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Facultad de Ciencias Economicas Juridicas y

Administrativas.
Programa de Derecho

LÓGICA Y ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

ACTIVIDAD RESULTADO DE APRENDIZAJE 2.

LÓPEZ VILLALBA, KEVIN REY

PRESENTANDO A:

DOCENTE: ORLANDO ALARCÓN

MONTERÍA-CÓRDOBA
2021

Por una universidad con calidad, moderna e incluyente


Carrera 6ª. No. 77-305 Montería NIT. 891080031-3 - Teléfono: 7860300 –
7860920 www.unicordoba.edu.co
1. De las páginas indicadas en el punto 1, buscar y contar cuantas veces aparecen los
conceptos de:
1.1. Modal: El concepto aparece siete (7) veces en total, en las páginas 42, 43, 51 (tres veces),
56, 65.

1.2. Términos modales: Este concepto aparece ocho (8) veces en total, en las páginas 37, 39
(en esta página aparece dos veces), 40, 42, 58 (dos veces) y 64.

1.3. MODALES, escrito en mayúscula: Más allá del título no se encuentra este concepto de esa
forma en el primer capítulo.

1.4. Modales, escrito en minúscula: Este concepto aparece en total una (1) vez en la página 54

1.5. Estándares en relación con el campo y Campos de argumentación: El concepto de


estándar se encuentra diecinueve (19) veces en total, en las páginas 32 (dos veces), 33 (dos
veces), 34 (tres veces), 51,54, 57, 58, 60 (cuatro veces), 61, 62 (tres veces), 63.
2.
3. Elabore una tabla Word en la que relacione los hallazgos encontrados con la ejecución del punto 2 de esta
guía y describa el contexto en que se usa el respectivo concepto.

Concepto Contexto
En la página 43 no habla el autor de cómo podemos analizar el verbo
modal “no poder” a través de su uso y significado en diferentes
campos argumentativos:

“Las primeras preguntas que debemos hacer son bajo qué


circunstancias hacemos uso de este verbo modal en
concreto y qué se entiende que indicamos con él. Cuando
hayamos encontrado las respuestas a estas preguntas en una
cantidad suficiente de campos de argumentación, deberemos
proseguir preguntando hasta qué punto varían de un campo a
otro las implicaciones que se derivan del uso de tal verbo y los
criterios para decidir que puede ser utilizado apropiadamente”
Modal (Toulmin, 2007, p.43).

En la página 51 el autor explica que los términos modales tienen dos


aspectos asociados: la fuerza y los criterios que rigen su uso. Y
detalla que:

“Por la «fuerza» de una expresión modal entiendo las


implicaciones prácticas de su uso… Esta fuerza puede ser
contrastada con los criterios, estándares, razones y motivos a
los que nos referimos para decidir en cualquier contexto que
el uso de un término modal determinado resulta apropiado”
(Toulmin, 2007, p.51).

Términos modales: El autor menciona la capacidad de caracterizar las etapas comunes


con las que se crea un argumento justificatorio y la necesidad de
relacionarlas con el uso de algunos términos modales:

“Para caracterizar las etapas a las que nos referimos,


conviene que las relacionemos con el uso de ciertos términos
importantes, que siempre han resultado de interés para los
filósofos y que han llegado a ser conocidos como términos o
calificadores modales: el presente capítulo consistirá en
buena medida en un estudio de su empleo práctico. Estos
términos-«posible», «necesario» y otros por el estilo-se
comprenden mejor, según argumentaré, examinando las
funciones que desempeñan cuando exponemos un
argumento” (Toulmin, 2007, p.37).

En la página 39 el autor afirma que los términos modales son


susceptibles a clasificarse de acuerdo a la función que desempeñan:

“Sea como fuere, en este caso podemos empezar a elucidar


el significado de una familia de términos modales señalando
el lugar que ocupan en los argumentos justificatorios”
(Toulmin, 2007, p.39).

