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Comprensión lectora 1

PREU PEDRO DE VALDIVIA

 Pregunta 1:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral . El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.

3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de


insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.

4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.

5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

Sobre el faraón Tutankamón, en el texto se afirma que falleció

I) a consecuencia de un golpe en la cabeza.


II) debido a una fractura expuesta de rodilla.
III) en la segunda década de su vida.

A) Solo I

B) Solo II

C) Solo III

D) Solo I y II

E) Solo II y III

SOLUCIONARIO
En el párrafo uno se afirma que los estudios realizados a la momia del
faraón Tutankamón comprueban que no murió de un golpe en la cabeza
como se creía -lo que permite descartar el enunciado I-, sino de una fractura
en la pierna -no se hace mención a que fuese expuesta, por lo que se
descarta el enunciado II y las alternativas que la contienen- y que alcanzó a
gobernar desde los nueve hasta los diecinueve años, fecha en que falleció,
por lo tanto, esa era su segunda década de vida, por lo que la alternativa
correcta es C.

 Pregunta 2:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral. El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.

3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de


insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.
4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.

5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

Acerca de la figura de Nefertiti, en el texto se afirma que

I) era la madre de Anjesenpatón.


II) su esposo fue Amenhotep IV.
III) fue la primera reina de Egipto.

A) Solo I

B) Solo II

C) Solo III

D) Solo I y II

E) I, II y III

SOLUCIONARIO
En el párrafo tres se afirma que Nefertiti fue la esposa de Amenhotep IV o
Akenatón. Por otra parte, en el párrafo cuatro se dice que Anjesepatón era la
hija de Akenatón y Nefertiti. Después de la muerte de Akenatón, Nefertiti
gobernó Egipto, pero no se afirma que haya sido la primera reina de Egipto.
La clave correcta es D.

 Pregunta 3:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral. El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.

3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de


insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.
4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.

5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

Acerca de Amenhotep IV, en el texto se le caracteriza como


I) extravagante.
II) adelantado a su tiempo.
III) monoteísta.

A) Solo I

B) Solo II

C) Solo III

D) Solo I y II

E) I, II y III

SOLUCIONARIO
En el tercer párrafo, se dice literalmente de Amenhotep IV que fue
extravagante. La expresión “adelantado a su época” equivale a decir
visionario, que es como se le describe textualmente, mientras que su
restauración del culto único de Atón justifica el enunciado III. La clave
correcta es E.
 Pregunta 4:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral. El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.

3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de


insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.

4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.

5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

Una de las tesis que plantea el texto es que las momias

A) ejercen una fascinación poderosa sobre las personas.

B) son guardianas celosas de los secretos de la vida.

C) fueron personas vivas que amaron y odiaron.

D) de Tutankamón y su esposa mantuvieron intactos sus secretos.

E) de Akenatón y Nefertiti revelaron sus misterios con las pruebas de ADN.

SOLUCIONARIO
En el primer párrafo se plantea la tesis de que las momias ejercen una
fascinación poderosa sobre las personas porque son guardianas celosas de
los secretos de la vida, las cuales fueron personas vivas que amaron tal
como hacemos hoy. Tesis A, base B, garantía C. La D se descarta ya que
los restos de Tutankamón fueron sometidos a pruebas de ADN, mientras que
la E es falsa ya que no se habla de que las momias de Akenatón y Nefertiti
hayan sido sometidas a exámenes. Por lo tanto, la alternativa correcta es A.

 Pregunta 5:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral. El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.

3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de


insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.

4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.

5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

Según lo expresado en el texto, ¿qué aseveración es VERDADERA?

A) Akenatón fue un sabio monarca que gobernó una década junto a Anjesenpatón.

B) El Clero de Atón quedó sin poder al cambiar la veneración de los antiguos dioses.

C) El Valle de los Reyes fue gobernado por Semenjkara y su consorte Nefertiti.

D) Tutanjatón fue el nombre religioso que recibió la hija de Akenatón y Nefertiti.

E) Nefertiti fue una reina egipcia, muy hermosa, sacerdotisa de Atón.

SOLUCIONARIO
En el párrafo tres aparece Nefertiti mencionada como la “gran esposa real, la
hermosa, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de Atón. Y en el párrafo
cuatro se dice que uno o dos monarcas gobiernan brevemente Egipto,
después de la muerte de Akenatón y que el emisor del texto cree que el
primero de ellos fue Nefertiti. La alternativa correcta es E.

 Pregunta 6:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral. El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.

