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"La reinvención de la memoria: indagación sobre el proceso de profesionalización del Trabajo Social chileno 1925-1965.

"

Aylwin, Nidia; Forttes, Alicia; Matus, Teresa. Santiago, 2004.

TESIS I (PRIMER GRUPO): "Rupturas y continuidades del Trabajo Social con los conceptos de Caridad y
Filantropía"

Introducción

Históricamente en relación con los orígenes del Trabajo Social, se aprecia que surgen preocupaciones e iniciativas
dirigidas al mejoramiento de las condiciones del ser humano y las mismas tenían una expresión patrocinada por
instituciones poderosas como la Iglesia, siempre encaminadas a sectores limitados de la población.

A lo largo del tiempo, así como en muchas otras áreas, el trabajo social ha ido experimentando cambios que han ido
renovando la mirada que en sus inicios lo reconocía como una noción de ayuda voluntaria, orientados en gran medida por
una mirada más subjetiva.

A pesar de que los orígenes del Servicio social no han sido removidos por completo, puesto que no se niega su existencia
y se mantiene esta base como medio de llegar a los demás, hoy se han ido adquiriendo a esta iniciativa de ayudar,
conocimientos científicos, como por ejemplo el formular un plan de trabajo y ver el trasfondo de las situaciones. Esto
comenzó a tener validez con la fundación de escuelas, en donde se adquirían estos conocimientos necesarios para la
intervención y una solución que más allá de las consecuencias, pretendía tratar las causas de lo que ocurría. Era necesario
apelar a la buena voluntad pero no olvidarla, puesto que no se podía renunciar a los valores de cada persona.

 Contexto histórico, surgimiento en Chile y el cambio de perspectiva.

El Servicio Social tiene su origen de una u otra forma, en filosofías e ideales humanitarios y religiosos, su aplicación
es universal y va encaminada a resolver aquellas necesidades humanas que surgen de la interrelación personal y
social. Para entender el origen del Servicio Social nos podemos remontar a la influencia que tuvo la Revolución
Industrial, periodo de las divisiones del trabajo y las condiciones precarias por el traslado campo ciudad atraído por
las oportunidades de trabajo que el periodo traía consigo.

En Chile, producto de los problemas sociales luego de las crisis económicas en el Siglo XX, se da una cantidad
considerable de población cesante y en vulnerabilidad, necesitándose así a personas capacitadas para intervenir. La
primera escuela, es también la primera de Latinoamérica, se funda en Santiago en el año 1925 y es llamada “Dr.
Alejandro del Río”.

La evolución que ha tenido la formación en Chile, está muy vinculada a los cambios sociales y políticos del contexto,
dado que el trabajo social es una profesión extremadamente sensible a la complejidad y la incertidumbre del escenario en
que se desarrolla.

También Chile experimenta una considerable presión social, dando origen a una serie de Leyes Sociales. Su aplicación
requiere de profesionales especializados para intervenir, racional y técnicamente a través de programas dirigidos a los
sectores deprimidos y asegurarles su subsistencia.

Uno de los personajes que marcaron este surgimiento fue la fundación de la Escuela de Elvira Matte, en donde se atendía
el servicio social como religioso pero se removía el concepto de caridad y la intención de voluntariado. Se integra
también el concepto de justicia, entendiendo las desigualdades existentes como una causa de la vulnerabilidad de las
personas.

Es el estado quien también interviene al no solo hacer el acto de ayudar sino que también desembolsar recursos para dar
ayuda más concreta y velar por la justicia. El Padre Alberto Hurtado también veía el Servicio Social como justicia.

• Diferenciación de Conceptos “caridad-filantropía-servicio social”

Al referirnos al término caridad y filantropía como los inicios o raíces del servicio social, hablamos del amor al prójimo
seguido por la ayuda hacia el otro sin recibir nada a cambio, más bien inspirado en la necesidad de quienes se encontraban
en situaciones de peligro o vulnerabilidad. Quienes participaban de esto a través de la caridad estaban guiados por valores
y se convertía en una actividad de voluntariado, los cuales por decisión propia, sin haber tenido preparación, intervenían
en la solución de los problemas.

En el caso de la caridad apela directamente al corazón de la persona, lo ablanda y sensibiliza, sin embargo esto es un
proceso que limita ya que el individuo que intenta realizar la buena acción oculta el problema a través de una venda en sus
ojos que no permite ver la verdadera miseria.

En el caso de la filantropía se puede decir que es un progreso de la caridad y la expresión de ésta. La filantropía es más
profunda y persiste en nosotros, se inició este sentimiento desde que los pueblos mantenían relación y tenían la necesidad
de preocuparse del otro.

Según Sand “durante mucho tiempo el programa de la caridad ha sido puramente de orden curativo” es decir una reacción
espontanea en el que se trata de calmar un dolor de manera momentáneo, sin embargo no se cura la herida y el problema
queda sin solución hacia el futuro. ”La transformación de la caridad en filantropía ha constituido un progreso” en donde se
satisfacían necesidades urgentes como el ayudar al pobre o al necesitado, pero no se le lograba sacar de su miseria.

Más tarde, cuando los problemas se orientaban a largo plazo, se comenzó a buscar la manera de formar una disciplina con
un método científico, con el fin de tratar más a fondo los obstáculos que impedían una sociedad armónica. Se pretendía
ver el Servicio Social como algo más complejo y estructurado. Asumiendo así que el empleo de métodos científicos de
investigación posibilitaría su enriquecimiento paulatino.

Para remediar estas carencias fue necesaria la profesionalización y es así como surge el "Servicio Social", estando entre
sus principales postulados solucionar los problemas de la sociedad desde sus raíces, en el que no solo se preocupa de la
reparación de las consecuencias sino que buscar las causas de las anormalidades y poner término a ellas. Los profesionales
en esta área poseen el ideal de “transformación social”, dominan un espíritu de asistencia moderna en el que se busca una
sociedad cada ves mas igualitaria, una solución de los problemas en las relaciones humanas , el fortalecimiento y la
liberación de las personas con el fin de incrementar el bienestar en la sociedad.

En síntesis podemos reconocer el servicio social como un sistema interrelacionado de valores, teoría y práctica.

 Matrices del Servicio Social

Desde su aparición, el Servicio Social emerge de plataformas, pasa por precursores y llega a las etapas de la
profesionalización, en donde se da una secuencia de perfeccionamiento.

Si bien desde un comienzo se vieron como las bases la caridad y la filantropía, se comenzó a pensar el Servicio Social
desde matrices que revertirían el actuar de esta nueva disciplina.

Una de estas matrices son el "positivismo tecnológico", que fue el precursor para trabajar con el Servicio Social como
una disciplina moderna, a través de él se desarrollaron los medios por los cuales implementar técnicas, planificaciones y
evaluaciones para buscar una "objetividad".

Por otro lado tenemos una segunda matriz, identificada como una interpretación estructural del marxismo, entendida en
un contexto capitalista y en donde la formación de las clases sociales y la división del trabajo para explicar la profesión.

Conclusión

Nuestra tesis al igual que la conclusión de éste libro tiene estrecha relación con la reinvención de la historia del trabajo
social, pues en el texto queda reflejado claramente el intento por analizar y reformular los conceptos hegemónicos con los
que se ha trabajado a lo largo de toda la historia del servicio social.
A raíz de esto nos podemos dar cuenta que tradicionalmente vinculan la filantropía y la caridad al trabajo social y es
precisamente necesario, ya que no podemos negar la existencia de éstas matrices como bases a través de las cuales nació
el Servicio Social en Chile y como origen de ésta profesión.
Sin embargo, es importante destacar que con el pasar del tiempo se han ido experimentando cambios en cuanto a la
sociedad como el núcleo en que se dan las necesidades y desigualdades, pues ha nacido una inquietud, donde se
evoluciona desde preocuparse de las consecuencias a indagar en las causas de los problemas, es por eso que hoy en día el
Trabajo social trabaja a partir de un método.
Podemos concluir además, que la justicia en trabajo social es fundamental, ya que debemos actuar en plan de ella y no por
compasión, por ejemplo, al ayudar a una persona de bajos recursos, ésta ayuda no puede nacer de un sentimiento de
angustia, si no que debo intervenir por el deseo de establecer justicia para que ésta persona no esté en un lugar desigual, lo
cual se manifiesta a partir de los conocimientos entregados por Elvira Matte, quien no desconoce la justicia en trabajo
social, sino que marca la diferencia entre los conceptos, dándole complejidad a la temática y ocasionando que ya no
cualquier persona pueda trabajar estos temas como una obra de caridad sino como un caso de estudio.
Sin embargo, a pesar de que se intenta diferenciar estos conceptos, hoy en día en nuestro país, se hace necesario que
persistan, debido a que nuestro sistema no alcanza para responder a todas las necesidades que subsisten y de aquí se
explica la importancia de las instituciones caritativas de nuestro país como un techo para chile o el hogar de Cristo, por
ejemplo.

TESIS I (SEGUNDO GRUPO): "Rupturas y continuidades del Trabajo Social con los conceptos de Caridad y
Filantropía"

“Memoria, la construcción de una gran historia”


El trabajo social emerge desde ‘Protoformas’ Europeas, pasa por precursores y llega a las etapas de la profesionalización,
en lo que se podría denominar, una secuencia de etapas que se perfeccionan. (Recordar citar a pie de página)
El origen del Trabajo Social se sitúa en el contexto histórico de la “Revolución Industrial en el siglo XVIII”, provoca un
cambio en los modos de producción llevando a un cambio en las formas de vida en las ciudades, transformándolas en un
polo de atracción lo que trae consigo un aumento demográfico sostenido, que finalmente termina por colapsar las ciudades
industriales, las cuales no estaban preparadas para acoger el gran número de campesinos que buscaban nuevas
oportunidades. Esta situación genera la aparición de una nueva clase social: el proletariado, éste se caracterizaba por
vender su fuerza de trabajo a la burguesía industrial, quienes eran dueños de las factorías. Las malas prácticas laborales,
los bajos sueldos, las extenuantes horas de trabajo, el hacinamiento que se vivía en la ciudad y la pobreza los cuales
acentuaron la desigualdad.
A causa de los problemas sociales nace en Inglaterra en el siglo XIX una especie de asistencia con el fin de socorrer a los
más necesitados, esta asistencia se basaba principalmente en el concepto de caridad, es decir, correspondía a una reacción
espontánea de sensibilidad al ver todo lo que sucedía en la ciudad, tratando de apaciguar las necesidades de las personas,
sin darse cuenta que en realidad no estaban solucionando el problema, sino atenuándolo, ya que esta ayuda era totalmente
momentánea.
La identidad de un Trabajador Social y su rol en la sociedad se forma por la asistencia a sujetos con vulnerabilidad, el
trabajo con estos y el compromiso con la acción social, refiriéndonos a esta como una relación entre asistente y asistido,
explicando esta relación como una conexión de sentido. Es ahí donde se produce o se da pie para el diagnóstico, en donde
se identifica el germen originante de la causa que conlleva a recurrir a esta asistencia. Es por esto que es relevante poner a
la palestra la memoria y la historia, ya que por medio de ellas se logra evidenciar la evolución y la identidad misma de un
Servidor Social.
Los precursores de esta ciencia a medida que transcurría el tiempo lo que anhelaban era lograr diferenciarse de aquel
comienzo como se denoto “caridad” a la asistencia por conmoción, y más así lo hizo Chile al tratar la asistencia como una
ayuda a los necesitados que la requerían, es por ello, que se realizará una interpretación y análisis desde el comienzo de la
formación profesional y técnica de esta asistencia, a partir de la Tesis I “Rupturas y continuidades del Trabajo Social con
los conceptos de caridad y filantropía”.

