Está en la página 1de 11

INSTITUTO SUPERIOR DE SEGURIDAD PÚBLICA

CURSO DE ASCENSO PARA OFICIAL PRIMERO


DE LA POLICIA DE LA CIUDAD
2020

CÓDIGO PROCESAL PENAL EN LA FUNCIÓN POLICIAL –


MODULO I
2
Bibliografía complementaria:

 Constitución Nacional y Pactos Internacionales de DDHH.


 Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
 Código Procesal Penal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
 Código Procesal Penal de la Nación.
 Régimen Procesal Penal Juvenil.
 Código Penal.
 Ley de Seguridad Pública N° 5688.
 Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios encargados
de hacer cumplir la Ley (ONU).
 Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley (ONU)
 Manual de Derecho Procesal Penal (de autor a elección).

3
MÓDULO I

EL DEBER GENERAL DE ACTUAR DEL PERSONAL POLICIAL

Diferencias entre el conocimiento directo, la denuncia y la orden de la autoridad competente para ac-
tuar. Actuación bajo la dirección del MPF. El deber de evitar la consumación de delito y consecuencias ulte-
riores al mismo, individualizar a los culpables y resguardar la prueba. Análisis práctico de las disposiciones
procesales que regulan el deber de actuar de la policía y las funciones vinculadas al mismo en el CPPN,
CPPCABA y Ley 5688. Ejemplos de casos concretos y trabajos prácticos que permitan identificar en qué situa-
ciones se aplica el deber general de actuar.

Diferencias entre el conocimiento directo, la denuncia y la orden de autoridad competente para


actuar:

La investigación penal preparatoria se inicia a partir que se tiene conocimiento de la comisión de un


delito. Ese anoticiamiento puede darse de varias maneras; aunque hay tres modos por los cuales puede ini-
ciarse un proceso penal, los cuales resultan ser promotores de la investigación: por denuncia, por prevención
y de oficio. Las primeras dos formas están expresamente estipuladas en el CPPN y en el CPPCABA, aunque
este último código también prevé expresamente la posibilidad de que se inicien investigaciones de oficio por
parte del Ministerio Público Fiscal.

a) Denuncia

La denuncia es aquel acto por el cual una persona, que puede o no ser la damnificada, pone en cono-
cimiento de la justicia la posible comisión de un hecho ilícito perseguible de oficio. Vale aclarar que en los
delitos de instancia privada se necesita indefectiblemente que el damnificado inste la acción y en los de ac-
ción privada solamente puede iniciarse por medio de una querella.
Así, en los delitos de acción pública cualquier persona, vinculada o no con el hecho, que tenga cono-
cimiento directo o indirecto de aquél, que sepa o no quienes son los imputados, puede promover la actuación
de los órganos judiciales mediante una denuncia. El hecho de denunciar un delito no le da la calidad de parte.
Esta denuncia puede efectuarse ante el juez, las fuerzas de seguridad o el fiscal, ya sea de modo verbal
–lo que se materializa a través de una declaración testimonial–, o mediante la presentación de un escrito
físico o, incluso ahora, digital –el cual deberá ser ratificado–.
Este acto promotor de la actuación judicial reviste de gran importancia ya que va a servir como medio
para fijar el objeto procesal, que constituye la materia o el núcleo de la investigación fáctica y jurídica a llevar
a cabo.
Ahora bien, la denuncia para ser considerada tal, tiene que contener una serie de requisitos formales
(datos personales del denunciante, un relato de lo sucedido y de quienes participaron en el hecho, las prue-
bas que lo corroborarían y el posible delito que se considera cometido).
Cabe aclarar que si bien el principio es que cualquier persona puede denunciar un delito, las leyes
procesales establecen ciertas limitaciones u obligaciones para hacerlo (tal como se analizará en otro módulo
de esta guía de estudio).

