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GUARDAS
DERECHO CIVIL I
Por medio de la doctrina podemos comprender que las guardas aunque son
instituciones del derecho civil tienen sus cimientos en el Derecho Natural, debido a que
sobresalta el deber de protección y cuidado que tiene un padre o una madre con respecto a
sus hijos menores de edad o adultos con algún tipo de discapacidad física o mental. Sin
embargo, cuando no se tiene presente esta figura paterna o materna, es necesario que el
derecho provea de otras personas para garantizar el cuidado de ellos1.
1
PIZARRO, JESSICA. “Tutelas y Curadurías del Código Civil”. Tesis doctoral Universidad del
Azuay. Cuenca, Septiembre del 2008. p, 31-38. (acceso:28/05/2023)
https://dspace.uazuay.edu.ec/bitstream/datos/830/1/06929.pdf
2
MILLAR SAN MARTÍN, Cristián Andrés. “De las tutelas y curadurías en general: proyecto de
actualización del repertorio de legislación y jurisprudencia del código civil y sus leyes
complementarias”. Santiago: Chile. 2013. p, 58- 66.
https://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/115647/de36-%20Millar_C.pdf?sequence=1&isAll
owed=y
3
BARROS ASTUDILLO, Maximiliano Clemente. “Discapacidad intelectual y guardas: hacia una
nueva legislación que reconozca la autonomía de las personas en situación de discapacidad”.
Santiago: Chile. Proyecto de actualización del Repertorio de Legislación y Jurisprudencia del Código
Civil y sus leyes complementarias. 2019. p, 58-66.
https://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/170384/Discapacidad-intelectual-y-guardias.pdf?se
quence=1
4
BARROS ASTUDILLO, Maximiliano Clemente. “Discapacidad intelectual y guardas: hacia una
nueva legislación que reconozca la autonomía de las personas en situación de discapacidad”.
Santiago: Chile. Proyecto de actualización del Repertorio de Legislación y Jurisprudencia del Código
Civil y sus leyes complementarias. 2019. p, 58-66.
https://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/170384/Discapacidad-intelectual-y-guardias.pdf?se
quence=1
del mismo Código también se hace referencia a la guarda legítima, en el Art. 393 nombra en
orden quienes son los llamados a cumplir: En primer lugar, el padre del menor; en segundo
lugar, la madre; en tercer lugar, los demás ascendientes; en cuarto lugar, los hermanos del
pupilo y los hermanos de los ascendientes del pupilo5.
Respecto a la clasificación de las guardas según esta ley podemos distinguir que la
legislación en nuestro país utiliza tres criterios para clasificar las guardas. En primer lugar, se
considera la edad y las condiciones del pupilo, lo que resulta en la distinción entre tutelas y
curadurías. Además, se toma en cuenta el alcance de las facultades legales que corresponden
a los guardadores, lo que da lugar a las categorías de guardas generales de bienes, adjuntas y
especiales. Por último, se considera el origen del nombramiento del guardador, ya sea a través
de un testamento, por disposición legal o por designación de un magistrado o juez6.
La definición de tutela es una forma de guarda que abarca tanto aspectos personales
como patrimoniales. Su propósito principal es proteger, dirigir, educar, cuidar su integridad
física, moral, además de representar y administrar los bienes de aquellas personas que, debido
a su incapacidad legal, no pueden tomar decisiones por sí mismas7. Según Manresa Navarro
la tutela, independientemente de su origen, se considera la principal medida de protección
para personas incapaces y menores de edad. Esta institución jurídica proporciona una
protección integral al garantizar la guarda, el cuidado, la educación, la defensa de los
derechos y la protección de los intereses patrimoniales de aquellos que lo necesiten8.
En cambio la curatela no puede considerarse como una única institución, sino más
bien como un conjunto de instituciones. Su característica común es la administración de un
patrimonio perteneciente a un individuo que no puede gestionarlo por sí mismo. Se sostiene
5
Código Civil. Artículo 393.
6
LOAYZA, C. “La interdicción de las Personas con Discapacidad Intelectual severa, en el Orden
Civil”, p. 14. Universidad del Pacífico. Guayaquil, Julio de 2007. (acceso: 28/05/2023)
https://uprepositorio.upacifico.edu.ec/bitstream/123456789/115/1/TDC-UPAC-19009.pdf
7
PERAL COLLADO, Daniel. “Derecho de Familia”. La Habana: Editorial Pueblo y Educación,
1984, p. 144.
8
Manresa y Navarro, José María. Comentarios al Código Civil Español, t. II, 5ª ed., Reus,
Madrid, 1925, p. 184.
que la curatela se encarga de proteger situaciones que no son permanentes, destinada a actos
en los que se requiere un complemento de capacidad, no porque carezcan de ella, sino porque
su capacidad está limitada o es insuficiente9.
