco, con tinte blanco. Habiéndolas superado, es un perceptor así:
‘Conozco y veo’. Esta es la séptima base de la superación.
“Estas son, monjes, las ocho bases de la superación”.
AN 8,66 Vimokkha Sutta – Emancipaciones
Las ocho emancipaciones mentales, enumeradas en orden de grado y sutilidad.

[66] "Monjes, existen estas ocho emancipaciones. ¿Cuáles ocho?


(i) "Poseyendo forma, uno ve las formas. Esta es la primera emancipación.
(ii) "No percibiendo las formas internamente, uno ve las formas externamente. Esta es la segunda
emancipación.
(iii) "Uno está enfocado [concentrado] sólo en 'lo bello'. Esta es la tercera emancipación.
(iv) "Con la completa superación de la percepción de las formas, yendo más allá de las percepciones
del contacto sensorial, con la inatención a las percepciones de la diversidad, [percibiendo] 'el
espacio es infinito', uno entra y permanece en la base del espacio infinito. Esta es la cuarta
emancipación.
(v) "Con la completa superación de la base del espacio infinito, [percibiendo] 'la conciencia es
infinita', uno entra y permanece en la base de la conciencia infinita. Esta es la quinta emancipación.
(vi) "Con la completa superación de la base de la conciencia infinita, [percibiendo] 'no hay nada',
uno entra y permanece en la base de la nada. Esta es la sexta emancipación.
(vii) "Con la completa superación de la base de la nada, uno entra y permanece en la base de la ni-
percepción-ni-no-percepción. Esta es la séptima emancipación.
(viii) "Con la completa superación la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, uno entra y
permanece en el cese de la percepción y la sensación. Esta es la octava emancipación.
"Estas son, monjes, las ocho emancipaciones".

AN 8,67-68 Anariyavohara y Ariyavohara Sutta –


Declaraciones innobles y nobles

Ocho declaraciones verbales que lo hacen a uno ser noble o innoble.

AN 8,67 Anariyavohara Sutta – Declaraciones innobles


[67] “Monjes, hay estas ocho declaraciones innobles. Y, ¿cuáles son esas ocho? Decir que uno vio
algo que no ha visto, decir que uno escuchó algo que no ha escuchado, decir que uno sintió algo que
no ha sentido, decir que uno conoció algo que no ha conocido, decir que uno no vio algo que
realmente ha visto, decir que uno no escuchó algo que realmente ha escuchado, decir que uno no
sintió algo que realmente ha sentido y decir que uno no conoció algo que realmente ha conocido.
Estas son las ocho declaraciones innobles”.
AN 8,68 Ariyavohara Sutta – Declaraciones nobles
[68] “Monjes, hay estas ocho declaraciones nobles. Y, ¿cuáles son esas ocho? Decir que uno no vio
algo que no ha visto, decir que uno no escuchó algo que no ha escuchado, decir que uno no sintió
algo que no ha sentido, decir que uno no conoció algo que no ha conocido, decir que uno vio algo
que realmente ha visto, decir que uno escuchó algo que realmente ha escuchado, decir que uno
sintió algo que realmente ha sentido y decir que uno conoció algo que realmente ha conocido. Estas
son las ocho declaraciones nobles”.

AN 8,69 {17A8.2.2.9,69} Parisa Sutta – Las asambleas

El Buda enseña sobre las ocho clases de asambleas y su participación en ellas.

[69] {69} "Monjes, existen estos ocho tipos de asambleas. Y, ¿cuáles son esos ocho? La asamblea
de los khattiyas, la asamblea de los brahmanes, la asamblea de los hombres hogareños, la asamblea
de los ascetas, la asamblea de los Cuatro Grandes Reyes, la asamblea de los treinta y tres dioses, la
asamblea de los Maras y la asamblea de los Brahmas.
"Yo me acuerdo, monjes, que he asistido a la asamblea de los khattiyas centenares de veces. Antes
de sentarme e iniciar la conversación o la discusión, hacía que mi apariencia fuera semejante a la de
ellos, como también mi voz a la de su voz. Y luego, les enseñaba el Dhamma, elevándolos,
edificándolos y regocijándolos. Mientras hablaba así, ellos aún no me conocían, entonces se
preguntaban uno al otro: '¿Quién es aquél que nos habla de este modo? ¿Es humano o divino?'.
Luego, habiéndoles enseñado el Dhamma, habiéndoles elevado, edificado y regocijado,
inmediatamente desaparecía de ahí. Pero, aún cuando ya había desaparecido, ellos todavía no me
conocieron y siguieron preguntándose uno al otro: '¿Quién es aquél que nos hablaba de este modo?
¿Es humano o divino?'.
"También, monjes, me acuerdo que he asistido a la asamblea de los brahmanes… a la asamblea de
los hombres hogareños… a la asamblea de los ascetas… a la asamblea de los Cuatro Grandes
Reyes… a la asamblea de los treinta y tres dioses… a la asamblea de los Maras… a la asamblea de
los Bramas centenares de veces. Antes de sentarme e iniciar la conversación o la discusión, hacía
que mi apariencia fuera semejante a la de ellos, como también mi voz a la de su voz. Y luego, les
enseñaba el Dhamma, elevándolos, edificándolos y regocijándolos. Mientras hablaba así, ellos aún
no me conocían, entonces se preguntaban uno al otro: '¿Quién es aquél que nos habla de este modo?
¿Es humano o divino?' Luego, habiéndoles enseñado el Dhamma, habiéndoles elevado, edificado y
regocijado, inmediatamente desaparecía de ahí. Pero, aún cuando ya había desaparecido, ellos
todavía no me conocieron y siguieron preguntándose uno al otro: '¿Quién es aquél que nos hablaba
de este modo? ¿Es humano o divino?'.
“Estos son, monjes, los ocho tipos de asambleas”.
AN 8,70 {17A8.2.2.10,70} Bhumicala Sutta – Los terremotos
En este sutta el Buda afirma que si así lo desease, podría vivir hasta un eón, pero que decide a
“renunciar a su fuerza vital” porque Ananda falló en pedirle que extendiera su vida. Este incidente
nos es familiar del Mahaparinibbana Sutta.

[70] {70} En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando cerca de Vesali en la casa con el techo
de dos aguas, en el Gran Bosque. Entonces, se levantó muy temprano, se vistió y tomando su
cuenco y hábito exterior, se fue a Vesali en busca de limosnas. Habiendo vuelto y comido, se dirigió
al Venerable Ananda, diciendo: "Toma una estera, Ananda. Esta siesta vamos a ir al santuario de
Capala". – "Muy bien, Venerable Señor", respondió el Venerable Ananda y, llevando la estera,
siguió los pasos del Bienaventurado.
Y cuando el Bienaventurado llegó al santuario de Capala, se sentó en el asiento que estaba
preparado para él. Después, llegó el Venerable Ananda quien, saludando al Bienaventurado
respetuosamente, se sentó a un lado. Entonces el Bienaventurado dijo: "Ananda, la ciudad de Vesali
es agradable, el santuario de Udena también es agradable, al igual que son agradables los santuarios
de Gotamaka, Sattambaka, Bahuputta y Capala.
"Ananda, cualquiera que desarrolla las cuatro bases del poder espiritual, las practica frecuentemente
y se establece en ellas, para quien estas bases se vuelven familiares, quien las entiende bien y las
perfecciona, ciertamente podría vivir durante siglos o extender su vida hasta el fin de un periodo del
mundo, si así lo deseara. Y el Tathagata, Ananda, desarrolló las cuatro bases del poder espiritual, las
practicó frecuentemente, se estableció en ellas, las mismas se le volvieron familiares, las entendió
bien y las perfeccionó; ciertamente, entonces, el Tathagata podría vivir durante siglos o extender su
vida hasta el fin de un periodo del mundo, si así lo quisiese".
Pero el Venerable Ananda, no fue capaz de captar esta indirecta del Bienaventurado, esta señal tan
clara. Y como su mente estaba influenciada por el Mara, no le imploró: "Que el Bienaventurado
continúe aquí por siglos, que el Bendito permanezca durante todo el periodo del mundo para el bien
y la felicidad de las multitudes, por causa de su compasión, para el beneficio y felicidad de los
devas y los seres humanos".
Y por segunda vez... Y por la tercera vez el Bienaventurado dijo: "Ananda, la ciudad de Vesali es
agradable, el santuario de Udena también es agradable, al igual que son agradables los santuarios de
Gotamaka, Sattambaka, Bahuputta y Capala.
"Ananda, cualquiera que desarrolla las cuatro bases del poder espiritual, las practica frecuentemente
y se establece en ellas, para quien estas bases se vuelvan familiares, quien las entiende bien y las
perfecciona, ciertamente podría vivir durante siglos o extender su vida hasta el fin de un periodo del
mundo, si así lo deseara. Y el Tathagata, Ananda, desarrolló las cuatro bases del poder espiritual, las
practicó frecuentemente, se estableció en ellas, las mismas se le volvieron familiares para él, las
entendió bien y las perfeccionó; ciertamente, entonces, el Tathagata podría vivir durante siglos o
extender su vida hasta el fin de un periodo del mundo, si así lo quisiese".
Pero el Venerable Ananda, no fue capaz de captar esta indirecta del Bienaventurado, esta señal tan
clara. Y como su mente estaba influenciada por el Mara, no le imploró: "Qué el Bienaventurado
continúe aquí por siglos, que el Bendito permanezca durante todo el periodo del mundo para el bien
y la felicidad de las multitudes, por causa de su compasión, para el beneficio y felicidad de los
devas y de los humanos".
Entonces, el Bienaventurado dijo: "Ananda, puedes retirarte ya y hacer lo que te parezca
conveniente". – "Muy bien, Venerable Señor", respondió el Venerable Ananda y, levantándose de su
asiento, saludó al Bienaventurado y se retiró, cuidando que el Bienaventurado quedara siempre a su
derecha.
Una vez Ananda se hubo retirado, el Mara, el Malvado, se acercó al Bienaventurado.
Permaneciendo de pie a un costado, se dirigió al Bienaventurado con estas palabras: "Venerable
Señor, ahora es el tiempo para que el Bienaventurado alcance su Nibbana final; que el Bienhechor
haga su último paso; llegó el momento para el Parinibbana, Venerable Señor.
"Alguna vez, el Bienaventurado dijo: 'Malvado, yo no pasaré al Nibbana final hasta que tenga
monjes y monjas, seguidores laicos y seguidoras laicas que sean verdaderos discípulos, bien
entrenados, sabios, capaces de preservar el Dhamma, que vivan de acuerdo al Dhamma, que
perduren en una conducta adecuada y que, al aprender las palabras del Maestro, sean aptos de
exponerlas, predicarlas, proclamarlas, establecerlas, revelarlas, explicarlas en detalle y hacerlas
claras, de tal manera que, cuando surjan las opiniones adversas, sean capaces de refutarlas
meticulosamente y predicar este convincente y liberador Dhamma'.
"Ahora bien, Venerable Señor, los monjes y las monjas, los seguidores laicos y las seguidoras laicas
llegaron a ser sus verdaderos discípulos, justo de la manera como lo quiso. De modo que, Venerable
Señor, ahora es el tiempo para que el Bienaventurado alcance su Nibbana final; que el Bienhechor
haga su último paso; llegó el momento para el Parinibbana, Venerable Señor.
"Además, alguna vez el Bienaventurado dijo: 'Malvado, yo no pasaré al Nibbana final hasta que esta
vida santa sea enseñada por mí de tal manera que llegue a ser exitosa, que prospere y tenga
renombre, que sea popular y extendida, bien proclamada a los seres humanos y las divinidades'.
"Ahora bien, Venerable Señor, esta vida santa ha sido enseñada justo de la manera como lo quiso.
De modo que, venerable señor, ahora es el tiempo para que el Bienaventurado alcance su Nibbana
final; que el Bienhechor haga su último paso; llegó el momento para el Parinibbana, Venerable
Señor".
Dicho esto, el Bienaventurado habló al Mara, al Malvado: "No te turbes a ti mismo, Malvado. No
demorará mucho tiempo para que el Tathagata alcance su Nibbana final. No más que en tres meses,
el Tathagata habrá alcanzado el Parinibbana".
En esta ocasión, en el santuario de Capala, el Bienaventurado, conscientemente atento y con plena
comprensión, renunció a su voluntad de vivir. Cuando esto ocurrió, se escuchó un gran temblor de
la tierra, terrible y estupefacto, acompañado de truenos que rodaban desde los cielos. Entonces el
Bienaventurado, observando esto con entendimiento, compuso los siguientes versos:
Lo que causa la vida, sin límites ni confinamientos,
Su proceso de nacimientos —esto es a lo que el Sabio
Renuncia—. Con calma interior y dicha, destruye,
Como la cota de malla, la causa de su propia vida.
Entonces, este pensamiento surgió en la mente del Venerable Ananda: "¡Esto es realmente
maravilloso y asombroso! ¡La tierra ha sido sacudida poderosa y tremendamente! ¡Es terrible y
estupefacto ver cómo los truenos ruedan desde los cielos! ¿Cuál podría ser la razón? ¿Cuál es la
causa de este poderoso terremoto?".
Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado y, saludándolo respetuosamente, se
sentó a un lado y dijo: "¡Realmente, esto fue maravilloso y asombroso! ¡La tierra ha sido sacudida
poderosa y tremendamente! ¡Es terrible y estupefacto ver cómo los truenos ruedan desde los cielos!
¿Cuál podría ser la razón? ¿Cuál es la causa de este poderoso terremoto?".
A esto, el Bienaventurado respondió: "Hay ocho razones, Ananda, ocho causas de un terremoto
poderoso. Y ¿cuáles son estas causas?
"Esta gran tierra, Ananda, está fundada sobre el líquido, el líquido, a su vez, sobre la atmósfera y
ésta sobre el espacio. Entonces, Ananda, cuando tienen lugar unos poderosos disturbios
atmosféricos, el líquido se agita. Y con el líquido agitado, surgen temblores en la tierra. Esta es la
primera razón, la primera causa de los poderosos terremotos.
"Además, Ananda, cuando un asceta o un hombre santo de gran poder, alguien que alcanza la
maestría de su mente, o una deidad que es fuerte y poderosa, desarrolla una intensa concentración,
en la cual el elemento de la tierra es débil, mientras que el elemento líquido es inconmensurable,
también causa que la tierra tiemble, se agite y se sacuda. Esta es la segunda razón, la segunda causa
de los poderosos terremotos.
"Además, Ananda, cuando el Bodhisatta desciende del cielo Tusita conscientemente atento y con
clara comprensión al útero materno, también esto causa que la tierra tiemble, se agite y se sacuda.
Esta es la tercera razón, la tercera causa de los poderosos terremotos.
"Además, Ananda, cuando el Bodhisatta emerge, conscientemente atento y con clara comprensión,
del útero materno, también esto causa que la tierra tiemble, se agite y se sacuda. Esta es la cuarta
razón, la cuarta causa de los poderosos terremotos.
"Una vez más, Ananda, cuando el Tathagata alcanza el insuperable despertar, conscientemente
atento y con clara comprensión, esto también causa que la tierra tiemble, se agite y se sacuda. Esta
es la quinta razón, la quinta causa de los poderosos terremotos.
"Además, Ananda, cuando el Tathagata pone en movimiento la Rueda del Dhamma,
conscientemente atento y con clara comprensión, esto también causa que la tierra tiemble, se agite y
se sacuda. Esta es la sexta razón, la sexta causa de los poderosos terremotos.
"Además, Ananda, cuando el Tathagata, conscientemente atento y con clara comprensión, renuncia
a su voluntad de vivir, esto también causa que la tierra tiemble, se agite y se sacuda. Esta es la
séptima razón, la séptima causa de los poderosos terremotos.
"Además, Ananda, cuando el Tathagata alcanza el Nibbana final, sin que permanezca elemento
alguno de apego, también esto causa que la tierra tiemble, se agite y se sacuda. Esta es la octava
razón, la octava causa de los poderosos terremotos.
"Estas son las ocho razones, Ananda, las ocho causas de un terremoto poderoso".
AN 8,71 Pathamasaddha Sutta – Primer discurso sobre la fe

Ocho cualidades que hacen de un monje una persona completa.

[71] “Monjes, un monje puede estar dotado de fe y no ser virtuoso; así es incompleto con respecto a
aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo puedo estar dotado de fe y, al
mismo tiempo, ser virtuoso?’. Porque cuando un monje está dotado de fe y, al mismo tiempo, es
virtuoso, entonces está completo con respecto a aquel factor.
“Monjes, un monje puede estar dotador de fe y ser virtuoso, pero no es instruido; así es incompleto
con respecto a aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo puedo estar
dotado de fe, ser virtuoso y, al mismo, tiempo ser instruido?’. Porque cuando un monje está dotado
de fe, es virtuoso y, al mismo tiempo, es instruido, entonces está completo con respecto a aquel
factor.
“Monjes, un monje puede estar dotador de fe, ser virtuoso e instruido, pero no es predicador del
Dhamma… un predicador del Dhamma, pero no es alguien que frecuente las asambleas… frecuenta
las asambleas, pero no es alguien que confidentemente enseña el Dhamma a las asambleas… enseña
confidentemente el Dhamma a las asambleas, pero no es alguien que alcance a voluntad, sin
problema ni dificultad los cuatro jhanas que constituyen a la mente superior en una morada
placentera en esta presente vida… alcanza a voluntad, sin problema ni dificultad los cuatro jhanas
que constituyen a la mente superior en una morada placentera en esta presente vida, pero no es
alguien que —con las destrucción de las corrupciones mentales― realizó por sí mismo y con el
conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a
través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece ahí. De esta manera es incompleto con
respecto a aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo puedo estar dotado de
fe… y, al mismo tiempo, con las destrucción de las corrupciones mentales, realizar por mí mismo y
con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación
a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanecer ahí?’.
“Porque cuando un monje está dotado de fe, es virtuoso, instruido, un predicador del Dhamma,
alguien que frecuenta las asambleas, que enseña confidentemente a las asambleas, alcanza a
voluntad, sin problema ni dificultades los cuatro jhanas que constituyen la mente superior en una
morada placentera en esta presente vida y, además, es alguien que —con la destrucción de las
corrupciones mentales― realizó por sí mismo y con el conocimiento directo, en esta presente vida,
la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella,
permanece ahí, entonces está completo con respecto a aquel factor.
“El monje que posee estas ocho cualidades es alguien que inspira la confianza en todos los aspectos
y está completo en todos los aspectos”.
AN 8,72 Dutiyasaddha Sutta – Segundo discurso sobre la fe

Ocho cualidades que hacen de un monje una persona completa.

[72] “Monjes, un monje puede estar dotado de fe y no ser virtuoso; así está incompleto con respecto
a aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo puedo estar dotado de fe y al
mismo tiempo ser virtuoso?’. Porque cuando un monje está dotado de fe y al mismo tiempo es
virtuoso, entonces está completo con respecto a aquel factor.
“Monjes, un monje puede estar dotado de fe y ser virtuoso, pero no ser instruido; así está
incompleto con respecto a aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo
puedo estar dotado de fe, ser virtuoso y, al mismo tiempo, ser instruido?’. Porque cuando un monje
está dotado de fe, es virtuoso y, al mismo tiempo, es instruido, entonces está completo con respecto
a aquel factor.
“Monjes, un monje puede estar dotado de fe, ser virtuoso e instruido, pero no ser un predicador del
Dhamma… ser un predicador del Dhamma, pero no ser alguien que frecuente las asambleas… ser
alguien que frecuenta las asambleas, pero no ser alguien que confidentemente enseña el Dhamma a
las asambleas… ser alguien que enseña confidentemente el Dhamma a las asambleas, pero no ser
alguien que se pone en contacto con el cuerpo y mora en las emancipaciones pacíficas que
trascienden las formas, que son sin forma… ser alguien que se pone en contacto con el cuerpo y
mora en las emancipaciones pacíficas que trascienden las formas, que son sin forma, pero no ser
alguien que, con la destrucción de las corrupciones mentales, realizó por sí mismo y con el
conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a
través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece ahí. De esta manera está incompleto
con respecto a aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo puedo estar
dotado de fe… y, al mismo tiempo, con las destrucción de las corrupciones mentales, realizar por
mí mismo y con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la
mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanecer ahí?’.
“Porque cuando un monje está dotado de fe, es virtuoso, instruido, es un predicador del Dhamma,
alguien que frecuenta a las asambleas, que enseña confidentemente a las asambleas, que se pone en
contacto con el cuerpo y mora en las emancipaciones pacíficas que trascienden las formas, que son
sin forma, y además es alguien que, con las destrucción de las corrupciones mentales, realizó por sí
mismo y con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente,
liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece ahí, entonces está
completo con respecto a aquel factor.
“El monje que posee estas ocho cualidades es alguien que inspira la confianza en todos los aspectos
y está completo en todos los aspectos”.
AN 8,73 Pathimamaranasati Sutta – Primer discurso sobre la
atención consciente en la muerte
Importancia de la meditación sobre la muerte.
[73] En una ocasión el Bienaventurado estaba en Nadika, en el Salón de Ladrillos, donde se dirigió
a los monjes, diciendo: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, la atención consciente puesta en la muerte, cuando es desarrollada y perfeccionada, es
fructífera y beneficiosa. Culmina con la inmortalidad y la inmortalidad es su consumación. De
modo que debéis practicar la atención consciente puesta en la muerte”.
Cuando esto fue dicho, cierto monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo
practico ya la atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte, monje?”.
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese un día y una noche, atendiendo las palabras del Bienaventurado,
podría conseguir la realización de la gran meta’. Así es cómo practico la atención consciente puesta
en la muerte”.
Entonces, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya
la atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte, monje?”.
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese un día, atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir
la realización de la gran meta’. Así es cómo practico la atención consciente puesta en la muerte”.
Entonces, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya
la atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte, monje?”.
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese medio día, atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría
conseguir la realización de la gran meta’. Así es cómo practico la atención consciente puesta en la
muerte”.
Luego, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya la
atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte?”.
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese por el intervalo que dura consumir una comida de las limosnas,
atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran meta’. Así es
cómo practico la atención consciente puesta en la muerte”.
Luego, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya la
atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte?”.
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese por el intervalo que dura consumir la mitad de la comida de las
limosnas, atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran
meta’. Así es cómo practico la atención consciente puesta en la muerte”.
Después, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya
la atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte?”.
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese por el intervalo que dura tragar y masticar cuatro o cinco bocados de
comida, atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran
meta’. Así es cómo practico la atención consciente puesta en la muerte”.
Entonces, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya
la atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte?”.
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese por el intervalo que dura tragar y masticar un sólo bocado de comida,
atendiendo las palabras del Bienaventurado, podría conseguir la realización de la gran meta’. Así es
cómo practico la atención consciente puesta en la muerte”.
Luego, otro monje se dirigió al Bienaventurado y dijo: “Venerable Señor, yo también practico ya la
atención consciente puesta en la muerte”.
“Y, ¿de qué manera practicas la atención consciente puesta en la muerte?”.
“Yo pienso: ‘Oh, si yo viviese por el intervalo que dura una inhalación de aire después de la
exhalación o una exhalación después de la inhalación, atendiendo las palabras del Bienaventurado,
podría conseguir la realización de la gran meta’. Así es cómo practico la atención consciente puesta
en la muerte”.
Cuando esto fue dicho, el Bienaventurado se dirigió a los monjes con estas palabras:
“Cualquiera que practica la atención consciente puesta en la muerte pensando: ‘Oh, si yo viviese un
día y una noche... Oh, si yo viviese un día... Oh, si viviese medio día… Oh, si yo viviese por el
intervalo que dura consumir una comida de las limosnas... Oh, si viviese por el intervalo que dura
consumir la mitad de una comida de las limosnas… Oh, si yo viviese por el intervalo que dura
tragar y masticar cuatro o cinco bocados de comida, podría conseguir la realización de la gran
meta’, practica descuidadamente; el desarrollo de la atención consciente puesta en la muerte sólo le
servirá muy lentamente para poner fin a las corrupciones mentales.
“Pero aquel que practica la atención consciente puesta en la muerte pensando: ‘Oh, si yo viviese por
el intervalo que dura tragar y masticar un sólo bocado de comida... Oh, si yo viviese por el intervalo
que dura una inhalación de aire después de la exhalación o una exhalación después de la inhalación,
podría conseguir la realización de la gran meta’, practica atentamente y el desarrollo de la atención
consciente puesta en la muerte le servirá plenamente para poner fin a las corrupciones mentales.
"Así que, monjes, debéis practicar de esta manera: ‘Vamos a morar en la atención. Vamos a
desarrollar la atención consciente en la muerte plenamente, para poner fin a las corrupciones
mentales’. De esta forma debéis practicar”.
AN 8,74 Dutiyamaranasati Sutta – Segundo discurso sobre la
atención consciente en la muerte

La atención consciente en la muerte como un método eficaz de combatir los perjudiciales estados
mentales.

[74] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Salón de Ladrillos, en Nadika.


Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así:
“Monjes, la atención consciente en la muerte, cuando se la desarrolla y cultiva es de gran fruto y
beneficio, culminando en lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación. Y, ¿cómo es
eso, monjes?
“He aquí, monjes, cuando el día retrocede y se acerca la noche, el monje reflexiona así: ‘Podría
estar muerto por cuenta de muchas causas. Podría morderme una serpiente, un escorpión o podría
picarme fuerte un ciempiés, por cuya causa podría estar muerto; aquello podría ser un obstáculo
para mí. Podría tropezar y caer, mi comida podría no caerme bien, mi bilis podría agitarse, mi flema
podría agitarse, un fuerte viento podría agitarme, la gente podría atacarme o algunos espíritus
salvajes podrían atacarme, por cuya causa podría estar muerto; aquello podría ser un obstáculo para
mí’.
“Este monje debería reflexionar así: ‘¿Tengo algunas características malas y perjudiciales que no
han sido abandonadas, las cuales podrían convertirse en un obstáculo para mí si muriese esta
noche?’. Si después de haberse examinado así, el monje conoce esto: ‘Efectivamente, tengo algunas
características malas y perjudiciales que no han sido abandonadas, las cuales podrían convertirse en
un obstáculo para mí si muriese esta noche’, entonces debería poner un esfuerzo extraordinario,
deseo, celo, entusiasmo, determinación, atención consciente y clara comprensión para abandonar
aquellas malas y perjudiciales características. Al igual que alguien, cuya ropa o cabeza se estuviera
incendiando debería poner un esfuerzo extraordinario, deseo, celo, entusiasmo, determinación,
atención consciente y clara comprensión para extinguir [el fuego de] su ropa o cabeza, así también
aquel monje debería poner un esfuerzo extraordinario, deseo, celo, entusiasmo, determinación,
atención consciente y clara comprensión para abandonar aquellas malas y perjudiciales
características.
“Pero si después de haberse examinado así, el monje conoce esto: ‘Yo no tengo características
malas y perjudiciales algunas que no han sido abandonadas, las cuales podrían convertirse en un
obstáculo para mí si muriese esta noche’, entonces debería permanecer en este mismo arrobamiento
y gozo, entrenándose día y noche en las cualidades beneficiosas.
“Además, monjes, cuando la noche retrocede y el día se acerca, el monje reflexiona así: ‘Podría
estar muerto por cuenta de muchas causas. Podría morderme una serpiente… o un fuerte viento
podría agitarme, por cuya causa podría estar muerto; aquello podría ser un obstáculo para mí’.

“Este monje debería reflexionar así: ‘¿tengo algunas características malas y perjudiciales que no
han sido abandonadas, las cuales podrían convertirse en un obstáculo para mí si muriese este
día?’… [sigue igual, reemplazando “esta noche” por “este día”].
“Es así, monjes, cómo la atención consciente en la muerte, cuando se la desarrolla y cultiva es de
gran fruto y beneficio, culminando en lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación”.

AN 8,75-76 {17A8.2.3.5,75-76} Patthama y Dutiyasampada


Sutta – Logros

El Buda explica en qué consisten los ocho logros al que deberían aspirar sus seguidores laicos.

AN 8,75 {8,75} Patthamasampada Sutta – Primer discurso sobre los logros


[75] {75} “Monjes, he aquí estos ocho logros. Y, ¿cuáles son esos ocho? El logro de la iniciativa, el
logro de la protección, la buena amistad, la vida balanceada, el logro de la fe, el logro de la
conducta virtuosa, el logro de la generosidad y el logro de la sabiduría. Estos son los ocho logros”.
Emprendido en sus ocupaciones,
atento en sus disposiciones,
balanceado en su forma de vivir,
salvaguarda las riquezas que gana.
Dotado de la fe, realizado en la virtud,
caritativo y desprovisto de avaricia,
continuamente purifica el sendero
conducente a la seguridad en las vidas futuras.
Así, estas ocho cualidades
del buscador creyente de la vida hogareña,
han sido pronunciadas por alguien que verdaderamente es llamado
a conducir a la felicidad en ambos estados:
al bien y bienestar en esta presente vida,
y a la felicidad en las vidas futuras.
Así se incrementa la generosidad y el mérito
de aquellos que moran en el hogar.
AN 8,76 {8,76} Dutiyasampada Sutta – Segundo discurso sobre los logros
[76] {76} “Monjes, he aquí estos ocho logros. Y, ¿cuáles son esos ocho? El logro de la iniciativa, el
logro de la protección, la buena amistad, la vida balanceada, el logro de la fe, el logro de la
conducta virtuosa, el logro de la generosidad y el logro de la sabiduría. Estos son los ocho logros.
“Y, ¿qué es, monjes, el logro de la iniciativa? He aquí, cualquiera que sea la forma, por medio de la
cual el miembro del clan se ganase la vida —fuese el cultivo, el comercio, la cría de ganado, el tiro
al arco, los servicios gubernamentales o algún otro oficio—, se muestra hábil y diligente, posee el
sentido de juicio en cuanto a esto, en aras de llevar a cabo todo eso apropiadamente. Esto se llama,
monjes, el logro de la iniciativa.
“Y, ¿qué es, monjes, el logro de la protección? He aquí, el miembro del clan establece la protección
y resguardo sobre las riquezas que ha adquirido por medio de la iniciativa y energía, sobre lo que
acumuló mediante el esfuerzo de sus hombros, lo que ganó con el sudor de su frente, riquezas
honestas, honestamente ganadas, pensando: ‘¿Cómo puedo defenderme de que los reyes y los
ladrones los tomen, de que el fuego los queme, el agua ahogue o que los desagradables herederos
los tomen?’. Esto se llama, monjes, el logro de la protección.
“Y, ¿qué es, monjes, el logro de la buena amistad? He aquí, en cualquier pueblo o ciudad donde
viva el miembro del clan, se asocia con los hombres hogareños o sus hijos —sean éstos jóvenes,
pero maduros en la virtud, o ancianos y maduros en la virtud— que son realizados en la fe,
virtuosos en la conducta, generosos y sabios; conversa con ellos y dialoga. Y puesto que ellos son
realizados en la fe, emula sus acciones por respeto a su realización en la conducta virtuosa; puesto
que ellos son realizados en la generosidad, emula sus acciones por respeto a su realización en la
generosidad; puesto que ellos son realizados en la sabiduría, emula sus acciones por respeto a su
realización en la sabiduría. Esto se llama, monjes, el logro de la buena amistad.
“Y, ¿qué es, monjes, el logro de la vida balanceada? He aquí, el miembro del clan conoce sus
ingresos y gastos, y tiene una vida balanceada, no demasiado extravagante ni demasiado frugal,
[consciente de eso:] ‘de esta manera, mis gastos no van a exceder mis ingresos sino todo lo
contrario’. Al igual que un tasador o su aprendiz, sosteniendo una balanza, sabe: ‘Por tanto sube y
por tanto baja’, así también el miembro del clan conoce sus ingresos y gastos, y tiene una vida
balanceada, no demasiado extravagante ni demasiado frugal, [consciente de eso:] ‘de esta manera,
mis gastos no van a exceder mis ingresos sino todo lo contrario’.
“Si un miembro del clan, teniendo pocos ingresos, viviera lujosamente, los otros dirían de él: ‘Este
miembro del clan consume sus riquezas como si comiera higos’. Pero si otro miembro del clan,
teniendo muchos ingresos, viviera muy económicamente, los otros dirían de él: ‘Este miembro del
clan va a morir de hambre’. Pero el miembro del clan, será llamado uno de vida balanceada, cuando
conozca sus ingresos y gastos, y tenga una vida balanceada, no demasiado extravagante ni
demasiado frugal, [consciente de eso:] ‘de esta manera, mis gastos no van a exceder mis ingresos
sino todo lo contrario’.
“Y, ¿qué es, monjes, el logro de la fe? He aquí, el miembro del clan posee la fe. Pone su fe en la
iluminación del Tathagata así: ‘El Bienaventurado es un Arahant perfectamente iluminado,
consumado en el conocimiento verdadero y la conducta, afortunado, conocedor del mundo,
insuperable preparador de personas que han de ser amansadas, maestro de los devas y los seres
humanos, un Iluminado, un Bendito’. Esto se llama, monjes, el logro de la fe.
“Y, ¿qué es, monjes, el logro de la conducta virtuosa? He aquí, el miembro del clan se abstiene de
destruir la vida, de tomar lo que no le ha sido dado, de inapropiada conducta sexual, de la mentira y
de licores, vinos y otras bebidas embriagantes, que son la base de la negligencia. Esto se llama,
monjes, el logro de la conducta virtuosa.
“Y, ¿qué es, monjes, el logro de la generosidad? He aquí, el miembro del clan mora en el hogar libre
de la mancha de la avaricia, libremente generoso, con la mano abierta, deleitándose en el
renunciamiento, en dar y compartir, y devoto a la caridad. Esto se llama, monjes, el logro de la
generosidad.
“Y, ¿qué es, monjes, el logro de la sabiduría? He aquí, el miembro del clan es sabio; poseedor de la
sabiduría que discierne el surgimiento y el desvanecimiento [de los fenómenos], la cual es
penetrante y conducente a la completa destrucción de la insatisfacción. Esto se llama, monjes, el
logro de la sabiduría.
“Estos son, monjes, los ocho logros”.
[Siguen los versos idénticos con el AN 8,75].

AN 8,77 {17A8.2.3.7,77} Iccha Sutta – Deseo

De la postura frente a la adquisición de las ganancias depende si el monje caerá o no del buen
Dhamma.

[77] {77} Entonces, el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes: “Amigos monjes”. “Sí, amigo”,
respondieron los monjes y el Venerable Sariputta continuó:
“Amigos, he aquí estas ocho clases de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo. Y,
¿cuáles son esas ocho?
“He aquí, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Entonces se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias. Sin
embargo, falla en la adquisición de las ganancias. Y por culpa de aquella falta de las ganancias
sufre, languidece y se lamenta; llora, golpeándose el pecho y llega a estar confundido. Este se llama
el monje deseoso de las ganancias, que se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las
ganancias, pero al no conseguirlas, sufre, languidece y se lamenta: él ha caído fuera del buen
Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Entonces se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias. Y
finalmente adquiere las ganancias. Pero por culpa de aquellas ganancias se embriaga, crece en la
negligencia y deriva en la negligencia. Este se llama el monje deseoso de las ganancias, que se
anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias y, al conseguirlas, se embriaga y
es negligente: él ha caído fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Pero él no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias.
Y por culpa de aquella falta de las ganancias sufre, languidece y se lamenta; llora, golpeándose el
pecho y llega a estar confundido. Este se llama el monje deseoso de las ganancias, que no se anima
a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias y, que al no conseguirlas, sufre,
languidece y se lamenta: él ha caído fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Pero él no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias.
Y sin embargo, finalmente adquiere las ganancias. Pero por culpa de aquellas ganancias se
embriaga, crece en la negligencia y deriva en la negligencia. Este se llama el monje deseoso de las
ganancias, que no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias, pero
igual las consigue y, entonces, se embriaga y es negligente: él ha caído fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Entonces se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias. Sin
embargo, falla en la adquisición de las ganancias. Pero no sufre, languidece ni se lamenta por falta
de la adquisición de las ganancias; no llora, golpeándose el pecho ni llega a estar confundido. Este
se llama el monje deseoso de las ganancias, que se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por
adquirir las ganancias ,y que al no conseguirlas, no sufre, languidece ni se lamenta: él no ha caído
fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Entonces se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias. Y
finalmente adquiere las ganancias. Pero él no se embriaga, no crece en la negligencia ni deriva en la
negligencia por causa de aquellas ganancias. Este se llama el monje deseoso de las ganancias, que
se anima a sí mismo, se esfuerza y pugna por adquirir las ganancias y, al conseguirlas, no se
embriaga ni es negligente: él no ha caído fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Pero él no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias.
Y por causa de la falta de aquellas ganancias no sufre, languidece ni se lamenta; tampoco llora,
golpeándose el pecho ni llega a estar confundido. Este se llama el monje deseoso de las ganancias,
que no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias y, que al no
conseguirlas, no sufre, languidece ni se lamenta: él no ha caído fuera del buen Dhamma.
“Además, cuando un monje mora en la reclusión, viviendo independientemente, surge en él el deseo
de las ganancias. Y él no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias.
Sin embargo, finalmente adquiere las ganancias. Pero por causa de aquellas ganancias no se
embriaga, no crece en la negligencia ni deriva en la negligencia. Este se llama el monje deseoso de
las ganancias, que no se anima a sí mismo, no se esfuerza ni pugna por adquirir las ganancias, pero
al conseguirlas igual, no se embriaga ni es negligente: él no ha caído fuera del buen Dhamma.
“Estas son, amigos, las ocho clases de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo”.
AN 8,78 Alam Sutta – Capaz

La maestría en el Dhamma lo califica a uno a enseñar, de modo que uno no sólo puede acelerar su
propio progreso sino también promover el bien de los demás.

[78] Entonces el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes así: “Amigos monjes”. “Sí, amigo”,
respondieron aquellos monjes y el Venerable Sariputta respondió:
“Amigos, poseyendo seis cualidades, el monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo y de
[beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas seis?
“He aquí, el monje es alguien de rápida comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas; es
capaz de retener en la mente las enseñanzas que ha aprendido; investiga el significado de las
enseñanzas que retuvo en la mente; ha entendido el significado del Dhamma y practica en
concordancia con el Dhamma; es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] que está
dotado de un discurso pulido, claro, articulado y expresivo del significado; es alguien que instruye,
anima, inspira y regocija a sus compañeros monjes. Poseyendo estas seis cualidades, amigos, el
monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo y de [beneficiar a] otros.
“Además, amigos, poseyendo cinco cualidades, el monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo y de
[beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas cinco? He aquí, el monje no es alguien de rápida
comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas, sin embargo, es capaz de retener en la
mente las enseñanzas que ha aprendido; investiga el significado de las enseñanzas que retuvo en la
mente; ha entendido el significado del Dhamma y practica en concordancia con el Dhamma; es un
buen orador con una buena entrega [del mensaje] que está dotado de un discurso pulido, claro,
articulado y expresivo del significado; es alguien que instruye, anima, inspira y regocija a sus
compañeros monjes. Poseyendo estas cinco cualidades, amigos, el monje es capaz de [beneficiarse
a] sí mismo y de [beneficiar a] otros.
“Además, amigos, poseyendo cuatro cualidades, el monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo,
pero no de [beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, el monje es alguien de rápida
comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas; es capaz de retener en la mente las
enseñanzas que ha aprendido; investiga el significado de las enseñanzas que retuvo en la mente; ha
entendido el significado del Dhamma y practica en concordancia con el Dhamma. Sin embargo, no
es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] ni está dotado de un discurso pulido, claro,
articulado ni expresivo del significado; tampoco es alguien que instruye, anima, inspira ni regocija a
sus compañeros monjes. Poseyendo estas cuatro cualidades, amigos, el monje es capaz de
[beneficiarse a] sí mismo, pero no de [beneficiar a] otros.
“Además, amigos, poseyendo cuatro cualidades, el monje es capaz de [beneficiar a] otros, pero no
de [beneficiarse a] sí mismo. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He aquí, el monje es alguien de rápida
comprehensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas; es capaz de retener en la mente las
enseñanzas que ha aprendido. Sin embargo, no investiga el significado de las enseñanzas que retuvo
en la mente ni ha entendido el significado del Dhamma ni tampoco practica en concordancia con el
Dhamma. Con todo eso, es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] y está dotado de un
discurso pulido, claro, articulado y expresivo del significado; también es alguien que instruye,
anima, inspira y regocija a sus compañeros monjes. Poseyendo estas cuatro cualidades, amigos, el
monje es capaz de [beneficiar a] otros, pero no de [beneficiarse a] sí mismo.
“Además, amigos, poseyendo tres cualidades, el monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo, pero
no de [beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, el monje no es alguien de rápida
comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas. Sin embargo, es capaz de retener en la
mente las enseñanzas que ha aprendido; investiga el significado de las enseñanzas que retuvo en la
mente; ha entendido el significado del Dhamma y practica en concordancia con el Dhamma. Con
todo eso, no es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] ni está dotado de un discurso
pulido, claro, articulado ni expresivo del significado; tampoco es alguien que instruye, anima,
inspira ni regocija a sus compañeros monjes. Poseyendo estas tres cualidades, amigos, el monje es
capaz de [beneficiarse a] sí mismo, pero no de [beneficiar a] otros.
“Además, amigos, poseyendo tres cualidades, el monje es capaz de [beneficiar a] otros, pero no de
[beneficiarse a] sí mismo. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, el monje no es alguien de rápida
comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas. Sin embargo, es capaz de retener en la
mente las enseñanzas que ha aprendido. Con todo eso, no investiga el significado de las enseñanzas
que retuvo en la mente ni ha entendido el significado del Dhamma ni tampoco practica en
concordancia con el Dhamma. Pero es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] y está
dotado de un discurso pulido, claro, articulado y expresivo del significado; también es alguien que
instruye, anima, inspira y regocija a sus compañeros monjes. Poseyendo estas tres cualidades,
amigos, el monje es capaz de [beneficiar a] otros, pero no de [beneficiarse a] sí mismo.
“Además, amigos, poseyendo dos cualidades, el monje es capaz de [beneficiarse a] sí mismo y de
[beneficiar a] otros. Y, ¿cuáles son esas dos? He aquí, el monje no es alguien de rápida comprensión
concerniente a las enseñanzas beneficiosas; no es capaz de retener en la mente las enseñanzas que
ha aprendido. Sin embargo, investiga el significado de las enseñanzas que retuvo en la mente y ha
entendido el significado del Dhamma y lo practica en concordancia con el Dhamma. Pero no es un
buen orador con una buena entrega [del mensaje] y no está dotado de un discurso pulido, claro,
articulado ni expresivo del significado; tampoco es alguien que instruye, anima, inspira ni regocija a
sus compañeros monjes. Poseyendo estas dos cualidades, amigos, el monje es capaz de
[beneficiarse a] sí mismo, pero no de [beneficiar a] otros.
“Además, amigos, poseyendo dos cualidades, el monje es capaz de [beneficiar a] otros, pero no de
[beneficiarse a] sí mismo. Y, ¿cuáles son esas tres? He aquí, el monje no es alguien de rápida
comprensión concerniente a las enseñanzas beneficiosas; no es capaz de retener en la mente las
enseñanzas que ha aprendido; no investiga el significado de las enseñanzas que retuvo en la mente
ni ha entendido el significado del Dhamma y no lo practica en concordancia con el Dhamma. Sin
embargo, es un buen orador con una buena entrega [del mensaje] y está dotado de un discurso
pulido, claro, articulado y expresivo del significado; también es alguien que instruye, anima, inspira
y regocija a sus compañeros monjes. Poseyendo estas dos cualidades, amigos, el monje es capaz de
[beneficiar a] otros, pero no de [beneficiarse a] sí mismo”.
AN 8,79 Parihana Sutta – Declive

Factores del declive de un monje que se entrena.

[79] “Monjes, estas ocho características conducen al declive de un monje que es aprendiz. Y,
¿cuáles son esas ocho? El deleite en el trabajo, el deleite en las charlas, el deleite en el dormir, el
deleite en la compañía, el no resguardar las puertas de las facultades sensoriales, la falta de
moderación en la comida, el deleite en el vínculo y el deleite en la proliferación. Estas ocho
características conducen al declive de un monje que es aprendiz.
“Monjes, estas ocho cualidades conducen al no-declive de un monje que es aprendiz. Y, ¿cuáles son
esas ocho? No tener deleite en el trabajo, no tener deleite en las charlas, no tener deleite en el
dormir, no tener deleite en la compañía, resguardar las puertas de las facultades sensoriales, la
moderación en la comida, no tener deleite en el vínculo y no tener deleite en la proliferación. Estas
ocho cualidades conducen al no-declive de un monje que es aprendiz”.

AN 8,80 {17A8.2.3.10,80} Kusitarambhavatthu Sutta – Bases


para la pereza y el surgimiento de la energía

Un esquema simple de contaminaciones mentales que impiden el éxito en la meditación, cuya


contraparte se convierte en cualidades que “hacen surgir la energía para alcanzar lo aún no
alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado”.

[80] {80] “Monjes, he aquí hay estas ocho bases para la pereza. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“He aquí, monjes, el monje tiene algún trabajo qué hacer. Y se le ocurre esto: ‘Tengo un trabajo qué
hacer. Mientras esté trabajando mi cuerpo llegará a cansarse. Mejor me acueste’. Entonces se
acuesta. No hace surgir la energía para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y
realizar lo aún no realizado. Esta es la primera base para la pereza.
“Además, monjes, el monje hizo algún trabajo. Y se le ocurre esto: ‘Hice un trabajo. Por causa de
este trabajo mi cuerpo llegó a cansarse. Mejor me acueste’. Entonces se acuesta. No hace surgir la
energía para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado.
Esta es la segunda base para la pereza.
“Además, monjes, el monje tiene algún viaje qué hacer. Y se le ocurre esto: ‘Tengo un viaje qué
hacer. Mientras esté viajando mi cuerpo llegará a cansarse. Mejor me acueste’. Entonces se acuesta.
No hace surgir la energía para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo
aún no realizado. Esta es la tercera base para la pereza.
“Además, monjes, el monje hizo algún viaje. Y se le ocurre esto: ‘Hice un viaje. Por causa de este
viaje mi cuerpo llegó a cansarse. Mejor me acueste’. Entonces se acuesta. No hace surgir la energía
para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado. Esta es la
cuarta base para la pereza.
“Además, monjes, el monje ha caminado en búsqueda de la comida de las limosnas en un pueblo o
ciudad, pero no encontró la suficiente comida que necesitaba, sea simple o exquisita. Y se le ocurre
esto: ‘Caminé en búsqueda de la comida de las limosnas en este pueblo o ciudad, pero no encontré
la suficiente comida que necesitaba, sea simple o exquisita. Mi cuerpo llegó a estar cansado y
pesado. Mejor me acueste’. Entonces se acuesta. No hace surgir la energía para alcanzar lo aún no
alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado. Esta es la quinta base para la
pereza.
“Además, monjes, el monje ha caminado en búsqueda de la comida de las limosnas en un pueblo o
ciudad, y encontró la suficiente comida que necesitaba, tanto la simple como la exquisita. Y se le
ocurre esto: ‘Caminé en búsqueda de la comida de las limosnas en este pueblo o ciudad, y encontré
la suficiente comida que necesitaba, tanto la simple como la exquisita. Mi cuerpo llegó a ser pesado
y difícil de manejar como un montón de granos húmedos. Mejor me acueste’. Entonces se acuesta.
No hace surgir la energía para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo
aún no realizado. Esta es la sexta base para la pereza.
“Además, monjes, el monje tiene una pequeña enfermedad. Y se le ocurre esto: ‘Tengo una pequeña
enfermedad. Necesito acostarme. Mejor me acueste’. Entonces se acuesta. No hace surgir la energía
para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado. Esta es la
séptima base para la pereza.
“Además, monjes, el monje se recupera de la enfermedad. Una vez recuperado de la enfermedad se
le ocurre esto: ‘Me recuperé de la enfermedad. Acabo de recuperarme de la enfermedad. Mi cuerpo
todavía es débil y pesado. Mejor me acueste’. Entonces se acuesta. No hace surgir la energía para
alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado. Esta es la
séptima base para la pereza.
“Éstas son, monjes, las ocho bases para la pereza.
“Monjes, he aquí hay estas ocho bases para el surgimiento de la energía. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“He aquí, monjes, el monje tiene algún trabajo qué hacer. Y se le ocurre esto: ‘Tengo un trabajo qué
hacer. Mientras esté trabajando no será fácil atender la enseñanza de los Budas. Dejadme adelantar
el surgimiento de la energía para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo
aún no realizado’. Entonces hace surgir la energía para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún
no logrado y realizar lo aún no realizado. Esta es la primera base para el surgimiento de la energía.
“Además, monjes, el monje hizo algún trabajo. Y se le ocurre esto: ‘Hice un trabajo. Mientras
estuve trabajando no fue posible atender la enseñanza de los Budas. Dejadme surgir la energía para
alcanzar lo aún no alcanzado’… Esta es la segunda base para el surgimiento de la energía.
“Además, monjes, el monje tiene algún viaje qué hacer. Y se le ocurre esto: ‘Tengo un viaje qué
hacer. Mientras esté viajando no será fácil atender la enseñanza de los Budas. Dejadme adelantar el
surgimiento de la energía para alcanzar lo aún no alcanzado’… Esta es la tercera base para el
surgimiento de la energía.
“Además, monjes, el monje hizo algún viaje. Y se le ocurre esto: ‘Hice un viaje. Mientras estuve
viajando no fue posible atender la enseñanza de los Budas. Dejadme surgir la energía para alcanzar
lo aún no alcanzado’… Esta es la cuarta base para el surgimiento de la energía.
“Además, monjes, el monje ha caminado en búsqueda de la comida de las limosnas en un pueblo o
ciudad, pero no encontró la suficiente comida que necesitaba, sea simple o exquisita. Y se le ocurre
esto: ‘Caminé en búsqueda de la comida de las limosnas en este pueblo o ciudad, y no encontré la
suficiente comida que necesitaba, sea simple ni exquisita. Mi cuerpo es liviano y manejable.
Dejadme surgir la energía para alcanzar lo aún no alcanzado’… Esta es la quinta base para el
surgimiento de la energía.
“Además, monjes, el monje ha caminado en búsqueda de la comida de las limosnas en un pueblo o
ciudad, y encontró la suficiente comida que necesitaba, sea simple o exquisita. Y se le ocurre esto:
‘Caminé en búsqueda de la comida de las limosnas en este pueblo o ciudad, y encontré la suficiente
comida que necesitaba, tanto la simple como la exquisita. Mi cuerpo es fuerte y manejable.
Dejadme surgir la energía para alcanzar lo aún no alcanzado’… Esta es la sexta base para el
surgimiento de la energía.
“Además, monjes, el monje tiene una pequeña enfermedad. Y se le ocurre esto: ‘Puede ser que esta
enfermedad empeore. Dejadme adelantar el surgimiento de la energía para alcanzar lo aún no
alcanzado’… Esta es la séptima base para el surgimiento de la energía.
“Además, monjes, el monje se recupera de la enfermedad. Una vez recuperado de la enfermedad se
le ocurre esto: ‘Me recuperé de la enfermedad. Acabo de recuperarme de la enfermedad. Pero es
posible que esta enfermedad reaparezca. Dejadme adelantar el surgimiento de la energía para
alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún no realizado’. Entonces
hace surgir la energía para alcanzar lo aún no alcanzado, lograr lo aún no logrado y realizar lo aún
no realizado. Esta es la primera base para el surgimiento de la energía.
“Éstas son, monjes, las ocho bases para el surgimiento de la energía”.

AN 8,81 {17A8.2.4.1,81} Satisampajanna Sutta – Atención


consciente y clara comprensión

Etiquetas:
• Atención consciente (Sati)

Partiendo de la atención consciente y clara comprensión, el Buda muestra cómo la ausencia o la


presencia de estas y otras cualidades, forma una cadena causal que conduce al abandono o a la
liberación, respectivamente.
[81] {81} “Monjes, cuando la atención consciente y clara comprensión están ausentes, el sentido de
la vergüenza moral y del temor moral se echan a perder en alguien que carece de la atención
consciente y clara comprensión.
“Cuando el sentido de la vergüenza moral y del temor moral están ausentes, el control de los
sentidos se echa a perder en alguien que carece de la vergüenza moral y del temor moral.
“Cuando el control de los sentidos está ausente, la práctica de la moral se echa a perder en alguien
que carece del control de los sentidos.
“Cuando la práctica de la moral está ausente, la recta concentración se echa a perder en alguien que
carece de la práctica de la moral.
“Cuando la recta concentración está ausente, el verdadero conocimiento y la visión se echan a
perder en alguien que carece de la recta concentración.
“Cuando el verdadero conocimiento y la visión están ausentes, la aversión [por el mundo] y el
desapasionamiento se echan a perder en alguien que carece del verdadero conocimiento y la visión.
“Cuando la aversión [por el mundo] y el desapasionamiento están ausentes, el conocimiento
liberador y la visión se echan a perder en alguien que carece de la aversión [por el mundo] y el
desapasionamiento.
“Monjes, imaginad a un árbol carente de ramas y hojas: sus capullos no llegan a madurar, su corteza
no llega a madurar, su savia no llega a madurar, su duramen no llega a madurar. De la misma
manera, cuando la atención consciente y clara comprensión están ausentes, el sentido de la
vergüenza moral y del temor moral se echan a perder en alguien que carece de la atención
consciente y el clara comprensión… el control de los sentidos se echa a perder… la práctica de la
moral se echa a perder… la recta concentración se echa a perder… la práctica de la moral se echa a
perder… el verdadero conocimiento y la visión se echan a perder… la aversión [por el mundo] y el
desapasionamiento se echan a perder… el conocimiento liberador y la visión se echan a perder en
alguien que carece de la aversión [por el mundo] y el desapasionamiento.
“Pero, monjes, cuando la atención consciente y clara comprensión están presentes, el sentido de la
vergüenza moral y del temor moral tienen su causa próxima en la presencia de la atención
consciente y clara comprensión.
“Cuando el sentido de la vergüenza moral y del temor moral están presentes, el control de los
sentidos tiene su causa próxima en la presencia de la vergüenza moral y del temor moral.
“Cuando el control de los sentidos está presente, la práctica de la moral tiene su causa próxima en el
control de los sentidos.
“Cuando la práctica de la moral está presente, la recta concentración tiene su causa próxima en la
práctica de la moral.
“Cuando la recta concentración está presente, el verdadero conocimiento y la visión tienen su causa
próxima en la recta concentración.
“Cuando el verdadero conocimiento y la visión están presentes, la aversión [por el mundo] y el
desapasionamiento tienen su causa próxima en el verdadero conocimiento y la visión.
“Cuando la aversión [por el mundo] y el desapasionamiento están presentes, el conocimiento
liberador y la visión tienen su causa próxima en la aversión [por el mundo] y el desapasionamiento.
“Monjes, imaginad ahora a un árbol abundante en ramas y hojas: sus capullos llegan a madurar, su
corteza llega a madurar, su savia llega a madurar, su duramen llega a madurar. De la misma manera,
cuando la atención consciente y clara comprensión están presentes, el sentido de la vergüenza moral
y del temor moral tienen su causa próxima en la presencia de la atención consciente y clara
comprensión… el control de los sentidos tiene su causa próxima… la práctica de la moral tiene su
causa próxima… la recta concentración tiene su causa próxima… el verdadero conocimiento y la
visión tienen su causa próxima… la aversión [por el mundo] y el desapasionamiento tienen su causa
próxima… el conocimiento liberador y la visión tienen su causa próxima en la aversión [por el
mundo] y el desapasionamiento.”

AN 8,82 Punniya Sutta – Punniya

Qué actitudes hay que tener para que un Buda esté dispuesto enseñar el Dhamma.

[82] Entonces, el Venerable Punniya se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un


lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿por qué a veces el Tathagata está dispuesto a enseñar el Dhamma y a veces no
está dispuesto enseñarlo?”.
“Puniya, cuando un monje está dotado de fe pero no se le acerca, el Tathagata no está dispuesto a
enseñar el Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de fe y se acerca al Tathagata, él está
dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe y se acerca al Tathagata, pero no le atiende, el Tathagata no
está dispuesto a enseñar el Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata
y le atiende, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata y le atiende, pero no le hace preguntas,
el Tathagata no está dispuesto a enseñar el Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de fe, se
acerca al Tathagata, le atiende y le hace preguntas, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende y le hace preguntas, pero no
escucha el Dhamma con oídos prestos, el Tathagata no está dispuesto a enseñar el Dhamma. Pero
cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas y escucha el
Dhamma con oídos prestos, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas y escucha
el Dhamma con oídos prestos, pero, habiendo escuchado, no lo retiene en la mente, el Tathagata no
está dispuesto a enseñar el Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de fe, se acerca al
Tathagata, le atiende, le hace preguntas, escucha el Dhamma con oídos prestos y, habiendo
escuchado, lo retiene en la mente, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas, escucha
el Dhamma con oídos prestos y, habiendo escuchado, lo retiene en la mente, pero no examina el
significado de las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, el Tathagata no está dispuesto a
enseñar el Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le
hace preguntas, escucha el Dhamma con oídos prestos, habiendo escuchado lo retiene en la mente y
examina el significado de las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, el Tathagata está
dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas, escucha
el Dhamma con los oídos prestos, habiendo escuchado lo retiene en la mente y examina el
significado de las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, pero no entiende el significado del
Dhamma ni practica de acuerdo con el Dhamma, el Tathagata no está dispuesto a enseñar el
Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace
preguntas, escucha el Dhamma con los oídos prestos, habiendo escuchado lo retiene en la mente,
examina el significado de las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, entiende el significado
del Dhamma y practica de acuerdo con el Dhamma, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Punniya, cuando uno posee estas ocho cualidades, el Tathagata está enteramente dispuesto a
enseñar el Dhamma”.

AN 8,83 Mulaka Sutta – Enraizados

¿Cuál es la raíz de todos los fenómenos (sabbe dhamma)? ¿Es el Nibbana en sí mismo un fenómeno
o es el fin de todos ellos?

[83] “Monjes, los adherentes a los otros credos podrían preguntaros: ‘Amigos, ¿en qué están
enraizadas todas las cosas? ¿Mediante qué todas ellas llegaron a existir? ¿A partir de qué se
originaron? ¿Bajo qué cosa convergen? ¿Qué es lo que les encabeza? ¿Qué autoridad se ejerce sobre
ellas? ¿Qué es lo que les supervisa? ¿Cuál es su esencia?’. Si se os preguntase así, ¿qué cosa
deberíais responder?”.
“Venerable Señor, nuestras enseñanzas están enraizadas en el Bienaventurado, guiadas por el
Bienaventurado, teniendo recurso en el Bienaventurado. Sería bueno que el Bienaventurado nos
aclarase el significado de esta declaración. Habiendo escuchado esto de él, los monjes lo retendrían
en la mente”.
“Entonces escuchad, monjes, y prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, si los adherentes a los otros credos os preguntasen: ‘Amigos, ¿en qué están enraizadas
todas las cosas?... ¿Cuál es su consumación?’, vosotros deberíais responder esto:
“’Amigos, todas las cosas están enraizadas en el deseo. Todas ellas llegaron a existir mediante la
atención. Se originaron a partir del contacto. Convergen bajo la sensación. Les encabeza la
concentración. La atención consciente ejerce sobre ellas la autoridad. Les supervisa la sabiduría. Su
esencia es la liberación’.
“Si se os preguntase, monjes, así, de esta manera, es cómo deberíais responder a aquellos
adherentes de los otros credos”.
AN 8,84 Cora Sutta – Ladrón
Ocho características que hacen la diferencia entre ladrones.

[84] Monjes, poseyendo ocho factores, un ladrón experto se mete en problemas y no dura mucho.
¿Cuáles ocho? (i) Ataca a quien no le ha atacado. (ii) Roba sin dejar nada. (iii) Mata mujeres. (iv)
Viola niñas. (v) Roba a monjes. (vi) Roba el tesoro real. (vii) Trabaja en su propio vecindario. (viii)
No es diestro en esconder [su botín]. Poseyendo estos ocho factores, un ladrón experto se mete en
problemas y no dura mucho.
Monjes, poseyendo ocho factores un ladrón experto no se mete en problemas y dura mucho.
¿Cuáles ocho? (i) No ataca a quien no le ha atacado. (ii) No roba sin dejar nada. (iii) No mata
mujeres. (iv) No viola niñas. (v) No roba a monjes. (vi) No roba el tesoro real. (vii) No trabaja en su
propio vecindario. (viii) Es diestro en esconder [su botín]. Poseyendo estos ocho factores, un ladrón
experto no se mete en problemas y dura mucho.

AN 8,85 {17A8.2.4.5,85} Samana Sutta – Asceta

Ocho nombres, a través de los cuales se puede denominar al Buda.

[85] {85} “Monjes, ‘asceta’ es la designación del Tathagata, el Arahant, el Perfectamente


Iluminado. ‘Brahmán’… ‘Sanador’… ‘Maestro del conocimiento’… ‘Uno sin mancha’… ‘Uno de
acero’… ‘Conocedor’… ‘Liberado’ es la designación del Tathagata, el Arahant, el Perfectamente
Iluminado”.
Aquel supremo estado a ser alcanzado por un asceta,
Por un brahmán que vivió la vida santa,
A ser alcanzado por un maestro del conocimiento y sanador,
Aquel estado supremo a ser alcanzado por alguien sin mancha,
Por alguien de acero que ha sido purificado,
A ser alcanzado por el conocedor, por alguien liberado,
[Por sobre todos] yo he triunfado en la batalla;
Libre, libero a otros de la esclavitud.
Soy un naga, completamente amansado,
Uno que está más allá del entrenamiento, que alcanzó el Nibbana.
AN 8,86 Yasa [Nagita] Sutta – Nagita

El Buda expresa, a su asistente Nagita, el aprecio que tiene por la soledad y su rechazo a la fama y
los elogios.

[86] En cierta ocasión, cuando el Bienaventurado hacia un recorrido entre los kosalas, junto con un
gran Sangha de monjes, llegó a la aldea brahmán kosala llamada Icchanangala. Allí el
Bienaventurado se estableció en la floresta del bosque de Icchanangala. [Entonces] los hombres de
hogar brahmanes de Icchanangala escucharon:
"Se dice que el asceta Gotama, el hijo de los sakias —salido de una familia sakia—, ha llegado a
Icchanangala y está morando en la floresta de Icchanangala. Buenas noticias circulan sobre este
Maestro Gotama: que el Bienaventurado es un arahant, perfectamente iluminado… [como en AN
6,42]… y pone de manifiesto una vida espiritual que es perfectamente completa y pura. Ahora bien,
es bueno ver a tales arahants".
Cuando la noche pasó, los hombres hogareños brahmanes de Icchanangala llevando alimentos de
diversos tipos en abundancia, se dirigieron a la floresta del bosque de Icchanangala. [Entonces]
permaneciendo de pie en la entrada, se quedaron haciendo gran bullicio y alboroto. Ahora bien, en
aquella ocasión el Venerable Nagita era el asistente del Bienaventurado. Dirigiéndose al Venerable
Nagita, el Bienaventurado preguntó:
"¿Quién hace tal bullicio y alboroto, Nagita? Uno podría pensar que son pescadores en faena de
pesca".
"Venerable Señor, son los hombres hogareños brahmanes de Icchanangala trayendo alimento de
diversos tipos en abundancia. Permanecen de pie fuera de la entrada, [deseando ofrecerla] al
Bienaventurado y al Sangha de monjes".
"Que nunca la fama me alcance, Nagita, y que nunca pueda atraparme. Uno que no gana a voluntad,
sin problemas o dificultades, esta dicha de la renuncia, esta dicha de la soledad, de la paz, de la
iluminación —que yo he ganado a voluntad, sin problemas ni dificultades—, podría aceptar este
placer vil, este placer indolente de la ganancia, el honor y los elogios".
"Que el Bienaventurado dé ahora su consentimiento, Venerable, que el Afortunado dé su
aprobación. Este es el momento para que el Bienaventurado acceda. Dondequiera que el
Bienaventurado vaya, los hombres hogareños brahmanes del campo y la ciudad se inclinarán en la
misma dirección. Así como al caer gruesas gotas de lluvia, el agua fluye pendiente abajo, así
también, donde el Bienaventurado vaya, los hombres hogareños brahmanes del campo y la ciudad
se inclinará en la misma dirección. ¿Por qué razón? Por el comportamiento virtuoso y sabio del
Bienaventurado".
"Que nunca la fama me alcance, Nagita, y que nunca pueda atraparme. Uno que no gana a voluntad,
sin problemas o dificultades, esta dicha de la renuncia… podría aceptar este placer vil, este placer
indolente de la ganancia, el honor y los elogios".
"Incluso algunas deidades, Nagita, no puedan ganar a voluntad, sin problemas o dificultades, esta
dicha de la renuncia, esta dicha de la soledad, de la paz, de la iluminación, que yo he ganado a
voluntad…
(i) "Nagita, cuando vienen juntos y unidos, con la intención de compañía, se me ocurre: 'Sin duda
estos venerables no han ganado a voluntad, sin problemas o dificultades, esta dicha de la renuncia,
esta dicha de la soledad, de la paz, de la iluminación —que yo he ganado a voluntad, sin problemas
ni dificultades—, por cuanto vienen juntos y unidos, con la intención de compañía'.
(ii) "Nagita, veo monjes riendo y jugando, pinchándose unos a otros con los dedos. Entonces se me
ocurre: 'Sin duda estos venerables no han ganado a voluntad, sin problemas o dificultades, esta
dicha de la renuncia… porque estos venerables ríen y juegan, pinchándose unos a otros con los
dedos'.
(iii) "Nagita, veo monjes que después de haber comido todo lo que quieren, hasta repletar sus
estómagos, ceden al placer del descanso, al placer de la pereza, al placer del sueño. Entonces se me
ocurre: 'Sin duda estos venerables no han ganado a voluntad, sin problemas o dificultades, esta
dicha de la renuncia… por cuanto comen todo lo que quieren hasta repletar sus estómagos, ceden al
placer del descanso, al placer de la pereza y al placer del sueño'.
(iv) "Nagita, veo a un monje morando en las afueras de una aldea, sentado en un estado de
concentración. Entonces se me ocurre: 'Ahora bien, un asistente del monasterio o un novicio podría
venir a este venerable y ser la causa de que falle en su concentración'. Por esta razón, no me
complace la morada de este monje en las afueras de la aldea.
(v) "Nagita, veo a un monje morador del bosque sentado aletargadamente en el bosque. Entonces se
me ocurre: 'Ahora bien, este venerable podría disipar la somnolencia y la fatiga, atendiendo
únicamente a las percepciones del bosque, [en un estado de] unidad'. Por esta razón, me complace la
morada de este monje en el bosque.
(vi) "Nagita, veo a un monje morador del bosque sentado en el bosque, en un estado de no-
concentración. Entonces se me ocurre: 'Ahora bien, este venerable podría concentrar su mente no-
concentrada o resguardar su mente ya concentrada'. Por esta razón, me complace la morada de este
monje en el bosque.
(vii) "Nagita, veo a un monje morador del bosque sentado en el bosque, en un estado de
concentración. Entonces se me ocurre: 'Ahora bien, este venerable podría liberar su mente no-
liberada o resguardar su mente ya liberada. Por esta razón, me complace la morada de este monje en
el bosque.
(viii) "Nagita, cuando viajo por un camino y no veo a nadie por delante o detrás de mí, incluso si es
únicamente con el propósito de defecar y orinar, en esa ocasión estoy a gusto".
AN 8,87-90 Pattanikujjana, Appasadapavedaniya,
Patisaraniya y Sammavattana Sutta – El cuenco de limosnas,
Falta de confianza, Reconciliación y Comportamiento

Características que hacen a monjes y laicos dignos de mutuo respeto y sana convivencia.

AN 8,87 Pattanikujjana Sutta – El cuenco de limosnas


[87] "Monjes, cuando un seguidor laico posee ocho características, el Sangha —si lo desea—,
puede poner boca abajo el cuenco de limosnas. ¿Cuáles ocho? (i) Él intenta evitar que los monjes
adquieran ganancias; (ii) trata de hacer daño a los monjes, (iii) intenta evitar que los monjes residan
[en un lugar determinado]; (iv) insulta y denigra a los monjes; (v) divide a los monjes unos contra
otros; (vi) habla con desprecio del Buda; (vii) habla con desprecio del Dhamma; (viii) habla con
desprecio del Sangha. Cuando un seguidor laico posee estas ocho características, el Sangha —si lo
desea—, puede poner boca abajo el cuenco de limosnas [1].
"Monjes, cuando un seguidor laico posee ocho cualidades, el Sangha —si lo desea—, puede poner
boca arriba el cuenco de limosnas. ¿Cuáles ocho? (i) Él no intenta evitar que los monjes adquieran
ganancias; (ii) no trata de hacer daño a los monjes, (iii) no intenta evitar que los monjes residan [en
un lugar determinado]; (iv) no insulta ni denigra a los monjes; (v) no divide a los monjes unos
contra otros; (vi) habla con aprecio del Buda; (vii) habla con aprecio del Dhamma; (viii) habla con
aprecio del Sangha. Cuando un seguidor laico posee estas ocho cualidades, el Sangha —si lo desea
—, puede poner boca arriba el cuenco de limosnas".

AN 8,88 Appasadapavedaniya Sutta – Falta de confianza


[88] "Monjes, cuando un monje posee ocho características, los seguidores laicos —si lo desean—,
pueden proclamar su falta de confianza en él ¿Cuáles ocho? (i) Él intenta evitar que los laicos
adquieran ganancias; (ii) trata de hacer daño a los laicos, (iii) insulta y denigra a los laicos; (iv)
divide a los laicos unos contra otros; (v) habla con desprecio del Buda; (vi) habla con desprecio del
Dhamma; (vii) habla con desprecio del Sangha; (viii) hace uso de recursos inapropiados. Cuando un
monje posee estas ocho características, los seguidores laicos —si lo desean—, pueden proclamar su
falta de confianza en él.
"Monjes, cuando un monje posee ocho cualidades, los seguidores laicos —si lo desean—, pueden
proclamar su confianza en él ¿Cuáles ocho? (i) Él no intenta evitar que los laicos adquieran
ganancias; (ii) no trata de hacer daño a los laicos, (iii) no insulta ni denigra a los laicos; (iv) no
divide a los laicos unos contra otros; (v) habla con aprecio del Buda; (vi) habla con aprecio del
Dhamma; (vii) habla con aprecio del Sangha; (viii) hace uso de los recursos apropiados. Cuando un
monje posee estas ocho cualidades, los seguidores laicos —si lo desean—, pueden proclamar su
confianza en él”.

AN 8,89 Patisaraniya Sutta – Reconciliación


[89] "Monjes, cuando un monje posee ocho características, el Sangha —si lo desea—, puede
imponer sobre él un acto de reconciliación ¿Cuáles ocho? (i) Él intenta evitar que los laicos
adquieran ganancias; (ii) trata de hacer daño a los laicos, (iii) insulta y denigra a los laicos; (iv)
divide a los laicos unos contra otros; (v) habla con desprecio del Buda; (vi) habla con desprecio del
Dhamma; (vii) habla con desprecio del Sangha; (viii) no cumple una legítima promesa hecha a los
laicos. Cuando un monje posee estas ocho características, el Sangha —si lo desea—, puede imponer
sobre él un acto de reconciliación [2].
"Monjes, cuando un monje posee ocho cualidades, el Sangha —si lo desea—, puede revocar un acto
de reconciliación [que anteriormente se le ha impuesto] ¿Cuáles ocho? (i) Él no intenta evitar que
los laicos adquieran ganancias; (ii) no trata de hacer daño a los laicos, (iii) no insulta ni denigra a
los laicos; (iv) no divide a los laicos unos contra otros; (v) habla con aprecio del Buda; (vi) habla
con aprecio del Dhamma; (vii) habla con aprecio del Sangha; (viii) cumple una legítima promesa
hecha a los laicos”.

AN 8,90 Sammavattana Sutta – Comportamiento


[90] "Monjes, el monje acusado de una mala conducta agravada, debe comportarse correctamente
en relación a ocho principios. (i) Él no debe otorgar la ordenación completa; (ii) no debe dar la
dependencia [3]; (iii) no debe tener a un novicio asistiéndolo; (iv) no debe comprometerse para
exhortar a las monjas; (v) incluso si se comprometió, no debe exhortar a las monjas; (vi) no debe
aceptar ningún compromiso [para servir como oficiante] en el Sangha; (vii) no debe ocupar ningún
puesto de jefatura; (viii) no debe dar la rehabilitación [en el caso] de una ofensa raíz [4]. Un monje
acusado de una mala conducta agravada, debe comportarse correctamente en relación a estos ocho
principios".

NOTAS:
[1] La expresión indica el rechazo del Sangha a recibir la limosna de un laico de tal
comportamiento [nota del traductor].
[2] Patisaraniyakamma. Cuando el Sangha impone este “acto de reconciliación” el monje
transgresor debe presentarse ante el cabeza de familia ofendido —acompañado de otro bhikkhu— y
pedir disculpas. Si no logra ganar el perdón de la familia afectada, el monje compañero debe
intentar reconciliarlos [nota del traductor].
[3] Nissaya. Procedimiento prescrito en el Vinaya donde un monje novicio se hace aprendiz de un
monje mayor, generalmente su preceptor o maestro. El período de nissaya normalmente abarca los
primeros cinco años después de la ordenación formal del monje, pero puede extenderse si éste
necesita más tiempo para ganar competencia en el Dhamma [nota del traductor].
[4] Tam mulam katva abbhanakammam katum na labhati. Se sigue la sugerencia de Brahmali
Bhikkhu, que entiende esta oscura expresión pali como relacionada a la ofensa raíz u original,
aquella que condujo a la acusación formal de conducta agravada [nota del traductor].
AN 8,91-117 {17A8.2.5.1,91-17A8.2.5.26,116} Samanna Vagga
– Capítulo sobre el estado monacal

Enumeración de las mujeres a las cuales, según los Comentarios, el Buda entregó el mismo discurso
sobre uposatha.
[91-117] {91-116} Entonces la seguidora laica Bojjha… Sirima… Paduma… Sutana… Manuja…
Uttara… Mutta… Khema… Ruci… Cundi… Bimbi… Sumana… Mallika… Tissa… Tissamata…
Sona… la madre de Sonaya… [1] Kana… Kanamatta… Uttara Nandamata… Visakha
Migaramata… la seguidora laica Kjujjuttara… la seguidora laica Samavati… Suppavasa
Koliyadhita… la seguidora laica Suppiya… la mujer hogareña Nakulamata… [2].

NOTAS:
[1] Hago distinción entre “mata” cuando, en la versión del WTE, aparece junto con el nombre
propio y por separado: en primer caso asumo que forma parte del nombre propio de la mujer y lo
dejo sin traducir, en el segundo caso, lo traduzco como “la madre de…”.
[2] Según los Comentarios, estos 26 discursos (27 según las otras versiones del Canon Pali) deben
ser elaborados, de acuerdo con el modelo de AN 8,42.

AN 8,118-627 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia,


etc.

Esta serie repetitiva de suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete
contaminaciones, (2) diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto
a ellas y (3) tres clases de prácticas.

[118] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse ocho cosas.
Y, ¿cuáles son esas ocho? El recto punto de vista, la recta intención, la recta forma de hablar, la
recta acción, la recta forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención consciente y la recta
concentración. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse
estas ocho cosas.
[119] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse ocho cosas.
Y, ¿cuáles son esas ocho? Un perceptor de las formas de manera interna ve formas externamente
como limitadas, hermosas o feas. Habiéndolas superado, es un perceptor así: ‘Conozco y veo’. Un
perceptor de las formas de manera interna ve formas externamente como ilimitadas, hermosas o
feas. Habiéndolas superado, es un perceptor así: ‘Conozco y veo’. Un no-perceptor de las formas de
manera interna ve formas externamente como limitadas, hermosas o feas. Habiéndolas superado, es
un perceptor así: ‘Conozco y veo’. Un no-perceptor de las formas de manera interna ve formas
externamente como ilimitadas, hermosas o feas. Habiéndolas superado, es un perceptor así:
‘Conozco y veo’. Un no-perceptor de las formas de manera interna ve formas externamente como
azules, azules en el color, con el tono azul, con el tinte azul… amarillas, amarillas en el color, con el
tono amarillo, con el tinte amarillo… rojas, rojas en el color, con el tono rojo, con el tinte rojo…
blancas, blancas en el color, con el tono blanco, con el tinte blanco. Habiéndolas superado, es un
perceptor así: ‘Conozco y veo’. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han de
desarrollarse estas ocho cosas.
[120] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse ocho cosas.
Y, ¿cuáles son esas ocho? Un poseedor de forma, ve formas. Un no-perceptor de forma de manera
interna, ve formas externamente. Uno está enfocado exclusivamente en lo “hermoso”. Con la
completa superación de las percepciones de las formas, con la desaparición de la afectación
sensorial, con la desatención a la percepción de la diversidad, [percibiendo:] ‘el espacio es infinito’,
entra y permanece en la base de la infinitud del espacio. Con la completa superación de la base de la
infinitud del espacio, [percibiendo:] ‘la conciencia es infinita’, entra y permanece en la base de la
infinitud de la conciencia. Con la completa superación de la base de la infinitud de la conciencia,
[percibiendo:] ‘he aquí no hay nada', entra y permanece en la base de la nada. Con la completa
superación de la base de la nada, entra y permanece en la base de ni-percepción-ni-no-percepción.
Con la completa superación de la base de ni-percepción-ni-no-percepción, entra y permanece en el
cese de la percepción y sensación. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han
de desarrollarse estas ocho cosas.
[121-147] “Monjes, mediante la plena comprensión de la codicia… mediante la completa
destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el cese… el
renunciamiento… la dimisión de la codicia… han de desarrollarse estas ocho cosas.
[148-627] “Monjes, mediante el conocimiento directo… mediante la plena comprensión…
mediante la completa destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la
desaparición… el cese… el renunciamiento… la dimisión del odio… de la falsa ilusión… la ira…
la hostilidad… la denigración… la insolencia… la envidia… la avaricia… el engaño… la astucia…
la obstinación… la vehemencia… el orgullo… la arrogancia… la embriaguez… la negligencia han
de desarrollarse estas ocho cosas”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Exaltados, aquellos monjes se deleitaron en la declaración
del Bienaventurado.
9. Navakanipatapali - Libro con suttas dedicados a nueve
dhammas
Navakanipatapali - Libro de los nueve es la novena división del Anguttara Nikaya con los suttas que
contienen nueve particulares temas del Dhamma o la enseñanza del Buda, cada uno.

1. Pathamapannasaka - Primer grupo de los cincuenta


1.1. Sambodhivagga - Capítulo sobre auto-iluminación
AN 9,1 Sambodhi Sutta – Iluminación. El hecho de poseer amigos admirables, compañeros y
camaradas, es una parte esencial en el caminio hacia el Despertar.
AN 9,2 Nissaya Sutta – Ayuda. Los cinco poderes y cuatro clases de reflexión.
AN 9,3 Meghiya Sutta – Meghiya. Buda, al saber del fracaso meditativo de su asistente, le
enseña cinco cosas que hacen madurar la mente y cuatro objetos de meditación.
AN 9,4 Nandaka Sutta – Nandaka. Primero el Buda enseña las cuatro virtudes de un monje
y, luego, un monje sigue con la enseñanza sobre los cinco beneficios de escuchar el
Dhamma de manera oportuna.
AN 9,5 Bala Sutta – Poderes. Cuatro poderes para trascender a los cinco miedos.
AN 9,6 Sevana Sutta – Asociación. El Venerable Sariputta enseña una dicotómica manera de
interpretar las cosas beneficiosas y perjudiciales.
AN 9,7 Sutava Sutta – Sutava. Nueve transgresiones que un Arahant es incapaz de cometer.
AN 9,8-9 Sajjha y Puggala Sutta – Sajjha y Personas. Nueve cosas que un arahant no hace y
los nueve tipos de personas existentes en el mundo.
AN 9,10 Ahyneyya Sutta – Dignos de ofrendas. Nueve tipos de nobles personas: a los
habituales cuatro pares que se relacionan con los cuatro estados de la iluminación, aquí se
agrega también al “miembro del clan” (gotrabhu).

1.2. Sihanadavagga - Capítulo con el rugido de león


AN 9,11 Sihanada [Sariputta] Sutta – El rugido del león. El Venerable Sariputta señala, en
este sutta, como la atención consciente en el propio cuerpo es antídoto eficaz contra la
enemistad y mala voluntad.
AN 9,12 Saupadisesa Sutta – Con residuos remanentes. El Buda señala a Sariputta los nueve
tipos de personas que —a pesar de poseer un remanente de impurezas— se ven libres de un
mal renacimiento luego de la muerte.
AN 9,13 Kotthika Sutta – Kotthika. Conocer y experimentar las Cuatro Nobles Verdades es
el propósito del Sendero del Buda.
AN 9,14 Samiddhi Sutta – Samiddhi. El Venerable Samiddhi enumera los nueve factores
que dan origen y fin a intenciones y pensamientos.
AN 9,15 Ganda Sutta – Protuberancia. Un símil sobre la repugnancia del cuerpo.
AN 9,16 Sanna Sutta – Las percepciones. En este sutta se pone énfasis en las “percepciones”
(sanna) como objetos de meditación que, inicialmente, involucran una serie de reflexiones
que “culminan en lo inmortal, teniendo a lo inmortal como su consumación”.
AN 9,17 Kula Sutta – Familias. Nueve características que hacen que una familia sea digna, o
no, de que un monje se le acerque.
AN 9,18 Navamguposattha Sutta – Nueve factores del Uposatha. El Buda subraya la
importancia de la observancia del uposatha y los ocho preceptos relacionados con estos días,
a los cuales agrega la meditación del amor benevolente como el noveno factor.
AN 9,19 Devata Sutta – Deidades. Factores a cultivar que aseguran un renacimiento
superior.
AN 9,20 Velama Sutta – Velama. El Buda enseña a un padre de familia el valor de las
ofrendas y limosnas, señalando que el grado del mérito depende tanto de las características
del receptor como de la actitud interior del dador.

1.3. Sattavasa - Capítulo con los siete


AN 9,21 Tithana Sutta – Aspectos. Los valores de la gente de Uttarakuru, de los devas de
Tavatimsa y de la gente de Jambudipa.
AN 9,22 Assakhalunka Sutta – Potros salvajes. Tres clases de personas que son como los
potros salvajes, los buenos caballos y los excelentes caballos de pura sangre.
AN 9,23 Tanhamulaka Sutta – Ansia. Nueve insanos factores encadenados al ansia o anhelo,
raíz de la insatisfacción.
AN 9,24 Sattavasa Sutta – Moradas de los seres. Nueve planos de renacimiento de la
consciencia.
AN 9,25 Panna Sutta – Sabiduría. De lo que es capaz la mente de un arahant.
AN 9,26 Silayupa Sutta – Pilar de piedra. El Venerable Sariputta describe la
imperturbabilidad de un arahant de cara a los poderosos objetos sensoriales.
AN 9,27-28 Pathama y Dutiyavera Sutta – Enemistad. El Buda explica en qué consisten los
cinco peligros y enemistades, y los cuatro factores de alguien que entra en la corriente.
AN 9,29-30 Aghatavatthu Sutta y Aghatapativinaya Sutta – Discurso sobre el resentimiento
y Discurso sobre la remoción del resentimiento. En estos dos suttas el Buda enseña, primero,
las raíces del resentimiento y prescribe, luego, los métodos para disipar estas opiniones
destructivas.

AN 9,31 Anupubbaninirodha Sutta – El cese progresivo. Los elementos que van cesando en
cada uno de los logros meditativos.

1.4. Mahavagga - Gran Capítulo


AN 9,32 Anupubbvihara Sutta – Moradas progresivas. El mapa de los nueve progresivos
estados de meditación.

AN 9,33 Anupubbviharasampatti Sutta – El logro de las moradas progresivas. Nueve estados


mentales progresivos que constituyen logros meditativos.

AN 9,34 Nibbana Sutta – Nibbana. El Venerable Sariputta explica al Venerable Udayin


cómo hasta los estados mentales más exquisitamente refinados y hermosos están obstruidos
por el dukkha; solamente el Nibbana en sí mismo puede ser propiamente llamado
“felicidad”.

AN 9,35 Gaviupama Sutta – La vaca. Mediante el símil de una vaca tonta y otra sabia, el
Buda explica la diferencia entre un monje tonto –quién por más que alcanza el primer jhana
cae de él y no progresa- y el sabio, quién alcanza todos los logros meditativos y la liberación
final.

AN 9,36 Jhana Sutta – Jhana. La práctica meditativa de los jhanas y de los logros superiores, es
comparada con la práctica de los arqueros: la habilidad se logra con el tiempo y solamente a través
del continuo entrenamiento.
AN 9,37 Ananda Sutta – Ananda. En los sublimes estados de concentración las esferas
sensoriales están presentes para la conciencia propia, pero uno no toma nota de ellas.

AN 9,38 Lokayatika Sutta – Los nihilistas. El Buda explica a un par de brahmanes nihilistas
los nueve estados mentales progresivos que constituyen logros meditativos.

AN 9,39 Devasurasangama Sutta – Batalla entre los devas y los asuras. Usando las historias
de las batallas entre los seres de la mitología budista, el Buda ilustra la batalla espiritual que
el monje libra contra el Mal.

AN 9,40 Naga Sutta – El elefante. Usando el símil del elefante que se aleja de la manada
para estar mejor, el Buda exhorta a los monjes a buscar la soledad para alcanzar la liberación
definitiva.
AN 9,41 Tapussa Sutta – Tapussa. El Buda explica cómo un largo camino de la práctica de
meditación, culmina con la Iluminación de los seres que aprecian el valor del renunciamiento.

1.5. Samannavagga - Capítulo sobre la similitud


AN 9,42-51 Samanna Vagga – Capítulo sobre la similitud. Estos diez suttas, de elaboración similar,
muestran la importancia de la práctica de los jhanas en el logro de la meta final.
2. Dutiyapannasaka - Segundo grupo de los cincuenta
2.1. Khemavagga - Capítulo sobre la calma
AN 9,52-62 Khemma Vagga – Capítulo sobre la seguridad. Los nueve logros meditativos se
combinan aquí con las distintas denominaciones de la meta final.

2.2. Satipatthanavagga - Capítulo sobre aplicación de la atención consciente


AN 9,63 Sikkhadubbala Sutta – El entrenamiento. Los cuatro establecimientos de la
atención consciente ayudan a abandonar los cinco contratiempos en el entrenamiento.
AN 9,64 Nivarana Sutta – Impedimentos. Los cuatro establecimientos de la atención
consciente ayudan a abandonar los cinco impedimentos meditativos.
AN 9,65 Kamaguna Sutta – Placer sensual. Los cuatro establecimientos de la atención
consciente ayudan a abandonar los cinco objetos del placer sensual.
AN 9,66 Upadanakkhandha Sutta – Cúmulos del apego. Los cuatro establecimientos de la
atención consciente ayudan a abandonar los cinco cúmulos del apego.
AN 9,67 Orambhagiya Sutta – Grilletes menores. Los cuatro establecimientos de la atención
consciente ayudan a abandonar los cinco grilletes menores.
AN 9,68 Gati Sutta – Los destinos. Los cuatro establecimientos de la atención consciente
ayudan a abandonar los cinco destinos.
AN 9,69 Macchariya Sutta – Avaricia. Los cuatro establecimientos de la atención consciente
ayudan a abandonar las cinco clases de avaricia.
AN 9,70 Uddhambhagiya Sutta – Grilletes superiores. Los cuatro establecimientos de la
atención consciente ayudan a abandonar los cinco grilletes superiores.
AN 9,71 Cetokhila Sutta – Aridez mental. Los cuatro establecimientos de la atención
consciente ayudan a abandonar las cinco clases de aridez mental.
AN 9,72 Cetasovinibandha Sutta – Esclavitud de la mente. Los cuatro establecimientos de la
atención consciente ayudan a abandonar las cinco esclavitudes mentales.
AN 9,73-82 Sammappadhana Vagga – Capítulo sobre los rectos esfuerzos. Combinaciones
de las contaminaciones y el factor del recto esfuerzo.

2.3. Sammappadhanavagga - Capítulo sobre los rectos esfuerzos


AN 9,83-92 Iddhipada Vagga – Capítulo sobre las bases del poder espiritual. Combinaciones
de las contaminaciones y el factor de la base del poder espiritual.

2.4. Iddhipadavagga - Capítulo sobre las bases del poder espiritual

2.5. Ragapeyyala - Serie repetitiva sobre el apego


AN 9,93-432 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia, etc. Esta serie repetitiva de
suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete contaminaciones, (2)
diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto a ellas y (3)
dos clases de prácticas.

AN 9,1 {17A9.1.1.1,1} Sambhodi Sutta – Iluminación

El hecho de poseer amigos admirables, compañeros y camaradas, es una parte esencial en el


caminio hacia el Despertar.
[1] {1} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda Jeta
del parque de Anathapindika, cerca de Savatthi. Allí él se dirigió a los monjes así: “Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Si los ascetas errantes de los otros credos os preguntasen: ‘amigos, ¿cuál es la causa próxima para
el desarrollo de las ayudas de la iluminación [1]?’, ¿qué es lo que les responderíais?”
“Venerable Señor, nosotros estamos arraigados en las enseñanzas del Bienaventurado, las cuales son
nuestra guía y protección. Sería bueno que el Bienaventurado mismo nos explicara el significado de
sus palabras. Habiendo escuchado esto de la boca del Bienaventurado, los monjes se van a acordar
de su respuesta”.
“En este caso, monjes, escuchad y prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes. Entonces, el Bienaventurado dijo:
“Si los ascetas errantes de los otros credos os preguntasen: ‘amigos, ¿cuál es la causa próxima para
el desarrollo de las ayudas de la iluminación?’, deberíais responder así: ‘He aquí el caso del monje
que tiene admirables amigos, admirables compañeros y admirables camaradas. Esta es la primera
causa próxima para el desarrollo de las ayudas de la iluminación.
“’Además, amigos, el monje es virtuoso. Mora restringiéndose de acuerdo al Patimokkha, siendo su
conducta y sus actividades intachables. Se entrena a sí mismo habiendo asumido las reglas del
entrenamiento, viendo el peligro en la más mínima falta. Esta es la segunda causa próxima para el
desarrollo de las ayudas de la iluminación.
“’Además, amigos, el monje consigue a voluntad, fácilmente y sin dificultad hablar solamente lo
que es veraz y lo que conduce a la apertura hacia el despertar, o sea, habla sobre la modestia, el
contentamiento, la reclusión, sobre lo que no es enredado, lo que suscita a la persistencia, sobre la
virtud, la concentración, el discernimiento, la liberación y sobre el conocimiento y la visión de la
liberación. Esta es la tercera causa próxima para el desarrollo de las ayudas de la iluminación.
“’Además, amigos, el monje se mantiene persistente en abandonar a los estados mentales
perjudiciales y a tener aquellos que son beneficiosos. Es categórico y rotundo en este esfuerzo, no
rehúye a sus tareas referentes a los beneficiosos estados mentales. Esta es la cuarta causa próxima
para el desarrollo de las ayudas de la iluminación.
“’Además, amigos, el monje es criterioso, dotado del discernimiento sobre lo que aparece y deja de
ser –un discernimiento noble, penetrante, que conduce al completo fin de la insatisfacción. Esta es
la quinta causa próxima para el desarrollo de las ayudas de la iluminación.’
“Monjes, cuando el monje tiene admirables amigos, admirables compañeros y admirables
camaradas, entonces es de esperar que sea virtuoso, que more restringiéndose de acuerdo al
Patimokkha, que su conducta y sus actividades sean intachables, que se entrene a sí mismo
habiendo asumido las reglas del entrenamiento y que vea el peligro en la más mínima falta.
“Monjes, cuando el monje tiene admirables amigos, admirables compañeros y admirables
camaradas, entonces es de esperar que consiga a voluntad, fácilmente y sin dificultad hablar
solamente lo que es veraz y lo que conduce a la apertura hacia el despertar, o sea, hablará sobre la
modestia, el contentamiento, la reclusión, sobre lo que no es enredado, lo que suscita a la
persistencia, sobre la virtud, la concentración, el discernimiento, la liberación y sobre el
conocimiento y la visión de la liberación.
“Monjes, cuando el monje tiene admirables amigos, admirables compañeros y admirables
camaradas, entonces es de esperar que se mantenga persistente en abandonar a los estados mentales
perjudiciales y a tener los que son beneficioso. Que sea categórico y rotundo en este esfuerzo, no
rehúya a sus tareas referentes a los beneficiosos estados mentales.
“Monjes, cuando el monje tiene admirables amigos, admirables compañeros y admirables
camaradas, entonces es de esperar que sea criterioso, dotado del discernimiento sobre lo que
aparece y deja de ser –un discernimiento noble, penetrante, que conduce al completo fin de la
insatisfacción.
“Monjes, cuando el monje se establece en estas cinco cualidades, he aquí que cuatro cualidades
adicionales deberían desarrollarse: debería desarrollar la contemplación de lo repulsivo para que, de
esta manera, abandone la lujuria. Debería desarrollar la bondad para que, de esta manera, abandone
la maldad. Debería desarrollar la atención consciente en la respiración para que, de esta manera,
abandone las distracciones. Debería desarrollar la percepción de la transitoriedad para que, de esta
manera, desarraigue la presunción del ‘yo’. Para el monje que percibe la transitoriedad, la
percepción del ‘no-yo’ se vuelve firme. Y alguien que percibe al ‘no-yo’ y desarraiga la presunción
del ‘yo’, alcanza el Nibbana aquí y ahora.”

NOTA:
[1] Se trata de 37 cualidades mentales que llevan a la Iluminación (bodhipakkhiyadhamma ) ,
agrupadas en siete conjuntos, constituyen un listado de elementos más importantes de la enseñanza
budista, confeccionado por el mismo Buda.

AN 9,2 Nissaya Sutta – Ayuda


Los cinco poderes y cuatro clases de reflexión.

[2] Entonces, cierto monje se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le
dijo: “Esto se ha dicho, Venerable Señor, ‘equipado con las ayudas, equipado con las ayudas’. ¿De
qué manera un monje está equipado con las ayudas?”.
“Monje, si un monje, apoyado por la fe, abandona lo perjudicial y desarrolla lo beneficioso, lo
perjudicial realmente es abandonado por él. Si un monje, apoyado por la vergüenza moral…
apoyado por el temor moral… apoyado por la energía… apoyado por la sabiduría, abandona lo
perjudicial y desarrolla lo beneficioso, lo perjudicial realmente es abandonado por él. El monje ha
abandonado y bien abandonado lo perjudicial cuando lo abandonó viéndolo con la noble visión.
“Establecido en estas cinco cosas, aquel monje debe apoyarse en cuatro cosas. Y, ¿cuáles son esas
cuatro? He aquí, habiendo reflexionado, el monje usa algunas cosas; habiendo reflexionado,
pacientemente se consolida en algunas cosas; habiendo reflexionado, evita algunas cosas y,
habiendo reflexionado, disipa algunas cosas.
“De esta manera, monje, aquel monje está equipado con las ayudas”.

AN 9,3 Meghiya Sutta – Meghiya

Buda, al saber del fracaso meditativo de su asistente, le enseña cinco cosas que hacen madurar la
mente y cuatro objetos de meditación.

[3] Esto he escuchado:


En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el monte Calika, cerca de Calika. En esa
época el Venerable Meghiya fue el ayudante del Bienaventurado. Entonces el Venerable Meghiya se
acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, me gustaría entrar en Jantugama por la comida de las limosnas”.
“Puedes hacerlo, Meghiya, de acuerdo con lo que te sea conveniente”.
Entonces, por la mañana temprano, el Venerable Meghiya se vistió, tomó su cuenco y hábito
exterior, y entró en Jantugama por la comida de las limosnas. Después de haber recorrido
Jantugama en búsqueda de la comida de las limosnas, después de su comida, retornó de su recorrido
por la comida de las limosnas y se dirigió a la orilla del río Kimikala. Mientras caminaba y recorría
la orilla del río Kimikala para hacer ejercicios, el Venerable Meghiya vio una encantadora y
deleitosa arboleda de mangos. Entonces se le ocurrió esto: ‘Esta arboleda de mangos es realmente
encantadora y deleitosa, adecuada para el esfuerzo del hombre de clan que aspira esforzarse. Si el
Bienaventurado me lo permitiera, volvería a esta arboleda de mangos para esforzarme'”.
Acto seguido, el Venerable Meghiya se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un
lado y le dijo: “Esta mañana temprano me vestí, tomé mi cuenco y hábito exterior… [lo mismo que
en el párrafo anterior, pero narrado en primera persona]… Si el Bienaventurado me lo permitiera,
volvería a esa arboleda de mangos para esforzarme'. Así que, si el Bienaventurado me lo permitiera,
volvería a esa arboleda de mangos para esforzarme”.
“Ya que estamos solos, Meghiya, espera hasta que venga algún otro monje”.
Y por segunda vez el Venerable Meghiya dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, para el
Bienaventurado no hay nada más qué hacer y no [hay necesidad de] incrementar lo que ya ha sido
hecho. Sin embargo yo, Venerable Señor, tengo algo más qué hacer y también [hay necesidad de]
incrementar lo que ya ha sido hecho. Así que, si el Bienaventurado me lo permitiera, volvería a esa
arboleda de mangos para esforzarme”.
“Ya que estamos solos, Meghiya, espera hasta que venga algún otro monje”.
Y por tercera vez el Venerable Meghiya dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, para el
Bienaventurado no hay nada más qué hacer y no [hay necesidad de] incrementar lo que ya ha sido
hecho. Sin embargo yo, Venerable Señor, tengo algo más qué hacer y también [hay necesidad de]
incrementar lo que ya ha sido hecho. Así que, si el Bienaventurado me lo permitiera, volvería a esa
arboleda de mangos para esforzarme”.
“Puesto que hablas del esfuerzo, Meghiya, ¿qué es lo que puedo decir? Puedes ir de acuerdo con lo
que te sea conveniente”.
Acto seguido, el Venerable Meghiya se levantó de su asiento, rindió homenaje al Bienaventurado y,
procurando que el Bienaventurado quedase siempre a su lado derecho, se fue a la arboleda de
mangos. Al entrar allí se sentó al pie de un árbol para pasar el día. Entonces, mientras el Venerable
Meghiya estaba morando en la arboleda de mangos, tres clases de malos y perjudiciales
pensamientos se le ocurrían con frecuencia: pensamientos sensuales, pensamientos de
animadversión y pensamientos de hacer daño. Entonces se le ocurrió esto:
“Esto es increíble y asombroso: he renunciado por fe a la vida hogareña por el estilo de vida sin
hogar y, aún así, tres clases de malos y perjudiciales pensamientos me asechan con frecuencia:
pensamientos sensuales, pensamientos de animadversión y pensamientos de hacer daño”.
Acto seguido el Venerable Meghiya se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un
lado y le dijo: “He aquí, Venerable Señor, mientras estaba morando en la arboleda de mangos, tres
clases de malos y perjudiciales pensamientos se me ocurrían con frecuencia: pensamientos
sensuales, pensamientos de animadversión y pensamientos de hacer daño. Entonces se me ocurrió
esto: ‘Esto es increíble y asombroso: he renunciado por fe a la vida hogareña por el estilo de vida
sin hogar y aún así tres clases de malos y perjudiciales pensamientos me asechan con frecuencia:
pensamientos sensuales, pensamientos de animadversión y pensamientos de hacer daño'”.
“Meghiya, cuando la liberación de la mente aún no está madura, hay cinco cosas que conducen a su
maduración. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, Meghiya, el monje tiene buenos amigos, buenos compañeros, buenos camaradas. Cuando
la liberación de la mente aún no está madura, esta es la primera cosa que conduce a su maduración.
“Además, el monje es virtuoso: mora restringido por el Patimokkha, es poseedor de buena conducta
y el soporte, viendo peligro en la más mínima falta. Habiéndose comprometido con las reglas de
entrenamiento, se entrena en ellas. Cuando la liberación de la mente aún no está madura, esta es la
segunda cosa que conduce a su maduración.
“Además, llega a escuchar a voluntad, sin problema ni dificultad, las charlas concernientes a la vida
austera que conducen a la apertura del corazón, es decir, charlas sobre tener pocos deseos, sobre el
contentamiento, la reclusión, sobre no apegarse a otros, el surgimiento de la energía, la conducta
virtuosa, la concentración, la sabiduría, la liberación, y sobre el conocimiento y la visión de la
liberación. Cuando la liberación de la mente aún no está madura, esta es la tercera cosa que conduce
a su maduración.
“Además, el monje hace surgir la energía para abandonar los perjudiciales estados y adquirir los
beneficiosos; es fuerte, firme en su esfuerzo, no descansando en su tarea de cultivar los saludables
estados. Cuando la liberación de la mente aún no está madura, esta es la cuarta cosa que conduce a
su maduración.
“Además, el monje es sabio; posee la sabiduría que discierne el surgimiento y la desaparición, que
es noble, penetrante y conducente a la completa destrucción de la liberación. Cuando la liberación
de la mente aún no está madura, esta es la quinta cosa que conduce a su maduración.
“Meghiya, cuando el monje tiene buenos amigos, buenos compañeros, buenos camaradas, cabe
esperar de él que sea virtuoso: que more restringido por el Patimokkha… viendo peligro en la más
mínima falta.
“Además, cuando el monje tiene buenos amigos, buenos compañeros, buenos camaradas, cabe
esperar de él que llegue a escuchar a voluntad, sin problema ni dificultad, las charlas concernientes
a la vida austera que conducen a la apertura del corazón… sobre el conocimiento y la visión de la
liberación.
“Además, cuando el monje tiene buenos amigos, buenos compañeros, buenos camaradas, cabe
esperar de él que haga surgir la energía para abandonar los perjudiciales estados y adquirir los
beneficiosos… no descansando en su tarea de cultivar a los saludables estados.
“Además, cuando el monje tiene buenos amigos, buenos compañeros, buenos camaradas, cabe
esperar de él que sea sabio; que posea la sabiduría que discierne el surgimiento y la desaparición,
que es noble, penetrante y conducente a la completa destrucción de la liberación.
“Habiéndose establecido a sí mismo en estas cinco cosas, el monje debe desarrollar [otras] cuatro
cosas: [la percepción de] lo repugnante debe ser desarrollado para abandonar la codicia. El amor
benevolente debe ser desarrollado para abandonar la animadversión. La atención consciente debe
ser desarrollada para cortar los pensamientos. La percepción de la transitoriedad debe ser
desarrollada para erradicar la presunción del ‘yo soy’. Cuando uno percibe la transitoriedad, la
percepción del no-yo se estabiliza. Cuando uno percibe al no-yo, erradica la presunción del ‘yo
soy’, [lo cual es] el Nibbana en esta presente vida”.