4
b) De oficio

Diferente es el caso cuando la información de un posible hecho delictual proviene de una persona
identificada o individualizable que utiliza un canal informal de denuncia, como puede ser un medio de comu-
nicación masivo, una red social, un foro de Internet, una reunión de vecinos con personal judicial o de alguna
fuerza de seguridad o, incluso, durante una declaración en la audiencia de debate, entre otras múltiples va-
riables.
En esos casos, el funcionario público que tome conocimiento directo de la presunta comisión de un
delito de acción pública y se encuentre dentro del ámbito de su competencia (territorio, materia, grado,
turno), podrá iniciar de oficio la investigación o solicitar autorización al órgano judicial pertinente.
En igual sentido, también se podrá iniciar de oficio la investigación penal preparatoria como resultado
de una actuación de prevención que se encuentre justificada. Por ejemplo, la Ley de Sistema Integral de
Seguridad Pública tiene un título específico referido a la función de prevención de ilícitos y peligros; es decir,
impedir violaciones de las leyes y evitar todo tipo de riesgos que puedan resultar en daños para las cosas o
las personas, así como también poner fin a los ilícitos que ya hayan sido cometidos pero que aún continúen
(tal como podría ser detectar un automóvil con pedido de secuestro mientras se lleva a cabo un control
vehicular de rutina).
Precisamente los dos supuestos descriptos en los párrafos anteriores se encuentran contemplados en
el art. 77, incs. 1° y 2°, del CPPCABA, que pone en cabeza del Ministerio Público Fiscal la decisión de iniciarla
de tal forma.

c) Prevención policial

Otra de las formas previstas en la ley para iniciar un proceso penal, está dada cuando el personal poli-
cial interviene directamente y por urgencia, ante el conocimiento que se está cometiendo un delito o que
alguna persona lo está por cometer o ante la denuncia inminente de algún particular.
De este modo, una vez que se tiene conocimiento de la probable comisión de un hecho ilícito, co-
mienza la investigación y específicamente en los casos en que personal policial se anotició (sea porque la
fuerza de seguridad previno o porque recibió una denuncia) el paso que sigue es la consulta al órgano judicial
correspondiente.
Así, la policía tiene la obligación de comunicar inmediatamente al fiscal y/o al juez todo conocimiento
que tenga de un delito, haciéndole saber todas las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrió,
para que de esta manera el magistrado que intervenga pueda disponer directivas relacionadas con la reco-
lección de elementos probatorios, como también –en el caso de haber autor identificado– el temperamento
y las diligencias a realizar a su respecto.

Actuación bajo la dirección del MPF

En el CPPCABA el vínculo entre las fuerzas de seguridad y el fiscal se encuentra plasmado en diferen-
tes artículos, entre ellos, el art. 86 que especifica la relación funcional y facultades en circunstancias urgen-
tes: “Será obligatorio para la policía o las fuerzas de seguridad actuar cuando lleguen a su conocimiento
hechos delictivos en forma directa, por denuncia o por orden de autoridad competente. Bajo la dirección del
Ministerio Público Fiscal deberán: 1) impedir que los hechos cometidos sean llevados a consecuencias ulte-
riores; 2) individualizar a los culpables; 3) reunir las pruebas para dar base a la acusación. Actuarán en

5
forma autónoma, dando cuenta al/la Fiscal inmediatamente, o en el menor tiempo posible para que asuma
la dirección de la pesquisa, en casos de urgencia, siempre que sea necesario para preservar la integridad
física, la libertad o los bienes de las personas o la prueba de los hechos y en casos de flagrancia”.
Asimismo, al contemplarse el uso de la fuerza pública en el art. 95: “En el ejercicio de sus funciones,
el Ministerio Público Fiscal podrá requerir la intervención de la fuerza pública y disponer todas las medidas
que considere necesarias para el seguro y regular cumplimiento de los actos que ordene. El Ministerio Pú-
blico Fiscal dirigirá a la policía y a las fuerzas de seguridad en función judicial”.
Inclusive, luego de fijar el objeto y los actos de la investigación en el decreto de determinación de los
hechos previsto en el art. 92, el fiscal puede delegar la realización de los actos en sus auxiliares conforme lo
establece el art. 94: “La investigación preparatoria se realizará de manera desformalizada, excepto cuando
se trate de actos definitivos e irreproducibles. Los actos de investigación que no deban ser formalizados po-
drán ser delegados por el/la Fiscal interviniente, mediante decreto, en el personal a su cargo o en investiga-
dores de las fuerzas de seguridad debidamente individualizados. Estos reportarán el cumplimiento de las di-
ligencias encomendadas mediante informes firmados, los que se reservarán en la Fiscalía. El/la Fiscal también
podrá delegar en el/la Secretario/a, mediante decreto, la intimación al/la imputado/a de los hechos investi-
gados”.