Y en el desempeño de esa función cumplen un papel decisivo:

“En cada una de las situaciones resultantes, aparecen


términos modales desempeñando un papel decisivo”
(Toulmin, 2007, p.39).

En el intento de hallar una solución al problema planteado es posible


que se descarte algunas soluciones propuestas, en ese caso:

“En una situación de este tipo, otros términos modales hallan


un uso natural: «no puede ser», «imposible» y otros por el
estilo; les prestaremos una atención especial” (Toulmin, 2007,
p.40).

El autor dice que las expresiones modales están relacionadas con


Modales (minúsculasI) distinciones en campos de gran provecho filosófico (Toulmin, 2007,
p.54).

Estándares en relación con el campo y Campos de En las páginas 32 y 33 el autor plantea una serie de interrogantes en
argumentación: relación al concepto de estándar:

“Los argumentos justificatorios pueden ser de muchas clases


diferentes, de modo que enseguida surge la cuestión de hasta
qué punto pueden ser valorados por el mismo procedimiento,
en la misma clase de términos y apelando al mismo tipo de
estándares. Este es el problema general del que nos
ocuparemos en el primer capítulo. ¿Hasta qué punto los
argumentos justificatorios adoptan una sola y la misma forma
o apelan a una misma serie de estándares en todos los
diversos tipos de casos que tendremos ocasión de
considerar? Y en consecuencia, ¿hasta qué punto, cuando
evaluamos los méritos de estos argumentos diferentes,
podemos basarnos en el mismo tipo de cánones o
estándares de argumentación para realizar su crítica?
¿Poseen el mismo tipo de méritos o son diferentes? ¿Y en
qué aspectos podemos buscar uno solo y el mismo tipo de
valor en argumentos de todas esas clases?” (Toulmin, 2007,
p.37-38).

En este sentido, los estándares en relación con el campo y Campos


de argumentación, hacen referencia a aquellos elementos inherentes
a todo argumento que facilitan su clasificación en un campo de
argumentación, y así también su posterior crítica y evaluación.
Aclarando también que:

“todos los cánones o estándares empleados para criticar y


evaluar argumentos dependen en la práctica del campo,
mientras que todos los términos de evaluación son invariables
respecto al campo en lo que se refiere a su fuerza” (Toulmin,
2007, p.60-61).

En lo anterior se concluye que a pesar de ser diferentes los cánones o


estándares usados, sí es posible comparar la fuerza de los
argumentos de acuerdo a los términos modales y la información que
los soportan a pesar de que éstos pertenezcan a diferentes campos
argumentativos.
4. Por último, con el insumo obtenido en el punto 3 de esta guía, cada
estudiante debe elaborar un ensayo de 1300 palabras en el que muestre
sus desacuerdos con el autor. El ensayo se debe realizar con el uso de
las técnicas APA.

El modelo argumentativo de Stephen Toulmin

El propósito de este ensayo es analizar y reflexionar sobre el modelo


argumentativo de Stephen Toulmin a partir de la perspectiva de otros autores. lo
anterior no con el propósito de desestimar la totalidad de sus aportes, sino de
otorgar una visión más amplia sobre el tema de la argumentación. Antes de
abordar el modelo argumentativo de Toulmin, es conveniente considerar lo que él
entiende por argumentación; la cual define como: “La actividad total de plantear
pretensiones, ponerlas en cuestión, respaldándolas produciendo razones,
criticando esas razones, refutando esas críticas, etc.” (Toulmin, Rieke y Janik,
1984, pág.14). De tal forma que le otorga a la argumentación el carácter de
actividad y asocia a ella otras subactividades que la integran, y establece así una
diferencia en la concepción meramente lingüística de los argumentos e invitando a
reflexionar sobre su papel activo en la dinámica social.