1. El horizonte disminuido de la caridad.


El trabajo social como todas las demás disciplinas que han surgido a partir de los nuevos paradigmas y necesidades
sociales que produjo la revolución industrial ha sido enmarcada en “matrices hegemónicas” que han permitido el
desarrollo de sus planos teóricos y prácticos: en primer lugar, el positivismo tecnológico que difunde la naturalización de
una práctica (como la caridad) y sitúa esa naturalidad como base funcional de las intervenciones sociales procediendo a
llevar a la disciplina a una acción más rigurosa y tecnológicamente orientada.
En cuanto a la segunda matriz: interpretación estructural marxista, permite un enfrentamiento con la primera matriz dando
paso a una forma histórico- crítica de entender la praxis profesionalizada al interior del capitalismo industrial. Esto le da a
la profesión un carácter político donde no es capaz de explicarse a sí misma, sólo es posible desde la división
socioeconómica del trabajo.
En cuanto a la caridad en América latina ha perdido su característica central: la justicia y la significación de la persona
asistida, ha propiciado una asistencia banal que atiende las necesidades urgentes de los individuos, sin luchar contra el
sistema desigual que genera todas las dificultades.
2. El origen profesional como un proceso de diferenciador.
La profesión en chile surge desde el pensamiento secular de sus instituciones provocando un proceso diferenciador, la
caridad ha sido superada y la filantropía que constituye la ayuda continua de un grupo que siente lástima por una clase e
intenta subsanar estas dificultades, pero que no ayuda a los pobres a trascender su miseria, pudiendo conducirlos a la
costumbre de vivir de la ayuda de otros y no fomentar el esfuerzo propio.
Ahora, buscamos una práctica disciplinaria orientada a la ayuda sistemática y organizada proponiendo soluciones
efectivas que irrumpan el problema en sí, suprimiéndolo y no sólo disminuyendo sus efectos, llevándonos a devolver a las
personas su dignidad con un prisma de justicia.
3.-Las raíces plurales de la filantropía en Chile.
La filantropía se desarrolló durante el periodo colonial, en un contexto de conflicto, en relación a las responsabilidades
frente al problema de desigualdad social. (Según Teixidó y Chavarri). Sin embargo, estas expresiones filantrópicas se
pudieron apreciar en la cultura de los pueblos originarios. Durante la colonia, hubo un avance en la filantropía con la
creación de las primeras instituciones basadas en la ideas de caridad, las cuales tenían influencias de la Iglesia Católica.
Con el paso de los siglos, la filantropía fue fortaleciéndose, en el siglo XIX ésta sigue siendo impulsada por la Iglesia,
pero ahora con una intervención del Estado, el cual al mismo tiempo da unidad a estas fundaciones benéficas, estos
servicios se les denominaba Beneficencia Pública, que finalmente fue llamado “Servicio de Beneficencia y Asistencia
Social”.
Es así como existe un sentimiento más allá de la caridad, el servicio social, el cual hace referencia a una responsabilidad
social que cumplir con respecto a los más necesitados, intentando su integración.
4.- La asistencia como idea moderna
Es en Estados unidos donde se crea la primera Escuela, Mary Richmond propone que es necesaria una formación
profesional para aquellos que contribuyan con el mejoramiento de las condiciones de los más necesitados. La labor de
estos profesionales es analizar la situación en que se encuentra el desgraciado, investigando las causas, y luego
interviniendo para su integración. Todo esto a través de una dirección científica. Esto hace que el Servicio Social sea una
ciencia social. Todo esto quiere decir que el Trabajo Social intenta transformar la realidad social desde sus cimientos,
identificando el problema originante para atacar las causas y no sus efectos con el fin de llegar a la igual social.

5. De apóstoles a agentes de cambio: Una interpretación tautológica.


A fines de la década del setenta Manuel Manríquez viene a chile a indagar acerca de los orígenes profesionales del trabajo
social y lo hace desde una premisa definida en el VI congreso panamericano de servicio social: al trabajador social le
correspondía ser un agente de cambio, esto implica no solamente una transformación del individuo sino también de las
estructuras e instituciones sociales. Este hombre busca los orígenes religiosos del servicio social ligado a la noción de
caridad, es decir, viene a chile en busca de supuestos apóstoles, los que encuentra personificados institucionalmente en la
Escuela de Trabajo Social de la Universidad Católica de Chile.
En un principio la práctica del servicio social en Chile se vió profundamente influida por el contexto social que se vivía;
Las ideas liberales presionaron la separación entre la iglesia y el estado, lo que llevó a que el estado cumpliera un rol
fundamental en la ayuda hacia la sociedad. Ésta situación conlleva a que el trabajo social fuese principalmente secular lo
que influyó en la visión del concepto de caridad en donde las universidades cumplen un rol importante, tomando en un
caso una postura crítica y en el otro una re significación moral orientada a la visión católica.
En relación con la escuela Elvira Matte (Escuela de trabajo social de la universidad católica de chile) es posible sostener
que el giro de la noción de caridad adquirió en el inicio y consolidación de esta escuela, ‘la figura de una virtud moral’, de
un horizonte ético a seguir y ser incorporado por cada asistente social en el ejercicio de su quehacer profesional.
6. La profesión como vocación o las figuras de la virtud.
En la escuela de trabajo social de la Universidad Católica de Chile la visión de la carrera estaba más ligada a la vocación
que a la profesión en sí, esto debido a que el objetivo de la universidad es crear profesionales con personalidades
solidas que miren la vida con un amplio y recto criterio y espíritu cristiano. A pesar de los esfuerzos que hizo la escuela
Elvira Matte por configurar la profesión en el escenario de una vocación, termina circunscribiendo el concepto como una
figura de la virtud.
Es así como esta diferenciación de la caridad con el sentido común que la asocia a una simple limosna se realiza, pero al
precio de tornar invisibles sus nuevos límites que sería principalmente la ayuda hacia el individuo para surgir.

TESIS II: "El rostro público del trabajo social"

Principales ideas del texto

Al inicio de la tesis, se nos presenta el escenario histórico en que nace el ejercicio de la asistencia social, que surge en sí
mismo como una respuesta a las precariedades que vivía la sociedad.

Dentro de las necesidades que surgen en la sociedad, se mencionan tres líneas de acción que nos parece importante
mencionar pues se enfocan en la miseria familiar, especialmente en las de niños y madres. Estas son: incapacidad
orgánica, incapacidad familiar e incapacidad económica. La incapacidad orgánica surge debido a la maternidad,
enfermedades físicas y mentales, accidentes e invalidez; la incapacidad familiar a su vez, surge debido a la muerte del jefe
de hogar, abandono de los padres o la cantidad de hijos; finalmente, la incapacidad económica nace debido al paro
forzoso, a la insuficiencia de salarios o el mal empleo de recursos. Se menciona que esta miseria es un círculo vicioso, ya
que una vez que la familia cae en este, no pueden salir con sus propios medios. La única forma de romper este círculo, es
ofreciendo la ayuda material, el tratamiento médico, el empleo y la asistencia necesaria.

Otra línea de acción en la que interviene el servicio social es la educación, donde parten enfocándose en la situación
socioeconómica de los escolares. No obstante, llegan a la conclusión de que se deben enfocar en el “bienestar estudiantil”,
entendido como un bienestar integral para el óptimo desarrollo del estudiante, y no solo en la ayuda socio-económica.

Como mencionamos, salud, infancia y educación son los tres grandes ejes de prioridad del trabajo social. Todos estos
focos en los que pusieron atención, están relacionados entre sí y no se podía trabajar en solucionar uno, sin influir en el
otro.

La intervención en los problemas sociales de Chile, inició cerca del año 1930 con la crisis económica de 1929. El
Servicio Social se formó para ayudar a la gente de una condición económica más baja y se enfocaba en la mejora de las
condiciones de vida de los obreros, campesinos y los habitantes de las ciudades que se vieron afectados por esta crisis. La
Escuela Elvira Matte de Cruchaga empezó a desarrollar un programa para ayudar a la gente de los campos, para mejorar
su calidad de vida. El Servicio Social Rural presentó este tema al primer Congreso Panamericano de Servicio Social en el
año 1945. En él, se recomendó proteger los derechos de los campesinos y sus familias. Mientras se trataba de poner en
práctica las reformas agrarias, se reflejaban los problemas de las condiciones de vida en la ciudad y de las viviendas de las
familias en pobreza. A su vez, se trataba a elevar su estándar de vida proveyendo de educación para mejorar sus
condiciones de higiene y otras cosas. El problema iba dado en que muchas veces no podía proveerse el alimento sencillo,
variado y nutritivo.

Se creó el Departamento de Acción Social de la Fundación para ayudar a la población. Con esto, empezó un plan para la
construcción del pueblo y la mejora de los habitantes y las condiciones de estas familias. Además, el Servicio Social
desarrollaba un papel en la intervención en situaciones de emergencia y catástrofes. Este tema empezó con la crisis
económica de 1929, pero continuaba con otros desastres del país de Chile como los terremotos de 1939 y 1960. Para esto,
se crearon planes para muchos tipos de desastres, tanto de ambiente como de sociedad e, igualmente, organizaba la
distribución de la ayuda y planes para recuperarse de las mismas. La intervención social estaba inspirada.

La primera empresa que contó con Servicio Social fue la Sociedad Chilena de Lota, ya que muchas industrias no contaban
con los recursos suficientes para contratar a un trabajador social. Es por esto que se estableció un sistema de práctica
profesional. La función de estos, era asegurar el bienestar social.

Según el testimonio de una trabajadora social, no existe casi ningún lazo personal entre el patrón y los obreros. La
visitadora social vela por el bienestar de los segundos y organiza obras patronales (bibliotecas, salas cunas, salas de
descanso, etc.). Las mismas asistentes sociales criticaban su labor, ya que hasta el momento tenían tareas de índole
curativa, pero ellas querían que fueran preventivas, pues así había un cambio interno y permanente.

En el cuarto Congreso Chileno de Asistencia Social (1945) se describe la labor de las trabajadoras sociales en la
industrias, tanto en lo económico, médico, social, y cultural.

Las dificultades para la inserción en el campo laboral de las asistentes sociales, son en gran medida provocadas por los
“patrones”, ya que ellas al vincularse en otros ámbitos con los trabajadores, se transformaban en una especie de peligro
para el “normal” funcionamiento de las industrias. Por otra parte, los obreros consideraban a la trabajadora social como un
elemento de control implementado por el patrón, noción equívoca que fue revertida.

Siguiendo con los aportes de la profesión, las trabajadoras sociales implementaron sistemas de alfabetización en las
industrias, como modo de apoyar a los obreros para que conocieran sus derechos. Otro aporte digno de mencionar, es la
implementación del finiquito que surge como medida de ayuda a los trabajadores jubilados, que se vieron anteriormente
en condiciones difíciles al dejar de trabajar, y quedar sin sueldos y casi nada de ahorros. Además de esto, cabe señalar su
función de “informar”, tal como vimos en la década del 20, que se implantaron una serie de leyes en el campo laboral y
las asistentes sociales fueron dar a conocer esas leyes y beneficios entre los obreros, para que estuviesen en conocimiento
de ellas, y no vulneraran sus derechos.
Tal como vimos a lo largo de la tesis, hay una línea de respuesta a la necesidad y evolución social, que viene a ser el
Servicio Social. El desarrollo del rostro público del Servicio Social fue un proceso que interactuaba constantemente con
los cambios que se producían en el Estado y con la modernización de los organismos privados que el mismo Servicio
Social ayudó a implementar.