3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de


insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.

4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.
5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

De acuerdo con lo afirmado en el texto, ¿qué aseveración es FALSA?

A) El estudio de los cuerpos de los faraones permitió desentrañar sus misterios.

B) Se comprobó que Tutankamón no murió de un golpe en la cabeza.

C) Tutankamón murió a los 19 años, por una fractura en la pierna izquierda.

D) Tutankamón era hijo del faraón Amenhotep III y de la reina Tiy.

E) Al morir Amenhotep III, subió al trono su segundo hijo, Amenhotep IV.

SOLUCIONARIO
Tutankamón no era hijo del faraón Amenhotep III y de la reina Tiy; ya que
ellos eran abuelos de su esposa Anjesenamón, que era hija de Amenhotep
IV, o Akenatón, y de Nefertiti. La alternativa correcta es D.

 Pregunta 7:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral. El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.

3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de


insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.

4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.

5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

En el texto se afirma que

A) los templos de Tebas perdieron poder y riquezas por el Clero de Amón.

B) los herederos de Anjesenamón rechazaron el antiguo culto de sus antepasados.

C) Tutankamón quedó para la posteridad, porque borraron su recuerdo histórico.

D) los descendientes de la familia real contribuyeron con su ADN a la investigación.

E) la maldición de la tumba de Tutankamón impidió que saquearan su sarcófago.

SOLUCIONARIO
Tutankamón quedó para la posteridad, porque borraron su recuerdo
histórico, según el párrafo cinco, que dice que fue sepultado con premura en
una pequeña tumba, más propia de plebeyos que de monarca, y que se
borraron de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna,
Akenatón y Nefertiti, incluido Tutankamón. El intento de borrar su recuerdo
contribuyó a la preservación de Tutankamón para la posteridad. Por lo tanto,
la opción correcta es C.

 Pregunta 8:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral. El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.

3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de


insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.

4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.

5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

En el texto se señala que

A) las tomografías computarizadas realizadas en 2005 contribuyen a conocer más acerca


de las causas de la muerte de Tutankamón.

B) los estudios de ADN develan la identidad de los implicados en los homicidios de los
faraones.

C) el uso de escáneres y radiografías reveló un orificio en el cráneo del joven Tutankamón.

D) los golpes recientes, en la pierna y en la cabeza, produjeron el deceso del faraón


Tutankamón.

E) la dinastía egipcia sepultó prematuramente a Tutankamón, para evitar rumores y


acusaciones.

SOLUCIONARIO
El texto indica que “sólo el estudio de sus cuerpos nos permite desentrañar
los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora, mediante
tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos
creen- a consecuencia de un golpe en A

 Pregunta 9:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral. El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.

3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de


insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.

4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.

5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

De acuerdo a la información del texto, es VERDADERO que

A) la tumba de Tutankamón tenía cualidades acordes a su investidura.

B) el emisor compara la vida de Tutankamón con una obra teatral.

C) era imposible que un niño asumiera el trono de Egipto.

D) Atón y Amón son dos denominaciones para la misma divinidad.

E) la capital religiosa egipcia había sido tradicionalmente Amarna.


SOLUCIONARIO
En el párrafo 2, el emisor señala textualmente: “La historia de Tutankamón
es, para mí, como una obra teatral.” Por lo tanto la respuesta correcta es B.

 Pregunta 10:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral. El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.

3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de


insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.

4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.

5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

¿Cuál de las siguientes afirmaciones corresponde a la información del texto?

A) La historia de Tutankamón tiene una primera etapa de tradiciones y estabilidad.

B) La segunda etapa de la historia de Tutankamón fue de insurrección y cambios.


C) La tercera etapa de la historia de Tutankamón fue incierta y misteriosa.

D) El epílogo de la historia de Tutankamón fue borrado en represalia a su padre.

E) El heredero de Tutankamón despreció el legado de su padre.

SOLUCIONARIO
Se puede caracterizar la tercera etapa de la historia de Tutankamón como
incierta y misteriosa, lo cual corresponde, según el párrafo cuatro, al fin del
reinado de Akenatón, en que no hay certeza si no gobernaron uno o tal vez
dos monarcas brevemente después de su muerte. Se habla de Nefertiti y de
un misterioso personaje Semenjkara de quien no se sabe casi nada. Luego
aparece este niño de nueve años con su esposa, que era hija de los reyes
anteriores. Por lo tanto la alternativa correcta es C.

 Pregunta 11:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral. El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.
3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de
insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.

