Está en la página 1de 11

Derecho de familia: ¿qué es la

curatela?
POR
 SAÚL JOSÉ COCA GUZMÁN
 -
5 NOVIEMBRE, 2020
13311

1. Introducción

Dentro de las figuras de amparo del incapaz, encontramos a la patria


potestad,  dirigida al cuidado de la persona y del patrimonio del menor por parte
de sus progenitores, también existe la tutela referida al cuidado del menor
cuyos padres no ejercen patria potestad, aquí igualmente este amparo cubre la
persona y bienes del incapaz, y por último encontramos a la curatela, como
figura de protección del mayor de edad incapaz, que no puede velar por sus
intereses. (Aguilar Llanos, 2016, p. 658)

Las figuras de tutela y curatela, que en Perú están bien diferenciadas, pero en


otros países como España y México se trata de una sola, por cuanto ambas se
dirigen a lo mismo, cuidar a un incapaz, no interesando cual sea la causa de la
incapacidad. (Ídem)

Actualmente, la teoría de la curatela propiamente dicha tiene una posición clara


considerando que no todos los incapaces están en la misma situación. Unos
son representados por el curador, como es el caso de los enfermos mentales y,
otros, solamente asistidos, como ocurre con los pródigos. Para algunos, la
causa de incapacidad está en una falta (malos gestores o penados) para otros,
la causa reside en una condición particular (retardados o enfermos mentales) y
hasta en una ocurrencia de la naturaleza humana (débiles seniles). En todo
caso, ellos tienen como denominador común el hecho de tratarse de
incapacidad accidental y, en todos, la tónica está en el patrimonio y en la
defensa de la persona. (Varsi Rospigliosi, 2012, p. 525)

En buena cuenta, la curatela es una de las instituciones que, junto a la patria


potestad y a la tutela, tiene como fin amparar a quienes cuentan con capacidad
de ejercicio restringida. Concretamente a la persona en situación de
discapacidad mayor de edad, al no poder esta velar por sus propios intereses.
Asimismo, si bien tiene semejanzas con la tutela tiene rasgos distintivos que la
hacen merecedora de un tratamiento independiente.

2. La curatela en el derecho comparado

Para una doctrina argentina, la curatela es la representación legal que se da a


los mayores de edad que son incapaces por demencia (art. 141), por ser
sordomudos que no saben darse a entender por escrito (art. 153), o por ser
condenados a pena privativa de la libertad por más de tres años (art. 12, Cód.
Penal), a las personas por nacer en caso de incapacidad de los padres (arts. 57,
inc. 1 y 64) y también es la función de asistencia de los inhabilitados (art. 152
bis) y la administración de ciertos bienes abandonados o vacantes. (Bossert y
Zannoni, 2004, p. 612)

Esta doctrina argentina define a la curatela en función de los supuestos


contemplados en sus respectivos Código Civil y Código Penal.

La curatela se encarga de complementar la capacidad del curatelado en actos


que puede realizar per se, pero con el complemento del curador, en virtud de su
contenido asistencial que precisamente se distingue de la tutela por la
delimitación de su función o porque el sujeto a ella no carece de capacidad.
(Galiano Maritan, 2019, p. 123)

Esta doctrina ecuatoriana afirma que el curador complementa (y no suple o


reemplaza) la voluntad del “curatelado” para la realización de diversos actos. En
esa línea, no se trata en estricta de un representante legal sino de un asistente
a pesar de estar en situación de discapacidad.

De lo dicho podemos colegir que la función del curador debe diferenciarse.


Como señalan Bossert y Zannoni si bien en el caso del demente, la tarea
fundamental a cargo del curador es la de tratar que recupere la salud mental, en
el caso del sordomudo es tratar que aprenda a leer y escribir, y en el caso del
inhabilitado, respecto del cual el curador cumple una función de asistencia y no
de representación, tratará que supere su prodigalidad o su adicción al alcohol o
estupefacientes. (Varsi Rospigliosi, 2012, p. 560)

3. La curatela en el ordenamiento nacional

3.1. Personas sujetas a curatela

De acuerdo con el artículo 564 del Código Civil (en adelante CC):

Están sujetas a curatela las personas a que se refiere el artículo 44 numerales


4, 5, 6, 7 y 8.

¿Quiénes son las personas, relativamente incapaces, comprendidas en los


numerales de dicho artículo?

– Los pródigos

– Los que incurren en mala gestión

– Los ebrios habituales

– Los toxicómanos

– Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil

Resulta evidente que las personas mencionadas son sujetos de derecho


mayores de edad con capacidad de ejercicio restringida que requerirán
ineludiblemente de un apoyo (y no representante), en este caso de un curador,
que los asista en la toma de decisiones relacionadas al ejercicio de sus
derechos, verbigracia, la disposición de su patrimonio. Decimos apoyo y no
representante ya que el primero ayuda en el proceso de toma de decisiones
mientras que el segundo reemplaza la voluntad del curatelado o representado.