El deber de evitar la consumación del delito y consecuencias ulteriores al mismo, individualizar a los
culpables y resguardar la prueba

El personal policial tiene el deber de intervenir en determinadas circunstancias, lo cual esta reglado
por el Sistema Integral de Seguridad Pública de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sancionado mediante
Ley 5688.
Específicamente, "el deber de intervención" lo encontramos en lo normado por el artículo 88, el cual
establece que "El deber del personal policial de intervenir para evitar cualquier tipo de situaciones riesgosas
o de conflictos que pudieran resultar constitutivos de delitos, contravenciones o faltas, rige durante su horario
de servicio ordinario o complementario. Cuando el personal se encuentre fuera del horario de trabajo y tome
conocimiento de situaciones que requieran intervención policial tiene el deber de dar aviso a personal policial
en servicio o al servicio de atención telefónica de emergencia. No está obligado a identificarse como tal ni a
intervenir pero si lo hiciera actuará en calidad de órgano del estado y se regirá según las facultades y obliga-
ciones que corresponden al personal en servicio."
Este "deber de Intervención" obviamente tiene límites, no es supremo, y sus actos serán analizados al
amparo de los principios del cumplimiento del deber como causal de justificación; la legítima defensa o el
abuso de autoridad, entre otros.
Por su parte, los códigos procesales penales también establecen un deber general de actuar (en el caso
del CPPCABA lo encontramos en el art. 86) y luego establecen deberes más específicos, que explican ese
deber general.
Con respecto al deber general de actuar, los códigos procesales prevén que las fuerzas de seguridad
no pueden permanecer indiferentes ante el anoticiamiento de un delito. Este es un deber general de la poli-
cía, es decir, ante el conocimiento de un delito, la policía debe actuar (intervenir) e investigarlo (esclarecerlo).
El deber general de actuar se descompone en los códigos procesales de la siguiente manera:
• Impedir que los hechos lleguen a consecuencias ulteriores. La policía deberá interrumpir la actividad
delictiva que se esté desarrollando. Esto consiste en impedir que la tentativa de un delito llegue a su consu-

6
mación y que los delitos permanentes o continuados –por ejemplo, violación de domicilio, portación y te-
nencia de armas de fuego, privación ilegal de la libertad, etcétera– sigan consumándose. Pese a que se trata
de una función de prevención, está mencionada en los códigos procesales.
• Individualizar a los culpables. La policía debe procurar determinar a los que resulten prima facie
sospechosos de haber cometido o participado en la ejecución del hecho delictivo, y se dirige a obtener o
recabar datos que permitan su posterior identificación y localización. Esto forma parte de la tarea de inves-
tigación en la función policial de conjuración.
• Reunir pruebas. La policía debe realizar todas las medidas necesarias para el aseguramiento y pre-
servación de la prueba, como para el esclarecimiento del hecho (testigos, secuestros, planos, peritajes, etc.).
Esto forma parte de la tarea de investigación en la función policial de conjuración.
Esas actividades pueden ser realizadas por orden del fiscal o en forma autónoma. Sólo podrán actuar
en forma autónoma en casos de urgencia que conlleven la necesidad de preservar la integridad física, la
libertad y/o los bienes o para resguardar la prueba, y en casos de flagrancia.
El deber general de actuar puede surgir de tres maneras: cuando la policía toma conocimiento “en
forma directa” del delito (por ejemplo, ve por la calle que se está cometiendo un delito), “por denuncia” (por
ejemplo, cuando una persona se le acerca para denunciar un delito en curso) o “por orden de autoridad
competente” (en general, en el caso de la CABA, por orden de un fiscal).
Además de este deber general de actuar, ambos códigos procesales (CPPCABA y CPPN) prevén deberes
específicos. Es decir, se trata de especificaciones de ese deber general de actuar. El deber general de actuar
le dice al policía: “Actúe en caso de delito”. Los deberes específicos le dicen al policía cómo tiene que actuar
en concreto. Estos deberes específicos, son los siguientes:
• Cuidar los rastros materiales para que se conserve el estado de las cosas y del hecho; es decir
conservar la escena del crimen. Consiste en conservar los elementos que van a permitir la reconstrucción del
hecho en su faz material. Si el delito hubiera dejado huellas materiales de su realización, éstas deben ser
conservadas, al tiempo que el estado de cosas producto de aquél debe permanecer, en lo posible, inmutable
hasta que así lo disponga el fiscal interviniente. Incluye entre otras, las operaciones de Policía Científica y las
aplicaciones técnicas de datos científicos para la investigación del hecho y sus circunstancias, como así tam-
bién la facultad de producir secuestros de cosas relacionadas con el delito, sujetas a decomiso o que puedan
servir como medios de prueba.
• Disponer que ninguna de las personas que se hallan en el lugar del hecho se aparten de allí. La
policía puede ordenar que no se alejen del lugar del hecho determinadas personas que pudieren ser testigos
o responsables de la comisión del delito. Es una medida de coerción real de muy breve duración. Constituye
una simple demora que permite dar tiempo para aclarar la situación y el rol de cada uno y que puede derivar
en un arresto o detención de aquellos que puedan ser individualizados como sospechosos.
• Dejar constancia del estado de las cosas, lugar, y personas. Es la realización de un conjunto de actos
o actividades probatorias de urgencia, a consecuencia de la necesidad de evitar la dispersión de la prueba.
Los exámenes técnicos no guardan equivalencia con la prueba pericial y a ellos no les caben las normas que
regulan ésta última.
• Interrogar a los testigos. La policía deberá confeccionar un acta dando cuenta de las manifestaciones
vertidas por los testigos y adoptando los recaudos en torno a recabar los datos que permitan su posterior
citación. La finalidad radica en orientar la pesquisa desde los primeros momentos.
• Aprehender a los presuntos culpables. Pueden hacerlo por orden judicial o de forma autónoma en
los casos de flagrancia.
• Recibir denuncias. Con las formas de la ley.