Principalmente vimos que una de las áreas donde hubo más aportes fueron en las de seguridad social, donde el Servicio
Social tuvo un rol clave en la reforma de seguridad social, y ayudó a que los trabajadores conocieran los beneficios de la
nueva legislación, disminuyendo su rechazo a ella y controlando a los patrones para que se cumplieran las leyes
predispuestas.

Otra área donde el Servicio Social hizo importantes intervenciones fue en el área de la salud, donde se involucró en el
manejo de las dimensiones ambientales y sociales para que las intervenciones respecto de las enfermedades que estaban
atacando mayoritariamente como la tuberculosis o las enfermedades venéreas, tuviesen mayor eficacia. Además de esto,
se involucraron en un programa de educación para la salud para la población con menores recursos, que a su vez provocó
cambios en la política de salud de la época. Esta última acción permitía que el hombre conociera sus capacidades, y desde
ellas, creara para sí mismo y su propio entorno, mejores condiciones de vida.

Se mencionan muchísimas instituciones que proveen servicios para la sociedad más vulnerable, que han sido trabajadas
por el Estado y el Servicio Social del país. Estos van incluidos en alguno de los tres departamentos; Sanidad, Caja de
Seguro Obrero, y Beneficencia Pública, que a su vez formaron parte del ministerio de Salubridad y Asistencia Social.

Es así como se señala otra fuente de origen del Servicio Social, que está dada por el fenómeno sociológico que implica el
progreso y la evolución social, ya que el desarrollo progresivo ha dado pie para que surjan nuevas necesidades en la
sociedad.

Parte del problema que tuvo que enfrentar la profesión en sí, era esta ambigüedad de la misma. Habían quienes querían
que la profesión se fusionara con enfermería ya que en Estados Unidos había una rama del servicio social, llamadas
“enfermeras visitadoras” que cumplían ambos roles. Los que se oponían a esto, afirmaban que el progreso profesional
siempre está marcado por la especialización, y que a la vez ambas carreras eran muy distintas.

La profesión adquiere el nombre de Asistente Social en 1941, luego de un largo debate respecto de sus tareas y
motivaciones sociales.

En general, la consolidación de la profesión, fue un proceso que se dio según las necesidades sociales de la época. En la
medida en que mostraba potencialidad, y era valorada a ojos de la sociedad, se le abrían las puertas a diversos campos de
trabajo y se creaban cargos para diversos servicios de la administración pública. Esta consolidación de la profesión se iba
dando al realizar tareas de ayuda para los sectores más necesitados, y estar atentos también para las situaciones de
emergencia que mencionamos en párrafos anteriores.

Es importante señalar que al ser una profesión que surgió algo sola en el área de las Ciencias Sociales, la especialización
misma del Trabajo Social se fue dando de forma paulatina, ya que a medida que surgían otras profesiones en el país (como
psicólogos, sociólogos, terapeutas ocupacionales, educadores sanitarios, etc.), nuestra profesión fue dejando esas tareas, y
profundizando en sus funciones específicas.

Finalmente, todo lo anteriormente expuesto va en función de la búsqueda del rol profesional que posee la carrera (esto en
general nacía en las unidades académicas más que en los campos de acción). Dentro de las conclusiones sacadas en la
época se dijo que la profesión tenía un rol asistencial- paliativo, tendiente a mantener un estatus-quo. Las expectativas que
debían cubrir iban en función de dos labores principales: la de concientización que conduce a colaborar a un cambio de
estructura social, y la participación en la política y planificación social, sin embargo, las dos escuelas que aclararon los
roles de la profesión, estaban inmersas en un fenómeno que conceptualizaron como “confusión de rol”, ya que habían
ciertas ambigüedades y falta de especificidad en la misma. Es importante señalar que se buscaba una nueva metodología
para el Servicio Social, siempre desde una mirada crítica de la sociedad.

Como se puede ver a lo largo del texto, el desarrollo del rostro público del Trabajo Social, fue el resultado del trabajo
inmediato de los profesionales, ya que actuaban de forma eficiente a los problemas y situaciones sociales, cualquiera fuese
su naturaleza y gravedad. Todo esto, siempre ligado con el trabajo del Estado.
Análisis del texto

Nos parece que el nacimiento del trabajo social fue una construcción paulatina que surge al ver las necesidades de la
sociedad y el modelo cultural que prevalecía en esos años. Dentro de este mismo elemento, fue relevante lo que aconteció
a nivel político, así como también es importante notar el modo y calidad de vida que llevaban las personas de la época.

Notamos en esta investigación, que por el periodo en el que se vivía, se van dando más respuestas a las situaciones
sociales, según estudios que se van haciendo. Es así es como se va perfeccionando el servicio social partiendo de
problemas de salud. Este problema en particular, está estrechamente relacionado con la precariedad en higiene que las
familias de la época poseían. Es así como podemos inferir que hay una relación entre los pocos recursos económicos, los
problemas de higiene (por temas de acceso a los utensilios necesarios), que finalmente llevaba directamente a problemas
de salud.

Un aspecto a considerar y analizar, es el de la “naturalización”, entendida como “hacer cotidiana las acciones o
situaciones sociales”. En este sentido, en relación a la salud y los problemas de la época, es importante recalcar que las
Asistentes Sociales no parecen tratar las situaciones como casos “normales”, sino que confieren la importancia a los
individuos y grupos sociales en los que intervienen. Todo esto, sin generar dependencia, solo entregando las herramientas
sociales necesarias.

En el caso de la creación de Institutos Sociales por las condiciones de la gente con necesidades económicas, mucha de la
exigencia por programas como estos, ocurrió después de la crisis económica de 1929. Durante este tiempo, la mayoría de
la gente sufrió de una gran decaída en sus condiciones de vida. Ante esto, era labor del gobierno (y de otra gente con
poder y dinero), el crear instituciones para mejorar la calidad de vida de su población. Por esta razón, se empezaron a
preocupar de las condiciones de los obreros en el campo y sus derechos por la tierra. Igualmente, surgió la idea de educar
a la población para mejorar sus condiciones, y por otra parte, construir casas mejores para la gente. La construcción de
mejores habitaciones era una buena opción porque en muchos casos, la educación de la gente sobre la higiene y otras
cosas no era el problema más significante, sino que por el contrario, era porque había una falta de acceso a estas
condiciones. En consecuencia, las Instituciones Sociales estaban inspiradas para crear planes por las emergencias sociales
con la crisis económica del año 1929, pero otros desastres, como los terremotos de los años 1939 y 1960, añadían la
necesidad de crear planes en el caso de un desastre, social o natural. Todas estas formas para mejorar las condiciones de
la población se habían formado porque había una necesidad más alta que los años anteriores.

En sociedades capitalistas, el Estado responde a las necesidades de la población bajo un orden social y un sentido de
priorización. La población impone la necesidad de instituciones sociales e intervención política en el escenario social. La
sociedad chilena después de la crisis económica de 1929, inspiro que se priorizaran organizaciones en ayuda para la gente
más afectada.

La labor del trabajo social en la década del siglo XX fue principalmente de incorporación en el modelo cultural que lo
veía como un agente extraño y perjudicial. La sociedad como tal, se protegió de este agente a través de modelos culturales
preestablecidos en la conciencia colectiva de la sociedad industrial. A pesar de este, el trabajo social logró integrarse a un
mundo de injusticias y desigualdades sociales haciendo lo posible para mejorar esta disyuntiva, para así afianzar las
relaciones humanas, el trato humano en un sistema que no se preocupaba de esto, si no que daba un trato de relaciones
productivas, este como tal generaba una suerte de individualismo entre los obreros producto del trabajo. El poco interés
que demostraban estos hacia su trabajo, generó que empezaran a tomar medidas para revertir esto para así aumentar la
productividad de la empresa.

Además de lo que mencionamos anteriormente, nos parece relevante señalar que el trabajo social estuvo inmerso en
diversas áreas de ayuda para la sociedad, no solo en la económica. El mismo hecho de que quisieran fundir la profesión
del Servicio Social con las enfermeras, da cuenta de una sociedad que necesita de cuidados, en todo ámbito, además de
indicar que al ser una profesión pionera en servicios sociales, cubría muchos rubros que ya están profundizados en otras
profesiones. Los aportes en salud, educación, estabilidad socio-económica y derechos obreros, es relevante para entender
los orígenes de nuestra profesión, tomando en cuenta especialmente sobre qué fue lo que motivo a las primeras
trabajadoras sociales, el inclinarse por esta profesión de servicio.
Para finalizar, creemos que el rol y la visión pública de nuestra profesión fue dada en función de necesidades y rápidas
respuestas a ellas por parte del Servicio Social, además de las intervenciones que hizo esta profesión en temas de Estado,
trabajando por mejorar las políticas públicas.

Con todos los antecedentes anteriormente expuestos, es indudable el apoyo que brinda nuestra profesión a la sociedad.

TESIS III (PRIMER GRUPO): " Una tradición silenciada: Los escritos del trabajo social”

Introducción
En el presente trabajo abordaremos la tesis número tres del libro “La reinvención de la memoria”.
Nuestra tesis en el capítulo primero, “La formación del espacio académico en que surge la literatura de Trabajo Social”,
plantea un tema que nos pareció de suma importancia. El cual es el relato de cómo surge el Trabajo Social en Chile y la
creación de las primeras escuelas chilenas de Trabajo social. A continuación en el capítulo dos, “Los debates en que se
inserta el desarrollo de los escritos de Trabajo Social”, se plantean los antecedentes que dan origen a la preocupación por
la “Cuestión Social”, los que llevan a formar futuros Trabajadores Sociales. En el capítulo tres “El universo de las
temáticas en las tesis de las Escuelas de Trabajo Social”, se habla mas bien de las investigaciones en distintas áreas, tanto
sociales y de salud. Luego, en el capítulo cuatro, “Las expresiones escritas de la intervención: Narrativas, Modelos y
Formas de Registro”, en el capítulo cinco “La relevancia de la investigación en la formación profesional”, se nos plantean
dos cosas bastante importantes para nuestra carrera que son los modelos de intervención y la relevancia de la
investigación en nuestro labor profesional. Finalmente, en el capítulo seis, “Esfuerzos organizativos y mecanismos de
internacionalización”, nos habla sobre los constantes esfuerzos de organización para conectarse a nivel internacional y
estar siempre al día con las materias de nuestra labor profesional.