AN 9,4 Nandaka Sutta – Nandaka


Primero el Buda enseña las cuatro virtudes de un monje y, luego, un monje sigue con la enseñanza
sobre los cinco beneficios de escuchar el Dhamma de manera oportuna.
[4] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, en el parque de
Anathapindica, cerca de Savatthi. Entonces el Venerable Nandaka estaba instruyendo, alentando,
inspirando y regocijando a los monjes en la asamblea, en medio del pabellón de las asambleas, con
una plática del Dhamma. Entonces, cuando se hizo de tarde, el Bienaventurado emergió de la
reclusión y se fue al pabellón de las asambleas. Allí se paró afuera, cerca de la puerta, esperando
que terminara la plática. Cuando supo que la plática terminó, se clarificó la garganta y dio un
golpecito en el perno. Acto seguido, los monjes le abrieron la puerta y el Bienaventurado entró al
pabellón de las asambleas, se sentó en el asiento que estaba preparado para él y dijo al Venerable
Nandaka: “Has ofrecido a los monjes una larga exposición del Dhamma. Ya me dolió la espalda
mientras esperaba afuera, cerca de la puerta, que la plática terminara”.
Cuando se dijo eso, el Venerable Nandaka, sintiéndo embarazo, dijo al Bienaventurado: “Venerable
Señor, no sabía que el Bienaventurado estaba afuera, cerca de la puerta. Si lo supiera, no hablaría
por tanto tiempo”.
Entonces, el Bienaventurado, habiendo comprendido la situación embarazosa del Venerable
Nandaka, le dijo:
“¡Pero está bien, muy bien Nandaka! Es propio para un miembro de clan como tú, para alguien que
ha salido de la vida hogareña por la fe para asumir un estilo de vida sin hogar, sentarse juntos con el
propósito de una plática del Dhamma. Nandaka, cuando estáis reunidos en medio de una asamblea,
debéis hacerlo solamente para uno de esos dos propósitos: compartir una plática del Dhamma o
mantener el noble silencio.
“Nandaka, un monje puede estar dotado de fe, pero no ser virtuoso; así está incompleto con respecto
a aquel factor. De modo que debería completar aquel factor [pensando]: ‘¿Cómo podría estar dotado
de fe y, al mismo tiempo, ser virtuoso?’. Porque cuando el monje está dotado de fe y, al mismo
tiempo, es virtuoso, entonces está completo con respecto a aquel factor.
“Además, un monje puede estar dotado de fe y ser virtuoso, pero no haber ganado la serenidad
mental interna; así está incompleto con respecto a aquel factor. De modo que debería completar
aquel factor [pensando]: ‘¿Cómo podría estar dotado de fe, ser virtuoso y, al mismo tiempo, ganar la
serenidad mental interna?’. Porque cuando el monje está dotado de fe, es virtuoso y, al mismo
tiempo, ganó la serenidad mental interna, entonces está completo con respecto a aquel factor.
“Además, un monje puede estar dotado de fe, ser virtuoso y haber ganado la serenidad mental
interna, pero no haber ganado la suprema visión de la penetración dentro de los fenómenos; así está
incompleto con respecto a aquel factor. Al igual que un animal de cuatro patas cojo, o con una pata
defectuosa, estaría incompleto con respecto a aquel miembro, así, también, cuando un monje está
dotado de fe, es virtuoso y ganó la serenidad mental interna, pero no ha ganado la suprema visión de
la penetración dentro de los fenómenos; así está incompleto con respecto a aquel factor. De modo
que debería completar aquel factor [pensando]: ‘¿Cómo podría estar dotado de fe, ser virtuoso,
haber ganado la serenidad mental interna y, al mismo tiempo, ganar la suprema visión de la
penetración dentro de los fenómenos?’. Porque cuando el monje está dotado de fe, es virtuoso, ganó
la serenidad mental interna y, al mismo tiempo, ganó la suprema visión de la penetración dentro de
los fenómenos, entonces está completo con respecto a aquel factor”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Habiendo dicho esto, el Sublime se levantó de su asiento e
ingresó a su morada. Entonces, no mucho tiempo después de que el Bienaventurado se hubiese ido,
el Venerable Nandaka se dirigió a los monjes así: “Amigos, justo antes de que se levantara de su
asiento e ingresara a su morada, el Bienaventurado nos reveló la perfecta y completa vida espiritual
en estos cuatro términos: ‘Nandaka, un monje puede estar dotado de fe, pero no ser virtuoso…
[Nandaka repite aquí el discurso del Buda].
“He aquí, amigos, estos cinco beneficios de escuchar el Dhamma de manera oportuna y discutir el
Dhamma de manera oportuna. Y, ¿cuáles son esos cinco?
“He aquí, amigos, el monje enseña a los monjes el Dhamma que es agradable en el comienzo,
agradable en el medio y agradable al final, con el recto significado y forma; revela una vida
espiritual que es perfecta, completa y pura. Siempre que el monje enseña a los monjes el Dhamma
que es agradable en el comienzo… revela una vida espiritual que es perfecta, completa y pura, de
esta manera el Maestro se convierte para él en alguien encantador y agradable, y es respetado y
estimado por él. Este es el primer beneficio de escuchar el Dhamma de manera oportuna y discutir
el Dhamma de manera oportuna.
“Además, el monje enseña a los monjes el Dhamma que es agradable en el comienzo, agradable en
el medio y agradable al final, con el recto significado y forma; revela una vida espiritual que es
perfecta, completa y pura. Siempre que el monje enseña a los monjes el Dhamma que es agradable
en el comienzo… revela una vida espiritual que es perfecta, completa y pura, de esta manera, en
relación con este Dhamma, experimenta inspiración en el significado e inspiración en el Dhamma.
Este es el segundo beneficio de escuchar el Dhamma de manera oportuna y discutir el Dhamma de
manera oportuna.
“Además, el monje enseña a los monjes el Dhamma que es agradable en el comienzo, agradable en
el medio y agradable al final, con el recto significado y forma; revela una vida espiritual que es
perfecta, completa y pura. Siempre que el monje enseña a los monjes el Dhamma que es agradable
en el comienzo… revela una vida espiritual que es perfecta, completa y pura, de esta manera, ve en
este Dhamma asuntos sustanciales y profundos, después de haberlos penetrado con sabiduría. Este
es el tercer beneficio de escuchar el Dhamma de manera oportuna y discutir el Dhamma de manera
oportuna.
“Además, el monje enseña a los monjes el Dhamma que es agradable en el comienzo, agradable en
el medio y agradable al final, con el recto significado y forma; revela una vida espiritual que es
perfecta, completa y pura. Siempre que el monje enseña a los monjes el Dhamma que es agradable
en el comienzo… revela una vida espiritual que es perfecta, completa y pura, de esta manera sus
compañeros monjes lo estiman más altamente [pensando]: ‘Ciertamente, este venerable se ha
realizado o se va a realizar. Este es el cuarto beneficio de escuchar el Dhamma de manera oportuna
y discutir el Dhamma de manera oportuna.
“Además, el monje enseña a los monjes el Dhamma que es agradable en el comienzo, agradable en
el medio y agradable al final, con el recto significado y forma; revela una vida espiritual que es
perfecta, completa y pura. Siempre que el monje enseña a los monjes el Dhamma que es agradable
en el comienzo… revela una vida espiritual que es perfecta, completa y pura; y escuchan este
Dhamma aquellos monjes que aún son aprendices, que todavía no alcanzaron el ideal en su corazón,
que viven aspirando la insuperable liberación de la esclavitud, hacen surgir la energía para alcanzar
lo aún no alcanzado, para lograr lo aún no logrado, para realizar lo aún no realizado. Y al escuchar
este Dhamma, aquellos monjes [llegan a ser] arahants, cuyas contaminaciones están destruidas, que
han vivido la vida espiritual, hicieron lo que se debía hacer, echaron la carga, alcanzaron su propia
meta, completamente destruyeron los grilletes de la existencia y están completamente liberados a
través del conocimiento final, siendo devotos simplemente a la placentera morada en esta presente
vida. Este es el quinto beneficio de escuchar el Dhamma de manera oportuna y discutir el Dhamma
de manera oportuna.
“Estos son los cinco beneficios de escuchar el Dhamma de manera oportuna y discutir el Dhamma
de manera oportuna”.
AN 9,5 Bala Sutta – Poderes

Cuatro poderes para trascender a los cinco miedos.

[5] “Monjes, he aquí estos cuatro poderes. Y, ¿cuáles son esos cuatro? El poder de la sabiduría, el
poder de la energía, el poder de la intachabilidad y el poder de sostener relaciones favorables.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la sabiduría? Uno ve claramente y explora con sabiduría aquellas
cualidades que son perjudiciales, contándolas entre las perjudiciales; aquellas que son beneficiosas,
las cuenta entre las beneficiosas; aquellas que son censurables, las cuenta entre las censurables;
aquellas que son irreprochables, las cuenta entre las irreprochables; aquellas que son oscuras, las
cuenta entre las oscuras; aquellas que son luminosas, las cuenta entre las luminosas; aquellas que no
deben ser cultivadas, las cuenta entre las que no deben ser cultivadas; aquellas que deben ser
cultivadas, las cuenta entre las que deben ser cultivadas; aquellas que no son dignas de un noble, las
cuenta entre las que no son dignas de un noble; aquellas que son dignas de un noble, las cuenta
entre las que son dignas de un noble. Este se llama el poder de la sabiduría.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la energía? Uno genera el deseo de abandonar aquellas cualidades
que son perjudiciales, contándolas entre las perjudiciales; aquellas que son censurables, las cuenta
entre las censurables; aquellas que son oscuras, las cuenta entre las oscuras; aquellas que no deben
ser cultivadas, las cuenta entre las que no deben ser cultivadas; aquellas que no son dignas de un
noble, las cuenta entre las que no son dignas de un noble. Uno hace el esfuerzo, hace surgir la
energía, aplica su mente y se esfuerza por eso. Además, uno genera el deseo de obtener aquellas
cualidades que son beneficiosas y las cuenta entre las beneficiosas; aquellas que son irreprochables
y las cuenta entre las irreprochables; aquellas que son luminosas y las cuenta entre las luminosas;
aquellas que deben ser cultivadas y las cuenta entre las que deben ser cultivadas; aquellas que son
dignas de un noble y las cuenta entre las que son dignas de un noble. Este se llama el poder de la
energía.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de la intachabilidad? He aquí, el noble discípulo se propone ser
intachable en las acciones corporales, verbales y mentales. Este se llama el poder de la
intachabilidad.
“Y, ¿qué es, monjes, el poder de sostener relaciones favorables? He aquí este cuádruple significado
de sostener favorables relaciones: el dar, el habla entrañable, la conducta beneficiosa y la
imparcialidad. Entre las dádivas, la mejor es la dádiva del Dhamma. Entre los tipos de habla
entrañable, el mejor es la repetida enseñanza del Dhamma dirigida a los que están interesados y
escuchan con oído presto. Entre los tipos de conducta beneficiosa, la mejor ocurre cuando uno
alienta, instala y establece a una persona sin fe, en la realización de la fe, a una persona inmoral, en
la realización de la conducta virtuosa, a una persona avara, en la realización de la generosidad y a
una persona tonta, en la realización de la sabiduría. Entre los tipos de imparcialidad, la mejor es que
el que entra-en-la-corriente es igual al que entra-en-la-corriente, el que una-vez-retorna es igual al
que una-vez-retorna, el que no-retorna es igual al que no-retorna, el Arahant es igual al Arahant.
Este se llama el poder de sostener relaciones favorables.
“Estos son, monjes, los cuatro poderes. Cuando un discípulo noble posee estos cuatro poderes, ha
trascendido los cinco temores. Y, ¿cuáles son esos cinco? El temor de [la pérdida] del modo de vida,
el temor de mala fama, el temor de la timidez en las asambleas, el temor a la muerte y el temor al
mal destino. El noble discípulo reflexiona así: ‘Yo no tengo temor de [la pérdida] de mi modo de
vida. ¿Por qué habría de tener miedo por mi modo de vida? Yo tengo los cuatro poderes: el poder de
la sabiduría, el poder de la energía, el poder de la intachabilidad y el poder de sostener relaciones
favorables. Una persona tonta podría tener temor por su modo de vida; una persona perezosa podría
tener temor por su modo de vida; una persona que se involucra en censurables acciones corporales,
verbales y mentales podría tener temor por su modo de vida; una persona que no sostiene relaciones
favorables podría tener temor por su modo de vida.
“’Yo no tengo temor de la mala fama… temor de la timidez en las asambleas… temor a la muerte…
temor al mal destino. ¿Por qué habría de tener miedo al mal destino? Yo tengo los cuatro poderes: el
poder de la sabiduría, el poder de la energía, el poder de la intachabilidad y el poder de sostener
relaciones favorables. Una persona tonta podría tener temor al mal destino; una persona perezosa
podría tener temor al mal destino; una persona que se involucra en censurables acciones corporales,
verbales y mentales podría tener temor al mal destino; una persona que no sostiene relaciones
favorables podría tener temor al mal destino’.
“Cuando un discípulo noble posee esos cuatro poderes, ha trascendido estos cinco temores”.

AN 9,6 Sevana Sutta – Asociación

El Venerable Sariputta enseña una dicotómica manera de interpretar las cosas beneficiosas y
perjudiciales.

[6] Estando allí, el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes: “Amigos, amigos”. ― “Sí, amigo”,
respondieron aquellos monjes y el Venerable Sariputta continuó:
“Las personas, amigos, deben ser comprendidas de dos maneras: aquellas con las que asociarse y
aquellas con las que no asociarse. Los hábitos también deben ser comprendidos de dos maneras:
aquellos que hay que usar y aquellos que no hay que usar. La comida de la limosna… Las
viviendas, también, deben ser comprendidas de dos maneras: aquellas que hay que usar y aquellas
que no hay que usar. Los pueblos y las ciudades deben ser comprendidos de dos maneras: aquellos
en los que apoyarse y aquellos en los que no apoyarse. Los países y las regiones deben ser
comprendidos de dos maneras: aquellos en los que apoyarse y aquellos en los que no apoyarse.
“Cuando se dijo: ‘Las personas, amigos, deben ser comprendidas de dos maneras: aquellas con las
que asociarse y aquellas con las que no asociarse’, ¿por qué razón se dijo esto? Si alguien sabe esto
de una persona: ‘Cuando me asocio con esta persona, los perjudiciales estados se incrementan y los
estados beneficiosos declinan; los requisitos de la vida que se deben obtener al hacer el
renunciamiento [a la vida hogareña] ―los hábitos, la comida de las limosnas, la vivienda y las
provisiones medicinales para la enfermedad―, se obtienen con dificultad, y la meta de la vida
ascética, en aras de la cual he salido de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar, no
llego a completar mediante el desarrollo’; entonces, en ese caso, uno debe apartarse de esta persona
todo el tiempo, de día y de noche, incluso sin despedirse de ella. Uno no debe continuar
siguiéndola.
“Si alguien sabe esto de una persona: ‘Cuando me asocio con esta persona, los perjudiciales estados
se incrementan y los estados beneficiosos declinan, pero los requisitos de la vida que se deben
obtener al hacer el renunciamiento [a la vida hogareña] ―los hábitos, la comida de las limosnas, la
vivienda y las provisiones medicinales para la enfermedad―, se obtienen sin dificultad, sin
embargo, con todo eso, la meta de la vida ascética, en aras de la cual he salido de la vida hogareña
para asumir el estilo de vida sin hogar, no llego a completar mediante el desarrollo’; entonces uno,
habiéndo reflexionado, debe apartarse de esta persona después de haberse despedido de ella. Uno no
debe continuar siguiéndola.
“Si alguien sabe esto de una persona: ‘Cuando me asocio con esta persona, los perjudiciales estados
declinan y los estados beneficiosos se incrementan, pero los requisitos de la vida que se deben
obtener al hacer el renunciamiento [a la vida hogareña] ―los hábitos, la comida de las limosnas, la
vivienda y las provisiones medicinales para la enfermedad―, se obtienen con dificultad, sin
embargo, con todo eso, la meta de la vida ascética, en aras de la cual he salido de la vida hogareña
para asumir el estilo de vida sin hogar, llego a completar mediante el desarrollo’; entonces uno,
habiéndo reflexionado, debe continuar siguiendo a esta persona. Uno no debe apartarse de ella.
“Si alguien sabe esto de una persona: ‘Cuando me asocio con esta persona, los perjudiciales estados
declinan y los estados beneficiosos se incrementan, los requisitos de la vida que se deben obtener al
hacer el renunciamiento [a la vida hogareña] ―los hábitos, la comida de las limosnas, la vivienda y
las provisiones medicinales para la enfermedad―, se obtienen sin dificultad, y la meta de la vida
ascética, en aras de la cual he salido de la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar,
llego a completar mediante el desarrollo’; entonces uno, debe seguir a esta persona toda la vida.
Uno no debe apartarse de ella, incluso si a uno le despiden.
“Cuando se dijo: ‘Las personas, amigos, deben ser comprendidas de dos maneras: aquellas con las
que asociarse y aquellas con las que no asociarse’, es por esto que se dijo.
“Cuando se dijo: ‘Los hábitos, amigos, también deben ser comprendidos de dos maneras: aquellos
que hay que usar y aquellos que no hay que usar’, ¿por qué razón se dijo esto? Si alguien sabe esto
de un hábito: ‘Cuando uso este hábito los perjudiciales estados se incrementan y los estados
beneficiosos declinan’, entonces no debe usar semejante hábito. Pero si alguien sabe esto de un
hábito: ‘Cuando uso este hábito los perjudiciales estados declinan y los estados beneficiosos se
incrementan’, entonces debe usar semejante hábito. Cuando se dijo: ‘Los hábitos, amigos, también
deben ser comprendidos de dos maneras: aquellos que hay que usar y aquellos que no hay que
usar’, es por esto que se dijo.
“Cuando se dijo: ‘La comida de las limosnas, amigos, también debe ser comprendida de dos
maneras: aquella que hay que usar y aquella que no hay que usar’, ¿por qué razón se dijo esto? Si
alguien sabe esto de una comida de las limosnas: ‘Cuando uso esta comida de las limosnas los
perjudiciales estados se incrementan y los estados beneficiosos declinan’, entonces no debe usar
semejante comida de las limosnas. Pero si alguien sabe esto de una comida de las limosnas:
‘Cuando uso esta comida de las limosnas los perjudiciales estados declinan y los estados
beneficiosos se incrementan’, entonces debe usar semejante comida de las limosnas. Cuando se
dijo: ‘La comida de las limosnas, amigos, también deben ser comprendida de dos maneras: aquella
que hay que usar y aquella que no hay que usar’, es por esto que se dijo.
“Cuando se dijo: ‘Las viviendas, amigos, también deben ser comprendidas de dos maneras: aquellas
que hay que usar y aquellas que no hay que usar’, ¿por qué razón se dijo esto? Si alguien sabe esto
de una vivienda: ‘Cuando uso esta vivienda los perjudiciales estados se incrementan y los estados
beneficiosos declinan’, entonces no debe usar semejante vivienda. Pero si alguien sabe esto de una
vivienda: ‘Cuando uso esta vivienda los perjudiciales estados declinan y los estados beneficiosos se
incrementan’, entonces debe usar semejante vivienda. Cuando se dijo: ‘Las viviendas, amigos,
también deben ser comprendidas de dos maneras: aquellas que hay que usar y aquellas que no hay
que usar’, es por esto que se dijo.
“Cuando se dijo: ‘Los pueblos y las ciudades, amigos, deben ser comprendidos de dos maneras:
aquellos en los que apoyarse y aquellos en los que no apoyarse’, ¿por qué razón se dijo esto? Si
alguien sabe esto de un pueblo o una ciudad: ‘Cuando me apoyo en este pueblo o en esta ciudad, los
perjudiciales estados se incrementan y los estados beneficiosos declinan’, entonces no debe
apoyarse en este pueblo o en esta ciudad. Pero si alguien sabe esto de un pueblo o una ciudad:
‘Cuando me apoyo en este pueblo o en esta ciudad, los perjudiciales estados declinan y los estados
beneficiosos se incrementan’, entonces debe apoyarse en este pueblo o en esta ciudad. Cuando se
dijo: ‘Los pueblos y las ciudades, amigos, deben ser comprendidos de dos maneras: aquellos en los
que apoyarse y aquellos en los que no apoyarse’, es por esto que se dijo.
“Cuando se dijo: ‘Los países y las regiones, amigos, deben ser comprendidos de dos maneras:
aquellos en los que apoyarse y aquellos en los que no apoyarse’, ¿por qué razón se dijo esto? Si
alguien sabe esto de un país o una región: ‘Cuando me apoyo en este país o en esta región, los
perjudiciales estados se incrementan y los estados beneficiosos declinan’, entonces no debe
apoyarse en este país o en esta región. Pero si alguien sabe esto de un país o una región: ‘Cuando
me apoyo en este país o en esta región, los perjudiciales estados declinan y los estados beneficiosos
se incrementan’, entonces debe apoyarse en este país o en esta región. Cuando se dijo: ‘Los países y
las regiones, amigos, deben ser comprendidos de dos maneras: aquellos en los que apoyarse y
aquellos en los que no apoyarse’, es por esto que se dijo”.

AN 9,7 Sutava Sutta – Sutava


Nueve transgresiones que un Arahant es incapaz de cometer.

[7] Esto he escuchado:


En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el monte Pico de Buitre, cerca de Rajagaha.
Entonces el asceta mendigante Sutava se acercó al Bienaventurado e intercambió con él cordiales
saludos. Cuando concluyeron sus amables y cordiales charlas, se sentó a un lado y dijo al
Bienaventurado:
“Venerable Señor, en una ocasión el Bienaventurado estaba morando aquí en el monte Pico de
Buitre, cerca de Rajagaja cuando escuché en presencia del Bienaventurado esto: ‘Sutava, el monje
que es un Arahant, alguien, cuyas contaminaciones han sido destruidas, que ha vivido la vida
espiritual, realizó lo que había que hacer, echó la carga, alcanzó su propia meta, destruyó los
grilletes de la existencia por completo y fue liberado completamente a través del conocimiento
final, es incapaz de transgredir en estos nueve casos: es incapaz de privar intencionalmente de la
vida a un ser vivo; es incapaz, como si fuera un ladrón, de tomar algo que no le ha sido dado; es
incapaz de involucrarse en una relación sexual; es incapaz de decir voluntariamente una mentira; es
incapaz de acumular cosas en aras de disfrutar de los placeres sensuales tal como lo hacía en el
pasado cuando era laico’. Venerable Señor, ¿escuché esto correctamente de parte del
Bienaventurado, lo mantuve correctamente, lo atendí correctamente, lo recuerdo correctamente?”.
“Sí, Sutava, lo escuchaste correctamente, lo mantuviste correctamente, lo atendiste correctamente,
lo recuerdas correctamente. En el pasado, al igual que hoy, digo esto: ‘El monje que es un Arahant,
alguien, cuyas contaminaciones han sido destruidas, que ha vivido la vida espiritual, realizó lo que
había que hacer, echó la carga, alcanzó su propia meta, destruyó los grilletes de la existencia por
completo y fue liberado completamente a través del conocimiento final, es incapaz de transgredir en
estos nueve casos: es incapaz de privar intencionalmente de la vida a un ser vivo; es incapaz, como
si fuera un ladrón, de tomar algo que no le ha sido dado; es incapaz de involucrarse en una relación
sexual; es incapaz de decir voluntariamente una mentira; es incapaz de acumular cosas en aras de
disfrutar de los placeres sensuales tal como lo hacía en el pasado cuando era laico; es incapaz de
rechazar a un Buda; es incapaz de rechazar al Dhamma; es incapaz de rechazar al Sangha; es
incapaz de rechazar el entrenamiento’. Sutava, en el pasado, al igual que hoy, digo esto: ‘El monje
que es un Arahant, alguien, cuyas contaminaciones han sido destruidas, que ha vivido la vida
espiritual, realizó lo que había que hacer, echó la carga, alcanzó su propia meta, destruyó los
grilletes de la existencia por completo y fue liberado completamente a través del conocimiento
final, es incapaz de transgredir en estos nueve casos'”.

AN 9,8-9 Sajjha y Puggala Sutta – Sajjha y Personas

Nueve cosas que un arahant no hace y los nueve tipos de personas existentes en el mundo.

AN 9,8 Sajjha Sutta – Sajjha


[8] Así he oído. En cierta ocasión el Bienaventurado moraba en Rajagaha, en el monte Pico del
Buitre. Entonces Sajjha, el asceta errante, se acercó al Bienaventurado e intercambió saludos con él.
Cuando concluyeron los saludos y charla cordial, sentándose a un lado dijo al Bienaventurado:
"Venerable Señor, en una ocasión el Bienaventurado estaba morando aquí, en Rajagaha... [sigue
como en AN 9,7 con Sajjha como interlocutor]... Venerable Señor, ¿escuché esto correctamente de
parte del Bienaventurado, lo comprendí correctamente, lo atendí correctamente, lo recuerdo
correctamente?”.
“Así es, Sajjha, lo escuchaste correctamente, lo comprendiste correctamente, lo atendiste
correctamente, lo recuerdas correctamente. En el pasado, Sajjha, al igual que ahora, digo esto: ‘El
monje que es un arahant —alguien cuyas impurezas han sido destruidas… uno completamente
liberado a través del conocimiento final—, es incapaz de transgresión en estos nueve casos: (i) es
incapaz de privar, deliberadamente, a un ser viviente de la vida; (ii) es incapaz de apoderarse, como
si fuera un ladrón, de algo que no le ha sido dado; (iii) es incapaz de involucrarse en relación sexual
alguna; (iv) es incapaz de decir, deliberadamente, una mentira; (v) es incapaz de acumular cosas con
el propósito de disfrutar de los placeres sensuales, como lo hacía en el pasado, cuando era un laico;
(vi) es incapaz de adentrarse por la senda equivocada a causa del deseo; (vii) es incapaz de
adentrarse por la senda equivocada a causa del odio; (viii) es incapaz de adentrarse por la senda
equivocada a causa del error [ilusión]; (ix) es incapaz de adentrarse por la senda equivocada a causa
del temor'. Sajjha, tanto en el pasado como ahora digo esto: ‘El monje que es un arahant —alguien
cuyas impurezas han sido destruidas… uno completamente liberado a través del conocimiento final
—, es incapaz de transgresión en estos nueve casos'”.

AN 9,9 Puggala Sutta – Personas


[9] "Monjes, hay nueve clases de personas existentes en el mundo. ¿Cuáles nueve? (i) El arahant,
(ii) el que practica el arahantado, (iii) el que no-retorna, (iv) el que practica la realización del fruto
del no-retorno, (v) el que retorna-una-vez, (vi) el que practica la realización del fruto de retornar-
una-vez, (vii) el que entra-en-la-corriente, (viii) el que practica la realización del fruto de la entrada-
en-la-corriente y (ix) la persona mundana. Estas son las nueve clases de personas que existen en el
mundo".

AN 9,10 {17A9.1.1.10,10} Ahyneyya Sutta – Dignos de


ofrendas

Nueve tipos de nobles personas: a los habituales cuatro pares que se relacionan con los cuatro
estados de la iluminación, aquí se agrega también al “miembro del clan” (gotrabhu).

[10] {10} “Monjes, estas nueve personas son dignas de ofrendas, dignas de hospitalidad, dignas de
dádivas, dignas de reverenciales saludos y se convierten en un insuperable campo de méritos para el
mundo. Y, ¿cuáles son esas nueve? El arahant, alguien que practica para la realización del fruto del
arahantado; el que no-retorna, alguien que practica para la realización del fruto del no-retorno; el
que una-vez-retorna, alguien que practica para la realización del fruto de un-sólo-retorno; el que
entra-en-la-corriente, alguien que practica para la realización del fruto de la entrada-en-la-corriente;
el miembro del clan. Estas nueve personas, monjes, son dignas de ofrendas, dignas de hospitalidad,
dignas de dádivas, dignas de reverenciales saludos y se convierten en un insuperable campo de
méritos para el mundo”.

AN 9,11 Sihanada [Sariputta] Sutta – El rugido del león

El Venerable Sariputta señala, en este sutta, como la atención consciente en el propio cuerpo es
antídoto eficaz contra la enemistad y mala voluntad.

[11] En cierta ocasión el Bienaventurado moraba en Savatthi, en la arboleda de Jeta del Parque de
Anathapindika. Entonces, el Venerable Sariputta se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y,
sentándose a un lado, le dijo:
"Venerable Señor, he completado la residencia de las lluvias en Savatthi. Quisiera partir en un
recorrido por el campo".
"Puedes ir, Sariputta, según tu propia conveniencia".
Entonces, el Venerable Sariputta —levantándose de su asiento—, rindió homenaje al
Bienaventurado y rodeándolo, manteniéndose siempre a la derecha, se retiró. Tiempo después de
que el Venerable Sariputta se hubiese marchado, cierto monje dijo al Bienaventurado:
"Venerable Señor, el Venerable Sariputta me agredió y luego partió de viaje sin disculparse".
Entonces, el Bienaventurado dirigiéndose a un monje, le dijo: "Monje, ve a llamar a Sariputa en mi
nombre [diciéndole]: ‘El Maestro te llama, amigo Sariputta’.
"Sí, Venerable Señor," respondió aquel monje. Luego se acercó al Venerable Sariputta y le dijo: "El
Maestro te llama, amigo Sariputta".
"Sí, amigo", respondió el Venerable Sariputta.
Ahora bien, en aquella ocasión, el Venerable Mahamoggallana y el Venerable Ananda fueron puerta
por puerta, de cada vivienda [llamando a los monjes]: "¡Vengan fuera, venerables! ¡Vengan fuera,
venerables! ¡Ahora el Venerable Sariputta hará oír su rugido de león en presencia del
Bienaventurado!".
Entonces, el Venerable Sariputta se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un
lado. El Bienaventurado le dijo: "Sariputta, uno de tus monjes compañeros ha presentado una queja
sobre ti, [diciendo]: ‘Venerable Señor, el Venerable Sariputta me agredió y luego partió de viaje sin
disculparse’".
(i) "Venerable Señor, aquel que no ha establecido la atención consciente dirigida al cuerpo, en
consideración a su propio cuerpo, podría agredir a un monje compañero y luego partir sin
disculparse. Del mismo modo que se arrojan cosas puras e impuras sobre la tierra —excrementos,
orina, escupitajos, pus y sangre— y, aún así, la tierra no muestra repulsión, humillación ni disgusto
por causa de esto; así también, Venerable Señor, yo permanezco con una mente semejante a la
tierra: vasta, exaltada e inconmensurable, sin enemistad ni mala voluntad.
(ii) "Venerable Señor, aquel que no ha establecido la atención consciente dirigida al cuerpo, en
consideración a su propio cuerpo, podría agredir a un monje compañero y luego partir sin
disculparse. Del mismo modo que se arrojan cosas puras e impuras en el agua —excrementos,
orina, escupitajos, pus y sangre— y, aún así, el agua no muestra repulsión, humillación ni disgusto
por causa de esto; así también, Venerable Señor, yo permanezco con una mente semejante al agua:
vasta, exaltada e inconmensurable, sin enemistad ni mala voluntad.
(iii) "Venerable Señor, aquel que no ha establecido la atención consciente dirigida al cuerpo, en
consideración a su propio cuerpo, podría agredir a un monje compañero y luego partir sin
disculparse. Del mismo modo que el fuego quema las cosas puras e impuras —excrementos, orina,
escupitajos, pus y sangre— y, aún así, el fuego no muestra repulsión, humillación ni disgusto por
causa de esto; así también, Venerable Señor, yo permanezco con una mente semejante al fuego:
vasta, exaltada e inconmensurable, sin enemistad ni mala voluntad.
(iv) "Venerable Señor, aquel que no ha establecido la atención consciente dirigida al cuerpo, en
consideración a su propio cuerpo, podría agredir a un monje compañero y luego partir sin
disculparse. Del mismo modo que el aire sopla sobre las cosas puras e impuras —excrementos,
orina, escupitajos, pus y sangre— y, aún así, el aire no muestra repulsión, humillación ni disgusto
por causa de esto; así también, Venerable Señor, yo permanezco con una mente semejante al aire:
vasta, exaltada e inconmensurable, sin enemistad ni mala voluntad.
(v) "Venerable Señor, aquel que no ha establecido la atención consciente dirigida al cuerpo, en
consideración a su propio cuerpo, podría agredir a un monje compañero y luego partir sin
disculparse. Del mismo modo que un trapo limpia las cosas puras e impuras —excrementos, orina,
escupitajos, pus y sangre— y, aún así, el trapo no muestra repulsión, humillación ni disgusto por
causa de esto; así también, Venerable Señor, yo permanezco con una mente semejante a un trapo:
vasta, exaltada e inconmensurable, sin enemistad ni mala voluntad.
(vi) "Venerable Señor, aquel que no ha establecido la atención consciente dirigida al cuerpo, en
consideración a su propio cuerpo, podría agredir a un monje compañero y luego partir sin
disculparse. Del mismo modo que un niño o una niña sin casta, vestido de harapos y sosteniendo
una vasija, entra a una aldea o pueblo con mente humilde; así también, Venerable Señor, yo
permanezco con una mente semejante a la de un niño sin casta: vasta, exaltada e inconmensurable,
sin enemistad ni mala voluntad.
(vii) "Venerable Señor, aquel que no ha establecido la atención consciente dirigida al cuerpo, en
consideración a su propio cuerpo, podría agredir a un monje compañero y luego partir sin
disculparse. Del mismo modo que un toro, cuyos cuernos han sido cortados y redondeados —bien
domesticado y entrenado—, se pasea por calles y plazas sin herir a nadie con sus patas o cuernos;
así también, Venerable Señor, yo permanezco con una mente semejante a la de un toro con los
cuernos cortados: vasta, exaltada e inconmensurable, sin enemistad ni mala voluntad.
(viii) "Venerable Señor, aquel que no ha establecido la atención consciente dirigida al cuerpo, en
consideración a su propio cuerpo, podría agredir a un monje compañero y luego partir sin
disculparse. Del mismo modo que un hombre o una mujer —joven y lozana, aficionada a los
ornamentos y con la cabeza lavada— sentiría repulsión, vergüenza y disgusto si el cadáver de una
víbora, perro o ser humano se le colgara alrededor de su torso o cuello; así también, Venerable
Señor, siento repulsión, vergüenza y disgusto por este sucio cuerpo.
(ix) "Venerable Señor, aquel que no ha establecido la atención consciente dirigida al cuerpo, en
consideración a su propio cuerpo, podría agredir a un monje compañero y luego partir sin
disculparse. Del mismo modo que alguien lleva un recipiente de manteca líquida —agrietado y
perforado— que rezuma y gotea por todas partes; así también, Venerable Señor, llevo este cuerpo
—agrietado y perforado— que rezuma y gotea por todas partes.
"Venerable Señor, aquel que no ha establecido la atención consciente dirigida al cuerpo, en
consideración a su propio cuerpo, podría agredir a un monje compañero y luego partir sin
disculparse”.
Entonces, el monje [acusador] levantándose de su asiento, arregló su manto superior sobre el
hombro y postrándose, colocando su cabeza a los pies del Bienaventurado, dijo al Bienaventurado:
"Venerable Señor, he cometido una transgresión en la que tonta, estúpida y torpemente he difamado
al Venerable Sariputta en base a falsedades y mentiras sin fundamento. Venerable Señor, que el
Bienaventurado acepte mi transgresión viéndola como una transgresión para el beneficio de futuras
restricciones".
"Sin duda, monje, has cometido una transgresión en la que tonta, estúpida y torpemente has
difamado al Venerable Sariputta en base a falsedades y mentiras sin fundamento. Pero ya que ves tu
transgresión como una transgresión y la enmiendas según el Dhamma, la aceptamos. Porque es un
progreso en la disciplina del Noble que uno vea la propia transgresión como transgresión, la
enmiende de acuerdo con el Dhamma y se comprometa a su futura restricción".
[Entonces,] el Bienaventurado se dirigió al Venerable Sariputta:
"Sariputta, perdona a este hombre vacío antes de que su cabeza se parta en siete pedazos aquí
mismo".
"Perdono a este venerable, Venerable Señor, si este venerable me dice: ‘Consienta el venerable
perdonarme'".

AN 9,12 Saupadisesa Sutta – Con residuos remanentes

El Buda señala a Sariputta los nueve tipos de personas que —a pesar de poseer un remanente de
impurezas— se ven libres de un mal renacimiento luego de la muerte.

[12] En cierta ocasión, el Bienaventurado moraba en Savatthi, en la arboleda de Jeta del Parque de
Anathapindika. Por la mañana, el Venerable Sariputta se vistió y, tomando su cuenco y hábito, entró
en Savatthi para la limosna. Entonces se le ocurrió: "Todavía es demasiado temprano para caminar
por Savatthi en busca de la limosna. Iré al parque de los ascetas errantes de otras sectas".
Entonces, el Venerable Sariputta se dirigió al parque de los ascetas errantes de otras sectas. Luego
de Intercambiar saludos con los ascetas errantes —y cuando hubo concluido su saludo y charla
cordial—, se sentó a un lado. Ahora bien, en esa ocasión los ascetas errantes se habían reunido y
estaban sentados juntos, cuando esta conversación surgió entre ellos: "Amigos, cualquiera que
fallece con residuos remanentes, no se libera del infierno, del reino animal o de la esfera de los
espíritus afligidos; no se libera del plano de la miseria, del mal destino ni del mundo inferior".
Entonces el venerable Sariputta, sin sentir deleite ni rechazo en su interior por la declaración de
aquellos ascetas errantes, se levantó de su asiento y se fue [pensando]: "Averiguaré lo que el
Bienaventurado tiene que decir acerca de esta declaración".
Luego, cuando el Venerable Sariputta hubo caminado por Savatthi en busca de las limosnas y
después de su comida, al regresar de la ronda de las limosnas, se acercó al Bienaventurado, le rindió
homenaje y se sentó a un lado. [Repitiendo textualmente todo lo acontecido, finalizó:] "Me levanté
de mi asiento y me fui [pensando]: 'Averiguaré lo que el Bienaventurado tiene que decir acerca de
esta declaración'".
"¿Quiénes son, Sariputta, esos ascetas necios e incompetentes de otras sectas, y qué saben ellos si
alguien con residuos remanentes es ‘uno con residuos remanentes’ y si alguien sin residuos
remanentes es ‘uno sin residuos remanentes’?
"Estas nueve personas, Sariputta, al morir con residuos remanentes son libres del infierno, del reino
animal y de la esfera de los espíritus afligidos; son libres del plano de la miseria, del mal destino y
el mundo inferior. ¿Cuáles nueve?
(i) "He aquí, Sariputta, una persona realiza satisfactoriamente la conducta virtuosa y la
concentración, pero cultiva la sabiduría de forma parcial. Con la destrucción total de las cinco
ataduras inferiores, esta persona es alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo [1]. Esta es la
primera persona que —al morir con residuos remanentes—, es libre del infierno, del reino animal y
de la esfera de los espíritus afligidos; es libre del plano de la miseria, del mal destino y el mundo
inferior.
(ii-v) "Una vez más, una persona realiza satisfactoriamente la conducta virtuosa y la concentración,
pero cultiva la sabiduría de forma parcial. Con la destrucción total de las cinco ataduras inferiores,
esta persona es alguien que alcanza el Nibbana en el aterrizaje… que alcanza el Nibbana sin
esfuerzo… que alcanza el Nibbana a través del esfuerzo… que alcanza el Nibbana en el reino
Akanittha. Esta es la quinta persona que —al morir con residuos remanentes—, es libre del
infierno… y el mundo inferior.
(vi) "Otra vez, una persona realiza satisfactoriamente la conducta virtuosa, pero cultiva de forma
parcial la concentración y la sabiduría. Con la total destrucción de las tres ataduras —y con la
disminución de la codicia, el odio y el error [falsa ilusión]—, esta persona es una que retorna-una-
vez, quien, volviendo a este mundo sólo una vez más, pone fin al sufrimiento. Esta es la sexta
persona que —al morir con residuos remanentes—, es libre del infierno… y el mundo inferior.
(vii) "Otra vez, una persona realiza satisfactoriamente la conducta virtuosa, pero cultiva de forma
parcial la concentración y la sabiduría. Con la total destrucción de las tres ataduras, esta persona es
una que alcanza una-semilla [2], quien, renaciendo como ser humano sólo una vez más, pone fin al
sufrimiento. Esta es la séptima persona que —al morir con residuos remanentes—, es libre del
infierno… y el mundo inferior.
(viii) "Otra vez, una persona realiza satisfactoriamente la conducta virtuosa, pero cultiva de forma
parcial la concentración y la sabiduría. Con la total destrucción de las tres ataduras, esta persona es
una que alcanza de familia-a-familia, quien, renaciendo entre buenas familias dos o tres veces, pone
fin al sufrimiento. Esta es la octava persona que —al morir con residuos remanentes—, es libre del
infierno… y el mundo inferior.
(ix) "Otra vez, una persona realiza satisfactoriamente la conducta virtuosa, pero cultiva de forma
parcial la concentración y la sabiduría. Con la total destrucción de las tres ataduras, esta persona es
una que alcanza [la meta] en siete oportunidades, quien, renaciendo entre los devas y seres humanos
siete veces como máximo, pone fin al sufrimiento. Esta es la novena persona que —al morir con
residuos remanentes—, es libre del infierno, del reino animal y de la esfera de los espíritus
afligidos; es libre del plano de la miseria, del mal destino y el mundo inferior.
"¿Quiénes son, Sariputta, esos ascetas necios e incompetentes de otras sectas, y qué saben ellos si
alguien con residuos remanentes es ‘uno con residuos remanentes’ y si alguien sin residuos
remanentes es ‘uno sin residuos remanentes’?
"Estas nueve personas —al morir con residuos remanentes—, son libres del infierno, del reino
animal y de la esfera de los espíritus afligidos; son libres del plano de la miseria, del mal destino y
el mundo inferior. Sariputta, no estaba dispuesto a dar esta explicación del Dhamma a los monjes,
monjas y seguidores laicos hombres y mujeres. ¿Por qué razón? Porque me preocupaba que al oír
esta explicación del Dhamma, podrían seguir el camino de la negligencia. No obstante, he dado esta
explicación del Dhamma con el propósito de responder tu pregunta".

NOTA:
[1] Ver nota de Bhikkhu Bodhi en SN 54,5.
[2] Ver AN 10,63.

AN 9,13 Kotthika Sutta – Kotthika

Conocer y experimentar las Cuatro Nobles Verdades es el propósito del Sendero del Buda.

[13] Entonces, el Venerable Mahakotthika se acercó al Venerable Sariputta e intercambió con él


cordiales saludos. Cuando concluyeron estos amables saludos y palabras de bienvenida, se sentó a
un lado y dijo al Venerable Sariputta:
“Amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con este propósito: ‘Que el
kamma a ser experimentado en esta vida, llegue a experimentar en la vida futura‘?”.
“Ciertamente no, amigo”.
“Entonces, amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con este propósito:
‘Que el kamma a ser experimentado en la vida futura, llegue a experimentar en esta vida‘?”.
“Ciertamente no, amigo”.
“Amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con este propósito: ‘Que el
kamma a ser experimentado como lo placentero, llegue a experimentar como lo penoso‘?”.
“Ciertamente no, amigo”.
“Entonces, amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con este propósito:
‘Que el kamma a ser experimentado como lo penoso, llegue a experimentar como lo placentero‘?”.
“Ciertamente no, amigo”.
“Amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con este propósito: ‘Que el
kamma a ser experimentado cuando el mismo ha madurado, llegue a experimentar mientras no ha
madurado aún‘?”.
“Ciertamente no, amigo”.
“Entonces, amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con este propósito:
‘Que el kamma a ser experimentado mientras el mismo aún no ha madurado, llegue a experimentar
cuando ha madurado‘?”.
“Ciertamente no, amigo”.
“Amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con este propósito: ‘Que el
kamma a ser experimentado copiosamente, llegue a experimentar ligeramente‘?”.
“Ciertamente no, amigo”.
“Entonces, amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con este propósito:
‘Que el kamma a ser experimentado ligeramente, llegue a experimentar copiosamente‘?”.
“Ciertamente no, amigo”.
“Amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con este propósito: ‘Que el
kamma a ser experimentado llegue a ser el kamma que no experimente‘?”.
“Ciertamente no, amigo”.
“Entonces, amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con este propósito:
‘Que el kamma a no ser experimentado llegue a ser el kamma que experimente‘?”.
“Ciertamente no, amigo”.
“Amigo Sariputta, al ser preguntado: ‘Amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el
Bienaventurado con este propósito: «Que el kamma a ser experimentado en esta vida, llegue a
experimentar en la vida futura»?’, respondiste: ‘Ciertamente no, amigo’… y al ser preguntado:
‘Entonces, amigo Sariputta, ¿se vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con este propósito:
«Que el kamma a no ser experimentado llegue a ser el kamma que experimente»?', respondiste:
‘Ciertamente no, amigo’. Entonces, ¿cuál es el propósito por el cual se vive la vida santa bajo el
Bienaventurado?”.
“Uno vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado con el propósito de conocer, ver, alcanzar,
descubrir y penetrar lo que uno no ha conocido, visto, alcanzado, descubierto ni penetrado”.
“Pero, ¿qué es, amigo, aquello que uno no ha conocido, visto, alcanzado, descubierto ni
penetrado?”.
“’Esta es la insatisfacción’, amigo, es lo que uno no ha conocido, visto, alcanzado, descubierto ni
penetrado, y es para el propósito de conocer, ver, alcanzar, descubrir y penetrar que uno vive la vida
espiritual bajo el Bienaventurado. ’Este es el origen de la insatisfacción’… ’Este es el cese de la
insatisfacción’… ’Este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’, amigo, es lo que uno
no ha conocido, visto, alcanzado, descubierto ni penetrado, y es para el propósito de conocer, ver,
alcanzar, descubrir y penetrar que uno vive la vida espiritual bajo el Bienaventurado”.
AN 9,14 Samiddhi Sutta – Samiddhi

El Venerable Samiddhi enumera los nueve factores que dan origen y fin a intenciones y
pensamientos.

[14] Entonces, el Venerable Samiddhi se acercó al Venerable Sariputta, le rindió homenaje y se


sentó a un lado. Luego, el Venerable Sariputta le dijo:
(i) "¿En base a qué, Samiddhi, las intenciones y los pensamientos surgen en una persona?".
"Sobre la base de el-nombre-y-la-forma, Venerable".
(ii) "¿Dónde se diversifican?".
"En relación a los elementos".
(iii) "¿Qué los origina?".
"Se originan del contacto".
(iv) "¿Sobre qué convergen?".
"Convergen en la sensación [sentimiento]".
(v) "¿Qué los dirige?".
"Son dirigidos por la concentración".
(vi) "Qué ejerce autoridad sobre ellos?".
"La atención consciente ejerce autoridad sobre ellos".
(vii) "¿Qué los supervisa [inspecciona]?".
"La sabiduría los supervisa".
(viii) "¿Cuál es su esencia [núcleo]?".
"La liberación es su esencia".
(ix) "¿En qué culminan?".
"Culminan en lo inmortal".
"Cuando fuiste preguntado: ‘¿En base a qué, Samiddhi, las intenciones y los pensamientos surgen
en una persona?'; respondiste: ‘Sobre la base de el-nombre-y-la-forma, Venerable'… Cuando fuiste
preguntado: ‘¿En qué culminan?'; respondiste: ‘Culminan en lo inmortal'. ¡Bien, bien dicho,
Samiddhi! Cuando se te interrogó con aquellas preguntas, contestaste adecuadamente, pero no
presumas por causa de esto".
AN 9,15 {17A9.1.2.5,15} Ganda Sutta – Protuberancia
Un símil sobre la repugnancia del cuerpo.
[15] {15} “Monjes, imaginad a una protuberancia de muchos años que tuviera nueve orificios de
herida, nueve orificios naturales. Cualquier cosa que fluiría de ellos hacia fuera sería algo impuro,
maloliente y repugnante. Cualquier cosa que rezumaría de ellos hacia fuera sería algo impuro,
maloliente y repugnante.
“’La protuberancia’, monjes, es la designación de este cuerpo consistente en cuatro grandes
elementos, originado por la madre y el padre, hecho de arroz y gachas, sujeto a la transitoriedad, a
ser amasado y abrasado, a ser roto y disperso. Él mismo tiene nueve orificios de herida, nueve
orificios naturales. Cualquier cosa que fluya de ellos hacia fuera es algo impuro, maloliente y
repugnante. Cualquier cosa que rezuma de ellos hacia fuera es algo impuro, maloliente y
repugnante. Por eso, monjes, estad desencantados con ese cuerpo”.

AN 9,16 Sanna Sutta – Las percepciones


En este sutta se pone énfasis en las “percepciones” (sanna) como objetos de meditación que,
inicialmente, involucran una serie de reflexiones que “culminan en lo inmortal, teniendo a lo
inmortal como su consumación”.

[16] “Monjes, estas nueve percepciones, cuando se las desarrolla y cultiva, traen un gran fruto y
beneficio, culminando en lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación. Y, ¿cuáles son
esas nueve? La percepción de lo repugnante, la percepción de la muerte, la percepción de lo
repugnante en la comida, la percepción del no-deleite en el mundo entero, la percepción de la
transitoriedad, la percepción de la insatisfacción en lo transitorio, la percepción del no-yo en lo que
es insatisfactorio, la percepción del abandono y la percepción del desapasionamiento. Éstas son,
monjes, las nueve percepciones, que cuando son desarrolladas y cultivadas, traen un gran fruto y
beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación”.

AN 9,17 {17A9.1.2.7,17} Kula Sutta – Familias


Nueve características que hacen que una familia sea digna, o no, de que un monje se le acerque.

[17] {17} “Monjes, una familia que posee nueve factores no es digna de que uno se acerqué a ella,
si todavía no se acercó, o de que se siente allí en caso de que ya se haya acercado. Y, ¿cuáles son
esos nueve? Ellos no se levantan de una forma agradable. No rinden homenaje de una forma
agradable. No ofrecen asiento de una forma agradable. Ocultan lo que tienen de uno. Incluso si
tienen mucho, ofrecen poco. Incluso si tienen cosas excelentes, ofrecen las cosas comunes. Dan
dádivas sin respeto, no respetuosamente. No se sientan cerca para escuchar el Dhamma. No
saborean las palabras de uno. Una familia, monjes, que posee estos nueve factores no es digna de
que uno se acerqué a ella, si todavía no se acercó, o de que se siente allí en caso de que ya se haya
acercado.
“Monjes, una familia que posee nueve factores es digna de que uno se acerqué a ella, si todavía no
se acercó, o de que se siente allí en caso de que ya se haya acercado. Y, ¿cuáles son esos nueve?
Ellos se levantan de una forma agradable. Rinden homenaje de una forma agradable. Ofrecen
asiento de una forma agradable. No ocultan lo que tienen de uno. Cuando tienen mucho, ofrecen
mucho. Cuando tienen cosas excelentes, ofrecen las cosas excelentes. Dan dádivas
respetuosamente, no sin respeto. Se sientan cerca para escuchar el Dhamma. Saborean las palabras
de uno. Una familia, monjes, que posee estos nueve factores es digna de que uno se acerqué a ella,
si todavía no se acercó, o de que se siente allí en caso de que ya se haya acercado”.

AN 9,18 Navamguposattha Sutta – Nueve factores del


Uposatha

El Buda subraya la importancia de la observancia del uposatha y los ocho preceptos relacionados
con estos días, a los cuales agrega la meditación del amor benevolente como el noveno factor.

[18] “Monjes, observando completamente los nueve factores, el uposatha es de gran fruto y
beneficio, extraordinariamente luminoso y penetrante. Y, ¿cómo, monjes, son observados
completamente los nueve factores del uposatha, para que sea de mucho valor y beneficio,
extraordinariamente luminoso y penetrante?
“He aquí, monjes, el noble discípulo reflexiona así: ‘El tiempo que viven los arahants, ellos
abandonan y se abstienen de la destrucción de la vida; con la vara y el arma depuestos,
concienzudos y amables, moran compasivos hacia todos los seres vivos. Hoy, durante este día, yo
también voy abandonar y me abstendré de la destrucción de la vida; con la vara y el arma
depuestos, concienzudo y amable, moraré compasivo hacia todos los seres vivos. Voy a imitar a los
arahants a este respecto y observaré el uposatha’. Este es el primer factor que posee.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de tomar lo que no les ha sido
dado; toman solamente lo que se les ofrece, esperan sólo lo que se les ofrece, son honestos de
corazón, carentes de robo. Hoy, durante este día, yo también voy abandonar y me abstendré de
tomar lo que no me ha sido dado; tomaré solamente lo que se me ofrece, esperaré sólo lo que se me
ofrece, seré honesto de corazón, carente de robo. Voy a imitar a los arahants a este respecto y
observaré el uposatha’. Este es el segundo factor que posee.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de toda conducta sexual y viven
en celibato, viven aparte, se abstienen de las relaciones sexuales, lo cual la gente común practica.
Hoy, durante esta noche, yo también voy abandonar y me abstendré de toda conducta sexual y
estaré en celibato, viviré aparte, me abstendré de las relaciones sexuales, lo cual la gente común
practica. Voy a imitar a los arahants a este respecto y observaré el uposatha’. Este es el tercer factor
que posee.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de hablar falsamente, dicen la
verdad y se adhieren a la verdad; son dignos de confianza y fidedignos, no son engañadores en el
mundo. Hoy, durante este día, yo también voy abandonar y me abstendré de hablar falsamente, diré
la verdad y me adheriré a la verdad; seré digno de confianza y fidedigno, no seré un engañador en el
mundo. Voy a imitar a los arahants a este respecto y observaré el uposatha’. Este es el cuarto factor
que posee.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de licores, vinos y [otras]
bebidas embriagantes que son la base de la negligencia. Hoy, durante este día, yo también voy
abandonar y me abstendré de licores, vinos y [otras] bebidas embriagantes que son la base de la
negligencia. Voy a imitar a los arahants a este respecto y observaré el uposatha’. Este es el quinto
factor que posee.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos comen una sola vez al día, absteniéndose de comer por la
noche y fuera del tiempo apropiado. Hoy, durante este día, yo también voy comer una sola vez al
día, absteniéndome de comer por la noche y fuera del tiempo apropiado. Voy a imitar a los arahants
a este respecto y observaré el uposatha’. Este es el sexto factor que posee.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos se abstienen de bailar y cantar, de la música instrumental,
de los espectáculos inapropiados, de adornarse y embellecerse vistiendo guirnaldas, o aplicándose
perfumes y ungüentos. Hoy, durante este día, yo también voy abstenerme de bailar y cantar, de la
música instrumental, de los espectáculos inapropiados, de adornarme y embellecerme vistiendo
guirnaldas, o aplicándome perfumes y ungüentos. Voy a imitar a los arahants a este respecto y
observaré el uposatha’. Este es el séptimo factor que posee.
“’El tiempo que viven los arahants, ellos abandonan y se abstienen de usar largas y lujosas camas;
más bien se acuestan en bajos lugares de descanso, como pequeñas camas o esteras de paja. Hoy,
durante este día, yo también voy a abandonar y me abstendré de usar largas y lujosas camas; más
bien me voy acostar en bajos lugares de descanso, como pequeñas camas o esteras de paja. Voy a
imitar a los arahants a este respecto y observaré el uposatha’. Este es el octavo factor que posee.
“He aquí, el noble discípulo mora penetrando un punto cardinal con su mente impregnada con el
amor benevolente, al igual que el segundo, tercero y cuarto punto cardinal. Tanto hacia arriba como
abajo, de un lado a otro y por todas partes, hacia todo y a sí mismo. Mora penetrando el mundo
entero con la mente impregnada con el amor benevolente, vasto, excelso e inconmensurable, sin
enemistad ni animadversión. Este es el noveno factor que posee.
“Es de esta manera, monjes, cómo son observados completamente los nueve factores del uposatha,
para que sea de gran fruto y beneficio, extraordinariamente luminoso y penetrante”.

AN 9,19 Devata Sutta – Deidades

Factores a cultivar que aseguran un renacimiento superior.

[19] "Monjes, anoche, cuando la oscuridad estaba avanzada, un grupo de divinidades de


abrumadora belleza —iluminando toda la arboleda de Jeta—, se acercó a mí, me rindió homenaje y
permaneció de pie a un lado.
(1) "Entonces, algunas deidades me dijeron: 'En el pasado, Venerable Señor, cuando éramos seres
humanos, unos monjes se acercaron a nuestros hogares. Aunque nos pusimos de pie, no les
rendimos honores. Por no haber cumplido con nuestro deber, llenos de pesar y remordimiento,
renacimos en una clase inferior [de deidades]'.
(2) "Otras deidades se acercaron y dijeron: 'En el pasado, Venerable Señor, cuando éramos seres
humanos, unos monjes se acercaron a nuestros hogares. Aunque nos pusimos de pie y les rendimos
honores, no les ofrecimos asiento. Por no haber cumplido con nuestro deber, llenos de pesar y
remordimiento, renacimos en una clase inferior [de deidades]'.
(3) "Otras deidades, aproximándose, dijeron: 'En el pasado, Venerable Señor, cuando éramos seres
humanos, unos monjes se acercaron a nuestros hogares. Aunque nos pusimos de pie, les rendimos
honores y les ofrecimos asiento, no compartimos nuestras cosas con ellos, según nuestra mejor
disposición y capacidad... (4)... compartimos nuestras cosas con ellos, según nuestra mejor
disposición y capacidad, pero no nos sentamos cerca para escuchar el Dhamma... (5)... nos
sentamos cerca para escuchar el Dhamma, pero no lo escuchamos con oídos entusiastas... (6)... lo
escuchamos con oídos entusiastas, pero, después de haberlo escuchado, no retuvimos el Dhamma en
nuestra mente... (7)... habiéndolo oído, retuvimos el Dhamma en la mente, pero no examinamos el
significado de las enseñanzas que habían sido retenidas en la mente... (8)... examinamos el
significado de las enseñanzas que habían sido retenidas en la mente, pero que no comprendimos el
significado, el Dhamma ni la práctica en conformidad al Dhamma. Por no haber cumplido con
nuestro deber, llenos de pesar y remordimiento, renacimos en una clase inferior [de deidades]'.
(9) "Otras deidades se acercaron y dijeron: 'En el pasado, Venerable Señor, cuando éramos seres
humanos, unos monjes se acercaron a nuestros hogares. (i) Nos pusimos de pie por ellos, (ii) les
rendimos honores, (iii) les ofrecimos asiento, (iv) compartimos nuestras cosas con ellos según
nuestra mejor disposición y capacidad, (v) nos sentamos cerca para escuchar el Dhamma y (vi)
escuchamos con oídos entusiastas; (vii) después de haberlo oído, retuvimos el Dhamma en nuestras
mentes; (viii) examinamos el significado de las enseñanzas que habían sido retenidas en la mente y
(ix) comprendimos el significado, el Dhamma y la práctica en conformidad al Dhamma. Habiendo
cumplido con nuestro deber, libres de pesar y remordimiento, renacimos en una clase superior [de
deidades]'.
"Monjes, he ahí las raíces de los árboles, he ahí las chozas vacías. Mediten, monjes, no sean
negligentes. No vaya a ser que más tarde tengan motivos para lamentarse, como aquellas deidades
anteriores".

AN 9,20 {17A9.1.2.10,20} Velama Sutta – Velama

El Buda enseña a un padre de familia el valor de las ofrendas y limosnas, señalando que el grado del
mérito depende tanto de las características del receptor como de la actitud interior del dador.

[20] {20} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda Jeta del parque
Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces, el hombre hogareño Anathapindika se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Entonces el Bienaventurado le preguntó:
“¿Se da limosna en tu familia, hombre hogareño?”.
“Se da limosna en mi familia, Venerable Señor, pero la misma consiste en arroz partido y gachas de
arroz”.
“Hombre hogareño, cuando uno da limosnas, fueran estás comunes o excelentes, pero las da
irrespetuosamente, las da sin consideración alguna, no las da con su propia mano, da lo que ha de
ser descartado, da sin considerar las futuras consecuencias de eso, entonces cualquiera que fuese el
resultado que se produzca de eso para uno, la mente de uno no se inclina hacia el disfrute de una
magnífica comida, hacia el disfrute de una magnífica vestimenta, hacia el disfrute de unos
magníficos vehículos, hacia el disfrute de cualquier otra cosa magnífica que es objeto de los
placeres sensuales. Tampoco los hijos de uno, ni la esposa, los esclavos, los sirvientes, ni los
trabajadores quieren escuchar a uno, no prestan atención ni aplican sus mentes para entender. Y,
¿por qué así? Precisamente como resultado de aquella acción de dar irrespetuosamente.
“Hombre hogareño, cuando uno da limosnas, fueran estás comunes o excelentes, pero las da
respetuosamente, las da con la debida consideración, las da con su propia mano, da no aquello que
ha de ser descartado, da considerando las futuras consecuencias de eso, entonces cualquiera que
fuese el resultado que se produzca de eso para uno, la mente de uno se inclina hacia el disfrute de
una magnífica comida, hacia el disfrute de una magnífica vestimenta, hacia el disfrute de unos
magníficos vehículos, hacia el disfrute de cualquier otra cosa magnífica que es objeto de los
placeres sensuales. También los hijos de uno y la esposa, los esclavos, los sirvientes y los
trabajadores escuchan a uno, prestan atención y aplican sus mentes para entender. Y, ¿por qué así?
Precisamente como resultado de aquella acción de dar respetuosamente.
“Hombre hogareño, en el pasado vivía un brahmán de nombre Velama, que dio una ofrenda de las
limosnas tan grande como esta: ochenta y cuatro mil cuencos de oro rellenos de plata; ochenta y
cuatro mil cuencos de plata rellenos de oro; ochenta y cuatro mil cuencos de bronce rellenos de
lingotes; ochenta y cuatro mil elefantes con ornamentos dorados, banderas doradas cubiertas por
redes de hilos dorados; ochenta y cuatro mil carros tapizados con pieles de león, pieles de tigre,
pieles de leopardo, teñidas mantas de color azafrán, con ornamentos dorados, banderas doradas
cubiertas por redes de hilos dorados; ochenta y cuatro mil vacas lecheras con correas de yute y
cubos de bronce; ochenta y cuatro mil doncellas adornadas con pendientes de piedras preciosas;
ochenta y cuatro mil sofás con alfombras extendidas, mantos y cobertores, revestidos
excelentemente con pieles de antílope, con marquesinas y cabezales de ambos lados; ochenta y
cuatro mil kotis de vestidos hechos de lino fino, de fina seda, de fina lana y de fino algodón. Y ni
hablar de comida y bebida, alimentos, refrescos y otras bebidas. Todo esto parecía como un río que
fluyera.
“Quizá pienses así, hombre hogareño: ‘Seguramente el brahmán Velama quien en aquella ocasión
dio una ofrenda de las limosnas tan grande como esta era otra persona’. Pero no deberías mirar esto
de esa manera. Fui yo mismo el brahmán Velama, quien dio en aquella oportunidad una ofrenda de
las limosnas tan grande como esta.
“Ahora bien, hombre hogareño, en aquella ofrenda de las limosnas no había nadie digno de
ofrendes, nadie que purificase la ofrenda. Incluso más fructífera que la gran ofrenda de las limosnas
que hizo el brahmán Velama, sería una hecha para alimentar a una persona realizada en la visión.
Incluso más fructífera que la gran ofrenda de las limosnas que hizo el brahmán Velama, y más
fructífera que la que fuera hecha para alimentar a cien personas realizadas en la visión, sería una
hecha para alimentar al que una-vez-retorna. Incluso más fructífera que la gran ofrenda de las
limosnas que hizo el brahmán Velama, y más fructífera que la que fuera hecha para alimentar a cien
de los que una-vez-retornan, sería hecha para alimentar al que no-retorna. Incluso más fructífera
que… la que fuera hecha para alimentar a cien de los que no-retornan, sería hecha para alimentar a
un Arahant. Incluso más fructífera que… la que fuera hecha para alimentar a cien Arahants, sería
hecha para alimentar a un Paccekabuddha. Incluso más fructífera que… la que fuera hecha para
alimentar a cien Paccekabuddhas, sería hecha para alimentar al Tathagata, al Perfectamente
Iluminado… sería hecha para alimentar al Sangha de los monjes encabezado por el Buda… la que
fuera hecha para construir la vivienda dedicada al Sangha de los monjes de los cuatro puntos
cardinales… la que fuera hecha por alguien con la mente confiada en ir por refugio al Buda, al
Dhamma y Sangha… la que fuera hecha por alguien con la mente confiada en tomar las cinco
reglas de entrenamiento: abstenerse de destruir la vida, abstenerse de tomar lo que a uno no le ha
sido dado, abstenerse de la inapropiada conducta sexual, abstenerse de decir mentiras y abstenerse
de tomar licores, vino y otras bebidas embriagantes que son la base de la negligencia… la que fuera
hecha por alguien que desarrolla la mente en el amor benevolente incluso por el momento que dura
empujar la ubre de la vaca.
“Hombre hogareño, incluso más fructífera que la gran ofrenda de las limosnas que hizo el brahmán
Velama, que alimentar a una persona realizada en la visión, que alimentar a cien personas realizadas
en la visión, que alimentar al que una-vez-retorna, que alimentar a cien de los que una-vez-retornan,
que alimentar al que no-retorna, que alimentar a cien de los que no-retornan, que a un Arahant, que
alimentar a cien Arahants, que alimentar a un Paccekabuddha, que alimentar a cien
Paccekabuddhas, que alimentar al Tathagata, al Perfectamente Iluminado, que alimentar al Sangha
de los monjes encabezado por el Buda, que construir la vivienda dedicada al Sangha de los monjes
de los cuatro puntos cardinales, que tener la mente confiada en ir por refugio al Buda, al Dhamma y
Sangha, que tener la mente confiada en tomar las cinco reglas de entrenamiento: abstenerse de
destruir la vida… abstenerse de tomar licores, vino y otras bebidas embriagantes que son la base de
la negligencia, que desarrollar la mente en el amor benevolente incluso por el momento que dura
empujar la ubre de la vaca, sería desarrollar la percepción de la transitoriedad aunque sea en una
fracción de segundo”.

AN 9,21 Tithana Sutta – Aspectos

Los valores de la gente de Uttarakuru, de los devas de Tavatimsa y de la gente de Jambudipa.

[21] “Monjes, la gente de Uttarakuru supera a los devas de Tavatimsa y a la gente de Jambudipa en
tres aspectos. Y, ¿cuáles son esos tres? Ellos están sin egoísmo y posesividad; su espacio vital es
fijo; y sus condiciones de vida son excepcionales. En estos tres aspectos la gente de Uttarakuru
supera a los devas de Tavatimsa y a la gente de Jambudipa.
“Los devas de Tavatimsa superan a la gente de Uttarakuru y la gente de Jambudipa en tres aspectos.
Y, ¿cuáles son esos tres? En el celestial espacio vital, en la belleza celestial y en la felicidad
celestial. En estos tres aspectos los devas de Tavatimsa superan a la gente de Uttarakuru y la gente
de Jambudipa.
“La gente de Jambudipa supera a la gente de Uttarakuru y a los devas de Tavatimsa en tres aspectos.
Y, ¿cuáles son esos tres? Ellos son héroes, son atentos y existe la vivencia de la vida espiritual allí.
En estos tres aspectos la gente de Jambudipa supera a la gente de Uttarakuru y a los devas de
Tavatimsa”.

AN 9,22 Assakhalunka Sutta – Potros salvajes

Tres clases de personas que son como los potros salvajes, los buenos caballos y los excelentes
caballos de pura sangre.

[22] “Monjes, voy a enseñaros acerca de las tres clases de potros salvajes y tres clases de personas
que son como los potros salvajes; sobre tres clases de buenos caballos y tres clases de personas que
son como los buenos caballos; sobre tres clases de excelentes caballos pura sangre y tres clases de
excelente personas pura sangre. Escuchad y prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cuáles son, monjes, las tres clases de potros salvajes? He aquí, una clase de potros salvajes
posee la velocidad, pero no la belleza ni las rectas proporciones. Hay otra clase de potros salvajes
que posee la velocidad y la belleza, pero no las rectas proporciones. Y otra clase más de potros
salvajes que posee la velocidad, la belleza y las rectas proporciones. Estas son las tres clases de
potros salvajes.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las tres clases de personas que son como los potros salvajes? He aquí una
clase de personas que es como el potro salvaje que posee la velocidad, pero no la belleza ni las
rectas proporciones. Hay otra clase de personas que es como el potro salvaje que posee la velocidad
y la belleza, pero no las rectas proporciones. Y otra clase de personas que es como el potro salvaje
que posee la velocidad, la belleza y las rectas proporciones.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona que es como el potro salvaje que posee la velocidad, pero no la
belleza ni las rectas proporciones? He aquí, un monje comprende tal como realmente es: ‘Esta es la
insatisfacción’, ‘este es el origen de la insatisfacción’, ‘este es el cese de la insatisfacción’ y ‘este es
el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Esto es, lo declaro yo, la velocidad. Pero
cuando se le pregunta sobre algún asunto concerniente al Dhamma o la Disciplina, se tambalea y no
responde. Esto es, lo declaro yo, la falta de belleza. Además, no se gana los hábitos, la comida de
las limosnas, las viviendas, ni la medicina con las provisiones para la enfermedad. Esto es, lo
declaro yo, la falta de rectas proporciones. Es de esta manera, monjes, cómo es una persona que es
como el potro salvaje que posee la velocidad, pero no la belleza ni las rectas proporciones.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona que es como el potro salvaje que posee la velocidad y la belleza,
pero no las rectas proporciones? He aquí, un monje comprende tal como realmente es: ‘Esta es la
insatisfacción’… ‘este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Esto es, lo declaro
yo, la velocidad. Y cuando se le pregunta sobre algún asunto concerniente al Dhamma o la
Disciplina, responde y no tambalea. Esto es, lo declaro yo, su belleza. Pero no se gana los hábitos,
la comida de las limosnas, las viviendas, ni la medicina con las provisiones para la enfermedad.
Esto es, lo declaro yo, la falta de rectas proporciones. Es de esta manera, monjes, cómo es una
persona que es como el potro salvaje que posee la velocidad y la belleza, pero no las rectas
proporciones.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona que es como el potro salvaje que posee la velocidad, la belleza y
las rectas proporciones? He aquí, un monje comprende tal como realmente es: ‘Esta es la
insatisfacción’… ‘este es el sendero que conduce al cese de la insatisfacción’. Esto es, lo declaro
yo, la velocidad. Y cuando se le pregunta sobre algún asunto concerniente al Dhamma o la
Disciplina, responde y no tambalea. Esto es, lo declaro yo, su belleza. Además se gana los hábitos,
la comida de las limosnas, las viviendas y la medicina con las provisiones para la enfermedad. Esto
es, lo declaro yo, sus rectas proporciones. Es de esta manera, monjes, cómo es una persona que es
como el potro salvaje que posee la velocidad, la belleza y las rectas proporciones. Estas son,
monjes, las tres clases de personas que son como los potros salvajes.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las tres clases de buenos caballos? He aquí una clase de caballos… [sigue
igual que en el caso de potros salvajes]… posee la velocidad, la belleza y las rectas proporciones.
Estas son las tres clases de buenos caballos.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las tres clases de personas que son como los buenos caballos? He aquí una
clase de personas que es… [sigue igual que en el caso de potros salvajes]… como el buen caballo
que posee la velocidad, la belleza y las rectas proporciones.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona que es como el buen caballo que posee la velocidad, pero no la
belleza ni las rectas proporciones… posee la velocidad y la belleza, pero no las rectas
proporciones… posee la velocidad, la belleza y las rectas proporciones? He aquí, con la completa
destrucción de los cinco grilletes menores un monje es alguien de nacimiento espontáneo, que
alcanza el Nibbana allí sin siquiera retornar de aquel mundo. Esto es, lo declaro yo, la velocidad. Y
cuando se le pregunta sobre algún asunto concerniente al Dhamma o la Disciplina, responde y no se
tambalea. Esto es, lo declaro yo, su belleza. Además, se gana los hábitos, la comida de las limosnas,
las viviendas y la medicina con las provisiones para la enfermedad. Esto es, lo declaro yo, sus rectas
proporciones. Es de esta manera, monjes, cómo es una persona que es como un buen caballo que
posee la velocidad, la belleza y las rectas proporciones. Estas son, monjes, las tres clases de
personas que son como los buenos caballos.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las tres clases de excelentes caballos purasangre? He aquí, una clase de
excelentes caballos purasangre… [sigue igual que en el caso de potros salvajes]… posee la
velocidad, la belleza y las rectas proporciones. Estas son las tres clases de excelentes caballos
purasangre.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las tres clases de excelentes personas pura sangre? He aquí una clase de
personas que es… [sigue igual que en el caso de potros salvajes]… que posee la velocidad, la
belleza y las rectas proporciones.
“Y, ¿cómo es, monjes, una persona que es como un excelente caballo purasangre que posee la
velocidad, pero no la belleza ni las rectas proporciones… posee la velocidad y la belleza, pero no
las rectas proporciones… posee la velocidad, la belleza y las rectas proporciones? He aquí, con la
destrucción de las contaminaciones un monje ha descubierto por sí mismo con el conocimiento
directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la
sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece allí. Esto es, lo declaro yo, la velocidad. Y cuando
se le pregunta sobre algún asunto concerniente al Dhamma o la Disciplina, responde y no se
tambalea. Esto es, lo declaro yo, su belleza. Además, se gana los hábitos, la comida de las limosnas,
las viviendas y la medicina con las provisiones para la enfermedad. Esto es, lo declaro yo, sus rectas
proporciones. Es de esta manera, monjes, cómo es una persona que es como un excelente caballo
purasangre que posee la velocidad, la belleza y las rectas proporciones. Estas son, monjes, las tres
clases de excelentes personas que son como los caballos purasangre”.

AN 9,23 Tanhamulaka Sutta – Ansia


Nueve insanos factores encadenados al ansia o anhelo, raíz de la insatisfacción.

[23] “Monjes, les enseñaré nueve cosas enraizadas en el ansia. Escuchen atentamente que hablaré”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado dijo:
"¿Y cuáles son las nueve cosas arraigadas en el ansia? (i) En dependencia del ansia, existe la
búsqueda. (ii) En dependencia de la búsqueda, existe la ganancia. (iii) En dependencia de la
ganancia, existe el juicio. (iv) En dependencia del juicio, existen el deseo y la lujuria. (v) En
dependencia del deseo y la lujuria, existe el apego. (vi) En dependencia del apego, existe la
posesividad. (vii) En dependencia de la posesividad, existe la avaricia. (viii) En dependencia de la
avaricia, existe la protección [de lo propio]. (ix) Con la protección [de lo propio] como fundamento,
se produce el alzamiento de varas y armas, peleas, disputas y contiendas, acusaciones, habla
divisiva y falsa, y muchas [otras] malas e insanas cosas. Estas son las nueve cosas arraigadas en el
ansia".

AN 9,24 {17A9.1.3.4,24} Sattavasa Sutta – Moradas de los


seres
Nueve planos de renacimiento de la consciencia.

[24] {24} “Monjes, he aquí estas nueve moradas de los seres. Y, ¿cuáles son esas nueve?
“He aquí, monjes, hay seres que son diferentes en el cuerpo y diferentes en la percepción, como los
seres humanos, algunos devas y algunos [seres] del mundo bajo. Esta es la primera morada de los
seres.
“Además, monjes, hay seres que son diferentes en el cuerpo, pero idénticos en la percepción, como
los devas del séquito del Brahma que renacen a través del primer [jhana]. Esta es la segunda morada
de los seres.
“Además, monjes, hay seres que son idénticos en el cuerpo, pero diferentes en la percepción, como
los devas que transmiten resplandor. Esta es la tercera morada de los seres.
“Además, monjes, hay seres que son idénticos en el cuerpo e idénticos en la percepción, como los
devas de la gloria refulgente. Esta es la cuarta morada de los seres.
“Además, monjes, hay seres que son no-perceptivos, sin experiencia, como los devas que son no-
perceptivos. Esta es la quinta morada de los seres.
“Además, monjes, hay seres que, con la completa superación de las percepciones de las formas, con
la desaparición de la afectación sensorial, con la desatención a la percepción de la diversidad,
[percibiendo:] ‘el espacio es infinito’, pertenecen a la base de la infinitud del espacio. Esta es la
sexta morada de los seres.
“Además, monjes, hay seres que, con la completa superación de la base de la infinitud del espacio,
[percibiendo:] ‘la conciencia es infinita’, pertenecen a la base de la infinitud de la conciencia. Esta
es la séptima morada de los seres.
“Además, monjes, hay seres que, con la completa superación de la base de la infinitud de la
conciencia, [percibiendo:] ‘he aquí no hay nada', pertenecen a la base de la nada. Esta es la octava
morada de los seres.
“Además, monjes, hay seres que, con la completa superación de la base de la nada, pertenecen a la
base de la ni-percepción-ni-no-percepción. Esta es la novena morada de los seres.
“Estas son, monjes, las nueve moradas de los seres”.

AN 9,25 {17A9.1.3.5,25} Panna Sutta – Sabiduría


De lo que es capaz la mente de un arahant.
[25] {25} “Monjes, cuando la mente del monje está bien consolidada a través de la sabiduría, él es
capaz de afirmar: ‘Destruido está el nacimiento, la vida espiritual ha sido vivida, lo que tenía que
realizarse se hizo y, he aquí, no hay más retornos a ningún estado de existencia’.
“Y, ¿cómo es la mente del monje bien consolidada a través de la sabiduría? Su mente está bien
consolidada en la sabiduría [cuando conoce]: ‘Mi mente es sin codicia’. Su mente está bien
consolidada en la sabiduría [cuando conoce]: ‘Mi mente es sin odio’. Su mente está bien
consolidada en la sabiduría [cuando conoce]: ‘Mi mente es sin falsa ilusión’. Su mente está bien
consolidada en la sabiduría [cuando conoce]: ‘Mi mente no está sujeta a un amor ciego’. Su mente
está bien consolidada en la sabiduría [cuando conoce]: ‘Mi mente no está sujeta a enemistad’. Su
mente está bien consolidada en la sabiduría [cuando conoce]: ‘Mi mente no está sujeta a confusión’.
Su mente está bien consolidada en la sabiduría [cuando conoce]: ‘Mi mente no está sujeta a retornar
a la existencia en la esfera de los sentidos’. Su mente está bien consolidada en la sabiduría [cuando
conoce]: ‘Mi mente no está sujeta a retornar a la existencia en la esfera de la forma’. Su mente está
bien consolidada en la sabiduría [cuando conoce]: ‘Mi mente no está sujeta a retornar a la existencia
en la esfera sin forma’.
“Monjes, cuando la mente del monje está bien consolidada a través de la sabiduría, él es capaz de
afirmar: ‘Destruido está el nacimiento, la vida espiritual ha sido vivida, lo que tenía que realizarse
se hizo y, he aquí, no hay más retornos a ningún estado de existencia’”.
AN 9,26 Silayupa Sutta – Pilar de piedra

El Venerable Sariputta describe la imperturbabilidad de un arahant de cara a los poderosos objetos


sensoriales.

[26] Esto he escuchado:


En una ocasión el Venerable Sariputta y el Venerable Candikaputta estaban morando en la arboleda
de los bambúes, en el santuario de las ardillas, cerca de Rajagaha. Estando allí, el Venerable
Candikaputta se dirigió a los monjes: “Amigos monjes”.
“Amigo”, respondieron aquellos monjes y el Venerable Candikaputta continuó: “Amigos, Devadatta
[1] enseña el Dhamma a los monjes de esta manera: ‘Amigos, cuando la mente del monje está
consolidada por la mente, es oportuno para él declarar: «Yo comprendo esto: destruido está el
nacimiento, la vida santa ha sido vivida, lo que había que hacer se hizo y, he aquí, no hay más
futuros estados de existencia»’”.
Entonces el Venerable Sariputta dijo al Venerable Candikaputta: “Amigo Candikaputta, no es de
esta manera que Devadatta enseña el Dhamma a los monjes. Más bien Devadatta enseña a los
monjes así: ‘Amigos, cuando la mente del monje está bien consolidada por la mente, es oportuno
para él declarar: «Yo comprendo esto: destruido está el nacimiento, la vida santa ha sido vivida, lo
que había que hacer se hizo y, he aquí, no hay más futuros estados de existencia»’”.
Y por segunda vez… por tercera vez el Venerable Candikaputta se dirigió a los monjes: “Amigos
monjes”.
“Amigo”, respondieron aquellos monjes y el Venerable Candikaputta continuó: “Amigos, Devadatta
enseña el Dhamma a los monjes de esta manera: ‘Amigos, cuando la mente del monje está
consolidada por la mente, es oportuno para él declarar: «Yo comprendo esto: destruido está el
nacimiento, la vida santa ha sido vivida, lo que había que hacer se hizo y, he aquí, no hay más
futuros estados de existencia»’”.
Y por segunda vez… por tercera vez el Venerable Sariputta dijo al Venerable Candikaputta: “Amigo
Candikaputta, no es de esta manera que Devadatta enseña el Dhamma a los monjes. Más bien
Dvadatta enseña a los monjes así: ‘Amigos, cuando la mente del monje está bien consolidada por la
mente, es oportuno para él declarar: «Yo comprendo esto: destruido está el nacimiento, la vida santa
ha sido vivida, lo que había que hacer se hizo y, he aquí, no hay más futuros estados de
existencia»’”.
“Y, ¿cómo, amigo, es la mente del monje bien consolidada por la mente? Su mente está bien
consolidada por la mente [cuando conoce]: ‘Mi mente está sin avidez’. Su mente está bien
consolidada por la mente [cuando conoce]: ‘Mi mente está sin odio’. Su mente está bien
consolidada por la mente [cuando conoce]: ‘Mi mente está sin falsa ilusión’. Su mente está bien
consolidada por la mente [cuando conoce]: ‘Mi mente no está sujeta a la avidez’. Su mente está bien
consolidada por la mente [cuando conoce]: ‘Mi mente no está sujeta al odio’. Su mente está bien
consolidada por la mente [cuando conoce]: ‘Mi mente no está sujeta a la falsa ilusión’. Su mente
está bien consolidada por la mente [cuando conoce]: ‘Mi mente no está sujeta al retorno a la
existencia en la esfera de los sentidos’. Su mente está bien consolidada por la mente [cuando
conoce]: ‘Mi mente no está sujeta al retorno a la existencia en la esfera de la forma’. Su mente está
bien consolidada por la mente [cuando conoce]: ‘Mi mente no está sujeta al retorno a la existencia
en la esfera sin forma’.
“Amigo, cuando un monje es así perfectamente liberado en la mente, incluso si las poderosas
formas cognoscibles a través del ojo entran en el rango del ojo, ellas no obsesionan su mente; su
mente no se ve afectada para nada. Permanece firme, logrando la imperturbabilidad y observando su
desvanecimiento. Incluso si los poderosos sonidos cognoscibles a través del oído entran en el rango
del oído… Incluso si los poderosos olores cognoscibles a través de la nariz entran en el rango de la
nariz… Incluso si los poderosos sabores cognoscibles a través de la lengua entran en el rango de la
lengua… Incluso si los poderosos objetos táctiles cognoscibles a través del cuerpo entran en el
rango del cuerpo… Incluso si los poderosos fenómenos mentales cognoscibles a través de la mente
entran en el rango de la mente, ellos no obsesionan su mente; su mente no se ve afectada para nada.
Permanece firme, logrando la imperturbabilidad y observando su desvanecimiento.
“Imagina, amigo, un pilar de piedra de ocho metros de altura, cuatro metros de los cuales estuviese
debajo de la tierra y cuatro metros por encima. Si una violenta tormenta llegara del este, no lo
removería ni lo haría caer, tambalear ni temblar. Si una violenta tormenta llegara del oeste… del
norte… del sur, no lo removería ni lo haría caer, tambalear ni temblar. Y, ¿por qué así? Porque el
pilar de piedra está puesto segura y profundamente en el suelo. De la misma manera, amigo, cuando
un monje es así perfectamente liberado en la mente, incluso si las poderosas formas cognoscibles a
través del ojo entran en el rango del ojo, ellas no obsesionan su mente; su mente no se ve afectada
para nada. Permanece firme, logrando la imperturbabilidad y observando su desvanecimiento.
Incluso si los poderosos sonidos cognoscibles a través del oído entran en el rango del oído…
Incluso si los poderosos olores cognoscibles a través de la nariz entran en el rango de la nariz…
Incluso si los poderosos sabores cognoscibles a través de la lengua entran en el rango de la
lengua… Incluso si los poderosos objetos táctiles cognoscibles a través del cuerpo entran en el
rango del cuerpo… Incluso si los poderosos fenómenos mentales cognoscibles a través de la mente
entran en el rango de la mente, ellos no obsesionan su mente; su mente no se ve afectada para nada.
Permanece firme, logrando la imperturbabilidad y observando su desvanecimiento”.

NOTA DEL TRADUCTOR:


[1] Devadatta fue el primo del Buda, asociado en los Nikayas con el cisma del Sangha. Es un
enigma que en este sutta —aparentemente— se aprueban sus enseñanzas, puesto que normalmente
se las critica y considera como una distorsión del Dhamma. Bhikkhu Bodhi especula que el sutta
podría provenir de la época, en la cual, Devadatta aún no llegó a ser un cismático (cf., Bodhi, 2012,
p. 1099).
AN 9,27-28 Pathama y Dutiyavera Sutta – Enemistad

El Buda explica en qué consisten los cinco peligros y enemistades, y los cuatro factores de alguien
que entra en la corriente.

AN 9,27 Pathamavera Sutta – Primer discurso sobre la enemistad

[27] Entonces, el hombre hogareño Anathapindika se acercó al Bienaventurado y, al llegar, le rindió


homenaje y se sentó a un lado. Estando sentado ahí, el Bienaventurado se dirigió a él con estas
palabras:
“Hombre hogareño, cuando el noble discípulo haya eliminado los cinco peligros y enemistades —y
posee los cuatro factores de la entrada en la corriente―, puede, si así lo desea, declarar de sí mismo
esto: ‘Soy uno que terminó con el infierno, con el renacimiento en los úteros de los animales, con el
plano de los espíritus hambrientos; soy uno que terminó con el plano de la miseria, con el mal
destino y con el bajo mundo. Soy el que entra-en-la-corriente, uno que ha superado el [nacimiento
en el] bajo mundo y se ha asegurado un destino hacia la Iluminación’.
“Ahora, hombre hogareño, ¿en qué consisten los cinco peligros y enemistades que han sido
eliminados?
“Cuando alguien, hombre hogareño, destruye la vida, entonces con la destrucción de la vida como
condición, crea el peligro y enemistad pertenecientes a esta vida, y peligro y enemistad
pertenecientes a las vidas futuras; y experimenta estados mentales de pena y desesperanza. Pero,
cuando alguien se abstiene de destruir la vida, entonces no crea semejante peligro ni enemistad
pertenecientes a esta vida, tampoco crea ese peligro ni enemistad pertenecientes a las vidas futuras;
no experimenta estados mentales de pena ni desesperanza. Para alguien que se abstiene de destruir
la vida, aquel peligro y enemistad se han eliminado.
“Cuando alguien, hombre hogareño, toma lo que no le ha sido dado… se entrega a ilícitas prácticas
sexuales… dice mentiras… se deja estar bajo la influencia de los vinos, licores y bebidas
embriagantes, que son la base para la negligencia, entonces el hecho de dejarse estar influenciado
por los vinos, licores y bebidas embriagantes, que son la base para la negligencia, como condición
crea el peligro y enemistad pertenecientes a esta vida, y peligro y enemistad pertenecientes a las
vidas futuras; y experimenta estados mentales de pena y desesperanza. Pero, cuando alguien se
abstiene de estar influenciado por los vinos, licores y bebidas embriagantes, que son la base para la
negligencia, entonces no crea semejante peligro ni enemistad pertenecientes a esta vida, tampoco
crea ese peligro ni enemistad pertenecientes a las vidas futuras; no experimenta estados mentales de
pena ni desesperanza. Para alguien que se abstiene de estar bajo la influencia de los vinos, licores y
bebidas embriagantes, que son la base para la negligencia, aquel peligro y enemistad se han
eliminado.
“En eso consisten los cinco peligros y enemistades que han de ser eliminados.
“¿Y cuáles son los cuatro factores de la entrada a la corriente que posee?
“Este es el caso, hombre hogareño, del noble discípulo que posee una fe inquebrantable en el
Bienaventurado de esta manera: ‘Realmente, el Bienaventurado es un Arahant perfectamente
Iluminado, perfecto en sus acciones y el conocimiento, el Bienhechor, el conocedor del mundo,
insuperable amansador de hombres que han de ser amansados. Maestro de los devas y los seres
humanos, el Buda, el Bienaventurado’.
“También, posee una fe inquebrantable en el Dhamma de esta manera: ‘Este Dhamma está bien
expuesto por el Bienaventurado, puede ser conocido aquí y ahora, no está limitado por el tiempo,
sino que puede ser verificado, llevado a la práctica y el sabio lo puede realizar por sí mismo’.
“También, posee una fe inquebrantable en el Sangha de esta manera: ‘El Sangha de los discípulos
del Bienaventurado practica de buena manera, practica de manera recta, practica de manera
verdadera, Es decir, el Sangha de los discípulos del Bienaventurado se compone de cuatro pares de
personas, de ocho clases de individuos, por lo cual, el Sangha de los discípulos del Bienaventurado
es digno de recibir dádivas, digno de recibir hospitalidad, digno de recibir ofrendas, digno de ser
respetado y se convierte en un incomparable campo de méritos para el mundo’.
“También posee las virtudes que son apreciadas por los nobles: es inquebrantable, sin manchas, sin
impurezas, liberado, ponderado por los sabios, conducente hacia la concentración.
“Estos son los cuatro factores de la entrada a la corriente.
“Hombre hogareño, cuando el noble discípulo haya eliminado estos cinco peligros y enemistades —
y cuando posee estos cuatro factores de la entrada en la corriente―, puede, si así lo desea, declarar
de sí mismo esto: ‘Soy uno que terminó con el infierno, con el renacimiento en los úteros de los
animales, con el plano de los espíritus hambrientos; soy uno que terminó con el plano de la miseria,
con el mal destino y con el bajo mundo. Soy el que entra-en-la-corriente, uno que ha superado el
[nacimiento en el] bajo mundo y se ha asegurado un destino hacia la Iluminación’”.

AN 9,28 Dutiyavera Sutta – Segundo discurso sobre la enemistad

[28] “Monjes, cuando el noble discípulo haya eliminado los cinco peligros y enemistades —y posee
los cuatro factores de la entrada en la corriente―, puede, si así lo desea, declarar de sí mismo esto:
‘Soy uno que terminó con el infierno, con el renacimiento en los úteros de los animales, con el
plano de los espíritus hambrientos; soy uno que terminó con el plano de la miseria, con el mal
destino y con el bajo mundo. Soy el que entra-en-la-corriente, uno que ha superado el [nacimiento
en el] bajo mundo y se ha asegurado un destino hacia la Iluminación’”.
[Sigue igual que el sutta anterior pero dirigido a los monjes].
AN 9,29-30 {17A9.1.3.9,29-17A9.1.3.10,30} Aghatavatthu Sutta
y Aghatapativinaya Sutta – Discurso sobre el resentimiento y
Discurso sobre la remoción del resentimiento

En estos dos suttas el Buda enseña, primero, las raíces del resentimiento y prescribe, luego, los
métodos para disipar estas opiniones destructivas.

AN 9,29 {17A9.1.3.9,29} Aghatavatthu Sutta – Discurso sobre el resentimiento


[29] {29} “Monjes, he aquí estas nueve bases para el resentimiento. Y, ¿cuáles son esas nueve?
[Pensando:] ‘Él actuó para hacerme daño’, uno alberga el resentimiento. [Pensando:] ‘Él está
actuando para hacerme daño’, uno alberga el resentimiento. [Pensando:] ‘Él va a actuar para
hacerme daño’, uno alberga el resentimiento. [Pensando:] ‘Él actuó para hacer daño a alguien que es
grato y querido para mí’, uno alberga el resentimiento. [Pensando:] ‘Él está actuando para hacer
daño a alguien que es grato y querido para mí’, uno alberga el resentimiento. [Pensando:] ‘Él va a
actuar para hacer daño a alguien que es grato y querido para mí’, uno alberga el resentimiento.
[Pensando:] ‘Él actuó para beneficiar a alguien que es ingrato y desagradable para mí’, uno alberga
el resentimiento. [Pensando:] ‘Él está actuando para beneficiar a alguien que es ingrato y
desagradable para mí’, uno alberga el resentimiento. [Pensando:] ‘Él va a actuar para beneficiar a
alguien que es ingrato y desagradable para mí’, uno alberga el resentimiento. Éstas son, monjes, las
nueve bases para el resentimiento”.

AN 9,30 {17A9.1.3.10,30} Aghatapativinaya Sutta – Discurso sobre la remoción


el resentimiento
[30] {30} “Monjes, he aquí estas nueve maneras para la remoción del resentimiento. Y, ¿cuáles son
esas nueve? [Pensando:] ‘Él actuó para hacerme daño, pero ¿qué se puede hacer acerca de eso?’,
uno remueve el resentimiento. [Pensando:] ‘Él está actuando para hacerme daño, pero ¿qué se
puede hacer acerca de eso?’, uno remueve el resentimiento. [Pensando:] ‘Él va a actuar para
hacerme daño, pero ¿qué se puede hacer acerca de eso?’, uno remueve el resentimiento. [Pensando:]
‘Él actuó para hacer daño a alguien que es grato y querido para mí, pero ¿qué se puede hacer acerca
de eso?’, uno remueve el resentimiento. [Pensando:] ‘Él está actuando para hacer daño a alguien
que es grato y querido para mí, pero ¿qué se puede hacer acerca de eso?’, uno remueve el
resentimiento. [Pensando:] ‘Él va a actuar para hacer daño a alguien que es grato y querido para mí,
pero ¿qué se puede hacer acerca de eso?’, uno remueve el resentimiento. [Pensando:] ‘Él actuó para
beneficiar a alguien que es ingrato y desagradable para mí, pero ¿qué se puede hacer acerca de
eso?’, uno remueve el resentimiento. [Pensando:] ‘Él está actuando para beneficiar a alguien que es
ingrato y desagradable para mí, pero ¿qué se puede hacer acerca de eso?’, uno remueve el
resentimiento. [Pensando:] ‘Él va a actuar para beneficiar a alguien que es ingrato y desagradable
para mí, pero ¿qué se puede hacer acerca de eso?’, uno remueve el resentimiento. Éstas son,
monjes, las nueve maneras para la remoción del resentimiento”.
AN 9,31 Anupubbaninirodha Sutta – El cese progresivo
Los elementos que van cesando en cada uno de los logros meditativos.
[31] “Monjes, he aquí estos nueve progresivos ceses. Y, ¿cuáles son esos nueve? Para alguien que
ha alcanzado el primer jhana, cesa la percepción sensual. Para alguien que ha alcanzado el segundo
jhana, cesa el pensamiento aplicado y sostenido. Para alguien que ha alcanzado el tercer jhana, cesa
el arrobamiento. Para alguien que ha alcanzado el cuarto jhana, cesa la inhalación y exhalación.
Para alguien que ha alcanzado la base de la infinitud del espacio, cesa la percepción de la forma.
Para alguien que ha alcanzado la base de la infinitud de la conciencia, cesa la percepción
perteneciente a la base de la infinitud del espacio. Para alguien que ha alcanzado la base de la nada,
cesa la percepción perteneciente a la base de la infinitud de la conciencia. Para alguien que ha
alcanzado la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, cesa la percepción perteneciente a la base
de la nada. Para alguien que ha alcanzado el cese de la percepción y sensación, cesan la percepción
y la sensación. Estos son, monjes, los nueve progresivos ceses”.

AN 9,32 Anupubbvihara Sutta – Moradas progresivas


El mapa de los nueve progresivos estados de meditación.