A continuación, se desarrolla cada una de las siguientes clases de tutelas y curatela
según el Código Civil de Ecuador en sus artículos 382 al 397. En este sentido, se reconocen
los siguientes tipos:
9
Álvarez-Tabío, Ana María. “Evolución del concepto de curatela. Discapacidad y curatela, en
Kemelmajer de Carlucci, Aida y Pérez Gallardo, Leonardo B (Coords.)”. Nuevos perfiles del Derecho
de Familia, Libro Homenaje a la profesora Dra. Olga Mesa Castillo. Buenos Aires: Editorial Rubinzal
Culzoni Editores, p. 382
10
Código Civil. Artículo 382.
11
Código Civil. Artículo 392 al 392.
12
Código Civil. Artículo 395 al 397.
2. ¿Qué establece el Código Civil y la doctrina respecto de las diligencias y
formalidades que deben proceder al ejercicio de la tutela o curaduría?
De acuerdo con el artículo 367 del Código Civil, estas figuras de tutela y curatela se
aplican únicamente a aquellas personas que no tienen la capacidad de autogobernarse o
administrar adecuadamente sus asuntos, y que no están bajo la patria potestad de un padre o
madre que pueda brindarles la protección necesaria.
El juramento, es otro de los principales deberes del tutor o curador que debe prestar
juramento ante la autoridad competente, comprometiéndose a cumplir fielmente con sus
deberes y responsabilidades en el ejercicio de la tutela o curaduría. Después es necesario
inscribir el nombramiento del tutor o curador en el registro correspondiente. Esto tiene como
finalidad dar publicidad y oficialidad al ejercicio de la tutela o curaduría14.
Los informes y rendición de cuentas, es uno de los deberes principales del tutor o
curador ya que tiene la obligación de presentar informes periódicos sobre la situación del
pupilo, tanto en aspectos personales como patrimoniales. Es fundamental tener en cuenta que
es responsabilidad del tutor o curador representar o autorizar al pupilo en todos los asuntos
legales o extrajudiciales que sean relevantes para sus derechos y que puedan perjudicar o
imponer obligaciones15. Además, estas figuras tienen la responsabilidad de administrar y
conservar los bienes del pupilo, incluyendo su reparación y cultivo. El tutor y curador no
pueden disponer de los bienes raíces del pupilo sin una decisión judicial previa, a menos que
exista una utilidad o necesidad evidente.
13
GALIANO MARITAN, Grisel. La tutela y la curatela: mecanismos de tuición a los incapaces y
discapacitados en el ordenamiento jurídico ecuatoriano. Revista de la Facultad de Derecho de México,
2019, vol. 69, no 274-1, p. 101-130.
14
GALIANO MARITAN, Grisel, “La tutela y la curatela. Proposiciones de lege referenda en el
ámbito civil y familiar cubano”. Revista Derecho y Cambio Social. Universidad de Palermo, Perú,
núm. 29, 2012, pp. 4 y 5.
15
Código Civil. Artículo 415.
Estas diligencias y formalidades tienen como objetivo asegurar la transparencia,
legalidad y protección de los derechos del pupilo en el ejercicio de la tutela o curaduría.
El Codigo Civil (de aquí en adelante CC) Ecuatoriano respecto de las reglas
especiales relativas a la Curaduría del Disipador, del Ebrio Consuetudinario y del
Toxicómano establece en su articulo 463 que los disispadores, toxicomanos, ebrios
consuetudinarios y prodigios que han sido prohibidos de administrar sus bienes se les
otorgara un curador legitimo y si a falta de este el juez de oficio nombrara un curador
dativo.16 Esta curaduría podrá ser testamentaria si se da el caso expuesto en artículo 472 del
mencionado código.
Hay varios doctrinarios que han logrado establecer que en el caso del disipador este
necesita un curador ya que es incapaz de administrar los bienes propios y de sus terceros de
una manera conveniente al representar un eminente peligro para la comodidad financiera suya
y la de los que lo rodean. Así mismo el toxicómano y el ebrio consuetudinario al no contar
con la capacidad de ejercer de una manera responsable su derecho a administrar sus bienes
debido a su dependencia a ciertas sustancias por lo que también es sinónimo de peligro y de
igual manera necesita de un curador que lo represente para velar por sus derechos y a su vez
por su patrimonio.
16
Artículo 463. Eiusdem. Código Civil.
17
FRAGA, J. “La Inhabilitacion Judicial”. 2014. Chile. Facultad de Derecho de la Universidad de los
Andes. p 181.
18
Artículo 469. Eiusdem. Código Civil.
totalmente de criterio para actuar sensatamente respecto de la administración de su dinero,
y este tendrá que ser sometido a rehabilitación.19
19
Artículo 474. Eiusdem. Código Civil.
CONCLUSIONES