Desarrollo
Nuestra tesis habla principalmente de la historia del trabajo social chileno, en primer lugar nos contextualiza el motivo de
la llegada de las escuelas de Trabajo Social, estas se crean por la preocupación en el área de salud y por una renovación de
los métodos asistenciales en los hospitales chilenos del siglo XX, es aquí donde se crea un departamento de acción social
en cada uno de ellos. Las primeras tres escuelas fundadas fueron la del Doctor Alejandro del Río, en el año 1925, siendo
así la primera escuela de asistencia social en Latinoamérica, esta principalmente se centraba en la asistencia hospitalaria.
La segunda escuela es la de Elvira Matte de Cruchaga, fundada en el año 1929 y su formación fue la base de la doctrina
católica, finalmente la tercera escuela fue la del Doctor Lucio Córdova, fundada en el año 1940, esta escuela hoy en día es
la de la Universidad de Chile. El objetivo de esta era el mejoramiento de vida de las poblaciones, tanto urbanas como
rurales. Luego en el año 1945 bajo la presidencia de Pedro Aguirre Cerda se fundó la escuela de Servicio Social de
Valparaíso, ya que uno de sus proyectos consistía en la creación de escuelas de servicio social en el norte, centro y sur del
país. Lamentablemente por la Reforma Universitaria esta escuela fue incorporada a la escuela de el Doctor Alejandro Río
y a la de Servicio Social de Santiago. Posteriormente la ley de universidades, dictada bajo el gobierno militar, corto la
brillante trayectoria de la escuela de la Universidad de Chile, ubicándola en un instituto profesional. Cabe señalar que
durante este período (1973-1989) la carrera de trabajador social se cerró durante 8 años y las universidades que la seguían
impartiendo realizaron una modificación a su malla curricular.
Durante las décadas de 1880 a 1920 hay una gran manifestación de escritos sobre la “Cuestión Social” y los grandes
problemas que estaban afectando al sector más pobre de la sociedad, preocupación por los asuntos sociales es cada vez
más fuerte, hay una cierta transición respecto a lo que era un interés más bien médico, a uno más social. En nuestra tesis
también podemos encontrar todos los tipos de problemáticas que abarca un trabajador social, (aunque cabe señalar que las
primeras tesis son prácticamente todas sobre temas sociales asociados más bien al área de la salud, podemos observar
distintas investigaciones acerca de problemas sociales). En esta misma literatura sobre distintos asuntos sociales también
podemos encontrar variadas formas y modelos de intervención, algo muy importante en la labor de un trabajador social,
dentro de su labor esta proteger a los infantes y defender los derechos humanos, un profesional de esta área es
multifacético y su profesión se basa en particular en mejorar el bienestar de los más necesitados.
Dentro de las revistas de las primeras escuelas fundadas en chile, podemos encontrar distintos modelos de intervención
que hasta hoy en día están vigentes y son usados constantemente por los actuales trabajadores sociales.
Una labor muy importante del Trabajador Social es la constante investigación y rigurosidad, para así mantenerse al día
con el saber. De este modo el profesional podrá comprender y dar respuestas a los diversos problemas sociales que afectan
de distintas formas a nuestra sociedad.
Finalmente tenemos que destacar los esfuerzos realizados para lograr organizar y conectar a nivel internacional la
profesión. Es importante mencionar la importancia de la primera Conferencia Internacional de Servicio Social. Ya que fue
el punto de partida para iniciar un intercambio de experiencias y a la vez para someter a un juicio crítico los adelantos y
obstáculos. Además fue un evento de gran importancia para el futuro de la profesión en el mundo, porque en ella se
establecieron bases comunes para el desarrollo del Servicio Social y para el funcionamiento de la docencia

Conclusión
Finalmente podemos concluir que la labor de un trabajador social es muy amplia, se puede desempeñar en distintas áreas,
desde la salud hasta la defensa de los derechos humanos, todas relacionadas con el bienestar de los miembros de la
sociedad. Uno de los requerimientos de el profesional de esta área debe ser la investigación, mantenerse informado y
atento a lo que pasa en su país y el resto del mundo, porque de este modo podrá ver de manera correcta como abordar e
intervenir en las diferentes situaciones que se presentan.
Es interesante observar todos los cambios que tuvo la carrera y por sobre todo la importancia de mantener contactos
internacionales ya que permitió que el Servicio Social chileno fuera conocido en el ámbito internacional y se mantuviera
al día en los avances de la profesión en el mundo.
También entendimos la importancia de la intervención científica en la realidad social, la importancia también de tener una
filosofía profesional bien cimentada junto con el verdadero compromiso que se tiene que tener para llevar a cabo el
Trabajo Social.
La historia del Trabajo Social Chileno, sus revistas y tesis publicadas por las primeras escuelas de Servicio Social en Chile
guardan grandes enseñanzas para los trabajadores sociales de hoy. Es importante que estudiemos y estemos informados de
cómo, cuándo, dónde y por qué nuestra carrera surge en Chile. Es relevante ver también cómo en esos tiempos las
personas comenzaron a tomar conciencia de que habían cosas en la sociedad que no funcionaban bien y que requerían de
una intervención, siendo algo fundamental para el bienestar de todas las personas, y de un mejor desarrollo en la calidad
de vida de los miembros del país.

TESIS III (SEGUNDO GRUPO): " Una tradición silenciada: Los escritos del trabajo social”

INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo sintetizaremos la tercera tesis del libro “La reinvención de la memoria: indagación sobre el proceso
de profesionalización del trabajo social chileno 1925-1965” teniendo por título “Una tradición silenciada, los escritos de
trabajo social en Chile”.
Fundamentalmente esta tesis nos da a conocer la Historia del trabajo social, entre ello, comienza hablándonos de los
orígenes de las tres primeras escuelas fundadas en Chile, las cuales se fueron estructurando según las con diversas
visiones existentes en la época atendidas a la confrontación de su contexto.
Nos comenta también sobre los debates sociales surgidos tras los escritos del trabajo social, en donde diferentes autores
analizan los problemas sociales tales como como la salud, problemas sociales, estudios sobre la familia y la infancia, área
jurídico-social y temática educativa., considerando diferentes fenómenos que nos llevaran a estudiar la “cuestión social”.
Un punto a tomar en cuenta es considerar a la investigación como parte primordial del Trabajo Social, con la finalidad de
poder comprender y tratar de dar respuesta a los diversos problemas sociales que surgen en la sociedad.

1. LA FORMACIÓN DEL ESPACIO ACADÉMICO EN QUE SURGE LA LITERATURA DE TRABAJO SOCIAL


En el primer capítulo de la tercera tesis ahondamos de lleno en las fechas claves del trabajo social, de sus principales
logros, reformas, creación de instituciones de carácter formal, etc. En este sentido el trabajo social chileno presenta una
larga tradición escrita que se plasma en dos medios nacionales fundamentales: las revistas y las tesis de las Escuelas.
Se establece al servicio social de la época como la mayor fuente de indagaciones sociales del país:
1921- creación de un departamento de acción social en cada uno de los hospitales del país.
1924- la junta central de beneficencia de Santiago había decidido una escuela de servicio social en Santiago.
1925- Creación de la primera escuela social en chile, la Escuela deservicio Social de la Junta de Beneficencia y luego pasó
a llamarse Escuela Social de Alejandro del Río.
1937- “introducción en la enseñanza de nuevos métodos pedagógicos que preconizan el conocimiento por la experiencia
directa del estudiante, es decir, trabajo individual de investigación balo la dirección y control de un profesor.” Se amplió a
3 años el período de estudio
1945- primer congreso panamericano de servicio social
1971- Fusión de la escuela con la de la universidad de chile de Santiago
La acción social no podía quedar tan circunscrita a un medio tan reducido, el hospitalario
El mejoramiento integral de las condiciones de vida de los diversos grupos sociales.
La gran raíz fundadora del Servicio social en chile fue la escuela de Alejandro del Río.
“Todo crecimiento real se verifica de dentro hacia afuera”.
“Asignaturas que no son de utilidad práctica, como Evolución Social y doctrinas sociales, sino propiamente culturales con
el objeto de formar en la alumna un criterio sólido”.
Antes se formaba instrumentalmente sólo para la práctica y para una visión más generalista hay que esperar hasta el
presente.
“La escuela contaba también desde sus inicios con una oficina de asistencia social, que tenía por objeto proporcionar a las
alumnas la oportunidad de poner en práctica los conocimientos impartidos en los cursos teóricos”.
“La escuela de servicio social de la junta de beneficencia es laica y gratuita. Su capacidad es de 150 alumnas, todas ellas
mujeres”.
Si bien la escuela Dr. Alejandro del río se inició bajo la influencia del servicio social europeo, fue posteriormente
influenciada por estados unidos.

2. LOS DEBATES SOCIALES EN QUE SE INSERTA EL DESARROLLO DE LOS ESCRITOS DEL TRABAJO
SOCIAL
Este aparte principalmente hace alusión al contexto por el que atraviesa el servicio social desde 1880 a 1920. Eran
tiempos de revoluciones producto de un gran malestar social lo que se denominó “Cuestión social”, esto demarco incluso
las formas de interpretar la realidad y planificar alternativas de poder enfrentar aquel problema. Indudablemente al
referirnos a este término recae íntimamente una relación hacia los sectores más pobres de las ciudades de Chile, entre ellas
Santiago, Valparaíso, Antofagasta, Tarapacá, etc. Las que se manifestaban principalmente a través de sectores populares
por sus malas condiciones socioeconómicas unido al síntoma de descontento expresados mediante huelgas por parte de los
movimientos obreros.
Así distintos autores escribieron textos relacionados a los problemas sociales, entre ellos, el doctor Augusto Orrego, Juan
Enrique Concha, Arturo Ruiz de Gamboa, Javier Díaz, Armando Quezada, entre los primeros aportes de Sociólogos que
también consideraban los problemas sociales del país como los bajos salarios y finalmente los historiadores que retomaron
los problemas del proletariado chileno, la lucha de clases y su historia en chile como Marcelo Segall, Julio César Jobet,
apuntando a la transformación de ésta.
Finalmente constatamos que la consolidación de la profesión del servicio social queda evidenciada principalmente en los
conflictos obreros en 1940 en donde la actuación del profesional palpan directamente los problemas de la masa obrera y es
la “Visitadora Social” conoce de cerca el proceso, su condición de vida, su miseria económica, su exclusión cultural y
social, realizando un aporte al conocimiento de los problemas sociales en relación a la forma como se manifiestan en las
personas y la percepción q ellas tienen de la realidad.

3. EL UNIVERSO DE LAS TEMÁTICAS EN LAS TESIS DE LAS ESCUELAS DE TRABAJO SOCIAL


La literatura de trabajo social producida en el período que abarca esta investigación, está contenida básicamente en las
revistas y tesis de las escuelas de Trabajo Social.
Un área importante de estos trabajos está dedicada al campo de la salud. Estos abarcan una serie de investigaciones que
tratan diversas enfermedades que afectan la vida social de las personas, y cómo trabajar con los pacientes y su entorno,
familia, para conllevar la situación. Lo que se busca plantear es que, aparte de verse el ámbito del control y
disciplinamiento médico social de su población, se considere la serie de irrupciones conceptuales, denominaciones,
apropiaciones del Trabajo Social en la amplia gama de problemas sociales asociados a la salud.

Problemas sociales asociados a la salud 1925-1950


El campo con más trabajos de investigación es la tuberculosis. Con el título S.S y tuberculosis, se publica un artículo
dando cuenta de los avances en la prevención y tratamiento de la enfermedad en los que ha contribuido el S.S mediante el
trabajo familiar. Y ese el tema q tratan básicamente estas investigaciones; el trabajo que realiza el trabajador social con las
familias de los pacientes para extraer información del caso y ayudarlos a ellos mismos a enfrentar las enfermedades y a la
inserción de a la sociedad de los pacientes con esta nueva condición.

Contenido de los estudios sobre problemas sociales


Dentro de estos estudios los problemas más tratados son los de vivienda y pobreza. Es interesante destacar que pese al
paso de los años las principales problemáticas de estudio hoy en día siguen siendo las mismas. Se destacan los avances
logrados gracias a las trabajadoras sociales en el área de las emergencias, los que se vieron en auge en los 60.

Principales temas de estudio en relación con la familia y la infancia


Se destaca específicamente la labor hecha con los “menores”, la creación de los orfanatos haciendo hincapié en el trato
que se les da a los niños de las calles, y trabajos realizados para un fructífero desarrollo en la sociedad de los niños y
jóvenes adolescentes, y protección que les brindan a ellos las políticas del país. También se destaca la lucha de los
sindicatos de trabajadores por mejores condiciones de trabajo.