[32] “Monjes, he aquí estas nueve progresivas moradas. Y, ¿cuáles son esas nueve? He aquí,
monjes, recluido de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados, el monje entra y
permanece en el primer jhana, el cual consiste en arrobamiento y placer nacidos de la reclusión,
acompañados por el pensamiento aplicado y sostenido. Con la superación del pensamiento aplicado
y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, que se caracteriza por la placidez interna y
unificación mental, y consiste en el arrobamiento y placer nacidos de la concentración, sin el
pensamiento aplicado y sostenido. Con la desaparición del arrobamiento, permanece ecuánime y —
atentamente consciente y comprendiendo claramente— experimenta placer con el cuerpo; él entra y
permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon ‘él mora ecuánime, atento y
felizmente’. Con el abandono del placer y la pena, y con la previa desaparición del gozo y el
abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, caracterizado por la
purificación y atención consciente a través de la ecuanimidad.
“Con la completa superación de las percepciones de las formas, con la desaparición de las
percepciones del impacto sensorial, con la no-atención a las percepciones de la diversidad,
[percibiendo] ‘el espacio es infinito’, el monje entra y permanece en la base de la infinitud del
espacio. Con la completa superación de la base de la infinitud del espacio, [percibiendo] ‘la
conciencia es infinita’, el monje entra y permanece en la base de la infinitud de la conciencia. Con
la completa superación de la base de la infinitud de la conciencia, [percibiendo] ‘he aquí nada hay’,
el monje entra y permanece en la base de la nada. Con la completa superación de la base de la nada,
entra y permanece en la base de la ni-percepción-ni-no-percepción. Con la completa superación de
la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, entra y permanece en el cese de la percepción y
sensación.
“Éstas son, monjes, las nueve progresivas moradas”.
AN 9,33 Anupubbviharasampatti Sutta – El logro de las
moradas progresivas

Nueve estados mentales progresivos que constituyen logros meditativos.

[33] “Monjes, voy a enseñaros el logro de estas nueve moradas progresivas. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar.” “Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado
continuó:
“Y, ¿qué es, monjes, el logro de las nueve moradas progresivas?
“Yo hablo de [ese estado] donde los placeres sensuales cesan y de aquellos que moran habiendo
terminado por completo los placeres sensuales: ‘Ciertamente, aquellos venerables señores están sin
hambre y templados; ellos han trascendido más allá en este punto particular’. Si a alguien se le
preguntase: ‘¿Dónde cesan los placeres sensuales? Y, ¿quiénes son aquellos que moran habiendo
terminado por completo los placeres sensuales? Es que no lo sé ni lo veo’, debería responder: ‘He
aquí, amigo, recluido de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados, el monje entra
y permanece en el primer jhana, el cual consiste en arrobamiento y placer nacidos de la reclusión,
acompañados por el pensamiento aplicado y sostenido. Es ahí donde cesan los placeres sensuales y
aquellos son los que moran habiendo terminado por completo los placeres sensuales’. Ciertamente,
monjes, alguien que no es malicioso o hipócrita debería deleitarse y regocijarse en esta declaración,
diciendo: ‘¡Bien!’, habiendo hecho esto, inclinándose en un reverencial saludo, debería asistirles a
ellos.
“Yo hablo de [ese estado] donde el pensamiento aplicado y sostenido cesa y de aquellos que moran
habiendo terminado por completo con el pensamiento aplicado y sostenido: ‘Ciertamente, aquellos
venerables señores están sin hambre y templados; ellos han trascendido más allá en este punto
particular’. Si a alguien se le preguntase: ‘¿Dónde cesa el pensamiento aplicado y sostenido? Y,
¿quiénes son aquellos que moran habiendo terminado por completo con el pensamiento aplicado y
sostenido? Es que no lo sé ni lo veo’, debería responder: ‘Con la superación del pensamiento
aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, que se caracteriza por la placidez
interna y unificación mental, y consiste en el arrobamiento y placer nacidos de la concentración, sin
el pensamiento aplicado y sostenido. Es ahí donde cesa el pensamiento aplicado y sostenido, y
aquellos son los que moran habiendo terminado por completo con el pensamiento aplicado y
sostenido’. Ciertamente, monjes, alguien que no es malicioso o hipócrita debería deleitarse y
regocijarse en esta declaración, diciendo: ‘¡Bien!’, habiendo hecho esto, inclinándose en un
reverencial saludo, debería asistirles a ellos.
“Yo hablo de [ese estado] donde el arrobamiento cesa y de aquellos que moran habiendo terminado
por completo con el arrobamiento: ‘Ciertamente, aquellos venerables señores están sin hambre y
templados; ellos han trascendido más allá en este punto particular’. Si a alguien se le preguntase:
‘¿Dónde cesa el arrobamiento? Y, ¿quiénes son aquellos que moran habiendo terminado por
completo con el arrobamiento? Es que no lo sé ni lo veo’, debería responder: ‘Con la desaparición
del arrobamiento, permanece ecuánime y —atentamente consciente y comprendiendo claramente—
experimenta placer con el cuerpo; él entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles
declararon «él mora ecuánime, atento y felizmente». Es ahí donde cesa el arrobamiento, y aquellos
son los que moran habiendo terminado por completo con el arrobamiento’. Ciertamente, monjes,
alguien que no es malicioso o hipócrita debería deleitarse y regocijarse en esta declaración,
diciendo: ‘¡Bien!’, habiendo hecho esto, inclinándose en un reverencial saludo, debería asistirles a
ellos.
“Yo hablo de [ese estado] donde el placer [conectado con] la ecuanimidad cesa y de aquellos que
moran habiendo terminado por completo con el placer [conectado con] la ecuanimidad:
‘Ciertamente, aquellos venerables señores están sin hambre y templados; ellos han trascendido más
allá en este punto particular’. Si a alguien se le preguntase: ‘¿Dónde cesa el placer [conectado con]
la ecuanimidad? Y, ¿quiénes son aquellos que moran habiendo terminado por completo con el
placer [conectado con] la ecuanimidad? Es que no lo sé ni lo veo’, debería responder: ‘Con el
abandono del placer y la pena, y con la previa desaparición del gozo y el abatimiento, entra y
permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, caracterizado por la purificación y atención
consciente a través de la ecuanimidad. Es ahí donde cesa el placer [conectado con] la ecuanimidad,
y aquellos son los que moran habiendo terminado por completo con el placer [conectado con] la
ecuanimidad’. Ciertamente, monjes, alguien que no es malicioso o hipócrita debería deleitarse y
regocijarse en esta declaración, diciendo: ‘¡Bien!’, habiendo hecho esto, inclinándose en un
reverencial saludo, debería asistirles a ellos.
“Yo hablo de [ese estado] donde las percepciones de las formas cesan y de aquellos que moran
habiendo terminado por completo con las percepciones de las formas: ‘Ciertamente, aquellos
venerables señores están sin hambre y templados; ellos han trascendido más allá en este punto
particular’. Si a alguien se le preguntase: ‘¿Dónde cesan las percepciones de las formas? Y, ¿quiénes
son aquellos que moran habiendo terminado por completo con las percepciones de las formas? Es
que no lo sé ni lo veo’, debería responder: ‘Con la completa superación de las percepciones de las
formas, con la desaparición de las percepciones del impacto sensorial, con la no-atención a las
percepciones de la diversidad, [percibiendo] «el espacio es infinito», el monje entra y permanece en
la base de la infinitud del espacio. Es ahí donde cesan las percepciones de las formas, y aquellos son
los que moran habiendo terminado por completo con las percepciones de las formas’. Ciertamente,
monjes, alguien que no es malicioso o hipócrita debería deleitarse y regocijarse en esta declaración,
diciendo: ‘¡Bien!’, habiendo hecho esto, inclinándose en un reverencial saludo, debería asistirles a
ellos.
“Yo hablo de [ese estado] donde la percepción de la base de la infinitud del espacio cesa y de
aquellos que moran habiendo terminado por completo con la percepción de la base de la infinitud
del espacio: ‘Ciertamente, aquellos venerables señores están sin hambre y templados; ellos han
trascendido más allá en este punto particular’. Si a alguien se le preguntase: ‘¿Dónde cesa la
percepción de la base de la infinitud del espacio? Y, ¿quiénes son aquellos que moran habiendo
terminado por completo con la percepción de la base de la infinitud del espacio? Es que no lo sé ni
lo veo’, debería responder: ‘Con la completa superación de la base de la infinitud del espacio,
[percibiendo] «la conciencia es infinita», el monje entra y permanece en la base de la infinitud de la
conciencia. Es ahí donde cesa la percepción de la base de la infinitud del espacio, y aquellos son
los que moran habiendo terminado por completo con la percepción de la base de la infinitud del
espacio’. Ciertamente, monjes, alguien que no es malicioso o hipócrita debería deleitarse y
regocijarse en esta declaración, diciendo: ‘¡Bien!’, habiendo hecho esto, inclinándose en un
reverencial saludo, debería asistirles a ellos.
“Yo hablo de [ese estado] donde la percepción de la base de la infinitud de la conciencia cesa y de
aquellos que moran habiendo terminado por completo con la percepción de la base de la infinitud de
la conciencia: ‘Ciertamente, aquellos venerables señores están sin hambre y templados; ellos han
trascendido más allá en este punto particular’. Si a alguien se le preguntase: ‘¿Dónde cesa la
percepción de la base de la infinitud de la conciencia? Y, ¿quiénes son aquellos que moran habiendo
terminado por completo con la percepción de la base de la infinitud de la conciencia? Es que no lo
sé ni lo veo’, debería responder: ‘Con la completa superación de la base de la infinitud de la
conciencia, [percibiendo] «he aquí nada hay», el monje entra y permanece en la base de la nada. Es
ahí donde cesa la percepción de la base de la infinitud de la conciencia, y aquellos son los que
moran habiendo terminado por completo con la percepción de la base de la infinitud de la
conciencia’. Ciertamente, monjes, alguien que no es malicioso o hipócrita debería deleitarse y
regocijarse en esta declaración, diciendo: ‘¡Bien!’, habiendo hecho esto, inclinándose en un
reverencial saludo, debería asistirles a ellos.
“Yo hablo de [ese estado] donde la percepción de la base de la nada cesa y de aquellos que moran
habiendo terminado por completo con la percepción de la base de la nada: ‘Ciertamente, aquellos
venerables señores están sin hambre y templados; ellos han trascendido más allá en este punto
particular’. Si a alguien se le preguntase: ‘¿Dónde cesa la percepción de la base de la nada? Y,
¿quiénes son aquellos que moran habiendo terminado por completo con la percepción de la base de
la nada? Es que no lo sé ni lo veo’, debería responder: ‘Con la completa superación de la base de la
nada, el monje entra y permanece en la base de la ni-percepción-ni-no-percepción. Es ahí donde
cesa la percepción de la base de la nada, y aquellos son los que moran habiendo terminado por
completo con la percepción de la base de la nada’. Ciertamente, monjes, alguien que no es
malicioso o hipócrita debería deleitarse y regocijarse en esta declaración, diciendo: ‘¡Bien!’,
habiendo hecho esto, inclinándose en un reverencial saludo, debería asistirles a ellos.
“Yo hablo de [ese estado] donde la percepción de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción cesa
y de aquellos que moran habiendo terminado por completo con la percepción de la base de la ni-
percepción-ni-no-percepción: ‘Ciertamente, aquellos venerables señores están sin hambre y
templados; ellos han trascendido más allá en este punto particular’. Si a alguien se le preguntase:
‘¿Dónde cesa la percepción de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción? Y, ¿quiénes son
aquellos que moran habiendo terminado por completo con la percepción de la base de la ni-
percepción-ni-no-percepción? Es que no lo sé ni lo veo’, debería responder: ‘Con la completa
superación de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, el monje entra y permanece en el cese
de percepción y sensación. Es ahí donde cesa la percepción de la base de la ni-percepción-ni-no-
percepción, y aquellos son los que moran habiendo terminado por completo con la percepción de la
base de la ni-percepción-ni-no-percepción’. Ciertamente, monjes, alguien que no es malicioso o
hipócrita debería deleitarse y regocijarse en esta declaración, diciendo: ‘¡Bien!’, habiendo hecho
esto, inclinándose en un reverencial saludo, debería asistirles a ellos.
“Este es, monjes, el logro de las nueve moradas progresivas”.
AN 9,34 {17A9.1.4.3,34} Nibbana Sutta – Nibbana

El Venerable Sariputta explica al Venerable Udayin cómo hasta los estados mentales más
exquisitamente refinados y hermosos están obstruidos por el dukkha; solamente el Nibbana en sí
mismo puede ser propiamente llamado “felicidad” [Th].

[34] {34} Esto he escuchado:


En una ocasión el Venerable Sariputta estaba morando en la arboleda de los bambúes, donde la
gente alimenta a las ardillas, cerca de Rajagaja. Allí, el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes:
“amigos monjes”.
“Amigo”, respondieron aquellos monjes y el Venerable Sariputta continuó:
“Este Nibbana, amigos, es la felicidad. Este Nibbana, amigos, es la felicidad”.
Cuando se dijo esto, el Venerable Udayi dijo al Venerable Sariputta: “Pero amigo Sariputta, ¿qué
felicidad es esta, si aquí no se siente nada?”.
“Precisamente ésta es la felicidad aquí, amigo, que no se siente nada”.
“He aquí, amigos, existen estos cinco objetos del placer sensual. Y, ¿cuáles son estos cinco? Formas
cognoscibles por el ojo que son deseables, atrayentes, agradables, placenteras, conectadas con el
placer sensual y tentadoras; sonidos cognoscibles por el oído… olores cognoscibles por la nariz…
sabores cognoscibles por la lengua… objetos táctiles cognoscibles por el cuerpo que son deseables,
atrayentes, agradables, placenteras, conectadas con el placer sensual y tentadoras. Éstos son,
amigos, los cinco objetos del placer sensual. Cualquier placer o gozo que surge en dependencia de
estos cinco objetos del placer sensual se llama placer sensual.
“He aquí, amigos, el monje, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados
mentales, entra y permanece en el primer jhana, que consiste en arrobamiento y placer nacidos de la
reclusión, acompañados por el pensamiento aplicado y sostenido. Si ocurriese en aquel monje,
mientras morase de esta manera, alguna percepción y atención acompañada por la sensualidad, la
sentiría como una aflicción. Al igual que cuando la pena surge en una persona saludable sólo le
produce aflicción, así también, si ocurriese en aquel monje, mientras morase de esta manera, alguna
percepción y atención acompañada por la sensualidad, la sentiría como una aflicción. Pero el
Bienaventurado dijo que todo lo que es aflicción, es sufrimiento. De esta manera, amigos, se puede
entender cómo el Nibbana es felicidad.
“Además, amigos, con la desaparición del pensamiento aplicado y sostenido, el monje entra y
permanece en el segundo jhana… Si ocurriese en aquel monje, mientras morase de esta manera,
alguna percepción y atención acompañada por el pensamiento, la sentiría como una aflicción. Al
igual que cuando la pena surge en una persona saludable sólo le produce aflicción, así también, si
ocurriese en aquel monje, mientras morase de esta manera, alguna percepción y atención
acompañada por el pensamiento, la sentiría como una aflicción. Pero el Bienaventurado dijo que
todo lo que es aflicción, es sufrimiento. De esta manera también, amigos, se puede entender cómo el
Nibbana es felicidad.
“Además, amigos, con la desaparición del arrobamiento… entra y permanece en el tercer jhana, con
la desaparición del arrobamiento, entra y permanece en el tercer jhana… Si ocurriese en aquel
monje, mientras morase de esta manera, alguna percepción y atención acompañada por el
arrobamiento, la sentiría como una aflicción… De esta manera también, amigos, se puede entender
cómo el Nibbana es felicidad.
“Además, amigos, con el abandono del placer y la pena… entra y permanece en el cuarto jhana…
Si ocurriese en aquel monje, mientras morase de esta manera, alguna percepción y atención
acompañada por el placer [conectado con] la ecuanimidad, la sentiría como una aflicción… De esta
manera también, amigos, se puede entender cómo el Nibbana es felicidad.
“Además, amigos, con la superación total de las percepciones de las formas, con la desaparición de
la afectación sensorial, con la desatención a la percepción de la diversidad, [percibiendo que] «el
espacio es infinito», entra y permanece en la base de la infinitud del espacio… Si ocurriese en aquel
monje, mientras morase de esta manera, alguna percepción y atención acompañada por las formas,
la sentiría como una aflicción… De esta manera también, amigos, se puede entender cómo el
Nibbana es felicidad.
“Además, amigos, con la superación total de la base de la infinitud del espacio, [percibiendo que]
«la conciencia es infinita», entra y permanece en la base de la infinitud de la conciencia… Si
ocurriese en aquel monje, mientras morase de esta manera, alguna percepción y atención
acompañada por la base de la infinitud del espacio, la sentiría como una aflicción… De esta manera
también, amigos, se puede entender cómo el Nibbana es felicidad.
“Además, amigos, con la superación total de la base de la infinitud de la conciencia, [percibiendo
que] «he aquí no hay nada», entra y permanece en la base de la nada… Si ocurriese en aquel monje,
mientras morase de esta manera, alguna percepción y atención acompañada por la base de la
infinitud de la conciencia, la sentiría como una aflicción… De esta manera también, amigos, se
puede entender cómo el Nibbana es felicidad.
“Además, monjes, con la superación total de la base de la nada, entra y permanece en la base de la
ni-percepción-ni-no-percepción. Si ocurriese en aquel monje, mientras morase de esta manera,
alguna percepción y atención acompañada por la base de la nada, la sentiría como una aflicción. Al
igual que cuando la pena surge en una persona saludable sólo le produce aflicción, así también, si
ocurriese en aquel monje, mientras morase de esta manera, alguna percepción y atención
acompañada por la base de la nada, la sentiría como una aflicción. Pero el Bienaventurado dijo que
todo lo que es aflicción, es sufrimiento. De esta manera también, amigos, se puede entender cómo el
Nibbana es felicidad.
“Además, monjes, con la superación total de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, entra y
permanece en el cese de la percepción y sensación. Y habiéndolo visto con sabiduría, sus impurezas
son totalmente destruidas. De esta manera también, amigos, se puede entender cómo el Nibbana es
felicidad".
AN 9,35 {17A9.1.4.4,35} Gaviupama Sutta – La vaca

Mediante el símil de una vaca tonta y otra sabia, el Buda explica la diferencia entre un monje tonto
–quién por más que alcanza el primer jhana cae de él y no progresa- y el sabio, quién alcanza todos
los logros meditativos y la liberación final.

[35] {35} “Imaginad, monjes, a una vaca tonta que habita en las montañas, pero es incompetente,
inexperta e inepta para caminar en medio de las escabrosas montañas. Entonces, si se le ocurriese
esto: ‘debería ir a una región, donde nunca todavía me haya ido, para comer el pasto que jamás
todavía haya comido y tomar el agua que jamás todavía haya tomado’. Y si, acto seguido, se
estableciese sobre su pata delantera y, mientras aún no estuviese firmemente plantada, levantase su
pata trasera, entonces, no iría a aquella región, donde nunca todavía se haya ido, ni comería el pasto
que nunca todavía haya comido ni tomaría el agua que nunca todavía haya tomado. Tampoco
retornaría a salvo a la región donde se le ocurrió esto: ‘debería ir a una región, donde nunca todavía
me haya ido, para comer el pasto que jamás todavía haya comido y tomar el agua que jamás todavía
haya tomado’. Y, ¿por qué así, monjes? Porque aquella vaca que habita en las montañas, es tonta,
incompetente, inexperta e inepta para caminar en medio de las escabrosas montañas.
“Así también, monjes, hay el monje que es tonto, incompetente, inexperto e inepto cuando, recluido
de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el
primer jhana, que consiste en arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, acompañados por el
pensamiento aplicado y sostenido.
“Él no persigue aquel objeto, no lo desarrolla ni lo cultiva, no se focaliza en él de buena manera.
“Y se le ocurre esto: ‘con la desaparición del pensamiento aplicado y sostenido, debería entrar y
permanecer en el segundo jhana…’. Pero no puede entrar ni permanecer en el segundo jhana…
Entonces, se le ocurre esto: ‘debería entrar y permanecer en el primer jhana…’. Pero no puede
entrar ni permanecer en el primer jhana [tampoco]. A este monje se le llama ‘él que ha caído de
ambos, él que se desplomó de ambos’. Él es igual que aquella vaca que habita en las montañas:
tonta, incompetente, inexperta e inepta para caminar en medio de las escabrosas montañas.
“Imaginad también, monjes, a una vaca sabia que habita en las montañas, y es competente,
experimentada y apta para caminar en medio de las escabrosas montañas. Entonces, si se le
ocurriese esto: ‘debería ir a una región, donde nunca todavía me haya ido, para comer el pasto que
jamás todavía haya comido y tomar el agua que jamás todavía haya tomado’. Y si, acto seguido, se
estableciese sobre su pata delantera y, solamente cuando ya estuviese firmemente plantada,
levantase su pata trasera, entonces, iría a aquella región, donde nunca todavía se haya ido, comería
el pasto que nunca todavía haya comido y tomaría el agua que nunca todavía haya tomado. También
retornaría a salvo a la región donde se le ocurrió esto: ‘debería ir a una región, donde nunca todavía
me haya ido, para comer el pasto que jamás todavía haya comido y tomar el agua que jamás todavía
haya tomado’. Y, ¿por qué así, monjes? Porque aquella vaca que habita en las montañas, es sabia,
competente, experimentada y apta para caminar en medio de las escabrosas montañas.
“Así también, monjes, hay el monje que es sabio, competente, experimentado y apto cuando,
recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece
en el primer jhana, que consiste en arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, acompañados por
el pensamiento aplicado y sostenido. Él persigue aquel objeto, lo desarrolla y lo cultiva, y se
focaliza en él de buena manera.
“Y cuando se le ocurre esto: ‘con la desaparición del pensamiento aplicado y sostenido, debería
entrar y permanecer en el segundo jhana…’, entonces, no lesionando al segundo jhana, con la
desaparición del pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana… Él
persigue aquel objeto, lo desarrolla y lo cultiva, y se focaliza en él de buena manera.
“Y cuando se le ocurre esto: ‘con la desaparición del arrobamiento… debería entrar y permanecer
en el tercer jhana…’, entonces, no lesionando al tercer jhana, con la desaparición del arrobamiento,
entra y permanece en el tercer jhana… Él persigue aquel objeto, lo desarrolla y lo cultiva, y se
focaliza en él de buena manera.
“Y cuando se le ocurre esto: ‘con el abandono del placer y la pena… debería entrar y permanecer en
el cuarto jhana…’, entonces, no lesionando al cuarto jhana, con el abandono del placer y la pena,
entra y permanece en el cuarto jhana… Él persigue aquel objeto, lo desarrolla y lo cultiva, y se
focaliza en él de buena manera.
“Y cuando se le ocurre esto: ‘con la superación total de las percepciones de las formas, con la
desaparición de la afectación sensorial, con la desatención a la percepción de la diversidad,
[percibiendo que] «el espacio es infinito», debería entrar y permanecer en la base de la infinitud del
espacio…’, entonces, no lesionando la base de la infinitud del espacio, con la superación total de las
percepciones de las formas, entra y permanece en base de la infinitud del espacio. Él persigue aquel
objeto, lo desarrolla y lo cultiva, y se focaliza en él de buena manera.
“Y cuando se le ocurre esto: ‘con la superación total de la base de la infinitud del espacio,
[percibiendo que] «la conciencia es infinita», debería entrar y permanecer en la base de la infinitud
de la conciencia…’, entonces, no lesionando la base de la infinitud de conciencia, con la superación
total de la base de la infinitud del espacio, entra y permanece en la base de la infinitud de la
conciencia. Él persigue aquel objeto, lo desarrolla y lo cultiva, y se focaliza en él de buena manera.
“Y cuando se le ocurre esto: ‘con la superación total de la base de la infinitud de la conciencia,
[percibiendo que] «he aquí no hay nada», debería entrar y permanecer en la base de la nada…’,
entonces, no lesionando la base de la nada, con la superación total de la base de la infinitud de la
conciencia, entra y permanece en la base de la nada. Él persigue aquel objeto, lo desarrolla y lo
cultiva, y se focaliza en él de buena manera.
“Y cuando se le ocurre esto: ‘con la superación total de la base de la nada, debería entrar y
permanecer en la base de la ni-percepción-ni-no-percepción’, entonces, no lesionando la base de la
ni-percepción-ni-no percepción, con la superación total de la base de la nada, entra y permanece en
la base de la ni-percepción-ni-no-percepción. Él persigue aquel objeto, lo desarrolla y lo cultiva, y
se focaliza en él de buena manera.
“Y cuando se le ocurre esto: ‘con la superación total de la base de la ni-percepción-ni-no-
percepción, debería entrar y permanecer en el cese de la percepción y sensación’, entonces, no
lesionando la base del cese de la percepción y sensación, con la superación total de la base de la ni-
percepción-ni-no-percepción, entra y permanece en el cese de la percepción y sensación.
“Monjes, cuando el monje entra a cada uno de estos logros meditativos y emerge de ellos, su mente
llega a ser maleable y manejable. Con la mente maleable y manejable, su concentración llega a ser
inconmensurable y bien desarrollada. Con la mente inconmensurable y bien desarrollada, cualquier
estado factible de ser realizado, mediante el conocimiento directo, inclina su mente hacia la
realización del conocimiento directo y es capaz de hacerlo, porque tiene para eso una base
adecuada.
“Si desease: ‘que ejerza múltiples poderes sobrenaturales: habiendo sido uno, llegue a ser muchos;
habiendo sido muchos, llegue a ser uno. Que aparezca y desaparezca. Que atraviese paredes,
murallas y montañas sin obstáculo alguno, como si fueran espacio. Que me zambulla dentro de la
tierra como si fuera agua. Que camine sobre el agua sin hundirme, como si fuera tierra seca.
Sentado con las piernas cruzadas, que atraviese el aire como si fuera un ave alada. Que toque con
mi mano y hasta golpee al sol y la luna, siendo así de fuerte y poderoso. Que ejerza influencia con
mi cuerpo hasta en el mundo del Brahma’, sería capaz de hacerlo, porque tiene para eso una base
adecuada.
“Y si desease: ‘que escuche, con el elemento del oído divino, que es purificado y sobrepasa el
humano, a ambas clases de sonidos: los divinos y los humanos, aquellos que se generan lejos al
igual que los que están cerca’, sería capaz de hacerlo, porque tiene para eso una base adecuada.
“Y si desease: ‘que entienda las mentes de los otros seres y personas, habiéndolas abarcado con mi
propia mente. Que entienda… una mente no liberada como no liberada’, sería capaz de hacerlo,
porque tiene para eso una base adecuada.
“Y si desease: ‘que pueda recordar mis múltiples vidas pasadas… con sus aspectos y detalles’, sería
capaz de hacerlo, porque tiene para eso una base adecuada.
“Y si desease: ‘que pueda, con el ojo divino, el cual es purificado y sobrepasa el humano, ver a los
seres falleciendo y renaciendo… y entender como a los seres les va de acuerdo con su kamma’,
sería capaz de hacerlo, porque tiene para eso una base adecuada.
“Y si desease: “que, con la destrucción de las corrupciones, entre y permanezca aquí y ahora en la
inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, habiéndolo descubierto por
mí mismo con el conocimiento directo’, sería capaz de hacerlo, porque tiene para eso una base
adecuada”.
AN 9,36 {17A9.1.4.5,36} Jhana Sutta – Jhana

Etiquetas:
• Jhanas
• Meditación

La práctica meditativa de los jhanas y de los logros superiores, es comparada con la práctica de los
arqueros: la habilidad se logra con el tiempo y solamente a través del continuo entrenamiento.
[36] {36} “Monjes, yo declaro que la destrucción de las corrupciones mentales ocurre en
dependencia del primer jhana. También declaro, monjes, que la destrucción de las corrupciones
mentales depende del segundo jhana… del tercer jhana… del cuarto jhana… de la base de la
infinitud del espacio… de la base de la infinitud de la conciencia… de la base de la nada…. de la
base de la ni-percepción-ni-no percepción… del cese de la percepción y sensación.
“Monjes, cuando se ha dicho: ‘la destrucción de las corrupciones mentales ocurre en dependencia
del primer jhana’, ¿en referencia a qué se ha dicho esto? Es el caso del monje que, apartado de la
sensualidad, apartado de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer jhana: el
arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañados del pensamiento aplicado y
sostenido. Él considera a cualquier fenómeno que ahí ocurra y sea conectado con la forma, la
sensación, la percepción, las actividades volitivas y la conciencia, como transitorio, insatisfactorio,
penoso, canceroso, angustiante, como una saeta, una aflicción, algo ajeno, desintegrado, vacío y
carente del ser. Entonces, aparta su mente de estos fenómenos e inclina su mente hacia lo
propiamente inmortal así: ‘ésta es la paz, esto es lo excelso: la desactivación de todas las
actividades mentales, el renunciamiento de todas las adquisiciones, el fin de la avidez, el
desapasionamiento, el cese, el Nibbana.’ Si es firme en eso, alcanza la destrucción de las
corrupciones mentales. Pero si acaso no alcanzara la destrucción de las corrupciones mentales por
aquel deseo por el Dhamma, por aquel deleite en el Dhamma, entonces con la posterior destrucción
de los cinco grilletes menores [1], llegaría a ser uno del nacimiento espontáneo para alcanzar allí el
nibbana final sin retornar jamás a este mundo.
“Monjes, imaginad a un arquero o un aprendiz del arquero que practicase disparos a un hombre de
paja o arcilla; de esta manera, después de un tiempo, sería capaz de disparar de larga distancia,
asestar acertadamente sus disparos en rápida sucesión y perforar una gran masa. De la misma
manera, monjes, éste es el caso del monje que, apartado de la sensualidad… entra y permanece en el
primer jhana.. Él considera a cualquier fenómeno que ahí ocurra y sea conectado con la forma, la
sensación, la percepción, las actividades volitivas y la conciencia, como transitorio… llegaría a ser
uno del nacimiento espontáneo para alcanzar allí el nibbana final sin retornar jamás a este mundo.
“Monjes, cuando se ha dicho: ‘la destrucción de las corrupciones mentales ocurre en dependencia
del primer jhana’, esto se ha dicho en referencia a eso.
“Monjes, cuando se ha dicho: ‘la destrucción de las corrupciones mentales ocurre también en
dependencia del segundo jhana… del tercer jhana… del cuarto jhana’…
“Monjes, cuando se ha dicho: ‘la destrucción de las corrupciones mentales ocurre en dependencia
del cuarto jhana’, esto se ha dicho en referencia a eso.
“Monjes, cuando se ha dicho: ‘la destrucción de las corrupciones mentales ocurre también en
dependencia de la base de la infinitud del espacio’, ¿en referencia a qué se ha dicho esto? Este el
caso del monje que, con la completa superación de la percepción de las formas, con la desaparición
de la percepción de la afección sensorial, con la no-atención a la percepción de la diversidad,
[percibiendo] ‘el espacio es infinito’, entra y permanece en la base de la infinitud del espacio. Él
considera a cualquier fenómeno que ahí ocurra y sea conectado con la forma, la sensación, la
percepción, las actividades volitivas y la conciencia, como transitorio, insatisfactorio, penoso,
canceroso, angustiante, como una saeta, una aflicción, algo ajeno, desintegrado, vacío y carente del
ser. Entonces, aparta su mente de estos fenómenos e inclina su mente hacia lo propiamente inmortal
así: ‘ésta es la paz, esto es lo excelso: la desactivación de todas las actividades mentales, el
renunciamiento de todas las adquisiciones, el fin de la avidez, el desapasionamiento, el cese, el
Nibbana.’ Si es firme en eso, alcanza la destrucción de las corrupciones mentales. Pero si acaso no
alcanzara la destrucción de las corrupciones mentales por aquel deseo por el Dhamma, por aquel
deleite en el Dhamma, entonces con la posterior destrucción de los cinco grilletes menores, llegaría
a ser uno del nacimiento espontáneo para alcanzar allí el nibbana final sin retornar jamás a este
mundo.
“Monjes, imaginad a un arquero o un aprendiz del arquero que practicase disparos a un hombre de
paja o arcilla; de esta manera, después de un tiempo, sería capaz de disparar de larga distancia,
asestar acertadamente sus disparos en rápida sucesión y perforar una gran masa. De la misma
manera, monjes, éste es el caso del monje que, con la completa superación de la percepción de las
formas… entra y permanece en la base de la infinitud del espacio. Él considera a cualquier
fenómeno que ahí ocurra y sea conectado con la forma, la sensación, la percepción, las actividades
volitivas y la conciencia, como transitorio… Pero si acaso no alcanzara la destrucción de las
corrupciones mentales… llegaría a ser uno del nacimiento espontáneo para alcanzar allí el nibbana
final sin retornar jamás a este mundo.
“Monjes, cuando se ha dicho: ‘la destrucción de las corrupciones mentales ocurre también en
dependencia de la base de la infinitud del espacio’, esto se ha dicho en referencia a eso.
“Monjes, cuando se ha dicho: ‘la destrucción de las corrupciones mentales ocurre también en
dependencia de la base de la infinitud de conciencia… de la base de nada… ’, ¿en referencia a qué
se ha dicho esto? Este el caso del monje que, con la completa superación de la base de la infinitud
de la conciencia, [percibiendo] ‘he aquí nada hay’, entra y permanece en la base de la nada. Él
considera a cualquier fenómeno que ahí ocurra y sea conectado con la forma, la sensación, la
percepción, las actividades volitivas y la conciencia, como transitorio… Pero si acaso no alcanzara
la destrucción de las corrupciones mentales… llegaría a ser uno del nacimiento espontáneo para
alcanzar allí el nibbana final sin retornar jamás a este mundo.
“Monjes, imaginad a un arquero o un aprendiz del arquero que practicase disparos a un hombre de
paja o arcilla; de esta manera, después de un tiempo, sería capaz de disparar de larga distancia,
asestar acertadamente sus disparos en rápida sucesión y perforar una gran masa. De la misma
manera, monjes, éste es el caso del monje que, con la completa superación de la percepción de las
formas… entra y permanece en la base de la nada. Él considera a cualquier fenómeno que ahí
ocurra y sea conectado con la forma, la sensación, la percepción, las actividades volitivas y la
conciencia, como transitorio… Pero si acaso no alcanzara la destrucción de las corrupciones
mentales… llegaría a ser uno del nacimiento espontáneo para alcanzar allí el nibbana final sin
retornar jamás a este mundo.
“Monjes, cuando se ha dicho: ‘la destrucción de las corrupciones mentales ocurre también en
dependencia de la base de la nada’, esto se ha dicho en referencia a eso.
“Así, monjes, hasta donde llegan los logros acompañados por la percepción, llega la penetración del
conocimiento final. Pero en cuanto a estas dos bases –la base de la ni-percepción-ni-no percepción y
el cese de la percepción y sensación- yo declaro que esto debe ser correctamente dado a conocer a
los meditadores [2] hábiles en alcanzar a los logros, hábiles en emerger de los logros, después de
que hayan alcanzado los logros y hayan emergido de ellos.”

NOTA:
[1] Los cinco grilletes menores son: el punto de vista sobre la existencia de una identidad propia, el
apego a los preceptos y rituales, la incertidumbre, la pasión sensual y la resistencia.
[2] jhahih, o sea, no para cualquier tipo de meditadores, sino para aquellos que practican jhanas.

AN 9,37 {17A9.1.4.6,37} Ananda Sutta – Ananda

En los sublimes estados de concentración las esferas sensoriales están presentes para la conciencia
propia, pero uno no toma nota de ellas.

[37] {37} En una ocasión el Venerable Ananda estaba morando en el Parque Ghosita, cerca de
Kosambi. Estando allí, el Venerable Ananda se dirigió a los monjes: “amigos monjes”.
“Amigo”, respondieron aquellos monjes y el Venerable Ananda continuó:
“Es asombroso, amigos, que el Bienaventurado, el Arahant Perfectamente Iluminado, que sabe y ve,
haya descubierto la salida hacia el logro en medio del confinamiento, para la purificación de los
seres, para la superación del dolor y el lamento, para la desaparición de la pena y abatimiento, para
el logro del método, para la realización del Nibbana. El ojo en sí mismo, al igual que estas formas,
serán realmente presentes, y sin embargo uno no va a experimentar aquella base. El oído en sí
mismo, al igual que estos sonidos, serán realmente presentes, y sin embargo uno no va a
experimentar aquella base. La nariz en sí misma, al igual que estos olores, serán realmente
presentes, y sin embargo uno no va a experimentar aquella base. La lengua en sí misma, al igual que
estos sabores, serán realmente presentes, y sin embargo uno no va a experimentar aquella base. El
cuerpo en sí mismo, al igual que estos objetos táctiles, serán realmente presentes, y sin embargo uno
no va a experimentar aquella base”.
Cuando se dijo esto, el Venerable Udayi dijo al Venerable Ananda: “Pero, amigo Ananda, ¿es
cuando uno es realmente perceptor o cuando uno no es perceptor que no experimenta aquella
base?”.
“Amigo, es cuando uno es realmente perceptor que no experimenta esta base y no cuando uno no es
perceptor”.
“Pero amigo, ¿de qué uno es perceptor cuando no experimenta aquella base?”.
“He aquí, amigo, con la superación total de las percepciones de las formas, con la desaparición de la
afectación sensorial, con la desatención a la percepción de la diversidad, [percibiendo que] «el
espacio es infinito», entra y permanece en la base de la infinitud del espacio. Cuando uno es
perceptor así, no experimenta aquella base.
“Además, amigo, con la superación total de la base de la infinitud del espacio, [percibiendo que] «la
conciencia es infinita», entra y permanece en la base de la infinitud de la conciencia. Cuando uno es
perceptor así, no experimenta aquella base.
“Además, amigo, con la superación total de la base de la infinitud de la conciencia, [percibiendo
que] «he aquí no hay nada», entra y permanece en la base de la nada. Cuando uno es perceptor así,
no experimenta aquella base.
“Una vez, amigo, estaba morando en el parque de los venados, en la arboleda de Anjana, cerca de
Saketa. Entonces, la monja Jatilagahiya se acercó a mí, me rindió homenaje, se paró a un lado y me
dijo: ‘Venerable Ananda, la concentración que no se inclina hacia adelante ni se inclina hacia atrás,
la que no se mantuvo dentro ni se verificó por la fuerza capaz de suprimir [las impurezas] –cuando
se libera, es estable; al ser estable, uno está satisfecho y al estar satisfecho, uno no está agitado;
Venerable Ananda, ¿qué es lo que dijo el Bienaventurado acerca del fruto que tiene esta
concentración?’.
“Cuando ella me lo preguntó, le respondí esto: ‘hermana, la concentración que no se inclina hacia
adelante ni se inclina hacia atrás, la que no se mantuvo dentro ni se verificó por la fuerza capaz de
suprimir [las impurezas] –cuando se libera, es estable; al ser estable, uno está satisfecho y al estar
satisfecho, uno no está agitado; el Bienaventurado, hermana, dijo que el fruto que tiene esta
concentración es el conocimiento final’. Cuando uno es perceptor así, no experimenta aquella base”.

AN 9,38 Lokayatika Sutta – Los nihilistas

El Buda explica a un par de brahmanes nihilistas los nueve estados mentales progresivos que
constituyen logros meditativos.

[38] Entonces dos brahmanes nihilistas se acercaron al Bienaventurado e intercambiaron con él


cordiales saludos. Cuando concluyeron los cordiales saludos y charla de cortesía, se sentaron a un
lado y le dijeron:
“Maestro Gotama, Purana Kassapa reclama ser alguien que sabe todo, ve todo y posee un
conocimiento y la visión que abarcan todo: ‘Sea que camine, esté de pie, durmiendo o despierto, el
conocimiento y la visión están presentes para mi constante y continuamente’. Él dice así: ‘Con el
conocimiento infinito, permanezco conociendo y viendo que el mundo es infinito’. Sin embargo,
Nigantha Nataputta también reclama ser alguien que sabe todo, ve todo y posee un conocimiento y
la visión que abarcan todo: ‘Sea que camine, esté de pie, durmiendo o despierto, el conocimiento y
la visión están presentes para mi constante y continuamente’. Él dice así: ‘Con el conocimiento
infinito, permanezco conociendo y viendo que el mundo es finito’. Cuando estos dos demandantes
del conocimiento hacen reclamos que son mutuamente contradictorios, ¿quién de ellos habla
verdadera y quién falsamente?”.
“Basta, brahmanes, dejad esto de: ‘Cuando estos dos demandantes del conocimiento hacen reclamos
que son mutuamente contradictorios, ¿quién de ellos habla verdadera y quién falsamente?’. Yo os
enseñaré el Dhamma. Escuchad y prestad atención que voy a hablar.
“Imaginad, brahmanes, a cuatro hombres parados en los cuatro puntos cardinales, poseedores del
movimiento supremo, suprema velocidad y zancada. Su velocidad, como la de una flecha de luz
fácilmente disparada por un arquero firmemente inclinado, entrenado, hábil y experimentado, que
cruza la sombra de un árbol de palmyra. Su zancada, como para poder alcanzar el océano oeste del
océano este. Si entonces la persona parada en el punto cardinal del oeste dijese: ‘Voy a llegar al fin
del mundo viajando’; tiendo un espacio vital de cien años, viviendo cien años, viajando cien años
sin pausa, excepto para comer, tomar, masticar y saborear, defecar y orinar, y disipar la fatiga con el
sueño; aún así, moriría por el camino sin haber alcanzado el fin del mundo. Y si la persona parada
en el punto cardinal del este… la persona parada en el punto cardinal del norte… la persona parada
en el punto cardinal del sur dijese: ‘Voy a llegar al fin del mundo viajando’; tiendo un espacio vital
de cien años, viviendo cien años, viajando cien años sin pausa, excepto para comer, tomar, masticar
y saborear, defecar y orinar, y disipar la fatiga con el sueño; aún así, moriría por el camino sin haber
alcanzado el fin del mundo. Y, ¿por qué así? Yo declaro, brahmanes, que mediante esta clase de
recorrido uno no puede conocer ni saber sobre el fin del mundo ni llegar allí. Y a pesar de eso,
brahmanes, declaro que sin haber alcanzado el fin del mundo, no se puede poner fin a la
insatisfacción.
“Estos cinco objetos del placer sensual, brahmanes, son llamados ‘el mundo’ en la disciplina de los
Nobles. Y, ¿cuáles son esos cinco? Formas cognoscibles por el ojo que son deseables, codiciadas,
agradables, placenteras, conectadas con el placer sensual, tentadoras; sonidos cognoscibles por el
oído… olores cognoscibles por la naríz… sabores cognoscibles por la lengua… objetos táctiles
cognoscibles por el cuerpo que son deseables, codiciados, agradables, placenteros, conectados con
el placer sensual, tentadores. Estos cinco objetos del placer sensual, brahmanes, son llamados ‘el
mundo’ en la disciplina de los Nobles.
“He aquí, brahmanes, recluido de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados, el
monje entra y permanece en el primer jhana, el cual consiste en arrobamiento y placer nacidos de la
reclusión, acompañados por el pensamiento aplicado y sostenido. Este se llama el monje que,
habiendo alcanzado el fin del mundo, mora en el fin del mundo. Otros dicen de él: ‘Él también está
incluido en el mundo; él también todavía no está liberado del mundo’. Y yo también digo esto: ‘Él
también está incluido en el mundo; él también todavía no está liberado del mundo’.
“Además, brahmanes, con la superación del pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece
en el segundo jhana, que se caracteriza por la placidez interna y unificación mental, y consiste en el
arrobamiento y placer nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido. Este se
llama el monje que, habiendo alcanzado el fin del mundo, mora en el fin del mundo. Otros dicen de
él: ‘Él también está incluido en el mundo; él también todavía no está liberado del mundo’. Y yo
también digo esto: ‘Él también está incluido en el mundo; él también todavía no está liberado del
mundo’.
“Además, brahmanes, con la desaparición del arrobamiento, permanece ecuánime y —atentamente
consciente y comprendiendo claramente— experimenta placer con el cuerpo; él entra y permanece
en el tercer jhana, del cual los nobles declararon ‘él mora ecuánime, atento y felizmente’. Este se
llama el monje que, habiendo alcanzado el fin del mundo, mora en el fin del mundo. Otros dicen de
él: ‘Él también está incluido en el mundo; él también todavía no está liberado del mundo’. Y yo
también digo esto: ‘Él también está incluido en el mundo; él también todavía no está liberado del
mundo’.
“Además, brahmanes, con el abandono del placer y la pena, y con la previa desaparición del gozo y
el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, caracterizado por la
purificación y atención consciente a través de la ecuanimidad. Este se llama el monje que, habiendo
alcanzado el fin del mundo, mora en el fin del mundo. Otros dicen de él: ‘Él también está incluido
en el mundo; él también todavía no está liberado del mundo’. Y yo también digo esto: ‘Él también
está incluido en el mundo; él también todavía no está liberado del mundo’.
Además, brahmanes, con la completa superación de las percepciones de las formas, con la
desaparición de las percepciones del impacto sensorial, con la no-atención a las percepciones de la
diversidad, [percibiendo] «el espacio es infinito», el monje entra y permanece en la base de la
infinitud del espacio. Este se llama el monje que, habiendo alcanzado el fin del mundo, mora en el
fin del mundo. Otros dicen de él: ‘Él también está incluido en el mundo; él también todavía no está
liberado del mundo’. Y yo también digo esto: ‘Él también está incluido en el mundo; él también
todavía no está liberado del mundo’.
“Además, brahmanes, con la completa superación de la base de la infinitud del espacio,
[percibiendo] «la conciencia es infinita», el monje entra y permanece en la base de la infinitud de la
conciencia. Este se llama el monje que, habiendo alcanzado el fin del mundo, mora en el fin del
mundo. Otros dicen de él: ‘Él también está incluido en el mundo; él también todavía no está
liberado del mundo’. Y yo también digo esto: ‘Él también está incluido en el mundo; él también
todavía no está liberado del mundo’.
“Además, brahmanes, con la completa superación de la base de la infinitud de la conciencia,
[percibiendo] «he aquí nada hay», el monje entra y permanece en la base de la nada. Este se llama
el monje que, habiendo alcanzado el fin del mundo, mora en el fin del mundo. Otros dicen de él: ‘Él
también está incluido en el mundo; él también todavía no está liberado del mundo’. Y yo también
digo esto: ‘Él también está incluido en el mundo; él también todavía no está liberado del mundo’.
“Además, brahmanes, con la completa superación de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción,
el monje entra y permanece en el cese de percepción y sensación, y habiendo visto con sabiduría,
sus corrupciones son totalmente destruidas. Este se llama el monje que, habiendo alcanzado el fin
del mundo, mora en el fin del mundo, alguien que ha trascendido la atadura del mundo”.
AN 9,39 Devasurasangama Sutta – Batalla entre los devas y
los asuras

Usando las historias de las batallas entre los seres de la mitología budista, el Buda ilustra la batalla
espiritual que el monje libra contra el Mal.

[39] “Monjes, en el pasado remoto se libró una batalla entre los devas y los asuras. En aquella
batalla los asuras fueron victoriosos y los devas, derrotados. Los devas derrotados huyeron al norte
perseguidos por los asuras. Entonces, esto se les ocurrió a los devas: ‘Los asuras todavía nos están
persiguiendo. Enfrentémosles en la batalla por segunda vez’. Y por segunda vez los devas batallaron
con los asuras y por segunda vez los asuras fueron victoriosos y los devas, derrotados. Los devas
derrotados huyeron al norte perseguidos por los asuras. Entonces, esto se les ocurrió a los devas:
‘Los asuras todavía nos están persiguiendo. Enfrentémosles en la batalla por tercera vez’. Y por
tercera vez los devas batallaron con los asuras y por tercera vez los asuras fueron victoriosos y los
devas, derrotados. Los devas derrotados y asustados entraron a sus ciudades.
“Entonces, después de haber entrado a sus ciudades, esto se les ocurrió a los devas: ‘Ahora estamos
salvos del peligro y los asuras no nos pueden hacer nada’. Y también esto se les ocurrió a los asuras:
‘Ahora los devas están salvos del peligro y no podemos hacerles nada’.
“Monjes, en otro momento del pasado remoto se libró una batalla entre los devas y los asuras. En
aquella batalla los devas fueron victoriosos y los asuras, derrotados. Los asuras derrotados huyeron
al norte perseguidos por los devas. Entonces, esto se les ocurrió a los asuras: ‘Los devas todavía nos
están persiguiendo. Enfrentémosles en la batalla por segunda vez’. Y por segunda vez los devas
batallaron con los asuras y por segunda vez los devas fueron victoriosos y los asuras, derrotados.
Los asuras derrotados huyeron al norte perseguidos por los devas. Entonces, esto se les ocurrió a los
asuras: ‘Los devas todavía nos están persiguiendo. Enfrentémosles en la batalla por tercera vez’. Y
por tercera vez los devas batallaron con los asuras y por tercera vez los devas fueron victoriosos y
los asuras, derrotados. Los asuras derrotados y asustados entraron a sus ciudades.
“Entonces, después de haber entrado a sus ciudades, esto se les ocurrió a los asuras: ‘Ahora estamos
salvos del peligro y los devas no nos pueden hacer nada’. Y también esto se les ocurrió a los devas:
‘Ahora los asuras están salvos del peligro y no podemos hacerles nada’.
“Así también, monjes, recluido de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados, el
monje entra y permanece en el primer jhana, el cual consiste en arrobamiento y placer nacidos de la
reclusión, acompañados por el pensamiento aplicado y sostenido. En esta ocasión, esto se le ocurre
al monje: ‘Ahora estoy a salvo del peligro y el Mara no me puede hacer nada’. Y también esto se le
ocurre al Mara: ‘Ahora el monje está a salvo del peligro y no puedo hacerle nada’.
“Además, monjes, con la superación del pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el
segundo jhana, que se caracteriza por la placidez interna y unificación mental, y consiste en el
arrobamiento y placer nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido. En esta
ocasión, esto se le ocurre al monje: ‘Ahora estoy a salvo del peligro y el Mara no me puede hacer
nada’. Y también esto se le ocurre al Mara: ‘Ahora el monje está a salvo del peligro y no puedo
hacerle nada’.
“Además, monjes, con la desaparición del arrobamiento, permanece ecuánime y —atentamente
consciente y comprendiendo claramente— experimenta placer con el cuerpo; él entra y permanece
en el tercer jhana, del cual los nobles declararon ‘Él mora ecuánime, atento y felizmente’. En esta
ocasión, esto se le ocurre al monje: ‘Ahora estoy a salvo del peligro y el Mara no me puede hacer
nada’. Y también esto se le ocurre al Mara: ‘Ahora el monje está a salvo del peligro y no puedo
hacerle nada’.
“Además, monjes, con el abandono del placer y la pena, y con la previa desaparición del gozo y el
abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, caracterizado por la
purificación y atención consciente a través de la ecuanimidad. En esta ocasión, esto se le ocurre al
monje: ‘Ahora estoy a salvo del peligro y el Mara no me puede hacer nada’. Y también esto se le
ocurre al Mara: ‘Ahora el monje está a salvo del peligro y no puedo hacerle nada’.
Además, monjes, con la completa superación de las percepciones de las formas, con la desaparición
de las percepciones del impacto sensorial, con la no-atención a las percepciones de la diversidad,
[percibiendo] «el espacio es infinito», el monje entra y permanece en la base de la infinitud del
espacio. En esta ocasión, esto se le ocurre al monje: ‘Ahora estoy a salvo del peligro y el Mara no
me puede hacer nada’. Y también esto se le ocurre al Mara: ‘Ahora el monje está a salvo del peligro
y no puedo hacerle nada’.
“Además, monjes, con la completa superación de la base de la infinitud del espacio, [percibiendo]
«la conciencia es infinita», el monje entra y permanece en la base de la infinitud de la conciencia.
En esta ocasión, esto se le ocurre al monje: ‘Ahora estoy a salvo del peligro y el Mara no me puede
hacer nada’. Y también esto se le ocurre al Mara: ‘Ahora el monje está a salvo del peligro y no
puedo hacerle nada’.
“Además, monjes, con la completa superación de la base de la infinitud de la conciencia,
[percibiendo] «he aquí nada hay», el monje entra y permanece en la base de la nada. En esta
ocasión, esto se le ocurre al monje: ‘Ahora estoy a salvo del peligro y el Mara no me puede hacer
nada’. Y también esto se le ocurre al Mara: ‘Ahora el monje está a salvo del peligro y no puedo
hacerle nada’.
“Además, monjes, con la completa superación de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, el
monje entra y permanece en el cese de percepción y sensación, y habiendo visto con sabiduría, sus
corrupciones son totalmente destruidas. En esta ocasión, es llamado monje que encegueció al Mara,
que puso sus ojos afuera, fue más allá de la vista del Maligno y trascendió la atadura del mundo”.
AN 9,40 {17A9.1.4.9,40} Naga Sutta – El elefante

Usando el símil del elefante que se aleja de la manada para estar mejor, el Buda exhorta a los
monjes a buscar la soledad para alcanzar la liberación definitiva.

[40] {40} “Monjes, cuando el elefante que mora en el bosque se dirige al lugar donde se alimenta, y
los otros elefantes —machos, hembras, jóvenes y bebés— le preceden y rompen las puntas de la
hierba, el elefante es repelido, humillado y disgustado con eso. Cuando el elefante que mora en el
bosque se dirige al lugar donde se alimenta, y los otros elefantes —machos, hembras, jóvenes y
bebés— comen doblando y retorciendo las ramas, el elefante es repelido, humillado y disgustado
con eso. Cuando el elefante que mora en el bosque entra al estanque del agua, y los otros elefantes
—machos, hembras, jóvenes y bebés— le preceden y remueven el agua con sus trompas, el elefante
es repelido, humillado y disgustado con eso. Cuando el elefante que mora en el bosque emerge del
estanque del agua, y las elefantas hembras pasan rozando su cuerpo, el elefante es repelido,
humillado y disgustado con eso.
“En aquella ocasión, al elefante que mora en el bosque se le ocurrió el siguiente pensamiento:
‘Actualmente moro cercado por los otros elefantes: machos, hembras, jóvenes y bebés. Como la
hierba con las puntas rotas y ellos, comiendo, doblan y retuercen las ramas. Tomo agua fangosa y
cuando salgo del estanque del agua, las elefantas hembras pasan rozando mi cuerpo. Voy a morar
solo, retirado de la manada’.
“Y un tiempo después se fue a vivir solo, retirado de la manada. Entonces, comió la hierba sin las
puntas rotas, y ellos ya no doblaban ni retorcían las ramas al comer; tomó agua clara y cuando salía
del estanque del agua, las elefantas hembras ya no pasaban rozando su cuerpo.
“En aquella ocasión, al elefante que mora en el bosque se le ocurrió el siguiente pensamiento:
‘Antes moraba cercado por los otros elefantes… y cuando salía del estanque del agua, las elefantas
hembras pasan rozando mi cuerpo. Voy a morar solo, retirado de la manada. Pero ahora vivo solo,
retirado de la manada. Como la hierba sin las puntas rotas, y ellos ya no doblan y retuercen las
ramas al comer; tomo agua clara y cuando salgo del estanque del agua, las elefantas hembras ya no
pasan rozando mi cuerpo’. Habiendo roto un haz de ramas con su trompa, habiendo frotado su
cuerpo con ellas, complacido alivió su picazón.
“Así también, monjes, cuando el monje mora cercado por los monjes y monjas, seguidores laicos y
seguidoras laicas, reyes y ministros reales, maestros de los otros credos y sus discípulos, en esa
ocasión, se le ocurre el siguiente pensamiento: ‘Actualmente moro cercado por los monjes y
monjas, seguidores laicos y seguidoras laicas, reyes y ministros reales, maestros de los otros credos
y sus discípulos. Voy a morar solo, retirado de la compañía’.
“Entonces, recurre a un alojamiento aislado: al bosque, al pie de un árbol, a la montaña, al barranco,
a la cueva de la montaña, al cementerio, a la espesura de la jungla, al espacio abierto o al montículo
de paja. Al haberse ido al bosque, al pie de un árbol o a una choza vacía, se sienta, cruzando las
piernas plegadas, enderezando su cuerpo y estableciendo su atención consciente enfrente de él. Y
habiendo abandonado el anhelo por el mundo, mora con la mente libre de anhelo; purifica su mente
del anhelo. Habiendo abandonado la animadversión y el odio, mora con la mente libre de la
animadversión y el odio, compasivo por el bienestar de todos los seres vivos; purifica su mente de
la animadversión y el odio. Habiendo abandonado la apatía y somnolencia, mora con la mente libre
de apatía y somnolencia, percibiendo la luz, con la atención consciente y clara comprensión;
purifica su mente de la apatía y somnolencia. Habiendo abandonado la inquietud y el
remordimiento, mora sin agitación, con la mente internamente pacífica; purifica su mente de la
inquietud y el remordimiento. Habiendo abandonado la duda, mora trascendiendo la duda, sin
perplejidad acerca de los beneficiosos estados mentales; purifica su mente de la duda.
“Habiendo abandonado así estos cinco impedimentos, obstáculos de la mente, cosas que debilitan la
sabiduría, recluido de los placeres sensoriales, recluido de los perjudiciales estados mentales, entra
y permanece en el primer jhana… Complacido, alivia su picazón. Al calmarse el pensamiento
aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana… el tercer jhana… el cuarto jhana…
Complacido, alivia su picazón.
“Trascendiendo totalmente la percepción de las formas, con la desaparición de la percepción de la
resistencia, no atendiendo a la diversidad y pensando ‘el espacio es infinito’, el monje entra y
permanece en la base de la infinitud del espacio. Complacido, alivia su picazón.
“Trascendiendo totalmente la base de la infinitud del espacio, pensando ‘la conciencia es infinita’,
el monje entra y permanece en la base de la infinitud de la conciencia… Trascendiendo totalmente
la base de la infinitud de la conciencia, pensando ‘he aquí nada hay’, el monje entra y permanece en
la base de la nada… Trascendiendo totalmente la base de la nada, el monje entra y permanece en la
base de la ni-percepción-ni-no-percepción… Trascendiendo totalmente la base de la ni-percepción-
ni-no-percepción, el monje entra y permanece en el cese de la percepción y sensación, y habiéndolo
visto con sabiduría, sus corrupciones mentales quedan totalmente destruidas. Complacido, alivia su
picazón”.

AN 9,41 {17A9.1.4.10,41} Tapussa Sutta – Tapussa


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El Buda explica cómo un largo camino de la práctica de meditación, culmina con la Iluminación de
los seres que aprecian el valor del renunciamiento.
[41] {41} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los mallanos
cerca de su ciudad de nombre Uruvelakappa. Entonces, por la mañana temprano el Bienaventurado
se vistió y, llevando su cuenco y el hábito exterior, se fue a Uruvelakappa a pedir limosnas. Al
retornar de su habitual ronda de mendigar la comida, después de comer, dijo al Venerable Ananda:
“Quédate aquí, Ananda, mientras que yo voy al Gran Bosque para establecer allí mi morada
diurna.”
“Sí, Venerable Señor”, respondió el Venerable Ananda.
Entonces, el Bienaventurado entró al Gran Bosque y se sentó debajo de un árbol para morar ahí
durante el día.
En esta ocasión, el hombre hogareño de nombre Tapussa se acercó al Venerable Ananda y, al llegar,
lo saludó respetuosamente y se sentó a un lado. Una vez sentado, dijo al Venerable Ananda:
“Venerable Ananda, nosotros los hombres hogareños nos complacemos en la sensualidad, nos
deleitamos en la sensualidad, gozamos de la sensualidad y disfrutamos de la sensualidad. Para
nosotros –que nos complacemos en la sensualidad, nos deleitamos en la sensualidad, gozamos de la
sensualidad y disfrutamos de la sensualidad- el renunciamiento nos parece como un total
desprendimiento. He oído que en este Dhamma y Disciplina, el corazón, inclusive de los monjes
jóvenes, se inclina hacia el renunciamiento y crece por eso en confidencia, calma y firmeza, viendo
en eso la paz. Y es justamente aquí, Venerable Señor, donde este Dhamma y Disciplina de los
monjes es muy opuesto a [las costumbres de] la gran masa de la gente: en el tema del
renunciamiento.”
“Éste realmente es un tema de conversación, hombre hogareño. Vayamos a ver al Bienaventurado.
Acerquémonos a él y, al llegar, expongámosle este tema. De modo que él nos lo explique y así lo
mantendremos en la mente”.
“Muy bien, Venerable Señor”, respondió el hombre hogareño Tapussa al Venerable Ananda.
Entonces, el Venerable Ananda y el hombre hogareño Tapussa se acercaron al Bienaventurado y, al
llegar, le rindieron homenaje y se sentaron a un lado. Una vez sentados allí, el Venerable Ananda
dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, he aquí que el hombre hogareño Tapussa me dijo esto:
‘Venerable Ananda, nosotros los hombres hogareños nos complacemos en la sensualidad, nos
deleitamos en la sensualidad, gozamos de la sensualidad y disfrutamos de la sensualidad. Para
nosotros –que nos complacemos en la sensualidad, nos deleitamos en la sensualidad, gozamos de la
sensualidad y disfrutamos de la sensualidad- el renunciamiento nos parece como un total
desprendimiento. He oído que en este Dhamma y Disciplina, el corazón, inclusive de los monjes
jóvenes, se inclina hacia el renunciamiento y crece por eso en confidencia, calma y firmeza, viendo
en eso la paz. Y es justamente aquí, Venerable Señor, dónde este Dhamma y Disciplina de los
monjes es opuesto a [las costumbres de] la gran masa de la gente: en el renunciamiento.’”
“Esto es así, Ananda, esto es realmente así. Hasta yo mismo, antes de mi Despertar, cuando aún era
un no iluminado plenamente Bodhisatta, pensaba: ‘El renunciamiento es bueno. La reclusión es
buena.’ Pero mi corazón no se inclinaba hacia el renunciamiento y, por eso, no crecía en
confidencia, calma y firmeza, ni veía en eso la paz. Entonces, se me ocurrió este pensamiento:
‘¿Cuál es la causa, cuál es la razón, por la cual mi corazón no se inclina hacia el renunciamiento y,
por eso, no crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en eso la paz?’ Y se me ocurrió esto: ‘Yo no
había visto la desventaja de los placeres sensuales; no había seguido la pista [de este tema]. No
entendí la gratificación del renunciamiento ni me he familiarizado con él. Es por eso que mi
corazón no se inclina hacia el renunciamiento y, en consecuencia, no crece en confidencia, calma y
firmeza, ni ve en eso la paz.’
“Entonces, Ananda, se me ocurrió este pensamiento: ‘Si, habiendo visto la desventaja de los
placeres sensuales, siguiera la pista de este tema y si, habiendo entendido la gratificación del
renunciamiento, me familiarizara con él, entonces sería posible que mi corazón se inclinara hacia el
renunciamiento y, en consecuencia, creciera en confidencia, calma y firmeza, y viera en eso la paz.’
“Así que, más tarde, habiendo visto la desventaja de los placeres sensuales, seguí la pista de este
tema y, habiendo entendido la gratificación del renunciamiento, me familiaricé con él. En
consecuencia, mi corazón se inclinó hacia el renunciamiento y, por eso, creció en confidencia,
calma y firmeza, y vio en eso la paz. Entonces, separado de los placeres sensuales, separado de los
perjudiciales estados mentales, entré y permanecí en el primer jhana: el arrobamiento y la felicidad
nacidos de la reclusión, acompañados por el pensamiento aplicado y sostenido.
“Al permanecer ahí, mi atención estaba obstruida aún con las percepciones ligadas a la sensualidad.
Esto provocó una aflicción en mí. Así como el dolor o la aflicción surgen a veces en una persona
saludable, así surgía en mí la aflicción, cuando mi atención se veía obstruida con las percepciones
ligadas a la sensualidad.
“Entonces, Ananda, se me ocurrió este pensamiento: ‘Sería bueno que, con la desaparición del
pensamiento aplicado y sostenido, entrara y permaneciera en el segundo jhana: el arrobamiento y la
felicidad nacidos de la concentración, la unificación mental y la tranquilidad interior, libre del
pensamiento aplicado y sostenido.’ Pero mi corazón no se inclinaba a estar sin el pensamiento
aplicado y sostenido y, por eso, no crecía en confidencia, calma y firmeza, ni veía en eso la paz. Y
pensé: ‘¿Cuál es la causa, cuál es la razón, por la cual mi corazón no se inclina a estar sin el
pensamiento aplicado y sostenido, y, por eso, no crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en eso
la paz?’ Y se me ocurrió esto: ‘Yo no había visto la desventaja del pensamiento aplicado y
sostenido; no había seguido la pista de este tema. No he entendido la gratificación de la ausencia del
pensamiento aplicado y sostenido ni me he familiarizado con esto. Es por eso que mi corazón no se
inclina a estar sin el pensamiento aplicado y sostenido y, en consecuencia, no crece en confidencia,
calma y firmeza, ni ve en eso la paz.’
“Entonces, se me ocurrió este pensamiento: ‘Si, habiendo visto la desventaja del pensamiento
aplicado y sostenido, siguiera la pista de este tema y si, habiendo entendido la gratificación de la
ausencia del pensamiento aplicado y sostenido, me familiarizara con él, entonces sería posible que
mi corazón se inclinara hacia la ausencia del pensamiento aplicado y sostenido y, en consecuencia,
creciera en confidencia, calma y firmeza, y viera en eso la paz.’
“Así que, más tarde, habiendo visto la desventaja del pensamiento aplicado y sostenido, seguí la
pista de este tema y, habiendo entendido la gratificación de la ausencia del pensamiento aplicado y
sostenido, me familiaricé con ello. En consecuencia, mi corazón se inclinó hacia la ausencia del
pensamiento aplicado y sostenido y, por eso, creció en confidencia, calma y firmeza, y vio en eso la
paz. Entonces, con la desaparición del pensamiento aplicado y sostenido, entré y permanecí en el
segundo jhana: el arrobamiento y la felicidad nacidos de la concentración, unificación mental y
tranquilidad interior, libre del pensamiento aplicado y sostenido.
“Al permanecer ahí, mi atención estaba obstruida aún con las percepciones ligadas al pensamiento
aplicado. Esto provocó una aflicción en mí. Así como el dolor o la aflicción surgen a veces en una
persona saludable, así surgía en mí la aflicción, cuando mi atención se veía obstruida con las
percepciones ligadas al pensamiento aplicado.
“Entonces, Ananda, se me ocurrió este pensamiento: ‘Sería bueno que, con la desaparición del
arrobamiento, morara con la desapasionada ecuanimidad, atentamente consciente y con clara
comprensión, experimentando corporalmente la felicidad, y así entrara y permaneciera en el tercer
jhana, del cual los Nobles declararon: «Ecuánime y atentamente consciente, permanece feliz en una
morada apacible».’ Pero mi corazón no se inclinaba a estar sin el arrobamiento y, por eso, no crecía
en confidencia, calma y firmeza, ni veía en eso la paz. Y pensé: ‘¿Cuál es la causa, cuál es la razón,
por la cual mi corazón no se inclina a estar sin el arrobamiento y, por eso, no crece en confidencia,
calma y firmeza, ni ve en eso la paz?’ Y se me ocurrió esto: ‘Yo no había visto la desventaja del
arrobamiento; no había seguido la pista de este tema. No he entendido la gratificación de la
ausencia del arrobamiento ni me he familiarizado con esto. Es por eso que mi corazón no se inclina
a estar sin el arrobamiento y, en consecuencia, no crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en
eso la paz.’
“Entonces, se me ocurrió este pensamiento: ‘Si, habiendo visto la desventaja del arrobamiento,
siguiera la pista de este tema y si, habiendo entendido la gratificación de la ausencia del
arrobamiento, me familiarizara con esto, entonces sería posible que mi corazón se inclinara hacia la
ausencia del arrobamiento y, en consecuencia, creciera en confidencia, calma y firmeza, y viera en
eso la paz.’
“Así que, más tarde, habiendo visto la desventaja del arrobamiento, seguí la pista de este tema y,
habiendo entendido la gratificación de la ausencia del arrobamiento, me familiaricé con ello. En
consecuencia, mi corazón se inclinó hacia la ausencia del arrobamiento y, por eso, creció en
confidencia, calma y firmeza, y vio en eso la paz. Entonces, con la desaparición del arrobamiento,
moré con la desapasionada ecuanimidad, atentamente consciente y con clara comprensión,
experimentando corporalmente la felicidad, y así entré y permanecí en el tercer jhana, del cual los
Nobles declararon: ‘Ecuánime y atentamente consciente, permanece feliz en una morada apacible’.
“Al permanecer ahí, mi atención estaba obstruida aún con las percepciones ligadas al arrobamiento.
Esto provocó una aflicción en mí. Así como el dolor o la aflicción surgen a veces en una persona
saludable, así surgía en mí la aflicción, cuando mi atención se veía obstruida con las percepciones
ligadas al arrobamiento.
“Entonces, Ananda, se me ocurrió este pensamiento: ‘Sería bueno que, con el abandono, tanto de la
felicidad como del dolor, y con la previa desaparición de lo placentero y lo displicente, entrara y
permaneciera en el cuarto jhana: en la morada apacible de la ecuanimidad y atención consciente
purificadas, sin felicidad ni dolor’. Pero mi corazón no se inclinaba a estar sin la felicidad y, por
eso, no crecía en confidencia, calma y firmeza, ni veía en eso la paz. Y pensé: ‘¿Cuál es la causa,
cuál es la razón, por la cual mi corazón no se inclina a estar sin la felicidad y, por eso, no crece en
confidencia, calma y firmeza, ni ve en eso la paz?’ Y se me ocurrió esto: ‘Yo no había visto la
desventaja de la felicidad; no había seguido la pista de este tema. No he entendido la gratificación
de la ausencia de la felicidad ni me he familiarizado con esto. Es por eso que mi corazón no se
inclina a estar sin la felicidad y, en consecuencia, no crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en
eso la paz.’
“Entonces, se me ocurrió este pensamiento: ‘Si, habiendo visto la desventaja de la felicidad,
siguiera la pista de este tema y si, habiendo entendido la gratificación de la ausencia de la felicidad,
me familiarizara con esto, entonces sería posible que mi corazón se inclinara hacia la ausencia de la
felicidad y, en consecuencia, creciera en confidencia, calma y firmeza, y viera en eso la paz.’
“Así que, más tarde, habiendo visto la desventaja de la felicidad, seguí la pista de este tema y,
habiendo entendido la gratificación de la ausencia de la felicidad, me familiaricé con ello. En
consecuencia, mi corazón se inclinó hacia la ausencia de la felicidad y, por eso, creció en
confidencia, calma y firmeza, y vi en eso la paz. Entonces, con el abandono, tanto de la felicidad
como del dolor, y con la previa desaparición de lo placentero y lo displicente, entré y permanecí en
el cuarto jhana: en la morada apacible de la ecuanimidad y atención consciente purificadas, sin
felicidad ni dolor.
“Al permanecer ahí, mi atención estaba obstruida aún con las percepciones ligadas a la felicidad
[conectada con] ecuanimidad. Esto provocó una aflicción en mí. Así como el dolor o la aflicción
surgen a veces en una persona saludable, así surgía en mí la aflicción, cuando mi atención se veía
obstruida con las percepciones ligadas a la felicidad [conectada con] ecuanimidad.
“Entonces, Ananda, se me ocurrió este pensamiento: ‘Sería bueno que, trascendiendo totalmente la
percepción de las formas, con la desaparición de la percepción de la resistencia, no atendiendo a la
diversidad y pensando «el espacio es infinito», entrara y permaneciera en la base de la infinitud del
espacio.’ Pero mi corazón no se inclinaba hacia la base de la infinitud del espacio y, por eso, no
crecía en confidencia, calma y firmeza, ni veía en eso la paz. Y, pensé: ‘¿Cuál es la causa, cuál es la
razón, por la cual mi corazón no se inclina hacia la base de la infinitud del espacio y, por eso, no
crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en eso la paz?’ Y se me ocurrió esto: ‘Yo no había visto
la desventaja de las formas; no había seguido la pista de este tema. No he entendido la gratificación
de la base de la infinitud del espacio ni me he familiarizado con ella. Es por eso que mi corazón no
se inclina hacia la base de la infinitud del espacio y, en consecuencia, no crece en confidencia,
calma y firmeza, ni ve en eso la paz.’
“Entonces, se me ocurrió este pensamiento: ‘Si, habiendo visto la desventaja de las formas, siguiera
la pista de este tema y si, habiendo entendido la gratificación de la base de la infinitud del espacio,
me familiarizara con ella, entonces sería posible que mi corazón se inclinara hacia la base de la
infinitud del espacio y, en consecuencia, creciera en confidencia, calma y firmeza, y viera en eso la
paz.’
“Así que, más tarde, habiendo visto la desventaja de las formas, seguí la pista de este tema y,
habiendo entendido la gratificación la base de la infinitud del espacio, me familiaricé con ella. En
consecuencia, mi corazón se inclinó hacia la base de la infinitud del espacio y, por eso, creció en
confidencia, calma y firmeza, y vio en eso la paz. Entonces, trascendiendo totalmente la percepción
de las formas, con la desaparición de la percepción de la resistencia, no atendiendo a la diversidad y
pensando «el espacio es infinito», entré y permanecí en la base de la infinitud del espacio.
“Al permanecer ahí, mi atención estaba obstruida aún con las percepciones ligadas a las formas.
Esto provocó una aflicción en mí. Así como el dolor o la aflicción surgen a veces en una persona
saludable, así surgía en mí la aflicción, cuando mi atención se veía obstruida con las percepciones
ligadas a las formas.
“Entonces, Ananda, se me ocurrió este pensamiento: ‘Sería bueno que, trascendiendo totalmente la
base de la infinitud del espacio, pensando: «la conciencia es infinita», entrara y permaneciera en la
base de la infinitud de la conciencia.’ Pero mi corazón no se inclinaba hacia la base de la infinitud
de la conciencia y, por eso, no crecía en confidencia, calma y firmeza, ni veía en eso la paz. Y
pensé: ‘¿Cuál es la causa, cuál es la razón, por la cual mi corazón no se inclina hacia la base de la
infinitud de la conciencia y, por eso, no crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en eso la paz?’
Y se me ocurrió esto: ‘Yo no había visto la desventaja de la base del infinitud del espacio; no había
seguido la pista de este tema. No he entendido la gratificación de la base de la infinitud de la
conciencia ni me he familiarizado con ella. Es por eso que mi corazón no se inclina hacia la base de
la infinitud de la conciencia y, en consecuencia, no crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en
eso la paz.’
“Entonces, se me ocurrió este pensamiento: ‘Si, habiendo visto la desventaja de la base de la
infinitud del espacio, siguiera la pista de este tema y si, habiendo entendido la gratificación de la
base de la infinitud de la conciencia, me familiarizara con ella, entonces sería posible que mi
corazón se inclinara hacia la base de la infinitud de la conciencia y, en consecuencia, creciera en
confidencia, calma y firmeza, y viera en eso la paz.’
“Así que, más tarde, habiendo visto la desventaja de la base de la infinitud del espacio, seguí la
pista de este tema y, habiendo entendido la gratificación la base de la infinitud de la conciencia, me
familiaricé con ella. En consecuencia, mi corazón se inclinó hacia la base de la infinitud de la
conciencia y, por eso, creció en confidencia, calma y firmeza, y vio en eso la paz. Entonces,
trascendiendo totalmente la base de la infinitud del espacio, pensando: «la conciencia es infinita»,
entré y permanecí en la base de la infinitud de la conciencia.
“Al permanecer ahí, mi atención estaba obstruida aún con las percepciones ligadas a la base de la
infinitud del espacio. Esto provocó una aflicción en mí. Así como el dolor o la aflicción surgen a
veces en una persona saludable, así surgía en mí la aflicción, cuando mi atención se veía obstruida
con las percepciones ligadas a la base de la infinitud del espacio.
“Entonces, Ananda, surgió en mi este pensamiento: ‘Sería bueno que, trascendiendo totalmente la
base de la infinitud de la conciencia, pensando: «he aquí nada hay», entrara y permaneciera en la
base de la nada.’ Pero mi corazón no se inclinaba hacia la base de la nada y, por eso, no crecía en
confidencia, calma y firmeza, ni veía en eso la paz. Y pensé: ‘¿Cuál es la causa, cuál es la razón, por
la cual mi corazón no se inclina hacia la base de la nada y, por eso, no crece en confidencia, calma y
firmeza, ni ve en eso la paz?’ Y se me ocurrió esto: ‘Yo no había visto la desventaja de la base de la
infinitud de la conciencia; no había seguido la pista de este tema. No he entendido la gratificación
de la base de la nada ni me he familiarizado con ella. Es por eso que mi corazón no se inclina hacia
la base de la nada y, en consecuencia, no crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en eso la paz.’
“Entonces, este pensamiento se me ha ocurrido: ‘Si, habiendo visto la desventaja de la base de la
infinitud de la conciencia, siguiera la pista de este tema y si, habiendo entendido la gratificación de
la base de la nada, me familiarizara con ella, entonces sería posible que mi corazón se inclinara
hacia la base de la nada y, en consecuencia, creciera en confidencia, calma y firmeza, y viera en eso
la paz.’
“Así que, más tarde, habiendo visto la desventaja de la base de la infinitud de la conciencia, seguí la
pista de este tema y, habiendo entendido la gratificación la base de la nada, me familiaricé con ella.
En consecuencia, mi corazón se inclinó hacia la base de la nada y, por eso, creció en confidencia,
calma y firmeza, y vio en eso la paz. Entonces, trascendiendo totalmente la base de la infinitud de la
conciencia, pensando: «he aquí nada hay», entré y permanecí en la base de la nada.
“Al permanecer ahí, mi atención estaba obstruida aún con las percepciones ligadas a la base de la
infinitud de la conciencia. Esto provocó una aflicción en mí. Así como el dolor o la aflicción surgen
a veces en una persona saludable, así surgía en mí la aflicción, cuando mi atención se veía obstruida
con las percepciones ligadas a la base de la infinitud de la conciencia.
“Entonces, Ananda, se me ocurrió este pensamiento: ‘Sería bueno que, trascendiendo totalmente la
base de la nada, entrara y permaneciera en la base de la ni-percepción-ni-no percepción.’ Pero mi
corazón no se inclinaba hacia la base de la ni-percepción-ni-no percepción y, por eso, no crecía en
confidencia, calma y firmeza, ni veía en eso la paz. Y yo pensé: ‘¿Cuál es la causa, cuál es la razón,
por la cual mi corazón no se inclina hacia la base de la ni-percepción-ni-no percepción y, por eso,
no crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en eso la paz?’ Y se me ocurrió esto: ‘Yo no había
visto la desventaja de la base de la nada; no había seguido la pista de este tema. No he entendido la
gratificación de la base de la ni-percepción-ni-no percepción ni me he familiarizado con ella. Es por
eso que mi corazón no se inclina hacia la base de la ni-percepción-ni-no percepción y, en
consecuencia, no crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en eso la paz.’
“Entonces, se me ocurrió este pensamiento: ‘Si, habiendo visto la desventaja de la base de la nada,
siguiera la pista de este tema y si, habiendo entendido la gratificación de la base de la ni-
percepción-ni-no percepción, me familiarizara con ella, entonces sería posible que mi corazón se
inclinara hacia la base de la ni-percepción-ni-no percepción y, en consecuencia, creciera en
confidencia, calma y firmeza, y viera en eso la paz.’
“Así que, más tarde, habiendo visto la desventaja de la base de la nada, seguí la pista de este tema y,
habiendo entendido la gratificación la base de la ni-percepción-ni-no percepción, me familiaricé con
ella. En consecuencia, mi corazón se inclinó hacia la base de la ni-percepción-ni-no percepción y,
por eso, creció en confidencia, calma y firmeza, y vio en eso la paz. Entonces, trascendiendo
totalmente la base de la nada, entré y permanecí en la base de la ni-percepción-ni-no percepción.
“Al permanecer ahí, mi atención estaba obstruida aún con las percepciones ligadas a la base de la
nada. Esto provocó una aflicción en mí. Así como el dolor o la aflicción surgen a veces en una
persona saludable, así surgía en mí la aflicción, cuando mi atención se veía obstruida con las
percepciones ligadas a la base de la nada.
“Entonces, Ananda, se me ocurrió este pensamiento: ‘Sería bueno que, trascendiendo totalmente la
base de la ni-percepción-ni-no percepción, entrara y permaneciera en el cese de la percepción y
sensación.’ Pero mi corazón no se inclinaba hacia el cese de la percepción y sensación y, por eso, no
crecía en confidencia, calma y firmeza, ni veía en eso la paz. Y pensé: ‘¿Cuál es la causa, cuál es la
razón, por la cual mi corazón no se inclina hacia el cese de la percepción y sensación y, por eso, no
crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en eso la paz?’ Y se me ocurrió esto: ‘Yo no había visto
la desventaja de la base de la ni-percepción-ni-no percepción; no había seguido la pista de este
tema. No he entendido la gratificación del cese de la percepción y sensación ni me he familiarizado
con él. Es por eso que mi corazón no se inclina hacia el cese de la percepción y sensación y, en
consecuencia, no crece en confidencia, calma y firmeza, ni ve en eso la paz.’
“Entonces, se me ocurrió este pensamiento: ‘Si, habiendo visto la desventaja de la base de la ni-
percepción-ni-no percepción, siguiera la pista de este tema y si, habiendo entendido la gratificación
de la base del cese de la percepción y sensación, me familiarizara con él, entonces sería posible que
mi corazón se inclinara hacia la base del cese de la percepción y sensación y, en consecuencia,
creciera en confidencia, calma y firmeza, y viera en eso la paz.’
“Así que, más tarde, habiendo visto la desventaja de la base de la ni-percepción-ni-no percepción,
seguí la pista de este tema y, habiendo entendido la gratificación la base del cese de la percepción y
sensación, me familiaricé con él. En consecuencia, mi corazón se inclinó hacia el cese de la
percepción y sensación y, por eso, creció en confidencia, calma y firmeza, y vio en eso la paz.
Entonces, trascendiendo totalmente la base de la ni-percepción-ni-no percepción, entré y permanecí
en el cese de la percepción y sensación. Y he visto con discernimiento, que las corrupciones
mentales llegaron a su destrucción total.
“Ananda, mientras aún no llegaba a alcanzar estos nueve logros ni llegaba a emerger de ellos paso a
paso, hacia delante y hacia atrás, no pude pretender estar plenamente iluminado ni poseer este
despertar perfecto, incomparable en este mundo con sus devas, Maras y Bramas, con sus ascetas y
brahmanes, con los devas y seres humanos. Pero tan pronto, Ananda, que alcancé estos nueve logros
y llegué a emerger de ellos paso a paso, declaré estar plenamente iluminado y poseer este despertar
perfecto, incomparable en este mundo con sus devas, Maras y Bramas, con sus ascetas y sacerdotes,
con los devas y seres humanos. Entonces, este conocimiento y esta visión surgieron en mi: ‘Mi
libertad es inquebrantable. Éste es el último nacimiento. De ahora en más, no hay futuras
existencias.”

AN 9,42-51 {17A9.1.5.1,42-17A9.1.5.10,51} Samanna Vagga –


Capítulo sobre la similitud

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• Jhanas
• Contemplación del cuerpo (Kayagatasati)

Estos diez suttas, de elaboración similar, muestran la importancia de la práctica de los jhanas en el
logro de la meta final.

AN 9,42 {17A9.1.5.1,42} Sambadha Vagga – Confinamiento


[42] {42} Esto he escuchado. En una ocasión, el Venerable Ananda estaba morando en el Parque
Ghosita, cerca de Kosambi. Estando allí, el Venerable Udayi se acercó al Venerable Ananda e
intercambió con él cordiales saludos. Cuando concluyeron sus saludos y amables palabras de
bienvenida, se sentó a un lado y dijo al Venerable Ananda:
“Esto dijo, amigo, un joven deva Pancalacanda:
“’El sabio, el retirado jefe de los toros,
el Buda que despertó al jhana,
uno de extensa sabiduría ha encontrado
la abertura en el medio del confinamiento.’
“Amigo, ¿de qué habló el Bienaventurado como el confinamiento y qué dijo acerca de alcanzar una
abertura en el medio del confinamiento?”
“Amigo, el Bienaventurado habló de estos cinco objetos del placer sensual como el confinamiento.
Y, ¿cuáles son esos cinco? Formas cognoscibles por el ojo que son deseables, codiciadas,
agradables, placenteras, conectadas con el placer sensual y tentadoras; sonidos cognoscibles por el
oído… olores cognoscibles por la nariz… sabores cognoscibles por la lengua… objetos táctiles
cognoscibles por el cuerpo que son deseables, codiciadas, agradables, placenteras, conectadas con el
placer sensual y tentadoras. El Bienaventurado habló de estos cinco objetos del placer sensual
como el confinamiento.
“He aquí, amigo, el monje, apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados
mentales, entra y permanece en el primer jhana: el arrobamiento y la felicidad nacidos de la
reclusión, acompañados por el pensamiento aplicado y sostenido. Este es el alcance, amigo, de lo
dicho por el Bienaventurado acerca de alcanzar la abertura en el medio del confinamiento en el
sentido provisional. Allí también hay confinamiento, amigo. Y, ¿qué es el confinamiento allí? Todo
pensamiento aplicado y sostenido que no ha cesado allí es el confinamiento en este caso.
“Además, amigo, con la desaparición del pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el
segundo jhana: el arrobamiento y la felicidad nacidos de la concentración, la unificación mental y la
tranquilidad interior, libre del pensamiento aplicado y sostenido. Este también es el alcance, amigo,
de lo dicho por el Bienaventurado acerca de alcanzar la abertura en el medio del confinamiento en
el sentido provisional. Allí también hay confinamiento, amigo. Y, ¿qué es el confinamiento allí?
Todo arrobamiento que no ha cesado allí es el confinamiento en este caso.
“Además, amigo, con la desaparición del arrobamiento, mora con la desapasionada ecuanimidad,
atentamente consciente y con clara comprensión, experimentando corporalmente la felicidad, y así
entra y permanece en el tercer jhana, del cual los Nobles declararon: ‘Ecuánime y atentamente
consciente, permanece feliz en una morada apacible’. Este también es el alcance, amigo, de lo dicho
por el Bienaventurado acerca de alcanzar la abertura en el medio del confinamiento en el sentido
provisional. Allí también hay confinamiento, amigo. Y, ¿qué es el confinamiento allí? Todo placer
[conectado con la] ecuanimidad que no ha cesado allí es el confinamiento en este caso.
“Además, amigo, con el abandono, tanto de la felicidad como del dolor, y con la previa
desaparición de lo placentero y lo displicente, entra y permanece en el cuarto jhana: en la morada
apacible de la ecuanimidad y atención consciente purificadas, sin felicidad ni dolor. Este también es
el alcance, amigo, de lo dicho por el Bienaventurado acerca de alcanzar la abertura en el medio del
confinamiento en el sentido provisional. Allí también hay confinamiento, amigo. Y, ¿qué es el
confinamiento allí? Toda percepción de la forma que no ha cesado allí es el confinamiento en este
caso.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la percepción de las formas, con la desaparición de la
percepción de la resistencia, no atendiendo a la diversidad y pensando ‘el espacio es infinito’, entra
y permanece en la base de la infinitud del espacio. Este también es el alcance, amigo, de lo dicho
por el Bienaventurado acerca de alcanzar la abertura en el medio del confinamiento en el sentido
provisional. Allí también hay confinamiento, amigo. Y, ¿qué es el confinamiento allí? Toda
percepción de la base de la infinitud del espacio que no ha cesado allí es el confinamiento en este
caso.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la base de la infinitud del espacio, pensando: ‘la
conciencia es infinita’, entra y permanece en la esfera de la conciencia infinita. Este también es el
alcance, amigo, de lo dicho por el Bienaventurado acerca de alcanzar la abertura en el medio del
confinamiento en el sentido provisional. Allí también hay confinamiento, amigo. Y, ¿qué es el
confinamiento allí? Toda percepción de la infinitud de la conciencia que no ha cesado allí es el
confinamiento en este caso.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la base de la infinitud de la conciencia, pensando: ‘he
aquí nada hay’, entra y permanece en la base de la nada. Este también es el alcance, amigo, de lo
dicho por el Bienaventurado acerca de alcanzar la abertura en el medio del confinamiento en el
sentido provisional. Allí también hay confinamiento, amigo. Y, ¿qué es el confinamiento allí? Toda
percepción de la base de la nada que no ha cesado allí es el confinamiento en este caso.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la base de la nada, entra y permanece en la base de la ni-
percepción-ni-no percepción. Este también es el alcance, amigo, de lo dicho por el Bienaventurado
acerca de alcanzar la abertura en el medio del confinamiento en el sentido provisional. Allí también
hay confinamiento, amigo. Y, ¿qué es el confinamiento allí? Toda la percepción de la base de la ni-
percepción-ni-no percepción que no ha cesado allí es el confinamiento en este caso.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la base de la ni-percepción-ni-no percepción, entra y
permanece en el cese de la percepción y sensación. Entonces ve, con discernimiento, que las
corrupciones mentales llegaron a la destrucción total. Este también es el alcance, amigo, de lo dicho
por el Bienaventurado acerca de alcanzar la abertura en el medio del confinamiento, pero en el
sentido no provisional.”

AN 9,43 {17A9.1.5.2,43} Kayasakkhi Sutta - Testigo ocular del cuerpo


[43] {43} “’Testigo ocular del cuerpo’, ‘testigo ocular del cuerpo’, se ha dicho, amigo [1]. Y, ¿qué
alcance tiene esta declaración: ‘testigo ocular del cuerpo’, hecha por el Bienaventurado?”
“He aquí, amigo, el monje que, apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales
estados mentales, entra y permanece en el primer jhana… Así permanece, habiendo experimentando
con su cuerpo aquella base que alcanzó de cualquier forma posible [2]. Este es el alcance, amigo, de
la declaración: ‘testigo ocular del cuerpo’, hecha por el Bienaventurado en el sentido provisional.
“Además, amigo, con la desaparición del pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el
segundo jhana… el tercer jhana… cuarto jhana… Así permanece, habiendo experimentando con su
cuerpo aquella base que alcanzó de cualquier forma posible. Este es el alcance, amigo, de la
declaración: ‘testigo ocular del cuerpo’, hecha por el Bienaventurado en el sentido provisional.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la percepción de las formas, con la desaparición de la
percepción de la resistencia, no atendiendo a la diversidad y pensando ‘el espacio es infinito’, entra
y permanece en la base de la infinitud del espacio… en la base de la infinitud de la conciencia… en
la base de la nada… en la base de la ni-percepción-ni-no percepción. Así permanece, habiendo
experimentando con su cuerpo aquella base que alcanzó de cualquier forma posible. Este es el
alcance, amigo, de la declaración: ‘testigo ocular del cuerpo’, hecha por el Bienaventurado en el
sentido provisional.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la base de la ni-percepción-ni-no percepción, entra y
permanece en el cese de la percepción y sensación. Entonces ve, con discernimiento, que las
corrupciones mentales llegaron a la destrucción total. Así permanece, habiendo experimentando con
su cuerpo aquella base que alcanzó de cualquier forma posible. Este es el alcance, amigo, de la
declaración: ‘testigo ocular del cuerpo’, hecha por el Bienaventurado pero en el sentido no
provisional.”

AN 9,44 {17A9.1.5.3,44} Pannavimutta Sutta – Liberado a través de la sabiduría


[44] {44} “’Liberado a través de la sabiduría’, ‘liberado a través de la sabiduría’, se ha dicho,
amigo. Y, ¿de qué manera habló el Bienaventurado de alguien liberado a través de la sabiduría?”
“He aquí, amigo, el monje que, apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales
estados mentales, entra y permanece en el primer jhana… y entiende eso con sabiduría. Este es el
alcance, amigo, de lo que dijo el Bienaventurado de alguien liberado a través de la sabiduría en el
sentido provisional.
“Además, amigo, con la desaparición del pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el
segundo jhana… el tercer jhana… cuarto jhana… y entiende eso con sabiduría. Este es el alcance,
amigo, de lo que dijo el Bienaventurado de alguien liberado a través de la sabiduría en el sentido
provisional.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la percepción de las formas, con la desaparición de la
percepción de la resistencia, no atendiendo a la diversidad y pensando ‘el espacio es infinito’, entra
y permanece en la base de la infinitud del espacio… en la base de la infinitud de la conciencia… en
la base de la nada… en la base de la ni-percepción-ni-no percepción; y entiende eso con sabiduría.
Este es el alcance, amigo, de lo que dijo el Bienaventurado de alguien liberado a través de la
sabiduría en el sentido provisional.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la base de la ni-percepción-ni-no percepción, entra y
permanece en el cese de la percepción y sensación. Entonces ve, con discernimiento, que las
corrupciones mentales llegaron a la destrucción total. Este es el alcance, amigo, de lo que dijo el
Bienaventurado de alguien liberado a través de la sabiduría pero en el sentido no provisional.”

AN 9,45 {17A9.1.5.4,45} Ubhatobhagavimutta Sutta – Liberado de ambas


formas
[45] {45} “’Liberado de ambas formas’, ‘liberado de ambas formas’, se ha dicho, amigo. Y, ¿de
qué manera habló el Bienaventurado de alguien liberado de ambas formas?”
“He aquí, amigo, el monje que, apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales
estados mentales, entra y permanece en el primer jhana… Así permanece, habiendo experimentando
con su cuerpo aquella base que alcanzó de cualquier forma posible y entiende eso con sabiduría.
Este es el alcance, amigo, de lo que dijo el Bienaventurado de alguien liberado de ambas formas en
el sentido provisional.
“Además, amigo, con la desaparición del pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el
segundo jhana… el tercer jhana… cuarto jhana… Así permanece, habiendo experimentando con su
cuerpo aquella base que alcanzó de cualquier forma posible y entiende eso con sabiduría. Este es el
alcance, amigo, de lo que dijo el Bienaventurado de alguien liberado de ambas formas en el sentido
provisional.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la percepción de las formas, con la desaparición de la
percepción de la resistencia, no atendiendo a la diversidad y pensando ‘el espacio es infinito’, entra
y permanece en la base de la infinitud del espacio… en la base de la infinitud de la conciencia… en
la base de la nada… en la base de la ni-percepción-ni-no percepción; y entiende eso con sabiduría.
Este es el alcance, amigo, de lo que dijo el Bienaventurado de alguie Así permanece, habiendo
experimentando con su cuerpo aquella base que alcanzó de cualquier forma posible y entiende eso
con sabiduría. Este es el alcance, amigo, de lo que dijo el Bienaventurado de alguien liberado de
ambas formas en el sentido provisional.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la base de la ni-percepción-ni-no percepción, entra y
permanece en el cese de la percepción y sensación. Entonces ve, con discernimiento, que las
corrupciones mentales llegaron a la destrucción total. Así permanece, habiendo experimentando con
su cuerpo aquella base que alcanzó de cualquier forma posible y entiende eso con sabiduría. Este es
el alcance, amigo, de lo que dijo el Bienaventurado de alguien liberado de ambas formas pero en el
sentido no provisional.”

AN 9,46 {17A9.1.5.5,46} Sanditthadhamma Sutta – El Dhamma directamente


visible
[46] {46} “’El Dhamma directamente visible’, ‘el Dhamma directamente visible’, se ha dicho,
amigo. Y, ¿de qué manera habló el Bienaventurado del Dhamma directamente visible?”
“He aquí, amigo, el monje que, apartado de los placeres sensuales… entra y permanece en el primer
jhana… Este es el alcance, amigo, de lo que dijo el Bienaventurado del Dhamma directamente
visible en el sentido provisional.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la base de la ni-percepción-ni-no percepción, entra y
permanece en el cese de la percepción y sensación. Entonces ve, con discernimiento, que las
corrupciones mentales llegaron a la destrucción total. Este es el alcance, amigo, de lo que dijo el
Bienaventurado del Dhamma directamente visible pero en el sentido no provisional.”

AN 9,47 {17A9.1.5.6,47} Sanditthanibbana Sutta – El Nibbana directamente


visible
[47] {47} “’El Nibbana directamente visible’, ‘el Nibbana directamente visible’, se ha dicho,
amigo. Y, ¿de qué manera habló el Bienaventurado del Nibbana directamente visible?”
“He aquí, amigo, el monje que, apartado de los placeres sensuales… entra y permanece en el primer
jhana… Este es el alcance, amigo, de lo que dijo el Bienaventurado del Nibbana directamente
visible en el sentido provisional.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la base de la ni-percepción-ni-no percepción, entra y
permanece en el cese de la percepción y sensación. Entonces ve, con discernimiento, que las
corrupciones mentales llegaron a la destrucción total. Este es el alcance, amigo, de lo que dijo el
Bienaventurado del Nibbana directamente visible pero en el sentido no provisional.”
AN 9,48 {17A9.1.5.7,48} Nibbana Sutta – El Nibbana
[48] {48} “’El Nibbana’, ‘el Nibbana’, se ha dicho, amigo. Y, ¿de qué manera habló el
Bienaventurado del Nibbana?”
[Sigue elaborado igual que el AN 9,47.]

AN 9,49 {17A9.1.5.8,49} Parinibbana Sutta – El Nibbana final


[49] {49} “’El Nibbana final’, ‘el Nibbana final’, se ha dicho, amigo. Y, ¿de qué manera habló el
Bienaventurado del Nibbana final?”
[Sigue elaborado igual que el AN 9,47.]

AN 9,50 {17A9.1.5.9,50} Tadanganibbana Sutta – El Nibbana en aquella porción


[50] {50} “’El Nibbana en aquella porción’, ‘el Nibbana en aquella porción’, se ha dicho, amigo. Y,
¿de qué manera habló el Bienaventurado del Nibbana en aquella porción?”
[Sigue elaborado igual que el AN 9,47.]

AN 9,51 {17A9.1.5.10,51} Ditthadhammanibbana Sutta – El Nibbana en esta


presente vida
[51] {51} “’El Nibbana en esta presente vida’, ‘el Nibbana en esta presente vida’, se ha dicho,
amigo. Y, ¿de qué manera habló el Bienaventurado del Nibbana en esta presente vida?”
“He aquí, amigo, el monje que, apartado de los placeres sensuales… entra y permanece en el primer
jhana… Este es el alcance, amigo, de lo que dijo el Bienaventurado del Nibbana en esta presente
vida en el sentido provisional.
“Además, amigo, trascendiendo totalmente la base de la ni-percepción-ni-no percepción, entra y
permanece en el cese de la percepción y sensación. Entonces ve, con discernimiento, que las
corrupciones mentales llegaron a la destrucción total. Este es el alcance, amigo, de lo que dijo el
Bienaventurado del Nibbana en esta presente vida pero en el sentido no provisional.”

NOTAS:
[1] El MN 70, 17 ofrece una definición formal del “testigo del cuerpo” así: "Y, ¿qué clase de
persona es el testigo del cuerpo? He aquí, monjes, alguna persona contacta con su cuerpo y mora en
aquella liberación que es pacífica e inmaterial, que trasciende las formas; pero sólo algunas de sus
contaminaciones están destruidas mediante la visión con la sabiduría. Esta clase de persona es
llamada 'testigo del cuerpo'. Yo digo de semejante monje que todavía tiene que realizar algún
trabajo diligentemente. Y ¿por qué así? Porque cuando aquel venerable señor hace uso de lugares de
descanso adecuados, se asocia con buenos amigos y balancea sus facultades espirituales, puede
realizarse por sí solo, aquí y ahora, y entrar y permanecer en aquella meta suprema de la vida santa,
por la cual los miembros del clan correctamente abandonan sus vidas hogareñas y asumen el estilo
de vida sin hogar. Viendo el fruto de la diligencia de ese monje yo digo que todavía tiene que
realizar algún trabajo diligentemente.”
Sin embargo, como señala el Bhikkhu Bodhi (2012, P. 1833) en este sutta el termino del “testigo
ocular del cuerpo” no se ajusta a esa definición sino que se explica sobre la base de una juego de
palabras. Hablando con precisión, alguien que alcanza la completa destrucción de las corrupciones
mentales no es más un “testigo del cuerpo”, siendo esta una categoría restringida para los que aún
están dentro del entrenamiento.
[2] Los Comentarios explican que se trata del cuerpo mental.