4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.

5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

De acuerdo al texto leído, se puede afirmar que

A) Akenatón se otorgó a sí mismo el status de Dios viviente.

B) Tutankamón fue mutilado en el cráneo durante la momificación.

C) los secretos de la familia real egipcia constituyen una obra dramática clásica.
D) los años más prósperos de Egipto fueron con Amenhotep III y la reina Tiy.

E) Tutankamón desposó a su hermana para gobernar Tebas y recuperar el poder.

SOLUCIONARIO
Akenatón (Amenhotep IV) renegó de su religión ancestral, otorgándose
divinidad propia, pues en el párrafo tres se menciona que vuelve la espalda
a las deidades del panteón estatal rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón y que después cambia su nombre y se eleva a la condición
de dios vivo. Por ello, la alternativa correcta es A.

 Pregunta 12:
TEXTO 1 (1 – 12)

1. “Estudios de ADN esclarecen la identidad de los progenitores del rey niño y


proporcionan nuevas pistas acerca de su muerte prematura. Las momias ejercen una
fascinación poderosa, guardianas celosas de secretos, una vez fueron personas vivas que
amaron tal como hacemos hoy. Por ello, siempre he creído que debemos honrar a los
antiguos difuntos y permitirles descansar en paz. No obstante, sólo el estudio de sus
cuerpos nos permite desentrañar los secretos de los faraones y es gracias a eso que ahora,
mediante tomografías computarizadas practicadas en 2005 a la momia del rey
Tutankamón, hemos comprobado que el monarca no falleció –como muchos creen- a
consecuencia de un golpe en la cabeza. Por el contrario, aunque la parte posterior del
cráneo presenta ciertamente un orificio, nuestros estudios revelan que fue abierto
durante el proceso de momificación y, más aún, confirman que Tutankamón murió cuando
apenas tenía 19 años de edad, quizá a consecuencia de una fractura reciente de la pierna
izquierda. Al profundizar nuestro escrutinio de la momia, hemos obtenido revelaciones
extraordinarias sobre su nacimiento, vida y muerte.

2. La historia de Tutankamón es, para mí, como una obra teatral. El primer acto del drama
comienza hacia el año 1.390 a. C., varias décadas antes de su nacimiento, cuando el gran
faraón Amenhotep III asciende al trono de Egipto. Al frente de un imperio que se extendía
por 1.900 Kms., con el Éufrates en su límite norte y la Cuarta Catarata del Nilo en el sur,
este rey de la dinastía XVIII poseía riquezas inimaginables y, junto con su poderosa
consorte, la reina Tiy, gobernó durante 37 años venerando a los dioses de sus
antepasados –particularmente a Amón-, en tanto que su pueblo prosperaba y las arcas
reales se llenaban con el producto de las colonias egipcias.

3. Si bien el primer acto habla de tradiciones y de estabilidad, el segundo trata de


insurrecciones. Al morir Amenhotep III, el trono pasa a manos de su segundo hijo,
Amenhotep IV, extravagante visionario que vuelve la espalda a Amón y las demás
deidades que componían el panteón estatal, rindiendo culto a una divinidad única
denominada Atón, representada por el disco solar. En el quinto año de su reinado,
Amenhotep IV cambia su nombre por Akenatón, ‘el que sirve a Atón’ y, así, se eleva a la
condición de dios vivo y deja Tebas, la capital religiosa tradicional, para construir, 290
Kms. Al norte, una vasta urbe ceremonial conocida hoy como Amarna. Allí se establece
con su gran esposa real, la hermosa Nefertiti, y juntos se erigen en sumos sacerdotes de
Atón. El clero de Amón es despojado de todo su poder y riqueza, y Atón surge como dios
supremo.

4. El fin del reinado de Akenatón está envuelto en la confusión. Uno o tal vez dos
monarcas gobiernan brevemente, bien junto a Akenatón, después de su muerte o ambas
cosas. Igual que muchos otros egiptólogos, creo que el primero de esos ‘reyes’ fue, en
realidad, Nefertiti; el segundo, un misterioso personaje llamado Semenejkara, de quien
sabemos casi nada. Lo único cierto es que, al levantarse el telón del tercer acto, el trono
se encuentra ocupado por un niño de nueve años: Tutanjatón (‘la imagen viva de Atón’).
En los dos primeros años de su reinado, el pequeño y su esposa, Anjesenpatón (hija de
Akenatón y Nefertiti), abandonan Amarna para regresar a Tebas, donde reabren los
templos restituyéndoles sus riquezas y gloria anterior, cambian sus nombres por
Tutankamón y Anjesenamón, repudian la herejía de Akenatón y proclaman públicamente
su devoción renovada al culto de Amón.