Contenidos temáticos del área jurídico social 1925-1950


En chile hubo gran desarrollo en este campo tratando temas como: el campo médico, educativo, criminológico y la
protección materno-infantil. Se plantean formas de clasificar a los delincuentes, una de ellas es su peligrosidad. Se trata
también las mejoras al trato a los obreros, donde cada adelanto ha sido resultado de una intensa lucha por parte de los
trabajadores.
Ámbitos descriptores de los temas más tratados por las tesis de S.S. en relación a la temática educativa. Se habla
principalmente de los derechos de los estudiantes y los deberes de los establecimientos con ellos basándose en catastros e
informes hechos en establecimientos con las familias ligadas a ellos por los estudiantes. En cuanto a estos temas han
desarrollado a lo largo de los años una rica gama de estudios e informes de los cuales se sufrió gran pérdida en los
cambios de bibliotecas.

4. LAS EXPRESIONES ESCRITAS DE LA INTERVENCIÓN: NARRATIVAS, MODELOS Y FORMAS DE


REGISTRO
Además del estudio de múltiples problemas sociales, la literatura del trabajo social se centra en la descripción de modelos
y formas de intervención, destacándose entre ellos el desarrollo de los diversos S.S.
Composición de los estudios de tesis en el S.S Chileno 1925-1950
Se hace un análisis de la multiplicidad de funciones que desempeñaba la Visitadora Social. Desde la función genérica de
proteger a la vida humana en la infancia hasta el defender los derechos de los trabajadores. Habla de cómo la labor de la
asistencia social va dando pie al desarrollo de conocimientos sobre las mismas demandas, necesidades y condiciones que
se dan en la sociedad. Inicialmente en las escuelas de trabajo social se les enseñaba a los estudiantes a desarrollar el trato
de “Caso social individual”, el cual consistía en un estudio al cliente en cuanto a él individualizado y el medio al cual
pertenece.
Esto se vio desarrollado mediocre y erróneamente por los estudiantes entorpeciendo su labor, por lo cual se debió
replantear el “caso social” y sumar a la enseñanza del “S.S. de Grupo” el cual con el trasfondo del desarrollo socio-
terapéutico involucraba actividades en grupo. Este nuevo método se expandió rápidamente demostrando su eficacia en
distintos campos. Luego se implementa la “Organización de la Comunidad” al acentuarse el hecho de que en las causas
que generan los problemas sociales intervienen no sólo un individuo o grupo familiar, sino que existen factores y
elementos que residen en el medio ambiente mismo. Por ello lo que se hace en este método es intentar una organización
en las comunidades tales como comités de barrios, de pobladores, unidades sanitarias, entre otras, que ayudaran a la
unidad de quienes forman esta comunidad, hacer que ellos mismos reconozcan y desarrollen su espacio común como tal,
con lo cual comenzarán a trabajar unidos por una misma causa, su comunidad.
Estos métodos se condicionan para el trabajador social según… “los recursos existentes, la capacidad de comprensión de
nuestro pueblo y del medio en que actúa, todo lo cual requiere de una acción continuada como de una buena utilización de
este profesional”
“Por toda la importancia de lo que implican las formas narrativas y las metodologías de intervención, se piensa que
basados en lo encontrado en las primeras décadas sería altamente relevante hacer un estudio específico de las posteriores,
que mostrara la recomposición de métodos y la ampliación de enfoques tanto en el proceso de reconceptualización como
en el período posterior y su actual influencia en las formas de acercamiento al trabajo de intervención social.”

5. LA RELEVANCIA DE LA INVESTIGACIÓN EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL


La organización de la sociedad cambia constantemente. Los fenómenos que interviene la profesión son dinámicos. Ello
quiere decir que los usuarios de Trabajo Social crecen, se complejizan y ya no responden a las categorías de criterios
desde donde se les había hecho emerger. Y, sin embargo, son pocos los antecedentes sobre ellos y sus modificaciones. He
aquí uno de los puntos donde destaca la necesidad de la Investigación, ya que el Trabajo social ha de ser una respuesta
para las posibles consecuencias sociales de las nuevas problemáticas que surgen con el devenir de los años y las
transformaciones de la organización social.
Será a partir de la Investigación desde donde se pueda analizar la realidad, para poder proyectar y orientar la acción de la
profesión para el futuro. Si la línea de formación profesional ha de tener al “saber cómo horizonte”, la Investigación ha de
ser una brújula que nos guíe a nuestro Norte, pues no se puede “oponer soluciones de ayer a los peligros de hoy” (de
Guillebaud).
“Que en el orden social no haya una idea que no nos encuentre en sus filas unidas para conseguir una sociedad mejor,
dispuestas a trabajar hasta conseguir el triunfo.” Sibila Valenzuela. Presidenta del comité estudiantil en su alocución en la
entrega de títulos de 1940.
6. ESFUERZOS ORGANIZATIVOS Y MECANISMOS DE INTERNACIONALIZACIÓN
A lo largo de la historia del trabajo social en Chile, la necesidad de la participación internacional siempre estuvo presente.
Se organizaron varias instituciones y escuelas con el fin de hacer más eficiente la profesión, con el fin de mejorar el
Servicio Social. Se desarrollaron múltiples congresos internacionales de Servicio Social, se crearon instituciones con
reconocimiento internacional, como el Comité Chileno de Servicio Social, la Asociación Chilena de Escuelas de Servicio
Social.
Se generaron programas de intercambio entre las diferentes escuelas de América, y el Servicio Social chileno ganó
reconocimiento internacional por su constante participación en las grandes actividades realizadas.
El gran enfoque de las escuelas de Servicio Social chilenas era la mejora de éste, puesto que se dieron cuenta de la
importancia que este estaba tomando, y del impacto que este tenía en la sociedad, lo que explica el porqué de que la
mayoría del material relacionado con el Servicio Social en Chile sean acerca de la mejora del mismo.

TESIS IV (PRIMER GRUPO): "MUJERES EMPRENDEDORAS: HACIA OTRA INTERPRETACION DEL


CARÁCTER FEMENINO DE LA PROFESION"

Introducción
Para poder situarnos en el contexto histórico al que hace referencia esta tesis y los contenidos acerca del Trabajo Social, es
necesario que mencionemos algunos datos históricos acerca del tema.
Podemos indicar que el origen del Trabajo Social se puede atribuir a la Revolución Industrial, la cual produjo
transformaciones tanto en el modo de producción como en los modos de vida de las personas. Al hablar de
transformaciones en los modos de vida, aludimos principalmente a los movimientos migratorios que se generaron en la
época, los cuales provocaron un colapso, ya que las personas tendían a instalarse en espacios reducidos. Producto de esta
revolución y la instalación del capitalismo, se generaron clases sociales y de ellas podemos mencionar principalmente la
fuerte consolidación del proletariado. Uno de los resultados de estos nuevos cambios que abarcaron tanto la producción
como la vida de las personas, fue que la ciudad se volcó a la pobreza, por lo tanto en Inglaterra se tomaron medidas de
“Asistencia Social”; la cual tenía como fin atacar la pobreza. Y es justamente por esta situación de pobreza que surge el
Trabajo Social, que en sus orígenes fue llamado “Asistencia Social”.
Podemos mencionar que algo parecido fue lo que ocurrió en nuestro país si nos remontamos a finales del Siglo XIX. Ya
que durante estos años comenzó a generarse de una manera sistemática la migración “campo-ciudad” y producto de estas
migraciones, al igual que en Europa, surge una nueva clase social, denominada clase “Obrera” o “Proletariado”. Similar a
lo ocurrido en algunos países europeos, el repentino traslado del campesinado a la ciudad, trajo consigo que se generaran
ciertos índices de colapso en comparación a años anteriores y si a esto le sumamos la calidad de las condiciones laborales
y que una gran parte de la población chilena urbana pertenecía a la clase social denominada “proletariado”, se comienza a
establecerse como una fundamental característica de esta clase; la pobreza. Es por esta razón que a principios del siglo XX
en nuestro país surgen las primeras escuelas de servicio social.
Luego de haber formulado una síntesis de los orígenes mundiales y nacionales del Trabajo Social, podemos avocarnos
netamente al desarrollo de la tesis que expondremos a continuación.

Desarrollo
A lo largo de la historia el rol de la mujer se ha visto menoscabado, catalogado como secundario y al alero del hombre.
Esto se produjo principalmente ya que la historia de las mujeres fue expresada por una sociedad con una visión masculina.
Además de esta visión también han influido los pocos antecedentes que se tienen de la participación de la mujer desde los
tiempos de conquista y colonia en adelante.