AN 9,52-62 Khemma Vagga – Capítulo sobre la seguridad


Los nueve logros meditativos se combinan aquí con las distintas denominaciones de la meta final.

AN 9,52 Khema Sutta – Seguridad


[52] “’Seguridad, seguridad’, se ha dicho amigo. ¿De qué manera, amigos, el Bienaventurado habló
de la seguridad?”.
“He aquí, amigo, recluido de los placeres sensuales… el monje entra y permanece en el primer
jhana… En este sentido también el Bienaventurado habló de la seguridad en el sentido provisorio…
“Además, amigo, con la completa superación de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, el
monje entra y permanece en el cese de percepción y sensación, y habiendo visto con sabiduría, sus
corrupciones son totalmente destruidas. En este sentido también el Bienaventurado habló de la
seguridad en el sentido provisorio”.

AN 9,53 Khemappatta Sutta – Logro de la seguridad


[53] “’Logro de seguridad, logro de seguridad’, se ha dicho amigo. ¿De qué manera, amigos, el
Bienaventurado habló del logro de la seguridad?”.
[El sutta sigue como 9,52].

AN 9,54 Amata Sutta – Inmortalidad


[54] “’Inmortalidad, inmortalidad’, se ha dicho amigo. ¿De qué manera, amigos, el Bienaventurado
habló de la inmortalidad?”.
[El sutta sigue como 9,52].

AN 9,55 Amatappatta Sutta – Logro de la inmortalidad


[55] “’Logro de la inmortalidad, logro de la inmortalidad’, se ha dicho amigo. ¿De qué manera,
amigos, el Bienaventurado habló del logro de la inmortalidad?”.
[El sutta sigue como 9,52].

AN 9,56 Abhaya Sutta – Intrepidez


[56] “’Intrepidez, intrepidez’, se ha dicho amigo. ¿De qué manera, amigos, el Bienaventurado habló
de la intrepidez?”.
[El sutta sigue como 9,52].
AN 9,57 Abhayappatta Sutta – Logro de la intrpidez
[57] “’Logro de la intrepidez, logro de la intrepidez’, se ha dicho amigo. ¿De qué manera, amigos,
el Bienaventurado habló del logro de la intrepidez?”.
[El sutta sigue como 9,52].

AN 9,58 Passaddhi Sutta – Tranquilidad


[58] “’Tranquilidad, tranquilidad’, se ha dicho amigo. ¿De qué manera, amigos, el Bienaventurado
habló de la tranquilidad?”.
[El sutta sigue como 9,52].

AN 9,59 Anupubbapassaddhi Sutta – Tranquilidad progresiva


[59] “’Tranquilidad progresiva, tranquilidad progresiva’, se ha dicho amigo. ¿De qué manera,
amigos, el Bienaventurado habló de la tranquilidad progresiva?”.
[El sutta sigue como 9,52].

AN 9,60 Nirodha Sutta – El cese


[60] “’El cese, el cese’, se ha dicho amigo. ¿De qué manera, amigos, el Bienaventurado habló del
cese?”.
[El sutta sigue como 9,52].

AN 9,61 Anupubbanirodha Sutta – El cese progresivo


[61] “’El cese progresivo, el cese progresivo’, se ha dicho amigo. ¿De qué manera, amigos, el
Bienaventurado habló del cese progresivo?”.
“He aquí, amigo, recluido de los placeres sensuales… el monje entra y permanece en el primer
jhana… En este sentido también el Bienaventurado habló del cese progresivo en el sentido
provisorio…
“Además, amigo, con la completa superación de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, el
monje entra y permanece en el cese de percepción y sensación, y habiendo visto con sabiduría, sus
corrupciones son totalmente destruidas. En este sentido también el Bienaventurado habló del cese
progresivo en el sentido no provisorio”.

AN 9,62 Abhabba Sutta – Posible e imposible


[62] “Monjes, sin haber abandonado nueve cosas, uno es incapaz de realizar el arahantado. Y,
¿cuáles son esas nueve? Codicia, odio, falsa ilusión, ira, hostilidad, denigración, insolencia, envidia
y avaricia. Sin haber abandonado estas nueve cosas, monjes, uno es incapaz de realizar el
arahantado.
“Monjes, habiendo abandonado nueve cosas, uno es capaz de realizar el arahantado. Y, ¿cuáles son
esas nueve? Codicia, odio, falsa ilusión, ira, hostilidad, denigración, insolencia, envidia y avaricia.
Habiendo abandonado estas nueve cosas, monjes, uno es capaz de realizar el arahantado”.
AN 9,63 Sikkhadubbala Sutta – El entrenamiento

Los cuatro establecimientos de la atención consciente ayudan a abandonar los cinco contratiempos
en el entrenamiento.

[63] “Monjes, he aquí estos cinco contratiempos en el entrenamiento. Y, ¿cuáles son esos cinco? La
destrucción de la vida, tomar lo que no ha sido dado, la inapropiada conducta sexual, la mentira y el
licor, vino y [otros] embriagantes que son la base de la negligencia. Estos son los cinco
contratiempos en el entrenamiento. Y los cuatro establecimientos de la atención consciente han de
ser desarrollados en aras de abandonar a estos cinco contratiempos en el entrenamiento. Y, ¿cuáles
son esos cuatro? He aquí, un monje mora contemplando el cuerpo en el cuerpo, ardiente,
comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y desánimo en consideración al
mundo. Además mora contemplando las sensaciones en las sensaciones… la mente en la mente…
los objetos mentales en los objetos mentales, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo
removido la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Estos son, monjes, los cuatro
establecimientos de la atención consciente que han de ser desarrollados en aras de abandonar a estos
cinco contratiempos en el entrenamiento”.

AN 9,64 Nivarana Sutta – Impedimentos

Los cuatro establecimientos de la atención consciente ayudan a abandonar los cinco impedimentos
meditativos.

[64] “Monjes, he aquí estos cinco impedimentos. Y, ¿cuáles son esos cinco? El impedimento del
deseo sensual, el impedimento de la animadversión, el impedimento de la pereza y somnolencia, el
impedimento de la preocupación y el remordimiento, y el impedimento de la duda. Estos son los
cinco impedimentos. Y los cuatro establecimientos de la atención consciente han de ser
desarrollados en aras de abandonar estos cinco impedimentos. Y, ¿cuáles son esos cuatro? He aquí,
un monje mora contemplando el cuerpo en el cuerpo, ardiente, comprendiendo claramente, atento,
habiendo removido la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Además, mora
contemplando las sensaciones en las sensaciones… la mente en la mente… los objetos mentales en
los objetos mentales, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y
desánimo en consideración al mundo. Estos son, monjes, los cuatro establecimientos de la atención
consciente que han de ser desarrollados en aras de abandonar a estos cinco impedimentos”.
AN 9,65 Kamaguna Sutta – Placer sensual

Los cuatro establecimientos de la atención consciente ayudan a abandonar los cinco objetos del
placer sensual.

[65] “Monjes, he aquí estos cinco objetos de placer sensual. Y, ¿cuáles son esos cinco? Formas
conocibles por el ojo que son apetecibles, deseables, placenteras, agradables, conectadas con el
placer sensual y tentadoras; sonidos conocibles por el oído… olores conocibles por la nariz…
sabores conocibles por la lengua… objetos táctiles conocibles con el cuerpo, que son apetecibles,
deseables, placenteros, agradables, conectados con el placer sensual y tentadores. Estos son los
cinco objetos de placer sensual. Y los cuatro establecimientos de la atención consciente han de ser
desarrollados en aras de abandonar a estos cinco objetos del placer sensual. Y, ¿cuáles son esos
cuatro? He aquí, un monje mora contemplando el cuerpo en el cuerpo, ardiente, comprendiendo
claramente, atento, habiendo removido la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Además
mora contemplando las sensaciones en las sensaciones… la mente en la mente… los objetos
mentales en los objetos mentales, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo removido
la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Estos son, monjes, los cuatro establecimientos
de la atención consciente que han de ser desarrollados en aras de abandonar a estos cinco objetos
del placer sensual”.

AN 9,66 Upadanakkhandha Sutta – Cúmulos del apego

Los cuatro establecimientos de la atención consciente ayudan a abandonar los cinco cúmulos del
apego.

[66] “Monjes, he aquí estos cinco cúmulos sujetos al apego. Y, ¿cuáles son esos cinco? El cúmulo
de la forma sujeto al apego, el cúmulo de la sensación sujeto al apego, el cúmulo de la percepción
sujeto al apego, el cúmulo de las actividades volitivas sujeto al apego y el cúmulo de la conciencia
sujeto al apego. Estos son los cinco cúmulos sujetos al apego. Y los cuatro establecimientos de la
atención consciente han de ser desarrollados en aras de abandonar estos cinco cúmulos sujetos al
apego. Y, ¿cuáles son esos cuatro? He aquí, un monje mora contemplando el cuerpo en el cuerpo,
ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y desánimo en
consideración al mundo. Además mora contemplando las sensaciones en las sensaciones… la mente
en la mente… los objetos mentales en los objetos mentales, ardiente, comprendiendo claramente,
atento, habiendo removido la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Estos son, monjes,
los cuatro establecimientos de la atención consciente que han de ser desarrollados en aras de
abandonar estos cinco cúmulos sujetos al apego”.
AN 9,67 Orambhagiya Sutta – Grilletes menores
Los cuatro establecimientos de la atención consciente ayudan a abandonar los cinco grilletes
menores.
[67] “Monjes, he aquí estos cinco grilletes menores. Y, ¿cuáles son esos cinco? El punto de vista
sobre la existencia personal, la duda, el apego a los ritos y ceremonias religiosas, el deseo sensual y
la animadversión. Estos son los cinco grilletes menores. Y los cuatro establecimientos de la atención
consciente han de ser desarrollados en aras de abandonar a estos cinco grilletes menores. Y, ¿cuáles
son esos cuatro? He aquí, un monje mora contemplando el cuerpo en el cuerpo, ardiente,
comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y desánimo en consideración al
mundo. Además mora contemplando las sensaciones en las sensaciones… la mente en la mente…
los objetos mentales en los objetos mentales, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo
removido la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Estos son, monjes, los cuatro
establecimientos de la atención consciente que han de ser desarrollados en aras de abandonar a estos
cinco grilletes menores”.

AN 9,68 Gati Sutta – Los destinos


Los cuatro establecimientos de la atención consciente ayudan a abandonar los cinco destinos.
[68] “Monjes, he aquí estos cinco destinos. Y, ¿cuáles son esos cinco? El infierno, el reino animal,
la esfera de los espíritus hambrientos, los seres humanos y los devas. Estos son los cinco destinos. Y
los cuatro establecimientos de la atención consciente han de ser desarrollados en aras de abandonar
estos cinco destinos. Y, ¿cuáles son esos cuatro? He aquí, un monje mora contemplando el cuerpo
en el cuerpo, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y
desánimo en consideración al mundo. Además mora contemplando las sensaciones en las
sensaciones… la mente en la mente… los objetos mentales en los objetos mentales, ardiente,
comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y desánimo en consideración al
mundo. Estos son, monjes, los cuatro establecimientos de la atención consciente que han de ser
desarrollados en aras de abandonar estos cinco destinos”.

AN 9,69 Macchariya Sutta – Avaricia


Los cuatro establecimientos de la atención consciente ayudan a abandonar las cinco clases de
avaricia.
[69] “Monjes, he aquí estas cinco clases de avaricia. Y, ¿cuáles son esas cinco? Avaricia en
consideración a las viviendas, avaricia en consideración a las familias, avaricia en consideración a
las ganancias, avaricia en consideración a las alabanzas y avaricia en consideración al Dhamma.
Estas son las cinco clases de avaricia. Y los cuatro establecimientos de la atención consciente han de
ser desarrollados en aras de abandonar estas cinco clases de avaricia. Y, ¿cuáles son esos cuatro? He
aquí, un monje mora contemplando el cuerpo en el cuerpo, ardiente, comprendiendo claramente,
atento, habiendo removido la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Además mora
contemplando las sensaciones en las sensaciones… la mente en la mente… los objetos mentales en
los objetos mentales, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y
desánimo en consideración al mundo. Estos son, monjes, los cuatro establecimientos de la atención
consciente que han de ser desarrollados en aras de abandonar estas cinco clases de avaricia”.

AN 9,70 Uddhambhagiya Sutta – Grilletes superiores


Los cuatro establecimientos de la atención consciente ayudan a abandonar los cinco grilletes
superiores.
[70] “Monjes, he aquí estos cinco grilletes superiores. Y, ¿cuáles son esos cinco? Codicia por la
forma, codicia por lo sin forma, la presunción, la preocupación y la ignorancia. Estos son los cinco
grilletes superiores. Y los cuatro establecimientos de la atención consciente han de ser desarrollados
en aras de abandonar estos cinco grilletes superiores. Y, ¿cuáles son esos cuatro? He aquí, un monje
mora contemplando el cuerpo en el cuerpo, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo
removido la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Además mora contemplando las
sensaciones en las sensaciones… la mente en la mente… los objetos mentales en los objetos
mentales, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y desánimo
en consideración al mundo. Estos son, monjes, los cuatro establecimientos de la atención consciente
que han de ser desarrollados en aras de abandonar estos cinco grilletes superiores”.

AN 9,71 Cetokhila Sutta – Aridez mental


Los cuatro establecimientos de la atención consciente ayudan a abandonar las cinco clases de aridez
mental.
[71] “Monjes, he aquí estas cinco clases de aridez mental. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, un monje está perplejo acerca del Maestro, duda de él, no está convencido acerca de él y
no pone en él su confianza. Cuando un monje está perplejo acerca del Maestro, duda de él, no está
convencido acerca de él y no pone en él su confianza, su mente no se inclina al ardor, el esfuerzo, la
perseverancia y la firmeza. Y puesto que su mente no se inclina al ardor, el esfuerzo, la
perseverancia y la firmeza, esta es la primera clase de aridez mental.
“Además, un monje está perplejo acerca del Dhamma… perplejo acerca del Sangha… perplejo
acerca del entrenamiento… irritado con sus compañeros monjes, desplaciente y agresivo con ellos,
tiene mala disposición hacia ellos. Cuando un monje está irritado con sus compañeros monjes,
desplaciente y agresivo con ellos, tiene mala disposición hacia ellos, su mente no se inclina al ardor,
el esfuerzo, la perseverancia y la firmeza. Y puesto que su mente no se inclina al ardor, el esfuerzo,
la perseverancia y la firmeza, esta es la quinta clase de aridez mental.
“Estas son, monjes, las cinco clases de aridez mental, y los cuatro establecimientos de la atención
consciente han de ser desarrollados en aras de abandonar estas cinco clases de aridez mental. Y,
¿cuáles son esos cuatro? He aquí, un monje mora contemplando el cuerpo en el cuerpo, ardiente,
comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y desánimo en consideración al
mundo. Además mora contemplando las sensaciones en las sensaciones… la mente en la mente…
los objetos mentales en los objetos mentales, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo
removido la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Estos son, monjes, los cuatro
establecimientos de la atención consciente que han de ser desarrollados en aras de abandonar estas
cinco clases de aridez mental”.
AN 9,72 Cetasovinibandha Sutta – Esclavitud de la mente

Los cuatro establecimientos de la atención consciente ayudan a abandonar las cinco esclavitudes
mentales.

[72] “Monjes, he aquí estas cinco esclavitudes mentales. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, un monje (1) no evita la codicia por los placeres sensuales, no evita el deseo, no evita la
afección, no evita la sed, no evita la pasión y les anhela. Cuando un monje no evita la codicia por
los placeres sensuales, no evita el deseo, no evita la afección, no evita la sed, no evita la pasión y les
anhela, su mente no se inclina al ardor, el esfuerzo, la perseverancia y la firmeza. Y puesto que su
mente no se inclina al ardor, el esfuerzo, la perseverancia ni la firmeza, esta es la primera esclavitud
mental.
“Además, un monje (2) no evita la codicia por el cuerpo, no evita el deseo, no evita la afección, no
evita la sed, no evita la pasión y los anhela. (3) No evita la codicia por la forma… (4) Habiendo
comido mucho hasta tener la panza llena, se rinde al placer del descanso, al placer de la pereza, al
placer del dormir… (5) Vive la vida espiritual [aspirando] el renacimiento en cierto orden de los
devas, [pensando]: ‘Mediante esta virtuosa conducta, observancia y austeridad de esta vida
espiritual, voy a ser un deva o alguien [del séquito] de los devas’. Cuando un monje vive la vida
espiritual [aspirando] el renacimiento en cierto orden de los devas… su mente no se inclina al ardor,
el esfuerzo, la perseverancia y la firmeza. Y puesto que su mente no se inclina al ardor, el esfuerzo,
la perseverancia ni la firmeza, esta es la quinta esclavitud mental.
“Estas son, monjes, las cinco esclavitudes mentales, y los cuatro establecimientos de la atención
consciente han de ser desarrollados en aras de abandonar estas cinco esclavitudes mentales. Y,
¿cuáles son esos cuatro? He aquí, un monje mora contemplando el cuerpo en el cuerpo, ardiente,
comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y desánimo en consideración al
mundo. Además mora contemplando las sensaciones en las sensaciones… la mente en la mente…
los objetos mentales en los objetos mentales, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo
removido la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Estos son, monjes, los cuatro
establecimientos de la atención consciente que han de ser desarrollados en aras de abandonar estas
cinco esclavitudes mentales”.

AN 9,73-82 Sammappadhana Vagga – Capítulo sobre los


rectos esfuerzos
Combinaciones de las contaminaciones y el factor del recto esfuerzo.

AN 9,73 Sikkha Sutta – El entrenamiento

[73] “Monjes, he aquí estos cinco contratiempos en el entrenamiento. Y, ¿cuáles son esos cinco? La
destrucción de la vida, tomar lo que no ha sido dado, la inapropiada conducta sexual, la mentira y el
licor, vino y [otros] embriagantes que son la base de la negligencia. Estos son los cinco
contratiempos en el entrenamiento. Y los cuatro rectos esfuerzos han de ser desarrollados en aras de
abandonar estos cinco contratiempos en el entrenamiento. Y, ¿cuáles son esos cuatro? He aquí, un
monje genera el deseo de no-surgimiento de los malos y perjudiciales estados aún no surgidos; hace
el esfuerzo, hace surgir la energía, aplica su mente y la firmeza. Además, genera el deseo de
abandonar los malos y perjudiciales estados ya surgidos; hace el esfuerzo, hace surgir la energía,
aplica su mente y la firmeza. Además, genera el deseo del surgimiento de los beneficiosos estados
aún no surgidos; hace el esfuerzo, hace surgir la energía, aplica su mente y la firmeza. Además,
genera el deseo de mantener los beneficiosos estados ya surgidos, de su no-declive, incremento,
expansión y realización plena mediante el desarrollo; hace esfuerzo, hace surgir la energía, aplica su
mente y la firmeza. Estos son, monjes, los cuatro rectos esfuerzos que han de ser desarrollados en
aras de abandonar estos cinco contratiempos en el entrenamiento”.

AN 9,74-82 Los impedimentos, etc.

[74-82] [Paralelos con 9,64, 9,65, 9,66, 9,67, 9,68, 9,69, 9,70, 9,71 y 9,72 pero formulados de
manera de los cuatro rectos esfuerzos].

AN 9,83-92 Iddhipada Vagga – Capítulo sobre las bases del


poder espiritual

Combinaciones de las contaminaciones y el factor de la base del poder espiritual.

AN 9,83 Sikkha Sutta – El entrenamiento


[83] “Monjes, he aquí estos cinco contratiempos en el entrenamiento. Y, ¿cuáles son esos cinco? La
destrucción de la vida, tomar lo que no ha sido dado, la inapropiada conducta sexual, la mentira y el
licor, vino y [otros] embriagantes que son la base de la negligencia. Estos son los cinco
contratiempos en el entrenamiento. Y estas cuatro bases del poder espiritual han de ser desarrolladas
en aras de abandonar estos cinco contratiempos en el entrenamiento. Y, ¿cuáles son esas cuatro? He
aquí, un monje desarrolla la base del poder espiritual que posee la concentración a través del deseo
y las actividades del esfuerzo. Además, desarrolla la base del poder espiritual que posee la
concentración a través de la energía y las actividades del esfuerzo. Además, desarrolla la base del
poder espiritual que posee la concentración a través de la mente y las actividades del esfuerzo.
Además, desarrolla la base del poder espiritual que posee la concentración a través de la
investigación y las actividades del esfuerzo. Estas son, monjes, las cuatro bases del poder espiritual
que han de ser desarrolladas en aras de abandonar estos cinco contratiempos en el entrenamiento”.

AN 9,84-92 Los impedimentos, etc.


[84-92] [Paralelos con 9,64, 9,65, 9,66, 9,67, 9,68, 9,69, 9,70, 9,71 y 9,72 pero formulados de
manera de las cuatro bases del poder espiritual].
AN 9,93-432 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia,
etc.

Esta serie repetitiva de suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete
contaminaciones, (2) diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto
a ellas y (3) dos clases de prácticas.

[93] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse nueve cosas.
Y, ¿cuáles son esas nueve? La percepción de lo repugnante, la percepción de la muerte, la
percepción de lo repugnante de la comida, la percepción del no-deleite en el mundo entero, la
percepción de la transitoriedad, la percepción de la insatisfacción en lo transitorio, la percepción del
no-yo en lo que es transitoriedad, la percepción del abandono y la percepción del
desapasionamiento. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse
estas nueve cosas.
[94] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse nueve cosas.
Y, ¿cuáles son esas nueve? El primer jhana, el segundo jhana, el tercer jhana, el cuarto jhana, la base
de la infinitud del espacio, la base de la infinitud de la conciencia, la base de la nada, la base de ni-
percepción-ni-no-percepción y el cese de la percepción y sensación. Mediante el conocimiento
directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas nueve cosas.
[95-112] “Monjes, mediante la plena comprensión de la codicia… mediante la completa
destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el cese… el
renunciamiento… la dimisión de la codicia… han de desarrollarse estas nueve cosas.
[113-432] “Monjes, mediante el conocimiento directo… mediante la plena comprensión… mediante
la completa destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición…
el cese… el renunciamiento… la dimisión del odio… de la falsa ilusión… la ira… la hostilidad… la
denigración… la insolencia… la envidia… la avaricia… el engaño… la astucia… la obstinación…
la vehemencia… el orgullo… la arrogancia… la embriaguez… la negligencia han de desarrollarse
estas nueve cosas”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Exaltados, aquellos monjes se deleitaron en la declaración
del Bienaventurado.
10. Dasakanipatapali - Libro con suttas dedicados a diez
dhammas

Es la décima división del Anguttara Nikaya con los suttas que contienen diez particulares temas del
Dhamma o la enseñanza del Buda, cada uno.
[Los números entre corchetes siguen la edición de Bhikkhu Bodhi].

1. Pathamapannasaka - Primer grupo de los cincuenta


1.1. Anisamsavagga - Capítulo sobre los beneficios
AN 10,1 Kimatthiya Sutta - Con qué propósito.Cómo la buena conducta conduce a la liberación
final.
AN 10,2 Cetanakaraniya Sutta – Volición no necesita ser ejercida. Cuando la volición no
necesita ser ejercida para progresar en el Camino.
AN 10,3-5 Pathama, Dutiya y Tatiyaupanisa Sutta – Conducta virtuosa. Detallado curso
secuencial de la práctica del monje, comparado con el crecimiento de un árbol.
AN 10,6 Samadhi Sutta – La concentración. Concentraciones meditativas basadas en
Nibbana.
AN 10,7 Sariputta Sutta – Sariputta. La percepción última: el cese de la existencia es
Nibbana.
AN 10,8 Jhana Sutta – Los jhanas. Diez cualidades que hacen de un monje una persona
completa.
AN 10,9 Santavimokkha Sutta – Pacífico. Diez cualidades que hacen de un monje una
persona completa.
AN 10,10 Vijja Sutta – Conocimientos verdaderos. La destrucción de las impurezas
mentales como corona del conocimiento liberador.

1.2. Nathavagga - Capítulo sobre el protector


AN 10,11 Senasana Sutta – Vivienda. Cinco características de un monje y cinco de su
vivienda que facilitan su práctica de la liberación.
AN 10,12 Pancanga Sutta – Los cinco factores. Cuáles son los factores que hay que abandonar y
cuáles hay que perseguir.
AN 10,13 Samyojana Sutta – Los grilletes. Los diez grilletes que nos ligan al continuo ciclo de
renacimientos y muertes.
AN 10,14 Cetokhila Sutta – La aridez mental. Los impedimentos que obstruyen la práctica de la
meditación, que consisten en cinco clases de aridez mental.
AN 10,15 Appamada Sutta – Vigilancia. Diez símiles que ilustran la enseñanza, según la cual la
vigilancia es la más importante de las destrezas.
AN 10,16 Ahyneyya Sutta – Dignos de ofrendas. Diez tipos de nobles personas dignas de
recibir ofrendas.
AN 10,19-20 Pathama y Dutiyariyava Sutta – Las moradas de los nobles. Se explica en qué
consisten las moradas mentales, en las cuales permanecen las personas liberadas en el
pasado, el futuro y el presente.

1.3. Mahavagga - Gran capítulo


AN 10,21-22 Sihanada y Adhivuttipada Sutta – El rugido de león y principios doctrinales. El
Buda describe sus diez poderes, mediante los cuales puede reclamar su lugar superlativo que
le permite “rugir su rugido de león en las asambleas, y poner en movimiento la rueda del
Brahma”.
AN 10,23 Kaya Sutta – El cuerpo. Lo que debe ser abandonado por el cuerpo, el habla y la
visión. [Leer en pali]
AN 10,25-26 Kasina y Kali Sutta – Kasina y Kali. En estos dos suttas se hace mención a
diez objetos especiales de meditación, conocidos como kasinas. El segundo señala que estos
altos logros meditativos no deben ser confundidos con la meta suprema.
AN 10,28 Dutiyamahapanha Sutta – Segundo discurso con las grandes preguntas. Una
“monja de Kajangala” responde a diez preguntas relacionadas con cuestiones numéricas,
respuestas que merecen la siguiente declaración del Buda: “La monja de Kajangala es sabia,
de gran sabiduría. Si vosotros os hubieseis acercado a mí, preguntándome acerca de este
asunto, os respondería exactamente así como lo hizo ella”.
AN 10,29 Pathamakosala Sutta – Primer discurso con [el rey de] Kosala. Hasta los más
exaltados estados mentales están sujetos a cambios y alteraciones, razón por la cual el Buda
enseña que debemos desencantarnos también de ellos y mantenernos desapasionados.

AN 10,30 Dutiyakosala Sutta – Segundo discurso con [el rey de] Kosala. El rey Pasenadi de
Kosala rinde al Buda un máximo tributo y luego explica por qué lo hace.

1.4. Upalivagga - Capítulo con Upali


AN 10,44 Kusinara Sutta – En Kusinara. Cinco cosas para examinarse a sí mismo y cinco
para establecerse en ellas cuando uno quiere reprochar a otra persona.

1.5. Akkosavagga - Capítulo sobre los insultos


AN 10,46 Sakka Sutta – Los sakia. La importancia de observar los ocho preceptos los días
del Uposatha.
AN 10,47 Mahali Sutta – Mahali. Las causas de buenas y malas acciones.
AN 10,48 Pabbajitabhinja Sutta – El renunciante. Diez temas de reflexión para los monjes.
AN 10,49 Sariratthadhamma Sutta – Lo que subsiste a través del cuerpo. Diez cosas que
subsisten a través del cuerpo.
AN 10,50 Bhandana Sutta – Argumentos. Un grupo de monjes, discutidos y peleados, recibe
de parte del Buda una enseñanza sobe los principios de cordialidad “que crean afección y
respeto, y que conducen a la cohesión, la no-disputa, concordia y unidad”.

2. Dutiyapannasaka - Segundo grupo de los cincuenta


2.1. Sacittavagga - Capítulo sobre la propia mente
AN 10,51 Sacitta Sutta – La propia mente. Cómo desarrollar el conocimiento de la propia
mente de uno.
AN 10,56-57 Pathama y Dutiyasanna Sutta – Las percepciones. Estos suttas ponen el énfasis
en las “percepciones” (sanna) como objetos de meditación que, inicialmente, involucran una
serie de reflexiones que “culminan en lo inmortal, teniendo a lo inmortal como su
consumación”.
AN 10,58 Mulaka Sutta – Enraizados. ¿Cuál es la raíz de todos los fenómenos (sabbe
dhamma)? ¿Es el Nibbana en sí mismo un fenómeno o es el fin de todos ellos?

AN 10,60 Girimananda Sutta – Girimananda. Diez clases de meditación capaces de curar


enfermedades.

2.2. Yamakavagga - Capítulo con los pares


AN 10,61-62 Avijja Sutta y Tanha Sutta – Ignorancia y Avidez. El Buda explica la cadena casual
que, a partir de la ignorancia, conduce a la insatisfacción, al igual que el camino inverso que lleva a
la liberación. El segundo sutta agrega a esta cadena la avidez por la existencia como el punto de
partida.
AN 10,63 Nitthangata Sutta – Certeza. Cinco clases de personas que ganan la meta en este mundo y
cinco que la ganan habiendo dejado este mundo.
AN 10,64 Aveccappasanna Sutta – Inamovible. Cinco clases de personas que ganan la meta en este
mundo y cinco que la ganan habiendo dejado este mundo.
AN 10,65-66 Pathama y Dutiyasukha Sutta – Felicidad. En estos dos suttas el Venerable Sariputta
explica, a un asceta errante, cosas relativas al sufrimiento y la felicidad.
AN 10,69-70 Pathamakathavatthu y Dutiyakathavatthu Sutta –Temas de conversación. El Buda lista
los diez temas que son dignos de conversación para los que renunciaron a la vida mundana (10,69)
y señala que cuando los mismos van acompañados por el testimonio de vida, esto se convierte en la
base del verdadero elogio (10,70).

2.3. Akankhavagga - Capítulo sobre los deseos


AN 10,73 Itthadhamma Sutta – Cosas queridas. Las diez cosas que son deseables en el mundo: sus
respectivas obstrucciones y nutrimentos.
AN 10,74 Vaddhi Sutta – El crecimiento. Factores del noble crecimiento.
AN 10,75 Migasala Sutta – Migasala. El Buda explica por qué una persona célibe y un hombre que
disfrutaba del matrimonio tuvieron el mismo destino después de la muerte.
AN 10,76 Tayodhamma Sutta – Tres cosas. El Dhamma y Disciplina del Buda, tiene por objeto el
abandono de la serie de nacimientos a través de un camino progresivo.
AN 10,79-80 Aghatavatthu y Aghatapativina Sutta – El campo del odio y Las maneras de la
eliminación del odio. El Buda señala las circunstancias, en las cuales uno empieza a sentir odio o
resentimiento (10,79) y la forma cómo abandonarlo (10,80).

2.4. Theravagga - Capítulo con los venerables ancianos


AN 10,81 Vahana (Bahuna) Sutta – Bahuna. El Buda vive en el mundo, pero está separado
de él, con todas las impurezas apartadas, libre del nacimiento, la vejez y la muerte, como
una flor de loto, la cual “nacida del agua y crecida en el agua, no se ensucia con el agua sino
que se eleva por encima del agua”.
AN 10,83 Punniya Sutta – Punniya. Qué actitudes hay que tener, para que un Buda esté
dispuesto a enseñar el Dhamma.
AN 10,88 Akkosaka Sutta – Alguien que insulta. Sobre el monje que insulta a sus
compañeros monjes.
AN 10,89 Kokalika Sutta – Kokalika. El obstinado resentimiento de un monje, hacia sus
nobles compañeros de la vida espiritual, le acarrea terribles consecuencias.
AN 10,90 Khinasavabala Sutta – Poderes de la destrucción de las impurezas. Poderes
espirituales de un arahant.

2.5. Upalivagga - Capítulo con Upali


AN 10,91 Kamabhogi Sutta – Alguien que disfruta de los placeres sensuales. El Buda enseña a uno
de sus discípulos laicos más cercanos, cómo disfrutar de la vida mundana de manera tal que la
misma traiga los mejores beneficios.
AN 10,92 Bhaya Sutta – El peligro. El Buda explica en qué consisten los cinco peligros y
enemistades, los cuatro factores de alguien que entra en la corriente y el método de los nobles.
AN 10,93 Kimditthika Sutta - Creencias. El hombre hogareño de nombre Anathapindika instruye a
un grupo de ascetas errantes no budistas sobre la naturaleza del recto entendimiento.
AN 10,95 Uttiya Sutta – Uttiya. El Buda explica a un asceta errante del otro credo que su enseñanza
no se ocupa de vanas especulaciones metafísicas, sino del camino que conduce a la liberación. El
sutta parece negar también la divulgada opinión, según la cual, el Buda se propuso como meta la
liberación de todos los seres vivientes.
AN 10,96 Kokanuda Sutta – Kokanuda. El Venerable Ananda explica que la verdadera sabiduría no
consiste en adherirse a un determinado punto de vista especulativo.
AN 10,97 Ahuneyya Sutta – Digno de dádivas. Aquellos que sobresalen en el aprendizaje y
son bueno amigos y compañeros, obteniendo además los tres verdaderos conocimientos, son
considerados dignos de un respeto especial.

AN 10,99 Upali Sutta – Upali. El curso gradual del entrenamiento monástico.


3. Tatiyapannasaka - Tercer grupo de los cincuenta
3.1. Samanasannavagga - Capítulo sobre las características del asceta
AN 10,101 Samanasanna Sutta – Las percepciones de un asceta. Tres percepciones ascéticas
conducen a la realización de siete cosas.
AN 10,102 Bojjhanga Sutta – Factores de iluminación. Los siete factores de iluminación
realizan los tres verdaderos conocimientos.
AN 10,103 Micchatta Sutta – Conducta errónea. El Buda asignó al recto punto de vista el
primer lugar, no solamente entre los factores del Noble Óctuple Sendero, sino también entre
las diez clases de rectitud.

AN 10,104 Bija Sutta – Una semilla. A través de dos elocuentes símiles, el Buda explica por
qué para las personas que recorren un camino equivocado todo desemboca en el mal y
viceversa.
AN 10,105 Vijja Sutta – Verdadero conocimiento. A partir del recto o incorrecto punto de
vista se originan los demás nueve factores perjudiciales o beneficiosos, culminando, en este
segundo caso, con el recto conocimiento y la recta liberación.

3.2. Paccorohanivagga - Capítulo sobre el [festival de] paccorohani


AN 10,113 Pathamaadhamma Sutta – Primer discurso sobre el no-dhamma. El Dhamma y el
no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.
AN 10,114 Dutiyaadhamma Sutta – Segundo discurso sobre el no-dhamma. El Dhamma y el
no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.
AN 10,115 Tatiyaadhamma Sutta – Tercer discurso sobre el no-dhamma. El Dhamma y el
no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.
AN 10,116 Ajita Sutta – Ajita. El Dhamma y el no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.
AN 10,117-118 Sangarava y Orimatira Sutta – Sangarava y Orilla de este lado. El recto e
incorrecto sendero hacen la diferencia entre estar en la orilla de este lado o cruzar a la otra
orilla.
AN 10,119-120 Pathama y Dutiyapaccorohani Sutta – Paccorohani. El Buda usa un
tradicional festival de los brahmanes, celebrado con muchas supersticiones, para enseñar la
verdadera práctica de la vida espiritual.
AN 10,121 Pubbangama Sutta – El precursor. Un elemento de la recta práctica es el
precursor del siguiente.
AN 10,122 Asavakkhaya Sutta – Destrucción de las contaminaciones. El camino recto
conduce a la destrucción de las contaminaciones mentales.

3.3. Parisuddhavagga - Capítulo sobre la purificación


AN 10,123-133 Parisuddha Vagga – Capítulo sobre lo purificado. Cosas que suceden
solamente dentro de la Disciplina del Buda.

3.4. Sadhuvagga - Capítulo sobre lo bueno


AN 10,134-144 Saddhu Vagga – Capítulo sobre lo bueno. Una serie de oposiciones entre lo
bueno y lo malo, lo beneficioso y lo perjudicial, etc.

3.5. Ariyavagga - Capítulo sobre la nobleza


AN 10,145-154 Ariya Vagga – Capítulo sobre lo noble. Una serie de oposiciones entre lo
noble e innoble, lo oscuro y lo brillante, etc.

4. Catutthapannasaka - Cuarto grupo de los cincuenta


4.1. Puggaalavagga - Capítulo sobre la persona
AN 10,155-166 Puggala Vagga – Capítulo sobre las personas. Una serie de actitudes
opuestas frente a diferentes clases de personas, de acuerdo con el camino —recto o
equivocado― que las mismas escogen.

4.2. Janussonivagga - Capítulo con Janussoni


AN 10,167-168 Brahmanapaccorohani y Ariyapaccorohani Sutta – Festival paccorohani de
los brahmanes y de los nobles. El Buda usa un tradicional festival de los brahmanes,
celebrado con muchas supersticiones, para enseñar la verdadera práctica de la vida
espiritual.
AN 10,169-170 Sangarava y Orima Sutta – Sangarava y Orilla de este lado. El recto e
incorrecto sendero, hace la diferencia entre estar en la orilla de este lado o cruzar a la otra
orilla.
AN 10,171 Pathamaadhamma Sutta – Primer discurso sobre el no-dhamma. El Dhamma y el
no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.
AN 10,172 Dutiyaadhamma Sutta – Segundo discurso sobre el no-dhamma. El Dhamma y el
no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.
AN 10,173 Tatiyaadhamma Sutta – Tercer discurso sobre el no-dhamma. El Dhamma y el
no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.
AN 10,174 Kammanidana Sutta – Los cursos del Dhamma. La codicia, el odio y la falsa
ilusión son las causas de la mala conducta corporal, verbal y mental; y también se los alinea
explícitamente con los diez cursos de la acción perjudicial.

AN 10,175 Parikkamana Sutta – Evitación. Medios para evitar la práctica incorrecta.


AN 10,176 Cunda Sutta – Cunda. El Buda demuestra la futilidad de los supersticiosos ritos
religiosos que tienen por objeto la purificación espiritual y señala que solamente el correcto
cultivo de las acciones corporales, verbales y mentales puede lograr esta meta.
AN 10,177 Janussoni Sutta – Janussoni. Cuándo y para quién son beneficiosos los donativos
para los seres difuntos.
4.3. Sadhuvagga - Capítulo con lo bueno
AN 10,178-188 Saddhu Vagga – Capítulo sobre lo bueno. Una serie de oposiciones entre lo
bueno y lo malo, lo beneficioso y lo perjudicial, etc.

4.4. Ariyamaggavagga - Capítulo con el sendero que conduce a la alta sabiduría


AN 10,189-198 Ariyamagga Vagga – Capítulo sobre el noble sendero. Una serie de
oposiciones entre lo noble e innoble, lo oscuro y brillante, etc.

4.5. Aparapuggalavagga - Capítulo con la persona del oeste


AN 10,199-210 Aparapuggala Vagga – Otro capítulo sobre las personas. Una serie de
actitudes opuestas frente a diferentes clases de personas, de acuerdo con el camino —recto o
equivocado― que las mismas escogen.

5. Pancamapannasaka - Quinto grupo de los cincuenta


5.1. Karajakayavagga - Capítulo sobre el cuerpo nacido en las impurezas
AN 10,211-215 Pathama y Dutiyanirayasagga, Matugama, Upasika y Visarada Sutta –
Infierno, Mujer, Seguidora laica y Auto-confianza. Las consecuencias de los diez cursos del
kamma: perjudiciales y beneficiosos.
AN 10,216 Samsappaniya Sutta – Arrastrado. El Buda enseña que “los seres son dueños de
su propio kamma, son herederos de su kamma; tienen el kamma como su origen, el kamma
como su pariente y el kamma como su recurso; cualquier kamma que hacen —bueno o malo
—, son sus herederos”.
AN 10,217-218 Pathama y Dutiyasancetanika Sutta – Intencional. Estos dos suttas, de
contenido casi idéntico, muestran que el kamma denota una fuerza moral creada por nuestras
obras. Todos nuestros actos, moralmente determinados, crean un potencial capaz de traer los
correspondientes resultados, trayendo miseria o felicidad en dependencia de la cualidad
moral de la acción originaria.
AN 10,219 Karajakaya Sutta – El cuerpo nacido de la impureza. La práctica de los “cuatro
inconmensurables” —amor benevolente, compasión, dicha altruista y ecuanimidad―
conduce al no-retorno.
AN 10,220 Adhammacariya Sutta – Conducta contraria al Dhamma. El Buda explica a un
brahmán en qué consiste una triple correcta e incorrecta conducta corporal, una cuádruple
correcta e incorrecta conducta verbal y una triple correcta e incorrecta conducta mental.

5.2. Samannavagga - Capítulo sobre el estado monacal


AN 10,221-236 Samanna Vagga – Capítulo sobre la similitud. Una sistematización de la
conducta que conduce al infierno y sus contrapartes que conducen al cielo.

5.3. Ragapeyyala - Serie repetitiva sobre el apego


AN 10,237-746 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia, etc. Esta Serie repetitiva de
suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete contaminaciones, (2)
diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto a ellas y (3)
tres clases de prácticas.

AN 10,1 {17A10.1.1.1,1} Kimatthiya Sutta – Con qué propósito

Cómo la buena conducta conduce a la liberación final.

[1] {1} Esto he escuchado:


En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda Jeta del Parque de
Aanathapindika cerca de Savatthi. Estando allí, el Venerable Ananda se fue junto al Bienaventurado,
le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
"¿Cuál es el propósito, venerable señor, cuál es el provecho de la buena conducta?"
"La liberación del remordimiento, Ananda, es el propósito y el provecho de la buena conducta."
"Y ¿cuál es el propósito, venerable señor, cuál es el provecho de la liberación del remordimiento?"
"El regocijo, Ananda, es el propósito y el provecho de la liberación del remordimiento."
"Y ¿cuál es el propósito, venerable señor, cuál es el provecho del regocijo?"
"El arrobamiento, Ananda, es el propósito y el provecho del regocijo."
"Y ¿cuál es el propósito, venerable señor, cuál es el provecho del arrobamiento?"
"La calma, Ananda, es el propósito y el provecho del arrobamiento."
"Y ¿cuál es el propósito, venerable señor, cuál es el provecho de la calma?"
"La felicidad, Ananda, es el propósito y el provecho de la calma."
"Y ¿cuál es el propósito, venerable señor, cuál es el provecho de la felicidad?"
"La concentración, Ananda, es el propósito y el provecho de la felicidad."
"Y ¿cuál es el propósito, venerable señor, cuál es el provecho de la concentración?"
"Conocer y ver las cosas tal como realmente son, Ananda, es el propósito y el provecho de la
concentración."
"Y ¿cuál es el propósito, venerable señor, cuál es el provecho de conocer y ver las cosas tal como
realmente son?"
"La repugnancia y el desvanecimiento del interés, Ananda, es el propósito y el provecho de conocer
y ver las cosas tal como realmente son."
"Y ¿cuál es el propósito, venerable señor, cuál es el provecho de la repugnancia y el
desvanecimiento del interés?"
"La liberación mediante el conocimiento y la visión, Ananda, es el propósito y el provecho de la
repugnancia y el desvanecimiento del interés.
"De esta manera, Ananda, la buena conducta tiene como propósito y provecho la liberación del
remordimiento; la liberación del remordimiento tiene como propósito y provecho el regocijo; el
regocijo tiene como propósito y provecho el arrobamiento; el arrobamiento tiene como propósito y
provecho la calma; la calma tiene como propósito y provecho la felicidad; la felicidad tiene como
propósito y provecho la concentración; la concentración tiene como propósito y provecho ver las
cosas tal como realmente son; el ver las cosas tal como realmente son tiene como propósito y
provecho la repugnancia y el desvanecimiento del interés; la repugnancia y el desvanecimiento del
interés tiene como propósito y provecho la liberación mediante el conocimiento y la visión.
"De esta manera, Ananda, la buena conducta gradualmente conduce a la realización."

AN 10,2 Cetanakaraniya Sutta – Volición no necesita ser


ejercida

Cuando la volición no necesita ser ejercida para progresar en el Camino.

[2] "Monjes, alguien, cuya conducta es virtuosa no necesita ejercer la volición: ‘Que la liberación
del remordimiento surja en mí’. Es natural que la liberación del remordimiento surja en alguien que
es virtuoso, en alguien, cuya conducta es virtuosa.
“Alguien sin remordimiento no necesita ejercer la volición: ‘Que el regocijo surja en mí’. Es natural
que el regocijo surja en alguien que es sin remordimiento.
“Alguien con regocijo no necesita ejercer la volición: ‘Que el entusiasmo surja en mí’. Es natural
que el entusiasmo surja en alguien con regocijo.
“Alguien con la mente entusiasmada no necesita ejercer la volición: ‘Que mi cuerpo llegue a
calmarse’. Es natural que el cuerpo de alguien cuya mente es entusiasmada sea calmado.
“Alguien con el cuerpo calmado no necesita ejercer la volición: ‘Que sienta el placer’. Es natural
que alguien con el cuerpo calmado, sienta placer.
“Alguien que siente placer no necesita ejercer la volición: ‘Que mi mente sea concentrada’. Es
natural que quien siente placer tenga la mente concentrada.
“Alguien que está concentrado no necesita ejercer la volición: ‘Que conozca las cosas tal como
realmente son’. Es natural que alguien que es concentrado, conozca y vea las cosas tal como
realmente son.
“Alguien que conoce y ve las cosas tal como realmente son no necesita ejercer la volición: ‘Que sea
desencantado y desapasionado’. Es natural que alguien que ve y conoce las cosas tal como
realmente son, sea desencantado y desapasionado.
“Alguien que está desencantado y desapasionado, no necesita ejercer la volición: ‘Que descubra el
conocimiento y la visión de la liberación’. Es natural que alguien que está desapasionado, descubra
el conocimiento y la visión de la liberación.
"De esta manera, monjes, el conocimiento y la visión de liberación es el propósito y beneficio del
desencantamiento y desapasionamiento; el desencantamiento y desapasionamiento es el propósito y
beneficio del conocimiento y la visión de las cosas tal cómo realmente son; el conocimiento y la
visión de las cosas tal como realmente son es el propósito y beneficio de la concentración; la
concentración es el propósito y beneficio del placer; el placer es el propósito y beneficio de la
calma; la calma es el propósito y beneficio del entusiasmo; el entusiasmo es el propósito y beneficio
del regocijo; el regocijo es el propósito y beneficio de la liberación del remordimiento; la liberación
del remordimiento es el propósito y beneficio de la conducta virtuosa.
“De esta manera, monjes, un estado fluye dentro del estado siguiente, un estado llena el estado
siguiente, para pasar desde la orilla cercana a la orilla opuesta”.

AN 10,3-5 Pathama, Dutiya y Tatiyaupanisa Sutta – Conducta


virtuosa

Detallado curso secuencial de la práctica del monje, comparado con el crecimiento de un árbol.

AN 10,3 Pathamaupanisa Sutta – Primer discurso sobre la conducta virtuosa


[3] “Monjes, para una persona inmoral, para alguien de una conducta virtuosa deficiente, la
ausencia de remordimiento carece de su causa próxima. Cuando no hay ausencia de remordimiento,
para alguien con el remordimiento deficiente, el deleite carece de su causa próxima. Cuando no hay
deleite, para alguien con el deleite deficiente, el arrobamiento carece de su causa próxima. Cuando
no hay arrobamiento, para alguien con el arrobamiento deficiente, la tranquilidad carece de su causa
próxima. Cuando no hay tranquilidad, para alguien con la tranquilidad deficiente, el placer carece
de su causa próxima. Cuando no hay placer, para alguien con el placer deficiente, la recta
concentración carece de su causa próxima. Cuando no hay recta concentración, para alguien con la
recta concentración deficiente, el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo realmente son
carecen de su causa próxima. Cuando no hay el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo
realmente son, para alguien con el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo realmente son
deficientes, el desencantamiento y el desapasionamiento carecen de sus causas próximas. Cuando
no hay desencantamiento ni desapasionamiento, para alguien con el desencantamiento y
desapasionamiento deficientes, el conocimiento y la visión de la liberación carecen de su causa
próxima.
“Imaginad, monjes, un árbol deficiente en ramas y follaje. Entonces sus brotes no crecerán en
plenitud, al igual que su corteza, la parte blanda y el duramen tampoco crecerán en plenitud. De la
misma manera, monjes, para una persona inmoral, para alguien de una conducta virtuosa deficiente,
la ausencia de remordimiento carece de su causa próxima. Cuando no hay ausencia de
remordimiento… el conocimiento y la visión de la liberación carecen de su causa próxima.
“Monjes, para una persona virtuosa, para alguien que posee una conducta virtuosa, la ausencia de
remordimiento posee su causa próxima. Cuando hay ausencia de remordimiento, para alguien que
posee la ausencia de remordimiento, el deleite posee su causa próxima. Cuando hay deleite, para
alguien que posee el deleite, el arrobamiento posee su causa próxima. Cuando hay arrobamiento,
para alguien que posee el arrobamiento, la tranquilidad posee su causa próxima. Cuando hay
tranquilidad, para alguien que posee la tranquilidad, el placer posee su causa próxima. Cuando hay
placer, para alguien que posee el placer, la recta concentración posee su causa próxima. Cuando hay
recta concentración, para alguien que posee la recta concentración, el conocimiento y la visión de
las cosas tal cómo realmente son poseen su causa próxima. Cuando hay el conocimiento y la visión
de las cosas tal cómo realmente son, para alguien que posee el conocimiento y la visión de las cosas
tal cómo realmente son, el desencantamiento el desapasionamiento poseen sus causas próximas.
Cuando hay desencantamiento y desapasionamiento, para alguien que posee el desencantamiento y
desapasionamiento, el conocimiento y la visión de la liberación poseen su causa próxima.
“Imaginad, monjes, un árbol que posee las ramas y el follaje. Entonces sus brotes crecerán en
plenitud, al igual que su corteza, la parte blanda y el duramen también crecerán en plenitud. De la
misma manera, monjes, para una persona virtuosa, para alguien que posee una conducta virtuosa, la
ausencia de remordimiento posee su causa próxima. Cuando hay ausencia de remordimiento… el
conocimiento y la visión de la liberación poseen su causa próxima”.

AN 10,4 Dutiyaupanisa Sutta – Segundo discurso sobre la conducta virtuosa


[4] Entonces el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes:
[Idéntico con el sutta anterior, pero pronunciado por el Venerable Sariputta].

AN 10,5 Tatiyaupanisa Sutta – Tercer discurso sobre la conducta virtuosa


[5] Entonces el Venerable Ananda se dirigió a los monjes:
[Idéntico con el sutta 10,3, pero pronunciado por el Venerable Ananda].

AN 10,6 Samadhi Sutta – La concentración


Concentraciones meditativas basadas en Nibbana.

[6] Entonces el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un


lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿debería un monje obtener tales estados de concentración en los cuales no
debería ser un perceptor de la tierra, en relación con la tierra; del agua, en relación con el agua; del
fuego, en relación con el fuego; del aire, en relación con el aire; de la base de la infinitud del
espacio, en relación con la base de la infinitud del espacio; de la base de la infinitud de la
conciencia, en relación con la base de la infinitud de la conciencia; de la base de la nada, en relación
con la base de la nada; de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, en relación con la base de la
ni-percepción-ni-no-percepción; de este mundo, en relación con este mundo; del otro mundo, en
relación con el otro mundo; de todo lo visto, oído, percibido, conocido, alcanzado, buscado y
examinado por la mente, pero de lo cual todavía sería un perceptor?".
“Sí, lo debería hacer, Ananda”.
“Pero, ¿cómo, Venerable Señor, debería obtener semejantes estados de concentración?”.
“He aquí, Ananda, el monje es perceptor de esta manera: ‘Esto es pacífico, esto es sublime, es decir,
el aquietamiento de todas las actividades, la renuncia a todas las adquisiciones, la destrucción de la
avidez, el desapasionamiento, el cese, el Nibbana’. Es de esta manera, Ananda, que el monje
debería obtener tales estados de concentración en los cuales no debería ser un perceptor de la tierra,
en relación con la tierra; del agua, en relación con el agua; del fuego, en relación con el fuego; del
aire, en relación con el aire; de la base de la infinitud del espacio, en relación con la base de la
infinitud del espacio; de la base de la infinitud de la conciencia, en relación con la base de la
infinitud de la conciencia; de la base de la nada, en relación con la base de la nada; de la base de la
ni-percepción-ni-no-percepción, en relación con la base de la ni-percepción-ni-no-percepción; de
este mundo, en relación con este mundo; del otro mundo, en relación con el otro mundo; de todo lo
visto, oído, percibido, conocido, alcanzado, buscado y examinado por la mente, pero de lo cual
todavía sería un perceptor”.

AN 10,7 Sariputta Sutta – Sariputta


La percepción última: el cese de la existencia es Nibbana.
[7] Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Venerable Sariputta e intercambió saludos con él.
Cuando concluyeron sus saludos y charla cordial, se sentó a un lado y dijo al Venerable Sariputta:
"Amigo Sariputta, podría un monje obtener tal estado de concentración que (i) no fuese perceptor
de la tierra, en relación con la tierra; (ii) del agua, en relación con el agua; (iii) del fuego, en
relación con el fuego; (iv) del aire, en relación con el aire; (v) de la base de la infinitud del espacio,
en relación con la base de la infinitud del espacio; (vi) de la base de la infinitud de la conciencia, en
relación con la base de la infinitud de la conciencia; (vii) de la base de la nada, en relación con la
base de la nada; (viii) de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, en relación a la base de la ni-
percepción-ni-no-percepción; (ix) de este mundo, en relación a este mundo; (x) del otro mundo, en
relación con el otro mundo; pero podría seguir siendo perceptor?".
"Podría, amigo Ananda".
"Pero cómo, amigo Sariputta, podría obtener tal estado de concentración?".
"En una ocasión, amigo Ananda, que moraba aquí —en Savatthi—, en la Arboleda de los Hombres
Ciegos, alcancé un estado de concentración tal que no era perceptor de la tierra, en relación con la
tierra; del agua, en relación con el agua; del fuego, en relación con el fuego; del aire, en relación
con el aire; de la base de la infinitud del espacio, en relación con la base de la infinitud del espacio;
de la base de la infinitud de la conciencia, en relación con la base de la infinitud de la conciencia; de
la base de la nada, en relación con la base de la nada; de la base de la ni-percepción-ni-no-
percepción, en relación a la base de la ni-percepción-ni-no-percepción; de este mundo, en relación a
este mundo; del otro mundo en relación con el otro mundo; pero todavía seguía siendo perceptor".
"Pero de qué era perceptor, el Venerable Sariputta, en esa ocasión?".
"Una percepción surgió y otra percepción cesó en mí: 'El cese de la existencia es Nibbana, el cese
de la existencia es Nibbana'. Del mismo modo que cuando un fuego de ramas arde, una flama surge
y otra cesa, así una percepción surgió y otra percepción cesó en mí: 'El cese de la existencia es
Nibbana, el cese de la existencia es Nibbana'. En esa ocasión, amigo, era perceptor: 'El cese de la
existencia es Nibbana'".
AN 10,8 Jhana Sutta – Los jhanas

Diez cualidades que hacen de un monje una persona completa.

[8] “Monjes, un monje puede estar dotado de fe y no ser virtuoso; así es incompleto con respecto a
aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo puedo estar dotado de fe y, al
mismo tiempo, ser virtuoso?’. Porque cuando un monje está dotado de fe y, al mismo tiempo, es
virtuoso, entonces está completo con respecto a aquel factor.
“Monjes, un monje puede estar dotador de fe y ser virtuoso, pero no es instruido; así es incompleto
con respecto a aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo puedo estar
dotado de fe, ser virtuoso y, al mismo tiempo, ser instruido?’. Porque cuando un monje está dotado
de fe, es virtuoso y, al mismo tiempo, es instruido, entonces está completo con respecto a aquel
factor.
“Monjes, un monje puede estar dotador de fe, ser virtuoso e instruido, pero no es predicador del
Dhamma… un predicador del Dhamma, pero no es alguien que frecuente las asambleas… frecuenta
las asambleas, pero no es alguien que confidentemente enseñe el Dhamma a las asambleas… enseña
confidentemente el Dhamma a las asambleas, pero no es experto en la Disciplina… es experto en la
Disciplina, pero no es un morador del bosque que se resguarde en las moradas remotas… es un
morador del bosque que se resguarda en las moradas remotas, pero no es alguien que alcance a
voluntad, sin problema ni dificultades, los cuatro jhanas que constituyen a la mente superior en una
morada placentera en esta presente vida… alcanza a voluntad, sin problema ni dificultades, los
cuatro jhanas que constituyen a la mente superior en una morada placentera en esta presente vida,
pero no es alguien que —con las destrucción de las corrupciones mentales― realizó por sí mismo y
con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación
a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece ahí. De esta manera es incompleto
con respecto a aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo puedo estar
dotado de fe… y, al mismo tiempo, con las destrucción de las corrupciones mentales, realizar por
mí mismo y con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la
mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanecer ahí?’.
“Porque cuando un monje está dotado de fe, es virtuoso, instruido, un predicador del Dhamma,
alguien que frecuenta las asambleas, que enseña confidentemente el Dhamma a las asambleas,
experto en la Disciplina, un morador del bosque que se resguarda en las moradas remotas, que
alcanza a voluntad, sin problema ni dificultades, los cuatro jhanas que constituyen a la mente
superior en una morada placentera en esta presente vida y, además, es alguien que —con las
destrucción de las corrupciones mentales― realizó por sí mismo y con el conocimiento directo, en
esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría y,
habiendo entrado en ella, permanece ahí, entonces está completo con respecto a aquel factor.
“El monje que posee estas diez cualidades, es alguien que inspira la confianza en todos los aspectos
y está completo en todos los aspectos”.
AN 10,9 Santavimokkha Sutta – Pacífico

Diez cualidades que hacen de un monje una persona completa.

[9] “Monjes, un monje puede estar dotado de fe y no ser virtuoso; así está incompleto con respecto
a aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo puedo estar dotado de fe y, al
mismo tiempo, ser virtuoso?’. Porque cuando un monje está dotado de fe y, al mismo tiempo, es
virtuoso, entonces está completo con respecto a aquel factor.
“Monjes, un monje puede estar dotado de fe y ser virtuoso, pero no ser instruido; así está
incompleto con respecto a aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo
puedo estar dotado de fe, ser virtuoso, y, al mismo tiempo, ser instruido?’. Porque cuando un monje
está dotado de fe, es virtuoso y, al mismo tiempo, es instruido, entonces está completo con respecto
a aquel factor.
“Monjes, un monje puede estar dotado de fe, ser virtuoso e instruido, pero no ser un predicador del
Dhamma… ser un predicador del Dhamma, pero no ser alguien que frecuente las asambleas… ser
alguien que frecuenta las asambleas, pero no ser alguien que confidentemente enseñe el Dhamma a
las asambleas… ser alguien que enseña confidentemente el Dhamma a las asambleas, pero no ser un
experto en la Disciplina… ser un experto en la Disciplina, pero no ser un morador del bosque que se
resguarde en las moradas remotas… ser un morador del bosque que se resguarda en las moradas
remotas, pero no ser alguien que se pone en contacto con el cuerpo y mora en las emancipaciones
pacíficas que trascienden las formas, que son sin forma… ser alguien que se pone en contacto con el
cuerpo y mora en las emancipaciones pacíficas que trascienden las formas, que son sin forma, pero
no ser alguien que —con la destrucción de las corrupciones mentales― realizó por sí mismo y con
el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a
través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece ahí. De esta manera está incompleto
con respecto a aquel factor. Entonces debería completarlo [pensando así:] ‘¿Cómo puedo estar
dotado de fe… y, al mismo tiempo, con la destrucción de las corrupciones mentales, realizar por mí
mismo y con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente,
liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanecer ahí?’.
“Porque cuando un monje está dotado de fe, es virtuoso, instruido, es un predicador del Dhamma,
alguien que frecuenta las asambleas, que enseña confidentemente el Dhamma a las asambleas, es un
experto en la Disciplina, un morador del bosque que se resguarda en las moradas remotas, que se
pone en contacto con el cuerpo y mora en las emancipaciones pacíficas que trascienden las formas,
que son sin forma y, además, es alguien que —con las destrucción de las corrupciones mentales―
realizó por sí mismo y con el conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación
de la mente, liberación a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece ahí, entonces
está completo con respecto a aquel factor.
“El monje que posee estas diez cualidades, es alguien que inspira la confianza en todos los aspectos
y está completo en todos los aspectos”.
AN 10,10 Vijja Sutta – Conocimientos verdaderos

La destrucción de las impurezas mentales como corona del conocimiento liberador.

[10] "Monjes, un monje puede estar (1) dotado de fe, pero no ser virtuoso... (2)... dotado de fe y
virtuoso, pero no ser erudito... (3) ser erudito, pero no ser un expositor del Dhamma... (4)... un
expositor del Dhamma, pero no alguien que frecuenta las asambleas... (5)... alguien que frecuenta
las asambleas, pero no uno que enseña con seguridad el Dhamma a una asamblea... (6)... uno que
enseña con seguridad el Dhamma a una asamblea, pero no un experto en la disciplina... (7)... un
experto en la disciplina, pero no alguien que recuerde sus múltiples existencias pasadas —es decir,
un nacimiento, dos nacimientos... [como en AN 6,2]—, por tanto no recuerda sus múltiples
existencias pasadas en sus aspectos y detalles... (8)... alguien que recuerda sus múltiples existencias
pasadas... pero no alguien que, con el ojo divino —que es purificado y sobrepasa al humano...
[como en AN 6,2]—, entiende cómo les va a los seres de acuerdo con su kamma... (9)... que, con el
ojo divino... entiende cómo les va a los seres de acuerdo con su kamma, pero no alguien que, con la
destrucción de las impurezas, realiza por sí mismo con conocimiento directo, en esta misma vida, la
liberación de la mente exenta de impurezas —liberación por la sabiduría— y, después de haber
entrado en ella, permanece ahí.
"Así, está incompleto respecto a este [último] factor. Él debería completar este factor, pensando:
'¿Cómo puedo estar dotado de fe... y, además, ser uno que, con la destrucción de las impurezas,
realiza por sí mismo con conocimiento directo, en esta misma vida, la liberación de la mente exenta
de impurezas —liberación por la sabiduría— y que, después de haber entrado en ella, permanece
ahí?'.
(10) "Sin embargo, cuando un monje está (i) dotado de fe, (ii) es virtuoso y (iii) erudito; (iv) es un
expositor del Dhamma, (v) que frecuenta las asambleas, (vi) que enseña con seguridad el Dhamma
en las asambleas y (vii) experto en la disciplina; (viii) uno que recuerda sus múltiples existencias
pasadas... en sus aspectos y detalles, (ix) que, con el ojo divino... entiende cómo les va a los seres de
acuerdo con su kamma y que, (x) con la destrucción de las impurezas, realiza por sí mismo con
conocimiento directo, en esta misma vida, la liberación de la mente exenta de impurezas —
liberación por la sabiduría— y, después de haber entrado en ella, permanece ahí; entonces él está
completo respecto a ese factor.
"Un monje que posee estas diez cualidades, es alguien que inspira confianza y está completo en
todos los aspectos".
AN 10,11 Senasana Sutta – Vivienda

Cinco características de un monje y cinco de su vivienda que facilitan su práctica de la liberación.

[11] “Monjes, cuando un monje se apoya en cinco factores y usa la vivienda que posee cinco
factores, en poco tiempo, con la destrucción de las contaminaciones, puede descubrir por sí mismo,
con el conocimiento directo y en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación
a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanecer allí.
“Y, ¿cómo, monjes, el monje se apoya en los cinco factores?
“He aquí el monje está dotado de la fe. Tiene fe en la iluminación del Tathagata de esta manera: ‘El
Bienaventurado es un Arahant, perfectamente iluminado, realizado en el verdadero conocimiento y
la conducta, sublime, el conocedor del mundo, un insuperable entrenador de los que han de ser
domados, el maestro de los devas y los seres humanos, el Iluminado, el Bendito’.
“Además, es rara vez enfermo o afligido, poseyendo buena digestión que no es demasiado fría ni
demasiado caliente, sino moderada y apropiada para el esfuerzo.
“Además es honesto y abierto, alguien que se revela a sí mismo tal como realmente es al Maestro y
a sus compañeros monjes.
“Además, hace surgir la energía en aras de abandonar los perjudiciales estados mentales y adquirir
los estados mentales beneficiosos; es fuerte, firme en su esfuerzo, no descuidando la tarea de
cultivar los beneficiosos estados mentales.
“Además, es sabio; posee la sabiduría que discierne el surgimiento y la desaparición, la cual es
noble y penetrante, y conduce a la completa destrucción de la insatisfacción.
“Es de esta manera, monjes, que el monje se apoya en los cinco factores.
“Y, ¿cómo es que la vivienda posee los cinco factores?
“He aquí que la vivienda no está demasiado lejos ni demasiado cerca [del lugar de buscar la comida
de las limosnas] y es un buen medio para ir y retornar.
“Durante el día la gente no estorba y por la noche hay quietud y tranquilidad.
“Hay poco contacto con las moscas, los mosquitos, el viento, el sol ardiente y las serpientes.
“Uno, morando en aquella vivienda, fácilmente puede obtener los hábitos, la comida de la limosna,
la vivienda y las medicinas con los requisitos para la salud.
“En aquella vivienda moran los monjes ancianos que son eruditos, herederos de la herencia,
expertos en el Dhamma, expertos en la Disciplina, expertos en los esquemas. Y uno se acerca a
ellos, de tanto en tanto, para indagar: ‘¿Cómo es esto, Venerable Señor?, ¿cuál es el significado de
aquello?’. Y entonces estos venerables señores le revelan lo que no ha sido revelado, clarifican lo
que no ha sido aclarado y disipan la perplejidad acerca de los numerosos puntos perplejos.
“De esta manera, monjes, la vivienda posee los cinco factores.
“Cuando un monje se apoya en estos cinco factores y usa una vivienda que posee estos cinco
factores, en poco tiempo, con la destrucción de las contaminaciones, puede descubrir por sí mismo,
con el conocimiento directo y en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación
a través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanecer allí”.

AN 10,12 Pancanga Sutta – Los cinco factores

Cuáles son los factores que hay que abandonar y cuáles hay que perseguir.

[12] “Monjes, un monje que ha abandonado cinco factores y posee [otros] cinco factores, en este
Dhamma y Disciplina, se le llama la persona suprema que es consumada y ha vivido completamente
la vida espiritual.
“Y, ¿cómo un monje ha abandonado los cinco factores? He aquí, el monje ha abandonado el deseo
sensorial, la animadversión, la pereza y somnolencia, la preocupación y remordimiento, y la duda.
Es de esta manera que un monje ha abandonado estos cinco factores.
“Y, ¿cómo un monje posee [otros] cinco factores? He aquí, el monje posee el cúmulo de la conducta
virtuosa de alguien que está más allá del entrenamiento, el cúmulo de la concentración de alguien
que está más allá del entrenamiento, el cúmulo de la sabiduría de alguien que está más allá del
entrenamiento y el cúmulo de la liberación de alguien que está más allá del entrenamiento. Es de
esta manera que un monje posee estos [otros] cinco factores.
“Cuando un monje que ha abandonado estos cinco factores y posee estos [otros] cinco factores, en
este Dhamma y Disciplina, se le llama la persona suprema que es consumada y ha vivido
completamente la vida espiritual.
Cuando el deseo sensual y la animadversión,
La pereza y la somnolencia,
La preocupación y la duda están
Totalmente ausente en un monje,
Cuando uno posee
La virtud y la concentración
De alguien que está más allá del entrenamiento,
Y [semejante] liberación y conocimiento;
Poseyendo los cinco factores
Y habiendo removido los cinco factores,
Es justamente llamado como alguien consumado
En este Dhama y Disciplina.
AN 10,13 Samyojana Sutta – Grilletes

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• Cadenas (Samyojana)

Los diez grilletes que nos ligan al continuo ciclo de renacimientos y muertes.

[13] “Monjes, he aquí existen estos diez grilletes. Y, ¿cuáles son esos diez? Los cinco grilletes
menores y los cinco grilletes mayores.
“Y, ¿cuáles son, monjes, los cinco grilletes menores? Punto de vista sobre la existencia de la
identidad personal, duda, apego a los ritos y ceremonias, deseo sensorial y animadversión. Éstos
son, monjes, los cinco grilletes menores.
“Y, ¿cuáles son, monjes, los cinco grilletes mayores? Codicia por la forma, codicia por lo sin forma,
presunción, inquietud e ignorancia. Éstos son, monjes, los cinco grilletes mayores”.

AN 10,14 Cetokhila Sutta – La aridez mental

Los impedimentos que obstruyen la práctica de la meditación, que consisten en cinco clases de
aridez mental.

[14] “Monjes, si un monje o una monja no ha abandonado las cinco clases de aridez mental y no ha
erradicado las cinco esclavitudes mentales, entonces sea de día o de noche, solamente se podrá
esperar el deterioro de los beneficiosos estados mentales en vez de su crecimiento para esta persona.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las cinco clases de aridez mental que no han sido abandonadas?
“He aquí, monjes, el monje está perplejo acerca del Maestro, duda de él, no está convencido de él ni
pone en él su confianza. Cuando el monje está así, perplejo acerca del Maestro, duda de él, no está
convencido de él ni pone en él su confianza, su mente no se inclina al ardor, al esfuerzo, la
perseverancia ni la energía. Y puesto que su mente no se inclina al ardor… y la energía, esta es la
primera clase de aridez mental.
“Además, monjes, el monje está perplejo acerca del Dhamma… perplejo acerca del Sangha…
perplejo acerca del entrenamiento, duda de él, no está convencido de él ni pone en él su confianza.
Cuando el monje está así, perplejo acerca del entrenamiento, duda de él, no está convencido de él ni
pone en él su confianza, su mente no se inclina al ardor, al esfuerzo, la perseverancia ni la energía.
Y puesto que su mente no se inclina al ardor… y la energía, esta es la cuarta clase de aridez mental.
“Además, monjes, el monje está irritado con sus compañeros monjes, disgustado y resentido con
ellos, mal predispuesto en su contra. Cuando el monje está así, irritado con sus compañeros monjes,
disgustado y resentido con ellos, mal predispuesto en su contra, su mente no se inclina al ardor, al
esfuerzo, la perseverancia ni la energía. Y puesto que su mente no se inclina al ardor… ni la energía,
esta es la quinta clase de aridez mental.
“Estas son, monjes, las cinco clases de aridez mental que no han sido abandonadas.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las cinco esclavitudes mentales que no han sido erradicadas?
“He aquí, monjes, el monje no evita la codicia por los placeres sensuales, no evita el deseo, la
afección, la pasión ni el ansia por ellos. Cuando el monje no evita la codicia por los placeres
sensuales, no evita el deseo, la afección, la pasión ni el ansia por ellos, su mente no se inclina al
ardor, al esfuerzo, la perseverancia ni la energía. Y puesto que su mente no se inclina al ardor… ni
la energía, esta es la primera esclavitud mental.
“Además, monjes, el monje no evita la codicia por el cuerpo… esta es la segunda esclavitud mental.
“Además, monjes, el monje no evita la codicia por la forma… esta es la tercera esclavitud mental.
“Además, monjes, habiendo comido todo lo que quería, hasta llenar su barriga, el monje cede al
placer del descanso, al placer de la pereza, al placer del dormir… esta es la cuarta esclavitud mental.
“Además, monjes, el monje vive su vida espiritual aspirando a un cierto mundo de los devas,
pensando: ‘Mediante esta conducta virtuosa, la observancia, la austeridad y la vida espiritual,
llegaré a ser un deva o a estar en compañía de los devas’. Cuando el monje vive su vida espiritual
aspirando a un cierto mundo de los devas, pensando: ‘Mediante esta conducta virtuosa, la
observancia, la austeridad y la vida espiritual, llegaré a ser un deva o a estar en compañía de los
devas’, su mente no se inclina al ardor, el esfuerzo, la perseverancia ni la energía. Y puesto que su
mente no se inclina al ardor… ni la energía, esta es la quinta esclavitud mental.
“Estas son, monjes, las cinco esclavitudes mentales que no han sido erradicadas”.
“Si un monje o una monja no ha abandonado estas cinco clases de aridez mental y no ha erradicado
estas cinco esclavitudes mentales, entonces, sea de día o de noche, solamente se podrá esperar el
deterioro de los beneficiosos estados mentales en vez de su crecimiento para esta persona. Al igual
que durante la quincena oscura, sea de día o de noche, la luna solamente se deteriora en su belleza,
en su redondez y brillo, en el diámetro y en la circunferencia, así también cuando un monje o una
monja no ha abandonado estas cinco clases de aridez mental… solamente se podrá esperar el
deterioro de los beneficiosos estados mentales en vez de su crecimiento para esta persona.
“Monjes, si un monje o una monja ha abandonado las cinco clases de aridez mental y ha erradicado
las cinco esclavitudes mentales, entonces, sea de día o de noche, solamente se podrá esperar el
crecimiento de los beneficiosos estados mentales y no su deterioro para esta persona.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las cinco clases de aridez mental que han sido abandonadas?
“He aquí, monjes, el monje no está perplejo acerca del Maestro, no duda de él, está convencido de
él y pone en él su confianza. Cuando el monje está así, no perplejo acerca del Maestro, no duda de
él, está convencido de él y pone en él su confianza, su mente se inclina al ardor, al esfuerzo, la
perseverancia y la energía. Y puesto que su mente se inclina al ardor… y la energía, esta es la
primera clase de aridez mental que ha sido abandonada.
“Además, monjes, el monje no está perplejo acerca del Dhamma… no está perplejo acerca del
Sangha… no está perplejo acerca del entrenamiento, no duda de él, está convencido de él y pone en
él su confianza. Cuando el monje está así, no perplejo acerca del entrenamiento, no duda de él, está
convencido de él y pone en él su confianza, su mente se inclina al ardor, al esfuerzo, la
perseverancia y la energía. Y puesto que su mente se inclina al ardor… y la energía, esta es la cuarta
clase de aridez mental que ha sido abandonada.
“Además, monjes, el monje no está irritado con sus compañeros monjes, tampoco disgustado ni
resentido con ellos, sino bien predispuesto con ellos. Cuando el monje está así, no irritado con sus
compañeros monjes, no disgustado ni resentido con ellos, sino bien predispuesto con ellos, su mente
se inclina al ardor, al esfuerzo, la perseverancia y la energía. Y puesto que su mente se inclina al
ardor… y la energía, esta es la quinta clase de aridez mental que ha sido abandonada.
“Estas son, monjes, las cinco clases de aridez mental que han sido abandonadas.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las cinco esclavitudes mentales que han sido bien erradicadas?
“He aquí, monjes, el monje evita la codicia por los placeres sensuales, evita el deseo, la afección, la
pasión y el ansia por ellos. Cuando el monje evita la codicia por los placeres sensuales, evita el
deseo, la afección, la pasión y el ansia por ellos, su mente se inclina al ardor, al esfuerzo, la
perseverancia y la energía. Y puesto que su mente se inclina al ardor… y la energía, esta es la
primera esclavitud mental que ha sido bien erradicada.
“Además, monjes, el monje evita la codicia por el cuerpo… esta es la segunda esclavitud mental
que ha sido bien erradicada.
“Además, monjes, el monje evita la codicia por la forma… esta es la tercera esclavitud mental que
ha sido bien erradicada.
“Además, monjes, no come mucho ni todo lo que quiere hasta llenar su barriga, entonces, no se
rinde al placer del descanso, al placer de la pereza ni al placer del dormir… esta es la cuarta
esclavitud mental que ha sido bien erradicada.
“Además, monjes, el monje no vive su vida espiritual aspirando a un cierto mundo de los devas, ni
piensa: ‘Mediante esta conducta virtuosa, la observancia, la austeridad y la vida espiritual, llegaré a
ser un deva o a estar en compañía de los devas’. Cuando el monje no vive su vida espiritual
aspirando a un cierto mundo de los devas, ni piensa: ‘Mediante esta conducta virtuosa, la
observancia, la austeridad y la vida espiritual, llegaré a ser un deva o a estar en compañía de los
devas’, su mente se inclina al ardor, el esfuerzo, la perseverancia y la energía. Y puesto que su
mente se inclina al ardor… y la energía, esta es la quinta esclavitud mental que ha sido bien
erradicada.
“Estas son, monjes, las cinco esclavitudes mentales que han sido erradicadas”.
“Si un monje o una monja ha abandonado estas cinco clases de aridez mental y ha erradicado estas
cinco esclavitudes mentales, entonces, sea de día o de noche, solamente se podrá esperar el
crecimiento de los beneficiosos estados mentales y no su deterioro para esta persona. Al igual que
durante la quincena luminosa, sea de día o de noche, la luna solamente incrementa en su belleza, en
su redondez y brillo, en el diámetro y en la circunferencia, así también cuando un monje o una
monja ha abandonado estas cinco clases de aridez mental… solamente se podrá esperar el
crecimiento de los beneficiosos estados mentales en vez de su deterioro para esta persona”.
AN 10,15 {17A10.1.2.5,15} Appamada Sutta – Vigilancia

Diez símiles que ilustran la enseñanza, según la cual la vigilancia es la más importante de las
destrezas.
[15] {15} “Monjes, al igual que, en comparación con todo tipo de animales –sean éstos sin pies,
bípedos o con muchos pies; con forma o sin forma; perceptores, sin percepción o indeterminados- el
Tathagata, el Arahant, el plenamente Iluminado es reconocido como el principal de ellos, así
también todos los beneficiosos estados mentales están enraizados en la vigilancia, unidos a la
vigilancia y la vigilancia es reconocida como el principal [estado mental] entre ellos.
“Monjes, al igual que las huellas de toda clase de animales con patas pueden ser abarcadas por la
huella de un elefante y la huella del elefante es reconocida como la principal entre ellas, así también
todos los beneficiosos estados mentales están enraizados en la vigilancia, unidos a la vigilancia y la
vigilancia es reconocida como el principal [estado mental] entre ellos.
“Monjes, al igual que todas las viseras de las vigas de una casa se dirigen hacia la viga [de la
cúspide] del techo, se inclinan hacia la viga [de la cúspide] del techo, convergen en la viga [de la
cúspide] del techo, y la viga [de la cúspide] del techo es reconocida como la principal entre ellas, así
también todos los beneficiosos estados mentales están enraizados en la vigilancia, unidos a la
vigilancia y la vigilancia es reconocida como el principal [estado mental] entre ellos.
“Monjes, al igual que entre todas las fragancias de las raíces, la fragancia de la raíz del aloe negro
es reconocida como la principal, así también todos los beneficiosos estados mentales están
enraizados en la vigilancia, unidos a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como el principal
[estado mental] entre ellos.
“Monjes, al igual que entre todas las fragancias boscosas, la fragancia del sándalo es reconocida
como la principal, así también todos los beneficiosos estados mentales están enraizados en la
vigilancia, unidos a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como el principal [estado mental]
entre ellos.
“Monjes, al igual que entre todas las fragancias florales, la fragancia del jazmín es reconocida como
la principal, así también todos los beneficiosos estados mentales están enraizados en la vigilancia,
unidos a la vigilancia y la vigilancia es reconocida como el principal [estado mental] entre ellos.
“Monjes, al igual que todos los pequeños príncipes están sujetos al Monarca Universal, y el
Monarca Universal es reconocido como el principal entre ellos, así también todos los beneficiosos
estados mentales están enraizados en la vigilancia, unidos a la vigilancia y la vigilancia es
reconocida como el principal [estado mental] entre ellos.
“Monjes, al igual que la luz de las constelaciones no se iguala ni a la decimosexta parte de la luz de
la Luna, y la luz de la Luna es reconocida como la principal entre ellas, así también todos los
beneficiosos estados mentales están enraizados en la vigilancia, unidos a la vigilancia y la vigilancia
es reconocida como el principal [estado mental] entre ellos.
“Monjes, al igual que durante el último mes del otoño –cuando el cielo está claro y sin nubes- el sol
se impone sobre el espacio sumergido en tinieblas, lo deslumbra, brilla y resplandece, así también
todos los beneficiosos estados mentales están enraizados en la vigilancia, unidos a la vigilancia y la
vigilancia es reconocida como el principal [estado mental] entre ellos.
“Monjes, al igual que todos los grandes ríos –Ganges, Yamuna, Aciravati, Sarabhu o Mahi- se
dirigen hacia el gran océano, se inclinan hacia el gran océano, tienden hacia el gran océano, así
también todos los beneficiosos estados mentales están enraizados en la vigilancia, unidos a la
vigilancia y la vigilancia es reconocida como el principal [estado mental] entre ellos.”

AN 10,16 {17A10.1.2.6,16} Ahyneyya Sutta – Dignos de


ofrendas

Diez tipos de nobles personas dignas de recibir ofrendas.

[10] {10} “Monjes, estas diez personas son dignas de ofrendas, dignas de hospitalidad, dignas de
dádivas, dignas de reverenciales saludos y se convierten en un insuperable campo de méritos para el
mundo. Y, ¿cuáles son esas diez? El Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado; el Buda
silencioso; alguien liberado en ambos aspectos; alguien liberado a través de la sabiduría; el testigo
corporal; alguien que ha alcanzado la visión; alguien liberado por fe; el seguidor del Dhamma; el
seguidor de la fe; el miembro del clan. Estas diez personas, monjes, son dignas de ofrendas, dignas
de hospitalidad, dignas de dádivas, dignas de reverenciales saludos y se convierten en un
insuperable campo de méritos para el mundo”.

AN 10,19-20 {17A10.1.2.9,19-17A10.1.2.10,20} Pathama y


Dutiyariyava Sutta – Las moradas de los nobles

Se explica en qué consisten las moradas mentales, en las cuales permanecen las personas liberadas
en el pasado, el futuro y el presente.

AN 10,19 {17A10.1.2.9,19} Pathamariyava Sutta – Primer discurso sobre las


moradas de los nobles
[19] {19} “Monjes, he aquí estas diez moradas de los nobles, en las cuales moran los nobles del
pasado, presente y futuro. Y, ¿cuáles son esas diez?
“He aquí, el monje ha abandonado cinco factores, posee seis factores, tiene un único resguardo y
cuatro apoyos, ha disipado las verdades personales, ha renunciado totalmente a las búsquedas, ha
purificado sus intenciones, tranquilizado sus actividades corporales, ha llegado a ser bien liberado
en la mente y bien liberado a través de la sabiduría. Éstas son las diez moradas de los nobles, en las
cuales moran los nobles del pasado, presente y futuro”.
AN 10,20 {17A10.1.2.10,20} Dutiyariyava Sutta – Segundo discurso sobre las
moradas de los nobles
[20] {20} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando entre los kurus, cerca de una de sus
ciudades de nombre Kammasadamma. Estando allí el Bienaventurado dijo a los monjes: “Monjes”.
“Si, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, he aquí estas diez moradas de los nobles, en las cuales moran los nobles del pasado,
presente y futuro. Y, ¿cuáles son esas diez?
“He aquí, el monje ha abandonado cinco factores, posee seis factores, tiene un único resguardo y
cuatro apoyos, ha disipado las verdades personales, ha renunciado totalmente a las búsquedas, ha
purificado sus intenciones, tranquilizado sus actividades corporales, ha llegado a ser bien liberado
en la mente y bien liberado a través de la sabiduría. Éstas son las diez moradas de los nobles, en las
cuales moran los nobles del pasado, presente y futuro.
“Y, ¿cómo el monje ha abandonado los cinco factores? He aquí, el monje ha abandonado el deseo
sensorial, la animadversión, la apatía y la somnolencia, la preocupación y el remordimiento, y la
duda. Es de esta manera que el monje ha abandonado los cinco factores.
“Y, ¿cómo el monje posee los seis factores? He aquí, habiendo visto la forma con el ojo, el monje
no es gozoso ni triste, sino que permanece ecuánime, atentamente consciente y comprendiendo
claramente. Habiendo escuchado el sonido con el oído… Habiendo olido el olor con la nariz…
Habiendo saboreado el sabor con la lengua… Habiendo sentido el objeto táctil con el cuerpo…
Habiendo conocido el fenómeno mental con la mente, el monje no es gozoso ni triste, sino que
permanece ecuánime, atentamente consciente y comprendiendo claramente. Es de esta manera que
el monje posee los seis factores.
“Y, ¿cómo el monje tiene un único resguardo? He aquí, el monje posee el resguardo de la mente a
través de la atención consciente. Es de esta manera que el monje tiene un único resguardo.
“Y, ¿cómo el monje tiene los cuatro apoyos? He aquí, habiendo reflexionado, el monje usa algunas
cosas, pacientemente resiste a otras cosas, evita a otras y disipa a otras. Es de esta manera que el
monje tiene los cuatro resguardos.
“Y, ¿cómo el monje ha disipado las verdades personales? He aquí, cualquier verdad ordinaria que
podría ser sostenida por los ascetas y brahmanes ordinarios, es decir, ‘el mundo es eterno’, ‘el
mundo no es eterno’, ‘el mundo es finito’, ‘el mundo es infinito’, ‘el alma y el cuerpo es lo mismo’,
‘el alma es una cosa y el cuerpo otra’, ‘el Tathagata existe después de la muerte’, ‘el Tathagata no
existe después de la muerte’, ‘el Tathagata tanto existe como no existe después de la muerte’, ‘el
Tathagata ni existe ni no existe después de la muerte’, el monje descarta y dispersa a todo ello,
dejándolo, rechazándolo, dejándolo ir, abandonando y renunciando a ello. Es de esta manera que el
monje ha disipado las verdades personales.
“Y, ¿cómo el monje ha renunciado totalmente a las búsquedas? He aquí, el monje ha abandonado la
búsqueda de los placeres sensuales y la búsqueda de la existencia, y ha mitigado con la búsqueda de
la vida espiritual. Es de esta manera que el monje ha renunciado totalmente a las búsquedas.
“Y, ¿cómo el monje ha purificado sus intenciones? He aquí, el monje ha abandonado la intención
sensual, intención de la animadversión y la intención de causar daño. Es de esta manera que el
monje ha purificado sus intenciones.
“Y, ¿cómo el monje ha tranquilizado sus actividades corporales? He aquí, al abandonar la felicidad
y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto
jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la
ecuanimidad. Es de esta manera que el monje ha tranquilizado sus actividades corporales.
“Y, ¿cómo el monje es bien liberado en la mente? He aquí, la mente del monje es liberada de la
codicia, odio y falsa ilusión. Es de esta manera que el monje es bien liberado en la mente.
“Y, ¿cómo el monje es bien liberado a través de la sabiduría? He aquí, el monje comprende: ‘He
abandonado la codicia, la corté de raíces, hice de ella como si fuera el tronco de una palmera, la
destruí de tal manera que no puede estar más sujeta a futuros surgimientos. He abandonado el
odio… la falsa ilusión, la corté de raíces, hice de ella como si fuera el tronco de una palmera, la
destruí de tal manera que no puede estar más sujeta a futuros surgimientos’. Es de esta manera que
el monje es bien liberado a través de la sabiduría.
“Monjes, todos los nobles del pasado que moraron en las nobles moradas, moraron en estas mismas
diez nobles moradas. Todos los nobles del futuro que van a morar en las nobles moradas, morarán
en estas mismas diez nobles moradas. Todos los nobles del presente que moran en las nobles
moradas, moran en estas mismas diez nobles moradas.
“Estas son las diez moradas de los nobles, en las cuales moran los nobles del pasado, presente y
futuro”.

AN 10,21-22 {17A10.1.3.1,21-17A10.1.3.2,22} Sihanada y


Adhivuttipada Sutta – El rugido de león y principios
doctrinales

El Buda describe sus diez poderes, mediante los cuales puede reclamar su lugar superlativo que le
permite “rugir su rugido de león en las asambleas, y poner en movimiento la rueda del Brahma”.

AN 10,21 {17A10.1.3.1,21} Sihanada Sutta – El rugido de león


[21] {21} “Monjes, cuando llega la tarde, el león, el rey de las bestias, sale de su guarida, endereza
su cuerpo, inspecciona los cuatro puntos cardinales y emite su rugido de león tres veces. Entonces,
se pone en marcha en busca de caza. Y, ¿por qué razón? [Con el pensamiento:] ‘Que no cause daño
a las criaturas demasiado pequeñas que podrían cruzarse por mi camino’.
“Monjes, ‘el león’ es la designación del Tathagata, el Arahant, el Perfectamente Iluminado. Cuando
el Tathagata enseña el Dhamma en medio de la asamblea, este es su rugido de león.
“Monjes, he aquí estos diez poderes que tiene el Tathagata, poseyendo los cuales reclama el lugar
del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la
rueda del Brahma. Y, ¿cuáles son esos diez?
“He aquí, monjes, el Tathagata comprende tal como realmente es lo posible como posible y lo
imposible como imposible. Puesto que el Tathagata comprende tal como realmente es lo posible
como posible y lo imposible como imposible, este es el poder que tiene el Tathagata, sobre cuya
base reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y
poniendo en movimiento la rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata comprende tal como realmente es el resultado del kamma
emprendido —tanto pasado, futuro como presente— en términos de posibilidades y causas. Puesto
que el Tathagata comprende tal como realmente es el resultado del kamma emprendido —tanto
pasado, futuro como presente— en términos de posibilidades y causas, este también es el poder que
tiene el Tathagata, sobre cuya base reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de
león en las asambleas y poniendo en movimiento la rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata comprende tal como realmente son los caminos que conducen a
cualquier lugar. Puesto que el Tathagata comprende tal como realmente son los caminos que
conducen a cualquier lugar, este también es el poder que tiene el Tathagata, sobre cuya base reclama
el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo en
movimiento la rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata comprende tal como realmente es el mundo con sus numerosos y
diversos elementos. Puesto que el Tathagata comprende tal como realmente es el mundo con sus
numerosos y diversos elementos, este también es el poder que tiene el Tathagata, sobre cuya base
reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo
en movimiento la rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata comprende tal como realmente es la diversidad en la disposición de
los seres. Puesto que el Tathagata comprende tal como realmente es la diversidad en la disposición
de los seres, este también es el poder que tiene el Tathagata, sobre cuya base reclama el lugar del
principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la
rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata comprende tal como realmente es la condición superior e inferior de
las facultades de los otros seres y personas. Puesto que el Tathagata comprende tal como realmente
es la condición superior e inferior de las facultades de los otros seres y personas, este también es el
poder que tiene el Tathagata, sobre cuya base reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su
rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata comprende tal como realmente es la contaminación, la purificación
y la emergencia en relación a los jhanas, las emancipaciones, las concentraciones y los logros
meditativos. Puesto que el Tathagata comprende tal como realmente es la contaminación… y los
logros meditativos, este también es el poder que tiene el Tathagata, sobre cuya base reclama el lugar
del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la
rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata recuerda sus múltiples moradas pasadas, esto es, un nacimiento, dos
nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil
nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de
expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión cósmica así: 'Allí tuve tal nombre,
pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal
el final de mi vida. Muriendo en este estado, renací allí. Allí también tuve tal nombre, pertenecí a tal
clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi
vida. Muriendo en ese estado, renací aquí'. Así conoce sus múltiples moradas pasadas con sus
aspectos y detalles. Puesto que el Tathagata comprende tal como realmente son sus múltiples
moradas pasadas… con sus aspectos y detalles, este también es el poder que tiene el Tathagata,
sobre cuya base reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las
asambleas y poniendo en movimiento la rueda del Brahma.
“Además, monjes, el Tathagata ve —por medio del ojo divino, purificado y que supera al humano—
seres falleciendo y renaciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y
desafortunados según su kamma, así: 'Estos seres —involucrados con la mala conducta de cuerpo,
palabra y mente, que injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones erróneas y realizaron
acciones bajo la influencia de las opiniones erróneas— con la descomposición del cuerpo, tras la
muerte, han renacido en el plano de la privación, en el destino malo, en los reinos inferiores, en el
infierno. Pero estos seres —dotados de buena conducta de cuerpo, palabra y mente, que no
injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones correctas y realizaron acciones bajo la
influencia de las opiniones correctas— con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han
reaparecido en los destinos buenos, en el mundo celestial'. Así —por medio del ojo divino,
purificado y que supera al humano—, ve seres falleciendo y reapareciendo, inferiores y superiores,
hermosos y feos, afortunados y desafortunados según su kamma. Puesto que el Tathagata… ve seres
falleciendo y reapareciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados
según su kamma, este también es el poder que tiene el Tathagata, sobre cuya base reclama el lugar
del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la
rueda del Brahma.
“Además, monjes, con la destrucción de las corrupciones mentales, el Tathagata ha descubierto por
sí mismo con el conocimiento directo y en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente,
liberación a través de la sabiduría, y habiendo entrado en ella, permanece allí. Puesto que el
Tathagata ha descubierto por sí mismo… la inmaculada liberación de la mente…, este también es el
poder que tiene el Tathagata, sobre cuya base reclama el lugar del principal de los toros, rugiendo su
rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la rueda del Brahma.
“Estos son, monjes, los diez poderes que tiene el Tathagata, poseyendo las cuales reclama el lugar
del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas, y poniendo en movimiento
la rueda del Brahma”.

AN 10,22 {17A10.1.3.2,22} Adhivuttipada Sutta – Principios doctrinales


[22] {22} Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se
sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo:
“Ananda, yo reclamo estar confiado acerca de las cosas que conducen a la realización de varios
principios doctrinales a través del conocimiento directo, a enseñar el Dhamma a diferentes personas
de distintas maneras, para que el que practique conforme conozca aquello que existe como existente
y aquello que no existe como no existente; que conozca lo que es inferior como inferior y lo que es
sublime como sublime; que conozca lo que es superable como superable y lo que es insuperable
como insuperable; que sepa que es posible que uno puede conocer, ver y descubrir esto, al igual
como esto ha sido conocido, visto y descubierto.
“Pero entre los conocimientos, Ananda, hay uno que es insuperable, es decir, el conocimiento de
estas diez cosas tal como realmente son. Y yo declaro que no existe conocimiento alguno, que sea
superior o más excelente que este.
“Ananda, he aquí estos diez poderes que tiene el Tathagata, poseyendo los cuales reclama el lugar
del principal de los toros, rugiendo su rugido de león en las asambleas y poniendo en movimiento la
rueda del Brahma. Y, ¿cuáles son esos diez?
[El resto sigue como en el sutta anterior.]

AN 10,23 Kaya Sutta – El cuerpo

Lo que debe ser abandonado por el cuerpo, el habla y la visión.

[23] “Monjes, hay cosas que han de ser abandonadas por el cuerpo, no por el habla. Hay cosas que
han de ser abandonadas por el habla, no por el cuerpo. Hay cosas que han de ser abandonadas ni por
el cuerpo ni por el habla, sino por haber visto repetidamente con la visión.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las cosas que han de ser abandonadas por el cuerpo, no por el habla? He
aquí, un monje ha cometido un acto particular perjudicial con el cuerpo, y sus sabios compañeros
monjes lo investigan y le dicen así: ‘Has cometido un acto perjudicial con el cuerpo. Sería
realmente bueno que abandonaras la mala conducta corporal y desarrollaras una buena conducta
corporal’. Cuando sus sabios compañeros monjes lo investigan y le dicen así, él abandona la mala
conducta corporal y desarrolla una buena conducta corporal. A esto se le llama las cosas que han de
ser abandonadas por el cuerpo, no por el habla.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las cosas que han de ser abandonadas por el habla, no por el cuerpo? He
aquí, un monje ha cometido un acto particular perjudicial con el habla, y sus sabios compañeros
monjes lo investigan y le dicen así: ‘Has cometido un acto perjudicial con el habla. Sería realmente
bueno que abandonaras la mala conducta verbal y desarrollaras una buena conducta verbal’. Cuando
sus sabios compañeros monjes lo investigan y le dicen así, él abandona la mala conducta verbal y
desarrolla una buena conducta verbal. A esto se le llama las cosas que han de ser abandonadas por el
habla, no por el cuerpo.
“Y, ¿cuáles son, monjes, las cosas que han de ser abandonadas ni por el cuerpo ni por el habla, sino
por haber visto repetidamente con la visión? El ansia ha de ser abandonado ni por el cuerpo ni por
el habla, sino por haber visto repetidamente con la visión. El odio… La falsa ilusión… La ira… La
hostilidad… La denigración… La insolencia… La avaricia ha de ser abandonada ni por el cuerpo ni
por el habla, sino por haber visto repetidamente con la visión.
“La envidia del mal ha de ser abandonada ni por el cuerpo ni por el habla, sino por haber visto
repetidamente con la visión. Y, ¿qué es la envidia del mal? He aquí que un hombre hogareño, o el
hijo de un hombre hogareño, es próspero en riquezas y en granos, en oro y plata. Entonces, un
esclavo o un dependiente de él podría pensar así de él: ‘¡Oh, que este hombre hogareño o hijo de
hombre hogareño no prospere en riquezas ni en granos, en oro ni en plata!’. O también, un asceta o
brahmán gana hábitos, comida de las limosnas, vivienda y los requisitos medicinales con las
provisiones contra la enfermedad. Entonces, otro asceta o brahmán podría pensar así de él: ‘¡Oh,
que este Venerable Señor no gane los hábitos, la comida de las limosnas, la vivienda ni los
requisitos medicinales con las provisiones contra la enfermedad!’. A esto se le llama la envidia del
mal. La envidia del mal ha de ser abandonada ni por el cuerpo ni por el habla, sino por haber visto
repetidamente con la visión.
“El mal deseo ha de ser abandonado ni por el cuerpo ni por el habla, sino por haber visto
repetidamente con la visión. Y, ¿qué es el mal deseo? He aquí, alguien que no tiene fe desea esto:
‘¡Que ellos me conozcan como alguien con fe!’. Alguien inmoral desea: ‘¡Que me conozcan como
alguien virtuoso!’. Alguien que aprendió poco desea: ‘¡Que me conozcan como alguien de gran
aprendizaje!’. Alguien que se deleita en la compañía desea: ‘¡Que me conozcan como alguien
solitario!’. Alguien que es perezoso desea: ‘¡Que me conozcan como alguien enérgico!’. Alguien
con la mente confusa desea: ‘¡Que me conozcan como alguien atento!’. Alguien que está
desconcentrado desea: ‘¡Que me conozcan como alguien concentrado!’. Alguien tonto desea: ‘¡Que
me conozcan como un sabio!’. Alguien cuyas contaminaciones no han sido destruidas desea: ‘¡Que
me conozcan como alguien cuyas contaminaciones han sido destruidas!’. A esto se le llama el mal
deseo. El mal deseo ha de ser abandonado ni por el cuerpo ni por el habla, sino por haber visto
repetidamente con la visión.
“Monjes, si el ansia supera a ese monje y continúa, si el odio… la falsa ilusión… la ira… la
hostilidad… la denigración…. La insolencia… la avaricia… la envidia del mal… el mal deseo
supera a ese monje y continúa, se le debe entender así: ‘Este Venerable Señor, no comprende de una
manera tal como para no tener el ansia, así que el ansia lo supera y continúa en él. Este Venerable
Señor, no comprende de una manera tal como para no tener el odio… la falsa ilusión… la ira… la
hostilidad… la denigración…. La insolencia… la avaricia… la envidia del mal… el mal deseo, así
que el mal deseo lo supera y continúa en él’.
“Monjes, si el ansia no supera a ese monje y él continúa así, si el odio… la falsa ilusión… la ira…
la hostilidad… la denigración…. La insolencia… la avaricia… la envidia del mal… el mal deseo no
supera a ese monje y él continúa así, se le debe entender así: ‘Este Venerable Señor, comprende de
una manera tal como para no tener el ansia, así que el ansia no lo supera y él continúa así. Este
Venerable Señor, comprende de una manera tal como para no tener el odio… la falsa ilusión… la
ira… la hostilidad… la denigración…. La insolencia… la avaricia… la envidia del mal… el mal
deseo, así que el mal deseo no lo supera y él continúa así’”.
AN 10,25-26 {17A10.1.3.5,25-17A10.1.3.6,26} Kasina y Kali
Sutta – Kasina y Kali

En estos dos suttas se hace mención a diez objetos especiales de meditación, conocidos como
kasinas. El segundo señala que estos altos logros meditativos no deben ser confundidos con la meta
suprema.