5. Transcurrida una década desde su ascenso al trono, Tutankamón muere sin dejar
heredero. Es sepultado con premura en una pequeña tumba más propia de plebeyos que
de un monarca y, a modo de represalia contra la apostasía de Akenatón, sus sucesores
borran de los anales históricos casi todo rastro de los reyes de Amarna, incluido
Tutankamón. La ironía es que aquel intento de erradicar su recuerdo contribuyó a la
preservación de Tutankamón para la posteridad. Menos de un siglo después de su muerte,
la ubicación de la tumba quedó en el olvido y el mausoleo, protegido de los saqueadores
gracias a las estructuras erigidas sobre él, permaneció virtualmente intacto hasta su
descubrimiento, en 1922. (…)”
Zahi Hawass, “Tutankamón: Secretos de familia” (fragmento)

¿Qué información NO se encuentra en el texto?

A) Los abuelos de Tutankamón fueron la reina  Tiy y el faraón Amenhotep.

B) El padre de Tutankamón, Akenatón, fue el segundo hijo del faraón Amenhotep.

C) Tutankamón se casó con su hermana paterna, Anjesenamón.

D) El nombre Tutanjamón homenajeaba a Atón.

E) Anjesepatón fue hermanastra del faraón Tutankam


SOLUCIONARIO
En el párrafo cuatro el texto se señala que “el niño de nueve años:
Tutanjatón (la imagen viva de Atón) se encuentra ocupando el trono de
Egipto”, por lo que este sería el nombre consagrado a Atón, mientras que
Tutankamón se inspira en el culto a Amón. Por lo tanto la opción correcta es
D.

 Pregunta 13:
TEXTO 2 (13 – 16)

“Hambre, sed, calor, dolor, frío. Apenas Marcial redujo su percepción a la de estas
realidades esenciales, renunció a la luz que ya le era accesoria. Ignoraba su nombre.
Retirado del bautismo, con su sal desagradable, no quiso ya el olfato, ni el oído, ni
siquiera la vista. Sus manos rozaban formas placenteras. Era un ser totalmente sensible y
táctil. El universo le entraba por todos los poros. Entonces cerró los ojos que sólo
divisaban gigantes nebulosos, penetró en un cuerpo caliente, húmedo, lleno de tinieblas,
que moría. El cuerpo, al sentirlo arrebozado con su propia sustancia, resbaló hacia la
vida.”
Alejo Carpentier, Viaje a la Semilla(fragmento)

El narrador caracteriza al protagonista como un ser

I) sensible y táctil que percibe formas placenteras.


II) amnésico, que había olvidado su origen.
III) que no percibía vista, oído ni olfato.

A) Solo I

B) Solo II

C) Solo III

D) Solo I y III

E) I, II y III

SOLUCIONARIO
El protagonista aparece como un ser que es sensible, que percibe formas
placenteras al tacto, como un recién nacido, o un feto dentro del vientre
materno. No percibía vista, oído ni olfato, antes de nacer, dentro de la
matriz. No ha perdido la memoria, no la tiene, porque aún no ha nacido, no
ha vivido. Por lo tanto la alternativa correcta es D.
 Pregunta 14:
TEXTO 2 (13 – 16)

“Hambre, sed, calor, dolor, frío. Apenas Marcial redujo su percepción a la de estas
realidades esenciales, renunció a la luz que ya le era accesoria. Ignoraba su nombre.
Retirado del bautismo, con su sal desagradable, no quiso ya el olfato, ni el oído, ni
siquiera la vista. Sus manos rozaban formas placenteras. Era un ser totalmente sensible y
táctil. El universo le entraba por todos los poros. Entonces cerró los ojos que sólo
divisaban gigantes nebulosos, penetró en un cuerpo caliente, húmedo, lleno de tinieblas,
que moría. El cuerpo, al sentirlo arrebozado con su propia sustancia, resbaló hacia la
vida.”
Alejo Carpentier, Viaje a la Semilla(fragmento)

Respecto de Marcial, el narrador señala que

A) vivía atormentado por gigantes nebulosos.

B) su cuerpo penetró en las tinieblas de la muerte.

C) murió de hambre, sed, calor, dolor y frío.

D) rechazó su nombre en el bautismo.

E) redujo su percepción a las realidades esenciales de la vida.