En el modelo de Toulmin es importante el concepto de campo argumentativo. Si


bien Toulmin en su texto “Los usos de la Argumentación” no define con precisión
este concepto, se puede extraer del mismo texto que con él hace referencia a “…
la problemática o temática sobre la que trata una discusión o argumentación. Por
ejemplo, veredictos de culpabilidad, elogios artísticos, un parte médico, etc”
(Mercado, 2016, pág 9). Atendiendo a lo anterior, se entiende que los argumentos
se pueden clasificar en diferentes campos argumentativos. La importancia de esto
se observa en el análisis de aspectos que varían de un campo a otro, como lo son:
los grados de formalización, los grados de precisión, los modos de resolución y los
objetivos de la argumentación.

En cuanto a las diferencia con el grado formalización dice toulmin (Toulmin, 1984,
pág.1) que están realcionadas con “..,los procedimientos racionales característicos
de los diversos campos…”. Por ejemplo, en la estética no se siguen los mismos
procedimientos que sí son obligatorios en el campo del derecho.

En cuanto a los grados de precisión (Toulmin, e al, 1984, pág. 2) dice que
“encontrar argumentos de gran precisión y exactitud es más factible en algunos
campos del razonamiento practico que en otros”. Es el caso de las diferencias
entre el campo de la física y matemática con la psicología, por ejemplo.

Otro de los aspectos a destacar es el relacionado con los modos de resolución,


sobre el cual dicen (Toulmin, et, al. 1984, pág.3), que “las diferentes empresas
humanas tienen diferentes objetivos, sus procedimientos de argumentación
conducen a diferentes tipos de finalización o resolución”. Por ejemplo, en el
ámbito estético, ni un fallo ni un acuerdo son esenciales en la solución de una
discusión. En cambio, la función de la argumentación será la de clarificación.

Por último, los objetivos de la argumentación, ante lo cual podemos constatar que
el desarrollo adecuado de una argumentación está muy relacionado con lo que se
pone en juego.

Para Toulmin también son importantes los conceptos de fuerza y criterio.


Apropósito dice:

“todos los cánones o estándares empleados para criticar y evaluar


argumentos dependen en la práctica del campo, mientras que todos los
términos de evaluación son invariables respecto al campo en lo que se
refiere a su fuerza” (Toulmin, 2007, pág 60-61).

En lo anterior se concluye que a pesar de ser diferentes los cánones o estándares


usados, sí es posible comparar la fuerza de los argumentos de acuerdo a los
términos modales y la información que los soportan a pesar de que éstos
pertenezcan a diferentes campos argumentativos.

Otros dos conceptos relevantes en este modelo son la relevancia y el contexto.


Sobre el contexto se dice que “los argumentos prácticos encuentran su lugar y
función- y adquieren su fuerza intrínseca- de las virtudes de la empresa humana
en la que se hallan” (Toulmin, 1984, pág.11). En otras palabras, para comprender
que le otorga fuerza a los argumentos hay que analizarlos dentro del contexto en
que se presentan. Sumado a eso, hace saber Toulmin que “las condiciones de
relevancia de los argumentos son sólo comprensibles en forma cabal sólo si son
analizadas en el contexto más amplio de las demandas y objetivos de la empresa
racional en que emergen” (1984, pág.11). Lo anterior resalta la importancia de
reconocer y utilizar la información relevante para apoyar o justificar una afirmación
categórica.

Por otra parte, en su modelo, Toulim, llama a los actores que intervinen en la
argumentación como asertor e interlocutor. son éstos los que presentan las
aserciones, las ponen en duda, las respaldan, las critican, son los que conocen
como funcionan los distintos campos de la argumentación, los que muestran
distintos puntos de vista ante una afirmación. En otras palabras, son estos los que
le dan significa a la actividad de argumentar.