AN 10,25 {17A10.1.3.5,25} Kasina Sutta – Kasina


[25] {25} “Monjes, he aquí estas diez bases del kasina. Y, ¿cuáles son esas diez? Una persona
percibe el kasina de la tierra arriba y abajo, de un lado a otro, no-dual e inconmensurable. También,
monjes, una persona percibe el kasina del agua… kasina del fuego… kasina del aire… kasina
azul… kasina amarillo… kasina rojo… kasina blanco… kasina del espacio… kasina de la
consciencia arriba y abajo, de un lado a otro, no-dual e inconmensurable. Estas son, monjes, las diez
bases del kasina”.

AN 10,26 {17A10.1.3.6,26} Kali Sutta – Kali


[25] {25} En una ocasión el Venerable Mahakaccana estaba morando entre la gente de Avanti, en el
monte Pavatta de Kuraraghara. Entonces la seguidora laica Kali de Kuraraghara se le acercó, le
rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, esto fue dicho por el Bienaventurado en ‘Las preguntas de las doncellas’ [1]:
“’Habiendo conquistado al ejército de lo placentero y agradable,
Meditando sólo, descubrí la dicha,
El logro de la meta, la paz en el corazón.
Por eso es que no hago amigos con la gente
Ni formo lazo íntimo alguno’.
“¿Cuál es, Venerable Señor, el significado detallado de esta declaración que el Bienaventurado dijo
en resumen?”.
“Algunos ascetas y brahmanes, hermana, para los cuales el logro del kasina de la tierra es lo
supremo, hacen de esto su propia meta. El Bienaventurado conoció directamente en qué medida el
logro del kasina de la tierra era supremo. Habiéndolo conocido directamente así, vio el origen, el
peligro y el escape, y vio el conocimiento y la visión del sendero y el no-sendero. Al ver el origen,
el peligro y el escape, y al ver el conocimiento y la visión del sendero y el no-sendero, conoció el
logro de la meta, la paz del corazón.
“Además, hermana, algunos ascetas y brahmanes, para los cuales el logro del kasina del agua…
kasina del fuego… kasina del aire… kasina azul… kasina amarillo… kasina rojo… kasina
blanco… kasina del espacio… kasina de la consciencia es lo supremo, hacen de esto su propia
meta. El Bienaventurado conoció directamente en qué medida el logro del kasina de la conciencia
era supremo. Habiéndolo conocido directamente así, vio el origen, el peligro y el escape, y vio el
conocimiento y la visión del sendero y el no-sendero. Al ver el origen, el peligro y el escape, y al
ver el conocimiento y la visión del sendero y el no-sendero, conoció el logro de la meta, la paz del
corazón.
“Es de esta manera, hermana, que se debe entender el significado detallado de esta declaración que
el Bienaventurado dijo en resumen en ‘Las preguntas de las doncellas’:
“’Habiendo conquistado al ejército de lo placentero y agradable,
Meditando sólo, descubrí la dicha,
El logro de la meta, la paz en el corazón.
Por eso es que no hago amigos con la gente
Ni formo lazo íntimo alguno’”.

NOTA:
[1] SN 4,25

AN 10,28 Dutiyamahapanha Sutta – Segundo discurso con las


grandes preguntas

Una “monja de Kajangala” responde a diez preguntas relacionadas con cuestiones numéricas,
respuestas que merecen la siguiente declaración del Buda: “La monja de Kajangala es sabia, de gran
sabiduría. Si vosotros os hubieseis acercado a mí, preguntándome acerca de este asunto, os
respondería exactamente así como lo hizo ella”.

[28] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la Arboleda de los Bambúes, cerca de
Kajangala. Entonces, cierto número de los seguidores laicos de Kajangala se acercó a una monja de
Kajangala. Estando allí, le rindieron homenaje, se sentaron a un lado y le dijeron:
“Noble Señora, esto fue dicho por el Bienaventurado: ‘«Las grandes preguntas»: la pregunta acerca
del uno, la declaración concisa acerca del uno, la explicación acerca del uno. La pregunta acerca de
los dos, la declaración concisa acerca de los dos, la explicación acerca de los dos. La pregunta
acerca de los tres, la declaración concisa acerca de los tres, la explicación acerca de los tres. La
pregunta acerca de los cuatro, la declaración concisa acerca de los cuatro, la explicación acerca de
los cuatro. La pregunta acerca de los cinco, la declaración concisa acerca de los cinco, la
explicación acerca de los cinco. La pregunta acerca de los seis, la declaración concisa acerca de los
seis, la explicación acerca de los seis. La pregunta acerca de los siete, la declaración concisa acerca
de los siete, la explicación acerca de los siete. La pregunta acerca de los ocho, la declaración
concisa acerca de los ocho, la explicación acerca de los ocho. La pregunta acerca de los nueve, la
declaración concisa acerca de los nueve, la explicación acerca de los nueve. La pregunta acerca de
los diez, la declaración concisa acerca de los diez, la explicación acerca de los diez’. Noble Señora,
¿cuál es el significado detallado de esta declaración hecha por el Bienaventurado en resumen?”.
“Amigos, yo no lo escuché ni lo aprendí en presencia del Bienaventurado, tampoco lo escuché ni lo
aprendí en presencia de los estimados monjes, sin embargo, escuchad y prestad atención que voy a
explicar lo que esto significa para mí”.
“Sí, noble señora”, respondieron aquellos seguidores de Kajangala y la monja de Kajangala
continuó:
“Cuando el Bienaventurado dijo: ‘La pregunta acerca del uno, la declaración concisa acerca del
uno, la explicación acerca del uno’, ¿en referencia a qué lo dijo? Cuando el monje está
completamente desencantado de una cosa, completamente desapasionado acerca de ella,
completamente liberado de ella, ve completamente sus limitaciones y penetra completamente su
significado, en esta presente vida pone fin a su insatisfacción. Y, ¿qué es esta cosa? Todos los seres
existen a través del nutrimento. Cuando el monje está completamente desencantado de esta cosa,
completamente desapasionado acerca de ella, completamente liberado de ella, ve completamente
sus limitaciones y penetra completamente su significado, en esta presente vida pone fin a su
insatisfacción. Cuando el Bienaventurado dijo: ‘Las pregunta acerca del uno, la declaración concisa
acerca del uno, la explicación acerca del uno’, en referencia a esto lo dijo.
“Cuando el Bienaventurado dijo: ‘La pregunta acerca de los dos, la declaración concisa acerca de
los dos, la explicación acerca de los dos’, ¿en referencia a qué lo dijo? Cuando el monje está
completamente desencantado de dos cosas, completamente desapasionado acerca de ellas,
completamente liberado de ellas, ve completamente sus limitaciones y penetra completamente su
significado, en esta presente vida pone fin a su insatisfacción. Y, ¿cuáles son estas dos cosas? El
nombre y la forma…
“… Y, ¿cuáles son estas tres cosas? Las tres clases de sensaciones…
“… Y, ¿cuáles son estas cuatro cosas? Los cuatro establecimientos de la atención consciente…
“…Cuando el monje tiene bien y completamente desarrolladas cinco cosas, ve completamente sus
limitaciones y penetra completamente su significado, en esta presente vida pone fin a su
insatisfacción. Y, ¿cuáles son estas cinco cosas? Las cinco facultades…
“…Y, ¿cuáles son estas seis cosas? Los seis elementos del escape…
“…Y, ¿cuáles son estas siete cosas? Los siete factores de iluminación…
“…Y, ¿cuáles son estas ocho cosas? El Óctuple Noble Sendero…
“Cuando el Bienaventurado dijo: ‘La pregunta acerca de los nueve, la declaración concisa acerca de
los nueve, la explicación acerca de los nueve’, ¿en referencia a qué lo dijo? Cuando el monje está
completamente desencantado de nueve cosas, completamente desapasionado acerca de ellas,
completamente liberado de ellas, ve completamente sus limitaciones y penetra completamente su
significado, en esta presente vida pone fin a su insatisfacción. Y, ¿cuáles son estas dos cosas? Las
nueve moradas de los seres…
“Cuando el Bienaventurado dijo: ‘La pregunta acerca de los diez, la declaración concisa acerca de
los diez, la explicación acerca de los diez’, ¿en referencia a qué lo dijo? Cuando el monje tiene bien
y completamente desarrolladas diez cosas, ve completamente sus limitaciones y penetra
completamente su significado, en esta presente vida pone fin a su insatisfacción. Y, ¿cuáles son
estas diez cosas? Los diez beneficiosos cursos del kamma. Cuando el monje tiene bien y
completamente desarrolladas estas diez cosas, ve completamente sus limitaciones y penetra
completamente su significado, en esta presente vida pone fin a su insatisfacción. Cuando el
Bienaventurado dijo: ‘Las pregunta acerca de los diez, la declaración concisa acerca de los diez, la
explicación acerca de los diez’, en referencia a esto lo dijo.
“De esta manera, amigos, cuando fue dicho por el Bienaventurado: ‘«Las grandes preguntas»: la
pregunta acerca del uno, la declaración concisa acerca del uno, la explicación acerca del uno… La
pregunta acerca de los diez, la declaración concisa acerca de los diez, la explicación acerca de los
diez’, es de esta manera cómo entiendo yo, en detalle, el significado de la declaración que el
Bienaventurado hizo en resumen. Pero si queréis, acercaos al Bienaventurado y preguntadle acerca
de esto. Así cómo el Bienaventurado os responda, así debéis retenerlo en vuestras mentes”.
Respondiendo: “Sí, Noble Señora”, aquellos seguidores laicos de Kajangala se deleitaron y se
regocijaron en las palabras de la monja de Kajangala. Acto seguido, se levantaron de sus asientos, le
rindieron homenaje y salieron de allí, cuidando que la monja de Kajangala quedase siempre a su
mano derecha. Entonces se acercaron al Bienaventurado, le rindieron homenaje, se sentaron a un
lado y relataron el contenido de la conversación entera que tuvieron con la monja de Kajangala.
[El Bienaventurado dijo:] “¡Bien, muy bien, hombres hogareños! La monja de Kajangala es sabia,
de gran sabiduría. Si vosotros os hubieseis acercado a mí, preguntándome acerca de este asunto, os
respondería exactamente lo mismo que os respondió la monja de Kajangala. Este es el significado y
así debéis retenerlo en vuestras mentes”.

AN 10,29 {17A10.1.3.9,29} Pathamakosala Sutta – Primer


discurso con [el rey de] Kosala

Hasta los más exaltados estados mentales están sujetos a cambios y alteraciones, razón por la cual el
Buda enseña que debemos desencantarnos también de ellos y mantenernos desapasionados.

[29] {29} “Monjes, hasta donde se extienden Kasi y Kosala, hasta donde se extiende el reino del rey
Pasenadi de Kosala, el rey Pasenadi de Kosala es considerado el supremo. Pero hasta para el rey
Pasenadi hay alteración, hay cambio. Viendo de esa manera, el instruido noble discípulo llega a ser
desencantado con esto; siendo desencantado, llega a ser desapasionado hacia lo supremo, y ni
hablar de lo que es inferior.
“Monjes, hasta donde el sol y la luna giran e iluminan los cuatro puntos cardinales con su luz, se
extiende el milenario sistema mundial. En aquel milenario sistema mundial hay mil lunas y mil
soles, mil Sinerus, reyes de las montañas, mil Jampudipas, mil Aparagoyanas, mil Uttarahurus, mil
Pubbavidehas y mil grandes océanos. Hay mil Cuatro Grandes Reyes, mil cielos de Cuatro Grandes
Reyes, mil Tavatimsa, mil Yama, mil Tusita, mil [cielos] de los devas que se deleitan en la creación,
mil [cielos] que controlan lo que es creado por otros, mil mundos de Brahma. Monjes, hasta donde
se extiende este milenario sistema mundial, el Mahabrahma es considerado el supremo. Pero hasta
para el Mahabrahma hay alteración, hay cambio. Viendo de esa manera, el instruido noble discípulo
llega a ser desencantado con esto; siendo desencantado, llega a ser desapasionado hacia lo supremo,
y ni hablar de lo que es inferior.
“He aquí, monjes, llega el tiempo, en el cual el mundo será disuelto. Cuando el mundo está disuelto,
los seres de la mayor parte migran a los devas de la transmisión de la radiación. Existen hechos-por-
la-mente, se alimentan con el arrobamiento, auto-luminosos, se mueven por el cielo, viviendo en
gloria; y permanecen así por muy largo tiempo. Cuando el mundo está disuelto, los devas de la
transmisión de la radiación son considerados los supremos. Pero hasta para estos devas hay
alteración, hay cambio. Viendo de esa manera, el instruido noble discípulo llega a ser desencantado
con esto; siendo desencantado, llega a ser desapasionado hacia lo supremo, y ni hablar de lo que es
inferior.
“He aquí, monjes, hay estas diez bases de kasina. Y, ¿cuáles son esas diez? He aquí, monjes, una
persona percibe el kasina de la tierra, arriba, abajo, de un lado a otro, indivisible, inconmensurable.
Una persona percibe el kasina del agua… el kasina del fuego… el kasina del aire… el kasina azul…
el kasina amarillo… el kasina rojo… el kasina blanco… el kasina del espacio… el kasina de la
conciencia, arriba, abajo, de un lado a otro, indivisible, inconmensurable. Estas son, monjes, las
bases de kasina. Entre estas diez bases de kasina, la suprema es, cuando uno percibe el kasina de la
conciencia, arriba, abajo, de un lado a otro, indivisible, inconmensurable. He aquí, hay seres que lo
perciben de esta manera. Pero hasta para estos seres que perciben de semejante manera hay
alteración, hay cambio. Viendo de esa manera, el instruido noble discípulo llega a ser desencantado
con esto; siendo desencantado, llega a ser desapasionado hacia lo supremo, y ni hablar de lo que es
inferior.
“He aquí, monjes, ocho bases de la superación. Y, ¿cuáles son esas ocho?
“Un perceptor de formas [que lo hace] internamente, ve formas externamente, limitadas, bellas o
feas. Habiéndolas superado, llega a ser perceptor de esta manera: ‘Conozco y veo’. Esta es, monjes,
la primera base de la superación.
“Un perceptor de formas [que lo hace] internamente, ve formas externamente, ilimitadas, bellas o
feas. Habiéndolas superado, llega a ser perceptor de esta manera: ‘Conozco y veo’. Esta es, monjes,
la segunda base de la superación.
“Un no-perceptor de formas [que no lo hace] internamente, ve formas externamente, limitadas,
bellas o feas. Habiéndolas superado, llega a ser perceptor de esta manera: ‘Conozco y veo’. Esta es,
monjes, la tercera base de la superación.
“Un no-perceptor de formas [que no lo hace] internamente, ve formas externamente, ilimitadas,
bellas o feas. Habiéndolas superado, llega a ser perceptor de esta manera: ‘Conozco y veo’. Esta es,
monjes, la cuarta base de la superación.
“Un no-perceptor de formas [que no lo hace] internamente, ve formas externamente, azules, de
color azul, con matiz azul y tinte azul. Al igual que la flor de lino es azul, de color azul, con matiz
azul y tinte azul, o como la tela de Baranasi, suavizada de ambos lados puede ser azul, de color
azul, con matiz azul y tinte azul, así también un no-perceptor de formas [que no lo hace]
internamente, ve formas externamente, azules, de color azul, con matiz azul y tinte azul
Habiéndolas superado, llega a ser perceptor de esta manera: ‘Conozco y veo’. Esta es, monjes, la
quinta base de la superación.
“Un no-perceptor de formas [que no lo hace] internamente, ve formas externamente, amarillas, de
color amarillo, con matiz amarillo y tinte amarillo. Al igual que la flor kanikara es amarilla, de color
amarillo, con matiz amarillo y tinte amarilla, o como la tela de Baranasi, suavizada de ambos lados
puede ser amarilla, de color amarillo, con matiz amarillo y tinte amarilla, así también un no-
perceptor de formas [que no lo hace] internamente, ve formas externamente, amarillas, de color
amarillo, con matiz amarillo y tinte amarillo. Habiéndolas superado, llega a ser perceptor de esta
manera: ‘Conozco y veo’. Esta es, monjes, la sexta base de la superación.
“Un no-perceptor de formas [que no lo hace] internamente, ve formas externamente, rojas, de color
rojo, con matiz rojo y tinte rojo. Al igual que la flor bandhujivaka es roja, de color rojo, con matiz
rojo y tinte rojo, o como la tela de Baranasi, suavizada de ambos lados puede ser roja, de color rojo,
con matiz rojo y tinte rojo, así también un no-perceptor de formas [que no lo hace] internamente, ve
formas externamente, rojas, de color rojo, con matiz rojo y tinte rojo. Habiéndolas superado, llega a
ser perceptor de esta manera: ‘Conozco y veo’. Esta es, monjes, la séptima base de la superación.
“Un no-perceptor de formas [que no lo hace] internamente, ve formas externamente, blancas, de
color blanco, con matiz blanco y tinte blanco. Al igual que la estrella de la mañana es blanca, de
color blanco, con matiz blanco y tinte blanco, o como la tela de Baranasi, suavizada de ambos lados
puede ser blanca, de color blanco, con matiz blanco y tinte blanco, así también un no-perceptor de
formas [que no lo hace] internamente, ve formas externamente, blancas, de color blanco, con matiz
blanco y tinte blanco. Habiéndolas superado, llega a ser perceptor de esta manera: ‘Conozco y veo’.
Esta es, monjes, la octava base de la superación.
“Estas son, monjes, las ocho bases de la superación. De estas ocho bases de superación, la suprema
es aquella, en la que un no-perceptor de formas [que no lo hace] internamente, ve formas
externamente, blancas, de color blanco, con matiz blanco y tinte blanco y que, habiéndolas
superado, llega a ser perceptor de esta manera: ‘Conozco y veo’. He aquí, hay seres que lo perciben
de esta manera. Pero hasta para estos seres que perciben de semejante manera hay alteración, hay
cambio. Viendo de esa manera, el instruido noble discípulo llega a ser desencantado con esto;
siendo desencantado, llega a ser desapasionado hacia lo supremo, y ni hablar de lo que es inferior.
“He aquí, monjes, hay estos cuatro modos de práctica, Y, ¿cuáles son estos cuatro? Práctica penosa
con el conocimiento directo lento; práctica penosa con el conocimiento directo rápido; práctica
placentera con el conocimiento directo lento; práctica placentera con el conocimiento directo
rápido. Estas son, monjes, los cuatro modos de práctica. De estos cuatro modos de práctica, la
suprema es aquella que es placentera con el conocimiento directo rápido. He aquí, hay seres que
practican de esta manera. Pero hasta para estos seres que practican de semejante manera hay
alteración, hay cambio. Viendo de esa manera, el instruido noble discípulo llega a ser desencantado
con esto; siendo desencantado, llega a ser desapasionado hacia lo supremo, y ni hablar de lo que es
inferior.
“He aquí, monjes, hay estos cuatro modos de percepción. Y, ¿cuáles son estos cuatro? Una persona
percibe lo que es limitado; otra persona percibe lo que es exaltado; otra persona percibe lo que es
inconmensurable; y otra, percibe la base de la nada: ‘He aquí, no hay nada’. Éstos son, monjes, los
cuatro modos de percepción. De estos cuatro modos de percepción, el supremo es aquel, en el que
uno percibe la base de la nada: ‘He aquí, no hay nada’. He aquí, hay seres que perciben de esta
manera. Pero hasta para estos seres que perciben de semejante manera hay alteración, hay cambio.
Viendo de esa manera, el instruido noble discípulo llega a ser desencantado con esto; siendo
desencantado, llega a ser desapasionado hacia lo supremo, y ni hablar de lo que es inferior.
“Monjes, entre los especulativos puntos de vista sostenidos por los forasteros, éste es el supremo:
‘Yo podría no ser y esto podría no ser mío; yo no voy a ser y esto no será mío’. Se puede esperar
que alguien que sostiene semejante punto de vista será repelido por la existencia y no será repelido
por el cese de la existencia. He aquí, hay seres que sostienen ese punto de vista. Pero hasta para
estos seres que sostienen semejante punto de vista, hay cambio. Viendo de esa manera, el instruido
noble discípulo llega a ser desencantado con esto; siendo desencantado, llega a ser desapasionado
hacia lo supremo, y ni hablar de lo que es inferior.
“He aquí, monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que proclaman la suprema purificación. Entre
los que proclaman la suprema purificación, la que realmente es suprema es aquella, [que se hace]
mediante la completa superación de la base de la nada, cuando uno entra y permanece en la base de
la ni-percepción-ni-no-percepción. Ellos enseñan su Dhamma para el conocimiento directo y la
realización. Son seres que aciertan en eso. Pero hasta para esos seres que aciertan en esto, hay
cambio. Viendo de esa manera, el instruido noble discípulo llega a ser desencantado con esto;
siendo desencantado, llega a ser desapasionado hacia lo supremo, y ni hablar de lo que es inferior.
“He aquí, monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que proclaman el supremo Nibbana en esta
presente vida. Entre los que proclaman el supremo Nibbana en esta presente vida, es supremo aquel
que proclama la emancipación a través del no-apego, después de lo cual uno ve cómo realmente es
el origen y la desaparición, la gratificación, el peligro y el escape con respecto a las seis bases del
contacto.
“Monjes, aunque yo afirmo y declaro de esta manera, algunos ascetas y brahmanes, faltando a la
verdad, sin base alguna, falsa y equivocadamente me malinterpretan, diciendo: ‘El asceta Gotama
no proclama la plena comprensión de los placeres sensuales, la plena comprensión de las formas ni
la plena comprensión de las sensaciones’. Pero yo, monjes, proclamo la plena comprensión de los
placeres sensuales, la plena comprensión de las formas y la plena comprensión de las sensaciones.
En esta presente vida, saciado, templado y enfriado, proclamo el Nibbaba final a través del no-
apego”.

AN 10,30 {17A10.1.3.10,30} Dutiyakosala Sutta – Segundo


discurso con [el rey de] Kosala

El rey Pasenadi de Kosala rinde al Buda un máximo tributo y luego explica por qué lo hace.

[30] {30} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta del parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Al mismo tiempo, el rey Pasenadi de Kosala acababa de retornar
de un frente de guerra, victorioso de la batalla, habiendo alcanzado su propósito. Entonces, el rey
Pasenadi de Kosala emprendió el viaje al parque: fue en carruajes hasta donde le permitió el camino
y, luego, descendiendo del carruaje, entró al parque caminando. En esta ocasión, un número de
monjes estaba caminando ida y vuelta al aire libre. Y el rey Pasenadi de Kosala se acercó a estos
monjes y les preguntó:
“Venerables Señores, ¿dónde está morando ahora el Bienaventurado, el Arahant, el Perfectamente
Iluminado? Porque quiero ver al Bienaventurado, al Arahant, al Perfectamente Iluminado”.
“Gran rey, aquella es su morada, la que tiene la puerta cerrada. Acércate a ella silenciosamente. Sin
hacer ruido entra al porche, lava tu garganta y pulsa sobre el perno. El Bienaventurado abrirá la
puerta para ti”.
Entonces, el rey Pasenadi de Kosala se acercó silenciosamente a la morada que tenía la puerta
cerrada. Sin hacer ruido entró al porche, lavó su garganta y pulsó sobre el perno. Y el
Bienaventurado abrió la puerta”.
Acto seguido, el rey Pasenadi de Kosala entró en la morada, se postró con su cabeza tocando los
pies del Bienaventurado, los llenó de besos y los acarició con sus manos pronunciando su nombre:
“Venerable Señor, soy el rey Pasenadi de Kosala, soy el rey Pasenadi de Kosala”.
“Pero, gran rey, ¿cuál es la razón por el cual muestras semejante honra suprema a este cuerpo y
exhibes semejante ofrenda de amor benevolente?”.
“Venerable Señor, es por mi gratitud y agradecimiento que muestro honra suprema al
Bienaventurado y exhibo esta ofrenda de amor benevolente hacia él.
“Porque, Venerable Señor, el Bienaventurado está practicando para el bienestar de mucha gente,
para la felicidad de mucha gente; ha establecido a mucha gente en el noble método, es decir, en el
sendero del buen Dhamma, en el sendero del Dhamma beneficioso. Esta es una de las razones por
las cuales muestro honra suprema al Bienaventurado y exhibo esta ofrenda de amor benevolente
hacia él.
“Además, Venerable Señor, el Bienaventurado es virtuoso, consumado en la virtud, de una noble
conducta, conducta beneficiosa, poseedor de una beneficiosa conducta. Esta es otra de las razones
por las cuales muestro honra suprema al Bienaventurado y exhibo esta ofrenda de amor benevolente
hacia él.
“Además, Venerable Señor, por mucho tiempo el Bienaventurado ha sido un morador del bosque,
que recurrió a remotos alojamientos en el bosque y en la espesura de la jungla. Ya que esto es así,
esta es otra de las razones por las cuales muestro honra suprema al Bienaventurado y exhibo esta
ofrenda de amor benevolente hacia él.
“Además, Venerable Señor, el Bienaventurado está contento con cualquier clase de hábito, comida
de las limosnas, alojamiento, medicinas u otras provisiones para la enfermedad. Esta es otra de las
razones por las cuales muestro honra suprema al Bienaventurado y exhibo esta ofrenda de amor
benevolente hacia él.
“Además, Venerable Señor, el Bienaventurado es digno de las ofrendas, digno de hospitalidad,
digno de donativos, digno de reverenciales saludos, un insuperable campo de méritos para el
mundo. Esta es otra de las razones por las cuales muestro honra suprema al Bienaventurado y
exhibo esta ofrenda de amor benevolente hacia él.
“Además, Venerable Señor, el Bienaventurado se pone a escuchar a voluntad, sin problema ni
dificultad, pláticas concernientes a la vida austera conducente a la eliminación [de las
corrupciones], que llevan a la apertura de la mente, es decir, las pláticas sobre escasez de deseos,
sobre la reclusión, sobre no apegarse a otros, sobre el surgimiento de la energía, sobre la conducta
virtuosa, sobre la concentración, sabiduría y liberación. Esta es otra de las razones por las cuales
muestro honra suprema al Bienaventurado y exhibo esta ofrenda de amor benevolente hacia él.
“Además, Venerable Señor, el Bienaventurado gana a voluntad, sin problema ni dificultad, los
cuatro jhana, los cuales constituyen la mente más alta y una morada placentera aquí y ahora. Esta es
otra de las razones por las cuales muestro honra suprema al Bienaventurado y exhibo esta ofrenda
de amor benevolente hacia él.
“Además, Venerable Señor, el Bienaventurado recuerda sus múltiples moradas pasadas, esto es, un
nacimiento, dos nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, cincuenta nacimientos, cien
nacimientos, mil nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos
eones de expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión cósmica así: 'Allí tuve tal
nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y
dolor, tal el final de mi vida. Muriendo en este estado, renací allí. Allí también tuve tal nombre,
pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal
el final de mi vida. Muriendo en ese estado, renací aquí'. Así conoce sus múltiples moradas pasadas
con sus aspectos y detalles. Ya que esto es así, esta es otra de las razones por las cuales muestro
honra suprema al Bienaventurado y exhibo esta ofrenda de amor benevolente hacia él.
“Además, Venerable Señor, el Bienaventurado ve —por medio del ojo divino, purificado y que
supera al humano— seres falleciendo y renaciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos,
afortunados y desafortunados según su kamma, así: 'Estos seres —involucrados con la mala
conducta de cuerpo, palabra y mente, que injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones
erróneas y realizaron acciones bajo la influencia de estas opiniones erróneas— con la
descomposición del cuerpo, tras la muerte, han renacido en el plano de la privación, en el destino
malo, en los reinos inferiores, en el infierno. Pero estos seres —dotados de buena conducta de
cuerpo, palabra y mente, que no injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones correctas y
realizaron acciones bajo la influencia de estas opiniones correctas— con la descomposición del
cuerpo, tras la muerte, han reaparecido en los destinos buenos, en el mundo celestial'. Así —por
medio del ojo divino, purificado y que supera al humano— ve seres falleciendo y reapareciendo,
inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados según su kamma. Ya que
esto es así, esta es otra de las razones por las cuales muestro honra suprema al Bienaventurado y
exhibo esta ofrenda de amor benevolente hacia él.
“Además, Venerable Señor, con la destrucción de las corrupciones mentales, el Bienaventurado ha
realizado por sí mismo, con el conocimiento directo, aquí y ahora, la inmaculada liberación de la
mente, liberación a través de la sabiduría, y habiendo entrado en ella, permanece allí. Ya que esto es
así, esta es otra de las razones por las cuales muestro honra suprema al Bienaventurado y exhibo
esta ofrenda de amor benevolente hacia él.
“Y ahora, Venerable Señor, tenemos que retirarnos. Estamos ocupados y tenemos mucho qué
hacer”.
“Puedes marcharte, gran rey, de acuerdo a tu conveniencia”.
Entonces, el rey Pasenadi de Kosala se levantó de su asiento, rindió homenaje al Bienaventurado, y
partió de ahí teniendo al Bienaventurado siempre a su mano derecha.

AN 10,44 Kusinara Sutta – En Kusinara

Cinco cosas para examinarse a sí mismo y cinco para establecerse en ellas cuando uno quiere
reprochar a otra persona.

[44] En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la espesura del bosque de las oblaciones,
cerca de Kusinara. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: “Monjes”. “Sí, Venerable
Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, un monje que desea reprobar a otra persona, debería examinarse [primero] a sí mismo con
respecto a cinco cosas y establecerse a sí mismo en [otras] cinco cosas antes de reprobar a la otra
persona. ¿Con respecto a cuáles cinco cosas debería examinarse [primero] a sí mismo?
“Monjes, un monje que desea reprobar a otra persona, debería examinarse [primero] a sí mismo de
esta manera: ‘¿Es pura mi conducta corporal? ¿Poseo una conducta corporal que es pura, intachable
e irreprochable? ¿Existen esas cualidades dentro de mí o no?’. Si la conducta corporal de este monje
no es pura, si no posee una conducta corporal que es pura, intachable e irreprochable, entonces
habrá de los que dirán de él: ‘Por favor, primero entrénate a ti mismo corporalmente’. Habrá de los
que dirán esto de él.
“Además, monjes, un monje que desea reprobar a otra persona, debería examinarse [primero] a sí
mismo de esta manera: ‘¿Es pura mi conducta verbal? ¿Poseo una conducta verbal que es pura,
intachable e irreprochable? ¿Existen esas cualidades dentro de mí o no?’. Si la conducta verbal de
este monje no es pura, si no posee una conducta verbal que es pura, intachable e irreprochable,
entonces habrá de los que dirán de él: ‘Por favor, primero entrénate a ti mismo verbalmente’. Habrá
de los que dirán esto de él.
“Además, monjes, un monje que desea reprobar a otra persona, debería examinarse [primero] a sí
mismo de esta manera: ‘¿He establecido mi mente en el amor benevolente, sin resentimientos hacia
mis compañeros monjes? ¿Existen esas cualidades dentro de mí o no?’. Si este monje no ha
establecido su mente en el amor benevolente, sin resentimientos hacia sus compañeros monjes,
entonces habrá de los que dirán de él: ‘Por favor, establece primero tu mente en el amor
benevolente, sin resentimientos hacia tus compañeros monjes’. Habrá de los que dirán esto de él.
“Además, monjes, un monje que desea reprobar a otra persona, debería examinarse [primero] a sí
mismo de esta manera: ‘¿Soy instruido? ¿He aprendido bien aquellas enseñanzas que son
agradables desde el principio, agradables en el medio y agradables al final, con el correcto
significado y forma, las que proclaman una vida espiritual perfectamente completa y pura? ¿Las
retuve en mi mente, las recité verbalmente, las investigué mentalmente y las penetré bien con la
correcta visión? ¿Existen esas cualidades dentro de mí o no?’. Si este monje no es instruido… no las
penetró bien con la correcta visión, entonces habrá de los que dirán de él: ‘Por favor, aprende
primero la herencia’. Habrá de los que dirán esto de él.
“Además, monjes, un monje que desea reprobar a otra persona, debería examinarse [primero] a sí
mismo de esta manera: ‘¿Me han sido transmitidos bien ambos Pathimokka: en detalle, bien
analizados, bien dominados, bien determinados en reglas y sus detalladas explicaciones? ¿Existen
esas cualidades dentro de mí o no?’. Si ambos Pathimokka no han sido transmitidos bien a este
monje… bien determinados en reglas y sus detalladas explicaciones, entonces si se le preguntase:
‘¿En qué lugar el Bienaventurado declaró esto?’, sería incapaz de responder y habría de los que
dirían de él: ‘Por favor, aprende primero la Disciplina’. Habría de los que dirían esto de él.
“Es con respecto a estas cinco cosas que debería examinarse [primero] a sí mismo.
“Y, ¿cuáles son las [otras] cinco cosas, en las cuales debería establecerse a sí mismo? ‘Voy a hablar
solamente en el tiempo apropiado, no fuera del tiempo apropiado; voy a hablar verazmente, no con
falsedad; voy a hablar gentilmente, no ásperamente; voy a hablar de manera beneficiosa, no de
manera dañina; voy a hablar con la mente [establecida] en el amor benevolente, no mientras albergo
odio’. Estas son las [otras] cinco cosas, en las cuales debería establecerse a sí mismo.
“Monjes, un monje que desea reprobar a otra persona, debería examinarse [primero] a sí mismo con
respecto a cinco cosas y establecerse a sí mismo en [otras] cinco cosas antes de reprobar a la otra
persona”.

AN 10,46 Sakka Sutta – Los sakias

La importancia de observar los ocho preceptos los días del Uposatha.

[46] En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando entre los sakias, en la arboleda de
Nigrodharama, cerca de Kapilavatthu. Entonces, el día de Uposatha, un grupo de sakias, seguidores
laicos, se acercó al Bienaventurado: llegando allí le rindieron homenaje y se sentaron a un lado.
Acto seguido el Bienaventurado les dijo:
“Sakias, ¿observáis vosotros el Uposatha de manera completa en sus ocho factores?”.
“A veces sí, Venerable Señor, y a veces no”.
“¡Ésta es vuestra desgracia, sakias, esta es vuestra pérdida! Mientras la vida peligra, por causa de la
pena y la muerte, vosotros observáis el Uposatha de manera completa en sus ocho factores a veces
sí y a veces no. ¿Qué opináis, sakias? Imaginad aquí a un hombre que, sin hacer nada perjudicial, se
ganase diariamente la mitad de un kahapana [1] por su trabajo. ¿Sería eso suficiente para llamarlo
un hombre inteligente y emprendedor?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Y, ¿qué opináis, sakias? Imaginad aquí a un hombre que, sin hacer nada perjudicial, se ganase
diariamente un kahapana por su trabajo. ¿Sería eso suficiente para llamarlo un hombre inteligente y
emprendedor?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Y, ¿qué opináis, sakias? Imaginad aquí a un hombre que, sin hacer nada perjudicial, se ganase
diariamente dos… tres… cuatro… cinco… seis… siete… ocho… nueve… diez… veinte…
treinta… cuarenta… cincuenta kahapanas por su trabajo. ¿Sería eso suficiente para llamarlo un
hombre inteligente y emprendedor?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Y, ¿qué opináis, sakias? Si él ganase cien o mil kahapanas día tras día, depositase todo lo que gana
y tuviese un espacio vital de cien años, viviendo cien años, ¿podría adquirir una gran masa de
riquezas?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Y, ¿qué opináis, sakias? A causa de sus riquezas, por motivo de sus riquezas, a causa de sus
riquezas, ¿podría aquel hombre experimentar exclusivamente la felicidad día y noche, o por espacio
de medio día o media noche?”.
“No, Venerable Señor. Y, ¿por qué no? Porque los placeres sensuales son transitorios, vacíos, falsos
y decepcionantes”.
“Sin embargo, sakias, mi discípulo que mora diligente, ardiente y resuelto por espacio de diez años,
practicando de acuerdo con lo que le instruí, podría experimentar exclusivamente la felicidad por
cien años, mil años, cien mil años o diez millones de años. Y él podría ser alguien que una-vez-
retorna, alguien que no-retorna o alguien que entra-en-la-corriente.
“Pero dejemos de lado diez años, sakia. Mi discípulo que mora diligente, ardiente y resuelto por
espacio de nueve años… ocho años… siete años… seis años… cinco años… cuatro años… tres
años… dos años… un año, practicando de acuerdo con lo que le instruí, podría experimentar
exclusivamente la felicidad por cien años, mil años, cien mil años o diez millones de años. Y él
podría ser alguien que una-vez-retorna, alguien que no-retorna o alguien que entra-en-la-corriente.
“Pero dejemos de lado un año, sakias. Mi discípulo que mora diligente, ardiente y resuelto por
espacio de diez meses… nueve meses… ocho meses… siete meses… seis meses… cinco meses…
cuatro meses… tres meses… dos meses… un mes… medio mes, practicando de acuerdo con lo que
le instruí, podría experimentar exclusivamente la felicidad por cien años, mil años, cien mil años o
diez millones de años. Y él podría ser alguien que una-vez-retorna, alguien que no-retorna o alguien
que entra-en-la-corriente.
“Pero dejemos de lado medio mes, sakias. Mi discípulo que mora diligente, ardiente y resuelto por
espacio de diez noches y diez días practicando de acuerdo con lo que le instruí, podría experimentar
exclusivamente la felicidad por cien años, mil años, cien mil años o diez millones de años. Y él
podría ser alguien que una-vez-retorna, alguien que no-retorna o alguien que entra-en-la-corriente.
“Pero dejemos de lado diez noches y diez días, sakias. Mi discípulo que mora diligente, ardiente y
resuelto por espacio de nueve noches y nueve días… ocho noches y ocho días… siete noches y siete
días… seis noches y seis días… cinco noches y cinco días… cuatro noches y cuatro días… tres
noches y tres días… dos noches y dos días… una noche y un día practicando de acuerdo con lo que
le instruí, podría experimentar exclusivamente la felicidad por cien años, mil años, cien mil años o
diez millones de años. Y él podría ser alguien que una-vez-retorna, alguien que no-retorna o alguien
que entra-en-la-corriente.
“¡Ésta es vuestra desgracia, oh sakias, esta es vuestra pérdida! Mientras la vida peligra por causa de
la pena y la muerte, vosotros observáis el Uposatha de manera completa en sus ocho factores a
veces sí y a veces no”.
“Venerable Señor, de hoy en adelante observaremos el Uposatha de manera completa en sus ocho
factores”.

NOTA:
[1] Kahapana, antigua moneda de plata martillada. Su peso podía oscilar entre los 1.5 a los 3.5
gramos de peso, aproximadamente [nota del editor].

AN 10,47 {17A10.1.5.7,47} Mahali Sutta – Mahali

Las causas de buenas y malas acciones.

[47] {47} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Gran Bosque, en el pabellón con
el techo de dos aguas, cerca de Vesali. Entonces un licchiavi de nombre Mahali se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿cuál es la causa y la condición para hacer el mal kamma, de la ocurrencia del
mal kamma?”.
“Mahali, la avidez es la causa y la condición para hacer el mal kamma, de la ocurrencia del mal
kamma. El odio… La falsa ilusión… Una atención descuidada… Una mente mal direccionada es la
causa y la condición para hacer el mal kamma, de la ocurrencia del mal kamma. Esta es la causa y
la condición para hacer el mal kamma, de la ocurrencia del mal kamma”.
“Venerable Señor, y ¿cuál es la causa y la condición para hacer el buen kamma, de la ocurrencia del
buen kamma?”.
“Mahali, la no-avidez es la causa y la condición para hacer el buen kamma, de la ocurrencia del
buen kamma. El no-odio… La no-falsa ilusión… Una cuidadosa atención… Una mente bien
direccionada es la causa y la condición para hacer el buen kamma, de la ocurrencia del buen
kamma. Esta es la causa y la condición para hacer el buen kamma, de la ocurrencia del buen
kamma.
“Mahali, si estas diez cosas no existiesen en el mundo, la conducta incorrecta, conducta contraria al
Dhamma y la conducta recta, conducta de acuerdo con el Dhamma, no podrían ser vistas. Pero
porque estas diez cosas existen, la conducta incorrecta, conducta contraria al Dhamma y la conducta
recta, conducta de acuerdo con el Dhamma, pueden ser vistas”.
AN 10,48 {17A10.1.5.8,48} Pabbajitabhinja Sutta – El
renunciante

Diez temas de reflexión para los monjes.

[48] {48} “Monjes, he aquí estás diez cosas sobre las cuales alguien que es renunciante debería
reflexionar frecuentemente. Y, ¿cuáles son esas diez?
“Alguien que es renunciante debería reflexionar frecuentemente: ‘Entré bajo la condición sin
clases’.
“Alguien que es renunciante debería reflexionar frecuentemente: ‘Mi vida depende de otros’.
“Alguien que es renunciante debería reflexionar frecuentemente: ‘Mi comportamiento debería ser
diferente’.
“Alguien que es renunciante debería reflexionar frecuentemente: ‘¿Puedo reprocharme a mí mismo
en consideración a la conducta virtuosa?’.
“Alguien que es renunciante debería reflexionar frecuentemente: ‘¿Pueden mis compañeros monjes,
después de haber investigado, reprocharme en consideración a la conducta virtuosa?’.
“Alguien que es renunciante debería reflexionar frecuentemente: ‘Debo estar apartado y separado
de todos y de todo lo que me es caro y agradable’.
“Alguien que es renunciante debería reflexionar frecuentemente: ‘Soy el dueño de mi propio
kamma, soy heredero de mi kamma; tengo al kamma como mi origen, al kamma como mi pariente
y al kamma como mi recurso; cualquier kamma que haga —bueno o malo—, soy su heredero’.
“Alguien que es renunciante debería reflexionar frecuentemente: ‘¿Cómo estoy pasando el día y la
noche?’.
“Alguien que es renunciante debería reflexionar frecuentemente: ‘¿Estoy encontrando el deleite en
la choza vacía?’.
“Alguien que es renunciante debería reflexionar frecuentemente: ‘¿Alcancé alguna distinción
sobrehumana en el conocimiento y la visión digna de los nobles, de manera tal que, cuando mis
compañeros monjes me pregunten en mis últimos días [sobre esto], no quedaré avergonzado?’.
“Estas son, monjes, las diez cosas sobre las cuales alguien que es renunciante debería reflexionar
frecuentemente”.
AN 10,49 Sariratthadhamma Sutta – Lo que subsiste a través
del cuerpo

Diez cosas que subsisten a través del cuerpo.

[49] “Monjes, estas diez cosas subsisten a través del cuerpo. Y, ¿cuáles son esas diez? El frío, el
calor, el hambre, la sed, la defecación, la micción, la restricción corporal, la restricción verbal, la
restricción en la forma de vida de uno y la actividad formativa de la existencia que conduce a la
renovación de la existencia [1]. Estas son las diez cosas que subsisten a través del cuerpo”.

NOTA:
[1] Según los Comentarios, se trata del kamma que crea la existencia o activa la producción de la
renovada existencia. Bhikkhu Bodhi presume que se trata de algo que subsiste a través del cuerpo,
porque el cuerpo es el instrumento para formar y expresar la volición.

AN 10,50 {17A10.1.5.10,50} Bhandana Sutta – Argumentos

Un grupo de monjes, discutidos y peleados, recibe de parte del Buda una enseñanza sobe los
principios de cordialidad “que crean afección y respeto, y que conducen a la cohesión, la no-
disputa, concordia y unidad”.

[50] {50} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el Parque de Anathapindika, de la


Arboleda Jeta, cerca de Savatthi. Entonces, después de la comida, al retornar de su acostumbrada
ronda en búsqueda de la comida de las limosnas, un grupo de monjes se reunió en el salón de las
asambleas y, mientras estaban sentados ahí juntos, llegaron a discutir y pelear, cayeron en una
disputa y se apuñalaban con cortantes palabras. Entonces llegada la tarde, el Bienaventurado
emergió de la reclusión y se fue al salón de las asambleas, donde se sentó al asiento que estaba
preparado para él. Acto seguido se dirigió a los monjes:
“Monjes, ¿en qué discusión estabais involucrados mientras estabais sentados aquí juntos? ¿Cuál es
la conversación que estaba en marcha?”.
“He aquí, Venerable Señor, después de la comida, al retornar de nuestra acostumbrada ronda en
búsqueda de la comida de las limosnas, nos reunimos en el salón de las asambleas y, mientras
estábamos sentados ahí juntos, llegamos a discutir y pelear, caímos en una disputa y nos
apuñalábamos con cortantes palabras”.
“Monjes, no es apropiado para un miembro de buena familia que ha renunciado por fe a la vida
hogareña, para asumir el estilo de vida sin hogar, discutir y pelear, caer en una disputa ni apuñalarse
con cortantes palabras.
“He aquí, monjes, estos diez principios de cordialidad que crean afección y respeto, y que conducen
a la cohesión, la no-disputa, concordia y unidad. Y, ¿cuáles son esos diez?
“He aquí el monje es virtuoso; mora restringiéndose a través de Patimokkha, poseedor de buena
conducta y soporte, ve peligro en la falta más diminuta. Habiéndose sometido a las reglas de
entrenamiento, se entrena en ellas. Puesto que el monje es virtuoso… este es el principio de
cordialidad que crea afección y respeto, y que conduce a la cohesión, la no-disputa, concordia y
unidad.
“Además, el monje ha aprendido mucho, recuerda lo aprendido y acumula lo que aprendió.
Aquellas enseñanzas que son buenas en el principio, buenas en el medio y buenas al final, tanto con
el correcto significado como la forma, las cuales proclaman la vida espiritual perfectamente
completa y pura; esta clase de enseñanzas la aprendió mucho, las retiene en la mente, las recita
verbalmente, las investiga mentalmente y las penetra con la correcta visión. Puesto que el monje ha
aprendido… este es el principio de cordialidad que crea afección y respeto, y que conduce a la
cohesión, la no-disputa, concordia y unidad.
“Además, el monje tiene buenos amigos, buenos compañeros y buenos camaradas. Puesto que el
monje tiene buenos amigos… este es el principio de cordialidad que crea afección y respeto, y que
conduce a la cohesión, la no-disputa, concordia y unidad.
“Además, el monje es fácilmente corregible y posee cualidades que le hacen fácilmente corregible;
es paciente y recibe las instrucciones respetuosamente. Puesto que el monje es fácilmente
corregible… este es el principio de cordialidad que crea afección y respeto, y que conduce a la
cohesión, la no-disputa, concordia y unidad.
“Además, el monje es hábil y diligente en atender las diversas tareas que han de ser realizadas por
sus compañeros monjes; posee la apropiada investigación allí y es capaz de llevar a cabo y
organizarlo todo correctamente. Puesto que el monje es hábil y diligente… este es el principio de
cordialidad que crea afección y respeto, y que conduce a la cohesión, la no-disputa, concordia y
unidad.
“Además, el monje ama el Dhamma y es agradable en sus afirmaciones, que son llenas de una noble
alegría perteneciente al Dhamma y Disciplina. Puesto que el monje ama el Dhamma… este es el
principio de cordialidad que crea afección y respeto, y que conduce a la cohesión, la no-disputa,
concordia y unidad.
“Además, el monje ha hecho surgir la energía para abandonar los perjudiciales estados y adquirir
los estados beneficiosos; es fuerte y firme en su esfuerzo, no despojándose de la tarea de cultivar los
beneficiosos estados. Puesto que el monje ha hecho surgir la energía… este es el principio de
cordialidad que crea afección y respeto, y que conduce a la cohesión, la no-disputa, concordia y
unidad.
“Además, el monje está contento con cualquier clase de hábito, comida de las limosnas, vivienda,
medicinas y provisiones para la enfermedad. Puesto que el monje está contento con cualquier clase
de hábito… este es el principio de cordialidad que crea afección y respeto, y que conduce a la
cohesión, la no-disputa, concordia y unidad.
“Además, el monje está atento, poseyendo la suprema atención consciente y vigilancia, hace
memoria y se recuerda de lo que se dijo y se hizo hace mucho tiempo. Puesto que el monje está
atento… este es el principio de cordialidad que crea afección y respeto, y que conduce a la
cohesión, la no-disputa, concordia y unidad.
“Además, el monje es sabio; posee la sabiduría que discierne la aparición y desaparición, la cual es
noble y conduce a la completa destrucción de la insatisfacción. Puesto que el monje posee la
sabiduría… este es el principio de cordialidad que crea afección y respeto, y que conduce a la
cohesión, la no-disputa, concordia y unidad.
“Estos son, monjes, los diez principios de cordialidad que crean afección y respeto, y que conducen
a la cohesión, la no-disputa, concordia y unidad”.

AN 10,51-52 {17A10.2.1.1,51-17A10.2.1.2,52} Sacitta y


Sariputta Sutta – La propia mente y Sariputta

Etiquetas:
• Mente (Citta)

Cómo desarrollar el conocimiento de la propia mente de uno.

AN 10,51 {17A10.2.1.1,51} Sacitta Sutta – La propia mente


[51] {51} Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arbolada Jeta
del Parque de Anathapindika, cerca de Savatthi. Allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes así:
“Monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, aunque el monje no sea hábil en los caminos de las mentes de otros, debería entrenarse a
sí mismo: ‘Voy a adquirir la habilidad en los caminos de mi propia mente’.
“¿Y cómo, monjes, el monje se entrena en la habilidad en los caminos de su propia mente?
Imaginad, monjes, a una mujer joven -o un joven hombre- aficionada a los adornos, que examina su
propio rostro en un brillante y limpio espejo o en un tazón de agua limpia: Si descubriese alguna
suciedad o alguna mancha, trataría de eliminarla. Y si no descubriese suciedad o mancha alguna,
estaría contenta y satisfecha de esta manera: ‘¡Qué afortunada soy! ¡Qué limpia soy!’ De igual
manera, monjes, el monje se examina a sí mismo en materia de de los buenos y beneficiosos estados
mentales así: ‘Normalmente, ¿permanezco con la codicia o no? Normalmente, ¿permanezco con los
pensamientos de animadversión o no? ¿Me vence a menudo la pereza y el letargo o no? ¿Me vence
a menudo la intranquilidad o no? Normalmente, ¿permanezco con las dudas e incertidumbres o
generalmente las supero? Normalmente, ¿permanezco enfadado o no? Normalmente, ¿permanezco
con pensamientos sucios o con pensamiento limpios? Normalmente, ¿permanezco con el cuerpo
apasionado o no? Normalmente, ¿permanezco perezoso o lleno de energía? Normalmente,
¿permanezco concentrado o desconcentrado?
“Monjes, si el monje, al haberse examinado se encuentra así: ‘Normalmente permanezco con la
codicia, normalmente permanezco con pensamientos de animadversión, a menudo me vence la
pereza y el letargo, a menudo me vence la intranquilidad, normalmente permanezco con las dudas e
incertidumbres, normalmente permanezco enfadado, normalmente, permanezco con los
pensamientos sucios, normalmente permanezco con el cuerpo apasionado, normalmente
permanezco perezoso, normalmente, permanezco desconcentrado’ –entonces, aquel monje debería
emplear un fuerte deseo, esfuerzo, diligencia, empeño, atención consciente no dividida y vigilancia
con el fin de abandonar estos malos y perjudiciales estados mentales. Al igual que alguien con un
turbante en llamas sobre su cabeza, debería emplear un fuerte deseo, esfuerzo, diligencia, empeño,
la atención consciente no dividida y vigilancia con el fin de apagar el fuego de su turbante y la
cabeza, así también, aquel monje debería emplear un fuerte deseo, esfuerzo, diligencia, empeño,
atención consciente no dividida y vigilancia con el fin de abandonar estos malos y perjudiciales
estados mentales.
“Pero, monjes, si el monje, al haberse examinado se encuentra así: ‘Normalmente permanezco sin la
codicia, normalmente permanezco sin los pensamientos de animadversión, no me vence a menudo
la pereza ni el letargo, no me vence a menudo la intranquilidad, normalmente supero las dudas e
incertidumbres, normalmente supero el enfado, normalmente permanezco con los pensamientos
limpios, normalmente permanezco con el cuerpo no apasionado, normalmente permanezco lleno de
energía, normalmente permanezco concentrado’ –entonces, aquel monje debería establecerse en
estos beneficiosos estados mentales y, alcanzado aún mayor nivel de ellos, poner fin a las
corrupciones.”

AN 10,52 {17A10.2.1.2,52} Sariputta Sutta – Sariputta


[52] {52} Allí, el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes así: “Amigos, monjes”.
“Sí, amigo”, respondieron los monjes y el Venerable Sariputta continuó:
[Este sutta es idéntico al anterior, sólo que pronunciado por el Venerable Sariputta.]

AN 10,56-57 Pathama y Dutiyasanna Sutta – Las percepciones

Estos suttas ponen el énfasis en las “percepciones” (sanna) como objetos de meditación que,
inicialmente, involucran una serie de reflexiones que “culminan en lo inmortal, teniendo a lo
inmortal como su consumación”.

AN 10,56 Pathamasanna Sutta – Primer discurso sobre las percepciones


[56] “Monjes, estas diez percepciones, cuando se las desarrolla y cultiva, traen un gran fruto y
beneficio, culminando en lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación. Y, ¿cuáles son
esas diez? La percepción de lo repugnante, la percepción de la muerte, la percepción de lo
repugnante en la comida, la percepción del no-deleite en el mundo entero, la percepción de la
transitoriedad, la percepción de la insatisfacción en lo transitorio, la percepción del no-yo en lo que
es insatisfactorio, la percepción del abandono, la percepción del desapasionamiento y la percepción
del cese. Éstas son, monjes, las diez percepciones que, cuando son desarrolladas y cultivadas, traen
un gran fruto y beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su
consumación”.
AN 10,57 Dutiyasanna Sutta – Segundo discurso sobre las percepciones
[57] “Monjes, estas diez percepciones, cuando se las desarrolla y cultiva, traen un gran fruto y
beneficio, culminando en lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación. Y, ¿cuáles son
esas diez? La percepción de la transitoriedad, la percepción del no-yo, la percepción de la muerte, la
percepción de lo repugnante en la comida, la percepción del no-deleite en el mundo entero, la
percepción del esqueleto, la percepción del cadáver infestado por los gusano, la percepción de un
cadáver lívido, la percepción de un cadáver con fisuras y la percepción de un cadáver inflado. Éstas
son, monjes, las diez percepciones que, cuando son desarrolladas y cultivadas, traen un gran fruto y
beneficio, culminando con lo inmortal y teniendo a lo inmortal como su consumación”.

AN 10,58 Mulaka Sutta – Enraizados

¿Cuál es la raíz de todos los fenómenos (sabbe dhamma)? ¿Es el Nibbana en sí mismo un fenómeno
o es el fin de todos ellos?

[58] “Monjes, los adherentes a los otros credos podrían preguntaros: ‘Amigos, ¿en qué están
enraizadas todas las cosas? ¿Mediante qué todas ellas llegaron a existir? ¿A partir de qué se
originaron? ¿Bajo qué cosa convergen? ¿Qué es lo que les encabeza? ¿Qué autoridad se ejerce sobre
ellas? ¿Qué es lo que les supervisa? ¿Cuál es su esencia? ¿En qué todas ellas culminan? ¿Cuál es su
consumación?’. Si se os hubiese preguntando así, ¿qué cosa deberíais responder?”.
“Venerable Señor, nuestras enseñanzas están enraizadas en el Bienaventurado, guiadas por el
Bienaventurado, teniendo recurso en el Bienaventurado. Sería bueno que el Bienaventurado nos
aclarase el significado de esta declaración. Habiendo escuchado esto de él, los monjes lo retendrían
en la mente”.
“Entonces escuchad, monjes, y prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, si los adherentes a los otros credos os preguntasen: ‘Amigos, ¿en qué están enraizadas
todas las cosas?... ¿Cuál es su consumación?’, vosotros deberíais responder esto:
“’Amigos, todas las cosas están enraizadas en el deseo. Todas ellas llegaron a existir mediante la
atención. Se originaron a partir del contacto. Convergen bajo la sensación. Les encabeza la
concentración. La atención consciente ejerce sobre ellas la autoridad. Les supervisa la sabiduría. Su
esencia es la liberación. Culminan en lo inmortal. Su consumación es el Nibbana’.
“Si se os preguntase, monjes, así, es de esta manera cómo deberíais responder a aquellos adherentes
de los otros credos”.
AN 10,60 {17A10.2.1.10,60} Girimananda Sutta –
Girimananda

Diez clases de meditación capaces de curar la aflicción.

[60] {60} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en el parque de Anathapindika, de la


Arboleda Jeta, cerca de Savatthi. En esta ocasión el Venerable Girimananda estaba enfermo, muy
afligido y gravemente aquejado. Entonces, el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le
rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo: “Venerable Señor, el Venerable Girimananda está
enfermo, muy afligido y gravemente aquejado. Sería bueno que el Bienaventurado lo visitara por
compasión”.
“Ananda, si visitaras al monje Girimananda y le hablaras acerca de las diez percepciones, es posible
que al escucharlo, su aflicción inmediatamente se calmaría. Y, ¿cuáles son esas diez? La percepción
de la transitoriedad, la percepción del no-yo, la percepción de lo repulsivo, la percepción del
peligro, la percepción del abandono, la percepción del desapasionamiento, la percepción del cese, la
percepción del no-deleite en el mundo entero, la percepción de la transitoriedad de todos los
fenómenos condicionados y la atención consciente en la respiración.
“Y, ¿qué es, Ananda, la percepción de la transitoriedad? He aquí, el monje, habiendo ido al bosque,
al pie de un árbol o a una choza vacía, reflexiona así: ‘La forma es transitoria, la sensación es
transitoria, la percepción es transitoria, las actividades volitivas son transitorias, la conciencia es
transitoria’. De esta manera, contempla la transitoriedad en esos cinco cúmulos sujetos al apego.
Esto se llama, Ananda, la percepción de la transitoriedad.
“Y, ¿qué es, Ananda, la percepción del no-yo? He aquí, el monje, habiendo ido al bosque, al pie de
un árbol o a una choza vacía, reflexiona así: ‘El ojo es no-yo, las formas son no-yo; el oído es no-
yo, los sonidos son no-yo; la nariz es no-yo, los olores son no-yo; la lengua es no-yo, los sabores
son no-yo; el cuerpo es no-yo, los objetos táctiles son no-yo; la mente es no-yo, los fenómenos
mentales son no-yo’. De esta manera, contempla el no-yo en esas seis bases internas y externas de
los sentidos. Esto se llama, Ananda, la percepción del no-yo.
“Y, ¿qué es, Ananda, la percepción de lo repulsivo? He aquí, el monje, revisa este mismo cuerpo
hacia arriba, desde la planta de los pies y hacia abajo, desde las puntas de los pelos, encerrado en la
piel y lleno de múltiples impurezas: ‘En este cuerpo hay cabellos, vellos, uñas, dientes, piel, carne,
tendones, huesos, médula ósea, riñones, corazón, hígado, membrana, bazo, pulmones, intestinos,
mesenterio, comida sin digerir, excremento, bilis, flema, pus, sangre, sudor, grasa, lágrimas, linfa,
saliva, moco, sinovia, orín’. De esta manera, contempla lo repulsivo en este cuerpo. Esto se llama,
Ananda, la percepción de lo repulsivo.
“Y, ¿qué es, Ananda, la percepción del peligro? He aquí, el monje, habiendo ido al bosque, al pie de
un árbol o a una choza vacía, reflexiona así: ‘Este cuerpo es fuente de mucha pena y peligro; toda
clase de aflicciones surgen en este cuerpo, tales como enfermedad de la vista, enfermedad del oído
interno, enfermedad de la lengua, enfermedad del cuerpo, enfermedad de la cabeza, enfermedad del
oído externo, enfermedad de la boca, enfermedad del diente, la tos, el asma, el catarro, pirexia,
fiebre, dolor de estómago, desmayos, disentería, gripe, cólera, lepra, forúnculos, eccema,
tuberculosis, epilepsia, tiña, picazón, sarna, varicela, infección, hemorragia, diabetes, hemorroides,
cáncer, fístula; enfermedades originadas en el bilis, flema, viento o sus combinaciones;
enfermedades producidas por el cambio climático; enfermedades producidas por el comportamiento
descuidado; enfermedades producidas por ataques; o enfermedades producidas como resultado del
kamma; y por el frío, calor, hambre, sed, defecación y micción’. De esta manera, contempla el
peligro en este cuerpo. Esto se llama, Ananda, la percepción del peligro.
“Y, ¿qué es, Ananda, la percepción del abandono? He aquí, el monje no tolera los pensamientos
sensuales surgidos: los abandona, los dispersa, los termina y los liquida. No tolera los pensamientos
surgidos de animadversión… de daño… No tolera a los malos y perjudiciales estados mentales cada
vez que surjan: los abandona, los dispersa, los termina y los liquida. Esto se llama, Ananda, la
percepción del abandono.
“Y, ¿qué es, Ananda, la percepción del desapasionamiento? He aquí, el monje, habiendo ido al
bosque, al pie de un árbol o a una choza vacía, reflexiona así: ‘Esto es pacífico, esto es sublime, es
decir, el aquietamiento de todas las actividades, el abandono de todas las adquisiciones, la
destrucción del anhelo, el desapasionamiento, el Nibbana’. Esto se llama, Ananda, la percepción del
desapasionamiento.
“Y, ¿qué es, Ananda, la percepción del cese? He aquí, el monje, habiendo ido al bosque, al pie de un
árbol o a una choza vacía, reflexiona así: ‘Esto es pacífico, esto es sublime, es decir, el
aquietamiento de todas las actividades, el abandono de todas las adquisiciones, la destrucción del
anhelo, el cese, el Nibbana’. Esto se llama, Ananda, la percepción del cese.
“Y, ¿qué es, Ananda, la percepción del no-deleite en el mundo entero? He aquí, el monje se refrena
de todo compromiso y apego, de puntos de vista, adherencias y tendencias subyacentes en
consideración al mundo, abandonando todo esto y no apegándose a ello. Esto se llama, Ananda, la
percepción del no-deleite en el mundo entero.
“Y, ¿qué es, Ananda, la percepción de la transitoriedad de todos los fenómenos condicionados? He
aquí, el monje se encuentra repelido, humillado y disgustado por todos los fenómenos
condicionados. Esto se llama, Ananda, la percepción de la transitoriedad de todos los fenómenos
condicionados.
“Y, ¿qué es, Ananda, la atención consciente en la respiración? He aquí, el monje, habiendo ido al
bosque, al pie de un árbol o a una choza vacía, se sienta con las piernas cruzadas y el cuerpo
erguido, y establece su atención consciente enfrente, atendiendo simplemente la inhalación y
atendiendo la exhalación.
“Inhalando largo, sabe: ‘Estoy inhalando largo’; exhalando largo, sabe: ‘Estoy exhalando largo’;
inhalando corto, sabe: ‘Estoy inhalando corto’; exhalando corto, sabe: ‘Estoy exhalando corto’. Y se
entrena así: ‘Experimentando el cuerpo entero, voy a inhalar’; se entrena así: ‘Experimentando el
cuerpo entero, voy a exhalar’. Y se entrena así: ‘Tranquilizando las actividades corporales, voy a
inhalar’; se entrena así: ‘Tranquilizando las actividades corporales, voy a exhalar’. Y se entrena así:
‘Experimentando el arrobamiento, voy a inhalar’; se entrena así: ‘Experimentando el arrobamiento,
voy a exhalar’. Y se entrena así: ‘Experimentando la felicidad, voy a inhalar’; se entrena así:
‘Experimentando la felicidad, voy a exhalar’. Y se entrena así: ‘Experimentando las actividades
mentales, voy a inhalar’; se entrena así: ‘Experimentando las actividades mentales, voy a exhalar’.
Y se entrena así: ‘Tranquilizando las actividades mentales, voy a inhalar’; se entrena así:
‘Tranquilizando las actividades mentales, voy a exhalar’. Y se entrena así: ‘Experimentando la
mente, voy a inhalar’; se entrena así: ‘Experimentando la mente, voy a exhalar’. Y se entrena así:
‘Regocijando la mente, voy a inhalar’; se entrena así: ‘Regocijando la mente, voy a exhalar’. Y se
entrena así: ‘Concentrando la mente, voy a inhalar’; se entrena así: ‘Concentrando la mente, voy a
exhalar’. Y se entrena así: ‘Liberando la mente, voy a inhalar’; se entrena así: ‘Liberando la mente,
voy a exhalar’. Y se entrena así: ‘Contemplando la transitoriedad, voy a inhalar’; se entrena así:
‘Contemplando la transitoriedad, voy a exhalar’. Y se entrena así: ‘Contemplando el
desvanecimiento, voy a inhalar’; se entrena así: ‘Contemplando el desvanecimiento, voy a exhalar’.
Y se entrena así: ‘Contemplando el cese, voy a inhalar’; se entrena así: ‘Contemplando el cese, voy
a exhalar’. Y se entrena así: ‘Contemplando la renuncia, voy a inhalar’; se entrena así:
‘Contemplando la renuncia, voy a exhalar’. Esto se llama, Ananda, la atención consciente en la
respiración.
“Ananda, si visitaras al monje Girimananda y le hablaras acerca de estas diez percepciones, es
posible que al escucharlo, su aflicción inmediatamente se calmaría”.
Entonces, cuando el Venerable Ananda aprendió estas diez percepciones del Bienaventurado, fue
junto al Venerable Girimananda y le hablo acerca de ellas. Y cuando el Venerable Girimananda
escuchó acerca de esas percepciones, su aflicción se calmó inmediatamente. En consecuencia, el
Venerable Girimananda se recuperó de aquella aflicción, y fue así como se curó de su aflicción.

AN 10,61-62 {17A10.2.2.1,61-17A10.2.2.2,62} Avijja y Tanha


Sutta – Ignorancia y Avidez

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• Avidez (Tanha)
• Ignorancia (Avijja)

El Buda explica la cadena casual que, a partir de la ignorancia, conduce a la insatisfacción, al igual
que el camino inverso que lleva a la liberación. El segundo sutta agrega a esta cadena la avidez por
la existencia como el punto de partida.

AN 10,61 {17A10.2.2.1,61} Avijja Sutta – Ignorancia


[61] {61} “Monjes, se ha dicho: ‘el primer punto de la ignorancia, monjes, no es evidente, para que
uno pueda decir: «antes de esto, la ignorancia no estaba y partir de esto, llegó a ser.» Sin embargo,
esto sí es evidente, monjes: la ignorancia está condicionada, teniendo un origen específico.
“Yo declaro, monjes, que la ignorancia tiene su nutrimento y no está sin nutrimento. ¿Y cuál es,
monjes, el nutrimento de la ignorancia? Los cinco obstáculos, debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que los cinco obstáculos también tienen su nutrimento y no están sin
nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de los cinco obstáculos? Las tres incorrectas formas
de práctica, debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que las tres incorrectas formas de práctica también tienen su nutrimento y no
están sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de las tres incorrectas formas de práctica?
La falta de restricción de las facultades sensoriales, debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que la falta de restricción de las facultades sensoriales también tiene su
nutrimento y no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la falta de restricción de
las facultades sensoriales? La falta de la atención consciente y clara comprensión, debe ser la
respuesta.
“Yo declaro, monjes, que la falta de la atención consciente y clara comprensión también tiene su
nutrimento y no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la falta de la atención
consciente y clara comprensión? La inapropiada consideración, debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que la inapropiada consideración también tiene su nutrimento y no está sin
nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la inapropiada consideración? La incredulidad,
debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que la incredulidad también tiene su nutrimento y no está sin nutrimento. ¿Y
cuál es, monjes, el nutrimento de la incredulidad? El hecho de no escuchar el verdadero Dhamma,
debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que el hecho de no escuchar el verdadero Dhamma también tiene su
nutrimento y no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento del hecho de no escuchar el
verdadero Dhamma? El hecho de no asociarse con buenas personas, debe ser la respuesta.
“Así monjes, cuando el hecho de no asociarse con buenas personas se consuma, se consuma
también el hecho de no escuchar el verdadero Dhamma. Cuando se consuma el hecho de no
escuchar el verdadero Dhamma, se consuma también la incredulidad. Cuando se consuma la
incredulidad, se consuma también la inapropiada consideración. Cuando se consuma la inapropiada
consideración, se consuma también la falta de la atención consciente y clara comprensión. Cuando
se consuma la falta de la atención consciente y clara comprensión, se consuma también la falta de
restricción de las facultades sensoriales. Cuando se consuma la falta de restricción de las facultades
sensoriales, se consuman también las tres incorrectas formas de práctica. Cuando se consuman las
tres incorrectas formas de práctica, se consuman también los cinco obstáculos. Cuando se consuman
los cinco obstáculos, se consuma también la ignorancia. Este es el nutrimento de la ignorancia,
monjes, ésta es su consumación.
“Al igual, monjes, que cuando una copiosa lluvia cae sobre la montaña, el agua corre hacia abajo
por las pendientes, llenando primero las fisuras de la montaña, sus grietas y hendeduras, y cuando
éstos rebosan, se llenan luego los pequeños charcos, y cuando éstos rebosan, se llenan los estanques
más grandes, los cuales, cuando rebosan, llenan a los pequeños ríos, y cuándo éstos rebosan, llenan
a los ríos grandes, para que finalmente, estos grandes ríos rebosantes, llenen el mar, el gran océano
–siendo esto el nutrimento del gran océano y su consumación- de la misma manera, monjes, cuando
el hecho de no asociarse con buenas personas se consuma, se consuma también el hecho de no
escuchar el verdadero Dhamma... Cuando se consuman los cinco obstáculos, se consuma también la
ignorancia. Este es el nutrimento de la ignorancia, monjes, ésta su consumación.
“Yo declaro, monjes, que el verdadero conocimiento y la liberación tienen su nutrimento y no están
sin nutrimento. ¿Y cuál es monjes, el nutrimento del verdadero conocimiento y la liberación? Los
siete factores de iluminación, debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que los siete factores de iluminación también tienen su nutrimento y no están
sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de los siete factores de iluminación? Los cuatro
fundamentos de la atención consciente, debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que los cuatro fundamentos de la atención consciente también tienen su
nutrimento y no están sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de los cuatro fundamentos
de la atención consciente? Las tres rectas formas de práctica, debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que las tres rectas formas de práctica también tienen su nutrimento y no están
sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de las tres rectas formas de práctica? El control de
las facultades sensoriales, debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que el control de las facultades sensoriales también tiene su nutrimento y no
está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento del control de las facultades sensoriales? La
atención consciente y clara comprensión, debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que la atención consciente y clara comprensión también tienen su nutrimento
y no están sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la atención consciente y clara
comprensión? La apropiada consideración, debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que la apropiada consideración también tiene su nutrimento y no está sin
nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la apropiada consideración? La fe, debe ser la
respuesta.
“Yo declaro, monjes, que la fe también tiene su nutrimento y no está sin nutrimento. ¿Y cuál es,
monjes, el nutrimento de la fe? El hecho de escuchar el verdadero Dhamma, debe ser la respuesta.
“Yo declaro, monjes, que el hecho de escuchar el verdadero Dhamma también tiene su nutrimento y
no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento del hecho de escuchar el verdadero
Dhamma? El hecho de asociarse con buenas personas, debe ser la respuesta.
“Así monjes, cuando el hecho de asociarse con buenas personas se consuma, se consuma también el
hecho de escuchar el verdadero Dhamma. Cuando se consuma el hecho de escuchar el verdadero
Dhamma, se consuma también la fe. Cuando se consuma la fe, se consuma también la apropiada
consideración. Cuando se consuma la apropiada consideración, se consuma también la atención
consciente y clara comprensión. Cuando se consuma la atención consciente y clara comprensión, se
consuma también la restricción de las facultades sensoriales. Cuando se consuma la restricción de
las facultades sensoriales, se consuman también las tres rectas formas de práctica. Cuando se
consuman las tres rectas formas de práctica, se consuman también los cuatro fundamentos de la
atención consciente. Cuando se consuman los cuatro fundamentos de la atención consciente, se
consuman también los siete factores de iluminación. Cuando se consuman los siete factores de
iluminación, se consuma también el verdadero conocimiento y la liberación. Este es el nutrimento
del conocimiento verdadero y la liberación, monjes, ésta su consumación.
“Al igual, monjes, que cuando una copiosa lluvia cae sobre la montaña, el agua corre hacia abajo
por las pendientes, llenando primero las fisuras de la montaña, sus grietas y hendeduras, y cuando
éstos rebosan, se llenan luego los pequeños charcos, y cuando éstos rebosan, se llenan los estanques
más grandes, los cuales, cuando rebosan, llenan a los pequeños ríos, y cuándo éstos rebosan, llenan
a los ríos grandes, para que finalmente, estos grandes ríos rebosantes, llenen el mar, el gran océano
–siendo éste el nutrimento del gran océano y su consumación- de la misma manera, monjes, cuando
el hecho de servir al recto hombre se consuma, se consuma también el hecho de escuchar el
verdadero Dhamma... Cuando se consuman los siete factores de iluminación, se consuma también el
verdadero conocimiento y la liberación. Este es el nutrimento del verdadero conocimiento y la
liberación, monjes, ésta su consumación.”

AN 10,62 {17A10.2.2.2,62} Tanha Sutta – Avidez


[62] {62} “Monjes, se ha dicho: ‘el primer punto de la avidez, monjes, no es evidente, para que uno
pueda decir: «antes de esto, la avidez no estaba y partir de esto, llegó a ser.» Sin embargo, esto sí es
evidente, monjes: la avidez está condicionada, teniendo un origen específico.
“Yo declaro, monjes, que la avidez por la existencia tiene su nutrimento y no está sin nutrimento.
¿Y cuál es, monjes, el nutrimento de la avidez por la existencia? La ignorancia, debe ser la
respuesta.
“Yo declaro, monjes, que la ignorancia también tiene su nutrimento y no está sin nutrimento. ¿Y
cuál es, monjes, el nutrimento de la ignorancia? Los cinco obstáculos, debe ser la respuesta…
[Sigue como en el sutta anterior]… ¿Y cuál es, monjes, el nutrimento del hecho de no escuchar el
verdadero Dhamma? El hecho de no asociarse con buenas personas, debe ser la respuesta.
“Así monjes, cuando el hecho de no asociarse con buenas personas se consuma, se consuma
también el hecho de no escuchar el verdadero Dhamma… Cuando se consuman los cinco
obstáculos, se consuma también la ignorancia. Cuando se consuma la ignorancia, se consuma la
avidez por la existencia. Este es el nutrimento de la avidez por la existencia, monjes, ésta es su
consumación.
“Al igual, monjes, que cuando una copiosa lluvia cae sobre la montaña, el agua corre hacia abajo
por las pendientes… –siendo esto el nutrimento del gran océano y su consumación- de la misma
manera, monjes, cuando el hecho de no asociarse con buenas personas se consuma, se consuma
también el hecho de no escuchar el verdadero Dhamma... Cuando se consuman los cinco
obstáculos, se consuma también la ignorancia. Cuando se consuma la ignorancia, se consuma la
avidez por la existencia. Este es el nutrimento de la avidez por la existencia, monjes, ésta es su
consumación.
“Yo declaro, monjes, que el verdadero conocimiento y la liberación tienen su nutrimento y no están
sin nutrimento. ¿Y cuál es monjes, el nutrimento del verdadero conocimiento y la liberación? Los
siete factores de iluminación, debe ser la respuesta… Yo declaro, monjes, que el hecho de escuchar
el verdadero Dhamma también tiene su nutrimento y no está sin nutrimento. ¿Y cuál es, monjes, el
nutrimento del hecho de escuchar el verdadero Dhamma? El hecho de asociarse con buenas
personas, debe ser la respuesta.
“Así monjes, cuando el hecho de asociarse con buenas personas se consuma, se consuma también el
hecho de escuchar el verdadero Dhamma… Cuando se consuman los siete factores de iluminación,
se consuma también el verdadero conocimiento y la liberación. Este es el nutrimento del
conocimiento verdadero y la liberación, monjes, ésta su consumación.
“Al igual, monjes, que cuando una copiosa lluvia cae sobre la montaña, el agua corre hacia abajo
por las pendientes… –siendo éste el nutrimento del gran océano y su consumación- de la misma
manera, monjes, cuando el hecho de servir al recto hombre se consuma, se consuma también el
hecho de escuchar el verdadero Dhamma... Cuando se consuman los siete factores de iluminación,
se consuma también el verdadero conocimiento y la liberación. Este es el nutrimento del verdadero
conocimiento y la liberación, monjes, ésta su consumación.”

AN 10,63 Nitthangata Sutta – Certeza

Cinco clases de personas que ganan la meta en este mundo y cinco que la ganan habiendo dejado
este mundo.

[63] “Monjes, todos aquellos que han alcanzado la certeza acerca de mí están realizados en la
visión. De aquellos realizados en la visión, cinco ganan la meta aquí, en esta vida, y cinco ganan la
meta habiendo dejado este mundo.
“Y, ¿quiénes son los cinco que ganan la meta aquí, en esta vida? El que alcanza las siete-vidas-
como-máximo, el que alcanza de familia-a-familia, el que alcanza una-semilla [1], el que una-vez-
retorna y él que, en esta presente vida, es un Arahant. Estos cinco son los que ganan la meta en esta
vida.
“Y, ¿quiénes son los cinco que ganan la meta habiendo dejado este mundo? El que alcanza el
Nibbana en el intervalo, el que alcanza el Nibbana en el aterrizaje, el que alcanza el Nibbana sin
esfuerzo, el que alcanza el Nibbana a través del esfuerzo y alguien que, dando un salto ascendente,
se dirige al reino de Akanittha [2] . Estos cinco son los que ganan la meta habiendo dejado este
mundo.
“Todos ellos, monjes, que han alcanzado la certeza acerca de mí están realizados en la visión. De
aquellos realizados en la visión, cinco ganan la meta aquí, en esta vida, y cinco ganan la meta
habiendo dejado este mundo”.

NOTA:
[1] Son los tres niveles del que entra-en-la-corriente de acuerdo con la agudeza de sus respectivas
facultades espirituales.
[2] Esta tipología quíntuple de "los que no retornan" aparece también en SN 48,15-24-66; SN
51,26; 54,5 y 55,25. El Saratthappakasini (los Comentarios) explica el antaraparinibbayi ("el que
alcanza Nibbana en el intervalo") como alguien que renace en los Reinos Puros y que alcanza el
arahantado durante la primera mitad del período de vida. Este tipo se subdivide en tres,
dependiendo de si el arahantado se alcanza: (i) en el mismo día del renacimiento, (ii) después de
que hayan pasado uno o dos eones o (iii) después de que hayan pasado cuatro eones. El
upahaccaparinibbayi ("el que alcanza el Nibbana en el aterrizaje") se explica como alguien que
alcanza el arahantado después de pasar la primera mitad del período de vida. Para los Comentarios,
el asankharaparinibbayi ("el que alcanza sin esfuerzo") y el sasankharaparinibbayi ("el que alcanza
con esfuerzo") se convierten entonces en dos maneras en las que los dos tipos de "los que no
retornan" alcanzan el objetivo. Esta explicación se origina en Puggalapaññatti págs.12-13
(comentada en el atthakattha de Puggalapaññatti, págs.198-201). Sin embargo, esta versión de los
dos primeros tipos no solo descuida el significado literal de los nombres, sino que también anula la
naturaleza secuencial y mutuamente exclusiva de los cinco tipos como se define en otra parte de los
suttas (ver más abajo).
Si entendemos el término antaraparinibbayi literalmente, como parece que deberíamos, entonces
significa alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo entre dos vidas, quizás mientras existe en
un cuerpo sutil en el estado intermedio. El upahaccaparinibbayi se convierte entonces en alguien
que obtiene el Nibbana "al aterrizar" o "al tomar tierra" en la nueva existencia, es decir, casi
inmediatamente después de haber renacido. Los siguientes dos términos designan dos tipos que
alcanzan el arahantado en el transcuro de la siguiente vida, distinguidos por la cantidad de esfuerzo
que deben hacer para llegar al objetivo. El último, el uddhamsota akanitthagami, es uno que renace
en sucesivos Reinos Puros, completa el período de vida completo en cada uno, y finalmente obtiene
el arahantado en el reino de Akanittha, el más elevado Reino Puro.
Esta interpretación, adoptada por muchas escuelas no Theravada del budismo temprano, parece
confirmarse por el Purisagati Sutta (AN IV, 70-74), en el cual el símil de la astilla en llamas sugiere
que los siete tipos (incluyendo los tres tipos de antaraparinibbayi) son mutuamente exclusivos y se
clasifican según la agudeza de sus facultades. Apoyo adicional viene del AN II 134, 25-29, que
explica al antariparinibbaya como a alguien que ha abandonado la cadena del renacimiento
(upapattisamyojana) sin haber abandonado todavía la cadena de la existencia (bhavasamyojana).
Aunque los partidarios Theravadines argumentan en contra de esta interpretación del
antaraparinibbayi (por ejemplo, en Kv 366), la evidencia de los suttas se inclina fuertemente a su
favor. Para una discusión detallada, ver The Selfless Mind, de Peter Harvey, págs. 98-108.
AN II 155-156 establece una distinción alternativa entre el sasankharaparinibbayi y el
asankharaparinibbayi: el primero alcanza el arahantado a través de la meditación en los objetos
"austeros" como la asquerosidad del cuerpo, la percepción de la repulsividad de la comida, el
descontento con todo el mundo, la percepción de la impermanencia en todas las formaciones, y la
atención en la muerte; el último, a través de los cuatro jhana [nota de Bhikkhu Bodhi, traducción de
Pablo Catalán].

AN 10,64 Aveccappasanna Sutta – Inamovible


Cinco clases de personas que ganan la meta en este mundo y cinco que la ganan habiendo dejado
este mundo.

[64] “Monjes, todos aquellos que han alcanzado una confianza inamovible acerca de mí, son los que
entran-en-la-corriente. De aquellos que entran-en-la-corriente, cinco ganan la meta aquí, en esta
vida, y cinco ganan la meta habiendo dejado este mundo.
“Y, ¿quiénes son los cinco que ganan la meta aquí, en esta vida? El que alcanza las siete-vidas-
como-máximo, el que alcanza de familia-a-familia, el que alcanza una-semilla [1], el que una-vez-
retorna y él que, en esta presente vida, es un Arahant. Estos cinco son los que ganan la meta en esta
vida.
“Y, ¿quiénes son los cinco que ganan la meta habiendo dejado este mundo? El que alcanza el
Nibbana en el intervalo, el que alcanza el Nibbana en el aterrizaje, el que alcanza el Nibbana sin
esfuerzo, el que alcanza el Nibbana a través del esfuerzo y alguien que, dando un salto ascendente,
se dirige al reino de Akanittha [2]. Estos cinco son los que ganan la meta habiendo dejado este
mundo.
“Todos ellos, monjes, que han alcanzado una confianza y certeza inamovible acerca de mí, son los
que entran-en-la-corriente. De aquellos que entran-en-la-corriente, cinco ganan la meta aquí en esta
vida y cinco ganan la meta habiendo dejado este mundo”.

NOTA:
[1] Son los tres niveles del que entra-en-la-corriente de acuerdo con la agudeza de sus respectivas
facultades espirituales.
[2]Esta tipología quíntuple de "los que no retornan" aparece también en SN 48,15-24-66; SN 51,26;
54,5 y 55,25. El Saratthappakasini (los Comentarios) explica el antaraparinibbayi ("el que alcanza
Nibbana en el intervalo") como alguien que renace en los Reinos Puros y que alcanza el arahantado
durante la primera mitad del período de vida. Este tipo se subdivide en tres, dependiendo de si el
arahantado se alcanza: (i) en el mismo día del renacimiento, (ii) después de que hayan pasado uno o
dos eones o (iii) después de que hayan pasado cuatro eones. El upahaccaparinibbayi ("el que
alcanza el Nibbana en el aterrizaje") se explica como alguien que alcanza el arahantado después de
pasar la primera mitad del período de vida. Para los Comentarios, el asankharaparinibbayi ("el que
alcanza sin esfuerzo") y el sasankharaparinibbayi ("el que alcanza con esfuerzo") se convierten
entonces en dos maneras en las que los dos tipos de "los que no retornan" alcanzan el objetivo. Esta
explicación se origina en Puggalapaññatti págs.12-13 (comentada en el atthakattha de
Puggalapaññatti, págs.198-201). Sin embargo, esta versión de los dos primeros tipos no solo
descuida el significado literal de los nombres, sino que también anula la naturaleza secuencial y
mutuamente exclusiva de los cinco tipos como se define en otra parte de los suttas (ver más abajo).
Si entendemos el término antaraparinibbayi literalmente, como parece que deberíamos, entonces
significa alguien que alcanza el Nibbana en el intervalo entre dos vidas, quizás mientras existe en
un cuerpo sutil en el estado intermedio. El upahaccaparinibbayi se convierte entonces en alguien
que obtiene el Nibbana "al aterrizar" o "al tomar tierra" en la nueva existencia, es decir, casi
inmediatamente después de haber renacido. Los siguientes dos términos designan dos tipos que
alcanzan el arahantado en el transcuro de la siguiente vida, distinguidos por la cantidad de esfuerzo
que deben hacer para llegar al objetivo. El último, el uddhamsota akanitthagami, es uno que renace
en sucesivos Reinos Puros, completa el período de vida completo en cada uno, y finalmente obtiene
el arahantado en el reino de Akanittha, el más elevado Reino Puro.
Esta interpretación, adoptada por muchas escuelas no Theravada del budismo temprano, parece
confirmarse por el Purisagati Sutta (AN IV, 70-74), en el cual el símil de la astilla en llamas sugiere
que los siete tipos (incluyendo los tres tipos de antaraparinibbayi) son mutuamente exclusivos y se
clasifican según la agudeza de sus facultades. Apoyo adicional viene del AN II 134, 25-29, que
explica al antariparinibbaya como a alguien que ha abandonado la cadena del renacimiento
(upapattisamyojana) sin haber abandonado todavía la cadena de la existencia (bhavasamyojana).
Aunque los partidarios Theravadines argumentan en contra de esta interpretación del
antaraparinibbayi (por ejemplo, en Kv 366), la evidencia de los suttas se inclina fuertemente a su
favor. Para una discusión detallada, ver The Selfless Mind, de Peter Harvey, págs. 98-108.
AN II 155-156 establece una distinción alternativa entre el sasankharaparinibbayi y el
asankharaparinibbayi: el primero alcanza el arahantado a través de la meditación en los objetos
"austeros" como la asquerosidad del cuerpo, la percepción de la repulsividad de la comida, el
descontento con todo el mundo, la percepción de la impermanencia en todas las formaciones, y la
atención en la muerte; el último, a través de los cuatro jhana [nota de Bhikkhu Bodhi, traducción de
Pablo Catalán].

AN 10,65-66 Pathama y Dutiyasukha Sutta – Felicidad

En estos dos suttas el Venerable Sariputta explica, a un asceta errante, cosas relativas al sufrimiento
y la felicidad.

AN 10,65 Pathamasukha Sutta – Primer discurso sobre la felicidad


[Leer en pali]
[65] En una ocasión, el Venerable Sariputta estaba morando entre los magadhans en Nalakagamaka.
Entonces, un asceta errante de nombre Samandakani se acercó al Venerable Sariputta e intercambió
con él cordiales saludos. Cuando concluyeron sus amable saludos y palabras de bienvenida, se sentó
a un lado y dijo al Venerable Sariputta:
“Amigo Sariputta, ¿qué es la felicidad? ¿Qué es el sufrimiento?”.
“Renacimiento, amigo, es el sufrimiento. No-renacimiento es la felicidad. Cuando hay
renacimiento, este sufrimiento ha de ser esperado: frío, calor, hambre, sed, defecar y orinar; estar
afligido por el fuego, palos o cuchillos; ser regañado por parientes y amigos reunidos juntos.
Cuando hay renacimiento, este sufrimiento ha de ser esperado.
Cuando no hay renacimiento, esta felicidad ha de ser esperada: ni frío ni calor, falta de hambre y
sed, falta de [necesidad] de defecar y orinar; no estar afligido por el fuego, palos ni cuchillos; no ser
regañado por parientes ni amigos reunidos juntos. Cuando no hay renacimiento, esta felicidad ha de
ser esperada”.

AN 10,66 Dutiyasukha Sutta – Segundo discurso sobre la felicidad

[66] [Empieza como el sutta anterior]…


“Amigo Sariputta, ¿qué es la felicidad en este Dhamma y Disciplina y qué es el sufrimiento?”.
“El descontento, amigo, es el sufrimiento en este Dhamma y Disciplina, y el disfrute es la felicidad.
Cuando hay descontento, este sufrimiento ha de ser esperado: mientras camina, uno no encuentra
felicidad ni comodidad; mientras está de pie, uno no encuentra felicidad ni comodidad; mientras
está sentado, uno no encuentra felicidad ni comodidad; mientras se recuesta, uno no encuentra
felicidad ni comodidad; mientras está en el pueblo, uno no encuentra felicidad ni comodidad;
mientras está en el bosque, uno no encuentra felicidad ni comodidad; mientras está al pie de un
árbol, uno no encuentra felicidad ni comodidad; mientras está en una choza vacía, uno no encuentra
felicidad ni comodidad; mientras está al aire libre, uno no encuentra felicidad ni comodidad;
mientras está en medio de los monjes, uno no encuentra felicidad ni comodidad. Cuando hay
descontento, amigo, este sufrimiento ha de ser esperado.
Cuando hay disfrute, esta felicidad ha de ser esperada: mientras camina, uno encuentra felicidad y
comodidad; mientras está de pie… mientras está sentado… mientras se recuesta… mientras está en
el pueblo… mientras está en el bosque… mientras está al pie de un árbol… mientras está en una
choza vacía… mientras está al aire libre… mientras está en medio de los monjes, uno encuentra
felicidad y comodidad. Cuando hay disfrute, amigo, esta felicidad ha de ser esperada”.

AN 10,69-70 {17A10.2.2.9,69-17A10.2.2.10,70} Pathama y


Dutiyakathavatthu Sutta – Temas de conversación

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• Recta palabra (Sammavaca)

El Buda lista los diez temas que son dignos de conversación para los que renunciaron a la vida
mundana (10,69) y señala que cuando los mismos van acompañados por el testimonio de vida, esto
se convierte en la base del verdadero elogio (10,70).

AN 10,69 {17A10.2.2.9,69} Pathamakathavatthu Sutta – Primer discurso con


temas de conversación
[69] {69} Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de
Jeta del Parque de Anathapindika, cerca de Savatthi. Allí, un gran número de monjes, al retornar de
su habitual ronda en busca de donativos de comida y al haberse alimentado, se reunió en el
vestíbulo para charlar sobre diferentes temas superfluos, como los reyes, los ladrones, los ministros
del estado, los ejércitos, las preocupaciones vanas, las batallas, la comida y la bebida, la vestimenta,
el mobiliario, las guirnaldas y los perfumes, los parientes, los vehículos, los pueblos, las
poblaciones, las ciudades y las campiñas, las mujeres y los héroes, el chismorreo de la calle
Además, los cuentos sobre los espíritus y el pasado, especulaciones sobre la creación del mundo y
del mar, y las pláticas sobre si las cosas existen o no.
Entonces, el Bienaventurado, cuando se hizo de tarde, salió de su reclusión y fue al lugar de la
reunión. Llegando ahí, se sentó en el asiento que estaba preparado para él y, una vez sentado, se
dirigió a los monjes con estas palabras: “¿Cuál es el tema de la conversación, monjes, que os ha
reunido aquí? ¿En medio de qué tema interrumpí vuestra plática?”
“Justo ahora, Venerable Señor, al retornar de nuestra ronda en busca de donativos de comida y al
habernos alimentado, nos reunimos en este vestíbulo para charlar sobre diferentes temas, como los
reyes, los ladrones, los ministros del estado, los ejércitos, las preocupaciones vanas, las batallas, la
comida y la bebida, la vestimenta, el mobiliario, las guirnaldas y los perfumes, los parientes, los
vehículos, los pueblos, las poblaciones, las ciudades y las campiñas, las mujeres y los héroes, el
chismorreo de la calle Además, los cuentos sobre los espíritus y el pasado, especulaciones sobre la
creación del mundo y del mar, y las pláticas sobre si las cosas existen o no.”
“Monjes, no es correcto que los hijos de las buenas familias, los que abandonaron la vida hogareña
para cultivar el estilo de vida sin hogar, se ocupen de semejantes temas de conversación, tales como
los reyes, los ladrones... y las pláticas sobre si las cosas existen o no.
“En vez de esto, existen diez clases de temas apropiados de conversación. Y, ¿cuáles son esos diez?
“Pláticas sobre la modestia, el contentamiento, la reclusión, el no estar ligado a otros, el cómo
despertar la persistencia, la virtud, la concentración, la sabiduría, la liberación y el conocimiento
con la visión de la visión de la liberación.
“Éstas son, monjes, las diez clases de temas apropiadas de conversación. Si vosotros os ocupáis
frecuentemente de estos diez temas de conversación, podréis eclipsar inclusive al sol y la luna, con
la majestuosidad y el poder, y con más razón, a los ascetas errantes ambulantes de los otros credos”.

AN 10,70 {17A10.2.2.10,70} Dutiyakathavatthu Sutta – Segundo discurso con


temas de conversación
[70] {70} Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de
Jeta del Parque de Anathapindika, cerca de Savatthi. Allí, un gran número de monjes, al retornar de
su habitual ronda en busca de donativos de comida y al haberse alimentado, se reunió en el
vestíbulo para charlar sobre diferentes temas superfluos, como los reyes… [sigue igual que en el
sutta anterior]… especulaciones sobre la creación del mundo y del mar, y las pláticas sobre si las
cosas existen o no.”
“En vez de esto, monjes, existen estas diez bases de elogio. Y, ¿cuáles son esas diez?
“Este es el caso, monjes, del monje que es modesto y, en su plática, promueve la modestia. El hecho
de que sea modesto y promueva la modesta en su conversación, es digno de ser elogiado.
“Además, monjes, él está satisfecho con lo poco y, en su plática, promueve el contentamiento. El
hecho de que esté fácilmente satisfecho y promueva el contentamiento en su conversación, es digno
de ser elogiado.
“Además, monjes, él vive en la reclusión y, en su plática, promueve la reclusión. El hecho de que
viva recluido y promueva la reclusión en su conversación, es digno de ser elogiado.
“Además, monjes, él vive no estando ligado a otros y, en su plática, promueve la vida sin ligarse a
otros. El hecho de que viva sin estar ligado a otros y promueva la vida sin ligarse a otros, es digno
de ser elogiado.
“Además, monjes, él tiene su persistencia despierta y, en su plática, promueve el despertar de la
persistencia. El hecho de que tenga su persistencia despierta y promueva el despertar de la
persistencia en su conversación, es digno de ser elogiado.
“Además, monjes, él está consumado en la virtud y, en su plática, promueve la vida virtuosa. El
hecho de que esté consumado en la virtud y promueva la vida virtuosa en su conversación, es digno
de ser elogiado.
“Además, monjes, él está consumado en la concentración y, en su plática, promueve la práctica de
la concentración. El hecho de que esté consumado en la concentración y promueva la práctica de la
concentración en su conversación, es digno de ser elogiado.
“Además, monjes, él está consumado en la sabiduría y, en su plática, promueve la práctica de la
sabiduría. El hecho de que esté consumado en la sabiduría y promueva la práctica de la sabiduría en
su conversación, es digno de ser elogiado.
“Además, monjes, él está consumado en la liberación y, en su plática, promueve el logro de la
liberación. El hecho de que sea liberado y promueva el logro de la liberación en su conversación, es
digno de ser elogiado.
“Finalmente, monjes, él está consumado en el conocimiento y en la visión de la liberación y, en su
plática promueve el conocimiento y la visión de la liberación. El hecho de que esté consumado en el
conocimiento y en la visión de la liberación y promueva el conocimiento y la visión de la
liberación, es digno de ser elogiado.
“Monjes, éstas son las diez bases de elogio.”

AN 10,73 {17A10.2.3.3,73} Itthadhamma Sutta – Cosas


queridas

Las diez cosas que son deseables en el mundo: sus respectivas obstrucciones y nutrimentos.

[73] {73} “Monjes, he aquí estas diez cosas que son queridas, deseadas, agradables y raramente
alcanzadas en el mundo. Y, ¿cuáles son esas diez? Las riquezas queridas, deseadas, agradables y
raramente alcanzadas en el mundo. La belleza… La salud… La conducta virtuosa… El celibato...
Los amigos… El aprendizaje… La sabiduría… Las buenas cualidades… Los cielos son queridos,
deseados, agradables y raramente alcanzados en el mundo. Estas son las diez cosas, monjes, que son
queridas, deseadas, agradables y raramente alcanzadas en el mundo.
“Monjes, he aquí [otras] diez cosas que son obstrucciones de aquellas diez cosas que son queridas,
deseadas, agradables y raramente alcanzadas en el mundo. Indolencia y falta de iniciativa es la
obstrucción para [la adquisición de] las riquezas. No adornarse y no embellecerse a sí mismo es la
obstrucción de la belleza. Hacer lo que no es beneficioso es la obstrucción de la salud. La mala
compañía es la obstrucción de la conducta virtuosa. La no-restricción de las facultades sensoriales
es la obstrucción del celibato. La hipocresía es la obstrucción de la amistad. La no-recitación es la
obstrucción del aprendizaje. Falta de voluntad para escuchar y no hacer preguntas es la obstrucción
de la sabiduría. No aplicarse a sí mismo y la falta de reflexión es la obstrucción de las buenas
cualidades. La mala práctica es la obstrucción de los cielos. Estas son las [otras] diez cosas, monjes,
que son obstrucciones de aquellas diez cosas que son queridas, deseadas, agradables y raramente
alcanzadas en el mundo.
“Monjes, he aquí [otras] diez cosas que son nutrimentos de aquellas diez cosas que son queridas,
deseadas, agradables y raramente alcanzadas en el mundo. Diligencia e iniciativa es el nutrimento
para [la adquisición de] las riquezas. Adornarse y embellecerse a sí mismo es el nutrimento de la
belleza. Hacer lo que es beneficioso es el nutrimento de la salud. La buena compañía es el
nutrimento de la conducta virtuosa. La restricción de las facultades sensoriales es el nutrimento del
celibato. La sinceridad es el nutrimento de la amistad. La recitación es el nutrimento del
aprendizaje. La voluntad para escuchar y hacer preguntas es el nutrimento de la sabiduría. Aplicarse
a sí mismo y la reflexión es el nutrimento de las buenas cualidades. La buena práctica es el
nutrimento de los cielos. Estas son las [otras] diez cosas, monjes, que son los nutrimentos de
aquellas diez cosas que son queridas, deseadas, agradables y raramente alcanzadas en el mundo”.