 SOLUCIONARIO
Marcial redujo su percepción a las realidades esenciales de la vida al
principio del fragmento, donde se mencionan: hambre, sed, calor, dolor, frío.
Renunció a la luz que le era accesoria. Ignoraba su nombre. Era un recién
nacido no bautizado todavía. Por ello la alternativa correcta es E.

 Pregunta 15:
TEXTO 2 (13 – 16)

“Hambre, sed, calor, dolor, frío. Apenas Marcial redujo su percepción a la de estas
realidades esenciales, renunció a la luz que ya le era accesoria. Ignoraba su nombre.
Retirado del bautismo, con su sal desagradable, no quiso ya el olfato, ni el oído, ni
siquiera la vista. Sus manos rozaban formas placenteras. Era un ser totalmente sensible y
táctil. El universo le entraba por todos los poros. Entonces cerró los ojos que sólo
divisaban gigantes nebulosos, penetró en un cuerpo caliente, húmedo, lleno de tinieblas,
que moría. El cuerpo, al sentirlo arrebozado con su propia sustancia, resbaló hacia la
vida.”
Alejo Carpentier, Viaje a la Semilla(fragmento)

¿Cuál de las siguientes afirmaciones es VERDADERA?

A) El placer, el dolor y el frío forman parte de las realidades esenciales.

B) Antes de reducir su percepción a las realidades esenciales, Marcial renuncia a la luz.

C) En ningún instante Marcial se sintió compenetrado con el universo.

D) Tanto la vista como el tacto son sentidos primordiales para Marcial.

E) Marcial experimenta diversas etapas sensoriales a lo largo de la narración.

SOLUCIONARIO
Marcial vivencia gradualmente un cambio en sus percepciones, desde lo que
el narrador denomina las realidades esenciales, para luego perder
paulatinamente los sentidos, con excepción del tacto, hasta convertirse en
un organismo en el que solo hay conciencia de la vida. Por lo tanto, la
alternativa correcta es E.

 Pregunta 16:
TEXTO 2 (13 – 16)

“Hambre, sed, calor, dolor, frío. Apenas Marcial redujo su percepción a la de estas
realidades esenciales, renunció a la luz que ya le era accesoria. Ignoraba su nombre.
Retirado del bautismo, con su sal desagradable, no quiso ya el olfato, ni el oído, ni
siquiera la vista. Sus manos rozaban formas placenteras. Era un ser totalmente sensible y
táctil. El universo le entraba por todos los poros. Entonces cerró los ojos que sólo
divisaban gigantes nebulosos, penetró en un cuerpo caliente, húmedo, lleno de tinieblas,
que moría. El cuerpo, al sentirlo arrebozado con su propia sustancia, resbaló hacia la
vida.”
Alejo Carpentier, Viaje a la Semilla(fragmento)

El relato corresponde al momento en que el personaje

A) nace y su madre muere.


B) vuelve a ser un feto.

C) muere y su madre resucita.

D) es concebido por sus padres.

E) sueña con otra vida.

SOLUCIONARIO
El relato corresponde al momento en que el personaje vuelve a ser un feto,
pues
nos va contando la historia al revés. Por ello la alternativa correcta es B.

 Pregunta 17:
Texto 3 (17 – 20)

1. “En el año 66 d.C., un grupo de rebeldes judíos se apoderó de la plaza fuerte de


Masada, ciudadela ubicada sobre un promontorio rocoso que se alza 400 metros sobre el
nivel del mar Muerto, que había sido utilizada como fortaleza por los romanos desde el
siglo II a.C. La rebelión que dio muerte a toda la guarnición romana era dirigida por un tal
Menahem, y tras su muerte, por su sobrino Eleazar ben Yair.  Pertenecían a un grupo de
judíos radicales, los sicarios, denominados así por el puñal o sica que solían emplear. Los
sicarios formaban parte a su vez de los zelotas, un movimiento que propugnaba el uso de
la violencia para liberarse del yugo romano y acelerar la venida del Mesías.

2. A comienzos del año 73 d.C., Flavio Silva, comandante de la Legio X Fretensis, se


dispuso a enfrentarse con los rebeldes de Masada. Habían pasado ya tres años desde la
caída de Jerusalén, tardanza tanto más sorprendente cuanto que si los romanos se
pusieron en marcha fue más por consideraciones económicas que militares, pues los
rebeldes de Masada ponían en peligro el negocio de las plantaciones de bálsamo de la
vecina Eingedi, enormemente lucrativo, y a los romanos no les convenía perder esta
importante fuente de ingresos.