En esa línea resultan ilustrativos los siguientes artículos:

Artículo 45.- Ajustes razonables y apoyo


Los representantes legales de los incapaces ejercen los derechos civiles de
éstos, según las normas referentes a la patria potestad, tutela y curatela.

Artículo 45-A.- Representantes Legales

Las personas con capacidad de ejercicio restringida contempladas en los


numerales 1 al 8 del artículo 44 contarán con un representante legal que
ejercerá los derechos según las normas referidas a la patria potestad, tutela o
curatela.

3.2. Definición de curatela

Según una doctrina nacional, la curatela es una institución de amparo del


incapaz mayor de edad, que tiene por objeto suplir la capacidad de obrar de las
personas. De esta breve definición, toma nota que la figura está referida al
mayor de edad, que por diferentes motivos se encuentra incapacitado para
ejercer sus derechos, requiriendo de alguien que lo asista, cuide y proteja en la
defensa de sus intereses, y ese alguien toma el nombre de curador. (Aguilar
Llanos, 2016, p. 661)

Refiere Enrique Varsi que se trata de un instituto del derecho de familia que
brinda de protección a los mayores de edad que no son aptos para cuidar de
sus propios intereses, regir su vida y administrar sus bienes. (2012, p. 559)

Efectivamente, la curatela no solo implica cuidar de las personas con


discapacidad taxativamente establecidas en el Código Civil (art. 44, incisos del
4 al 8) sino también de sus bienes lo cual involucra su administración.

3.3. Nuestra definición de curatela

Entendemos por curatela a aquella institución del derecho de familia,


concretamente del amparo de la persona con capacidad de ejercicio
restringida, que tiene como finalidad cuidar del mayor de edad con
discapacidad y de sus bienes, asistiendo o complementando su voluntad en la
celebración de diferentes negocios jurídicos. Y no solo ello sino lograr, en la
medida de lo posible, que el curatelado recobre su plena capacidad de ejercicio.
4. Fines de la curatela

La curatela, según el artículo 565 del CC, se instituye para:

1.
1. (derogado)

2. La administración de bienes.

3. Asuntos determinados.

4.1. Curatela de bienes o administración de bienes

Esta curatela atípica, no tiene mayor incidencia en el orden personal, pues


como su nombre lo refiere solo comprende el cuidado, custodia y manejo de un
patrimonio, bien o conjunto de bienes que por circunstancias particulares
carecen de titular expedito, tal es el caso por ejemplo, del desaparecido que por
obvias razones no puede estar al frente de su patrimonio, en tal situación se ha
visto por conveniente que alguien cuide ese patrimonio, y ese alguien viene a
ser el curador de bienes, limitándose sus funciones solo al gobierno de esos
intereses económicos, mas no tiene ninguna función que cumplir con respecto
a la persona del titular de ese patrimonio, de allí la denominación de curatela
atípica. (Aguilar Llanos, 2016, pp. 662-663)

En nuestra opinión, la curatela debería involucrar copulativamente tanto el


cuidado personal de la persona con discapacidad mayor de edad como de su
patrimonio y bajo ningún concepto de forma aislada la una de la otra.

4.2. Curatela para asuntos determinados

Esta curatela atípica, conocida como curatela especial, pues el encargo que se
otorga al curador es para una situación determinada, específica, «especial»,
ordinariamente está referida al cuidado de bienes o intereses económicos de
una persona, que puede ser un incapaz que tiene a sus padres en pleno
ejercicio de la patria potestad, o sujetos a una tutela o una curatela típica, e
incluso puede tratarse de una persona capaz, que está circunstancialmente
impedida de atender personalmente un asunto determinado o designar
apoderado, pues bien, pues bien en todos estos casos se nombra al curador, a
quien se le encarga en forma específica, el asunto que no puede o no conviene
que sea atendido por el guardador o la persona capaz; terminado el encargo,
habrá terminado igualmente igualmente las funciones del curador
especial (Aguilar Llanos, 2016, p. 663)

Ejemplo de esta curatela especial la encontramos en el supuesto del artículo


460 del CC, referido a la oposición de intereses entre padres e hijos,
resolviéndose por designar un curador especial que se encargue del interés del
menor que está en franca oposición con el del padre, pues bien superada la
diferencia u oposición de intereses habrá terminado la curatela especial (Ídem)

Consideramos que este tipo de curatela es viable ya que se establece para un


asunto específico que tras cumplirse hará cesar aquella. Resaltándose que ese
asunto determinado podría corresponder incluso al de una persona capaz que,
por circunstancias diversas, no pueda hacer frente a tal gestión o quehacer.