AN 10,74 Vaddhi Sutta – El crecimiento

Factores del noble crecimiento.

[74] “Monjes, incrementando en diez maneras, un noble discípulo crece mediante el noble
crecimiento. Y, ¿cuáles son esas diez? Él crece en los campos y en las tierras, en riquezas y
ganancias, en mujeres e hijos, en esclavos, obreros y sirvientes, en el ganado, en la fe, en la
conducta virtuosa, en el aprendizaje, en la generosidad y en la sabiduría. Incrementando en estas
diez maneras, un noble discípulo crece mediante el noble crecimiento y absorbe lo esencial y lo
mejor de esta vida”.
El que crece aquí en riquezas y granos,
En hijos, mujeres y ganado,
Es rico y famoso, honrado
Por los parientes, amigos y la realeza.
El que crece en la fe y en la conducta virtuosa,
En la sabiduría, la generosidad y el aprendizaje,
Un hombre superior, de tal discernimiento,
Crece de ambas maneras en esta vida.
AN 10,75 {17A10.2.3.5,75} Migasala Sutta – Migasala

El Buda explica por qué una persona célibe y un hombre que disfrutaba del matrimonio tuvieron el
mismo destino después de la muerte.

[75] {75} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda Jeta, del parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces, por la mañana temprano, el Venerable Ananda tomó su
cuenco y hábito exterior, y se fue a la casa de la discípula seguidora laica Migasala, donde se sentó
en el asiento que estaba preparado para él. Entonces, la discípula seguidora laica Migasala se acercó
al Venerable Ananda, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Ananda, ¿cómo se debería entender esta enseñanza del Bienaventurado, siendo que
alguien que es célibe y alguien que no es célibe tienen exactamente el mismo destino en sus vidas
futuras? Mi padre Purana era célibe, vivía recluido, absteniéndose de las relaciones sexuales y de
las prácticas de la gente común. Y cuando murió, el Bienaventurado declaró: ‘Él alcanzó el estado
del que no-retorna y ha renacido entre [los devas de] Tusita’. Y mi tío paterno Isidatta no era célibe,
sino que vivía contento dentro de un estado marital. Cuando él murió, el Bienaventurado también
declaró: ‘Él alcanzó el estado del que no-retorna y ha renacido entre [los devas de] Tusita’.
Entonces, Venerable Ananda, ¿cómo se debería entender esta enseñanza del Bienaventurado, siendo
que alguien que es célibe y alguien que no es célibe tienen exactamente el mismo destino en sus
vidas futuras?”.
“Esto fue exactamente así, hermana, cómo lo declaró el Bienaventurado”.
Entonces, cuando el Venerable Ananda hubo recibido la comida de las limosnas en la casa de
Migasala, se levantó de su asiento y salió de allí. Después de la comida, al retornar de su habitual
ronda en búsqueda de la comida de las limosnas, se fue junto al Bienaventurado, le rindió
homenaje, se sentó a un lado y le dijo: “He aquí, Venerable Señor, por la mañana temprano, tomé mi
cuenco y hábito exterior, y me fui a la casa de la discípula seguidora laica Migasala…” [Ananda
relata toda la historia al Buda].
[El Bienaventurado dijo:] “¿Quién realmente es la seguidora laica Migasala, una tonta,
incompetente mujer de intelecto femenino? Y, ¿quiénes son aquellos [que tienen] el conocimiento
de las otras personas como superiores o inferiores?
“He aquí, Ananda, estos diez tipos de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo. Y,
¿cuáles son esos diez?
“He aquí, Ananda, hay una persona que es inmoral y no comprende cómo realmente es aquella
liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, donde aquella inmoralidad de él cesa por
completo, Pero él no escuchó [las enseñanzas], no llegó a aprenderlas ni las penetró con la visión,
así que no alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, se
dirige hacia el deterioro no hacia la distinción; es alguien que está yendo hacia el deterioro, no hacia
la distinción.
“Pero también, Ananda, hay una persona que es inmoral, pero comprende cómo realmente es
aquella liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, donde aquella inmoralidad de él
cesa por completo, que escuchó [las enseñanzas], llegó a aprenderlas y las penetró con la visión, así
que alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, se dirige
hacia la distinción no hacia el deterioro; es alguien que está yendo hacia la distinción, no hacia el
deterioro.
“Ananda, los que emiten semejantes juicios: ‘Este y aquel, tienen cualidades semejantes; ¿por qué
éste sería inferior que aquel?', tienen un prejuicio que les conducirá al dolor y el sufrimiento por
mucho tiempo.
“Entre ellos, Ananda, la persona que es inmoral, pero comprende cómo realmente es aquella
liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría —donde aquella inmoralidad de él cesa
por completo, que escuchó [las enseñanzas], llegó a aprenderlas y las penetró con la visión, así que
alcanzó la liberación temporal―, sobrepasa y es más excelsa que la otra persona. Y, ¿por qué así?
Porque la corriente del Dhamma lo arrastra. Pero, ¿quién puede reconocer esta diferencia excepto el
Tathagata?
“Por eso, Ananda, no seas sentencioso en la consideración de la gente. No emitas juicios acerca de
la gente. Aquellos que emiten juicios acerca de la gente se dañan a sí mismos. Sólo yo, o alguien
como yo, puede emitir juicios acerca de la gente.
“También, Ananda, hay una persona que es virtuosa, pero todavía no comprende cómo realmente es
aquella liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, donde aquella conducta virtuosa
de él cesa por completo. Y él no escuchó [las enseñanzas], no llegó a aprenderlas ni las penetró con
la visión, así que no alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo, después de la
muerte, se dirige hacia el deterioro no hacia la distinción; es alguien que está yendo hacia el
deterioro, no hacia la distinción.
“También, Ananda, hay una persona que es virtuosa y comprende cómo realmente es aquella
liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, donde aquella conducta virtuosa de él
cesa por completo. Y él escuchó [las enseñanzas], llegó a aprenderlas y las penetró con la visión, así
que alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, se dirige
hacia la distinción no hacia el deterioro; es alguien que está yendo hacia la distinción, no hacia el
deterioro.
“Ananda, los que emiten semejantes juicios: ‘Este y aquel, tienen cualidades semejantes; ¿por qué
éste sería inferior que aquel?', tienen un prejuicio que les conducirá al dolor y el sufrimiento por
mucho tiempo… Sólo yo, o alguien como yo, puede emitir juicios acerca de la gente.
“También, Ananda, hay una persona que es fuertemente proclive a la codicia y no comprende cómo
realmente es aquella liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, donde aquella
codicia de él cesa por completo. Y él no escuchó [las enseñanzas], no llegó a aprenderlas ni las
penetró con la visión, así que no alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo,
después de la muerte, se dirige hacia el deterioro no hacia la distinción; es alguien que está yendo
hacia el deterioro, no hacia la distinción.
“También, Ananda, hay una persona que es fuertemente proclive a la codicia, pero comprende cómo
realmente es aquella liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, donde aquella
codicia de él cesa por completo. Y él escuchó [las enseñanzas], llegó a aprenderlas y las penetró con
la visión, así que alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo, después de la muerte,
se dirige hacia la distinción no hacia el deterioro; es alguien que está yendo hacia la distinción, no
hacia el deterioro.
“Ananda, los que emiten semejantes juicios: ‘Este y aquel, tienen cualidades semejantes; ¿por qué
éste sería inferior que aquel?', tienen un prejuicio que les conducirá al dolor y el sufrimiento por
mucho tiempo… Sólo yo, o alguien como yo, puede emitir juicios acerca de la gente.
“También, Ananda, hay una persona que es fuertemente proclive a la ira y no comprende cómo
realmente es aquella liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, donde aquella ira de
él cesa por completo. Y él no escuchó [las enseñanzas], no llegó a aprenderlas ni las penetró con la
visión, así que no alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo, después de la muerte,
se dirige hacia el deterioro no hacia la distinción; es alguien que está yendo hacia el deterioro, no
hacia la distinción.
“También, Ananda, hay una persona que es fuertemente proclive a la ira pero comprende cómo
realmente es aquella liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, donde aquella ira de
él cesa por completo. Y él escuchó [las enseñanzas], llegó a aprenderlas y las penetró con la visión,
así que alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, se dirige
hacia la distinción no hacia el deterioro; es alguien que está yendo hacia la distinción, no hacia el
deterioro.
“Ananda, los que emiten semejantes juicios: ‘Este y aquel, tienen cualidades semejantes; ¿por qué
éste sería inferior que aquel?', tienen un prejuicio que les conducirá al dolor y el sufrimiento por
mucho tiempo… Sólo yo, o alguien como yo, puede emitir juicios acerca de la gente.
“También, Ananda, hay una persona que es fuertemente proclive a la preocupación y no comprende
cómo realmente es aquella liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, donde aquella
preocupación de él cesa por completo. Y él no escuchó [las enseñanzas], no llegó a aprenderlas ni
las penetró con la visión, así que no alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo,
después de la muerte, se dirige hacia el deterioro no hacia la distinción; es alguien que está yendo
hacia el deterioro, no hacia la distinción.
“También, Ananda, hay una persona que es fuertemente proclive a la preocupación, pero comprende
cómo realmente es aquella liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, donde aquella
preocupación de él cesa por completo. Y él escuchó [las enseñanzas], llegó a aprenderlas y las
penetró con la visión, así que no alcanzó la liberación temporal. Y con el quiebre del cuerpo,
después de la muerte, se dirige hacia la distinción no hacia el deterioro; es alguien que está yendo
hacia la distinción, no hacia el deterioro.
“Ananda, los que emiten semejantes juicios: ‘Este y aquel, tienen cualidades semejantes; ¿por qué
éste sería inferior que aquel?', tienen un prejuicio que les conducirá al dolor y el sufrimiento por
mucho tiempo… Sólo yo, o alguien como yo, puede emitir juicios acerca de la gente.
“¿Quién realmente es la seguidora laica Migasala, una tonta, incompetente mujer de intelecto
femenino? Y, ¿quiénes son aquellos [que tienen] el conocimiento de las otras personas como
superiores o inferiores?
“Estos son, Ananda, los diez tipos de personas que se pueden encontrar existiendo en el mundo.
“Ananda, si Isidatta hubiese poseído la misma clase de conducta virtuosa que tenía Purana, Purana
ni siquiera conocería su destino. Y si Purana hubiese poseído la misma clase de sabiduría que tenía
Isidatta, Isidatta ni siquiera conocería su destino. De esta manera, Ananda, cada una de esas dos
personas fue deficiente con respecto a algo”.

AN 10,76 Tayodhamma Sutta – Tres cosas

El Dhamma y Disciplina del Buda, tiene por objeto el abandono de la serie de nacimientos a través
de un camino progresivo.

[76] “Monjes, si estas tres cosas no se encontrasen en el mundo, el Tathagata, el Arahant


plenamente Iluminado no surgiría en el mundo, y el Dhamma-y-Disciplina proclamado por él no
brillaría en el mundo. Y, ¿cuáles son esas tres? El nacimiento, la vejez y la muerte. Si estas tres
cosas no se encontrasen en el mundo, el Tathagata, el Arahant plenamente Iluminado no surgiría en
el mundo, y el Dhamma-y-Disciplina proclamado por él no brillaría en el mundo. Pero, porque estas
tres cosas se encuentran en el mundo, el Tathagata, el Arahant plenamente Iluminado surge en el
mundo, y el Dhamma-y-Disciplina proclamado por él brilla en el mundo.
“Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar el nacimiento, la vejez y la
muerte. Y, ¿cuáles son esas tres? La codicia, el odio y la falsa ilusión. Sin haber abandonado estas
tres cosas, uno no es capaz de abandonar el nacimiento, la vejez y la muerte.
“Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar la codicia, el odio y la falsa
ilusión. Y, ¿cuáles son esas tres? El punto de vista de la existencia, la duda, el apego a ceremonias
religiosas y rituales. Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar la
codicia, el odio y falsa ilusión.
“Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar el punto de vista de la
existencia, la duda, el apego a ceremonias religiosas y rituales. Y, ¿cuáles son esas tres? Descuidada
atención, seguimiento de un sendero equivocado y pereza mental. Sin haber abandonado estas tres
cosas, uno no es capaz de abandonar el punto de vista de la existencia, la duda, el apego a
ceremonias religiosas y rituales.
“Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar la descuidada atención, el
seguimiento de un sendero equivocado y la pereza mental. Y, ¿cuáles son esas tres? La confusión
mental, carencia de una clara compresión y la distracción mental. Sin haber abandonado estas tres
cosas, uno no es capaz de abandonar la descuidada atención, el seguimiento de un sendero
equivocado y la pereza mental.
“Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar la confusión mental, la
carencia de una clara compresión y la distracción mental. Y, ¿cuáles son esas tres? La carencia del
deseo de ver a los Nobles, la carencia del deseo de escuchar el noble Dhamma y una mente
inclinada a la crítica. Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar la
confusión mental, la carencia de una clara compresión y la distracción mental.
“Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar la carencia del deseo de ver a
los Nobles, la carencia del deseo de escuchar el noble Dhamma y la mente inclinada a la crítica. Y,
¿cuáles son esas tres? La preocupación, la no-restricción y la inmoralidad. Sin haber abandonado
estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar la carencia del deseo de ver a los Nobles, la carencia
del deseo de escuchar el noble Dhamma y la mente inclinada a la crítica.
“Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar la preocupación, la no-
restricción y la inmoralidad. Y, ¿cuáles son esas tres? La falta de fe, la falta de caridad y la pereza.
Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar la preocupación, la no-
restricción y la inmoralidad.
“Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar la falta de fe, la falta de
caridad y la pereza. Y, ¿cuáles son esas tres? El irrespeto, tener dificultad para lo correcto y la mala
compañía. Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar la falta de fe, la
falta de caridad y la pereza.
“Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de abandonar el irrespeto, tener dificultad
para lo correcto y la mala compañía. Y, ¿cuáles son esas tres? La desvergüenza moral, la
despreocupación moral y la negligencia. Sin haber abandonado estas tres cosas, uno no es capaz de
abandonar el irrespeto, tener dificultad para lo correcto y la mala compañía.
“Monjes, alguien que es moralmente desvergonzado y moralmente despreocupado, es negligente.
Alguien que es negligente es incapaz de abandonar el irrespeto, la dificultad hacia lo correcto y la
mala compañía. Alguien que tiene malos amigos es incapaz de abandonar la carencia de fe, la falta
de caridad y la pereza. Alguien que es perezoso es incapaz de abandonar la preocupación, la no-
restricción y la inmoralidad. Alguien que es inmoral es incapaz de abandonar la carencia del deseo
de ver a los Nobles, la carencia del deseo de escuchar el noble Dhamma y la mente inclinada a la
crítica. Alguien que tiene una mente inclinada a la crítica es incapaz de abandonar la confusión
mental, la carencia de una clara compresión y la distracción mental. Alguien que es mentalmente
distraído es incapaz de abandonar la descuidada atención, el seguimiento de un sendero equivocado
y la pereza mental. Alguien que es mentalmente perezoso es incapaz de abandonar el punto de vista
de la existencia, la duda, el apego a ceremonias religiosas y rituales. Alguien que tiene duda es
incapaz de abandonar la codicia, el odio y la falsa ilusión. Sin haber abandonado la codicia, el odio
y la falsa ilusión uno es incapaz de abandonar el nacimiento, la vejez y la muerte.
“Monjes, habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar el nacimiento, la vejez
y la muerte. Y, ¿cuáles son esas tres? La codicia, el odio y la falsa ilusión. Habiendo abandonado
estas tres cosas, uno es capaz de abandonar el nacimiento, la vejez y la muerte.
“Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar la codicia, el odio y la falsa
ilusión. Y, ¿cuáles son esas tres? El punto de vista de la existencia, la duda, el apego a ceremonias
religiosas y rituales. Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar la codicia, el
odio y falsa ilusión.
“Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar el punto de vista de la
existencia, la duda, el apego a ceremonias religiosas y rituales. Y, ¿cuáles son esas tres? Descuidada
atención, seguimiento de un sendero equivocado y pereza mental. Habiendo abandonado estas tres
cosas, uno es capaz de abandonar el punto de vista de la existencia, la duda, el apego a ceremonias
religiosas y rituales.
“Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar la descuidada atención, el
seguimiento de un sendero equivocado y la pereza mental. Y, ¿cuáles son esas tres? La confusión
mental, la carencia de una clara compresión y la distracción mental. Habiendo abandonado estas
tres cosas, uno es capaz de abandonar la descuidada atención, el seguimiento de un sendero
equivocado y la pereza mental.
“Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar la confusión mental, la carencia
de una clara compresión y la distracción mental. Y, ¿cuáles son esas tres? La carencia del deseo de
ver a los Nobles, la carencia del deseo de escuchar el noble Dhamma y una mente inclinada a la
crítica. Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar la confusión mental, la
carencia de una clara compresión y la distracción mental.
“Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar la carencia del deseo de ver a
los Nobles, la carencia del deseo de escuchar el noble Dhamma y la mente inclinada a la crítica. Y,
¿cuáles son esas tres? La preocupación, la no-restricción y la inmoralidad. Habiendo abandonado
estas tres cosas, uno es capaz de abandonar la carencia del deseo de ver a los Nobles, la carencia del
deseo de escuchar el noble Dhamma y la mente inclinada a la crítica.
“Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar la preocupación, la no-
restricción y la inmoralidad. Y, ¿cuáles son esas tres? La falta de fe, la falta de caridad y la pereza.
Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar la preocupación, la no-restricción
y la inmoralidad.
“Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar la falta de fe, la falta de caridad
y la pereza. Y, ¿cuáles son esas tres? El irrespeto, tener dificultad para lo correcto y la mala
compañía. Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar la falta de fe, la falta
de caridad y la pereza.
“Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de abandonar el irrespeto, tener dificultad
para lo correcto y la mala compañía. Y, ¿cuáles son esas tres? La desvergüenza moral, la
despreocupación moral y la negligencia. Habiendo abandonado estas tres cosas, uno es capaz de
abandonar el irrespeto, tener dificultad para lo correcto y la mala compañía.
“Monjes, alguien que tiene sentido de la vergüenza moral y la preocupación moral, es diligente.
Alguien que es diligente es capaz de abandonar el irrespeto, la dificultad hacia lo correcto y la mala
compañía. Alguien que tiene buenos amigos es capaz de abandonar la carencia de fe, la falta de
caridad y la pereza. Alguien que es enérgico es capaz de abandonar la preocupación, la no-
restricción y la inmoralidad. Alguien que es virtuoso es capaz de abandonar la carencia del deseo de
ver a los Nobles, la carencia del deseo de escuchar el noble Dhamma y la mente inclinada a la
crítica. Alguien que tiene una mente no inclinada a la crítica es capaz de abandonar la confusión
mental, la carencia de una clara compresión y la distracción mental. Alguien que tiene una mente no
distraída es capaz de abandonar la descuidada atención, el seguimiento de un sendero equivocado y
la pereza mental. Alguien que tiene una mente no perezosa es capaz de abandonar el punto de vista
de la existencia, la duda, el apego a ceremonias religiosas y rituales. Alguien sin la duda es capaz de
abandonar la codicia, el odio y la falsa ilusión. Habiendo abandonado la codicia, el odio y la falsa
ilusión uno es capaz de abandonar el nacimiento, la vejez y la muerte”.
AN 10,79-80 {17A10.2.3.9,79-17A10.2.3.10,80} Aghatavatthu y
Aghatapativinaya Sutta – El campo del odio y Las maneras de
la eliminación del odio

Etiquetas:
• Odio

El Buda señala las circunstancias, en las cuales uno empieza a sentir odio o resentimiento (10,79) y
la forma cómo abandonarlo (10,80).

AN 10,79 {17A10.2.3.9,79} Aghatavatthu Sutta – El campo del odio


[79] {79} “Monjes, he aquí estos diez campos del odio. Y, ¿cuáles son esos diez? [Pensando:] ‘Ellos
actuaron para dañarme’, uno alberga el odio. [Pensando:] ‘Ellos están actuando para dañarme’, uno
alberga el odio. [Pensando:] ‘Ellos van a actuar para dañarme’, uno alberga el odio. [Pensando:]
‘Ellos actuaron para dañar a alguien que me es querido y agradable’, uno alberga el odio.
[Pensando:] ‘Ellos están actuando para dañar a alguien que me es querido y agradable’, uno alberga
el odio. [Pensando:] ‘Ellos van a actuar para dañar a alguien que me es querido y agradable’, uno
alberga el odio. [Pensando:] ‘Ellos actuaron para beneficiar a alguien que me es despreciable y
desagradable’, uno alberga el odio. [Pensando:] ‘Ellos están actuando para beneficiar a alguien que
me es despreciable y desagradable’, uno alberga el odio. [Pensando:] ‘Ellos van a actuar para
beneficiar a alguien que me es despreciable y desagradable’, uno alberga el odio. Además, uno
también se enfada sin razón alguna. Éstos son, monjes, los diez campos del odio.”

AN 10,80 {17A10.2.3.10,80} Aghatapativinaya Sutta – Las maneras de la


eliminación del odio
[80] {80} “Monjes, he aquí estas diez maneras de la eliminación del odio. Y, ¿cuáles son esos diez?
[Pensando:] ‘Ellos actuaron para dañarme’, pero, ¿qué se puede hacer al respecto?, uno elimina el
odio. [Pensando:] ‘Ellos están actuando para dañarme’, pero, ¿qué se puede hacer al respecto?, uno
elimina el odio. [Pensando:] ‘Ellos van a actuar para dañarme’, pero, ¿qué se puede hacer al
respecto?, uno elimina el odio. [Pensando:] ‘Ellos actuaron… Ellos están actuando… Ellos van a
actuar para dañar a alguien que me es querido y agradable’, pero, ¿qué se puede hacer al respecto?,
uno elimina el odio. [Pensando:] ‘Ellos actuaron… Ellos están actuando… Ellos van a actuar para
beneficiar a alguien que me es despreciable y desagradable’, pero, ¿qué se puede hacer al respecto?,
uno elimina el odio. Además, uno no se enfada sin razón alguna. Éstas son, monjes, las diez
maneras de la eliminación del odio.”
AN 10,81 {17A10.2.4.1,81} Vahana (Bahuna) Sutta – Bahuna

El Buda vive en el mundo, pero está separado de él, con todas las impurezas apartadas, libre del
nacimiento, la vejez y la muerte, como una flor de loto, la cual “nacida del agua y crecida en el
agua, no se ensucia con el agua sino que se eleva por encima del agua”.

[81] {81} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en Campa, a la rivera del río del
estanque de las flores de loto Gaggara. Entonces, el Venerable Bahuna se acercó al Bienaventurado,
le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿de cuantas cosas el Tathagata está liberado, separado y emancipado que mora
con la mente libre de ataduras?”.
“Bahuna, es porque el Tathagata está liberado, separado y emancipado de diez cosas, que mora con
la mente libre de ataduras. Y, ¿cuáles son esas diez?
“Es porque el Tathagata está liberado, separado y emancipado de la forma, que mora con la mente
libre de ataduras. Es porque el Tathagata está liberado, separado y emancipado de la sensación…
percepción… actividades volitivas… conciencia, que mora con la mente libre de ataduras. Es
porque el Tathagata está liberado, separado y emancipado del nacimiento… vejez… muerte…
insatisfacción… impurezas, que mora con la mente libre de ataduras.
“Al igual que una flor de loto azul, roja o blanca nace del agua y crece en el agua, se eleva por
encima del agua y no se ensucia con el agua, así también, Bahuna, es porque el Tathagata está
liberado, separado y emancipado de estas diez cosas, que mora con la mente libre de ataduras”.

AN 10,83 Punniya Sutta – Punniya

Qué actitudes hay que tener, para que un Buda esté dispuesto a enseñar el Dhamma.

[83] Entonces el Venerable Punniya se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un


lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿por qué a veces el Tathagata está dispuesto a enseñar el Dhamma y a veces no
está dispuesto enseñarlo?”.
“Puniya, cuando un monje está dotado de fe, pero no se le acerca, el Tathagata no está dispuesto a
enseñar el Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de la fe y se le acerca al Tathagata, él está
dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe y se acerca al Tathagata, pero no le atiende, el Tathagata no
está dispuesto a enseñar el Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata
y le atiende, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata y le atiende, pero no le hace preguntas,
el Tathagata no está dispuesto a enseñar el Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de fe, se
acerca al Tathagata, le atiende y le hace preguntas, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende y le hace preguntas, pero no
escucha el Dhamma con oídos prestos, el Tathagata no está dispuesto a enseñar el Dhamma. Pero
cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas y escucha el
Dhamma con oídos prestos, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas y escucha
el Dhamma con oídos prestos, pero, habiendo escuchado, no lo retiene en la mente, el Tathagata no
está dispuesto a enseñar el Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de fe, se acerca al
Tathagata, le atiende, le hace preguntas, escucha el Dhamma con oídos prestos y, habiendo
escuchado, lo retiene en la mente, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas, escucha
el Dhamma con oídos prestos y, habiendo escuchado, lo retiene en la mente, pero no examina el
significado de las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, el Tathagata no está dispuesto a
enseñar el Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le
hace preguntas, escucha el Dhamma con oídos prestos, habiendo escuchado lo retiene en la mente y
examina el significado de las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, el Tathagata está
dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas, escucha
el Dhamma con oídos prestos, habiendo escuchado lo retiene en la mente y examina el significado
de las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, pero no entiende el significado del Dhamma
ni practica de acuerdo con el Dhamma, el Tathagata no está dispuesto a enseñar el Dhamma. Pero
cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas, escucha el
Dhamma con oídos prestos, habiendo escuchado lo retiene en la mente, examina el significado de
las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, entiende el significado del Dhamma y practica
de acuerdo con el Dhamma, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas, escucha
el Dhamma con oídos prestos, habiendo escuchado lo retiene en la mente, examina el significado de
las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, entiende el significado del Dhamma y practica
de acuerdo con el Dhamma, pero no es un buen predicador con buena entrega, alguien dotado de un
buen discurso que es pulido, claro, articulado y expresivo en el significado, el Tathagata no está
dispuesto a enseñar el Dhamma. Pero cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le
atiende, le hace preguntas, escucha el Dhamma con oídos prestos, habiendo escuchado lo retiene en
la mente, examina el significado de las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, entiende el
significado del Dhamma, practica de acuerdo con el Dhamma y, además, es un buen predicador con
buena entrega, alguien dotado de un buen discurso que es pulido, claro, articulado y expresivo en el
significado, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas, escucha
el Dhamma con oídos prestos, habiendo escuchado lo retiene en la mente, examina el significado de
las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, entiende el significado del Dhamma, practica de
acuerdo con el Dhamma y es un buen predicador con buena entrega, alguien dotado de un buen
discurso que es pulido, claro, articulado y expresivo en el significado, pero no instruye, anima,
inspira ni regocija a sus compañeros monjes, el Tathagata no está dispuesto a enseñar el Dhamma.
Pero cuando un monje está dotado de fe, se acerca al Tathagata, le atiende, le hace preguntas,
escucha el Dhamma con oídos prestos, habiendo escuchado lo retiene en la mente, examina el
significado de las enseñanzas que han sido retenidas en la mente, entiende el significado del
Dhamma, practica de acuerdo con el Dhamma, es un buen predicador con buena entrega, alguien
dotado de un buen discurso que es pulido, claro, articulado y expresivo en el significado y, además,
instruye, anima, inspira y regocija a sus compañeros monjes, el Tathagata está dispuesto a enseñar.
“Punniya, cuando uno posee estas diez cualidades, el Tathagata está enteramente dispuesto a
enseñar el Dhamma”.

AN 10,88 Akkosaka Sutta – Alguien que insulta


Sobre el monje que insulta a sus compañeros monjes.

[88] “Monjes, cuando un monje es alguien que insulta y denigra a sus compañeros monjes, siendo
un difamador de los nobles, es imposible e inconcebible que no incurra en, al menos, uno de estos
diez desastres. Y, ¿cuáles son esos diez? No logra lo que aún no ha sido por él logrado. Retrocede en
lo que ya había logrado. Sus buenas cualidades no son pulidas. Sobrestima sus buenas cualidades o
se conduce hacia una vida espiritual no satisfactoria, comete ofensas que contaminan, contrae una
enfermedad grave, o se vuelve loco, y se convierte en mentalmente trastornado. Muere confundido.
Con la ruptura del cuerpo, después de la muerte renace en el plano de miseria, en el mal destino, en
el mundo bajo o en el infierno. Cuando un monje es alguien que insulta y denigra a sus compañeros
monjes, siendo un difamador de los nobles, es imposible e inconcebible que no incurra en, al
menos, uno de estos diez desastres”.

AN 10,89 {17A10.2.4.9,89} Kokalika Sutta – Kokalika

El obstinado resentimiento de un monje, hacia sus nobles compañeros de la vida espiritual, le


acarrea terribles consecuencias.

[89] {89} Entonces, el monje Kokalika se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y,


sentándose a un lado, le dijo: "Venerable Señor, Sariputta y Moggallana tienen malos deseos; han
caído bajo el control de los malos deseos".
[El Bienaventurado:] "No digas esto, Kokalika. No hables así, Kokalika. Deposita confianza en
Sariputta y Moggallana, Kokalika. Sariputta y Moggallana se conducen muy bien".
Pero por segunda vez… por tercera vez el monje Kokalika dijo al Bienaventurado: "Venerable
Señor, aunque yo considero al Bienaventurado como a alguien que es digno de fe y confianza, igual
sostengo que Sariputta y Moggallana tienen malos deseos; han caído bajo el control de los malos
deseos". Y por tercera vez el Bienaventurado dijo al monje Kokalika: "No digas esto, Kokalika. No
hables así, Kokalika. Deposita confianza en Sariputta y Moggallana, Kokalika. Sariputta y
Moggallana se conducen muy bien".
Entonces, el monje Kokalika se levantó de su asiento, rindió homenaje al Bienaventurado y se retiró
de ahí, manteniendo siempre al Bienaventurado a su lado derecho. No mucho después de haberse
retirado de ahí, todo el cuerpo del monje Kokalika se cubrió de furúnculos del tamaño de las
semillas de mostaza. Después, los mismos crecieron hasta alcanzar el tamaño de unos frijoles; luego
crecieron hasta alcanzar el tamaño de los garbanzos; luego crecieron hasta alcanzar el tamaño de las
piedras de azufaifo; luego crecieron hasta alcanzar el tamaño de los frutos de azufaifo; luego
crecieron hasta alcanzar el tamaño de los mirobálanos; luego crecieron hasta alcanzar el tamaño de
las beluvas inmaduras; luego crecieron hasta alcanzar el tamaño de los frutos de las beluvas. Y,
cuando alcanzaron el tamaño de los frutos de las beluvas, explotaron abriéndose y exudando pus y
sangre. Entonces, se quedó yaciendo entre las hojas de plátano como un pez que hubiese tragado
veneno.
Entonces, el Brahma independiente Tudu se acercó al monje Kokalika, se quedó parado en el aire y
le dijo: "Deposita confianza en Sariputta y Moggallana, Kokalika. Sariputta y Moggallana se
conducen muy bien".
"¿Quién eres, amigo?".
"Soy el Brahma independiente Tudu".
"¿No es que el Bienaventurado declaró acerca de ti que eres uno que-no-retorna, amigo? Entonces,
¿por qué has regresado hasta aquí? ¡Mira qué lejos fue tu transgresión!".
Entonces, el Brahma independiente Tudu se dirigió al monje Kokalika en verso:
“Cuando a una persona le ha tocado nacer,
Ha nacido también un hacha dentro de su boca,
Con la cual, el necio se corta a sí mismo,
Expandiendo palabras difamatorias.
Alguien que alaba a uno que merece ser censurado,
O censura al que merece alabanzas,
Tira de su boca una nefasta lanza,
Por culpa de la cual, no hallará la felicidad.
La frivolidad es una nefasta lanza,
Que trae la pérdida de riquezas y mala fortuna,
[Pérdida] de todo, incluyéndose a sí mismo;
Pero mucho peor es la nefasta lanza de abrigar el odio en contra de un afortunado.
Por cientos de miles de nirabbudas,
Y treinta y seis más, y cinco abbudas [1],
El hablador de maldades sobre los nobles, va al infierno,
Habiendo hablado y pensado mal en ellos”.
Entonces, el monje Kokalika murió a causa de aquella enfermedad y del resentimiento que tuvo en
contra de Sariputta y Moggallana, y después de la muerte renació en el infierno del loto rojo.
En esta ocasión, cuando la noche ya estaba avanzada, el Brahma Sahampati, de una estupenda
belleza, iluminando toda la arboleda de Jeta se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se
quedó a un lado de pie y le dijo: "Venerable Señor, el monje Kokalika murió y, a causa de haber
abrigado resentimiento en contra de Sariputta y Moggallana, después de la muerte renació en el
infierno del loto rojo". Habiendo dicho esto, rindió homenaje al Bienaventurado y, teniéndole
siempre a su lado derecho, desapareció de ahí.
Después de esto, cuando la noche había pasado, el Bienaventurado se dirigió a los monjes con estas
palabras: "Monjes, anoche, cuando la noche ya estaba avanzada, el Brahma Sahampati, de una
estupenda belleza, iluminando toda la arboleda de Jeta se acercó a mí, me rindió homenaje, se
quedó a un lado de pie y me dijo: 'Venerable Señor, el monje Kokalika murió y, a causa de haber
abrigado resentimiento en contra de Sariputta y Moggallana, después de la muerte renació en el
infierno del loto rojo.' Habiendo dicho esto, me rindió homenaje y, teniéndome siempre a su lado
derecho, desapareció de ahí".
Cuando esto fue dicho, cierto monje, dijo al Bienaventurado:
"¿Cuánto tiempo dura, venerable señor, la vida en el infierno del loto rojo?".
"La duración de la vida en el infierno del loto rojo es larga, monje. No es fácil contar ni decir
cuántos años, cuántos cientos de años, cuantos miles de años o cuántos cientos de miles de años
dura".
"¿Y no es posible expresarlo con algún símil, Venerable Señor?".
"Esto sí es posible, monje. Imagina, monje, una carretada de los kosalans de veinte medidas de
semillas de sésamo. Y que al final de cada siglo un hombre retirase de allí una semilla. Siendo así
las cosas, aquella carretada de los kosalans, de veinte medidas de semillas de sésamo, se vaciaría y
eliminaría más rápido que terminase una sola vida en el infierno de Abbuda. Y veinte vidas del
infierno de Abbuda equivalen a una del infierno de Nirabudda; veinte vidas del infierno de
Nirabudda equivalen a una del infierno de Ababa; veinte vidas del infierno de Ababa equivalen a
una del infierno de Atata; veinte vidas del infierno de Atata equivalen a una del infierno de Ahaha;
veinte vidas del infierno de Ahaha equivalen a una del infierno de Kumuda; veinte vidas del
infierno de Kumuda equivalen a una del infierno de Sogandhika; veinte vidas del infierno de
Sogandhika equivalen a una del infierno de Uppala; veinte vidas del infierno de Uppala equivalen a
una del infierno de Pundarika; veinte vidas del infierno de Pundarika equivalen a una del infierno
del loto rojo. Así que, monje, el monje Kokalika renació en el infierno del loto rojo a causa de haber
abrigado el resentimiento en contra de Sariputta y Moggallana.”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Habiendo dicho esto, el Sublime, el Maestro agregó esto:
[El Buda repite los mismos versos pronunciados más arriba por el Brahma independiente Tudu].
NOTA:
[1] Los Comentarios explican estas mediciones de la escala del tiempo de la siguiente manera:
Koti = diez millones de años.
Un koti de los kotis = un pakoti.
Un koti de los pakotis = un kotipakoti.
Un koti de los kotipakotis = un nahuta.
Un koti de los nahutas = un ninnahuta.
Un koti de los ninnahutas = un abbuda.
Veinte abbudas = un nirabbuda.

10,90 Khinasavabala Sutta - Poderes de la destrucción de las


impurezas

Poderes espirituales de un arahant.

[90] Entonces, el Venerable Sariputta se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a


un lado. Entonces el Bienaventurado le dijo:
“Sariputta, cuando las corrupciones mentales de un monje hayan sido destruidas, ¿cuántos poderes
posee para poder reclamar con justa razón: ‘Mis corrupciones mentales han sido destruidas’?”.
“Venerable Señor, cuando las corrupciones mentales de un monje hayan sido destruidas, él posee
diez poderes para poder reclamar con justa razón: ‘Mis corrupciones mentales han sido destruidas’.
Y, ¿cuáles son esos diez?
“He aquí, Venerable Señor, un monje con las corrupciones mentales destruidas ha visto claramente
todos los fenómenos condicionados tal como realmente son, con la correcta sabiduría, como
transitorios. Este es el poder que posee un monje, Venerable Señor, cuando sus corrupciones
mentales hayan sido destruidas, para poder reclamar con justa razón: ‘Mis corrupciones mentales
han sido destruidas’.
“Además, un monje con las corrupciones mentales destruidas ha visto claramente los placeres
sensuales tal como realmente son, con la correcta sabiduría, como similares a un pozo de carbón.
Este es el poder que posee un monje, Venerable Señor, cuando sus corrupciones mentales hayan
sido destruidas…
“Además, la mente del monje con las corrupciones mentales destruidas se inclina, ladea, se
direcciona a la reclusión; mora recluido, deleitándose en el renunciamiento y terminando
completamente con todas las cosas que son la base para las corrupciones mentales. Este es el poder
que posee un monje, Venerable Señor, cuando sus corrupciones mentales hayan sido destruidas…
“Además, un monje con las corrupciones mentales destruidas ha desarrollado y bien desarrollado
los cuatro establecimientos de la atención consciente. Al ser así, éste es el poder que posee un
monje, Venerable Señor, cuando sus corrupciones mentales hayan sido destruidas…
“Además, un monje con las corrupciones mentales destruidas ha desarrollado y bien desarrollado
los cuatro rectos esfuerzos... las cuatro bases del poder espiritual… las cinco facultades
espirituales… los cinco poderes... los siete factores de la iluminación… el Óctuple Noble Sendero.
Este es el poder que posee un monje, Venerable Señor, cuando sus corrupciones mentales hayan
sido destruidas, para poder reclamar con justa razón: ‘Mis corrupciones mentales han sido
destruidas’”.

AN 10,91 {17A10.2.5.1,91} Kamabhogi Sutta – Alguien que


disfruta de los placeres sensuales

El Buda enseña a uno de sus discípulos laicos más cercanos, cómo disfrutar de la vida mundana de
manera tal que la misma traiga los mejores beneficios.

[91] {91} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, del parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Entonces, el hombre hogareño Anathapindika se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo:
“Hombre hogareño, he aquí estas diez clases de personas que disfrutan de los placeres sensuales que
pueden ser halladas existiendo en el mundo. Y, ¿cuáles son esas diez?

[I. Exposición] [1]


[A. Aquellos que buscan las riquezas incorrectamente]
(1) “He aquí, hombre hogareño, hay alguien que disfruta de los placeres sensuales buscando las
riquezas incorrectamente, por medio de la violencia. Habiendo actuado así, no se hace feliz ni
satisfecho a sí mismo, no comparte las riquezas ni realiza actos meritorios.
(2) “Además, hay otro que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas incorrectamente,
por medio de la violencia. Habiendo actuado así, se hace feliz y satisfecho a sí mismo, pero no
comparte las riquezas ni realiza actos meritorios.
(3) “Además hay otro que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas incorrectamente,
por medio de la violencia. Habiendo actuado así, se hace feliz y satisfecho a sí mismo, comparte las
riquezas y realiza actos meritorios.

[B. Aquellos que buscan las riquezas recta e incorrectamente]


(4) “Además, hombre hogareño, hay otro que disfruta de los placeres sensuales buscando las
riquezas de las dos maneras: recta e incorrectamente, tanto por medio de la violencia como sin
violencia. Habiendo actuado así, no se hace feliz ni satisfecho a sí mismo, no comparte las riquezas
ni realiza actos meritorios.
(5) “Además hay otro que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas de las dos
maneras: recta e incorrectamente, tanto por medio de la violencia como sin violencia. Habiendo
actuado así, se hace feliz y satisfecho a sí mismo, pero no comparte las riquezas ni realiza actos
meritorios.
(6) “Además hay otro que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas de las dos
maneras: recta e incorrectamente, tanto por medio de la violencia como sin violencia. Habiendo
actuado así, se hace feliz y satisfecho a sí mismo, comparte las riquezas y realiza actos meritorios.

[C. Aquellos que buscan las riquezas rectamente]


(7) “He aquí, hombre hogareño, hay alguien que desfruta de los placeres sensuales buscando las
riquezas rectamente, sin violencia. Habiendo actuado así, no se hace feliz ni satisfecho a sí mismo,
no comparte las riquezas ni realiza actos meritorios.
(8) “Además hay otro que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas rectamente, sin
violencia. Habiendo actuado así, se hace feliz y satisfecho a sí mismo, pero no comparte las
riquezas ni realiza actos meritorios.
(9) “Además hay otro que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas rectamente, sin
violencia. Habiendo actuado así, se hace feliz y satisfecho a sí mismo, comparte las riquezas y
realiza actos meritorios. Pero usa sus riquezas siendo atado a ellas, infatuado con ellas y ciegamente
absorto en ellas, no viendo el peligro que está en ellas ni comprendiendo el escape.
(10) “Además, hay otro que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas rectamente, sin
violencia. Habiendo actuado así, se hace feliz y satisfecho a sí mismo, comparte las riquezas y
realiza actos meritorios. Además, usa sus riquezas sin atarse a ellas, sin estar infatuado con ellas ni
ciegamente absorto en ellas, viendo el peligro que está en ellas y comprendiendo el escape.

[II. Evaluación]
[A. Aquellos que buscan las riquezas incorrectamente]
(1) “Hombre hogareño, aquel que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas
incorrectamente, por medio de la violencia, que no se hace feliz ni satisfecho a sí mismo, no
comparte las riquezas ni realiza actos meritorios, puede ser sometido a crítica bajo tres
fundamentos. El primer fundamento, bajo el cual puede ser sometido a crítica, es que busca las
riquezas incorrectamente, por medio de la violencia. El segundo fundamento, bajo el cual puede ser
sometido a crítica, es que no se hace feliz ni satisfecho a sí mismo. El tercer fundamento, bajo el
cual puede ser sometido a crítica, es que no comparte las riquezas ni realiza actos meritorios. Este
alguien, disfrutando de los placeres sensuales, puede ser sometido a crítica bajo estos tres
fundamentos.
(2) “Además, aquel que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas incorrectamente,
por medio de la violencia, que se hace feliz y satisfecho a sí mismo, pero no comparte las riquezas
ni realiza actos meritorios, puede ser sometido a crítica bajo dos fundamentos y sometido a alabanza
bajo uno. El primer fundamento, bajo el cual puede ser sometido a crítica, es que busca las riquezas
incorrectamente, por medio de la violencia. El fundamento bajo el cual puede ser sometido a
alabanza, es que se hace feliz y satisfecho a sí mismo. El segundo fundamento, bajo el cual puede
ser sometido a crítica, es que no comparte las riquezas ni realiza actos meritorios. Este alguien,
disfrutando de los placeres sensuales, puede ser sometido a crítica bajo estos dos fundamentos y
sometido a alabanza bajo uno.
(3) “Además, aquel que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas incorrectamente,
por medio de la violencia, que se hace feliz y satisfecho a sí mismo, comparte las riquezas y realiza
actos meritorios, puede ser sometido a crítica bajo un fundamento y sometido a alabanza bajo dos
fundamentos. El fundamento, bajo el cual puede ser sometido a crítica, es que busca las riquezas
incorrectamente, por medio de la violencia. El primer fundamento bajo el cual puede ser sometido a
alabanza, es que se hace feliz y satisfecho a sí mismo. El segundo fundamento, bajo el cual puede
ser sometido a alabanza, es que comparte las riquezas y realiza actos meritorios. Este alguien,
disfrutando de los placeres sensuales, puede ser sometido a crítica bajo un fundamento y sometido a
alabanza bajo dos fundamentos.

[B. Aquellos que buscan las riquezas recta e incorrectamente]


(4) “Además, hombre hogareño, aquel que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas
de las dos maneras: recta e incorrectamente, tanto por medio de la violencia como sin violencia, que
no se hace feliz ni satisfecho a sí mismo y no comparte las riquezas ni realiza actos meritorios,
puede ser sometido a alabanza bajo un fundamento y sometido a crítica bajo tres fundamentos. El
fundamento, bajo el cual puede ser sometido a alabanza, es que busca las riquezas rectamente, sin la
violencia. El primer fundamento, bajo el cual puede ser sometido a crítica, es que busca las riquezas
incorrectamente, por medio de la violencia. El segundo fundamento bajo el cual puede ser sometido
a crítica, es que no se hace feliz ni satisfecho a sí mismo. El tercer fundamento, bajo el cual puede
ser sometido a crítica, es que no comparte las riquezas ni realiza actos meritorios. Este alguien,
disfrutando de los placeres sensuales, puede ser sometido a alabanza bajo un fundamento y
sometido a crítica bajo tres fundamentos.
(5) “Además, aquel que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas de las dos maneras:
recta e incorrectamente, tanto por medio de la violencia como sin violencia, que se hace feliz y
satisfecho a sí mismo, pero no comparte las riquezas ni realiza actos meritorios, puede ser sometido
a alabanza bajo dos fundamentos y sometido a crítica bajo dos fundamentos. El primer fundamento,
bajo el cual puede ser sometido a alabanza, es que busca las riquezas rectamente, sin violencia. El
primer fundamento, bajo el cual puede ser sometido a crítica, es que busca las riquezas
incorrectamente, por medio de la violencia. El segundo fundamento bajo el cual puede ser sometido
a alabanza, es que se hace feliz y satisfecho a sí mismo. El segundo fundamento, bajo el cual puede
ser sometido a crítica, es que no comparte las riquezas ni realiza actos meritorios. Este alguien,
disfrutando de los placeres sensuales, puede ser sometido a alabanza bajo dos fundamentos y
sometido a crítica bajo dos fundamentos.
(6) “Además, hombre hogareño, aquel que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas
de las dos maneras: recta e incorrectamente, tanto por medio de la violencia como sin violencia, que
se hace feliz y satisfecho a sí mismo, comparte las riquezas y realiza actos meritorios, puede ser
sometido a alabanza bajo tres fundamentos y sometido a crítica bajo un fundamento. El primer
fundamento, bajo el cual puede ser sometido a alabanza, es que busca las riquezas rectamente, sin
violencia. El fundamento, bajo el cual puede ser sometido a crítica, es que busca las riquezas
incorrectamente, por medio de la violencia. El segundo fundamento bajo el cual puede ser sometido
a alabanza, es que se hace feliz y satisfecho a sí mismo. El tercer fundamento, bajo el cual puede ser
sometido a alabanza, es que comparte las riquezas y realiza actos meritorios. Este alguien,
disfrutando de los placeres sensuales, puede ser sometido a alabanza bajo tres fundamentos y
sometido a crítica bajo un fundamento.

[C. Aquellos que buscan las riquezas rectamente]


(7) “Además, hombre hogareño, aquel que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas
rectamente, sin violencia, que no se hace feliz ni satisfecho a sí mismo, no comparte las riquezas ni
realiza actos meritorios, puede ser sometido a alabanza bajo un fundamento y sometido a crítica
bajo dos fundamentos. El fundamento, bajo el cual puede ser sometido a alabanza, es que busca las
riquezas rectamente, sin violencia. El primer fundamento, bajo el cual puede ser sometido a crítica,
es que no se hace feliz ni satisfecho a sí mismo. El segundo fundamento, bajo el cual puede ser
sometido a crítica, es que no comparte las riquezas ni realiza actos meritorios. Este alguien,
disfrutando de los placeres sensuales, puede ser sometido a alabanza bajo un fundamento y
sometido a crítica bajo dos fundamentos.
(8) “Además, aquel que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas rectamente, sin
violencia, que se hace feliz y satisfecho a sí mismo, pero no comparte las riquezas ni realiza actos
meritorios, puede ser sometido a alabanza bajo dos fundamentos y sometido a crítica bajo un
fundamento. El primer fundamento, bajo el cual puede ser sometido a alabanza, es que busca las
riquezas rectamente, sin violencia. El segundo fundamento, bajo el cual puede ser sometido a
alabanza, es que se hace feliz y satisfecho a sí mismo. El fundamento, bajo el cual puede ser
sometido a crítica, es que no comparte las riquezas ni realiza actos meritorios. Este alguien,
disfrutando de los placeres sensuales, puede ser sometido a alabanza bajo dos fundamentos y
sometido a crítica bajo un fundamento.
(9) “Además, aquel que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas rectamente, sin
violencia, que se hace feliz y satisfecho a sí mismo, comparte las riquezas y realiza actos meritorios,
pero usa sus riquezas siendo atado a ellas, infatuado con ellas y ciegamente absorto en ellas, no
viendo el peligro que está en ellas ni comprendiendo el escape, puede ser sometido a alabanza bajo
tres fundamentos y sometido a crítica bajo un fundamento. El primer fundamento, bajo el cual
puede ser sometido a alabanza, es que busca las riquezas rectamente, sin violencia. El segundo
fundamento, bajo el cual puede ser sometido a alabanza, es que se hace feliz y satisfecho a sí
mismo. El tercer fundamento, bajo el cual puede ser sometido a alabanza, es que comparte las
riquezas y realiza actos meritorios. El fundamento bajo el cual puede ser sometido a crítica, es que
usa sus riquezas siendo atado a ellas, infatuado con ellas y ciegamente absorto en ellas, no viendo el
peligro que está en ellas ni comprendiendo el escape. Este alguien, disfrutando de los placeres
sensuales, puede ser sometido a alabanza bajo tres fundamentos y sometido a crítica bajo un
fundamento.
(10) “Además, hombre hogareño, aquel que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas
rectamente, sin violencia, que se hace feliz y satisfecho a sí mismo, comparte las riquezas y realiza
actos meritorios, usa sus riquezas no siendo atado a ellas, no estando infatuado con ellas ni
ciegamente absorto en ellas, viendo el peligro que está en ellas y comprendiendo el escape, puede
ser sometido a alabanza bajo cuatro fundamentos. El primer fundamento, bajo el cual puede ser
sometido a alabanza, es que busca las riquezas rectamente, sin violencia. El segundo fundamento,
bajo el cual puede ser sometido a alabanza, es que se hace feliz y satisfecho a sí mismo. El tercer
fundamento, bajo el cual puede ser sometido a alabanza, es que comparte las riquezas y realiza
actos meritorios. El cuatro fundamento bajo el cual puede ser sometido a alabanza, es que usa sus
riquezas no siendo atado a ellas, no estando infatuado con ellas ni ciegamente absorto en ellas,
viendo el peligro que está en ellas y comprendiendo el escape. Este alguien, disfrutando de los
placeres sensuales, puede ser sometido a alabanza bajo cuatro fundamentos.

[III. Conclusión]
“Estas son, hombre hogareño, las diez clases de personas que disfrutan de los placeres sensuales
que pueden ser halladas existiendo en el mundo. De estas diez, la mejor, la primera, le preeminente,
la suprema y la más elevada es aquella que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas
rectamente, sin violencia, que se hace feliz y satisfecha a sí misma, comparte las riquezas y realiza
actos meritorios, usa sus riquezas no siendo atada a ellas, no estando infatuada con ellas ni
ciegamente absorta en ellas, viendo el peligro que está en ellas y comprendiendo el escape. Al igual
que de una vaca proviene la leche, de la leche la cuajada, de la cuajada la manteca, de la manteca la
fina mantequilla ghee, de la fina mantequilla ghee la crema de la mantequilla ghee, la cual es
reconocida como la suprema entre todo ello, así también de estas diez clases de personas que
disfrutan de los placeres sensuales, la mejor, la primera, le preeminente, la suprema y la más
elevada es aquella que disfruta de los placeres sensuales buscando las riquezas rectamente, sin
violencia, que se hace feliz y satisfecha a sí misma, comparte las riquezas y realiza actos meritorios,
usa sus riquezas no siendo atada a ellas, no estando infatuada con ellas ni ciegamente absorta en
ellas, viendo el peligro que está en ellas y comprendiendo el escape”.

NOTA:
[1] Los subtítulos pertenecen a la edición de Bhikkhu Bodhi (2012) y se reproducen aquí para
facilitar la lectura.
El mismo autor señala que el patrón de lectura del material comprendido en este sutta puede tener
las tres siguientes variaciones: (i) cómo se adquieren la riquezas, sea incorrectamente, rectamente o
de las dos maneras; (ii) utilizadas o no por el beneficio de uno; y (iii) utilizadas o no en el beneficio
de otros. Las formas positivas de las tres variaciones se dividen luego en aquellos que se apegan a
sus riquezas y aquellos que no son apegados a ellas (cf. Bodhi, 2012, p. 1177).
AN 10,92 {17A10.2.5.2,92} Bhaya Sutta – El peligro

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• Laicos
• Entrada en la corriente (Sotapanna)

El Buda explica en qué consisten los cinco peligros y enemistades, los cuatro factores de alguien
que entra en la corriente y el método de los nobles.
[92] {92} Entonces, el hombre hogareño Anathapindika se acercó al Bienaventurado y, al llegar, le
rindió homenaje y se sentó a un lado. Estando sentado ahí, el Bienaventurado se dirigió a él con
estas palabras:
“Hombre hogareño, cuando el noble discípulo haya eliminado los cinco peligros y enemistades,
cuando posee los cuatro factores de la entrada en la corriente y cuando haya visto claramente y
penetrado a fondo con sabiduría el método de los nobles, entonces puede, si así lo desea, declarar de
sí mismo esto: ‘Soy uno que ha cortado con el infierno, con el renacimiento en los úteros de los
animales, con el plano de los espíritus hambrientos; soy uno que ha cortado con el derroche, con los
malos nacimientos y con la ruina. Soy el que entra-en-la-corriente, uno que ha superado la ruina y
se ha asegurado un destino hacia la Iluminación’.
“Ahora, hombre hogareño, ¿en qué consisten los cinco peligros y enemistades que han sido
eliminados?
“Cuando alguien, hombre hogareño, destruye la vida, entonces con la destrucción de la vida como
condición, crea el peligro y enemistad pertenecientes a esta vida, y peligro y enemistad
pertenecientes a las vidas futuras; y experimenta estados mentales de pena y desesperanza. Pero,
cuando alguien se abstiene de destruir la vida, entonces no crea semejante peligro ni enemistad,
pertenecientes a esta vida, tampoco crea ese peligro ni enemistad, pertenecientes a las vidas futuras;
no experimenta estados mentales de pena ni desesperanza. Para alguien que se abstiene de destruir
la vida, aquel peligro y enemistad se han eliminado.
“Cuando alguien, hombre hogareño, toma lo que no le ha sido dado… se entrega a las ilícitas
prácticas sexuales… dice mentiras… se deja estar bajo la influencia de los vinos, licores y bebidas
embriagantes, que son la base para la negligencia, entonces el hecho de dejarse estar influenciado
por los vinos, licores y bebidas embriagantes, que son la base para la negligencia como condición
crea el peligro y enemistad pertenecientes a esta vida, y peligro y enemistad pertenecientes a las
vidas futuras; y experimenta estados mentales de pena y desesperanza. Pero, cuando alguien se
abstiene de estar influenciado por los vinos, licores y bebidas embriagantes, que son la base para la
negligencia, entonces no crea semejante peligro ni enemistad, pertenecientes a esta vida, tampoco
crea ese peligro ni enemistad, pertenecientes a las vidas futuras; no experimenta estados mentales
de pena ni desesperanza. Para alguien que se abstiene de estar bajo la influencia de los vinos, licores
y bebidas embriagantes, que son la base para la negligencia, aquel peligro y enemistad se han
eliminado.
“En eso consisten los cinco peligros y enemistades que han de ser eliminados.”
“¿Y cuáles son los cuatro factores de la entrada a la corriente que posee?
“Este es el caso, hombre hogareño, del noble discípulo que posee una fe inquebrantable en el
Bienaventurado de esta manera: ‘Realmente, el Bienaventurado es un Arahant perfectamente
Iluminado, perfecto en sus acciones y el conocimiento, el Bienhechor, el conocedor del mundo,
insuperable amansador de hombres que han de ser amansados. Maestro de los devas y los seres
humanos, el Buda, el Bienaventurado’.
“También, posee una fe inquebrantable en el Dhamma de esta manera: ‘Este Dhamma está bien
expuesto por el Bienaventurado, puede ser conocido aquí y ahora, no está limitado por el tiempo,
sino que puede ser verificado, llevado a la práctica y el sabio lo puede realizar por sí mismo’.
“También, posee una fe inquebrantable en el Sangha de esta manera: ‘El Sangha de los discípulos
del Bienaventurado practica de buena manera, practica de manera recta, practica de manera
verdadera, Es decir, el Sangha de los discípulos del Bienaventurado se compone de cuatro pares de
personas, de ocho clases de individuos [1],por lo cual, el Sangha de los discípulos del
Bienaventurado es digno de recibir dádivas, digno de recibir hospitalidad, digno de recibir ofrendas,
digno de ser respetado y se convierte en un incomparable campo de méritos para el mundo’.
“También posee las virtudes que son apreciadas por los nobles: es inquebrantable, sin manchas, sin
impurezas, liberado, ponderado por los sabios, conducente hacia la concentración.
“Estos son los cuatro factores de la entrada a la corriente.
“¿Y cuál es el método de los nobles que el monje ha visto claramente y penetrado a fondo con
sabiduría?
“Este es el caso, hombre hogareño, del noble discípulo que reflexiona así: ‘Cuando esto existe,
aquello llega a ser. Con el surgimiento de esto, surge aquello. Cuando esto no existe, aquello no
llega a ser. Con el cese de esto, cesa aquello’.
“Es decir, con la ignorancia como condición, las formaciones volitivas [llegan a ser]; con las
formaciones volitivas como condición, la conciencia; con la conciencia como condición, nombre y
forma; con el nombre y forma como condición, la séxtuple base de los sentidos; con la séxtuple
base de los sentidos como condición, el contacto; con el contacto como condición, la sensación; con
la sensación como condición, la avidez; con la avidez como condición, el apego; con el apego como
condición, la existencia; con la existencia como condición, el nacimiento; con el nacimiento como
condición, la vejez y la muerte, la pena, el lamento, el dolor, el pesar y la desesperanza. Este es el
origen de toda esta gran masa de insatisfacción.
“Pero con la total desaparición y el cese de la ignorancia, llega el cese de las formaciones volitivas;
con el cese de las formaciones volitivas, llega el cese de la conciencia; con el cese de la conciencia,
llega el cese del nombre y forma; con el cese del nombre y forma, llega el cese de la séxtuple base
de los sentidos; con el cese de la séxtuple base de los sentidos, llega el cese del contacto; con el cese
del contacto, llega el cese de la sensación; con el cese de la sensación, llega el cese de la avidez; con
el cese de la avidez, llega el cese del apego; con el cese del apego, llega el cese de la existencia; con
el cese de la existencia, llega el cese del nacimiento; con el cese del nacimiento, llega el cese de la
vejez y la muerte, la pena, el lamento, el dolor, el pesar y la desesperanza. Este es el cese de toda
esta gran masa de la insatisfacción.
“Este es el método de los nobles que el monje ha visto claramente y penetrado a fondo con
sabiduría.
“Hombre hogareño, cuando el noble discípulo haya eliminado estos cinco peligros y enemistades,
cuando posee estos cuatro factores de la entrada en la corriente y cuando haya visto claramente y
penetrado a fondo con sabiduría este método de los nobles, entonces puede, si así lo desea, declarar
de sí mismo esto: ‘Soy uno que ha cortado con el infierno, con el renacimiento en los úteros de los
animales, con el plano de los espíritus hambrientos; soy uno que ha cortado con el derroche, con los
malos nacimientos y con la ruina. Soy el que entra-en-la-corriente, uno que ha superado la ruina y
se ha asegurado un destino hacia la Iluminación.’”

NOTA:
[1] Estos cuatro pares u ocho individuos son: (1a) el individuo en el camino de la entrada en la
corriente y (1b) el individuo que experimenta los frutos de la entrada a la corriente; (2a) el
individuo que está en el camino de un solo retorno y (2b) el individuo que experimenta los frutos de
un solo retorno; (3a) el individuo que está en el camino del no-retorno y (3b) el individuo que
experimenta los frutos del no-retorno; (4a) el individuo que está en el camino del estado de arahant
y (4b) el individuo que experimenta los frutos del estado de arahant.

AN 10,93 {17A10.2.5.3,93} Kimditthika Sutta – Creencias

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• Recta visión (Sammaditthi)

El hombre hogareño de nombre Anathapindika instruye a un grupo de ascetas errantes no budistas


sobre la naturaleza del recto entendimiento.
[93] {93} En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta del Parque
Anathapindika, cerca de Savatthi.
Entonces, el hombre hogareño Anathapindika salió de Savatthi en las primeras horas de la mañana
para visitar al Bienaventurado. Pero después se le ocurrió el siguiente pensamiento: “Este no es el
tiempo apropiado todavía para ver al Bienaventurado, pues aún está recluido. Tampoco es el tiempo
apropiado para ver a los monjes que son dignos de estima, pues ellos también todavía están
recluidos. ¿Qué tal si voy al parque donde moran los ascetas errantes de los otros credos?”
Así que el hombre hogareño Anathapindika se fue hacia parque donde moran los ascetas errantes de
los otros credos.
En esta ocasión, los ascetas errantes de los otros credos estaban sentados juntos en una gran
asamblea, haciendo un enorme griterío, hablando fuerte y ruidosamente sobre temas pueriles. Pero,
cuando visualizaron al hombre hogareño Anathapindika acercándose a este lugar, se aquietaron
unos a otros de la siguiente manera: “Señores, por favor, aquietaos. Señores, por favor, no hagáis
tanto ruido. He aquí, que viene acercándose a este lugar el hombre hogareño Anathapindika, quien
es el discípulo del asceta Gotama, uno de sus discípulos laicos vestidos de blanco que viven en
Savatthi. A estos venerables señores les gusta la quietud, ellos se disciplinan en la quietud y
recomiendan la quietud. Quizá, si encuentra a esta asamblea quieta, se le ocurra unirse a ella”.
Entonces, estos ascetas errantes llegaron a callarse.
Mientras tanto, el hombre hogareño Anathapindika se acercó a los ascetas errantes de los otros
credos e intercambió con ellos cordiales saludos. Cuando estos cordiales saludos y las amables
palabras de bienvenida llegaron a su fin, se sentó a un lado y los ascetas errantes le dijeron:
“Dinos, hombre hogareño, ¿cuáles son las creencias que sostiene el asceta Gotama?”
“Venerables Señores, en realidad no conozco enteramente las creencias que sostiene el
Bienaventurado”.
“Bueno, tú dices que no conoces enteramente las creencias que sostiene el asceta Gotama. Dinos,
entonces, ¿cuáles son las creencias que sostienen los monjes?”
“Venerables señores, en realidad tampoco conozco enteramente las creencias que sostienen los
monjes”.
“Bueno, tú dices que no conoces enteramente las creencias que sostiene el asceta Gotama y dices
que tampoco conoces enteramente las creencias que sostienen los monjes. Dinos, entonces, ¿cuáles
son las creencias que sostienes tú?”
“Esto, en realidad, no sería una tarea difícil, la de exponer a los venerables señores mis creencias.
Sin embargo, sería bueno que primero los venerables señores me expongan a mí sus propias
creencias. De esta manera, no me será una tarea difícil exponer después, a los venerables señores,
las mías.”
Cuando esto fue dicho, uno de los ascetas errantes dijo al hombre hogareño Anathapindika lo
siguiente: “El mundo es eterno; solamente ésta es la verdad y ninguna otra creencia tiene valor
alguno. Esta es la creencia que sostengo”.
Y otro de los ascetas errantes dijo al hombre hogareño Anathapindika lo siguiente: “El mundo no es
eterno; solamente ésta es la verdad y ninguna otra creencia tiene valor alguno. Esta es la creencia
que sostengo”.
Y otro de los ascetas errantes dijo al hombre hogareño Anathapindika lo siguiente: “El mundo es
finito… El mundo es infinito… El alma y el cuerpo son lo mismo… El alma es una cosa y el
cuerpo, otra… El Tathagata existe después de la muerte… El Tathagata no existe después de la
muerte… Después de la muerte, ocurren ambas cosas: el Tathagata existe y no existe… Después de
la muerte, no ocurre ninguna de estas dos cosas: el Tathagata ni existe ni no existe; solamente ésta
es la verdad y ninguna otra creencia tiene valor alguno. Esta es la creencia que sostengo”.
Cuando esto fue dicho, el hombre hogareño Anathapindika tomó la palabra y se dirigió a los ascetas
errantes de esta manera:
“Cuando aquel venerable señor dijo: ‘El mundo es eterno; solamente ésta es la verdad y ninguna
otra creencia tiene valor alguno. Esta es la creencia que sostengo’, esta creencia suya surgió a causa
de su inapropiada atención o por la influencia de alguien más. Semejante creencia llega a existir
como algo inventado, producido y originado en dependencia de algo externo. Y todo aquello que
llega a existir porque fue inventado, producido y originado en dependencia de algo externo, no es
permanente. Lo que no es permanente es doloroso. Por eso, aquel venerable señor se apegó a lo que
doloroso, este venerable señor se entregó a lo que es doloroso.
“Igualmente, cuando el otro venerable señor dijo: ‘El mundo no es eterno… El mundo es finito…
El mundo es infinito… El alma y el cuerpo son lo mismo… El alma es una cosa y el cuerpo, otra…
El Tathagata existe después de la muerte… El Tathagata no existe después de la muerte… Después
de la muerte, ocurren ambas cosas: el Tathagata existe y no existe… Después de la muerte, no
ocurre ninguna de estas dos cosas: el Tathagata ni existe ni no existe; solamente ésta es la verdad y
ninguna otra creencia tiene valor alguno. Este es el punto de vista que yo sostengo’, esta creencia
suya surgió a causa de su inapropiada atención o por la influencia de alguien más. Semejante
creencia llega a existir como algo inventado, producido y originado en dependencia de algo externo.
Y todo aquello que llega a existir porque fue inventado, producido y originado en dependencia de
algo externo, no es permanente. Lo que no es permanente es doloroso. Por eso, aquel venerable
señor se apegó a lo que doloroso, este venerable señor se entregó a lo que es doloroso.”
Cuando esto fue dicho, los ascetas errantes se dirigieron al hombre hogareño Anathapindika con
estas palabras:
“Bien, hombre hogareño, todos nosotros hemos expresado nuestras respectivas creencia. Dinos
ahora, ¿cuáles son tus propias creencias?”
“Todo lo que ha llegado a existir fue inventado, producido y originado en dependencia de algo
externo. Y todo aquello que llega a existir inventado, producido y originado en dependencia de algo
externo, no es permanente. Lo que no es permanente es doloroso. Lo que es doloroso no es mío,
esto no soy yo, ni esto es mi ser. Esta es la creencia que sostengo”.
“Pero, entonces, hombre hogareño, cuando tú dices que ‘Todo lo que ha llegado a existir fue
inventado… Lo que no es permanente es doloroso’, también te apegas a lo que es doloroso y te
entregas a lo que es doloroso.”
“Venerables señores, -todo lo que ha llegado a existir fue inventado, producido y originado en
dependencia de algo externo. Y todo aquello que llega a existir inventado, producido y originado en
dependencia de algo externo, no es permanente. Lo que no es permanente es doloroso. Lo que es
doloroso no es mío, esto no soy yo, ni esto es mi ser- habiendo visto esto con el recto
discernimiento y así cómo realmente es, también discierno el escape final de esto.”
Cuando esto fue dicho, los ascetas errantes guardaron silencio, permanecieron desconcertados,
sentados cabizbajos y con hombros caídos, decepcionados, sin encontrar palabra alguna para
responder.
Entonces, el hombre hogareño Anathapindika, viendo que los ascetas errantes guardaron silencio,
permanecieron desconcertados, sentados cabizbajos y con hombros caídos, decepcionados, sin
encontrar palabra alguna para responder, se levantó de ahí y fue junto al Bienaventurado. Al llegar
ahí, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Estando sentado, relató al Bienaventurado todo lo
ocurrido con los ascetas errantes de los otros credos. Acto seguido, el Bienaventurado dijo: “¡Bien
hecho, hombre hogareño! ¡Bien hecho, hombre hogareño! Es así, cómo debéis periódicamente
refutar a estos tontos confundidos con el Dhamma.”
Entonces, el Bienaventurado instruyó, instó, elevó y alegró al hombre hogareño Anathapindika con
la plática del Dhamma. Cuando el hombre hogareño Anathapindika llegó a ser instruido, urgido,
elevado y gozoso con la plática del Dhamma, se levantó de su asiento y, rindiendo homenaje al
Bienaventurado, salió de ahí cuidando que el Bienaventurado permanezca siempre a su mano
derecha.
No mucho tiempo después de que el hombre hogareño Anathapindika se hubo ido, el
Bienaventurado se dirigió a los monjes con estas palabras: “Monjes, hasta los monjes que han sido
plenamente ordenados en este Dhamma y Disciplina y tengan hasta 100 retiros de la época de
lluvias, deberían periódicamente refutar a los ascetas errantes de los otros credos, de la misma
manera que lo hizo el hombre hogareño Anathapindika”.

AN 10,95 {17A10.2.5.5,95} Uttiya Sutta – Uttiya

El Buda explica a un asceta errante del otro credo que su enseñanza no se ocupa de vanas
especulaciones metafísicas, sino del camino que conduce a la liberación. El sutta parece negar
también la divulgada opinión, según la cual, el Buda se propuso como meta la liberación de todos
los seres vivientes.
[95] {95} Entonces, el asceta errante Uttiya se acercó al Bienaventurado y al llegar, intercambió con
él cordiales saludos. Cuando terminó su amable charla de bienvenida, el asceta errante Uttiya se
sentó a un lado. Una vez sentado allí, dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, ¿es cierto que el mundo es eterno y que solamente esta es la verdad y ningún
otro punto de vista tiene valor alguno?”
“Uttiya, yo no he declarado que el mundo fuera eterno, que solamente esta fuera la verdad ni que
ningún otro punto de vista tuviera valor alguno”.
“Entonces, maestro Gotama, ¿es cierto que el mundo no es eterno y que solamente esta es la verdad
y ningún otro punto de vista tiene valor alguno?”
“Uttiya, yo tampoco he declarado que el mundo no fuera eterno, que solamente esta fuera la verdad
ni que ningún otro punto de vista tuviera valor alguno”.
“Entonces, maestro Gotama, ¿es cierto que el mundo es finito… que el mundo es infinito… que el
cuerpo y el alma son la misma cosa… que el alma es una cosa y el cuerpo otra… que el Tathagata
existe después de la muerte… que el Tathagata no existe después de la muerte… que el Tathagata
existe y no existe después de la muerte… que el Tathagata ni existe ni no existe después de la
muerte y que solamente esta es la verdad y ningún otro punto de vista tiene valor alguno?”
“Uttiya, yo tampoco he declarado que el Tathagata ni existiera ni no existiera después de la muerte,
que solamente esta fuera la verdad ni que ningún otro punto de vista tuviera valor alguno”
“Pero, maestro Gotama, al ser preguntado: ‘¿es cierto que el mundo es eterno y que solamente esta
es la verdad y ningún otro punto de vista tiene valor alguno?’, el maestro Gotama me respondió:
‘Uttiya, yo no he declarado que el mundo fuera eterno y que solamente esta fuera la verdad ni que
ningún otro punto de vista tuviera valor alguno’, al ser preguntado: ‘¿es cierto que el mundo no es
eterno y que solamente esta es la verdad y ningún otro punto de vista tiene valor alguno?”, el
maestro Gotama me respondió: ‘Uttiya, yo tampoco he declarado que el mundo no fuera eterno, que
solamente esta fuera la verdad ni que ningún otro punto de vista tuviera valor alguno’, al ser
preguntado: ¿es cierto que el mundo es finito… que el mundo es infinito… que el cuerpo y el alma
son la misma cosa… que el alma es una cosa y el cuerpo otra… que el Tathagata existe después de
la muerte… que el Tathagata no existe después de la muerte… que el Tathagata existe y no existe
después de la muerte… que el Tathagata ni existe ni no existe después de la muerte y que solamente
esta es la verdad y ningún otro punto de vista tiene valor alguno?’, el maestro Gotama me
respondió: ‘Uttiya, yo tampoco he declarado que el Tathagata ni existiera ni no existiera después de
la muerte, que solamente esta fuera la verdad ni que ningún otro punto de vista tuviera valor
alguno’, entonces, ¿existe cosa alguna que el maestro Gotama ha declarado?”
“Uttiya, habiéndolo plenamente conocido, enseño el Dhamma a mis discípulos para la purificación
de los seres, para la superación del dolor y el lamento, para la desaparición de la pena y la aflicción,
para el alcance del método correcto y la realización del Nibbana.”
“Si el maestro Gotama, habiéndolo plenamente conocido, enseña el Dhamma a sus discípulos para
la purificación de los seres, para la superación del dolor y el lamento, para la desaparición de la
pena y la aflicción, para el alcance del método correcto y la realización del Nibbana, dígame
entonces ¿será todo el mundo conducido a la liberación, o solamente la mitad del él o su tercera
parte?”
Cuando esto fue dicho, el Bienaventurado permaneció en silencio.
Entonces, el Venerable Ananda tuvo el siguiente pensamiento: “Ojala, el asceta Uttiya no adquiera
un errado punto de vista pensando: ‘Cuando le hice una pregunta que abarca el todo, el asceta
Gotama vaciló y no me respondió. Quizá, no fue capaz de hacerlo’. Semejante punto de vista podría
acarrear al asceta errante Uttiya muchas penas y sufrimiento por largo tiempo”. Así que, dijo a
Uttiya:
“En este caso, amigo Uttiya, te voy a dar un símil, ya que en muchas ocasiones, las personas
inteligentes pueden entender el significado de algo a través de un símil. Imagina las fronteras de una
ciudad real fuertemente aseguradas por muros y torres con una sola entrada. A través ella, un
inteligente, competente e idóneo portero deja entrar a los que conoce, pero prohíbe la entrada de
aquellos que no conoce. Recorriendo el camino que rodea la ciudad, él no ve quebradura alguna ni
abertura en la muralla, suficientemente grande, como para permitir la entrada, ni siquiera de un
gato. Aunque él no sabría cuántas criaturas vivientes entrasen y saliesen de la ciudad, sin embargo
podría estar seguro de que cualquier criatura grande que entrase y saliese de esta ciudad, solamente
entrase y saliese a través de esta puerta.
“De la misma manera, el Tathagata no se preocupa si todo el mundo, la mitad de él o su tercera
parte será liberada a través de su Dhamma. Pero está seguro de que todos aquellos que han sido
conducidos, están siendo conducidos o serán conducidos a la liberación del mundo, lo han hecho, lo
están haciendo o lo harán solamente después de haber abandonado los cinco impedimentos –
aquellas corrupciones mentales que debilitan la sabiduría-, después de haber establecido bien sus
mentes en los cuatro fundamentos de la atención consciente y después de haber desarrollado
plenamente los siete factores de la iluminación. Es solamente de esa manera que ellos han sido
liberados, están siendo liberados o van a ser liberados del mundo.
“Así que, esta pregunta que formulaste al Bienaventurado, ya ha sido previamente formulada de
otra manera [1]. Es por eso que el Bienaventurado no te ha respondido”.

NOTA:
[1] Thanissaro Bhikkhu explica que la pregunta: ‘¿será todo el mundo conducido a la liberación, o
solamente la mitad del él o su tercera parte?’ es una manera diferente de preguntar sobre si el
mundo es eterno o no.

AN 10,96 {17A10.2.5.6,96} Kokanuda Sutta – Kokanuda


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• Puntos de vista especulativos

El Venerable Ananda explica que la verdadera sabiduría no consiste en adherirse a un determinado


punto de vista especulativo.
[96] {96} En una ocasión, el Venerable Ananda estaba morando cerca de Rajagaha, en el Parque de
Tapoda. Entonces, cuando la noche estaba por terminar, el Venerable Ananda se levantó y entró en
el manantial caliente para bañar sus miembros. Habiendo bañado sus miembros y habiendo salido
de las aguas calientes, estaba vestido sólo con la ropa interior, esperando que se secaran sus
miembros.
Al mismo tiempo, el asceta errante Kokanuda cuando la noche estaba por terminar, se levantó y
también entró en el manantial caliente de Tapoda para bañar sus miembros. Entonces, al visualizar
al Venerable Ananda desde una cierta distancia le preguntó: “¿Quién eres tú, amigo?”
“Soy un monje, amigo”.
“¿Qué clase de monje?”
“Uno de los ascetas que son hijos de los Sakyas”
“Yo quisiera hacerte una pregunta acerca de un tema, si es que me des la oportunidad para escuchar
tu respuesta”.
“Procede con tu pregunta. Una vez que la escuche, voy a saber [si podré responderla].
“¿Cómo es esto amigo, sostienes el punto de vista, según el cual el mundo es eterno; solamente ésta
es la verdad y todo lo demás está equivocado?”
“No sostengo semejante punto de vista, amigo.”
“Entonces, ¿sostienes el punto de vista, según el cual el mundo no es eterno; solamente ésta es la
verdad y todo lo demás está equivocado?”
“No sostengo semejante punto de vista, amigo.”
“Entonces, ¿sostienes el punto de vista, según el cual el mundo es finito… el mundo es infinito… el
cuerpo y el alma son la misma cosa… el alma es una cosa y el cuerpo otra… el Tathagata existe
después de la muerte… el Tathagata no existe después de la muerte… el Tathagata existe y no existe
después de la muerte… el Tathagata ni existe ni no existe después de la muerte; solamente ésta es la
verdad y todo lo demás está equivocado?”
“No sostengo semejante punto de vista, amigo.”
“Pero, amigo, entonces ¿tú no ves ni conoces nada?”
“No, amigo; no es cierto que yo no vea ni conozca nada; yo sí veo y conozco”.
“Pero, amigo, al ser preguntado: ‘¿sostienes el punto de vista, según el cual el mundo es eterno;
solamente ésta es la verdad y todo lo demás está equivocado?`’, respondiste: ‘No sostengo
semejante punto de vista, amigo.’ Al ser preguntado: ‘Entonces, ¿sostienes el punto de vista, según
el cual el mundo no es eterno; solamente ésta es la verdad y todo lo demás está equivocado?’,
respondiste: ‘No sostengo semejante punto de vista, amigo.’ Al ser preguntado: ¿sostienes el punto
de vista, según el cual el mundo es finito… el Tathagata ni existe ni no existe después de la muerte;
solamente ésta es la verdad y todo lo demás está equivocado?’, respondiste: ‘No sostengo semejante
punto de vista, amigo.’ Y al ser preguntado: ‘Pero, amigo, entonces ¿tú no ves ni conoces nada?’,
respondiste: ‘No, amigo; no es cierto que yo no vea ni conozca nada; yo sí veo y conozco.’ ¿Cómo
entonces, amigo, debería entenderse esta declaración?”
“’El mundo es eterno; solamente ésta es la verdad y todo lo demás está equivocado’, este es amigo,
un punto de vista especulativo. ’El mundo no es eterno; solamente ésta es la verdad y todo lo demás
está equivocado’, este es amigo, un punto de vista especulativo. ’El mundo es finito… El mundo es
infinito… El cuerpo y el alma son la misma cosa… El alma es una cosa y el cuerpo otra… El
Tathagata existe después de la muerte… El Tathagata no existe después de la muerte… El Tathagata
existe y no existe después de la muerte… El Tathagata ni existe ni no existe después de la muerte;
solamente ésta es la verdad y todo lo demás está equivocado’, este es amigo, un punto de vista
especulativo.
“Con los especulativos puntos de vista sucede que, una vez fijados, se instalan en uno y uno pone su
confianza en ellos, luego hasta se obsesiona por ellos. Siendo que yo conozco la causa de la
aparición de estos puntos de vista y también el desarraigo de ellos, ¿por qué debería yo declarar que
no conozco ni veo nada? Pues, yo sí veo y conozco”.
“¿Cuál es tu nombre, amigo? ¿Cómo te llaman tus compañeros en esta vida santa?”
“Mi nombre es, Ananda, amigo y es así cómo me llaman mis compañeros en esta vida santa”.
“¿Cómo? ¡¿Estaba yo entonces hablando con un gran maestro sin darme cuenta de que se trataba
del Venerable Ananda?! Si yo hubiese reconocido al venerable Ananda, jamás lo examinaría de esta
manera: qué el venerable Ananda acepte mis disculpas, por favor”.

AN 10,97 Ahuneyya Sutta – Digno de dádivas


Aquellos que sobresalen en el aprendizaje y son bueno amigos y compañeros, obteniendo además
los tres verdaderos conocimientos, son considerados dignos de un respeto especial.

[97] “Monjes, poseyendo diez cualidades, un monje es digno de dádivas, digno de hospitalidad,
digno de ofrendas, digno de reverenciales saludos, y es un insuperable campo de méritos para el
mundo. Y, ¿cuáles son esas diez?
“He aquí, el monje es virtuoso; mora restringido por el Patimokkha, es poseedor de la buena
conducta y buenos recursos, viendo peligro en las faltas más diminutas. Habiéndose sometido a las
reglas de entrenamiento, se entrena en ellas.
“Además, él ha aprendido mucho, se acuerda de lo que aprendió y lo acumula. Aquellas enseñanzas
que son buenas en el principio, buenas en el medio y buenas al final, con el recto significado y
forma, que proclaman la vida espiritual perfectamente completa y pura: enseñanzas como estas él
las ha aprendido mucho, las retiene en la mente, las recita verbalmente, investiga mentalmente y las
penetra con la recta visión.
“Además, es un buen amigo, buen compañero, buen camarada.
“Además, sostiene un correcto punto de vista y tiene una correcta perspectiva.
“Además, ejerce varias clases de poderes espirituales: habiendo sido uno, llega a ser varios;
habiendo sido varios, llega a ser uno; aparece y desaparece; traspasa sin obstáculos una pared, un
cerco, una montaña como si traspasara el espacio; se zambulle en la tierra, como si fuera agua;
camina sobre el agua sin hundirse, como si fuera tierra; sentado, con las piernas cruzadas, viaja por
el espacio como una ave; con sus manos toca y acaricia la luna y el sol, poderosa y
majestuosamente; ejerce su dominio corporal incluso hasta donde llega el mundo del Brahma.
“Además, con el elemento del oído divino, que es purificado y sobrepasa el humano, escucha a
ambas clases de sonidos: los divinos y los humanos, aquellos que se generan lejos al igual que los
que están cerca.
“Además, entiende las mentes de otros seres y personas, habiéndolas abarcado con su propia mente.
Entiende la mente con pasión, como mente con pasión, y la mente sin pasión, como mente liberada
de la pasión; la mente con odio, como mente con odio, y la mente sin odio, como mente liberada del
odio; la mente con falsa ilusión, como mente con falsa ilusión, y la mente sin falsa ilusión, como
mente liberada de la falsa ilusión; la mente contraída, como mente contraída, y la mente distraída,
como mente distraída; la mente exaltada, como mente exaltada, y la mente no exaltada, como mente
no exaltada; la mente superable, como mente superable y la mente insuperable, como mente
insuperable; la mente concentrada, como mente concentrada y la mente desconcentrada, como
mente desconcentrada; la mente liberada, como mente liberada y la mente no liberada, como mente
no liberada.
“Además, recuerda sus múltiples vidas pasadas, es decir, un nacimiento, dos nacimientos, tres
nacimientos, cuatro nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, veinte nacimientos, treinta
nacimientos, cuarenta nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil nacimientos, cien
mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de expansión cósmica,
muchos eones de contracción y expansión cósmica: ‘Allí tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve
tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal el final de mi vida. Y
falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo allá. Y allí también tuve tal nombre, pertenecí a tal
clan, tuve tal apariencia. Tal era mi alimento, tal mi experiencia del placer y dolor, tal el final de mi
vida. Falleciendo desde aquel estado, surgí de nuevo allá’; recuerda así sus múltiples vidas pasadas,
en sus modos y detalles.
“Además, por medio del ojo divino, purificado y que supera al ojo humano, ve a los seres muriendo
y reapareciendo, y discierne cómo son inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y
desafortunados de acuerdo con su kamma: ‘Estos seres —quienes estaban dotados de una conducta
inapropiada de cuerpo, habla y mente, que insultaban a los Nobles, sostenían opiniones incorrectas
y emprendían acciones bajo la influencia de las opiniones incorrectas—, con la desintegración del
cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en el plano de la privación, en el destino incorrecto,
en los reinos inferiores, en el infierno. Pero estos seres —quienes estaban dotados de una conducta
apropiada de cuerpo, habla y mente, que no insultaban a los Nobles, que sostenían opiniones
correctas y emprendían acciones bajo la influencia de opiniones correctas—, con la desintegración
del cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en buenos destinos, incluso en el mundo
celestial’; así —por medio del ojo divino, purificado y que supera al ojo humano—ve a los seres
morir y reaparecer, y discierne cómo son inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y
desafortunados son, de acuerdo con su kamma.
“Además, con la destrucción de las impurezas, ha descubierto por sí mismo y en esta presente vida,
con el conocimiento directo, la inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la
sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece allí.
“Poseyendo estas diez cualidades, monjes, un monje es digno de dádivas, digno de hospitalidad,
digno de ofrendas, digno de reverenciales saludos, y es un insuperable campo de méritos para el
mundo”.

AN 10,99 {17A10.2.5.9,99} Upali Sutta – Upali

El curso gradual del entrenamiento monástico.

[99] {99} Entonces, el Venerable Upali se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a
un lado y le dijo: “Venerable Señor, me gustaría recurrir a moradas remotas en el bosque o en las
arboledas de la jungla”.
“Las moradas remotas en el bosque y las arboledas de la jungla, Upali, son difíciles de soportar. La
soledad es difícil de emprender y es difícil deleitarse en ella. Cuando uno está solo, el bosque se
roba la mente del monje que no aumenta su concentración. Para alguien que diga ‘yo todavía no
aumenté mi concentración, pero aún así recurriré a moradas remotas en el bosque y en las arboledas
de la jungla’, se puede esperar que vaya a hundirse o flotar.
“Imagina, Upali, a un gran lago y a un gran elefante de tamaño de siete u ocho de codos llevado allí
con este pensamiento: ‘Déjame entrar en este lago y lavar placenteramente mis orejas y lomo. Me
voy a bañar y tomar agua, luego voy a salir y partir adonde quiera’. Luego entra en el lago y lava
placenteramente sus orejas y lomo, se baña y toma agua, para finalmente salir y partir adonde
quiera. Y, ¿por qué así? Porque su gran cuerpo encuentra fundamento en la profundidad.
“Más tarde, Upali, una liebre o un gato, pasando por allí, piensa: ‘¿Por qué este elefante tendría que
ser diferente de mí mismo? También voy entrar en este lago y lavar placenteramente mis orejas y
lomo. Me voy a bañar y tomar agua, luego voy a salir y partir adonde quiera’. Acto seguido, sin
reflexionarlo mucho, precipitadamente entra al profundo lago. Entonces, se puede esperar que vaya
a hundirse o flotar. Y, ¿por qué así? Porque su pequeño cuerpo no encuentra fundamento en la
profundidad. De la misma manera, Upali, para alguien que diga ‘yo todavía no aumenté mi
concentración, pero aún así recurriré a moradas remotas en el bosque y en las arboledas de la
jungla’, se puede esperar que vaya a hundirse o flotar.
“Imagina también, Upali, a un joven muchacho acostado sobre su espalda, jugando con su propia
orina y heces. ¿Qué piensas, no sería ésta una forma totalmente tonta de diversión?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Pero y si, un tiempo más tarde, cuando aquel muchacho creciera y madurara en sus facultades, y
jugara los juegos típicos que los muchachos de su edad juegan —juegos con arados de juguete,
juegos de palo, saltos mortales, juegos con molinetes, juegos con
medidas hechas de las hojas, los juegos con carros de juguete, juegos con arcos de juguete—, ¿qué
piensas, no sería esta clase de diversión infinitamente mejor y sublime que la anterior?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Pero y si, aún más tarde, Upali, cuando aquel muchacho siguiera creciendo y madurando en sus
facultades, disfrutara y se involucrara con los cinco objetos de los placeres sensuales: con las
formas cognoscibles a través del ojo que son deseables, codiciables, agradables, placenteras,
conectadas con el placer sensual, apetecibles; con los sonidos cognoscibles a través del oído…
olores cognoscibles a través de la nariz… sabores cognoscibles a través de la lengua… objetos
táctiles cognoscibles a través del cuerpo que son deseables, codiciables, agradables, placenteras,
conectadas con el placer sensual, apetecibles; ¿qué piensas, no sería esta clase de diversión mejor
aún y más sublime que la anterior?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“He aquí, Upali, el Tathagata aparece en el mundo, realizado y completamente iluminado, perfecto
en comportamiento y conocimiento, Sublime, conocedor de los mundos, incomparable líder de
personas destinadas a ser dóciles, maestro de devas y seres humanos, iluminado, bendito. Habiendo
descubierto este mundo con sus dioses, sus Maras y Brahmas, con sus ascetas y brahmanes con el
conocimiento directo, se lo da de conocer luego a todas las personas. Enseña el Dhamma que es
agradable en el principio, agradable en el medio y agradable al final, con recto espíritu y letra; el
cual revela la vida santa perfecta y completamente pura.
“El hombre hogareño o su hijo, o cualquiera que haya nacido en algún otro clan escucha ese
Dhamma. Al escucharlo, adquiere fe en el Tathagata. Y una vez que esa fe se cimienta, se afianza y
persevera en ella, considera lo siguiente: ‘La vida del hogar es polvorienta y llena de gente, la vida
sin hogar amplia y abierta. No es sencillo, mientras se permanece viviendo dentro del clan, llevar
una vida santa completamente perfecta y pura. ¿Qué tal si corto mi cabello y barba, y habiéndome
envestido con el hábito amarillo, doy el paso de la vida hogareña a la vida sin hogar?’. Entonces,
habiendo cortado su cabello y barba, y habiéndose envestido con el hábito amarillo, abandonando
una pequeña o una gran fortuna, abandonando una pequeña o una enorme cantidad de familiares, da
el paso de la vida en el hogar a la vida sin hogar.
“Habiendo renunciado al hogar y las posesiones, lleva apropiadamente el modo de vida y
entrenamiento del monje: habiendo abandonado la destrucción de la vida, se abstiene de la matanza
de los seres vivos, se abstiene de toda forma de destrucción de la vida; dejando de lado las armas y
el garrote, es gentil y considerado, se mantiene lleno de compasión hacia todos los seres vivientes.
Abandonando el tomar lo que no le ha sido dado, se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado,
toma únicamente lo que le ha sido dado —esperando sólo ello— y, al no robar, permanece
purificado sin pensamientos del robo. Abandonando la sexualidad, observa los beneficios del
celibato. De esta manera, viviendo apartado de los deseos sensuales, se abstiene de los actos
sexuales, propios de las personas comunes.
“Abandonando la falsedad al hablar, se abstiene de decir mentiras; únicamente habla lo que es
verdad, se apega a los hechos, es digno de confianza y uno que no engaña al mundo. Abandonando
la maldad al hablar, se abstiene de la malicia en el habla; habiendo escuchado algo aquí se abstiene
de repetirlo allá, de esta manera renuncia a generar cismas y confrontaciones que dividan a las
personas; por el contrario, es alguien que se alegra en la concordia y busca la unión entre las
personas, promotor de la amistad, orador de frases que fomentan la hermandad. Abandonando la
frivolidad al hablar, enuncia palabras que son amables, que son agradables al oído, aquellas que
infunden amor y llegan al corazón, se expresa de manera cortés, con lo que es deseable por
muchos… lo que agrada a la mayoría. Abandonando el enredo y el chisme al hablar, se abstiene de
tomar parte en pláticas sin sentido, de esta forma habla únicamente lo que es un hecho, habla lo que
es bueno, habla de manera prudente y cuando es requerido, él instruye sobre el Dhamma y
Disciplina; con total prudencia, pronuncia aquello que es digno de recordar, que es razonable, que
lleva a la moderación y es beneficioso.
“Se abstiene de maltratar plantas y semillas. Únicamente come una vez al día, se abstiene de comer
en la noche, fuera del tiempo propicio. Se abstiene de bailar, cantar, de escuchar música o de ser
partícipe de cualquier acto de entretenimiento. Se abstiene de usar guirnaldas, de ungirse con
ungüentos, o de utilizar esencias o lociones. Se abstiene de sentarse en cojines elevados, además de
abstenerse de aceptar oro y plata. Se abstiene de aceptar grano entero… carne entera… mujeres…
hombres… esclavos… cabras u ovejas… aves o cerdos… elefantes… ganado… caballos o
yeguas… además, se abstiene de aceptar parcelas o tierras. Se abstiene de convertirse en mensajero.
Se abstiene de comprar y vender. Se abstiene de pesajes falsos, de falsificar medidas o de cualquier
tipo de transacción. Se abstiene de engañar, de hacer trampa, de defraudar o de aventajar a las
personas. También se abstiene de herir o de infligir daño a cualquier ser sintiente… de convertirse
en bandido, de asaltar y engendrar violencia.
“Se contenta con una vestimenta para cubrir su cuerpo y con la comida de las limosnas que le
mantienen con vida y, a donde quiera que va, únicamente lleva esto consigo. De la misma manera
que los pájaros sólo llevan sus alas como carga, así también, el monje se contenta únicamente con
estas dos cosas. Es así como poseyendo este agregado de noble virtud, experimenta en sí mismo una
felicidad que es intachable, una que está completamente libre de culpa.
“De esta manera, al observar una forma con el ojo no se apega a sus signos ni a sus características,
pues [sabe que] que si dejase la facultad de la vista desprotegida, los perjudiciales estados de
codicia o anhelo podrían invadir su mente; es así como practica la restricción al ver, es así como
guarda la facultad del ojo, es así como limita la influencia de la facultad del ojo. Al escuchar un
sonido con el oído… al oler un olor con la nariz… al probar un sabor con la lengua… al tocar un
objeto con el cuerpo… al reconocer un objeto con la mente, bajo ninguna circunstancia se adhiere a
sus signos y características, pues si llegara a hacerlo, los perjudiciales estados de codicia y anhelo
podrían invadir su mente… Poseyendo estas nobles restricciones sobre sus facultades, experimenta
en sí mismo una felicidad que es inmaculada.
“Se convierte en alguien que actúa con clara comprensión, tanto cuando va hacia delante como
hacia atrás; alguien que actúa con clara comprensión cuando mira hacia delante como cuando mira
en otras direcciones; alguien que actúa con clara comprensión cuando flexiona y extiende sus
extremidades; alguien que actúa con clara comprensión cuando se viste con su manto interior y
cuando se viste con su manto exterior; alguien que actúa con clara comprensión cuando lleva su
cuenco, cuando come, cuando bebe, cuando degusta o consume el alimento; alguien que actúa con
clara comprensión cuando defeca u orina; alguien que actúa con clara comprensión cuando camina,
cuando está de pie, cuando está sentado, cuando comienza a quedarse dormido, cuando se levanta,
cuando habla y cuando se queda callado.
“Es así como, poseyendo este agregado de noble virtud, estas nobles restricciones sobre sus
facultades y poseyendo esta noble atención consciente y clara comprensión, el monje recurre a un
lugar apartado: al bosque, al pie de un árbol, una montaña, un barranco, el interior de una cueva, un
cementerio, en medio de la selva, un espacio abierto o un montón de paja.
“Y, habiendo ido al bosque, al pie de un árbol o a una choza vacía, se sienta, cruzando las piernas y
con su cuerpo erguido establece la atención delante de él. Habiendo abandonado la codicia y el
anhelo por el mundo, permanece con una mente libre de obstrucciones; así purifica su mente de
impedimentos. Habiendo abandonado la mala voluntad y el odio, permanece con una mente
compasiva por el bienestar de todos los seres vivientes; así purifica su mente de impedimentos.
Habiendo abandonado la pereza y apatía, permanece libre de obstrucciones, percibiendo la luz,
totalmente consciente y despierto; así purifica su mente de impedimentos. Habiendo abandonado la
inquietud y el remordimiento, permanece en calma con una mente pacífica hacia el interior; así
purifica su mente de impedimentos. Habiendo abandonado la duda, permanece lejos de ella, sin
perplejidad acerca de lo que es beneficioso; así purifica su mente de impedimentos.
“Habiendo abandonado estos cinco obstáculos, imperfecciones de la mente que debilitan la
sabiduría, apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales estados, el monje entra y
permanece en el primer jhana, el cual está acompañado del pensamiento aplicado y sostenido, con
felicidad y placer nacidos de la reclusión. ¿Qué piensas, no sería esta clase de morada aún mejor y
más sublime que estas anteriores?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Es cuando ven esas cualidades dentro de ellos mismo, Upali, que mis discípulos recurren a
moradas remotas en el bosque y en las arboledas de la jungla. Pero todavía no han alcanzado su
meta.
“De nuevo, Upali, dejando atrás el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el
segundo jhana, el cual está acompañado de la confianza interior y la unificación de la mente,
arrobamiento y placer nacidos de la concentración. ¿Qué piensas, no sería esta clase de morada aún
mejor y más sublime que estas anteriores?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Es cuando ven esas cualidades dentro de ellos mismo, Upali, que mis discípulos recurren a
moradas remotas en el bosque y en las arboledas de la jungla. Pero todavía no han alcanzado su
meta.
“De nuevo, Upali, con el desvanecimiento del arrobamiento, con la mente plenamente consciente,
aun siendo sensible al placer con el cuerpo, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles
declaran: ‘Ecuánime y plenamente consciente, tiene una morada agradable’. ¿Qué piensas, no sería
esta clase de morada aún mejor y más sublime que estas anteriores?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Es cuando ven esas cualidades dentro de ellos mismo, Upali, que mis discípulos recurren a
moradas remotas en el bosque y en las arboledas de la jungla. Pero todavía no han alcanzado su
meta.
“De nuevo, Upali, con el abandono del placer y el dolor, y con la previa desaparición de la alegría y
abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, el cual viene acompañado de la purificación de la
atención consciente por medio de la ecuanimidad. ¿Qué piensas, no sería esta clase de morada aún
mejor y más sublime que estas anteriores?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Es cuando ven esas cualidades dentro de ellos mismo, Upali, que mis discípulos recurren a
moradas remotas en el bosque y en las arboledas de la jungla. Pero todavía no han alcanzado su
meta.
“De nuevo, Upali, con la superación total de las percepciones de las formas, con la desaparición de
la afectación sensorial, con la desatención a la percepción de la diversidad, [percibiendo que] ‘el
espacio es infinito’, entra y permanece en la base de la infinitud del espacio. ¿Qué piensas, no sería
esta clase de morada aún mejor y más sublime que estas anteriores?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Es cuando ven esas cualidades dentro de ellos mismo, Upali, que mis discípulos recurren a
moradas remotas en el bosque y en las arboledas de la jungla. Pero todavía no han alcanzado su
meta.
“De nuevo, Upali, con la superación total de la base de la infinitud del espacio, [percibiendo que]
‘la conciencia es infinita’, entra y permanece en la base de la infinitud de la conciencia. ¿Qué
piensas, no sería esta clase de morada aún mejor y más sublime que estas anteriores?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Es cuando ven esas cualidades dentro de ellos mismo, Upali, que mis discípulos recurren a
moradas remotas en el bosque y en las arboledas de la jungla. Pero todavía no han alcanzado su
meta.
“De nuevo, Upali, con la superación total de la base de la infinitud de la conciencia, [percibiendo
que] ‘he aquí no hay nada’, entra y permanece en la base de la nada. ¿Qué piensas, no sería esta
clase de morada aún mejor y más sublime que estas anteriores?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Es cuando ven esas cualidades dentro de ellos mismo, Upali, que mis discípulos recurren a
moradas remotas en el bosque y en las arboledas de la jungla. Pero todavía no han alcanzado su
meta.
“De nuevo, Upali, con la superación total de la base de la nada, entra y permanece en la base de la
ni-percepción-ni-no-percepción. ¿Qué piensas, no sería esta clase de morada aún mejor y más
sublime que estas anteriores?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Es cuando ven esas cualidades dentro de ellos mismo, Upali, que mis discípulos recurren a
moradas remotas en el bosque y en las arboledas de la jungla. Pero todavía no han alcanzado su
meta.
“De nuevo, Upali, con la superación total de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, entra y
permanece en el cese de la percepción y sensación. Y habiéndolo visto con sabiduría, sus impurezas
son totalmente destruidas. ¿Qué piensas, no sería esta clase de morada aún mejor y más sublime que
estas anteriores?”.
“Sí, Venerable Señor”.
“Es cuando ven esas cualidades dentro de ellos mismo, Upali, que mis discípulos recurren a
moradas remotas en el bosque y en las arboledas de la jungla. Y ellos permanecen habiendo
alcanzado su meta.
“Ve, Upali, mora dentro del Sangha. Morando dentro del Sangha estarás a gusto”.