3. Iniciado el ataque, los romanos lograron derribar un tramo de la muralla principal


mediante los golpes de su ariete, pero los defensores lograron cerrar la brecha con
maderas y piedras. Flavio Josefo cuenta que entonces se produjo un incendio seguido de
un cambio de dirección del viento que, por un instante, amenazó la integridad de la torre
romana. Aquel día no cayó Masada, pero tanto romanos como judíos sabían que era
cuestión de tiempo.

4. Según el mismo autor, por la noche Eleazar ben Yair pronunció un discurso con el que
persuadió a los defensores de Masada de que lo mejor era quitarse la vida para ahorrarse
el oprobio de verse humillados por los romanos. Puestos todos de acuerdo, quemaron sus
posesiones y víveres, aunque respetando una parte para dejar claro que no morían por
falta de abastecimiento. Luego, puesto que la ley judía prohíbe el suicidio, cada hombre se
encargó de dar muerte a su esposa e hijos. A continuación, sortearon diez hombres que
dieron muerte al resto y, por último, uno de ellos mató a los otros nueve antes de, éste sí,
suicidarse. Cuando al día siguiente los romanos entraron en Masada se encontraron con
una montaña de más de 950 cadáveres y sólo siete supervivientes: dos ancianas y cinco
niños que se habían escondido y que contaron lo que había ocurrido en la cumbre de
Masada durante el asedio”.        
www.nationalgeographic.com.es

De acuerdo con el texto, Eleazar ben Yair

A) ocupó el puesto de su tío durante la conquista del fuerte romano en Masada.

B) convenció a la población judía de usar la violencia para derrotar a los romanos.

C) había sido testigo de la caída de Jerusalén tres años después ocupar Masada.

D) dirigió un suicidio colectivo para evitar la represión del ejército de Falvio Silva.

E) fue el encargado de matar a los últimos nueve judíos que quedaban en Masada.
Solucionario
La alternativa correcta a esta pregunta es la opción A, ya que, en el primer
párrafo del texto, se afirma que, durante la conquista de Masada, la rebelión
judía era dirigida por Menahem, “y tras su muerte, por su sobrino Eleazar
ben Yair”. Por su parte las alternativas B y D son incorrectas, ya que, por
una parte, la violencia que promueve Eleazar ben Yair durante el ataque a
Masada, no es contra los romanos, sino contra su propia gente, a la que
convence de morir para evitar la derrota, y por otra parte, porque, según se
afirma en el texto, el suicidio no era permitido por la ley judía, por lo que las
personas debía matarse unas a otras. Las alternativas C y E también son
incorrectas, pues contienen información que no se especifica en el texto.

 Pregunta 18:
Texto 3 (17 – 20)

1. “En el año 66 d.C., un grupo de rebeldes judíos se apoderó de la plaza fuerte de


Masada, ciudadela ubicada sobre un promontorio rocoso que se alza 400 metros sobre el
nivel del mar Muerto, que había sido utilizada como fortaleza por los romanos desde el
siglo II a.C. La rebelión que dio muerte a toda la guarnición romana era dirigida por un tal
Menahem, y tras su muerte, por su sobrino Eleazar ben Yair.  Pertenecían a un grupo de
judíos radicales, los sicarios, denominados así por el puñal o sica que solían emplear. Los
sicarios formaban parte a su vez de los zelotas, un movimiento que propugnaba el uso de
la violencia para liberarse del yugo romano y acelerar la venida del Mesías.

2. A comienzos del año 73 d.C., Flavio Silva, comandante de la Legio X Fretensis, se


dispuso a enfrentarse con los rebeldes de Masada. Habían pasado ya tres años desde la
caída de Jerusalén, tardanza tanto más sorprendente cuanto que si los romanos se
pusieron en marcha fue más por consideraciones económicas que militares, pues los
rebeldes de Masada ponían en peligro el negocio de las plantaciones de bálsamo de la
vecina Eingedi, enormemente lucrativo, y a los romanos no les convenía perder esta
importante fuente de ingresos.

3. Iniciado el ataque, los romanos lograron derribar un tramo de la muralla principal


mediante los golpes de su ariete, pero los defensores lograron cerrar la brecha con
maderas y piedras. Flavio Josefo cuenta que entonces se produjo un incendio seguido de
un cambio de dirección del viento que, por un instante, amenazó la integridad de la torre
romana. Aquel día no cayó Masada, pero tanto romanos como judíos sabían que era
cuestión de tiempo.