´”Porque los textos históricos- los más divulgados y también los más accesibles- generalmente proceden de una tradición
masculinizadora de registrar e interpretar las actividades y los eventos, de una mirada sesgada que fija la acción de las
mujeres en la “eterna menor”, contribuyendo muchas veces al ocultamiento de la acción femenina en diversos ámbitos”.
Podemos mencionar que el inicio de la participación femenina se desarrolló en la clandestinidad y que los espacios de
encuentros femeninos durante el siglo XIX eran los salones, fue en estos lugares donde las mujeres comenzaron a
cuestionarse y hablar libremente de los problemas reales acerca de la inequidad de la vida social. Con el transcurso del
tiempo y el aumento de la población, esta participación comenzó a ser más activa y principalmente abocada a los espacios
públicos. Pero llegar a esto no fue una tarea fácil, por ejemplo debieron manifestarse para lograr el acceso a la educación,
que en un comienzo no fue igualitaria para hombres y mujeres. “… los inicios de la incorporación de las mujeres a la
educación formal estuvieron motivadas principalmente por el debate liberal y laico de la época, el cual quería
contrarrestar las propuestas y acción educativa a cargo, hasta entonces, de la Iglesia Católica. En el caso de Chile, por
ejemplo, pese a las presiones políticas del laicismo, la formación femenina estuvo, entre 1812 y 1871, restringida a la
lecto-escritura, la educación religiosa y doméstica”.
A finales del siglo XIX las mujeres ya habían adoptado una visión más crítica acerca de sus derechos políticos, por lo
tanto comenzaron a movilizarse para poder obtener el derecho a voto, si bien estas primeras peticiones fueron negadas, las
mujeres no se cansaron en luchar por sus derechos, sumando a esta demanda, peticiones acerca de la equidad y de mejores
condiciones de trabajo.
Tampoco fue fácil el ingreso de las mujeres al ámbito laboral, ya que culturalmente era mal visto que las mujeres
trabajaran, pero durante el siglo XX esto comenzó a cambiar.
“El siglo XX comenzó con un sector importante de mujeres trabajando; el porcentaje femenino laborando en relación con
el total de la población del país era de un 11.11%...”
Además hay que tomar en cuenta que mayoritariamente en esos años las mujeres se desempeñaban en trabajos
denominados “femeninos” y uno de ellos era la “Asistencia Social”, ya que como se expone en el texto existían (y algunos
se mantienen hasta el día de hoy) ciertos estereotipos acerca de las mujeres, como el decir que eran irracionales,
emocionales o cargadas a lo moral.
“A partir de estos estereotipos de la mujer emocional versus el hombre racional, es que se fundamentan las prácticas
discriminatorias en el ámbito intelectual, clasificando las profesiones como “femeninas” y “masculinas”…”
El hecho de que se creen estos estereotipos trae consigo que se generen problemas de poder que se basan principalmente
en que no se reconoce como legítimo el discurso femenino.
“Estos problemas de poder se basan en la estructura jerárquica, donde el “dominado” y el “dominador” construyen y
potencian sus roles mutuamente y de manera constante…”
Por lo tanto se puede evidenciar que la sociedad enfoca su visión de poder en lo masculino, pero es importante que
comprendamos que tanto lo masculino como lo femenino se complementan, es decir se construyen mutuamente
articulando estas relaciones de poder.
Luego de haber planteado algunas de las dificultades que se han presentado a lo largo de la historia de las mujeres, ahora
nos introduciremos en la importancia del rol de la mujer para la Asistencia Social, la que luego se convertirá en la
profesión denominada Trabajo Social. Pero vale mencionar que resultan paradojas en el transcurso de esta profesión,
ya que la relación a la condición femenina en nuestro país que se enfatiza que esta carrera es ideal para la mujer,
ejerciendo el rol de “visitadora social”, donde se asemeja al rol de la madre en el cuidado, en donde se regula el ambiente
del hogar, se brinda protección y apoyo, no prioriza el salario. Sin embargo, es una ignorancia considerar esta profesión
como una actividad femenina, ya que, como establecen algunos en esta época, el hombre, al considerar el trabajo como
centro de su vida puede dar prestigio a esta profesión, es así como algunos catedráticos de la época apelan por el ejercicio
de ésta por varones. En este asunto hay que advertir que la vocación de servicio no pasa por el género humano, la
vocación en el trabajo social es estar sensibilizado y profesionalizado sobre los deberes y derechos de los más vulnerables
de la sociedad, por esto último se hace necesario transformar la Asistencia Social en una profesión.
En la tesis se plantean ciertas paradojas de la condición femenina en la profesionalización del Trabajo Social y una de
ellas es que las propias trabajadoras sociales de la época mantienen una concepción conservadora sobre ellas mismas,
basada en ciertos estereotipos que se naturalizan en ellas producto de una sociedad patriarcal que se introyecta desde la
infancia. Si bien muchas mantenían esta visión conservadora, también estaban concientes de que debían existir cambios
en materia de género, como por ejemplo una mayor equidad en materia de sueldos y condiciones laborales. Las
trabajadoras sociales además de esforzarse por conseguir algunos cambios, tienen gran noción acerca de la necesidad de
especializarse.
Podemos agregar que en el texto se menciona a trabajadoras sociales chilenas que partieron a otros países a trabajar o a
continuar sus estudios de especialización
La especialización y los estudios de postgrado no son cosa del Trabajo Social chileno actual, sino que es parte de los
inicios de la profesión en el país.
Existe una enorme lista de viajes de estudio en esos 40 años, que “dan la cifra total de 365 estadías de estudio cuya
duración era entre 6 meses y 4 años” (este dato pertenece solo a las estadías que han sido publicadas).
Si se comparan las especializaciones y estudios fuera del país en esos años (1925-1965) con los actuales, se manifiesta
que esto ha disminuido con el transcurso del tiempo.
Se genera la interrogante de que si esta baja en la especialización de los estudios de Trabajo Social se debe a los cambios
políticos, culturales y a las leyes educacionales existentes en la década del sesenta y setenta.
Si bien las mujeres de esa época fueron participes de varias especializaciones en el extranjero, también llevaban a cabo
investigaciones muy productivas que mostraban lo esencial del cambio en las condiciones de protección social de las
propias mujeres, aunque aún así poseían una visión conservadora hacia la misma población femenina.
A modo de conclusión nos gustaría mencionar que a lo largo de la historia las mujeres han estado bajo los aleros del
machismo, generando que ellas, abrumadas por la desigualdad comenzaran a organizarse para luchar por sus derechos. Lo
que las llevo a lograr introducirse en demandas de educación y trabajo.
Con el paso del tiempo los hombres se dan cuenta que las mujeres si podían ser un aporte para la sociedad, pero para éstos
siempre estuvieron estigmatizadas, no permitiéndoles desarrollarse de la misma forma que ellos.
El estereotipo de irracionales y emocionales las perjudicó y benefició a la vez, ya que se lograron identificar con la
asistencia social, la que ha evolucionado satisfactoriamente a través del tiempo, la que gracias a la lucha de las mujeres
logra pasar del oficio de las visitadoras sociales, con fines de beneficencia, caridad, entre otros, al profesionalismo del
Trabajo Social basado en estar sensibilizado y profesionalizado sobre los deberes y derechos de los más vulnerables de la
sociedad, buscando una evoluciona socialmente en cuanto a sus labores. Y si bien la carrera no ha dejado de tener una
concepción mayoritariamente femenina, esta ha evolucionado, y así lo demuestra esta tesis desde su estructura hasta su
interpretación.
La integración del hombre al Trabajo Social ha permitido lograr una visión más amplia acerca del carácter femenino de la
profesión, colaborando a no caer en estereotipos y estigmatizaciones que en vez de significar un avance, excluyen.

TESIS IV (SEGUNDO GRUPO): "MUJERES EMPRENDEDORAS: HACIA OTRA INTERPRETACION DEL


CARÁCTER FEMENINO DE LA PROFESION"
Las tesis recopiladas en el libro “La Reinvención de la Memoria”, dan cuenta de que la memoria es una construcción
social, dado que a través de las continuas interacciones hemos llegado a crear convenciones sociales.
El presente trabajo se focaliza en la Tesis IV “Mujeres emprendedoras: Hacia otra interpretación del carácter femenino de
la Profesión” basada en un contexto histórico conservador, lo que conlleva a una posterior evolución para llevar la
profesión a una especialización por medio de una especificación científica y metodológica para lograr una valoración de la
profesión. Esto se consigue a través de la lucha femenina para ser consideradas primeramente como mujeres y así en un
futuro como profesionales.
La mayoría de los textos que conocemos han sido escritos por hombres, de los cuales se cuentan historias de estos
mismos, dejando a un lado los aportes femeninos presentes a lo largo de toda la historia de la humanidad. La Visión que
todos tenían de la mujer, incluso ella misma, fue un truncamiento a la posibilidad de que se desarrollara en muchos
ámbitos incluso en los propios considerados de su género. Dado que la educación de la época limitaba y encasillaba a la
mujer como poseedora de un bajo nivel de conocimiento; el potencial de la mujer, se presentaba resaltando las
características ¨propias¨ destinadas a labores domésticas.
En Chile la educación estaba influenciada y dirigida por la Iglesia católica que dominaba la visión de la época, resaltando
los valores morales y asistencialistas practicados por la caridad en su principio, los cuales se limitaban a una simple
ayuda momentánea que no cambiaba la situación por el contrario esta situación provocaba una naturalización de la ayuda.
En el periodo radical se comienza un debate en el sistema educacional por parte del sector liberal-laico el cual se oponía a
la influencia totalizante de la iglesia católica, este debate permitió el ingreso del género femenino limitándose a prácticas
de enseñanza doméstica y la lecto-escritura que deja en evidencia las diferencias con el género masculino en cuanto al rol
que debía cumplir la mujer en la sociedad posteriormente creándose instituciones de índoles católicas destinadas a ellas.
A pesar de los inconvenientes existentes relacionados a la visión inferior del género, se logra en 1810 el ingreso de
primera mujer a la educación superior, pero aun respondiendo a la representación social de lo que debe ser propio de la
mujer,.. “de esta forma, emerge nuevamente la idea de la preocupación de la mujer por el bienestar de la comunidad,
interés que responde a una escala de valores más o menos generalizados, fenómeno que también puede ser apreciado en
la educación, donde la mujer encauza su vocación a profesiones destinadas eminentemente al servicio de la comunidad”1
El contexto histórico y la visión que tenía la sociedad acerca de la mujer provocan que se cree una interpretación errada de
la ley, limitándose al derecho civil de sufragio. Esto da origen a las primeras asociaciones de mujeres que luchaban por la
participación política y social, logrando finalmente en 1949 la participación de las elecciones presidenciales y
parlamentarias generando un quiebre de la estigmatización de su rol postulando a una mujer activa en la sociedad, esto se
ve reflejado en la creación del Movimiento Pro Emancipación de las Mujeres en Chile (MEMCH)
Desde un comienzo la mujer ha ocupado un papel secundario, esta afirmación la podemos ver en los escritos presentados
en la tesis, donde se destaca el rol doméstico que tiene que cumplir proyectado en el cuidado de los hijos, cuidado del
hogar y su labor como esposa. Pero muchas veces las mujeres, deben desempeñar junto con esto, un trabajo extra
doméstico remunerado proveniente de la necesidad de salir de la pobreza que se observaba consecuencia del periodo de la
cuestión social (1880-1920) en la que se ve inserta. Este nuevo rol que se abre a la mujeres como profesionales muchas
veces se ve opacado por el estigma de la mujer como dueña de casa, no pudiendo dejar solos a sus hijos, ni su hogar.
“El Servicio Social nace en Chile como una profesión para las mujeres y se destacan por lo tanto desde sus inicios
aquellos rasgos “femeninos” que favorecerían el desempeño profesional.”2 Bajo este mismo contexto la mujer es descrita
como poco hábil en cuestiones teóricas (por su supuesto “bajo intelecto”) y se le estigmatiza su trabajo, se considera con
una excesiva sensibilidad y emociones, relacionando su trabajo a un vínculo maternal y no a un profesionalismo. En el
siglo XX, las mujeres se desarrollan en profesiones, provenientes de áreas especificas según las concepciones de su rol y
la forma en que la ve la sociedad. En este sentido se destacan “los intereses en las áreas de pedagogía, salud y bienestar de
la comunidad, y en derecho”3
En el inicio de la profesión, esta estaba orientada a un simple asistencialismo donde nuevamente nos encontramos con la
subordinación y la caridad. Al paso de los años se ha obtenido un mayor nivel de profesionalismo por parte de las
asistentes sociales, además se hace importante destacar que a pesar de ser una profesión orientada preferentemente a ser
desempeñada por la mujer, algunos autores destacan la importancia de la incorporación masculina, lo que daría una mayor
fuerza a la profesión y lo que pretende cambiar esta estigmatización de la ayuda que solo es y ha sido practicada por las
mujeres dado a la visión la de época en la que se consideraba superiores los aportes masculinos.
Se propone la utilización de un carácter científico, ya que para generar un cambio se debía estudia como orientar y
potenciar la dignidad humana para transformar a los sujetos en agentes de su propio bienestar a través de diagnostico,
buscando una mirada objetiva y no un juicio moral. La utilización de estas bases científicas actúa como antídoto al rostro
conservador de la época con la prevalencia moral de las asistentes a través de la caridad y filantropía las cuales eran
ayudas de carácter asistencial primario, principalmente ejercidas por mujeres de la alta sociedad y que no daban solución
al fondo de la problemática social. En esta nueva forma se presenta el cambio de las medidas de protección social para
llegar a un mejoramiento de las condiciones de vida. Con eso también, integra a la mujer en la participación,
proporcionando herramientas de educación, como forma de independencia de esta.

Para sintetizar, podemos ver a través del libro como estas pioneras lograron por medio de un proceso de años, de una
preparación científica, viajando y perfeccionando en el extranjero el oficio, la emancipación económica al sector femenino
en un campo de acción hacia la trascendencia de la labor, explicación e interpretación de cómo estas dimensiones se
entrelazan, logrando y promoviendo los derechos, respeto y dignidad de las personas entregando al individuo las
facultades, el conocimiento y el espacio para el desenvolvimiento , para ser el protagonista de su propia experiencia ,
agente de su propio bienestar, así ayudando a solucionar la problemática social siendo un colaborador del bien colectivo
,desde su raíz y en conjunto con las personas , en búsqueda de la justicia social, surgiendo el acercamiento a las primeras
políticas sociales, para lograr un contexto de mayor igualdad de oportunidades.