AN 10,101 Samanasanna Sutta – Las percepciones de un


asceta

Tres percepciones ascéticas conducen a la realización de siete cosas.

[101] “Monjes, cuando se desarrollan y cultivan estas tres percepciones de un asceta, las mismas
realizan siete cosas. Y, ¿cuáles son esas tres?
“He entrado bajo la condición sin clases; mi vida depende de otros; mi conducta debe ser diferente.
Cuando se desarrollan y cultivan estas tres percepciones de un asceta, las mismas realizan siete
cosas. Y, ¿cuáles son esas siete?
“Uno se comporta y actúa, consistentemente, de acuerdo con la conducta virtuosa. Uno está sin
añoranza, sin animadversión, sin arrogancia. Uno es deseoso del entrenamiento. Uno usa los
requisitos para mantener su vida con la conciencia de su propósito. Uno es enérgico. Cuando se
desarrollan y cultivan estas tres percepciones de un asceta, las mismas realizan estas siete cosas”.
AN 10,102 Bojjhanga Sutta – Factores de iluminación

Los siete factores de iluminación realizan los tres verdaderos conocimientos.

[102] “Monjes, cuando se desarrollan y cultivan estos siete factores de iluminación, los mismos
realizan los tres verdaderos conocimientos. Y, ¿cuáles son esos siete?
“El factor de iluminación de la atención consciente, el factor de iluminación de la discriminación de
los fenómenos, el factor de iluminación de la energía, el factor de iluminación del arrobamiento, el
factor de iluminación de la tranquilidad, el factor de iluminación de la concentración, el factor de
iluminación de la ecuanimidad. Cuando se desarrollan y cultivan estos siete factores de iluminación,
los mismos realizan los tres verdaderos conocimientos. Y, ¿cuáles son esos tres?
“He aquí, el monje recuerda sus múltiples vidas pasadas, es decir, un nacimiento, dos
nacimientos… Así recuerda sus múltiples vidas pasadas con sus aspectos y detalles.
“Con el ojo divino, que es purificado y supera el humano… entiende cómo va a los seres de acuerdo
con su kamma.
“Con la destrucción de sus contaminaciones, ha descubierto por sí mismo, mediante el
conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, la liberación a
través de la sabiduría y, habiendo entrado en ella, permanece allí.
“Monjes, cuando se desarrollan y cultivan estos siete factores de iluminación, los mismos realizan
estos tres verdaderos conocimientos”.

AN 10,103 Micchatta Sutta – Conducta errónea

El Buda asignó al recto punto de vista el primer lugar, no solamente entre los factores del Noble
Óctuple Sendero, sino también entre las diez clases de rectitud.

[103] “Monjes, por causa de la conducta errónea, he aquí hay fracaso, no éxito. Y, ¿cómo es,
monjes, que por causa de la conducta errónea, he aquí hay fracaso, no éxito?
“En alguien de erróneo punto de vista, se origina la errónea intención. En alguien de errónea
intención, se origina la errónea forma de hablar. En alguien de errónea forma de hablar, se origina la
errónea acción. En alguien de errónea acción, se origina la errónea forma de vida. En alguien de
errónea forma de vida, se origina el erróneo esfuerzo. En alguien de erróneo esfuerzo, se origina la
errónea atención consciente. En alguien de errónea atención consciente, se origina la errónea
concentración. En alguien de errónea concentración, se origina el erróneo conocimiento. En alguien
de erróneo conocimiento, se origina la errónea liberación.
“De esta manera, monjes, por causa de la conducta errónea, he aquí hay fracaso, no éxito.
“Monjes, por causa de la recta conducta, he aquí hay éxito, no fracaso. Y, ¿cómo es, monjes, que
por causa de la recta conducta, he aquí hay éxito, no fracaso?
“En alguien de recto punto de vista, se origina la recta intención. En alguien de recta intención, se
origina la recta forma de hablar. En alguien de recta forma de hablar, se origina la recta acción. En
alguien de recta acción, se origina la recta forma de vida. En alguien de recta forma de vida, se
origina el recto esfuerzo. En alguien de recto esfuerzo, se origina la recta atención consciente. En
alguien de recta atención consciente, se origina la recta concentración. En alguien de recta
concentración, se origina el recto conocimiento. En alguien de recto conocimiento, se origina la
recta liberación.
“De esta manera, monjes, por causa de la recta conducta, he aquí hay éxito, no fracaso”.

AN 10,104 Bija Sutta – Una semilla

A través de dos elocuentes símiles, el Buda explica por qué para las personas que recorren un
camino equivocado todo desemboca en el mal y viceversa.

[104] “Monjes, para una persona de incorrecto punto de vista, de incorrecta intención, incorrecta
forma de hablar, incorrecta acción, incorrecta forma de vida, incorrecto esfuerzo, incorrecta
atención consciente, incorrecta concentración, incorrecto conocimiento e incorrecta liberación,
cualquier kamma corporal, kamma verbal o kamma mental que realiza y emprende de acuerdo con
aquel punto de vista, y cualquier volición, anhelo, inclinación o actividades volitivas, todos
conducen a lo indeseado, a lo no anhelado, al perjuicio y la insatisfacción. Y, ¿por qué así? Porque
aquel punto de vista es malo.
“Imaginad, monjes, la semilla de margosa —pepino amargo o calabaza amarga― plantada en un
suelo húmedo: cualquier nutriente que tomase del suelo y del agua desembocaría en su sabor
amargo y desagradable. Y, ¿por qué así? Porque la semilla es mala. De la misma manera, monjes,
para una persona con el incorrecto punto de vista… incorrecta liberación, cualquier kamma
corporal, kamma verbal o kamma mental que realiza y emprende de acuerdo con aquel punto de
vista, y cualquier volición, anhelo, inclinación o actividades volitivas, todos conducen a lo
indeseado, a lo desagradable, al perjuicio y sufrimiento. Y, ¿por qué así? Porque aquel punto de
vista es malo.
“Monjes, para una persona de recto punto de vista, de recta intención, recta forma de hablar, recta
acción, recta forma de vida, recto esfuerzo, recta atención consciente, recta concentración, recto
conocimiento y recta liberación, cualquier kamma corporal, kamma verbal o kamma mental que
realiza y emprende de acuerdo con aquel punto de vista, y cualquier volición, anhelo, inclinación o
actividades volitivas, todos conducen a lo deseado, lo anhelado, lo agradable, lo bien hecho y a la
felicidad. Y, ¿por qué así? Porque aquel punto de vista es bueno.
“Imaginad, monjes, la semilla de caña de azúcar —arroz de la colina o uva― plantada en un suelo
húmedo: cualquier nutriente que tomase del suelo y del agua desembocaría en su sabor dulce,
agradable y deleitoso. Y, ¿por qué así? Porque la semilla es buena. De la misma manera, monjes,
para una persona con el recto punto de vista… recta liberación, cualquier kamma corporal, kamma
verbal o kamma mental que realiza y emprende de acuerdo con aquel punto de vista, y cualquier
volición, anhelo, inclinación o actividades volitivas, todos conducen a lo deseado, lo anhelado, lo
agradable, lo bien hecho y a la felicidad”.

AN 10,105 Vijja Sutta – Verdadero conocimiento

A partir del recto o incorrecto punto de vista se originan los demás nueve factores perjudiciales o
beneficiosos, culminando, en este segundo caso, con el recto conocimiento y la recta liberación.

[105] “Monjes, la ignorancia —acompañada por la desvergüenza moral y falta de temor moral— es
la precursora en entrar bajo las cualidades perjudiciales. En una persona tonta, inmersa en la
ignorancia, se origina el erróneo punto de vista. En alguien de erróneo punto de vista, se origina la
errónea intención. En alguien de errónea intención, se origina la errónea forma de hablar. En alguien
de errónea forma de hablar, se origina la errónea acción. En alguien de errónea acción, se origina la
errónea forma de vida. En alguien de errónea forma de vida, se origina el erróneo esfuerzo. En
alguien de erróneo esfuerzo, se origina la errónea atención consciente. En alguien de errónea
atención consciente, se origina la errónea concentración. En alguien de errónea concentración, se
origina el erróneo conocimiento. En alguien de erróneo conocimiento, se origina la errónea
liberación.
“Monjes, el verdadero conocimiento —acompañado por el sentido de vergüenza moral y temor
moral— es el precursor en entrar bajo las cualidades beneficiosas. En una persona sabia que alcanzó
el verdadero conocimiento, se origina el recto punto de vista. En alguien de recto punto de vista, se
origina la recta intención. En alguien de recta intención, se origina la recta forma de hablar. En
alguien de recta forma de hablar, se origina la recta acción. En alguien de recta acción, se origina la
recta forma de vida. En alguien de recta forma de vida, se origina el recto esfuerzo. En alguien de
recto esfuerzo, se origina la recta atención consciente. En alguien de recta atención consciente, se
origina la recta concentración. En alguien de recta concentración, se origina el recto conocimiento.
En alguien de recto conocimiento, se origina la recta liberación”.

AN 10,113 {17A10.3.2.1,113} Pathamaadhamma Sutta –


Primer discurso sobre el no-dhamma
El Dhamma y el no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.

[113] {113} “Monjes, lo que es el no-dhamma y lo dañino debe ser comprendido, y lo que es el
Dhamma y lo beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo que es el no-
dhamma y lo dañino, y lo que es el Dhamma y lo beneficioso, uno debe practicar en concordancia
con lo que es el Dhamma y lo beneficioso.
“Y, ¿qué es, monjes, el no-dhamma y lo dañino? El incorrecto punto de vista, la incorrecta
intención, la incorrecta forma de hablar, la incorrecta acción, la incorrecta forma de vida, el
incorrecto esfuerzo, la incorrecta atención consciente, la incorrecta concentración, la incorrecta
sabiduría y la incorrecta liberación. Esto es, monjes, lo que se llama el no-dhamma y lo dañino.
“Y, ¿qué es, monjes, el Dhamma y lo beneficioso? El recto punto de vista, la recta intención, la
recta forma de hablar, la recta acción, la recta forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención
consciente, la recta concentración, la recta sabiduría y la recta liberación. Esto es, monjes, lo que se
llama el Dhamma y lo beneficioso.
“Cuando se dijo: ‘Monjes, lo que es el no-dhamma y lo dañino debe ser comprendido, y lo que es el
Dhamma y lo beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo que es el no-
dhamma y lo dañino, y lo que es el Dhamma y lo beneficioso, uno debe practicar en concordancia
con lo que es el Dhamma y lo beneficioso’, con referencia a esto se lo ha dicho”.

AN 10,114 {17A10.3.2.2,114} Dutiyaadhamma Sutta – Segundo


discurso sobre el no-dhamma

El Dhamma y el no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.

[114] {114} “Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser comprendido, y lo
que es dañino y lo que es beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo que
es el no-dhamma y lo que es el Dhamma, y lo que es dañino y lo que es beneficioso, uno debe
practicar en concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es beneficioso.
“Y, ¿qué es, monjes, el no-dhamma y qué es el Dhamma? Y, ¿qué es lo dañino y qué es lo
beneficioso? El incorrecto punto de vista es el no-dhamma; el recto punto de vista es el Dhamma.
Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con el incorrecto punto de vista
como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo del recto punto de vista como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta intención es el no-dhamma; la recta intención es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta intención como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta
intención como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta forma de hablar es el no-dhamma; la recta forma de hablar es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta forma de hablar
como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo de la recta forma de hablar como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta acción es el no-dhamma; la recta acción es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta acción como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta acción
como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta forma de vida es el no-dhamma; la recta forma de vida es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta forma de vida como
condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo de la recta forma de vida como condición, son beneficiosos.
“El incorrecto esfuerzo es el no-dhamma; el recto esfuerzo es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con el incorrecto esfuerzo como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo del recto esfuerzo
como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta atención consciente es el no-dhamma; la recta atención consciente es el Dhamma.
Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta atención
consciente como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud
mediante el desarrollo de la recta atención consciente como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta concentración es el no-dhamma; la recta concentración es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta concentración como
condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo de la recta concentración como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta sabiduría es el no-dhamma; la recta sabiduría es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta sabiduría como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta
sabiduría como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta liberación es el no-dhamma; la recta liberación es el Dhamma. Los numerosos malos
y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta liberación como condición, son
dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta
liberación como condición, son beneficiosos.
“Cuando se dijo: ‘Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser comprendido, y
lo que es dañino y lo que es beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo
que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma, y lo que es dañino y lo que es beneficioso, uno debe
practicar en concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es beneficioso’, con referencia a esto
se lo ha dicho”.

AN 10,115 {17A10.3.2.3,115} Tatiyaadhamma Sutta – Tercer


discurso sobre el no-dhamma

El Dhamma y el no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.

[115] {115} “Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser comprendido, y lo
que es dañino y lo que es beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo que
es el no-dhamma y lo que es el Dhamma, y lo que es dañino y lo que beneficioso, uno debe
practicar en concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es beneficioso”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Habiendo dicho esto, el Sublime se levantó de su asiento y
entró en su morada. Acto seguido, los monjes consideraron esto: “Amigos, el Bienaventurado nos
enseñó este breve resumen: ‘Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser
comprendido… uno debe practicar en concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es
beneficioso’. Luego se levantó de su asiento y entró en su morada sin habernos expuesto el
significado detallado de esto. Ahora bien, ¿quién podría explicarnos el significado detallado de
esto?”. Entonces se les ocurrió esto: “El Venerable Ananda es alabado por el Maestro y estimado
por sus sabios compañeros monjes; es capaz de exponer el significado detallado de este breve
resumen. Acerquémonos al Venerable Ananda y preguntémosle por el significado de esto. Así
retendremos en nuestras mentes lo que él nos va a explicar”.
Acto seguido, aquellos monjes se acercaron al Venerable Ananda e intercambiaron con él cordiales
saludos; luego se sentaron a un lado y le dijeron: “Amigo Ananda, el Bienaventurado nos enseñó
este breve resumen […], luego se levantó de su asiento y entró en su morada sin habernos expuesto
el significado detallado de esto. Acto seguido consideramos esto: 'Amigos, el Bienaventurado nos
enseñó este breve resumen […] Acerquémonos el Venerable Ananda y preguntémonos por el
significado de esto. Así retendremos en nuestras mentes lo que él nos va a explicar'”.
[El Venerable Ananda respondió:] “Amigos, esto es como si un hombre que necesitase duramen,
que buscase el duramen y vagase en busca de duramen, dejara de largo la raíz y el tronco de un
árbol con abundante duramen, pensando que el mismo se encontrará entre las ramas y el follaje. Así
lo hicisteis vosotros. Mientras estabais frente a frente con el Maestro, lo dejasteis, pensando
preguntarme a mí acerca del significado de esto. Amigos, porque conociendo, el Bienaventurado
conoce y, viendo, ve; él ha llegado a ser la visión, ha llegado a ser el conocimiento, ha llegado a ser
el Dhamma, ha llegado a ser Brahma; ha llegado a ser el expositor, el que proclama y dilucida el
significado, el dador de lo inmortal, el señor del Dhamma, el Tathagata. Este era el tiempo en el
cual debisteis acercaros al Bienaventurado y preguntarle acerca de este significado. Debisteis
retenerlo en vuestras mentes así como él os lo hubiese explicado”.
“Ciertamente, amigo Ananda, conociendo, el Bienaventurado conoce y viendo, ve… el Tathagata.
Este era el tiempo, en el cual debimos acercarnos al Bienaventurado y preguntarle acerca de este
significado. Debimos retenerlo en nuestras mentes así como él nos lo hubiese explicado. Aún así, el
Venerable Ananda es alabado por el Maestro y estimado por sus sabios compañeros monjes; es
capaz de exponer el significado detallado de este breve resumen. Que el Venerable Ananda nos lo
exponga sin molestias, por favor”.
“Entonces, amigos, escuchad y prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, amigo”, respondieron aquellos monjes y el Venerable Ananda continuó:
“Amigos, el Bienaventurado os enseñó este breve resumen sin exponeros su significado detallado:
‘Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser comprendido, y lo que es dañino
y lo que es beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo que es el no-
dhamma y lo que es el Dhamma, y lo que es dañino y lo que beneficioso, uno debe practicar en
concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es beneficioso’. Y, ¿qué es, amigos, el no-dhamma
y qué es el Dhamma? ¿Qué es lo dañino y qué es lo beneficioso?
“El incorrecto punto de vista es el no-dhamma; el recto punto de vista es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con el incorrecto punto de vista como
condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo del recto punto de vista como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta intención es el no-dhamma; la recta intención es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta intención como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta
intención como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta forma de hablar es el no-dhamma; la recta forma de hablar es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta forma de hablar
como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo de la recta forma de hablar como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta acción es el no-dhamma; la recta acción es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta acción como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta acción
como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta forma de vida es el no-dhamma; la recta forma de vida es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta forma de vida como
condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo de la recta forma de vida como condición, son beneficiosos.
“El incorrecto esfuerzo es el no-dhamma; el recto esfuerzo es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con el incorrecto esfuerzo como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo del recto esfuerzo
como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta atención consciente es el no-dhamma; la recta atención consciente es el Dhamma.
Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta atención
consciente como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud
mediante el desarrollo de la recta atención consciente como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta concentración es el no-dhamma; la recta concentración es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta concentración como
condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo de la recta concentración como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta sabiduría es el no-dhamma; la recta sabiduría es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta sabiduría como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta
sabiduría como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta liberación es el no-dhamma; la recta liberación es el Dhamma. Los numerosos malos
y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta liberación como condición, son
dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta
liberación como condición, son beneficiosos.
“Amigos, es de esta manera que entiendo el significado detallado del breve resumen del
Bienaventurado. Ahora bien, si deseáis, podéis ir junto al Bienaventurado para preguntarle acerca
del significado de esto. Luego debéis retener en vuestras mentes lo que el Bienaventurado os va a
explicar”.
“Sí, amigo”, respondieron aquellos monjes y, habiéndose deleitado y regocijado en las palabras del
Venerable Ananda, se levantaron de sus asientos y se fueron junto al Bienaventurado. Después de
haberle rendido homenaje, se sentaron a un lado y le dijeron:
“Venerable Señor... [los monjes narran toda la historia al Bienaventurado, agregando:]. Entonces,
Venerable Señor, nos acercamos al Venerable Ananda y le preguntamos acerca de este significado.
Y el Venerable Ananda nos expuso el significado de esto, de estas maneras, con estos términos y
estas frases”.
“¡Bien, muy bien, monjes! Ananda es sabio. Ananda posee una gran sabiduría. Si vosotros os
hubieseis acercado a mí, preguntando por el significado de esto, os lo hubiese explicado
exactamente de la misma manera que lo hizo Ananda. Este es el significado de eso y así lo debéis
retener en vuestras mentes”.

AN 10,116 {17A10.3.2.4,116} Ajita Sutta – Ajita

El Dhamma y el no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.

[116] {116} Entonces, el asceta errante Ajita se acercó al Bienaventurado e intercambió con él
cordiales saludos. Una vez concluidos sus amables saludos y palabras de bienvenida, se sentó a un
lado y dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, tengo a un compañero asceta de nombre Pandita. Él había enseñado quinientos
argumentos, a través de los cuales, aquellos de los otros credos cuando fueron refutados sabían:
‘Hemos sido refutados’”.
Entonces, el Bienaventurado se dirigió a los monjes: “¿Os acordáis, monjes, del caso de Pandita?”.
“Este es el momento para eso, Venerable Señor. Este es el tiempo, oh Sublime. Habiendo escuchado
esto del Bienaventurado, los monjes retendrán en sus mentes lo dicho por el Bienaventurado”.
“Entonces, monjes, escuchad y prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“He aquí, alguien refuta y desaprueba la doctrina contraria al Dhamma por medio de la doctrina
contraria al Dhamma. De esta manera, deleita a la asamblea contraria al Dhamma. Por esta razón, la
asamblea contraria al Dhamma llega a ser bulliciosa y ruidosa, exclamando: ‘¡Él es realmente un
sabio, señor! ¡Él es realmente un sabio, señor!’.
“Además, alguien refuta y desaprueba la doctrina que concuerda con el Dhamma por medio de la
doctrina contraria al Dhamma. De esta manera, deleita a la asamblea contraria al Dhamma. Por esta
razón, la asamblea contraria al Dhamma llega a ser bulliciosa y ruidosa, exclamando: ‘¡Él es
realmente un sabio, señor! ¡Él es realmente un sabio, señor!’.
“Además, alguien refuta y desaprueba a ambas doctrinas, la contraria al Dhamma y la que
concuerda con el Dhamma por medio de la doctrina contraria al Dhamma. De esta manera, deleita a
la asamblea contraria al Dhamma. Por esta razón, la asamblea contraria al Dhamma llega a ser
bulliciosa y ruidosa, exclamando: ‘¡Él es realmente un sabio, señor! ¡Él es realmente un sabio,
señor!’.
“Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser comprendido, y lo que es dañino
y lo que es beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo que es el no-
dhamma y lo que es el Dhamma, y lo que es dañino y lo que es beneficioso, uno debe practicar en
concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es beneficioso.
“Y, ¿qué es, monjes, el no-dhamma y qué es el Dhamma? Y, ¿qué es lo dañino y qué es lo
beneficioso? El incorrecto punto de vista es el no-dhamma; el recto punto de vista es el Dhamma.
Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con el incorrecto punto de vista
como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo del recto punto de vista como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta intención es el no-dhamma; la recta intención es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta intención como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta
intención como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta forma de hablar es el no-dhamma; la recta forma de hablar es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta forma de hablar
como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo de la recta forma de hablar como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta acción es el no-dhamma; la recta acción es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta acción como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta acción
como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta forma de vida es el no-dhamma; la recta forma de vida es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta forma de vida como
condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo de la recta forma de vida como condición, son beneficiosos.
“El incorrecto esfuerzo es el no-dhamma; el recto esfuerzo es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con el incorrecto esfuerzo como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo del recto esfuerzo
como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta atención consciente es el no-dhamma; la recta atención consciente es el Dhamma.
Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta atención
consciente como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud
mediante el desarrollo de la recta atención consciente como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta concentración es el no-dhamma; la recta concentración es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta concentración como
condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo de la recta concentración como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta sabiduría es el no-dhamma; la recta sabiduría es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta sabiduría como condición, son dañinos.
Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta
sabiduría como condición, son beneficiosos.
“La incorrecta liberación es el no-dhamma; la recta liberación es el Dhamma. Los numerosos malos
y perjudiciales estados mentales originados con la incorrecta liberación como condición, son
dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la recta
liberación como condición, son beneficiosos.
“Cuando se dijo: ‘Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser comprendido, y
lo que es dañino y lo que es beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo
que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma, y lo que es dañino y lo que es beneficioso, uno debe
practicar en concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es beneficioso’, con referencia a esto
se lo ha dicho”.

AN 10,117-118 {17A10.3.2.5,117-17A10.3.2.6,118} Sangarava y


Orimatira Sutta – Sangarava y Orilla de este lado

El recto e incorrecto sendero hacen la diferencia entre estar en la orilla de este lado o cruzar a la otra
orilla.

AN 10,117 {17A10.3.2.5,117} Sangarava Sutta – Sangarava


[117] {117} Entonces, el brahmán Sangarava se acercó al Bienaventurado e intercambió con él
cordiales saludos. Una vez concluidos sus amables saludos y palabras de bienvenida, se sentó a un
lado y dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, ¿qué es la orilla de este lado? ¿Qué es la otra orilla?”.
“Brahmán, el incorrecto punto de vista es la orilla de este lado y el recto punto de vista es la otra
orilla, la incorrecta intención es la orilla de este lado y la recta intención es la otra orilla, la
incorrecta forma de hablar es la orilla de este lado y la recta forma de hablar es la otra orilla, la
incorrecta acción es la orilla de este lado y la recta acción es la otra orilla, la incorrecta forma de
vida es la orilla de este lado y la recta forma de vida es la otra orilla, el incorrecto esfuerzo es la
orilla de este lado y el recto esfuerzo es la otra orilla, la incorrecta atención consciente es la orilla de
este lado y la recta atención consciente es la otra orilla, la incorrecta concentración es la orilla de
este lado y la recta concentración es la otra orilla, la incorrecta sabiduría es la orilla de este lado y la
recta sabiduría es la otra orilla, la incorrecta liberación es la orilla de este lado y la recta liberación
es la otra orilla. Uno, brahmán, es la orilla de este lado y lo otro, la otra orilla”.
Entre todos los seres humanos,
son pocos los que cruzan a la lejana orilla,
la gran masa de ellos,
se mantiene corriendo sólo por ésta, más cercana.
Pero aquellos que practican el Dhamma,
el Dhamma bien articulado,
el reino de la muerte, que es tan difícil de cruzar,
lo pasan por alto.
Abandonando los estados mentales impuros,
el sabio debe cultivar la pureza,
renunciando a la vida hogareña,
se instala en aquella liberación.
Tomando interés por esta liberación,
renuncia a los placeres y las posesiones,
el sabio se purifica a sí mismo,
de los impedimentos mentales.
Aquellos que bien desarrollan
los factores de la Iluminación,
deleitándose en la falta de apego,
no aferrándose a nada,
ellos son los que, sin las impurezas y radiantes,
incluso en este mundo, alcanzan el Nibbana.

AN 10,118 {17A10.3.2.6,118} Orimatira Sutta – La orilla de este lado


[117] {117} “Monjes, voy a enseñaros acerca de la orilla de este lado y la otra orilla. Escuchad y
prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿qué es, monjes, la orilla de este lado? ¿Qué es la otra orilla?”.
“El incorrecto punto de vista, monjes es la orilla de este lado y el recto punto de vista es la otra
orilla… [igual que en el sutta anterior]… la incorrecta liberación es la orilla de este lado y la recta
liberación es la otra orilla. Uno, monjes, es la orilla de este lado y lo otro, la otra orilla”.
[Siguen los mismos versos del sutta anterior].
AN 10,119-120 {17A10.3.2.7,119-17A10.3.2.8,120} Pathama y
Dutiyapaccorohani Sutta – Paccorohani

El Buda usa un tradicional festival de los brahmanes, celebrado con muchas supersticiones, para
enseñar la verdadera práctica de la vida espiritual.

AN 10,119 {17A10.3.2.7,119} Pathamapaccorohani Sutta – Primer discurso sobre


[el festival] Paccorohani
[119] {119} En una ocasión, cuando se celebraba el día de Uposatha, el brahmán Janussoni estaba
cerca, a un lado de donde se encontraba el Bienaventurado, con su cabeza recién lavada, vestido con
un par de lienzos y sosteniendo un puñado de hierba kusa mojada. Y el Bienaventurado, viéndolo
desde cierta distancia, le dijo:
“¿Por qué, brahmán, en este día de Uposatha estás a un lado con tu cabeza recién lavada, vestido
con un par de lienzos y sosteniendo un puñado de hierba kusa mojada? ¿Qué pasó hoy con el clan
de los brahmanes?”.
“Hoy en día, maestro Gotama, es el festival paccorohani del clan de los brahmanes”.
“Pero y, ¿cómo observan los brahmanes el festival paccorohani?”.
“He aquí, maestro Gotama, el día de Uposatha, los brahmanes lavan sus cabezas y se ponen dos
nuevos lienzos de ropa. Luego manchan el suelo con el estiércol mojado de una vaca, lo cubren con
la hierba kusa y se acuestan entre el límite de la casa y el lugar donde se enciende el fuego. Durante
la noche, se levantan tres veces para hacer un saludo reverencial hacia el fuego: ‘Descendemos en
honor de uno que es reverenciado. Descendemos en honor de uno que es reverenciado’. Entonces
ofrecen abundante mantequilla, aceite y manteca al fuego. Pasada la noche, ofrecen una exquisita
comida a diferentes clases de brahmanes. Es de esta manera, maestro Gotama, que los brahmanes
observan el festival paccorohani?”.
“El festival paccorohani en la disciplina de los Nobles, brahmán, es muy diferente que el festival
paccorohani de los brahmanes”.
“Pero, ¿cómo es el festival paccorohani en la disciplina de los Nobles, maestro Gotama? Sería
bueno que el maestro Gotama me enseñase el Dhamma, explicándome cómo se observa el festival
paccorohani en la disciplina de los Nobles”.
“Bien, entonces escucha, brahmán, y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, señor”, respondió el brahmán Janussoni y el Bienaventurado continuó:
“He aquí, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado del incorrecto punto de vista es
malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así,
abandona el incorrecto punto de vista; desciende desde el incorrecto punto de vista.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la incorrecta intención es
malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así,
abandona la incorrecta intención; desciende desde la incorrecta intención.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la incorrecta forma de hablar
es malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así,
abandona la incorrecta forma de hablar; desciende desde la incorrecta forma de hablar.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la incorrecta acción es malo,
tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así, abandona la
incorrecta acción; desciende desde la incorrecta acción.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la incorrecta forma de vida es
malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así,
abandona la incorrecta forma de vida; desciende desde la incorrecta forma de vida.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado del incorrecto esfuerzo es malo,
tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así, abandona el
incorrecto esfuerzo; desciende desde el incorrecto esfuerzo.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la incorrecta atención
consciente es malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado
así, abandona la incorrecta atención consciente; desciende desde la incorrecta atención consciente.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la incorrecta concentración es
malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así,
abandona la incorrecta concentración; desciende desde la incorrecta concentración.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la incorrecta sabiduría es
malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así,
abandona la incorrecta sabiduría; desciende desde la incorrecta sabiduría.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la incorrecta liberación es
malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así,
abandona la incorrecta liberación; desciende desde la incorrecta liberación.
“Es de esta manera, brahmán, cómo se observa el festival paccorohani en la disciplina de los
Nobles”.
“El festival paccorohani en la disciplina de los Nobles, maestro Gotama, es muy diferente que el
festival paccorohani de los brahmanes.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 10,120 {17A10.3.2.8,120} Dutiyapaccorohani Sutta – Segundo discurso sobre


[el festival] Paccorohani
[120] {120} “Monjes, voy a enseñaros acerca del noble festival paccorohani. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cómo es, monjes, el noble festival paccorohani?
“He aquí, monjes, el noble discípulo reflexiona así… [el contenido sigue igual como en el sutta
anterior, sólo que dirigido a los monjes]… Habiendo reflexionado así, abandona la incorrecta
liberación; desciende desde de la incorrecta liberación. Este se llama, monjes, el noble festival
paccorohani”.

AN 10,121 {17A10.3.2.9,121} Pubbangama Sutta – El


precursor

Un elemento de la recta práctica es el precursor del siguiente.

[121] {121} “Monjes, al igual que el alba es el precursor del amanecer, así también el recto punto
de vista es el precursor de las cualidades beneficiosas. En alguien de recto punto de vista, se origina
la recta intención. En alguien de recta intención, se origina la recta forma de hablar. En alguien de
recta forma de hablar, se origina la recta acción. En alguien de recta acción, se origina la recta
forma de vida. En alguien de recta forma de vida, se origina el recto esfuerzo. en alguien de recto
esfuerzo, se origina la recta atención consciente. En alguien de recta atención consciente, se origina
la recta concentración. En alguien de recta concentración, se origina la recta sabiduría. En alguien
de recta sabiduría, se origina la recta liberación”.

AN 10,122 {17A10.3.2.10,122} Asavakkhaya Sutta –


Destrucción de las contaminaciones

El camino recto conduce a la destrucción de las contaminaciones mentales.

[122] {122} “Monjes, estas diez cosas, cuando se las cultiva y desarrolla, conducen a la destrucción
de las contaminaciones. Y, ¿cuáles son esas diez? El recto punto de vista, la recta intención, la recta
forma de hablar, la recta acción, la recta forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención
consciente, la recta concentración, la recta sabiduría y la recta liberación. Estas son las diez cosas
que, cuando se las cultiva y desarrolla, conducen a la destrucción de las contaminaciones”.
AN 10,123-133 {17A10.3.3.1,123-17A10.3.3.11,133} Parisuddha
Vagga – Capítulo sobre lo purificado

Cosas que suceden solamente dentro de la Disciplina del Buda.

AN 10,123 {17A10.3.1.1,123} Pathama Sutta – Discurso primero


[123] {123} “Monjes, estas diez cosas son purificadas y limpiadas en ningún otro lugar que no sea
la Disciplina del Sublime. Y, ¿cuáles son esas diez? El recto punto de vista, la recta intención, la
recta forma de hablar, la recta acción, la recta forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención
consciente, la recta concentración, la recta sabiduría y la recta liberación. Estas son las diez cosas
que, cuando se las cultiva y desarrolla, conducen a la destrucción de las contaminaciones. Estas diez
cosas son purificadas y limpiadas en ningún otro lugar que no sea la Disciplina del Sublime”.

AN 10,124 {17A10.3.1.2,124} Dutiya Sutta – Discurso segundo


[124] {124} “Monjes, estas diez cosas cuando aún no surgieron, surgen en ningún otro lugar que no
sea la Disciplina del Sublime. Y, ¿cuáles son esas diez? El recto punto de vista… la recta liberación.
Estas diez cosas…”.

AN 10,125 {17A10.3.1.3,125} Tatiya Sutta – Discurso tercero


[125] {125} “Monjes, estas diez cosas son de gran fruto y beneficio en ningún otro lugar que no sea
la Disciplina del Sublime. Y, ¿cuáles son esas diez? El recto punto de vista… la recta liberación.
Estas diez cosas…”.

AN 10,126 {17A10.3.1.4,126} Catutta Sutta – Discurso cuarto


[126] {126} “Monjes, estas diez cosas culminan en la remoción de la codicia, odio y falsa ilusión en
ningún otro lugar que no sea la Disciplina del Sublime. Y, ¿cuáles son esas diez? El recto punto de
vista… la recta liberación. Estas diez cosas…”.

AN 10,127 {17A10.3.1.5,127} Pancama Sutta – Discurso quinto


[127] {127} “Monjes, estas diez cosas conducen exclusivamente al desencantamiento, el
desapasionamiento, el cese, la paz, al conocimiento directo, la iluminación y al Nibbana en ningún
otro lugar que no sea la Disciplina del Sublime. Y, ¿cuáles son esas diez? El recto punto de vista…
la recta liberación. Estas diez cosas…”.

AN 10,128 {17A10.3.1.6,128} Chattha Sutta – Discurso sexto


[128] {128} “Monjes, estas diez cosas, desarrolladas y cultivadas, cuando no surgieron aún, surgen
en ningún otro lugar que no sea la Disciplina del Sublime. Y, ¿cuáles son esas diez? El recto punto
de vista… la recta liberación. Estas diez cosas…”.
AN 10,129 {17A10.3.1.7,129} Sattama Sutta – Discurso séptimo
[129] {129} “Monjes, estas diez cosas, cuando son desarrolladas y cultivadas, son de gran fruto y
beneficio en ningún otro lugar que no sea la Disciplina del Sublime. Y, ¿cuáles son esas diez? El
recto punto de vista… la recta liberación. Estas diez cosas…”.

AN 10,130 {17A10.3.1.8,130} Atthama Sutta – Discurso octavo


[130] {130} “Monjes, estas diez cosas, cuando son desarrolladas y cultivadas, culminan con la
remoción de la codicia, el odio y falsa ilusión en ningún otro lugar que no sea la Disciplina del
Sublime. Y, ¿cuáles son esas diez? El recto punto de vista… la recta liberación. Estas diez cosas…”.

AN 10,131 {17A10.3.1.9,131} Navama Sutta – Discurso noveno


[131] {131} “Monjes, estas diez cosas, cuando son desarrolladas y cultivadas, conducen
exclusivamente al desencantamiento, el desapasionamiento, el cese, la paz, al conocimiento directo,
la iluminación y al Nibbana en ningún otro lugar que no sea la Disciplina del Sublime. Y, ¿cuáles
son esas diez? El recto punto de vista… la recta liberación. Estas diez cosas…”.

AN 10,132 {17A10.3.1.10,132} Dasama Sutta – Discurso décimo


[132] {132} “Monjes, he aquí estas diez falsedades. Y, ¿cuáles son esas diez? El incorrecto punto de
vista, la incorrecta intención, la incorrecta forma de hablar, la incorrecta acción, la incorrecta forma
de vida, el incorrecto esfuerzo, la incorrecta atención consciente, la incorrecta concentración, la
incorrecta sabiduría y la incorrecta liberación. Éstas son las diez falsedades”.

AN 10,133 {17A10.3.1.11,133} Ekadasama Sutta – Discurso undécimo


[133] {133} “Monjes, he aquí estas diez rectitudes. Y, ¿cuáles son esas diez? El recto punto de vista,
la recta intención, la recta forma de hablar, la recta acción, la recta forma de vida, el recto esfuerzo,
la recta atención consciente, la recta concentración, la recta sabiduría y la recta liberación. Éstas son
las diez rectitudes”.

AN 10,134-144 {17A10.3.4.1,134-17A10.3.4.11,144} Saddhu


Vagga – Capítulo sobre lo bueno

Una serie de oposiciones entre lo bueno y lo malo, lo beneficioso y lo perjudicial, etc.

AN 10,134 {17A10.3.4.1,134} Sadhu Sutta – Lo bueno


[134] {134} “Monjes, voy a enseñaros lo que es bueno y lo que es malo. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿qué es lo malo monjes? El incorrecto punto de vista, la incorrecta intención, la incorrecta
forma de hablar, la incorrecta acción, la incorrecta forma de vida, el incorrecto esfuerzo, la
incorrecta atención consciente, la incorrecta concentración, la incorrecta sabiduría y la incorrecta
liberación. Esto se llama lo malo.
“Y, ¿qué es lo bueno monjes? El recto punto de vista, la recta intención, la recta forma de hablar, la
recta acción, la recta forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención consciente, la recta
concentración, la recta sabiduría y la recta liberación. Esto se llama lo bueno”.

AN 10,135-144 {17A10.3.4.2,135-17A10.3.4.11,1144} Ariyadhamma, Akusala,


Attha, Dhamma, Sasava, Savajja, Tapaniya, Acayagami, Dukkhudraya y
Dukkhavipaka Sutta – El noble Dhamma, etc.
[135-144] {135-144} “Monjes, voy a enseñaros el Noble Dhamma y el Dhamma innoble… lo
beneficioso y lo perjudicial… lo que beneficia y lo que daña… el Dhamma y lo que es no-
Dhamma… el Dhamma manchado y el Dhamma inmaculado… el Dhamma reprochable e
irreprochable… el Dhamma tormentoso y no tormentoso… el Dhamma que conduce a creación y el
que conduce a desconstrucción… el Dhamma con la insatisfacción como consecuencia y el
Dhamma con la felicidad como consecuencia… el Dhamma con la insatisfacción como resultado y
el Dhamma con la felicidad como resultado…”.

AN 10,145-154 {17A10.3.5.1,145-17A10.3.5.10,154} Ariya


Vagga – Capítulo sobre lo noble

Una serie de oposiciones entre lo noble e innoble, lo oscuro y lo brillante, etc.

AN 10,145 {17A10.3.5.1,145} Aruya Sutta – Lo noble


[145] {145} “Monjes, voy a enseñaros el noble sendero y el sendero innoble. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿qué es el sendero innoble, monjes? El incorrecto punto de vista, la incorrecta intención, la
incorrecta forma de hablar, la incorrecta acción, la incorrecta forma de vida, el incorrecto esfuerzo,
la incorrecta atención consciente, la incorrecta concentración, la incorrecta sabiduría y la incorrecta
liberación. Este se llama el sendero innoble.
“Y, ¿qué es el noble sendero, monjes? El recto punto de vista, la recta intención, la recta forma de
hablar, la recta acción, la recta forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención consciente, la recta
concentración, la recta sabiduría y la recta liberación. Este se llama el noble sendero”.

AN 10,146-154 {17A10.3.5.2,146-17A10.3.5.10,154} Kanhamagga, Saddhamma,


Sappurisadhamma, Uppadetabba, Asevitabba, Bhavetabba, Bahulikatabba,
Anussaritabba, y Sacchicatabba Sutta – El sendero oscuro, etc.
[146-154] {146-154} “Monjes, voy a enseñaros el sendero oscuro y el sendero brillante… el buen
Dhamma y el mal Dhamma… el Dhamma de una buena persona y el Dhamma de una mala
persona… el Dhamma a ser surgido y el Dhamma a no ser surgido… el Dhamma a ser perseguido y
el Dhamma a no ser perseguido… el Dhamma a ser desarrollado y el Dhamma a no ser
desarrollado… el Dhamma a ser cultivado y el Dhamma a no ser cultivado… el Dhamma a ser
recordado y el Dhamma a no ser recordado… el Dhamma a ser descubierto y el Dhamma a no ser
descubierto…”.

AN 10,155-166 {17A10.4.1.1,155-17A10.4.1.12,166} Puggala


Vagga – Capítulo sobre las personas

Una serie de actitudes opuestas frente a diferentes clases de personas, de acuerdo con el camino —
recto o equivocado― que las mismas escogen.

AN 10,155 {17A10.4.1.1,155} Sevitabba Sutta – Asociado con


[155] {155} “Monjes, uno no debería estar asociado con una persona que posee diez características.
Y, ¿cuáles son esas diez? El incorrecto punto de vista, la incorrecta intención, la incorrecta forma de
hablar, la incorrecta acción, la incorrecta forma de vida, el incorrecto esfuerzo, la incorrecta
atención consciente, la incorrecta concentración, la incorrecta sabiduría y la incorrecta liberación.
Uno no debería estar asociado con una persona que posee estas diez características.
“Monjes, uno debería estar asociado con una persona que posee diez cualidades. Y, ¿cuáles son esas
diez? El recto punto de vista, la recta intención, la recta forma de hablar, la recta acción, la recta
forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención consciente, la recta concentración, la recta
sabiduría y la recta liberación. Uno debería estar asociado con una persona que posee estas diez
cualidades”.

AN 10,156-166 {17A10.4.1.2,156-17A10.4.1.12,166} Bhajitabbadisuttani – Apoyo,


etc.
[156-166] {156-166} “Monjes, uno no debería tener apoyo en una persona que posee diez
características… uno debería tener apoyo en una persona que posee diez cualidades… uno no
debería atender… uno debería atender… uno no debería venerar… uno debería venerar… uno no
debería alabar… uno debería alabar… uno no debería reverenciar… uno debería reverenciar… uno
no debería mostrar deferencia… uno debería mostrar deferencia… una persona que posee diez
características no es exitosa… una persona que posee diez cualidades es exitosa… no es
purificada… es purificada… no ha superado el engreimiento… ha superado el engreimiento… no
crece en sabiduría… crece en sabiduría… genera mucho demerito… genera mucho mérito…”.
AN 10,167-168 {17A10.4.2.1,167-17A10.4.2.2,168}
Brahmanapaccorohani y Ariyapaccorohani Sutta – Festival
paccorohani de los brahmanes y de los nobles

El Buda usa un tradicional festival de los brahmanes, celebrado con muchas supersticiones, para
enseñar la verdadera práctica de la vida espiritual.

AN 10,167 {17A10.4.2.1,167} Brahmanapaccorohani Sutta – [El festival]


Paccorohani de los brahmanes
[167] {167} En una ocasión, cuando se celebraba el día de Uposatha, el brahmán Janussoni estaba
cerca, a un lado de donde se encontraba el Bienaventurado, con su cabeza recién lavada, vestido con
un par de lienzos y sosteniendo un puñado de hierba kusa mojada. El Bienaventurado, viéndolo
desde cierta distancia, le dijo:
“¿Por qué, brahmán, en este día de Uposatha estás a un lado con tu cabeza recién lavada, vestido
con un par de lienzos y sosteniendo un puñado de hierba kusa mojada? ¿Qué pasó hoy con el clan
de los brahmanes?”.
“Hoy día, maestro Gotama, es el festival paccorohani del clan de los brahmanes”.
“Pero y, ¿cómo observan los brahmanes el festival paccorohani?”.
“He aquí, maestro Gotama, el día de Uposatha, los brahmanes lavan sus cabezas y se ponen dos
nuevos lienzos de ropa. Luego manchan el suelo con el estiércol mojado de una vaca, lo cubren con
la hierba kusa y se acuestan entre el límite de la casa y el lugar donde se enciende el fuego. Durante
la noche, se levantan tres veces para hacer un saludo reverencial hacia el fuego: ‘Descendemos en
honor de uno que es reverenciado. Descendemos en honor de uno que es reverenciado’. Entonces
ofrecen abundante mantequilla, aceite y manteca al fuego. Pasada la noche, ofrecen una exquisita
comida a diferentes clases de brahmanes. Es de esta manera, maestro Gotama, que los brahmanes
observan el festival paccorohani?”.
“El festival paccorohani en la disciplina de los Nobles, brahmán, es muy diferente que el festival
paccorohani de los brahmanes”.
“Pero, ¿cómo es el festival paccorohani en la disciplina de los Nobles, maestro Gotama? Sería
bueno que el maestro Gotama me enseñase el Dhamma, explicándome cómo se observa el festival
paccorohani en la disciplina de los Nobles”.
“Bien, entonces escucha, brahmán, y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, señor”, respondió el brahmán Janussoni y el Bienaventurado continuó:
“He aquí, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la destrucción de la vida es
malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así,
abandona la destrucción de la vida; desciende desde la destrucción de la vida.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de tomar lo que no le ha sido
dado a uno es malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo
reflexionado así, abandona el tomar lo que no le ha sido dado; desciende desde el tomar lo que a no
le ha sido dado.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la conducta sexual
inapropiada es malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo
reflexionado así, abandona la conducta sexual inapropiada; desciende desde la conducta sexual
inapropiada.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la mentira es malo, tanto en
esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así, abandona la mentira;
desciende desde la mentira.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la forma de hablar, que causa
divisiones, es malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo
reflexionado así, abandona la forma de hablar que causa divisiones; desciende desde la forma de
hablar que causa divisiones.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la forma áspera de hablar es
malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así,
abandona la forma áspera de hablar; desciende desde de la forma áspera de hablar.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de las charlas frívolas es malo,
tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así, abandona las
charlas frívolas; desciende desde las charlas frívolas.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado del anhelo es malo, tanto en esta
presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así, abandona el anhelo;
desciende desde el anhelo.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado de la animadversión es malo,
tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así, abandona la
animadversión; desciende desde la animadversión.
“Además, brahmán, el noble discípulo reflexiona así: ‘El resultado del incorrecto punto de vista es
malo, tanto en esta presente vida como en las vidas venideras’. Habiendo reflexionado así,
abandona el incorrecto punto de vista; desciende desde el incorrecto punto de vista.
“Es de esta manera, brahmán, cómo se observa el festival paccorohani en la disciplina de los
Nobles”.
“El festival paccorohani en la disciplina de los Nobles, maestro Gotama, es muy diferente que el
festival paccorohani de los brahmanes.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.
AN 10,168 {17A10.4.2.2,168} Ariyapaccorohani Sutta – [El festival] Paccorohani
de los nobles
[168] {168} “Monjes, voy a enseñaros acerca del noble festival paccorohani. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cómo es, monjes, el noble festival paccorohani?
“He aquí, monjes, el noble discípulo reflexiona así… [el contenido sigue igual como en el sutta
anterior, sólo que dirigido a los monjes]… Habiendo reflexionado así, abandona el incorrecto punto
de vista; desciende desde el incorrecto punto de vista. Este se llama, monjes, el noble festival
paccorohani”.

AN 10,169 {17A10.4.2.3,169} Sangarava Sutta – Sangarava


[169] {169} Entonces, el brahmán Sangarava se acercó al Bienaventurado e intercambió con él
cordiales saludos. Una vez concluidos sus amables saludos y palabras de bienvenida, se sentó a un
lado y dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, ¿qué es la orilla de este lado? ¿Qué es la otra orilla?”.
“Brahmán, la destrucción de la vida es la orilla de este lado y la abstención de la destrucción de la
vida es la otra orilla. El tomar lo que a uno no le ha sido dado es la orilla de este lado y la
abstención de tomar lo que a uno no le ha sido dado es la otra orilla. La conducta sexual inapropiada
es la orilla de este lado y la abstención de la conducta sexual inapropiada es la otra orilla. La
mentira es la orilla de este lado y la abstención de la mentira es la otra orilla. La forma de hablar
que causa divisiones es la orilla de este lado y la abstención de la forma de hablar que causa
divisiones es la otra orilla. La forma áspera de hablar es la orilla de este lado y la abstención la
forma áspera de hablar es la otra orilla. Las charlas frívolas es la orilla de este lado y la abstención
de las charlas frívolas es la otra orilla. El anhelo es la orilla de este lado y el no-anhelo es la otra
orilla. La animadversión es la orilla de este lado y la benevolencia es la otra orilla. El incorrecto
punto de vista es la orilla de este lado y el recto punto de vista es la otra orilla”.
Entre todos los seres humanos,
son pocos los que cruzan a la lejana orilla,
la gran masa de ellos,
se mantiene corriendo sólo por ésta, más cercana.
Pero aquellos que practican el Dhamma,
el Dhamma bien articulado,
el reino de la muerte, que es tan difícil de cruzar,
lo pasan por alto.
Abandonando los estados mentales impuros,
el sabio debe cultivar la pureza,
renunciando a la vida hogareña,
se instala en aquella liberación.
Tomando interés por esta liberación,
renuncia a los placeres y las posesiones,
el sabio se purifica a sí mismo,
de los impedimentos mentales.
Aquellos que bien desarrollan
los factores de la Iluminación,
deleitándose en la falta del apego,
no aferrándose a nada,
ellos son los que, sin las impurezas y radiantes,
incluso en este mundo, alcanzan el Nibbana.

AN 10,170 {17A10.4.2.4,170} Orima Sutta – La orilla de este lado


[170] {170} “Monjes, voy a enseñaros acerca de la orilla de este lado y la otra orilla. Escuchad y
prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿qué es, monjes, la orilla de este lado? ¿Qué es la otra orilla?”.
“La destrucción de la vida es la orilla de este lado y la abstención de la destrucción de la vida es la
otra orilla … [igual que en el sutta anterior]… El incorrecto punto de vista es la orilla de este lado
y el recto punto de vista es la otra orilla”.
[Siguen los mismos versos del sutta anterior].

AN 10,171 {17A10.4.2.5,171} Pathamaadhamma Sutta –


Primer discurso sobre el no-dhamma

El Dhamma y el no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.

[171] {171} “Monjes, lo que es el no-dhamma y lo dañino debe ser comprendido, y lo que es el
Dhamma y lo beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo que es el no-
dhamma y lo dañino, y lo que es el Dhamma y lo beneficioso, uno debe practicar en concordancia
con lo que es el Dhamma y lo beneficioso.
“Y, ¿qué es, monjes, el no-dhamma y lo dañino? La destrucción de la vida, el tomar lo que a uno no
le ha sido dado, la conducta sexual inapropiada, la mentira, la forma de hablar que causa divisiones,
la forma áspera de hablar, las charlas frívolas, el anhelo, la animadversión, el incorrecto punto de
vista. Esto es, monjes, lo que se llama el no-dhamma y lo dañino.
“Y, ¿qué es, monjes, el Dhamma y lo beneficioso? La abstención de la destrucción de la vida, la
abstención de tomar lo que a uno no le ha sido dado, la abstención de la conducta sexual
inapropiada, la abstención de la mentira, la abstención de la forma de hablar que causa divisiones, la
abstención de la forma áspera de hablar, la abstención de las charlas frívolas, la benevolencia y el
recto punto de vista. Esto es, monjes, lo que se llama el Dhamma y lo beneficioso.
“Cuando se dijo: ‘Monjes, lo que es el no-dhamma y lo dañino debe ser comprendido, y lo que es el
Dhamma y lo beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo que es el no-
dhamma y lo dañino, y lo que es el Dhamma y lo beneficioso, uno debe practicar en concordancia
con lo que es el Dhamma y lo beneficioso’, con referencia a esto se lo ha dicho”.

AN 10,172 {17A10.4.2.6,172} Dutiyaadhamma Sutta –


Segundo discurso sobre el no-dhamma

El Dhamma y el no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.

[172] {172} “Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser comprendido, y lo
que es dañino y lo que es beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo que
es el no-dhamma y lo que es el Dhamma, y lo que es dañino y lo que beneficioso, uno debe
practicar en concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es beneficioso”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Habiendo dicho esto, el Sublime se levantó de su asiento y
entró en su morada. Acto seguido, los monjes consideraron esto: “Amigos, el Bienaventurado nos
enseñó este breve resumen: ‘Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser
comprendido…, uno debe practicar en concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es
beneficioso’. Luego se levantó de su asiento y entró en su morada sin habernos expuesto el
significado detallado de esto. Ahora bien, ¿quién podría explicarnos el significado detallado de
esto?”. Entonces se les ocurrió: “El Venerable Ananda es alabado por el Maestro y estimado por sus
sabios compañeros monjes; es capaz de exponer el significado detallado de este breve resumen.
Acerquémonos al Venerable Ananda y preguntémosle por el significado de esto. Así retendremos en
nuestras mentes lo que él nos va a explicar”.
Acto seguido, aquellos monjes se acercaron al Venerable Ananda e intercambiaron con él cordiales
saludos; luego se sentaron a un lado y le dijeron: “Amigo Ananda, el Bienaventurado nos enseñó
este breve resumen […], luego se levantó de su asiento y entró en su morada sin habernos expuesto
el significado detallado de esto. Acto seguido consideramos esto: 'Amigos, el Bienaventurado nos
enseñó este breve resumen […] Acerquémonos al Venerable Ananda y preguntémosle por el
significado de esto. Así retendremos en nuestras mentes lo que él nos va a explicar’”.
[El Venerable Ananda respondió:] “Amigos, esto es como si un hombre que necesitase duramen,
que buscase el duramen y vagase en busca de duramen, dejara de largo la raíz y el tronco de un
árbol con abundante duramen, pensando que el mismo se encontraría entre las ramas y el follaje.
Así lo hicisteis vosotros. Mientras estabais frente a frente con el Maestro, lo dejasteis, pensando
preguntarme a mí acerca del significado de esto. Amigos, porque conociendo, el Bienaventurado
conoce y viendo, ve; él ha llegado a ser la visión, ha llegado a ser el conocimiento, ha llegado a ser
el Dhamma, ha llegado a ser Brahma; ha llegado a ser el expositor, el que proclama y dilucida el
significado, el dador de lo inmortal, el señor del Dhamma, el Tathagata. Este era el tiempo en el
cual debisteis acercaros al Bienaventurado y preguntarle acerca de este significado. Debisteis
retenerlo en vuestras mentes así como él os lo hubiese explicado”.
“Ciertamente, amigo Ananda, conociendo, el Bienaventurado conoce y viendo, ve… el Tathagata.
Este era el tiempo, en el cual debimos acercarnos al Bienaventurado y preguntarle acerca de este
significado. Debimos retenerlo en nuestras mentes así como él nos lo hubiese explicado. Aún así, el
Venerable Ananda es alabado por el Maestro y estimado por sus sabios compañeros monjes; es
capaz de exponer el significado detallado de este breve resumen. Que el Venerable Ananda nos lo
exponga sin molestias, por favor”.
“Entonces, amigos, escuchad y prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, amigo”, respondieron aquellos monjes y el Venerable Ananda continuó:
“Amigos, el Bienaventurado os enseñó este breve resumen sin exponeros su significado detallado:
‘Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser comprendido, y lo que es dañino
y lo que es beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo que es el no-
dhamma y lo que es el Dhamma, y lo que es dañino y lo que beneficioso, uno debe practicar en
concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es beneficioso’. Y, ¿qué es, amigos, el no-dhamma
y qué es el Dhamma? ¿Qué es lo dañino y qué es lo beneficioso?
“La destrucción de la vida es el no-dhamma y la abstención de la destrucción de la vida es el
Dhamma. Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la destrucción de la
vida como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud
mediante el desarrollo de la abstención de la destrucción de la vida como condición, son
beneficiosos.
“El tomar lo que a uno no le ha sido dado es el no-dhamma y la abstención de tomar lo que a uno no
le ha sido dado es el Dhamma. Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados
con el tomar lo que a uno no le ha sido dado como condición, son dañinos. Los numerosos estados
mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la abstención de tomar lo que a uno no
le ha sido dado, son beneficiosos.
“La conducta sexual inapropiada es el no-dhamma y la abstención de la conducta sexual
inapropiada es el Dhamma. Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la
conducta sexual inapropiada como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que
llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la abstención de la conducta sexual inapropiada como
condición, son beneficiosos.
“La mentira es el no-dhamma y la abstención de la mentira es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con la mentira como condición, son dañinos. Los
numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la abstención de la
mentira como condición, son beneficiosos.
“La forma de hablar que causa divisiones es el no-dhamma y la abstención de la forma de hablar
que causa divisiones es el Dhamma. Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales
originados con la forma de hablar que causa divisiones como condición, son dañinos. Los
numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la abstención de la
forma de hablar que causa divisiones como condición, son beneficiosos.
“La forma áspera de hablar es el no-dhamma y la abstención la forma áspera de hablar es el
Dhamma. Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la forma áspera de
hablar como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud
mediante el desarrollo de la abstención de la forma áspera de hablar como condición, son
beneficiosos.
“Las charlas frívolas es el no-dhamma y la abstención de las charlas frívolas es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con las charlas frívolas como
condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo de la abstención de las charlas frívolas como condición, son beneficiosos.
“El anhelo es el no-dhamma y el no-anhelo es el Dhamma. Los numerosos malos y perjudiciales
estados mentales originados con el anhelo como condición, son dañinos. Los numerosos estados
mentales que llegan a su plenitud mediante el no-anhelo como condición, son beneficiosos.
“La animadversión es el no-dhamma y la benevolencia es el Dhamma. Los numerosos malos y
perjudiciales estados mentales originados con la animadversión como condición, son dañinos. Los
numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el desarrollo de la benevolencia
como condición, son beneficiosos.
“El incorrecto punto de vista es el no-dhamma y el recto punto de vista es el Dhamma. Los
numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con el incorrecto punto de vista como
condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo del recto punto de vista como condición, son beneficiosos.
“Amigos, es de esta manera que entiendo el significado detallado del breve resumen del
Bienaventurado. Ahora bien, si deseáis, podéis ir junto al Bienaventurado para preguntarle acerca
del significado de esto. Luego debéis retener en vuestras mentes lo que el Bienaventurado os va a
explicar”.
“Sí, amigo”, respondieron aquellos monjes y, habiéndose deleitado y regocijado en las palabras del
Venerable Ananda, se levantaron de sus asientos y se fueron junto al Bienaventurado. Después de
haberle rendido homenaje, se sentaron a un lado y le dijeron:
“Venerable Señor, [los monjes narran toda la historia al Bienaventurado, agregando:]... Entonces,
Venerable Señor, nos acercamos al Venerable Ananda y le preguntamos acerca de este significado.
Y el Venerable Ananda nos expuso el significado de esto, de estas maneras, con estos términos y
estas frases”.
“¡Bien, muy bien, monjes! Ananda es sabio. Ananda posee una gran sabiduría. Si vosotros os
hubieseis acercado a mí, preguntando por el significado de esto, os lo hubiese explicado
exactamente de la misma manera que lo hizo Ananda. Este es el significado de eso y así lo debéis
retener en vuestras mentes”.
AN 10,173 {17A10.4.2.7,173} Tatiyaadhamma Sutta – Tercer
discurso sobre el no-dhamma

El Dhamma y el no-dhamma, lo beneficioso y lo dañino.

[173] {173} “Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser comprendido, y lo
que es dañino y lo que es beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo que
es el no-dhamma y lo que es el Dhamma, y lo que es dañino y lo que es beneficioso, uno debe
practicar en concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es beneficioso.
“Y, ¿qué es, monjes, el no-dhamma y qué es el Dhamma? Y, ¿qué es lo dañino y qué es lo
beneficioso? La destrucción de la vida es el no-dhamma y la abstención de la destrucción de la vida
es el Dhamma. Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con la destrucción
de la vida como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud
mediante el desarrollo de la abstención de la destrucción de la vida como condición, son
beneficiosos.
“El tomar lo que a uno no le ha sido dado es el no-dhamma y la abstención de tomar lo que a uno no
le ha sido dado es el Dhamma… La conducta sexual inapropiada es el no-dhamma y la abstención
de la conducta sexual inapropiada es el Dhamma… La mentira es el no-dhamma y la abstención de
la mentira es el Dhamma… La forma de hablar que causa divisiones es el no-dhamma y la
abstención de la forma de hablar que causa divisiones es el Dhamma… La forma áspera de hablar
es el no-dhamma y la abstención de la forma áspera de hablar es el Dhamma… Las charlas frívolas
es el no-dhamma y la abstención de las charlas frívolas es el Dhamma… El anhelo es el no-dhamma
y el no-anhelo es el Dhamma… La animadversión es el no-dhamma y la benevolencia es el
Dhamma… El incorrecto punto de vista es el no-dhamma y el recto punto de vista es el Dhamma.
Los numerosos malos y perjudiciales estados mentales originados con el incorrecto punto de vista
como condición, son dañinos. Los numerosos estados mentales que llegan a su plenitud mediante el
desarrollo del recto punto de vista como condición, son beneficiosos.
“Cuando se dijo: ‘Monjes, lo que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma debe ser comprendido, y
lo que es dañino y lo que es beneficioso también debe ser comprendido. Habiendo comprendido lo
que es el no-dhamma y lo que es el Dhamma, y lo que es dañino y lo que es beneficioso, uno debe
practicar en concordancia con lo que es el Dhamma y lo que es beneficioso’, con referencia a esto
se lo ha dicho”.

AN 10,174 {17A10.4.2.8,174} Kammanidana Sutta – Los


cursos del Dhamma
La codicia, el odio y la falsa ilusión son las causas de la mala conducta corporal, verbal y mental; y
también se los alinea explícitamente con los diez cursos de la acción perjudicial.

[174] {174} “Monjes, la destrucción de la vida es triple, lo proclamo yo: causada por la codicia,
causada por el odio y causada por la falsa ilusión. Tomar lo que no ha sido dado también es triple, lo
proclamo yo: causado por la codicia, causado por el odio y causado por la falsa ilusión. La
inapropiada conducta sexual también es triple, lo proclamo yo: causada por la codicia, causada por
el odio y causada por la falsa ilusión. La mentira también es triple, lo proclamo yo: causada por la
codicia, causada por el odio y causada por la falsa ilusión. La forma de hablar que causa divisiones
también es triple, lo proclamo yo: causada por la codicia, causada por el odio y causada por la falsa
ilusión. La forma de hablar áspera también es triple, lo proclamo yo: causada por la codicia,
causada por el odio y causada por la falsa ilusión. La charla frívola también es triple, lo proclamo
yo: causada por la codicia, causada por el odio y causada por la falsa ilusión. El anhelo también es
triple, lo proclamo yo: causado por la codicia, causado por el odio y causado por la falsa ilusión. La
animadversión también es triple, lo proclamo yo: causada por la codicia, causada por el odio y
causada por la falsa ilusión. El incorrecto punto de vista también es triple, lo proclamo yo: causado
por la codicia, causado por el odio y causado por la falsa ilusión.
“Por eso, monjes, la codicia es la fuente y el origen del kamma; el odio es la fuente y el origen del
kamma; la falsa ilusión es la fuente y el origen del kamma. Con la destrucción de la codicia, la
fuente del kamma queda extinguida. Con la destrucción del odio, la fuente del kamma queda
extinguida. Con la destrucción de la falsa ilusión, la fuente del kamma queda extinguida”.

AN 10,175 {17A10.4.2.9,175} Parikkamana Sutta – Evitación

Medios para evitar la práctica incorrecta.

[175] {175} “Monjes, este Dhamma ofrece medios de evitación. No es carente, monjes, de los
medios de evitación. Y, ¿cómo este Dhamma ofrece medios de evitación?
“Alguien que destruye la vida, se abstiene de la destrucción de la vida como medio de evitación.
Alguien que toma lo que no le ha sido dado, se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado como
medio de evitación. Alguien que tiene una conducta sexual inapropiada, se abstiene de la conducta
sexual inapropiada como medio de evitación. Alguien que miente, se abstiene de la mentira como
medio de evitación. Alguien que tiene una forma de hablar que causa divisiones, se abstiene de la
forma de hablar que causa divisiones como medio de evitación. Alguien que habla ásperamente, se
abstiene de la forma áspera de hablar como medio de evitación. Alguien que tiene charlas frívolas,
se abstiene de las charlas frívolas como medio de evitación. Alguien que está lleno de anhelo, tiene
el no-anhelo como medio de evitación. Alguien que está lleno de animadversión, tiene la
benevolencia como medio de evitación. Alguien que sostiene el incorrecto punto de vista, tiene el
recto punto de vista como medio de evitación.
“Es de esta manera, monjes, que este Dhamma ofrece medios de evitación”.
AN 10,176 {17A10.4.2.10,176} Cunda Sutta – Cunda

El Buda demuestra la futilidad de los supersticiosos ritos religiosos que tienen por objeto la
purificación espiritual y señala que solamente el correcto cultivo de las acciones corporales,
verbales y mentales puede lograr esta meta.

[176] {176} En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de los mangos de
Cunda, el hijo del herrero, cerca de Pava. Entonces, Cunda, el hijo del herrero, se acercó al
Bienaventurado, le rindió homenaje y se sentó a un lado. Entonces el Bienaventurado le preguntó:
“Cunda, ¿cuáles son los ritos de purificación de tu preferencia?”.
“Venerable Señor, yo prefiero los ritos de purificación prescritos por los brahmanes del este, que
llevan las tinajas, visten guirnaldas de plantas del agua y se sumergen ellos mismos en el agua”.
“Y, ¿cómo, Cunda, los brahmanes del este prescriben los ritos de purificación?”.
“He aquí, Venerable Señor, los brahmanes del este imponen a sus discípulos esto: ‘Ven, buen
hombre, habiéndote levantado temprano, debes frotar suavemente el suelo desde tu cama. Si no
frotas suavemente el suelo desde tu cama, debes dar una pasada en el estiércol húmedo de vaca. Si
no das una pasada en el estiércol de vaca, debes tender el fuego sagrado. Si no vas a tender el fuego
sagrado, debes rendir homenaje al sol con un reverencial saludo. Si no vas a rendir homenaje al sol
con un reverencial saludo, debes sumergirse en al agua tres veces por la tarde’. Es de esta manera,
Venerable Señor, que los brahmanes del este prescriben los ritos de purificación. Y estos ritos de
purificación son de mi preferencia”.
“Cunda, la purificación en la disciplina de los Nobles es bastante diferente de los ritos de
purificación prescritos por los brahmanes del este, que llevan las tinajas, visten guirnaldas de
plantas del agua y se sumergen ellos mismos en el agua”.
“Pero, ¿cómo, Venerable Señor, es la purificación en la disciplina de los Nobles? Sería bueno que el
Bienaventurado me enseñara el Dhamma explicándome cómo es la purificación en la disciplina de
los Nobles”.
“Bien, Cunda, entonces escucha y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondió Cunda, el hijo del herrero, y el Bienaventurado continuó:
“La impureza del cuerpo, Cunda, tiene tres aspectos. La impureza del habla tiene cuatro aspectos.
La impureza de la mente tiene tres aspectos.
“Y, ¿cómo es, Cunda, la impureza del cuerpo que tiene tres aspectos?
“He aquí, Cunda, hay alguien que destruye la vida. Es un asesino, sanguinario, dado a los golpes y
la violencia, sin piedad con los seres vivos.
“Además, Cunda, toma lo que no le ha sido dado. Roba las riquezas y las propiedades de otros en el
campo o el bosque.
“Además, Cunda, se involucra con la indebida conducta sexual. Tiene relaciones sexuales con mujer
protegida por sus madres, padres, madres y padres, hermanos, hermanas o parientes; protegida por
su Dhamma, que tiene esposo, con la que [tener relaciones sexuales] implica penalidad o hasta con
una ya prometida.
“Es así, Cunda, la impureza del cuerpo que tiene tres aspectos.
“Y, ¿cómo es, Cunda, la impureza del habla que tiene cuatro aspectos?
“He aquí, Cunda, hay alguien que habla falsamente. Si estuviera convocado a la asamblea, en la
presencia de sus parientes, al gremio o a la corte, y preguntado como testigo así: ‘Buen hombre,
dinos lo que sabes’, entonces, no sabiendo diría: ‘Yo sé’, y sabiendo diría: ‘No sé’; no viendo diría:
‘Veo’ y viendo diría: ‘No veo’. De esta manera, conscientemente profiere falsedades para su propio
fin, para el fin de otro o para el fin de algún insignificante mundano.
“Además, Cunda, profiere palabras que causan divisiones. Habiendo escuchado algo aquí, lo repite
en otra parte para causar divisiones entre la gente; o, habiendo escuchado algo en otra parte, lo
repite a esas personas para causar divisiones entre la gente. De esta manera, es alguien que causa
divisiones entre aquellos que están unidos, es un creador de divisiones que disfruta de las facciones,
se regocija en las facciones, se deleita en las facciones y profiere palabras que producen las
facciones.
“Además, Cunda, habla ásperamente. Profiere palabras que son ásperas, rudas, hirientes a otros,
ofensivos a otros, cercanas a la ira y que no conducen a la concentración.
“Además, Cunda, da rienda suelta a charlas frívolas. Habla fuera del tiempo apropiado, habla
falsamente, habla lo que no es beneficioso, profiere palabras contrarias al Dhamma y Disciplina,
fuera del tiempo apropiado profiere palabras sin valor alguno, palabras irracionales, ruidosas y no
beneficiosas.
“Es así, Cunda, la impureza del habla que tiene cuatro aspectos.
“Y, ¿cómo es, Cunda, la impureza de la mente que tiene tres aspectos?
“He aquí, Cunda, hay alguien lleno de anhelo. Anhela las riquezas y las propiedades de otros así:
‘¡Oh, que lo que pertenece a otros, sea mío!’.
“Además, Cunda, tiene la mente con animadversión e intenciones de odio así: ‘¡Oh, que esos seres
sean muertos, masacrados, cortados, destruidos y aniquilados!’.
“Además, Cunda, sostiene falsos puntos de vista e incorrectas perspectivas así: ‘No hay nada dado,
nada sacrificado ni nada ofrendado; no hay frutos ni resultados de las malas acciones; no existe este
mundo ni otro; no hay madre ni padre; no hay seres renacidos espontáneamente; no hay en este
mundo ascetas y brahmanes de recta conducta y recta práctica quienes, habiendo descubierto este
mundo y el otro mundo por sí mismos con el conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’.
“Es así, Cunda, la impureza de la mente que tiene cuatro aspectos.
“Estos son, Cunda, los diez perjudiciales cursos del kamma. Si alguien se involucra en esos diez
perjudiciales cursos del kamma, entonces por más que se levante temprano y frote suavemente el
suelo desde su cama, queda impuro, y si no frota suavemente el suelo desde su cama, también queda
impuro. Si da una pasada en el estiércol húmedo de vaca, queda impuro y si no da una pasada en el
estiércol de vaca, también queda impuro. Si tiende el fuego sagrado, queda impuro, y si no tiende el
fuego sagrado, también queda impuro. Si rinde homenaje al sol con un reverencial saludo, queda
impuro, y si no rinde homenaje al sol con un reverencial saludo, también queda impuro. Si se
sumerge en al agua tres veces por la tarde, queda impuro, y si no se sumerge en al agua tres veces
por la tarde, también queda impuro. Y, ¿por qué así? Porque estos diez cursos del kamma perjudicial
son en sí mismo impuros y contaminados. Y es porque la gente se involucra con esos diez cursos
del kamma perjudicial, que se ve el infierno, el reino animal, la esfera de los espíritus hambrientos y
otros malos destinos.
“Ahora bien, Cunda, la pureza del cuerpo tiene tres aspectos. La pureza del habla tiene cuatro
aspectos. La pureza de la mente tiene tres aspectos.
“Y, ¿cómo es, Cunda, la pureza del cuerpo que tiene tres aspectos?
“He aquí, Cunda, hay alguien, que habiendo abandonado la destrucción de la vida, se abstiene de
destruir la vida. Con la vara y el arma puestos a un lado, consciente y bondadosamente, mora
compasivo hacia todos los seres vivos.
“Además, Cunda, habiendo abandonado la toma de lo que no le ha sido dado, se abstiene de tomar
lo que no le ha sido dado. No roba las riquezas ni las propiedades de otros en el campo o el bosque.
“Además, Cunda, habiendo abandonado la indebida conducta sexual, se abstiene de la indebida
conducta sexual. No tiene relaciones sexuales con la mujer protegida por sus madres, padres,
madres y padres, hermanos, hermanas o parientes; protegida por su Dhamma, que tiene esposo, con
la que [tener relaciones sexuales] implica penalidad ni con una ya prometida.
“Es así, Cunda, la pureza del cuerpo que tiene tres aspectos.
“Y, ¿cómo es, Cunda, la pureza del habla que tiene cuatro aspectos?
“He aquí, Cunda, hay alguien que, habiendo abandonado el hablar falso, se abstiene de hablar
falsamente. Si estuviera convocado a la asamblea, en la presencia de sus parientes, al gremio o a la
corte, y preguntado como testigo así: ‘Buen hombre, dinos lo que sabes’, entonces, no sabiendo
diría: ‘No sé’, y sabiendo diría: ‘Lo sé’; no viendo diría: ‘No veo’ y viendo diría: ‘Veo’. De esta
manera, no profiere conscientemente falsedades para su propio fin, para el fin de otro ni para el fin
de algún insignificante mundano.
“Además, Cunda, habiendo abandonado el habla que causa divisiones, se abstiene de proferir
palabras que causan divisiones. Habiendo escuchado algo aquí, no lo repite en otra parte para causar
divisiones entre la gente; o, habiendo escuchado algo en otra parte, no lo repite a esas personas para
causar divisiones entre la gente. De esta manera, es alguien que reúne lo que está dividido,
promueve la unidad, disfruta de la concordia, se regocija en la concordia, se deleita en la concordia
y profiere palabras que producen la concordia.
“Además, Cunda, habiendo abandonado el hablar áspero, se abstiene de hablar ásperamente.
Profiere palabras que son gentiles, placenteras para oír, amables, que llegan al corazón, corteses y
que agradan a muchos.
“Además, Cunda, habiendo abandonado las charlas frívolas, se abstiene de las charlas frívolas.
Habla en el tiempo apropiado, habla la verdad, habla lo que es beneficioso, profiere palabras del
Dhamma y Disciplina, en el tiempo apropiado profiere palabras dignas de ser recordadas, palabras
racionales, sucintas y beneficiosas.
“Es así, Cunda, la pureza del habla que tiene cuatro aspectos.
“Y, ¿cómo es, Cunda, la pureza de la mente que tiene tres aspectos?
“He aquí, Cunda, hay alguien sin anhelo. No anhela las riquezas y las propiedades de otros así:
‘¡Oh, que lo que pertenece a otros, sea mío!’.
“Además, Cunda, tiene la mente con bondad e intenciones libres de odio así: ‘¡Oh, que esos seres
vivan felices, sin enemistades, aflicción ni ansiedad!’.
“Además, Cunda, sostiene rectos puntos de vista y correctas perspectivas así: ‘Existe lo dado, lo
sacrificado y lo ofrendado; hay frutos y resultados de las malas acciones; existe este mundo y el
otro; hay madre y padre; hay seres renacidos espontáneamente; hay en este mundo ascetas y
brahmanes de recta conducta y recta práctica quienes, habiendo descubierto este mundo y el otro
mundo por sí mismos con el conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’.
“Es así, Cunda, la pureza de la mente que tiene cuatro aspectos.
“Estos son, Cunda, los diez beneficiosos cursos del kamma. Si alguien se involucra en esos diez
beneficiosos cursos del kamma, entonces si se levanta temprano y frota suavemente el suelo desde
su cama, queda puro, y si no frota suavemente el suelo desde su cama, también queda puro. Si da
una pasada en el estiércol húmedo de vaca, queda puro y si no da una pasada en el estiércol de vaca,
también queda puro. Si tiende el fuego sagrado, queda puro, y si no tiende el fuego sagrado,
también queda puro. Si rinde homenaje al sol con un reverencial saludo, queda puro, y si no rinde
homenaje al sol con un reverencial saludo, también queda puro. Si se sumerge en al agua tres veces
por la tarde, queda puro, y si no se sumerge en al agua tres veces por la tarde, también queda puro.
Y, ¿por qué así? Porque estos diez cursos del kamma beneficioso son en sí mismo puros y
purificados. Y es porque la gente se involucra con esos diez cursos del kamma beneficioso, que se
ven los devas, los seres humanos y otros buenos destinos”.
Cuando esto fue dicho, Cunda, el hijo del herrero, dijo al Bienaventurado: “¡Excelente, maestro
Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el Dhamma de diferentes
maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostrara el
camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la oscuridad, de manera tal
que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al maestro Gotama, al
Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere como su seguidor laico a
partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 10,177 {17A10.4.2.11,177} Janussoni Sutta – Janussoni


Cuándo y para quién son beneficiosos los donativos para los seres difuntos.
[177] {177} Entonces, el brahmán Janussoni se acercó al Bienaventurado e intercambió con el
cordiales saludos. Cuando concluyeron estos cordiales saludos y palabras de bienvenida, se sentó a
un lado y dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, nosotros los brahmanes ofrecemos dádivas y hacemos ritos conmemorativos por
los difuntos con este pensamiento: ‘Que nuestras dádivas beneficien a nuestros parientes que ya
partieron y a los miembros de nuestra familia. Que nuestros parientes que ya partieron y los
miembros de nuestra familia tomen parte de nuestras dádivas’. ¿Pueden realmente, maestro
Gotama, nuestras dádivas beneficiar a nuestros parientes que ya partieron y a los miembros de
nuestra familia? ¿Pueden nuestros parientes que ya partieron y los miembros de nuestra familia
tomar parte de nuestras dádivas?”
“En una ocasión propicia, brahmán, esto puede ser beneficioso, pero en una ocasión equivocada,
no”.
“Pero, maestro Gotama, ¿qué es una ocasión propicia y qué es la equivocada?”.
“He aquí, brahmán, alguien destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se involucra en la
inapropiada conducta sexual, dice mentiras, habla de manera tal que causa divisiones, habla
ásperamente, se complace en las charlas frívolas, está lleno de anhelo y animadversión, y sostiene el
incorrecto punto de vista. Con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte renace en el infierno.
Se sostiene a sí mismo allí y subsiste con el alimento de los seres infernales. Esta es la ocasión
equivocada, en la cual las dádivas no benefician a alguien que vive allí.
“Además, brahmán, alguien destruye la vida… y sostiene el incorrecto punto de vista. Con el
quiebre de su cuerpo, después de la muerte renace en el reino animal. Se sostiene a sí mismo allí y
subsiste con el alimento de los animales. Esta también es la ocasión equivocada, en la cual las
dádivas no benefician a alguien que vive allí.
“Además, brahmán, alguien se abstiene de destruir la vida, de tomar lo que no le ha sido dado, de la
inapropiada conducta sexual, de decir mentiras, de hablar de manera tal que cause divisiones, de
hablar ásperamente, de las charlas frívolas; está sin anhelo, con benevolencia y sostiene el recto
punto de vista. Con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte renace en compañía de los seres
humanos. Se sostiene a sí mismo allí y subsiste con el alimento de los seres humanos. Esta también
es la ocasión equivocada, en la cual las dádivas no benefician a alguien que vive allí.
“Además, brahmán, alguien se abstiene de destruir la vida… y sostiene el recto punto de vista. Con
el quiebre de su cuerpo, después de la muerte renace en compañía de los devas. Se sostiene a sí
mismo allí y subsiste con el alimento de los devas. Esta también es la ocasión equivocada, en la cual
las dádivas no benefician a alguien que vive allí.
“Además, brahmán, alguien destruye la vida… y sostiene el incorrecto punto de vista. Con el
quiebre de su cuerpo, después de la muerte renace en la esfera de los espíritus hambrientos. Se
sostiene a sí mismo allí y subsiste con el alimento de los espíritus hambrientos, o se sostiene a sí
mismo allí con lo que sus amigos, compañeros, parientes o miembros de la familia le ofrecen en
este mundo. Esta es la ocasión propicia, en la cual las dádivas benefician a alguien que vive allí”.
“Maestro Gotama, pero ¿si aquel pariente difunto o miembro de la familia que participa en esta
dádiva, no ha renacido en aquel lugar?”.
“Otros parientes difuntos o miembros de la familias que han renacido en aquel lugar participarán de
esta dádiva”.
“Pero, maestro Gotama, ¿si ni aquel pariente difunto o miembro de la familia que participa de esta
dádiva, ni ningún otro, ha renacido en aquel lugar?”.
“A lo largo de este amplio trecho de tiempo [de samsara] es imposible, brahmán, e inconcebible que
en aquel lugar no haya algún pariente difunto o miembro de la familia. Además, para el donante
esto tampoco es inútil”.
“¿Postula, el maestro Gotama [el valor de la dádiva] incluso en una ocasión equivocada?”.
“Sí, brahmán, yo postulo [el valor de la dádiva] incluso en una ocasión equivocada.
“He aquí, brahmán, alguien destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se involucra en la
inapropiada conducta sexual, dice mentiras, habla de manera tal que causa divisiones, habla
ásperamente, se complace en las charlas frívolas, está lleno de anhelo y animadversión, y sostiene el
incorrecto punto de vista. Pero ofrece a un asceta o brahmán comida y bebida; vestimenta y
vehículo; guirnaldas, inciensos y ungüentos; cama, morada y luces. Con el quiebre de su cuerpo,
después de la muerte renace en compañía de los elefantes. Y se gana la comida y la bebida,
guirnaldas y varios ornamentos. Puesto que él destruye la vida… y sostiene el incorrecto punto de
vista, con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte renace en compañía de los elefantes, pero
puesto que ofrece a un asceta o brahmán comida y bebida… se gana la comida y la bebida,
guirnaldas y varios ornamentos.
“Además, brahmán, alguien destruye la vida… y sostiene el incorrecto punto de vista. Pero ofrece a
un asceta o brahmán comida y bebida… y luces. Con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte
renace en compañía de los caballos… entre el ganado… entre los perros. Y se gana la comida y la
bebida, guirnaldas y varios ornamentos. Puesto que él destruye la vida… y sostiene el incorrecto
punto de vista, con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte renace en compañía de los
caballos… el ganado… los perros, pero puesto que ofrece a un asceta o brahmán comida y bebida…
se gana la comida y la bebida, guirnaldas y varios ornamentos.
“Además, brahmán, alguien se abstiene de destruir la vida, de tomar lo que no le ha sido dado, de la
inapropiada conducta sexual, de decir mentiras, de hablar de manera tal que cause divisiones, de
hablar ásperamente, de las charlas frívolas; está sin anhelo, con benevolencia y sostiene el recto
punto de vista. Además ofrece a un asceta o brahmán comida y bebida; vestimenta y vehículo;
guirnaldas, inciensos y ungüentos; cama, morada y luces. Con el quiebre de su cuerpo, después de
la muerte renace en compañía de los seres humanos. Allí gana los cinco objetos del placer sensual.
Puesto que se abstiene de destruir la vida… y sostiene el recto punto de vista, con el quiebre de su
cuerpo, después de la muerte renace en compañía de los seres humanos, y además, puesto que
ofreció a un asceta o brahmán comida y bebida… y luces, gana los cinco objetos del placer sensual.
“Además, brahmán, alguien se abstiene de destruir la vida… y sostiene el recto punto de vista.
Además ofrece a un asceta o brahmán comida y bebida; vestimenta y vehículo; guirnaldas,
inciensos y ungüentos; cama, morada y luces. Con el quiebre de su cuerpo, después de la muerte
renace en compañía de los devas. Allí gana los cinco objetos del placer sensual. Puesto que se
abstiene de destruir la vida… y sostiene el recto punto de vista, con el quiebre de su cuerpo, después
de la muerte renace en compañía de los devas, y además, puesto que ofreció a un asceta o brahmán
comida y bebida… y luces, gana los cinco objetos del placer sensual.
“[Es por eso que dije:] ‘Además, para el donante esto tampoco es inútil’”.
“¡Esto es asombroso y maravilloso, maestro Gotama, de que no haya razón para no ofrecer los
donativos y realizar los rituales conmemorativos para los difuntos, puesto que para el donante esto
tampoco es inútil!”.
“Así es, brahmán, así es. Para el donante esto tampoco es inútil”.
“¡Excelente, maestro Gotama, Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 10,178-188 {17A10.4.3.1,178-17A10.4.3.11,188} Saddhu


Vagga – Capítulo sobre lo bueno

Una serie de oposiciones entre lo bueno y lo malo, lo beneficioso y lo perjudicial, etc.

AN 10,178-188 {17A10.4.3.1,178} Sadhu Sutta – Lo bueno


[178] {178} “Monjes, voy a enseñaros lo que es bueno y lo que es malo. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿qué es lo malo, monjes? La destrucción de la vida, tomar lo que a uno no le ha sido dado, la
inapropiada conducta sexual, la mentira, la forma de hablar que causa divisiones, la áspera forma de
hablar, las charlas frívolas, el anhelo, la animadversión y el incorrecto punto de vista. Esto se llama
lo malo.
“Y, ¿qué es lo bueno, monjes? La abstención de la destrucción de la vida, la abstención de tomar lo
que a uno no le ha sido dado, la abstención de la inapropiada conducta sexual, la abstención de la
mentira, la abstención de la forma de hablar que cause divisiones, la abstención de la áspera forma
de hablar, la abstención de charlas frívolas, el no-anhelo, la benevolencia y el recto punto de vista.
Esto se llama lo bueno”.

AN 10,179-188 {17A10.4.3.2,179-17A10.4.3.11,188} Ariyadhamma, Akusala,


Attha, Dhamma, Aasava, Vajja, Tapaniya, Acayagami, Dukkhudraya y Vipaka
Sutta – El noble Dhamma, etc.
[179-188] {179-188} “Monjes, voy a enseñaros el Noble Dhamma y el dhamma innoble… lo
beneficioso y lo perjudicial… lo que beneficia y lo que daña… el Dhamma y lo que es no-
dhamma… el dhamma manchado y el Dhamma inmaculado… el dhamma reprochable y el
Dhamma irreprochable… el dhamma tormentoso y el Dhamma no-tormentoso… el dhamma que
conduce a la creación y el Dhamma que conduce a la desconstrucción… el dhamma con la
insatisfacción como consecuencia y el Dhamma con la felicidad como consecuencia… el dhamma
con la insatisfacción como resultado y el Dhamma con la felicidad como resultado…”.
AN 10,189-198 {17A10.4.4.1,189-17A10.4.4.10,198}
Ariyamagga Vagga – Capítulo sobre el noble sendero

Una serie de oposiciones entre lo noble e innoble, lo oscuro y brillante, etc.

AN 10,189 {17A10.4.4.1,189} Ariyamagga Sutta – El noble sendero


[189] {189} “Monjes, voy a enseñaros el noble sendero y el sendero innoble. Escuchad y prestad
atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron aquellos monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿qué es el sendero innoble, monjes? La destrucción de la vida, tomar lo que a uno no le ha sido
dado, la inapropiada conducta sexual, la mentira, la forma de hablar que causa divisiones, la áspera
forma de hablar, las charlas frívolas, el anhelo, la animadversión y el incorrecto punto de vista. Este
se llama el sendero innoble.
“Y, ¿qué es el noble sendero, monjes? La abstención de la destrucción de la vida, la abstención de
tomar lo que a uno no le ha sido dado, la abstención de la inapropiada conducta sexual, la
abstención de la mentira, la abstención de la forma de hablar que cause divisiones, la abstención de
la áspera forma de hablar, la abstención de las charlas frívolas, el no-anhelo, la benevolencia y el
recto punto de vista. Este se llama el noble sendero”.

AN 10,190-198 {17A10.4.4.2,190-17A10.4.4.10,198} Kanhamagga, Saddhamma,


Sappurisadhamma, Uppadetabbadhamma, Asevitabbadhamma,
Bhavetabbadhamma, Bahulikatabba, Anussaritabba, y Sacchicatabba Sutta – El
sendero oscuro, etc.
[190-198] {190-198} “Monjes, voy a enseñaros el sendero oscuro y el sendero brillante… el buen
Dhamma y el mal dhamma… el Dhamma de una buena persona y el dhamma de una mala
persona… el Dhamma a ser surgido y el dhamma a no ser surgido… el Dhamma a ser perseguido y
el dhamma a no ser perseguido… el Dhamma a ser desarrollado y el dhamma a no ser
desarrollado… el Dhamma a ser cultivado y el dhamma a no ser cultivado… el Dhamma a ser
recordado y el dhamma a no ser recordado… el Dhamma a ser descubierto y el dhamma a no ser
descubierto…”.
AN 10,199-210 {17A10.4.5.1,199-17A10.4.5.12,210}
Aparapuggala Vagga – Otro capítulo sobre las personas
Una serie de actitudes opuestas frente a diferentes clases de personas, de acuerdo con el camino —
recto o equivocado― que las mismas escogen.

AN 10,199 {17A10.4.5.1,199} Nasevitabbadi Sutta – Asociado con


[199] {199} “Monjes, uno no debería estar asociado con una persona que posee diez características.
Y, ¿cuáles son esas diez? Destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se involucra en la
inapropiada conducta sexual, dice mentiras, tiene una forma de hablar que causa divisiones, tiene
una áspera forma de hablar, se satisface en las charlas frívolas, está lleno de anhelo, de
animadversión y tiene el incorrecto punto de vista. Uno no debería estar asociado con una persona
que posee estas diez características.
“Monjes, uno debería estar asociado con una persona que posee diez cualidades. Y, ¿cuáles son esas
diez? Se abstiene de destruir la vida, de tomar lo que no le ha sido dado, de involucrarse en la
inapropiada conducta sexual, de decir mentiras, de hablar de una manera tal que cause divisiones,
de hablar ásperamente, de charlas frívolas, es sin anhelo, es benevolente y tiene el recto punto de
vista. Uno debería estar asociado con una persona que posee estas diez cualidades”.

AN 10,200-210 {17A10.4.5.2,200-17A10.4.5.12,210} Apoyo, etc.


[200-210] {200-210} “Monjes, uno no debería tener apoyo en una persona que posee diez
características… uno debería tener apoyo en una persona que posee diez cualidades… uno no
debería atender… uno debería atender… uno no debería venerar… uno debería venerar… uno no
debería alabar… uno debería alabar… uno no debería reverenciar… uno debería reverenciar… uno
no debería mostrar deferencia… uno debería mostrar deferencia… una persona que posee diez
características no es exitosa… una persona que posee diez cualidades es exitosa… no es
purificada… es purificada… no ha superado el engreimiento… ha superado el engreimiento… no
crece en sabiduría… crece en sabiduría… genera mucho demérito… genera mucho mérito…”.

AN 10,211-215 {17A10.5.1.1,211-17A10.5.1.5,215} Pathama y


Dutiyanirayasagga, Matugama, Upasika y Visarada Sutta –
Infierno, Mujer, Seguidora laica y Auto-confianza

Las consecuencias de los diez cursos del kamma: perjudiciales y beneficiosos.

AN 10,211 {17A10.5.1.1,211} Pathamanirayasagga – El infierno (1)


[211] {211} “Monjes, poseyendo las diez características, uno es depositado en el infierno como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas diez?
“He aquí, monjes, hay alguien que destruye la vida. Es un asesino, sanguinario, dado a los golpes y
la violencia, sin piedad con los seres vivos.
“Además, monjes, él toma lo que no le ha sido dado. Roba las riquezas y las propiedades de otros
en el campo o el bosque.
“Además, monjes, se involucra en la indebida conducta sexual. Tiene relaciones sexuales con mujer
protegida por sus madres, padres, madres y padres, hermanos, hermanas o parientes; protegida por
su Dhamma, que tiene esposo, con la que [tener relaciones sexuales] implica penalidad o hasta con
una ya prometida.
“Además, monjes, habla falsamente. Si estuviera convocado a la asamblea, en la presencia de sus
parientes, al gremio o a la corte, y preguntado como testigo así: ‘Buen hombre, dinos lo que sabes’,
entonces, no sabiendo diría: ‘Yo sé’, y sabiendo diría: ‘No sé’; no viendo diría: ‘Veo’ y viendo diría:
‘No veo’. De esta manera, conscientemente profiere falsedades para su propio fin, para el fin de
otro o para el fin de algún insignificante mundano.
“Además, monjes, profiere palabras que causan divisiones. Habiendo escuchado algo aquí, lo repite
en otra parte para causar divisiones entre la gente; o, habiendo escuchado algo en otra parte, lo
repite a esas personas para causar divisiones entre la gente. De esta manera, es alguien que causa
divisiones entre aquellos que están unidos, es un creador de divisiones que disfruta de las facciones,
se regocija en las facciones, se deleita en las facciones y profiere palabras que producen las
facciones.
“Además, monjes, habla ásperamente. Profiere palabras que son ásperas, rudas, hirientes a otros,
ofensivas a otros, cercanas a la ira y que no conducen a la concentración.
“Además, monjes, da rienda suelta a charlas frívolas. Habla fuera del tiempo apropiado, habla
falsamente, habla lo que no es beneficioso, profiere palabras contrarias al Dhamma y Disciplina,
fuera del tiempo apropiado profiere palabras sin valor alguno, palabras irracionales, ruidosas y no
beneficiosas.
“Además, monjes, está lleno de anhelo. Anhela las riquezas y las propiedades de otros así: ‘¡Oh, que
lo que pertenece a otros, sea mío!’.
“Además, monjes, tiene la mente con animadversión e intenciones de odio así: ‘¡Oh, que esos seres
sean muertos, masacrados, cortados, destruidos y aniquilados!’.
“Además, monjes, sostiene falsos puntos de vista e incorrectas perspectivas así: ‘No hay nada dado,
nada sacrificado ni nada ofrendado; no hay frutos ni resultados de las malas acciones; no existe este
mundo ni otro; no hay madre ni padre; no hay seres renacidos espontáneamente; no hay en este
mundo ascetas y brahmanes de recta conducta y recta práctica quienes, habiendo descubierto este
mundo y el otro mundo por sí mismos con el conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’.
“Monjes, alguien que posee estas diez características, es depositado en el infierno como si estuviera
llevado allí.
“Pero, monjes, poseyendo las diez cualidades, uno es depositado en el cielo como si estuviera
llevado allí.
“He aquí, monjes, hay alguien, que habiendo abandonado la destrucción de la vida, se abstiene de
destruir la vida. Con la vara y el arma puestas a un lado, consciente y bondadosamente, mora
compasivo hacia todos los seres vivos.
“Además, monjes, habiendo abandonado la toma de lo que no le ha sido dado, se abstiene de tomar
lo que no le ha sido dado. No roba las riquezas ni las propiedades de otros en el campo o el bosque.
“Además, monjes, habiendo abandonado la indebida conducta sexual, se abstiene de la indebida
conducta sexual. No tiene relaciones sexuales con la mujer protegida por sus madres, padres,
madres y padres, hermanos, hermanas o parientes; protegida por su Dhamma, que tiene esposo, con
la que [tener relaciones sexuales] implica penalidad ni con una ya prometida.
“Además, monjes, habiendo abandonado el hablar falso, se abstiene de hablar falsamente. Si
estuviera convocado a la asamblea, en la presencia de sus parientes, al gremio o a la corte, y
preguntado como testigo así: ‘Buen hombre, dinos lo que sabes’, entonces, no sabiendo diría: ‘No
sé’, y sabiendo diría: ‘Lo sé’; no viendo diría: ‘No veo’ y viendo diría: ‘Veo’. De esta manera, no
profiere conscientemente falsedades para su propio fin, para el fin de otro ni para el fin de algún
insignificante mundano.
“Además, monjes, habiendo abandonado el habla que causa divisiones, se abstiene de proferir
palabras que causan divisiones. Habiendo escuchado algo aquí, no lo repite en otra parte para causar
divisiones entre la gente; o, habiendo escuchado algo en otra parte, no lo repite a esas personas para
causar divisiones entre la gente. De esta manera, es alguien que reúne lo que está dividido,
promueve la unidad, disfruta de la concordia, se regocija en la concordia, se deleita en la concordia
y profiere palabras que producen la concordia.
“Además, monjes, habiendo abandonado el hablar áspero, se abstiene de hablar ásperamente.
Profiere palabras que son gentiles, placenteras para oír, amables, que llegan al corazón, corteses y
que agradan a muchos.
“Además, monjes, habiendo abandonado las charlas frívolas, se abstiene de las charlas frívolas.
Habla en el tiempo apropiado, habla la verdad, habla lo que es beneficioso, profiere palabras del
Dhamma y Disciplina, en el tiempo apropiado profiere palabras dignas de ser recordadas, palabras
racionales, sucintas y beneficiosas.
“Además, monjes, está sin anhelo. No anhela las riquezas y las propiedades de otros así: ‘¡Oh, que
lo que pertenece a otros, sea mío!’.
“Además, monjes, tiene la mente con bondad e intenciones libres de odio así: ‘¡Oh, que esos seres
vivan felices, sin enemistades, aflicción ni ansiedad!’.
“Además, monjes, sostiene rectos puntos de vista y correctas perspectivas así: ‘Existe lo dado, lo
sacrificado y lo ofrendado; hay frutos y resultados de las malas acciones; existe este mundo y el
otro; hay madre y padre; hay seres renacidos espontáneamente; hay en este mundo ascetas y
brahmanes de recta conducta y recta práctica quienes, habiendo descubierto este mundo y el otro
mundo por sí mismos con el conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’.
“Monjes, alguien que posee estas diez cualidades, es depositado en el cielo como si estuviera
llevado allí”.