4. Según el mismo autor, por la noche Eleazar ben Yair pronunció un discurso con el que
persuadió a los defensores de Masada de que lo mejor era quitarse la vida para ahorrarse
el oprobio de verse humillados por los romanos. Puestos todos de acuerdo, quemaron sus
posesiones y víveres, aunque respetando una parte para dejar claro que no morían por
falta de abastecimiento. Luego, puesto que la ley judía prohíbe el suicidio, cada hombre se
encargó de dar muerte a su esposa e hijos. A continuación, sortearon diez hombres que
dieron muerte al resto y, por último, uno de ellos mató a los otros nueve antes de, éste sí,
suicidarse. Cuando al día siguiente los romanos entraron en Masada se encontraron con
una montaña de más de 950 cadáveres y sólo siete supervivientes: dos ancianas y cinco
niños que se habían escondido y que contaron lo que había ocurrido en la cumbre de
Masada durante el asedio”.        
www.nationalgeographic.com.es

Según el texto, el interés de los romanos por recuperar Masada tiene su origen en
factores

A) políticos

B) militares

C) religiosos

D) económicos

E) geográficos
Solucionario
La alternativa correcta a esta pregunta es la opción D, ya que, según lo
afirmado por el emisor en el segundo párrafo, el ejercito de Flavio Silva se
puso en marcha para reconquistar Masada “más por consideraciones
económicas que militares”, pues los romanos estaban perdiendo el lucrativo
negocio de las plantaciones de bálsamo tras perder la ciudadela en manos
de los rebeldes judíos.

 Pregunta 19:
Texto 3 (17 – 20)

1. “En el año 66 d.C., un grupo de rebeldes judíos se apoderó de la plaza fuerte de


Masada, ciudadela ubicada sobre un promontorio rocoso que se alza 400 metros sobre el
nivel del mar Muerto, que había sido utilizada como fortaleza por los romanos desde el
siglo II a.C. La rebelión que dio muerte a toda la guarnición romana era dirigida por un tal
Menahem, y tras su muerte, por su sobrino Eleazar ben Yair.  Pertenecían a un grupo de
judíos radicales, los sicarios, denominados así por el puñal o sica que solían emplear. Los
sicarios formaban parte a su vez de los zelotas, un movimiento que propugnaba el uso de
la violencia para liberarse del yugo romano y acelerar la venida del Mesías.

2. A comienzos del año 73 d.C., Flavio Silva, comandante de la Legio X Fretensis, se


dispuso a enfrentarse con los rebeldes de Masada. Habían pasado ya tres años desde la
caída de Jerusalén, tardanza tanto más sorprendente cuanto que si los romanos se
pusieron en marcha fue más por consideraciones económicas que militares, pues los
rebeldes de Masada ponían en peligro el negocio de las plantaciones de bálsamo de la
vecina Eingedi, enormemente lucrativo, y a los romanos no les convenía perder esta
importante fuente de ingresos.

3. Iniciado el ataque, los romanos lograron derribar un tramo de la muralla principal


mediante los golpes de su ariete, pero los defensores lograron cerrar la brecha con
maderas y piedras. Flavio Josefo cuenta que entonces se produjo un incendio seguido de
un cambio de dirección del viento que, por un instante, amenazó la integridad de la torre
romana. Aquel día no cayó Masada, pero tanto romanos como judíos sabían que era
cuestión de tiempo.

4. Según el mismo autor, por la noche Eleazar ben Yair pronunció un discurso con el que
persuadió a los defensores de Masada de que lo mejor era quitarse la vida para ahorrarse
el oprobio de verse humillados por los romanos. Puestos todos de acuerdo, quemaron sus
posesiones y víveres, aunque respetando una parte para dejar claro que no morían por
falta de abastecimiento. Luego, puesto que la ley judía prohíbe el suicidio, cada hombre se
encargó de dar muerte a su esposa e hijos. A continuación, sortearon diez hombres que
dieron muerte al resto y, por último, uno de ellos mató a los otros nueve antes de, éste sí,
suicidarse. Cuando al día siguiente los romanos entraron en Masada se encontraron con
una montaña de más de 950 cadáveres y sólo siete supervivientes: dos ancianas y cinco
niños que se habían escondido y que contaron lo que había ocurrido en la cumbre de
Masada durante el asedio”.        
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En el texto se indica que los judíos de Masada quemaron solo parte de sus posesiones y
víveres porque

A) la ley judía les impedía destruir la totalidad de sus pertenencias y alimentos.