TESIS V (PRIMER GRUPO): "El impulso de la época en la profesión"


Desde los inicios de la profesionalización del trabajo social en Chile se manifestó una fuerte pugna por determinar cuáles
principios deberían validar y regir la estructura ética de dicha disciplina. Situando este conflicto en un espacio de nuestra
historia podemos ubicarla a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Contrario al pensamiento que existía sobre el
origen religioso de la profesión, el trabajo social surge como una respuesta a los problemas sociales que se alzaban
derivados de la incrementación del empobrecimiento del campesinado, la desigualdad social, la injusticia y la explotación
(La denominada “Cuestión social”). Ello evidenciaba la precarización aguda de amplios sectores de la sociedad que
tenían entre sus consecuencias la conformación de las organizaciones obreras que luchaban por mejoras laborales y
salariales, así como demandas por una mejor calidad de vida e higienización de los barrios marginales que poblaban las
ciudades. Dicha pugna deontológica que tenía por finalidad el establecimiento de normas de orientación profesional con
un sustrato religioso o ético se enmarca en un contexto nacional de creciente secularización de la sociedad chilena y la
retirada de la iglesia de aquellos procesos que había hegemonizado durante años, entre ellos la caridad o la ayuda social.
Por un lado tenemos el surgimiento de la escuela Alejandro del Río, la cual tenía una visión laica y crítica respecto de la
injusticia en la sociedad, teniendo como horizonte el bienestar social más allá de toda doctrina clerical, basando sus
principios en la superación de dificultades socioeconómicas y culturales, por otro lado la Escuela Elvira Matte la que se
destacaba por una enseñanza ética inspirada en la doctrina social de la iglesia, tenía como como figura inspiradora las
ideas del Padre Alberto Hurtado, el valor de la caridad, amor al prójimo y la filantropía. La escuela Elvira Matte nació
como respuesta a los procesos de secularización, ya que el crecimiento de la educación estatal y el privilegio que tenía
por sobre la enseñanza religiosa generaba varios conflictos entre las distintas ideologías predominantes, este conflicto se
fue convirtiendo en un juego de poder por quienes tenían la mejor calidad educativa y por ende mejor poder político. La
escuela Alejandro del Río poseía una racionalidad que buscaba resolver la cuestión social empleando los métodos y
técnicas de las ciencias sociales. La condiciones de pobreza de la época obligaba al estado o a la sociedad a hacerse cargo
de sus problemas, ello requería la sistematización de la ayuda social, no sólo se trataba de “ayudar” al prójimo sino de
resolver un problema social. Sin importar la disputa en torno a los valores que debían regir la disciplina, ambas escuelas
sentían una responsabilidad por lo social, es así como la mezcla valórica de las dos escuelas contribuyó a la conformación
del Código de Asistentes Sociales en el año 1959 donde se postula el valor ético de esta profesión, en el cual se pretende
mejorar las condiciones sociales y el nivel de vida de los individuos, todo ello en un contexto de aguda marginalización
de las masas y la insuficiencia de las ciudades al no dar abastoa los grandes flujos migratorios provenientes del campo. El
colegio de asistencia social desarrolló un código ético con una visión crítica de la transformación social, el profesional
debe velar por el cumplimiento de este cambio social para lograr una mayor justicia, fomentando la solidaridad por medio
de una mayor comunicación entre los individuos y sus instituciones. El trabajador social debe individualizar los
problemas sociales, es decir indagar sobre cómo cada individuo vive la pobreza, la desigualdad, la injusticia, la
explotación, etc, sin emitir juicios valóricos y actuar con imparcialidad para contribuir a una solución equilibrada entre las
demandas sociales y los recursos disponibles. Debe dar cuenta de quién es y qué necesita, es decir, tiene que hacer parte
de la solución a la persona potenciando todas las capacidades que tenga y reconociendo al ser humano como individuo
con derechos irrenunciables. Lo que se busca es contribuir a disminuir aquellos obstáculos que la propia estructuración de
la sociedad se imponen en el desarrollo de todas las potencialidades del individuo o de la colectividad.
Según la Declaración de los Principios que rigen el actuar y el ejercicio profesional de los Asistentes Sociales su
fundamento se basa en el respeto por el ser humano como individuo singular con características e ideologías propias,
siendo este elemento esencial en los derechos humanos. También se hace de vital importancia fomentar las capacidades y
el desarrollo individual de cada persona, promoviendo la realización personal y mejorar la calidad de vida, además el
profesional debe actuar en situaciones que atenten contra los valores y principios establecidos, comprometiéndonos con
todos aquellos silenciados por la clase dominante.
La ética y los derechos humanos son los fundadores de la disciplina del trabajo social. Teniendo como claves: la dignidad,
la justicia y el bien común, principios sobre las cuales el profesional parte y siempre debe volver. Existe un finalidad que
busca la promoción de una cultura de respeto hacia los derechos de las personas y la responsabilidad por aquellos
problemas sociales que tienen su origen tanto en lo político, económico o cultural. Producto de la cuestión social y como
respuesta al deterioro sanitario y sus consecuencias, interviene la política social con el fin de dar soluciones a problemas
básicos como el alcantarillado, agua potable, entre otras. Bajo las condiciones deplorables en la que se encontraba la
sociedad se funda la escuela de servicio social en 1925 con el fin de fomentar la asistencia de carácter preventivo y con la
intención de reducir los brotes epidémicos; sin embargo esto trajo un mayor coste económico y no resultó eficaz. Por estas
razones la política social decide intervenir, los presidentes de la época como Arturo Alessandri, Pedro Aguirre Cerda le
dan espacio a la fuerza obrera, incentivan la formación de asentamientos agrícolas, se redistribuyen algunas tierras y se
insertan los partidos marxistas en la política. Sin embargo en el gobierno de Gabriel Gonzáles Videla el país se enfrenta a
grandes problemas como las huelgas y paralización de los mineros en la cual se utilizan los poderes de emergencia para
terminar con las huelgas y también la ley por la permanecía a la democracia o ley maldita, la cual se caracterizó por la
persecución de los militantes del partido comunista de Chile. Como respuesta a estas tensiones sociales surge la necesidad
de reconocer los derechos humanos, teniendo al estado como vigilante en su cumplimiento mendiante la creación de
mecanismos que defiendan a los ciudadanos.
En este contexto de profesionalización del trabajo social grandes masas se encuentran insertas en un orden social, que
supone un deterioro y vulneración de la calidad de vida que impide el desarrollo de sus propias libertades. Esta injusticia
propicia alzamientos sociales que buscan alzar la voz de los más desfavorecidos, luchando por un desarrollo más
igualitario, teniendo como respuesta del gobierno, la fuerza de coacción, lo que posteriormente deriva en dictaduras en las
cuales los derechos de las personas se ven transgredidos, y es en esas circunstancias donde el trabajador social debe velar
por el respeto de los derechos humanos de los individuos. Así el colectivo de trabajo social afirma su compromiso con la
democracia, con la verdad, con la justicia, su compromiso con los más pobres y su esperanza en que los chilenos sean
capaces de construir una patria justa, libre y soberana.
Esto último implica que la conducta del profesional debe regirse por valores de respeto a la dignidad del otro, pluralismo,
búsqueda del bienestar individual y del bienestar colectivo, sentido de responsabilidad hacia la cuestión social y
construcción crítica de una visión que naturaliza la pobreza y culpabiliza a los pobres de ser causa de su propia pobreza.
En un sentido más amplio el trabajador social opera en el marco de los derechos fundamentales del individuo, sirviendo
como agente intermediario que posibilita una mejor comunicación entre los sujetos y sus instituciones, promoviendo el
interés por el desarrollo de las potenciales individuales y colectivas que requieran de apoyo social.
Desde una perspectiva diacrónica es posible observar cierta ruptura en el modo de lectura de los acontecimientos sociales,
desde una óptica religiosa a una legislación secularizante preocupada por los más desfavorecidos de la sociedad (Poor
Laws 1536: sistema de alivio a la pobreza – Inglaterra). La conciencia social crítica y la mirada religiosa sobre las
enormes injusticias sociales que se presentaba a lo largo de la historia propiciaron la profesionalización de lo que antes era
considerado como caridad o simple filantropía hegemonizada por la iglesia.
El compromiso con la acción social hace referencia a la estimulación de las iniciativas individuales en torno a la propia
realización de las personas, esto dista mucho de la caridad que propone la perpetuidad de la pobreza y hace depender la
ayuda social responsable de la voluntad. Lo anterior supone contextualizar los problemas sociales dentro del ámbito
político y cultural. No se puede entender las dificultades individuales si no se enmarcan dentro de un contexto que coloca
obstáculos en el desarrollo personal y colectivo. Diferenciar e identificar las carencias o dificultades de los sujetos y
personalizar el tipo de ayuda que de entrega de modo de lograr su propia autonomía. La existencia de factores
estructurales que impiden que varios grupos de la sociedad no puedan alcanzar la satisfacción de ciertas necesidades
obliga a reconocerles derechos y tratar su situación en forma detallada y científica. Esto último implica claramente una
formación tanto teórica como metodológica que permita abarcar de un modo sistemático, riguroso y holístico la cuestión
social. Podemos citar como ejemplo de esto último el trabajo comunitario, que, desde una vertiente conceptual de
izquierda propone la concientización de la comunidad sobre sus propias necesidades y capacidades de resolución (Raya,
2005), pero independiente del sustento teórico político de la intervención comunitaria o individual, existe la necesidad de
buscar soluciones en conjunto y transformarlos en posibles directores de sus propias soluciones.
Al abordar el pluralismo en la ética del Trabajo Social, se debe asociar al sentido objetivo de neutralidad, entendida como
la capacidad de acoger a todos y no juzgar al individuo, manteniendo un criterio siempre al margen de toda subjetividad
del profesional que incluya discriminación o imparcialidad. El valor y la importancia de la pluralidad tienden al
reconocimiento de la unicidad del ser humano, es decir, sus características que lo convierten en un ser único y con el
legítimo derecho de ejercer esa diferenciación de su identidad intrínseca, sin incurrir en la discriminación social que
perjudica gravemente su inserción y desenvolvimiento en la sociedad. La fe en la humanidad es el motor que mueve al
Trabajador Social a desempeñarse en la dignísima labor de asistir al individuo que más lo requiere, conservando un
respeto transversal hacia la igualdad social y la constante inquietud que significa la solución del bienestar del sujeto con
la finalidad de brindarle apoyo que permitan la superación de las dificultades que impiden su realización Por otra parte es
esencial entender que la valorización de la condición humana de la Persona constituye una de las tareas fundamentales al
momento de tratar de ayudar a la sociedad que reclama por más facilidades que tiendan a minimizar las dificultades que
genera la cotidianeidad.
Dentro del código ético por el que debe orientarse el trabajador social, el pluralismo se define como la capacidad que
tiene el profesional para tener una visión amplia respecto de la injusticia social, entendiendo que ésta se presenta en la
sociedad toda y en todos los sectores socioeconómicos. El profesional ante todo debe tener en cuenta el bienestar social e
individual particularizando aquellos problemas sociales más acuciantes y la forma en que se manifiestan en los sujetos,
atendiendo a sus características y contextos de participación y desenvolvimiento siempre diferentes. El sentido de
neutralidad en el ejercicio de profesional hace referencia al respeto de los derechos humanos más allá de todo tipo de
diferencias individuales. Un ejemplo concreto y actual en el que el trabajador social actúa conforme a la ética profesional
y a su rol social es al momento de otorgar subsidios habitacionales a las familias mas vulnerables, favoreciendo el
respecto a la dignidad humana, la realización personal, el desarrollo de oportunidades y una mejor calidad de vida a los
integrantes del grupo familiar, siendo activos transformadores sociales y puentes de comunicación entre las demandas de
las personas y las instituciones para dar solución a los problemas que afectan a los individuos.
También podemos citar el ejemplo de un Plan de Intervención de Trabajo Social con Grupo realizados a un conjunto de
menores en riesgo social entre 7 u 8 años pertenecientes al Programa Servicio, País y Educación con la finalidad de
fortalecer las habilidades sociales y comunicativas en un proyecto a largo plazo. Esta intervención se realizó en el
establecimiento educacional Escuela del Pacífico localizado en Playa Ancha teniendo como característica que la mayoría
de los menores se encontraban en vulnerabilidad social. Los resultados que espera obtener el profesional en su análisis
tendrán como base el aprendizaje del menor para un mayor manejo de las habilidades interpersonales, así como también
para un correcto uso de las expresiones fonéticas, visuales y escritas que le permitirán al niño desenvolverse en la
sociedad y en su entorno socio-espacial interno de manera cohesionada y eficiente. La labor del Trabajador Social se
ejecutará como un facilitador de acciones que puedan aportar en la colaboración del proyecto. El Programa Servicio, País
y Educación inserto en la Fundación para la Superación de la Pobreza, que realiza diversas prácticas para fomentar el
desarrollo del menor. Por ejemplo, el desmalezado de un terreno genera concientización de un medio ambiente protegido,
mientras que la implementación de la organización entre los niños representará un elemento primario para la
conformación social del individuo.
El trabajador social debe actúa conforme a la ética profesional, con un rol social que lo obliga siempre a evaluar
los casos objetivamente que sean merecedores de atención, sean mediante subsidios habitacionales a las familias más
vulnerables u otros métodos necesarios, favoreciendo el respeto a la dignidad humana, la realización personal, el
desarrollo de oportunidades y una mejor calidad de vida a los integrantes del grupo familiar y social, volviendo a los
sujetos en sujetos activos y transformadores de su propio bienestar , tendiendo depuentes de comunicación entre las
demandas de las personas y las instituciones, para generara condiciones de solución a los problemas que afectan los
afectan. La ética del trabajador social va orientada conforme a los principios, medidas y protocolos que guían su actuar
así como también dar respuestas eficientes a las necesidades de las personas y lograr que ellas desarrollen sus propias
potencialidades.
A modo de conclusiones podemos decir que dentro de todo el proceso de profesionalización del servicio social,
principalmente nos debemos basar en el respeto en el individuo velando en todo momento por la no trasgresión de los
derechos inalienables concedidos desde el momento en que somos reconocidos como factores de sociabilización dentro
de esta amplia sociedad, además de profundizar en la valorización e individualización del sujeto como actor fundamental
del movimiento social en el que estamos insertos, marginándonos ante toda posibilidad de estereotipar nuestras visiones
frente a las necesidades que nos invocan, formar además una imagen critica de todos los acontecimientos que los
contextualizan para desechar la naturalización que hace plano el movimiento social y su posible progreso. Potenciar la
superación de cada sujeto por sí solo, fomentando su propio esfuerzo , confianza y responsabilidades, nos conlleva a un
trasfondo de colectividad, en donde el sujeto como base o unidad mínima ayuda a fortalecer las redes sociales que
maximizan las habilidades de superación de un conjunto social, incentivando la participación social de la comunidad.
Toda esta labor tiene sus principios ligados a la ética profesional como guía y sustento en su aplicación, además de
contener la valorización de los derechos mediante su proclamación en todas las naciones hacia algunos años atrás, sin
duda que un trabajador social consiente de los problemas que hay en la sociedad lograra implementar todos los principios
fundamentales para lograr el bienestar social, buscando siempre la libertad, la dignidad y la justicia del individuo.