AN 10,212 {17A10.5.1.2,212} Dutiyanirayasagga – El infierno (2)


[212] {212} “Monjes, poseyendo las diez características, uno es depositado en el infierno como si
estuviera llevado allí. Y, ¿cuáles son esas diez?
[Sigue igual que en el sutta anterior] [1]

AN 10,213 {17A10.5.1.3,213} Matugama Sutta – La mujer


[213] {213} “Monjes, poseyendo las diez características, las mujeres son depositadas en el infierno
como si estuvieran llevadas allí. Y, ¿cuáles son esas diez?
“He aquí, monjes, hay las que destruyen la vida. Son unas asesinas, sanguinarias, dadas a los golpes
y la violencia, sin piedad con los seres vivos… Además, monjes, sostienen falsos puntos de vista e
incorrectas perspectivas así: ‘No hay nada dado, nada sacrificado ni nada ofrendado; no hay frutos
ni resultados de las malas acciones; no existe este mundo ni otro; no hay madre ni padre; no hay
seres renacidos espontáneamente; no hay en este mundo ascetas y brahmanes de recta conducta y
recta práctica quienes, habiendo descubierto este mundo y el otro mundo por sí mismos con el
conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’. Monjes, poseyendo estas diez características, las
mujeres están depositadas en el infierno como si estuvieran llevadas allí.
“Pero, monjes, poseyendo las diez cualidades, las mujeres son depositadas en el cielo como si
estuvieran llevadas allí.
“He aquí, monjes, hay las que habiendo abandonado la destrucción de la vida, se abstienen de
destruir la vida. Con la vara y el arma puestas a un lado, consciente y bondadosamente, moran
compasivas hacia todos los seres vivos… Además, monjes, sostienen rectos puntos de vista y
correctas perspectivas así: ‘Existe lo dado, lo sacrificado y lo ofrendado; hay frutos y resultados de
las malas acciones; existe este mundo y el otro; hay madre y padre; hay seres renacidos
espontáneamente; hay en este mundo ascetas y brahmanes de recta conducta y recta práctica
quienes, habiendo descubierto este mundo y el otro mundo por sí mismos con el conocimiento
directo, lo hacen conocer a otros’. Monjes, poseyendo estas diez cualidades, las mujeres son
depositadas en el cielo como si estuvieran llevadas allí”.

AN 10,214 {17A10.5.1.4,214} Upasika Sutta – Seguidora laica


[214] {214} “Monjes, poseyendo las diez características, una seguidora laica es depositada en el
infierno como si estuviera llevada allí. Y, ¿cuáles son esas diez? He aquí, monjes, ella destruyen la
vida… Además, monjes, sostienen falsos puntos de vista… poseyendo estas diez características, una
seguidora laica es depositada en el infierno como si estuviera llevada allí.
“Pero, monjes, poseyendo las diez cualidades, una seguidora laica es depositada en el cielo como si
estuviera llevada allí. Y, ¿cuáles son esas diez? He aquí, monjes, ella se abstiene de destruir la
vida… sostiene rectos puntos de vista… poseyendo estas diez cualidades, una seguidora laica es
depositada en el cielo como si estuviera llevada allí”.

AN 10,215 {17A10.5.1.5,215} Visarada Sutta – Auto-confianza


[215] {215} “Monjes, poseyendo las diez características, una seguidora laica mora en casa sin auto-
confianza. Y, ¿cuáles son esas diez? He aquí, monjes, ella destruyen la vida… Además, monjes,
sostienen falsos puntos de vista… poseyendo estas diez características, una seguidora laica mora en
casa sin la auto-confianza.
“Pero, monjes, poseyendo las diez cualidades, una seguidora laica mora en casa con la auto-
confianza. Y, ¿Cuáles son esas diez? He aquí, monjes, ella se abstiene de destruir la vida… sostiene
rectos puntos de vista… poseyendo estas diez cualidades, una seguidora laica mora en casa con
auto-confianza”.

NOTA:
[1] En pali no se detecta diferencia alguna entre este sutta y el anterior. Las diferentes ediciones del
AN parecen no indicar por qué, dos suttas de contenido aparentemente igual, aparecen como
diferentes.

AN 10,216 {17A10.5.1.6,216} Samsappaniya Sutta –


Arrastrado

El Buda enseña que “los seres son dueños de su propio kamma, son herederos de su kamma; tienen
el kamma como su origen, el kamma como su pariente y el kamma como su recurso; cualquier
kamma que hacen —bueno o malo—, son sus herederos”.

[216] {216} “Monjes, voy a enseñaros la exposición del Dhamma de lo arrastrado. Escuchad y
prestad atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Y, ¿cómo es, monjes, la exposición del Dhamma de lo arrastrado? He aquí, monjes, los seres son
dueños de su propio kamma, son herederos de su kamma; tienen el kamma como su origen, el
kamma como su pariente y el kamma como su recurso; cualquier kamma que hacen —bueno o malo
—, son sus herederos.
“He aquí, monjes, hay alguien que destruye la vida. Es un asesino, sanguinario, dado a los golpes y
la violencia, sin piedad con los seres vivos. Se arrastra mediante el cuerpo, el habla y la mente. Sus
acciones corporales son torcidas, sus acciones verbales son torcidas y sus acciones mentales son
torcidas. Su destino está torcido y su renacimiento está torcido. Pero para alguien con el destino y
renacimiento torcidos, solo hay —lo declaro yo— uno de dos destinos posibles: o un infierno
exclusivamente penoso o una especie de animal que se arrastra. Y, ¿cuáles son los animales que se
arrastran? La serpiente, el escorpión, el ciempiés, la mangosta, el gato, el ratón, el búho o cualquier
otro animal que se arrastra lejos cuando ve a la gente. De esta manera es cómo el ser renace del ser;
uno renace a través de sus propias obras. Cuando uno ha renacido, lo afectan los contactos. Es de
esta manera —declaro yo— que los seres son herederos de su kamma.
“Además, monjes, hay alguien que toma lo que no le ha sido dado… se involucra en la indebida
conducta sexual… habla falsamente… profiere palabras que causan divisiones… habla
ásperamente… da rienda suelta a charlas frívolas… está lleno de anhelo… tiene la mente con
animadversión e intenciones de odio… sostiene falsos puntos de vista e incorrectas perspectivas así:
‘No hay nada dado, nada sacrificado ni nada ofrendado; no hay frutos ni resultados de las malas
acciones; no existe este mundo ni otro; no hay madre ni padre; no hay seres renacidos
espontáneamente; no hay en este mundo ascetas y brahmanes de recta conducta y recta práctica
quienes, habiendo descubierto este mundo y el otro mundo por sí mismos con el conocimiento
directo, lo hacen conocer a otros’. Se arrastra mediante el cuerpo, el habla y la mente. Sus acciones
corporales son torcidas, sus acciones verbales son torcidas y sus acciones mentales son torcidas. Su
destino está torcido y su renacimiento está torcido. Pero para alguien con el destino y renacimiento
torcidos, solo hay —lo declaro yo— uno de dos destinos posibles: o un infierno exclusivamente
penoso o una especie de animal que se arrastra. Y, ¿cuáles son los animales que se arrastran? La
serpiente, el escorpión, el ciempiés, la mangosta, el gato, el ratón, el búho o cualquier otro animal
que se arrastra lejos cuando ve a la gente. De esta manera es cómo el ser renace del ser; uno renace
a través de sus propias obras. Cuando uno ha renacido, lo afectan los contactos. Es de esta manera
—declaro yo— que los seres son herederos de su kamma.
“Monjes, los seres son dueños de su propio kamma, son herederos de su kamma; tienen el kamma
como su origen, el kamma como su pariente y el kamma como su recurso; cualquier kamma que
hacen —bueno o malo—, son sus herederos.
“He aquí, monjes, hay alguien que se abstiene de destruir la vida. Con la vara y el arma puestos a un
lado, consciente y bondadosamente, mora compasivo hacia todos los seres vivos. Él no se arrastra
mediante el cuerpo, el habla ni la mente. Sus acciones corporales son rectas, sus acciones verbales
son rectas y sus acciones mentales son rectas. Su destino es recto y su renacimiento es recto. Y para
alguien con el destino y renacimiento rectos, solo hay —lo declaro yo— uno de dos destinos
posibles: o un cielo exclusivamente placentero o una familia eminente, como los influyentes
khattiyas, influyentes brahmanes o influyentes hombres hogareños; [familias] ricas, con grandes
riquezas y propiedades, abundante oro y plata, abundantes tesoros y posesiones, abundantes
fortunas y granos. De esta manera es cómo el ser renace del ser; uno renace a través de sus propias
obras. Cuando uno ha renacido, lo afectan los contactos. Es de esta manera —declaro yo— que los
seres son herederos de su kamma.
“Además, monjes, hay alguien que se abstiene de tomar lo que no le ha sido dado… se abstiene de
la indebida conducta sexual… se abstiene de hablar falsamente… se abstiene de proferir palabras
que causan divisiones… se abstiene de hablar ásperamente… se abstiene de dar rienda suelta a
charlas frívolas… está sin anhelo… tiene la mente de buena voluntad… sostiene rectos puntos de
vista y correctas perspectivas así: ‘Existe lo dado, lo sacrificado y lo ofrendado; hay frutos y
resultados de las malas acciones; existe este mundo y el otro; hay madre y padre; hay seres
renacidos espontáneamente; hay en este mundo ascetas y brahmanes de recta conducta y recta
práctica quienes, habiendo descubierto este mundo y el otro mundo por sí mismos con el
conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’. Él no se arrastra mediante el cuerpo, el habla ni la
mente. Sus acciones corporales son rectas, sus acciones verbales son rectas y sus acciones mentales
son rectas. Su destino es recto y su renacimiento es recto. Y para alguien con el destino y
renacimiento rectos, solo hay —lo declaro yo— uno de dos destinos posibles: o un cielo
exclusivamente placentero o una familia eminente, como los influyentes khattiyas, influyentes
brahmanes o influyentes hombres hogareños; [familias] ricas, con grandes riquezas y propiedades,
abundante oro y plata, abundantes tesoros y posesiones, abundantes fortunas y granos. De esta
manera es cómo el ser renace del ser; uno renace a través de sus propias obras. Cuando uno ha
renacido, lo afectan los contactos. Es de esta manera —declaro yo— que los seres son herederos de
su kamma.
“Monjes, los seres son dueños de su propio kamma, son herederos de su kamma; tienen el kamma
como su origen, el kamma como su pariente y el kamma como su recurso; cualquier kamma que
hacen —bueno o malo—, son sus herederos.
“Ésta es, monjes, la exposición del Dhamma de lo arrastrado”.

AN 10,217-218 {17A10.5.1.7,217-17A10.5.1.8,218} Pathama y


Dutiyasancetanika Sutta – Intencional

Estos dos suttas, de contenido casi idéntico, muestran que el kamma denota una fuerza moral creada
por nuestras obras. Todos nuestros actos, moralmente determinados, crean un potencial capaz de
traer los correspondientes resultados, trayendo miseria o felicidad en dependencia de la cualidad
moral de la acción originaria.

AN 10,217 {17A10.5.1.7,217} Pathamasancetanika Sutta – Primer discurso sobre


lo intencional
[217] {217} “Monjes, no digo que existe el fin de las acciones intencionales, que han sido hechas y
acumuladas, mientras uno no haya experimentado [sus resultados]; lo cual puede ser en esta
presente vida, en el [siguiente] renacimiento o en alguna subsiguiente ocasión. Tampoco digo que
no se está produciendo el fin de la insatisfacción, mientras uno no haya experimentado [los
resultados] del kamma intencional [1] que ha sido hecho y acumulado.
“En cuanto a eso, monjes, hay tres corrupciones y fallas del kamma corporal, surgidas a partir de la
intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos; hay cuatro corrupciones y fallas del
kamma verbal, surgidas a partir de la intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados
penosos; hay tres corrupciones y fallas del kamma mental, surgidas a partir de la intención
perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos.
“Y, ¿cómo son, monjes, las tres corrupciones y fallas del kamma corporal, surgidas a partir de la
intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos?
“He aquí, monjes, hay alguien que destruye la vida. Es un asesino sanguinario, dado a los golpes y
la violencia, sin piedad con los seres vivos.
“Además, monjes, él toma lo que no le ha sido dado. Roba las riquezas y las propiedades de otros
en el campo o el bosque.
“Además, monjes, se involucra en la indebida conducta sexual. Tiene relaciones sexuales con mujer
protegida por sus madres, padres, madres y padres, hermanos, hermanas o parientes; protegida por
su Dhamma, que tiene esposo, con la que [tener relaciones sexuales] implica penalidad o hasta con
una ya prometida.
“Es de esta manera, monjes, que existen estas tres corrupciones y fallas del kamma corporal,
surgidas a partir de la intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos.
Y, ¿cómo son, monjes, las cuatro corrupciones y fallas del kamma verbal, surgidas a partir de la
intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos?
“Además, monjes, habla falsamente. Si estuviera convocado a la asamblea, en la presencia de sus
parientes, al gremio o a la corte, y preguntado como testigo así: ‘Buen hombre, dinos lo que sabes’,
entonces, no sabiendo diría: ‘Yo sé’, y sabiendo diría: ‘No sé’; no viendo diría: ‘Veo’ y viendo diría:
‘No veo’. De esta manera, conscientemente profiere falsedades para su propio fin, para el fin de
otro o para el fin de algún insignificante mundano.
“Además, monjes, profiere palabras que causan divisiones. Habiendo escuchado algo aquí, lo repite
en otra parte para causar divisiones entre la gente; o, habiendo escuchado algo en otra parte, lo
repite a esas personas para causar divisiones entre la gente. De esta manera, es alguien que causa
divisiones entre aquellos que están unidos, es un creador de divisiones que disfruta de las facciones,
se regocija en las facciones, se deleita en las facciones y profiere palabras que producen las
facciones.
“Además, monjes, habla ásperamente. Profiere palabras que son ásperas, rudas, hirientes a otros,
ofensivos a otros, cercanas a la ira y que no conducen a la concentración.
“Además, monjes, da rienda suelta a charlas frívolas. Habla fuera del tiempo apropiado, habla
falsamente, habla lo que no es beneficioso, profiere palabras contrarias al Dhamma y Disciplina,
fuera de tiempo apropiado profiere palabras sin valor alguno, palabras irracionales, ruidosas y no
beneficiosas.
“Es de esta manera, monjes, que existen estas cuatro corrupciones y fallas del kamma verbal,
surgidas a partir de la intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos.
Y, ¿cómo son, monjes, las tres corrupciones y fallas del kamma mental, surgidas a partir de la
intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos?
“Además, monjes, está lleno de anhelo. Anhela las riquezas y las propiedades de otros así: ‘¡Oh, que
lo que pertenece a otros, sea mío!’.
“Además, monjes, tiene la mente con animadversión e intenciones del odio así: ‘¡Oh, que esos seres
sean muertos, masacrados, cortados, destruidos y aniquilados!’.
“Además, monjes, sostiene falsos puntos de vista e incorrectas perspectivas así: ‘No hay nada dado,
nada sacrificado ni nada ofrendado; no hay frutos ni resultados de las malas acciones; no existe este
mundo ni otro; no hay madre ni padre; no hay seres renacidos espontáneamente; no hay en este
mundo ascetas y brahmanes de recta conducta y recta práctica quienes, habiendo descubierto este
mundo y el otro mundo por sí mismos con el conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’.
“Es de esta manera, monjes, que existen estas tres corrupciones y fallas del kamma mental, surgidas
a partir de la intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos.
“Monjes, es por estas tres corrupciones y fallas del kamma corporal, surgidas a partir de la intención
perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos, que al disolverse el cuerpo, después de la
muerte, los seres renacen en el plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno.
O, es por estas cuatro corrupciones y fallas del kamma verbal, surgidas a partir de la intención
perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos, que al disolverse el cuerpo, después de la
muerte, los seres renacen en el plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno.
O, es por estas tres corrupciones y fallas del kamma mental, surgidas a partir de la intención
perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos, que al disolverse el cuerpo, después de la
muerte, los seres renacen en el plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, en el infierno.
Al igual que los dados lanzados hacia arriba, descansan firmemente dondequiera que caen, así
también, es por estas tres corrupciones y fallas del kamma corporal… O, es por estas cuatro
corrupciones y fallas del kamma verbal… O, es por estas tres corrupciones y fallas del kamma
mental, surgidas a partir de la intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos, que al
disolverse el cuerpo, después de la muerte, los seres renacen en el plano de miseria, en el mal
destino, en el mundo bajo, en el infierno.
“Monjes, yo no digo que existe el fin de las acciones intencionales, que han sido hechas y
acumuladas, mientras uno no haya experimentado [sus resultados]; lo cual puede ser en esta
presenta vida, en el [siguiente] renacimiento o en alguna subsiguiente ocasión. Tampoco digo que
no se está produciendo el fin de la insatisfacción, mientras uno no haya experimentado [los
resultados] del kamma intencional que ha sido hecho y acumulado.
“En cuanto a eso, monjes, hay tres aciertos del kamma corporal, surgidos a partir de la intención
beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados placenteros; hay cuatro aciertos del kamma
verbal, surgidos a partir de la intención beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados
placenteros; hay tres aciertos del kamma mental, surgidos a partir de la intención beneficiosa, que
tienen consecuencias y resultados placenteros.
“Y, ¿cómo son, monjes, los tres aciertos del kamma corporal, surgidos a partir de la intención
beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados placenteros?
“He aquí, monjes, hay alguien que, habiendo abandonado la destrucción de la vida, se abstiene de
destruir la vida. Con la vara y el arma puestos a un lado, consciente y bondadosamente, mora
compasivo hacia todos los seres vivos.
“Además, monjes, habiendo abandonado la toma de lo que no le ha sido dado, se abstiene de tomar
lo que no le ha sido dado. No roba las riquezas ni las propiedades de otros en el campo o el bosque.
“Además, monjes, habiendo abandonado la indebida conducta sexual, se abstiene de la indebida
conducta sexual. No tiene relaciones sexuales con la mujer protegida por sus madres, padres,
madres y padres, hermanos, hermanas o parientes; protegida por su Dhamma, que tiene esposo, con
la que [tener relaciones sexuales] implica penalidad ni con una ya prometida.
“Es de esta manera, monjes, que existen estos tres aciertos del kamma corporal, surgidos a partir de
la intención beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados placenteros.
“Y, ¿cómo son, monjes, los cuatro aciertos del kamma verbal, surgidos a partir de la intención
beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados placenteros?
“Además, monjes, habiendo abandonado el habla falso, se abstiene de hablar falsamente. Si
estuviera convocado a la asamblea, en la presencia de sus parientes, al gremio o a la corte, y
preguntado como testigo así: ‘Buen hombre, dinos lo que sabes’, entonces, no sabiendo diría: ‘No
sé’, y sabiendo diría: ‘Lo sé’; no viendo diría: ‘No veo’ y viendo diría: ‘Veo’. De esta manera, no
profiere conscientemente falsedades para su propio fin, para el fin de otro ni para el fin de algún
insignificante mundano.
“Además, monjes, habiendo abandonado el habla que causa divisiones, se abstiene de proferir
palabras que causan divisiones. Habiendo escuchado algo aquí, no lo repite en otra parte para causar
divisiones entre la gente; o, habiendo escuchado algo en otra parte, no lo repite a esas personas para
causar divisiones entre la gente. De esta manera, es alguien que reúne lo que está dividido,
promueve la unidad, disfruta de la concordia, se regocija en la concordia, se deleita en la concordia
y profiere palabras que producen la concordia.
“Además, monjes, habiendo abandonado el habla áspero, se abstiene de hablar ásperamente.
Profiere palabras que son gentiles, placenteras para oír, amables, que llegan al corazón, corteses y
que agradan a muchos.
“Además, monjes, habiendo abandonado las charlas frívolas, se abstiene de las charlas frívolas.
Habla en el tiempo apropiado, habla verdad, habla lo que es beneficioso, profiere palabras del
Dhamma y Disciplina, en el tiempo apropiado profiere palabras dignas de ser recordadas, palabras
racionales, sucintas y beneficiosas.
“Es de esta manera, monjes, que existen estos cuatro aciertos del kamma verbal, surgidos a partir de
la intención beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados placenteros.
“Y, ¿cómo son, monjes, los tres aciertos del kamma mental, surgidos a partir de la intención
beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados placenteros?
“Además, monjes, está sin anhelo. No anhela las riquezas y las propiedades de otros así: ‘¡Oh, que
lo que pertenece a otros, sea mío!’.
“Además, monjes, tiene la mente con bondad e intenciones libres del odio así: ‘¡Oh, que esos seres
vivan felices, sin enemistades, aflicción ni ansiedad!’.
“Además, monjes, sostiene rectos puntos de vista y correctas perspectivas así: ‘Existe lo dado, lo
sacrificado y lo ofrendado; hay frutos y resultados de las malas acciones; existe este mundo y el
otro; hay madre y padre; hay seres renacidos espontáneamente; hay en este mundo ascetas y
brahmanes de recta conducta y recta práctica quienes, habiendo descubierto este mundo y el otro
mundo por sí mismos con el conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’.
“Es de esta manera, monjes, que existen estos tres aciertos del kamma mental, surgidos a partir de la
intención beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados placenteros.
“Monjes, es por estos tres aciertos del kamma corporal, surgidos a partir de la intención beneficiosa,
que tienen consecuencias y resultados placenteros que, al disolverse el cuerpo, después de la
muerte, los seres renacen en el buen destino, en el mundo celestial. O, es por estos cuatro aciertos
del kamma verbal, surgidos a partir de la intención beneficiosa, que tienen consecuencias y
resultados placenteros que, al disolverse el cuerpo, después de la muerte, los seres renacen en el
buen destino, en el mundo celestial. O, es por estos tres aciertos del kamma mental, surgidos a partir
de la intención beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados placenteros que, al disolverse el
cuerpo después de la muerte, los seres renacen en el buen destino, en el mundo celestial. Al igual
que los dados lanzados hacia arriba, descansan firmemente dondequiera que caen, así también, es
por estos tres aciertos del kamma corporal… O, es por estos cuatro aciertos del kamma verbal… O,
es por estos tres aciertos del kamma mental, surgidos a partir de la intención beneficiosa, que tienen
consecuencias y resultados placenteros que, al disolverse el cuerpo, después de la muerte, los seres
renacen en el buen destino, en el mundo celestial.
“Monjes, yo no digo que existe el fin de las acciones intencionales, que han sido hechas y
acumuladas, mientras uno no haya experimentado [sus resultados]; lo cual puede ser en esta
presenta vida, en el [siguiente] renacimiento o en alguna subsiguiente ocasión. Tampoco digo que
no se está produciendo el fin de la insatisfacción mientras uno no haya experimentado [los
resultados] del kamma intencional que ha sido hecho y acumulado”.

AN 10,218 {17A10.5.1.8,218} Dutiyasancetanika Sutta – Segundo discurso sobre


lo intencional (2) [2]
[218] {218} “Monjes, yo no digo que existe el fin de las acciones intencionales, que han sido
hechas y acumuladas, mientras uno no haya experimentado [sus resultados]; lo cual puede ser en
esta presenta vida, en el [siguiente] renacimiento o en alguna subsiguiente ocasión. Tampoco digo
que no se está produciendo el fin de la insatisfacción mientras uno no haya experimentado [los
resultados] del kamma intencional [1] que ha sido hecho y acumulado.
“En cuanto a eso, monjes, hay tres corrupciones y fallas del kamma corporal, surgidas a partir de la
intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos; hay cuatro corrupciones y fallas del
kamma verbal, surgidas a partir de la intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados
penosos; hay tres corrupciones y fallas del kamma mental, surgidas a partir de la intención
perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos.
“Y, ¿cómo son, monjes, las tres corrupciones y fallas del kamma corporal… del kamma verbal…
del kamma mental?… que tienen secuelas y resultados penosos [igual que en el sutta anterior].
“Monjes, es por estas tres corrupciones y fallas del kamma corporal, surgidas a partir de la intención
perjudicial… O, es por estas cuatro corrupciones y fallas del kamma verbal, surgidas a partir de la
intención perjudicial… O, es por estas tres corrupciones y fallas del kamma mental, surgidas a
partir de la intención perjudicial, que tienen secuelas y resultados penosos que, al disolverse el
cuerpo, después de la muerte, los seres renacen en el plano de miseria, en el mal destino, en el
mundo bajo, en el infierno.
“Monjes, yo no digo que existe el fin de las acciones intencionales, que han sido hechas y
acumuladas, mientras uno no haya experimentado [sus resultados]; lo cual puede ser en esta
presenta vida, en el [siguiente] renacimiento o en alguna subsiguiente ocasión. Tampoco digo que
no se está produciendo el fin de la insatisfacción mientras uno no haya experimentado [los
resultados] del kamma intencional que ha sido hecho y acumulado.
“En cuanto a eso, monjes, hay tres aciertos del kamma corporal, surgidos a partir de la intención
beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados placenteros; hay cuatro aciertos del kamma
verbal, surgidos a partir de la intención beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados
placenteros; hay tres aciertos del kamma mental, surgidos a partir de la intención beneficiosa, que
tienen consecuencias y resultados placenteros.
“Y, ¿cómo son, monjes, los tres aciertos del kamma corporal… del kamma verbal… del kamma
mental? …surgidos a partir de la intención beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados
placenteros [igual que en el sutta anterior].
“Monjes, es por estos tres aciertos del kamma corporal… O, es por estos cuatro aciertos del kamma
verbal… O, es por estos tres aciertos del kamma mental, surgidos a partir de la intención
beneficiosa, que tienen consecuencias y resultados placenteros que, al disolverse el cuerpo, después
de la muerte, los seres renacen en el buen destino, en el mundo celestial.
“Monjes, yo no digo que existe el fin de las acciones intencionales, que han sido hechas y
acumuladas, mientras uno no haya experimentado [sus resultados]; lo cual puede ser en esta
presenta vida, en el [siguiente] renacimiento o en alguna subsiguiente ocasión. Tampoco digo que
no se está produciendo el fin de la insatisfacción mientras uno no haya experimentado [los
resultados] del kamma intencional que ha sido hecho y acumulado”.

NOTAS:
[1] Puesto que el kamma, por definición, es una acción intencional o volitiva, el término “kamma
intencional” necesariamente suena algo redundante. Bhikkhu Bodhi (2012:1856-1857) sugiere que
podría tratarse aquí del juego de dos significados que tiene este término, a saber, (1) el significado
literal de acción u obra y (2) el de la capacidad de producir éticamente determinados frutos. Esta es
la razón por la cual en el primer caso traduzco “sancetanikanam kammanam” como “acciones
intencionales” y en el segundo como “kamma intencional”.
[2] Este sutta sólo difiere del anterior en que abrevia la parte expositiva y omite el símil.

AN 10,219 {17A10.5.1.9,219} Karajakaya Sutta – El cuerpo


nacido de la impureza
La práctica de los “cuatro inconmensurables” —amor benevolente, compasión, dicha altruista y
ecuanimidad― conduce al no-retorno.

[219] {219} “Monjes, yo no digo que existe el fin del kamma volitivo que ha sido hecho y
acumulado mientras uno no haya experimentado [sus resultados]; lo cual puede ocurrir en esta
presente vida, en el [siguiente] renacimiento o en alguna subsiguiente ocasión. Tampoco digo que se
esté produciendo el fin de la insatisfacción, mientras uno no haya experimentado [los resultados]
del kamma volitivo que ha sido hecho y acumulado.
“Este noble discípulo, monjes, que es libre del anhelo, libre de la animadversión, no confuso,
comprendiendo claramente, siempre atento, mora impregnando el primer punto cardinal con la
mente imbuida en el amor benevolente, al igual que el segundo punto, tercero y cuarto. Igualmente
arriba y abajo, de un lado a otro y a todos los lados, a todos y a sí mismo, mora impregnando al
mundo entero con la mente imbuida en el amor benevolente, vasto, excelso, inconmensurable, sin
enemistad, sin animadversión. Y él comprende esto: ‘Anteriormente, mi mente era limitada y no
desarrollada, pero ahora es inconmensurable y bien desarrollada. El kamma que no puede ser
medido permanece o persiste aquí’.
“¿Qué opináis, monjes, si un joven desarrollase la liberación de la mente a través del amor
benevolente desde su niñez, sería capaz de cometer malas acciones?”.
“No, Venerable Señor”.
“¿Podría afectarlo el sufrimiento si no cometiera malas acciones?”.
“No, Venerable Señor. ¿Por la cuenta de qué le afectaría el sufrimiento si no cometiese las malas
acciones?”.
“Una mujer o un hombre debe desarrollar esta liberación de la mente a través del amor benevolente.
Ninguna mujer u hombre puede llevar este cuerpo consigo cuando se va. Los mortales tienen la
mente como su núcleo [1].
“[El noble discípulo] comprende: ‘Cualquier mala acción que cometí aquí en el pasado, con este
cuerpo nacido de las impurezas, todo eso ha de ser experimentado aquí. Esto no pasará de largo’.
Cuando la liberación de la mente a través del amor benevolente está desarrollada de esta manera,
conduce al monje sabio, que aún no haya penetrado la liberación suprema, al no-retorno.
“Además, monjes, este noble discípulo que es libre del anhelo, libre de la animadversión, no
confuso, comprendiendo claramente, siempre atento, mora impregnando el primer punto cardinal
con la mente imbuida en la compasión… en el gozo altruista… en la ecuanimidad, al igual que el
segundo punto, tercero y cuarto. Igualmente arriba y abajo, de un lado a otro y a todos los lados, a
todos y a sí mismo, mora impregnando al mundo entero con la mente imbuida en la ecuanimidad,
vasta, excelsa, inconmensurable, sin enemistad, sin animadversión. Y él comprende esto:
‘Anteriormente, mi mente era limitada y no desarrollada, pero ahora es inconmensurable y bien
desarrollada. El kamma que no puede ser medido permanece o persiste aquí’.
“¿Qué opináis, monjes, si un joven desarrollase la liberación de la mente a través de la ecuanimidad
desde su niñez, sería capaz de cometer malas acciones?”.
“No, Venerable Señor”.
“¿Podría afectarlo el sufrimiento si no cometiera malas acciones?”.
“No, Venerable Señor. ¿Por la cuenta de qué le afectaría el sufrimiento si no cometiese las malas
acciones?”.
“Una mujer o un hombre debe desarrollar esta liberación de la mente a través de la ecuanimidad.
Ninguna mujer u hombre puede llevar este cuerpo consigo cuando se va. Los mortales tienen la
mente como su núcleo.
“[El noble discípulo] comprende: ‘Cualquier mala acción que cometí aquí en el pasado, con este
cuerpo nacido de las impurezas, todo eso ha de ser experimentado aquí. Esto no pasará de largo’.
Cuando la liberación de la mente a través de la ecuanimidad está desarrollada de esta manera,
conduce al monje sabio, que no haya penetrado aún la liberación suprema, al no-retorno”.

NOTA:
[1] Los Comentarios: “Ellos tienen la mente como su causa, o su interior se debe a la mente
(cittakarano, atha va citten’ eva antariko). Porque con la mente en el renacimiento que sigue sin
intervalo a la mente en la muerte, uno llega a ser un deva, un morador del infierno o un animal”.
AN 10,220 {17A10.5.1.10,220} Adhammacariya Sutta –
Conducta contraria al Dhamma

El Buda explica a un brahmán en qué consiste una triple correcta e incorrecta conducta corporal,
una cuádruple correcta e incorrecta conducta verbal y una triple correcta e incorrecta conducta
mental.

[220] {220} Entonces, un cierto brahmán se acercó al Bienaventurado e intercambió con él


cordiales saludos. Cuando sus amables saludos y palabras de bienvenida hubieron concluido, se
sentó a un lado y dijo al Bienaventurado:
“Maestro Gotama, ¿por qué ocurre esto, que algunos seres aquí, con el quiebre del cuerpo, después
de la muerte, renacen en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, incluso en el
infierno?”.
“Es por causa de la conducta incorrecta, brahmán, conducta contraria al Dhamma que algunos seres
aquí, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renacen en el plano de la miseria, en el mal
destino, en el mundo bajo, incluso en el infierno”.
“Maestro Gotama, y ¿por qué ocurre esto, que algunos seres aquí, con el quiebre del cuerpo,
después de la muerte, renacen en el buen destino, en el mundo celestial?”.
“Es por causa de la recta conducta, brahmán, conducta de acuerdo con el Dhamma que algunos
seres aquí, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renacen en el buen destino, en el mundo
celestial”.
“Yo no entiendo el significado detallado de la declaración que el maestro Gotama hizo en resumen.
¿Podría el maestro Gotama enseñarme el Dhamma de manera tal que entendiese el significado
detallado?”.
“Bien, brahmán, entonces escucha y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, señor”, respondió el brahmán y el Bienaventurado continuó:
“Brahmán, una conducta incorrecta, conducta contraria al Dhamma, puede ser corporal de tres
clases, verbal de cuatro clases y mental de tres clases.
“Y, ¿cómo es, brahmán, una conducta corporal incorrecta, una conducta contraria al Dhamma de
tres clases?
“He aquí, brahmán, hay quien destruye la vida. Es un asesino sanguinario, dado a los golpes y la
violencia, sin piedad con los seres vivos.
“Además, toma lo que no le ha sido dado. Roba las riquezas y las propiedades de otros en el campo
o el bosque.
“Además, se involucra en la indebida conducta sexual. Tiene relaciones sexuales con la mujer
protegida por sus madres, padres, madres y padres, hermanos, hermanas o parientes; protegida por
su Dhamma, que tiene esposo, con la que [tener relaciones sexuales] implica penalidad o hasta con
una ya prometida.
“Es de esta manera, brahmán, una conducta corporal incorrecta, una conducta contraria al Dhamma
de tres clases.
“Y, ¿cómo es, brahmán, una conducta verbal incorrecta, una conducta contraria al Dhamma de
cuatro clases?
“He aquí, brahmán, hay quien dice mentiras. Si estuviera convocado a la asamblea, en la presencia
de sus parientes, al gremio o a la corte, y preguntado como testigo así: ‘Buen hombre, dinos lo que
sabes’, entonces, no sabiendo diría: ‘Yo sé’, y sabiendo diría: ‘No sé’; no viendo diría: ‘Veo’ y
viendo diría: ‘No veo’. De esta manera, conscientemente profiere falsedades para su propio fin, para
el fin de otro o para el fin de algún insignificante mundano.
“Además habla de manera divisoria. Habiendo escuchado algo aquí, lo repite en otra parte para
causar divisiones entre la gente; o, habiendo escuchado algo en otra parte, lo repite a esas personas
para causar divisiones entre la gente. De esta manera, es alguien que causa divisiones entre aquellos
que están unidos, es un creador de divisiones que disfruta de las facciones, se regocija en las
facciones, se deleita en las facciones y profiere palabras que producen las facciones.
“Además habla ásperamente. Profiere palabras que son ásperas, rudas, hirientes a otros, ofensivas a
otros, cercanas a la ira y que no conducen a la concentración.
“Además, da rienda suelta a charlas frívolas. Habla fuera del tiempo apropiado, habla falsamente,
habla lo que no es beneficioso, profiere palabras contrarias al Dhamma y Disciplina, fuera del
tiempo apropiado profiere palabras sin valor alguno, palabras irracionales, ruidosas y no
beneficiosas.
“Es de esta manera, brahmán, una conducta verbal incorrecta, una conducta contraria al Dhamma de
cuatro clases.
“Y, ¿cómo es, brahmán, una conducta mental incorrecta, una conducta contraria al Dhamma de tres
clases?
“He aquí, brahmán, hay quien está lleno de anhelo. Anhela las riquezas y las propiedades de otros
así: ‘¡Oh, que lo que pertenece a otros, sea mío!’.
“Además tiene la mente con animadversión e intenciones de odio así: ‘¡Oh, que esos seres sean
muertos, masacrados, cortados, destruidos y aniquilados!’.
“Además sostiene falsos puntos de vista e incorrectas perspectivas así: ‘No hay nada dado, nada
sacrificado ni nada ofrendado; no hay frutos ni resultados de las malas acciones; no existe este
mundo ni otro; no hay madre ni padre; no hay seres renacidos espontáneamente; no hay en este
mundo ascetas y brahmanes de recta conducta y recta práctica quienes, habiendo descubierto este
mundo y el otro mundo por sí mismos, con el conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’.
“Es de esta manera, brahmán, una conducta mental incorrecta, una conducta contraria al Dhamma
de tres clases.
“Es por causa de la conducta incorrecta, brahmán, conducta contraria al Dhamma, que algunos seres
aquí, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renacen en el plano de la miseria, en el mal
destino, en el mundo bajo, incluso en el infierno”.
“Brahmán, una recta conducta, conducta de acuerdo con el Dhamma, puede ser corporal de tres
clases, verbal de cuatro clases y mental de tres clases.
“Y, ¿cómo es, brahmán, una recta conducta corporal, una conducta de acuerdo con el Dhamma, de
tres clases?
“He aquí, brahmán, hay quien, habiendo abandonado la destrucción de la vida, se abstiene de
destruir la vida. Con la vara y el arma puestos a un lado, consciente y bondadosamente, mora
compasivo hacia todos los seres vivos.
“Además, habiendo abandonado la toma de lo que no le ha sido dado, se abstiene de tomar lo que
no le ha sido dado. No roba las riquezas ni las propiedades de otros en el campo o en el bosque.
“Además, habiendo abandonado la indebida conducta sexual, se abstiene de la indebida conducta
sexual. No tiene relaciones sexuales con la mujer protegida por sus madres, padres, madres y
padres, hermanos, hermanas o parientes; protegida por su Dhamma, que tiene esposo, con la que
[tener relaciones sexuales] implica penalidad ni con una ya prometida.
“Es de esta manera, brahmán, una recta conducta corporal, una conducta de acuerdo con el
Dhamma de tres clases.
“Y, ¿cómo es, brahmán, una recta conducta verbal, una conducta de acuerdo con el Dhamma, de
cuatro clases?
“He aquí, brahmán, habiendo abandonado el habla falso, se abstiene de hablar falsamente. Si
estuviera convocado a la asamblea, en la presencia de sus parientes, al gremio o a la corte, y
preguntado como testigo así: ‘Buen hombre, dinos lo que sabes’, entonces, no sabiendo diría: ‘No
sé’, y sabiendo diría: ‘Lo sé’; no viendo diría: ‘No veo’ y viendo diría: ‘Veo’. De esta manera, no
profiere conscientemente falsedades para su propio fin, para el fin de otro ni para el fin de algún
insignificante mundano.
“Además, habiendo abandonado el habla que causa divisiones, se abstiene de proferir palabras que
causan divisiones. Habiendo escuchado algo aquí, no lo repite en otra parte para causar divisiones
entre la gente; o, habiendo escuchado algo en otra parte, no lo repite a esas personas para causar
divisiones entre la gente. De esta manera, es alguien que reúne lo que está dividido, promueve la
unidad, disfruta de la concordia, se regocija en la concordia, se deleita en la concordia y profiere
palabras que producen la concordia.
“Además, habiendo abandonado el habla áspero, se abstiene de hablar ásperamente. Profiere
palabras que son gentiles, placenteras para oír, amables, que llegan al corazón, corteses y que
agradan a muchos.
“Además, habiendo abandonado las charlas frívolas, se abstiene de las charlas frívolas. Habla en el
tiempo apropiado, habla la verdad, habla lo que es beneficioso, profiere palabras del Dhamma y
Disciplina, en el tiempo apropiado profiere palabras dignas de ser recordadas, palabras racionales,
sucintas y beneficiosas.
“Es de esta manera, brahmán, una recta conducta verbal, una conducta de acuerdo con el Dhamma
de cuatro clases.
“Y, ¿cómo es, brahmán, una recta conducta mental, una conducta de acuerdo con el Dhamma, de
tres clases?
“He aquí, brahmán, hay quien está sin anhelo. No anhela las riquezas y las propiedades de otros así:
‘¡Oh, que lo que pertenece a otros, sea mío!’.
“Además, tiene la mente con bondad e intenciones libres de odio así: ‘¡Oh, que esos seres vivan
felices, sin enemistades, aflicción ni ansiedad!’.
“Además, sostiene rectos puntos de vista y correctas perspectivas así: ‘Existe lo dado, lo sacrificado
y lo ofrendado; hay frutos y resultados de las malas acciones; existe este mundo y el otro; hay
madre y padre; hay seres renacidos espontáneamente; hay en este mundo ascetas y brahmanes de
recta conducta y recta práctica quienes, habiendo descubierto este mundo y el otro mundo por sí
mismos, con el conocimiento directo, lo hacen conocer a otros’.
“Es de esta manera, brahmán, una recta conducta mental, una conducta de acuerdo con el Dhamma
de tres clases.
“Es por causa de la recta conducta, brahmán, conducta de acuerdo con el Dhamma, que algunos
seres aquí, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, renacen en el buen destino, en el mundo
celestial”.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Gotama esclareció el
Dhamma de diferentes maneras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la
oscuridad, de manera tal que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el maestro Gotama me considere
como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

AN 10,221-236 {17A10.5.2.1,221-17A10.5.2.16,236} Samanna


Vagga – Capítulo sobre la similitud

Una sistematización de la conducta que conduce al infierno y sus contrapartes que conducen al
cielo.

[221] {221} “Monjes, poseyendo diez características, uno es depositado en el infierno como si se lo
llevara allí. Y, ¿cuáles son esas diez? Uno destruye la vida, toma lo que no le ha sido dado, se
involucra en la conducta sexual indebida, dice mentiras, habla de manera divisiva, habla
ásperamente, se permite las charlas frívolas, está lleno de nostalgia, tiene la mente con
animadversión y sostiene equivocados puntos de vista. Poseyendo estas diez características, uno es
depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo diez cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas diez? Uno se abstiene de destruir la vida, se abstiene de tomar lo que no le ha sido
dado, se abstiene de la conducta sexual indebida, se abstiene de decir mentiras, se abstiene de hablar
de manera divisiva, se abstiene de hablar ásperamente, se abstiene de las charlas frívolas, está sin
nostalgia, tiene la mente con benevolencia y sostiene rectos puntos de vista. Poseyendo estas diez
cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí”.
[222] {222} “Monjes, poseyendo veinte características, uno es depositado en el infierno como si se
lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas veinte? Uno mismo destruye la vida y alienta a otros a destruir la
vida… uno mismo sostiene equivocados puntos de vista y alienta a otros a sostener equivocados
puntos de vista. Poseyendo estas veinte características, uno es depositado en el infierno como si se
lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo veinte cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas veinte? Uno mismo se abstiene de destruir la vida y alienta a otros a abstenerse de
destruir la vida… uno mismo sostiene rectos puntos de vista y alienta a otros a sostener rectos
puntos de vida. Poseyendo estas veinte cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo
llevara allí”.
[223] {223} “Monjes, poseyendo treinta características, uno es depositado en el infierno como si se
lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas treinta? Uno mismo destruye la vida, alienta a otros a destruir la
vida y aprueba la destrucción de la vida… uno mismo sostiene equivocados puntos de vista, alienta
a otros a sostener equivocados puntos de vista y aprueba los equivocados puntos de vista.
Poseyendo estas treinta características, uno es depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo treinta cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas treinta? Uno mismo se abstiene de destruir la vida, alienta a otros a abstenerse de
destruir la vida y aprueba la abstención de destruir la vida… uno mismo sostiene rectos puntos de
vista, alienta a otros a sostener rectos puntos de vida y aprueba los rectos puntos de vista.
Poseyendo estas treinta cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí”.
[224] {224} “Monjes, poseyendo cuarenta características, uno es depositado en el infierno como si
se lo llevara allí. Y, ¿cuáles son esas cuarenta? Uno mismo destruye la vida, alienta a otros a destruir
la vida, aprueba la destrucción de la vida y profiere alabanzas sobre la destrucción de la vida… uno
mismo sostiene equivocados puntos de vista, alienta a otros a sostener equivocados puntos de vista,
aprueba los equivocados puntos de vista y profiere alabanzas sobre los equivocados puntos de vista.
Poseyendo estas cuarenta características, uno es depositado en el infierno como si se lo llevara allí.
“Monjes, poseyendo cuarenta cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí. Y,
¿cuáles son esas cuarenta? Uno mismo se abstiene de destruir la vida, alienta a otros a abstenerse de
destruir la vida, aprueba la abstención de destruir la vida y profiere alabanzas sobre la abstención de
destruir la vida… uno mismo sostiene rectos puntos de vista, alienta a otros a sostener rectos puntos
de vida, aprueba los rectos puntos de vista y profiere alabanzas sobre los rectos puntos de vista.
Poseyendo estas treinta cualidades, uno es depositado en el cielo como si se lo llevara allí”.
[225] {225} “Monjes, poseyendo diez características, uno se mantiene a sí mismo en una condición
mutilada y herida. Y, ¿cuáles son esas diez? [Sigue igual que en 221]… Monjes, poseyendo diez
cualidades, uno se mantiene a sí mismo en una condición no mutilada ni lesionada…”.
[226] {226} - [228] {228} “Monjes, poseyendo veinte… treinta… cuarenta características, uno se
mantiene a sí mismo en una condición mutilada y herida… uno se mantiene a sí mismo en una
condición no mutilada ni lesionada…”.
[229] {229} “Monjes, poseyendo diez características, con el quiebre del cuerpo, después de la
muerte, alguien aquí renace en el plano de la miseria, en el mal destino, en el mundo bajo, hasta en
el infierno… Monjes, poseyendo diez cualidades, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte,
alguien aquí renace en el buen destino, en el mundo celestial…”.
[230] {230} - [232] {232} “Monjes, poseyendo veinte… treinta… cuarenta características, con el
quiebre del cuerpo, después de la muerte, alguien aquí renace en el plano de la miseria, en el mal
destino, en el mundo bajo, hasta en el infierno… Monjes, poseyendo veinte… treinta… cuarenta
cualidades, con el quiebre del cuerpo, después de la muerte, alguien aquí renace en el buen destino,
en el mundo celestial…”.
[233] {233} “Monjes, poseyendo diez características, uno puede ser tomado por un tonto… Monjes,
poseyendo diez cualidades, uno puede ser tomado por un hombre sabio…”.
[234] {234} - [236] {236} “Monjes, poseyendo veinte… treinta… cuarenta características, uno
puede ser tomado por un tonto… uno puede ser tomado por un hombre sabio…”.

AN 10,237-746 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la


codicia, etc.

Esta serie repetitiva de suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete
contaminaciones, (2) diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto
a ellas y (3) tres clases de prácticas.

[237] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse diez cosas.
Y, ¿cuáles son esas diez? La percepción de lo repugnante, la percepción de la muerte, la percepción
de lo repugnante de la comida, la percepción del no-deleite en el mundo entero, la percepción de la
transitoriedad, la percepción de la insatisfacción en lo transitorio, la percepción del no-yo en lo que
es insatisfacción, la percepción del abandono, la percepción del desapasionamiento y la percepción
del cese. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas diez
cosas.
[238] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse diez cosas.
Y, ¿cuáles son esas diez? La percepción de la transitoriedad, la percepción del no-yo, la percepción
de lo repulsivo de la comida, la percepción del no-deleite en el mundo entero, la percepción del
esqueleto, la percepción del cadáver infestado de gusanos, la percepción del cadáver lívido, la
percepción del cadáver enconado, la percepción del cadáver fisurado y la percepción del cadáver
hinchado. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han de desarrollarse estas diez
cosas.
[239] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse diez cosas.
Y, ¿cuáles son esas diez? El recto punto de vista, la recta intención, la recta forma de hablar, la recta
acción, la recta forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención consciente, la recta concentración,
el recto conocimiento y la recta liberación. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia,
monjes, han de desarrollarse estas diez cosas.
[240-266] “Monjes, mediante la plena comprensión de la codicia… mediante la completa
destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el cese… el
renunciamiento… la dimisión de la codicia… han de desarrollarse estas diez cosas.
[267-746] “Monjes, mediante el conocimiento directo… mediante la plena comprensión…
mediante la completa destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la
desaparición… el cese… el renunciamiento… la dimisión del odio… de la falsa ilusión… la ira…
la hostilidad… la denigración… la insolencia… la envidia… la avaricia… el engaño… la astucia…
la obstinación… la vehemencia… el orgullo… la arrogancia… la embriaguez… la negligencia han
de desarrollarse estas diez cosas”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Exaltados, aquellos monjes se deleitaron en la declaración
del Bienaventurado.
11. Ekadasakanipatapali - Libro con suttas dedicados a once
dhammas
Es la undécima división del Anguttara Nikaya con los suttas que contienen once temas particulares
del Dhamma o la enseñanza del Buda, cada uno.
[Los números entre corchetes siguen la edición de Bhikkhu Bodhi].

1. Pathamapannasaka - Primer grupo de los cincuenta


1.1. Nissayavagga - Capítulo sobre la protección
AN 11,1 Kimatthiya Sutta – ¿Cuál es el propósito? Cómo la conducta virtuosa conduce
gradualmente a la liberación final.
AN 11,2 Cetanakaraniya Sutta – Volición no necesita ser ejercida. Cuando la volición no
necesita ser ejercida para progresar en el Camino.
AN 11,3-5 Pathama, Dutiya y Tatiya Upanisa Sutta – Causa próxima. Un detallado curso
secuencial de la práctica del monje comparado con el crecimiento de un árbol.

AN 11,6 Byasana Sutta – El desastre. Sobre el monje que insulta a sus compañeros monjes.
AN 11,7 Sanna Sutta – La percepción. Concentraciones meditativas basadas en Nibbana.
AN 11,9 Saddha Sutta – Con Saddha. Lo que hace que la experiencia con los jhanas de un
Arahant sea algo único.

AN 11,10 Moranivapa Sutta – El santuario del pavo real. El Buda enumera nueve cualidades
que hacen de un ser liberado e iluminado, el mejor en el mundo humano y divino.

1.2. Anussativagga - Capítulo sobre el recordamiento


AN 11,14 Subhuti Sutta – Subhuti. Buda describe las cualidades que posee un hombre de fe
y, un monje, las discierne en la vida de uno de sus compañeros.
AN 11,15 Metta Sutta – Amor benevolente. Beneficios de practicar metta.

AN 11,16 Atthakangara Sutta - [Dasama de] Atthakanagara. El Venerable Ananda enseña las once
"puertas de la inmortalidad", a través de la cuales, el monje puede alcanzar la suprema liberación de
la esclavitud.

1.3. Samannavagga - Capítulo sobre la generalidad


AN 11,22-981 Samanna Vagga – Poseyendo. En este capítulo se genera un gran número de
suttas cortos a través del uso de permutaciones, que combinan los modos de la
contemplación con sus diferentes objetos.

1.4. Ragapeyyala - Pasajes repetidos sobre el color


AN 11,982-1151 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la codicia, etc. Esta serie repetitiva
de suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete contaminaciones,
(2) diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto a ellas y
(3) una clase de práctica.

AN 11,1 Kimatthiya Sutta – ¿Cuál es el propósito?

Cómo la conducta virtuosa conduce gradualmente a la liberación final.

[1] Esto he escuchado:


En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, del parque de
Anathapindika, cerca de Savatthi. Estando allí, el Venerable Ananda fue junto al Bienaventurado, le
rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo:
"Venerable Señor, ¿cuál es el propósito, cuál es el provecho de la beneficiosa conducta virtuosa?".
"La liberación del remordimiento, Ananda, es el propósito y el provecho de la beneficiosa conducta
virtuosa".
"Y, ¿cuál es el propósito, Venerable Señor, cuál es el provecho de la liberación del remordimiento?".
"El regocijo, Ananda, es el propósito y el provecho de la liberación del remordimiento".
"Y, ¿cuál es el propósito, Venerable Señor, cuál es el provecho del regocijo?".
"El arrobamiento, Ananda, es el propósito y el provecho del regocijo".
"Y, ¿cuál es el propósito, Venerable Señor, cuál es el provecho del arrobamiento?".
"La calma, Ananda, es el propósito y el provecho del arrobamiento".
"Y, ¿cuál es el propósito, Venerable Señor, cuál es el provecho de la calma?".
"La felicidad, Ananda, es el propósito y el provecho de la calma".
"Y, ¿cuál es el propósito, Venerable Señor, cuál es el provecho de la felicidad?".
"La concentración, Ananda, es el propósito y el provecho de la felicidad".
"Y, ¿cuál es el propósito, Venerable Señor, cuál es el provecho de la concentración?".
"El conocimiento y la visión de las cosas tal como realmente son, Ananda, es el propósito y el
provecho de la concentración".
"Y, ¿cuál es el propósito, Venerable Señor, cuál es el provecho del conocimiento y la visión de las
cosas tal como realmente son?".
"El desencantamiento de ellas, Ananda, es el propósito y el provecho del conocimiento y la visión
de las cosas tal como realmente son".
"Y, ¿cuál es el propósito, Venerable Señor, cuál es el provecho del desencantamiento?".
"El desapasionamiento, Ananda, es el propósito y el provecho del desencantamiento”.
"Y, ¿cuál es el propósito, Venerable Señor, cuál es el provecho del desapasionamiento?".
"El conocimiento y la visión de la liberación, Ananda, es el propósito y el provecho del
desapasionamiento.
"De esta manera, Ananda, la beneficiosa conducta virtuosa tiene como propósito y provecho la
liberación del remordimiento; la liberación del remordimiento tiene como propósito y provecho el
regocijo; el regocijo tiene como propósito y provecho el arrobamiento; el arrobamiento tiene como
propósito y provecho la calma; la calma tiene como propósito y provecho la felicidad; la felicidad
tiene como propósito y provecho la concentración; la concentración tiene como propósito y
provecho el conocimiento y la visión de las cosas tal como realmente son; el conocimiento y la
visión de las cosas tal como realmente son tiene como propósito y provecho el desencantamiento; el
desencantamiento tiene como propósito y provecho el desapacionamiento; el desapasionamiento
tiene como propósito y provecho el conocimiento y la visión de la liberación. De esta manera,
Ananda, la beneficiosa conducta virtuosa conduce gradualmente a lo primordial".

AN 11,2 Cetanakaraniya Sutta – Volición no necesita ser


ejercida

Cuando la volición no necesita ser ejercida para progresar en el Camino.

[2] "Monjes, alguien, cuya conducta es virtuosa no necesita ejercer la volición: ‘Que la liberación
del remordimiento surja en mí’. Es natural que la liberación del remordimiento surja en alguien que
es virtuoso, en alguien, cuya conducta es virtuosa.
“Alguien sin remordimiento no necesita ejercer la volición: ‘Que el regocijo surja en mí’. Es natural
que el regocijo surja en alguien que es sin remordimiento.
“Alguien con regocijo no necesita ejercer la volición: ‘Que el entusiasmo surja en mí’. Es natural
que el entusiasmo surja en alguien con regocijo.
“Alguien con la mente entusiasmada no necesita ejercer la volición: ‘Que mi cuerpo llegue a
calmarse’. Es natural que el cuerpo de alguien cuya mente está entusiasmada sea calmado.
“Alguien con el cuerpo calmado no necesita ejercer la volición: ‘Que sienta el placer’. Es natural
que alguien con el cuerpo calmado sienta placer.
“Alguien que siente placer no necesita ejercer la volición: ‘Que mi mente sea concentrada’. Es
natural que quien siente placer tenga la mente concentrada.
“Alguien que está concentrado no necesita ejercer la volición: ‘Que conozca ya las cosas tal como
realmente son’. Es natural que alguien que es concentrado conozca y vea las cosas tal como
realmente son.
“Alguien que conoce y ve las cosas tal como realmente son no necesita ejercer la volición: ‘Que sea
desencantado’. Es natural que alguien que ve y conoce las cosas tal como realmente son sea
desencantado.
“Alguien que está desencantado no necesita ejercer la volición: ‘Que llegue a ser desapasionado’.
Es natural que alguien que está desencantado llegue a ser desapasionado.
“Alguien que está desapasionado no necesita ejercer la volición: ‘Que descubra el conocimiento y la
visión de la liberación’. Es natural que alguien que está desapasionado descubra el conocimiento y
la visión de la liberación.
"De esta manera, monjes, el conocimiento y la visión de liberación es el propósito y beneficio del
desapasionamiento; el desapasionamiento es el propósito y beneficio del desencantamiento; el
desencantamiento es el propósito y beneficio del conocimiento y la visión de las cosas tal cómo
realmente son; el conocimiento y la visión de las cosas tal como realmente son es el propósito y
beneficio de la concentración; la concentración es el propósito y beneficio del placer; el placer es el
propósito y beneficio de la calma; la calma es el propósito y beneficio del entusiasmo; el
entusiasmo es el propósito y beneficio del regocijo; el regocijo es el propósito y beneficio de la
liberación del remordimiento; la liberación del remordimiento es el propósito y beneficio de la
conducta virtuosa.
“De esta manera, monjes, un estado fluye dentro del estado siguiente, un estado llena el estado
siguiente, para pasar desde la orilla cercana a la orilla opuesta”.

AN 11,3-5 {17A11.1.1.3,3-17A11.1.1.5,5} Pathama, Dutiya y


Tatiya Upanisa Sutta – Causa próxima

Detallado curso secuencial de la práctica del monje comparado con el crecimiento de un árbol.

AN 11,3 {17A11.1.1.3,3} Pathama Upanisa Sutta – Primer discurso sobre la


causa próxima
[3] {3} “Monjes, para una persona inmoral, para alguien de una conducta virtuosa deficiente, la
ausencia de remordimiento carece de su causa próxima. Cuando no hay ausencia de remordimiento,
para alguien con la ausencia de remordimiento deficiente, el deleite carece de su causa próxima.
Cuando no hay deleite, para alguien con el deleite deficiente, el arrobamiento carece de su causa
próxima. Cuando no hay arrobamiento, para alguien con el arrobamiento deficiente, la tranquilidad
carece de su causa próxima. Cuando no hay tranquilidad, para alguien con la tranquilidad
deficiente, el placer carece de su causa próxima. Cuando no hay placer, para alguien con el placer
deficiente, la recta concentración carece de su causa próxima. Cuando no hay recta concentración,
para alguien con la recta concentración deficiente, el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo
realmente son, carecen de su causa próxima. Cuando no hay el conocimiento y la visión de las cosas
tal cómo realmente son, para alguien con el conocimiento y la visión de las cosas tal cómo
realmente son deficientes, el desencantamiento carece de su causa próxima. Cuando no hay
desencantamiento, para alguien con el desencantamiento deficiente, el desapasionamiento carece de
su causa próxima. Cuando no hay desapasionamiento, para alguien con el desapasionamiento
deficiente, el conocimiento y la visión de la liberación carecen de su causa próxima.
“Imaginad, monjes, un árbol deficiente en ramas y follaje. Entonces sus brotes no crecerán en
plenitud, al igual que su corteza, la parte blanda y el duramen tampoco crecerán en plenitud. De la
misma manera, monjes, para una persona inmoral, para alguien de una conducta virtuosa deficiente,
la ausencia de remordimiento carece de su causa próxima. Cuando no hay ausencia de
remordimiento… el conocimiento y la visión de la liberación carecen de su causa próxima.
“Monjes, para una persona virtuosa, para alguien que posee una conducta virtuosa, la ausencia de
remordimiento posee su causa próxima. Cuando hay ausencia de remordimiento, para alguien que
posee la ausencia de remordimiento, el deleite posee su causa próxima. Cuando hay deleite, para
alguien que posee el deleite, el arrobamiento posee su causa próxima. Cuando hay arrobamiento,
para alguien que posee el arrobamiento, la tranquilidad posee su causa próxima. Cuando hay
tranquilidad, para alguien que posee la tranquilidad, el placer posee su causa próxima. Cuando hay
placer, para alguien que posee el placer, la recta concentración posee su causa próxima. Cuando hay
recta concentración, para alguien que posee la recta concentración, el conocimiento y la visión de
las cosas tal cómo realmente son poseen su causa próxima. Cuando hay el conocimiento y la visión
de las cosas tal cómo realmente son, para alguien que posee el conocimiento y la visión de las cosas
tal cómo realmente son, el desencantamiento posee su causa próxima. Cuando hay
desencantamiento, para alguien que posee el desencantamiento, el desapasionamiento posee su
causa próxima. Cuando hay desapasionamiento, para alguien que posee el desapasionamiento, el
conocimiento y la visión de la liberación poseen su causa próxima.
“Imaginad, monjes, un árbol que posee las ramas y el follaje. Entonces sus brotes crecerán en
plenitud, al igual que su corteza, la parte blanda y el duramen también crecerán en plenitud. De la
misma manera, monjes, para una persona virtuosa, para alguien que posee una conducta virtuosa, la
ausencia de remordimiento posee su causa próxima. Cuando hay ausencia de remordimiento… el
conocimiento y la visión de la liberación poseen su causa próxima”.

AN 11,4 {17A11.1.1.4,4} Dutiya Upanisa Sutta – Segundo discurso sobre la causa


próxima
[4] {4} Entonces el Venerable Sariputta se dirigió a los monjes:
[Idéntico con el sutta anterior, pero pronunciado por el Venerable Sariputta].

AN 11,5 {17A11.1.1.5,5} Tatiya Upanisa Sutta – Tercer discurso sobre la causa


próxima
[5] {5} Entonces el Venerable Ananda se dirigió a los monjes:
[Idéntico con el sutta 11,3, pero pronunciado por el Venerable Ananda].

AN 11,6 Byasana Sutta – El desastre

Sobre el monje que insulta a sus compañeros monjes.

[6] “Monjes, cuando un monje es alguien que insulta y denigra a sus compañeros monjes, siendo un
difamador de los nobles, es imposible e inconcebible que no incurra en, al menos, uno de estos once
desastres. Y, ¿cuáles son esos once? No logra lo que aún no ha sido por él logrado. Retrocede en lo
que ya había logrado. Sus buenas cualidades no son pulidas. Sobrestima sus buenas cualidades o se
conduce hacia una vida espiritual no satisfactoria, comete ofensas que contaminan, renuncia al
entrenamiento y vuelve al estilo de vida inferior, contrae una enfermedad grave, o se vuelve loco y
se convierte en mentalmente trastornado. Muere confundido. Con la ruptura del cuerpo, después de
la muerte renace en el plano de miseria, en el mal destino, en el mundo bajo o en el infierno.
Cuando un monje es alguien que insulta y denigra a sus compañeros monjes, siendo un difamador
de los nobles, es imposible e inconcebible que no incurra en, al menos, uno de estos once
desastres”.

AN 11,7 Sanna Sutta – La percepción

Concentraciones meditativas basadas en Nibbana.

[7] Entonces el Venerable Ananda se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un


lado y le dijo:
“Venerable Señor, ¿debería un monje obtener tales estados de concentración, en los cuales no
debería ser un perceptor de la tierra en relación con la tierra; del agua en relación con el agua; del
fuego en relación con el fuego; del aire en relación con el aire; de la base de la infinitud del espacio
en relación con la base de la infinitud del espacio; de la base de la infinitud de la conciencia en
relación con la base de la infinitud de la conciencia; de la base de la nada en relación con la base de
la nada; de la base de la ni-percepción-ni-no-percepción en relación con la base de la ni-percepción-
ni-no-percepción; de este mundo en relación con este mundo; del otro mundo en relación con el otro
mundo; de todo lo visto, oído, percibido, conocido, alcanzado, buscado y examinado por la mente,
pero de lo cual todavía sería un perceptor?".
“Sí, lo debería hacer, Ananda”.
“Pero, ¿cómo, Venerable Señor, debería obtener semejantes estados de concentración?”.
“He aquí, Ananda, el monje es perceptor de esta manera: ‘Esto es pacífico, esto es sublime, es decir,
el aquietamiento de todas las actividades, la renuncia a todas las adquisiciones, la destrucción de la
avidez, el desapasionamiento, el cese, el Nibbana’. Es de esta manera, Ananda, que el monje
debería obtener tales estados de concentración, en los cuales no debería ser un perceptor de la tierra
en relación con la tierra; del agua en relación con el agua; del fuego en relación con el fuego; del
aire en relación con el aire; de la base de la infinitud del espacio en relación con la base de la
infinitud del espacio; de la base de la infinitud de la conciencia en relación con la base de la
infinitud de la conciencia; de la base de la nada en relación con la base de la nada; de la base de la
ni-percepción-ni-no-percepción en relación con la base de la ni-percepción-ni-no-percepción; de
este mundo en relación con este mundo; del otro mundo en relación con el otro mundo; de todo lo
visto, oído, percibido, conocido, alcanzado, buscado y examinado por la mente, pero de lo cual
todavía sería un perceptor”.
Entonces el Venerable Ananda, habiéndose deleitado y regocijado en la declaración del
Bienaventurado, se levantó de su asiento, rindió homenaje al Bienaventurado y, cuidando que el
Bienaventurado quedase siempre a su lado derecho, se acercó al Venerable Sariputta. Acto seguido,
intercambió cordiales saludos con el Venerable Sariputta y, cuando concluyeron estos amables
saludos y palabras de bienvenida, se sentó a un lado y le dijo:
“Amigo Sariputta, ¿debería un monje obtener tales estados de concentración, en los cuales no
debería ser un perceptor de la tierra en relación con la tierra… de todo lo visto, oído, percibido,
conocido, alcanzado, buscado y examinado por la mente, pero de lo cual todavía sería un
perceptor?".
“Sí, lo debería hacer, amigo Ananda”.
“Pero, ¿cómo, amigo Sariputta, debería obtener semejantes estados de concentración?”.
“He aquí, amigo Ananda, el monje es perceptor de esta manera: ‘Esto es pacífico, esto es sublime,
es decir, el aquietamiento de todas las actividades, la renuncia a todas las adquisiciones, la
destrucción de la avidez, el desapasionamiento, el cese, el Nibbana’. Es de esta manera, amigo
Ananda, que el monje debería obtener tales estados de concentración, en los cuales no debería ser
un perceptor de la tierra en relación con la tierra… de todo lo visto, oído, percibido, conocido,
alcanzado, buscado y examinado por la mente, pero de lo cual todavía sería un perceptor”.
“Esto es asombroso y maravilloso, amigo, que el significado y la letra del Maestro y su discípulo
coincidan, y estén de acuerdo uno con el otro y no haya divergencia con el estado más importante.
Precisamente hace un instante, amigo, me acerqué al Bienaventurado y le pregunté acerca de este
asunto. El Bienaventurado me respondió, exactamente, en los mismos términos y frases que usó el
Venerable Sariputta. Esto es asombroso y maravilloso, amigo, que el significado y la letra del
Maestro y su discípulo coincidan y estén de acuerdo uno con el otro, y no haya divergencia con el
estado más importante”.

AN 11,9 {17A11.1.1,9} Saddha Sutta – Con Saddha

Lo que hace que la experiencia con los jhanas de un Arahant sea algo único.

[9] {9} En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el vestíbulo amurallado en Nadika.
Estando allí, se acercó al Bienaventurado el Venerable Saddha, le rindió homenaje y se sentó a un
lado. Entonces, el Bienaventurado le dijo:
“Medita como un [caballo] de pura sangre, Saddha, no como un potro salvaje. Y, ¿cómo medita un
potro salvaje? Cuando el potro salvaje está atado cerca del comedero medita así: ‘¡Forraje, forraje!’.
Y, ¿por qué esto? Porque cuando el potro salvaje está atado cerca del comedero, no se pregunta a sí
mismo: ‘¿Qué tarea me asignó mi entrenador para hoy? ¿Cómo podría satisfacerlo?’. Atado cerca
del comedero sólo medita: ‘¡Forraje, forraje!’. De la misma manera, Saddha, una persona es como
un potro salvaje cuando va al bosque, al pie de un árbol o a una choza vacía, y mora con la mente
obsesionada y oprimida por los deseos sensuales, no comprendiendo cómo realmente es la
liberación del surgimiento de los deseos sensuales. Albergando los deseos sensuales dentro de sí
mismo, medita, pondera, reflexiona y rumia. También mora con la mente obsesionada y oprimida
por animadversión… pereza y somnolencia… preocupación y remordimiento… por la duda, no
comprendiendo cómo realmente es la liberación del surgimiento de la duda. Albergando la duda
dentro de sí mismo, medita, pondera, reflexiona y rumia.
“Y él medita, Saddha, dependiendo de la tierra, dependiendo del agua, dependiendo del fuego,
dependiendo del aire, dependiendo de la base de la infinitud del espacio, dependiendo de la base de
la infinitud de la conciencia, dependiendo de la base de la nada, dependiendo de la base de la no-
percepción-ni-no-percepción, dependiendo de este mundo, dependiendo del otro mundo,
dependiendo de lo que se ve, escucha, siente, conoce y alcanza, de lo que se busca y examina con la
mente. Así es, Saddha, la meditación de la persona que es como un potro salvaje.
"Y, ¿cómo, Saddha, medita un [caballo] de sangre pura? Cuando un excelente caballo de sangre
pura está atado cerca del comedero no medita así: ‘¡Forraje, forraje!’. Y, ¿por qué esto? Porque
cuando el excelente caballo de sangre pura está atado cerca del comedero, se pregunta a sí mismo:
‘¿Qué tarea me asignó mi entrenador para hoy? ¿Cómo podría satisfacerlo?’. Atado cerca del
comedero no medita: ‘¡Forraje, forraje!’. Un excelente caballo de sangre pura considera el aguijón
como deuda, atadura, pérdida y error. De la misma manera, Saddha, una excelente persona de
sangre pura cuando va al bosque, al pie de un árbol o a una choza vacía, no mora con la mente
obsesionada y oprimida por los deseos sensuales, más bien comprende cómo realmente es la
liberación del surgimiento de los deseos sensuales. Tampoco mora con la mente obsesionada y
oprimida por animadversión… pereza y somnolencia… preocupación y remordimiento… por la
duda, más bien comprende cómo realmente es la liberación del surgimiento de la duda.
“Y él no medita, Saddha, dependiendo de la tierra, dependiendo del agua, dependiendo del fuego,
dependiendo del aire, dependiendo de la base de la infinitud del espacio, dependiendo de la base de
la infinitud de la conciencia, dependiendo de la base de la nada, dependiendo de la base de la no-
percepción-ni-no-percepción, dependiendo de este mundo, dependiendo del otro mundo, ni
dependiendo de lo que se ve, escucha, siente, conoce y alcanza, de lo que se busca y examina con la
mente, y sin embargo medita.
“Cuando medita de esta manera, los devas con Indra, Brahma y Pajapati, alaban a aquella excelente
persona de sangre pura desde lejos, diciendo:
“’¡Homenaje a ti, oh persona de sangre pura!
¡Homenaje a ti, oh persona suprema!
Nosotros mismo no entendemos
De qué depende tu meditación’”.
Cuando esto fue dicho, el Venerable Saddha dijo al Bienaventurado: “Pero, ¿cómo, Venerable
Señor, medita una excelente persona de pura sangre? Puesto que no medita dependiendo de la
tierra… ni dependiendo de lo que se ve, escucha, siente, conoce y alcanza, de lo que se busca y
examina con la mente, y sin embargo medita, y de tal manera que los devas… alaban a aquella
excelente persona de sangre pura desde lejos, diciendo: ‘¡Homenaje a ti, oh persona de sangre
pura!...’, entonces, ¿en dependencia de qué él medita?”.
“He aquí, Saddha, para una excelente persona de sangre pura la percepción de la tierra se
desvaneció en relación con la tierra, la percepción del agua se desvaneció en relación con el agua, la
percepción del fuego se desvaneció en relación con el fuego, la percepción del aire se desvaneció en
relación con el aire, la percepción de la base de la infinitud del espacio se desvaneció en relación
con la base de la infinitud del espacio, la percepción de la base de la infinitud de la conciencia se
desvaneció en relación con la base de la infinitud de la conciencia, la percepción de la base de la
nada se desvaneció en relación con la base de la nada, la percepción de la base de la ni-percepción-
ni-no-percepción se desvaneció en relación con la base de la ni-percepción-ni-no-percepción, la
percepción de este mundo se desvaneció en relación con este mundo, la percepción del otro mundo
se desvaneció en relación con el otro mundo, se desvaneció la percepción en relación con todo lo
que puede ser visto, escuchado, sentido, conocido, alcanzado, buscado y examinado por la mente.
“Meditando de esta manera, Saddha, una excelente persona de sangre pura no medita dependiendo
de la tierra, dependiendo del agua, dependiendo del fuego, dependiendo del aire, dependiendo de la
base de la infinitud del espacio, dependiendo de la base de la infinitud de la conciencia,
dependiendo de la base de la nada, dependiendo de la base de la no-percepción-ni-no-percepción,
dependiendo de este mundo, dependiendo del otro mundo, ni dependiendo de lo que se ve, escucha,
siente, conoce y alcanza, de lo que se busca y examina con la mente, y sin embargo medita.
“Y cuando medita de esta manera, los devas con Indra, Brahma y Pajapati, alaban a aquella
excelente persona de sangre pura desde lejos, diciendo:
“’¡Homenaje a ti, oh persona de sangre pura!
¡Homenaje a ti, oh persona suprema!
Nosotros mismo no entendemos
De qué depende tu meditación’”.

AN 11,10 {17A11.1.1,10} Moranivapa Sutta – El santuario del


pavo real

El Buda enumera nueve cualidades que hacen de un ser liberado e iluminado, el mejor en el mundo
humano y divino.

[10] {10} En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el Santuario del Pavo Real, en el
parque de los mendigantes. Estando allí, el Bienaventurado se dirigió a los monjes diciendo:
“monjes”.
“Sí, Venerable Señor”, respondieron los monjes y el Bienaventurado continuó:
“Monjes, poseyendo tres cualidades el monje es el mejor entre los devas y los seres humanos: es
uno que alcanzó la máxima conclusión, ganó la máxima seguridad de la esclavitud, vivió la máxima
vida espiritual y ganó la máxima consumación. Y, ¿cuáles son estas tres? El cúmulo de la conducta
virtuosa de alguien que está más allá del entrenamiento, el cúmulo de la concentración de alguien
que está más allá del entrenamiento y el cúmulo de la sabiduría de alguien que está más allá del
entrenamiento. Poseyendo estas tres cualidades, monjes, el monje es el mejor entre los devas y los
seres humanos: es uno que… y ganó la máxima consumación.
“Monjes, poseyendo otras tres cualidades el monje es el mejor entre los devas y los seres humanos:
es uno que… y ganó la máxima consumación. Y, ¿cuáles son estas tres? La maravilla del poder
espiritual, la maravilla de la lectura de la mente y la maravilla de la instrucción. Poseyendo estas
tres cualidades, monjes, el monje es el mejor entre los devas y los seres humanos: es uno que… y
ganó la máxima consumación.
“Monjes, poseyendo otras tres cualidades el monje es el mejor entre los devas y los seres humanos:
es uno que… y ganó la máxima consumación. Y, ¿cuáles son estas tres? El recto punto de vista, el
recto conocimiento y la recta liberación. Poseyendo estas tres cualidades, monjes, el monje es el
mejor entre los devas y los seres humanos: es uno que… y ganó la máxima consumación.
“Monjes, poseyendo dos cualidades el monje es el mejor entre los devas y los seres humanos: es
uno que… y ganó la máxima consumación. Y, ¿cuáles son estas dos? El verdadero conocimiento y
la conducta. Poseyendo estas dos cualidades, monjes, el monje es el mejor entre los devas y los
seres humanos: es uno que… y ganó la máxima consumación.
“Y el Brahma Sanamkumara también pronunció estos versos, monjes:
“’El khattiya es el mejor entre la gente,
Aquel, cuyo estándar es su clan;
Pero el que está realizado en el verdadero conocimiento y la conducta
Es el mejor entre los devas y seres humanos’.
“Este verso, monjes, ha sido recitado por el Brahma Sanamkumara; y no mal recitado, monjes; ha
sido bien recitado, monjes, no, mal recitado. [Esta recitación] es beneficiosa, no es perjudicial y yo
la aprobé. Yo mismo también digo esto:
“’El khattiya es el mejor entre la gente,
Aquel, cuyo estándar es su clan;
Pero el que está realizado en el verdadero conocimiento y la conducta
Es el mejor entre los devas y seres humanos’”.

AN 11,14 Subhuti Sutta – Subhuti

Buda describe las cualidades que posee un hombre de fe y, un monje, las discierne en la vida de uno
de sus compañeros.

[14] Entonces, los Venerables Subhuti y Saddha se acercaron al Bienaventurado, le rindieron


homenaje y se sentaron a un lado. Y el Bienaventurado dijo al Venerable Subhuti: “¿Cómo se llama
este monje, Subhuti?”.
“Su nombre es Saddha, Venerable Señor. Es hijo de un seguidor laico dotado de fe y renunció a la
vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar por la fe”.
“Espero que este hijo de un seguidor laico dotado de fe, monje de nombre Saddha, que renunció a la
vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar por la fe, exhiba las manifestaciones de la fe”.
“¡Este es el momento, Bienaventurado Señor! ¡Este es el momento, oh Sublime! El Bienaventurado
debería explicar las manifestaciones de la fe. Entonces podré discernir si este monje exhibe o no las
manifestaciones de la fe”.
“Entonces escucha, Subhuti y presta atención que voy a hablar.” — “Sí, Venerable Señor”,
respondió el Venerable Subhuti y el Bienaventurado continuó:
“He aquí, Subhuti, un monje es virtuoso; mora restringido por el Patimokkha, posee una buena
conducta y el soporte, viendo el peligro hasta en la más mínima falta. Habiéndose sometido a las
reglas del entrenamiento, se entrena en ellas. Esta es una manifestación de fe en alguien dotado de
la fe.
“Además, un monje ha aprendido mucho; recuerda lo que aprendió y lo acumula. Aquellas
enseñanzas que son buenas en el principio, buenas en el medio y buenas al final, con el recto
significado y la forma, que proclaman una vida santa perfectamente completa y pura: estas
enseñanzas él las aprende bien, las retiene en la mente, las recita verbalmente, investiga
mentalmente y penetra a través de la visión. Esta también es una manifestación de fe en alguien
dotado de la fe.
“Además, un monje tiene buenos amigos, buenos compañeros y buenos camaradas. Esta también es
una manifestación de fe en alguien dotado de la fe.
“Además, un monje es fácilmente corregible y posee las cualidades que hacen que le es fácil
corregir. Esta también es una manifestación de fe en alguien dotado de la fe.
“Además, un monje es hábil y diligente en atender las diversas tareas que han de ser hechas para
con sus compañeros monjes; posee un sano juicios sobre ellas en aras de cuidar y llevarlas a cabo
apropiadamente. Esta también es una manifestación de fe en alguien dotado de la fe.
“Además, un monje ama el Dhamma y se complace en sus aserciones, se llena de un elevado gozo
en consideración al Dhamma-y-Disciplina. Esta también es una manifestación de fe en alguien
dotado de la fe.
“Además, un monje despierta la energía para abandonar las cualidades perjudiciales y adquirir las
cualidades beneficiosas; es fuerte, firme en el esfuerzo, no se desentiende de la tarea de cultivar las
cualidades beneficiosas. Esta también es una manifestación de fe en alguien dotado de la fe.
“Además, un monje alcanza a voluntad, sin problemas ni dificultades los cuatro jhanas que
constituyen la mente elevada y una morada placentera en esta presente vida. Esta también es una
manifestación de fe en alguien dotado de la fe.
“Además, un monje, recuerda sus múltiples moradas pasadas, esto es, un nacimiento, dos
nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil
nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de
expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión cósmica así: 'Allí tuve tal nombre,
pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal
el final de mi vida. Muriendo en este estado, renací allá. Ahí también tuve tal nombre, pertenecí a
tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de
mi vida. Muriendo en ese estado, renací acá'. Así conoce sus múltiples moradas pasadas con sus
aspectos y detalles. Esta también es una manifestación de fe en alguien dotado de la fe.
“Además, un monje ve —por medio del ojo divino, purificado y que supera al humano— seres
falleciendo y renaciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados,
según su kamma así: 'Estos seres —involucrados con la mala conducta de cuerpo, palabra y mente,
que injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones erróneas y realizaron acciones bajo la
influencia de las opiniones erróneas— con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han
renacido en el plano de la privación, en el destino malo, en los reinos inferiores, en el infierno. Pero
estos seres —dotados de buena conducta de cuerpo, palabra y mente, que no injuriaron a los
Nobles, que mantuvieron opiniones correctas y realizaron acciones bajo la influencia de las
opiniones correctas— con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han reaparecido en los
destinos buenos, en el mundo celestial'. Así —por medio del ojo divino, purificado y que supera al
humano— ve seres falleciendo y reapareciendo, inferiores y superiores, hermosos y feos,
afortunados y desafortunados según su kamma. Esta también es una manifestación de fe en alguien
dotado de la fe.
“Además, un monje, con la destrucción de las contaminaciones descubre por sí mismo, con el
conocimiento directo, en esta presente vida, la inmaculada liberación de la mente, liberación a
través de la sabiduría, entrando y permaneciendo en ella”.
Cuando se dijo esto, el Venerable Subhuti dijo al Bienaventurado: “Venerable Señor, estas
manifestaciones de fe, en alguien dotado de la fe, se pueden observar en este monje y él las exhibe.
“Este monje, Venerable Señor es virtuoso… recuerda lo que aprendió… tiene buenos amigos… es
fácilmente corregible… es hábil y diligente en atender las diversas tareas que han de ser hechos
para con sus compañeros monjes… ama el Dhamma… despierta la energía para abandonar las
cualidades perjudiciales… alcanza a voluntad, sin problemas ni dificultades los cuatro jhanas…
recuerda sus múltiples moradas pasadas… ve —por medio del ojo divino, purificado y que supera al
humano— seres falleciendo y renaciendo, inferiores y superiores… con la destrucción de las
contaminaciones descubre por sí mismo, con el conocimiento directo, en esta presente vida, la
inmaculada liberación de la mente, liberación a través de la sabiduría, entrando y permaneciendo en
ella.
“Venerable Señor, estas manifestaciones de fe, en alguien dotado de la fe, se pueden observar en
este monje y él las exhibe”.
“¡Bien, muy bien Subhuti! En este caso puedes morar junto con este monje Saddha y, cuando vayas
a ver al Tathagata, lo puedes traer contigo”.

AN 11,15 Metta Sutta – Amor benevolente


Beneficios de practicar metta.
[15] “Monjes, cuando se procura, desarrolla y cultiva la liberación de la mente a través del amor
benevolente, cuando se hace de él la base y el vehículo, cuando se lo cuida, consolida y se
compromete adecuadamente con él, se pueden esperar once beneficios. Y, ¿cuáles son esos once?
“Uno duerme bien, uno se despierta feliz, uno no tiene pesadillas, uno es agradable para los seres
humanos, uno es agradable para los espíritus, las deidades lo protegen, no lo lastiman el fuego, la
poción ni las armas, su mente llega a concentrarse rápidamente, sus complexiones faciales son
serenas, uno no muere confuso y, si no penetra más allá, uno llega al mundo del Brahma.
“Monjes, cuando se procura, desarrolla y cultiva la liberación de la mente a través del amor
benevolente, cuando se hace de él la base y el vehículo, cuando se lo cuida, consolida y se
compromete adecuadamente con él, se pueden esperar estos once beneficios”.

AN 11,16 {17A11.1.2.6,16} Atthakangara Sutta – [Dasama de]


Atthakanagara

El Venerable Ananda enseña las once "puertas de la inmortalidad", a través de la cuales, el monje
puede alcanzar la suprema liberación de la esclavitud.

[16] {16} Esto he escuchado. En una ocasión, el Venerable Ananda estaba morando en
Beluvagamaka cerca de Vesali. En aquella ocasión el hombre hogareño Dasama de Atthakanagara
llegó a Pataliputta por algún negocio u otro asunto. Entonces, se acercó a cierto monje en el Parque
Kukkuta y, al rendirle homenaje, se sentó a un lado y le preguntó:
"Venerable Señor, ¿dónde está en este momento el Venerable Anandar? Deseo ver al Venerable
Ananda."
"El venerable Ananda esta morando en Beluvagamaka cerca de Vesali, hombre hogareño."
Entonces, una vez terminado su negocio en Pataliputta, el hombre hogareño Dasama se fue a
Beluvagamaka cerca de Vesali junto al Venerable Ananda. Después de haberle rendido homenaje, se
sentó a un lado y le preguntó:
"Venerable Ananda, ¿existe alguna cosa particular proclamada por el Bienaventurado quien conoce
y ve, es realizado y plenamente iluminado, mediante la cual, si el monje mora diligentemente en
ella, ardiente y resuelto, su mente no liberada llega a liberarse, sus corrupciones mentales no
destruidas llegan a ser destruidas y alcanza la suprema liberación de la esclavitud que no ha
alcanzado antes?"
"Sí, hombre hogareño, esta cosa particular ha sido proclamada por el Bienaventurado".
"Y, ¿qué es esta cosa, venerable Ananda?"
"He aquí, hombre hogareño, apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales
estados mentales, el monje entra y permanece en el primer jhana, el cual está acompañado por el
pensamiento aplicado y sostenido, el arrobamiento y felicidad, nacidos de la reclusión. Y lo
considera y lo comprende así: 'este primer jhana está condicionado y producido por la volición.
Pero cualquier cosa que está condicionada y producida por la volición, es transitoria y sujeta al
cese'. Y si se establece firmemente en eso, alcanza la destrucción de las corrupciones mentales.
Pero si no alcanza la destrucción de las corrupciones mentales a causa de aquel deseo por el
Dhamma, por aquel deleite en el Dhamma, entonces con la destrucción de los cinco grilletes
menores, llegará a ser uno que reaparece espontáneamente para alcanzar allí el Nibbana final, sin
retornar nunca más a este mundo.
"Esta es la cosa particular proclamada por el Bienaventurado quien conoce y ve, es realizado y
plenamente iluminado, mediante la cual, si el monje mora diligentemente en ella, ardiente y
resuelto, su mente no liberada llega a liberarse, sus corrupciones mentales no destruidas llegan a ser
destruidas y alcanza la suprema liberación de la esclavitud que no ha alcanzado antes.
"Además, hombre hogareño, al calmar el pensamiento aplicado y sostenido, el monje entra y
permanece en el segundo jhana, que se caracteriza por la tranquilidad interior y unificación de la
mente; libre del pensamiento aplicado y sostenido, lleno de arrobamiento y felicidad nacidos de la
concentración. Y lo considera y lo comprende así: 'este primer jhana también está condicionado y
producido por la volición. Pero cualquier cosa que está condicionada y producida por la volición, es
transitoria y sujeta al cese'. Y si se establece firmemente en eso, alcanza la destrucción de las
corrupciones mentales. Pero si no alcanza la destrucción de las corrupciones mentales a causa de
aquel deseo por el Dhamma, por aquel deleite en el Dhamma, entonces con la destrucción de los
cinco grilletes menores, llegará a ser uno que reaparece espontáneamente para alcanzar allí el
Nibbana final, sin retornar nunca más a este mundo.
"Esta es otra cosa particular proclamada por el Bienaventurado quien conoce y ve, es realizado y
plenamente iluminado, mediante la cual, si el monje mora diligentemente en ella, ardiente y
resuelto, su mente no liberada llega a liberarse, sus corrupciones mentales no destruidas llegan a ser
destruidas y alcanza la suprema liberación de la esclavitud que no ha alcanzado antes.
"Además, hombre hogareño, con la desaparición del arrobamiento, el monje permanece ecuánime,
con la atención consciente y clara comprensión, experimentando la felicidad en su cuerpo; entra y
permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: 'es ecuánime, atentamente consciente;
es alguien que encontró una morada placentera.' Y lo considera y lo comprende así: 'este tercer
jhana también está condicionado y producido por la volición. Pero cualquier cosa que está
condicionada y producida por la volición, es transitoria y sujeta al cese'. Y si se establece
firmemente en eso… alcanza la suprema liberación de la esclavitud que no ha alcanzado antes.
"Además, hombre hogareño, con el abandono del placer y la pena, con la previa desaparición de la
alegría y el displacer, entra y permanece en el cuarto jhana, que es ni doloroso ni placentero y se
caracteriza por la purificación de la atención consciente a través de la ecuanimidad. Y lo considera y
lo comprende así: 'este cuarto jhana también está condicionado y producido por la volición. Pero
cualquier cosa que está condicionada y producida por la volición, es transitoria y sujeta al cese'. Y si
se establece firmemente en eso… alcanza la suprema liberación de la esclavitud que no ha
alcanzado antes.
"Además, hombre hogareño, el monje mora impregnando una cuarta parte con la mente imbuida
con el amor benevolente, al igual que la segunda cuarta parte, la tercera y la cuarta; igualmente
arriba y abajo, alrededor, a todas las partes, a todo y a sí mismo; mora impregnando el mundo
entero con la mente imbuida con el amor benevolente, abundante, excelso, inconmensurable, sin
hostilidad y sin animadversión. Y lo considera y lo comprende así: 'esta liberación a través del amor
benevolente está condicionada y producida por la volición. Pero cualquier cosa que está
condicionada y producida por la volición, es transitoria y sujeta al cese'. Y si se establece
firmemente en eso… alcanza la suprema liberación de la esclavitud que no ha alcanzado antes.
"Además, hombre hogareño, el monje mora impregnando una cuarta parte con la mente imbuida
con la compasión, al igual que la segunda cuarta parte, la tercera y la cuarta; igualmente arriba y
abajo, alrededor, a todas las partes, a todo y a sí mismo; mora impregnando el mundo entero con la
mente imbuida con la compasión, abundante, excelsa, inconmensurable, sin hostilidad y sin
animadversión. Y lo considera y lo comprende así: 'esta liberación a través de la compasión está
condicionada y producida por la volición. Pero cualquier cosa que está condicionada y producida
por la volición, es transitoria y sujeta al cese'. Y si se establece firmemente en eso… alcanza la
suprema liberación de la esclavitud que no ha alcanzado antes.
"Además, hombre hogareño, el monje mora impregnando una cuarta parte con la mente imbuida
con la dicha altruista, al igual que la segunda cuarta parte, la tercera y la cuarta; igualmente arriba y
abajo, alrededor, a todas las partes, a todo y a sí mismo; mora impregnando el mundo entero con la
mente imbuida con la dicha altruista, abundante, excelsa, inconmensurable, sin hostilidad y sin
animadversión. Y lo considera y lo comprende así: 'esta liberación a través de la dicha altruista está
condicionada y producida por la volición. Pero cualquier cosa que está condicionada y producida
por la volición, es transitoria y sujeta al cese'. Y si se establece firmemente en eso… alcanza la
suprema liberación de la esclavitud que no ha alcanzado antes.
"Además, hombre hogareño, el monje mora impregnando una cuarta parte con la mente imbuida
con la ecuanimidad, al igual que la segunda cuarta parte, la tercera y la cuarta; igualmente arriba y
abajo, alrededor, a todas las partes, a todo y a sí mismo; mora impregnando el mundo entero con la
mente imbuida con la ecuanimidad, abundante, excelsa, inconmensurable, sin hostilidad y sin
animadversión. Y lo considera y lo comprende así: 'esta liberación a través de la ecuanimidad está
condicionada y producida por la volición. Pero cualquier cosa que está condicionada y producida
por la volición, es transitoria y sujeta al cese'. Y si se establece firmemente en eso… alcanza la
suprema liberación de la esclavitud que no ha alcanzado antes.
"Además, hombre hogareño, con la plena superación de la percepción de las formas, con la
desaparición de la percepción del impacto sensorial, con la no-atención de la percepción de la
diversidad, consciente de que 'el espacio es infinito', el monje entra y permanece en la base de la
infinitud del espacio. Y lo considera y lo comprende así: 'este logro de la base de la infinitud del
espacio está condicionado y producido por la volición. Pero cualquier cosa que está condicionada y
producida por la volición, es transitoria y sujeta al cese'. Y si se establece firmemente en eso…
alcanza la suprema liberación de la esclavitud que no ha alcanzado antes.
"Además, hombre hogareño, con la plena superación de la base de la infinitud del espacio,
consciente de que 'la conciencia es infinita', el monje entra y permanece en la base de la infinitud de
la conciencia. Y lo considera y lo comprende así: 'este logro de la base de la infinitud de la
conciencia está condicionado y producido por la volición. Pero cualquier cosa que está
condicionada y producida por la volición, es transitoria y sujeta al cese'. Y si se establece
firmemente en eso… alcanza la suprema liberación de la esclavitud que no ha alcanzado antes.
"Además, hombre hogareño, con la plena superación de la base de la infinitud de la conciencia,
consciente de que he aquí nada hay', el monje entra y permanece en la base de la nada. Y lo
considera y lo comprende así: 'este logro de la base de la nada está condicionado y producido por la
volición. Pero cualquier cosa que está condicionada y producida por la volición, es transitoria y
sujeta al cese'. Y si se establece firmemente en eso, alcanza la destrucción de las corrupciones
mentales. Pero si no alcanza la destrucción de las corrupciones mentales a causa de aquel deseo por
el Dhamma, por aquel deleite en el Dhamma, entonces con la destrucción de los cinco grilletes
menores, llegará a ser uno que reaparece espontáneamente para alcanzar allí el Nibbana final, sin
retornar nunca más a este mundo.
"Esta es otra cosa particular proclamada por el Bienaventurado quien conoce y ve, es realizado y
plenamente iluminado, mediante la cual, si el monje mora diligentemente en ella, ardiente y
resuelto, su mente no liberada llega a liberarse, sus corrupciones mentales no destruidas llegan a ser
destruidas y alcanza la suprema liberación de la esclavitud que no ha alcanzado antes.”
Cuando esto se dijo, el hombre hogareño Dasama de Atthakanagara le dijo: "Venerable Ananda,
como un hombre que, buscando una entrada al tesoro escondido encontró de una vez once entradas
al tesoro escondido, así también, mientras estuve buscando una entrada a lo Inmortal, encontré de
una vez once entradas a lo Inmortal. Al igual que un hombre que tiene una casa con once puertas y
cuando su casa es capturada por el fuego puede huir a salvo a través de cualquiera de esas once
puertas, así también yo puedo liberarme a través de cualquiera de esas once puertas a lo Inmortal.
Venerable señor, si incluso aquellos miembros de los otros credos buscan ofrecer honorarios a sus
maestros, ¿por qué no podría yo hacer una ofrenda al Venerable Ananda?"
Entonces, el hombre hogareño Dasama de Atthakanagara reunió el Sangha de los monjes de
Pataliputta y de Vesali, y con sus propias manos les sirvió y les satisfizo con varias clases de buena
comida. También ofreció a cada uno de los monjes un par de telas y al Venerable Ananda le regaló
el triple hábito, y también mandó construir para el Venerable Ananda una vivienda de valor de
quinientos [1].

NOTA:
[1] El sutta no especifica la denominación de la moneda en cuestión pero el Bhikkhu Bodhi
(2005:1255) sugiere que se trata de kahapanas, que más tarde llegó a ser la moneda oficial en
aquellos tiempos.

AN 11,22-981 {17A11.1.3.1,22-17A11.1.3.960,981} Samanna


Vagga – Poseyendo
En este capítulo se genera un gran número de suttas cortos a través del uso de permutaciones, que
combinan los modos de la contemplación con sus diferentes objetos.

[22-29] {22-29} “Monjes, poseyendo once factores un pastor no es capaz de mantener y criar un
rebaño de ganado. Y, ¿cuáles son esos once? He aquí, el pastor no tiene conocimiento de la forma;
no es hábil en las características; falla en tomar los huevos de la mosca; falla en curar las heridas;
falla en dirigir el humo fuera de los cobertizos; no conoce lugares de riego; no sabe lo que hay que
tomar; no conoce los caminos; no es hábil en los pastorales; ordeña en seco; no muestra una
veneración especial a aquellos toros que son padres y líderes de la manada. Poseyendo estos once
factores, un pastor no es capaz de mantener y criar un rebaño de ganado.
Así también, monjes, poseyendo once características, un monje no es capaz de morar contemplando
la transitoriedad en el ojo… no es capaz de morar contemplando la insatisfacción en el ojo… no es
capaz de morar contemplando el no-ser en el ojo… no es capaz de morar contemplando la
destrucción en el ojo… no es capaz de morar contemplando el desvanecimiento en el ojo… no es
capaz de morar contemplando la desaparición en el ojo… no es capaz de morar contemplando el
cese en el ojo… no es capaz de morar contemplando el renunciamiento en el ojo…
[30-69] {30-69} “…en el oído… en la nariz… en la lengua… en el cuerpo… en la mente…
[70-117] {70-117} “…en las formas… en los sonidos… en los olores… en los sabores… en los
objetos táctiles… en los fenómenos mentales…
[118-165] {118-165} “... en la conciencia del ojo… en la conciencia del oído… en la conciencia de
la nariz… en la conciencia de la lengua… en la conciencia del cuerpo… en la conciencia de la
mente…
[166-213] {166-213} “... en el contacto del ojo… en el contacto del oído… en el contacto de la
nariz… en el contacto de la lengua… en el contacto del cuerpo… en el contacto de la mente…
[214-261] {214-261} “... en la sensación surgida en el contacto del ojo… en la sensación surgida en
el contacto del oído… en la sensación surgida en el contacto de la nariz… en la sensación surgida
en el contacto de la lengua… en la sensación surgida en el contacto del cuerpo… en la sensación
surgida en el contacto de la mente…
[262-309] {262-309} “…en la percepción de las formas… en la percepción de los sonidos… en la
percepción de los olores… en la percepción de los sabores… en la percepción de los objetos
táctiles… en la percepción de los fenómenos mentales…
[310-367] {310-357} “…en la volición en consideración a las formas… en la volición en
consideración a los sonidos… en la volición en consideración a los olores… en la volición en
consideración a los sabores… en la volición en consideración a los objetos táctiles… en la volición
en consideración a los fenómenos mentales…
[368-405] {358-405} “…en la codicia por las formas… en la codicia por los sonidos… en la
codicia por los olores… en la codicia por los sabores… en la codicia por los objetos táctiles… en la
codicia por los fenómenos mentales…
[406-453] {406-453} “…en el pensamiento acerca de las formas… en el pensamiento acerca de los
sonidos… en el pensamiento acerca de los olores… en el pensamiento acerca de los sabores… en el
pensamiento acerca de los objetos táctiles… en el pensamiento acerca de los fenómenos mentales…
[454-501] {454-501} “…en el examen de las formas… en el examen de los sonidos… en el examen
de los olores… en el examen de los sabores… en el examen de los objetos táctiles… en el examen
de los fenómenos mentales…
[502-981] {502-981} “Monjes, poseyendo once factores, un pastor no es capaz de mantener y criar
un rebaño de ganado… [sigue igual que en 11,22]… no es capaz de morar contemplando el
renunciamiento en el examen de los fenómenos mentales…”.
AN 11,982-1151 Raga Peyyala – Serie repetitiva sobre la
codicia, etc.

Esta serie repetitiva de suttas se construye permutando tres clases de elementos: (1) diecisiete
contaminaciones, (2) diez términos que muestran las tareas que han de ser llevadas a cabo en cuanto
a ellas y (3) una clase de práctica.

[982] “Monjes, mediante el conocimiento directo sobre la codicia, han de desarrollarse once cosas.
Y, ¿cuáles son esas once? El primer jhana, el segundo jhana, el tercer jhana, el cuarto jhana, la
liberación de la mente a través del amor benevolente, la liberación de la mente a través de la
compasión, la liberación de la mente a través de la dicha altruista, la liberación de la mente a través
de la ecuanimidad, la liberación de la mente a través de la base de la infinitud del espacio, la
liberación de la mente a través de la base de la infinitud de la conciencia y la liberación de la mente
a través de la base de la nada. Mediante el conocimiento directo sobre la codicia, monjes, han de
desarrollarse estas once cosas”.
[983-991] “Monjes, mediante la plena comprensión de la codicia… mediante la completa
destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la desaparición… el cese… el
renunciamiento… la dimisión de la codicia… han de desarrollarse estas once cosas.
[992-1151] “Monjes, mediante el conocimiento directo… mediante la plena comprensión…
mediante la completa destrucción… el abandono… la destrucción… el desvanecimiento… la
desaparición… el cese… el renunciamiento… la dimisión del odio… de la falsa ilusión… la ira…
la hostilidad… la denigración… la insolencia… la envidia… la avaricia… el engaño… la astucia…
la obstinación… la vehemencia… el orgullo… la arrogancia… la embriaguez… la negligencia han
de desarrollarse estas once cosas”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado. Exaltados, aquellos monjes se deleitaron en la declaración
del Bienaventurado.

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