B) pretendían dejar claro a sus enemigos las verdaderas razones de su muerte.

C) valoraban más los bienes materiales que sus propias vidas en tiempos de guerra.

D) creían que sus bienes distraerían a los romanos mientras se daban muerte.

E) pensaban que era necesario guardar parte de sus recursos en caso de vencer.

 Limpiar
Solucionario
La respuesta correcta a esta pregunta es B, ya que, en el cuarto párrafo del
texto, el emisor explica que en el momento en que los rebeldes judíos
deciden morir para evitar la derrota ante los romanos, acordaron quemar
“sus posesiones y víveres, aunque respetando una parte para dejar claro
que no morían por falta de abastecimiento”, por lo tanto, su intención era la
demostrar a los romanos que había muerto voluntariamente y no por falta de
recursos o alimentos.  

 Pregunta 20:
Texto 3 (17 – 20)

1. “En el año 66 d.C., un grupo de rebeldes judíos se apoderó de la plaza fuerte de


Masada, ciudadela ubicada sobre un promontorio rocoso que se alza 400 metros sobre el
nivel del mar Muerto, que había sido utilizada como fortaleza por los romanos desde el
siglo II a.C. La rebelión que dio muerte a toda la guarnición romana era dirigida por un tal
Menahem, y tras su muerte, por su sobrino Eleazar ben Yair.  Pertenecían a un grupo de
judíos radicales, los sicarios, denominados así por el puñal o sica que solían emplear. Los
sicarios formaban parte a su vez de los zelotas, un movimiento que propugnaba el uso de
la violencia para liberarse del yugo romano y acelerar la venida del Mesías.

2. A comienzos del año 73 d.C., Flavio Silva, comandante de la Legio X Fretensis, se


dispuso a enfrentarse con los rebeldes de Masada. Habían pasado ya tres años desde la
caída de Jerusalén, tardanza tanto más sorprendente cuanto que si los romanos se
pusieron en marcha fue más por consideraciones económicas que militares, pues los
rebeldes de Masada ponían en peligro el negocio de las plantaciones de bálsamo de la
vecina Eingedi, enormemente lucrativo, y a los romanos no les convenía perder esta
importante fuente de ingresos.

3. Iniciado el ataque, los romanos lograron derribar un tramo de la muralla principal


mediante los golpes de su ariete, pero los defensores lograron cerrar la brecha con
maderas y piedras. Flavio Josefo cuenta que entonces se produjo un incendio seguido de
un cambio de dirección del viento que, por un instante, amenazó la integridad de la torre
romana. Aquel día no cayó Masada, pero tanto romanos como judíos sabían que era
cuestión de tiempo.

4. Según el mismo autor, por la noche Eleazar ben Yair pronunció un discurso con el que
persuadió a los defensores de Masada de que lo mejor era quitarse la vida para ahorrarse
el oprobio de verse humillados por los romanos. Puestos todos de acuerdo, quemaron sus
posesiones y víveres, aunque respetando una parte para dejar claro que no morían por
falta de abastecimiento. Luego, puesto que la ley judía prohíbe el suicidio, cada hombre se
encargó de dar muerte a su esposa e hijos. A continuación, sortearon diez hombres que
dieron muerte al resto y, por último, uno de ellos mató a los otros nueve antes de, éste sí,
suicidarse. Cuando al día siguiente los romanos entraron en Masada se encontraron con
una montaña de más de 950 cadáveres y sólo siete supervivientes: dos ancianas y cinco
niños que se habían escondido y que contaron lo que había ocurrido en la cumbre de
Masada durante el asedio”.        
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Según lo señalado en el texto, es FALSO que

A) el grupo de judíos rebeldes fue atacado por la Legion X Fretensis.

B) Eleazar ben Yair pertenecía a un grupo llamado los zelotas.

C) Masada fue conquistada por los romanos en el siglo II a.C.

D) los niños judíos murieron en manos de sus propios padres.

E) los romanos necesitaron más de un ataque para entrar a Masada.


Solucionario
De acuerdo con la información entregada en el primer párrafo del texto,
Masada era una ciudadela ubicada a 400 metros sobre el nivel del mar
Muerto, que había sido utilizada como fortaleza por los romanos desde el
siglo II a.C. La siguiente información que los romanos vivían en Masada
desde esa fecha, pero no especifica si la ciudadela había sido conquistada o
toma por la fuera por los romanos antes de habitarla. Por lo tanto, la
alternativa correcta es C.

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