Pasando a los temas debatidos con respecto a este modelo, se debe hacer
mención de la estructura argumentativa de este modelo y la cual plantea Toulmin
en “Los usos de la argumentación” que contiene aseveración, dato, garantía,
respaldo, reserva y cualificador y con el cual se pretende reflejar el uso práctico de
la argumentación. Y que entre los críticos como entre los apologistas se:

“… concibe a ese modelo como un patrón para elaborar razonamientos,


diferentes a los formales deductivos, por ser más completos y cercanos a los
argumentos cotidianos y disciplinarios, pero, finalmente, solamente
razonamientos aislados y descontextualizados (un conjunto de proposiciones
que apoyan la verdad de otra)…” (Harada, 2009, pág 2).

Es así como inicia el debate acerca de si este modelo trata sobre una lógica
argumental o sobre una lógica de razonamiento. Esto está relacionado con la no
delimitación por parte de Toulmin entre los conceptos de argumentos y
razonamientos. En este sentido para algunos autores el modelo de Toulmin es un
patrón para elaborar razonamientos complejos que se acercan a los argumentos
cotidianos, pero no lo son (Harada, 2009).
Por otro lado, existe una corriente que afirma que este modelo sí da origen a
argumentos propiamente dichos. Desde este punto de vista se puede entender el
modelo de Toulmin como una guía para construir esquemas que pueden servir
para redactar textos argumentativos o participar en diálogos también
argumentativos (Harada, 2009).

En la opinión de (Rodríguez-Bello, 2004), el esquema de Toulmin es efectivo a la


hora de planificar la escritura. Posibilita el encuentro y la delimitación de una
aserción, parte medular del proceso de generación de un conocimiento nuevo. Sin
embargo, su flujo conceptual depende de que el proceso se haya iniciado con una
aserción que exprese verbalmente la idea precisa que se quiere sembrar en una
audiencia, siempre en consonancia con la evidencia que la soporta. Por lo tanto,
como quiera que una de las mayores dificultades encontradas en los artículos de
investigación producidos por los docentes sea que no partan de una tesis
(aserción) bien definida y que la argumentación sea débil, porque no se hace un
aprovechamiento racional de la información a la cual se accede, se recomienda el
uso del modelo de Toulmin como un ejercicio previo a la escritura de un artículo,
ensayo argumentativo o tesis.

Por otra parte, (Atienza, 2003) argumenta que, el hilo conductor de la que
Habermas llama “lógica de la argumentación” no puede estar constituido por las
plasmaciones institucionales de los campos de argumentación. Esas son
diferenciaciones externas que tendrían que partir de diferenciaciones internas,
esto es, diferenciaciones entre formas de argumentación, las cuales no pueden
surgir de un tipo de análisis que se guíe por las funciones y fines de las empresas
racionales. Para Habermas, “ las formas de argumentación se diferencian según
pretensiones de validez que con frecuencia sólo nos resultan reconocibles a partir
del contexto de una manifestación, pero que no vienen constituidas como tales por
los contextos y ámbitos de acción”

En conclusión, el modelo de Toulmin puede ser interpretado como un método para


apoyar aseveraciones por medio de otras, es decir, para elaborar razonamientos,
o como un método para fabricar argumentos que permitan persuadir, convencer o
llegar a compromisos con un interlocutor individual o colectivo.

Referencias bibliográficas

- ATIENZA, M. (2003). Las razones del derecho. Teorías de la argumentación jurídica, IIJ.
- Harada, E. (2009). Algunas aclaraciones sobre el “modelo” argumentativo de
Toulmin. Contactos, 7(3), 45-56.
- Mercado, J. (2016). Un análisis del concepto de argumento en la teoría de la
argumentación de Stephen Toulmin (Doctoral dissertation, Universidad de Cartagena).
- Rodríguez-Bello, L. I. (2004). El modelo argumentativo de Toulmin en la escritura de
artículos de investigación educativa.
- Toulmin, S. (2007). Los usos de la argumentación. Barcelona, España: ediciones
península.
- Toulmin, S. E., Rieke, R. D., & Janik, A. (1984). An introduction to reasoning 
- Toulmin, S. (1984). segundo nivel de analisis: la fuerza de los argumentos. En:
Introducción al Razonamiento. EE.UU: Macmillan Publishing Company.

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