7
• Ordenar la clausura del lugar si hay indicios de que se cometió un delito grave. La clausura es una
alternativa de excepción que impone la inmediata comunicación al Fiscal, a los fines de su ratificación. Se
trata de una medida cautelar destinada a evitar un daño inminente o bien, al aseguramiento de cosas que
pudieran ser útiles para la reconstrucción histórica del suceso o servir como prueba del delito. Desaparecidas
las posibilidades de daño o aseguramiento, debe cesar la clausura.
• Realizar requisas. Es la inspección de las personas y constituye una medida de coerción irrepetible,
que restringe la libertad ambulatoria. Procede exclusivamente cuando hubiere motivos urgentes o situacio-
nes de flagrancia que hicieran presumir que una persona porta entre sus efectos personales, adheridas a su
cuerpo, o en el vehículo en el que circula, cosas constitutivas de un delito o que pudieran haber sido usadas
para cometer el delito.
• Realizar allanamientos. Es cuando se necesita ingresar a un domicilio para la detención de un impu-
tado o para el secuestro de cosas o rastros de interés para la investigación. Se necesita orden judicial, salvo
casos de urgencia previstos en la ley.
• Usar la fuerza mínima indispensable. Son facultades coercitivas propias de la policía y demás fuerzas
de seguridad que tienen por finalidad coadyuvar al cumplimiento de sus funciones y específicamente de los
deberes previstos en los incisos precedentes.
Todo ello surge de la normativa del CPPCABA como del CPPN. Veamos:

CPPCABA CPPN
Artículo 86. Relación funcional. Facul- Artículo 183. La policía o las fuerzas de seguridad deberán
tades en circunstancias urgentes. Será obliga- investigar, por iniciativa propia, en virtud de denuncia o por orden
torio para la policía o las fuerzas de seguridad de autoridad competente, los delitos de acción pública, impedir
actuar cuando lleguen a su conocimiento he- que los hechos cometidos sean llevados a consecuencias ulterio-
chos delictivos en forma directa, por denuncia res, individualizar a los culpables reunir las pruebas para dar base
o por orden de autoridad competente. a la acusación.
Bajo la dirección del Ministerio Público Artículo184. Los funcionarios de la policía o de las fuerzas
Fiscal deberán: de seguridad tendrán las siguientes atribuciones:
1) impedir que los hechos cometidos 1) Recibir denuncias.
sean llevados a consecuencias ulteriores; 2) Cuidar que los rastros materiales que hubiere dejado el
2) individualizar a los culpables; delito sean conservados y que el estado de las cosas no se modifi-
3) reunir las pruebas para dar base a la que hasta que lo disponga la autoridad competente.
acusación. 3) Disponer, en caso necesario, que ninguna de las perso-
Actuarán en forma autónoma, dando nas que se hallaren en el lugar del hecho o sus adyacencias, se
cuenta al/la aparten de aquél ni se comuniquen entre sí mientras se llevan a
Fiscal inmediatamente, o en el menor cabo las diligencias que correspondan, de lo que deberá darse
tiempo posible para que asuma la dirección de cuenta inmediatamente al juez.
la pesquisa, en casos de urgencia, siempre que 4) Si hubiera peligro de que cualquier demora comprometa
sea necesario para preservar la integridad fí- el éxito de la investigación, hacer constar el estado de las perso-
sica, la libertad o los bienes de las personas o nas, de las cosas y de los lugares, mediante inspecciones, fotogra-
la prueba de los hechos y en casos de flagran- fías, exámenes técnicos y demás operaciones que aconseje la poli-
cia. cía científica.
Artículo 88. Deberes Específicos. Los 5) Disponer con arreglo al artículo 230, los allanamientos
integrantes de la policía o de las fuerzas de se- del artículo 227, las requisas e inspecciones del artículo 230 bis y
guridad tendrán los siguientes deberes: los secuestros del artículo 231, dando inmediato aviso al órgano
1) Cuidar que los rastros materiales del judicial competente.
hecho sean conservados y que el estado de las 6) Si fuere indispensable, ordenar la clausura del local en el
cosas no se modifique. que se suponga, por vehementes indicios que se ha cometido un
delito grave, o proceder conforme el artículo 281 dando inmediato
aviso al órgano judicial competente.

8
2) En caso necesario y cuando la natu- 7) Interrogar a los testigos.
raleza del hecho lo justifique, disponer que nin- 8) Aprehender a los presuntos culpables en los casos y for-
guna de las personas que se hallaren en el lu- mas que ese Código autoriza y disponer su incomunicación cuando
gar del hecho o sus adyacencias, se aparten de concurran los requisitos del artículo 205, por un término máximo
aquél mientras se lleven a cabo las diligencias de diez (10) horas, que no podría prolongarse por ningún motivo
que correspondan. sin orden judicial. En tal supuesto deberá practicarse un informe
De lo actuado se deberá dar cuenta de médico a efectos de verificar el estado psicofísico de la persona al
inmediato al/la Fiscal. momento de la aprehensión.
3) Si hubiera peligro de que cualquier 9) En los delitos de acción pública y únicamente en los su-
demora comprometa el éxito de la investiga- puestos del artículo 285, requerir del sospechoso y en el lugar del
ción, hacer constar el estado de las personas, hecho noticias e indicaciones sumarias sobre circunstancias rele-
de las cosas y de los lugares, mediante inspec- vantes para orientar la inmediata continuación de las investiga-
ciones, planos, fotografías, filmaciones, exá- ciones. Esta información no podrá ser documentada ni tendrá va-
menes técnicos y demás operaciones que lor alguno en el proceso.
aconseje la policía científica. 10) No podrán recibir declaración al imputado. Sólo podrán
4) Interrogar a los testigos, asentando dirigirle preguntas para constatar su identidad, previa lectura que
sus dichos en simple acta al solo efecto de en ese caso se le dará en alta voz de los derechos y garantías con-
orientar la pesquisa. tenidos en los arts. 104 párrafo 1° y último, 197, 295, 296 y 298 de
5) Aprehender a los presuntos/as auto- este Código, de aplicación analógica al caso, todo ello bajo pena
res/as en los casos y formas que este Código de nulidad en caso de así no hacerse, sin perjuicio de la comunica-
autoriza, con inmediata noticia al/la Fiscal ción que hará el juez a la autoridad superior del funcionario a los
competente. efectos de la debida sanción administrativa por el incumplimiento.
6) Disponer las requisas con arreglo a Si hubiese razones de urgencia para que el imputado declare, o
lo dispuesto en este Código con inmediata no- éste manifestara su deseo de hacerlo, y el juez a quien corres-
ticia al/la Fiscal competente. ponda intervenir en el asunto no estuviere próximo, se arbitrarán
7) Disponer la clausura preventiva del los medios para que su declaración sea recibida por cualquier juez
lugar en los casos y formas que este Código que posea su misma competencia y materia.
autoriza, con inmediata noticia al/la Fiscal 11) Usar de la fuerza pública en la medida de la necesidad.
competente. Los auxiliares de la policía y de las fuerzas de seguridad tendrán
8) Hacer uso de la fuerza pública en la las mismas atribuciones, deberes y limitaciones que los funciona-
medida estrictamente necesaria, adecuada a rios para los casos urgentes o cuando cumplan órdenes del tribu-
la resistencia y proporcional con el mal que se nal.
quiere hacer cesar.