5. La interdicción como paso previo a la curatela

De acuerdo al artículo 566 del CC:

No se puede nombrar curador para las personas con capacidad de ejercicio


restringida contempladas en el artículo 44 en los numerales 4 al 7 sin que
preceda declaración judicial de interdicción.

Tal declaración judicial de interdicción se desarrolla con mayor detalle en


el Código Procesal Civil (en adelante CPC) y con respecto a su procedencia el
artículo 881 nos dice:

La demanda de interdicción procede en los casos previstos en el artículo 44


numerales del 4 al 7 del Código Civil.

La demanda se dirige contra la persona cuya interdicción se pide, así como con
aquellas que teniendo derecho a solicitarla no lo hubieran hecho.

La sentencia que declara la incapacidad implica la limitación de los derechos


del curado y su correspondiente incapacidad de ejercicio careciendo de valor
los actos jurídicos ex post que realice. Los ex ante serán válidos y podrán ser
anulados si la causa de la interdicción existía en la época de su realización. En
todo caso, de no ser notorio el defecto que conlleva a la incapacidad, podrá
obviarse la declaración de nulidad si los intervinientes actuaron de buena fe.
(Varsi Rospigliosi, 2012, p. 567)

6. Normas supletorias aplicables a la curatela


A tenor del artículo 568 del CC:

Rigen para la curatela las reglas relativas a la tutela, con las modificaciones
establecidas en este capítulo.

Tutela y curatela tienen un mismo fin, suplir la incapacidad. Esto significa


considerar
que el curador tiene los mismos derechos, garantías, obligaciones y
prohibiciones
que el tutor, de acuerdo con el artículo 568 del Código Civil. Las reglas de la
tutela se aplican supletoriamente tomando en cuenta que la tutela es una
institución de guarda general mientras que la curatela es especial, digamos
parcial que complementa su tratamiento con las normas de la tutela, de
acuerdo con el artículo 605 del Código Civil. A decir de Borda: “Son, pues,
aplicables a esta institución las reglas de la tutela sobre el nombramiento,
discernimiento del cargo, incapacidad para desempeñarlo, inventario, avalúo,
distintas categorías legales, derechos y deberes, poderes de administración y
disposición, rendición de cuentas, retribución, contralor del estado, cesación en
el cargo, etcétera”(Varsi Rospigliosi, 2012, p. 564)

Las instituciones de la tutela y artículos aplicables, siguiendo a Varsi


Rospigliosi, son:

– Impedimentos, art. 515


– Discernimiento del cargo, art. 520, inc.3

– Inventario, avalúo, art. 520, inc.1


– Discernimiento del cargo, art. 520, inc.3
– Representación especial, art. 527
– Administrar con diligencia ordinaria, art. 529
– Administración y disposición, arts. 532, 534 a 539
– Rendición de cuentas, arts. 541, 542
– Obligaciones sin dispensa, art. 548
– Retribución, art. 539
– Acabamiento, art. 549
– Cesación, art. 550
– Remoción, art. 554

7. Conclusiones

La curatela es una de las instituciones que, junto a la patria potestad y a


la tutela, tiene como fin amparar a quienes cuentan con una capacidad de
ejercicio restringida. Concretamente a la persona, en situación de discapacidad,
mayor de edad al no poder esta velar por sus propios intereses. Asimismo, si
bien tiene semejanzas con la tutela tiene rasgos distintivos que la hacen
merecedora de un tratamiento independiente y distinto.

Los personas mayores de edad con capacidad de ejercicio restringida, sujetos a


curatela de conformidad con el artículo 44 incisos 4 al 8 respectivamente, son
las siguientes:

 Los pródigos.

 Los que incurren en mala gestión.

 Los ebrios habituales.

 Los toxicómanos.
La curatela no solo implica cuidar de las personas con discapacidad
taxativamente establecidas en el Código Civil (art. 44, incisos del 4 al 8) sino
también de sus bienes lo cual involucra su administración.