TESIS V (SEGUNDO GRUPO): "El impulso de la ética en la profesión"


INTRODUCCIÓN A LA TESIS V
Las autoras plantean en esta tesis la importancia de la ética en el Trabajo Social. Establece que lo primordial para todo
profesional de esta área requiere formar una conciencia social, no determinada por bases religiosas y de caridad, si no
basada en valores fundamentales como la responsabilidad, respeto a la dignidad de la persona, solidaridad y empatía,
respeto por los diversidad y la dignidad de las personas, la lucha en una mayor igualdad y justicia social, entre otros.
1 - MÁS ALLÁ DE LA CONTIENDA RELIGIOSA/ SECULAR:
Las primeras escuelas de Trabajo Social surgen en el debate ideológico entre conservadores y liberales a nivel nacional, de
los cuales este último buscaba la separación Iglesia-Estado. A partir de esta pugna surge la profesión del Servicio Social,
desde un carácter secular, lo cual desde lo planteado por la autora, se opone a la idea errónea que considera el Servicio
Social fundado en dimensiones religiosas.
“El conflicto pugna religión-laicismo se manifestó con fuerza en el surgimiento del Trabajo Social en el país, representado
por las orientaciones básicas de las dos Escuelas que se fundaron el la década de 1920” (Alwin, Forttes, Matus, pg 332:
2004). Por un lado se desarrolló la Escuela Alejandro del Río con un marcado sello laico, y por otro, la Escuela Elvira
Matte fundada desde principios religiosos. Si bien la autora reconoce a través de las experiencias recopiladas, la existencia
de conflictos entre los enfoques de las Escuelas, identifica en ambas el carácter crítico de su fundamento. De hecho, la
Escuela Elvira Matte, la que erróneamente fue asimilada a una caridad disminuida y una posición conservadora, “fue
alentada por la vanguardia del catolicismo con un espíritu emprendedor y progresista” (al… pg 337).
De esta forma es posible identificar en el Servicio Social el esfuerzo por el establecer un método nutrido en las ciencias
sociales que pueda contribuir en la construcción de una sociedad más justa. Pese a los diferentes enfoques de las Escuelas,
es posible identificar en todas ellas “un sustrato consensual en relación a la ética de la profesión, el cual es construir con
elementos de tradiciones diversas una conciencia social más crítica” (Aylwin).
2- LA CONCIENCIA SOCIAL CRÍTICA COMO ÉTICA:
La conciencia social es fundamental para el desarrollo de todo trabajador social, es su deber analizar y criticar la realidad
para poder establecer un método de intervención óptima. Es decir, la conciencia social se ve reflejada en las
intervenciones y estas deben estar fundadas en una base ética y uno de los principales valores es la solidaridad.
A partir del contexto histórico anteriormente expuesto, donde se puede apreciar la injusticia y desigualdad social, se puede
distinguir “la clave interesante que refuerza la razón por la cual el Servicio Social de la época, se interesó por la
comunidad”. (344) La importancia de la comunidad como el contexto y ambiente donde se desarrollan los individuos y se
pueden conocer sus principales necesidades y anhelos, un “centro de convivencia democrática y de acción social” (344),
es decir, un campo de acción y objetivo para un bien común.
En 1959 el Colegio de Asistentes Sociales elaboró un código de ética social, en el cual establece las normas o deberes de
la conducta ética del ejercicio profesional. Para esto debe desarrollar la capacidad de razonar, investigar y objetivar la
situación de intervención, para así guiar y encaminar la actividad social en el interés del que la pide.” Tiene como
obligación reconocer el valor del ser humano, respetar las diferencias individuales y fomentar en él un sentimiento de
confianza en sí mismo, deberá promover oportunidades y actuar ante cualquier situación que atente contra estos
principios. Es de gran importancia hacer un uso responsable de esta relación profesional.
También será necesario fomentar la solidaridad, es decir, tener un compromiso con el individuo y su comunidad, el cual es
un campo de acción y un objetivo para un bien común.
3- LA APELACIÓN A LOS DERECHOS HUMANOS EN EL DESARROLLO DEL TRABAJO SOCIAL:
Las autoras darán un panorama histórico de la situación de pobreza y marginalidad en Chile con el comienzo de la
industrialización, es decir, la ‘’Cuestión Social’’. Estas condiciones generan malestar en las clases obreras y sectores
populares promoviendo un proceso de concientización de la necesidad de generar formas de enfrentar estas problemáticas.
Surgen las mutuales, sociedades cooperativas, las mancomunales, como formas de agrupación obrera.
El malestar de la época también se refleja en distintas profesiones que buscan denunciar los conflictos asociados a la
Cuestión Social, desde el cuerpo médico aparece una mirada higienista, se crean diversas organizaciones y fundaciones
para ayudar a huérfanos y niños abandonados, entre otras labores.
Todo lo anterior por una parte constituye el contexto bajo el cual se desarrolla el impulso ético del Servicio Social y por
otra parte, estas tensiones “se hace patente la necesidad de reconocimiento explícito de ciertas premisas que irían
desembocando en la conceptualización moderna de los Derechos Humanos” (351). Uno de los hitos esenciales para
terminar con la violación de la dignidad de las personas, será la declaración de los Derechos Humanos en 1945.
Pese a que los Derechos Humanos tenían que orientar a los Estados en la consideración de los derechos de las personas
como un interés público, estos no aseguran un respeto efectivo de estos. En este sentido, en el caso de América Latina, los
derechos son solo accesibles en plenitud a ciertas clases sociales minoritarias, es decir, no se respetaron todos los derechos
humanos a toda la población. Al generarse movimientos en busca del reconocimiento de todos estos derechos y la
manifestación del descontento social, se generan en Chile y Latinoamérica formas de represión que conllevarán a
implementación de regímenes dictatoriales para reprimirlos.
La labor del Trabajo Social será darle a los sectores sociales oprimidos un papel de protagonismo. “Durante este periodo
la práctica profesional estuvo dedicada a trabajar con las organizaciones en la reivindicación de sus derechos frente al
Estado, en la perspectiva de ir desarrollando una conciencia crítica que permitiera comprender la realidad nacional y
llegar a ser actores de su transformación”. (356)
4- LA PASIÓN DEL OFICIO: LOS SUJETOS Y EL COMPROMISO CON LA ACCIÓN SOCIAL:
Se desarrolla, en la intervención social, la consolidación de los casos colectivos, y la consideración del ambiente, el
contexto y la situación del individuo a la hora de asistirlo.
Señala también la importancia del ”desarrollo gradual de la autonomía del sujeto” (366), es decir, no general lazos de
dependencia en el sujeto, sino ayudarlo y proveer oportunidades para que este desarrolle sus potencialidades.
Un aspecto de gran relevancia es la pasión del trabajador social hacia el sujeto y su compromiso con la acción social, esta
surge con la visión de las condiciones de miseria y desigualdad social. Estos elementos conforman el sustrato ético de la
profesión.
5- EL DESARROLLO DEL PLURALISMO COMO PASIÓN
Una de las interpretaciones hegemónicas es la atribución de una visión rigurosa y de escaso compromiso político a los
trabajadores sociales. Pero las autoras aclararán a este hecho la necesidad de una neutralidad en la profesión para generar
una pluralidad a la hora de trabajar con la heterogeneidad y diversidad presente en la sociedad. Esta ética fundada en la
pluralidad tendrá la función de no generar discriminación y rechazo entre los individuos a los profesionales y viceversa.
“el valor de la pluralidad implica que “uno puede resumir la filosofía del Trabajo Social en pocas frases. Reconoce el
valor de todos los seres humanos. Reconoce que cada ser humano es diferente y único’’
Conclusión
La Reinvención de la Memoria, tiene el objetivo de terminar con las tradiciones hegemónicas construidas a través de la
historia en torno a lo que es el Trabajo Social.
En la Tesis V, desmitifica la concepción que los inicios del Trabajo Social están inmersos en un sustrato religioso, ya que
demuestra que este surge de un proceso de secularización dentro del contexto histórico chileno a finales del siglo XIX y
comienzos del XX.
Dentro de esta Tesis enfatiza la necesidad de una ética profesional, basada en valores como la justicia, el respeto,
compromiso social, la pluralidad, entre otros. De esta manera se podrá intervenir desde las raíces de los problemas
sociales, dejando de lado las ayudas como la caridad y la filantropía, si no a través de un método basado en la ciencia
social.

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