Análisis práctico de las disposiciones procesales que regulan el deber de actuar de la policía y las
funciones vinculadas al mismo en el CPPN, CPPCABA y la Ley 5688

Las fuerzas de seguridad cumplen dos funciones diferentes: por un lado, prevención de ilícitos y peli-
gros; por otro lado, conjuración (también llamada represión) de ilícitos. La función preventiva consiste en
impedir violaciones de las leyes y evitar todo tipo de riesgos que puedan resultar en daños para las cosas o
las personas, así como también poner fin a los ilícitos que ya hayan sido cometidos pero que aún continúen.
La función de conjuración consiste en cooperar en la persecución e investigación de delitos y contravencio-
nes.
Esta diferencia es fundamental, porque en la prevención la policía depende del Ministerio de Justicia
y Seguridad, en cambio en la conjuración la policía es auxiliar de la justicia y depende principalmente del
Ministerio Público Fiscal (es decir, responde a las órdenes de los fiscales) y también de los jueces.
La función de prevención está regulada básicamente en la Ley del Sistema Integral de Seguridad Pública
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (sancionada por la Ley 5.688) y la función de conjuración está regu-
lada básicamente en los códigos de procedimientos penales (CPPCABA y CPPN). Sin embargo, muchas veces

9
estas dos funciones se superponen. Por ejemplo: si un policía advierte que se está cometiendo un delito e
interviene de inmediato para evitarlo, su intervención obedece tanto a una función de prevención (impedir
violación a la ley y evitar los riesgos que puedan resultar para cosas o para terceros) como la de conjuración
(detener a la persona para asegurar que los fiscales puedan acusarlo frente a un juez, es decir, asegurar la
investigación y persecución del delito).
Dado que ambas funciones se superponen con frecuencia, la Ley 5688 (dedicada principalmente a la
función preventiva) también hace varias referencias a la función de conjuración y, a la inversa, el Código
Procesal Penal de la CABA (en el que se regula principalmente la función de conjuración) también hace varias
referencias a la función de prevención.
El Libro II de la Ley 5688 y determina sus funciones; pero la Ley es mucho más amplia, ya que incluye
además la prevención de delitos, faltas, contravenciones, e inclusive cualquier peligro (provenga o no de una
persona) que pueda resultar en daños para personas o cosas. En cambio, los códigos procesales penales son
mucho más limitados, puesto que sólo se refieren a la persecución e investigación de los delitos.
Además de las dos funciones fundamentales de prevención y conjuración, la Ley del Sistema Integral
de Seguridad Pública menciona la función de investigación. Esta función está prevista en el art. 89, inc. 3, de
la Ley. En realidad, no se trata de una tercera función, además de las dos principales, sino que es una función
que tiene dos aspectos: uno preventivo y otro de conjuración. Cuando la policía recaba información para
conocer y analizar todos los ilícitos y hechos que vulneran en general la seguridad pública, sus modalidades
y manifestaciones, o un grupo de esos ilícitos y hechos, está haciendo investigación dentro de la función de
prevención. Por ejemplo, cuando la policía recaba datos de delitos para realizar estadísticas de criminalidad
en la Ciudad de Buenos Aires. Aquí su actuación no depende del Ministerio Público Fiscal, sino del Ministerio
de Justicia y Seguridad. Por supuesto que esto no quiere decir que, en esa actividad, la policía no pueda
trabajar en conjunto con el Ministerio Público Fiscal.
En cambio, cuando la policía investiga un delito en particular para constatar su comisión y sus circuns-
tancias de tiempo, lugar y modo de ejecución, individualizar a los responsables y reunir las pruebas para
acusarlos, está haciendo investigación dentro de la función de conjuración. Es decir, actúa bajo la dirección
del Ministerio Público Fiscal.
Repasando, la Ley del Sistema Integral de Seguridad Pública (Nº 5.688) tiene un título específico refe-
rido a la función de prevención de ilícitos y peligros (es decir, impedir violaciones de las leyes y evitar todo
tipo de riesgos que puedan resultar en daños para las cosas o las personas, así como también poner fin a los
ilícitos que ya hayan sido cometidos pero que aún continúen). El Código Procesal Penal de la CABA tiene un
capítulo específico referido a la función de conjuración de delitos penales (es decir, persecución e investiga-
ción de delitos para acusar y responsabilizar a los culpables).
Pero la Ley 5688 no se refiere sólo a estas cuestiones. Es mucho más amplia: establece las bases jurí-
dicas e institucionales fundamentales del Sistema Integral de Seguridad Pública de la CABA en lo referente a
su composición, misión, función, organización, dirección, coordinación y funcionamiento, así como las bases
jurídicas e institucionales para la formulación, implementación y control de las políticas y estrategias de se-
guridad pública.
Por otro lado, cuando la policía actúa en el marco de un delito (para prevenirlo o para conjurarlo),
puede ser que se aplique el Código Procesal Penal de la Nación, y no el de la CABA.
Además, existen normas internacionales que rigen para la actuación policial. Por un lado, la Ley de
Seguridad Pública hace referencia a ellas. Esto quiere decir que la Ley establece que en la actuación policial
regirán esas normas. Pero además, algunas partes de esas normas han sido incorporadas directamente a la
Ley 5688 (es decir, la ley copió algunas partes de esas normas internacionales en sus propios artículos). Estas
normas son los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios

10
encargados de hacer cumplir la Ley (ONU) y el Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer
cumplir la Ley, por mencionar las más importantes.
Es de suma trascendencia el cumplimiento de todas estas disposiciones, ya que de ello va a depender
la validez de los procedimientos que realicen los policías, la convalidación de medidas cautelares, además de
la propia responsabilidad del funcionario que actúa (es decir, el policía puede ser gravemente sancionado si
no cumple con estas normas).
Según se explicó antes, en este marco de funciones preventivas, la Ley del Sistema Integral de Seguri-
dad Pública establece facultades específicas que tienen por objeto evitar peligros inminentes para terceros,
para las autoridades o incluso para el propio autor del delito. Existen situaciones en las que no se dan los
presupuestos de una actuación de conjuración de delitos, es decir, que no se dan los presupuestos exigidos
por los códigos procesales. Así, por ejemplo, cuando una persona tiene que ser transportada en un patrullero,
en general deberá ser requisada previamente para asegurar que no porte armas ni elementos peligrosos. En
ese caso, no es que exista la sospecha de que esa persona cometerá un delito dentro del patrullero (presu-
puesto necesario para actuar según el código procesal), sino que se trata de una requisa netamente preven-
tiva y necesaria para la correcta actuación de los funcionarios policiales. Lo mismo sucede si un policía escu-
cha voces pidiendo auxilio desde el interior de una vivienda (p. ej. porque se produjo un derrumbe, o por
algún incendio) y no existiese ningún otro medio más idóneo para socorrer a la víctima que ingresar en la
vivienda. Este “allanamiento” no podría estar justificado por los códigos procesales porque no se dan los
requisitos exigidos allí.
Para solucionar esta clase de conflictos, la Ley de Seguridad prevé facultades específicas de prevención,
entre las que cuentan la detención de personas (art. 91), la requisa (art. 92), el secuestro de cosas (art. 93)
y el allanamiento (art. 94). Todas ellas sólo proceden cuando sea necesario para evitar un peligro inmediato
para terceros o para los propios funcionarios. En todos los casos, se debe dar noticia inmediata al fiscal. Para
el caso de la detención (art. 91), a diferencia de la detención del código procesal, los plazos son más estrictos
y no se podrá exceder de cuatro horas. Si antes de esas cuatro horas se obtiene la información de identidad
de la persona que creó el peligro, esta persona aprehendida debe ser puesta en libertad o, cuando
corresponda, a disposición de la autoridad judicial competente. Pero, como se dijo, nunca podrá excederse
de esas cuatro horas. En cambio, si se trata de un caso de flagrancia, rigen las normas del derecho procesal
penal.

11

También podría gustarte