Entendemos por curatela a aquella institución del derecho de familia,


concretamente del amparo de la persona con capacidad de ejercicio
restringida, que tiene como finalidad cuidar del mayor de edad con
discapacidad y de sus bienes, asistiendo o complementando su voluntad en la
celebración de diferentes negocios jurídicos. Y no solo ello sino lograr, en la
medida de lo posible, que el curatelado recobre su plena capacidad de ejercicio.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR APOYOS Y
SALVAGUARDIAS?
Actualizado el 12/04/2021
La persona mayor de edad puede acceder de manera libre y voluntaria a
los apoyos y salvaguardias que considere pertinentes para coadyuvar a
su capacidad de ejercicio. (Artículo 659-A del código civil peruano
vigente).
Solo la persona mayor edad puede solicitar
los apoyos y salvaguardias, en sentido contrario; los menores de edad
no podrán hacerlo. Veamos a continuación quiénes son considerados
mayores de edad en nuestro ordenamiento jurídico nacional.
Se considera niño a todo ser humano desde su concepción hasta cumplir
los doce años de edad y adolescente desde los doce hasta cumplir los
dieciocho años de edad. (Código de los niños y adolescentes).
Así pues; para nuestro ordenamiento jurídico nacional se es mayor de
edad a partir de los 18 años de edad.
Veamos ahora la definición que nuestro ordenamiento jurídico nacional
otorga a la figura de apoyos y salvaguardias.
Apoyos. De acuerdo con el artículo 659-B del código civil peruano
vigente:
 Los apoyos son formas de asistencia libremente elegidos por una
persona mayor de edad para facilitar el ejercicio de sus derechos,
incluyendo el apoyo en la comunicación, en la comprensión de los actos
jurídicos y de las consecuencias de estos, y la manifestación e
interpretación de la voluntad de quien requiere el apoyo.
 
o El apoyo no tiene facultades de representación salvo en los casos
en que ello se establezca expresamente por decisión de la persona con
necesidad de apoyo o el juez en el caso del artículo 659-E del código
civil peruano vigente.
o Cuando el apoyo requiera interpretar la voluntad de la persona a
quien asiste, aplica el criterio de la mejor interpretación de la voluntad,
considerando la trayectoria de vida de la persona, las previas
manifestaciones de voluntad en similares contextos, la información con
la que cuenten las personas de confianza de la persona asistida, la
consideración de sus preferencias y cualquier otra consideración
pertinente para el caso concreto.
 
 Salvaguardias. De acuerdo con el artículo 659-G del código civil
peruano vigente:
 
o Las salvaguardias son medidas para garantizar el respeto de los
derechos, la voluntad y las preferencias de la persona que recibe apoyo,
prevenir el abuso y la influencia indebida por parte de quien brinda tales
apoyos; así como evitar la afectación o poner en riesgo los derechos de
las personas asistidas.
o La persona que solicita el apoyo o el juez interviniente, en el caso
del artículo 659-E del código civil peruano vigente; establecen las
salvaguardias que estimen convenientes para el caso concreto, indicando
como mínimo los plazos para la revisión de los apoyos.
o El juez realiza todas las audiencias y diligencias necesarias para
determinar si la persona de apoyo está actuando de conformidad con su
mandato y la voluntad y preferencias de la persona.
 
 De la definición de salvaguardias podemos desprender sus
elementos:
 
o Son medidas cuyo objetivo es garantizar el respeto de los
derechos, la voluntad y las preferencias de la persona que recibe apoyo.
o Son medidas destinadas a prevenir el abuso y la influencia
indebida por parte de quien brinda tales apoyos.
o Son medidas destinadas a evitar la afectación o puesta en riesgo de
los derechos de las personas asistidas.
o De lo dicho entendemos por salvaguardias a aquellas medidas
fiscalizadoras de los apoyos, garantes del respeto de los derechos y
voluntad de las personas con discapacidad y preventivas de la posible
afectación de los derechos de estas últimas.
Conforme a lo expuesto, tenemos como colofón lo siguiente:
 Solo la persona mayor edad puede solicitar los
apoyos y salvaguardias. Los menores de edad no podrán hacerlo. Para
nuestro ordenamiento jurídico nacional se es mayor de edad a partir de
los 18 años de edad.
 Toda persona mayor de dieciocho años tiene capacidad de
ejercicio. Esto incluye a todas las personas con discapacidad, en igualdad
de condiciones con las demás y en todos los aspectos de la vida, salvo
que usen o requieran de ajustes razonables o apoyos para la
manifestación de su voluntad ya que en ese caso si bien seguirán
contando capacidad de ejercicio esta será restringida.
 Los apoyos son formas de asistencia libremente elegidos por una
persona mayor de edad para facilitar el ejercicio de sus derechos.
 Los apoyos son una forma de asistencia y no de representación
salvo en los casos en que ello se establezca expresamente por decisión de
la persona con necesidad de apoyo o el juez en el caso del artículo 659-E
del código civil peruano vigente.
 Las personas que solicitan los apoyos pueden hacer recaer esta
asistencia en personas naturales o personas jurídicas de derecho privado
o público.
 Las salvaguardias son aquellas medidas fiscalizadoras de los
apoyos, garantes del respeto de los derechos y voluntad de las personas
con discapacidad y preventivas de la posible afectación de los derechos
de estas últimas.

000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

También podría gustarte